Como encontrar tu Alma Gemela sin perder tu Alma .

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Copyright © 2015 por Totus Tuus Press

Título original: How to Find Your Soulmate Without Losing Your Soul

Traducción por Luz Andrea Hincapié y Zuleika Anne Simón Vargas-Cortés

Todos los derechos reservados. Con excepción de citas textuales, ninguna parte de este libro puede ser reproducida o retransmitida de ninguna forma o de ninguna manera, ya sea electrónica, o mecánica, incluyendo fotocopiado, grabaciones, cargado en Internet, o por cualquier medio de archivo, o sistema de reproducción, sin el consentimiento escrito de la editorial.

A menos que se indique lo contrario, las citas originalmente en inglés referentes a las Sagradas Escrituras están tomadas de la Biblia Católica: Versión Estándar Revisada (RSV: CE) publicada en 1996 por la División de Educación Cristiana del Concilio Nacional de Iglesias de Cristo en los Estados Unidos de América. Todos los derechos reservados. Si algún material con derechos reservados se ha usado inadvertidamente sin el debido reconocimiento otorgado de alguna manera, favor de notificar por escrito a la editorial para que futuras versiones de esta obra puedan ser corregidas apropiadamente.

Totus Tuus Press P.O. Box 280021 Lakewood, CO 80228 Portada por Devin SchadtDiseño del libro por Loyola Book Composition Impreso en los Estados Unidos de América ISBN 978-0-9913754-4-8 Library of Congress Control Number: 2015901338

Dedicatoria POR MARÍA

ÍNDICE Introducción

------------------------------------------------------------------------------------------------(1)

1. No al noviazgo misionero 2. Noviazgo con propósito

-----------------------------------------------------------------------------(7)

------------------------------------------------------------------------------(33)

3. Ama a tu esposo antes de conocerlo 4. Haz la prueba de amor 5. Deja de racionalizar

---------------------------------------------------------------(39)

--------------------------------------------------------------------------------(53)

------------------------------------------------------------------------------------(66)

6. Desarrolla firmeza de carácter

------------------------------------------------------------------------(79)

7. Termina con las aventuras -----------------------------------------------------------------------------(96) 8. Los amigos con derechos, ni son lo uno ni lo otro 9. Recuerda el significado de un beso

-----------------------------------------------------------------(125)

10. Viste algo revelador, vive la modestia 11. Ama tu cuerpo

------------------------------------------------(115)

-------------------------------------------------------------(133)

----------------------------------------------------------------------------------------(147)

12. Encuentra a tus damas de honor, luego a tu novio

----------------------------------------------(163)

13. Presenta a tus padres

-------------------------------------------------------------------------------(171)

14. No juegues a la casita

-------------------------------------------------------------------------------(180)

15. Rompe con él, aunque huela bien 16. Perdónate 17. Elige sanar

-----------------------------------------------------------------(188)

---------------------------------------------------------------------------------------------(197) ---------------------------------------------------------------------------------------------(205)

18. Levántate por encima de los rumores 19. Disfruta el tiempo de soltería 20. Cree nuevamente

--------------------------------------------------------------(213)

------------------------------------------------------------------------(220)

-------------------------------------------------------------------------------------(228)

21. Ofrece tu testimonio Un Mensaje de Jason y Crystalina

-----------------------------------------(238)

INTRODUCCIÓN Jason Hace muchos años, mientras manejaba camino a la playa con mi compañero de cuarto, vi un anuncio de neón colgado en el techo de un centro comercial: “¡Gran apertura! Cortes de cabello a $2.99”. Cualquier mujer habría huido ante semejante invitación, pero yo no pude resistir. Luego de algunos días, estaba sentado en la silla de una estilista y muy orgulloso de estar aprovechando semejante descuento. Como habrás adivinado, ella acabó con mi cabello. ¿Y entonces qué hice? Treinta días después, volví al local pensando: “Esta vez será diferente, le pediré a alguien más que corte mi cabello. Por ese precio, vale la pena el riesgo. Además, me crecerá”. Y otra vez, una estilista novata, prácticamente me arrancó el cuero cabelludo. Te puedes imaginar lo que hice después de esta horrenda experiencia. Así es: volví al siguiente mes, sabiendo que era casi imposible que una tercera estilista pudiera hacer tanto daño como las dos primeras. Estarás pensando que debí sospechar que después de tres meses seguía la promoción. Pues no. En fin, ya sabes lo que pasó. Pero te alegrará saber que no volví una cuarta vez. Aunque la mayoría de las mujeres preferirían cortarse el cabello con dos piedras afiladas antes de permitir que alguien se los arregle casi gratis, la oferta fue irresistible para un soltero recién salido de la universidad. De una u otra manera, todos hacemos esto; como la oferta es tentadora, volvemos a lo que probablemente no nos satisfará. En términos de nuestras relaciones, ¿qué tan a menudo buscamos amor donde sabemos que no vamos a encontrarlo? Todo el mundo anhela el amor y casi todas las mujeres crecen imaginando a su hombre ideal: un verdadero caballero que se destaque en medio de los hombres modernos de hoy. Pero cuando alguien así no aparece, su sueño comienza a disiparse. Aunque la sed de amor auténtico está incrustada en su corazón, ella podrá empezar a conformarse con menos, imponiendo sus esperanzas en hombres que no las cumplen en lo más mínimo. Una mujer nos dijo: Si me detengo a pensar en esto, me doy cuenta de que me involucro con hombres que para empezar, nunca me gustaron. Y todas las mujeres que conozco se sienten igual. Casi colectivamente, hemos rebajado nuestros estándares sin darnos cuenta. La razón por la que me he tomado varios años para escribir este libro es porque quiero que sepas que no necesitas conformarte con tus relaciones actuales y que ciertamente no tienes por qué conformarte en tu futuro matrimonio. He escrito cada palabra para ti como si fueras una hermana y una amiga. Dado a que los hombres no somos comunicadores excepcionales, espero ofrecerte una mirada acerca de nuestras intenciones, miedos y deseos en lo que se refiere a las relaciones.

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Y ya que no soy una mujer, tan sólo puedo imaginar lo difícil que debe ser crecer en una cultura que perpetuamente menosprecia tu feminidad y tu deseo de ser amada. Desde mi perspectiva de hombre, pareciera que la típica revista para adolescentes publica un artículo ocasional para criticar a las modelos anoréxicas, seguido de cientos de páginas de publicidad que las enaltecen. Les advierten a sus lectoras sobre los peligros de los desórdenes alimenticios y luego les recuerdan que deben comenzar a trabajar para tener un cuerpo perfecto para un bikini porque hay que estar listas para las vacaciones de verano. Los encabezados dicen cosas como: “¡ 10 maneras de hacer que un chico te quiera!”, “¡ Abdominales perfectos en 20 minutos!” y “¡ Cómo lucir perfecta en tu graduación!”. Te hayas dado cuenta o no, cada titular clama el más profundo deseo de una mujer: ser amada. Aun si una chica crece y deja atrás las revistas para adolescentes, la literatura para mujeres mayores no es mucho mejor. Toma por ejemplo, los libros publicados para solteras. En uno titulado: “Eleva tus estándares y encuentra el amor” (Raise Your Standards and Reach for Love), el experto en relaciones y PhD Ian Kerner, recomienda lo siguiente: “Recurre al sexo sin compromiso: los hombres te están usando, úsalos a ellos. Encuentra en el sexo casual una manera de explorar e identificar tus deseos y necesidades sexuales”. El doctor Ian no explica para nada cómo es que ese consejo eleva los estándares de una mujer y le ayuda a encontrar el amor. Su noción de amor está muy lejos de lo que se suscita en el alma de una mujer. Lo sé porque una adorable anciana de ochenta y dos años me escribió su historia de amor. En 1940 era una “alegre estudiante de enfermería” en San Diego y así recuerda su vida universitaria: Felices, todas “salíamos” constantemente con jóvenes del ejército y la marina. En aquellos días la castidad se sobreentendía y la mayoría de nosotras recibíamos más de una propuesta de matrimonio. Yo comencé a tener citas en 1940 y para 1945, mi cuenta iba en diez peticiones de mano. Los días después de la graduación, en 1946, fueron seguidos por las bodas de casi todas las de la clase, donde éramos quince en total. Esos eran matrimonios que duraban toda la vida. Poco después de su aniversario de matrimonio número cincuenta, su esposo se enfermó y después de años de cuidarlo con la ternura de una novia, ella dice que “falleció tranquilamente en mis brazos”. Diez propuestas de matrimonio, un matrimonio de cincuenta y cinco años y sostener a su amado mientras daba su paso a la eternidad. Nada mal. Es difícil creer que hace menos de un siglo, los hombres daban la castidad “por hecho” y se precipitaban ante la oportunidad de pedir la mano de una mujer en matrimonio. Hoy en día los hombres se frustran si una mujer espera al menos un mensaje de texto después de tener una aventura casual. ¿Es posible restaurar la reverencia por las mujeres y reavivar la sensación de misterio y expectativa en el ámbito de la sexualidad humana? Si no fuera posible, no nos habríamos molestado en escribir este libro.

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El aporte de mi esposa para la creación de esta obra es imposible de medir. Durante los últimos diez años, ella me ha acompañado alrededor del mundo, abriendo valientemente su corazón y compartiendo su testimonio con incontables solteras. Como vas a leer más adelante, ella comprende el peso de tu corazón desde ambas perspectivas: los temores sobre el futuro y las ansiedades del pasado. Ella sabe qué tan difícil puede ser buscar el amor en un mundo que parece ofrecerte solamente lo opuesto. En las siguientes páginas, nuestro objetivo es ofrecerte la visión del amor divino, la esperanza de que sí existe, la confianza de que lo mereces y los medios por los cuales puedes llegar a encontrarlo. Como verás más adelante, no tenemos miedo a retarte. Piensa: ¿Cuántos logros importantes en tu vida has alcanzado con poco esfuerzo? Entonces, ¿por qué hacer tan poco para lograr lo que más quieres en la vida que es el amor? Si decides seguir los principios de este libro, no te puedo prometer que conocerás a tu alma gemela el próximo mes. Tampoco puedo garantizarte que recibirás diez propuestas de matrimonio, ni siquiera una. Solamente puedo asegurarte que si nunca le das la oportunidad a estos veintiún secretos, siempre te preguntarás qué hubiera pasado si los hubieras seguido.

Crystalina Luego de terminar la peor relación amorosa que una mujer se pueda imaginar, me senté sola en mi cuarto sintiéndome como si hubiera pasado por dos divorcios, a la edad de dieciocho años. Rota, usada y confundida, sabía que tenía que haber otra manera de vivir. Ya había desperdiciado gran parte de mi identidad con mis ex novios y ahora me enfrentaba a una elección: ¿Vuelvo a las mismas rutinas de mi antigua vida o me dispongo a buscar el amor que me temo que existe solamente en mi imaginación? Como si estuviera ante un cruce de caminos, mi mente estaba llena de dudas: ¿Por qué voy a merecer amor después de todo lo que he hecho? No quedan hombres buenos, y si quedaran, ¿por qué me querrían? ¿Será posible que yo pueda cambiar? y si cambio, ¿cuánto durará? ¿Y vale la pena el riesgo para encontrar el amor? Me había acostumbrado tanto a la seguridad de una relación que la soltería me parecía una sentencia. Sin embargo, no podía ser peor que todo el abuso, la infidelidad y el drama que habían invadido mis dos últimas relaciones. Ahora que miraba desde afuera hacia adentro, empecé a recordar cómo era yo antes de comenzar a involucrarme en relaciones. Había cambiado mucho, sin embargo el proceso en el que rebajé mis valores había sido tan gradual y sutil, que casi ni lo noté. Comencé mis estudios de preparatoria* inocente e inofensiva, pero me gradué hastiada, enojada y amargada respecto a los hombres. Una amiga resumió mi frustración llamándolos “cerdos cubiertos de chocolate”. Supongo que se podría decir que yo tenía algunos asuntos que debía resolver. Durante los años de soltería, una mujer puede encontrarse o perderse a sí misma. Debido a que no me encontré a mí misma antes de encontrar a un hombre, establecí mi identidad en

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ellos. Con el tiempo, olvidé quién era yo porque siempre estaba tratando de encontrar nuevas formas de mantener a los hombres interesados. Siempre pensé que era una mujer fuerte e independiente, pero me había vuelto débil y completamente dependiente de la aprobación de los hombres para determinar mi propio valor. Llegó el tiempo en que las cosas tuvieron que cambiar. Si quería encontrar el amor, tendría que hacer una evaluación seria de todas las maneras en las que me había conformado con menos. Si no lo hubiera hecho, me hubiera dejado engañar de nuevo y hubiera caído en los mismo errores. Con el tiempo pude comprender que si lograba respetarme y amarme a mí misma, no me conformaría con lo poco que otros me pudieran dar. Yo sabía qué clase de amor quería encontrar, pero no tenía ni idea de dónde buscarlo. Soñaba con él y lo anhelaba, pero no había ningún ejemplo real de él en mi vida. Cuando era adolescente leí una cita que decía, “No son los momentos de pasión desenfrenada los que demuestran el verdadero amor, sino las incontables horas de compromiso que se viven entre ellos”. Luego de leer cosas como éstas, mi corazón se elevaba como si estuviera siendo llamado hacia el único tipo de amor que satisfaría su anhelo más profundo. Aunque ya había visto mucha oscuridad, sabía que para que las cosas mejoraran tenía que permitirme tener esperanza. Y así fue como una solitaria noche de verano después de mi cumpleaños número dieciocho, me senté en mi cuarto y escribí mi primera carta de amor a un hombre que todavía no conocía: Esta es la primera de muchas cartas que voy a escribirte. Como puedes ver, no estoy segura a quién dirigirlas o cómo llamarte. Así que haré esto paso a paso. Sé que estás ahí, en algún lugar de este enorme planeta. Por más difícil que sea creerlo a veces, sé que es verdad. . . Con estas palabras, comencé a escribirle cartas a mi futuro esposo. No sabía si algún día lo conocería o si siquiera existía. Pero después de todo lo que había pasado, solo me quedaba tener esperanzas en el amor. Cada vez que estaba tentada a volver a mi vida anterior, me sentaba a leer esas cartas y a escribir más. En la primera noche de mi luna de miel, se las entregué a Jason. La torre de notas de amor garabateadas entre mis dieciocho y veintitantos años, fueron mi manera de demostrarle que aunque no había tenido un pasado perfecto, sí comencé a pensar en él. A lo largo de este libro, quiero compartir contigo no solamente los retos que enfrenté antes de cambiar de estilo de vida y los retos que siguieron, sino también las recompensas de elegir tener esperanza cuando no tienes razón para hacerlo. Jason aporta una perspectiva masculina única a este trabajo porque se ha dirigido a más de un millón de personas solteras alrededor del mundo. Luego de sus presentaciones, las mujeres esperan horas en largas filas para compartir sus historias con él y en más de una ocasión, lo he visto quedarse horas en los pasillos de las escuelas, universidades e iglesias, escuchando a las personas que se acercan para abrirle sus corazones. Confían en él como

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un amigo y le han ayudado a comprender de manera excepcional las luchas diarias que todas enfrentamos. Gran parte de este libro es fruto de esas miles de conversaciones. Quisimos crear un manual que pudiera usarse durante los años de soltería de una mujer: desde la turbulenta adolescencia, pasando por la universidad y durante los años de vida de soltera profesional — o profesional en la soltería. Por lo tanto, algunas partes de este libro están dirigidas a temas específicos para adolescentes, mientras que otras secciones muestran los retos que enfrentan las mujeres mayores. La situación de cada mujer es única, pero aun así, muchas de nosotras nos tropezamos con las mismas cosas sin importar nuestra edad. Seamos honestos: incontables adolescentes luchan con problemas de personas adultas, de la misma manera que muchas mujeres mayores lidian con el drama diario que debió haber terminado en la adolescencia. En nuestra búsqueda del amor, en ocasiones nos cansamos y necesitamos consuelo y a veces simplemente necesitamos que alguien nos diga: “¡ Tú —y tusestándares— no son el problema!”. Al leer las siguientes páginas, ten la seguridad de que cuentas con nuestras oraciones para que, no solamente encuentres el amor para el que fuiste creada, sino que también puedas darlo.

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1 NO AL NOVIAZGO MISIONERO Después de salir de clase un día, se me acercó mi amigo Pablo y me dijo bruscamente, “Jason, ¿supiste lo que John logró hacer con su novia?”. Yo conocía a la chica de la que él estaba hablando porque se sentaba junto a mí en la tarde y muchas veces bromeábamos durante la clase. Parecía una chica divertida con la cual hubiera salido, de no ser porque ella y John eran como uña y mugre desde que yo tenía memoria. Permanecí boquiabierto mientras caminábamos y Pablo me iba contando los sórdidos detalles, y desde ese día comencé a preguntarme: “¿Qué es lo que ella ve en ese chico?”. Desafortunadamente, hasta que ella quisiera algo mejor para sí misma, nadie iba a dárselo. Sin duda estaba interesada en él. El problema es que no estaba lo suficientemente interesada en sí misma. Cada mujer sabe cuando algo no está bien en una relación porque le hace falta paz. En este caso, solo tiene dos opciones: arreglar esa relación o dejarla. Muchas mujeres piensan: “Después de invertir tanto en la relación, lo último que quiero es tirar todo a la basura”. Así que para evitar el dolor en el corazón, permanecen emocionalmente casadas y posponen el divorcio para siempre. En lugar de dejar esa relación para buscar una que sea sana, o de disfrutar el tiempo de independencia, se quedan ahí para tratar de rehabilitarla. En otras palabras, comienzan a vivir un “noviazgo misionero”. Para evadir las trampas del noviazgo misionero, una mujer debe, para empezar, evitar comprometerse con este tipo de hombres. Después de todo, va a ser difícil encontrar a tu alma gemela si obstaculizas tu vida sentimental tratando de convertir a un sapo en príncipe. Por lo tanto, antes de ofrecer veinte capítulos de consejos para el noviazgo, pensamos que sería útil comenzar señalando qué tipo de hombres debes evitar como a una plaga. ¿Sabes cuándo rechazar a un novio potencial? Mira esta lista de diez perfiles:

Diez hombres a evitar 1. El Indeciso 2. El Niño Problema (también conocido como El Proyecto) 3. La Hormona Andante 4. El Criminal Cauteloso 5. El Controlador 6. El Mayorcito 7. El Boca de Bacinica

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8. El Traidor Arrepentido 9. El Enano Espiritual 10. El Señor No-tengo-suficientes-habilidades-sociales-para-conocer-mujeres-sinInternet.

1. El Indeciso Un indeciso puede oscilar entre ser un ex novio o un novio actual, pero algo es seguro: siempre es un futuro ex novio. No puede vivir sin ti, pero tiene novia. Es la historia de un hombre que no puede decidirse y una novia que se sienta a esperarlo como el cachorrito que espera a su amo en la puerta de la casa y cuando él llega, entonces mueve su colita y corre feliz hacia adentro. Pero es solo cuestión de tiempo antes de que el dueño enrolle el periódico o una revista y de un golpe lo mande fuera de la casa otra vez. Por lo general tiene problemas para decidirse porque le gusta más de una mujer al mismo tiempo. Se desespera por alguna de ellas cuando no está ocupado con otra. La mujer que sale con un indeciso puede llegar a acostarse con él, incluso después de haber terminado, haciendo así un esfuerzo para ganar su amor y esperando que eso encienda la chispa y le recuerde lo que él está perdiendo. Sus esfuerzos siempre serán infructuosos pues en realidad, le está recordando a él por qué no se comprometió con ella desde un inicio: porque no se respeta a sí misma. Cuando una mujer sale con un indeciso, es como si estuviera atrapada en una puerta giratoria: ahora está dentro, ahora está afuera. El drama de la relación es suficiente para marear a todas sus amigas. Mientras tratan de seguirle el curso a su relación siemprecambiante, ella hace todo lo que pueda para ignorar el patrón de inestabilidad. Por suerte, los indecisos son fáciles de detectar: entrarán en una relación física sin molestarse en hacer algún compromiso claro y cuando alguien le pregunte a ella si son novios, entonces responderá: “algo así”. Y ya que él es inmaduro y ella está encaprichada y desesperada, él será incapaz de mantener un interés duradero en ella. En vez de comprometerse, lo que es una verdadera señal de amor, la dejará esperando. Cualquier mujer que se compromete (o trata de comprometerse) con un hombre así, no está lista para una relación, no importa cuánto quiera tener una. Las mujeres que se enamoran de un indeciso son maestras de la negación. Una chica me escribió un e-mail contándome (Jason) sobre su dilema: “Somos almas gemelas y estaremos unidos el resto de nuestras vidas, ¿por qué tiene miedo de aceptar nuestra situación y sigue involucrándose con todas las mujeres que se encuentra?”.

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Él no tiene miedo de la situación. Él conoce la situación y la disfruta. Ella es la que tiene miedo de aceptar la situación. Él no quiere comprometerse con ella; esa es la situación y duele admitirlo. Puede que se pregunte: “¿ Por qué necesita a esas otras chicas?, ¿no soy yo suficiente para él?, ¿hay algo malo conmigo para que prefiera estar con ellas?”. Ella quiere creerle cuando él le dice que son “el uno para el otro”, pero si su destino es inevitable, ¿por qué sigue viendo otras mujeres? Básicamente está diciendo: “Espérame mientras uso a otras mujeres y cuando acabe con ellas, me enamoraré de ti irremediablemente y para siempre”. Sí, claro. Los hombres somos criaturas simples. Si queremos estar con una mujer, estamos con ella. Fin de la historia. Si necesitamos asaltar un castillo y matar a un dragón para ganar su corazón, lo haremos. Las mujeres con frecuencia inventan excusas para justificar por qué un hombre no se compromete con ellas, por ejemplo: “Él está muy ocupado”, “No está listo para ponerle nombre a la relación”, “Le tiene miedo al compromiso”, “Está bajo mucho estrés”, etc., etc. Estos son mecanismos con los que una mujer evita aceptar el hecho de que un hombre no está interesado en ella. Tales excusas son simplemente distracciones. Cuando un hombre realmente quiere a una mujer, ella no tiene que rogarle para que se comprometa. Él se comprometería con ella así viviera en la luna. ¿Recuerdas cuando antes tratabas de rechazar a chicos sin lastimar sus sentimientos? “Perdón, no puedo salir hoy, me toca lavarme el cabello, o. . . mmm. . . tengo que organizar mi ropa”. Pues él está haciendo más o menos lo mismo. Si tienes que convencerte a ti misma de que le importas, entonces no le importas. Si él no te ha pedido que salgan, no trates de inventar razones para justificar su decisión. (Nótese que no estoy diciendo indecisión). Cuando un hombre invita a una mujer a salir, quiere decir que prefiere arriesgarse a ser rechazado, que a no haber tenido la oportunidad de estar con ella. Si nunca te invita, es porque obviamente no está interesado. Claro, puede haber mujeres que nos parecen interesantes y que nunca invitamos a salir, pero si crece una amistad y se presenta la oportunidad de un noviazgo, entonces el hombre que quiere estar con una mujer no dejará pasar la oportunidad de hacer su relación oficial. El miedo al compromiso es algo por lo cual los hombres somos notoriamente conocidos, pero nuestro amor a la libertad no es tan fuerte como nuestro deseo del amor en sí. Hay un punto en la vida de un hombre en el que él encuentra a una mujer que ama más que a su propia libertad personal y entonces renuncia a su libertad porque la libertad existe para entregarse en nombre del amor. No necesitas rogarle a alguien para que te ponga atención. Haz que trabaje para ganar tu corazón en lugar de simplemente dárselo. Si te gusta alguien, sé su amiga y eventualmente se dará cuenta de que estás interesada. Si a un hombre le gusta una mujer, él fácilmente comprenderá las pistas sutiles que ella le dé. Si los sentimientos no son mutuos, puedes poner un anuncio gigante frente a él y no se dará cuenta. Perseguir a un indeciso causa estragos en el corazón de una mujer. Una chica me describió su experiencia:

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Un día él está conmigo y todo es divertido y bueno, y al siguiente día solo quiero gritarle y sentarme a llorar frente a él. Sé que es demasiado, pero es que él ha sido muy importante para mí todo este tiempo y es difícil. Estoy muy cansada de que juegue conmigo y ya no puedo más. Es como si dijera: “No, Cristina,* no puedes estar con otros hombres porque yo sólo quiero que estés conmigo aunque yo ya no te quiero”. El amor crece sano en presencia del compromiso, así que, no desperdicies años de tu vida arrastrando una relación que únicamente existe en tu imaginación. Este consejo puede sonar duro, pero será más doloroso si lo ignoras. Además, ¿de verdad quieres pasar tu vida con un hombre tan pasivo y temeroso de invitarte a salir? Ya que un indeciso es inmaduro, no te ofrecerá nada más que inestabilidad emocional. Un hombre así no merece una novia, y mucho menos varias. Si tratas de terminar con él y se pone emocional y sensible, no muerdas el anzuelo ni esperes que esta vez sea verdad. Aléjate y no le des el placer de dejarte otra vez. Tú vales más que eso. De cualquier modo, debes saber que mientras más te alejes, él más querrá que regreses. Y por el contrario, mientras más te apegues a él, más perderá interés. No puedes ganar. Pero debes darte cuenta de que en este patrón de conducta, tú no eres el problema. Él es el problema. Puede que estés tentada a esperar pacientemente por él a ver si se decide. No lo hagas. Él no sabe cómo amarte. No es que sea imposible amarte, sino que Él no tiene idea de lo que es el amor. Después de reflexionar sobre su hábito de salir con hombres así, una mujer dijo: Cuando estamos con el hombre equivocado y claramente carece de las cualidades que buscamos en un compañero, con gusto se las proveemos. Llenamos los espacios en blanco en lugar de darnos cuenta de que es la persona incorrecta. . . Y ahí comprendí. . . todo el tiempo estaba preocupada preguntándome por qué yo no le gustaba y olvidé preguntarme a mí misma si él me gustaba o no. En lugar de esperar a un indeciso, date cuenta de que estás mejor con alguien que no puede esperar para comprometerse contigo. No te confíes de un indeciso, con la esperanza de que algún día te quiera. ¡Aléjate y déjalo descubrir cuánto valías la pena! Sé valiente. El amor te espera.

2. El Niño Problema (Alias El Proyecto) El niño problema es aquel que por lo general viene de una familia difícil y ha tenido problemas ya sea con la ley, dificultades en el estudio o trabajo, adicciones a las drogas o al

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alcohol, una historia de violencia, o todas las anteriores. Un sinnúmero de jovencitas se enamoran de estos “chicos malos”. Pero en cuanto alguna mujer se encariña con alguien así, comienza a sentir pena y “ve en él lo que nadie más ve”. Ella sueña con su potencial restándole importancia al hecho de que él se niega a crecer y a organizar su vida. Como resultado, ella arrastra la relación por años ignorando su intuición que le dice que se aleje. ¿Has visto alguno de esos programas de televisión en los cuales un equipo de decoradores toma una casa en ruinas y la transforma de la noche a la mañana? Muchas mujeres están esperando el mismo tipo de reconstrucción milagrosa en sus novios. Sin embargo, las relaciones no son el lugar para arreglar a un hombre. Cuando las mujeres ignoran esta realidad, pasan una tremenda cantidad de tiempo tratando de rescatar a su hombre de sí mismo. Desearían poder admirarlo, pero no lo hacen. Añoran el día en que puedan mirarlo y ver hecho realidad todo lo que esperan de él. Cuando una mujer se enamora de un niño problema, ignorará los propios problemas presentes y pasará su tiempo pensando en lo maravilloso que llegará a ser él en el futuro — cuando se convierta en alguien completamente diferente. Es como mudarte a una casa en ruinas porque tu plan es renovarla tan pronto te ganes la lotería. Después de años de tratar de hacer que estas relaciones funcionen, algunas mujeres abren sus ojos. Al respecto, alguien me escribió contándome: “No quería que me usara como algo para curar su depresión, sus problemas o sus ‘necesidades’ físicas. Sentía que estaba siendo usada como una medicina”. Recuerdo que conocí a otra joven, novia de un chico mayor que estaba en prisión. Cuando quise saber la razón de su encarcelamiento, ella dijo: “Le pregunté por qué estaba en la cárcel y me contó que lo habían atrapado por las cámaras de vigilancia, pero que solamente estaba ahí parado”. Le señalé que a la mayoría de la gente no la arrestan solo por estar ahí “parada”, pero ella estaba convencida de su inocencia. Una chica de quince años me escribió: Antes, mi novio fumaba marihuana y consumía mucha metanfetamina, pero ha mejorado mucho. Todavía lo hace una que otra vez cuando se estresa, y pensarás que estoy loca porque no lo dejo. Es que su papá y su madrastra son muy crueles con él y me da miedo de que haga algo malo si me voy. Él dice que no puede vivir sin mí y yo no estoy segura de qué debo hacer. Si un hombre te dice que no puede vivir sin ti, créeme: no necesita una novia. Necesita un terapeuta. Hasta que ambas personas estén completas, no pueden crear una relación sana. En el caso de este chico, él quiere una novia que se sienta responsable de él para que ella permanezca ahí. Quiere que ella piense que si lo deja, él no tendrá otra opción más que construir un laboratorio de metanfetamina en su armario. No lo creas. Esa es solo una manera en la que hombres inmaduros manipulan a las mujeres inseguras. No es el trabajo de una mujer salvar a su hombre. Solamente él puede ayudarse a

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sí mismo, y mientras más trate ella de ser como una madre, más complicado se volverá el proceso. La edad a la que un hombre comienza a usar drogas o alcohol para lidiar con sus problemas, es la edad emocional en la que se queda. Si un chico usa las drogas, la violencia o el alcohol como una manera de manejar el estrés, entonces usará el estrés como una excusa para portarse mal. Tal inmadurez emocional puede ser devastadora para un futuro matrimonio porque el matrimonio y la vida adulta conllevan mucho estrés. Cualquier mujer que se comporta como la madre de un hombre, también debería considerar el impacto que tendrá en su relación romántica a largo plazo. Un hombre no quiere casarse con su madre; quiere casarse con su alma gemela. Cuando comienza a ver a su novia como su mamá, puedes despedirte de sus sentimientos románticos por ella. Peor aún, cuando una mujer insiste en hacer el papel de mesías, con frecuencia termina involucrada en los problemas de su novio en lugar de sacarlo de sus problemas. Se preocupa tanto por él que olvida cuidarse a sí misma. Puede que él mejore temporalmente, pero ese cambio casi nunca es permanente. En el fondo, ella sabeque no lo va a cambiar. Es él quien la está cambiando a ella, y en alguien que ella nunca quiso ser. Si una mujer realmente quiere ayudar a su novio niño problema, la manera más efectiva de lograrlo es quizá hacer lo que ella más teme hacer: dejarlo. Esto le enseña la invaluable lección de que su mal comportamiento tiene consecuencias negativas. Al terminar con él, ella está haciendo lo que es mejor para él. Al dejarlo, lo está amando. Incluso si él regresa diciendo que es un hombre cambiado, ella debe permanecer firme y no regresar. Él necesita tiempo para ponerse en pie y ella necesita descubrir por qué al comienzo se sintió atraída por él. Tal vez haya sido el hecho de que él se fijó en ella. Quizá se enamoró de él antes de darse cuenta de lo problemático que era. O a lo mejor quería el reto y la aventura de salvar a un chico malo. Tal vez fue algo más profundo. Quizá ella estaba tratando de ganar el afecto de un hombre que le recordaba a su propio padre problemático. Ya que no pudo ganar el amor de su progenitor ni rescatarlo de sus problemas, tal vez podría salvar a alguien como él. Cualquiera que haya sido la causa de su fascinación por un niño problema, es mejor que retroceda y abra su vida a las posibilidades de una relación más pacífica.

3. La Hormona Andante Durante los años de la adolescencia, los hombres pueden tener veinte veces más testosterona en sus cuerpos que las mujeres. 2 Por esta razón, la mayoría de las chicas probablemente piensan que el “chico adolescente” y la “hormona andante” son sinónimos.

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Desafortunadamente, muchas mujeres pueden atestiguar que algunos hombres adultos todavía no han salido de esta etapa. Pero necesitamos aclarar algo: aunque los hombres tengan gran cantidad de testosterona, algunos controlan las hormonas mientras que otros son controlados por ellas. Estaremos analizando este último caso. La hormona andante tiene una cosa en la mente: la autosatisfacción a expensas de las mujeres. Para alcanzar su objetivo, a menudo manipulará a las mujeres con presión o culpa. Puede que lo feliciten en los vestidores por ser un mujeriego, perono es nada más que un esclavo de su debilidad. Usualmente, tales hombres son fáciles de reconocer por las frases que usan; por ejemplo: •“ Sólo estás jugando conmigo”. •“ Si me quisieras, me lo demostrarías”. •“¿ Cuál es el problema? Ya lo hemos hecho antes”. •“¿ Qué, yo no te gusto?” •“ Voy a pensar que no estás interesada en mí si no me lo demuestras”. Algunas hormonas andantes pueden ser bastante creativas en sus tácticas. Por ejemplo, un artículo en un periódico en California publicó que un entrenador de fútbol de veintiocho años manipulaba a muchas de las jugadoras de su equipo femenil para que se acostaran con él. Les enseñaba un amuleto rojo lleno con un fluido y les decía que era su “esencia de vida” y que supuestamente se agotaría si no tenía sexo y podría morir. Algunas de las chicas le creyeron y accedieron. Por suerte, lo arrestaron y ambos, él y su esencia de la vida están en prisión. Mientras que la mayoría de los chicos no tratarán de convencer a una chica de que la abstinencia es letal para ellos, la hormona andante no dudará en hacerla sentir como un ser cruel, sin corazón y una mojigata mezquina por ignorar sus “necesidades”. Si ella ya ha hecho ciertas cosas sexuales con él, se lo recordará en un intento de convencerla de que no es la gran cosa. En otras palabras, su cuerpo no es la gran cosa. Tampoco lo es su alma. Si ella se respeta a sí misma, no tiene otra opción que dejarlo. De hecho, la única manera en que él dejará de usarla es que ella deje de darle la oportunidad. Sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo. Considera la lucha de estas dos jóvenes: Él venía a verme y aunque yo trataba de que tuviéramos una conversación o viéramos una película, él sólo quería cosas físicas. Yo me sentía algo incómoda, pero prefería callarme que perder un amigo. Sabía que estaba siendo usada, pero seguía inventando excusas para no sentirme tan mal como me sentía. De cualquier modo, sentirme mal era inevitable.

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Siempre me decía a mí misma: “No, sí le importas. . . solamente está pasando por un momento muy duro y está confundido. . . No, él no te está usando realmente”. Y así nada más, me mentí a mí misma por meses y meses. Notarás que el común denominador entre estas mujeres es el uso de excusas que únicamente prolongan sus problemas. Sepultada bajo este tipo de racionalización, se encuentra la intuición que Dios les ha dado y que sirve como una brújula para encontrar el amor verdadero. Cuando las mujeres comienzan a dudar o a ignorar la voz de su conciencia, ellas mismas se convierten en su peor enemiga y entonces se preguntan por qué el amor parece tan evasivo. Las hormonas andantes tienen ciertas preferencias respecto a las mujeres. Por ejemplo, una presa fácil es alguien con autoestima más baja de lo normal. Debido a que ellas temen el rechazo, entonces es menos probable que declinen ante los deseos de él. Incluso ella puede llegar a iniciar las muestras de afecto con la esperanza de gustarle más a él. Sin embargo, ella es el tipo de chica con la que él pasará un buen rato, pero que nunca le presentará a sus padres y mucho menos se casará con ella. La hormona andante jugará con mujeres así hasta que crezca y entonces, comenzará a buscar a una mujer linda y pura. Queda de más decir que debes evitar a estos chicos y su doble moral. Si no te alejas de ellos por tu propio bien, al menos evítalos por el bien de tus futuros hijos. Estos hombres pueden terminar siendo unos papás holgazanes y tus hijos merecen un mejor padre. Es por eso que me tomo la libertad de decir que dormir con un mujeriego es como buscarse un abusador de menores. Él puede parecer encantador por ahora, pero pregúntale a las últimas doce chicas que ha abandonado, qué tan encantador les parece después de que las dejó a la mañana siguiente. Incluido en la categoría de la “hormona andante” está cualquier chico que ve pornografía o te pide que le envíes una fotografía tuya atrevida. Si un hombre te pide una fotografía reveladora, mándale la foto de una de tus manos desnudas, diciéndole adiós. Si estás inclinada a tolerar este comportamiento en un hombre,permíteme explicarte —como un hombre que vio muchísima pornografía siendo adolescente— lo que le hace a la mente masculina. Neurológicamente, la pornografía entrena el cerebro de un hombre para asociar el placer sexual con fantasías prohibidas y vulgares. Ninguna esposa puede competir con esto, porque el matrimonio requiere respeto y reverencia y no olvidemos, monogamia. Pero incluso si una novia tratara de ajustarse a una imagen tan deformada de la feminidad para ganar el interés del hombre, la victoria duraría poco. Recuerda, un hombre así salta de un sitio web a otro. ¡Se aburre de cada supermodelo en cuestión de segundos! Ha destruido su habilidad de ser cautivado. En lugar de liberar a un hombre sexualmente, la pornografía lo esclaviza. Tal hombre ha deformado su capacidad de amar porque se ha entrenado a sí mismo para el egoísmo y la lujuria. En lugar de hacer el amor dentro del matrimonio, este hombre verá a su esposa como un medio para lo que él cree que son sus necesidades sexuales. Ya que no

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tiene el autocontrol que hace posible el amor, es incapaz de hacerse a sí mismo un don para su esposa. Un hombre admitió, “Mucho antes de mi primera relación sexual, la pornografía fue mi educación sexual”. ¿Puedes imaginarte lo que sucede con la perspectiva de un hombre sobre la sexualidad humana, cuando los productores de pornografía son sus profesores? Me contó una profesora de religión de una institución educativa femenina, que había invitado a un panel de jóvenes universitarios a responder preguntas relacionadas con la castidad en frente de su clase de chicas adolescentes. Antes de invitar a los estudiantes, ella tenía la impresión de que ellos practicaban su fe en la universidad. Cuando uno de ellos admitió que veía pornografía con regularidad, la profesora le preguntó: “¿No crees que eso podría causar problemas en tu futuro matrimonio?”. El joven pareció confundido y contestó: “Bueno, ¿y no es para eso tu esposa?”. A juzgar por la furibunda reacción que recibió del salón lleno de mujeres jóvenes, él aprendió que una esposa no es para eso. Cuando las expectativas de un hombre sobre el cuerpo y el comportamiento de una mujer están moldeadas por la industria pornográfica, esto causa un daño incalculable en su futuro matrimonio. Una esposa frustrada me escribió: Él me juró y me aseguró y me prometió que nada de eso estaba pasando y yo le creí. Ahora que lo pienso, simplemente quería creerle. Me siento tan frustrada y harta de eso. Sospecho todo el tiempo de él. No confío en él para nada cuando se trata de otras mujeres. Todo lo que veo, dondequiera que vamos, son sus ojos en otras mujeres y me molesta porque pienso que debe estar teniendo pensamientos sexuales pervertidos por la pornografía. Estoy segura que así es y eso me enferma. Conocí a una ex esposa que encontró una torre de revistas pornográficas bajo su cama después de que ella y su esposo se habían separado. Sabía que habían tenido dificultades en el aspecto de la intimidad y ahora sabía por qué: él usaba su cuerpo para hacerle el amor a las mujeres en su imaginación. Cuando un esposo mira pornografía, no solo revela que mira a las mujeres como objetos, también revela que tiene una noción deformada de la fidelidad. Otra esposa me escribió diciendo: Mi esposo de poco más de un mes está enamorado de la pornografía. He tratado de hablar con él al respecto, pero me pongo nerviosa, aturdida y termino aceptando cualquier cosa que él diga. Él no cree que hacer esto es engañar, lastimar o que sea algo para avergonzarse. Sabe que no estoy de acuerdo con él, pero dudo que siquiera comience a comprender lo devastador y doloroso que es para mí. A menos que quieras que tu matrimonio se parezca a estos, nunca salgas con un chico que ve pornografía. Cuando ésta infecta una relación, la mujer es la que paga el precio más alto. Un psicólogo llamado Douglas Kenrick hizo estudios famosos sobre los efectos de la

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pornografía. En un par de experimentos, mostró varias imágenes de modelos de Playboy, mujeres reales de atractivo promedio, y arte abstracto a distintos grupos de hombres estudiantes. Después les pidió a los estudiantes que calificaran el grado de atractivo de una estudiante normal. Los que habían visto las imágenes de pornografía, la calificaron como menos atractiva que los que miraron arte. Pero también dieron la calificación más baja a sus propias novias en términos de su atractivo y de ¡cuánto las querían! Algunas chicas se dan cuenta de que el problema de la pornografía está muy difundido entre los hombres y no desean enfrentarlo; por el contrario, usan la debilidad de un hombre para atraer su atención. Descienden a la cultura porno haciendo de sí mismas anuncios andantes de compañías pornográficas, adornándose con lo que sea de Playboy, desde aretes y carteras, hasta aros en el ombligo y calcomanías para autos. Estas mujeres incluso llegan a aceptar la invitación de un hombre para mirar pornografía juntos. Él espera que ella se emocione con las imágenes y que quiera actuarlas con él. Pero ella debería saber que los abusadores de niños suelen usar la misma táctica con sus víctimas. ¡Qué romántico! Un adicto a la pornografía puede tratar de acusarte de mojigata o argumentar que es natural para los hombres tener momentos eróticos con sus computadoras, pero no des marcha atrás en este aspecto. Es tu futuro el que está en juego. No te permitas ser esclavizada por el miedo a que un hombre te deje si le insistes en que tenga ojos fieles y un corazón entero. Si te deja para ir a buscar a una novia menos “exigente”, deberías hacer algo: dar gracias a Dios. Si él prefiere la pornografía al amor de una mujer real, entonces déjalo comprometerse con sus parejas imaginarias. Debemos agregar que la pornografía no es un problema exclusivo de los hombres. Por su amplia disponibilidad en Internet junto con las salas virtuales de chat erótico, muchas mujeres caen en esto y eventualmente se encuentran buscándola. Si no fuera por el Internet, nunca se hubieran aventurado en una librería para adultos para comprar una revista pornográfica. A pesar de que suelen sentirse avergonzadas de su hábito, no saben cómo parar. La mayoría de estas mujeres no están sedientas de imágenes obscenas o conversaciones sórdidas. A menudo simplemente tienen curiosidad y anhelan intimidad. La ilusión de la pornografía, el cibersexo o las novelas eróticas las atrapan y las dejan preguntándose por qué se sienten tan vacías después. Un hombre describió el amor que buscas al escribir: “La mujer debe amar a su esposo como si no hubiera otro hombre en el mundo, de la misma manera que el esposo debe amarla a ella, como si no existiera otra mujer”. Obviamente, si una persona fomenta un apego a la pornografía, tal amor no existe en su corazón. Lo creas o no, existen hombres buenos por ahí. Un joven me confió por qué se negaba a ver pornografía: Sería darle menos valor a todo lo que me gusta de las pocas mujeres de corazón puro que conozco. Si viera porno, no sería capaz de reconocer honestamente que la razón por la que me siento atraído por una mujer es

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la razón que Dios quiere. O incluso, podría ser incapaz de reconocer si realmente es amor. Él rechazó la pornografía porque sabía que amenazaba su capacidad de amar a una mujer. No te conformes con un hombre que no está dispuesto a hacer lo mismo por ti. Si quieres a un hombre verdadero, necesitas saber cómo se ve uno. Para comenzar, un hombre no se puede considerar como tal hasta que trate a una mujer con dignidad. Cuando un joven aprende a olvidarse de sí mismo por el bien de alguien más, se convierte en un hombre. Esta transición no ocurre en la pubertad; ocurre cuando él aprende el significado del sacrificio. Como te puedes imaginar, la hormona andante está encerrada en la mentalidad de usar en lugar de amar. Por esta razón, aléjate de este tipo de hombres. En lugar de desperdiciar tu tiempo con chicos que ven tu pureza como un problema o una condición neurótica, espera a uno que te valore por algo más que tu cuerpo.

4. El Criminal Cauteloso El criminal cauteloso es similar a la hormona andante pero tiene cierta inteligencia que lo hace especialmente peligroso. Él comprende a las mujeres lo suficientemente bien para saber que la mayoría de ellas no se involucrarán físicamente con chicos que no se preocupan por ellas. Sabe que mientras que la mayoría de los hombres necesitan una razón para no tener sexo, una mujer usualmente sí la necesita para tenerlo. Este hombre usará cualquier cantidad de tácticas para convencer a una mujer de sus buenas intenciones. Una vez, después de dar una conferencia en una institución masculina, un joven se me acercó antes de dirigirme a dar una charla a una escuela de mujeres. Me preguntó: “¿ Alguna vez les dices a las chicas que un chico dirá que está bien no tener sexo para que ellas luego aceptentenerlo?”. Como si fuera necesario, los científicos han publicado artículos de investigación para comprobar que los universitarios admiten que fingen ser más amables, sinceros y confiables de lo que realmente son, como un plan para parecer más deseables sexualmente ante las mujeres. 7 Ten cuidado con un hombre cuyas palabras suenan demasiado dulces para ser verdad. Frecuentemente, las mujeres se enamoran del discurso de un hombre y pasan por alto quién es realmente esa persona. Si crees que el hombre con el que estás saliendo es ese tipo de hombre, da un paso atrás y pregúntate: “¿ Está mi novio haciendo lo que es mejor para mí o está haciendo lo que le hace sentir bien a él?”. Mientras que la hormona andante presionará claramente a una mujer para que tenga actividad sexual, el criminal cauteloso será lo suficientemente suave para convencerla de que la decisión depende totalmente de ella. Como ella siente que él está siendo un caballero por esperarla hasta que esté “lista”, entonces será más vulnerable. De hecho, no se sentirá presionada de ninguna manera. Parecerá que ella está tomando la decisión libremente y mientras tanto, él se aprovechará de cualquier situación sexual que ella esté dispuesta a

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concederle. Él no está guiándola hacia la pureza, la está alejando de ella. Pero como ahora las mujeres viven en una cultura en la que tantos hombres son agresivos sexualmente e irreverentes, les parece atractivo que un hombre se muestre relajado respecto al tema. Sin embargo, en el caso del criminal cauteloso, su indiferencia es manipuladora. Un joven me envió un e-mail en el que me compartía lo devastado que estuvo cuando descubrió que la chica que amaba lo había estado engañando por seis meses. Después de esto, él cambió: Sentía que me había entregado a una de ellas, y ella había jugado conmigo y me había herido. Luego me di cuenta de que los hombres pasan por esto todo el tiempo y decidí que iba a actuar por todos nosotros. Sería yo quien engañaría a las mujeres. Y es increíble lo fácil que es cuando tienes suficiente confianza. Esto, claro, me llevó a fiestas y a tomar, ya que tales actividades y el sexo, siempre parecen ir juntos para un hombre joven. Me perdí en todo eso, y después de tres años, no me sentía mejor. Solo quería seguir haciéndolo con la esperanza de conseguir alguna satisfacción. Muchas chicas estaban atraídas por su confianza y él lo sabía. Después de todo, es normal que una mujer encuentre atractiva la confianza. Es una cualidad que todo hombre debe poseer, en oposición a los extremos de inseguridad y engreimiento. Pero como todas las cosas buenas, puede ser deformada y usada con fines egoístas. La mayoría de los hombres no tienen esas intenciones manipuladoras. Por lo general, cuando un chico dice: “Está bien que no tengamos relaciones”, lo dice en serio y si ella no quiere hacer nada, él está de acuerdo. Pero ten cuidado: en el caso de un criminal cauteloso, aunque no te presione para hacer algo, ciertamente tampoco te presionará para permanecer íntegra. Si estás dispuesta a dar, él está dispuesto a tomar. Debido a que no entiende la razón de la castidad y no le importa guardar su propia inocencia, tampoco va a preocuparse por preservar la tuya. Si esperas encontrar amor verdadero, busca a un hombre que tenga moral, no uno que simplemente la tolere. Una joven me dijo: “Siento que estaría bien hacer ciertas cosas con él, siento que se lo debo porque es una persona tan comprensiva con mi decisión de no tener relaciones”. No te dejes conmover por el hecho de que un chico no te presiona. No gana puntos por eso: ese es su deber como caballero. Además, él debe animarte a ser pura, no estar esperando a que cedas. Mantente alejada de ese tipo de hombres porque habrá días en los que te sentirás tentada a tirar a un lado tu compromiso de ser pura. Es en esos momentos de tentación, cuando te sientes débil, que el carácter de un hombre se revela. Si tiene un corazón puro, te recordará tus valores morales justo cuando los dos están a punto de olvidarlos. Sin embargo, si él es un criminal cauteloso, la inocencia de la relación desaparecerá en el momento en que tú cedas. Imagínalo como a uno de esos perros que han sido entrenados para hacer malabares con la comida sobre su nariz y que tan pronto como el entrenador les da la señal, se devoran el bocado. Funcionará de la misma manera si sales con un criminal cauteloso. En el

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momento en que le des luz verde, él tomará todo loque tú le ofrezcas. Si quieres amor duradero, comienza tu historia de amor rechazando la invitación de un criminal cauteloso. Mantén tu distancia de estos hombres, porque mientras más te acerques, más débil te volverás.

5. El Controlador Cuando una relación comienza, una mujer puede sentirse halagada si el hombre es posesivo o celoso. Puede pensar: “¡ Vaya! Es lindo que se preocupe tanto por lo que hago”. Pero no pasa mucho tiempo antes de que comience a ver que esa “devoción” no es sana. ¿Crees que ese sea el caso contigo? Te presentamos más de dos docenas de señales de alerta para considerar: •Te interroga: “¿Hablaste con otros hombres mientras andabas fuera?”. •Se porta mal y culpa a otras personas o circunstancias. •Enfatiza o exagera sobre lo malque anda su vida (mientras que no hace nada para mejorarla). •Golpea cosas para lidiar con su enojo. •Tiene un problema de celos, pero dice que es porque te quiere. •Te insulta y luego te dice que está bromeando. •Te hace sentir que tienes que disculparte por cosas que no son tu culpa. •Te hace sentir que no puede vivir sin ti. •Trata de controlar la cantidad de tiempo que pasas con tus amigos o tu familia. •Te hace sentir culpable por estar con otras personas. •Trata de controlar la manera en que te vistes. •Siempre necesita saber dónde estás o qué estás haciendo. •Sus cambios de humor van de extremos de dulzura a egoísmo. •Espera que contestes sus llamadas o sus mensajes inmediatamente. •Establece un estándar sobre cómo espera que tú vivas y otro diferente para él mismo. •Te hace sentir que tu trabajo es hacer que él no se enoje. •Te acusa de coquetear con otros o de ser infiel (cuando es él quien probablemente sea culpable). •Te presiona para hacer cosas sexuales. •Actúa como una víctima en lugar de hacerse responsable de su vida. •Te hace sentir que tienes suerte de tenerlo a él, en lugar de hacerte sentir que él tiene suerte de tenerte a ti. •Te hace sentir como si los problemas de su vida se resolverían si tú lo amaras lo suficiente. •Sientes que necesitas esconder la verdad sobre esta relación de aquellos que te aman porque temes que, de otro modo, no te dejarían verlo. •No tienes paz en la relación y con frecuencia te sientes triste al respecto. •Tu autoestima ha sufrido por la relación. •Siempre sientes que estás viviendo de acuerdo a sus estados de ánimo y deseos.

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Mientras más puntos hayas reconocido en esta lista, más rápido te debes de alejar de este chico. Cualquiera de estos puntos puede ser dañino para un futuro matrimonio. Si identificaste varios, no te quedes esperando a que él cambie. Pero ¡ten cuidado! porque los controladores acuden a todo tipo de trucos para hacer que te quedes con ellos; por ejemplo: •Puede que trate de separarte de tus seres queridos para que no tengas a nadie más que a él. Pensarás que no tienes a dónde ir. •Cuando quieras irte, él puede llegar a convertirse en un dulce cordero, que es lo que tú has estado esperando. No querrás dejarlo mientras esté siendo amable. Querrás creer que él ha cambiado. Pero no te engañes, eso nada más durará hasta su próximo cambio de humor. •Puede que sea física o verbalmente abusivo para hacerte sentir que nadie va amarte. Su meta es que creas que nadie en el mundo puede quererte. En realidad, seguramente nadie lo quiere a él. •Puede que use la culpa para acorralarte haciéndote sentir que se moriría sin ti. Una cara de drama y lágrimas de pena inconsolable le fluyen mientras manipula tus emociones femeninas. No dejes que la empatía se lleve lo mejor de ti. •Puede que se apresure a comprometerse en matrimonio, oque te dé un “anillo de promesa” sin una fecha de boda. Tal vez se comprometa a casarse contigo. . . algún día durante el siguiente periodo presidencial. Su discurso de “para siempre” te hace soñar con el futuro y olvidarte de los problemas presentes. •Cuando todo lo demás falle, puede amenazarte a ti o a tus seres queridos y mascotas, esperando que te quedes con él por miedo. En todos estos casos, él está tratando de mantener el control a costa tuya. ¿Pero de dónde viene ese comportamiento de controlador fanático?Probablemente está inseguro de sí mismo. Aun cuando parezca petulante y asertivo, está ocultando una falta de confianza. Un hombre confiado no le tiene miedo a que hables con tus amigos hombres y mujeres o a que pases tiempo con tu familia. Él sabe que las relaciones amorosas sanas nunca van a exigir que ocultes la verdad a tus seres queridos. Un hombre confiado te hará sentir confiada y libre, pero uno inseguro tratará de hacerte sentir insegura para poder controlarte. Aunque sea inseguro, hazte un favor y no sientas pena por él. No es una víctima. Él elige cómo actuar. Lo triste de esto es que una chica puede caer en estos trucos y volver una y otra vez a una relación abusiva y controladora. Ella puede gravitar hacia ese tipo de hombres de carácter fuerte precisamente porque a ella le falta carácter propio. Si no conoce su propia identidad, encontrará a un hombre para que le dé una. Como dijo una joven: “Después de haber superado esa relación, lo que tomó muchísimo tiempo, encontré lo que había estado buscando intensamente antes de conocerlo a él: a mí misma”. Cuando yo (Crystalina) me sentía atrapada en una relación abusiva y controladora, siempre tenía la necesidad de disculparme por cosas que no eran mi culpa. ¿Te suena parecido? Si es así, ¿por qué siempre nos estamos disculpando? ¿Por qué tenemos que asumir responsabilidad ajena como si tuviéramos que compensar por lo malo que nos rodea? Ofrecer un superficial “lo siento” no cambiará nada. ¿Disculparse por todo mejora algo o cambia las circunstancias? No. Tú y yo sabemos que no, pero aldecirle a todo el mundo que lo sentimos, hace que nos echemos una carga a la espalda y que nos inflijamos una culpa

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falsa que no es la nuestra. Cargar con la culpa siempre nos da el permiso invisible de pensar que somos inseguros y de sentirnos como tal. Si te identificas, comienza a enfrentar la verdad en cada situación y a ver las cosas tales como son. En el futuro, no permitas que alguien te subyugue o te haga sentir mal o débil. Rechaza y renuncia a la mentira de una falsa culpa. Discúlpate únicamente cuando de verdad hayas hecho algo malo y no por una culpa que no te corresponde. Tus disculpas van a comenzar a significar algo y te harán reconocer que heriste a alguien que te importa. Eso es lo que la expresión “lo siento” realmente significa, y tienes que dejar de utilizarla a la ligera. Si te parece difícil alejarte de este tipo de relación, haz un “calendario controlador” así: Consigue un calendario en blanco y escribe cada vez que él se comporte como controlador, posesivo, celoso o abusador. Suele suceder que las mujeres vuelven arecaer en relaciones poco prometedoras porque se les “olvida” lo perjudiciales que han sido. Tener una memoria escrita del comportamiento de tu novio evitará que sigas teniendo amnesia. Asegúrate de que la relación sea pura, porque la actividad sexual te unirá a él, hará que confíes en él, que seas menos crítica de sus actos y afectará tus recuerdos sobre las malas experiencias que has pasado con él. Retira el elemento sexual, de modo que puedas ver más claramente. Luego, después de unas cuantas semanas, dale una mirada escrupulosa a tu calendario y escucha a tu conciencia, la cual te apuesto que la has estado ignorando desde hace rato. Puede que temas al abandono y que luches con las dudas sobre ti misma. Todos tenemos miedo a la soledad, pero quizá lo que más temes —quedarte sin novio— sea lo que te dará la independencia que necesitas para encontrar amor de verdad. Al igual que él, tú no eres una víctima. No puedes cambiar su comportamiento, pero sí puedes cambiar el tuyo. Si estás saliendocon este tipo de hombre, déjalo y si todavía no hay un compromiso, ni siquiera lo pienses.

6. El Mayorcito Cuando se trata de discrepancias de edad en las relaciones, mientras mayor sea una pareja, menos importa la diferencia de edad. A nadie le preocupa si un hombre de treinta y seis años está saliendo con una mujer de treinta, pero si un chico de preparatoria persigue a una niña de secundaria, ahí sí vemos problemas. Como regla general, si estás interesada en un chico mayor, pregúntate una cosa: “Cuando yo tenga su edad, ¿consideraría salir con alguien de mi edad actual?”. Si este pensamiento te hace reír, es mejor que termines esa relación antes de que empiece. Al referirse a su incapacidad para terminar la relación malsana con su novio mayor que ella, Mónica nos decía:

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“Algo me mantiene unida a él. A lo mejor es el hecho de que puedo decir que estoy ‘con’ alguien. Yo busco empatía, amor y un confidente, alguien que me respalde y me haga sentir segura y que me proteja”. Te habrás dado cuenta de que todas esas cosas que Mónica anhela de una relación (empatía, amor, confianza, alguien que la respalde y la haga sentir segura y protegida) son cosas que se supone que un padre debe darle a su hija. No es sorprendente entonces, darse cuenta de que ella todavía está buscando todo eso mucho tiempo después de que su padre la abandonó cuando era pequeña. Aun cuando el padre esté físicamente presente, puede que esté emocionalmente distante de su hija. Cuando una chica no recibe aprobación masculina en su propio hogar, quedará fascinada cuando esa aprobación finalmente llega. Si llega a encontrar un hombre leal, rápidamente le entregará su corazón. Como dijo un experto: Un resultado primario de crecer sin un padre es que hay más hombres jóvenes con armas; otro es que hay más mujeres jóvenes con bebés. . . Un padre juega un rol específico en la formación sexual de su hija y en su comprensión del vínculo hombre-mujer. El amor y participación de un padre construyen la confianza de una mujer en su propia feminidad y contribuyen a la formación de su sentido de valor propio. Esta relación de amor-valor le da a las jóvenes un mayor sentido de autonomía e independencia en las futuras relaciones con los hombres. Se supone que una mujer debe admirar a su padre y comparar a todos los demás hombres con él. Esto ayuda a descartar a los chicos problemáticos porque sabrá cómo ser tratada dada la relación con su padre. Más allá de su ejemplo, su amor le da fortaleza. Una chica de Brasil nos compartió sus pensamientos acerca de su padre diciendo: “Mi papá es mi espejo, es mi base, es todo para mí. Lo amo muchísimo”. Muy parecido a lo que nos escribió una joven de veinticuatro años: Cuando un hombre renuncia a mí porque no me acostaré con él para “saber si somos compatibles”, es fácil dudar de mí misma, y es en ese momento que nadie reemplaza una reconfortante voz masculina al otro lado del teléfono. Cuando a una mujer le falta la “reconfortante voz masculina” de un padre amoroso y no se siente valorada por él, ella buscará la afirmación masculina en otra parte. Lo peligroso es que los hombres mayores —que normalmente carecen de habilidades sociales para salir con mujeres de su propia edad— saben cómo hacer que las jovencitas se sientan deseadas. En un mundo donde cada aviso publicitario y cada portada de revista hacen que una joven sienta que no es suficientemente hermosa, es vigorizante conocer a un hombre que la encuentre deseable. De lo que ella no se da cuenta, es que a lo mejor no está enamorada de él. Está enamorada del sentimiento de ser querida cuando a veces, ni siquiera ella se quiere a sí misma.

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Un investigador dice que las mujeres sin padre a menudo se preguntan: “¿ Qué debo hacer, con quién debo estar para encontrar a un hombre que no me abandone como lo han hecho los hombres en mi vida y en la de mi madre?”. Su temor más profundo de abandono puede influenciarla para que se resigne con una relación terrible, ya sea por miedo a que nada mejor le suceda o porque cree no merecerlo si llegara a suceder. Una joven nos escribió contándonos una cantidad de dificultades por las que estaba pasando, incluyendo la de su relación con un padre distante, abusivo y difícil de complacer: Descubrí que la relación con mi padre me programó para desear complacer a otros y necesitarlos para sentirme completa. Entonces supe que si no tomaba una decisión consciente,dejaría que los hombres hicieran lo mismo que mi padre hizo. Supe que a menos que yo hiciera algo, terminaría haciendo cualquier cosa para complacer a un hombre y conservar su supuesto “amor”. Aunque esto ofrece una visión de por qué las jovencitas prefieren a los hombres mayores, no explica por qué son mala compañía. En general, los hombres mayores conocen algo muy importante: es más probable que las jovencitas acepten avanzar sexualmente porque anhelan la aprobación de un hombre. Una estudiante me contó a mí (Jason) que había oído a un chico de último grado cuando le dijo a su amigo: “Ya terminamos con las de los grados mayores, ¡ahora vamos desvirgar a las de primer y segundo año!”. Por supuesto, la mayoría de los hombres no son unos desalmados, pero quienes sí lo son, saben cómo conquistar a una chica con dulzura y atención. Mientras se ganan su confianza, simultáneamente van acabando con su inocencia. El diario The New York Times entrevistó a un estudiante de último año de preparatoria sobre el tema de quién tenía relaciones casuales con quién en su escuela. Él relató que las chicas de primer y segundo año eran los objetivos principales: “Las de los grados mayores ni siquiera nos miran, pero las menores, nos ven como dioses, y claro que lo somos y por eso funciona tan bien”. No puedo imaginarme por qué las chicas mayores no se fijan en ellos. Nuestro prejuicio contra los noviazgos con hombres mayores no está basado en una teoría. Las investigaciones demuestran que tres de cada cuatro adolescentes que perdieron su virginidad, lo hicieron con un hombre mayor. También, las chicas que salen con chicos dos o tres años mayores que ellas, tienen el doble de posibilidades de tomar alcohol, y la probabilidad de probar lamarihuana aumenta seis veces. Obviamente no todos los chicos mayores entran en esta descripción. Un problema más grande que se evidencia en salir con chicos mayores, es que no es algo realista. Si una chica de primer año, sale con alguien del último grado, con suerte él pasará los próximos años en la universidad, en un ambiente diferente al de ella. Y ya que no es buena idea que ella asista a la misma universidad solamente para estar con él, ambos van a pasar los próximos seis años de sus vidas separados. Esta no es la manera de construir la base de una relación duradera. Pero como las jovencitas están “viviendo en el momento”, no se molestarán en pensar en el futuro. Ni siquiera se detendrán a pensar: “Cuando conozca a todas esas chicas universitarias, ¿seguirá él interesado en alguien de mi edad?”.

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No solamente es poco práctico y moralmente peligroso salir con un chico mayor, también puede ser ilegal. La ley varía de país en país, pero la regla general es que va contra la ley dormir con un menor de edad (dieciséis o dieciocho años). Si un hombre se acuesta con una adolescente, puede ser acusado de violación estatutaria. Puede que suene extraño llamarlo violador cuando la chica está dispuesta a acostarse con él, pero hay una razón por la cual le dieron ese nombre. Según esta definición: Las leyes sobre violación estatutaria se basan en el concepto de que una persona joven puede desear tener relaciones sexuales, pero carece de la experiencia que posee un adulto para tomar una decisión madura respecto a tener o no contacto sexual con una personaen particular. Por consiguiente, la ley asume que aun cuando él o ella estén dispuestos a aceptar el acto sexual con un adulto legal, su compañero o compañera sexual pudo haber usado tácticas de manipulación o de engaño ante las cuales, la persona más joven aún no ha desarrollado el discernimiento o la defensa suficiente. Es muy emocionante para una jovencita que un chico mayor se interese en ella. Debido a que el cerebro femenino madura dos o tres veces más rápido que el de su contraparte masculina, entonces no le atrae la inmadurez de los chicos de su propia edad. Por lo tanto, también es emocionante sentirse superior a ellos. Sin embargo, ellas tienen que darse cuenta de que los chicos maduros no salen con chicas tan jóvenes. Si un chico fuera tan maduro, saldría con alguien de su propia edad.

7. El Boca de Bacinica Para expresarlo educadamente, el “Señor Boca de Bacinica”, es un novio que tiene un tremendo problema con sus habilidades de lenguaje expresivo. Es importante analizar las palabras de un hombre porque su discurso descubre las intenciones de su corazón. En el caso de alguien con boca de bacinica, su hábito sucio puede manifestarse de numerosas maneras. Sus palabras pueden revelar sus ojos distraídos y su corazón infiel. Considera este ejemplo que recibimos de una chica: “Estaba caminando con mi novio y algunos amigos, de pronto él miró a otra chica y no pudo dejar de hablar con sus amigos sobre lo ‘sexy’ que ella estaba. Me sentítotalmente insultada”. Si así habla delante de su novia, ¡ni siquiera podemos imaginarnos el tipo de conversación que tendrá cuando ella no está presente! Si su novio fuera un verdadero caballero, se hubiera callado y hubiera puesto más atención a su novia mientras la otra mujer pasaba, para que se sintiera más segura de su amor. Pero él no tiene tal madurez. Probablemente ha sido así por años y ella debería haberlo conocido mejor antes de comenzar alguna relación. De esta manera, hubiera conocido su carácter (o falta de él) y podría haberlo evitado. Aunque físicamente no la esté engañando, ella puede tener la certeza de lo que está pasando por su mente cuando él ve a otras mujeres. Un segundo tipo de boca de bacinica es el hombre que parece haber aprendido su vocabulario de la pared de un baño público para hombres. Habla o bromea con su novia

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sobre cosas sexuales de manera casual y pervertida para ver su reacción. Si ella sabe que el sexo es algo que requiere gran reverencia y sabe cómo debe actuar un verdadero caballero, repudiará su inmadurez. Sin embargo, si no lo sabe, ni se dará cuenta de lo que él está haciendo y asumirá que está bromeando. El objetivo de esta clase de hombres es simple: llenar la mente de una mujer con pensamientos sensuales y quizá la curiosidad de la conversación, llevará a la acción. Las cosas no eran tan diferentes hace 18 siglos, cuando un escritor cristiano de la época escribió: “La conversación obscena nos hace sentir cómodos con la acción obscena”. Ya que un chico boca de bacinica valora su vida, querrá que sus diálogos permanezcan ocultos frente a la familia de su novia. Estas conversaciones suceden en persona, por teléfono, por medio de mensajes de texto o en línea, pero sin importar dónde se lleven a cabo, son una gran alerta roja. Un tercer tipo de boca de bacinica es el hombre que es verbalmente abusivo. En estas relaciones, los ataques verbales abarcan tres temas relacionados a la chica: su cuerpo, su cerebro o su comportamiento sexual en el pasado. Al atacar su inteligencia, atractivo o su falta de inocencia, el abusador debilita la autoestima de su víctima. Esto causa que ella sesienta más apegada a él, como si nadie más fuera a desearla. Una chica me dijo: “Mi novio de dos años, a veces me dice estúpida o gorda, pero luego me dice que solo está bromeando. ¿Qué debo hacer?”. Él le dice que tiene sobrepeso y luego, ¿dice que está bromeando? Estupendo. Dile a una mujer que está gorda y luego dile que lo olvide. Para coincidir con su sentido del humor, debería pasarle un auto por encima del pie y decirle que también está bromeando. En vez de insultarla y decirle que está bromeando, ¿por qué no puede hacerle un cumplido y decirle que es en serio? La razón por la que un hombre acaba con la autoestima de una mujer es porque la propia es muy baja. Cuando un hombre tiene poco amor por sí mismo (probablemente a causa de abuso dentro de la familia), aprende a usar los insultos como una forma de manipulación emocional. Él siente que la única manera de hacer que te quedes con él es que tu propia autoestima sea más baja que la suya. No se trata de ti, de tu cintura o de tu inteligencia; se trata de su propia inseguridad y sus heridas interiores. Sin darse cuenta de esto, una mujer en este tipo de relación recompensa y valida el comportamiento de su abusador cuando se queda a su lado en la relación. Su presencia le enseña que está bien que trate a las mujeres de manera abusiva, mientras que ella trata de convencerse de que hay algo por lo que vale la pena seguir adelante. Si has vivido alguna experiencia de abuso, te lo debes a ti misma hacer todo lo posible por buscar sanación y para lograrlo debes acudir a alguien. Si tus abusadores están dentro de tu familia, no dudes en hablar con alguien por fuera de tu casa que pueda ayudarte. Como valientemente nos dijo una joven: “Estoy cansada de morderme la lengua con todo. Ya no quiero seguir en silencio. Estoy harta de fingir. Si no hablo, no me van a escuchar”. Mientras más permanezca una mujer en una situación de abuso, más pensará que eso es lo que se merece. Esto es porque una cualidad de los abusadores es hacer que las mujeres piensen

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que el abuso es su culpa. Sus insultos refuerzan la imagen negativa queya tiene de sí misma. Por el contrario, cuando una mujer tiene autoestima alta, se niega a ser pisoteada. ¿Cómo se construye la autoestima? Tomando decisiones inteligentes, sobreviviendo a los momentos dolorosos y volviéndose una mujer más fuerte. Para comenzar, saca de tu vida a cualquiera que no te trate con respeto y evita ese tipo de hombres en el futuro. Te sorprenderá lo bien que se siente. Cada vez que te alejas de las imitaciones del amor, te acercas un paso más al amor real. Hagas lo que hagas, no te quedes en esa relación, ni regreses con él por lástima para intentar salvarlo de sus problemas emocionales. Él necesita aprender a bendecir y no a maldecir y la única manera de hacerlo es si su actitud termina costándole la amistad y el amor que desea. Si te encuentras en una relación verbalmente abusiva, date cuenta de que es tu decisión aguantarla. Dicen respecto a las relaciones abusivas, que la primera vez que suceden, tú eres una víctima. La segunda vez, eres una voluntaria. Además, la pregunta no es¿deberías dejarlo?, pues la respuesta es obvia. La pregunta es ¿cómo es posible que hayas estado tanto tiempo con él? Y esa respuesta la tienes que encontrar por ti misma. Tómate el tiempo necesario para reestablecer los límites de respeto y amor. Déjalo y guarda tu amor para un hombre que te trate como a una reina. Si algún hombre trata de hacerte sentir que no podrás estar con nadie mejor que él, date cuenta que probablemente no podrás estar con alguien peor. Si quieres probarle que eres inteligente, entonces termina con él.

8. El Traidor Arrepentido Algunas personas tienen sus frases favoritas de películas. A mí me gusta coleccionar las frases favoritas de los que engañan. Permíteme compartirte algunas de las más memorables. Cuando un famoso jugador de baloncesto fue sorprendido en una aventura amorosa, le organizaron una rueda de prensa y con su esposa al lado, ofreció una interminable disculpa. Entre otras cosas, recuerdo que dijo que su esposa era el viento bajo sus alas,el aire que él respiraba o algo así parecido a una canción de los años 80. Pero he aquí mi pregunta: ¿Fue su esposa el aire que respiró mientras estaba en la cama con otra mujer? y ¿estaría proclamando esos halagos sobre ella en televisión nacional si nunca lo hubieran descubierto? Así como un hombre es seducido por medio de los ojos, a menudo a las mujeres se les seduce por medio de los oídos. Algunos hombres pueden ser tan suaves con sus palabras, que una mujer olvidará sus acciones. Mi ejemplo favorito de esto es el de una estudiante que me contó que había descubierto el engaño de su novio. Ella pensaba regresar con él porque: “él me dijo que cuando estaba besando a la otra chica, ¡no dejó de pensar en mí!”. Entonces le pregunté: “¿Por qué no puede estar pensando en ti mientras te es fiel?”. Igual supongo

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que él le estaba diciendo la verdad. Cualquiera que engaña tiene que estar pensando en la persona a la que está engañando, pero no precisamente pensando en estar con ella. Más bien ha de estar pensando en que lo golpearía si se diera cuenta. Gracias a nuestro orgullo masculino, casi siempre le echaremos la culpa a lo que sea cuando sabemos que somos responsables. Por ejemplo, cuando Adán fue descubierto en el Jardín del Edén, no sólo culpó a Eva, ¡culpó a Dios! En sus propias palabras: “La mujer que tú pusiste aquí conmigo, ella me dio del fruto del árbol, y entonces comí”. Por lo tanto, debes estar atenta a las excusas que ocultan el engaño. Nunca hay una justificación aceptable para ello, pero he aquí algunas para tener en cuenta: “Fue un accidente”. ¿Exactamente cómo sucede eso? ¿Iba en su patineta y en la esquina de un edificio chocó contra una corredora desprevenida? “¡ Ay caramba! Lo siento. ¿Acabo de tener un desliz contigo? Ni siquiera te vi. Sólo espera a que le cuente a mi novia sobre este tonto accidente”. Si escuchas la excusa del “accidente”, dile que ya que te engañó por accidente, terminarás con él a propósito. “Es que ella empezó a besarme”. Cuando escucho esto, me imagino a una mujer amazona forzando a un novio desprevenido e indefenso. Es difícil creer que le falte fuerza física para quitarse a una mujer de encima. Tal como en la primera excusa, las mujeres deberían tener suficiente intuición para ver a través de la mentira. El engaño siempre es mutuo y deliberado. Después de todo, las mujeres normalmente no besan hombres que no están enviando señales. “No sé qué pasó. Comenzamos a acercarnos y ya no pude parar”. Si es verdad que no pudo detenerse, ¿qué piensas que hubiera hecho si te los hubieras encontrado a los dos? El hecho es que pudo haber parado cuando quisiera, pero le faltó motivación. “Yo estaba ebrio”. Lo conveniente de esta excusa es que te da una razón para dejarlo tanto si está diciendo la verdad, como si está mintiendo. Estas cuatro excusas del engaño por lo general van seguidas de: “Amor, tú eres la única para mí. Nunca me había sentido así por nadie. Ni siquierasé en qué estaba pensando cuando sucedió todo con esa otra mujer. No volverá a suceder”. A veces si escuchas muy de cerca, hasta puedes oír el sonido de un violín en el fondo. Si reconoces alguna de estas frases, huye. Si llama de nuevo en una semana y dice que es un hombre nuevo, entonces seguirá siendo un hombre nuevo en cinco años. Dile que vuelva entonces. Puede que se haya dado cuenta de lo que ha perdido, pero es muy diferente a que se haya convertido en el hombre que tú te mereces. (A propósito, estoy hablando en serio en cuanto a tomarte un tiempo de cinco años lejos de alguien que te engañe). Vas a pensar, “¿No debería perdonarlo?”. Por supuesto, perdónalo, pero no salgas con él.

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Si alguien te ha engañado, no te mortifiques. Cuando un hombre engaña a una mujer, ella asume naturalmente: “No debo ser tan bonita, de lo contrario no lo hubiera hecho”. Sin embargo, la causa del engaño no es la ausencia de perfección física en la mujer, sino la presencia de infidelidad en el corazón de su novio. Si la belleza garantiza la fidelidad, ¿por qué los tabloides de Hollywoodestán llenos de historias de adulterio? En la categoría del engaño también está el tipo que llamamos “Conquistador Adicto” y se trata del que coqueteará contigo mientras se supone que está comprometido con alguien más o se “comprometerá” contigo mientras le da esperanzas al resto de las damas que se encuentra. Si tu novio coquetea con otras mujeres, te engaña cada vez que lo hace. Lo mismo va para ti si coqueteas con otros hombres. La fidelidad no se trata únicamente del cuerpo. Si te has comprometido con una persona, entonces te has comprometido con él como persona, lo que implica la fidelidad de tus ojos, tu corazón, tu imaginación, tu hablar, tus intenciones y todo lo que te hace persona. Alejarse de un conquistador fascinante no siempre es fácil. Una joven lo dice en su carta: Mi ex novio se ve con otra mujer, pero me llamó hace poco.Estaba haciendo mucho frío y él se ofreció a venir para darme calor. Le dije que no, pero me siento indecisa, porque de verdad me gustaría que volviéramos. ¿Por qué me sigo sintiendo atraída por él? Afortunadamente, esta chica rechazó la oferta de sus servicios de calefacción, pero no fue una decisión fácil. No importa qué tan traidor o imbécil sea un hombre, una mujer siempre se siente atraída hasta cierto punto por el hecho de que la desean, pues hay algo halagador en ello. Pero cualquier mujer que se enamore de ese tipo de atención, debe recordar que quién engaña contigo te engañará a ti. Por lo tanto, aléjate de cualquier hombre que pongasus ojos en ti cuando está con otra mujer. Su sonrisa puede parecer linda ahora, pero piensa que a largo plazo, ¿quién quiere casarse con un coqueto? ¿No preferirías que tu novio no se esforzara por hacer que otras mujeres lo noten? En todo caso, ¿para qué necesita esa atención? Cada vez que coquetea con alguien más, te envía un mensaje que dice que no eres suficiente para él. Aunque no esté durmiendo con otras, al coquetearles todavía está siendo irrespetuoso contigo y eso es inaceptable en una verdadera relación. Puede que sea dulce y encantador para ti, pero debes saber que los hombres desleales tienden a ser muy corteses porque ser maleducados no va a aumentar sus posibilidades. Es fácil hablar sobre ser novio/ novia y ponerse sentimental por teléfono, pero el verdadero valor del amor se prueba siendo 100% fiel. En el futuro, recuerda: si no puedes confiar en el hombre con el que estás saliendo, entonces estás saliendo con el hombre equivocado. Cuando una mujer se siente un poco aprensiva, por lo general tiene algo de razón. Habla con amigos y familiares para versi tu intuición es razonable o si es desconfianza que queda de una experiencia pasada. Tampoco aceleres la relación. El engaño sería casi inexistente si la gente se tomara el tiempo de conocerse como amigos —por un buen tiempo— antes de comprometerse en un noviazgo. De esta manera, la

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gente desleal nunca tendría la oportunidad de engañar a nadie, porque nadie querría salir con ellos.

9. El Enano Espiritual Imagina que estás casada y un día, pasando por el pasillo hacia tu habitación a eso de las ocho de la noche, abres silenciosamente la puerta del cuarto de tu pequeña hija y ves a tu esposo de rodillas a su lado mientras le enseña cómo orar. Recargas la cabeza en la puerta y suspirando le agradeces a Dios por los dos. Ahora imagina que sales de la casa un domingo en la mañana para ir a la iglesia con tu hija. La levantas para salir y miras a tu esposo en su típica posición de domingo en la mañana: viendo televisión. En la iglesia, no puedes evitar ver a otras familiasalrededor. Haces tus oraciones normales por la conversión de tu esposo y luego vuelves a casa para encontrarlo exactamente en el mismo lugar. Ambos esposos podrán ser hombres leales y buenos padres, pero si prefieres la primera escena más que la segunda, entonces no te involucres con enanos espirituales. El enano espiritual es el tipo de hombre que tiene un montón de cualidades positivas, pero es incapaz de acercarte a Dios. Hasta puede llegar a menospreciar tu fe preguntándote cómo es que confías en la Biblia o crees en Dios. Él puede tener muchas preguntas, pero no invierte mucho tiempo buscando las respuestas. La fe ya es todo un reto como para tener que batallar con tu alma gemela al respecto. En el futuro, debes saber que si una relación te está haciendo retroceder espiritualmente, entonces es una señal inconfundible de que no es una relación de Dios. Puedes decir: “Él no es así, él respeta mi fe y no trata de alejarme de Dios”. Pero ¿es capaz de acercarte a Él? Por toda la eternidad, eso es lo que realmente importa.

10. El Señor No-tengo-suficientes-habilidades-sociales-paraconocer-mujeres-sin-Internet. Cuando la mayoría de la información que tienes de un hombre proviene de su perfil en Internet, despierta ya. Si piensas que una relación se está volviendo seria porque hablaste horas por Internet anoche, es tiempo de que te busques algunos pasatiempos fuera de casa. Los hombres que pasan enormes cantidades de tiempo chateando, a menudo lo hacen por falta de confianza para conocer mujeres en público y porque también les da la sensación de control ya que pueden mostrarte la imagen que quieran de sí mismos. (Obviamente, estos comentarios también aplican para las mujeres que buscan hombres por Internet). Estas relaciones por lo general duran poco y son potencialmente peligrosas. Especialmente en las que se desarrollan a larga distancia, la pareja se forma una imagen idealizada de la relación debido a la falta de interacción enel día a día que da fundamento a la relación en la

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realidad. Cuando una pareja comienza su relación en línea, cada uno tiene una noción preconcebida de la identidad de la otra persona. Incluso después de conocerse, no es fácil olvidar estas expectativas y ver a la persona real. Son necesarios años de convivencia diaria para que dos personas lleguen a conocerse mutuamente. Por ejemplo, ¿has notado que los matrimonios dicen que realmente no conocieron a la pareja hasta después de años de estar casados, mientras que las parejas de novios muy enamorados sienten que conocen todo el uno del otro? Tómate tu tiempo y no te dejes engañar. Mientras tanto, si esperas encontrar a tu pareja ideal, necesitas salir de tu casa. A menos que tu futuro esposo sea un repartidor de correo, no creo que llegue a tocar a tu puerta. Eso sí, sé selectiva respecto al lugar donde conoces hombres. Según una encuesta hecha a hombres, sus expectativas de una relación difieren según el lugar donde conozcan a las mujeres. Si el primer encuentro ocurre en un baro una discoteca, los hombres son más propensos a esperar que sea una aventura corta y físicamente intensa. En sus propias palabras, ella no califica como “material para matrimonio”. Si las conocen por Internet, los hombres con debida razón se quejan de tergiversación y engaño. En otra encuesta, ningún hombre indicó que tuviera una relación a largo plazo como resultado de un encuentro por Internet. Sin embargo, si el encuentro es a través de un amigo, la iglesia o el lugar de trabajo, la posibilidad de una relación es potencialmente viable. Habiendo dicho todo esto, agreguemos que hay sitios en Internet que promueven los noviazgos cristianos y ayudan a los solteros a crear relaciones sanas y matrimonios felices. Pero estos servicios están lejos de parecerse a un encuentro de un par de extraños en una sala de chat. De todas maneras, realmente no hay tal cosa como noviazgo por Internet. Puede que conozcas a una persona a través del Internet, pero cualquier relación real necesita llevarse a cabo lejos de una computadora y ser cara a cara.

¿Quién queda? Después de leer nuestra lista de hombres a evitar, puedes estar pensando: “La lista tiene sentido, pero hay un pequeño problema: los únicos hombres que quedan ya están casados o están en un seminario. . . o en un hogar para ancianos. Y lo sé porque su lista describió ¡a la mayoría de mis ex novios!”. Por obvias razones, muchas mujeres se sienten desanimadas por la calidad —o falta de ella— de los hombres modernos, pero está en las manos de las mujeres mejorar la situación. Si estudias la historia de las civilizaciones, notarás que las mujeres son tradicionalmente las guardianas de la moral. Dicen que si las mujeres no insisten en los modales, nadie lo hará. O en palabras del filósofo Søren Kierkegaard: “La mujer es la conciencia del hombre”. Lo creas o no, los hombres dan por sentado tu poder. Hay uno que dijo: Cuanto más grande el amor, más exigencias se nos harán para armonizar con esa idea. En gran medida, el nivel de una civilización es el nivel de su feminidad. Cuando un hombre ama a una mujer, tiene que hacerse

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merecedor de ella. Mientras más grande sea la virtud de ella, más noble será su carácter; mientras más devota sea ella a la virtud, la justicia y la bondad, más tendrá un hombre que aspirar a ser digno de ella. La historia de la civilización de verdad podría escribirse realmente en términos del nivel de sus mujeres. Esto no significa que es responsabilidad de la mujer ser la policía de la castidad o que los hombres tengan el derecho de presionar a una mujer hasta que ella les ordene detenerse. Debe haber respeto y responsabilidad mutuos. Pero el hecho sigue siendo que las mujeres poseen un poder único para formar las culturas. Los hombres te miran para aprender cómo quieres ser tratada. Si un hombre es grosero y las mujeres no hacen nada para reprenderlo, él entiende que su comportamiento es aceptable. Pero cuando las mujeres, culturalmente, esperan ser tratadas con dignidad, algo extraordinario sucede: los hombres descubren que tendrán que convertirse en caballeros si quieren disfrutar de la compañía de las mujeres. Nuestra cultura no formó su moral (o falta de ella) de la noche ala mañana y ninguna sociedad cambia en un instante. Los hombres no respetarán apasionadamente a todas las mujeres solo porque descubriste tu dignidad. Pero cuando una cultura de damas se levanta, una cultura de caballeros le seguirá. Mira la lista de hombres que debes evitar: El Indeciso, El Niño Problema, La Hormona Andante, El Criminal Cauteloso, El Controlador, El Mayorcito, El Boca de Bacinica, El Traidor Arrepentido, El Enano Espiritual, El Señor Internet. Ahora imagina a un hombre que tiene las cualidades opuestas: sería confiable, maduro, puro, honesto, respetuoso, independiente y un sincero líder espiritual. Si te parece que un hombre así es un imposible, entonces no te molestarás en establecer estándares lo suficientemente altos para atraerlo. Tales hombres sí existen. Ellos vienen a nosotros y nos preguntan: “¿ Dónde están las chicas recatadas que viven la modestia? Si quieren ser tratadas como damas, ¿por qué no hablan, se visten o bailan como damas?”. No ignores tu conciencia ni renuncies a los deseos másprofundos de tu corazón. Si estás en una relación que no te conviene, termina con eso. No desperdicies tu vida tratando de cambiar a un hombre o esperando que milagrosamente él mejore. Tú eres mejor que eso.

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2 NOVIAZGO CON PROPÓSITO “¡Ve, bésala!” mis amigos me animaban. “Sus amigas dicen que deberías hacerlo”. Yo (Jason), miré al otro lado del patio de la escuela, a mi novia de sexto año sentada entre un grupo de risueñas amigas. Era como treinta centímetros más alta que yo, así que no estaba seguro de cómo iba a lograrlo. Uno de mis amigos no se preocupó tanto por la discrepancia en las estaturas y me dijo: “Mira, fui al salón de deportes y aquí hay un banquito para que te pares en él y la beses”. Gracias a Dios, sonó la campana del receso y no hubo lugar a un trauma emocional mayor. Ella y yo salimos hasta el fin del año escolar y disfrutamos de un par de citas románticas en ocasiones cuando mi mamá nos llevaba en su auto a algún centro comercial. Después de un tiempo terminó conmigo porque se me olvidó que éramos novios. Lo sé, ¡qué exigente! Este tipo de relación insignificante es lo que se espera de un par de niños de once años, pero hoy en día, los de treinta ¡hacen lo mismo! Nunca antes había existido tanta gente con pareja que no tiene idea de lo que hace o a dónde va. Recuerdo a una joven diciendo que salía con un chico porque “era más o menos algo nuevo para intentar”. Esa es una buena razón para probar un nuevo aperitivo en unrestaurante, no una razón para tener pareja. Esta chica terminó con él algún tiempo después porque “básicamente perdí el interés”. De nuevo, esa es una buena razón para dejar de ver un anuncio aburrido en televisión, no una razón para terminar una relación. Si una mujer tiene una pareja solo para experimentar cosas nuevas y termina una relación cuando ya no hay novedad, nunca encontrará el amor. No importa qué tan perfecto pueda parecer un hombre al comienzo, eventualmente va a sacarte de quicio. Si esperas establecer un amor duradero, tienes que aprender a amar más allá de los sentimientos.

Primero viene el amor Al regresar de la playa un día, encendí la radio en mi auto y escuché que el presentador invitaba a la gente a llamar a la estación para ofrecer su propia definición de amor. El oyente número uno habló algo sobre una “cálida alegría” y el siguiente dijo algo raro sobre transpiración y nervios. Y así, llamada tras llamada, el amor fue definido por sentimientos y emociones. Si así es como entendemos el amor, entonces nuestras relaciones están arruinadas incluso antes de comenzar. Algunos podrán decir: ¿Y acaso no existe el amor a primera vista? Un profesor nos contó que cuando vio a su esposa por primera vez al otro lado de la calle, supo que

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era amor. Caminó a través del tráfico e inmediatamente la invitó a almorzar y le propuso matrimonio ahí mismo. ¿Existe tal cosa como el amor a primera vista? Para poder responder esto, hay que definir el amor. La mayoría de la gente piensa en el amor como una emoción estimulante. Siendo así, muchísima gente experimenta el “amor” a primera vista. Pero si el amor es una decisión de hacer lo que es mejor para el otro, entonces la mayoría de la gente ni siquiera piensa en eso cuando conoce a alguien por primera vez. Por lo general, el amor a primera vista ocurre cuando dos personas se atraen mutuamente de inmediato y la relación a la larga funciona. Pero la razón por la que dura no es por un sentimiento misterioso que los envolvió cuando pusieron los ojos en el otro la primera vez. Funciona porque deciden amarse mutuamente por medio de actos de bondad y sacrificio, incluso después de que el encaprichamiento desaparece. Un neurólogo experto explica: Mucha gente. . . piensa que la pérdida de intensidad romántica del amor temprano es una señal de que la relación de la pareja se está yendo de pique. En realidad, la pareja puede estar pasando a una fase importante y prolongada de la relación, que ahora está dirigida por otros circuitos neurológicos. Los científicos argumentan que “la red de vinculación” es un sistema cerebral independiente que sustituye la intensidad vertiginosa del romance por una sensación más duradera de paz, calma y conexión. Los sentimientos de “estar enamorado” son emocionantes, pero no deben confundirse con el amor mismo. Una persona puede hacer una promesa de amar, pero nadie puede hacer una promesa de sentir. Las emociones vienen y van. Si igualamos emociones con amor, concluiremos entonces que cuando los sentimientos se acaben, el amor también terminará. Cuando esto sucede, escuchas a la gente decir: “Te amo, pero ya no estoy enamorado de ti”. Si este es el caso, entonces desde el principio esa persona nunca amó a la otra. Estaban enamorados de sus propias emociones.

Noviazgo, ¿cuál es el punto? Cuando se consideran las razones erróneas para vivir un noviazgo, yo (Crystalina) encuentro una lista interminable. Algunas chicas buscan pareja para reafirmar su imagen de popularidad, otras buscan el compromiso porque le tienen miedo a la soledad, mientras que otras sienten la enorme presión de tener novio o encontrar la intimidad que piensan que el resto está recibiendo. Pero hay otras mujeres que ni siquiera saben por qué están en un noviazgo. Se meten en una relación no tanto porque tengan una buena razón, sino porque no ven razón para no hacerlo: “Él es lindo y me lo pidió, entonces ¿por qué no?”.

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Aunque hay millones de razones equívocas para estar en una relación, solo hay una correcta: encontrar un cónyuge. Un propósito tan cerrado puede parecer anticuado y tal vez lo sea, pero si miles de culturas a través de la historia han vinculado el noviazgo al matrimonio, vale la pena considerar esa sabiduría colectiva. Puede que sea anticuado tener un noviazgo para encontrar un cónyuge, pero un sorprendente número de personas han descubierto que es una alternativa refrescante en medio del circo de relaciones descompuestas y sin sentido. Quienes pasan años saliendo con gente por razones superficiales, a menudo se quejan sobre la cantidad de tiempo de sus vidas que gastaron yendo a ninguna parte. Después de todo, si no estás en una relación con los ojos puestos en un para siempre, estás en una relación destinada a terminar. En otras palabras, es una práctica para el divorcio. ¿Qué debe hacer una chica? Cuando se trata de las relaciones, a la mujer se le dicen todas las cosas que no debe hacer. Aunque este tipo de guía siempre es necesaria, ella queda preguntándose qué se supone que sí debe hacer. Siente que se ha quedado sola en su búsqueda de respuestas a sus más profundas inquietudes sobre amor e intimidad. Como resultado, puede caer en situaciones indeseadas ya que sus emociones y atracciones son fuertes y su dirección es débil. Imagina cuántas relaciones dolorosas comenzaron porque nadie consideró el siguiente simple hecho: nada más porque te gusta un chico, eso no quiere decir que te tengas que involucrar con él. A lo largo de tu vida, conocerás a incontables hombres con gran encanto y personalidad. . . con los que sería un desastre tener una relación o casarse. Cuando las chicas no comprenden esto, ciegamente se dejan llevar por sus emociones hacia relaciones que resultan ser una total pesadilla. ¿Cómo sabemos cuándo decirle sí a un hombre? Estos son algunos principios de cortejo que han funcionado por siglos.

1. Comienza con una base de amistad. Mientras más alto sea el edificio, más grandes deben ser sus cimientos. Debajo del edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa, hay más de cien mil toneladas de concreto y acero. De manera similar, la base de una relación determina su estabilidad. Si quieres construir un amor duradero, comienza con una amistad larga.

Cuando yo conocí a Jason, nos enamoramos desde el primer día. Pero como queríamos que durara, no nos apresuramos. En vez de eso, nos tomamos el tiempo de construir el cimiento de una pura y simple amistad. Aunque sí dije que “nos enamoramos”, la virtud del amor no es algo que simplemente le sucede a las parejas de repente. Es una tarea de toda la vida. Hollywood te dice que el amor sucede en un instante, pero los matrimonios de Hollywood duran exactamente eso. El verdadero amor toma tiempo. Hay que ser pacientes porque el amor mismo es paciente. En su libro “Él y ella” (Boy Meets Girl), Joshua Harris escribe: La paciencia es importante no únicamente en la espera del tiempo adecuado para empezar una relación, sino también en el proceso de

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permitirle desarrollarse a un ritmo saludable. La impaciencia lo apresura todo. Nos insta a ignorar el tiempo y la atención que requiere una amistad sana y a saltar directamente a la intimidad física y emocional. ¿Cuántas relaciones puedes contar en las que el hombre resultó ser completamente diferente a lo que ella imaginaba? Si se hubiera tomado el tiempo de conocerlo mejor como amigo, se hubiera evitado la sorpresa. No te sientas ahogada por la idea de tomarte un tiempo para construir las bases de una amistad. La temporada de amistad pura con un hombre no debe ser complicada, debe ser libre de drama y para disfrutar. Si no ocurre así, no esperes nada diferente del noviazgo o del matrimonio.

2. Comprométete con alguien únicamente si te ves casándote con él. Una vez

hayas construido las bases de una amistad duradera, debes determinar si el hombre es candidato para el matrimonio. Si no lo es, no te comprometas. ¿Cómo sabes qué cualidades buscar? Te presentamos diez preguntas esenciales que debes hacerte antes de aceptar un noviazgo: •¿Puedo confiar en él con todo mi corazón? •¿Valora las metas y sueños de mi vida? •¿Trata a todas las mujeres con respeto, no únicamente a las que necesita impresionar? •¿Ha terminado con alguien recientemente? Si es así, lleva las cosas con más calma y asegúrate de que haya estado solo suficiente tiempo. •¿Qué piensan sus ex novias de él? Evalúa con cuidado por qué terminó su relación anterior. •¿Le importa mi felicidad o es egocéntrico? •¿Me hace ser mejor persona o pasomi tiempo tratando de arreglarlo a él? •¿Sería un buen padre? •Luego de pasar tiempo con él, ¿me siento apreciada en vez de utilizada o temerosa? •En lo que se refiere a llegar al cielo, ¿es un compañero o un impedimento?

3. Comprométete con alguien sólo si el matrimonio es una meta alcanzable.No hay

lógica en tener una relación si el matrimonio es para dentro de diez años. Por lo tanto, los noviazgos durante los años preuniversitarios prácticamente no tienen sentido. Más allá de los retos de la pureza, considera el tema de la practicidad. Si el propósito de las relaciones es encontrar un cónyuge, ¿cuáles son las posibilidades de comenzar un noviazgo ahora que dure todo el tiempo de la universidad y llegue al matrimonio? Si estás en esta etapa de tus estudios date cuenta de que las relaciones largas y a distancia escasamente duran, pero amistades así, casi siempre persisten. Por lo tanto, disfruta el tiempo socializando con los miembros del sexo opuesto sin caer en la presión cultural de vivir noviazgos prematuramente. Si acabas de entrar a la universidad, tómate tu tiempo antes de saltar al compromiso.

4. Sé clara con tu compromiso. No te involucres al estilo “más o menos” con nadie. Si él

no es lo suficientemente caballero para comunicarte su compromiso de manera clara, entonces no merece estar contigo. Cuando las mujeres dejan que los hombres “más omenos”

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se comprometan con ellas, no las respetarán porque son muy tímidas. Te preguntarás: “¿ Qué se supone que debo hacer? ¿Le doy un ultimátum y le exijo que me haga su novia?”. No. Solamente mantén tu distancia mientras él aclara todo. Y si no lo hace, no te conformes con el tipo de cuasi-relación que por lo general lleva a ser amigos con derechos.

5. Involucra a tu familia. Podrás notar en tus propias relaciones que mientras más

maduras y saludables son, más involucras a tu familia. Y al contrario, si son inmaduras e impuras, tiendes a aislarte. Los miembros de nuestra familia deberían ser nuestros aliados cuando de hallar el amor se trata. Si sientes que son tus rivales, haz lo que puedas por reestablecer esas relaciones antes de comenzar tu propia familia.

6. Busca la voluntad de Dios.Si quieres que una relación tenga propósito y sentido, no puedes separarla del propósito fundamental de nuestra existencia. Dios mismo dijo que no está bien que estés sola, pero ese deseo de unión primero tiene que ser llenado por Él. Antes de poder amar verdaderamente a una pareja, Dios quiere que estés segura y satisfecha en Su amor. Solo entonces, serás capaz de permitirle amar a otros a través de ti.

De lo contrario, una relación puede tomar el lugar de Dios. En lugar de ser reflejo de Su amor, se convierte en un sustituto de Él. Después de todo, ningún afecto humano puede reemplazar la seguridad de conocer el amor de Dios. Si tu relación con Dios está ensegundo lugar respecto a la relación con un hombre, la relación humana puede crecer hasta convertirse en un ídolo. Reinará en tu corazón y dictará tu nivel de felicidad. Y no solo es injusto para el hombre, al final del camino, va a terminar siendo una decepción. Para que las cosas funcionen mejor, pon a Dios en el primer lugar y deja que Él se ocupe del resto.

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3 AMA A TU ESPOSO ANTES DE CONOCERLO “Yo, Crystalina, te acepto a ti Jason como mi esposo. Prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, y amarte y respetarte todos los días de mi vida”. De la misma manera como dije estas palabras el día de nuestra boda, cada una de las novias hará lo mismo con su novio. Como podrás notar, la pareja hace votos de amarse el uno al otro todos los días de su vida. Pero si piensas honrar a tu futuro esposo todos los días de tu vida, ¿por qué no incluir los días antes de conocerlo? ¿Alguna vez has pensado amar a tu esposo antes de conocerlo? Al no estar casada todavía, no estás atada a esas promesas. El hecho de salir con otros hombres antes de conocer a tu futuro esposo no significa que le seas infiel. A ciertas personas les puede parecer disparatada la idea de amar al futuro esposo porque no todas las mujeres que quieren casarse van a hacerlo; por lo tanto, técnicamente no puedes amar y honrar a un hombre que no existe. Aun así, puedes practicar para ese amor que esperas encontrar. Si anhelas casarte, entonces comienza a pensar en el corazón de tu futuro esposo y considera que la vida que llevas antes de conocerlo, le traerá ya sea gozo o tristeza. Aunque nos estamos enfocandoen encontrar a tu alma gemela, no es suficiente pensar solamente en el amor que esperas encontrar, pues una mujer también debe concentrarse en el tipo de amor que debe ofrecer. Una adolescente nos escribió y dijo que para mantener su esperanza viva y sus estándares altos, ella le empezó a escribir cartas de amor a su futuro esposo, así como lo hice yo para Jason antes de conocerlo. Esto nos dijo: Escribir lo que siento e imaginarme que alguien me ame tanto como para leer todo esto, realmente hace que mi vida de estudiante sea mucho más fácil, y también me impulsa a construir un futuro muy exitoso, pensando no solo en mí, sino también en él. Si deseas casarte, una de las mejores maneras de prepararte para el amor del matrimonio es practicar la pureza de corazón, mente y cuerpo. Es cierto que cuando la mayoría de la gente piensa en “pureza”, la relaciona con la mojigatería, pues no se ha considerado como una virtud, sino como una visión malsana y neurótica de la sexualidad. Por ejemplo, si yo te dijera que un chico es “puro”, a lo mejor sonreirías y pensarías: “Ay, qué lindo. Me imagino que no puede encontrar aalguien con quien salir”. Pero en realidad la pureza de un hombre no tiene nada que ver con el número de mujeres con las que ha salido. Decir que un hombre es puro más bien se refiere a que es libre de toda actitud egoísta para usar a las mujeres y por lo tanto es capaz de amar auténticamente. Ahora suponemos que puede parecerte más atractivo.

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Si una mujer verdaderamente anhela el amor, debe cambiar su manera de pensar sobre la castidad. Tal vez debe abandonar las antiguas ideas que catalogan la pureza como algo limitante, aburrido y más bien abrir sus ojos al hecho de que nos hace libres para amar. Tal vez lo primero que debemos saber de la pureza, es que no es algo que se vaya acumulando dependiendo de cuánto tiempo hayas estado en abstinencia. Tampoco es lo mismo que la virginidad, porque hay muchas mujeres que no son vírgenes y se han vuelto puras así como hay muchas vírgenes que no tienen nada de inocentes. No importa tu pasado, tú puedes ser pura, pero es algo que tú tienes que decidir.

El punto de la pureza Algunos meses antes de nuestra boda, yo (Jason) recibí una llamada de Inglaterra preguntándome si me gustaría participar en un documental de la BBC sobre la castidad. Aparentemente las noticias vuelan y en Europa se enteraron de que había una pareja de estadounidenses que no vivían juntos y que no tenían relaciones íntimas antes de casarse. Me pareció una oportunidad divertida y pensamos: ¿Por qué no? El productor y sus camarógrafos volaron a California y nos siguieron en una cita que tuvimos en el sector Gaslamp Quarter del centro de San Diego. Allí estuvieron en la playa conmigo y con algunos de los acompañantes que estarían en la boda, y también con Crystalina mientras se probaba su vestido de novia por primera vez. La presentadora del programa nos hizo todo tipo de preguntas extrañas como por qué no estábamos durmiendo juntos e hizo su mejor esfuerzo por comprender ese concepto tan extraño. Unos meses después de que Crystalina y yo regresáramos de nuestra luna de miel, recibimos un paquete de Inglaterra que contenía el video que se había lanzado al aire para que lo vieran en todo el Reino Unido. Muy emocionados, prendimos la televisión y nos tiramos en el sofá para ver cómo se había contado nuestra historia. Ana en el país de las maravillas, fue el nombre que le dieron al programa y presentaba a nuestra entrevistadora, Ana, quien viajaba por todo el mundo viviendo todo tipo de culturas diferentes y extrañas. Al final del programa, mientras pasaban los créditos, apareció un avance del siguiente episodio diciendo: “No deje de vernos la próxima semana, ¡Ana visita una colonia de vampiros!”. Después de hacer un poco de investigación —aunque al parecer un poco tarde de mi parte— descubrí que Ana también realizaba programas acerca de mujeres luchadoras profesionales, psíquicos, prostitutas y las personas que creen que tienen animales que viven dentro de ellos. . . y ahora mi esposa y yo. Aparentemente, la idea de que una pareja de jóvenes se espere hasta el matrimonio para consumar su amor es tan rara para ellos, que podíamos compararnos con la existencia de una colonia de vampiros. Por eso, si decides vivir una vida pura, no esperes que el mundo comprenda tu decisión. He aquí el porqué: La revolución sexual del siglo XX fue engendrada por el deseo de rebelarse

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contra las malsanas y mojigatas ideas victorianas acerca de la sexualidad humana. Como resultado, aquellos que se inclinan a creer en la promiscuidad como expresión de su libertad, naturalmente asocian la idea de la castidad con la mentalidad cerrada que pisoteó la revolución sexual de Margaret Sanger, Alfred Kinsey y Hugh Hefner. Sin ninguna intención de regresar el tiempo para volver a esos valores fríos y rígidos respecto a la sexualidad, muchas personas todavía no comprenden que la pureza no tiene nada que ver con la mojigatería. La castidad no se refiere a la represión de nuestros deseos o a negarse a reconocer la belleza y las bondades de la sexualidad humana. En lugar de ceder ante la desvergüenza de Playboy o la vergüenza de los mojigatos, la castidad rechaza y se eleva por encima de esas dos actitudes desequilibradas sobre la intimidad. La castidad no significa ruborizarse por el hecho de ver la pantorrilla de una mujer, o dejar de hacerlo cuando se está mostrando demasiado. Lo que hace es enmarcar la sexualidad humana dentro del contexto del amor humano, que es precisamente lo que olvidan tanto los puritanos como los mujeriegos. Aun cuando es bueno aprender estas distinciones, el argumento más convincente a favor de la virtud de la castidad está en las parejas que la practican. Por desgracia, las mujeres modernas rara vez encuentran relaciones castas. Sí existen. Por ejemplo en su libro “Un argumento a favor de la castidad” (A Case for Chastity), Heather Gallagher narra una tarde inolvidable en la universidad: Una noche después de que mi compañera de cuarto perdió su virginidad, las chicas vinieron corriendo para celebrarlo. Elizabeth y su novio habían salido por años; por lo tanto, estuvieron de acuerdo: “¡ Ya es tiempo!”. Y después de que Elizabeth describió algunos detalles, todas en el cuarto empezaron a compartir sus experiencias de la primera vez que lo hicieron. Dos de ellas habían perdido su virginidad con sus novios de muchos años, otra en el asiento trasero de un auto con un sujeto que no quería volver a ver, y luego seguía mi turno. A pesar de que no era parte de ese “club”, les compartí la experiencia más romántica que había tenido. Ryan y yo llevábamos varios meses de amistad y hablábamos por teléfono durante horas todas las noches. Compartíamos mucho mutuamente y teníamos muchísimas cosas en común además de que ambos sentíamos una fuerte atracción. Una noche de verano, llegó de repente a mi casa. Ya era tarde, así que nos escapamos a un parque cercano y caminamos entre los árboles. Él me trató con mucha dulzura todo el tiempo y con absoluto respeto. Esa noche ni siquiera nos besamos, pero nos tomamos de la mano por primera vez. . . y vivimos la belleza de estar cerca de alguien que te importa profundamente. La habitación estaba en silencio cuando terminé de describir todos los aspectos románticos y divertidos de esa noche. Una de mis amigas me miró y preguntó: “¿ Oye, por qué tu historia suena mucho mejor que la nuestra?”.

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Por experiencia personal, ella supo que la castidad no solamente previene problemas como embarazos antes del matrimonio o enfermedades venéreas. Su encanto más atractivo no es lo que previene, sino las bendiciones que trae consigo.

Los diez beneficios de una vida casta 1. La castidad descarta a los que solamente buscan usar. Un hombre se quejó diciendo: “La restricción del sexo a una sola pareja, es como comprar un paquete de cable que tiene solamente un canal disponible”. Existe la posibilidad de que te hayas encontrado con hombres de este tipo. Lo deprimente de esa mentalidad, es que ellos buscan una relación por la misma razón por la que se suscriben a un proveedor de cable: recibir entretenimiento. Una de las ventajas de la castidad es que no tendrás que lidiar con ese tipo de hombres por mucho tiempo. Tú sabes, esos que alegan que tus principios morales descomponen la relación. En el futuro, si algún hombre te insinúa que tu opción por la pureza está abriendo una brecha entre los dos, entonces respóndele de inmediato que ese es el propósito de tu moral. La castidad une a los que se aman y separa a aquellos a quienes domina la lujuria. Es una armadura que te ayuda a defender el amor del egoísmo y la agresividad. Es un fuego que purifica la relación consumiendo todo lo que es falso. La pureza invita a los hombres a convertirse en hombres verdaderos y muchos chicos se resistirán a la invitación, pero esa es su decisión. Tienes el derecho por lo menos de lanzar el desafío. Si una mujer no confía en la pureza para excluir a los pretendientes indignos, ¿cómo va a saber si un hombre realmente la ama? ¿Va a confiar en sus palabras lindas o sus detallados regalos? Una medida más confiable de la integridad de un hombre es su capacidad de sacrificio. Una joven nos envió un e-mail que le causó risa ya que en él, un adolescente intentaba seducirla. En una invitación que no tenía nada de romántica, le dijo: “Si lo haces conmigo, probablemente te invite a salir más pronto”. Si una mujer no sabe cómo rechazar esas invitaciones, imagínate lo que pasaría. Una chica perdió su virginidad con un compañero de clase porque tenía la esperanza de que la invitara al baile de graduación. Esto cuenta: Fui a su casa y él prácticamente me ignoró todo el tiempo, excepto por la hora antes de irme. Decidió que quería que hiciéramos otras cosas y que después tuviéramos relaciones sexuales. Yo simplemente no me pude negar porque así soy yo. La verdad es que no lo disfruté y dejamos de hablarnos como por una semana o menos, y por supuesto, con eso ni siquiera logré que me invitara al baile. No sé, no hablo con mis amigas del tema porque todas van aempezar a decirme: “¡¿Finalmente la perdiste?! ¡Qué maravilla!”. Pero en realidad no es ninguna maravilla, mi primera vez no significa nada para mí. Ni siquiera fue divertida y yo sé que en realidad no quería hacerlo. Imagínate lo diferente que hubiera sido su historia si ella hubiera practicado la pureza. De todas maneras, probablemente no hubiera obtenido la cita para el baile de graduación, pero

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por lo menos tampoco hubiera terminado con el corazón destrozado. Algunas veces las mujeres aprenden de esas relaciones trágicas. En otras ocasiones, les toma décadas admitir el daño que les ha ocasionado. Otra mujer compartió con nosotros que se casó con un hombre después de haber quedado embarazada. Esto nos dijo: Descubrí, cuando tenía nueve meses de embarazo, que mi esposo era un adicto a la pornografía y en general muy inmaduro. Pero ya qué podía hacer, ya me había metido en esto. Ya llevamos casados dieciséis años y él todavía tiene la misma adicción. Emocionalmente, siempre se ha mantenido muy distante de mí, yo creo que se debe a su adicción y a la “falsa intimidad” que ha sostenido con otras mujeres durante años. En muchas ocasiones lloro hasta que me quedo dormida por el dolor y soledad de la vida que escogí. Durante dieciocho años, lo han despedido de todos los trabajos que ha tenido. ¿Por qué no me di cuenta de esto en los primeros años de nuestro noviazgo? Porque estábamos demasiado ocupados teniendo relaciones en lugar de conocernos mejor el uno al otro. Nunca he estado realmente segura si mi esposo alguna vez me ha amado lo suficiente como para renunciar a otras mujeres, o si simplemente me amó en mi mejor momento. Ahora, creo que nunca sabré si me ama aunque sea un poco o si estaba listo para el matrimonio.

2. La castidad te da claridad. Cuando una mujer decide guardar su intimidad para el

matrimonio, no tiene que preocuparse por sus valores morales. Éstas son las palabras de una estudiante universitaria casta: “No tengo que martirizarme pensando cuánto tiempo debo de esperar para tener relaciones con mi novio”. El tener esa claridad en los valores libera a la pareja para que se enfoque en cosas más importantes como discernir sobre el matrimonio y enamorarse por las razones correctas. Cuando las parejas tienen relaciones sexuales antes del matrimonio es muy fácil perder meses o años antes de concluir que la relación no va a llegar a ningún lado. Opuesto a lo que piensa la gente, la castidad no requiere que la mujer sea insensible, intocable o fría, sino todo lo contrario. Wendy Shalit, en su libro “Regreso a la modestia” (A Return to Modesty) escribió lo siguiente en defensa de la pureza: En primer lugar, al no tener sexo antes de casarte, estás insistiendo sobre tu derecho de tomar esas cosas con seriedad, cuando los que están a tu alrededor parece que no lo hacen. Al reservar una parte de ti para alguien más, estás insistiendo sobre tu derecho a guardar algo sagrado; le estás dando la bienvenida a la posibilidad de que otra persona te haga una petición privada y perdurable, y tú a él. Pero lo más interesante es que no tener sexo antes del matrimonio es una manera de insistir en que la mejor parte de tu vida vendrá después de casarte, y como es más interesante, tal vez entonces será más duradera.

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Algunas personas podrían refutar: “¿Cómo sabes si te quieres casar con alguien si no has dormido con él o ella?”. Pero ¿cómo saber si deberías casarte con él o ella ya que se acostaron? En cualquier caso eso no es objetivo, porque el sexo no es una prueba para pasar o reprobar para los futuros esposos. El sexo no te ayuda a conocer a un chico; por el contrario, confunde tu juicio y con frecuencia provoca que las parejas que no están casadas piensen que tienen más en común de lo que realmente tienen. Si se llegan a casar, más tarde saldrá a flote su falta de compatibilidad. Imagínate a una mujer casada con un hombre que sentía por ella más deseo que amor. Al pasar el tiempo, los valores sexuales juegan un papel menor. Una vez que la niebla del deseo comience a disiparse, una visión más clara del compañero empieza a surgir. Una de las bendiciones de la pureza es que te hace percibir los defectos en un mejor momento. Tiene sentido el querer conocer a una persona bien antes de casarse con él o ella, pero ciertas formas de ese conocimiento pueden esperar. Cuando la Biblia habla de las relaciones sexuales, la palabra hebrea yada se usa frecuentemente y significa “conocer” a una persona. Por ejemplo, “Adán conoció a su esposa Eva y ella concibió”. Es el idioma en que se comunican los esposos para darse a conocer mutuamente dentro del matrimonio. Las personas que quieren saber todo de su pareja antes del matrimonio, incluyendo la intimidad sexual, están diciendo que tienen muy poca fe en la relación. Imagínate a un enamorado diciéndole a su prometida: “Sabes, tú y yo nos llevamos muy bien, pero quiero ver qué tal eres en la cama antes de comprometerme a pasar mi vida contigo”. ¿Qué quiere decir con eso? Si él se casa con ella y ella no lo emociona sexualmente, ¿la va a dejar de querer? Si es así, entonces puede estar completamente segura de que para empezar, nunca la quiso. Nunca vas a conocer a una persona completamente antes del matrimonio porque toma toda una vida conocer bien a alguien. Además, si tener relaciones sexuales te permitiera conocer por completo a alguien, entonces ¿cuántas mujeres quieres que tu esposo conozca completamente? ¿Cuántos hombres quieres conocer tú completamente durante tu vida? Nos atreveríamos a apostar que la mayoría de las mujeres preferirían conocer únicamente a uno.

3. La castidad te hace más atractiva. La castidad te dará no solamente valor ante los

hombres, sino que también hará que tú los veas de manera diferente. Una periodista de Londres prometió que no tendría relaciones sexuales por un año para alejarse de las relaciones vacías y las aventuras casuales con personas, que de acuerdo a sus palabras, “definieron mi vida entre los veinte y los treinta años”. Dijo así: Pronto me di cuenta de que me sentía atraída por un tipo de hombre diferente. Ya que el sexo no era parte de la relación, yo quería alguien con quien conversar. En lugar de la coquetería, busqué características no tan sofisticadas como la lealtad y la amabilidad. . . Antes buscaba una conexión instantánea y electrizante en vez de una conexión de esas que pueden tomar más tiempo en manifestarse, pero que a la larga pueden durar más.

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Esa conexión “electrizante” que ella describe puede ser muy excitante al principio, pero si esperas que esa química sostenga a una pareja, su relación se derrumbará con el propio peso de la superficialidad.

4. La castidad libera a la mujer del drama. Además de liberarla de los riesgos tan

obvios como una enfermedad o un embarazo, la castidad le ofrece a la mujer ser librede juegos emocionales innecesarios y de drama. Debido a que tiene un pilar que le da firmeza, no tiene que inquietarse por preguntas como, “¿Me están usando?”, y es capaz de descartar hombres que esperan seducirla por medio de la manipulación. La revolución sexual prometió a las mujeres darles poder a través de su recién descubierta liberación sexual, pero la promiscuidad no le da poder a nadie. Lo único que hace es alentar a las mujeres a pensar en sus cuerpos como si fueran una moneda de cambio para obtener el control en sus relaciones. Pero si una mujer necesita recurrir a entregar su cuerpo para lograr esa sensación de control, eso muestra lo débil que se ha vuelto. Si una definición de libertad no está basada en lo que verdaderamente es una mujer, entonces no podrá liberarla. Es difícil ignorar los resultados de tener una falsa idea de lo que es la libertad. En el año 2005, el periódico Washington Times publicó un artículo titulado “Depresión: una nueva enfermedad de transmisión sexual”. 7 El autor reportó que de acuerdo al American Journal of Preventive Medicine, a menudo la depresión viene después de un inicio temprano en la actividad sexual. Durante dos años, se realizó un estudio que le dio seguimiento a trece mil casos de estudiantes de escuela preparatoria. De los adolescentes que practicaban la abstinencia, solamente el 4% sufrió depresión. Por otro lado, las jóvenes que eran sexualmente promiscuas, tenían once veces más probabilidades de manifestar que se sentían deprimidas. Lo importante de este estudio es que la depresión no provocó la actividad sexual, sino al revés. La depresión no predijo la conducta. La conducta predijo la depresión. Cualquiera que trabaje cerca de mujeres jóvenes, sabe que las que son sexualmente activas sonríen constantemente para disimular su confusión, soledad y frustración. Algunas de las que hemos conocido tienen miedo de llorar porque temen que si empiezan ya no podrán detenerse. Esto no significa que cada una de las mujeres jóvenes activas sexualmente sea miserable, pero muchas de ellas usan el sexo para cubrir algo desagradable de su vida. Cuando yo (Crystalina) era estudiante adolescente y estaba sexualmente activa, llegaba a la escuela con una gran sonrisa. A pesar de que me sentía triste, me enorgullecía al saber que otros estaban celosos de mi relación. Me alimentaba de la apariencia. Pero eventualmente a todos se nos cae la máscara. Yo me quitaba la mía cuando estaba a solas, llorando en la noche o dando vueltas mientras salía el resultado de una prueba de embarazo en la mañana. Esos que envidiaban mi vida, nunca supieron la angustia que sentía cuando caminaba por los pasillos el lunes en la mañana después de haber hecho algo estúpido con un chico el fin de semana. Nunca vieron mis lágrimas cuando mi novio me golpeó, me insultó, me engañó y me dejó por otra. Todo éste drama terminó el día que decidí ser pura y respetarme a mí misma. Desde luego, esta transición a una vida pura no se dio sin sus respectivas pruebas. Algunos chicos se

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burlaban de mí, y muchas de mis “amigas” no pudieron aceptar mi nuevo estilo de vida y rápidamente se alejaron de mí. Pero por primera vez en mi vida, prefería estar sola en lugar de acudir a un chico para que me rescatara de mí misma. Sabía que era hora de manejar mi vida sin usar como muleta a un hombre. Mientras tanto, pasó un buen tiempo para que los chismes se fueran desvaneciendo, a la vez que yo establecía mi nueva reputación. Pero cada prueba por laque pasaba me hizo más fuerte, todo lo contrario al drama de la impureza que cada vez me hacía más débil.

5. La castidad intensifica la ilusión. La visión cristiana de la sexualidad, con frecuencia

se considera como la supresión de nuestras pasiones. Los mandamientos son vistos como fuerzas represivas que le roban a la gente el sexo y la privan de esas experiencias gozosas a las que tiene derecho. Pero ¿tú crees que en realidad la Iglesia está tratando de engañarte separándote de la felicidad y arrebatándote la emoción de tener muchas parejas? La Iglesia no te está robando nada, sino que te está haciendo una pregunta: “¿Qué tal la emoción de conocer a solo uno?”. Como yo (Jason) nunca he visto El diario de Noah, Crepúsculo, Titanic, Orgullo y prejuicio o Cartas a Julieta, no te puedo ofrecer ningún ejemplo de amor tomado de películas románticas. Pero desde la perspectiva de un hombre, te puedo decir lo que he visto. En Corazón valiente, cuando William Wallace se casa con la mujer que ha adorado desde su infancia, le dice: “Te amaré toda mi vida, a ti y a nadie más”. Cuando Leonidas, el rey de los espartanos grita antes de su sangrienta muerte en la película 300, ¿qué es lo que grita? “¡Mi reina! Mi esposa. Mi amor”. Cuando en la película Gladiador César invita a Maximus Decimus Meridius a ser el siguiente emperador de Roma, ¿qué es lo que escoge en lugar de tener la gloria y el poder? Elije regresar a su hogar con su esposa.Estas películas sangrientas, llenas de testosterona y hombres con el pecho en alto, ponen como centro de la trama el amor por una mujer. La idea de tener un solo amor es más emocionante, romántica y apasionante que dividir tu amor entre muchos, como si eso fuera posible. Nunca encontrarás una verdadera historia de amor que no incluya sacrificio, porque éste representa la forma más perfecta de la expresión del amor y es precisamente eso lo que las hace tan románticas. Hoy en día, nuestra cultura separa la sensualidad del sacrificio. En lugar de un amor vivaz, se nos muestra que un deseo sexual vacío es lo que nos dará satisfacción. Mientras que la Iglesia nos dice que nos alejemos del amor hueco y falso, el mundo quiere que creamos que estamos siendo despojados de nuestra libertad. Y no es solamente a los adolescentes a quienes están tratando de meterles esta idea falsa de la libertad. Wendy Shalit, en su libro “Chicas moderadas” (Girls Gone Mild), señala cómo los Ositos Cariñositos y Hello Kitty están promoviendo ropa interior en tangas para las niñas deprimaria, y los grandes almacenes venden sostenes entrenadores de realce. Al comentar sobre cómo está dominando la cultura pornográfica escribe: “Ya no hay ningún misterio o poder en lo que se refiere al sexo; ahora se espera que todo sea sexual y entonces nada lo es. Se ha perdido la emoción, la expectativa de lo que sucederá, no hay nada que esperar”. En una ocasión una joven me escribió para contarme sobre la decisión que tomaron ella y su novio de empezar a practicar la pureza por primera vez en su relación. Ella observó: “De

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hecho, es mucho más romántico”. Esta mujer comenzó a descubrir lo que desgraciadamente le falta a las vidas de quienes no son castos: ilusión, expectativa de lo que viene después. Cuando las parejas reservan su intimidad sexual para el matrimonio, descubren que la castidad no disminuye la emoción, sino al contrario, la aumenta. La razón por la cual no caen en la tentación, es porque tienen un objetivo claro. El filósofo Dietrich von Hildebrand explicaba: “La castidad significa mantener el secreto sexual oculto. . . El valor de cada regalo aumenta, si solamente se reserva para quien será entregado”. Desde esa apreciación que le da a la intimidad sexual, es comprensible que diga que: “La pureza es algo completamente positivo, hermoso y atractivo”.

6. La castidad te libera para que seas tú misma. Las relaciones sexuales prematrimoniales con frecuencia atrofian el desarrollo personal de la mujer. Piensa en el caso de una estudiante adolescente que se acuesta con un hombre, ¿en qué posición la deja a ella ésta situación? ¿Acaso es realista esperar que una relación activamente sexual en esta etapa de su vida perdure hasta que terminen la universidad y llegue a un matrimonio feliz? Millones de mujeres sueñan con que esa relación llegará al matrimonio, y esa misma cantidad de mujeres miran atrás con el corazón destrozado pensando lo ingenuas que fueron. Supón que continuaran la relación hasta que se graduaran de la escuela preparatoria. ¿Luego qué sigue? ¿Se separará de él para ir a la universidad y seguir la carrera de sus sueños o su vida dependerá de a dónde él quiera ir? Si lo sigue a donde vaya o se queda cerca de casa porque teme extrañarlo mucho o perderlo, ¿qué oportunidades estará perdiendo? Una mujer podría estar perdiendo años y años de suvida en relaciones sexuales que no tendrán futuro, pero si practica la abstinencia en esas relaciones, consumirá mucha menos energía emocional y mental. Incluso las mujeres adultas aun solteras pueden darse cuenta de que las relaciones meramente sexuales a menudo truncan sus vidas. ¿Con qué frecuencia éste tipo de relaciones les ayuda a desarrollar su potencial como mujeres? La mayoría de las veces, reducen su potencial a lo que puedan ofrecerle a un hombre, en vez de lo que puedan contribuir al mundo. Dawn Eden, reportera musical en Nueva York, vivió una vida muy desordenada antes de su conversión. Ella estableció una carrera exitosa y tuvo numerosas parejas, pero fue hasta que adoptó una vida pura que descubrió el tipo de mujer que Dios quería que fuera. Ella comenta: “Es a través de la castidad, y solamente a través de la castidad, que florecen en ti todas las gracias que tienes como mujer”.

7. La castidad expresa amor. La castidad no revela únicamente la calidad de un hombre,

también pone a prueba la capacidad de amarse de una pareja. Como ya lo sabes, los hombres no son los únicos que experimentan deseo sexual. Muy frecuentemente el deseo sexual de la mujer se pasa por alto debido a que las intempestivas hormonas de los hombres tienden a dominar cualquier conversación respecto a la castidad. La lucha es mutua y es común que la mujer sienta remordimiento por haber invitado al hombre a tener una relación más física. Para que una pareja logre ser pura, ambos deben negarse a sí mismos y practicar el autocontrol. Éste amor no enfriará las pasiones; en lugar de eso, encenderá un amor más

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profundo. Pondrá a prueba el amor de la pareja para descubrir si están dispuestos a sacrificarse. ¿Están dispuestos a hacer lo que es mejor para el compañero o se dejan llevar por lo que se siente mejor en el momento? Muchas veces se describe el sexo como “hacer el amor”, pero pocas personas piensan que la abstinencia sexual también puede ser una expresión de amor. Si el amor significa hacer lo que es mejor para tu ser amado, imagínate a cuántas personas estás amando al practicar la castidad. Al respetar tu cuerpo y tu alma, muestras amor por ti misma. Estás haciendo lo que es mejor para ti, en lugar de estar a disposición de los hombres. Al vivir de manera noble, también le proporcionas a tu familia honor y gozo. Si tienes intenciones de casarte algún día, imagínate el gozo en la cara de tu esposo cuando descubra que te has guardado para él. Si ya has cometido algunos errores piensa que todavía puedes ofrecerle cada día a partir de hoy hasta entonces. Si te parece que es mucho esperar, recuerda que no solamente estás esperando recibir el sacramento, también estás esperando a tu esposo. Si le pones cara al sacrificio, lo hace más sencillo. Al vivir castamente, una mujer también expresa amor por los hombres con los que sale. De hecho, la castidad y el amor dependen uno del otro para poder existir. Una persona no puede ser casta a menos que esté motivada por el amor pues a pesar de que una persona se abstenga por diferentes razones, el amor por sí solo genera pasión por la pureza verdadera. En palabras de una joven que decidió junto con su novio dejar el sexo para cuando se casaran: “Estuvimos de acuerdo con que arruinaría nuestra relación y nos amamos demasiado para que eso sucediera”. Al vivir una vida pura, también estás amando a tus futuros hijos al no concebirlos antes de que seas capaz de ofrecerles el cuidado que se merecen. Por ejemplo, los hijos de las madres solteras tienen mayor probabilidad de cometer delitos, vivir en la pobreza, obtener empleos con un salario bajo, experimentar crecientes problemas emocionales y de comportamiento, consumir drogas, tener bajo rendimiento en la escuela, divorciarse, depender de ayudas sociales cuando sean adultos, y vivir en unión libre, dando así continuidad al ciclo de ausencia de un padre. Respondiendo a esto, algunos dicen: “No podemos basar nuestra vida en estadísticas”. Estas son las personas que probablemente no se preocupan tanto por sus hijos. Lo más importante es que por tu decisión de vivir en castidad, estás manifestando tu amor a Dios y le das la gloria a Él. ¿Alguna vez has tomado en cuenta que tú —siendo un ser humano mortal— eres capaz de acrecentar la alegría en el cielo? Pues es cierto: la Biblia habla de cómo el cielo se regocija por quienes se alejan del pecado. Haz que Dios sienta gozo en su corazón y sonría por la manera como vives. Vivir con ese deseo de dar gloria a Dios, te conducirá más rápidamente a vivir una vida llena de virtud que cualquier otra cosa. Vive por Él y ama por Él.

8. La castidad expresa esperanza. Ana recibió un anillode pureza por parte de sus padres cuando tenía trece años. Al pasar por esos difíciles años de la escuela preparatoria y la universidad, veía el anillo de plata como un símbolo de esperanza; que no importaba qué tan

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difícil y deprimente pudiera ser la situación, estaba aguardando en espera de algo mayor. Años más tarde cuando su novio le propuso matrimonio, ella se quitó el anillo y se lo dio diciéndole que se lo tenía guardado, así como ella se había guardado para él. Él le dio las gracias por el regalo y sin que ella lo supiera, le pidió al joyero que estaba haciendo su argolla de matrimonio que fundiera la plata del anillo de ella en el oro del anillo de él. Ahora como su esposo, usa su anillo que contiene los dos metales fundidos. Ana mostró el coraje de conservar su esperanza, manteniéndose firme en su pureza. Sus estándares fueron una declaración de que elegía vivir para algo mayor a lo que el presente podía ofrecerle. Siendo una mujer de fe, ella comprendía que la virtud de la esperanza no era simplemente una actitud optimista para que las cosas salieran como ella esperaba. La esperanza es una virtud teologal que nos sostiene en el desaliento y en las pruebas, recordándonos que nuestra última recompensa está en el cielo.

9. La castidad profundiza la fe. Mateo, un estudiante universitario nos escribió diciendo: “Jesús nos dice que los puros de corazón verán a Dios. Eso es suficiente para mí”. Y es cierto, ¿qué mejor regalo podríamos recibir que Dios mismo? Aquellos que son puros de corazón no solamente verán a Dios en la vida eterna, sino en ésta. Cuando un alma es pura, puede compararse con una ventana limpia a través de la cual podemos ver a Dios, pero el pecado la empaña y oculta las cosas divinas a nuestra vista. Esto no quiere decir que todos los misterios espirituales serán revelados a los inocentes o que Dios se les aparecerá. Más bien quiere decir que la pureza del alma ofrece una forma única de intimidad divina. En palabras del libro de los Proverbios 22,11: “El que ama la pureza del corazón y habla con gracia, tiene al rey por amigo”.

La pureza también te ofrece un nuevo lente para que veas la vida. Así que no solo podrás ver mejor a Dios con los ojos de la fe, también podrás verlo en los que te rodean. La pureza une a los que se aman dándoles una muestra del cielo porque comienzan a ver, el uno en el otro, un reflejo del rostro de Dios. ¿No sería hermoso que no solamente vieras a Dios en tu novio, sino saber que él ve a Dios en ti? Junto con el regalo de Dios mismo, la castidad también nos ofrece el regalo de una conciencia limpia. Si nos esforzamos por ser puros como los ángeles, gozaremos de la paz y alegría que ellos poseen.

10. La castidad te libera de arrepentimientos. Nombra a una persona que se arrepiente de practicar la castidad. ¿No se te ocurre alguien? Ahora empieza a recitar la letanía de amigos que sabes que se arrepienten por no haber esperado. Probablemente no va a ser una lista corta. De hecho, puedes poner mi nombre en ella porque, a pesar de que yo (Jason) era, técnicamente hablando, virgen cuando me casé con Crystalina, eso no significa que haya sido un angelito en el pasado. Recuerdo aquellas ocasiones en que llegué demasiado lejos con las chicas y después sentía que algo ensombrecía nuestra relación. Una pesadez inesperada acompañaba mi lujuria, mientras que mis relaciones más sanas estaban rodeadas de una sensación de paz. Cuando salía con Crystalina, la pureza de nuestra relación no nos impidió divertirnos como pareja. Como cualquiera que esté enamorado puede confirmar, no necesitas de mucho para

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disfrutar el tiempo que compartes con tu ser amado. Algunas de las cosas más triviales de la vida se vuelven divertidas y nos dejan los recuerdos más valiosos. Cuando en realidad amas a alguien, el sexo puede esperar ya que en ese momento estás muy ocupado disfrutando de su personalidad. Por el contrario, cuando la atracción profunda y el amor están ausentes, muchas veces se usa el sexo para sustituirlos.

Conserva la inocencia Después de haber dado una conferencia en una escuela sobre la castidad, se me acercó un jugador de fútbol americano. Ya había pasado más de una hora desde que terminé la reunión pero él regresó para decirme lo que había estado haciendo hasta entonces: En clase, no pude oír nada de lo que el profesor estaba diciendo. Nada más podía pensar en lo que nos dijiste en la conferencia. Yo me he estado acostando con una chica de la universidad y de verdad la amo. Pero yo sé que no deberíamos de estar haciendo estas cosas. No sé si vayas a pensar que soy muy cursi por lo que te voy a mostrar, pero esto es lo que hice durante la clase. . . Entonces abrió su carpeta y me mostró una hoja de papel suelta llena por los dos lados con algo que escribió. Tenía como encabezado: “100 maneras de amar a Kelly sin tener relaciones sexuales”. Le eché un vistazo a la lista y leí que decía cosas como, “contemplar las estrellas”, “cuidar niños juntos” y un montón de formas inocentes de intimidad. Días después me escribió contándome sobre los efectos de su nueva forma de ver las cosas: Ahora no solo veo otras cosas de Kelly, me gusta mirarla a los ojos. No ignoro nuestras conversaciones, las aprecio. Incluso ahora resolvemos nuestras discusiones mejor que antes cuando el sexo nos distraía. Y tengo que decirte que la lista de 100 cosas para hacer sin sexo, se está agotando bastante rápido. Por eso ahora voy a subirle a 1000 cosas que podemos hacer hasta la fecha de nuestra boda. Y esto, realmente va a cambiar las cosas a la larga. Ya que las parejas castas desean tener cercanía igual que las demás parejas, la práctica de la pureza de alguna manera los obliga a aprender formas no sexuales de expresar intimidad. Esto no disminuye su amor, por el contrario, les permite lograr su máximo potencial. De hecho, las mujeres muchas veces se quejan de sus relaciones diciendo: “Extraño cuando él y yo nos sentábamos simplemente a disfrutar de nuestra compañía. Ahora parece que todo lo que hacemos cuando estamos solos es físico”. Si nunca has leído mucho de la Biblia, te sorprenderías de saber que contiene poesía erótica en la historia de amor de El Cantar de los Cantares. Su autor advierte a la pareja de recién casados “¡Que cacen a los zorros, esos dañinos zorritos que destrozan las viñas, pues las nuestras se encuentran en flor!”. De la misma manera en que estos pequeños depredadores

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podrían destruir silenciosamente un viñedo, la lujuria frecuentemente socava la simplicidad de una relación que está floreciendo. Para ayudarte a mantener la pureza, recuerda que si Dios te llama al matrimonio, tu esposo ya te está esperando en algún lado. ¿Qué tipo de vida esperas que él esté viviendo? Cuando se trata de los afectos que comparte con otras mujeres, ¿qué tipo de recuerdos te gustaría que tuviera? Si estás pensando “la menor cantidad posible”, entonces ¿por qué no reservar también tus recuerdos de intimidad para él? Al hacerlo, tu pureza será tu regalo para él y su cariño será más especial para ti. A la larga, esto los mantendrá más unidos que toda la “experiencia” que el mundo les recomienda que tengan antes de casarse.

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4 HAZ LA PRUEBA DE AMOR ¿Alguna vez has notado la diferencia entre la manera en que los hombres y las mujeres dan direcciones al conducir? En el caso de los hombres es algo así: Ve hacia el sur sobre toda la interestatal por 10 kilómetros. Al llegar a la salida principal, giras a la derecha para tomar la avenida y luego otra vez a la derecha en el museo y pasadas dos calles, a tu derecha verás el edificio. Cuando una mujer ofrece servicios de navegación, estos van acompañados de referencias: Bajas por la interestatal, como si fueras hacia la playa. Primero verás la bahía a tu derecha. Vas a pasar por una gran autopista y verás una estación de tren a tu izquierda, pero sigue adelante. Al llegar al centro, vas a ver ese restaurante pequeño donde comimos el mes pasado con Natalia, cuando estés ahí, es porque ya casi llegas. Entonces comienzas a tomar el carril de la derecha. Si llegas a ver letreros con el nombre de otra ciudad, es que te pasaste. Cuando una mujer se dirige a un lugar desconocido, le gusta que le recuerden que va por el camino correcto. No hay nada de malo en eso porque es tranquilizador para ella saber que está donde debe estar. Cuando un hombre se aventura en un área inexplorada de la ciudad, no le preocupa estar seguro de su ubicación. Si está perdido, él piensa que es alguna clase de juego. El punto de esto es que cuando se trata de manejar los años de soltería de una mujer, ella necesita estar segura de que está tomando las decisiones correctas. A veces se siente como si estuviera conduciendo sola en un lugar de la ciudad oscuro y peligroso, esperando llegar a alguna parte que le indique que no está perdida después de todo. Toma como ejemplo, la ansiedad que expresa una universitaria que nos escribió: Lo que me dicen mi novio actual y la sociedad, me hace sentir como si yo estuviera completamente equivocada. ¿Está mal querer que tu novio y futuro esposo te ame de la manera en que Dios te ama? ¿Está mal pensar que la intimidad física puede llegar a estropear el verdadero sentido de todo esto? Debo ser muy rara. Otra chica escribió: “Creo que la única manera de que me quieran es si soy muy sexual, pero apenas todo termina pienso que algo está mal conmigo”. Nuestro libro puede ayudar a las mujeres a deshacerse de sus temores de ser anormales por anhelar el amor auténtico, pero

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Dios ha puesto en tu interior una herramienta aún más confiable para ayudarte a descubrir el amor: tu intuición femenina. Una de las guías más perspicaces y fiables del mundo es el corazón de una mujer, especialmente si es una mujer de oración. Por ejemplo, no hace mucho conocimos a un padre que estaba luchando por abandonar su adicción a la pornografía. Era servidor en un grupo juvenil y casado, y nadie sabía sobre su adicción secreta. Un día en oración, dijo: “Dios, de verdad quiero profundizar en mi relación contigo”. No pasó mucho tiempo antes de que una mujer de su iglesia se le acercara para decirle: “Tengo un mensaje para usted, de parte de Dios. Pero no hago ningún juicio al respecto. Si quiere una mayor intimidad con Él, necesita tirar toda esa pornografía; tiene que escoger entre eso y Dios”. No había manera de que esta mujer supiera lo que él hacía en la privacidad de su casa y obviamente eso le llegó al alma. Rompió con ese hábito y pidió perdón a su familia. Si la intuición de una buena mujer puede guiar a otro a superar sus vicios, imagina lo útil que sería en su propia vida diaria. Cada día, tu corazón te habla. Cada minuto, el Espíritu Santo te insta, pero así como sucede con la conciencia de alguien, la intuición de una mujer puede ir desapareciendo si la ignora constantemente. Por lo tanto, si estás en una relación no ignores tu corazón si te dice: “¡Ey! Escúchame. Te están utilizando, sal de ahí”. ¿Te has dado cuenta de que muchas veceslamentamos no hacerle caso a nuestra intuición y que por el contrario, parece que nunca nos arrepentimos cuando la escuchamos? Tu corazón no puede mentir. Si sospechas que te están utilizando, probablemente sea verdad. Cuando una mujer es amada, apreciada y guiada hacia Dios, nunca jamás se pregunta si está siendo usada. Cuando en la intuición de una mujer, se activa la alarma de “ser utilizada”, ella tiene que actuar antes de que pasen cosas peores. ¿Qué debe hacer? Sin dudarlo, debe aplicar la prueba de amor.

La prueba de amor Estando de pie en el escenario ante cientos de estudiantes preuniversitarios, yo (Jason) rebusqué en una caja que contenía sus preguntas sobre noviazgo y castidad. Luego de desdoblar una hoja de papel, anuncié la pregunta de un estudiante anónimo: “¿Debería terminar con mi novia si no tiene sexo conmigo?”. El cuerpo estudiantil quedó en silencio y a la expectativa de mi respuesta: “¡Sí!”, dije, “¡ Por supuesto!”. Los ojos de unos se desorbitaron y otros quedaron boquiabiertos. Por un momento, los rostros de las chicas mostraban decepción, mientras que algunos de los chicos sonrieron alegremente. Luego añadí: “Definitivamente tienes que terminar esa relación. ¿Por qué? Porque ella se merece alguien infinitamente mejor que tú”. Y siguieron los aplausos de las chicas.

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Si quieres escudriñar los motivos que un hombre tiene para amarte, una de las maneras más efectivas de hacerlo es aplicando la prueba de amor: quita el elemento sexual de la relación y verás lo que queda. Cuando una mujer hace la prueba de amor a un hombre, habrá tres reacciones.

Reacción #1.Al escuchar la noticia de su condena inminente de abstinencia, un hombre

puede llegar a irritarse y molestarse. Podría proceder con cualquier número de tácticas manipuladoras para que la mujer lo reconsidere. Estas pueden incluir la ira, la culpa o el afecto. Tal vez le dirá lo mucho que la ama y le recordará lo que solían hacer (como si ella lo hubiera olvidado). ¿Por qué actúa así? Porque si un hombre no puede controlar su propia sexualidad, tratará de controlar a la mujer haciéndola sentir que si le concede a él favores sexuales, eso llenará la necesidad que ella tiene de intimidad real. Si no puede persuadirla, la dejará inmediata o gradualmente. A sus ojos, el placer era el combustible de la relación y cuando éste se esfume, él hará lo mismo. El amor nunca es el centro de estas relaciones. En el centro están las hormonas del novio y cuando las cosas ya no giran en torno a él, entonces huye. A este punto, la mujer confronta un descubrimiento muy doloroso (que probablemente sospechaba todo el tiempo): él quería el sexo, no a ella. Si una mujer se ve tentada a sentir remordimiento por tener estándares morales, debe recordar que es probable que otras chicas se hayan dejado llevar por él en el pasado y si ella cede, estará justo donde las otras están. . . en su pasado. Algunas mujeres piensan: “Si no me acuesto con él, me dejará, pero si lo hago, a lo mejor se queda”. Si esta estrategia funcionara, todavía estaría saliendo con la última mujer con la que durmió. ¿Has notado alguna vez que mientras más rápido una mujer se acueste con un hombre, más rápido se va y que mientras más espere para dormir con él, más durará la relación? Sé valiente y aléjate. Hay cosas peores en el mundo que dejar a un chico lindo que sólo se ama a sí mismo. Y si todavía no has comenzado una relación con él, rechaza la oportunidad. En vez de darle a un hombre lo que quiere para mantenerlo interesado —mientras en secreto te preguntas si al menos te ama— haz la prueba de amor antes de aceptar la relación. Si falla, habrás esquivado una bala y habrás dejado la puerta abierta para el verdadero amor.

Reacción #2.Cuando una mujer le dice a su novio que quiere ser pura, probablemente verá

la siguiente reacción: Aunque no se muestre emocionado al respecto, dirá algo como: “Está bien. Soy un hombre y sabes que tengo mis necesidades, pero te respeto. Si eso es lo que quieres hacer, yo entiendo”. Al comienzo, ella quedará impresionada por el hecho de que él no se haya enojado, pero antes de lo esperado, sus deseos saldrán a la superficie y comenzará a preguntar: “Bueno, ¿al menos podemos hacer esto o aquello?”. Ya que no entiende el sentido de la pureza, está concentrado en una sola cosa: qué tan lejos pueden llegar sin que ella se sienta culpable. Después de tirar sus pastillas anticonceptivas como una declaración de su pureza, una mujer me escribió para compartirme la reacción de su novio. Él le dijo a través de un mensaje de texto:

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La idea de que tú seas feliz y más saludable vale la pena al largo plazo. . . te amo. Y eso no está basado en cuántas veces tengamos sexo. . . me baso en el hecho de que eres una de mis mejores amigas, una mujer maravillosa y alguien con quien disfruto pasar toneladas de tiempo. Entonces, si quieres tener sexo constantemente o ser casta el resto de tus días, aquí estaré para ti (besito en la frente). Te amo preciosa. Suena muy bien. Lástima que un par de semanas después se alteró porque ella no cambió de opinión. Comenzaron a aparecer las exigencias del amor y él no tenía idea de qué hacer. Le escribió de nuevo: Por favor no pienses que quiero que las cosas se terminen, no es eso. Es simplemente que sigo analizándolo porque ahora realmente no sé qué te mantiene aquí. Siento que no sé a dónde podemos llegar con todo esto. Y para tratar de encontrarle sentido a la situación, ella me preguntó: Si el sexo no es un factor de la relación, ¿qué más hay? ¿Vuelvo a tomar la pastilla y sigo como estaba antes? ¿O tratamos de conocernos mejor pero no en el sentido físico? Siento que con la primera opción, estaremos juntos más tiempo, pero nada más porque el placer estará prolongando la relación. ¿Tú que le recomendarías que hiciera? Si vuelve a tomar la píldora no resolverá el problema, lo encubrirá.El problema real es la falta de amor genuino e incondicional que él tiene por ella. La castidad es una prueba real de amor, y es triste cuando un chico no la supera. Pero la solución no es deshacerse de la prueba. Sería como presentar el examen para pasar a la facultad de medicina y pensar: “No lo voy a pasar, ¿qué hago? ¡Ya sé! Voy a romper el examen y a tirarlo a la basura para no ver las notas nunca”. Los resultados se sabrán tarde o temprano, aun cuando trates de hacer desaparecer el examen. De la misma manera, no te puedes esconder de los resultados que la prueba de la pureza traerá a la superficie. Una mujer nos contó: Cuando le dije a Jacob, actuó tranquilo al respecto, como si respetara mi idea, pero luego me dio un tremendo discurso sobre el sexo seguro y ese tipo de cosas, pero yo seguí diciendo “No, no quiero tener sexo contigo. No estamos casados”. Ahora parece estar de acuerdo con la idea y todavía quiere que salgamos, pero yo le pregunto: “Jacob, ¿hasta dónde vamos a llegar?”. Él dice que hasta donde yo me sienta cómoda. Es como si no me estuviera presionando, pero sí me siento presionada. Es raro; él se comporta muy dulce, pero a veces parece falso. Si una mujer ha salido con hombres agresivos en el pasado, quedará impresionada de ver que alguien está dispuesto a tolerar sus límites. El problema es que la relación comienza a

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parecerse a la dinámica entre un cachorrito muy ansioso y su ama que necesita tenerlo adentro de una caja: “Si te quedas ahí Rocco, eres un buen perrito”. Ella sabe que si elimina la barrera, el animal juguetearía en la casa, se comería el sofá y destrozaría la alfombra. Por lo tanto, ella establece una frontera para el cachorro y siente alivio de que no la traspase. De la misma manera, si la idea de la pureza es únicamente de la mujer, el hombre comenzará a pensar que su única obligación es respetar la moral de ella. En su mente, va a pensar que ella le debe algo por ser obediente con las reglas. Quizá por un tiempo, las cosas vayan bien y ella lo admirará por ser tan lindo al respecto, y a lo mejor él sí es “lindo”. Pero digamos la verdad: Casi todos los hombres de la tierra tienen la habilidad de ser “lindos”. Yo tenía un hámster que era lindo. La pregunta real es, ¿Cuántos hombres tienen la madurez y el coraje de acercarte al cielo? Si no tiene esa cualidad, entonces no hay razón para establecer una relación con él. Otra mujer me contó que aunque su novio estaba realmente molesto con su deseo de continuar la relación sin intimidad sexual, estuvo dispuesto a seguir con ella, ¡todo un ejemplo! Al comienzo, él le aplicó el tratamiento de silencio en señal de desaprobación por su voto de pureza. Luego comenzó a cuestionar su fe y estándares éticos y siguió con rabietas por las nuevas directrices de su intimidad. Al final ella dijo: “No quiero terminar con él porque es tan perfecto”. Si esta es la noción del hombre perfecto, entonces es hora de tomarse un tiempo fuera de las relaciones. Si tu novio espera que tú le expongas una defensa doctoral sobre la virtud de la castidad, algo está mal. Tus sentimientos deberían ser suficientes para ganar su respeto y no hay necesidad de disculparse por tener moral. Todo lo que necesita saber es que no merece el don total de tu cuerpo hasta que él no sea un don total de sí mismo para ti en el matrimonio. Sin importar lo que piense un hombre, no lo dejes hacerte sentir como si estuviera haciéndote un inmenso favor al no acostarse contigo. Es su deber como caballero y tú no le debes nada por hacer lo que tiene que hacer. Si trata de hacerte sentir culpable, entonces te está manipulando. Recuerdo a una joven que me contó que su novio se quejaba diciéndole: “No es justo que hayas tomado esa decisión sobre la castidad sin siquiera habérmelo dicho primero”. Como si ella necesitara una nota de permiso de él para cuidarse a sí misma. Si un hombre te hace una rabieta por el hecho de que tienes moral, que así sea. Es mejor que un hombre se decepcione a que tú reduzcas tus virtudes. Las mujeres de hoy son tan tímidas y temen tanto herir los sentimientos de un hombre, que a menudo terminan causándose a sí mismas enorme daño. Por lo tanto, si le dices a un hombre que quieres ser pura y al comienzo parece aceptarlo, no le prestes atención a sus palabras: vigila sus acciones. Sé pura con él y verás qué tanto te ama realmente. No temas a que el amor pasará de largo si dejas una relación impura porque terminarla, solo abrirá la puerta a la clase de amor que has querido desde siempre. En palabras de un escritor británico: “Cada salida es una entrada a otro lugar”.

Reacción #3. Si la reacción #1 fue frustración inmediata y disconformidad y la reacción #2 fue comprensión simulada seguida de manipulación sutil, la reacción #3 es asentimiento puro. Luego de escuchar que quieres ser pura, un hombre debería alegrarse por haber

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encontrado a una mujer que comparte su moral. Aún si los dos han cometido errores en el pasado, puede decir: “Sabes, he estado pensando lo mismo. Comencemos de nuevo”. Este tipo de hombre no solamente está dispuesto a esperar por ti, él esperará contigo. Si eres débil, él será fuerte; si él pasa por la tentación, tú no darás el brazo a torcer. En otras palabras, es una relación de pareja en la que ambos comparten la meta de la pureza. De las tres reacciones ante la prueba de amor, la tercera es la menos común. Una razón por la cual es rara es porque si la chica necesita trazar una línea en términos de comportamiento sexual, esto implica que el hombre no se ha molestado en trazarla él mismo. No debería rogarle a un chico que se comporte apropiadamente. Yo (Crystalina) estuve en relaciones en las que siempre sentí el peso de las expectativas sexuales de un hombre. Pero cuando estuve saliendo con Jason, nuestra relación siempre estuvo libre de esa presión. De hecho, nunca tuvimos que decirle al otro que se detuviera, pues ya que valorábamos la pureza, no poníamos al otro en situaciones comprometedoras. Habrá momentos en los que cualquier pareja necesitará decir no a las tentaciones, pero hay una gran diferencia entre esmerarse por vivir la pureza juntos y la necesidad de quitarse de encima a un chico al final de cada cita. Una universitaria nos escribió contándonos del esfuerzo que ella y su novio estaban haciendo para mantener su relación enfocada en Dios. Lo describió como un combinado “combate por pureza/ lucha gozosa”. Sus palabras significaban un esfuerzo compartido con su novio en vez de un conflicto de intereses. La prueba de amor no es algo que necesites darle a un hombre repetidamente. O está de acuerdo contigo o no lo está. Cuando dices “no”, no significa “intenta luego”. A menudo, a una mujer le toca pedirle a su novio que se detenga una y otra vez. Su verdadero reto no es aprender a decirle no, sino descubrir por qué necesita tan desesperadamente el amor de un hombre que no la respeta. Imagina qué mejor se sentiría en una relación si no pasara tanto tiempo y energía tratando de enseñarle a su novio cómo comportarse. Aun cuando tú y tu novio hayan cometido errores en el pasado, es posible comenzar de nuevo, pero la decisión debe ser mutua y no impuesta. Otra universitaria nos contó cómo ella y su novio fueron capaces de hacer justo esto: Sé que no está bien decirlo, pero pienso que si hubiéramos seguido viviendo como vivíamos, hubiéramos terminado muy mal. Ahora lo miro a los ojos y sé que quiere quedarse conmigo por las razones correctas. Eso me hace muy feliz. Todo el mes pasado he sentido un gran vínculo entre los dos y ¡ha sido increíble! Algunas mujeres posponen por siempre el aplicarle la prueba de amor a sus novios (porque saben que reprobarían) y no se dan cuenta de que la prueba siempre da buenos resultados. O te abre tus ojos a un amor falso o te da paz mental porque tu relación es sólida; de cualquier manera, sales ganando. Pero la mujer que nunca aprende a decir que no, será la única que pasará por lo peor para encontrar el amor. Gastará gran parte de su tiempo con la falsedad de la lujuria.

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La satisfacción de tener estándares Santiago y Amanda estuvieron saliendo por ocho meses antes de volverse activos sexualmente. Los dos estaban comenzando la universidad y nunca antes habían estado en una relación más seria, pero algunos meses después de estar durmiendo juntos, Amanda sintió que debía decirle a Santiago que quería detenerse. No era que no disfrutara la cercanía, pero esa no era la manera en que la habían educado y sabía que sus padres quedarían destrozados si se enteraran. Estaba preocupada por la reacción que pudiera tomar Santiago, pero confiaba en que la respetaría, como siempre lo había hecho. Durante una larga conversación, le abrió su corazón. . . y él aceptó. Nos escribió: Me quedé paralizada cuando él dijo que sí, pero estaba tan feliz y sentía más amor, como nunca lo sentí mientras teníamos sexo. Me siento completamente feliz y emocionada con nuestra relación. Todo lo que hacemos juntos es divertido. Es menos estresante y disfrutamos enormemente cosas como tomarnos de la mano y conversar. Soy muy bendecida por tener un novio así. Soy capaz de decir no y se siente muy bien ver cómo mi novio lo respeta completamente. Pero lo que se siente mil veces mejor es ver como el respeto a mí misma ha mejorado. Y también otra joven nos escribió luego de descubrir el amor casto después de una larga cadena de aventuras sin sentido: “Puedo sonreír sabiendoque he encontrado amor puro. No creo que haya un sentimiento en el mundo más grande que este”. Como puedes ver, la castidad no te sentencia necesariamente a un destino de soledad y aislamiento. Aunque la relación termine porque el hombre sea incapaz de ponerse al nivel de tus estándares, puedes alejarte con tu dignidad intacta. En vez de cargar con el remordimiento sobre todo lo que cediste para mantenerlo junto a ti, puedes sostener tu cabeza en alto. Esto no solo incrementará tu autoestima; la ruptura de una relación malsana, ¡también puede dejar una impresión duradera en el hombre! Después de dejar a un novio que no la respetó, Alexandra nos escribió: Hace poco me encontré con mi ex novio de nuevo y es completamente diferente. Se ha vuelto más respetuoso con las mujeres y se ve mucho más feliz. Me dijo que después de que abruptamente terminé la relación (porque no pudo aceptar mi promesa de esperar hasta el matrimonio), se tomó mucho tiempo para pensarlo. Ahora está aprendiendo a respetar a las mujeres y ha decidido hacer su propia promesa y esperar por su esposa. Él ha tenido un pasado, pero lo está dejando atrás con el fin de tener un mejor futuro. Me alegra que yo lo haya ¡puesto en su lugar!

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Cuando te aferras a tu moral durante el noviazgo, también notarás que las relaciones a menudo terminan con un matiz diferente. Si un hombre está de acuerdo con tus estándares, pero al final las cosas no funcionan entre los dos, el final no es amargo. Es más fácil dejarlo ir. Es por esto que muchas parejas castas que terminan, permanecen como amigos después de la separación. ¿Cada cuándo sucede lo mismo con las parejas que no acatan la pureza? Algunas hasta prácticamente necesitan un abogado de divorcios para lidiar con el drama que resulta. No tiene por qué ser así. ¿Te imaginas terminar una relación y quedar más completa después de haber conocido a tu pareja? ¿Te puedes imaginar una relación que te ayude a ser tú misma? Eso es lo que una relación tiene que ser. Aun cuando las cosas no hayan salido bien en el pasado, esta es tu oportunidad de comenzar de nuevo. Aférrate a tus estándares, porque si una mujer necesita rebajarse para encontrar el amor, entonces no es amor lo que va a encontrar.

Dile “No” a él (y a ti misma) Aún si has comenzado una buena relación, todavía necesitarás mantener tus estándares en alto. Las tentaciones no desaparecen simplemente porque firmes una tarjeta con un compromiso de pureza y vayas a la iglesia con tu novio. De hecho, mientras más cercana estés a tu novio, más querrás expresar físicamente la unión emocional que comparten. ¿Qué debe hacer una mujer con sus deseos? Una respuesta inadecuada a esta pregunta sería: “Los deseos de tu cuerpo son malos, pero tu parte espiritual es buena. Intenta ser lo más espiritual posible”. La razón por la cual este consejo está incompleto, es porque Dios creó tu alma y tu cuerpo. Él es el autor de tus deseos y aunque esto pueda ser escandaloso para algunos, Él también es el inventor del sexo. Cuando nosotros anhelamos la unión sexual, estamos anhelando algo bueno. No es vergonzoso para una mujer desear la unión en una sola carne como esposo y esposa. Sin embargo, nuestro deseo de lo que es bueno puede ser manchado con el egoísmo y la impaciencia. Nuestro trabajo es profundizar en nuestra relación con Dios para crecer en nuestras virtudes. Al progresar en amor, paciencia y desinterés propio, estas cualidades influenciarán la manera en la que buscamos la satisfacción de nuestros deseos. Estas virtudes influenciarán nuestros deseos, ayudándonos a esperar lo que es puro. Con el tiempo, aprenderemos a integrar nuestros deseos sexuales de manera que nuestros noviazgos se conviertan en expresiones visibles del amor que le tenemos a Dios. Las tentaciones llegarán con toda seguridad, pero ¿qué hacer cuando lleguen? Para refrescar una situación ardiente, date cuenta de que tienes el poder de elegir entre la virtud y el pecado. Si te cuesta motivarte para detenerte ante el placer, dirige tu corazón a Dios y haz una oración rápida pidiendo fortaleza. Luego, sin demora, detén lo que estés haciendo. Esto siempre va a ser decepcionante para alguno de los dos o para los dos, pero alguien debe hacerlo. No estás tratando de destruir la pasión, estás invirtiendo la emoción en vez de gastarla toda. La estás almacenando para ponerla en el lugar al que pertenece: el matrimonio. Al hacer esto, ten en cuenta que cada vez que resistes a la lujuria, fortaleces tu habilidad de amar.

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Todas las tentaciones son más fáciles de superar cuando estás a distancia. Imagina que un ladrón llega a tu casa y lo ves por el ojo de la puerta. Es más fácil ponerle el seguro a la puerta. Si no lo haces, él tratará de abrirla y si pone un pie adentro, va a ser más difícil ajustarla y cerrarla. Y si logra entrar en la casa, es casi imposible hacerlo salir. De la misma manera, mientras más esperes para rechazar una tentación, más vulnerable te harás y más difícil será resistirla. Por lo tanto, establece una guía que pueda ayudarles a evitar las tentaciones antes de que comiencen. Para empezar:

1. Aléjate de las situaciones donde sabes que pueden suceder errores. Por ejemplo, nunca te emborraches. También, como pareja, permanezcan fuera de tu habitación. Si vives sola, recuerda que toda tu casa es tu habitación, por eso, si planean algo juntos en tu apartamento, es recomendable estar con otra gente. Si te quedas sola con él, mantén la puerta abierta y manténganse fuera de la cama.

2. Establece límites claros. Por ejemplo, no caricias íntimas o recostarse juntos. Los

antiguos libros sobre la castidad recomiendan que las parejas eviten los “arrumacos”. Siempre nos ha divertido el término porque hace sonar al novio como un cachorrito, pero hay cierta sabiduría allí. Mantén tus expresiones de afecto sencillas, porque mientras más lejos llegues, más lejos querrás llegar. En otras palabras, mientras más pura seas, más fácil será ser pura. Te puede parecer estricto, pero piénsalo. Como dicen: “Si tu intención no es viajar, ¿qué haces sentado en un tren?”. ¿Para qué despertar deseos deliberadamente que luego tendrán que abatir? Mientras más hagas con él, más soñarán los dos al respecto y cuando estén juntos, más fácilmente caerán en los mismos hábitos. Los límites serán cada vez más vagos y detenerse será cada vez más difícil.

3. Si se van a casar, que sea pronto (preferiblemente entre seis y nueve meses después del compromiso). Abstente de aceptar una argolla de compromiso si el matrimonio se planea para más allá de un año. Se supone que el tiempo de compromiso es una época emocionante para prepararse para el matrimonio, escoger el vestido y enviar las invitaciones. No debe sentirse como los cuarenta años que Moisés pasó deambulando en el desierto.

4. Nunca permitas que la relación te aleje de tus familiares y amigos. Luego de graduarse de la universidad, una mujer nos expresaba su remordimiento por haberse involucrado en una relación inestable: Hablo con mis amigas de la universidad sobre el tiempo en que estudiábamos y ellas extrañan mucho esa época: el compañerismo, la amistad, la comunidad. Al final, el único amigo cercano que me quedó de la universidad fue Mateo. Miro atrás y veo cuatro años perdidos en un hombre/niño que fue absolutamente indigno de mí. Pensé tan poquito en mí misma que me dejé perder completamente en él.

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5. Ora y ayuna. Tu vida siempre será un reflejo de la profundidad de tu vida de oración.

Mientras más grande tu unión con Dios, más se transformará tu vida diaria. Una manera antigua de orar es el ayuno. Esto significa abstenerse de algo que te guste. Puede ser no usar la salsa de tomate o no comer entre comidas, o hacer un ayuno estricto de pan y agua por una de las comidas o durante todo el día, si eres capaz. A los ojos del mundo, este es un consejo que suena tonto. Tú quieres saber cómo evitar cometer errores sexuales con tu novio, y nosotros te decimos que no comas salsa de tomate. Pero ayunar te ayuda en muchas cosas: te entrena en autocontrol, entonces ganas control sobre los deseos de tu cuerpo y le enseña a estar sujeto a tu voluntad. En otras palabras, le enseñas a tu cuerpo que no se va a morir si no le das todo lo que quiere. ¿Has visto a un niño mimado haciendo una rabieta en una juguetería? A veces cuando consentimos a nuestro cuerpo con el placer, lo volvemos un niño maleducado que no tolera un no por respuesta. El ayuno te ayuda a volverte el amo de tu cuerpo. Cuando haces ayuno voluntariamente, también es como si tu cuerpo estuviera orando. Eleva tu corazón y tu mente a Dios y orar se hace más fácil. También puedes ofrecer tu ayuno como oración por la pureza o puedes ofrecerla por tu novio o tu futuro esposo.

6. Creen estrategias para permanecer puros.Hablen sobre las maneras de conservar la sencillez de su amor. Por ejemplo, si ven que están yendo muy lejos, dale a tu novio un beso en la frente. Esto podría ser una amorosa señal entre los dos de que necesitan retroceder sus acciones. Mantengan las expresiones de afecto sencillas y descubrirán una nueva paz en la relación. Luego de implementar esta idea en su relación, una joven nos contó lo que descubrió: “Siento orgullo de mi relación en vez de vergüenza”.

Cuando caes una y otra vez Uno de los e-mails que recibimos con mayor frecuencia dice: “Aunque mi novio y yo hemos hablado sobre nuestros límites, muchas veces nos confiamos demasiado y se nos va la mano. Me siento muy mal por eso, pero sigue sucediendo, ¿Qué deberíamos hacer?”. Simplemente porque lo has hecho antes, no significa que tienes que hacerlo de nuevo. Cuando una pareja ya ha cruzado ciertas líneas de la intimidad sexual, se hace muy difícil evitar cometer los mismos errores en el futuro. Esto es en parte porque Dios diseñó nuestros deseos sexuales para que sean consumidos; es decir, cuando encendemos esa llama de la pasión sexual, puede volverse un incendio forestal que no se aplaca hasta devorar todo lo que está en su camino. Si la llama no se puede contener, puede quemar la relación hasta sus raíces. Es muy trágico cuando una pareja se ama profundamente y permite que la lujuria deteriore su amor. ¿Cómo protegerse de eso? Si sientes que ya has ido demasiado lejos con tu novio, podrías decir:

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Sabes que me encanta estar contigo, y he querido hablarte sobre esto hace tiempo, pero siento algo de miedo por decirlo. Sé que quieres que sea abierta y honesta contigo, así que ahí voy: cuando hacemos algo muy físico y las cosas comienzan a ir muy rápido, parte de mí quiere seguir, pero mi corazón me dice que me detenga. No quiero decir nada en el momento porque no quisiera herirte o hacer que las cosas se pongan raras y a veces no quiero parar. Es un tira y afloja en mi mente y no estoy en paz. No te estoy culpando por esto, pero quiero decirte que de verdad necesito que nos ayudemos a no ir tan lejos. Por favor no esperes a que yo me detenga. Esa es la clave. Si mantenemos las cosas puras, sé que nuestro amor será cada vez más fuerte. Dile que te sientes débil en esa área y que quieres que te ayude para que los dos construyan una relación pura. Hazle saber que tú quieres ser capaz de confiar en él con toda tu alma. Los hombres trabajan mejor cuando tienen una tarea que cumplir. No se trata de zafarte de tu responsabilidad, sino de hacerlo sentir más responsable en la tarea de mantener la relación pura. Él estará pendiente de trazar la línea si no está esperando que tú lo hagas. Mientras tanto, toma el mismo rol que le has pedido que cumpla. No esperes a que él diga que no, porque su alma está en tus manos también. En el futuro, sabrás que estás yendo muy lejos cuando tu conciencia comience a molestarte. Pensarás: “Nos detendremos en un minuto más”, o “Lo hemos hecho antes, ¿qué más da otra vez?”, o “Él se detendrá en cualquier momento”. Y después te mortificas: “Ojalá nos hubiéramos detenido antes, ¿por qué terminamos haciéndolo de nuevo?”. Y luego terminas teniendo “la conversación” con él: “Tenemos que esforzarnos más”. “Sí, lo siento, no quería que pasara”. “Yo tampoco”. Una joven nos contó que sabía que había ido muy lejos con su novio porque “Me sentía horrible y todavía me siento mal al respecto, pero yo sé que mi intención era buena, entonces, ¿por qué siento tanta vergüenza?”. Para evitar este drama, encuentra a alguien con quien puedas contar, ambos lo necesitan. No puedes esperar ganar esta batalla por la pureza si están peleando solos. Necesitas la guía de un matrimonio sólido, un pastor, un modelo a seguir o un ministro de jóvenes, alguien con quien puedas reunirte regularmente. Sé abierta y honesta con ellos acerca de dónde se encuentran en la relación y cuándo es que caen en tentación. Sin esto, no sabremos cuánto éxito tendrás; así de importante es. Aunque un compañero responsable ayudará a que la pureza sea alcanzable, la integridad de cada persona está, en última instancia, en las manos de cada cual. Por lo tanto, si se esfuerzan juntos por la castidad, siempre se verán mutuamente como un regalo.

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El regalo del amor El día de nuestra boda, mientras yo (Jason) estaba de pie en el altar, miré la silueta de Crystalina a través de los vitrales de la parte posterior de la iglesia. Las puertas se abrieron, el violín y el piano comenzaron a sonar y a ambos se nos salieron las lágrimas. Cuando ella comenzó a caminar hacia mí, mirándome a través del velo, me vino a mi mente la imagen impresionante de las manos de Dios Padre detrás de ella, entregándomela como un regalo. Me di cuenta de que por medio de nuestra lucha por la pureza, estábamos bendiciendo a Dios al poner el regalo del otro en Sus manos hasta Su tiempo. Durante el noviazgo, pude sentir Su llamado constante en mi corazón por un tipo de pureza más profundo. No era que Dios nunca estuviera satisfecho con nosotros, sino que amablemente nos invitaba a vivir un compromiso más profundo con Él en la manera de expresarnos afecto mutuo. Nos llamaba a ser más y más generosos con Él en respuesta a Su generosidad con nosotros. Parecía que mientras más le entregáramos, más podíamos recibir de Él. Era como si quisiera que fuéramos más generosos con Él, más por nuestra causa que por la suya. Si sientes que tú y tu novio caen en la falta repetidamente, necesitas cambiar tu comportamiento o tomar un tiempo fuera de la relación. Si los dos son incapaces de vivir un noviazgo casto, podría ser un signo de que ninguno está listo para estar en una relación amorosa. Y esto aplica no nada más para las adolescentes de quince años, aplica también para las mujeres de treinta y cinco. Si no sabes qué hacer, siempre he creído que la respuesta a todas nuestras preguntas es amar. Ama tu cuerpo. Ama a tu futuro esposo. Ama a Dios. Hazlo y tu camino se aclarará con el tiempo.

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5 DEJA DE RACIONALIZAR (Crystalina) Como mujeres, cuando nuestras relaciones comienzan a ser físicas, naturalmente tendemos a preservarlas, pues si nos entregamos de manera íntima, no queremos perder a ese hombre. Si somos mujeres cristianas, comienzan a aparecer tensiones en nuestra conciencia. Razonamos sobre cosas como: por qué ciertas actitudes sexuales son aceptables o por qué el amor es más importante que las leyes morales. Erróneamente pensamos que somos la excepción porque nuestro amor es bastante único. Esto es una tentación para todas las parejas: ponerse a sí mismas por encima de las leyes de Dios, como si sus emociones elevaran su comportamiento más allá de todo reproche. Cuando se trata de saber qué tan lejos es demasiado lejos, algunas personas recomiendan que te tomes un tiempo para descubrir tus propios valores, lo que sientes que es “apropiado” hacer con un hombre. En otras palabras, ¿qué tan lejos es demasiado lejos para ti? El problema con esto es que todo es relativo. En otras palabras: Mis valores pueden ser diferentes a los tuyos y lo que está bien para mí, puede no estarlo para ti. Si lo que sentimos mi novio y yo por el otro es tan fuerte y nuestra relación ha durado lo suficiente, ¿no deberíamos expresarlo de la manera que queramos? El problema de este enfoque es que los sentimientos se convierten en la última autoridad. Nuestras opiniones se vuelven nuestro dios y nos hacen los jueces de lo correcto e incorrecto. Este es el problema principal a la hora de tomar decisiones sobre nuestros cuerpos y nuestra sexualidad. ¿A caso cada pareja determina su propio esquema de leyes morales? A causa de nuestro obstinado orgullo, llegamos a asumir que Dios creó las leyes morales para hacernos miserables. Especialmente en el ámbito de la moral sexual —donde la gratificación es más inmediata— tendemos a sacar a Dios de golpe. Pero respecto al resto de los mandamientos, Sus leyes no nos molestan tanto: “¿No matar? Está bien. ¿No robar? Es justo. ¿No codiciar los bienes ajenos? Puedo hacer eso. ¿No cometerás adulterio? ¡¿QUÉ?!”. Las leyes de Dios no son una carga para quienes deseamos amar; por el contrario, nos hacen libres para amar. Desafortunadamente, muchas personas ven las normas y asumen erróneamente que son el núcleo de la vida cristiana. Es como si pensaran: “Si quiero agradar a Dios, tengo que seguir Sus leyes para poder ir al cielo cuando muera”. Esto no es cristianismo, es como una prevención: “Le daré esto a Dios y así Él evitará que yo vaya al infierno”. Tal idea minimalista de la vida cristiana escasamente tendrá el poder de motivar a una persona para que deje todo y siga a Cristo.

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Solo puede haber un Dios: o hacemos todo por nuestra cuenta o confiamos en lo que Él nos ha revelado. De acuerdo a Su plan, sabrás que estás lista para el sexo cuando tengas una argolla en tu dedo. En otras palabras, deberías descubrir tu cuerpo ante un hombre sólo después de que él te levante el velo y descubra tu rostro el día de la boda. Pureza es tener humildad para abrirnos a la voluntad de Dios. En lugar de preguntarnos qué tanto nos podemos acercar al pecado, comenzamos a preguntarnos qué tanto nos estamos acercando al amor. Esto no significa que estemos libres de tentación. Significa que cuando nos suceda, no nos preguntaremos interiormente: “¿Estoy lista para esto? ¿Me siento cómoda haciendo esto con él?”. Mucho mejor, tornamos nuestros corazones hacia Dios y le preguntamos intrépidamente: “¿Qué es puro a tu ojos, cómo quieres que yo viva?”. En vez de ver la pureza como algo negativo, como si nada más fuera la ausencia del acto sexual, aprecia su propuesta positiva. Mírala como la libertad de expresar el amor de Dios a través de tu cuerpo. En lugar de ver la pureza como una lista de prohibiciones, mírala como todo lo contrario: un sí al amor. Algunas chicas pueden escuchar esto y decir: “Mmm, no soy mucho de iglesia, así que no creo que esto aplique para mí. Además, estoy llena de deseos”. Pero ¿quién puso esos deseos en tu corazón? Tu deseo sexual fue creado por Dios y es un signo de que has sido creada para hacer un don de ti misma. Él sólo quiere asegurarse que no reduzcas ese don a un préstamo. Tú deseas amor y Dios no quiere nada diferente para ti. Él quiere estar seguro de que no te conformes con menos. Cuando estaba en relaciones que no me convenían, mi intuición me hacía sentir dudas, pero mi temor de perder a Dios se desvanecía mientras me preocupaba más por mantener junto a mí a mi novio y a nuestros amigos en común. En mi mente se formaban toda clase de justificaciones, eran como nubes que bloqueaban la luz de mi conciencia. Yo sabía que Dios siempre estaría ahí para mí, así que lo dejé a un lado. Y en un esfuerzo por calmar el conflicto en mi alma y silenciar a los amigos y familiares que se oponían a la relación, comencé a racionalizar. Hay que tener humildad y honestidad para admitir estos razonamientos porque los convertimos en una malla de seguridad. Nos impide admitir que algo está mal en nuestras relaciones. Si dejamos de lado nuestras justificaciones, nos preguntamos qué quedará de nuestro amor. Todo lo que quedará es la verdad, esa es la respuesta, y no deberíamos temerle a esto. El amor, como dice la Escritura: “se regocija con la verdad”. En vez de enfrentar la verdad, a menudo justificamos la lujuria (y las malas relaciones en general), debilitando así nuestra habilidad de dar y recibir amor. He aquí la lista de las diez maneras de hacerlo:

1. “Él es tan dulce”

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Cuando descubrimos que estamos en una relación perjudicial, ¿qué hacemos? Nos enfocamos en las cualidades positivas para distraernos del aspecto negativo de la relación. A lo mejor la excusa más común que nos damos a nosotras mismas y a otros es que el novio es considerado y dulce. Lo que se nos olvida muchas veces es que ser dulce es fácil. La pregunta real es: ¿Por qué es dulce? A veces un chico será dulce porque necesita desagraviar el momento en que fue grosero, y cuando se vuelve encantador, nos olvidamos temporalmente de todo el daño que ha causado. Pero no pasará mucho tiempo antes de que el ciclo continúe. Una vez escuché que cuando un chico es irrespetuoso contigo, su mal comportamiento no es una pieza del rompecabezas, más bien ayuda a resolver todo el misterio porque te dice quién es. Así que evita quedar atrapada en el embelesamiento de su personalidad acaramelada cuando en realidad está tratando de compensar su falta. En otros casos, la dulzura de los hombres es una estrategia para acercarse sexualmente. Una joven nos escribió: Perdí mi virginidad con un chico que me parece la persona más linda del mundo, y de verdad siento que voy a amarlo toda la vida porque nadie más me hará sentir así. Un par de frases más adelante siguió diciendo: Nunca salimos oficialmente, y aunque odio admitirlo, creo que sólo me utilizó para acostarse conmigo y es muy doloroso que no vea nada más en mí. Tal vez yo no estaba lista. Pero no me arrepiento porque, de verdad, estoy muy enamorada de él y yo creo que de eso se trata el sexo: es rendirse profunda, apasionada y completamente a esa persona que amas. Es absolutamente desconcertante que un hombre que la utilizó para tener sexo y que luego la descartó, sea la persona más linda del mundo. Este es el poder enceguecedor de la intimidad física, y ha enceguecido a la gente por siglos. En su libro El privilegio de ser mujer, la doctora Alice von Hildebrand, una reconocida filósofa, menciona una novela alemana del siglo XIX en la que la trama es bastante familiar: Las mujeres caen no tanto por la lujuria, sino por la promesa de amor eterno, o porque se les dice que su amante se matará si ella no cede a sus deseos, o por pura vanidad, o porque desesperadamente quieren “ser deseadas” y protegidas. Qué lindo es oír: “Nunca he visto a una mujer tan hermosa como tú”. “Eres la única mujer que ha tocado mi corazón”. El drama de Fausto y Margarita nos viene a la mente. Es terriblemente trágico cuando Margarita se encuentra embarazada, abandonada y en una situación desesperante, ella pronuncia las palabras: “era tan bueno, era tan agradable”. Alimentaba la ilusión de que el “gran” hombre que la conquistó, de verdad la amaba y cuando abría los ojos, la atacaba la desesperación.

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Si una mujer es sexualmente activa y está convencida de que su novio es dulce, debería establecer la práctica de la abstinencia hasta el matrimonio para asegurarse de que puede permanecer dulce y puro a la vez.

2. “No lo hacemos todo el tiempo. Hay más que sexo en nuestra relación” No hay nada más fácil en el mundo que condenar los pecados que no estamos tentados a cometer. Por ejemplo, una mujer sexualmente activa que realmente está enamorada de su novio puede menospreciar a las otras que se involucran en amoríos sin sentido. Ya que ella no desea conformarse con relaciones de una noche, se convence a sí misma de que es superior a aquellas que sí lo hacen. Pero al hacerlo, simplemente está desviando su atención de su propio comportamiento. Puede que piense: No ando de aventura en aventura sin sentido. Mi novio y yo estamos comprometidos y tenemos muchos intereses en común además del sexo, no se trata siempre de eso; tenemos una relación balanceada. La idea de “no lo hacemos todo el tiempo” la distrae del hecho de que no deberían estar haciéndolo; es decir, la frecuencia del sexo premarital no determina su moralidad. También el solo hecho de que su relación va más allá de la intimidad física, no quiere decir que dicha intimidad sea justificada. De hecho, la intimidad emocional no es una justificación para tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, sino otra razón para esperar. Cuando una pareja dice: “Nuestro noviazgo es más que sexo”, ambos ignoran el hecho de que el acto sexual expresa más que una relación de noviazgo. Significa la completa donación de una persona a otra: matrimonio. Aun cuando una pareja que está saliendo comparte un profundo vínculo emocional, la intimidad sexual dice algo más; habla sobre permanencia. Las mujeres saben en sus corazones que el sexo debería significar algo. Es por esto que en tantos casos, una mujer dice que no dormirá con un hombre “hasta que no tenga la certeza de que me ama”. Alice von Hildebrand también dice: “Solo el amor da al sexo su verdadero significado”. Pero si una mujer no sabe la verdad sobre el amor, no entenderá el significado del sexo. Tú decides: ¿El amor debería ser temporal o para siempre? ¿Debería ser coaccionado o libremente entregado? ¿Sin compromiso o leal? ¿Debería ser estéril o vivificante y abierto a la vida? ¿Escondido o anunciado al mundo? Si crees que el amor romántico debería ser en

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última instancia una declaración pública de amor libre vivificante, fiel y duradero, entonces acabas de describir los votos matrimoniales. Cuando el novio y la novia están frente al altar, se prometen que su amor será libre, total, fiel y abierto a la vida. Cuando salen de la iglesia y entran al santuario de su habitación, intercambiarán esos votos con sus cuerpos. En otras palabras, ¡las relaciones sexuales son los votos de la boda hechos carne! Sin embargo, considera cómo el sexo por fuera del matrimonio contradice cada una de estas promesas: en vez de ser libre, la unión sexual generalmente es dominada por la lujuria. Puede que sean monógamos, pero no han hecho votos de fidelidad. En vez de ser una donación total, no han hecho ninguna promesa vinculante de pertenecer al otro hasta que la muerte los separe. Finalmente, su amor no está abierto a la vida. Probablemente se aterroricen ante la idea de un embarazo. Es decir, sus acciones demuestran lo opuesto al amor, aunque sus intenciones sean buenas. Entonces la pregunta no es “¿Un noviazgo debería exigir más que sexo?”, sino “¿La intimidad sexual debería exigir más que un noviazgo?”.

3. “Hemos estado juntos desde hace mucho tiempo” Apuesto a que conoces por lo menos a una pareja de novios que debió terminar hace siglos. Han estado juntos tanto tiempo que parece que no pueden enfrentar la vida lejos el uno del otro. Y sin importar qué tan mal se pongan las cosas, siempre se las arreglan, vuelven y le siguen dando largas al asunto. Hay tanto drama en esa relación que se podría hacer una telenovela. Al mirar su relación desde afuera, es muy fácil ver cómo ambos estarían mejor si hubieran permanecido separados la primera vez que rompieron. Aunque es fácil juzgarlos desde afuera, puede que sea imposible salirse de una relación cuando tú eres la que está involucrada. Mientras más invierte una mujer de sí misma en un hombre, más se apegará a él. Llegará a creer que la duración de su relación es una señal de su valor, lo que es completamente falso. Este es un principio difícil de aceptar cuando piensas que un rompimiento te obliga a admitir que los últimos años de tu vida fueron una pérdida total, pero esta no es razón para quedarse. La persona que se apega a una relación dañina es como quien dice: “Yo sé que voy en la dirección equivocada, pero ya avancé muchos kilómetros y no quiero devolverme y admitir que me desvié, así que mejor sigo hasta que le dé la vuelta al mundo”. Esta persona obviamente necesita cambiar de dirección si quiere llegar a su destino real. De la misma manera, mientras más permanezcas en una mala relación, más te tomará recuperarte de ella.

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Así como la duración de una relación no puede medir su valor, tampoco justifica la intimidad sexual fuera del matrimonio. Si una mujer no comprende esto, vivirá creyendo que no debería tener sexo hasta que esté “lista” o hasta que encuentre al “indicado”. Yo (Jason) recuerdo que me encontré con una mujer que no quería perder su virginidad hasta que no se sintiera como describimos antes. El día de San Valentín, pensando que estaba lista y que había encontrado al hombre correcto, le entregó su virginidad a su novio. Él terminó con ella antes de salir de la habitación. Puede que haya estado lista para el sexo, pero definitivamente no estaba lista para las consecuencias. El sexo no es la manera de retener a un hombre, ni siquiera una manera de expresar lo mucho que lo quieres. El acto sexual dice: “Soy tu esposa y me encantaría dar a luz a tu hijo en nueve meses”. Pero en realidad, no estás lista para decir eso. Lo que probablemente quieres decir es: “Me gustas mucho y espero que terminemos casados en unos años”. Pero este no es el lenguaje del sexo, sin importar qué tanto tiempo haya estado saliendo una pareja. Si el amor pide que lo entregues todo, hacer el amor no debería ser diferente.

4. “Ya me entregué a él” Es especialmente difícil para una chica romper una relación cuando ha perdido su virginidad, porque probablemente no quería dormir con más de un chico y no quiere admitir que cometió un error. Yo (Crystalina) perdí mi virginidad cuando tenía 15 años y terminar con esa relación me parecía imposible en ese entonces. No podía soportar la idea de estar tan cerca de una persona y luego convertirse en menos que amigos. La relación —que nunca debió comenzar, en primer lugar— acabó durando demasiado. Después de un rompimiento interminable, finalmente tuve el coraje de apartarme. Pero imagina que no lo hubiera hecho. No estaría casada con Jason y nuestros hijos no existirían. Tantas cosas dependen del coraje que tengamos para terminar con algo que no está destinado a ser. Si dormiste con un hombre, esa no es razón para permanecer en una relación. Es solo una razón que te hace pensar lo difícil que será terminarla. Los neurólogos han descubierto que los vínculos intensos desactivan los circuitos cerebrales que se encargan de hacer juicios sobre otras personas. Esto explica por qué las mujeres permanecen en relaciones terribles a pesar del hecho de que todo el mundo sigue rogándoles que terminen con eso. Si sabes en tu corazón que la relación no está bien, ten el coraje de terminar con ella; de lo contrario, sólo estarás prolongando tu sufrimiento. Si te parece muy difícil romper con esa situación, por lo menos comienza a practicar la pureza con tu novio. Sin los nubarrones mentales que causa la intimidad sexual, verás más claramente y podrás tomar la mejor decisión. Y si ese es el hombre con el que estás destinada a estar, tendrás el resto de tu vida para disfrutar de la intimidad sexual en el matrimonio. Pero si él no es el indicado, ¿qué sentido tiene entregarle el resto de tu corazón, tu cuerpo y tu vida?

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5. “A mi familia realmente le gusta” Para comprobar qué tanto les gusta tu novio a tus padres, imagina la mirada en sus caras si les revelas la verdad completa de tu relación con él. Imagina si ellos pudieran ver cada acción hecha en privado, si pudieran leer cada mensaje de texto y oír cada conversación que tienen. Si viene a tu mente la imagen de tu papá sacando un arma, significa que a tus padres les gusta solamente lo que piensan que él es. Por lo tanto, no te engañes pensando que deberías quedarte con un chico porque a tus padres les encanta un hombre que únicamente existe en su imaginación.

6. “Pero nos amamos de verdad” Se sabe que el sánscrito tiene noventa y seis palabras para denominar el término amor y que el antiguo persa tuvo ochenta, y cada palabra tiene un significado diferente. En idiomas como el inglés y el español, la falta de precisión lingüística es bastante evidente cuando se trata de la palabra “amor”. Por ejemplo, un esposo puede “amar” a su esposa y “amar” la cerveza. Dada la ambigüedad del término, es difícil saber lo que quiere decir una persona cuando él o ella dice amar a otra. Para aclararlo, ofrecemos una definición del amor humano: hacer lo que es mejor para tu ser amado. Cuando fui sexualmente activa, nunca pensé: “¿Cómo puedo usar a mi novio hoy para alimentar mi satisfacción egoísta?”. Semejante pensamiento nunca me cruzó por la mente, pero ¿realmente lo amaba? ¿Estaba haciendo lo mejor por su bien? En cada historia de amor, la pareja sentirá deseo de unirse y deseará el bien del otro. Podemos diferenciar entre amor y lujuria analizando cuál de los dos deseos tiene prioridad sobre el otro. La lujuria es cuando el deseo de unión física se hace más importante que el deseo de hacer lo que más le conviene al otro. El amor es cuando una pareja espera para vivir el cielo de la intimidad física con el fin de guiarse el uno al otro al cielo mismo. Al final, cuando una relación está basada en una falsa noción de amor, la verdad siempre saldrá a la luz. Un hombre con décadas de experiencia en consejería matrimonial decía: “A su tiempo, la debilidad de la estructura se revela por sí sola y es una de las lamentaciones más grandes cuando se dan cuenta de que el amor no era lo que se pensaba, sino que es lo diametralmente opuesto”. También explicaba: “El amor como experiencia debe estar subordinado al amor como virtud; tanto que, sin el amor como virtud, no puede haber plenitud en la experiencia del amor”. Es una frase densa, pero léela de nuevo si es necesario y descubre su significado. Él está

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diciendo que las emociones del amor deben sopesarse bajo la virtud del amor. Cuando una pareja es capaz de hacer esto, descubre la más enriquecida forma de intimidad. Si podemos estar de acuerdo en que el amor es el acto de hacer lo que es mejor para la otra persona, entonces es imposible amar a un novio por medio del sexo. Dejando a un lado las estadísticas y los estudios sobre las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y las tasas de embarazos, ¿cuáles son los efectos del sexo en el alma? Considera las palabras de San Pablo: No se engañen: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros. . . entrarán en el Reino de Dios. . . Evita la inmoralidad. Cualquier otro pecado que una persona cometa es exterior a su cuerpo, pero el que fornica peca contra su propio cuerpo. En otra parte, en su carta a los cristianos de Tesalónica, escribe: La voluntad de Dios es que se hagan santos y que rehúyan de la inmoralidad sexual. Que cada uno se comporte con su esposa con santidad y respeto y no se deje llevar por la lujuria, como hace la gente que no conoce a Dios. . . Pues Dios no nos llamó a vivir en la impureza, sino en la santidad. Por eso, el que no haga caso de estas advertencias desobedece, no a un hombre, sino al mismo Dios, que [también] les da a ustedes su Espíritu Santo. Al preocuparte por el alma de tu novio, demuestras tu amor por él de la manera más profunda. Si dos personas dicen que se aman y no se preocupan por la salvación eterna del otro, ¿cómo puede considerarse amor eso? La pareja casta sabe que la pureza no se trata de seguir una lista de reglas con el fin de evitar el infierno. Se trata de querer el cielo para la persona que amas. El amor es eterno. Es por esto que un amigo nuestro le pidió matrimonio a su esposa usando la siguiente cita de un escritor cristiano del siglo IV: Te he tomado en mis brazos, te amo y te prefiero a mi vida misma. Porque la vida presente no es nada, y mi más ardiente deseo es pasarla contigo de tal manera que estemos seguros de no estar separados en la vida que nos está reservada [el cielo]. . . Pongo tu amor por encima de todo y nada me será más amargo o penoso que no tener los mismos pensamientos que tú tienes. Por medio de esta cita, mi amigo le demostró a su prometida que la única cosa que deseaba más que estar con ella en esta vida era asegurarse de que ambos pasaran la eternidad en el cielo. Él sabía que los sacrificios hechos por amor al otro acercan más a una pareja que cualquier otro placer en la tierra. Por lo tanto, si verdaderamente quieres expresar tu amor por un hombre, prueba tu amor por medio de la pureza.

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Cuando la pureza se entiende de esta manera, puedes ver su conexión con el amor y como resultado, se hace más atractiva. Admitimos que la idea de la abstinencia es aburrida porque significa “no sexo”, pero la pureza es diferente porque va más allá de la ausencia de algo: es la participación en el amor de Dios. En vez de permitir que las emociones impulsen tu amor, la fuente de tu amor será Dios mismo. Después de todo, cualquier animal puede tener sexo, pero solo una criatura hecha a imagen y semejanza de Dios puede expresar amor puro. Para las parejas que no están casadas y son sexualmente activas, el problema no es que se amen mucho, sino que se aman muy poco. Su amor es placentero, pero ¿es paciente? Puede que sea divertido, pero ¿es capaz de sacrificio? En sus corazones, se sienten cercanos por la intimidad sexual, pero lo que continúan perdiendo es la cercanía que surge cuando dos personas hacen lo que es mejor para el otro. Carecen de la intimidad que surge únicamente por medio del amor sacrificante.

7. “Él no me presiona para que tengamos sexo” Como muchos hombres hoy en día son crudos y sexualmente sugestivos, algunas mujeres piensan que cualquiera que se abstenga de hacer insinuaciones pervertidas es prácticamente un caballero. Especialmente si una mujer ha estado en otra relación donde el hombre no pudo mantener sus manos quietas, quedará sorprendida al encontrar un hombre que no la presiona. Sin embargo, no se da cuenta de que puede estar saliendo con un criminal cauteloso como el que describimos anteriormente: aunque no la presione para tener sexo, tampoco la presionará para que sea inocente. Aun cuando una mujer consienta la intimidad sexual, esto no es garantía de que recordará su decisión con orgullo. Después de terminar la universidad, una mujer nos escribió sobre su relación anterior. Había salido con su pareja por años y estaban seguros de que eran el uno para el otro. Ya habían compartido intimidad física, pero no pensaban mucho en eso porque la decisión había sido mutua. En su e-mail, reflexionaba sobre sus decisiones y decía: Más de un año después de la relación, me estremezco de asco por mí misma y lo que hicimos. Pero en ese momento hubiera jurado a la cara de quien fuera, que era por amor. . . Me tragué mis dudas y seguí así para mantenernos juntos de la única manera que sabía hacerlo. Aunque esta joven no podía verlo en ese momento, la intimidad sexual que había compartido con su novio creó en ella una profunda inseguridad. Le había ofrecido a él todo lo que una mujer puede ofrecer físicamente y le había entregado su corazón en el camino. Ya que no tuvo la seguridad que disfruta una esposa, ella usó el sexo para mantenerlo comprometido. Cuando el sexo se convierte en el alma de un noviazgo, la pareja pierde la oportunidad de trabajar en las cualidades que hacen que el amor sea duradero. Cosas como la amistad, el tiempo familiar, la espiritualidad, la confianza, la paciencia y la pureza pierden total atención.

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Como resultado, el bienestar general de la relación puede desvanecerse y una sensación de inquietud comienza a sembrarse en el corazón de la mujer. Debido a que la base del amor es débil y lo que da vida a la relación está basado en el deseo, ella siente una amenaza progresiva de que el fin es inevitable. Lo sabe, y la verdad la aterroriza. Sin embargo, sigue con la intimidad física porque sin ella, la relación estaría puesta sobre nada.

8. “Él quedaría devastado si terminamos” Cuando el tema de una relación se discute en un contexto cristiano, por lo general solamente se concentra en la castidad y los límites de la intimidad física, pero también hay límites de intimidad emocional. Cuando una pareja comparte cada secreto oculto, cada recuerdo y cada temor con el otro, crean entre ellos un vínculo que no es fácil de separar. Si más tarde, aparecen señales de problemas en la relación, uno de los compañeros a menudo se siente atrapado y entonces se queda ahí por lástima. Pero esta no es una razón para permanecer en una relación. Un hombre que no puede pararse en sus propios pies sin ti, no es un hombre con quien quieras casarte. Un individuo tan necesitado no será un buen esposo ni un buen padre, pero no es tu trabajo ayudarle a superar esta realidad. Su dependencia no es razón para seguir en una relación, sino la prueba de que deberías irte. Si la relación es dañina, entonces probablemente seas tú quien termine devastada si decides quedarte.

9. “Él cambiará” Una madre se acercó a mí (Crystalina) después de una conferencia y me dijo que le hubiera encantado escucharme quince años atrás. Cuando estaba en la universidad, salió con un hombre que tenía problemas personales, pero ella siempre pensó que cambiaría. Ahora, después de diez años de matrimonio, ella estaba tratando de divorciarse porque las cosas seguían cada vez peor. Lógicamente, sus hijos estaban “devastados”. El fenómeno de salir con hombres problemáticos es incontrolable entre las mujeres; en parte, porque estamos dotadas de una ternura maternal que busca sanar a otros. Pero este don del genio femenino se vuelve peligroso cuando se mezcla con los intereses románticos. La mujer comienza a comprometerse con la rehabilitación de un hombre en vez de disfrutar de una relación con un caballero hecho y derecho. A menudo, las mujeres idealizan románticamente el mañana porque no quieren concentrarse en el presente. Están tan ocupadas soñando con el futuro que se olvidan de prepararse para él y como resultado, sus sueños nunca se materializan. Si te das cuenta de que estás en una

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relación en la que no estás contenta con tu chico, pregúntate a ti misma lo siguiente: ¿Seré feliz en veinte años de matrimonio si sus hábitos no cambian? ¿Me hace feliz que él críe a mis hijos? ¿Me importaría si mis hijos se vuelven como él? Date a ti misma y a tus hijos lo mejor y no salgas con un hombre esperando a que cambie. Es injusto para ti y para él.

10. “Nos casaremos de cualquier modo” Cuando era estudiante, yo (Jason) sabía que había conocido a mi alma gemela. Fuimos juntos a un par de fiestas y me veía con ella para siempre. Hoy, está casada con uno de mis amigos. En la universidad, conocí a una chica y nunca me había sentido atraído tan fuertemente por una mujer. Salimos. . . hasta que terminó conmigo y tiempo después se casó con otro amigo. Entonces, conocí a la mujer que supe que iba a ser mi esposa. Supimos que éramos almas gemelas, salimos por años, hablamos sobre matrimonio y hasta nos probamos anillos de boda. Pero yo terminé con ella y —adivina— se casó con otro amigo. Entonces conocí otra chica y con absoluta certeza supe en mi corazón que ella era la indicada, pero no nos casamos y en caso de que te preguntes, ella también se casó con otro amigo. Excepto por el romance de la secundaria, las otras relaciones fueron muy serias. Sin embargo, fue hasta que tuve veinticuatro años que conocí a Crystalina. Para entonces, parecía que todos mis amigos se habían casado con mis ex novias, así que supongo que a ella ¡no le quedó otra opción! La razón por la que expongo esta lista de relaciones es para probar que no puedes juzgar el futuro de una relación por la intensidad de tus emociones. Puede que suene como un romántico empedernido por haberme enamorado tantas veces, pero mientras estuve con estas chicas, nunca hubieras podido convencerme de que encontraría a alguien más maravillosa que cada una de ellas. Como no había experimentado emociones y atracciones tan intensas antes, confundí el encaprichamiento amoroso con el destino. Sin importar qué tan fuertes sean las emociones de una persona, nadie, excepto Dios, sabe el futuro. Por lo tanto, es sabio reservar para el matrimonio las formas de afecto que corresponden a este estado. Piénsalo: ¡Qué tan especial va a ser la noche de bodas si has esperado o has decidido comenzar de nuevo! No hay nada de malo en anhelar el matrimonio, pero cuando comienzas a planear fechas de matrimonio muy distantes en el futuro, estás jugando con tu corazón. Te comprometes emocionalmente y por lo general, eso lleva a mayores tentaciones porque comienzas a asumir que serán marido y mujer en la cercanía que sienten. No creas que mientras más te acercas al matrimonio, más tienes justificación para acceder a la intimidad sexual. Estar casada es muy parecido a estar embarazada: lo estás o no lo estás. De hecho, dormir juntos cuando se está próximo al sacramento del matrimonio es un problema porque dos personas que se aman lo suficiente para casarse deben preocuparse

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más por el alma del otro. Incluso si has reservado tu intimidad para el hombre con el que vas a casarte, esto no hace morales tus acciones. Solo significa que eres optimista. Como puedes ver, detrás de cada pecado o relación inapropiada, hay una justificación y detrás de cada justificación hay un miedo. Considera las diez opciones que acabas de leer y descubre el miedo detrás de cada una: 1. Él es tan dulce. . . pero ¿por qué? 2. No lo hacemos todo el tiempo, en nuestra relación hay más que sexo. . . pero ¿cuánto tiempo duraría si no lo hiciéramos?, y ¿deberíamos hacerlo? 3. Hemos estado juntos mucho tiempo. . . pero ¿y si termina? 4. Ya me entregué a él. . . pero ¿y si fue un error? 5. Mi familia lo ama. . . pero ¿les agradaría si supieran toda la verdad? 6. De verdad nos amamos. . . pero ¿y si únicamente fuera deseo? 7. Él no me presiona para que tengamos sexo. . . pero ¿no debería esperarse más de un hombre? 8. Quedaría devastado si terminamos. . . pero ¿es esa una razón para seguir juntos? 9. Él cambiará. . . pero ¿y si está haciendo que yo cambie? 10. Nos casaremos. . . pero ¿y si no nos casamos? He escuchado que cuando realmente amas a un hombre, no sólo lo amas por lo que es, también amas en lo que te conviertes cuando estás con él. Cuando una relación es sana, pura y sublime no hay necesidad de racionalizaciones ni temores. En vez de ello, habrá paz y gratitud. Por lo tanto, nunca avances en una relación a menos que tu conciencia esté en paz. Puede que esto requiera una enorme cantidad de honestidad de tu parte, pero no tengas miedo de escuchar tu corazón. Si no puedes ser honesta contigo misma, ¿serás capaz de ser honesta con alguien más?

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6 DESARROLLA FIRMEZA DE CARÁCTER “No soy una fruta”. Con estas palabras, una mujer musulmana comenzó a hablarle a un grupo de adolescentes. Como habría de esperarse, los jóvenes le respondieron con miradas perplejas. Ella repitió: No soy una fruta. Crecí cerca de una plaza de mercado y los hombres se paseaban entre los pasillos de frutas. Las tomaban y las examinaban por todas partes antes de comprar alguna. Las tocaban, las olían, las agarraban y las volvían a poner en la pila. Luego de rebuscarlas, escogían una, la compraban y se iban. Yo no soy una fruta. Los estudiantes entendieron el punto. Desafortunadamente, muchas mujeres hoy se conforman con ser tratadas como un producto. Sintiéndose impotentes ante las irreverencias que los hombres dicen y hacen, ellas se consuelan asumiendo, “los hombres, siempre serán hombres, ¿qué puedo hacer?”. Si una mujer quiere recibir una respuesta más digna de los hombres, necesita una cualidad por encima de todas: firmeza de carácter.

La debilidad es una opción Cuando una mujer elige conformarse con relaciones pobres y tratos pobres por parte de los hombres, no es solamente porque padece baja autoestima o poco amor propio. Aunque esto tiene relación con negarse a hacer valer sus derechos, hay otra razón por la cual ella tolera ser maltratada: hay algo más ahí. Al comienzo, puede sonar absurdo, pero piénsalo: la mujer que permanece en una mala relación está ahí porque es mejor que estar en otro lado. Teme perder algo (o a alguien) si exige más para sí misma, así que permanece allí en las sombras y espera que su vida mejore por sí sola. Aún en medio de una relación abusiva e insegura, muchas mujeres encuentran seguridad. Para que estas mujeres se liberen de la confinación de esas relaciones sin salida, tienen que descubrir las mentiras sin fundamento que hay detrás de sus miedos. He aquí una lista:

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1. Miedo a la desilusión. Son incontables las mujeres que se conforman con muy poco en la vida porque temen tener esperanza en algo. A sus ojos, la mejor manera de prevenir la desilusión es no tener esperanzas.

Ciertamente una mujer está más segura sin tomar riesgos y esto es verdad en todos los aspectos humanos. Si no quieres perder en un deporte, la mejor manera de lograrlo es no jugar ninguno. Ni siquiera lo intentes, y así saldrás invicto. La única manera de ganar es arriesgándose a perder y en el amor sucede casi lo mismo. Un monje del siglo VII decía: “La esperanza es el poder detrás del amor. . . Cuando falta la esperanza, también falta el amor”.Una mujer puede evitar ciertas decepciones al negarse a establecer altos estándares, pero finalmente tendrá que enfrentarse a la mayor de las decepciones: Fue creada para amar, pero nunca tuvo el coraje de perseguir esa meta.

2. Temor a perder. Una adolescente de diecisiete años me escribió (Jason) muy ansiosa

por el hecho de que su novio se mudaría a otro estado para ir a la universidad en un par de semanas. Había considerado pasar la noche con él por primera vez con el fin de mantener su atención lejos de las astutas universitarias que pudieran aparecer en su camino. Me imagino que pensaba en que su virginidad era una especie de vacuna contra las hormonas de su novio, como si una inoculación de lujuria pudiera detener su deseo por alguien más. Entiendo lo que pensaba: “Si no me entrego a él ahora, ¡encontrará a otra mujer que sí lo hará!”. Y a lo mejor tenía razón si él es ese tipo de hombre. Y si es cierto, vale la pena perderlo. Pero y ¿qué tal si se acostaba con él y utilizaba su táctica sexual para ganar su atención? Su intento habría sido inútil, se habría puesto a la altura de las chicas con las que temía competir. Si quería conservar a un chico decente, hubiera podido hacerlo demostrándole lo diferente que ella era de las universitarias de las que se preocupaba tanto. La fuerza de su encanto debería radicar en el hecho de que no es como otras mujeres. Si quiere que él la recuerde cuando se vaya, la última cosa que necesita hacer, es ajustarse al modelo coqueto y alborotado de la universitarias que quizá no tengan ningún escrúpulo moral. En pocas palabras: Los hombres no se enamoran de las mujeres por acostarse con ellas. Eso los lleva a ser lujuriosos, pero el amor es un asunto diferente. El placer puede ser bueno, pero no aumenta el amor en el corazón de un novio. El mundo te dice que esa manera de actuar te ayudará a ganar a un hombre, pero como dijo una mujer: “Si tienes que preguntarle a un hombre si todavía te amará mañana, entonces él no te ama esta noche”. Si quieres que un hombre te ame, vive de tal manera que sienta admiración por ti. Una mujer casada me contó que cuando su esposo le propuso matrimonio, ella le preguntó: “¿Por qué yo? Estás pasando por muchas cosas buenas, con tu carrera y todo lo demás. Puedes hacer lo que quieras con tu vida, ¿por qué querrías casarte conmigo?, ¿por qué ahora?”. Y sin pensarlo él le respondió: “Porque temo que si no lo hago, no encontraré a otra mujer como tú”. Entonces, como ella, conviértete en lo que eres: irrepetible.

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3. Miedo a la abstinencia. Puede sonar raro eso de sentir miedo a la abstinencia, pero

algunas mujeres sienten pánico de no seguir teniendo relaciones sexuales. Aunque la idea de contagiarse de una ETS o de quedar embarazada puede pasar por sus mentes, a ellas les preocupa mucho más las consecuencias de la abstinencia. A través de la historia, las mujeres han sido provocadas a usar el embriagante poder de su sexualidad por las razones equivocadas, incluyendo el deseo de ganar control, tomar venganza o sentir seguridad. Como me contó una mujer: “Lo presionaba para que se acostara conmigo porque era la única manera de sentirme segura de mí misma”. Cuando las mujeres degradan el don de su sexualidad de esa manera, se degradan a sí mismas. Puede decirse que el sexo por seguridad es como prostituirse, pero recibiendo gratificación emocional en vez de dinero. Mientras el hombre usa a la mujer para una cosa, ella lo usa a él para otra. Por lo general, sus intenciones son todo menos maliciosas. Su comportamiento es más bien un acto de desesperación y no para causar daño. Como una universitaria confesó: “Pensé que si él estaba feliz, a lo mejor, yo estaría un paso más cerca de recuperarlo”. Para una mujer como esta, la pureza es aterradora. Pero lo que debería temer es lo que sucedería si no la vive. Sin pureza, una mujer no tendrá garantía de por qué es amada. ¿Qué tan segura puede sentirse en los brazos de un hombre si tiene dudas de su amor?

4. Miedo a lo desconocido. Aunque las relaciones sin castidad tienden a ser impredecibles

y turbulentas, ese ambiente puede ser el único que una mujer haya conocido. Para quien calla rutinariamente su conciencia para decir sí a su novio o a una aventura potencial, la idea de decir no puede hacerla sentir como si estuviera perdiendo el control de su relación. Muchas mujeres se dan cuenta de que comienzan a pelear con sus novios después de volverse activos sexualmente y que luego pelean, incluso más, cuando la mujer se niega a tener sexo. Entonces, para evitar la confrontación, muchas de ellas, eligen permanecer en silencio, pero seguir sexualmente disponibles. Si se atreve a rechazarlo, ¿qué dirá?, ¿cómo reaccionará? De repente, para no tener que calmarlo, renuncia a su propia capacidad de controlar la respuesta de él. La sola idea de tener que lidiar con la incertidumbre, es suficiente para hacer que muchas mujeres reduzcan sus valores. No quieren tener un escándalo. Podrían llegar a pensar: “¿Y si me deja? ¿Encontraré a alguien más dispuesto a amarme?”. Nunca te conformes con menos de lo que mereces porque tienes miedo de que nada mejor pueda sucederte. A lo que realmente deberías tenerle miedo es a la cantidad de tiempo de tu vida que estás desperdiciando porque estás muy ocupada haciendo cosas que están por debajo de tu dignidad. 5. Miedo al rechazo. La razón más común por la cual las mujeres no buscan estándares más altos es su temor a ser rechazadas por atreverse a tenerlos. Cuando una mujer permite que estos miedos dicten sus decisiones, comenzará a tolerar cualquier cosa en la relación. Una adolescente nos compartía:

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Él llegaba y aunque yo trataba de hacer que habláramos o viéramos una película, todo lo que él quería era cercanía física. Yo no estaba muy conforme con eso, pero para no perderlo, me quedaba callada. Sabía que estaba siendo usada, pero yo misma me daba excusas para no sentirme tan mal aunque al final era inevitable sentirme así. Otra nos dijo: Mi novio terminó conmigo porque dice que está confundido, pero lo extraño muchísimo y de verdad quiero seguir saliendo con él; no es solo que quiera un novio, sino que realmente lo amo. Haría lo que fuera para hacerlo feliz o cualquier cosa que lo satisfaga, aunque yo no sea feliz. Perdí mi virginidad con él, le he dado todo. Si actualmente estás en una relación en la que también estás dispuesta a “hacer lo que sea para hacerlo feliz”, incluso a tus expensas, quiero que dejes de leer este libro. Marca esta página, ciérralo y date un buen golpe con él en la cabeza. Luego continúa leyendo. Si una mujer está dispuesta a ser infeliz por el bien de un hombre, eso no es una señal de cuánto lo ama. Es una señal de qué tan desesperada está por ser aceptada. Olvida lo que realmente quiere en la vida porque está muy ocupada tratando de conformarse con lo que él quiere. Esta obsesión insana muestra que ella ni siquiera está preparada para estar en una relación. ¿Por qué pasaría una chica por algo así? Stasi Eldredge explica: Nos da miedo abandonar una situación porque sabemos que puede no salir bien. Hay una historia de heridas que nos recuerda a gritos que debemos tener cuidado. Sentimos hasta el fondo de nuestro ser, que si no sale bien, que si no nos reciben bien, la reacción del otro será el veredicto sobre nuestras vidas, nuestro ser, nuestro corazón. Tememos que nuestras dudas más profundas sobre nosotras mismas como mujeres sean confirmadas, de nuevo. ¿Cuál es este profundo miedo? El que seas demasiado o que no seas suficiente. Vencer este temor no es fácil. Al ser estudiantes o universitarias, las chicas descubren que no quieren ser muy asertivas, muy prudentes, muy serias, o muy nada. Ya que no están seguras de su propia identidad, se conforman con otras opciones, tratando de ser lo que piensan que otros quieren que ellas sean. Si una mujer eleva sus estándares, ¿se quedará sola? Al comienzo, probablemente sí. Aunque pueda sonar contraproducente, una mujer tiene que reducir sus posibilidades de encontrar a cualquier hombre para aumentar sus posibilidades de encontrar una alma gemela. Actitudes como el vestir modestamente y mostrar altos estándares morales van a disminuir el número de hombres detrás de ella, pero también aumentarán su atractivo para quienes son dignos de ella. Sin embargo, no hay manera de evitarlo: los estándares morales a veces te harán sentir sola. Pero pon las cosas en perspectiva: Después de romper con un ciclo de

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relaciones meramente sexuales, una mujer descubrió que “aunque me sentía sola, me sentía mucho más sola antes cuando tenía a un amante a mi lado”. Mientras más bajos sean los valores morales de una mujer, más grande será el grupo de hombres de donde puede escoger. Al comienzo sentirá entusiasmo con todos esos hombres interesados en ella; sin embargo, se decepcionará cuando se dé cuenta de que están más interesados en satisfacerse a sí mismos. Una mujer nos dijo: “No sé porque sigo encontrando hombres que sólo quieren usarme. Estoy empezando a pensar que no hay ningún hombre al que le guste por ser yo y eso me deprime demasiado”. La espera para encontrar a un hombre decente puede llegar a sentirse insoportable, pero ¿por qué no perseverar en la espera de un hombre que te ame por lo que eres y no por lo que le das? Mientras esperas, debes saber que tu lucha interior es normal. Es una parte necesaria del camino para convertirte en la mujer que Dios realmente creó. Mientras pasa la tormenta, hazte el propósito de permanecer fiel a tus esperanzas y valores. No renuncies a ellos porque estarías renunciando a tu propio ser. Permanece fiel, porque es muchísimo mejor decepcionarse de los hombres que decepcionarte de ti misma.

¿Qué alternativa tienes? Antes de explicar cómo puedes desarrollar firmeza de carácter, es necesario que reflexiones en las consecuencias de elegir no hacerlo. La historia de Jésica muestra las consecuencias radicales de nunca aprender a decir no: El caso es que él era tres años mayor que yo en ese momento y nos habíamos visto unas dos veces (y solo por unos diez minutos cada vez) antes de acostarme con él. Yo había tomado mucho y, además de ebria, estaba drogada cuando perdí mi virginidad. Recuerdo que lo hice a propósito para no tener tiempo de decirle que no y evitar que se fuera. Lo hicimos en la casa de uno de sus amigos —un lugar muy extraño donde yo nunca había estado— y me acuerdo que cuando terminó, le pedí que se quedara conmigo otro rato, mientras mi mente lograba aclarar lo que mi cuerpo acababa de hacer, pero él dijo que no. Él retiró su mirada de mí y se salió de la habitación. Lo seguí y puse mis brazos a su alrededor, pero él me preguntó qué estaba haciendo. Estaba confundida. Luego él me llevo a la tienda donde una amiga me recogería, me dio un beso de despedida y esa fue la última vez que lo vi. Intenté llamarlo durante dos semanas, pero apagaba el teléfono o no me contestaba; hasta que un día, una amiga suya contestó y me dijo que él ya había terminado conmigo y que si no dejaba de llamarlo, ella me “rompería la cara”. Y ese fue el fin de todo.

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Luego de esta situación, comenzó a salir con varios hombres y eventualmente conoció a uno que parecía el mejor de todos. La había seguido por meses y finalmente ella cedió y terminó durmiendo con él también. Entonces él ya no le devolvía sus llamadas o le contestaba sus mensajes, así que ella concluyó: “Es más que evidente que se aburrió de mí”. Nos siguió contando: Ya no quiero seguir siendo la chica fácil, no quiero ser la ramera y no quiero que me contagien una enfermedad. Tampoco quiero que me abandonen. Pero soy muy débil para decir no; no sé cómo hacerlo. Nadie me abraza, no recibo afecto físico de nadie y si lo recibo de gente que conozco, lo evito porque pienso que me van a lastimar. Pero si un extraño me muestra afecto y quiere dormir conmigo. . . digo que sí y lo hago porque quiero sentirme segura y en los brazos de alguien, al menos por unos instantes, aunque luego duele mucho más. A menudo se dice que la definición de locura es hacer lo mismo una y otra vez, esperando obtener resultados diferentes. Esto es exactamente lo que Jésica estaba haciendo. Ninguno de los hombres que pasaban por su vida podía darle el amor que ella deseaba. Seguramente le dijeron lo que ella esperaba escuchar para que les diera lo que ellos querían sentir. Sus abrazos fueron solo un espejismo que la dejó sintiéndose abandonada en un desierto. Los consuelos que buscó en ellos resultaron ser nada más que una forma de auto tortura. Otra mujer nos escribió confesando: “Mi estupidez, combinada con mis esfuerzos por agradar a todo el mundo, hacen muy difícil defender lo que creo”. Si puedes comprender esto, es tiempo de desarrollar firmeza de carácter. Si no lo haces, darás más y más de ti misma, al mismo tiempo que sientes que tienes cada vez menos que ofrecer. Pronto, muchas chicas terminan pensando que el sexo es la única cosa que tienen para ganar el interés de los hombres. Para evitar esto, comprende que las cosas raras valen más. Mujeres (y hombres) sin valores son fáciles de encontrar. También es fácil aburrirse con ellos. Por otra parte, mientras más pura seas, más deseable serás. A veces el estándar de pureza puede conllevar a tiempos de soledad, pero no te sientas deprimida por eso. Hasta la gente más atractiva y popular se siente sola a veces, incluso más sola de lo que te alcanzas a imaginar. Lo importante es que no uses la intimidad sexual para evitar sentirte sola. En vez de eso, encuentra maneras saludables de compartir con aquellos que se preocupan por ti. Desde ahora, no tengas miedo de que los hombres te dejen a menos que les des algo sexual. Cambia el esquema y haz que los hombres tengan miedo de perderte a menos que sepan cómo respetarte. Además, los hombres que te pudieran dejar a causa de tus valores, te hubieran dejado de cualquier manera después de obtener lo que querían. Haz algo inteligente y deshazte de ellos de una vez, sin perder tu tiempo y tu dignidad.

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Desarrollando tu firmeza Luego de dar una conferencia en una escuela secundaria en Washington, D.C., tres chicas se me acercaron y me explicaron: Jason, este es el problema: No sabemos cómo decirle no a los chicos. Hacemos cosas con ellos que nos hacen sentir incómodas. Y si cualquier cretino nos invita a salir, decimos que sí. Y si no tenemos a nadie, nos ponemos tristes y lloramos y nos dedicamos a comer helado y subimos de peso. ¿Qué deberíamos hacer? Es que ahora nos sentimos tristes porque no estamos saliendo con nadie. De verdad, no es una broma. Esa fue la pregunta. Así que en el tono más amable posible, les contesté: ¡Tienen que superarlo! Lo último que este mundo necesita es a tres mujeres que no pueden sostenerse de pie porque necesitan estar agarradas de un hombre para estar seguras y felices. Ustedes están jóvenes, no es que vayan a querer casarse con ellos, ¿o sí? ¡Ánimo, entonces! Se rieron, me dieron un abrazo y se fueron sonriendo sin preocupación. No siempre es tan fácil, pero a veces sí necesitamos un amoroso jalón de orejas con urgencia. Se ha dicho que lo único más costoso que la educación es la ignorancia. Del mismo modo, lo único más costoso que tener firmeza, es vivir sin ella. Puede parecer difícil ser fuerte y decir no a placeres pasajeros y a relaciones tontas, pero una vida más difícil te espera si eres débil. De hecho, si quieres amor, la palabra más importante en tu vocabulario debe ser “no”. Como dijo un hombre: en cierto punto de tu vida tienes que “decidir que lo deseas mucho más de lo que le temes”.Después de todo, si realmente quieres amor, no puedes pasar tu vida acobardada pensando que nunca lo encontrarás. Para que una mujer desarrolle firmeza de carácter, a veces necesita recordar que es bueno tenerla. También es bueno que se fije en mujeres cuya firmeza está bien cimentada. Miremos por ejemplo a Lakita Garth, conferencista sobre la abstinencia y ex reina de belleza, quien dice: Soy la presidente y ejecutiva de mi propia compañía. Todos mis empleados son hombres y ¿sabes qué?, muy pronto tendré mi propia oficina; a lo mejor será un pequeño complejo de oficinas en un centro comercial. Tendré que contratar a un conserje para que haga el mantenimiento de mis oficinas, y ¿sabes lo que haré? Voy a tener que recibir algunas solicitudes de empleo antes de que vean mi rostro. Luego seguirá el proceso de entrevistas, donde se sentarán frente a mi escritorio, en mi oficina, en mi edificio. Voy a querer que llenen una

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aplicación con su nombre completo, no con un sobrenombre común o con el que le llamen esa semana. También quiero todos sus números telefónicos, no solo un celular o su localizador. Tengo que ver su experiencia laboral previa, quiero ver si tienen algún récord criminal; es más, quiero algunas referencias personales. Quiero que escriban todo y eso es nada más para limpiar mi baño. . . y la mayoría de las mujeres no tienen la sensatez de saber los apellidos de los hombres que les quitarán la ropa y con los que se van a acostar. ¿Cuáles son las posibilidades de que alguien se aproveche de una mujer así? En el caso de Lakita, ella no lo permitió. Esta mujer se aferró a sus valores morales rápidamente, confiando en que Dios, en Su tiempo, le enviaría al Sr. Correcto. Eventualmente conoció a su esposo y pudo apreciar el sentido del humor de Dios cuando supo que su apellido era ¡Wright!. Es confortante ver que se cumplen las expectativas de las personas. Pero ¿qué debe hacer una mujer cuando su búsqueda de una buena relación parece infructuosa? ¿Qué debe hacer cuando se sienta tentada a volver a caer en los placeres de una vida vacía, para ver si puede ahogar sus temores e incertidumbres? Éste es un tiempo serio de entrenamiento, en el que una mujer tiene que aferrarse a las promesas que Dios ha revelado en su Palabra. A San Pablo, Dios le dijo: “Te basta mi gracia; mi mayor fuerza se manifiesta en la debilidad”. En otra parte, en la carta a los Corintios, nos recuerda: Ustedes todavía no han sufrido más que pruebas muy ordinarias. Dios es fiel y no permitirá que sean tentados por encima de sus fuerzas. En el momento de la tentación les dará fuerza para superarla. Cuando sientas que no tienes fuerzas, recuerda estos versículos y vuelve tu corazón hacia Dios pidiéndole que cumpla Sus promesas en ti. No te desanimes si pasas por una lucha interior. A veces, parece más fácil hacer lo incorrecto y tan difícil hacer lo correcto. Sientes como si estuvieras luchando contra la corriente y, a veces, prefieres dejarte ir río abajo. Puede que te sientas débil, pero la resistencia es la única manera de crear tenacidad y fuerza. Para levantar el ánimo, lleva en tu corazón las siguientes palabras que me han dicho algunas jóvenes. Yo pondría a estas mujeres en mi Salón de la Fama de Firmeza: Una adolescente en Los Ángeles compartió conmigo uno de los criterios que usa para descartar a los hombres incorrectos. En sus palabras: “No quiero sonar arrogante, pero no quiero casarme con un hombre que no sea digno de mi cuerpo”. No quiso decir con esto, que tenga una figura perfecta, simplemente que está segura de su dignidad. Otras mujeres que han compartido sus perspectivas sobre las relaciones, me han dicho cosas como estas:

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Veo mi cuerpo como un santuario que sólo un hombre podrá ver, mi esposo. Si soy lo suficientemente buena para Dios, entonces soy lo suficientemente buena para los demás, no necesito rebajarme para serlo. No necesito ser el juguete de nadie para ser aceptada. Simplemente necesito ser la mejor persona posible. He decidido mirarme a mí misma como la joya escondida en un tesoro, y mi futuro esposo será el primero y el único que lo abrirá. Sé que Dios me hizo a Su imagen y semejanza y como tal, soy una hermosa hija de Dios. Si alguien no puede ver eso, es su problema. Cuando traes toda esa confianza a una relación haces que los hombres eleven su condición. En su libro “Modestamente tuya” (Modestly Yours), Camille De Blasi cuenta una memorable anécdota de una cita en la universidad: Era nuestra primera cita e iríamos a bailar, para lo cual me puse un elegante y largo vestido rosa. Se estacionó en medio de un charco, salió del auto y comenzó a caminar hacia el edificio sin darse cuenta de que yo seguía en el auto. Siguió hablándome como si yo estuviera justo detrás de él y lo supe por la forma en que su cabeza se movía arriba y abajo, pero yo seguí sentada esperando. Pasado un momento, debió darse cuenta de que algo andaba mal porque se volteó, y cuando me vio inmóvil en el auto, gesticuló algo como: “¡Eh, sal de ahí, ven para acá!”. Yo me quedé sentada y parpadeé un par de veces, entonces él se puso las manos alrededor de la boca y gritó: “¿Qué estás haciendo? ¡Ven acá!”. Entonces sonreí. Finalmente vino hasta mi lado del auto, se inclinó sobre el charco hasta mi ventana y volvió a gritar: “¿Estás bien? ¡Vámonos!”. Yo, aseguré la puerta. Está bien, quizá exageré un poquito, pero al final él me abrió la puerta y por supuesto, acabó siendo nuestra última cita. Pero no hay problema con eso. No lo hice abrir la puerta porque soy engreída y pienso que soy extra especial y merezco que me abran las puertas. Lo hice porque tengo un trabajo muy serio e importante: como mujer, tengo que inspirar a los hombres a ser nobles, valientes, honorables, protectores y capaces de defender la gracia y encanto de cada mujer. Otra joven que terminó con su novio porque no la trataba honorablemente, le dijo: “¡No sólo no mereces mi cuerpo, no mereces mi tiempo!”. Y otra dijo sobre su ex: “Le dije que si no podía aceptar mis decisiones, se podía ir de mi vida hasta que pudiera tratarme como a un humano”.

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Ninguna mujer quiere lastimar los sentimientos de un hombre, pero a veces necesitas hacerlo con el fin de enseñarle cómo actuar como hombre. Conozco a una chica que simplemente le dice a los hombres: “No soy de aventuras pasajeras, tengo moral y si no respetas eso, entonces vete a otra parte”. Una de mis citas favoritas la dijo otra joven que me escribió: “Claro, la atención de los hombres se siente bien, pero saber que soy demasiado buena para la mitad de ellos, se siente mucho mejor”. Lo que yo podría responderle sería: “¡Qué bien por ti!”. Si te revistes de una actitud semejante, descubrirás que se siente mucho mejor amarte a ti misma que sentirte codiciada por hombres sin escrúpulos. No es fácil terminar con las malas relaciones, pero el siguiente testimonio pone las cosas en perspectiva: Mi ex novio no podría haber sido mi futuro esposo. ¿Por qué? Porque si lo hubiera sido, tendría que haberme querido también por mi mente y por mi corazón y no era así. Hay estándares con los que mi futuro esposo tendrá que estar a nivel. No son grandes, pero son importantes para mí. Tendrá que merecer mi cuerpo, amando primero mi mente, mi personalidad, mi corazón y mi alma. Si un hombre realmente me ama, amará primero todo de mí antes de ver mi cuerpo. Con sus normas, una mujer no solo demuestra su valentía, también demuestra su inteligencia. Una estudiante de Harvard llamada Janie Fredell escribió en el diario de su universidad sobre su decisión de ser pura: La mujer que triunfa en resistir esta tentación es aquella cuyo encanto sexual trasciende su aptitud sexual. Estas mujeres cuentan con la inteligencia necesaria para tomar decisiones de vida saludables, con el encanto para ganar la atención de los hombres sin la promesa de compensación física, con la madurez de conocer la diferencia entre el amor y la lujuria y con la confianza de exigir el primero en situaciones donde son presionadas a comprometerse con la segunda. Janie también explica que la “misteriosa fascinación de la virginidad” está enraizada, en última instancia en “la noción de fuerza: la habilidad de resistir la tentación, incluso ante las normas y las expectativas de la sociedad”. Cuando una mujer posee semejante fortaleza, comienza a mirar a los hombres y a las relaciones con una nueva luz. Luego de salir de una relación con su amigo con derechos, una mujer compartió esto: “En realidad, sentía pena por él. Me di cuenta de que yo quería amor puro y total entrega. Quiero un hombre que esté dispuesto a darme una segunda oportunidad de ser pura, no un hombre que se aproveche de mi segunda oportunidad”. Te darás cuenta de algo en común en todas estas historias. Ninguna de las chicas determina el valor de su vida basada en las opiniones de los hombres. Su sentido de valor, viene de lo que creen y de cómo viven; viene de su interior, no del exterior. Ninguna de ellas vio lógico perderse a sí mismas para ganar a un hombre. Sabían que tienes que ser tú misma en una

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relación y si no lo eres, eventualmente la verdad saldrá a la superficie. Si no eres amada por quien eres, entonces no es para nada amor. Puede llegar a sentirse extraño practicar la confianza que estas mujeres transmiten. Tus primeros pasos pueden ser inseguros al seguir su ejemplo, pero cuanto más defiendas tu dignidad, más fácil y automático se hará. No dudes de ti misma. El coraje no es un rasgo genético que algunos han heredado y otros no. La gente no persevera porque es fuerte, se vuelve fuerte porque persevera. El camino no es fácil, pero ármate de valor: mientras más encumbrada la montaña, más maravillosa será la vista cuando llegues a la cima. ¿Cómo comienzas a ascender? El primer paso es pedirle a Dios que te ayude. Habla con Él, de corazón a corazón, sobre todas estas cosas. Si has estado alejada de Él, tienes que saber que Él no está enojado contigo por tu pasado. Se dice que Dios está más dispuesto a ayudarte a salir de un mal estilo de vida, de lo que una madre estaría a sacar a su hijo del fuego. Él está ahí para ti y te dará cada gracia que necesites para conquistar tus miedos. Dile: “Dios, no tengo la fortaleza, dame de la tuya”. Él atiende esas plegarias, pero espera a que tú le pidas. Una popular máxima espiritual dice que tienes que “orar como si todo dependiera de Dios y trabajar como si todo dependiera de ti”. Para hacer tu parte del trabajo, recuerda que la única manera de ganar el respeto de otros es respetándote a ti misma y rechazando el vivir con miedo de lo que otros piensen. Puede que no venzas tus miedos en un instante, pero puedes elegir vivir como si ya no tuvieran el poder de controlar tu destino. Tus temores pueden persistir por un tiempo, pero eso no significa que tienes que obedecerlos. Los expertos en animales dicen que los perros tienen la habilidad instintiva de percibir el miedo de la gente. Resulta que cuando Crystalina y yo estábamos comprometidos, le compré un adorable perrito chihuahua que, en mi humilde opinión, resultó ser más un gato ágil y consentido. Si intentabas moverlo de su cama —que, por cierto, Crystalina adornó con sábanas de seda negra y dorada— se arremetía contra quien fuera e intentaba arrancarle un dedo. Pero si te acercabas a él con confianza, entonces era dócil como un cordero. No quiero comparar a los hombres con los perros, pero la analogía sirve. Los hombres pueden percibir cuando tú no tienes una voluntad fuerte y muchos de ellos se aprovecharán de ti por eso. Pero cuando los mujeriegos perciben confianza, por lo general no se molestan en intentar. Por lo tanto, aun cuando sientas que no tienes firmeza de carácter, “presume hasta que la tengas”. Simplemente sé quién esperas ser. Tener firmeza de carácter no se trata siempre de ser rigurosa y cortante, aunque a veces sea necesario ese comportamiento. La mayoría de las veces puedes ser ambas, suave y fuerte, elegante pero inquebrantable. Imagina que un chico lindo te invita a salir, pero te das cuenta de que probablemente no es alguien con quien puedas entablar una relación seria. En vez de abatirlo y pregonar tus más altos valores, simplemente puedes decirle: “Mira, disfruto tu amistad y me ha gustado mucho llegar a conocerte. Realmente no estoy interesada en una relación, así que ¿está bien que si seguimos compartiendo mejor como amigos?”. De esta manera, parece más una invitación que un rechazo.

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Tu necesidad de firmeza en tu carácter no aplica solamente a tus relaciones con hombres. La necesitas especialmente en tu interacción con otras mujeres. Con tal de encajar, ¿cuántos millones de jóvenes hacen cosas lamentables y se convierten en lo que saben que no son? ¿Cuánto tiempo de nuestras vidas malgastamos fingiendo ser lo que pensamos que otros quieren que seamos?

Establece tus valores y no te conformes con menos (Crystalina) Para poder defender nuestros valores como mujeres, primero tenemos que establecerlos. Mientras algunas chicas saben exactamente lo que quieren en una relación, otras no parecen muy exigentes. Así como algunas mujeres se concentran más en llegar a casarse que en la persona con la que se van a casar, muchas jóvenes ponen más atención en tener una cita que en la persona con la que están saliendo. Pueden pensar: “Pues, en general está bien, ¿para qué complicar las cosas?”. Este tipo de relaciones no tarda mucho en colapsar. Por ejemplo, una mujer soltera nos preguntó: Mi novio ha dormido con otras mujeres antes y dice que no puede imaginar casarse con una mujer con la que no esté “familiarizado”. A veces me hace sentir mal porque no he iniciado nada físico con él. ¿Será que estoy siendo mojigata al no dormir con él? Es interesante que el ex de esta chica dijera que no podría casarse con alguien con quien no esté “familiarizado”, porque si esa es una prueba de fuego para una novia, entonces ¿por qué no se casó con el resto de las chicas con las que era tan familiar? Si estás con un hombre que piensa que el sexo es una prueba, no seas parte de su equipo. Esta mujer no es una mojigata, solo está saliendo con una hormona andante. Una razón por la que ella nunca inicia la actividad física es porque una mujer no desea entregarse cuando presiente que el hombre sólo está interesado en obtener algo para sí mismo. Ella se preocupa más por guardarse que por entregarse. Su intuición que la hace separarse de su novio es su sistema de defensa personal. Las mujeres retroceden naturalmente ante alguien que únicamente quiere usarlas. Guardan el tesoro no solo del cuerpo, sino de todo el ser. Al establecer estándares no negociables para las futuras relaciones, una mujer construye un castillo alrededor de su corazón. A menos que alguien sea lo suficientemente hombre para escalar la pared, no tendrá oportunidad de estar con ella. Cuando terminé con todas mis malas relaciones de la adolescencia, me tomé algunos años libres de relaciones románticas para reevaluar mis prioridades en la vida. Durante este tiempo, hice una lista de sesenta cualidades que esperaba de un esposo. Decidí que había pasado suficiente tiempo de mi vida cediendo a los chicos con los que salía, así que por una vez, ¿por qué no elevar las exigencias tan alto como quisiera?

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No pasó mucho tiempo antes de que los endulza-oídos y los bien perfumados aparecieran en mi vida, pero esta vez yo sabía que no había razón para perder mi tiempo con un hombre con el que no quería pasar los siguientes setenta años de mi existencia. Así que me negué a salir con ellos. Mientras los días y meses se volvieron años, pasé por temporadas donde me cuestionaba si mi lista me hacía muy exigente. Algunos de los requisitos nada más eran por diversión, como el hecho de que él fuera un trotamundos y que no fuera muy alto. Pero otros no eran negociables, como que tenía que ser un hombre de Dios y que creyera en la castidad. Y cuál sería mi sorpresa al conocer a Jason (quien mide 1,70) en una conferencia sobre castidad en las Bahamas y que acababa de llegar de su viaje a ¡Israel! Dios sí que conocía los deseos de mi corazón. Si anhelas casarte algún día, haz tu propia lista. Sé libre de soñar, siempre y cuando hagas una distinción madura de lo que es esencial y lo que no. No es una lista para exigir perfección, pero al menos debe contener las cualidades esenciales de una relación sana. El propósito no es decirle a Dios que quieres un modelo de 1,95 de estatura, santo, millonario, que sepa cocinar, tenga acento extranjero, posea una fábrica de chocolates, dé maravillosos masajes en los pies y rescate animales en peligro. Si no estás dispuesta a salir con una persona a menos de que sea perfecta, entonces la culpa no es suya, sino tuya. Cada persona tiene fallas. Si piensas que has encontrado al hombre perfecto, te estás preparando para la decepción. ¿Qué es lo esencial que debería tener tu lista? Te muestro algunas ideas: •Que sea mi mejor amigo. •Debe amar a Dios más de lo que me ama a mí. •En vez de resaltar mis debilidades, debe resaltar mi dignidad. •Es caballeroso conmigo. •Me ayuda a crecer, no me desgasta. •Trata a su madre con amor. •Además de respetarme a mí, se respeta a sí mismo. •Debe tener una moral fuerte para que yo no tenga que convencerlo de la mía. Es sabio establecer estos estándares antes de entrar en una relación para no revelárselos de golpe a un novio que apenas encaja en la mitad de ellos. Mientras más pronto desarrolles tu propia lista, es mucho mejor porque entonces puedes comenzar la importante misión de ser la mujer que merece ese tipo de hombre. Conviértete en tu propia lista, porque él no merece menos de ti. Imagínate el tipo de hombre que esperas encontrar, ¿qué clase de mujer piensas que él está buscando?

Persecución pura

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Digamos que decides elevar tus estándares después de haber tomado malas decisiones en el pasado: espera resistencia. Si una mujer que solía coquetear con todos los hombres, de repente demuestra un profundo respeto por sí misma, los hombres la van a hacer pasar malos ratos. Pero es nada más porque su orgullo será herido. Van a extrañar a la chica sin escrúpulos que se reía de sus pervertidas bromas. Al comienzo, no la van a tomar en serio. Quizá se burlen de su cambio de parecer diciendo que no durará, pero si ella permanece firme, terminarán por respetarla. Cualquier mujer sabia comprenderá que sin importar cómo viva, terminará pagando un precio. Una chica nos preguntó: “¿Cómo lidias con toda la presión de la universidad y de la sociedad para tener sexo? Tengo la reputación de ser ‘la Virgen María’ y los chicos están haciendo apuestas para ver quién me lleva a la cama primero”. En primer lugar, debe darse cuenta de que hay insultos mucho peores que ser llamada la “Virgen María”; de hecho, es un tremendo cumplido ser puesta en el mismo lugar que la mujer más grande que jamás haya existido. Como toda mujer sabe, si practicas la pureza, vas a ser llamada mojigata o provocadora. Pero si no lo haces, te llamarán por una lista de nombres menos agradables. Por lo tanto, si cada uno necesita pagar el precio por la manera en la que vive, ¿por qué no escoger un estilo de vida que dé frutos? Si has recibido insultos por tu decisión de seguir el plan de Dios, cuéntalos como bendiciones. En su carta, el apóstol Santiago escribió: Hermanos, considérense afortunados cuando les toca soportar toda clase de pruebas. Esta puesta a prueba de la fe desarrolla la capacidad de soportar, y la capacidad de soportar debe llegar a ser perfecta, si queremos ser perfectos, completos, sin que nos falte nada. Aunque es difícil escuchar los insultos de quienes están cerca de ti, debes saber que todo el cielo te aplaude. Quizá algunas personas en tu vida han perdido la esperanza en ti. Pruébales que están equivocados. Puede que tus amigos no vean fortaleza en ti, que tu propia familia tampoco la vea, incluso que ¡tú no la veas!, pero si te acercas a Dios, en poco tiempo la verás y el gozó se apoderará de ti. Si los hombres se burlan de ti, hacen apuestas por ti o tratan de hacerte echar para atrás con sus discursos de disco rayado, queremos que lo recuerdes todo. Si las mujeres tratan de hacerte caer por aferrarte a valores que te benefician, no olvides sus palabras. Si quieres, escribe todo, haz una lista, déjalos que se burlen ahora y luego, cuando estés en el altar el día de tu boda en un hermoso vestido blanco, queremos que escuches con cuidado: ¿Dónde están los que se burlan? ¿Dónde están sus burlas? Están callados, y cada uno de ellos querrá estar en tu lugar algún día. Esperaste y ganaste. Has sido liberada del bagaje del pasado y te has preparado para iniciar el resto de tu vida. Con un corazón limpio y un cuerpo puro, puedes pararte en el altar y entregarte a aquel que es lo suficientemente hombre como para merecer semejante novia. Ahora, ¿cómo era que te decían? Apuesto a que ya se te olvidó.

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Esperar con sabiduría Mientras esta imagen romántica de la boda perfecta suena maravillosa para muchas mujeres, el hecho real es que no ha llegado todavía. Algunas se preguntarán si llegará. Entonces, ¿qué se supone que hagas mientras tanto? Permítete tener esperanza. Permítete experimentar el dolor dentro de ti por algo hermoso. No es infantil soñar con encontrar un amor que te ayude a convertirte en la mujer que quieres ser. Sin embargo, nadie puede darte esa clase de amor; tienes que trabajar por él. El amor que deseas sí se puede encontrar, pero el proceso comienza con amarte a ti misma lo suficiente para evitar a los hombres que no lo hacen. Durante tus años de soltería, te ofrecerán lo opuesto al amor con mucha más frecuencia que el verdadero. Anticipa que ese será el caso y no te desanimes por esa realidad. Si puedes comenzar una nueva vida con expectativas realistas, estarás más preparada para vivirla. Todas las mujeres crecen escuchando los romances de los cuentos de hadas, pero muchas se forman en familias completamente opuestas a esa imagen. Por situaciones como el divorcio, la infidelidad y el abuso, un número incontable de jóvenes nunca ha visto a un hombre que ame apropiadamente a una mujer. ¿Cómo se supone que una mujer espere algo que nunca ha visto? Aun si tiene una vaga noción de cómo debería ser el amor, puede que se niegue a desearlo asumiendo que un sueño así únicamente puede terminar en decepción. Por esta razón, muchas mujeres ya no esperan encontrar a un buen hombre. Mientras leen las páginas de este libro, aparece sobre sus corazones una sombra de escepticismo cínico, pero ¿quién las culpa? Lo que estas mujeres no han tomado en consideración es la providencia de Dios. Él puede hacer lo que tú no puedes. Recientemente, en una gira de conferencias en Nueva Zelanda, yo (Jason) conocí a un hombre que me recordó cómo es que Dios siempre provee para aquellos que confían en Él. Me dijo que en la ciudad de Christchurch, Nueva Zelanda, un grupo de religiosas quería montar una obra de teatro de Navidad para la iglesia y como querían que fuera lo más real posible, decidieron incluir un burro de verdad. Al parecer no hay muchos burros por allá y el único que podían encontrar era muy costoso. Así que decidieron rezar por un burrito. Cada una de las mujeres hizo un dibujo del animal y lo puso bajo su almohada para recordar que debían rezar con esa intención al acostarse y al levantarse. Antes de lo esperado, un desconocido apareció con un burro y se ofreció a prestarlo para la obra. Las hermanas se pusieron eufóricas. Sin embargo, el burro tenía una característica particular: le faltaba la cola. Nadie pensó mucho en eso hasta que una de las religiosas miró los dibujos que habían hecho y efectivamente, ¡todas olvidaron dibujarle la cola al burrito! La moraleja de la historia es que ayuda ser específico cuando le pidas algo a Dios.

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Dios puede hacerse cargo hasta de los detalles más pequeños si permanecemos fieles a Él. Aun si nunca has visto amor auténtico entre esposo y esposa o entre novio y novia, no es un invento de tu imaginación. Dios puso ese deseo de amor incondicional en tu corazón. Te ha creado para el amor, no te conformes con menos. Como dice San Pablo: “Así, pues, hagamos el bien sin desanimarnos, que a su debido tiempo cosecharemos si somos constantes”.13 La cosecha de la que habla no es la de encontrar al hombre de tus sueños. Específicamente, está hablando de tu recompensa eterna de Dios. Pero aun en esta vida, nuestro gozo solo puede encontrarse en Su voluntad.

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7 TERMINA CON LAS AVENTURAS ¿Alguna vez has entrado a un supermercado con el estómago vacío y pasado junto a la chica que ofrece muestras de comida gratis? Al estar rodeada de comida —sin poder comer nada realmente— cualquier pedacito sabe a cielo. Te vas pensando: “Ese es el mejor jamón que he comido en toda mi vida”. Probablemente era pura grasa, pero como no había nada más en tu estómago, parecía infinitamente satisfactorio. Y si eres como nosotros, probablemente das otro par de vuelas para tomar algunas muestras más con la esperanza de que la promotora del jamón no te recuerde. Sin embargo, si pasas mucho tiempo atiborrándote de aperitivos, perderás el apetito por comida de verdad. Así mismo, cuando una mujer se conforma con una aventura casual, ella hace lo mismo en términos del amor. Se mete con hombres que, a falta de una mejor descripción vendrían siendo el jamón barato, cuando su estómago está hecho para una comida de siete platos. Si el amor real llegara a pasar por su vida, estará muy llena para aceptarlo. Aunque esta comparación pudiera parecer divertida, la realidad de las aventuras casuales no lo es. ¿Por qué una mujer le prestaría sus afectos a hombres que obviamente están interesados en una sola cosa?

La psicología de una aventura Al estudiar el estilo de vida sexual de los estudiantes de numerosas universidades de Estados Unidos, Donna Freitas resumió los motivos detrás de las aventuras casuales y escribió: Dentro de la cultura de las aventuras casuales, muchos estudiantes son activos sexualmente porque eso es “lo que la gente hace”, porque están aburridos, porque ya lo han hecho y qué más da hacerlo una y otra vez, porque están demasiado destrozados para armarse de autocontrol, porque les ayuda a subir en la escalera social, y porque ¿cómo más se supone que se va a conquistar a alguien importante en una comunidad donde ya nadie tiene citas? Vivir en una cultura de aventuras casuales significa ponerse un “No me importa” en la frente, respecto al comportamiento, a ceder a experiencias no deseadas y, en muchos casos, a eliminar poco a poco los valores personales, las expectativas, el sentido de sí mismos y el respeto por otros, hasta que estos desaparecen casi por

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completo, al punto en que los estudiantes casi no pueden recordar lo que eran en primer lugar. Las mujeres se involucran en relaciones casuales por un millón de razones, pero si se atreven a examinar sus motivos, pueden descubrir las verdaderas razones que provocan su comportamiento. Solo hasta entonces, podrán estar preparadas para encarar el amor que satisface. ¿Por qué una mujer decide tener aventuras? Presentamos una mirada profunda a algunas de las razones más comunes.

1. “Quizá se comprometa”. Una joven me escribió a mí (Jason) contándome esto: He estado saliendo con un chico de manera intermitente durante un par de años y tuvimos sexo casual la otra noche, pero en realidad no estamos saliendo oficialmente. A veces se le va un poco la mano, pero me da miedo perderlo porque es todo lo que tengo. ¿Qué debería hacer? Esta chica tenía tanto miedo de perderlo que no se dio cuenta de que, en primer lugar, nunca lo tuvo. Es difícil calcular cuántas jóvenes como ésta, le han asegurado a la persona que les interesa como amor potencial que se contentan con una aventura, a pesar de que desean una relación. ¿Por qué se conforman con eso? Es porque han caído en el mito de que tener una aventura casual con un hombre lo hará comprometerse. Como hombre, permíteme explicarte cómo funcionamos: si el sexo casual lleva a algo más, es por lo general, a más sexo casual. . . eso es todo. Lo poquito que haya en términos de relación, terminará fácilmente en cuanto él se aburra o encuentre a alguien más deseable. Piénsalo: ¿Cuántas relaciones lindas y matrimonios felices conoces que hayan comenzado con una mujer desesperada viviendo una aventura con un hombre incapaz de comprometerse? Si no se te ocurre ninguna, ¿cuáles son las probabilidades de que seas la excepción? Algunas mujeres se dan cuenta de esto de la manera más difícil, como una quinceañera que, después de una aventura, nos contó: “No esperaba casarme con él, pero tampoco esperaba que me evadiera en la escuela”. Si una chica entrega su cuerpo y da sus besos como si fueran carnadas para hombres, él perderá todo deseo de buscarla. Después de todo, ¿qué más tiene para desear cuando ella ya le satisfizo sus deseos más bajos a una semana de conocerlo? ¿Qué más va a querer descubrir sobre ella?, ¿su talento musical o su ingeniosa personalidad?, ¿sus emociones, su espiritualidad o sus opiniones políticas? En la mente de cualquier hombre que está dispuesto a vivir una aventura con una mujer, todo va en picada después de la intimidad física. Un estudiante de la Universidad Duke comentaba: “Si una chica se ofrece, yo no la voy a rechazar, pero tampoco la voy a llamar después para pedirle que salga conmigo”. Aunque sentirá afinidad con ella en el placer del momento, secretamente resentirá el hecho de que ella sea tan accesible.No es un reto para él.

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Si quieres que un chico te estime, tienes que entender que tus besos son exclusivos y tu cuerpo es un tesoro. Ninguno de los dos se da gratuitamente. Cuando una mujer tiene esta mentalidad, se vuelve más atractiva. Cuando ama y respeta su propio cuerpo, está invitando a los hombres a seguir su ejemplo. Su estilo de vida de pureza dice: “Solamente me entrego por completo al único hombre que se entregue completamente a mí”. Como puedes ver, este mensaje es un reto de amor, no una invitación a usar. Ciertamente, la mayoría de los hombres no aceptarán el reto, pero eso no es un fracaso, porque tú no quieres terminar enredada con ese tipo de hombres de todas maneras.

2. “Es para divertirme”. Un periodista, que entrevistó a varias estudiantes universitarias

para evaluar sus actitudes frente a las aventuras casuales, reportó que la insatisfacción es un factor general. Una joven dijo que toda la situación la había dejado sintiéndose infeliz y deprimida, pero: La aceptó como si fuera “la mejor que hubiera tenido”, una parte normal de la experiencia de la universidad. Pensó que tenía que gustarle, pero para ser honestos, en realidad la odió. Sus compañeras movieron la cabeza en silenciosa afirmación. . . No somos felices con esta moda de aventuras casuales. Constantemente nos sentimos presionadas a hacer cosas que nos hacen sentir inestables. Un concepto feminista confuso promueve la idea de que las mujeres tienen el derecho de ser agresivas sexualmente tanto como los hombres, como si el vicio fuera digno de imitación. Estas personas considerarían que la castidad es una carga injusta que se impone a la gente de espíritu libre que quiere expresar su sexualidad como quiera que le parezca bien. Pero quienes viven aventuras sexuales de manera casual por diversión, deberían detenerse y hacerse una pregunta: ¿De verdad es divertido? El presentador de un programa de radio contó: Recuerdo el desafío que presentó una adolescente en mi programa que quería saber: “¿Por qué no puedo tener sexo de manera casual con quien quiera si se siente bien? Mi mamá no pudo darme ninguna buena razón. . .”. A lo que le pregunté: “Pero, ¿de verdad puedes sentirte bien si te das cuenta de que al final no le importas a nadie, ni a ti te importan ellos para nada? ¿No es una idea muy triste, un sentimiento de soledad?”. Y en voz baja dijo: “Sí”. Cuando una mujer se acostumbra a vivir en aventuras, puede que diga que no siente remordimiento, pero la desvergüenza no cura el problema de la vergüenza. Cuando te sientas tentada a reducir tu sexualidad a “diversión”, debes darte cuenta de que el don de tu cuerpo es digno de mucho más. Las mujeres se ofenden con los mujeriegos porque las usan para divertirse, pero cuando una mujer se conforma con una aventura, se convierte en lo que desprecia. Como resultado, termina odiándose a sí misma. No solo comenzará a perder respeto por sí misma, también respetará menos a los hombres. Puede que diga que no se siente culpable por ello, pero su falta de culpa no es una señal de que sea feliz; es solo un indicador de que está bloqueada.

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3. “No me interesa una relación seria”. Cuando una mujer dice que no está interesada

en el compromiso, es seguro asumir que ya ha sido herida en el pasado y que ha perdido todo deseo de ser vulnerable de nuevo. No es que la idea del amor incondicional le parezca tediosa, a sus ojos, es cautivante pero irreal. Por lo tanto mantiene sus expectativas bajas para que nadie acabe con ellas. Pero cuando una mujer se vuelve tan temerosa a ser lastimada que se declara a sí misma indigna de ser amada, se convierte en su propia enemiga. En palabras de Dawn Eden: “Es el miedo a la decepción lo que decepciona”. La indiferencia emocional no previene la decepción. Para probar esto, una periodista del New York Times entrevistó a varias estudiantes de escuela preparatoria para evaluar sus actitudes sobre las relaciones físicas casuales y esto encontró: Haz que sea solamente sexual y de esa manera la gente no mezcla las expectativas y nadie sale lastimado. Sin embargo, la gente sí sale lastimada. Muchas adolescentes me dijeron que las relaciones casuales fueron la causante de sus heridas y, por lo general, porque esperaban más de ellas. Pero frecuentemente se culpaban a sí mismas por dejar que sus emociones acabaran con lo mejor de ellas. Las aventuras no eran el problema, ellas lo eran. Las estudiantes universitarias se sienten igual. Después de dormir con su novio, una estudiante le envió a su amiga un mensaje instantáneo diciéndole que se sentía cómoda por haber pasado la noche con él, pero que tenía miedo de amarlo: Quiero ser independiente y pienso que es importante para las mujeres de nuestra generación, pero si digo que amo a alguien y que lo necesito es algo contradictorio. . . hipócrita. . . y tampoco quiero llegar a enamorarme porque me da miedo de que no me llame. . . eso me rompería el corazón y después me sentiría como una estúpida que debió haber sido más inteligente. Una mujer puede reafirmar que está muy ocupada para asentarse en una relación seria y puede que sea cierto, pero si entre tanto tiene relaciones casuales, eso demuestra que está intentando divorciar su corazón de su cuerpo. Como dijo otra adolescente: “Me volví experta en mantener mis emociones controladas. . . puedo tener cualquier aventura con un chico y no enamorarme de él”. Este tipo de mujer puede sentir que ha adquirido una importante habilidad por su falta de vulnerabilidad, pero cuando se quita el riesgo que viene con la vulnerabilidad, también desaparece la oportunidad de ser amada. En su libro “Cautivadora” (Captivating), Stasi Eldredge señala el problema central que hay cuando una mujer se cierra a la posibilidad del amor: Si ella no puede asegurar sus relaciones, entonces mata el anhelo de intimidad de su corazón para estar segura y bajo control. Se convierte en una mujer que “no necesita a nadie, especialmente a un hombre”. Cómo afecta esto el resto de su vida y de qué manera las heridas de la niñez

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moldean las convicciones de su corazón, se vuelve parte de una historia a menudo compleja, que vale la pena conocer. Debajo de todo, detrás de todo, hay una simple verdad: las mujeres dominan y controlan porque temen su vulnerabilidad. . . Nos escondemos porque tenemos miedo. Hemos sido lastimadas profundamente una y otra vez. La gente ha pecado contra nosotras y nosotras hemos pecado también. Esconderse significa permanecer a salvo, sufrir menos. Por lo menos eso es lo que pensamos. También al escondernos, resolvemos las cosas con nuestras manos. No nos acercamos a Dios con nuestros corazones rotos y desesperados. Nunca se nos ha ocurrido que de tanto escondernos, también se nos ha perdido algo demasiado valioso —algo que el mundo necesita de nosotros mucho, muchísimo. Lo que el mundo necesita de las mujeres es que salgan de su caparazón de miedo y se conviertan en lo que Dios quiere que sean. Cuando lo hacen, son más poderosas de lo que se hubieran imaginado. Solo mira el poder que tuvo una chica sobre un donjuán que me escribió: Antes había sido un conquistador empedernido y tuve varias aventuras con diferentes chicas sólo para divertirme. Veía las relaciones como algo que me dejaría atrapado, así que las aventuras casuales eran mucho más fáciles porque obtenía lo que quería y nunca tenía que preocuparme por verlas de nuevo. Pero después de un tiempo, todo se volvió rutinario y mientras maduraba, me di cuenta de que esas chicas no significaban nada para mí. Recuerdo haber ido a un club y bailado sensualmente con un montón de chicas diferentes, hasta me acosté con una que conocí esa noche. Cuando regresaba a mi casa, no me sentía para nada bien conmigo mismo. De hecho, sentí la necesidad de meterme a la ducha y pedirle a Dios perdón. Fue lo más bajo que pude caer en mi vida. Mientras mis amigos me celebraban por hacerlo, yo era infeliz y estaba molesto conmigo y con todas las chicas. Y entonces me di cuenta de que así podía conseguir placer, pero que ese no era el placer que realmente quería. Esa fue mi vida, hasta que mi nueva novia apareció. Ella es una chica que comencé a buscar para una aventura sin pensar en nada más, pero ella me dejo claro que no tendría ese tipo de relación conmigo ni con nadie. Se respetaba demasiado y se negaba a ser usada. Y por alguna razón, cuando escuché eso, la respeté como a ninguna otra mujer que yo había conocido. Comenzamos a conversar y comenzó a gustarme mucho. Finalmente había encontrado a una mujer que me interesaba. Dejé mi pasado atrás y le soy completamente leal a esta mujer. He hecho un compromiso de quererla y protegerla. Ella me hace más feliz que cualquier otra cosa en el mundo.

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Es difícil imaginar que alguna mujer prefiera las relaciones anteriores de este chico a la que tiene actualmente. Todas las mujeres quieren el romance de ser enamoradas, pero algunas se conforman con ser seducidas. Están tan ocupadas convenciéndose a sí mismas de que nadie está siendo lastimado, que no se dan cuenta de que tampoco nadie está siendo amado.

4. “Me hace sentir deseada”. Como mujer, yo (Crystalina) aseguro que la mayoría de las

mujeres que tienen aventuras, buscan intimidad, no sexo. Hay una enorme diferencia entre los dos, pero las chicas por lo general, aprenden esto por las malas. Por ejemplo, durante la relación íntima sin compromiso, a menudo se imaginan que el chico las quiere, pero no es así. Él quiere placer. . . a costa de ella. Una chica dijo: Solía salir así con chicos y pensaba que si les daba lo que querían, yo les gustaría más y que si les decía “no”, entonces pensarían que soy una mojigata o me odiarían por alguna razón. Me di cuenta de que eso es exactamente lo que quieren que yo piense para que así yo les dé lo que quieren. A veces nos hipnotiza tanto la atención que recibimos de los hombres que nunca nos damos cuenta de lo que nos estamos haciendo a nosotras mismas. Todos hemos caído en ese juego de negación. Cuando nos estamos alejando de Dios, siempre tratamos de justificarlo. Pensamos: “Bueno, no es que esté haciendo esto o lo otro”. A veces nos concentramos tanto en lo que no estamos haciendo que no nos damos cuenta de lo que sí estamos haciendo. Si estás besándote con alguien que acabas de conocer en una fiesta, una voz en tu cabeza dirá cosas como: “No es tan malo, solo nos estamos divirtiendo. . . Además hay gente borracha allá abajo teniendo sexo”. En vez de compararnos con una buena y verdadera relación —donde un beso, de verdad significa algo— nos conformamos con menos y nos comparamos con los que no tienen ningún tipo de moral. No te dejes engañar. Mereces ser deseada. . . pero ¿para qué? Cuando una mujer se conforma con ser deseada por las razones equivocadas, su corazón siempre estará inquieto. Victoria, una estudiante, confesó: “Se siente como amor cuando estoy en sus brazos, pero en el corazón se siente un vacío”. Y un hombre que recordaba su propio hábito de aventuras casuales llegó a la misma conclusión diciendo: No había encontrado amor. Había encontrado sexo casual con todo tipo de condiciones, pero ¿aceptación? A ninguna le importaba realmente. Estaban demasiado preocupadas destruyéndose a sí mismas. Si quieres ser deseada, date cuenta de que las aventurillas no previenen el rechazo y aunque una relación casual pueda sentirse como un medio de aceptación, siempre es un rechazo.

5. “Es que soy una persona espontánea”. No hay duda de que la espontaneidad es una

cualidad divertida para que una mujer la tenga, pero la espontaneidad pura es muy diferente a tener relaciones casuales. Por ejemplo, mientras yo estaba saliendo con Jason, le pedí que viniera a ayudarme con algo en mi apartamento. Antes de que llegara, esparcí pétalos de rosa

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sobre la alfombra, puse música suave y una mesa con fresas y una botella de sidra. Luego lo invité a su restaurante favorito, y él no se esperaba nada de eso. Fue espontáneo — e inocente. Mucha gente piensa que están siendo “espontáneos” por hacerle caso a sus hormonas y a sus necesidades emocionales de manera inmediata. Eso se llama lujuria, impaciencia, o dependencia (o las tres), bajo la apariencia de romance. La espontaneidad no es la cuestión. La verdadera pregunta es cómo han sido entrenados los impulsos de una persona. A la mayoría de las chicas no se les ha enseñado como relacionarse con los chicos de una manera no sexual. Encontrarás consejos en revistas juveniles como: “Si conoces a un chico lindo, trata de sorprenderlo con un largo beso para ver si hay química entre los dos”. Es una locura. La intimidad física no es una manera de ver si un hombre es material potencial para una relación. La intimidad física es el glaseado del pastel, no la base. Si la usamos para medir el potencial de una relación, estamos haciendo mal uso de nuestros besos y estamos equivocándonos de camino. Cuando nos conformamos con falsa “espontaneidad”, nos olvidamos de la emoción embriagadora de simples actos de afecto significativo.

6. “No le veo el problema”. Cuando una mujer dice que no es gran cosa tener aventuras sexuales, me pregunto qué no es gran cosa. ¿Su cuerpo no es gran cosa?, ¿su afectividad?, ¿sus besos? ¿Qué tienen de insignificante estas cosas? La dignidad de una mujer está relacionada con el amor que da y recibe. Solamente el amor la satisface. Si esto es verdad, ¿qué le pasa a su dignidad cuando se conforma con el “amor” de una aventura?

Si está mal que una persona use a otra, entonces si dos personas se usan mutuamente, está doblemente mal. Pero esto no es fácil de admitir. Si una adolescente piensa que el sexo casual no es algo del cual preocuparse, solo demuestra falta de madurez intelectual. Los psicólogos dicen que la mayoría de los jóvenes se encuentra en la etapa operacional concreta del pensamiento, lo que quiere decir que la mayoría de ellos no tiene idea de cómo las decisiones que tomen ahora, los afectarán en el futuro. Todo lo que ven son las recompensas del presente, no las consecuencias del futuro. Al no mirar hacia el futuro, a menudo toman decisiones que alteran el curso de la vida. Luego de madurar más allá de esta etapa de desarrollo mental, las mujeres encuentran otras formas de ignorar sus conciencias intranquilas. El encubrimiento de “no le veo el problema” es una ilusión por parte de quienes ya han dado demasiado. Parte de ellas piensa que lo que han hecho no es algo para preocuparse, pero esta negación únicamente lleva a una mayor necesidad de mecanismos de supervivencia. Cada mentira requiere una más grande que la cubra.

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¿Sales, tienes aventuras casuales y esperas amor? (Crystalina) Recuerdo que cuando yo era estudiante, una amiga estaba obsesionada con un chico que todavía estaba enamorado de su ex novia y en ocasiones, mi amiga salía con él esperando ocupar el lugar de su amor perdido. Una vez, cuando ella y yo fuimos a la casa de él, los vi coqueteando mientras jugábamos videojuegos. Tenía un montón de fotos de su ex novia en la pared y recuerdo haber pensado que a lo mejor también tenía un altar para ella. Pero todo ese montón de recuerdos solamente alentaron la ambición de mi amiga por convertirse en su chica. Para ganarle el lugar a la otra, durmió con él un par de días después y luego otra vez unos días más tarde. Se dio cuenta de que sus esfuerzos habían sido en vano porque al final de la misma semana lo vio llegar a la escuela con su ex novia al lado. A menudo las mujeres cometen el error de confundir una aventura con la posibilidad de que se convierta en una relación de verdad. Para entender por qué esos encuentros apagan la última chispa de interés en un hombre, hay que considerar lo que los hombres piensan de las mujeres con las que viven este tipo de relación. Esto fue lo que evaluó un universitario sobre su propio caso: Si es atractiva y he sido precavido, me siento completamente positivo sobre mis acciones. . . Si ella decide alargar las cosas esperando hasta el desayuno o queriendo darme abrazos, entonces comienzo a enojarme y ya no me siento tan positivo. Si no es muy atractiva o es amiga o conocida de alguien que sabe que tengo novia, me arrepiento de mis acciones y deseo haber tenido más autocontrol la noche anterior. Un hombre dejó ver su frustración sobre las expectativas que tienen algunas mujeres luego de que pasan la noche con alguien: “Quieren que les devuelvas las llamadas o que las llames voluntariamente para salir, y no para después de una fiesta o cosas así, no, ¡llamarlas en el día!”. Qué exigentes, ¿verdad? Cuando un hombre tiene una aventura casual con una mujer, es posible que no recuerde su número, ni su nombre. No la recordará porque no la respeta y, ¿cómo podría? Si sus besos fueron por diversión, toda ella fue por diversión. Otro universitario también habló respecto a su propia experiencia: Claro que a estas “relaciones” les falta sustancia o futuro, lo que hace que el sexo sea peor. Sin embargo, no siento remordimiento por eso. Todavía respeto al sexo opuesto. Una joven nos escribió para decir que salió con varios hombres porque “quería ser respetada”. Estoy seguro de que ellos apreciaron su esfuerzo, pero ninguno de ellos comenzó a respetarla. Pensar que recibirás respeto por medio de una aventura casual es como pensar que ganarás más dinero si lo echas a una trituradora de papel. Algunos pueden pensar que las aventuras son una norma en algunos ambientes sociales como la vida universitaria, porque las relaciones románticas son algo prácticamente extinto.

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Pero la verdad es que sucede lo contrario: son las aventuras casuales las que están contribuyendo a esa extinción. Una razón de por qué la idea de cortejar a una mujer es rara, es porque si un hombre puede recibir todos los beneficios físicos del matrimonio sin saber siquiera el apellido de ella, no hay razón para preguntárselo siquiera (y mucho menos cortejarla con romance de verdad). Un adolescente lo explicó: “Ahora que es fácil tener sexo por fuera de una relación, entonces no necesitamos una”. Cada mujer está de acuerdo con que la mayoría de los hombres son algo lentos para iniciar un romance porque le temen o al rechazo o al compromiso. Cuando una mujer intenta resolver el dilema con agresividad sexual, solo afecta sus propias probabilidades. Los hombres no apreciarán a una mujer que se lanza sobre ellos ya que se muestra desesperada y les parece menos atractiva. Como dijo una mujer: “La misma armadura que me animó a tolerar el sexo casual, me hizo menos atractiva para la clase de hombre que yo realmente anhelaba”.16 Además, con lo que ganas a un hombre es con lo que lo conservarás. Si lo ganas por la pasión, entonces la relación dependerá de eso para su existencia y cuando desaparezca la pasión, también lo hará él. Si quieres encontrar a un hombre que se quede contigo prolongadamente, entonces tu valor sexual no debería ser tu ventaja principal. Entonces, ¿en dónde nos deja esto a las mujeres? Si somos pasivas, puede que seamos ignoradas; si somos puras, podríamos intimidar a los hombres o ser tratadas de mojigatas frígidas. Pero si somos agresivas o impuras, nos usarán. ¿Cuál es la solución? Con el fin de alterar la cultura, hay que enfrentar los temores. La razón por la que las aventuras amorosas casuales se han vuelto tan predominantes es porque atacan la debilidad y el temor de ambos, hombres y mujeres. Los hombres a menudo le temen al compromiso y las mujeres le temen a tener estándares altos porque podrían quedar solas. Y ¿dónde van a dar esos temores? A una relación pasajera. El hombre no da de sí mismo y la mujer se queda con el miedo a esperar más. Al examinar estos encuentros, el sentimiento de decepción parece más grave en las mujeres. Una nos contó: “Cuando ves a gente besarse en las películas, suspiras, pero cuando estás en un encuentro sin compromiso no pasa eso”. Otra adolescente describió su aventura diciendo: “Todo lo que hicimos juntos pareció tan falso y robótico”. Estas mujeres serán las primeras en decirte que una aventura no es el preludio de una relación, es lo que la disipa.

Atrapada en las aventuras casuales Si una mujer queda atrapada seriamente en las aventuras sin compromiso, sea por diversión, por amor, poder o aceptación social, puede comenzar a formar algo más que un hábito. Puede desarrollar una adicción biológica causada por una cadena de reacciones químicas cerebrales. A través de la intimidad sexual, la mente humana experimenta una ola de

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dopamina que recompensa al cerebro por la actividad placentera. Los doctores Joe McIlhaney y Freda McKissic Bush explican: La dopamina nos hace sentir bien a causa de la intensa energía, euforia y la atención enfocada que produce cuando hacemos algo importante o estimulante. Nos hace sentir la necesidad de desear repetir actos agradables, emocionantes o gratificantes. Los científicos han descubierto que la excitación sexual y la intimidad hacen que el cerebro de una mujer esté “inundado de oxitocina, lo que la hace desear el mismo tipo de contacto una y otra vez con el hombre al que se ha unido, produciendo incluso, una unión más fuerte”. Estos neuroquímicos crean una gran conexión emocional en la mujer, que se hace más fuerte según sea la intimidad física que tenga con el hombre. A más cercanía, mayor dificultad para alejarse. Entonces, si una mujer crea y rompe muchas relaciones sexuales, destruye su habilidad de crear una relación confiable. Los científicos señalan: De hecho, cada persona cambia la estructura misma del cerebro con las elecciones que él o ella hace y el comportamiento que adquiere. . . [A través del sexo casual], las sinapsis que rigen las decisiones sobre el sexo en ambos cerebros, el del hombre y la mujer, se fortalecen en formas que hacen más fácil elegir tener relaciones sexuales en el futuro, mientras que las sinapsis que rigen el control sexual se debilitan y se deterioran. Esto no solamente hace que la persona regrese a la misma fuente de estimulación (la relación actual y su patrón de comportamiento), sino que la llevará a ser sexualmente íntima más rápido en futuras relaciones. Este daño no es irreparable, pero reactivar estas funciones cerebrales tomará tiempo y esfuerzo en proporción al tiempo invertido en el comportamiento anterior. Puede compararse a una persona que ha aprendido a tocar el violín con la mano derecha y que ahora tenga que aprender a tocarlo con la mano izquierda. Mucha gente asume que nuestros deseos determinan nuestras elecciones. Lo que no reconocen es que, con el tiempo, nuestras elecciones determinan nuestros deseos. Empezamos a desear lo que elegimos. Una mujer confesó: “He estado en varias relaciones físicas con distintos hombres y no sé cómo parar. Ni siquiera sé si quiero parar”. Si una mujer que se siente adicta a los encuentros sexuales puede alejarse y tomar un tiempo de abstinencia; nuevas percepciones aparecerán en su vida. Probablemente verá que aunque el placer fue deseable, no era simplemente adicta a esa parte. Estaba apegada al sentimiento de seguridad que le proporcionaba y que calmaba temporalmente el temor de que no fuera deseada. Su verdadero anhelo no era meramente el placer, sino la compañía.

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Las adicciones no son solo biológicas, también pueden ser emocionales. A veces es difícil distinguir una de la otra. Una joven confesó: Comenzaba a hablar con más hombres y yo iba manejándolos hasta que terminaba haciendo algo sexual con ellos. En total fueron cinco hombres este verano, y a pesar de que no hice todo con ellos, todavía me siento avergonzada. Después del primer chico, me hice adicta y comencé a ansiarlo. Admito que nunca tuve una relación, solo me dejé usar repetidamente. ¿Qué era lo que ella ansiaba? ¿Era el placer físico, el sentimiento de ser deseada o la emoción pasajera de ambos? Para la mayoría de las mujeres, se trata más de aceptación que de placer. ¿Las mujeres disfrutan del sexo? La mayoría dirían que sí, pero una mujer respondió: “La mayoría de las adolescentes no; les parece acelerado, nada romántico y extraño”. Esto no debería sorprender, teniendo en cuenta la manera en que una mujer está hecha. Un investigador del cerebro femenino explica que una mujer alcanza mayor placer sexual “únicamente si la amígdala —el centro cerebral del miedo y la ansiedad— ha sido desactivada”.¿Cómo se supone que una mujer soltera apague la preocupación inminente de ser descubierta, quedar embarazada, ser usada o quedar infectada? La mayoría no puede y esto explica parcialmente por qué el alcohol a menudo juega un papel en el sexo casual, haciéndolo más aceptable. Pero si una mujer está haciendo algo que espera olvidar en la mañana, es mejor que no lo haga. Se dice que la mejor manera de arruinar el placer es hacerlo tu meta.Estudios sociológicos en diferentes partes del mundo han encontrado que esto es cierto al evaluar los niveles de satisfacción sexual entre los solteros y los casados. Las parejas casadas no solo alcanzan los niveles más altos de satisfacción sexual, sino que uno de los investigadores de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, agregó: Las parejas que no estuvieron involucradas antes del matrimonio y que son fieles dentro de él, están más satisfechas con su actual vida sexual y también con sus matrimonios, en comparación con los que tuvieron relaciones antes de casarse. En Noruega, unos sociólogos estudiaron a más de dos mil personas entre los veinte y los veintinueve años para evaluar la relación entre la satisfacción sexual y cierto tipo de relación. En palabras de ellos: “Entre ambos, hombres y mujeres, los solteros sexualmente activos fueron los menos satisfechos con su vida íntima”. Entonces, si es placer lo que la mujer busca, ¿por qué lo busca en su forma menos satisfactoria? La intimidad sexual debe ser maravillosa. Aunque esto puede asombrar a algunos, es un anticipo de la unión eterna que viviremos con Dios. No estoy diciendo que el cielo sea sexual, sino que el cielo es la maravillosa consumación eterna del amor. El sexo en la tierra es apenas una sombra, una analogía imperfecta. Christopher West explica:

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La unión apasionada de un hombre y una mujer en el plan de Dios debe ser un ícono, un signo terrenal que nos lleva más allá de sí mismo hacia nuestro destino eterno de unión con Dios. Cuando perdemos de vista nuestro destino, cuando perdemos de vista la unión con Dios como nuestro último fin, comenzamos a fijar todas nuestras esperanzas de felicidad en la imagen terrenal. El ícono se degenera en un ídolo; llegamos a rendir adoración al sexo mismo. Esto no es una exageración poética, como el mismo autor dice en otra parte: “Adoramos aquello que pensamos que satisfará nuestra más profunda hambre”. Pero si nos saturamos con lo que no nos satisface, nuestra alma se morirá de hambre.

El precio de una aventura La culpabilidad es a nuestra alma, lo que nuestro sistema nervioso es a nuestro cuerpo. Cuando una persona sufre una quemadura de primer grado, la piel es roja y la herida puede ser un poco dolorosa. Una quemadura de segundo grado es más severa en términos de dolor y de daño físico porque hay ampolla. Y una de tercer grado causa un trauma mayor: la piel se ennegrece y queda tan quemada que las terminaciones nerviosas se destruyen. Al causar ese daño al sistema nervioso, la víctima no puede sentir dolor en las áreas dónde la quemadura es más severa. Lo mismo podría decirse de una mujer que ha sido quemada por el pecado sexual. Cuando experimenta una herida inicial porque se han aprovechado de ella, entonces retrocede espantada y le toma tiempo sanarse. Ella conoce el significado de la violación que ha experimentado; sin embargo, si la lesión se convierte en un patrón de comportamiento, perderá la capacidad de percibir la pérdida. Sin nervios, nunca sabrás cuándo estás dañando tu cuerpo. Podrías sentarte en un horno encendido y decirle a todo el mundo que no es una experiencia dolorosa, pero se está infligiendo daño a tu cuerpo. En todo caso, habría más daño porque tu cerebro no recibiría notificación del peligro. Al igual que una quemadura de tercer grado acaba con las terminales nerviosas, así mismo sucede un entumecimiento emocional una vez que la conciencia queda muerta. Cuando una mujer ahoga la voz de su conciencia y dice que el sexo casual no es dañino, no significa que no haya una herida. Más bien está perdiendo su capacidad de desarrollar lazos, pero tiene miedo de ver el daño. No solamente pierde su sentido natural de vergüenza, también debilita su capacidad de expresar y experimentar amor. Toma como ejemplo a una universitaria que expresó: “Decir que tengo que interesarme por cada persona con la que tengo sexo es una expectativa falsa”.

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El amor es una tarea que parece desalentadora para una persona arraigada en la lujuria. En su libro El privilegio de ser mujer, la doctora Alice von Hildebrand, explica: Cada pecado trae consigo mismo su propio castigo. Aparte de la posibilidad de infecciones serias, la gente lujuriosa nunca conocerá la verdadera belleza de la unión sexual basada en el amor mutuo y vivido en reverencia. . . experimentarán lujuria, pero su castigo es que nunca probarán la dulzura del verdadero amor. Cuando la vocación de amor que tiene una mujer queda atrapada en el hábito de las relaciones casuales, pierde el deseo y la capacidad de confiar y darse a sí misma. Se convierte en un círculo vicioso, porque con el fin de tener intimidad, tiene que revelarse emocionalmente a sí misma. Pero tal pensamiento la aterroriza. Llena de dudas, piensa: “Si un hombre bueno y amoroso realmente me conociera, no me querría”. Así que lleva puesta una máscara, aunque la misma máscara evita lo que busca: ser amada sin tenerla puesta. Una cosa es perder la capacidad de dar amor, pero otra completamente diferente es perder la capacidad de recibirlo. Para encontrar amor, las mujeres tienen que aceptar que son dignas de amor y esto es un reto para quienes creen que no lo son. Por ejemplo, un amigo nuestro comenzó a salir con una hermosa mujer y cuando estuvo completamente enamorado, ella terminó la relación de un momento para otro y le dijo: “Carlos, no sé cómo decirte eso, pero yo no salgo con hombres buenos, no puedo. Nada más me gusta divertirme por un rato con ellos. Lo siento mucho”. Y se fue y lo dejó. Se dio cuenta de que había encontrado un hombre genuinamente bueno y entró en pánico. Él quedó destrozado porque quería ofrecerle todo lo que se merecía, pero ella se entrenó a sí misma únicamente para ofrecerle a los hombres lo que menos despreciarían: su cuerpo. Hasta las mujeres más fenomenales piensan que no tienen belleza verdadera para ofrecer. Muchas se esconden detrás de la belleza de sus cuerpos. Dirigen la atención de los hombres a lo físico para distraerlos de ver a la mujer real. Por más extraño que pueda sonar, se quitan la ropa para encubrirse a sí mismas. Como dijo una mujer: “Si tienes hambre de intimidad, pero temes ser rechazada, es mucho, mucho más fácil dejar que un hombre toque tu cuerpo que dejarlo tocar tu corazón”. Una mujer no llega a este estado de parálisis emocional de la noche a la mañana. Es un proceso que comienza con un miedo, por lo general a la soledad. Si alberga este temor, a menudo rebaja su moral en un intento por encontrar el amor. Un espíritu de desánimo pronto la invade porque sus esfuerzos son en vano. Pasado un tiempo de desaliento, puede llegar a conformarse con el hábito de usar a los hombres y de permitirse ser usada por ellos. Mientras tanto, un sentimiento de desesperanza se filtra en su personalidad. No solo se conforma con lo que no es amor, también justifica sus acciones y comienza a hacer racionalizaciones de por qué ha abandonado la búsqueda del mismo. Al final, alcanza un estado de total resignación. Cuando llega a este punto, se ha acostumbrado tanto a usar una máscara de felicidad despreocupada, que puede comenzar a pensar que se ha vuelto liberada, cuando en realidad está esclavizada.

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Un rabino decía: “Al comienzo, el pecado es como un visitante ocasional, luego como un invitado que se queda un tiempo y finalmente, como el amo de la casa”. También añadió que el pecado no es meramente un lapso temporal en la fuerza de voluntad, sino que de verdad la debilita hasta que queda paralizada. Todo el tiempo nos decimos a nosotros mismos que somos libres de no tomar estas decisiones, pero nuestra libertad lentamente se reduce al volvernos esclavos de nuestros vicios.

Desenredando la mentira El pecado siempre ofrece promesas vacías. En el caso del pecado sexual, una de tantas es que les ofrecerá a las mujeres la sensación de control. Las revistas femeninas quieren hacer sentir más poderosas a las mujeres por saber cómo seducir a un hombre, pero casi todos los consejos giran alrededor de una cosa: cómo puede complacerlo. Si tales consejos son tan fortalecedores, ¿por qué hace implícito que el valor de una mujer está en el nivel de su atractivo para los hombres? Cuando una mujer lleva al corazón los consejos miserables de tales revistas, descubrirá que puede llamar temporalmente la atención de un hombre a través del sexo; sin embargo, la seguridad que le ofrece la lujuria es un espejismo. Si el diablo promete que un pecado te ofrecerá poder y control, por lo general, lo opuesto es lo verdadero: por medio del pecado, caerás bajo su poder y control. Por esta razón, Raïssa Maritain se refería a Satanás como el “autor de la desesperanza, príncipe eterno de la ilusión de independencia”. Sus promesas vacías son perniciosas tanto para las mujeres como para los hombres. Un joven me escribió: Comencé a notar que mientras más sexo tenía, más quería. Siempre había escuchado que tener sexo era una manera de liberar la tensión sexual, pero la verdad no es así. Tener sexo sólo incrementaba mi deseo. Era como una droga. No podía detenerme y al mismo tiempo, tampoco estaba satisfecho. Un sagaz pastor evangélico explicó por qué ocurre este círculo vicioso: La lujuria nunca está satisfecha. La lujuria quiere que creamos que puede hacernos felices. Que si le damos lo que quiere, dejará de molestarnos y estará satisfecha. No le creas. La lujuria nunca está satisfecha. No puedes negociar con ella y salir ganador. La lujuria acapara al sexo. Quiere entrenar tus deseos para que se deleiten en la emoción de lo prohibido de manera que pierdas el sano apetito de lo que es bueno.

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Si es poder lo que buscas, trata de detenerte. Como dijo una mujer: “[La pureza] no se trata de reafirmar el poder para manipular. Es el rechazo a explotar o ser explotado. Eso es poder real y responsable”.

¿Hacer el amor o hacer burla del amor? Muchos asumen que el problema con las aventuras casuales es que la pareja está yendo muy lejos. Pero si lo piensas bien, no están yendo tan lejos. De hecho, no están yendo a ningún lado, solo se están usando mutuamente y luego cada uno se va por su lado. Especialmente en la etapa universitaria, las mujeres se ven inmersas en una cultura en la que es extremadamente difícil adherirse a cualquier valor o espiritualidad. Por lo general se encuentran con ambientes ateos y hedonistas y se sienten marginadas socialmente si aspiran a algo más transcendental que una aventura inducida por el alcohol. Puede que la cataloguen como una ingenua que necesita dejar de lado sus aspiraciones altamente irreales y aprender a dejarse llevar por una vez y pasar un buen rato. Incluso puede sonar atractivo, hasta que sucede. Para cada mujer que duda de sus esperanzas de encontrar amor duradero: recuerda que tu actitud hacia las aventuras casuales tendrá un impacto más allá de tu próximo fin de semana. Christopher West plantea la pregunta: ¿Están dispuestos los hombres y mujeres a pagar el precio de renuncia, sacrificio y disciplina que se requiere para encontrar y vivir el amor que sí satisface? La respuesta a esta pregunta determinará el curso de la vida entera de una persona. La castidad no se trata simplemente del autodominio, sino también sobre prepararse para hacer una completa donación de sí mismo. Si eliges renunciar a esta búsqueda de amor divino, ¿a dónde irás a parar? Como puedes imaginarte, una aventura no te prepara exactamente para el sacramento del matrimonio. Hace todo lo contrario: por medio de relaciones casuales, una mujer se entrena para evitar lo que es esencial para amar. Considera algunas de las cosas que requiere el amor: sacrificio, paciencia, confianza y exclusividad. Si las relaciones casuales no respetan ninguna de estas cosas, ¿cómo se supone que una mujer que se ha centrado únicamente en la emoción física de una aventura, va a hacer la transición al amor real? Compara la mentalidad detrás de una aventura casual con la idea de la intimidad expresada por esta pareja de recién casados. El esposo nos contó: “El sexo no se trata de lo que recibes. En realidad, se trata de la entrega de sí mismo a otra persona. Es más sobre la entrega propia y menos sobre satisfacer los deseos”. Su esposa agregó que cuando se trata del amor de los esposos: “No se trata de dar y tomar, se trata de dar y dar”. ¿Cómo se hace un cambio de una vida de relaciones casuales a esta clase de amor sin egoísmo?

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Tus años de soltería son un campo de entrenamiento para aprender el significado del sacrificio. Apréndelo ahora y obtendrás una clave para amar que usarás el resto de tu vida. Como probablemente hayas descubierto a estas alturas, el objetivo de este libro no es ayudarte a cazar a un esposo y obtener una argolla, sino progresar en las virtudes que pueden mantener un amor duradero. Además, cuando encuentres a tu alma gemela, esto no significa que has alcanzado la meta. El matrimonio está lleno de retos que requieren que renuncies a ti misma. Pero si practicas ahora el sacrificio que requiere el amor, será completamente natural para ti cuando más lo necesites.

Las aventuras y el significado de la vida Mientras yo (Jason) conducía en la ciudad, pasé por un club nudista para “caballeros” y el anuncio de neón llamó mi atención: “$10 entrada”. El simple anuncio me hizo querer poner el pie en el freno y parar, no para ver a las chicas, sino para decirles que las estaban estafando. ¡Un hombre puede encontrar diez dólares entre los asientos de su auto! Ver el tesoro que es el cuerpo de una mujer, debería costarle a un hombre un compromiso de por vida. Y mientras que las nudistas se conforman con una cuota de entrada de ese valor, las mujeres que se someten a las aventuras casuales renuncian a la cuota de admisión. Es por esto que las prostitutas no rondan por las universidades. No habría negocio para ellas porque el sexo es gratis en las fiestas. Simplemente le das a una chica una cerveza, le dices que está muy linda y se abren las puertas al sexo casual. Como alguien dijo: “Cuando un hombre busca a una prostituta, no le está pagando por sexo, le está pagando para que se vaya”. Pero cuando busca a alguien para una aventura pasajera, ¡ni siquiera tiene que pagarle para eso! Hemos usado palabras duras contra este tipo de relaciones porque los humanos hemos sido creados para participar en un amor mucho más grandioso. Si Dios es amor y los hombres y mujeres estamos hechos a Su imagen y semejanza, esto significa que estamos hechos a imagen y semejanza del amor. Cuando un hombre ama a una mujer, puede ver en ella un destello de lo que Adán originalmente vio en Eva. Él ve algo divino en ella. Aunque esto puede sonar extraño, la expresión de nuestro deseo sexual debe reflejar el amor de Dios. Su amor —aunque no sexual— es un amor libre, total, fiel y vivificante. Por lo tanto, cuando una pareja realmente se ama, ¡revela el amor de Dios al mundo y el uno al otro! Probablemente no escucharás sobre esta visión del amor en MTV, pero está grabada en tu corazón e incluso en tu cuerpo. Hay un deseo en todos nosotros, de encontrarnos a nosotros mismos en la entrega total de nuestro ser. En el caso del sexo y las aventuras casuales, se trata de todo lo opuesto al propósito para el cual hemos sido creados. En vez de ser una entrega total, se trata de un préstamo parcial y ninguno de los dos queda satisfecho porque es una negación del amor. No se están entregando a sí mismos, se están perdiendo a sí mismos.

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Si una mujer nunca aprende cómo decirle que no a la lujuria, vendrá el día en que llegará el amor real y no sabrá cómo decirle que sí. Esta es una de las consecuencias más graves de la lujuria porque los humanos no podemos vivir sin amor. Esto puede sonar drástico para algunos, pero en el caso de las aventuras casuales, es nada más y nada menos, el sentido de la vida el que está en juego. Si hemos sido creados para amar, entonces una relación de una noche ¡es lo completamente opuesto al significado de nuestra existencia! No es de extrañar que nos haga sentir tan vacíos después.

Cómo poner fin a las aventuras Cuando una mujer se da cuenta de que necesita dejar de vivir aventuras amorosas sin sentido, no es algo sencillo. El comportamiento por lo general, es una faceta de un amplio estilo de vida que incluye con quien sale, los lugares a los que va, lo que piensa de sí misma y qué tanto ora. Para desarraigar ese hábito, comienza por buscar la gracia de Dios. Cuando yo (Crystalina) intentaba alejarme de mi estilo de vida impuro, mi decisión de cambiar no duraba casi nada. Fue hasta que elegí hacerlo con Dios a mi lado, que fui capaz de lograrlo. Dejar un mal hábito del pasado no es nada más cuestión de eliminarlo con la propia determinación y la fuerza de voluntad. Eres libre de intentarlo a tu manera, pero fallarás. Deja de pensar por un momento, que no eres digna del amor incondicional de Dios, porque es precisamente el peso de nuestros pecados lo que nos da derecho a participar de Su insondable misericordia. Con Él de tu lado, mira con valentía por qué es que has tomado las decisiones que has tomado. ¿Ha sido por miedo al rechazo? ¿Has perdido la esperanza en el amor? ¿Crees que no mereces amor? ¿Te sientes deprimida y buscas afecto como una droga? Cuando nos sentimos vulnerables y solas, es fácil buscar los placeres vacíos del mundo. Algunas mujeres mantienen las cosas de manera sexual y superficial, y coquetean con los hombres para evitar las implicaciones emocionales del amor real. Sin embargo, cuando hacemos esfuerzos superficiales, agresivos y coquetos para llamar la atención de un hombre, estos patrones de comportamiento continúan en una relación. Nos volvemos complacientes con los hombres y nos preocupamos tanto por hacerlos felices que terminamos sintiéndonos como basura. Resiste la tentación de pensar: “No es nada, fue nada más por diversión y además estaba borracha”. Eso no responde el problema más profundo con respecto a por qué piensas que es tolerable que te dejen sola después de una aventura sexual. Sin saber qué te motiva a este estilo de vida, continuarás el mismo patrón de comportamiento. Las relaciones casuales a menudo se sienten como algo que intenta llenar una necesidad. Sin embargo, hábitos dañinos como la autoagresión, los desórdenes alimenticios y las aventuras sexuales siempre involucran necesidades falsas. El psicólogo Jeffrey Satinover explica:

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Llenar una necesidad falsa conduce a una experiencia temporal de placer que, por un tiempo, anula la necesidad real que esconde, la cual sigue sin confrontarse. Después de un invariable y corto período de tiempo, la angustia regresa, más fuerte que nunca, por haber permanecido sin resolverse. La experiencia de placer pasajero solamente provee la ilusión de saciedad; la desilusión únicamente agudiza la verdadera ansiedad. Inmediatamente las ansias vuelven, una y otra vez y pronto se establece un hábito: el hábito de recurrir a la satisfacción de la falsa necesidad cada vez que el verdadero sufrimiento subyacente despierta. Y siempre despierta porque nunca es atendido. La mujer que se acostumbra a tener aventuras casuales tiene que aprender a encarar sus necesidades apropiadamente. Hasta no hacerlo, le parecerá imposible romper con sus hábitos perjudiciales y sus adicciones. Una vez que encuentres la raíz del problema, encuentra tu motivación para vencerlo. Si intentas dejar un comportamiento simplemente porque te hace sentir culpable, eleva tus motivos: hazlo por amor. No solamente mereces ser amada, también tienes la obligación de aprender cómo amar. Tómalo en serio y considera todo lo que está en juego. Como mujer, tú no buscas relaciones simplemente para sentirte amada por otro, también buscas compartir tu amor. Tienes algo que ofrecer más allá de lo físico, ¿lo crees? No ansías solamente tener a un hombre a tu lado, sino estar a su lado también. Dios planta dentro de nosotros una necesidad de dar y recibir, pero una aventura sin compromiso frustra todo ese plan. No es suficiente evitar el sexo casual. Dios te llama a algo más grande. En palabras de San Pablo: “Que sus cuerpos glorifiquen a Dios”. Él no te invita solamente a evitar las relaciones sin compromiso, sino a poseer una pureza profunda y radiante. Tal vez digas que tu pasado no tiene nada de radiante. Posiblemente estás tan absorta por ese pasado que te has olvidado de mirar hacia el futuro.

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8 LOS AMIGOS CON DERECHOS, NI SON LO UNO, NI LO OTRO “El día que nos conocimos, Melisa estaba de mal humor”. Así lo describió el reportero de un diario: Su “amigo con derechos” acababa de terminar con ella: “¿Cómo puede ser esto posible?”, se preguntaba sentada a la mesa de un restaurante con sus hombros caídos. “La idea de ser amigos con derechos es que no tendrás que terminar con nadie, no hay forma de salir lastimado. Me dijo por chat que conoció una chica que realmente le gusta; así que ahora, por supuesto, ya no podemos seguir saliendo. . . Tengo a mis amigos en caso de necesidades emocionales, así que no necesito eso del chico con el que tengo sexo. . . Es realmente estúpido, lo sé”, dice mientras mueve la cabeza. “Es irónico, ¿no? Trato de planear una situación de la cual no salga lastimada y aun así me las arreglo para que precisamente eso me suceda”. Con el fin de definir nuestros términos, ser “amigos con derechos” es similar a tener una aventura sexual, excepto por el hecho de que lo precede una amistad y los encuentros físicos continúan indefinidamente. Las aventuras sexuales, por otro lado, tienden a ser más espontáneas y efímeras. A pesar de las diferencias, ninguno es mejor que el otro. Como Melisa —e incontables mujeres más— ha descubierto, el problema de ser amigos con derechos es que no estás siendo amiga y no estás disfrutando de los derechos que imaginas. Pero si las mujeres tienden a estar tan insatisfechas con el acuerdo, ¿por qué es tan común? Una de las razones es que los hombres ya no sienten la necesidad de invitar a las mujeres a salir. Un joven hacía esta observación: Estar en una relación real solo lo complica todo. Te sientes obligado como a comprometerlo todo. Y se vuelve muy aburrido luego de un tiempo. Si somos amigos con derechos, pasamos el rato, estamos juntos, luego jugamos videojuegos o algo. Es estupendo. Habría que preguntarse si la chica, luego de terminar un video juego, regresó a casa pensando que su cuasi-relación es “estupenda”. Es muy probable que ella deseara que él hubiera soltado el control del video juego, la hubiera invitado a dar una vuelta por la vecindad y le hubiera pedido ser su novia. Ojalá que esté sentada mientras espera a que esto suceda. Ya se ha violado un código implícito del cortejo femenino que toda mujer antes de la década

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de los años 60 dio por sentado: a mayor contacto físico previo a una relación, menos probabilidades de que la relación dure, o incluso, exista. ¿Por qué? Considera el mensaje que envías a un hombre soltero cuando te acuestas con él o te conviertes en su “derecho”. Estás diciendo, “estoy dispuesta a dormir con un hombre que no es mi esposo. Incluso, concederé favores físicos sin exigir el respeto de una relación y mucho menos de un matrimonio”. Este no es el mensaje que le quieres dar a una pareja potencial. Él sabe que una mujer así no es la que quisiera como esposa, así que, para empezar, no verá razón para comprometerse con ella. Es una dura realidad, pero hasta que los hombres consideren a tales mujeres honorables, es poco probable que estas reglas implícitas cambien. Violar esta ley natural de las relaciones traerá frustración inevitable, especialmente para la mujer. Esto sucede porque los amigos con derechos raramente evolucionan hacia relaciones estables y significativas. A pesar de este hecho tan evidente, ¿cuántas mujeres albergan la esperanza de que sí lo sean? A veces la situación se siente casi como una relación, pero siempre faltan el compromiso y la estabilidad del verdadero amor. Una joven recuerda: Siempre pensé: Javier y yo somos, cada uno, la pareja provisional del otro. Cuando no teníamos a alguien importante, actuábamos juntos como novios; eso es lo que ha hecho tan difícil que terminemos. Otra mujer compartió conmigo el sufrimiento que vivió por una relación de amigos con derechos: Cada vez que estábamos juntos, terminábamos teniendo sexo o haciendo otras cosas. Él comenzó refiriéndose a nosotros como “amigos con derechos” y siempre me preguntaba si “tener sexo casual” estaba bien para mí. Por supuesto que no estaba bien, pero siempre dije que sí porque no quería perderlo. Él asegura que tenemos el mejor tipo de “amistad” porque podemos pasar el rato como lo hacen los amigos, pero también podemos tener sexo. Dice que tenemos todas las partes buenas de una relación sin realmente tener una. Ahora que estoy escribiendo estas palabras, no puedo creer lo estúpida que soy por creerme todo eso. Cuando mis amigas están en situaciones similares con chicos, inmediatamente les digo que son más valiosas y que salgan de esa situación. Desearía haber escuchado mi propio consejo. Para muchas mujeres, la semejanza con una relación se convierte en una fuente de consuelo. Ellas piensan: “Sé que no es lo ideal, pero incluso si no estoy en una relación real, por lo menos estoy en algo. Supongo que eso es mejor que nada”. Estas mujeres no se dan cuenta de que esas no son las únicas dos opciones (no tener nada o ser amigos con derechos). Si te niegas a ser usada, no te estás quedando con “nada”. Eres libre de disfrutar la vida sin el drama de una cuasi-relación impredecible y eres libre para concentrarte en asuntos más importantes— como en ti misma. Lo que importa es que no te definas por la ausencia (o presencia) de un hombre en tu vida. Como dijo Dawn Eden, “Cuando dejas que la soledad te defina, quedas a un pequeño paso de violar tus más arraigadas creencias”.

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¿Cuál es el punto? Una famosa revista para hombres entrevistó a un mujeriego preguntándole qué pensaba sobre las mujeres que son amigas con derechos. Entre otras cosas dijo que las consideraba como algo “entre una novia y una prostituta”. Las mujeres saben que es verdad, entonces, ¿por qué una chica estaría de acuerdo con algo así? Los motivos que conllevan a ser una amiga con derechos son similares a las razones por las que una mujer busca aventuras. No es porque ella sea divertida, salvaje y espontánea. A menudo, detrás de la etiqueta de amigos con derechos hay una mujer que espera conquistar el corazón de un hombre al concederle favores sexuales. Las mujeres pueden actuar indiferentes y satisfechas, pero eso se llama negación. No importa lo que diga o qué tanto pretenda sonreír, cada mujer sabe que no ha sido diseñada para ser desechable. Como decía una universitaria: “Estoy confundida porque al parecer no me toca la parte de ser amigos, pero aun así él goza de los derechos”. Este tipo de relaciones dejan no solamente a las mujeres sintiéndose vacías. Los hombres a veces expresan el mismo sentimiento y dolor que inevitablemente sigue al mal uso de su propia sexualidad. Un adolescente explicaba, “Salíamos y pasábamos el rato y luego me iba. Después me sentía como un tonto, como si no hubiera sido necesario, pero antes de hacerlo, se siente como si definitivamente lo fuera”. Todos sabemos que la intimidad sexual sin compromiso es todo menos íntima. Sin embargo, cuando una mujer se siente usada, a menudo hace todo lo posible por mantener la relación y rehabilitarla, de manera que nunca tenga que admitir que en realidad fue dañina. Si se aferra al chico lo suficiente para que él se quede, entonces ella asume que en realidad no se ha cometido ningún error grave. Si él se va, entonces ella se enfrenta a su más grande temor: le entregó ambos, su corazón y su cuerpo, a un hombre que sólo la amaba por lo que ella le daba. Si actualmente te encuentras en este tipo de “relación”, sé clara con tu “amigo” y dile que los derechos se han acabado. Si se burla por respetarte a ti misma, no consideres sus palabras. Una chica de quince años compartió con nosotros lo difícil que fue dejar su vida anterior: Le dije a uno de mis “amigos con derechos” que ya no lo haría y ¿sabes lo que dijo? “No te preocupes, tengo otra cantidad de chicas. Además, con el tiempo tú volverás. Las mujeres como tú no pueden permanecer inocentes”. Y tiene razón. Otro de ellos me dijo que de todos modos era demasiado tarde para mí, y que los chicos que voy a conocer después, merecen más que una zorra. También tiene razón. El amigo de un chico con el que solía salir me envió un mensaje hoy, me dijo que escuchó que yo era una zorra fácil y que quería “divertirse”. Le expliqué que ahora creía en la pureza. ¿Su reacción? “¿Por qué creerías en algo como eso cuando ya te has equivocado tanto? ¿No te das cuenta de que tu

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virginidad se perdió hace muuuuucho tiempo?”. Él también tiene razón. Merezco la vida que tengo ahora. Esa fue mi decisión desde el principio. Afortunadamente, aunque estuvo tentada a darle crédito a las palabras de los demás, esta valiente jovencita se levantó por encima de las estimaciones que otros tenían de ella y declaró: “No seré la opinión de nadie, un juego que quieren jugar. Me niego a dejar que mi pasado sea mi futuro”. Sigue su ejemplo y nunca te dejes definir por quienes no te aman. Si un hombre desconfía de tu capacidad para ser pura, es solo un reflejo de qué tan poca confianza tiene en sí mismo.

La ciencia del sexo Una universitaria nos compartió: “Cuando salgo con un hombre, parece que el sexo es inevitable. Las relaciones nunca duran porque, o me aburro de ellos, o se aburren de mí y me engañan. ¿Qué está mal conmigo?”. Nada estaba mal con ella. Ella, como tú, ha sido hecha perfectamente. Su problema es que nadie le explicó nunca cómo está hecha una mujer. Cuando una mujer experimenta el afecto físico y particularmente excitación sexual, su cerebro libera un neurotransmisor llamado oxitocina. Las mujeres también experimentan una oleada de oxitocina durante el parto y la lactancia. Conocida frecuentemente como el “súper pegamento humano” por su papel en la vinculación afectiva humana, esta sustancia química puede engañar la mente de una mujer. Más allá del simple vínculo afectivo, la oxitocina disminuye tu habilidad de pensamiento crítico y tu memoria. Provoca incapacidad para recordar hechos perturbadores como los dolores del parto o los rasgos negativos de una pareja sexual. También ayuda a recordar positivamente los buenos momentos. Todo esto es muy bueno en el matrimonio porque ayuda a las parejas a permanecer juntas en los momentos difíciles. Pero fuera del matrimonio es una receta para el desastre, porque se pierde la capacidad de ver con claridad el valor de una relación. Te ata y te enceguece, y le restas importancia a lo negativo. . . hasta que es demasiado tarde para seguirlo ignorando. Podría considerarse como un retocador de la memoria y en parte esto explica por qué les es tan difícil a las mujeres convencer a sus amigas de que renuncien a relaciones sexuales perjudiciales.En su libro sobre el cerebro femenino, la doctora Louann Brizendine recomienda no involucrarse muy pronto con un hombre: “Si están circulando altos niveles de oxitocina, tu juicio se tuesta. Estas hormonas eliminan el escepticismo de la mente”. Actualmente, una mujer necesita que su cerebro funcione con total capacidad para navegar con éxito en el mundo del romance. No puede permitirse ignorar las señales de alerta ante una relación potencialmente dañina por estar en un estado mental hormonalmente alterado. Por lo tanto, ten cuidado con los chicos que parecen demasiado cariñosos. El afecto puede hacerte sentir cosas por alguien que no sentirías de otra manera. Puede hacer que te

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enamores de la sensación de ser tocada, en lugar de enamorarte de la persona misma. Deja que tu cerebro se decida respecto a un hombre antes de que sea empañado por la intimidad física. Sin conocer los hechos científicos sobre la oxitocina, un par de hombres escribieron un manual sobre cómo seducir a las mujeres. En él, los dos Casanovas recomendaban dormir con una mujer lo antes posible. ¿Por qué? Una vez que una mujer haya tenido sexo contigo, las reglas cambian. Ahora en lugar de tratar de encontrar la manera de deshacerte de ti, ella estará tratando de justificar por qué valía la pena tener sexo contigo en primer lugar. En vez de estar a la caza de tus imperfecciones, es más probable que se dé a la búsqueda de tus cualidades. Frecuentemente se ha dicho que el órgano sexual más importante es el cerebro. Esto es cierto no solo para las mujeres. Los hombres también liberan oxitocina durante la intimidad, pero no en niveles tan altos como las mujeres. Sin embargo, los hombres liberan una sustancia química llamada vasopresina. Esta hormona está asociada con el incremento en el sentido de responsabilidad. Luego de la intimidad sexual, hará que un hombre recapacite y piense: “Un momento, ¿estoy listo para esto? ¿Y si queda embarazada? ¿Estoy listo para ser padre? ¿Me casaría con ella? Ni siquiera sé qué es lo que quiero, así que mejor no ando haciendo nada de esto”. Esto explica en parte por qué algunos hombres huyen de las mujeres luego de dormir con ellas, mientras que los esposos no suelen temer a estas responsabilidades de adultos. El mismo neuroquímico que causa un ataque de miedo a un hombre soltero, impulsará de manera más profunda en un esposo su devoción por su esposa y familia. Un joven envió esto a nuestro correo. Mientras lees sus comentarios, observa cómo se presentan los efectos de la oxitocina y la vasopresina en la relación hombre/mujer cuando se vuelven sexualmente activos: Me sentía encadenado porque todo lo que hacíamos un fin de semana consistía en que ella venía a mi casa o yo iba a la de ella, hacíamos cualquier cosa y eso era todo. Además, ella comenzaba a hablar sobre planes de matrimonio y sobre cuántos hijos tendríamos. Sé que se refería al futuro, pero igual me hacía sentir muy incómodo. Durante nuestra separación, ella lloraba todo el tiempo, me decía que me amaba y que yo siempre he estado en su futuro. Apenas tengo diecisiete años y no quiero ese tipo de compromiso ahora. Quiero salir los fines de semana y divertirme con mis amigos. Cada vez que lo hacemos, me da pánico de que quede embarazada. Tengo miedo todo el tiempo. Me gusta mucho, pero no creo que la ame porque soy muy joven. Yo sé que ella dice que me ama, pero a veces siento que ella misma se sabotea y que solamente le gusta lo que hacemos juntos. Creo que esos sentimientos se interponen en

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lo que verdaderamente siente. Por favor ayúdenme, y díganme qué puedo hacer. Las mujeres que se encuentran decepcionadas por la lujuria no necesitan desesperarse. Si una mujer llega a entender la manera en que su cuerpo y alma han sido creados, entenderá que no hay ningún defecto en ella. Si actúa de una manera contraria a la que ha sido creada, naturalmente, va a sentirse destrozada e infeliz. Pero si se arma de valor para esperar algo mejor, habrá tomado el paso más grande para encontrarlo.

Tu cuerpo no es un derecho ¿Has notado que rara vez o nunca, la mujer es la que propone la idea de ser amigos con derechos? Por lo general, la sugerencia viene por parte de los hombres. Esto no quiere decir que los hombres son los agresores culpables y las mujeres las indefensas víctimas. Después de todo, ambas partes se comprometen con la falta de sentido de su relación. Como dijo una joven, “Es lo mismo, cada uno usa al otro. Eso es justo”. Para mantenerte alejada de este tipo de “relaciones”, comienza por evitar la contaminación cerebral que causan cosas como programas de televisión viciados y revistas obscenas como Cosmopolitan y Seventeen. Estos programas y publicaciones ofrecen consejos que rayan en la increíble estupidez. Toma por ejemplo, la publicación de julio de 2005 de la revista Seventeen que explicaba que una mujer puede saber que está lista para el sexo si puede soportar la idea de que un hombre pueda dejarla enseguida.En otras palabras, los mujeriegos y las prostitutas están listos para el sexo, pero los esposos y las esposas, no. O considera la sabiduría del experto en relaciones personales de Cosmopolitan quien respondió a una mujer sobre la siguiente pregunta: He estado saliendo con este hombre por meses, pero él dice que no tiene tiempo para una relación. Luego me vio coqueteando con otro hombre y me dijo que no quiere que salga con otros hombres. ¿Estará enamorado de mí? El experto en relaciones comienza de la manera correcta y dice: Odio ser el portador de malas noticias, pero este sujeto es un p-r-o-b-l-em-a, es egoísta y posesivo, todo un rompecorazones. No solamente eso, tampoco quiere ser tu novio, no podría ser más claro si él te lo dijera en tu cara. ¡Ah! espera, te lo dijo en tu cara. Claramente este sujeto quiere todas las ventajas de salir contigo, menos la responsabilidad. Luego agrega:

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Imbéciles como estos a menudo son incapaces de tener una relación real, independientemente de quién sea la chica. Si puedes aceptar esta realidad, entonces adelante con el sexo sin compromiso. Pero si existe la más mínima posibilidad de que estén apareciendo sentimientos por él, entonces te sugiero que huyas de inmediato. Entonces, si ella no siente nada por él, debería entregar su cuerpo, pero si está interesada, ¿debería salir corriendo? Leer semejante consejo tan ridículo debería servir a las mujeres como un poderoso recordatorio de que no deben conformarse con ser amigos con derechos, ni tampoco desperdiciar un momento de sus vidas leyendo Cosmo. Pero aunque una mujer rechace tales revistas, no podrá escapar de la confusa noción de amor que tiene el mundo. Habrás notado que nuestra cultura moderna ha inventado una variada selección de nombres para aquellos que se conforman con la falta de compromiso. Algunos consideran que están en una “relación abierta”, lo que es una fina manera de decir que ninguno en la pareja tiene el suficiente respeto por sí mismo para considerar la infidelidad como un problema. Otros se vuelven sofisticados con la terminología y definen su relación como “poliamorosa” (significa “varios amores”.) Este es el término más irónico, porque si la persona realmente ama a alguna de sus parejas, no sentirá necesidad de otras. El problema no es que la persona ame a muchas personas, sino que no ama a ninguna. ¿Cuáles son las cualidades esenciales del amor romántico? Para empezar, consideremos la permanencia y la exclusividad. ¿Cuántas veces has visto las iniciales de dos amantes talladas en un árbol o un corazón con dos iniciales dibujado en un cuaderno? Si el chico es extra romántico y está un poco tomado, usará pintura de aerosol para declarar su amor en un puente de alguna autopista. Habrás notado que esos vándalos enamorados nunca usan una tiza o un lápiz, la marca es permanente y llamativa porque quieren que todo el mundo sepa —especialmente la chica— que están enamorados. La declaración de amor es de conocimiento público y la relación es exclusiva. Esto explica por qué nunca ves un grafiti que dice: “Esteban ama a Alexandra, a Juliana, a Sara y a Laura”. Mientras una persona puede encapricharse con varias personas al mismo tiempo, el amor requiere una decisión de elegir a una persona por encima de todas las otras en la tierra. Si alguna vez te has conformado con reducir tu cuerpo a un “derecho”, sabes que eso es lo opuesto a lo que deseas. Nadie sueña con encontrar a su príncipe azul y convertirse en su amiga con derechos. ¿Ha habido alguna película basada en ese concepto? A pesar de que la mayoría de las historias de amor de Hollywood apenas representan algo parecido al amor auténtico, ¿cómo es que nunca ha habido una historia de amor basada en el concepto del sexo sin compromiso? Recuerda tu escena romántica favorita de cualquier película. Ahora, permítenos alterar las palabras. El hombre se queda mirando a los ojos de su amada y dice: “Eres tan hermosa. Eres para mí más importante que la vida misma, pero realmente no siento ganas de salir contigo. En lugar de eso, apreciaría que pudiéramos tener una insignificante relación física sin compromiso”. ¿Te imaginas a las universitarias viendo esta película en su

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sala de televisión, compartiendo los pañuelos mientras sollozan de envidia por ese excepcional e invaluable amor? Toda historia de amor tiene un tema común: entrega total. El amor no es complicado. Exige compromiso total, ya que no podría existir con menos.

Aprende un nuevo lenguaje del amor “Decidí renunciar al sexo y a las citas porque ya no sé cómo tener una cita sin que haya sexo de por medio”. La universitaria de último año que admitió esto debe haberse sentido como si hubiera caminado kilómetros por una carretera, solo para descubrir que era un callejón sin salida. Otra mujer nos escribió: Nunca he conocido una relación sin sexo. Expresar lo que soy y lo que siento de manera sexual se ha convertido en una gran parte de quien soy como persona. . . O quien pensaba que era. . . Siempre pensé que si quitaba esa habilidad de expresarme sexualmente, no sabría cómo más crecer en una relación o qué más podría dar. Lo que estas dos mujeres necesitan es conocer y dominar un nuevo lenguaje del amor. Sin darse cuenta, o quererlo, ambas se han acostumbrado a comunicar deshonestidad con sus cuerpos. Piénsalo: si duermes con un hombre con el que no estás casada, le estás mintiendo con tu cuerpo, pues éste dice: “Soy totalmente tuya. ¡Me doy completamente a ti!”. Pero ofrecerle a un hombre tu cuerpo no es lo mismo que entregarle todo tu ser. Solo dentro del matrimonio el lenguaje del sexo habla la verdad: “Soy tuya”. La entrega total del cuerpo acompaña la entrega total de sí mismo. Si el amor es una entrega total de sí mismo, entonces el sexo sin compromiso es lo opuesto del amor; es un préstamo temporal. Algunos pueden pensar que la Iglesia impone sus normas morales a las personas cuando exige un amor permanente y fiel entre dos que se aman, pero ¿no es esto lo que el corazón humano anhela? Si estamos dispuestos a dejar que Dios nos sane, Él puede transformar nuestros apetitos y enseñarnos el lenguaje del amor verdadero. Ya no consideraremos a Dios como un proveedor de reglas que quiere extinguir nuestras pasiones. Comenzaremos a verlo como un amante cuyo deseo es inflamarnos con Su amor de manera que seamos capaces de iluminar el mundo con él. Tus deseos no necesitan desaparecer. ¡Necesitan encenderse! La idea de tener deseos puros podría sonarte contradictoria, pero la castidad significa atracción sexual eligiendo el mayor bien para el otro. Significa que tú permites que el amor de Dios impregne tus afectos. Para que esto suceda, debemos dejar a un lado la falsa noción de que la religión y la sexualidad son enemigos mutuos. ¿Podría ser posible que el amor erótico

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sea puro? ¿Podría ser santificante la intimidad sexual? En el plan que Dios tiene para el sexo, la respuesta a ambas preguntas es un rotundo ¡sí! Aunque en el pasado hayas usado tu cuerpo de una manera que te llevó a ti y a otros lejos de Dios, todavía estás hecha a su imagen y semejanza. Tu cuerpo todavía es capaz de expresar el amor de la Santísima Trinidad. Este es un gran llamado, pero eres digna de todo esto y nada menos.

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9 RECUERDA EL SIGNIFICADO DE UN BESO Yo (Jason) estaba en segundo año de primaria la primera vez que una chica me besó. Ella era la amiga de mi hermana mayor y yo estaba loco por ella desde que mi mente de siete años podía recordar. Como era una sofisticada mujer mayor (de sexto año), siempre parecía fuera de mi alcance. Pero un día de verano me fue dada la tarea de alimentar a su pez dorado mientras ella estaba de vacaciones. Cuando regresó y descubrió que no lo había matado, ella me agradeció y me dio un besito en la mejilla. A pesar de que me besó como besaría a un conejillo de indias, yo estaba en éxtasis. Caminé de regreso a mi casa, pero dudo que mis pies hayan tocado el suelo. Diez años después, me encontraba en la sala de televisión de una universidad besando a una chica que había conocido cuarenta y ocho horas antes. Nos conocimos, tuvimos una aventura y nos separamos en el transcurso de una semana durante un campamento de verano. Al terminar ella dijo: “Tú no vas a dejarme como otros chicos. . . ¿verdad?”. Como me sentía mal por ella, le dije que seguiríamos en contacto; una hora más tarde procedí a dejar el campamento y ni siquiera me molesté en pedirle su número telefónico. Me sentí bastante bajo, pero nunca planeé que eso pasara. En el momento, probablemente pensamos que éramos espontáneamente románticos, pero toda la emoción requirió tan poco esfuerzo que me dejó aburrido. A medida que el fin del campamento se acercaba, sabía lo que pasaría si prolongaba la “relación”. Cada vez que nos encontrábamos, terminábamos haciendo lo mismo y eventualmente más. Aunque algunos chicos verían esto como una puerta abierta, yo sabía que la puerta llevaba a un lugar al que no debería ir. Sabía que no la valoraba y eso me molestaba. También había perdido el respeto por la persona en que yo me convertía cuando estaba con ella. Entonces, ¿qué pasó en los diez años que transcurrieron entre esos dos besos? ¿Por qué me aburrí tan rápido de esos besos que deberían haber sido tan cautivantes? La respuesta es que el beso había perdido su significado.

El regalo de un beso Una década después de mi trivial romance de campamento de verano, de pie ante el altar, en medio de los aplausos de familiares y amigos, besé a mi novia. Durante nuestro noviazgo y compromiso, Crystalina y yo nos propusimos mantener la relación pura y los besos simples.

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Con el paso de los meses, me di cuenta de que la valoraba más cada día. Ella se volvió más fascinante para mí porque nuestra relación conservaba una esencia de misterio. Mi deseo para ti, si acaso decides acoger el sacramento del matrimonio, es que experimentes la paz interior que produce ser mirada —y besada— por un hombre que valora tu alma mucho más que tu cuerpo. Un joven me escribió acerca de cómo cambió su corazón tras dejar atrás una vida no casta. Al anhelar el encanto de un amor puro, mencionaba en su carta que todo el contacto físico con otras chicas “ni siquiera comienza a parecerse a la intensidad, la pasión y el amor que un simple beso en los labios y una sonrisa de mi futura esposa me despiertan”. Si este es el deseo de tu corazón, pregúntate: “¿Qué tan valiosos son mis besos?”. Nuestro objetivo al animarte para que te hagas esta pregunta no es hacerte un reclamo por los besos que has desperdiciado. Lo que esperamos es que descubras el valor que tiene un beso. ¿Te has preguntado por qué tanta gente disfruta ver programas matutinos de entrevistas? Mi teoría es esta: No importa qué tan mal parezca estar tu vida, sientes que no es tan grave luego de ver las vidas caóticas y desordenadas de los invitados de esos programas. Lo mismo sucede en nuestra vida cotidiana en lo que respecta a la pureza. Apenas escuchas los chismes del lunes en la mañana acerca de quién hizo qué cosa con quién ese fin de semana, es fácil pensar que dadas las circunstancias, tú eres inmaculada. Debido a que estamos inmersos en una sociedad sexualmente saturada, es raro que nos detengamos a considerar el significado de un simple beso. A menudo las adolescentes debaten con sus profesores de religión diciendo cosas como: “¿Cuál es el alboroto por besarse con un chico?”. Cuando oigo esto, me encantaría preguntarles, “¿Acaso no hay algo dentro de ti que quiere que sea un alboroto? ¿No hay algo dentro de ti que desea que signifique mucho más de lo que normalmente significa?”. Muchas veces nos preocupamos mucho con las reglas y los límites y perdemos el punto. Defendemos firmemente nuestra libertad para reducir la intimidad física a entretenimiento. Ya que mucha gente da besos como si fueran apretones de mano, las almas más inocentes se ven a sí mismas como marginadas. Hay chicos que me han susurrado: “Tengo dieciséis años y nunca he besado a una chica, ¿está mal? ¿Llegarán a pensar que soy aburrido?”. Si no estuvieran aterrorizados de su propia inocencia, se darían cuenta de lo atractivo que las mujeres lo encuentran. Yo les digo: ¡Créeme, si Dios te llama al matrimonio, a tu esposa no le parecerá aburrida tu inocencia! En todo caso, las chicas se aburren con chicos que nada más tienen una cosa en mente. Guarda ese primer beso, porque es un regalo que solo puedes dar una vez. Estarás pensando: “Ese es un consejo lindo para alguien que nunca ha besado a otra persona, pero ¿qué hay de aquellos que han dado más de unos cuantos besos?”. Primero, no dejes que tu pasado te defina. Ya pasó. Todo lo que tienes es el hoy y el futuro. Cuando se trate de relaciones futuras, mira las cosas desde una nueva perspectiva; en lugar de vivir el

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momento, comienza a pensar en el futuro. Después de todo, ¿cuál es el punto de besar gente que no volverás a ver? Si tienes dificultades para saber dónde marcar la línea, pregúntate a ti misma:

•¿Qué tanto te gustaría que otra mujer besara a tu esposo? •¿Cómo besarías a un hombre en frente de tu papá? •¿Qué tanto lo besarías si Jesucristo estuviera presente? A la primera pregunta, habrás pensado: “¡Ey! ¡Atrás!”. A la segunda, seguro pensaste: “¡Qué desagradable!”. A la tercera quizá pensaste: “¿Qué hace Jesús en mi cuarto?”. En cualquier caso, tú sabes en tu corazón lo que es puro. Cuando una acción es pura, nunca preguntas si está mal. Sin embargo, cuando una acción es tentadora, con frecuencia nos preguntamos si está bien. Si quieres saber con sinceridad si una forma particular de afecto “está yendo muy lejos”, no te preguntes, “¿está mal?”. Pregúntate, “¿es pura?”. Si quieres saber la voluntad de Dios en lo que se refiere a la pureza, acércate a Él en oración. Él no te espera para quitarte algo, te espera para enseñarte a amar.

Lo que él piensa Cuando se trata de la sexualidad, las chicas se comportan de manera diferente a los chicos. Normalmente, una mujer es estimulada gradualmente, a diferencia de los hombres. Esto no significa que carecen de deseo sexual, todo lo contrario, pues a veces el deseo de una mujer puede ser más fuerte que el de un hombre. Sin embargo, una buena manera de entender la diferencia entre la curva de excitación en una mujer y un hombre es comparar el tiempo que tarda una plancha en calentarse en comparación con una bombilla. La luz que emite la bombilla aparece instantáneamente. De manera similar, el apetito sexual de un hombre puede activarse inmediatamente por medio de la vista, la imaginación o el tacto. No obstante, mientras que el deseo sexual de una mujer puede ser encendido por estas cosas, por lo general no ocurre de inmediato. Cuando una pareja se besa, la mujer puede estar pensando en lo lindo que él es, qué bien huele o lo cerca que se siente de él. Para ella, a menudo, el beso es un fin en sí mismo. Mientras tanto, es casi seguro que él está pensando en lo que va a pasar a continuación; para él, a menudo, el beso es el medio para un fin. La razón por la cual el beso es conocido como “primera base” es porque la meta es llegar al home. Esto no significa que un hombre sólo besa a una chica para ir más allá, pero sí significa que una vez que la está besando apasionadamente, es allá donde su cuerpo querrá ir.

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Si tu objetivo es permanecer pura, reserva los besos largos y apasionados para el matrimonio. En vez de encender deseos y tratar de aplacarlos constantemente, estás ahorrando el fuego para el día en que no tengas que apagarlo.

Deseo puro Las personas que se burlan de la idea de la castidad asumen que mientras más tiempo pase una mujer sin dejarse llevar por sus deseos sexuales, se vuelve más reprimida y neurótica. Si este es el caso, solamente demuestra que no es una mujer libre. La libertad no es la capacidad de desprenderse de las inhibiciones y permitirse una conducta lujuriosa. Un esclavo de la lujuria es tan “libre” como lo es un alcohólico que celebra el hecho de que pude embriagarse cuando lo desee. Las jóvenes podrán preguntarse, “¿por qué Dios nos da potentes hormonas ahora si se supone que no nos casaremos hasta dentro de diez años? ¿Qué se supone que debo hacer con mis deseos mientras tanto?”. Quizá lo primero que hay que recordar es que es normal y saludable tener deseos sexuales. Es la forma en que Dios te hizo y deberías preocuparte más si esos deseos no están presente. Una razón por la que Dios nos permite experimentar estos deseos antes del matrimonio es porque primero debemos aprender a controlarlos. Cuando las parejas aprenden a controlar sus pasiones, adquieren dos habilidades importantes. En primer lugar, la pareja queda libre para amar. Hasta que una persona aprenda a auto controlarse sexualmente antes del matrimonio, él o ella será incapaz de amar a su cónyuge adecuadamente dentro del matrimonio. A menudo el mundo afirma que hombres y mujeres necesitan tener experiencia sexual antes del matrimonio con el fin de ser sexualmente competentes. Pero como ha señalado un esposo: “Si tú no puedes decirle no al sexo ¿qué significa tu “sí”?”. A la persona casta que sabe amar le será más fácil aprender a expresar amor sexual que a la persona que se ha arraigado al hábito de la lujuria. En segundo lugar, la pareja se entrena en la fidelidad. Si una pareja que está saliendo no puede resistir la atracción del fruto prohibido ahora, entonces ¿qué harán cuando las tentaciones aparezcan una vez casados? ¡Qué prometedor será para la novia que se casa con un hombre que tenga autocontrol! Si antes de casarse es capaz de resistir la tentación con la mujer que ama más que a su vida, entonces no tendrá problema para permanecer fiel a ella en el matrimonio. Como ha desarrollado autodominio, él puede bendecir a su esposa con la tranquila certeza de su fidelidad. Este regalo es, sin duda, más valioso para ella que cualquier “experiencia” sexual que él haya adquirido antes del matrimonio. Ya que los votos de ambos están más propensos a perdurar, pueden disfrutar de toda una vida de aprendizaje sobre cómo expresar intimidad dentro del matrimonio.

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Para empezar a crecer en el dominio de ti mismo, mantén tu imaginación bajo control. Muchos cristianos se desaniman con este reto porque erróneamente asumen que los deseos sexuales son lo mismo que la lujuria. El deseo de intimidad sexual no es el enemigo, la lujuria lo es, porque implica usar a otra persona para la propia satisfacción egoísta. A veces uno se siente dividido entre dos amores. Pensarás: Quiero estar cerca de Dios, pero también quiero estar cerca de mi novio. ¿Cómo puedo expresar mi deseo físico de estar cerca de él sin desviarme de Dios? ¿Sí es posible, o tengo que escoger entre los dos? Afortunadamente, puedes integrar tus deseos con tu fe sin tener que aniquilar ninguno. Nuestros deseos sexuales no deben ser eliminados, pero sí necesitan ser ordenados de acuerdo al amor auténtico. Si la pureza tuviera como requisito eliminar los impulsos sexuales, tendríamos que asumir que las parejas casadas serían incapaces de ser puros o de ser apasionados. El plan de Dios es que tengamos los dos, casarnos con pasión y con pureza. ¿Cómo lo hacemos? Para comenzar, hay que aprender a distinguir entre un pensamiento de lujuria y una tentación de la lujuria. Una tentación es un pensamiento repentino sobre un acto prohibido; ya que este pensamiento está más allá de tu control, no eres moralmente responsable de que te venga a la mente. Sin embargo, lo que hagas con ese pensamiento es lo que determina si ganas mérito o culpa, según el resultado. Si tus pensamientos se tornan lujuriosos, trata de apartarlos en cuanto reconozcas lo que estás haciendo. Si eres tentada mientras estás en soledad, traza el signo de la cruz en tu frente, di el nombre de Jesús y declara en el cielo y el infierno, con tus palabras y tu cuerpo, que perteneces a Dios. Pero no ores sólo contra la tentación. Si eres tentada por alguien en particular, ora también por él. Transforma tu tentación en un acto de intercesión. ¿Dónde se traza la línea cuando se trata de tus pensamientos? Una regla de oro es recordar que si la acción particular no es moral, no permitas que tu mente permanezca en el tema. Por ejemplo, si no estás casada, no fantasees con la intimidad marital. No está mal desear tal intimidad, pero harías bien si esperas en Dios, permitiendo que levante el velo de ese misterio en el tiempo apropiado de tu vida. ¿Qué haces cuando el deseo sexual viene a tu mente? Decirte a ti misma, “no voy a pensar en eso” no es algo que resulte muy efectivo. Para poder superar cualquier deseo, necesitas uno más fuerte. Esto lo haces todo el tiempo durante el día: te gustaría dormir, pero superas ese deseo para poder llegar a estudiar o a trabajar a tiempo. Te gustaría comer una comida en particular, pero te niegas a complacerte por el bien de tu salud. De manera similar, con el fin de superar la tentación de la lujuria, necesitas una visión más amplia y un deseo más poderoso. . . el de amar. El deseo sexual es una fuente de energía y no puede reprimirse, debe ser dirigida hacia algún lugar. Para lograr esto, recuérdate a ti misma que la pureza expresa el amor. Si no entiendes esto, siempre sentirás que estás teniendo que rechazar oportunidades de amar lo cual no es verdad. Estás rechazando la lujuria para que puedas ser libre para amar.

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Sin esta motivación positiva, se puede triunfar en decir no a las tentaciones individuales y en reprender los deseos propios, pero el motivo normalmente estará basado en la vergüenza o en la culpa. Sin una perspectiva más amplia sobre el plan de Dios para la sexualidad humana, uno podría terminar escondiendo los deseos propios bajo la alfombra, y eso es lo que lleva a la represión. Cuando aparece el deseo sexual, la persona podría pensar, “Está mal, no debería estar pensando eso”. Existe una tensión interior porque él o ella saben que hay algo bueno ahí. Con el fin de desarrollar una sexualidad saludable, debemos reconocer la bondad de cómo hemos sido creados, sin perder de vista el hecho de que aún existen los efectos del pecado original. Cuando abramos nuestras mentes a la belleza del plan de Dios para la sexualidad, no solo veremos la bondad de la misma, también descubriremos el gozo de vivirla.

Vívela y ámala Crecer en la pureza es un proceso del día a día que continúa a lo largo de la vida. Pero te advertimos, mientras más practiques la pureza, ¡más te enamorarás de la paz que llega con ella! Las chicas descartan la idea de la pureza hasta que descubren cuán satisfactorio es ser amado por las razones correctas. Cuando conozcas chicos que poseen esta virtud, verás un brillo que no se nota en el hombre promedio. Un joven me escribió para contarme lo orgulloso que se sintió al descubrir que su nueva novia apreciaba su pureza. Me contó: Secretamente ella sentía fastidio por todos los hombres con los que salía porque eran quejumbrosos y petulantes al persuadirla para tener relaciones, pero me manifestó que encuentra mi (¡desafiante!) dominio de mí mismo y mi respeto hacia ella muy masculino y que eso la hace amarme más. Si deseas encontrar un hombre así, no beses a nadie con quien no estés saliendo. Algunos chicos perderán interés por el hecho de que te tomes tan en serio tus besos, ¡pero eso es algo bueno! Muchos hombres no te merecen y necesitas saber cómo identificarlos. Sin placer de por medio, un hombre lujurioso rápidamente pierde interés. Como un pato voltea su cola y se va nadando cuando una bolsa de migas de pan está vacía, el hombre cuyo objetivo es el placer, no encuentra ninguna razón para esperar a una mujer que piensa que sus besos no tienen precio. Mientras tanto, el hombre enamorado experimenta la reacción opuesta. Captarás su atención por el simple hecho de que no estás disponible de inmediato. Sin lugar a dudas, la pureza es hermosa. No hablamos de represión o mojigatería, sino de tener una comprensión confiada y serena de tu dignidad y valor. Por lo tanto, aférrate a tus besos; mientras más conserves, menos te arrepentirás. ¿Con qué frecuencia oyes a una

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mujer lamentarse por tener poca experiencia sexual antes del matrimonio? ¿Qué mujer se para ante el altar el día de su boda deseando haber besado unos cuantos hombres más?

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10 VISTE ALGO REVELADOR, VIVE LA MODESTIA La mujer es el paisaje más hermoso sobre la tierra. Nada se le asemeja. Los atardeceres y los arcoíris son adorables, pero ningún hombre se vuelve adicto a mirar fotos de ellos en Internet. Si una compañía quiere que la gente ponga atención a su publicidad, no pone una mariposa, pone a una mujer. Aunque yo (Jason) no estoy a favor de la publicidad que muestra a mujeres en bikini tendidas sobre autos con el fin de venderlos, pienso que todos apreciaríamos lo absurdo de una publicidad similar con un hombre a medio vestir acostado sobre el cofre del auto. Semejante visión provocaría un ataque de risa en la mayoría de la gente. Sentiríamos la necesidad de decirle: “¡Bájate del auto, lo vas a arruinar! Ponte una camisa y cambia el aceite”. Los hombres no son tan atractivos como las mujeres y debido a que ellas están dotadas con la habilidad de cautivar a otros sin decir una palabra, poseen un poder único. La pregunta es ¿cómo utilizarás ese poder? En otras palabras, ¿quién serás para los hombres? Todo en el mundo le dice a las mujeres: “Si lo tienes, muéstralo. No tiene nada de malo mostrar algo de piel”. Lo que el mundo parece ignorar es que una mujer revela más de sí misma cuando se viste con modestia. Por medio de ésta, una mujer le dice al mundo que tiene más que ofrecer que su cuerpo. Es una invitación implícita para que otros consideren dónde se encuentra su verdadero valor. ¿Podría ser entonces, que los estilos inmodestos y poco recatados impuestos a la fuerza a las jóvenes de hoy, de hecho invitan a las mujeres a esconderse detrás de sus cuerpos? ¿Podría ser que las mujeres que se enorgullecen de la confianza que tienen en sus cuerpos están menos seguras de su verdadero valor? En un e-mail sorprendentemente honesto, una joven me explicaba por qué tuvo tanta dificultad con la idea de optar por la ropa recatada: Respecto a mi manera de vestir, no puedo evitarlo porque me gusta hacer felices a los chicos. Siento como que es mi propósito en la vida. A ellos les gusta la manera en la que me visto y a mí me gusta cómo me veo cuando me visto así, y a ellos también. Se siente como si yo les gustara más aunque podría ser que solamente me quieren por mi cuerpo, pero no tengo ningún problema con eso. Toda mi vida ha sido así y por lo general eso lleva a que me pongan atención por un rato o a terminar porque no les doy nada. No me importa porque me siento muy bien cuando se interesan por mí aunque sea nada más por un rato.

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Esta joven se encontraba en un conflicto. En su corazón ella esperaba más que el entusiasmo temporal de recrear la vista de alguien. Ella anhelaba un amor que parecía muy diferente al de sus experiencias diarias con los hombres. Lo más probable es que se rodeaba de sujetos que no valoraban su inteligencia ni su personalidad. Sin embargo, sus miradas y comentarios eran prueba de que ella poseía algo de valor. Quizá eso le daba una sensación de poder porque tenía algo que ellos querían. La mayor parte del tiempo, probablemente no estaba interesada en los chicos, solo quería que ellos estuvieran interesados en ella. Podríamos imaginarla pensando: “Si me visto modestamente, perderé su atención y nadie me deseará. ¿Por qué querría eso?” Esto revela la raíz del problema. En nuestra cultura, las mujeres están definidas únicamente por su apariencia. Rara vez son tocadas de una manera amorosa no sexual. Pocas experimentan la libertad y gozo de ser amadas por un hombre cuyos motivos son puros. Como consecuencia de este vacío de afirmación auténtica, muchas mujeres recurren a la inmodestia como un acto desesperado por ser notadas. Es un acto de impaciencia que clama: “Estoy cansada de estar esperando chicos. Este traje llamará su atención”. El problema de este enfoque no es que falle, sino que a menudo funciona, y la mujer se queda con un hombre que la desea por las razones erróneas. No hay nada de malo en optar por ropa que te haga sentir segura de ti misma. El problema aparece cuando lo haces a costa de otros. A menudo la gente dice que las mujeres inmodestas no son capaces de respetarse a sí mismas, pero el punto es que raramente se establece que las mujeres inmodestas también son incapaces de respetar a los hombres. Una mujer decía que “el respetar a un hombre, hace impensable seducirlo para ganar su afecto”.1 Mientras algunas mujeres se visten para ser notadas, otras nunca piensan en los hombres cuando están escogiendo su ropa, pues están más interesadas en sentirse atraídas por sí mismas. Si una mujer entendiera la psicología masculina y se diera cuenta de nuestra debilidad en el área de mantener pura la imaginación, optaría por ropa reservada como un acto de caridad hacia nosotros. Si no piensas en los hombres cuando eliges tu ropa, comienza a hacerlo. No temas ser recatada y vestir con modestia. Además, si supieras qué sucede dentro de las mentes de muchos hombres, temerías no serlo.

Bikinis, herramientas, y escaneos cerebrales Numerosos estudiantes de sexo masculino de la Universidad de Princeton fueron invitados a participar en proyectos de investigación para medir cómo reacciona el cerebro masculino al ver mujeres en bikini. Estoy seguro de que no hicieron falta hombres que ofrecieran voluntariamente sus cabezas para ampliar las fronteras del progreso científico. En todo caso, se les puso a los sujetos de prueba un escáner cerebral y por una fracción de segundo, les mostraron fotografías de mujeres en bikinis, al igual que otras de hombres y mujeres vestidos apropiadamente.

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Cuando estos jóvenes vieron a las mujeres con poca ropa, se iluminó la parte de sus cerebros asociada con el uso de herramientas. Aun cuando vieron algunas de las imágenes por una fracción de segundo, las más recordadas fueron las de las mujeres en bikini cuyas cabezas habían sido recortadas. El propósito de la investigación, según Susan Fiske, una profesora de psicología de la Universidad de Princeton, era examinar la manera en que la gente percibe a otros como medios para un fin. Los investigadores descubrieron que cuando algunos de los hombres vieron mujeres ligeras de ropa, su corteza pre frontal medial se desactivó. Esta es la región del cerebro asociada con el análisis de pensamientos, intenciones y sentimientos de una persona. Fiske comentó: “Es como si estuvieran reaccionando ante esas mujeres como si no fueran completamente humanas”. Y agregó: “Es un estudio preliminar, pero es consistente con la idea de que están respondiendo a las imágenes como si fueran objetos en vez de personas”. Esta profesora consideró este estudio impactante porque, “la falta de activación en esta área de cognición social es realmente extraña, casi nunca sucede”. Los investigadores solamente habían observado semejante ausencia deshumanizante de actividad cerebral una vez anterior durante un estudio en el que se le mostró a la gente imágenes de drogadictos y vagabundos. Otro estudio llevado a cabo con universitarios de Princeton indicó que cuando se les muestra a los hombres imágenes de mujeres en bikinis, sus cerebros asocian a las mujeres con acciones verbales en primera persona como “yo empujo”, “yo manejo”, “yo agarro”. Al mostrarles imágenes de mujeres vestidas modestamente, éstas fueron asociadas con las formas verbales en tercera persona como “ella empuja”, “ella maneja”, “ella agarra”. En otras palabras, percibieron a las mujeres completamente vestidas como personas que controlan sus propias acciones, mientras que las inmodestas fueron percibidas como sujetos sobre los cuales se ejecuta la acción. Aunque los científicos estaban sorprendidos con los hallazgos, no es nada extraño para quienes conocen los orígenes del bikini. Su inventor fue un ingeniero automotriz francés llamado Louis Reard, quien trabajaba en el negocio de lencería de su madre. Cuando creó el primer traje de baño de dos piezas en 1946, contrató a una bailarina exótica para inaugurar la prenda, ¡pues ninguna modelo estaba dispuesta a llevarla puesta en la pasarela!3 La bailarina nudista Micheline Bernardini que trabajaba en el Casino de Paris aparentemente no tuvo ningún reparo en vestir ropa interior en público. Las modelos de pasarela se sintieron de otro modo. Hace más de medio siglo, estas modelos francesas dieron por sentado lo que los científicos de hoy encuentran sorprendente.

Seducción pura Mientras los efectos de la inmodestia en los hombres están bien documentados, el impacto de la modestia raramente se explora. Así como los bikinis causan que el cerebro de algunos hombres pase por alto las intenciones y pensamientos de las mujeres, la modestia hace

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justamente lo opuesto ya que invita a los hombres a considerar cuánto más tiene una mujer para ofrecer. Si los bikinis materializan a las mujeres, la modestia las personaliza. Las mujeres que desean ser tomadas en serio por los hombres deberían reconsiderar el poder de la modestia. En palabras de Wendy Shalit, “La modestia, en vez de tratar a los hombres como perros, los invita a considerar una idea”.La mujer virtuosa no cubre su cuerpo porque piensa que es malo. Tampoco se está escondiendo de los hombres; por el contrario, les está revelando su dignidad. Podría hacerse una comparación similar en cómo Dios nos reveló Su gloria por medio de la Encarnación. Al escribir sobre el milagro de Dios que se hace hombre en la persona de Cristo, un monje del siglo VIII expuso lo que Jesús nos decía: Estoy revestido por una nube de carne, no es que me oculte de los que me buscan, pero que sea menos resplandeciente por el bien de los más débiles. Que sanen los ojos de sus mentes, que purifiquen sus oídos con la fe, para que puedan ser dignos de contemplarme. Porque, “Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios”. Algo similar podrían decir las mujeres que visten modestamente: Estoy revestida por una nube de modestia, no es que me oculte de los hombres que me buscan, pero que sea menos resplandeciente por el bien de los más débiles. Que sanen los ojos de sus mentes, que purifiquen sus oídos con la fe, para que puedan ser dignos de contemplarme. Porque, “Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios”. No es arrogante que una mujer piense en esos términos al creer que su cuerpo es una ventana del cielo. Es humilde y la humildad no es nada más que la verdad, y la verdad es que hay gloria en la manera como ha sido creada la mujer. Quizá es por esto que un brillante filósofo medieval llamó la sensibilidad a la vergüenza “un sano temor al deshonor”. Si esto es cierto, se podría argumentar que la modestia es una sana confianza de ser honrado. Desde una perspectiva masculina, puedo decir que una mujer modesta y recatada parece más confiada que aquellas que visten menos ropa. Es como si ella no sintiera la necesidad de apoyarse en su figura para mostrar su valor. La mujer modesta dice: “No puedes tan solo tenerme, tienes que ganarme. No me entrego a quien simplemente me quiere tener; debes ser digno de mi corazón. . . y de mi cuerpo”. No es mojigatería, es una mujer que deja que su dignidad hable por ella. Tal confianza sirve de repelente contra los hombres superficiales. Incluso, puede llegar a intimidarlos porque intuyen el hecho de que un sucio halago sexual no les ayudará a ganar puntos. Al mismo tiempo su honorable vestimenta es una invitación para los hombres honorables. No estamos diciendo que un traje discreto te garantizará el amor, pero abre una puerta para ello. Cuando te vistes con clase, esto demuestra que esperas ser tratada con dignidad. Tu apariencia externa revela tu disposición interior. Aunque es una comparación cruda, así es

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como los hombres que buscan prostitutas saben encontrarlas; cruzan las calles de un lugar oscuro de la ciudad manteniendo los ojos abiertos para la mujer cuya vestimenta revela sus intenciones. No todos los hombres se detendrán por la prostituta y no todos los hombres tratarán con respeto a la mujer modesta, pero sí saben exactamente dónde se encuentra. Obviamente, no todas las mujeres que visten trajes sugestivos se comportan de esa manera, pero esto no viene al caso. El punto es que es contraproducente vestirse de manera provocativa y esperar un comportamiento reverente por parte de los hombres. Una mujer debería ser respetada sin importar cómo se vista, pero no ayuda a su causa si espera buenos modales cuando luce como una bailarina de un video de rap. Sería como si la directora ejecutiva de una compañía esperara que la tomen en serio cuando se aparece en la reunión de la junta directiva vestida con sandalias y pantalones cortos; una verdadera ejecutiva usaría la ropa que anuncie su profesionalismo. Una mujer muy consciente de este principio es Kim Alexis, una súper modelo que apareció en las portadas de más de 500 revistas, incluyendo Glamour, Vogue y la publicación de trajes de baño de Sports Illustrated. Al mirar atrás, ella lamentaba haber posado para algunas de las imágenes y explicaba: Vestirse como una cualquiera le dice al mundo: “Mírame, quiéreme, deséame; soy fácil y puedes tenerme”. Mostrar partes íntimas del cuerpo es una forma de publicitar el sexo, entonces si te vistes para llamar la atención sexual, no puedes culpar a nadie si recibes ese tipo de atención. Esto ayuda a explicar por qué las chicas que se visten inmodestamente y esperan respeto, a menudo se preguntan por qué es tan difícil encontrar amor verdadero.

Las ventajas de la modestia Independientemente de cómo se viste una mujer, el amor no es algo fácil de encontrar en la cultura actual; es más, las mujeres más modestas son testigos de esto. Pero considera las ventajas que la modestia te ofrece.

1. Tienes más que revelar. En palabras de una mujer perceptiva: “Alguien que está casi desnudo en frente de extraños, tiene poco que revelar a su pareja”.8 Al no estar exponiéndote ante un público general, le estás diciendo a los hombres que tu sexualidad es tuya, no de ellos. Reafirmas el valor de un bien que ha sido devaluado por el mundo moderno. Es como si estuvieras diciendo “¿Por qué le permitiría a otros hombres curiosear el don de mi cuerpo que está reservado para el único hombre que me amará por encima de los otros?”.

2. La feminidad inspira auténtica masculinidad. Por feminidad no debemos entender

debilidad o pasividad. La auténtica feminidad es una combinación de clase, ternura y virtud. Cuando una mujer posee estos atributos, un hombre naturalmente querrá ser más caballero ante ella.

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En mis viajes, no puedo contar cuántos jóvenes me he encontrado que fueron cautivados por la modestia de sus novias. He visto patanes, rufianes y mujeriegos convertirse en galantes caballeros porque finalmente encontraron a una mujer que exigió más de ellos. Todavía no estoy seguro de por qué las mujeres saldrían con ellos en primer lugar, pero en cada caso, fue la modestia de una mujer lo que provocó un cambio en ellos, encendió una llama que los rescató de la oscuridad en sus corazones y les abrió los ojos al hecho de que vale la pena ser cortés con las mujeres. Esto puede sonar demasiado bueno para ser cierto, pero lo he visto muchas veces para describirlo como un milagro excepcional. La modestia tiene poder. Mientras la inmodestia desencadena impaciente lujuria, la modestia envía una invitación y un reto para amar. Al darse cuenta de esto, una mujer escribió: He hecho unos cambios sutiles a mi guardarropa, eliminando las prendas muy ligeras a favor de las faldas que caen sobre mis rodillas y las blusas que en lugar de pegarse a mi cuerpo, se ajustan apropiadamente a él. Aunque no fueron cambios drásticos, tuvieron un efecto instantáneo en la manera como los hombres me responden. En lugar de un habitual beso en la mejilla, ahora me dan la mano o en el caso de un encantador caballero, me la besan. Sin lugar a dudas, la modestia impacta a los hombres. Un joven me escribió acerca de una chica cuya modestia le abrió los ojos: Ella era la chica más hermosa que jamás haya visto y no en el sentido de su apariencia física, sino por el aura que emanaba. La única cosa con la que puedo comparar esto es con la manera cómo hablaste sobre la modestia. Debido a que ella era inteligente y talentosa, era más atractiva para mí y un reto mucho más grande. Pero este no era un reto para ganar su sexualidad, sino para ganar todo su ser. Este joven se dio cuenta de que existe una belleza en la mujer que supera lo físico, y cuando se vislumbra esto, todas sus otras bellezas se ponen en perspectiva. Por medio de la modestia, un hombre puede aprender a apreciar a una mujer como un regalo para recibir, no como una meta para conquistar.

3. La modestia establece el tono de una relación. Le dice al hombre que la mujer no tiene ningún plan de arrojarse sobre él o suplicarle atención. Algunas chicas se vuelven sensuales para ayudar a los chicos a superar la timidez; estos intentos son inútiles. La inmodestia no inspira coraje en un hombre, sino lujuria. Si un hombre está lo suficiente interesado en ti, te buscará. No necesitamos ver tu ombligo para saber si nos interesas o no.

Por lo tanto, hágannos un favor vistiéndose de manera que nos recuerden que son más valiosas que la suma de sus partes. Cuando una mujer se viste con dignidad, le muestra al mundo que prefiere no ser llamada “bombón”, “sexy”, “delicia” y en cambio “linda” y “hermosa”, estarían bien, gracias.

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4. La modestia muestra que entiendes —y respetas— al sexo opuesto. Los hombres somos estimulados visualmente más que las mujeres. Es en parte por la manera en que nuestro cerebro funciona, pero otro factor es la belleza de las mujeres. Es una combinación intoxicante. Cuando una mujer se da cuenta de lo fácil que es estimular visualmente a un hombre, debe elegir cómo usará esta información. Así como algunos hombres sacan ventaja del deseo de amor que tiene una mujer con el fin de obtener placer de ella, las mujeres a veces sacan partido del deseo masculino de estimulación visual con el fin de sentirse deseables. Ambos somos culpables de usar las debilidades mutuas en ventaja propia, pero ambos estamos llamados a algo superior. Al comienzo, nuestros motivos y deseos no eran tan confusos. En los albores de la creación, cuando Adán vio por primera vez a Eva, su cuerpo le reveló que estaban destinados a convertirse en uno. Sus cuerpos revelaron su llamado a amar y a entregarse el uno al otro. Este llamado al amor está grabado en nuestros cuerpos. Por eso la ropa ajustada capta la atención de un hombre tan fácilmente. Lo cautiva y debería hacerlo, pues es una visión de lo que Dios ha creado para que amemos a la mujer. Habrás notado que cuando los hombres miran a una mujer en público, su expresión facial luce como si nunca antes hubieran visto una mujer. Con cada experiencia de belleza femenina, creo que los hombres inconscientemente sienten un eco del asombro original de Adán ante el trabajo único de Dios. Debido al pecado original, hemos quedado muy alejados de nuestra inocencia inicial. Normalmente, cuando un hombre mira el cuerpo de una mujer, no se limita a apreciar su feminidad. La lujuria desordenada se interpone en el camino de nuestra vocación al amor. La belleza del cuerpo a menudo nos distrae de la belleza de la persona, en lugar de recordárnosla. Todo hombre anhela contemplar la belleza. Del mismo modo, toda mujer anhela ser mirada con temor y reverencia, tal como Eva cautivó el corazón de Adán la primera vez. Sin embargo, hay un tiempo y un lugar para que nuestros dos deseos sean cumplidos: dentro de la seguridad y santidad del matrimonio. Cuando una mujer revela demasiado antes de esto, puede ver la emoción en el rostro de un hombre, pero sabrá que es una mirada sin reverencia. Por eso no caigas en la tentación de dejar boquiabiertos a los hombres. Al elegir la modestia, usas tu conocimiento sobre sus deseos para ayudarlos a ver su llamado al amor.

5. La modestia te recuerda tu valor. Aunque normalmente se explica la modestia con el

fin de educar a los hombres acerca del valor de las mujeres, es igualmente efectivo para recordarles a ellas su propio valor. Hemos perdido la cuenta de cuántas adolescentes y universitarias nos han expresado su frustración sobre el trato que reciben de los hombres. Básicamente el problema es que ellos se sienten cómodos agarrando, manoseando, dando palmadas o pellizcando a las mujeres mientras van por los pasillos. Después de estos saludos poco cordiales, vienen vulgares bromas. ¿Qué hacen las mujeres como represalia? Muchas veces nada más que una mirada coqueta de medio-desaprobación. ¿Por qué el silencio? ¿En qué momento estas jóvenes les dieron tal poder a ellos? Si una mujer desea recuperar la autoridad para hablar en contra de los hombres no honorables,

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tendrá más confianza en su discurso si es discreta en su vestir. Sus palabras tendrán mayor efecto porque no estarán transmitiendo un mensaje diferente al de su vestido. Cuando una mujer elige vestirse moderadamente, es algo deliberado. Usualmente, comienza cuando decide tirar una porción de su actual guardarropa. Luego comenzará el arduo proceso de buscar ropa recatada. Al comprar ropa sexy no hay que pensar mucho; una chica diría: “¡Ay, qué lindo! Queda perfecto con mis zapatos” y la venta está asegurada. Al seleccionar un atuendo moderado el proceso es más complejo pues la mujer es consciente de que su ropa refleja sus estándares. Cada vez que se vista será un recordatorio subconsciente del estilo de vida que está eligiendo llevar.

6. Los hombres no se aburren con las mujeres discretas. Si un hombre te deja por tu

deseo de ser pura, no es porque él se aburrió, es porque la lujuria es impaciente. Aunque la mayoría de los hombres se sentirán atraídos con mayor rapidez por las mujeres menos discretas, nótese lo rápido que el interés se consume. Una mujer decía: “La modestia es realmente mucho más excitante que la promiscuidad. Si no hay ningún tipo de obstáculos en el camino del deseo, ¿qué queda para desear?” La respuesta a su pregunta es: alguien más. Quizá el mejor ejemplo de esto es el hombre adicto a la pornografía, porque ve todo lo que una mujer puede ofrecerle físicamente, pero no va a comprometerse con su fotografía por más de unos cuantos segundos. Cuando un hombre se enamora de una mujer que vive la modestia, se sentirá atraído por ella de forma permanente. La modestia inspira un encanto que perdura porque ella conserva el elemento de misterio y dirige su atención a algo más que lo externo. Por el solo hecho de ser mujer, eres un misterio para los hombres. Nosotros podemos ser un misterio para ti, pero solo porque somos patéticos al comunicarnos. Tú eres un misterio porque eres mujer. Conserva ese misterio considerando tu cuerpo como un secreto revelable solo al único que merezca conocerlo.

No mendigues hombres Las mujeres coquetean de manera sensual por las mismas razones por las que se visten de manera seductora, saben cómo captar la atención de un hombre. Quizá se sientan frustradas porque los hombres no muestran interés en ellas y entonces sienten la necesidad de dejar algunas pistas. Sin embargo, cuando una chica es coqueta y busca el amor, se debilita a sí misma. Para determinar por qué, considera lo que pasa en la mente de un hombre. Si una chica es coqueta con un hombre, él puede pensar que ella hace lo mismo con otros, entonces como en el béisbol, tiene un primer strike. Si ella avanza sugestivamente hacia él, puede ser halagador al comienzo, pero no sentirá ningún temor reverencial por ella, más bien lástima pues pareciera que es una mendiga de hombres: segundo strike. Finalmente, si ella lo busca, desaparece el reto de que él la busque a ella: tercer strike. Ella queda fuera.

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Lo siguiente podría sonar políticamente incorrecto, pero es verdad: una mujer está fuera de lugar cuando ella es la que busca, así como está fuera de lugar un hombre que tiene que ser conquistado románticamente. Simplemente imagínate a un hombre inclinado sobre su balcón una noche, sonrojándose mientras escucha a una joven dándole una serenata desde el jardín y que luego, en sus zapatillas de tacón alto, asciende cuidadosamente por la reja exterior del cuarto para regalarle flores y un beso. Hay una razón por la que nunca has soñado con hacer esto: es un desastre. Para algunas mujeres, todo este discurso puede parecer detestable, anticuado y sexista. Si ese es el caso y quieres ser liberada para seguir a un chico, adelante. Como hombre, puedo asegurarte que felizmente se dejarán adular por ti. Hazte un favor y no lo hagas tan fácil. Necesitamos la aventura, el reto y la emoción de ganarte y cuando pareces desesperada por llamar nuestra atención todo eso desaparece. Quizá nos dé temor acercarnos a una mujer, pero cualquier hombre digno de tu tiempo correrá el riesgo. El hombre debería iniciar la relación; es romántico, honra a la mujer y además es un signo del amor de Cristo por Su prometida, la Iglesia. La gente es libre de hacer lo contrario, pero no creo que muchas mujeres crezcan soñando con cómo lanzar la gran pregunta al hombre de sus sueños. Si él te quiere, permítele que venga y te siga. Tú eres el premio, no la perseguidora.

Modestia en todas las cosas La virtud de la modestia no es algo que guía tus decisiones únicamente cuando eliges una falda. Es más que de lo que vistes, es una afirmación completa del respeto que se le debe a una mujer. Es un estilo de vida que permea tus conversaciones, tus mensajes de texto, tu postura, tus gestos e incluso tu manera de bailar. Y hablando de eso, a menos que una mujer lleve consigo spray de pimienta, será un reto conservar su modestia en un baile típico de club o fiesta. Llámese “sandungueo”, “perreo”, “baile caliente”, el concepto es el mismo. Para la mayoría de las mujeres, la idea de bailar así con trecientas personas en una habitación húmeda y oscura, no tiene mucho atractivo. Una adolescente me escribió: Antes de ir a algunos de estos bailes, decía que las chicas que bailaban así eran rameras, pero yo terminé haciendo lo mismo. La primera vez que un chico intentó bailar así conmigo, le dije que no; a la segunda vez, fue inevitable, entonces bailé un poco, pero al final perdí el control. Ella continuó explicando que se sintió insensibilizada por el ambiente, mientras que sentía que sus acciones externas se oponían a sus emociones internas y añadió: “Permití que me degradaran”.

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También otra chica me escribió luego de romper el hábito de este tipo de bailes y decía: “¿Por qué querría alguien hacer algo ligeramente sexual con un desconocido asquerosamente sudoroso que conoció hace diez minutos?”. Su opinión probablemente parezca cierta para muchas; sin embargo, hasta que las mujeres se pongan de acuerdo en que “perreo” y “sandungueo” no son la mejor manera de convencer a los hombres de su dignidad, puedes estar segura de que los hombres no las harán caer en la cuenta de ello.

Consejos prácticos Si estás decidida a usar tu feminidad para invitar a los chicos a ser hombres, te ayudaría recibir algunos consejos prácticos sobre cómo vivir la virtud de la modestia. Al escoger un atuendo en una tienda o de tu armario, hazte las siguientes preguntas:

•Este traje, ¿me queda bien o está muy ajustado? •Si me inclino, ¿mostraré demasiado de la parte trasera o delantera? •¿Mi vestuario complementa mi personalidad o distrae de ella? •¿Este atuendo llama la atención de un hombre hacia mi cara o hacia algunas partes de mi cuerpo? •Por la forma en que me visto, ¿estoy invitando a los hombres a actuar como caballeros? •¿Qué está pidiendo mi atuendo? •Si quisiera que un hombre me usara, ¿cómo me vestiría? Fuera de estas indicaciones, recuerda que la modestia no es meramente una actitud, es uno de los doce frutos del Espíritu Santo. Si deseas irradiar la belleza que Dios te ha dado, necesitas vivir en unión con Él. Pide la virtud de la modestia, es una gracia que recibimos del cielo para reflejarlo. Si has leído el libro del Génesis, habrás notado que en el segundo capítulo la mujer es presentada como el crescendo de la creación. El trabajo de creación de Dios comienza con las formas menores de vida como la vegetación, luego avanza hacia los animales y luego, después de la creación de Adán, alcanza su mayor esplendor en Eva. Sin lugar a dudas, Dios ha bendecido a las mujeres compartiéndoles Su propia infinita belleza. De cierta forma, una mujer puede considerarse el espejo de la belleza de Dios. Debido a la divinidad de su cuerpo y alma, ella refleja Su imagen de una manera única. Toda belleza viene de Dios y debe volver nuestros corazones de nuevo hacia Él. Como mujer, tu tarea es usar este don para dirigir los corazones de los hombres hacia Dios y evitar la tentación de distraerlos de Él. Tu modestia es un “ministerio de belleza”, o en palabras de una adolescente: “Una mujer debería estar tan oculta en Cristo que un hombre tendría que buscarlo a Él para encontrarla”.

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Cambia la cultura Es bueno para ti que vistas ropa que refleje la modestia, pero no te detengas ahí; cambia la industria de la moda al mismo tiempo. ¿Suena imposible? En Seattle, Washington en los Estados Unidos, una niña de once años decidió que estaba cansada de la clase de ropa que le ofrecían en una tienda. Su madre señalaba: Se puede ver a las niñas en medio de una confusión. Quieren cubrirse, pero la ropa no ayuda mucho. . . Ellas quieren lucir femeninas y lindas, pero el único estilo que ofrece la tienda es el sexy. Por lo tanto, la hija hizo lo que cualquier estudiante razonable de primer grado de secundaria haría: contactó a los agentes corporativos y solicitó algunos cambios. En la carta escribió: Soy una niña de once años que ha intentado comprar en su tienda de ropa (especialmente pantalones), pero todos me quedan por debajo de las caderas y la talla que sigue es muy grande. Veo a todas esas chicas que usan pantalones que muestran el ombligo y la ropa interior. Sus vendedores dicen que solo hay un estilo. Si eso es verdad, entonces se supone que las niñas deben caminar por ahí medio desnudas. Pienso que deberían cambiar eso. De alguna manera, la carta de esta niña llegó hasta Pete Nordstrom, vicepresidente ejecutivo de la compañía. Los ejecutivos le respondieron que trabajarían en educar a sus gerentes de compra y vendedores sobre la necesidad de ofrecer un mayor rango de estilos de ropa para la juventud. ¡Nada mejor que un estudiante de primer grado de secundaria reformando las decisiones de las empresas estadounidenses! Entre tanto, considera a las adolescentes que enfrentaron a la compañía de moda estadounidense Abercrombie & Fitch, que tiene una reputación bien ganada por tratar de sobrepasar su propia crudeza y obscenidad. En uno de sus catálogos un “sexperto” les recomendaba a los jóvenes que durmieran con las estudiantes de los grados menores y no con las mayores. Comparaba los “frutos” de morder una “manzana fresca recién tomada del árbol”, versus “la variedad de manzanas almacenadas, puestas en un mostrador ya arrugadas y magulladas por la manipulación”. Si esto no fuera suficiente para enfurecer a las mujeres, A&F comenzó a vender camisetas para mujeres con el siguiente lema inscrito en el pecho: “¿Quién necesita cerebro cuando tienes estas?” A veinticuatro mujeres jóvenes de Pensilvania les pareció suficiente e iniciaron un boicot contra Abercrombie. Las protestas aparecieron en los titulares locales y eventualmente aparecieron en el programa matutino de noticias “Today” de la cadena NBC. En total, la

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protesta apareció en 21 segmentos de noticieros por cable, 312 mercados locales de noticieros, 6 emisoras nacionales e internacionales, 67 periódicos regionales, 4 periódicos nacionales, 8 periódicos internacionales y 23.000 menciones en Internet. Cinco días después de la aparición en Today Show, Abercrombie & Fitch emitió un comunicado, acordó suspender la distribución de la camiseta y organizó una reunión con las jóvenes. Los ejecutivos de A&F probablemente se sorprendieron cuando estas mujeres llegaron a la reunión en traje de negocios con una presentación power point sobre cómo Abercrombie podría cambiar para mejorar. Como ejemplo final, algunas estudiantes adolescentes de Tucson, Arizona, se unieron para reunir cuatro mil firmas para impulsar a una tienda local a ofrecer ropa más discreta. Una de las estudiantes que ayudó con la recolección de firmas explicó que estaba frustrada porque las “faldas son cada vez más altas y los pantalones cada vez más bajos”. Entonces la tienda respondió organizando un desfile de moda de la modestia y modificó su inventario trayendo pantalones más moderados, vestidos de fiesta y trajes formales. Otras mujeres han lanzado líneas de trajes de baño recatados. Los desfiles de moda de la modestia están empezando a extenderse a diversas localidades e incontables sitios web han sido creados para vender atuendos que son elegantes y lindos. Las mujeres no son indefensas cuando se trata de cambiar su cultura para bien, lo que necesitan es coraje. Después de todo, las personas valientes son las únicas que han mejorado la sociedad.

¿Qué le ofrecerás al mundo? ¿Leah?. . . ¿Leah? ¿Qué pasa? El fotógrafo bajó la cámara y observó cómo palidecía el rostro de la modelo. Leah Darrow había pasado años de su vida en la industria de la moda y había sido concursante en el programa de televisión America’s Next Top Model, pero nada la había preparado para lo que vio en la ciudad de Nueva York durante una sesión de fotos algo subida de tono para una revista masculina internacional. Lo último que recordaba era la voz del fotógrafo alertado por su aspecto fantasmal. Estando consciente todavía, Leah recordaba haber tenido una visión: Morí y estuve de pie ante Dios con las manos abiertas, y tenía puesta la ropa de la sesión de fotos. Le ofrecí mi última acción en la tierra y le dije: “Mira, esto es lo que tengo para ofrecerte, es lo último que he hecho para amarte, servirte, alabarte”. No se dijo nada más, Dios inclinó la cabeza y Leah volvió a la sesión de fotos:

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Y supe que no podía seguir con esto. Sabía que Dios me había dado talentos y dones, pero yo me había convertido en un tipo de prostituta de la moda al poner a la venta los dones que Dios me dio para el mundo. Salí de la sesión de fotos, salí de Nueva York y decidí entregarle mi vida a Cristo. Cuando recibió el cheque por 16.000 dólares por la sesión fotográfica, lo rompió en pedazos prefiriendo la riqueza de su dignidad a la pobreza de su antigua abundancia. Hoy en día, Leah viaja por todo el país hablando a las mujeres jóvenes sobre cómo vestir con estilo sin comprometer su clase. Su extraordinaria conversión ofrece un útil examen de conciencia para todas las mujeres. Si quieres saber si tu ropa es apropiada para una mujer cristiana, pregúntate: Si Jesucristo volviera a la tierra, ¿me gustaría reunirme con Él usando este traje? Aunque puede sonar un poco apocalíptico, vístete como si estuvieras lista para su segunda venida. No solo se trata de prepararse para encontrarte con tu juez, se trata de la preparación para el encuentro con tu novio. Vístete de manera consecuente.

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11 AMA TU CUERPO Cuando una mujer aparece en la portada de una revista sensacionalista, solo podrán aparecer tres titulares: o bien la revista alabará su perfección, lamentará su obesidad o anunciará su anorexia. Como es de esperar, la mujer promedio norteamericana comienza a someterse a un régimen alimenticio desde los ocho años. Más de la mitad de las adolescentes ya lo llevan o piensan que deberían comenzar. Ellas no son las únicas que luchan por permanecer delgadas. Revlon concluyó que Cindy Crawford era demasiado gorda para ellos y decidió someterla a una dieta digital utilizando la tecnología para hacer sus brazos más delgados en sus anuncios publicitarios. Si ni siquiera las súper modelos pueden alcanzar los actuales estándares de belleza, ¿cómo se espera que a una mujer le guste lo que ve en el espejo? Ya que vivimos en una cultura superficial, la mayoría de las niñas desarrolla un disgusto —a veces odio— hacia sus cuerpos antes de terminar la escuela primaria. Pero por más que los medios critiquen la calidad de la figura de una mujer, nadie es tan exigente como lo es ella consigo misma. En un intento por recibir amor y aceptación, muchas mujeres inconscientemente rinden cierto culto al cuerpo. Comienzan a idolatrar la figura perfecta y se sacrifican para conseguirla. Por lo general, no es una elección deliberada. La mayoría de las chicas siente que es más como una obligación, pero el resultado final es siempre el mismo: debido a que la adoración de cualquier cosa que no sea Dios siempre dejará a la persona desilusionada, estas mujeres nunca estarán satisfechas. El proceso puede comenzar con las comparaciones físicas normales que surgen en la mente femenina cuando comienza a reconocer que la apariencia importa a los chicos (y a otras chicas). En el autobús escolar, a la edad de once años, ella observa a través de su ventana los anuncios espectaculares de mujeres retocadas digitalmente. En casa, prende la televisión y mira a las modelos de piel perfecta ofreciendo consejos para llegar a ser tan deseable como ellas, si dice o hace lo que los chicos quieren. Las semillas de la mentira se han sembrado en su joven mente influenciable. Va al cine y ve a gente de figuras perfectas que viven felices por siempre junto a otra gente hermosa. Un estándar imposible de perfección va surgiendo sin que ella lo note y a medida que escucha los chismes en la escuela, va aprendiendo cómo el cuerpo de una mujer puede ser usado como carnada para llamar la atención de los hombres. En su búsqueda por el cuerpo perfecto, puede morirse de hambre o comenzar a comer compulsivamente para luego vomitar. En su búsqueda de aceptación, puede permitirles a los chicos ser muy físicos con ella y como le teme a su propia fertilidad, puede comenzar a utilizar métodos anticonceptivos para evitar las consecuencias naturales de la intimidad sexual. A veces, las enfermedades de transmisión sexual y el aborto llegan como consecuencia, y entonces los sentimientos de depresión empañan su vida y su corazón se abruma por un sentimiento inevitable de pérdida. Apenas se reconoce a sí misma y puede comenzar a culparse y a odiarse. Para aliviar el dolor emocional, puede llegar a herirse o

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contemplar quitarse la vida. Una mentira alimenta a otra, pero cada una de ellas promete alivio de alguna manera. Ella no quería nada de esto, pero terminó cargando con todo. ¿En dónde se equivocó? ¿Cómo pudo evitarse esa avalancha de sufrimiento? Cada mentira debe ser despedazada para que la verdad comience a sanarla. Esta es la realidad.

Ama tu cuerpo Angelina Jolie, Jennifer Aniston, Nelly Furtado, Oprah y Martha Stewart, ¿qué tienen estas mujeres en común? Cada uno de sus cuerpos ha sido alterado digitalmente en las fotografías con el fin de lucir más perfectas ante el público. Martha y Oprah fueron decapitadas digitalmente y sus cuerpos fueron remplazados con los de modelos jóvenes cuando aparecieron en la portada de las revistas Newsweek y TV Guide. Us Weekly pagó medio millón de dólares por los derechos de publicación de una fotografía de Brad Pitt y Angelina Jolie mientras daban un paseo por la playa cuando comenzaban su romance. La revista Star no tenía la misma imagen, entonces se encargó de hacer un montaje de Brad y Angelina mencionando en una pequeña leyenda en la página de contenido, que la foto no era real. Lo peor es que una publicación sensacionalista australiana tomó una foto de Jennifer Aniston con Brad y, ¡reemplazó la cabeza de ella con la de Angelina! Y por si fuera poco, la revista para hombres FHM consiguió una foto de Nelly Furtado y le quitó la mitad de la ropa digitalmente para hacer la publicación más picante. En la portada, el título bomba: “Nelly Furtado ¡La exportación más sensual de Canadá en su pose más candente!”. Ella nunca consintió la creación de la imagen, pero parece que a ellos no les importó. La cantante expresó: No estoy para nada feliz. Me pusieron en la portada. Dijeron que habían hecho las fotos conmigo, pero eso nunca sucedió. Armaron mi cuerpo digitalmente y le cambiaron la forma. Yo no autoricé nada de eso. . . Aparezco con una camisa recortada para que llegue justo debajo de mi pecho, y un estómago que no reconozco. No me gusta ser distorsionada ante mis fans. Trabajas duro para representar algo seguro y tener cierta imagen y alguien acaba con todo eso en la portada de una revista. La práctica de desvestir y alterar digitalmente es tan común que Libertee Muzyka, quien trabajó en las revistas Stuff y Maxim, dijo: “Me encantaría tener unos abdominales así, y ¡adivinen qué! a ella también.”. ¿Conoces a alguien que crea que su cuerpo es perfecto? Si así es, quizá te cause náuseas su narcisismo. En realidad, ¿cuántas chicas a las que por lo menos les guste su cuerpo conoces? La mayoría podría nombrar una docena de mujeres cuyos cuerpo les encantaría tener, pero muy pocas aman el propio.

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Piensa en la persona más feliz que conoces. ¿Tiene el cuerpo perfecto? Probablemente no. Su felicidad no tiene nada que ver con la forma de su cuerpo. Ahora piensa en la pareja de esposos más feliz que hayas conocido. ¿Hacen dietas extra rigurosas?, ¿tienen cuerpos perfectos? Apuesto a que son gente de aspecto bastante normal. Mira a tu alrededor y verás que las mujeres de aspecto promedio que poseen un gran respeto por sí mismas tienen mayores probabilidades de encontrar amor perdurable que las modelos de pasarela. Todos asumimos que si tenemos la figura ideal, conseguiremos el amor ideal. Esta perniciosa mentira lleva a millones de personas hacia el círculo vicioso de comportamiento autodestructivo y odio a sí mismo. Una joven nos dijo: Odio mi cuerpo. Cada vez que me miro al espejo, solo pienso en lo que desearía cambiar de mí misma. Comencé a comer menos al inicio de la secundaria y hay días en los que no como casi nada, solo juego con la comida en el plato y espero que nadie se dé cuenta. Llega un momento en el que una mujer debe detenerse y preguntarse, ¿cuál es la finalidad de todo esto? ¿Por qué nos obsesionamos tanto con la belleza exterior? ¿Es simplemente porque queremos ser amadas por otros o es algo más profundo? ¿Habremos caído en la mentira de que si tenemos el cuerpo perfecto, de repente comenzaremos a amarnos a nosotras mismas? Este es el tema central ¿Cómo puede una mujer desarrollar un amor propio saludable? ¿De dónde viene la autoestima? Según las revistas, proviene de la cantidad de aprobación que recibes. La psicóloga Mary Pipher resume muy bien el mensaje que reciben las mujeres por parte de los medios de comunicación: “No te preocupes por estar bien o sentirte bien, preocúpate por verte bien”. Quienes siguen esta receta del mundo para alcanzar la realización personal terminan, como dice Pipher, con “el cabello y la sonrisa en su lugar, pero muertas por dentro”. ¿Cómo se evita esto? Una universitaria nos da una sugerencia práctica: Acepta que otras mujeres serán más lindas, listas y populares que tú, y eso está bien. Es un mundo grande con cientos de oportunidades. La meta no es pararse arriba del montón. La meta es que te aferres a un estándar personal y te conviertas en lo que respetarías si fueras alguien más. Lo que esta estudiante descubrió es que el amor desea el bien para el otro, aun cuando ese otro eres tú. Si esperas hasta el día en que tus emociones te digan que te ames a ti misma, será una larga espera. Por lo tanto, protégete del odio hacia ti misma. Ya que frecuentemente nos es tan difícil amarnos a nosotras mismas, a veces asumimos que ningún hombre nos amará tampoco. Estos patrones de pensamiento negativo disponen a una mujer para ser usada porque se

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enamorará del primer chico lindo que exprese algún interés en ella. En su mente, cualquier halago físico se traducirá inmediatamente en satisfacción emocional. Es como una afirmación física de su valor, pero cuando se da cuenta de que él nunca la quiso realmente, su autoestima se hundirá más que antes. Elegir amarte puede ser difícil cuando te has visto con desdén a ti misma por años. Por lo tanto, si estás luchando con un desorden alimenticio u odio hacia tu cuerpo, ten el coraje de buscar ayuda. Habla con un miembro de tu familia, un maestro o un terapeuta. Algunas chicas posponen indefinidamente un tratamiento por miedo a que sean forzadas a subir de peso. Sufriendo en soledad, tratan de convencerse a sí mismas de que serán capaces de superar su condición por su propia cuenta; pero, permanecen así durante años sin una mejoría duradera. Quienes luchan contra la obesidad también suelen rechazar la ayuda, hundiéndose en una desesperación y desprecio mayores por la forma en que el mundo las ve. Si una chica busca consejo, tendrá una nueva perspectiva. Podría entender que ha querido parecer deseable ante otros porque no se acepta a sí misma. Quizá porque otras áreas de su vida están fuera de control, se obsesiona con su peso en un esfuerzo por sentir una sensación de control. Una chica expresó: “Cuando aguantaba hambre, no podía pensar. . . en el hecho de que era joven y tenía miedo y estaba amenazada sexualmente y enojada”.Estas mujeres reducen todos sus problemas a uno: su peso. Con terapia, los problemas más profundos pueden ser resueltos de manera que la joven experimente verdadero control de su vida. Cuando una mujer desarrolla una visión malsana de su cuerpo, esto se asemeja a una relación abusiva. Imagina si un hombre llamara a su novia “gorda” y “fea” todos los días por varios años. La carga emocional de estas frases sería grave aun cuando ella se considere fuerte para ignorarlo. Sería como una gota sobre una roca. Con el tiempo, deja una marca profunda y puede llegar a perforarla. De la misma manera, cuando una mujer se pone frente al espejo y mentalmente se rechaza, se convierte en su propio abusador. Heridas como esta toman tiempo para sanar y una terapia con un experto en retirar las capas con las que una mujer se ha cubierto a sí misma. Un buen terapeuta ayudará a una mujer a ver una cosa por encima de todo: la visión de lo que Dios ve cuando Él la mira a ella. Dios ve las cosas en la plenitud de la verdad, y Él declaró que la creación de la mujer era “muy buena”. La creación de cada mujer desde la primera, no es menos buena. Si deseas ver lo que Dios ve en ti, busca tu reflejo en Sus ojos. Mírate fijamente al espejo una vez. Acércate a Él en oración y deja que Dios poco a poco te revele tu verdadero valor. Sé paciente en el proceso de sanación. Quizá has pasado años murmurándote a ti misma, “odio mi nariz, mi estómago es grande, ojalá fuera más alta, no soy lo suficientemente bonita”. Las heridas toman tiempo para sanar, especialmente cuando te las haces a ti misma. Si pasas tiempo en la presencia de Dios, aprenderás cuánto un padre adora a su hija. Yo, (Jason) tengo una hija pequeña y cuando era bebé, no tenía la figura más delgada. Sus muslos y antebrazos eran tan rollizos como un croissant y yo estaba completamente enamorado de ella. Mi esperanza es que se ame a sí misma tanto como yo la amo. Dios

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espera lo mismo de ti. En cuanto descubras tu valor en Sus ojos, aprenderás a resistir la tentación de ofenderte a ti misma. En vez de verte y lanzarte insultos o señalar un defecto en la obra de Dios, intenta algo diferente. Cuando sientas que vas a comenzar a criticarte, di algo diferente en tu cabeza, tal como el Salmo 139,14: “Te alabo porque fui formado de manera tan admirable. ¡Qué maravillosas son tus obras!”. O podrías decirte al corazón algo como “Dios no hace basura”. Lo que importa es que comiences el proceso de amarte a ti misma. No puedes amarte a ti misma y odiar tu cuerpo. Odiar el cuerpo es odiar a la persona. No necesitas estar obsesionada con tu figura, solo tienes que declarar un cese al fuego contra ti misma. Como una mujer concluyó, “No estoy obsesionada con volverme delgada, solo quiero ser saludable”. Asume esta mentalidad e irás por buen camino.

Valora tu cuerpo Mateo se acercó a mí luego de mi charla en su prestigiosa escuela. Me preguntó si podríamos hablar en privado y entonces fuimos hasta un salón vacío y movimos dos escritorios uno frente a otro. Nos sentamos y él me miró con ojos tristes. Su mandíbula comenzó a temblar, pero no derramó ninguna lágrima mientras se arremangó la camisa y me preguntó: “¿Qué piensa Dios. . . sobre la mutilación?”. Señaló las cicatrices que le cubrían los antebrazos y dijo: “Esta es por un encendedor. Esta por un cuchillo. Esta es de una grapadora. Esta por un cigarrillo. Un lápiz. Un sujetapapeles. . .” “¿Por qué?”, pregunté. Mateo comenzó a explicarme entonces cómo se enamoró de una chica, la presionó para tener sexo, quedó embarazada, la convenció para que abortara y luego la engañó. Comenzó a salir con la otra chica y también la engañó. Ahora ambas lo odian, pero él quería comprometerse con la primera y se odia a sí mismo por lo que le hizo. La autoagresión es su forma de castigarse porque él sabe cuánto la ha maltratado. En otra parte, en el este de Chicago, Jazmín se sentó frente a mí llorando y mostrándome sus cicatrices me dijo: Anoche regresé de la casa de este chico donde estuvimos juntos otra vez. Estaba tan enojada conmigo misma que me corté de nuevo. Cuando miré la palma de mi mano, había un charco de mi propia sangre. No pude más que quedarme sentada y preguntarme, “¿por qué me estoy haciendo esto?”. Muchas personas se cortan para ahogar el dolor emocional. Una chica se lamentaba:

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Soy una hipócrita y lo sé. Tengo dos vidas diferentes. Uso una máscara cuando estoy rodeada de gente y actúo como si la vida fuera una maravilla. Esa “yo” que nadie conoce lucha contra un desorden alimenticio, se corta en todo el cuerpo y hace todo lo posible para disminuir el dolor de ser yo. Otros se cortan con la esperanza de que alguien se dará cuenta de su dolor, “es como exteriorizar las cicatrices”, explicó una chica. A veces cortarse es una forma de aliviar el estrés o de autocastigo. Otras veces se usa para ver signos de vida: “Mi dolor emocional es tan profundo que me siento muerto. Cuando me corto y veo la sangre cayendo por mi brazo, por lo menos sé que estoy vivo”. En todos los casos, la gente joven se corta porque no sabe cómo procesar el sufrimiento en sus vidas. Una chica decía: “No sabía qué hacer con tanto dolor que no terminaba, y seguía creciendo y carcomiéndome más y más por dentro”. Otra joven me dijo que cada vez necesitaba cortarse más profundamente para que el dolor y la ira se fueran. Algunos pueden preguntarse cómo estas personas soportan el dolor que se causan a sí mismos, pero no se dan cuenta de que para estos jóvenes, el dolor externo es nada comparado con la angustia en su interior. En un gesto, más bien simbólico, que muestra cómo manejan el sufrimiento emocional, muchos jóvenes habitualmente hurgan sus heridas, impidiendo que sanen. La mayoría de las mujeres que se lastiman a sí mismas odian ese hábito, pero no están seguras de cómo liberarse de él. Para terminar con este comportamiento es necesario descubrir la razón del mismo. Ya que la autoagresión regularmente se usa como un distractor, nunca se elimina el problema central. Cuando el dolor físico desaparece, el emocional vuelve a llenar el vacío. Es un círculo vicioso. Consideremos la joven que dejó en su mano un charco de su propia sangre tras regresar a casa luego de una aventura sin sentido. Después de herirse a sí misma, ¿estaba cerca de encontrar ese amor para el que fue creada? No, en absoluto. Si una mujer quiere que alguien la proteja y trate su cuerpo con honor, ella debe hacer lo mismo. Cuando una mujer se siente tentada a agredirse para aislar su dolor, ¿qué debería hacer? La primera sugerencia para ella es que recurra de inmediato a Dios en oración. Un simple “Dios, dame la gracia de no hacerlo” es un buen comienzo. También podría orar a su ángel de la guarda, quien nunca la abandona. En segundo lugar, necesita rechazar el impulso de encerrarse. Cuando una persona se auto agrede, demuestra que está alejándose de sus amigos y familia para lidiar con —o escapar de— los problemas de la vida. Si la autoagresión es un problema para ti, resiste la tentación de estar aislada. Tienes una decisión ante ti, ¿qué elegirás: soledad o comunidad? Si sientes que no tienes a nadie a quien recurrir, con toda certeza habrá alguien. Debido a que los años de la adolescencia a menudo se pasan aislados de los padres, los adolescentes normalmente se privan de una red de amor que los ayudaría a luchar contra el dolor. Aunque no todas las familias son íntegras o reconfortantes, la primera red de seguridad en tiempos de prueba

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debe ser nuestra familia o parientes. También puedes acudir a un adulto en tu iglesia o escuela para buscar apoyo y fortaleza. Si no vives con tu familia, vuélvete activo en tu comunidad parroquial para encontrar amistades. Quizá temas acercarte a las personas que podrían ayudarte más. Te preguntas, “¿qué pensarán de mí?”. Pero ¿no has pasado bastante tiempo de tu vida siendo presa de esa pregunta? Cuando una chica constantemente vive bajo el temor de lo que otros podrán pensar, se paraliza. Si confiesas tu problema de autoagresión, ¿qué pensarán? Si tienen algo de bondad humana, se sentirán honrados de que confíes en ellos lo suficiente para buscarlos y admirarán el hecho de que tuviste el coraje de derrotar tus dificultades. Si quieres dejar de hacerte daño, primero tienes que aceptar el amor de otros. Ayuda tener a alguien que te ama cuando tienes problemas para amarte a ti misma. Con su ayuda, puedes aprender cómo enfrentar el estrés de una manera que hará tu vida mejor. En vez de enfrentar el sufrimiento de una manera destructiva, puedes aprender cómo manejarlo de una manera productiva. Así, cuando sientas ansias de herirte, puedes preguntarte: “¿Por qué siento la necesidad de hacer esto? ¿Qué sucede en mi vida que me hace querer actuar así? Si me corto, ¿mis problemas se solucionarán o estarán peor?” Con la ayuda de otros, encuentra la raíz del problema y establece una estrategia para sanarla. En vez de causar heridas externas, cura las que están en el interior. Si te hieres para castigarte a ti misma, tienes que saber esto: si mereces castigo por tu comportamiento, Jesús ya pagó el precio. Como dijo el profeta Isaías: “Mas Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por sus heridas hemos sido sanados”. Si te estás esforzando por superar el hábito de la autoagresión, asegúrate de no perder de vista la dimensión espiritual de la lucha que enfrentas. En la primera carta a los Corintios 6,19, San Pablo nos dice: “¿No saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes, el cual reciben de Dios?”. Ya que tu cuerpo es un templo, agredirse no es solamente un problema psicológico, también es espiritual y sería ingenuo negar esta realidad. Si el cuerpo humano es la morada del Espíritu Santo, ¿no se complacería el demonio profanando el templo de Dios? Por esto las Escrituras prohíben explícitamente la autoagresión. Por ejemplo, Moisés ordenó a los israelitas: “Ustedes son hijos del Señor su Dios. No se hagan incisiones”. En otra parte, el profeta Jeremías declara: “¿Hasta cuándo te harás cortaduras en tu cuerpo?” Históricamente, estos pasajes se refieren a rituales de autolesión, pero hoy en día, cortarse deja las mismas cicatrices. Citamos estos pasajes no para condenar a las mujeres deprimidas, sino para recordarles su valor. Una chica nos contaba sobre sus luchas con la autoagresión, decía que a menudo encontraba consuelo y fortaleza al reflexionar en la idea de que su cuerpo era templo del Espíritu Santo. Mientras más interiorices esta verdad, valorarás más el cuerpo que Dios te ha confiado.

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Ama tu vida El 17% de las mujeres jóvenes contempló el suicidio en el trascurso del año pasado, el 2% intentó quitarse la vida y al menos una de cada 25.000 se suicidó. Al saber esto, algunas personas se preguntan por qué la gente joven está tan obsesionada con la muerte, pero nosotros vemos lo contrario: ¿por qué está tan obsesionada con la vida? El hecho de que tantos consideren el suicidio mientras que muy pocos se quitan la vida nos dice que muy poca gente quiere morir, solo están cansados de vivir. Una razón para desesperarse es el hecho de que las jóvenes experimentan un cambio hormonal durante la adolescencia que frecuentemente las hace sentirse extrañas con ellas mismas. Un minuto la vida es hermosa y no pueden con tanta felicidad; al siguiente, el mundo está conspirando en su contra y lloran por cosas que no alcanzan a entender muy bien. Estos cambios emocionales se dan porque los principales neurotransmisores del cerebro adolescente tienen un mayor impacto en el estado de ánimo. Especialmente en las adolescentes, los niveles fluctuantes de estrógeno y progesterona ejercen una poderosa influencia en estos neurotransmisores creando una perfecta tormenta emocional. Sería de gran ayuda que una chica estuviera enterada de esta información antes de la adolescencia para que no llegara a pensar que hay algo malo con ella cuando sienta ganas de llorar por un comercial de televisión. Como si los factores fisiológicos no fueran lo suficientemente complicados, la vida femenina muchas veces es sazonada con relaciones inestables, chismes, amistades tensas, situaciones familiares y otra serie de problemas. Casi nunca es un camino fácil. Una encuesta reveló que el 47% de las estudiantes universitarias se sentían tan deprimidas durante el año anterior que a veces les era difícil desempeñarse apropiadamente. Si le añadimos actividad sexual a la ecuación, las adolescentes que son sexualmente activas son tres veces más propensas a deprimirse que las que guardan abstinencia. Una estudiante me escribió luego de terminar una relación meramente sexual: “Me siento como esa cosa desagradable que queda en las calles cuando la nieve se ha derretido un poco y los autos le han pasado por encima una y otra vez”. Cuando examinas la vida de las mujeres deprimidas, te darás cuenta de que el tema en común es la falta de amor. Puede que estén rodeadas de amigos y familiares, pero se sienten solas en medio de la compañía. Ya que sienten la necesidad de auténtica intimidad y afecto, pueden intentar suicidarse como una súplica desesperada de atención. No están declarando que quieren morir, están declarando que quieren una razón para vivir. Mientras buscan consuelo en recibir amor (como debería ser), puede surgir una solución más ágil: dar amor. Cuando la desesperanza aparece, es fácil concentrarse en cómo otros han fallado al amarnos. Aunque parte de la culpa recae en otros —especialmente para las víctimas de abuso— a veces parte de la culpa recae en nosotros, en cómo erramos al mirar más allá de nosotros mismos. Si nuestra vida no es vivida como un don para otros, ¿cuál es su significado? ¿Vivimos esperando que otros vivan para nosotros?

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Cuando nos detenemos a pensar, vemos que Dios nos ha bendecido con mucho para estar agradecidos. También nos daremos cuenta de que hay una innumerable cantidad de personas cuyas situaciones son más desafortunadas que las nuestras. Si deseamos ser amados, imagina lo fuerte que es ese deseo en otros que son menos afortunados. Esas personas no están solamente en albergues o en los campamentos de refugiados en el extranjero, están en tu familia, en tu lugar de trabajo, en tu residencia estudiantil. También están sedientas de amor y está en tus manos dárselo. Cuando eliges amar, encontrarás que la alegría está en dar. Por esta razón, el suicidio es prácticamente un acto egoísta porque el mundo necesita ser bendecido con tu vida. Dios tiene un futuro para ti, aun cuando puede ser difícil de creer en tiempos de dolor y confusión; Él no te creó para vivir una existencia sin sentido. Por la forma en la que vives, puedes poner en movimiento una cadena de esperanza o de desesperanza. Incluso si tu sufrimiento parece insoportable, tienes que saber que no durará por siempre. Como nos dijo elocuentemente una estudiante de los últimos grados: “Todo estará bien al final. Si no está bien, no es el final”. Si estás enfrentando pensamientos de depresión o suicidio, no los guardes, habla con un adulto o llama en tu ciudad a la línea de apoyo para personas en crisis. Elige la esperanza, no cedas ante el desaliento, aférrate a otros que están dispuestos a amarte y confía en la palabra de Dios: “Recuerden lo que les pasó a sus antepasados: ¿Quién confió en el Señor y se arrepintió de haberlo hecho? ¿Quién perseveró en su temor y fue abandonado?”

Ama tu fertilidad Yo (Jason) disfruto plenamente ver comerciales de televisión sobre control natal. Alegres modelos se pavonean por una pasarela o bailarinas danzan por el bosque al compás de la sosegada música. . . mientras en el fondo, una voz murmura pequeños detalles acerca de las hemorragias cerebrales, accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos y náuseas. Es una pena que no tengan actrices que dramaticen estas cosas en sus tutús. Estos anuncios son tan realistas como los comerciales de medicamentos para las ETS en los que aparece una mujer completamente feliz por estar saliendo con un hombre contagiado de herpes; lucen tan enamorados que casi te hacen desear estar infectado también. Los medios han hecho un papel estelar presentando el control natal como algo tan natural para el cuerpo de una mujer como lo es el agua, el alimento y el oxígeno. Siempre se ha celebrado como una liberación de la manera en que desafortunadamente funciona tu cuerpo. Cada vez que el mercado lanza una nueva droga o dispositivo para el control natal, habrás notado que los publicistas dicen algo con el sentido de: “Ahora las mujeres tienen una nueva forma de experimentar una mayor libertad reproductiva, sin tener que preocuparse por bla, bla, bla”. La última tendencia es ingerir hormonas sintéticas con el fin de deshacerse del inoportuno período.

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Pero, ¿qué hay de malo con la fertilidad? ¿No debería una mujer tomar medicamentos cuando está enferma y no cuando está sana? De lo que muchas mujeres no se dan cuenta es que la venta de hormonas para el control natal es una industria multimillonaria. Con tanto dinero en juego, no es de extrañar que la ética de un negocio se empañe con la controversia y la corrupción y que muestre poco respeto por la salud de la mujer. Por ejemplo, el gobierno federal (de los Estados Unidos) multó a los fabricantes de la inyección anticonceptiva DepoProvera con 2.3 mil millones de dólares por la promoción ilegal de la droga. Dentro de la industria farmacéutica, las compañías contratan a los representantes de ventas para promover sus productos entre los doctores. Las reuniones de negocios, normalmente ocurren en las oficinas de los médicos. Sin embargo, los representantes de Pfizer fueron capturados cenando y brindando con ellos, pagándoles sesiones de golf, masajes y excursiones en complejos vacacionales, todo esto con el fin de persuadirlos para que prescribieran medicamentos como Depo-Provera. Afortunadamente, el gobierno los descubrió en el acto (por cuarta vez en la última década) y ahora monitorea sus estrategias de comercialización. Al mismo tiempo, al entrar en la mayoría de los consultorios ginecológicos, solo se verán posters de modelos felices con brillantes sonrisas que promueven los nuevos anticonceptivos. Mientras esperaba en el consultorio de mi obstetra, yo (Crystalina) observaba un gran poster con información acerca de los riesgos de la osteoporosis. Justo al lado, había un estante con folletos informativos sobre Depo-Provera, lo cual me pareció irónico considerando que la oficina de Administración de Drogas y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés) le agregó al medicamento “un cuadro negro de advertencia” porque debilita los huesos de las mujeres y puede causar osteoporosis. Cerca al poster sobre la osteoporosis había otro que les recordaba a las mujeres hacerse el examen de cáncer de seno; por supuesto, estaba a unos cuántos centímetros del anuncio de la píldora anticonceptiva que incrementa el riesgo de cáncer de seno. Por ley, las industrias farmacéuticas que fabrican este tipo de píldoras están obligadas a incluir una guía informativa de cada droga que advierta sobre los posibles riesgos, pero ésta por lo general está escrita en terminología médica críptica y letra microscópica. Las mujeres no se molestan en leer esta información porque asumen que les corresponde a sus doctores decirles los posibles riesgos. No obstante, la mayoría de ellos dejan que las pacientes hagan la tarea y tomen sus propias decisiones. Una joven le escribió a Jason luego de escucharlo explicar los potenciales efectos secundarios de las píldoras anticonceptivas: Recuerdo que dijiste que no querías nada en el cuerpo de tu esposa que pudiera ser malo para ella. Cuando dijiste eso, pude ver la forma en que ella te miraba, con tanta paz, felicidad y amor. Ella sabe que tú la cuidas y proteges, y es una sensación hermosa. Espero lo mismo para mí algún día.

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Mi deseo es que tengas ese mismo sentimiento por tu propio cuerpo. Si realmente lo amas, vivirás en armonía con la forma en que ha sido creado. No hay necesidad de ingerir, inyectarte o implantarte químicos artificiales y dispositivos para hacerte infértil. El cuerpo de una mujer está perfectamente hecho. Su fertilidad es algo asombroso, no un desorden que necesita ser curado por hormonas sexuales sintéticas. Con el embarazo, el vientre de una mujer se convierte en un tabernáculo para la vida. Aunque esto puede ser novedoso para algunos, las mujeres no quedan embarazadas durante el coito; la fertilización normalmente ocurre horas después e incluso días después del acto sexual. Como indica la doctora Alicia von Hildebrand, “Dios, luego, ‘toca’ el cuerpo de la mujer colocando esta nueva alma en el templo de su vientre”. Imagina que las mujeres creyeran que su fertilidad es un regalo en vez de un riesgo. A causa de la revolución sexual, a muchas mujeres les han enseñado que deberían ser libres de tener relaciones sexuales como los mujeriegos, sin un mínimo compromiso emocional y sin riesgo de embarazo, pero esto difícilmente es liberación sexual. Liberación es creer que tu cuerpo está hecho de manera perfecta. Si no estás lista para un bebé, la solución no es tomar drogas y tener sexo. La solución es esperar por sexo hasta que estés lista para la maternidad. Tal propuesta puede sonar simplista, pero considera la sabiduría de la simplicidad en el comentario de esta mujer: Soy voluntaria en un centro para embarazos en crisis y una adolescente de dieciséis años se hizo una prueba de embarazo. Mientras esperábamos los resultados, se veía visiblemente nerviosa y a punto de llorar. Cuando vio el resultado negativo, comenzó a llorar, a reírse, y a saltar de un lado a otro. Entonces le pregunté por qué estaba tan feliz. Me miró como si yo fuera una total idiota y, en ese tono “¡bah, qué tonta!” que los adolescentes hacen tan bien, me respondió: “Estoy muy joven para tener un bebé”. Me incliné hacia ella y le dije: “Entonces también estás muy joven para andar haciendo lo que hace a los bebés”. Por un rato me miró con la boca abierta sin respirar y entonces me dijo en voz baja, “nadie me había dicho eso antes”. No hay razón para que las mujeres vivan con temor de quedar embarazadas. Un joven soltero confesó: “Si es una chica que apenas conocí en un bar, me despierto sudando frío de la preocupación por un embarazo”. ¿Cuál es el caso de vivir con tal terror hacia el sexo? Debería emocionarnos ver el resultado de una prueba de embarazo. Nuestros corazones deberían acelerarse y deberíamos pensar: “Si estamos embarazados, no veo la hora de sorprender a mis papás con la noticia. ¡Debería llevarles un par de botitas de lana azul para ver cómo reaccionan!”. Si tal pensamiento te parece ridículo y no estás preparada para ver el resultado positivo de una prueba de embarazo con gozo, entonces atesora el sexo para el día en que tu esposo esté a tu lado para ver los resultados. Además, si estás buscando a tu alma gemela, el control natal no es de mucha ayuda. No hay que reflexionar mucho para darse cuenta de que es probable que muchos hombres

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pospongan el plan de casarse si pueden disfrutar del placer del sexo sin las responsabilidades de la paternidad. Imagina qué tan en serio los hombres —y las mujeres— tomarían el acto sexual si hacer el amor significara ¡hacer vida! Hay una razón por la cual la vida y el amor están unidos naturalmente en el vientre: lo que Dios ha unido, no debe ser separado. Si una mujer ignora la manera en que su cuerpo está creado, la naturaleza se rebela. Una joven compartía con nosotros que durmió con su novio antes de que él se fuera a la universidad: “Desearía volver atrás y pensarlo dos veces. Era como si quisiera convencerlo de que nos casáramos, pero él no estaba interesado”. Resulta que al final ella quedó embarazada, pero en el programa de Paternidad Planeada (Planned Parenthood) le dijeron que la prueba era negativa y para celebrar el resultado, se fue de fiesta con sus amigas y tomó toda la noche. El e-mail continuaba así: Una semana después, me desperté con terribles dolores. La mamá de mi compañera de cuarto es enfermera y me llevó a la sala de emergencias donde me dijeron que había abortado y me realizaron la dilatación y el legrado. Cuando una mujer es activa sexualmente y espera no quedar embarazada, su vida es una contradicción. Si pone su voluntad en contra de la vida, ¿qué hará cuando “accidentalmente” quede embarazada? A menudo, se le dice a una mujer que simplemente puede elegir interrumpir el embarazo y seguir con su vida. ¿Es así de simple? Si el aborto resuelve el “problema”, ¿por qué los estudios demuestran que las mujeres que eligen abortar son siete veces más propensas a cometer suicidio dentro del año siguiente al aborto, en comparación con las madres que dan a luz? Un investigador notó una tendencia significante en muchas de estas muertes: una gran cantidad ocurrió entre siete y diez meses después del aborto. Dijo: “Podría ser una reacción negativa relacionada con la fecha prevista para el nacimiento del niño abortado”. Estas mujeres también tienen más posibilidades de requerir hospitalización psiquiátrica que aquellas que tienen a sus bebés. Una mujer recordaba el día que había planeado para abortar: “Me llamaron al cuarto donde se hacen los abortos y podía escuchar a una mujer llorando histéricamente en el cuarto de recuperación. Ese recuerdo me persigue todavía”. El profundo llanto de la otra mujer llevó a ésta a salir de la clínica y finalmente eligió quedarse con su bebé. Para quienes no toman la misma decisión, frecuentemente el remordimiento difícilmente desaparece. Los efectos del aborto no son solo emocionales. Una mujer me escribió para pedirme que compartiera su historia con otras mujeres: Tuve tres hijos prematuros por causa de un aborto, el segundo nació siete semanas y media antes de lo programado porque mi cérvix fue dañado a raíz de ese aborto. Hace poco tuve una histerectomía total y he tenido todo tipo de problemas que datan del aborto y estoy en mis cuarenta años. Así que el aborto no es una simple solución para librarse de un

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“problema”, crea otros nuevos. El embarazo no es lo peor que le puede pasar a una mujer. Para ser franca, yo tuve una enfermedad de transmisión sexual (clamidia) y un aborto, y al mirar atrás, si tuviera que elegir uno de los dos, elegiría la enfermedad. Podría tomar medicamentos para superar la enfermedad, pero el aborto invisiblemente determinó mi futuro. Cambió la forma en que crié a mis hijos, cambió la forma en que me sentía conmigo misma, con mi madre, rompió mi relación con Dios. ¿Cómo podría darle la cara de nuevo con todo lo que había hecho? Me había auto medicado, me había auto destruido. ¿Por qué nunca se publican estas historias entre quienes promueven la “libertad de elegir”? También se ignora comúnmente el hecho de que el padre de un niño abortado también sufre la pérdida. Después de seis años de ocurrido el aborto, un hombre decía: “Cada vez que veo a niños de la edad aproximada de los dos que perdí, lloro, no importa dónde esté. . . la iglesia, el centro comercial, el parque, la biblioteca, me provoca decir sus nombres”. Por el bien de todos, tiene que haber una mejor manera que el aborto para lidiar con un embarazo inesperado. Si has pasado por esto, tienes que saber que Dios quiere sanarte, perdonarte y darte la gracia de perdonarte a ti misma. Aprovecha los servicios que ofrecen los ministerios que ayudan superar las experiencias post abortivas, allí encontrarás compasión y apoyo, no condenación o vergüenza.

Protege tu fertilidad Érica se acercó a mí (Jason) llorando luego de una conferencia que di en su escuela. Ella había tenido una vida descontrolada los primeros años de estudio y ahora estaba pagando un alto precio por ello. Luego de ser infectada con una agresiva cepa del papiloma humano, le realizaron cuatro cirugías en el cérvix para remover el tejido canceroso, y ahora como gran parte de este órgano había sido removida, adquirió lo que los doctores llaman “cuello uterino incompetente”. Lloraba y me decía: “Si llego a quedar embarazada, no podré completar el tiempo del embarazo sin abortar; nunca voy a poder tener hijos”. Luego de ofrecerle todo el consuelo que pude, la abracé y la observé mientras ella se limpió el rostro y caminó por el pasillo en medio de la multitud de estudiantes que no saben nada de su sufrimiento. Imagina si ella pudiera volver a la noche en que contrajo VPH. Si supiera lo que sabe ahora, fácilmente habría elegido la abstinencia, y ¡qué liberadora le habría parecido esta decisión! ¡Qué intrascendentes le habrían parecido esos pocos minutos de placer en comparación con el regalo de la fertilidad!

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Esta joven es solo una representante de las millones cuya fertilidad ha sido afectada por las ETS. Probablemente nunca consideraste esto, pero ¿te puedes imaginar cuánta gente no existe hoy porque una ETS destruyó la fertilidad de su madre? Mientras algunas infecciones de transmisión sexual causan irritaciones e inconvenientes menores, otras tienen la capacidad de alterar el curso de la historia humana. Esto no es una exageración. Si una ETS afecta la fertilidad de una mujer y un niño no nace, entonces tampoco nacerán sus hijos, ni sus nietos y con el tiempo, esto crea un efecto dominó que impide la vida de cientos de personas. Por lo tanto, cuando una mujer practica la virtud de la castidad, no solo defiende su cuerpo, también protege el tesoro de su vientre. Su abstinencia se convierte en una expresión de amor maternal que guarda la existencia de incontables generaciones. Si la sola idea de la pureza se expresara a las adolescentes de esta manera, qué tan fácil sería para ellas ver la conexión entre el amor y la castidad. El mundo considera tonta esta lógica, “No seas tan mojigata, usa protección y ya”. Quienes promueven el concepto obsoleto del sexo seguro, cometen dos graves errores. Primero, sobrestiman la efectividad de un condón en la prevención de enfermedades. En un estudio, los científicos siguieron a cuatrocientas universitarias por un período de cinco años. Durante este tiempo, el 60% de las chicas adquirió VPH. Los expertos indicaron que “usar siempre condones con una nueva pareja, no fue efectivo”. Es una lástima que los científicos no les informaron a las mujeres acerca de las limitaciones del condón antes de que éstas se ofrecieran para la investigación. En segundo lugar, es una exageración peligrosa llamarlo sexo “seguro” porque un trozo de látex está involucrado. Imagina si una joven se nos acerca llorando luego de terminar con una relación que incluyó sexo. Digamos que entregó su virginidad y se sintió devastada luego de ver a su ex novio coqueteando con otras chicas apenas unas semanas después de haberle dicho a ella que “jamás había sentido algo así por una mujer”. Ahora imagina que la consoláramos diciéndole: “¡Hey, anímate, no estás embarazada y no te pasaron una ETS, estás bien y segura!”. ¿Bien y segura? Está destruida. La promoción del sexo seguro tiene tanto sentido como decirle a un niño que use un casco si va a jugar en medio del tráfico. Así como el casco solamente le proveerá protección parcial a una parte del cuerpo, el condón únicamente ofrece protección parcial a toda la mujer. De hecho, la idea del sexo seguro es degradante porque reduce a la mujer a sus genitales: mientras estén protegidos, ella está protegida, y ¿qué pasa con la protección del resto de ella? Algunos objetarán esta idea argumentando algo como: “Pues nadie está diciendo que el condón te protege del aspecto emocional de la sexualidad”, pero el problema es que a nadie parece preocuparle eso. La cultura está tan hastiada que gastamos millones repartiendo condones, sin enseñar a la gente la diferencia entre amor y lujuria.

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A pesar de toda la información ofrecida en la educación sexual, la única cosa que falta parece ser el asombro. El concepto moderno de sexualidad está tan carente de reverencia y misterio que no es sorprendente que hoy más que nunca haya más gente insatisfecha. La revista Cosmopolitan ofrece cientos de nuevas lecciones de lujuria en cada publicación, asegurando que la sola memorización de técnicas sexuales hará que las mujeres se acerquen a la satisfacción que anhelan. A lo mejor un hombre con el que valga la pena casarse no está tan preocupado en que sepas cómo “actuar”. Personalmente, pensamos que quien te merezca será lo suficientemente romántico para tirar tu revista a la basura para que los dos, como esposo y esposa, aprendan mutuamente el misterio del amor humano.

Defiéndete Aunque solo algunos lo notan, nada en la tierra es tan atacado y degradado como el cuerpo de la mujer. Los medios de comunicación se enfocan en los riesgos medioambientales como la mayor injusticia sobre nuestro planeta, y mientras que este tema merece nuestra atención, una guerra más seria contra el cuerpo de la mujer ha comenzado. Considera todo lo que implica: anorexia, bulimia, mutilación, abuso sexual, ETS, anticonceptivos químicos, aborto, degradación por la pornografía, prostitución y comercio sexual, obsesión por las cirugías cosméticas, etc. ¿Por qué será que estas cosas afectan más a las mujeres que a los hombres? ¿Por qué son tan insidiosas estas amenazas contra el cuerpo de la mujer? Un caballero de unos veintitantos años nos envió una carta que escribió para las mujeres elogiando su bondad y belleza y en donde ofrecía una reveladora explicación de por qué el infierno se empeña tanto en destruir a la mujer: Satanás ataca ferozmente aquello que tiene el gran don de llevarnos a Dios. Espero que sepas que él le teme a tu belleza porque sabe que puede atraer gente hacia Dios, quien es la plenitud y fuente de toda belleza. Y si crees que Satanás fue una vez el ángel de luz que superó a los demás en belleza, entonces deberías darte cuenta de que para él, tú eres la imagen de todo lo que perdió. Él tiene tu belleza en el blanco de ataque, y un plan para arruinar el plan que Dios tiene para ella. El maligno conoce el potencial secreto de cada mujer para llevar almas a Dios, y como teme a tu belleza, buscará destruirla u ocultártela. El cielo y el infierno comprenden el valor de tu cuerpo y el poder de tu belleza. ¿Tú lo comprendes?

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12 ENCUENTRA A TUS DAMAS DE HONOR, LUEGO A TU NOVIO ¡Hola Jason! Miré por encima de mi hombro mientras abría mi casillero en la escuela y vi a mi mejor amigo acercándose a mí con una gran sonrisa en su rostro. “¡Adivina qué logré que hiciera Renata conmigo!”. Muy feliz, Manuel me ponía al tanto del progreso que hizo al desgastar la moral de su novia. Yo no estaba particularmente interesado, pero a él no pareció importarle. En su tiempo libre visitaba tiendas para adultos y a menudo se jactaba del hecho de que su madre le había pagado una suscripción a Playboy. Saqué mis libros del casillero y nos dirigimos a comenzar nuestro primer período de clase. Más tarde, alguien gritaba “Vota por Teo”, y cuando miré, había otro compañero de clase regalando pornografía a cualquiera que quisiera votar por él en las próximas elecciones estudiantiles. Sobra decirlo, no elegí a los mejores amigos. Pero al mismo tiempo pensaba: ser un adolescente ya es difícil. A pesar de los amigos que tengo, lo último que quiero es perderlos. No son perfectos, pero tampoco son tan malos. Después de todo, puedo nombrar docenas de sujetos que son peores: Stalin, Hitler, Pol Pot, Gengis Kan, etc. En el último año tuve mejores amistades, pero luego pasé a la universidad y tuve que empezar el proceso nuevamente. Yo quería amigos que sacaran lo mejor de mí, en vez de conocidos que me sacaran lo peor. Encontrar este tipo de amigos no es siempre una tarea fácil, pero siempre vale la pena el esfuerzo. Cuando yo (Crystalina) comencé mi proceso de conversión siendo una adolescente de diecisiete años, fui rechazada por mis amigos la primera noche que decidí no irme de fiesta con ellos. Ese mismo día, escribí en mi diario: Poco a poco me siento como una extraña para mis amigos. ¿Será que todo este problema, las lágrimas, esta tristeza valdrán la pena a largo plazo? ¿Realmente sé lo que estoy haciendo? Yo sé que hay algo mejor que esto y estoy tratando de verlo, pero a veces es muy difícil. Al romper con todos esos apegos negativos, abrí las puertas a nuevas amistades. En unos cuantos meses, una amiga me invitó a un retiro que luego me llevó a hacer un año de trabajo misionero en el extranjero como voluntaria en una escuela para niñas. Decidí hacer este año de servicio después de graduarme porque sabía que necesitaba tiempo de formación seria antes de la universidad. Gracias a la misión, conocí amigos que eventualmente me presentaron a Jason. Al decir un pequeño “sí” a la vez, pude crear un mejor ambiente para mí misma.

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Con el fin de encontrar buenos amigos, es necesario rechazar la oportunidad de salir con quienes amenazan tus virtudes. No le temas a esto, pues tu vida social no terminará porque respetuosamente rechaces la oportunidad de asistir a determinada fiesta. Antes de mi conversión, yo asumía que si una mujer era pura, su vida era aburrida, pero luego me di cuenta de que las aventuras sexuales y las resacas, no eran tan divertidos después de todo. Mientras estaba inmersa en el estilo de vida del alcohol y los chicos, parecía que mientras más salía, más cantidad de licor y drogas ingería. Mis amigos y yo nos ocultábamos en una felicidad vacía que constaba de drogas y borracheras porque de otra manera no éramos capaces de vivir con nosotros mismos. Luego de un tiempo, perdí el deseo de pelear por cualquier cosa noble. Esta vagancia espiritual —pereza— se define como la tristeza que resulta del hecho de que el bien es difícil. En vez de sacar adelante nuestras vidas, permanecemos sumergidos en nuestros vicios por pura conveniencia, y todavía encontramos la manera de felicitarnos por no ser peores. En las fiestas, la gente que no tomaba pensaba que era un modelo a seguir por beber agua en vez de cerveza. Los medio ebrios estaban ocupados burlándose de los más ebrios, mientras éstos pensaban que eran muy éticos porque no estaban drogados. Los que fumaban marihuana estaban tan atolondrados y filosóficos por los efectos, que se enorgullecían de sí mismos por no consumir ácido, y los que sí lo consumían estaban demasiado fritos para notar que los no bebedores pensaban que su sobriedad sería una inspiración para todos. Todos éramos una partida de títeres, tan consumidos por ver quienes estaban peor que nosotros, que no nos dábamos cuenta de lo bajo que habíamos caído. Luego me di cuenta de la cantidad de personas que se emborrachan porque saben que no disfrutarían de la compañía de otras personas si estuvieran sobrias. Apartarse de este tipo de compañías sucede de manera natural cuando una persona tiene un compromiso real con Dios. No significa que simplemente les des la espalda a tus viejos amigos, sino que las cosas que eran pasatiempos en común (como tomar) dejan de ser un interés mutuo. Estarás pensando: “Pero no quiero encerrarme un sábado por la noche o salir con un montón de perdedores”. Pues no todos por fuera de tu círculo de amigos son perdedores. Comienza a buscar y no tengas miedo de lo que puedes perder. Ten esperanza en lo que vas a ganar.

El fierro afila al fierro Un adolescente una vez me decía (Jason) que para él era una lucha constante mantener su virginidad: “La semana pasada, mis amigos me emborracharon e intentaron hacerme dormir con una chica que apenas conocía”. Afortunadamente comenzaba a ver qué estaba causando el problema: con esos amigos, para qué necesitas enemigos.

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Quienes se quejan de lo difícil que es practicar la castidad muchas veces están rodeados por amigos que amenazan su resolución de llevar una vida pura. Vivir una vida moral nunca ha sido fácil, pero una de las cosas que puede allanar el camino es encontrar amigos decentes. Cuando lo haces, creas tu propia subcultura en la que es más fácil ser bueno. Con el fin de construir amistades sólidas, disfruta tu soltería. Una adolescente cuya sabiduría superaba su edad, nos dijo una vez: “No pasas los años en la escuela para buscar a tu esposo, vas a buscar a tus damas de honor”. La sabiduría literaria del Antiguo Testamento contiene una mina de oro en consejos cuando se refiere a las amistades: El amigo fiel es seguro refugio; el que le encuentra, ha encontrado un tesoro. El amigo fiel no tiene precio, no hay peso que mida su valor. Si atacan a uno, los dos harán frente. La cuerda de tres hilos no es fácil de romper. El fierro afila al fierro; el hombre con su prójimo se afina. ¿Dónde buscas amigos que sean un refugio para ti, que te brinden un consejo decente y afinen tu carácter en vez de debilitarlo? Si en tu escuela hay oración en la capilla cada mañana o durante el almuerzo, ve allá. Participa en grupos o ministerios de retiros, o si estás en una escuela pública, asiste a un grupo de formación cristiano o grupos juveniles de una parroquia. Igualmente si estás en la universidad, busca un ministerio, y si ya terminaste, ofrécete como voluntaria para liderar un grupo juvenil local o busca una iglesia con una sólida comunidad de adultos jóvenes. Si tu iglesia no tiene este tipo de grupos, comiénzalo. En vez de quejarte porque te sientes sola en tus luchas, sal a buscar la manera de encontrar mejores compañías. Te sorprendería cuánta gente de tu edad también busca una mejor alternativa para salir a divertirse los fines de semana. Si no eres del tipo de personas que comienzan grupos, comparte este libro con una amiga y hagan la resolución de responsabilizarse mutuamente de sus valores principales. Algunos se rehúsan a unirse a grupos religiosos porque han visto a muchos hipócritas. De hecho, es muy escandaloso cuando la gente profesa a Cristo con sus labios el domingo y lo niega con sus hechos el resto de la semana. Pero si esperas que todos los miembros de una religión sean perfectos para participar en la iglesia, nunca lo harás porque tal iglesia no existe. Es por esto que se ha dicho que la Iglesia es más un hospital para pecadores que un museo de santos. Todos necesitamos redención y no estamos solos, por esto la Biblia nos manda: “No abandonen las asambleas, como algunos acostumbran hacer, sino más bien anímense unos a otros”.

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Leales son las heridas del amigo “¡Eh, relájate!, todo el mundo lo hace”. Parecía uno de esos ridículos anuncios públicos sobre presión grupal en los adolescentes, pero yo (Jason) estaba escuchando esas palabras de la boca de mi mejor amigo de la clase. Algunos estábamos presionando a un chico para que tomara lo que él creía que eran drogas ilegales, pero en realidad era un analgésico. No quisimos molestarlo con los detalles, sólo queríamos ver qué tan lejos estaba dispuesto a llegar para encajar en el grupo. “¡Hazlo, hombre! Te gustará”. “¿Están seguros? Es que no sé”. “Por supuesto, nosotros lo hicimos, es increíble”. “Está bien, dame una”. Se tomó la pastilla y la pasó con un poco de refresco. Luego de unos momentos de suspenso, le preguntamos “¿Ya lo sientes?”. Movió sus ojos de un lado a otro, “Eh. . . no. . . ¿sentir qué?”. Estallamos en risa y le dijimos la verdad, él nos gritó que éramos unos idiotas y nos dio un par de golpes, pero pensamos que la broma valió la pena completamente. ¿Te gustarían semejantes amigos? Probablemente no. El libro de los Proverbios contiene un versículo peculiar que dice: “Leales son las heridas del amigo”. Lo que esto quiere decir es que un amigo te dirá la verdad aunque duela oírla. La herida es leal, como lo es una hecha por un cirujano que necesita hacer una incisión para salvar la vida de un paciente. En la anterior historia, mis amigos y yo hicimos lo contrario: dijimos una mentira a expensas de otra. Muchas “amistades” se basan en el mismo tipo de cimientos débiles. Los integrantes pueden pasar mucho tiempo juntos, pero no interesarse unos por otros. Un buen ejemplo es el caso de las adolescentes que me dicen: “Mis amigas me están alentando a perder la virginidad antes de ir a la universidad, me dicen que debería deshacerme de ella”. Con las palabras “deshacerse”, pensaríamos que están hablando de sacarse las muelas del juicio, pero ¿dónde estarán estas amigas si ella quedara embarazada? Sin importar quiénes sean nuestros amigos, nuestras mentes se llenarán de sus ideas. Los amigos del mundo pueden ofrecer halagos y alegrías superficiales, pero tienden a empañar nuestra visión porque nos comparamos con ellos. Si toman cada fin de semana, pensamos que merecemos una aureola por permanecer sobrios. Pero si nuestros amigos son cercanos a Dios, sentimos el deseo de mejorar nuestros defectos. Como nos vamos a llegar a parecer a nuestros amigos, debemos escogerlos sabiamente; después de todo, el fin último de la amistad es que nos perfeccionemos unos a otros. Mira a tu círculo de amigas y pregúntate si son verdaderas amigas. Si no has elegido a las mejores compañías, tienes el mismo dilema que millones que se encuentran en el mismo predicamento. Encuéntrense.

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¿Cómo arreglo a mi amiga? Si tienes una amiga que está tomando terribles decisiones o está terminando una relación, ¿qué puedes hacer para rescatarla? Posiblemente esta es la pregunta más común que recibimos por parte de las mujeres y he aquí diez maneras de ayudarla:

1. No prediques lo que no practicas. Mira tu propia vida y asegúrate de que estás dando

buen ejemplo. Muchas mujeres se desesperan tratando de rescatar a sus amigas de relaciones terribles sin darse cuenta de que sus propias relaciones están igual de mal, lo que les hará muy difícil ayudar a alguien porque son tan útiles como un salvavidas que no puede nadar.

2. No temas ser honesta con ella. Como en el amor, el valor de una amistad puede determinarse por la cantidad de responsabilidad que cada uno siente por el otro. El amigo verdadero está dispuesto a decirte la verdad sin importar el costo. Incluso si significa perderte como amiga, hará lo que es mejor para ti. Si estuvieras haciéndote daño y lo estuvieras negando, ¿no te gustaría un amigo que te amara más de lo que te amas a ti misma? Quizá eres la única amiga capaz de esto para alguien. No temas decir la verdad, ¿de qué vale la amistad si te atemoriza decirle a alguien la verdad?

Por lo tanto, con amor, explica por qué estás preocupada por ella. Explícale que has visto cambios a causa de su relación y que ella merece estar en una relación donde sienta paz y gozo, no temor y tristeza. Si no sabes qué decirle, sugiérele que vea algunos de los videos de castidad en Internet, por ejemplo en chastityproject.com o dale a leer “La lista de los 10 hombres a evitar” en el capítulo 1 de este libro. Mejor aún, regálale el libro completo.

3. No caigas en su estilo de vida. No hay problema en ayudar a la gente que lo necesita, pero si resulta que esos problemas te están arrastrando como resultado, mejor da un paso atrás. Una joven nos dijo que decidió acompañar a su amiga a las fiestas para mantenerla a salvo: “Iría con ella, pero no tomaría. El juramento duró poco y un trago se convirtió en dos y luego en unos cuantos”. Se emborrachó, perdió la conciencia y fue atacada sexualmente. Protégete de estas situaciones y no te pierdas en la misión de salvar a otro.

4. No te culpes si rechaza tu consejo y se aleja de ti. Algunas chicas son tan inseguras que están dispuestas a tirar una amistad por la borda mientras tengan a un chico a su lado. Incluso, si te abandona ahora, al final te habrás ganado su confianza. En Proverbios 28,23 dice que la persona que reprende a otra, al final recibirá más agradecimientos que la que hace halagos.

5. Ora por ella. Cada vez que venga la preocupación por ella a tu mente, tómalo como un

recordatorio de Dios para orar por ella. Tu ansiedad no hace nada por ella, pero tus oraciones tienen un valor incalculable.

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6. Pídele a otros que oren por ella. Pídeles a las personas más espirituales que conozcas

que oren por tu amiga. En el libro de Santiago dice que la oración perseverante del justo “tiene mucho poder”. Si vas a hacer algo de esta lista, este consejo es el más importante; después de todo, no sólo estás tratando de persuadir a tu amiga con argumentos, hay un poder espiritual que se levanta en contra de lo que debe ser confrontado con gracia y oración. Quizá no te das cuenta, pero se está dando una batalla por el alma de tu amiga y sería prudente no ignorar a algunos de tus mejores aliados.

7. Ayuna por ella. Algunos se preguntarán qué bien le puede hacer a un amigo ayunar por

él, pero Jesús claramente estableció en el Evangelio que algunas batallas espirituales únicamente se ganan con la oración y el ayuno. Esto hay que hacerlo con moderación, según tu condición de vida. Por ejemplo, un adolescente amigo nuestro estaba tan emocionado con la idea de ayunar que decidió no comer carne ni vegetales por cuarenta días. Al final tuvo problemas de desnutrición y durante un partido de fútbol de su escuela, se desmayó y se cayó de la tribuna. Esto es un buen ejemplo de lo que no se debe hacer. En lugar de eso, trata de no tomar refrescos durante una semana u omite algunas comidas. Si puedes, habla con un consejero espiritual (y un doctor, si es necesario) y haz lo que los primeros cristianos hicieron: ayunar con pan y agua por un día. El ayuno es un sacrificio que ofrecido a Dios con amor, es enormemente eficaz para ayudar a las almas.

8. Profundiza tu amistad con ella. Un comercial anti-drogas le recomienda a los padres: “Si hablan con sus hijos sobre todo, serán capaces de hablar con ellos sobre cualquier cosa”. Lo mismo va para ti y tu amiga. Toma un mayor interés en su vida completa, no solo en su relación disfuncional. Habla sobre su trabajo, su estudio, sus zapatos y sus intereses; no todas las conversaciones tienen que ser sobre el infeliz de su novio. Así te ganas el derecho de ser escuchada y probablemente no se sienta a la defensiva cuando le plantees el tema de su vida sentimental porque sabe que tú realmente te preocupas por ella.

9. Pide ayuda. Si se encuentra en una relación abusiva o está haciendo algo que pude

causarle un daño muy serio, no dudes en decirle a su familia. Esto no es fácil, pero de alguna manera te arrepentirás si algo peor le pasa. Esta situación es difícil porque probablemente ella se aleje de ti y su familia. Los novios abusadores a menudo hacen todo lo posible por alejar a una mujer de aquellos que la aman; por lo tanto, haz todo lo que esté en tus manos para estar cerca de ella.

10. No te rindas. Cuando tratamos todo esto y nada parece funcionar, nos preguntamos

qué estamos haciendo mal o qué estamos olvidando. Recuerda que Dios está respondiendo a tus oraciones y dándole las gracias de la conversión, pero Dios también le ha dado el regalo del libre albedrío. Cuando ella le entregue su corazón a Dios, todas esas gracias la estarán esperando. Mira la misericordia y paciencia de Dios como ejemplo. Sigue orando y amando y no pierdas la esperanza, ella necesita saber que siempre puede volver. Convencer a una amiga de dejar una mala relación es frecuentemente un esfuerzo muy frustrante, escucharás cosas como: “Él no es tan malo, puedo ayudarle a cambiar, él me ama”. Es algo difícil de escuchar porque sabes lo malo que él es, y sabes que ella es la única que está cambiando en la relación. A menudo una mujer rechaza los consejos de sus amigos

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y familiares y necesitará tocar fondo antes de darse cuenta de la realidad. Pero cuando lo haga, asegúrate de estar ahí para ofrecerle ayuda, ayudándola a amarse a sí misma nuevamente.

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13 PRESENTA A TUS PADRES Cuando un novio llega a conocer a tu familia, ¿tu papá saca un arma para darle la bienvenida a tu pretendiente? Si es así, asegúrate de darle un gran abrazo la próxima vez que lo veas. ¿Por qué se pone tan tenso y sobreprotector? Como dicen, lo opuesto al amor no es el odio, es la indiferencia. En otras palabras, lo opuesto al amor es: “No me importa con quién estas saliendo, lo que estarás haciendo o a qué horas volverás a casa”. Tu padre probablemente es más así: ¿Con quién estás saliendo? ¿Cuál es su número de licencia y el del seguro social para verificar sus antecedentes? ¿A dónde cree que te va a llevar? ¿Te importa si implanto este microchip en tu bolso para poder monitorear tu ubicación en mi GPS? La razón por la cual los padres son protectores es porque la gente protege lo que es invaluable. Podrás decir, “Ya estoy grande y puedo tomar mis propias decisiones”, pero mientras más grande seas, más te importará la opinión que tengan tus padres sobre otro hombre. Aun si ya te graduaste de la universidad y vives sola como profesional, ten la humildad y la sabiduría de presentarle los pretendientes potenciales a tus padres. Conocemos a un padre que tiene cinco hijas y ningún hijo. Cuando una de ellas invita a un chico a su casa, él se sienta en privado con el joven y le pregunta: “¿Cuál es el auto de tus sueños?”. El chico piensa un momento y luego responde: “Eh, me gustaría una Hummer”. Entonces el padre añade: “Muy bien, ahora digamos que recibes ese auto de regalo y tú lo enceras de arriba abajo, le pules los rines y comienzas a pasear por el vecindario. Llegas a un centro comercial y te estacionas lejos de otros vehículos para evitar cualquier abolladura. Cuando estás bajándote, ves que me acerco y aunque nunca antes me has visto, yo te digo: ‘¡Qué auto tan genial! Ya que vas a estar un par de horas en el centro comercial, ¿te molestaría que lo maneje un poco?’¿Me darías las llaves?”. Comprensiblemente, el joven responde: “¡Por supuesto que no, ni siquiera sé quién eres!”. El padre insiste: “Pero si te he mostrado mis antecedentes, ¡ni siquiera he tenido una infracción por estacionamiento!” Impávido, el chico sacude la cabeza, “No, no, no”. “Está bien”, responde el padre, “pero ahora quiero que me expliques por qué yo debería confiarte a mi hija esta noche —quien significa infinitamente mucho más para mí— cuando ni siquiera tú me prestas tu auto imaginario”. Y hace que el chico le dé una respuesta.

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Aunque a la hija probablemente le dio un ataque durante el interrogatorio, puedes estar segura de que el joven no lo olvidará fácilmente. El padre no estaba diciéndole que tenía prohibido amar a su hija, sino que quedaría devastado si él fallara al amarla como ella lo merece.

No te escondas Mientras daba una conferencia en una escuela preparatoria donde había ochenta y siete jóvenes embarazadas, yo (Jason) conocí a una adolescente con siete meses de embarazo. Durante los últimos meses, se las había arreglado para ocultar su vientre con ropa suelta y sudaderas. Sus padres no se dieron cuenta hasta hacía pocos días cuando ella les dio la noticia. Pero esta es solo la mitad de la historia. Lo que sus padres no sabían era que su novio vivía en su armario. Sí, él había estado viviendo allí por casi ¡un año! Ella le llevaba comida del refrigerador y él salía por la ventana cada vez que quería salir con amigos. Como había abandonado la escuela, no tenía mucho que hacer durante el día, así que se paseaba por toda la casa y jugaba videojuegos mientras que los padres de la joven salían a trabajar. Obviamente, la chica no tenía idea de cómo decirles a sus padres sobre este pequeño detalle de su relación. Esta situación tan extremadamente extraña destaca algunos de los problemas de estar escabulléndose por ahí. Si una chica oculta una relación y espera que dure, ¿cómo revelará luego el engaño? Eventualmente será imposible ocultarlo y cuando la verdad sea revelada y los padres descubran cuánto tiempo han sido engañados, se enfadarán con el novio más que nunca. Si él espera que algún día ellos sean sus suegros, esta situación no le está sumando puntos a su favor. Pero por supuesto, él no está pensando en el futuro, él piensa en sí mismo y en lo que quiere hoy. Si un chico realmente ama a una chica, ¿haría algo con ella que hiriera a sus padres? Si la amara, entendería que es un acto de honor hacia una mujer amar y honrar a su familia. Obviamente no todos los chicos o chicas piensan de esta manera y más bien se preguntan: “¿Por qué esta relación no puede ser solo sobre nosotros dos?”. El hecho es que cualquier relación separada de la influencia y dirección de la familia no es saludable. Por ejemplo, conocí a una mamá devotamente religiosa cuyo hijo de diecinueve años estaba viviendo con su novia. La madre lloraba mientras me contaba cómo se había desarrollado la relación a pesar de la manera en que lo había criado. Su hijo no vivía en un universo aislado de su familia, aunque él probablemente deseara que ese fuera el caso. El corazón de su madre estaba roto, pero a él parecía no importarle porque todo se trataba de él y de su novia. En su mente, su madre solo estaba siendo emocional y no tenía derecho a imponer sus ideas en el camino que él quería vivir. A pesar de que este hijo podría no estar interesado en lo que la Biblia dice acerca de las relaciones entre padres e hijos, ésta enseña:

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“Honra a tu padre con todo tu corazón; no olvides nunca que tu madre sufrió por ti. Acuérdate que por ellos tú naciste: ¿qué les darás por todo lo que te dieron?” Las Escrituras no nos dicen meramente que obedezcamos a nuestros padres, sino también que los honremos y les demos alegría. La Palabra de Dios no simplemente prohíbe la desobediencia; nos invita a amar, y a pesar de que los hijos adultos no tienen que obedecer a sus padres, todavía están llamados a honrarlos. Cuando los sentimientos de una mujer por un hombre son más fuertes que el respeto por sus padres, ella va a ignorar los deseos de ellos y seguirá con su relación. Pensará: “Mis padres son tan ridículos y controladores. No confían en mí y apenas sí conocen a mi novio, él es un buen tipo. De todas maneras, me iré de aquí pronto, entonces qué importa si a ellos no les gusta”. Entonces, ¿qué debe hacer una mujer si a sus padres no les gusta el hombre que ella ama? Cuando yo (Crystalina) estaba saliendo con los chicos equivocados, hacía todo lo posible para ocultárselo a mi mamá. Yo pensaba: “¿Cómo hago para que cambie de opinión sobre él?”. Si este es tu problema, date cuenta de que si realmente quieres que tus padres cambien de opinión respecto a un chico, entonces tienes que hacer lo que más te molesta: obedecerlos. Mientras más los desafíes o engañes, más resentimiento habrá entre tú y ellos. ¿Cómo se supone que tu novio ganará su respeto cuando va abiertamente en contra de su voluntad? Además, mientras más resistas a tus padres, más estarán en desacuerdo porque verán tu obstinación como un indicio más de rebeldía inmadura. Deja de tratar de convencerlos de lo maravilloso que él es. Si es un caballero de carácter, pureza, lealtad y honestidad, entonces estas cualidades se harán evidentes. En vez de jugar a tirar la cuerda con tus padres, trata de ver por qué no les gusta este chico. Quizá sepas exactamente lo que ellos desaprueban de él, pero tú no lo ves como un problema o de pronto piensas que él cambiará y esperas impulsarlo para que lo haga. Cuando estás en una relación es fácil ver únicamente lo positivo, mientras que los que están alrededor ven las cosas con otra perspectiva. Esto nos escribió una adolescente: Mis papás sabían lo que hacían cuanto intentaron protegerme; estaban mostrándome la clase de amor que yo debería estar buscando en mi futuro esposo. Solo que yo no lo veía así en ese momento. Cuando me di cuenta de todas estas cosas, comencé a ver a este chico con una nueva perspectiva y en realidad, no parecía tan bueno como lo parecía hasta hacía algunos meses, incluso días. Cuando aceptas la autoridad de tus padres en el hogar, ellos están más dispuestos a pensar que eres digna de confianza cuando estás lejos de ellos. Podrás pensar, “Soy digna de confianza, no voy a salir a emborracharme y quedar embarazada. Solo están siendo

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sobreprotectores”. Pero tu nivel de madurez es nada más la mitad de la ecuación, la otra mitad es el nivel de madurez (y testosterona) de los chicos. Algunas adolescentes han renunciado a la esperanza de ganar la confianza de sus padres y la principal razón es que las desanima el esfuerzo que exige llevar una vida digna de confianza. Como un acto de rebeldía, algunas deliberadamente toman decisiones absurdas en un intento por vengarse de sus padres por un sinnúmero de razones. Esto puede doler a sus padres, pero es la chica quien finalmente vive el mayor sufrimiento. Muchas jóvenes nos preguntan: “¿Por qué mis padres no confían en mí?”. Normalmente respondemos: “Si supieran todo lo que haces cuando ellos no están cerca de ti ¿confiarían más en ti?”. Y la respuesta siempre es “No”. Hay solamente una manera de ganar la confianza de alguien y es volverse digno de confianza. También es cierto que a veces los padres pueden prohibirle a sus hijas que vean a un buen hombre y esto especialmente puede ser difícil de aceptar porque es más difícil de entender. A comienzos del siglo XX, un hombre llamado Pier Giorgio Frassati vivía en Turín, Italia. Era un montañista y esquiador increíblemente atractivo, reconocido por su sonrisa y obras de caridad. Como joven, se enamoró de Laura Hidalgo, pero su madre no la aprobaba, ¿por qué? Porque era de una clase social más baja. Obviamente Pier Giorgio tenía todas las razones del mundo para protestar ante semejante superficialidad para oponerse a una relación, pero no lo hizo. Aceptó la voluntad de su madre con el fin de honrarla. En una carta privada a un amigo, le escribió la reacción que tuvo mientras leía una novela italiana llamada Ho Amato Cosi (Amé así), y le decía sobre el autor: En la primera parte, este hombre describe su amor por una mujer de Andalucía y créeme que me ha conmovido porque se parece a mi propia historia de amor. Yo también amé así, solo que en la novela es la mujer la que hace el sacrificio mientras que en mi caso yo sería el sacrificado. Pero si así lo quiere Dios, que se haga su santa voluntad. Seis meses más tarde, Pier Giorgio contrajo polio de los pobres a quienes atendía y murió a los veinticuatro años de edad. Algunos pueden saber esto y pensar que dejó pasar la oportunidad de amar, pero Dios sabía desde siempre que Pier Giorgio no estaría en la tierra por mucho tiempo. De haberse casado con Laura, hubiera dejado una viuda y quizá a un huérfano. En cambio, mantuvo una amistad con ella y la providencia de Dios trabajó incluso a través de los prejuiciosos deseos de su madre. Gracias a esta experiencia, Pier Giorgio descubrió que “uno de los afectos más hermosos es el de la amistad”.

¡Ayuda! Mis padres no me dejan salir con nadie

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Muchas adolescentes sienten que sus padres acaban con sus oportunidades de encontrar el amor. Podrían decir: “¿Cómo se supone que debo aprender a relacionarme con los chicos si no me dejan salir con ellos?”. No temas, los hombres no somos seres complejos, pero sí somos muy diferentes de las mujeres. Para comenzar, las mujeres a menudo juzgan la calidad de sus relaciones por la calidad y cantidad de tiempo que invierten comunicándose con otros. Es por eso que están constantemente en el teléfono intercambiando pensamientos y sentimientos. Los hombres no. Cuando estaba en la universidad, yo (Jason) recuerdo a un grupo de amigas que se fueron a un retiro para mujeres un fin de semana, al regreso le pregunté a una de ellas cómo estuvo todo. “¡Fue maravilloso!” “¿De verdad? ¿Qué hicieron?” “Conversamos todo el tiempo”. “Eh, pero estuvieron allá cuarenta y ocho horas”. “¡Sí, y fue tan divertido!” A mí, la idea de pasar dos días en una cabaña nada más hablando, me parece una tortura. Cuando nos tocó el retiro a los hombres unas semanas más tarde, pasamos todo el tiempo posible fuera de la cabaña. Solo entrábamos para comer, dormir o hacernos bromas unos a otros como tirarle crema de pastel a alguno mientras se estaba bañando. Para los hombres, esto es lo que nos une. Las mujeres pueden tener problemas para entender esto. Una tarde cuando regresé de jugar golf con un amigo, Crystalina me preguntó: “¿Estuvo interesante la conversación?”. Yo bajé la cabeza, cerré los ojos y traté de recordar un solo diálogo importante que hubiéramos tenido durante las cinco horas que jugamos golf. “No”, respondí. Luego ella preguntó: “¿Entonces de qué hablaron?”. A lo que respondí: “Pues no sé, de cosas”. Entonces insistió: “¿Seguro que se están llevando bien?”. Todo lo que yo recordaba era que habíamos conducido el carrito de golf hasta un terraplén a través de los aspersores y que hicimos girar unas rosquillas en el lodo. El punto de todo esto es ayudarte a entender que los hombres creamos lazos afectivos a través de actividades más que a través de la comunicación. Cuando estés saliendo con un chico, separa tiempo para compartir las actividades que le apasionan. Con suerte, entenderá también tu deseo de comunicación y gradualmente aprenderá a hablar con oraciones completas. Sé paciente con nuestra inhabilidad para expresar los sentimientos, no somos como ustedes. De hecho, el periódico norteamericano USA Today publicó un estudio en el que participaron más de mil mujeres. Éste reveló que una de cada cuatro admite que llora cuando se hace un corte de cabello. Los hombres no somos así, únicamente lloramos por tragedias serias que alteran el curso de la vida como cuando nuestro equipo pierde la final de un campeonato. A pesar de nuestras diferencias, no te preocupes pensando que no sabrás relacionarte con nosotros si tus padres te ponen en cuarentena durante tu adolescencia.

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No necesitas tener citas para aprender a amar. De hecho, yo pienso que las mujeres menos preparadas para el amor duradero son las que han tenido gran cantidad de relaciones. Ellas rompen con todos los hombres excepto con uno y ¿se supone que ese debe durar hasta que la muerte los separe? Si bien no hay nada de malo en estar en diferentes relaciones antes del matrimonio, la gente tiende a sobrestimar el valor de vivirlas como preparación para las duraderas. Si realmente quieres aprender a amar, trata de amar a los miembros de tu familia; si puedes amarlos, ¡serás capaz de amar a cualquier ser en el planeta! Muchas veces se dice que la familia es la “escuela del amor”, pero si tu crianza fue parecida a la mía (Crystalina), entonces sabrás que esto no significa que nuestras familias siempre serán el mejor ejemplo de amor. Por cosas como el abuso, negligencia, alcoholismo, infidelidad y divorcio, muchas de nosotras fuimos testigos de lo opuesto al amor. Muchas mujeres que crecieron en hogares rotos no desean casarse y ¿quién puede culparlas después de todo lo que han visto? Si este es el caso contigo, haz todo lo posible por encontrar buenos ejemplos del amor matrimonial. Es muy refrescante conocer parejas de matrimonios que se aman mutuamente con tierna fidelidad y una respetable reverencia. Muchas mujeres se sienten solas y asumen que es porque no tienen un novio cuando en realidad, probablemente les falta el sentido de estar conectadas a otros que las amen. Por lo tanto, si existen heridas familiares que nunca han sanado, no te quedes quieta, comienza por perdonar en tu corazón a aquellos que te han herido. Pero no te quedes ahí, ve con esos familiares a quienes tú has lastimado y pide su perdón, pero no solamente digas “lo siento”, pide perdón, usa esa palabra. Si tu situación familiar es lo opuesto a todo lo que has esperado para tu propio matrimonio, no pienses que estás condenada a repetir los mismos problemas. Usa tu dolor como motivación para construir algo mejor para tu futuro. En lo que se refiere a tu esposo y familia, tienes la libertad —y la gran responsabilidad— de escoger un cónyuge y un futuro padre que valga la pena. Si quieres construir una familia propia con el tiempo, no puedes huir de los problemas familiares hoy; no podrás resolverlos todos, pero hay mucho que puedes hacer. No te desanimes por lo que está fuera de tu control. Haz las cosas pequeñas y deja a Dios encargarse del resto.

Dios honra a quienes lo honran En el libro Él y ella, Joshua Harris escribe sobre una pareja, Ricardo y Cristina, un par de estudiantes del último grado que estaban profundamente enamorados. En vez de simplemente enviarse mensajes de texto y correos electrónicos, escribían sus cartas de amor a mano. A diferencia de tantas parejas marcadas por el drama y el arrepentimiento, su amor era íntegro e inocente. Sin embargo, cuando el padre de Cristina se dio cuenta de lo unidos

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que se estaban volviendo, decidió intervenir. Mientras iba junto con Ricardo en el auto, el padre le preguntó sobre la relación de él y su hija. Luego le informó que preferiría que dejaran de salir. No fue grosero al expresar sus deseos, más bien le habló con delicadeza sobre los riesgos de involucrarse mucho emocionalmente cuando el matrimonio está tan lejos en los planes. Inicialmente, Ricardo vio la sabiduría detrás de sus palabras y estuvo de acuerdo en que él y Cristina serían solo amigos. Pero fue más fácil hacer la resolución que llevarla a cabo. No pasó mucho tiempo antes de que los dos comenzaran a verse a escondidas de sus padres. La relación secreta continuó por algunos meses, pero ninguno de los dos estaba en paz. Ricardo le dijo a Cristina: “Tenemos que decirle a nuestros padres, no podemos seguir así”. Pero antes de tener la oportunidad, el padre de Cristina la oyó contándole a una amiga sobre la relación. A Ricardo se le rompió el corazón y estaba muy avergonzado por haber decepcionado a los padres de ella y haber perdido su confianza. Algunos días más tarde, se reunió con ellos y prometió que nunca lo haría de nuevo, pero sabía que sus sentimientos eran muy fuertes para ser “solo amigos”. Tenían que romper definitivamente y como símbolo de este compromiso, él le pidió que le devolviera las cartas de amor que había escrito para ella. Esa noche, Ricardo regresó a la casa de Cristina a las 3:00 am con una pala, silenciosamente cavó un hoyo en el jardín, y puso en él una caja con todas las cartas que habían intercambiado, cerca de cien páginas. La cerró, la miró por última vez, le dio unas palmaditas ya bajo tierra y mirando la silenciosa casa de Cristina, habló con Dios en su corazón: “Si quieres desenterrar esto algún día, sé que puedes, pero si no, aquí se queda todo”. Ricardo sabía que la única razón por la que Dios lo separaría de Cristina definitivamente sería porque Él tendría mejores planes en mente para ambos. Algo difícil de imaginar, pero confió en que si la voluntad de Dios era que estuvieran juntos, honrar a sus padres no iba a ser un impedimento. Un mes más tarde, Ricardo y Cristina fueron a diferentes universidades sin decir adiós. Casi dos años después, los dos seguían sin verse o hablarse por teléfono. Entonces, de manera inesperada, el padre de Cristina lo llamó y le preguntó si podía venir a su oficina. Cuando Ricardo llegó, el padre le expresó gratitud por su integridad y carácter ya que al dejar ir a Cristina, había probado que valoraba el amor de un padre por su hija incluso por encima de sus propios deseos y esperanzas. Antes de que su conversación terminara, el padre de Cristina le dijo a Ricardo que pensaba que ahora estaban en mejor posición para comenzar una relación. Los dos recomenzaron su amistad de nuevo y con el tiempo comenzaron un noviazgo. Algunos meses antes de graduarse de la universidad, Ricardo estaba con la familia de Cristina celebrando la navidad. Esa mañana, él le entregó una pequeña caja con la etiqueta de un arce rojo de un vivero. Ella no estaba esperando un árbol como regalo de Navidad, pero hizo lo que pudo para actuar impresionada. La familia sabía de sus planes y apenas contenían la emoción. Su padre les dijo, “¿Por qué no van a plantarlo en el jardín?”. Entonces Ricardo se llevó a Cristina afuera, donde el árbol y la pala los esperaba, se paró en el lugar donde

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antes había enterrado la caja con las cartas y comenzó a cavar mientras Cristina seguía de pie respirando el frío aire del invierno. El corazón de Ricardo debió acelerarse cuando la pala finalmente llegó a la caja. No podía esperar al ver la reacción de Cristina cuando leyera una carta más que había añadido a la caja cuando la enterró cuatro años atrás y en la que decía todo acerca de su amor por ella: era una propuesta de matrimonio. Mientras la leía, él se arrodilló y le presentó el anillo de compromiso. Obviamente, ella dijo, “Sí”. Que no te quepa la menor duda de que Dios honra a quienes lo honran y que siempre da lo mejor a quienes dejan la elección en Sus manos.

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14 NO JUEGUES A LA CASITA Había una vez una joven pareja a quienes llamaremos Laura y Roberto. Se conocieron en el segundo año de la universidad y comenzaron a salir con frecuencia. Eventualmente, dejaron de compartir tiempo con otros amigos y comenzaron a hablarse y a escribirse mensajes de texto incesantemente. Su amistad pronto se volvió física y ya que básicamente se comportaban como novio y novia, decidieron luego de una larga charla, que deberían hacer oficial la relación. Laura se sentía aliviada ahora que tenían un título porque estaba comenzando a preocuparse de lo cercanos que se habían vuelto sin estar saliendo oficialmente como pareja. Luego de un año de citas, Roberto sintió que estaban listos para “llevar su relación al siguiente nivel” y sentados en el sofá, luego de una película, trajo a colación el aspecto físico de la relación: “Ya hemos ido bastante lejos, dar el siguiente paso no hace mucha diferencia”. Ella dudó en darle crédito a su argumento, pero no podía refutar su lógica porque básicamente ya habían hecho todo lo demás salvo tener sexo. Ya habían hablado sobre estar juntos para siempre y ella no se imaginaba su vida con nadie más. Al poco tiempo estaban durmiendo juntos.Pasados algunos semestres en la universidad, y habiendo pasado por algunas etapas difíciles y cortos rompimientos, siguieron juntos. Durante el último año, Roberto rentó una casa y Laura comenzó a pasar bastante tiempo estudiando, cocinando o quedándose en esa casa, y antes de darse cuenta, prácticamente se convirtieron en compañeros de vivienda. Acordaron que no tenía sentido que ella rentara un apartamento cuando pasaba la mayor parte del tiempo en casa de él. Ya que a menudo pasaba las noches allí, sus cosas de tocador estaban ubicadas en el lavabo y su ropa en el armario. Parecía que la única cosa que hacía falta eran sus muebles. Gradualmente, conforme más de las posesiones y ropa de Laura se mudaron a la casa de Roberto, ella también lo hizo. Y así como accedieron a las citas y accedieron al sexo, accedieron a vivir juntos. Ella siempre había soñado con un noviazgo emocionante, una propuesta de matrimonio inolvidablemente romántica y nueva vida en el matrimonio, pero conforme pasaba el tiempo, comenzó a insistirle sobre una fecha para la boda. Con el tiempo, él pensó, “Ya hemos vivido un tiempo juntos, deberíamos casarnos entonces”. Lo hicieron y en cierto modo vivieron felices por siempre. FIN. Probablemente, esta es una de las historias de amor menos encantadoras que hayas leído. Una razón por la cual es tan monótona es porque le falta ese sentido de misterio y expectativa. Nadie está siendo pretendido o buscado. La pareja casi parece estar flotando río abajo sin ninguna dirección. Cada etapa de su relación era prácticamente igual a la etapa precedente: su período de citas no fue muy diferente al tiempo en que fueron amigos con derechos. Su intimidad sexual no fue más íntima de lo que ya había sido mientras estuvieron juntos. Su tiempo de cohabitación apenas se distinguía del tiempo en que frecuentemente pasaban la noche juntos y su matrimonio se sentía igual al tiempo en que cohabitaban.

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Se convirtieron en marido y mujer, pero se sentía como si ya hubieran estado casados por años. Como recién casados, habían alcanzado una meta que muchas parejas jóvenes anhelan; sin embargo, el viaje había transcurrido sin acontecimientos notables. La moraleja de la historia es que si quieres una historia de amor romántica y encantadora, llena de expectativas y esperanza, no vivan en unión libre.

Qué aceptar antes del “Yo acepto” Seguro que has visto esos autos con el título de “¡Recién casados!” escrito en una ventana o en la parte de atrás, hasta latas de refresco vacías van arrastradas por el auto, y la pareja que va adentro está radiante de felicidad. Pero ¿alguna vez has visto una pareja que vive en unión libre tan entusiasmada por el estatus de su relación que hicieron lo mismo y escribieron “¡Recién cohabitados!” en el vidrio trasero de su auto? Nosotros tampoco. No es emocionante porque cada gota de expectativa ya fue gastada. Yo (Crystalina) conozco una mujer que hizo justamente esto para encontrar el amor. Ella y su novio compartían intimidad física antes de ser novios, tenían sexo antes del matrimonio y vivieron en unión libre antes de la fecha de boda. Pero su historia no terminó con un “felices por siempre”. Cuando ella quedó embarazada luego de siete años de vivir con su novio, éste le indicó que no estaba listo para ese nivel de compromiso y terminó con ella. Ahora él sale con alguien más y ella es una madre soltera. Ella no es la única; en realidad, la mayoría de las madres que viven en unión libre nunca se casan con el padre de sus hijos. Un hombre no necesita tres años de vivir juntos para saber si se quiere casar contigo. De hecho, la unión libre retrasa la decisión del hombre. Según una encuesta hecha a hombres solteros, la razón más común por la que retrasan el matrimonio es porque hay disponibilidad de sexo sin compromiso. La segunda razón es que podrían “disfrutar de los beneficios de tener una esposa viviendo en unión libre en vez de casarse”. Según los investigadores: Se ahorran el agotador esfuerzo de buscar una compañera sexual si tienen una viviendo en casa. . . No quieren “conformarse” con la segunda mejor opción en su búsqueda de un cónyuge, pero no tienen los mismos estándares en la elección de una novia con la cual vivir. Ciertamente, en algunos casos, la ven como la segunda mejor compañera mientras continúan en búsqueda de su alma gemela. Por lo tanto, al practicar la castidad y rehusarse a vivir en unión libre, una mujer desaparece las dos principales razones por las que un hombre retrasa la opción del matrimonio. La tercera razón es que los hombres querían evitar el divorcio y sus consecuencias financieras. Si este es el caso con tu hombre, probablemente la mejor manera de ayudarlo a superar su miedo al divorcio es ofrecerle la oportunidad de perderte ahora y no más tarde.

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Otra razón que los hombres indicaron es que están a la espera de su alma gemela y que todavía no aparecía. Yo diría que esta clase de hombres debería proponerle matrimonio a sus espejos y vivir felices para siempre. Hay una razón por la cual Dios le explicó al hombre que primero debería dejar a su padre y a su madre y unirse a su esposa para convertirse en una sola carne. Cuando recorremos estos pasos en desorden, por lo regular surge el caos. Con mucha frecuencia, una pareja se convierte en una sola carne y luego espera por el matrimonio. Sin embargo, esto raramente funciona a su favor: menos de la mitad de las parejas que viven en unión libre llegan al matrimonio. De quienes se casan, la mayoría terminan divorciados dentro de los primeros quince años. De hecho, de cada diez parejas que viven en unión libre, solo cerca de tres tendrán matrimonios que duren más de una década. Un buen número de adultos jóvenes piensa que la unión libre es una buena manera de evitar un eventual divorcio, a pesar del hecho de que los matrimonios precedidos por la cohabitación tienen muchas más probabilidades de fracasar. No obstante, la cohabitación antes del matrimonio es muy frecuente hoy en día. Efectivamente, en una encuesta hecha a hombres solteros en edades entre los veinte y los veintinueve años, el 44% de ellos dijo que sólo aceptarían casarse con una mujer si ella aceptara vivir con ellos primero. En nuestra cultura, la unión libre se ha convertido en algo tan común que algunos cuestionan el sentido común de quienes se lanzan al matrimonio sin probar primero la compatibilidad con la pareja. En palabras de un hombre soltero: “Debería ser una ley, deberían vivir juntos y tener un año como período de prueba”. Como la lógica indica, “¿quién compraría un auto sin la prueba de manejo?”. El problema evidente con esta pregunta es que una persona no es algo que se pueda devolver a la agencia de autos usados cuando no quedas satisfecho con su desempeño. Una esposa no es algo que puedes canjear luego de diez años cuando los nuevos modelos aparecen en el mercado. Es más, mientras que la compatibilidad hace los matrimonios más agradables, la supervivencia de los mismos depende más de la habilidad de la pareja para manejar las incompatibilidades. Un joven soltero explicaba cómo asumía que la unión libre predice mayor estabilidad en un matrimonio porque, “Si realmente son compatibles, entonces no hay que cambiar”. Este comentario revela una visión inmadura del amor humano. Uno de los propósitos del matrimonio es la santificación. A través del matrimonio, las faltas propias suben a la superficie como el aceite en el agua para que los dos puedan corregirlas, así ambos crecen en amor y santidad. Tal purificación del amor propio puede ser un proceso doloroso, pero va a forjar un matrimonio que puede durar a lo largo del tiempo. Si un hombre no está dispuesto a cambiar y ser refinado por el fuego del amor auténtico, ¿cómo va a sobrellevar los buenos y malos tiempos, la salud y la enfermedad? Debajo de la propuesta irreverente de una “prueba de manejo” existe un temor comprensible. Muchas parejas jóvenes de hoy han sido testigos de la separación de sus propios padres y no tienen deseo de revivir esa experiencia en sus propias relaciones. Muchos dudan sobre la seriedad de un compromiso matrimonial y esto es en parte algo bueno pues el matrimonio no es algo para tomar a la ligera.

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Pero la pregunta es esta: ¿La unión libre ayuda a una pareja a tomar una decisión sabia sobre el matrimonio o entorpece su capacidad para tomarla? Quienes viven juntos antes del matrimonio normalmente no prevén cuánto más difícil están haciendo sus propias vidas si su relación no llega a funcionar. Nada más imagina qué tan difícil sería romper con tu novio si la mitad de su apartamento está lleno con tus muebles y necesitaras una empresa de mudanza para dejarlo. Considera cuánto más difícil sería romper si no tuvieras un lugar a dónde ir. No querrías encontrar un nuevo compañero o volver a la casa de tus padres, y no querrías molestarte llevándote todas tus cosas otra vez. Las parejas que viven en unión libre y llevan una relación inestable, a menudo permanecen juntas porque se sienten casados de forma emocional, financiera y física. Si dicha relación llegara a terminar, la separación sería tan dolorosa como un matrimonio que se acaba. Ya que la unión libre no es exactamente un tiempo fructífero de discernimiento y preparación, se ha ganado el poco noble nombre de “arrejuntarse”. Vivir con un novio frecuentemente causa tensión entre los familiares porque los padres por lo general no están de acuerdo con el arreglo. La mayoría de padres y madres preferirían que sus hijas encontraran a un hombre que haya terminado la universidad, tenga una profesión estable, pida su permiso para casarse con ella, le haga una propuesta de matrimonio inolvidable y luego la lleve a su casa una vez que sea su esposa. Esa es la clase de yerno que ellos esperan y yo me imagino que tú esperarías algo semejante. No es una expectativa social pasada de moda, es lo correcto y tú te mereces a alguien que no piense de otra manera. Por lo tanto, prepárate para tu matrimonio con un santo y noble noviazgo. Si un hombre no es tu esposo, no le des la intimidad que pertenece a tu futuro cónyuge. Si él es ese hombre, entonces puede comprobarlo esperando contigo por el sacramento al que Dios te ha llamado. Entre tanto, no pretendas ser su esposa cuando no lo eres. No juegues a la casita. Si ya estás viviendo con un hombre, múdate a otro lugar. Incluso si estás viviendo con un compañero con quien no estás saliendo, encuentra otro lugar para vivir. No tengas como excusa que no puedes encontrar una compañera femenina, hay millones de mujeres en el planeta, con seguridad puedes encontrar una con quien puedas compartir la renta. No te quejes de que mudarte será muy complicado porque no lo es, solo tienes que hacer lo mismo que hiciste para irte a vivir allá, pero al contrario.

No apresures el anillo Virtualmente toda joven sueña con el día de su boda. Se imagina el vestido, las flores, la iglesia y el hombre indicado. Pensar en el matrimonio es algo bueno y nunca deberías dejar que nadie te diga lo contrario. Sin embargo, este deseo que Dios te ha dado a veces puede conducir a las jóvenes a aceptar muy rápido una propuesta de matrimonio. Yo (Jason) conocí una chica de quince años que estaba en su tercer compromiso. Afortunadamente ninguna de

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las relaciones funcionó o alguien con licencia de conducir hubiera tenido que llevarla a recoger la licencia de matrimonio. También recuerdo que conocí a un joven que quería proponerle matrimonio a su novia, pero necesitaba ahorrar dinero suficiente para comprar el anillo. Si no puede pagar un anillo, ¿cómo se supone que va a llevar los gastos de una esposa? Estos ejemplo obviamente son un poco extremos, pero muchas parejas jóvenes comienzan a hablar acerca de sus sueños de matrimonio y vida de familia cuando apenas se han conocido por un par de meses o años. Todo ese soñar despiertos con la nueva casa y su cerca blanca, hace que pasen por alto el hecho de que, si ni siquiera pueden pagar la cerca, mucho menos podrán pagar la casa. En serio: treinta metros de alguna linda cerca de vinilo cuestan alrededor de 2000 dólares. Entonces estas jóvenes parejas podrían pensar: Puede que no tengamos un montón de dinero, pero bien podemos ser pobres solos o pobres juntos. Nunca antes nos habíamos sentido de esta manera con alguien y sabemos que queremos estar juntos por siempre, entonces ¿para qué aplazar el matrimonio? Algunas parejas tienen la suficiente sabiduría para admitir que no están listos para las responsabilidades de la vida de casados, así que entran en un eterno compromiso. El novio le da a la novia un anillo de promesa y se consideran a sí mismos comprometidos a pesar de que no tienen una fecha de matrimonio. Esto no es un compromiso. Un compromiso real es cuando el novio pide a los padres el permiso, paga por el anillo y luego la pareja envía las invitaciones, listas de regalos para la boda y acuerda la fecha de la boda dentro de un año. Cuando estas cosas no suceden, solo significa algo: la pareja “comprometida” sueña con la permanencia del matrimonio y usa un anillo para sentirse románticos y llenos de esperanza. Necesitan darse cuenta de que los compromisos son para gente que está lista para casarse, no para gente que no puede esperar a casarse. Cuando una pareja no entiende esta distinción, tiende a ver el noviazgo como una carga agobiante que se interpone entre ellos y la intimidad que anhelan en el matrimonio. Todas las parejas serias anticipan el matrimonio, pero su noviazgo no debería ser apresurado por esto. Si esperan tener un matrimonio sólido, lo mejor que pueden hacer es tomar ventaja de estos años, usándolos para construir incluso, una amistad más sólida. Si una pareja se apresura hacia el matrimonio, podría ser signo de que le falta estabilidad a la relación y está basada en el encaprichamiento. En su libro “Pero lo amo” (But I Love Him), la doctora Jill Murray ofrece una lista de señales de alerta que indican que una relación está nublada por el capricho. Algunas señales son: •La atracción sexual y física es central. •Ambos se caracterizan por la urgencia, intensidad, deseo sexual y la ansiedad. •Ambos son llevados por la emoción de estar involucrados con alguien cuyo carácter no conocen completamente.

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•Hay dudas constantes y preguntas sin responder; no se examina a la pareja para no echar a perder el sueño. •Son dominantes, frecuentemente exhaustivos. •Sienten inconformidad con las diferencias individuales. Si te encuentras en una relación en la que estas señales están presentes, no te apresures a entrar en un nivel de compromiso mayor. Tampoco aceptes una propuesta de matrimonio esperando resolver los problemas serios de la relación antes del día de la boda. Arréglalos ahora, en vez de esperar a que el brillo de un diamante y los pensamientos románticos sobre el matrimonio hagan desaparecer esos problemas.

¿Muy joven para casarte? En los tiempos bíblicos, las jóvenes se casaban en la adolescencia, poco después de ser capaces de tener hijos. Hoy en día, la edad promedio en la que una mujer se casa por primera vez es de veinticinco años, la cual es la mayor edad en la historia de Norteamérica. En muchas sociedades alrededor del mundo, los chicos se vuelven hombres en su adolescencia, consiguen trabajos, aprenden a cuidarse y a prepararse para llevar las responsabilidades de una familia. En Norteamérica tenemos hombres de veintiocho años que viven en casa de sus padres y juegan videojuegos hasta la una de la mañana. Como resultado, los objetivos de una vida madura, incluyendo el matrimonio, tienden a quedar relegados. Esto puede ser un reto para las parejas porque nuestros cuerpos desean la intimidad marital casi una década antes de que estemos listos para las responsabilidades consecuentes. Sin embargo, la demora también puede ser algo bueno porque permite a muchas mujeres alcanzar sus objetivos de estudio y las metas de una carrera. También es favorecedor porque la parte del cerebro que se encarga del razonamiento y el juicio no está completamente desarrollado hasta que la persona llega a sus veintitantos años. Cuando una mujer espera hasta los veinticuatro o veinticinco años para casarse, ya está neurológicamente capacitada para tomar una decisión más informada porque su cerebro hace juicios más sabios. Si se casa siendo adolescente, hay más probabilidades de que se arrepienta de la decisión y más adelante se pregunte: “¿En qué estaba pensando?”. Esta investigación sobre el cerebro no es una mera especulación. Mira la tasa de divorcio en relación con la edad de las mujeres: Si una mujer se casa antes de cumplir dieciocho años, tiene 48% de probabilidad de divorciarse en los siguientes diez años. Si espera hasta tener entre veinte y veinticuatro años, el riesgo es del 29% y si espera hasta que tenga veinticinco años o más, las posibilidades del divorcio dentro de los siguientes diez años son del 24%. Los matrimonios jóvenes no están necesariamente predestinados a fracasar. Mucha gente tiene abuelos que se casaron jóvenes y disfrutaron matrimonios perdurables; sin embargo, maduraron a una edad menor y vivieron en un tiempo en que el divorcio no prevalecía. Independientemente de lo que haya sucedido dos generaciones atrás, sería sabio que la

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mujer de hoy evite apresurarse para casarse. Si se casa muy joven, comúnmente comienza a sentirse un poco “incómoda” luego de un par de años. Mira a las mujeres de su edad y comienza a pensar: Nunca tuve la graduación que soñé, nunca viajé con mis amigos, ni siquiera tuve varias citas. Toda mi vida ha sucedido alrededor de él. Pasamos tanto tiempo soñando con nosotros que me olvidé de mí misma en el proceso. La falta de esperanzas y metas cumplidas puede hacer que se resienta contra su esposo e hijos. Se da cuenta muy tarde de que su matrimonio pudo haber sido más estable y seguro si hubiera cumplido sus sueños antes de convertirse en esposa y madre. Es fácil encontrar matrimonios con problemas porque la decisión fue precipitada, pero es difícil encontrar matrimonios que se debilitaron porque la pareja no se casó lo antes posible. Por lo tanto, debes saber que si es la voluntad de Dios para ti que estés con un hombre en particular, tomar más tiempo de preparación para el matrimonio únicamente fortalecerá la unión.

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15 ROMPE CON ÉL, AUNQUE HUELA BIEN Todo el tiempo, yo (Crystalina) sabía que algo no andaba bien. Cuando llamaba a Nicolás, él no contestaba. Cuando encontraba ligas para cabello y maquillaje en su auto, él me decía que eran míos o que su amigo y la novia habían tomado el auto prestado y por eso estaban esas cosas ahí. Yo quería creerle con todas mis fuerzas porque los últimos dos años le había dado todo lo que yo tenía. Mi relación con Dios estaba muerta, pero de vez en cuando murmuraba alguna oración pidiéndole que me mostrara la verdad. Y un día que estaba en la casa de una prima, de la nada, su teléfono sonó: “Hola, soy Elizabeth. Quería saber si tu prima Crystalina está saliendo todavía con ese chico Nicolás”. “Sí, ¿por qué?” “Ah, pues entonces ¿por qué está con otra chica en el cine aquí cerca?” Mi prima colgó y se puso nerviosa. Yo sabía que algo estaba mal y le exigí que me dijera quién había sido y qué había dicho. Ella reprodujo el mensaje y minutos más tarde, estaba agarrada a los tiradores de mi Jeep, mientras yo salía gritando camino al cinema. Al llegar al lobby del teatro, encontré a Nicolás con sus amigos. . . y su amiga. Ella fue la primera en darse cuenta de mi arremetida contra el edificio como una agente de las fuerzas especiales, y se quedó mirándome con ojos saltones. Temblando y gritándole a Nicolás, saqué toda mi ira e hice una tremenda escena. Esa noche, en la casa de mi prima, lloré incontrolablemente. No podía imaginar mi vida sin él, porque lo había hecho a él mi vida. Por dos años, elegí ser ciega para evitarme ese inevitable dolor. Incluso luego de ser testigo de todo lo que pasó, volví con él en un vano esfuerzo por demostrarme a mí misma que él me quería más que a ella, pero al final, ningún esfuerzo de mi parte pudo hacer aparecer un amor que nunca existió. Sea la infidelidad parte o no de un rompimiento, la mayoría de nosotros conoce el dolor de entregar todo nuestro corazón y recibirlo luego vuelto pedazos. Te acercas a un hombre, compartiendo risas y recuerdos. Poco a poco te vas entregando y los dos se vuelven parte de la vida del otro. Luego en algún punto del camino, algo cambia, y lo que era tan íntegro y bueno, comienza a desvanecerse lentamente, convirtiéndose en algo diferente. A veces, sucede rápidamente y todo cambia de la noche a la mañana, pero por lo general, el cambio sucede gradualmente, hasta que lo que una vez tuviste con él, se convierte en algo irreconocible. Quedan pequeñas piezas de lo que una vez fue, pero el panorama ha cambiado. La pregunta es: ¿La relación cambió o finalmente la estás viendo como realmente es?

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Al comienzo de una relación, hay mucha neblina y humo; la novedad intoxica. Una falsa utopía los rodea a los dos. Es seguro, o al menos eso piensas. El tiempo pasa y vas profundizando. Lentamente, lo que es falso desaparece y comienzas a ver lo que hay bajo la superficie. Algunas cosas se revelan y comienzas a verlas a la luz. Tú sabes, yo sé y todos saben en el fondo, que no está bien. Algo no está bien, pero conservas la esperanza. Lo ignoras. Te concentras en lo bueno y te quedas en la superficie porque mientras más te adentres, más oscura y seria se hará la realidad. Una vez que la fachada se levanta, el dolor comienza. La bella imagen que una vez tuviste, desaparece y te preguntas: ¿Alguna vez fue verdad? ¿Alguna vez fue real? ¿Me enamoré de la superficie, sabiendo en el fondo la verdad por tanto tiempo? Más tarde vas a preguntarte: ¿Puedo confiar en la gente, la familia, los amigos y mis seres queridos? ¿Les entrego mi corazón? Confiar en alguien puede ser algo impredecible que puede construir o destruir a una persona y al espíritu. Todos sabemos la verdad. Podemos correr y escondernos, podemos vivir nuestras vidas ignorándolo, pero siempre regresamos a lo que es verdad. ¿Realmente queremos saber la verdad? ¿Podemos soportar la verdad sobre el hombre al que amamos, en el que confiamos y al que dejamos entrar? Nos vinculamos afectivamente a la persona que esperábamos que fuera. Le dimos nuestro corazón al hombre en el que soñamos que se convirtiera, pero esa esperanza no es la realidad de quien está frente a nosotros. La verdad siempre está frente a nosotros; simplemente tenemos que dejar de tratar de mirarla con los ojos humanos y pedirle a Dios que nos la muestre a través de Sus ojos. Cuando le permitimos hacer esto, Él no sólo nos revelará la verdad, nos dará la gracia de enfrentarla con coraje y esperanza.

Confronta tus miedos A veces una mujer no se puede esperar para terminar una relación con un hombre, pero más frecuentemente, es algo a lo que le teme. Se siente indecisa y temerosa e interpreta esta ansiedad como un signo de que debe permanecer donde está. Ya que un rompimiento sería muy difícil, pone su vida en pausa. Para superar estas dificultades, una mujer debe superar cualquiera de los siguientes temores.

1. “Nunca encontraré a alguien como él”. Esta emoción es común en jovencitas que también dicen: “Nunca me había sentido tan cerca de alguien. Nunca amaré a nadie como lo amé a él”. Como apenas están comenzando la experiencia de enamorarse, la novedad de la relación las lleva a creer que esa intimidad jamás será superada. En realidad su emoción no dice nada sobre el futuro; todo lo que quiere decir es que nunca había estado tan apegada en el pasado.

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Si te identificas con esto, comprende que el rompimiento no es una pérdida total. No tienes que olvidar los buenos momentos y olvidar las cualidades positivas que él pudiera tener. En vez de eso, aprecia los buenos recuerdos sobre él y ten como expectativa que tus futuros novios posean cualidades similares. Mientras tanto, evalúa los aspectos negativos de la relación y recuérdate que no caerás en lo mismo la próxima vez. Cuando reconoces las cosas que has aprendido de la relación, el rompimiento se convierte en algo más fácil de aceptar.

2. “Tengo miedo a estar sola”. Profundamente entrelazada en el temor a un rompimiento, está la suposición de que nadie más nos querrá. El temor a la soledad fue algo que sentí cuando intentaba dejar una relación siendo estudiante. Sentía como que no podía, estaba muerta del miedo de que si lo dejaba, perdería el amor. No me daba cuenta de que ya lo estaba perdiendo al quedarme con alguien que valoraba el placer más de lo que me valoraba a mí.

3. “Me da miedo herirlo”. Aunque es un motivo compasivo, por lo general hiere al chico más al final. ¿Por qué? Si una relación está mal para ti, entonces cuanto más permanezcas en ella, más difícil será para él la ruptura. Enfrentémoslo: No hay manera de romper con un chico que lo deje sintiéndose entre las nubes. Va a doler, pero hay que hacerlo. Créeme que eventualmente él lo va a superar. Y cuando rompas con alguien, no caigas en una semirelación porque eso hace las cosas más difíciles.

4. “Temo que nunca debí salir con él”. Un temor final que invade a las mujeres es

admitir la verdad. Un ejemplo común de esto es el de la chica que pierde su virginidad en la relación. Puede aferrarse al chico por años, sin importar que tan mal se ponga la situación. No puede soportar la idea de que la relación falle. Pero si ésta no es de Dios, entonces falló desde el comienzo, y todo lo que sucedió después es que ella estuvo distraída de la verdad. Para salir adelante, esta mujer debe admitir que cometió un error que no volverá a pasar en el futuro. Necesita aceptar la pérdida y confiar en que Dios nunca le pediría dejar algo si Él no quisiera darle algo infinitamente mejor, en concreto, Él mismo. Si te sientes incapaz de terminar y estás confundida sobre qué hacer, comienza por lo que sabes que es correcto. Si en el pasado has ido físicamente muy lejos, busca la pureza. Si ha habido engaño en la relación, sé honesta. Tus decisiones serán más claras si perseveras haciendo lo correcto. Si estás en la relación equivocada y tienes miedo de dejarlo todo, recuerda: “El coraje no es la ausencia de miedo, sino la comprensión de que algo más es más importante que el miedo propio”. En tu caso, ese algo resulta ser el futuro que Dios tiene para ti. No tengas miedo, tu vida es muy corta para gastarla con el hombre que no está destinado para ti.

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Para capturar monos en África, algunas tribus de cazadores vacían una calabaza grande y firme y la rellenan con papel aluminio por un pequeño agujero. Cuando el mono ve el brillo, trata de atraparlo y al cerrar el puño al rededor del papel, la mano queda muy grande como para sacarla a través del agujero. Como el vegetal es tan pesado, el mono no podrá caminar. El frustrado primate jalará y jalará hasta que muera de hambre o hasta que los cazadores lo capturen. Si tan solo lo soltara, sería libre, pero el mono ansía tanto ese insignificante pedazo de papel que termina costándole la vida. Lo mismo sucede con la mujer que se apega a una mala relación. Está tan consumida aferrándose a lo que cree que es bueno, que pierde la oportunidad de seguir lo que es mejor. Hasta que sus manos no estén vacías, Dios no las llenará. ¿Cómo puede soltarse una mujer? Primero, escucha a tu conciencia. Muchas jóvenes aprenden montones mirando la relación desastrosa de sus padres. Una adolescente me escribió a mi (Jason) para compartirme su tristeza por la separación de sus padres después de veinte años de matrimonio: Nunca imaginé cómo una situación y una palabra, un simple “sí”, podría tener tantos efectos tan terribles en una persona. El error de mi madre de decirle sí a mi padre y casarse con él, realmente ha causado efectos traumáticos en ella. Ahora entiendo la razón por la que todo esto pasó. Ella seguía diciendo sí, aun cuando sabía que algo estaba mal, cuando tenía ese presentimiento que cada mujer tiene en su corazón al ser controlada y usada. Es desconcertante pensar que solo una palabra pudo haber evitado que la vida de mi madre se derrumbara en pedazos. Nunca es demasiado pronto para empezar a pensar en tu futuro y el de tu familia. Mi mamá es un claro ejemplo de lo puede pasar si dices sí a la persona equivocada y continúas diciendo sí después de darte cuenta de que necesitas decir no. Si tu novio tiene cualidades que sabes que dañarían un matrimonio, retrocede. Imagínate en diez años a partir de ahora, casada y con dos hijos pequeños, pero en vez de tener un matrimonio pacífico, tu relación no es diferente a lo que es hoy. Si el pensamiento de educar hijos en condiciones tan dañinas te atemoriza, entonces es tiempo de darle fin a esa relación. Escucha atentamente la sabiduría de una adolescente que dijo: “No puedo satisfacerme con lo que quiero porque tengo que recordar lo que merezco”. El segundo paso en el proceso de dejar a un hombre es tener una súper amiga a tu lado para esos momentos. Cuando sabes que necesitas terminar una relación, pocas cosas sirven tanto como una sólida amistad o un familiar a tu lado. Cuando estás sola, es fácil cuestionarse y tener dudas. Incluso después del rompimiento, puedes dudar sobre por qué lo dejaste y sentirte tentada a regresar. Por lo tanto, cuando te sientas débil y quieras llamarlo a media noche o contestar un mensaje de texto, llama o envía un mensaje a tu súper amiga. Puede que también necesites un hombro en el cual llorar y te sentirás menos culpable por acabar con cinco litros de helado si la cuchara de alguien más está en el envase.

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Finalmente, comunica tu decisión. Hay numerosas maneras de hacerlo. Conversa con tu amiga y encuentra algunas razones contundentes que quieras expresarle al chico. Si las cosas se ponen argumentativas, sabrás qué decir porque has preparado tus palabras. Sé honesta, no le des razones falsas para terminar. No le digas que nada más necesitas un tiempo cuando en realidad lo que debes hacer es terminar por completo. Infórmale de tu decisión con la mayor clase y dignidad posible. En cuanto al lugar, elige un sitio que no sea tu casa ni la suya. Es mejor escoger un lugar donde te sientas segura y puedas salir fácilmente si las cosas se ponen difíciles. Si no quieres hablar con él cara a cara, siempre podrás escribirle una carta para explicarle tus razones. O si estás saliendo con el señor “No-tengo-suficientes-habilidades-sociales-paraconocer-chicas-sin-Internet”, siempre puedes notificarle por e-mail que has actualizado tu estado en Facebook a soltera.

Mantente firme en tu decisión Piensa en todas las relaciones que has visto en tu vida. ¿Quién tiene el record de rompimientos? Se vuelve muy confuso porque he visto parejas que terminan ¡cuando ni siquiera estaban saliendo! En vez de tomarse un tiempo para crecer en independencia y madurez, desperdician meses y años de sus vidas yendo hacia ningún lado. Por lo tanto, si estás terminando con tu ex novio, es tiempo de hacer un compromiso. . .de decir no. Las primeras semanas y meses luego de un rompimiento son los más difíciles porque te sientes tentada a recaer en los consuelos de la relación. Todos sabemos que la ausencia hace que el corazón se encariñe más. Aun cuando tú eres quien termina la relación, puedes extrañar a la persona. Ya que un reencuentro puede estar solo a una llamada de distancia, puedes llegar a pensar: “Bueno, yo sé que la relación no fue perfecta, pero es mejor tener a alguien que no tener a nadie. De verdad tuvimos buenos ratos, además, se ve tan miserable sin mí”. Resiste la tentación de regresar a menos que hayan pasado años y él haya resuelto todas sus actitudes malsanas. Si no puedes sacarlo de tu mente, no lo tomes como una señal indicadora de que debes estar con él; es simplemente una señal de lo mucho que te apegaste a él emocionalmente. Es un indicador del pasado, no una guía para el futuro. No importa lo que suceda, no le permitas hacerte sentir como que estás fallando al dejar la relación. A veces la prueba de amor más grande que puedas mostrarle es terminar con él. Si no respeta tu decisión de decirle no a esa relación, entonces es otro signo de que no te ama. Si sabes que es tiempo de terminar con todo, hazlo rápido. No le des vueltas, probablemente ya hayas dudado demasiado. Además, ¿a cuántas mujeres conoces que se hayan arrepentido de terminar una relación? Ahora, ¿a cuántas conoces que se arrepintieron de haber esperado demasiado tiempo para terminar?

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Si él se niega a aceptar la ruptura de la relación y continúa llamándote, enviándote mensajes o acosándote, dile claramente que deje de hacerlo. Únicamente porque te extraña, no significa que sea alguien lo suficientemente maduro y piadoso para amarte apropiadamente. Hazle entender que no responderás a sus mensajes ni contestarás sus llamadas. Eventualmente lo entenderá. Si se aparece en tu casa, te sigue y te hace sentir insegura, deberías conseguir una orden de restricción. Si todavía vives con tus padres, cuéntales lo que sucede. Pero si vives en otra parte, dile a un compañero, a un vecino, un familiar o un amigo que pueda acompañarte si es necesario. ¿Qué debes hacer mientras tanto? Mantente ocupada. No te quedes por ahí sentada corriendo el riesgo de deprimirte. Haz cosas que has querido realizar desde hace tiempo porque después de todo, ¿desde cuándo que no haces algo que sea nada más para ti? Es tiempo de que disfrutes la vida de soltera sin el drama de una relación inestable. Si la relación era mala, probablemente determinaba la clase de día que tendrías; si las cosas eran buenas, me imagino que tus días eran maravillosos. Y cuando las cosas se estropeaban, probablemente te sentías miserable. Ahora es tiempo de que recobres la custodia de tu corazón. No debe permitírsele a ningún hombre determinar qué clase de día vas a tener. Como nos dijo una adolescente: “El único hombre que vale tus lágrimas es aquel que nunca te haría llorar”. Al alejarte de él, acércate a los que te aman y te apoyarán (Dios, la familia y los amigos), no exclusivamente a tu súper amiga. Disfruta el amor y la paz que te brindan. Vendrán momentos en los que te preguntes si hiciste lo correcto al terminar con esa relación, pero si estás cerca de los que te aman, te ayudarán a sobrellevarlos. A veces los rompimientos son fáciles. Esto compartió una chica con nosotros: “No tenía idea de lo bien que se sentiría terminar con todo”. Otras veces no es tan simple, así que no te sorprendas si te toma un tiempo superarlo. Podría sentirse como una eternidad antes de que llegue el día en que dejas de pensar en él y ¿cómo enfrentarás eso? Cada vez que pienses en él y estés tentada a sentirte triste, haz una oración corta por dos intenciones: por él y porque la voluntad de Dios se haga en tu vida y la suya. Después de una dolorosa e interminable ruptura, una universitaria nos envió la oración que hacía por su ex antes dormir cada noche: Señor, por favor ayuda a Jimmy a conocer tu voluntad para él en todos los aspectos de su vida. Aumenta su auto-control y por favor, ayúdale a entender mis valores, no solo a aceptar vivir con ellos. Inspírale a querer vivir según mis valores por amor a ti y aun si no somos el uno para el otro, por favor condúcelo hacia la mujer adecuada. Es extraordinaria la madurez y belleza de esta oración. Se puede estar seguro de que ella no llegó a ese nivel de espiritualidad de la noche a la mañana. Seguramente vivió su etapa de lucha con Dios a causa de su corazón roto, pero la prueba la hizo más fuerte. Al orar por tu ex, lo estás amando. Puede que quieras amarlo de una forma más tangible (o reventarle los neumáticos a su auto), pero al darle la gracia de tus oraciones, de nuevo estás

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haciendo lo mejor por él. Comenzarás a salir de la ansiedad del futuro y del arrepentimiento por el pasado. Tomará tiempo dependiendo del apego que tengas por él. Si aceptas esto desde el comienzo, serás más paciente contigo misma. En algún momento de la vida tienes que decidir quién tomará las decisiones: ¿Serás tú o tus emociones? Cuando las emociones mandan, tu vida se vuelve todo un drama porque tus decisiones están basadas en el impulso, en vez de la sabiduría. Cuando sabes lo que debes hacer, a veces tus emociones patean y gritan. La persona sin sabiduría siempre ve esto como una señal de que tomó la decisión equivocada y se desmoronará para apaciguar sus sentimientos. Ten valor, porque cuanto más te alejes de ahí, más te redescubrirás a ti misma. Como dice el dicho: “No es tonto quien da lo que no puede retener para ganar lo que no puede perder”.

Sigue con tu vida En lo que se refiere a los rompimientos, no hay manera fácil de hacerlo; por lo general es complicado y doloroso. Si la iniciativa es del hombre y tú deseas que sigan como amigos, entonces tú experimentas la angustia de esperar algo más, mientras ves que su vida sigue adelante sin ti. Si la relación finaliza limpiamente, entonces es difícil de manera diferente. Dejar ir no es fácil, pero a veces solo tienes que seguir adelante y dejar que tu corazón se ponga al día cuando esté listo. Especialmente cuando ha habido intimidad sexual, el rompimiento será doloroso. Estas parejas han estado tan cerca físicamente como lo están el novio y la novia en su noche de bodas; por lo tanto, no puedes esperar una transición fácil, pero no dejes que esto te impida seguir con lo que tienes que hacer. Si estás en una relación dañina, acaba con todo contacto físico con él: no besos, no tomarse de las manos, no nada. Este hombre no es tu futuro esposo y tus afectos no le pertenecen. Cualquier expresión de afecto que le demuestres únicamente le dará falsas esperanzas. Si es él quien está terminando contigo, entonces no te culpes ni te tortures con lo que pudiste haber hecho diferente. Si definitivamente hiciste algo malo como engañarlo, entonces perderlo será una lección dolorosa respecto a la importancia de la fidelidad en una futura relación. Pero si sus razones para dejarte son menos claras, intenta —aunque parezca imposible— no analizar la relación hasta la obsesión. A veces las mayores bendiciones de Dios se dan cuando Él quita algo que queremos desesperadamente. En ese momento, el sentimiento es como de una amputación, pero todo sucede por una razón. Por dolorosa que parezca esta experiencia, es mejor que suceda antes del matrimonio y no después. A veces creemos que conocemos nuestro futuro y todo parece claro y un segundo después, nuestras vidas se voltean de cabeza. En momentos como estos, nuestra fe se hace real porque solo Dios sabe tu futuro y Él conoce bien los planes que tiene para ti, y están llenos

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de esperanza (Jer 29,11–14). Es una promesa real de Dios. No importa que tan oscuras parezcan las cosas ahora, no se van a quedar así para siempre. Si tu relación fue de las malsanas, eventualmente mirarás atrás y te dirás a ti misma: “¿En qué estaba pensando cuando estaba tan desconsolada porque no funcionó?”. Cuando conozcas a un hombre que verdaderamente aprecia y comparte tus valores, te darás cuenta de que terminar esa otra relación fue la mejor cosa que pudo pasarte. Que el fin de ella sea el comienzo de la plenitud de la voluntad de Dios en tu vida.

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16 PERDÓNATE Cuando Melisa tenía catorce años, sus padres la llevaron a una tienda para comprar un anillo de pureza. La idea —y la joya— no fueron impuestas por la fuerza. De hecho, ella amaba la idea de esperar hasta el matrimonio y darle el don de su virginidad a su esposo en su noche de bodas. Sin embargo, con el paso de los años, su propósito se debilitó y sus románticos ideales se marchitaron. Pasados algunos años de estudio, se dio cuenta de que casi todas sus amigas ya eran sexualmente activas y por medio de una de ellas, conoció a un chico de último año llamado John con el cual se llevó muy bien de inmediato. Y ya que muchas de sus amigas estaban constantemente en relaciones y les escuchaba todo su drama y chismes a la hora del almuerzo, ella se sentía como si estuviera perdiendo el tiempo y no tuviera casi nada que ofrecer. Su contacto con John se volvió cada vez más físico antes de siquiera madurar en una relación, pero a Melisa no parecía importarle. Como cualquier chica de su edad, a veces se cuestionaba sobre su atractivo físico, pero cuando John y ella estaban cerca, todas esas preguntas desaparecían. Iba a la iglesia y se consideraba más conservadora que el resto de sus amigas, pues a diferencia de muchas de ellas, ella nunca pensaría en tener una relación sexual casual. Ella sabía que John y ella sentían algo muy fuerte y especial. El tiempo pasó, la relación se hizo cada vez más íntima físicamente y entonces, una noche sucedió. No lo habían planeado, pero “una cosa llevó a la otra”. Luego de perder su virginidad, se dio cuenta de que no había sido la experiencia romántica y gozosa que ella esperaba, y la inmadurez de su novio, sólo profundizó esta realidad. Ella recuerda: Compré el anillo y en mi corazón yo sabía que era algo que debía ser importante. Después de la primera vez, estábamos recostados y él miró mi anillo y dijo: “Bueno, supongo que ya acabé con esa idea” y se rio. Me dolió tanto que dijera eso, porque me di cuenta de que estaba diciendo la verdad: acabó con mi regalo. Algo sobre lo que debí tener control, se había acabado sólo por el sentimiento de ser amada. Como pensaba que ya no había esperanza, seguí con la mentira de que nos amábamos y que eso era lo único importante. Usaba el anillo como un boleto para salir de la casa. Pensaba que si mis padres creían que me estaba portando bien, me saldría con la mía, pero no puedo liberarme de mí misma o de los terribles sentimientos que aparecen como consecuencia. Lloro mucho para ser alguien que tiene una gran vida.

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Cuando la relación terminó y John se fue a la universidad, ella no sabía qué hacer con su vida. Había formado una visión idílica de una boda blanca y una romántica luna de miel en la que le daría a su esposo su anillo de pureza como promesa de su amor íntegro. Ahora veía que el chico al que le había entregado su virginidad, se iba de su vida. Él había dormido con otras antes y probablemente continuaría ese patrón en la universidad. Melisa se preguntaba: “¿Fui solo un número para él? No puedo creer que lo haya hecho. Aunque dicen que todo el mundo tiene una segunda oportunidad, yo no creo que la merezca”. Por meses, estuvo más enojada consigo misma que con John. Ella sabía que él no la había forzado a nada, siempre le dijo que iría al ritmo de ella. Sin embargo, a menos de un año de haberlo conocido, ahí estaba, preguntándose cómo es que todo había pasado tan rápido. La relación despegó como un cohete, y como un cohete cayó. Ahora ella se había quedado sola examinando los restos.

Sanando el pasado ¿Qué debe hacer una mujer con el remordimiento? ¿Cómo enfrenta la desilusión cuando comienza a culparse —e incluso depreciarse— a sí misma? No basta con decirle: “A todo el mundo le pasa, no seas tan dura contigo misma. Elimina lo malo e intenta ser mejor en el futuro”. En el caso de Melisa, ella no estaba deprimida solamente por el pasado. Tal vez estaba más devastada por lo que significaba para su futuro. Ella nunca quiso estar con más de un hombre; nunca quiso tener que decirle a su futuro esposo que no lo esperó. Probablemente el primer paso que alguien como ella debe tomar, es entregar todo su sufrimiento al único que puede calmar sus preocupaciones y responder a todas sus preguntas: Dios. Haciendo referencia al amor incondicional de Cristo, Madre Teresa escribió una vez: Él siempre te ama, incluso cuando sientes que no lo mereces. Cuando otros no te aceptan, ni tú misma a veces, Él es el único que siempre te acepta. . . Solamente cree —eres preciosa para Él. Pon todo tu sufrimiento a Sus pies— solamente abre tu corazón para que seas amada por Él tal y como eres. Él hará el resto. Cuando no te aceptas a ti misma, es de gran ayuda saber que alguien todavía te acepta. Aun así, ¿cuántas veces sentimos que Dios es el que más se decepciona de nosotros? Los teólogos nos dicen que la más grande cualidad de Dios es su misericordia, pero, ¿lo creemos? Si te cuesta aceptar el hecho de que Dios te ama con todo y tus imperfecciones, considera el amor que yo (Jason) tengo por mi hija. Se ha dicho que para los padres, tener un hijo es como tener tu corazón caminando fuera de tu cuerpo. ¡Qué cierto es! Mientras escribo esto, mi hija duerme en su cuna; sin embargo, no ha sido una semana pacífica. En los

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pasados siete días, nos ha despertado a Crystalina y a mí incontables veces, ha tirado al suelo su comida, ha derramado el jugo, ha ensuciado sus pañales, se me ha babeado encima, me ha jalado el cabello, se ha limpiado la nariz en mi cara y jugando, me ha golpeado constantemente, todo mientras se ríe. Pero mañana a las 5:45 de la mañana, se va a meter en nuestra cama en pañales y con el pelo todo enredado, me pondrá los brazos alrededor de la cabeza, me despertará con un abrazo y todo quedará olvidado. Su amor me derrite. No te dejes engañar pensando que Dios está menos cautivado por tu amor. Como dice el Cantar de los Cantares, en prosa que refleja el amor de Dios por nosotros: “Me has cautivado el corazón”. Una vez leí una frase sobre los padres que dice que tenemos: “Voluntad de hierro, nervios de acero y corazón de pudín”. El corazón de Dios se conquista infinitamente mucho más fácil que el de los humanos. No hay nada que puedas hacer para que Él te ame más, y no hay nada que puedas hacer para que Él te ame menos. Cuando aceptas el amor de Dios, aumentas tu propia capacidad de amar a otros. En el Evangelio de Lucas, se cuenta la historia de una prostituta arrepentida que se inclinó a los pies de Cristo y los lavó con sus lágrimas. Cuando un fariseo vio el acto, pensó que Jesús debió haber sabido qué clase de mujer lo estaba tocando. Jesús no sólo la defendió, sino que agregó: “¿Ves a esta mujer? Cuando entré en tu casa, no me ofreciste agua para los pies, mientras que ella me ha lavado los pies con sus lágrimas y me los ha secado con sus cabellos. Tú no me has recibido con un beso, pero ella, desde que entró, no ha dejado de cubrirme los pies de besos. Tú no me ungiste la cabeza con aceite; ella, en cambio, ha derramado perfume sobre mis pies. Por eso te digo que sus pecados, sus numerosos pecados, le quedan perdonados, por el mucho amor que ha manifestado. En cambio aquel al que se le perdona poco, demuestra poco amor”. Jesús dijo después a la mujer: “Tus pecados te quedan perdonados”. Aunque puede que ya hayas leído este pasaje antes, ¿has considerado cómo se sentía la prostituta consigo misma después de ese encuentro personal con el Dios viviente? ¿Crees que salió después de esa experiencia pensando: “Soy tan estúpida por haber sido una prostituta, quién me amará ahora?”. Ya que se permitió a sí misma ser amada por el Amor, su pasado sin Dios parecía insignificante comparado con el futuro que Él abrió frente a ella. Imagínala yendo a dormir esa noche, recostada, despierta y reviviendo en su mente el momento en que Él la miró a los ojos con compasión pura y con respeto. Quizá ningún otro hombre la había mirado de esa manera. Ella sabía que su vida no había acabado por sus pecados. Mejor aún, por la misericordia de Dios, apenas comenzaba. En el Evangelio, este evento no está aislado, es un patrón. Cuando dirigía un retiro para universitarias, Karol Wojtyla recordaba el encuentro con Cristo que había tenido la mujer samaritana en el Evangelio de Juan, cuando Jesús encuentra a esta mujer que había tenido cinco maridos y ahora estaba viviendo con otro. Wojtyla anotaba: Tuvo que haber algo en esta conversación que no la humilló, la mortificó o la destruyó, sino que la alivió. . . En cada episodio del Evangelio donde

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hay encuentros con mujeres, ellas encuentran su independencia al lado de Cristo. . . No hay esclavos al lado de Cristo. La pecadora pública se convierte en novia comprometida, en hermana. Cuando una mujer descubre su identidad en Dios, está preparada para enfrentar el futuro y también el pasado. Sin esto, ella podría caer en el hábito de definirse a sí misma por sus errores. En palabras de una mujer que nos escribió: “¿Cómo cambias cuando no puedes cambiar el momento que te hizo lo que eres?”. Sus heridas eran tan profundas que se convirtieron en su identidad. En estos casos, una mujer debe rechazar la tentación de etiquetarse a sí misma. En vez de identificarse con su culpa, tiene que actuar al respecto. La cultura moderna nos dice a menudo que la culpa es mala, especialmente en lo que concierne a los asuntos sexuales. Algunos incluso han dicho que el único problema del pecado es la gente que dice que existe. La idea es algo así: La única causa de la vergüenza y la culpa que sienten las mujeres es la idea sexista de que deberían ser puras. Si liberamos a las mujeres de ese pensamiento de castidad irreal y pesada, nadie se tiene que arrepentir ni sentir remordimiento. Esto sería como decir que el problema de cáncer de seno son las mamografías: Si pudiéramos deshacernos de las personas que promueven la detección del cáncer de seno, las mujeres estarían libres de la ansiedad y el miedo que causa el cáncer. Obviamente, cualquiera que ame a las mujeres consideraría ridículo semejante consejo. La culpa no es mala, lo que es malo es la desvergüenza. La culpa es un regalo de Dios, es una alarma que nos despierta cuando no estamos viviendo cómo deberíamos. La insatisfacción y el vacío que siguen a cada pecado son un llamado de Dios a volver a Él, el único que puede satisfacer nuestros deseos más profundos. Si te sientes avergonzada, agradece a Dios que tu conciencia está viva y ve a Él para ser limpiada. Si sientes pena por tu pasado, permítete a ti misma llorar si sientes la necesidad. Hay un período de duelo que las mujeres atraviesan cuando reconocen una gran pérdida y es necesario como parte del proceso de sanación. Por más doloroso que parezca, las lágrimas son sanadoras. La Biblia dice que cuando el Espíritu Santo nos condena por nuestros pecados, Él también nos conforta. El demonio acusa, mientras que el Espíritu Santo es el abogado. El término “abogado” viene del latín advocatus, que se utilizaba a menudo en el contexto legal para referirse a alguien llamado a tu lado para defenderte en la corte. Incluso cuando te acusas a ti misma, Dios permanece a tu lado. No hay nada que hayas hecho que no pueda ser perdonado. La razón por la que profundizamos en esto es porque es más fácil perdonarte a ti misma cuando sabes que Dios está dispuesto a perdonarte.

Elige recibir el perdón 200

El amor no es algo que simplemente eliges dar, también es algo que eliges recibir. En el caso del amor de Dios, Él no da lo que no queremos recibir. Él no se impondrá a sí mismo sobre nosotros. Como un verdadero amante, Él extiende una propuesta que el amado libremente acepta o rechaza. Si desearas aceptar la propuesta de Su misericordia, ¿qué deberías hacer? No necesitas esperar otro momento para regresar a Dios, incluso al leer estas palabras, puedes tornar tu corazón a Él de nuevo. Como dice el Salmo 51: “Un corazón contrito tú no lo rechazas”. No pienses que el número y gravedad de tus pecados es proporcional a tu distancia de Dios. Al contrario, tu unión a Él está determinada por una cosa: el deseo que tienes de regresar a Él. Un alma tibia que va a la iglesia cada fin de semana no posee tanta intimidad con Dios como la prostituta del Evangelio que lavó los pies de Cristo con sus lágrimas. Puedes pensar: “Me siento mal por lo que hice, pero no me siento tan mal”. Cuando miramos el ejemplo de la prostituta arrepentida, podemos sentirnos desalentados porque nos falta su fervor y su amor sobrenatural, pero no te preocupes. Si te hace falta un corazón contrito, simplemente dale a Dios lo que sí tienes. Si sientes que no tienes nada, ¡dale eso a Él! Si no posees un amor heroico por Dios, puedes al menos desearlo. A Sus ojos, el deseo de amarlo es amor por Él.

¿Nada de qué arrepentirte? Una vez recibimos un e-mail que comenzaba así: “¿Está mal no sentir arrepentimiento por haber perdido mi virginidad? Amo a ese chico de verdad”. Sin embargo, al final de la carta se evidenciaba un tono diferente. La chica concluía así: “A veces lloro en las noches tratando de entender cómo pude haber hecho algo tan estúpido. Después de un año he llegado al punto donde siento como que no puedo perdonármelo”. Si esto no es remordimiento, es difícil saber qué es. Otra chica nos escribía: “Ahora que miro hacia atrás, puedo decir que no me arrepiento; sin embargo, desearía no haberlo hecho”. Cuando una mujer se entrega demasiado, pero insiste en que no se arrepiente de nada, cabe en alguna de las siguientes tres categorías: Algunas se aferran a su relación por temor a que si termina, tendrán que enfrentarse a un enorme arrepentimiento. Para evitar esto, prolongan la inevitable separación. En tales casos, la ausencia de arrepentimiento es un signo de la presencia de negación. Otras veces, es difícil para las mujeres desarrollar vínculos porque han vivido varios rompimientos de relaciones sexuales. Ya que experimentan un desapego emocional, no ven razón para arrepentirse de lo que ya han hecho antes tantas veces.

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Finalmente, otras parejas se encuentran en relaciones sexuales donde no hay abuso ni manipulación. Al compararse con las aventuras superficiales que ven entre sus compañeros, valoran el hecho de que su unión consensual tiene sentido para ellos. Ya que su cercanía es más tangible que el pensamiento de desobedecer un mandamiento, la idea de “sentir dolor por sus pecados” parece vaga. Pero el hecho de que una mujer no sienta remordimiento hoy, no garantiza que no lo sienta en el futuro. La mayoría de las veces, el arrepentimiento aparece después de que la relación termina. Una mujer en cualquiera de las tres situaciones debería darse cuenta de que el arrepentimiento no se trata siempre de sentimientos. Incluso cuando sabes que una acción es mala, esto no significa que sentirás culpabilidad. Deberíamos sentir dolor de nuestros pecados, pero Dios no limita la gracia de su perdón a quienes perciben realmente el peso de su ofensa. Si te faltan sentimientos de arrepentimiento por lo que hayas hecho, no dejes que esto te aleje de tu búsqueda del perdón de Dios. Algunos pueden pensar que semejante disculpa no sería sincera, pero no es así; significa que tu petición de perdón se basa en el conocimiento de tu ofensa. Si sabes que hieres a alguien que amas, entonces es un acto de amor sanar esa herida, sin importar que tan culpable te sientas. Cuando una persona se acerca a Dios con un espíritu de humildad, comienza a ver lo que antes estaba oculto. En un cuarto oscuro el aire parece claro, y cuando los rayos de luz penetran en la oscuridad, aparecen las partículas más pequeñas de polvo. De la misma manera, las manchas del pecado son difíciles de detectar cuando nos escondemos de la luz, pero se hacen evidentes cuando invitamos a Dios a que abra nuestros ojos. Aunque puede ser difícil admitirlo, a lo mejor es tiempo de buscar el perdón de otras personas así como el de Dios. Si has sacrificado amistades en nombre de relaciones pasajeras, busca el perdón de tus amigos. Si has engañado a tu familia y has perdido su confianza, ten la humildad de pedir disculpas. Es más, si has herido a ex novios o a tu pareja actual, quizá encuentres sanación al buscar su perdón. Cada situación es única y quizá, otros te deben a ti muchas disculpas, pero en vez de concentrarte en esas heridas, mira cómo podrías tomar un papel activo en tu propio proceso de sanación.

Perdónate a ti misma Para algunas mujeres, es fácil pedirle perdón a Dios, pero el reto verdadero es concederse el mismo perdón a sí mismas. Perdonarte no es un acto que ocurre al instante, es un proceso de aprendizaje para aceptarte a ti misma y a tu pasado. En las palabras de una mujer: Estoy tratando de aprender que soy digna de ser amada, que no estoy usada o dañada, pero es difícil verte a través de los ojos de otro, porque a mis propios ojos, yo no creo que merezca el tiempo de nadie. Es algo que estoy luchando por superar porque tan pronto aprenda a amarme a mí misma, entonces y solo entonces, estaré lista para amar a otro. Sé que

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valgo más que mi cuerpo, valgo más que mi inteligencia, soy digna de ser el todo de alguien. Soy digna de amor. Cuando una mujer toma una decisión sexual de la cual se arrepiente, puede llegar a pensar: “Lo hecho, hecho está. ¿Qué hombre bueno va a quererme ahora?”. Entonces, en el futuro, caerá más fácil en los mismos errores con los hombres. Para prevenir esto, mira cómo fue que caíste y lo que te llevó a ello. ¿Qué pudiste haber hecho diferente? ¿Habías dejado de lado tu vida de oración o desapareció completamente? ¿Estabas con un hombre que no compartía tus mismos estándares? ¿Estabas ocultando cosas a tu familia o amigos que te aman? El propósito de examinar tu pasado no es revivirlo, sino aprender de él con el fin de hacerte más fuerte en el futuro. La mejor forma de sanar el pasado es purificar el futuro. Esto puede parecer una tarea gigantesca, como si estuvieras parada en la base de una montaña altísima, pero con un “sí” a la vez, la montaña comenzará a reducirse. Con cada peldaño escalado, la cima se hace más cercana. No te preocupes por lo que vendrá y concéntrate solamente en el día de hoy. Cuando estás avanzando para salir de un estilo de vida dañino, los primeros pasos del viaje son por lo general los más difíciles. Los recuerdos más recientes pueden tentarte, las relaciones anteriores se niegan a desaparecer y el inmortal ciclo de rumores y chismes pueden hacerte preguntar si un cambio es posible. Sin embargo, la batalla no será siempre tan feroz. Puede parecer que te estás moviendo de una esclavitud a otra, pero piensa en el tiempo en que los israelitas fueron conducidos por Moisés lejos de la esclavitud de Egipto. Al comienzo, Moisés era su mejor amigo, pero cuando las cosas se pusieron difíciles, ellos se quejaron y lloraron porque su antigua vida de esclavitud era mejor que estar perdidos en un desierto. Se preguntaban, “¿Sí hay una tierra prometida o es esto todo lo que hay?”. De la misma manera, cuando Dios nos dirige por el desierto de la purificación, debemos tener fe de que no es el fin. Él no “nos trajo hasta aquí para morir”, como temían los israelitas. Los recuerdos dolorosos solo pueden ser sanados cuando son usados como motivación para construir un futuro mejor. Luego de cometer errores enormes, una mujer puede preguntarse: “¿Cómo vuelvo a empezar?”. Pero ¿cómo puede no hacerlo? Nunca es tarde para dar la vuelta, porque cada mañana, la misericordia de Dios es nueva.

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17 ELIGE SANAR Cuando Sara tenía nueve años fue secuestrada por un extraño que la llevó cientos de kilómetros lejos de su familia. Mientras sus padres organizaron frenéticamente equipos de búsqueda y vigilias de oración, ella sufrió el abuso de un hombre al que nunca antes había visto. Días más tarde, él comenzó a pensar en la manera de deshacerse de la niña y un día que pasó por un sitio de construcción vacío, se detuvo en una carretera enlodada junto a una letrina y la arrojó a las aguas negras asegurándose de que nadie lo viera. Mientras Sara permanecía medio sumergida en desechos humanos, estremecida escuchó el ruido del auto alejándose. Allí permaneció toda la noche, demasiado asustada para intentar salir o pedir ayuda. A la mañana siguiente, un trabajador de la construcción la descubrió y llamó a los bomberos. Cuando el camión llegó, uno de los bomberos bajó al pozo para rescatarla. Al verlo descender hacia ella, comenzó a tirarle desechos y a gritarle que se fuera, que la dejara ahí. Estaba tan traumatizada que ya no sabía en quién confiar y quería quedarse en la letrina. El hombre tuvo que tomarla forzosamente para llevarla a un sitio seguro y eventualmente a casa con su familia. Hemos perdido la cuenta de cuántas historias desgarradoras de abuso sexual hemos escuchado. La mayoría no son tan espantosas como ésta, pero las víctimas tienen bastante en común. Se sienten torturadas con las preguntas cuando tratan de encontrar el sentido de lo que pasó. Piensan: Probablemente haya sido mi culpa. Si tan solo no me hubiera puesto en esa situación. ¿Qué hago ahora? No quiero contárselo a nadie. ¿Qué van a pensar de mí? ¿Me creerán? ¿Me culparán? ¿Volveré a confiar en un hombre otra vez? ¿Seré capaz de dejar esto en el pasado? Los recuerdos me siguen persiguiendo. Mejor me quedo con esto en secreto y me las arreglo por mi cuenta. Cuando una mujer ha sido víctima de abuso sexual, ¿qué puede hacer para recuperarse? Proponemos cinco formas en las que puede comenzar el proceso.

No te culpes “Fui tan estúpida al haber entrado a ese auto con él. Yo sabía que él estaba borracho y todos mis amigos me dijeron que no era de confiar, pero solamente me pareció que sería divertido y emocionante”. Esta chica me contaba a mí (Jason), limpiándose las lágrimas de sus ojos,

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cómo un amigo de su hermano mayor la invitó a dar un paseo durante una fiesta. En cuanto se metió al auto, él aseguró las puertas, condujo a toda velocidad a un lugar desolado y se aprovechó de ella. Más tarde, la llevó otra vez a la ciudad y le ordenó bajarse del auto, casi a un kilómetro de la casa. Se envolvió en su ropa rota en un esfuerzo por sentir calor y lloró incontrolablemente mientras caminaba a su casa bajo las luces de las calles. No quería enfrentar a sus padres, entonces se cubrió con una manta y pasó la noche en la entrada de la casa. Cuando amaneció, entró rápidamente y se metió a la ducha una eternidad. Cuando salió les dijo a sus padres que había pasado la noche en la casa de una amiga. Durante semanas, se torturó con los recuerdos: “Hubiera podido evitar todo si no hubiera ido a esa fiesta o si hubiera salido con amigos de mi edad. Esto es mi culpa. Si le digo a alguien, me dirán que eso me gano por ponerme en riesgo”. La perseguían esos hipotéticos escenarios de cómo hubiera podido prevenir el abuso, lo que la hizo olvidar que cada caso de abuso es culpa del abusador. Aun cuando se haya puesto a sí misma en una situación peligrosa, ella nunca le dio derecho de violarla. Cada mujer debería estar segura en presencia de un hombre, sin importar las circunstancias, pero tristemente las mujeres saben que este no es siempre el caso. Gracias a un proceso de consejería, ella fue capaz de aceptar que si bien no puede cambiar el pasado, sí puede evitar situaciones peligrosas en el futuro. Ella puede adquirir sabiduría del sufrimiento; al menos algo bueno puede salir del dolor de su experiencia. Sin embargo, nada bueno puede salir si continúa culpándose a sí misma.

No te escondas Imagina que sufres un accidente de tránsito masivo en una autopista y que quedas con un par de costillas rotas y una contusión cerebral, y ahora le dices a los paramédicos: No se preocupen por mí; estoy bien. El hospital no necesita saber y solo me culparían por conducir muy rápido. Además, no soporto las agujas y van a pincharme con una intravenosa e inyecciones con medicamentos para el dolor. Yo me puedo curar sola. ¿Sobrevivirías? Tal vez. Pero sanarías más rápido si le muestras tus heridas al doctor. Lo mismo puede decirse de la mujer que ha sufrido el trauma del abuso sexual, pero que planea sanar sola en silencio. Los hospitales existen por una razón y también la familia, los amigos y los consejeros. Desde una perspectiva científica, es interesante notar lo que pasa en la mente de una joven que ha sufrido abuso. Los investigadores de la Escuela Médica de la Universidad de Texas del Suroeste (University of Texas Southwestern Medical School) descubrieron que la intimidación traumática del abuso y la violencia causan altos niveles de estrés que disparan niveles excesivos de factor neurotrófico derivado del cerebro, también conocido como BDNF,

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que se libera en el sistema nervioso central. Cuando esto sucede, ciertos genes en el cerebro se activan y causan que la víctima del abuso experimente aislamiento social, depresión, miedo, una tendencia creciente hacia comportamientos adictivos y pérdida de la capacidad para disfrutar de la intimidad en el futuro. Si has sido sexualmente abusada y has experimentado estas consecuencias, eres normal. En un acto de fe, encuentra a un adulto en quien puedas confiar. Puede ser un miembro de la familia, alguien cercano, un profesor, un consejero, un ministro de juventud, un pastor, quienquiera que sea confiable y cariñoso. Si no se te ocurre a nadie en quien confiar, pídele a Dios que te muestre a la persona indicada. Idealmente, querrás ser capaz de decirles a tus padres. Solo piensa: si lo mismo le sucediera a tu hija un día, ¿qué querrías que ella hiciera? A lo mejor quieres decirles, pero tienes miedo o temes que te miren diferente o se enojen contigo. Tus preocupaciones son comprensibles, pero no permitas que tus miedos se conviertan en un obstáculo para tu sanación. Si has ocultado tu herida y los recuerdos no se van, solo significa que debes intentar una nueva forma de sanar. Si eres una víctima adulta de abuso sexual, entonces, sin importar cuándo sucedió el abuso, no te prives de la sanación que mereces. Ignorar los recuerdos del abuso no los hará desaparecer y no ayudará al proceso de sanación. Solo te impide ser la persona que eras antes de la tragedia. Descuidar las heridas físicas frecuentemente lleva a infecciones y a un dolor innecesario. Lo mismo sucede con las heridas del corazón. Abrirse a alguien para contarle sobre un abuso no es fácil. Volver a contar los eventos probablemente traerá lágrimas y una cantidad de emociones. Ese proceso puede ser intimidante y puedes llegar a pensar: “¿Por qué tengo que escarbar esas heridas viejas? Duele el solo hecho de pensar en lo que pasó y ya he sufrido lo suficiente. Únicamente tengo que ser fuerte y seguir adelante”. Sin embargo, negarte a hacer el duelo no es una fortaleza, es una debilidad. Toma mucha valentía llorar y permitir que alguien más te consuele. Quién sabe, quizá descubras a otras mujeres que han sobrevivido a las mismas experiencias y están dispuestas a ofrecer recomendaciones compasivas basadas en sus propios testimonios de sanación. No estás sola, más del 30% de las mujeres han sido forzadas a algún tipo de actividad sexual en contra de su voluntad. Algunas mujeres han crecido tan acostumbradas a ocultar la herida que no saben cómo expresar tristeza al respecto. Pueden ir muy lejos en cuanto a la minimización del abuso, manteniendo una actitud estoica: “Todo está en el pasado, estoy bien, no fue tan grave”. Si has sido abusada, entonces lo que te pasó, sí importa, y sentir tristeza al respecto te permite admitirlo. Parte del proceso de sanación es permitir que estos sentimientos salgan a la superficie y permitirle a alguien que le de valor a tu dolor y que sienta empatía por ti. Puedes pensar:

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“Bueno y ¿eso en qué ayudará? Lo que pasó ya pasó, nadie va a cambiarlo”. Aunque es verdad que nadie puede cambiar el pasado, los recuerdos pueden ser sanados y tu corazón puede ser renovado. A veces requiere un salto de fe creer que la sanación es posible. Otra dificultad para revelar el abuso sexual es que tiene riesgos: ¿Te creerán? ¿Se involucrará a la policía? No permitas que estos temores te detengan. Es verdad: A veces una chica confiará en alguien que no le creerá y puede suceder cuando una hija le diga a su madre que un miembro de la familia ha abusado de ella. Como si el abuso no fuera lo suficientemente doloroso, a veces la madre puede defender al abusador diciendo cosas como: “Te estás inventando eso para llamar la atención o porque él no te agrada”. Probablemente ella le cree a su hija, pero tiene miedo de enfrentarse con la realidad. Cada madre tiene instintos maternales para proteger y educar a sus hijos. Es por eso que es tan trágico cuando las madres se ponen del lado de los hombres que han lastimado a sus hijos. ¿Qué puede hacer la chica en este caso? No debe rendirse, pero debe buscar otro adulto que sea imparcial con la situación, como un consejero. También debe recordar el Salmo 27 que dice: “Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me acogerá”. Cuando hay que acudir a la policía en el caso de un abuso sexual, muchas víctimas se aterrorizan comprensiblemente porque su situación se hará pública o llegará a interminables batallas en la corte. Sin embargo cuando hables con un adulto confiable, puedes discutir cómo deseas proceder. Al tomar esa decisión, reconoce que la mayoría de los abusadores sexuales andan rondando por ahí porque nadie los denuncia ante la justicia. Si cada una de sus víctimas presentara cargos en contra de ellos, las tasas de abuso sexual caerían en picada. El abuso no desaparecería, pero incontables futuras víctimas estarían libres del dolor que has vivido. La mayoría de los abusadores no atacan sólo a una víctima. Si alguien ha abusado de ti, probablemente no fuiste la primera persona ni serás la última. Por esta razón, te animamos para que seas valiente y los denuncies ante la justicia.

No entierres tus heridas Elena se sentó en las gradas del gimnasio de su escuela y en voz baja, me contó que había estado con un sinnúmero de hombres después de haber sido violada. En medio de nuestra conversación, me preguntó si iría con ella a ver su autorretrato colgado en la sala de exposiciones de arte de la escuela. Caminamos juntos por los pasillos mientras seguía contándome su historia. Llegamos al salón y me señaló su dibujo hecho a carboncillo: “Ahí está”. La imagen sobre lienzo negro era la de una niña con alas de ángel que se elevaban por encima de ella con gracia. Estaba sentada en la oscuridad, con su cabeza inclinada en señal de desesperación. Su frente posaba sobre sus brazos cruzados que a su vez descansaban sobre sus rodillas. Unas venas de agua negra que asemejaban lágrimas, corrían por el lienzo en el fondo. Después de nuestra conversación, me envió un e-mail con la copia del retrato y

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todavía lo tengo enmarcado y puesto en la biblioteca de mi oficina, como un recordatorio para orar por ella. Pero además de la plegaria, ¿cómo se convence a esta chica de que ella merece ser tratada como una princesa? Todas las voces en su cabeza protestarían ante semejante idea tan absurda. ¿Cómo le dices que ya no necesita huir de su pasado? Si tratas de persuadir a una mujer para que abandone un estilo de vida destructivo, ella puede rechazar todo tipo de consuelos pensando: “Así es como tiene que ser”. El corazón de una mujer es inseparable de su vientre. Cuando ella lleva la vida a través del embarazo, forma un vínculo indescriptible con su hijo. A través del don de la sexualidad, una esposa se convierte en una carne con su esposo. El vientre está hecho para la vida y el amor. Su cuerpo es un lugar sagrado porque es dentro de la mujer que el matrimonio se consuma y la vida humana se crea. Dado su propósito sagrado, exige enorme reverencia. Sin embargo, cuando la sexualidad de una mujer es profanada, la herida es especialmente profunda. Esto explica el insondable quebrantamiento que expresó una joven que me escribió para decirme: “Fui violada el año pasado y desde entonces he desgastado mi cuerpo porque siento que no valgo nada”. Cuando una mujer sufre abuso sexual, su abusador le envía un vívido mensaje de que ella no merece ser amada, apreciada o protegida. Si ella no busca ayuda para superar el abuso, puede comenzar a integrar ese mensaje a su alma. Su vida pronto comenzará a reflejar la creencia de que ella no espera ser amada y puede comenzar a entregar su cuerpo a hombres lujuriosos como el hombre que abusó de ella, pero esta vez, ella lo permite e incluso inicia esos encuentros. Una herida entierra otra y ella piensa que ha descubierto la manera de evitar que los hombres la hieran. Su cuerpo puede estar disponible para ellos, pero su corazón está encerrado y no se lo da a nadie. No dejará que nadie la hiera porque está muy ocupada hiriéndose a sí misma. La víctima se pregunta en silencio, ¿quién me va a querer ahora? De lo que ella no se da cuenta es que el tipo de hombre que ella quiere —un respetuoso y amoroso caballero— no la amaría menos por el abuso que ha sufrido. En el mejor de los casos, la amará más para compensar lo que ha sufrido. No puedo concebir un hombre tan insensible que piense: “¿Abusaron de ti antes? No quiero estar contigo”. No pienses que no vales nada o que vales menos a causa de tu pasado. No importa lo que haya sucedido, todavía te tienes a ti misma para darte. Después de que una mujer ha sufrido abuso sexual, lo mejor para ella es tomarse un tiempo de sanación antes de entrar en una nueva relación. Si no se toma ese tiempo para hacerse completa de nuevo, podría usar las relaciones para aliviar su pena. De cierto modo, es como si intentara llenar un contenedor roto; y como resultado, se preguntará por qué se siente tan vacía si ha usado todas sus fuerzas para tratar de llenarlo.

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Aprende a confiar de nuevo No es raro que una joven que haya sido abusada sienta que no volverá a confiar en los hombres nuevamente. Se preguntará: “¿Seré capaz de tener una relación normal con un hombre? Me muero de miedo si estoy sola con un hombre. ¿La intimidad va a ser posible para mí?” Luego del abuso, algunas chicas dejan de sentir interés por los hombres completamente, protegiendo sus corazones contra cualquier relación. Estos reflejos son reacciones comprensibles que buscan defender el propio corazón de más dolor. Si una mujer no aprende gradualmente cómo confiar de nuevo, su habilidad para dar y recibir amor se atrofiará. En palabras de C.S. Lewis: Amar significa ser vulnerable. Ama algo y tu corazón ciertamente será pisoteado y posiblemente roto. Si quieres asegurarte de mantenerlo intacto, no debes darle tu corazón a nadie, ni siquiera a un animal. Envuélvelo cuidadosamente en pasatiempos y pequeños lujos; evita cualquier enredo; enciérralo seguro en la urna o el ataúd de tu egoísmo. Pero en esa urna —segura, oscura, estática, sin aire— tu corazón cambiará. No se romperá; se volverá inquebrantable, impenetrable, irredimible. . . El único lugar fuera del cielo en donde te puedes encontrar completamente a salvo de todo peligro y perturbación por casusa del amor es el infierno. La persona que se guarda a sí misma a causa de un abuso sexual no lo está haciendo por egoísmo, pero el resultado final es el mismo. Se bloquea a sí misma contra lo que puede sanarla en última instancia: el amor. Una mujer decía sabiamente: El peor daño que te haces a ti misma es dejar de amar porque podrían herirte o porque ya te han herido. Te resecas como una ciruela pasa. No lo hagas. Debes estar dispuesta a ser lastimada. El dolor de tratar de protegerte para no ser lastimada es mucho mayor que el dolor de amar y perder. Recuerda eso. Con esto, ella no quiere decir que una mujer debería ser descuidada con su corazón. Ella quiere decir que no podemos vivir sin amor, y que el amor requiere cierto nivel de receptividad y apertura. Ciertamente, una mujer sentirá desconfianza frente a los hombres luego de sufrir un abuso. Con todo derecho, guarda su corazón, pero si confía en su intuición y si poco a poco desarrolla amistades con hombres decentes, puede aprender a confiar de nuevo. Desde el comienzo, es prudente que ella comunique a cualquier pretendiente potencial que voluntariamente está tomando un tiempo de soltería en su vida. Tener buenas amistades y eventualmente relaciones santas, le ayudará a ver que puede sentirse segura de nuevo, aunque el proceso toma tiempo. No hay herida tan profunda que no pueda reestablecerse con la gracia de Dios.

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Encuentra la sanación en la misericordia Para que el proceso de sanación esté completo, una víctima de abuso debe elegir en su corazón, perdonar a su abusador (o abusadora). Semejante acto de misericordia puede parecer imposible para ti, considerando el dolor que has padecido por su causa. Sin embargo, cuando te niegas a perdonar, solo te lastimas a ti misma al aferrarte a la amargura. Únicamente el amor vence al mal. Con toda seguridad has oído el refrán que dice “perdona y olvida”, pero nosotros decimos que te olvides de eso. Tu trabajo es perdonar. La idea de olvidar un daño sería como decir que al perdonar realmente a alguien entonces de repente te da amnesia. En otras palabras, si todavía recuerdas la herida que alguien te ha causado, eso debe significar que no has perdonado completamente a esa persona, y nada estaría más lejos de la verdad. El perdón no significa olvido, solamente significa que ya no estás en contra de esa persona, que no deseas el mal para ella. Es por esto que las Escrituras a menudo se refieren a la falta de perdón usando la metáfora de la deuda. El perdón es cuando cancelas la cantidad que otro te debe. Cuando una persona se niega a perdonar a otra, a la persona que causó la herida por lo general parece no importarle; en cambio, el corazón que no perdona se endurece cada vez más. Aferrarse a los pecados de otro es como aferrarse a una brasa ardiente. Suéltala porque solo te herirá más si te niegas a hacerlo. Una vez que perdonas a otro, haz una última cosa: reemplaza el odio con caridad orando por quien te haya lastimado. Desea su conversión en vez de su condena. Dios se encargará de hacer justicia, tú no te preocupes por eso. Un día, él verá el mal que se ha infligido a sí mismo y eso será suficiente dolor para él. En ese momento él se dará cuenta de que no puede escapar de lo que ha traído a su vida. Tu tarea, mientras tanto, es orar para que su corazón cambie y sea sanado. Si los recuerdos del pasado aún te siguen, entrégaselos a Dios en tus ratos de oración. Habla con Él, de corazón a corazón. Si Dios puede curar a un ciego y revivir a los muertos, también puede sanar tus recuerdos. Puede que no suceda de la noche a la mañana, pero confía en su promesa: “Mira, yo hago nuevas todas las cosas”.

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18 LEVÁNTATE POR ENCIMA DE LOS RUMORES Todo comenzó como a las 9:00 de la noche en mi habitación (Jason) con mi compañero de cuarto Jason, que jugando, golpeaba a nuestro amigo Rafael en la cabeza con una antena de televisión rota. Rafael estaba inmerso en sus estudios y decidió ignorar el irritante ataque. Jason insistió con un par de golpes más, pero el estoico silencio de su compañero sin disposición para jugar, solamente alimentó su deseo de continuar esperando una reacción. Finalmente Rafael no aguantó, “¡Deja de molestar!”. Pero Jason se sentía juguetón, por lo que golpeó un par de veces más, imaginando que el cráneo de Rafael era un tambor. Hasta ahí llegó. Rafael se levantó con tal furia, que la silla se disparó detrás de él y fue a dar a la pared con un golpe que resonó por todo el pasillo de dormitorios. Empujó a su torturador y comenzó una pelea. Jason atacó a Rafael sin acordarse de que su oponente era experto en artes marciales. La conmoción hizo que algunos estudiantes salieran de sus habitaciones justo a tiempo para ver a Jason volar de espaldas por el pasillo hasta su propia habitación, sin tocar el suelo intermedio. Más tarde, Rafael nos explicó que aprendió esa particular patada al torso en una película de Bruce Lee. Al darse cuenta de que había sido derrotado, desde el otro lado del pasillo, Jason comenzó a lanzar algunas palabras y sacó algunas cosas del refrigerador (incluyendo un frasco de mayonesa) y luego sacó la antena de televisión. Para la media noche del mismo día, los dos se estaban riendo juntos mientras comían comida italiana. Este es uno de los beneficios de ser hombre, generalmente las peleas duran minutos y a veces, como resultado de ellas, surgen amistades duraderas. ¿Has notado cómo un par de boxeadores se miran fijamente el uno al otro y se lanzan odio antes de la lucha y sin embargo, se abrazarán y se besarán después? Las peleas femeninas por lo general funcionan al contrario: besos y abrazos primero, pero cuando surge una pelea, a ésta le siguen meses o años de miradas retadoras y manifestaciones de odio. La reyerta emocional y verbal puede durar décadas. Recuerdo haber dado conferencias en un par de instituciones donde la escuela exclusivamente para chicos disfrutaba del apoyo financiero de los exalumnos, mientras que la institución de chicas luchaba por sobrevivir. Un administrador explicó que cuando los agentes de tele mercadeo llaman a sus ex alumnas, escuchan quejas como: “No, no quiero hacer ninguna donación a la escuela”, y luego murmura algo sobre el trauma del que fue víctima hace veinte años cuando el profesor de inglés de segundo año se burló de su cabello. La naturaleza del conflicto femenino es algo que trasciende las especies. En investigaciones con chimpancés y monos Rhesus, un primatólogo holandés notó que los simios machos se reconcilian más rápido después de una pelea.1 Luego de involucrarse en una pelea violenta,

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se les puede ver a los dos abrazándose y acicalándose mutuamente. Las hembras, por otra parte, tienden a enojarse por años luego de tener un altercado; una vez que pelean, la amistad es historia. El investigador las describió como “vengativas e irreconciliables”. Podrían empujarse, abofetearse mutuamente y negarse a ayudar a una ex amiga. Su resentimiento hacia la otra puede comenzar por cosas como la rivalidad por una relación particular (¿suena familiar?) o porque lanzan algún premio al hábitat y solo una hembra resulta ganadora. ¡Menos mal que no saben cómo usar Facebook o quién sabe que se harían! Si bien esto parece divertido, las heridas causadas por un chisme y el abuso verbal son un asunto nada gracioso. Los titulares de prensa seguido reportan casos de adolescentes que se suicidan a causa de los rumores o de la intimidación virtual. Fotos incriminadoras se publican por Internet para que todos las vean, con su correspondiente historia, títulos dañinos y mentiras. Ex novios toman represalias con rumores despiadados y los padres no tienen idea de cómo consolar a su hija de trece años, después de que su reputación ha sido destrozada por un círculo de “amigos” murmuradores. Pocas jóvenes escapan del acoso de los años de adolescencia y desafortunadamente, el problema del chisme, frecuentemente continúa en la universidad y más allá con rumores que aparecen hasta en el lugar de trabajo. ¿Qué debe hacer una mujer?

No participes en los rumores Todo el mundo se queja sobre el mal generalizado que acarrea el chisme, pero ¿cuánta gente confiesa su falta? Antes de que podamos arreglar una culpa con otra, tenemos que darnos cuenta de nuestra propia culpa. ¿Quién no ha dicho algo sobre otra persona que no diría en su cara? Cuando se trata del chisme, todos hemos sido víctimas y perseguidores. ¿Por qué lo hacemos? La raíz de los rumores es la presencia de orgullo y la falta de caridad. Sus frutos son la amargura, el dolor y la división. Su antídoto es el amor y la humildad asociados con el perdón. Te habrás dado cuenta de que la gente humilde no necesita inventar rumores porque están atentos a sus propios errores en la vida. En vez de deleitarse con la caída del otro, buscan fortalecerlo. Esto explica en parte por qué los chismosos muchas veces son gente miserable. La alegría solo viene del amor y uno de los más grandes actos de amor que puedes hacer diariamente es mantener tu boca cerrada cuando te veas tentado a decir lo que debería ser un secreto. Un escritor decía: “El hombre realmente espiritual es conocido por la bondad de su discurso y todavía más por la bondad de su silencio”. Cuando chismeamos, es como si subiéramos al último piso de un rascacielos, abriéramos una almohada de plumas y la agitáramos al viento hasta que quede vacía. Aunque quisieras juntar de nuevo las plumas, sería imposible, nadie sabe a dónde se han ido. Lo mismo sucede con la dispersión de rumores, una vez que abrimos nuestra boca, el daño es irreversible.

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Pero no es suficiente con evitar regar el chisme, también tenemos que evitar escucharlo custodiando nuestros oídos y protegiéndonos contra la insaciable curiosidad. Corta las conversaciones cuando oigas a otra persona rumorando. Defiende a los que no están presentes para defenderse. Es más, elige a tus amigos sabiamente porque quienes te cuentan rumores, contarán rumores sobre ti. ¿Cómo deberías enfrentar el problema del chisme? Medita con los siguientes versos de las Escrituras: El que se complace en los chismes será condenado. No cuentes nunca lo que te han dicho, y nunca tendrás que sufrir por ello. No cuentes nada a nadie, ni amigo ni enemigo. . . ¿Has oído algo? Entiérralo dentro de ti; ¡ánimo, que eso no te hará reventar! Por una palabra que escuchó, el tonto está con dolores como una mujer que va a dar a luz. El secreto es insoportable para las entrañas del tonto: para él es como una flecha enterrada en el muslo. Habla con tu prójimo, tal vez no ha hecho nada, y si lo ha hecho, para que no lo vuelva a hacer. Habla con tu prójimo, tal vez no ha dicho nada, y si lo ha dicho, no volverá a decirlo. Habla con tu prójimo, porque a menudo no son más que calumnias: no creas todo lo que se cuenta. Sucede que uno resbala sin mala intención; ¿quién no ha pecado nunca con su lengua? Yo les digo que, en el día del juicio, los hombres tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa. Tus propias palabras te justificarán, y son tus palabras también las que te harán condenar. A lo largo de los siglos, los escritores cristianos han alabado la sabiduría de mantener la boca cerrada: Los labios silenciosos son oro puro y dan testimonio de la santidad interior. El silencio es la cruz en la que tenemos que crucificar nuestro ego. Preserva el silencio como una llave de oro que encierra el gran tesoro de las demás virtudes que Dios nos ha dado.

No les des poder Mientras vivas, tendrás que lidiar con el chisme de una u otra manera. No importa qué tan perfecta seas, sucederá. Hasta Jesús padeció la calumnia y la difamación. Él no hizo nada malo, pero otros estaban celosos de su posición. De manera similar, en el mundo del

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matonismo femenino, muchas chicas van a acabar con otras, no porque hicieron algo, sino porque ¡no lo hicieron! Si ella tiene algo que otras quieren (un novio, popularidad, belleza), la envidia activará su malicia. Si gastas tus lágrimas y energía tratando de corregir cada mentira y explicando cada rumor, te agotarás por completo. Hay una mejor manera de combatir esta situación. Pregúntate: “¿Merece esta persona tener el control de mi día?”. No le des a él o a ella poder sobre ti. Aunque puedas estar herida por lo que hayan dicho, todavía puedes elegir conservar la paz. Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo, pero comienza por un acto de voluntad. Puede que necesites decirte a ti misma: No le daré a esa persona el control de mi día. Si ella (o él) quiere esparcir rumores, terminará con una reputación peor por ser tan inmadura, irrespetuosa y desconfiable. No voy a rebajarme a su nivel diciendo cosas sobre ella, ni le permitiré definir la manera en que me veo a mí misma. Esta última parte es clave: No permitas que los chismes determinen la manera en que te ves a ti misma. Muchas jóvenes nos cuentan en privado: “Pensé que si todos pensaban que yo era una ramera, entonces qué más da que me porte como una”. Esto es darle a otros el control de tu ser, es pura sumisión. No te permitas ser definida por quienes no te aman. Tu identidad es ser una hija de Dios, esa eres tú sin importar tu pasado. Cuando sepas quién eres, tendrás un escudo para protegerte de la tormenta de chismes. La gente que te abruma con sus palabras hirientes no estará en tu vida para siempre. Si estás estudiando, mira por ejemplo que yo (Crystalina) me gradué de una escuela de unos tres mil estudiantes y no estoy en contacto con ninguno de ellos. Jason se graduó de una escuela de unos mil estudiantes y sigue en contacto con dos de ellos. A veces es difícil ver más allá de las cuatro paredes de tu lugar de estudio o de trabajo, pero no dejes que los rumores te derroten. Tu vida es más grande que tu reputación. Finalmente, recuerda que alguien que diga cosas perjudiciales sobre ti —sean verdad o mentira— está ocultando su propia pena. Por lo tanto, siente compasión por la persona que esparce rumores sobre ti. En vez de dejar que los rumores te roben la paz, ora por quien quiera que los esté divulgando. Tienes que estar bastante triste para arruinar la vida de otras personas para ver si la tuya mejora. Por extraño que parezca, los chismosos merecen tu oración. Si tan solo oráramos por otros tan rápido como los juzgamos.

Ten clase, no malicia 216

Imagina si Dios te permitiera poner brasas encendidas sobre la cabeza de quien habla mal de ti. Si eso suena tentador, mira cómo puedes hacerlo sin tener que disculparte luego. Esto explica San Pablo: Bendigan a quienes los persigan: bendigan y no maldigan. . . No devuelvan a nadie mal por mal, y que todos puedan apreciar sus buenas disposiciones. Hagan todo lo posible, siempre y cuando dependa de ustedes, para vivir en paz con todos. Hermanos, no se tomen la justicia por su cuenta, dejen que sea Dios quien castigue. Como dice la Escritura: Mía es la venganza, yo daré lo que se merece, dice el Señor. Y añade: Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Al hacerlo vaciarás brasas encendidas sobre su cabeza. No te dejes vencer por el mal, más bien derrota al mal con el bien. Cuando tienes una enemiga y la batalla es una guerra de palabras, no intentes vencerla con argumentos inteligentes o palabras crueles. La Biblia nos dice: “No discutas con un hablador; sería echar leña al fuego”. Al contrario, practica las virtudes opuestas a sus vicios. En lugar de participar de su ira, ten clase. Después de todo, no hay reclamo a la caridad. Quizá el más grande acto de amor que puedas tener por quien te hiere es concederle el perdón. Puede que esa persona nunca te pida perdón o que ni siquiera piense que hizo algo malo, pero eso es algo que no puedes cambiar. Aunque es bastante difícil perdonar a otra persona mientras todavía sufres, no te demores. Cristo perdonó a quienes lo crucificaron, mientras todavía estaba colgado de la cruz. Hasta sus amigos más cercanos lo habían abandonado. De manera similar, las heridas del chisme frecuentemente son causadas por quienes están más cerca de nosotros, porque normalmente ellos saben nuestros secretos más profundos. Sigue el ejemplo de Cristo: No solamente deja el juicio en manos de Dios, sino que pide su misericordia para aquellos que te han herido. Ese amor es heroico y también sanador porque te levanta sobre el insignificante rumor y ganas méritos en el cielo por la manera en que has elegido responder ante el sufrimiento. Además, ¿basados en qué, le pediremos perdón a Dios por nuestras ofensas si no podemos perdonar a los demás por el daño que nos han causado?

La mejor venganza es una buena vida Si tus actos de caridad y tus oraciones no hacen nada para calmar la tormenta de los chismes, no te desanimes. Desmiente el rumor con el testimonio de tu vida. No puedes cambiar instantáneamente la manera en que la gente te mira. Para perder tu buena reputación, quizá tomaste unas cuantas malas decisiones o tal vez solo una. O a lo mejor ¡no hiciste

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nada! De cualquier manera, toma decisiones sabias para ganar buena reputación. Como todos sabemos, toma más tiempo ganar una buena reputación que una mala. Ten paciencia. Si cometiste errores, ten el valor de reconocerlos: “Bien, eso fue muy tonto, ya aprendí la lección y no volverá a suceder”. O, en palabras de una joven que nos escribió: “Tengo muchas cosas de qué arrepentirme ahora, pero por lo menos ya no estoy haciendo nada para crear nuevos arrepentimientos para después”. Con el tiempo, tu ejemplo de pureza hablará más alto que la voz de alguien, sin importar que tan grande abra la boca. No tengas miedo de que tu identidad esté manchada para siempre. No has perdido la oportunidad de encontrar a tu alma gemela. Si un chico realmente te ama, entonces será capaz de ver más allá de los rumores de tu pasado —verdaderos o no— para darse cuenta de quién eres hoy.

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19 DISFRUTA EL TIEMPO DE SOLTERÍA Con la lonchera en su mano y un libro de ciencias metido bajo el brazo, un chico de trece años se acercó a mí (Jason) luego de una charla en su escuela. Con esa voz quebrada que marca el comienzo de la pubertad, me contó: “Comencé a salir con una chica cuando estábamos en tercero de primaria y fue algo muy serio por tres años. Terminamos el año pasado y ahora me pregunto si debería salir con otra chica”. Luego de aconsejarle lo que pude, me puse a meditar sobre lo que podría significar “muy serio” para un par de niños de ocho años. No hay que negarlo: desde nuestros años más tempranos, sentimos en algún momento que todo el mundo está saliendo con alguien. . . excepto tú. Las mujeres son las que más sufren a causa de este fenómeno ya que los hombres son los que tradicionalmente toman la iniciativa. Si ningún chico le envía un mensaje de texto a una chica, ella asumirá que no solamente está incompleta, sino que es defectuosa. Después de todo, si no tiene un novio tiene que haber una razón, ¿verdad? No sirve de nada consolarla. En su mente, está sola, no le gusta a nadie y nadie está tras ella porque no es agradable: probablemente envejecerá sola y vivirá en un apartamento con doce gatos. ¿Qué es peor para una mujer que sentirse no deseada y pasar inadvertida? Para remediar la situación, puede tomar cartas en el asunto y cambiar la manera de comportarse en un intento por llamar la atención de los hombres. Puede llegar a reducir sus estándares y acceder a relaciones casuales, asumiendo que los hombres simplemente “tienen necesidades”. Pero al hacer esto solamente se está dando por vencida y está cediendo. Al lanzarse sobre un hombre, le está diciendo que duda de la capacidad de él para conquistarla. Se dirá que está experimentando y divirtiéndose, pero se está perdiendo a sí misma en el proceso. En nuestra cultura, ¿hay otra opción para la mujer soltera? Claro que la tiene. En vez de medir su valor por el número de hombres que se interesan en ella, puede aprovechar su “tiempo de soltería” desarrollando la virtud de la paciencia y un sentido de propósito. Su paciencia demuestra que no va a ceder ante una relación superficial para apaciguar su deseo de algo real. Y, por otra parte, su propósito le anuncia a un hombre que ella no está esperando que él aparezca para que su vida comience.

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Paciencia Eran casi las 10 de un sábado en la noche, cuando mis amigos de la escuela y yo entramos a mi casa luego de un juego. Pasamos por la cocina para recargarnos de comida y saludamos a mi madre que estaba terminando una conversación telefónica. Le pregunté con quién estaba hablando: “Era la madre de Andrea. Parece que la pobre está bastante triste”. Con la simpática ternura de un chico de dieciséis, le pregunté: “¿Qué le pasa?”. Mi madre respondió: “Nadie la invitó al baile de esta noche”. ¿Nuestra respuesta? “Eh. . . ¿Había un baile?”. Encogimos los hombros y nos fuimos al patio trasero para seguir jugando. Mientras tanto, al otro lado de la ciudad, una linda chica estaba teniendo enormes problemas de autoestima, cuando en realidad no tenía nada de qué preocuparse. Ella era linda, pero nosotros no teníamos la menor idea de nada. No te mortifiques si no tienes un novio. Independientemente de tu edad, date cuenta de que algunos hombres no tienen el coraje de invitar a salir a alguien y son muy inmaduros para amar a una mujer apropiadamente. Por otro lado, algunos hombres son superficiales y no se molestarán en conquistar a una mujer con estándares porque no dejará que abusen de ella. Como resultado, muchas mujeres se han quejado con nosotros porque parece que solo hay dos clases de hombres solteros: debiluchos e imbéciles, y ninguno de los dos es deseable por obvias razones. Debido a que la cosecha es escasa, muchas mujeres se encuentran solas y frustradas. Las estudiantes preuniversitarias se sienten excluidas cuando sus amigas tienen a alguien que las invita a salir el viernes en la noche. Las universitarias, que secretamente esperan algo más significativo que una simple salida casual, se quedan solas en sus dormitorios para tener otra cita con sus libros de estudio. Las solteras mayores regresan del trabajo para encontrar un deprimente aviso de “cero mensajes” en sus contestadoras telefónicas. ¿Qué hacer? La chica adolescente debería entender que independientemente de su percepción sobre la vida romántica de otra gente, la vasta mayoría de las adolescentes no están en relaciones amorosas comprometidas. La universitaria debe recordarse a sí misma que es más probable que encuentre el amor volviéndose una mujer inteligente que cometiendo errores tontos en una fiesta. Y sobre la profesional ansiosa que llega a casa para encontrarse con una contestadora que solemnemente le recuerda: “No tienes nuevos mensajes”, le haría bien levantar el teléfono, llamar un amigo o amiga y hacer algo para mejorar su vida. Cuando tus compañeras, amigas y colegas saltan de cabeza en relaciones intensas, puedes llegar a sentir que te estás moviendo muy despacio, pero la realidad es que probablemente ellas van muy rápido. Usualmente terminan una y otra vez y aprenden el hábito de vivir en relaciones fallidas. Al mirar desde afuera, pareciera que todo está bien con todo el mundo menos contigo. Ves parejas de enamorados, que se toman de la mano, que se miran fijamente. . . y las envidias. Pero a la larga, la gente que se involucra en repetidos romances probablemente te envidie a ti porque tú no has entregado tanto como lo han hecho ellos.

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Algunos nunca han estado comprometidos, pero se sienten como si hubieran vivido varios rompimientos maritales. Puedes llegar a pensar: “No estoy pidiendo una relación física intensa, solo alguien que llame de repente para hablar o salir, alguien a quien realmente le interese cómo estoy”. Si te sientes así, debes saber que hay millones de personas sintiéndose de la misma manera. No es que esto haga la vida más fácil, pero al menos sabes que no hay algo mal contigo. No eres un fenómeno de la naturaleza porque estás soltera. Para la mayoría de las mujeres, la idea de la soltería es aterradora. Aunque anheles el matrimonio y odies estar soltera, recuerda las sabias palabras de un consejero marital que dijo: “Es mejor estar soltera y desear estar casada que estar casada y desear estar soltera”. Podría parecer que la soltería te golpeara como una maldición, pero te invitamos a verla como una elección. De hecho, te recomendamos que elijas no tener citas por un tiempo. Pensarás: “Gracias por la sugerencia, pero he estado sola bastante tiempo”. Sin embargo, hay grandes beneficios en elegir la soltería como estilo de vida en vez de resignarte a ella. Una vez que te quites de encima la presión de las citas, puedes concentrarte en relacionarte con los hombres como amigos y esto servirá como un cimiento mejor para el amor, cuando sea su tiempo. Es más probable también que conozcas a más miembros del sexo opuesto porque todo tu tiempo no está siendo acaparado por uno sólo. Finalmente, tendrás más tiempo para disfrutar de tus amigas y de la experiencia de ser soltera. Tómate algún tiempo para ti misma con el fin de poner tu vida en perspectiva. Esto no afectará tus posibilidades de encontrar el amor, las aumentará. Después de todo, las mujeres independientes son las más atractivas para los hombres. Si una mujer muestra que está esperando una invitación para salir, esto pone a un hombre a pensar por qué no la han invitado. Pero al contrario, si ella es feliz con su independencia, demuestra que no es tan accesible, que es un reto. Es como si dijera: “No te necesito para que me completes, pero puedes intentarlo”. Parece satisfecha consigo misma y este comportamiento atrae naturalmente a otros. Pero debe ser una felicidad auténtica, no puede ser una máscara puesta para ser más deseable. Todos queremos amor y por lo general gastamos una enorme cantidad de energía y otro tanto de ansiedad tratando de que suceda. Por esta razón, la idea de encontrar a nuestra alma gemela dejando a un lado las citas suena contraproducente, pero una razón por la que sugerimos esto es porque es lo que Crystalina y yo estábamos haciendo cuando nos conocimos. Ambos habíamos salido con otras personas durante algunos años para encontrar al “elegido”, pero no nos encontramos los dos hasta que cada uno se tomó un tiempo y enfocó la atención solamente en Dios. Cada uno a su manera pidió: “Dios, ¿qué quieres para mi vida?”. Y cuando lo hicimos, fue sorprendente cómo Su voluntad se mostró en nuestras vidas. Concéntrate en lo que Dios quiere de ti hoy y déjalo encargarse del mañana. Claro, es más fácil decirlo que hacerlo, pero el Señor nos da el tiempo de soltería para servirle y muchos de

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nosotros o lo invertimos en relaciones pasajeras o siendo miserables porque una relación futura no se ha dado según nuestros planes. Cuando nos ocupamos de las cosas de Dios, aprendemos a mirar más allá de nosotros mismos para servir a aquellos cuyas necesidades son mucho más grandes que las nuestras. Bueno, digamos que tomas nuestro consejo y que luego de unos meses no pasa mucho, ¿qué se supone que debes hacer? Sé paciente. Digamos que intentas con la paciencia y que nada pasa, ¿entonces qué? Paciencia. ¿Qué mejor entrenamiento podría haber para el matrimonio que la paciencia, paciencia, paciencia? Sin embargo, toda la espera a veces hace que las chicas se pregunten: “Señor, si eres todo poderoso, entonces ¿cómo es posible que no tengo lo que quiero?” Yo (Crystalina) insisto en que la virtud más difícil de practicar para una mujer, cuando se trata de relaciones, es la paciencia. La pureza, la honestidad, la compasión, la humildad y todos los otros ingredientes del amor son más fáciles de desarrollar, hasta llegan naturalmente en el caso de algunas personas. Sin embargo, cuando se trata de la paciencia, este no es el caso. La razón es que tememos perder el amor si no nos aferramos a lo que sea que venga. La impaciencia es a menudo la raíz de tantas malas decisiones que tomamos, principalmente en el ámbito sexual. Perdí la cuenta de cuántas veces hemos oído decir a las chicas: “No soporto estar sola”, pero la manera más segura de terminar sola es dejar que el miedo a la soledad domine sus decisiones. Ya que esta fobia es tan común, es muy importante que la superemos o al menos que no le permitamos superarnos.

Propósito Con diecisiete años, Alicia dejó a su familia y huyó a Las Vegas para casarse con su novio de veinticuatro años. Se paró frente a mí (Jason) en un pasillo vacío de su escuela, sollozando mientras se subía la manga de la blusa para mostrarme un moretón con la forma de la mano de su esposo. Al comienzo de esa semana, los dos habían tenido una pelea donde él la culpó por haber perdido a sus hijos gemelos en un aborto espontáneo que había sufrido recientemente. Antes de conocerlo ella fue contagiada con una enfermedad de transmisión sexual incurable que le impide llevar a término un embarazo. Él sabía que la causa de la enfermedad fue una violación, pero de todas formas la culpaba. La miré a los ojos, aún seguía llorando, y le pregunté sólo una cosa: “Alicia, ¿cuál es el sueño de tu vida?”. Y su mirada se iluminó mientras me contaba que siempre quiso hacer una carrera de actuación en teatro y danza en Nueva York. Me dijo que incluso tenía una carta de aceptación de la Universidad de Nueva York. Le pregunté qué le impedía asistir y su expresión cambió nuevamente: “Nicolás no me dejará salir de aquí”.

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Le dije: “Mira Alicia, ese matrimonio no es real. Deja a ese hombre, regresa con tus padres, pon los pies en la tierra, gradúate y luego toma un avión a Nueva York”. Seguí en contacto con ella por un tiempo para asegurarme de que se alejara de esa relación abusiva. Unos años después de nuestro intercambio, recibí un e-mail inesperado de una estudiante universitaria en Nueva York que se recibiría con su licenciatura en danza. Decía: “Cuando tenga mi primera actuación en Broadway, te enviaré boletos para el show”. Notarás que lo que la salvó de arruinar su vida fue el hecho de que soñaba con algo más grande y mejor para ella. Cuando una mujer no tiene sueños ni una identidad, hace de los hombres su sueño y busca su identidad en ellos. Si su preocupación principal es ser aceptada y deseada por un hombre, sus objetivos a largo plazo tienden a desvanecerse y a hasta desaparecer completamente. Si una mujer encuentra a un hombre antes de encontrar su propósito en la vida, probablemente gastará todo en él en vez de invertir en sí misma. Mientras la relación progresa puede comenzar a sentirse insatisfecha porque nunca se tomó el tiempo de seguir sus propios intereses aparte de él. Por estas razones, una mujer debe tomar tiempo para descubrir su propósito en la vida si desea dar y recibir verdadero amor. De hecho, una mujer no está lista para un novio hasta que pueda vivir felizmente sin uno. La idea de ser felizmente soltera puede sonar paradójica para las mujeres que buscan la afirmación de los hombres para descubrir su propio valor. Muchas mujeres solteras batallan con este concepto por las ansias que tienen de tener una relación. Pero antes de que una mujer llene este vacío con un hombre, debe preguntarse: “Si Dios me puso en la tierra por una razón, ¿cuál es? ¿Qué estoy haciendo para hacer del mundo un lugar mejor? ¿Estoy siguiendo mis sueños o solo estoy viviendo una telenovela?” Cuando busque las respuestas a estas preguntas, estará en buen camino.

¿Eres soltera. . . o singular? Hojeando una revista, vi un rostro familiar de una de mis compañeras de la universidad, Shannon, y me pregunté qué habría sido de su vida. El artículo era sobre ella y contaba que mientras estaba en la universidad, leyó un libro que describía el sufrimiento de una madre de China debido a la política del gobierno que permite tener únicamente un hijo. Ella comenzó a orar por el país, pero nunca se imaginó que Dios la usaría para responder a su propia oración. Un año y medio después de terminar sus estudios, Shannon estaba orando una mañana y le preguntó a Dios, “¿Cómo podría llegar a un orfanato en China?”. Diez minutos más tarde, su teléfono sonó. Era una amiga ofreciéndole una invitación para ser voluntaria en un orfanato. . . en China. Empacó sus maletas y antes de lo esperado, estaba cruzando el océano sin saber nada de chino.

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Un día dejaron en el orfanato a un bebé hambriento, con paladar hendido y sin identificación. Shannon ya manejaba un poco el idioma y entendió cuando alguien del personal le dijo que no se encariñara con el bebé porque pronto moriría. Ella no estuvo de acuerdo y respondió que estaba convencida de que Dios lo había enviado allá no para morir, sino para vivir. Lo nombró Max y comenzó a usar un gotero para darle leche ya que su deformidad facial no le permitía tomar de la botella. Para asegurarse de su recuperación, durmió con él y lo alimentó hasta que estuvo saludable. Años más tarde, Shannon comenzó a trabajar para otro orfanato que cuidaba a los niños abandonados a causa de sus discapacidades. Como el gobierno solo permite a los padres tener un hijo, a veces las parejas rechazan a los que están enfermos. A causa de la extrema pobreza sectorizada, algunas madres abandonan a sus hijos con la esperanza de que alguien los cuide. Por esta razón, el orfanato donde estaba Shannon tenía más niños de los que podía recibir. Algunos bebés estaban tan enfermos que solo vivían algunas semanas o meses. Por esta razón, algunos trabajadores cuestionaban si debían recibir a los enfermos y proponían que el orfanato estuviera reservado únicamente para los que podían sobrevivir. Shannon no podía soportar la idea de que estos bebés murieran sin amor y afecto; por lo tanto, abrió su propio hogar para los huérfanos agonizantes. Este nuevo orfanato, Loving Heart Home, ahora recibe a once bebés y Shannon se prepara para expandir y doblar la capacidad. Junto a un equipo de quince mujeres chinas, cuida a los bebés hasta que se recuperen o regresen a Dios. En su tiempo libre, recauda dinero para pagar las cirugías que puedan salvar la vida de los niños. Algunos podrán leer la historia y se imaginarán lo difícil que debe ser convertirse en la mamá de una docena de niños que van a morir. Aunque el trabajo es agobiante a veces, Shannon dice que su objetivo es llenar la poca vida de los bebés con amor y felicidad. Cuando le preguntaron a una de las ayudantes sobre su labor, respondió: “Si yo estuviera muriendo, me gustaría que alguien estuviera conmigo para amarme o cuidarme y estos niños no merecen menos”. Ahora, retrocedamos en la historia y cambiemos algunos detalles. Imagina a Shannon hace diez años, pero en vez de estar de rodillas en su oración de la mañana, preguntándole a Dios cómo podría servirle, ella está haciendo otra cosa. Imagínala recostada en un sillón con una revista de farándula en su regazo, tomando algo y quejándose por teléfono con su amiga porque todos los hombres son unos completos idiotas y porque se siente muy mal porque ninguno la llama. Mientras está parloteando, recibe una llamada en la otra línea y le pide a su amiga que espere: “Tengo otra llamada”. La recibe y es su otra amiga invitándola a viajar a China. Puedo verla contestando: “Eh. . . gracias, pero estoy algo ocupada. De todos modos, mucha suerte”. Regresa con su otra amiga: “Pues era alguien de la iglesia que quiere que me vaya a China con ella o algo así. . . En fin, ¿supiste que Daniel le contó a Diana que Kelly dijo que Cristian no quiere volver a ver a Ana?”. Has sido creada para vivir para algo más grande que tú misma y solo a través de la donación completa de tu ser es posible que te encuentres a ti misma. El Creador del universo te ha creado para un propósito específico. ¿Tú lo crees? Un hombre descubrió: “El lugar al que Dios nos llama es aquel en donde la profunda hambre del mundo y nuestro profundo deseo se encuentran”. O en palabras de una joven:

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Me doy cuenta de cómo la vocación de cada persona encaja perfectamente con su personalidad. Finalmente entiendo que el discernimiento no significa resolver un plan cósmico, significa darse cuenta de la gloria para la cual Dios me ha creado específicamente. Dios te ha dado cualidades que no ha puesto en nadie más. Como mujer, has sido bendecida con ciertos dones que solo una mujer puede ofrecer y tu trabajo es descubrirlos y ponerlos a Su disposición. Por lo tanto, durante tus años de soltería tómate el tiempo para concentrarte en tu propósito mientras creces en paciencia. Al hacerlo, prepárate para el sacrificio. Para alcanzar estas cualidades, cada mujer debe pagar un precio; para alcanzar sus sueños en la vida, deberá poner sus objetivos por encima de los hombres por un tiempo. Y para crecer en paciencia, sus estándares serán probados durante los tiempos de soledad. En vez de dejarse llevar por el miedo a la soledad y la sensación de impaciente espera, tendrá equilibrio y esperanza. Dawn Eden, autora de La emoción de la castidad señala: Una mujer con el coraje de dar un paso hacia lo desconocido, arriesgando la soledad temporal por una posibilidad de júbilo perpetuo, es más que una “soltera”, es única. En vez de definirse a sí misma por lo que le falta —una relación con un hombre— se define por lo que sí tiene: una relación con Dios. El tiempo de soltería no se trata de ser pasiva y esperar por ahí hasta que el próximo hombre llame. No requiere aislamiento total, más bien es un desapego sano de todo el drama innecesario, un tiempo para disfrutar la vida y priorizarla. Si la idea te intimida, toma en serio las palabras consoladoras de un hombre que dijo: “Sé valiente, no temas nada, y no quedarás decepcionada”.

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20 CREE NUEVAMENTE Imagínate a Dios sentado solitario a la mesa de un elegante restaurante y frente a Él, un asiento vacío reservado para ti. El tiempo transcurre y Él se pregunta por qué no has respondido a la invitación. Da un vistazo afuera de la puerta del restaurante y oye un ruido que viene de la zona de estacionamiento de atrás. Al reconocer el sonido familiar de tu voz, lo sigue hasta llegar. . . a un basurero. Detrás de la pared de metal oxidado, Él puede escucharte hablándote a ti misma: “¡Oh! un pedazo de pizza, ¡qué delicia! ¡Un poco de chocolate en ese papelito de un dulce!” A pesar de las condiciones del lugar, Él se alegra de haberte encontrado y te llama por tu nombre. Con precaución asomas la cabeza por encima del basurero y Dios te mira amorosamente con una sonrisita algo triste. Le entristece que estés en el basurero, pero sonríe porque no te das cuenta de que tienes una cáscara de plátano en tu cabello. Escondida en la seguridad del enorme contenedor, te rehúsas a escuchar lo que Él tiene que decir, pero sientes curiosidad. “Tengo un banquete esperando por ti adentro. Hay langosta, vino blanco, crème brûlée. . . Hay hasta una tarjeta con tu nombre en tu lugar, pero el asiento estaba vacío, así que vine a buscarte. ¿Vienes conmigo?” Te quedas callada, pero tu mente está llena de dudas. Lo miras y respondes: “No veo ninguna langosta desde aquí. Ni siquiera huelo la comida. ¿Cómo sé que no pretendes sacarme de aquí solamente para matarme de hambre?” Y antes de darle la oportunidad de responder, te sumerges de nuevo en el basurero y te quedas mirando esas paredes oxidadas que te son familiares. Quizá has estado en el basurero tanto tiempo que ya ni te das cuenta de la pestilencia. Piensas para ti misma: “Esto no es tan malo, por lo menos cuando estoy aquí, sé qué esperar. Estoy por mi propia cuenta y puedo seguir así. No necesito ayuda de nadie”. Pero por más que tratas de convencerte a ti misma de lo contrario, aún tienes hambre y te preguntas: “A lo mejor Él está diciendo la verdad. Tal vez sí hay algo mejor”. Pero tan pronto comienzas a tener esperanzas, una voz interior te calla; “No. Aunque esté diciendo la verdad, yo no pertenezco en ese restaurante. Así como estoy todo el mundo me mirará y retrocederá con el olor. Sabrán dónde he estado, no los puedo engañar. Mejor me quedo aquí”. Sentada en una montaña de sobras, esperas escuchar los pasos de Dios que se alejan, pero Él no se ha movido, está esperando. Los minutos pasan y no escuchas nada. Tu respiración se calma y luego, lo escuchas de nuevo: “Confía en mí y toma mi mano. Sé que no puedes ver lo que quiero darte. Solamente puedo darte lo que te satisfará si confías en mí

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completamente. Te amo tal y como eres. . . pero, pequeña, no puedo llevar tu basurero al restaurante. Si quieres venir conmigo, tienes que dejarlo. No te forzaré a hacer nada, solo puedo pedirte que confíes”. Nota que Dios no te humilla. No dice: “¡Mírate, deberías darte cuenta!”. Tampoco te motiva con temores: “¡Si te quedas ahí, vas a terminar incinerada en el basurero de la ciudad!”. Al contrario, Él te ama, sabe que si encuentras Su amor, tu vida jamás será la misma. Él únicamente espera y anhela que recuerdes su promesa hecha hace miles de años a través de su siervo David en el Salmo 84: “Es mejor un día en tu presencia que mil años lejos de ti”. Toma Su mano y no temas tener esperanzas. Tu futuro depende de ello.

Acepta la invitación ¿Crees que Dios tiene una invitación esperando por ti? Si no es así, ¿por qué? Tal vez el sufrimiento por el que has pasado en tu vida te ha hecho dudar de la existencia de Dios. Puede que pienses: “Si Dios es tan bueno y amoroso, ¿por qué me pasan tantas cosas malas? Si es tan poderoso, ¿por qué no evitó que esas cosas me sucedieran?”. El sufrimiento sin explicaciones ha llevado a muchas personas a descartar la idea de un Dios personal y amoroso. Otros asumen que Dios ya no los ama a causa de las cosas que han hecho en el pasado. En ambos casos, muchos resumen sus razonamientos sobre Dios diciendo: “Realmente no estoy interesada en eso de Dios”. Probablemente la analogía sea simplista, pero la persona que dice que no tiene nada que ver con “eso de Dios” puede compararse con la avellana que dice que no le interesa “eso de la tierra”. En otras palabras: “No me interesa de dónde vengo o adónde voy y no me interesa la única cosa que puede darle completo sentido a mi vida o que puede llenar mi existencia completamente”. Si hemos sido hechos por Dios y para Dios, entonces nuestras vidas no tendrán sentido lejos de Él. Si perdemos de vista nuestro origen, perderemos nuestro rumbo. Estamos hechos para más de lo que este mundo puede ofrecer. Imagina que vas de compras a un centro comercial desconocido y que buscas el mapa de ubicación, pero cuando lo miras, no dice dónde te encuentras o no muestra los nombres de las tiendas. Tu experiencia de compra podrá ser frustrante mientras deambulas sin rumbo por todo el centro comercial. O a lo mejor sería como el cielo para ti, no sé. El punto es este: nosotros no tenemos que deambular por la vida preguntándonos si tiene algún sentido. Dios tiene un plan específico para el cual Él te creó. Tu existencia no es un accidente y tu futuro está en buenas manos, si estás dispuesta a confiárselo a Él. La confianza es la llave que abre la puerta al plan de Dios para tu vida. Si temes a los planes que Él tiene para ti, mira el origen de esos temores. ¿En qué punto de tu vida perdió Dios tu confianza? Tras reflexionar sobre esto, hay quienes puedan identificar una tragedia que

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causó la pérdida de fe en Él. Mucha gente tiene dificultades para creer en la realidad de un Dios de amor porque han sido testigos de una profunda falta de amor de parte de la gente que se supone debería reflejar Su amor en ellos. Muy a menudo, un padre u otra figura masculina es la raíz que causa esa herida. Con frecuencia se dice que la relación de alguien con Dios comienza donde su relación con su padre termina. Este no siempre es el caso, pero si tuviste un padre abusivo, ausente o imposible de complacer, es fácil imponer estas cualidades a tu idea de Dios. Si sientes como que tu padre terrenal siempre te decepciona o es emocionalmente inexistente, se vuelve difícil imaginar a un Dios que te ama incondicionalmente y que está más cerca de ti que tu propio aliento. Algunos pueden preguntar: “¿Cómo se supone que voy a confiar en un Dios al que no veo cuando ni siquiera puedo confiar en la gente que sí veo? Si Dios es amor y ya no creo en el amor, ¿cómo se supone voy a creer en Dios?” Tus sentimientos por Dios no reflejan la medida de Su cercanía a ti. Su amor no necesita ser ganado, es un don. Llena tu mente de esto: Dios no sólo te ama, también le gustas.

“Ya sé, ya sé, Dios me ama, pero quiero que un hombre me ame” La palabra hebrea para alma gemela es b’shert. Una mujer judía una vez me explicó que la palabra se entiende como que un alma gemela es visible solamente para la persona que está viviendo en la voluntad de Dios. Podrías vivir al lado de él toda tu vida y nunca darte cuenta, a menos que estés viviendo de la manera en que Dios te manda vivir. ¿Cómo llevas tu vida según Su voluntad? En el evangelio de Mateo, el Señor dice: “Busquen primero el reino y su justicia y todas estas cosas también serán suyas”. Sin embargo, la tentación humana aparece y no podemos decir: “Muy bien Dios, si tengo que ponerte en primer lugar en mi vida para obtener lo que quiero, entonces, declaro que tú eres lo primero. Ahora, ¿puedo tener lo que quiero?”. No, no funciona así. La madurez espiritual surge solo a través del sufrimiento paciente. Pueden pasar épocas de espera, de cuestionamientos y de esperanzas mientras te aferras a Él con fe, permitiéndole darle forma a tus esperanzas e incluso a tus deseos. Si te sientes frustrada con Dios porque no has encontrado a tu alma gemela, quizá hay una razón por la cual el tiempo no ha llegado. A veces hacemos del amor humano un dios y el ídolo necesita ser destruido. El amor humano es algo hermoso para desear y encontrar. No hay necesidad de abandonar el sueño de amar, pero cuando se convierte en el centro de nuestros anhelos, la causa de nuestra felicidad o desesperación y el gobernante de nuestro corazón, ese sueño tiene que ser entregado a Dios, el único que puede satisfacer nuestros deseos más profundos.

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Ya que el corazón humano está hecho para el amor, lo buscamos incansablemente. Pero quizá lo encontraríamos más pronto si permitimos que él nos encuentre a nosotros. Lo que queremos decir es: Serás más atractiva para la persona que Dios tiene en mente para ti cuando te conviertas en la mujer que Dios te llama a ser. Por lo tanto, mantén tus ojos en el cielo más que en la tierra. Lo más probable es que no encuentres a ese “elegido” si constantemente estás tratando de encontrarlo. Le estás poniendo más atención a lo que tú quieres que a lo que quiere Dios. Créenos, encontrarás a esa persona si mantienes tus ojos puestos en Cristo. Él lo permitirá, pero si tu enfoque no es Dios, entonces está garantizado que perderás un montón de tiempo con sujetos que no son para ti. Cuando no confiamos en Dios, frecuentemente nos encargamos nosotros mismos del asunto y es cuando nos convertimos en nuestro propio peor enemigo. Cuando comenzamos a ver a Dios como un obstáculo para nuestros anhelos más profundos, podemos estar seguros de que estamos muy lejos de alcanzarlos. Tal vez has supuesto que Dios te alejará de los hombres, así como ellos normalmente te alejarían de Dios. No debe suceder así, Dios no debe ser visto como la tercera rueda o un invitado que estorba en una relación. Él es la fuente del amor. En la medida en que una mujer ama a Dios, es capaz de amar a un hombre y en la medida en la que ame a un hombre, será capaz de acercarlo al cielo. Cuando las parejas descubren que solamente Dios puede perfeccionar su amor humano, se encuentran a sí mismas más cerca que nunca antes.

Caminar con Dios significa seguir su camino ¿Has tenido a una amiga que ha estado en una relación terrible? A pesar de que tú y tus amigos le han implorado de todas las maneras que abra sus ojos y salga de ahí, ella no se mueve. Hasta se ha enojado contigo por estar señalando los problemas que son obvios, o te acusa de estar celosa o de pretender que obedezca una lista de tus reglas cuando tú simplemente querías lo mejor para ella. Probablemente la has visto tomar muchas malas decisiones mientras te encoges de brazos frustradamente, deseando que confiara más en ti. De la misma manera, Dios no se enoja con nosotros porque no estamos siguiendo sus mandatos. Él quiere vernos felices y sabe lo que en última instancia nos trae gozo o desesperanza. Hay una tendencia en todos nosotros a creer que “Dios tiene algo contra mí, me oculta algo, es un mezquino”. Pero cuando nos miramos interiormente y comenzamos a pasar más tiempo en oración, descubrimos que somos nosotros los mezquinos. Si tan solo le diéramos todo a Dios, sabríamos lo generoso que Él ha tratado de ser todo el tiempo. Pero gracias a nuestra terquedad, muchas veces nos aferramos a lo que realmente no queremos porque dudamos que exista algo mejor. Semejante disposición de desconfianza debe ser vencida. En vez de ver la obediencia como algo que requiere sumisión a Dios y dominio de su parte, necesitamos ver que nuestra

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obediencia a Dios es una expresión de amorosa confianza y abandono. Las leyes divinas están creadas por amor y deberían obedecerse en amor. Una vida de felicidad no está basada en “No harás”. Jesucristo no murió en una cruz para darnos más mandamientos para seguir. Él murió para salvarnos y para obtener para nosotros las gracias necesarias para amar según hemos sido creados. En vez de pensar en Dios como un legislador que se sienta distante en un trono y espera juzgarte, deja aparte esas ideas por un momento. Es verdad, Dios nos ha dado mandatos y será nuestro juez, pero al final nos juzgará un Dios que es amor, por nuestra voluntad de reflejar Su amor. Para Dios, la espiritualidad no es algo que toma una hora de nuestras vidas un domingo. Él quiere una relación con cada uno de nosotros que permeará y transformará la manera en que asumimos cada aspecto de nuestra vida. Esto incluye nuestro trabajo, nuestros estudios y especialmente nuestras relaciones. Como consecuencia, la vida de una mujer cristiana debe ser una expresión de su amor por Dios. Lo mismo aplica para la manera en que usa su cuerpo; en cierto sentido, la pureza es como confiar en Dios con su cuerpo, demuestra que esperarás pacientemente el tiempo que Dios ha dispuesto para que recibas un esposo. Mientras tanto, no te adelantarás a tomar los placeres del matrimonio. La pureza no se trata de seguir una letanía de leyes, se trata de un encuentro con Dios y de querer darle todo a Él porque te das cuenta de que Él se ha dado a sí mismo completamente a ti. No se trata tanto de hacernos perfectos para Él, se trata de permitirle amarnos cuando más imperfectos somos. Te preguntarás: “Pero si asumo todo ese concepto de espiritualidad e intento volverme toda santa, ¿de qué sirve si no hay hombres buenos por ahí? ¿Y si permanezco fuerte y pura, pero nadie aparece?”. Nosotros te preguntaríamos: ¿Y qué si él espera y tú nunca apareces? ¿Y qué si tú reduces tus estándares para encontrarlo y el bueno se pasa de largo? Siempre te preguntarás qué podría haber pasado. En vez de preocuparte por todos los escenarios, aquí hay una mejor idea: Hazte cargo de las cosas de Dios y déjalo hacerse cargo de las tuyas.

La sed de amor eterno Luego de una relación casual, una universitaria de Maryland nos contaba sobre su sentimiento insuperable de insatisfacción y desánimo. Esto decía su e-mail: “¿Realmente existen los hombres buenos?”. Para lidiar con la desilusión, normalmente encontraba consuelo en el chocolate, las compras y salidas nocturnas con sus amigas. Una vez que las tiendas estaban cerradas y se quedó sin chocolate, alguna amiga del campus sugirió que salieran en la noche. Ambas fueron hasta Annapolis, la academia naval, con la esperanza de encontrar algunos hombres de la marina.

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Al llegar a la bulliciosa ciudad costera, decidieron comenzar la noche con una visita rápida a una iglesia cercana. Entraron a una capilla de adoración ubicada detrás de una iglesia a un par de calles de donde estaban los bares y restaurantes. Nos contó esto: Cuando me arrodillé en silencio, no pude evitar ver a una pareja joven que oraba. El hombre estaba de rodillas y tenía sus ojos cerrados. Ella estaba embarazada. Los miré por un momento y de repente supe que quería esa clase de relación. Le pedí a Dios: “Por favor, por lo menos muéstrame que hay hombres religiosos ‘normales’ ahí afuera. . . ponme junto a alguien que siempre me lleve cerca de ti. . . y hasta que nos conozcamos, Señor, por favor, guíanos a ambos hacia ti”. No pasó mucho tiempo después de esta plegaria, cuando conoció a un joven que finalmente apreciaba sus valores. En el pasado, había sido menospreciada muchas veces por su moral, pero él “sin saberlo hizo que cada penosa experiencia y que cada momento de soledad de sus años de estudio, valiera la pena”. Los hombres decentes existen, confía en Dios y espera firmemente.

Encuéntrate a ti misma en Él Para encontrar el amor, comienza por encontrarte a ti misma. La gente muchas veces teme que si se acerca a Dios, Él va a acabar con su personalidad. Todo lo contrario es la verdad. Muchas mujeres han dicho, en medio de su falta y la desesperación: “Esta no soy yo, ya ni siquiera sé quién soy”. Ciertamente, mientras más distanciada estés de Dios, más lejos estarás de tu verdadera identidad. Dios no va a anular tu identidad, Él quiere completarla. Si no has sido tú últimamente, Él te hará ser tú misma de nuevo. Al crecer en tu relación con Él, aprenderás que la santidad no es un don raro que se les da a las ancianas piadosas. No se trata tampoco de ajustarse a un molde; es el llamado de cada persona y representa el desarrollo pleno, la floración completa de la personalidad de cada quien. Quien está lejos de Dios es como una semilla que no se asienta en tierra, sino que rueda hasta un camino rocoso. Las personas santas del mundo son las semillas que florecieron en rosas. Sin embargo, cada flor, cada persona, posee su propio resplandor y llega a su máximo potencial cuando está firmemente enraizada en Él. En palabras de alguien: “Mientras más santa es una mujer, más es mujer”. Tendrás problemas para creer esto si asocias la santidad con la mojigatería. Pero si la santidad es el culmen de la identidad que Dios nos da, entonces exclusivamente por Su gracia te convertirás en quien fuiste creada para ser. No tienes que suprimir tus dones, tus talentos y otras cualidades para seguir a Dios; de hecho, ¡Él desea que uses esos dones para un propósito mayor al que te has imaginado! Elegir vivir una vida en Dios es algo que deberías hacer por tu bien y el bien del mundo. Hay muchas cosas que dependen de tu respuesta positiva o negativa a Dios, no solamente una

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vez, sino todos los días. En su libro El privilegio de ser mujer, la doctora Alice von Hildebrand les recuerda a las mujeres: Mientras las mujeres permanezcan fieles a su llamado “religioso” el mundo está a salvo. Pero lo que nos amenaza hoy en día es precisamente la revolución metafísica de las feministas que han perdido de vista totalmente su vocación porque se han vuelto ciegas ante lo sobrenatural. Cuando las mujeres pierden de vista su llamado a la santidad, el mundo entero está perdido. Si quieres ayudar a salvar el mundo (erróneamente piensas que estamos exagerando), comienza por tomarte el tiempo de hacer un inventario de tu vida espiritual y pregúntate: •¿Estoy interesada en agradar a Dios o estoy tratando de complacerme a mí misma esperando no ofenderlo? •¿Estoy más preocupada por ser aceptada por los hombres o por ser aceptada por Dios? •¿El corazón de quién estoy tratando de ganar? •¿Estoy esperando a Dios o Dios me está esperando? También examina tus hábitos diarios y compara la cantidad de tiempo y energía que gastas en tu apariencia física comparado con la cantidad de tiempo y esfuerzo que inviertes en el embellecimiento de tu alma. No hay problema en lucir espectacular, nada más asegúrate de que tu alma combine con el resto de tu ser. A lo mejor es tiempo de darle un retoque a tu vida espiritual. Si antes tenías una vida piadosa de oración, retoma ese hábito. Si nunca has sido particularmente religiosa, no temas profundizar en tu vida interior. Dios se encuentra fácilmente, probablemente tú has sido la que se ha hecho la difícil de encontrar.

Retoque espiritual Si la idea de la espiritualidad te intimida, date cuenta de quién está buscando a quién. Dios anhela tu amor, permítele buscarte, tiene sed de ti. A veces cuando tratamos de estar cerca de Dios, nos sentimos sobrecogidos porque pensamos que nuestro progreso espiritual depende completamente de la calidad de nuestros propios esfuerzos. En esos momentos es refrescante recordar que es Dios el que está en nuestra búsqueda. Nadie llega a Dios hecho un santo, todos llegamos como mendigos. Cuando estaba en la universidad, yo (Jason) recuerdo a uno de mis profesores explicando nuestra relación con Dios Padre de esta manera: Imaginen una pequeña niña que quiere comprarle a su padre un regalo de cumpleaños. Va donde él y le dice: “Papi, quiero comprarte un regalo, pero no sé qué quieres”. El padre complacido con su consideración le dice: “Me encantaría una corbata nueva, mi cielo”. Ella lo mira y le sigue diciendo: “Pero no puedo ir a hasta la tienda, ¿me llevas?”. Se suben al auto y van a la tienda juntos y cuando llegan ella le pide que escoja la

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que él quiera porque ella quiere que él tenga una de su agrado. Luego de buscar juntos un rato, él encuentra la adecuada y cuando van hacia la caja registradora, la niña le aprieta la mano, lo mira con sus irresistibles ojos cafés y le recuerda: “Papi, yo no tengo dinero, ¿puedes pagarla?”. Felizmente, el padre paga por su propio regalo y los dos salen de la tienda. La mañana de su cumpleaños, ella mira ansiosamente mientras el padre abre la envoltura toda enredada en su regalo. Luego de verlo, sus ojos se humedecen de emoción, toma a la niña, la acerca y la besa en la frente agradeciéndole por pensar en él. Este es el corazón de Dios, Padre Celestial. No es difícil complacerlo. Eres Su hija, te ama más de lo que un padre terrenal pudiera amarte. No tienes que venir a Él con una aureola, ven cómo eres porque tú eres el regalo que Él desea. Si has estado alejada de Dios, ¿no lo has hecho esperar ya demasiado? Con el fin de darle a Dios la libertad de trabajar en tu vida, busca espacio para el silencio. Nuestras vidas están llenas de tanto ruido y ocupaciones que raramente tomamos tiempo para orar. Aun cuando nuestras mentes están llenas de preguntas sobre la vida, ¿qué tan seguido nos tomamos el tiempo suficiente para sentarnos y escuchar las respuestas que Dios quiere darnos? Su voz no es audible, pero cuando comiences a desconectarte de las constantes distracciones y acalles tu alma, te darás cuenta de que Sus iniciativas se hacen más claras en tu corazón. No temas escucharlas. La verdadera razón por la que la gente no se detiene a escuchar a Dios no es que no piensen que Él les hablará; en realidad, temen que lo haga. Temen a lo que Él tiene que decirles. Entonces se entierran en más ruido, compañías y posesiones o se involucran en cosas buenas como voluntariados, en un esfuerzo por desviar su atención de la única cosa que Dios les está pidiendo. Como me dijo una joven: “Orar me da algo de miedo. Me parece que si oro, voy a tener una respuesta para la cual no esté preparada o no voy a poder aceptarla”. No te intimides por la oración. Si no oras mucho, comienza hablando más con Jesús, leyendo las Escrituras y yendo a la iglesia el domingo. Ve a un retiro si puedes. Cuando oras, específicamente usa el nombre de Jesús, no solamente Dios o Señor. Al decir Su nombre, nos calmamos y recordamos que no estamos divagando sobre nuestros problemas, estamos hablando con una Persona. Habla desde tu corazón al Suyo y Él te enseñará cómo orar. Pasa algún tiempo con Él en la mañana, de camino al trabajo y en la noche antes de ir a dormir. La consistencia en oraciones simples es más importante que orar mucho de manera irregular. No podemos esperar crecer espiritualmente si pensamos que los tiempos de oración sucederán de repente. Por lo tanto, programa un tiempo regular de oración y cúmplelo. San Pablo decía que debemos orar constantemente y para hacerlo, necesitamos comenzar en algún punto. Un director espiritual aconsejaba a los universitarios: “Oren quince minutos cada día, que sean más si pueden o menos si es obligatorio, pero nunca los omitan”. También otro maestro de la vida espiritual recomendaba: Nunca olvides que es al comienzo de cada día que Dios tiene lista para nosotros la gracia necesaria para ese día. Él sabe exactamente qué oportunidades tendremos de caer. . . y nos dará todo lo que necesitemos

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si lo pedimos. Es por eso que el demonio hace todo lo que puede para evitar que digamos nuestras plegarias de la mañana o para hacernos decirlas mal. En tu tiempo de oración, no busques sentimientos espirituales o experiencias emocionales: busca a Dios. Los sentimientos no son malos, pero no deben buscarse como un fin en sí mismos o el alma quedará intranquila cuando éstos desaparezcan. Cuando nos apegamos mucho a los consuelos espirituales, cometemos el error de pensar que nuestra cercanía a Dios se mide por la intensidad de nuestras experiencias religiosas. No es así. De hecho, se ha dicho que una oración de verdad, puede comenzar cuando oras sin querer. Puedes orar en cualquier momento. Puedes hacerlo ahora mismo, ¡mientras lees! Solo requiere que abras tu corazón a Él. En este mismo instante, si Jesús pudiera hablarle directamente a tu corazón agotado, diría algo así: Escucha mis palabras lentamente para que penetren en tu corazón. No pierdas tu esperanza en mí. Confía únicamente en mí y no te desesperes. Mi amor nunca te fallará. Sé que tú deseas amor perfecto. Debes saber que ese deseo —y su cumplimiento— vienen solo de mí. Dame tu corazón completamente cada día. Hazme la razón de tu esperanza. Si te falta paz, significa que no confías plenamente. En la medida en que conozcas mi amor, confiarás en mí. La paz que deseas solamente puede encontrarse en mi voluntad para ti. Si sientes dolor, ansiedad o preocupación, entrégame tu corazón de inmediato. Entrégame esas personas, esos planes y esos pendientes que te pesan. Entrégame tu pasado, presente y futuro. Yo purificaré tu corazón para que puedas vivir con la gracia de hacer mi santa y perfecta voluntad con un espíritu de regocijo. Has visto tu debilidad. Ven a mí sin dudarlo en tu tiempo de necesidad y yo te llenaré con mi divina fortaleza y amor. No tengas miedo. Sé paciente y date cuenta de que la turbulencia de tu alma se calmará nuevamente. No estés melancólica, regocíjate en medio de tu sufrimiento. ¡Ojalá pudieras ver lo cercanos que se hacen nuestros corazones! Si tan solo supieras el gozo que tengo de esperarte, pero todavía no te lo mostraré, quiero ver tu fe. Te doy la gracia, acéptala y dale la gloria a mi Padre.

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21 OFRECE TU TESTIMONIO Cuando yo (Crystalina) fui a visitar a Jason por primera vez en San Diego, fuimos a una iglesia para estar un rato en la capilla. Mientras caminábamos desde el estacionamiento hasta la iglesia me preguntó despreocupadamente: “¡Oye! tengo una charla sobre castidad en una escuela mañana, ¿quieres subir al escenario conmigo y dar tu charla?”. Aunque nos habíamos conocido en una conferencia sobre la castidad hacía un año, él no sabía que yo nunca había dado “una charla”. Casi nadie sabía sobre mi pasado, ¡incluyéndolo a él! Todavía no estábamos saliendo, pero era evidente que teníamos fuertes sentimientos mutuos. Y ahora me estaba pidiendo subir al escenario y dar mi testimonio ante una escuela completa cuando él no tenía ni idea de lo que estaba a punto de escuchar. Me sentía mortificada y comencé a tartamudear: “Eh, bueno, si yo diera la charla, ¿qué crees que debería decir?”. Mientras nos acercábamos a la puerta de la capilla, me respondió: “No sé. ¿Por qué no le preguntas a Jesús? Él te dirá”. Con eso, entramos a la capilla. . . y al resto de nuestra vida juntos. Durante la oración, le conté todos mis temores a Dios: ¿Qué pensará Jason de mí si le digo la verdad? Él se ha conservado virgen para el matrimonio y estoy segura que piensa que yo también. ¿Qué pensarán sus padres si se enteran? ¿Quién soy yo para dar una charla sobre castidad? ¿Quién va a querer escucharme? No tengo nada que ofrecer y no tengo estudios en teología. Solo nos ridiculizaría a los dos. Dios, ¡cómo vine a meterme en esto! ¿Cómo me metiste en esto? Cuando salimos de la capilla, Jason y yo nos subimos al auto para ir a su apartamento a cenar. Sentada en el asiento del acompañante, hablé tímidamente: “Jason, tengo que contarte algo. . . Tú sabes cuánto creo en la castidad y en guardarse hasta el matrimonio. Pero ¿sabes?, no siempre fue así”. Y comencé a contarle sobre mi pasado. Sin duda alguna, esa fue la conversación más difícil de mi vida. No había manera de hacerla fácil porque no es exactamente la información que quieres compartir cuando ¡te estás enamorando! En la escuela, cuando quería impresionar a los chicos, yo sabía exactamente qué hacer y qué decir para llamar su atención, pero la época de llevar máscaras y jugar se había acabado. Finalmente había conocido un hombre cuya opinión sobre mí realmente me importaba. No quería decepcionarlo, pero sabía que no podría ocultarme por siempre. O me amaría por la persona en que me había convertido o perdería su interés en mí por la persona que yo solía ser. No tenía más opción que rendirme y confiar.

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Creo que él no supo cómo reaccionar ya que yo me había convertido en una persona tan distinta. La única Crystalina que él conocía ahora vestía ropa discreta, hacía misiones y leía libros sobre castidad. Al contarle sobre mi pasado, me di cuenta del pesar en su corazón. Quise consolarlo, pero antes de darme cuenta, era él quien me estaba secando las lágrimas. Él me consolaba a mí y me recordaba que yo era una nueva creación. A la mañana siguiente, Jason me pasó el micrófono en frente de 600 adolescentes bien atentos. Tal como lo hice con él, abrí mi corazón a estos estudiantes, les conté cómo gradualmente me perdí y luego Cristo me encontró en medio de mi hora más oscura. Después de la conferencia, los estudiantes se subieron al escenario y me buscaron. Muchos estaban llorando, me abrazaban y me agradecían por ser tan honesta. Fue abrumador porque yo no tenía ni idea cómo iban a recibirme. Jason y yo salimos del salón y me dijo: “Creo que haríamos un muy buen equipo”. Luego, cuando llegué a mi casa, comencé a procesar lo que había sucedido. Con tantos estudiantes agradeciéndome, me impactó cuántas chicas están esperando mujeres líderes. Sus corazones son tan buenos y están dispuestos a seguir. Es como si estuvieran esperando a alguien de su confianza para que les dé permiso de levantarse. La pregunta que Jason y yo tenemos para ti es: ¿Estás dispuesta a guiarlas con el testimonio de tu propia vida? Wendy Shalit lanzó un digno desafío a todas las mujeres cuando escribió: Considera cómo las chicas de hoy tienen que ser delgadas, estar disponibles y siempre sensuales. Al mismo tiempo se supone que no tengan esperanzas, sentimientos encontrados ni vulnerabilidad. Tienen que ser agresivas, pero de alguna manera atrayentes. Es complicado, y se necesita una enorme confianza para rebelarse en contra del nuevo guión de chica-mala, pero. . . puede hacerse. No solo puede hacerse, tiene que hacerse. Sin embargo, el cambio debe comenzar en lo profundo de nuestros propios corazones. Cuando un diario británico invitó a varias eminencias a escribir ensayos sobre el tema “¿Qué está mal en el mundo?”, el famoso escritor inglés G.K. Chesterton presentó un ensayo de una frase que decía: “Estimados Señores, yo”. Es muy fácil hablar sobre cómo resolver los problemas del mundo, lo que realmente requiere esfuerzo es mirar objetivamente nuestros propios defectos. Antes de salvar el resto del mundo, necesitamos primero salvarnos a nosotros mismos. A veces nos involucramos tanto en la sensualidad, que nos debilita la vida y no hacemos nada grande o noble para construir el mundo. Nos estancamos tanto en el confort emocional de una relación o de la búsqueda del placer, que quedamos muy ocupados para pensar en alguien más que nosotros mismos. El mundo necesita tu resplandor. Ahora más que nunca, una generación valiente de mujeres

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debe forjar una dinastía y reinventar una nueva generación de feminidad pura sin concesiones. Todos los días, el mundo se burla de la visión cristiana de las relaciones, el matrimonio y la sexualidad, argumentando que pensamos que el acto sexual es por naturaleza, sucio, malo y mortal. La verdad, es que somos nosotros los que pensamos que es hermoso, bueno y vivificante. De hecho, no tenemos problema con la gente que glorifica el sexo. El problema es cuando el mundo falla en ver su gloria, olvidando que debe ser la más hermosa expresión de amor entre marido y mujer. Y ya que el sexo debe ser glorioso, vale la pena esperar por él. Este estilo de vida es posible para todo el mundo, pero muchos actúan como si estuviera fuera de su alcance porque no quieren abandonar sus actuales formas de vivir. Lloriqueamos: “No sé qué hacer”, pero a veces cuando decimos que estamos confundidos, realmente significa que sabemos exactamente lo que necesitamos hacer, pero no queremos hacerlo. El mundo ya no tiene tiempo para tu miedo. En el Antiguo Testamento, Dios elevó a una simple judía llamada Ester para convertirla en la Reina de Persia. Por su coraje y su fe, fue capaz de prevenir la masacre de un gran número de personas inocentes. Pero antes de dar un paso de fe para salvar sus vidas, alguien la animó diciendo: “Quién sabe si tal vez, en vista de una circunstancia como ésta, tú llegaste a ser reina”. Lo mismo va para ti. Dios no solamente te ha llamado a existir, sino que te ha elegido para que vivas en este momento de la historia. . . porque eres necesaria para las circunstancias de hoy en su Reino. Por lo tanto, no importa qué tan puro o impuro haya sido tu pasado, nunca subestimes el poder de tu testimonio. Si estás unida a la voluntad de Dios, tu potencial no tiene límites. Quizá más que nunca, nuestro mundo está necesitado de mujeres que puedan restaurar un auténtico feminismo. Las primeras feministas buscaban promover la igualdad de derechos para las mujeres y corrieron la voz de que las mujeres son capaces y competentes — con la capacidad de encargarse de sí mismas sin la necesidad de que los hombres las rescaten de la pobreza y la ignorancia. Aunque es noble otorgar poder a las mujeres, algunas dentro del movimiento feminista las han hecho sentir menos femeninas si esperan un hombre. El matrimonio a veces es visto como un obstáculo para la plena realización de la mujer. El feminismo auténtico reconoce que el matrimonio es un sueño saludable y una aspiración noble. Si una mujer sueña con ser una profesional soltera, Dios la bendice. Si sueña con casarse y tener ocho niños, Dios la bendice. La verdadera liberación femenina le da la libertad de elegir por sí misma sin despreciar sus objetivos. Además, si ella busca a su alma gemela, quizá los dos juntos serían capaces de hacer más por la humanidad de lo que podrían hacer cada uno solo. Encontrar a tu alma gemela sin perder tu alma no es un camino fácil, pero incluso en medio de tus momentos de soledad, recuerda que nunca estás sola. Al atravesar por un momento de dificultad en la vida, escribí las palabras que Dios habló a mi corazón para animarme y las comparto contigo porque sé que no estoy sola en lo que sentí durante mis tiempos de oscuridad, y tú necesitas recordar que no estás sola tampoco:

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¿Por qué siempre buscas la aprobación del hombre? Siempre te preguntas: ¿Me veo lo suficientemente bonita? ¿Parezco lo suficientemente inteligente? Con una sombra de inseguridad que te rodea, siempre tratas de mantener a otros interesados y te dejas llevar ignorando lo que tu interior te dice. No te dejes controlar por la atención y aprobación que recibes y deja de avergonzarte de ti misma. Tu valor no viene de la gente con la que estás, la ropa que vistes o lo que otros piensan de ti. ¿Temes reconocer tu propio valor? ¿Mantienes tu verdadera belleza, dones y talentos tan encerrados y ocultos del mundo que realmente no puedes ver lo maravillosa que eres? ¿Temes brillar tanto que la luz que emanes ahuyentará a otros? No ocultes lo que realmente eres por temor al abandono o la opinión negativa de otros. Tú tomaste las sobras del mundo, pero Yo te he dado todo lo que necesitas dentro de ti. La luz de cada uno es diferente y algunos brillan más que otros. Pero no le temas a tu propia luz, fue puesta en ti para que otros que están enceguecidos por su propia oscuridad, puedan verla. ¿Por qué tienes miedo y estás triste? ¿Por qué te menosprecias a ti misma y atenúas tu propia luz? Tu luz fue hecha para brillar, ese es su propósito. Tu valor está dentro de ti y te ha sido dado para un propósito. Tu belleza —la belleza de Dios— te fue dada también por una gran razón. La oscuridad ha tratado de extinguir esta belleza interior, pero no ha podido. No la apagará. A veces le permites a tus inseguridades dominarte y le das rienda suelta a tus pensamientos, pero con el amor de Jesús puedes controlar cualquier vicio, maldad o arma del mal que venga en tu contra. Es tiempo de levantarse, sin miedo de quién eres. Acéptalo. No te menosprecies ni te escondas porque el poder de Mi amor y Mi gracia siempre estarán ahí para alcanzarte y mostrarte el camino. Te alcanzaré, pero ¿me dejarás? En el fondo sabes quién eres y lo que debes hacer. Deja de rebajarte para el mundo y comienza a elevarte hacia el cielo. Aunque parezca muy lejano, en realidad está a tu alrededor. El cielo está mirando, orando y animándote. Tienes todo un ejército completo de ángeles y santos esperando que triunfes en tu batalla, pero la batalla más grande de todas será contigo misma. Debes saber quién eres y lo que no eres. Eres la amada hija de Jesús, Él quien es Dios.

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