Cuando El Listo Es Tonto

CUANDO EL LISTO ES TONTO Hasta las personas más descollantes y con un CI (cociente de inteligencia) más elevado pueden s

Views 183 Downloads 12 File size 128KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

CUANDO EL LISTO ES TONTO Hasta las personas más descollantes y con un CI (cociente de inteligencia) más elevado pueden ser pésimos timoneles de su vida...En el mejor de los casos el CI parece aportar tan sólo un 20% de los factores determinantes del éxito. Creo que aproximadamente en la fecha en que Goleman escribía su libro, (quizá pudo influir en cierta medida) se estrenó la película premiada con varios oscar "Forrest Gump", y cuando la ví pensé: Qué bien que ya no sólo los agraciados por la naturaleza, los listos e inteligentes tienen derecho a una educación, a una potenciación de sus capacidades, aunque no sean muchas, y a ser felices, al menos si se toma ejemplo de lo que la película intenta transmitir. Porque, como profesora había tenido que escuchar demasiadas descalificaciones de niños y adolescentes sólo por no haber tenido la suerte de recibir el don una inteligencia brillante. De pronto vi en aquella película, donde la madre de Forrest cede a las proposiciones deshonestas del director del colegio de "niños normales", con tal que su hijo pudiera matricularse allí y pudiera criarse como un niño más y no como un "deficiente", vi, como digo, la aceptación institucional en los Estados Unidos de América de lo que hoy dia todos conocemos como "integración" de los discapacitados. ¿Está verdaderamente asumida esta integración en la escuela de nuestro país, España? Permítanme que lo dude sinceramente. Goleman comienza ya a dar cuenta de algunas características de la llamada Inteligencia Emocional, que contrapone a la inteligencia clásica, esa de los test y las calificaciones académicas: La Capacidad de motivarnos a nosotros mismos, de perseverar en el empeño a pesar de las posibles frustraciones, de controlar los impulsos, de diferir las gratificaciones, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales...y la capacidad de empatizar y confiar en los demás. Ya tenemos un esbozo de lo que es la IE y además Goleman nos da una buena noticia: aunque todavía no es estrictamente evaluable (ni falta que hace, pienso yo), sí podemos aumentarla por medio de la educación. Atención: si nos tomamos la molestia de educarles, nuestros hijos pueden aprender a desarrollar habilidades emocionales fundamentales Tendremos que tomar buena nota de las características antes enunciadas para enseñárselas como podamos a nuestros hijos y alumnos.

LOS DIAS DE GLORIA DEL CI HAN LLEGADO A SU FIN Ojalá sea cierto, porque todas estas pruebas, incluídas algunas que se practican para el acceso a la universidad, se basan en una noción restringida de la inteligencia que no tiene en cuenta el amplio abanico de habilidades y destrezas que son mucho más decisivas para la vida que el CI. Deberíamos invertir menos tiempo en clasificar a los niños y ayudarles más a identificar y a cultivar sus dones naturales Parece obvia esta afirmación y sin embargo, en las escuelas y en las familias, particularmente en las españolas, nos empeñamos con gran estupidez en clasificar a las pobres criaturas desde el mismo momento de su nacimiento (me da igual si la clasificación obedece o no a criterios más o menos científicos o puramente arbitrarios). Las madres españolas "sabemos" desde ese primer momento si nuestro bebé va a ser un niño espabilado, tranquilo, saludable, cariñoso, o todo lo contrario. Ese prejuicio puede ser cambiado por cualquier otro en etapas tempranas y con criterios que a veces no van más allá de una simple intuición. Aparte del hecho reconocido por la mayoría de la maestría y dedicación de casi todos los que ejercen la docencia en las etapas infantiles, debemos llamar la atención hacia algunos fallos graves de nuestro sistema educativo que en ocasiones contempla como una práctica normal, situaciones que habría que eliminar como son:

La clasificación que algunos maestros hacen de los escolares en la etapa infantil. Una niña de cinco años entró en una tienda con su padre para comprar unos cuadernos. El color de la cara del progenitor cambió radicalmente cuando su niña, que tenía una fluidez verbal muy buena, espetó a la tendera que tenía que trabajar mucho porque: "estoy un poco retrasada". Lo he comprobado una y otra vez, como madre y como psicopedagoga: Algunos especialistas de infantil se equivocan gravemente cuando proceden a afirmaciones tan severas apoyándose tan sólo en sus prejuicios. Pueden tener delante de sus ojos durante meses o años a alguien que se va a convertir en una persona genial y en absoluto percibirlo. Pueden tener como alumna a una futura estudiante brillante y decirle con todas las letras a sus cinco años: NIÑA: ESTÁS UN POCO RETRASADA. Todavía mucho peor es el caso del profesor de infantil que se quiere quitar de encima como sea, a un niño, porque tiene una discapacidad evidente y diagnosticada, aunque sea ligera y el niño pueda integrarse en el grupo de "niños normales". Entonces, intenta persuadir a los preocupados padres de que lo mejor para su hijo es un colegio de Educación Especial. Lo he visto, por desgracia y muchos lo consiguen. Aunque también tenemos el caso demasiado frecuente de niños evaluados con tres años para ver qué dan las pruebas, su CI, y si es posible ponerles ¡con tres años! el rótulo de "Integración". De esta forma consiguen deshacerse durante varias horas al dia, del niño que todavía no habla como el maestro cree que debe hablar, o que no retiene esfínteres, con la complicación que esto supone. Así que esta clasificación perversa de las personas en sus primeros años de vida, se hace a veces obedeciendo a criterios ocultos, muy variados y que tienen que ver con la historia personal del adulto que la efectúa y otras veces obedece claramente a intereses concretos y por supuesto, mezquinos. ¡Dichoso CI! ¿No nos damos cuenta de que el niño clasificado tempranamente como "tonto", "torpe" o "cortito", va a tener muchas posibilidades de perder la motivación que se necesita para realizar el esfuerzo que exigen los estudios? Cuando se mira a sí mismo y se autojustifica diciendo: "Es igual, de todos modos no lo conseguiré porque soy tonto, torpe y estoy un poco retrasado, lo único que hace es poner en práctica la lección que le dimos cuando le hicimos comprender que tenía pocas luces. Hay que tomar ejemplo de la madre de Forrest Gump. (esperando que no se haga necesario ceder al chantage) ¿Y qué pasa en los millones de casos en que los padres hacen creer a sus hijos que son más inteligentes que la media y que si no obtienen resultados brillantes es tan sólo porque son "vagos"? Pues lo que ocurre es que el adolescente se llega a creer a pies juntillas su "superioridad" y deja de esforzarse porque la madre naturaleza ya se encargará de suplir lo que él está omitiendo. ¡Venga Campeón! A las chicas se les suele meter menos en la cabeza esa idea absurda de que son las mejores simplemente porque sí y ellas acaban siendo más concienzudas y tenaces en los estudios de secundaria. En los últimos tiempos esto vale también para los estudios superiores y carreras universitarias. UN TIPO DE INTELIGENCIA DIFERENTE ¿LAS EMOCIONES PUEDEN SER INTELIGENTES?

En los últimos años un número cada vez más nutrido de psicólogos (con Sternberg y Salovey a la cabeza) han adoptado una visión más amplia de la inteligencia y han tratado de reformularla en términos de aquello que hace que uno enfoque más adecuadamente su vida, una línea de investigación que nos retrotrae a la apreciación de que la inteligencia constituye un asunto decididamente personal o emocional. Según Salovey la inteligencia personal abarca cinco competencias principales: 1.- El conocimiento de las propias emociones (reconocer un sentimiento en el mismo momento en que aparece) 2.- La capacidad de controlar las emociones (capacidad de tranquilizrse a uno mismo) 3.- La capacidad de motivarse uno mismo, demorar la gratificación y sofocar la impulsividad 4.- El reconocimiento de las emociones ajenas. La empatía 5.- El control de las relaciones, la habilidad para relacionarnos adecuadamente con las emociones ajenas. Cinco tesoros a los que todos deberíamos aspirar, ya que muy pocos los poseen. La pregunta es: ¿cómo alcanzarlos? Repasemos los siguientes capítulos: CONÓCETE A TÍ MISMO Cuánto daríamos por tener la certeza de que en todo momento, tanto si estamos en privado con nuestra familia o amigos, como si estamos en público en el trabajo o en una reunión, vamos a ser capaces de mantener la calma, que nos digan lo que fuere y aunque nos insulten, nos tranquilizaremos para responder adecuadamente, defendiéndonos y sin caer en la agresión. Saber con seguridad que la cólera no va a hacer presa de nuestras emociones, que no caeremos de ningún modo en la ira o en el odio. Ojalá pudiéramos estar perfectamente tranquilos de que nuestro orgullo no nos va a jugar una mala pasada. Pero esto es imposible lograrlo de una manera absoluta, porque hasta los que mejor controlan sus emociones, llegan a enfadarse alguna vez y es entonces cuando al caer rápidamente en la cuenta, consiguen tranquilizarse ellos mismos. Ésta, por ejemplo es la diferencia que existe entre estar violentamente enojado con alguien, y tener, aún en medio del enojo, la conciencia autorreflexiva de que "estoy enojado". ¿Por qué hay personas tan pacíficas que casi nunca se enfadan y caen bien a casi todos y otras que se afanan por ser queridos y lo único que consiguen es cada vez mayor indiferencia y rechazo. Los que son demasiado orgullosos y se lo toman todo como una afrenta personal son los que salen perdiendo, se traicionan a sí mismos una y otra vez y resulta extremadamente difícil hacerles comprender, para que suavicen esa escalada, que en el fondo es de desprecio hacia los demás y hacia sí mismos. El comandante que fue destituído de su cargo, llevaba cinco años detentándolo y no se había granjeado el aprecio de su entorno. Cuando notó que se hacían planes para su relevo, empezó a odiar con fuerza, de manera que diez meses después de su destitución, la emprendió a escopetazos contra su superior y todo aquel que aparecía por allí. Luego intentó suicidarse.

Esto es odio a los demás y odio a sí mismo, veamos lo que dice E. FROMM en el siguiente texto donde, desde una perspectiva freudiana nos habla del narcisismo: FROMM, E. El arte de amar, Paidós, Barcelona, 1992, págs 65-66. El egoísmo y el amor a sí mismo, lejos de ser idénticos, son realmente opuestos. El individuo egoísta no se ama demasiado, sino muy poco; en realidad, se odia. Tal falta de cariño y cuidado por sí mismo, que no es sino la expresión de su falta de productividad, lo deja vacío y frustrado. Se siente necesariamente infeliz y ansiosamente preocupado por arrancar a la vida las satisfacciones que él se impide obtener. Parece preocuparse demasiado por sí mismo, pero en realidad, sólo realiza un fracasado intento de disimular y compensar su incapacidad de cuidar de su verdadero ser. Freud sostiene que el egoísta es narcisista, como si negara su amor a los demás y lo dirigiera hacia sí. Es verdad que las personas egoístas son incapaces de amar a los demás, pero tampoco pueden amarse a sí mismas. Es más fácil comprender el egoísmo comparándolo con la ávida preocupación por los demás, como la que encontramos, por ejemplo, en una madre sobreprotectora. Si bien ella cree concientemente que es en extremo cariñosa con su hijo, en realidad, tiene una hostilidad hondamente reprimida contra el objeto de sus preocupaciones. Sus cuidados exagerados no obedecen a un amor excesivo al niño, sino a que debe compensar su total incapacidad de amarlo.1992, págs 65-66. Cuando Fromm habla de "amor a sí mismo" se refiere al término "autoestima", que ahora se usa tanto, pero no olvidemos que la autoestima está muy estrechamente relacionada con el "autoconcepto" y éste (que puede o no adecuarse a la realidad), sí delata el conocimiento que tenemos de nosotros mismos. Según Goleman, encontraríamos tres posibilidades de autoconocimiento y consciencia de las propias emociones: *La persona consciente de sí misma..., con una vida emocional más desarrollada..., personas autónomas y seguras de sus propias fronteras..., que cuando caen en un estado de ánimo negativo no le dan vueltas obsesivamente y , en consecuencia, no tardan en salir de él. *Las personas atrapadas en sus emociones....suelen sentirse desbordadas por sus emociones y son incapaces de escapar de ellas...Son volubles y no muy conscientes de sus sentimientos....sienten que no pueden controlar su vida emocional y no tratan de escapar de los estados de ánimo negativos. *Las personas que aceptan resignadamente sus emociones...suelen percibir con claridad lo que están sintiendo, pero tienden a aceptar pasivamente sus estados de ánimo... y no tratan de cambiarlos.