CONTAMINACIÓN ACÚSTICA

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ÍNDICE Introducción Contaminación acústica ¿Cómo se mide la contaminación acústica? Niveles de ruido Consecuencias del ruido en las personas Efectos de la contaminación acústica Los infrasonidos Efectos de los infrasonidos Ultrasonidos Efectos de los ultrasonidos Conclusiones Bibliografías Anexos

INTRODUCCIÓN

CONTAMINACIÓN ACÚSTICA Se llama contaminación acústica o contaminación sonora al exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente en una determinada zona. Si bien el ruido no se acumula, traslada o mantiene en el tiempo como las otras contaminaciones, también puede causar grandes daños en la calidad de vida de las personas si no se controla bien o adecuadamente.

La contaminación acústica hace referencia a la presencia de ruido cuando éste se considera como un contaminante, es decir, un sonido molesto que puede ocasionar efectos fisiológicos y psicológicos nocivos sobre las personas. Se considera ruido todo aquel sonido (molesto e indeseable) que interfiere en la actividad habitual o el descanso. La contaminación acústica es un problema medioambiental importante cada vez más presente en la sociedad moderna y que viene dado por el desarrollo de actividades industriales, el transporte, la construcción y las actividades lúdicas o recreativas. ¿CÓMO SE MIDE LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA? La contaminación acústica se mide en decibelios utilizando un aparato llamado sonómetro. Sin embargo, para el ruido que nos interesa que es aquel al que es sensible el oído humano se utiliza el dB(A) que es el decibelio ponderado bajo una escala para que sea más sencillo identificar si el sonido es contaminación acústica o no.

NIVELES DE RUIDO: Muy bajo: 10 y 30 dB (bibliotecas). Bajo: entre 30 y 55 dB. Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera los 50 dB como el límite superior deseable. Ruidoso: a partir de 55 dB y hasta los 75 dB, el nivel se considera ruidoso. Los 65 dB se consiguen con un aspirador, un televisor con volumen alto o un radio despertador. Un camión de la basura provoca 75 dB. Los últimos estudios consideran como peligrosa para la salud la exposición a sonidos que oscilen entre 50 y 60 decibelios, y como muy nociva a partir de los 60 dB.

A CONTINUACIÓN SE ENUMERAN DIFERENTES ESTUDIOS SOBRE LAS CONSECUENCIAS DEL RUIDO EN LAS PERSONAS:

La población expuesta a un nivel de ruido por encima de los 65 decibelios desarrolla a corto plazo un índice superior en un 20% de ataques cardíacos. (Estudio Cohort, presentación en Barcelona a cargo de Dieter Gottlob, de la Agencia Federal Alemana de Medio Ambiente Alemana). Los niños y los ancianos son más sensibles a los ruidos que perturban su sueño, aunque su reacción no es la misma: mientras los ancianos son más propensos a despertarse debido a la ligereza de su sueño, ambos grupos mostraron alteraciones vitales debido al ruido, aún durmiendo a pierna suelta: alteraciones del pulso, vasoconstricción, modificaciones en el electromiógrafo y en el encefalograma. (Experimento realizado por el Doctor Alain Muzet, del Centro de Estudios Bioclimáticos del CNRS, en Francia). Con niveles de ruido altos, la tendencia natural de la gente hacia la ayuda mutua disminuye o desaparece, reapareciendo en el momento en que se suprime la presión sonora. En experimentos de laboratorio con animales se demostró que en un ambiente con ruido superior a 110 decibelios (claxon de automóvil a un metro, sirena de ambulancia a la misma distancia, discoteca, concierto de rock, moto a escape libre, trueno...), los procesos cancerosos aparecen y se desarrollan con mayor rapidez. Los niños cuyos colegios lindan con zonas ruidosas (industrias, aeropuertos, carreteras con mucho tráfico...), aprenden a leer más tarde, presentan mayor agresividad, fatiga, agitación, peleas y riñas frecuentes, mayor tendencia al aislamiento, y cierta dificultad de relación con los demás. El CSIC afirma a este respecto que la contaminación acústica conlleva efectos negativos en las generaciones futuras, como deterioro del aprendizaje y del desarrollo humano.

EFECTOS DE LA CONTAMINACIÓN ACUSTICA Diversos científicos y expertos que tratan la materia, y numerosos organismos oficiales entre los que se encuentran la OMS, la CEE, la Agencia Federal de Medio Ambiente Alemana y el CSIC Español (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), han declarado de forma unánime que el ruido tiene efectos muy perjudiciales para la salud. Estos perjuicios varían desde trastornos puramente fisiológicos, como la conocida pérdida progresiva de audición, hasta los psicológicos, al producir una irritación y un cansancio que provocan disfunciones en la vida cotidiana, tanto en el rendimiento laboral como en la relación con los demás. La lista de posibles consecuencias de la contaminación acústica es larga: interferencias en la comunicación, perturbación del sueño, estrés, irritabilidad, disminución de rendimiento y de la concentración, agresividad, cansancio, dolor de cabeza, problemas de estómago, alteración de la presión arterial, alteración de ritmo cardíaco, depresión del sistema inmunológico (bajada de defensas), alteración de los niveles de segregación endocrina, vasoconstricción, problemas mentales, estados depresivos, etc. Dado que la percepción del ruido es subjetiva, cada persona lo vive de forma diferente, por lo que no todas las personas sienten las molestias por igual.

Entre los efectos más significativos del ruido sobre la salud tendríamos los siguientes: Efectos físicos: las reacciones fisiopatológicas, son aquellas que afectan físicamente al organismo en sus funciones y entre ellas, cuando los ruidos producen más de 60 decibelio, las más frecuentes son: aceleración de la respiración y del pulso, aumento de la presión arterial, disminución del peristalismo digestivo, que ocasiona gastritis o colitis, problemas neuromusculares que ocasionan dolor y falta de coordinación, disminución de la visión nocturna, aumento de la fatiga y dificultad para dormir, entre otros.

Se ha comprobado que los niños sometidos a ruidos constantes y fuertes poseen unos niveles más elevados de tensión arterial que aquellos que no lo están y que este estado suele continuar con la madurez, posibilitando un mayor índice de enfermedades cardiovasculares. Numerosos estudios concluyen que un ruido constante por encima de los 55 decibelios produce cambios en el sistema hormonal e inmunitario que conllevan cambios vasculares y nerviosos, como el aumento del ritmo cardíaco y tensión arterial, el empeoramiento de la circulación periférica, el aumento de la glucosa, el colesterol y los niveles de lípidos. Además, repercute en el sueño produciendo insomnio, lo que conducirá a un cansancio general que disminuirá las defensas y posibilitará la aparición de enfermedades infecciosas. (Una exposición constante por encima de los 45 decibelios impide un sueño apacible). Efectos psicológicos: entre éstos mencionaríamos el estrés, insomnio, irritabilidad, síntomas depresivos, falta de concentración, rendimiento menor en el trabajo, etc. Entre los que sufren mucho las consecuencias se encuentran los escolares cuya falta de concentración, incluso en las propias casas, hace que tengan un rendimiento escolar más bajo. La pérdida de audición: es el resultado más generalizado respecto a una contaminación sonora excesiva. En parte constituye una consecuencia y una adaptación a los ruidos excesivos. Para evitar los daños físicos o el malestar psicológico que produce el ruido constante, el organismo se habitúa al mismo a costa de perder capacidad auditiva. Pero, como resultado, cuando no adopta una protección adecuada, se puede desarrollar una pérdida permanente de la audición. Existen trabajadores y trabajadoras que poseen más riesgos de perder audición como consecuencia de estar expuestos a ruidos muy fuertes. Está demostrado que ruidos superiores a 90 decibelios experimentados de una forma habitual durante mucho tiempo producen la pérdida de audición. Sonidos menores pero continuados pueden dañar la salud del oído. Una exposición larga a sonidos con una intensidad superior a 90 decibelios puede producir pérdida de audición permanente. Igualmente una exposición continuada a sonidos de más de

80 decibelios puede producir los mismos resultados. También pueden producir pérdida de audición exposiciones de más de un cuarto de hora a 100 decibelios y de más de 1 minuto a 110 decibelios. Entre las reacciones inmediatas al ruido están: la dilatación de las pupilas, la contracción de los músculos que se ponen tensos y dolorosos, sobre todo los del cuello y espalda, taquicardias, movimiento acelerado de los párpados que se cierran una y otra vez, agitación respiratoria y disminución de la secreción gástrica que dificulta la digestión, además hay una menor irrigación sanguínea y una mayor actividad muscular. En enfermos con problemas cardiovasculares, arteriosclerosis o problemas coronarios, los ruidos fuertes y súbitos pueden llegar a causar hasta un infarto y en los enfermos de diabetes, la elevación del azúcar puede ocasionar estados de coma y hasta la muerte. Con respecto a las reacciones del sistema circulatorio, una de las más frecuentes se produce en los vasos sanguíneos de los dedos que se tensan y en las sienes lo que puede ocasionar dolor de cabeza.

LOS INFRASONIDOS Podemos definir los infrasonidos como las vibraciones de presión cuya frecuencia es inferior a la que el oído humano puede percibir; es decir entre 0 y 20 Hz. Pero, debido a que la mayoría de los aparatos electroacústicos utilizan una frecuencia entre 20 y 30 Hz, consideraremos también como infrasonidos a toda vibración con una frecuencia por debajo de los 30 Hz. Dentro de la teoría de los infrasonidos abarcamos las vibraciones de los líquidos y las de los gases pero no la de los sólidos. Éstas últimas, gracias a sus aplicaciones y su problemática, se han convertido en una ciencia aparte llamada vibraciones mecánicas.

EFECTOS ALA SALUD DE LOS INFRASONIDOS No se conoce mucho acerca de los posibles daños producidos por los infrasonidos. Nos limitaremos a exponer los efectos fisiológicos de los mismos. En función del nivel de intensidad de las ondas infrasónicas, los efectos se pueden dividir en cuatro regiones: 

Infrasonidos con una intensidad superior a 180 dB: provocan desgarro de



los alvéolos pulmonares e, incluso, la muerte. Infrasonidos con una intensidad comprendida entre 140 y 150 dB: (ejemplo: lanzamiento de cohetes). Con un tiempo de exposición menor a dos



minutos, su efecto es casi nulo para personas en buen estado físico. Infrasonidos con una intensidad comprendida entre 120 y 140 dB: Después de mucho tiempo expuesto a estas ondas aparecen perturbaciones fisiológicas y fatiga. Ejemplos pueden ser un automovilista o un aviador



cuyos vehículos son fuentes artificiales de infrasonidos. Infrasonidos con una intensidad menor a 120 dB: No se conoce muy bien su acción a estos niveles pero una exposición de unos pocos minutos (unos 30 más o menos) no produce daño alguno.

Cabría

pensar

que

infrasonidos

afectan

principalmente al

oído;

bien, esto no es

así.

los pues Los

infrasonidos, especialmente los de baja intensidad, tienen efectos fisiológicos que pueden ser muy serios puesto que afectan al sistema nervioso o se transmiten a través del mismo. Pueden ir acompañados de ruido audible, señales luminosas, variaciones de temperatura y otros factores internos del organismo. es bien conocido el efecto de los infrasonidos en el equilibrio y en el movimiento de los seres humanos. Una intensidad de 140 dB puede provocar una pérdida de equilibrio o incluso a más baja intensidad teniendo en cuenta los defectos del oído. Por otro lado, también se sabe que la generación de infrasonidos de alta intensidad

provocada

por

grandes

masas

en

movimiento

(instalaciones

industriales), afecta tanto a personas como a edificios.

Las consecuencias de una exposición a la onda infrasónica con suficiente intensidad dependen de la frecuencia de la ondas y del tiempo de exposición. Según la frecuencia podemos encontrarnos con los siguientes síntomas:     

0,1 - 10 Hz: Deficiencias de movimiento. 1 - 100 Hz: Dificultad de respiración y habla. 4 - 100 Hz: Resonancias en el cuerpo. 4 - 800 Hz: Pérdida de visión. 2 - 1000 Hz: Bajo rendimiento en el trabajo.

Hemos visto, pues, que los infrasonidos no son inofensivos. De hecho, los estudios de las ondas infrasónicas suelen ser secretos y restringidos puesto que infrasonidos a ciertas frecuencias y amplitudes pueden constituir el llamado ruido negro que puede causar la muerte de las personas. En la mayoría de las investigaciones, dado que no se sabe exactamente el tipo de onda sonora que se va a producir se suelen utilizar robots manejados a distancia y aislados.

ULTRASONIDOS

Los ultrasonidos son aquellas ondas sonoras cuya frecuencia es superior al margen de audición humano, es decir, 20 KHz aproximadamente. Las frecuencias utilizadas en la práctica pueden llegar, incluso, a los gigahertzios. En cuanto a las longitudes de onda, éstas son del orden de centímetros para frecuencias bajas y del orden de micras para altas frecuencias.

EFECTOS DE LOS ULTRASONIDOS

Los ultrasonidos tienen multitud de aplicaciones prácticas pero antes es necesario estudiar los diferentes efectos que tienen. Efectos físicos Quizá el efecto físico más importante es el denominado cavitación. Este fenómeno se produce en los líquidos y su causa no es únicamente el ultrasonido. La idea es que la onda, si tiene amplitudes grandes, provoca variaciones de presión. Todo líquido tiene un punto llamado tensión de vapor; cuando nos situamos por debajo de dicho valor de presión, el líquido pasa a estado gaseoso, lo que genera bolsas de vapor (cavidades). Las burbujas viajan hacia una región de mayor presión y chocan entre sí. Cuando esto ocurre, la presión aumenta muchísimo, llegando incluso a los 800 MPa y también la temperatura (5000ºC). Como podemos imaginar, esto es algo tremendamente peligroso puesto que puede destruir superficies de contención, tuberías y demás. Efectos químicos Los efectos químicos que producen los ultrasonidos son, generalmente, derivados del fenómeno de cavitación del que ya hemos hablado. Ya hemos hablado de los aumentos de presión y temperatura. Desde el punto de vista químico, podemos hablar de un fenómeno electrolítico, puesto que en las cavidades aparecen cargas eléctricas iguales y opuestas en extremos contrarios. Además, la energía

desprendida de las burbujas cuando chocan produce determinadas reacciones químicas. Efectos biológicos Se ha comprobado que los ultrasonidos altamente energéticos afectan a la vida de pequeños animales, como los peces. Los efectos son variaciones del ritmo cardíaco, fiebre, destrucción de la capacidad reproductora, etc. Parece que la causa fundamental de esto radica, nuevamente, en el fenómeno de la cavitación y la formación de burbujas en el interior de los cuerpos. Efectos médicos Este tipo de efectos han sido ampliamente estudiados puesto que, como veremos en el apartado de aplicaciones, varios métodos de análisis y tratamiento dentro del campo de la Medicina se realizan con ultrasonidos. Veamos los efectos médicos fundamentales: Diagnosis. Este efecto se basa en los fenómenos de reflexión que permiten localizar variaciones en los tejidos, así como medir el flujo sanguíneo. Se utilizan frecuencias entre 1 MHz y 15 MHz. A mayor frecuencia, se ha comprobado que la resolución es mejor pero la absorción es mayor, por lo que la profundidad de penetración en el tejido es menor. Es necesario llegar a un compromiso, situado actualmente en torno a los 2,5 MHz. La idea de funcionamiento es la siguiente: Cuando una onda ultrasónica incide sobre una superficie de separación entre dos medios, se produce una reflexión y una refracción. La forma en la que esto se produce y la cantidad de energía que se refleja y transmite depende de las impedancias acústicas de los medios. La clave está en hacer incidir una onda ultrasónica estrecha sobre un tejido perpendicularmente. De esta forma, el eco también viajará en la misma dirección que la onda incidente. Si se generó el ultrasonido mediante un cristal piezoeléctrico, la onda reflejada actuará sobre el cristal, produciendo en el mismo nuevos potenciales. Estos potenciales pueden ser amplificados y representados en la pantalla de un osciloscopio, ya sea de

forma monodimensional (sistemas tiempo-amplitud) o bidimensional (exploración de una porción del cuerpo, de derecha a izquierda o de arriba a abajo). Terapia. Quizá la principal técnica de terapia con ultrasonidos es la llamada litotricia. Consiste en la aplicación de ondas ultrasónicas para la destrucción de cálculos que se forman en el riñón, la vejiga o la vesícula biliar. Otras técnicas son usadas para tratar la tendinitis muscular cuando existen calcificaciones (para disolverlas).

Los efectos que pueden producir una exposición a ultrasonidos pueden diferenciarse en función de cuál sea su vía de transmisión: 

Por contacto: principalmente manifestada en las manos, en las operaciones de limpieza y desengrase.



Por vía aérea: tanto en las operaciones anteriores como en el resto de la mayoría de operaciones de uso industrial.

La exposición laboral a ultrasonidos transmitidos por contacto y que se manifiestan en el organismo como alteraciones funcionales del sistema nervioso, dolores de cabeza, vértigo, fatiga, modificaciones de reflejo, turbulaciones vasomotoras, periféricas, pueden causar un daño de calentamiento de la piel e incluso de los huesos o daños celulares con destrucción de las propias células por un fenómeno de cavitación. Respecto a la exposición por vía aérea de ultrasonidos puede producir efectos biológicos que se manifiestan en el desarrollo anormal de las células, efectos hematológicos, efectos genéticos y sobre el sistema nervioso, con una sintomatología semejante a la manifestada en la exposición por contacto. Así mismo, se puede producir un desplazamiento de la audición debido a las componentes sonoras que pueden acompañar a los ultrasonidos

Cuando se trata de prevenir una exposición a ultrasonidos transmitidos por contacto, el N3 del área de trabajo deberá tener en cuenta los siguientes puntos: 

Una selección adecuada del equipo apropiado a la función a desarrollar.



Posibilitar en la medida de lo posible una automatización del proceso que evite una exposición innecesaria.



Utilización de los equipos por personal debidamente cualificado y conocedor de los posibles riesgos para su salud de un contacto inadecuado.



Colocación de una señalización conveniente de las zonas donde existan focos o equipos emisores de ultrasonidos.



Colocación de tapas a los equipos cuando no sea necesario su funcionamiento.

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFIA contaminacionacustica.net/la-contaminacion-acustica/ ecodes.org/noticias/efectos-de-la-contaminacion-acustica-sobre-la-salud www.mapfre.es/salud/es/cinformativo/ruido-salud.shtml

www.sprl.upv.es/iop_rf_05.htm

ANEXOS