Conservacion Arqueologica in Situ

CONSERVACIÓN ARQUEOLÓGICA IN SITU By Milton R. Paredes Núñez Licenciado en Conservación y Restauración de Bienes Cultu

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CONSERVACIÓN ARQUEOLÓGICA IN SITU

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Milton R. Paredes Núñez Licenciado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales Universidad Nacional de las Artes

Buenos Aires-Septiembre-2018

CRITERIOS DE CONSERVACION PREVENTIVA IN SITU Es importante establecer criterios de conservación preventiva que se deben emplear al momento del hallazgo de una pieza durante intervenciones arqueológicas. Debemos tener presente que, si el objeto encontrado se encuentra en condiciones favorables para ser transportado al laboratorio, entonces este no precisa de ninguna intervención in situ, más que su estabilización y acondicionamiento para que dicho traslado no le genere deterioro alguno. Para poder realizar el levantamiento de la pieza, se debe tener conocimientos y criterios conservacionistas para no perjudicar y/o arruinar la información asociada que esté adherida a la misma, caso contrario habríamos ocasionado pérdida del contexto dentro del sitio, además del testimonio del pasado que tanto queremos preservar. Existen varios factores que determinan el mal manejo de las piezas durante su levantamiento. Uno de ellos es de factor humano, es decir, la impaciencia y curiosidad del personal que halló o va a realizar el levantamiento del objeto, quienes en su afán de querer saber qué fue descubierto intervienen negativamente e, inmediatamente sin tomar conciencia, realizan una limpieza drástica la cual retira capas de materiales asociados al objeto que pueden ser de relevancia al momento de los análisis en laboratorio. Para el levantamiento de una pieza o incluso en el caso de realizarse su consolidación in situ se deben tener en cuenta varias consideraciones: 

Provisionalidad. - Casi todos los tratamientos que realicemos in situ, serán retirados en laboratorio, pues estos solo fueron realizados para poder trasladar los objetos.



Reversibilidad. - Tanto los métodos como los materiales con que realicemos los tratamientos provisionales deben ser reversibles, cumpliendo la provisionalidad de

los mismos, como los principios de conservación y restauración de bienes culturales. 1 

Conservacionismo Arqueológico. - Es el arqueólogo quien decide los análisis a efectuar en pos de proceder al estudio de las piezas. De esta forma, debe tener la habilidad de determinar el futuro conservacionista de estas, es decir, prever qué pasara con el objeto luego en el laboratorio, todo esto para que el manejo del mismo realizado in situ no interfiera negativamente en su posterior investigación y conservación.



Conservación del Microclima. - El tratamiento de las piezas debe resultar de la evaluación de las características térmicas/climáticas en las que fueron encontradas. Por ejemplo, si hallamos un objeto en un contexto de humedad, debemos mantenerlo así durante todo su traslado; lo mismo ocurre en el caso contrario, cuando este es obtenido en uno seco. El mantener el microclima en el que la pieza fue hallada, nos ayudara a conservar sus propiedades físico-químicas para luego proceder con mayor precisión y confianza a la realización de análisis y exámenes en laboratorio.



Supremacía del valor arqueológico sobre el valor estético. - Suele suceder que existen ciertas preferencias o supremacías sobre algún objeto por el aspecto estético que tenga. Es decir, cuando el mismo muestra rasgos o colores predominantes que hacen que su valor estético resalte, esto produce que en cierto modo se genere cierta simpatía por el mismo. Sin embargo, no debe existir ninguna preferencia sea cual sea el aspecto estético de los objetos hallados en excavación, pues debe predominar el valor arqueológico en igual porcentaje para toda la colección encontrada, pues toda esta nos brindara información que nos ayudara a analizarla.

1

GOMEZ María Luisa “La restauración: Examen científico aplicado a la conservación de las obras de arte” Ediciones Catedra S.A. Madrid, 1998. pp 45.

Ningún objeto posee mayor valor que otro por su valor estético, para los conservadores debe ser prioridad establecer esta igualdad, pues la conservación de todos los objetos de la colección hallada en excavación, debe ser bajo los mismos criterios que otros. Debe primar el valor arqueológico sobre le estético. Tratamiento Preliminar In Situ Existen ciertos tratamientos preliminares que se pueden llevar a cabo de manera in situ. Se decide proceder con los mismos cuando las piezas halladas en excavación no pueden ser rescatadas sin ocasionar su desmembramiento debido a su alta fragilidad. Para poder realizar estos procedimientos preliminares se debe poseer conocimientos de conservación, por lo que, si no existe la presencia del conservador en la excavación, el personal que realice estos procedimientos debe haber obtenido algún tipo de capacitación sobre criterios básicos de conservación, para poder proteger la información que posee la pieza, caso contrario un mal procedimiento podría ocasionar un mayor deterioro. Es necesario indicar que los tratamientos realizados deben ser documentados por medio de fotografías, gráficas y/o cualquier otro medio, (incluso en las libretas de campo escritas por el arqueólogo), que ayude a registrar todo el proceso realizado, de forma que, pueda ser observado y revisado con más detalle en el laboratorio. Es importante registrar las condiciones físicas del lugar de excavación donde son encontrados los objetos. La HR (Humedad Relativa), la T (Temperatura) y las características del suelo son factores importantes para la conservación de los objetos, pues estos nos ayudaran a determinar las condiciones físicas en que se encontraba el objeto bajo tierra. El personal a cargo del levantamiento de las piezas o tratamientos in situ debe concretarlos con coordinación y mucho cuidado, pues cualquier intervención brusca puede ocasionar graves deterioros al objeto, dependiendo también de su grado de fragilidad. Cualquier acción que realice quien efectúe los procedimientos debe ser registrada. Asimismo, este debe avisar de cada movimiento al conservador, así como al

arqueólogo, pues cualquier omisión podría provocar perdida de información asociada al objeto. El encargado del abastecimiento en la excavación debe proveer al conservador de los materiales para la realización de todos estos procedimientos. Sabiendo que muchos de los lugares donde se efectúan intervenciones arqueológicas se encuentran en zonas remotas donde es dificultoso adquirir materiales de conservación y de guarda, es prioridad que el conservador le facilite una lista de estos insumos previamente al inicio de la excavación. Entendido de que en la mayoría de los casos no existe mayor presupuesto para estos gastos, el conservador deberá reducir al mínimo los materiales necesarios, siempre y cuando esto no afecte el traslado o la intervención directa de las piezas. El conservador debe tener en cuenta que estos procedimientos preliminares in situ solo se los realiza en caso de emergencia y que cualquier otro procedimiento pueden ser efectuados en laboratorio, con más tranquilidad y contando con el espacio y los recursos necesarios para que la intervención se concrete con mayor eficacia. Técnicas de Conservación Aplicativas In Situ Para establecer las técnicas que se pueden aplicar in situ, debemos tener en cuenta varios factores, como por ejemplo la porosidad, el tamaño y el estado de fragilidad de los objetos, todo esto determinara no solo la técnica sino también los materiales que se deben utilizar en las intervenciones. Todo esto, junto con los criterios de conservación preventiva in situ desarrollados al inicio de este capítulo2, determinará no solo los métodos y técnicas sino también los materiales a utilizar en las intervenciones. Las técnicas más comunes utilizadas en intervenciones in situ son: consolidación, levantamiento de los objetos, formación de moldes. Consolidación La técnica de consolidación es una de las más invasivas en cuanto a conservación debido a que su aplicación es permanente, es decir que la reversibilidad en la mayoría de los casos

2

Véase Capitulo 2 apartado 1 “Criterios de Conservación Preventiva in situ”.

no se puede realizar. Su aplicación se debe hacer cuando la pieza muestra signos de descascaramiento y su estructura se encuentra muy debilitada dificultando su levantamiento. Es entonces y solo entonces cuando es viable la aplicación de un consolidante, el cual es absorbido a través de los poros de la pieza. Se considera método de consolidación a todo aquel procedimiento en el que un material líquido (consolidante) penetra profundamente en los diferentes sustratos, mejorando la cohesión interna de los objetos y la adhesión entre las partes dañadas y las no alteradas. El objetivo de la consolidación es devolver la adhesión entre las diferentes partes y endurecer su estructura interna. Los requisitos que ha de reunir un adhesivo empleado como consolidante son: 

FUERZA ADHESIVA. - No debe presentar demasiada fuerza adhesiva, para evitar tensiones y posibles desgarros en las zonas periféricas donde se aplique.



SOLUBILIDAD. - Debe poder diluirse en un solvente que no sea demasiado volátil para que durante la impregnación haya tiempo suficiente para el secado parejo



ENVEJECIMIENTO. - Debe presentar una resistencia elevada al envejecimiento.



FLUIDEZ ALTA. - Para alcanzar por capilaridad todas las capas de la pieza debe tener viscosidad baja lo que facilita una impregnación global.



IMPREGNACION. - Homogénea y profunda, para no crear tensiones.



PESO MOLECULAR. - Debe tener un peso molecular que varíe lo mínimo posible, pues el peso es un factor que influye notablemente en la impregnación.

Tipos de Consolidantes Existen diferentes tipos de consolidantes. Por un lado, los inorgánicos, los que, si bien son más duraderos que los orgánicos, también son más frágiles. Presentan una mayor afinidad química y física con el material pétreo y tienen la capacidad de reforzar fisuras pequeñas no más de 100mm = 10 -1 mm.

Los orgánicos tienen mejores propiedades de elasticidad, que refuerzan la resistencia elástica del material tratado. Pueden sellar espacios mayores que los inorgánicos ya que forman capas continúas polimerizadas entre los granos constituyentes del material pétreo. La mayoría de los consolidantes orgánicos (en general polímeros) presentan dificultades de penetración y debido a su elevado peso molecular presentan frecuentemente una buena hidrorepelencia, además que envejecen más rápido que los inorgánicos.3 Método de aplicación de Consolidantes La eficacia de una intervención de consolidación depende en gran medida de la profundidad de penetración del producto y de su distribución dentro de la estructura porosa. A igualdad de otros factores (tipo de consolidante, grado de alteración, tipo de material intervenido, etc.), el resultado depende de la forma de aplicación del producto, que incluye: 

Concentración de la Solución



Tipo de solvente y la evaporación del mismo



Tiempo de contacto



Presión y temperatura del trabajo.

La aplicación del producto debe realizarse de manera que facilite la mayor penetración posible y que evite la formación de fuertes diferencias en la proporción de consolidante localizado en el interior del material tratado. Estas premisas están necesariamente condicionadas por las dimensiones del material a tratar y por su estado de conservación.4 Levantamiento de los Objetos Más que una intervención mecánica, el levantamiento de los objetos arqueológicos del área de excavación donde fueron encontrados suele ser uno de los procedimientos más 3

UNIVERSIDAD DE GRANADA – Departamento de Restauración, “Tema 16: Consolidación de la Piedra” 2007 pp.9-12 4 FUSTER María Isabel, “Prácticas de Restauración de esculturas en la Real Basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia”, Universidad de Valencia, 2014

difíciles debido a la complejidad de esta operación. Se sugiere seguir una serie de pasos para poder mantener la pieza en buen estado y no causarle ningún tipo de deterioro generalmente consecuencia de la inexperiencia del personal. Cuando el objeto hallado posee solidez en su estructura, removerlo de su ubicación, luego de haber realizado la documentación gráfica y fotográfica pertinente, requiere el empleo de un soporte rígido o lo que comúnmente denominamos "cama”. La selección de este soporte tiene que tener relación con el tamaño y peso del objeto. El material con el que se realizará el soporte debe estar testeado para evitar que sus componentes afecten la superficie del objeto. En este sentido, debe ser de naturaleza inerte, como por ejemplo la espuma de poliuretano. El personal que realice el levantamiento debe contar con aislamiento en sus manos mediante guantes de nitrilo. Estos son idóneos para la manipulación de objetos y, a diferencia de los de látex, no poseen polvo, el que podría contaminar la superficie de las piezas. También pueden usarse guantes de algodón, aunque el uso de los de nitrilo es más eficiente pues son descartables, lo que nos permitirá emplear uno diferente para cada objeto a modo de evitar la contaminación entre ellos. Por ejemplo, algunos procedimientos de investigación arqueológica consisten en el análisis de las sustancias adheridas en los artefactos por lo que limitar su contaminación es un criterio fundamental al momento de la extracción. Una vez realizado el levantamiento, se debe colocar la pieza con su respectivo soporte en un lugar rígido y de superficie plana, hasta proceder a su traslado al lugar donde será analizada. Formación de Moldes Dependiendo del tamaño del objeto y de su forma, se determinará el material que deberá utilizarse e inclusive, si será rígido o flexible. Se pueden hacer moldes de gran perfección con las resinas sintéticas polyester o epoxi y la fibra de vidrio, o con el caucho de silicona, pero todo ello demanda mucho tiempo, herramientas especiales y es bastante costoso.

Tomando en cuenta que los moldes que sacamos en el campo sirven solamente como documentación, se puede utilizar también el yeso como un material barato y fácilmente accesible. Entre el objeto o la superficie cualquiera y la capa de yeso, debemos colocar una hoja aislante, que puede ser de látex delgado. Sólo para impresiones temporales sirve también la plastilina. MEDIO AMBIENTE El estado de conservación de cualquier objeto arqueológico depende estrictamente del medio ambiente, lo que para un objeto hallado en excavación representa generalmente el “suelo”. Es importante que tengamos información de las condiciones ambientales del suelo donde se va a realizar la excavación, la que tuvo que ser previamente investigada en acción interdisciplinaria entre el conservador, el arqueólogo encargado de la campaña y, de ser posible, el geólogo del equipo. Anteriormente ya habíamos dicho que el microclima en que se encuentra el objeto en muchos casos se debe conservar para poder mantener las propiedades físicas del mismo hasta su investigación. Así, contar con un acercamiento de las características del suelo ayudaría al conservador a planificar el instrumental y materiales idóneos a ser utilizados para los levantamientos, la estabilización y el traslado de las piezas halladas en el sitio. Otra información importante respecto al medio sedimentológico en que son halladas las piezas refiere a los usos de los que fue objeto, como por ejemplo para agricultura o pastoreo del ganado, actividades que indudablemente modifican su naturaleza química. El uso agrícola del suelo conlleva trabajos de irrigación y el empleo de fertilizantes. Por su parte, el pastoreo implica la presencia de animales y la acumulación de sus desechos. Todo esto influye en el sustrato que contiene los objetos arqueológicos (el estado de conservación de una pieza encontrada en un suelo rico en materias orgánicas será inferior que el de la hallada en un ambiente más seco y con menos actividad orgánica). Es importante saber que cuando un objeto permanece mucho tiempo bajo tierra, se encuentra en condiciones de estabilidad, es decir, que cualquier acción que conlleve la extracción del lugar donde se encuentra produciría una inestabilidad y fluctuación sobre el

objeto. Si el procedimiento de levantamiento se realiza bruscamente alteramos el microclima generado en el objeto, rompiendo la relación entre el objeto y su entorno. Por lo que es necesario que tomemos todas las precauciones con los tratamientos preliminares in situ, para no causar mayor deterioro a la pieza. La intervención debe ser limitada al mínimo, pues los tratamientos de conservación deben realizarse en talleres especializados, provistos de personal calificado y con la infraestructura adecuada. Causas de Deterioro Se debe tener en consideración que las causas de deterioro pueden ser de diferentes orígenes: 

Origen físico



Origen químico



Origen biológico

Todo esto depende de la naturaleza del objeto, es decir si es un objeto con materiales orgánicos su descomposición será mayor bajo tierra, a diferencia de los objetos con materialidad inerte o inorgánica cuya resistencia a las condiciones climáticas es mayor. Hay que tener en consideración que las actividades químicas en las capas más próximas al exterior son las que puedan causar menor afectación a los objetos, entre más profundo se encuentre localizado el objeto, menos afectación por los cambios ambientales, químicos y físicos. El clima tiene una importancia enorme en la formación de suelos y es también el agente principal de la actividad química que se produce en ellos. Tampoco hay que despreciar sus efectos físicos, pues los cambios de temperatura, viento, agua y hielo han contribuido y siguen influyendo en la transformación del suelo. La proporción entre el porcentaje de la humedad y la temperatura se llama la humedad relativa (HR). Es necesario comprender que la HR representa la cantidad de vapor de agua a una determinada temperatura. Si el volumen de aire está saturado por el vapor de agua

y la temperatura baja, se produce la condensación y precipitación en forma de rocío, lluvia o nieve, etc. Cuanto mayor es la temperatura del aire, más humedad puede contener. Para que se produzcan las reacciones químicas en el suelo debe haber humedad y altas temperaturas; por lo tanto, es correcto considerar que en las regiones tropicales habrá una actividad química muy grande, mientras que en los territorios con un clima árido total o con un subsuelo congelado, esta actividad será prácticamente nula. Entre estos dos extremos lógicamente existe una variedad muy grande de estructuras de suelos y tipos de actividad química y orgánica. Una de las más importantes es la disolución y recristalización de materias alcalinas. El suelo y su influencia en los materiales Aunque hay restos arqueológicos bajo el agua o al aire libre, nos centraremos aquí en el ecosistema más frecuente, el suelo. A la hora de excavar, es muy importante conocer sus características, de modo de acercarnos a las condiciones medioambientales que determinarán las causas de alteración de los objetos contenidos en él. La reacción de un objeto con el medio depende preferentemente de las condiciones ambientales en que ha estado enterrado. La preservación del material puede deberse a la ausencia de los agentes de deterioro o a la adición de agentes que lo preservan. Por ejemplo, el hierro se conserva en suelos con ausencia de agua y presencia de fosfatos y la madera en ambientes donde hay ausencia de oxígeno y presencia de sales de cobre. Las condiciones

bajo

tierra

son

extremadamente

variables

y

son

determinadas

fundamentalmente por la temperatura, la humedad, la acidez y los organismos. Los suelos tienen una serie de propiedades físico-químicas y biológicas, cuyo análisis requerirá de la colaboración de un especialista, por ej. geólogo. Es conveniente conocerlas antes de iniciar la intervención arqueológica, para así disponer de mayor conocimiento sobre de las causas de degradación de los materiales con que nos vamos a encontrar.5

5

FERRERAS Chasco, C. y FIDALGO Hijano, C. “Biogeografía y Edafogeografía.” Madrid: Síntesis.1991

Propiedades Físicas 

Textura. - Los componentes minerales del suelo se presentan en partículas de distintos tamaños cuyos porcentajes determinan la composición granulométrica o textura del suelo. Según el tamaño de estos componentes del suelo, tenemos: arcillas, limos y arenas. La textura del suelo va a influir en el grado de penetración de los gases atmosféricos.



Estructura. - El material puede ser suelto o compacto, homogéneo o heterogéneo. La estructura modifica las propiedades que la textura confiere al suelo como la permeabilidad, drenaje, etc. Define zonas de drenaje, determina la penetración de las raíces de las plantas y el lavado de los suelos. La estructura determina también la distribución en el espacio de la materia orgánica y de los espacios vacíos o poros. Según la forma de los agregados la estructura de un suelo puede ser:  Granular simple, tipo arenoso  Maciza o masiva, con elementos finos, limo y limo-arcilloso  Granular compacta, sin poros, o grumosa, con poros internos.  Cúbica  Prismática  Columnar  Laminar



Permeabilidad. - Tiene relación con el tamaño y la estructura y se refiere a la facilidad para introducirse el agua a través del suelo.



Grado de humedad. - Se refiere a la capacidad de retención de agua que varía de unos suelos a otros. La capacidad de retención de agua de un suelo es inversamente proporcional a la dimensión media de las partículas que lo componen, por tanto, depende de la textura.

Propiedades Químicas Las propiedades químicas en el ecosistema del suelo y su influencia sobre los materiales están dadas por varios factores: la composición (solida, líquida y gaseosa), las sales, la materia orgánica y el PH. 

Por su composición:  Líquida: se basa principalmente en el agua de lluvia, pero nunca es pura, suele llevar ácido carbónico en disolución (CO3H2), resultante de la combinación del anhídrido carbónico atmosférico con el agua. CO2 + H2O¬CO3H2  Gaseosa: en el suelo el ácido carbónico se combina con los gases del humus para formar ácidos orgánicos e inorgánicos: dióxido de carbono, nitrógeno, oxígeno e hidrógeno.  Sólida: los suelos contienen diferentes clases de compuestos sólidos: la sílice es el más abundante. Si la roca madre es de origen ígneo son suelos ácidos y si es caliza son suelos básicos. Cuanta más sílice tenga la roca más ácida va a ser el suelo.



Elementos: El Si (silicio) es el elemento sólido más abundante pero también están presentes el Ca (calcio), Al (aluminio), Mg (magnesio), Fe (hierro), K (potasio) formulados de distinta manera- y óxidos metálicos.



La materia orgánica: su mayor o menor presencia depende de la actividad biológica y en definitiva del clima.



Sales solubles: todos los suelos contienen sales solubles, su concentración está condicionada por el lavado, la composición química y la situación geográfica.



PH y potencial de oxidación-reducción: en un mismo suelo y en un espacio corto el pH puede variar, pero generalmente los suelos ácidos son ricos en Si y pobres en bases. El pH depende de la concentración de iones H+ (hidrógeno) en una solución.

A mayor cantidad de iones H+ más ácido será el suelo, por eso los suelos muy drenados suelen ser ácidos. Los suelos muy orgánicos serán también ácidos, ya que la materia orgánica en descomposición puede provocar la aparición de microorganismos y bacterias que producen ácidos orgánicos y bajan el pH. El potencial de oxidación-reducción depende de la presencia de O2 que provoca que suelos muy oxigenados sean muy corrosivos. Propiedad Biológicas La actividad microbiológica de un suelo se puede medir teniendo en cuenta distintos parámetros que determinan su existencia: 

La presencia o ausencia de oxígeno.



La acidez o alcalinidad del suelo, en condiciones ácidas no se desarrollan las bacterias.

El proceso de descomposición de la materia orgánica constituye el llamado “ciclo de la materia orgánica”, en el que la actividad biológica desempeña un papel muy importante.6 Los restos vegetales constituyen la fuente esencial de la materia orgánica presente en el suelo que realizan un doble trabajo: degradación y síntesis. El trabajo de degradación consiste en la descomposición de las células animales y vegetales, y al mismo tiempo, liberación de una serie de elementos minerales solubles y gaseosos antes citados, como son el anhídrido carbónico, fosfatos, nitratos, etc. Es en el “proceso de mineralización” donde desempeñan un papel fundamental las bacterias.

6

DUCHAUFOUR, P. "Manual de Edafología” Barcelona, España, 1987 pp.25

Efectos de deterioro que produce el cambio de ambiente en los materiales arqueológicos

7

La “humificación” se realiza a la par que la mineralización; es un proceso por el cual las sustancias orgánicas procedentes de la mineralización se combinan entre sí y originan estructuras de carácter orgánico y de color oscuro o pardo: los compuestos húmicos. Esta materia orgánica humidificada es la que confiere el color oscuro a los horizontes superiores del suelo. Es el trabajo de síntesis llevado a cabo por los microorganismos: elaborando sustancias químicas complejas a partir de los minerales que han liberado en el proceso de degradación. Alteración Decimos que un objeto ha padecido una alteración cuando tiene una degradación físico química debida a su contacto con ecosistemas distintos. Todo el material arqueológico sufre distintas alteraciones hasta que es hallado tanto si está enterrado como si está al aire. Esta degradación debe ser entendida como una adaptación del objeto al medio que lo rodea con una recuperación del equilibrio ante el cambio de circunstancias ambientales. Esta degradación se traduce en una serie de cambios: deformaciones, cambios de color, de textura, transformación del objeto en un material secundario, y roturas.

7

LEIGH, D. First aid for finds. U.K: Hertford. 1978. pp.44

ESTABILIZACION Y TRASLADO Una vez terminada la jornada de excavación se realizan varios procedimientos con las piezas halladas, los cuales deben ser efectuados con bastante precaución pues una mala manipulación podría ocasionarles daños. Estos tienen relación con procedimientos iniciados en el momento del hallazgo, pero se continúan y terminan de ejecutar en otro lugar, al no constituir la excavación en sí misma una instancia segura y en la que se cuente con tiempo suficiente. Estabilización de las Piezas halladas en Excavación Si bien se ha realizado una estabilización de las piezas en el momento el hallazgo, es lógico pensar que, en el transcurso del traslado hasta el lugar de reposo, dicha estabilización se haya distorsionado, por tal motivo debemos revisarla y resguardarla según sea el caso. Estabilizar un objeto consiste en brindarle la comodidad necesaria a la pieza, para que esta no sufra ningún cambio en sus propiedades físicas y químicas, es decir que no pueda sufrir ningún golpe que produzca su rotura o tener contacto con alguna sustancia que altere su composición química. Todo esto hay que tenerlo en consideración cuando se encuentran piezas en los primeros días de excavación pues conocedores, de que pasará bastante tiempo hasta ser trasladadas, junto a otras, a su depósito temporal, deberemos asegurar que, hasta entonces, gocen de la estabilidad apropiada a fin de garantizar su preservación. Registro en Excavación El registro que se realiza durante la excavación es muy diferente al registro final complementario que se realiza en el laboratorio una vez obtenidas la totalidad de las piezas de la campaña. En arqueología existen diferentes tipos de documentación para registrar los procesos que se realizan. Por un lado, el arqueólogo encargado de la excavación lleva una especie de jornal o libreta de campo, donde describe lo que se va realizando y lo que se halla en cada nivel de excavación. Además, realiza planillas con la ayuda de los integrantes de la

campaña, donde se registran las medidas y dimensiones en espacio de los elementos que se encuentran. El conservador in situ, documenta, gráfica o fotográficamente, en una planilla breve todo lo indicado en cuanto a las condiciones ambientales y físicas del objeto. Asimismo, se adjunta a los objetos una numeración provisional para una vez en laboratorio poder reconocer junto a la planilla, los procedimientos realizados. Esto es en los casos en que las piezas son tratadas por individualidad, ya sea por tratamientos particulares o por indicaciones del arqueólogo encargado. En tanto, las restantes piezas son agrupadas en bolsas que contienen los vestigios rescatados por nivel de extracción o capa estratigráfica, documentando la cantidad por materialidad identificada (por ej. número de tiestos). Todo esto se realiza de manera breve durante la campaña a fin de responder a la legislación vigente referida al traslado de objetos arqueológicos de una localidad a otra. En una planilla se registra la cantidad de bolsas rescatadas, de objetos individuales y muestras (por ej. de sedimentos). Esta junto con los materiales son presentados a la policía local una vez finalizadas las intervenciones arqueológicas, la que contrasta la documentación con los materiales presentados. Esto tiene como objetivo evitar el tráfico y comercialización ilegal de bienes arqueológicos. Cabe indicar que el arqueólogo encargado mediante un permiso de excavación se torna responsable del traslado, guarda y preservación de los vestigios arqueológicos, y por supuesto de su análisis. 2.3.3 Traslado del lugar de Excavación hasta el Laboratorio Una vez realizada la estabilización y registro de las piezas halladas y terminadas las jornadas de excavación, además de haber seguido los procesos burocráticos y de control sobre las piezas, se procede al traslado de la colección. En muchos de los lugares donde se realizan las excavaciones no se cuenta con un laboratorio para la realización de los tratamientos correspondientes que garanticen la perdurabilidad en el tiempo de los objetos. El destino final de las piezas puede variar de acuerdo a los permisos otorgados por las autoridades pertinentes, en muchos casos las piezas son trasladadas al lugar de trabajo

del arqueólogo/investigador responsable de la campaña, quien posee el permiso para la manipulación de estos bienes arqueológicos o paleontológicos. Los traslados de las piezas suelen ser uno de los principales riesgos que corren si no se realizó una estabilización correcta, para que no sufra vibraciones durante el recorrido. Hay que recordar que los materiales de origen arqueológico son muy frágiles pues poseen una gran cantidad de años bajo tierra. Pasos a seguir para un correcto Traslado 

Vehículo. - Éste debe poseer amortiguadores de modo tal que reduzca las vibraciones que se puedan generar en el recorrido. Además, debe poseer el espacio necesario para trasladar los materiales sin necesidad de ser apilados entre sí.



Acondicionamiento. - Si el vehículo no es un transporte de bienes culturales, la adecuación del mismo se puede realizar colocando espuma de polietileno expandido en la base y los laterales del espacio destinado para la guarda de las piezas.8



Distribución. - Deben estar separados por grados de fragilidad, todo esto para tener una mayor precaución con aquellos materiales que son más sensibles a las fracturas.



Precaución. - Es necesario que la persona encargada de manejar el vehículo sepa lo que está trasladando y tenga conciencia de la importancia del patrimonio, de tal manera su conducción pueda adecuarse a las particularidades que se necesitan para reducir el mayor riesgo posible a las piezas transportadas.

Una vez realizado el recorrido del traslado hasta su lugar de destino, es importante que dicho lugar tenga el espacio adecuado para el desembarco de las cajas contenedoras de material arqueológico, pues la aglomeración de las mismas no es adecuada, debido que generaría deterioro por fuerza física directa.

8

AMITRANO R. “El rescate de los materiales arqueológicos. Primeros auxilios en la excavación” Arqueología n° 39. Madrid 1984 pp 23-30