Cultivo de Pitahaya (monografía)

DESCRIPCIÓN DE LAS LABORES DE ESTABLECIMIENTO DE UN CULTIVO DE PITAHAYA (Selenicereus megalanthus) Resumen Este trabajo

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DESCRIPCIÓN DE LAS LABORES DE ESTABLECIMIENTO DE UN CULTIVO DE PITAHAYA (Selenicereus megalanthus) Resumen Este trabajo describe las labores de establecimiento de un cultivo de pitahaya amarilla (Selenicereus megalanthus), tomando en cuenta los objetivos específicos se fijaron las características morfológicas y taxonómicas del cultivo, las practicas agronómicas en la producción de la pitahaya y aspectos económicos del cultivo. La pitahaya amarilla es una especie trepadora de la familia Cactaceae, la cual comprende unas 5000 especies; su fruto es una baya indehiscente con protuberancias espinosas. El potencial agroecológico para la producción de pitahaya lo constituyen las áreas subtropicales. Para el establecimiento de este cultivo se necesita un vivero inicial de propagación asexual mediante pencas o esquejes. En su etapa definitiva se necesita un sistema de soportes con postes o espalderas con distanciamiento de siembra de 5 x 5 m (1,250 plantas por hectárea). Las principales plagas son chinche patón (Leptoglossus zonatus) y la mosca del botón floral (Dasiops saltans), cuyo manejo consiste en buenas prácticas culturales, mientras que para la pudrición del tallo (Erwinia carotovora) y la antracnosis (Colletotrichum sp.) lo mejor es recurrir a medidas sanitarias preventivas. La cosecha es manual con tijeras de podar. Los costos de producción del cultivo pueden ser muy elevados por cada hectárea, llegando aproximadamente a $32000. Una hectárea puede producir 45000 frutos, cada uno con un precio de venta de entre $1 a $5. La producción inicia desde el segundo año de cultivo y se estabiliza al quinto año.

Palabras clave: Cactácea, cladodio, crasulácea, planta CAM, planta xerófila, sistema en espaldera.

2 Summary

This work describes the work of establishment of a yellow dragon's fruit crop (Selenicereus megalanthus), taking into account the specific objectives were set the morphological and taxonomic characteristics of the crop, the agronomic practices in the production of dragon's fruit and economic aspects of the crop. The yellow dragon's fruit is a climbing species of the family Cactaceae, which comprises about 5000 species; its fruit is an indehiscent berry with thorny protuberances. The agroecological potential for the production of dragon's fruit is constituted by subtropical areas. For the establishment of this crop an initial nursery of asexual propagation is needed by means of cuttings or cuttings. In its definitive stage, a system of supports with posts or trellises with spacing of 5 x 5 m (1,250 plants per hectare) is needed. The main pests are Leptoglossus zonatus and Dasiops saltans, whose management consists of good cultural practices, while for stem rot (Erwinia carotovora) and anthracnose (Colletotrichum sp.) The best is to resort to preventive health measures. The harvest is manual with pruning shears. The production costs of the crop can be very high per hectare, reaching approximately $ 32,000. One hectare can produce 45,000 fruits, each with a selling price of between $ 1 to $ 5. Production starts from the second year of cultivation and stabilizes in the fifth year.

Key words: Cactus, cladode, crasulaceae, CAM plant, xerophilous plant, trellis system

3 1. Introducción

1.1 Importancia o caracterización del tema La pitahaya es una fruta exótica y tropical perteneciente a las plantas de las Cactáceas. Se conocen dos variedades de la fruta: la especie amarilla (Selenicereus megalanthus) y la roja (Hylocereus undatus). Ambos tienen forma ovoide, la fruta roja se caracteriza por su corteza gruesa con brácteas y la amarilla por su corteza con espinas. A pesar de su sabor dulce contiene un nivel bajo de calorías, posee un alto contenido en vitamina C. Entre los beneficios que otorga el consumo de la fruta, ayudan a reducir el riesgo de enfermedades degenerativas, cardiovasculares y el cáncer. El cultivo en Ecuador presenta un gran potencial agroecológico para la producción de pitahaya, sobre todo en la Amazonía y en las áreas subtropicales, donde las características del clima son ideales para el desarrollo de la fruta, en relación a su color, tamaño y sabor. El rendimiento promedio por hectárea del cultivo de la pitahaya es de 7.6 toneladas. La producción de pitahaya destinada para la exportación se estima en 500 hectáreas. La principal zona de cultivo es el cantón Palora, perteneciente a la provincia de Morona Santiago. Los principales destinos de las exportaciones de pitahaya son los países asiáticos. Hong Kong presentó una participación de 53% con USD 1.7 millones, Singapur 20% con USD 639 mil, Indonesia 7% con USD 229 mil. Otros mercados importadores de la fruta desde Europa son Países Bajos y Francia, con una participación del 5% y 3% respectivamente (Pro Ecuador, 2016).

4 1.2 Actualidad del tema La pitahaya, también conocida como “fruta del dragón”, se ubica dentro del sector de los cultivos no tradicionales de Ecuador. Desde sus inicios, en 1994 en la provincia de Bolívar, este cultivo ha ido en expansión, consolidándose a partir del año 2015 en adelante como una fruta exótica muy apreciada por su sabor y sus propiedades digestivas, llegando a registrar exportaciones en volumen de hasta 124 mil toneladas. En Ecuador, la provincia de Bolívar continúa siendo en la actualidad una de las zonas productoras más grandes a nivel nacional. La media nacional para el cultivo de pitahaya tiene una capacidad total de 9 toneladas por cada hectárea, con un rendimiento anual de 135 toneladas. Normalmente no todas las pitahayas son exportadas debido a diversos controles de calidad, teniendo una merma del 10%. Considerando que el peso de cada fruta es de 300 g., la producción total esperada sería 450,000 pitahayas por hectárea. Para su exportación se utilizan cajas de 9 frutas por lo que serían 50,000 cajas de fruta al año con una producción diaria aproximada de 137 frutas (Molina, Vasconez, Veliz, & Gonzalez, 2009). En el mercado local un fruto individual de pitahaya tiene un valor comercial de 1 USD, pudiendo alcanzar los 2,5 USD por unidad. El costo elevado de la fruta se justifica por la alta inversión que requiere el establecimiento de este cultivo, el mismo que puede llegar hasta 30,000 USD por hectárea.

1.3 Novedad científica del tema La pitahaya es una especie cuyo cultivo es fomentado por el MAGAP mediante asistencia técnica en las labores del cultivo y su comercialización. Dicha entidad pretende impulsar el crecimiento del sector pitahayero en Ecuador. La transferencia de tecnología ha fortalecido la asociatividad de los agricultores

5 y sus procesos de producción, llevando al cultivo de pitahaya a la gestión socio empresarial. Puede considerarse un ejemplo de ello el desarrollo que ha experimentado la Asociación de Producción y Comercialización de Pitahaya en Palora, Morona Santiago (MAGAP, 2012) Para que una plantación tenga la categoría de fruta con la calidad exportable requerida por el mercado internacional, el Gobierno Nacional ha venido financiando los recursos para la obtención de la certificación Global GAP para los exportadores de pitahaya, de modo que productores provean una fruta inocua y con estándares de calidad. Ello es muy importante para el sector pitahayero, pues son enormes los beneficios y propiedades para quienes consumen esta fruta, y por los cuales se prevé una constante demanda.

1.4 Justificación del tema La presente investigación se enmarca en el aspecto de manejo del cultivo de pitahaya. Está considerada dentro de las frutas exóticas, las mismas que posee alta demanda internacional. La pitahaya tiene beneficios que son favorables para la salud, tales como: ayuda a la digestión, reduce el colesterol, puede ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer y diabetes. Además, contiene entre sus nutrientes muchas vitaminas, minerales y antioxidantes. Otro uso que pude dársele es la confección en arreglos frutales debido a su presentación y color.

En razón de ello, las labores de cultivo necesarias para la obtención de un producto de calidad deben planificarse apropiadamente otorgando a esta

6 especie un gran potencial agroecológico, en un mundo donde se presentan muchas exigencias al momento de escoger los alimentos. Por todo lo anterior, el presente trabajo de investigación y recopilación bibliográfica tiene los siguientes objetivos:

1.5.1 Objetivo general



Describir las labores de establecimiento de un cultivo de pitahaya (Selenicereus megalanthus)

1.5.2. Objetivos Específicos



Detallar la clasificación morfológica, taxonómica del cultivo de pitahaya.



Indicar las prácticas agronómicas en la producción de pitahaya.



Determinar los aspectos económicos del cultivo de pitahaya.

7 2. Aspectos metodológicos

2.1 Materiales El presente trabajo de investigación se realizó en base a recopilación y análisis de textos impresos y digitales de diferentes fuentes y bibliotecas con contenido agropecuario.

2.1.1 Recursos Bibliográficos 

Centro de Información de la Universidad Agraria del Ecuador, El Triunfo



Biblioteca Virtual de la Universidad Agraria del Ecuador



Sitios web afines al tema investigado



Artículos científicos que traten sobre la pitahaya



Libros sobre el cultivo de pitahaya



Folletos y revistas agrícolas



Entrevistas a expertos conocedores del tema.

2.1.2 Materiales y Equipos 

Textos impresos



Computador



Hojas A4



Cuaderno de apuntes



Internet

8 2.1.3 Recursos humanos 

Estudiante



Docente



Técnicos del sector



Expertos en el tema

2.2 Métodos En las instituciones y archivos antes mencionados se recopiló sistemáticamente la información sobre: “Descripción de las labores de establecimiento de un cultivo de pitahaya (Selenicereus megalanthus)”.

2.2.1 Modalidad y tipos de investigación Este trabajo de investigación es: no experimental, descriptivo, y explicativo. No experimental: Es realizado sin manipular deliberadamente variables. En la investigación no experimental se observan los fenómenos tal y como se dan en su contexto natural, para después analizarlos. Descriptivo: La información es recolectada sin cambiar el entorno (es decir, no hay manipulación de variables). Su propósito es identificar las características, propiedades, dimensiones y regularidades del fenómeno en estudio. Explicativo: Su propósito es investigar por qué ocurren y en qué condiciones se manifiestan los aspectos teóricos investigados.

2.2.2 Tipos de métodos Para analizar los conceptos se utilizaron los siguientes métodos:

9 Método Deductivo, va de lo general a lo específico en donde los datos generales son aceptados como valederos, para deducir por medio del razonamiento lógico, varias suposiciones y obtener conclusiones sobre diversas cuestiones. Método de Análisis - Síntesis, consiste en la separación de las partes de un todo para estudiarlas en forma individual (análisis), y la reunión racional de elementos dispersos para estudiarlos en su totalidad (síntesis).

2.2.3 Técnicas 

Análisis documental



Entrevistas

2.3 Marco legal El presente trabajo se relaciona con el Art.13, 282 y 320 de la República del Ecuador. Art. 13.- Las personas y colectividades tienen derecho al acceso seguro y permanente a alimentos sanos, suficientes y nutritivos; preferentemente producidos a nivel local y en correspondencia con sus diversas identidades y tradiciones culturales. Art. 282.- El Estado normará el uso y acceso a la tierra que deberá cumplir la función social y ambiental. Un fondo nacional de tierra, establecido por ley, regulará el acceso equitativo de campesinos y campesinas a la tierra. Se prohíbe el latifundio y la concentración de la tierra, así como el acaparamiento o privatización del agua y sus fuentes. El Estado regulará el uso y manejo del agua de riego para la producción de alimentos, bajo los principios de equidad, eficiencia y sostenibilidad ambiental. Art. 320.- En las diversas formas de organización de los procesos de producción se estimulará una gestión participativa, transparente y eficiente. La producción, en cualquiera de sus formas, se sujetará a principios y normas de calidad, sostenibilidad, productividad sistémica, valoración del trabajo y eficiencia económica y social (República del Ecuador , 2008).

10 3. Análisis y revisión de literatura

3.1 Clasificación morfológica y taxonómica del cultivo de pitahaya.

3.1.1 Generalidades de la Pitahaya Existen dos géneros muy conocidos del cultivo de pitahaya: Selenicereus e Hylocereus. El nombre Selenicereus se refiere a la pitahaya amarilla y proviene del griego que significa “cereus de la luna” por las flores nocturnas (Kiesling & Ferrari, 2005). La pitahaya amarilla se encuentra naturalmente sobre árboles y/o sobre rocas de gran tamaño, en donde puede lograr que los cladodios cuelguen y así fructificar (Medina; y Rebolledo, 2012). La pitahaya es una planta perenne que requiere de soporte, pues su arquitectura le impide sostenerse a sí misma, pertenece a la familia de las cactáceas, la cual comprende unas 5000 especies (Montesinos, 2015). Las cactáceas se consideran plantas suculentas por su riqueza en agua, mucilagos y lácteo. Se adapta a condiciones de vida desérticas (vegetación xerófila). La gran promoción de las especies es originaria de regiones tropicales y subtropicales de América especialmente de México (Almería, 2016). La pitahaya puede crecer en medios húmedos o secos. En medios silvestres se establece sobre troncos, árboles y piedras que le sirven como apoyo. Es una planta que es adaptable a alta intensidad de la luz, pudiendo soportar periodos de sequía prolongada. Una vez cosechado, su fruto se conserva entre 4 y 6 °C con alta humedad de alrededor de 83%; en tales condiciones se puede almacenar hasta 4 semanas (Medina; y Mendoza, 2011).

11 3.1.2 Taxonomía La taxonomía de la pitahaya amarilla es la siguiente ( Medina; y Roa, 2010): Nombre común: Pitaya amarilla, pitahaya Clase:

Equisetopsida C. Agardh

Subclase:

Magnoliidae Novák ex Takht.

Superorden:

Caryophyllanae Takht.

Orden:

Caryophyllales Juss. ex Bercht & J. Presl

Familia:

Cactaceae Juss.

Género:

Selenicereus (A. Berger) Britton & Rose

Especie:

S. megalanthus (K. Schum. ex Vaupel, 1953)

La pitaya amarilla o pitahaya pertenece a la clase Equisetopsida, subclase Magnoliidae. Su orden botánico es Caryophyllales, familia Cactaceae (Vite, 2014). El género es Selenicereus (A. Berger) Britton & Rose y la especie megalanthus (K. Schum. ex Vaupel). Por lo tanto la pitahaya amarilla es Selenicereus megalanthus, diferenciándose la pitahaya roja o fruta del dragón Hylocereus undatus (Díaz R. , 2014).

3.1.3 Morfología La descripción botánica de la pitahaya corresponde a la de una especie trepadora. Epífita proviene del griego “epi” sobre y “phyton” planta, lo que indica que es un cultivo que crece sobre otras especies, las que sirven de soporte se llaman forófitos; la adaptación para su desarrollo es por encima del suelo les da ventaja competitiva por la luz con otras plantas, pero a su vez es desfavorable en cuanto a la captación de agua y nutrientes. Los canales que se forman en el

12 cladodio son una adaptación que facilita la llegada del agua lluvia o la que se condensa a las raíces de la planta. Es de tallos columnarios, frutas más pequeñas y dehiscentes; y de acuerdo a la especie los frutos pueden ser de cáscara roja o verde (Pérez; y Arciniegas, 2017). La pitahaya amarilla tiene un sistema radicular fibroso, con dos o más raíces gruesas de las cuales se desprenden muchas raíces secundarias y altamente densa. Botánicamente se les denomina cladodios a los tallos que sustituyen las hojas ya que realizan la fotosíntesis, casi siempre aplanados (Ramírez; y Goyes, 2014). Sus flores son típicas del género Selenicereus, estas realizan la antesis en horas de la noche y cierran en las primeras horas de la mañana, no muy fragantes al principio pero con el correr de las horas sí (Martínez; y Medina, 2013). El fruto es una baya, indehiscente, de color amarillo al madurar cuando inicia el llenado, luego de la antesis es verde, con protuberancias llamadas mamilas; en el extremo tiene una bráctea y en la base de esta nacen espinas cuyo número varía entre cuatro y ocho (Medina; y Roa, 2009).

3.1.4 Producción de pitahaya en Ecuador De acuerdo con la información del INEC, en la base del Censo Agropecuario del año 2000, la producción totalizó 35,6 toneladas métricas y se originó principalmente en Pichincha y Morona Santiago, con una participación del 71.8% y 27.9%, respectivamente (López E. , 2014). Para el año 2011 la expectativa de los agricultores sobre esta fruta exótica ha aumentado, de acuerdo a datos no oficiales registrados por Sigagro - MAGAP,

13 ha existido un incremento en la siembra de este cultivo, registrando así un crecimiento de aproximadamente 200 hectáreas hasta un aproximado de 130 hectáreas. En producción sobresaliendo las provincia de Morona Santiago con un 50% del cultivo general seguida de la provincia de Pichincha con un 35 % (Chauca, 2012). Los países con mayor producción a nivel mundial son Israel, México y Nicaragua. Dentro del continente Americano también sobresalen como productores: Colombia, Guatemala y Ecuador. Los principales proveedores del Continente Americano a nivel internacional son Nicaragua, que comercializa la variedad roja y Colombia que exporta principalmente la variedad amarilla (Novilos, 2012). Ambato y Quito captan la fruta a gran escala; mientras que Cuenca y Guayaquil lo hacen en menor proporción a nivel nacional. Fuera del país, se ha logrado con dificultad insertar a la pitahaya en la Unión Europea y Asia (Arteaga, 2015).

3.1.5 Propiedades y Beneficios La pitahaya se destaca por su elevado contenido en vitamina C, aumenta la resistencia a las infecciones, e interviene en la formación de los huesos y dientes, glóbulos rojos y el colágeno (La Hora, 2013). Es una fruta baja en calorías, de forma que su consumo se aconseja en dietas de adelgazamiento. De forma que también se aconseja en niños y adolescentes por estar en edad de crecimiento, pero también en deportistas, embarazadas y madres lactantes, ayuda a reducir el riesgo de enfermedades degenerativas, cardiovasculares y el cáncer. Además, el consumo de pitahaya, tanto amarilla como roja, está recomendado en caso de anemia ferropénica, al aumentar la absorción del hierro de los alimentos (Pérez, 2014).

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3.1.6 Requerimientos Edafoclimáticos La pitahaya se adapta bien a climas cálidos subhúmedos, con lluvias en verano, normalmente libres de heladas; se desarrolla en lugares con poca agua disponible; a los dos años de ser sembrada, el cultivo empieza a producir frutos, aunque en pequeña escala. Para el desarrollo de cultivos intercalados en los primeros años, es necesario tomar las medidas preventivas de control y combate de plagas y enfermedades y la incorporación de abonos orgánicos (Molina M. , 2014). Pueden crecer en lugares con mejores condiciones de clima y humedad es decir con precipitaciones de 1,500 a 2,200 mm/año, aunque estas condiciones pueden favorecer el ataque de bacteriosis al tallo y de antracnosis al fruto (Pozo, 2016).

3.1.7 Clima Las condiciones climáticas para un buen desarrollo de la pitahaya son: temperatura media anual de 18-25 ºC; precipitación pluvial de 600 - 1,300 mm con alternancia de estación seca y húmeda; alturas sobre el nivel del mar de 600–1,850 m (Sagarpa, 2015). La planta reacciona favorablemente a la intensidad lumínica, la cual estimula la brotación de yemas florales: esta es una de las razones por la que las plantaciones deben de estar a plena exposición solar, si se planta a la sombra, la producción es escasa y de mala calidad (Veliz, 2017).

15 3.1.8 Suelo Se requieren suelos franco-arcillosos o franco-arenosos con buen drenaje y alto contenido de materia orgánica. En suelos mal drenados se presentan pudriciones en la raíz y en el nudo vital (Andrades; y Martínez, 2014) . El pH más adecuado va de 5.3 a 6.7 aunque se pueden usar suelos más alcalinos (Lezama; y Tapia, 2010). Sin embargo, el pH puede estar comprendido en un rango mínimo de 5 hasta un valor máximo de 7 (INTA, 2014).

3.1.9 Altitud La zona pitahayera se encuentra entre 400 - 600 metros sobre el nivel del mar, aunque crece desde el nivel del mar hasta los 800 msnm (Díaz R. , 2015).

3.2 Prácticas agronómicas en la producción de pitahaya.

3.2.1 Selección del material La pitahaya puede propagarse tanto por semilla como también de tipo vegetativo (pencas, estacas) (Alvarado; y Medina, 2015). En este proceso es importante seleccionar plantas madre que estén en un cultivo sano, vigorosas y de alta productividad, libres de ataques de plagas y enfermedades (Molina D. , 2012). El proceso de corte y siembra se puede realizar con tratamiento químico para evitar la contaminación de patógenos al momento de la siembra (López H. , 2010). El material se debe poner en un lugar sombreado y aireado, entre dos y cuatro días, en un proceso que se denomina ‘curado’ para que las heridas del corte cicatricen y no sean una puerta de entrada para los patógenos (Orrico, 2013).

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3.2.2 Acondicionamiento del terreno El establecimiento del cultivo de pitahaya es un factor que debe planificarse apropiadamente, ya que involucra el desarrollo de todo un sistema de soporte para las plantas. Cabe indicar que pueden usarse materiales perecibles para ello, tales como caña o madera (Bárcenas; y Castañeda, 2014). No obstante, es preferible realizar una inversión fija a base de concreto para los soportes verticales y neumáticos de caucho acondicionados que servirán como medio de establecimiento y desarrollo de las plantas. La inversión inicial es costosa (alrededor de $30 000 por cada hectárea de cultivo), por lo cual siempre es mejor recurrir a sistemas de soporte que duren más en la plantación (Gallardo, 2017). El sistema de soporte más utilizado es el de tutores vivos. Este sistema ha resultado la opción más económica, ecológica y práctica para el cultivo; además, tiene sustento en el hábito natural de vida de la pitahaya (Rodríguez, 2017).

3.2.3 Siembra Para la siembra de pitahaya en una plantación de nivel comercial se requiere de una etapa inicial de vivero. En la etapa de vivero, cuando las estacas ya están en bolsas, éstas se deben ubicar con la misma orientación que traían en la planta madre; el sustrato debe ser suelto y rico en materia orgánica (Vargas, 2015). Esta etapa dura entre tres y cuatro meses, durante los cuales se debe controlar la humedad del sustrato y realizar el control fitosanitario y de arvenses (Pacheco; y Criales, 2012).

17 Se debe eliminar plantas o esquejes que presenten mal estado fitosanitario y sustituirlo por plantas nuevas, esto con el objetivo de mantener los niveles de población de plantas necesarios para obtener la producción que responda a la demanda. La distancia entre plantas es de 5 m, obteniéndose una población de 1,250 planta por hectárea (Téllez, 2016). La plantación empieza a producir al segundo año. La plantación empieza a producir al segundo año. El cultivo a base de semilla pasa por un periodo improductivo de 4 a 7 años (Meráz; y Gómez, 2013).

3.2.4 Sistemas de espalderas

3.2.4.1 Sistema de espaldera tradicional Este sistema comprende la selección de postes muertos de 2.40 m de largo, cada poste se siembra a una distancia de 3 m, enterrándose unos 40 cm de profundidad (Delgado, 2015). En la parte superior de los postes, estos quedarán unidos por un alambre galvanizado 3, estará cubierto con mangueras de ½ pulgada para evitar que la planta se corte por efecto del peso de la misma. Un segundo alambre se pone a una altura de 50 cm del suelo (Jarrín, 2016).

3.2.4.2 Sistema de emparrado Se siembra un par de postes separados 1,20 m, ambos pueden estar unidos por alambre o madera. La altura del poste debe ser de 1 m y la distancia entre uno y otro poste es de 8 m, la parrilla se construye poniendo alambre galvanizado a los

largo

separados

a

40

cm.

Posteriormente

se

coloca

alambre

18 perpendicularmente al primer alambre puesto, esto a una distancia de 1 metro. Se siembran sus posturas de planta de Pitahaya en un sistema de 3 bolillos (Álvarez, 2016). La distancia entre una y otra planta es de 5 m obteniéndose una población de 1,250 planta por hectárea (850 plantadas por manzana). Cada parrilla debe estar separada entre sí por 2 m de altura y de 60 cm de ancho. Las calles quedan de 3 m, la densidad alcanzada bajo estos sistemas es de 1090 plantas por hectáreas (767 plantas por manzana). La cosecha se realiza en las calles ya que las ramas cuelgan a ambos lados de la parrilla (Medina; y Mendoza, 2014).

3.2.4.3 Sistema de tutor individual o tradicional Este sistema es el más popular ya que no requiere de los usos de otros materiales como alambre, mangueras, etc. El uso de tutores en el sistema tradicionales consiste en selecciones tutores de menos grosor (menos de 4 pulgadas de diámetro) colocando uno a dos de ellos en cada sitio donde está indicado por las estacas (Delgado, 2015). En cada uno de los tutores vivos se siembran 1 a 2 vainas de pitahaya, inmediatamente después de cortarse en el campo utilizando la siembra directa. Los tutores están separados entre sí por 2 m de distancia y entre hileras es de 3.3 m de longitud de 1000 plantas por manzana. Para el caso de tutores únicos hay que seleccionar con un grosor superior a las 4 pulgadas de diámetro, estos pueden ser vivos o muertos (Jarrín, 2016). En cada uno de los tutores se siembra una planta proveniente del vivero por lo que se conoce el sistema como semitecnificado. La distancia utilizada en la misma es de 2 m entre plantas y de

19 4 m entre hileras obtenidos de una población de 878 plantas por manzana (Olvera, 2013).

3.2.5 Control de malezas

3.2.5.1 Uso de machete Cuando se recurre al uso del machete para eliminar las malezas es importante que dicha herramienta esté afilada y desinfectado con pasta bordelesa o cloro. Los controles efectivos con machete se logran cuando las malezas tienen unas 4 hojas verdaderas o antes que produzcan flores. De esta forma se evita que produzcan semillas y germinen (Viveros, 2015). Es recomendable hacer 3 rozas al año en los meses de junio, agosto y noviembre. Al momento de cortar la maleza, debe evitarse al máximo no cortar las vainas; en caso de que ocurra esto, la herida debe ser desinfectada con cloro o pasta bordelesa, así como también desinfecte el machete que usa (Alvarado; y Medina, 2015).

3.2.5.2 Uso de herbicidas El manejo de arvenses se debe realizar con las prácticas de plateo de las plantas, el control mecánico con machete o guadaña, el establecimiento de arvenses nobles y el uso de herbicidas (Mora; y Arévalo, 2012).

Las deshierbas se realizan con el apoyo de herbicidas, lo que se aplican dirigiendo la boquilla a las malezas, teniendo cuidado de no salpicar a las plantas

20 de pitahaya. Se pueden utilizar los siguientes productos: Paraquat (2 a 4 kg/ha); Rodex, Gramoxone (1kg/ha); Simazín (1kg/ha) (Molina D. , 2012).

3.2.5.3 Uso de coberturas vivas El cultivo de cobertura es necesario solamente durante la fase de establecimiento. Para plantaciones más abiertas, tales como cítricos, pitahaya, papaya, aguacate, o mangos, el control de malezas será necesario durante toda la vida del cultivo (Mattar, 2011). Los cultivos de cobertura más comúnmente usados en plantaciones tropicales y subtropicales son Pueraria phaseoloides (kudzu tropical, el cual se establece lentamente alcanzando una cobertura total del suelo después de 10 meses y deberán mantenerse los troncos de los árboles libres de esta leguminosa), Desmodium ovalifolium (el cual es tolerante a la sombra), Arachis sp. (López A. , 2014).

3.2.6 Control de plagas y enfermedades Existen dos plagas claves en el cultivo de pitahaya. Una es el chinche patón Leptoglossus zonatus Dallas (Hemiptera: Coreidae) y la mosca del botón floral de la pitaya Dasiops saltans Townsend (Diptera: Lonchaeidae). Las primeras cuatro semanas es la etapa cuando ataca Leptoglossus; el daño de los botones florales es causado por los adultos y las ninfas. Entre la tercera y séptima semana es atacada por Dasiops saltans (Kondo; y Quintero, 2013). Unos días previos a la antesis, la flor es atacada por la “abejita cortadora”, Trigona sp. (Hymenoptera: Apidae: Meliponinae). La hormiga arriera, Atta cephalotes ataca tanto las partes vegetativas de la planta, así como los botones

21 florales y el fruto. En general, durante el llenado de fruto no se presentan ataques de insectos. Es también necesario podar las ramas muy largas que permiten en épocas húmedas que las babosas y caracoles suban a los frutos y los raspen con las rádulas, dañando la epidermis del fruto, y así disminuyendo la presentación del fruto para el mercado (Medina; y Kondo, 2012). Para un manejo de plagas y enfermedades en plantaciones de pitahaya se debe determinar las zonas ecológicas más aptas para el establecimiento de plantaciones, en base a los requerimientos de la misma. Es importante el empleo de variedades más resistentes a plagas y enfermedades de la zona. Además es necesario utilizar material de programación certificado o procedente de plantaciones sanas (Molina D. , 2012). La pudrición del tallo (Erwinia carotovora) es la enfermedad más perjudicial para la pitahaya. Se manifiesta como manchas cloróticas, pudiendo llegar a cubrir toda la vaina, originando una pudrición acuosa. El control químico no es efectivo, por lo que se debe recurrir a medidas preventivos: eliminación del material vegetal afectado, mantenimiento del follaje seco, evitar heridas en las plantas y desinfección de herramientas de poda (Infoagro, 2015). La antracnosis (Colletotrichum sp.) es común en plantacones pitahayeras. El hongo causante de esta enfermedad prolifera cuando hay presencia de alta humedad relativa y temperatura (20-30ºC). Los síntomas se manifiestan en vainas y frutos con la presencia de manchas circulares de color negro y hundidas. Las plantas marchitan y colapsan. Para evitarlo se deben realizar una serie de medidas preventivas, tales como: plantación de material vegetal sano, eliminación de material vegetal afectado, desinfección del material empleado, buen drenaje ( Buitrago; y Ligarreto, 2012).

22 Son importantes las densidades de siembras acordes a las condiciones climáticas y edáficas mayor densidad en zonas secas y viceversa. Realizar la desinfección de la tierra tanto en los germinadores como en el sitio de trasplante. Fertilizar el suelo en base a resultados del análisis de fertilidad del mismo para micro o macro elementos con el fin de tener plantaciones sanas y vigorosas aún menor costo preparar el suelo a fin que este se encuentre suelto y con buen drenaje (Cabrera, 2013). Se deben realizar deshierbas cada vez que sea necesario con el objeto de reducir la competencia por el nutriente solar y el peligro de que las malas hierbas sean hospederos de plagas y enfermedades que contaminen a la pitahaya. Incinerar el material infectado en el campo con el fin que no propague a las plantas sanas. Desinfectar la herramienta agrícola antes de su utilización. Evitar o disminuir los daños mecánicos en las plantas de pitahaya, con el objeto de reducir la acción de enfermedades (Manzanero, y otros, 2014). El uso de agroquímicos en el cultivo se debe hacer siguiendo las especificaciones de cada producto, con el propósito de no emplear sobredosis y causar la intoxicación de las plantas de igual manera es importante conocer el efecto residual de los productos antes de su aplicación con el fin de no tener frutos contaminados (Albán, 2013).

3.2.7 Cosecha Los frutos se cosechan cuando comienzan a “pintar” y se dejan madurar a la sombra, en un lugar seguro, donde no sean dañados por pájaros y roedores. En la cosecha se debe usar tijeras de podar bien afilada para no dañar la base de

23 los frutos. En ambiente natural, el fruto recién maduro dura de cinco a seis días, y el que se cosecha pinto aguanta ocho días (INTA, 2014). Los frutos cortados verdes o pintones y conservados en cuartos fríos (10-12°C), maduran apropiadamente. Se recomienda usar guantes de cuero para evitar espinarse las manos y una pequeña escalera doble de madera o aluminio, para cortar los frutos fuera del alcance del recolector (Innatia, 2018). Los frutos destinados a la exportación se empacan en cajas de cartón formando dos o tres capas, según el tamaño de los frutos, para evitar golpes y magulladuras por peso excesivo. Al manipularlos se debe tener precaución de que no sufran golpes ni desprendimiento de brácteas. Las frutas para la exportación deben cumplir normas exigentes en cuanto a presentación, empaque y calidad de los frutos (Enciso, y otros, 2014).

24 3.3 Aspectos económicos del cultivo de pitahaya

3.3.1 Establecimiento y producción El establecimiento de la plantación y su manejo durante dos años, hasta la obtención de la primera cosecha, tiene un costo total de $24,000.00, de los cuales $3,000.00 corresponden a la producción de plantas, $6,000.00 al establecimiento, $5,000.00 al mantenimiento durante el primer año y $10,000.00 al mantenimiento y cosecha durante el segundo año. Los costos de mantenimiento y cosecha aumentan hasta su estabilización en el quinto año (Sánchez; y Rodríguez, 2017). En Ecuador, la inversión estimada en una hectárea puede llegar a los $ 32 mil dólares. En ese espacio se producirían alrededor de 10 toneladas por año. La producción empieza a los dos años de siembra. El precio promedio por kilo en temporada buena llega a $ 5 y en baja varía de $ 2,50 a $ 3,50. La producción empieza a los dos años de siembra. En el mercado local una fruta vale entre $ 0.80 y $ 1,50. En el rubro de la exportación, Ecuador ha alcanzado a comercializar 12 toneladas en 3 semanas a Singapur y Hong Kong (Arteaga, 2015). Ambato y Quito captan la fruta a gran escala; mientras que Cuenca y Guayaquil lo hacen en menor proporción a nivel nacional. Fuera del país, se ha logrado con dificultad insertar a la pitahaya en la Unión Europea y Asia. (El Telégrafo, 2018) Al primer año del establecimiento la producción es de 1.5 ton, al segundo de 3 ton, al tercero de 6 ton y a partir del cuarto de 10 ton por ha. Durante los dos primeros años es posible y conveniente la asociación con otros cultivos, que

25 además de su propia producción ayuden al control de malezas, como los cultivos de cobertura (Naula, 2017).

3.3.2 Requerimientos para el establecimiento Para el establecimiento del cultivo de pitahaya se necesita implementar un sistema de soportes, ya que se trata de una planta de hábitos trepadores. Los materiales usuales son el alambre galvanizado y neumáticos de caucho con pilares de hormigón armado. En promedio el costo de establecimiento puede llegar a los $ 30,000 por hectárea de cultivo (Aguiar, 2017). El uso de tutores vivos como sistema de soporte reditúa beneficios ecológicos, pues se preserva parte de la vegetación natural durante toda la vida útil del cultivo, que es de cerca de 15 años (Yoldi, 2005).

3.3.3 Comercialización y precio de venta La rentabilidad que puede alcanzar el quinto año en una hectarea sembrada con pitahaya, se estima considerando los costos de establecimiento, de producción, los rendimientos esperados y la comercilalización de la fruta en el mercado nacional (Sagarpa, 2015) Las exportaciones de pitahaya alcanzan un 4% en el total exportado del sector de Frutas No Tradicionales en Ecuador. El monto exportado en valor FOB alcanza 3.2 millones y en toneladas 344. Cabe destacar que el precio referencial de exportación por tonelada de pitahaya también ha presentado un crecimiento promedio anual positivo de 11% pasando de USD 7,706 a 9,444 (El Productor, 2017).

26 Considerando que el peso de cada fruta es de 300 g y la producción total es de 135 toneladas, una hectárea alcanza una producción aproximada de 450,000 pitahayas. En cada caja de venta entran 9 frutas por lo que serían 50,000 cajas de fruta al año con una producción diaria de 137 frutas aproximadamente en promedio (Orbe; y Parra, 2016). La producción de una hectárea de pitahaya puede llegar a $ 32.000, siendo el potencial del cultivo unas 10 toneladas por hectárea durante un año. El costo por kilogramo de venta en temporada buena llega a $ 5 y en baja varía de $ 2.50 a $ 3.50. Individualmente el precio de una fruta está entre $ 0.80 y $ 1,50. En 2017 las exportaciones de pitahaya han alcanzado las 1,811 toneladas y con un total de $ 11.91 millones en ventas. En el primer semestre de 2018, se han conseguido exportar 561 toneladas, lo cual representa el valor de $ 3,49 millones (El Telégrafo, 2018).

3.3.4 Potencial de utilización de los frutos La pitahaya es apreciada por su sabor agradable y sus propiedades benéficas. Considerada como una fruta exótica, en el mercado local es distribuida en centros comerciales y sitios exclusivos de expendio de frutas, alcanzando valores no menores a $ 1,00 por cada unidad. En el exterior un fruto seleccionado de pitahaya puede llegar a tener un precio de venta entre $5,00 a $8,00 (Novilos, 2012). El uso principal de la pitahaya es alimenticio; tradicionalmente la parte comestible ha sido el fruto, aunque también se reporta el consumo de las flores como legumbre y recientemente se propuso el uso de los brotes de los tallos como verdura para la elaboración de numerosos guisos. La fruta es el producto más

27 demandado, ya sea para consumirse como tal o para ser utilizada en distintas preparaciones (Barrerio, 2000).

28 4. Conclusiones

Una vez terminado el presente trabajo de recopilación bibliográfica, en base a los objetivos, se obtienen las siguientes conclusiones: La pitahaya amarilla es una planta propia de áreas subtropicales del orden Caryophyllales, familia Cactaceae, por lo cual su cuerpo vegetativo se asemeja a los cactus. Su fruto es una baya indehiscente con protuberancias espinosas. Los mejores suelos son los franco-arcillosos o franco-arenosos con buen drenaje y alto contenido de materia orgánica; en suelos mal drenados se presentan pudriciones. A nivel comercial su propagación es de tipo vegetativo (pencas, estacas), siendo importante seleccionar plantas madre que estén en un cultivo sano, vigorosas y de alta productividad, para no tener ataques de plagas y enfermedades. En el proceso de corte y siembra se puede realizar con tratamiento químico para evitar la contaminación de patógenos al momento de la siembra. El establecimiento del cultivo requiere un sistema de soportes con postes o espalderas con distanciamiento de siembra de 5 x 5 m. El manejo de las principales plagas: chinche patón (Leptoglossus zonatus) y la mosca del botón floral (Dasiops saltans), consiste en buenas prácticas culturales. La pudrición del tallo (Erwinia carotovora) y la antracnosis (Colletotrichum sp.) se previenen con medidas sanitarias en la plantaciónLos costos de producción del cultivo pueden llegar a aproximadamente a $32000 para el establecimiento. La cosecha inicia el segundo año y se estabiliza al quinto año del cultivo, produciendo 45000 frutos, cada uno con un precio de venta de entre $1 a $5 en centros comerciales y sitios exclusivos de expendio de frutas.

29 5. Recomendaciones

La pitahaya amarilla es una de las frutas poco comunes o conocidas en nuestro país, ya que esta es muy especial y posee una serie de cualidades, cuenta con amplio espectro de aplicaciones, que van desde el alivio de los problemas estomacales comunes, tales como gastritis, a consumo recomendado en personas con diabetes y problemas endocrinógenos,. Para la propagación se recomienda utilizar material vegetativo sano, lo cual evitará futuros problemas de plagas y enfermedades, así como buenas prácticas culturales en la plantación, tales como: adecuada humedad, drenaje, control de malezas, buena fertilización. Se recomienda la propagación de esta planta en zonas subtropicales, además de una comercialización y difusión tanto local como internacional, ya que su precio de venta es elevado, generando un potencial económico para el productor. Agregando a esto, muchos beneficios para los consumidores gracias al contenido de aceites naturales en la pulpa y las semillas, que mejoran el funcionamiento del tracto digestivo.

30

6. Bibliografía

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Pitahaya

(Hylocereus

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38 7. Glosario

Baya: Fruto carnoso, de epicarpo, delgado y mesocarpo y endocarpo carnosos. Cactácea: Las cactáceas son una familia de plantas suculentas y, en gran mayoría espinosa, conocida en conjunto como cactos o cactus. Cariofilales / cariofilácea: Orden de plantas dicotiledóneas de la subclase cariofílidas, integrado por plantas herbáceas, arbustos o árboles, de hojas sencillas, alternas o verticiladas y carentes de estípulas o muy pequeñas. Cladodio: Significa rama que sustituye a las hojas, desempeñando las funciones de estas y tomando a veces forma foliácea, como el brusco. Crasulácea: Familia de plantas dicotiledóneas (hierbas y arbustos) de hojas carnosas, flores encima y fruto en folículo que se abre de forma espontánea para dispersar las semillas. Equisetopsida: Son plantas vasculares afines a los helechos que aparecieron en el Devónico, pero que actualmente sobrevive únicamente el género Equisetum. Indehiscente: Se aplica al órgano vegetal que no se abre espontáneamente. Planta CAM: Plantas que absorben y almacenan dióxido de carbono por la noche y esperan hasta el día para completar las reacciones dependientes de la luz. Sistema en espaldera: Sistema de conducción elevado, constituido por un conjunto de alambres paralelos y horizontales, sostenidos por postes verticales equidistantes. Xerófila: Se aplica a la planta y al animal que vive en lugares muy secos.

8. Anexos

39

ANEXOS

40

Anexo Nº 1: Cultivo de pitahaya amarilla Fuente: MAGAP (2011)

Anexo Nº 2: Pitahaya amarilla Fuente: APC AGROUP (2017).

41 (AHEIA, 2018)

Anexo Nº 3: Pitahaya Roja Fuente: Aheia (2018) (Innatia, 2018)

Anexo Nº 4: Sistemas de espalderas Fuente: Muñoz (2014).

42 (Muñoz, 2014)

Anexo Nº 5: Daño de Dasiops saltans en pitahaya Fuente: CropLife Latin America (2016)

Anexo Nº 6: Chinche patón (Leptoglossus zonatus) en pitahaya Fuente: Medina & Mendoza (2014)