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Casa N. Sou Fujimoto Equipo 1. Grupo 2.12. Hipólito González López. Jorge Rubio Ruiz Elena Calderón Baturone. Inmaculada

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Casa N. Sou Fujimoto Equipo 1. Grupo 2.12. Hipólito González López. Jorge Rubio Ruiz Elena Calderón Baturone. Inmaculada Estévez Begines Fotografía: vista de la Casa N en su entorno.

Historia La Casa N se sitúa en Ōita, capital de su región homónima, en la costa Noreste de Japón. Su economía se basa principalmente en la pesca, la industria, y cada vez más, en el comercio. A pesar de su desarrollo industrial (en las décadas 60 y 70) su potencial económico no se sale de las cifras habituales. Su densidad (949,35 hab/km2) y población (475.861 hab) son medias en relación con el resto de ciudades japonesas.

Sociedad El proyecto está en un entorno claramente regido por la cultura tradicional japonesa, en el cual destaca por la ruptura de la arquitectura tipo del lugar. Entre casas de varias alturas con cubiertas a cuatro aguas encontramos un gran cubo blanco y plano en todas sus caras. Este proyecto se construyó para un modelo de familia muy determinado, formado por una pareja joven y su mascota. En cuanto a su accesibilidad, cuenta con las facilidades habituales de una vivienda cotidiana, además con la comodidad de no tener alturas o escaleras.

Imagen: sección transversal de la Casa N.

Idea “Mi intención era hacer una arquitectura que no tratase del espacio o de la forma, sino que simplemente expresara la riqueza que hay entre la casa y la calle. Imaginen que, esencialmente, la casa y la cuidad no se diferencian tanto (…) solo son diferentes expresiones de una misma cosa: la ondulación del espacio primordial donde habitan los humanos.”

Sou Fujimoto.

Rompiendo los límites

Hasta ahora, la arquitectura urbana suele marcar un límite muy claro entre el interior y el exterior, entre lo privado y lo público. El edificio como lugar habitable, cálido, privado, en contraposición a la calle, como lugar público, de tránsito. En cambio, Fujimoto realiza una gradación en su proyecto que rompe con ese límite brusco entre dentro y fuera, diluyéndolo y convirtiéndolo en un todo.

Un proyecto natural En la Casa N, Fujimoto decide tratar la relación con la naturaleza de forma muy distinta a como se desarrolla en su entorno. En las manzanas contiguas a la

casa, la vegetación se desarrolla de forma habitual, es decir, los árboles se distribuyen a lo largo del acerado, ya en la zona pública, en la calle o jardines exteriores. Fujimoto, gracias a la ruptura ya comentada, integra de forma natural esa vegetación en su proyecto (concretamente en la zona limitada por la primera y segunda piel. Esta vegetación se basa en la colocación de varios árboles, ya que en el suelo evita el césped recubriendo la superficie con grava o madera en las zonas de más tránsito.

Blanco y luz Aunque Fujimoto realiza una arquitectura “blanca y recta” no pretende pertenecer a una línea racionalista, sino que juega con nuevos conceptos como los ya comentados, o también otros tan importantes como la luz, la cual parece inundar toda la casa, sin saber muy bien de donde procede, gracias a los grandes huecos que se desarrollan sobre las tres pieles. Esa blancura junto con la gran luminosidad y la gradación interior-exterior, logran el efecto que Fujimoto pretende conseguir en la Casa N. “Gradación, naturaleza y luz”.

Fotografía: vista interior la Casa N.

Tecnología En la Casa N, la estructura genera la propia forma del proyecto. Los cerramientos de este edificio se desarrollan gradualmente creando tres volúmenes con sus propias cubiertas. La cimentación se realiza con zapatas aisladas en diferentes zonas de los muros de carga. En cuanto a materiales: La estructura es entera de hormigón armado con grandes huecos de vidrio que permiten el paso de la luz. En la solería, en cambio, emplea madera (algo que aporta un toque tradicional); y grava en la zona externa (en la que se implantan los árboles).

Proyecto arq. En la Casa N tres cáscaras definen los espacios. La exterior dibuja el perímetro. Entre ésta y la segunda se genera un jardín semiinterior. Además, esa zona intermedia contiene una tercera que define una parte más íntima de la vivienda. Todo ello desarrollado en una sola altura. Además la forma en la que se generan los huecos rompe con los estándares habituales y se adapta a la naturaleza del proyecto. Con todo ello, la casa se abre a su entorno, recibiendo su influencia indirectamente.