Copy of Limerencia.pdf

Esta historia pertenece a Ren, Renata, Mama Pocky. Puedes leer más de sus historias en: https://www.wattpad.com/user/bl

Views 113 Downloads 0 File size 883KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Esta historia pertenece a Ren, Renata, Mama Pocky.

Puedes leer más de sus historias en: https://www.wattpad.com/user/bloodyparkdrog

Limerencia BloodyParkDrog

Sinopsis

➼ Limerencia: amor obsesivo. Estado mental involuntario que resulta de una atracción romántica por parte de una persona hacia otra, combinada con una necesidad imperante y obsesiva de ser respondido de la misma forma.

Min Yoongi sufría de limerencia. Park Jimin fue quien le hizo perder la cabeza. Min Yoongi escribía poemas eróticos para él. Park Jimin comenzó a huir de sus fantasías. Min Yoongi nunca descansaría hasta tenerlo. Park Jimin no tenía otra salida que entregarse a él.

1.01

"¿Es curioso, sabes? Desde que era un niño siempre fui un fiel creyente de lo que llaman "amor a primera vista". Claro que con el pasar de los años eso va cambiando y me di cuenta que el amor no es fácil, muchas veces no es una historia de color rosa. No creía en aquel dicho, ya no más. Pero crucé contigo y todo cambió de un segundo a otro. Hubo un punto donde observarte desde la distancia no me bastaba, observar la misma fotografía tuya cada mañana, seguirte algunas veces cuando pasabas por mi cuadra. Hubo un punto donde me cansé ser otra sombra tuya, observándote de lejos, tú ignorando mi fría existencia.

Y estoy locamente enamorado de ti. Eres lo que siempre he buscado, estamos hechos uno para el otro, para eso vinimos a esta tierra. A juntarnos. Oh Jimin, si tan solo supieras todas las cosas que te hecho en mi cabeza... Te necesito como no tienes idea. Esta carta es solo el principio Jimin. Estaremos juntos, te tendré para mí algún día y eso nadie va a cambiarlo. Confía en mí. El día en que nuestros cuerpos se prueben no podrán zafarse nunca más. Una sed creciente se instalará a ellos y no tendrás otra opción que entregarte a mí día y noche, sin descanso y en desenfreno. ¿Y yo? Estaré encantado de ser el único que sacia tu cuerpo y sed de sexo."

Park Jimin tenía los ojos perplejos y las mejillas rojizas a explotar. Observó de izquierda a derecha con cierto miedo y arrancó rápidamente la nota en la puerta de su casa antes de que alguien pasara por la cuadra. La dobló en cuatro y la metió torpemente en el bolsillo de su pantalón antes de entrar corriendo a su casa. ¿Qué demonios había sido esa carta? No lo sabía. Quizás una equivocación o una mala broma. Sea lo que fuera, le hizo suspirar y aventar la carta sobre un abandonado escritorio y entrar a su cocina para prepararse algo de almorzar. Nunca sospechó en el infierno en el que se convertiría su vida... al recibir aquella nota.

1.02

"Te mentiría si te dijera si no sentí algo inflarse en mi pecho cuando vi que leíste aquella carta y la guardaste. No la tiraste, solo la abandonaste, pero con eso tengo más que suficiente.

Oh Jimin, acabas de abrir más la puerta que me hará entrar a tu vida. Estoy ansioso, tú también deberías estarlo, sé que tu última relación fue desastrosa. La mía también lo fue así que no estás solo. Te entiendo, pequeño. Estarás recibiendo cartas a menudo y más te vale no tirarlas, me enojaré mucho si lo haces Jimin. No quieres hacerme enojar, nuestra primera pelea quiero que valga la pena. No lo sé, que me reclames por llegar tarde a casa o no darte un largo beso al irme. Lo siento, me he desviado demasiado en mi imaginación. Te entregaré mañana otra nota. Cuando éstas finalicen finalmente podremos conocernos, lo prometo."

Jimin no podía creer que hubiese una segunda carta al día siguiente. Se ajustó las bolsas de compras y se agachó para depositarlas en el suelo antes de coger la carta y leerla rápidamente. Su ceño se fue frunciendo de a poco hasta que acabó. Volvió a observar a sus costados pero esta vez con más fuerza y esperar unos segundos. Apretó sus labios y la arrugó antes de tomar las compras y entrar nuevamente a la casa. Nuevamente no había nadie en la cuadra.

1.03

"No quieras volverme loco por ti, ya lo estoy. Bueno, eso creo porque cada que te veo siento esa locura crecer un poquito más. No puedo explicar tu belleza en palabras, queda corto a lo que realmente siento y eres Park Jimin. Conmigo estarás seguro, nadie podrá aprovecharse de esa belleza tuya una vez que estés conmigo. Voy a protegerte, voy a cuidarte, voy a amarte como nunca te amó nadie. Lo verás pequeño.

Aunque esto te asuste probablemente no te arrepentirás más adelante cuando estés debajo mío y probando mis labios. Creo que el agacharte ayer no te ayudó mucho. ¿Tienes idea de cómo me puse al verte? Ganas no me faltaron de estamparte en la puerta de tu casa y devorar tu linda boca. Casi puedo escuchar el audible gemido que pudiste haber soltado, la sorpresa de ser ferozmente besado fuera de tu casa. Pero estoy siendo paciente. Cuando el día llegue te tendré siempre conmigo, así que no me molestan un par de semanas de espera comparada con la eternidad que estaremos juntos."

Y nuevamente aquella carta. Esta vez, más provocativa que la anterior. Jimin se tensó terriblemente y observó nuevamente a los costados, el miedo cada vez más presente en sus ojos. Apretó la carta contra sí y entró rápidamente a la casa cerrando la puerta detrás de él y apoyándose en ella. ¿Debería pedirle ayuda a la policía? No... Tampoco quería causar tanto drama. ¿Entonces qué haría? ¿Enfrentarlo? ¿Permitir que siguiera todo esto? Era terriblemente confuso.

1.04

"Te vi algo tenso ayer pequeño, ¿fue demasiado atrevido lo que escribí? Si es así lo lamento. No quiero incomodarte, solo te hago saber mi sentir. Veo que las cartas las estás acumulando en aquel escritorio cerca de la ventana del jardín. ¿Qué harás con ellas? ¿Releerlas? Sería divertido si lo hacemos cuando estemos juntos, seguramente reiremos mucho, ¿no lo crees? O quizás, si me permites irme más lejos, podrías decir "y así fue su padre y yo nos conocimos".

Aunque recomendaría saltarnos las partes explícitas, los pobres todavía no entenderán aquel tipo de amor. Quizás más grandes, pero mejor no. Tiendes a enrojecerte mucho, lo he notado, quizás te enrojecerías si nuestros hijos leyeran estas cartas de grandes. Reirían y dirían "vaya, te conocía realmente" refiriéndose a mí. ¿Lo imaginas? Sería lindo. Bueno mi pequeño Jimin hoy no tuve mucho que decirte, tendrás una sorpresa pronto. No te asustes, recuerda que todo esto lo hago con todo el amor que te tengo. Pronto estaremos juntos y podré demostrártelo. Necesitaremos muchas horas en la habitación para eso."

Jimin bajó la carta una vez que terminó de leerla y se ajustó la mochila de la escuela en el hombro. Suspiró pesadamente y justo como las demás, la guardó. Entró rápidamente a casa depositando la cuarta carta junto con las demás y al instante cerró las cortinas de la ventana frente al escritorio. Esa ventana que daba al jardín. Al menos ya tenía otra pista. Mañana comenzaría su investigación personal.

1.05

"Cerraste las ventanas ayer y corriste las cortinas, además de llegar más temprano de lo habitual. ¿Estás tratando de pillarme? Necesitarás más que eso mi amor. Admiro tu tenacidad, me divierte hasta un cierto punto tu rebeldía y el querer saber sobre mí.

Justo como creí, no eres ningún idiota. No realmente. Tienes también tu carácter. Sin embargo, déjame decirte algo. Mientras más trates de investigar sobre mí, más provocativas serán mis cartas y más lejos iré llegando contigo. ¿Quieres jugar a eso? Yo haré el primer movimiento. Cuando entres a casa te llevarás una grata sorpresa."

Jimin apenas terminó de leer la carta sintió un terror consumirle el pecho, corazón, estómago y pulmones. Sacó las llaves de su casa y abrió con manos temblorosas, asomándose y escuchando el enorme silencio de su sala. Cerró la puerta y se deslizó por la casa en silencio absoluto con la carta todavía en manos. Ingresó a la cocina observando el entorno, clavando la vista en las rosas rojas en la mesa y el paquete de cigarros apoyados al lado. Jimin nunca compró flores. Jimin tampoco fumaba.

2.00

Jimin avanzaba con cuidado por los pasillos de la universidad aferrándose con cierto miedo a su mochila. Vigilaba cada movimiento, cualquier gesto extraño que pudiera hacer uno de los estudiantes... pero todo parecía correr con normalidad. Suspiró tratando de convencerse que esto solo era temporal y no había nada que temer. En un par de semanas todo frenaría, dudaba que su acosador llegara más lejos. O eso prefirió creer.

— Me llegó tu mensaje, ¿todo bien? — Preguntó una voz cerca de él. Jimin se reincorporó en su pupitre y negó con la cabeza. Su mejor amigo Jeon estaba parado frente a él con su mochila a un costado de la espalda. Jimin sacó un trozo de papel de su mochila y se lo extendió en completo silencio. — ¿Qué es esto? — Preguntó Jungkook agarrándola. Jimin apuntó con su barbilla como diciendo "obsérvalo por ti mismo". Jungkook asintió. "La flor, el amor que te tengo. El rojo, la pasión con la que deseo tomarte. Los cigarros, lo adicto que soy a ti. Tú eres mi veneno más dulce, más placentero que la nicotina." Jeon releyó muchas veces mensajes hasta parpadear repetidas veces y observar con sorpresa a Jimin. El chico sentado alzó sus hombros mordiendo sus labios. — Así que Jiminnie tiene un admirador, eh. — Jungkook le dio un codazo amistoso. — Vaya poético, debe ser del club de literatura. Jimin frunció su ceño y negó con la cabeza. — ¿No? — Jungkook frotó su barbilla un poco y entrecerró sus ojos.— ¿No tienes idea de quién es entonces? Jimin volvió a negar con la cabeza y suspiró tomando el trozo de papel de vuelta y guardándolo en su mochila. Observó a Jungkook e hizo su boca de lado. — Bueno, si esto se vuelve más stalker. — Jungkook imitó un pésimo inglés haciendo reír en voz muy baja a Jimin. — Te recomendaría que hablaras con el director. ¿Dónde encontraste la carta? Oh espera... me lo dijiste en el mensaje... ¡en tu casa! ¡Mierda, espera, esto ya de miedo! Ambos se pusieron en una pose de reflexión y Jungkook finalmente sintió algo prenderse en su cabeza. Chasqueó sus dedos y señaló con su índice a Jimin.

— ¡Jung Hoseok! — Exclamó el castaño, Jimin unió al instante sus cejas. — Él conoce tu casa, fue cuando tuvieron su trabajo éste de no se qué. Puede ser una opción. ¿Jung Hoseok? ¿Por qué uno de los agradables populares y cómicos estudiantes haría eso? Hoseok... Hoseok era un buen chico, Jimin lo conocía, no haría esas cosas. Además, la tipografía de las cartas no se parecía en nada a la del adorable chico de enorme sonrisa. Así que Jimin se limitó a suspirar y negar de nuevo con la cabeza. — Te recomendaría que tuvieras cuidado, yo digo que es un estudiante. — Jungkook observó de nuevo la mochila de Jimin. — Comienza por la clase, checa las tipografías y así ve de poco en poco. Trata de tener cuidado, me avisas. —Jimin asintió. — Quizás sea el inicio de un amor muy extraño. — Jungkook hizo una pose dramática. — ¡Una historia de amor tan magnifica que Shakespeare temblaría desde su tumba! ¡Tiembla Romeo y Julieta, tiembla! Jimin volvió a reír un poco, una risa suave sin llegar a la carcajada. Era más el movimiento de su cuerpo, los hombros moviéndose de arriba a abajo y sus ojos apretados en un hermoso sonrojo. Jungkook suspiró tontamente y sobó su cabello con dulzura. — Te veo después. — Se levantó de su taburete y pellizcó un poco su mejilla. — Iré a clases, ¡me avisas cualquier cosa! — Y el castaño salió del aula dejando a Jimin solo. Éste abrazó su mochila y apoyó su mejilla en ella observando la ventana en silencio, las frías gotas de lluvia que se deslizaban por ella formando figuras serpentinas hasta desaparecer.

2.01

"Nuevamente nos encontramos mi pequeño. Admito que ayer te estuve siguiendo un poco, lucías precioso con aquella camisa a rayas blanca y azul marino. Luces extrañamente bien a rayas, espero te vistas más así para complacerme, así que cuando estemos juntos te pediré vestirlas. Como apenas ayer fue la primera vez que te seguí hasta la Universidad pude percatarme de varias cosas, quizás deberías tener cuidado Jimin. Podría molestarme si esto sigue. La primera es que el grupo de chicas junto a los girasoles no te quita la vista de encima cuando entras. Inclusive algunos chicos también voltean a verte. No los culpo, eres muy hermoso y llamas mucho la atención. Cuando seas mío más les vale mantener su vista a raya, odiaría si ellos pensaran las mismas cosas que deseo hacer contigo. Aunque, ¿te digo qué es curioso? Que seguramente lo han hecho. Es inevitable, eres precioso. Tienes un aura muy pura, dulce e inocente. Cuántas cosas morbosas no habrán pensado ellos. Claro, locos hormonales. Si te sirve de algo, deben ser más vírgenes que María, babean como perros al verte, no tienen control. Si fuera como ellos ya te hubiera tomado apenas te cruzaste en mi camino. Pero no lo haré. Tengo mejores cosas esperando por nosotros, sin duda más placenteras de lo que ellos te podrían llegar a dar. Por cierto, espero te haya gustado la pequeña sorpresa de ayer. No fue nada fácil colarme a tu casa, muy bonita por cierto... pero no más que tú. Eso nunca. Tu belleza es magnífica, angelical y de otro mundo. Eres perfección pura Jimin."

El chico observó la carta y sus mejillas volvieron a tornarse rojas. Tragó saliva con dificultad y relamió un poco sus labios sintiendo su corazón ir más rápido en su pecho. Guardó la carta igualmente y dio un último vistazo a la calle antes de entrar a casa. Se asomó otra vez por la ventana y después de asegurarse que no había movimiento, cerró las cortinas y las ventanas. Recorrió la casa asegurándose que las puertas y ventanas estaban bien cerradas y bajó a la cocina para tomar un poco de jugo. Observó las rosas apoyadas exactamente donde estaban ayer junto con la cajetilla de cigarros. Tomó ambos objetos e hizo una mueca antes de negar con la cabeza y alejarse después de beber. Tiró ambos regalos a la basura.

2.02

"Ayer no pude seguirte Jimin. Tengo otras cosas de que hablar hoy contigo. Estoy molesto, muy molesto. Debes saber que soy una persona exigente y perfeccionista. Las florerías que tuve que visitar antes de elegir las rosas perfectas me tomó poco más de dos días sin descansar.

¿Y las tiras a la basura así sin más? ¿No pudiste pensar en que eso me molestaría? Si te doy regalos es para que te los quedes, NO para que los tires. ¿Entiendes eso? Más te vale entenderlo porque ahora estoy sumamente molesto. Evita hacer eso para la próxima por favor, será muy desagradable si vuelves a hacer lo mismo. No me hagas perder la paciencia. Yo solo quiero demostrarte mi amor, ¿tan complicado es que lo aceptes? ¿O que acaso hay otros te dan mejores cosas? Dímelo en ese caso, escríbelo y prometo darte hasta un viaje por el mundo para que estés feliz. ¿Hay alguien que te amé más que yo? ¡Claro que no! Así que guarda mis regalos como si fueran oro, ¿bien? Tiendo a ser muy codo para comprar cosas pero por ti gasto cada centavo. No sé qué me hiciste pero solo quiero revolverme contigo en mi totalidad. Mierda Jimin... ¡Es que simplemente no puedo dejar de pensar en ti! He hecho de todo, hasta embriagarme a vomitar para sacarte de mi cabeza. No puedo. Estoy perdido. Nuestra diferencia de edad es mucha (no tampoco quince años) pero también tiendo a actuar como un imbécil, ¿lo ves? Pero bueno. Te podría hacer más cumplidos o hacerte sonrojar pero sigo molesto por lo que hiciste con mis flores. El día que nos veamos te voy a reprochar por aquello. Y voy a castigarte."

Jimin nuevamente sintió algo frío recorrerlo y por inercia, mordió sus labios y se contrajo. Pasó saliva y entró a su casa con prisa dejando la carta en el camino. Avanzó por la cocina y se acercó al basurero para sacar las flores que estaban allí dentro. Las sacudió un poco provocando que algunos pétalos cayeran y las fue a poner en un florero con agua. Sobó sus pétalos para levantarlos un poco y suspiró segundos después alejándose de ella. Quizás así evitaría un enfrentamiento. Tenía miedo. Tenía miedo de hacer enojar a su acosador... Así que no tenía otro remedio que obedecerlo y someterse.

2.03

"Vaya pequeño, debo admitir que me sorprendes. No creí que fueras a sacar las flores de la basura y cuidarlas. Eso es bueno, significa que cuidas mi amor como las cuidas a ellas. Eres sumamente adorable. Lamento mucho si me exalté en la carta anterior. Hay muchas cosas que me gustaría decirte que estos simples trozos de papel no me bastan. Estaba pensando en algo que podríamos hacer pero no te lo voy a proponer hoy, será en unos días.

Muy pronto. No. No vamos a vernos. No todavía. Y Jimin, por favor deja de voltear a todos lados cada que terminas de leer una carta. No soy tan idiota como para quedarme ahí parado para que me veas, me escondo muy bien. Nunca podrás encontrarme al menos que decidas jugar a hacerlo... Sería interesante... Pero... si me encuentras... dejarás que haga lo que quiera contigo. Te he dicho que si vas a jugar conmigo habrá consecuencias así que te recomiendo estar tranquilo y disfrutar la adrenalina. Disfruta la magia y la curiosidad. ¿No es divertido, cariño?"

Y nuevamente Jimin relamió sus labios, como era ya muy característico de él. Esta vez no volteo de izquierda a derecha, entró directamente a su casa y depositó la carta en silencio, guiándose como un robot programado hasta subir las escaleras y llegar a su cuarto. Se sentó en su escritorio y arrancó un pedazo de papel tomando poco después un bolígrafo. Mantuvo la punta apoyada en el papel durante unos segundos antes de gruñir y negar con la cabeza. Guardó el bolígrafo y tiró el pedazo de papel a la basura.

2.04

"Como hoy te portaste bien me toca desahogarme un poco. Te vi salir de la Universidad con una sonrisa y admito que nunca te había visto sonreír tan grande y fue simplemente hermoso.

Y sí Jimin, me tienes ambas cabezas vueltas locas. Aquella fragilidad pecadora me arrastra de a poco, cada vez envolviéndome en la dulce adicción que eres tú. Aquellos encantos confusos, la ternura y sensualidad que combinas y desprendes, tus gestos inocentes y a la vez terriblemente coquetos, esos ojos cargados de brillo angelical pero esa cabeza llena de demonios... dime, ¿cómo se entienden? ¿Eres un niño malo Jimin? Me lo llevo preguntando desde hace un tiempo cuando te vi relamerte los labios con deseo al observar a un lindo chico de tu campus pasar. Pude haberme molestado pero aquel gesto me cautivó tanto que prácticamente lo único que cruzó en mi cabeza es que no eres tan inocente como aparentas. Así que, ¿eres un niño malo Jimin? ¿O solo travieso?"

Jimin por primera vez no hizo una mueca de confusión o miedo. Sus hombros se movieron de arriba a abajo y sus ojitos se apretaron. Fue un silencio total que después le hizo inhalar profundo y observar a su derecha e izquierda. No había nadie como era costumbre. Lamió sus labios y se preguntó si su acosador estaría allí todavía. Seguramente sí, siempre se quedaba para verlo leer las cartas. Así que sí, estaba allí y seguramente preguntándose por qué demoraba tanto.

Jimin observó la carta y la observó nuevamente enfocándose en la última pregunta. Sin decir ni una sola palabra metió la carta dentro de su ropa interior y se metió a la casa.

2.05

"Realmente te lo estás buscando Jimin. Te lo estás buscando. Así que eres travieso. Claro, tienes diecinueve años y es bastante obvio que también tienes hormonas. Pero eres dulce, dulce y frágil y nadie se ha encargado de tomar esa inocencia. Me encanta porque eso significa que estás perfectamente preparado para mí.

Eres todo lo que busco, quizás hasta más. Admito que me provocaste al meter aquella carta dentro de tu ropa con suma tranquilidad. Y me provocaste de una forma impresionante. ¿Te digo en qué pensé? En cosas muy malas Jimin. Muy malas. Muy sucias. Quise tomar tu cintura y comenzar a bajar mis besos por tu cuello después de probar tus labios. Colar mis manos debajo de tu camisa y sentir tus suaves pezones bajo mi tacto, deslizar mi boca hasta los lindos shorts que portas y bajarlos con mis dientes. Saborear tus muslos, probar tus lindas piernas y escuchar tus gemidos en mi oído. Que sientas mi lengua sobre tu cuerpo llevándote a un placer que nunca conociste ni imaginaste. No me desviaré más. Tengo otras noticias más importantes. ¿Recuerdas que te dije que te haría una propuesta? Bien, te la haré. Cinco días dejaré de mandarte cartas. Será tu turno de hacerme ahora cinco. Déjalas en la entrada de tu casa antes de irte y cuando vuelvas de la Universidad te darás cuenta que ya no están. Pueden decir lo que sea, desahógate y cuéntame un poco de ti. Aunque ya lo sé todo, pero prefiero que venga de ti. ¿Qué dices?"

Jimin por primera vez mordió sus labio sintiendo una oleada de excitación recorrerlo. Unos labios en su cuello, unas manos recorriendo las partes prohibidas de su cuerpo...

Sí. Este acosador comenzaba a interesarle. Aceptaría su propuesta.

3.00

Jungkook observó en silencio a Jimin que mordía sus labios observando por la ventana de la cafetería. Le dio un sorbo a su leche de chocolate en silencio antes de depositarla y tallar un poco sus ojitos. Jungkook sonrió ante los actos, Jimin era adorable.

— ¿No dormiste bien anoche? — Preguntó Jungkook. Jimin negó con la cabeza y tapó su boquita con su mano para bostezar haciendo un pequeño sonido. Jungkook comenzó a reír. — ¿Será por tu acosador? — Preguntó pícaro. — ¿Sus poemas no dejan de volarte la cabeza? — Jimin rió con mucha suavidad, apenas audible y ladeó su cabeza de un lado a otro. Jungkook también rió un poco y colocó su mano sobre la suya para apretar. Jimin le sonrió y observó nuevamente por la ventana. Jungkook tenía curiosidad de preguntar si había investigado algo más de su misterioso admirador secreto pero no lo hizo. Suspiró un poco y volvió la vista a su teléfono ya que no dejaban de llegarle mensajes. Se levantó de un brinco cuando vio una llamada entrante de su madre y soltó a Jimin para salir corriendo y contestar. Jimin volvió a quedarse solo, muchas miradas se posaron sobre él. — Es callado, ¿no? — Preguntó una chica. — Es tímido, creo. — Contestó otra. — No habla mucho a menos que sea con Jungkook. Creo... — ¿Por qué? — Volvió a preguntar la primera. — Escuché que su madre falleció apenas. — Susurró Jung Hoseok. — Él se queda solo en casa ya que su padre siempre está viajando. — Qué horror... — Ambas chicas suspiraron. — Tan lindo que es Jimin. —

Los tres asintieron mostrándose completamente de acuerdo y dirigieron la vista nuevamente a él y a su leche de chocolate. Jimin soltó un suspiro ignorando las miradas sobre él y una suave sonrisa se dibujó en su rostro. Solo podía pensar y pensar... ¿Qué le diría a su acosador?

— He vuelto. — Jungkook se acercó sonriente. — Parece que mis tías de Busán vendrán a Seúl para navidad. ¿Tú papá estará aquí? — Jimin negó tristemente con la cabeza. Jungkook hizo su boca de lado. — Ven a mi casa, estará toda mi familia. — Jungkook le sonrió de nuevo. — ¿Qué dices? ¿Navidad de mejores amigos? Jimin asintió repetidas veces sonriente y corrió a abrazarlo. Tan lindo Jimin...

3.01

"Bueno, hola hyung.

No estoy seguro de cuánto tiempo pueda llevarme pero sé que es mayor que yo así que le diré hyung. Siendo sincero, no estoy seguro de por qué estoy haciendo esto pero supongo que servirá para algo. Quizás. Admito que me asustaba un poco al principio o creí que todo esto se trataba de una pésima broma pero veo que no es así. Sus palabras me confunden un poco hyung, entiendo que le guste pero nunca hemos hablado... no podemos. ¿Cómo sabe tanto de mí? ¿Por qué le gusto? No me conoce. Ni yo a usted. ¿Cómo sé yo que no es un hombre de cincuenta años, pederasta y con una extraña obsesión conmigo? Bueno, guiándome por las cartas anteriores puedo suponer que usted no está en la Universidad, usted trabaja, así que debe ser de veinticinco años o más. No sé cómo puede hacerme cartas todos los días, yo estoy sufriendo mucho haciendo esta... pero intentaré acabarla. Hyung acosador, solo le pido que me deje en paz pronto. Es un poquito incómodo recibir estas cartas y si mi padre se entera, me mata. Afortunadamente está de viaje y estoy solo en casa mucho tiempo pero no me gustaría estar en un interrogatorio alguna vez. ¿Podría dejar las notas en la parte de atrás o en la ventana de mi cuarto? Veo que usted conoce mucho mi casa, no me sorprendería que me observara dormido. Sin embargo no sé por qué no me asusta tanto, incluso lo encuentro un poco divertido. Quizás sí me gustaría conocerlo, ¿sabe?"

Y tras releer la carta, Jimin la depositó en la entrada y se ajustó la mochila para avanzar entre la calle hasta desaparecer. Pasaron largos minutos y casi a las dos horas un auto negro se frenó frente a la casa. Un hombre de traje bajó con elegancia y esbozó una sonrisa al ver una carta depositada al pie de la puerta. Se inclinó para recogerla y dejó en su lugar un pequeño frasco de dulce olor. Guardó la carta dentro de su gabardina y regresó a su automóvil negro que arrancó segundos después. Y la calle quedó nuevamente desierta.

3.02

"Lo siento pequeño, no pude resistirme. Deja la carta de hoy para mañana. Así que... ¿solo en casa, eh?

Es bueno saber eso. Lo sospechaba, pero gracias por confirmarlo. Quizás te deje más sorpresas."

Jimin guardó su carta cuando finalizó de leer esa y enrojeció de pies a cabeza. Oh-oh, no había sido una buena decirle eso a su acosador. ¿Debería mentirle y decirle que en realidad si estaba mucho su padre en casa? No. Ya era muy tarde. Suspiró y guardó la carta dentro de su mochila y se dirigió la Universidad en silencio.

Solo quedaba esperar y ver qué guardaba el destino para él.

3.03

"Bueno hyung, aquí está la carta que debía darle ayer. Tuve que hacer unas cuantas modificaciones, espero no le moleste.

En primero, no me gustaría que entrara a mi casa. Puedo meter una denuncia porque eso sería una invasión personal muy... incómoda. De acuerdo, entró una vez a mi cocina a dejar flores y cigarros pero ese día cometí el error de dejar las ventanas de la sala abiertas. Seguramente se aprovechó de eso. Respondiendo a cosas anteriores, no me considero un niño travieso o malo hyung. El chico que vio pasar se llama Hoseok y tenía una leche de chocolate, a mí me encanta mucho la leche de chocolate. Así que podría decirse que mi extraño deseo es debido a eso y no precisamente a él, ¡es un chico sumamente increíble! Además... ¿quién se fijaría en mí hyung? Usted es el primero en decirme cosas tan bonitas que me hacen sonrojar, normalmente no tiendo a recibir ese tipo de comentarios. Por no decir nunca. Usted es el primero en hablarme de forma dulce, amenazante y provocativa y que me suelta tales cosas. Es muy raro pero a la vez... ¿lindo? No lo sé. Estoy muy confundido hyung. El día en que nos conozcamos solo espero no sea una mala persona o un señor grande e irresponsable. Usted se ha vuelto parte de mi rutina y me sentiría muy triste si eso pasara. La verdad tengo altas expectativas en usted hyung, se ve que es un hombre seguro de sí mismo y eso habla mucho de usted. Me gustaría que me diera pequeñas pistas para darme una idea de quién pueda ser, lo conozca o no. Hasta aquí llegó mi carta hyung, debo hacer tarea. ¿Tenga lindo día?"

Jimin depositó el bolígrafo en la mesa de la sala y dobló la carta a la mitad antes de colocarla en la esquina. Sacó sus cosas de la Universidad y abrió los miles de libros para comenzar a leer lo que tenía qué hacer. Escuchó unos pequeños ruidos pero supuso sería el viento. Se mantuvo concentrado hasta observar una rápida explosión de luz que le hizo levantar la mirada al instante pero debido a la oscuridad de la noche no logró captar nada. Pensó en que sería un trueno y volvió la vista a los libros con suma tranquilidad. Y mientras tanto, un hombre con una cámara fotográfica se alejaba lentamente por el húmedo pavimento.

3.04

"Hyung espero estar equivocado respecto a esto... pero me quedé pensando toda la noche. ¿Usted me toma fotos? Ayer mientras escribía su carta pude jurar que alguien me tomó una fotografía.

Da algo de miedo hyung, por favor no lo haga si lo hace. Y... no quiero sonar muy entrometido pero ahora que me siento más tranquilo, ¿podría hacerle una pregunta? Bueno, no. Mejor se la haré mañana que es el último día. Mientras le contaré algo curioso. Hoy en el campus por primera vez fui de los primeros de la clase. La verdad no me acomodaba mucho en la carrera de comunicaciones pero ahora me encanta. Pese a mis dificultades, los profesores han sido muy pacientes conmigo y me apoyan bastante. Me siento bastante feliz por eso y no lo sé, solo quería comentárselo. He notado que en algunas de sus cartas hay muchas manchas de tinta, ¿usted es escritor? ¿o dibuja? Por el trazo y el color puedo suponer que escribe con pluma fuente, son hermosas, me gusta el estilo francés. Bueno, eso dice más de usted. Quizás tenga mucho dinero o buenos gustos. Espero sea la segunda porque nos entenderemos. Mientras no me lleve veinte años, claro. Hasta aquí mi nota hyung. La verdad extraño las suyas."

El hombre se encontraba con los pies sobre la mesa y su corbata ligeramente zafada. Sus provocativos y finos labios esbozaron una sonrisa hacia arriba y lentamente depositó la carta junto a él, dando una calada a su cigarro con su mano libre. Solo un día más y volvería a escribirle a su pequeño... Y esta vez, ya no se contendría tanto. Su confianza había aumentado un poco y sacaría provecho de eso. Jimin era muy dulce, como un caramelo. Y él quería devorarlo. Y lo haría. Pronto.

3.05

"Bueno hyung, esta es la última carta que le escribo y admito que fue algo divertido. Es también extraño ya que no recibo respuesta de su parte así que no sé qué piensa u opina. Ahora puedo darme una idea más o menos de lo que siente.

Es raro. De acuerdo hyung, en la carta anterior iba a hacerle una pregunta pero al final no me animé a hacérsela pero aquí voy. Lamento si es muy brusco pero no sé cómo "suavizarlo" a través de la escritura, pero me he acostumbrado a que este sea nuestro medio de comunicación. Al menos no es imposible. Es acerca de las fotos, hyung. ¿Podría decirme o en el peor de los casos, dejarme su favorita en la próxima carta? Aunque sea... inapropiada... aunque espero no sea de esos acosadores que solo buscan... sexo. Usted es lindo hasta cierto punto. Siendo sincero hyung quiero darme una idea. Hágalo, después o algún día intentaré explicarle por qué. Es personal. Le dejé un pequeño regalo, las rosas ya murieron y me puse algo triste ya que realmente eran bonitas. Espero le guste hyung y... bueno, ¿espero sus notas? Como sea... Adiós hyung. -JiMin"

El hombre de traje observó la cajetilla de cigarros encima de la hoja. No dudó en agarrarlos con una sonrisa y negar con su cabeza divertido. Finalizó de leer y subió rápidamente al auto arrancándolo y estacionándose en la banqueta contraria. Esperó unos segundos y observó su reloj. Cuando éste marcó las cuatro con dieciocho minutos volteó a través del retrovisor. Observó al Universitario avanzar hacia su casa y detenerse al pie de la calle observando de izquierda a derecha nuevamente. No pudo evitar esbozar una sonrisa y mantuvo la vista en su lindo cuerpo hasta que lo vio entrar a su casa después de suspirar. "Tan hermoso... tan tentador." Y arrancó minutos después alejándose de la casa para regresar a la suya.

4.00

Era un fin de semana bastante tranquilo. Jimin estaba profundamente dormido, afuera se escuchaban pequeños silbidos y el sol inundaba todo con su potente brillo.

¿Alguna vez han tenido la sensación de que alguien los observa estando dormidos? ¿Y repentinamente despiertan y voltean a todos lados y se dan cuenta de que en realidad no hay nadie? Bueno. Algo así sucedió con Park Jimin esa mañana. Se levantó suavemente de la cama y se asomó por la ventana. La abrió con delicadeza y se asomó de izquierda a derecha tratando de encontrar algo, pero no había nada. Suspiró y salió del cuarto para bajar a la cocina. Agarró un vaso y se sirvió jugo de naranja, poco después se dirigió a los compartimentos y husmear un poco para ver qué encontraba. Sacó un paquete de galletas y comenzó a devorarlas una por una hasta casi finalizar el paquete. Iba por la última galleta cuando escuchó el timbre de su casa sonar provocando que se levantara suavemente. ¿Quién sería? A su padre aún le faltaba una semana por llegar. Se levantó en silencio del comedor para acercarse a la puerta. Observó a través de la ranura pero la calle estaba vacía. Extrañado, abrió la puerta. Como era costumbre, observó de izquierda a derecha antes de bajar la vista y alzar ambas cejas. Una pequeña caja azul con un lazo rojo se encontraba a sus pies sin más. Ni una carta, nada. Jimin se inclinó para recogerla y frunció su ceño volteándola hacia todos lados para encontrar una nota o un nombre, pero no había nada. Rendido y cansado, entró a su casa con la caja en manos. Cruzó la sala hacia el comedor y se sentó nuevamente con la caja enfrente. Comió otra galleta observando la caja. ¿Sería alguna bomba? ¡No! ¿Entonces qué? ¿Un regalo de su acosador? Sí. Era muy probable. Mordió sus labios y acercó la caja a sus piernas para comenzar a rasgar el papel envuelto, zafando el moño y finalmente alzando la tapa. Unas fotos reposaban boca abajo y encima de ellas una pequeña carta. "Feliz navidad, pequeño" Oh-oh. Empezamos mal. Jimin tragó duro y depositó la carta al costado antes de deslizar sus manos hacia la primera de las tres fotos. Tomó una respiración profunda y exhaló una vez que la volteó. Quedó en un gélido silencio y con sus mejillas rojas, tan rojas como una esfera de un árbol de Navidad.

Sí. Parece que su acosador cumplió su prometido: le había mandando las fotos. Su favorita, o más bien dicho, sus favoritas. La primera foto en efecto, era él el protagonista. Sentado en la sala, observando con cierta nostalgia las flores y los rayos de sol iluminando su rostro. Era un juego de colores y sentimientos, era una foto alegre y triste, coqueta pero a la vez muy... Lejana. Jimin lucía hermoso sin duda alguna, mejor que cualquier foto tumblr que pudiera encontrar por allí.La dejó de lado con una pequeña sonrisa y agarró la segunda foto. A diferencia de la primera, parece que en esta su acosador si se había dado el lujo de no sólo mostrarle su belleza, sino también el deseo que sentía por él. Jimin estaba acostado en su cama, dormido seguramente. El torso desnudo y un revuelo de sábanas a su alrededor, mostrando sus esbeltas piernas y fuertes muslos que sobresalían de las sábanas. Sí, tenía gusto por dormir desnudo, y no se necesitaba ser un gran experto para darse cuenta que en esa foto, efectivamente estaba desnudo. Era muy artístico, no se inclinaba ni a lo vulgar ni a lo morboso y eso Jimin sin duda, lo encontró agradable, hasta cierto punto. Luego se preocupó porque seguramente entonces su acosador lo había visto desnudo.Eso lo incomodó. Y por último estaba la tercera foto. No era artística, tampoco artísticamente sexual. Era sexual. Sexual en todo su esplendor, sin pudor, mostrándose como era. Sexo, deseo y lujuria. Jimin soltó un pequeño gemido ahogado debido a la sorpresa. Sus ojos se abrieron el triple y hasta la punta de su nariz se tornó rojiza debido a la vergüenza. Umh, realmente no se esperaba aquello. La tercera foto mostraba, (o eso pensaba), a su acosador. No su rostro, claro que no, solo su cuerpo y una habitación. Estaba desnudo, completamente desnudo en la cama, en una pose insinuante y mostrando hasta sus labios que formaban una lasciva sonrisa. Al examinar un poco más a detalle podías darte cuenta que en efecto tenía una gran erección encima e inclusive, se había corrido. Pero eso no fue lo que hizo a Jimin morirse de la vergüenza allí mismo... Fueron las fotos en la mano de su acosador, mostrando así obscenamente que se había masturbado (y corrido) viendo sus fotos. Jimin no lo podía creer. Sintió su corazón ir más rápido y más rápido. Su boca se mantenía tapada y un calor recorría todo su cuerpo haciéndole sudar. Y cuando nada podía empeorar más la situación; su teléfono comenzó a sonar. Llamada entrante de número desconocido. ¿Desea atender la llamada?

4.01

"Hola pequeño. ¿Qué te parecieron las fotos que te mandé? Hubo una que quise fuese sorpresa, me hubiese encantado ver tu expresión... cada vez me es más difícil controlarme. ¿Lo sabes? Hay un punto donde no me siento controlar más, te necesito, ¡sé mío!

Tu cuerpo es como un lienzo en blanco, mis manos los colores para empaparte de ellos. Aquella blancura, la inocencia se esfumaría en una explosión de colores una vez que te tenga. Tus dos piernas abiertas para mí, permitiéndome saborear el dulce sabor de tu piel. Tímido, entregándote cual flor brotando. Aquellos pétalos manchados de lujuria. Quiero tenerte completamente desnudo para mí, aquel sonrojo como muestras de pequeñas manchas de deseo. Tus labios abriéndose, el camino del pecado susurrando el canto de la pasión en mi oído. Aquellos dulces y agudos gemidos atormentando mi cabeza mientras te tomo, deslizándome dentro de ti sin soltar tus labios. Verte contonear cada que estemos solos en una habitación, perderme en tus ojos, verlos oscurecerse de placer, nublarse en deseo, ver mi reflejo en los tuyos. Verme de la misma forma en la que yo te veo. Ah Jimin... me estás volviendo loco. Loco tu amor, me ha vuelto."

Jimin se encontraba mordiendo con fuerza su labio inferior, el sonrojo en sus mejillas más visible, su garganta cerrándose, casi pudiendo sentir una respiración en sus muslos. Lo imaginó cerrando sus ojos, abriéndose poco a poco de piernas sintiendo el aire cálido de su acosador golpeando con la zona interna de sus muslos, pasando su lengua por su suave y tibia piel acercándose a los rincones más prohibidos e íntimos de su cuerpo. Y en menos tiempo en lo se imaginó ya se encontraba soltando pequeños gemidos lanzando su cabeza hacia atrás con la respiración sumamente pesada, ignorando los felinos ojos que lo observaban desde la ventana.

4.02

"Oh mi pequeño travieso, ¿te gusta que comience a contarte mis fantasías? ¿No es así?

Las haré. Te contaré cada sueño y pensamiento que tenga contigo. Mil cartas no me bastarían, perdí la cuenta que te imaginé gimiendo, las veces que te imaginé aferrado a las sábanas convirtiéndote en un desastre hermoso, producto del deseo carnal. Te he imaginado sentado desnudo en la cama, cubierto por finas sábanas y observándome con ojos brillantes de lujuria. Las veces que tus sonrisas inocentes me llevaron a dar vueltas, porque tras esas hermosas sonrisas tú ya te encontrabas de rodillas frente a mí para enseñarme las maravillas de tu lengua. Tu respiración sonora. ¿No lo quieres? ¿No quieres sentir besos en tu espalda, uñas enterrándose a tus costados? ¿Sentirte tan lleno y vivo estando conmigo que al separarnos sea nuestra más lenta tortura? Te he visto. Eres tan tranquilo... pero prueba a ir más allá. Conoce tu cuerpo. Aprende a tocarte, qué te gusta, cómo te gusta. Así cuando estemos juntos desnudos en la habitación, tu contra la pared y yo arrastrando mis manos por tu cuerpo sepas exactamente hacia dónde dirigirme. Es enfermizo cómo te deseo. No sé si llegue a pasar más de esta semana cuando me atreva a ir a otros niveles."

Jimin estaba ahora en su cuarto acostado en la cama. Mordió sus labios de nuevo y colocó la carta de lado, tomando la foto junto a las demás. Observó el cuerpo desnudo de su acosador, perdido en su coqueta sonrisa tan hermosa. Su desnudez que mostraba sin pudor alguno. ¿Comenzaría a jugar así con él? Muy probablemente. Tenía diecinueve años, era virgen, nunca había tenido relaciones. Sus hormonas estaban a flor de piel, despertando de nuevo, más enloquecidas que nunca. Así que lo haría. Los más cálladitos a veces terminan siendo los peores.

4.03

"Hacía tiempo que no sentía el deseo como un fuego tan ardiente por todo mi cuerpo. Hacía tiempo que había olvidado aquellos escalofríos que provocaba, aquel cosquilleo, aquella hambre que solo el cuerpo satisface al igual que los besos. El tocarte al pensar en alguien, perderte en fantasías.

Lucías precioso ayer. Desnudo con la ventana abierta, presumiendo tu cuerpo a la vacía calle. Aquella calle en la que te observo y sé que ese espectáculo lo hiciste para mí. Y me volviste loco. Me volvió loco ver tus hermosos pezones, tus blancas y fornidas piernas donde quiero hundir mis dientes, todo. Tu cuello, tus clavículas, tus ojos llenos de misterio, tu virgen piel llamando a gritos a un pecador que llegue a corromperte. ¿Qué estamos esperando Jimin? ¿Esperas llevarme al límite? ¿Qué te empuje en la puerta de tu casa y entremos entre tropezones y besos? ¿Qué te aviente en la cama? O quizás, ¿que ya te espere en ella? Dímelo, haré todas tus fantasías realidad. Dímelo, escríbeme los sucios deseos de tu mente, el terreno carnal que deseas conocer te prometo llevarte por las mareas para que lo conozcas. Entrégate, te haré sentir como ningún otro hombre logrará hacerte sentir. Cada vez era más tentador."

¿Pero cómo entregarse? ¿Quedar en algún lado? ¿Esperar a que entrara ala casa? En dos días sería Navidad, iría a la casa de Jungkook... quizás al día siguiente. ¡Oh! ¡Tenía una excelente idea!

Una sonrisa iluminó su rostro y voló escaleras arriba con el bolígrafo en mano.

4.04

"Hyung... creo que podemos vernos un día antes de año nuevo. El 30, lo esperaré en el parque Wington junto a los puentes a las seis de la tarde. Allí estaré. Lo prometo... estoy ansioso por conocerlo."

El hombre detrás del escritorio estaba con la camisa abierta sin poder creerlo. Releía una y otra vez las palabras, sintiendo su dura erección empujando contra la tela de sus pantalones. Ya podía verlo, saborearlo, ver a Jimin cara a cara con él. Tomar su barbilla y besarlo, joderlo allí mismo en el parque si no aguantaba. Lanzó su cabeza hacia atrás y soltó un fuerte gruñido mordiendo sus labios. Finalmente el pequeño Jimin sería suyo. Devoraría, comería y chuparía cada centímetro de su cuerpo, lo tomaría en descontrol, lo aventaría desnudo a la cama y entraría profundo en él tirando de su labio inferior. Podía sentirlo. Las manos de Jimin rasguñando su espalda, su cálido aliento golpeando contra sus cuerpos desnudos, sus labios traviesos moviéndose por todo su abdomen hasta llegar al sur... a aquella zona tan terriblemente apetitosa y prohibida. Estaba vuelto loco. Finalmente lo tendría. Finalmente sería solo para él.

4.05

"Te veré allí a las seis precioso bebé. Disfruta mi regalo."

Y cómo no lo estaba disfrutando el universitario. Tendido en su cama con sus caderas levantadas, abriendo sus piernas y empujando duramente el juguete sexual en su dilatado ano. Gemía en descontrol aferrándose en su cama, empujando al fondo hasta sentir su próstata comenzar a rozar provocando que metiera más y más rápido. Y gemía. Y gemía. Y gemía. Y sollozaba por el placer, sollozaba porque lo imaginaba, expulsando de sus hinchados labios: — Hyung, hyung... ah... hyung... Se había dejado arrastrar completamente. Y no se arrepentía... En lo absoluto.

5.00

Era 24 de diciembre del 2017. Jimin tocó el timbre en silencio e inmediatamente ocultó sus manitas en las largas mangas de su sudadera verde pino. Estornudó suavemente haciendo un pequeño sonido agudo y su pequeña y adorable nariz se tornó rojiza de la punta.

La frunció provocando unas arrugas adorables en el puente y volvió a estornudar. La puerta se abrió dejando a la señora Jeon asomar su cabeza y aparecer con una radiante sonrisa. Ensanchó aún más su sonrisa al ver a Jimin frente a ella con su adorable sudadera verde y su cabello rubio algo despeinado producto de su corrida a la casa. Ambos se abrazaron con fuerza. — Jimin. Corazón... —Susurró ella besando su cabeza. — ¿Cómo te encuentras? — Jimin sonrió enormemente y asintió un poco. La señora Jeon volvió a darle un casto beso pero en su frente y lo guió dentro de la casa. Jungkook apareció en la cocina y corrió a abrazar a su mejor amigo con fuerza. Jimin sonrió. — ¡Jiminiiieee! — Canturreó apretándolo con fuerza. — ¡Pasa, llegas justo a tiempo! Mi padre y hermana seguramente no tardan en llegar. El rubio asintió y observó la mesa donde habían seis platos colocados. Cinco para la familia Jeon y uno para él. No pudo evitar sonreír más. El timbre sonó. — ¡Deben ser Lisa y papá! — Exclamó Jungkook. — ¡Jungkook! ¡Las velas! — Regañó su madre. — ¿Puedes ir por ellas por favor Jiminnie? — Preguntó Jungkook. — ¡Jungkook! — Volvió a regañar su madre. Jimin asintió divertido y le sonrió a la madre de Jungkook. Corrió escaleras arriba y entró a la habitación de su mejor amigo y cogió las velas. Esbozó una triste sonrisa al ver su foto familiar: él, sus padres, su hermana mayor y su hermano mayor. Lo anhelaba. Él... él no se sentía ya en una familia. Salió del cuarto y corrió por el pasillo cuando la puerta del baño se abrió bruscamente dándole una fuerte golpiza en la cabeza y haciendo que se hiciera hacia atrás en un quejido de dolor y uniera sus cejas un poco molesto. Volvió a levantar la mirada.

— L-lo siento Yoongi-hyung... — Murmuró débilmente. El mayor de los hermanos Jeon, (y único que no era hijo del padre de Jungkook Hangswoo Jeon), se mantuvo inmóvil viendo fijamente con ojos hambrientos a la hermosa criaturita frente a él. — No te disculpes. — Contestó viéndolo fijamente, Jimin tragó duro. — Fue mi culpa. ¿Te lastimaste? — Min Yoongi se inclinó y sobó su frente con delicadeza. Jimin se mantuvo en silencio enrojeciendo brutalmente al sentir el tacto de su amor platónico desde que tenía trece años sobre él. Dejó escapar un pequeño suspiro necesitado cuando Yoongi finalmente apartó sus manos de él. Se relamió los labios y se alejó poco a poco de Jimin para bajar las escaleras empujando el pensamiento de tomarlo ahí mismo. Sí. Él era Min Yoongi. El chico de veintisiete años perdidamente enamorado de Park Jimin, el mejor amigo de su hermano. El que nunca pudo acercarse a Jimin por su diferencia de edad. El que era un egoísta por enamorarse también del chico que amaba su hermano Jungkook. Sí. Era él. El perverso, romántico y posesivo acosador de Park Jimin.

5.01

"Ah... Jimin...Confieso que algunas veces no tengo una jodida idea de lo que estoy haciendo, ¿lo sabes? Muchas veces pienso que esto un gran error, que nada de esto debería estar pasando entre nosotros.

Que simplemente no debería. No debería. No debería dejarte cartas cada día, observarte cada que tengo la oportunidad, pensar en ti de la forma tan enfermiza como lo hago. Te quiero solo para mí, te quiero para mí y nadie más. Quiero ser yo el único quien tenga el privilegio de ver tu belleza, de tomar tu cuerpo, escuchar tu voz que casi nunca usas. Es jodidamente preciosa. Si ver tus simples labios me provoca duramente no me imagino al escucharte gemir. ¡Qué delicia, maldita sea! Qué hermosa obra de arte tendría en mis manos: tu cuerpo desnudo. Tan precioso... tan perfecto... tan irreal. Eres una droga para mí. Tóxico, me lleva a la miseria estando lejos pero al tomarte me vuelvo a sentir bien. El problema es que esa adicción crece cada día más. Cada día siento el impulso de buscarte más agresivo, de tenerte, joderte en todas las posiciones que se me ocurran. Sentir la calidez de tu cuerpo, el sudor pegajoso de nuestros cuerpos cuando los choquemos. Mierda y más mierda.... mierda, ¡mierda! Esto me hace mal. Me haces mal. ¿Por qué no me dejas ser libre?"

Jimin tragó duro, apenas sentía que podía respirar correctamente. Apretó la carta contra su pecho y se acostó en su cama cerrando sus ojos con suma delicadeza. Su corazón iba más rápido. Cada vez más rápido al igual que su respiración. ¿Dejarlo libre? ¿Cómo? ¿Qué había hecho él -un dulce adolescente de diecinueve años- para volverlo su esclavo? ¿Estando con él sería la única forma de aliviar su dolor? ¿Entregándose?

Probablemente...

5.02

"Tú. Aquel ladrón de corazones, peligroso. Tú. Aquel no deja mi alma libre, te odio. Tú. Aquel que me devuelve la vida a través de sus sonrisas, te amo.

Tú. Aquel que deseo a la locura, ya no aguanto. Te amo. Te amo, provocas una marea en mi cabeza, en mi mente y en mi cuerpo. Tú. Tú el que lee esto, me vuelves loco. ¿Qué debo hacer yo para no sentirme vacío? ¿Comprar tu corazón o simplemente destrozar el mío?"

Jimin aventó la carta apenas pudo y corrió a su escritorio para arrancar un pedazo de papel. Sus manos temblaban cuando agarró el bolígrafo pero no aguantaba ya más. Debía decirle, debía decirle y simplemente... soltarlo. Y con lágrimas en los ojos comenzó a escribir.

5.03

"Hyung... yo... realmente no sé cómo decirle esto. Hyung acosador, sus cartas realmente me vuelven loco, me confunden bastante y llenan de cierta forma. Aprecio mucho lo que hace por mí pero yo no... yo jamás soportaría que usted sufriera por mí.

No lo merece. Hyung. Debo decirle que estoy enamorado de alguien más. No quiero romper su corazón el día en que nos veamos, no lo quiero, no lo soportaría. Pero necesitaba decírselo, que usted... es muy lindo y... no quiero lastimarlo. Mi corazón le pertenece a otra persona desde hace seis años, hyung. Lo siento... lo siento... espero no hacerlo enfadar. Me duele el saber que puedo lastimarlo, no lo soporto."

Min Yoongi se encontraba en silencio leyendo la carta. Apretó sus labios y desvió la mirada a la nada observando a su hermano menor Jungkook con libros de la universidad abiertos frente a él.

¿Sería que a Park Jimin le gustaba Jeon? Desde hace seis años exactos se conocían ambos. ¿Podría ser? ¿O sería alguien más? Sintió una punzada en su pecho y se levantó bruscamente bajo la atenta mirada de su hermano menor. Pidió disculpas y dijo que se iría a su departamento pero que fue agradable haberlos visto. Condujo furioso. Llegó a su casa y destruyó todo. Pateó todo. Hizo la carta trizas. Agarró la foto de Jimin que tenía y el marco lo aventó contra la pared cerca de él. Se dejó caer en los vidrios soltando un grito. Y apretó los pedazos de papel en su mano. Y gritó más alto. Y esas cartas, se llenaron de sangre.

5.04

"Me vale una jodida mierda si amas a alguien Jimin. Me amarás a mí. ¿Te queda eso claro? No toleraré que alguien que no sea yo te tenga en sus brazos, me volveré loco si alguien más prueba tus labios o te quita tu preciosa virginidad.

¿Me entiendes? Eres mío y el día en que nos veamos te lo haré saber. ¿Quieres que sea entonces a la mala? ¿Eso quieres? Me he mostrado paciente contigo pero esto está por acabar, ¿me oyes? Te estoy dando la oportunidad de entregarte a la buena. ¿Será a la mala? ¿Quieres que me convierta en el villano entonces? Soy muy bueno jugando también al chico malo Jimin, no te lo recomiendo."

Jimin por primera vez se sentía aterrado. Sus lágrimas brotaban de sus ojos y casi gritando aventó lejos la hoja, como si quemara.

Observó por su ventana y corrió al instante a cerrarla con todo su cuerpo temblando desde la punta de sus pies a su cabeza. Mordió sus labios y comenzó a retroceder más y más hasta golpear su espalda contra el armario. Se dejó deslizar por la superficie hasta tocar el suelo y allí se hizo ovillo para comenzar a llorar. ¡Él no quería esto! ¡Quería que lo dejara en paz! Se levantó furioso y estuvo dando vueltas hasta decidirse. Puso la cabeza en alto y decidido, con la cabeza fría, tomó un trozo de papel.

5.05

"Hyung... con todo respeto. Vete a la mierda y déjame en paz. Llamaré a la policía si vuelvo a recibir una maldita carta tuya."

"Pagarás por esto maldito mocoso" Murmulló Yoongi en voz baja con todas las venas de su rostro marcándose. Dejó la carta en su escritorio y se dirigió a su armario para buscar ropa y unos trapos que escondió. Rebuscó hasta agarrar una máscara de tela negra que cubría todo a excepción de boca y ojos. Jimin guardó también su ropa y observó una última vez sus ventanas cerradas pero con las cortinas abiertas. "Se acabó" pensó en silencio sentándose fríamente en su cama. Mantuvo la vista fija en la ventana y la bajó después lentamente hacia sus piernas.

Allí, observando el cuchillo que reposaba entre sus manos.

6.00

Para ser fines de año, Jimin no la estaba pasando muy bien que digamos. Había salido a hacer compras y un auto había pasado muy cerca de él casi atropellándolo. Su dinero cayó y no tuvo tiempo de recogerlo así que tuvo irse caminando a casa con una sopa instantánea y tiritando de frío. Estaba lloviendo y se había mojado por completo. Su humor estaba por los suelos en ese preciso instante.

Llegó a su casa y entró en silencio prendiendo la luz del pasillo. Comenzó a avanzar por la cocina y puso a hervir agua mientras iba a su habitación y buscaba un pijama limpia. La recogió y organizó un poco el espacio antes de regresar y apagar el agua. Soltó un suspiro y dejó la sopa instantánea en la barra para meterse a bañar. Prendió el agua caliente y cerró la puerta para darse un largo baño de agua hirviendo y relajarse. Transcurrieron largos minutos hasta que finalizó y se secó perfectamente el cuerpo. Salió colocándose el pijama: unos pantalones negros y una camisa de manga larga blanca ligeramente transparente. Secó su cabello con sus manos y se peinó un poco antes de avanzar por los pasillos para detenerse en la cocina. Pero su corazón dio un brinco y su cuerpo se congeló al instante. Tragó duro al ver su sopa servida ya en un bol y hasta con unos palillos al costado reposando gentilmente. Su corazón latió duro en su pecho y con manos temblorosas corrió a su cuarto para marcarle a la policía pero se detuvo y sintió su alma irse al suelo. Sus ojos se agrandaron y su garganta se le cerró por completo al ver que alguien ya estaba ocupando su cama. Un hombre acostado, vestido de negro con una máscara de tela negra que dejaba libre sus labios y el cigarro que estaba fumando tranquilamente. Jimin comenzó a retroceder con su corazón latiendo más fuerte hasta que salió y se dispuso a correr. El hombre en la cama pegó un brinco en ese instante y lo atrapó dos pasos después abrazándolo por detrás y colocando un pañuelo húmedo en su nariz. Jimin gritó y se revolcó con fuerza, arañando y golpeando con fuerza todo a su alrededor. Cayeron al suelo. — ¡SUÉLTAME! — Gritó Jimin. — ¡SUÉLTAME MALDITO ACOSADOR DE MIERDA! Logró encajar sus uñas con fuerza en su cara y rasguñó provocando una herida cerca del labio, un rasguño rojizo casi hasta la barbilla que hizo al hombre soltar un gruñido y empujarlo más hacia el suelo.

Tomó el trapo y con todas sus fuerzas se lo volvió a poner en la nariz al chico debajo de él. Jimin no definía su rostro ya que su visión comenzaba a ser borrosa. Siguió peleando hasta que sus brazos cayeron a sus costados y todo poco a poco se fue tornando negro. Hasta que se desmayó. El hombre de respiración pesada poco a poco se fue calmando hasta que se calmó por completo. Se sentó un poco sobre Jimin rozando su rostro y lentamente fue retirando aquella máscara dejando a la luz su rostro y su cabello oscuro ligeramente despeinado. — Pequeño Jimin... — Se burló Min Yoongi con burla. — Te dije que sería bueno hasta que agotaras mi paciencia. Lo jaló un poco de las piernas hasta el centro de la sala y yo dejó allí unos segundos. Lo admiró con la boca hecha agua y se inclinó comenzando a tirar de su pijama hasta desprender la prenda superior y dejar a la luz esos hermoso pezones rosados. Se inclinó un poco para besarlos y succionarlos sintiendo su suave textura rozando con su lengua. ¡Qué manjar! ¡Qué delicia! Dirigió sus manos después al pantalón y lo retiró lentamente con ojos brillantes de deseo. Y finalmente lo tuvo desnudo. Para él y solo para él. Una sucia sonrisa se coló por sus labios y comenzó a acariciar su cuerpo con sus manos, sintiéndolo caliente, recién bañado, impecable... y solo para él. Se mordió los labios y se levantó para agarrar unas rosas rojas que había traído pero el menor no se había percatado de ellas. Arrancó los pétalos que comenzó a tirar sobre el cuerpo desnudo de Jimin que permanecía inmóvil. Los ordenó creando una imagen impecable de erotismo artístico con pétalos de rosa. Agarró el cuchillo que tenía el menor y se abrió un poco la palma de la mano, dejando escurrir unas cuántas gotas de sangre sobre sus labios entreabiertos. Se alejó un par de pasos y tomó su cámara fotográfica colocando un filtro blanco y negro. Comenzó a sacarle fotografías. Lo rodeó sacándole distintas fotos desde distintos ángulos hasta que tomó su favorita y dios, qué caliente estaba con todo eso. Finalizó su sesión y se inclinó hacia él hasta besar sus labios con dulzura degustando su propia sangre. — No olvides que eres mío, Jimin. — Susurró sobre sus labios. — Y me amarás tanto como a ti yo te amo. Y salió de la casa en completo silencio, dejando su obra de arte inmóvil en aquella oscuridad.

6.01

"¿Me amas? Yo te amo. ¿Así que por qué no hacértelo saber de esta forma? Usar cartas es divertido, la verdad no sé cómo me surgió aquella idea, algo cliché sin duda pero, ¡hey! ¡los libros ayudan a veces!

Así que bueno... solo te dejaré una pequeña pista a ver si algún día adivinas quién soy. Proyecto. Te amo Jimin y lamento que todo sea tan repentino. No aguantaba más."

Jimin se heló por completo al recibir aquella nota en la puerta de su casa. ¿Pero qué diablos? La arrancó y observó fijamente la letra alzando una ceja, su corazón latiendo con fuerza dentro de su pecho y sus manos temblando debido al terror. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Qué pasaba? Observó de izquierda a derecha escandalizado y guardó rápidamente la carta con manos sudorosas y el pánico resbalando de todo su cuerpo. ¿Quién era la persona que le había dejado esa carta? No era su acosador. Entonces.... ¿Quién?

6.02

"¡Hola Jimin! Sí, soy yo de nuevo, lo siento. Vi que ayer ya no estaba mi carta así supongo la agarraste y la verdad me emocioné mucho. La verdad es que llevo enamorado de ti mucho tiempo, (quizás demasiado) ¡pero eres hermoso y sumamente adorable!

Dejar las notas en tu casa creo que es algo muy stalker lo siento, pero me queda de paso a la universidad. Sí... vamos en la misma universidad... ¿Ya tienes idea de quién puedo ser? Quizás para cuando sospeches yo ya estaré frente a ti temblando para finalmente decirte lo que siento. Yo, bueno, la verdad es que solo contigo me pongo nervioso. Ya alargué mucho esto, ¿verdad? Sí, lo siento. ¡Nos vemos luego Jiminnie!"

¿Y otra vez? ¿Quién era?

Jimin volvió a tomar la carta ladeando su cabeza y tratando de reconocer la letra. Le resultaba ligeramente familiar pero de dónde, ¿o quién? ¿Universidad? Raro. Guardó la carta dejándola en otro escritorio, no en el mismo donde estaban las antiguas de su otro y primer acosador. No se percató del hombre en la esquina fingiendo hablar desde el teléfono público observando toda la escena. Sus gatunos ojos ardiendo en llamas al ver otras notas pegadas en aquella puerta, SU puerta. ¿Así que ahora tenía competencia? Muy bien. Esto se pondría interesante.

6.03

"Nuevamente hola JiMin. Ayer te vi hablando de las nuevas cartas y admito que me puse muy nervioso porque, bueno... ya sabes, me gustas y toda la cosa. No hablaste mal, de hecho dijiste que eras más lindo que el otro.

No entendí muy bien esa parte. ¿Ya tenías entonces a alguien más que te dejaba cartas? Si es así qué curioso jajaja. No he visto otras cartas que no sean las mías, no sé qué habrá pasado con él pero por como lo dijiste, creo que lo odias un... ¿poquito? No lo sé. La verdad no me incumbe. Ten un hermoso día cachetitos de cereza, eres hermoso, nunca lo olvides