Bobbio - Liberalismo y Democracia

Liberalismo y democracia Norberto Bobbio 1- La libertad de los antiguos y de los modernos Tensiones entre liberalismo y

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Liberalismo y democracia Norberto Bobbio 1- La libertad de los antiguos y de los modernos Tensiones entre liberalismo y democracia. Constant sostenía que los antiguos llamaban libertad a la distribución del poder entre los ciudadanos, mientras que los modernos entienden por libertan la seguridad del goce privado. Los dos conceptos son contradictorios y él optaba por el primero. Para Rousseau el poder del soberano se constituye por la voluntad de todos y debido a que esto le impide ir contra todos sus miembros, cualquier garantía es innecesaria. 2- Los derechos del hombre Los derechos del hombre son el presupuesto filosófico del Estado liberal. Todos independientemente de su voluntad, tienen derechos naturales (a la vida, a la libertad, a la seguridad, a la felicidad) y el Estado debe garantizarlos sin invadirlos. Atribuir derecho a alguien implica reconocer que posee el poder de resistir contra el trasgresor o contra quien impida el ejercicio de aquella facultad El Iusnaturalismo es aquella doctrina que afirma la existencia de leyes anteriores a cualquier formación social (reconocible por medio de la búsqueda racional), de las que derivan derechos y deberes naturales. Este es el fundamento del liberalismo porque permite establecer los límites del poder sin necesidad de prueba empírica o histórica. Esta es la base de la doctrina del Estado liberal como Estado limitado, tal como se ve en la Declaración de los derechos norteamericana (1776) y francesa (1989). Pero si racionalmente el Estado aparece como el pacto entre individuos libres para establecer pautas de convivencia, históricamente el Estado liberal nace de la continua y progresiva erosión del poder del rey, y en períodos de crisis agudas (Inglaterra en el siglo XII, Francia en el siglo XVIII, etc.). La doctrina invierte el sentido histórico y habla de una libertad inicial y que son los hombres libres los que construyen una sociedad política limitada. La doctrina iusnaturalista y la contractualista están unidas por la misma concepción individualista de la sociedad: el individuo es previo a la sociedad, con sus derechos e intereses. La sociedad es creada por los individuos para la satisfacción de sus necesidades y el ejercicio de sus derechos. Este individualismo es el giro copernicano que permite la concepción del Estado liberal. 3- Los límites del poder del Estado El liberalismo es una teoría del Estado limitado en relación a sus poderes y a sus funciones. El Estado liberal se afirma en la lucha contra el Estado absoluto y en defensa del estado de derecho, contra el Estado máximo y en defensa del Estado mínimo. El estado de derecho es aquel donde los poderes públicos son regulados por normas generales y para la doctrina liberal, constitucionalización de los derechos naturales (o sea, que las leyes se subordinan a los derechos fundamentales considerados constitucionales). El un sentido profundo, los mecanismos de control del poder estatal también son parte del estado de derecho: a) control del gobierno por el parlamento; b) control del parlamento por la corte de justicia; c) relativa autonomía del gobierno local; d) poder judicial independiente del poder político. 4- La libertad contra el poder El la tradición liberal “poder” y “libertad” son términos antitéticos en tanto que la expresión de uno disminuye al otro. También se distingue entre control del poder y limitación de las funciones del Estado, siendo la segunda una condición de la primera en tanto que un Estado mínimo (con menor área de intervención) es más sencillo de controlar. El Estado es un mal necesario que apenas debe entrometerse en la acción individual. El la doctrina liberal se define libertad en relación al Estado, por lo que se hace coincidir el Estado liberal con la ampliación de la esfera de la acción individual y la gradual emancipación de la sociedad civil del Estado (que se emancipa de la esfera espiritual y la económica): es el fin de los Estados confesionales y de los privilegios por nacimiento. En contra las nociones paternalistas del Estado como protector y benefactor de sus súbditos (Kant preocupado por la libertad moral y Smith por la libertad económica), se consagra la primacía del individuo sobre el poder del soberano y la subordinación de éste a los derechos e intereses del otro. 5- El antagonismo fecundo Humboldt sostiene que la intervención estatal más allá de sus funciones (el orden interno y externo) sofoca la variedad de carácter y de disposiciones, afectando tanto los intereses como la moral individual. La cuestión de la variedad individual nos lleva a otro tema característico del pensamiento liberal: la fecundidad del antagonismo para el progreso moral y técnico de la humanidad (en tanto que emanan de la contraposición de opiniones e intereses diferentes). La libertad aparece nuevamente como la emancipación de la tradición y la nueva condición necesaria para manifestar la diversidad y permitir la disputa. En la contraposición entre el Estado liberal europeo y al despotismo oriental, aquel pasó de ser una categoría política general a ser también un criterio de interpretación de la historia: sólo el Estado liberal está sujeto a la ley del progreso indefinido. Desde esa noción se interpretarán los otros estados. 6- La democracia de los antiguos y de los modernos Mientras el liberalismo (como teoría del Estado y clave de interpretación histórica) es moderno, la democracia (como forma de gobierno) es antigua. La diferencia principal entre la democracia de los antiguos y de los modernos no está en el titular del poder (siempre es el “pueblo”), sino en la forma de ejercer ese derecho.

Hamilton y Madison afirmaron en 1788 que el único gobierno popular posible era la democracia representativa, en oposición a la directa que tendían a la degeneración y provocaban agitación entre las masas. Pero el argumento principal no radicaba en las fracciones que esto generaba, sino en las dimensiones del Estado, lo cual era aceptado por el mismo Rousseau quien defendía la democracia directa de manera enérgica pero reconocía que era una forma de gobierno propia de un “pueblo de dioses”. La democracia representativa parte de la idea de que los representantes pueden juzgar mejor los intereses generales que el resto de los ciudadanos, más encerrados en sus intereses particulares. Por ésta razón, la representación se adecua mejor la soberanía popular, pero para ello debe eliminarse el mandato obligatorio de los electores para que el representante no se convierta en un transmisor de intereses particulares y actúe en nombre de toda la nación (así afirmaba Madison y fue incluido en la constitución francesa de 1791). La disolución del Estado estamental libera al individuo en su singularidad y autonomía. La democracia moderna es representativa, la cual es inherente a la desvinculación entre representante de la nación e individuo representado. La democracia moderna supone la atomización de la nación y su recomposición en la asamblea parlamentaria, en tanto que representa a los individuos particulares y no a éstos asociados (atomización fundada en los derechos naturales). 7- Democracia a igualdad A pesar de las tensiones históricas, la democracia moderna puede considerarse la consecuencia natural del liberalismo, pero sólo a condición de que se tome el término en su sentido jurídico-institucional y no en sentido ético (esto es, más por las reglas para la distribución del poder político que el ideal de gobierno fundado en la igualdad). Entre el significado formal y el sustancial de la democracia, el que se relaciona históricamente con la formación del Estado liberal es el primero. Desde un sentido sustancial de democracia, ésta entra en tensión con el liberalismo en la medida que libertad e igualdad son antitéticos (el proceso pleno de uno implica la limitación del otro). Son dos concepciones distintas de sociedad: la liberal privilegia el desarrollo individual, es conflictiva y pluralista; la igualitaria pondera el desarrollo comunitario, es totalizante y armónica. La única igualdad compatible con la libertad, es la igualdad en la libertad (se puede hacer todo lo que no dañe a lo demás). De aquí se deduce la igualdad ante la ley y la igualdad de derechos: lo primero es un rechazo de la sociedad estamental y una afirmación de la sociedad como la unión de individuos; lo otro significa un disfrute equitativo de los derechos fundamentales (que son aquellos que la constitución consagra como propios de todos los ciudadanos sin distinción alguna). 8- El encuentro entre el liberalismo y la democracia El liberalismo es compatible con la democracia en la medida en que ésta se restrinja a su fórmula política (soberanía popular). Hoy día, estos se han vuelto tan interdependientes que un Estado liberal no es concebido como tal si no es democrático, ni Estado democrático si no es liberal. La democracia se ha convertido en el método para salvaguardar los derechos individuales (base del Estado liberal) y la salvaguarda de éstos derechos es fundamental para un correcto funcionamiento democrático. Hoy día sólo los estados democráticos protegen los derechos del hombre, mientras que todos los estados autoritarios son anti liberales y antidemocráticos. 9- El individualismo y el organicismo El nexo entre liberalismo y democracia es posible porque ambos tienen en común al individuo, una concepción individualista de la sociedad. Toda la historia del pensamiento político está dominada por el dualismo organicismo (olismo) e individualismo (atomismo). El organicismo es antiguo, mientras el individualismo es moderno. El primero considera al estado como un cuerpo compuesto por partes en interdependencia, tiene su mejor definición en Aristóteles (El todo es anterior a la parte). El liberalismo ve que una concepción que considera al estado como totalidad anterior y superior a sus partes, no puede reconocer una distinción entre la esfera privada y la pública, ni justificar la sustracción de intereses individuales. El organicismo, además se funda en una concepción descendente del poder, se inspira en modelo autocráticos de gobierno. Si bien el liberalismo y la democracia son concepciones individualistas, el individuo del primero no es el mismo que el de la segunda. El interés individual que el primero pretende proteger no es el mismo que el que desea proteger la segunda. Ninguna concepción individualista de la sociedad prescinde del hecho de que el hombre es un ser social ni se considera al individuo aislado. La democracia integra al individuo con otros semejantes para que la sociedad sea una asociación de individuos libres. Se trata de dos individuos potencialmente diferentes: el individuo como mirocsomos o totalidad completa en sí misma o como particular indivisible, pero componible de diversas maneras con otras partes similares en una unidad artificial. Ambos individualismos nacen en contraposición al organicismo, pero el liberal resulta la reducción del poder público a los términos mínimos y el democrático lo reconstituye pero como suma de poderes particulares, lo que se evidencia en el contractualismo. 10- Liberales y democráticos en el siglo XIX La teoría y la praxis moderna del estado liberal tuvieron inicio en Inglaterra del siglo XVII. La ampliación de los derechos políticos a todos los ciudadanos mayores de edad tuvo su primera afirmación en los Niveladores (1649). Esquemáticamente la relación entre liberalismo y la democracia puede ser representada en tres combinaciones: a) liberalismo y democracia son compatibles y pueden convivir; b) liberalismo y democracia son antitéticos, la democracia en sus consecuencias extremas termina por destruir al estado liberal o solo puede realizarse plenamente en un estado social que haya abandonado el ideal del estado mínimo; c) liberalismo y democracia están ligados necesariamente en

sentido de que sólo la democracia es capaz de realizar en plenitud los ideales liberales y sólo el estado liberal puede ser la condición para la practica de la democracia. 11-La tiranía de la mayoría Tocqueville fue antes liberal que democrático, pero entendía que el siglo corría inexorablemente hacia al democracia. La amenaza de la democracia era para él, como para JS Mill, la tiranía de la mayoría, como realización progresiva del ideal igualitario de nivelación que termina en el despotismo. 12- Liberalismo y utilitarismo JS Mill fue liberal y democrático. Buscó los remedios al gobierno democrático con confianza en el futuro progreso gradual y necesario. Discípulo de Bentham puso la doctrina liberal sobre un fundamento diferente a los escritores anteriores. En contraposición a fundar los derechos modernos en los naturales, lo hace sobre le principio de la utilidad: hacer leyes que implique mayor felicidad del mayor número. El utilitarismo se preocupa por la utilidad social, no por la felicidad singular sino por la de todos los interesados. Mill se ocupa de la libertad negativa, limitando el derecho del estado a restringir la esfera de la libertad individual. 13- La democracia representativa La afirmación de que el perfecto gobierno libre es en el que todos participan en el beneficio de la libertad lleva a Mill a promover la ampliación del sufragio en la línea del radicalismo benthamiano. Contra la tiranía de la mayoría un remedio es la participación de las clases populares, rescatando el valor educativo del voto. Pero luego lo restringe. Propone una representación proporcional, que garantiza la representación de las minorías. 14- Liberalismo y democracia en Italia 15- La democracia frente al socialismo El liberalismo y el socialismo tuvieron una relación de antítesis completa desde sus inicios. Los escritores socialistas han identificado el liberalismo con la defensa de la propiedad individual como única garantía de la propiedad económica. Pero se volcvió una opinión común que democracia y socialismo no era incompatibles, sosteniéndose dos tesis: el proceso de democratización habría favorecido el advenimiento de una sociedad socialista, basada en la transformación del instituto de la propiedad y en la colectivización de los principales medios de producción; y sólo la llegada de la sociedad capitalista habría reforzado y ampliado la participación política. la aceptación de la democracia genero divisiones entre los socialistas. A favor del avance de la democracia socialista se encuentran tres argumentos: a) la democracia proletaria será directa, con delegados con mandato revocable, b) solo la democracia socialista permitirá la participación popular también en al toma de decisiones económicas; c) en la democracia socialista será más equitativa la distribución del poder, en pro de la mayor igualdad de los hombres. La ambigüedad del término democracia aparece en toda su evidencia en la llamada “democracia social” que dio origen al estado de servicios (o de bienestar) 16- El nuevo liberalismo Por neoliberalismo hoy se entiende una doctrina económica consecuente de la que el liberalismo político sólo es una manera de realización no siempre necesario una defensa a ultranza de la libertad económica de la que la libertad política solamente es un corolario. Hayek insistió en la indisolubilidad entre la libertad económica y la libertad y subrayo la necesidad de distinguir el liberalismo que tiene su pinto de partida en una teoría económica de la democracia que es una teoría política. hoy en su formulación más común el liberalismo es la doctrina del estado mínimo. 17- Democracia e ingobernabilidad Hoy el problema es la incapacidad de los gobiernos democráticos de dominar convenientemente los conflictos de una sociedad compleja: no es el exceso sino el defecto de poder. El tema de la ingobernabilidad se articula en tres puntos: x) los regímenes democráticos se caracterizan por una desproporción creciente entre el número de demandas de la sociedad civil y la capacidad de respuesta del sistema político, denominado sobrecargo. Esto sería característico de la democracia por dos razones: los institutos que el régimen democrático heredó del estado liberal (libertad de reunión, etc) facilitan por parte de los individuos y grupos peticiones a poderes públicos bajo la amenaza de disminuir el consenso; por otro lado los procedimientos dispuestos por un sistema democrático para tomar las decisiones colectivas son tales que frenan y a veces hacen inútiles mediante el juego de vetos cruzados la toma de decisiones. y) en los regímenes democráticos la conflictualidad social es mayor que en los regímenes autocráticos. Generalmente el único interés común al que obedecen las diversas partes en un gobierno en el que los partidos deben rendir cuentas a sus electores por las acciones realizadas, es el de satisfacer los intereses que procuran más consenso y son intereses parciales; z) en los regímenes democráticos el poder está más distribuido que en autocráticos. La sociedad democrática tiene muchos centros de poder (poliarquía): el poder es más difuso en cuanto el gobierno de la sociedad está más regulado en todos sus niveles por procedimientos que admiten la participación, el disentimiento y la proliferación de espacios en los que se toman decisiones colectivas. La denuncia de la ingobernabilidad de los regímenes democráticos tiende a proponer soluciones autoritarias en dos direcciones: fortalecimiento del poder ejecutivo o poner nuevos límites a la esfera de las decisiones que pueden ser tomadas con base en la regla típica de la mayoría.