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BRAUDEL Fernand. “Imperio y Monarquía en el siglo XVI”. en: Entorno al Mediterráneo. Paidos, Barcelona, 1997. Rubens Vanderlan Oliveira Santos

“Imperio y Monarquía en el Siglo XVI” es un texto escrito por el historiador francés Fernand Braudel y publicado más de una década después de su muerte en el libro “Entorno al Mediterráneo”. Sin embargo, el acercamiento a cualquier trabajo escrito por este autor necesita de una mínima referencia sobre su actuación dentro de la historiografía del siglo XX. Director de la revista francesa Annales d'histoire économique et sociale entre los años de 1956 y 1968, la contribución de Fernand Braudel es enorme y va desde artículos a libros publicados en diferentes idiomas. Además de su trabajo como profesor, investigador y creador de varias instituciones, Braudel puede ser considerado uno de los historiadores que más y mejor estudió el mundo Mediterráneo. Para la historiografía sus conceptos de tiempos históricos, a pesar de haber sufrido un gran número de críticas, todavía se configura como una de las principales herramientas de interpretación histórica. En este sentido, entendiendo que el siglos XVI de Europa está íntimamente relacionado con la sociedad, la economía y la política mediterránea, nada mejor que analizar el texto de un historiador que alberga tan buenas calidades. El capítulo que aquí será expuesto se inscribe dentro de un marco temporal muy específico: 1500, año del nacimiento del futuro Carlos V a 1598, año de la muerte de Felipe II. Este es el período de la máxima expresión de España como fuerza imperial, así como también, la época en que se ubican los individuos y los hechos que dan forma a lo que se conoce como la leyenda negra de España (GARCIA, 1998). Según Braudel la historia del mundo puede ser vista desde diferentes puntos y desde cada posición se producirá una historia distinta, así el presente apartado es una mirada de los movimientos políticos de Europa Occidental desde la posición de España, más precisamente, desde la actuación del emperador Carlos V y su hijo el rey Felipe II. Acerca de Carlos V, Braudel hace un examen partiendo desde su nacimiento hasta su muerte abordando tanto el personaje como su actuación política. Este autor nos cuenta que

al contrario de lo que suele decirse, la configuración del imperio español del siglo XVI no sólo fue fruto del azar. La masa de territorios aglutinada bajo el dominio de Castilla fue resultado de una exitosa política de casamientos, o como dijo Perry Anderson, de una precisa política diplomática puesta en práctica desde el período de unión de los Reyes Católicos. Sumado a eso, el nacimiento del imperio sólo fue posible ante una coyuntura donde el mundo político se estructuraba y se defendía por medio de los imperios. En el caso de Europa Occidental, en el siglo XVI los turcos se eran vistos como la gran amenaza externa. Pero el imperio turco no fue el único enemigo de España en este siglo. El sueño de un imperio universal también fue compartido con otros monarcas, y Francisco I, el gran adversario de Carlos V, será el artífice de una compleja disputa entre Francia y España donde estas dos potencias buscaban el lugar central en Europa. Más al Norte del continente el emperador Carlos V tuvo que solucionar los problemas generados por los nobles alemanes y el protestantismo. Este período es tan difícil que, según Braudel, en la década de 1550 Carlos V es obligado a sostener tres guerras al mismo tiempo, contra los turcos, los alemanes y contra el cristianismo rey. Igualmente, en lo que se refiere a las posiciones españolas en América, el emperador tiene que coordinar acciones de control sobre los descubridores y conquistadores, garantizando la máxima expansión territorial. Haciendo un balance general Braudel destaca que la resistencia ante al dominio turco, el juego de fuerzas con Francia, el control de Italia, el aparente control de los Países Bajos y la amistad con Inglaterra, como también el triunfo en América y Alemania, fueron puntos positivos en la trayectoria política de Carlos V. En lo que toca a su vida particular, el autor señala las abdicaciones y su encerramiento en Yuste como una actitud de desapego digna de alguien de valor y grandeza de alma. En el caso de sucesor de Carlos V, Braudel se detiene más en los aspectos personales de su vida, intentando concentrar su mirada entre el hombre y los eventos que le caracterizaron. En lo que toca al campo político, la trayectoria de Felipe II fue marcada por una serie de acontecimientos dignos de un imperio que concentraba una enorme cantidad de territorios y una posición angular en la historia del mundo. La guerra contra Inglaterra y Francia, la conquista de Portugal, los problemas con los nobles en los Países Bajos e Italia, la ruptura

con el capital genovés y los metales americanos son algunos de los acontecimientos abordados por Braudel. En su balance general, así como en caso de Carlos V, el autor concluye que Felipe II cumplió con su deber hasta el fin. En su muerte España seguía siendo una gran potencia cuyo poder se reflejaba en la historia del mundo. Además, él destaca que el gran fracaso de Felipe no fue la derrota de la invencible, sino el paso del cabo de la Buena Esperanza por los navíos holandeses. En otras palabras, fue el desplazamiento del centro económico concentrado en Sevilla y Lisboa hacia el Norte. La leyenda negra de España promovida por un gran número de intelectuales y enemigos de este país ha despertado el interés de la historiografía en diferentes momentos. En este sentido el texto de Fernan Braudel no pretende ser una biografía de Carlos V y Felipe II. Este autor al abdicar de la función de psicoanalista y juez, papel muy presente en los biografistas, elabora un trabajo histórico en donde los personajes y sus acciones políticas están ubicados en su tiempo. Queda muy claro que el intento del autor es dar a Carlos V y Felipe II sus lados humanos y políticos muchas veces olvidados por los “caprichos de la historiografía”.

Bibliografía: GARCÍA Cárcel, Ricardo. La Leyenda Negra: historia y opinión. Editorial Alianza: Madrid, 1998.