Conducta Prosocial

MÁS ALLÁ DE LA EMPATÍA: FACTORES DE PERSONALIDAD ADICIONALES ASOCIADOS CON LA CONDUCTA PROSOCIAL. La empatía y la motiva

Views 591 Downloads 0 File size 73KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

MÁS ALLÁ DE LA EMPATÍA: FACTORES DE PERSONALIDAD ADICIONALES ASOCIADOS CON LA CONDUCTA PROSOCIAL. La empatía y la motivación altruista están asociadas con otras características positivas, como sensación de bienestar, motivación al logro, sociabilidad y un estado emocional positivo, pero están relacionadas negativamente con la agresividad. La necesidad de aprobación es otro de los factores disposicionales característicos de aquellos que tienen más probabilidad de ayudar. Los individuos que tienen un alto nivel de esta necesidad responden mejor a recompensas como los elogios y signos similares de gratitud. El maquiavelismo se refiere a las personas que se caracterizan por la desconfianza, el cinismo, el egocentrismo y la tendencia a manipular a los demás, aquellos que puntúan alto en esta dimensión son los que tienen menos probabilidad de mostrar tendencias prosociales.

Factores disposicionales que componen la personalidad altruista son los siguientes: 1. Empatía. se encontró que aquellos que ayudaron obtuvieron un nivel más alto de empatía que los que no lo hicieron. Los participantes más altruistas se describieron a sí mismos como responsables, sociables, adaptables, tolerantes, autocontrolados y motivados a dar una buena impresión. 2. Creencia en un mundo justo. Las personas que ayudan perciben el mundo como un lugar justo y predecible, en donde las buenas acciones son recompensadas y las malas castigadas. Esta creencia lleva a la conclusión de que ayudar a aquellos que lo necesiten es lo correcto y a la esperanza de que la persona que ayuda en realidad se beneficiará de llevar a cabo una buena acción. 3. Responsabilidad social. Las personas que más ayudan expresan la creencia de que cada persona es responsable de hacer lo posible para ayudar a aquellos que lo necesiten. 4. Locus de control interno. Creencia de un individuo de que puede escoger comportarse de forma que maximice los buenos resultados y minimice los malos.

Aquellos que ayudan tienen un nivel alto en esta dimensión. Por el contrario, aquellos que no ayudan tienden a tener un locus de control externo y creen que lo que ellos hagan es irrelevante, ya que lo que pase está controlado por la suerte, el destino, las personas con poder y otros factores incontrolables. 5. Bajo egocentrismo. Aquellos que ayudan no tienden a ser egocéntricos, absortos en sí mismos ni competitivos.

Los estados emocionales positivos y negativos pueden estimular o inhibir la conducta prosocial, dependiendo de factores específicos de la situación y de la naturaleza de la ayuda requerida. ■ Las diferencias individuales en la conducta altruista se basan en gran parte en la empatía, una respuesta compleja que incluye tanto componentes afectivos como cognitivos. El grado en que una persona es capaz de responder con empatía depende tanto de la genética como de las experiencias de aprendizaje.

La personalidad altruista comprende la empatía además de otras variables disposicionales relevantes.

Las personas se ofrecen voluntariamente a dar ayuda a largo plazo como una función

de

varios

motivos

egoístas

y

desinteresados,

y

de

variables

disposicionales específicas.

Muy a menudo los hombres ayudan a las mujeres, al menos en parte debido a habilidades diferenciales asociadas con el género y también por el hecho de que los hombres están motivados por el romance o el sexo, además del altruismo.

Pedir ayuda reduce la ambigüedad e incrementa la probabilidad de recibir ayuda.

Cuando quien ayuda y quien recibe la ayuda son similares, la persona que recibe la ayuda tiende a reaccionar negativamente y a sentirse incompetente, a

experimentar una disminución en su autoestima y a molestarse con quien le ayuda. Estas respuestas negativas también tienden a motivar la autoayuda en el futuro.

generatividad interés adulto y un compromiso con el bienestar de las futuras generaciones. Las personas que muestran un nivel alto de generatividad muestran este interés y compromiso transformándose en padres, enseñando lo que saben a la gente joven y participando en acciones que tengan efectos positivos más allá de sus vidas.

La hipótesis de la empatía-altruismo propone que, debido a la empatía, ayudamos a aquellos que lo necesitan simplemente porque sienta bien hacerlo.

El modelo del alivio de un estado negativo propone que las personas ayudan a otras personas con el fin de aliviar y de hacer menos negativo su propio malestar emocional.

La hipótesis de la alegría empática basa la ayuda en los sentimientos positivos de logro que surgen cuando quien ayuda sabe que fue capaz de tener un impacto beneficioso sobre la persona necesitada.

El modelo del determinismo genético se basa en una teoría general de la conducta humana. Los psicólogos evolucionistas enfatizan que no somos conscientes de responder a influencias genéticas lo hacemos simplemente porque estamos hechos de esa manera (Rushton, 1989b). En efecto, los humanos están programados para ayudar así como están programados con respecto al prejuicio, la atracción, escoger pareja, la agresión y otros comportamientos. El modelo del determinismo genético ubica la conducta prosocial en los efectos generales de la selección natural, de modo que las acciones prosociales incrementan las probabilidades de que los genes de esa persona sean transmitidos a las futuras

generaciones. Como resultado, se transforman en parte de nuestra herencia biológica.