Canciones Para El via Crucis

CANCIONES PARA EL VIA CRUCIS PERDONA A TU PUEBLO SEÑOR Perdona a tu pueblo Señor Perdona a tu pueblo Perdónale Señor No

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CANCIONES PARA EL VIA CRUCIS PERDONA A TU PUEBLO SEÑOR Perdona a tu pueblo Señor Perdona a tu pueblo Perdónale Señor No estés eternamente enojado (bis) Perdónale señor. Por tus profundas llagas tan crueles Por tus salivas y por tus hieles, perdónale Señor. Por tus heridas de pies y manos Por Los azotes tan inhumanos, perdónale Señor Por los tres clavos que te he clavado Por las espinas que te punzaron, perdónales Señor. Por las tres horas de agonía En que por madre diste a María, perdónale Señor. Por la abertura de tu costado No estés eternamente enojado, perdónale Señor. TE ACLAMAMOS ABOGADA Te aclamamos abogada Madre amada del Señor (bis) Bella rosa purpurina, peregrina del amor flor preciosa, trinitaria, pasionaria del dolor. Blanco lirio de belleza, de pureza sin igual que perfuma con su esencia, la existencia del mortal. Flor que excede de hermosura a la albura del jazmín flor que admira a robado el alado querubín. En tu cáliz sin mancilla flor sencilla se encarno el rocío que del cielo por consuelo descendió. Y guardaste misteriosa, pudorosa virginal esa prenda que yo adoro, el tesoro celestial. Y ese niño, que cuidabas, que tu amabas con ardor ese niño, admirado, fue llamado redentor. Blanco lirio, consagrado, salpicado de Jesús con la sangre que brotaba, en helada de la cruz. A la vista del calvario, del sudario del pesar ¡ay cubiertas! suspirabas comenzabas a llorar. SALVE, SALVE CANTABA MARIA Salve, Salve cantaba María, qué más pura que tú solo Dios y en el cielo una voz repetía: Más que tú solo Dios, solo Dios

Con torrente de luz que te inunda los Arcángeles besan tus pies, las estrellas tu frente circunda y hasta Dios complacido te ve. Pues llamándote pura y sin mancha de rodilla los mundos están y tu espíritu arroba y ensancha tanta fe, tanto amor, tanto afán. ¡Hay bendito el Señor que en la tierra! Pura y limpia le quiso formar Como forma el diamante, la sierra como cuajan las perlas del mar Y al mirarte entre el ser y la nada modelando tu cuerpo exclamo desde el vientre será inmaculada si del suyo nacer debo yo. Flores, flores las nubes derramen de la Virgen sin mancha en honor y su reina los cielos la llamen y lo hombres su madre y su amor. Ella pide virtudes por palma corazones por templo y altar para luz de sus ojos las almas que pretenden su amor cautivar.

PEQUÉ, PEQUÉ Pequé, pequé Dios mío; piedad, Señor, piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad; si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad. Por tus profundas llagas, piedad, Señor, piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad; si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad. Por tus heridas crueles, piedad, Señor, piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad; si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad. Por tu Corona Santa, piedad, Señor, piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad; si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad. Por tu preciosa Sangre, piedad, Señor, piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad; si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad. Por tu costado abierto, piedad, Señor, piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad; si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad. Por tu agonía Santa piedad, Señor, piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad; si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad. Por tu madre afligida; piedad, Señor, piedad. Si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad; si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad. AMEMONOS DE CORAZÓN Amémonos de corazón no de labios ni de oídos (bis) Para cuando Cristo venga, para cuando Cristo venga, nos encuentre preparados. (bis)

¿Cómo puedes tu orar enojado con tu hermano? (bis) Dios no oye la oración, Dios no oye la oración, si no te has reconciliado [bis] Un mandamiento nuevo os doy, nos améis unos a otros (bis) como yo os he amado, como yo os he amado, os améis también vosotros. (bis) Que recompensa tendrás, Cristo te lo ha preguntado (bis) Si te decides amar, si te decides a amar, solo para ser amado. (bis) DE RODILLAS De rodillas, Señor, de rodillas y en el polvo inclinada la frente, hoy venimos a ti Dios clemente, con amante y con fiel corazón.

Aquí estamos, Señor, aquí estamos anegados en llanto los ojos; que se acaben, Señor, tus enojos, pues que somos tus hijos, al fin. Que si un tiempo yo ingrato olvidara por el mundo tu amor y tus glorias lamentando tan tristes memorias, hoy humilde te pido perdón. Por tu amor alentados venimos que si tú eres Señor de señores, también eres Jesús, Dios de amores infinito en amar y en sufrir.