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CHIPS ENTREVISTA PARA SÍNDROMES PSIQUIÁTRICOS EN NIÑOS Y ADOLESCENTES Manual MARIJO TEARE ROONEY, PHD MARY A. FRJSTAD, P

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CHIPS ENTREVISTA PARA SÍNDROMES PSIQUIÁTRICOS EN NIÑOS Y ADOLESCENTES Manual MARIJO TEARE ROONEY, PHD MARY A. FRJSTAD, PHD ELIZABETH B. WELLER, MD RONALD A. WELLER, MD Manual Moderno; Mexico, D.F. 1999

CONTENIDO Prefacio ..........................................................................................................................................................2 Acerca de los Autores.....................................................................................................................................3 Introducción ...................................................................................................................................................5 Bases teóricas .................................................................................................................................................8 Desarrollo de la entrevista .......................................................................................................................... 12 Aplicación y calificación............................................................................................................................... 16 Propiedades psicométricas: Estudios de confiabilidad y validez ................................................................ 23 Interpretaciones y ejemplos de casos ......................................................................................................... 35 Entrenamiento ............................................................................................................................................ 44

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PREFACIO La Entrevista para síndromes psiquiátricos en niños y adolescentes (ChIPS, del inglés Children’s Interview for Psychiatric Syndromes) comenzó como una idea en la División de Psiquiatría Infantil de la Facultad de medicina de la Universidad de Kansas. Nos interesaba desarrollar una entrevista de diagnóstico para niños que utilizaran los criterios estrictos del DSM-III (American Psychiatric Association, 1980) y que fuera breve y fácil de aplicar. Nuestro equipo había usado y ayudado a desarrollar entrevistas de diagnóstico estructuradas para adultos (p. ej. La Entrevista de Diagnóstico Psiquiátrico [PDI, Othmer et al., 1981]) y para niños (p. ej. Las Entrevistas de Diagnostico para niños y Adolescentes [DICA, Herjanic and Reich, 1982]). Por lo anterior, conocíamos las entrevistas estructuradas como método de evaluación. Nos interesaba desarrollar una nueva entrevista para niños, más directa, y hacerlo desde el principio en vez de tratar de modificar alguna de las ya existentes. Nuestros esfuerzos produjeron una entrevista que posteriormente se modificó para él DSM-III-R y el DSMIV (American Psichiatric Association, 1987 y 1994, respectivamente). Los estudios técnicos y los informes de usuarios frecuentes indican que nuestros esfuerzos tuvieron éxito. La confiabilidad y validez de la ChIPS has quedado establecidas. Aquellos que utilizan ChlPS gustan de su facilidad de administración y de lo breve que es. La ChIPS, al igual que cualquier otra entrevista estructurada, no busca tomar el lugar del clínico. No obstante, si es un método rápido y eficaz para obtener información que luego puede emplear el clínico para lograr una entrevista clínica más económica y completa. Deseamos expresar nuestro reconocimiento a las siguientes personas e instituciones, quienes facilitaron que completáramos nuestro estudio utilizando la ChIPS: •

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A los entrevistadores del estudio: Gabrielle Aponte, Carol Bolt, M.A. ; Jim Cummins, B.S; Alissa Glickman, B.S.; Louise Kimmel, B.A.; Michael McCreight, B.A.; Anita Misra, B.S.; Mary Jo Petrosky, B.A.;MMohammed Shafii, M.D.; Heather Spence, B.S.; Carolyn Spohn, R.N.; Alison Tait, B.A. y Joe Zubosky, B.S. •· · · A Quinn Chipley, MA; quien coordinó al equipo de entrevistas en Louisville y además hizo entrevistas del estudio. A Jim Cummins, B.S. y Alissa Glickman, B.S.; quienes ayudaron a preparar los reportes de casos para este Manual con base en las entrevistas que realizaron. Paul Salmon, Ph. D.; quien dirigió la tesis de maestría de la Dra. Teare Rooney y los comités de disertación en la University of Louisville. Barbara Burns, Ph.D.; Elton Quinton, Ph.D; Joe Aponte, Ph.D.; Samuel Himmelfarb, Ph.D. Y Edward Hampe, Ph.D., miembros de los comités de tesis y disertaciones de maestría de Teare Rooney, Ph.D. Joseph S. Verducci, Ph.D., quien proporcionó asesoría estadística al proyecto. Nicole Demers, M.S., quien ayudó en el manejo y análisis de los datos. Al personal de la Bingham Child Guidance C!inic y la Unidad PsiquiátricaAckerley en Louisville, Kentuck:y, la unidad de pacientes internos de psiquiatría infantil del Centro Médico de la University of Kansas en Kansas City, Kansas y la Clínica de Pacientes Externos para Niños y Adolescentes así como la unidad de pacientes infantiles internos de la State University de Ohio en Columbus, Ohio.

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ACERCA DE LOS AUTORES Mary A. Fristad, PhD Mary A. Fristad se graduó en 1986 en el programa de Psicología clínica de la University of Kansas. Realizó su internado en Psicología Clínica Infantil en la Brown University y está certificada por el Consejo en Psicología Clínica. Es profesora adjunta de Psiquiatría y Psicología en la Olzio State University en donde ha sido profesora desde 1986. La Dra. Fristad es Directora de Investigación y Servicios Psicológicos también de la Ohio State University, División de Psiquiatría Infantil y de Adolescentes. Supervisa y proporciona servicios generales de evaluación y tratamiento a pacientes internos, tratamiento diurno y programas para pacientes externos. Es Directora del Laboratorio Psicométrico Infantil en donde se puede evaluar retraso mental, dificultades de aprendizaje y discapacidad para el aprendizaje en niños y adolescentes, así como talentos especiales y cuestiones relacionadas con el funcionamiento en ambientes doméstico y escolar. Su especialidad son los trastornos del estado de ánimo en niños. La Dra. Fristad ha participado en los comités de revisión de NIMH, fonna parte del Equipo de Trabajo de la Asociación Psicológica Americana para Enfermedades Mentales Graves, ha sido Directora de Investigación y Codirectora en más de una docena de donaciones federales, estatales y locales y es autora de más de 50 artículos científicos. Marijo Teare Rooney, PhD Marijo Teare Rooney se graduó en 1991 del programa de psicología clínica de la University of Louisville. Realizó su internado en Psicología Clínica en el Hospital Estatal de Topeka y su posdoctorado en Psicología Infantil en la Facultad de Medicina de la University of Kansas en Wichita. La doctora es miembro y secretaria de la Asociación Psicológica de Kansas, promueve activamente su agenda en la legislatura estatal. En la actualidad la Dra. Teare Rooney está dedicada a la práctica privada. Elizabeth B. Weller, PhD Elizabeth Weller se graduó en la American University de Beirut en 1975, después de hacer un internado en pediatría. Realizó su residencia en psiquiatría en la Washington University en St. Louis y su preparación en psiquiatría infantil y de adolescentes en el Centro Médico de la University of Kansas. Actualmente es Profesora de Psiquiatría y Pediatría y Vicepresidenta del Departamento de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de la University of Pennsyfvania. Anteriormente tuvo puestos facultativos en la University of Kansas y en la Ohio Sta te University. En el ámbito nacional la Dra. Weller ha sido Presidenta de la Sociedad de Psiquiatría Biológica, así como miembro del Consejo Ejecutivo de la Asociación Americana de Directores de Residencia, miembro del consejo y Directora del Programa de la Asociación Americana de Psiquiatras Clínicos y miembro del consejo de la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y de Adolescentes. En la actualidad es Directora del Consejo Americano de Psiquiatría y Neurología. La Dra. Weller ha realízado investigación y publicado extensamente en el área de trastornos del estado de ánimo y duelo en niños y adolescentes. Ella y su esposo, el Dr. Ronald A. Weller, han recibido donaciones federales, estatales y locales para apoyar sus estudios. Ronald A. Weller, PhD Rona!d A. Wcller se graduó en la Facultad de l'vlcdicina de la Washington University. Realizó su residencia en psiquiatría en el Hospital Barnes y Renard de San Luis Misuri. El Dr. Weller actualmente es Profesor en la

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University of Pensilvania en Filadelfia. Anteriormente fue Profesor en la University of Kansas y Ohio Swre University, donde fue Director de Residencia y Programas Educativos y de Capacitación. Es miembro activo de muchas organizaciones y fue Presidente de la Academia Americana de Psiquiatras Clínicos. También ha sido un investigador muy activo y ha publicado aproximadamente J 00 artículos científicos y capítulos de libros.

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INTRODUCCIÓN DESCRIPCIÓN DEL CHIPS La entrevista ChIPS está diseñada para utilizarse con niños de 6 a 18 años de edad. Se basa en los criterios estrictos del DSM-IV y es apropiada para uso clínico y de investigación. ChIPS evalúa la presencia de los siguientes 20 trastornos: • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •

Trastorno por déficit de atención con hiperactividad Trastorno negativista desafiante Trastorno disocial Abuso de sustancias Fobias específicas Fobias sociales Trastorno de ansiedad por separación Trastorno de ansiedad generalizada Trastorno obsesivo-compulsivo Trastorno por estrés agudo Trastorno por estrés postraumático Anorexia Bulimia Episodio depresivo Trastorno distímico Episodio maniaco Episodio hipomaniaco Enuresis Encopresis Esquizofrenia/Psicosis

Además, la ChlPS cuestiona los estresores psicosociales, incluyendo el abuso o abandono del niño. Cada sección de la entrevista que revisa trastornos consiste de una serie de preguntas relacionadas con los criterios de· diagnóstico del DSM-IV para ese trastorno en particular. La Entrevista ha sido construida de manera tal que las respuestas afirmativas indican presencia de patología. Para cada trastorno, las preguntas se han organizado en forma "ramificada". Las primeras preguntas son para evaluar el trastorno, puesto que los síntomas consignados aparecen con frecuencia en los niños que presentan dicho trastorno. Después de hacer estas preguntas, la entrevista puede "ramificarse" en una de dos formas. Si la respuesta de un niño a las preguntas de evaluación no es afirmativa, el entrevistador puede pasar por alto las demás interrogantes de esa sección y continuar con el siguiente trastorno. Si un niño responde afirmativamente (indicando la posibilidad de patología), se hacen las restantes preguntas de la sección. Después de efectuar todas las preguntas relacionadas con los síntomas de un trastorno, se cuestiona sobre el inicio y la duración de los mismos, así como los daños causados por éstos. Por último, para algunos trastornos se registra un tipo o

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subtipo (p. ej., para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad se indaga si los síntomas son del tipo con predominio del déficit de atención, hiperactivo-impulsivo o combinado). La ChIPS es una entrevista muy estructurada. Las preguntas están diseñadas para realizarse palabra por palabra y se dan ejemplos de fraseo alterno, como el siguiente. Ejemplo de la sección de trastorno por déficit de atención con hiperactividad: 2. a) ¿Te cuesta trabajo quedarte sentado (p. ej., en la escuela o a la mesa)? Aquí se proporcionan algunos ejemplos (entre paréntesis) a manera de explicación. Si el entrevistador necesita dar mayor aclaración, diría algo corno "¿Te puedes quedar en tu silla en la escuela?" u otro fraseo similar. En la Hoja de registro que acompaña a la Entrevista, también se especifican por completo las condiciones necesarias para cumplir con los criterios del DSM-IV. Aunque a primera vista podría parecer que este método no deja nada al azar, existen áreas en las que el entrevistador podría errar y, por tanto, reducir la validez de la entrevista. Las tres categorías de errores son: de formato de ramificación, de comprensión y de elaboración. En el capítulo 7 de este Manual se analizan dichos errores. PRINCIPIOS DE USO POBLACIÓN Aunque ChIPS originalmente se diseñó para emplearse con niños en edades de 6 a 12 años, después se expandió este rango para incluir a los adolescentes (13 a 18 años de edad). Inicialmente, ChIPS se enfocaba en niños menores para asegurar que el lenguaje que se utilizaba fuera apropiado para esa población. Cuando se aumentó el rango de edad no se cambió la redacción del instrumento. Aunque había la preocupación de que el lenguaje tan simple pudiera ofender a los adolescentes, esta preocupación parece no tener fundamento. Debido a que la entrevista depende de la participación activa del niño o adolescente, una habilidad adecuada de recepción y expresión del lenguaje es un requisito previo. Los estudios de validación de la ChIPS únicamente se han hecho en poblaciones de habla inglesa y la distribución demográfica de las muestras del estudio fue en gran medida caucásica. Quienes usen la prueba deben tomar en consideración las posibles diferencias culturales y étnicas al momento de interpretar sus resultados. CUALIFICACIONES DEL ENTREVISTADOR La ChIPS está diseñada para ser aplicada por entrevistadores ampliamente capacitados. El clínico debe supervisar la capacitación y la aplicación de este instrumento y hacerse responsable de la interpretación de sus resultados. CAPACITACIÓN En el capítulo 7 de este Manual se delimitan cinco pasos específicos a seguir para capacitar entrevistadores con objeto de que utilicen la ChIPS de manera confiable y válida. Estos pasos deben seguirse bajo la guía de un clínico que esté familiarizado con el DSM-IV, con la psicopatología infantil y de adolescentes, y con el formato de las entrevistas diagnósticas estructuradas; lo ideal es que haya tenido capacitación similar en la aplicación de la ChIPS. A continuación, se describen brevemente estos pasos.

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El primer paso, familiarización, abarca la lectura y estudio de la Entrevista, el Manual y la revisión de las secciones pertinentes del DSM-IV para desarrollar conciencia de las condiciones psicopatológicas de la infancia. Paso 2, revisión de los procedimientos generales de entrevista, que permite informarse de los problemas y preocupaciones comunes en las entrevistas de diagnóstico. Repaso de los trastornos específicos, el tercer paso, se enfoca en los síndromes específicos cubiertos en la ChIPS y los detalles de las preguntas particulares de cada sección. El cuarto paso, observación de entrevistas y cintas de vídeo, proporciona a los aprendices una demostración estandarizada de las técnicas de entrevista y les brinda la oportunidad de practicar la calificación con la ChIPS. Por último, el paso 5, práctica en vivo supervisada, asegura que los aprendices estén equipados para enfrentar los retos de la aplicación real de la ChIPS. LIMITACIONES DEL INSTRUMENTO La entrevista ChIPS fue diseñada para identificar los síntomas de 20 trastornos psiquiátricos comunes del Eje I en niños y adolescentes. No considera otras condiciones ni diagnósticos del DSM-IV. No está diseñado para detectar retraso mental ni problemas de aprendizaje. No es una medida de la personalidad. Como la ChIPS tiene un formato de autoinforme, los datos obtenidos son tan confiables como el informante del que proviene. Por tanto, no es adecuado aplicar la Entrevista a ninguna persona que sea claramente incapaz (p. ej., debido a alguna psicosis activa) o que no esté .dispuesta (p. ej., a causa de un rechazo general a cooperar con los profesionales de la salud mental) a proporcionar información precisa. Si la ChIPS se aplica a dichas personas, el clínico que interpreta los resultados debe, tener en mente las limitaciones de la información proporcionada bajo esas circunstancias (para un análisis más detallado refiérase al capítulo 6 de este Manual). La ChIPS es un instrumento de sondeo. Como tal, sus preguntas están diseñadas para sobreidentificar más que para subidentificar las áreas de problema potencial. Es decir, todos los síntomas, incluso aquellos con número o gravedad no suficientes para cumplir los criterios diagnósticos, se ponen a consideración del clínico quien puede decidir de qué manera encajan en el cuadro clínico general.

NORMAS ÉTICAS ChIPS está sujeta a las mismas normas éticas que aplican a todas las pruebas psicométricas (Standards for Educacional and Psychological Testing [American Psychological Association, 1985]). La ChIPS debe aplicarse después de obtener el consentimiento voluntario con conocimiento de causa por parte de los padres del niño. También es importante obtener el asentimiento del niño. Cuando la ChIPS se aplica en un ambiente clínico, es suficiente con un consentimiento verbal. Sin embargo, en casos de investigación éste debe obtenerse por escrito. Como ChIPS se convierte en parte del expediente clínico del niño, los resultados han de considerarse confidenciales. AMBIENTES APROPIADOS ChIPS se puede usar en cualquier ambiente en que se requieran diagnósticos psiquiátricos. Esto incluye unidades de pacientes internos, instalaciones para pacientes externos, centros de capacitación Y ambientes de investigación. En ambientes clínicos, la ChIPS puede utilizarse como entrevista de evaluación para hacer más provechoso el tiempo del clínico.

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BASES TEÓRICAS HISTORIA DE LA EVALUACIÓN INFANTIL El campo del psicodiagnóstico infantil tiene sus raíces en el terreno de la psicopatología de adultos. En la tradición psicoanalítica de Sigmund Freud, la infancia sólo se consideraba importante desde la perspectiva de su influencia en el adulto maduro (Kessler 1971). Anna Freud y Erik Erikson extendieron está limitada atención promoviendo la investigación de la psicopatología infantil por interés del niño (Kessler 1971; Maier 1965). Este nuevo punto de vista sirvió para enfocar de nuevo la atención de los especialistas de los adultos hacia los niños. Al destacar las conductas observables del niño (Kessler 1971; Maier 1965), Jean Piaget y John Watson brindaron un panorama más objetivo del área infantil. Después Watson ·extendió el campo de la psicopatología infantil mediante la creación de un marco de tratamiento con sus "Hábitos clínicos" (Kessler 1971). El Movimiento de Tutoría del Niño derivó en un refinamiento adicional del diagnóstico y tratamiento de los niños. Al considerar el comportamiento y ambiente infantil, se pudo obtener una formulación diagnóstica más completa (Stevenson y Smith, 1934). El establecimiento de criterios objetivos para la investigación de la psicopatología infantil en la población en conjunto es el paso más reciente en la evolución del psicodiagnóstico infantil. Aunque podría parecer ateórica, esta manera epidemiológica/empírica de ver la evaluación en niños está ampliamente basada en el modelo médico (véase la revisión hecha por Cantwell, 1988) y tiene que ver principalmente con la clasificación de trastornos dentro de un marco válido y confiable. Existen muchos factores que pueden influir en el comportamiento (p. ej., ambientales, del desarrollo, psicoanalíticos, fisiológicos) y no siempre puede determinarse su etiología a través de la observación. Es decir, el psicodiagnóstico comenzó a apartarse de los diagnósticos etiológicos hacia una evaluación más amplia del funcionamiento (véase la revisión de Kessler, 197 l ). El objetivo era fundamentar la clasificación de los trastornos en información basada en hechos, en la medida de lo posible, y no en un marco teórico particular. Dicho sistema de clasificación podría diferenciar entre las categorías del sistema y distinguir también entre normalidad y anormalidad. Para lograr esto, se creó un sistema de clasificación de diagnóstico --el Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM; The Diagnostical and Statistical Manual)- formado por la American Psychiatric Association en 1952. Desde esta primera versión se han pubiicado revisiones subsecuentes (American Psychiatric Association, 1968, 1980, 1987, 1994), la más reciente al momento de la elaboración de ChIPS es el DSM-IV. El sistema del DSM es el esquema de clasificación utilizado por la mayor parte de las agencias clínicas y gubernamentales de EUA (American Psychiatric Association, l 994). DESARROLLO DE LAS ENTREVISTAS ESTRUCTURADAS Las entrevistas diagnósticas representan un medio para aumentar la confiabilidad y la precisión en el campo del diagnóstico (Edelbrock y Costello 1984). Dichas entrevistas están diseñadas para evaluar sistemáticamente la presencia de síntomas y conjuntos de síntomas específicos con el propósito de identificar trastornos (Chambers y col., 1985). Estos instrumentos han evolucionado de manera considerable, pasando de entrevistas clínicas abiertas a semiestructuradas y de modo más reciente, a cuestionarios y listas de

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verificación de síntomas muy estructuradas (Robins, 1985). Los tres desarrollos básicos en la evolución de las entrevistas diagnósticas se comentan a continuación en sus contextos históricos. Etapa l. Como ha progresado el desarrollo de criterios específicos para diagnosticar la psicopatología infantil, las técnicas para evaluar los trastornos mentales en niños han sufrido una evolución casi a la par. Antes de la introducción del DSM-II (American Psychiatric Association, 1968), no había definiciones aceptadas de síntomas, grupos de síntomas ni diagnósticos para niños. Inicialmente las evaluaciones diagnósticas para niños se basaban más que nada en información obtenida de los padres y en "sesiones de juego" con el pequeño. La primera entrevista estandarizada para evaluar niños fue desarrollada por Lapouse y Monk (1958). Este programa de entrevistas utilizaba a la madre como informante principal, no se interrogaba al hijo. El objetivo de la entrevista de estos autores era proporcionar una imagen descriptiva del comportamiento del infante. Éstos utilizaron encuestas separadas para la madre y el niño con el fin de establecer la confiabilidad de su entrevista, porque sabían que hacer un muestreo solamente desde la perspectiva materna del comportamiento del niño podría dar como resultado información incompleta (Lapouse y Monk, 1958). Etapa 2. Así, se iniciaron esfuerzos para encontrar formas de obtener información directamente del niño. Rutter y Graham (1968) desarrollaron un programa de entrevistas clínicas semiestructuradas para niños. Desde entonces, ellos y otros (Costello y col., 1982; Herjanic y col., 1975; Hodges y col., 1982; Kovacs 1985, PuigAntich y Chambers 1978) han demostrado que las entrevistas para niños orientadas a síntomas son una forma confiable de obtener información diagnóstica. Etapa 3. Conforme los clínicos e investigadores se inclinaban más a interrogar directamente a los niños, se reconoció que los padres no estaban lo suficientemente conscientes acerca de la vida interna de sus hijos como para referir con precisión sus pensamientos y emociones. Edelbrock y colegas (1986) demostraron que se daba un nivel mayor de concordancia entre las entrevistas a padres y a hijos cuando los instrumentos se enfocaban en síntomas objetivos y fácilmente observables. Más aún, las observaciones conductuales no se consideraron satisfactorias para evaluar síntomas intrapsíquicos (Chambers y col., 1985). Ya que ahora se ha demostrado la confiabilidad de los interrogatorios a los niños, la evaluación de los trastornos infantiles ha progresado hasta el punto en el que la entrevista directa del niño forma parte integral del proceso de evaluación. ESTADO ACTUAL DE LAS ENTREVISTAS ESTRUCTURADAS Al igual que los avances en el DSM-III, DSM-III-R y DSM-IV han dado como resultado menor variación en los criterios empicados para hacer diagnósticos particulares, el uso de las entrevistas diagnósticas ha reducido la incertidumbre acerca de la información que se ha obtenido en realidad de un niño. Se han desarrollado varios instrumentos de evaluación para los trastornos de la infancia, que van desde entrevistas diagnósticas abiertas hasta otras más estructuradas y listas de verificación de síntomas (Chambers y col., 1985; Edelbrock y Costello, 1984). Las entrevistas estructuradas consisten en preguntas específicas previamente establecidas, criterios explícitos para evaluar respuestas e instrucciones detalladas para realizar el interrogatorio y registrar los resultados. Existen dos tipos de entrevistas estructuradas: las muy estructuradas y las semiestructuradas. Cada una tiene sus ventajas específicas como se revisa más adelante.

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VENTAJAS DE LAS ENTREVISTAS MUY ESTRUCTURADAS Hay al menos seis ventajas en las entrevistas de este tipo. Primero, como es posible capacitar para su uso a entrevistadores legos y técnicos de investigación, estas entrevistas proveen un método con costo relativamente bajo para obtener información clínica importante. La investigación indica que las entrevistas muy estructuradas reducen al mínimo los efectos del nivel de capacitación del entrevistador (Jaynes y col., 1979). Segundo, éstas en general requieren menos tiempo para aplicarse que los métodos tradicionales indirectos (Herjanic y Reich, 1982). Tercero, se puede obtener y registrar más información clínica durante una audiencia inicial estructurada que lo que es posible con una abierta. Cuarto, a diferencia de las entrevistas abiertas, que tienden a limitar su enfoque primordialmente al problema que se presenta, las entrevistas estructuradas brindan un sondeo sistemático de los trastornos. Este enfoque lleva a la exploración de zonas que, en caso contrario, los clínicos podrían pasar por alto (Rutter y Graham, 1968) y protege contra los posibles sesgos por parte del clínico. Es decir, la confiabilidad de diagnósticos psiquiátricos puede incrementarse al examinar rutinariamente áreas distintas al problema obvio que se presenta (Helzer, 1981). Quinto, las entrevistas estructuradas proporcionan una fuente de información adicional en la evaluación completa de la psicopatología infantil, puesto que permiten al niño referir sintomatología desde su propia perspectiva. Sexto, considerando el reciente aumento en el énfasis que las compañías de atención a la salud mental están dando a la evaluación y medidas de resultados estandarizadas, los clínicos se enfrentan, cada vez más, a la pragmática necesidad de documentar con objetividad no sólo el diagnóstico que otorgan sino también los métodos mediante los que llegaron a dichos análisis. Las entrevistas estructuradas bien diseñadas, con un formato de registro claro, permiten un método lógico para lograr este objetivo; en resumen, son una forma eficaz para dar mayor confiabilidad al proceso de evaluación diagnóstica. VENTAJAS DE LAS ENTREVISTAS SEMIESTRUCTURADAS Este tipo de entrevistas, por comparación, son más espontáneas. Brindan al clínico la oportunidad de utilizar más su juicio clínico en las preguntas y en la decisión de la profundidad con la que cada área se ha dé cubrir (Edelbrock y Costello, 1984). Las entrevistas semiestructuradas tienen varias ventajas sobre los instrumentos mas estructurados. Como requieren de un clínico experimentado para su aplicación, con frecuencia generan información más precisa acerca de la gravedad de los síntomas que la simple documentación de la presencia o ausencia de éstos. El clínico utiliza su juicio profesional para calificar, por tanto, tiene mayor flexibilidad en la redacción, fraseo y tiempo adecuado de las preguntas, lo cual puede llevar a un flujo más natural de la entrevista. Sin embargo, la persona que aplica el interrogatorio debe tener experiencia en psicopatología infantil para cuestionar y sondear con precisión. Además, las entrevistas semiestructuradas tienden a consumir una cantidad bastante mayor de tiempo o a ser menos completas en su revision de los trastornos que las estructuradas. PATRONES ACTUALES DE USO En un estudio reciente de todos los artículos publicados sobre "depresión en la infancia" en un periodo de dos años, Fristad y colegas (1997), descubrieron que 55% de 133 (41 %) estudios informaron el uso de una entrevista estructurada o semiestructurada. El Schedule for Affective Disorders and Schizophrenia far SchoolAged Children (Kiddie-SADS; Programa para trastornos afectivos y esquizofrenia para niños en edad escolar; Puig-Antich y Charribers, 1978) fue, con mucho, la entrevista más popular que se utilizó (30/55, 55%). Otras

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entrevistas usadas en cinco o más estudios fueron el Diagnostic Interview Schedule for Children (DISC; Programa de entrevistas diagnósticas para niños, Costelo y cols., 1982, 6/55, 11 %), la Diagnostic Interview for Children and Adolescents. DSM-III Versión (DICA-R-C; Entrevista diagnóstica para niños y adolescentes, DSM-III-versión R; Reich y Welner, 1988, 5/55, 9%) y ellnterviewSf-"'.JYi. �., d/1. Fecha:

Hora de inicio:

Otro lugar de investigacióm:U �

Trastorno por déficit de atención e actividad Tipo: con r e Déficit de con predominio Hiperactivo-impulsivo Combinado Trastorno negativista desafiante Trastorno disocia! Aparición: Infancia, Adolescencia Gravedad: Leve, Moderado, Grave Abuso de sustancias Sustancia(s): -----------­ Fobia específica Tipo:--------------­ Fobia social Trastorno de ansiedad por separación Trastorno de ansiedad generalizada Trastorno obsesivo-compulsivo Trastorno por estrés postraumático Tipo: Agudo, Crónico Aparición: Regular, Retrasado Trastorno por estrés agudo

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Anorexia Bulimia Trastorno depresivo mayor Trastorno distímico Manía Hipomanía Enuresis Tipo: Nocturna. Diurna, Ambas �ncopresis Esquizofrenia Psicosis

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