Bolilla Ix Historia Constitucional Argentina

BOLILLA XI *BREVE NOCION DE CONFEDERACIÓN Y FEDERACION: UNITARISMO: el gobierno ejerce su imperio sobre todo el territor

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BOLILLA XI *BREVE NOCION DE CONFEDERACIÓN Y FEDERACION: UNITARISMO: el gobierno ejerce su imperio sobre todo el territorio, en todas las materias, aún cuando por delegación establezca cierta descentralización de funciones, que siempre en última instancia dependen del gobierno central. FEDERALISMO: si bien la actuación del gobierno central nacional recae sobre todo el territorio y la población del estado, ello es solo en ciertas materias, y respecto de ciertas funciones, pues existen otros gobiernos, locales o provinciales, que ejercitan sus poderes en las materias restantes y sobre su propio territorio. El sistema federal se produce de 2 formas: a) Núcleos políticos separados se unen con el propósito de organizar un gobierno común. b) Se establece en un estado originariamente unitario, la forma federal, mediante la división en estados provinciales a los que se le atribuye la autonomía. CONFEDERACION: es un sistema político en virtud del cual 2 o más estados soberanos se unen para determinados fines de intereses comunes, pero sin perder cada uno de ellos su respectiva soberanía interior y exterior, siendo el congreso el órgano representativo. FEDERACION DE ESTADOS: existe un gobierno central cuyo imperio no se ejercita territorialmente, sino sobre los estados que la componen, conservando éstos su soberanía y casi total independencia. EL FEDERALISMO ARGENTINO: El mandato que llevaban los diputados a Santa Fe era establecer la forma federal de gobierno, pero no todos los que se llamaron federales lo fueron en la práctica, para algunos la federación sirvió para encubrir intereses económicos. Desde el punto de vista histórico el federalismo no es más que un proceso descentralización política que tiende a la unificación en un estado nacional de pueblos diversos separados por varias razones tales como geográficas, económicas y culturales. *ORIGEN DEL FEDERALISMO ARGENTINO Ricardo Levene: dice que el federalismo argentino debe ser estudiado como un proceso histórico que se reviste de distintas formas hasta lograr su expresión definitiva en 1820 por el régimen interprovincial de pactos. Bidart Campos: el origen se debe a factores nosológicos provenientes del medio geográfico, el antagonismo existente entre Buenos Aires y el Interior, el factor político con 2 grandes corrientes la unitaria y la federal, el factor instrumental dado por los pactos interprovinciales celebrados desde1813 a 1852 y el factor económico que dividió a los librecambistas de los proteccionistas. CAUSAS REMOTAS: a) Antecedentes españoles: -Individualismo del pueblo español: las monarquías españolas no pudieron destruir el germen de libertad e independencia locales. -Los antiguos ayuntamientos o cabildos españoles: tenían tal fuerza que sus decisiones no podían ser revocadas por el Rey. -Fueros y privilegios: eran adquiridos u otorgados por el rey a las distintas comunidades por distintas razones, lo que hizo que aquí la forma de actuar y pensar determinaran la afirmación del futuro federalismo. b) Antecedentes locales: -Ciudades y provincias: razones de su ubicación geográfica, se iban dejando escalonadas fortalezas que servirían de descanso. -Consolidar las comunicaciones: quedando de esta manera asegurada las comunicaciones. -Escasa comunicación entre ellas: la comunicación era generalmente difícil, siendo la forma más segura la navegación fluvial. -Las enormes extensiones: debido a esto las ciudades debieron subsistir por sí solas, acentuando el localismo, sirviendo esto como base de la autonomía de las provincias. -Mezcla de razas: esto proyectará una raza con características propias y definidas, la del español americano con espíritu localista, hostil a lo ajeno, habituado a la soledad, soportando con decoro a la pobreza. -Catorce ciudades cabildos: las ciudades formaron verdaderos núcleos autónomos con sus respectivos cabildos, que son los que darán lugar a las futuras provincias de nuestra patria. CAUSAS PROXIMAS: -La revolución de mayo: recordemos la tesis de Villota que decía en el cabildo abierto del 22 de mayo que el pueblo de Buenos Aires no podía gobernar por sí solo sino que había que convocar a los pueblos del interior para que envíen a sus representantes. Es el primer reconocimiento patrio dela personalidad jurídico político de los pueblos. -La Asamblea del año XIII y Congreso de Tucumán: en estas dos asambleas también estuvieron representadas las ciudades y villas del antiguo virreinato. -Igualdad de las ciudades: fue este el principio proclamado en mayo y que las provincias exigirían permanentemente en todos los intentos de organización constitucional el país. -El localismo municipal: vigente durante todo el reinado de los Austrias, con la revolución y la independencia, ese localismo pasó a ser provincial dejando de reconocer la soberanía de la corona española.

-Antagonismo regional (económico, político): causas de orden económico y político van produciendo rivalidades regionales en las relaciones comerciales creando un ambiente de desconfianza contra la capital tradicional. -Antigua prevalencia de las ciudades del interior y posterior crecimiento de Buenos Aires: la organización administrativa antes de la creación del virreinato del río de la plata, condenaba a Buenos Aires por el establecimiento de la Aduana Seca en Córdoba y la no habilitación de su puerto, siendo algunas ciudades del interior más importante que ésta no solo en población y actividad comercial sino por su mayor elevación cultural, social y monetario. Pero la posterior elevación a Buenos Aires como capital de la gobernación primero y del virreinato después, con la habilitación de su puerto y el reglamento de comercio libre, significó su engrandecimiento en todos los órdenes. -Diversidad de origen de las corrientes pobladoras y diferencias sociales emergentes de ello: fueron distintas las corrientes pobladoras que realizaron la conquista de nuestro actual territorio, el litoral tuvo un carácter democrático, en el norte la organización social jerarquizada en base al disfrute de las encomiendas creó una aristocracia feudal, verdadera clase dirigente ilustrada y conservadora que miraba desdeñosamente los afanes progresistas de los habitantes plebeyos del litoral. -Distinta preparación intelectual: en las antiguas ciudades norteñas estaban los mejores centros educativos y universidades creando dirigentes con características dominadoras, pudiendo buenos aires en los últimos tiempos de la colonia educar bien a sus hijos, surgiendo así las diferencias ideológicas en la base de su preparación ya que en la universidad de córdoba privaba la enseñanza católica mientras que en buenos aires la mayor libertad y facilidad de comunicaciones permitieron la entrada extranjera de la economía y política que tratarían de aplicar -Diferencias económicas, libre cambio del litoral y proteccionismo del interior: los productores del litoral buscaba el libre cambio mientras en el interior había un estancamiento industrial que solo podía derivar de las medidas proteccionistas, pero la apertura del puerto al comercio libre conspiraron en contra de esa estructura industrial del interior. *Tendencias organizativas y federativas de las provincias

Eliminación de los cabildos

*El poder central y la denominada Época de la anarquía La década que siguió a la Revolución de Mayo , fue testigo de sucesivas convulsiones que conmovieron los intentos centralistas de los diferentes gobiernos porteños que sucedieron a la Primera Junta (Junta Grande, Primer y Segundo Triunvirato, Directorio). La victoria de los caudillos López y Ramírez sobre el Director Supremo Rondeau, significó el triunfo del federalismo en oposición al gobierno dictatorial porteño. Desde el comienzo de nuestro período independiente, dos fuerzas antagónicas trataban de ocupar el gobierno. Una minoría porteña intentaba imponer los principios liberales, propiciando un gobierno centralizado (llamados directoriales o unitarios). Los opositores militaban en el partido federal, cuyos integrantes se resistían a la influencia de las nuevas ideas, bajo una posición conservadora y tradicional. Hasta 1820, los primeros supieron mantenerse en el poder, manteniendo la capital en Buenos Aires y sosteniendo la organización heredada del antiguo virreinato. Uno de los hechos que desencadenó la ruptura, fue la sanción de la primer Constitución Nacional en 1819, que bajo la influencia porteña, sostuvo el poder unitario, provocando la fuerte reacción de las provincias del Litoral. El escenario del enfrentamiento fue Cepeda y el triunfo fue para los caudillos provinciales. Caído el gobierno central, se inició, según lo interpretaron algunos historiadores, el período de la anarquía. Lo que ocurrió, es que a partir de entonces, se reafirmaron las autonomías provinciales, sin un gobierno central claramente (u oficialmente) identificado. Anarquía es sinónimo de falta o ausencia de gobierno. Debe aclararse que en realidad lo que faltaba era un gobierno centralizado, y no una organización política. A continuación, transcribo los fragmentos más significativos de la obra de Ricardo Levene, referidos a dicho período. … la anarquía tiene un aspecto institucional: aquel desorden engendró una organización. Desde el punto de vista de la Nación, bastaría recordar los tratados de Pilar y Benegas, en que las partes se obligaron a reunir un Congreso general, iniciando la serie de los pactos preexistentes de la Constitución. (…) Hemos tenido el día sin gobernador (…) a ese 20 de junio le sucedieron días con dos gobernadores. (…) Para Buenos Aires el año de la anarquía señala el momento de su aparición como provincia, creándose la Junta de Representantes y la jerarquía del gobernador legal. El Cabildo abierto de 16 de febrero, creación de la nueva entidad: la provincia y su junta de representantes. … desconocida por los caudillos la autoridad del Cabildo para reasumir el mando de la provincia (…) se consulta a Cabildo abierto (…) se forma la Junta de representantes (institución típica del gobierno representativo federal). … tres momentos sucesivos caracterizan la vida de la Junta: en el primero (15 días) se disgrega llamándose a nueva constitución; en el segundo: (mayo y junio)la entidad se erige con carácter autónomo, desafiando al gobernador (…) dicta el primer Reglamento Constitucional de la Provincia (…) ratifica el tratado del Pilar (…) no se muestra decidida a cumplirlo para organizar la Federación (…) se opone al sometimiento de Buenos Aires, y se disgrega, nuevamente, en ese 20 de junio, víctima de una sublevación general de tropas de la capital y la campaña. Hay un período intermedio entre el segundo y tercer momento. Un gobernador es nombrado por la fuerza y otra fuerza mayor lo derriba. El Cabildo reasume el mando (…) designa gobernador a Dorrego, quien se compromete a convocar una nueva Junta de Representantes. En el tercer momento (6 de setiembre de 1820 a Agosto de 1821), la crisis se sintetiza al final en la lucha del Cabildo y Junta de Representantes, hasta la abolición del primero y cambio fundamental en la constitución en la segunda. Sarratea designado gobernador provisional. Aprobación del Tratado del Pilar, sus problemas económicos, separación de Sarratea y nombramiento de J. R. Balcarce. Vuelta de Sarratea al gobierno. Esta Junta de Representantes (…) elige gobernador provisional a Manuel de Sarratea (17 de febrero). (…) El 24 de febrero a las 2 de la tarde se aprueba y ratifica el Tratado del Pilar, firmado el día anterior entre Sarratea, Ramírez y López…. El problema económico estaba también en discusión y se resolvía por el nuevo principio de la libre navegación de los ríos que hacía entrar las ciudades del litoral al comercio interior y exterior. Había algo más. Santa Fe y Entre Ríos recordaban -por el artículo 3- el estado difícil de aquellos pueblos (…) Sarratea entregó armamentos y vestuario al Ejército Federal, en virtud de los artículos citados y de un pacto secreto…. hicieron creer en una rendición incondicional de Buenos Aires (…) una multitud reunida en la Plaza de la Victoria el 6 de marzo elevó petitorio (…) el pueblo entró en la Sala Capitular (…) resolviendo separar a Sarratea. Terminó el primer episodio de esta comedia electoral con el nombramiento del coronel mayor Juan Ramón Balcarce. (…) Este sector del pueblo era la parte labrada de la sociedad y hacía ahora un tirano como antes había gestionado la venida de un monarca para concluir con la anarquía. La serie de gobernadores con omnímodas facultades comienza con Balcarce (…) “La farsa” de Balcarce, como la llama “La Gaceta” duró la semana del 6 al 11 de marzo y Sarratea fue repuesto en el cargo con la intervención de Ramírez. Ahora la opinión de los revoltosos aceptaba la entrega de lo que pedía Ramírez. … en ningún caso se cita el envío del armamento en la escuadrilla para ponerla a disposición de Ramírez, haciéndolo dueño de la navegación de los ríos, ni tampoco hay pruebas de que Sarratea se comprometiera a dotar de un ejército a José Miguel Carrera para anular a San Martín (Oficio del Cabildo del 22 de marzo por los miembros de la junta ya disuelta). Bando de Sarratea convocando a elecciones, nombramiento de representantes de la campaña. Elecciones en la ciudad. El veto. Cesa Sarratea y se nombra a I. Ramos Mejía. El nuevo reglamento político de la provincia de Buenos Aires. Ahora se llamaba a votar a la ciudad y la campaña. …) La vida económica de entonces debe considerarse en toda su importancia para abrir juicio sobre los sucesos de 1820 en los que influyeron decisivamente los

intereses y las fuerzas de la campaña. No creo en la fórmula (…) que ha afirmado la existencia de dos clases rivales, unitarios propietarios y federales proletarios, pero el lector verá como aparece y se agranda por momentos la influencia conservadora de la campaña sobre la ciudad y la unión de ambas entidades, prescindiendo de la distinción entre federales y unitarios, en una clase propietaria y patricia para la defensa de sus bienes y garantía de la paz pública. Al terminar el escrutinio de las elecciones, el Cabildo comunicó su resultado a Sarratea, quien el día siguiente, trató una cuestión fundamental: la del veto opuesto a algunos de los nombrados. … el día 30 (…) fueron inhibidos para el desempeño del cargo, por veto del gobernador (…) pasándose a elegir presidente interino de la Junta, que lo fue Ildefonso Ramos Mexía. Al día siguiente, se consideró necesario el ingreso de los cuatro representantes vetados (…) Sarratea cumplió lo mandado.[3] El gobierno de Ildefonso Ramos Mexía duró algo más de un mes y medio y fue un período breve pero muy intenso de acción civil. Entonces se propuso en la Junta de Representantes de Buenos Aires nombrar Gobernador propietario, con todas las facultades civiles y militares (…) la Junta nombra a su presidente, I. R. Mexía. (…) La Junta aplazó la consideración del Reglamento provincial, para tratar la de la promulgación inmediata de otro reglamento. La delegación de las facultades omnímodas al gobernador y por lo tanto la creación de la dictadura legal, parecía ser, hacia Mayo de 1820, la única solución posible. (…) la Junta dictó con el Reglamento de siete artículos, sancionado en las sesiones del 29 y 30 de mayo, la Primera Constitución escrita de la provincia de Buenos Aires. Meditación sobre el 20 de junio. El Cabildo de Luján reconoce a Soler como gobernador. Los representantes de la campaña eligen gobernador a Alvear. Dorrego, gobernador interino de la ciudad. Una vez más, en 1820 (…) el problema político es complejo sin duda, pero radica también en la ausencia del grande hombre. (…) El día 19, el gobernador hacía decir sin reserva y explícitamente a la Junta de Representantes (…) que no podía continuar en el mando por el estado de insubordinación de todas las tropas cívicas de la capital. (…) Era Soler el general sublevado que se dejaría proclamar gobernador. El Cabildo de Luján (…) reconocería a Soler como gobernador. (…) Una comisión de la Junta pasó al Ayuntamiento acompañando al gobernador Ramos Mexía quien depositó el bastón. El acta capitular declara haber quedado acordado se pasase el oficio por el Cabildo al general Soler para que compareciera a prestar juramento en la Sala del Ayuntamiento. (…) Soler al salir a la campaña sufrió una derrota absoluta. Vencido Soler, cuyo nombramiento de gobernador había sido impuesto y disuelta la Junta de Representantes, el gobierno fue desempeñado por el Cabildo. Los representantes de los pueblos libres de la Campaña se habían reunido el 1º de julio y eligieron a Alvear en carácter de gobernador, y comunicaba esta resolución al Cabildo, el que con fecha 4 de julio contestaba diciendo que aquel nombramiento era “inverificable” (…) el Cabildo, de acuerdo con los electores de la capital, ese mismo día elegían gobernador interino, pero solamente de la capital a Manuel Dorrego. Por su parte, la Junta de campaña aceptaba la proposición de que se reuniera un congreso de diputados de la ciudad y la campaña pero permaneciendo mientras tanto el ejército federal, sitiando la capital. La solución fue dada por las armas, con el triunfo de Buenos Aires esta vez, en “San Nicolás”, el 2 de agosto. (…) realiza la entrevista con López y se lamenta no haber podido concertar la paz. Diez días después triunfa en el Arroyo de Pavón (…) se desprende del decisivo concurso de Rosas y Rodríguez. Ese fue el momento en que López lo atacó venciéndolo en Gamonal. Las actividades militares de Rosas en el mes de Setiembre, Rodríguez gobernador interino. Tratado del 24 de noviembre. Rosas y un donativo a Santa Fe de 25.000 cabezas de ganado. … Rosas interviene decisivamente para hacer el nuevo gobernante. Está demostrado que la designación de Martín Rodríguez (26/9) para el cargo es obra suya, y que tal propósito respondía a su compromiso con Santa Fe, de asegurar la paz definitiva con Buenos Aires. En la sesión del 6 de octubre, la Junta de Representantes (…) después de meditar acerca de los sucesos producidos y las delicadas circunstancias del país, con el fín de defender la ciudad de la repetición de tales horrores se acordó por unanimidad, facultar al gobernador por el término de tres meses con todo el lleno de facultades. (…) así pues, por segunda vez la Junta de Representantes acordaba en 1820 al gobernador, las facultades omnímodas como solución para extirpar el germen revolucionario y fundar la paz pública. El caos de 1820 no tiene sino esta sorpresa: selló la unión definitiva entre Rosas y aquella minoría patricia salvada con su concurso. El gobierno de Buenos Aires no estaba obligado a hacer ninguna entrega a Santa Fe, pero Rosas sí… los “Acuerdos” acerca de las instrucciones a los diputados (…) y en lo referente a la forma de gobierno, en los artículos respectivos se expresa con claridad y energía el pensamiento centralista. (…) El espíritu de la Junta de Representantes en 1821, era profundamente unitario. (…) Así fracasaba por inspiración del gobierno de Buenos Aires, la reunión del Congreso de Córdoba que había sido un objetivo del Tratado de 24/11/1820. Rosas se había puesto con afán en una obra superior a sus fuerzas, pero quien cumplió en la parte económico fundamental había sido la Provincia. Las entregas de ganado que habían comenzado en 1821, continuaron en el curso de 1822, para terminar a principios de 1823. Noción más amplia sobre la Anarquía de 1820. La revolución de mayo en marcha. Destrucción de las intendencias y cabildos. Esta llamada descomposición social no es sino la Revolución de Mayo en marcha, que recobra su ritmo originario después de los períodos de abatimiento o de transacción con el pasado virreinal superviviente en la historia patria, pero que hace su crisis fecunda diez años después, destruyendo las jerarquías políticas de las Intendencias, de cuyo seno nacen las provincias, y aboliendo los Cabildos, que fueron cuna de las Juntas de Representantes. En 1820, la Revolución de Mayo ha triunfado. Del caos ha brotado una nueva fuerza. Hasta entonces, ni en 1813 y 1817, nunca había sido más profundo el sentimiento de solidaridad de las Provincias Unidas

con voluntad inquebrantable de constituir la Nación y ahora se estipulaba en pactos solemnes en forma de organización política; y en fin, en 1820, renacía un poder democrático revolucionario, y hacían crisis definitivas los planes monárquicos. (…) Como la anarquía está latente en la Revolución de 1810, la dictadura está en germen en la anarquía. (…) La Nación independiente contra la Monarquía, la República contra el gobierno del Rey, había sido el movimiento progresista y la fórmula simple de la Revolución. *Los caudillos y su reacción contra el centralismo

*Las Ligas Federal y Unitaria

*Pacto de Santo Tomé Ocupación de Santa Fe Agotados los esfuerzos de advenimiento entre los congresistas orientales y los directoriales porteños, el 25 de agosto de 1815 el llamado “Ejército de Observación”, al mando del coronel mayor Juan José Viamonte, ocupa la ciudad de Santa Fe, derrocando a las autoridades y poniendo a la provincia bajo el dominio porteño. Acaudillada por Mariano Vera y Estanislao López, en 1816 la provincia de Santa Fe se encontraba en estado de rebelión. Con el apoyo de las fuerzas artiguistas de “colorados”, al mando de Francisco Pancho Ramírez y Aniceto Gómez, los santafecinos logran desalojar a Viamonte de la ciudad. El Director Álvarez Thomas había dispuesto que el coronel Eustaquio Díaz Vélez acudiera con tropas ubicadas en San Nicolás, en auxilio de Viamonte, pero conocida la derrota de éste, dispuso que Belgrano, al mando del Ejercito del Norte, se reuniera a Díaz Vélez en el Arroyo del Medio. Acuerdo de Santo Tomé Llegado Belgrano a Rosario, encomendó a Díaz Vélez que negociara un arreglo pacífico con los federales santafecinos, suscribiendo el 9 de abril en Capilla de Santo Tomé un tratado. La primera cláusula contemplaba que el Belgrano entregaría el mando a Díaz Vélez, quedando las tropas santafecinas y orientales a disposición de éste jefe, para desalojar del mando a Director Álvarez Thomas y “auxiliar a aquel gran pueblo hasta que en el uso libre de sus derechos nombre nuevo gobernante”. La segunda cláusula disponía que el jefe porteño y los representantes santafesinos suscribirían “tratados de paz y unión verdadera, que deberán ser, cuando los circunstancias lo permitan, ratificadas por el gobierno de Buenos Aires y de don José Artigas y por el gobierno de Santa Fe” El día 11 de abril se hacía efectivo el cambio de jefes en Rosario, y el día 16 renuncia Álvarez Thomas y asume Antonio González Balcarce, quien dispuso el envío de comisionados porteños para ratificar lo acordado en Santo Tome. Los comisionados suscribirían un convenio con don Mariano Vera, gobernador interino de Santa Fe, pero una asamblea popular del 10 de julio, reunida en el Cabildo, declaraba “que después de varias contestaciones con los diputados de Buenos Aires, no tenían valor alguno los tratado firmado el 28 de mayo, ratificantes del tratado de Santo Tome, por no haberse verificado la condición precisa de confirmarse en el término de diez días”, disponiendo que pasaran “los diputados de Santa Fe a concluir su misión con el general Artigas, por si sucede lo que se apetece e indica Buenos Aires, el término de estas desavenencias, que entorpecen los progresos de la causa de América”. Ni una vaca para comer Mientras tanto, las fuerzas porteñas habían iniciado un nuevo ataque, logrando Díaz Vélez ocupar Santa Fe el 4 de agosto, quedando encerrado en la ciudad ante el riguroso cerco y hostigamiento de las milicias santafecinas, que no le dejaban “un caballo que montar ni una vaca que comer”. En esas circunstancias, el Director Pueyrredón envía a Alejo Castex que obtuvo el retiro de las tropas porteñas el 31 de agosto, logrando un acuerdo con Santa Fe, que luego sería rechazado por no contarse con la ratificación de Artigas y “atento a que la alianza de este pueblo con dicho señor era importantísima, no solamente a su beneficio, sino al de todas las Provincias”. La situación cordobesa Tras los asaltos porteños, el gobernador Vera había solicitado auxilio al gobernador de Córdoba, José Javier Díaz, quien se abstuvo. Esta actitud del gobernador indignó a los federales cordobeses, y el capitán de milicia de artillería Juan Pable Bulnes se dispuso a marchar a Santa Fe para “hacer cumplir a mi pueblo el compromiso que tenía con el Jefe de los Orientales y el señor Gobernador de Santa Fe”. Tras la renuncia del gobernador Díaz, asume interinamente don Ambrosio Funes, que envía una fuerza de trescientos hombres que derrotan y toman prisionero a Bulnes, pero éste, desde la cárcel organizó una revuelta, y liberado, convocó a un Cabildo Abierto que nombró gobernador a José Joaquín de la Torre. Éste no alcaza a asumir, nombrándose en su lugar al teniente coronel Juan Andrés Pueyredón, quien a su vez renuncia reponiéndose a Ambrosio Funes. Finalmente el Directorio, avasallando los fueros provinciales, designa gobernador al Dr. Manuel Antonio de Castro. La intriga porteña El general brasileño Lecor le habia advertido al Director Pueyrredón la importancia de los recursos entrerrianos para la resistencia antiguista a la invasión portuguesa de la Banda Oriental. En febrero de 1817, Pueyrredón procura introducir la discordia en el campo federal, buscando atraer a su causa a varios caudillos entrerrianos para reducir a Artigas. El Director obtuvo la adhesión de Eusebio Ereñú, Gregorio Samaniego y Gervasio Correa. Reforzándolos con 600 hombres al mando del coronel Luciano Montesdeoca, lanzó una proclama exhortando a los entrerrianos a que arrancaran “la simiente perniciosa e esa doctrina antisocial que el peligroso patriota José Artigas ha esparcido por estos hermosos países”. Esos países, eran tan hermosos, que los porteños los querían para ellos. Los unitarios porteños y desertores federales, fueron derrotados por Francisco Ramírez el 25 de diciembre de 1817 en Arroyo Ceballos. Un año más tarde, tras un nuevo intento unitario, Ramírez volvió a derrotarlos el 25 de marzo de 1818, en Saucecito. Los porteños, sin embargo, no se darían por vencidos.

*Armisticio de San Lorenzo

El armisticio de San Lorenzo, del 12 de abril de 1819, firmado en el Refectorio del Convento San Carlos entre representantes del Brig. Estanislao López y Manuel Belgrano implicaba el retiro de las tropas porteñas del territorio de Santa Fe y Entre Ríos, la garantía de la no interrupción de las comunicaciones con el interior, y el mutuo auxilio en la persecución de malhechores. La tradición local insiste en que aquel 12 de abril estuvieron presentes en el histórico Convento de San Carlos Belgrano y López, y que en las mismas celdas monacales que poco tiempo antes habían presenciado el temple de San Martín y sus Granaderos, ajustaron un pacto tan importante y trascendente, que tiempo después transformaríase en tratado final, mediante el cual quedaría sellada “para siempre la concordia entre pueblos hermanos” Si bien para Santa Fe este armisticio implicaba una paz necesaria y anhelada desde hacía tiempo por la provincia, para Artigas era un signo de debilidad frente a Buenos Aires. Con este armisticio se iniciaba un nuevo ciclo de intentos pactistas promovidos por Estanislao López y que luego derivarían en el Tratado de Pilar, de Benegas del Cuadrilatero y el Federal Estas disputas políticas desembocaron en una larga guerra civil cuyo primer episodio fue la batalla de Cepeda en febrero de 1820, cuando los caudillos federales de Santa Fe, Estanislao López, y de Entre Ríos, Francisco Ramírez, derrocaron al directorio. A partir de entonces, cada provincia se gobernará por su cuenta. La principal beneficiada por la situación será Buenos Aires, la provincia más rica, que retendrá para sí las rentas de la Aduana y los negocios del puerto. *Tratado de Pilar El Tratado del Pilar fue un pacto firmado en Pilar (República Argentina) el 23 de febrero de 1820, entre Manuel de Sarratea (gobernador de la Provincia de Buenos Aires) y dos de los gobernadores de la Liga Federal: Estanislao López (Provincia de Santa Fe) y Francisco Ramírez (Provincia de Entre Ríos). El pacto se firmó después de la derrota de las tropas unitarias - casi en su totalidad porteñas -en la primera Batalla de Cepeda (del 1 de febrero de 1820). Buenos Aires había caído en un desorden, en consecuencia el 16 de febrero de 1820 se convocó un Cabildo Abierto en el cual se creó una Junta de Representantes, la cual designó a Manuel de Sarratea como gobernador interino de la provincia de Buenos Aires. Éste se propuso llegar a un acuerdo con López y Ramírez, firmando el tratado en la localidad bonaerense de Pilar. Tratado del Pilar. Las principales disposiciones del tratado fueron que: Proclamaba la unidad nacional y el sistema federal (preconizado por José Gervasio Artigas). Convocaba, en el plazo de 60 días, a una reunión de representantes de las tres provincias en el convento de San Lorenzo, para convenir la reunión de un congreso que permitiese reorganizar el gobierno central. Establecía el fin de la guerra y el retiro de las tropas de Santa Fe y Entre Ríos a sus respectivas provincias. Buenos Aires se comprometía a ayudar a las otras provincias en caso de ser atacadas por los lusobrasileños. Los ríos Uruguay y Paraná se declaraban navegables para las provincias amigas. Concedía una amplia amnistía a los desterrados o perseguidos políticos. Determinaba el enjuiciamiento de los responsables de la administración anterior “por la repetición de crímenes con que se comprometía la libertad de la Nación” Disponía la comunicación del tratado a José Artigas, “para que siendo de su agrado, entable desde luego las relaciones que puedan convenir a los intereses de la Provincia de su mando, cuya incorporación a las demás federadas, se miraría como un dichoso acontecimiento”. Un compromiso secreto entre los dos gobernadores federales y Sarratea preveía la entrega, a los dos primeros, de auxilios y armas. Los dos gobernadores fueron invitados por el gobierno de Buenos Aires, ciudad donde estuvieron en calidad de huéspedes. López y Ramírez, fortalecidos por su victoria frente a Buenos Aires, se encontraron forzados a desconocer la autoridad de Artigas ya que éste había sido derrotado en la Batalla de Tacuarembó por los lusobrasileños. Consideraban más correcto estratégicamente reorganizar sus provincias y abandonar de momento la guerra contra los lusobrasileños que les imponía la estrecha alianza con Artigas, quien por esto rechazó el tratado y los acusó de traición. Los gobernadores de Santa Fe y de Entre Ríos (y luego de Corrientes) consideraban fuera de sus prioridades continuar con la guerra contra la Invasión Luso-brasileña. Suponían que esto arrastraría a sus provincias a una guerra defensiva en su propio territorio y debían concentrar sus fuerzas para imponerse a Buenos Aires que, en ese momento, les parecía más amenazante a sus intereses. Toda la Provincia Oriental, la parte Este de Corrientes y casi toda la Provincia de Misiones se encontraban bajo el poder de los invasores lusobrasileños, que podrían atacar a sus provincias impunemente tal cual estaba ocurriendo con la de Entre Ríos que vio ocupada su capital de entonces (Concepción del Uruguay) por tropas lusobrasileñas (Sorpresa del Arroyo de la China). Para frenar la invasión lusobrasileña lo único que parecía viable a López y Ramírez era aceptar una alianza con los unitarios, aunque éstos fueran enemigos declarados de Artigas. Creyeron conseguirlo con Sarratea, que también era uno de los federales victoriosos, ahora al mando de Buenos Aires. Artigas fue olvidado. Si tal alianza salvó a la Mesopotamia argentina de una anexión al Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve, también sirvió para confirmar la anexión al mismo de la Banda Oriental. El chileno José Miguel Carrera se desentendió de la guerra del litoral y movilizó su ejército hacia Chile. Desplegó una compleja campaña de de mucho éxitos, grandes desplazamientos y no pocos sufrimientos.

Casi logra su propósito, pero finalmente fue abortada en Mendoza, en la batalla final de Punta de Médano. El Tratado de Pilar es uno de los pactos preexistentes a los que hace mención el preámbulo de la Constitución Argentina. *Tratado de Benegas Luego de la batalla de Cepeda, del 1 de febrero de 1820, en la que el caudillo santafesino Estanislao López y el entrerriano Francisco Ramírez llegaron a Buenos Aires para exigir la disolución del gobierno nacional y el fin del centralismo porteño. La victoria permitió a los estados provinciales que formaban las Provincias Unidas del Río de la Plata separarse del gobierno central, asumiendo cada una la "Autonomía Provincial". El 1 de octubre fue elegido gobernador de Buenos Aires Martín Rodríguez, quien finalmente logró restablecer el orden en su provincia. Martín Rodríguez logró establecer un acuerdo de paz. López aceptó la mediación de Juan Bautista Bustos, gobernador de Córdoba, con el fin de firmar un nuevo tratado de paz con Buenos Aires. Finalmente, Rodríguez decidió tratar de concluir la guerra con la provincia de Santa Fe, para lograr restablecer la paz y seguridad en la campaña. Estanislao López aceptó las negociaciones, para lo cual tuvo que renunciar a la alianza del caudillo chileno Carreras. Los representantes de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba se reunieron en la estancia de Tiburcio Benegas, mediante el cual se establecía el fin de la guerra y la reunión de un congreso en Córdoba. López pretendía que Buenos Aires le reconociera una recompensa monetaria por las pérdidas ocasionadas a su provincia en la guerra, pero Martín Rodríguez no podía comprometerse a pagarla. Juan Manuel de Rosas fue quien accedió a cumplir con esa obligación, le entregaría 25.000 cabezas de ganado. Para la firma de este tratado no se había invitado a Ramírez, lo que trajo como consecuencia el posterior enfrentamiento de Santa Fe y Entre Ríos. Ante las exigencias de Santa Fe de recibir una compensación económica por los gastos de la guerra — rechazada por Martín Rodríguez — la provincia de Buenos Aires se comprometió a entregar 25.000 cabezas de ganado como indemnización, siendo garantía de las mismas el coronel Rosas. El tratado fue firmado en la estancia de Benegas el 24 de noviembre de 1820. El mismo disponía: La paz, armonía y buena correspondencia entre Buenos Aires y Santa Fe. La reunión de un Congreso Nacional de diputados en la ciudad de Córdoba, con el objetivo de organizar al País. La remoción de todos los obstáculos que pudiesen hacer infructuosa la paz.