Cómo Leer 1 Libro A La Semana y Comprenderlo Todo

ÍNDICE 3 4 INTRODUCCIÓN CAPÍTULO 1: LA PLANIFICACIÓN ES EL 50% 14 Capítulo 2: El “Ritual” del Lector Kaizen 21 Ca

Views 112 Downloads 1 File size 14MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

ÍNDICE 3

4

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO 1: LA PLANIFICACIÓN ES EL 50%

14

Capítulo 2: El “Ritual” del Lector Kaizen

21

Capítulo 3: Tus pensamientos influyen ¡y mucho!

26

Capítulo 4: La lectura rápida es “una mierda” si no hay comprensión

34

EXTRA: Hoja de ruta para leer 1 libro a la semana y comprenderlo todo

INTRODUCCIÓN Si estás leyendo estas líneas es porque todavía no has conseguido el hábito de leer 1 libro por semana, y si lo has hecho ya, no estás comprendiendo todo lo que lees. No pasa nada, estás en el sitio adecuado para darle la vuelta a esta situación, así que dame toda tu atención y permíteme ayudarte a conseguirlo. Antes que nada quiero darte las gracias por haber confiado en mí y por ser un inconformista, igual que yo. No sé si ya me conoces o no, así que mejor me presento: Soy Fernando Fernández, aunque todos mis amigos me llaman Fer. Puedes llamarme Fer, me gusta ser alguien cercano en quien poder confiar, y ahora tú estás poniendo tu confianza en mí. Yo creo en un mundo mejor, en el que los seres humanos son 100% conscientes y buscan su mejor versión para contribuir a transformar nuestro planeta en un lugar mejor. Yo he conseguido mi mejor versión a través de la lectura y el aprendizaje rápido, con un método muy sencillo, fácil de aprender y aplicar por cualquier persona del mundo. Y he plasmado este método a través del movimiento LECTOR KAIZEN. Ahora busco otros inconformistas que quieran ser parte del movimiento para encontrar su mejor versión y ser parte activa del cambio que necesita el mundo. Si estás aquí es porque eres uno o una de ellos, así que te doy la enhorabuena y, como te había prometido, voy a enseñarte en este ebook “Cómo leer un libro a la semana y comprenderlo todo”. O lo que es lo mismo, cómo leer 52 libros al año sin ningún tipo de excusa y sacando el máximo rendimiento de todo lo que vas a aprender.

Juntos cambiaremos el mundo.

CAPÍTULO 1: LA PLANIFICACIÓN ES EL 50% El 95% de los lectores se ponen a leer de forma aleatoria sin haber hecho una planificación diaria, semanal y mensual, y al final lo que ocurre es que la gente no es productiva leyendo, se acaban aburriendo y acaban abandonando porque ven que no cumplen sus objetivos de lectura, no acaban los libros y eso puede ser muy frustrante. Si esto te está pasando a ti también, quiero ayudarte a que no te pase nunca más y a que realmente sepas planificarte bien, como harías cuando vas a comprar al supermercado, que haces una lista de la compra, o cuando organizas tu jornada laboral o personal, donde sabes perfectamente lo que tienes que hacer en cada momento.

Por ejemplo, si tienes hijos sabes que cada mañana los vas a llevar al cole, los vas a ir a buscar por la tarde, los llevarás a las actividades extraescolares, etc. Toda una planificación que ya estás haciendo actualmente en otros ámbitos de tu vida, pero estoy seguro que con la lectura no lo estás haciendo.

Hablemos de nuestro objetivo principal: Leer un libro por semana comprendiéndolo todo.

No sé si hace mucho o poco tiempo que me sigues, tampoco sé si eres alguien que lee de forma habitual. Pero sé que si todavía no eres un Lector Kaizen, el objetivo de 1 libro por semana te puede parecer muy ambicioso o incluso imposible, pero cuando tienes una planificación y una organización bien hecha, vas a ver que leer un libro por semana no es para tanto y es un objetivo que sí o sí vas a poder conseguir. Piensa en el impacto que tiene leer 1 libro a la semana, son 4 libros al mes y 52 libros al año. Es algo que ni de largo el 99% de la población está haciendo a día de hoy. Imagina la cantidad de conceptos, contenido de valor y aprendizajes que puedes adquirir leyendo 52 libros al año: literalmente puedes transformar tu vida. Yo quiero ayudarte a conseguirlo, así que vamos a hacer juntos un poco de matemáticas porque es muy importante que aprendas a desgranar tu objetivo y a mirar bien los números que necesitas para conseguirlo.

Para empezar es importante que sepas que un libro promedio tiene entre 50.000 y 64.000 palabras. Nosotros vamos a coger la cifra de 64.000 para hacer los cálculos, y vas a ver como el simple hecho de hacer este ejercicio, te va a dar una claridad mental tremenda al ser 100% consciente de cuál es tu objetivo concreto y qué necesitas realmente para conseguirlo. Teniendo en cuenta un libro promedio de 64.000 palabras, y teniendo en cuenta que la velocidad de lectura de un lector promedio se sitúa entre las 150 y las 250 palabras por minuto, nosotros nos vamos a quedar en la media, en las 200 palabras por minuto. Hay gente que lee más, hay gente que lee menos, pero esta es la media.

Si hacemos la división de 64.000 palabras que tiene un libro promedio, entre la velocidad de lectura promedio de 200 palabras por minuto, nos da que necesitamos 320 minutos en total para poder leer ese libro.

64.000 palabras

200 ppm

= 320 minutos

Y como tu objetivo es leer un libro a la semana, vamos a dividir esos 320 minutos entre 7 días que tiene la semana, y nos da 45 minutos al día, que es lo que vas a necesitar para poder leer un libro a la semana.

320 minutos

7 días



= 45 minutos/día

Cumplirías el objetivo incluso sin saber ninguna técnica de lectura rápida, porque recuerda que ahora mismo estamos hablando de la velocidad promedio de 200 palabras por minuto, de alguien que no conoce ni aplica la lectura rápida, ni me conoce a mí, ni conoce Lector Kaizen, ni nada de nada. Fíjate que aún así podrías leer un libro a la semana si dedicas 45 minutos cada día, durante 7 días. Sé que ahora podrías decirme: “Vale Fer, pero es que yo no tengo 45 minutos al día para leer”. Y yo te digo: ¿Estás seguro que no los tienes? Luego te diré cómo dedicar menos tiempo para conseguir el mismo objetivo de leer 1 libro a la semana, pero ahora déjame explicarte cómo es perfectamente factible leer 45 minutos al día. Es un tema puramente de planificación y de organización, y aquí el consejo que te quiero dar, y esto es algo importantísimo que muy poquita gente hace, es que utilices a tu favor herramientas tan sencillas como un calendario.

Hoy en día todos tenemos un smartphone y un ordenador. Seguramente también tengas una cuenta de Gmail, y con esta cuenta también tienes acceso a muchas herramientas gratuitas de Google. Una de ellas es Google Calendar y te lo recomiendo mucho porque lo tienes en el ordenador, lo tienes en el móvil y además te salta el aviso de lo que tú programas previamente.



Lo que tienes que hacer es programar tus sesiones de lectura diaria. En este caso tus sesiones de 45 minutos con las que sabes que, si empiezas a leer el lunes un libro de 64.000 palabras, y tu velocidad lectora es de 200 palabras por minuto, que es la media, el domingo habrás acabado de leer el libro y habrás cumplido con tu objetivo. Por un lado, se trata de darle importancia y prioridad a la lectura, y por otro lado, se trata de cuidarte y de respetarte a ti mismo. ¿Y por qué digo esto? ¿Verdad que todo el mundo sabe que haciendo deporte te estás cuidando físicamente, que hacer deporte es bueno para la salud y que la gente que hace deporte está más sana que la que no lo hace? Esto es una realidad. Yo hago deporte, intento hacer cuanto más deporte mejor. Si puede ser una vez al día durante 4 o 5 días, y el fin de semana me lo tomo más relajado, pero es muy importante hacer deporte. Y lo mismo con la alimentación. Es muy importante comer bien, comer saludable, no abusar de ciertos alimentos que sabemos que no te hacen ningún bien, como alimentos procesados y cosas que llevan muchos azúcares. Eso no es nada bueno ni para tu cuerpo ni para tu cerebro.

Bien, pues igual que haciendo ejercicio y comiendo sano, te estás cuidando a ti mismo, leer es una práctica que cuida mucho a tu cerebro. En primer lugar, porque estás aprendiendo cosas nuevas cada día y eso implica la creación de células nuevas y de nuevas conexiones neuronales, y eso hace que tu cerebro se sienta joven, crezca y se vaya moldeando cada día a través de la neuroplasticidad.

No hay que olvidar que leer puede prevenir enfermedades como el Alzheimer, y con esto no quiero decir que si no lees tendrás esa enfermedad cuando seas mayor ni mucho menos, pero lo que sí que está demostrado es que la lectura diaria te ayuda a estar alerta, a estar vivo, a sentirte joven y a que tu cerebro te lo agradezca. Por lo tanto, esta estrategia no es solo de planificación y de organización, sino también de respeto y de cuidado a ti mismo y a tu cerebro.

Volvamos a nuestro objetivo de leer un libro a la semana. Antes te he dicho que te explicaría cómo leer un libro a la semana pero sin tener que dedicar 45 minutos al día a la lectura, porque sé que para la gran mayoría de gente es complicado sacar esos 45 minutos, incluso planificando el tiempo y organizándose muy bien. La mayoría pasa un mínimo de 8 horas al día en el trabajo, y a eso añádele el ir de casa al trabajo: hay gente que tarda poco, pero la mayoría tarda media hora, otros tardan una hora, y algunos incluso más de una hora. Pero es que luego por la tarde se repite: otra media hora, otra hora, otra hora y media de vuelta a casa. En suma estamos hablando de entre 1 y 2 horas al día, más 8 horas de trabajo, ya son 10 horas. Y luego lógicamente tienes responsabilidades, posiblemente tengas hijos, tengas que ir a buscarlos al cole, tengas que llevarlos a las actividades extraescolares, o quieras tú ir a hacer deporte, y al final te queda muy poquito tiempo para cenar e irte a dormir, y así cada día de lunes a viernes se suele repetir esta rutina. Tengo dos consejos que darte: por un lado levántate antes, y por otro lado aprende técnicas de lectura y comprensión rápida.

Respecto a levantarte antes, seguramente te da mucha pereza pero te aseguro que es uno de los hábitos que a mí personalmente me ha cambiado la vida, y sobre todo desde 2014 que fui padre por primera vez. Tener una rutina matinal que te ayude a empezar bien el día, es clave si quieres ser productivo, y la lectura no debe faltar en esa rutina matinal. Sin embargo, la gran mayoría de gente apura al máximo el despertador, se levanta muy justo de tiempo, se lava los dientes, se ducha rápido, desayuna corriendo y se va al trabajo. Yo pasé muchos años de mi vida así, siempre con el estrés encima, corriendo para coger el metro, para no perder el tren, o metido en atascos de tráfico infinitos que me ponían de muy mala leche, y luego cuando llegaba a casa estaba tan cansado que ni hacía deporte, ni leía, ni nada de nada. Y eso que estaba soltero, imagínate con dos niñas pequeñas como tengo ahora. Por eso quiero aprovechar para recomendarte dos libros que me han ayudado mucho a coger el hábito de madrugar:

El Club de las 5 de la mañana, de Robin Sharma, y Mañanas Milagrosas, de Hal Elrod. Los dos son muy buenos y te los recomiendo si realmente quieres ser una persona más productiva, aprovechando ese poder especial que tiene el hecho de madrugar pronto por la mañana, antes de que la gran mayoría se despierte para empezar con esa rutina estresante tan típica y tan habitual hoy en día.

Por lo menos te recomiendo que los leas y luego saca tus propias conclusiones. Quizás esto de madrugar no está hecho para ti, pero tienes que saber que si te levantas una hora antes, vas a poder ir más tranquilo, sin agobios, sin estrés, y vas a poder dedicar tiempo a la lectura. Es ahí donde tienes esos 45 minutos extra cada día que te van a llevar a cumplir tu objetivo de leer un libro por semana.

De todas formas vamos a suponer que tú ya madrugas mucho y que realmente es imposible para ti madrugar una hora antes cada día. No vas a poder dedicar esos 45 minutos diarios a leer y por lo tanto no vas a poder cumplir con el objetivo de leer un libro por semana. Después de muchos años de experiencia, he detectado que el 99% de la gente se encuentra en ese punto de “literalmente no tengo más tiempo”. Lo entiendo perfectamente, y precisamente es uno de los motivos por los que nació Lector Kaizen, para enseñar a la comunidad de habla hispana cómo cumplir el objetivo de leer un libro por semana, y mucho más, pero sin tener que dedicar 45 minutos diarios a la lectura. Y aquí es donde entra en juego la lectura y la comprensión rápida. Pero no es solo leer rápido, es comprender mientras lees rápido, que es muy diferente. Después te sigo contando. Ahora sigamos con las matemáticas, que nunca fallan. Imaginemos que ya estás en tu proceso de convertirte en un Lector Kaizen y que lees a una velocidad de 300 palabras por minuto (100 ppm más que antes). Hagamos nuevamente el cálculo:

64.000 palabras



300 ppm

= 213 minutos

64.000 palabras que tiene el libro, dividido por tu velocidad de lectura de 300 palabras por minuto, nos dice que necesitas 213 minutos para poder leer el libro completo.

213 minutos



7 días

= 30 minutos/día

Y como tu objetivo es un libro por semana, lo dividimos por 7, y eso nos está diciendo que tienes que leer 30 minutos al día para cumplir tu objetivo. Fíjate que ya no son 45 minutos, ahora son 30, ya son 15 minutos menos. Si lees más rápido con buena comprensión, realmente estás optimizando tu tiempo y puedes conseguir tu objetivo dedicando menos tiempo cada día. Imaginemos ahora que ya lees a 600 palabras por minuto con buena comprensión. Quiero que sepas que es una velocidad de lectura que la gran mayoría de mis alumnos consigue y es perfectamente alcanzable y factible. Volviendo al cálculo anterior:

64.000 palabras



600 ppm

= 106 minutos

64.000 palabras que tiene el libro, dividido por tu velocidad de lectura de 600 palabras por minuto, nos dice que necesitas 106 minutos para poder leer el libro completo.

106 minutos

7 días



= 15 minutos/día

Vas a tener que dedicar solo 15 minutos al día. Fíjate que ya no hablamos de 30 ni de 45, solo 15 minutos al día y en 7 días te has leído un libro entero de 64.000 palabras. Estos números nos demuestran cómo, incluso sin saber ni aplicar técnicas de lectura rápida, solo con una buena organización y planificación, vas a poder reservar los minutos que necesites cada día para poder cumplir tu objetivo de leer 1 libro a la semana.

Recuerda siempre que el tema del calendario tiene que ir a misa, como decimos aquí en España. Tiene que ser algo que cumplas a rajatabla, como si fuera una cita en el médico a la que no faltarías por tu salud, como si fuera una entrevista con el profesor de tus hijos en el cole, a la cual no faltarías jamás porque los quieres un montón y vas a hacer siempre lo mejor por ellos, o como si fuera una cita con ese chico o esa chica que tanto te gusta. No vale saltarse tu cita diaria con la lectura, no vale dejarlo para mañana ni para la semana que viene. De verdad, si planificas, tu mente sabe lo que tiene que hacer. Si no planificas, tu mente te llevará hacia cualquier otra cosa, posiblemente hacia el móvil y las redes sociales, y acabarás perdiendo el tiempo y sin cumplir tu objetivo. Recuerda el PORQUÉ de ser un Lector Kaizen: queremos mejorar el mundo, y para ello debemos cambiar nosotros primero y ser nuestra mejor versión. El primer paso es la lectura y el aprendizaje diario de aquello que queramos mejorar en nuestra vida. Y una vez aprendido, lo aplicamos y somos constantes hasta transformarlo en un hábito. Pero el primer paso es la lectura, y si no planificas, no lees, porque tu mente no tiene la claridad necesaria de lo que tiene que hacer. Es así, no hay discusión, lo he vivido en mi propia experiencia y en la de miles de alumnos. Recuerda también los beneficios de la lectura a nivel cerebral: previene enfermedades como el Alzheimer, hace que seas más inteligente y más ágil mentalmente. Así que tómatelo en serio. Para cerrar este primer capítulo, quiero dar respuesta a una pregunta que me hace todo el mundo: ¿En qué momento del día es mejor leer? Déjame decirte que no hay una respuesta correcta o incorrecta para esta pregunta, aunque por mi experiencia propia y por la experiencia de miles de alumnos que han pasado por mis formaciones, y por cómo estamos diseñados por naturaleza los seres humanos, en general por las mañanas solemos ser mucho más productivos. Pero insisto, hablo a nivel general, siempre hay excepciones. Estamos diseñados para hacer actividades diversas durante el día, y descansar durante la noche. Por lo tanto, a primera hora de la mañana es cuando realmente estamos más frescos, tenemos más energía y todavía no hemos entrado en la agenda de nadie, ya que en ese momento todavía no deberías haber encendido el móvil, ni las redes sociales, ni WhatsApp, ni nada.

En ese momento inicial del día, todavía no estamos avasallados por los más de setenta mil pensamientos que tenemos a lo largo del día. Y esto no lo digo yo, lo dice la ciencia. En definitiva, parece ser el momento de mayor tranquilidad, energía y productividad del día para la mayor parte de la población. El problema es que mucha gente no lo sabe y no lo gestiona bien. Con esto no digo que no puedas leer a mediodía o por la tarde. Puedes hacerlo, pero seguramente tienes la cabeza en mil cosas de trabajo, de tus hijos, de casa, de la compra y mil historias más. Y por la noche normalmente estamos muy cansados después de las actividades de todo el día. Por eso opino que si lees a primera hora de la mañana, antes de irte a trabajar, ya lo tienes ganado, y como bien dice Robin Sharma, el autor del libro “El Club de las 5 am”: Si controlas tus mañanas, impulsarás tu vida. Por lo tanto, mi recomendación es que crees una rutina matinal que te ayude a mejorar tu vida a diario: meditar, leer, hacer deporte, escribir, revisar y visualizar tus metas. Hazlo, de verdad, yo lo hago, te cambia la vida. Si puedes levantarte una hora antes, hazlo. Es una gran inversión y al cabo del año son muchas horas ganadas que te van a dar una rentabilidad muy grande en todos los sentidos de tu vida. Y si definitivamente me dices que eres una persona que por las mañanas no rindes nada, y que eres como un búho, un ave nocturna, no pasa nada. Si a ti se te da mejor la noche, lee antes de irte a dormir, también es perfectamente válido, y además se recomienda mucho para conciliar bien el sueño: que no veas pantallas, ni tele, ni smartphone, ni tablet ni nada de eso. Si a ti te va mejor leer por la noche, haz tu planificación y todo lo que te he explicado en este capítulo, pero adaptado a la noche. Al final, piensa que lo más importante es que conozcas bien tu biorritmo como persona, y tienes que elegir ese horario donde tú personalmente tengas más energía y rindas más, y eso solo lo sabes tú.

Capítulo 2: El Ritual del Lector Kaizen Puedes estar tranquilo, nuestro ritual no es nada raro, ni religioso, ni sectario ni nada por el estilo. Pero creo que la palabra ritual engloba muy bien estos 5 aspectos que todo Lector Kaizen debería tener siempre en cuenta antes de ponerse a leer. Se trata de 5 puntos muy sencillos que todos los Lectores Kaizen, y yo el primero, cumplimos a rajatabla cada día en nuestras sesiones de lectura. Vas a ver que se trata de una información muy sencilla, pero aunque sea sencilla, te pido que estés muy atento, que tomes notas y, sobre todo, que lo lleves a cabo y lo practiques cada día cuando leas.

Te puedo asegurar que la mayoría de lectores no tienen esto en cuenta, y lo peor de todo es que lo dan por hecho, no le dan la importancia que realmente tiene y al final acaban experimentando las mismas consecuencias que el 99% de los lectores: desconcentración, lentitud, falta de comprensión y regresiones, o lo que es lo mismo, volver atrás a releer.

En definitiva, poca productividad y pérdida de tiempo. Y como estoy seguro de que tú no quieres perder el tiempo, vamos ya a entrar a fondo con los 5 puntos clave del Ritual del Lector Kaizen:

1- ESPACIO LIMPIO, ORDENADO Y AGRADABLE El primer punto es tener un espacio limpio, ordenado y agradable. Esto es muy importante porque cuando tú tienes un escritorio que está limpio, que está ordenado y que no tiene cosas por encima, lo que estás consiguiendo indirectamente es poner en orden tu cerebro. Esto lo que hace es generar la secreción de ciertas hormonas relajantes como son la serotonina y la oxitocina, y consigue que estés relajado, que tu cerebro se relaje, y por lo tanto le permite estar muy concentrado solo en la lectura, y no en otras cosas que puedas tener por ahí encima de la mesa o que puedas tener cerca.

Yo no soy experto en Feng Shui ni mucho menos, pero es cierto que el Feng Shui te dice eso precisamente, que mantengas bien ordenado tu escritorio, esa zona tan importante donde vas a leer, aprender, trabajar. Intenta no tener papeles por encima, no tener cosas innecesarias, y eso te va a ayudar muchísimo a aumentar tu concentración.

2- ELIMINAR DISTRACCIONES

El segundo punto está muy relacionado con el primero. Se trata de eliminar de tu vista todo tipo de distracciones: móvil, tablet, consola, papeles y cualquier cosa que puedas tener encima o cerca del escritorio y te pueda distraer a la primera de cambio. Piensa que los seres humanos tenemos un campo visual que es capaz de abarcar 180°. Si extiendes los brazos y los pones en forma de cruz, vas a ver que aunque no veas nítidos los dedos de las manos, sí que vas a conseguir ver las puntas de los dedos por el rabillo del ojo. Mira el ejemplo de la foto y haz la prueba tú mismo:

Esto quiere decir que nuestro campo visual es capaz de poder abarcar todo el espacio comprendido entre las dos manos. Significa que si, por ejemplo, en ese espacio tienes el móvil o la tablet, mientras estés leyendo seguro que va a haber algún momento en el que va a entrar algún mensaje en el móvil o una notificación en la tablet. Eso directamente te desconcentra y te hace perder el hilo. Y una vez más, vuelta atrás a releer y pérdida absoluta de tu preciado tiempo. Los seres humanos tenemos entre 60.000 y 70.000 pensamientos al día. Es una barbaridad, pero es nuestra realidad diaria. Por eso, cuando estés leyendo, intenta no tener ningún tipo de distracción para que puedas estar 100% enfocado, porque de lo contrario va a ser muy fácil que te surjan nuevos pensamientos y te acaben distrayendo.

3- LUZ ADECUADA El tercer punto que debes tener en cuenta es la luz. ¿Pero cuál es la luz adecuada para leer? Siempre que puedas, dentro de lo posible, la mejor es la luz natural, la luz del sol, pero lógicamente hay momentos en los que esto no es posible, o bien porque tu habitación no está bien iluminada con luz exterior porque es una habitación interior, o bien porque es invierno, y por ejemplo en España a primera hora de la mañana todavía es de noche, y a las 17:00 o 17:30 de la tarde ya es otra vez de noche, no hay luz natural y necesitamos luz artificial. En estos casos, ¿cuál es la mejor luz artificial? Hay tres tipos de luz: cálida, neutra y blanca. La más recomendable para la lectura es la luz blanca, que también se llama luz fría. La unidad de medida de la luz son los grados Kelvin, y para que te hagas una idea, la luz cálida está alrededor de los 3.000 grados kelvin, la luz neutra entre 4.000 y 5.000 grados kelvin, y la luz fría se sitúa a partir de los 5.000-5.500 grados kelvin. La luz natural del sol está en torno a los 6.000 - 6.500 grados kelvin, para que tengas una referencia de la medida de los diferentes tipos de luz.

Como te decía antes, lo mejor para leer es la luz blanca, y si es posible con una lámpara que sea orientable, siendo lo ideal que enfoques el libro desde arriba, que es donde mejor luz va a tener todo el libro al completo. Esto no impide que, en la habitación, puedas tener alrededor luz amarilla/cálida para crear un entorno agradable, pero lo que es el objeto de lectura: el libro, la tablet, el eReader o donde vayas a leer, tiene que estar bien iluminado con luz blanca/fría. Si tienes esto presente y lo aplicas en tus lecturas, te va a ayudar muchísimo, sobre todo a proteger tus ojos y que no tengas que forzar innecesariamente la vista. La mayoría de lectores no tiene esto en cuenta, y lo que hacen es sentarse directamente a leer, sin buena luz, y aunque les parece que sí que tienen buena luz porque pueden ver las letras de las páginas, normalmente no es así. Los ojos acaban forzando más de lo que sería necesario, y esto al final acaba con los ojos cansados mucho antes y con una lectura poco productiva. Y una vez más, esto conlleva pérdida de tiempo, y en este caso también pérdida de energía y fatiga visual.

4- TU POSTURA ES FUNDAMENTAL

Pasamos al cuarto punto, que es muy importante también, y es la postura. Esto quizás te puede parecer una tontería pero te aseguro que no lo es. Cuando estamos hablando de ser lo más eficientes y productivos leyendo, lo mejor es que leas en un escritorio ordenado y sin distracciones, como acabamos de ver, y en una silla lo más cómoda y ergonómica posible, con una postura lo más erguida posible, con la espalda recta, pies firmes en el suelo, y esta es la forma en la que tu cerebro va a estar súper atento y activo, para poder estar 100% enfocado en lectura.

Y yo no digo que no puedas sentarte en el sofá o tumbarte en la cama a leer y disfrutar tranquilamente, pero lo que suele ocurrir con el sofá y con la cama, y el motivo por el que yo no lo recomiendo, es que tu cerebro lo asocia a tranquilidad, a descanso, a dormir, y eso no es lo que quieres realmente: tú quieres rendir al máximo.

Algo diferente es que quieras leer un rato para quedarte dormido expresamente, entonces vale, me parece perfecto, y eso es muchísimo mejor que no estar viendo pantallas antes de dormir: tele, móvil, tablet o cualquier pantalla que te va a perjudicar la calidad del sueño. Así que recuerda, si quieres ser productivo leyendo, mi recomendación es que leas siempre en un escritorio, en una silla, con la espalda recta, firme, y eso te va a dar la máxima concentración para estar enfocado en la lectura.

5- KIT DEL LECTOR KAIZEN

El último punto es el que yo llamo el Kit del Lector Kaizen y está compuesto por dos herramientas muy útiles: La primera es el atril o soporte de libros. Te lo recomiendo mucho porque te ayuda a mantener una distancia perfecta entre el libro y tus ojos, y de esta forma te aseguras que siempre sea la misma distancia, porque cuando tú estás aguantando el libro con las manos, poco a poco te vas cansando, vas cambiando la postura, lo coges con una mano, con la otra, con las dos, y lo quieras o no, al final se te van cansando las manos y los brazos, van cogiendo mala postura y al final esto te perjudica y pierdes agilidad y eficiencia en la lectura, y es por eso que te recomiendo al 100% que utilices un atril.

La distancia ideal para poder leer bien es de unos 35 a 40 centímetros entre nuestros ojos y el libro, y cuando estés leyendo en pantallas, la distancia tiene que ser de al menos estas distancias entre los ojos y la pantalla: móvil 30 cm, tablet 40 cm y portátil/ordenador 50 cm. Esto es muy importante que lo tengas en cuenta para cuidar tus ojos mientras lees, y es que debes tener siempre presente que los ojos son nuestra principal herramienta de lectura. DISTANCIA MÍNIMA RECOMENDADA 30cm

móvil

40cm

tablet

50cm

portátil

Distancia mínima recomendada para dispositivos móviles y ordenadores portátiles

La segunda herramienta del Kit, que también te recomiendo mucho aparte del atril, es una guía. ¿Y qué es esto? Puede ser tu dedo índice, tu mano entera, un boli o un palillo chino por ejemplo. Se trata de un elemento adicional que te va a servir de guía y te va a ir marcando dónde tienes que hacer tus fijaciones oculares.

Tus ojos van a ir siguiendo la guía y esto lo que hace es que tu cerebro esté súper concentrado, porque piensa que tu cerebro y tus ojos están 100% conectados y lo que ven tus ojos lo procesa tu cerebro rápidamente. Con la guía lo que vas a conseguir es ser muy efectivo al estar súper concentrado en lo que estás leyendo. ¿Recuerdas que antes hemos dicho que tenemos entre 60.000 y 70.000 pensamientos cada día? Son muchísimos, ¿verdad? Pues piensa que si no utilizas una guía, debido a que tu campo visual es tan grande (hasta 180°) es muy fácil que te distraigas con cosas que pueden estar a tu alrededor. Esto suele provocar que te empiecen a venir pensamientos a la mente, que a su vez hacen que te desconcentres, y esto te hace perder el hilo y te obliga a hacer una regresión: volver atrás a releer y empezar de nuevo porque no te has enterado y no has comprendido el texto. Con la guía esto lo minimizamos muchísimo, porque tus ojos están enfocados en la guía precisamente, y aunque tu campo visual pueda percibir cosas en un abanico de hasta 180°, como tus ojos están siguiendo la guía de forma concentrada, hay un elemento principal al que seguir, por lo tanto el resto de cosas pasan desapercibidas para tus ojos y esto hace que seas mucho más rápido, eficiente y productivo a la hora de leer. Ahora ya conoces cuál es el Ritual de los Lectores Kaizen y cuáles son los 5 puntos clave que lo componen. Te recuerdo: espacio limpio y ordenado, eliminar distracciones, luz natural o luz blanca iluminando el libro desde arriba, postura ergonómica con espalda recta y pies firmes en el suelo, y finalmente el Kit del Lector Kaizen con las dos herramientas que siempre utilizamos nosotros: el atril y la guía. Como ves se trata de cosas sencillas, no es algo difícil que no puedas hacer tú en tu casa. Ordenar tu escritorio y tenerlo limpio y ordenado, tener una silla ergonómica, una lámpara de luz blanca, un atril, una guía que puede ser incluso tu dedo. Todo el mundo puede permitirse tener el Kit del Lector Kaizen y hacer el ritual en cada sesión de lectura. El problema es que la gran mayoría de lectores no se toma esto en serio. Se tumban a leer en la cama o en el sofá con poca luz, se cansan enseguida, se aburren, se desconcentran, tienen que releer y luego es cuando a mí me llegan los comentarios en redes sociales: “Oye Fer, es que no consigo concentrarme, no consigo leer más de 5 minutos seguidos, me pierdo y tengo que releer”. Me llegan mil cosas como estas cada día, en serio. Y aquí tienes la solución a todas ellas: crea el ritual siguiendo estos cinco puntos y te aseguro que tu forma de leer va a cambiar radicalmente para siempre. Vas a ser mucho más productivo leyendo y vas a estar mucho más cerca de cumplir con tu objetivo: Leer 1 libro a la semana comprendiendo todo.

Capítulo 3: Tus pensamientos influyen y mucho En este capítulo voy a hablarte de algo muy interesante, que a la vez es súper importante: es el poder que tienen nuestros pensamientos y cómo cuidar de ellos. Quizás puedas pensar que esto no influye para nada a la hora de leer, pero realmente sí que influye y mucho, y déjame explicarte por qué. Como ya sabes de los capítulos anteriores, los seres somos seres con conciencia, y tenemos entre 60.000 cada día. Esto, si lo piensas fríamente, es una auténtica nuestro cerebro es como una especie de potro continuamente pensando.

humanos, por defecto, y 70.000 pensamientos locura, pero es tal cual, desbocado, que está

De lo que se trata es de que nosotros seamos esos jinetes capaces de domar a ese potro desbocado, y lo que te voy a enseñar en este capítulo son algunos trucos y algunas acciones sencillas de realizar, que te van a ayudar mucho a poder controlar tus pensamientos, para luego poder llevar a cabo una lectura 100% productiva.

1- MEDITACIÓN (3 A 5 MINS) La primera acción que te recomiendo hacer es entre 3 y 5 minutos de meditación antes de ponerte a leer. Sé que quizás esto suena un poco raro, a mí antes también me lo parecía, de hecho hace unos años pensaba que esto de la meditación era para monjes budistas iluminados, pero más allá de esa creencia limitante que yo tenía, hoy en día está súper demostrado científicamente que meditar nos ayuda mucho a poder controlar y domar a ese potro desbocado que todos tenemos dentro (el cerebro) y que está continuamente teniendo pensamientos de todo tipo

Meditar no es otra cosa que controlar la respiración, y de esta manera te conectas mejor contigo mismo, reduces la frecuencia cerebral, el ritmo al que piensas, y poco a poco vas consiguiendo reducir esa tensión que a veces tenemos, ese estrés, esa ansiedad que vamos acumulando de forma indirecta en nuestro día a día: en nuestro trabajo, con nuestras familias, con nuestros amigos. Lo bueno es que conseguimos reducir todo eso a base de controlar la respiración. Solo tienes que cerrar los ojos, estar en una silla bien sentado, con la espalda recta y respirar de forma consciente, controlando el ritmo, hasta que consigues entrar en el llamado estado Alpha, donde consigues que tu cerebro funcione entre 8 y 12 Herzios, una frecuencia cerebral que es mucho menor a la que normalmente tenemos cuando estamos en plena rutina diaria.

2- CONTROL DEL TIEMPO ¿Qué te recomiendo para poder meditar de tres a cinco minutos antes de leer? Lo primero que tienes que saber es que al principio te va a costar mucho, vas a ver como enseguida se te va la cabeza de aquí para allá y empiezas a pensar en mil cosas diferentes. Yo, para controlar mis cinco minutos, utilizo un cubito que compré en Amazon por muy poco dinero, se trata de un reloj que hace la cuenta atrás, funciona con pilas y me facilita mucho la vida. Aquí puedes ver de qué te estoy hablando: ¿Y por qué no me pongo el móvil, por ejemplo? Bueno, podría ponerme el móvil en modo avión y utilizar la cuenta atrás, pero yo personalmente no lo hago, prefiero el cubito, tener un entorno de lectura lo más limpio posible y sobre todo sin distracciones. Para mí tener el móvil cerca es como una tentación que te va diciendo “venga, va, quita el modo avión y vamos a navegar por internet y por las redes sociales”, y por eso prefiero tenerlo lejos y así no tengo ese problema. Una vez acaba la cuenta atrás del cubito, y has meditado durante 5 minutos, ya estás en ese estado Alpha adecuado para empezar tu sesión de lectura al estilo Lector Kaizen. Es muy posible que mientras lees, te venga algún pensamiento que nada tiene que ver con lo que estás leyendo. Esto es algo normal, somos seres humanos y esto puede ocurrir, no pasa nada. En este caso te recomiendo hacer dos cosas: La primera es que dejes ir el pensamiento para que no se te quede clavado. Te digo cómo lo hago yo: imagínate que hay una pequeña ventana ahí en un lado, como si fuera una ventanita de un avión que está muy alto en el cielo. Mentalmente ves como se abre esa ventana y el pensamiento se va por el cielo volando, la ventana se cierra y te quedas totalmente tranquilo otra vez. La segunda es que hagas dos respiraciones profundas una vez has dejado ir al pensamiento por la pequeña ventana, y de esta manera vas a volver a entrar en ese estado de aquí y ahora (mindfulness), que es lo que realmente quieres conseguir durante toda tu sesión de lectura: estar aquí y ahora 100% concentrado en tu libro.

3- SONIDOS BINAURALES Pasamos al último punto de este tercer capítulo, y se trata de una ayuda externa que nos va a ayudar, precisamente, a poder entrar en ese estado de relajación, de foco y de concentración total: se trata de los sonidos binaurales. No sé si has escuchado hablar alguna vez de esto, pero son una herramienta muy útil que yo recomiendo mucho desde Lector Kaizen a todos mis alumnos, seguidores y suscriptores, porque precisamente consigues de una forma rápida el objetivo de estar presente en el aquí y en el ahora, y gracias a esto consigues poner foco, aislarte de cualquier distracción, entrar en un estado grande de concentración y aumentar tu capacidad de comprensión.

¿Y cómo funcionan los sonidos binaurales? Son secuencias que se emiten a unas determinadas frecuencias, y que se encargan de estimular diferentes zonas del cerebro, con la finalidad de enfocar todos los esfuerzos y los recursos en una atención plena para una actividad en concreto. En nuestro caso, esa actividad es la lectura, por supuesto. La manera en que el cerebro crea estas frecuencias es interpretando la diferencia entre tonos. Con un ejemplo se entiende mejor: Imagina que estás escuchando un tono de 410 herzios por el oído izquierdo y otro de 400 herzios por el oído derecho. Lo que ocurre en este caso es que tu cerebro crea por sí mismo una frecuencia de compensación de 10 herzios. Y es esa frecuencia, unida a ciertos tipos de música o a otros sonidos ambientales, lo que se conoce como sonidos binaurales

Lo que estamos haciendo es enseñarle al cerebro que cuando escuche ciertas secuencias de sonido, debe orientar sus recursos hacia enfocarse al máximo en la tarea que nosotros queramos. En este caso en la lectura de un libro para comprenderlo al máximo. En definitiva, lo que buscamos es estar súper concentrados leyendo, y que si tú vas a estar dedicando 15 minutos a la lectura, estés realmente esos 15 minutos súper enfocado y productivo, y no 15 minutos con la cabeza en otro lado.

Capítulo 4: La lectura rápida es “una mierda” si no hay comprensión Hay una cosa que siempre voy a dejar clara en todas mis comunicaciones: emails, vídeos, guías, cursos, directos, formaciones gratis y de pago: La lectura rápida sin comprensión es una mierda literalmente. Disculpa la palabra, sé que no es la forma más correcta de decirlo, pero así opino y así es: si no hay comprensión, la lectura rápida no sirve para nada. Lectura rápida no es leer a toda pastilla sin ningún tipo de control, sino leer con técnicas específicas que te ayudan a ir mucho más rápido de lo normal, pero manteniendo un estado muy alto de concentración, lo que conlleva en sí mismo un grado muy alto de comprensión lectora. En este capítulo vamos a desmontar, de uno en uno, los 5 mitos más populares sobre la comprensión que existen en la sociedad actual, cuando hablamos de lectura rápida:

MITO #1: Leer cada letra = Leer mejor El mito nº1 es que la gente piensa que tienes que leer cada letra para ser un mejor lector, y esto no es así. Hagamos un pequeño ejercicio para comprobarlo. Por favor, lee la frase que ves aquí abajo:

PMRIREA Y UTLIMA LTERA



ECSRITAS PSIOCION COCRRETA ¿Qué tal? ¿Cómo ha ido? Espero que muy bien, estoy seguro de que has podido leer y entender la frase aunque esté mal escrita. La frase escrita de forma correcta es: “Primera y última letra escritas posición correcta”. La propia frase nos indica que, siempre que la primera y la última letra de una palabra estén en su posición correcta, y que las vocales que hay dentro del resto de caracteres, también estén en la posición original, todo el resto de letras, dentro de una misma palabra, se pueden variar y tu cerebro va a ser capaz de poder reconstruir esa palabra y entenderla perfectamente. ¿Y por qué ocurre esto? Porque nuestra mente ya tiene encadenadas todas las letras de todas las palabras que nosotros normalmente usamos para comunicarnos y para leer. Por lo tanto, este mito #1 no es cierto y queda demostrado con esta práctica que acabamos de hacer.

MITO #2: Lectura lenta = Mejor comprensión MITO #3: Lectura rápida = Baja comprensión Vamos a ver juntos los mitos nº 2 y nº 3 porque están muy relacionados: el 2 dice que la lectura lenta implica una mejor comprensión y el 3 que la lectura rápida implica una baja comprensión. ¿Y por qué no son ciertos ninguno de estos dos mitos? Imagínate que vieras una película de 90 minutos a cámara lenta. ¿Sería soporífero verdad? El 99,99% de la población sería incapaz de poder ver esa película entera, porque en el siglo XXI estamos acostumbrados a recibir muchísimos estímulos por todos lados: tele, móvil, tablet, Internet, videojuegos, Alexa de Amazon y mil cosas más. Tenemos continuamente muchos estímulos externos, y como ya sabes porque lo he nombrado varias veces en los capítulos anteriores, nuestra mente tiene cada día entre 60.000 y 70.000 pensamientos, que es una auténtica barbaridad. Por lo tanto, en el caso de que te pongan una película a cámara lenta, vas a aguantar 5 minutos como mucho porque enseguida te van a llegar estímulos externos y como la película va tan lenta, tu cerebro se aburre porque está diseñado para poder trabajar y procesar información a una velocidad mucho más grande. Y al aburrirse, empieza a pensar en cualquier otra cosa y se desvía de la tarea principal, que es ver la película en cámara lenta.

Siempre me gusta poner ejemplos y ejercicios prácticos, y en este punto me gustaría proponerte un ejercicio muy divertido. Debajo de este párrafo tienes una imagen de un vídeo mío donde te explico algo muy importante. Clica en la imagen para ver el vídeo, y una vez estés en el vídeo, cámbiale la velocidad y ponla a velocidad X2, que es el doble de rápido. Verás que durante los primeros 5 segundos, tu cerebro se va a quedar en estado de shock, sintiendo que no entiendes nada, pero si superas esos 5 primeros segundos, vas a ver como enseguida tu cerebro da un paso arriba y se adapta a esa velocidad. ¿Y esto por qué ocurre? Porque normalmente no estamos exprimiendo nuestro cerebro a su máximo potencial. Normalmente estamos muy por debajo, y cuando pones un vídeo al doble de velocidad o incluso más, tu cerebro es capaz de dar ese salto y de comprenderlo todo a la perfección. Haz la prueba ahora, clica en la imagen y ponme a velocidad X2:

¿Ya lo has hecho? ¿Has podido entender bien todo lo que decía el vídeo? He testeado este ejercicio muchas veces con seguidores, suscriptores y alumnos, y el 100% de las veces lo han entendido todo a la perfección. Y aquí viene la parte importante: Con la lectura pasa exactamente lo mismo. Cuando lees lento, ¿qué ocurre? Mira el siguiente diagrama:

B

MARGEN DE MEJORA

A

MÁXIMO POTENCIAL DEL CEREBRO VELOCIDAD LECTURA PROMEDIO

El lector promedio está en el punto A. Posiblemente tú estés en este punto ahora mismo: tu velocidad de lectura es lenta y tu concentración es limitada. Pero tu cerebro tiene un margen de mejora muy grande entre A y B. Un margen que le permitiría trabajar a pleno rendimiento (punto B). Pero al estar trabajando en el punto A, lo que ocurre es que tu cerebro se aburre porque tiene tiempo de pensar en otras cosas, se desconcentra, acabas por no enterarte de lo que estás leyendo y tienes que volver atrás a empezar a leer de nuevo: las famosas regresiones. ¿Pero qué ocurre cuando estás leyendo con técnicas de lectura rápida a tu máximo potencial (Punto B)? En este caso tu cerebro está arriba del todo, con una concentración máxima, y esto conlleva a su vez una comprensión total. La comprensión se basa en extraer y en conservar información, y lo que necesitas es poner a tu cerebro a ese máximo rendimiento para que trabaje a favor tuyo, para que consigas poder leer de forma seguida, extrayendo y conservando todos esos conceptos que estás leyendo.

MITO #5: Lectura rápida = Saltarse palabras El mito nº 5 nos dice que la lectura rápida implica saltarse palabras, y esto realmente hay que ponerlo “entre comillas”, porque por un lado sí que es cierto que hay artículos y preposiciones como “a”, “en”, “el”, “la”, “de”, todo este tipo de palabras que, no es que se salten, sino que no hacemos una fijación ocular en cada una de estas palabras porque no es necesario para entender el texto. ¿Qué significa esto? Pues que en vez de hacer una fijación ocular por cada palabra, sea una preposición, un artículo, como “a” por ejemplo, que es solo una letra, para qué vamos a perder el tiempo y el esfuerzo de nuestros ojos haciendo una fijación visual allí, cuando realmente podemos hacer una fijación visual por un conjunto de palabras entero. Vamos a poner un ejemplo para entenderlo mejor. Imagina la frase:

EL COCHE ES AMARILLO

Un lector promedio haría 4 fijaciones oculares, y estaría malgastando una energía tremenda al hacerlo de esta manera:

EL COCHE ES AMARILLO

Sin embargo, un Lector Kaizen haría solamente una fijación ocular en todo el bloque de palabras:

EL COCHE ES AMARILLO

De esta manera hacemos solo una fijación y nuestra mente lo que va a crear es una imagen de un coche amarillo: vamos a ser capaces de verlo, de tocarlo, de meternos dentro, de conducirlo…

Por lo tanto, rompiendo este mito nº 5, no es que nos saltemos palabras, sino que las ubicamos dentro de un mismo conjunto de palabras para ahorrar tiempo y esfuerzo, tanto a nuestro cerebro como a nuestros ojos. Se trata de hacer fijaciones por grupos de palabras, y esto te lleva a hacer menos fijaciones por cada línea de texto. Esto te ahorra tiempo, le ahorra esfuerzo y energía a tus ojos y a tu cerebro, y al final estás haciendo una comprensión global y efectiva del texto, que es lo que realmente te interesa cuando lees. Espero que romper estos 5 mitos te haya ayudado a tener claro que la lectura rápida, si se aplica de la forma adecuada, con las rutinas, hábitos y técnicas adecuadas que favorecen la comprensión total, te va a llevar de la mano, sin ninguna duda, a conseguir tu objetivo de leer 1 libro a la semana comprendiendo todo. Y para que te vayas de aquí con las ideas bien claras, he preparado esta hoja de ruta donde gráficamente tienes los 4 capítulos con los puntos específicos que debes aplicar si quieres, a partir de ahora, para leer sin excusas 1 libro a la semana. Imprímelo y tenlo a mano en tu escritorio para que sepas siempre todos los pasos que tienes que seguir y cumplir cada vez que leas.

EXTRA:

HOJA DE RUTA

PARA LEER 1 LIBRO A LA SEMANA Y COMPRENDERLO TODO

LA PLANIFICACIÓN ES EL 50%

Objetivo → 1 libro por semana Planificar y mirar bien los números Promedio palabras/libro = 64.000 palabras Velocidad promedio = 200 ppm 64.000 / 200 ppm = 320 mins / 7 días = 45 mins / día Programar calendario → Prioridad + Respeto ↑ Velocidad lectura → ↓ Tiempo lectura / día 64.000 / 300 ppm = 213 mins / 7 días = 30 mins / día 64.000 / 600 ppm = 106 mins / 7 días = 15 mins / día Elegir bien el horario → Mañanas + Energía

El Ritual del Lector Kaizen

Espacio limpio, ordenado y agradable Eliminar distracciones Luz adecuada para leer Tu postura es clave Atril + Marcador Todo lo anterior unido = Ritual del Lector Ágil

Tus pensamientos influyen y mucho

Más fácil a primera hora 5 minutos meditación antes de leer Evitar pensamientos de las rutinas diarias 2 Respiraciones profundas cuando te desconcentres Sonidos binaurales

La lectura rápida es “una mierda” si no hay comprensión Mito #1 → Leer cada letra = Leer mejor

PMRIREA Y UTLIMA LTERA ECSRITAS PSIOCION COCRRETA Mito Mito Mito Mito

#2 #3 #4 #5

→ → → →

Lectura Lectura Lectura Lectura

lenta = Mejor comprensión rápida = Baja comprensión lenta = Más placer rápida = Saltarse palabras