Con Amor Benjamin

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Con amor, Benjamin (Traducción finalizada) Posted originally on the Archive of Our Own at http://archiveofourown.org/works/24562420. Rating: Archive Warning: Category: Fandom: Stats:

Not Rated Choose Not To Use Archive Warnings M/M Original Work Published: 2020-06-05 Completed: 2020-08-23 Chapters: 137/137 Words: 143315

Con amor, Benjamin (Traducción finalizada) by Jewel25 Summary

Vincenzo, el abuelo de Felix, no puede esperar a que deje San Diego. Todos están nerviosos por su aparición. La imagen misma de la mafia... Pero Isaac parece más curioso por la infancia de Félix y la historia familiar que parece seguirle ocultando.

Chapter 1 Esta es una traducción, del coreano al español, de la obra escrita por Top Jeong

Señor Felice 1 "Para nada, el empaque es muy bueno. Me gusta la manera en que hace que la maceta se vea más brillante". El cliente levantó la olla pequeña y se echó a reír. La apariencia realmente parece gustarle y también parece estar feliz de que la planta esté en pleno florecimiento en lugar de medio muerta. Era raro ser alabado tanto por un cliente y que además dijera cosas buenas del empaque, así que sonrió y comenzó a reír también. Es agradable. Ahora siente que verdaderamente es el dueño de una florería. (Y una bastante buena a decir verdad.) "Gracias. Por favor, venga de nuevo pronto." El cliente le regresó un saludo ligero y después sujetó la maceta con ambas manos. Cuando cree que el sonido de sus pasos es bastante alegre y se siente más que feliz consigo mismo, un nuevo visitante, que pasa por la puerta de la tienda, hace que el cliente se tropiece y ofrezca un breve: "Oh, perdón". Solo entonces, desde su lugar en el mostrador, se da cuenta de que alguien está de pie. Mirándole fijamente desde la puerta. Tuvo que levantar la cabeza de un modo exagerado. Un hombre, con un brazo recargado en la ventana, había chocado intencionalmente con el nuevo cliente. El pobre sujeto lo miraba tan fijamente que casi dejaba caer la maceta contra el suelo. Se disculpó otra vez y se arrastró por la calle, encogiéndose de hombros. Las frías pupilas azul prusiano no dejan de verle de arriba para abajo aunque ya casi va a mitad de cuadra. "¡Félix!" Isaac, que era realmente severo para regañarlo, le gritó con muchas ganas desde adentro así que Félix finalmente movió su mirada disgustada hacia él. "¿Por qué se estaban riendo?" Entonces, soltó ese tipo de pregunta. La atmósfera estaba rígida pero también parecía ser completamente absurda. Dios bendito. "Porque es un cliente". "Pues nunca te reíste cuando yo era un cliente". "No tienes que tratarlos así ¿Me entendiste? Ellos son los que hacen que el negocio siga en pie ¿Y si el cliente ya no vuelve?" Pero aunque dijo eso, la expresión de Félix solo empeoró.

"¡Cuando llegué por primera vez me trataste como si fuera una piedra en tu zapato! Pero ahora vienen otras personas y... ¡Y vas y les haces ojitos ! ¿Quién te dio permiso de reírte?" "... ¿Ahora también te pones celoso de un cliente?" "Sí. ¿Y sabes por qué? ¡Porque te ríes bastante con cualquiera cuando eso debería ser solamente para mi!" A pesar de revelar unos celos que parecían ciertamente interminables, Félix ni siquiera parecía saber que estaba armando todo un alboroto así que solo gritó y siguió gritando. "Félix." Al contrario de él, Isaac habló con una voz bastante tranquila... Aunque su rostro se acercaba al color del fuego. Incluso había terminado por tragar saliva de un modo bastante escandaloso. "Tú deberías..." "¡Voy a mover mi oficina para acá!" "... Vaya, esa es una amenaza nueva." "No es una amenaza, mi sueño secreto siempre fue trabajar en medio de una florería. Ya sabes, con el olor del perfume de las plantas, las macetas estas y mi hermoso omega, que es aún más bonito que una flor, a mi lado. No. En mis piernas... Con un delantal." A diferencia de su tono molesto y sus ojos fríos, tenía una suave y bonita curva en la punta de sus labios. Como la de un gatito... Fue una expresión que le hizo sentir una leve sensación de crisis existencial porque estaba enamorado justo de ESE gesto. Pero incluso con esa pequeña sonrisa, la parte de Isaac que todavía razonaba con normalidad comenzó a decirle ¿Estás jodiéndome? ¿¡Por qué estás viendo la encantadora sonrisa de Félix cuando deberías estar molesto con él!? Isaac frunció el ceño. Parecía una situación difícil, eso de tomar el control. Félix, cuyos ojos no son usuales, derramando esa feromona Alfa sobre él... Lo estaba matando. De verdad que estaba a nada de rendirse. Isaac cerró los ojos, todavía tenía ese aroma en la punta de la nariz. "Solo son clientes, no están interesados en mi. Además, llevo un anillo de bodas y una marca enorme en la nuca. ¿Podrías entonces... Dejar de ser tan sensible?" No sabía si había dicho algo malo... Pero el hombre inútilmente sensible que tenía como esposo alza las cejas para él y hace que la energía incómoda llene de nuevo toda la habitación. " Scusami , pero esto lo hago porque estoy nervioso ¿Qué pasa si alguien ve esa bonita sonrisa que tienes y se enamora de ti?" "..." "¿Qué pasa si eres secuestrado nuevamente? ¿Y si alguien te hace daño? Y Benjamín..." "¡Deja ya esos pensamientos absurdos, Félix! Solo pierdes el tiempo al preocuparte." La respuesta de Isaac fue contundente, pero Félix no parece querer escuchar:

"¡Es que no puedo evitarlo! Mira, se que no lo entiendes ahora, pero a mi y a las personas que están cerca de mi, siempre les pasan cosas malas. ¡Ya lo viste antes!" "Pero eso no fue..." "¿O estás diciendo que ni siquiera te importa si te llevan lejos de mi otra vez? "No, eso no es..." "Estoy lleno de pensamientos terribles. Incluso pienso que si no vengo por aquí a menudo... No sé, mi cabeza va a estallar. Debo estar enloqueciendo de nuevo porque siento otra vez, esa cosa que me dice que algo va a pasar. " Isaac estaba sin palabras... Félix realmente parecía estar mal. ¿Y cómo calmas a un hombre que parece a punto de romperse frente a ti cuando todavía te da vergüenza abrirte? Entonces, antes de que pudiera pensar en algo apropiado, Félix levanta la vista y mira por encima del mostrador. Isaac lo siguió también. Por un momento, la sensación de preocupación pasó a ser una de vergüenza absoluta. "Querido Benjamin..." Murmuró mientras se inclinaba para sostener la tarjeta en su mano. "Aquí está otra vez." "Sí." El hábito de Isaac de escribirle una tarjeta a Benjamin aún permanecía latente. Sin embargo, a diferencia del pasado en el que las tarjetas se amontonaban en su cajón, ahora tenía el placer de entregárselas en persona... Cada vez que se le ocurría alguna palabra, la escribía de inmediato y luego ponía la tarjeta en la mano de Benjamin. Era hermoso que el niño abriera los ojos un montón y se riera, como si acabara de recibir un gran regalo. Benjamin mira detenidamente la imagen de la tarjeta colorida y luego le pide que lea lo que dice allí. Isaac pone al niño en su regazo y lee la tarjeta. Besa su cabello... Entregar tarjetas a su niño es una rutina indispensable por lo que seguramente Félix sabía que lo estaba haciendo ¿Por qué estaba hablando de eso ahora? ¿Por qué parecía tan asombrado? "Nunca me has... Dado una tarjeta a mi" Dijo "¿No es eso algo injusto también?" La voz de Félix era descuidada, estaba llena de dolor y era cada vez más y más bajita. De verdad ¿Qué estaba pasando con él el día de hoy? Lo hacía sentir como si tuviera niebla en la cabeza. "Félix, eso es algo que..." "Con amor, Isaac". Pensaba que ahora si que debía decirle algo, pero sus labios se pusieron todos secos de inmediato. Félix seguía leyendo el final de la tarjeta: "Con amor, Isaac" "Con amor..." Y le bloqueó las palabras que ya venía ensayando. Los ojos azules que lo miraban parecían molestos otra vez así que Isaac volvió a tragar un suspiro enorme. Nunca pensó que estaría celoso de esto o de aquello, pero tal vez todavía seguía siendo muy inexperto con el tema del amor.

"Isaac... ¿Tú harías alguna vez una carta para mí?" A diferencia de la cara que tenía una dulce sonrisa, la pupila azul se estaba haciendo más oscura cada vez. "¿Escribirías tus sentimientos?" El espeso aroma de las feromonas se enganchó de inmediato a su nariz. En un instante, sus ojos se vuelven borrosos, su corazón comienza a correr rápido y le llega un calor intenso desde el vientre al pecho. Se alejó... Porque realmente sentía que todavía era un cobarde. "¿No te muestro mis sentimientos incluso sin necesidad de una tarjeta?" Isaac murmuró esto, ignorando el estado de calor que no dejaba de crecer dentro de él. "Bueno, en realidad necesito más que eso" Agarró sus manos y tiró tan fuerte de él que casi terminó recostado en su pecho. Luego susurró, pegando sus labios con los suyos: "Todos los días me estás hablando con tu cuerpo, eso es verdad. A veces me dices que me extrañas y otras que me deseas..." Su respiración húmeda permaneció sobre sus labios incluso después de que lo besó. Y cada vez que susurraba una palabra, un dulce aliento caía en su boca y le dejaba una fuerte sensación de cosquilleo. Isaac inclinó la cabeza un poco más hacía él. A decir verdad, amaba sus bonitos labios y su perfecta lengua. La manera en la que se sentían cuando estaban sobre él, tan maravillosos... Solo quería besarlo de inmediato, incluso ahora. Pero Félix decidió burlarse de él y se alejó. "Pero ahora, quiero recibir tu amor por separado. Quiero una tarjeta. Una tarjeta que diga ". Isaac levantó los ojos hacía él, estaba más que borracho por su calor. "Entonces mostrarte mi amor con mi cuerpo ya no será necesario..." "Lo quiero todo... Porque necesito confirmar todavía más que no vas a dejarme ir".

Señor Felice 2 Las feromonas Alfa que se sentían terriblemente agresivas provenían del Félix que no dejaba de mirar por la ventana. Su aroma dulce, que es claramente más espeso el día de hoy, irrita la nariz de Isaac y luego fluye profundamente hacia sus pulmones... Y en sus pulmones se extiende a todos los rincones de su cuerpo y le hace tener un inmenso calor. Suspiró. Ese hombre es el Alfa con el que está enlazado así que cuando su aroma está en el aire, extendiéndose por todas direcciones, su cuerpo no tiene más remedio que responderle. Isaac se acercó un poco a él y preguntó si estaba bien, vomitando sus palabras tan rápido que a penas y se entendió. Incluso si trata de fingir calma, las feromonas envuelven su cuerpo de tal manera que ya siente la espalda llena de sudor. "No, me siento enojado cada vez que recuerdo que mi esposo se ríe con otros hombres y habla con otros hombres y escribe tarjetas para otros hombres..." "Ese otro hombre, es tu hijo." "¿Y eso qué...? Félix, que tocó la barbilla de Isaac con la punta de sus dedos, pegó los labios en los suyos y luego, acomodó la mano sobre su estómago para irla subiendo bajo la ropa... "Todavía es temprano ¿Qué vas a hacer?" Cuanto más pensaba, más absurdo le parecía la situación: Primero entra en la tienda y después revela unos celos que parecen infantiles. Grita y dice que siente que algo va mal... ¡Y luego está el asunto de ponerse a derramar un montón de feromonas sobre él! Es molesto y definitivamente no lo puede entender. "Me preguntaba si tendría que hacerte saber nuevamente el hecho de que eres mi Omega". "Eso es algo que entiendo muy bien". "Pues yo siento que lo olvidaste" Isaac miró a Félix con los ojos muy abiertos. Luego, dándose por vencido, levantó la vista y lo besó. Se inclinó y abrió la boca para dejar que lo tomara de esa manera brillante, encantadora y codiciosa de siempre... "Yo no olvidaría algo como eso, Félix ¿Está bien? Tienes que calmarte." "... ¿Puedo cerrar la puerta de la tienda?" La sutil pregunta planteó una tentación inmensa. Isaac tragó saliva tan fuerte que incluso se escuchó otra vez y le dejó un ligero ardor en la garganta. Es demasiado temprano para cerrar la tienda, pero... La verdad es que ya comenzó a mojar su ropa interior. Su pene, que se ha endurecido debido al movimiento de las caderas de Félix contra las suyas, es algo que no puede ignorar tan fácilmente.

"Voy a cerrar hasta que complete mis ventas de hoy". Era una broma, pero Félix se puso todo serio. "Si ese es el caso, compraré todo por un año entero." "Idiota. Si mi esposo me da dinero, dudo mucho que eso pueda llamarse "Una venta" ." Aunque no había cambios en su actitud, con estas nuevas palabras Félix se echó a reír escandalosamente con los labios todavía pegados a su cara. Es difícil soportar la sensación de cosquilleo cuando su aliento le entra así en la boca... Isaac extendió las manos y alcanzó su espalda para abrazarlo con fuerza. Esta vez, sus labios no se detuvieron a corta distancia, más bien, parecen estarse comiendo la boca. Empujándose hasta que quedan contra la pared. Sus lenguas comienzan a enredarse como serpientes, se meten y salen en la boca del otro. Succionan... Chupan. Isaac fue el primero en comenzar pero, al momento siguiente a partir de ahí, ya estaba moviéndose a merced de Félix. El beso, que rápidamente se volvió violento, es como estarse atacando el uno al otro. La saliva fluyó por su boca abierta. Las lenguas van del interior de Isaac al de Félix.... Se mueven a la par hasta que termina escuchándose el sonido del roce y de la codicia de sus membranas mucosas. Se vuelve obsceno. Félix comenzó a retroceder otra vez. El lugar al que se dirigían ahora era el sofá que estaba junto a la puerta. Caminan paso a paso sin despegar los labios y cada nuevo movimiento que realizan termina dejando una camisa o unos pantalones, calcetines y calzoncillos en el suelo. La tienda ya estaba cerrada y resguardada por Tony, quien se dio cuenta de todo lo que estaba pasando en el hermoso sofá al lado de la puerta. Es un mueble hecho de terciopelo oscuro que por poco no cabe en la florería pero que Félix había insistido en conservar. Tal vez porque tenía en mente justo esto. El hombre, que ahora se empujó hacia el sofá con un lento retroceso, apenas separó los labios que hasta entonces habían estado mordiendo y chupando y comenzó a acariciarle las piernas... Tiene esa mirada que dice "Realmente quiero cogerte" "... No puedo controlarme cuando me miras con esa cara tan sucia". No hubo dudas en tocar su cuerpo. Era algo así como la manera que tenía para reconfirmar la textura y la forma de su esposo con cada uno de sus dedos. Isaac respiró hondo y solo se dejó tocar. "Me vuelves una bestia hambrienta por tu carne." La voz sensual frota sus oídos por lo que jadea y opta por comenzar a subir lentamente los dedos por su pecho... Oh, Dios mío, de verdad se estaba ahogado. El calor está subiendo y sus ojos están incluso un poco más rojos. Félix, mirando a Isaac, besó su garganta y su clavícula, presionando los labios hacia arriba y hacia abajo. Su lengua, que se ha vuelto un poco más violenta que antes, le provoca mucho dolor en la boca cuando decide besarlo. Le chupa la lengua tanto que le duele. Lo empujó porque ya no podía respirar. Cuando Isaac jaló una enorme bocanada de aire, levantó las manos y las puso alrededor del cuello

de Félix. Él se sentó en el sofá, abrazando su cintura... Isaac, acomodado con las piernas cruzadas sobre los muslos de Félix, no pudo evitar que le temblara la espalda. La erección caliente de su esposo se frota bajo su entrada húmeda así que no le cuesta nada cuando lo levanta un poquito y después lo baja para penetrarlo de inmediato. Su corazón latía como si fuera a explotar. "Ah, ah, Félix. Ah, Félix..." Isaac se retorció mientras olvidaba todo rastro de su antigua vergüenza. "Isaac, separa tu trasero para mí". Luego lo besa como si no pudiera soportarlo más. Son labios empapados con saliva y con pequeños rastros de sangre... Isaac bajó las manos y acomodó mejor su pene con la punta de sus dedos mientras que Félix rápidamente sostenía sus caderas hacía arriba. Cuando lo ve, parece como si le suplicara en silencio por que llene su interior Félix se metió hasta el fondo. "¡AH!" Después de detener el movimiento de su cuerpo por un momento, Félix besó las mejillas sonrojadas de Isaac durante mucho tiempo hasta calmarlo. "Muevete, ya muevete." "No seas tan impaciente, cariño." Félix, que abrazó su espalda, beso el lóbulo de la oreja de Isaac y luego apretó su trasero con ambas manos. Isaac decidió sacudir su cintura lentamente... Realmente muy lento. Cada vez que se mueve de atrás para adelante, el pene que llena su interior parece golpear justo en el sitio que le encanta. Siente cosquillas. Más aún, quiere que ese hombre se empuje con ganas y le pegue allí tan fuerte como siempre. Pero Félix, que todavía no se movía, solamente le estaba acariciando el estómago... ¡Y él no tenía tiempo para perderse en caricias! Finalmente, Isaac agarró su agujero con la mano que había ocupado para sostener el pene de Félix y lo abrió. Ni siquiera tenía caso fingir que no le gustaba porque ya estaban casados. Tenían un enlace y seguramente ya había notado... Que tener sexo con él lo hacía sentir como nacer de nuevo. Pronto, sin embargo, Isaac despejó los pensamientos que estaban flotado en su mente. La sensación de la membrana mucosa siendo aplastada se extiende tanto que parece como si le quemara. La risa baja de Félix se filtró a través de él... "Sí, bien, muy bien mi amor..." Si le agrega una larga lamida en el cuello y una voz baja, los pelos de todo su cuerpo se le ponen de punta. Ahora Félix sostenía su manos para abrirle todavía más el culo... Se siente, como tener fiebre. En el momento en que Isaac levantó sus ojos irritados para quejarse por la manera en que le tomaba las manos, se volvió blanco y luego rojo y su rostro pareció llenarse de lujuria cuando gritó.

"Ahora no puedes culparme... Porque todo lo estás haciendo tú ¿Verdad?" "Ah..." "¿Verdad?" "Sí... Sí, todo lo estoy haciendo yo." La temperatura de la pequeña tienda aumentaba cada vez que exhalaba con dificultad y cuando continuaba jadeando y gritando. El sonido de la piel húmeda chocando entre sí sonaba cada vez más fuerte y además, cuando se movían, el sofá chirriaba y pegaba tan fuerte con las patas que bien podría parecer un burdel en lugar de una floristería. "Félix... Detente. Voy a correrme..." Pero Félix se dedicó a aplastar su interior, excitado con la idea de que eyaculara mientras estaba adentro. "¿Quién fue el niño que ocasionó todo esto? Claro que no me voy a detener." La piel de Isaac, que se volvió húmeda y sudorosa, se sintió más sensible cuando le mordió sobre la marca del enlace... Las feromonas Omega le llenaron entonces la nariz y la boca.

Señor Felice 3 //Hay que aclarar que el extra del primer tomo llamado "Día de Halloween" sucede después de todo lo acontecido en este segundo libro// Félix lleva un buen rato inhalando ese bello aroma que lo excita y lo embriaga por igual... Y eso definitivamente también es emocionante. Su pene pareció entrar más profundo ¿Está temblando el cuerpo de Isaac? Porque el reposabrazos del sofá se está moviendo tanto... Félix no tardó en empujarlo completamente hacia arriba. "Ah, espera... ¡No, no, no!" Isaac gritó con ganas, con las manos temblorosas y el rostro lleno de enormes gotas de sudor. Lo sostuvo tan fuerte como pudo y dejó caer su espalda toda hacia atrás. Félix entonces levantó la cabeza hacia su rostro distorsionado y se permitió incluso abrir un poco más los ojos. "Oh, ¡Mierda...!" Entonces, una fuente de líquido blanco se esparció sobre el vientre de Isaac mientras sentía como Félix terminaba dentro de él. Era la primera vez para el Alfa pero Isaac ya había eyaculado un par de veces mientras temblaba y volvía a abrir la boca para gritar. Debido a esto, todo su cuerpo estaba lleno de semen y fluidos corporales que le hacían sentir asquerosamente pegajoso. "... Te dije que no lo hicieras así." Sin embargo, Isaac, que se había derrumbado sobre su abdomen, todavía parecía poder darse el lujo de regañarlo con una voz fuerte. Como si no pudiera seguir el ritmo, sin embargo, sus ojos comenzaron a parpadear y luego solamente se cerraron un momento. Realmente eso lo cansó. "Tenía prisa". "Y yo quería estar seco". "No puedo controlarme tanto, Isaac. Mi pene también tiene sentimientos". Después de soltar una excusa así de tonta, Félix arrojó un suspiro enorme y terminó por recostarse también... Siempre que Isaac parecía a punto de terminar, le decía que se detuviera para que pudiera salirse. Pero le seguía pareciendo bastante indigno tener que sacarlo antes de eyacular, así que no hacía eso. Por el contrario, cada vez que tenían relaciones sexuales, siempre eyaculaba en lo más profundo de la pared interior de Isaac. Eso... Lo hacía sentir mejor que cualquier droga o medicina en el mundo. Cuando conoció a Isaac hace cuatro años, fue la primera y la última vez que tuvieron un "Nudo" No significaba que no quisiera hacerlo, por supuesto... Pero Isaac tenía miedo. Cuando ocasionalmente sentía que los genitales de Félix estaban más hinchados de lo normal, ponía una cara de pánico extremo y gritaba que quería que se detuviera. Obviamente, él no tenía más remedio que aceptar.

"¿Te dolió mucho cuándo anudamos la última vez?" Félix, carraspeando un poco, besó la frente de Isaac y lo recostó para comenzar a buscar su ropa interior, que estaba tirada al azar por todo el suelo. Isaac, que gradualmente se dio la vuelta, se extendió a todo lo largo y de repente frunció el ceño ante el inesperado dolor. "Sí, en ese momento pensé que mis intestinos estaban rompiéndose... Incluso me dieron ganas de vomitar. La verdad es una experiencia que no quiero volver a tener". Una respuesta más honesta que nunca vino de los labios de Isaac. Félix arqueó las cejas. "Bueno pero... ¿No querías un segundo bebé?" "Pues, sí. Pero podemos tenerlo incluso si no anudamos". "Bueno, eso no es algo tan fácil de hacer. El cuerpo de un Omega reacciona mejor cuando..." "Detente" De nuevo, las palabras de Félix fueron cortadas implacablemente. Isaac parecía haberse puesto todo rígido. "Tú lo dijiste, es mi cuerpo. Y yo quiero seguir decidiendo sobre él". Isaac, que parecía haber dicho todo esto aplicando la mayor frialdad posible, se puso de pie como si hubiera sido impulsado por una fuerza desconocida. Félix escuchó como sacó un corto chasquido con su lengua y luego vio como se ponía a temblar con fuerza... Parecía tratar de fortalecer los dedos de sus pies para ponerse derecho así que le costó mucho ponerse la ropa interior y los pantalones. Félix, que había intentado mantenerse al margen para no molestarlo, se acercó para que al menos pudiera sujetarse de él (Si quería) Es decir, después de todo había eyaculado muchas veces. Además, lloró y gimió durante casi cuatro horas. "Gracias..." "Entonces... ¿Qué vamos a hacer?" Al final volvió a tumbarse en el sofá, relajándose boca arriba. Parecía una persona absolutamente elegante aunque estuviera desnudo y manchado. "Yo no quiero forzarte, pero es un tema que vamos a tener que abordar en algún momento." Isaac miró por la ventana, escuchando los gruñidos de Félix. Cuando comenzaron se veía como una cálida tarde de sol y ahora había un cielo oscuro y frío. Una escena que le hizo darse cuenta de que el tiempo había pasado con bastante rapidez. "Realmente necesito tiempo..." "¿Y no es mejor vencer los miedos enfrentándose a ellos de inmediato?" Pero, como siempre, Félix respondió descaradamente a sus palabras y se levantó de su asiento para envolverlo entre sus brazos. Parecía muy fuerte, con músculos marcados y manos grandes... Pero siempre era terriblemente tierno con él. Incluso si siempre parecía pensar con el pene. Una vez más, se quedaron metidos en una atmósfera pegajosamente rosa que hizo que la fiebre aumentara junto con la sensación de hambre. Hambre de ser tragado por esos maravillosos ojos azul prusiano... Pero, igual Isaac decidió que era mejor parar allí. "... Benjamin está esperando por nosotros."

"Tienes razón". Félix respondió sin rodeos, como si fuera una cuestión de rutina... Después de comenzar a vivir juntos, Benjamin esperaba diariamente por el regreso de Isaac. Todavía no podía abandonar su hábito de dormir al lado de su abuela, pero le gustaba mucho llegar y esperar en la puerta para decir "¡Bienvenido a casa!" Colocando una voz completamente hermosa y una sonrisa inmensa. Entonces Isaac, que no quería que Benjamin esperara mucho tiempo, iba a limpiar la tienda y cerrar... Hasta que Félix decidió que era mejor entrar, claro. "Pero una vez que lleguemos a casa, voy a mandar al niño a la cama para que podamos resolver adecuadamente nuestra pequeña "discusión" ." "No creo que mi cuerpo aguante tus estrategias de convencimiento". "Para nada... Sé lo fuerte que eres." "Pues yo digo que de ninguna manera." Isaac refutó sus palabras y sacudió la cabeza. Era cierto que tenía confianza en su cuerpo, pero cada vez que se mezclaba con Félix sentía que se perdía completamente. Se agota más de lo que quiere admitir. Lo consume hasta el punto en que siente que puede desaparecer y su cuerpo dejar de responderle hasta que todos sus fluidos corporales se sequen de su piel... Su fuerza física, todo lo que le enseñaron en la marina sobre saltar, aguantar y pelear, parece ser inútil a su lado. Sin embargo, lo sorprendente de toda esta situación es que cada vez que ve sus ojos, incluso después de estar con él toda la noche e hincharse varias veces, puede volver a encenderse como si fuera una bomba de mecha corta. De hecho, el sexo con él no es malo. En lugar de pensar que lo odia, siente que se está volviendo cada vez más adicto a la manera que tiene para hacer que todo se sienta tan intensamente placentero. Quizá es porque es un Omega o porque están enlazados, pero puede sentir su alegría y sentir su placer para llegar a un éxtasis más intenso que nunca. Cuanto más tomas de una medicina, más te vuelves adicto. Cuanto más tiempo tu cuerpo se vuelve deseoso de placer, más difícil es decir NO . "¿Pero no es que querías mostrarme que podías tener a mi hijo incluso sin mi nudo? Solo, tengo ganas de descubrir si es verdad o no". Félix volvió a susurrar sus exigencias, con los labios pegados en la oreja de Isaac y después con la boca presionando completamente contra su nuca. Siente su cabello dorado picarle constantemente la nariz... "Entonces... Espera a después de la cena." Es una palabra cargada de timidez y vergüenza, pero Félix finalmente tiene una sonrisa satisfactoria en la cara. Cuando se besaron, pareció sentir otra vez que el tiempo se le había ido muy deprisa. Siempre despiertan a primera hora de la mañana, Félix hace ejercicio, toma una ducha, luego él va a despertar a Benjamin y bajan para tomar el desayuno todos juntos. Es el comienzo de un día normal...

Pero es posible que no vaya a ser igual mañana.

Señor Felice 4 Gracias a la brillante luz del sol, frunció el ceño y volvió la cabeza para un lado... El hueco junto a él estaba vacío. Isaac, que tardó un poco en darse cuenta de esto, estiró la mano y luego levantó un poco el cuerpo. Incluso si lo hace despacio se produce un dolor increíble que parece estar disperso por todos los huesos y músculos que trae encima, así que el movimiento se detiene. Rueda sobre su espalda... Un gemido que surgió desde el fondo de su garganta se filtró con fuerza así que Isaac, que dejó de respirar y exhaló profundo durante mucho tiempo, prefirió quedarse acostado un poco más. Pensó que tal vez ya era muy tarde así que extendió un brazo sobre la mesa de noche. Era como un reflejo, sujetar su teléfono celular, encenderlo y perderse allí un buen rato para luego intentar dormir por otro minuto. Sin embargo, de alguna manera, ahora no importa lo mucho que mueva la mano o cuanto extienda los dedos sobre la mesa, no lo encuentra. De ninguna manera. ¿Félix podría haberse llevado su teléfono celular por equivocación? Tan pronto como entró en la habitación anoche, lo sacó de su bolsillo y... ¿O olvidó sacarlo? ¿Se cayó en la florería cuando se quitó la ropa? En realidad lo piensa una y otra vez y los recuerdos de tomar y colocar el teléfono celular en la mesita permanecen claros así que ¿Dónde está? Era un momento en que estaba pensando en el paradero de un teléfono celular con la cabeza toda mareada. "¡Papi!" Sin previo aviso, la puerta de la habitación se abrió de golpe y se escuchó una voz alta y feliz. Está el sonido de sus piecitos cuando corre en dirección a la cama así que por un momento, se olvida de su tonto celular desaparecido e intenta sentarse correctamente... Isaac sonrió para él, como si no hubiera ocurrido nada, y extendió los brazos hacia Benjamin. "Papi, papi". Benjamin salta rápidamente y se arroja a sus brazos. Isaac se ríe a carcajadas y abraza con fuerza su pequeño cuerpecito. El olor del fragante niño fluye entonces cómodamente sobre la punta de su nariz... "Benjamin, ¿Dormiste bien? ¿Cuándo te despertaste?" Mientras besaba las mejillas del niño de un modo exagerado, Benjamin sonrió, se rió y se encogió de hombros hasta hacerse una bolita. Aparentemente eso le estaba dando muchas cosquillas como para que lo pudiera resistir. "¡Me desperté porque ya era de día! Pero papá tardó mucho" El niño, atrapado en sus brazos, lo mira como si estuviera enojado con él por haber hecho eso. "Lo siento, tenía mucho sueño. Me acabo de despertar... ¿Ya desayunaste?" " Uhum . Desayuné con papá Félix y después vimos la televisión. Papá siguió durmiendo." "¿Con papá Félix? ¿Donde está papá ahora? ¿Sigue abajo?

"No. Fue a trabajar." "¿Ya se fue?" Había demasiadas dudas sobre la cara de Isaac. Claro, no es extraño que desayune con Benjamin y tampoco que vea la televisión mientras tanto... Pero él siempre se va a trabajar hasta altas horas de la noche. Gracias a esto, a menudo dormían tarde y se despertaban tarde así que... ¿Estaba todo bien? ¿Debería contactarlo? Isaac estaba tan preocupado que mientras volvía a extender la mano sobre la mesita para buscar su teléfono celular, recordó que estaba perdido. "Ben, por cierto. ¿Has visto el teléfono de papá? Estaba acariciando el cabello de limón de Benjamin, que continuaba estando completamente recostado entre sus brazos. Entonces, el niño levantó la cabeza y abrió mucho más los ojos. Pareció recordarlo por un momento y pronto terminó asintiendo vigorosamente. "¡Sip!" "¿Dónde?" "Allí." La manita de Benjamin señaló la mesita de noche. Por supuesto tendría que estar allí, pero ahora estaba vacío. "No está. ¿Sabes de otro lugar dónde pudiera estar, Benjamin?" Cuando se le volvió a preguntar, el niño asintió de nuevo y exclamó: "¡Lo sé!" Entonces mientras descendía de sus brazos, jaló la caja de pañuelos de papel "Kleenex" que estaban al lado de la mesa y metió toda la mano en el rectángulo de entrada. La caja de Kleenex era lo suficientemente grande como para que sus pequeños dedos se movieran a la perfección. Se agitó por un momento y luego volvió a levantar la mano. A diferencia de la primera vez que puso la mano dentro de los Kleenex, el teléfono celular de Isaac está allí ahora. Isaac parpadeó. ¿Y por qué estaba en los pañuelos? "Lo puse aquí". Cuando Isaac, a quien le habían entregado su teléfono celular, se sentó en la cama, Benjamin respondió de inmediato como si estuviera muy orgulloso de si mismo. "¿Por qué lo pusiste en la caja?" "Te lo daré cuando te levantes. Si no... Si no despiertas ¡No vas a tener celular!" "Pobre de mí..." Isaac, que miró al niño, no pudo soportar el impulso de reir. A veces Benjamin esconde cosas de la casa y luego se emociona cada vez que las personas encuentran algo por su cuenta. Lo sorprendente es que Benjamin sabe sobre cada objeto y lugar sin olvidarlos nunca.

Isaac continuó derramando lágrimas de risa mientras miraba alternativamente los pañuelos y el teléfono celular. Es lindo que su niño siempre supere las expectativas que tiene de él, así que había decidido descargar todos sus sentimientos sobre sus mejillas. Besándole una y otra y otra vez. Mientras lo hacía, el niño se encogió de hombros nuevamente y comenzó a decir que le hacía muchas cosquillas. "Pero Benjamin... No puedes poner el celular de papá en ningún otro lado. Pensé que lo había perdido." "No se perdió" "Bueno. Por eso la próxima vez tienes que hablar con papá por adelantado." " Uhum ." "Ya que hemos encontrado el teléfono, ¿Deberíamos bajar ahora?" "La abuela me pidió que te dijera que ya hay comida para ti". "De acuerdo. Papá realmente va tarde hoy." Pensaba que iba a perder más tiempo si se cambiaba de ropa, así que se quedó en pijama y bajó cargando al niño contra su pecho. Cómo le había dicho, la mesa estaba ordenada y llena de comida deliciosa. Además de lo que había hecho su madre, cuando los sirvientes se dieron cuenta de que venía, salieron con bandejas llenas de huevos revueltos y tocino. Habían preparado croquetas de patata y tortitas de atún junto con sandwiches de jamón, como un desayuno americano simple. Cuando se sentó a la mesa con Benjamin entre sus brazos, la trabajadora preguntó: "¿Qué le gustaría tomar?" Isaac pidió café de inmediato. Mientras tanto, el niño sostiene el tocino crujiente en su mano y comienza a comerlo a mordidas bastante pequeñas y pausadas. "¿Te gustaría comer huevos también?" Benjamin sacudió la cabeza. "Galletas" "Es muy temprano" "La abuela dijo que estaba bien si comía galletas después de comer. Ya terminé de comer. Comí tanto como esto". El niño extendió los brazos y enfatizó que comió mucho. Isaac, que miraba en silencio al niño pidiendo una galleta, pronto soltó un suspiro enorme. "Eres muy bueno hablando. Ya pareces un niño grande." "Tengo tres años." "No, ya cumpliste cuatro" Con tres dedos abiertos y extendidos hacía él, Benjamin se encogió de hombros y dijo que no,

como si pensara que alguien como él definitivamente no podía ser grande. Seguía siendo un bebé después de todo así que Isaac comenzó a reír de nuevo. Finalmente, la galleta de Benjamin, su recompensa por desayunar, se colocó en un plato de plástico que tenía delante de él junto con un biberón lleno de figuritas. Benjamin estaba interesado en comer galletas con leche así que sostuvo la galleta con ambas manos y luego la comió salvajemente. Igual a si fuera lo más delicioso del mundo. Isaac, que miró a Benjamin, esparció el cabello del niño hacía atrás y luego le limpió la boquita llena de chocolate y polvo de galleta. Benjamin comió y él bebió su café... Como una mañana común, tranquila y relajante, pero Félix no contestaba sus mensajes de texto y tampoco parecía poder recibir sus llamadas. Aunque estaba preocupado otra vez, Isaac se concentró más en su niño y en la comida que estaba al frente. El pan tostado era bueno, al menos.

Señor Felice 4.1 "Quiero ver a mi abuelo". Mientras Isaac estaba desayunando pacíficamente con Benjamin, él estaba preocupado por sus propios asuntos. Bajó al sótano de su mansión, mirando la pantalla de su celular con una mirada bastante aguda. En la pantalla grande con el signo de una videollamada, en lugar del abuelo de Félix, Vincenzo, estaba la cara dura de Lucca. Un hombre conocido por ser el "brazo derecho" de la organización. Félix está familiarizado con él, pero igual le seguía pareciendo molesto.

"Lucca, no seas idiota y dile que conteste él." Frunciendo el ceño, Félix se mueve hacia abajo como si su cuerpo reaccionara por cuenta propia... Dependiendo de su movimiento, la pantalla también tiene un ángulo diferente así que a veces solo se ve su cara y en ocasiones el cuerpo entero. Parece que no está en la mansión de su abuelo, incluso parece estar algo borroso. Es un espacio que le recuerda a una fábrica o a un taller cerrado, con viejas lámparas fluorescentes y escucha... Un gemido reprimido en alguna parte a la distancia. Félix bebió de su café mientras miraba la escena que se desarrollaba en la pantalla. A Isaac le gustaba el café ligero y fragante, pero él disfruta de los espresso, que generalmente son oscuros. Sin embargo, hoy día, también está bebiendo el mismo café ligero que Isaac. Se arrepentía de no haber pedido un vodka.

Señor Felice 5 "Dios, esto comienza a molestarme" Sin embargo, la mano que continuaba llevando café a su boca terminó por detenerse. La cámara que se movía a algún lado se quedó finalmente quieta y luego, Félix torció por completo las cejas y acercó un poco más la nariz... Había una situación terrible que se desarrollaba del otro lado de la pantalla. Tanto así que no podía distinguir si lo que estaba allí era una persona o un trozo de carne. Era alguien que estaba aplastado, tirado en el suelo y cubierto de sangre. Su abuelo tenía un bate manchado y cuando lo agitó, un pedazo de algo cayó de inmediato haciendo un sonido asqueroso. Sin embargo, el sujeto todavía se estremece inconscientemente. Parece estar con vida. Sacudió el bate una vez más. La sangre se veía muy roja en la parte superior de la madera, goteaba y parecía astillado... De pronto, PAM, PAM, el sonido de los golpes comienza a parecer muy cruel. ¡Es una vista horrible! Como la de una película de terror. Félix, sin embargo, solo bebió café otra vez. Ocasionalmente consultaba la hora en su reloj de la muñeca y luego hacía una expresión de enojo total ¿Cuántos minutos habían pasado ya para este momento? ¡Y todo por un puto muerto! El hombre, que se limpió el sudor del rostro, arrojó el palo al suelo como si ya no le funcionara y luego, solo giró el cuerpo para mirar directamente a la pantalla. Su cara tenía demasiadas salpicaduras de sangre...

Él nunca fue exactamente una persona "amable", pero parece estar todavía más enojado el día de hoy. Félix comenzó a reír mientras ponía la taza de café sobre la mesa de su oficina. Solamente, quería hacer un sonido lo suficientemente fuerte como para que se escuchara incluso en el lugar en el que estaba su abuelo. "Que raro que todavía estés tan activo, abuelo".

El abuelo de Félix, Vincenzo Felice, gritó con fuerza mientras arrojaba al aire sus antigüos guantes de cuero empapados de sangre. Luego, volvió a moverse. La pantalla se sacudió bruscamente hasta el punto en que pudo ver a Lucca en el fondo, limpiando una masa de sangre toda deforme. "¿Por qué torturas a un hombre desde tan temprano?" En realidad había una diferencia horaria de ocho horas entre San Diego y Florencia, Italia. Ahora eran las 10 de la mañana y allá alrededor de las 6 de la tarde... Que pareciera que había olvidado eso definitivamente tocó bastante los nervios de Vincenzo.

El abuelo atravesó sin rodeos un triste almacén oscuro. Nunca parece perder de vista la pantalla. Félix, por el contrario, solo se sienta y lo mira con los brazos cruzados contra su pecho: "También debes pensar en tu edad. Ya no eres tan joven como para ir y jugar béisbol ".

Cuando Vincenzo pareció suspirar, Félix bebió el café a tragos tan grandes que pronto acabó por terminárselo todo. Aunque es su abuelo, Vincenzo era más bien como un padre para él. Su edad es de setenta y cuatro años. Setenta y cinco en tres meses... Y había cuidado de Félix desde que tenía cuarenta y uno. Le mostró la manera correcta de usar una pistola y un cuchillo de combate desde que era lo suficientemente joven como para que le creyeran ser el nieto de un ejecutivo de la mafia. De adolescente le enseño cómo infligir la muerte a una persona y también como soportar el dolor para lidiar con él cuando se lastimaba. Lo amó, tanto como una persona como él podría amar a alguien... Y obviamente, el cariño es cariño aunque te haga crecer diferente. Por ejemplo, después de graduarse de la escuela secundaria, una persona común viviría en un dormitorio universitario y comenzaría a soltarse de sus padres. Después de la graduación, esos mismos jóvenes entrarían en una realidad más estable, se casarían y tendrían una familia y un trabajo bonito... Para Félix, sin embargo, Vincenzo en realidad lo era todo. Su familia, su padre, su casa, su sitio seguro, uno de los pocos que lo entendían a la perfección... Y ahora, como uno de esos adolescentes comunes que nunca fue él, estaba asustado de lo que pensaría cuando comenzara a abrir la boca y descubriera, que en realidad ya no quería que se metiera tan profundo dentro de lo que había decidido hacer con su nuevo destino.

Vincenzo, quien había estado en silencio por mucho tiempo, lanzó una pregunta complicada en lugar de contar la historia que tenía con el bate y el cadáver. Félix vuelve a poner la taza completamente vacía sobre la mesa y se recuesta contra la silla. "¿Por qué preguntas cuando es obvio que lo sabes?" Los ojos de Vincenzo se ven naturalmente pequeños. Con una sonrisa educada, Félix se dedicó a mirarlo casi como si fuera la primera vez: Cabello dorado oscuro, ojos azules, nariz recta e incluso unos labios rosas notables. Una clara atmósfera de Alfa... Era una cara que se parecía completamente a la de él. Por supuesto, su rubio ahora tiene canas y hay algunas arrugas sobre su cara, pero es atractivo hasta el punto en que es terrible. Siempre lo había respetado, pero por otro lado existía el hecho de que también le había tenido miedo... Recordando esto, Félix abrió su discurso con los dedos todavía entrelazados. En una palabra corta y simple, los ojos de Vincenzo brillaron cuando lo escuchó decir toda la historia de su nuevo romance. Su esposo, su hijo, su casa... Y que definitivamente no lo quería cerca de allí. Algo como "No es por ti, es por ellos".

"Pero... Yo iré pronto a verte. No te lo tomes personal, solo piensa que estoy lo suficientemente ocupado ahora como para una visita más elaborada y grande. Por eso no tienes que venir".

"Mira, cuando vengas estará el FBI frente a mi casa porque siempre están detrás de mi ¿Entiendes? ¿¡Cómo vamos a controlar eso entonces!?"

Si normalmente siente que lo vigilan hasta cuando lava su ropa interior ¿Qué va a pasar si llega este hombre con toda su escolta directamente del aeropuerto? Sin embargo, Vincenzo respondió como si fuera un asunto relativamente simple "Por f avor, cancela la reserva".

Al final, los gritos de Vincenzo solo provocaron que Félix frunciera el ceño hasta un nivel que ya parecía exagerado. Tuvo que frotarse con la punta de los dedos para que dejara de doler. ¿¡Quién puede detener esa maldita terquedad alguna vez!? "No hay nada que puedas hacer aquí. Mis hombres están a mi disposición, no a la tuya. Mi casa no es como tu casa en Italia así que será muy incómodo".

"No hay espacio." Como no dejaba de dar excusas, de pronto un cenicero de cristal voló contra la pantalla haciendo un sonido verdaderamente fuerte. Ugh... Como hubiera deseado que la pantalla del teléfono se rompiera.

En cambio, su voz se escuchó muy clara a través del altavoz. Félix seguía con la mirada fija en él, pero había movido el control del volumen para que los gritos de Vincenzo no le hicieran pedazos los tímpanos. "Yo sé que no vas a venir solo, viejo loco. Tendrás escoltas y hombres armados y no hay espacio para todos ellos aquí. Mi casa no es un hotel. Y además, todo ese escándalo no es bueno para el niño. ¿Estás tratando de crear una atmósfera desagradable para él? Benjamin todavía va a terapia ¿Te harás responsable si lo asustas?"

Fue el momento en que la paciencia de Félix pareció terminar completamente... Pero Vincenzo parecía haberla dejado atrás incluso antes que él: