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Bordes urbanos: una pregunta desde el crecimiento de las ciudades hacia la concepción de una categoría para el análisis y la proyectación de territorios urbanos Natalia C. Villamizar-Duarte, Jeny Stephany Luna Sánchez

RESUMEN Los bordes urbanos son un tema de importancia en la actualidad, su significado, aún en construcción, es un tema de debate tanto en el ámbito teórico como en el de la práctica arquitectónica y urbana. Considerando la necesidad de definir nuevas categorías para entender la ciudad y los fenómenos urbanos en un contexto de crecimiento incuestionable de los territorios urbanos, surge la pregunta por la definición del concepto “bordes urbanos” como una nueva categoría territorial asociada a significados múltiples y dinámicos. Este documento, se dirige a precisar algunas preguntas que orienten el debate sobre la conceptualización del borde urbano como categoría de análisis y proyectación de territorios urbanizados, a partir de las preguntas surgidas en el marco del Seminario de Bordes Urbanos: Procesos Territoriales Colombia, Chile, Gran Bretaña, India, China, España, realizado del 30 de abril al 4 de mayo de 2012.

Palabras Clave — Bordes Urbanos, Ciudad Contemporánea, Procesos Territoriales, Proyecto Urbano.

I.

INTRODUCCIÓN

Los actuales procesos de globalización y urbanización han generado cambios sin precedentes en las formas de ocupación y transformación de los territorios; estos cambios han causado, entre otros, una creciente preocupación por la configuración de redes y sistemas, tanto físicos como virtuales, que permitan un constante intercambio de bienes, de información, de personas, de conocimiento, entre otros. Estás dinámica de intercambio están generando nuevos retos y nuevas necesidades en diferentes campos; en el caso especifico de las ciudades, hay por ejemplo una creciente preocupación por mejorar las condiciones de movilidad, de comunicación y de Natalia C. Villamizar-Duarte: [email protected], Profesor Escuela de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Nacional de Colombia. Jeny Stephany Luna Sánchez: [email protected], Arquitecta, Universidad Nacional de Colombia.

dotación a su interior y con territorios estratégicos para su desarrollo y posicionamiento en las redes globales de ciudades. En este contexto, han surgido preocupaciones, desde la sociedad y la academia, que abren camino para la exploración de temas de carácter estratégico por su condición dinámica, como es el caso de los bordes urbanos, planteados como espacios de diferencia, de contacto, de encuentro, entre otros. En este sentido, la formulación del borde urbano, como un problema o tema de investigación implica, necesariamente, revisar las diversas definiciones que se han elaborado sobre el borde urbano como concepto teórico y espacio físico diferenciado. En el actual contexto social y económico, el estudio sobre la del borde como espacio físico identificable en los territorios urbanos, conlleva a la observación de procesos urbanos de diversa naturaleza como la expansión, la densificación de áreas centrales, la consolidación de nuevas centralidades, la incorporación de áreas informales, la articulación funcional y física con áreas rurales al interior de las ciudades, las relación funcional y física con otros territorios regionales, etc. Al tratar el borde como problema de investigación y proyectación para las disciplinas de arquitectura y urbanismo, se propone avanzar en la indagación del borde como espacio intermedio entre categorías ya manejadas y conocidas como espacio construido, espacio vacio, espacio privado, espacio público, espacio colectivo, área urbana, área rural, espacio natural, etc. Este documento de trabajo propone avanzar en esa indagación a partir de las reflexiones académicas alrededor del tema de los bordes urbanos presentadas en el Seminario Bordes Urbanos: Procesos Territoriales 1; en donde se evidenció la multiplicidad de enfoques asociados al concepto borde desde diferentes disciplinas. Aquí, se propone establecer este concepto como una categoría territorial que requiere ser analizada y proyectada desde las especificidades propias de su condición múltiple. 1 Seminario Bordes Urbanos: Procesos Territoriales Colombia, Chile, Gran Bretaña, India, China, España; realizado en marzo de 2012 organizado por el Instituto Hábitat, Ciudad y Territorio y por la Red Arquitectura del Territorio.

2 II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA: EL BORDE URBANO COMO CONCEPTO

En el contexto actual de crecimiento y expansión urbana, la definición de los bordes de las ciudades se ha convertido en un tema de significativa importancia tanto para gobiernos urbanos como para habitantes de la ciudad. El borde urbano involucra problemas de dotación de infraestructuras, de servicios, de vivienda, de localización de actividades productivas, de oportunidades de rentabilidad privada y de financiamiento urbano. Estas ―oportunidades‖ envuelven también una serie de problemáticas de tipo social, ambiental, económico y político que genera enfrentamientos entre los diversos actores involucrados. Y es tal vez, precisamente por ser ese espacio en donde convergen tan diversos intereses, el significado de borde urbano, aún en construcción, es un constante tema de debate tanto en el ámbito teórico como práctico. En este sentido y considerando la necesidad de definir nuevas categorías para entender los territorios urbanos en un contexto de crecimiento permanente, surge la propuesta de establecer el borde urbano como categoría territorial que asocia múltiples significados y dimensiones en un proceso de transformación reiterado. Desde el ámbito disciplinar de la arquitectura y más específicamente del urbanismo, diversos autores han planteado definiciones alternativas para el concepto de borde (peri urbano e intraurbano) uno de los más conocidos y aceptados es la definición dada por Kevin Lynch (1959): “BORDES: son los elementos lineales que el observador no usa o considera sendas. Es el límite entre dos fases, rupturas lineales de la continuidad, como ser vías del ferrocarril, bordes de desarrollo, muros. Estos bordes pueden ser suturas (líneas según las cuales se relacionan y unen dos regiones)”. Esta definición, desde un enfoque perceptual, presenta el borde como una línea que separa dos espacios social y físicamente diferenciados y constituye bien sea un ruptura o una sutura de la continuidad urbana. Otros autores se han acercado al problema de los bordes urbanos definiéndolo como una interfase 2 entre dos tipos geográficos, que en este caso específico se referiría a las áreas urbanas y las áreas rurales (Barsky, 2005). Esta definición del borde como interfase implica un enfoque que involucra múltiples dimensiones que necesariamente deben sobrepasar los tradicionales del urbanismo y la planificación territorial. En este ejercicio multidisciplinar, el borde urbano ha recibido diversas denominaciones como ―periferia urbana‖, ―frontera campo-ciudad‖-, ―borde urbano / periurbano‖, ―contorno de ciudad‖, ―extrarradio‖, ―exurbia‖, etc. (Barsky, 2005). En la mayoría de los casos estas definiciones coinciden en presentar el borde como un territorio en permanente trasformación, muy 2 Interfase: 2. f. Fís. y Quím. Superficie de separación entre dos fases (Real Academia de la Lengua Española, disponible en http://lema.rae.es/drae/?val=interfase, visitado en julio 30 de 2012)

heterogéneo en sus procesos de ocupación y en sus características ambientales y sociales. Para finales del siglo XIX las periferias de las áreas urbanas presentaron tales procesos de transformación que han llevado a la definición del borde urbano como un problema de estudio e investigación. En el contexto anglosajón, la idea clásica de ciudad demarcaba claramente la diferencia entre lo rural y lo urbano, y los bordes urbanos se configuraron como un símbolo de seguridad. La idea de contener la ciudad y lo urbano ha sido un tema constante en la definición de políticas y decisiones de planeamiento desde el siglo XVIII. En el siglo XIX el crecimiento de las ciudades industriales bajo un mínimo de intervención estatal genero un panorama de caos y un paisaje urbano producto de las decisiones e intereses privados sin ningún tipo de planeamiento. En este proceso de crecimiento sin límites los bordes de la ciudad dejaron de ser esa línea caramente definida de tiempos anteriores y empezó a ser difícil determinar en donde terminaban las ciudades. Hacia 1910 surgen disciplinas de planeación con la idea de generar ciudades planificadas. Posteriormente, a finales de los años 40s se establece una política que plantea una fusión entre la ciudad y las áreas rurales circundantes mediante un cinturón verde generando regiones urbanas que intentan mantener una relación organizada entre ciudad y campo, en donde se busca preservar las áreas agrícolas que garantizan una seguridad alimentaria de las ciudades y al mismo tiempo contener el crecimiento y mantener el carácter urbano de las mismas. La estrategia de implementar un cinturón verde como borde urbano fue el resultado de decisiones de planeamiento sobre el rápido proceso de urbanización (Gunn, 2012). En el contexto norteamericano se generaron procesos de desplazamiento de la industria y otros usos urbanos, se dio una notable extensión de redes de comunicación y transporte, y algunos segmentos de población con mayor capacidad económica revaloraron el medio natural como entorno residencial y generaron nuevos patrones de urbanización suburbana (Barsky, 2005). En América Latina, las periferias de muchas de sus grandes ciudades han sido objeto de dinámicas de urbanización en muchos casos de tipo informal. Estos territorios han recibido gran parte del alto crecimiento demográfico y de los procesos de migración desde áreas rurales hacia la ciudad, experimentadas desde mediados del siglo XIX. En el caso chileno, el inicio del nuevo siglo se ha caracterizado por un proceso de crecimiento a partir de expansiones urbanas desarrolladas mediante grandes piezas que se conforman como fragmentos. En el caso específico de Santiago, estas expansiones se han dado hacia las zonas norte sur de la región metropolitana. Esta expansión urbana se ha dado bajo un modelo de desarrollo suburbano en áreas de alto valor ambiental pero que cuentan con poca oferta de estructuras urbanas, infraestructuras o equipamientos. Estos nuevos desarrollos ofrecen un tipo de ciudad asociado a la naturaleza

3 y a una vida de lujo a costas de la incorporación como suelo urbano de miles de hectáreas anteriormente rurales. Bajo este modelo de desarrollo la idea de borde se diluye en una expansión sin fin de áreas urbanas (Torres, 2012). El caso de sur de Asia es mucho más impresionante con uno de los procesos de urbanización más rápidos del mundo. China e india tienen hoy las ciudades de mayor tamaño en el mundo y el mayor número de grandes ciudades (Mumbai 18.4 millones de habitantes, Delhi 16.4 millos, Calcuta 14.1 millones), todas ellas ambicionando convertirse en ciudades globales. Estas regiones presentan también los índices de densidad de población más altos del mundo y una gran mayoría de este crecimiento se está concentrando en las periferias de las ciudades que han ido expandiendo sus fronteras hacia los territorios circundantes transformando drásticamente unos bordes urbanos que cada vez son más difusos. A pesar del crecimiento de las grandes áreas urbanas los mayores indicadores de expansión se registran en las ciudades intermedias que están creciendo de tal manera que empiezan a conformar unas vastas regiones urbanas (Kidambi, 2012). China está experimentando un cambio importante sus formas tradicionales de desarrollo urbano, sus ciudades están creciendo a un ritmo excepcional (Shanghái 23 millones de habitantes, Beijing 19.6 millones, Chengdu 14 millones), experimentado su mayor apogeo económico desde los años 60s pero siempre han sido vistas como diferentes del campo y como centro de producción cultural, un símbolo de modernidad y por lo tanto un símbolo de lo foráneo, en este contexto entender los bordes implica entender procesos más complejos que involucran dimensiones económicas, sociales, culturales, políticas, ente otras. La urbanización es un proceso que no es necesariamente lineal dado que se ve afectado por diversos eventos: industrialización, modernización, desastres, guerras, etc., que promueven procesos de urbanización a partir de la transformación de áreas existentes o el crecimiento por expansión a partir de la construcción de proyectos de distritos empresariales, distritos culturales y de entretenimiento, aeropuertos, infraestructuras, grandes áreas residenciales, etc. En china la construcción de regiones súrbanas esta redefiniendo el espacio en donde se encuentran la ciudad y lo rural, el espacio del borde urbano (Lincoln, 2012). En diversos contextos, la realidad territorial del borde hoy lo ha mostrado como un elemento menos definido, más difuso; menos línea y más como una franja, un espacio en donde convergen y coexisten diversas dinámicas sociales, económicas y ambientales en un continuo urbano-rural que tiene diversos niveles de relación con la ciudad y el territorio circundante. Esta condición ha planteado la necesidad de superar la idea de límite (al interior de áreas urbanas, entre áreas urbanas y rurales, entre áreas naturales de diversas características, etc.) como una condición física, esto implica incluir en la reflexión otras dimensiones de conocimiento que aporten al estudio de este elemento, que hoy por hoy, es

crucial para comprender las dinámicas de urbanización a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI, que ha generado una serie de desequilibrios territoriales que se manifiestan en un deterioro ambiental y en el constante conflicto social y de intereses de diversos actores (Talavera, H., Villamizar, N., 2012) Pero estas manifestaciones requieren empezar a estudiarse desde el entendimiento de la relación entre los bordes físicos y el borde como concepto político, tradicionalmente las decisiones políticas de desarrollo urbano, de crecimiento económico, de productividad, de seguridad, entre otras; han dado forma a los bordes de nuestras ciudades, en algunos momentos a través de arquitecturas y en otros a través de procesos de ocupación de tipo más espontáneo. Si esta relación se ha dado predominantemente en un sentido desde la política hacia la forma que adquieren estos territorios ¿sería posible pensar que la arquitectura y el planeamiento de los bordes podrían dar luces a las decisiones políticas que se tomen sobre estos territorios? Las políticas sobre los bordes territoriales plantean hoy dos discursos principales: su disolución o su redefinición. Desde la caída del muro de Berlín la disolución de los bordes se han convertido más que en un discurso, en un ideal promovido por la ideología global tendiente a impulsar procesos de homogenización económica, cultural y social (Think Space, 2011). Sin embargo, paralelamente el mundo está experimentando diversos procesos de reforzamiento de bordes tanto físicos como políticos; es el caso de la delimitación de territorios nacionales (Israel – Palestina, Mexico – USA), de territorios urbanos (Favelas en Río de Janeiro) o el resurgimiento de fuertes políticas de inmigración que de alguna manera controlan el acceso y la permeabilidad de los bordes nacionales. Esta dimensión política del borde es tal vez uno de los temas que se debe revisar de manera más crítica en su manifestación física e impacto en la vida diaria de los pobladores de estos territorios. Desde diversas disciplinas que trabajan el tema de lo urbano, el acercamiento al problema tiene varios años de reflexión, desde la mirada de Francois Choay que anuncio la muerte de la ciudad y el surgimiento de una nueva realidad de lo urbano, hasta la incorporación de estrategias de disciplinas como la ecología para entender los bordes como un espacio complejo en donde convergen, se encuentran y se superponen elementos de dos territorios con diferentes características. ―Una verdadera política de los centros y de los barrios antiguos requiere proseguir la reflexión de fondo sobre el proceso de urbanización actual, proceso cuya caracterización queda ocultada por el uso de una terminología anacrónica. Términos tales como ciudad, urbano (sustantivo y adjetivo) o urbanismo han perdido su sentido original. Cualesquiera que sean las nostalgias de unos y las excusas de otros, hemos entrado en la era ―de después de las ciudades‖ (Choay, F., 2007).

4 Para esta autora, lo urbano no es necesariamente propiedad exclusiva de las ciudades, lo cual parece evidenciarse cada vez más en el contexto actual de dispersión de ciudades y de actividades urbanas a lo largo de territorios regionales y hasta globales a través de las redes de ciudades y regiones urbanas. Y, aunque de que la ciudad, como la conocemos, deje de existir como elemento único diferenciable, ―…sobrevivirá en forma de fragmentos, sumergidos en la marea de lo urbano, faros y balizas de un camino todavía por inventar‖ (Choay, F., 1994).

En este tipo de análisis es también necesario establecer las condiciones de arraigo y apropiación de la población hacia su territorio, la zona en donde habita, establece lazos sociales, productivos y culturales a lo largo del tiempo. Esta mirada de los bordes urbanos desde la condición de apropiación social y cultural permite comprender los procesos de desarrollo y transformación de estos territorios. Al observar la visión propia de la comunidad en diversos momentos y sus memorias a lo largo del tiempo es posible lograr entender las dinámicas demográfica y de distribución de la población en el espacio.

Otras disciplinas parten de considerar los bordes urbanos a partir de su localización estratégica, en términos tanto estructurales como funcionales para las ciudades. Por ejemplo desde la ecología el borde se plantea como algo más que una línea ya que este elemento que separa dos unidades obtiene propiedades de las dos unidades y esto lo constituye como una unidad funcional que requiere ser estudiada bajo esta condición de entidad. Se entiende entonces que el estudio del borde implica ampliar la mirada hacia la región desde dimensiones ambientales y funcionales que soportan y permiten el desarrollo económico y humano en estos entornos urbanos (González, 2012).

Pero, que implica comprender lo que pasa en estas zonas en donde la ciudad se diluye poniendo en riesgo la sostenibilidad de los territorios tanto urbano como no urbanos. En el contexto latinoamericano, los procesos de migración que conllevan una expansión de la ciudad se dan principalmente hacia las periferias y en condiciones que excluyen a sus poblaciones del acceso a los beneficios urbanos (servicios, infraestructuras, empleo, etc.). Paralelamente, los procesos de migración interurbana generan un desplazamiento de ciertos segmentos de la población desde áreas centrales hacia periferias con grandes atributos de calidad ambiental. Si estas son las características de los procesos de expansión y crecimiento urbano, es importante tratar de responder cuales son las fuerzas, los intereses, los procesos que están configurando hoy la forma física de estos territorios de borde.

Esta diversidad de enfoque alrededor de la definición del concepto de bordes urbanos requiere, además de conocer la variedad de definiciones, estudiarlas bajo la lupa del actual momento de crisis, tanto del modelo de urbanización como del modelo socioeconómico, que se está imponiendo a escala mundial. III. CARACTERÍSTICAS SOCIO ESPACIALES Y CONDICIÓN MÚLTIPLE DEL BORDE URBANO

Entender los bordes urbanos como espacio de estudio y laboratorio de experimentación implica reconocer su doble condición como espacio abstracto de decisiones políticas y espacio físico de manifestación de las mismas. Esta doble condición implica además la comprensión y consideración de condiciones sociales, económicas, culturales, políticas y ambientales que configuran la vida diaria en estos territorios generando situaciones de apropiación y conflicto que, desde disciplinas como la arquitectura y la planificación, requieren ser incorporadas a los momentos de análisis y proyectación de estos territorios. Las características socioculturales así como las decisiones de política pública adoptadas por cada ciudad determinan formas de apropiación, uso y de aproximación de cada comunidad al territorio. Estas condiciones analizadas en los bordes pueden revelar procesos de crecimiento, de delimitación, de inclusión y exclusión relacionados a las condiciones específicas de cada contexto que, desde una propuesta de análisis multidisciplinar, debe considerar sus dimensiones: social, cultural, político, ambiental, y físico espacial (Safier, 2000).

En el caso de la ciudad de Bogotá se pueden identificar cuatro bordes totalmente diferentes, el borde sur que incluye toda la Cuenca del río Tunjuelito, el borde de los cerros, el borde norte y el borde sur occidental, cada uno de ellos está relacionado con una zona rural. La zona sur se caracteriza por una presencia importante de recursos mineros, que durante mucho tiempo han sido explotados para la ciudad, como fuentes de materiales de construcción, actualmente, la industrialización de esta explotación está generando impactos tanto ambientales como sociales en estos territorios, donde además se ha adelantado uno de los procesos de planificación urbana más ambiciosos, que también, ha propiciado ciertos conflictos de intereses entre diversos actores. El borde oriental es la principal fuente de agua de la ciudad, pero al mismo tiempo es una de las zonas en las cuales se han concentrado desarrollos inmobiliarios de vivienda y equipamientos para el segmento de la población de altos ingresos. El borde occidental es al mismo tiempo la escasa reserva de suelos fértiles y la ubicación predilecta para la localización para grandes complejos industriales y usos productivos. Finalmente, el borde norte, sobre el cual se han generado muchos debates en la última década, alberga ecosistemas estratégicos especialmente humedales que sirven para la regulación del agua de la ciudad, pero al mismo tiempo es uno de los territorios con mayor presión para el desarrollo inmobiliario (González, 2012). Este tipo de conflictos y contradicciones no son exclusivos del caso Bogotano, de hecho, son condiciones generadas, en diferentes contextos, por factores comunes como pueden ser la

5 asignación de usos del suelo para establecer determinadas actividades económicas o para favorecer interés particulares, las variaciones en las formas de tenencia de la tierra, las decisiones de ordenamiento y planificación urbana en las diferentes escalas que regulan a través de las asignación de normas, etc.

específicos en el territorio, como el automóvil, los equipamientos, la urbanización, etc.

Lo que se busca señalar son las implicaciones que tiene las decisiones políticas y normativas sobre el crecimiento, y el desarrollo urbano, y como estas, deben necesariamente enfrentarse a la especificidad física y social de cada territorio en donde se implementan, esta condición, aplicable a todos los territorios, adquiere en los bordes urbanos una connotación particular por su condición de espacio en donde se superponen diferentes realidades, idiosincrasias y formas de habitar. Es decir, el desarrollo urbano en los bordes, entendidos estos como franjas o estructuras complejas, requiere una lectura contextual y multidimensional para lograr obtener una mirada apropiada3 a cada uno de los casos específicos, haciendo factible la implementación de políticas y la ejecución de proyectos ajustados a las necesidades propias del lugar y de sus pobladores.

Estos elementos en el contexto de los procesos de globalización, entendida como la modernización continua de las comunicaciones telemáticas, el trasporte, las políticas mundiales, el mercado y la interacción de diversas culturas establecen tipos de apropiación en un contexto mundial volcado al desarrollo de las urbes y por consecuencia, no siempre planeada, de sus franjas de borde. Uno de los elementos que al introducirse generan un mayor impacto en el territorio es el desarrollo de los caminos o vías terrestres, que como puntos de comunicación e intercambio, logran establecer la dirección de crecimiento de las áreas urbanas, posteriormente será la naturaleza social la que establezca los requerimientos de las ciudades y defina su consolidación en el tiempo y el espacio a partir de su continua transformación física, social y funcional. La dimensión cuantitativa presenta estudios económicos y numéricos que son una base cuantitativa y porcentual que permite establecer conclusiones sobre la dinámica y los procesos de trasformación de las ciudades.

La aproximación al territorio hoy se establece a través de diversas miradas. En la constitución del hábitat estas miradas son inseparables, así como las relaciones establecidas con los diversos agentes. La dimension ambiental involucra aspectos como el clima, la geografía, la oferta y usos de recursos naturales para suplir demandas de la ciudad, la oferta y usos de paisaje y espacio colectivo. Estos aspectos tienen una connotación particular en los bordes urbanos, donde se superponen las condiciones de los territorios encontrados y en donde las relaciones entre componente y agentes determinan los procesos de superposición, adaptación y trasformación de este espacio intermedio entre realidades diferentes.

La incorporación de los diversos discursos y enfoques señalados anteriormente a través de un ejercicio de cartografía que logre sintetizar los trazos más importantes en el contexto territorial especifico configuraría lo que este grupo de investigación a denominado, hasta ahora, ―el diagrama‖ (Jaramillo, 2012) que se refiere a un ejercicio de contextualización que busca una mayor relación entre el estudio y el estudiador, abriendo la perspectiva del problema de los bordes urbanos a la comprensión de diversos temas que permiten extender los análisis y abarcar los procesos de trasformación de la ciudad planteados desde diversas disciplinas.

La dimensión geográfica, vincula un factor de la representación e interpretación cartográfica que permite por una parte la comprensión a partir de la lectura y el análisis del contexto, y por otra, se constituye en la base para la proyectación de la ciudad. La dimensión histórica propone un análisis que explique la continua transformación de los bordes a partir de la comprensión de cada contexto histórico, político y social específicos. La dimensión social presenta diversos análisis, algunos de ellos desde una perspectiva histórica, como estudios de los cambios sociales por la inclusión de elementos transformadores, donde se evidencian modificaciones de los estilos de vida en distintos estratos sociales, manifestación de diversos intereses, formas de acercamiento y apropiación de los espacios, formas de generación y resolución de conflictos, etc. Estos cambios, se generan por la inclusión o eliminación de elementos

Otra manera de generar este proceso analítico de tipo multidisciplinario es a partir del concepto de ―calidoscopio‖, planteado desde la perspectiva de los estudios de la complejidad, y entendiendo como la relación del todo y sus partes por la interacción del ―espacio -tiempo-innovaciónmovimiento‖ (Acebedo & Marin, 2012)

Es importante anotar que la palabra ―apropiada‖ se utiliza aquí en el sentido de propio y no de adecuado. Apropiar (Del lat. appropriāre): 1. tr. Hacer algo propio de alguien. 2. tr. Aplicar a cada cosa lo que le es propio y más conveniente. (Diccionario Real Academia de la Lengua Española http://lema.rae.es/drae/?val=apropiado, visitado en agosto 03 de 2012) 3

Es a partir de estos enunciados que parten o se desarrollan desde la diversidad de enfoques que se pretenden plantear las siguientes hipótesis y preguntas dirigidas a orientar una investigación sobre los bordes urbanos como categoría territorial de análisis y de proyectación en donde la tarea es dotar a los intersticios del crecimiento de una estructura hibrida que integre elementos de lo rural y de lo urbano a través de la estructura ecológica y de espacio público, como elementos de mayor potencial para lograr un desarrollo urbano más solidario y sostenible (Talavera, 2012)

6 IV. BORDES URBANOS ¿ESPACIO MULTIDIMENSIONAL? Diferentes tipos de desarrollo se están generando en las periferias de las ciudades en áreas que solían ser rurales, configurando los bordes difusos característicos de las áreas urbanas contemporáneas. Las ciudades en la era de la globalización ya no tienen los bordes definidos que tuvieron anteriormente, sin embargo, como configurar estos bordes y la comprensión de la relación de intercambio entre áreas urbanas y áreas rurales, es una pregunta recurrente desde varias disciplinas que se enfrentan en dicotomía entre el constante requerimiento de definir bordes frente a la necesidad de crecer sobre ellos. El fracaso por contener el crecimiento urbano no necesariamente implica el fracaso de la idea de un borde urbano capaz de contener la ciudad que ha sido tan importante para el urbanismo y la planificación. El proceso de globalización y urbanización está borrando la idea de borde, que sin embargo es muy relevante para definir estrategias de desarrollo urbano, términos de inclusión que determinan el acceso a servicios y ventajas de los territorios urbanos y el imaginario colectivo de pertenencia a un lugar. En un momento, en donde se cuestiona constantemente la capacidad de planificación para lograr una mejora en las condiciones urbanas y producir un impacto significativo en la calidad de vida de su población, algunos enfoques contemporáneos se promueven como un vehículo potencial de transformación urbana a través de i) la comprensión de las condiciones urbanas dentro del proceso de globalización, ii) la inclusión de un enfoque participativo para una planificación más progresiva y un desarrollo más sostenible, iii) el reconocimiento de la diferencia y la diversidad de culturas, de movimientos sociales y colectivos, de actores y agentes, de intereses e iniciativas, etc. En este contexto, la propuesta de “análisis multidimensional” (Safier, 1992) plantea reconocer los componentes o dimensiones de manera independiente, otorgándoles un valor particular, para posteriormente realizar una lectura relacional de cada uno de ellos, es decir adjudicarles un valor o característica particular en la medida en que se relaciona con otros. Bajo esta premisa, y por la condición de multiplicidad de los bordes urbanos, descrita anteriormente es posible avanzar en la definición de estos como una categoría territorial en donde, a manera de transición, conviven, se entrelazan, se mueven y se transforman elementos de ámbitos diferentes. En este sentido, no es extraño que los bordes sean hoy un tema de espacial atención en donde convergen debates de pensamiento y estrategias de intervención que están encontrando en estos espacios físicos del territorio un laboratorio de experimentación que intenta resolver tanto un problema físico espacial como un problema conceptual. Entender el borde urbano como laboratorio implica entender que su forma actual tiene orígenes en diversas dinámicas y

procesos de crecimiento y transformación. En el espacio del borde la arquitectura responde o se articula a conflictos de continuidad, de flujos, de pertenencia, de control e incluso de identidad; conflictos cuya escala pasa de lo político, a lo colectivo e incluso a lo personal. Pero en estos territorios de borde, las diferencias entre límites políticos, sociales, culturales, ambientales y económicos son muy tenues, casi dispersos y se superpone o interceptan en la dinámica de la vida diaria a través de la cual se manifiestan las oportunidades y los conflictos de la escala local en un contexto de comprensión global del problema. Así, desde esta comprensión se podría identificar un set de estrategias y herramientas, desde el análisis y la proyectación arquitectónica, para intervenir en lo local superando el discurso global dominante. Hasta el momento, se han revisado temáticas que plantean diversos puntos de énfasis y desarrollo investigativo a partir del interés por el borde urbano como tema de estudio desde diferentes ámbitos disciplinares que intentan comprender los procesos y dinámicas que afectan estos territorios desde una escala global hasta su manifestación local. No obstante también se ha identificado, los siguientes aspectos que aun no han sido tratados en este ejercicio, y que sería relevante incluir en futuras investigaciones orientadas a avanzar en la definición del borde urbano como categoría territorial de análisis y proyectación: i) incorporación de reflexiones sobre la relación territorio y memoria, a partir de una comprensión de los elementos de carácter patrimonial y de los sectores y bienes de interés cultural, ii) estudio de los procesos socioculturales de identidad que son posibles identificar en las poblaciones inmersas en las ciudades, iii) revisión de los impactos socio-culturales en la población generados por las políticas y modificaciones de infraestructura implantadas a las ciudades, iv) estudio de las dinámicas de mercado de suelo, vi) estudio de la relación entre intervenciones, través de grandes proyectos urbanos, transformaciones físicas del territorio, de los mercados de suelo y construcción de elementos icónicos para la competitividad urbana, vii) comprensión del borde como espacio de conflicto por los diversos intereses que allí convergen y por la capacidad de negociación en los procesos de toma de decisiones. En este sentido, las diversas preguntas que surgen alrededor del tema de los bordes urbanos están relacionadas con otras alrededor de la calidad de vida urbana en un espacio, históricamente reconocido como espacio de conflicto, por ser determinante de las condiciones de inclusión y de pertenencia; como un espacio de oportunidad, por superponer y contener elementos de ámbitos diferentes. El borde que tradicionalmente se ha representado como la línea entre estos y aquellos, desde donde se mire, plantea entonces un espacio de convergencia o divergencia, de apropiación colectiva o de segregación social. En este sentido la tarea del espacio público y de la arquitectura urbana como manifestación física capaz de absorber diferencias es crucial, así la arquitectura urbana por su condición de medio de encuentro tiene la potencialidad de

7 revertir una condición histórica de diferencia hacia una condición contemporánea de inclusión.

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Es así, como los bordes urbanos se proponen entonces como el espacio en donde es posible superponer las condiciones deseadas (futuras) a las condiciones actuales de un territorio. Como el espacio a partir del cual definir los múltiples estados de centralidad, que se estudia desde la dinámica de los bordes que constantemente se relocalizan para incluir o excluir nuevos territorios. El análisis y la proyectación de los bordes urbanos a partir del reconocimiento de su naturaleza actual y donde su condición de territorio de oportunidad decida su relación con el entorno; como el espacio a partir del cual definir los múltiples escenarios de centralidad, en donde la dinámica de los bordes que constantemente se relocalizan para incluir o excluir nuevos territorios es determinante. Esto implica revisar nociones de centralidad en relación a las periferias y su constante proceso de transformación en las ciudades.

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En este sentido, los bordes se presentan como espacio donde explorar, a partir de una reinvención del programa, las posibilidades de transformación de un orden dado por la sociedad, la religión, la cultura, la función, la economía. ―Las posibilidades de la arquitectura de dar forma al futuro reside en su habilidad no para encontrar soluciones sino para crear y construir problemas que por ser imaginados‖ (Think Space, 2011) AGRADECIMIENTOS A los ponentes y participantes del Seminario Bordes Urbanos: Procesos territoriales Colombia, Chile, Gran Bretaña, India, China, España, realizado en la Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá en mayo del 2012; quienes con sus presentaciones y debates motivaron el interés de las autoras por la elaboración de este documento y por la precisión de este tema como un ejercicio de investigación a futuro. A la Facultad de Artes en cabeza de la Vicedecanatura de Investigación y del Instituto Hábitat, Ciudad y Territorio. Al grupo de investigación y miembros de la Red Arquitectura del Territorio quienes aportaron y aportan constantemente al debate académico sobre el tema de los bordes tanto en el campo conceptual como a través de la experimentación en el Taller del Énfasis en Investigación y Proyecto Urbano de la carrera de Arquitectura. Muy especialmente a Teresa Ramírez, por la lectura de este texto y su incondicional disposición para su discusión. REFERENCIAS [1]

Acuña Vigil P. 2012. Análisis formal del espacio urbano aspectos teoricos. [Online]. pp. 118—1224. Disponible en: http://www.rodolfogiunta.com.ar/Historia%20urbana/Espacio%20urban o%20%28Acuna%20Vigil%29.pdf

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