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• Gabriel Apaza Chambi

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CEREMONIA DE LA LUZ Monición: Queridos niños y padres de familia. Hoy nos hemos reunido para compartir la fe que recibimos en el bautismo y descubrir el gran amor que Cristo nos tiene. Él viene a nuestro encuentro, para iluminar nuestra vida con su luz, para quitar todas las oscuridades, odios, rencores, injusticias, ligerezas, vicios que nos impiden ser luz para los demás. Iniciamos nuestra celebración cantando: Canto.

Momento de iniciación: Monición: Para recibir la luz del Señor, es necesario estar reconciliado con uno mismo, con los demás, con lo creado y con Dios. C. Jesús es Luz. Él debe iluminar nuestras vidas, para recibir a Jesús debemos preparar nuestro corazón, vamos a pedir perdón por las veces que no hemos permitido que su luz brille en nosotros. Cantamos: Esta es la Luz de Cristo.

C. Padres e hijos ¿Quién es la luz del mundo? T. ¡Cristo es la luz del mundo! C. ¿Qué les da Cristo? T. ¡La vida eterna! C. Si quieren entran a la vida eterna, debemos amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente y a los demás como Cristo nos ama.

M. El cirio pascual nos lleva al triunfo de Jesús sobre la muerte. Es la luz que brilla en las tinieblas. Invitamos a un papá y una mamá, para que enciendan sus velas en el cirio pascual, y volviendo a sus lugares trasmitan esa luz a todos los padres. Mientras tanto cantamos: Esta es la luz de Cristo

M. Niños, hoy sus padres les van a entregar una vela encendida, y ustedes van a renovar su compromiso de ser luz en su vida y esta luz ha de iluminar a los demás. Padres: “Hijo recibe esta luz, significa que Dios vive en ti, está en tu corazón y nunca abandona” Niños: Yo la recibo, y me comprometo a ser luz con mi vida cristiana.

Acto de Perdón: Papá: Por las veces que no he sido buen Padre, y me he dejado llevar por el egoísmo, inestabilidad y dureza de corazón. Tu que siempre nos perdonas… Mamá: Por nuestra falta de ternura y descuido en la formación cristiana de nuestra familia. Tu que siempre nos escuchas… Niño: Perdón por no ayudar a colaborar con mis compañeros, Padres y profesores. Tu que siempre nos ayudas…

Momento de la Palabra M. En el evangelio de San Mateo Jesús nos invita a ser luz del mundo y glorificar su nombre con nuestras obras. Lectura del Evangelio según San Mateo Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lampara para cubrirla con un cajón, por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor.

Reflexión.

Renovación de promesas bautismales. M. Estimadas familias en este momento vamos a renovar nuestros compromisos bautismales, ante cada pregunta responderemos con decisión.

C. Conscientes de su vocación cristiana, renueven, padres e hijos lo que realizaron el día en que fueron bautizados.

C. ¿Renuncian al espíritu del mal? T. Sí, renuncio. C. ¿Renuncian al pecado y a todas las obras de la oscuridad, odios, rencores, injusticias, ligerezas, vicios que nos impiden ser felices? T. Sí, renuncio.

C. Ahora, renovemos nuestra fe. M. respondemos: Sí, creo. C. ¿Creen en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra? T. Sí, creo C. ¿Creen en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor? T. Si, creo. C. ¿Creen en el Espíritu Santo, en la Iglesia católica, la comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, y en la resurrección de los muertos y la vida eterna? T. Sí creo

M. Los niños responden: Sí, prometo. C. Ahora queridas niños. ¿Prometen ser discípulos valientes de Jesús? Niños: sí prometo C. ¿Prometen que van a ayudar a todos, en la familia, en el colegio, a los amigos, y ser verdaderos discípulos de Jesús? Niños: Sí, prometo.

C. Terminemos esta Celebración que nos ha invitado a vivir en la esperanza diciendo juntos: Padre nuestro… Oración Final Señor Jesús, Luz del mundo, ponemos nuestras vidas y la de toda la humanidad en tus manos. Que este cirio encendido que llevamos a nuestros hogares nos recuerde el compromiso de ser portadores de Esperanza y anunciadores de tu Reino, te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.