Breve Tratado Sobre El Fracaso

Breve Tratado Sobre el Fracaso/ Didier Andrés Castro Breve Tratado Sobre el Vacío 1 Breve Tratado Sobre el Vacío 2

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Breve Tratado Sobre el Fracaso/ Didier Andrés Castro

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Nota Este libro fue escrito por Didier Andrés Castro en una noche. Contiene todas las cosas que se le pasaron por la cabeza luego de caminar por varias semanas hasta llegar a su casa. Es un libro personal y ficticio, no tiene nada que ver con la condición humana o algún tema que se pudiera llamar universal. No hay ninguna verdad; sólo confusión y miedo. Fue mal escrito primero en New Hive. ¿Cómo llegó a esto? En abril de 2016 DAC le escribió un correo muy largo a L. mientras lloraba. L. nunca le contestó, pero le envió una foto por Snapchat con un poema. En junio de 2016 DAC Conoció a J. J. le leyó textos de Jung acerca de la depresión y la enfermedad psíquica. DAC interpretó luego de un viaje por la mitad del sur de América que esto le había ayudado. Breve Tratado Sobre el Vacío

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Recordó el poema que le envió L. era de Lola Nieto. En una noche de julio de 2016 DAC contestó correos y estuvo pasando el tiempo en Twitter. Comenzó a beber como a las diez. Este libro no lo cambió pero seguramente ahora es una persona distinta. Este libro lo dedica al momento en que fue escrito y a cualquiera que lo lea.

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Querido vacío: Las probabilidades de vivir en el presente parecen favorables. Hacia el oeste, el avance del imperio continúa David Foster Wallace

Que la felicidad que uno vanamente ha esperado/ comprenda que estos momentos que vivimos son benditos/ luchando/ amándonos/ construyendo nuestro ser indestructible. Ave Soul Jorge Pimentel

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A ti y a este momento

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BREVE TRATADO SOBRE EL FRACASO

Toda la vida frente a la computadora y no he construido nada todavía

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Esto es sobre la frustración y el fracaso. Suena youtube con canciones de Lavoe. De tanto en tanto llevo una botella de cerveza, que suman cinco, a la boca. Bebo, y estoy así, con mi rostro en dirección norte, cerrados los ojos y en medio de un baile solitario. La única luz es la del ordenador chocándome en la cara. Pienso que la vida es algo que no es esto, pero que también es esto.

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Llevo dos días leyendo libros de Jorge Pimentel y de Hora Zero. Llevo semanas tratando de entender el conversacionalismo y el neobarroco, no sé qué putas son. Bajo la ducha hoy pensaba que algo me hace falta, aunque en verdad no supe qué. Quizá me falta volver a sentir el vacío, porque estoy en definitiva feliz, me siento bien conmigo mismo. Sin embargo, no lo sé. Ester me ha dicho que mi voz suena distinta, llena de energía y eso parece bueno. Aunque en realidad baile solo, escriba y ría mientras aguanto el llanto. ¿Me hago entender? Algo así como tener sentimientos encontrados en todo Breve Tratado Sobre el Vacío

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momento. Un paso y una palabra, vuelta, giro, palabras, frases, vuelta, paso al frente, oración, punto y coma, todo esto, todo esto, todo esto.

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La cuestión es que Bolaño habla de Ave Soul, el libro que busqué por tanto tiempo, y que he leído no sé cuántas veces en no sé cuántos diferentes lugares, ese fue mi primer acercamiento. Él habla de ese libro y de otros que ahora tengo. Parece una irrealidad porque no caí en la cuenta de que cita distintas obras que leí y así hasta esta mañana mientras me tomaba un café; llevo las lecturas de la misma forma en que él las menciona. Eso me ha hecho gracia aunque es una trivialidad absoluta. Sucede que estaba yo sentado en la terminal de Lima esperando para salir Breve Tratado Sobre el Vacío

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hacia Tumbes, para cruzar la frontera con Ecuador y luego llegar a Quito para salir hacia Colombia, una ruta mortal que dura tres días y que hice básicamente con una fiebre que no era muy alta, pero sí muy molesta, y aunque no tuve alucinaciones mientras cruzaba el desierto sí me di a la tarea de pensar en todo esto, entre sueño y sueño, y tratar de entender por qué un libro que tanto quise de repente me habla sin saberlo, y despierta en mí algo romántico pero que no lo es en verdad. Pensé, “tenía el corazón a la mitad y ahora estoy bien”, aunque decir tenía es una exageración o un intento de tapar el sol con un dedo. En resumen, es así.

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Todo es sobre la poesía; la poesía y el fracaso. Sobre llorar mientras lees porque algo te agolpa de pronto; es bello y también triste. Proporciona alegría y frustración en igual medida. Hace que la frustración se sienta como un recinto de paz, no la angustia que es siempre, sino como algo que te hace feliz, como un sueño de la infancia. No hay mucho que se pueda hacer, es decir, estoy aquí, bailando solo en esta habitación al oeste de Cali, ¿qué más puedo hacer?, podría estar en otro lugar pero también en ninguno, estoy aquí, eso es aburrido o significativo de algún modo. ¿Debo Breve Tratado Sobre el Vacío

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estar feliz por estar aquí y no en otro? ¿Debo estar triste? No lo sé... No sé qué responder a nada, ni siquiera sé responder a la mujer que desde el fondo del cuarto me invita a su lado. No lo sé. En Lima vi llorar a Hinostroza, el poeta y astrólogo, su rostro se arrugaba a medida que un estudiante de secundaria en un homenaje a su nombre leía un poema sobre los huesos de su padre, sobre la muerte de su padre en el anonimato, la búsqueda de sus huesos y su cuerpo por todo Lima; sobre encontrarlo, el lamento y todas estas cosas que sonaban tan hermosas aunque eran increíblemente tristes. Kev, a mi lado, dijo, “es un gran poema”, y cuando terminó el estudiante de leer, él aplaudió más fuerte que yo que estaba observando el rostro Breve Tratado Sobre el Vacío

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acongojado de Hinostroza, su piel arrugada, sus cejas blancas y luego unas lágrimas mientras muchas personas grababan con sus teléfonos móviles. Todo era hermoso y trivial; triste y doloroso; esto también es frustración aunque sea un homenaje a su éxito, o quizá así lo quiera ver yo porque no hay sentido en un poema hermoso sobre la muerte de un padre. Ha causado tanto dolor, ha significado un cambio lamentable para la vida de alguien y que esto sea aplaudido como algo bello, cuando obviamente es una tragedia el hecho de que alguien muera en la calle y luego sea echado en una fosa común pues… Aunque sin esto no hubiera habido homenaje o quizá el estudiante hubiera leído otra cosa o Hinostroza no hubiera sentido necesidad de ahondar en la escritura y Breve Tratado Sobre el Vacío

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hubiera decidido seguir al lado de su padre, vivir y no escribir poemas tan fuertes y dolorosos que la gente disfruta mientras él llora. Quizás en el fondo lo disfrute también y en él esté la satisfacción y convicción de escribir algo valioso que tendrá la memoria de su padre viva; sus huesos y sus dolores vivos; la risa y su vida entera por el tiempo necesario. Así morir en la calle solo y en el anonimato sea un trazo fugaz de un hecho mucho más grande: su vida, su familia, su nombre, al cual se le rinde tributo a través de su hijo en la voz de un estudiante de secundaria. Aunque quién sabe, no hay mucho sentido en esto y tampoco debería tenerlo. Sólo el disfrute y el goce, la risa aunque se llore, la bebida aunque se esté solo, el baile aunque la Breve Tratado Sobre el Vacío

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vida este ahí punzante entre el alma y la música.

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De alguna forma la ironía llega. En privado escribe algo que recibo como aprecio; en público el insulto. Debo soportar esto y creer que es algo que debo aceptar. El camino es raro, y estoy así, entre esto y lo otro. Escribo largos correos a personas que aprecio para tratar de llamar su atención, para que me quieran, para que estén conmigo, para que me den algo de aprecio que ayude a no sentirme mal conmigo mismo, pero no mal porque me lamente, sino mal porque me siento malo y dudo de las acciones que tomo. Esto lo dice mucho Dorothea Lasky en sus poemas, ella escribe por ejemplo Porque digo cosas/ Breve Tratado Sobre el Vacío

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De la manera más sencilla posible Y me malinterpretan constantemente/ Porque incluso cuando tengo buenas intenciones/ Sigo siendo un criminal

Y quizá por eso la aprecio tanto. Quizá por eso llevo mucho tiempo siguiéndola y estando con ella en secreto. Ella es la mujer que me invita desde el lado más oscuro del cuarto. Me invita, voy y vengo, bailo torpemente porque me lleno de nervios, trato de aparentar que tropiezo para detenerme, y si la piso es porque estoy demasiado borracho o porque tengo un ataque de tos repentino. Es así, todo el tiempo. Volteo y está la página, las botellas y el piso helado aunque la temperatura ambiente es cálida. Quizá sólo deba tener a una chica sobre mis piernas para que me consienta y diga que me quiere, que Breve Tratado Sobre el Vacío

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soy de alguna forma valioso, que debo olvidar el pasado e ir adelante. Un tipo de cristiana que predica bienestar pero que es altamente sucia y pervertida y que me acompaña en estas jornadas en las que disfruto estar solo aunque a veces diga ¿para qué estar así? Sin embargo, estoy aquí para hablar de poesía, me desvío. Hoy he leído montones de poemas a los contactos de whatsapp y lo hago porque me abruma leer para mí solo literatura que al final del día no sirve para mucho. Cuando hablé con Yaxkin en Perú caí en cuenta de algo: la literatura puede hacer bien o mal. Depende. La literatura ayuda. Aunque yo no había creído eso de forma enfática, sí lo había sentido y me preguntaba qué podría significar esto. Yax estaba tan convencido de esto, de la contradicción Breve Tratado Sobre el Vacío

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de los escritores y de la búsqueda de esa poesía más humana o universal que me sentí aliviado e inmensamente lleno. No hablo yo nunca del cosmos o la naturaleza porque básicamente no los entiendo; hablo de lo aburrido y anodino que es estar encerrado en una habitación drogándose mientras te preguntas constantemente si eres o no una mala persona. Sobre la dificultad de encontrar un buen empleo y sobre sentirte inútil. He despreciado cosas buenas por sentirme lejos de algo como ser apreciado y más cerca de algo como ser tenido en menos. Soy así, quizá eso explique por qué estoy aquí solo o por qué me emociona más una conversación con un desconocido que con alguien que se acerca porque de alguna forma imagina quién soy. Breve Tratado Sobre el Vacío

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Dos desconocidos que se encuentran son sinceros aun en sus mentiras. Extraño algo verdadero o algo que lo sienta así. De esto van muchos poemas que son malos. Porque hay muchos poetas y poemas malos por todas partes. Yo los disfruto porque estoy convencido de que ese verso de Fogwill sobre los malos poetas es verdad... se necesitan muchos para que en ellos viva la poesía. Aunque esto es una trampa. Pero parece más honesto que creer en la figura redentora de las letras. Cuando voy a festivales o a reuniones de amigos siento la poesía allí aunque nada de lo que lean y escriban sea propiamente poesía o pueda decir que lo es. Sin embargo, la llamo poesía y digo enfáticamente que lo es, porque es poesía. Porque sucede lo mismo que con la vida. No puedo Breve Tratado Sobre el Vacío

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decir que esto que vivo sea lo que debería ser la vida, o que esto se supone que veo alrededor es lo que deba definir como vida, pero es la vida, y todo esto puede ser tan hermoso y caótico, tan vulgar y terrible. Y así, igual la poesía. Ella es todo el tiempo: Vive y se disputa. Vive y está ahí, en medio de la frustración y el ocio.

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Debo sentarme y contestar los correos que tengo atrasados, leer y escribir. Pienso en esto contantemente mientras reviso las notas que tomé y tengo apuntadas en hojas sueltas y en hojas que perdieron todo sentido en word. La bebida es siempre buena cuando se está solo. Bailar en la oscuridad y ser invitado a la frenética música sin ninguna restricción, también. A eso me doy o intento darme mientras estoy aquí. Youtube me acompaña. En los oídos la música, en la garganta la cerveza, el sudor en el cuerpo y las manos en el teclado. Es todo lo que hay, todo al mismo tiempo. Breve Tratado Sobre el Vacío

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Una noche más que se pasa en Cali mientras se golpean las paredes con los puños y se lame la sangre que sale de los nudillos. Un intento fallido. Un conjuro. Frustración y engaño. Libertad. Vida. Poesía. Palabras que se amontonan. Así se construye la literatura, sobre ideas generales y de interpretación que no son propias del texto sino de quien se enfrenta a él. Todo debe tener un significado, es así. Siempre lo buscamos. Aun de forma inconsciente. Encontrar ese significado es también una forma de pensar y fracaso. Y su forma nos dice quiénes somos. Quizá por eso el texto de Foster Wallace sobre los dos peces que se preguntan “¿Qué es el agua?” es tan importante para nosotros. Elegir un camino para pensar implica esfuerzo y eso no lo queremos. El asunto es Breve Tratado Sobre el Vacío

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que las palabras se amontonan y deberán aparentar un significado. Entre más razonable simule ser, será más valido, aunque el más absurdo resulte igual de convincente al final. ¿Qué hay de cierto en todo esto?, piensa en el Finnegans Wake de Joyce... ¿qué dice? Piensa en Huidobro y en toda la poesía que no entendemos, ¿qué dice? ¿En qué malgastamos nuestra vida para que al leerla no la entendamos de forma consiente?, o dicho de mejor manera, yo no la entienda, dios, es mi problema, lo sé, y trato siempre de endosarlo a todo el mundo. Me he quedado tan absorto e ignorante en los poemas de Mallarme que ni siquiera sé si tienen sentido, y cuando leo a Tao Lin o Jordan Castro creo entender más aunque me pregunte igualmente qué querrán decir. Aunque Breve Tratado Sobre el Vacío

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hay algo que sí entiendo o creo entender, un sentimiento o algo que se le parece. Como la ilusión de algo. Como si la poesía aumentara la realidad. Una aplicación que crea significados que cobran vida, y todo es así. Estas letras deberán crear un significado o deberán encontrar uno. Viven vacías para ser llenadas. Todo es así, y eso me enferma.

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Imagina esto, Marie Calloway está conmigo en una habitación habitación de hotel. La he atraído de alguna forma. Me la habría encontrado el día anterior en una librería. Digamos que le pregunté si podía besarla. Lo que sigue no podría explicarlo porque de alguna forma estoy en un rincón dándole a chupar los dedos mojados con los fluidos de su coño. Nos despedimos con un beso luego de ponernos esta cita. Ella ha venido a mi habitación, yo estoy cansado porque pasé toda la noche bebiendo, habré dormido a lo sumo tres horas, no puedo ni siquiera terminar el plato que pedí en el Breve Tratado Sobre el Vacío

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restaurante. Me siento mal y estoy con ella, mi delgado cuerpo sobre el cuerpo de Marie Calloway. La penetro, me pregunto si esto debería ser así. Estoy con una de mis escritoras favoritas, ¿es así cómo debería sentirse? Estoy enfermo, no tengo ánimos, pero lo hago. Marie Calloway me chupa la polla, le como el coño. Ella grita. Estamos encerrados en un cuarto de hotel que habría pagado con el dinero que recibí por la venta de un par de relatos a una revista. Es así como me encuentro en medio de la cama corriéndome sobre la boca de Marie Calloway. Me pregunto de nuevo mientras veo nuestros cuerpos en el espejo, ¿es así cómo debería ser?, ¿no debería haber dormido un poco antes?, si hubiera esperado un poco más, imagina, esperar a estar mejor. Quizá Breve Tratado Sobre el Vacío

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esté aún drogado por lo que tomé la noche anterior y me sienta proclive a estar más en mi cabeza que en el cuarto. Me recuesto, me meto bajo las sabanas con Marie Calloway porque siento frío. Hablamos. Le pregunto sobre su vida, ella me acaricia la cara, me besa, sonríe y me habla de forma sincera, o que parece sincera, sobre su vida, sobre sus problemas, sobre los tipos con los que ha tenido sexo, sobre sus crisis emocionales, sobre su medicación, sobre su escritura y lo que disfruta. Yo la veo a los ojos, toso de vez en cuando, me enternece y me excita, y aunque mi cuerpo está agotado se siente vivo, toda mi piel se siente viva. Esto no volverá a pasar, lo sé y ella lo sabe. Quizá por eso se vuelve algo íntimo. Hablamos desnudos bajo las Breve Tratado Sobre el Vacío

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mantas y ella sonríe y habla y juega y nos divertimos. El sexo no es lo mejor, pero la pasamos bien. Trato de hablar de mi vida para compensar pero no se me ocurre nada. Mejor me acerco, la toco, la beso y le como el coño de nuevo. Ella grita y yo disfruto, saboreo. Cierro los ojos y pienso que me gusta estar así, que podría no salir ni hacer nada más que quedarme allí con ella. Es divertido. Mi cuerpo está cansado y aunque debería ser un momento que se pudiera definir como pornográfico, es algo lindo y anodino y Marie Calloway y yo nos quedamos viendo a los ojos, sonriendo. Luego caminamos de la mano por una calle, ella toma un taxi y nos despedimos.

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Esto es importante de algún modo. La carta del tarot número doce pertenece a la figura de El colgado. Esto yo no lo sabía, de hecho lo aprendí de boca de J. quien me ha dicho que toda depresión es una enfermedad psíquica. A veces esto viene de forma natural al igual que muchas catástrofes ambientales, la psique, al igual que la naturaleza, busca equilibrio. La interpretación es hermosa. En la foto de perfil en facebook yo estaba puesto de cabeza, ella en un comentario puso la carta, como diciendo, “hey, mira, tu vida”. Esto me llamó la atención y hablamos una noche por mucho tiempo, ella me Breve Tratado Sobre el Vacío

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leía fragmentos de un libro sobre Jung y el tarot y yo no podía dejar de sentirme señalado. William Styron dice que el hilo conductor de la mayor parte de la literatura es la depresión, es más que un estado de ánimo bajo, es una enfermedad. “Estaba yo enfermo”, interpreté. De alguna manera, toda esta vida funciona bajo las acciones inconscientes, llenas de miedo y confusión de la psique. Cierro mis ojos, e inclino mi cabeza. Recuerdo. En Cali entré a un bar y me senté y bailé gran parte de la noche con una chica. No hice más que beber y bailar. No pronuncié ninguna palabra. Ella volvía a su mesa y yo a la mía acabada la canción, me quedaba en silencio. Fue una época extraña de mi vida. Hice esto mismo por semanas. A veces volvía a ser esta chica mi compañera, Breve Tratado Sobre el Vacío

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otras no. “Eres un tipo extraño”, me dijo una vez, fumábamos afuera. Moví la cabeza como diciendo, “¿y qué?” Comenzamos a tirar, lo hicimos por algunas semanas. Luego yo dejé de salir. Nunca le pregunté su nombre, ni su teléfono, nos encontrábamos siempre en los bares. En Cali uno siempre se encuentra a la misma gente en todos lados. Me vi de nuevo en ese estado y en esa vida antes de que J. viniera y me leyera lo que Jung decía sobre la enfermedad psíquica. Estaba huyendo de nuevo. Raquel Aragón escribió un relato sobre una chica que tiene un episodio de depresión o tristeza y frustración, en el relato fija su mirada, o parece darle importancia, a las paredes azules. En El tapiz amarillo, Perkins Gilman, dice exactamente lo mismo que Styron y Breve Tratado Sobre el Vacío

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Jung respecto a la depresión, ella fija la mirada en el tapiz amarillo casi de igual forma que Raquel Aragón. No sé absolutamente nada de Raquel salvo que ha escrito ese relato y me lo envió para compartirlo. En los sueños comienzan las responsabilidades, de Schwartz, la fijación se da no en una pared sino en una pantalla de cine. El hilo que lo une todo. El cuarto que nos encierra. Estar enfermo y la necesidad de sanar. ¿Qué sabemos de esto? La tormenta. El caos. Esto es bello. La intensidad es bella. La frustración es bella. El fracaso es bello. Todo absolutamente todo lo que en estas paredes oscurecidas vivo es bello. No hay nada que pueda conocer fuera de mí. Y sólo puedo cantar a la belleza de este estancamiento y ebriedad, porque cada átomo de mi cuerpo es tuyo Breve Tratado Sobre el Vacío

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también. Este fracaso de alguna forma nos une. Pero, ¿importa ahora que puedo levantarme y aplaudir porque he encontrado el amor?

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Prometo de forma sincera dejar esto. Volver a la mañana renovado y convertido en una especie de Pessoa menos ambicioso. Se acaba el dinero. Se acaba la música y las fuerzas. Se acaba la literatura y las ganas de leer. Se agotan los ojos. Se agota el cuerpo. Todo el ser que no es más que un cuerpo que se transporta a través del tiempo y el espacio se desvanece. Nos corona de fastidio y frustración. No hay nada aquí distinto a la juventud desperdiciada y ahogada en un vaso, empuñada en palabras, bits y canciones en medio de la niebla oscura. Prometo que volveré a la desilusión de Breve Tratado Sobre el Vacío

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la vida y que está felicidad que arrastro será pasajera porque no hay nada más triste que alguien feliz. Prometo que todo lo que soy se convertirá en un ave que muere estrellada en el parabrisas y que en lugar de lamentación recibirá insultos por estropear un auto relativamente nuevo de un tipo que después de mucho tiempo logra conseguir un empleo decente. Prometo que dejaré de caer en el abismo y conseguiré una vida, pediré perdón y haré lo posible por ser la persona que creo que soy, pero que no soy porque de otra forma no estaría aquí. Prometo que haré poesía de algún modo con mi vida y que toda signifique una vida y no una postura frente a ella. Que el camino estético sea sólo el medio para decir algo, como ahora esto es un medio para decir que tengo 29 Breve Tratado Sobre el Vacío

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años y he fracasado en todo. Esta es mi obra blanca que no la Obra negra de Arango porque Arango creía en la reivindicación y en la postura ideológica y yo sólo creo en el hedonismo estético y en el disfrute aun de lo más sórdido, porque esto también es humano; la basura es nuestra así como el amor y los asesinatos al medio día; las venganzas personales y las invitaciones a cenar. Prometo que construiré un puente que una mi alma y cabeza. Me tomaré un café y encenderé de nuevo un cigarrillo, pensaré que la muerte de alguien más por cáncer, que ver la muerte de alguien más a causa del cáncer, que ser espectador de ello no es razón para dejar algo que disfruté por tanto tiempo sentado en una esquina del barrio en que vivo. Me Breve Tratado Sobre el Vacío

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acuerdo que solía pedir un café en la esquina y quedarme viendo los autos luego de tener la cara metida entre un par de páginas que con el tiempo se convirtieron en un par de piernas y así, con expresión de “no-he-conseguidonada-en-la-vida-pero-vivo”, me iré caminando de un lugar a otro tropezando y divirtiéndome porque no hay más en todo esto. Estar solo me produce cierta satisfacción extraña, si estuviera con alguien probablemente debería actuar de forma racional y no estar gritando como lo hago ahora al escribir. Porque he gritado cada palabra desde el momento en que comencé esta página y he gritado nombres que no he escrito por temor a revelar mis verdaderos miedos. Y he escrito palabras que no grité para adornar mi silencio. Lo Breve Tratado Sobre el Vacío

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que pensaba Cage es cierto, el silencio no es tal, siempre algo lo llena; un ruido, una tos, algo que no es música pero que está ahí ahogado tras los acordes, al fondo y cuando la música cesa, se liberan, se revela la ilusión del silencio. El camino errado que existe y se revela igual aquí en estas palabras. Cuánto de esto ha sido en verdad lo que he querido decir y cuánto el silencio que se ha llenado con el ruido de la habitación. Con los pasos, con los gritos, con la respiración, con el sonido de las botellas, con la tos, con el tac tac tac del teclado, con los insultos cuando internet se cae. Cuánto de eso hay aquí. Es así, una y otra cosa, lo mismo y nada.

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Risas. Chuck Jones escribe una caricatura llamada From A to Z-Z-Z-Z en la que un chico llamado Ralph Phillips ve por la ventana de su salón de clases, se distrae constantemente, lleva su mente por lugares extraños. La maestra viene y le reprende. Le hace volver la mirada al tablero. El rostros de Ralph es el mío ahora en el reflejo de la ventana del bus que me trae de vuelta a Cali, la misma estúpida expresión alelada al otro lado del desierto, las montañas y el mar del Perú. Chuck Jones es uno de mis escritores favoritos. Por mucho tiempo vi caricaturas. Una de las lecciones Breve Tratado Sobre el Vacío

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narrativas de Jones va de la reacción ilógica a cualquier acción. De esto va cada capítulo de Bugs Bunny o El correcaminos. Una acción y una reacción ilógica, inesperada. Sólo dos movimientos para crear. No tres. Ni cuatro. Dos movimientos que crean la risa y el humor. Esto se repite de forma cíclica. El coyote, por ejemplo, enciende el cohete para seguir al correcaminos, todos entendemos la lógica, ir tras el ave, y esta lógica es lógica por el contexto, porque sabemos que le quiere atrapar. Hay un deseo. Pero el cohete sale disparado hacia arriba y estalla, que es ilógico pero también razonable. Esto me divierte mucho porque es como la vida. Es caer cuando todo lo has hecho en apariencia bien. La vida va en dos movimientos. Una acción y una reacción absurda. Lo Breve Tratado Sobre el Vacío

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demás son artificios narrativos. El tercer acto, el cuarto, la redención. Modos de crear e interpretar. El camino del héroe de Campbell, ya saben; caer y levantarse; irse y volver; redención. Nunca nada sucede así, todo es más bien como una maldita burla, como una caricatura. Y esto lo pienso ni siquiera sé por qué (un fracaso tras otro. Risas).

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Ya saben, es como sentir que se pierde algo para toda la vida. Hay esa sensación en el pecho que se siente como ser aplastado como una hormiga. Hay un deseo de salir y gritar y preguntar qué ha sido… qué ha pasado. Es como la muerte, míralo, está en un lugar al cual no podrás ir nunca y todo lo que rodea es un halo de rencor e ira. Darías tu vida, eso se siente, por recomponerlo. Pero qué más da. Es el fracaso. Tengo muchas pestañas puestas en el navegador y una de ellas es su blog. En otra hay algo de Wikipedia sobre Saunders. Sucede que Saunders un día dice, “bien, llevo Breve Tratado Sobre el Vacío

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estudiando y leyendo hace mucho, quizá pueda escribir algo, necesito tiempo”, él deja su empleo, le dice a su esposa que de alguna forma deberán acomodarse y esta, enamorada de su marido como está o tan acostumbrada, le dice, “está bien, me encargo de todo”. Saunders escribe Diez de Diciembre. Por el mismo tiempo, o cerca, está Donald Ray Pollock diciéndole a su esposa algo similar, con la diferencia de que Pollock no es una persona que pueda darse el lujo de no trabajar de la forma en que se lo da Saunders, Pollock le dice a su esposa que se dará un par de años para intentarlo, “ya sabes, siento que debo hacer esto”, le dice, y ella lo ve preocupada, “pero, ¿qué haremos?”, “puedes dejarme si no lo consigo”. Ambos al tomar estas decisiones ya son Breve Tratado Sobre el Vacío

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personas muy adultas. Donald Ray Pollock escribe Knockemstiff. Denis Johnson vive algo similar a lo que vivió Gary Moore, comienzan en un género y luego deciden trasladarse. Gary Moore deja el rock y se convierte en un blusero brillante, Johnson deja la poesía y escribe Hijo de Jesús. ¿Sabes? Una decisión. Un intento. Asumo que se ha fracaso en la vida y se tiene que huir a ese otro lugar, como si hubiera una necesidad interna de contar una historia distinta, de fingir que lo que está adentro no es más que una molesta espina clavada por la que lloramos y que, sin embargo, no queremos perder. Ahora se ha ido, para siempre. Se fracasa en la vida. Constantemente. Denis Johnson ha ido en aumento hasta escribir Árbol de humo, Saunders ha tomado ritmo, Pollock ha escrito ahora Breve Tratado Sobre el Vacío

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una aceptable novela. No podré decir nunca lo que quiero decir, ni estar en los lugares que quiero estar, ni estar con las personas que quiero estar. La vida es extremo corta y no se vive. Se está rodeado de estas paredes negras con la música tan alta y el cuerpo tan ocupado para no sentir. Para olvidar lo que ya no está. Aceptarlo. Levantar el rostro, ver hacia el oeste, sentir la brisa, y - mírame ahora- sonreír.

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Pregunté si podía besarla, ella me miró, dudo y luego dijo que sí o no dijo nada y yo me fui acercando. La besé, la abracé y luego estuvimos juntos. Ella leyó mi mente en algún momento. Teníamos poco tiempo. Duramos lo que han durado un par de canciones y una cerveza aquí en medio de esta oscuridad en la que su recuerdo me aborda. Aún sigo preguntándole si puedo hacer una cosa u otra. Pido permiso. Es divertido hacerlo. Fue por el tiempo en que llegué a esa ciudad. Caminamos por mucho tiempo y ella estuvo enseñándome los edificios del centro, contándome historias sobre Breve Tratado Sobre el Vacío

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diferentes calles y avenidas, sobre casas arruinadas y lugares embrujados. Nos sentamos en un bar, bebimos una cerveza casi tan fría como esta y nos abrazamos. Ese día el cielo estuvo nublado todo el tiempo, algunas veces sentí frío y otras no. Recuerdo que en una librería estaba con Yax y este me recomendó leer La Casa de Cartón de Martín Adán, lo busqué en las librerías de Quilca, en Lima, pero no lo encontré. Ahora esta chica me envía fotografías de ese libro cada noche.

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Aunque no es suficiente. No importa que tan borracho me ponga, o cuánto anhele volver para gritar a los viejos amores todo lo que he querido decirles sobre cuánto di, cuánto oculté, sobre cuánto he merecido su odio o su perdón. Reunirme bajo un mismo techo con todos mis escritores favoritos para gritarles en la cara cuánto los odio, luego salir caminando hacia la avenida y no detenerme nunca. Doy vueltas en la habitación. En algún momento me detendré a vomitar y caeré dormido. Una ficción nueva para sentirme bien conmigo mismo. Aunque creo no me siento mal en este Breve Tratado Sobre el Vacío

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momento. Ni siquiera estoy seguro de sentir algo. Tengo la oscuridad, esta botella vacía y la música; no me siento mal. No estoy seguro de lo que siento, pero mal no estoy. Estoy bien; feliz, supongo. Abrazado a mi alma. Contemplando el vacío y sonriendo. Sintiendo que perdí todo lo que siempre quise tener. Aceptando esta vida que vivo. Guardando en mi interior la visión de Monelle al fondo del cuarto mientras me enseña a querer. Escudriñando los libros que he recibido por correo, saltando páginas, leyendo líneas adrede y luego publicándolas en facebook. Imaginando que M. Y. algún día vuelva a hablarme y a tratarme como su amigo porque yo la tomo como tal, porque la amo y si pudiera darle más se lo daría. Porque estoy así, recordando las formas de repetir una Breve Tratado Sobre el Vacío

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frase para que el poema no pierda su fuerza. Como el "Ay de mí" de Héctor Hernández, o el "yo me acuerdo" de Perec... Recursos tan simples pero efectivos. Mi amor a los que no ven estas cosas o las aprecian de la forma en que yo las aprecio. A los que no se aglomeran a la salida de las presentaciones de libros para buscar compañía. Recuerda el principio de la escritura lirica de Cioran y sonríe. Siempre hay una primera vez, como el poema que escribí con A. sobre la “Primera vez”. Pobre de mí, por escribir todo esto y plagiar como lo he hecho. Por el recuerdo del niño que fui. Por recurrir a esto y caer en el vicio y la procrastinación. Recuerdo cuando caí por unas escaleras y me levanté adolorido y fui a casa, me quedé dormido y nunca se lo dije a nadie. Breve Tratado Sobre el Vacío

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Esto es casi igual. Escribo esto en el tiempo de la felicidad y no de las lamentaciones. Porque la felicidad me inunda. La incandescente oscuridad que de mí emerge rodea todo. Soy yo y mis manos en el teclado y mis pasos en suelo y mis oídos en la música y mi cabeza en el olvido de toda tristeza. Porque caigo y esto es hermoso como lo es cada persona que he conocido. Aun las que me han insultado. Todo mi amor a ellas. todo mi amor al vacío que me consume en esta habitación al oeste de Cali, al calor que me asfixia, toda alegría por esta fortaleza que me embarga y toda pasión por Jade a quien dedico cada palabra hasta ahora.

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Vos no sabés qué es la soledad. Pasas el tiempo con tus amigos y escribís en twitter que estás solo, que te sientes solo, ¿quién no ha sentido aquello? Nunca te has quedado sin nadie alrededor luego de perderlo todo. Nunca has estado en una habitación oscura sin ninguna luz en el camino. Huyes cuando ves aproximarse ese momento. Ocupas tu mente. Decís, estoy solo, desde la habitación en la que te preparas para ir de fiesta. Tomás el auto y salís. Decís, hago esto porque no tengo nada que hacer, y no te juzgo, lo haría si lo quisiera, pero ya estuve ahí. La soledad es otra cosa, otra cosa Breve Tratado Sobre el Vacío

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que no tiene que ver con lo que sientes. Se puede estar feliz y en soledad, vivir en soledad sin que signifique un emoticón desgastado en whatsapp, ¿lo entendés? no es decir te extraño y nunca estar para verme, la soledad es eso, es tener palabras pero ausencia de todo lo demás, es contestar correos a la dos de la mañana cargándote todo el café que encuentres, es estar bailando y sonriendo, girando en la habitación deseando hacer algo con tu vida antes de morir. Porque la soledad es como un refugio del mundo. La soledad no implica tristeza aunque lo parezca y la sientas. Vos te afanás por llenar el vacío en vez de hundirte en él, ¿qué sabés?, dime, de estar frustrado si nunca has tenido que ver llorar a tus padres porque no hay nada en la mesa, si no te has tenido que tragar el odio de Breve Tratado Sobre el Vacío

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las personas que quisiste, ¿qué sabés vos?, la soledad es esto, es estar aquí, es saber que no se tiene sino a uno mismo y aceptarlo de alguna manera. Batallar con cada pensamiento, pasas tiempo fuera tratando de distraerte, porque pensás, así me siento menos solo, y luego te das cuenta que no es verdad, no hay menos soledad o menos frustración. No hay menos nada porque es todo lo que somos. ¿Lo has notado?, ¿vos te has dado cuenta de ello?, dímelo, ya que nunca has metido las manos para construir nada, te diré dónde está la soledad y la frustración, en las Flores amarillas de Carver, en Bukowski dentro de una habitación junto a su máquina de escribir luego de ser echado de su empleo, está en toda la poesía que vale la pena, porque requiere vaciarse y estar ahí, sin nada Breve Tratado Sobre el Vacío

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más, está en Wallace colgado del techo de su casa, está en la muerte de Poe, está en cada relato de McCullers, ¿lo ves?, está e Woolf, en Lin, en Calloway, está en la búsqueda, está en el Tractatus y está en todo lo que implica crear, la soledad también es una vida, no sé si una enfermedad, pero es nuestra vida, y no lo ves, no la aceptás. Te crees mejor cuando sales el verano a la playa y no cuando debes quedarte en la habitación a ver las paredes blancas desgarrarse y caerse sobre ti. Por eso las luces apagadas ahora mismo, ¿sabés? quisiera poder explicarte pero no puedo, sonreís a causa de alguien más, estás lejos y no querrás estar en un lugar como este, y no te juzgo, sólo detente, porque vos y las publicaciones en facebook me enferman, la próxima vez que te sintás Breve Tratado Sobre el Vacío

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como una persona sola, no huyas, pon un disco, apaga la luz y baila, siente tu cuerpo derrumbarse y llorar, ahógate en la incertidumbre de todo, y luego sal y tira con alguien, emborráchate sabiendo que te tenés a vos mismo, a vos únicamente, a nadie más, entonces sonríe y di: estoy solo, y disfrútalo.

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De alguna forma esto tiene que acabar. En mi ventana despunta el alba y la odio. Podría tirarme al suelo, cerrar los ojos y comenzar a reír. Llevarme las manos a la cara y en esa oscuridad ver los rostros de todas las personas que me han amado y de alguna forma sentirme agradecido. Luego dormir, quedar inconsciente en una bruma aún más oscura y en un silencio mucho más ruidoso. Pero no es esto lo que hago, tomo un libro y leo un poema en voz alta, camino descalzo y con los cabellos revueltos. Y teniendo dentro de mí esta misma sensación, golpeándome una y otra vez, me lanzo Breve Tratado Sobre el Vacío

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fuera. La habitación termina por aclararse con el día y la música cesa.

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