Contracciones de Braxton Hicks

Fecha de impresión : Martes, 29 de Enero 2013 Contracciones de Braxton Hicks -¿Qué son las contracciones uterinas? -¿C

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Fecha de impresión : Martes, 29 de Enero 2013

Contracciones de Braxton Hicks

-¿Qué son las contracciones uterinas? -¿Cuáles son los diferentes tipos de contracciones? -Contracciones de Braxton Hicks -Factores desencadenantes más comunes de las contracciones Braxton Hicks -¿Pueden cambiar en intensidad y frecuencia? -¿Cómo puedo diferenciar las contracciones de Braxton Hicks de las verdaderas contracciones de parto? -¿Por qué duelen las contracciones?

-¿Qué puedo hacer si las contracciones de Braxton Hicks me producen demasiadas molestias? -¿Cuándo debo llamar al médico?

¿Qué son las contracciones uterinas? Se llama contracción al endurecimiento del abdomen como consecuencia de la actividad del músculo del útero. Puedes percibirlas si su intensidad supera los 10 mmHg, que es el tono que normalmente tiene el útero.

¿Cuáles son los diferentes tipos de contracciones? Normalmente estamos acostumbrados a hablar de contracciones en el embarazo refiriéndonos a la etapa final cuando vamos a dar a luz. Pero no son las únicas contracciones que existen. Existen diferentes tipos y a continuación explicaremos cada una de ellas.

Contracciones focales: Se deben al estímulo de sólo un sector del útero, generalmente consecutivas a un movimiento del bebé.

Contracciones generalizadas: Comienzan en un sector cualquiera del útero y se transmiten a todo el mismo. Pueden deberse a movimientos del bebé, cambios de posición (de acostada a sentada), irritación uterina por tener la vejiga ocupada o por congestión intestinal. Contracciones de Braxton Hicks: Las contracciones de Braxton Hicks son contracciones uterinas esporádicas que comienzan alrededor de la sexta semana del embarazo, aunque tú no podrás sentirlas tan temprano. Probablemente no las notarás hasta después de la mitad del embarazo, si es que de hecho te das cuenta de que las tienes (algunas mujeres no se dan cuenta). Reciben su nombre de un médico inglés, John Braxton Hicks, quien las describió por primera vez en 1872. Gracias a él, ahora podemos saber por qué las mujeres sienten estas extrañas tensiones en su abdomen durante el embarazo. El descubrimiento de las contracciones Braxton Hicks contribuyó a resolver el misterio del falso trabajo de parto y del proceso del trabajo de parto en su totalidad. Contracciones de parto: Las contracciones del parto son diferentes. Son muy regulares, cada dos o tres minutos y llegan a tener una duración de aproximadamente 90 a 120 segundos cada una. No pasan desapercibidas porque la mayoría de las veces son dolorosas. Por lo general también van asociadas a la expulsión del tapón mucoso, que es un flujo gelatinoso, muchas veces manchado con sangre, y una nueva sensación de presión en la vagina, provocada por la cabecita del bebé que presiona el periné y el recto, dando sensaciones similares a las de querer pujar para evacuar los intestinos. Una característica típica del trabajo de parto es que entre contracción y contracción los dolores cesan, permitiéndote en esos momentos realizar ejercicios respiratorios profundos y relajar tus músculos para poder sobrellevar mejor la próxima contracción

Contracciones de Braxton Hicks

Como ya lo mencionamos, se inician a partir del quinto o sexto mes del embarazo o incluso antes. Estas contracciones se caracterizan porque abarcan todo el útero, comenzando en la parte superior y extendiéndose gradualmente hacia abajo no son dolorosas y sólo se siente que el abdomen se endurece y da una sensación de tensión abdominal cuando aparecen. Duran aproximadamente entre 30 y 60 segundos. Corresponden a un ejercicio del músculo uterino para prepararse para el día del parto. El útero, como todo músculo, debe tener un cierto entrenamiento para soportar el trabajo que significa el parto. Ese día deberá contraerse por un período de aproximadamente 9 horas y si no tuviese un entrenamiento adecuado se agotaría. A medida que avanza el embarazo, las contracciones de Braxton Hicks tienden a aparecer más seguidas, pero hasta que no estás en las últimas semanas, suelen ser poco frecuentes, irregulares y generalmente sin dolor. Sin embargo, a veces es difícil distinguir las contracciones de Braxton Hicks de los primeros signos de un parto prematuro.

Para mayor seguridad no te diagnostiques tú misma. Si todavía no estás en la semana 37 y tienes cuatro o más contracciones en una hora, o cualquier otro signo de parto prematuro, llama a tu médico inmediatamente.

Factores desencadenantes más comunes de las contracciones Braxton Hicks Muchas mujeres notan que ciertas cosas desencadenan sus contracciones Braxton Hicks. Entre los factores desencadenantes más comunes se pueden incluir:

Los movimientos que realiza tu bebé dentro del útero. Realizar algún esfuerzo o alguna clase de ejercicio, especialmente cargar cosas de un lado a otro. Tocar tu abdomen. Mantener relaciones sexuales. Padecer deshidratación. Irritación de la vejiga por aguantarte las ganas de orinar.

¿Pueden cambiar en intensidad y frecuencia? Cuando falten un par de semanas para la fecha de parto, estas contracciones pueden volverse más intensas y frecuentes y causarte algunas molestias. A diferencia de las primeras contracciones de Braxton Hicks indoloras y esporádicas, que no producen ningún cambio notorio en el cuello del útero, estas contracciones pueden hacerlo "madurar": ablandarlo y afinarlo gradualmente y hasta quizás comenzar a provocar algo de dilatación. Este periodo se denomina "preparto".

¿Cómo puedo diferenciar las contracciones de Braxton Hicks de las verdaderas contracciones de parto? En las semanas o días previos al parto, las contracciones de Braxton Hicks pueden volverse intermitentemente rítmicas, bastante frecuentes e incluso dolorosas, haciéndote creer que ya estás de parto. Pero a diferencia del verdadero parto, durante lo que se conoce como "falso parto", las contracciones no aumentan de manera constante su duración, intensidad ni tampoco su frecuencia. Como ya lo mencionamos, las contracciones de parto son muy regulares, suceden cada 2 o 3 minutos y llegan a durar 90 o 120 segundos cada una, sin contar que no pasan desapercibidas porque la mayoría de las veces son dolorosas.

¿Por qué duelen las contracciones? Durante la contracción del músculo, los vasos que lo irrigan quedan exangües (sin sangre), lo cual produce transitoriamente falta de oxígeno del tejido o anoxia. La anoxia determina el dolor. Cuando el músculo se relaja, sus vasos vuelven a irrigarse y el dolor desaparece.

¿Qué puedo hacer si las contracciones de Braxton Hicks me producen demasiadas molestias?

Si estás a pocas semanas de la fecha de parto, prueba lo siguiente:

Cambia tu actividad o posición. Algunas veces caminar te aliviará mientras que otras será descansar lo que disminuirá las contracciones. (Por el contrario, las contracciones del verdadero parto continuarán y aumentarán, independientemente de lo que hagas.) Date un baño con agua tibia para relajarte. Toma un par de vasos de agua, ya que estas contracciones a veces pueden producirse por deshidratación. Realiza ejercicios de relajación o practica una respiración lenta y profunda. Esto no eliminará las contracciones de Braxton Hicks, pero te ayudará a aliviar las molestias. (Si tomaste clases de preparación para el parto, aprovecha esta oportunidad para practicar algunas de las técnicas de control del dolor que aprendiste.

¿Cuándo debo llamar al médico? Debes llamar al médico si presentas contracciones de parto, es decir contracciones rítmicas y regulares, especialmente si aún no te encuentras cerca de la fecha probable de parto.

Si ya estás en fecha de parto y si luego de una hora de probar si ceden con distintas técnicas (reposo en del lado izquierdo o luego de tomar un analgésico) y las contracciones continúan, debes llamar a tu médico ya que el trabajo de parto ha comenzado. Llama a tu médico de inmediato si todavía no estás en la semana 37 y tus contracciones se vuelven más frecuentes, rítmicas o dolorosas o en caso de que tengas alguno de estos posibles signos de parto prematuro:

Dolores abdominales o similares a los menstruales, o más de cuatro contracciones en una hora (aunque sean indoloras). Manchado sanguinolento o hemorragia vaginal. Aumento en el flujo vaginal o cambio en el tipo de flujo, por ejemplo, si se vuelve acuoso, mucoso o sanguinolento (aunque sea sólo de color rosado o con un tinte de sangre). Aumento de presión en la pelvis (una sensación de que el bebé está empujando hacia abajo). Dolor en la parte baja de la espalda, especialmente si no lo has sentido con anterioridad o en la pelvis.

Si ya has pasado la semana 37, no es necesario que llames al médico hasta que las contracciones tengan una duración de 60 segundos con una frecuencia de cinco minutos entre sí, a menos que te hayan indicado lo contrario.

Infogen.org.mx