COMENTARIO BÍBLICO DE HAGEO

Comentario Bíblico De HAGEO Por Luis Zepeda Mir. AHORA, ES LA HORA PARA TRABAJAR POR EL SEÑOR *INTRODUCCIÓN* Era fi

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Comentario Bíblico De

HAGEO Por Luis Zepeda Mir.

AHORA, ES LA HORA PARA TRABAJAR POR EL SEÑOR

*INTRODUCCIÓN* Era fines de Agosto del año 520 AD. Las calles de Jerusalén se apretaban ya con las muchedumbres que habían acudido a la fiesta de la nueva luna. El corazón del pueblo estaba embargado por distintos sentimientos. Había sido un año malo para las cosechas. La sequía y la ausencia del roció de la lluvia habían dejado seco las tierras del campo. Con grandes esperanzas habían trabajado la tierra durante la primavera, sembrando gran cantidad de semillas con el anhelo de tener un buen año. Pero las lluvias de la primavera nunca llegaron, las plantas se marchitaron y las viñas estaban ya casi sin fruto. La gente acudió adorar a Jerusalén con los bolsillos vacíos y corazones entristecidos. El desaliento y la decepción se veían claramente en los rostros de la gente. Junto al altar sin techo protector, estaban tres varones observando a la multitud, uno de ellos era el gobernador Zorobabel, el otro era el sumo sacerdote Josué y el tercero era el profeta Hageo. ¿Quiénes son estos personajes? Siempre cuando leemos la Biblia con entendimiento, necesitamos conocer muy bien nuestros personajes. ¿QUIÉN FUE ZOROBABEL, HIJO DE SALATIEL? El fue el gobernador de Israel, enviado por Ciro el persa para reconstruir Jerusalén (Esdras 1-3). El pertenecía directamente a la casa de David, eso significa que era un ascendiente directo de Cristo. El fue el primero es regresar a la tierra de Canaán. ¿QUIÉN FUE JOSUÉ, HIJO DE JOSADAC? Él era el Sumo Sacerdote, y también regreso junto con Zorobabel. Cada uno cumpliendo distintas funciones, uno más físico y material, como gobernador y reconstructor de Jerusalén y el otro como el restaurador de la fe de Israel, que se había perdido después de 70 años de esclavitud y cautividad. Era de la tribu de Leví, descendiente de Aarón. ¿QUIÉN FUE EL PROFETA HAGEO? Y por ultimo nuestro autor, él fue el hombre encargado de unificar estas dos funciones, animar al pueblo a volver a reconstruir y volver al Dios vivo y verdadero. Hageo fue el hombre indicado para la tarea. Su nombre literalmente significa “Festivo”, ya que su venida trajo alegría al pueblo del Señor. El trajo un mensaje duro pero que al final traería una bendición. El trabajo juntamente con el profeta Zacarías, fueron un equipo para el Señor (Esdras 5.1-2; 6.14).

*CRONOLOGÍA

DE LA HISTORIA DE ISRAEL.

1031 a.C. – Saúl, primer rey de Israel (12 Tribus). 1010 a.C. – David, rey de Israel. 970 a.C. – Salomón, rey de Israel. 931 a.C. – División del Reino de Israel: Reino del Sur, Judá (2 Tribus, Judá y Benjamín) y Reino del Norte, Israel (10 Tribus). 721 a.C. – Destrucción del Reino de Israel por Asiria (Senaquerib). 606 a.C. – Conquista y Primera deportación a Babilonia (Nabucodonosor). 586 a.C. – Destrucción del Reino de Judá y segunda deportación a Babilonia. 536 a.C. – Edicto de Ciro, Rey de Medopersia para reconstruir Jerusalén (Pasaron los 70 años de castigo). – Zorobabel regresa a reconstruir el templo y la ciudad de Jerusalén (Esdras 1-6). 534 a.C. – Se detiene la construcción de la Casa de Dios por los samaritanos (Esdras 4.1 25) 520 a.C. – Profecía de Hageo y ánimo para volver a reconstruir el Templo de Jerusalén. 520-516 a.C. – Reconstrucción del Templo de Jerusalén. 480 a.C. – Eventos relatados en el libro de Ester. 458 a.C. – Esdras guía a un segundo grupo que va a Jerusalén para reconstruirla, enviado por Artajerjes I. (Esdras 7-10). 445 a.C. – Nehemías guía a un tercer grupo a Jerusalén para reconstruir sus murallas, enviado por Artajerjes I. (Nehemías 1-2). 433 a.C. Segundo viaje de Nehemías a Jerusalén (Nehemías 13.6-7). 400-430 a.C. – Libro del Profeta Malaquías.

*CRONOLOGÍA

DE LOS REYES PERSAS.

(539 – 530 a.C.) Ciro. (529 – 522 a.C.) Cambises. (522 – 486 a.C.) Darío. (486 – 465 a.C.) Jerjes I. (465 – 423 a.C.) Artajerjes I Longimano. Antes de pasar al estudio propiamente tal, estaremos considerando algunas cosas sobre la EXEGESIS… después volveremos con nuestro estudio de Hageo. Mostraremos cual es nuestra metodología de estudio bíblico que utilizaremos para entender este maravilloso libro -Hageo.

LA EXEGESIS. Cuando consideramos un libro de la Biblia siempre debemos establecer algunos pasos y reglas para poder llegar a un buen entendimiento de las Escrituras. Es más, muchas personas NO leen la Biblia porque no la entienden, porque la encuentran complicada, porque creen que es solo para algunos privilegiados entenderla. ¿Es esto así? Respondemos con un rotundo ¡NO! ¿Podemos entender la Escritura? ¡Amén! CON LA EXEGESIS!!!! Todos tenemos este privilegio. Entonces, ¿QUÉ ES LA EXEGESIS? Es un proceso sistemático que nos ayuda a EXTRAER las verdades bíblicas del texto. Este proceso es dinámico, pero a la vez simple y fácil de entender. ¿CUÁLES SON ESTOS PASOS Y REGLAS?

I.LEER LA BIBLIA CON ENTENDIMIENTO. Para leer la Biblia con entendimiento. Primero, debemos aplicar todas las reglas de gramática, ortografía y sintaxis. Debemos tener mucho cuidado para no malinterpretar un texto por nuestra falta de vocabulario. La primera pregunta que nos debemos hacer es, ¿ENTIENDO LO QUE LEO? Como el etíope eunuco. Para ello debemos conocer muy bien nuestro idioma y conocer las reglas que nos ayudan a conocerlo mejor. Un buen consejo es tener un buen diccionario de español y un libro de gramática que nos ayude a entender mejor lo que leemos en la Biblia. Lo segundo que debemos entender, es que podemos leer la Biblia en tres niveles: a) La película grande o toda la Biblia – miramos a la Biblia como un todo. Cuando miramos la película grande podemos mirar la Biblia por sus divisiones. *PODEMOS DIVIDIR LA BIBLIA EN 2 DIVISIONES: En Antiguo y Nuevo Testamento En Génesis 1-11 – EL PROBLEMA: EL PECADO (No hay solución). En Génesis 12 – Apocalipsis 22 – LA SOLUCIÓN: Las Promesas hechas a Abraham. ¿CUÁLES SON LAS PROMESAS? 1.La Tierra Prometida (Génesis 12.1-3). 2. Bendiciones y Maldiciones (Génesis 12.1-3). 3. La Nación Grande (Génesis 12.1-3). b) El libro – recordemos que la Biblia es una biblioteca de 66 libros que se escribieron en distintas épocas y por distintos autores y si queremos estudiar bien la Biblia debemos aprender cada libro. c) El pasaje – viene a ser la unidad más pequeña de la Biblia porque los escritores bíblicos escribieron estructurando cada libro en pasajes.

*ESTABLECER LOS LÍMITES DE UN PASAJE ¿DE QUE ESTAMOS HABLANDO? a) Donde comienza y Donde termina un pasaje. Debemos establecer de una manera correcta los límites, o sea, saber donde comienza exactamente el tema de un pasaje o versículo. Y saber dónde termina esta enseñanza. ¿POR QUÉ EL PASAJE COMIENZA AQUÍ? y ¿POR QUÉ TERMINA ACÁ? Al definir donde comienza y donde termina la idea que el autor propone, tenemos lo que conocemos como pasaje. EL PASAJE es la unidad más pequeña y mínima de la Biblia. No se puede reducir más. Los escritores bíblicos plantearon sus ideas en base a pasajes. CADA PASAJE TIENE UNA IDEA CENTRA. Con esto, queremos evitar mezclar pasajes, porque casa pasaje tiene su propio tema, ¿DE QUÉ SE ESTA HABLANDO EN EL PASAJE O VERSÍCULO? Podemos cometer errores que nos llevaran a confundir nuestro entendimiento. Ejemplo – Hechos 7.60 – 8.1. “Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió. Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles” ¡Si nos fijamos bien! Nos daremos cuenta que aquí hay una mala distribución del pasaje, el versículo 60 del

capitulo 7, debería agregar: “Y Saulo consentía en su muerte”, porque encaja más con el versículo 60, fue un error de los traductores. Debemos establecer los límites para saber de que es lo que estamos hablando: “Hermanos míos, gozaos profundamente cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Pero tenga la paciencia su obra completa para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna… Bienaventurado el hombre que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que lo aman” (Santiago 1.2-4, 12). PRUEBA PRUEBA (LIMITES – SANTIAGO 1.1-8) (LIMITES – SANTIAGO 1.12-17) Prueba de la fe, permitida por Dios. Tentación, por causa de nuestras pasiones. Problemas, sufrimientos, maneras que Dios utiliza para examinar nuestra fe.

*ELEMENTOS A CONSIDERAR PARA CAMBIO DE PASAJE. UBICACIÓN O LUGAR Mateo 8.1; 8.5; 8.14; Lucas 8.26; Juan 2.13; 4.1-3. PERSONA QUE HABLA – A QUIEN HABLA – DE QUIEN SE HABLA Lucas 7.18, 24, 36; Juan 3.1. CAMBIO DE ASUNTO O TEMA Lucas 7.18; 8.4. TIEMPO Juan 1.29; 1.35; 1.43; 2.1; 4.43; 6.16. FRASES TALES COMO… “Después de esto” (Juan 3.22; 6.1). “Después de estas cosas” (Lucas 5.27, Juan 7.1). “Aconteció después” (Lucas 8.1). “En cuanto a” (1 Corintios 7.1; 7.25; 8.1; 12.1; 16.1).

*DIFERENTES TIPOS DE PASAJES. PASAJE NARRATIVO – Generalmente es una sola historia, con un solo grupo de personajes y una sola trama (Especialmente los Evangelios y Hechos). PASAJE PREDICA – Hechos 2; Hechos 17; Mateo 5. PASAJE VISIÓN – Juan en Apocalipsis, Daniel, Ezequiel o Zacarías. PASAJE ORACIÓN – Juan 17; Nehemías 3. PASAJE CANCIÓN – Éxodo 15 ó El libro de Salmos. PARÁBOLAS – Mateo 13. PROFECÍAS PARALELISMOS: PARALELISMO SINÓNIMO – Se dice lo mismo pero de dos maneras diferentes (A=B) (Proverbios 2.6; 17.4).

PARALELISMO SINTÉTICO – Un dicho es intensificado o explicado por otro dicho (A+B) (Proverbios 16.4). PARALELISMO ANTITÉTICO – Son dos dichos diferentes, aunque pueden hablar del mismo tema, pero son dos dichos aislados el uno del otro (A-B) (Proverbios 21.29, 31).

*ESTABLECER EL CONTEXTO  ¿POR QUÉ LO DICE? La pregunta del porque lo dice nos lleva a los motivos que tuvo el autor para escribir lo que escribió. Lo que establecemos en el contexto es: 1. AUTOR 2. DESTINATARIOS 3. FECHA (La Biblia no es un documento cronológico). 4. OCASIÓN ó situación Al ver la situación de lo que está sucediendo, hacemos todas las observaciones y preguntas posibles al pasaje, para poder completar la imagen de lo que está pasando en el mismo. Aquí es donde se debe contar bien la historia. Debemos tomar tiempo para detallar ordenadamente los acontecimientos que suceden en la historia. Como consejo debemos: “Hacer una lista de toda información que nos pueda proporcionar el pasaje, no olvidando considerar el entorno del pasaje para completar la historia”. RECORDEMOS QUE LA PALABRA CONTEXTO, ES UNA PALABRA COMPUESTA QUE SIGNIFICA LITERALMENTE: Lo que acompaña al texto – CON + TEXTO! Así que cuando establecemos el contexto miramos todo lo que rodea el pasaje que no ayuda a entender porque el autor dice lo que dice. DICHO DE MANERA MÁS SIMPLE, AL ESTABLECER EL CONTEXTO ESTAMOS DETERMINANDO O CONOCIENDO LA OCASIÓN DEL PASAJE. ESO SIGNIFICA QUE ENTENDEREMOS EL PORQUE DE LA SITUACIÓN DEL TEXTO. Es crucial el poder entender la situación específica que rodea la escritura de los escritos bíblicos. Debemos entender que los escritos de la Biblia son escritos como respuesta especifica a situaciones determinadas, en un contexto determinado, y si no entendemos la situación que rodea al pasaje, nunca entenderemos de manera correcta el mismo. Al leer debemos notar: LOS DESTINATARIOS ¿Son judíos?, ¿Son gentiles?, ¿Son una mezcla de judíos y gentiles? ¿Hay un predominio de alguno de los dos en la iglesia? LOS PROBLEMAS A LOS CUALES EL ESCRITOR SE REFIERE. ¿Son problemas de conducta?, ¿Son problemas doctrinales? Si son doctrinales: ¿Cuál es la naturaleza de la doctrina que afecta a la iglesia? (1 Timoteo 1). ¿Son problemas doctrinales que surgen de la iglesia misma? ¿Son problemas doctrinales de fuera de la iglesia?

* ESTABLECER EL TEXTO  ¿QUÉ DICE EL PASAJE? LA PREGUNTA DE TEXTO ES, ¿QUÉ DICE? Esta pregunta nos lleva al significado teológico de determinada palabra, oración o versículo. Debemos establecer cuáles son las palabras del texto. -EL SIGNIFICADO DE LA PALABRA -LA GRAMÁTICA -LA ETIMOLOGÍA DE LA PALABRA EN CUESTIÓN (Esto se refiere a la raíz e historia de la palabra). -LA ESTRUCTURA DEL TEXTO. Cuando establecemos el texto vemos lo que dice el texto, porque mucha gente al no establecer el texto de un pasaje comienza a pensar o inventar otras ideas relacionadas con el pasaje. Por ejemplo, un hermano de la iglesia de Cristo al leer Nahúm 1.2, pensaba algo distinto a lo que el texto decía. El texto dice: “Jehová es Dios celoso y vengador, Jehová es vengador y esta lleno de indignación. Se venga de sus adversarios y se enoja con sus enemigos”. Aunque estaba leyendo el pasaje, el decía: “No, Dios es bueno (Nahúm 1.7), no creo que sea celoso y vengador”. El pensaba que Dios no era celoso y vengador e imponía sus ideas al pasaje que estaba leyendo. Otra persona pensaba (y es muy común pensar esto en las denominaciones) que 1 Pedro 3.21 no es autoritativo para decir que “EL BAUTISMO SALVA”, aunque leían, “El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) mediante la resurrección de Jesucristo”. Ellos piensan que el bautismo NO SALVA. Aunque lo lean 4 ó 5 veces igual ellos están convencidos, el bautismo no salva. Aun lo leen mal para poder acomodarlo a su interpretación, quitando la “S” final de nos, haciendo ver que el bautismo no salva. Cuando establecemos el texto de un pasaje nacen algunas preguntas, ¿QUÉ QUIERE DECIR ESTA PALABRA? ¿EN QUE SENTIDO EL AUTOR USA ESTA PALABRA? Esto debemos hacer – establecer el texto – para no tener que ir a otros pasajes para completar o gestar una idea, debemos quedarnos en un texto, sin recurrir a ninguno más y hacerle preguntas al pasaje para definir qué es lo que el texto dice.

*LA HERMENÉUTICA. El significado de la palabra hermenéutica es “EL ARTE DE INTERPRETAR TEXTOS”. Viene de la palabra griega Hermeneu = Interpretar. Cuando damos una definición a las palabras que leemos u oímos estamos usando la hermenéutica, cuando preguntamos sobre alguna cosa estamos interpretando. Cualquier forma de comunicación debe ser interpretada y para poder hacerlo debemos plantearnos algunas preguntas – debemos hacer OBSERVACIONES AL PASAJE. * ¿Qué quiere decir esto? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Quién? EJEMPLO: “Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida” (Job 2.4). ¿Qué quiere decir esto? Satanás quería probar a Job y saber con cuales intenciones servía a Dios. ¿Dónde lo dijo? Delante de la presencia de Dios. ¿Cuándo lo dijo? Se cree que esto ocurrió en la era patriarcal. ¿Cómo lo dijo? En tono despectivo. ¿Por qué lo dijo? Porque quería probar a Job.

¿Quién lo dijo? Satanás. Ejercicio - Hacer observaciones al pasaje - Mateo 17.1-7. 1. ¿Quiénes son los personajes? Jesús, Pedro, Jacobo, Juan, Moisés, Elías y Dios, el Padre. 2.¿Qué hechos están sucediendo? -Jesús toma a tres de sus apóstoles – Pedro, Jacobo y Juan. -Los llevo aparte a un monte alto. -Jesús se transfiguro delante de ellos. -Aparecieron Moisés y Elías que hablaban con Jesús. -La propuesta de Pedro. -Una nube de luz los cubrió, mientras Pedro hablaba. -Se oyó una voz de la nube (Dios) -Los discípulos se postraron y sintieron temor. -Jesús se acerco, los toco y consoló. 3. ¿Cuál fue el lugar donde sucedieron estos hechos? Un monte alto, se cree que fue el Monte Hermón (2 Pedro 1.16-18). 4. ¿Cuándo ocurrieron estos acontecimientos? Seis días después de lo ocurrido en Mateo 16.21-28 y Lucas 9.18-27 dice que esto ocurrió ocho días después de lo dicho por Jesús. ¡No hay contradicción! Un relato nos da la fecha exacta, el otro nos da un aproximado, “como ocho días”. 5. ¿Por qué o para qué ocurrieron estos acontecimientos? Para demostrarle a Pedro y a los otros discípulos la autoridad y divinidad de Jesús cuando recibió honra y gloria en su transfiguración (2 Pedro 1.16-18). 6.¿Qué quiere enseñarnos este pasaje? (APLICACIÓN). Que Dios quiere que entendamos la autoridad y divinidad de Jesús para que le sigamos y sirvamos.

*EL SENTIDO DE LAS PALABRAS. Como idea base queremos decir, “Que el contexto determina el sentido de las palabras”. Eso significa que podemos tener la misma palabra en el mismo pasaje e incluso aun no significan lo mismo. La única manera de poder saber el sentido, o sea, que significa esta palabra es por mirar el contexto y así determinar el sentido de la palabra. ESTO ES MUY IMPORTANTE, YA QUE HOY EN DÍA POR CAUSA DE LAS REFERENCIAS Y CONCORDANCIAS MUCHAS PERSONAS LLEGAN A UN ENTENDIMIENTO ERRÓNEO DE LAS PALABRAS. Ellos van a la concordancia y ven una palabra, y piensan que todas esas palabras significan lo mismo sin analizar el contexto, sin saber si en cada pasaje significan lo mismo. ESO APARTE DE FLOJERA, ES NEGLIGENCIA ESPIRITUAL. Debemos acostumbrarnos a hacer este trabajo, para que no seamos confundidos con otras ideas o pensamientos. CADA PASAJE NOS PUEDE DAR RESPUESTA SOBRE CUAL ES EL SENTIDO DE LAS PALABRAS. Miremos algunos ejemplos.

*LA PALABRA FE. Hebreos 11.1, 6 - ¿Qué significa la palabra FE? - Confianza en Dios. Judas 3 - ¿Qué significa la palabra FE? – Doctrina (Enseñanza). Romanos 10.17 -¿Qué significa la palabra FE? – Confianza en Dios. Gálatas 1.23 - ¿Qué significa la palabra FE? – Doctrina (Enseñanza). 1 Timoteo 4.1 - ¿Qué significa la palabra FE? – Doctrina (Enseñanza). 1 Timoteo 5.12 - ¿Qué significa la palabra FE? – Compromiso. Romanos 14.22-23 - ¿Qué significa la palabra FE? – Convicción personal. Gálatas 5.22 - ¿Qué significa la palabra FE? – Fidelidad. Romanos 5.1 - ¿Qué significa la palabra FE? – Obediencia. *LA PALABRA MUNDO. Santiago 4.4 - ¿Qué significa? – El mundo como opuesto a Dios, lo que está contra Dios. Juan 3.16 - ¿Qué significa? – Personas (Humanidad). 1 Pedro 3.6 - ¿Qué significa? – Elementos físicos (El Planeta). *LA PALABRA OBRAS. Efesios 2. 8, 9 - ¿Qué significa? – Obras meritorias (Humanas). Efesios 2.10 - ¿Qué significa? – Obras de Dios. Santiago 2.21, 22, 25 - ¿Qué significa? – Obediencia. Romanos 4.4-5 - ¿Qué significa? – Trabajo. *LA PALABRA PRUEBA. Santiago 1.2-3 - ¿Qué significa? – Prueba de fe (Tribulaciones). Santiago 1.12 - ¿Qué significa? – Tentación.

*ESTABLECER EL PROPÓSITO  ¿CUÁL ES EL TEMA ESPECIFICO? De la “OCASIÓN” proporcionada por el contexto, fluye el “PROPÓSITO”. Ya que al establecer el propósito, estamos estableciendo cual es el tema que el autor nos quiere hablar. La situación nos lleva al tema del escritor. Debemos siempre hacer el ejercicio de determinar el propósito específico del escritor porque así podemos pasar al siguiente paso, que es establecer el punto principal. Si no entendemos claramente cuál es el tema a tratar por el autor, si no entendemos la situación especifica que motivo la escritura del texto, nunca podremos puntualizar cual es el objetivo especifico o idea central que desea transmitir.

OCASIÓN (SITUACIÓN)

PROPÓSITO (TEMA)

IDEA CENTRAL

(OBJETIVO ESPECÍFICO)

*ESTABLECER EL PUNTO PRINCIPAL  ¿PARA QUÉ LO DICE? Toda enseñanza o pasaje por esencia tiene un punto principal, o sea, la descripción del propósito especifico que busco el autor dar a conocer en el pasaje. Debemos descubrir cuál fue el “PROPÓSITO ESPECIFICO” del autor. Su objetivo. Existen dos tipos de puntos principales: IMPLÍCITO – Que no aparece en el pasaje, pero que se puede sacar por conclusión observando el texto. EXPLICITO – Este aparece en el texto en uno o más versículos, donde se explica cual fue el propósito o punto principal que buscó darle el autor. ¿CÓMO SE RECONOCE LA IDEA O PUNTO CENTRAL? Para buscar la idea central de un pasaje, hay cuatro maneras de reconocerla: REPETICIÓN DE PALABRAS CLAVES. La palabra podría ser un sinónimo o un pronombre de la misma. FRASE TEXTUAL QUE RESUMA BREVEMENTE TODA LA IDEA PRINCIPAL DEL TEXTO. A VECES HAY PASAJES O LIBROS QUE EN SUS PRIMERAS LÍNEAS INTRODUCEN O PRESENTAN LA IDEA CENTRAL O A VECES EN LAS ULTIMAS LÍNEAS SE HACE ESTO. RESPONDIENDO A LA PREGUNTA, ¿DE QUÉ SE HABLA EN EL TEXTO? EJEMPLOS. Lucas 15.1-32 – Punto Principal (15.7, 10, 24,32) “Hay más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento”. Lucas 13.1-5 – Punto Principal (13.3, 5) “Todos perecerán igualmente (en cualquier momento) y si no nos arrepentimos, estamos perdidos”. Juan 2.1-12 – Punto Principal (2.11) “Debemos creer en Jesucristo como el hijo de Dios”. Lucas 16.19-31 – Punto Principal (Implícito) “No hay una segunda oportunidad después de muertos”. Nuestra predica debe tener y debe basarse en un punto principal. EL PUNTO PRINCIPAL ES LA PREDICA. SIN UN PROPÓSITO BIEN DEFINIDO NUESTRA PREDICA NO TENDRÁ UNA BUENA ORIENTACIÓN. *Como idea importante debemos decir que LA BIBLIA, EL LIBRO Y EL PASAJE tiene un punto principal, un tema central. EL BUEN ESTUDIANTE DE LA BIBLIA DEBE ESTABLECERLOS PARA SER BUENOS PREDICADORES.

*PRACTICAR. Lo que significo para ellos, significa para nosotros. El entendimiento que los destinatarios tuvieron de la carta o del escrito, debe ser el entendimiento que nosotros debemos tener. DEBEMOS APLICAR EL PASAJE PRIMERAMENTE PARA EL TIEMPO DE LA BIBLIA, PARA QUIENES FUE ESCRITO Y DESPUÉS POR EXTENSIÓN, PODEMOS APLICARLO A NOSOTROS. No cometamos el error de aplicarlo inmediatamente. Muchas personas todavía no entienden el pasaje completamente y ya lo están llevando a la vida de las personas. Cuando se hace así, siempre la gente entiende algo diferente que lo que los destinatarios de las carta en la Biblia entendieron. ¿POR QUÉ? Porque el autor NO escribió pensando en nosotros. El tenía a otras personas en mente y esas personas estaban en una situación o contexto determinado y NO es nuestra situación ni es nuestro contexto.

*BOSQUEJO DEL LIBRO DE HAGEO. I. PRIMERA PROFECÍA – 1 del Mes Sexto Ó Elul (1.1-15). ¿Cuándo es la hora de trabajar por el Señor? Ahora es la hora de trabajar! (1.2). Pecado que trata de combatir: LA INCONSTANCIA PARA TRABAJAR POR EL SEÑOR. II. SEGUNDA PROFECÍA – 21 del Mes Séptimo Ó Etanim ó Tishri (2.1-9). ¿Cuándo es la hora de valorar la Casa del Señor? Ahora es la hora de valorar! (2.3). Pecado que trata de combatir: EL MENOSPRECIO DE LA OBRA DEL SEÑOR. III. TERCERA PROFECÍA – 21 del Mes Noveno Ó Quisleu (2.10-19). ¿Cuándo es la hora de santificarnos para el Señor? Ahora es la hora de santificarnos! (2.14). Pecado que trata de combatir: LA FALTA DE SANTIDAD AL SERVIR AL SEÑOR. IV. CUARTA PROFECÍA – 21 del Mes Noveno Ó Quisleu (2.20-23). ¿Cuándo es la hora de esperar a las promesas del Señor? Ahora es la hora de esperar (2.23). Pecado que trata de combatir: LA INCREDULIDAD PARA ESPERAR LAS PROMESAS DEL SEÑOR.

*PALABRAS CLAVES EN HAGEO El libro de Hageo es un libro muy pequeño, que posee apenas 38 versículos divididos en 2 capítulos. En estos pocos versos encontramos varias palabras que se repiten constantemente. Echemos un vistazo… (1)JEHOVÁ – 35 veces. “vino palabra de Jehová” (1.1). “Así ha hablado Jehová de los ejércitos… la casa de Jehová” (1.2). “vino palabra de Jehová” (1.3). “así ha dicho Jehová de los ejércitos” (1.5). “Así ha dicho Jehová de los ejércitos” (1.7). “ha dicho Jehová” (1.8). “dice Jehová de los ejércitos” (1.9). “la voz de Jehová su Dios… enviado Jehová su Dios… delante de Jehová” (1.12). “enviado de Jehová… hablo por mandato de Jehová… dice Jehová” (1.13). “Y despertó Jehová… la casa de Jehová de los ejércitos” (1.14). “vino palabra de Jehová” (2.1). “dice Jehová… dice Jehová… dice Jehová de los ejércitos” (2.4). “así dice Jehová de los ejércitos” (2.6). “ha dicho Jehová de los ejércitos” (2.7). “dice Jehová de los ejércitos” (2.8). “ha dicho Jehová de los ejércitos… dice Jehová de los ejércitos” (2.9). “vino palabra de Jehová” (2.10). “Así ha dicho Jehová” (2.11). “dice Jehová” (2.14). “el templo de Jehová” (2.15). “dice Jehová” (2.17). “del templo de Jehová” (2.18). “palabra de Jehová” (2.20). “dice Jehová… dice Jehová… dice Jehová de los ejércitos” (2.23). Esta es la palabra más importante en este libro. ¿Por qué es tan importante la palabra Jehová en Hageo? ¡Porqué Jehová es el centro de todo! El origen de todas las cosas.

Hageo quiere dejar muy en claro que su mensaje no proviene de él y enfatiza que fue Dios quien esta ordenando todo esto. No es su mensaje. No surge todo esto en su mente. Hageo tiene una mente tan saturada de Dios, que sus pensamientos e ideas están inundados de la divinidad. ¿QUÉ ESTA LLENANDO NUESTRA MENTE? ¿NUESTRO CORAZÓN? (2) CASA – 11 veces. “el tiempo de que la CASA de Jehová sea reedificada” (1.2). “de habitar en vuestras CASAS artesonadas, y esta CASA está desierta? (1.4). “reedificad la casa” (1.8). “encerráis en CASA… mi CASA está desierta… corre a su propia CASA” (1.9). “trabajaron en la CASA de Jehová de los ejércitos” (1.14). “haya visto esta CASA en su gloria primera” (2.3). “y llenaré de gloria esta CASA” (2.7). “La gloria postrera de esta CASA será mayor que la primera” (2.9). Si nos fijamos bien, Hageo quiere presentarnos un contraste entre las casas de los judíos y la casa de Jehová, o sea, el Templo. Para estos judíos eran más importantes sus propias casas, que reconstruir la casa de Señor. El punto es que ellos regresaron a Jerusalén, no con el propósito de rehacer sus propias vidas, ni luchar por sus propios intereses. Ellos regresaron para reconstruir su ciudad y el templo. Han pasado más de 16 años y la construcción está detenida. El mensaje es fuerte pero necesario, ¿Qué es más importante? ¿Nuestras casas o la casa del Señor? ¿Dónde está puesto nuestro corazón? ¿Estamos comprometidos con la casa de Jehová? (3) MEDITAD – 5 veces. “MEDITAD bien sobre vuestros caminos” (1.5). “MEDITAD sobre vuestros caminos” (1.7). “MEDITAD en vuestro corazón” (2.15). “MEDITAD, pues, en vuestro corazón… MEDITAD, pues, en vuestro corazón” (2.18). Hageo no es solo un llamado a la acción, ¡Comiencen a trabajar ahora! Sino también una reflexión. El llamado de Dios es meditar, en 5 oportunidades Dios invita a su pueblo a considerar, a reflexionar sobre sus caminos, sobre cómo están ellos con el Señor. Accionar sin meditar es irracional y sin sentido. Para poder actuar de manera correcta, primero debemos meditar. Eso es lo que Dios quiere que hagamos. Si deseamos trabajar para el Señor, si deseamos cambiar nuestra vida, necesitamos pensar y repensar y es eso lo que enfatiza Hageo. (4)AHORA – 5 veces. “Habla AHORA a Zorobabel…” (2.2). “y cómo la veis AHORA” (2.3). “Pues AHORA, Zorobabel, esfuérzate” (2.4). “Pregunta AHORA a los sacerdotes acerca de la ley” (2.11). “AHORA, pues, meditad en vuestro corazón” (2.15). Un énfasis deliberado que Hageo hace en su libro, es a hacer las cosas lo más pronto posible. A actuar en el ahora y no dejar pasar el mañana. Cuando se trata del servicio al Señor, ¿Cómo estamos? ¿Estamos respondiendo al mensaje del Señor inmediatamente? ¿Estamos más preocupados en el ahora o nos gusta dejar las cosas para el mañana?

(5) CORAZÓN – 3 veces. “Ahora, pues, meditad en vuestro CORAZÓN” (2.15). “Meditad, pues, en vuestro CORAZÓN… meditad, pues, en vuestro CORAZÓN” (2.18). Muy unido al hecho de la meditación, otra palabra que se repite en Hageo pero en menor medida es “corazón”. Entendemos con esta palabra que se refiere al ser interior, a la parte emocional del ser humano. A nuestro parte interna que domina nuestras emociones y pensamiento. ¿Qué Dios espera de nosotros? Que en cada cosa que hacemos involucremos el corazón. Recordemos que el cambio que Dios espera es un cambio interno que se manifiesta en lo externo. Del corazón hacia afuera. (6)TIEMPO – 3 veces. “No ha llegado aún el TIEMPO, el TIEMPO de que la casa de Jehová sea reedificada” (1.2). “Es para vosotros TIEMPO” (1.4). Una de las justificaciones que el pueblo de Israel dio a Dios para no construir es que no era el tiempo, o sea, no había llegado la hora para trabajar. Y Hageo nos escribe para entender, ¿Cuándo es el tiempo? Si hoy no es el tiempo para construir, entonces, ¿Cuándo es? Aplicando todo esto, pensando en el llamado de Dios a trabajar. ¿Cómo aprovechamos nuestro tiempo para Dios? ¿Lo ocupamos para servirle? (7) CAMINOS – 2 veces. “Meditad bien sobre vuestros CAMINOS” (1.5). “Meditad sobre vuestros CAMINOS” (1.7). En Hageo “vuestro caminos” se refiere a nuestras vidas. Lo que tiene que mejorar y en lo que tenemos que meditar es ¿Cómo están nuestras vidas delante del Señor? Nuestro camino es la manera como vivimos, es nuestra practica espiritual. Hageo nos invita a reflexionar, a meditar en nuestra manera de vivir.

*TEMA CENTRAL. El libro de Hageo es un llamado a la acción para un pueblo sumido en sus propios asuntos, en sus propios pecados y que ha dejado de lado la obra del Señor. Ya la Casa del Señor no era lo más importante de sus vidas. Aunque ellos fueron enviados a reconstruir, lo secular y mundano les desvió la mente y ahora sus planes, metas, sueños y vidas estaban orientados hacia sí mismos. ESTO ES Y SERA PURO EGOÍSMO. Pensando en esto, en el letargo de Israel, Hageo envía cuatro llamados para que el pueblo despierte. En cada uno de ellos Hageo usa términos imperativos y la palabra “AHORA” y “TIEMPO” destaca en cada uno de estos llamados. Por lo mismo, establecemos nuestro tema central en 1.2, “Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada”. La gente se preguntaba, ¿Cuándo es el tiempo para trabajar? ¿Cuándo es el tiempo para servir al Señor? Y muchos respondían NO es el tiempo, todavía NO! Hageo responde implícitamente, ustedes dicen que NO es tiempo, y Dios dice que AHORA es el tiempo!! Ahora es la hora para trabajar por el Señor. ¿ESTAMOS LISTOS Y PREPARADOS PARA TRABAJAR AL SEÑOR AHORA?

CAPITULO 1 En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo: 2 Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada. 3 Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: 4 ¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta? 5 Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. 6 Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. 7 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos. 8 Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová. 9 Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa. 10 Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. 11 Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos. 12 Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios; y temió el pueblo delante de Jehová. 13 Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová. 14 Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios, 15 en el día veinticuatro del mes sexto, en el segundo año del rey Darío. 1

* EL RECLAMO DE DIOS. (1.2) “Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aun el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada” (1.4) “¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?

* EL CASTIGO O JUICIO DEL SEÑOR. (1.6) “Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os sacias; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto”. (1.9) “Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disipare en un soplo, ¿Por qué? Dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa”. (1.10) “Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos”. (1.11) “Y llamé la sequia sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos”.

* EL MANDATO DEL SEÑOR. (1.5) “Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos”. (1.7) “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos”.

(1.8) “Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová”.

* LA RESPUESTA DEL PUEBLO (1.12) “Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios; y temió el pueblo delante de Jehová”. (1.14-15) “Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios, en el día veinticuatro del mes sexto, en el segundo año del rey Darío”.

* LA BENDICIÓN DEL SEÑOR (1.8) “Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová”. (1.13) “Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová”.

PRIMERA PROFECÍA AHORA ES LA HORA DE TRABAJAR POR EL SEÑOR (1.1-15). La primera frase del 1.2 es muy interesante, ya que sucede repetidas veces en todo el libro, si hay algo que Hageo quiere dejar en claro desde el primer momento, es que todo lo que va a decir viene directamente de Dios. Son 26 veces que Hageo recuerda esto!! “Vino palabra de Jehová…” (1.1) “Así ha hablado Jehová de los ejércitos…” (1.2) “Vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo” (1.3) “Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos” (1.5) “Así ha dicho Jehová de los ejércitos” (1.7) “Ha dicho Jehová” (1.8) “Dice Jehová de los ejércitos” (1.9) “La voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios” (1.12) “Entonces Hageo, enviado de Jehová, hablo por mandato de Jehová al pueblo” (1.13) “Vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo” (2.1). “Dice Jehová… dice Jehová… dice Jehová de los ejércitos” (2.4) “Porque así dice Jehová de los ejércitos” (2.6) “Ha dicho Jehová de los ejércitos” (2.7) “Dice Jehová de los ejércitos” (2.8) “Ha dicho Jehová de los ejércitos… dice Jehová de los ejércitos” (2.9) “Vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo” (2.10) “Así ha dicho Jehová de los ejércitos” (2.11) “Dice Jehová” (2.14) “Dice Jehová” (2.17) “Vino por segunda vez palabra de Jehová a Hageo” (2.20) “Dice Jehová de los ejércitos… dice Jehová… dice Jehová de los ejércitos” (2.23) ¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE ESTO? Porque en esos tiempos y hoy en día las personas saben que la Biblia es la palabra de Dios, que Dios quiere hablarnos, pero NO creen al mensaje de Dios. ¿Cómo sabemos esto? Porque la gente sabe que Dios les pide esto o esto otro, pero NO obedecen, postergar su decisión, le dicen NO al Señor. ¿Podremos decir que creemos a la palabra de Dio, si Dios nos pide algo y no lo hacemos? ¡NO! Eso no es creer en Dios y en su palabra. TIENEN UN CONVENCIMIENTO INTELECTUAL DE LA PALABRA DE DIOS, PERO NO ESTÁN CONVENCIDOS DE CORAZÓN. ¿QUÉ ES LO QUE LE DICE JEHOVÁ A SU PUEBLO? El mensaje de Dios fue claro, “ESTE PUEBLO DICE: NO ES AUN EL TIEMPO DE QUE LA CASA DE JEHOVÁ SEA REEDIFICADA”. La profecía fue dirigida al gobernador civil y a los dirigentes religiosos, Josué, y Zorobabel. El versículo nos muestra la excusa que dio el pueblo para dejar abandonado el templo. Durante 15 a 16 años, estaban diciendo: “aun no ha llegado el tiempo”.

Este pueblo está poniendo excusas y descuida la Casa de Dios. Pero es tiempo de poner manos a la obra y terminar la Casa de Dios. Notemos la frase: “Este pueblo dice: No ha llegado aun el tiempo…” (1.2). Miremos lo que este pueblo dice. Estos hombres le decían NO ha Dios. Estos hombres se creían dueños de su tiempo. Ellos decidían cuando obedecían a Dios. ¿Podemos hacer esto nosotros? ¡NO! Eso es terriblemente pecaminoso! Nosotros no somos nadie para decirle algo a Dios en cuanto a lo que tenemos que hacer. ¿QUÉ ESTABA SUCEDIENDO EN LA VIDA DE ESTE PUEBLO? Dos palabras son las que describen esto: EGOÍSMO E IDOLATRÍA. La una lleva a la otra. Este pueblo estaba tan ensimismado en sus propios asuntos, en sus propias vidas, había tanto egoísmo. QUE AL FINAL NUESTRA VIDA, NUESTRAS COSAS PASAN A CONVERTIRSE EN NUESTRO PROPIO DIOS. Por eso vemos cristianos que están más dedicados a sus vidas, a sus trabajos, a sus familias más que a Dios. Recordemos que si algo ocupa el tiempo de Dios, lo que le corresponde a Dios, entonces, ese algo pasa a convertirse en IDOLATRÍA. Fíjese como Dios los llama, no dice “mi pueblo”, sino “este pueblo”. No lo considera como su pueblo. Este pueblo estaba totalmente entregado a sus propios asuntos, habían olvidado que ellos regresaron para reconstruir Jerusalén, que Ciro los envió para restaurar la ciudad. CUANDO EL PUEBLO SE OLVIDA DE DIOS, DIOS TAMBIÉN SE OLVIDA DE SU PUEBLO. “Y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará” (2 Crónicas 15.2). Ahora en Jerusalén, nadie piensa en la reconstrucción del templo. Todos piensan en sí mismos, colocan sus propios intereses, sus propias necesidades y conveniencias antes que la obra de Dios. Vivian en un tiempo de mucho trabajo, no tenían tiempo para la reflexionar, adorar y meditar en las cosas espirituales. El pueblo apreciaba mucho más sus propios asuntos que la casa de Dios. El pueblo buscaba mas su comodidad, sus lujos, su bienestar ante que la obra de Dios. Se nota un egoísmo fuerte en corazón de este pueblo. Recuerde que también este es un mal común en el siglo 21. ¿CUÁNTOS NO ESTÁN MAS PREOCUPADOS DE SUS CASAS, DE SUS TRABAJOS, DE SU PLANES QUE DE HACER LA OBRA DE DIOS? ¿CUÁNTOS NO TIENEN TIEMPO PARA EVANGELIZAR, VISITAR A LOS HERMANOS U OTROS SERVICIOS ESPIRITUALES, PERO SI TIENEN TIEMPO PARA TODOS SUS ASUNTOS? Los intereses de Dios estaban en último lugar. Es como lo que Pablo les dijo a los Filipenses 2. 21 “porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo.” El problema de este pueblo es que pensaban que ellos eran los que sustentaban sus vidas, que ellos proveían para sus necesidades, que por sus fuerzas y esfuerzos eran lo que eran. Pero, ¿Es esto cierto? ¿Es verdad? Ellos se creían la fuente de las bendiciones, y se olvidaron que es Dios la fuente de nuestras bendiciones. Que no importa cuán bendecido o afortunado te sientas, si no ponemos a Dios en el primer lugar de nuestras vidas, en cualquier momento, Dios vendrá a reclamar lo que es suyo como lo hizo con Israel en tiempos de Hageo. ¿ES DIOS QUIEN TE BENDICE? ¿Cómo podemos saberlo? Porque si le quitamos tiempo a Dios, si nos preocupamos más de nuestros asuntos que de la obra de Dios, que gastamos más tiempo en arreglar nuestras casas, que en la evangelización por los perdidos y el trabajar fervientemente por Cristo en la iglesia. Entonces, debemos preocuparnos. ¿CREES QUE DIOS BENDECIRÍA A ALGUIEN QUE SE ALEJA DE EL POR UN POCO MAS DE

DINERO? ¿POR PRIORIZAR ALGO, ANTES QUE A EL? ¿A QUIEN ESTAMOS SIRVIENDO REALMENTE? Esa es la pregunta implícita aquí en Hageo 1. ¿ESTÁ DIOS EN EL PRIMER LUGAR DE NUESTRAS VIDAS? ¿Está Dios en el primer lugar de mi tiempo, de mis fuerzas, de mis finanzas, de todo lo que soy? Porque si decimos que le amamos y que él está en el primer lugar de nuestras vidas, entonces, esto debe demostrarse en una vida que sirve a Dios. ¿Ha cuantas personas hemos ayudado últimamente para que conozcan al Señor? ¿Hemos evangelizado a alguien? O ¿Hemos hecho un contacto para que otro hermano le predique? ¿Ha cuantos hermanos hemos visitado para animarlos y apoyarlos en el Señor? ¿Ha cuantas personas hemos ayudado en sus necesidades físicas? ¿CUÁL FUE LA RESPUESTA DE DIOS A LA EXCUSA DEL PUEBLO? Inmediatamente, Dios habla al profeta: “¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonada, y esta casa está desierta?” (1.4). EL PUEBLO APRECIABA MÁS SUS PROPIOS ASUNTOS QUE LA CASA DE DIOS. Las casas de los judíos estaban bien bonitas, Vivian cómodamente, no les falta nada para sus comodidades, mientras la casa del señor se encontraba en ruinas y abandonada. ELLOS DECÍAN, NO ES TIEMPO, y DIOS PREGUNTA ¿Es … tiempo, para vosotros (1.2) de construir sus propias casas; ¡QUÉ INCREÍBLE LA ACTITUD DE ESTE PUEBLO! LA INGRATITUD MOSTRADA AL SEÑOR. Hacia Él que los libro de la esclavitud en Babilonia, y quien les había dado la oportunidad de volver a Jerusalén para reconstruirla y el Templo también. Pudieron haber hecho la obra de Dios y después preocuparse en sus propios asuntos, pero eligieron el camino equivocado. Dios pregunta entre líneas ¿CÓMO ES QUE USTEDES TIENEN TIEMPO, NO SOLAMENTE PARA EDIFICAR, SINO AUN PARA “MORAR” REPOSADAMENTE EN SUS PROPIAS CASAS Y MI CASA ESTA BOTADA? Hageo dice: “para vosotros,… para vosotros”—la repetición señala el vergonzoso contraste entre su preocupación por sí mismos y su despreocupación por Dios. Las casas de ellos estaban “artesonadas” o “enmaderadas”— refiriéndose tanto a las paredes como a los cielos rasos; casas equipadas no solamente de confort sino también de lujo. Mientras que la Casa del Señor no tenía ningún adorno, es más ni tenía levantadas las paredes sobre los cimientos. TODAVÍA ESTABA EN RUINAS DESPUÉS DE TANTO TIEMPO. ¡Cuán diferentes fueron los sentimientos de David (2 Samuel 7.2)! Y el Señor continua su exhortación: “Meditad bien sobre vuestros caminos” (1.5). Esta es una frase que se repite mucho en este libro, son 5 las veces que Dios invita a los israelitas a meditar en sus caminos, en sus corazones. “Meditad bien sobre vuestros caminos” (1.5). “Meditad sobre vuestros caminos” (1.7). “Meditad en vuestro corazón” (2.15). “Meditad, pues, en vuestro corazón… meditad, pues, en vuestro corazón” (2.18). Literalmente significa: “Poned vuestro corazón en vuestros caminos”. ¿QUÉ SIGNIFICA ESTA FRASE? QUE ELLOS DEBÍAN MEDITAR PROFUNDAMENTE EN SUS CAMINOS. Ellos debían considerar seriamente si habían ganado algo, con buscar lo propio y sacrificar lo de Dios. Debían pensar muy bien qué es lo que había sucedido hasta ahora!!

¿HAZ MEDITADO SOBRE TUS CAMINOS? ¿HAZ PENSADO COMO ESTAS ESPIRITUALMENTE? ¿CUÁNTO TIEMPO PASAMOS PENSANDO EN NUESTRA ESPIRITUALIDAD? ESTAMOS MÁS PREOCUPADOS DE LA OBRA DE DIOS O DE NUESTRAS COSAS? Después de tantos años en la iglesia, ¡Tu sabes cuantos!, ¿Cómo estamos? ¿Somos más comprometidos que antes? ¿Hacemos más cosas para el Señor o no? Hageo nos invita a “Meditar en nuestros caminos” y poner las cosas en su lugar, sino puede sucedernos lo que le sucedió a este pueblo. ¿EN QUE DEBÍAN DE MEDITAR ESTE PUEBLO? ¿QUÉ LES HABÍA SUCEDIDO? (1.6, 9-11). “Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os sacias; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto… Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disipare en un soplo, ¿Por qué? Dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa. Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. Y llamé la sequia sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos”. DIOS HABÍA QUITADO LAS BENDICIONES PARA SU PUEBLO. YA NO LOS BENDECÍA COMO ANTES!!! Hageo los advierte que en realidad perdemos cuando no ponemos a Dios en el primer lugar. En 1.6, dice que las ganancias se desvanecen y las posesiones no duran cuando se deja a Dios fuera. En simples palabras, ellos estaban diciendo que toda labor y el trabajo que habían realizado NO había servido de nada, ellos estaban intentando satisfacerse a ellos mismos, pero siempre había algo que les faltaba. NUNCA PODÍAN SER FELICES, NUNCA PODÍAN ESTAR SATISFECHOS. Ellos conocían las promesas de Dios de que bendeciría su tierra si le honraban (Deuteronomio 28), pero no confiaron en la palabra, se olvidaron de las promesas de Dios y por ello perdieron la bendición. ¿TE HA SUCEDIDO ESTO? Trabajas y trabajas, y es solo para pagar las cuentas, no puedes disfrutar nada. Medita en estas frases: SEMBRABAN MUCHO Y COSECHABAN POCO, Y DIOS MANDO LA SEQUIA PARA DESTRUIR SUS COSECHAS. COMÍAN Y BEBÍAN, PERO NO PODÍAN SACIARSE, SE VESTÍAN, PERO AUN SENTÍAN FRIO, TRATABAN DE REUNIR COSAS Y DIOS LAS DISIPABA, Y EL DINERO QUE TENÍAN SE IBA POR ENTRE SUS DEDOS, LO PERDÍAN TODO!!! ¡QUE PANORAMA TAN TERRIBLE! Esta es la imagen de un pueblo que confió más en sus propias fuerzas que en las de Dios. Habían olvidado que Dios es la fuente de las bendiciones y que estando mal con Él no podemos tener las verdaderas bendiciones. ¿Por qué no les iba muy bien a este pueblo? ¿Por qué el trabajo de sus manos no prosperaba? ¿Por qué tanto esfuerzo no se reflejaba, no los dejaba satisfechos? Fíjense en la respuesta de 1.9 “¿Por cuánto mi casa está desierta y cada uno corren a su propia casa?” ¿CUÁL ERA SU PRIMERA PRIORIDAD EN SUS VIDAS? ¿Qué era lo más importante en su diario vivir? ¿Cuál era su actitud hacia la casa de Dios? ¿CÓMO CREEN QUE DIOS SE ESTABA SINTIENDO POR ESA ACTITUD? ¿Cuál es el mensaje de Dios para ellos? ¿ESTAS LISTO PARA EL MENSAJE DE DIOS?

“Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová” (1.8). ¡PÓNGANSE A TRABAJAR¡ ¡MANOS A LA OBRA! Vayan al monte, esfuércense, reedifiquen Mi Casa!! Dios siempre nos ha llamado para trabajar, para comprometernos un poco más, para sacrificarnos un poco más. DIOS SIEMPRE QUIERE INCOMODARNOS, EXIGIRNOS ALGO MAS, YA QUE EL SABE QUE LA PASIVIDAD, LA COMODIDAD ATROFIA EL MUSCULO DEL SERVICIO A DIOS. Es más, hay palabras que casi ya NO oímos en las iglesias del señor, ¿Sabes cuales?: - SACRIFICIO, - TRABAJO, - DILIGENCIA, - FERVOR, - SERVICIO, - COMPROMISO!! ¿Cierto? “Levántate, porque esta es tu obligación, y nosotros estaremos contigo; esfuérzate, y pon mano a la obra” (Esdras 7.10). Ese es el llamado de Dios. EL PUEBLO DECÍA TODAVÍA NO ES TIEMPO, Y DIOS RESPONDE HOY ES EL TIEMPO. AHORA ES LA HORA PARA TRABAJAR. Dejemos a un lado la comodidad y la indiferencia en la obra del Señor. El Señor quiere más de mí, quiere más ti. ¿Estás dispuesto a dárselo? ¿Quiere la iglesia del Señor… TRABAJAR PARA EL? Pensemos, ¿Qué podemos hacer para el Señor? ¿Podemos evangelizar? ¿Podemos visitar y animar a los hermanos desanimados? ¿Podemos ayudar al prójimo? HAY TANTAS COSAS QUE PODEMOS HACER PARA EL SEÑOR!!! ¿CUÁL FUE LA ACTITUD DE ESTE PUEBLO A LA PALABRA DE JEHOVÁ? “Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios; y temió el pueblo delante de Jehová… Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios, en el día veinticuatro del mes sexto, en el segundo año del rey Darío” (1.12, 14-15). Y oyó el pueblo la voz de Jehová y las palabras de profeta y temió el pueblo delante de Jehová. Encontramos una actitud de reverencia del pueblo hacia Dios y según 1.14 de obediencia: “Y VINIERON Y TRABAJARON EN LA CASA DE JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS”. Este mensaje fue recibió con verdadera convicción y los lideres se entusiasmaron para hacer la voluntad de Dios. Zorobabel y Josué, se animaron, siempre deben ser los líderes que se animen y así el pueblo se va a animar. CON LIDERES DESANIMADOS, ¿QUIEN QUERRÁ TRABAJAR? Dios promete su presencia con ellos, esto significa que no estarían solos en su trabajo. “Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová” (1.13). ESTA ES UNA PROMESA MUY ALENTADORA!! Esta es la promesa de Dios para un pueblo desanimado, que no quiere trabajar, “YO ESTOY CON VOSOTROS, DICE JEHOVÁ”. Dios les dio nuevamente esta promesa en 2.4, “Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos”.

Al demostrar su pueblo la menor disposición de obedecer, aun antes que empiecen en efecto a trabajar, Dios pasa inmediatamente del tono de reproche al de ternura. Se apresura, como si fuera, a olvidar la infidelidad anterior de ellos, y a asegurarles, cuando obedecen, que está con ellos y que estará con ellos. El hebreo: “¡Yo con vosotros!” La presencia de Dios es la mejor de las bendiciones, porque incluye todas las otras. Esto es la garantía segura del éxito de ellos, por muchos que sean sus enemigos (Salmos 23.4; Romanos 8.31). Nada inspira a los hombres y los despierta del letargo más que el que tengan, al echar mano de las promesas de ayuda divina, la esperanza segura de un resultado feliz. ¿CUÁL ES EL MENSAJE DE DIOS PARA NOSOTROS HOY DÍA? ¡PÓNGANSE A TRABAJAR! ¡MANOS A LA OBRA! ¡LO PRIMERO ES LO PRIMERO! Ahora la casa de Dios, el templo de Dios, ES LA IGLESIA. Hay cosas que realizar, hay ministerios que cumplir, hay una misión que se debe realizar. ¿Quién se comprometerá hoy con el Señor? ¿QUÉ PRIORIDAD LE ESTAMOS DANDO A LA EVANGELIZACIÓN? ¿Qué prioridad le estamos dando a búsqueda de hermanos extraviados? ¿Qué prioridad le estamos dando a suplir las necesidades de los menos afortunados? ¿SOBRE QUE CONVERSAMOS MAS EN LA IGLESIA, SOBRE COMO SERVIR MAS O SOBRE COMO PODEMOS ESTAR MAS CÓMODOS Y TRANQUILOS? ESO SI, DEBEMOS ENTENDER ALGO… que cuándo se trabaja en la obra de Dios, NO se trabaja para el señor, sino con que se trabaja CON DIOS. ¡SOMOS COLABORADORES DE DIOS¡ 1 Corintios 3.5-9. ¿CUÁL ES NUESTRA ACTITUD HACIA LA OBRA DE DIOS? ¿Qué lugar está ocupando la obra de Dios en nuestras vidas? ¿Pensemos en nuestro egoísmo con la obra de Dios? ¿Pensemos en nuestra generosidad con la obra de Dios? ¿Pensemos en nuestro tiempo que le damos a la obra de Dios? ¿Pensemos porque a veces no nos va también como quisiéramos? Que dijo Jesús: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6.33). ¿Cuánto tiempo duró el trabajo? ¿Cuánto trabajaron? Hageo 1.15-2.1. Solo tres semanas y nuevamente se detuvo la obra del Señor…. Quise dejar para el final un texto en el A.T. que nos anima y a la vez, advierte al momento de hacer la obra de Dios. Jeremías 48.10, “Maldito el que hiciere indolentemente la obra de Jehová, y maldito el que detuviere de la sangre su espada”. ¿QUÉ PENSAMOS DE ESTO? Nos damos cuenta que cuando servimos a Dios, no podemos hacerlo con indiferencia, ni descuidadamente o sin corazón. PONGAMOS SERIEDAD A LAS ADVERTENCIAS DEL SEÑOR. TE PREGUNTO, ¿QUIERES TRABAJAR POR EL SEÑOR?

CAPITULO 2 En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: 2 Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: 3 ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos? 4 Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos. 5 Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis. 6 Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; 7 y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. 8 Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. 9 La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos. 10 A los veinticuatro días del noveno mes, en el segundo año de Darío, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: 11 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Pregunta ahora a los sacerdotes acerca de la ley, diciendo: 12 Si alguno llevare carne santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será santificada? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: No. 13 Y dijo Hageo: Si un inmundo a causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de estas, ¿será inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda será. 14 Y respondió Hageo y dijo: Así es este pueblo y esta gente delante de mí, dice Jehová; y asimismo toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo. 15 Ahora, pues, meditad en vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo de Jehová. 16 Antes que sucediesen estas cosas, venían al montón de veinte efas, y había diez; venían al lagar para sacar cincuenta cántaros, y había veinte. 17 Os herí con viento solano, con tizoncillo y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis a mí, dice Jehová. 18 Meditad, pues, en vuestro corazón, desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento del templo de Jehová; meditad, pues, en vuestro corazón. 19 ¿No está aún la simiente en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo ha florecido todavía; mas desde este día os bendeciré. 20 Vino por segunda vez palabra de Jehová a Hageo, a los veinticuatro días del mismo mes, diciendo: 21 Habla a Zorobabel gobernador de Judá, diciendo: Yo haré temblar los cielos y la tierra; 22 y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano. 23 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos. 1

SEGUNDA PROFECÍA AHORA ES LA HORA DE VALORAR LA CASA DEL SEÑOR (2.1-9). “En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo:” (2.1). Si miramos la cronología de este libro. Hageo comenzó a predicar el primero del mes sexto, pero su mensaje fue oído y obedecido recién para el veinticuatro del mes sexto, o sea, 23 DÍAS DESPUÉS. MAS DE 3 SEMANAS SE DEMORO EL PUEBLO EN RESPONDER EL LLAMADO DE DIOS. Entonces, el veinticuatro del mes sexto comenzaron a trabajar, allí termina la primera profecía. Ahora en capitulo 2, ya en el versículo 1, vemos que Dios les habla nuevamente el día veintiuno del mes séptimo, o sea, 27 DÍAS DESPUÉS DE QUE COMENZARON A TRABAJAR. NO PASO NI UN MES Y YA DIOS LES TENIA OTRO MENSAJE. ¿Cuál era el mensaje de Dios? De esto trata la segunda profecía. Para entender lo que va a suceder en esta profecía, debemos remontarnos hace más o menos 16 años atrás, cuando el pueblo llego a Jerusalén y echo los cimientos del Templo de Jehová. En ese momento cuando los cimientos del templo se echaron,

“Y muchos de los sacerdotes, de los levitas y de los jefes de casas paternas, ancianos que habían visto la casa primera, viendo echar los cimientos de esta casa, lloraban en alta voz, mientras muchos otros daban grandes gritos de alegría. Y no podía distinguir el pueblo el clamor de los gritos de alegría, de la voz del lloro; porque clamaba el pueblo con gran júbilo, y se oía el ruido hasta de lejos” (Esdras 3.12-13).

Notemos que desde ese tiempo hubo gente que lloraba por este templo. Son identificados como sacerdotes, levitas y jefes de las casas paternas, estos hombres habían visto la gloria del primer templo y ahora veían este segundo templo. LA COMPARACIÓN ERA EVIDENTE, Y MUCHO DE ELLOS COMENZARON A LLORAR. Y si llegamos a los tiempos de Hageo esa actitud siguió creciendo. Aunque ellos comenzaron a trabajar, pusieron manos a la obra y había gran entusiasmo por el trabajo de la reconstrucción de templo. TODOS ESTABAN FELICES, TODOS ESTABAN COMPROMETIDOS. LAS EXPECTATIVAS QUE ELLOS TENÍAN ERAN MUY ALTAS. PERO RÁPIDAMENTE SE FRUSTRARON. ¿Algo comenzó a producirse? Cuanto más avanzaban, más se daban cuenta de la realidad. Y las comparaciones comenzaron a hacerse. Las quejas comenzaron a levantarse, y los más antiguos, los que habían visto el primer templo comenzaron a comentar este Nuevo Templo. Por lo mismo Hageo hace una pregunta, “¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora?” ¿Hay alguien que vio el primer templo? Hageo lo da por hecho con la pregunta, ¿y cómo luce ahora? ¿Qué piensan de este Nuevo Templo? ¿Por qué surge todo esto? Trato de imaginarme una escena ficticia, que ejemplifique esta situación… “Un día llegó a ver las obras un anciano del pueblo, estaba feliz por saber que el templo era reconstruido. Había sufrido el asedio de Jerusalén, la destrucción de la ciudad y el templo y la siguiente deportación. Habían pasado 70 años. 70 años de sufrimientos, privaciones y aflicciones en una tierra ajena y hostil. Fueron esclavos, maltratados.

Pero todo ha cambiado, Ciro dio la orden de quienes quisieren regresar a la ciudad santa que lo hicieran. El propósito era claro: RECONSTRUIR. Las fuerzas de este hombre ya no eran las mismas, pero el anhelo de ver de nuevo su ciudad le hizo hacer este largo viaje. Ahora en Jerusalén, él anhela el día que el templo esté listo y poder volver a adorar a Dios como lo hacían antes de la deportación. Y cierto día decide ir al templo para contemplar el trabajo. La última vez que había visto el templo era un niño. Él había visto el maravilloso templo que Salomón había construido. Y cuando este hombre llega a l templo y lo ve, la decepción fue total, la comparación fue evidente. La opulencia del Antiguo Templo fue contrastado por la austeridad del Nuevo Templo. Fue inevitable. El anciano se frustra y dice: “¿A esto le llaman templo?, ¡Este templo no tiene oro, no tiene plata, este templo no tiene mármol o piedras preciosas! ¡ESTE TEMPLO NO ES COMO EL DE SALOMÓN!” Sin darse cuenta este hombre estaba menospreciando al Templo, y la obra que se hacía. Y esto comenzó a contaminar al resto del pueblo. Más encima, los 16 años de cese de trabajar, provocaron más frustración y comparaciones odiosas. Hageo golpea con esta pregunta, todas estas quejas han llegado a los oídos de Dios. Dios ha escuchado casa palabra. Él había mirado en todos sus corazones… “¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada ante vuestros ojos?” (2.3). ¿CÓMO ERA CONSIDERADO EL TEMPLO EN LOS DÍAS DE HAGEO? ¡COMO NADA! Lo menospreciaban, lo consideraban inferior, pobre, sin gloria. No le daban el valor como el templo de Jehová, lo comparaban con el antiguo templo y eso los desanimaba. Basto el pequeño comentario de los antiguos y ya el ánimo de los israelitas decayó y dejaron botada la obra de Dios nuevamente. ESTUVO 16 AÑOS EL TEMPLO BOTADO Y AHORA NUEVAMENTE CASI UN MES DESPUÉS DE COMENZAR A TRABAJAR, YA ESTABAN DESANIMADOS!! Si pensamos un poco, ¿CÓMO ERA EL ANTIGUO TEMPLO, EL DE SALOMÓN? Había cantidades de plata y oro y piedras preciosas. 1 Reyes 5-7. En estos tres capítulos vemos toda la gloria del Antiguo Templo. ERA CONSIDERADO COMO UNA DE LAS 7 MARAVILLAS DEL MUNDO ANTIGUO. Y al mirar todo esto, comenzaron a pensar: “No tenemos plata, ni oro, no tenemos nada para hermosear este nuevo templo, entonces ¿De qué sirve trabajar?” Y así abandonaron nuevamente la obra de Dios. QUE INCREÍBLE POR LOS MOTIVOS QUE LA GENTE SE APARTA DE LA OBRA DEL SEÑOR. Porque no había oro, porque el templo no iba a lucir como el templo antiguo. ¿CUÁL ES EL PROBLEMA DE ESTA GENTE? ¡ELLOS PONEN MAS ÉNFASIS EN LO MATERIAL, EN COMO LUCE EL TEMPLO, MAS QUE SI ESTÁN AGRADANDO AL QUE HABITA AL TEMPLO! Una pregunta que nace es: ¿QUÉ ES LO QUE HACE QUE EL TEMPLO SEA HERMOSO Y GLORIOSO? ¿Qué embellece o hermosea la casa de Dios? La gloria del templo no consiste en la plata y el oro. No depende de las cosas externas, materiales, la gloria del templo depende de quién mora adentro. La gente se quejaba “este pobre templo no es nada en comparación con el otro”. Lo que hermosea la casa de Dios es la presencia del Señor, el Espíritu del Señor (2.4, 5). No importa la opulencia de un templo o la infraestructura que tenga, sino si Dios está allí. Ellos miraban el Templo con los ojos materiales y se desanimaban, cuando debían preocuparse si la presencia de Dios estaría morando en ese lugar. ¿Cuál es el mensaje de Dios para nosotros hoy en día? Ya que ahora nosotros somos el templo de Dios o la casa de Dios. Debemos entender que el Templo de Dios se manifiesta en dos aspectos hoy en día:

Esteban dijo en su sermón póstumo frente al Sanedrín: “Si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta (Isaías 66.1-2): El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificareis? Dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas estas cosas?” Entonces, si Dios NO habita en templos hechos de manos de hombres. ¿Dónde habita Dios hoy? ¿Dónde podemos encontrar la presencia del Señor hoy en día? (1)En nuestros cuerpos - 1 Corintios 6.19. “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” El espíritu Santo morando en la vida del cristiano, como sello o garantía de su salvación. (2) En la iglesia – 1 Corintios 3.16-17. “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”. En la iglesia también encontramos la presencia del Señor, a través del Espíritu Santo. Cuando trabajamos o servimos en la obra de Dios, muchas veces se nos olvida algo muy importante: LA PRESENCIA DEL ESPÍRITU SANTO YA NO ESTA EN MEDIO DE NOSOTROS, SI NO EN NOSOTROS MISMOS. Pensando en todo esto, que ahora el verdadero Templo de Dios lo encontramos en el cristiano y en la iglesia de Cristo. ¿Qué aspecto de la casa de Dios es la que más nos preocupa ahora a nosotros? ¿A qué cosa ahora nosotros le damos más atención e importancia del edificio de Dios? Lamentablemente el aspecto material es el más que nos preocupa, es el mas que le damos atención e importancia y es en el cual están puestos nuestros ojos. ¿Verdad? Ejemplo: Cuando se perdieron las llaves del un edificio donde se reunía una iglesia de Cristo. Ejemplo: Cuando se perdió o robaron el celular en la casa de un hermano. ¿Cuánto tiempo se paso hablando de esos robos? ¿Cuánta investigación? ¿Cuánta prioridad se le dio? ¿Cuánto tiempo se gasto solo en resolver esos problemas? ¡Es eso lo que quiere Satanás! ¡Que nos preocupemos solo de los aspectos materiales!. Dios quiere que pongamos nuestros ojos en las cosas que no se ven, en las cosas que son eternas, en las cosas que si tienen valor. Dios quiere que PRIMERAMENTE busquemos su reino y su justicia. “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33). A las cosas que nosotros le damos importancia o prioridad, Dios no le da ninguna importancia, pero a las cosas que Dios sí le da importancia, nosotros no le damos toda la importancia. Ahora, ¿A qué cosa nosotros deberíamos darle la primera importancia en nuestras vidas? ¿Qué cosas son las que realmente importan en el templo de Dios? -A la salvación de nuestras almas y la de nuestras familias. -Al crecimiento espiritual, orgánico y numérico de la iglesia. -A la restauración de hermanos que han caído y que necesitan volver. -A la ayuda a los necesitados. ¿Cuánto tiempo pasamos hablando de estas cosas y orando por esto?

¿Cuán preocupados estamos de la salvación de nuestros hermanos o del crecimiento de nuestra congregación? ¿Cuánto tiempo e importancia le damos a la evangelización? ¿Es el mismo tiempo que pasamos hablando o preocupados de otros problemas menores y materiales? Se da cuenta donde está nuestro énfasis. Era eso lo que estaba sucediendo en los tiempos de Hageo, todos estaban preocupados de los aspectos materiales y no estaban preocupados de la presencia del Señor. Y esto es un absoluto menosprecio de la obra del Señor y de su iglesia. ¿CÓMO RESPONDIÓ AL MENOSPRECIO DE SU OBRA? ¿DE SU TEMPLO? (2.4). ¡TRABAJAD POR QUE YO ESTOY CON VOSOTROS¡ No se preocupen por el hecho de que las cosas no tienen tan buen aspecto como deberían tenerlo. Preocúpense si yo estoy con ustedes! “Pues, ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad animo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos”. Notemos los 3 llamados que hace Dios: (1)ESFUÉRZATE – la primera petición de Dios para Zorobabel, Josué y el pueblo de Israel es a esforzarse. A sacrificarse por el Señor. ¿Esforzarse en qué? ¡En trabajar en el Templo del Señor! (2) COBRAD ÁNIMO – Tengan animo, recordemos que si trabajamos Dios espera que lo hagamos de corazón, con disposición. Es muy feo servir a Dios por obligación. Por lo mismo el Señor le dice a su pueblo “anímense”. ¿En qué? ¡En trabajar en el Templo del Señor! (3) TRABAJAD – Dios le estaba mostrando la receta del éxito a su pueblo, ya que el Señor sabe que esforzarse sin motivación, en algún momento nos frustrara, cansara y desmayaremos. Y estar animado, sin ninguna voluntad, nos vuelve en monótonos y tradicionalistas. Que hacen las cosas por obligación sin ningún propósito, ni objetivo claro. El camino al éxito es la suma de estos dos aspectos. Necesitamos esforzarnos, sacrificarnos para el Señor, pero debemos hacerlo con ánimo resuelto y pronto. El Señor en simples palabra les dice: “No dejen de trabajar sencillamente porque el recuerdo de la glorias pasadas opaca este templo”. El problema es que los judíos no habían entendido algo. ¿Qué cosa? Que el Templo en el tiempo del Antiguo Testamento era hermoso y bello, no por la plata, el oro o las piedras preciosas que habían allí, sino por quien lo habitaba o vivía en el. ¿CUÁL ES LA PROMESA QUE DIOS DA? “Porque yo estoy con vosotros… así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis” (2.4, 5). En medio de este llamado a trabajar, animarse y esforzarse. El Señor les da la motivación necesaria para terminar la obra. ¡YO Y MI ESPÍRITU ESTARÉ CON USTEDES! ¡LA PRESENCIA DEL SEÑOR PROMETIDA PARA ACOMPAÑAR EL TRABAJO DEL PUEBLO DE DIOS! ¿No te animan estas palabras? Que en medio de todo trabajo que se hace para el Señor. Él no nos deja solos, sino está a nuestro lado. Y que su espíritu inunda nuestras vidas. Cuan poderosas son estas palabras. Cuantos no se desaniman o se apartan porque creen que el Señor los abandono o ya no los escucha o porque creen que Dios se alejo de ellos.

Hay otra promesa o bendición en este pasaje. En 2.8, Jehová dice: “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos”. ¿Qué significa esto? Sobre todo en este contexto de trabajo y sacrificio, donde muchos se desanimaron porque comenzaron a comparar el primero con el segundo Templo. ¿Qué quiere decirnos el Señor con este dicho? ¿De qué estaban preocupados los judíos en los tiempos de Hageo? ¡De la apariencia externa del Templo! Me imagino que muchos debieron preguntarse porque no tenían oro, ni plata, porque no tenían materiales para construir un Templo superior al primero. Tal vez cuestionaron a Dios, porque él permitía que este Templo fuera más pobre. Es como si Dios les dijera: “Vosotros estáis desilusionados por la ausencia de estos preciosos metales en el adorno de este templo, en comparación con el primero; si yo lo deseara, podría adornar este templo con aquellas cosas, pero yo lo adornaré con una “gloria” (2.7, 9) mucho más preciosa, es decir, con la presencia de mi Hijo, el Mesías”. Al Dios reconocer que a él le pertenece el oro y la plata, y los judíos no tenían ni oro ni plata para su tiempo. Este es un dicho que muestra la soberanía de Dios, o sea, si los judíos no tenían oro ni plata fue porque Dios decidió así, ya que él es dueño de todo. En simples palabras, Dios ya no estaba haciendo tanto énfasis en un Templo Majestuoso lleno de oro y plata, sino que busca realmente lo espiritual. Si nos apegamos al contexto, la gloria de este Templo no se basara en las cosas materiales sino en quien lo habita y quien vendrá a cumplir las expectativas de Israel. Pero fíjate muy bien lo que Hageo quiere dejarnos en claro. Incluso en un pueblo tan aletargado con Israel después de la deportación, la misericordia de Jehová se manifiesta, Dios no abandonaría a su pueblo. No los abandono cuando fueron deportados, no los abandono en Babilonia y ahora no los va a abandonar cuando regresaron. ¡Qué maravillosa es la misericordia y fidelidad del Señor! Dios dice: “Según el pacto que hice con nosotros cuando salisteis de Egipto”. Dios hace todo lo que hace, porque él es fiel. Y recuerda siempre sus promesas. ¡Con cuanta más fuerza no debió trabajar Israel entendiendo que Dios estaría con ellos en la obra! ¡El respaldo de Dios prometido! ¿POR QUÉ EL PUEBLO DEBE TRABAJAR CON ÁNIMO Y ESFUERZO? “Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo hare temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y hare temblar todas las naciones y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenare de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos” (2.6-7). ¡Prepárense vienen tiempos maravillosos! ¡Si ustedes trabajan y se esfuerzan vendrá la bendición! ¡Vendrá el Deseado de todas las naciones! En 2.9 Hageo dice: “La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos”. Hageo dice en simples palabras: “Queda poco tiempo” o “en un corto plazo” sucederán cosas increíbles. ¿Qué sucederá? Dios profetiza que en un corto tiempo más, él comenzara un remezón en este mundo. Un sacudimiento en las naciones. Todo esto indica los juicios venideros de Dios hacia los pueblos que han oprimido y dañado al pueblo de Dios. Comenzara un juicio que terminara con todos los enemigos de Dios.

Sabemos lo que le sucedió a Babilonia, Persia, Grecia y otros imperios que quisieron oponerse a Dios. Los judíos en el tiempo de Hageo vacilaron respecto de ir adelante con la obra, por causa del temor al poder mundial medo persa, influidos por la astucia de los samaritanos. El profeta les asegura que éste y todos los demás imperios mundiales han de caer ante el Mesías, quien ha de estar asociado con este templo; por lo tanto no necesitan temer nada. Todo esto ocurrirá antes de que venga el Mesías, o como lo dijo Hageo, “el Deseado de las naciones”. Y cuando llegue el Mesías, el será el príncipe de paz (Isaías 9.6). Uno mayor que David o Salomón aparecería o uno más grande que el Templo iba a habitarlo. Cristo es el cumplimiento de esta profecía mesiánica. Jesús dijo: “Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí… y he aquí más que Salomón en este lugar” (Mateo 12.6, 42). Cuando Cristo se hizo presente en el Templo, incluso desde bebe para su presentación, este fue el cumplimiento de la profecía dicha en Hageo. Hageo dijo: “Que la gloria postrera será mayor que la primera” Tal vez los judíos se preguntaron, ¿Cómo será esto? Si este Templo es más insignificante y pobre que el anterior. ¿Cómo es que el Templo de Zorobabel será mayor que el majestuoso Templo de Salomón? ¡Porque en el segundo Templo estuvo el Mesías! Aunque el Templo de Salomón tuvo oro, plata y piedras preciosas, nunca fue visitado por el Mesías, por el Señor personalmente. Siempre tuvo visitas esporádicas y efímeras de la presencia del Señor, y contuvo símbolos y cosas materiales que recordaban los pactos del Señor y su voluntad. Pero nunca tuvieron al Cristo. Y este pobre y humilde templo tendrá la bendición más grande de todas. ¡El Señor lo visitara! Por eso su gloria será mayor que la primera. ¿Te das cuenta que nuestra perspectiva es totalmente diferente a la de Dios? Dios es diferente a nosotros, el dice: Te sientes desanimado porque crees que lo que estás haciendo no es de gran cosa, no tiene importancia. Esta casa por pequeña que sea y aunque tenga un aspecto poco pintoresco o pretencioso, sin oro, ni plata y piedras preciosas, será mucho mayor que el templo de Salomón. ¿Cuál es el mensaje para un pueblo que se preocupa solo de lo externo y no de interno? ¡Ahora es la hora de valorar la casa del Señor! ¡Ahora es la hora de dejar el énfasis externo y preocuparnos de la interno! A Dios le importa más tu corazón que todo lo externo que podemos tener o podamos ofrecer. Ellos decían que este Templo no era nada, pero Dios nos dice que este Templo será mejor, será superior al primero. No por lo que no tenia, sino por quien lo habitara. ¿De qué estamos más preocupados? ¿Valoramos las cosas del Señor? ¿Están las cosas de Dios en el primer lugar de nuestras vidas? ¿Estamos listos para animarnos, esforzarnos y trabajar por el Señor? ¿Qué es realmente lo que embellece la casa de Dios? ¿Es la presencia del Señor la bendición de tu vida? ¿Seremos como los judíos del tiempo de Hageo o marcaremos la diferencia? ¡Valoremos las cosas del Señor! ¡Valoremos la iglesia del Señor!

TERCERA PROFECÍA AHORA ES LA HORA DE SANTIFICARNOS PARA EL SEÑOR (2.10-19). “A los veinticuatro días del noveno mes, en el segundo año de Darío, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Pregunta ahora a los sacerdotes acerca de la ley, diciendo” (2.10-11). Si miramos los datos cronológicos del libro de Hageo que se desenvuelve en el segundo año del Rey Darío, de Persia, o sea, en el año 520 a.C. según los eruditos. Comenzamos con la primera profecía el 1er día del mes sexto o mes de Elul. Este primer llamado fue recién obedecido el día 24 del mismo mes. ¡Pasaron 23 días para obedecer a Dios! Después de eso, en el mes séptimo o mes de Etanim el día 21, Dios envió su 2do mensaje para su pueblo. ¡Trabajaron solo 27 días, menos de un mes y ya se habían desanimado nuevamente! Y la 3ra profecía sucedió el día 24 del noveno mes o mes de Quisleu. ¡Habían pasado 63 días o más de 2 meses desde la última profecía! Aquí Dios envía otro mensaje para responder a sus interrogaciones internas. Dios había visto dudas y preguntas en los corazones de su pueblo y envía a su profeta para poder dar respuesta a las mismas. El tema de estas dudas fue LA SANTIFICACIÓN Y LA IMPUREZA CUANDO SE TRABAJA EN LA OBRA DE DIOS. Si hay algo que debemos dejar en claro en esta profecía, fue que el pueblo está trabajando y no vemos nada en este pasaje que hable de indecisión. Es cierto que todavía las bendiciones no llegan, pero el pueblo está trabajando, al punto que ese día – 24 del noveno mes – fue echado el cimiento del Templo, o sea, estaban avanzando rápidamente. Aquí el asunto es más que la construcción, sino la actitud que se tiene hacia la construcción y la vida espiritual de ellos. Moisés había dado instrucciones específicas de que cuando surgieran dudas acerca de la Ley o algún tema espiritual, los Israelitas acudieran a los sacerdotes para encontrar la respuesta. Si el pueblo no sabía qué hacer o no tenía claridad espiritual, el mandato era claro: Pregunten a los sacerdotes para que ellos declaren la interpretación correcta y sigan esa interpretación. Entonces, Dios envía a Hageo a los sacerdotes para hacerles las preguntas. Pero, ¿Por qué Dios envía a Hageo a hacer la pregunta, y no da Él la respuesta como el Dios Omnisciente? Lo primero, es que Dios quiere involucrar a otros en este tema, o sea, los sacerdotes serán sus testigos ante el pueblo. Pero lo segundo, es que Dios desea corregir a su pueblo y su entendimiento, incluidos los sacerdotes. Él quiere mostrarles a los líderes espirituales de Israel acerca de sus errores y su falta de santidad de ellos y del pueblo cuando trabajan en la obra de Dios. ¿Cuál eran las preguntas que tenían? “Si alguno llevare carne santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será santificada? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: No. Y dijo Hageo: Si un inmundo a causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de estas, ¿será inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda será” (2.12-13). ¿Cuál es el problema que hayamos aquí? La primera consulta que hace Hageo es respecto al holocausto. Específicamente a la carne ofrecida en el holocausto.

Hageo dice, que sucede cuando una persona después de un sacrificio lleva la carne santificada y con la punta de su túnica toca alguna cosa. ¿Sera santificada? Los sacerdotes responden contundentemente ¡NO! La ley era muy clara y especifica. En Levítico 6.27, la idea del texto es mostrar que cuando un sacerdote saque carne santificada después del holocausto, cuando tomare la carne, la falda donde lleva la carne queda santificada, pero no importa lo que toque la falda. Ella no tiene poder para santificar nada. La falda no transmite la santidad de su contenido. La segunda pregunta tiene que ver con la impureza ritual por tocar el cuerpo de un muerto. En Números 19.11, 13, 22, “El que tocare cadáver de cualquier persona será inmundo siete días… todo aquel que tocare cadáver de cualquier persona, y no se purificare, el tabernáculo de Jehová contamino, y aquella persona será cortada de Israel; por cuanto el agua de la purificación no fue rociada sobre él, inmundo será, y su inmundicia será sobre él… Y todo lo que el inmundo; y la persona que lo tocaré será inmunda hasta la noche”. Si un Israelita tocare algún muerto dice la escritura queda inmundo por todo ese día. Pero, ¿Qué sucede si esa persona toca algo o alguien? ¿Será inmunda? Los sacerdotes responde: “Inmunda será”. Dos rápidas preguntas, con igual de número de respuesta. Los sacerdotes sabían muy bien que responder, pero lo que Dios hará ahora los dejara estupefactos. No es la interpretación lo que molesta a Dios sino su práctica. Como practicar esto. ¿Qué principios espirituales transmiten estas preguntas? Primero, una persona “inmunda” según la ley imparte su impureza a cualquier cosa, mientras que una cosa santa según la ley, no puede conferir su santidad a una persona “inmunda”. La santidad según la ley no se comunica tan pronto como la impureza legal. Esto que dice Hageo nos muestra algunas lecciones de vida: Una manzana podrida, si se le deja por mucho tiempo en un cajón, pudrirá todo el cajón de manzanas buenas. ¿Cierto? Una gota de suciedad contaminará un vaso de agua; pero muchas gotas de agua clara no purificarán la inmundicia a un vaso de agua. ¿Cierto? Una persona enferma no se alivia por entrar en contacto con personas sanas, pero una persona contagiada, si entra en contacto con personas sanas, puede infectar fácilmente a los sanos. ¿Qué quiere decir? ¿Qué estaba diciendo Dios a su pueblo entre líneas? “Y respondió Hageo y dijo: Así es este pueblo y esta gente delante de mí, dice Jehová; y asimismo toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo. Ahora, pues, meditad en vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo de Jehová” (2.14-15). ¿Cuál es mensaje de Dios para ellos? Los judíos que ya habían comenzado a trabajar comenzaron a pensar que por el solo hecho de trabajar en las cosas sagradas, entonces, Dios los santificaba y les perdonaba todos sus pecados. Sin arrepentimiento, sin confesión, Sin cambio. ¿Qué increíble es el pensamiento de este pueblo? O sea, si participo de cosas sagradas quedo santificado. La gente estaba pensando que la restauración del templo y de las cosas rituales los hiciera santos. Pero su pecado tenía mucho tiempo y requería un tratamiento más drástico para ser limpiado. ¿Ustedes creen que con el solo hecho de trabajar en mi casa y en las cosas sagradas lo va hacer limpios y puros ante mí? Esa es la pregunta de Dios, a través de Hageo.

¿Ustedes creen que con el solo hecho de empezar hacer ahora las cosas bien, van a dejar la profunda contaminación de sus pecados que ha existido por años? Cuantos piensan hoy en día, que por el puro hecho de ir a congregarse o de tomar la Cena del Señor o porque le hablaron a alguien de Cristo o porque ayudaron a alguien, con eso Dios les perdona sus pecados y son santificados, o sea, Dios lo único que desea para perdonarnos es que hagamos algo en su obra y con eso somos puros. Cuánta gente viene a servicio y toma la Cena del Señor y después se va, sin participar en nada más. Y piensa que está bien delante de Dios y que cuando Cristo venga será salvo. Cuantos no piensan que por ofrendar o hacer una oración en este lugar Dios los considera más, o porque son bautizados o participan de las actividades espirituales con ello, ya son santos y están bien con Dios. ¿De dónde han surgido esos pensamientos tan pecaminosos? O sea, damos más énfasis a una práctica interna que la verdadera obediencia, el arrepentimiento y la confesión de nuestros pecados y con ello seguimos viviendo una vida perdida y que no cambia. Estos judíos eran muy parecido a los del tiempo de Jeremías, allí en Jeremías 7.1-11, “Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: Ponte a la puerta de la casa de Jehová, y proclama allí esta palabra, y di: Oíd palabra de Jehová, todo Judá, los que entráis por estas puertas para adorar a Jehová. Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: MEJORAD VUESTROS CAMINOS Y VUESTRAS OBRAS, Y OS HARÉ MORAR EN ESTE LUGAR. No fiéis en palabras de mentira, diciendo: TEMPLO DE JEHOVÁ, TEMPLO DE JEHOVÁ, TEMPLO DE JEHOVÁ ES ESTE. Pero si mejorareis cumplidamente vuestros caminos y vuestras obras; si con verdad hiciereis justicia entre el hombre y su prójimo, y no oprimiereis al extranjero, al huérfano y a la viuda, ni en este lugar derramareis la sangre inocente, ni anduviereis en pos de dioses ajenos para mal vuestro, os haré morar en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres para siempre. He aquí, vosotros confiáis en palabras de mentira, que no aprovechan. Hurtando, matando, adulterando, jurando en falso, e incensando a Baal, y andando tras dioses extraños que no conocisteis, ¿VENDRÉIS Y OS PONDRÉIS DELANTE DE MÍ EN ESTA CASA SOBRE LA CUAL ES INVOCADO MI NOMBRE, Y DIRÉIS: LIBRADOS SOMOS; PARA SEGUIR HACIENDO TODAS ESTAS ABOMINACIONES? ¿ES CUEVA DE LADRONES DELANTE DE VUESTROS OJOS ESTA CASA SOBRE LA CUAL ES INVOCADO MI NOMBRE? He aquí que también yo lo veo, dice Jehová”. ¿QUÉ TERRIBLE SITUACIÓN QUE ESTABA VIVIENDO ISRAEL? Ellos pensaban que por solo ir al templo, que por solo participar de las cosas sagradas y trabajar en ellas podían seguir viviendo como quisieran. Incluso en los tiempos de Jeremías, Israel cayó en el pecado tan profundamente, que hombres y mujeres después de matar, después de robar, después de mentir, después de adulterar o cometer cualquier otro pecado. Llegaban al templo y creían que por estar allí e ir a ofrecer algo a Dios. El los perdonaba. Este pueblo cree o piensa que por el solo hecho de estar adorando, sirviendo y trabajando en el templo de Dios. Dios los iba a salvar y bendecir grandemente y que nada les iba a pasar. ¿Usted cree que Dios perdonara a alguien que vive de esa manera? ¿Usted cree que eso es agradar a Dios y andar en su voluntad? Pero si entendemos muy bien la segunda pregunta que Dios les hace a los sacerdotes es todo lo contrario. En simples palabras Dios les estaba diciendo con la segunda pregunta: “Si ustedes andan en pecado y después vienen al templo a adorar o a trabajar, todo lo que ofrecen es inmundo.”

Si aplicamos, debemos entender que si estamos contaminado, si estamos inmundos por el pecado. Cualquier cosa que hagamos será inmunda. Lo primero que debemos hacer para servir, adorar y trabajar por el Señor es arrepentirnos y buscar la reconciliación con el Señor. Hageo les dice: “Así es este pueblo y esta gente delante de mí, dice Jehová; y asimismo toda la obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo” (2.14). ¡Ustedes son inmundos! ¡Su vida está contaminada, su adoración es inmunda! Y ¡Todo lo que hace es inmundo! ¡Solucionen sus problemas conmigo primero, reconcíliense conmigo primero y después vengan a adorar. Después vengan a trabajar!. Tan molesto Dios se encontraba con Israel que ni siquiera los llama su pueblo. En el libro de Hageo encontramos 3 veces la frase “este pueblo” o el similar “pueblo todo de la tierra”. Pero nunca en el libro de Hageo los llamo “mi pueblo” o “pueblo mío”. ¿Qué podemos entender de esto? Que Dios estaba tan desagradado, tan molesto que ni siquiera consideraba a Israel como su pueblo. Ya que al hacer todas estas cosas lo estaban afrentando. Lo paradójico de esta situación es que por varios años Dios los llamó a trabajar, a servirle, por años Dios insistió con firmeza que volvieran a la obra. Y ahora que comenzaron a trabajar con fervor, ahora que tomaron la decisión. Lo hacen sin santidad, lo hacen sin consagración. Algo que podemos inferir de esta profecía, que a Dios no le importa solo si trabajamos o no, sino también en cómo esta nuestra vida, en nuestra santidad. ¡A Dios le importa que trabajemos, pero mucho más que seamos santos y consagrados! ¿Qué debía hacer Israel? Dios dice: “Meditad en vuestro corazón… Meditad, pues, en vuestro corazón… meditad,, pues, en vuestro corazón” (2.15, 18). ¡Pongan todo esto en su corazón y cambien! ¡Mediten muy bien lo que están haciendo!. ¡3 veces Hageo hace un llamado a la reflexión! ¡3 llamados a los corazones de los Israelitas! Antes de ponerse a trabajar, antes de poner la primera piedra en el Templo, Israel debía tomar una decisión. ¿Cuál? Servir al Señor en santidad. Dejar el pecado para trabajar por el Señor. Antes que se pongan a trabajar y a servir en mi casa desde este día, mediten o reflexionen profundamente en sus corazones, cual hayan sido sus conductas ante mí y mi casa. No se puede servir a Dios y andar al pecado al mismo tiempo. Es cierto, que eso es posible, pero eso no agrada a Dios. ¡!No es su voluntad!! Por lo mismo que Israel medite profundamente que clase de vida y qué clase de adoración quiere ofrecerle a Dios. “Antes que sucediesen estas cosas, venían al montón de veinte efas, y había diez; venían al lagar para sacar cincuenta cántaros, y había veinte. Os herí con viento solano, con tizoncillo y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis a mí, dice Jehová” (2.16-17). Por lo mismo, Dios les explica a los israelitas que como consecuencia de su pecado y falta de santidad, las bendiciones que ellos buscaban se les iban de entre los dedos. Es como que Dios les decía: “Ahora entienden porque les iba tan mal en la vida, porque todo lo que querían hacer era un fracaso”. Israel se había olvidado que la fuente de nuestras bendiciones no se encuentra en lo que nosotros hacemos u ofrecemos. Las verdaderas bendiciones se encuentran en obedecer al Señor. Hageo aquí al igual que en la 1ra profecía, los invita a reflexionar en lo mal que estuvieron sus vidas en lo material, por estar sus vidas mal en lo espiritual (1.5-11).

Ellos trabajan y no rendía su campo, sembraban, cosechaban, se esforzaban, y a pesar de todo lo el esfuerzo. Cada día que pasaba, cada año que pasaba, se hundían más. Estaban totalmente estancados, no podían surgir, no podían avanzar ni crecer. Y lo peor que dice en 2.17, es que es Dios quien a provocaba todo esto. Dice el pasaje: “Os herí…”. Dios mismo era el gestor de la mala racha de su pueblo. O mejor dicho Dios había apartado las bendiciones de Israel, porque ellos se habían apartado de Dios. ¿Qué Dios esperaba de Israel? “mas no os convertisteis a mí, dice Jehová” (2.17). Escuche la dura evaluación de su pueblo en los tiempos de Jeremías, “Oh Jehová, ¿no miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les dolió; los consumiste, y no quisieron recibir corrección; endurecieron sus rostros más que la piedra, no quisieron convertirse” (Jeremías 5.3). Aun en medio de todas las reprensiones de Dios y toda las calamidades que pasaron. Ellos no querían volver al Señor. Dios espera que nos convirtamos, o sea, que cambiemos de rumbo, que cambiemos de vida. Convertirse es un cambio de estado. Dejamos nuestra naturaleza de pecado por la naturaleza de Dios. Todas estas cosas que le estaban sucediendo a Israel eran el testimonio de Dios para que cambiaran, para que mejoraran sus caminos, o sea, Dios se vale tanto de las cosas buenas como de las cosas malas para que nos volvamos a él. Pero, ¿Qué había hecho Israel? ¿Recibieron el llamado de Dios en arrepentimiento y cambio? ¿Se habían arrepentido y convertido verdaderamente ante el Señor? El arrepentimiento que Dios nos pide es una decisión del momento. Pero también es un proceso continuo, del día a día. El dejar el pecado es una decisión que puedes tomar en el ahora, pero la lucha va a continuar por toda la vida (Isaías 1.16-18; Salmos 51.1-12). Dios espera que en nuestro servicio, en nuestra adoración y en nuestro trabajo en la iglesia del Dios viviente. El cristiano debe vivir continuamente el arrepentimiento ante Dios. Alguien lo dijo por allí: “A Dios no le importa tanto las veces que caemos, sino las veces que nos levantamos”. Dios busca en nosotros el arrepentimiento. El verdadero cambio. “Meditad, pues, en vuestro corazón, desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento del templo de Jehová; meditad, pues, en vuestro corazón. ¿No está aún la simiente en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo ha florecido todavía; mas desde este día os bendeciré” (2.18-19). Ya lo dijimos son 3 veces que Dios invita a su pueblo a meditar. ¡Reflexionen, reflexionen, reflexionen! Cuando hablamos del “cimiento del templo de Jehová”. Debemos entender que el primer cimiento bajo tierra, hacía mucho había sido echado, en el segundo año de Ciro, 535 a.C. (Esdras 3.10, 11). El cimiento mencionado por Hageo es el “cimiento secundario”, el que de tierra para arriba se asentó sobre el trabajo previo. Aunque algunos eruditos han traducido aquí: “Desde este día cuando se empieza el templo,” es decir, sobre los cimientos hace tiempo echado. Hablando más de una construcción encima de los cimientos echados varios años antes. La verdad la cuestión no es muy importante, si se refiere al cimiento secundario o la construcción del templo sobre el cimiento. Lo importante es que el pueblo estaba avanzando rápidamente. Y Dios menciona todo esto, para situarlos en el contexto de la profecía. Ya en menos de 5 meses habían avanzado mucho más que en los 15 años previos de receso.

Todo esto sucedió el día 24 del noveno mes, o sea, 63 días después de la segunda profecía. ¿Qué debían meditar ahora? Uno tiene que pensar muy bien, antes de empezar a servir, adorar y trabajar en la obra de Dios. ¿Cómo estamos llevando nuestra vida como templo de Dios? ¿Con que intenciones y motivos estamos sirviendo como piedras de este edificio que es el templo de Dios? ¿Cómo nos estamos presentando en la adoración a Dios? Por lo mismo y para animarlos, Dios tiene algunas palabras finales. Algo estaba sucediendo en el corazón de ellos. Muchos ya estaban trabajando y esforzándose mucho por el Señor. Los israelitas que trabajaban en reconstrucción del templo, se preguntaban porque Dios no los bendecía. La respuesta de Dios era: Si se arrepienten y convierten los bendeciré desde mismo día. Entonces uno a veces debe preguntarse: ¿Por qué no me está yendo tan bien como yo pensaba? ¿Por qué me va mal? ¿Por qué Dios no me bendice como él lo ha prometido? ¿Sera que NO nos hemos arrepentido sinceramente ante él? ¿No me he convertido sinceramente? ¿En el bautismo realmente me convertí de corazón a él? ¿Qué lugar de importancia está teniendo en mi vida el Señor y sus cosas? Medita mucho en esto… Si servimos y adoramos a Dios con una vida santa y un verdadero arrepentimiento la bendición de él vendrá desde mismo día. “¿Aun no está la simiente en el granero?...” (2.19). Expresión que denota que no lo está. Ha sido sembrada ya en este mes, y no hay más señales ahora de que lleve una buena cosecha, ni mucho menos de que sea felizmente guardada en los alfolíes, que las que hubo en la estación pasada, cuando hubo tamaño fracaso; con todo, yo os prometo desde este día la bendición de una cosecha abundante. Así también la vid, etc., la cual hasta ahora ha producido poco o nada, será bendecida con fecundidad. De este modo se pondrá en evidencia que la bendición es debida a mí, y no a la naturaleza. Podemos creer en la promesa que Dios nos ha dado de bendecirnos, aun cuando no veamos señales visibles de su cumplimiento (Habacuc 2.3). Así termina 2.19 “Mas desde este día os bendeciré”. ¿Quiere usted la bendición de Dios? ¿Quiere que la vaya bien en esta vida? ¡Qué estamos esperando para cambiar! Debemos cambiar ahora mismo y arrepentirnos. Y trabajar con fidelidad, pero también con santidad. ¿Cuándo debemos comenzar a servir a Dios y arrepentirnos delante de él? ¡Ahora es la hora dice Jehová! ¡Ahora es la hora de trabajar! ¡Ahora es la hora de cambiar! ¡Ahora es la hora de santificarnos para el Señor!

CUARTA PROFECÍA AHORA ES LA HORA DE ESPERAR EN LAS PROMESAS DEL SEÑOR (2.20-23). “Vino por segunda vez palabra de Jehová a Hageo, a los veinticuatro días del mismo mes, diciendo: Habla a Zorobabel gobernador de Judá, diciendo” Aun estando todavía en el día 24 del mes noveno, Dios todavía tenía algunas cosas más para decir. Y Hageo abre su boca para la 4ta profecía… Dios había terminado diciendo a su pueblo en la 3ra profecía que si cambiaban y se arrepentían los bendeciría grandemente. Lo que les va a decir ahora es parte de esa bendición, y está orientada principalmente a Zorobabel, el gobernador de Judá. Para que entendamos bien esta profecía, debemos entender primero, ¿Quién fue Zorobabel? Como lo dijimos en la introducción de este estudio. Zorobabel, fue el gobernador de Israel, enviado por Ciro el persa para reconstruir Jerusalén (Esdras 1-3). El pertenecía directamente a la casa de David, era un príncipe de Judá y con derecho al trono de Israel, eso significa que era un ascendiente directo de Cristo. El fue el primero es regresar a la tierra de Canaán. Recordemos que la promesa que Dios le dio a David era que siempre uno de sus descendientes estaría en el trono de Israel, y que de su descendencia vendría el Mesías. Así que sobre Zorobabel había muchas especulaciones y esperanzas. Por lo mismo, el Señor quiere dar una profecía de esperanza a Zorobabel. En la mente de los Israelitas su regreso del cautiverio era muestra de la bendición de Dios, y por lo mismo muchos comenzaron a hablar de la inminente llegada del Mesías Rey. “Yo haré temblar los cielos y la tierra; y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano” (2.21-22). En este mismo capítulo pero en los versos 6 y 7, Dio había anticipado a su pueblo que vendría un tiempo donde el haría un movimiento o conmoción en todo este mundo. “Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos” (2.6-7). Todo esto se refiere al juicio de Dios sobre todas las naciones que se habían opuesto a su pueblo. La imagen de cielos y tierra temblando, no deben entenderse de manera literal. SON UNA IMAGEN O FIGURA. Ya en el Antiguo Testamento, constantemente se usaban estas figuras para mostrar los juicios del Señor contra naciones impenitentes. Por ejemplo en Isaías 13.9-13, 19, al describir el juicio de Dios sobre Babilonia, el Señor dice: “Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira” (13.13). Entonces, esta imagen de cielo y tierra conmoviéndose se refiere a la intervención de Dios en juicio y condenación.

¿Qué le está diciendo Dios ha Israel? Lo primero, esto es un consuelo, o sea, Dios mismo les está prometiendo que un día el pondrá todas las cosas en su lugar. Esto debió tranquilizar mucho a los angustiados israelitas. Recuerde que Israel era una nación conquistada, eran esclavos de Persia. Muchos de ellos después de su regreso a Jerusalén comenzaron a pensar en la emancipación absoluta del poder de Ciro. Pero esta profecía quiere poner sus pies en la tierra y a la vez tranquilizarlos. Dios no se ha olvidado de ellos y él mismo será quien juzgue y castigue a las naciones que han dañado a Israel. Pero ellos debían entender que todo esto será en el futuro. Si nos fijamos bien el tiempo verbal que se utiliza por todo 2.21-23 siempre es futuro. Israel no debe engañarse. El Señor está al tanto de lo que sucede y hará algo, pero todavía no. Primero Israel debe reconstruir su templo y comenzar a servirle como antes y después Dios se encargara de sus enemigos. Dios quiere ver primero el compromiso y obediencia de su pueblo, después de eso, dice el Señor vendrá un tiempo cuando todos los reinos caerán e Israel permanecerá firme a la espera de su Mesías. Segundo, esto debió llenarlos de optimismo, ya que por muchos siglos habían escuchado y seguían escuchando que llegaría un tiempo donde Dios intervendrá e Israel volvería a su gloria. Los profetas de Dios habían hablado claramente… Ya en tiempos de Isaías habían escuchado que Dios confirmaría el monte de la Casa de Jehová por encima de las demás naciones – Isaías 2.2-4. -Isaías dijo también que vendría el Mesías – Isaías 7.14; 9.6. -Esta profecía fue confirmada por Miqueas - Miqueas 4.1-4. -Además, Miqueas dijo que el Mesías nacería en Belén – Miqueas 5.2. -Jeremías dijo que vendría un Nuevo Pacto – Jeremías 31.31-34. -Joel dijo que Dios derramaría su espíritu sobre toda carne – Joel 2.23-32. -Daniel dijo que Dios establecería un reino eterno – Daniel 2.44. Me imagino que la expectación y la espera en esos días era más que expectante. Israel anhelaba con todo su corazón esos tiempos maravillosos que se anticipaban a la llegada de su Mesías. ¿Cuántos anhelos? ¿Cuántas esperanzas puestas en una persona? ¿Cuántos sueños que habían sido frustrados? Por lo mismo, la tercera cosa que Dios buscaba era renovar su fe y confianza en Dios. Si Dios vuelve a repetir las mismas promesas, no es solo que no se ha olvidado de ellos, sino que su plan sigue inalterable en el tiempo. Es como les dijera en simples palabras, “no me he olvidado de usted, confíen que que yo los cuidare y cumpliré mis promesas. TENGAN FE”. Esta es una prueba tremenda de fe. ¿Cuán fácilmente dudamos y dejamos al Señor cuando vemos que las cosas no salen como nosotros queremos? ¿Seguiríamos confiando en Dios cuando sus promesas tarden años en cumplirse? ¿Cuánto confiamos realmente en el Señor? ¿Cuántos no dicen que confían cien por ciento en el Señor y a veces, al primer problema abandonan la fe? ¡Deja todo botado! La 4ta profecía tiene que ver con esto.

No es solo un consuelo, No es solo un ánimo, sino que también es una tremenda prueba de fe, para un pueblo que ha sufrido mucho. Y para darle sentido a todo esto que les está diciendo a su pueblo, añade: “En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos” (2.23). Mire como comienza el texto, “En aquel día”. ¿Cuál día? Cuando Dios haga temblar cielo y tierra. Cuando Dios juzgue a todas las naciones. Entonces, vendrá “El Deseado de todas las naciones”, el Mesías esperado. ¿Por qué digo esto? ¿Cómo llegamos a esa conclusión? El verso nos dice: “te tomare, oh Zorobabel”. ¿Esta refiriéndose al Zorobabel literal? ¿O a un Zorobabel simbólico? Es imposible que esté hablando del Zorobabel literal porque los tiempos descritos en esta profecía son en tiempo futuro. Y si nos fijamos bien, el cumplimiento de esta profecía, acerca de hacer temblar cielo y tierra y todo el juicio sobre las naciones sucedió siglos después. Es más, Israel ya había sido conquistado y esclavizado por Babilonia, ahora lo estaba por Persia, y todavía quedaba que los conquistaran los Griegos y los Romanos. ¡Todavía faltaba un poco más de sufrimiento! Así que concluyo, no puede referirse al presente. Lo segundo, es que en 2.6-7, se usa el mismo lenguaje para hablar de un tiempo futuro donde vendría “El Deseado de todas las naciones”. Aquí “El Deseado” con “Zorobabel” se relacionan íntimamente. Cada uno es señal en 2.6-7 de la gloria del Señor, y en 2.23, de la autoridad y poder del Señor. Incluso podríamos inferir, que son términos sinónimos, se refieren a la misma persona. Esto unido, como lo dijimos, que el Zorobabel era descendiente del rey David, y por consecuencia legitimo heredero del trono, y sumado a que Dios dijo a David que de su descendencia levantaría al Cristo. Entonces, concluimos que esta referencia a Zorobabel se refiere a un descendiente directo de este príncipe de Israel, o sea, esta profecía apunta al futuro cuando un descendiente de Zorobabel vendrá a cumplir todas las expectativas de Israel. Al usar el nombre de Zorobabel no solo apunta hacia él, sino hacia el futuro hacia su linaje del cual vendría al Cristo. Y si miramos las genealogías de Jesús en las dos, Zorobabel ocupa un nombre importante (Mateo 1.12-13; Lucas 3.27). Aunque mateo nos habla de la genealogía por parte de José y Lucas por parte de María. En las dos está incluido el nombre de Zorobabel. Zorobabel fue un ascendiente directo de Cristo por vía carnal, por María, y por vía legal, por parte de José. “te pondré como anillo de sellar” El anillo de sellar se utilizaba para certificar los documentos oficiales o las órdenes personales del rey. La comparación describe a Zorobabel como representante del Señor, investido de su autoridad. Tal anillo era un artículo costoso y podía ser usado en el dedo o alrededor del cuello en una cadena; de cualquier manera estaba siempre pegado muy cerca de su dueño, y nunca sería perdido ni abandonado. Esto habla del valor de Zorobabel y su linaje para Dios. Parece que tal anillo era usado para estampar el sello real en un documento; esto sugiere que Dios confiaba a Zorobabel y su descendencia la autoridad para llevar a cabo su voluntad. Dios estaba reafirmando y garantizando su promesa de un Mesías que vendría de la línea de David.

Hay algo muy interesante en la frase “te pondré como anillo de sellar”. En Jeremías 22.24-30, Dios hizo un juicio muy terrible sobre Conías o Jeconias, abuelo de Zorobabel, “Vivo yo, dice Jehová, que si CONÍAS HIJO DE JOACIM REY DE JUDÁ FUERA ANILLO EN MI MANO DERECHA, aun de allí TE ARRANCARÍA. Te entregaré en mano de los que buscan tu vida, y en mano de aquellos cuya vista temes; sí, en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, y en mano de los caldeos. Te haré llevar cautivo a ti y a tu madre que te dio a luz, a tierra ajena en que no nacisteis; y allá moriréis. Y a la tierra a la cual ellos con toda el alma anhelan volver, allá no volverán. ¿Es este hombre Conías una vasija despreciada y quebrada? ¿Es un trasto que nadie estima? ¿Por qué fueron arrojados él y su generación, y echados a tierra que no habían conocido? ¡Tierra, tierra, tierra! oye palabra de Jehová. Así ha dicho Jehová: Escribid lo que sucederá a este hombre privado de descendencia, hombre a quien nada próspero sucederá en todos los días de su vida; porque NINGUNO DE SU DESCENDENCIA LOGRARÁ SENTARSE SOBRE EL TRONO DE DAVID, NI REINAR SOBRE JUDÁ” Note bien la profecía sobre Jeconías (o Conías), que sería arrancado como un anillo, y que “ninguno de su descendencia se sentaría en el trono de David, ni reinaría sobre Judá”. Sin embargo, Mateo incluye a Zorobabel en su genealogía, y nos dice que Jeconías tuvo descendientes. La explicación más razonable es que el texto se refiera a que los descendientes inmediatos de Jeconías, por estar en el destierro, no subirán al trono. Pero Zorobabel, como un tipo de Cristo, conducirá a la libertad al pueblo desterrado en Babilonia, encarnando así las promesas hechas a David (Salmos 132 11-12). Con la figura del anillo se indica que de la línea dinástica de Zorobabel se levantará el esperado Mesías. ¿Cómo podemos aplicar todo esto? El tema de la 4ta profecía, es el anuncio de la futura llegada del descendiente de Zorobabel, que vendrá como señal de autoridad y de fidelidad de las promesas de Dios. Todo esto vendrá acompañado de los juicios del Señor y la conmoción absoluta de su tiempo. ¿Cuál fue el mensaje para Israel? Primero, ellos deben esperar a las promesas de Dios. Dios había prometido que vendría un tiempo donde traería a su Cristo y su reino eterno. Ellos debían esperar con paciencia la fidelidad y misericordia del Señor. Segundo, ellos no solo deben esperar, sino que esto debía animarlos para seguir fieles y constantes en su obra. Si ellos se convertían, trabajaban y servir al Señor al final Dios los bendeciría. Y tercero, al reafirmarle las promesas mesiánicas, también Dios estaba reafirmando su fe. Ellos debían depositar toda su confianza en el Señor. Él no los había abandonado y permanecería fiel a su promesa. Esto me invita a pensar que nosotros también en nuestro tiempo tenemos promesas delante de Dios. Y más interesante aun, es que estas promesas también encuentran su cumplimiento en el descendiente de Zorobabel, en Jesús el Mesías. Nosotros también esperamos la venida del rey, de Jesús nuestro Señor y su reino eterno. Vivimos tiempos iguales de difíciles como los judíos después de la deportación. Tanto pecado, turbación, tantos preocupados mas de sus casas que de la obra de Dios, tantos menospreciando la obra de Dios, tantos siguiendo a Dios pero sin santidad ni conversión. ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo poder seguir firmes en medio de todo un mundo que nos anima a tambalear? ¿Cómo mantenernos puros en un mundo lleno de pecado? ¿Cómo podemos valorar las cosas de Dios en medio de un mundo que desprecia y no valora a Dios y a su iglesia?

¡Tenemos un desafío tremendo! El llamado de Hageo hace 2.400 atrás todavía golpea nuestras conciencias… ¡Ahora es la hora para el Señor! ¡Ahora es la hora de esperar las promesas de Dios! ¡Ahora es la hora para confiar en la fidelidad de Dios! ¡Ahora es la hora para prepararnos para la llegada de Cristo! ¿Cómo vamos a esperar la llegada del Mesías? ¡Trabajando con perseverancia, trabajando valorando las cosas de Dios, trabajando en santidad y trabajando con fe y confianza en el Señor! ¡Este es el mensaje de Hageo!

*CONCLUSIÓN* Me imagino que muchos de ustedes al leer y considerar este estudio quedaran muy animados y fortalecidos para hacer la obra de Dios. Y digo ¡Amén! Por eso. Pero sé también, que habrá otros que tendrán unas últimas preguntas. Preguntas que tal vez estén incomodando la mente y corazón de ellos. ¿Qué hacemos con Hageo? ¿Hageo es un libro del Antiguo Testamento? Y Jesús abolió la ley y no debemos seguir el Antiguo Testamento como ley para nuestros tiempos. ¿Debo obedecer el libro de Hageo? Es muy cierta la sentencia propuesta anteriormente. Jeremías unos 600 años antes de Jesús había profetizado: “He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré NUEVO PACTO con la casa de Israel y con la casa de Judá. NO COMO EL PACTO que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ELLOS INVALIDARON MI PACTO, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado” (Jeremías 31.31-34). Dios estaba ya advirtiendo que los Israelitas no cumplieron, no respetaron el antiguo pacto y por lo mismo, el Señor establecería uno nuevo. Algo diferente. Dios haría un nuevo acuerdo con la humanidad. Incluso el autor del libro de los Hebreos recordando esta profecía, nos dice que cuando Jeremías dijo esto. Él estaba anunciando el desaparecimiento, el cambio y abolición del primer pacto (Hebreos 8.6-13). Pero, ¿CUÁNDO FUE ABOLIDO EL ANTIGUO PACTO? ¿CUÁNDO HUBO CAMBIO DE LEY? Jesús dijo en Lucas 22.20, “De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama”. Dando a entender que su muerte en la cruz marcaba el inicio de una nueva relación con la humanidad. Cristo con su sacrificio nos trajo un Nuevo Pacto. Hay varios pasajes que nos muestran la obra de Cristo en su cruz. Nos remitiremos a considerar dos para aclarar el punto de que Cristo quito la ley de Moisés en su muerte. Efesios 2.14-16, “Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, ABOLIENDO en su carne las enemistades, LA LEY DE LOS MANDAMIENTOS EXPRESADOS EN ORDENANZAS, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades”. Colosenses 2.13-15, “Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, ANULANDO EL ACTA DE LOS DECRETOS QUE HABÍA CONTRA NOSOTROS, que nos era contraria, QUITÁNDOLA DE EN MEDIO y CLAVÁNDOLA EN LA CRUZ, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”.

Es claro, en estos 2 textos la idea de que Cristo en su cruz abolió, clavó, anuló y quitó esa ley o Antiguo Testamento que nos era contraria. YA NO ESTAMOS OBLIGADOS A GUARDAR ESA LEY. Debemos reconocer que aunque esa ley provino de Dios, fue establecida por el Señor. Ahora, en el Nuevo Pacto, esa ley no es autoritaria para nosotros. No estamos mandados a guardar la ley de Moisés o mejor dicho, el Antiguo Testamento. Entonces, ¿PARA QUE SIRVE EL ANTIGUO TESTAMENTO? ¿QUÉ HACEMOS CON EL ANTIGUO TESTAMENTO? Para muchas personas es una verdad decir que Cristo abolió la ley y que él nos trajo un Nuevo Pacto o Testamento. Pero es en la aplicación donde fallan. Porque si Cristo abolió la ley entonces, no debemos guardar los mandamientos del Antiguo Testamento, así lo entendió la iglesia primitiva y los apóstoles. Pero, vuelvo a la pregunta, ¿Para qué sirve el Antiguo Pacto? ¿Qué podemos responder? Pablo responde a esta pregunta en 2 pasajes. En Romanos 15.4 Pablo dijo: “Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”. Y también en 1 Corintios 10.11 añadió: “Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos”. Pablo nos dice que el Antiguo Testamento ya no es una ley obligatoria para el hijo de Dios, sino que está disponible para nosotros como un ejemplo, como una enseñanza o amonestación, o sea, no es un mandamiento para nosotros. ¿Se da cuenta de esta verdad en estos 2 textos? ¡NO ESTAMOS OBLIGADOS A GUARDAR LA LEY! ¡EL ANTIGUO TESTAMENTO ES UN EJEMPLO O ENSEÑANZA PERO NO UN MANDAMIENTO PARA NOSOTROS! Eso fue para los judíos. Nosotros somos cristianos y debemos cumplir los mandamientos de Cristo, revelados en el Nuevo Pacto. Entonces, ¿Qué hacemos con el libro de Hageo? Tenemos toda la autoridad de Dios para leerlo, estudiarlo y sacar todas las enseñanzas posibles. Está en la Biblia para darnos ejemplo y enseñanza. Le desafío a seguir estudiando este libro y seguir aprendiendo de este maravilloso libro judío. Es un libro inspirado por el Señor y que es parte de su revelación, pero ya no es voluntad de Dios que lo obedezcamos como ley absoluta. Saquemos todos los ejemplos posible, y como lo dijo Pablo que este libro nos sirva como amonestación, paciencia y consolación. ¡Que Dios le bendiga con este estudio! Y como lo dijo Hageo, ¡Ahora es la hora para trabajar para el Señor!