I sabelle F illiozat e d o n r e d a Cu s o i c i c r eje superar un un fracaso para Ilustraciones de Jean Augagneur
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I sabelle F illiozat
e d o n r e d a Cu s o i c i c r eje
superar un un fracaso
para
Ilustraciones de Jean Augagneur
Para aligerar el texto, se utiliza el género masculino en ciertos casos, aunque como es lógico, el cuaderno implica por igual a mujeres y hombres. (N. del e.)
Título original Petit cahier d’exercices pour se relever d’un échec © Éditions Jouvence, 2015 Francia: BP 90107 - 74161 Saint-Julien-en-Genevois Cedex Suiza: CP 89 - 1226 Thônex (Genève) Primera edición: Abril 2017 © de esta edición: Ediciones Urano, S.A.U. Aribau, 142, pral. – 08036 Barcelona www.terapiasverdes.com © de la traducción: Tabita Peralta Cubierta: Éditions Jouvence Compaginación: Stéphanie Roze Dibujos de cubierta e interior: Jean Augagneur Fotocomposición: Ediciones Urano, S.A.U. Impresión: UNIGRAF, S.L. Avda. Cámara de la Industria, 38 – 28938 Móstoles (Madrid) Depósito legal: B-5.299-2017 ISBN: 978-84-15612-74-2 E-ISBN: 978-84-16715-92-3 Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas por las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, así como la distribución de ejemplares mediante alquiler o préstamo público.
El ganador no es quien no fracasa nunca sino quien sabe utilizar sus fracasos para crecer. Éric Berne El fracaso, ya sea en un plano físico, afectivo, social o finan-
ciero, siempre es una herida, una ruptura en el fluir de las cosas, un freno al impulso vital. A menudo nos cuesta acep-
tarlo y tratamos de evitar el dolor. Algunos lo visten de cul-
pabilidad, otros se defienden negándolo o bien con agresividad. Incluso si conseguimos «levantarnos», conservamos el
recuerdo de haber caído, y quizás una parte de nosotros
mismos queda tirada en el suelo. En nuestros proyectos, como en nuestras relaciones, tratamos de triunfar, y eso es
muy natural. Sin embargo, ¿debemos huir del fracaso? Una vida sin fracasos, sin ruptura, ¿es acaso posible? No. Cualquier
innovación necesita una ruptura con las normas. Toda evolu-
ción implica cortar con el pasado. Cada día está hecho de
elecciones, o sea, de mini duelos. ¿Y si viéramos los fracasos y las rupturas desde otro ángulo? ¿Y si tuvieran un valor heurístico ? Podríamos mirarlos como una guía, como si 1
fueran unos maestros para nuestra vida. 1. Heurístico: que enseña algo.
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En Francia, por ejemplo, tenemos un concepto negativo del
fracaso. ¿Qué su empresa ha quebrado? Usted es un inútil. Los bancos no le prestarán dinero. Sin embargo, ocurre todo
lo contrario en los Estados Unidos. Un gerente que jamás
haya quebrado corre el peligro de ser considerado como alguien que no asume ningún riesgo, o sea, poco fiable. El fracaso es experiencia… a condición de que sepamos descodificarlo y no nos encierre en la herida.
Un fracaso significa ruptura. Y a menudo una
ruptura se considera como un fracaso. Es más, seguramente nos coloca en situación de fracaso.
Pero no debe hacer que nos
volvamos
locos,
aunque, como en el
juego del tarot, el loco
sea aquel que marcha
hacia nuevas aventuras, con
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su hatillo en la espalda y con
todos sus recursos…
o Mi ruptura / mi fracas Ruptura afectiva, profesional, amistosa, familiar, fracaso
frente a un examen de acceso o un puesto de trabajo, duelo en un deporte, de una actividad de diversión que no se puede
seguir practicando por múltiples razones… las rupturas están en todas partes. Elija una de ellas para este cuadernillo,
y una vez que haya integrado el procedimiento, aplíquela a otra situación.
Pienso en una ruptura o un fracaso reciente o próximo: ¿qué sentimientos me atenazan al respecto? (Tache las menciones inútiles) Miedo / cólera / resentimiento / celos / alegría / ansiedad / rabia / furor / angustia / inquietud / tranquilidad / amor / ternura / compasión / vergüenza / culpabilidad / otros… Dibujo la situación actual: (No hace falta «saber» dibujar. Hay que plasmar en el papel su propia representación, o quizás hacer un dibujo muy preciso de los personajes implicados, o puede ser un dibujo abstracto, aunque sea una cruz, un cuadrado o un garabato).
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en La ruptura se inscribe el movimiento de la vida Dibujo el «justo antes» a la izquierda y el «después» de la ruptura a la derecha.
La ruptura es el nacimiento de uno mismo Se necesitó la ruptura de la bolsa de aguas
para permitir que vengamos al mundo.
Despúes hay que cortar el cordón umbilical que nos obliga o nos permite respirar por
nosotros mismos. Al principio, nos duelen
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los pulmones cuando se abren… La ruptura
forma parte de la vida, es la tentativa para
nacer como uno mismo, para ser un poco más
uno mismo.
Un día, abandoné a mis padres para vivir mi propia vida Recuerdo cuando me marché de casa de mis padres. Tenía ...... años .... ¿En qué condiciones me marché? .................................................................. ......................................................................
¿Qué sentí en aquel momento?: ...................................................................... ...................................................................... ......................................................................
¿Esto me recuerda algo? ¿Puedo ver una estructura similar en otras rupturas de mi vida?
Pues sí, a veces nos repetimos. Sobre todo cuando todavía queda algo roto en nosotros.
Nuestra familia nos ha permitido crecer. Un día, se con-
vierte en un marco demasiado estrecho y debemos partir. En otros momentos de nuestra vida, nos damos cuenta
de que un marco, una relación que antes nos aportaba
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mucho, de pronto no nos permite avanzar y es la hora de la ruptura. Pero, a veces, nos da miedo soltar un trapecio sin
Ejemplo: cuando me fui de casa de mis padres
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Mi comportamiento justo después de la ruptura
Mis pensamientos
Mis sentimientos
Reacciones de los otros
Condiciones
estar seguros de alcanzar el siguiente.
Cuando la ropa se queda pequeña A veces, un traje viejo está gastado o se rompe porque hemos crecido.
Se ha vuelto demasiado pequeño. Antes de ponernos un traje nuevo más cómodo tenemos que dejar el antiguo.
Ese paso por la desnudez puede sus-
citar mucha ansiedad. Estábamos acos-
tumbrados a ese viejo traje, se había
convertido en una parte de nosotros. Al
desvestirnos, abandonamos una zona de seguridad para atrevernos a vivir una nueva aventura. Hago la lista de mis miedos: -
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Aprender a soltarse
Buda nos recuerda esta historia: hemos construido un barco para atravesar un río. Una vez que llegamos al otro lado, llevarlo a la espalda para penetrar en la jungla es pesado,
inútil y hasta molesto. Cada ambiente necesita un medio de
transporte particular. Quizá hemos realizado estudios de informática o de medicina, pero quizás lo
que más deseamos es pintar o bien fabricar casas. Quizás nos hemos casado con la persona ideal en aquel
momento pero diez o veinte años más
tarde ya no es el buen interlocutor o la
buena interlocutora en este momento de la
vida. Quizás esta sociedad nos ha permitido descu-
brir nuestros talentos, o bien hemos evolucionado, crecido… y ahora esta persona ya no nos permite
evolucionar.
Agradezco sinceramente a mi «barca» por lo que me permitió atravesar:
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