Caminando en El Espiritu Santo

CAMINANDO EN EL ESPIRITU SANTO Texto: Gálatas 5:16-26 Tema: Caminar en el Espíritu se puede vencer la naturaleza pecamin

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CAMINANDO EN EL ESPIRITU SANTO Texto: Gálatas 5:16-26 Tema: Caminar en el Espíritu se puede vencer la naturaleza pecaminosa Área: Educación Cristiana Propósito: Cada Creyente debe procurar caminar en el Espíritu y pueda desarrollar una intimidad con Dios. Diseño: Doctrinal I.

INTRODUCCION

Pablo escribe a los Gálatas vivan por el Espíritu y no sigan los deseos de la naturaleza pecaminosa ahora tienen la nueva naturaleza, que ha venido de pecaminosa

Cristo. Es que hablar de la naturaleza

es esa parte del espíritu humano que esta desprovisto del Espíritu Santo de Dios y

por lo tanto es esa parte que se rebela contra Dios. ¿Quien es el Espíritu Santo? Primero, el Espíritu Santo es Dios. Segundo, el Espíritu Santo es una persona. Santo. En Juan 16:13, donde el Señor habla acerca dela venida del Espíritu Santo, el pronombre personal “Él” es usado cinco veces. Al Espíritu Santo también se le atribuyen relaciones personales. El Espíritu Santo llevó a Jesús al desierto y tiene como propósito primordial de ministerio, glorificara Jesucristo. El Espíritu le dio testimonio a Pablo de las “prisiones y tribulaciones” que le esperaban en el futuro (Hechos 20:23). Más gratamente, las Escrituras también hablan sobre el compañerismo o comunión del Espíritu Santo (2 Corintios 13:14). Todo esto es evidencia convincente de que el Espíritu Santo no es un viento o una fuerza impersonal, sino Dios. Espíritu Santo. Cuando llega el momento de ser rectos ante Dios, la obra del Espíritu Santo es suficiente. Él lleva a los creyentes a rectitud con Dios, y no se necesitanada más. “Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad” (Romanos 8:26). Los creyentes no sabemos cómo debemos orar, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que las palabras no pueden expresar. El Espíritu Santo intercede por los santos de acuerdo con la voluntad de Dios. Diariamente, los creyentes que vivimos en la nueva dimensión del Espíritu todavía tenemos un pie en este mundo.

Aunque todavía no hemos sido librados de los dolores de esta vida, los santos tenemos el Espíritu Santo para asegurarnos que no seremos agobiados por la vida. El Espíritu Santo de Dios es el Paracleto de los creyentes, el Consolador, el que camina a nuestro lado para alentar a los hijos de Dios. Él es como un fiel entrenador, siempre animándonos; y cuando llegan los grandes desalientos y desilusiones, el Espíritu Santo habla vida y promesa. Incluso, otra idea sobre la personalidad del Espíritu Santo es revelada cuando hacemos un breve listado de Sus obras y ministerio. El Espíritu Santo… • Consuela (Juan 14:16). • Enseña (Juan 14:26). • Da testimonio de Jesucristo (Juan 15:26). • Guía (Juan 16:13). • Dirige (Romanos 8:14). • Intercede (Romanos 8:26). • Faculta a los creyentes para el servicio (Romanos 12; 1 Corintios 12; y 1 Pedro 4). • Glorifica a Jesucristo (Juan 16:14). I.

ALGUNAS CARACTERISTICAS DE LA NATURALEZA PECAMINOSA

La Biblia usa varias expresiones diferentes para describir el egocentrismo: «nuestra vieja naturaleza» (Romanos 6:6), «la naturaleza pecaminosa» (Gálatas 5:16–17, 24), la «naturaleza pecaminosa» (Romanos 7:18, 25), «la mentalidad pecaminosa» (Romanos 8:7; 1 Corintios 3:1–3). En esencia, es el yo quien quiere que todo y todos giren alrededor de él, un ego que coloca no a Dios sino a la misma persona en el centro y «que se haga no tu voluntad, sino la mía». Que sucede cuando viene a Cristo

Cristo dice: «Dámelo todo. No quiero tanto tu tiempo, ni tu dinero ni tu trabajo: te quiero a ti. No he venido para atormentar tu yo natural, sino para matarlo. La mitad de la medida no es nada bueno. No quiero cortar una rama aquí y otra rama allá. Quiero cortar todo el árbol. No quiero taladrar el diente, ni ponerle una corona o detener la caries, quiero sacarlo. Entrega todo tu ser natural, todos los deseos que consideres inocentes

como también los que consideras impíos, dalo todo en conjunto. En su lugar, te daré un nuevo yo. De hecho, te daré a Mí mismo: mi propia voluntad llegará a ser tuya».20 Cada creyente debe de estar consciente a lo que Pablo se refiere cuando dice que debemos luchar contra la naturaleza pecaminosa, hoy en día se está en esa constante lucha, hay cinco aspectos de la naturaleza pecaminosa de los cuales debemos saber según el libro Luchando con el Maniquí interno 1, de manera breve hare mención: a) Es heredada Adán peco, toda la humanidad después del lleva esa naturaleza pecaminosa, ya que a través del pecado de un hombre la muerte vino a todos los hombres (Rom.5:12). b) Orientada hacia la auto-complacencia Esta naturaleza dice: Yo lo quiero y no me importa cuánto cueste a quien dañe, coloca al ego en el centro y su preocupación más grande es agradarse así mismo claro lo expresa el apóstol Juan en 1 de juan 2:15-16. c) Es rebelión contra Dios y sus leyes No se somete a Dios y no es capaz de hacerlo (Romanos 8:59)2 el mundo de hoy no están de acuerdo con una ley absoluta ya que el postmodernismo puede hacer su propia ley es que todo aquel que peca es hostil a Dios y a su palabrad) La Carne vive en el engaño Es que el pecado nació precisamente del engaño, satanás engaño adán y a Eva en el huerto del Edén, de manera clara dijo Jeremías engañosos es el corazón y perverso ¿Quién lo conocerá? e) La naturaleza pecaminosa busca siempre ser la primera Ser el primero en todo y dice yo quiero ser reconocido, yo soy más importante. en los evangelios, Jesús un día sus discípulos Santiago y Juan le dijeron Maestro Parafraseando el texto, concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha y el otro a tu izquierda (Marcos 10:35-40), El volviendo a sus discípulos y hablo con ellos y les dijo

1

Libro Luchando con el Maniquí interno, en el libro de Doctrina del Espíritu Santo recopilación del Dr. David Cooper. 2 Todas las citas bíblicas son tomadas de la Versión Nueva versión Internacional

entre ustedes no debe ser así no sean como los del mundo porque aquí el que quiera ser grande deberá ser el servidor de todos.

II.

LA MEDICINA: CAMINAR POR EL ESPIRITU

a) La medicina al estar atrapado por la naturaleza pecaminosa es vivir y andar

con el

Espíritu (Gal. 16, 25) ¿Que significa Caminar en el Espíritu? toda la vida y cada aspecto está debe estar bajo su control y poder de Dios.

b) Significa tener nuestros pasos ordenados por el Espíritu Santo. Caminar en el Espíritu es continuar caminando con el Espíritu Santo, seguir su dirección, su liderazgo a esas grandes y pequeñas decisiones de la vida. III.

PASOS PARA CAMINAR EN EL ESPIRITU. ¿Como cristianos devotos surge esta interrogante como podemos caminar en el Espíritu? tres pasos que el Señor nos da para caminar en el Espíritu. a)

Crucificar la vieja vida. En Gálatas 5:24

Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos, cuando una persona llega a Cristo recibe una nueva naturaleza y ya lo viejo no debe tener control sobre el ese viejo hábito ya no lo deben controlar, en palabras del apóstol pablo debe vivir una vida crucificada. En la biblia hay consejos con respecto a esto hagan morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal inmoralidad, bajas pasiones, malos deseos, avaricia lo cual es idolatría. (Colosenses 3:5), Con Cristo estoy Juntamente Crucificado (Gal.2:20). Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo pueda vivir una persona nueva en nosotros 2 corintios 5:17. b) Cultivar el Fruto del Espíritu.

Que es lo que se debe cultivar para caminar en el Espíritu Aquí Pablo habla del fruto del Espíritu que el amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas. Por si cultivamos estas virtudes en nuestra vida eso es lo que va salir debemos. En Hechos 2:42, la Iglesia Primitiva se consagró en la doctrina de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y oraciones. Es en ese vivir en la comunidad de fe, en ese compañerismo del pueblo de Dios, en el estudio personal de las Escrituras, en la oración y búsqueda de Dios, es que desarrollamos la nueva vida. Así es como caminamos en el Espíritu, y, el resultado de eso es producir el fruto del Espíritu. c) Cooperar con el Espíritu Santo. Gálatas, (5:25, NVI).

Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu, debemos mantener buenas relaciones con el Espíritu, cooperar con el Espíritu es rendirnos a Él, ceder a su palabra, es que solo cuando caminamos con el Espíritu Santo podremos dar fruto. Entonces la clave para caminar con el Espíritu es un corazón dispuesto, sensibilidad, una disposición para obedecer los toques maravillosos del Espíritu Santo.

IV.

CONCLUSIONES a) La vida del creyente no debe ser una lucha contra la carne, deberíamos enfocarnos a cultivar el fruto del Espíritu Santo, deberíamos emplear todos nuestros recursos a desarrollar nuestra nueva vida, creciendo en gracia y conocimiento. b) No debemos vivir bajo una vida de legalismos, lo que necesitamos hacer es cultivar nuestro carácter y enriquecer nuestra vida crezca y se desarrolle en Cristo. c) Debemos concordar nuestra voz al sonido y al canto del Espíritu Santo y la Palabra de Dios es así como debemos sobrellevar nuestra vida, es así como caminamos en el Espíritu.

¿Qué le sucede a esta orientación pecaminosa al ego cuando nos hacemos cristianos? Según el Nuevo Testamento, en la conversión llegamos a ser nuevas criaturas en Cristo. Lo viejo ya ha pasado y todas las cosas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17). Hemos sido rescatados del reino de las tinieblas y transferidos al reino del Hijo de Dios (Colosenses 1:13). Debido a que Jesús es ahora el Rey de nuestra vida, estamos bajo una nueva administración. De hecho, nuestro yo ha sido crucificado con Cristo (Romanos 6:6). Pero aunque el viejo yo ya no reina más—pues es Cristo quien reina ahora—, aún está presente y nos llama a andar en la senda anterior del egocentrismo de la carne en lugar de andar en la senda del sacrificio y darnos a nosotros mismos en el Espíritu (Gálatas 5:16–17). Por eso los cristianos sinceros muchas veces viven en un estado de conflicto muy parecido al que Pablo describe en Romanos 7:22–23.18 «Porque en lo íntimo de mi ser me deleito en la ley de Dios; pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley». Atrapados por la lucha entre el nuevo y el viejo yo, aunque desean el bien están arrastrados hacia el mal. Como «el Señor Indeciso», el personaje de John Bunyan en El progreso del peregino [Pilgrim’s Progress], a veces se sienten ¡como una guerra civil caminante! Aunque han confesado a Jesús como Señor, él parece ser más un invitado. Cuando se es un invitado, como muchas veces lo soy cuando viajo, los anfitriones típicamente dicen: «Siéntase como en su casa». Son amables y hospitalarios, pero usted sabe que hay muchas cosas que hace en casa que no se le ocurriría hacer como invitado en otra casa. Por ejemplo, no insistiría en que cambien el color de la alfombra del cuarto donde lo han alojado. Tampoco entraría en el cuarto principal para hurgar entre las pertenencias personales de los anfitriones ni iría a su despacho a buscar papeles de impuestos del gobierno. Esa conducta sería completamente inapropiada, porque esa no es su casa; sencilla y llanamente, usted no es otra cosa que un invitado. Para muchos creyentes su relación con Cristo es de esta manera. Él ha traído gozo a sus hogares y los ha ayudado a arreglar su casa. Por tanto, es un

huésped invitado; de hecho, quieren que él se quede allí permanentemente. Pero siguen siendo los dueños de la casa y Jesús no es más que un invitado. Jesús no se contenta con ser un invitado. ¡Quiere ser el que preside, no un mero residente! Quiere intercambiar posiciones con nosotros de tal manera que él sea el anfitrión y nosotros los invitados. En efecto, quiere que firmemos el título de la propiedad y se lo traspasemos a él. Como Lewis lo expresa, «Usted pensó que se convertiría en una casita decente: pero él está construyendo un palacio. Él mismo intenta venir a vivir en ella».19