Biblia - Nuevo Testamento de La Biblia de Jerusalen Latinoamericana

NUEVO TESTAMENTO de la Biblia de Jerusalén LATINOAMERICANA Nueva edición revisada y aumentada DESCLÉE DE B R O U W E R

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NUEVO TESTAMENTO de la Biblia de Jerusalén LATINOAMERICANA

Nueva edición revisada y aumentada

DESCLÉE DE B R O U W E R BILBAO

La presente edición recoge el texto de la nueva edición revisada y aumentada de la Biblia de Jerusalén (1998), incorporando el estilo literario y el léxico propios de Latinoamérica. Las notas han sido tomadas también de la misma edición, pero revisadas y completadas por el Equipo de Adaptadores de esta edición latinoamericana, bajo la dirección de la Escuela Bíblica de Jerusalén.

AUTORIZADA POR LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA 1 DE DICIEMBRE DE 2000

© Equipo de traductores de la Biblia de Jerusalén, 2003 © Editorial Desclée De Brouwer, S.A., 2003 Henao, 6 - 48009 Bilbao vvww.edesclee.com [email protected] ISBN: 84-330-1795-0

EVANGELIOS SINÓPTICOS Introducción De los cuatro libros canónicos que de los tres sinópticos justifican su valor narran la «Buena Nueva», los tres prihistórico, permitiéndonos además apremeros presentan entre sí tales semejanciar cómo debemos entenderlos. Derizas que pueden ponerse en columnas pa- vados de una predicación oral que se reralelas y abarcarse «con una sola mira- monta a los orígenes de una comunidad da»; de ahí su nombre de «Sinópticos». primitiva, tienen en su base la garantía de testigos oculares. Indudablemente, ni La Tradición eclesiástica, atestiguada desde el siglo II, los atribuye respec- los apóstoles ni los demás predicadores tivamente a San Mateo, San Marcos y y narradores evangélicos trataron de hacer «historia» en el sentido técnico de esta San Lucas. palabra; su propósito era menos profano El comienzo de los evangelios fue la y más teológico; hablaron para convertir predicación oral de los apóstoles, centrada en torno al «kerygma» que anunciaba y edificar, para inculcar e ilustrar la fe, para defenderla contra los adversarios. la muerte redentora y la resurrección del Señor. A esta predicación acompañaban Pero lo hicieron apoyándose en testimonormalmente relatos más detallados, co- nios verídicos y controlables, exigidos tanto por la probidad de su conciencia mo el de la Pasión, anécdotas tomadas como por el afán de no dar pie a refutade la vida del Maestro que daban luz sociones hostiles. Los redactores evangélibre su persona, su misión, su poder, su enseñanza, con algún episodio o palabra cos, que luego consiguieron y recogieron sus testimonios, lo hicieron con el mismo memorable, milagro, sentencia, paráboafán de honrada objetividad que respeta la, etc. Además se tuvo cuidado de poner las fuentes, como bien lo demuestran la esta tradición por escrito. Los episodios, referidos al principio de una manera ais- sencillez y el arcaísmo de sus composiciones, en las que tan poco lugar se concede lada e independiente, tendieron luego a agruparse, ya en orden cronológico (ver a elaboraciones teológicas o a creaciones legendarias. Y si los tres sinópticos no son Mc 1 16-39), ya en orden lógico (ver Mc «libros de historia», no es menos cierto 21-3 6), primero en pequeñas secciones, que no tratan de ofrecer nada que no sea luego en conjuntos más vastos. En una segunda etapa se combinan es- histórico. tos conjuntos de formas diversas. Es una Esto no quiere decir, sin embargo, etapa intermedia entre las colecciones y los que cada uno de los hechos o de los dievangelios escritos, en la que las primeras chos que refieren pueda tomarse como se van ampliando, completando, influenreproducción rigurosamente exacta de lo ciando mutuamente. Los autores especia- que sucedió en realidad. Las leyes inelizados en la llamada «cuestión sinóptica» vitables de todo testimonio humano y de explican diversamente esta etapa. su transmisión no nos permiten esperar En una tercera etapa final se redacta tal exactitud material; cosa que corroboran los mismos hechos, pues vemos cada uno de los sinópticos de manera que el mismo relato o la misma palabra definitiva. Esta génesis literaria respeta y utili- es transmitida de modo diferente por los diversos evangelios. Y lo que se dice del za, precisándolos, los datos de la Tradicontenido de los diversos episodios vale ción. No permite, sin embargo, asignar aún con más razón para el orden en que a cada uno de los tres sinópticos una feéstos se hallan dispuestos entre sí. Es cha precisa, como por lo demás tampopreciso reconocer que muchos hechos o co la Tradición ofrece datos seguros sopalabras evangélicas han perdido su rebre este punto. lación primitiva con el tiempo o el lugar, De todos triodos el origen apostólico, directo o indirecto, y la génesis literaria y sería a menudo equivocado tomar en

4 INTRODUCCIÓN A LOS I 'ANGELIOS SINÓPTICOS sentido riguroso conexiones de redacción Jesús entronca con el linaje davídico. Su como «entonces», «luego», «aquel día», nacimiento es en la ciudad de David, Be«en (Kjucl tiempo», etc. lén. Pero tales comprobaciones no prejuzb) Es el rey-Mesías (2 1-12). Los sagan cu modo alguno la fe de los cristianos bios de Oriente vienen en busca del «rey en la autoridad de estos libros. Si el Esde los judíos». A contraluz Mt pinta al píritu Santo no concedió a sus intérpretes falso «rey» de Israel, Herodes. una perfecta uniformidad en los detalles, c) Es el nuevo jefe del pueblo de Ises que no daba a la precisión material im- rael (2 13-23; A 1-11). En los hechos de portancia para la fe. Más aún, es que inla niñez de Jesús se actualizan episodios tentaba esta diversidad en el testimonio. claves de la formación de Israel: refugio No cabe duda que en muchos casos en Egipto, éxodo de Egipto, superación los redactores evangélicos pretenden adre-de las pruebas del desierto. de presentar las cosas de forma diferente; d) Es hijo de Dios (3 1-17). El gran v antes que ellos, la tradición oral, de la profeta de los tiempos modernos de Isque son herederos, tampoco transmitió rael, Juan Bautista, lo afirma ante la los recuerdos evangélicos sin interpretar- gente. Dios mismo lo proclama también: los y adaptarlos de diversas maneras a las«Este es mi hijo amado...» necesidades de la fe viva de que eran pore) Su misión es anunciar la buena tadores. Pero esta intervención de la co- noticia (4 12-22). Anuncia la salvación: munidad en la formación de la tradición amor de Dios, o luz, para todos los puese realizó bajo la dirección de sus respon- blos. Y para continuar su misión anunsables; y, lejos de inquietarnos, debe apro-ciadora elige unos colaboradores. vecharnos, porque esa comunidad era la Iglesia cuyo primer magisterio represen- 2. Proclamación del programa del taban aquellos responsables. El Espíritu Reino (4 23-9 35) Santo, que debía inspirar a los autores a) Enseñanza. Una vez descrito, a evangélicos, presidía ya todo este trabajo de elaboración previa y lo conducía hacia modo de introducción, el escenario (4 la consumación de la fe, garantizando sus 23-5 2), Mt pone en boca de Jesús lo que resultados con esa verdadera inerrancia es la quintaesencia del Reino: Las Bieque, más que en la materialidad de los he- naventuranzas (5 3-12). Sus discípulos chos, recae en el mensaje espiritual que en son los continuadores de esta proclamación (5 13-16). Revisa luego Jesús las sí llevan. leyes fundamentales del Reino de Dios recorriendo los preceptos más importantes de la Ley mosaica. Apunta lo que ésta EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO tiene de válido para la nueva realidad (5 El Evangelio de Mt distribuye de for- 17-48) y subraya las notas de la nueva ma armónica y ordenada gran parte del relación del hombre con Dios, que es material catequético que se usaba en las ante todo «Padre», y que es quien «ve» comunidades del entorno de Antioquía de la actitud de los hombres. Propone las Siria para afianzar la fe de los cristianos. líneas de la nueva religiosidad (6 1-18) Las enseñanzas las dispone Mt en cinco y la exigencia del compromiso por el discursos a los que acompañan unos he- Reino (6 19-1 12). Cuatro comparaciochos de Jesús que las actualizan. Este nes sintetizan y aclaran toda la enseñanmaterial va precedido de un prólogo que za de Jesús: los dos tipos de camino, de presenta las credenciales de Jesús como profetas, de discípulos y de construcción anunciador y realizador del Reinado de de la casa. Dios. b) Hechos. Tres grupos de tres relatos cada uno, que llevan intercaladas I. Prólogo: Las credenciales de Jesús unas anotaciones sobre el seguimiento (l I-4 22) de Jesús: 1- Curaciones de un leproso, a) /:.s lujo de David (11-25). A tra- del criado del centurión y de la suegra de i'f'v ;avilías para quemarla, y el trigo recójanlo en mi granero.'» I'arábola del grano de mostaza*. ||Mc 4 30-32; ||Lc 13 18-19. 11 Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante a un ¡•i ano de mostaza que tomó un hombre v lo sembró en su campo. 32 Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que l is hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen v anidan en sus ramas.»

I'arábola de la levadura. ||Le 13 20-21. M Les dijo otra parábola: «El Reino • le los Cielos es semejante a la levadura • l'ie tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó

lodo.»

Solo en parábolas habla a la gente. ||Mc 4 33-34.

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del Maligno; 39 el enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. 40 De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo.41 El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su. Reino todos los escándalos y a los malhechores, 42 y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. 43 Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga. Parábolas del tesoro y de la perla*. 44 «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel. 45 «También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, 46 y que, al encontrar una perla de grata valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.

Parábola de la red*. '1 Todo esto dijo Jesús en parábolas 47 «También es semejante el Reino de • i la gente, y nada les hablaba sin palos Cielos a una red que se echa en el i - il>olas,35 para que se cumpliese lo dimar y recoge peces de todas clases;48 y • lio por el profeta: cuando está llena, la sacan a la orilla, se Abrí.con parábolas mi boca, sientan, y recogen en canastos los buepublicaré lo que estaba oculto desde la nos y tiran los malos. 49 Así sucederá al . reación del mundo*. fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los j Listos Interpretación de la parábola y los echarán en el homo de fuego; allí de la cizaña. será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces despidió a la multitud y c fue a casa. Y se le acercaron sus dis< ipnlos diciendo: «Explícanos la parálala de la cizaña del campo.» 37 Él respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre;38 el campo • id mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos

51 «¿Han entendido todo esto?» i. c dicen: «Sí.» 32 Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa cjitc saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas*.»

M \ I Pos imágenes, el grano de mostaza y la lev,niara, presentan el contraste entre un coniliMi/.o insignificante y la grandeza de su ue.11 olio. I < VS Cita del Sal 78 2. I 1 -I-I Dos imágenes del valor absoluto del

Reino, ver 7 13; 19 21; Le 9 57-62. 13 47 Tema afín al de la cizaña; la separación se retrasa, pero será definitiva. 13 52 El escriba cristiano posee y administra la antigua alianza, perfeccionada con la nueva, 5 17+. Estos rasgos se aplican al evangelista

Conclusión.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

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V. La Iglesia, primicias del Reino de los Cielos 1. SECCIÓN NARRATIVA Visita a Nazaret. ||Mc 6 1-6; ||Lc 4 16-24. 53 Y sucedió que, cuando acabó Jesús estas parábolas, partió de allí. 54 Viniendo a su patria, les enseñaba en su sinagoga, de tal manera que decían maravillados: «¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros? 55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? 56 Y sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros? Entonces, ¿de dónde le viene todo esto?» 57 Y se escandalizaban a causa de él. Mas Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio.» 58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe.

dapor su madre, «dame aquí, dijo, en una bandeja, la cabeza de Juan ei Bautista.» 9 Se entristeció el rey, pero, a causa del juramento y de los comensales, ordenó que se la dieran, 10 y envió a decapitar a Juan en la cárcel. 11 Su cabeza fue traída en una bandeja y entregada a la muchacha, la cual se la llevó a su madre. 12 Llegando después sus discípulos, recogieron el cadáver y lo sepultaron; y fueron a informar a Jesús. Primera multiplicación de los panes*. ||Mc 6 31-44; ||Lc 9 10-17; ||Jn 6 1-13.

3 Es que Herodes había detenido a Juan, le había encadenado y puesto en la cárcel, por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo. 4 Porque Juan le decía: «No te es lícito tenerla.» 5 Y aunque quería matarlo, temió a la gente, porque le tenían por profeta. 6 Mas, llegado el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio de todos gustando tanto a Herodes, 7 que éste le prometió bajo juramento darle lo que pidiera. 8 Ella, impulsa-

13 Al oírlo Jesús, se retiró de allí en una barca, aparte, a un lugar solitario. En cuanto lo supieron las gentes, le siguieron a pie de las ciudades. 14 Al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos y curó a sus enfermos. 15 Al atardecer se le acercaron los discíplulos diciendo: «El lugar está deshabitado, y la hora es ya avanzada. Despide, pues, a la gente, para que vayan a los pueblos y se compren comida.» 16 Mas Jesús les dijo: «No tienen por qué marcharse; denles ustedes de comer.» 17 Le dicen ellos: «No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces.» 18 Él dijo: «Tráiganmelos acá.» 19 Y ordenó a la gente reclinarse sobre la hierba; tomó luego los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiéndolos, dio los panes a los discípulos y los discípulos a la gente. 20 Comieron todos y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes doce canastos llenos.21 Y los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Mateo. El v. es también una invitación a los discípulos para que creen nuevas parábolas. 14 1 Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande, 2 1, tetrarca de Galilea y de Perea, Le 3 1. Ver Le 23 7-12. 14 13 Mt (14 13-21; 15 32-39) como Me (6

30-44; 8 1-10) recogen dos tradiciones muy antiguas del mismo suceso. Las dos se apoyan en relatos del AT (2 R 4 1-7.42-44; Ex 16; Nm 11). El gesto de Jesús se entendió desde muy pronto como preparación de la Eucaristía; comparar Mt 14 19; 15 36 y 26 26 con Jn 6.

Herodes y Jesús. ||Mc 6 14-16; ||Lc 9 7-9. 1 En aquel tiempo se enteró el tetrarca Herodes* de la fama de Jesús, dijo a sus criados: «Ese es Juan el Bautista; él ha resucitado de entre los muertos, y por eso actúan en él fuerzas milagrosas.» 2y

Muerte del Bautista. ||Mc 6 17-29; ver Le 3 19-20.

35 EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO .lesús camina sobre las aguas y Pedro con él*. ||Mc 6 45-52; ||Jn 6 16-21. 22 Inmediatamente obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de él a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. 23 Después de desI >edir a la gente, subió al monte a solas para orar*; al atardecer estaba solo allí. '1 La barca se hallaba ya lejos de la tiéí i a a mucha distancia, sacudida por las olas, pues el viento era contrario. ' Y de madrugada vino él hacia ellos, caminando sobre el mar. 26 Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, ••c turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar. '' Pero al instante les habló Jesús dii iendo: «¡Ánimo!, soy yo; no teman.» ";t Pedro* le respondió: «Señor, si eres ii'i, mándame ir hacia ti sobre las aj>;uas.» 29 «¡Ven!», le dijo. Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las .i;'.uas, dirigiéndose hacia Jesús. 30 Pero, viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, C.i itó: «¡Señor, sálvame!» 31 Al punto JeM'IS, tendiendo la mano, le agarró y le dice: «Hombre de poca fe, ¿por qué du< laste?» 32 Subieron a la barca y se calmó el viento. 33 Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo: «Verdaderamente eres Hijo de Dios.»

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mos. 36 Le pedían que tocaran siquiera el borde de su manto; y cuantos lo to caron quedaron salvados. Discusión sobre las tradiciones farisaicas. ||Mc 7 1-13. -f C 1 Entonces se acercan a Jesús JL algunos fariseos y escribas venidos de Jerusalén, y le dicen: 2 «¿Por qué tus discípulos incumplen la tradición de los antepasados*? Pues no se lavan las manos a la hora de comer.» 3 Él les respondió: «Y ustedes, ¿por qué incumplen el mandamiento de Dios por su tradición? 4 Porque Dios dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y: El que maldiga a su padre o a su madre, sea castigado con la muerte *. 5 Pero ustedes dicen: El que diga a su padre o a su madre: 'Lo que de mí podrías recibir como ayuda es ofrenda', 6 ése no tendrá que honrar a su padre y a su madre*. Así han anulado la palabra de Dios por su tradición. 7 Hipócritas, bien profetizó de usíédes Isaías cuando dijo: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. 9 En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos humanos'".» 8

Curaciones en el país de Genesaret. ||Mc 6 53-56.

Doctrina sobre lo puro y lo impuro*. ||Mc 7 14-23.

lro lado del Jordán.2 Le siguió mucha ¡'.ente, y los curó allí.3 Y se le acercaron unos fariseos que, para ponerlo a prueba, le dijeron: «¿Puede uno repudiar a •;ii mujer por un motivo cualquiera?» 1 El respondió: «¿No han leído que el (Yeador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra, 3 y que dijo: Por eso dele nuevo envió otros siervos en ma- Digan a los invitados: 'Miren, mi ban•, o i número que los primeros; pero los quete está preparado, se han matado II alaron de la misma manera. 37 Final- ya mis novillos y animales cebados, y inenie les envió a su hijo, diciendo: 'A todo está a punto; vengan a la boda.'" mi hijo lo respetarán.'38 Pero los labra- 5 Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el - lores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: uno a su campo, el'otro a su negocio; l '.sie es el heredero. Vamos, matémos- 6 y los demás agarraron a los siervos, lo y quedémonos con su herencia.'39 Y, 7 .i|-.airándolo, lo echaron fuera de la vi- los insultaron y los mataron. Se enojó na y lo mataron.40 Cuando venga, pues, el rey y, enviando sus tropas, dio muery prendió fue.1 dueño de la viña, ¿qué hará con aque- te a aquellos homicidas 8 ll< >s labradores?»41 Le dicen: «A esos mi- go a su ciudad. Entonces dice a sus siervos: 'La boda está preparada, pero •.e rabies les dará una muerte miserable 9 v arrendará la viña a otros labradores, los invitados no eran dignos. Vayan, pues, a los cruces de los caminos y, a Hiie le paguen los frutos a su tiempo.» cuantos encuentren, invítenlos a la 1 Y Jesús les dice: «¿No han leído nunca boda.' 10 Los siervos salieron a los caen las Escrituras: minos, reunieron a todos los que enLa piedra que los constructores dese- contraron, malos y buenos, y la sala de r liaron, bodas se llenó de comensales. en piedra angular se ha convertido; 11 «Cuando entró el rey a ver a los cofue el Señor quien hizo esto mensales vio allí uno que no tenía traje y es maravilloso a nuestros ojos*? de boda; 12 le dice: 'Amigo, ¿cómo has 43 Por eso les digo: Se les quitará el entrado aquí sin traje de boda?' Él se Reino de Dios para dárselo a un pueblo quedó callado. 13 Entonces el rey dijo a 21 33 Mejor, alegoría: el propietario es Dios; la viña, Israel, ver Is 5 + ; los siervos, los profetas; el hijo, Jesús; los viñadores, los judíos infieles; el otro pueblo, los gentiles. Refleja, como la parábola precedente, la situación de Israel en la época de la redacción de los evangelios. —Lagar, sitio o recipiente donde se pisa la uva, para preparar el vino. 21 42 Cita de Sal 118 22-23; ver Hch 4 11; 1 P 2 7.

21 44 Este v. falta a los mss. occidentales, ver Le 20 18. Alude a Dn 2 34-35.44-45. 22 Parábola con rasgos alegóricos, como la anterior. Parece que Mt ha combinado dos parábolas, una análoga a la de Le 14 16-24, la otra aquélla cuya conclusión se encuentra en w . lis: el hombre que responde a la invitación ha de llevar el vestido de bodas; las obras de justicia deben acompañar a la fe, ver 3 8; 5 20; 7 21s; 13 47s; 21 28s.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

los sirvientes: 'Átenlo de pies y manos, y échenlo a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes.' 14 Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos*.» El tributo debido al César. Me 12 13-17; Le 20 20-26. 15 Entonces los fariseos se fueron y celebraron consejo sobre la forma de sorprenderlo en alguna palabra. 16 Y le envían sus discípulos, junto con los herodianos*, a decirle: «Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con franqueza y que no te importa por nadie, porque no miras la condición de las personas. 17 Dinos, pues, qué te parece, ¿es lícito pagar tributo al César o no?» 18 Mas Jesús, conociendo su malicia, dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tientan? 19 Muéstrenme la moneda del tributo.» Ellos le presentaron un denario. 20 Y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?» 2' Le dicen: «Del César.» Entonces les dice: «Pues lo del César devuélvanselo al César, y lo de Dios a Dios*.» 22 Al oír esto, quedaron maravillados, y dejándolo, se fueron.

La resurrección de los muertos. Me 12 18-27; Le 20 27-40. 23 Aquel día se le acercaron unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección*, y le preguntaron:24 «Maestro, Moisés dijo: Si alguien muere sin tener hijos, su hermano se casará con la mujer de aquél para dar descendencia a su hermano.25 Ahora bien, había entre nosotros siete hermanos. El primero se casó y murió; y, no teniendo descendencia, dejó su mujer a su hermano. 26 Su-

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cedió lo mismo con el segundo, y con el tercero, hasta los siete.27 Después de todos murió la mujer. 28 En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque todos la tuvieron.» 29 Jesús les respondió: «Están en un error, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios. 30 Pues en la resurrección, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en el cielo. 31 Y en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído lo dicho por Dios: 32 Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? No es un Dios de muertos, sino de vivos*.» 33 Al oír esto, la gente se maravillaba de su doctrina. El mandamiento principal*. ||Mc 12 28-31; ||Lc 10 25-28; ver Jn 13 34-35+. 34 Mas los fariseos, al enterarse de que había tapado la boca a los saduceos, se reunieron en grupo,35 y uno de ellos le preguntó con ánimo de tentarle: 36 «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?» 37 Él le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. 38 Este es el mayor y el primer mandamiento. 39 El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.40 De estos dos mandamientos cuelgan toda la Ley y los Profetas.»

Cristo, hijo y Señor de David. Me 12 35-37; Le 20 41-44. 41 Estando reunidos los fariseos, les propuso Jesús esta cuestión: 42 «¿Qué piensan acerca del Cristo? ¿De quién es hijo?» Le dicen: «De David.» 43 Les dice: «Pues ¿cómo David, movido por el Espíritu, le llama Señor, cuando dice:

22 14 Se refiere a los pueblos; muchos -todo la carne, 2 M 7 9 + . Los fariseos se les oponían Israel- han sido invitados; pero unos pocos de en este punto, Hch 4 1 + ; 23 8 + . ellos han respondido, ver 24+. 22 32 Cita de Ex 3 6. El razonamiento sobre 22 16 Los herodianos, partidarios de la dinas- Dios de los vivos induce a pensar que los patriarcas son considerados como personas que lí;\ reinanle de la autoridad romana, Me 3 6. viven. Ver Dn 12 2 + ; 2 M 7 9+. 22 21 l,u obediencia y el tributo romano, ver 22 34 En realidad, Jesús menciona dos manKm 13 1, no restan nada a la autoridad sudamientos, no como idénticos, sino como perior tli- Dios. Ver Mi 6 24. equivalentes, Dt 6 5; Lv 19 18. Ver Mt 5 43; 19 I I ¿3 l.os siidiueos, 3 7 + , no encontraban iiiiihi en l.-i l.ev eserilii sobre l;i resurrección de 18-19; Rm 13 9 + ; Ga 5 14; 1 Jn 5 2 + .

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EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies?

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Siete maldiciones contra los escribas y fariseos. ||Lc 11 39-48.52

^ O ' Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos 2 y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos. 3 Hagan, pues, y observen todo lo que les digan*; pero no imiten su conducta, porque dicen y no hacen.4 Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas. 5 Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; ensanchan las filacterias y alargan las orlas del manto*; 6 quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,7 que se les salude en las plazas y que la gente les llame 'Rabbí*'. 8 «Ustedes, en cambio, no se dejen llamar 'Rabbí', porque uno solo es su Maestro; y ustedes son todos hermanos. 9 Ni llamen a nadie 'Padre*' suyo en la tierra, porque uno solo es su Padre: el del cielo. 10 Ni tampoco se dejen llamar 'Instructores', porque uno solo es su Instructor: el Cristo. 11 El mayor entre ustedes será su servidor. ||Lc 14 11; 18 14. 12 «Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.

13 «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ustedes ciertamente no entran; y a los que están entrando no los dejan entrar*. [14] 15 «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, lo hacen hijo de condenación el doble que ustedes! I(> «¡Ay de ustedes, guías ciegos, que dicen: 'Si uno jura por el Santuario, eso no es nada; mas si jura por el oro del Santuario, queda obligado!' "'¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro, o el Santuario que hace sagrado el oro? 18 Y también: 'Si uno jura por el altar, eso no es nada; mas si jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado.' 19 ¡Ciegos! ¿Qué es más importan le, la ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda? 20 Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. 21 Quien jura por el Santuario, jura por él y por Aquel que lo habita. 22 Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él. 23 «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidan lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello.24 ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito y se tragan el camello! 25 «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que purifican por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña y desenfreno!26 ¡Fa-

22 45 El Mesías descendía de David, 1 1; 9 27; etc.; ver 2 S 7 + , y su carácter divino, que David había profetizado, Sal 110+, le colocaba por encima de este último. 23 3 La doctrina recibida de Moisés, que ellos trasmiten correctamente, pero no sus opiniones personales, 15 1-20; 19 1-12; etc. 23 5 La filacteria es un pequeño estuche que contiene textos de la Ley, prendido en el antebrazo o en la frente; ver Ex 13 9; Dt 6 8. Las orlas adornaban los extremos bajos del manto,

Nm 15 37 + ; ver Mt 9 20. 23 7 Rabbí, término hebreo que significa «mi grande»; después del año 70 fue el título habitual de los doctores judíos, equivalente a «maestro mío». Sobre su uso antiguo, ver Me 9 5. 23 9 Padre, en arameo Abbá. Dos títulos (Abbá y Rabbí) dados a los doctores judíos. Jesús prohibe apropiarse la autoridad de Dios. 23 13 El v. 14, introducido aquí por algunos manuscritos, es afín a Me 12 40; Le 20 47.

Si, pues, David le llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo*?» 46 Nadie era capaz de contestarle nada; y desde ese día ninguno se atrevió ya a hacerle más preguntas. 45

Hipocresía y vacuidad de los escribas y fariseos.

48

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

riseo ciego, purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura! 27 «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, pues son semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! 28 Así también ustedes, por fuera aparecen justos ante los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad. 29 «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque edifican los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos de los justos, 30 y dicen: 'Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte con ellos en la sangre de los profetas!' 31 Con lo cual atestiguan contra ustedes mismos que son hijos de los que mataron a los profetas. 32 ¡Colmen también ustedes la medida de sus padres! Crímenes y castigos próximos. ||Lc 11 49-51. 33 «¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo van a escapar de la condenación

2.

10 40

del fuego? Por eso, he aquí que yo envío a ustedes profetas, sabios y escribas*: a unos los matarán y los crucificarán, a otros los azotarán en sus sinagogas y los perseguirán de ciudad en ciudad, 35 para que caiga sobre ustedes toda la sangre inocente derramada sobre la tierra, desde la sangre del inocente Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, a quien mataron entre el Santuario y el altar.36 Yo les aseguro: todo esto recaerá sobre esta generación. 34

Apostrofe a Jerusalén. ||Lc 13 34-35. 37 «¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no han querido! 38 Pues bien, se les va a dejar desierta su casa*. 39 Porque les digo que ya no me volverán a ver hasta que digan:

¡Bendito el que viene en nombre del Señor*!»

DISCURSO ESCATOLÓGICO* ||Mc 13; ||Lc 21 5-33.

Introducción. ||Mc 13 1-4; ||Lc 21 5-7. 1 Cuando salió Jesús del Templo, caminaba y se le acercaron sus discípulos para mostrarle las construcciones del Templo.2 Pero él les res-

pondió: «¿Ven todo esto? Yo les aseguro: no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derruida.» 3 Estando luego sentado en el monte de los Olivos, se acercaron a él en privado sus discípulos, y le dijeron: «Dinos cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo*.»

23 34 Profetas, sabios, escribas designan aquí nida del Mesías, más que la consecuencia ama los misioneros cristianos, ver 5 12; 10 40+; plificada y definitiva de este primer drama. A 13 52 + ; 1 Ts 2 15-16. estos dos momentos se aplican aquí los rasgos descriptivos de las teofanías y de los apocalip23 38 El texto alude a la destrucción del sis judíos sobre el Día del Señor; ver Le 17 Templo, el año 70. 22 + ; 1 Co 1 8 + . 23 39 Cita del Sal 118 26. 24 Es posible que Jesús haya distinguido 24 3 La palabra griega parusía (venida, preen su predicación la caída de Jerusalén, en el sencia), la adoptaron los cristianos para desigaño 70, 10 23+, y el final de la era presente. nar la intervención del Señor Jesús al fin de El lexto de Mt mezcla los dos temas. El adlos tiempos, 24 27; etc. 1 Co 15 23 + ; 1 Ts 2 venimiento del reino mesiánico, al traer la rui19; etc. Ver el Día, 1 Co 1 8 + . -delfín del munna de la ciudad santa, señala el fin de la antido: lit.: «del fin de la edad». La Apocalíptica KMii Alianza; anuncia de este modo el final de judía dividía la historia de la salvación en una ln crn prcsenle, que no será, en la gloriosa veserie de «edades» no fijadas con rigor. La ca-

49

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

El comienzo de los dolores. ||Mc 13 5-13; ||Lc 21 8-19. 4 Jesús les respondió: «Miren que no les engañe nadie. 3 Porque vendrán muchos usurpando mi nombre diciendo: 'Yo soy el Cristo', y engañarán a muchos. 6 Oirán también hablar de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado, no se alarmen! Porque eso es necesario que suceda, pero no es todavía el ñn.7 Pues se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá en diversos lugares hambre y terremotos. 8 Todo esto será el comienzo de los dolores de parto*. 9 «Entonces les entregarán a la tortura y les matarán, y serán odiados de todas las naciones por causa de mi nombre. 10 Muchos se escandalizarán entonces y se traicionarán y odiarán mutuamente. 11 Surgirán muchos falsos profetas, que engañarán a muchos. 12 Y al crecer cada vez más la iniquidad, la caridad de muchoS se enfriará. 13 Pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará*. 14 «Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero*, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin.

La gran tribulación de Jerusalén. ||Mc 13 14-23; ||Lc 21 20-24. «Cuando vean, pues, la abominación de la desolación, anunciada por el profeta Daniel, erigida en el Lugar Santo* (el que lea, que comprenda), 16 entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; 17 el que esté en la azotea, no baje a recoger las cosas de su casa; 15

tequesis cristiana consideró dos venidas del Mesías, que marcan dos edades: una, su presencia humana que inauguró la «edad» de la Iglesia; otra, la futura venida gloriosa de Cristo. Esta segunda «edad» está presente en Jn 14 3, aunque la expresión «segunda venida» no aparece en los escritos del NT. 24 8 Dolores de parto, imagen profética de las angustias que preceden al advenimiento mesiánico, Os 13 13+; etc.; 1 Ts 5 3. 24 13 Los w . 9-13 reflejan el clima de persecución de los cristianos en Roma, bajo Nerón, después del incendio del 64, y de las defecciones, apostasías y odios mutuos entre los cristianos perseguidos. Ver Tácito, Annales XV, 44.

10 4 0

y el que esté en el campo, no regrese en busca de su manto, 19 ¡Ay de las que estén embarazadas o criando en aquellos días! 20 Oren para que su huida no suceda en invierno ni en día de sábado. 21 Porque habrá entonces una gran tribulación, cual no la hubo desde el principio del mundo hasta el presente ni volverá a haberla*. 22 Y si aquellos días no se abreviaran, no se salvaría nadie; pero en atención a los elegidos* se abreviarán aquellos días. 23 «Entonces, si alguno les dice: 'Miren, el Cristo está aquí o allí', no lo crean. 24 Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas, que harán grandes señales y prodigios, capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos. 25 ¡Miren que se lo he predicho! 18

La venida del Hijo del hombre será manifiesta. ||Lc 17 23-24. 26 «Así que si les dicen: 'Está en el desierto', no salgan; 'Está en los aposentos', no lo crean. 2J Porque como el relámpago sale por oriente y brilla hasta occidente, así será la venida del Hijo del hombre. 28 Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres.

Resonancia cósmica de la venida. ||Mc 13 24-27; ||Lc 21 25-27. 29 «Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas*. 30 Entonces aparecerá en el cielo la se-

24 14 El mundo habitado (oikouméné), ver Hch 1 8; Rm 10 18. De hecho, antes del año 70, el Evangelio llegó a todas las partes vitales del Imperio, ver 1 5.8; etc. 24 15 Ya Dn 9 27+ hablaba de un ídolo puesto en el templo por Antíoco Epífanes, el año 168 a.C., ver 1 M 1 54. Esta aplicación evangélica alude a la profanación de la Ciudad y del Templo por los Romanos, Me 13 14; Le 21 20. 24 21 Ver Dn 12 1; Ap 7 14; 16 18. 24 22 Los elegidos designan aquí el Resto, los' judíos llamados al Reino, w . 24.31; Is 4 3 + ; Rm 11 5s. 24 29 La descripción que sigue toma muchas imágenes del AT. Ver sobre todo Is 13 9-10; 34 4. Las fuerzas de los cielos son los astros.

50

EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

nal t,

I
Ellos tomaron el dinero y procedieron según las instrucciones

16 Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. 17 Y al verlo le adoraron; algunos sin embargo dudaron. 18 Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. 19 Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo*,20 y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he mandado. Y he aquí que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo*.»

28 10 Los cuatro evangelios refieren la aparición inicial del ángel (o de los ángeles) a las mujeres. Prescindiendo de la conclusión de Me 16 8 + , distinguen las apariciones privadas y una aparición colectiva con misión apostólica. Las apariciones están localizadas en Galilea por Mt y Me, en Judea por Le y Jn (salvo el apéndice de Jn 21). El Kerygma redactado en 1 Co 15 1-11, como una tradición procedente del Señor, induce a pensar que ni los evangelistas ni Pablo tratan de contar todas las manifestaciones de Cristo resucitado; ver Me 16 8+. 28 19 El libro de los Hechos habla de bauti-

zar «en el nombre de Jesús», ver Hch 1 5+; 2 38+. Más tarde se hizo explícita la vinculación del bautizado con las tres personas de la Trinidad, en el contexto litúrgico bautismal de la comunidad primitiva. 28 20 Habiendo recibido de Dios un poder ilimitado, 11 27; ver Dn 7 13-14+; Jn 3 35 + ; Rm 1 4+; Ef 1 20-23, Cristo envía a sus apóstoles a todas las naciones, ver Hch 1 5-8; 13 5+; y permanece con los suyos en el mundo entero y a través de los siglos, 18 20; Me 16 20; Jn 14 18-21. En estas instrucciones de Jesús se condensa la misión de la Iglesia apostólica.

EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS* I.

Preparación del ministerio de Jesús

Predicación de Juan el Bautista*. ||Mt 3 1-12; ||Lc 3 3-18.

I

1 Comienzo del Evangelio de Jesús, el Cristo, Hijo de Dios. 2 Conforme está escrito en Isaías el profeta:

Mira, envío mi mensajero delante de ti, el que ha de preparar tu camino. 3 Voz del que clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus sendas*, 4 apareció Juan bautizando en el desierto, proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados. 5 Acudía a él gente de toda la región de Judea y todos los de Jerusalén, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 6 Juan llevaba un vestido de piel de camello; y se alimentaba de langostas y miel silvestre. 7 Y proclamaba: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, incli-

nándome, la correa de sus sandalias. 8 Yo les he bautizado con agua, pero él les bautizará con Espíritu Santo.» Bautismo de Jesús*. ||Mt 3 13-17; ||Lc 3 21-22. 9 Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. 10 En cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma, bajaba a él. " Y se oyó una voz que venía de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.»

Tentaciones en el desierto. ||Mt 4 1-11; ||Lc 4 1-13. 12 A continuación, el Espíritu le empuja al desierto, 13 y^ermaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían*.

II. Ministerio de Jesús en Galilea Jesús inicia su predicación. ||Mt 4 12-17; ¡Le 4 14-15. 14 Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: 15 «El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; conviértanse y crean en la Buena Nueva.»

• lil lector puede acudir, sin dificultad, a las ñolas que acompañan los textos paralelos, cuyas referencias figuran en el texto bajo los epígrafes. 1 1 La predicación de Juan Bautista cumple las promesas de Dios, w . 2-3, y señala el comienzo de la salvación, Mt 4 23 + . - Cristo, transcripción de una palabra griega que significa «ungido»; equivale al hebreo «Mesías», ver 1 9+; Jn 1 41. Sobre Hijo de Dios, ver Mt 43 + .

Vocación de los cuatro primeros discípulos. ||Mc 4 18-22; ||LC 5 1-11. 16 Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. 17 Jesús les dijo: «Vengan conmigo*, y les haré llegar a ser pesca-

13 Citas de Mi 3 1, e Is 40 3. 1 9 Jesús es «ungido» por el lispírilu, I 1+, como rey del pueblo de Dios, 1 S 16 H; Sal 2 7. Jesús es también el «Siervo» del Se ñor. Me se inspira en Is 42 1 y 63 11.1 1 13 Evocación del ideal mesiánieo y de la paz del Paraíso, ver Is 11 6-9 + . 1 17 Lit.: «vengan detrás do mí». Todo esie relato está inspirado literarinmenle en l;i vo cación de Eliseo, 1 R 19 19-21. Jesús r«. pie sentado como un nuevo I•'.lías; ver l.e 7 IS i .

>t, I
l;if.t> rar el perdón que ya Dios ha otorgado al pade Tiberíades. ralítico. Los judíos se equivocan al reprocharle

>t, I
t, I
Ver Sal 118 25-26. II 17 Solo Me eila las últimas palabras «para

su alrededor, siendo ya tarde, salió con los Doce para Betania. La higuera estéril. ||Mt 21 18-19. 12 Al día siguiente, saliendo ellos de Betania, sintió hambre. 13 Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si encontraba algo en ella; acercándose a ella, no encontró más que hojas; es que no era tiempo de higos. 14 Entonces le dijo: «¡Que nunca jamás coma nadie fruto de ti!» Y sus discípulos oían esto.

Expulsión de los vendedores del Templo. ||Mt 21 12-13.17; ||Lc 19 45-48; ||Jn 2 14-16. Llegan a Jerusalén; y entrando en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y a los que compraban en el Templo; volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los vendedores de palomas 16 y no permitía que nadie transportara cosas por el Templo. 17 Y les enseñaba, diciéndoles: «¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las gentes*? ¡Pero ustedes la tienen hecha una cueva de bandidos/» 18 Se enteraron de esto los sumos sacerdotes y los escribas y buscaban cómo podrían matarle; porque todas las gentes» del texto de Is 56 7; anuncia así la universalidad del culto mesiánico.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

10 tenían miedo, pues toda la gente estaba asombrada de su doctrina. 19 Y al atardecer, salía fuera de la ciudad. I -a higuera seca. Fe y oración. ||Mt 21 20-22. 20 Al pasar muy de mañana, vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz. '' Pedro, recordándolo, le dice: «¡Rabbí, mira!, la higuera que maldijiste estáseca.» 22 Jesús les respondió: «Tengan fe en Dios.23 Yo les aseguro que quien diga a este monte: 'Quítate y arrójate al mar' v no vacile en su corazón sino que crea que va a suceder lo que dice, lo obtencliá. 24 Por eso les digo: todo cuanto pidan en la oración, crean que ya lo han recibido y lo obtendrán. 2S Y cuando se pongan de pie para orar, perdonen, si tienen algo contra alguno, para que también su Padre, que está en los cielos, les perdone sus ofensas* [261.»

Controversia sobre la autoridad de Jesús. ||Mt 21 23-27; Le 20 1-8. 27 Vuelven a Jerusalén y, mientras paseaba por el Templo, se le acercan los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos, 28 y le decían: «¿Con qué autoridad haces esto?, o ¿quién te ha dado lal autoridad para hacerlo?» 29 Jesús les dijo: «Les voy a preguntar una cosa. Respóndanme y les diré con qué autoridad hago esto. 30 El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres? Respóndanme.» 31 Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: 'Del cielo', dirá: 'Entonces, ¿por qué no le creyeron?'32 Pero ¿vamos a decir: 'De los hombres?'» Tenían miedo a la gente; pues todos tenían a Juan por un verdadero profeta.33 Responden, pues, a Jesús: «No sabemos.» Jesús entonces les dice: «Tampoco yo les digo con qué autoridad hago esto.»

Parábola de los viñadores homicidas. ||Mt 21 33-46; ||Lc 20 9-19. 1 ^ 1 Y se puso a hablarles en paX áL rábolas: «Un hombre plantó 11 25 El v. 26, ver Mt 6 15, falta en varios manuscritos.

10 43

una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar* y edificó una torre; la arrendó a unos labradores, y se ausentó. 2 Envió un siervo a los labradores a su debido tiempo para recibir de ellos una parte de los frutos de la viña. 3 Ellos le agarraron, le golpearon y le despacharon con las manos vacías. 4 De nuevo les envió a otro siervo; también a éste le descalabraron y le insultaron.5 Y envió a otro y a éste le mataron; y también a otros muchos, hiriendo a unos, matando a otros. 6 Todavía le quedaba un hijo querido; les envió a éste, el último, diciendo: 'A mi hijo lo respetarán'. 7 Pero aquellos labradores dijeron entre sí: 'Éste es el heredero. Vamos, matémoslo, y será nuestra la herencia.' 8 Le agarraron, le mataron y le echaron fuera de la viña. 9 ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y dará muerte a los labradores y entregará la viña a otros. 10 ¿No han leído esta Escritura: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular*se ha convertido; 11 fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos'"?» 12 Trataban de detenerlo —pero tuvieron miedo a la gente— porque habían comprendido que la parábola la había dicho por ellos. Y dejándolo, se fueron.

El tributo debido al César. ||Mt 22 15-22; ||Lc 20 20-26. 13 Y envían hacia él algunos fariseos y herodianos, para cazarlo en alguna palabra. 14 Vienen y le dicen: «Maestro, sabemos que eres veraz y que no te importa de nadie, porque no miras la condición de las personas, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios: ¿Es lícito pagar tributo al César o no? ¿Pagamos o dejamos de-pagar?» 15 Mas él, dándose cuenta de su hipocresía, les dijo: «¿Por qué me tientan? Tráiganme un denario, que lo vea.» 16 Se lo trajeron y les dice: «¿De quién es esta imagen y la inscripción?» Ellos le di jeron:

12 1 Lagar, ver ñola on Mi 21 11. 12 11 Cita de Sal 118 22-23.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 17 Jesús

«Del César.» les dijo: «Lo del César, devuélvanselo al César, y lo de Dios, a Dios.» Y se maravillaban de él. La resurrección de los muertos. ||Mt 22 23-33; ||LC 20 27-40. ,8 Se le acercan unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección, y le preguntaban: 19 «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si muere el hermano de alguno y deja mujer y no deja hijos, que su hermano tome a la mujer para dar descendencia a su hermano.20 Eran siete hermanos: el primero tomó mujer, pero murió sin dejar descendencia; 21 también el segundo la tomó y murió sin dejar descendencia; y el tercero lo mismo. 22 Ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos, murió también la mujer. 23 En la resurrección, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer.» 24 Jesús les contestó: «¿No están en un error precisamente por esto, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios? 25 Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas márido, sino que serán como ángeles en los cielos. 26 Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no han leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza*, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? 27 No es un Dios de muertos, sino de vivos. Están en un gran error.»

El mandamiento principal. Mt 22 34-40; Le 10 25-28.

y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo*. No existe otro mandamiento mayor que éstos.» 32 Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, 33 y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo vale más que lodos los holocaustos y sacrificios.» 34 Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas. 31

Cristo, hijo y Señor de David. ||Mt 22 41-46; ||Lc 20 41-44. 35 Jesús, lomando la palabra, decía mientras enseñaba en el Templo: «¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? 3(1 David mismo dijo, movido por el Espíritu Santo:

Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies*. 37 El mismo David le llama Señor; ¿cómo entonces puede ser-hijo suyo?» La muchedumbre le oía con agrado.

Los escribas juzgados por Jesús. ||Mt 23 6-7; ||Lc 20 45-47; 11 43. 38 Decía también en su instrucción: «Guárdense de los escribas, que gustan pasear con amplio ropaje, ser saludados en las plazas, 39 ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; 40 y que devoran la hacienda de las viudas con el pretexto de largas oraciones. Ésos tendrán una sentencia más rigurosa.»

28 Se acercó uno de los escribas que les había oído y, viendo que les había respondido muy bien, le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los manEl óbolo de la viuda. damientos?» 29 Jesús le contestó: «El ||Lc 21 1-4. primero es: Escucha, Israel: El Señor, 30 41 Jesús se sentó frente al arca del Tenuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corasoro y miraba cómo echaba la gente zón, con toda tu alma, con toda tu mente monedas en el arca del Tesoro*: mu-

12 26 Referencia al relato de Ex 3 1-16. 12 31 Me es el único que cita el principio de 1)1 6 4-5 + , antes de Lv 19 18, acentuando el monoteísmo que aquí profesa Jesús.

12 36 Cita de Sal 110 1. 12 41 Arca del Tesoro: cepillo exterior de la sala del Tesoro, en el Templo, para recibir las ofrendas.

77

EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

i hos ricos echaban mucho. 42 Llegó lambién una viuda pobre y echó dos moneditas, o sea, una cuarta parte del as*. 43 Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: «Les digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que lodos los que echan en el arca del Tesoro. 44 Pues todos han echado de lo que les sobraba, ésta, en cambio, ha ochado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir.» Discurso escatológico*. Introducción. ||Mt 24 1-3; ||Lc 21 5-7. 1 7 ' Al salir del Templo, le dice uno X «3 de sus discípulos: «Maestro, mira qué piedras y qué construcciones.» ' Jesús le dijo: «¿Ves estas grandiosas construcciones? No quedará piedra sobre piedra que no sea derruida.» 3 Estando luego sentado en el monte de los Olivos, frente al Templo, le preguntaron en privado Pedro, Santiago, Juan y Andrés: 4 «Dinos cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de que todas estas cosas están para cumplirse.» El comienzo de los dolores. ||Mt 24 4-14; ||Lc 21 8-19. s Jesús empezó a decirles: «Miren que no les engañe nadie. 6 Vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: 'Yo soy', y engañarán a muchos. 7 Cuando oigan hablar de guerras y de rumores de guerras, no se alarmen; porque eso es necesario que suceda, pero no es todavía el fin.8 Pues se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá terremotos en diversos lugares, habrá hambre: esto será el comienzo de los dolores de parto. ||Mt 10 17-22. 9 «Pero ustedes miren por ustedes mismos; los entregarán a los tribunales, serán azotados en las sinagogas y comparecerán ante gobernadores y reyes por mi causa, para que den testi-

12 42 As\ moneda romana de poco valor. 13 Sobre la doble perspectiva de este discurso, ver Mt 24+. Me sólo contempla la ruina do Jerusalén que, con la resurrección de Cristo y su venida en la Iglesia, realizará la liberación del pueblo elegido.

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monio ante ellos. 10 Y es preciso que antes sea proclamada la Buena Nueva a todas las naciones. 11 «Y cuando les lleven para entregarles, no se preocupen de qué van a hablar; sino hablen lo que se les comunique en aquel momento. Porque no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu Santo. 12 Y entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. 13 Y serán odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará. La gran tribulación de Jerusalén. ||Mt 24 15-25; ||Lc 21 20-24. 14 «Pero cuando vean la abominación de la desolación * erigida donde no debe (el que lea, que entienda), entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes; 15 el que esté en la azotea, no baje ni entre a recoger algo de su casa, 16 y el que esté por el campo, no regrese en busca de su manto. 17 ¡Ay de las que estén embarazadas o criando en aquellos días! 18 Oren para que no suceda en invierno. 19 Porque aquellos días habrá una tribulación cual no la hubo desde el principio de la creación, que hizo Dios, hasta el presente*, ni la volverá a haber. 20 Y si el Señor no abreviara aquellos días, no se salvaría nadie, pero en atención a los elegidos que él escogió, ha abreviado los días. Entonces, si alguno les dice: 'Miren, el Cristo aquí', 'Mírenlo allí', no lo crean. 22 Pues surgirán falsos cristos y falsos profetas y realizarán señales y prodigios con el propósito de engañar, si fuera posible, a los elegidos. Ustedes, pues, estén sobre aviso; lo he predicho todo.

La manifestación gloriosa del Hijo del hombre*. ||Mt 24 29-31; ||Lc 21 25-27. 24 «Mas por esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurece-

13 14 Ver Dn 9 27; 11 31; 12 11; 1 M 1 54. 13 19 Ver Dn 12 1. 13 24 Los prodigios cósmicos describen la intervención de Dios en la historia; aquí en concreto, se refieren a la crisis mesiánica, no al final del mundo. Pero comparar con Mt 24+.

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rá, la luna no dará su resplandor,25 las estrellas irán cayendo del cielo, y las fuerzas que están en los cielos serán sacudidas. 26 Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes con gran poder y gloria;27 entonces enviará a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo. Parábola de la higuera. ||Mt 24 32-36; ||Lc 21 29-33. 28 «De la higuera aprendan esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, saben que el verano está cerca. 29 Así también ustedes, cuando vean que sucede esto, sepan que Él está cerca, a las puertas. 30 Yo les aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. 31 El cielo y la

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tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. 32 Mas de aquel día y hora, nadie sabe nada, ni los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre*. Estar alerta para no ser sorprendidos. Mt 24 42; 25 13-15; Le 19 12-13; 12 38. 40. 33 «Estén atentos y vigilen, porque ignoran cuándo será el momento. 34 Al igual que un hombre que se ausenta: deja su casa, da atribuciones a sus siervos, a cada uno su trabajo, y ordena al portero que vele; 35 velen, por tanto, ya que no saben cuándo viene el dueño de la casa, si al atardecer, o a media noche, o al cantar del gallo, o de madrugada*. 36 No sea que llegue de improviso y les encuentre dormidos.37 Lo que a ustedes digo, a todos lo digo: ¡Velen!»

V. La Pasión y la Resurrección de Jesús Conspiración contra Jesús. ||Mt 26 2-5; ||Lc 22 1-2. 'i A 1 Faltaban dos días para la PasJL T* cua y los Ázimos. Los sumos sacerdotes y los escribas buscaban cómo prenderle con engaño y matarle.2 Pues decían: «Durante la fiesta no, no sea que haya alboroto del pueblo.» Unción en Betania. ||Mt 26 6-13; ||Jn 12 1-8. 3 Estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, recostado a la mesa, vino una mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de nardo*, de mucho precio; quebró el frasco y lo derramó sobre su cabeza. 4 Había algunos que se decían entre sí indignados: «¿Para qué este despilfarro de perfume? 5 Se podía haber vendido este perfume por más de trescientos denarios y habérselo dado a los pobres.» Y refunfuñaban contra ella. 6 Mas Jesús dijo: «Déjenla. ¿Por qué la molestan?

13 32 Mt 24 36 + . 13 35 Las cuatro divisiones de la noche, cada una de tres horas. 14 3 Perfume de nardo: extracto de una

Ha hecho una obra buena en mí.7 Porque pobres tendrán siempre con ustedes y podrán hacerles bien cuando quieran; pero a mí no me tendrán siempre. 8 Ha hecho lo que ha podido. Se ha anticipado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura. 9 Yo les aseguro: dondequiera que se proclame la Buena Nueva, en el mundo entero, se hablará también de lo que ésta ha hecho para memoria suya.» Traición de Judas. ||Mt 26 14-16; ||Lc 22 3-6. 10 Entonces, Judas Iscariote, uno de los Doce, se fue a ver a los sumos sacerdotes para entregárselo. 11 Al oírlo ellos, se alegraron y prometieron darle dinero. Y él andaba buscando cómo entregarlo en momento oportuno.

Preparativos para la cena pascual*. ||Mt 26 17-19; ||Lc 22 7-13. 12 El primer día de los Ázimos, cuando se sacrificaba el cordero de Pascua,

planta aromática de la India. 14 12 Presentación literaria, al estilo de 1 S 10 2-5. Comparar la estructura de este relato con Me 11 1-6.

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le dicen sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas el cordero de Pascua?» 13 Entonces, envía a dos de sus discípulos y les dice: «Vayan a la ciudad; les saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua; síganlo 14 y allí donde entre, digan al dueño de la casa: 'El Maestro dice: ¿Dónde está mi sala, donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?' 13 Él les enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta y preparada; hagan allí los preparativos para nosotros.» 16 Los discípulos salieron, llegaron a la ciudad, lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la Pascua. Anuncio de la traición de Judas. Mt 26 20-25; Le 22 14. 21-23. Jn 13 21-30.

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Predicción de las negaciones de Pedro. ||Mt 26 30-35; ||Lc 22 31-34. 39. ¡Jn 13 36-38. 26 Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos. 27 Jesús les dice: «Todos van a escandalizarse, ya que está escrito: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas. 28 Pero después de mi resurrección, iré delante de ustedes a Galilea.» 29 Pedro le dijo: «Aunque todos se escandalicen, yo no.» 30 Jesús le dice: «Yo te aseguro: hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres.» 31 Pero él insistía: «Aunque tenga que morir contigo, yo no te negaré.» Lo mismo decían también todos.

Agonía de Jesús. ||Mt 26 36-46; ||Lc 22 40-46.

22 Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomen, éste es mi cuerpo.» 23 Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella.24 Y les dijo: «Ésta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. 25 Yo les aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios.»

32 Van a una propiedad, cuyo nombre es Getsemaní, y dice a sus discípulos: «Siéntense aquí, mientras yo hago oración.» 33 Toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzóla sentir pavor y angustia. 34 Y les dice: «Mi alma está triste hasta el punto de morir; quédense aquí y velen.» 33 Y adelantándose un poco, caía en tierra y suplicaba que a ser posible pasara de él aquella hora. 36 Y decía: «¡Abbá*, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú.» 37 Viene entonces y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: «Simón, ¿duermes?, ¿ni una hora has podido velar? 38 Velen y oren, para que no caigan en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil.» 39 Y alejándose de nuevo, oró diciendo las mismas palabras. 40 Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados; ellos no sabían qué contestarle. 41 Viene por tercera vez y les dice: «Ahora ya pueden dormir y descansar. Basta ya. Llegó la hora. Miren que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.42 ¡Levántense! ¡vamonos! Miren, el que me va a entregar está cerca.»

14 36 La palabra aramea, Abbá, Padre, expresa la familiaridad de Jesús con el Padre, Mt 11

25-26+, y San Pablo lo pone en la boca de los cristianos, Rm 8 15; C.a 4 6.

17 Y al atardecer, llega él con los Doce. 18 Y mientras comían recostados, Jesús dijo: «Yo les aseguro que uno de ustedes me entregará, el que come conmigo.» 19 Ellos empezaron a entristecerse y a decirle uno tras otro: «¿Acaso soy yo?» 20 Él les dijo: «Uno de los Doce que moja conmigo en el mismo plato. 21 Porque el Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!»

Institución de la Eucaristía. ||Mt 26 26-29; ¡Le 22 15-20; ||l Co 11 23-25.

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Prendimiento de Jesús. liMt 26 47-56; ||Lc 22 47-53; IIJn 18 2-11. 43 Todavía estaba hablando, cuando de pronto se presenta Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo con espadas y palos, de parte de los sumos sacerdotes, de los escribas y de los ancianos. 44 El que le iba a entregar les había dado esta contraseña: «Aquel a quien yo dé un beso, ése es, préndanlo y llévenlo con cautela.» 45 Nada más llegar, se acerca a él y le dice: «Rabbí», y le dio un beso.46 Ellos le echaron mano y le prendieron. 47 Uno de los presentes, sacando la espada, hirió al siervo del Sumo Sacerdote, y le llevó la oreja.48 Y tomando la palabra Jesús, les dijo: «¿Como contra un salteador han salido a prenderme con espadas y palos? 49 Todos los días estaba junto a ustedes enseñando en el Templo, y no me detuvieron. Pero es para que se cumplan las Escrituras.» s0 Y abandonándole huyeron todos. 51 Un joven le seguía cubierto sólo de un lienzo; y le detienen. 52 Pero él, dejando el lienzo, se escapó desnudo*.

Jesús ante el Sanedrín. ||Mt 26 57-68; ||Lc 22 54. 63-71; ||jn 18 15-16. 18. 53 Llevaron a Jesús ante el Sumo Sacerdote, y se reúnen todos los sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas. 54 También Pedro le siguió de lejos, hasta dentro del palacio del Sumo Sacerdote, y estaba sentado con los criados, calentándose al fuego. 55 Los sumos sacerdotes y el Sanedrín entero andaban buscando contra Jesús un testimonio para darle muerte; pero no lo encontraban. 56 Pues muchos daban falso testimonio contra él, pero los testimonios no coincidían. 57 Algunos, levantándose, dieron contra él este falso testimonio: 58 «Nosotros le oímos decir: Yo destruiré este Santuario hecho por hombres y en tres días edificaré otro no hecho por hombres.» 59 Y tampoco en este caso coincidía su testimonio. 60 Entonces, se

14 52 Ksle breve relato propio de Marcos pivsi'iila probablemente al mismo evangelista. 14 (•>?. Ver Sal 110 1 y Dn 7 13.

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levantó el Sumo Sacerdote y poniéndose en medio, preguntó a Jesús: «¿No respondes nada? ¿Qué es lo que éstos atestiguan contra ti?» 61 Pero él seguía callado y no respondía nada. El Sumo Sacerdote le preguntó de nuevo: «¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?» 62 Jesús contesta: «Sí, yo soy, y verán al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir entre las nubes del cielo*.» 63 El Sumo Sacerdote se rasga las túnicas y dice: «¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? 64 Han oído la blasfemia. ¿Qué les parece?» Todos juzgaron que era reo de muerte. 65 Algunos se pusieron a escupirle, le cubrían la cara y le daban bofetadas, mientras le decían: «Adivina*», y los criados le recibieron a golpes. Negaciones de Pedro. ||Mt 26 69-75; ||Lc 22 55-62; ¡Jn 18 15-18. 25-27. 66 Estando Pedro abajo en el patio, llega una de las criadas del Sumo Sacerdote h7 y, al ver a Pedro calentándose, le mira atentamente y le dice: «También tú estabas con Jesús de Nazaret. » 68 Pero él lo negó: «Ni sé ni entiendo qué dices», y salió afuera, al portal, y cantó un gallo. 69 Le vio la criada y otra vez se puso a decir a los que estaban allí: «Este es uno de ellos.» 711 Pero él lo negaba de nuevo. Poco después, los que estaban allí volvieron a decir a Pedro: «Ciertamente eres de ellos pues además eres galileo.» 71 Pero él se puso a echar imprecaciones y a jurar: «¡Yo no conozco a ese hombre de quien hablan!» 72 Inmediatamente cantó un gallo por segunda vez. Y Pedro recordó lo que le había dicho Jesús: «Antes que el gallo cante dos veces, me habrás negado tres.» Y rompió a llorar.

Jesús ante Pilato. ||Mt 27 1-2.11-26; ||Lc 22 66; 23 1-5. 13-25; ||Jn 18 28-19 1; 19 4-16. 1 C 1 Pronto, al amanecer, preparaX ron una reunión los sumos sa14 65 La escena en este evangelio aplica a Jesús los ultrajes anunciados por el profeta, Is 50 6.

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cerdotes con los ancianos, los escribas y todo el Sanedrín y, después de haber atado a Jesús, le llevaron y le entregaron a Pilato. 2 Pilato le preguntaba: «¿Eres tú el rey de los judíos?» Él le respondió: «Sí, tú lo dices.» 3 Los sumos sacerdotes le acusaban de muchas cosas.4 Pilato volvió a preguntarle: «¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan.» 5 Pero Jesús no respondió ya nada, de suerte que Pilato estaba sorprendido. 6 Cada Fiesta les concedía la libertad de un preso, el que pidieran. 7 Había uno, llamado Barrabás, que estaba encarcelado con aquellos sediciosos que en el motín habían cometido un asesinato. 8 Subió la gente y se puso a pedir lo que les solía conceder. 9 Pilato les contestó: «¿Quieren que les suelte al rey de los judíos*?» 10 Pues se daba cuenta de que los sumos sacerdotes le habían entregado por envidia. 11 Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente a que dijeran que les soltara más bien a Barrabás. 12 Pero Pilato les decía otra vez: «Y ¿qué voy a hacer con el que llaman el rey de los judíos?» 13 La gente volvió a gritar: «¡Crucifícale!» 14 Pilato les decía: «Pero ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaron con más fuerza: «¡Crucifícale!» IS Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuera crucificado. Coronación de espinas. ||Mt 27 27-31; ||Jn 19 1-3. 1(1 Los soldados le llevaron dentro del palacio, es decir, al pretorio y llaman a toda la tropa. 17 Le visten de púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñen. 18 Y se pusieron a saludarle: «¡Salve, rey de los judíos!» 19 Y le golpeaban en la cabeza con una caña, le escupían y, doblando las rodillas, se postraban ante él. 20 Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron la púr-

15 9 En Me la gente pide el indulto de un preso, sin pensar en el caso de Jesús. Es Pilato quien aprovecha la ocasión para liberarse del proceso embarazoso de Jesús. Comparar con Mt 27 17.

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pura, le pusieron sus ropas y lo sacan fuera para crucificarlo. El camino de la cruz. ¡Mt 27 32-33; ||Lc 23 26; ¡Jn 19 17. 21 Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo*, a que llevara su cruz.22 Le conducen al lugar del Gólgota, que quiere decir: Calvario.

La Crucifixión. ¡Mt 27 34-38; ||Lc 23 33-34; ¡Jn 19 18-24. 23 Le daban vino con mirra, pero él no lo tomó. 24 Le crucifican y se reparten sus vestidos, echando a suertes a ver qué se llevaba cada uno. 25 Era media mañana* cuando le crucificaron. 26 Y estaba puesta la inscripción de la causa de su condena: «El rey de los judíos.» 27 Con él crucificaron a dos salteadores, uno a su derecha y otro a su izquierda*f28]. ,

Jesús en cruz ultrajado. ||Mt 27 39-44; ||Lc 23 35-37. 29 Y los que pasaban por allí le insultaban, moviendo la cabeza y diciendo: «¡Eh, tú!, que destruyes el Santuario y lo levantas en tres días, 30 ¡sálvate a ti mismo bajando de la cruz!» 31 Igualmente los sumos sacerdotes se burlaban entre ellos junto con los escribas diciendo: «A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse. 32 ¡El Cristo, el rey de Israel!, que baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.» También le injuriaban los que con él estaban crucificados.

Muerte de Jesús. ||Mt 27 45-54; ||Lc 23 44-47; ||Jn 19 28-30. 33 Llegado el mediodía, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta media

15 21 Ver Rm 16 13. 15 25 Lit.: la hora tercia: entre las nueve y las doce de la mañana, ver Mt 27 45. 15 27 La adición del v. 28, ver Is 53 12, proviene sin duda de Le 22 37.

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tarde'".34 A media tarde gritó Jesús con fuerte voz: «Eloí, Eloí", ¿lemá sabactaní?», —que quiere decir: «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?» 3:> Al oír esto algunos de los presentes decían: «Mira, llama a Elias.» 36 Entonces uno fue corriendo a empapar una esponja en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber, diciendo: «Déjenlo, vamos a ver si viene Elias a descolgarle.» 37 Pero Jesús lanzando un fuerte grito, expiró.38 Y el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo.39 Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: «Verdaderamente este hombre era hijo de Dios*.» Las santas mujeres en el Calvario. ||Mt 27 55-56; ||Lc 23 49; ¡¡Jn 19 25. 40 Había también unas mujeres mirando desde lejos, entre ellas, María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de Joset, y Salomé,41 que le seguían y le servían cuando estaba en Galilea, y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.

Sepultura de Jesús. |Mt 27 57-61; ||Lc 23 50-55; | Jn 19 38-42. 42 Y ya al atardecer, como era la Preparación*, es decir, la víspera del sábado,43 vino José de Arimatea, miembro respetable del Consejo, que esperaba también el Reino de Dios, y tuvo la valentía de entrar donde Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús. 44 Se extrañó Pilato de que ya estuviera muerto y, llamando al centurión, le preguntó si había muer-

15 33 Ver Mt 27 45 + . 15 34 Comienzo del Sal 22; ver Mt 27 46 + . 15 39 La profesión de fe del centurión evoca la proclamación de la voz en el bautismo, 1 11 (ver 1 3 + ). Es un anuncio velado de la resurección. Ver Mt 4 3 + . 15 42 Ver Mt 27 62 + . 16 6 La fórmula recuerda las de la predicación primitiva, Hch 2 23-24; 3 15; etc. 16 8 Según Mt 28 8; Le 24 10.22s; Jn 20 18, las mujeres, sin embargo, han hablado. Me no narra las apariciones que parece anunciar en el v. 7, a no ser que las contara en un ñnal per-

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to hacía tiempo. 43 Informado por el centurión, concedió el cuerpo a José, 46 quien, comprando una sábana, lo descolgó de la cruz, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro que estaba excavado en roca; luego, hizo rodar una piedra sobre la entrada del sepulcro. 47 María Magdalena y María la de Joset se fijaban dónde era puesto. El sepulcro vacÍQ. Mensaje del ángel. ||Mt 28 1-8; ||Lc 24 1-10; IIJn 20 1-10. 1 ¿1 1 Pasado el sábado, María MagX O dalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamarle.2 Y muy de madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, van al sepulcro. 3 Se decían unas a otras: «¿Quién nos retirará la piedra de la puerta del sepulcro?» 4 Y levantando los ojos ven que la piedra estaba ya retirada; y eso que era muy grande.5 Y entrando en el sepulcro vieron a un joven sentado en el lado derecho, vestido con una túnica blanca, y se asustaron. 6 Pero él les dice: «No se asusten. Buscan a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado*, no está aquí. Vean el lugar donde le pusieron. 7 Pero vayan a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de ustedes a Galilea; allí le verán, como les dijo.» 8 Ellas salieron huyendo del sepulcro, pues un gran temblor y espanto se había apoderado de ellas, y no dijeron nada a nadie porque tenían miedo...* Apariciones de Jesús resucitado*. Ver Mt 28 10+; ||Jn 20 11-18. 9 Jesús resucitó en la madrugada, el primer día de la semana, y se apareció

dido (ver nota siguiente). El que la tumba haya sido encontrada vacía es un primer indicio, no una prueba, de que el Señor Jesús no pertenece a nuestro mundo. 16 9 Este final, w . 9-20, es inspirado y canónico. No se puede probar su pertenencia a la redacción de Marcos. Lo omiten manuscritos muy importantes, como el Vaticano y el Sinaítico. El final actual, que es un resumen de las apariciones del resucitado, redactado en un estilo muy diverso al de Me, llenó el vacío del final primitivo perdido y suavizó la interrupción del v. 8.

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primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. 10 Ella fue a comunicar la noticia a los que habían vivido con él, que estaban tristes y llorosos. 11 Ellos, al oír que vivía y que había sido visto por ella, no creyeron. ||Lc 24 13-35. 12 Después de esto, se apareció, bajo otra figura, a dos de ellos cuando iban de camino a una aldea. 13 Ellos volvieron a comunicárselo a los demás; pero tampoco creyeron a éstos. IlLc 24 36-49; ||jn 20 19-23. 14 Por último, estando a la mesa los once discípulos, se les apareció y les echó en cara su incredulidad y su dureza de corazón, por no haber creído a quienes le habían visto resucitado.

16 20 La exaltación de Jesús, 14 62, y la misión de los apóstoles están relacionados con la

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||Mt 28 18-20. 13 Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Nueva a toda la creación. 16 El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. 17 Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, 18 tomarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.» ||Lc 24 50-53; ||Hch 1 3-14. 19 Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. 20 Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban*.

resurrección, ver Le 24 50-51; llrli 1 «) 10.

E V A N G E L I O S E G Ú N S A N LUCAS" IVólogo*.

I

1 Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se han verificado entre nosotros, 2 tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos ocu-

lares y servidores de la Palabra,3 he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo, 4 para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.

/. Nacimiento y vida oculta de Juan el Bautista y de Jesús* Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista. 5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote, llamado Zacarías, del grupo de Abías, casado con una mujer descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel; 6 los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta en todos los mandamientos y preceptos del Señor. 7 No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos de avanzada edad. 8 Sucedió que, mientras oficiaba delante de Dios, en el grupo de su turno, 9 le tocó en suerte, según el uso del servicio sacerdotal, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. 10 Toda la multitud del pueblo estaba fuera en oración, a la hora del incienso. " Se le apareció el ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. 12 Al verlo Zacarías, se sobresaltó, y el temor se apoderó de él. 13 El ángel le dijo: «No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido escuchada; Isabel, tu mujer, te dará un hijo, a quien pondrás por nombre Juan*; 14 será para ti gozo y alegría y muchos se gozarán en su nacimiento, 11 porque será grande ante el Señor; no beberá vino ni licor; estará

lleno de Espíritu Santo ya desde el seno de su madre, 16 y convertirá al Señor su Dios a muchos de los hijos de Israel 17 e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elias*, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y a los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.» 18 Zacarías dijo al ángel: «¿En qué lo conoceré*? Porque yo soy viejo y mi mujer de avanzada edad.» 19 El ángel le respondió: «Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia. 20 Mira, por no haber creído mis palabras, que se cumplirán a su tiempo, vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que sucedan estas cosas.» 21 El pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaban de que tardara tanto en el Santuario.22 Cuando salió no podía hablarles, y comprendieron que había tenido una visión en el Santuario; les hablaba por señas y permaneció mudo. 23 Una vez cumplidos los días de su servicio se fue a su casa. 24 Días después, concibió su mujer Isabel y estuvo durante cinco meses encerrada 25 diciendo: «Esto es lo que ha hecho por

" Procúrese acudir a las notas que acompañan los textos paralelos, cuyas referencias figuran en la traducción debajo de los subtítulos. 1 Este prólogo, ver Hch 1 1, explica con qué cuidado Le ha compuesto su evangelio teniendo muy en cuenta la tradición, como fuente de información. 15 Le dispone los relatos en forma de díptico: narra alternativamente el nacimiento e

infancia de Juan y de Jesús, y los narra desde el punto de vista de María, mientras que Mt los ha narrado desde el punto de vista de José. En estos dos capítulos abundan los temas y citas del AT. 1 13 Juan significa Yahvé es favorable. 1 17 Según MI 3 23, Elias volverá para preparar la era mesiánica; Mt 17 10+. 1 18 . Ver Gn 15 8. Zacarías pide un «signo», pero sigue escéptico.

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

mí el Señor en los días en que se dignó quitar mi oprobio entre la gente.» La Anunciación*. 26 Al sexto mes envió Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. 28 Y, entrando, le dijo: «Alégrate*, llena de gracia, el Señor está contigo.» 29 Ella se turbó por estas palabras y se preguntaba qué significaría aquel saludo. 30 El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; 31 vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. 32 Él será grande, se le llamará Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; 33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin.» 34 María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón*?» 35 El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra*; por eso el que ha de nacer será santo y se le llamará Hijo de Dios. 36 Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez y este es ya el sexto mes de la que se decía que era estéril, 37 porque no hay nada imposible para Dios*.» 38 Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel, dejándola, se fue.

La Visitación. 39 En aquellos días, se puso en camino María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; 40 entró en casa de Zacarías y sa-

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ludó a Isabel. 41 En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, Isabel quedó llena de Espíritu Santo 42 y exclamó a gritos: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno;43 y ¿de dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor? 44 Porque apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. 43 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» Cántico de María*. Ver 1 S 2 1-10. 46

Y dijo María:

«Alaba mi alma la grandeza del Séñor 47 y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador 48 porque ha puesto los ojos en la pequeñez de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, 49 porque ha hecho en mi favor cosas grandes el Poderoso, *Santo es su nombre 50 y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. 51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los de corazón altanero. 52 Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. 53 A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos con las manos vacías. 54 Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia 55 —como había anunciado a nuestros padres— en favor de Abrahán y de su linaje por los siglos.» 56 María se quedó con ella unos tres meses, y luego se volvió a su casa.

1 26 El relato se inspira en varios pasajes el anuncio de los w . 31-33, tiene su explicadel AT: ver Je 6 11-24; 13 2-7; 2 S 7. ción en el v. 35. Ver Mt 1 18-20+. 1 28 Alégrate mejor que ¡salve! Llamamien- 1 35 Ver Ex 13 22; 19 16+; 24 16 + . Comparar con Le 9 34-35+p. to al gozo mesiánico, inspirado en Is 12 6; So 3 14; Za 2 14; 9 9; etc. -Llena de gracia, lit.: tú 1 37 Ver Gn 18 14. que has estado y sigues estando llena de gracia1 46 El cántico de María recuerda el de (del favor divino). Las palabras del ángel evoAna, 1 S 2 1-10+, el de otros muchos pasajes can textos mesiánicos tales como 2 S 7 + ; Is 9 del AT sobre los pobres socorridos por Dios y 6; Dn 7 14; ver Mt 9 27+. sobre el favor otorgado a Israel: Sal 98 3; 103 1 34 María sólo está «desposada» (v. 27) Í7; 89 11; 107 9; Is 41 8-9; etc. con José. Este hecho, que parece contradecir

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

Nacimiento de Juan el Bautista. 57 Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz y tuvo un hijo. 58 Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella.

Circuncisión de Juan el Bautista. 39 Al octavo día fueron a circuncidar al niño y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, 60 pero su madre, tomando la palabra, dijo: «No; se ha de llamar Juan.» 61 Le decían: «No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre.» 62 Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamara. M Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Y todos quedaron admirados. 64 Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios.65 Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas; 66 todos los que las oían las grababan en su corazón, diciéndose: «Pues ¿qué será este niño?» Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él.

Cántico de Zacarías*. Zacarías, su padre, quedó lleno de Espíritu Santo y profetizó diciendo: 67

68 «Bendito el Señor Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo, 69 y nos ha suscitado una fuerza salvadora en la casa de David, su siervo, 70 como había prometido desde antiguo, por boca de sus santos profetas, 71 que nos salvaría de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian 72 teniendo misericordia con nuestros padres

1 67 Este cántico es un salmo de acción de lírucias, w . 68-75, que Le pone en boca de Zacarías, adaptándolo a la nueva etapa de la Alian/,a, vv. 76-79, en una visión de futuro. Ver S¡|| 108 K-y; 111 9; Lv 26 42; Is 9 1; 42 7; etc. 2 7 I ,¡i palabra primogénito subraya la dig-

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y recordando su santa alianza 73 el juramento que juró a Abrahán nuestro padre, de concedernos 74 que, libres de manos enemigas, podamos servirle sin temor 75 en santidad y justicia en su presencia todos nuestros días. 76 Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, pues irás delante del Señor para preparar sus caminos y dar a su pueblo el conocimiento de la salvación mediante el perdón de sus pecados, 78 por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, que harán que nos visite una Luz de lo alto, 79 a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz.» Vida oculta de Juan el Bautista. 80 El niño crecía y su espíritu se fortalecía y vivió en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.

Nacimiento de Jesús y visita de los pastores.

2

' Por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se hiciera un censo de todo el mundo.2 Este primer censo tuvo lugar siendo gobernador de Siria Cirino. 3 Iban todos a registrarse, cada uno a su ciudad. 4 Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David,5 para registrarse con María, su esposa, que estaba embarazada. 6 Mientras estaban allí, se le cumplieron los días del parto 7 y dio a luz a su hijo primogénito*, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el albergue. nidad y los derechos del niño, sin suponer necesariamente hermanos menores. - albergue; la palabra griega designa una sala, ver IS 9 22; Le 22 11 en la que se alojaba la familia de José.

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al aire libre y vigilaban por turno durante la noche su rebaño. 9 Se les presentó el ángel del Señor, la gloria del Señor los envolvió en su luz y se llenaron de temor. 10 El ángel les dijo: «No teman, pues les anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: 11 les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor*; 12 y esto les servirá de señal: encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» 13 Y de pronto se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial que alababa a Dios diciendo: 14 «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace.» 15 Cuando los ángeles, dejándoles, se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vamos a Belén a ver lo que ha sucedido y el Señor nos ha manifestado.» 16 Fueron a toda prisa y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. 17 Al verlo, contaron lo que les habían dicho acerca de aquel niño; 18 y todos los que lo oyeron se maravillaban de lo que los pastores les decían. 19 María, por su parte, guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón. 20 Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho. 8

Circuncisión de Jesús. 21 Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, se le puso el nombre de Jesús, el que le dio el ángel antes de ser concebido en el seno.

Presentación de Jesús en el Templo*. 22 Cuando se cumplieron los días en que debían purificarse, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén

2 11 El Cristo, Mt 1 16, Ungido (Mesías) de Dios, Ex 30 22+; 1 S 24 7; ver Le 2 26; Hch 2 36, consagrado para una misión de elección, Is 45 1, recibe asimismo el título divino de Señor. 2 22 Los padres de Jesús cumplen cuidadosamente las prescripciones de la Ley, Lv 12 1-8 + ; Ex 13 1-2 +. Su ofrenda es la de los po-

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para presentarle al Señor, 23 como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor 24 y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. 25 Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Era un hombre justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo. 26 El Espíritu Santo le había revelado que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. 27 Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él, 28 le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: Cántico de Simeón. 29 «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; 30 porque han visto mis ojos tu salvación, 31 la que has preparado a la vista de todos los pueblos, 32 luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel*.»

Profecía de Simeón. 33 Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. 34 Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Éste está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y como signo de contradicción —35 ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!— a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones*.»

Profecía de Ana. 36 Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, di»

bres, Lv 12 8.

2 32 El final se inspira cu Is 42ft;4«> n. rl. ver Hch 13 47 + .

2 35 María, Hija tic Sióu, llcvmri cu »¡n pin pia vida el deslino doloroso de MI purUn I I símbolo de la ospudii v lii'.|iii ¡m ii I .' I I I .'n en /.a 12 10.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

edad avanzada. Casada en su juventud, había vivido siete años con su marido, 37 y luego quedó viuda hasta los ochenta y cuatro años; no se apartaba del Templo, sirviendo a Dios noche y día en ayunos y oraciones. 38 Presentándose en aquella misma hora, alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. Vida oculta de Jesús en Nazaret. 39 Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.40 El niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre él.

Jesús entre los doctores. 41 Sus padres iban todos los años a Jerusalén a lafiestade la Pascua.42 Cuando cumplió los doce años, subieron como de costumbre a la fiesta.43 Al volverse ellos pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres.44 Creyendo que estaría en la

II.

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caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; 45 pero, al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. 46 Al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y haciéndoles preguntas; 47 todos los que le oían, estaban desconcertados por su inteligencia y sus respuestas. 48 Cuando le vieron quedaron sorprendidos y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.» 49 El les dijo: «Y ¿por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debía estar en la casa de mi Padre*?» 50 Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio. Más sobre la vida oculta en Nazaret. Sl Bajó con ellos, vino a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón. 52 Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.

Preparación del ministerio de Jesús

Predicación de Juan el Bautista*. ||Mt 3 1-12; ||Mc 1 1-8.

3

1 En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de Judea; Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; 2 en el pontificado de Anás y Caifás, fue dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.3 Y se fue por toda la región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, 4 como está escrito en el libro de los oráculos del profeta -Isaías:

Voz del que clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, 2 4() Jesús, consciente de su relación única ('•iii su Padre, se debe a él más que a su padre v ti .su madre, v. 48; ver 10 22; Mt 4 3 + ; etc. í Nuevo sincronismo, más solemne que I '•. 2 I cnliv la historia de la salvación y la

enderecen sus sendas; 5 todo barranco será rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso se hará recto y las asperezas serán caminos llanos. 6 Y todos verán la salvación de Dios. 7 Decía, pues, a la gente que acudía para que los bautizara: «Raza de víboras, ¿quién les ha enseñado a huir de la ira inminente? 8 Den, pues, frutos dignos de conversión y no anden diciendo en su interior: 'Tenemos por padre a Abrahán'; porque les digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abrahán. 9 Ya está el hacha puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no dé buen fruto será cortado y arrojado al fuego.»

historia del mundo pagano. El v. 2 recuerda a los profetas, Os 1 1; Jr 1 2; etc. En los versículos 5-6, la perspectiva es universal, se extiende a todos los pueblos; la cita de Is 40 35+ es en Le más larga que en Mt y Me.

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS1011

10 La

gente le preguntaba: «Pues ¿qué debemos hacer?» 11 Y él les respondía: «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo.» 12 Vinieron también publícanos a bautizarse, que le dijeron: «Maestro, ¿qué debemos hacer?» 13 Él les dijo: «No exijan más de lo que les está fijado.» 14 Le preguntaron también unos soldados: «Y nosotros ¿qué debemos hacer?» Él les dijo: «No hagan extorsión a nadie, no hagan denuncias falsas y conténtense con su salario.» 15 Como el pueblo estaba expectante y andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo, 16 declaró Juan a todos: «Yo los bautizo con agua; pero está a punto de llegar el que es más fuerte que yo, a quien ni siquiera soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. Él los bautizará en Espíritu Sanio y luego. 17 En su mano tiene el rastrillo para limpiar su cosecha: recogerá el Irigo en su granero, pero quemará la paja con fuego que no se apaga.» 18 Y, con otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva. Prisión de Juan el Bautista. Mt 14 3-12; Me 6 17-29. 19 Pero Herodes, el tetrarca, reprendido por él por el asunto de Herodías, la mujer de su hermano, y por todas las malas acciones que había hecho, •'•"•añadió a todas ellas la de encerrar a Juan en la cárcel.

Bautismo de Jesús. ||Mt 3 13-17; ||Mc 19-11. 21 Todo el pueblo se estaba bautizando. Jesús, ya bautizado, se hallaba en oración, se abrió el cielo, 22 bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma; y vino una voz del

3 23 La genealogía de Le, más universalista que la de Mateo 1 1-17, se remonta, más allá de Abrahán, hasta Adán, cabeza de la humanidad. -El inciso según se creía pretende salvaguardar la concepción virginal de Jesús, Mt 1 18 + . La indicación de la edad de Jesús es aproximada: unos treinta años; Le quiere in-

cielo: «Tú eres mi hijo; yo hoy te he engendrado.» Genealogía de Jesús*. ||Mt 1 1-17. 23 Tenía Jesús, al comenzar, unos treinta años. Se creía que era hijo de José, hijo de Helí, 24 hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melkí, hijo de Janái, hijo de José,25 hijo de Matatías, hijo de Amos, hijo de Naúm, hijo de Eslí, hijo de Nangái,2aialilico

: 'A li te d i g o , le-

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vántate, toma tu camilla y vete a tu casa'.» 25 Y al instante, levantándose delante de ellos, tomó la camilla en que estaba acostado y se fue a su casa, glorificando a Dios. 26 El asombro se apoderó de todos y glorificaban a Dios. Y llenos de temor, decían: «Hoy hemos visto cosas increíbles.» Vocación de Leví. ||Mt 9 9; ||Mc 2 13-14. 27 Después de esto, salió y vio a un publicano llamado Leví, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo: «Sigúeme.» 28 Él, dejándolo todo, se levantó y le siguió.

Comida con los pecadores en casa de Leví. ||Mt 9 10-12; ||Mc 2 15-17. 29 Leví le ofreció en su casa un gran banquete. Había un gran número de publícanos y de otros que estaban a la mesa con ellos.30 Los fariseos y sus escribas murmuraban diciendo a los discípulos: «¿Cómo es que comen y beben con los publícanos y pecadores?» 31 Les respondió Jesús: «No necesitan médico los que están sanos, sino los que están mal.32 No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores.»

Discusión sobre el ayuno. ||Mt 9 14-17; ||Mc 2 18-22. 33 Ellos le dijeron: «Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y recitan oraciones, igual que los de los fariseos, pero los tuyos no se privan de comer y beber.» 34 Jesús les dijo: «¿Pueden acaso hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? 3S Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces, en aquellos días, ayunarán.» 36 Les dijo también una parábola: «Nadie rompe un vestido nuevo para echar un remiendo a uno viejo, porque, si lo hace, desgarrará el nuevo, y el viejo no combinará con el remiendo del nuevo. 37 «Nadie echa tampoco vino nuevo en vasijas viejas; porque, si lo hace, el

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

vino nuevo reventará las vasijas, el vino se derramará, y las vasijas se echarán a perder;38 sino que el vino nuevo debe echarse en vasijas nuevas. 39 Nadie, después de beber el vino añejo, quiere del nuevo porque dice: El añejo es el bueno*.» Las espigas arrancadas en sábado. ||Mt 12 1-8; ||Mc 2 23-28.

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' Sucedió que, cruzando un sábado por unos sembrados, sus discípulos arrancaban espigas, las desgranaban con las manos y se las comían. 2 Algunos de los fariseos dijeron: «¿Por qué hacen lo que no es lícito en sábado?» 3 Y Jesús les respondió: «¿Ni siquiera han leído lo que hizo David, cuando sintió hambre él y los que le acompañaban, 4 cómo entró en la Casa de Dios y tomando los panes de la presencia, que no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, comió él y dio a los que le acompañaban?» 5 Y les dijo: «El Hijo del hombre es señor del sábado.» Curación del hombre de la mano seca. ||Mt 12 9-14; ||Mc 3 1-6. 6 Otro sábado entró Jesús en la sinagoga y se puso a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha seca. 7 Estaban al acecho los escribas y fariseos por si curaba en sábado, para encontrar de qué acusarle. 8 Pero él, conociendo sus pensamientos, dijo al hombre que tenía la mano seca: «Levántate y ponte ahí en medio.» Él se levantó y se puso allí. 9 Entonces Jesús les dijo: «Yo les pregunto si en sábado es lícito hacer el bien en vez de hacer el mal, salvar una vida en vez de destruirla.» 10 Y, mirando a todos ellos, le dijo: «Extiende tu mano.» Él lo hizo, y quedó restablecida su mano. 11 Ellos se

5 39 v. propio de Le: Jesús observa que no todos sus oyentes judíos aprecian su espíritu nuevo. Ver Hch 13 5 +. 6 13 Apóstol = enviado. En el NT reciben este nombre los «enviados» como testigos de la vida, muerte y resurrección de Cristo, Hch 22 21+: los Doce, en primer lugar, Me 3 14; pero también otros discípulos, Rm 1 1 + ; 1 Co 12 28; Ef 4 11. 6 20 Los w . 20-49 corresponden a Mt 5-7.

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ofuscaron y deliberaban entre sí qué harían a Jesús. Elección de los Doce. ||Mt 10 1-4; ||Mc 3 13-19. 12 Por aquellos días, se fue él al monte a orar y se pasó la noche en la oración de Dios. 13 Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles*: 14 A Simón, a quien puso el nombre de Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, 15 a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelota; 16 a Judas de Santiago y a Judas Iscariote, que fue el traidor.

La muchedumbre sigue a Jesús. ||Mt 4 24-25; ||Mc 3 7-12. 17 Bajó con ellos y se detuvo en un paraje llano; había un gran número de discípulos suyos y gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costeé de Tiro y Sidón, 18 que habían venido para oírlo y ser curados de sus enfermedades. Y los que eran molestados por espíritus inmundos quedaban curados. 19 Toda la gente procuraba tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

Discurso inaugural. Las Bienaventuranzas*. ||Mt 5 1.3.6.5.11-12. 20 Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque suyo es el Reino de Dios. 21 Bienaventurados los que tienen hambre ahora, porque serán saciados. Bienaventurados los que lloran ahora, porque reirán.

Le no ha insertado adiciones, ver 5 + ; y ha suprimido lo que estimaba tener menos interés para los lectores no judíos. -Aquí, w . 20-26, Jesús se dirige directamente a sus oyentes. En forma antitética examina situaciones concretas que comprometen las disposiciones interiores y que contraponen el espíritu de este mundo con el de Cristo. Ver 1 S 2 8; Is 5 8-25; Am 5 11; etc.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

Bienaventurados serán cuando los hombres los odien, cuando los expulsen, los injurien y proscriban su nombre como malo por causa del Hijo del hombre.23 Alégrense ese día y salten de gozo, que su recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas. 22

Las maldiciones. 24 «Pero ¡ay de ustedes, los ricos!, porque han recibido su consuelo. 25 ¡Ay de ustedes, los que ahora están llenos!, porque tendrán hambre. ¡Ay de los que ríen ahora!, porque tendrán tristeza y llanto. 26 ¡Ay cuando todos los hombres hablen bien de ustedes!, pues de ese modo trataban sus padres a los falsos profetas.

Amor a los enemigos. ||Mt 5 44.39-40.42; 7 12; 5 46.45. 27 «Pero a ustedes, los que me escuchan, yo les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a los que los odien, -8 bendigan a los que los maldigan, rueguen por los que los difamen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite el manto, no le niegues la túnica. 30 A todo el que te pida, dale, y al que tome lo tuyo, no se lo reclames. 31 Y traten a los hombres como quieran que ellos los traten. 32 Si aman a los que los aman, ¿qué mérito tienen? Pues también los pecadores aman a los que les aman.33 Si hacen bien a los que les hacen el bien, ¿qué mérito tienen? ¡También los pecadores hacen otro tanto! 34 Si prestan a aquellos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir lo correspondiente.35 Más bien, amen a sus enemigos; hagan el bien y presten sin esperar nada a cambio; entonces su recompensa será grande y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno con los desagradecidos y los perversos.

6 36 Mt 5 48 dice perfecto. Ver Ex 34 6-7; Dt 4 31; etc. 6 39 Este versículo y los w . 44-45 aplican a

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Misericordia y beneficencia. ||Mt 7 1-2; ||Mc 4 24. 36 «Sean compasivos como su Padre es compasivo*. 37 No juzguen y no serán juzgados, no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. 38 Den y se les dará; una medida buena, apretada, sacudida, rebosante pondrán en el pliegue de sus vestidos. Porque con la medida con que midan se les medirá.»

Celo bien ordenado. ||Mt 15 14; 10 24-25; ||Jn 13 16; 15 20. 39 Les añadió una parábola: «¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo*? 40 No está el discípulo por encima del maestro. Será como el maestro cuando esté perfectamente instruido. 4' ¿Cómo es que miras la astilla que hay en el ojo de tu hermano y no reparas en la viga que hay en tu propio ojo? 42 ¿Cómo puedes decir a tu hermano: 'Hermano, deja que saque la astilla que hay en tu ojo', si no ves la viga que hay en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu ojo y entonces podrás ver para sacar la astilla que hay en el ojo de tu hermano. JlMt 12 33-35; 7 16-18. 3 «Porque no hay árbol bueno que dé fruto malo y, a la inversa, no hay árbol malo que dé fruto bueno. 44 Cada árbol se conoce por su fruto. No se recogen higos de los espinos, ni de la zarza se cosechan uvas. 43 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca.

Necesidad de las obras. ||Mt 7 21.24-27. 46 «¿Por qué me llaman: 'Señor, Señor' y no hacen lo que digo? 47 «Todo el que venga a mí y oiga mis palabras y las ponga en práctica, les voy a mostrar a quién es semejante:48 Es semejante a un hombre que, al edificar

los discípulos lo que se ha dicho de los fariseos, Mt 15 14; 7 16s.

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EVANGELIO SEG ÚN SAN LUCAS

una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre roca. Al sobrevenir una inundación, rompió el torrente contra aquella casa, pero no pudo destruirla por estar bien edificada. 49 Pero el que haya oído y no haya puesto en práctica es semejante a un hombre que edificó una casa sobre tierra, sin cimientos, contra la que rompió el torrente y al instante se desplomó y fue grande la ruina de aquella casa.» Curación del siervo de un centurión. ||Mt 8 5-10.13; ||Jn 4 46-54? Una vez concluidas todas estas palabras al pueblo, entró en Cafarnaún. 2 Se encontraba enfermo y a punto de morir un siervo de un centurión, muy querido de éste. 3 Habiendo oído hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos para rogarle que viniera y salvara a su siervo. 4 Éstos, llegando ante Jesús, le suplicaban insistentemente, diciendo: «Merece que se lo concedas,5 porque ama a nuestro pueblo y él mismo nos ha edificado la sinagoga.» 6 Iba Jesús con ellos y, estando ya no lejos de la casa, envió el centurión a unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo,7 por eso ni siquiera me consideré digno de salir a tu encuentro. Mándalo de palabra y quede sano mi criado. 8 Porque también yo, que soy un subalterno, tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: 'Vete', y va; y a otro: 'Ven', y viene; y a mi siervo: 'Haz esto', y lo hace.» 9 Al oír esto, Jesús quedó admirado de él, y volviéndose dijo a la muchedumbre que le seguía: «Les digo que ni en Israel he encontrado una fe tan grande.» 10 Cuando los enviados volvieron a la casa hallaron al siervo sano. 7

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Resurrección del hijo de la viuda de Naín*. 11 A continuación se fue a una ciudad llamada Naín. Iban con él sus discípu-

7 11 Este relato propio de Le, prepara la palabra de Jesús, v. 22. 7 13 En el relato de Le aparece el título divino de Señor aplicado a Jesús, ver 2 11. Le lo

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los y una gran muchedumbre. 12 Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; la acompañaba mucha gente de la ciudad. 13 Al verla, el Señor* tuvo compasión de ella y le dijo: «No llores.» 14 Y, acercándose, tocó el féretro. Los que lo llevaban se pararon, y él dijo: «Joven, a ti te digo: Levántate.» 15 El muerto se incorporó y se puso a hablar, y él se lo dio a su madre* 16 El temor se apoderó de todos y glorificaban a Dios, diciendo: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros», y «Dios ha visitado a su pueblo». 17 Y lo que se decía de él se propagó por toda Judea y por toda la región circunvecina. Pregunta del Bautista y testimonio de Jesús. 18 Los discípulos de Juan le llevaron todas estas noticias. Entonces él, llamando a dos de ellos, 19 los envió a decir al Señor: «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos'esperar a otro?» 20 Aquellos hombres se acercaron a él y le dijeron: «Juan el Bautista nos ha enviado a decirte: ¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?» 21 En aquel momento curó a muchos de sus enfermedades y dolencias y de malos espíritus, y dio vista a muchos ciegos. 22 Y les respondió: «Vayan y cuenten a Juan lo que han visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a los pobres la Buena Nueva;23 ¡y dichoso aquel que no se escandalice de mí!» 24 Cuando los mensajeros de Juan se alejaron se puso a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? 25 ¿Qué salieron a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten magníficamente y con lujo están en los palacios.26 Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿Un profeta? Sí, les

empleará a menudo; y llegará a convertirse en un nombre propio. 7 15 Ver 9 42; 1 R 17 23.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

digo, y más que un profeta. es de quien está escrito:

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De éste

He aquí que envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino * 28 «Les digo: No hay, entre los nacidos de mujer, ninguno mayor que Juan; sin embargo el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él. 29 Todo el pueblo que le escuchó, incluso los publicanos, reconocieron la justicia de Dios, y se hicieron bautizar con el bautismo de Juan.30 Pero los fariseos y los juristas, al no aceptar su bautismo, frustraron el plan de Dios sobre ellos.

Jesús juzga a su generación. 31 «¿Con quién, compararé, pues, a los hombres de esta generación? Y ¿a quién se parecen? 32 Se parecen a los chiquillos que están sentados en la plaza y se gritan unos a otros diciendo:

'Les hemos tocado la flauta, y no han bailado, les hemos entonado canciones tristes, y no han llorado.' 33 «Porque ha venido Juan el Bautista, que no comía pan ni bebía vino, y dicen: 'Demonio tiene.' 34 Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: 'Ahí tienen un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores.' 35 Y la Sabiduría se ha acreditado por todos sus hijos'".»

La pecadora perdonada*. 36 Un fariseo le rogó que comiera con él, y, entrando en la casa del fariseo, se puso a la mesa. 37 Había en la ciudad una mujer pecadora pública. Al enterarse de que estaba comiendo en casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro de perfume 38 y, poniéndose detrás, a los pies de él, comenzó a llorar, y con sus lágrimas le mojaba los pies y con

7 27

a l u d e MI 3 1.

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los cabellos de su cabeza se los secaba; besaba sus pies y los ungía con el perfume. 39 Al verlo el fariseo que le había invitado, se decía para sí: «Si éste fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, pues es una pecadora.» 40 Jesús le respondió: «Simón, tengo algo que decirte.» Él dijo: «Di, maestro.» 41 «Un acreedor tenía dos deudores: uno debía quinientos denarios y el otro cincuenta. 42 Como no tenían para pagarle, perdonó a los dos. ¿Quién de ellos le amará más?» 43 Respondió Simón: «Supongo que aquel a quien perdonó más.» Él le dijo: «Has juzgado bien.» 44 Y, volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: «¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y no me diste agua para los pies. Ella, en cambio, ha mojado mis pies con lágrimas y los ha secado con sus cabellos. 45 No me diste el beso. Ella, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies.46 No ungiste mi cabeza con aceite. Ella ha ungido mis pies con perfume. 47 Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra*.» 48 Y le dijo a ella: «Tus pecados quedan perdonados.» 49 Los comensales empezaron a decirse para sí: «¿Quién es éste, que hasta perdona los pecados?» 30 Pero él dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado. Vete en paz.» Mujeres que acompañaban a Jesús. ||Mt 4 23; 9 35; ||Mc 1 39; ver Le 4 43-44.

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' Recorrió a continuación ciudades y pueblos, proclamando y anunciando la Buena Nueva del Reino de Dios; le acompañaban los Doce, 2 y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios,

Mt 26 6-13; Me 14 3-9; Jn 12 1-11. La mujer no es ni María de Magdala, 8 2, ni la hermana de Marta, 10 39; Jn 11-12. 7 47 La pecadora muestra amor porque sus II l. / IFI I ' . | I I M I I I Í O propio de l.c, ion la parábola pecados han sido perdonados, y no a la inver• I. Ii», u' II) M I ,< 111 u ion ix. r-, l.i de Melania. sa.

7 VS l.os hijos tic Dios, que es la Sabiduría, iet oiioivn la ¡uslicia de Dios en sus obras, Mt

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

3 Juana,

mujer de Cusa, un administrador de Herodes, Susana y otras muchas que les servían con sus bienes. Parábola del sembrador. ||Mt 13 1-9; ||Mc 4 1-9. 4 Se iba reuniendo mucha gente, a la que se añadía la que procedía de las ciudades. Les dijo entonces en parábola: 5 «Salió un sembrador a sembrar su simiente y, al sembrar, una parte cayó a lo largo del camino, fue pisada y las aves del cielo se la comieron; 6 otra cayó sobre piedra y, después de brotar, se secó, por no tener humedad; 7 otra cayó en medio de espinos y, creciendo los espinos con ella, la ahogaron. 8 Y otra cayó en tierra buena y, creciendo, dio fruto centuplicado.» Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga.»

Por qué habla Jesús en parábolas. ||Mt 13 10-11.13; ||Mc 4 10-12. 9 Le preguntaban sus discípulos qué significaba esta parábola, 10 y él dijo: «A ustedes se les ha dado el conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás sólo en parábolas, para que

viendo, no vean y, oyendo, no entiendan *. Explicación de la parábola del sembrador. ||Mt 13 18-23; ||Mc 4 14-20. 11 «La parábola quiere decir esto: La simiente es la palabra de Dios. 12 Los de a lo largo del camino son los que han oído; después viene el diablo y se lleva de su corazón la palabra, no sea que crean y se salven. 13 Los de sobre piedra son los que, al oír la palabra, la reciben con alegría; pero no tienen raíz; creen por algún tiempo, pero a la hora de la prueba abandonan. 14 Lo que cayó entre los espinos son los que. han oído, pero las preocupaciones, las

8 10 Cita de Is 6 9. 8 19 Este relato en Le (comparar con Mt 3 31-35) cierra la pequeña colección sobre la en-

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riquezas y los placeres de la vida les van sofocando y no llegan a madurez. 15 Lo que en buena tierra son los que, después de haber oído, conservan la palabra con corazón bueno y recto, y dan fruto con perseverancia. Cómo recibir y transmitir la enseñanza de Jesús. ||Mc 4 21-22; ||Mt 5 15; 10 26; =Lc 11 33; 12 2. 16 «Nadie enciende una lámpara y la tapa con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz. 17 Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto. =Mt 13 12; 25 29; =Mc 4 24-25; =Lc 19 26. 18 «Miren, pues, cómo oyen; porque al que tenga, se le dará; y al que no tenga, aun lo que crea tener se le quitará.» x

El verdadero parentesco de Jesús*. ||Mt 12 46-50; ||Mc 3 31-35. 19 Se le presentaron su madre y sus hermanos, pero no podían llegar hasta él a causa de la gente. 20 Le avisaron: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte.» 21 Pero él les respondió: «Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la cumplen.»

La tempestad calmada. ||Mt 8 18.23-27; ||Mc 4 35-41. 22 Cierto día subió a una barca con sus discípulos y les dijo: «Pasemos a la otra orilla del lago.» Y se hicieron a la mar. 23 Mientras ellos navegaban, se quedó dormido. Se abatió sobre el lago una borrasca; la barca se anegaba y estaban en peligro.24 Entonces, acercándose, le despertaron, diciendo: «¡Maestro, Maestro, que perecemos!» El, habiéndose despertado, increpó al viento

señanza en parábolas y su aceptación. Comparar los w . 15 y 21.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

y al oleaje, que se apaciguaron y sobrevino la calma. 25 Entonces les dijo: «¿Dónde está su fe?» Ellos, llenos de temor, se decían entre sí maravillados: «Pues ¿quién es éste, que ordena a los vientos y al agua, y le obedecen?» El endemoniado de Gerasa. ||Mt 8 28-34; ¡Me 5 1-20. 26 Arribaron a la región de los gerasenos, que está frente a Galilea. 27 Al saltar a tierra, vino de la ciudad a su encuentro un hombre, poseído por los demonios, y que hacía mucho tiempo que no llevaba vestido, ni moraba en una casa, sino en los sepulcros. 28 Al ver a Jesús se echó a sus pies, gritando con gran voz: «¿Qué tengo yo contigo, Jesús, hijo de Dios Altísimo? Te suplico que no me atormentes.» 29 Es que él había mandado al espíritu inmundo que saliera de aquel hombre; pues en muchas ocasiones se apoderaba de él; y, aunque le sujetaban con cadenas y grillos para custodiarle, rompía las ligaduras y el demonio le empujaba al desierto. 3 Jesús le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?» Él contestó: «Legión»; porque habían entrado en él muchos demonios. 31 Y le suplicaban que no les mandara irse al abismo. 32 Había allí un gran rebaño de cerdos comiendo en el monte; le suplicaron que les permitiera entrar en ellos y él se lo permitió.33 Los demonios salieron de aquel hombre y entraron en los cerdos; y los cerdos se arrojaron al lago de lo alto del precipicio y se ahogaron. 34 Viendo los que cuidaban los cerdos lo que había pasado, huyeron y lo contaron por la ciudad y por las aldeas. 35 Salieron, pues, a ver lo que había ocurrido y, llegando junto a Jesús, encontraron al hombre del que habían salido los demonios, sentado, vestido y en su sano juicio, a los pies de Jesús; y se llenaron de temor. 36 Los que lo habían visto, les contaron cómo había sido salvado el endemoniado.37 Entonces toda la gente del país de los gerasenos le rogaron que se alejara de ellos, porque estaban poseídos de gran temor. Él, subiendo a la barca, regresó.

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El hombre de quien habían salido los demonios le pedía estar con él; pero lo despidió, diciendo: 39 «Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho contigo.» Y fue por toda la ciudad proclamando todo lo que Jesús había hecho con él. 38

Curación de una hemorroísa y resurrección de la hija de Jairo. ||Mt 9 18-26; ||Mc 5 21-43. 40 Cuando regresó Jesús, la muchedumbre le recibió con agrado, pues todos le estaban esperando. 41 Llegó entonces un hombre, llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga, y, cayendo a los pies de Jesús, le suplicaba entrara en su casa, 42 porque su hija única, de unos doce años, se estaba muriendo. Mientras iba, la gente le oprimía. 43 Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que no había podido ser curada por nadie, 44 se acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y, al punto, se le paró el flujo de sangre.45 Jesús dijo: «¿Quién me ha tocado?» Como todos lo negaban, dijo Pedro: «Maestro, las gentes te aprietan y te oprimen.» 46 Pero Jesús dijo: «Alguien me ha tocado, porque he sentido que una fuerza ha salido de mí.» 47 Viéndose descubierta, la mujer se acercó temblorosa y, postrándose ante él, contó delante de todo el pueblo por qué razón le había tocado, y cómo al punto había sido curada. 48 Él le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz.» 49 Estaba todavía hablando, cuando uno de casa del jefe de la sinagoga llega diciendo: «Tu hija está muerta. No molestes ya al Maestro.» 50 Jesús, que lo oyó, le dijo: «No temas; solamente ten fe y se salvará.» 5' Al llegar a la casa no permitió entrar con él más que a Pedro, Juan y Santiago, y al padre y a la madre de la niña. 52 Todos la lloraban y se lamentaban, pero él dijo: «No lloren, no ha muerto; está dormida.» 53 Y se burlaban de él, pues sabían que estaba muerta. 54 Él, tomándola de la mano, dijo en voz alta: «Niña, levántate.» 55 Retornó el espíritu a ella y, al punto, se levantó, y él mandó que le dieran de comer. 56 Sus padres queda-

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

ron estupefactos, y él les ordenó que a nadie dijeran lo que había pasado. Misión de los Doce. ||Mt 10 1.5.8.9-14; ||Mc 6 7-13.

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' Convocando a los Doce, les dio autoridad y poder sobre todos los demonios, y para curar enfermedades; 2 y los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar. 3 Y les dijo: «No tomen nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni plata; ni tengan dos túnicas cada uno. 4 Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta que se marchen de allí. 3 Y si algunos no los reciben, salgan de aquella ciudad y sacudan el polvo de sus pies en testimonio contra ellos.» 6 Partieron, pues, y recorrieron los pueblos, anunciando la Buena Nueva y curando por todas partes. Herodes y Jesús. ||Mt 14 1-2; ||Mc 6 14-16. 7 Se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba y estaba perplejo, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; 8 otros, que Elias se había aparecido, y otros, que uno de los antiguos profetas había resucitado. 9 Herodes dijo: «A Juan, le decapité yo. ¿Quién es, pues, éste de quien oigo tales cosas?» Y buscaba verlo*.

Vuelta de los apóstoles y multiplicación de los panes. ¡Mt 14 13-21; ||Mc 6 30-44; ||Jn 6 1-13. Cuando los apóstoles regresaron le contaron cuanto habían hecho. Y él, tomándolos consigo, se retiró aparte, hacia una ciudad llamada Betsaida. 11 Pero la gente lo supo y le siguieron. Él los acogía, les hablaba del Reino de Dios y curaba a los que tenían necesidad de ser curados. 12 Pero el día había comenzado a declinar y, acercándose los Doce, le dijeron: «Despide a la gente para que va10

9 9 Este versículo prepara el encuentro de 23 8-12.

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yan a los pueblos y aldeas del contorno y busquen alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar deshabitado.» 13 Él les dijo: «Denles ustedes de comer.» Pero ellos respondieron: «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente.» 14 Pues había como cinco mil hombres. Él dijo a sus discípulos: «Hagan que se acomoden por grupos de unos cincuenta.» 15 Lo hicieron así y acomodaron a todos. 16 Tomó entonces los cinco panes y los dos peces y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente. 17 Comieron todos hasta saciarse. Se recogieron los trozos que les habían sobrado: doce canastos. Profesión de fe de Pedro. ||Mt 16 13-20; ||Mc 8 27-30. 18 Estando una vez orando a solas, en compañía de los discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?» 19 Ellos respondieron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elias; otros, que un profeta de los antiguos ha resucitado.» 20 Les dijo: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» Pedro le contestó: «El Cristo de Dios*.» 21 Pero les mandó enérgicamente que no dijeran esto a nadie.

Primer anuncio de la Pasión. ||Mt 16 21; ||Mc 8 31. 22 Dijo: «El Hijo del hombre debe sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar al tercer día.»

Condiciones para seguir a Jesús. ||Mt 10 38; 16 24-27; ||Mc 8 34-38; =Lc 14 27; ver Jn 12 26. 23 Decía a todos: «Si alguno quiere venir detrás de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.

9 20

Ver 2 11 + .26; 23 35.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

|)Mt 10 39; =Lc 17 33; ||Jn 12 25. «Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. 25 Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina? l|Mt 10 33; =Lc 12 9. «Porque quien se avergtience de mí y de mis palabras, de ése se avergonzará el Hijo del hombre cuando venga en su gloria, en la de su Padre y en la de los santos ángeles. Próxima venida del Reino. ||Mt 16 28; ||Mc 9 1. 27 «Pues de verdad les digo que hay algunos, entre los aquí presentes, que no gustarán la muerte hasta que vean el Reino de Dios.»

La Transfiguración. ||Mt 17 1-9; ||Mc 9 2-10. 28 Unos ocho días después de estas palabras, tomó consigo a Pedro, Juan y Santiago, y subió al monte a orar. 29 Y mientras oraba, el aspecto de su rostro se cambió y sus vestidos eran de una blancura fulgurante. 30 Y he aquí que conversaban con él dos hombres, que eran Moisés y Elias; 31 los cuales aparecían en gloria, y hablaban de su partida, que iba a cumplir en Jerusalén.32 Pedro y sus compañeros estaban cargados de sueño, pero permanecían despiertos, y vieron su gloria v a los dos hombres que estaban con él. 33 Cuando ellos se separaron de él, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, bueno es estarnos aquí. Podríamos hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elias», sin saber lo que decía.34 Estaba diciendo estas cosas cuando se formó una nube y los cubrió con su sombra; y, al entrar en la nube, se llenaron de temor. 35 Y vino una voz desde la nube, que decía: «Este es mi Hijo, mi Elegido*; escúchenlo.» 36 Cuando cesó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos callaron y, por aquellos días, no dijeron a nadie nada de lo que habían visto.

9 35 El Elegido es un título mesiánico, ver 23 35: Jn 1 34: Is 42 1; 49 7.

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El endemoniado epiléptico. ||Mt 17 14-18; ||Mc 9 14-27. 37 Al día siguiente, cuando bajaron del monte, le salió al encuentro mucha gente. 38 En esto, un hombre de entre la gente empezó a gritar: «Maestro, te suplico que mires a mi hijo, porque es el único que tengo.39 Mira, un espíritu se apodera de él y de pronto empieza a dar gritos, le hace retorcerse echando espuma, y difícilmente se aparta de él y le deja molido.40 He pedido a tus discípulos que lo expulsaran, pero no han podido.» 41 Respondió Jesús: «¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes y habré de soportarlos? ¡Trae acá a tu hijo!» 42 Cuando se acercaba, el demonio le arrojó por tierra y le agitó violentamente; pero Jesús increpó al espíritu inmundo, curó al niño y lo devolvió a su padre; 43 y todos quedaron atónitos ante la grandeza de Dios.

Segundo anuncio de la Pasión. ||Mt 17 22; ||Mc 9 30-32. Estando todos maravillados por todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos: 44 «Pongan en sus oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.» 45 Pero ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado su sentido de modo que. no lo comprendían* y temían preguntarle acerca de este asunto. ¿Quién es el mayor? ||Mt 18 1-5; ||Mc 9 33-37; =Lc 22 24 46 Se suscitó una discusión entre ellos sobre quién de ellos sería c mayor. 47 Conociendo Jesús lo que pensaban en su corazón, tomó a un niño, le puso a su lado, 48 y les dijo: ||Mt 10 40; =Lc 10 16; ||Jn 13 20. «El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me reciba a mí, recibe a Aquel que me ha enviado; pues el más pequeño de entre ustedes, ése es mayor.»

9 45 Jesús les explicará esta palabra después de su resurrección, 24 25-27.44-46.

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

Empleo del nombre de Jesús. ||Mc 9 38-40. 49 Tomando Juan la palabra, dijo: «Maestro, hemos visto a uno que ex-

IV.

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pulsaba demonios en tu nombre y tratamos de impedírselo, porque no viene con nosotros.» 50 Pero Jesús le dijo: «No se lo impidan, pues el que no está contra ustedes está por ustedes.»

La subida a Jerusalén*

Mala acogida en un pueblo samaritano. 51 Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén. 32 Envió, pues, mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; 33 pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén*. Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?» 5* Pero, volviéndose, les reprendió; 56 y se fueron a otro pueblo.

Exigencias de la vocación apostólica. ||Mt 8 18-22. 37 Mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas.» 58 Jesús le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.» 59 A otro dijo: «Sigúeme.» Él respondió: «Déjame ir primero a enterrar a mi padre.» 60 Le respondió: «Deja que los muertos entierren a sus muertos*; tú vete a anunciar el Reino de Dios.» 61 También otro le dijo: «Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa.» 62 Le dijo Jesús: «Nadie que pone la mano en el arado

9 51 Desde 9 51 a 18 14, donde se aparta de Me y de Mt, Le muestra a Jesús caminando hacia Jerusalén, 2 38; 19 29.41-45; ver Mt 19 1; 20 18. La asunción (o ser arrebatado, ver 2 R 9 9-11; Me 16 19; Hch 1 2) de Jesús comprende, con su pasión y su muerte, su resurrección y su ascensión. Jn hablará de elevación, 12 32+, y de glorificación, 7 39. 9 53 De ordinario se evitaba el país de los samaritanos, Mt 10 5, pero Jesús lo atraviesa, 17 11; Jn 4 3-42; ver Hch 8 5-25.

y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios*.» Misión de los setenta y dos discípulos*. 1 Después de esto, designó el Señor a otros setenta y dos y los envió por delante, de dos en dos, a todas las ciudades y sitios adonde él había de ir. 2 Y les dijo: ||Mt 9 37-38; 10 16.7-15; | | M C 6 8-11; =Lc 9 3-5. «La mies es mucha y los obreros pocos. Rueguen, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. 3 Vayan; miren que les envío como corderos en medio de lobos.4 No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias. Y no saluden a nadie en el camino.5 En la casa en que entren, digan primero: 'Paz a esta casa.' 6 Y si hubiere allí un hijo de paz*, la paz de ustedes reposará sobre él; si no, se volverá a ustedes.7 Permanezcan en la misma casa, coman y beban lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No vayan de casa en casa.8 En la ciudad en que entren y los reciban, coman lo que les pongan; 9 curen los enfermos que haya en ella, y díganles: 'El Reino de Dios está cerca de ustedes.' 10 En la ciudad en que entren y no los reciban, salgan a sus plazas y digan: 11 'Sacudimos sobre ustedes hasta el polvo de su ciudad que se nos ha pegado a los pies. Sepan, de todas formas, que el Reino de

9 60 La muerte es a la vez física y espiritual. 9 62 La tercera anécdota es propia de Le y se encadena con la misión de los discípulos; ver Mt 13 44 + . 10 Le es el único de los evangelistas que narra esta misión, distinta de la misión de los Doce, 9 1-5. Mt refunde en un solo discurso las dos instrucciones de misión, Mt 10 7-16. 10 6 Hijo de paz, hebraísmo que designa un hombre digno de la paz y que la acoge. Ver Is 11 6+; Jr 6 12-14; Jn 14 27.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

Dios está cerca.' 12 Les digo que en aquel Día habrá menos rigor para Sodoma que para aquella ciudad. ||Mt 11 21-24. 13 «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ustedes, tiempo ha que, sentados con vestido de penitencia y ceniza, se habrían convertido. 14 Por eso, en el Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para ustedes. 15 Y tú, Cafarnaún, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el abismo te hundirás*! ||Mt 10 40; ||Mc 9 37; =Lc 9 48; ||Jn 13 20. 16 «Quien a ustedes los escucha, a mí me escucha; y quien a ustedes los rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.» De qué deben alegrarse los apóstoles. 17 Regresaron los setenta y dos, y dijeron alegres: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.» 18 Él les dijo: «Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. 19 Miren, les he dado el poder de pisar sobre serpientes y escorpiones y sobre todo poder del enemigo, y nada les podrá hacer daño; 20 pero no se alegren de que los espíritus se les sometan; alégrense de que sus nombres estén escritos en los cielos.»

El Evangelio revelado a los sencillos. El Padre y el Hijo. ||Mt 11 25-27. 21 En aquel momento, se llenó de gozo Jesús en el Espíritu Santo y dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu voluntad. 22 Mi Pa-

lo 15 Veris 14 13.15. 10 23 Se trata de los creyentes, no de los discípulos solos, como en Mt 13 16. 10 24 El misterio ha sido rodeado de largos silencios, Rm 16 25 + . Ver 1 P 1 11-12. 10 27 Cita de Dt 6 5 y Lv 19 18. 10 29 La respuesta de Jesús al doctor, w . 25-

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dre me lo ha entregado todo, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.» Privilegio de los discípulos*. ||Mt 13 16-17. 23 Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que ven! 24 Porque les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron*.»

El gran mandamiento. ¡Mt 22 34-40; ||Mc 12 28-31. 25 Se levantó un jurista y dijo, para tentarle: «Maestro, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?» 26 Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?» 27 Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo*.» 28 Le dijo entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás.»

Parábola del buen samaritano*. 29 Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?» 30 Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de ladrones que, después de despojarle y darle una paliza, se fueron, dejándole medio muerto. 31 Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo.32 De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo.33 Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión. 34 Acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y le montó luego sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él.35 Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al posadero, diciendo:

28, va seguida en Le de una parábola que le es propia. Al comparar a los judíos obligados a la misericordia con un samaritano, 9 53 + , Jesús muestra que es al discípulo de Cristo a quien toca hacerse prójimo de todos los demás, Mt 5 43 + .

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

'Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.' 36 ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los ladrones?» 37 Él dijo: «El que practicó la misericordia con él.» Le dijo Jesús: «Vete y haz tú lo mismo.» Marta y María*. 38 Yendo ellos de camino, entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. 39 Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra, 40 mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Al fin, se paró y dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude.» 41 Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; 42 y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada.»

El Padre Nuestro.

U

1 Estaba él orando en cierto lugar y cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: «Señor, enséñanos a orar, como enseñó Juan a sus discípulos.» 2 Él les dijo: «Cuando oren, digan*:

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tres panes,6 porque ha llegado de viaje a mi casa un amigo mío y no tengo qué ofrecerle', 7 y aquél, desde dentro, le responde: 'No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos', 8 les aseguro que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, se levantará para que deje de molestarle y le dará cuanto necesite. Eficacia de la oración. ||Ml 7 7-11; ver Jn 14 13-14+. " «Yo les digo: Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá. 10 Poi que todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, le abrirán. 11 ¿Qué padre hay entre ustedes que, si su hijo le pide un pescado, en lugar de un pescado le da una culebra; 12 o, si pide un huevo, le da un escorpión? 13 Si, pues, ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se 10 pidan!» ' Jesús y Beelzebul. ||Mt 12 22-29; 16 1; ||Mc 3 22-27; 8 11; =Lc 11 29.

5 Les dijo también: «Si uno de ustedes tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: 'Amigo, préstame

14 Estaba expulsando un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio, habló el mudo y la gente se admiró. ,s Pero algunos de ellos dijeron: «Por Beelzebul, príncipe de los demonios, expulsa los demonios.» 16 Otros, para tentarle, le pedían un signo del cielo. 17 Pero él, conociendo sus intenciones, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo queda destruido y una casa se desploma sobre la otra. 18 Si, pues, también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo va a subsistir su reino?... porque dicen que yo expulso los demonios por Beelzebul. 19 Si yo expulso los demonios por Beelzebul, ¿por quién los expulsan sus hijos? Por eso, ellos serán sus jueces. 20 Pero si por el dedo de Dios* expulso

10 38 Volvemos a encontrar a las dos hermanas en Jn 11 1-12 3, con los mismos rasgos de carácter. Jesús censura a Marta por inquietarse, no por prestar un servicio, y alaba a María por escuchar su palabra, la única cosa necesaria, ver 8 21; 11 27-28.

11 2 Ver Mt 6 7+ El Padre nuestro es aquí más breve, con cinco peticiones. 11 4 Sobre tentación ver Mt 6 13 + . 11 20 Dedo de Dios, expresión inspirada en Ex 8 15; Sal 8 4; designa al Espíritu Santo Mt 12 38.

||Mt 6 9-13. «Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, 3 danos cada día nuestro pan cotidiano, 4 y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación*.» El amigo inoportuno. Ver 18 1-8.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

yo los demonios, es que ha llegado a ustedes el Reino de Dios. 21 Cuando uno luerte y bien armado custodia su palacio, sus bienes están seguros; 22 pero si llega uno más fuerte que él y le vence, le quita las armas en las que estaba confiado y reparte sus despojos. Intransigencia de Jesús. ||Mt 12 30. 23 «El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.

Estrategia de Satanás. ||Mt 12 43-45. 24 «Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no encontrarlo, dice: 'Me volveré a mi casa, de donde salí.'25 Y, al llegar, la encuentra barrida y en orden. Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí, y el final de aquel hombre viene a ser peor que el principio.»

La verdadera dicha. Ver 8 21. Estaba él diciendo estas cosas cuando alzó la voz una mujer de entre la gente y dijo: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!» 28 Pero él dijo: «Dichosos más bien los que oyen la palabra de Dios y la guardan'-.» 27

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tará en el Juicio con los hombres de esta generación y los condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. 32 Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás. Dos «logia» sobre la lámpara. ||Mt 5 15; 6 22-23; ||Mc 4 21; =Lc 8 16. 33 «Nadie enciende una lámpara y la pone en sitio oculto, ni bajo el celemín*, sino sobre el candelero, para que los que entren vean el resplandor.34 Tu ojo es la lámpara de tu cuerpo. Cuando tu ojo está sano, todo tu cuerpo está iluminado; pero cuando está malo, también tu cuerpo está a oscuras. 35 Mira, pues, que la luz que hay en ti no sea oscuridad.36 Si, pues, tu cuerpo está enteramente iluminado, sin parte alguna oscura, estará tan enteramente luminoso, como cuando la lámpara te ilumina con su fulgor*.»

Contra los fariseos y juristas.

29 Habiéndose reunido la gente, comenzó a decir: «Esta generación es una generación malvada; pide un signo, pero no se le dará otro signo que el signo de Jonás. 30 Porque así como Jonás fue signo para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación*. 31 La reina del Sur se levan-

37 Cuando terminó de hablar, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entró, pues, y se puso a la mesa. 38 El fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer. ||Mt 23 25-26. 39 Pero el Señor le dijo: «¡Bien! Ustedes, los fariseos, purifican por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña y maldad. 40 ¡Insensatos! El que hizo el exterior, ¿no hizo también el interior? 41 Den más bien en limosna lo que tengan y entonces todo será puro para ustedes. ||Mt 23 23. 42 «Pero, ¡ay de ustedes, los fariseos, que pagan el diezmo de la menta, de la

11 28 Los w. 27 y 28 son propios de Le. La respuesta, ver 10 38+ honra a María, lejos de excluirla, 1 38.45; 2 48-51. 1 I 30 .Tonas y Jesús enseñan el camino de la síilvni ión. Otra interpretación del signo de Jo-

nás en Mt 12 38s. 11 33 Celemín, ver Mt 5 15 + . 11 36 El mensaje de Jesús, dirigido a todos, puede ser comprendido por todos los que son de corazón recto. Ver Mt 6 22-23; Jn 3 19-21.

El signo de Jonás. ||Mt 12 38-42.

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

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ruda y de toda hortaliza, y dejan a un lado la justicia y el amor a Dios! Esto es lo que había que practicar, aunque sin omitir aquello. ||Mt 23 6-7.27; ||Mc 12 38-39; =Lc 20 46. 43 «¡Ay de ustedes, los fariseos, que aman el primer asiento en las sinagogas y que se les salude en las plazas! ¡Ay de ustedes, pues son como los sepulcros que no se ven, sobre los que andan los hombres sin saberlo!» |Mt 23 4. 5 Uno de los juristas le respondió: «¡Maestro, diciendo estas cosas también nos injurias a nosotros!» 46 Pero él dijo: «¡Ay también de ustedes, los juristas, que imponen a los hombres cargas intolerables, y ustedes no las tocan ni con uno de sus dedos! jlMt 23 29-31. «¡Ay de ustedes, porque edifican los sepulcros de los profetas que sus padres mataron! 48 Por tanto, son testigos y están de acuerdo con las obras de sus padres; porque ellos los mataron y ustedes erigen monumentos. JlMt 23 34-36. «Por eso dijo la Sabiduría de Dios: Les enviaré profetas y apóstoles; a algunos los matarán y perseguirán,50 para que se pidan a esta generación cuentas de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, 51 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, les aseguro que se pedirán cuentas a esta generación. jMt 23 13. 32 «¡Ay de ustedes, los juristas, que se han llevado la llave de la ciencia! No entraron ustedes, y a los que están entrando se lo han impedido.» 53 Y cuando salió de allí, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, ^buscando, con insidias, cazar alguna palabra de su boca.

pisarse unos a otros, se puso a decir primeramente a sus discípulos: ||Mt 10 26-27; 16 6.12; ||Mc 4 22; 8 15; =Lc 8 17. «Guárdense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. 2 Nada hay encubierto que no haya de ser descubierto ni oculto que no haya de saberse". 3 Porque cuanto dijeron en la oscuridad será oído a la luz, y lo que hablaron al oído en las habitaciones privadas será proclamado desde las azoteas. JlMt 10 28-31. ^ «Les digo a ustedes, amigos míos: No teman a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más. 5 Les mostraré a quién deben temer: teman a Aquel que, después de matar, tiene poder para arrojar a la gehenna; sí, les repito: teman a ése. 6 «¿No se venden cinco pajarillos por dos ases*? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. 7 Hasta los cabellos de su cabeza están todos contados. No teman; valen más que muchos pajarillos. * ||Mt 10 32-33; ||Mc 8 38; =Lc 9 26. 8 «Yo les digo: Por todo el que se declare en favor mío ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará en su favor ante los ángeles de Dios. 9 Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios. ||Mt 12 32; ||Mc 3 29. 10 «A todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará. IfMt 10 17-20; ||Mc 13 11; =Lc 21 12-15. 11 «Cuando los lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo o con qué se defenderán, o qué dirán, 12 porque el Espíritu Santo les enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir.»

Hablar francamente y sin temor.

No acumular riquezas.

•f ^ 1 En esto, habiéndose reunido JL ÁÉ miles y miles de personas, hasta 12 6

As, moneda romana de poco valor.

13 Uno de la gente le dijo: «Maestro, dile a mi hermano que reparta la heren-

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

cia conmigo.» 14 Él le respondió: «¡Hombre! ¿Quién me ha constituido juez o repartidor entre ustedes?» 15 Y les dijo: «Miren y guárdense de toda codicia, porque, aunque alguien posea abundantes riquezas, éstas no le garantizan la vida.» 16 Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; 17 y pensaba entre sí, diciendo: '¿Qué haré, pues no tengo dónde almacenar mi cosecha?' 18 Y dijo: 'Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, edificaré otros más grandes, reuniré allí todo mi trigo y mis bienes 19 y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea.' 20 Pero Dios le dijo: '¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién serán?' 21 Así es el que atesora riquezas para sí y no se enriquece en orden a Dios.» Abandono en la Providencia*. ||Mt 6 25-34. 22 Dijo a sus discípulos: «Por eso les digo: No anden preocupados por la vida, qué comerán, ni por el cuerpo, con qué se vestirán: 23 porque la vida vale más que el alimento y el cuerpo más que el vestido; 24 fíjense en los cuervos: ni siembran, ni cosechan; no tienen bodega ni granero, pero Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves!25 Por lo demás, ¿quién de ustedes puede, por más que se preocupe, añadir una hora a la medida de su vida? 26 Si, pues, no son capaces ni de lo más pequeño, ¿por qué se preocupan de lo demás? Fíjense en los lirios, cómo ni hilan ni tejen. Pero yo les digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de ellos. 28 Pues si a la hierba que hoy está en el campo y mañana se echa al horno, Dios así la viste ¡cuánto más a ustedes, hombres de poca fe! 29 Así, pues, ustedes no anden buscando qué comer ni qué beber, y no estén inquietos. 30 Que por todas

12 22 Estas instrucciones; como las de Mt 6 25-33, se dirigen a los discípulos que se han puesto al servicio de Cristo. 12 33 l.c se complace en insistir en la renun-

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esas cosas se afanan los gentiles del mundo; y ya sabe su Padre que tienen la necesidad de eso. 31 Busquen más bien su Reino y esas cosas se les darán por añadidura. 32 «No temas, pequeño rebaño, porque a su Padre le ha parecido bien darles a ustedes el Reino. Vender los bienes y hacer limosnas*. ||Mt 6 20-21. 33 «Vendan sus bienes y den limosna. Hagan bolsas que no se deterioran, un tesoro inagotable en los cielos, donde no llega el ladrón, ni la polilla corroe; 34 porque donde esté su tesoro, allí estará también su corazón.

Estar preparados para cuando vuelva el Señor. ||Mc 13 35; ¡Mt 24 43-44. 35 «Tengan ceñida la cintura y las lámparas encendidas, 36 y sean como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. 37 Dichosos los siervos a quienes el señor, al venir, encuentre despiertos: yo les aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. 38 Que venga a medianoche o de madrugada, si los encuentra así, ¡dichosos ellos! 39 Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora iba a venir el ladrón, no dejaría que le agujerearan su casa. 40 Estén también ustedes preparados, porque cuando menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre.» ||Mt 24 45-51. 41 Dijo Pedro: «Señor, ¿dices esta parábola para nosotros o para todos?» 42 Respondió el Señor: «¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? 43 Dichoso aquel siervo a quien su señor, al llegar, encuentre

cia y en la limosna, 3 11; 5 11.28; 11 41; 14 33; etc. Ver Mt 5 3+; 6 19-21; Hch 4 34-35; 9 36; 10 2.4.31.

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

haciéndolo así.44 De verdad les digo que le pondrá al frente de todos sus bienes. 45 Pero si aquel siervo se dice en su corazón: 'Mi señor tarda en venir', y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer y a beber y a emborracharse, 46 vendrá el señor de aquel siervo el día que no espera y en el momento que no sabe, le castigará severamente y le señalará su suerte entre los infieles. 47 «Aquel siervo que, conociendo la voluntad de su señor, no ha preparado nada ni ha obrado conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes;48 el que no la conoce y hace cosas que merecen azotes, recibirá pocos; a quien se le dio mucho, se le reclamará mucho; y a quien se confió mucho, se le pedirá más. Jesús ante su Pasión. 49 «He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya hubiera prendido! 50 Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla!

Jesús causa de disensión. ||Mt 10 34-36. 31 «¿Creen que estoy aquí para poner paz en la tierra? No, se lo aseguro, sino división. 52 Porque desde ahora habrá cinco en una casa y estarán divididos; tres contra dos, y dos contra tres;53 estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.»

Las señales de los tiempos. ||Mt 16 2-3. 54 Decía también a la gente: «Cuando ven que una nube se levanta por occidente, al momento dicen: 'Va a llover', y así sucede. 55 Y cuando sopla el sur, dicen: 'Hará calor', y así sucede. 56 ¡Hipócritas! Saben interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no interpretan, pues, este tiempo?

13 Desconocemos estos dos acontecimientos. La desgracia invita a la penitencia; pero no guarda relación directa con la falta, ver Jn 9 3; Mi 5 45.

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||Mt 5 25-26. 37 «¿Por qué no juzgan por ustedes mismos lo que es justo? 58 Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, el juez te entregue al carcelero y el carcelero te meta en la cárcel. 59 Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último centavo.» Invitación a la penitencia*. ^ 1 En aquel mismo momento lleX J garon algunos que le contaron lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios. 2 Les respondió Jesús: «¿Piensan que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? 3 No, se lo aseguro; y si no se convierten, todos perecerán del mismo modo. 4 O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé y los mató, ¿piensan que eran más culpables que los demás hombres quchabitaban en Jerusalén? 5 No, se lo aseguro; y si no se convierten, todos perecerán del mismo modo.» Parábola de la higuera estéril*. 6 Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. 7 Dijo entonces al viñador: 'Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera y no lo encuentro. Córtala; ¿Para qué ha de ocupar el terreno estérilmente?'8 Pero él le respondió: 'Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, 9 por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas.'»

Curación en sábado de la mujer encorvada. Ver 6 6-11; 14 1-6. 10 Estaba un sábado enseñando en una sinagoga. 11 Había allí una mujer a

13 6 El acto de severidad de Mi 21 18-22; Me 11 12-14.20-21, adquiere aquí la lorina de una parábola sobre la paciencia.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

la que 1111 espíritu tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada y no podía en modo alguno enderezarse. 12 Al verla, Jesús la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.» 13 Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó y glorificaba a Dios. 14 Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiera hecho una curación en sábado, decía a la gente: «Hay seis días en que se puede trabajar; vengan, pues, esos días a curarse, y no en día de sábado.» Ver Mt 12 11; Le 14 5. 15 Le replicó el Señor: «¡Hipócritas! ¿No desatan del pesebre todos ustedes en sábado a su buey o su burro para llevarlos a abrevar? 16 Y a ésta, que es hija de Abrahán, a la que ató Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desatarla de esta ligadura en día de sábado?» 17 Y cuando decía estas cosas, sus adversarios quedaban confundidos, mientras que toda la gente se alegraba con las maravillas que hacía. Parábola del grano de mostaza. ||Mt 13 31-32; ||Mc 4 30-32. 18 Decía, pues: «¿A qué es semejante el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? 19 Es semejante a un grano de mostaza, que tomó un hombre y lo puso en su huerto; creció hasta hacerse árbol y las aves del cielo anidaron en sus ramas.»

Parábola de la levadura. ||Mt 13 33. 20 Dijo también: «¿A qué compararé el Reino de Dios? 21 Es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina hasta que todo fermentó.»

La puerta estrecha. Reprobación de los judíos infieles y vocación de los gentiles. ||Mt 7 13-14. 22 Atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Je-

13 27 Cila de Sal 6 9. 13 32 Jesús pondrá remate a su vida y a su misión con el sufrimiento, ver 22 53; Jn 7 30; H 20: 19 304 : Hb 2 10+.

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rusalén. 23 Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Él les dijo: 24 «Luchen por entrar por la puerta estrecha, porque, les digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. |Mt 25 10-12; 7 22-23. -5 «Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, se pondrán los que están afuera a llamar a la puerta, diciendo: '¡Señor, ábrenos!' Y les responderá: 'No sé de dónde son.' 26 Entonces empezarán a decir: 'Hemos comido y bebido contigo y has enseñado en nuestras plazas'. Pero les volverá a decir: 'No sé de dónde son. ¡Retírense de mí, todos los malhechores*!' ||Mt 8 11-12. 28 «Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando vean a Abrahán, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a ustedes les echan fuera. 29 Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. ||Mt 19 30; 20 16; ||Mc 10 31. 30 «Pues hay últimos que serán primeros y hay primeros que serán últimos.» Herodes el astuto. 31 En aquel mismo momento se acercaron algunos fariseos y le dijeron: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte.» 32 Él les contestó: «Vayan a decir a ese zorro: Yo expulso demonios y llevo a cabo curaciones hoy y mañana, y al tercer día soy consumado*. 33 Pero conviene que hoy y mañana y pasado siga adelante, porque no cabe que un profeta perezca fuera de Jerusalén*.

Apostrofe a Jerusalén. ||Mt 23 37-39. 34 «¡Jerusalén, Jerusalén!, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina sus polluelos bajo las alas, y no han

13 33 Jesús prosigue su misión, el camino hacia la Ciudad donde debe morir, 6 23; 9 51 + .

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

querido! 35 Pues bien, se les va a dejar desierta su casa. Les digo que no me volverán a ver hasta que llegue el día en que digan: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor*!» Curación de un hidrópico en sábado. 1 A 1 Sucedió que un sábado fue a JL T * comer a casa de uno de los jefes de los fariseos. Ellos le estaban observando. 2 Había allí, delante de él, un hombre hidrópico. 3 Entonces preguntó Jesús a los juristas y a los fariseos: «¿Es lícito curar en sábado, o no?» 4 Pero ellos se callaron. Entonces le tomó, le curó y le despidió. [)Mt 12 11; ver Le 13 15. 3 Y a ellos les dijo: «¿A quién de ustedes se le cae un hijo o un buey a un pozo en día de sábado y no lo saca al momento?» 6 Y no pudieron replicar a esto. Elección de asientos. 7 Notando cómo los invitados elegían los primeros puestos, les dijo una parábola: 8 «Cuando alguien te invite a una boda, no te pongas en el primer puesto, no sea que haya invitado a otro más distinguido que tú 9 y, viniendo el que los invitó a ti y a él, te diga: 'Deja el sitio a éste', y tengas que ir, avergonzado, a sentarte en el último puesto. 10 Al contrario, cuando te inviten, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te invitó, te diga: 'Amigo, sube más arriba.' Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. ||Mt 23 12; =Lc 18 14. 11 «Porque todo el que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.»

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vecinos ricos; no sea que ellos te inviten a su vez y tengas ya tu recompensa. 13 Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos; 14 y serás dichoso, porque no te pueden corresponder, pues se te recompensará en la resurrección de los justos.» Los invitados que se excusan. ||Mt 22 2-10. 15 Al oír esto, uno de los comensales le dijo: «¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios!» 16 Él le respondió: «Un hombre dio una gran cena y convidó a muchos; 17 a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados: 'Vengan, que ya está todo preparado.' 18 Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: 'He comprado un campo y tengo que ir a verlo; te ruego me dispenses.' Y otro dijo: 'He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego me dispenses.' 20 Otro dijo: 'Me acabo de casar, y por eso no puedo ir.' ' 21 «Regresó el siervo y se lo contó a su señor. Entonces, el dueño de la casa, airado, dijo a su siervo: 'Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, a ciegos y cojos.'22 Dijo el siervo: 'Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio.' 23 Dijo el señor al siervo: 'Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa.'24 Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena.»

Renuncia a todo lo que se ama.

12 Dijo también al que le había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus

25 Caminaba con él mucha gente y, volviéndose, les dijo: ||Mt 10 38; 16 24; ¡Me 8 34; =Lc 9 23. 26 «Si alguno viene junto a mí y no odia* a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío. " El que no lleve su cruz y venga detrás de mí, no puede ser discípulo mío.

13 35 Cita de Sal 118 26. 14 26 Odiar: hebraísmo; hay que preferir a

Cristo sobre todas las cosas, ver 9 57-62; 18 29.

Elección de invitados.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

Renuncia a los bienes*. 28 «Porque ¿quién de ustedes, que quiere edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos y ver si tiene para acabarla? 29 No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo: 30 'Este comenzó a edificar y no pudo terminar.' 31 O ¿qué rey, antes de salir contra otro rey, no se sienta a deliberar si con diez mil puede salir al paso del que viene contra él con veinte mil? 32 Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía una embajada para pedir condiciones de paz.33 Pues, de igual manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes no puede ser discípulo mío.

No perder la eficacia. ||Mt 5 13; ||Mc 9 50. 34 «Buena es la sal; mas si también la sal pierde su sabor, ¿con qué se la sazonará? 35 No es útil ni para la tierra ni para la basura; la tiran fuera. El que tenga oídos para oír, que oiga.»

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a buscar la que se perdió, hasta que la encuentra? Cuando la encuentra, se la pone muy contento sobre los hombros 6 y, llegando a casa, convoca a los amigos y vecinos y les dice: 'Alégrense conmigo, porque he hallado la oveja que se me había perdido.' 7 Les digo que, de igual modo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tengan necesidad de conversión. La dracma perdida*. 8 «O, ¿qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una, no enciende una lámpara y barre la casa y busca cuidadosamente hasta que la encuentra? 9 Y cuando la encuentra, convoca a las amigas y vecinas y les dice: 'Alégrense conmigo, porque he hallado la dracma que había perdido.' 10 Pues les digo que, del mismo modo, hay alegría entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta.»

El hijo perdido y el hijo fiel: «El hijo pródigo*.»

4 «¿Quién de ustedes que tiene cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va

" Dijo: «Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo al padre: 'Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde.' Y él les repartió la hacienda. 13 Pocos días después, el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano, donde malgastó sus bienes viviendo como un libertino. 14 «Cuando se lo había gastado todo, sobrevino un hambre extrema en aquel país y comenzó a pasar necesidad. ,5 Entonces fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquel país, que le envió a sus campos a cuidar cerdos. 16 Y deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los cerdos, pues nadie

14 28 Antes de comprometerse es preciso pensarlo bien; y lo mismo antes de seguir a Cristo, sin volverse atrás, v. 33. 15 Le tiene varias parábolas propias. La enseñanza de todas ellas atañe más a las personas y a su moral que al tema del reino (como las de Me) o del juicio final y relaciones entre los componentes de la comunidad (como las propias de Mt). En las tres parábolas agrupadas aquí se recalca por tres veces

el gozo de Dios por encontrar lo que estaba perdido, 19 10, frente al desprecio que muestran los fariseos por los pecadores, 5 30-32. 15 8 Dracma, moneda griega de poco valor, equivalente al denario romano. 15 11 Parábola propia de Lucas. Frente a la actitud de escribas y fariseos, que se jactaban de cumplir todos los preceptos de la Ley, v. 29, Le subraya la actitud misericordiosa del Padre, protagonista principal.

Las tres parábolas de la misericordia*. 1 C 1 Todos los publícanos y los peX cadores se acercaban a él para oírle. 2 Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: «Éste acoge a los pecadores y come con ellos.» 3 Entonces les dijo esta parábola: La oveja perdida. ||Mt 18 12-14.

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

le daba nada. 17 Y entrando en sí mismo, dijo: '¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre! 18 Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra el cielo y ante ti. 19 Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros.' 20 Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. 21 El hijo le dijo: 'Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo.'22 Pero el padre dijo a sus siervos: 'Dense prisa; traigan el mejor vestido y vístanlo, pónganle un anillo en la mano y unas sandalias en los pies. 23 Traigan el novillo cebado, mátenlo, y comamos y celebremos una fiesta, 24 porque este hijo mío había muerto y ha vuelto a la vida; se había perdido y ha sido hallado.' Y comenzaron la fiesta. 23 «Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música y las danzas; 26 y, llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. 27 Él le dijo: 'Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo cebado, porque le ha recobrado sano.'28 Él se irritó y no quería entrar. Salió su padre y le rogaba. 29 Pero él replicó a su padre: 'Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; 30 y ¡ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para él el novillo cebado!' 31 «Pero él le dijo: 'Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; 32 pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse, porque este hermano tuyo había muerto y ha vuelto a la vida, se había perdido y ha sido hallado.'» 16 Excepto los w . 16-17, todo el capítulo 16 habla del uso de las riquezas. 16 8 El administrador no es alabado por su estafa, sino por su habilidad en salir del paso. Según costumbre admitida, el administrador podía incrementar los préstamos de su dueño en una parte que, en el reembolso, le corres-

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E1 administrador infiel*. 1 Decía también a sus discípulos: «Había un hombre rico que tenía un administrador a quien acusaron ante él de malbaratar sus bienes. 2 Lo llamó y le dijo: '¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no seguirás en el cargo.' 3 Se dijo entre sí el administrador: '¿Qué haré ahora que mi señor me quita la administración? Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza. 4 Ya sé lo que voy a hacer, para que cuando sea destituido del cargo me reciban en sus casas.' 5 «Y llamando uno por uno a los deudores de su señor, dijo al primero: '¿Cuánto debes a mi señor?' 6 Respondió: 'Cien medidas de aceite.' Él le dijo: 'Toma tu recibo, siéntate en seguida y escribe cincuenta.'7 Después dijo a otro: 'Tú, ¿cuánto debes?' Contestó: 'Cien cargas de trigo.' Le dice: 'Toma tu recibo y escribe ochenta.' 8 «El señor alabó al administrador injusto porque había >obrado con sagacidad, pues los hijos de este mundo son más sagaces con los de su clase que los hijos de la luz*.

Buen uso de las riquezas. ||Mt 25 21; =Lc 19 17. 9 «Yo les digo: Háganse amigos con el dinero injusto*, para que, cuando llegue a faltar, los reciban en las eternas moradas. 10 El que es fiel en lo insignificante, lo es también en lo importante; y el que es injusto en lo insignificante, también lo es en lo importante. 11 Si, pues, no fueron fieles en el dinero injusto, ¿quién les confiará lo verdadero? 12 Y si no fueron fieles con lo ajeno, ¿quién les dará lo que es de ustedes? ||Mt 6 24. 13 «Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se dedicará a uno

pondía como sueldo por su trabajo. En la parábola el administrador es alabado por su habilidad al renunciar a su ganancia material para granjearse amigos en la nueva situación. 16 9 El dinero, casi siempre manchado con alguna culpa, esclaviza al hombre hasta el punto de separarlo de Dios.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

V desdeñará al otro. No pueden servir a Dios y al dinero.» Contra los fariseos, amigos de las riquezas. 14 Estaban oyendo todas estas cosas los fariseos, que son amigos del dinero, y se burlaban de él. 15 Y les dijo: «Ustedes son los que se las dan de justos delante de los hombres, pero Dios conoce sus corazones; porque lo que es estimable para los hombres, es abominable ante Dios.

Al asalto del Reino. ||Mt 11 12-13. 16 «La Ley y los profetas llegan hasta Juan; a partir de ahí comienza a anunciarse la Buena Nueva del Reino de Dios, y todos emplean la violencia frente a él.

Perennidad de la Ley. ||Mt 5 18. 17 «Más fácil es que el cielo y la tierra pasen que no que caiga una coma de la Ley.

Indisolubilidad del matrimonio. ||Mt 5 32; 19 9. 18 «Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio; y el que se casa con una repudiada por su marido comete adulterio.

El rico malo y Lázaro el pobre*. 19 «Había un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. 20 Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas,21 deseaba llenarse de lo que caía de la mesa del rico... pero hasta los perros venían y le lamían las llagas. 22 Sucedió, pues, que murió el pobre y los ángeles le llevaron al seno de Abrahán*. Murió también el rico y fue sepultado. 23 «Estando en el Abismo entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos

16 19 A pesar del nombre de Lázaro, el reíalo, propio de Le, es una parábola, sin relación alguna con la historia. Es un llamamiento urgente a la conversión.

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a Abrahán, y a Lázaro en su seno. 24 Y, gritando, dijo: 'Padre Abrahán, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.' 25 Pero Abrahán le dijo: 'Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. 26 Y además, entre nosotros y ustedes se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a ustedes, no puedan hacerlo; ni de ahí puedan pasar hacia nosotros.' 27 «Replicó: 'Pues entonces, te ruego, padre, que lo envíes a la casa de mi padre, 28 porque tengo cinco hermanos, para que les advierta y no vengan también ellos a este lugar de tormento.' 29 Abrahán le dijo: 'Tienen a Moisés y a los profetas; que los oigan.' 30 Él dijo: 'No, padre Abrahán, que si alguno de entre los muertos va a ellos, se convertirán.' 31 Le contestó: 'Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque un muerto resucite.'» El escándalo. ||Mt 18 6-7; ||Mc 9 42. 1 Dijo a sus discípulos; «Es im1 X / posible que no haya escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen! Más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino y le arrojen al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños. 3 Anden, pues, con cuidado. Corrección fraterna. ||Mt 18 15.21-22. «Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. 4 Y si peca contra ti siete veces al día, y siete veces se vuelve a ti, diciendo: 'Me arrepiento', lo perdonarás.» Poder de la fe. ||Mt 17 20; 21 21; ||Mc 11 23. 5 Dijeron los apóstoles al Señor: «Auméntanos la fe.» 6 El Señor dijo: «Si tu16 22 Expresión bíblica para describir la intimidad con una persona; aquí participación —con Abrahán- en el banquete mesiánico; ver Jn 1 18; 13 23; Mt 8 11.

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

vieran una fe como un grano de mostaza, habrían dicho a esta morera: 'Arráncate y plántate en el mar', y les habría obedecido*.» Servir con humildad. 7 «¿Quién de ustedes que tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: 'Pasa al momento y ponte a la mesa?'8 ¿No le dirá más bien: 'Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme y luego que yo haya comido y bebido comerás y beberás tú?' 9 ¿Acaso tiene que dar las gracias al siervo porque hizo lo que le mandaron? 10 De igual modo ustedes, cuando hayan hecho todo lo que les mandaron, digan: No somos más que unos pobres siervos*; sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer.»

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les respondió: «La venida del Reino de Dios no se producirá aparatosamente, 21 ni se dirá: 'Véanlo aquí o allá', porque, miren, el Reino de Dios ya está entre ustedes*.» El Día del Hijo del hombre*. ||Mt 24 23.26-27; ||Mc 13 21.

20 Habiéndole preguntado los fariseos cuándo llegaría el Reino de Dios,

22 Dijo a sus discípulos: «Días vendrán en que desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre, y no lo verán. 23 Y les dirán: 'Véanlo aquí, véanlo allá.' No vayan, ni corran detrás. 24 Porque, como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del cielo, así será el Hijo del hombre en su Día. 2:5 Pero antes tendrá que padecer mucho y ser reprobado por esta generación. ||Mt 24 37-39. 26 «Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre. 27 Comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca; vino el diluvio y los hizo perecer a todos. 28 Lo mismo sucedió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían; 29 pero el día que salió Lot de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo que los hizo perecer a todos.30 Así sucederá el Día en que el Hijo del hombre se manifieste. ||Mt 24 17-18; ||Mc 13 15-16. 31 «Aquel Día, el que esté en la azotea y tenga sus enseres en casa, no baje a recogerlos; y, de igual modo, el que esté en el campo, no se vuelva atrás. 32 Acuérdense de la mujer de Lot. ||Mt 10 39; ||Jn 12 25. 33 «Quien intente guardar su vida, la perderá; y quien la pierda, la conservará. ||Mt 24 40-41. 34 «Yo les digo: aquella noche estarán dos en un mismo lecho: al uno tomarán y al otro le dejarán; 35 habrá dos

17 6 Le se refiere a la fe que realmente tienen los apóstoles, no a la fe ideal a la que se refieren los paralelos de Mt y Me. 17 10 Pobres siervos, mejor que siervos inútiles. El adjetivo pobres califica la situación de los siervos, no sus disposiciones morales. Ver 2 S 6 22. 17 21 El Reino no se nota, pero es accesible

a todos y ya actúa. Ver Mt 4 17 + . 17 22 Le ha distinguido lo que se refiere a la venida de Jesús al fin de los tiempos, w . 2237, y la ruina de Jerusalén, 21 6-24; ver Mt 24+. -Día es una palabra más bíblica, Am 5 18 + ; 1 Co 1 8+, que Parusía = venida, Mt 24 3, tomada del vocabulario helenístico. - Uno solo de los días, que seguirán al Día.

Los diez leprosos. 11 De camino a Jerusalén, pasó por los confines entre Samaría y Galilea. 12 Al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia 13 y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!» 14 Al verlos, les dijo: «Vayan y preséntense a los sacerdotes.» Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios. 15 Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz, 16 y, postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. 17 Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? 18 ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?» 19 Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado.»

La venida del Reino de Dios.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

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i Mu jeres moliendo juntas: a una la tomarán y a la otra la dejarán.» [36] 37 Y le dijeron: «¿Dónde, Señor?» Él les respondió: ||Mt 24 28. «Donde esté el cuerpo, allí también se reunirán los buitres.»

pasión de mí, que soy pecador!' 14 Les digo que éste bajó a su casa justificado y aquél no. ||Mt 23 12; =Lc 14 11. «Porque todo el que se ensalza será humillado; y el que se humilla será ensalzado.»

El juez inicuo y la viuda importuna*.

Jesús y los niños*. ||Mt 19 13-15; ||Mc 10 13-16; ver Le 9 47.

1 Les propuso una parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer:2 «Había en una ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. 3 Había en aquella misma ciudad una viuda que, acudiendo a él, le dijo: '¡Hazme justicia contra mi adversario!'4 Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a sí mismo: 'Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, 5 como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que deje de una vez de importunarme.'» 6 Dijo, pues, el Señor: «Oigan lo que dice el juez injusto; 7 pues, ¿no hará Dios justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche? ¿Les hará esperar? 8 Les digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?»

El fariseo y el publicano. 9 A algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás les dijo esta parábola: 10 «Dos hombres subieron al templo a orar; uno fariseo, otro publicano. 11 El fariseo, de pie, oraba en su interior de esta manera: '¡Oh Dios! Te doy gracias porque no soy como los demás hombres, rapaces, injustos, adúlteros, ni tampoco como este publicano. 12 Ayuno dos veces por semana, doy el diezmo de todas mis ganancias.' 13 En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: '¡Oh Dios! ¡Ten com-

18 Dos parábolas sobre la oración. Las cualidades de la misma, insistencia y humildad, recuerdan el vocabulario de Pablo, ver Km 1 10; 12 12; 1 Ts 5 17.

15 Le presentaban también los niños pequeños para que los tocara y, al verlo, los discípulos, les reprendían. 16 Mas Jesús llamó a los niños, diciendo: «Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan; porque de los que son como éstos es el Reino de Dios. 17 Yo les aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como niño, no entrará en él.»

El hombre rico. ||Mt 19 16-22; ||Mc 10 17-22. 18 Uno de los principales le preguntó: «Maestro bueno, ¿qúé he de hacer para tener en herencia vida eterna?» '9 Le dijo Jesús: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino .sólo Dios. 20 Ya sabes los mandamientos: No cometas adulterio, no mates, no robes, no levantes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre*.» 21 Él dijo: «Todo eso lo he guardado desde mi juventud.» 22 Al oírlo, Jesús le dijo: «Aún te falta una cosa: vende todo cuanto tienes y repártelo entre los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego, ven y sigúeme.» 23 Al oír esto, se puso muy triste, porque era muy rico.

Peligro de las riquezas. ||Mt 19 23-26; ||Mc 10 23-27. 24 Al verlo, Jesús dijo: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!25 Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el Reino de Dios.» 26 Los que lo oyeron, dijeron: «¿Y quién se podrá salvar?» 27 Respondió:

18 15 Le se une aquí al relato de Me 10 13s, que ha abandonado en 9 50. Ver 9 51 + . 18 20 Ver Ex 20 12-16; Dt 5 16-20.

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

«Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.» Recompensa prometida al desprendimiento. ||Mt 19 27-29; ||Mc 10 28-30. 28 Dijo entonces Pedro: «Ya lo ves, nosotros hemos dejado nuestras cosas y te hemos seguido.» 29 Él les dijo: «Yo les aseguro que nadie que haya dejado casa, mujer, hermanos, padres o hijos por el Reino de Dios,30 quedará sin recibir mucho más al presente y vida eterna en el mundo venidero.»

Tercer anuncio de la Pasión*. ||Mt 20 17-19; ||Mc 10 32-34. 31 Tomando consigo a los Doce, les dijo: «Miren que subimos a Jerusalén, y se cumplirá todo lo que los profetas escribieron sobre el Hijo del hombre: 32 le entregarán a los gentiles y será objeto de burlas, insultado y escupido;33 y después de azotarle le matarán; pero al tercer día resucitará.» 34 Ellos no comprendieron nada de esto; no captaban el sentido de estas palabras y no entendían lo que decía.

El ciego de Jericó. ||Mt 20 29-34; ||Mc 10 46-52. 35 Cuando se acercaba a Jericó, estaba un ciego sentado junto al camino pidiendo limosna; 36 al oír que pasaba gente, preguntó qué era aquello. 37 Le informaron que pasaba Jesús el Nazareno 38 y empezó a gritar, diciendo: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!» 39 Los que iban delante le increpaban para que se callara, pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!» 40 Jesús se detuvo, y mandó que se lo trajeran. Cuan-

18 31 El anuncio de la Pasión, ver 9 22.44. 51+, esta vez es atribuido a los Profetas, ver 24 25.27.44; Hch 2 23; etc. 19 9 La cualidad de hijo de Abrahán era el fundamento de todos los privilegios de los judíos, 3 8; ver Ga 3 7.29; pero no hay estado de vida que sea incompatible con ella, ver 3 1214; 18 9-14, y la fe generosa de Zaqueo muestra que él ha recibido la salvación. 19 11 La parábola de las minas es semejante a la de los talentos. Mt 25 14-30; pero toma

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do se acercó, le preguntó: 41 «¿Qué quieres que te haga?» El dijo: «¡Señor, que vea!» 42 Jesús le dijo: «Recobra la vista. Tu fe te ha salvado.» 43 Y al instante recobró la vista y le seguía glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al verlo, alabó a Dios. Zaqueo. 1 Entró en Jericó y cruzaba la ciudad. 2 Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico. 3 Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. 4 Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. 5 Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.» 6 Se apresuró a bajar y le recibió con alegría. Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.» 8 Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señdr, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré cuatro veces más.» 9 Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abrahán*, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.»

Parábola de las minas*. ||Mt 25 14-30. 11 Mientras la gente escuchaba estas cosas, añadió una parábola, porque estaba él cerca de Jerusalén y creían ellos que el Reino de Dios aparecería de un momento a otro. 12 Dijo, pues: «Un hombre noble marchó a un país lejano, para recibir la autoridad real y volverse*.

ciertos elementos de otra parábola sobre un pretendiente al trono real. Termina con el rigor último del Juez con los que le hayan rechazado. La mina era una moneda de bastante valor; una mina equivalía a unas cien dracmas; ver 8+. 19 12 Probable alusión al viaje de Arquelao a Roma, el 4 a.C., para lograr la confirmación en su favor del testamento de Herodes el Grande.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

1'

Llamó a diez siervos suyos, les dio diez minas y les dijo: 'Negocien hasta que vuelva.' 14 Pero sus ciudadanos le odiaban y enviaron detrás de él una embajada que dijera: 'No queremos que ése reine sobre nosotros.' 15 «Cuando regresó, después de recibir la autoridad real, mandó llamar a aquellos siervos suyos a los que había dado el dinero, para saber lo que había ganado cada uno. 16 Se presentó el primero y dijo: 'Señor, tu mina ha producido diez minas.'17 Le respondió: '¡Muy bien, siervo bueno!; ya que has sido fiel en lo insignificante, toma el gobierno de diez ciudades.' 18 Vino el segundo y dijo: 'Tu mina, Señor, ha producido cinco minas.' 19 Dijo a éste: 'Ponte tú también al mando de cinco ciudades.' 20 «Vino el otro y dijo: 'Señor, aquí

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tienes tu mina, que he tenido guardada en un lienzo;21 pues tenía miedo de ti, que eres un hombre severo; que tomas lo que no pusiste y cosechas lo que no sembraste.' 22 Le dice: 'Por tu propia boca te juzgo, siervo malo; sabías que yo soy un hombre severo, que tomo lo que no puse y cosecho lo que no sembré; 23 pues, ¿por qué no colocaste mi dinero en el banco? Y así, al volver yo, lo habría cobrado con los intereses.' 24 Y dijo a los presentes: 'Quítenle la mina y dénsela al que tiene las diez minas.' 25 Le dijeron: 'Señor, tiene ya diez minas.'26 —'Les digo que a todo el que tiene, se le dará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.' 27 «'Y a esos enemigos míos, que no querían que yo reinara sobre ellos, tráiganlos aquí y mátenlos delante de mí.'»

V. Ministerio de. esús en Jerusalén Entrada mesiánica en Jerusalén. ||Mt 21 1-11; Me 11 1-11; ||Jn 12 12-16. 28 Y dicho esto, marchaba por delante, subiendo a Jerusalén. 29 Al aproximarse a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos,30 diciendo: «Vayan al pueblo que está enfrente; al entrar, encontrarán un burrito atado, sobre el que no ha montado todavía ningún hombre; desátenlo y tráiganlo.31 Y si alguien les pregunta: '¿Por qué lo desatan?', dirán esto: 'Porque el Señor lo necesita.'» 32 Fueron, pues, los enviados y lo encontraron como les había dicho. 33 Cuando desataban el burrito, les dijeron los dueños: «¿Por qué desatan el burrito?» 34 Ellos les contestaron: «Porque el Señor lo necesita.» 35 Y lo trajeron a Jesús; y, echando sus mantos sobre el burrito, hicieron montar a Jesús. 36 Mientras él avanzaba, extendían sus mantos por el camino. 37 Cerca ya de la bajada del monte

19 38 Ver Sal 118 26; luego como un eco del canto de los ángeles en 2 14; ver v. 42. 19 41 Este oráculo propio de Le está tHido

de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, llenos de alegría, se pusieron a alabar a Dios a grandes voces por todos los milagros que habían visto. 38 Decían: «/Bendito el rey que viene en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en las alturas*.» Jesús aprueba las aclamaciones de sus discípulos. 39 Algunos de los fariseos que estaban entre la gente, le dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos.» 40 Respondió: «Les digo que si éstos se callan gritarán las piedras.»

Lamentación sobre Jerusalén*. 41 Al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella, 42 diciendo: «¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos. 43 Porque vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de

de reminiscencias bíblicas relativas a la destrucción de la Ciudad en el año 587 a.C.; ver 17 22 + ; 21 5 + .

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

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trincheras, te cercarán y te apretarán por todas partes, 44 te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita.»

Parábola de los viñadores homicidas. ||Mt 21 33-46; ||Mc 12 1-12.

19 46 Ver Is 56 7 y Jr 7 11. Con la entrada en el Templo culmina Jesús su larga subida a la

Ciudad Santa, 9 51+. 20 17 Cita de Sal 118 22.

9 Se puso a decir al pueblo esta parábola: «Un hombre plantó una viña, la arrendó a unos labradores y se ausentó por mucho tiempo. 10 «A su debido tiempo, envió un sierExpulsión de los vendedores vo a los labradores para que le dieran del Templo. una parte del fruto de la viña. Pero los ||Mt 21 12-13; ||Mc 11 15-17; labradores lo apalearon y lo despacha||Jn 2 14-16. ron con las manos vacías. 11 Volvió a en45 Entró en el Templo y comenzó a viar otro siervo, pero también a él lo echar fuera a los que vendían,46 dicién- apalearon, lo insultaron y lo despachadoles: «Está escrito: Mi Casa será Casa ron con las manos vacías. 12 Tornó a ende oración. ¡Pero ustedes la han hecho viar un tercero, pero también a éste lo malhirieron y lo echaron. 13 Dijo, pues, una cueva de bandidos*/» el dueño de la viña: '¿Qué haré? Voy a enviar a mi hijo querido; tal vez lo resJesús enseña en el Templo. peten.' 14 Pero los labradores, al verlo, se ||Mc 11 18. dijeron entre sí: 'Este es el heredero; ma47 Enseñaba todos los días en el Temtémoslo, para que la herencia sea nuesplo. Por su parte, los sumos sacerdotes, tra.' 15 Lo echaron fuera de la viña y lo los escribas y también los notables del mataron. pueblo buscaban matarle, 48 pero no «¿Qué hará ahora con ellos el dueño encontraban modo de hacerlo, porque de la viña? 16 Vendrá, dará muerte a estodo el pueblo le oía pendiente de sus tos labradores y entregará la viña a labios. otros.» Al oír esto, dijeron: «¡Dios no lo quiera!» 17 Pero él, clavando en ellos la Controversia sobre la autoridad mirada, dijo: «Pues, ¿qué es lo que está ¿g Jesús. escrito: ||Mt 21 23-27; ||Mc 11 27-33. La piedra que los constructores dese1 Uno de aquellos días, mientras charon enseñaba al pueblo en el Temen piedra angular se ha convertido*? plo y anunciaba la Buena Nueva, se 18 Todo el que caiga sobre esta piedra acercaron los sumos sacerdotes y los se destrozará, y aquel sobre quien ella escribas, junto con los ancianos, 2 y le preguntaron: «Dinos: ¿Con qué auto- caiga quedará aplastado.» 19 Los escribas y los sumos sacerdotes ridad haces esto, o quién es el que te ha comprendieron que aquella parábola dado tal autoridad?» 3 Él les respondió: «También yo les voy a preguntar una había sido dicha para ellos y trataron de echarle mano en aquel mismo momencosa. Díganme: 4 El bautismo de Juan, to, pero tuvieron miedo del pueblo. ¿era del cielo o de los hombres?» 5 Ellos discurrían entre sí: «Si decimos: 'Del El tributo debido al César. cielo', dirá: '¿Por qué no le creyeron?' 6 Pero si decimos: 'De los hombres', ||Mt 22 15-22; ||Mc 12 13-17. todo el pueblo nos apedreará, pues es20 Quedándose ellos al acecho, le en tán convencidos de que Juan era un viaron unos espías, que fingieran ser 7 profeta.» Respondieron, pues, que no justos, para sorprenderle en alguna pasabían de dónde era. 8 Jesús entonces labra y poderle entregar al poder y au les dijo: «Tampoco yo les digo con qué toridad del procurador. 21 Y le pregunautoridad hago esto.» taron: «Maestro, sabemos que hablas y

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

ensenas con rectitud y que no tienes en ciienla la condición de las personas, sino que enseñas con franqueza el camino de Dios: 22 ¿Nos es lícito pagar tributo al César o no?» 23 Pero-él, habiendo conocido su astucia, les dijo: 24 «Muéstrenme un denario. ¿De quién lleva la imagen y la inscripción?» Ellos dijeron: «Del César.» 25 Él les dijo: «Pues bien, lo del César devuélvanselo al César, y lo de Dios a Dios.» 26 No pudieron sorprenderle en ninguna palabra ante el pueblo y, maravillados por su respuesta, se callaron. La resurrección de los muertos. ||Mt 22 23-33; ||Mc 12 18-27. 27 Se acercaron algunos de los saduceos, los que sostienen que no hay resurrección, y le preguntaron: 28 «Maestro, Moisés nos dejó escrito que si a uno se le muere un hermano casado y sin hijos, debe tomar a la mujer para dar descendencia a su hermano. 29 Pues bien, eran siete hermanos. El primero tomó mujer y murió sin hijos;30 la tomó el segundo, 31 luego el tercero; y murieron los siete, sin dejar hijos. 32 Finalmente, también murió la mujer. 33 Ésta, pues, ¿de cuál de ellos será mujer en la resurrección? Porque fue mujer de los siete.» 34 Jesús les dijo: «Los hijos de este mundo toman mujer o marido; 35 pero los que alcancen a ser dignos de tener parte en aquel mundo y en la resurrección de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, 36 ni pueden ya morir, porque son como ángeles, y son hijos de Dios por ser hijos de la resurrección. 37 Y que los muertos resucitan lo ha indicado también Moisés en lo de la zarza, cuando llama al Señor el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob*. 38 No es un Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos viven.» 39 Algunos de los escribas* le dijeron: «Maestro, has hablado bien.» 4° Pues ya no se atrevían a preguntarle nada.

20 37 Cila de Ex 3 6. 20 39 l.os escribas, fariseos en su mayor parle y t|ue creían en la resurrección de los muertos, felicitan a Jesús por haber refutado con

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Cristo, hijo y Señor de David. ||Mt 22 41-45; ||Mc 12 35-37. 41 Les preguntó: «¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David? 42 Porque David mismo dice en el libro de los Salmos:

43

Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies*.

Si, pues, David le llama Señor; ¿cómo entonces puede ser hijo suyo?»

44

Los escribas juzgados por Jesús. ||Mt 23 6-7; ||Mc 12 38-40; =Lc 11 43. 43 Dijo luego a sus discípulos, de modo que lo oyó todo el pueblo: 46 «Guárdense de los escribas, que gustan pasear con amplio ropaje y quieren ser saludados en las plazas, ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; 47 y devoran los bienes de las viudas con el pretexto de largas oraciones. Ésos tendrán una sentencia más rigurosa.»

El óbolo de la viuda. ||Mc 12 41-44. i 1 Alzando la mirada, vio a unos £ X ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro; 2 vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, 3 y dijo: «Les digo de verdad que esta viuda pobre ha echado más que nadie. 4 Porque todos éstos han echado como donativo de lo que les sobra, ésta en cambio ha echado de lo que necesita, todo lo que tenía para vivir.» Discurso sobre la ruina de Jerusalén*. Introducción. ||Mt 24 1-3; ||Mc 13 1-4. 5 Como algunos hablaban del Templo, de cómo estaba adornado de bellas piedras y ofrendas votivas, él dijo: 6 «De

acierto a los saduceos, ver Mt 22 23 + . 20 43 Cita de Sal 110 1. 21 5 Habiendo tratado, 17 22s+, de la venida gloriosa de Jesús, Le esta vez no la men-

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

esto que ven, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea derruida.» 7 Le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo sucederá eso? Y ¿cuál será la señal de que todas estas cosas están para ocurrir?» Señales precursoras. ||Mt 24 4-14; ||Mc 13 5-13. Él dijo: «Miren, no se dejen engañar. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: 'Yo soy' y 'el tiempo está cerca'. No les sigan. 9 Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, no se aterren; porque es necesario que sucedan primero estas cosas, pero el fin no es inmediato.» 10 Entonces les dijo: «Se levantará nación contra nación y reino contra reino. 11 Habrá grandes terremotos, peste y hambre en diversos lugares, habrá cosas espantosas y grandes señales del cielo. ||Mt 10 17-22. 12 «Pero, antes de todo esto, les echarán mano y les perseguirán, les entregarán a las sinagogas y cárceles y les llevarán ante reyes y gobernadores por mi nombre;13 esto les sucederá para que den testimonio. 14 Propongan, pues, en su corazón no preparar la defensa, 15 porque yo* les daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos sus adversarios. 16 Serán entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de ustedes. 17 Todos los odiarán por causa de mi nombre. 18 Pero no perecerá ni un cabello de su cabeza. 19 Con su perseverancia salvarán sus almas. 8

Asedio de Jerusalén. ||Mt 24 15-20; ||Mc 13 14-18. 20 «Cuando vean a Jerusalén cercada por ejércitos, sepan entonces que se acerca su desolación. 21 Entonces, los que estén en Judea que huyan a los

donará hasta el final, w . 25s. Ver Mt 24+. Jesús se dirige a todos en el Templo, no a los discípulos solos. El asedio y las ruinas de la Ciudad santa, w . 20.24; ver 19 43-44, preludian el Juicio final. 21 15 Este don, que aquí Le atribuye a Jesús, en otros pasajes se reserva al Espíritu, Mt 10

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montes; los que estén en medio de la ciudad que se alejen; y los que estén en los campos que no entren en ella; 22 porque éstos son días de venganza en los que se cumplirá todo cuanto está escrito. 23 ¡Ay de las que estén embarazadas o criando en aquellos días! La catástrofe y el tiempo de los gentiles. ||Mt 24 21; ||Mc 13 19. «Habrá, en efecto, una gran calamidad sobre la tierra y cólera contra este pueblo.24 Caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que el tiempo de las naciones llegue a su cumplimiento*. Catástrofes cósmicas y manifestación gloriosa del Hijo del hombre. ||Mt 24 29-30; ||Mc 13 24-26. 25 «Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de la gente, trastornaba por el estruendo del mar y de las olas.26 Los hombres se quedarán sin aliento por el terror y la ansiedad ante las cosas que se abatirán sobre el mundo, porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. 27 Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria.28 Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobren ánimo y levanten la cabeza, porque se acerca su liberación.»

Parábola de la higuera. ||Mt 24 32-35; ||Mc 13 28-31. 29 Les añadió una parábola: «Miren la higuera y todos los demás árboles. 30 Cuando ven que echan brotes, saben que el verano está ya cerca. 31 Así también ustedes, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el Reino de Dios está cerca. 32 Yo les aseguro que no pasará esta generación hasta que todo

20; Me 13 11; Le 12 12. Ver 6 10; Jn 16 13-15. 21 24 La expresión el tiempo de las naciones designa un plazo indeterminado en el que los paganos suplantarán al pueblo infiel de Israel hasta su retorno en masa, Rm 11 11-32; ver Le 13 35.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

esto suceda. 33 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Estar alerta para no ser sorprendidos. 34 «Cuiden que no se emboten sus corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupacines de la vida y venga aquel Día de improviso sobre ustedes, 35 como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra.36 Estén en vela,

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pues, orando en todo tiempo para que tengan fuerza, logren escapar y puedan mantenerse en pie delante del Hijo del hombre.» Los últimos días de Jesús. 37 Durante el día enseñaba en el Templo y salía a pasar la noche en el monte llamado de los Olivos. 38 Y todo el pueblo madrugaba para ir hacia él y escucharle en el Templo.

VI. La Pasión Conspiración contra Jesús y traición de Judas. ||Mt 26 2-5; ||Mc 14 1-2; ||Jn 11 47-53. 1 Se acercaba la fiesta de los Ázimos, llamada Pascua. 2 Los sumos sacerdotes y los escribas buscaban cómo hacerle desaparecer, pues temían al pueblo. ||Mt 26 14-16; ||Mc 14 10-11. 3 Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que era del número de los Doce. 4 Éste se fue a concertar con los sumos sacerdotes y los jefes de la guardia el modo de entregárselo. 3 Ellos se alegraron y quedaron con él en darle dinero. 6 Él aceptó y andaba buscando una oportunidad para entregarlo sin que la gente lo advirtiera.

Preparativos para la cena pascual. ||Mt 26 17-19; ||Mc 14 12-16. 7 Llegó el día de los Ázimos, en el que se había de sacrificar el cordero de Pascua; 8 y envió a Pedro y a Juan, diciendo: «Vayan y prepárennos la Pascua para que la comamos.» 9 Ellos le dijeron: «¿Dónde quieres que la preparemos?» 10 Les dijo: «Cuando entren en la ciudad, les saldrá al paso un hombre que lleva un cántaro de agua; sí-

22 15 Le adopta la práctica helenista de un banquete de despedida del Maestro con sus discípulos. Las palabras de Jesús eji Le reflejan quizás las celebraciones eucarísticas primitivas. 22 16 l,a Pascua se cumplirá con la institui n>n di1 la líucarislía, luego en plenitud y sin

ganlo hasta la casa en que entre 11 y dirán al dueño de la casa: 'El Maestro te dice: ¿Dónde está la sala donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?' 12 Él les enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta; hagan allí los preparativos.» 13 Fueron y lo encontraron tal como les había dicho y prepararon la Pascua. La cena pascual. 14 Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles 15 y les dijo*: «Con ansia he deseado comer ésta Pascua con ustedes antes de padecer; 16 porque les digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento* en el Reino de Dios.» 17 Tomó luego una copa*, dio gracias y dijo: «Tomen esto y repártanlo entre ustedes; 18 porque les digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios.»

Institución de la Eucaristía*. ||Mt 26 26-28; ||Mc 14 22-24; ||l Co 11 23-25. 19 Tomó luego pan, dio gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Éste es mi cuerpo que se entrega por ustedes; ha-

velos al fin de los tiempos. 22 17 Le distingue la cena pascual y la copa de este rito, w . 15-18, del pan y la copa de la nueva alianza, w . 19-20, para marcar la diferencia entre el rito de la Pascua judía y el de la Eucaristía cristiana. 22 19 El texto es afín al de 1 Co 11 23-25.

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

gan esto en recuerdo mío.» 20 De igual modo, después de cenar, tomó la copa, diciendo: «Esta copa es la nueva Alianza en mi sangre, que se derrama por ustedes. Anuncio de la traición de Judas. ||Mt 26 20-25; ||Mc 14 17-21; ||Jn 13 21-30. 21 «Miren, la mano del que me entrega está aquí conmigo sobre la mesa. 22 Porque el Hijo del hombre se marcha según está determinado. Pero, ¡ay de aquel por quien es entregado!» 23 Entonces se pusieron a discutir entre sí quién de ellos sería el que iba a hacer aquello.

¿Quién es el mayor*? =9 46; ||Mt 20 25-27; ||Mc 10 42-44. 24 Entre ellos hubo también un altercado sobre quién de ellos parecía ser el mayor. 23 Él les dijo: «Los reyes de las naciones las dominan como señores absolutos y los que ejercen el poder sobre ellas se hacen llamar bienhechores; 26 pero no así ustedes, sino que el mayor entre ustedes sea como el más joven y el que gobierna como el que sirve. Porque, ¿quién es mayor, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es el que está a la mesa? Pues yo estoy en medio de ustedes como el que sirve.

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Anuncio de la negación y del arrepentimiento de Pedro. ||Mt 26 31-35; ||Mc 14 27-31; ||jn 13 36-38. 31 «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder sacudirlos como trigo; 32 pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos*.» 33 Él dijo: «Señor, estoy dispuesto a ir contigo hasta la cárcel y la muerte.» 34 Pero él contestó: «Te digo, Pedro, que antes de que hoy cante el gallo habrás negado tres veces que me conoces.»

La hora del combate decisivo. 35 Y les dijo: «Cuando los envié sin bolsa, sin alforja y sin sandalias, ¿les faltó algo?» Ellos dijeron: «Nada.» 36 Les dijo: «Pues ahora, el que tenga bolsa que la tome, y lo mismo alforja, y el que no tenga, que venda su manto y se compre una espada*. 37 Porque les digo que es necesario que se cumpla en mí esto que está escrito: Ha sido contado entre los malhechores. Porque lo que se refiere a mí toca a su fin.» 38 Ellos dijeron: «Señor, aquí hay dos espadas.» Él les dijo: «Basta.»

En el monte de los Olivos. ||Mt 26 30.36-46; ||Mc 14 26.32-42.

28 «Ustedes son los que han perseverado conmigo en mis pruebas; yo, por mi parte, dispongo un Reino para ustedes, como mi Padre lo dispuso para mí, 30 para que coman y beban a mi mesa en mi Reino y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

39 Salió y, como de costumbre, fue al monte de los Olivos; los discípulos le siguieron. 40 Llegado al lugar les dijo: «Pidan que no caigan en tentación.» 41 Se apartó de ellos como un tiro de piedra, y puesto de rodillas suplicaba 42 diciendo: «Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.» 43 Entonces se le apareció un ángel venido del cielo que le confortaba. 44 Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se

22 24 Los w. 24 y 38 relacionan con la Cena diversas palabras de Jesús. Algunas son propias de Le; otras las sitúan Mt y Me en contexto diferente; ver Mt 20 25-28; Me 10 42-45. En el nuevo contexto de Le las palabras de Jesús aclaran cuestiones de precedencia y servicio en las asambleas litúrgicas primitivas, ver Hch 6 1; 1 Co 11 17-19; St 2 2-4. 22 32 La negación de Pedro, v. 34, no será

definitiva. Su fe, recuperada, hará firme la de los otros hermanos, ver Mt 16 17-19; Jn 211517. 22 36 En adelante los discípulos no siempre tendrán una acogida amistosa, 10 4-5; ellos deberán adquirir su propio sustento (bolsa, alforja); y su actividad se desarrollará en un mundo hostil del que tendrán que protegerse (espada), ver 12 51; Mt 10 34.

Recompensa prometida a los apóstoles. ||Mt 19 28.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra. ts Levantándose de la oración, vino donde los discípulos y los encontró dormidos por la tristeza; 46 y les dijo: «¿Cómo es que están dormidos? Levántense y oren para que no caigan en tentación.» Prendimiento de Jesús. ||Mt 26 47-56; ||Mc 14 43-52; ||jn 18 3-11. 47 Estaba todavía hablando cuando se presentó un grupo; el llamado Judas, uno de los Doce, iba el primero, y se acercó a Jesús para darle un beso. 48 Jesús le dijo: «¡Judas, con un beso entregas al Hijo del hombre!» 49 Viendo los que estaban con él lo que iba a suceder, dijeron: «Señor, ¿herimos a espada?» 50 Y uno de ellos hirió al siervo del Sumo Sacerdote y le llevó la oreja derecha. 51 Pero Jesús dijo: «¡Dejen! ¡Basta ya!» Y tocando la oreja le curó. 52 Dijo Jesús a los sumos sacerdotes, a los jefes de la guardia del Templo y a los ancianos que habían venido contra él: «¿Como contra un salteador han salido con espadas y palos? 53 Estaba yo todos los días en el Templo con ustedes y no me pusieron las manos encima; pero esta es su hora y el poder de las tinieblas.»

Negaciones de Pedro. ||Mt 26 69-75; ||Mc 14 66-72; ¡|jn 18 15-18.25-27. 54 Entonces le prendieron, se lo llevaron y le hicieron entrar en la casa del Sumo Sacerdote; Pedro le iba siguiendo de lejos. 55 Habían encendido una hoguera en medio del patio y estaban sentados alrededor; Pedro se sentó entre ellos.56 Una criada, al verle sentado junto a la lumbre, se le quedó mirando y dijo: «Éste también estaba con él.» Pero él lo negó: «¡Mujer, no lo conozco!» 58 Poco después le vio otro y dijo: «Tú también eres uno de ellos.» Pedro dijo: «¡Hombre, no lo soy!» 59 Pasada como una hora, otro aseguraba:

22 1.a alusión al Sal 110 1 manifiesta que lo-. Minios de Mesías, v. 67, y de Hijo de Dios,

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«Cierto que éste también estaba con él, pues además es galileo.» 60 Le dijo Pedro: «¡Hombre, no sé de qué hablas!» Y en aquel mismo momento, cuando aún estaba hablando, cantó un gallo. 61 El Señor se volvió y miró a Pedro. Recordó Pedro las palabras que le había dicho el Señor: «Antes que cante hoy el gallo, me habrás negado tres veces» 62 y, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente. Primeros ultrajes. ||Mt 26 67-68; ||Mc 14 65. 63 Los hombres que le tenían preso se burlaban de él y le golpeaban. 64 Y, cubriéndole con un velo, le preguntaban: «¡Adivina! ¿Quién es el que te ha pegado?» 65 Y le insultaban diciéndole otras muchas cosas.

Jesús ante el Sanedrín. ||Mt 26 57-66; 27 2; ||Mc 14 53-64; 15 1. 66 En cuanto se hizo de día, se reunió el Consejo de Ancianos del pueblo, sumos sacerdotes y escribas, le hicieron venir a su Sanedrín 67 y le dieron: «Si tú eres el Cristo, dínoslo.» El respondió: «Si se lo digo, no me creerán.68 Si les pregunto, no me responderán.69 De ahora en adelante, el Hijo del hombre estará sentado a la diestra del poder de Dios*.» 70 Dijeron todos: «Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?» Él les dijo: «Ustedes lo dicen: Yo soy.» 71 Dijeron ellos: «¿Qué necesidad tenemos ya de testigos, pues nosotros mismos lo hemos oído de su propia boca?» 1 Se levantaron todos ellos y le llevaron ante Pilato.

Jesús ante Pilato. ||Mt 27 11-14; ||Mc 15 2-5; ¡Jn 18 29-38a. 2 Comenzaron a acusarle diciendo: «Hemos encontrado a éste alborotando a nuestro pueblo, prohibiendo pagar tributos al César y diciendo que él es Cristo rey.» 3 Pilato le preguntó: «¿Eres

v. 70, no son equivalentes, ver 1 32.35; 2 11 + .

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

tú el rey de los judíos?» Él le respondió: «Sí, tú lo dices.» 4 Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la gente: «Ningún delito encuentro en este hombre.» 5 Pero ellos insistían diciendo: «Solivianta al pueblo con sus enseñanzas por toda Judea, desde Galilea, donde comenzó, hasta aquí.» 6 Al oír esto, Pilato preguntó si aquel hombre era galileo. 7 Y, al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que por aquellos días estaba también en Jerusalén. Jesús ante Herodes*. 8 Cuando Herodes vio a Jesús se alegró mucho, pues hacía largo tiempo que deseaba verle, por las cosas que oía de él, y esperaba que hiciera algún signo en su presencia. 9 Le hizo numerosas preguntas, pero él no respondió nada. 10 Estaban allí los sumos sacerdotes y los escribas acusándole con insistencia. 11 Pero Herodes, con su guardia, después de despreciarle y burlarse de él, le puso un espléndido vestido y le remitió a Pilato. 12 Aquel día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes estaban enemistados.

De nuevo Jesús ante Pilato. ||Mt 27 15-26; ||Mc 15 6-15; ||Jn 18 38b - 19 16. 13 Pilato convocó a los sumos sacerdotes, a los magistrados y al pueblo 14 y les dijo: «Me han traído a este hombre como alborotador del pueblo, pero yo lo he interrogado delante de ustedes y no he hallado en él ninguno de los delitos de que le acusan. 15 Ni tampoco Herodes, porque nos lo ha remitido. Nada ha hecho, pues, que merezca la muerte. 16 Así que le daré un escarmiento y lo soltaré*.» [ ,7 ] 18 Toda la muchedumbre se puso a gritar a una: «¡Fuera ése, suéltanos a Barrabás!» 19 Éste había sido en-

23 8 Herodes Antipas, tetrarca de Galilea, 3 1. Este episodio es propio de Le. Ver Hch 4 27; Mt 2 7; 14 1 +; Le 13 31-33. 23 16 Se omite el v. 17. Ver Mt 26 15. 23 27 El Talmud habla de mujeres que llevaban a los condenados bebidas calmantes, Mt 27 34+.

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carcelado por un motín que hubo en la ciudad y por asesinato. 20 Pilato les habló de nuevo, con la intención de librar a Jesús,21 pero ellos seguían gritando: «¡Crucifícale, crucifícale!» 22 Por tercera vez les dijo: «Pero ¿qué mal ha hecho éste? No encuentro en él ningún delito que merezca la muerte; así que le daré un escarmiento y le soltaré.» 23 Pero ellos insistían pidiendo a grandes voces que fuera crucificado y arreciaban en sus gritos. 24 Pilato sentenció que se cumpliera su demanda. 25 Soltó, pues, al que habían pedido, al que estaba en la cárcel por motín y asesinato, y a Jesús se lo entregó a su deseo. Camino del Calvario. ||Mt 27 31b-32; ||Mc 15 20b-22; ||Jn 19 17. 26 Cuando le llevaban, echaron mano de un cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús. 27 Le seguía una gran multitud del pueblo y mujeres* que se dolían y se lamentaban por él. 28 Jesús se volvió a ellas y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos. 29 Porque llegarán días en que se dirá: ¡Dichosas las estériles, las entrañas que no engendraron y los pechos que no criaron! 30 Entonces se pondrán a decir a los montes: ¡Caigan sobre nosotros! Y a las colinas: ¡Sepúltennos*!31 Porque si en el leño verde hacen esto, en el seco ¿qué se hará*?» 32 Llevaban además a otros dos malhechores para ejecutarlos con él.

La Crucifixión*. ||Mt 27 35-38; ||Mc 15 24-28; ||Jn 19 17-24. 33 Llegados al lugar llamado Calvario, le crucificaron allí a él y a los

23 30 Ver Os 10 8. 23 31 El leño seco, estéril, será quemado; Jerusalén culpable será castigada, ver 19 41-44+. 23 33 En el relato de Le, la muchedumbre es más curiosa que hostil y finalmente se arrepiente, v. 48; Jesús pronuncia palabras de perdón y no de angustia.

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malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. 34 Jesús decía: «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen'''.» Se repartieron sus vestidos, echando suertes. Jesús en la cruz ultrajado. ||Mt 27 39-43; ||Mc 15 29-32a. Estaba el pueblo mirando; los magistrados hacían muecas diciendo: «A otros salvó; que se salve a sí mismo si él es el Cristo de Dios, el Elegido*.» 36 También los soldados se burlaban de él y, acercándose, le ofrecían vinagre 37 y le decían: «Si tú eres el rey de los judíos, ¡sálvate!» 38 Había encima de él una inscripción: «Este es el rey de los judíos.» 35

El «buen ladrón». Uno de los malhechores colgados le insultaba: «¿No eres tú el Cristo? Pues ¡sálvate a ti y a nosotros!» 40 Pero el otro le increpó: «¿Es que no temes a Dios, tú que sufres la misma condena? 41 Y nosotros con razón, porque nos lo hemos merecido con nuestros hechos; en cambio éste nada malo ha hecho.» 42 Y decía: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino.» 43 Jesús le dijo: «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso*.» 39

Muerte de Jesús. ||Mt 27 45-50; ||Mcl5 33-37; ¡|Jn 19 25-30. 44 Era ya cerca del mediodía cuando se oscureció el sol y toda la tierra quedó en tinieblas hasta media tarde*. 45 El velo del Santuario se rasgó por

23 34 Ver Is 53 12. La misma apreciación de unisas de muerte en Hch 3 17; 13 27; 1 Co 2 H. Ver también Hch 7 60. Cris/o, Hlcgido, dos títulos mesiánicos, t i l ; 1 ) 35 I . < -M l'.l paraíso, imagen de un jardín de de-

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medio46 y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu*.» Y, dicho esto, expiró. Después de la muerte de Jesús. ||Mt 27 51-56; ||Mc 15 38-41; ¡Jn 19 31-37. 47 Al ver el centurión lo sucedido, glorificaba a Dios diciendo: «Ciertamente este hombre era justo.» 48 Y toda la muchedumbre que había acudido a aquel espectáculo, al ver lo que pasaba, se volvió dándose golpes de pecho. 49 Todos sus conocidos y las mujeres que le habían seguido desde Galilea se mantenían a distancia, viendo estas co-

Sepultura de Jesús. |Mt 27 57-61; ||Mc 15 42-47; |jn 19 38-42. 50 Había un hombre llamado José, miembro del Consejo, hombre bueno y justo, 51 que no había asentido al consejo y proceder de los demás. Era de Arimatea, ciudad de Judea, y esperaba el Reino de Dios. 52 Se presentó a Pilato, le pidió el cuerpo de "Jesús 53 y, después de descolgarle, le envolvió en una sábana y le puso en un sepulcro excavado en la roca en el que nadie había sido puesto todavía. 54 Era el día de la Preparación y apuntaba el sábado. 5-> Las mujeres que habían venido con él desde Galilea fueron detrás y vieron el sepulcro y cómo era colocado su cuerpo. 56 Luego regresaron y prepararon aromas y mirra. Y el sábado descansaron según el precepto.

licias, ver Gn 2 8; etc. El condenado estará allí el mismo día con Jesús Rev, ver Flp 1 23: 1 Ts 4 17; Rm 6 5-8; etc. 23 44 Ver Mt 27 45 + . 23 46 Cita del Sal 31 6; ver Hch 7 59.

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EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS

VIL

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Después de la Resurrección

El sepulcro vacío. Mensaje de los ángeles. ||Mt 28 1-8; ||Mc 16 1-8; ||Jn 20 1-2. ^ A 1 El primer día de la semana, ^ T * muy de mañana, fueron al sepulcro llevando los aromas que habían preparado. 2 Pero encontraron que la piedra había sido retirada del sepulcro. 3 Entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. 4 No sabían qué pensar de esto, cuando se presentaron ante ellas dos hombres con vestidos resplandecientes. 5 Asustadas, inclinaron el rostro a tierra, pero les dijeron: «¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? 6 No está aquí, ha resucitado. Recuerden cómo les habló cuando estaba todavía en Galilea, diciendo: 7 Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores y sea crucificado, pero al tercer día resucitará*.» 8 Y ellas recordaron sus palabras. Los apóstoles no creen a las mujeres. ||Mt 28 10.17; ||Mc 16 10-11.14; ||jn 20 18.25.29. 9 Regresaron, pues, del sepulcro y anunciaron todas estas cosas a los Once y a todos los demás. 10 Las que referían estas cosas a los apóstoles eran María Magdalena, Juana y María la de Santiago y las demás que estaban con ellas. 11 Pero a ellos todas aquellas palabras les parecían desatinos y no les creían*.

Pedro en el sepulcro. ||Jn 20 3-10. 12 Con todo, Pedro se levantó y corrió al sepulcro. Se inclinó, pero sólo vio los lienzos y se volvió a su casa, asombrado por lo sucedido.

24 7 Ver 9 22.44; 18 31-33 + ; 24 46-47. 24 11 Ver Mt 28 1-7; Me 16 11-14. 24 13 Comparar con Hch 8 26-40: las dudas e indecisiones iniciales quedan resueltas por la instrucción. Los dos relatos concluyen con una acción sacramental. —sesenta estadios = poco más de once kilómetros. El estadio equivale a 185 m.

Los discípulos de Emaús*. ||Mc 16 12-13. 13 Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que dista sesenta estadios de Jerusalén, 14 y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. 15 Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó a ellos y caminó a su lado; 16 pero sus ojos estaban como incapacitados para reconocerle*. 17 Él les dijo: «¿De qué discuten por el camino?» Ellos se pararon con aire entristecido. 18 Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: «¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que han pasado allí estos días?» 19 Él les dijo: «¿Qué cosas?» Ellos le dijeron: «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo; 20 cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a muerte y le crucificaron. 21 Nosotros esperábamos que sería él el que iba a librar a Israel; pero, con todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó. 22 El caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro 2 y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles que decían que él vivía. 24 Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.» 25 Él les dijo: «¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! 26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso para entrar así en su gloria?» 27 Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras*.

24 16 Aun conservando su identidad, vv. 3940, el cuerpo de Jesús resucitado se encuentra en un estado nuevo, Jn 20 19; l Co 15 44. Un Le y Jn los discípulos únicamente le reconocen por una palabra o por una serial. 24 27 Se trata de la Biblia entera, ver vv. 44-45.

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Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. 2 Pero ellos le rogaron insistentemente: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.» Entró, pues, y se quedó con ellos.30 Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. 31 Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su vista. 32 Se dijeron uno a otro: «¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?» 33 Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, 34 que decían: «¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!» 35 Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido al partir el pan*. 28

Aparición a los apóstoles. Ver Jn 20 19-23. 36 Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con ustedes.» 37 Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. 38 Pero él les dijo: «¿Por qué se turban? ¿Por qué se suscitan dudas en su corazón? 39 Miren mis manos y mis pies; soy yo mismo. Pálpenme y vean, porque un espíritu no tiene carne y huesos como ven que yo tengo.» 40 Y, diciendo esto, les mostró las manos y los pies.41 Como no acababan de creerlo a causa de la alegría y estaban asom-

24 35 La expresión fracción del pan, v. 30; 22 19, que Le emplea también en Hch 2 42; 4 6; 20 7; 27 35, se refiere, sin duda, a la Eucaristía. 24 46 Los w . 46-48 contienen los temas esenciales de la predicación de los Apóstoles en los I leelios. 24 47 I íesde Jerusalén, ver 2 38; 9 51 +, el Es-

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brados, les dijo: «¿Tienen aquí algo de comer?» 42 Ellos le ofrecieron un trozo de pescado.43 Lo tomó y comió delante de ellos. Últimas instrucciones a los apóstoles. 44 Después les dijo: «Éstas son aquellas palabras mías que les dije cuando todavía estaba con ustedes: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí.» 45 Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras 46 y les dijo*: «Así está escrito: que el Cristo debía padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día 47 y que se predicaría en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén*. 48 Ustedes son testigos de estas cosas. ||Hch 1 4-8. 49 «Miren, yo voy a enviar sobre ustedes la Promesa de mi Padre*. Ustedes permanezcan en la ciudad hasta que sean revestidos de poder desde lo alto.»

La Ascensión. ||Mc 16 19; ||Hch 1 9.12. 50 Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. 51 Y, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo*. 52 Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo. 33 Y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios.

píritu va a difundirse en el mundo. Lucas anuncia así Hch 1 4.8, y toda su segunda obra, ver Hch 1 1. 24 49 La Promesa de mi Padre, es el Espíritu Santo, Hch 1 4-5.8; 2 33; Jn 1 33 + ; 14 16.26; 15 26; 20 22. 24 51 Sobre la ascensión de Jesús: Hch 1 2.9s; Jn 20 17+.

EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN Introducción El evangelio de Juan presenta la persona y el mensaje de Jesús de un modo bastante diferente al de los Sinópticos, tanto en su contenido como en su lenguaje. Por ejemplo, de las 29 señales o acciones milagrosas de Jesús recogidas en los otros evangelios, éste solamente, toma dos. En cuanto a la forma literaria y al lenguaje, basta leerlo para descubrir notables diferencias con los Sinópticos. Redactado en su forma actual probablemente a finales del s. I en Éfeso o Antioquía, pudo tener una primera redacción parcial alrededor del año 50. Son numerosas y muy variadas las hipótesis propuestas para explicar tanto la estructura como el contenido del IV Evangelio. Las encontramos en las introducciones amplias de las Biblias o en comentarios específicos de este evangelio. A nosotros nos interesa descifrar, en lo posible, el contenido de este evangelio en la forma que nos ha llegado desde finales del siglo I. Por eso, para acceder a él en una lectura cómoda, proponemos tener en cuenta su estructura, compuesta por dos secciones centrales, un prólogo y un epílogo o apéndice.

cuentro con Jesús de Nazaret. Bautista y discípulos descubren en Jesús al Mesías (1 33. 41), al Siervo (1 29. 36), al Hijo de Dios (1 49), y al Hijo del hombre (1 51). Esta última expresión la pone Jn en boca de Jesús, como si quisiera completar la de Natanael, «Hijo de Dios» y subrayar la encamación de la Palabra, la presencia humana del Hijo de Dios. Jesús queda, pues, presentado como la «Palabrq» con la que el Padre habla a los hombres. Evidentemente la teología contenida en estas dos presentaciones de Jesús refleja una catequesis bastante desarrollada, propia de las comunidades cristianas de finales del siglo I. 2. El libro de las «señales» (2 1-12 50)

Las acciones de Jesús son. calificadas por este evangelio como «señales». En esta primera parte recoge el autor siete. Son señales de fuerte Contenido teológico que Jesús desentraña mediante unos discursos o enseñanzas. Aceptando este esquema, señal/discurso, podemos dividir esta sección central en siete cuadros. a) Jesús es la Palabra de una nueva religiosidad (2 1-4 42). Las señales son 1. Prólogo (l 1-51) dos: transformación del agua en vino en Tiene dos partes claramente diferenuna boda en Cana y la purificación del ciadas: la primera presenta a Jesús en templo (2 1-25). Por las insinuaciones un plano teológico, desde Dios; la segun- del evangelista descubrimos que la transda lo presenta en su realidad histórica. formación del agua, destinada a las pua) Presentación teológica de Jesús rificaciones legales del judaismo, simbo(1 1-18). El autor se sirve de un himno liza el AT y sus leyes. El vino nuevo con el que la comunidad cristiana exevidentemente simboliza el NT. Estos presaba su fe en Jesús Mesías, que era la simbolismos aparecen en otros lugares de Palabra de Dios hecha hombre en un la catequesis evangélica, indicando inclumomento determinado de la historia. Inso que el vino nuevo necesita nuevos retrodujo algunas modificaciones en el cipientes (ver Mt 9 17). La señal de la puhimno para subrayar algunos puntos, rificación del templo tiene el mismo como la preexistencia de la Palabra y sosimbolismo: sustitución del lugar sagrado bre todo la relación existente entre el del culto del AT por uno nuevo, que es la Bautista-precursor y Jesús-Palabra. presencia del resucitado. b) Presentación histórica de Jesús La enseñanza que dimana de estas (l 19-51). Ésta consiste en la narración señales está contenida en la entrevista de unas experiencias que el Bautista y con Nicodemo (3 1-21), el último testilos primeros discípulos tienen del enmonio del Bautista (3 22-36) y el en-

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consistente y seguro que el maná. El macuentro con la samaritana (4 1-42). Con la presencia de Jesús se ha iniciado una ná fue un alimento que no proporcionó la vida verdadera a los israelitas (6 31nueva época; es como un nuevo nacimiento que se realiza por el agua y el Es- 32.49). El alimento que da Jesús no es píritu; es un manantial perenne de vida; humano, sino que ha bajado del cielo. Y es, en definitiva, una nueva religiosidad para que no queden dudas, Jesús aclara no ligada a ningún lugar físico, sino «en qué tipo de pan es éste: su carne y su espíritu y en verdad». La presencia de Je- sangre, expresión que significa toda la sús ofrece a todas las personas, pero es- persona humana de Jesús, ofrecida a los pecialmente a las de las comunidades hombres como nuevo alimento. Hay en todo este discurso una referencia clara a cristianas, una novedad total en las rela Eucaristía, que en los Sinópticos se laciones con Dios Padre. b) Jesús es la Palabra que ofrece relaciona con la celebración de la Pasuna vida nueva (4 46-5 57). Las señales cua judía. La actitud que se exige para son: curación del hijo de un funcionario participar de este nuevo alimento ya no es la observancia de la Ley, sino la acepreal (4 46-54) y curación de un enfermo tación de la persona de Jesús y sus enen la piscina de Betesda (5 1-18). Las dos señales tienen un mismo objetivo: señanzas (6 60-71). presentar a Jesús como comunicador de d) Jesús es la Palabra que da la salud, de una existencia nueva por meverdadera libertad (7 1-59). Esta secdio de su Palabra. En un caso, a distan- ción no tiene el esquema de las anteriocia; en el otro, mediante un contacto dires, señal/enseñanza, a no ser que se inrecto. terprete como «señal» la celebración de La enseñanza: La Palabra de Jesús la fiesta judía de las tiendas (7 10-19). supera en todo el poder de las demás pa- Jn recoge aquí una serie de actitudes de labras, particularmente de las de la Ley incredulidad de algunos de sus familiajudía. Este poder vivificador lo tiene por- res y de los jefes de la nación que no aceptan a Jesús como Mesías, ni como que es la Palabra del Hijo de Dios, por eso la vida que comunica es la misma Hijo de Dios, ni como quien puede dar la del Padre (5 24-29). La nueva realidad verdadera liberación. Esto provoca conque ofrece Jesús está atestiguada por el troversias que se van acentuando progrePadre, por el Bautista, por el mismo sivamente y ponen a Jesús en constante Moisés y por las señales de Jesús. Estos peligro de muerte, pues los judíos quieren testimonios vienen a cuento porque las acabar con él (7 1.13.19.25.30.32.44; 8 autoridades religiosas, consideradas in- 37.40.59). térpretes de la voluntad de Dios, que el El relato de la mujer adúltera (7 53evangelista califica como «los judíos», 8 11) se considera fuera de contexto en ponen en duda el poder vivificante de Je- este evangelio, pues rompe el ritmo de la sús (5 30-47). El ambiente de contro- sección, se aparta del lenguaje del IV versia entre Jesús y los judíos refleja la Evangelio y falta en muchos manuscrisituación que vivían las comunidades tos antiguos. Sin embargo pudo ser añacristianas al final del siglo I. dido en esta sección para poner de reliec) Jesús es la Palabra que se trans- ve el poder liberador de la Palabra de forma en alimento de vida nueva (6 1- Jesús, en cuanto perdona y libera de las 71). Señales: multiplicación de los panes ataduras del pecado. (6 1-15) y dominio sobre el mar (6 16e) Jesús es la Palabra que ilumina 21). Simbolismo: Jesús se transforma en al mundo (9 1-10 42). La señal es la cualimento vivificante, en fuerza y apoyo ración de un ciego de nacimiento (9 1en las situaciones difíciles. El modo de 12). La enseñanza se inicia en un primer comunicar la vida nueva es mediante la momento en él proceso que los fariseos cercanía de Jesús, su aproximación a la instruyen al ciego. Centrar la religiosivida de los hombres, a sus necesidades. dad en el cumplimiento literal de la Ley, 1m enseñanza se recoge en él discurso aunque sea la observancia del sábado, i le Jesús en la sinagoga de Cafarnaún. impide llegar a la luz que ofrece Jesús. La Palabra de Jesús es un alimento más Sólo el creer en la persona de Jesús lleva

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a la verdadera iluminación, como le ha Jesús acepta con decisión el proyecto del ocurrido al que era ciego (9 13-39). Padre. En la reflexión final de esta sección En un segundo momento prosigue la el evangelista quiere responder a una preenseñanza para poner de manifiesto gunta de las comunidades cristianas: dónde está la verdadera ceguera, que es ¿Por qué los conciudadanos de Jesús no la que tienen los jefes de la nación, los lo aceptaron, a pesar de estas señales me«pastores» ciegos que se han despreo- siánicas? La respuesta es que ya la Escricupado de los valores de las personas y tura lo anunció. Sin embargo Jn introlos han extraviado. Frente a estos falsos duce una matización: muchos judíos sí pastores, Jesús se proclama como el Pas- que creyeron en él, incluso entre las autor auténtico (10 1-42). toridades (12 42), aunque también maf) Jesús es la Palabra de resurrec- tiza el miedo que a estos creyentes les imción (TI 1-57). La señales la resurrección ponían los fariseos, responsables de las de Lázaro. La enseñanza va entreverada comunidades judías en los años de redaccon la narración de la señal en un conción del IV Evangelio. Una breve síntesis junto muy bien construido literariamen- de la presentación de Jesús como Palabra te. La enseñanza no es, en este relato, unadel Padre cierra el libro de las señales. simple exposición doctrinal, sino que está acompañada de unos matices didácticos 3. El libro de la «Hora» de Jesús sugerentes: las emociones de Jesús, sus (13 ;-20 31) lágrimas por el amigo muerto, sus frases Repetidas veces ha dicho Jn en la pride cariño, de consuelo y de esperanza con las hennañas de Lázaro. Este conjunto de mera parte que «todavía no había llepalabras y emociones de Jesús ayudan a gado su hora» (2 4; 7 6. 30; etc.). En este comprender la profundidad de la enseñan-momento ya ha llegado (13 1). En esta za clave: «Yo soy la resurrección» (TI 25). segunda gran sección Jn antepone la enseñanza a la gran señal: pasión, muerte Unas últimas anotaciones de Jn nos llevan a comprender que esta señal de re- y resurrección de Jesús. a) Jesús es el Cordero (Siervo) de surrección se hará patente cuando Jesús pase también por la realidad de su muer- Dios en la nueva Pascua (13 1-11 26). El gesto de Jesús de lavar los pies a los te, a la que deciden llevarle las autoridiscípulos y el anuncio de la traición de dades religiosas de Israel (11 45-54). Judas (13 1-30) sirven de introducción g) Jesús es la Palabra que lleva a la vida superando la muerte (12 1-50). Te- y dan la clave para interpretar esta parte: nerrios aquí dos señales: la unción en Jesús, Mesías e Hijo de Dios, muere en Betania (12 1-10) y la entrada mesiáni- la cruz. Pero esto, que puede resultar inca en Jerusalén (12 11-19). En estas dos comprensible y escandaloso para unos cristianos de mentalidad griega, en su acciones presenta Jn a Jesús tomando mayoría, forma parte del proyecto de posesión de la ciudad santa como su Dios y marca el talante de la comunidad nuevo rey que ha sido previamente uncristiana: Entrega total al proyecto del gido. Es un rey que tiene que pasar antes por la experiencia de la muerte; es lo que Padre para el servicio y salvación de toquiere insinuar la explicación del gesto dos los hombres. La presencia en este libro de la Hora del discípulo «a quien Jede María (12 7). La enseñanza está expuesta en el en- sús quería» aporta también, además de cuentro con los griegos y en la última re- un testimonio directo de los hechos, la flexión con la que el evangelista cierra idea de que todo cuanto va a suceder hay que interpretarlo en clave del amor esta primera gran sección. Jesús en la conversación con los griegos desentraña de Jesús a sus seguidores. La enseñanza está divida en tres disel sentido de su muerte próxima: es un cursos, llamados de «despedida», y en paso previo para la fructificación. Vive con fuerza la experiencia de su muerte los que Jn da el testamento de Jesús. Primer discurso (13 37-14 31): La papróxima. Jn no narra la agonía de Getsión, muerte y resurrección son la gran semaní, pero los vv. 27-32 son un paralelo perfecto del relato de los Sinópticos. señal de la manifestación del amor del Pa-

INTRODUCCIÓN AL EVA NGELIO DE SAN JUAN

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dre a Jesús y marcan el camino de la nue- motivo de la condena a muerte es redacva relación del hombre con Dios. El catado por el gobernador y tiene su impormino es Jesús donde él hombre se tancia que Jn destaca mediante la discuencuentra y ve al Padre. En este camino sión entre Pilato y los sumos sacerdotes la comunidad cuenta con la ayuda y la (19 19-22). La presencia de la madre de fuerza de Dios y de Jesús: él Espíritu, que Jesús en este momento de la crucifixión es «Paráclito», abogado, asistente, ani- juntamente con la del discípulo «a quien mador, maestro. La ausencia de Jesús por amaba», son datos propios de Jn y resu muerte es temporal. Todo esto debe serpiten la clave interpretativa de la «semotivo de alegría para los creyentes. ñal»: Todo es amor. La muerte de Jesús coincide con el inicio de la Pascua judía Segundo discurso (15 7-16 33): Talante de la nueva comunidad, de los dis- (19 14). Unos discípulos, que lo eran «en secípulos. La comparación de la vid verdadera (15 1-17) aclara este talante: debecreto por miedo a los judíos» (19 38) dan ser una comunidad unida vitalmente a sepultura al cuerpo de Jesús. El discípulo Jesús, a su Palabra; debe haber una com- a quien Jesús quería, seguido de Pedro, penetración personal de los discípulos y el son los primeros en atestiguar el sepulcro vacío. Pero es María Magdalena la primaestro. Tal es el nuevo modo de la vimera que tiene él encuentro con él resuvencia del amor del Padre, eje de la comunidad. Contrapunto de este amor de la citado y la que se convierte en la primera comunidad es él odio que los discípulos anunciadora de la resurrección de Jesús. experimentarán de parte de los no creyen- Los otros discípulos tienen miedo. Protes. La comunidad de Jn está atravesando bablemente este miedo evoca, una vez esta experiencia de odio, sobre todo por más, el que tenían las comunidades de parte de las comunidades judías. Vuelve Juan. sobre la ayuda del «Paráclito», como fuerTodas estas peculiaridades del relato za que los mantiene firmes en medio de de Jn orientan hacia una interpretación las persecuciones y odios. Tal situación correcta de este acontecimiento, humano debe llenarlos de tristeza. Deben vivir namente difícil de comprender, pero soalegres, porque Jesús ha completado el bre el que Jn quiere configurar la coproyecto del Padre. Esta es la firme garan- munidad de creyentes. Por eso concluye tía de su fe. la sección con el episodio de la incredulidad y posterior fe de Tomás. Los fieTercer discurso, en estilo de oración les de las comunidades deben creer en (17 1-26): Reflexión de Jesús sobre su persona. Él es quien da unidad a todos Jesús no por haberlo visto, sino por halos que le siguen; la base de esta unidad ber aceptado el testimonio de los que es la participación de la vida del Padre. convivieron con Jesús y reciben las enLa comunión de vida entre el Padre y el señanzas que les desentrañan él signifiHijo es lo que quiere Jesús para sus se- cado de todas las señales realizadas por Jesús: el Evangelio (20 30-31). guidores actuales y futuros. b) La gran señal: Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús (18 7-20 31). El relato del IV Evangelio tiene algunas diferencias con el de los Sinópticos: a Jesús lo prenden los soldados romanos (18 3); el proceso ante las autoridades religiosas de Jerusalén es muy breve (18 19-27), ya que todo el evangelio ha sido en realidad un largo proceso de los jefes judíos contra Jesús; en cambio el proceso ante el gobernador de Roma es más amplio (18 25-19 11), que termina con la sentencia de muerte consentida por el gobernador (19 12-16). Camino del Calvario, Jesús no es ayudado por nadie. El

4. Apéndice (21 1-25) Este capítulo se considera una añadidura de las comunidades del «discípulo a quien Jesús amaba» (21 7). Tiene todo el aspecto de ser una recopilación de varias tradiciones de estas comunidades sobre su función evangelizadora y sobre la importancia del discípulo amado y de Pedro. Las tradiciones garantizan él mensaje que se ha ido transmitiendo en estas comunidades y que tienen el mismo valor que las conservadas por otros testigos en las diversas catequesis de otras comunidades.

EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN Prólogo

I

E n el principio* existía la P a l a b r a y la P a l a b r a estaba junto a Dios, y la P a l a b r a era Dios. 2 Ella estaba en el principio junto a Dios. 3 T o d o se hizo p o r ella y sin ella no se hizo nada. L o que se hizo 4 en ella era la vida y la vida era la luz de los h o m b r e s * , 5 y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron*. 1

H u b o u n hombre, enviado p o r Dios: se l l a m a b a Juan*. 7 Éste vino p a r a u n testimonio, para d a r testimonio de la luz, para q u e todos creyeran p o r él. 8 N o era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. 9 L a P a l a b r a era la luz verdadera que ilumina a todo h o m b r e , viniendo* a este m u n d o .

10

E n el m u n d o estaba, y el m u n d o f u e hecho p o r ella, y el m u n d o no la conoció*.

11

V i n o a los suyos, y los suyos no la recibieron.

12 Pero a todos los que la recibieron les dio p o d e r de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su n o m b r e * ; 13

6

1 1 Jn recoge en 1 1-5 un himno antiguo que sigue el esquema de Gn 1 1-31 para proclamar que Dios ha creado el mundo por su Palabra, Sal 33 6-9; etc. En el AT la palabra y la Sabiduría existían en Dios y participaban en la creación y gobierno del mundo, Gn 1 15; Pr 8 22+; Sb 7 22 + . Ahora es el Verbo, Palabra de Dios, que preexistía en Dios, 8 24 + ; 10 34, quien fue enviado al mundo por el Padre, 3 17+; después, acabada su misión, volvió al Padre, 7 33; 13 3; 17 13; 20 17. En el NT es Juan quien despeja plenamente, gracias al hecho de la Encamación, v. 14+, la naturaleza personal de esta Palabra subsistente. 14 Si el Verbo, Hijo de Dios vivo, 6 57, es para el mundo fuente de vida eterna, 3 15 + ; 17 2, es porque tiene la vida en sí mismo, 5 26, porque él mismo es la vida, 11 25; 14 6; ver 1 Jn 1 1+. -Como la luz en el AT, Pr 4'1819; Is 9 1; 45 7; ver Mt 4 16; Le 1 79, el Verbo conduce a los hombres hacia Dios y les da la felicidad, la vida, la salvación mesiánica, 3 19; 9; 12 35s.46; ver Hch 5 20 + . Esta luz vencerá a las tinieblas, 8 12+; 12 46. 1 5 Otros traducen: no la comprendieron, o: no la recibieron. 1 6 Paréntesis, w . 6-8, sobre la misión de Juan Bautista; ver 1 15.19-40; 3 22s; Le 1 5s. 57s; Mt 3 ls. Estos w . debieron preceder a los w . 19ss. 1 9 Otros traducen:... todo hombre que viene a este mundo.

los cuales no nacieron de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre, sino que nacieron de Dios*.

Y la P a l a b r a se hizo carne*, y p u s o su M o r a d a entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre c o m o Unigénito, lleno de gracia y de verdad. 14

15

Juan da testimonio de él y clama:



1 10 El mundo designa unas veces el universo creado, 17 5.24; otras, el género humano; otras, en fin, los hombres que rechazan a Dios y la obra de Cristo: 7 7; 8 23; 15 18-20; 16 33; 17 9.14; 1 Jn 2 16; 5 19. En otros textos el mundo es objeto del amor de Dios y de la vivificación traída por el Hijo, 3 16-17; 6 33.51; 12 47, que lo ha liberado del pecado, 1 29, y lo ha salvado, 4 42. 1 12 La Palabra es una semilla divina, 1 Jn 3 9; Le 8 11. Los que la reciben llegan a ser hijos de Dios, 1 Jn 3 1. Ver también St 1 18; 1 P 1 23; Jn 3 5-6; Rm 8 14; Ga 3 26-27+; 4 5+. 1 13 La lectura en plural los cuales no nacieron... es la corriente, pues es la más atestiguada por los mss griegos. La variante en singular: él, que no nació... aludiría a la generación eterna de la Palabra o a que Jesús fue concebido por la acción de Dios; ver Le 1 3435. 1 14 La palabra carne, ver 6 51 +; Rm 7 5+, acentúa el realismo de la presencia de la Palabra, que se ha revestido de nuestra humanidad asumiendo todas sus debilidades, incluso la muerte, Rm 6 10+; Flp 2 6-8; ver 1 Jn 4 2; 2 Jn 7. Más tarde se hablará de Encarnación. - Así Dios inaugura una presencia personal y sensible entre los hombres; su gloria en otro tiempo invisible, Ex 33 20+, se deja ver a través de la humanidad del Hijo, 2 II; 3 12+, que revela la misericordia y la fidelidad del Padre, Ex 34 6.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

«Este era del que yo dije: El que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.» 16 Pues de su plenitud hemos recibido todos, y gracia por gracia. 17 Porque la Ley fue dada por medio de Moisés;

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la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. '8 A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo Unigénito*, que está en el seno del Padre, él lo ha contado.

El ministerio de Jesús 1. EL ANUNCIO DE LA NUEVA ECONOMÍA A.

LA SEMANA

El testimonio de Juan. 19 Y

este fue el testimonio de Juan, cuando los judíos* enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle: «¿Quién eres tú?» 20 Él confesó, y no negó; confesó: «Yo no soy el Cristo.» 21 Y le preguntaron*: «¿Qué pues?; ¿Eres tú Elias?» Él dijo: «No lo soy».» — «¿Eres tú el profeta?» Respondió: «No.» 22 Entonces le dijeron: «¿Quién eres, pues, para que demos respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?» 23 Dijo él: «Yo soy la voz del que clama en el desierto: Rectifiquen el camino del Señor*, como dijo el profeta Isaías». 24 Habían sido enviados por los fariseos. 25 Y le preguntaron: «¿Por qué, pues, bautizas, si no eres tú el Cristo, ni Elias, ni el profeta?» 26 Juan les respondió: «Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes está uno a quien no conocen, 1 18 Unigénito, expresión adoptada por Jn 1 14.18; 3 16.18; 1 Jn4 9, que afirma claramente la filiación divina de Jesús. - Lo que es Dios en sí mismo, es inaccesible al hombre, Ex 33 20 + ; 1 Tm 6 16; 1 Jn 4 12; pero el Unigénito nos lo ha revelado, 3 11 + ; 6 46; 7 16; 14 6-11; Mt 11 27+. 1 19 Judíos, en Jn designa a veces a los adeptos al Judaismo, 2 6.13; 4 9; etc.; con más frecuencia a las autoridades religiosas hostiles a Jesús, 2 18; 5 10; etc. Otras veces designa a los fariseos, contemporáneos de la redacción del evangelio, representantes del Judaismo oficial a partir del año 70. Comparar 9 22 con 12 42.

INAUGURAL que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle la correa de su sandalia.» 28 Esto ocurrió en Bethabara*, al otro lado del Jordán, donde estaba Juan bautizando. 29 Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: «He ahí el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo*. 30 Este es por quien yo dije: 27

Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo. 31 «Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar en agua para que él sea manifestado a Israel.» 32 Y Juan dio testimonio diciendo: «He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él.33 Y yo no lo conocía pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo:

'Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el 121 Para entender estas preguntas, ver las notas a Mt 16 14+; 17 3 + .10+. 1 23 Cita de Is 40 3. 1 28 Bethabara = lugar de paso a la Tierra Prometida; ver Jos 3 + . 1 29 Jesús es el Cordero pascual, Ex 12 + ; 18 28; 19 36; Ap 5 6-13, que por su muerte recibe el dominio sobre los hombres y por tanto quita el pecado del mundo. Algunos piensan que el término cordero es una mala traducción de una palabra hebrea que significa siervo. Jn aludiría al Siervo de Dios de Is 42 1-4+; ver Is 52 13 + , al que alude Jn 1 34+, que quita el pecado gracias a la enseñanza que nos da.

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EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN322

que bautiza con Espíritu Santo'*. 34 Y yo lo he visto y doy testimonio de que ése es el Elegido de Dios*.» Los primeros discípulos. 35 Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus discípulos. 36 Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios». 37 Los dos discípulos lo oyeron hablar así y siguieron a Jesús. 38 Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les dice: «¿Qué buscan?» Ellos le respondieron: «Rabbí —que quiere decir, 'Maestro'— ¿dónde vives?» 39 Les respondió: «Vengan y lo verán.» Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. Eran más o menos las cuatro de la tarde. 40 Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús.41 Éste encuentra primeramente a su propio hermano, Simón, y le dice: «Hemos encontrado al Mesías» — que quiere decir, Cristo*.42 Y lo llevó a Jesús. Fijando Jesús su mirada en él, le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas» — que quiere decir, 'Piedra'». 43 Al día siguiente, Jesús quiso partir para Galilea y encuentra a Felipe. Y Jesús le dice: «Sigúeme.» 44 Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y Pedro. 45 Felipe encuentra a Natanael y le dice: «Aquel de quien escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, k> hemos encontrado: Jesús, el hijo de José, el de Nazaret.» 46 Le respondió Natanael: «¿De Nazaret puede haber cosa

buena?» Le dice Felipe: «Ven y lo verás.» 47 Vio Jesús que se? acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tienen a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.» 48 Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?» Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi*.» 49 Le respondió Natanael: «R^bbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el r e y de Israel*.» 50 Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.» 51 Y le añadió: «En verdad, en verdad les digo: verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y baj^r sobre el Hijo del hombre*.» La boda en Caná.

2

1 Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús. 2 Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. 3 Y no tenían vino, porque se había acabado el vino de la boda. Le dice a Jesús su madr^: «No tienen vino.» 4 Jesús le responda «¿Qué tengo yo contigo, mujer*? Todavía no ha llegado mi hora.» 5 Dice su madre a los sirvientes: «Hagan lo que él les diga*.» 6 Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. 7 Les dice Jesús: «Llenen las tinajas de agua.» Y las llenaron hasta arriba.8 «Sáquenlo ahora, les dice, y llévenlo al mayordomo.» Ellos lo llf?varc>n. 9 Cuando el mayordomo probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), ll^ma el mayor-

1 33 El Mesías conferirá el Espíritu después N 1 51 El Hijo del hombre, $ 13; etc., Mt 8 de su resurrección, 3 5; 7 37-39+; 14 16s; 16 720+, será glorificado, 1.3 31, y abrirá a los 8; 19 30; 20 22; Mt 3 6+; Hch 1 5+; 2 38 + . Elhombres el acceso al cielo, ve*- Gn 28 12-18' Is Espíritu es un don mesiánico, J1 3+; Ez 36 27+. 63 19; Dn 7 9-10; Me 1 10p. 1 34 Elegido de Dios, título mesiánico, Is 42 2 4 ¿Qué tengo yo contigolit.: ¿Qué a ti y 1; ver Le 9 35+. En Jn es el Bautista, y no Jea mí?, Je 11 12; Mt 8 29; etc.; semitismo que sús, quien ve el Espíritu bajar y quien da tesdescarta una intervención. Al llamarla mujer, timonio de Cristo. Comparar con Me 1 9-11. ver 19 26; Ap 12 1, parece dirigirse a la nueva 1 41 Ver Ex 30 22+; Mt 1 16; etc. Eva, madre de los vivientes, Gn 3 15.20. -La 1 48 Natanael reconoce que Jesús es el prohora de Jesús es la hora fijada por el Padre feta-rey del que ha hablado Felipe, 1 45; ver 6 para la glorificación y cqya pr oximidad Jn su14-15; Dt 18 18. braya en numerosas oc^sion^s 7 30- 8 20" 12 1 49 Hijo de Dios y rey de Israel, dos títulos 23.27; 13 1; 17 1. 2 5 Ver Gn 41 55. mesiánicos, Mt 4 3 + .

EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

10 44 novio 10

domo al y le dice: «Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora.» 11 Tal comienzo de los signos* hizo JeB.

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sús, en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos. 12 Después bajó a Cafarnaún con su madre y sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días.

LA PRIMERA PASCUA

La purificación del Templo. ||Mt 21 12-13; ||Mc 11 11.15-17; ||Lc 19 45-46. 13 Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. 14 Y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. 15 Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas; 16 y dijo a los que vendían palomas: «Quiten esto de aquí. No hagan de la casa de mi Padre una casa de mercado.» 17 Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: El celo por tu casa me devorará*. 18 Los judíos entonces replicaron diciéndole: «Qué signo nos muestras para obrar así?» 19 Jesús les respondió: «Destruyan este santuario y en tres días lo levantaré.» 20 Los judíos le contestaron: «Cuarenta y seis años se ha tardado en construir este santuario, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?» 21 Pero él hablaba del santuario de su cuerpo. 22 Cuando fue levantado, pues, de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús.

en su nombre al ver los signos que realizaba. 24 Pero Jesús no les tenía confianza porque los conocía a todos 25 y no tenía necesidad de que se le diera testimonio acerca de los hombres, pues él conocía lo que hay en el hombre. Entrevista con Nicodemo.

3

1 Había entre los fariseos un hombre llamado Nicodemo, magistrado judío. 2 Fue éste a Jesús de noche y le dijo: «Rabbí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede realizar los signos que tú realizas si Dios no está con él.» 3 Jesús le respondió:

«En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de nuevo no puede ver el Reino de Dios*.» 4 Le dice Nicodemo: «¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?» 5 Respondió Jesús:

23 Mientras estuvo en Jerusalén, por lafiestade la Pascua, muchos creyeron

«En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu* no puede entrar en el Reino de Dios. 6 Lo nacido de la carne, es carne; lo nacido del Espíritu, es espíritu. 7 No te asombres de que te haya dicho: Tienen que nacer de nuevo. 8 El viento* sopla donde quiere, y oyes su voz,

2 11 Como Moisés, Ex 4 1-9.27-31, Jesús prueba con sus signos que ha sido enviado por Dios y así inducir a los hombres a creer en su misión, 2 23; 3 12+; 4 54; 11 42; etc. Jn recoge seis signos realizados por Jesús durante su vida terrestre; 2 1.11; 4 46.54; 5 2ss; 6 5.14; 9 1.16; 11 lss; el último, resurrección de Lázaro, prefigura su propia resurrección, el signo por excelencia, 2 18-19. A pesar de estos signos, muchos no creen en él, 10 25; 12 37; etc. Ver Mt 8+.

2 17 Cita de Sal 69 10. 3 3 En lugar de la expresión Reino de Dios, Mt 4 17+, Jn normalmente emplea la de vida, 1 4, o vida eterna, 3 15 + . 3 5 En los w . 5-7 el acento recae no sobre el agua, sino sobre el Espíritu. El agua es símbolo frecuente del Espíritu, Is 44 3; Ez 36 2527+; Za 12 10; 13 1; 14 8. 3 8 La misma palabra designa el viento y al Espíritu, 1 33 + .

Estancia en Jerusalén.

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EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN

pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu.» 9 Respondió Nicodemo: «¿Cómo puede ser eso?» 10 Jesús le respondió: «Tú eres maestro en Israel y ¿no sabes estas cosas? " «En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio*. 12 Si al decirles cosas de la tierra, no creen, ¿cómo van a creer* si les digo cosas del cielo? 13 Nadie ha subido al cielo* sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. '4 Y como Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre*, 15 para que todo el que crea tenga en él la vida eterna*. 16 Porque tanto amó Dios al mundo* que dio a su Hijo unigénito,

3 11 Jesús da testimonio ante los hombres en favor del Padre, w . 31-33; 5 31; 10 25 + ; 18 37, ver 8 13-18 + . No hace más que trasmitir la palabra del Padre, 1 1.18+; 3 34; 8 28; etc. Él es la Palabra encarnada, 1 14.18. Pero los hombres se dividen en presencia de esta palabra misteriosa, 7 43; 10 19; etc.; ver 8 12 + . 3 12 La fe, ver Mt 8 10 + ; Rm 1 16 + , consiste para Jn en reconocer a Jesús como enviado del Padre y como Hijo, 3 16-18 + ; 14 1.10; 17 21-25; 20 31; etc., en ir a él y en verle, 6 35-37+, en conocerle a él y con él al Padre, 10 38; 11 40; 14 7.20. La fe da la vida eterna, 3 15; 20 31; 1 Jn 2 3-5. Se ejercita guardando por amor la palabra y los mandamientos, 8 51; 14 21.23; 17 6-8; 1 Jn 2 3-5. Provocada por los signos, 2 11+, apoyada en un testimonio di j vino, 10 25, la fe es un don y una atracción del Padre, 6 37.44.65. Por esta actitud fundamental respecto a Jesús los hombres son ya desde ahora juzgados, 3 17-18.36; 5 19+; 8 12 + ; 9 39; 10 35; 12 48. 3 13 Cristo, venido del cielo, puede darnos a conocer la voluntad divina, Pr 30 4; Sb 9 1617; ver Rm 10 6. 3 14 Ver Nm 21 4-9. El Hijo del hombre debe ser elevado en la cruz, 4 34; 8 28; 12 32 + , y así volver junto al Padre y entrar en la gloria

3 22

para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no ha enviado* a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. 18 El que cree en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. 19 Y el juicio está en que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. 20 Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. 21 Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.» Ministerio de Jesús en Judea. Último testimonio'de Juan. 22 Después de esto, se fue Jesús con sus discípulos al país de Judea; y allí se

que tenía antes de la creación del mundo, 17 5. En esta línea de pensamiento se puede entender la alusión a Nm 21 4-9; creer en el Hijo «elevado», unigénito de Dios, 3 18, es creer en el amor del Padre que ha sacrificado a su propio Hijo para que nosostros nos salvemos, 3 16; ver 1 Jn 4 9-10; Rm 8 32. 3 15 El creyente, 3 12 + , entra en una vida nueva, 4 14; 6 27; 17 3; 1 Jn 5 11.13.20, don mesiánico, comunicación de la vida de Dios, que triunfa de la muerte y de todo límite; 1 4+; 6 40.57; 17 3; Rm 6 4+; 1 Jn 5 12. 3 16 La sección 3 16-21 tiene su paralelo en 12 46-50. Ambas desarrollan el mismo tema con dos perspectivas diferentes: Cristo es el salvador en cuanto «elevado» en la cruz y como un nuevo Moisés. 3 17 El Padre es aquel que envía al Hijo, 4 34; 5 30; 7 28; 8 42; 17 3; etc., lo consagra, 10 36; 17 19, lo da al mundo para salvarlo, 3 16.35, y darle la vida, 5 24-27; 6 39; etc. Esta misión del Hijo, Ga 4 4, en la que se cumple la obra del Padre, 4 34; 5 36; 6 29, introduce a los hombres en la comunión perfecta que une al Padre y al Hijo, 3 34-36; 6 57; 17 8.2126+. Esta misión será prolongada por la misión de los apóstoles, 4 38+.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

estaba con ellos y bautizaba. 23 Juan también estaba bautizando en Ainón, cerca de Salín, porque había allí mucha agua, y la gente acudía y se bautizaba. 24 Pues todavía Juan no había sido metido en la cárcel. 25 Se suscitó una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación. 26 Fueron, pues, a Juan y le dijeron: «Rabbí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, aquel de quien diste testimonio, mira, está bautizando y todos se van a él.» 27 Juan respondió: «Nadie puede recibir nada si no se le ha dado del cielo. 28 «Ustedes mismos me son testigos de que dije: 'Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de él.' 29 El que tiene a la novia es el novio*; pero el amigo del novio, el que asiste y le oye, se alegra mucho con la voz del novio. Esta es, pues, mi alegría, que ha alcanzado su plenitud. 30 Es preciso que él crezca y que yo disminuya. 31 El que viene de arriba está por encima de todos: el que es de la tierra, es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo, 32 da testimonio de lo que ha visto y oído, y su testimonio nadie lo acepta. 33 El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. 34 Porque aquel a quien Dios ha enviado habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. 33 El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano. 36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que resiste al Hijo, no verá la vida,

3 29 Jesús se apropia, Mt 9 15s, la imagen del esposo que describía las relaciones de Dios y de Israel, Os 1 2 + ; ver 2 Co 11 2 + ; Ap 19 7; '21 2. 4 Este relato parece inspirarse literarianu'iitc en Gn 24 13ss. Ver en especial 24 34 y 24 28-32. El encuentro junto a un pozo es un

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sino que la ira de Dios permanece sobre él.» Jesús entre los samaritanos*.

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1 Cuando Jesús se enteró de que había llegado a oídos de los fariseos que él hacía más discípulos y bautizaba más que Juan —2 aunque no era Jesús mismo el que bautizaba, sino sus discípulos—, 3 abandonó Judea y volvió a Galilea.4 Tenía que pasar por Samaría. 5 Llega, pues, a una ciudad de Samaría llamada Sicar, cerca de la heredad que Jacob dio a su hijo José.6 Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, como se había fatigado del camino, estaba sentado junto al pozo. Era alrededor del mediodía. 7 Llega una mujer de Samaría a sacar agua. Jesús le dice: «Dame de beber*.» 8 Pues sus discípulos se habían ido a la ciudad a comprar comida. Le dice la mujer samaritana: 9 «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy una mujer samaritana?» (Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.) 10 Jesús le respondió:

«Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le habrías pedido a él, y él te habría dado agua viva.» 11 Le dice la mujer: «Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva? 12 ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?» 13 Jesús le respondió:

«Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed*; el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé 14 pero

recurso literario en el AT, ver Gn 29 lss; Ex 2 15ss. 4 7 El agua de manantial, muy apreciada en Oriente, simbolizaba la vida dada por Dios, Is 12 3; Jr 2 13; Sal 36 9-10; Si 24 23s; etc. 4 13 Ver Si 24 21.

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EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN

se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna*.» ,5 Le dice la mujer: «Señor, dame de esa agua, para que no tenga más sed y no tenga que venir aquí a sacarla.» 16 El le dice: «Vete, llama a tu marido y vuelve acá.» 17 Respondió la mujer: «No tengo marido.» Jesús le dice: «Bien has dicho que no tienes marido, 18 porque has tenido cinco maridos y el que ahora tienes no es marido tuyo; en eso has dicho la verdad.» 19 Le dice la mujer: «Señor, veo que eres un profeta.20 Nuestros padres adoraron en este monte y ustedes dicen que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.» 21 Jesús le dice:

«Créeme, mujer, que llega la hora en que, ni en este monte, ni en Jerusalén adorarán al Padre. 22 Ustedes adoran lo que no conocen; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. 23 Pero llega la hora (ya estamos en ella) en que los adoradores verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad*, porque así quiere el Padre que sean los que le adoren. 24 Dios es espíritu, y los que adoran, deben adorar en espíritu y verdad.» 25 Le dice la mujer: «Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo. Cuando venga, nos lo desvelará todo.» 26 Jesús le dice: «Yo soy, el que está hablando contigo.» 27 En esto llegaron sus discípulos y se sorprendían de que hablara con una

4 14 Ver Pr 18 4; Is 58 11. El agua que da Cristo es su palabra, ver Is 55 1-3. Quien la guarda no verá la muerte jamás, 8 51; 12 50. En 7 37-39 el agua es símbolo del Espíritu; ver también 1 33 + ; 3 5. 4 23 El Espíritu es el principio del nuevo nacimiento, 3 5, y del culto nuevo, verdadero, porque responde a la realidad de la revelación nueva, 2 21 + ; ver Am 5 21+; Si 35 1-6; Hch 7 47-48; Rm 12 1. 4 34 Jesús ha sido enviado por Dios, como

3 22

mujer. Pero nadie le dijo: «¿Qué quieres?» o «¿Qué hablas con ella?» 28 La mujer, dejando su cántaro, corrió a la ciudad y dijo a la gente: 29 «Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será el Cristo?» 30 Salieron de la ciudad e iban hacia él. 31 Entretanto, los discípulos le insistían diciendo: «Rabbí, come.» 32 Pero él les dijo: «Yo tengo para comer un alimento que ustedes no saben.» 33 Los discípulos se decían unos a otros: «¿Le habrá traído alguien de comer?» 34 Les dice Jesús: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado* y llevar a cabo su obra. 35 ¿No dicen ustedes: Cuatro meses más y llega la siega? Pues bien, yo les digo: Alcen sus ojos y vean los campos, que blanquean ya para la siega. Ya 36 el segador recibe el salario, y recoge fruto para vida eterna, de modo que el sembrador se alegra igual que el segador. 37 Porque en esto resulta verdadero el refrán de que uno es el sembrador y otro el segador: 38 yo les he enviado a segar donde ustedes no se han fatigado. Otros se fatigaron y ustedes se aprovechan de su fatiga*.» 39 Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por las palabras de la mujer que atestiguaba: «Me ha dicho todo lo que he hecho.» 40 Cuando llegaron a él los samaritanos, le rogaron que se quedara con ellos. Y se que-

Moisés, 12 49, Jeremías, 10 36; ha dedicado su vida a cumplir la voluntad del que le ha enviado, 5 30; 6 38-40, salvara la humanidad, 17 4. En la cruz Jesús proclamará que «todo está cumplido», 19 28-30+. 4 38 La misión de Jesús, 3 17+, se realizará de hecho por la de los apóstoles, que la extenderán desde Israel, 4 22, al mundo entero, 6 70; 13 16-20; 15 16s; 17 18.20+; 20 21; 1 Jn 1 3 + ; ver Mt 10 2p; 28 20+; Le 10 16; Hch 1 8 + ; Rm 1 1+.

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EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS

dó allí dos días. 41 Y fueron muchos más los que creyeron por sus palabras, 42 y decían a la mujer: «Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo.» Jesús en Galilea. 43 Pasados los dos días, partió de allí para Galilea. 44 Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria. 45 Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.

Segundo signo en Caná: Curación del hijo de un funcionario real. ||Mt 8 5-13; ||Lc 7 1-10. 46 Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vi-

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no. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaún.47 Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a él y le rogaba que bajara a curar a su hijo, porque estaba a punto de morir. 48 Entonces Jesús le dijo: «Si no ven signos y prodigios, no creen*.» 49 Le dice el funcionario: «Señor, baja antes que se muera mi hijo.» 3U Jesús le dice: «Vete, que tu hijo vive.» Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. 31 Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía. 52 Él les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: «Ayer a la una de la tarde le dejó la fiebre.» 53 El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: «Tu hijo vive», y creyó él y toda su familia. 54 Tal fue, de nuevo, el segundo signo que hizo Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.

2. SEGUNDA FIESTA EN JERUSALÉN (PRIMERA OPOSICIÓN A LA REVELACIÓN) Curación de un enfermo en la piscina de Betesda.

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1 Después de esto, hubo una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. 2 Hay en Jerusalén una piscina Probática que se llama en hebreo Betzatá, que tiene cinco pórticos*. 3 En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua. 4 Porque el ángel del Señor se lavaba de tiempo en tiempo en la piscina y agitaba el agua; y el primero que se metía después de la agitación del agua, recobraba la salud de cualquier mal que tuviera. 3 Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.6 Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres recobrar la sa-

4 48 El reproche no se dirige al padre del niño, cuya fe ha quedado patente (v. 47), sifto más bien a los contemporáneos del evangelista. Ver vv. 41-42.

lud?» 7 Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo.» 8 Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda.» 9 Y al instante el hombre recobró la salud, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día. 10 Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permitido llevar la camilla.» 11 Él les respondió: «El que me ha devuelto la salud me ha dicho: Toma tu camilla y anda.» 12 Ellos le preguntaron: «¿Quién es el hombre que te ha dicho: Tómala y anda?» 13 Pero el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar.14 Más tar5 2 Cerca de las ruinas de esta piscina se han encontrado vestigios de un santuario pagano de curación.

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e v a n g e l i o s e g ú n san juan

de Jesús lo encuentra en el Templo y le dice: «Mira, has recobrado la salud; no peques más, para que no te suceda algo peor.» 15 El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que le había devuelto la salud. 16 Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado*. 17 Pero Jesús les replicó: «Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo*.» 18 Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios. Discurso sobre la obra del Hijo. 19 Jesús, pues, tomando la palabra, les decía*:

«En verdad, en verdad les digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenia, sin lo 8; Mt 22 23 + ; Le 20 27-3Hp.

' Estaban hablando al pueblo, cuando se les presentaron los sacerdotes, el jefe de la guardia del Templo y los saduceos*, 2 indignados porque enseñaban al pueblo y anunciaban en la persona de Jesús la resurrección de los muertos. 3 Les echaron mano y les pusieron bajo custodia hasta el día

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siguienle, pues caía ya la tarde. 4 Sin embargo, muchos de los que habían oído el discurso creyeron; y el número, contando sólo los hombres, llegó a unos cinco mil. 5 Al día siguiente se reunieron en Jerusalén sus jefes, los ancianos y los escribas, 6 el sumo sacerdote Anás, Caifás, Jonatán, Alejandro y cuantos eran de la familia de sumos sacerdotes. 7 Y colocándolos en medio les preguntaban: «¿Con qué poder o en nombre de quién han hecho eso ustedes?» 8 Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, 9 puesto que con motivo de una obra buena realizada en un enfermo se nos interroga hoy por quién ha sido éste curado, 10 sepan todos ustedes y todo el pueblo de Israel que ha sido por el nombre de Jesucristo, el Nazareno, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre y no por ningún otro se presenta éste aquí sano delante de ustedes. 11 Él es la piedra que ustedes, los constructores, han despreciado y que se ha convertido en piedra angular*. 12 Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres por el que nosotros debamos salvarnos.» 13 Viendo la valentía de Pedro y Juan, y sabiendo que eran hombres sin instrucción ni cultura, estaban maravillados. Reconocían, por una parte, que habían estado con Jesús; 14 y al mismo tiempo veían de pie, junto a ellos, al hombre que había sido curado; de modo que no podían replicar. 15 Les mandaron salir fuera del Sanedrín y deliberaban entre ellos. 16 Decían: «¿Qué haremos con estos hombres? Es evidente para todos los habitantes de Jerusalén que ellos han realizado un signo manifiesto y no podemos negarlo. 17 Pero a fin de que esto no se divulgue más entre el pueblo, amenacémoslos para que no hablen ya más a nadie en este nombre.» 18 Les llamaron y les mandaron que de ninguna manera hablaran o ense-

ñaran en el nombre de Jesús. 19 Mas Pedro y Juan les respondieron: «Juzguen si es justo delante de Dios obedecerles a ustedes más que a Dios. 20 No podemos nosotros dejar de hablar de lo que hemos visto y oído.» 21 Ellos, después de haberles amenazado de nuevo, los soltaron, no hallando manera de castigarles, a causa del pueblo, porque todos glorificaban a Dios por lo que había ocurrido, 22 pues el hombre en quien se había realizado este signo de curación tenía más de cuarenta años.

4 11 MI 21 4 25 25: en

bíblicos con la situación que atraviesa la comunidad. 4 26 Cita del Sal 2 1-2.

El Sal 118 22 es aducido también en 42p+; Rm 9 33 + ;l P 2 4.6-8. Ejemplo de plegaria cristiana, ver 1 24la oración se relacionan los recuerdos

Oración de los apóstoles en la persecución. 23 Una vez libres, vinieron a los suyos y les contaron todo lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y ancianos. 24 Al oírlo, todos a una elevaron su voz a Dios y dijeron: «Señor, tú hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos,25 tú dijiste por el Espíritu Santo, por boca de nuestro padre David, tu siervo*:

¿Por qué se agitan las naciones, y los pueblos planean vanos proyectos? 26 Se han congregado los reyes de la tierra y los jefes se han aliado contra el Señor y contra su Ungido*. 27 «Porque verdaderamente en esta ciudad se han aliado Herodes y Poncio Pilato con las naciones y los pueblos de Israel contra tu santo siervo Jesús, a quien has ungido, 28 para realizar lo que tu poder y tu voluntad habían predeterminado que sucediera.29 Y ahora, Señor, ten en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos proclamar tu palabra con toda valentía; 30 extiende tu mano para realizar curaciones, signos y prodigios por el nombre de tu santo siervo Jesús.» 31 Acabada su oración, retembló el lugar donde estaban reunidos, y todos quedaron llenos del Espíritu Santo y proclamaban la palabra de Dios con valentía.

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hechos de l o s apóstoles

La primera comunidad cristiana*. 2 42-47; 5 12-16. 32 La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo lo tenían ellos en común. 33 Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder. Y gozaban todos de gran simpatía. 34 No había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían campos o casas los vendían, traían el importe de las ventas, 35 y lo ponían a los pies de los apóstoles, y se repartía a cada uno según su necesidad.

Generosidad de Bernabé. 36 José, llamado por los apóstoles Bernabé (que significa: «hijo de la exhortación»), levita y originario de Chipre, 37 tenía un campo; lo vendió, trajo el importe y lo puso a los pies de los apóstoles.

Fraude de Ananías y Safira*.

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' Un hombre llamado Ananías, de acuerdo con su mujer Safira, vendió una propiedad, 2y se quedó con una parte del precio, sabiéndolo también sú mujer; la otra parte la trajo y la puso a los pies de los apóstoles. 3 Pedro le dijo: «Ananías, ¿cómo es que Satanás se adueñó de tu corazón para mentir al Espíritu Santo y quedarte con parte del precio del campo? 4 ¿Es que no era tuyo mientras lo tenías, y, una vez vendido, no podías disponer del precio? ¿Por qué determinaste en tu corazón hacer esto? No has mentido a los hombres, sino a Dios.» 5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y un gran temor se apoderó de todos cuantos lo oyeron. 6 Se levantaron los jóvenes, le

4 32 Resumen análogo al de 2 42-47. Aquí el tema es el de la comunidad de bienes. 5 Este episodio contrasta con el ejemplo de 4 36-37. La comunidad de bienes no estaba impuesta a todos. 5 10 La falta consiste en haber querido engañar a los apóstoles por amor al dinero, y por medio de ellos al Espíritu Santo. 5 11 La palabra Iglesia, tomada del AT, ver Dt 9 10+; Hch 7 38, para designar la comu-

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amortajaron y le llevaron a enterrar. 7 Unas tres horas más tarde entró su mujer que ignoraba lo ocurrido. 8 Pedro le preguntó: «Dime, ¿han vendido el campo en tanto?» Ella respondió: «Sí, en eso.» 9 Y Pedro le replicó: «¿Cómo se han puesto de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? Mira, aquí a la puerta están los pies de los que han enterrado a tu marido; ellos te llevarán también a ti.» 10 Al instante ella cayó a sus pies y expiró. Cuando entraron los jóvenes, la hallaron muerta, y la llevaron a enterrar junto a su marido*.11 Un gran temor se apoderó de toda la Iglesia* y de todos cuantos oyeron esto. Perspectiva general*. 2 42-47; 4 32-35. 12 Por mano de los apóstoles se realizaban mucho signos y prodigios en el pueblo... Todos se reunían con un mismo espíritu en el pórtico de Salomón; 13 pero ninguno de los otros se atrevía a juntárseles, aunque el pueblo hablaba de ellos con elogio. 14 Los creyentes cada vez en mayor número se adherían al Señor, una multitud de hombres y mujeres. 15... hasta el punto de sacar los enfermos a las plazas y colocarlos en lechos y camillas, para que, al pasar Pedro, siquiera su sombra cubriese a alguno de ellos. ,h También acudía la multitud de las ciudades vecinas a Jerusalén trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos; y todos se curaban.

Prendimiento y milagrosa liberación de los apóstoles. 17 Entonces intervino el sumo sacerdote y todos los suyos, los de la secta de los saduceos; y llenos de envidia,

nidad mesiánica, Mt 16 18 + , ha adquirido con el desarrollo cristiano un significado cada ve/ más amplio: primero, la Iglesia madre de Jerusalén, luego las Iglesias particulares de Judea, sus «asambleas» y sus locales; finalmente la Iglesia en su unidad teológica, 20 28 + ; 1 Co 10 32; Col 1 18+; Ef 1 23 + . 5 12 Este tercer «resumen» desarrolla el tema del poder milagroso de los apóstoles, ver 2 43; 4 33.

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hechos de l s apóstoles

18 echaron

mano a los apóstoles y los metieron en prisión públicamente. '9 Pero el ángel del Señor, por la noche, abrió las puertas de la cárcel, los sacó y les dijo: 20 «Vayan, preséntense en el Templo y comuniquen al pueblo todo lo referente a esta Vida*.» 21 Obedecieron, y al amanecer entraron en el Templo y se pusieron a enseñar. Comparecen ante el Sanedrín. Llegó el sumo sacerdote con los suyos, convocaron el Sanedrín, es decir, todo el Senado de los hijos de Israel, y enviaron a buscarlos a la prisión. Cuando llegaron los carceleros, no los encontraron en la cárcel; volvieron a darles cuenta 23 y les dijeron: «Hemos hallado la prisión cerrada con todo cuidado y a los guardias firmes ante las puertas; pero, cuando abrimos, no encontramos a nadie dentro.» 24 Cuando oyeron esto, tanto el jefe de la guardia del Templo como los sumos sacerdotes se preguntaban perplejos qué podía significar aquello. 25 Se presentó entonces uno que les dijo: «Miren, los hombres que pusieron en la cárcel están presentes en el Templo y siguen enseñando al pueblo.» 26 Entonces el jefe de la guardia marchó con los carceleros y los trajo, pero sin violencia, porque tenían miedo de que el pueblo los apedrease. 27 Los trajeron, pues, y los presentaron en el Sanedrín. El sumo sacerdote les interrogó 28 y les dijo: «Les prohibimos severamente enseñar en ese nombre; y sin embargo ustedes han llenado Jerusalén con su enseñanza y pretenden hacer recaer sobre nosotros la sangre de ese hombre.» 29 Pedro y los apóstoles respondieron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. 30 El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes mataron colgándole de un madero. 31 A éste le ha exal5 20 La predicación cristiana tiene por objeto la vida, 3 15; 11 18; ver Jn 1 4+, y la salvación, 4 12; 13 26; etc. 5 31 La expresión corresponde a «Jefe que lleva a la vida», 3 15 + ; igualmente corresponde a «Jefe y Redentor» aplicado a Moisés como figura de Cristo, 7 35. Hay un paralelismo latente entre Jesús y Moisés. 5 34 Gamaliell, el maestro de San P' 1 ^

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tado Dios con su diestra como Jefe y Salvador*, para conceder a Israel la conversión y el perdón de los pecados. 32 Y nosotros somos testigos de estos hechos, y también el Espíritu Santo que ha dado a los que le obedecen.» 33 Ellos, al oír esto, se consumían de rabia y trataban de matarlos. Intervención de Gamaliel. 34 Entonces se levantó en el Sanedrín un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, con prestigio ante todo el pueblo*. Mandó que hicieran salir un momento a aquellos hombres, 35 y les dijo: «Israelitas, miren bien lo que van a hacer con estos hombres. 36 Porque hace algún tiempo se presentó Teudas, que pretendía ser alguien y al que siguieron unos cuatrocientos hombres; fue muerto y todos los que le seguían se disgregaron y quedaron en nada. 37 Después de éste, en los días del empadronamiento, se presentó Judas el galileo, que arrastró al pueblo en pos de sí; también éste pereció y todos lós que le habían seguido se dispersaron.38 Ahora, pues, les digo: Desentiéndanse de estos hombres y déjenlos. Porque si este plan o esta obra es de los hombres, fracasará; 39 pero si es de Dios, no conseguirán destruirlos. No sea que se encuentren luchando contra Dios.» Y aceptaron su parecer. 40 Entonces llamaron a los apóstoles; y, después de haberlos azotado, les ordenaron que no hablaran en nombre de Jesús. Y los dejaron libres.41 Ellos marcharon de la presencia del Sanedrín contentos por haber sido considerados dignos de sufrir ultrajes por el Nombre*. 42 Y además ni un solo día cesaban de enseñar en el Templo y por las casas y de anunciar la Buena Nueva de que Jesús es el Cristo.

3, era el representante más importante de la tendencia liberal y más humana en la interpretación de la Ley. Su intervención corresponde a la actitud general del partido fariseo, ver 4 1 + . 5 41 Este Nombre, por el que sufren los apóstoles, es siempre el nombre de Jesús, inseparable de su persona, 2 21+; 3 16 + .

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II.

Primeras misiones

La institución de los Siete.

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' Por aquellos días, al multiplicarse los discípulos, hubo quejas de los helenistas contra los hebreos*, porque sus viudas eran desatendidas en la asistencia diaria. 2 Los Doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron: «No está bien que nosotros abandonemos la palabra de Dios por servir a las mesas. 3 Por tanto, hermanos, busquen de entre ustedes a siete hombres, de buena fama, llenos de Espíritu y de saber, y los pondremos al frente de esa tarea; 4 mientras que nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra.» 5 La propuesta le pareció bien a toda la asamblea y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito antioqueno*;6 los presentaron a los apóstoles y, habiendo hecho oración, les impusieron las manos*. 7 La palabra de Dios iba creciendo; el número de los discípulos se multiplicaba considerablemente en Jerusalén; también una gran multitud de sacerdotes iba aceptando la fe.

frentarse a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. 11 Entonces sobornaron a unos hombres para que dijeran: «Hemos oído a éste pronunciar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios.» 12 De esta forma amotinaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas; vinieron de improviso, lo agarraron y lo condujeron al Sanedrín. Presentaron entonces testigos falsos que declararon: «Este hombre no para de hablar en contra del Lugar santo y de la Ley; 14 pues lo hemos oído decir que Jesús, ese Nazareno, destruiría este Lugar y cambiaría las costumbres que Moisés nos transmitió.» 15 Fijando en él la mirada todos los que estaban sentados en el Sanedrín, vieron su rostro como el rostro de un ángel*. Discurso de Esteban.

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8 Esteban, lleno de gracia y de poder, realizaba grandes prodigios y signos entre el pueblo. 9 Se presentaron algunos de la sinagoga llamada de los Libertos, cirenenses y alejandrinos, y otros de Cilicia y Asia, y se pusieron a discutir con Esteban; 10 pero no eran capaces de en-

1 El sumo sacerdote preguntó: «¿Es así?» 2 Él respondió*: «Hermanos y padres, escuchen. El Dios de la gloria se apareció a nuestro padre Abrahán cuando estaba en Mesopotamia, antes de que se estableciese en Jarán 3 y le dijo: Sal de tu tierra y de tu parentela y vete a la tierra que yo te muestre.4 Entonces salió de la tierra de los caldeos y se estableció en Jarán. Y después de morir su padre, Dios le hizo emigrar de allí a esta tierra que ustedes habitan ahora. 5 Y no le dio en ella como herencia ni la huella de un pie; sino que prometió dársela en posesión a él y a su descendencia después de él, aunque no tenía ningún hijo. 6 Dios habló así: Tus descendientes residirán

6 1 Esta distinción era más cultural que étnica. Los hebreos eran los judíos que vivían en Palestina, ver 2 Co 11 22; Flp 3 5. Los helenistas habían vivido en el extranjero y leían la Biblia en griego; aquí reciben una organización propia y más tarde tomarán la iniciativa de las misiones, 8 1-5; 11 19-20. 6 5 Lucas no da el nombre de «diáconos» a los siete elegidos, aunque se repite la palabra «servicio» idiakonía), ver Flp 1 1+; Tt 1 5+. Su función se precisará en 1 Tm 3 8 + . 6 6 La comunidad, ver 13 1-3, o mejor (v. 3) los apóstoles. -La imposición de manos es un gesto de comunión, unido frecuentemente a la transmisión de una función eclesial, ver

13 3; 1 Tm 4 14+; 5 22; 2 Tm 1 6-7. 6 15 La vista de un ángel provoca un terrui sagrado, ver Je 13 6. Los sanedrilas asisten n una transfiguración de Esteban, que ve la «lo ria de Dios, 7 55-56. Sobre las leoínnlas, ver Ex 13 22; 19 16; 33 20; Mt 17 1; 24 26 U. 7 2 El discurso no es una defensa perno nal, sino una visión de la historia de Israel, en la que se percibe el espíritu del judaismo de la Dispersión: de Abrahán a Jos¿, vv. 2 lo, Mol sés, w . 17-43; Josué, David y Salomón, vv. -I-I 50. Critica el apego a las iusliluelone1. n ,'0 l'.l iíiiilo ¡lijo de Dios corresponde a ( i islon del v. 22. Ver 13 33; Mi 4 3 + . Carac-

teriza a la cristología paulina, Ga 1 16; 2 20; 4 4.6; Rm 1 3-4.9; 1 Ts 1 10; ver Rm 9 5 + . 9 31 Resumen literario, ver 2 42 + , que introduce una sección en la que el protagonista es Pedro. 9 36 El nombre significa «gacela».

Saulo en Jerusalén. Ga 1 18-19.

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hechos de l o s apóstoles

las viudas llorando y mostrando las túnicas y los mantos que Dorkás hacía mientras estuvo con ellas.40 Pedro hizo salir a todos, se puso de rodillas y oró; después se volvió al cadáver y dijo: «Tabitá, levántate.» Ella abrió sus ojos y al ver a Pedro se incorporó. 41 Pedro le dio la mano y la levantó. Llamó a los santos y a las viudas y se la presentó viva. 42 Esto se supo por todo Jope y muchos creyeron en el Señor. 43 Pedro permaneció en Jope bastante tiempo en casa de un tal Simón, curtidor. Pedro va a casa de un centurión romano*. 1 Había en Cesarea un hombre, llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada Itálica, 2 piadoso y temeroso de Dios*, como toda su familia, daba muchas limosnas al pueblo y continuamente oraba a Dios. 3 Vio claramente en visión, hacia las tres de la tarde, que el ángel de Dios entraba en su casa y le decía: «Cornelio.» 4 Él le miró fijamente y lleno de espanto dijo: «¿Qué pasa, señor?» Le respondió: «Tus oraciones y tus limosnas han subido como memorial ante la presencia de Dios. 5 Ahora envía hombres a Jope y haz venir a un tal Simón, a quien llaman Pedro.6 Éste se hospeda en casa de un tal Simón, curtidor, que tiene la casa junto al mar.» 7 Apenas se fue el ángel que le hablaba, llamó a dos criados y a un soldado piadoso, de entre sus asistentes, 8 les contó todo y los envió a Jope. 9 Al día siguiente, mientras ellos iban de camino y se acercaban a la ciudad, subió Pedro a la terraza, sobre el mediodía, para hacer oración. 10 Sintió hambre y quiso comer. Mientras se lo preparaban le sobrevino un éxtasis, 11 y vio el cielo abierto y que bajaba hacia la tie-

10 La conversación de Cornelio es de un gran alcance: prepara la asamblea de Jerusalén, 15 7-29. Este primer bautismo de paganos manifiesta el designio de Dios: los cristianos venidos del paganismo no deben someterse ni a la Ley ni a las prescripciones rituales. Ver Ga 2 2-10.11-21. 10 2 Las expresiones temeroso de Dios, 10

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rra una cosa así como un gran lienzo, atado por las cuatro puntas.12 Dentro de él había toda suerte de cuadrúpedos, reptiles de la tierra y aves del cielo. 13 Y una voz le dijo: «Levántate, Pedro, sacrifica y come.» 14 Pedro replicó: «De ninguna manera, Señor; porque jamás he comido nada profano e impuro.» 15 La voz le dijo por segunda vez: «Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano*.» 16 Esto se repitió tres veces, e inmediatamente la cosa aquella fue elevada hacia el cielo. 17 Mientras estaba Pedro perplejo pensando qué podría significar la visión que había visto, de pronto los hombres enviados por Cornelio, después de preguntar por la casa de Simón, se presentaron en la puerta; 18 llamaron y preguntaron si se hospedaba allí Simón, llamado Pedro. 19 Estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu: «Ahí tienes unos hombres que te buscan.20 Baja, pues, al momento y vete con ellos sin vacilar, pues yo los he enviado.» 21 Pedro bajó hacia ellos y les dijo: «Yp soy el que buscan; ¿por qué motivo han venido?» 22 Ellos respondieron: «El centurión Cornelio, hombre justo y temeroso de Dios, reconocido como tal por el testimonio de toda la nación judía, ha recibido de un ángel santo el aviso de hacerte venir a su casa y de escuchar lo que tú digas.» 23 Entonces les invitó a entrar y les dio hospedaje. Al día siguiente se levantó y se fue con ellos; le acompañaron algunos hermanos de Jope.24 Al siguiente día entró en Cesarea. Cornelio los estaba esperando. Había reunido a sus parientes y a los amigos íntimos. 25 Cuando Pedro entraba, salió Cornelio a su encuentro y cayó postrado a sus pies. 26 Pedro le levantó diciéndo: «Levántate, que también yo soy un hombre.» 27 Y conversando con él entró y encontró a muchos reunidos. 28 Y les dijo: «Ustedes 2.22.35; 13 16.26, y adorador de Dios, 13 43.50; 17 4.17; 18 7, que equivalen a «piadoso» o «religioso», se aplican a los gentiles simpatizantes del Judaismo. 10 15 Se invita a Pedro a liberarse de sus escrúpulos respecto a la pureza legal, 119. Ver Mt 15 l-20p; Rm 14 14.17. La aplicación se hace en los w . 34-35 y en 15 9.

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saben que le está prohibido a un judío ¡uiliarse con un extranjero o entrar en su casa; pero a mí me ha mostrado Dios que no hay que llamar profano o impuro a ningún hombre. 29 Por eso al ser llamado he venido sin protestar. Les pregunto, pues, por qué motivo me han enviado a llamar.» Cornelio respondió: «Hace cuatro días, a esta misma hora, estaba yo haciendo la oración de la tarde en mi casa, y de pronto se presentó delante de mí un varón con vestido resplandeciente, 31 y me dijo: 'Cornelio, tu oración ha sido oída y se han recordado tus limosnas ante Dios; 32 envía, pues, alguien a Jope y haz venir a Simón, llamado Pedro, que se hospeda en casa de Simón el curtidor, junto al mar.' 33 Al instante mandé algunos a tu casa, y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros, en la presencia de Dios, estamos dispuestos para escuchar todo lo que te ha sido ordenado por el Señor.» Discurso de Pedro en casa de Cornelio. 34 Entonces Pedro tomó la palabra y dijo: «Verdaderamente comprendo que Dios no hace acepción de personas, 35 sino que en cualquier nación el que le teme y practica la justicia le es grato*. 36 «El ha enviado su palabra a los hijos de Israel, anunciándoles la Buena Nueva de la paz* por medio de Jesucristo que es el Señor de todos. 37 Ustedes saben lo que sucedió en toda Judea*, comenzando por Galilea, después que Juan predicó el bautismo; 38 cómo Dios a Jesús de Nazaret le ungió con el Espíritu Santo* y con poder, y cómo él pasó haciendo el bien y curando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él; 39 y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la región de los judíos y en Jerusalén; a quien llegaron a matar eol-

io 35 Terminología cultual (ver v. 4). Es grato a Dios el sacrificio irreprochable o el que lo ofrece, Dt 10 17; Lv 1 3; etc. Ver Rm 2 11; Ga 2 6; 1 P 1 17; Mt 22 16p. 10 36 Veris 52 7; Na 2 1; Rm 10 12.15. 10 37 Los w . 37-42 forman un resumen de la historia evangélica, ver 1 21-22; 2 22+, que

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gándole de un madero;40 a éste, Dios le resucitó al tercer día y le concedió la gracia de manifestarse, 41 no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había escogido de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre los muertos. 42 Y nos mandó que predicáramos al Pueblo, y que diéramos testimonio de que él está constituido por Dios juez de vivos y muertos.43 De esto todos los profetas dan testimonio: que todo el que cree en él alcanza, por su nombre, el perdón de los pecados.» Bautismo de los primeros gentiles*. 44 Estaba Pedro diciendo estas cosas cuando el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban la palabra.45 Y los fieles circuncisos que habían venido con Pedro quedaron asombrados al ver que el don del Espíritu Santo había sido derramado también sobre los gentiles, 46 pues les oían hablar en lenguas y glorificar a Dios. Entonces Pedro dijo: 47 «¿Acaso puede alguno negar el agua del bautismo a éstos que han recibido el Espíritu Santo como nosotros?» 48 Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara algunos días.

Pedro justifica su conducta en Jerusalén.

U

1 Los apóstoles y los hermanos residentes en Judea oyeron que también los gentiles habían aceptado la palabra de Dios.2 Cuando Pedro subió a Jerusalén, los de la circuncisión se lo reprochaban, 3 diciéndole: «Has entrado en casa de incircuncisos y has comido con ellos.» 4 Pedro entonces se puso a explicarles punto por punto diciendo: 5 «Estaba yo en oración en la ciudad de Jope y en éxtasis vi una visión: un objeto como un lienzo grande,

subraya los puntos que Lucas pone de relieve en su evangelio. 10 38 Veris 61 1; Mt 3 16p. 10 44 Es el «Pentecostés de los gentiles», análogo al primer Pentecostés, v. 47; 11 15; 15 8. Ver 1 5+; 2 1-6.38 + .

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atado por las cuatro puntas, que bajaba del cielo y llegó hasta mí. 6 Lo miré atentamente y vi en él los cuadrúpedos de la tierra, las bestias, los reptiles, y las aves del cielo.7 Oí también una voz que me decía: 'Pedro, levántate, sacrifica y come.'8 Y respondí: 'De ninguna manera, Señor; pues jamás entró en mi boca nada profano ni impuro.' 9 Me dijo por segunda vez la voz venida del cielo: 'Lo que Dios ha purificado no lo llames tú profano.' 10 Esto se repitió hasta tres veces; y al fin fue retirado todo de nuevo al cielo. 11 «En aquel mismo momento se presentaron tres hombres en la casa donde estábamos, enviados a mí desde Cesarea. 12 El Espíritu me dijo que fuera con ellos sin plantearme dudas. Vinieron también conmigo estos seis hermanos, y entramos en la casa de aquel hombre. 13 Él nos contó cómo había visto al ángel que se presentó en su casa y le dijo: 'Manda a buscar en Jope a Simón, llamado Pedro, 14 quien te dirá palabras que traerán la salvación para ti y para toda tu casa.' 15 «Había empezado yo a hablar cuando cayó sobre ellos el Espíritu Santo, como sucedió al principio sobre nosotros. 16 Me acordé entonces de aquellas palabras que dijo el Señor: Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo*. 17 Por tanto, si Dios les ha concedido el mismo don que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poner obstáculos a Dios*?» 18 Al oír esto se tranquilizaron y glorificaron a Dios diciendo: «Así pues,

también a los gentiles les ha dado Dios la conversión que lleva a la vida.»

11 16 Ver 1 5+; Le 3 16. 11 17 Según Hch, el primero que ha incorporado gentiles a la Iglesia es Pedro. La Asamblea de Jerusalén, 15 5-29, aparece como la continuación o la reanudación de las deliberaciones de 11 1-18. 11 19 El relato es continuación de 8 1-4, pero supone la conversión de Pablo que después de aquel momento, se mantuvo aparte durante largo tiempo, Ga 1 18; 2 1. La fundación de una Iglesia en Antioquía señala un momento de capital importancia, 18+. 11 20 En la predicación a los gentiles se da a Jesús el título de «Señor», ver 25 26 + , con preferencia al título de «Cristo», que respondía a la espera particular de los judíos.

11 22 Esta Iglesia ejerce en estos primeros tiempos un derecho de supervisión sobre las demás Iglesias, ver 8 14; 11 1; Ga 2 2. -Bernabé presentó a Saulo a los apóstoles, 9 26-30, y lo asoció a su misión. Antioquía será el punto de partida de las misiones de Pablo. 11 26 Cristianos, partidarios o seguidores de Cristus (o Crestus). Al inventar este apodo, los gentiles de Antioquía tomaron el título de «Cristo» (ungido) como un nombre propio. 11 27 La misión de los profetas era exhortar y animar, 15 32; 21 10; 1 Co 14, a veces leer en los corazones y anunciar el porvenir, 1 Co 14 24-25; Hch 11 28; en fin y sobre todo, descubrir los misterios de la Escritura, 1 Co 13 2; Ef 3 5; Rm 16 25+; 1 P 1 10-12; Ap 1 3; etc.

Fundación de la Iglesia de Antioquía*. 19 Así pues, los que se habían dispersado por la persecución originada a la muerte de Esteban, llegaron en su recorrido hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin predicar la palabra a nadie más que a los judíos. 20 Pero había entre ellos algunos chipriotas y cirenenses que, al llegar a Antioquía, hablaban también a los griegos y les anunciaban la Buena Nueva del Señor Jesús*. 21 La mano del Señor estaba con ellos, y un crecido número recibió la fe y se convirtió al Señor. 22 La noticia de esto llegó a oídos de la Iglesia de Jerusalén* y enviaron a Bernabé a Antioquía. 23 Cuando llegó y vio el don de Dios se alegró y exhortaba a todos a permanecer unidos al Señor, con firme propósito, 24 porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. Y una considerable multitud se agregó al Señor. 25 Partió para Tarso én busca de Saulo, 26 y en cuanto lo encontró lo llevó a Antioquía. Estuvieron juntos durante un año entero en aquella Iglesia e instruyeron a una gran muchedumbre. En Antioquía fue donde, por primera vez, los discípulos recibieron el nombre de «cristianos*».

Bernabé y Saulo, delegados para ir a Jerusalén. 27 Por estos mismos días bajaron unos profetas* de Jerusalén a Antio-

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quía. 28 Uno de ellos, llamado Ágabo, movido por el Espíritu, se levantó y profetizó que vendría una gran hambre sobre toda la tierra; es la que hubo en liempo de Claudio. 29 Los discípulos determinaron enviar algunos recursos, según las posibilidades de cada uno, para los hermanos que vivían en Judea. 30 Así lo hicieron y se los enviaron a los presbíteros* por medio de Bernabé y de Saulo. Prisión de Pedro y su milagrosa liberación. I ^ 1 Por aquel tiempo el rey HeroX £ des echó mano a algunos de la Iglesia para maltratarlos. 2 Hizo morir por la espada a Santiago, el hermano de Juan. 3 Al ver que esto les gustaba a los judíos, se atrevió a encerrar también a Pedro. Eran los días de los Ázimos. 4 Le apresó, pues, le metió en la cárcel y le confió a cuatro escuadras de cuatro soldados para que lo custodiaran, con la intención de presentarle ante el pueblo después de la Pascua. 5 Así pues, Pedro estaba custodiado en la cárcel, mientras la Iglesia oraba insistentemente por él a Dios. 6 Cuando ya Herodes le iba a presentar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas; también unos centinelas ante la puerta custodiaban la cárcel. 7 De pronto se presentó el ángel del Señor y la celda se llenó de luz. El ángel golpeó a Pedro en el costado, le despertó y le dijo: «Levántate aprisa.» Y cayeron las cadenas de sus manos.8 Le dijo el ángel: «Cíñete y cálzate las sandalias.» Así lo hizo. Añadió: «Ponte el manto y sigúeme.» 9 Salió y se disponía a seguirle. No acababa de darse cuenta de que era real cuanto hacía el ángel, sino que se figuraba ver una visión. ,0 Habiendo atravesado la primera y la II 30 Mencionados aquí por primera vez; ver 15 4; 21 18. Los presbíteros o ancianos participaban en el gobierno de la comunidad, 14 23 + ; 20 17; verTt 15 + , como los ancianos de la comunidad judía, 4 5.23; 6 12; Mt 16 21;

de.

12 12 Marcos, primo de Bernabé, Col 4 10, compañero de Pablo, 12 25; 13 13; Flm 24;

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segunda guardia, llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad. Esta se les abrió por sí misma. Salieron y recorrieron una calle. Y de pronto el ángel se apartó de él. 11 Pedro volvió en sí y dijo: «Ahora me doy cuenta realmente de que el Señor ha enviado su ángel y me ha librado de las manos de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo de los judíos.» 12 Consciente de su situación, marchó a la casa de María, la madre de Juan, por sobrenombre Marcos*, donde se hallaban muchos reunidos y en oración. 13 Llamó él a la puerta de la entrada y salió a abrirle una sirvienta llamada Rosa; 14 quien, al reconocer la voz de Pedro, de pura alegría no abrió la puerta, sino que entró corriendo a anunciar que Pedro estaba a la puerta. 15 Ellos le dijeron: «Estás loca.» Pero ella continuaba afirmando que era verdad. Entonces ellos dijeron: «Será su ángel.» 16 Pedro entretanto seguía llamando. Al abrirle, lo vieron, y quedaron asombrados. 17 Él les hizo señas con la mano para que callaran y les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y añadió: «Comuniquen esto a Santiago* y a los hermanos.» Salió y marchó a otro lugar. 18 Cuando vino el día hubo un alboroto no pequeño entre los soldados, sobre qué habría sido de Pedro. 19 Herodes lo hizo buscar y, al no encontrarlo, procesó a los guardias y mandó ejecutarlos. Después bajó de Judea a Cesarea y se quedó allí. Muerte de Herodes. 20 Estaba Herodes fuertemente irritado con los de Tiro y Sidón. Éstos, de común acuerdo, se le presentaron y habiéndose ganado a Blasto, camarero del rey, solicitaban hacer las paces, pues su país se abastecía del territorio del rey.

2 Tm 4 11, y de Pedro, 1 P 5 13, en la evangelización. Ver 15 37-39. La tradición lo reconoce como autor del segundo evangelio. 12 17 Santiago es el hermano del Señor, Ga 1 19, que fue el jefe del grupo «hebreo» de los cristianos de Jerusalén, 15 13; 21 18; 1 Co 15 7. -A excepción de 15 7-11, Pedro desaparece del libro de los Hechos, 1 Co 9 5; Ga 2 11.

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hechos de l o s apóstoles

El día señalado, Herodes, vestido con el manto real y sentado en la tribuna, les arengaba.22 Entonces el pueblo se puso a aclamarle: «¡Es un dios el que habla, no un hombre!» 23 Pero inmediatamente le hirió el ángel del Señor porque no había dado la gloria a Dios; y, convertido en pasto de gusanos, expiró. 21

III.

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Bernabé y Saulo vuelven a Antioquía. 24 Entretanto la palabra de Dios crecía y se propagaba. 25 Bernabé y Saulo volvieron, una vez cumplido su ministerio en Jerusalén, trayéndose consigo a Juan, por sobrenombre Marcos.

Misión de Bernabé y Pablo. Asamblea de Jerusalén

La misión. 1 ^ 1 Había en Antioquía, en la IgleX . 3 sia allí establecida, profetas y maestros*: Bernabé, Simeón apodado el Negro, Lucio de Cirene, Manahén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo.2 Mientras estaban celebrando el culto del Señor y ayunando, dijo el Espíritu Santo: «Sepárenme ya a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los tengo llamados.» 3 Entonces, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los enviaron*. En Chipre. El mago Elimas. 4 Ellos, pues, enviados por el Espíritu Santo, bajaron a Seleucia y de allí navegaron hasta Chipre. 5 Llegados a Salamina anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos*. Tenían también a Juan que les ayudaba. 6 Habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, encontraron a un mago, un falso profeta judío, llamado Barjesús,7 que vivía con el procónsul Sergio Paulo, hombre prudente. Éste hizo llamar a Bernabé y Saulo, deseoso de escuchar la palabra de Dios. 8 Pero se les oponía el mago Elimas —pues eso quiere decir su nombre— intentando

13 1 Sobre los profetas, ver 11 27 + . Los maestros son los encargados de dar a sus hermanos una enseñanza moral o doctrinal, normalmente basada en la Escritura. Ver 1 Co 14 6.26. 13 3 Ver 6 6 + ; 14 26. 13 5 Aunque enviado también a los gentiles, 9 15 + , Pablo se dirige siempre en primer lugar a los judíos, 13 14; 14 1; 17 2; etc.; ver Rm

apartar al procónsul de la fe. 9 Entonces Saulo, también llamado Pablo*, lleno de Espíritu Santo, mirándole fijamente, 10 le dijo: «Tú, repleto de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia, ¿no dejarás ya de torcer los rectos caminos del Señor? 11 Pues ahora, mira la mano del Señor sobre ti. Te quedarás ciego y no verás el sol hasta un tiempo determinado.» Al instante cayeron sobre él oscuridad y tinieblas y daba vueltas buscando quien lo llevara de la mano. 12 Entonces, al ver lo ocurrido, el procónsul creyó, impresionado por la doctrina del Señor. Llegan a Antioquía de Pisidia. 13 Pablo y sus compañeros se hicieron a la mar en Pafos y llegaron a Perge de Panfilia. Pero Juan se separó de ellos y se volvió a Jerusalén, 14 mientras que ellos, partiendo de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. 15 Después de la lectura de la Ley y los Profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a decir: «Hermanos, si tienen alguna palabra de exhortación para el pueblo, hablen.» 16 Pablo se levantó, hizo señal con la mano y dijo:

1 16; 2 9-10; etc; y no se vuelve a los paganos sino después de haber sido rechazado por los judíos, 13 46; 18 6; 28 28; Rm 9 22 k Ver I Ich 3 26; 1 Ts 2 14 + . 13 9 Hch da aquí por primera voz a Pablo su nombre romano, que en adelante será su único nombre. También linee pasara l'ahlo al primer plano del l eíalo.

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Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. 31 Él se apareció durante muchos días a los que habían subido con él «Israelitas y cuantos temen a Dios, de Galilea a Jerusalén y que ahora son escuchen: 17 El Dios de este pueblo, Istestigos suyos ante el pueblo*. 32 «También nosotros les anunciarael, eligió a nuestros padres, engrandeció al pueblo durante su permanen- mos la Buena Nueva de que la Promesa cia en la tierra de Egipto y los sacó con hecha a los padres 33 Dios la ha cumsu brazo extendido. 18 Y durante unos plido en nosotros, los hijos, al resucitar cuarenta años los rodeó de cuidados en a Jesús, como está escrito en los salel desierto; 19 después, habiendo extermos: Hijo mío eres tú; yo te he engenminado siete naciones en la tierra de Ca- drado hoy*.34 Y que le resucitó de entre naán, les dio en herencia su tierra*, los muertos para nunca más volver a la 20 por unos cuatrocientos cincuenta corrupción, lo tiene declarado: Les daré años. Después de esto les dio jueces las cosas santas de David, las verdade21 hasta el profeta Samuel. Luego pidie- ras*. 35 Por eso dice también en otro luron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo gar: No permitirás que tu santo experide Cis, de la tribu de Benjamín, duran- mente la corrupción*. 36 Ahora bien, te cuarenta años.22 Depuso a éste y les David, después de haber cumplido en suscitó por rey a David, de quien pre- sus días la voluntad de Dios, murió, se cisamente dio este testimonio: He enreunió con sus padres y experimentó la contrado a David, el hijo de Jesé, un corrupción. 37 En cambio aquel a quien hombre según mi corazón, que realizará Dios resucitó, no experimentó la co23 todo lo que yo quiera*. De su descenrrupción. dencia, Dios, según la Promesa, ha sus™ «Tengan, pues, entendido, hermacitado para Israel un Salvador, Jesús. nos, que por medio de éste se les anun24 Juan predicó como precursor, antes cia el perdón de los pecados; y la total de su venida, un bautismo de conver- justificación que no pudieron obtener sión a todo el pueblo de Israel. 25 Al fipor la Ley de Moisés 39 la obtiene por nal de su carrera, Juan decía: 'Yo no él todo el que cree. 40 Cuiden, pues, de soy el que ustedes piensan, sino miren que no sobrevenga lo que dijeron los que viene detrás de mí aquel a quien Profetas: no soy digno de desatar las sandalias 41 Miren, los que desprecian, de los pies.' 26 «Hermanos, hijos de la raza de asómbrense y desaparezcan, Abrahán, y cuantos entre ustedes temen porque en sus días yo voy a realizar a Dios: a ustedes ha sido enviada esta una obra, palabra de salvación. 27 Los habitantes que no creerán aunque se la cuenten*.» de Jerusalén y sus jefes cumplieron, sin 42 Al salir les rogaban que les hablasaberlo, las Escrituras de los profetas que se leen cada sábado;28 sin hallar en ran sobre estas cosas el siguiente sáél ningún motivo de muerte pidieron a bado. 43 Disuelta la reunión, muchos Pilato que lo hiciera morir. 29 Y cuando judíos y prosélitos que adoraban a Dios hubieron cumplido todo lo que referen- siguieron a Pablo y a Bernabé; éstos te a él estaba escrito, lo bajaron del ma- conversaban con ellos y los persuadían dero, y lo pusieron en el sepulcro. a perseverar fieles a la gracia de Dios. Predicación de Pablo anlc los judíos*.

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13 16 En este discurso inaugural de Pablo, Hch quiere reflejar la predicación del Apóstol a los judíos. Tiene dos partes: w . 16-25, resumen de historia sagrada; w . 26-39, Jesús, muerto y resucitado, es el Mesías esperado (predicaciónafín al discurso de Pedro, 2 22+). I-I discurso concluye, w . 40-41, con una severa admonición tomada de la Escritura, ver 28 26-27.

13 19 Ver Dt 1 31; 7 1. 13 22 Ver Sal 89 21; 1 S 13 14; Is 44 28. 13 31 Al testimonio de los Doce, 1 8; 2 32; 10 39.42; etc., Pablo asocia el suyo, 9 15 + ; 18 5; 20 24; 22 15; etc.; 1 Co 15 3-11; ver Rm 1 1 +. 13 33 Cita de Sal 2 7. 13 34 Cita de Is 55 3. 13 35 Cita de Sal 16 10. Ver Hch 2 31. 13 41 Cita de Ha 1 5.

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hechos de l o s apóstoles

Pablo y Bernabé se dirigen a los gentiles. 44 El sábado siguiente se congregó casi toda la ciudad para escuchar la palabra de Dios. 45 Los judíos, al ver a la multitud, se llenaron de envidia y contradecían con blasfemias cuanto Pablo decía. 46 Entonces Pablo y Bernabé dijeron con valentía*: «Era necesario anunciarles a ustedes en primer lugar la palabra de Dios; pero ya que la rechazan y ustedes mismos no se consideran dignos de la vida eterna, miren que nos volvemos a los gentiles.47 Pues así nos lo ordenó el Señor: Te he puesto corno la luz de los gentiles, para que tú seas la salvación hasta el fin de la tierra*.» 48 Al oír esto los gentiles se alegraron y se pusieron a glorificar la palabra del Señor; y creyeron cuantos estaban destinados a una vida eterna. 4y Y la palabra del Señor se difundía por toda la región. Pero los judíos incitaron a mujeres piadosas y de la nobleza, y a los principales de la ciudad; promovieron una persecución contra Pablo y Bernabé y les echaron de su territorio.51 Éstos sacudieron contra ellos el pplvo de sus pies y se fueron a Iconio. 52 Los discípulos, en cambio, se llenaban de gozo y del Espíritu Santo.

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Con todo se detuvieron allí bastante tiempo, hablando con valentía del Señor que daba testimonio de la predicación de su gracia, concediéndoles obrar por sus manos signos y prodigios. 4 La gente de la ciudad se dividió: unos a favor de los judíos y otros a favor de los apóstoles.5 Como se produjera un movimiento de judíos y gentiles con sus jefes para ultrajarlos y apedrearlos, 6 al saberlo, huyeron a las ciudades de Licaonia, a Listra y Derbe y sus alrededores*. 7 También allí se pusieron a anunciar la Buena Nueva. 3

Curación de un tullido. 3 1-10.

1 En Iconio, entraron como de costumbre en la sinagoga de los judíos y hablaron de tal manera que gran multitud de judíos y griegos abrazaron la fe. 2 Pero los judíos que no habían creído excitaron y envenenaron los ánimos de los gentiles contra los hermanos.

8 En Listra estaba sentado un hombre tullido de pies, cojo de nacimiento y que nunca había andado. 9 Éste escuchaba a Pablo que hablaba. Pablo fijó en él su mirada y viendo que tenía fe para ser curado, 10 le dijo con fuerte voz: «Ponte derecho sobre tus pies.» Y él se levantó de un salto y se puso a caminar. 11 La gente, al ver lo que Pablo había hecho, empezó a gritar en licaonio: «Los dioses han bajado hasta nosotros en figura de hombres.» 12 A Bernabé le llamaban Zeus y a Pablo, Hermes, porque era quien dirigía la palabra*. 13 El sacerdote del templo de Zeus que hay a la entrada de la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas y a una con la gente se disponía a ofrecer un sacrificio. 14 Al oírlo los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus vestidos y se lanzaron en medio de la gente gritando: 15 «Amigos*, ¿por qué hacen esto? Nosotros somos también hombres, de igual condición que ustedes, que les predicamos que abandonen estas cosas

13 46 Esta idea de «osadía» o valentía se repite con insistencia cuando se trata de Pablo, 9 27-28; 14 3; 19 8; 26 26; 28 31. 13 47 Cita libre, según el griego, de Is 49 6. El texto puede entenderse, o del mismo Pablo (ver 26 17-18), apóstol y doctor de los gentiles, o bien de Cristo resucitado (ver Le 2 32, que depende de Is 49 6.9), luz de las naciones que iluminará mediante el testimonio de los apóstoles, ver Hch 18 + . 14 6 Listra, colonia romana, patria de Ti-

moteo, 16 1-2. 14 12 Hermes (Mercurio entre los latinos) era el dios patrono de los oradores. Se trata sin duda de dioses de Licaonia asimilados a los olímpicos. 14 15 Breve discurso dirigido a los griegos, ver 17 22 + : contrapone el Dios verdadero a los falsos dioses, el Dios vivo a los ídolos inertes, y termina con un llamamiento a la conversión. Ver un resumen de la predicación de Pablo a los gentiles en 1 Ts 1 9-10 y Ga 4 9.

Evangelización de Iconio.

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víiiiíis y se vuelvan al Dios vivo que hizo el c iclo, la tierra, el mar y cuanto en ellos hay, 16 y que en las generaciones pasadas permitió que todas las naciones siguieran sus propios caminos;17 si bien no dejó de dar testimonio de sí mismo, derramando bienes, enviándoles desde el cielo lluvias y estaciones fructíferas, llenando sus corazones de sustento y alegría...» 18 Con estas palabras pudieron impedir a duras penas que la gente les ofreciera un sacrificio. Fin de la misión. 19 Vinieron entonces de Antioquía e Iconio algunos judíos y, habiendo persuadido a la gente, apedrearon a Pablo y le arrastraron fuera de la ciudad, dándole por muerto.20 Pero él se levantó y, rodeado de los discípulos, entró en la ciudad. Al día siguiente marchó con Bernabé a Derbe. 21 Habiendo evangelizado aquella ciudad y conseguido bastantes discípulos, se volvieron a Listra, Iconio y Antioquía, 22 confortando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a perseverar en la fe y diciéndoles: «Es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios.» 23 Designaron presbíteros* en cada Iglesia y después de hacer oración con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído. 24 Atravesaron Pisidia y llegaron a Panfilia; 25 predicaron en Perge la palabra y bajaron a Atalía. 26 Allí se embarcaron para Antioquía, de donde habían partido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían realizado. 27 A su llegada reunieron a la Iglesia y se pusieron a contar todo cuanto Dios había hecho juntamente con ellos

14 23 Según el modelo de las comunidades judías de la Dispersión, ver 11 30+; Tt 1 5. 15 El relato del cap. 15 abre definitivamenle a los gentiles las puertas de la fe, 14 27. Poro el relato plantea algunas dificultades. Se explicarían éstas admitiendo que el autor de I Ich agrupó dos controversias distintas y las ililminlcs soluciones que se dieron (Pablo disI ¡iifítiió mejor en Ga 2): una controversia en la i|iic lomaron parte Pedro y Pablo, sobre la

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y cómo había abierto a los gentiles la puerta de la fe. 28 Y permanecieron bastante tiempo con los discípulos. Controversia en Antioquía*. Ga 2 11-14. 1 C 1 Bajaron algunos de Judea que JL enseñaban a los hermanos: «Si no se circuncidan conforme a la costumbre mosaica, no pueden salvarse.» 2 Se produjo con esto una agitación y una discusión no pequeña de Pablo y Bernabé contra ellos; y decidieron que Pablo y Bernabé y algunos más de ellos* subieran a Jerusalén, adonde los apóstoles y presbíteros, para tratar esta cuestión! 3 Ellos, pues, enviados por la Iglesia, atravesaron Fenicia y Samaría, contando al detalle la conversión de los gentiles y produciendo gran alegría en todos los hermanos. 4 Llegados a Jerusalén fueron recibidos por la Iglesia y por los apóstoles y presbíteros, y contaron cuanto Dios había hecho juntamente con ellos. Controversia en Jerusalén. Ga 2 1-9. 5 Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían abrazado la fe, se levantaron para decir que era necesario circuncidar a los gentiles y mandarles guardar la Ley de Moisés. 6 Se reunieron entonces los apóstoles y presbíteros para tratar este asunto. 7 Después de una larga discusión, Pedro se levantó y les dijo:

Discurso de Pedro. 10 1 - II 18. «Hermanos, ustedes saben que ya desde los primeros días me eligió Dios obligación de la Ley judía para los gentiles convertidos, ver Ga 2 1-10; otra, posterior, provocada por el incidente de Antioquía, sobre los contactos entre cristianos venidos del Judaismo y del paganismo en sus relaciones sociales, Ga 2 11-14. 15 2 Ga 2 12 nombra a Tito, que era originario de la gentilidad. Después de la Asamblea, los delegados volverán con la solución adoptada, w . 30-35.

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hechos de los apóstoles

entre ustedes para que por mi boca oyeran los gentiles la palabra de la Buena Nueva y creyeran. 8 Y Dios, conocedor de los corazones, dio testimonio en su favor comunicándoles el Espíritu Santo como a nosotros;9 y no hizo distinción alguna entre ellos y nosotros, pues purificó sus corazones con la fe. 10 ¿Por qué, pues, ahora tientan a Dios imponiendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos sobrellevar? 11 Nosotros creemos más bien que nos salvamos por la gracia del Señor Jesús, del mismo modo que ellos*.» 12 Toda la asamblea calló y escucharon a Bernabé y a Pablo contar todos los signos y prodigios que Dios había realizado por medio de ellos entre los gentiles. Discurso de Santiago*. 13 Cuando terminaron de hablar, tomó Santiago la palabra y dijo: «Hermanos, escúchenme. 14 Simeón ha referido cómo Dios ya por primera vez intervino para procurarse entre los gentiles un pueblo para su Nombre. 15 Con esto concuerdan los oráculos de los Profetas, según está escrito: 16 «Después de esto volveré y reconstruiré la tienda de David que está caída; reconstruiré sus ruinas, y la volveré a levantar. 17 Para que el resto de los hombres busque al Señor, y todas las naciones que han sido consagradas a mi nombre, dice el Señor que hace 18 que estas cosas sean conocidas desde antiguo*.

15 11 Respuesta directa a la afirmación del v. 1. La doctrina es la de Ga 2 15-21; 3 22-26; Rm 11 32; Ef 2 1-10; etc. Bajo este punto de vista, no hay ventaja alguna para el judío: ver 13 38; G a 5 6; 6 15. 15 13 Ga 2 9 confirma la importancia de la intervención de Santiago, en especial en el debate referente a los problemas locales de relaciones sociales, ver 12 17 + ; 15 + . 15 18 Cita de Am 9 11-12; Is 45 21. 15 19 Santiago concluye el debate, y la caria apostólica se limitará a repetir los términos de

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«Por esto juzgo* yo que no se debe molestar a los gentiles que se conviertan a Dios, 20 sino escribirles que se abstengan de lo que ha sido contaminado por los ídolos, de la impureza*, de los animales estrangulados y de la sangre. 21 Porque desde tiempos antiguos Moisés tiene en cada ciudad sus predicadores cuando sé lee cada sábado en las sinagogas.» 19

La carta apostólica*. 22 Entonces decidieron I9S apóstoles y presbíteros, de acuerdo con toda la Iglesia, elegir de entre ellos algunos hombres y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé; y estos fueron Judas, llamado Barsabás, y Silas, que eran dirigentes entre los hermanos. 23 Por su medio les enviaron esta carta: «Los apóstoles y los presbíteros hermanos, saludan a los hermanos venidos de la gentilidad que están en Antioquía, en Siria y en Cilicio.24 Habiendo sabido que algunos de entre nosotros, sin mandato nuestro, los han perturbado con sus palabras, trastornando sus ánimos, 25 hemos decidido de común acuerdo elegir algunos hombres y enviarlos a ustedes, juntamente con nuestros queridos Bernabé y Pablo, 26 hombres que han entregado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. 27 Enviamos, pues, a Judas y Silas, quienes les expondrán esto mismo de viva voz: 28 Que hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponerles más cargas que éstas indispensables: 29 abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la impureza. Harán bien en guardarse de estas cosas. Adiós.»

su declaración. 15 20 La palabra impureza designa las uniones irregulares enumeradas en Lv 184-. -Las reservas de Santiago manifiestan la naturaleza exacta del litigio. Tienen un earáeler esl netamente ritual y responden al problema planteado en Hch 11 3 y Ga 2 12-14. 15 22 La decisión toma la lonniule una earla que se inspira sobre lodo en el pareeerde l'edro, v. 28, con las reservas expresadas por Santiago, v. 29.

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hechos de los

l,os delegados en Antioquía. 1,1 Ellos, después de despedirse, bajjdon a Antioquía, reunieron la asamblea y entregaron la carta.31 La leyeron y se gozaron al recibir aquel aliento. Judas y Silas, que eran también profetas, exhortaron con un largo discurso

IV.

apóstoles

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a los hermanos y les confortaron.33 Pasado algún tiempo, fueron despedidos en paz por los hermanos para volver a los que los habían enviado*. 1341 35 Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía enseñando y anunciando, en compañía de otros muchos, la Buena Nueva, la palabra del Señor.

Misiones de Pablo

Pablo se separa de Bernabé y toma por compañero a Silas. 36 Al cabo de algunos días dijo Pablo a Bernabé: «Volvamos ya a ver cómo les va a los hermanos en todas aquellas ciudades en que anunciamos la palabra del Señor.» 37 Bernabé quería llevar también con ellos a Juan, llamado Marcos. 38 Pablo, en cambio, pensaba que no debían llevar consigo al que se había separado de ellos en Panfilia y no les había acompañado en la obra. 39 Se produjo entonces una tirantez tal que acabaron por separarse el uno del otro*: Bernabé tomó consigo a Marcos y se embarcó rumbo a Chipre;40 por su parte Pablo eligió por compañero a Silas y partió, encomendado por los hermanos a la gracia de Dios*.

En Licaonia. Pablo toma por compañero a Timoteo. 41 Recorrió Siria y Cilicia consolidando las Iglesias. 1 Llegó también a Derbe y Listra. Había allí un discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente pero de padre griego. 2 Los hermanos de Listra e Iconio daban de él un buen testimonio. 3 Pablo quiso

15 33 El texto llamado occidental añade el v. 34: «pero Silas decidió quedarse». Varios mss añaden además: «Judas marchó solo». 15 39 Es posible que la razón de fondo de que Pablo se separe de Bernabé sea la diferencia que se produjo entre ellos en Antioquía a propósito de las comidas comunes, y por tanto

hechos de los apóstoles

guíente a Neápolis; de allí, a Filipos, que es la principal colonia de la demarcación de Macedonia. En esta ciudad nos detuvimos algunos días. 13 El día de sábado salimos fuera de la puerta, a la orilla de un río, donde suponíamos que habría un lugar de oración. Nos sentamos y empezamos a hablar a las mujeres que habían concurrido. 14 Una de ellas, llamada Lidia, vendedora de púrpura, natural de la ciudad de Tiatira, y que adoraba a Dios*, nos escuchaba. El Señor le abrió el corazón para que se adhiriese a las palabras de Pablo. 15 Cuando ella y los de su casa recibieron el bautismo, suplicó: «Si juzgan que soy fiel al Señor, vengan y hospédense en mi casa.» Y nos obligó a ir. 12

Prisión de Pablo y Silas. 16 Sucedió que al ir nosotros al lugar de oración, nos salió al encuentro una esclava poseída de un espíritu adivino, que pronunciando oráculos producía mucho dinero a sus amos. 17 Nos seguía a Pablo y a nosotros gritando: «Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, que les anuncian un camino de salvación.» 18 Venía haciendo esto durante muchos días. Cansado Pablo, se volvió y dijo al espíritu: «En nombre de Jesucristo te mando que salgas de ella.» Y en el mismo instante salió. 19 Al ver sus amos que se les había ido su esperanza de ganancia, agarraron a Pablo y a Silas y los arrastraron hasta la plaza, ante las autoridades;20 los presentaron a los magistrados y dijeron: «Estos hombres alborotan nuestra ciudad; son judíos 21 y predican unas costumbres que nosotros, por ser romanos, no podemos aceptar ni practicar*.» 22 La gente se amotinó contra ellos; los magistrados les hicieron arrancar los vestidos y mandaron azotarlos con varas. 23 Después de haberles dado muchos azotes, los echaron a la cárcel y mandaron al carcelero que los guardara con todo cuidado. 24 Éste, al recibir tal orden, los

16 14 Ver 10 2; 13 43. 16 21 Son las costumbres judías, ver 6 14; 15 1; 21 21; 26 3; 28 17; Jn 19 40. Los acusadores no distinguen entre cristianos y judíos.

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metió en el calabozo interior y snjeló sus pies en el cepo. Milagrosa liberación de los misioneros. 25 Hacia la media noche Pablo y Silas estaban en oración cantando himnos a Dios; los presos los escuchaban. 26 De repente se produjo un terremoto tan fuerte que los mismos cimientos de la cárcel se conmovieron. Al momento quedaron abiertas todas las puertas y se soltaron las cadenas de todos.27 Despertó el carcelero y, al ver las puertas de la cárcel abiertas, sacó la espada e iba a matarse, creyendo que los presos habían huido.28 Pero Pablo le gritó: «No te hagas ningún mal, que estamos todos aquí.» 29 El carcelero pidió luz, entró de un salto y tembloroso se arrojó a los pies de Pablo y Silas,30 los sacó fuera y les dijo: «Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?» Le respondieron: «Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu casa.» 32 Y le anunciaron la palabra del Señor a él y a todos los de su casa.33 En aquella misma hora de la noche el carcelero los tomó consigo y les lavó las heridas; inmediatamente recibió el bautismo él y todos los suyos. 34 Les hizo entonces subir a su casa, les preparó la mesa y se alegró con toda su familia por haber creído en Dios. 35 Llegado el día, los magistrados enviaron a los guardias a decir al carcelero: «Pon en libertad a esos hombres.» 36 El carcelero transmitió estas palabras a Pablo: «Los magistrados han enviado a decir que los suelte. Ahora, pues, salgan y marchen.» 37 Pero Pablo les contestó: «Después de habernos azotado públicamente sin habernos juzgado, a pesar de ser nosotros ciudadanos romanos*, nos echaron a la cárcel; ¿y ahora quieren mandarnos de aquí a escondidas? Eso no; que vengan ellos a sacarnos.» 38 Los guardias transmitieron estas palabras a los magistrados. Les entró miedo al oír que eran roma nos.3y Vinieron y les rogaron que salieran de ciu-

16 37 La lex Porcia prohibía bajo penas severas someterá un ciudadano romano a la flagelación, ver 22 25-29; 23 27.

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hechos de los apóstoles

dad. ,() Al salir de la cárcel se fueron a casa de Lidia, volvieron a ver a los hermanos, los animaron y se marcharon. En Tesalónica. Dificultades con los judíos. 1 Atravesando Anfípolis y Apolo1 X / nia llegaron a Tesalónica, donde los judíos tenían una sinagoga. 2 Pablo, según su costumbre, se dirigió a ellos y durante tres sábados discutió con ellos basándose en las Escrituras, 3 explicando y probando que Cristo tenía que padecer y resucitar de entre los muertos y que «este Cristo es Jesús, a quien yo les anuncio». 4 Algunos de ellos se convencieron y se unieron a Pablo y Silas así como una gran multitud de los que adoraban a Dios y de griegos y no pocas de las mujeres principales. 5 Pero los judíos, llenos de envidia, reunieron a gente maleante de la calle, armaron tumultos y alborotaron la ciudad. Se presentaron en casa de Jasón buscándolos para llevarlos ante el pueblo. 6 Al no encontrarlos, arrastraron a Jasón y a algunos hermanos ante los magistrados de la ciudad gritando: «Esos que han revolucionado el mundo se han presentado también aquí,7 y Jasón los ha hospedado. Además todos ellos actúan contra los decretos del César, pues afirman que hay otro rey*, Jesús.» 8 Al oír esto, el pueblo y los magistrados de la ciudad se alborotaron. Pero después de recibir una fianza de Jasón y de los demás, les dejaron ir.

Nuevas dificultades en Berea. 10 Inmediatamente, por la noche, los hermanos enviaron hacia Berea a Pablo y Silas. Ellos, al llegar allí, se fueron a la sinagoga de los judíos. 11 Éstos eran de un natural mejor que los de Tesalónica, y aceptaron la palabra de todo corazón. Diariamente examinaban

17 7 Los cristianos evitaban dar a Cristo el título de «rey», que pertenecía al emperador, y preferían el de «Cristo» (Mesías) y el de «Señor». Esta misma acusación se lanzó contra Jesús, Le 23 2; Jn 19 12. 17 18 Ver v. 32. Toman la palabra resurrección como nombre de una diosa (Anástasis) compañera de Jesús.

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las Escrituras para ver si las cosas eran así. 12 Creyeron, pues, muchos de ellos y, entre los griegos, mujeres distinguidas y no pocos hombres. 13 Pero cuando los judíos de Tesalónica se enteraron de que también en Berea había predicado Pablo la palabra de Dios, fueron también allá, y agitaron y alborotaron a la gente. 14 Los hermanos entonces hicieron marchar a toda prisa a Pablo hasta el mar; Silas y Timoteo se quedaron allí. 15 Los que conducían a Pablo le llevaron hasta Atenas y se volvieron con una orden para Timoteo y Silas de que fueran adonde él lo antes posible. Pablo en Atenas. 16 Mientras Pablo les esperaba en Atenas, estaba interiormente indignado al ver la ciudad llena de ídolos. 17 Discutía en la sinagoga con los judíos y con los que adoraban a Dios; y diariamente en la plaza con los que por allí se encontraban. ,8 Trababan también conversación con él algunosfilósofosepicúreos y estoicos. Unos decían: «¿Qué querrá decir este charlatán?» Y otros: «Parece ser un predicador de divinidades extranjeras.» Porque anunciaba a Jesús y la resurrección*. 19 Le tomaron y le llevaron al Areópago; y le dijeron: «¿Podemos saber cuál es esa nueva doctrina que tú expones? 20 Pues te oímos decir cosas extrañas y querríamos saber qué es lo que significan.» 21 Todos los atenienses y los forasteros que allí residían en ninguna otra cosa pasaban el tiempo sino en decir u oír la última novedad. 22 Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo:

Discurso de Pablo ante el Areópago*. «Atenienses, veo que ustedes son, por todos los conceptos, los más res17 22 Con el resumen de 14 15-17, es el único ejemplo conservado de la predicación de Pablo a los gentiles. Su fondo es bíblico, aunque trata y utiliza algunos temas religiosos del helenismo (el orden del universo lleva al conocimiento de Dios). Ver Sb 13-14; Rm 1 1925; ver también 1 Co 1 8-25; 2 1-5.

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hechos de l o s apóstoles

petuosos de la divinidad. Pues al pasar y contemplar sus monumentos sagrados, he encontrado también un altar en el que estaba grabada esta inscripción: 'Al Dios desconocido.' Pues bien, lo que adoran sin conocer, eso les vengo yo a anunciar. 24 «El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que es Señor del cielo y de la tierra, no habita en santuarios fabricados por mano de hombres;25 ni es servido por manos humanas, como si de algo estuviera necesitado, el que a todos da la vida, el aliento y todas las cosas. 26 Él creó, de un solo principio, todo el linaje humano, para que habitara sobre toda la faz de la tierra fijando los tiempos determinados y los límites del lugar donde habían de habitar*, 27 con el fin de que buscaran la divinidad, para ver si a tientas la buscaban y la hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros; 28 pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como han dicho algunos de ustedes: 'Porque somos también de su linaje*.' 29 «Si somos, pues, del linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad sea algo semejante al oro, la plata o la piedra, modelados por el arte y el ingenio humano. 30 «Dios, pues, pasando por alto los tiempos de la ignorancia, anuncia ahora a los hombres que todos y en todas partes deben convertirse, 31 porque ha fijado el día en que va a juzgar al mundo según justicia, por el hombre que ha destinado, dando a todos una garantía al resucitarlo de entre los muertos*.» 23

17 26 Se trata del orden del universo, apto para llevar al conocimiento de Dios. 17 28 Cita sacada de los Fenómenos de Arato, poeta de Cilicia (siglo III a.C.) 17 31 Ver Sal 9 9; 96 13; 98 9. La perspectiva en que los apóstoles invitan a la conversión es la del juicio, ver sobre todo 10 42-43; 1 Ts 1 10. La resurrección de Cristo garantiza la fe en su misión de Juez y Salvador, ver Rm 14 9; 2 Tm 4 1; 1 P 4 5. 17 32 En el mundo griego, incluso entre los cristianos, la doctrina de la resurrección encontró muchas dificultades para vencer naturales prejuicios, ver 1 Co 15 12s; Hch 23 6. 18 1 Corinto era la capital de la provincia

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32 Al

oír la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron: «Sobre esto ya te oiremos otra vez*.» 33 De este modo Pablo se marchó de entre ellos. 34 Pero algunos hombres se adhirieron a él y creyeron, entre ellos Dionisio Areopagita, una mujer llamada Damaris y algunos otros con ellos. Fundación de la iglesia de Corinto. 1 Después de esto se alejó de Atenas y llegó a Corinto*. 2 Se encontró con un judío llamado Áquila, originario del Ponto, que acababa de llegar de Italia, y con su mujer Priscila, por haber decretado Claudio que todos los judíos saliesen de Roma; se llegó a ellos3 y como era del mismo oficio, se quedó a trabajar* en su casa. El oficio de ellos era fabricar tiendas.4 Todos los sábados discutía en la sinagoga, y se esforzaba por convencer a judíos y griegos. 5 Cuando llegaron de Macedonia Silas y Timoteo, Pablo se dedicó enteramente a la palabra* dando testimonio ante los judíos de que el Cristo era Jesús. 6 Como ellos se oponían y blasfemaban, sacudió sus vestidos* y les dijo: «Su sangre recaiga sobre su cabeza; yo soy inocente y desde ahora me voy a los gentiles.» 7 Entonces se retiró de allí y entró en casa de un tal Justo, que adoraba a Dios, cuya casa estaba contigua a la sinagoga.8 Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y otros muchos corintios creían y, al oír a Pablo, se bautizaban. 9 El Señor dijo a Pablo durante la noche en una visión: «No tengas miedo, sigue hablando y no te calles; 10 porque

romana de Acaya. Predominaba en ella la presencia de romanos y latinos; pero el comercio atraía hacia ella a una población cosmopolita. Su colonia judía era importante. Gozaba de mala fama por la libertad de costumbres. 18 3 Pablo, aunque reconoce el derecho de los misioneros a su sustento, 1 Co 9 6-14; Ga 6 6; 2 Ts 3 9, siempre tuvo empeño en trabajar con sus manos, 20 34; 1 Co 4 12, pura no ser gravoso a nadie, 1 Ts 2 9; 2 Ts 3 8; 2 Co 12 13s, y demostrar su desinterés, 20 33s; 1 Co 9 15-18; 2 Co 11 7-12. Ver Flp 4 14-16. 18 6 El gesto señala una ruplura. Lus palabras que siguen son bíblicas, ver l.v 20 9-16; 2 S 1 16.

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hechos de los apóstoles

vo estoy contigo y nadie te atacará para hacerte mal, porque tengo yo un pueblo numeroso en esta ciudad.» 11 Y permaneció allí un año y seis meses, enseñando entre ellos la palabra de Dios. Pablo entregado por los judíos a la justicia. 12 Siendo Galión procónsul de Acaya se echaron los judíos de común acuerdo sobre Pablo y le condujeron ante el tribunal 13 diciendo: «Éste persuade a la gente para que adore a Dios de una manera contraria a la Ley.» 14 Iba Pablo a abrir la boca cuando Galión dijo a los judíos: «Si se tratara de algún crimen o mala acción, yo los escucharía, judíos, con calma, como es razón. 15 Pero como se trata de discusiones sobre palabras y nombres y cosas de su Ley, allá ustedes. Yo no quiero ser juez en estos asuntos.» 16 Y los echó del tribunal. 17 Entonces todos ellos agarraron a Sostenes, el jefe de la sinagoga, y se pusieron a golpearlo ante el tribunal sin que a Galión le diera esto ningún cuidado.

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gún tiempo marchó a recorrer una tras otra las regiones de Galacia y Frigia para fortalecer a todos los discípulos*. Apolo*. 24 Un judío, llamado Apolo, originario de Alejandría, hombre elocuente, que dominaba las Escrituras, llegó a Éfeso.25 Éste había sido instruido en el Camino del Señor y con fervor de espíritu hablaba y enseñaba con todo esmero lo referente a Jesús, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. 26 Éste, pues, comenzó a hablar con valentía en la sinagoga. Al oírle Áquila y Priscila, le tomaron consigo y le explicaron con más exactitud el Camino. 27 Queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le animaron a ello y escribieron a los discípulos para que le recibieran. Una vez allí fue de gran provecho, con el auxilio de la gracia, a los que habían creído; 28 pues rebatía vigorosamente en público a los judíos, demostrando por las Escrituras que el Cristo era Jesús.

Vuelta a Antioquía y partida para el tercer viaje.

Los discípulos de Jesús en Éfeso. 8 15-17.

18 Pablo se quedó allí todavía bastantes días; después se despidió de los hermanos y se embarcó rumbo a Siria; y con él Priscila y Áquila. En Cencreas se había afeitado la cabeza, porque tenía hecho un voto*. 19 Arribaron a Éfeso y allí se separó de ellos. Entró en la sinagoga y se puso a discutir con los judíos. 20 Le rogaron que se quedara allí más tiempo, pero no accedió, 21 sino que se despidió diciéndoles: «Volveré a ustedes otra vez, si Dios quiere.» Y zarpó de Éfeso. 22 Desembarcó en Cesarea, y después de subir a saludar a la Iglesia, bajó a Antioquía. 23 Después de pasar allí al-

1 Ocurrió que mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó las regiones altas y llegó a Éfeso* y encontró algunos discípulos; 2 les preguntó: «¿Recibieron el Espíritu Santo cuando abrazaron la fe?» Ellos contestaron: «Pero si nosotros no hemos oído decir siquiera que haya Espíritu Santo*.» 3 Él replicó: «¿Pues qué bautismo han recibido?» —«El bautismo de Juan», respondieron. 4 Pablo añadió: «Juan bautizó con un bautismo de conversión, diciendo al pueblo que creyeran en el que había de venir después de él, o sea en Jesús.» 5 Cuando oyeron esto, se bautizaron en el nombre del Señor Jesús.

18 18 Texto oscuro. El que emitía un voto era nazir, ver Nm 6 + , por todo el tiempo de su voto (unos treinta días); entre otras observancias, no debía cortarse el pelo en este tiempo. 18 23 Empieza la tercera misión de Pablo. El cenlro de su actividad será Éfeso. 18 24 El paso de Apolo por Corinto había

suscitado entusiasmos, que pronto degeneraron en banderías, ver 1 Co 1 12; 3 4-6.22; ver v también Tt 3 13. 19 1 Éfeso era una de las S ^ V lias del imperio; centro religioso, mercial, de población heterogénea. ' 19 2 N o ignoran su existencia, sino SIA'lesión de Pentecostés, 1 8 + ; 2 1-4+.

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hechos de l o s apóstoles

Y, habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar. 7 Eran en total unos doce hombres.

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Fundación de la Iglesia de Éfeso. 8 Entró en la sinagoga y durante tres meses hablaba con valentía, discutiendo acerca del Reino de Dios e intentando convencerles. 9 Pero como algunos se obstinaban, no se dejaban persuadir y hablaban mal del Camino ante la gente, rompió con ellos y formó grupo aparte con los discípulos, discutiendo diariamente en la escuela de Tirano. 10 Esto duró dos años*, de forma que pudieron oír la palabra del Señor todos los habitantes de Asia, tanto judíos como griegos.

Los judíos exorcistas. 11 Dios obraba por medio de Pablo milagros no comunes, 12 de forma que bastaba aplicar a los enfermos los pañuelos o mandiles que había usado y se alejaban de ellos las enfermedades y salían los espíritus malos.

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Algunos exorcistas judíos ambulantes intentaron también invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, y decían: «Los conjuro por Jesús a quien predica Pablo.» 14 Eran siete hijos de un tal Esceva, sumo sacerdote judío, los que hacían esto. 15 Pero el espíritu malo les respondió: «A Jesús lo conozco y sé quién es Pablo; pero ustedes, ¿quiénes son?» 16 Y arrojándose sobre ellos el hombre poseído del mal espíritu, dominó a unos y otros y pudo con ellos de forma que tuvieron que huir de aquella casa desnudos y cubiertos de heridas. 17 Llegaron a enterarse de esto todos los habitantes de Éfeso, tanto judíos como griegos. El temor se apoderó de todos ellos y fue glorificado el nombre del Señor Jesús. 18 Muchos de los que habían creído venían a confesar y declarar públicamente sus prácticas. 19 Bastantes de los que habían practicado la magia reunieron los libros y los quemaron delante de todos. Calcularon el precio y hallaron que subía a cincuenta mil monedas de plata. 20 De esta forma la palabra del Señor crecía y se difundía poderosamente. 13

V. Fin de las misiones. El prisionero de Cristo Planes de Pablo. 1 Co 16 1-8; Rm 15 22-32.

23 Por entonces se produjo un tumulto no pequeño con motivo del Camino.

24 Cierto platero, llamado Demetrio, que labraba en plata templetes de Artemisa y proporcionaba no pocas ganancias a los artífices, 25 reunió a éstos y también a los obreros de este ramo y les dijo: «Compañeros, ustedes saben que a esta industria debemos el bienestar; 26 pero están viendo y oyendo decir que no solamente en Efeso, sino en casi toda el Asia, ese Pablo ha persuadido a mucha gente a cambiar de idea, diciendo que no son dioses los que se fabrican con las manos.27 Y esto no solamente trae el peligro de que nuestra profesión caiga en descrédito, sino también de que el mis-

19 10 Durante esta estancia escribió Pablo la primera carta a los Corintios, la carta a los Gálatas y, con alguna probabilidad, la carta a los Filipenses.

19 21 Pablo quería llevar a .lenisali'-n el producto de la colecta, 24 17 i . 19 23 Este pintoresco episodio interrumpe el relato, que se reanuda en 20 I.

21 Cuando se hubo cumplido todo esto, Pablo tomó la decisión de ir a Jerusalén* pasando por Macedonia y Acaya. Y añadió: «Después de haber estado allí tengo que visitar yo también Roma.» 22 Envió a Macedonia a dos de sus auxiliares, Timoteo y Erasto, mientras él se quedaba algún tiempo en Asia.

En Éfeso. Revuelta de los orfebres*

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hechos d e l s apóstoles

mo templo de la gran diosa Artemisa sea tenido en nada y venga a ser despojada de su grandeza aquella a quien adora toda el Asia y toda la tierra.» 28 Al oír esto, llenos de furor se pusieron a gritar: «¡Grande es la Artemisa de los efesios!» 29 La ciudad se llenó de confusión. Todos a una se precipitaron hacia el teatro arrastrando consigo a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de viaje de Pablo.30 Pablo quiso entrar y presentarse al pueblo, pero se lo impidieron los discípulos. 31 Incluso algunas de las autoridades de la provincia de Asia, que eran amigos suyos, le enviaron a rogar que no se arriesgara a ir al teatro. 32 Unos gritaban una cosa y otros otra. Había gran confusión en la asamblea y la mayoría no sabía para qué se habían reunido. 33 Algunos de entre la gente aleccionaron a Alejandro a quien los judíos habían empujado hacia adelante. Alejandro pidió silencio con la mano y quería hacer una defensa ante el pueblo. Pero, al conocer que era judío, todos a una voz estuvieron gritando durante casi dos horas: «¡Grande es la Artemisa de los efesios!» 35 Cuando el magistrado logró calmar a la gente, dijo: «Efesios, ¿quién hay en el mundo que no sepa que la ciudad de los efesios es la guardiana del templo de la gran Artemisa y de su estatua caída del cielo? 36 Siendo, pues, esto indiscutible, conviene que se calmen y no hagan nada inconsideradamente. 37 Han traído acá a estos hombres que no son sacrilegos ni blasfeman contra nuestra diosa. 38 Si Demetrio y los artífices que le acompañan tienen quejas contra alguno, audiencias y procónsules hay; que presenten sus reclamaciones. 39 Y si tienen algún otro asunto, se resolverá en la asamblea legal. 40 Porque, además, corremos peligro de ser acusados de sedición por lo de hoy, no existiendo motivo alguno que nos permita justificar este tumulto.» Dicho esto disolvió la asamblea. 20 3 Pablo, pues, pudo realizar finalmente los proyectos de 1 Co 16 5-6. Su carta a los Romanos la escribió durante esta estancia en Corinto. 20 6 Las fiestas de la Pascua, ver Ex 12+; I Co 5 7-8 + . 20 7 El primer día de la semana judía, con-

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Pablo abandona Éfeso. ' Cuando hubo cesado el tumulto, Pablo mandó llamar a los discípulos, los animó, se despidió de ellos y salió camino de Macedonia.2 Recorrió aquellas regiones y exhortó a los fieles con largos discursos; después marchó a Grecia.3 Pasó allí tres meses*. Como los judíos habían tramado una conjuración contra él para cuando estuviera a punto de embarcarse para Siria, tomó la determinación de volver por Macedonia. 4 Le acompañaban Sópatros, hijo de Pirro, de Berea; Aristarco y Segundo, de Tesalónica; Gayo, de Doberes, y Timoteo; Tíquico y Trófimo, de Asia. 5 Éstos se adelantaron y nos esperaron en Tróade. 6 Nosotros, después de los días de los Ázimos*, nos embarcamos en Filipos y al cabo de cinco días nos unimos a ellos en Tróade donde pasamos siete días. En Tróade. Pablo resucita un muerto. 7 El primer día de la semana*, estando nosotros reunidos para la fracción del pan, Pablo, que debía marchar al día siguiente, disertaba ante ellos y alargó la charla hasta la media noche. 8 Había abundantes lámparas en el piso superior donde estábamos reunidos. 9 Un joven, llamado Eutico, estaba sentado en el borde de la ventana; un profundo sueño le iba dominando a medida que Pablo alargaba su discurso. Vencido por el sueño se cayó del piso tercero abajo. Lo levantaron ya muerto. 10 Bajó Pablo, se echó sobre él y tomándole en sus brazos dijo: «No se inquieten, pues su alma está en él.» 11 Subió luego; partió el pan y comió; después conversó largo tiempo, hasta el amanecer. Entonces se marchó. ,2 Trajeron al muchacho vivo y se consolaron no poco.

vertido en el día de la asamblea de los cristianos, ver Mt 28 1 + ; 1 Co 16 2, el día del Señor (domingo), Ap 1 10. La asamblea dominical tenía lugar al comienzo de ese día, es decir, en la noche del sábado, según la manera judía de contar el día, ver 2 42.46; 27 35.

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hechos de l o s apóstoles

De Tróade a Mileto. 13 Nosotros

nos adelantamos hacia la nave y partimos hacia Aso, donde habíamos de recoger a Pablo; pues así lo había él determinado; él iría por tierra. 14 Cuando nos alcanzó en Aso, le tomamos a bordo y llegamos a Mitilene. 15 Al día siguiente nos hicimos a la mar y llegamos a la altura de Quíos; al otro día atracamos en Samos y, después de hacer escala en Trogilión, llegamos al día siguiente a Mileto. 16 Pablo había resuelto pasar de largo por Éfeso, para no perder tiempo en Asia. Se daba prisa, porque quería estar, si le era posible, el día de Pentecostés en Jerusalén. Despedida de los presbíteros de Efeso. 17 Desde Mileto envió a llamar a los presbíteros ele la Iglesia de Éfeso. 15 Cumulo lle«iamn a el, les dijo*: «l'.sledes suben cómo me comporté siempre con ustedes, desde el primer día que entré en Asia, 19 sirviendo al Señor con toda humildad y lágrimas y con las pruebas que me vinieron por las asechanzas de los judíos; 20 cómo no omití por miedo nada de lo que podía serles útil; les predicaba y enseñaba en público y por las casas,21 dando testimonio tanto a judíos como a griegos para que se convirtieran a Dios y creyeran en nuestro Señor Jesús. 22 «Miren que ahora yo, encadenado en el espíritu, me dirijo a Jerusalén, sin saber lo que allí me sucederá; 23 solamente sé que el Espíritu Santo en cada ciudad me testifica que me aguardan prisiones y tribulaciones.24 Pero yo no considero mi vida digna de estima*, con tal que lleve a término mi carrera y el ministerio que he recibido del Se-

20 18 El tercer discurso de Pablo, ver 13 y 17, es el testamento pastoral dirigido a los jefes de la principal de las Iglesias por él fundadas. Les recuerda su ministerio entre ellos y les deja sus recomendaciones, trazando así su propio retrato. Se perciben numerosos ecos de las epístolas. 20 24 Ver 15 26; 21 13; 1 Ts 2 8; Flp 1 21-23. 20 25 Ver v. 38. Pablo contaba con salir de Jerusalén para España, Rm 15 24-28. 20 28 La Iglesia de Dios, 5 11 + ; 1 Co 1 2;

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ñor Jesús: dar testimonio del Evangelio de la gracia de Dios. 25 «Y ahora yo sé que ya no volverán a ver mi rostro* ninguno de ustedes, entre quienes pasé predicando el Reino. 26 Por esto les testifico en el día de hoy que yo estoy limpio de la sangre de todos, 27 pues no omití por miedo el anunciarles todo el designio de Dios. 28 «Tengan cuidado de ustedess y de toda la grey, en medio de la cual les ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios*, que él se adquirió con la sangre de su propio hijo. 29 «Yo sé que, después de mi partida, se introducirán entre ustedes lobos crueles que no perdonarán al rebaño; 30 y también que de entre ustedes mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas, para arrastrar a los discípulos detrás de ellos. 31 Por tanto, vigilen y acuérdense que durante tres años no he cesado de amonestarles día y noche con lágrimas a cada uno de ustedes. 32 «Ahora les encomiendo a Dios y a la palabra de su grácia, que tiene poder para construir el edificio y darles la herencia con todos los santificados. 33 «Yo de nadie codicié plata, oro o vestidos. 34 Ustedes saben que estas manos proveyeron a mis necesidades y a las de mis compañeros. 35 En todo íes he enseñado que es así, trabajando, como se debe socorrer a los débiles y que hay que tener presentes las palabras del Señor Jesús, que dijo: Mayor felicidad hay en dar que en recibir*.» 36 Dicho esto se puso de rodillas y oró con todos ellos. 37 Rompieron entonces todos a llorar y, arrojándose al cuello de Pablo, le besaban,38 afligidos sobre todo por lo que había dicho: que ya no volverían a ver su rostro. Y fueron acompañándolo hasta la nave. 1 Ts 2 14; 1 Tm 3 15, es el pueblo que Dios luí adquirido, Ex 19 5-6 + ; Is 43 21; 1 P 2 9-10 i , por la sangre de su hijo, Rm 3 24-25-1 ; N 32 34; Ef 1 7; ver Mt 26 28p+. El Espírllu Simio, 1 8 + ; 1 Co 12 4-11, ha confiado es Ir ivbnno M la solicitud desinteresada, vv. 2 l M I , de Irn epíscopos (vigilantes, Tt 1 5-1); ver NI 111 27 lo 17+; 2 S 5: Ez 34+; 1 P 5 1-2-1. 20 35 Sentencia que no linii nuiMTVtidn IUN evangelistas.

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hechos de los apóstoles

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Subida a Jerusalén.

Pablo llega a Jerusalén.

^ -t 1 Separándonos de ellos nos hiÁ* JL cimos a la mar y navegamos derechos hasta llegar a Cos; al día siguiente, hasta Rodas, y de allí hasta Patara. 2 Encontramos una nave que partía para Fenicia; nos embarcamos y partimos. 3 Avistamos Chipre y, dejándola a la izquierda, íbamos navegando rumbo a Siria; arribamos a Tiro, pues allí la nave debía dejar su cargamento. 4 Habiendo encontrado a los discípulos nos quedamos allí siete días. Ellos, movidos por el Espíritu, decían a Pablo que no subiera a Jerusalén. 3 Cuando completamos aquellos días, salimos y nos pusimos en camino. Todos nos acompañaron con sus mujeres e hijos, hasta las afueras de la ciudad. En la playa nos pusimos de rodillas y oramos;6 nos despedimos unos de otros y subimos a la nave; ellos se volvieron a sus casas. 7 Nosotros, terminada la travesía, fuimos de Tiro a Tolemaida; saludamos a los hermanos y nos quedamos un día con ellos. 8 Al siguiente partimos y llegamos a Cesarea; entramos en casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los Siete, y nos hospedamos en su casa. 9 Tenía éste cuatro hijas vírgenes que profetizaban. 10 Permanecimos allí bastantes días; bajó entre tanto de Judea un profeta llamado Ágabo; 11 se acercó a nosotros, tomó el cinturón de Pablo, se ató sus pies y sus manos* y dijo: «Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al hombre de quien es este cinturón. Y le entregarán en manos de los gentiles.» 12 Al oír esto nosotros y los de aquel lugar le rogamos que no subiera él a Jerusalén. 13 Entonces Pablo contestó: «¿Por qué han de llorar y destrozarme el corazón? Pues yo me encuentro dispuesto no sólo a ser atado, sino a morir también en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús.» 14 Como no se dejaba convencer, dejamos de insistir y dijimos: «Hágase la voluntad del Señor.»

15 Transcurridos estos días y hechos los preparativos de viaje, subimos a Jerusalén. 16 Venían con nosotros algunos discípulos de Cesarea, que nos llevaron a casa de cierto Mnasón, de Chipre, antiguo discípulo, donde nos habíamos de hospedar. 17 Llegados a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con alegría. 18 Al día siguiente Pablo, con nosotros, entró en casa de Santiago; se reunieron también todos los presbíteros. 19 Les saludó y les fue exponiendo una a una todas las cosas que Dios había obrado entre los gentiles por su ministerio. 20 Ellos, al oírle, glorificaban a Dios. Pero le dijeron: «Ya ves, hermano, cuántos miles y miles de entre los judíos han abrazado la fe, y todos son fervientes partidarios de la Ley. 21 Pero han oído decir de ti que enseñas a todos los judíos que viven entre los gentiles que se aparten de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos ni observen las tradiciones*. 22 ¿Qué hacer, pues? Porque va a reunirse la muchedumbre al enterarse de tu venida.23 Haz, pues, lo que te vamos a decir: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen un voto que cumplir. 24 Tómalos y purifícate con ellos; y paga tú por ellos, para que se rapen la cabeza; así todos entenderán que no hay nada de lo que han oído decir de ti; sino que tú también te comportas como un cumplidor de la Ley. 22 En cuanto.a los gentiles que han abrazado la fe, ya les escribimos nosotros nuestra decisión: Abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de animal estrangulado y de la impureza.» 26 Entonces Pablo tomó a los hombres y, al día siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró en el Templo para declarar cuándo se terminaban los días de la purificación en que se había de presentar la ofrenda por cada uno de ellos.

21 II Profecía con gestos simbólicos, al estilo tic los antiguos profetas, ver Jr 18 + . -Sobre Áfiaho, ver 11 28. 2171 I .os principios de Pablo llevaban a esta miidusión, puesto que la Ley mosaica ya no

otorgaba al judío ventaja alguna sobre el gentil, pues la fe era la única fuente de la justificación, ver Rm 1 16+: 3 22; 7 7+. Ver Hch 16 3; 18 18.

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hechos de los

Pablo es arrestado. Cuando estaban ya para cumplirse los siete días, los judíos venidos de Asia lo vieron en el Templo, amotinaron a todo el pueblo, le echaron mano 28 y se pusieron a gritar: «¡Auxilio, hombres de Israel! Este es el hombre que va enseñando a todos por todas partes contra el pueblo, contra la Ley y contra este Lugar; y hasta ha llegado a introducir a unos griegos en el Templo, profanando este Lugar Santo.» 29 Pues habían visto anteriormente con él en la ciudad a Trófimo, de Éfeso, a quien creían que Pablo había introducido en el Templo. 27

30 Toda la ciudad se alborotó y la gente concurrió de todas partes. Se apoderaron de Pablo y lo arrastraron fuera del Templo; inmediatamente cerraron las puertas. 31 Intentaban darle muerte, cuando subieron a decir al comandante de la guarnición: «Toda Jerusalén está revuelta.» 32 Inmediatamente tomó consigo soldados y centuriones y bajó corriendo hacia ellos; y ellos, al ver al comandante y a los soldados, dejaron de golpear a Pablo. 33 Entonces el comandante se acercó, lo agarró y mandó que lo ataran con dos cadenas; y empezó a preguntar quién era y qué había hecho.

Pero entre la gente unos gritaban una cosa y otros otra. Como no pudiera sacar nada en claro a causa del alboroto, ordenó que lo llevaran al cuartel. 35 Cuando llegó a las escaleras, tuvo que ser llevado a hombros por los soldados a causa de la violencia de la gente; 36 pues toda la multitud le iba siguiendo y gritando: «¡Mátalo!» 37 Cuando iban ya a meterle en el cuartel, Pablo dijo al comandante: «¿Me permites decirte una palabra?» Él le contestó: «Pero, ¿sabes griego? 38 ¿No eres tú entonces el egipcio que estos últimos días ha amotinado y llevado al desierto a los cuatro mil terroristas?» 39 Pablo respondió: «Yo soy un judío, de Tarso de Cilicia, una ciudad no insignificante. Te ruego que me per4

21 40 Probablemente en arameo; ver 26 14. 22 Después de los tres discursos representativos de la predicación de Pablo, 13.17 y 20, los Hechos dan tres defensas personales: anU-

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apóstoles

mitas hablar al pueblo.» Se lo permitió. Pablo, de pie sobre las escaleras, pidió con la mano silencio al pueblo. Y haciéndose un gran silencio, les dirigió la palabra en lengua hebrea*. 40

Discurso de Pablo a los judíos de Jerusalén*. = 9 1-18; =26 9-18. 1 «Hermanos y padres, escuchen la defensa que ahora hago ante ustedes.» 2 Al oír que les hablaba en lengua hebrea guardaron más profundo silencio. Y dijo: 3 «Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel en la exacta observancia de la Ley de nuestros padres; estaba lleno de celo por Dios, como lo están todos ustedes el día de hoy. 4 Yo perseguí a muerte a este Camino, encadenando y arrojando a la cárcel a hombres y mujeres, 5 como puede atestiguármelo el sumo sacerdote y todo el consejo de ancianos. De ellos recibí también cartas para los hermanos de Damasco y me puse en camino con intención de traer también encadenados a Jerusalén a todos los que allí había, para que fueran castigados. 6 «Pero yendo de camino, estando ya cerca de Damasco, hacia el mediodía, me envolvió de repente una gran luz venida del cielo; 7 caí al suelo y oí una voz que me decía: 'Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?' 8 Yo respondí: '¿Quién eres, Señor?' Y él a mí: 'Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues.' 9 Los que estaban vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. 10 Yo dije: '¿Qué he de hacer, Señor?' Y el So ñor me respondió: 'Levántate y vele a Damasco; allí se te dirá todo lo que oslñ establecido que hagas.' 11 Como yo no veía, a causa del resplandor de ;u|iicll;i luz, conducido de la mano por mi', compañeros llegué a Damasro. 12 «Un tal Ananías, liombir |>imlnso según la Ley, bien acivdiliulo |>i |n

hechos de los apóstoles

ven no, y presentándose ante mí me dijo: 'Saúl, hermano, recobra la vista.' Y en aquel momento lo pude ver. 14 Él me dijo: 'El Dios de nuestros padres te ha destinado para que conozcas su voluntad, veas al Justo y escuches la voz de sus labios, 13 pues le has de ser testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído. 16 Y ahora, ¿qué esperas? Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre.' 17 «Habiendo vuelto a Jerusalén y estando en oración en el Templo, caí en éxtasis; 18 y lo vi a él que me decía: 'Date prisa y marcha inmediatamente de Jerusalén, pues no recibirán tu testimonio acerca de mí.' 19 Yo respondí: 'Señor, ellos saben que yo andaba por las sinagogas encarcelando y azotando a los que creían en ti; 20 y cuando se derramó la sangre de tu testigo Esteban, yo también me hallaba presente, y lo aprobaba y guardaba los vestidos de los que le mataban.' 21 Y me dijo: 'Marcha, porque yo te enviaré lejos, a los gentiles*'.»

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dijo el comandante, conseguí esta ciudadanía por una fuerte suma.» —«Pues yo, contestó Pablo, la tengo por nacimiento.» 29 Al momento se retiraron los que iban a darle tormento. El comandante temió al darse cuenta que lo había encadenado* siendo ciudadano romano. Pablo ante el Sanedrín. 30 Al día siguiente, queriendo averiguar con certeza de qué le acusaban los judíos, le sacó de la cárcel y mandó que se reunieran los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín; hizo bajar a Pablo y le puso ante ellos.

22 Le estuvieron escuchando hasta estas palabras y entonces alzaron sus voces diciendo: «¡Quita a ése de la tierra!; ¡no merece vivir!» 23 Vociferaban, agitaban sus vestidos y arrojaban polvo al aire.24 El comandante mandó llevarlo dentro del cuartel y dijo que lo sometieran a los azotes para averiguar por qué motivo gritaban así contra él. 25 Cuando le tenían estirado con las correas, dijo Pablo al centurión que estaba allí: «¿Les está permitido azotar a un ciudadano romano sin haberle juzgado?» 26 Al oír esto el centurión fue donde el comandante y le dijo: «¿Qué vas a hacer? Este hombre es ciudadano romano.» 27 Acudió el comandante y le preguntó: «Dime, ¿eres ciudadano romano?» —«Sí», respondió. 28 —«Yo,

1 Pablo miró fijamente al Sanedrín y dijo: «Hermanos, yo me he portado con entera buena conciencia ante Dios, hasta este día.» 2 Pero el sumo sacerdote Ananías mandó a los que le asistían que le golpeasen en la boca. 3 Entonces Pablo le dijo: «¡Dios te golpeará a ti, pared blanqueada! ¿Tú te sientas para juzgarme conforme a la Ley y mandas, violando la Ley, que me golpeen?» 4 Pero los que estaban a su lado le dijeron: «¿Insultas al sumo sacerdote de Dios?» 5 Pablo respondió: «No sabía, hermanos, que fuera el sumo sacerdote; pues está escrito: No injuriarás al jefe de tu pueblo*.» 6 Pablo, dándose cuenta de que una parte eran saduceos y la otra fariseos, gritó en medio del Sanedrín: «Hermanos, yo soy fariseo, discípulo de fariseos; por la esperanza en la resurrección de los muertos me juzgan.» 7 Al decir él esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos y la asamblea se dividió. 8 Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu*; mientras que los fariseos profesan todo eso. 9 Se produjo, pues, un gran griterío. Se pusieron en pie algunos escribas del partido de los fari-

22 21 Estas palabras de Cristo constituyen a Pablo apóstol (enviado), Rm 1 1+; 1 Co 9 1; Ga 1 1 +; etc; y de este modo especial apóstol de los gentiles, Rm 1 5; 11 13; Ga 1 16; 2 7-8; ctc. El título de apóstol no siempre lo reservan los Hechos a los Doce, 1 11-22; 14 4.14. 22 29 Ver 16 37-38+. 23 5 Cita de Ex 22 27.

23 8 Los fariseos creían que el individuo participaría de la vida del mundo futuro por medio de un cuerpo glorificado, como un ángel (ver Mt 22 23+; 1 Co 15 42-44+), o bien de un alma inmortal («espíritu», ver Le 24 39). Los saduceos rechazaban una y otra creencia. Sobre este punto, Pablo encontró aliados a los fariseos, 4 1 + ; 5 34+; Mt 22 23 + .

Pablo, ciudadano romano.

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seos y se oponían diciendo: «No encontramos nada malo en este hombre. ¿Y si acaso le habló un espíritu o un ángel?» 10 Como el altercado iba creciendo, temió el comandante que Pablo fuera despedazado por ellos y mandó a la tropa que bajara, que lo arrancara de entre ellos y lo llevara al cuartel. 11 A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: «¡Ánimo!, pues como has dado testimonio de mí en Jerusalén, así debes darlo también en Roma*.» Conjuración de los judíos contra Pablo. 12 Al amanecer, los judíos se confabularon y se comprometieron bajo anatema* a no comer ni beber hasta que hubieran matado a Pablo. 13 Eran más de cuarenta los comprometidos en esta conjuración. 14 Éstos, pues, se presentaron a los sumos sacerdotes y a los ancianos y le dijeron: «Bajo anatema nos hemos comprometido a no probar bocado hasta que no hayamos dado muerte a Pablo. 15 Ustedes por su parte, de acuerdo con el Sanedrín, indiquen al comandante que se lo baje a ustedes, como si quisieran examinar más a fondo su caso; nosotros estamos dispuestos a matarle antes de que llegue.» 16 El hijo de la hermana de Pablo se enteró de la emboscada. Se presentó en el cuartel, entró y se lo contó a Pablo. 17 Pablo llamó a uno de los centuriones y le dijo: «Lleva a este joven con el comandante, pues tiene algo que contarle.» 18 Él entonces lo presentó al comandante diciéndole: «Pablo, el preso, me llamó y me rogó que te trajera este joven que tiene algo que decirte.» 19 El comandante le tomó de la mano, le llevó aparte y le preguntó: «¿Qué es lo que tienes que contarme?» 20 —«Los judíos, contestó, se han concertado para pedirte que mañana bajes a Pablo al Sanedrín con el pretexto de hacer una indagación más a fondo sobre él. 21 Pero tú no les hagas caso, pues le preparan una emboscada más de cuarenta hombres de entre ellos, que se han comprometido bajo anatema a no

23 11 Ver 18 9-10; 27 24; 28 23. Anuncio de la última etapa misionera de Pablo, 1 8 + .

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comer ni beber hasta haberlo dado muerte; y ahora están preparados, os perando tu asentimiento.» 2 El coman dante despidió al muchacho dándolo esta recomendación: «No digas a nadio que me has denunciado estas cosas.» Pablo trasladado a Cesarea. 23 Después llamó a dos centuriones y les dijo: «Tengan preparados, a partir de las nueve de la noche, doscientos soldados, para ir a Cesarea, setenta de caballería y doscientos lanceros.24 Preparen también cabalgaduras para que monte Pablo; y llévenlo a salvo al procurador Félix.» 25 Y escribió una carta en estos términos: 26 «Claudio Lisias saluda al excelentísimo procurador Félix. 27 Este hombre había sido apresado por los judíos y estaban a punto de matarlo cuando, al saber que era romano, acudí yo con la tropa y le libré de sus manos. 28 Queriendo averiguar el crimen de que le acusaban, le bajé a su Sanedrín. 29 Y hallé que le acosaban sobre cuestiones de su Ley, pero que no tenía ningún cargo digno de muerte o de prisión.30 Pero habiéndome llegado el aviso de que se preparaba una conjuración contra este hombre, al punto te lo he mandado y he informado además a sus acusadores que formulen sus quejas contra él ante ti.» 31 Los soldados, conforme a lo que se les había ordenado, tomaron a Pablo y lo condujeron de noche a Antipátrida; 32 a la mañana siguiente dejaron que los de caballería se fueran con él y ellos se volvieron al cuartel.33 Al llegar aquéllos a Cesarea, entregaron la caria al procurador y le presentaron también i\ Pablo.34 Habiéndola leído, preguntó de qué provincia era y, al saber que ora de Cilicia, le dijo:35 «Te oiré cuando oslen también presentes tus acusadores.» Y mandó custodiarlo en el pretorio do Herodes.

Proceso ante el procurador l'élix. 1 Cinco días después Ikijó ol su mo sacerdote Ananias con ;»lj.>,u

23 12 Invocando sobre sí la innUiriómlIvhin si faltaban a su compromiso.

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hechos de los apóstoles

nos aiH'i;uios y un tal Tértulo, abogado, v presentaron ante el procurador acusac ión contra Pablo.2 Citado Pablo, Térlulo empezó la acusación diciendo: «(iradas a ti gozamos de mucha paz y las mejoras realizadas por tu providencia en beneficio de esta nación,3 en todo y siempre las reconocemos, excelentísimo Félix, con todo agradecimiento.4 Pero para no molestarte más, te ruego que nos escuches un momento con tu característica clemencia. 3 Pues hemos comprobado que esta peste de hombre provoca altercados entre los judíos de toda la tierra y que es el jefe principal de la secta* de los nazarenos. 6 Ha intentado además profanar el Templo, pero nosotros le apresamos. [7] 8 Interrogándole, podrás tú llegar a conocer a fondo todas estas cosas de que le acusamos.» 9 Los judíos le apoyaron, afirmando que las cosas eran así. 10 Entonces el procurador concedió la palabra a Pablo y éste respondió:

Discurso de Pablo ante el procurador romano*. «Yo sé que desde hace muchos años vienes juzgando a esta nación; por eso con toda confianza voy a exponer mi defensa. 11 Tú mismo lo puedes comprobar: No hace más de doce días que yo subí a Jerusalén en peregrinación. 12 Y ni en el Templo, ni en las sinagogas, ni por la ciudad me han encontrado discutiendo con nadie ni alborotando a la gente. 13 Ni pueden tampoco probarte las cosas de que ahora me acusan. 14 «En cambio te confieso que según el Camino, que ellos llaman secta, doy culto al Dios de mis padres, creo en todo lo que está escrito en la Ley y en los Profetas. 15 y tengo en Dios la misma esperanza que éstos mismos tienen, de que habrá una resurrección, tanto de los justos como de los injustos. 16 Por eso yo también me esfuerzo por tener constan24 5 Los adversarios del Cristianismo sólo ven en él una «secta», ver 5 17, dentro del Judaismo, v. 14; 28 22; ver 2 22 + ; Mt 2 23. 24 10 Ver 22 + . 24 17 Única alusión de Hch al motivo real del viaje: la colecta de las Iglesias de la gentilidad que debía llevar a Jerusalén, 19 21+;

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temente una conciencia limpia ante Dios y ante los hombres. 17 «Al cabo de muchos años he venido a traer limosnas a los de mi nación* y a presentar ofrendas. 18 Mientras las ofrecía me encontraron en el Templo después de haberme purificado, y no entre tumulto de gente. 19 Pero fueron algunos judíos de Asia... — que son los que debieran presentarse ante ti y acusarme si es que tienen algo contra mí; 20 o si no, que digan estos mismos qué crimen hallaron en mí cuando comparecí ante el Sanedrín, 21 a no ser este solo grito que yo lancé estando en medio de ellos: 'Yo soy juzgado hoy ante ustedes por la resurrección de los muertos*'.» Pablo cautivo en Cesarea. 22 Félix, que estaba bien informado en lo referente al Camino, les dio largas diciendo: «Cuando baje el comandante Lisias decidiré su asunto.» 23 Y ordenó al centurión que custodiara a Pablo, que le dejara tener alguna libertad y que no impidiera a ninguno de los suyos el asistirle. 24 Después de unos días vino Félix con su esposa Drusila, que era judía; mandó traer a Pablo y le estuvo escuchando acerca de la fe en Cristo Jesús.25 Y al hablarle Pablo de la justicia, del dominio propio y del juicio futuro, Félix, aterrorizado, le interrumpió: «Por ahora puedes marcharte; cuando encuentre una oportunidad te haré llamar.» 26 Esperaba al mismo tiempo Félix que Pablo le diese dinero; por eso frecuentemente le mandaba a buscar y conversaba con él. 27 Pasados dos años Félix recibió como sucesor a Porcio Festo; y, queriendo congraciarse con los judíos, dejó a Pablo prisionero*.

Pablo apela al César. 1 Tres días después de haber llegado a la provincia, Festo subió

1 Co 16 1 + ; ver Rm 15 25 + . 24 21 Verv. 19+; 23 6-8 + ; 26 6-8+; 28 20. 24 27 El derecho romano imponía sanciones a los denunciantes que no mantuvieran sus acusaciones, pero de ello no se seguía necesariamente que los acusados fueran puestos en libertad.

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hechos de los

de Cesarea a Jerusalén.2 Los sumos sacerdotes y los principales de los judíos le presentaron acusación contra Pablo e insistentemente 3 le pedían una gracia contra él, que le hiciera trasladar a Jerusalén, mientras preparaban una emboscada para matarle en el camino. 4 Pero Festo les contestó que Pablo debía estar custodiado en Cesarea, y que él mismo estaba para marchar allá inmediatamente. 5 «Que bajen conmigo, les dijo, los que entre ustedes tienen autoridad y si este hombre es culpable en algo, formulen acusación contra él.» 6 Después de pasar entre ellos no más de ocho o diez días, bajó a Cesarea y al día siguiente se sentó en el tribunal y mandó traer a Pablo. 7 Así que éste se presentó le rodearon los judíos que habían bajado de Jerusalén, presentando contra él muchas y graves acusaciones, que no podían probar. 8 Pablo se defendía diciendo: «Yo no he cometido delito alguno ni contra la Ley de los judíos ni contra el Templo ni contra el César.» 9 Pero Festo, queriendo congraciarse con los judíos, preguntó a Pablo: «¿Quieres subir a Jerusalén y ser allí juzgado de estas cosas en mi presencia?» 10 Pablo contestó: «Estoy ante el tribunal del César donde tengo que ser juzgado. A los judíos no les he hecho ningún mal, como tú muy bien sabes. 11 Si, pues, soy reo de algún delito o he cometido algún crimen que merezca la muerte, no rehúso morir; pero si en eso de que éstos me acusan no hay ningún fundamento, nadie puede entregarme a ellos; apelo al César*.» ,2 Entonces Festo deliberó con el Consejo y respondió: «Has apelado al César, al César irás.» Pablo ante el rey Agripa. 13 Pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice vinieron a Cesarea y fueron a saludar a Festo. 14 Como pasaran allí bastantes días, Festo expuso al rey el caso de Pablo: «Hay aquí un hombre, le dijo, que Félix dejó prisionero. 15 Es-

25 11 Pablo quiere sustraerse a una jurisdicción local, que ya ha tomado partido contra él, reclamando una audiencia imparcial ante el tribunal imperial de Roma.

apóstoles

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tando yo en Jerusalén presentaron con tra él acusación los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos, pidiendo contra él sentencia condenatoria. 1(1 Yo les respondí que no es costumbre de los romanos entregar a un hombre antes de que el acusado tenga ante sí a los acusadores y se le dé la posibilidad de defenderse de la acusación. 17 Ellos vinieron aquí juntamente conmigo, y sin dilación me senté al día siguiente en el tribunal y mandé traer al hombre. ,H Los acusadores comparecieron ante él, pero no presentaron ninguna acusación de los crímenes que yo sospechaba; 19 solamente tenían contra él unas discusiones sobre su propia religión y sobre un tal Jesús, ya muerto, de quien Pablo afirma que vive*. 20 Yo estaba perplejo sobre estas cuestiones y le propuse si quería ir a Jerusalén y ser allí juzgado de estas cosas. 21 Pero como Pablo interpuso apelación de que se le custodiara para la decisión del Augusto, mandé que se le custodiara hasta remitirlo al César.» 22 Agripa dijo a Festo: «Querría yo también oír a ese hombre.» — «Mañana, dijo, le oirás.» 23 Al día siguiente vinieron Agripa y Berenice con gran ostentación y entraron en la sala de audiencia, junto con los comandantes y los personajes de más categoría de la ciudad. A una orden de Festo, trajeron a Pablo. 24 Festo dijo: «Rey Agripa y todos los aquí presentes; aquí ven a este hombre, contra quien toda la multitud de los judíos vinieron a mi presencia tanto en Jerusalén como aquí, gritando que no debía vivir ya más. 25 Yo comprendí que no había hecho nada digno de muerte; pero como él ha apelado al Augusto, he decidido enviarle. 26 No sé en concreto qué escribir al Señor* sobre él; por eso lo he presentado ante ustedes, y sobre todo ante ti, rey Agripa, para saber, después del interrogatorio, lo que he de escribir.27 Pues me parece absurdo enviar un preso sin indicar al mismo tiempo las acusaciones formuladas contra él.» 25 19 Las discusiones sobre la resiinvivión, 24 21+, se concentran en Jesús, 17 18.31; 2 Co 13 4; etc. Ver Hch 2 32. 2 5 26 Señor es aquí título del i'tupi'rador.

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hechos de los apóstoles 1 Agripa

dijo a Pablo: «Se te permite hablar en tu favor.» Entonces Pablo extendió su mano y empezó su defensa: Discurso de Pablo ante el rey Agripa*. 2 «Me considero feliz, rey Agripa, al tener que defenderme hoy ante ti de todas las cosas de que me acusan los judíos, .3 principalmente porque tú conoces todas las costumbres y cuestiones de los judíos. Por eso te pido que me escuches pacientemente. 4 «Todos los judíos conocen mi vida desde mi juventud, desde cuando estuve en el seno de mi nación, en Jerusalén. 5 Ellos me conocen de mucho tiempo atrás y si quieren pueden testificar que yo he vivido como fariseo conforme a la secta más estricta de nuestra religión. 6 Y ahora estoy aquí procesado por la esperanza que tengo en la promesa hecha por Dios a nuestros padres,7 cuyo cumplimiento están esperando nuestras doce tribus en el culto que asiduamente, noche y día, rinden a Dios*. Por esta esperanza, oh rey, soy acusado por los judíos. 8 ¿Por qué tienen ustedes por increíble que Dios resucite a los muertos? =9 1-18; =22 4-16. 9 «Yo, pues, me había creído obligado a combatir con todos los medios el nombre de Jesús, el Nazareno. 10 Así lo hice en Jerusalén y, con poderes recibidos de los sumos sacerdotes, yo mismo encerré a muchos santos en las cárceles; y cuando se les condenaba a muerte, yo contribuía con mi voto. " Frecuentemente recorría todas las sinagogas y a fuerza de castigos les obligaba a blasfemar y, rebosando furor contra ellos, los perseguía hasta en las ciudades extranjeras. 12 «En este empeño iba hacia Damasco con plenos poderes y la autorización

26 2 Este último discurso de Pablo, 22+, explica al rey, 9 15, cómo la misión del Apóstol cumple la vocación del pueblo judío. 26 7 La esperanza mesiánica ha comenzado a realizarse con la resurrección de Cristo y es el fundamento de la esperanza cristiana, v. 23; 24 21+; Rm 5 2 + ; 1 Co 15 12-22; Col 1 18.

de los sumos sacerdotes; y al medio día, yendo de camino vi, oh rey, una luz venida del cielo, más resplandeciente que el sol, que me envolvió a mí y a mis compañeros en su resplandor. 14 Caímos todos nosotros a tierra y yo oí una voz que me decía en lengua hebrea: 'Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues? Te es duro dar coces contra el aguijón.' 15 Yo respondí: '¿Quién eres, Señor?' Y me dijo el Señor: 'Yo soy Jesús a quien tú persigues. 16 Pero levántate, y ponte en pie; pues me he aparecido a ti para constituirte servidor y testigo tanto de las cosas que de mí has visto como de las que te manifestaré. 17 Yo te libraré de tu pueblo y de los gentiles, a los cuales yo te envío, 18 para que les abras los ojos; para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a Dios; y para que reciban el perdón de los pecados y una parte en la herencia entre los santificados*, mediante la fe en mí'. 19 «Así pues, rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial, 20 sino que primero a los habitantes de Damasco, después a los de Jerusalén y por todo el país de Judea y también a los gentiles he predicado que se convirtieran y que se volvieran a Dios haciendo obras dignas de conversión.21 Por esto los judíos, habiéndome prendido en el Templo, intentaban darme muerte.22 Con el auxilio de Dios hasta el presente me he mantenido firme dando testimonio a pequeños y grandes sin decir cosa que esté fuera de lo que los profetas y el mismo Moisés dijeron que había de suceder: 23 que el Cristo había de padecer y que, después de resucitar el primero de entre los muertos, anunciaría la luz al pueblo y a los gentiles.» ,3

Reacciones en el auditorio. 24 Mientras estaba él diciendo esto en su defensa, Festo le interrumpió gri-

26 18 Ver 9 13 + ; 20 32. La misión de Pablo se describe aquí por medio de rasgos bíblicos relativos a las grandes misiones proféticas: Jeremías, Jr 1 5-8, y el Siervo de Yahvé, Is 42 7.16. Él mismo recobró la vista, 9 17-18, y recibió el perdón por el bautismo, 22 16.

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tándole: «Estás loco, Pablo; las muchas letras te hacen perder la cabeza.» 25 Pablo contestó: «No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que proclamo cosas verdaderas y sensatas.26 Bien enterado está de estas cosas el rey, ante quien hablo con valentía; no creo que se le oculte nada, pues no han pasado en un rincón*. 27 ¿Crees, rey Agripa, a los profetas? Yo sé que crees.» 2 Agripa contestó a Pablo: «Por poco me convences para hacer de mí un cristiano.» 29 Y Pablo replicó: «Quiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino todos los que me escuchan hoy, llegaran a ser tales como yo soy, a excepción de estas cadenas.» 30 El rey, el procurador, Berenice y los que con ellos estaban sentados se levantaron, 31 y mientras se retiraban iban diciéndose unos a otros: «Este hombre no hace nada digno de muerte o de prisión.» 32 Agripa dijo a Festo: «Podría quedar en libertad este hombre si no hubiera apelado al César.» Camino de Roma*. 1 Cuando se decidió que nos embarcásemos rumbo a Italia, entregaron a Pablo y algunos otros prisioneros a un centurión de la legión Augusta, llamado Julio. 2 Subimos a una nave de Adramitio, que iba a partir hacia las costas de Asia, y nos hicimos a la mar. Estaba con nosotros Aristarco, macedonio de Tesalónica. 3 Al otro día arribamos a Sidón. Julio se portó humanamente con Pablo y le permitió ir a ver a sus amigos y ser atendido por ellos.4 Partimos de allí y navegamos al abrigo de las costas de Chipre, porque los vientos eran contrarios. 5 Atravesamos los mares de Cilicia y Panfilia y llegamos al cabo de quince días a Mira de Licia. 6 Allí encontró el centurión una nave alejandrina que navegaba a Italia, y nos hizo subir a bordo.

26 26 Estas cosas, —a saber, la muerte y la resurrección de Jesús, la predicación apostólica- están implicadas en la fe en los profetas, w . 22-23. La respuesta evasiva del rey dejará que él prosiga su curso. 27 La precisión del relato da la impresión de un minucioso diario de viaje, ver 16 10 + .

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Durante muchos días la navegación fue lenta y a duras penas llegamos a la altura de Gnido. Como el viento no nos dejaba entrar en puerto, navegamos al abrigo de Creta por la parte de Salmone; 8 y, costeándola, llegamos con dificultad a un lugar llamado Buenos Puertos, cerca del cual se encuentra la ciudad de Lasea. 7

Tempestad y naufragio. 9 Había transcurrido bastante tiempo y la navegación era ya peligrosa, pues incluso había pasado el Ayuno*. Pablo les advertía 10 diciéndoles: «Amigos, veo que la navegación va a traer gran peligro y grave daño no sólo para el cargamento y la nave, sino también para nuestras propias personas.» 11 Pero el centurión daba más crédito al piloto y al patrón que no a las palabras de Pablo. 12 Como el puerto no era a propósito para invernar, la mayoría decidió hacerse a la mar desde allí, por si era posible llegar a Fénica, un puerto de Creta orientado al suroeste y al noroeste, y pasar allí el invierno. 13 Soplaba ligeramente entonces el viento del sur y creyeron que podían poner en práctica su propósito; levaron anclas y fueron costeando Creta de cerca. 14 Pero no mucho después se desencadenó un viento huracanado procedente de la isla, llamado Euroaquilón. 15 La nave fue arrastrada y, no pudiendo hacer frente al viento, nos abandonamos a la deriva. 16 Navegando al amparo de una isleta llamada Cauda, pudimos con mucha dificultad hacernos con el bote. 17 Una vez izado el bote se emplearon los cables de refuerzo, ciñendo el casco por debajo; y por miedo a chocar contra la Sirte, se echó el ancla flotante. Así se iba a la deriva. 18 Y como el temporal seguía sacudiéndonos furiosamente, al día siguiente aligeraron la nave. 19 Y al tercer día con

27 9 El Ayuno designa la fiesta de la Expiación, Lv 16 29-31. Se celebraba por el equinoccio de otoño. La estación franca para la navegación en el Mediterráneo duraba desde finales del mes de mayo hasta mediados de septiembre.

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sus propias manos arrojaron al mar el aparejo de la nave. 20 Durante muchos días no aparecieron ni el sol ni las estrellas; teníamos sobre nosotros una tempestad no pequeña; toda esperanza de salvarnos iba desapareciendo. 21 Hacía ya días que no habíamos comido; entonces Pablo se puso de pie en medio de ellos y les dijo: «Amigos, más hubiera valido que me hubieran escuchado y no haberse hecho a la mar desde Creta; se hubieran ahorrado este peligro y esta pérdida. 22 Pero ahora les recomiendo que tengan buen ánimo; ninguna de sus vidas se perderá; solamente la nave.23 Pues esta noche se me ha presentado un ángel del Dios a quien pertenezco y a quien doy culto, 24 y me ha dicho: 'No temas, Pablo; tú tienes que comparecer ante el César; y mira, Dios te ha concedido la vida de todos los que navegan contigo.' 25 Por tanto, amigos, ¡ánimo! Yo tengo fe en Dios de que sucederá tal como se me ha dicho. 26 Iremos a dar en alguna isla.» 27 Era ya la décima cuarta noche que íbamos a la deriva por el Adriático, cuando hacia la media noche presintieron los marineros la proximidad de tierra. 28 Sondearon y hallaron veinte brazas; un poco más adelante sondearon de nuevo y hallaron quince brazas. 29 Temerosos de que fuéramos a chocar contra algunos escollos, echaron cuatro anclas desde la popa y esperaban ansiosamente que se hiciera de día. 30 Los marineros intentaban escapar de la nave, y estaban ya arriando el bote con el pretexto de echar los cables de las anclas de proa.31 Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: «Si no se quedan éstos en la nave, ustedes no se podrán salvar.» 32 Entonces los soldados cortaron las amarras del bote y lo dejaron caer. Mientras esperaban que se hiciera de día, Pablo aconsejaba a todos que tomaran alimento diciendo: «Hace ya catorce días que, en continua expectación, están en ayunas, sin haber comido nada. 34 Por eso les aconsejo que lomen alimento, pues les conviene

para su propia salvación; que ninguno de ustedes perderá ni un solo cabello de su cabeza.» 35 Diciendo esto, tomó pan, dio gracias a Dios en presencia de todos, lo partió y se puso a comer*. 36 Entonces todos los demás se animaron y tomaron también alimento.37 Estábamos en total en la nave doscientas setenta y seis personas. 3a Una vez satisfechos, aligeraron la nave arrojando el trigo al mar. 39 Cuando vino el día, los marineros no reconocían la tierra; solamente podían divisar una ensenada con su playa; y resolvieron lanzar la nave hacia ella, si fuera posible.40 Soltaron las anclas que dejaron caer al mar; aflojaron al mismo tiempo las ataduras de los timones; después izaron al viento la vela de proa y pusieron rumbo a la playa. 41 Pero tropezaron contra un lugar con mar por ambos lados, y encallaron allí la nave; la proa clavada, quedó inmóvil; en cambio la popa, sacudida violentamente, se iba deshaciendo. 42 Los soldados entonces resolvieron matar a los presos, para que ninguno escapara a nado; 43 pero el centurión, que quería salvar a Pablo, se opuso a su designio y dio orden de que los que supieran nadar se arrojaran los primeros al agua y alcanzaran la orilla; 44 y los demás salieran unos sobre tablones, otros sobre los despojos de la nave. De esta forma todos llegamos a tierra sanos y salvos.

27 35> Todo judío, en el momento de comer, pronunciaba una bendición. Pero los términos

que Lucas escoge evocan el rito eucarístico, ver 2 42 + ; Le 24 35 + .

En Malta. 1 Una vez a salvo, reconocimos entonces que la isla se llamaba Malta.2 Los nativos nos mostraron una humanidad poco común; encendieron una hoguera y nos hicieron acercar a todos nosotros a causa de la lluvia que caía y del frío. 3 Pablo había reunido una brazada de ramas secas; al ponerla sobre la hoguera, una víbora, que salía huyendo del calor, le mordió en su mano. 4 Los nativos, cuando vieron el animal colgado de su mano, se decían unos a otros: «Este hombre es seguramente

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un asesino; ha escapado del mar, pero la justicia divina no le deja vivir.» 3 Pero él sacudió el animal sobre el fuego y no sufrió daño alguno. 6 Ellos estaban esperando que se hincharía o que caería muerto de repente; pero después de esperar largo tiempo y viendo que no le ocurría nada anormal, cambiaron de parecer y empezaron a decir que era un dios. 7 En las cercanías de aquel lugar tenía unas propiedades el principal de la isla llamado Publio, quien nos recibió y nos dio amablemente hospedaje durante tres días. 8 Precisamente el padre de Publio se hallaba en cama atacado de fiebres y disentería. Pablo entró a verlo, hizo oración, le impuso las manos y lo curó. 9 Después de este suceso los otros enfermos de la isla acudían y eran curados. 10 Tuvieron para con nosotros toda suerte de consideraciones y a nuestra partida nos proveyeron de lo necesario. De Malta a Roma. 11 Transcurridos tres meses nos hicimos a la mar en una nave alejandrina que había invernado en la isla y llevaba por insignia los Dióscuros. 12 Arribamos a Siracusa y permanecimos allí tres días. 13 Desde allí, costeando, llegamos a Regio. Al día siguiente se levantó el viento del sur, y al cabo de dos días llegamos a Pozzuoli. 14 Encontramos allí hermanos y nos rogaron que permaneciéramos con ellos siete días. Y así llegamos a Roma. 15 Los hermanos, informados de nuestra llegada, salieron a nuestro encuentro hasta el Foro Apio y Tres Tabernas. Pablo, al verlos, dio gracias a Dios y cobró ánimos. 16 Cuando entramos en Roma se le permitió a Pablo permanecer en

28 16 Régimen de favor de la «custodia militar»: el preso toma un alojamiento para él, pero ha de tener siempre el brazo derecho atado por una cadena al brazo izquierdo de un soldado que le custodia. 28 17 Pablo aclara enseguida sus relaciones con la comunidad judía de Roma, ver 13 5+. 28 23 Aun en Roma, Pablo dirige en primer lugar su mensaje evangélico a los judíos, ver 13 5 + . El resumen de su predicación a los judíos de Roma debe compararse con el discur-

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casa particular con el soldado que le custodiaba*. Entrevista de Pablo con los judíos de Roma*. 17 Tres días después convocó a los principales judíos. Una vez reunidos, les dijo: «Hermanos, yo, sin haber hecho nada contra el pueblo ni contra las costumbres de los padres, fui entregado preso en Jerusalén en manos de los romanos, 18 quienes, después de haberme interrogado, querían dejarme en libertad porque no había en mí ningún motivo de muerte. 19 Pero como los judíos se oponían, me vi forzado a apelarai César, sin pretender con eso acusar a los de mi nación. 20 Por este motivo los llamé para verlos y hablarles, pues precisamente por la esperanza de Israel llevo encima estas cadenas.» 21 Ellos le respondieron: «Nosotros no hemos recibido de Judea ninguna carta que nos hable de ti, ni ninguno de los hermanos llegados aquí nos ha referido o hablado nada malo'de ti. 22 Pero deseamos oír de ti mismo lo que piensas, pues lo que de esa secta sabemos es que en todas partes se la contradice.»

Declaración de Pablo a los judíos de Roma*. 23 Le señalaron un día y vinieron en mayor número adonde se hospedaba. Él les iba exponiendo el Reino de Dios, dando testimonio e intentando persuadirles acerca de Jesús, basándose en la Ley de Moisés y en los Profetas, desde la mañana hasta la tarde.24 Unos creían por sus palabras y otros en cambio permanecían incrédulos. 25 Cuando, en desacuerdo entre sí mismos, ya se despedían, Pablo dijo esta sola cosa*: «Con

so inaugural de Antioquía de Pisidia, 13 15-41. 28 25 Esta declaración, ver 13 41.46-47, constituye la conclusión de los Hechos y nos da su clave. Evoca las perspectivas ahieilas con el final del discurso de Jesús en Nn/iuel, Le 4 23-27, y con las últimas palabras de .lesus a los apóstoles, Le 24 47. El texto de Is 6 • 10 (LXX) aparece también en Mt 13 I 4 l 5 p y e u Jn 12 40. El tema y el texto eran muy lamilin res al cristianismo primitivo.

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razón habló el Espíritu Santo a sus padres por medio del profeta Isaías: ¿t> Ve a encontrar a este pueblo y dile: Escucharán bien, pero no entenderán, mirarán bien, pero no verán. 27 Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, y con sus oídos oigan, y con su corazón entiendan y se conviertan,

28 28 Alusión al Sal 67 3. Ver Hch 1 8+; Le 24 47; Rm 11 11-12. El texto occidental añade el v. 29: «Cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, discutiendo vivamente entre sí». 28 31 Nada se dice de los últimos años de Pa-

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y yo los cure. 28 «Sepan, pues, que esta salvación de Dios ha sido enviada a los gentiles; ellos sí que la oirán*.» Epílogo. 30 Pablo permaneció dos años enteros en una casa que había alquilado y recibía a todos los que acudían a él; 31 predicaba el Reino de Dios y enseñaba lo referente al Señor Jesucristo con toda valentía, sin estorbo alguno*.

blo (ni de los de Pedro, 12 17). Roma es el término de una etapa, 23 11, y el punto de partida de una expansión nueva. La Iglesia nacida en Jerusalén será la Iglesia de todos.

EPÍSTOLAS DE SAN PABLO Introducción Datos biográficos Nació San Pablo en Tarso de Cilicia hacia el año 10 de nuestra era, de una familia judía de la tribu de Benjamín. Ya desde su juventud recibió de Gamaliel, en Jerusalén, una profunda educación religiosa según las doctrinas fariseas. Encarnizado perseguidor de la naciente Iglesia cristiana, sufrió un brusco cambio en el camino de Damasco por la experiencia profunda de Jesús resucitado; experiencia que le llevó a descubrir la verdad de la fe cristiana y su misión especial de dar a conocer la persona de Jesús a los gentiles. Desde aquel momento (hacia el año 33) dedica toda su vida activa al servicio de Cristo. Después de permanecer en Arabia y de volver a Damasco, donde ya predica, sube a Jerusalén hacia el año 37; luego se retira a SiriaCilicia, de allí le lleva consigo Bernabé a Antioquía, como colaborador suyo. En una primera misión apostólica, al principio de los años 40, anuncia el Evangelio en Chipre, Panfilia, Pisidia y Licaonia. Según el libro de los Hechos (13 9), a partir de este momento utiliza su nombre romano de Pablo con preferencia al nombre judío Saulo, y empieza a destacar sobre su compañero Bernabé. En un segundo viaje misionero, ya bajo su entera responsabilidad, entre los años 47 y 51, llega a Europa. En el verano del 51 se encuentra en Corinto con Galión. Después sube a Jerusalén para intervenir en la asamblea apostólica, en la que, en parte por influencia suya, se admite que la ley judía no obliga a los cristianos convertidos del paganismo, al mismo tiempo que se le reconoce oficialmente por los responsables de las iglesias su misión de Apóstol de los gentiles; luego vuelve a partir para nuevos viajes apostólicos: uno entre los años 50-52 y otro entre los años 53-58. El año 58 es detenido en Jerusalén y mantenido en prisión en Cesarea de Palestina hasta el 60. En el otoño del 60 el procurador Festo lo remite, con escolta, a Roma, donde

Pablo permanece dos años, del 61 al 63. Tradiciones antiguas, apoyadas por las Epístolas pastorales, afirman que dos años después el proceso fue sobreseído por falta de pruebas y queda en libertad. Quizás se dirige entonces a España, según su deseo (Rm 15 24. 28). Un nuevo cautiverio en Roma, atestiguado por la tradición, culminó con el martirio de Pablo, entre los años 64 y 68. Personalidad de Pablo Pablo es un apasionado, un alma de fuego que se entrega sin medida a un ideal. Y este ideal es esencialmente religioso. Dios es todo para él, y a Dios sirve con una lealtad absoluta, primero persiguiendo a los que considera herejes (Ga 1 13), luego predicando a Cristo, cuando, por revelación, ha comprendido que sólo en él está la salvación. Este celo incondicional se traduce en una vida de abnegación total al servicio de Aquél a quien ama. El sentimiento de su singular elección suscita en él inmensas aspiraciones. Cuando confiesa su solicitud por todas las iglesias (2 Co 11 28), cuando afirma haber trabajado más que los demás (1 Co 15 10), cuando pide a sus fieles que le imiten (1 Co 11 1), no lo hace por arrogancia; más bien se trata de la legítima y humilde satisfacción de un santo: se reconoce como el último de todos, ya que fue perseguidor (1 Co 15 9; Ef 3 8); y sólo a la gracia de Dios atribuye las grandes cosas que se realizan por su intervención (ICo 15 10; 2 Co 4 7; Flp 4 13; Col 1 29; Ef 3 7). Predicación de Pablo Su predicación es ante todo el «kerygma» apostólico, proclamación de Cristo crucificado y resucitado con forme a las Escrituras (1 Co 2 2; 15 3-4; Ga 3 1). «Su» evangelio (Rm 2 16; 16 25), es el evangelio de la fe común (Ga 1 6-9; 2 2; Col 1 5-7) sólo que con una aplicación especial a la conversión de los gen-

i n t r o d u c c i ó n a l a s e p í s t o l a s d e san p a b l o

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liles (Ga 1 16), en la línea universalista logía. Verdaderas cartas con el formuinaugurada en Antioquía. Pablo se sien- lario entonces en uso, no son ni «carir solidario de las tradiciones apostólitas» puramente privadas, ni «epístolas» cas; las cita cuando se le presenta la oca- puramente literarias, sino exposiciones sión (1 Co 11 23-25; 15 3-7), las supone destinadas a lectores concretos y, en úlsiempre y ciertamente les debe mucho. timo término, a todos los fieles de Cristo. Parece no haber conocido en vida a Cris- No hemos de buscar, pues, en ellas una to, pero conoce sus enseñanzas (ICo 7 formulación sistemática y completa del lOs; 9 14). Además es también un tes- pensamiento del Apóstol; hemos de sutigo directo, y su irresistible convicción poner siempre, en el fondo, la palabra se apoya en una experiencia personal, viva, de la que son comentarios sobre porque también él ha «visto» a Cristo puntos particulares. Mas no dejan de ser (1 Co 9 1; 15 8). Ha sido favorecido con por eso extraordinariamente valiosas, revelaciones y éxtasis (2 Co 12 1-4). Lo tanto más cuanto que su riqueza y vaque ha recibido de la tradición, puede riedad nos permiten encontrar verdadetambién atribuirlo y con entera verdad a ramente lo esencial del mensaje paulino. las comunicaciones directas del Señor Recorriendo las diversas epístolas se(Ga 1 12; 1 Co 11 23). gún él orden cronológico, que no es el del No era hombre de fantasía, a juzgar Canon del NT donde han sido ordenadas por las imágenes que emplea, pocas y co- según su extensión decreciente, podemos rrientes: él estadio, el mar, la agricultura, distinguir la evolución del pensamiento la construcción. Es más bien un cerebral. teológico de Pablo. En la traducción Argumenta en ocasiones como rabino, se- mantenemos el orden del Canon; pero en gún los métodos exegéticos recibidos de esta introducción las presentamos según su ambiente y de su educación (ver, por el orden cronológico más probable. ejemplo, Ga 3 16; 4 21-31). Pero su genio hace saltar los límites de aquella herencia tradicional, y hace pasar una doctrina PRIMERA EPÍSTOLA A profunda a través de canales un tanto LOS TESALONICENSES anticuados para nosotros. Pablo posee también una cultura Pablo evangelizó Tesalónica entre el griega aceptable, recibida quizás desde otoño del 49 y la primera del 50 (ver Hch su infancia en Tarso, enriquecida por 17 1-10). Ahora, verano del 50, se enreiterados contactos con el inundo grecuentra en Corinto, acompañado de Sicorromano. Esta influencia se refleja en las y Timoteo. Este último ha realizado su modo de pensar lo mismo que en su una visita a los cristianos de Tesalónica. lenguaje y en su estilo. Cita autores clá- De allí trae noticias sobre la continuasicos, si la ocasión se presenta (1 Co 15 ción de la campaña de los judíos contra 33), y conoce ciertamente la filosofía poPablo, que obligó al Apóstol a marcharse pular basada en el estoicismo. Maneja de la ciudad. Trae también Timoteo alcorrientemente el griego como una se- gunas preocupaciones de los cristianos gunda lengua materna y con pocos se- sobre su fe, y en particular sobre la prómitismos. Es el griego de su tiempo, la xima venida del Señor y sobre la suerte «koiné» elegante, pero sin pretensiones que tendrán los cristianos que hayan faaticistas. Incluso, a veces, su expresión llecido cuando el Señor venga. Pablo no es incorrecta e incompleta (1 Co 9 15), puede ir a visitarlos; por eso les escribe pues el molde del lenguaje resulta incaesta carta, el primer escrito de Pablo que paz para contener la presión de un penconocemos. samiento demasiado rico o de emocioLa carta tiene dos partes: la primera nes demasiado vivas. es una acción de gracias por la vida de esta comunidad; la segunda intenta ser Las epístolas de Pablo una aclaración sobre el tema de la vel/is epístolas atribuidas a Pablo son nida del Señor y la suerte de los cristiaescritos de ocasión, no tratados de teo- nos difuntos.

i n t r o d u c c i ó n a l a s e p í s t o l a s d e s a n p a b l o 217 1. Acción de gracias por la vida de la comunidad (l 7-3 13)

Estas líneas son: a) Agradar al Señor y progresar en la fe, siguiendo las instrucciones recibidas en la «catequesis» comunitaria. De modo particular aplica estos principios a las relaciones entre los esposos (4 1-8). b) Progresar en el amor y en la laboriosidad. Pablo relaciona estas dos cualidades, amor y trabajo, y quiere que caractericen la actitud de espera de la comunidad. El trabajo es uno de los modos de tener activo el amor entre todos y de testimoniar la fe ante los no creyentes (4 9-12). c) No inquietarse por la suerte de los «que se han dormido en el Señor», es decir los difuntos cristianos. Les recuerda la enseñanza fundamental sobre la resurrección de los muertos. Esto debe afianzar su esperanza. La muerte es un paso necesario para «estar siempre con el Señor» (4 13-18). d) Estar vigilantes, ante la incertidumbre del tiempo de esta venida. La vigilancia cristiana le sugiere la imagen del vigía, que permanece despierto, atewto, vestido con la vestidura adecuada (5 1-11). e) Vida comunitaria auténtica, que se traduce en la preocupación por todos los de la comunidad, en especial por los que desempeñan servicios comunitarios, y que se manifiesta en la corrección fraterna, en la alegría, en la oración y en el aprecio de las diversas actuaciones del Espíritu dentro de la comunidad (5 1222).

Tras el breve saludo epistolar (1 1) Pablo, con Silas y Timoteo, se desahoga en una oración de acción de gracias por la vida cristiana de la comunidad, en la que flore'cen las tres virtudes básicas del cristianismo: fe, esperanza y caridad. Los motivos que impulsan esta acción de gracias son: a) La buena acogida del Mensaje que desde un principio han demostrado los tesalonicenses y por la comunicación del Espíritu que la ha refrendado. Por eso esta comunidad es un modelo para las otras (l 2-10). b) Porque la evangelización de Pablo entre ellos, a pesar de las dificultades, pudo ser sincera y noble y desarrollarse con una conducta limpia, justa e irreprochable, no siendo una carga para nadie (2 1-12). c) Porque las dificultades y persecuciones han tenido como efecto el afianzamiento de la fe y han probado que el Mensaje transmitido por Pablo es Palabra de Dios (2 13-16). d) Porque el no poder ir a verlos de nuevo ahora está contribuyendo a que se acreciente el cariño que siente por ellos. El impedimento que ahora obstaculiza su visita lo atribuye Pablo, según la ideología del AT, a «Satanás», el autor de toda circunstancia que se opone a la evangelización (2 17-3 5). e) Porque las buenas noticias traídas por Timoteo le llenan de alegría y le pro- 3. Despedida (5 23-28) porcionan nuevos motivos de vida y conUna breve oración sintetiza las exsuelo (3 6-13). hortaciones precedentes. Se despide el Apóstol con un saludo para todos los de 2. La venida del Señor (4 1-5 22) la comunidad, saludo que desea se exLas primeras comunidades cristiateriorice con el «beso santo», costumbre nas esperaban una gloriosa venida del primitiva en las celebraciones eucarístiSeñor que instauraría una nueva era de cas. Y una petición interesante: que esta paz y amistad con Dios para los creyen- carta se lea ante toda la asamblea, costes. Parece que el mismo Pablo, en el tumbre que parece era también habitual principio de su ministerio, no es ajeno a en las comunidades de Pablo. esta esperanza de la próxima venida del Señor. Pablo aprovecha esta preocupación de los tesalonicenses para inculcar- SEGUNDA EPÍSTOLA A les la actitud más conveniente en esta LOS TESALONICENSES espera. Traza así el Apóstol las líneas características de una comunidad cristiaTambién desde Corinto, unos meses na en «espera escatológica». más tarde, Pablo vuelve a escribir a los

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cristianos de Tesalónica. Esta segunda dades en algunas zonas del imperio rocaita tiene, en apariencia, un tono más mano provenientes tanto de parte de las impersonal y reitera casi por entero las comunidades judías como de algunas enseñanzas de la primera sobre la venida autoridades romanas. del Señor, lo que ha llevado a algunos a dudar de la autenticidad de esta epístola. 3. La comunidad en «espera Pero su tono y la reiteración de los temas escatológica» (2 13-3 15) se explican suficientemente por el deseo Reitera las actitudes que ha de tener de Pablo de corregir falsas interpretaciones que algunos habían hecho de sus pa- la comunidad cristiana en este tiempo de «espera» de la venida del Señor: labras. Ambos escritos se completan; y su a) Fidelidad a las enseñanzas reciautenticidad queda atestiguada por la bidas (2 13-17 y 3 13-15). Pablo les antigua tradición de la Iglesia. transmitió de palabra y por escrito unas enseñanzas. La fidelidad a las mismas es 1. Saludo y acción de gracias (1 1-5) la garantía de su fe y de su vivencia crisSon breves e impersonales. Recuerda tiana en paz. b) Oración comunitaria (3 1-5) que alguno de los motivos principales de la debe tener como objeto la propagación acción de gracias de la carta primera. del Mensaje y la fidelidad al amor de 2. Corrección de falsas actitudes ante Dios y ala tenacidad de Cristo. c) El trabajo (3 6-12), que se traduce la venida del Señor (1 6-2 12) en el cumplimiento de las propias resEstas falsas actitudes son: ponsabilidades tanto en la comunidad a) Inpretar las dificultades que atra- como en la sociedad. La ociosidad no viesa la comunidad como señal de una tiene lugar en el Mensaje cristiano. Y venida inminente del Señor (1 5-12). menos una ociosidad que se pretenda Las tribulaciones son algo inherente a la basar en la próxima venida del Señor. vida cristiana misma y, por tanto, son transitorias. Unos textos del ATle sirven 4. Despedida (3 16-18) a Pablo para probar su afirmación. Dios no dejará impunes a los que ahora les Con una breve oración de deseos de están haciendo sufrir. No son señales de paz y de comunión con el Señor se desla próxima venida, sino acicate para pide el autor. La anotación «el saludo va mantenerse firmes en el deseo de hacer de mi mano, Pablo...» no exige, por sí el bien y vivir de verdad su fe. misma, que este escrito haya sido redactado directamente por Pablo. Es un reb) Atribuir a Pablo la afirmación de que la venida del Señor es inminente (2 curso epistolar con el que los escritores querían dar mayor autoridad a su escri1-3). La carta desautoriza tal afirmato. Pero tampoco hay argumentos decición. Quizás algunas expresiones de sivos para rechazar esta nota de autentono escatológico de la primera carta ticidad de la Segunda Carta a los dieron pie a esta engañosa percepción Tesalonicenses. del mensaje de Pablo. c) Las señales que precederán a la venida del Señor: la apostasía, la maniPRIMERA EPÍSTOLA A festación del «Hombre impío», del «Adversario» y de los prodigios realizados LOS CORINTIOS por influjo de Satanás, son oscuras; su mala interpretación daña la fe (2 4-12). Mientras escribía las cartas a los TePara nosotros resultan también indessalonicenses, Pablo evangelizaba Corincifrables, a pesar de las explicaciones to, desde la primavera del año 50 hasta (fue se han propuesto en la exégesis de finales del verano del 51 (ver Hch 18 1estas cartas. En general alude a situacio- 18). Logró constituir allí una floreciente nes de persecución y a las limitaciones comunidad, integrada sobre todo por que encontraban las primeras comuni- gente sencilla y trabajadora, abundante

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en una ciudad comercial y portuaria. Pero Corinto era una gran ciudad, importante foco de la cultura griega, donde chocaban corrientes muy diversas de pensamiento y religión, con un relajamiento de costumbres que la hacían tristemente célebre. El contacto de la tierna fe cristiana con aquella capital del paganismo tenía que plantear a los neófitos muchos problemas delicados. Y el Apóstol trata de resolverlos en las dos cartas que les dirige. La génesis de estas dos cartas, a pesar de algunos puntos dudosos, es bastante clara. Se ha perdido una primera carta «precanónica» (1 Co 5 9-13), de fecha dudosa. Más tarde, durante la estancia en Éfeso algo más de dos años (5254), algunos problemas planteados por una delegación de los corintios (1 Co 16 17), más otras informaciones recibidas por medio de Apolo (1 Co 16 12; ver Hch 18 27s), y «los de Cloe» (1 Co 1 11) impulsaron a Pablo a escribir una nueva carta, que es nuestra Primera a los corintios, alrededor de la Pascua del 54 (1 Co 5 7s; 16 5-9). La Primera a los corintios es un escrito de circunstancias. El tratamiento de los diversos temas, planteados al Apóstol, es una pauta para señalar la división del escrito. En la resolución de los temas se intercalan algunos datos interesantes sobre la vida de esta comunidad y sobre la vida del Apóstol.

guras evangelizadoras de Corinto: Apolo, Cefas, Pablo... Pablo rechaza tales agrupaciones. La raíz de estas formaciones partidarias está en la inmadurez de su fe que se apoya en la sabiduría o ideología humana. Pretenden dirigirse por la sabiduría de los evangelizadores más que por la acción del Espíritu, tal como se lo expuso Pablo en su evangelización. Es una situación infantil. El remedio consiste en comprender que todos los creyentes están al servicio del proyecto de Dios como colaboradores. Y en este sentido todos los creyentes de la comunidad son templos de Dios, miembros de Cristo. Es decir, son el rostro de Cristo en su ciudad de Corinto. Esta idea le sirve a Pablo para desarrollar, en una digresión, su pensamiento sobre el ministerio apostólico. Los evangelizadores son ministros, servidores; y cada uno de ellos ha actuado según la misión recibida. Los corintios no deben alinearse en torno a líderes humanos; «todo es de ustedes; y ustedes de Cristo, y Cristo de Dios» (3 21).

b) Un caso de incesto (5 1-13). Un cristiano se ha casado con su madrastra. Es algo muy mal visto por las leyes sociales. Tal impureza debe ser eliminada de la comunidad, ya que ésta debe aparecer ante la sociedad como el Cuerpo de Cristo y el templo del Espíritu Santo. La proximidad de la Pascua exige, además, que la comunidad sea de verdad masa nueva, habiendo eliminado la vieja levadura. Esta directriz se dirige a 1. Saludo y acción de gracias (l 1-9) los cristianos. Pablo no quiere enjuiciar Desde el principio Pablo intenta gala conducta de los no cristianos. narse la benevolencia de los corintios, c) Recurso a los tribunales pagaponiendo de relieve la elección divina de nos (6 1-11). Los creyentes tienen sufique participan. Así se han convertido en ciente capacidad para solucionar los «santos», aceptos a Dios. Y así también, conflictos que surjan entre ellos. El funviviendo su fe, hacen presente en su ciudamento es que la comunidad ha de madad el testimonio de Cristo y la esperannifestarse como signo de la presencia de za en su manifestación salvadora de to- Jesús resucitado en la sociedad, es decir dos los hombres. como signo de un nuevo estilo de vida en el que las diferencias o pleitos entre 2. Problemas de la comunidad ellos se dirimen acudiendo al amor fra(1 10-6 20) ternal. d) La fornicación (6 12-20). En la a) Partidos en la comunidad (1 104 21). Pablo ha recibido información de sociedad corintia los desórdenes de tipo sexual eran uno de sus componentes la existencia de partidos en la comunidad que se alinean bajo alguna de las fi- bien atestiguados por los historiadores.

i n t r o d u c c i ó n a l a s e p í s t o l a s d e san p a b l o Los cristianos deben tener ideas claras sobre algunos de estos desórdenes, en concreto sobre la fornicación. Pablo les da una pauta clara de conducta basándose en su doctrina varias veces reiterada. Los cristianos forman el Cuerpo de Cristo; sus miembros son miembros de este Cuerpo; su cuerpo es templo del Espíritu; no lo pueden entregar a los desórdenes sexuales. Su cuerpo es, ante la sociedad corintia, signo de manifestación del nuevo estilo de vida: «Glorifiquen, por tanto, a Dios en su cuerpo» (6 20).

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ticipa, al comerlas, del culto al dios pagano? Los corintios estaban divididos. Pablo asienta el principio general: los ídolos no son nada, por tanto no contaminan. Se puede comer cuanto se vende en las carnicerías, sin plantearse problemas de conciencia. Pero esta libertad cristiana tanto ante este tema como ante cualquier otra situación de la vida, tiene una limitación: el amor a los demás componentes de la comunidad, que llevará a renunciar, en algunos casos, a los propios derechos, en atención a una conciencia no bien formada de otro hermano, que se puede escandalizar. 3. Consultas de la comunidad c) Sobre el comportamiento en las (7 l-l5 58) asambleas litúrgicas (11 2-14 40). Más que una respuesta a consultas sobre esa) Sobre el matrimonio y la virgitas celebraciones, el escrito de Pablo panidad (7 1-40). No parece que los corintios hicieran a Pablo una consulta sobre rece una corrección de abusos que se esel valor del matrimonio y la virginidad, tán dando en estas asambleas. Son tres: sino sobre unas situaciones concretas de Las mujeres tienen en estas celebraciocada uno de estos dos estados. La res- nes un comportamiento exterior no conpuesta de Pablo da directrices para acla- forme con los usos sociales; las personas rar estas situaciones. Estas situaciones adineradas acuden a las asambleas provistos de buenos y abundantes manjares pueden afectar a la pareja cristiana (111), a una pareja formada por cristiano para ellos, no compartiendo con los que tienen menos en las comidas de fratery pagano (12-16), a las personas no casadas: vírgenes (25-35), novios (36-38), nidad que precedían a las celebraciones eucarísticas; finalmente, se da entre los viudas (39-40). Todas las directrices se cristianos un afán de protagonismo en asientan en un principio general: el inel uso de los carismas; los carismáticos greso en la comunidad cristiana no supone cambio de su situación social: actúan con independencia, con osten«cada cual permanezca en la condición tación, no en función del servicio a la en que fue llamado» (7 24). En estas di- comunidad. Para responder a estas consultas y corregir los abusos, Pablo acude rectrices distingue entre lo que es opinión suya y lo que es precepto del Señor: a un principio general: Las asambleas litúrgicas de la comunidad son manifesrenunciar al matrimonio por el ministación de la comunión de todos y signo terio apostólico, es bueno; así lo ha hecho él. Es un consejo propio de Pablo. de esta misma comunión ante los no creyentes, de ahí que el comportamiento. En cambio la fidelidad matrimonial es de todos los de la comunidad debe sigun precepto del Señor. nificarla y atenerse a las normas sociab) Sobre lo inmolado a los ídolos les. La comunidad unida en el amor for(8 7-11 1). A algunos cristianos de Coma el Cuerpo de Cristo. Por tanto todo rinto se les presentaba un problema de lo que redunda en desprecio de los deconciencia cuando acudían a comprar más, rompe la comunión y la asamblea carne en la tienda o eran invitados por ya no es ni para ellos ni para los no crisalgún amigo pagano. Lo inmolado a los tianos signo del Cuerpo de Cristo. ídolos era la carne de los animales sacrificados en los templos paganos. La Estas asambleas tenían su punto parte del animal que no se utilizaba en culminante en la Eucaristía: comer el los banquetes sagrados, se vendía en las cuerpo y beber la sangre del Señor. Pablo carnicerías o se consumía en el templo. recuerda la institución de este signo por ¿Se pueden comer estas carnes? ¿Se par- Jesús, y transmitido fielmente por los

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apóstoles, de los que él lo ha recibido. Es el núcleo de la comunidad cristiana (11 23-27). De este principio deduce las normas sobre el uso de los carismas en la comunidad: Deben ser manifestaciones de la comunión. Los carismas son dones del Espíritu al servicio de la comunidad; no para provecho personal. Su ejercicio ha de ser ordenado, de lo contrario no contribuye a potenciar el signo comunitario (12 1-31). Estas consideraciones le llevan a Pablo a impulsar a los cristianos de Corinto a que se preocupen de verdad por un carisma mejor: el del amor. Un himno al amor cristiano ensalza y describe los valores de la comunidad cristiana (13 1-13). Podemos distinguir en este himno tres estrofas: 1." El amor es superior a cualquier carisma; sin amor, éstos no valen nada, porque no contribuyen a la edificación del cuerpo de Cristo (1-3). 2." El amor debe traducirse en comportamientos concretos (4-7). 3." El amor no acaba nunca. Todas las otras manifestaciones carismáticas son temporales. El amor cristiano es perenne, como la fe y la esperanza. Es decir, como el mismo Dios (8-13). d) Sobre la resurrección de los muertos (15 1-58). En el mundo griego no se aceptaba la resurrección; era tenido como algo grosero (ver Hch 17 32). Es lógico que la enseñanza sobre la resurrección de Jesús y de los muertos ofreciera dificultades de comprensión a algunos cristianos de Corinto y que suscitara serias dudas sobre el hecho en sí y sobre el modo de realizarse. Pablo parte del hecho afirmado y transmitido en el «kerygma» por todos los testigos: Cristo resucitó. El mismo tuvo la experiencia de Cristo resucitado. Si este hecho no fuera verdad, la fe cristiana, la existencia de la comunidad no tendría sentido. Por tanto si Cristo resucitó, es que hay resurrección. La resurrección es la victoria sobre la muerte. En cuanto al modo de resucitar y la naturaleza de los resucitados, Pablo aclara poco. La comparación de la germinación de la semilla ayuda a acercarse a la idea de Pablo. Lo que

sí parece insinuar el Apóstol es (¡tic es el hombre todo, en su ser completo, (¡tiicu resucita. Es el mismo ser humano pero con un cuerpo de naturaleza distinta, como corresponde a un resucitado. Concluye su respuesta a estas dudas con un himno de acción de gracias (54-57) que exalta la resurrección de los muertos, la inmortalidad, como una victoria sobre la muerte, es decir sobre todo lo transitorio, temporal y caduco. 4. Despedida (16 1-24) Está integrada por unas recomendaciones: sobre la colecta, sobre las atenciones a Timoteo, a Apolo, a la familia de Estéfanas; y por la transmisión de saludos entre las comunidades. A propósito de la colecta es interesante subrayar el dato de que la comunidad se reunía «el primer día de la semana», que más tarde cambiará de nombre y será «el día del Señor» o «domingo». SEGUNDA EPÍSTOLA A LOS CORINTIOS Poco tiempo después de escrita la primera epístola, se produjo en Corinto una crisis que obligó a Pablo a visitar la comunidad, visita que tuvo un carácter enojoso. Les prometió volver a visitarles pronto. Pero de hecho no volvió y sustituyó esta anunciada visita por una carta escrita «con muchas lágrimas», de efectos saludables. Este buen resultado lo supo Pablo por Tito en Macedonia y entonces escribió las dos partes de 2 Co, en la primavera y el verano del 55. Esta es la explicación más normal de las incoherencias que se advierten en 2 Co, que tiene dos partes claramente diferenciadas, ya que los cap. 10-13 no pueden ser continuación de 1-9. Es psicológicamente imposible que Pablo pase tan bruscamente de celebrar la reconciliación expuesta en los cap. 1-9 a la amonestación severa y las justificaciones irónicas de los cap. 10-13. Algunos sugieren que esta segunda parte es la carta escrita con lágrimas. Pero lo más probable es que estos capítulos han sido provocados por el deterioro de la sitúa-

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i ion de Corinto, después del envío de los ocasionado muchas tribulaciones (4 7-6 cd¡K 1-9. Hay quienes opinan, incluso, 10). Pero ha valido la pena. Y con las tri(¡iic esta epístola es una recopilación de bulaciones le han venido también éxitos diversas cartas —hasta cinco— remiti- y alegrías. Una serie de antítesis describe das por Pablo a Corinto en circunstan- estas variaciones en su ministerio (6 1cias diversas. 10). A nosotros nos interesa adentrarnos d) Que la verdadera motivación de en el contenido de las enseñanzas de esta su ministerio en Corinto ha sido el amor epístola, atendiendo a los tres temas bá- que les tiene a todos ellos (6 11-1 16). sicos que desarrolla: respuesta a las crí- Abundantes frases de cariño resaltan el ticas sobre su ministerio; organización amor de Pablo a los corintios: «Nuestro de la colecta; y defensa dé su evangeli- corazón está abierto de par en par... les zación. hablo como a hijos... estoy muy orgulloso de ustedes... me alegro de poder con1. Saludo y acción de gracias fl 1-11) fiar totalmente en ustedes». Pablo está atravesando momentos de tribulación, peligros de muerte. Escribe esta carta para compartir estos sufrimientos con sus cristianos de Corinto y poner en práctica la comunión de la fe. Sabiendo, por el contenido de la primera parte de la carta, que les escribe para afrontar una crisis de la comunidad, con este saludo y acción de gracias, que aluden a las dificultades que está encontrando en su ministerio, pretende ganarse la benevolencia de los ánimos de los corintios.

3. Organización de la colecta (8 1-9 15)

Las comunidades de Judea están atravesando una situación angustiosa. Pablo está organizando una colecta en las comunidades de Asia Menor y Grecia para ayudar a estos cristianos palestinenses. Las instrucciones para organizaría en Corinto son claras. En primer lugar les anima a ser generosos, ya que ha sido la misma comunidad de Corinto la que ha tomado la iniciativa en organizar esta ayuda (8 1-15). Avala y recomienda a los 2. Respuesta a las críticas del delegados de esta recaudación (8 16-9 5) ministerio de Pablo en y explícita los motivos en los que debe Corinto fl 12-1 16) fundamentarse esta ayuda entre las igleLas críticas tienen por objeto el ausias: La colecta no es sólo una ayuda matoritarismo de Pablo y su volubilidad en terial; es una gracia, un servicio cultual él cambio de planes en sus viajes evan- que brota de la comunión en la fe y que gelizadores. Pablo se defiende probando: culmina en una acción de gracias de toa) Que su actuación en Corinto ha das las iglesias (9 6-15). sido sincera y sencilla; que ha procedido con buena conciencia f l 12-2 13). La 4. Defensa de su ministerio corrección de algunos desvíos de la coF L O 1-12 21) munidad ha obedecido al deseo de afianLos cristianos de Corinto están danzar la comunión de los creyentes y para do oído a las críticas que algunos evanque la corrección produjera el arrepengelizadores hacen del ministerio de Patimiento y la alegría, no la tristeza. blo. Éste se ve obligado a defenderse. Su b) Que ha ejercido su ministerio con autoridad porque lo ha recibido del mis- defensa tiene los siguientes puntos: a) La misión de evangelizarla ha remo Cristo (2 14-4 6). No es un negocio cibido del Señor FLO 1-11): «Si alguien particular, sino una misión recibida de cree ser de Cristo... también lo somos Dios a la que tiene obligación de responnosotros» FLO 7). der fielmente. La fuerza recibida del Esb) No ha invadido los territorios de píritu es la que le hace actuar con valenotros evangelizadores, sino que se ha tía y libertad. c) Que no le ha sido nada fácil man- mantenido dentro de los límites señalatenerse fiel a su ministerio, pues le ha dos para su ministerio FLO 12-18). No

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ha procedido por ambición, ni se ha glo- gatoriedad de la ley judía. Estas enseriado a costa del trabajo de los demás. ñanzas de los «judaizantes», además de c) Su modo de proceder en Corinto alterar los ánimos de los gálatas, los priha sido ejemplar y procurando no ser vaban de la libertad del Evangelio, que una carga para nadie (11 1-13). No es Pablo había enseñado. menos evangelizador el que desempeña su ministerio gratuitamente, sin exigir 1. Saludo y advertencia (1 1-10) ningún beneficio material a cambio. El tono de las primeras frases introMás todavía, Pablo ve en este modo de evangelizar una gloria que nadie le arre- ductorias de la epístola es serio. No contiene, como otras epístolas, una acción batará (11 10). No deben compararle con la actuación de otros evangelizado- de gracias, sino una dura advertencia que pone de relieve la preocupación de res, que califica de «falsos apóstoles». Pablo por las ideas que les han transd) Su ministerio está avalado por mitido los «judaizantes». Es «otro evanexperiencias personales que ha tenido del Señor: revelaciones y visiones (11 gelio» distinto del que él les anunció. 76-12 10). e) Finalmente deben comprender los 2. Credenciales de Pablo evangelizador (1 72-2 14) corintios que la conducta mantenida por Pablo es también un complemento de la Como los judaizantes ponían en evangelización: palabras y obras (12 77- duda la predicación de Pablo, éste debe 21): «Las características del apóstol se poner en claro la autenticidad de su mivieron cumplidas entre ustedes: paciencia nisterio: perfecta en los sufrimientos, signos, proa) Porque recibió el llamamiento de digios y milagros» (12 12). Dios, y el envío misionero le viene de Jesucristo, para anunciat+el evangelio a 5. Conclusión y despedida (13 1-13) los gentiles. No lo recibió ni lo aprendió Este capítulo resume algunos puntos de hombre alguno. b) Porque esta misión fue refrendade la segunda parte de la carta, particularmente las ideas expuestas sobre su da por las comunidades de Judea, por los responsables y, más en concreto, por ministerio, que es manifestación de la fuerza de Dios para lograr que estos cris- la comunidad de Jerusalén y sus «notables», Santiago, CefasyJuan (2 1-10). tianos lleguen a la perfección. El saludo c) Porque esta cuestión de la obligaes el habitual de las cartas paulinas: extoriedad de las leyes y costumbres judías hortación a la paz, a la comunión, a la alegría. Y el saludo para todos, que se ex- para los cristianos no judíos ya quedó terioriza en el beso santo, signo de la co- zanjada en la discusión que tuvo en Antioquía con el mismo Pedro (2 11-14). munión fraterna. EPÍSTOLA A LOS GÁLATAS Pablo dirige esta epístola a las comunidades de la región «gálata», evangelizada por Pablo en su segundo y tercer viaje (ver Hch 16 6; 18 23) desde Éfeso o Macedonia, entre el 54 y el 55. La epístola está provocada por una situación concreta surgida en estas comunidades: Unos cristianos procedentes de la comunidad de Jerusalén, o de su entorno, pretendían que todos los creyentes, de cualquier región, tenían que aceptar, como condición previa, la obli-

3. El evangelio predicado por Pablo es evangelio de libertad (2 15-A 31) Expone claramente el tema de su reflexión: «el hombre no se justifica por las obras de la ley sino por la fe en Jesucristo» (2 16). Y aduce luego las siguientes pruebas: a) Experiencia de los propios gálatas (3 1-5). Han recibido el Espíritu no por cumplir la ley, que no conocían, sino por la fe en la predicación. b) La Escritura lo prueba también (3 6-14); primero con la promesa hecha a Abrahán, cuando todavía no existía la ley, de bendecir a todas las naciones y no

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s< >/< > En cuanto a ellos, si no se obstinan en la incredulidad, serán injertados; que poderoso es Dios para injertarlos de nuevo.2-4 Porque si tú fuiste cortado del olivo silvestre que eras por naturaleza, para ser injertado contra tu natural en un olivo cultivado, ¡con cuánta más razón ellos, según su naturaleza, serán injertados en su propio olivo!

impiedades. será mi alianza con ellos, cuando haya borrado sus pecados. 28 En cuanto al Evangelio, son ene migos para bien de ustedes; pero en cuanto a la elección*, amados en alen ción a sus padres. 29 Que los dones y la vocación de Dios son irrevocables. 10 En efecto, así como ustedes fueron en otro tiempo rebeldes contra Dios, mas al presente han conseguido mise ricordia a causa de su rebeldía, " así también, ellos al presente se han rebelado con ocasión de la misericordia otorgada a ustedes, a fin de que tam bién ellos consigan ahora misericordia. 32 Pues Dios encerró a lodos los hom bres en la rebeldía para usar con todos ellos de misericordia.

La conversión de Israel.

¡Oh abismo de riqueza, de sabiduría y de ciencia el de Dios! ¡Cuán insondables son sus designios e inescrutables sus caminos! ^ En efecto, ¿quién conoció el pensamiento de Señor? O ¿quién fue su consejero? O ¿quien le dio primero que tenga derech» a la recompensa*? Porque de él, por él v para él son todas las cosas. ¡A él la gloria por los siglos! Amén.

^ Pues no quiero que ignoren, hermanos, este misterio, no sea que presuman de sabios: el endurecimiento parcial que sobrevino a Israel durará hasta que entre la totalidad de los gentiles*, 2(1 y así, todo Israel será salvo, como dice la Escritura*: Vendrá de Sión el Libertador; alejará de Jacob las

27 Y ésta

Himno conclusivo.

La respuesta de los creyentes El culto espiritual. I ^ 1 Los exhorto, pues, hermanos, X por la misericordia de Dios, a que se ofrezcan a ustedes mismos como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios: tal será su culto espiritual*. 2 Y no se acomoden al mundo presente, antes bien transfórmense mediante la renovación de su mente, de forma que puedan distinguir cuál es II 25 Pablo siempre considera las colectividades: el bloque del mundo judío y el conjunto del mundo pagano. Ver Pr 3 7. 11 26 Citas de Is 59 20-21 y 27 9. 11 28 Evangelio y elección: las dos grandes etapas de la historia de la salvación: después v antes de Cristo. 11 34 Citas de Is 40 13.28. 12 1 Pablo, con la expresión culto espiritual, quiere decir que la ofrenda de sí mismo es ver-

la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto*. Humildad y caridad en la Comunidad. 3 En virtud de la gracia que me fue dada, les digo a todos ustedes: No se estimen en más de lo que conviene; tengan más bien una sobria estima se gún la medida de la fe* que otorgó I )ios a cada cual. 4 Pues, así como nuestro

dadera y que responde adecuadamente al don de Dios descrito en los capítulos I - 11. 12 2 La existencia del cristiano en el nii iiuli» implica, gracias a la fe y al bautismo, una ir novación de la inteligencia y de las deelsimie'. según la voluntad de Dios, 7 6; 8 14; 14 18; Hp 1 10. 12 3 La fe difiere de los dones esplrltuale-. distribuidos por Dios a los miembros de lu mi munidad cristiana para la vida de la Iglesia.

i lo

epístola a los romanos

cuerpo, en su unidad, posee muchos miembros, y no desempeñan todos los miembros la misma función, 5 así también nosotros, siendo muchos, no formamos más que un solo cuerpo en Cristo, siendo los unos para los otros, miembros--. 6 Pero teniendo dones diferentes, según la gracia que nos ha sido dada, si es el don de profecía, ejerzámoslo en la medida de nuestra fe;7 si es el ministerio, en el ministerio; la enseñanza, enseñando; 8 la exhortación, exhortando. El que da, con sencillez; el que preside, con solicitud; el que ejerce la misericordia, con jovialidad. 9 Su caridad sea sinfingimiento;detestando el mal, adhiriéndose al bien; 10 amándose cordialmente los unos a los otros; estimando en más cada uno a los otros; 11 con un celo sin negligencia; con espíritu fervoroso; sirviendo al Señor; 12 con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración; 13 compartiendo las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. Caridad con todos los hombres, aunque sean enemigos.

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enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; haciéndolo así, amontonarás ascuas sobre su cabeza* 21 No te dejes vencer por el mal, antes bien vence al mal con el bien. Sumisión a las autoridades civiles*. Mt 22 16-2lp; 1 Tm 2 1-2; Tt 3 1; 1 P 2 13-15. 1 O 1 Sométanse todos a las autoriJ. 3 dades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas. 2 De modo que, quien se opone a la autoridad, se resiste al orden divino, y los que resisten se atraerán sobre sí mismos la condenación. 3 En efecto, los magistrados no son de temer cuando se obra el bien, sino cuando se obra el mal. ¿Quieres no temer la autoridad? Obra el bien, y obtendrás de ella elogios,4 pues es un servidor de Dios para tu bien. Pero, si obras el mal, teme; pues no en vano lleva espada; pues es un servidor de Dios para hacer justicia y castigar al que obra el mal. 1 Por tanto, es preciso someterse, no sólo por temor al castigo, sino también en conciencia. 6 Por eso precisamente ustedes pagan los impuestos, porque ellos son funcionarios de Dios, ocupados en ese oficio. 7 Den a cada cual lo que se le debe: a quien impuestos, impuestos; a quien tributo, tributo; a quien respeto, respeto; a quien honor, honor.

14 Bendigan a los que los persiguen; bendigan, no maldigan.15 Alégrense con los que se alegran; lloren con los que lloran. 16 Tegan un mismo sentir los unos para con los otros; sin complacerse en la altivez; atraídos más bien por lo humilde; no se complazcan en su propia sabiduría*. 17 Sin devolver a nadie mal por mal; procurando el bien ante todos los La caridad, resumen de la ley. hombres*; 18 en lo posible, y en cuanto Mt 22 34-40; Jn 13 34; Ga 5 14. de ustedes dependa, en paz con todos 8 Con nadie tengan otra deuda que la los hombres; 19 no tomando la justicia por cuenta suya, queridos míos, dejen del mutuo amor. Pues el que ama al lugar a la ira, pues dice la Escritura: Mía prójimo, ha cumplido la ley*.9 En efeces la venganza; vo daré el pago merecido'", to, lo de: No adulterarás, no matarás, dice el Señor. í() Antes al contrario: si tu no robarás, no codiciarás y todos los

12 5 La imagen del cuerpo subraya la mutua dependencia de los cristianos, 1 Co 12 12-t-.27. Cada uno debe ejercitar al servicio de todos los demás los dones que ha recibido 1 P 4 10. 12 16 Ver Pr 3 7. 12 17 Ver Pr 3 4 (LXX). 12 19 Cita de Dt 32 35. 12 20 La imagen, ver Pr 25 21-22, describe los remordimientos que llevarán al pecador

hasta el arrepentimiento; ver Mt 5 39.44-45. 13 Pablo afirma el origen divino del poder que se supone legítimo y ejercido para el bien. Así, la fe penetra la vida civil, Mt 22 16-21. Las persecuciones no harán variar esta actitud, 1 Tm 2 1-2; Tt 3 1; 1 P 2 13-17. Ver Sb 6 3 + . 13 8 El mandamiento nuevo cumple la ley bajo el impulso del Espíritu, 3 31; 8 4-9 + ; 1 Co 13 1+; Ga 5 14; Col 3 14; Jn 13 34 + .

1 ,'h

epístola a l o s romanos

demás preceptos, se resumen en esta fórmula: Amarás a tu prójimo como a ti mismo* 10 La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud. El cristiano, hijo de la luz. 1 Ts 5 4-8; I Co 7 26.29-31; Col 4 5; Ef 5 8-16. II Tengan en cuenta el momento'" en que viven. Porque es ya hora de levantarse del sueño; que la salvación está más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. 12 La noche está avanzada. El día se avecina. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz. 13 Como en pleno día, procedamos con decoro: nada de comilonas y borracheras; nada de lujurias y desenfrenos; nada de rivalidades y envidias. N Revístanse más bien del Señor Jesucristo y no se preocupen de la carne para satisfacer sus concupiscencias.

Caridad con los «débiles»*. 1 Co 8; 10 14-33. 1 Acojan al que es débil en la fe, sin discutir sus opiniones.2 Uno cree poder comer de todo, mientras el débil no come más que verduras. 3 El que come, no desprecie al que no come; y el que no come, tampoco juzgue al que come, pues Dios lo ha acogido. 4 ¿Quién eres tú para juzgar al criado ajeno? Que se mantenga en pie o caiga sólo interesa a su amo; pero quedará en pie, pues poderoso es el Señor para sostenerlo. 5 Éste da preferencia a un día sobre otro; aquél los considera todos iguales. ¡Aténgase cada cual a sus convicciones! 6 El que se preocupa por

13 9 Citas de Ex 20 13-17 y Lv 19 18+. El prójimo no es solamente el hermano de raza, Lv 19 18 + , sino todo hombre, Mt 25 40-45; Le 10 29-37; Ga 3 28, incluso el enemigo, 12 1721; Mt 5 43-45. 13 11 Desde que resucitó Cristo estamos ya en los últimos tiempos, Ga 4 4; Hb 1 2. El cristiano, hijo del día, 1 Ts 5 5, ha entrado ya en el reino de Dios y de su Hijo, Hch 26 18; Col 1 13, v esto rige toda su'conducta, Mi 25 + ; Ef 5 8-16; 1 Ts 5 4-8.

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los días, lo hace por el Señor; el que come, lo hace por el Señor, pues da gracias a Dios; y el que no come, lo hace por el Señor, y da gracias a Dios. 7 Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo; como tampoco muere nadie para sí mismo.8 Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ya vivamos, ya muramos, del Señor somos. 9 Porque Cristo murió y volvió a la vida para eso, para ser Señor de muertos y vivos. 10 Pero tú ¿por qué juzgas a tu hermano? Y tú ¿por qué desprecias a tu hermano? En efecto, todos hemos de comparecer ante el tribunal de Dios, 11 pues dice la Escritura: ¡Por mi vida!, dice el Señor, que toda rodilla se doblará ante mí, y toda lengua bendecirá a Dios". 12 Así pues, cada uno de ustedes dará cuenta de sí mismo a Dios. 13 Dejemos, por tanto, de juzgarnos los unos a los otros; juzgen más bien que no se debe poner tropiezo o escándalo al hermano. 14 Bien sé, y estoy persuadido de ello en ej Señor Jesús, que nada hay de suyo impuro; a no ser para el que juzga que algo es impuro, para ése sí lo hay. 15 Ahora bien, si por un alimento tu hermano se entristece, tú no procedes ya según la caridad. ¡Que por tu comida no destruyas a aquel por quien murió Cristo! 16 Por tanto, no expongan a la maledicencia su privilegio. 17 Que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. 18 Pues quien así sirve a Cristo, se hace grato a Dios y aprobado por los hombres. 19 Procuremos, por tanto, lo que fomente la paz y la mutua edificación. 2(1 No vayas a destruir la obra de Dios por un alimento. Todo es puro, ciertamente, pero es malo comer dando escándalo.21 Lo bue14 Algunos cristianos insuficientemente ilustrados se obligan a ciertas abstinencias de origen judío o pagano. Pablo da una norma general, ver 1 Co 8 7-13; 10 14-33. Cada uno obrará por el Señor según su conciencia, 2 14+, y tanto los fuertes como los débiles tendrán el amor suficiente para respetarse mutuamente en vez de juzgarse, Mi 7 1, y de Entonces, ¿qué hacer? Oraré con el espíritu, pero oraré también con la mente. Cantaré salmos con el espíritu, pero también los cantaré con la mente. 16 Porque, si no bendices más que con el espíritu, ¿cómo dirá «amén» a tu acción de gracias el que ocupa el lugar del simple fiel, pues no sabe lo que dices? ¡Cierto!, tu acción de gracias es excelente;

2 Co 5 14; Jn 13 1.34+, y también en el Espíritu, Rm 5 5 + . Es, pues, la prueba del amor de Dios, 1 Jn 3 17. Exige la entrega de sí mismo, el servicio, la ayuda, Rm 12 9-10; Ga 5 13; Ef 4 2. Este amor, objeto del mandamiento supremo, unido al del amor de Dios, Mt 22 39p; Rm 13 8 + , se prueba por el cumplimiento de los mandamientos, Jn 14 15; 1 Jn 3 18s, resumen de toda perfección, Ga 5 6; Col 3 14, y se expansionará en la visión y posesión de los

bienes eternos, w . 8.12; ver 1 Co 2 9. 13 13 El grupo de las tres virtudes que llamamos teologales aparece en Pablo desde 1 Ts 1 3 y se repite a menudo en sus epístolas en un orden variable. 14 Se pasa del amor a los otros dones. De hecho la comparación se establece solamente entre la profecía y el don de lenguas. Pablo prefiere la primera que edifica la asamblea vv. 3-4.

Jerarquía de los carismas en razón de la utilidad común*.

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edificación. 27 Si se habla en lenguas, pero el otro no se edifica. Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas que hablen dos, o a lo más, tres, y por más que todos ustedes; 19 pero en la turno; y que haya un intérprete. 28 Si asamblea, prefiero decir cinco palabras no hay quien interprete, guárdese sicon sentido, para instruir a los demás, lencio en la asamblea; hable cada cual consigo mismo y con Dios.29 En cuanque diez mil en lenguas. 20 Hermanos, no sean niños en mentato a los profetas, hablen dos o tres, y lidad. Sean niños en malicia, pero hom- los demás juzguen.30 Si algún otro que bres maduros en mentalidad.21 Está es- está sentado tiene una revelación, cácrito en la Ley: Por hombres de lenguas llese el primero. 31 Pueden profetizar extrañas y por boca de extraños hablaré todos ustedes por tumo para que todos yo a este pueblo, y ni así me escucharán, aprendan y sean exhortados. Pero los espíritus de los profetas están sometidice el Señor'. 22 Así pues, las lenguas sirven de signo, no para los creyentes, dos a los profetas,33 pues Dios no es un sino para los infieles; en cambio la pro- Dios de confusión, sino de paz. fecía, no para los infieles, sino para los Como en todas las Iglesias de los creyentes. 23 Por ejemplo, si se reúne santos, 34 las mujeres cállense en las toda la asamblea y todos hablan en len- asambleas; que no les está permitido guas y entran en ella simplesfieleso in- tomar la palabra*; antes bien, estén sufieles, ¿no dirán que están locos? 24 Por misas como también la Ley lo dice. el contrario, si todos profetizan y entra 35 Si quieren aprender algo, pregúntenun infiel o un simple fiel, será conven- lo a sus propios maridos en casa; pues cido por todos, juzgado por todos.2S Los es indecoroso que la mujer hable en la secretos de su corazón quedarán al desasamblea. 36 ¿Acaso ha salido de ustecubierto y, postrado rostro en tierra, des la palabra de Dios? O ¿solamente a adorará a Dios confesando: Dios está ustedes ha llegado? 37 Si alguien se cree verdaderamente entre ustedes*. profeta o inspirado por el Espíritu, reconozca en lo que les escribo un manLos carismas. Reglas prácticas. dato del Señor.38 Si no lo conoce, tampoco él es reconocido*. 26 ¿Qué concluir, hermanos? Cuando 39 Por tanto, hermanos, aspiren al se reúnen, cada cual puede tener un don de la profecía, y no estorben que salmo, una instrucción, una revelación, un discurso en lenguas, una in- se hable en lenguas. 4U Pero hágase lodo con decoro y orden. terpretación; pero que todo sea para 18

III.

La resurrección de los muertos*

El hecho de la resurrección. •| C 1 Les hago saber, hermanos, el JL O Evangelio que les prediqué, que han recibido y en el cual permanecen firmes, 2 por el cual también són sal14 21 Cita libre de Is 28 11-12. 14 25 Ver Is 45 14; Za 8 23. 14 34 Los w . 34-35 pueden ser una interpolación pospaulina. Estas órdenes reflejan la mentalidad de 1 Tm 2 11-14, y probablemente proceden de la misma situación eclesial. 14 38 Desconocido por Dios, que no lo reconoce como suyo. 15 Pablo se ha informado, 15 12, de que algunos negaban la resurrección. Para los grie-

vados, si lo guardan tal como se lo prediqué... Si no, ¡habrían creído en vano! 3 Porque les transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; 4 que fue sepultado, y que gos, en efecto, Hch 17 32 + , era una concepción grosera ofensiva para el alma inmortal ver Sb 3 4+. Pero los judíos la habían descubierto poco a poco y la enseñaban, Sal 16 11+; Jb 19 25 + ; Ez 37 10+; 2 M 7 9 + . Pablo une su testimonio al de los apóstoles para establecer, w . 1-11, el hecho de que Cristo ha resucitado. Tal es el contenido central de la predicación y de la fe, w . 11.14 ; Rm 14+; etc.

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resucitó al tercer día, según las Escrituras; 5 que se apareció a Cefas y luego a los Doce;6 después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales todavía la mayor parte viven y otros murieron. 7 Luego se apareció a Santiago; más tarde, a todos los apóstoles. 8 Y en último término se me apareció también a mí, que soy como un aborto*. 9 Pues yo soy el último de los apóstoles: indigno del nombre de apóstol, por haber perseguido a la Iglesia de Dios. 10 Mas, por la gracia de Dios, soy lo que soy; y la gracia de Dios no ha sido estéril en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. 11 Pues bien, tanto ellos como yo, esto es lo que predicamos; esto es lo que han creido. 12 Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos ¿cómo andan diciendo algunos de ustedes que no hay resurrección de los muertos*? 13 Si no hay resurrección de los muertos, tampoco Cristo resucitó. 14 Y si no resucitó Cristo, vacía es nuestra predicación, vacía también su fe. 15 Y quedamos como testigos falsos de Dios porque hemos atestiguado contra Dios que resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si es que los muertos no resucitan. 16 Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó. 17 Y si Cristo no resucitó, su fe es vana: están todavía en sus pecados. 18 Por tanto, también los que durmieron en Cristo perecieron. 19 Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en Cristo, ¡somos los hombres más dignos de compasión! 20 ¡Pero no! Cristo resucitó de entre los muertos como primicia de los que murieron. 21 Porque, habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección de los muertos. 22 Pues del mismo modo que por Adán mueren

todos, así también todos revivirán en Cristo. 23 Pero cada cual en su rango: Cristo como primicia; luego los de Cristo en su venida*. 24 Luego, el fin, cuando entregue a Dios Padre el Reino, después de haber destruido todo principado, dominación y potestad. 25 Porque él debe reinar hasta que ponga a todos sus enemigos bajo sus pies. 26 El último enemigo en ser destruido será la Muerte. 27 Porque ha sometido todas las cosas bajo sus pies*. Mas cuando dice que «todo está sometido», es evidente que se excluye a Aquel que ha sometido a él todas las cosas. 28 Cuando1 hayan sido sometidas a él todas las cosas, entonces también el Hijo se someterá a Aquel que ha sometido a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos. 29 De no ser así ¿qué harán los que se bautizan por los muertos? Si los muertos no resucitan en manera alguna ¿por qué bautizarse por ellos? 30 Y nosotros mismos ¿por qué nos ponemos en peligro a todas horas? 31 Cada día estoy a la muerte. ¡Sí, hermanos! Como que ustedes son mi orgullo, en Cristo Jesús Señor nuestro, cada día estoy en peligro de muerte. 32 Si por motivos humanos luché en Éfeso contra las bestias ¿qué provecho saqué? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos*.33 No se engañen: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.» 34 Entren en razón, como conviene, y no pequen; que hay entre ustedes quienes desconocen a Dios. Para vergüenza suya lo digo.

15 8 Ni esta lista de las apariciones de Jesús resucitado, ni las de los evangelistas se dan como exhaustivas, ver Mt 28 10+. 15 12 La fe en la resurrección de Cristo y la realidad de la vida cristiana implican la fe en la resurrección de los muertos; ver Mt 22 23p; Hch 2 32; 4 2; 26 8.23.

15 23 La palabra griega parusía, así traducida, designa la venida gloriosa de Cristo en su Día, 1 8+ , al fin de los tiempos, Mt 24 3 + . En otros lugares Pablo habla de Revelación, 17+, o de Manifestación, 1 Tm 6 14 + . Ver Flp 4 5 + . 15 27 Cita Sal 110 1; 8 7. 15 32 Cita deis 22 13.

El modo de la resurrección. 35 Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo vuelven a la vida? 36 ¡Necio! Lo que tú siembras no recobra vida si no muere.37 Y lo que tú siembras no es el cuerpo que va a brotar, sino un simple grano, de trigo

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por ejemplo o de alguna otra planta. 38 Y Dios le da un cuerpo a su voluntad: a cada semilla su cuerpo. 39 No toda carne es igual, sino que una es la carne de los hombres, otra la de los animales, otra la de las aves, otra la de los peces.40 Hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres; pero uno es el resplandor de los cuerpos celestes y otro el de los cuerpos terrestres. 41 Uno es el resplandor del sol, otro el de la luna, otro el de las estrellas. Y una estrella difiere de otra en resplandor.42 Así también en la resurrección de los muertos: se siembra corrupción, resucita incorrupción; 43 se siembra vileza, resucita gloria; se siembra debilidad, resucita fortaleza; 44 se siembra un cuerpo animal, resucita un cuerpo espiritual". Pues si hay un cuerpo animal, hay también un cuerpo espiritual.45 En efecto, así es como dice la Escritura: Fue hecho el primer hombre, Adán, alma viviente*; el último Adán, espíritu que da vida. 46 Mas no es lo espiritual lo que primero aparece, sino lo animal; luego, lo espiritual.47 El primer hombre, salido de la tierra, es terrestre; el segundo, viene del cielo. 48 Como el hombre terrestre, así son los hombres terrestres; como el celeste, así serán los celestes. 49 Y del mismo modo que hemos llevado la imagen del hombre terrestre, llevaremos también la imagen del celeste.

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Les digo esto, hermanos: La carne y la sangre no pueden heredar el Reino de Dios, ni la corrupción heredar la incorrupción. 31 ¡Miren! Les revelo un misterio: No moriremos todos, mas todos seremos transformados.32 En un instante, en un pestañear de ojos, al toque de la trompeta final*, pues sonará la trompeta, los muertos resucitarán incorruptibles y nosotros seremos transformados. 33 En efecto, es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad. 30

Himno triunfal y conclusión. 34 Y cuando este ser corruptible se revista de incorruptibilidad y este ser mortal se revista de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que está escrito: La muerte ha sido devorada por la victoria. 33 ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón*? 36 El aguijón de la muerte es el pecado; y la fuerza del pecado, la Ley. 37 Pero ¡gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo! 38 Así pues, hermanos míos amados, manténganse firmes, inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo no es vano en el Señor.

Conclusión Recomendaciones. Saludo final. En cuanto a la colecta en favor de los santos*, hagan también 1

15 44 Un cuerpo espiritual, es un cuerpo liberado de las condiciones de la vida animal (psíquica, 2 14), especialmente de la corrupción. Algunos judíos se imaginaban la resurrección de una manera demasiado grosera, Mt 22 29-30p. Nuestro cuerpo espiritual será semejante al de Jesucristo resucitado, nuevo Adán de la humanidad regenerada, w . 21-22; Rm 5 12 + ; 6 4 + ; Flp 3 20-21. 15 45 Cita de Gn 2 7; ver Gn 1 20. 15 52 Desde el Sinaí, Ex 19 16.19, la trompeta forma parte de la imaginería que acompañaba a las manifestaciones divinas, Mt 24

ustedes tal como mandé a las Iglesias de Galacia. 2 Los primeros días de la semana, cada uno de ustedes deposite lo que haya podido ahorrar, de modo 31; 1 Ts 4 16+. 15 55 Citas de Is 25 8; Os 13 14. La predicación de la cruz, 1-2, y de la resurrección, 15, terminan con un grito de victoria y de acción de gracias, v. 57. 16 1 Los cristianos de Jerusalén, Hch 9 13 + , se vieron pronto en necesidad, Hch 11 29-30. Pablo se ocupó sin cesar de una colecta en su favor, viendo en ella un lazo de unidad entre la Iglesia madre, salida del judaismo, y las comunidades por él fundadas en territorio gentil, Hch 24 17; Rm 15 25-28.31; 2 Co 8-9; Ga 2 10.

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que no se hagan las colectas precisamente cuando llegue yo. 3 Cuando me halle ahí, enviaré con cartas a los que hayan considerado dignos, para que lleven a Jerusalén su liberalidad. 4 Y si conviene que vaya también yo, irán conmigo. 5 Iré a donde ustedes después de haber atravesado Macedonia; pues por Macedonia pasaré. 6 Tal vez me detenga entre ustedes, hasta pase ahí el invierno, para que ustedes dispongan lo necesario para donde vaya. 7 Pues no quiero ahora verlos sólo de paso; espero estar algún tiempo entre ustedes, si así lo permite el Señor. 8 De todos modos, seguiré en Éfeso hasta Pentecostés; 9 porque se me ha abierto una puerta grande y prometedora, y los enemigos son muchos. 10 Si llega Timoteo, procuren que esté sin temor entre ustedes, pues trabaja como yo en la obra del Señor. 11 Que nadie lo menosprecie. Despídanlo en paz para que vuelva a mí, que lo espero con los hermanos. 12 En cuanto a nuestro hermano Apolo, le he insistido mucho para que vaya a ustedes con los hermanos; pero no tiene in-

tención alguna de ir ahora*. Irá cuando tenga oportunidad. 13 Velen, manténganse firmes en la fe, sean hombres, sean fuertes. 14 Háganlo todo con amor. 15 Les hago una recomendación, hermanos. Saben que la familia de Estéfanas son las primicias de Acaya y se entregaron al servicio de los santos. 16 También ustedes muéstrense deferentes con ellos y con quienes con ellos trabajan y se afanan. Estoy lleno de alegría por la visita de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, que han suplido su ausencia. 18 Ellos han tranquilizado mi espíritu y el de ustedes. Sepan apreciar a tales personas. 19 Las Iglesias de Asia Igs saludan. Les envían muchos saludos en el Señor Áquila y Prisca, junto con la Iglesia que se reúne en su casa. 20 Los saludan todos los hermanos. Salúdense los unos a los otros con el beso santo. 21 El saludo va de mi mano*, Pablo. 22 El que no ame al Señor, ¡sea maldito! «Maran atha*.» , 23 ¡La gracia del Señor Jesús sea con ustedes! 24 Los amo a todos en Cristo Jesús.

16 12 Quizás Apolo no quiere envalentonar con su presencia al partido que se había formado en torno a su nombre, 1 12; 3 4-6; 4 6. 16 21 Como Pablo se servía de secretarios para escribir sus epístolas, Rm 16 22, él las debía autenticar con algunas palabras de su

puño y letra; Ga 6 11; Flm 19; Col 4 18. 16 22 Maran atha, palabras arameas que se habían introducido en el lenguaje litúrgico y significan: El Señor viene. Puede también leerse Maraña tha : ¡Señor, ven!, Ap 22 20. Ver Flp 4 5 + ; St 5 8; 1 P 4 7.

S E G U N D A EPÍSTOLA A LOS C O R I N T I O S Preámbulo Destinatarios. Saludo. Acción de gracias.

I

1 Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y Timoteo, el hermano, a la Iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya;2 a ustedes gracia y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor Jesucristo. 3 ¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, 4 que nos consuela en toda tribulación nuestra para poder nosotros consolar a los que están en toda tribulación, mediante el consuelo con que nosotros somos consolados por Dios! 3 Pues, así como abundan en nosotros los sufrimientos de Cristo, igualmente abunda también por Cristo nuestra consolación. 6 Si somos atribulados, lo somos para consuelo y salvación de ustedes; si somos consolados, lo somos para el consuelo de ustedes, que les hace so-

I.

portar con paciencia los mismos sufrimientos que también nosotros soportamos. 7 Es firme nuestra esperanza respecto de ustedes; pues sabemos que, como son solidarios con nosotros en los sufrimientos, así lo serán también en la consolación*. 8 Pues no queremos que lo ignoren, hermanos: la tribulación sufrida en Asia nos abrumó hasta el extremo, por encima de nuestras fuerzas, que perdimos la esperanza de conservar la vida. 9 Pues hemos tenido sobre nosotros mismos la sentencia de muerte, para que no pongamos nuestra confianza en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos. 10 Él nos libró de tan mortal peligro, y nos librará; en él esperamos que nos seguirá librando, 1' si colaboran también ustedes con la oración en favor nuestro, para que la gracia obtenida por intervención de muchos sea por muchos agradecida en nuestro nombre.

Más sobre los anteriores incidentes

Por qué cambió Pablo el plan de su viaje. 12 El motivo de nuestro orgullo es el testimonio de nuestra conciencia, de que nos hemos conducido en el mundo, y sobre todo respecto de ustedes, con la sencillez y sinceridad que vienen de Dios, y no con la sabiduría carnal, sino con la gracia de Dios. 13 Pues no les escribimos otra cosa que lo que leen y comprenden, y espero comprenderán plenamente, 14 como ya nos han comprendido en parte, que somos nosotros el motivo de su orgullo, lo mismo que ustedes serán el nuestro en el día de nuestro Señor Jesús.

1 7 Toda la epístola va a ocuparse de la antinomia de la que Pablo tiene experiencia en su vida de apóstol, entre la fuerza de Dios y la debilidad de su enviado, 4 7 + ; 6 4; etc. 1 17 Pablo ha modificado sus proyectos;

13 Con este convencimiento quería yo ir primero a ustedes a fin de procurarles una segunda gracia, 16 y pasando por ustedes ir a Macedonia y volver nuevamente de Macedonia adonde ustedes, y ser encaminado por ustedes hacia Judea. 17 Al proponerme esto, ¿obré con ligereza? O ¿se inspiraban mis proyectos en la carne, de forma que se daban en mí el sí y el no*? ¡Por la fidelidad de Dios!, que la palabra que les dirigimos no es sí y no. 19 Porque el Hijo de Dios, Cristo Jesús, a quien les predicamos Silvano, Timoteo y yo, no fue sí y no: en él no hubo más que sí. 20 Pues todas las promesas hechas por Dios han tenido su sí en él; y por eso

pero no por versatilidad. Cumple la palabra porque se apoya en la fidelidad de Dios y de Cristo. Gn 24 27+; Sal 25 10 + ; Rm 3 3-4; 1 Co 1 9; ver Mt 5 37; St 5 12; Ap 3 14.

271

s e g u n d a e p í s t o l a a l o s c o r i n t i o s519

decimos por él «Amén» a la gloria de Dios.21 Es Dios el que nos conforta juntamente con ustedes en Cristo y el que nos ungió, 22 y el que nos marcó con su sello* y nos dio en prenda el Espíritu en nuestros corazones. 23 ¡Por mi vida!, testigo me es Dios de que, si todavía no he ido a Corinto, ha sido por miramiento a ustedes.24 No es que pretendamos dominar sobre su fe, sino que contribuimos a su gozo, pues se mantienen firmes en la fe.

2

1 En mi interior tomé la decisión de no ir otra vez con tristeza* a ustedes. 2 Porque si yo los entristezco, ¿quién podría alegrarme sino el que se ha entristecido por mi causa? 3 Y si les escribí aquello, fue para no entristecerme a mi ida, a causa de los mismos que deberían procurarme alegría, convencido respecto de todos ustedes de que mi alegría es la alegría de todos ustedes. 4 Efectivamente, les escribí en una gran aflicción y angustia de corazón, con muchas lágrimas, no para entristecerlos, sino para que conocieran el amor desbordante que a ustedes les tengo. 5 Pues si alguien me ha causado tristeza, no es a mí solo a quien se la ha causado; sino en cierto sentido —para no exagerar— a todos ustedes.6 Bastante es para ese tal el castigo infligido por la mayoría; 7 por lo que es mejor que le perdonen más bien, y le animen no sea que se hunda en una excesiva tristeza. 8 Les suplico, pues, que hagan prevalecer la caridad para con él. y Les escribí también con la intención de probarlos y ver si su obediencia era perfecta. 10 A quien ustedes perdonen, también yo le perdono. Pues lo que yo perdoné —si algo he perdonado— fue por ustedes en presencia de Cristo, 11 para no ser en-

1 22 El sello y la unción son dos aspectos de la consagración del cristiano, quizá el bautismo y la confirmación. El pensamiento adquiere una forma trinitaria. El don del Espíritu, Rm 5 5 + , anticipa la gloria futura, 5 5; Rm 8 23; Ef 1 13-14; ver Ap 7 4; 1 Jn 2 20+. 2 1 Alusión a una visita de Pablo a Corinto anterior; ver 12 14; 13 1-2, y a una carta severa, 2 3.4.9; 7 8.12. 2 14 Empieza una larga apología del apostolado que se prolonga hasta 7 4. -Triunfo: En

gañados por Satanás, pues no ignoramos sus propósitos. De Tróade a Macedonia. Digresión: el ministerio apostólico. 12 Llegué, pues, a Tróade para predicar el Evangelio de Cristo, y aun cuando se me había abierto una gran puerta en el Señor, 13 mi espíritu no tuvo punto de reposo, pues no encontré a Tito, mi hermano, y, despidiéndome de ellos, salí para Macedonia. 14 ¡Gracias* sean dadas a Dios, que nos asocia siempre a su triunfo en Cristo, y por nuestro medio difunde en todas partes el olor de su conocimiento! 15 Pues nosotros somos para Dios el buen olor de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden: 16 para los unos, olor de «muerte» aue mata; para los otros, olor de «vida>f que vivifica. Y ¿quién es capaz de esto? 17 Ciertamente no somos nosotros como muchos que negocian con la palabra de Dios. Antes bien, con sinceridad y como de parte de Dios y delante de Dios, hablamos en Cristo.

3

1 ¿Comenzamos de nuevo a recomendarnos? ¿O es que, como algunos, necesitamos presentarles cartas de recomendación o pedírselas*? 2 Ustedes son nuestra carta, escrita en sus corazones, conocida y leída por todos los hombres. 3 Evidentemente son una carta de Cristo, redactada por ministerio nuestro, escrita no con tinta, sino con el Espíritu de Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en los corazones. 4 Esta es la confianza que tenemos delante de Dios por Cristo. 5 No que por nosotros mismos seamos capaces de atribuirnos cosa alguna, como pro-

la victoria de Cristo resucitado Dios manifiesta su gloria como un general romano que hace su entrada triunfal en Roma y en cuyo recorrido se queman perfumes, ver w . 15s. 3 1 Se acusa al apóstol de elogiarse a sí mismo, ver 5 12. Pablo responde que las comunidades por él fundadas son la recomendación viva que hacen inútiles las demás cartas. Alusiones a Ex 24 12; Ez 11 19; 36 26-27+.

272 s e g u n d a e p í s t o l a a l o s c o r i n t i o s pia nuestra, sino que nuestra capacidad viene de Dios, 6 el cual nos capacitó para ser ministros de una nueva alianza, no de la letra, sino del Espíritu, pues la letra mata mas el Espíritu da vida*. 7 Que si el ministerio de la muerte, grabado con letras sobre tablas de piedra, resultó glorioso hasta el punto de no poder los hijos de Israel fijar su vista en el rostro de Moisés a causa del resplandor de su rostro, aunque pasajero,8 ¡cuánto más glorioso no será el ministerio del Espíritu!9 Pues si el ministerio de la condenación fue glorioso, con mucha más razón lo será el ministerio de la justicia. 10 Pues en este aspecto, lo que era glorioso ya no lo es, en comparación de esta gloria supereminente. 11 Y, si aquello, que era pasajero, fue glorioso, ¡cuánto más glorioso será lo permanente! 12 Teniendo, pues, esta esperanza, procedemos con toda franqueza, 13 y no como Moisés, que se ponía un velo sobre su rostro para impedir que los israelitas vieran el fin de lo que era pasajero*... 14 Pero se embotaron sus inteligencias. En efecto, hasta el día de hoy permanece ese mismo velo en la lectura del Antiguo Testamento, y no se levanta, pues sólo en Cristo desaparece. 15 Hasta el día de hoy, siempre que se.lee a Moisés, un velo está puesto sobre sus corazones. 16 Y cuando se convierta al Señor, caerá el velo. 17 Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad. 18 Mas todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, nos vamos transformando en esa misma 3 6 Ver Jr31 31 + ; Mt 26 28p; 1 Co 11 25; Hb 8-10. Con alusiones bastantes libres a Ex 32 16; 34 30-35, Pablo pone el ministerio de los Apóstoles, servicio del Espíritu, por encima del de Moisés, Nm 12 8 +. -La letra de la Ley, comparada con la ley del Espíritu. 3 13 Interpretación posible del texto oscuro de Ex 34 33-35. 3 18 El apóstol y el cristiano reflejan la gloria de Dios que se ha hecho perceptible en Cristo, 4 4-6; Ex 23 20+; Jn 1 18+. Así se hacen semejantes a Dios. Ver Rm 8 29-30+; etc. 4 4 El dios de este mundo: El genitivo es explicativo del contenido, «su dios», es decir

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imagen cada vez más gloriosos: así es como actúa el Señor, que es Espíritu*.

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' Por esto, misericordiosamente investidos de este ministerio, no desfallecemos. 2 Antes bien, hemos repudiado el silencio vergonzoso no procediendo con astucia, ni falseando la palabra de Dios; al contrario, mediante la manifestación de la verdad nos recomendamos a toda conciencia humana delante de Dios. 3 Y si todavía nuestro Evangelio está velado, lo está para los que se pierden, 4 para los incrédulos, cuyo entendimiento cegó el dios de este mundo* para impedir que vean el resplandor del glorioso Evangelio de Cristo, que es imagen de Dios. 5 No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos de ustedes por Jesús. 6 Pues el mismo Dios que dijo: Del seno de las tinieblas brille la luz*, la ha hecho brillar en nuestros corazones, para iluminarnos con el conocimiento de la gloria de Dios que está en el rostro de Cristo. Tribulaciones y esperanzas del ministerio. 7 Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros*.8 Apretados en todo, mas no aplastados; apurados, mas no desesperados; 9 perseguidos, mas no abandonados; derribados, mas no aniquilados. 10 Llevamos siempre en nuestros cuerpos por todas partes la muerte de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús* se manifieste en nuestro cuerpo. 11 Pues, aunque vivimos, nos vemos continuamente entregados

«este mundo»; ver Flp 3 19. 4 6 Alusión a Gn 1 3. 4 7 Habiendo recordado la nobleza de su misión, Pablo llega a verla hasta en la fragilidad de los instrumentos, escogidos por Dios. La debilidad del apóstol demuestra que es Dios quien realiza su obra, w . 8-12; 6 4-10; 10 1; 11 23-33; 12 9-10; etc. Ver también Sb 9 15; 1 Co 4 13 + ; Ef 3 20; Flp 4 13; Col 1 29; 1 Ts 1 5; etc. 4 10 Para Pablo el nombre de «Jesús», a solas, evoca la humillación de Cristo en su existencia terrestre. Y la «vida» evoca la perfección de su humanidad.

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segunda epístola a l o s corintios

a la muerte por causa de Jesús, a fin de que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12 De modo que la muerte actúa en nosotros, mas en ustedes la vida. 13 Pero teniendo aquel espíritu de fe conforme a lo que está escrito: Creí, por eso hablé*, también nosotros creemos, y por eso hablamos, 14 sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús, también nos resucitará con Jesús y nos presentará ante él juntamente con ustedes. 15 Y todo esto, para su bien a fin de que cuantos más reciban la gracia, mayor sea el agradecimiento, para gloria de Dios. 16 Por eso no desfallecemos. Aun cuando nuestro hombre exterior se va desmoronando, el hombre interior se va renovando de día en día. 17 En efecto, la leve tribulación de un momento nos procura, sobre toda medida, un pesado caudal de gloria eterna, 18 a cuantos no ponemos nuestros ojos en las cosas visibles, sino en las invisibles; pues las cosas visibles son pasajeras, mas las invisibles son eternas.

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' Porque sabemos que si esta tienda, que es nuestra morada terrestre, se desmorona, tenemos un edificio que es de Dios: una morada eterna, no hecha por mano humana, que está en los cielos.2 Y así suspiramos en este estado, deseando ardientemente ser revestidos de nuestra habitación celeste, 3 si es que nos encontramos vestidos, y no desnudos*. 4 Los que estamos en esta tienda suspiramos abrumados. No es que queramos ser desvestidos, sino más bien sobrevestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.5 Y el que nos ha destinado a eso es Dios, el cual nos ha dado en prenda el Espíritu. 6 Así pues, siempre llenos de buen ánimo, sabiendo que, mientras habi4 13 Cita de Sal 116 10. 5 3 Pablo confía ser digno de la vida eterna. Así como la desnudez connota el pecado y el castigo, Is 20 2-4; 47 3; Ez 16 35-39; 23 2529; Ap 3 18, el vestido simboliza la justicia, Mt 22 11; Ga 3 27. 5 8 Aquí y en Flp 1 23, Pablo piensa en una reunión del cristiano con Cristo inmediatamente después de la muerte individual. Esto no contradice la doctrina bíblica de la resu-

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tamos en el cuerpo, vivimos desterrados lejos del Señor, 7 pues caminamos en fe y no en visión... 8 Estamos, pues, llenos de buen ánimo y preferimos salir de este cuerpo para vivir con el Señor*. 9 Por eso, bien en nuestro cuerpo, bien fuera de él, nos afanamos por agradarle. 10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada cual reciba conforme a lo que hizo durante su vida mortal, el bien o el mal. El ejercicio del ministerio apostólico. 11 Por tanto, conociendo el temor del Señor, tratamos de persuadir a los hombres, pues ante Dios estamos al descubierto, como' espero que ante sus conciencias también estemos al descubierto. 12 No volvemos a recomendarnos ante ustedes; solamente queremos darles ocasión para gloriarse de nosotros y así tengan de qué responder a los que se glorían de lo exterior, y no de lo que está en el corazón. 13 En efecto, si hemos perdido el juicio, ha sido por Dios; y si somos sensatos, lo es por ustedes. 14 Porque el amor de Cristo nos apremia al pensar que, si uno murió por todos, todos por tanto murieron. 15 Y murió por todos, para que ya no vivan para sí los que viven, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 16 Así que, en adelante, ya no conocemos a nadie según la carne. Y si conocimos a Cristo según la carne*, ya no le conocemos así. 17 Por tanto, el que está en Cristo, es una nueva creación; pasó lo viejo, todo es nuevo*. 18 Y todo proviene de Dios, que nos reconcilió consigo por Cristo y nos confió el ministerio de la reconciliación. 19 Porque en Cristo estaba Dios reconcilian-

rrección final, v.10; Rm 2 6 + ; 1 Co 15 44+. 5 16 Pablo contrapone su conocimiento actual de Cristo al que tenía cuando perseguía a la Iglesia. 5 17 Dios restaura en Cristo el mundo desordenado por el pecado, Ga 6 15; Col 1 1520+. En el centro de la nueva creación, ver Ap 21+, se encuentra el hombre nuevo, Ef 2 15; 4 24+; Col 3 10; ver Rm 6 4+; 8 29+.

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segunda epístola a l o s corintios

do al mundo consigo, no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres, sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Somos, pues, embajadores de Cristo, como si Dios exhortara por medio de nosotros. En nombre de Cristo les suplicamos: ¡reconcilíense con Dios! 21 A quien no conoció pecado, le hizo pecado* por nosotros, para que viniéramos a ser justicia de Dios en él.

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1 Y como cooperadores suyos que somos, los exhortamos a que no reciban en vano la gracia de Dios. 2 Pues dice él: En el tiempo favorable te escuché, y en el día de salvación te ayudé. Miren ahora el momento favorable; miren ahora el día de salvación*. 3 A nadie damos ocasión alguna de tropiezo, para que no se haga burla del ministerio, 4 antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios*: con mucha constancia en tribulaciones, necesidades, angustias; 5 en azotes, cárceles, sediciones; en fatigas, desvelos, ayunos;" con pureza, ciencia, paciencia, bondad; con el Espíritu Santo, con caridad sincera,7 con palabras verdaderas, con el poder de Dios; con las armas de la justicia: a diestra y siniestra;8 en gloria e ignominia, en calumnia y en buena fama; tenidos por impostores, siendo veraces; 9 como desconocidos, aunque bien conocidos; como moribundos, pero vivos; como castigados, aunque no condenados a muerte; 10 como tristes, pero siempre alegres; como pobres, aunque enriquecemos a muchos; como quienes nada tienen, aunque todo lo poseemos.

12 No

abierto de par en par. está cerrado nuestro corazón para ustedes; los suyos sí que lo están. 13 Correspóndannos; les hablo como a hijos; ábranse también ustedes. 14 ¡No se junten en yugo desigual con los infieles*! Pues ¿qué relación hay entre la justicia y la iniquidad? ¿Qué unión entre la luz y las tinieblas? 13 ¿Qué armonía entre Cristo y Beliar? ¿Qué comunicación entre el fiel y el infiel? 16 ¿Qué conformidad entre el templo de Dios y el de los ídolos? Porque nosotros somos templo de Dios vivo*, como dijo Dios: Habitaré en medio de ellos y caminaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 17 Por tanto, salgan de entre ellos y apártense, dice el Señor. No toquen cosa impura, y yo los acogeré. 18 Yo seré para ustedes un padre, y ustedes serán para mí hijos e hijas, dice el Señor todopoderoso.

7

1 Teniendo, pues, estas promesas, queridos míos, purifiquémonos de toda mancha de la carne y del espíritu, consumando la santificación en el temor de Dios. 2 Hágannos un lugar en sus corazones. A nadie hemos ofendido; a nadie hemos arruinado; a nadie hemos explotado. 3 No les digo esto con ánimo de condenarlos. Pues acabo de decirles que en vida y muerte están unidos en mi corazón. 4 Tengo franqueza para hablarles; estoy muy orgulloso de ustedes. Estoy lleno de consuelo y sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.

Desahogos y advertencias.

Pablo en Macedonia, donde le encuentra Tito.

11 ¡Corintios!, les hemos hablado con toda franqueza; nuestro corazón está

5 Efectivamente, al llegar nosotros a Macedonia, no tuvo sosiego nuestra

5 21 Dios ha como identificado el pecado con Cristo, haciendo pesar sobre él el castigo inherente al pecado, para librarnos de él, Rm 8 3; Ga 3 13 + ; 1 P 2 24. 6 2 Cita de Is 49 8. -El día de la salvación es el tiempo que transcurre, Rm 3 26+; 13 11+, entre la venida de Cristo a la tierra, Ga 4 4+, y su ansiada vuelta, 1 Co 1 8 + . 6 4 Ver 4 8-10; 11 23-27; 1 Co 4 9-13. Esta nueva relación de pruebas en el ministerio termina con acentos de triunfo, w . 6-10.

6 14 Pablo designa con este calificativo, infieles, a aquellos corintios cuya conducta contradecía a su fe. A pesar de ser creyentes, se hallaban mezclados con algunos cultos paganos, 1 Co 8 10; 10 20. Ver Pr 9 + . 6 16 El Dios vivo habita en el corazón de los fieles, 1 Co 3 16 + , y en la Iglesia, 1 Tm 3 15; Ef 2 19-22. La cita combina Ex 6 7+; Lv 26 11-12 (ver Ez 37 27); Is 52 11; Jr 51 45; 2 S 7 14; Is 43 6.

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segunda epístola a l o s corintios

carne*, sino toda suerte de tribulaciones: por fuera, luchas; por dentro, temores. 6 Pero el Dios que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito, 7 y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo que le habían proporcionado, comunicándonos su nostalgia, su pesar, su' afán por mí, hasta el punto de colmarme de alegría. 8 Porque si los entristecí con mi carta, no me pesa. Y si me pesó —pues veo que aquella carta los entristeció, aunque no fuera más que por un momento— 9 ahora me alegro. No por haberlos entristecido, sino porque aquella tristeza los movió a arrepentimiento. Pues se entristecieron según Dios, de manera que de nuestra parte no han sufrido perjuicio alguno.10 En efecto, la tristeza según Dios produce un irreversible arrepentimiento para la salvación; mas la tristeza del mundo produce la muerte. 11 Miren qué ha producido entre ustedes esa tris-

II. Organización de la colecta* Motivos de generosidad.

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Les damos a conocer, hermanos, la gracia que Dios ha otorgado a las Iglesias de Macedonia. 2 Pues, aunque probados por muchas tribulaciones, han rebosado de alegría y su extrema pobreza ha desbordado en tesoros de generosidad.3 Porque atestiguo que según sus posibilidades, y aun sobre sus posibilidades, espontáneamente 4 nos pedían con mucha insistencia la gracia de participar en este servicio en bien de los santos. 5 Y superando nuestras esperanzas, se entregaron a sí mismos, primero al Señor, y luego a nosotros, por voluntad de Dios, 6 de forma que rogamos a Tito llevara a buen término entre ustedes esta generosidad, tal como la había comenzado. 1

7 5 Nuestra carne, la persona de Pablo, considerada en la debilidad de su condición, ver Rm 7 54-, 8 Sobre esta colecta, ver 1 Co 16 1+. 8 9 Cristo se hizo «pobre» aceptando el radical empobrecimiento de una muerte degra-

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teza según Dios: ¡qué interés, qué disculpas, qué enojo, qué temor, qué nostalgia, qué afán, qué escarmiento! En todo han mostrado que eran inocentes en este asunto. 12 Así pues, si les escribí no fue a causa del que injurió, ni del que recibió la injuria. Fue para que se pusiera de manifiesto entre ustedes ante Dios su interés por nosotros. 13 Eso es lo que nos ha consolado. Y mucho más que por este consuelo, nos hemos alegrado por el gozo de Tito, cuyo espíritu fue tranquilizado por todos ustedes. 14 Y si en algo me he gloriado de ustedes ante él, no he quedado avergonzado. Antes bien, así como les hemos dicho siempre la verdad, así también el motivo de nuestra gloria ante Tito ha resultado verdadero. 15 Y su cariño por ustedes ha crecido al recordar la obediencia de todos ustedes y cómo lo acogieron con piadosa reverencia. 16 Me alegro de poder confiar totalmente en ustedes.

,

7 Y del mismo modo que sobresalen en todo: en fe, en palabra, en ciencia, en todo interés y en la caridad que les hemos comunicado, sobresalgan también en esta generosidad. 8 No es una orden; sólo quiero, mediante el interés por los demás, probar la sinceridad de su caridad. 9 Pues conocen la generosidad de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, por ustedes se hizo pobre a fin de enriquecerlos con su pobreza*. 10 Les doy un consejo sobre el particular que les viene bien a ustedes: ya que desde el año pasado han sido los primeros no sólo en hacer la colecta, sino también en tomar la iniciativa, " ahora llévenla también a cabo, de forma que a su prontitud en la iniciativa corresponda la realización conforme a sus posibilidades. 12 Pues cuando

dante en la que fue despojado de todo. Su «riqueza» es su comunión con el Padre. -La motivación de los comportamientos cristianos es el ejemplo de Cristo: Rm 14 8; Ef 5 1.25; Flp 2 5-7; etc. Ver también Mt 8 20+; 2 Ts 3 7.

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hay buena voluntad, es bien acogida por lo que se tiene, no por lo que no se tiene. 13 No se trata de que pasen apuros para que otros tengan abundancia, sino de procurar la igualdad. 14 Al presente, la abundancia de ustedes remedia su necesidad, para que la abundancia de ellos pueda remediar también la necesidad de ustedes y reine la igualdad, 15 como dice la Escritura: El que mucho recogió, no tuvo de más; y el que poco, no tuvo de menos*. Recomendación de los delegados. 16 ¡Gracias sean dadas a Dios, que pone en el corazón de Tito el mismo interés por ustedes!, 17 pues aceptó mi ruego y, más solícito que nunca, por propia iniciativa, fue hacia ustedes. 18 Con él enviamos al hermano, cuyo renombre a causa del Evangelio se ha extendido por todas las Iglesias.19 Y no sólo eso, sino que fue designado por elección de todas las Iglesias como compañero nuestro de viaje en esta colecta que administramos para la gloria del mismo Señor, y por iniciativa nuestra. 20 Así evitaremos todo motivo de reproche por esta abundante suma que administramos; 21 pues procuramos el bien no sólo delante del Señor sino también delante de los hombres*. 22 Con ellos les enviamos también al hermano nuestro, cuya solicitud tenemos ya comprobada muchas veces y de muchas maneras; solicitud aún mayor ahora por la gran confianza que tiene en ustedes. 23 En cuanto a Tito, es compañero y colaborador mío entre ustedes; en cuanto a los demás hermanos, son los delegados de las Iglesias: la gloria de Cristo.24 Muestren, pues, ante el rostro de las Iglesias, su caridad y la verdad de nuestro orgullo respecto de ustedes.

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1 En cuanto a este servicio en favor de los santos, me es superfluo escribirles. 2 Conozco, en efecto, su prontitud de ánimo, de la que me glorío ante los macedonios diciéndoles que

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Cita de Ex 16 18. V e r P r 3 4 (LXX); Rm 12 17. Ver Pr 11 24-25; 19 17; 22 8 (LXX).

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Acaya está preparada desde el año pasado, y su celo ha estimulado a muchísimos. 3 No obstante, les envío a los hermanos para que nuestro motivo de gloria respecto de ustedes no se desvanezca en este particular y estén preparados como les decía. 4 No sea que vayan los macedonios conmigo y los encuentren sin prepararse, y nuestra gran confianza se torne en confusión nuestra, por no decir de ustedes. 5 Por tanto, he creído necesario rogar a los hermanos que vayan antes hacia ustedes y preparen de antemano sus ya anunciados dones, a fin de que sean preparados como dones generosos y no como una tacañería. Beneficios que han de resultar de la colecta. 6 Miren: el que siembra con tacañería, cosechará también con tacañería; el que siembra en abundancia, cosechará también en abundancia. 7 Cada cual dé según el dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado, pues: Dios ama al que da con alegría*. 8 Y poderoso es Dios para colmarlos de toda gracia a fin de que teniendo, siempre y en todo, lo necesario, tengan aún sobrante para toda obra buena, 9 como está escrito: Repartió; dio a los pobres; su justicia permanece eternamente*. 10 Aquel que provee de simiente al sembrador y de pan para su alimento, proveerá y multiplicará su sementera y aumentará los frutos de su justicia*. 11 Así serán ricos para toda generosidad, la cual provocará por nuestro medio acciones de gracias a Dios. 12 Porque la prestación de este servicio no sólo provee a las necesidades de los santos, sino que redunda también en abundantes acciones de gracias a Dios. 13 Experimentando el valor de este servicio, glorificarán a Dios por su obediencia y la confesión de fe en el Evangelio de Cristo y por la generosidad de su comunión con ellos y con todos. 14 Y con su oración por ustedes, manifes-

9 9 9 10

Cita de Sal 112 9. Ver Is 55 10; Os 10 12.,

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SEGUNDA EPÍSTOLA A LOS CORINTIOS

tarán su afecto hacia ustedes a causa de la gracia sobreabundante que en us-

III. Apología de Pablo * Respuesta a la acusación de debilidad. Soy yo, Pablo en persona, quien les suplica por la mansedumbre y la benignidad de Cristo, yo tan humilde cara a cara entre ustedes, y tan atrevido con ustedes desde lejos.2 Les ruego que no tenga que mostrarme atrevido en presencia suya, con esa audacia con que pienso atreverme contra algunos que consideran procedemos según la carne. 3 Pues aunque vivimos en la carne no combatimos según la carne. 4 ¡No!, las armas de nuestro combate no son carnales, antes bien, para la causa de Dios, son capaces de arrasar fortalezas. Deshacemos sofismas3 y cualquier baluarte levantado contra el conocimiento de Dios y reducimos a cautiverio todo entendimiento sometiéndolo a Cristo. 6 Y estamos dispuestos a castigar toda desobediencia cuando su obediencia sea perfecta. 7 ¡Miren las cosas cara a cara! Si alguien cree ser de Cristo, considere una vez más dentro de sí mismo esto: si él es de Cristo, también lo somos nosotros. 8 Y aun cuando me gloriara, excediéndome algo, en ese poder nuestro que el Señor nos dio para edificación de ustedes y no para ruina, no me avergonzaría. Pues no quiero aparecer como que los atemorizo con mis cartas. 10 Porque se dice que las cartas son severas y fuertes, mientras que la presencia del cuerpo es pobre y la palabra despreciable. 11 Piense ese tal que lo que somos a distancia y de palabra por carta, lo seremos también en presencia y actuando. 1

9 15 La manifestación del amor mutuo entre las comunidades. 10 El brusco cambio de tema y de tono denota el comienzo de lo que fue originalmente una carta independiente, en defensa de su ministerio. Ver 4 7+. 10 17 Cita libre de Jr 9 22-23; ver 1 Co 1 31. 1 1 2 Pablo demuestra para con la Iglesia de

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tedes ha derramado Dios. 15 ¡Gracias sean dadas a Dios por su don inefable*!

*

Respuesta a la acusación de ambición. 12 Ciertamente no nos atravemos a igualarnos . ni compararnos a algunos que se recomiendan a sí mismos. Midiéndose a sí mismos según su opinión y comparándose consigo mismos, obran sin sentido. 13 Nosotros, en cambio, no nos gloriaremos desmesuradamente; sino según la norma que Dios mismo nos ha asignado como medida al hacernos llegar también hasta ustedes. 14 Porque no traspasamos los límites debidos, como sería si no hubiéramos llegado hasta ustedes; hasta ustedes hemos llegado con el Evangelio de Cristo. 15 No nos gloriamos desmesuradamente a costa de los trabajos de los demás; sino que esperamos, mediante el progreso de su fe, engrandecernos cada vez más en ustedes conforme a nuestra norma, 16 extendiendo el Evangelio más allá de ustedes en lugar de gloriarnos en territorio ajeno por trabajos ya realizados. 17 El que se gloríe, gloríese en el Señor*. 18 Que no es aprobado el que a sí mismo se recomienda, sino aquel a quien el Señor recomienda.

Pablo obligado a elogiarse a sí mismo.

n

1 ¡Ojalá pudieran soportar un poco mi locura! ¡Sí que me la soportan!2 Celoso estoy de ustedes con celos de Dios, pues los tengo desposados con un solo esposo para presentarlos cual casta virgen a Cristo*. 3 Pero temo que, al igual que la serpiente engañó a Eva con su astucia, se perviertan sus mentes apartándose de la sinceridad con Cristo. 4 Pues, cualquiera

Corinto un amor celoso análogo al de Yahvé para con Israel, Dt 4 24+; Os 1 2 + ; Ef 5 2333+; Ap 21 2 + . El temor de ver a los cristianos seducidos por los falsos apóstoles, v. 13, le lleva a hacer su propio elogio. Varios detalles autobiográficos de 11 23-12 10 no los conocemos por otro conducto.

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segunda epístola a l o s corintios

que se presente predicando otro Jesús* del que les prediqué, y les proponga recibir un espíritu diferente del que recibieron, y un evangelio diferente del que han abrazado ¡lo toleran tan tranquilos! 5 Sin embargo, no me juzgo en nada inferior a esos «superapóstoles*». 6 Pues si carezco de elocuencia, no así de ciencia; que en todo y en presencia de todos se lo hemos demostrado. 7 ¿Acaso tendré yo culpa porque me abajé a mí mismo para ensalzarlos a ustedes anunciándoles gratuitamente el Evangelio de Dios? 8 A otras Iglesias despojé, recibiendo de ellas con qué vivir para servirles. 9 Y estando entre ustedes y necesitado, no fui gravoso a nadie; fueron los hermanos llegados de Macedonia los que remediaron mi necesidad. Siempre evité el serles gravoso, y lo seguiré evitando. 10 ¡Por la verdad de Cristo que está en mí!, que esta gloria no me será arrebatada en las regiones de Acaya. 11 ¿Por qué? ¿Porque no los amo? ¡Dios lo sabe! 12 Y lo que hago, continuaré haciéndolo para quitar todo pretexto a los que 10 buscan con el fin de ser iguales a nosotros en lo que se glorían*. 13 Porque esos tales son unos falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. 14 Y nada tiene de extraño: que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. 15 Por tanto, no es mucho que sus ministros se disfracen también de ministros de justicia. Pero su fin será conforme a sus obras. 16 Digo una vez más que nadie me tome por necio; pero, aunque sea como necio, permítanme que también me gloríe yo un poco. 17 Lo que les voy a decir, no lo diré según el Señor, sino como en un acceso de locura, seguro de tener algo de qué gloriarme. Ya que tantos otros se glorían según la carne, también yo me voy a gloriar. 19 Gustosos soportan a los necios, ¡us-

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sensatos!20

tedes que son Soportan que los esclavicen, que los devoren, que les roben, que se engrían, que los abofeteen. 21 Para vergüenza suya lo digo; ¡nos hemos mostrado débiles.'..! En cualquier cosa en que alguien presuma —es una locura lo que digo— también presumo yo*. 22 ¿Que son hebreos? También yo lo soy. ¿Que son israelitas? ¡También yo! ¿Son descendencia de Abrahán? ¡También yo! 23 ¿Ministros de Cristo? —¡Digo una locura!— ¡Yo más que ellos! Más en trabajos; más en cárceles; muchísimo más en azotes; en peligros de muerte, muchas veces. 24 Cinco veces recibí de los judíos los cuarenta azotes menos uno. 25 Tres veces fui azotado con varas; una vez lapidado; tres veces naufragué; un día y una noche pasé en alta mar.26 Viajes frecuentes; peligros de ríos; peligros de salteadores; peligros de los de mi raza; peligros de los gentiles; peligros en ciudad; peligros en despoblado; peligros por mar; peligros entre falsos hermanos; 27 trabajos y fatigas; noches sin dormir, muchas veces; hambre y sed; muchos días sin comer; frío y desnudez. 28 Y aparte de otras cosas, mi responsabilidad diaria: la preocupación por todas las Iglesias. 29 ¿Quién desfallece sin que desfallezca yo? ¿Quién sufre escándalo sin que yo tenga fiebre? 30 Si hay que gloriarse, en mi flaqueza me gloriaré.31 El Dios, Padre del Señor Jesús, ¡bendito sea por todos los siglos!, sabe que no miento. 32 En Damasco, el etnarca del rey Aretas tenía puesta guardia en la ciudad de los damascenos con el fin de prenderme. 33 Por una ventana y en una canasta fui descolgado muro abajo. Así escapé de sus manos. 1 ^ 1 ¿Que hay que gloriarse? —aunX que no trae ninguna utilidad—; pues vendré a las visiones y revelaciones del Señor.2 Sé de un hombre en Cristo,

1 1 4 La palabra Jesús, a solas, alude en Pa- Doce cuya autoridad Pablo reconoce, Ga 1 18; blo a la existencia terrestre de Cristo, pero 2 9. comporta también el matiz específico de hu11 12 Desinterés que sus enemigos jamás se millación y de sufrimiento, que culminan en atreverán a apropiarse. Ver Hch 18 3 + . la cruz. 11 21 Pablo en diversas ocasiones vuelve so11 5 Superapóstoles, ver 12 11. Son falsos bre su pasado de auténtico judío: Rm 11 1; Ga apóstoles, 1113. Ciertamente no se trata de los 1 13-14; Flp 3 3-6 + ; ver Hch 22 3s; 26 4-5.

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segunda epístola a l o s corintios

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el cual hace catorce años —si en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe— fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y sé que este hombre —en el cuerpo o fuera del cuerpo no lo sé, Dios lo sabe— 4 fue arrebatado al paraíso y oyó palabras inefables que el hombre no puede pronunciar. 5 De ese tal me gloriaré; pero en cuanto a mí, sólo me gloriaré en mis flaquezas. 6 Si pretendiera gloriarme no haría el necio, diría la verdad. Pero me abstengo de ello. No sea que alguien se forme de mí una idea superior a lo que en mí ve u oye de mí. 7 Y por eso, para que no me engría con la sublimidad de esas revelaciones, me fue dado un aguijón a mi carne*, un ángel de Satanás que me abofetea para que no me engría. 8 Por este motivo tres veces rogué al Señor que se alejase de mí. 9 Pero él me dijo: «Mi gracia te basta, que mi fuerza se realiza en la flaqueza». Por tanto, con sumo gusto seguiré gloriándome sobre todo en mis flaquezas, para que habite en mí la fuerza de Cristo. 10 Por eso me complazco en mis flaquezas, en las injurias, en las necesidades, en las persecuciones y las angustias sufridas por Cristo; pues, cuando soy débil, entonces es cuando soy fuerte*. 11 ¡Véanme aquí hecho un necio! Ustedes me han obligado. Pues ustedes debían recomendarme, porque en nada he sido inferior a esos «superapóstoles», aunque nada soy. 12 Las características del apóstol se vieron cumplidas entre ustedes: paciencia perfecta en los sufrimientos, signos, prodigios y milagros. 13 Pues ¿en qué han sido inferiores a las demás Iglesias, excepto en no haberles sido yo gravoso? ¡Perdónenme este agravio! 14 Miren, es la tercera vez que estoy a punto de ir a ustedes, y no les seré gravoso, pues no busco sus cosas sino a ustedes. Efectivamente, no corresponde a los hijos ahorrar para los padres, sino a los padres ahorrar para

los hijos. 15 Por mi parte, muy gustosamente gastaré y me desgastaré por sus almas. Amándolos más ¿seré yo menos amado? 16 Es verdad, en nada les fui gravoso; pero en mi astucia, los he cazado con trampa. 17 ¿Acaso los exploté por alguno de los que les envié? 18 Supliqué a Tito y mandé con él al hermano. ¿Los ha explotado acaso Tito? ¿No hemos obrado según el mismo espíritu? ¿No hemos seguido las mismas huellas?

12 7 Aguijón, quizá una enfermedad de ataques agudos e imprevisibles; quizá la resistencia de Israel a la fe cristiana, ver Rm 9 8. 12 10 Ver 4 7 + ; 1 Co 1 26-2 5. 12 19 Avisos relacionados con la visita proyectada.

13 1 En el judaismo palestinense, Dt 19 15, se interpretaba en el sentido de que a los delincuentes había que amonestarles dos o tres veces antes de infligirles el castigo. Ver Mt 18 16; 1 Tm 5 19.

Aprensiones e inquietudes de Pablo*. 19 Hace tiempo están pensando que nos estamos justificando delante de ustedes. Delante de Dios, en Cristo, estamos hablando. Y todo esto, queridos míos, para edificación de ustedes. 20 En efecto, temo que a mi llegada no los encuentre como yo querría; ni me encuentren como querrían: que haya discordias, envidias, iras, ambiciones, calumnias, murmuraciones, insolencias, desórdenes.21 Temo que en mi próxima visita el Señor me humille por causa de ustedes y tenga que llorar por muchos que anteriormente pecaron y no se convirtieron de sus actos de impureza, fornicación y libertinaje.

1 O 1 Por tercera vez voy a ustedes. X ü Por la palabra de dos o tres testigos se resolverá todo asunto*. 2 Ya lo tengo dicho a los que anteriormente pecaron y a todos los demás, y vuelvo a decirlo ahora que estoy ausente, lo mismo que la segunda vez estando presente: si vuelvo otra vez, obraré sin miramientos, 3 ya que quieren una prueba de que habla en mí Cristo, el cual no es débil para con ustedes, sino poderoso entre ustedes. 4 Pues, ciertamente, fue crucificado en razón de su flaqueza, pero está vivo por la fuerza de Dios. Así también nosotros: somos débiles en él, pero viviremos con él por la fuerza de Dios sobre ustedes.

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segunda epístola a l o s corintios

Examínense ustedes mismos si se mantienen en la fe. Pónganse a prueba a ustedes mismos. ¿No reconocen que Jesucristo está en ustedes? ¡A no ser que se encuentren ya reprobados! 6 Espero que reconocerán que nosotros no estamos reprobados. 7 Rogamos a Dios que no hagan mal alguno. No para que nosotros aparezcamos aprobados, sino para que obren el bien, aun cuando quedáramos nosotros reprobados. 8 Pues 3

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nada podemos contra la verdad, sino sólo a favor de la verdad.9 Ciertamente, nos alegramos cuando somos nosotros débiles y ustedes fuertes. Lo que pedimos en la oración es su perfeccionamiento. 10 Por eso les escribo esto ausente, para que, presente, no tenga que obrar con severidad conforme al poder que me otorgó el Señor para edificar y no para destruir.

Conclusión Recomendaciones. Saludo final. Por lo demás, hermanos, alégrense; sean perfectos; anímense; tengan un mismo sentir; vivan en paz, y el Dios del amor y de la paz estará con ustedes. 11

13 12 Se trata del beso litúrgico, símbolo de la fraternidad cristiana, Rm 16 16; 1 Co 16 20; 1 Ts 5 26. 13 13 Augurio trinitario que quizá se utilizaba en la liturgia primitiva, ver Mt 28 19. En muchos pasajes de las epístolas, las tres Per-

12 Salúdense mutuamente con el beso* santo. Todos los santos los saludan. 13 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con lodos ustedes*.

sonas se muestran en acción, de forma diversa según los contextos; véanse en particular Rm 1 4; 15 16.30; 1 Co 6 11; 12 4-6; Ef 1 3-14; 4 4-6; 2 Ts 2 13-14. Ver también Mt 28 19; 1 P 1 2; 3 18; 1 Jn 4 2; Judas 20-21;,Ap 1 4-5; etc.

EPÍSTOLA A LOS GÁLATAS Saludo.

I

Pablo, apóstol*, no de parte de los hombres ni por mediación de hombre alguno, sino por Jesucristo y Dios Padre, que lo resucitó de entre los muertos, 2 y todos los hermanos que conmigo están, a las Iglesias de Galacia. 3 Gracia a ustedes y paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo, 4 que se entregó a sí mismo por nuestros pecados, para librarnos de este mundo perverso*, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, 5 a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. 1

Amonestación. 6

Me maravillo de que tan pronto

I.

hayan abandonado al que los llamó por la gracia de Cristo, para abrazar otro evangelio 7 —no que sea otro, sino que hay algunos que los están turbando y quieren deformar el Evangelio de Cristo—. 8 Pero aun cuando nosotros mismos o un ángel del cielo les anunciara un evangelio distinto del que les hemos anunciado, ¡sea maldito!9 Como les tengo dicho, también ahora lo repito: Si alguno les anuncia un evangelio distinto del que han recibido, ¡sea maldito! 10 Porque ¿busco yo ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O es que intento agradar a los hombres? Si todavía tratara de agradar a los hombres, ya no sería siervo de Cristo.

La prueba de los hechos

La llamada de Dios. Porque les hago saber, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí, no es de orden humano, 12 pues yo no lo recibí ni aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. Pues han oído hablar de mi conducta anterior en el judaismo*, cuán encarnizadamente perseguía a la Iglesia de Dios para destruirla, 14 y cómo superaba en el judaismo a muchos compatriotas de mi generación, aventajándoles en el celo por las tradiciones de mis padres. 15 Mas, cuando Aquel que me. separó desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia*, tuvo a bien 16 revelar en mí a su Hijo*, para que lo anunciara entre los gentiles, al punto, sin pedir consejo a hombre alguno, ni subir a Jerusalén ante los apóstoles anteriores a mí, me fui a Arabia, de donde volví a Damasco. 11

1 1 Pablo explica el contenido de este título de apóstol, que justifica en los cap. 1-2. Ver Rm 1 1 +. 1 4 El mundo perverso, opuesto al mundo mesiánico futuro, es el de Satán, 2 Co 4 4; 1 Jn 1 9 + , del pecado y de la Ley, mundo todavía presente, aunque ya Cristo nos ha liberado de él para introducirnos en el Reino de Dios, Rm 6 15 + ; 7; 14 17; 1 Co 6 9-10; Col 1 13.

18 Luego, de allí a tre$ años, subí a Jerusalén para conocer a Cefas y permanecí quince días en su compañía. 19 Y no vi a ningún otro apóstol, sino a Santiago, el hermano del Señor. 20 Y en lo que les escribo, Dios me es testigo de que no miento. 21 Más tarde me fui a las regiones de Siria y Cilicia. 22 Personalmente no me conocían las Iglesias de Cristo en Judea. 23 Solamente habían oído decir: «El que antes nos perseguía ahora anuncia la buena nueva de la fe que entonces quería destruir».24 Y glorificaban a Dios por mi causa.

La asamblea de Jerusalén*. Ver Hch 15+

2

1 Luego, al cabo de catorce años, subí nuevamente a Jerusalén con Bernabé, llevando conmigo también a Tito. 2 Subí movido por una revelación

1 13 Ver Hch 8 3; 9 21; Flp 3 4-6+. 1 15 Esta vocación recuerda Jr 1 5; Is 49 1. Ver Hch 9 15 + . 1 16 Pablo subraya que esta visión objetiva, 1 Co 9 1; 15 8; Hch 9 17, fue una revelación interior y que decidió su vocación de apóstol de los gentiles, 2 8-9; Hch 9 15+; Rm 1 1+; 16 25. 2 Este relato repite globalmente el de Hch 15 + . Le insiste en los acuerdos que fa-

282 e p í s t o l a a l o s g á l a t a s y les expuse a los notables en privado el Evangelio que proclamo entre los gentiles para ver si corría o había corrido en vano*. 3 Pues bien, ni siquiera Tito que estaba conmigo, con ser griego, fue obligado a circuncidarse. 4 Y esto a causa de los intrusos, los falsos hermanos que solapadamente se infiltraron para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, con el fin de reducirnos a esclavitud, 5 a quienes ni por un instante cedimos, sometiéndonos, a fin de salvaguardar para ustedes la verdad del Evangelio*...6 Y de parte de los que eran tenidos por notables —¡no importa lo que fuesen: Dios no mira la condición de los hombres— en todo caso, los notables nada nuevo me impusieron. 7 Antes al contrario, viendo que me había sido confiada la evangelización de los incircuncisos, al igual que a Pedro la de los circuncisos, 8 —pues el que actuó en Pedro para hacer de él un apóstol de los circuncisos, actuó también en mí para hacerme apóstol de los gentiles— y reconociendo la gracia que me había sido concedida, Santiago, Cefas y Juan, que eran considerados como columnas, nos tendieron la mano en señal de comunión a mí y a Bernabé, para que nosotros fuéramos a los gentiles y ellos a los circuncisos*. 1(1 Sólo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, cosa que he procurado cumplir*.

3 19

tiago, comía en compañía de los gentiles; pero una vez que aquéllos llegaron, empezó a evitarlos y apartarse de ellos por miedo a los circuncisos. 13 Y los demás judíos disimularon como él, hasta el punto de que el mismo Bernabé se vio arrastrado a la simulación. 14 Pero en cuanto vi que no procedían rectamente, conforme a la verdad del Evangelio, dije a Cefas en presencia de todos: «Si tú, siendo judío, vives como gentil y no como judío, ¿cómo obligas a los gentiles a vivir como judíos? El Evangelio de Pablo.

11 Mas, cuando vino Cefas a Antioquía, me enfrenté con él cara a cara, porque era censurable*. 12 Pues antes que llegaran algunos de parte de San-

15 «Nosotros somos judíos de nacimiento y no gentiles pecadores*; a pesar de todo, 16 conscientes de que el hombre no se justifica por las obras de la ley sino por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos creído en Cristo Jesús a fin de conseguir la justificación por la fe en Cristo, y no por las obras de la ley, pues por las obras de la ley nadie será justificado *. 17 Ahora bien, si buscando nuestra justificación en Cristo, resulta que también nosotros somos pecadores, ¿está Cristo al servicio del pecado? ¡De ningún modo! 18 Pues si vuelvo a edificar lo que una vez destruí, a mí mismo me declaro transgresor. 19 En efecto, yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado;20 y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí*. Esta vida en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí. 21 No anulo la gracia de Dios, pues si por la ley se obtuviera la justicia, habría muerto en vano Cristo.»

vorecen el progreso del Evangelio. Pablo justifica su apostolado respecto de los demás apóstoles. 2 2 Pablo no podía fundar sus Iglesias sin quedar de acuerdo con la Iglesia madre, representada aquí por los tres apóstoles notables, las columnas del v. 9; ver Hch 15. 2 5 La expresión salvaguardar para... supone que Pablo había predicado en Galacia antes de la asamblea de Jerusalén; pero ver Hch 16 6. 2 9 De hecho, se trataba más bien de un reparto geográfico de Palestina y de la Dispersión. 2 10 Ver 1 Co 16 1 + .

2 11 La actitud de Pedro, disimulando sus sentimientos, ver Hch 10 28; 15 7-11, permitía pensar que solos los judíos convertidos que practicaban la Ley eran los verdaderos cristianos. 2 15 Gentiles pecadores, expresión que no deja de tener su ironía. Sin embargo Pablo nunca negó los privilegios de Israel, Rm 1 16; 3 + ; 9 4-5; ver Ga 1 13 + , a pesar de su infidelidad temporal, Rm 11 13 + . 2 16 Cita de Sal 143 2; ver Rm 3 20+. 2 20 Por la fe, Cristo se convierte, en cierto sentido, en sujeto de todas las acciones vitales del cristiano, Rm 8 2.10-11 + ; Ef 3 17; Flp 1 21; ver Col 3 3 + ; Jn 15 4; 17 23; etc.

Pedro y Pablo en Antioquía. Ver Hch 15+

283

epístola a l o s gálatas

II.

3 19

Razonamiento doctrinal

La experiencia cristiana.

3

¡Gálatas insensatos! ¿Quién los ha fascinado a ustedes, a cuyos ojos ha sido presentado Jesucristo crucificado*?2 Quiero saber de ustedes una sola cosa: ¿han recibido el Espíritu por las obras de la ley o por la fe en la predicación*? 3 ¿Tan insensatos son? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿terminan ahora en carne? 4 ¿Han pasado en vano por tales experiencias? ¡Pues bien en vano sería! 5 El que les otorga el Espíritu y obra milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras de la ley 0 por fe en la predicación? 1

nadie ante Dios es cosa evidente, pues el justo vivirá por la fe*; 12 pero la ley no procede de la fe, antes bien quien practique sus preceptos, vivirá por ellos*.— 13 Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose él mismo maldición por nosotros*, pues dice la Escritura: Maldito el que cuelga de un madero. 14 Y esto para que la bendición de Abrahán llegara a los gentiles, en Cristo Jesús, y por la fe recibiéramos el Espíritu de la promesa. La Ley no anula la promesa.

15 Hermanos, voy a explicarme al modo humano: aun entre los hombres, nadie anula ni añade nada a un testaLa tesis de Pablo*. mento hecho en regla. 16 Pues bien, las 6 Así, Abrahán creyó en Dios y le fue promesas fueron hechas a Abrahán y a tenido en cuenta como justicia. 7 Tensu descendencia. No dice: «y a los desgan, pues, entendido que los que creen, cendientes», como si fueran muchos*, ésos son los hijos de Abrahán. sino a uno solo, a tu descendencia, es decir, a Cristo. 17 Y digo yo: Un testaPrueba bíblica. mento ya hecho por Dios en debida forma, no puede ser anulado por la ley, 8 La Escritura, previendo que Dios que llega cuatrocientos treinta años justificaría a los gentiles por la fe, anunció con antelación a Abrahán esta buena más tarde, de tal modo que la prome18 nueva: En ti serán bendecidas todas las sa* quede anulada. Pues si la herennaciones*. 9 Así pues, los que creen son cia dependiera de la ley, ya no procedería de la promesa, y sin embargo, bendecidos con Abrahán el creyente. Dios otorgó a Abrahán su favor en for10 Porque todos los que viven de las ma de promesa. obras de la ley incurren en maldición.

Pues dice la Escritura: Maldito todo el que no se mantenga en la práctica de todos los preceptos escritos en el libro de la Ley*. — " Y que la ley no justifica a

3 1 La salvación por Cristo muerto y resucitado es la base de toda la catequesis paulina, 1 1-4; 6 14; Hch 13 26-39; Rm 4 24-25+; 1 Co 2 2; 15 + ; 1 Ts 1 9-10+. 3 2 Por la fe en la predicación, lit.: por la escucha de la fe, v. 5; ver Rm 10 17+; 1 Ts 2 13+. 3 6 La tesis defendida por Pablo es que sólo por la fe se llega a ser hijo de Abrahán; la cita de Gn 15 6 es una prueba. El ser hijo de Abrahán no lo da el hecho de ser judío, sino la fe; ver Rm 4 3 + . 3 8 Cita de Gn 12 3. 3 10 Cita de Dt 27 26. 3 11 Cita de Ha 2 4; ver Rm 1 17+. 3 12 La Ley exige el cumplimiento total, v. 10 y 5 3, que ella, por sí misma, es incapaz de otorgar; ver Hch 15 10; Rm 7 7 + . -La cita es

Función de la Ley*. 19 Entonces, ¿para qué la ley? Fue añadida en razón de las transgresiones

de Lv 18 5. 3 13 Cristo se hizo solidario de la maldición que pesaba sobre los hombres, ver 2 Co 5 21 + ; Col 2 14. La analogía lejana entre Cristo crucificado y el ajusticiado de Dt 21 23 es sólo una ilustración de la doctrina expuesta. 3 16 Ver Gn 12 7; el empleo de un término colectivo ofrece un argumento más. 3 17 La promesa incondicional hecha por Dios a los Padres, Gn 12 + ; 15 + ; Rm 4 13 + ; Hb 11 8, se mira aquí como un testamento, ver Hb 9 15 + . Dios se contradiría si la Ley atentara contra la gratuidad de la promesa. 3 19 La Ley, Rm 7 7+, daba el conocimiento del pecado, Rm 3 20+. Así lleva a la fe en Cristo, 4 2, que ha cumplido la promesa, w . 23-29.

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epístola a l o s gálatas

hasta que llegara la descendencia, a quien iba destinada la promesa, promulgada por los ángeles y con la intervención de un mediador.20 Ahora bien, cuando actúa uno solo, no hay mediador, y Dios es uno solo. 21 Según esto, ¿la ley se opone a las promesas de Dios? ¡De ningún modo! Si se nos hubiera otorgado una ley capaz de dar vida, en ese caso la justicia vendría realmente de la ley.22 Pero la Escritura encerró todo bajo el pecado, a fin de que la promesa fuera otorgada a los creyentes mediante la fe en Jesucristo. El advenimiento de la fe. 23 Antes de que llegara la fe, estábamos encerrados bajo la vigilancia de la ley, en espera de la fe que debía manifestarse. 24 De manera que la ley fue nuestro pedagogo* hasta Cristo, para ser justificados por la fe. 25 Mas, una vez llegada la fe, ya no estamos bajo el pedagogo. 26 Pues todos son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús. 27 Los que se han bautizado en Cristo* se han revestido de Cristo: 28 ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre; ni hombre ni mujer, ya que todos ustedes son uno en Cristo Jesús.29 Y si son de Cristo, ya son descendencia de Abrahán, herederos según la promesa.

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nores de edad, éramos esclavos de los elementos del mundo*. 4 Pero, al llegar la plenitud de los tiempos*, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, 5 para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la condición de hijos*.6 Y, como son hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre!7 De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios. 8 Pero en otro tiempo, cuando no conocían a Dios, servían a los que en realidad no son dioses. 9 Mas, ahora que han conocido a Dios, o mejor, que él los ha conocido, ¿cómo retornan a esos elementos sin fuerza ni valor, a los cuales quieren volver a servir de nuevo? 10 Observan los días, los meses, las estaciones, los años. " Me hacen temer haya sido en vano todo mi afán por ustedes. El cambio de los gálatas*.

' Pues digo yo: Mientras el heredero es menor de edad, en nada se diferencia de un esclavo, con ser dueño de todo; 2 sino que está bajo tutores y administradores hasta el tiempo fijado por el padre. 3 De igual manera, también nosotros, mientras éramos me-

12 Hagan como yo, pues yo me hice como ustedes. Ningún agravio me hicieron. 13 Pero bien saben que una enfermedad corporal me dio ocasión para evangelizarlos por primera vez; 14 y, no obstante la prueba que suponía para ustedes mi cuerpo, no me mostraron desprecio ni repulsa, sino que me recibieron como a un mensajero de Dios: como a Cristo Jesús. 15 ¿Dónde está ahora la felicitación que se daban? Pues yo mismo puedo atestiguarles que ustedes se hubieran arrancado los ojos, de haber sido posible, para dármelos. 16 ¿Es que me he vuelto enemigo de ustedes diciéndoles la verdad? 17 Ese interés por ustedes no es bueno; quieren

3 24 Una vez que el pedagogo ha llevado a los niños al maestro, concluye su cometido. Tal era el cometido de la Ley, Rm 6 14-15+; ver Mt 5 17+. 3 27 Hijo de Dios por la fe y el bautismo, 4 5; Rm 6 4+; 8 l l + .29+;Jn 1 12+. 4 Habiendo hecho Dios a los cristianos hijos suyos, w . 1-7, éstos no pueden recaer en la esclavitud, w . 8-11. 4 3 Los elementos del mundo son las prescripciones legales que regulaban el uso del mundo material, ver v. 9; Col 2 8.20, y, posteriormente, los espíritus angélicos adminis-

tradores de la Ley, 3 19; Col 2 16+; Hb 2 2 + . 4 4 La salvación preparada en el AT ha sido cumplida por Jesús que inaugura la era mesiánica en el momento querido por Dios, ver Mt 5 17 + ; Me 1 15; Hch 1 7 + ; 1 Co 10 11; 2 Co 6 2 + ; Ef 1 10; Hb 1 2; 1 P 1 20. 4 5 El esclavo liberado se convierte en hijo adoptivo, no solamente por accesión jurídica a la herencia, sino por el don real del Espíritu, 3 26-27+. 4 12 Pablo recuerda a los Gálatas la acogida que le hicieron hace algún tiempo. Su cambio de actitud es un enigma.

La filiación divina*.

4

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epístola a l o s gálatas

alejarlos de mí para que se interesen por ellos. 18 Bien está ser objeto de interés para el bien, pero siempre, y no sólo cuando yo estoy entre ustedes. 19 ¡Hijitos míos!, por quienes sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en ustedes*.20 Quisiera hallarme ahora en medio de ustedes para poder acomodar el tono de mi voz, pues no sé cómo habérmelas con ustedes.

3 19

¿qué dice la Escritura? Despide a la esclava y a su hijo, que no herederá el hijo de la esclava junto con el hijo de la libre. 31 Así que, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre. Conclusión: la verdadera libertad cristiana*.

5

21 Díganme ustedes, los que quieren estar sometidos a la ley: ¿No oyen lo que dice la ley? 22 Pues está escrito que Abrahán tuvo dos hijos: uno de la esclava y otro de la libre. 23 Pero el de la esclava nació según la naturaleza; el de la libre, en virtud de la promesa.24 Hay en ello una alegoría: estas mujeres representan dos alianzas; la primera, la del monte Sinaí, madre de los esclavos, es Agar,23 (pues el monte Sinaí está en Arabia) y corresponde a la Jerusalén actual, que es esclava, y lo mismo sus hijos. 26 Pero la Jerusalén de arriba es libre; ésa es nuestra madre*, 27 pues dice la Escritura: Regocíjate estéril, la que no dabas hijos; rompe en gritos de júbilo, la que no conocías los dolores de parto, que más son los hijos de la abandonada que los de la casada. 28 Y ustedes, hermanos, a la manera de Isaac, son hijos de la promesa. 29 Pero, así como entonces el nacido según la naturaleza perseguía al nacido según el Espíritu, así también ahora. 30 Pero

1 Para ser libres nos ha liberado Cristo. Manténganse, pues, firmes y no se dejen oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud. 2 Soy yo, Pablo, quien se lo dice: Si se circuncidan, Cristo no les aprovechará nada. 3 De nuevo declaro a todo hombre que se circuncida que queda obligado a practicar toda la ley. 4 Han roto con Cristo todos cuantos buscan la justicia en la ley. Han caído en desgracia.5 En cuanto á nosotros por el Espíritu y la fe esperamos la justicia anhelada. 6 Porque siendo de Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión tienen eficacia, sino la fe que actúa por la caridad. 7 Corrían bien, ¿quién les puso obstáculos para que no siguieran la verdad? 8 Semejante persuasión no proviene de Aquel que los llama.9 Un poco de levadura hace fermentar toda la masa. 10 Por mi parte, confío en el Señor que no cambiarán de actitud; pero el que los perturba, quienquiera que sea, cargará con su sentencia. 11 En cuanto a mí, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué soy perseguido? ¡Pues se acabó ya el escándalo de la cruz! 12 ¡Ojalá que se mutilaran los que los perturban!

4 19 Ver 1 Ts 2 7-11; 1 Co 4 14-15; 2 Co 6 13. 4 21 El apóstol vuelve de nuevo al tema de la filiación, en una argumentación bíblico-alegórica, Gn 16; 21 9-21, para demostrar cómo entre los descendientes de Abrahán la libertad de la promesa ha suplantado a la servidumbre

de la Ley. Ver Rm 9 6-13. 4 26 Oposición entre las dos Jerusalén, la que sigue esclava de la Ley, y la de los tiempos mesiánicos, Is 2 2; 54 1; ver Ap 21 2 + . 5 Volviendo a la circuncisión, se renunciaría a la libertad que concede la fe en Cristo, ver Rm 6 15 + .

Las dos alianzas: Agar y Sara*.

286

epístola a los gálatas

III.

3 19

Exhortaciones morales.

La verdadera libertad de los creyentes Libertad y caridad*. Ustedes, hermanos, han sido llamados a la libertad; pero no tomen de esa libertad pretexto para la carne; antes al contrario, sírvanse unos a otros por amor.14 Pues toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo*. 15 Pero si se muerden y se devoran unos a otros, ¡miren no vayan a destruirse mutuamente! ,6 Les digo esto: procedan según el Espíritu, y no den satisfacción a las apetencias de la carne. 17 Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí tan opuestos, que no hacen lo que quieren. 18 Pero, si son guiados por el Espíritu, no están bajo la ley. 19 Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, 20 idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, ambición, divisiones, disensiones, 21 rivalidades, borracheras, comilonas y cosas semejantes, sobre las cuales les prevengo, como ya les previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios. 22 En cambio el finio del Espírilu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, 21 modestia, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley. 24 Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias*. 25 Si vivimos por el Espíritu, sigamos también al Espíritu. 26 No seamos vanidosos provocándonos los unos a los otros y envidiándonos mutuamente. 13

5 13 La vida nueva en la fe tiene como lev el amor, w . 13-15; 5 6; 6 2; Rm 7 7 + ; 13 7-8 + . Produce el fruto del Espíritu, no las obras de la carne, w . 16-25; 6 8; Rm 5 5 + . 5 14 Cita de Lv 19 18; ver Mt 22 34-39p. 5 24 Esta libertad, obra del Espíritu, se realiza en aquellos que están crucificados con Cristo, 2 19-20; 6 14; Rm 6 6-7; 8 13; Col 3 5. 6 2 No una lista de preceptos, sino el ideal de la vida humana en cuanto encarnado en la

Preceptos diverso.s sobre el amor y el celo.

6

1 Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes, los espirituales, corríjanlo con espíritu de mansedumbre, y cuídate de ti mismo, pues también tú puedes ser tentado. 2 Ayúdense mutuamente a llevar sus cargas y cumplan así la ley de Cristo*. 3 Porque si alguno se imagina ser algo, no siendo nada, se engaña a sí mismo. 4 Examine cada cual su propia conducta y entonces tendrá en sí solo motivos de gloriarse, y no en otros,5 pues cada uno lleva su propia carga. 6 Que el catecúmeno comparta sus bienes con el catequista. 7 No se engañen; de Dios nadie se burla. Pues lo que uno siembre, eso cosechará: 8 el que siembre para su carne, de la carne cosechará corrupción; el que siembre para el espíritu, del espíritu cosechará vida eterna. 9 No nos cansemos de obrar el bien; que a su debido tiempo nos vendrá la cosecha si no desfallecemos. 10 Por tanto, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, pero especialmente a nuestros hermanos en la fe*.

Epílogo. 11 ¡Miren con qué letras tan grandes les escribo de mi propio puño*! 12 Los que quieren ser bien vistos en lo humano, son los que los fuerzan a circuncidarse, con el único fin de evitar la persecución por la cruz de Cristo.13 Pues ni siquiera esos mismos que se circuncidan cumplen la ley; sólo desean verlos

persona de Cristo, 1 Co 9 21. 6 10 El amor fraterno, 1 Co 13 1+, que se expresa en todas las acciones del cristianismo, 5 13-14, es un testimonio a los ojos de sus hermanos, Rm 14 15, y de todos los demás, Rm 12 17-18; ver Jn 13 35; 1 Ts 3 12; 5 15. 6 11 Como de costumbre, Pablo añade algunas palabras de su propio puño, ver 2 Ts 3 17; 1 Co 16 21-24; Col 4 18.

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epístola a l o s gálatas

circuncidados para gloriarse en su carne. 14 En cuanto a mí, ¡Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo es para mí un crucificado y yo un crucificado para el mundo*! 15 Porque lo que cuenta no es la circuncisión, ni la incircuncisión, sino la creación nueva.

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Y para todos los que se sometan a esta regla, paz y misericordia, lo mismo que para el Israel de Dios*. 17 En adelante nadie me moleste, pues llevo sobre mi cuerpo las señales de Jesús*. 18 Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con su espíritu. Amén. 16

6 14 El mundo de la carne y del pecado, 1 promesas, 3 6-9; 4 21-31; Rm 9 6-8; Ap 7 4 + . 4+; 4 3 + ; ver Jn 17 14; Rm 12 2 + ; 1 Jn 2 15- 6 17 Las señales, es decir, las cicatrices de los malos tratos sufridos por Cristo, 2 Co 6 417. 5; 11 23.28. 6 16 El pueblo cristiano, heredero de las

EPÍSTOLA A LOS EFESIOS Saludo. les en Cristo Jesús.2 Gracia a ustedes y ' Pablo, apóstol de Cristo Jesús por • paz de parte de Dios, nuestro Padre, y voluntad de Dios, a los santos y fie- del Señor Jesucristo.

1

L

El misterio de la salvación y de la Iglesia

El plan divino de la salvación. Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo*; 4 por cuanto nos ha elegido en él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en su presencia, en el amor; 5 eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia* con la que nos agració en el Amado. 7 En él tenemos por medio de su sangre la redención, el perdón de los delitos, según la riqueza de su gracia 8 que ha prodigado sobre nosotros en toda sabiduría e inteligencia, 9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad según el benévolo designio que en él se propuso de antemano, 10 para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por cabeza, 3

1 3 Toda la epístola se mantiene en una perspectiva celestial y cósmica. Comienza por una amplia alabanza, w . 3-14, en la que el Padre es la fuente y el fin de todas las bendiciones espirituales, que se detallan en los w . siguientes: llamamiento de los elegidos a la vida bienaventurada, v. 4; la filiación divina en Jesucristo v. 5, la obra histórica de la redención, v. 7; la revelación del misterio, v. 9; la elección de Israel, v. 11; el llamamiento de los gentiles a participar de la salvación, v. 13. -Obsérvense los ecos de doxologías, w . 6.12.14, y las fórmulas trinitarias, ver 2 Co 13 13+. 16 La gracia, benevolencia eficaz de Dios, incluye una participación en su gloria, Ex 24

lo que está en los cielos y lo que está en la tierra*. 11 A él, por quien somos herederos, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza todo conforme a la decisión de su voluntad, 12 para ser nosotros alabanza de su gloria, los que ya antes esperábamos en Cristo. 13 En él también ustedes*, tras haber oído la Palabra de la verdad, el Evangelio de su salvación, y creído también en él, fueron sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14 que es prenda de nuestra herencia, para la redención del pueblo de su posesión, para alabanza de su gloria. Triunfo y supremacía de Cristo. 15 Por eso, también yo, al tener noticia de su fe en el Señor Jesús y de su caridad para con todos los santos, 16 no ceso de dar gracias por ustedes recordándolos en mis oraciones, 17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el

16 + ; ver Jn 1 14+; 17 22-24; Rm 8 17.21.30+, con el don santificante que en ella nos introduce, ver Rm 6 4+; etc.; 2 P 1 4+. 1 10 Es el tema central de toda la epístola: En la plenitud de los tiempos, Ga 4 4 + , Dios reunifica el mundo creado que el pecado ha disgregado, 1 23 + ; Rm 8 18-22 + ; Col 115-17. Es la recapitulación, a la que dará tanta importancia S. Ireneo. 1 13 Pablo pasa al ustedes, dirigiéndose a los cristianos de origen gentil, a los que él ha recibido la misión de llamar a Cristo, 3 2; Hch 9 15+; Rm 1 1 + . El don del Espíritu ofrecido a todos, Rm 5 5 + , corona el plan de Dios y anticipa el reino eterno, 2 Co 1 22 + .

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epístola a l o s efesios

Padre tic la gloria, les conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle per'lee!ámente; 18 iluminando los ojos de su corazón para que conozcan cuál es la esperanza a que han sido llamados por él; cuál la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos, |g y cuál la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, 20 que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su diestra en los cielos, 21 por encima de todo principado, potestad, virtud, dominación* y de todo cuanto tiene nombre no sólo en este mundo sino también en el venidero. 22 Sometió todo bajo sus pies* y lo constituyó cabeza suprema de la Iglesia, 23 que es su cuerpo, la plenitud del que lo llena todo en todo*. La salvación en Cristo, don gratuito.

2

1 Y a ustedes que estaban muertos en sus delitos y pecados, 2 en los cuales vivieron en otro tiempo según el proceder de este mundo, según el príncipe del imperio del aire, el espíritu que actúa en los rebeldes*... 3 entre ellos vivíamos también todos nosotros en otro tiempo en medio de las concupiscencias de nuestra carne, siguiendo las apetencias de la carne y de los malos Densamientos, destinados por naturaleza, como los demás, a la ira... 4 Pero Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó,5 estando muertos a causa de nuestros delitos,

1 21 Nombres de las potencias cósmicas jerarquizadas, frecuentes en la literatura judía apócrifa; ver Rm 8 38; Col 1 16; etc. Pablo les da, dentro de la historia de la salvación, calificaciones peyorativas, Ga 4 3 + ; Col 2 15, hasta convertirlas en potencias demoníacas, 2 2; 6 12+. Ver 1 Co 15 24. 1 22 Cita de Sal 8 7; ver 1 Co 15 25-27. 1 23 El Cuerpo de Cristo es la Iglesia, Hch 5 11+; 1 Co 12 12+; pero el Cuerpo reunido en el Espíritu, 4 4, tiene en adelante a Cristo por Cabeza, 4 15-16; 5 23-32+; Col 1 18; 2 19. -La Iglesia es Plenitud, 3 19; 4 13, abrazando el universo renovado y regido por el Salvador, 1 10+; 4 10.13; Col 1 15-20. Todo en todo sugiere una amplitud ilimitada. Ver 1 Co 12 6; 15 28; Col 3 11.

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nos* vivificó juntamente con Cristo —por gracia han sido salvados— 6 y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos en Cristo Jesús*, 7 a fin de mostrar en los siglos venideros la sobreabundante riqueza de su gracia, por su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Pues han sido salvados por la gracia mediante la fe; y esto no viene de ustedes, sino que es un don de Dios; 9 tampoco viene de las obras, para que nadie se gloríe. 10 En efecto, hechura suya somos: creados en Cristo Jesús, en orden a las buenas obras que de antemano dispuso Dios que practicáramos. Judíos y gentiles reconciliados entre sí y con Dios. 11 Así que, recuerden cómo en otro tiempo ustedes, los gentiles* según la carne, llamados «incircuncisos» por la que se llama «circuncisión» —por una operación practicada en la carne—, 12 estaban a la sazón lejos de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel y extraños a las alianzas de la promesa, sin esperanza y sin Dios* en el mundo. 13 Mas ahora, en Cristo Jesús, ustedes, los que en otro tiempo estaban lejos, han llegado a estar cerca por la sangre de Cristo. 14 Porque él es nuestra paz: el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el muro divisorio*, la enemistad, 15 anulando en su carne la Ley con sus mandamientos y sus decretos, para crear en sí mismo, de los dos, un solo Hombre Nuevo, haciendo las paces, i6 y recon-

2 2 La frase se reanuda en el v. 4. 2 5 Nosotros, tanto los gentiles, vv. 1-2, como los judíos, v. 3. 2 6 La resurrección y la mansión celestial están ya adquiridas, Col 2 12; 3 1-4, y no son solamente futuras, Rm 6 3-11 + ; 8 11+.17-

18+.

2 11 Los gentiles son aquí todo el mundo pagano, antes del Mesías. 2 12 Sin Dios = ateos. Es la única vez que se emplea la palabra ateo en el NT. El único Dios, 1 Co 8 5-6+, vivo y verdadero, 1 Ts 1 9, es aquel que se ha revelado en Israel, Gn 12 + ; Ex 3 15 + ; etc. 2 14 Pablo ve en el muro divisorio que estaba en el Templo de Jerusalén un símbolo de la enemistad entre judíos y gentiles.

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epístola a l o s efesios

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ciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo*, por medio de la cruz, dando en sí mismo muerte a la Enemistad. 17 Vino a anunciar la paz: paz a ustedes que estaban lejos, y paz a los que estaban cerca. 18 Por él, unos y otros tenemos libre acceso al Padre en un mismo Espíritu. 19 Así pues, ya no son extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios, 20 edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas*, siendo la piedra angular Cristo mismo, 21 en quien toda edificación bien trabada se eleva hasta formar un templo santo en el Señor, 22 en quien también ustedes con ellos están siendo edificados, para ser morada de Dios en el Espíritu.

me al don de la gracia de Dios a mí concedida por la fuerza de su poder. 8 A mí, el menor de todos los santos, me fue concedida esta gracia: la de anunciar a los gentiles la insondable riqueza de Cristo,9 y esclarecer cómo se ha dispensado el misterio escondido desde siglos en Dios, creador del universo, 10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora manifestada a los principados y a las potestades en los cielos, mediante la Iglesia, 11 conforme al designio eterno realizado en Cristo Jesús, Señor nuestro, 12 quien, mediante la fe en él, nos da valor para llegarnos confiadamente a Dios. Por lo cual les ruego no se desanimen a causa de las tribulaciones que por ustedes padezco, pues ellas son su gloria.

Pablo, ministro del misterio de Cristo. ||Col 1 24-29.

Súplica de Pablo.

3

Por lo cual yo, Pablo, el prisionero de Cristo por ustedes los gentiles... si es que conocen la misión de la gracia que Dios me concedió en provecho de ustedes*: 3 cómo me fue comunicado por una revelación el conocimiento del misterio, tal como brevemente acabo de exponerles. 4 Según esto, por la lectura de la carta, pueden entender mi conocimiento del misterio de Cristo; 5 misterio que en generaciones pasadas no fue dado a conocer a los hombres, como ha sido ahora revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: 6 que los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Cristo Jesús por medio del Evangelio, 7 del cual he llegado a ser ministro, confor1

2

2 16 El cuerpo personal de Cristo, Col 1 22, en el que se agrupan todos los miembros reconciliados de toda procedencia, 1 23 + , en adelante todos los hijos de Dios, v. 19; Rm 8 29+; etc. 2 20 Se trata más bien de los profetas del NT, 3 5; Hch 11 27 + ; etc. Juntamente con los apóstoles, son los primeros testigos sobre los que está fundada la Iglesia, Mt 16 18+, de los que, por otra parte, Cristo mismo es el único fundamento, 1 Co 3 10-11. 3 2 La misión entre los paganos, v. 7; 1 13; Hch 9 15 + ; Col 1 27+, fue para Pablo un don

,4 Por eso doblo mis rodillas ante el Padre, 15 de quien toma nombre toda familia* en el cielo y en la tierra, 16 para que les conceda, por la riqueza de su gloria, fortalecerlos interiormente, mediante la acción de su Espíritu; 17 que Cristo habite por la fe en sus corazones, para que, arraigados y cimentados en el amor, '8 puedan comprender con todos los santos la anchura y la longitud, la altura y la profundidad*, 19 y conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, y se llenen de toda la plenitud de Dios*. 20 A Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar, conforme al poder que actúa en nosotros,21 a él la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones y todos los tiempos. Amén.

completamente gratuito e imprevisible, Rm 15 15-16; Ga 1 15-16+. 3 15 La palabra traducida aquí por familia designa todo grupo social que se remonta a un mismo antepasado. 3 18 Esta enumeración tiene analogías estoicas, pero también bíblicas, Jb 11 9. Sugiere la riqueza del misterio, 3 8-9, y del amor de Cristo, que regenera al hombre y al universo. 3 19 El cristiano recibe la plenitud de vida divina de Cristo, Col 2 9+, y entra en la plenitud del Cristo total, 1 23+, que es la Iglesia.

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epístola a l o s efesios

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II. Exhortación Llamamiento a la unidad*.

4

' Los exhorto, pues, yo, prisionero por el Señor, a que vivan de una manera digna de la vocación con que lian sido llamados, 2 con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándose unos a otros por amor, 1 poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. 4 Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que han sido llamados. 5 Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, 6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, actúa por todos y está en todos. 7 A cada uno de nosotros le ha sido concedida la gracia a la medida de los dones de Cristo. 8 Por eso dice:

14 Para que no seamos ya niños, llevados a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce al error, 15 antes bien, con la sinceridad en el amor, crezcamos en todo hasta aquel que es la cabeza, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo recibe trabazón y cohesión por la colaboración de los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro, para el crecimiento y edificación en el amor*.

La vida nueva en Cristo.

17 Por tanto, les digo y les aseguro esto en el Señor, que no vivan ya como viven los gentiles, según la vaciedad de su mente, 18 obcecada su mente en las tinieblas y excluidos de la vida de Dios por la ignorancia que hay en ellos y por Subiendo a la altura, llevó cautivos la dureza de su corazón, 19 los cuales, y repartió dones a los hombres*. habiendo perdido el sentido moral, se 9 ¿Qué quiere decir «subió» sino que entregaron al libertinaje, hasta practicar también bajó a las regiones inferiores con desenfreno toda suerte de impurede la tierra? ,0 Éste que bajó es el miszas*. 20 Pero no es así como ustedes han mo que subió por encima de todos los aprendido a Cristo,21 si es que han oído 1 1 cielos, para llenar el universo*. Él hablar de él y en él han sido enseñados mismo dispuso que unos fueran após- conforme a la verdad de Jesús: 22 destoles; otros, profetas; otros, evangeliza- pójense, en cuanto a su vida anterior, dores; otros, pastores y maestros,12 para del hombre viejo que se corrompe sila adecuada organización de los santos* guiendo la seducción de las concupisen las funciones del ministerio, para edi- cencias, 23 renueven el espíritu de su ficación del cuerpo de Cristo, 13 hasta mente, 24 y revístanse del Hombre Nueque lleguemos todos a la unidad de la fe vo, creado según Dios, en la justicia y y del conocimiento del Hijo de Dios, al santidad de la verdad*. estado de hombre perfecto, a la plena 25 Por tanto, desechando la mentira, madurez de Cristo*. digan la verdad unos a otros*, pues so-

4 La unidad vivida en la Iglesia tiene que remontar tres peligros: la discordia, 1-6; la diversidad de los ministerios, w . 7-13; las doctrinas erróneas, w 14-16. 4 8 El texto del Sal 68 19 proporciona a Pablo dos palabras esenciales en su argumentación: subió, dio. Pablo ve aquí, anunciadas a la vez, la ascensión de Jesús y la efusión del Espíritu, Hch 1 8 +; 2 33 + . 4 10 Cristo, recorriendo así todo el universo, tomó posesión de él como cabeza del mismo, 1 10 + . 4 12 Los santos son los creyentes en cuanto colaboran a la construcción de la Iglesia, ver Hch9 13+. 4 13 Cristo, prototipo de todos los regene-

rados, 2 15; 4 24, incluyendo a todos sus miembros de los que él es la cabeza, 1 10+.23 + ; ver Rm 8 29+; 1 Co 12 12+; Col 3 10-11. 4 16 El servicio mutuo, ver Ga 5 13, animado y unificado por Cristo, asegura el crecimiento (y la construcción, ver 2 20-22) armoniosa de la Iglesia, Col 2 19; 1 Co 12 12-30. 4 19 Ver Rm 1 18-32+. 4 24 Revestido del Hombre Nuevo por el bautismo, Rm 6 4 + ; Ga 3 27+; 2 Co 5 27 + , y hallado en Cristo el verdadero conocimiento moral, Os 2 22+; Flp 1 9-10; Col 1 9-10, el cristiano puede practicar todas las virtudes, w . 25-32. 4 25 Cita de Za 8 16.

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EPÍSTOLA A LOS EFESIOS

mos miembros unos de otros. Si se enojan, no pequen *; no se ponga el sol mientras estén enojados, 27 ni den ocasión al diablo. 28 El que robaba, que ya no robe, sino que trabaje con sus manos, haciendo algo útil para que pueda socorrer al que se halle en necesidad. 29 No salga de su boca palabra dañosa, sino la que sea conveniente para edificar según la necesidad y hacer el bien a los que los escuchen. 30 No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con el que fueron sellados para el día de la redención. 31 Toda amargura, ira, cólera, gritos, maledicencia y cualquier clase de maldad, desaparezca de entre ustedes. 32 Sean amables entre ustedes, compasivos, perdonándose mutuamente como los perdonó Dios en Cristo. 26

5

1 Sean, pues, imitadores de Dios, como hijos queridos,2 y vivan en el amor como Cristo los amó y se entregó por nosotros como oblación y víctima de suave aroma*. 3 La fornicación, y toda impureza o codicia, ni se mencione entre ustedes, como conviene a los santos.4 Lo mismo que la grosería, las necedades o las vulgaridades, cosas que no están bien; sino más bien, acciones de gracias. 5 Porque tengan entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso —que es como ser idólatra— participará en la herencia del Reino de Cristo y de Dios.6 Que nadie los engañe con vanas razones, pues por eso viene la ira de Dios sobre los rebeldes. 7 No tengan parte con ellos. 8 Porque en otro tiempo fueron tinieblas; mas ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de la luz*; 9 pues el fruto de la luz consiste en toda bondad,

4 26 Cita del Sal 4 5 (LXX). 5 2 Alusiones a Gn 8 21; Ex 29 18; Sal 40 7; Ez 20 41; etc. 5 8 El cristiano ha entrado en la luz de Cristo, ver Jn 8 12 + ; Rm 13 11+; 1 Ts 5 5-6; Sal 1 17-18; 1 P 2 9; 1 Jn 1 5-7. 5 14 Sacar las faltas a la plena luz del día para corregirlas es una obra buena, ver Jn 3 20-21. -Los versos siguientes son probablemente un fragmento de algún himno primitivo, ver Is 26 19. Para la idea, Rm 6 4+; Hb 6; 10 32. 5 18 Ver Pr 23 31 (LXX). 5 21 Ver Col 3 18+.

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justicia y verdad. 10 Examinen qué es lo que agrada al Señor, 11 y no participen en las obras infructuosas de las tinieblas, antes bien, denúncienlas. 12 Sólo el mencionar las cosas que hacen ocultamente da vergüenza; 13 pues, al ser denunciadas, salen a la luz. 14 Pues todo lo que queda manifiesto es luz. Por eso se dice*: Despierta tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te iluminará Cristo. 15 Así pues, miren atentamente cómo viven; no sean necios, sino sabios; 16 aprovechando bien la ocasión, porque los días son malos. 17 Por tanto, no sean insensatos, sino comprendan cuál es la voluntad del Señor. ,8 No se embriaguen con vino*, que es causa de libertinaje; llénense más bien del Espíritu. 19 Reciten entre ustedes salmos, himnos y cánticos inspirados; canten y salmodien en su corazón al Señor, 2" dando gracias siempre y por todo a Dios Padre, en nombre de nuestro Señor Jesucristo,

Moral familiar*. ||Col 3 1 8 - 4 1 21 Sean sumisos los unos a los otros en el temor de Cristo: 22 las mujeres a sus maridos, como al Señor, 23 porque* el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, el salvador del cuerpo. 24 Como la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo. 25 Maridos, amen a sus mujeres como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella,26 para santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la palabra*,27 y pre-

5 23 Como Dios era el esposo de su pu Mo, Os 1 2+, Cristo es el esposo de la Iglesia, 2 Co 11 2+; Jn 3 29; Ap 21 2+, porque es su cabeza, 1 22-23+; 4 15, y la ama como un marido a su mujer. Esta comparación, una vez admitida, proporciona a su vez un modelo ideal al matrimonio humano. Esta doctrina sobre las relaciones conyugales completa la de 1 Co 7. 5 26 El baño del bautismo ha introducido a la Iglesia en la Alianza, ver Ez 16 9; Tt 3 5-7+. El bautismo va acompañado por la palabra, proclamada por el ministro y aceptada en la profesión de fe del bautizado, 1 13; Me 16 1516; Hch 2 38 + ; Rm 6 4+; 1 P 1 23.

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sentársela resplandeciente a sí mismo, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada. 28 Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo. Porque nadie aborrece jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia,30 pues somos miembros de su cuerpo. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos se harán una carne. 32 Gran misterio es éste, lo digo respecto a Cristo y la Iglesia*. 33 En todo caso, también ustedes, que cada uno ame a su mujer como a sí mismo; y la mujer, que respete al marido.

tanse de las armas de Dios* para poder resistir a las acechanzas del diablo. 12 Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal que están en el aire*. 13 Por eso, tomen las armas de Dios, para que puedan resistir en el día funesto, y manténganse firmes después de haber vencido todo. ,4 Pónganse en pie, ceñida su cintura con la verdad y revestidos de la justicia como coraza, 15 calzados los pies con el celo por el Evangelio de la paz, 16 embrazando siempre el escudo de la fe, para que puedan apagar con él todos los encendidos dardos del maligno. 17 Tomen, también, el yelmo de la sal1 Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor; porque esto es justo. 2 Honra vación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 siempre en oraa tu padre y a tu madre, tal es el primer mandamiento que lleva consigo una ción y súplica, orando en toda ocasión promesa: 3 Para que seas feliz y se pro- en el Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos longue tu vida sobre la tierra*. 4 Padres, no exasperen a sus hijos, sino fórmenlos los santos, 19 y también por mí, para que me sea dada la palabra al abrir mi más bien mediante la instrucción y la boca* para dar a conocer con valentía exhortación según el Señor. 5 Esclavos, obedezcan a sus amos de el misterio del Evangelio, 20 del cual este mundo con respeto y temor, con soy embajador entre cadenas, y pueda sencillez de corazón, como a Cristo,6 no hablar de él valientemente como conpor ser vistos, como quien busca agra- viene. dar a los hombres, sino como esclavos de Cristo que cumplen de corazón la vo- Noticias personales y saludo final. luntad de Dios; 7 de buena gana, como 21 Para que también ustedes sepan quien sirve al Señor y no a los hombres; 8 conscientes de que cada cual será recómo me va y qué hago, los informará compensado por el Señor según el bien de todo Tíquico, el hermano querido y que haga: sea esclavo, sea libre.9 Amos, fiel ministro en el Señor, 22 a quien enobren de la misma manera con ellos, de- vío a ustedes expresamente para que sejándose de amenazas; teniendo presente pan de nosotros y consuele sus corazoque está en los cielos su Amo y el de nes. 23 Paz a los hermanos, y caridad con ellos, y que en él no hay favoritismos. fe de parte de Dios Padre y del Señor El combate espiritual. Jesucristo. 24 La gracia sea con todos 10 Por lo demás, fortalézcanse en el los que aman a nuestro Señor Jesucristo en la vida incorruptible. Señor y en la fuerza poderosa. 11 Revís-

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5 32 En Gn 2 24, Pablo descubre una prefiguración de la unión de Cristo y de la Iglesia, misterio ya revelado, ver 1 9-10; 3 3-4; Rm 16 25-26. 6 3 Ver Ex 20 12. 6 11 El AT mostraba a Dios armándose contra sus enemigos, Is 11 4-5; 59 16-18; Sb 5 1723. Pablo pone estas armas en manos del cristiano, Rm 13 12; 1 Ts 5 8.

6 12 Los espíritus que residen en el aire, 1 20-21 + ; ver 3 10; Flp 2 10, han querido arrastrar a los hombres al pecado, 2 2, pero Cristo nos ha liberado de esta esclavitud, Ga 4 3+ .9; Col 1 13; 2 15, y nos ha armado para luchar contra ellos. 6 19 Expresión que proviene de los profetas, ver Mt 5 2.

EPÍSTOLA A LOS FILIPENSES Saludo.

1

' Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús, a todos los santos en Cristo Jesús, que están en Filipos, con los epíscopos y diáconos*. 2 Gracia a ustedes y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Acción de gracias y súplica. 3 Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes, 4 rogando siempre y en todas mis oraciones con alegría por todos ustedes 5 a causa de la colaboración que han prestado al Evangelio, desde el primer día hasta hoy*;6 firmemente convencido de que, quien inició en ustedes la buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús. 7 Y es justo que yo sienta así de todos ustedes, pues los llevo en el corazón, partícipes como son todos de mi gracia, tanto en mis cadenas como en la defensa y consolidación del Evangelio. 8 Pues testigo me es Dios de cuánto los quiero a todos ustedes en el afecto entrañable de Cristo Jesús.9 Y lo que pido en mi oración es que su amor crezca cada vez más en conocimiento y toda experiencia, 10 con que puedan aquilatar lo mejor, y llegar limpios y sin tropiezo al Día de Cristo, 11 llenos de los frutos de justicia que vienen de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

Situación personal de Pablo. 12 Quiero que sepan, hermanos, que lo que me ha sucedido* ha contribuido más bien al progreso del Evangelio;13 de tal forma que se ha hecho público en todo el Pretorio y entre todos los demás, que me hallo en cadenas por Cristo. 14 Y'

1 1 Epíscopos y diáconos, lit.: vigilantes y servidores, no son todavía los «obispos»; son los presbíteros o ancianos, Tt 1 5 + , y sus asistentes o diáconos, 1 Tm 3 8+. 1 5 Desde su conversión, los cristianos reciben su parte en el Evangelio, poniendo su fe de acuerdo con él, luchando por Cristo, 1 2730, socorriendo a Pablo, 4 16-18. 112 Lo que me ha sucedido, es el arresto y

la mayor parte de los hermanos, alentados en el Señor por mis cadenas, tienen mayor atrevimiento en anunciar sin temor la palabra. 15 Es cierto que algunos predican a Cristo por envidia y rivalidad; mas hay también otros que lo hacen con buena intención; 16 éstos, por amor, sabiendo que yo estoy puesto para defender el Evangelio; 17 aquéllos, por rivalidad, no con puras intenciones, pensando que aumentan la tribulación de mis cadenas. 18 ¿Y qué? Al fin y al cabo, con hipocresía o con sinceridad, Cristo es anunciado, y esto me alegra y seguirá alegrándome. 19 Pues yo sé que esto servirá para mi salvación"' gracias a sus oraciones y a la ayuda prestada por el Espíritu de Jesucristo, 20 conforme a lo que aguardo y espero, que en modo alguno seré confundido; antes bien, que con plena seguridad, ahora como siempre, Cristo será glorificado en mi cuerpo, por mi vida o por mi muerte*, 21 pues para mí la vida es Cristo, y el morir, una ganancia.22 Pero si el vivir en el cuerpo significa para mí trabajo fecundo, no sé qué escoger... 23 Me siento apremiado por ambos extremos. Por un lado, mi deseo es partir y estar con Cristo*, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor;24 mas, por otro, quedarme en el cuerpo es más necesario para ustedes. 25 Y, persuadido de esto, sé que me quedaré y permaneceré con todos ustedes para progreso y gozo de su fe,2ft a fin de que tengan por mi causa un nuevo motivo de orgullo en Cristo Jesús cuando yo vuelva a estar entre ustedes. Lucha por la fe. 27 Lo que importa es que ustedes lleven una conducta digna del Evangelio de Cristo, para que tanto si voy a verlos

el proceso de Pablo. 1 19 Ver Jb 13 16 (LXX). 1 20 Pablo, para tomar una decisión, contempla lo que teóricamente es mejor, estar con Cristo, w . 21.23, y lo que es necesario para el bien de la comunidad, v. 24. 1 23 El deseo de estar unido a Cristo inmediatamente después de la muerte no lo expresa Pablo más que aquí y en 2 Co 5 6-9 + .

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epístola a l o s filipenses

como si estoy ausente, oiga de ustedes que se mantienen firmes en un mismo espíritu v luchan unánimes por la fe del Evangelio, 28 sin dejarse intimidar en nada por los adversarios. Esto será para ellos una señal de perdición, y para ustedes, de salvación. Tal es el designio de Dios 29 que les ha concedido a ustedes, por Cristo, no sólo la gracia de creer en él, sino también de padecer por él, 30 sosteniendo el mismo combate en que antes me vieron y que ahora oyen que sostengo. La unidad en la humildad.

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Asumiendo semejanza humana y apareciendo en su porte como hombre*, 8 se rebajó a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y una muerte de cruz*. Por eso Dios lo exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre*. 10 Para que al nombre de Jesús* toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, '1 y toda lengua confiese que Cristo Jesús es el SEÑOR* para gloria de Dios Padre. 9

' Así pues, si hay una exhortación en nombre de Cristo, un estímulo de amor, una comunión en el Espíritu, una entrañable misericordia, 2 colmen mi alegría, teniendo un mismo sentir, un mismo amor, un mismo ánimo, y buscando todos lo mismo. 3 No hagan nada por ambición, ni por vanagloria, sino con humildad, considerando a los demás como superiores a uno mismo, 4 sin buscar el propio interés sino el de los demás. 5 Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que Cristo*: 6 El cual, siendo de condición divina, no codició el ser igual a Dios* 7 sino que se despojó de sí mismo tomando condición de esclavo.

12 Así pues, queridos míos, de la misma manera que han obedecido siempre, no sólo cuando estaba presente sino mucho más ahora que estoy ausente, trabajen con sumo cuidado por su salvación, 13 pues es Dios quien, por su benevolencia, realiza ea ustedes el querer y el obrar. 14 Háganlo todo sin murmuraciones ni discusiones 13 para que sean irreprochables y sencillos hijos de Dios sin tacha en medio de una generación perversa y depravada* en medio de la cual brillan como estrellas en el mundo, 16 manteniendo en alto la palabra de la

2 5 Hay un la/o estrecho entre la exhortación a la unidad, w . 1-4, y el pasaje siguiente, w . 6-11. En éste se suele ver un himno, o por lo menos huellas de un himno, en el que Pablo se inspira. Su estructura refleja el esquema bíblico humillación/exaltación: Cristo se rebaja voluntariamente, w . 6-8; pero Dios lo exalta, w . 9-11. De algún modo se contrapone a Jesús, nuevo Adán, 1 Co 15 45, con el primer Adán, Gn 3 4-5. Ver Rm 9 5+; Col 1 15-17 + . 2 6 Siendo de condición divina, lit.: teniendo forma de Dios. Puede entenderse la frase como alusión a la condición de imagen de Dios, que se aplica a Adán, Gn 1 27; ver 1 Co 11 7. La forma de Dios que posee Cristo es la nueva imagen del nuevo Adán, 2 Co 4 4. -No codició el ser igual a Dios, lit.: no consideró como presa... No se trata de la igualdad de naturaleza, de su condición divina, y de la que Cristo no podía despojarse, sino de igualdad en el trato, que Jesús hubiera podido exigir, aun en su existencia terrena. Todo lo contrario de la actitud de Adán, Gn 3 5.22.

2 7 Alusión muy probable al Siervo de Is 42-53. -Se despojó de sí mismo, lit.: se vació de sí mismo, despojándose de la gloria que normalmente debía redundar en su humanidad, porque quería participar de todas las debilidades del hombre, excepto el pecado, y revelar en este rebajamiento el amor del Padre, al cual obedece voluntariamente. 2 8 La cruz era el suplicio de los malhechores, Hb 12 12. Pablo subraya el valor ejemplar de esta muerte, 1 Co 1 23; 2 2.8; etc. Sobre el escándalo de la Cruz, ver 1 Co 1 18-25; 2 1-2; Ga 6 14. 2 9 El Nombre es el de Señor, v. 11; Hch 2 21, título que Cristo consigue por su pasión y resurrección, Rm 14 9. 2 10 El nombre de Jesús, sin otra añadidura (ver v. 1 1), evoca la figura humillada y paciente de los w . 6-8. Ver 2 Co 4 10+. 2 11 Todo el universo, Ef 4 10; Ap 5 3, confesará la fe esencial, Hch 2 36 + ; Rm 9 5 + ; 10 9; 1 Co 12 3. La alusión a Is 45 23 muestra que Señor es un título divino. 2 15 Ver Dt 32 5.

Trabajar en la obra de la salvación.

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epístola a los filipenses

vida. Así, en el Día de Cristo, serán mi orgullo, ya que no habré corrido ni me habré fatigado en vano. 17 Y aunque mi sangre se derrame como libación sobre el sacrificio y la ofrenda de su fe*, me alegro y congratulo con ustedes. 18 De igual manera también ustedes alégrense y congratúlense conmigo. Misión de Timoteo y Epafrodito. 19 Espero en el Señor Jesús poder enviarles pronto a Timoteo, para verme también yo animado con sus noticias. 20 Pues a nadie tengo que se le iguale en la sincera preocupación por los intereses de ustedes, ya que todos buscan su propio interés y no el de Cristo Jesús. " Pero ustedes conocen su probada virtud, pues como un hijo junto a su padre, ha estado conmigo al servicio del Evangelio. 23 A él, pues, espero enviarles tan pronto como vea clara mi situación. 24 Y aun confío en el Señor que yo mismo podré ir pronto. 25 Entretanto, he juzgado necesario devolverles a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de armas, enviado suyo y encargado para atenderme en mis necesidades, pues estaba añorándolos a todos ustedes y angustiado porque se han enterado de que estaba enfermo.27 Es cierto que estuvo enfermo y a la muerte. Pero Dios se compadeció de él; y no sólo de él, sino también de mí, para que no tuviera yo tristeza sobre tristeza.28 Así pues, lo envío inmediatamente para que viéndolo de nuevo se llenen de alegría y yo quede aliviado en mi tristeza. 29 Recíbanlo, pues, en el Señor con toda alegría, y tengan en estima a hombres como él, 30 porque, por la obra de Cristo, ha estado a la muerte, arries-

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gando su vida para compensar la ausencia de ustedes en servicio mío. El verdadero camino de la salvación cristiana.

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1 Por lo demás, hermanos míos, alégrense en el Señor. Volver a escribirles las mismas cosas, a mí no me es molestia, y a ustedes les da seguridad. 2 Atención con los perros; atención con los embusteros; atención con la mutilación*. 3 Pues los verdaderos circuncisos somos nosotros, los que damos culto en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús sin poner nuestra confianza en la carne*,4 aunque yo tengo motivos para confiar también en la carne. Si algún otro cree poder confiar en la carne, más yo.5 Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo; 6 en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto a la justicia de la Ley, intachable.7 Pero lo que era para mí ganancia, lo he juzgado una pérdida a causa de Cristo. 8 Y más aún: juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por quien perdí todas las cosas, y las tengo por basura para ganar a Cristo, 9 y ser hallado en él, no con la justicia mía, la que viene de la Ley, sino la que viene por la fe en Cristo, la justicia que viene de Dios, apoyada en la fe*, 10 y conocerle a él, el poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos hecho semejante a él en la muerte, 11 tratando de llegar a la resurrección de entre los muertos*. , 2 No que lo tenga ya conseguido o que sea ya perfecto, sino que continúo mi carrera para alcanzarlo, como Cristo Jesús me alcanzó a mí. 13 Yo, hermanos, no creo

2 17 El culto espiritual, 3 3, del apostolado estando orgulloso de su pasado judío, Hch 22 y de la fe, Rm 1 9 + , encuentra una analogía 3-5; 26 4-7; Rm 11 1; 2 Co 11 22; Ga 1 13-14. en la costumbre corriente entre los griegos y 3 9 Esta comparación de dos justicias es el los judíos; ver 2 Tm 4 6. tema central de Rm y Ga. 3 2 Perros, así calificaban los judíos a los 3 11 Los w . 10-11 explicitan el v.9 en términos que son eco de 2 6-11, accesibles a los gentiles, ver Mt 15 26. Pablo aplica aquí, irócristianos que no estaban muy al corriente de nicamente, el calificativo a^los judíos. -Mutilación, lit.: incisión-, comparaPaíjlola circun- las categorías judías. El cristiano escapa de la muerte y se encuentra asociado a la vida del cisión con las incisiones de los cultospagajios, Resucitado, 4 20-21; Rm 6 3-5 + ; 2 Co 4 10; col ver 1 R 18 28; comparar con Ga 5 12. ^ ^ ^ 2 ; ver Jn 5 25-29; 11 24-26: 3 3 Pablo no espera nada de las observancias carnales de la Ley, Rm 9 8 + ; pero sigue

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epístola a l o s filipenses

haberlo ya conseguido. Pero una cosa hago: olvido lo que dejé atrás y me lanzo a lo que está por delante, 14 corriendo hacia la meta, al premio a que Dios me llama desde lo alto en Cristo Jesús. 15 Así pues, todos los perfectos* tengamos estos sentimientos, y si en algo sienten de otra manera, también eso se lo revelará Dios. 16 Por lo demás, desde el punto a donde hayamos llegado, sigamos en la misma dirección. 17 Hermanos, sean imitadores míos, y fíjense en los que viven según el modelo que tienen en nosotros. 18 Porque muchos viven, según les dije tantas veces, y ahora se lo repito con lágrimas, como enemigos de la cruz de Cristo, 19 cuyo final es la perdición, cuyo Dios es el vientre, y cuya gloria, lo vergonzoso*, su apetencia, lo terreno. 20 Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como Salvador al Señor Jesucristo, 21 el cual transfigurará nuestro pobre cuerpo a imagen de su cuerpo glorioso, en virtud del poder que tiene de someter a sí todas las cosas.

4

' Por tanto, hermanos míos queridos y añorados, mi gozo y mi corona, manténganse así firmes en el Señor, queridos. Últimos consejos. 2 Ruego a Evodia, lo mismo que a Síntique, tengan un mismo sentir en el Señor. 3 También te ruego a ti, Sícigo, «compañero» mío, que las ayudes, ya que lucharon por el Evangelio a mi lado, lo mismo que Clemente y demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. 4 Estén siempre alegres en el Señor; se lo repito, estén alegres. 5 Que su cle-

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mencia sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca*. 6 No se inquieten por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión, presenten a Dios sus peticiones, mediante la oración y la súplica, acompañadas de la acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que supera toda inteligencia custodiará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús. 8 Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud o valor*, ténganlo en aprecio.9 Todo cuanto han aprendido y recibido y oído y visto en mí, pónganlo por obra y el Dios de la paz estará con ustedes. Agradecimiento por la ayuda recibida*. 10 Me alegré mucho en el Señor de que ya, por fin, han florecido sus buenos sentimientos para conmigo. Ya los tenían, sólo les faltaba la ocasión de manifestarlos.11 No lo digo movido por la necesidad, pues he aprendido a contentarme con lo que ¿engo. 12 Sé andar escaso y sobrado. Estoy acostumbrado a todo y en todo: a la saciedad y al hambre; a la abundancia y a la privación. 13 Todo lo puedo con Aquel que me da fuerzas. En todo caso, hicieron bien en compartir mi tribulación. 15 Y saben también ustedes, filipenses, que en el comienzo de la evangelización, cuando salí de Macedonia, ninguna Iglesia me abrió cuenta de gastos y entradas, sino ustedes solos. 16 Pues incluso cuando estaba yo en Tesalónica enviaron por dos veces con que atender a mi necesidad. 17 No es que yo busque el don; sino que busco que aumenten los intereses en su cuenta. 18 Tengo cuanto necesito, y me sobra;

3 15 Perfectos, cristianos formados, 1 Co 2 tema de la imitación-tradición, relativa a Pablo y a Cristo, ver 2 5; 3 17; 1 Ts 1 6-7; etc. 6 + . El contexto es irónico, ver w . 11-12. 4 10 Pablo, siempre desinteresado, Hch 18 3 19 Alusiones a las observancias relativas a 3 + ; ver 1 P 5 2 + , no ha aceptado la ayuda de los alimentos y al miembro sometido a la cirninguna otra comunidad. Aquí expresa su cuncisión. agradecimiento al mismo tiempo que señala 4 5 Esperanza en la cercana venida iparusía, 1 Co 15 23+), 3 20; Jn 14 3; 1 Co 7 29+;su independencia. En la Iglesia cristiana los 16 22+; 1 Ts 4 15 + ; 5 + ; 1 P 4 7; Ap 22 17.20. dones materiales expresan y refuerzan los lazos espirituales, w . 17-19; ver 1 Co 9 10-11; 4 8 Es la única vez que se emplea en las Ga 6 6; 1 Tm 6 18-19; Hb 13 16, y, a propósito epístolas la palabra virtud. A la estima de los de la colecta, 1 Co 16 1 + . valores morales laudables que se encuentran aun entre los paganos, v. 8, se añade, v. 9, el

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epístola a l o s filipenses

estoy al completo después de haber recibido de Epafrodito lo que me han enviado: suave aroma*, sacrificio que Dios acepta con agrado. 19 Y mi Dios proveerá a todas sus necesidades con magnificencia, conforme a su riqueza, en Cristo Jesús.20 Al Dios y Padre nuestro, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

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Saludo final. 21 Saluden a todos los santos en Cristo Jesús. Los saludan los hermanos que están conmigo.22 Los saludan todos los santos, especialmente los de la casa del César. 23 La gracia del Señor Jesucristo esté con su espíritu.

EPÍSTOLA A LOS COLOSENSES Preámbulo Saludo.

I

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, y Timoteo el hermano, 2 a los santos de Colosas, hermanos fieles en Cristo. Gracia a ustedes y paz de parte de Dios, nuestro Padre. 1

Acción de gracias y súplica. ||Ef 1 15-16.13.6-7. 3 Damos gracias sin cesar a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por ustedes en nuestras oraciones, 4 al tener noticia de su fe en Cristo Jesús y de la caridad que tienen con todos los santos, 5 a causa de la esperanza que les está reservada en los cielos y acerca de la cual fueron ya instruidos por la palabra de la verdad, el Evangelio, 6 que llegó hasta ustedes. El cual fructifica y crece entre ustedes lo mismo que en todo el mundo, desde el día en que oyeron y conocieron la gracia de Dios en

I.

la verdad; 7 tal como se la enseñó Epafras, nuestro querido consiervo y fiel ministro de Cristo, en lugar nuestro,8 y nos informó también de su amor en el Espíritu. 9 Por eso, tampoco nosotros dejamos de rogar por ustedes desde el día que lo oímos, y de pedir que lleguen al pleno conocimiento de su voluntad con toda sabiduría e inteligencia espiritual*, 10 para que procedan de una manera digna del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda obra buena y creciendo en el conocimiento de Dios; 11 fortalecidos con toda fuerza según el poder de su gloria, para ser constantes y pacientes en todo; dando con alegría 12 gracias al Padre que les hizo capaces de participar en la herencia de los santos en la luz. 13 Él nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino de su Hijo querido, 14 en quien tenemos la redención: el perdón de loS pecados.

Parte dogmática

El primado de Cristo*. Él es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación, 16 porque en él fueron creadas todas las cosas, en los cielos y en la tierra, las visibles y las invisibles, tronos, dominaciones, principados, potestades: todo fue creado por él y para él,

existe con anterioridad a todo, y todo tiene en él su consistencia. es también la cabeza del cuerpo, de la Iglesia*: Él es el Principio, el Primogénito de entre los muertos, para que sea él el primero en todo, 19 pues Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la plenitud*, 20 y reconciliar por él y para él todas las cosas,

1 9 Inteligencia espiritual es el conocimiento religioso, cordial, Ef 4 24 + , don de Cristo, 2 2-3.6; 3 10; 1 Co 8 1-2; etc. 1 15 Pablo cita un primitivo himno cristiano, ver 3 16, que celebraba el primado de Cristo en la primera creación, w . 15-17, y en la nueva, que es la redención, w . 18-20; ver 2 Co 5 17. El Cristo preexistente es considerado en la persona de Jesús, Hijo de Dios hecho hombre, Flp 2 5+, perfecta imagen de Dios, Rm 8 29+; 2 Co 4 4; Hb 1 3+; etc., y primogénito de la creación tanto por prioridad temporal como

por excelencia y causalidad, Jn 1 3; 1 Co 8 6; Ef 1 10 + ; 2 15-16+. Ver Sb 7 26; Pr 8 22-36. 1 18 Cristo es Cabeza de la Iglesia, ver 1 Co 12 12+, como primer resucitado, v. 18, y como principio de salvación, v. 20. Ver Ef 1 23 + . 1 19 El universo está lleno de la presencia creadora de Dios, Is 6 3; Jr 23 24; Sb 1 7; etc. Y, a consecuencia de la Encarnación, Jn 1 14+, está todo entero integrado en la salvación, Rm 8 19-22+; Ef 1 10+.23 + ; Flp 3 21; Hb 2 5-8.

15

17 él

18 Él

epístola a l o s colosenses

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pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo seres de la tierra y de los cielos*. Los colosenses participan de la salvación. ||Ef 4 18-19. 21 Y a ustedes, que en otro tiempo eran extraños y enemigos, por sus pensamientos y malas obras,22 los ha reconciliado ahora, por medio de la muerte en su cuerpo de carne, para presentarlos santos, inmaculados e irreprensibles delante de Él; 23 con tal que permanezcan sólidamente cimentados en la fe, firmes e inconmovibles en la esperanza del Evangelio que oyeron, que ha sido proclamado a toda criatura bajo el cielo y del que yo, Pablo, he llegado a ser ministro.

Trabajos de Pablo en servicio de los gentiles. ||Ef 3 1-13. 24 Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por ustedes, y completo lo que falta a las tribulaciones de Cristo en mi carne, en favor de su cuerpo, que es la Iglesia*, 25 de la cual he llegado a ser ministro, conforme a la misión que Dios me concedió en orden a ustedes para dar cumplimiento a la palabra de Dios, 26 al mis-

II.

300

terio escondido desde siglos y generaciones, y manifestado ahora a sus santos,27 a quienes Dios quiso dar a conocer cuál es la riqueza de la gloria de este misterio entre los gentiles, que es Cristo en ustedes, la esperanza de la gloria*,28 al cual nosotros anunciamos, amonestando e instruyendo a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de presentarlos a todos perfectos en Cristo. 29 Por esto precisamente me afano, luchando con la fuerza de Cristo que actúa poderosamente en mí. Preocupación de Pablo por la fe de los colosenses.

2

' Quiero que sepan cuán dura lucha estoy sosteniendo por ustedes y por los de Laodicea, y por todos los que no me han visto personalmente, 2 para que sus corazones reciban ánimo y, unidos íntimamente en el amor, alcancen en toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del misterio de Dios, 3 en el cual están ocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia. 4 Les digo esto para que nadie los seduzca con argumentos capciosos. 5 Pues, si bien estoy corporalmente ausente, en espíritu me hallo con ustedes, alegrándome de ver su armonía y la firmeza de su fe en Cristo.

Avisos acerca de los errores

La verdadera fe en Cristo y las vanas filosofías. 6 Vivan, pues, según Cristo Jesús, el Señor, tal como le han recibido;7 arraigados y edificados en él; apoyados en

1 20 La reconciliación, Rm 5 10-11; 2 Co 5 18-19, por la sangre de Cristo, Rm 3 24 + , es no tanto la salvación personal de todos como la instauración del orden de Dios en el mundo. Los que se resistan a ingresar en este nuevo orden, entrarán un día por la fuerza, tanto hombres, 1 Co 6 9-10; Ef 5 5; etc., como los espíritus celestes, 2 15; 1 Co 15 24-25. 1 24 La fuerza redentora de la Cruz es ilimitada, pero las tribulaciones apostólicas aso-

la fe, tal como se les enseñó, rebosando en agradecimiento. 8 Miren que nadie los esclavice mediante la vana falacia de una filosofía, fundada en tradiciones humanas, según los elementos del mundo y no según Cristo*. cian a Pablo a los sufrimientos de Jesús por el mundo, Hch 14 22; 2 Co 1 5; 4 10-12; Flp 1 20+; 2 Tm 2 10; Ap 6 10-11. 1 27 Los gentiles se ven ya introducidos en el misterio de la salvación, 3 4; Ef 1 18; 2 13; 3 2-3+; ver Rm 1 1 + . 2 8 La filosofía es aquí una doctrina religiosa falsa, tributaria de los elementos del mundo, v. 20; Ga 4 3 + .

1- 21

e p í s t o l a a l o s c o l o s e n s e s 301

Cristo, única y verdadera cabeza de hombres y ángeles. 9 Porque en él reside toda la plenitud* de la divinidad corporalmente, 10 y ustedes alcanzan la plenitud en él, que es la cabeza de todo principado y de toda potestad*; 11 en él también fueron circuncidados no con circuncisión quirúrgica, sino mediante el despojo del cuerpo carnal, por la circuncisión en Cristo*. 12 Sepultados con él en el bautismo, con él también han resucitado por la fe en la fuerza de Dios, que lo resucitó de entre los muertos*. 11 Y a ustedes, que estaban muertos en sus delitos y en su carne incircuncisa, los vivificó juntamente con él y nos perdonó todos nuestros delitos. 14 Canceló la nota de cargo que había contra nosotros, la de las prescripciones con sus cláusulas desfavorables, y la quitó de en medio clavándola en la cruz. I S Y, una vez despojados los principados y las postestades, los exhibió públicamente, en su cortejo triunfal.

Contra la falsa ascesis según los «elementos del mundo». 16 Por tanto, que nadie los critique por cuestiones de comida o bebida, o a propósito defiestas,de novilunios o sábados. 17 Todo esto es sombra de lo venidero; pero la realidad es el cuerpo de

III.

Cristo. 18 Que nadie les arrebate el premio por ruines prácticas y el culto de los ángeles, obsesionado por lo que vio, vanamente hinchado por su mente carnal, 19 en lugar de mantenerse unido a la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, por medio de junturas y ligamentos, recibe nutrición y cohesión, para realizar su crecimiento en Dios*. 20 Una vez que han muerto con Cristo a los elementos del mundo, ¿por qué sujetarse, como si aún estuvieran en el mundo, a preceptos como 21 «no toques», «no pruebes», «no acaricies», 22 cosas todas destinadas a perecer con el uso, y conforme a preceptos y doctrinas puramente humanos?23 Tales cosas tienen una apariencia de sabiduría por su piedad afectada, sus mortificaciones y su rigor con el cuerpo; pero sin valor alguno contra la insolencia de la carne. La unión con Cristo glorioso, principio de nueva vida*.

3

1 Así pues, si han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Aspiren a las cosas de arriba, no a las de la tierra. 3 Porque han muerto, y su vida está oculta con Cristo en Dios. 4 Cuando aparezca Cristo, vida suya, entonces también ustedes aparecerán gloriosos con él.

Exhortación

Preceptos generales de vida cristiana*. Por tanto, mortifiquen cuanto en ustedes es terreno: fornicación, impureza, pasiones, malos deseos y la codicia, que

es una idolatría, 6 todo lo cual atrae la ira de Dios sobre los rebeldes, 7 y que también ustedes practicaron en otro tiempo, cuando vivían de ese modo. 8 Mas ahora, desechen también ustedes

2 9 La plenitud, 1 19+, une la vida de Dios con el cuerpo de Cristo resucitado, en el que se juntan todo el mundo divino y todo el mundo creado, Ef 1 10+.23 + . 2 10 Unido a Cristo, el cristiano triunfa de los poderes adversos que aquél tiene sometidos, w . 14-15; Ef 6 12 + . 2 11 La circuncisión espiritual es el bautismo, ver Ef 2 11; Jr4 4+. 2 12 Ver Rm 6 4 + ; Ef 2 5-6 + . 2 19 Ver E f 4 15-16.

3 Los w . 1-4, se refieren a 2 12-13.20. El cristiano pertenece a Cristo, participa de la vida celestial de Cristo, Ef 2 6+, que no se manifestará plenamente hasta la parusía, 1 27; Rm 8 18 + ; 1 Co 15 23 + . 3 5 La obra de muerte y resurrección se realiza progresivamente en el hombre nuevo, w . 2.10; Rm 6 4-14+; 12 2 + ; Ef 4 22-24, por la renuncia al pecado, w . 5-11, y la restauración de la imagen de Dios en sus santos, w . 12-17; 1 15 + .

5

1-21e p í s t o l a a l o s c o l o s e n s e s todo esto: cólera, ira, maldad, maledicencia y obscenidades, lejos de su boca. ||Ef 4 22-24. 9 No se mientan unos a otros, pues despojados del hombre viejo con sus obras, 10 se han revestido del hombre nuevo, que se va renovando hasta alcanzar un conocimiento pefecto, según la imagen de su Creador, 11 donde no hay griego y judío; circuncisión e incircuncisión; bárbaro, incivilizado, esclavo, libre, sino que Cristo es todo y en todos. ||Ef 4 1-2.32. 12 Revístanse, pues, como elegidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia, 13 soportándose unos a otros, y perdonándose mutuamente, si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor los perdonó, perdónense también ustedes. 14 Y por encima de todo esto, revístanse del amor, que es el broche de la perfección. 15 Y que la paz de Cristo reine en sus corazones, pues a ella han sido llamados formando un solo cuerpo. Y sean agradecidos. 16 La palabra de Cristo habite en ustedes con toda suriqueza;instruyanse y amonéstense con toda sabiduría, cantando a Dios, de corazón y agradecidos, salmos, himnos y cánticos inspirados*. 17 Todo cuanto hagan, de palabra y de obra, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él. Preceptos particulares de moral familiar*. ||Ef 5 21 - 6 9. 18 Mujeres, sean sumisas a sus maridos, como conviene en el Señor. 19 Maridos, amen a sus mujeres, y no sean ásperos con ellas. 20 Hijos, obedezcan en todo a sus padres, porque esto es grato a Dios en el Señor. 21 Padres, no exasperen a sus hijos, no sea que se vuelvan tímidos.

3 16 Cuadro esquemático de las asambleas, con instrucciones y cantos, Ef 5 19-20. 3 18 Preceptos de moral común que hay que poner en práctica en el Señor, es decir «según la vida cristiana», en unión con las ex-

302

Esclavos, obedezcan en todo a sus amos de este mundo, no porque los ven, como quien busca agradar a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo al Señor. 23 Todo cuanto hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, 24 conscientes de que el Señor les dará la herencia en recompensa. El Amo a quien sirven es Cristo.25 Al que obre la injusticia, se le devolverá conforme a esa injusticia; que no hay favoritismos. 22

4

" Amos, den a sus esclavos lo que es justo y equitativo, teniendo presente que también ustedes tienen un amo en el cielo. Espíritu apostólico. ¡|Ef 6 18-20.

2 Sean perseverantes en la oración, velando en ella con acción dé gracias; 3 oren al mismo tiempo también por nosotros para que Dios nos abra la puerta a la palabra, y podamos anunciar el misterio de Cristo, por cuya causa estoy yo encarcelado*, 4 para darlo a conocer anunciándolo como debo. 5 Pórtense prudentemente con los de fuera, aprovechando bien la ocasión. 6 Que su conversación sea siempre amena, sazonada con sal, sabiendo responder a cada cual como conviene.

Noticias personales. 7 En cuanto a mí, de todo les informará Tíquico, el hermano querido, fiel ministro y compañero en el servicio del Señor, 8 a quien les envío expresamente para que sepan de nosotros y consuele sus corazones. 9 Y con él a Onésimo, el hermano fiel y querido, que es uno de los suyos. Ellos les informarán de todo cuanto aquí sucede.

Saludo final. 10 Los saludan Aristarco, mi compañero de cautiverio, y Marcos, primo de

hortaciones más amplias de 3 1-17; 4 2-6. Ver 1 Ts 4 1+; Ef 5 21-69; 1 P 2 11-3 12. A propósito de la esclavitud, ver Flm 6 +. 4 3 Ver Rm 15 30-32; Ef 6 18-20; 2 Ts 3 ls.

1- 21

303

epístola a l o s colosenses

Bernabé, acerca del cual recibieron ya instrucciones. Si va a ustedes, denle buena acogida. 11 Los saluda también Jesús, llamado Justo; son los únicos de la circuncisión que colaboran conmigo por el Reino de Dios y que han sido para mí un consuelo. Los saluda Epafras, que es uno de los suyos, siervo de Cristo Jesús, que lucha siempre a favor de ustedes en sus oraciones, para que sean constantes y perfectos cumplidores de toda voluntad divina. 13 Yo soy testigo de lo mucho que se afana por ustedesr por los de Laodicea y por

los de Hierápolis. saluda Lucas, el médico querido, y Demás. 15 Saluden a los hermanos de Laodicea, a Ninfa y a la iglesia de su casa. 16 Una vez que hayan leído esta carta entre ustedes, procuren que sea también leída en la iglesia de Laodicea. Y ustedes lean la de Laodicea*. 17 Digan a Arquipo: «Considera el ministerio que recibiste en el Señor, para que lo cumplas.» 18 El saludo va de mi mano, Pablo. Acuérdense de mis cadenas. La gracia sea con ustedes.

4 16 Las cartas recibidas eran leídas a los hermanos, 1 Ts 5 27, y comunicadas a las igle-

sias vecinas, 2 Co 1 1. La carta de Laodicea es nuestra epístola a los Efesios.

14 Los

PRIMERA EPÍSTOLA A LOS TESALONICENSES Saludo.

I

Pablo, Silvano y Timoteo a la iglesia de los Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor Jesucristo. A ustedes gracia y paz. 1

Acción de gracias y felicitación. 2 En todo momento damos gracias a Dios por todos ustedes, recordándoles sin cesar en nuestras oraciones. 3 Tenemos presente ante nuestro Dios y Padre el obrar de su fe, el trabajo difícil de su caridad, y la tenacidad de su esperanza en Jesucristo nuestro Señor". 4 Conocemos, hermanos queridos de Dios, su elección; 5 ya que les fue predicado nuestro Evangelio no sólo con palabras sino también con poder y con el Espíritu Santo, con plena persuasión. Saben cómo nos portamos entre ustedes en atención a ustedes.6 Por su parte, se hicieron imitadores nuestros y del Señor, abrazando la palabra con gozo del Espíritu Santo en medio de muchas tribulaciones. 7 De esta manera se han convertido en modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. 8 Partiendo de ustedes, en efecto, ha resonado la palabra del Señor y su fe en Dios se ha difundido no sólo en Macedonia y en Acaya, sino por todas partes, de manera que nada nos queda por decir. 9 Ellos mismos cuentan de nosotros cuál fue nuestra entrada a ustedes, y cómo se convirtieron a Dios, tras haber abandonado los ídolos, para servir a Dios vivo y verdadero, 10 y esperar así a su Hijo Jesús que ha de venir de los cielos, a quien resucitó de entre los muertos y que nos salva de la ira venidera*.

sino que, después de haber padecido sufrimientos e injurias en Filipos, como saben, confiados en nuestro Dios, tuvimos la valentía de predicarles el Evangelio de Dios entre frecuentes luchas. * Nuestra exhortación no procede del error, ni de intenciones dudosas, 4 sino que así como hemos sido juzgados aptos por Dios para confiarnos el Evangelio, así lo predicamos, no buscando agradar a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones*. 3 Nunca nos presentamos, bien lo saben, con palabras aduladoras, ni con pretextos de codicia, Dios es testigo,6 ni buscando gloria humana, ni de ustedes ni de nadie. 7 Aunque pudimos imponer nuestra autoridad por ser apóstoles de Cristo, nos mostramos amables con ustedes, como una madre cuida con cariño de sus hijos. 8 Tanto los queríamos, que estábamos dispuestos a darles no sólo el Evangelio de Dios, sino nuestras propias vidas. ¡Han llegado a sernos entrañables! 9 Pues recuerdan, hermanos, nuestros trabajos y fatigas. Trabajando día y noche, para no ser gravosos a ninguno de ustedes, les proclamamos el Evangelio de Dios. 10 Ustedes son testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprochablemente nos comportamos con ustedes, los creyentes. " Como un padre a sus hijos, así también a cada uno de ustedes 12 los exhortábamos y animábamos, exigiéndoles vivieran de una manera digna de Dios, que los ha llamado a su Reino y gloria. 2

La fe y la paciencia de los Tesalonicenses.

1 Bien saben ustedes, hermanos, que nuestra ida a ustedes no fue estéril,

13 De# ahí que también por nuestra parte no cesemos de dar gracias a Dios porque, al recibir la palabra de Dios que les predicamos, la acogieron, no como palabra de hombre, sino cual es en verdad, como palabra de Dios, que

13 La más antigua mención conocida de las tres virtudes teologales, 1 Co 13 13+. 1 10 Los w . 9-10 condensan la predicación de Pablo entre los gentiles, que anunciaba al

único verdadero Dios y la salvación por Cristo resucitado, ver Rm 1 1-4; 1 Co 1 7.23; 8 4-6 + ; 15 1+ .23-24; Ga 4 8-9; Hch 2 22 + ; 14 15; etc. 2 4 Alusión a Jr 11 20; Sal 16 3; etc.

Comportamiento de Pablo durante su estancia en Tesalónica.

2

305

p r i m e r a e p í s t o l a a l o s t e s a l o n i c e n s e s528

permanece activa en ustedes, los creyentes*. 14 Porque ustedes, hermanos, han seguido el ejemplo de las Iglesias de Dios que están en Judea, en Cristo Jesús, pues también ustedes han sufrido de sus compatriotas las mismas cosas que ellos de parte de los judíos*; 15 éstos son los que dieron muerte al Señor y a los profetas y los que nos han perseguido a nosotros; no agradan a Dios y son enemigos de todos los hombres, 16 impidiéndonos predicar a los gentiles para que se salven; así van colmando constantemente la medida de sus pecados*; pero la ira descargó sobre ellos con vehemencia. Inquietudes del Apóstol. 17 Mas nosotros, hermanos, separados de ustedes por breve tiempo —físicamente, mas no con el corazón— ansiábamos ardientemente ver su rostro. 18 Por eso quisimos ir a ustedes —yo mismo, Pablo, lo intenté una y otra vez— pero Satanás nos lo impidió. 19 Pues, ¿quién, sino ustedes, puede ser nuestra esperanza, nuestro gozo, la corona de la que nos sentiremos orgullosos*, ante nuestro Señor Jesús en su Venida? 20 Sí, ustedes son nuestra gloria y nuestro gozo.

Timoteo enviado a Tesalónica.

3

' Por lo cual, no pudiendo soportar más, decidimos quedarnos solos en Atenas 2 y les enviamos a Timoteo, hermano nuestro y colaborador de Dios en el Evangelio de Cristo, para afianzarlos y darles ánimos en su fe, 3 para que nadie vacile en esas tribulaciones. Bien saben que este es nuestro destino: 4 ya cuando estábamos con ustedes les predecíamos que íbamos a sufrir tribulacio2 13 La palabra escuchada, Ga 3 2 + , es recibida, 4 1; 2 Ts 3 6; 1 Co 15 1; Ga 1 9; Flp 4 9; Col 2 6; luego acogida en el corazón, 1 6; 2 Ts 2 10; Hch 8 14; Rm 10 6s, cuando el oyente reconoce, por la fe, a Dios que habla por su enviado, 2 Co 2 17; 3 5; 13 3; Ga 4 14; ver Mt 10 40p; Jn 17 6-8.20+; etc. Para las últimas palabras, ver Rm 1 16; Hb 4 12+. 2 14 La severidad de Pablo, w . 15-16, está provocada por los chismes de los judíos, Hch 13 45s; etc., y refleja las polémicas primitivas,

nes, y es lo que ha sucedido, como saben. 5 Por lo cual también yo, no pudiendo soportar ya más, lo envié para tener noticias de su fe, no fuera que el Tentador los hubiera tentado y que nuestro trabajo quedara reducido a nada. Acción de gracias por las noticias recibidas. 6 Nos acaba de llegar de ahí Timoteo y nos ha traído buenas noticias de su fe y su caridad; y dice que conservan siempre buen recuerdo de nosotros y que desean vernos, así como nosotros a ustedes. 7 Así pues, hermanos, hemos recibido de ustedes un gran consuelo, motivado por su fe, en medio de todas nuestras congojas y tribulaciones.8 Ahora sí que vivimos, pues permanecen firmes en el Señor. 9 Y ¿cómo podremos agradecer a Dios por ustedes, por todo el gozo que, por causa suya, experimentamos ante nuestro Dios? 10 Noche y día le pedimos insistentemente poder ver su rostro y completar lo que falta a su fe. 11 Que Dios mismo, .nuestro Padre y nuestro Señor Jesús orienten nuestros pasos hacia ustedes. 12 En cuanto a ustedes, que el Señor les haga progresar y sobreabundar en el amor de unos con otros, y en el amor para con todos*, como es nuestro amor para con ustedes, 13 para que se consoliden sus corazones con santidad irreprochable ante Dios, nuestro Padre, en la Venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos*.

Recomendaciones: santidad de vida y caridad.

4

' Por lo demás, hermanos, les rogamos y los exhortamos en el Señor Jesús a que, a partir de lo que aprendieron de nosotros sobre cómo comportarse* y

Mt 21 33-4lp; 23 37p; Hch 2 22-23; 13 50; etc. En otros pasajes Pablo recuerda los privilegios del pueblo elegido del que él había salido, Rm 3 1-3; 9 3-5; Flp 3 4-6 + . 2 16 Ver Gn 15 16. 2 19 Ver Ez 16 12; 23 42. 3 12 Ver Ga 6 10+. 3 13 Ver Za 14 5. 4 1 La enseñanza moral pertenece también a la tradición apostólica, 2 13 + ; ver Flp 4 8-9+; Col 3 18 + .

306 p r i m e r a e p í s t o l a a l o s t e s a l o n i c e n s e s agradar a Dios, así lo hagan y que continúen progresando. 2 Saben, en efecto, las instrucciones que les dimos de parte del Señor Jesús. 3 Porque esta es la voluntad de Dios: su santificación*; que se alejen de la fornicación, 4 que cada uno de ustedes sepa poseer su cuerpo* con santidad y honor, 5 y no dominado por la pasión, como hacen los gentiles que no conocen a Dios*. h Que nadie falte a su hermano ni se aproveche de él en éste punto, pues el Señor se vengará* de todo esto, como se lo dijimos ya y lo atestiguamos, 7 pues no nos llamó Dios a la impureza, sino a la santidad.8 Así pues, el que esto desprecia, no desprecia a un hombre, sino a Dios, que les hace don de su Espíritu Santo*. 9 En cuanto al amor mutuo, no necesitan que les escriba, ya que ustedes han sido instruidos por Dios para amarse mutuamente. 10 Y lo practican bien con los hermanos de toda Macedonia. Pero los exhortamos, hermanos, a que sigan progresando más y más, 11 y a esmerarse en vivir con tranquilidad, ocupándose en sus asuntos, y trabajando con sus manos, como se lo tenemos ordenado, 12 a fin de que vivan dignamente ante los de fuera, y no necesiten de nadie*. Los muertos y los vivos en la Venida del Señor*. 13 Hermanos, no queremos que estén en la ignorancia respecto de los muer-

4 3 La santidad del cristiano, Hch 9 13 + ; 1 Co 1 2 + , es el efecto de la acción de Dios que toca al hombre entero, 5 23; no solamente su vida sexual, w . 3-5. El dominio de las pasiones utiliza el don del Espíritu, v. 8 + . 4 4 Su cuerpo designa el propio cuerpo de cada uno, 5 23; Rm 12 1, o el de su mujer, 1 P 3 7. 4 5 Ver Jr 10 25; Sal 79 6. 4 6 Ver Dt 32 35; Sal 94 2. 4 8 El don mesiánico del Espíritu, Ez 36 27; 37 14; Hch 2 33 + ; Rm 5 5, unía las iglesias paulinas con la comunidad primitiva. 4 12 La vida de la comunidad era una proclamación existencial del Evangelio, 1 6-8; 1 Co 14 23.25.40; Flp 2 14-16; Col 4 5; etc. 4 13 Algunos creían que los que morían antes de la venida del Señor eran menos favorecidos. Pablo les recuerda la enseñanza fundamental sobre la resurrección de los dormidos.

5 28

tos, para que no se entristezcan como los demás, que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y que resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús. 15 Les decimos esto como palabra del Señor: Nosotros, los que vivamos, los que quedemos hasta la Venida del Señor* no nos adelantaremos a los que murieron. 16 El mismo Señor bajará del cielo con clamor, en voz de arcángel y trompeta de Dios*, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar. 17 Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor*. 18 Consuélense, pues, mutuamente con estas palabras. Vigilancia en la espera de la Venida del Señor*.

5

1 En lo que se refiere al tiempo y al momento, hermanos, no tienen necesidad de que les escriba. 2 Ustedes mismos saben perfectamente que el Día del Señor ha de venir como un ladrón en la noche. 3 Cuando digan:- «Paz y seguridad», entonces mismo, de repente, vendrá sobre ellos la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta; y no escaparán. 4 Pero ustedes, hermanos, no viven en la oscuridad, para que ese día los sorprenda como ladrón*, 5 pues todos us-

4 15 Pablo se coloca hipotéticamente entre los que estarán todavía con vida a la venida del Señor, 1 Co 15 23 + ; ver 1 Co 15 51-52; 2 Co 5 3 + . Es sólo una esperanza, Flp 4 5 + ; no una certeza, 5 1. 4 16 La voz, la trompeta, las nubes, son imágenes tradicionales en la literatura apocalíptica, ver Mt 24 30; 2 Ts 1 8 + . 4 17 Los que sobrevivan se reunirán con los muertos resucitados y todos serán llevados al Juicio del Señor para luego vivir siempre con él, 5 10; 2 Ts 2 1; ver Flp 1 23+. 5 Pablo niega conocer la fecha del Día, 1 Co 1 8+. Hay que esperar, pues, velando, Mt 24 42-43p; Rm 13 11; 1 Co 16 13; 1P 5 8; Ap 3 2-3. Pero este día no es inminente, 2 Ts 2 12; se puede morir antes, Flp 1 23 + ; y quizá el plazo será largo, Rm 11 25; Mt 25 19; 2 P 3 4. 5 4 Del Día se pasa a la luz que define a los hijos de Dios, Ef 5 8+.

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primera epístola a l o s tesalonicenses

tedes son hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas. 6 Así pues, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. 7 Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan.8 Nosotros, por el contrario, que somos del día, seamos sobrios; revistamos la coraza de la fe y de la caridad, con el yelmo de la esperanza de salvación*. 9 Dios no nos ha destinado para la ira, sino para obtener la salvación por nuestro Señor Jesucristo, 10 que murió por nosotros, para que, velando o durmiendo'", vivamos juntos con él. " Por esto, confórtense mutuamente y edifíquense los unos a los otros, como ya lo hacen. Algunas exigencias de la vida de comunidad. 12 Les pedimos, hermanos, que tengan en consideración a los que trabajan entre ustedes, los presiden en el Señor y los amonestan*. 13 Ténganlos en la mayor estima con amor por su trabajo. Vivan en paz unos con otros. 14 Los exhortamos asimismo, herma-

5 8 Ver Ef 6 11-17 + . 5 10 Velando o durmiendo = vivos o muertos, ver 4 14-17. Los w . 9-10, con el v. 6, podían llevar a los Tesalonicenses a creer que estaban ya predestinados a la salvación y que podían hacer los que quisieran en sus vidas. La segunda carta a los Tesalonicenses, 2 133 15, corrige esta falsa interpretación. 5 12 Primera mención de los superiores de la comunidad. Su entrega merece estima y amor. Los consejos que siguen se dirigen a ellos y a toda la comunidad.

5 28

nos, a que amonesten a los que viven desconcertados, animen a los pusilánimes, sostengan a los débiles y sean pacientes con todos. 15 Miren que nadie devuelva a otro mal por mal, antes bien, procuren siempre el bien mutuo y el de todos. 16 Estén siempre alegres. 1y Oren constantemente*. 18 En todo den gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de ustedes. 19 No extingan el Espíritu; 20 no desprecien las profecías; 21 examínenlo todo y quédense con lo bueno. 22 Absténganse de todo género de mal*. Último ruego y despedida. 23 Que Él, el Dios de la paz, los santifique plenamente, y que todo su ser, el espíritu, el alma y el cuerpo*, se conserve sin mancha hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo. 24 Fiel es el que los llama y es él quien lo hará. 25 Hermanos, oren también por nosotros. 26 Saluden a todos los hermanos con el beso santo.27 Les conjuro por el Señor que esta carta^sea leída a todos los hermanos*. 28 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.

5 17 Este consejo de orar constantemente ha influido mucho en la espiritualidad cristiana. 5 22 El respeto de los dones del Espíritu implica un discernimiento, 1 Co 12 1 + .10+. 5 23 División tripartita del hombre; es la única vez que aparece en Pablo, Rm 7 24+; ver 1 Co 15 44. Pero la totalidad importa aquí más. 5 27 Primera mención de la lectura pública de una carta del Apóstol, probablemente en las asambleas litúrgicas. Ver Col 4 16.

SEGUNDA EPÍSTOLA A LOS TESALONICENSES Saludo.

I

Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses, en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo. 2 Gracia a ustedes y paz de parte de Dios Padre y del Señor Jesucristo. 1

Acción de gracias y palabras de aliento. La retribución Ultima. 3 Tenemos que dar en todo tiempo gracias a Dios por ustedes, hermanos, como es justo, porque su fe está progresando mucho y se acrecienta la mutua caridad de todos y cada uno de ustedes, 4 hasta tal punto que nosotros mismos nos gloriamos de ustedes en las Iglesias de Dios por la tenacidad y la fe en todas las persecuciones y tribulaciones que están pasando. 5 Esto es señal del justo juicio de Dios, en el que serán declarados dignos del Reino de Dios, por cuya causa padecen. 6 Porque es propio de la justicia de Dios el pagar con tribulación a los que los atribulan, 7 y a ustedes, los atribulados, con el descanso junto con nosotros, cuando el Señor Jesús se revele desde el cielo con sus poderosos ángeles, 8 en medio de una llama de fuego*, y tome venganza de los que no conocen a Dios y de los que no obedecen al Evangelio de nuestro Señor Jesús. 9 Éstos sufrirán la pena de una ruina eterna, alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, 10 cuando venga en aquel día a ser glorificado en

18 El cielo, los ángeles, el fuego provienen de la apocalíptica judía, 1 Ts 4 16 + . -Alusiones y citas: Ex 3 2; Is 66 15; Jr 10 25; Is 66 4; 2 10; 49 3; 66 5; Sal 89 8 (LXX); 68 35 (LXX). 1 1 0 La dureza de estas expresiones quizás sean reflejo de una persecución que está sufriendo la comunidad. 1 12 Ver Is 24 15; 66 5; Jn 17 22-24; Ef 1 6+. 2 Pablo precisa, 1 Ts 5 1+, que la Vuelta será precedida de señales reconocibles. No es preciso, v. 2, ampararse en su autoridad para afirmar lo contrario. 2 3 La apostasía será causada por uv

sus santos y admirado en todos los que hayan creído —pues nuestro testimonio ha sido creído por ustedes*. 11 Con este objeto rogamos en todo tiempo por ustedes: que nuestro Dios los haga dignos de la vocación y lleve a término con su poder todo su deseo de hacer el bien y la actividad de la fe, 12 para que así el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado en ustedes, y ustedes en él*, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. La Venida del Señor y sus señales precursoras*.

2

1 Por lo que respecta a la Venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, les rogamos, hermanos, 2 que no se dejen alterar tan fácilmente en su ánimo, ni se alarmen por alguna manifestación del Espíritu, por algunas palabras o por alguna carta presentada como nuestra, que les haga suponer que está inminente el Día del Señor. 3 Que nadie los engañe de ninguna manera. Primero tiene que venir la apostasía* y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de perdición, 4 el Adversario que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto, hasta el extremo de sentarse él mismo en el Santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios. 5 ¿No se acuerdan que ya les dije esto cuando estuve entre ustedes? 6 Ustedes saben qué es lo que ahora lo retiene*, para que se mani-

sonaje que es considerado como el gran enemigo de Dios, Ex 28 2, luego como el rival del Señor. Este Adversario, v. 4, llamado también Anticristo, 1 Jn 2 18 + , que se describe como un ser personal, con términos inspirados en Dn 11 36, se manifestará al fin de los tiempos para la última prueba de los creyentes, Mt 24 24; Ap 13 1-8. Pero el Señor glorioso vencerá a su enemigo, Is 11 4; Ap 19 11-21. 2 6 Algo, v. 6, o alguien, v. 7, retiene, impide la manifestación del Anticristo que precederá a la parusía, 1 Co 15 23+. La alusión sigue siendo un enigma para nosotros.

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primera

epístola a l o s tesalonicenses

fieste en su momento oportuno. 7 Porque el misterio de la impiedad ya está actuando*. Tan sólo con que sea quitado de en medio el que ahora lo retiene, 8 entonces se manifestará el Impío, a quien el Señor destruirá con el soplo de su boca *, y aniquilará con la manifestación de su Venida. 9 La venida del Impío estará señalada por el influjo de Satanás*, con toda clase de milagros, signos, prodigios engañosos, 10 y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que los hubiera salvado. 11 Por eso Dios les envía un poder seductor que los hace creer en la mentira, para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad. Exhortación a la perseverancia*. 13 Nosotros, en cambio, debemos dar gracias en todo tiempo a Dios por ustedes, hermanos, amados del Señor, porque Dios los ha escogido desde el principio para la salvación mediante la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad. ,4 Para esto los ha llamado por medio de nuestro Evangelio, para que consigan la gloria de nuestro Señor Jesucristo. ,s Así pues, hermanos, manténganse firmes y conserven las tradiciones que han aprendido de nosotros, de viva voz o por carta*. 16 Que el mismo Señor nuestro Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y que nos ha dado gratuitamente una consolación eterna y una esperanza dichosa, 17 consuele sus co-

2 7 El Impío trabaja en el misterio para provocar la apostasía; una vez apartado el obstáculo, se revelará actuando a la luz del día. 2 8 Ver Is 11 4. 2 9 Por su instrumento que es el Impío, Satanás, Jb 1 6+; 1 Ts 2 18; ver Mt 4 10; etc., padre de la mentira, Jn 8 44, trabaja con todas sus fuerzas, Ef 2 2; 6 12 + ; etc, en desviar a los hombres de la verdad, Mt 24 12; Ap 13 2.4.1314. 2 13 Nótese el movimiento trinitario de los w . 13-14; ver 2 Co 13 13 + . 2 15 Toda la enseñanza recibida por Pablo de la Iglesia apostólica y transmitida a las

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razones y los afiance en toda obra y palabra buena.

3

1 Finalmente, hermanos, oren por nosotros para que la palabra del Señor siga propagándose y adquiriendo gloria*, como entre ustedes, y para que nos veamos libres de los hombres perversos y malignos; porque la fe no es de todos. 3 Fiel es el Señor; él los afianzará y los guardará del Maligno. 4 En cuanto a ustedes tenemos plena confianza en el Señor de que cumplen y cumplirán cuanto les mandamos. Que el Señor guíe sus corazones hacia el amor de Dios y la tenacidad de Cristo.

Advertencias sobre el desorden*. 6 Hermanos, les mandamos en nombre del Señor Jesucristo que se aparten de todo hermano que viva desordenadamente y no según la tradición que de nosotros recibieron. 7 Ya saben ustedes cómo deben imitarnos, pues estando *entre ustedes no vivimos desordenadamente, 8 ni comimos de balde el pan de nadie, sino que día y noche con fatiga y cansancio trabajamos para no ser una carga a ninguno de ustedes. 9 No porque no tengamos derecho, sino por darles en nosotros un modelo que imitar. 10 Además, cuando estábamos entre ustedes les mandábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma*. 11 Porque nos hemos enterado que hay entre ustedes algunos que viven desordenadamente, sin trabajar nada, pero metiéndose en todo. A ésos les mandamos y les exhortamos

Iglesias; 2 2-5; 3 6; 1 Ts 2 13 + ; 4 1-2; 1 Co 11

2+.

3 1 La oración de los cristianos por el Apóstol les asocia a la eficacia de la Palabra, 1 Ts 2 13 + ; ver Mt 9 36-38. 3 6 Algunos espíritus inquietos turbaban la comunidad, 1 Ts 4 10-11. Quizá pensaban que la inminencia de la parusía hacía inútil el trabajo. Es preciso ayudar a los que se hallan en necesidad, 1 Ts 5 14; Ga 5 13; etc., y que cada uno se esfuerce en no ser una carga para los demás. 3 10 ¿Se trata de una máxima popular? Se dirige a los que se niegan a trabajar. Es la regla de oro del trabajo cristiano.

3 13

segunda epístola a l o s tesalonicenses

en el Señor Jesucristo a que trabajen con sosiego para comer su propio pan. 13 Ustedes, hermanos, no se cansen de hacer el bien. 14 Si alguno no obedece a lo que les decimos en esta carta, a ése señálenlo y no traten con él, para que se avergüence. 15 Pero no lo miren como a enemigo, sino amonéstenlo como a hermano*.

310

Ruego y despedida. 16 Que Él, el Señor de la paz, les conceda la paz siempre y en todos los órdenes. El Señor sea con todos ustedes. 17 El saludo va de mi mano, Pablo. Esta es la firma en todas mis cartas; así escribo. 18 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.

PRIMERA EPÍSTOLA A TIMOTEO Saludo.

I

Pablo, apóstol de Cristo Jesús, por mandato de Dios nuestro Salvador* y de Cristo Jesús nuestra esperanza,2 a Timoteo, verdadero hijo mío en la fe: gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. 1

Peligro de los falsos doctores. 3 Al partir yo para Macedonia te rogué que permanecieras en Éfeso para que mandaras a algunos que no enseñaran doctrinas extrañas, 4 ni dedicaran su atención a fábulas y genealogías interminables*, que se prestan más para promover disputas que para realizar el plan de Dios, fundado en la fe. 5 El fin de este mandato es la caridad que procede de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera. 6 Algunos, desviados de esta línea de conducta, han venido a caer en una vana palabrería; 7 pretenden ser maestros de la Ley sin entender lo que dicen ni lo que tan rotundamente afirman.

La función verdadera de la Ley. 8 Sí, ya sabemos que la Ley es buena, con tal que se la tome como ley*, 9 teniendo bien presente que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los prevaricadores y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreligiosos y profanadores, para los parricidas y matricidas, para los asesinos, 10 ádúlteros, homosexuales, traficantes de esclavos, mentirosos, perjuros y para todo lo que se opone a la sana doctrina*, " según el Evangelio de la gloria de Dios bienaventurado, que se me ha confiado.

1 1 Las Epístolas Pastorales darán este título de Salvador tanto al Padre, 2 3; 4 10; etc., como a Jesucristo, 2 Tm 1 10; 4 18; etc. Ver 2 4+. 1 4 Especulaciones judías sobre los personajes del AT. 1 8 La Ley, aquí, no va destinada a dar a conocer el pecado, Rm 3 20+; 7 7+, sino a corregir a los pecadores. 1 10 La doctrina sana, 6 3; 2 Tm 1 13; etc.,

Pablo y su vocación. 12 Doy gracias a aquel que me revistió de fortaleza, a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me consideró digno de confianza al colocarme en el ministerio, 13 a mí que antes fui un blasfemo, un perseguidor y un insolente. Pero encontré misericordia porque obré por ignorancia cuando no era creyente. 14 Pero la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí, juntamente con la fe y la caridad en Cristo Jesús. 13 Es cierta y digna de ser aceptada por todos esta afirmación: Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores; y el primero de ellos soy yo. 16 Y si encontré misericordia fue para que en mí, el primero, manifestara Jesucristo toda su paciencia y sirviera de ejemplo a los que habían de creer en él para obtener vida eterna. 17 Al Rey de los siglos, al Dios inmortal, invisible y único, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén*. ,

Responsabilidad de Timoteo. 18 Esta es la recomendación, hijo mío Timoteo, que yo te hago, de acuerdo con las profecías pronunciadas sobre ti* anteriormente. Combate, apoyado en ellas, el buen combate, 19 conservando la fe y la conciencia recta; algunos, por haberla rechazado, naufragaron en la fe;20 entre éstos están Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendieran a no blasfemar.

La oración litúrgica.

2

' Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; 2 por los reyes y por todos los constituidos en autoridad*, para que es la enseñanza apostólica vigorosa y resistente a las enfermedades (errores), sobre todo en materia moral, ver Rm 12 2 + ; Flp 4 9 + . 1 17 Esta doxología es probablemente de origen litúrgico. Ver Rm 16 27+. 1 18 Los profetas intervinieron en la investidura apostólica de Timoteo, 4 14; 2 Tm 1 6; Hch 11 27 + . 2 2 Ver Esd 6 10+ y Rm 13 1-7.

312 p r i m e r a e p i s t o l a a t i m o t e o podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad. 3 Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, 4 que quiere que todos los hombres se salven* y lleguen al conocimiento pleno de la verdad.5 Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también, 6 que se entregó a sí mismo como rescate por todos. Tal es el testimonio* dado en el tiempo oportuno,7 y de este testimonio yo he sido constituido heraldo y apóstol —digo la verdad, no miento—, maestro de los gentiles en la fe y en la verdad. 8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar elevando hacia el cielo unas manos piadosas, sin ira ni discusiones. Compostura de las mujeres. 9 Así mismo que las mujeres, vestidas decorosamente, se adornen con pudor y modestia, no con trenzas ni con oro o perlas o vestidos costosos, 10 sino con buenas obras, como conviene a mujeres que hacen profesión de piedad. 11 La mujer oiga la instrucción en silencio, con toda sumisión. 12 No permito que la mujer enseñe ni que domine al hombre. Que se mantenga en silencio. 13 Porque Adán fue formado primero y Eva en segundo lugar. 14 Y el engañado no fue Adán, sino la mujer que, seducida, incurrió en la transgresión. 15 Con todo, se salvará por su maternidad* mientras persevere con modestia en la fe, en la caridad y en la santidad.

El epíscopo.

3

1 Es cierta esta afirmación: Si alguno aspira al cargo de epíscopo*, desea una hermosa obra. 2 Es, pues,

6 21

necesario que el epíscopo sea irreprensible, casado una sola vez, sobrio, sensato, educado, hospitalario, apto para enseñar, 3 ni bebedor ni violento, sino moderado, enemigo de pendencias, desprendido del dinero,4 que gobierne bien su propia casa y mantenga sumisos a sus hijos con toda dignidad; 5 pues si alguno no es capaz de gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la Iglesia de Dios? 6 Que no sea recién convertido, no sea que, llevado por la soberbia, caiga en la misma condenación del diablo. 7 Es necesario también que tenga buena fama entre los de fuera, para que no caiga en descrédito y en las redes del diablo. Los diáconos*. 8 También los diáconos deben ser dignos, sin doblez, no dados a beber mucho vino ni a negocios sucios;9 que guarden el misterio de la fe con una conciencia pura. 10 Primero sean sometidos a prueba y después, si son irreprensibles, sean diáconos. " Las mujeres igualmente deben ser dignas, no calumniadoras, sobrias, fieles en todo. 12 Los diáconos sean casados una sola vez y gobiernen bien a sus hijos y su propia casa. 13 Porque los que ejercen bien el diaconado alcanzan un puesto honroso y grande entereza en la fe de Cristo Jesús.

La Iglesia y el misterio de la piedad. 14 Te escribo estas cosas con la esperanza de ir pronto a ti; 15 pero si tardo, para que sepas cómo hay que portarse en la casa de Dios, que es la Iglesia de Dios vivo, columna y fundamento de la verdad. 16 Y sin duda alguna, grande es el misterio de la piedad:

2 4 Importante afirmación, v. 6; 4 10, que 2 15 La vocación de la mujer así precisada, ayuda a entender bien otros textos del NT, por Tt 2 4-5; ver 4 3; 5 13, no está en contradicción ejemplo, Rm 3 29-30; 8 28-30 + ; 9 18-20+. La con la igualdad de sexos en la santidad crismediación de Cristo redentor, w . 5-6; ver Jn 1 tiana, Ga 3 28. Quizás la frase es una crítica 14-18; 16 23; Rm 3 24; Hb 2 6-17 + , ha puesto contra los que prohibían el matrimonio, 4 3. de manifiesto este proyecto del Dios único, 1 3 1 La distinción entre obispos y presbíteCo 8 6+; Ef 1 3-14+. ros no está aún elaborada, ver Hch 20 17.28+; Tt 1 5-7 + . 2 6 Cristo, testigo del Padre por su vida, lo fue en grado supremo por su muerte. Ver Jn 3 8 Los diáconos, Hch 6 6 + , son los que asisten a los epíscopos, Flp 1 1. 3 11 + ; Ap 1 5; 3 14.

313

p r i m e r a e p i s t o l a a t i m o t e o621

Él* ha sido manifestado en la carne, justificado en el Espíritu, aparecido a los ángeles, proclamado a los gentiles, creído en el mundo, levantado a la gloria. Los falsos doctores.

4

1 El Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos* algunos renegarán de la fe entregándose a espíritus engañadores y a doctrinas diabólicas, 2 por la hipocresía de embusteros que tienen marcada a fuego su propia conciencia; 3 éstos prohiben el matrimonio y el uso de alimentos que Dios creó para que los coman con acción de gracias los creyentes y los que han conocido la verdad. 4 Porque todo lo que Dios ha creado es bueno y no se ha de rechazar nada si se come con acción de gracias;5 pues queda santificado por la palabra de Dios y por la oración.h Si tú enseñas estas cosas a los hermanos, serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido fielmente. 7 Rechaza, en cambio, las fábulas profanas y los cuentos de viejas. Ejercítate en la piedad*. 8 Los ejercicios corporales sirven para poco; en cambio la piedad es provechosa para todo, pues tiene la promesa de la vida, de la presente y de la futura.9 Es cierta y digna de ser aceptada por todos esta afirmación: 10 Si nos fatigamos y luchamos es porque tenemos puesta la esperanza en Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, principalmente de los creyentes. '1 Predica y enseña estas cosas. 12 Que nadie menosprecie tu juventud. Procura, en cambio, ser para los

3 16 El misterio, 3 9; Rm 16 25+, parece expresado aquí en un fragmento de un himno, ver 6 15-16; 2 Tm 2 11-13; Ef 1 3-14; Flp 2 611; Col 1 15-20. Él, en masculino, es Cristo. 4 1 Esta era nueva ha comenzado, Rm 13 11 +, y la prueba que la señala, 2 Tm 3 1-5; Mt 24 6-8p.23-24p; 2 Ts 2 3-12; 2 P 3 3 + ; 1 Jn 2 18; etc., es ya actual. 4 7 Piedad, palabra frecuente en las «Pastorales», 2 2; 3 16; 4 7.8; 6 3.5.6.11; 2 Tm 3 5; Tt 1 1; ver 5 4; 2 Tm 3 12; Tt 2 12. Es la actitud religiosa del creyente en Jesucristo.

creyentes modelo en la palabra, en el comportamiento, en la caridad, en la fe, en la pureza. 13 Hasta que yo llegue, dedícate a la lectura, a la exhortación, a la enseñanza. 14 No descuides el ca risma que hay en ti, que se te comu nicó por intervención profética me diante la imposición de las manos del colegio de presbíteros*. 15 Ocúpate en estas cosas; vive entregado a ellas para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16 Vela por ti mismo y por la enseñanza; persevera en estas disposiciones, pues obrando así te salvarás a ti mismo y a los que te escuchen. Los fieles en general.

5

' Al anciano no lo reprendas con dureza, sino exhórtalo como a un padre; a los jóvenes, como a hermanos; 2 a las ancianas, como a madres; a las jóvenes, como a hermanas, con toda pureza. Las viudas. 3 Honra a las viudas, a las que son verdaderamente viudas*.4 Si una viuda tiene hijos o nietos, que aprendan éstos primero a practicar los deberes de piedad para con los de su propia familia y a corresponder a sus progenitores, porque esto es agradable a Dios. 5 Pero la que de verdad es viuda y ha quedado enteramente sola, tiene puesta su esperanza en el Señor y persevera en sus plegarias y oraciones noche y día.6 La que, en cambio, está entregada a los placeres, aunque viva, está muerta. 7 Todo esto incúlcalo también, para que sean irreprensibles. 8 Si alguien no tiene cuidado de los suyos, principalmente de sus familiares, ha renegado de la fe y es peor que un infiel.

4 14 La imposición de las manos es un rito de transmisión de una gracia o de un poder, Hch 6 6 + , y su valor está cada vez determinado por el contexto: bendición, Mt 19 15; curación, Mt 9 18; don de la plenitud del Espíritu, Hch 8 17 + ; en fin, como aquí, 5 22; 2 Tm 1 6; Hch 6 6; 13 3, consagración para una función pública especial. Ver 1 Tm 1 18 + . 5 3 Ciertas viudas, asistidas por la Iglesia (las verdaderas viudas) o no, son llamadas a un servicio en la comunidad.

314 p r i m e r a e p i s t o l a a t i m o t e o Que la viuda que sea inscrita en el catálogo de las viudas no tenga menos de sesenta años, haya estado casada una sola vez, 10 y tenga el testimonio de sus bellas obras"': haber educado bien a los hijos, practicado la hospitalidad, lavado los pies de los santos, socorrido a los atribulados, y haberse ejercitado en toda clase de buenas obras. 11 Descarta, en cambio, a las viudas jóvenes, porque cuando las asaltan los placeres contrarios a Cristo, quieren casarse 12 e incurren en condenación por haber faltado a su compromiso anterior. 13 Y además, estando ociosas, aprenden a ir de casa en casa; y no sólo están ociosas, sino que se vuelven también charlatanas y entrometidas, hablando de lo que no deben. 14 Quiero, pues, que las jóvenes se casen, que tengan hijos y que gobiernen la propia casa y no den al adversario ningún motivo de hablar mal; 15 pues ya algunas se han extravia-. do siguiendo a Satanás. ,6 Si alguna creyente tiene viudas, atiéndalas ella misma y no las cargue a la Iglesia, a fin de que ésta pueda atender a las que sean verdaderamente viudas. 9

Los presbíteros. 17 Los presbíteros que ejercen bien su cargo merecen doble remuneración, principalmente los que se afanan en la predicación y en la enseñanza. 18 La Escritura, en efecto, dice: No pondrás bozal al buey que trilla, y también: El obrero tiene derecho a su salario*. 19 No admitas ninguna acusación contra un presbítero si no viene con el testimonio de dos o tres*. 20 A los culpables, repréndelos delante de todos, para que los demás cobren temor. 21 Yo te conjuro en presencia de Dios, de Cristo Jesús y de los ángeles escogidos, que observes estas recomendaciones sin prejuicios y no actuando por favoritismos. 22 No te preci-

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pites en imponer a nadie las manos*, no te hagas partícipe de los pecados ajenos. Consérvate puro. 23 No bebas ya agua sola. Toma un poco de vino a causa de tu estómago y de tus frecuentes indisposiciones. 24 Los pecados de algunas personas son notorios aun antes de que sean investigados; en cambio los de otras, lo son solamente después. 25 Del mismo modo las obras, las que son bellas, son manifiestas; y las que no lo son, no pueden quedar ocultas. Los esclavos.

6

1 Todos los que están bajo el yugo de la esclavitud consideren a sus dueños como dignos de todo respeto, para que no se blasfeme del nombre de Dios y de la doctrina. 2 Los que tengan dueños creyentes no les falten al respeto por ser hermanos, sino al contrario, que los sirvan todavía mejor por ser creyentes y amigos de Dios los que reciben sus servicios.

El doctor verdadero y el falso. Esto debes enseñar y recomendar. Si alguno enseña otra cosa y no se atiene a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad,4 está cegado por el orgullo y no sabe nada; sino que padece la enfermedad de las disputas* y contiendas de palabras, de donde proceden las envidias, discordias, maledicencias, sospechas malignas, 5 discusiones sin fin propias de gentes que tienen la inteligencia corrompida, que están privados de la verdad y que piensan que la piedad es un negocio. 6 Y ciertamente es un gran negocio la piedad, con tal de que se contente con lo que tiene. 7 Porque nosotros no hemos traído nada al mundo y nada podemos llevarnos de él. 8 Mientras tengamos 3

5 10 Bellas obras. La belleza es un distintivo 5 19 Ver Dt 19 15; Mt 18 16; 2 Co 13 1. 5 22 Imponer las manos, más bien para una de la espiritualidad de los cristianos y el sefunción de Iglesia, 4 14+, que para una abcreto de su apostolado. La nobleza espiritual, solución de pecados. en todas las edades y condiciones, irradian en una auténtica belleza; ver 6 18; Tt 2 14; 3 7; 6 4 Es preciso buscara Dios, Am 5 4 + ; Mt Ef 2 10. 6 33, pero sin indagaciones superfluas que pretenden desvirtuar el misterio de la fe, 2 Tm 5 18 Cita de Dt 25 4, y de una frase que sólo 2 23; Tt 3 9; ver 2 Jn 9. se encuentra en Le 10 7.

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primera epistola a t i m o t e o

comida y vestido, estemos contentos con eso. 9 Los que quieren enriquecerse caen en la tentación, en el lazo y en muchas codicias insensatas y perniciosas que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. 10 Porque la raíz de todos los males es el afán de dinero, y algunos, por dejarse llevar de él, se extraviaron en la fe y se atormentaron con muchos sufrimientos. Solemne exhortación a Timoteo. 11 Tú,

en cambio, hombre de Dios, huye de estas cosas; corre al alcance de la justicia, de la piedad, de la fe, de la caridad, de la paciencia en el sufrimiento, de la dulzura. 12 Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste aquella solemne profesión delante de muchos testigos. Te recomiendo en la presencia de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que ante Poncio Pilato rindió tan hermoso testimonio*, 14 que conserves el mandato sin mancha ni culpa hasta la Manifestación* de nuestro Señor Jesucristo, 15 que a su debido tiempo hará patente el Bienaventurado y único Soberano,

6 13 Jesús, al declararse rey mesiánico y testigo de la verdad, Jn 18 36-37+, es el modelo del cristiano que profesa su fe. 6 14 Manifestación es la palabra que, en las epístolas Pastorales, designa la Venida (parusía), 1 Co 15 23 + , y la Revelación, 1 Co 1 7 + , con el mismo valor de triunfo último de Cristo

6 21

el Rey de los reyes y el Señor de los señores, 16 el único que posee inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien no ha visto ningún ser humano ni lo puede ver. A él el honor y el poder por siempre. Amén*. El cristiano rico. 17 A los ricos de este mundo recomiéndales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en lo inseguro de las riquezas sino en Dios, que nos provee espléndidamente de todo para que lo disfrutemos; 18 que practiquen el bien, que se enriquezcan con bellas obras, que den con generosidad y con liberalidad; 19 de esta forma irán atesorando para el futuro un excelente fondo con el que podrán adquirir la vida verdadera.

Exhortación final y saludo. 20 Timoteo, guarda depósito*. Evita las palabrerías profanas, y también las objeciones de la falsa ciencia; 21 algunos que la profesaban se han apartado de la fe. La gracia con ustedes.

inaugurado desde su venida a la tierra. 6 16 Esta doxología se inspira probablemente en un himno litúrgico, ver 1 17. 6 20 El depósito, ver 2 Tm 1 12.14, corresponde a la tradición de la fe; 4 6; 2 Ts 2 15 + ; ver 1 10+, que es necesario guardar y transmitir sin alteración, ver 2 Tm 2 2; Mt 28 20.

SEGUNDA EPÍSTOLA A TIMOTEO Saludo y acción de gracias.

I

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios para anunciar la promesa de vida que está en Cristo Jesús, 2 a Timoteo, hijo querido. Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús Señor nuestro. 3 Doy gracias a Dios, a quien, como mis antepasados, rindo culto con una conciencia pura, cuando continuamente, noche y día, me acuerdo de ti en mis oraciones.4 Tengo vivos deseos de verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de alegría. 5 Pues evoco el recuerdo de la fe sincera que tú tienes, fe que arraigó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y sé que también ha arraigado en ti*. 1

Los favores recibidos por Timoteo. 6 Por esto te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7 Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza. 8 No te avergüences, pues, ni del testimonio que has de dar de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero; sino, al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el Evangelio, ayudado por la fuerza de Dios,9 que nos ha salvado y nos ha llamado con una vocación santa, no por nuestras obras, sino por su propia determinación y por su gracia que nos dio desde toda la eternidad en Cristo Jesús, 10 y que se ha manifestado ahora con la Manifestación de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien ha destruido la muerte y ha hecho irradiar vida e inmortalidad por medio del Evangelio 11 para cuyo servicio he sido yo constituido heraldo, apóstol y maestro.

15 No es seguro que estas dos mujeres, Loida y Eunice, Hch 16 1, hayan sido cristianas; pero Timoteo, en su juventud, creció en una familia creyente, ver 3 14-15. 1 12 Aquel Día, es la parusía, 1 Co 18+; ver v. 18.

12 Por este motivo estoy soportando estos sufrimientos; pero no me avergüenzo, porque yo sé bien en quién tengo puesta mi fe, y estoy convencido de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel Día*. 13 Ten por norma las palabras sanas que oíste de mí en la fe y en la caridad de Cristo Jesús. 14 Conserva el buen depósito mediante el Espíritu Santo que habita en nosotros. 13 Ya sabes tú que todos los de Asia me han abandonado, y entre ellos Figelo y Hermógenes. 16 Que el Señor conceda misericordia a la familia de Onesíforo, pues me reconfortó muchas veces y no se avergonzó de mis cadenas, 17 sino que, en cuanto llegó a Roma, me buscó solícitamente y me encontró. 18 Concédale el Señor encontrar misericordia ante el Señor aquel Día. Además, cuántos buenos servicios me prestó en Éfeso, tú lo sabes mejor.

Sentido de los sufrimientos del apóstol cristiano.

2

" Tú, pues, hijo mío, manténte fuerte en la gracia de Cristo Jesús; 2 y cuanto me has oído en presencia de muchos testigos confíalo a hombres fieles, que sean capaces, a su vez, de instruir a otros*. 3 Soporta las fatigas conmigo, como un buen soldado de Cristo Jesús.4 Nadie que se dedica a la milicia* se enreda en los negocios de la vida, si quiere complacer al que le ha alistado. 5 Y lo mismo el atleta; no recibe la corona si no ha competido según el reglamento. 6 Y el labrador que trabaja es el primero que tiene derecho a percibir los frutos. 7 Entiende lo que quiero decirte, pues el Señor te dará la inteligencia de todo. 8 Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos, descendiente de 2 2 Se ve aquí con claridad y al vivo la transmisión del depósito, 1 Tm 6 20 + , de la que se mencionan cuatro eslabones. 2 4 Tres comparaciones clásicas de comportamiento humano, aplicadas al cristiano: el soldado, el atleta y el labrador.

3 10

s e g u n d a e p í s t o l a a t i m o t e o 317

David, según mi Evangelio*;9 por él estoy sufriendo hasta llevar cadenas como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada. 10 Por esto todo lo soporto por los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación que está en Cristo Jesús con la gloria eterna. " Es cierta esta afirmación*: 1 Si hemos muerto con él, también viviremos con él; 12 si nos mantenemos firmes, también reinaremos con él; si le negamos, también él nos negará; 13 si somos infieles, él permanece fiel, pues no puede negarse a sí mismo. Lucha contra el peligro presente de los falsos doctores. 14 Esto has de enseñar; y conjura en presencia de Dios que se eviten las discusiones de palabras, que no sirven para nada, si no es para perdición de los que las oyen. 15 Procura cuidadosamente presentarte ante Dios como hombre probado, como obrero que no tiene por qué avergonzarse, como fiel distribuidor de la palabra de la verdad. 16 Evita las palabrerías profanas, pues los que a ellas se dan crecerán cada vez más en impiedad, , 7 y su palabra irá cundiendo como gangrena. Himeneo y Fileto son de éstos: 18 se han desviado de la verdad al afirmar que la resurrección ya ha sucedido*; y pervierten la fe de algunos. 19 Sin embargo el sólido fundamento puesto por Dios se mantiene firme, marcado con este sello*: El Señor conoce a los que son suyos', y: Apártese de la iniquidad todo el que pronuncia el nombre del Señor. 20 En una casa grande no hay solamente utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos nobles y otros para usos

2 8 La fe esencial predicada por Pablo, Rm 1 3-4+, funda su constancia a través de todas las pruebas que encuentra, 2 Co 6 4; ver Col 1 24 + . 2 11 Como en 1 T m 1 17; 3 16+; 6 15-16, tenemos aquí un fragmento de himno cristiano, con una añadidura al final (« pues no puede negarse a sí mismo»). 2 18 Probablemente entienden la resurrec-

viles. 21 Si, pues, alguno se mantiene limpio de estas faltas, será un utensilio para uso noble, santificado y útil para su Dueño, dispuesto para toda obra buena. 22 Huye de las pasiones juveniles. Persigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, en unión de los que invocan al Señor con corazón puro. 23 Evita las discusiones necias y estúpidas; tú sabes bien que engendran altercados. 24 Y a un siervo del Señor no le conviene altercar, sino ser amable con todos, pronto a enseñar, sufrido,25 y que corrija con mansedumbre a los adversarios, por si Dios les otorga la conversión que les haga conocer plenamente la verdad, 26 y volver al buen sentido, librándose de los lazos del diablo que los tiene cautivos, rendidos a su voluntad, Prevención contra los peligros de los últimos tiempos.

3

1 Ten presente que en los últimos días sobrevendrán momentos difíciles; los hombres serán egoístas, avaros, fanfarrones, soberbios,¿difamadores, rebeldes a los padres, ingratos, irreligiosos, 3 desnaturalizados, implacables, calumniadores, disolutos, despiadados, enemigos del bien, 4 traidores, temerarios, presuntuosos, más amantes de los placeres que de Dios, 5 que, teniendo la apariencia de piedad, reniegan de su eficacia. Guárdate también de ellos. 6 A éstos pertenecen esos que se introducen en las casas y conquistan a mujerzuelas cargadas de pecados y agitadas por toda clase de pasiones,7 que siempre están aprendiendo y no son capaces de llegar al pleno conocimiento de la verdad. 8 Del mismo modo que Janés y Jambrés se enfrentaron a Moisés*, así también éstos se oponen a la verdad; son hombres de mente corrompida, descalificados en la fe. 9 Pero no 2

ción de una manera puramente espiritual, limitada a la resurrección bautismal, Rm 6 11 1 + ; Col 3 1; etc., al revés de 1 Co 15 35-53 + . 2 19 Estas palabras van grabadas en la piedra o documento de fundación. Citas de Nm 16 5.26; Is 26 13 (LXX); ver Jn 10 14. 3 8 Según una tradición judía, Janés y Jambrés son los nombres de los magos de Egipto mencionados en Ex 7 11-13.22, etc.

3 10

segunda epístola a timoteo

progresarán más, porque su insensatez quedará patente a todos, como sucedió con la de aquéllos. 10 Tú, en cambio, me has seguido asiduamente en mis enseñanzas, conducta, planes, fe, paciencia, caridad, constancia, 1 en mis persecuciones y sufrimientos, como los que soporté en Antioquía, en Iconio, en Listra. ¡Qué persecuciones hube de sufrir! Y de todas me libró el Señor. 12 Y todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán persecuciones. 13 En cambio los malos y embaucadores irán de mal en peor, serán seductores y a la vez seducidos. 14 Tú, en cambio, persevera en lo que aprendiste y en lo que creíste, teniendo presente de quiénes lo aprendiste, ls y que desde niño conoces las sagradas Letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia*; 17 así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena.

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mientos, realiza la función de evangelizador, desempeña a la perfección tu ministerio. 6 Porque yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente*. 7 He competido en la noble competición, he llegado a la meta en la carrera, he conservado la fe. 8 Y desde ahora me aguarda la corona de la justicia que aquel Día me entregará el Señor, el justo Juez; y no solamente a mí, sino también a todos los que hayan esperado con amor su Manifestación*. Últimas recomendaciones.

4

1 Te conjuro en presencia de Dios y de Cristo Jesús que ha de venir a juzgar a vivos y muertos, por su Manifestación y por su Reino: 2 Proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. 3 Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; 4 apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas. 5 Tú, en cambio, pórtate en todo con prudencia, soporta los sufri-

9 Apresúrate a venir a mí cuanto antes, 10 porque me ha abandonado Demás por amor a este mundo y se ha marchado a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia. 11 El único que está conmigo es Lucas. Toma a Marcos y tráelo contigo, pues me es muy útil para el ministerio. A Tíquico lo he mandado a Éfeso. 13 Cuando vengas, tráeme el abrigo que me dejé en Tróade, en casa de Carpo, y los libros, en especial los pergaminos. 14 Alejandro, el herrero, me ha hecho mucho mal. El Señor le retribuirá según sus obras*. 15 Tú también guárdate de él, pues se ha opuesto tenazmente a nuestra predicación. 16 En mi primera defensa nadie me asistió, antes bien todos me desampararon. Que no se les tome en cuenta. ,7 Pero el Señor me asistió y me dio fuerzas para que, por mi medio, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todos los gentiles. Y fui librado de la boca del león*. 18 El Señor me librará de toda obra mala y me salvará guardándome para su Reino celestial. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén*.

3 16 Las sagradas Letras, v. 15; ver 1 M 12 9+, están inspiradas por Dios, 2 P 1 21. Esta afirmación clásica en el judaismo parece incluir ya algunos escritos apostólicos, 1 Tm 5 18; 2 P 3 15-16. Timoteo conocía las Escrituras por su familia, 1 5, y por Pablo, w . 14-15; 2 2; ellas le hacen apto para el ministerio, v. 17. 4 6 Partida, según Flp 1 23 + , indicaría la muerte próxima de Pablo; ver Flp 2 17 + . Pero los planes de acción que reflejan los w . 9-18, obligan a interpretar la partida como la libe-

ración de la prisión, 1 8. 4 8 Pablo está convencido de haber cumplido su misión y alcanzado la victoria. En el momento de su Manifestación, 1 Tm 6 14+, los que han acogido su mensaje, gozarán con él en la gloria. 4 14 Ver Sal 62 13 + ; Rm 2 6 + . 4 17 Ver Sal 22 22; Dn 6 21. 4 18 La doxología, semejante a Ga 1 5, va aquí dirigida a Cristo salvador, 1 Tm 1 1. Ver Rm 16 25 + .

Solemne exhortación.

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310s e g u n d a e p í s t o l a a t i m o t e o

Saludo final. 19 Saluda a Prisca y Áquila y a la familia de Onesíforo. Erasto se quedó en Corinto; a Trófimo lo dejé enfermo

319

en Mileto. 21 Date prisa en venir antes del invierno. Te saludan Eúbulo, Pudente, Lino, Claudia y todos los hermanos. 22 El Señor con tu espíritu. La gracia con ustedes.

EPÍSTOLA A TITO Saludo*.

I

Pablo, siervo de Dios, apóstol de Jesucristo para llevar a los elegidos de Dios a la fe y al pleno conocimiento de la verdad que es conforme a la piedad, 2 con la esperanza de vida eterna, prometida desde toda la eternidad por Dios que no miente,3 y que en el tiempo oportuno ha manifestado su palabra por la predicación a mí encomendada según el mandato de Dios nuestro Salvador, 4 a Tito, verdadero hijo según la fe común. Gracia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador. 1

Institución de presbíteros. 3 El motivo de haberte dejado en Creta, fue para que acabaras de organizar* lo que faltaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, como yo te ordené. 6 El candidato debe ser irreprochable, casado una sola vez, cuyos hijos sean creyentes, no tachados de libertinaje ni de rebeldía. 7 Porque el epíscopo, como administrador de Dios, debe ser irreprochable; no arrogante, no colérico, no bebedor, no violento, no dado a negocios sucios; f sino hospitalario, amigo del bien, sensato, justo, piadoso, dueño de sí. 9 Que esté adherido a la palabra fiel, conforme a la enseñanza, para que sea capaz de exhortar con la sana doctrina y refutar a los que la contradicen.

Contra los falsos doctores. 10 Porque hay muchos rebeldes, vanos habladores y embusteros, sobre todo entre los de la circuncisión, 11 a quienes es necesario tapar la boca, porque son hombres que trastornan fa-

milias enteras, enseñando por torpe ganancia lo que no deben. 12 Uno de ellos, profeta suyo, dijo: «Cretenses siempre mentirosos, malas bestias, vientres perezosos.» '3 Este testimonio es verdadero. Por tanto repréndelos severamente, a fin de que conserven sana la fe, 14 y no den oídos a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. 15 Para los limpios todo es limpio; mas para los contaminados y no creyentes nada hay limpio, pues su mente y conciencia están contaminadas. 16 Profesan conocer a Dios, mas con sus obras lo niegan; son abominables y rebeldes e incapaces de toda obra buena. Deberes propios de algunos fieles.

2

' Mas tú enseña lo que es conforme a la sana doctrina;2 que los ancianos sean sobrios, dignos, sensatos, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia, en el sufrimiento; 3 que las ancianas asimismo sean en su porte cual conviene a los santos: no calumniadoras ni esclavas de mucho vino, maestras del bien, 4 para que enseñen a las jóvenes a ser amantes de sus maridos y de sus hijos,5 a ser sensatas, castas, hacendosas, bondadosas, sumisas a sus maridos, para que no sea injuriada la palabra de Dios. 6 Exhorta igualmente a los jóvenes para que sean sensatos en todo.7 Muéstrate como modelo de bellas obras: pureza de doctrina, dignidad, 8 palabra sana, intachable, para que el adversario se avergüence, no teniendo nada malo que decir de nosotros. 9 Que los esclavos estén sometidos en todo a sus dueños, que sean complacientes y no los contradigan; 10 que no los defrauden, antes bien muestren una fidelidad perfecta para

1 Este saludo contiene toda una teología les, ver 1 T m 3 1, están encargados no soladel apostolado. mente de la administración temporal, sino de 1 5 Pablo fundaba iglesias y dejaba a otros numerosas funciones propiamente religiosas. el cuidado de completar la formación de los Más tarde los poderes ejercidos por los apóscristianos, 1 Co 3 6-10; Rm 15 20. - E l título de toles o sus representantes (como Timoteo o presbítero (etim.: anciano, Hch 1 1 30 + ; 14 Tito) se transmitirán en cada comunidad al 23+) designa un estado, una dignidad; el de que será el obispo, jefe único del colegio de los epíscopo (etim.: vigilante, Hch 20 28), un ofisacerdotes. cio. Unos y otros, jefes de comunidades loca-

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epístola a tito

honrar en todo la doctrina de Dios nuestro Salvador. Fundamento dogmático de estas exigencias. 11 Porque se ha manifestado la gracia salvadora de Dios a todos los hombres, 12 que nos enseña a que, renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas, vivamos con sensatez, justicia y piedad en el tiempo presente, 13 aguardando la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria del gran Dios y Salvador* nuestro Jesucristo; 14 el cual se entregó por nosotros a fin de rescatarnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo, deseoso de bellas obras. 15 Así has de enseñar, exhortar y reprender con toda autoridad. Que nadie te menosprecie.

Deberes generales de los fieles.

3

3 15

tros, sino según su misericordia, por medio del baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo*, 6 que derramó sobre nosotros con generosidad por medio de Jesucristo nuestro Salvador, 7 para que, justificados por su gracia, fuéramos constituidos herederos, en esperanza, de vida eterna. Consejos particulares a Tito. 8 Es cierta esta afirmación, y quiero que en esto te mantengas firme, para que los que creen en Dios traten de sobresalir en la práctica de las bellas obras. Esto es hermoso y útil para los hombres. 9 Evita discusiones necias, genealogías, contiendas y disputas sobre la Ley, porque son inútiles y vanas*. 10 Al sectario*, después de una y otra amonestación, rehúyele; 11 ya sabes que ése está pervertido y peca, condenado por su propia sentencia.

' Amonéstales que vivan sumisos a los magistrados y a las autoridades, que los obedezcan y estén prontos para toda obra buena;2 que no injurien a nadie, que no sean agresivos sino apacibles, mostrando una perfecta mansedumbre con todos los hombres. 3 Pues también nosotros fuimos en algún tiempo insensatos, desobedientes, descarriados, esclavos de toda suerte de pasiones y placeres, viviendo en malicia y aborrecibles y odiándonos unos a otros*. 4 Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor a los hombres,5 él nos salvó, no por obras de justicia que hubiéramos hecho noso-

Recomendaciones prácticas. Saludo final. •

2 13 En una exposición muy densa de la obra de Cristo, ver 3 4-7; 2 Tm 1 9-10, la espera de la Manifestación, 1 Tm 6 14+, provoca una afirmación clara de la divinidad de Cristo, ver Rm 9 5 + . 3 3 Ver Rm 3 21-26+; 1 Co 6 11; Ef 2 3-

agua y del Espíritu, Jn 3 3-6+; Hch 1 5+; Ef 5 26+. Sus efectos se anuncian en los w . 6-7; ver Rm 5 5 + ; 6 4+; 8 17; 12 2; etc. 3 9 Ver 1 Tm 6 4+. 3 10 El sectario, lit.: el hombre herético, es el que hace una elección y engendra la división. Ver 1 Co 5 5 + .

10+.

3 5

El bautismo, nuevo nacimiento del

12 Cuando te envíe a Artemas o a Tíquico, date prisa en venir a mi encuentro, a Nicópolis, porque he pensado pasar allí el invierno. Cuida de proveer de todo lo necesario para el viaje a Zenón, el perito en la ley, y a Apolo, de modo que nada les falte. 14 Que aprendan también los nuestros a sobresalir en las bellas obras, atendiendo a las necesidades urgentes, para que no sean unos inútiles. 15 Te saludan todos los que están conmigo. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia con todos ustedes.

EPÍSTOLA A FILEMÓN Saludo. Pablo, prisionero de Cristo Jesús, y Timoteo, el hermano, a nuestro querido amigo y colaborador Filemón,2 a la hermana Apfia, a nuestro compañero de armas, Arquipo, y a la Iglesia que se reúne en tu casa. 3 Gracia y paz a ustedes de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. 1

Acción de gracias y ruego. 4 Doy gracias sin cesar a mi Dios, recordándote en mis oraciones, 5 pues tengo noticia de tu caridad y de tu fe para con el Señor Jesús y para bien de todos los santos, 6 a fin de que tu participación en la fe* se haga eficiente mediante el conocimiento perfecto de todo el bien que hay en nosotros en orden a Cristo. Pues tuve gran alegría y consuelo a causa de tu caridad, por el alivio que los corazones de los santos han recibido de ti, hermano.

Intercesión en favor de Onésimo.

para que me sirviera en tu lugar, en estas cadenas por el Evangelio; mas, sin consultarte, no he querido hacer nada, para que esta buena acción tuya no fuera forzada sino voluntaria. ,s Pues tal vez fue alejado de ti por algún tiempo, precisamente para que lo recuperaras para siempre*, 16 y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo, como un hermano querido, que, siéndolo mucho para mí, ¡cuánto más lo será para ti, no sólo como amo, sino también en el Señor! 17 Por tanto, si me tienes como algo unido a ti, acógelo como a mí mismo. 18 Y si en algo te perjudicó o algo te debe, ponlo a mi cuenta*. 19 Yo mismo, Pablo, lo firmo con mi puño; yo te lo pagaré... Por no recordarte deudas para conmigo, pues tú mismo te me debes. 20 Sí, hermano, hazme este favor en el Señor. ¡Alivia mi corazón en Cristo! 21 Te escribo confiado en tu docilidad, seguro de que harás más de lo que te pido*. Recomendaciones y saludos.

8 Por lo cual, aunque tengo en Cristo bastante libertad para mandarte lo que conviene,9 prefiero más bien rogarte en nombre de la caridad, yo, este Pablo ya anciano, y además ahora preso de Cristo Jesús. 10 Te ruego en favor de mi hijo, a quien engendré entre cadenas, Onésimo, 11 que en otro tiempo te fue inútil, pero ahora muy útil para ti y para mí*. 12 Te lo devuelvo, a éste, mi propio corazón. 13 Yo querría retenerlo conmigo,

22 Y al mismo tiempo, prepárame hospedaje; pues espero que por las oraciones de ustedes se les concederá la gracia de mi presencia. 23 Te saludan Epafras, mi compañero de cautiverio en Cristo Jesús, 24 Marcos, Aristarco, Demás y Lucas, mis colaboradores. 25 La gracia del Señor Jesucristo con su espíritu.

6 La participación en la fe o la comunión con Cristo y con los hermanos de Cristo, v. 17, animada por la fe y por el amor, w . 5-7; Ga 5 6. El dueño y el esclavo son ambos a dos cristianos, v. 16, ver 1 Co 7 20-23; 12 13; Ga 3 28; Col 3 11.22-24, rescatados, Rm 3 24+, y libres servidores de Dios, Ef 6 5-9; 1 P 2 16, y de sus hermanos, Ga 5 13; Ef 5 21. Ver Si 33 25 + . 11 Onésimo, en griego, significa litil.

15 Dios ha permitido que el esclavo fugitivo llegue a ser cristiano al lado de Pablo, v. 10, lo cual crea entre él y su amo una relación nueva e inalterable, v. 16. 18 Filemón mismo había sido convertido por Pablo. 21 Pablo deja entender a Filemón, ya en los w . 14-16, que hará bien en dejar en libertad a Onésimo.

EPÍSTOLA A LOS HEBREOS Introducción La paternidad paulina de la epístola a los Hebreos ha sido, desde antiguo, motivo de discusión. Rara vez se ha impugnado su canonicidad, pero la Iglesia de Occidente se negó a atribuírsela a Pablo hasta fines del siglo IV; y si bien la de Oriente aceptó esta atribución, no lo hizo sin reservas respecto de su forma literaria. Y es que, en realidad, el lenguaje y el estilo de este escrito son de una elegante pureza que no es propia de San Pablo. Lo mismo hay que decir en cuanto al modo de citar y utilizar los textos del AT. Además en Hb falta el saludo y la acción de gracias, propias de las epístolas paulinas. Sin embargo en Hb se encuentran resonancias del pensamiento de Pablo en los temas de la fe, de la Ley, de Abrahán en cuanto modelo de fe, de la Alianza del Sinaí, etc. Estas consideraciones han hecho pensar a muchos críticos católicos y protestantes en un redactor que avanza dentro de la línea paulina, sin llegar a la unanimidad a la hora de identificar a este autor anónimo: ¿Bernabé, Aristión, Silas, Apolo, Priscila? Resulta más sencillo caracterizar su personalidad: un judío de cultura helénica, familiarizado con el arte oratorio, preocupado por una interpretación puntual de los pasajes del AT que utiliza para apoyar su argumentación, y que cita normalmente según la versión de los LXX. El lugar y fecha de composición, así como los destinatarios, tampoco se saben con certeza. Parece que el autor se encuentra en Italia (13 24). Habla de la liturgia del Templo como de una realidad todavía actual (8 4s), y esto llevaría a concluir que escribe antes de la catástrofe del año 70. Pero lo cierto es que no alude nunca al Templo destruido por Tito, sino que habla siempre de la Tienda del desierto y se refiere a los textos que la describen, vigentes más allá de las vicisitudes históricas que afectaron al santuario. La resonancia de algunos pasajes de Hb 1 1-13 con la Primera Carta

de Clemente y la alusión a una persecución pasada (10 32-34) o a punto de terminar (13 3), no aportan ninguna luz a este asunto, por la dificultad de concretar estas referencias ni de fechar el escrito de Clemente. Un dato seguro, que aporta la misma Epístola, es la distancia que media entre la predicación apostólica (2 3-4) y el primer anuncio recibido por los destinatarios a través de sus «guías» (13 7; ver 10 32). Lo que llevaría a situar este escrito en la segunda generación cristiana. ¿En qué género literario hay que situar Hb? ¿Es una carta, un discurso, una homilía, un tratado dogmático en forma epistolar? Hb tiene la espontaneidad de un lenguaje hablado, pero con cortes súbitos, repeticiones, y, sobre todo, retomos al tema principal después de largos intervalos, mal encajados dentro del contexto, lo que no cuadra bien con el género de una homilía. Además, la disposición casi concéntrica de los temas cuadra menos con el género de un discurso. De todos modos se pueden reconocer dos líneas de argumentación. La primera desarrolla el tema del sacerdocio de Cristo: empieza en 2 5-8, sigue en 5 1-10, alcanza su pleno desarrollo en 7 1-28 y 10 1-18 (completado con una exhortación, 10 26-36 y 12 14-17), y concluye en 13 20-21. La segunda trata el tema de la fe, siguiendo el ejemplo del pueblo del Éxodo, y se reconoce principalmente en 1 13; 2 1-4; 3 1-4.14; 10 36-12 3; 12 18-25. En el desarrollo de este tema se concentran los rasgos más relevantes de inspiración paulina. Los cap. 8-9, que interrumpen la secuencia entre 7 28 y 10 1, se consideran complementos del tema sobre el sacerdocio de Cristo. Tendríamos, pues, en Hb dos homilías, fundidas posteriormente en las que se reagruparon las exhortaciones al final del texto. En esta etapa se intercalaron los cap. 8-9, las repeticiones y la recapitulación de 13 9b-15. En realidad cualquiera de estas subdivisiones tiene

i n t r o d u c c i ó n a l a el í s t o l a a l o s h e b r e o s su punto de arbitrariedad; no obstante, se seguirá esta última en la presentación de la traducción del texto. La epístola va dirigida a los «Hebreos». El título data del s. II, pero es acertado, ya que la preocupación del autor es la de prevenir contra el peligro de la apostasía y de animar a los judeocristianos que añoraban el culto mosaico y el sesgo tranquilizante de una religión oficial, que las jóvenes comunidades cristianas no parecían compartir. Eran Hebreos convertidos que vivían en ambiente helénico, o bien gentiles fascinados por él culto hebreo. Lo cierto es que se trataba de personas familiarizadas con la lectura de los LXX y con algunas interpretaciones bíblicas tradicionales. En cambio no parece que estuvieran familiarizadas con el templo y sus ritos, pues las descripciones que hace la epístola de los mismos, aunque son abundantes, no son siempre precisas. Para facilitar la lectura del texto en la estructura con la que ha nos ha llegado, podemos distribuirlo en los siguientes apartados:

324

tía de ser la Palabra de Dios; es decir que el sumo sacerdocio de Jesús es el auténtico porque de verdad transmite la Palabra de Dios, que debe ser escuchada. Por eso el autor de Hb compara la función transmisora de Jesús con la que tuvo Moisés, que fue el que llevó la Palabra de Dios a sus conciudadanos en el AT. Jesús es superior a Moisés porque por su categoría de Hijo ha sido puesto por Dios al frente de la casa, al frente de su nuevo pueblo (3 1-4 14). Como sumo sacerdote auténtico del pueblo ante Dios, Jesús ha experimentado todas las situaciones humanas. Por eso es misericordioso y se entregó a sí mismo por sus hermanos (4 15-5 10). 4. Naturaleza del sumo sacerdocio de Jesús (5 11-10 34)

a) Introducción (5 11-6 20). Hay que profundizar en este tema, para crecer en la fe; porque el crecimiento en la fe y el tener las ideas claras sobre los temas básicos de la vida cristiana es el mejor antídoto frente a posibles peligros de apostasía. b) El sacerdocio de Cristo es supe1. Prólogo fl 1-4) rior al levítico (7 1-28). El sacerdocio Planteamiento de los temas: Jesús, del AT dependía de la Ley, que lo creó y Hijo de Dios, presente como Palabra en organizó para los descendientes de Aael proyecto de Dios desde el principio de rón, de la tribu de Leví; era temporal, la creación, es el único camino, el único pues los sacerdotes eran sustituidos, al mediador, el único sumo sacerdote de la morir, por otros de su tribu. En cambio el de Cristo no depende de ninguna ley nueva alianza. ni es temporal, pues ha sido instituido por juramento del mismo Dios, es decir 2. Jesús, Hijo de Dios (1 5-2 11) instituido de una vez para siempre y es Parte el autor de textos del AT que insustituible: «Así es el sumo sacerdote analiza mediante una dialéctica rabínica que nos convenía» (7 26). para probar que Jesús, el Hijo de Dios, es c) El sacerdocio de Cristo es supesuperior a los ángeles (1 5-14); que su enrior al del AT (8 1-9 28). El sacerdocio señanza es auténtica (2 1-9) y que su vida del AT centrado en la Tienda y en el sany enseñanza estuvieron al nivel de los tuario, era sólo imagen del auténtico, del hombres, sus hermanos, compartiendo celestial; además era parte de una aliancon ellos la realidad humana, la «carne y za imperfecta; y los sacrificios y el culto sangre», incluso los sufrimientos y la a los que estaban dedicados los sacermisma muerte, para liberarlos del domidotes de la Tienda, eran ineficaces, pues nio del diablo (2 10-18). se habían de repetir. En cambio el de Jesús es perfecto, es auténtico, celestial, 3. Jesús es el verdadero sumo forma parte de una alianza definitiva, sacerdote del nuevo pueblo nueva y es irrepetible en su realidad temde Dios ( 3 1-5 10) poral: «Se ha manifestado ahora una sola vez... para la destrucción del pecado Im Palabra que transmite Jesús, como sumo sacerdote, tiene la total garan- mediante su sacrificio» (9 26).

325

introducción a la epístola a l o s hebreos

d) El sacerdocio de Cristo es una realidad nueva (10 1-18). Primero porque ha anulado el valor de los sacrificios de la Tienda, que han perdido su sentido de símbolos; pero sobre todo porque en este sumo sacerdocio nuevo la ofrenda y el oferente, la víctima y el sacerdote, son la misma realidad; la ofrenda es la misma vida del oferente. e) Exhortación final (10 19-39). Anima el autor, como consecuencia de esta reflexión, a la perseverancia y a prevenir los peligros de apostasía. Un modo concreto para ello es asistir a las asambleas de la comunidad (10 25). 5. La comunidad que preside el sumo sacerdote Jesús (11 1-13 21) La comunidad nueva de Jesús entronca con la del AT. Ésta tenía como piedra fundamental la fe. Un recorrido por las biografías de algunos personajes del AT lo demuestra (11 1-40). La comunidad que preside Jesús se basa también en la fe (12 1-13), que es encuentro

personal con Dios por medio de Jesús, sumo sacerdote: «fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe» (12 2). La comunidad de Jesús tiene unas notas que la caracterizan (12 74-13 19): es santa, porque esta comunidad tiene experiencia de Dios por medio de Jesucristo (12 18-24); cultual, porque ofrece a Dios un sacrificio de alabanza presidido por el sumo sacerdote Cristo (13 815); en ella se imparte la enseñanza de la palabra de Dios, a la que se mantiene fiel y dócil (12 25-26; 13 7.17); en resumen, es una comunidad de amor y de paz en la que se practica la hospitalidad, la generosidad, el respeto en el matrimonio, y la atención a los más necesitados, etc. (13 1-6). 6. Conclusión (13 20-25) La bendición final, la doxología y unas breves noticias y saludos de estilo epistolar cierran el escrito que la tradición ha transmitido como una epístola dirigida «a los Hebreos».

EPÍSTOLA A L O S H E B R E O S Prólogo Títulos del Hijo de Dios encarnado.

I

1 Muchas veces y de muchas maneras habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas. 2 En estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo a quien instituyó heredero de todo, por quien

también hizo el universo;3 el cual, siendo resplandor de su gloria e impronta de su sustancia*, y el que sostiene todo con su palabra poderosa, llevada a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, 4 con una superioridad sobre los ángeles tanto mayor cuanto más excelente es el nombre que ha heredado.

El Hijo En efecto, ¿a qué ángel dijo alguna vez: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy, y también: Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo? 6 Y nuevamente al introducir a su Primogénito en el mundo dice: Y adórenlo todos los ángeles de Dios. 7 Y de los ángeles dice: Hace de los vientos sus ángeles, y de las llamas de fuego sus ministros.8 Pero del Hijo: Tu trono, ¡oh Dios!, por los siglos de los siglos-, y: El cetro de tu realeza, cetro de equidad. 9 Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad; por eso te ungió, ¡oh Dios!, tu Dios con óleo de alegría entre tus compañeros. 10 Y también: Tú al comienzo, ¡oh Señor!, pusiste los cimientos de la tierra, y obra de tu mano son los cielos. 11 Ellos perecerán, mas tú permaneces; todos como un vestido envejecerán; 12 como un manto los enrollarás, como un vestido, y serán cambiados. Pero tú eres el mismo y tus años no tendrán fin. 13 Y ¿a qué ángel dijo al5

guna vez: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de. tus pies*? 14 ¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación? Exhortación.

2

1 Por tanto, es preciso que prestemos mayor atención a lo que hemos oído, para que no nos extraviemos. 2 Pues si la palabra promulgada por medio de ángeles* obtuvo tal firmeza que toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución,3 ¿cómo saldremos absueltos nosotros si descuidamos tan grande salvación? La cual comenzó a ser anunciada por el Señor, y nos fue luego confirmada por quienes la oyeron, 4 testificando también Dios con signos y prodigios, con toda suerte de milagros y dones del Espíritu Santo repartidos según su voluntad.

El sacerdocio de Cristo

En efecto, Dios no sometió a los ángeles el mundo venidero del cual estamos hablando.6 Pues atestiguó alguien

en algún lugar: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él? ¿O el hijo del hombre, para que de él te preocupes? 7 Lo hiciste por un poco inferior a los ángeles; de gloria y honor lo coronaste.

1 3 Dos imágenes de Sb 7 25-26: el Hijo es el reflejo de la gloria del Padre, Ex 24 16+; Jn 1 14-18, y la impronta que el ser del Padre marca en él como un sello, Col 1 15 + ; ver Jn 14 6-11 + ; etc.

1 13 Citas de Sal 2 7; 2 S 7 14; 1)1 32 43; S;il 104 4; 45 7-8; 102 26.28; 110 1. 2 2 Es la Ley mosaica transmilidíi por los ángeles, Hch 7 53; Ga 3 19, y sancionada con severas penas.

Base bíblica: Salmo 8. 5

328 e p í s t o l a a l o s h e b r e o s Todo lo sometiste bajo sus pies*. Al someterle todo, nada dejó que no le estuviera sometido. Mas al presente, no vemos todavía que le esté sometido todo. 9 Pero a aquel que fue hecho inferior a los ángeles por un poco, a Jesús, lo vemos coronado de gloria y honor por haber padecido la muerte, pues por la gracia de Dios gustó la muerte para bien de todos. 10 Convenía, en verdad, que Aquel por quien es todo y para quien es todo, llevara muchos hijos a la gloria, perfeccionando mediante el sufrimiento al que iba a guiarlos a la salvación*. 11 Pues santificador y santificados tienen todos el mismo origen. Por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos 12 cuando dice: Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la asamblea te ala8

9 I I

baré. Y también: En él pondré yo mi confianza. Y nuevamente: Aquí estoy yo y los hijos que Dios me ha dado*. 14 Por tanto, como los hijos comparten la sangre y la carne, así también compartió él las mismas, para reducir a la impotencia mediante su muerte al que tenía el dominio sobre la muerte, es decir, al diablo,15 y liberar a los que, por temor a la muerte, estaban de por vida sometidos a esclavitud. 16 Porque, ciertamente, no es a los ángeles a quienes tiende una mano, sino a la descendencia de Abrahán. 17 Por eso tuvo que asemejarse en todo a sus hermanos, para ser un sumo sacerdote* misericordioso y fiel en lo que toca a Dios, y expiar los pecados del pueblo. 18 Pues, habiendo pasado él la prueba del sufrimiento, puede ayudar a los que la están pasando. 13

La fe, camino hacia el descanso divino Cristo superior a Moisés.

3

Por tanto, hermanos santos, partícipes de una vocación celestial, consideren al apóstol y sumo sacerdote* de nuestra confesión, a Jesús, 2 que es fiel al que lo instituyó, como lo fue también Moisés en toda su casa *. 3 Pues ha sido juzgado digno de una gloria tanto superior a la de Moisés, cuanto la dignidad del constructor de la casa supera a la casa misma. 4 Porque toda casa tiene su constructor; mas el constructor de todo es Dios. 5 Ciertamente, Moisés fue fiel en toda su casa, como servidor, para atestiguar cuanto había de anunciarse, 6 pero Cristo lo fue co1

2 8 Cita Sal 8 5-7 (LXX). La primacía del hombre en la creación es la que tiene el Hijo de Dios glorificado, 1 Co 15 23-28+, etc. 2 10 Los sufrimientos de Jesús le han perfeccionado, 11 40, en su papel de santificador y salvador. Hecho semejante a sus hermanos, v. 14; 4 15, los ha introducido con él en la gloria de Dios, w . 10.17-18; 4 15; 5 2-3. El verbo perfeccionar, que aparece varias veces en esta Epístola, evoca, además de los efectos de la obra de Cristo, el rito de consagración de los sacerdotes del AT, Ex 29; Lv 8 + , que habilitaba al sacerdote para presentarse ante Dios en el santuario.

mo hijo, al frente de su propia casa, que somos nosotros, si es que mantenemos la confianza y nos gloriamos en la esperanza. La entrada en el descanso de Dios. 7 Por eso, como dice el Espíritu Santo*: Si hoy escuchan su voz, 8 no endurezcan sus corazones como cuando lo irritaron, el día de la prueba en el desierto, 9 cuando sus padres me pusieron a prueba y me tentaron, después de haber visto mis obras 10 durante cuarenta años. Por eso me irrité contra aquella generación y dije: Siempre andan extraviados sus corazones; no reconocen mis caminos.

2 13 Citas de Sal 22 23; Is 8 17.18. 2 17 Aparición del título de sumo sacerdote aplicado a Cristo, término propio de Hb, que proporciona a esta epístola su tema central. 3 1 Enviado por Dios a los hombres, Jn 3 17+, y representante de los hombres ante Dios, 2 17; 4 14+; etc., Jesús es superior a Moisés, w . 1-6. 3 2 Cita de Nm 12 7 (LXX). 3 7 Cita del Sal 95 7-11. El comentario que sigue a esta cita compara la entrada de los israelitas en la Tierra prometida y la admisión de los cristianos en la salvación de Cristo.

329

epístola a l o s hebreos

9 I I

Por eso juré con ira: ¡No entrarán en 5 Y también en el mismo lugar: ¡No entrarán en mi descanso! 6 Así pues, ya mi descanso! 12 ¡Miren, hermanos!, que no haya en ninguno de ustedes un co- que quedan algunos por entrar en 61, y que los primeros en recibir la buena razón malo e incrédulo que lo aparte del nueva no entraron a causa de su deDios vivo; 13 antes bien, exhórtense unos a otros cada día mientras suene este sobediencia, 7 señala otro día, hoy, dihoy, para que ninguno de ustedes se en- ciendo por David mucho después en el lugar citado: Si hoy escuchan su voz, no durezca seducido por el pecado. 14 Somos en verdad compañeros de Cristo, a endurezcan sus corazones... 8 Porque si condición de que mantengamos firme Josué les. hubiera dado el descanso, no hasta el fin la posición del comienzo. se hablaría más tarde de otro día.9 Por 15 Al decir: Si hoy escuchan su voz, no tanto queda un descanso sabático para endurezcan sus corazones como cuando el pueblo de Dios. 10 Pues quien entra lo irritaron, 16 ¿quiénes son los que, des- en su descanso, también él descansa de pués de haberle oído, lo irritaron? ¿Es sus trabajos, como Dios de los suyos. "Esforcémonos, pues, por entrar en que no fueron todos los que salieron de Egipto guiados por Moisés? 17 Y ¿contra ese descanso, para que nadie caiga imiquiénes se idignó durante cuarenta años? tando aquella desobediencia. 12 Pues, viva es la palabra de Dios* y ¿No fue acaso contra los que pecaron, cuyos cadáveres cayeron en el desierto*? eficaz, y más cortante que espada algu na de dos filos. Penetra hasta la división 18 Y ¿a quiénes juró que no entrarían en su descanso sino a los que no creyeron? entre alma y espíritu, articulaciones v médulas; y discierne sentimientos y pen 19 Así, vemos que no pudieron entrar a samientos del corazón. 13 No hay cria causa de su incredulidad. tura invisible para ella: todo está des ' Temamos, pues, no sea que, per- nudo y patente a los ojos de Aquel a maneciendo aún en vigor la pro- quien hemos de dár cuenta. mesa de entraren su descanso*, alguno de ustedes resulte que llegue rezagado. 2 También nosotros hemos recibido la Retorno al tema sacerdotal. buena nueva, lo mismo que ellos. Pero 14 Teniendo, pues, un gran sumo sala palabra que oyeron no les aprove- cerdote, que penetró los cielos* —Jechó, pues no se compenetraron con la sús, el Hijo de Dios— mantengamos fe de los que la escucharon.3 De hecho, nuestra confesión de fe. 15 Pues no tehemos entrado en el descanso* los que nemos un sumo sacerdote que no puehemos creído, según está dicho: Por da compadecerse de nuestras flaqueeso juré con ira: ¡No entrarán en mi des- zas, ya que ha sido probado en todo canso! Y eso que las obras de Dios es- como nosotros, excepto en el pecado. taban terminadas desde la creación del 16 Acerquémonos, por tanto, confiadamundo, 4 pues está dicho en alguna mente al trono de gracia, a fin de alparte acerca del día séptimo: Y descansó canzar misericordia y hallar la gracia Dios el día séptimo de todas sus obras. de un auxilio oportuno. 11

4

3 17 Ver Nm 14 29-35. 4 1 Hb describe el fracaso de la generación salida de Egipto comparando Sal 95 con Nm 14. Es el esquema de interpretación del AT típico de Hb, ver 7 28; 8: si los profetas y el salmista tienen que reiterar las promesas antiguas, es porque la primera alianza se ha mostrado ineficaz. 4 3 Hb relaciona el Sal 95 11, «mi descanso» , con Gn 2 2, donde la palabra «descanso» describe el estado de Dios al terminar la obra de la creación. Deduce que el salmo se refiere

a la entrada en el «espacio» divino, inaugurado por Cristo, 10 20. 4 12 La palabra transmitida por los Profetas y el Hijo, 1 1-2, sirve de fundamento a las promesas recordadas en el comentario del Sní 9!í; ver 3 7; sigue actuando, 1 Ts 2 13+, y ju/.gu lu sinceridad del corazón humano en su i)iisc|ileda del descanso. 4 14 La certeza de la presencia de Cristo junto a Dios, 1 3; 8 1; 7 26; 9 24; etc., nos asegura su socorro con vistas a nuestra estabilidad en la fe.

330 e p í s t o l a a l o s h e b r e o s

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El sacerdocio de Cristo El sacrificio terrestre.

5

Porque todo sumo sacerdote es tomado de entre los hombres y está constituido en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados.2 Es capaz de comprender a ignorantes y extraviados, porque está también él envuelto en flaqueza. 3 Y a causa de la misma debe ofrecer por sus propios pecados lo mismo que por los del pueblo. 4 Y nadie se arroga tal dignidad, si no es llamado por Dios, lo mismo que Aarón. 5 De igual modo, tampoco Cristo se atribuyó el honor de ser sumo sacerdo1

te, sino que lo recibió de quien le dijo: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy. 6 Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para la eternidad, a la manera de Melquisedec*. 7 El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal* ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, fue escuchado por su actitud reverente, 8 y aun siendo Hijo, por los padecimientos aprendió la obediencia; 5 y llegado a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen, 10 proclamado por Dios sumo sacerdote a la manera de Melquisedec.

Toque de atención* Vida cristiana y teología.

6

nos a lo perfecto, sin reiterar los temas fundamentales del arrepentimiento de las obras muertas* y de la fe en Dios; 2 de la instrucción sobre los bautismos* y de la imposición de las manos; de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.3 Y así procederemos con el favor de Dios. 4 Porque es imposible que cuantos fueron una vez iluminados, gustaron el don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,5 saborearon las buenas nuevas de Dios y los prodigios del mundo futuro, 6 y a pesar de todo cayeron, se renueven otra vez crucificando de nuevo al Hijo de Dios para su conversión y exponiéndolo a pública infamia. 7 Porque la tierra que recibe frecuentes lluvias y produce buena vegetación para los que la cultivan participa de la bendición de Dios. 8 Por el contrario, la que produce espinas y car-

5 6 Citas del Sal 2 7; 110 4. El rey-sacerdote de Gn 14 18+ es la figura de Cristo. 5 7 En los días de su vida mortal, es decir, de su vida humana en la tierra, 2 9.14. -Cristo en su agonía seguía totalmente sometido a la voluntad del Padre, Mt 26 39p. Por eso fue escuchado, en cuanto que su muerte fue una exaltación gloriosa, 2 9; Jn 12 27.31; 13 31; Flp 2 6-11. 5 11 La sección 5 11 - 6 20 interrumpe el discurso sobre el sacerdocio de Cristo, que se

reanuda en 7 1. 5 13 La doctrina de la justicia designa sin duda la enseñanza sobre la justicia de Dios revelada por Cristo, Rm 3 21-26, y sobre la mediación prefigurada por Melquisedec, rey de justicia, 7 2. 6 1 Son muertas las obras hechas sin fe, fuera de la verdadera vida, 9 14; Rm 8 6.13. 6 2 Los bautismos designan las diversas purificaciones entonces en uso, entre otras el bautismo de Juan.

Sobre este particular tenemos muchas cosas que decir, aunque difíciles de explicar, porque se han hecho torpes de oído. '2 Pues debiendo ser ya ustedes maestros en razón del tiempo, vuelven a tener necesidad de ser instruidos en los primeros rudimentos de los oráculos divinos, y están necesitados de leche en lugar de alimento sólido. 13 Pues todo el que se nutre de leche desconoce la doctrina de la justicia*, porque es niño. 14 En cambio, el alimento sólido es de adultos; de aquellos que, por la costumbre, tienen las facultades ejercitadas en el discernimiento del bien y del mal. 11

Plan del autor. 1 Por eso, dejando la enseñanza elemental acerca de Cristo, elevémo-

331

epístola a l o s hebreos

dos* es desechada, y cerca está de la maldición, y terminará por ser quemada. Palabras de esperanza y ánimo. 9 Pero de ustedes, queridos, aunque hablemos así, esperamos cosas mejores y conducentes a la salvación. 10 Porque no es injusto Dios para olvidarse de sus obras y del amor que han mostrado en su nombre, con los servicios que han prestado y prestan a los santos*. " Deseamos, no obstante, que cada uno de ustedes manifieste la misma diligencia para la plena realización de la esperanza hasta el fin, 12 y no sean indolentes, sino más bien imitadores de aquellos que, mediante la fe y la perseverancia, heredan las promesas. 13 Cuando Dios hizo la promesa a Abrahán, no teniendo a otro mayor por quien jurar, juró por sí mismo 14 diciendo: Te colmaré de bendiciones y te mul-

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tiplicaré sin medida*. 15 Y, perseverando de esta manera, alcanzó la promesa. 16 Pues los hombres juran por uno superior y entre ellos el juramento es la garantía que pone fin a todo litigio. 17 Por eso Dios, queriendo mostrar más plenamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su decisión, interpuso el juramento, 18 para que, mediante dos cosas inmutables por las cuales es imposible que Dios mienta, nos veamos más poderosamente animados los que buscamos un refugio asiéndonos a la esperanza propuesta. Vuelve el tema sacerdotal. 19 En ella tenemos nosotros como un ancla firme y segura de nuestra alma, que penetra hasta dentro de la cortina*, 20 adonde entró por nosotros como precursor Jesús, hecho, a la manera de Melquisedec, sumo sacerdote para la eternidad.

El sacerdocio de Cristo, superior al levítico Melquisedec*.

4 Miren ahora cuán grande es éste, a quien el mismo Patriarca Abrahán dio

el diezmo de lo mejor del botín. 5 Los hijos de Leví que reciben el sacerdocio tienen orden según la Ley de percibir el diezmo del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque también proceden éstos de la estirpe de Abrahán; 6 mas aquél, sin pertenecer a su genealogía, recibió el diezmo de Abrahán, y bendijo al depositario de las promesas. 7 Pues bien, es incuestionable que el inferior recibe la bendición del superior. 8 Y aquí, ciertamente, reciben el diezmo hombres mortales; pero allí, uno de quien se asegura que vive. 9 Y, por así decirlo, hasta el mismo Leví, que percibe los diezmos, los pagó en la persona de Abrahán, 10 pues ya estaba en las entrañas de su antepasado cuando Melquisedec le salió al encuentro.

6 8 Ver Gn 3 17-18. 6 10 Ver la colecta de 1 Co 16 1 + . 6 14 Ver Gn 22 16-17. 6 19 Ver Lv 16 2.12. Habiendo entrado Jesús en el santuario celestial, 4 14; etc.; ver 9, la esperanza, figurada por el ancla, se funda en la promesa y el juramento de Dios, v. 17.

7 Melquisedec, este rey-sacerdote, 5 6, sobre cuyos antepasados, descendientes e investidura, Gn 14 17-20, no dice nada, lleva a pensar que el sacerdocio de Cristo es eterno, vv. 1-3.15-17. Si recibió el diezmo de Abrahán es porque es superior a éste y, con más razón, superior a su descendencia levítica, w . 4-10.

7

En efecto, este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió al encuentro de Abrahán cuando regresaba de la derrota de los reyes, y lo bendijo,2 al cual dio Abrahán el diezmo de todo, y cuyo nombre significa, en primer lugar, «rey de justicia» y, además, rey de Salem, es decir, «rey de paz», 3 sin padre, ni madre, ni genealogía, sin comienzo de días, ni fin de vida, asemejado al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. 1

Melquisedec recibe el diezmo de Abrahán.

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epístola a l o s hebreos

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Del sacerdocio levítico al sacerdocio a la manera de Melquisedec*.

Inmutabilidad del sacerdocio de Cristo.

11 Pues bien, si la perfección se alcanzara por el sacerdocio levítico —pues de él recibió el pueblo las leyes—, ¿qué necesidad había ya de que surgiera otro sacerdote a la manera de Melquisedec, y no «a la manera de Aarón»? 12 Porque, cambiado el sacerdocio, necesariamente se cambian las leyes. 13 Pues aquel de quien se dicen estas cosas, pertenece a una tribu, de la cual nadie sirvió al altar. 14 Y es bien manifiesto que nuestro Señor procede de Judá, una tribu que no menciona Moisés al hablar del sacerdocio.

20 Y, por cuanto no fue sin juramento —pues los otros fueron hechos sacerdotes sin juramento, 21 mientras éste lo fue bajo juramento por Aquel que le dijo: Juró el Señor y no volverá atrás: Tú eres sacerdote para la eternidad— 22 por eso, de una mejor alianza resultó fiador Jesús. 23 Además, aquellos sacerdotes fueron muchos, porque la muerte les impedía perdurar. 24 Pero éste posee un sacerdocio exclusivo* porque permanece para la eternidad. 25 De ahí que pueda también salvar definitivamente a los que por él se acercan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor.

Derogación del sacerdocio antiguo.

Perfección del sumo sacerdote celestial.

15 Todo esto es mucho más evidente aún si surge otro sacerdote a la manera de Melquisedec, 16 que lo sea, no por ley de sucesión carnal, sino por la fuerza de una vida indestructible. 17 De hecho, está atestiguado: Tú eres sacerdote para la eternidad, a la manera de Melquisedec. 18 De este modo queda derogado el precepto precedente, por razón de su ineficacia e inutilidad, 19 ya que la Ley no llevó nada a la perfección, como introducción a una esperanza mejor, por la cual nos acercamos a Dios.

26 Así es el sumo sacerdote que nos convenía: santo, inocente, incontaminado, apartado de los pecadores, encumbrado sobre los cielos, 27 que no tiene necesidad de ofrecer sacrificios cada día como aquellos sumos sacerdotes, primero por sus propios pecados, luego por los del pueblo; y esto lo realizó de una vez para siempre*, ofreciéndose a sí mismo. 28 La Ley constituye sumos sacerdotes a hombres débiles; pero la palabra del juramento, posterior a la Ley, nombra a uno que es Hijo, perfecto para la eternidad.

Superioridad del culto, del santuario y de la mediación de Cristo sacerdote El nuevo sacerdocio y el nuevo santuario*.

8

1 Este es el punto capital de cuanto venimos diciendo, que tenemos un

sumo sacerdote tal, que se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,2 al servicio del santuario y de la Tienda verdadera, erigida * por el Señor, no por un hombre. 3 Porque todo sumo

7 11 El Sal 110 4+, al declarar al rey mesías gura los últimos tiempos, Hch 1 7 + ; Ga 4 4 + , sacerdote para la eternidad, a la manera de Melpor su eficacia total y definitiva (todo de una quisedec, anuncia caduco el sacerdocio levítico, sola vez y una vez por todas), 9 12.26; etc. así como la antigua Ley, en general, w . 18-19. 8 Cristo es superior a los sacerdotes le7 24 Exclusivo, en el sentido de «inmutavíticos en su persona, 7, y también en su sable» e « intransferible»: que no se transmite de crificio, 8-9, ofrecido en su santuario más nounos a otros. ble, w . 1-5. 7 27 La oblación de Cristo es única e inau8 2 Ver Sal 110 1; Nm 24 6 (LXX).

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epístola a l o s hebreos

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sacerdote está constituido para ofrecer dones y sacrificios; de ahí que necesariamente también él tuviera que ofrecer algo. 4 Pues si estuviera en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo ya quienes ofrezcan dones según la Ley. 5 Éstos dan culto en lo que es sombra y figura de realidades celestiales, según le fue revelado a Moisés al emprender la construcción de la Tienda: Mira, —se le dice— harás todo conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte*.

Porque me apiadaré de sus ini(¡ui dades y de sus pecados no me acordaré ya.

8 5 Cita de Ex 25 40. 8 6 Cristo, plenamente hombre y Dios, 2 10-18, es el intermediario entre Dios y la humanidad, 9 15 + ; 12 24; 1 Tm 2 5. Establece entre Dios y el hombre una nueva relación de Alianza, que ya anunció Jr 31 31-34+, citado en su totalidad. Ver Ex 19+; 2 Co 3 6 +;

Ga 4 21-26. 9 11 El ceremonial israelita de la Expiación, Lv 16, es reemplazado por la ofrenda liiilcn, 7 27 + , de la sangre de Cristo, Rm 3 24 l , quinos abre el camino hacia Dios, 10 1.I(>; .ln 14 6; Ef 2 18; ver Ap 21 22 + .

12

13 Al decir nueva, declaró antigua la primera; y lo antiguo y viejo está a punto de desaparecer.

Cristo penetra en el santuario celestial.

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1 También la primera alianza tenía sus ritos litúrgicos y su santuario terreno. 2 Porque se instaló una primera parte de la Tienda, donde se haCristo, mediador de una mejor llaban el candelabro y la mesa con los alianza*. panes presentados, que se llama Sanio. 6 Ahora bien, él ha obtenido un mi3 Detrás de la segunda cortina se halla nisterio tanto mejor cuanto es mediador ba la Tienda llamada Santo de los Sande una alianza mejor, como fundada en tos, 4 que contenía el altar de oro para promesas mejores.7 Pues si aquella pri- el incienso, el arca de la alianza —con» mera hubiera sido irreprochable, no ha- pletamente cubierta de oro— y en ella, bría lugar para una segunda. 8 Porque la urna de oro con el maná, la vara floles dice en tono de reproche: recida de Aarón y las tablas de la alianHe aquí que vienen días, dice el Señor, za. 5 Encima del arca, los querubines en que yo concluiré con la casa de Is- de la gloria que cubrían con su sombra rael y con la casa de Judá el propiciatorio. Mas no es éste el mouna nueva alianza, mento de hablar detodoello en detalle. 9 no como la alianza que hice con sus 6 Instaladas así estas cosas, los sacerpadres dotes entran siempre en la primera el día en que los tomé de la mano para parte de la Tienda para desempeñar las sacarlos de la tierra de Egipto. funciones del culto.7 Pero en la segunComo ellos no permanecieron en mi da parte entra una vez al año, y solo, el alianza, sumo sacerdote, y no sin sangre que también yo me desentendí de ellos, ofrecer por sí mismo y por los pecados dice el Señor. del pueblo.8 De esa manera daba a en10 Esta es la alianza que haré con la tender el Espíritu Santo que aún no escasa de Israel taba abierto el camino del santuario después de aquellos días, dice el Señor: mientras subsistiera la primera Tienda. 9 Todo ello es un símbolo del tiempo Pondré mis leyes en su mente, en sus corazones las grabaré; presente, en que se ofrecen dones y say yo seré su Dios crificios incapaces de perfeccionar en y ellos serán mi pueblo. su conciencia al que da culto, 10 y sólo 11 Y no habrá de instruir ni uno a su son prescripciones carnales, que versan sobre comidas y bebidas y sobre prójimo abluciones de todo género, impuestas • ni otro a su hermano diciendo: hasta el tiempo de la renovación. «¡Conoce al Señor!», pues todos me conocerán, " E n cambio se presentó Crislo* desde el menor hasta el mayor de ellos. como sumo sacerdote de los bienes lii

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epístola a los hebreos

turos, a través de una Tienda mayor y más perfecta, no fabricada por mano de hombre, es decir, no de este mundo. 12 Y penetró en el santuario una vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni de novillos, sino con su propia sangre, consiguiendo una liberación definitiva. 13 Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de una becerra santifican con su aspersión a los contaminados, en orden a la purificación de la carne, 14 ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto al Dios vivo! Cristo sella con su sangre la nueva alianza*. 15 Por eso es mediador de una nueva alianza; para que, interviniendo una muerte que libera de las transgresiones de la primera alianza, reciban, los llamados, la herencia eterna prometida. 16 Pues donde hay testamento se requiere que conste la muerte del testador, 17 ya que el testamento es válido en caso de defunción, no teniendo valor en vida del testador. 18 Así tampoco la primera alianza se inauguró sin sangre. 19 Pues Moisés, después de haber leído a todo el pueblo todos los preceptos según la Ley, tomó la sangre de los novillos y machos cabríos con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el libro

mismo y a todo el pueblo diciendo: Esta es la sangre de la alianza que Dios ha ordenado para ustedes.2] Igualmente roció con sangre la Tienda y todos los objetos del culto; 22 pues según la Ley, casi todo ha de ser purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay remisión. 23 Así pues, si es necesario que las figuras de las realidades celestiales sean purificadas de esa manera, también lo es que las realidades celestiales se purifiquen pero con sacrifios más excelentes que aquéllas. 24 Pues bien, Cristo no entró en un santuario hecho por mano humana, en una reproducción del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante el acatamiento de Dios en favor nuestro, 25 y no para ofrecerse a sí mismo repetidas veces al modo como el sumo sacerdote que entra cada año en el santuario con sangre ajena.26 Para ello habría tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Sino que se ha manifestado ahora una sola vez, al fin de los tiempos, para la destrucción del pecado mediante su sacrificio. 27 Y del mismo modo que el destino de los hombres es que mueran una sola vez, y luego ser juzgados, 28 así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, se aparecerá por segunda vez sin relación con el pecado a los que le esperan para su salvación*. 20

Recapitulación. Sacrificios levíticos y sacrificio de Cristo Ineficacia de los sacrificios antiguos. No teniendo la Ley más que una sombra de los bienes futuros, no la imagen de las cosas, no puede nunca, mediante unos mismos sacrificios que se ofrecen sin cesar año 1

9 15 El pasaje se funda en los dos valores de la palabra griega diazéke, que significa alianza y testamento, 8 6 + ; ver Ga 3 15-17+. La muerte de Cristo era necesaria para la entrada en vigor de su testamento, así como el sacrificio de la Alianza exigía una efusión de sangre, ver

tras año, dar la perfección a quienes se acercan a ellos. 2 De otro modo, ¿no habrían cesado de ofrecerlos, al no tener ya conciencia de pecado los que ofrecen ese culto, una vez purificados? 3 Al contrario, con ellos se renueva cada año el recuerdo de los pecados, Ex 24 6-8. El sacrificio de Cristo, más eficaz que el de Moisés, vale para siempre, 7 27+; Mt

20 28.

9 28 Ver Is 53 12. La última venida de Cristo, 1 Co 1 7 + ; 15 23 + ; 1 Tm 6 14+, no tendrá como fin la expiación del pecado.

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epístola a l o s hebreos

pues es imposible que la sangre de toros y cabras borre los pecados*. 5 Por eso, al entrar en este mundo, dice: Sacrificio y oblación no quisiste; pero me has formado un cuerpo. 6 Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron. 7 Entonces dije: ¡He aquí que vengo —pues de mí está escrito en el rollo del libro— a hacer, oh Dios, tu voluntad*! 8 Dice primero: Sacrificios y oblaciones y holocaustos y sacrificios por el pecado no los quisiste ni te agradaron —cosas todas ofrecidas conforme a la Ley— 9 entonces —añade—: He aquí que vengo a hacer tu voluntad. Deroga lo primero para establecer lo segundo. 10 En virtud de esa voluntad quedamos santificados, mediante la oblación de una vez para siempre del cuerpo de Jesucristo. 4

Eficacia del sacrificio de Cristo. 11 Todo sacerdote está en pie, día tras día, oficiando y ofreciendo reiteradamente los mismos sacrificios, que nunca pueden borrar pecados*.12 El, por el contrario, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio, se sentó a la diestra de Dios para siempre, 13 esperando desde entonces hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies*. 14 Mediante una sola oblación ha llevado a la perfección definitiva a los santificados.15 También el Espíritu Santo nos lo atestigua. Porque, después de haber dicho: 16 Esta es la alianza que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en su mente las grabaré, 17 añade: Y de sus pecados e iniquidades no me acordaré ya *.

10 4 Los profetas condenaban el ritualismo, Am 5 21 + . La epístola niega toda eficacia a los sacrificios antiguos, en beneficio del único sacrificio personal de Cristo, w . 12-14. 10 7 Cita del Sal 40 7-9 (LXX). 10 11 Quizá hay aquí, como en 7 27, una alusión a los sacrificios de investidura de los sacerdotes, que duraban siete días, ver Lv 8 33-

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Ahora bien, donde hay perdón de estas cosas, ya no hay más oblación por el pecado. 18

Transición. 19 Tenemos, pues, hermanos, plena confianza para entrar en el santuario en virtud de la sangre de Jesús, 20 por este camino nuevo y vivo, inaugurado por él para nosotros, a través de la cortina, es decir, de su cuerpo.21 Tenemos un sacerdote excelso al frente de la casa de Dios. 22 Acerquémonos con sincero corazón, en plenitud de fe, purificados los corazones de conciencia mala y lavado el cuerpo con agua pura. 23 Mantengamos firme la confesión de la esperanza, pues fiel es el autor de la Promesa. 24 Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras,25 sin abandonar nuestras asambleas, como algunos acostumbran hacerlo, antes bien, animándose; tanto más, cuanto que ven que se acerca ya el Día.

Peligro de apostasía. 26 Porque si voluntariamente pecamos después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por los pecados, 27 sino la terrible espera del juicio y el fuego ardiente pronto a devorar a los rebeldes*. 28 Si alguno viola la Ley de Moisés es condenado a muerte sin compasión, por la declaración de dos o tres testigos*. 29 ¿Cuánto más severo castigo piensan que merecerá el que pisotee al Hijo de Dios, y profane la sangre de la alianza* que le santificó, y ultraje al Espíritu de la gracia? 30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza; yo daré lo merecido. Y también: El Señor juzgará a su pueblo*. 31 ¡Es terrible caer en las manos del Dios vivo!

34; 10 10 10 10 10 10

9+; 10 9. 13 Cita del Sal 110 1. 17 Cita de Jr 31 33-34; ver 8 8-12. 27 Veris 26 11 (LXX). 28 Ver Dt 17 6; Mt 26 28p+. 29 Ver Ex 24 8. 30 Cita de Dt 32 35.36.

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Motivos de perseverancia.

los que así eran tratados. Pues compartieron los sufrimientos de los encarcelados; y se dejaron despojar con alegría de sus bienes, conscientes de que poseían una riqueza mejor y más duradera. 35 No pierdan ahora su confianza, que lleva consigo una gran recompensa. 34

Traigan a la memoria los primeros días en que, después de ser iluminados*, tuvieron que soportar un duro y doloroso combate, 33 unas veces expuestos públicamente a injurias y ultrajes; otras, haciéndose solidarios de 32

La fe perseverante trasladó Dios*. Pero aún antes de su traslado, recibió el testimonio de haber agradado a Dios. 6 Ahora bien, sin fe es imposible agradarle, pues el que se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensa a los que le buscan*. po; 7 Por la fe, Noé, advertido sobre lo y el que ha de venir vendrá sin tardanza. que aún no se veía, con religioso temor 38 Mi justo vivirá por la fe*; construyó un arca para salvar a su famas, si es cobarde, mi alma no se milia; por la fe, condenó al mundo y complacerá en él. llegó a ser heredero de la justicia según 39 Pero nosotros no somos cobardes la fe. para perdición, sino hombres de fe 8 Por la fe, Abrahán, al ser llamado para la salvación del alma. por Dios, obedeció y salió para el lugar que había de recibir en herencia, y saModelos de fe en la Historia Sagrada. lió* sin saber a dónde iba. 9 Por la fe, ' La fe es garantía de lo que se peregrinó hacia la Tierra prometida espera; la prueba de lo que no como extranjero, habitando en tiendas, se ve*. 2 Por ella fueron alabados nueslo mismo que Isaac y Jacob, coheretros mayores. deros de las mismas promesas. 10 Pues 3 Por la fe, sabemos que el universo esperaba la ciudad asentada sobre cifue formado por la palabra de Dios, lo mientos, cuyo arquitecto y constructor visible, de lo invisible. es Dios*. " Por la fe, también Sara re4 Por la fe, ofreció Abel a Dios un sacibió, aun fuera de la edad apropiada, crificio mejor que el de Caín, por ella vigor para ser madre, pues tuvo como fue declarado justo, con la aprobación digno de fe al que se lo prometía. ,2 Por que dio Dios a sus ofrendas*', y por ella, lo cual también de uno solo y ya marcado por la muerte, nacieron hijos, nuaunque muerto, sigue hablando. 5 Por la fe, Henoc fue trasladado, sin merosos como las estrellas del cielo, incontables* como la arena de las playas. ver la muerte y no se le halló, porque lo La espera escatológica. 36 Tienen

necesidad de paciencia para cumplir la voluntad de Dios y conseguir así lo prometido. 37 Pues todavía un poco, muy poco tiem-

n

10 32 La iluminación designa el bautismo, ver 6 4; Ef 5 14+. 10 38 Cita de Is 26 20 (LXX) y Ha 2 3-4 (LXX). Ver Rm 1 17 + . 111 El pueblo en camino, 3 7-4 11, no desaparecerá si conserva la fe, 10 39. Por la fe, w . 3.4, etc., en medio de las persecuciones, se adherirá a la seguridad que se apoya en Dios. Esta fe, Rm 1 16 + , es una anticipación garantizada de los bienes celestiales futuros, 6 5; etc.; Rm 5 2+; Ef 1 13+. Esta certeza está ilustrada con muchos y grandes ejemplos del AT,

ver Si 44-50. 114 Ver Gn 4 4. 115 Ver Gn 5 24. 1 1 6 La fe que salva es la que concierne a un Dios personal e invisible, Ex 33 20+; Sb 13+; Rm 1 20; y a su providencia, fundamento de la felicidad esperada, Sal 62 13; Mt 5 12; Rm 2 6+. 11 8 Ver Gn 12 1-4. 11 10 Ver Ap 21 2.10-20. 11 12 Ver Dn 3 36 (LXX); Gn 22 17; Ex 32 13.

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13 En

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la fe murieron todos ellos, sin haber conseguido el objeto de las promesas: viéndolas y saludándolas desde lejos y confesándose peregrinos y forasteros sobre la tierra*. 14 Los que así hablan, claramente dan a entender que van en busca de una patria; 15 pues si pensaban en la que habían abandonado, podían volver a ella. 16 Por el contrario aspiran a una mejor, a la celestial. Por eso Dios no se avergüenza de ser llamado su Dios, pues les tenía preparada una ciudad. 17 Por la fe, Abrahán, sometido a la prueba, ofreció a Isaac como ofrenda, y, el que había recibido las promesas, ofrecía a su único hijo, 18 respecto del cual se le había dicho: Por Isaac tendrás descendencia*. 19 Pensaba que poderoso era Dios aun para resucitarlo de entre los muertos. Por eso lo recobró como símbolo. 20 Por la fe, bendijo Isaac el futuro de Jacob y Esaú. 21 Por la fe, Jacob, moribundo, bendijo a cada uno de los hijos de José, y se postró apoyado en el extremo de su bastón*. 22 Por la fe, José, al final de la vida, evocó el éxodo de los israelitas, y dio órdenes respecto de sus huesos. 23 Por la fe, Moisés, recién nacido, fue durante tres meses ocultado por sus padres, pues vieron que el niño era hermoso y no temieron el edicto del rey. 24 Por la fe, Moisés, ya adulto, rehusó ser llamado hijo de la hija del Faraón, 25 prefiriendo ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar el efímero goce del pecado,26 estimando como riqueza mayor que los tesoros de Egipto el oprobio de Cristo*, porque tenía los ojos puestos en la recompensa. 27 Por la fe, salió de Egipto sin temer la ira del rey; se mantuvo firme como si viera al invisible.28 Por la fe, celebró la Pascua e hizo la aspersión de la sangre para que el Exterminador no tocara a sus primogénitos*.29 Por la fe, atravesaron el mar Rojo como por tierra firme;

mientras que los egipcios, al intentarlo, se ahogaron. 30 Por la fe se derrumbaron los muros de Jericó, después de ser rodeados durante siete días. 31 Por la fe, la prostituta Rajab no pereció con los incrédulos, por haber acogido amistosamente a los exploradores. 32 Y ¿a qué continuar? Pues me faltaría el tiempo si hubiera de hablar sobre Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas.33 Éstos, polla fe, sometieron reinos, administraron justicia, alcanzaron las promesas, cerraron la boca a los leones;34 apagaron la violencia del fuego, escaparon al filo de la espada, curaron de sus enfermedades, fueron valientes en la guerra, rechazaron ejércitos extranjeros; 35 algunas mujeres recobraron resucitados a sus muertos. Unos fueron torturados, rehusando la liberación por conseguir una resurrección mejor; 36 otros soportaron la prueba de burlas y azotes, de cadenas y prisiones.37 Fueron apedreados, torturados, aseriados, muertos a espada; anduvieron errantes cubiertos de pieles de ovejas y de cabras; faltos de todo; oprimidos y maltratados, 38 ¡hombres de los que no era digno el mundo!, errantes por desiertos y montañas, por grutas y cavernas. 39 Y todos ellos, aunque alabados por su fe, no consiguieron el objeto de las promesas. 40 Dios tenía dispuesto algo mejor para nosotros, de modo que no llegaran ellos sin nosotros a la perfección*.

11 11 11 11 11

II 40 Cristo ha inaugurado la era de la perfección, 2 10+; 7 27 + . Su resurrección ha abierto el acceso de los cielos a los creyentes y, desde luego, a los justos del AT, 7 19; 9 911+; 10 1. Ver 1 P 3 19+; Jn 12 32 + ; etc.

13 18 21 26 28

Ver Gn 23 4; Sal 39 13. Ver Gn 22 1-14; 21 12. Ver Gn 47 31. Ver Ex 2 2.11.15; Sal 89 51; Is 53. Ver Ex 12 11.22-23.

El ejemplo de Cristo. I ^y 1 Por tanto, también nosotros, JL A* teniendo en torno nuestro tan gran nube de testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con constancia la carrera que se nos propone,2 fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe, el cual, por el gozo que se le proponía, soportó la cruz sin miedo a la ignominia y está

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sentado a la diestra* del trono de Dios. 3 Fíjense en aquel que soportó tal contradicción de parte de los pecadores, para que no desfallezcan faltos de ánimo. 4 No han resistido todavía hasta llegar a la sangre en su lucha contra el pecado.

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llegue a contagiarse la comunidad. 16 Que no haya ningún disoluto o impío como Esaú, que por una comida vendió su primogenitura*. 17 Ya saben cómo luego quiso heredar la bendición; pero fue rechazado y no logró un cambio de disposición, aunque lo procuró con lágrimas.

Pedagogía paternal de Dios. 5 Han echado en olvido la exhortación que como a hijos se les dirije: Hijo mío, no menosprecies la corrección del Señor; ni te desanimes al ser reprendido por él. 6 Pues a quien ama el Señor, lo corrige; y azota a todos los hijos que reconoce*. 7 Sufren para corrección suya. Como a hijos los trata Dios, y ¿qué hijo hay a quien su padre no corrige*? 8 Mas si quedan sin la corrección, que a todos toca, señal de que son bastardos y no hijos. 9 Además, teníamos a nuestros padres terrestres, que nos corregían, y les respetábamos. ¿No nos someteremos mejor al Padre de los espíritus para vivir? 10 ¡Eso que ellos nos corregían según sus luces y para poco tiempo! Mas él, para provecho nuestro, y para hacernos partícipes de su santidad. 11 Cierto que ninguna corrección es, a su tiempo, agradable, sino penosa; pero luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella. '2 Por tanto, robustezcan las manos caídas y las rodillas vacilantes uy enderecen para sus pies los caminos tortuosos*, para que el cojo no se disloque, sino que más bien se cure.

Castigo de la infidelidad. 14 Procuren la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. 15 Velen para que nadie se vea privado de la gracia de Dios; para que ninguna raíz amarga retoñe ni los turbe y por ella

12 2 Ver Sal 110 13; Hb 1 3; etc. 12 6 Cita de Pr 3 11-12 (LXX). 12 7 En la Biblia, la corrección era uno de los rasgos de la educación paterna. Ver Dt 8 5; Jb 5 17; Sal 94 12; etc. Por el sufrimiento Dios conduce a sus hijos a la santidad, v. 10. 12 13 Citas de Is 35 3 y Pr 4 26 (LXX). 12 16 Ver Sal 34 15; Dt 29 17 (LXX); Gn 25 33. Preferir un bien material e inmediato a las promesas mesiánicas —como hizo Esaú— es

Las dos alianzas*. 18 No se han acercado a una realidad palpable: fuego ardiente, oscuridad, tinieblas, huracán, 19 toque de trompeta y a un sonido de palabras tal, que suplicaron los que lo oyeron no se les hablara más. 20 Es que no podían soportar esta orden: El que toque el monte, aunque sea un animal, será lapidado. 21 Tan terrible era el espectáculo, que el mismo Moisés dijo: Espantado estoy y temblando*. 22 Ustedes, en cambio, se han acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo, la Jerusalén celestial, y a miríadas de ángeles, reunión solemne, 23 y a la asamblea de los primogénitos inscritos en los cielos, y a Dios, juez universal, y a los espíritus de los justos llegados ya a su perfección,24 y a Jesús, mediador de una nueva álianza, y a la aspersión purificadora de una sangre que habla más fuerte que la de Abel. 25 Guárdense de rechazar al que les habla; pues si los que rechazaron al que promulgaba oráculos en la tierra no escaparon al castigo, mucho menos nosotros, si nos apartamos del que nos habla desde el cielo.26 Su voz hizo temblar entonces la tierra. Mas ahora hace esta promesa: Una vez más haré yo estremecer no sólo la tierra, sino también el cielo*. 27 Estas palabras, una vez más, quieren decir que las cosas que tiemblan como criaturas cambiarán, a fin de que permanezcan las inconmovi-

considerado por los profetas como una prostitución, una idolatría. 12 18 La Nueva Alianza, 8 1-6+, ha alejado el miedo, para introducir a los cristianos en la ciudad celeste, 4 14+; 11 10.16, alrededor del mediador triunfante, ver Le 10 20; Ap 21 2 + . 12 21 Ver Ex 19 18.16; Dt 4 11; Ex 20 19; 19 13; Dt 9 19. 12 26 Cita de Ag 2 6.

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epístola a l o s hebreos

bles. 28 Por eso, nosotros, que recibimos un reino inconmovible, hemos de mantener la gracia y, mediante ella,

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ofrecer a Dios un culto que le sea grato, con respeto y reverencia, 29 pues nuestro Dios es fuego devorador*.

Apéndice* Últimos consejos. •f O 1 Que el amor fraterno perdure. X «3 2 No olviden la hospitalidad; gracias a ella, algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles. 3 Acuérdense de los presos, como si estuvieran presos con ellos, y de los que son maltratados, pensando que también ustedes tienen un cuerpo. 4 Tengan todos en gran respeto el matrimonio, y el lecho conyugal sea sin mancha; que a los fornicarios y adúlteros los juzgará Dios. 5 No sean amantes del dinero en su conducta; conténtense con lo que tienen, pues él ha dicho: No te dejaré ni te abandonaré*', 6 de modo que podemos decir confiados: El Señor es mi ayuda; no temeré. ¿Qué puede hacerme un hombre*? Sobre la fidelidad. Acuérdense de sus guías, que les anunciaron la palabra de Dios y, considerando el desenlace de su vida, imiten su fe.8 Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y por los siglos. 9 No se dejen seducir por doctrinas diversas y extrañas. 7

cual no tienen derecho a comer los que dan culto en la Tienda.11 Los cuerpos de los animales, cuya sangre lleva el sumo sacerdote al santuario para la expiación del pecado, son quemados fuera del campamento*. 12 Por eso, también Jesús, para santificar al pueblo con su sangre, padeció fuera de la puerta*. 13 Así pues, salgamos hacia él, fuera del campamento, cargando con su ignominia, 14 pues no tenemos aquí ciudad permanente sino que buscamos la futura. 15 Por medio de él ofrezcamos sin cesar a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre*. 16 No descuiden la beneficencia y la comunión de bienes; ésos son los sacrificios que agradan a Dios. Obediencia a los guías espirituales.

Mejor es fortalecer el corazón con la gracia que con alimentos que nada aprovecharon a los que siguieron ese camino. 10 Tenemos nosotros un altar* del

17 Obedezcan a sus guías y sométanse a ellos, pues velan sobre sus almas como quienes han de dar cuenta de ellas, para que lo hagan con alegría y no lamentándose, cosa que no les traería a ustedes ventaja alguna. 18Rueguen por nosotros, pues estamos seguros de tener limpia la conciencia, deseosos de proceder en todo con rectitud. 19 Con la mayor insistencia les pido que lo hagan, para que muy pronto les sea yo devuelto.

12 29 Cita de Dt 4 24+. 13 El capítulo 13 ofrece el aspecto de algo artificial. Los w . 22-25 tienen la forma de un billete de envío de la epístola, pero también la tienen los w . 17-18. La intención de dar forma epistolar a un discurso podría bastar para explicar estos fenómenos. 13 5 Ver Dt 31 6. 13 6 Cita de Sal 118 6. 13 10 El altar, aquí, designa la cruz en la que Cristo se inmola, w . 11-12, no la mesa euca-

rística. Los judíos, que quedan al servicio de la «Tienda», no tienen participación alguna en él. 13 11 Ver Lv 16 27; Hb 9 6-8. 13 12 Los cuerpos de las víctimas del sacrificio de Expiación eran quemados fuera de las murallas de la ciudad, Lv 16 27; Jesús también ha sido crucificado a las afueras de Jerusalén, Mt 27 32p. Es preciso, pues, abandonar el campo del judaismo y del mundo. 13 15 Ver Sal 50 14.23; Os 14 3.

Resumen.

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epístola a l o s hebreos

Bendición final y doxología.

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Saludos a los destinatarios.

20 Y

22 Les ruego, hermanos, que soporel Dios de la paz que levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ten esta exhortación, pues les he escriovejas en virtud de la sangre de una alian-to brevemente. 23 Sepan que nuestro za eterna*, a Jesús Señor nuestro, 21 les hermano Timoteo se ha marchado*. Si procure toda clase de bienes para cum- viene pronto, iré con él a verlos. 24 Saplir su voluntad, realizando en nosotros luden a todos sus guías y a todos los lo que es agradable a sus ojos, por me- santos. Los saludan los de Italia*. diación de Jesucristo, a quien sea la glo25 La gracia esté con ustedes. ria por los siglos de los siglos. Amén.

13 20 Veris 63 11; 55 3; Za 9 11; Ex 34+; Hb 10 29; 12 24. La epístola no habla explícitamente de la resurrección de Jesús, sino de que ha sido sustraído al poder de la muerte, 2 14; 5 7+, y glorificado en el reino de Dios. 13 23 Se ha marchado: Recomendación de Timoteo para la misión a que ha sido enviado.

También se puede traducir ha sido liberado, pero no tenemos ningún dato en el NT sobre una cautividad de Timoteo. 13 24 Los de Italia, o porque la epístola se envía desde Italia, o porque a los saludos se adhieren cristianos de Italia, que están en el extranjero.

EPÍSTOLAS CATÓLICAS Introducción Las siete epístolas del NT no atribuidas a San Pablo fueron, por esta misma razón, reunidas muy pronto en una sola colección, a pesar de sus diferentes orígenes: una de Santiago, una de San Judas, dos de San Pedro y tres de San Juan. Su antiquísimo título de «católicas» procede sin duda de que la mayoría de ellas no van destinadas a una comunidad o persona particulares, sino que se dirigen más bien a los cristianos en general. EPÍSTOLA DE SANTIAGO Esta epístola tuvo una aceptación lenta y dificultosa en la Iglesia. Sólo hacia finales del siglo IV se impone su aceptación en el conjunto de las iglesias de Oriente y Occidente. Una vez las iglesias la aceptan, identifican a su autor con Santiago, el «hermano del Señor» (Me 6 3; Mt 13 55) que desempeñó un papel preeminente en la Iglesia de Jerusalén (ver Hch 12 17; 15 13-21; etc.) y que, según narran Josefo y Hegesipo, murió mártir el año 62 a manos de los judíos. Es distinto del apóstol Santiago, hermano de Juan (Mt 10 2p) a quien Herodes dio muerte el año 44 (Hch 12 2). Pero sería posible identificarlo con el otro apóstol del mismo nombre, el hijo de Alfeo (Mt 10 3p). Ya los antiguos vacilaban en este punto, y los modernos aún lo discuten, sin bien inclinándose por la negativa. La expresión de Pablo en Ga 1 19 ha sido interpretada en los dos sentidos. El verdadero problema sobre al autor de la carta está en otro plano. Si la epístola había sido escrita por esta persona de primer orden en el apostolado, no se comprenden las dificultades que tuvieron algunas iglesias de los tres primeros siglos para aceptarla como Escritura canónica. Además fue escrita directamente en griego con una elegancia, una riqueza de vocabulario y un sentido de la retó-

rica (diatriba) bastante sorprendentes en un galileo. Finalmente, la epístola presenta una afinidad muy notable con escritos cuya composición se sitúa a fines del primer siglo o a comienzos del segundo, especialmente con la carta de Clemente de Roma y el Pastor de Hermas. En consecuencia numerosos autores sitúan hoy la composición de la epístola de Santiago hacia el final del siglo primero o incluso a comienzos del segundo. El carácter arcaico de su cristología podría explicarse, más que por la antigüedad de su redacción, por su posible procedencia de los medios judeocristianos. Sea lo que fuere de su origen, este escrito quiere llegar a las «Doce tribus de la Dispersión» (11), que son, sin duda, los cristianos de origen judío dispersos en el mundo grecovromano, sobre todo en las regiones de Siria y Egipto. El cuerpo de la carta confirma que los destinatarios son convertidos del Judaismo. El uso constante que el autor hace de la Biblia supone que ésta les es familiar, sobre todo porque procede preferentemente por reminiscencias espontáneas y alusiones implícitas que por doquier se traslucen, y no en forma de argumentación, partiendo de citas explícitas. Se inspira especialmente en la literatura sapiencial, de donde deduce lecciones de moral práctica. Pero también depende profundamente de las enseñanzas del Evangelio, y su escrito no es puramente judío, como a veces se ha afirmado. Se encuentran en la epístola pensamientos y expresiones preferidas de Jesús que parecen proceder de la tradición oral más que de las enseñanzas escritas. El escrito no se ajusta fácilmente a las características del estilo epistolar. Más bien parece una homilía, muestra de la catequesis que estuvo en uso en las comunidades judeocristianos de su tiempo. Contiene exhortaciones morales que se suceden sin gran cohesión, agrupando sentencias sobre un mismo tema, o bien

introducción a las epístolas católicas

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mediante asonancias verbales. Estas ca- primitivas sobre la comunidad que esperacterísticas, así como los diversos temas ra la venida del Señor: una comunidad que desarrolla se aprecian en una lectura en espera escatológica. Estas directrices de la epístola. son: firmeza en las pruebas, oración en toda circunstancia, corrección fraterna y 1. Introducción (11) atención a los enfermos. En esta última habla el autor de la oración y la unción Presentación del autor, saludos y del enfermo de manos de los «presbíteros destinatarios. de la Iglesia», expresión en la que el Concilio de Trento vio el lugar teológico del 2. Valor didáctico de las pruebas sacramento de la Unción de los enferfl 2-27) mos. Las tribulaciones, pruebas, dificultades que provienen de fuera de la comunidad tienen un valor didáctico, pues EPÍSTOLA DE SAN JUDAS contribuyen a dar firmeza a la fe; hay que aceptarlas con gozo. Las dificultades El autor se llama «hermano de Sanque proceden del interior de uno mismo tiago» (v. 1) y parece presentarse tamtienen su origen en la fragilidad humabién como uno de los «hermanos del Sena; no hay que atribuirlas a Dios, porñor» (Mt 13 55p). No hay nada que que de Dios sólo procede el bien. El obligue a identificarle con el apóstol del modo de superarlas estriba en el cono- mismo nombre (Le 6 16 etc.); por lo decimiento propio y el dominio de sí mismás él mismo se distingue del grupo mo y en seguir las enseñanzas de la ca- apostólico (v. 17). La mediocre importequesis comunitaria. tancia del personaje cuyo nombre se toma hace difícil la hipótesis de que se 3. La vida de la comunidad cristiana trate de un pseudónimo, pero la fecha (2 1-5 6) tardía de la epístola la convierte en poLa parte central de la epístola traza sible e incluso en probable. los rasgos que el autor quiere que resLa epístola era ya admitida por la plandezcan en la vida de las comunida- mayoría de las iglesias como Escritura des judeocristianas. Estos rasgos son: canónica desde el año 200. Cierto que el a) Igualdad de todos sus miembros uso de fuentes apócrifas fHenoc, en los (2 1-13), sin favoritismos y menos si vv. 7.14s; Asunción de Moisés, en el v. éste se basa en la posesión de riquezas. 9) suscitó algunas dudas ya desde la Tales distinciones o favoritismos dañan antigüedad; pero esto no es un problema a la comunión de la fe. especial, pues este recurso legítimo a esb) La buena conducta (2 14-3 18) critos judíos, en boga entonces, en modo que se traduce en el dominio de la lenalguno equivale a reconocerles carácter gua, para no ofender a los hermanos, y sagrado. en el buen uso de los conocimientos que El autor quiere animar a unas cose tienen (sabiduría), que deben redun- munidades que atravesaban dificultades dar en beneficio de todos. externas y sobre todo internas, como la c) Vida libre de ambiciones y enviimpiedad, el desenfreno y sobre todo las dias (4 1-5 10), que se traduce en no blasfemias contra el Señor Cristo y los emitir juicios despectivos o condenatoángeles (vv. 4. 8. 10); situación que en rios de los hermanos, en confiar en la cierto modo apunta ya en la epístola a providencia de Dios, en compartir los los Colosenses, en las Pastorales y en el bienes y en no perjudicar a nadie en sus Apocalipsis, es decir, situación de finales derechos. del siglo I. Hay, en cambio, otras referencias que nos llevarían a situar este es3. Conclusión (5 7-20) crito a finales de la era apostólica, en los años 70-80. Éstas son: Las predicciones Termina la epístola dando unas directrices tradicionales en las catequesis de los apóstoles se atribuyen al pasado

i n t r o d u c c i ó n a l a s e p í s t o l a s c a t ó l i c a s 343 (vv.Hs); la fe es algo «transmitido de una vez para siempre» (v.3); parece además que el autor conocía las epístolas de Pablo. 1. Objetivo de la epístola (1-4) Desea poner en guardia a los cristianos ante desviaciones de algunos miembros de la comunidad que ponían en peligro la enseñanza recibida y la misma vida de la comunidad. 2. Desviaciones doctrinales (5-16) Algunos cristianos, que el autor califica como «alucinados en sus delirios», son los que provocan estas desviaciones, que ya están descritas y castigadas en el AT y en otros libros judíos: rebelión de los ángeles, pecados de Sodoma y Gomorra, alteración del buen funcionamiento de la comunidad. 3. La vida de la comunidad (17-23) La corrección de estas desviaciones se consigue potenciando algunas líneas de la vida comunitaria: fidelidad a las enseñanzas recibidas; vida de fe y oración en el Espíritu Santo; amor misericordioso y corrección fraterna. 4. Doxología final (24-25) La epístola concluye con una doxología tomada, al parecer, de las celebraciones litúrgicas comunitarias, al estilo de la de Rm 16 25-27. PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN PEDRO Lleva en el saludo el nombre de su autor, Pedro (\ 1), y como tal fue admitida sin oposición desde los comienzos de la Iglesia; utilizada probablemente por Clemente de Roma y ciertamente por Policarpo, es atribuida explícitamente a San Pedro por Ireneo. El apóstol escribe desde Roma (Babilonia, 5 13), donde se encuentra con Marcos. Aunque estamos muy poco informados sobre el fin de su vida, una tradición bien atestiguada le hace venir efectiva-

mente a la capital del imperio donde murió mártir bajo Nerón (¿64 ó 67?). Se dirige a los cristianos de la Dispersión. Y el tono de la epístola es el de una carta circular a comunidades de aldeas, con una organización elemental. Una dificultad contra la autenticidad de esta epístola es el uso que hace de otros escritos del NT, especialmente de St, Rm y Ef; y en cambio parece utilizar poco el Evangelio. Una solución que apuntan estudios recientes es que el autor tuvo a su disposición formularios primitivos de catequesis, que contenían también florilegios de textos del AT utilizados en estas catequesis. Una explicación propuesta para el uso innegable que 1 P hace de Rm y Ef es que Pedro, que no poseía la envergadura teológica de Pablo, muy bien pudo recurrir a los escritos de este último, sobre todo cuando, como aquí, se dirigía a círculos de influencia paulina. Tampoco se debe olvidar que su secretario Silvano fue discípulo de los dos apóstoles y que muy bien pudo ser Silvano el redactor de esta epístola. También conviene señalar las conexiones que se descubren en 1 P con el evangelio de Marcos y los discursos de Pedro en los Hechos de los Apóstoles. La epístola se considera anterior a la muerte de Pedro, el 64 ó el 65, aunque es posible que Silvano la concluyera algunos años más tarde, siguiendo las directrices de Pedro. Hasta seria esto probable si estuviera comprobado que 1 P es un mosaico y combinación de fragmentos diversos, entre ellos una homilía de origen bautismal (\ 13-4 11). 1. Saludo (1 1-2) Enumera las comunidades a las que se dirige: las de la región de Asia Menor. 2. Las comunidades cristianas son las herederas de la salvación fl 3-2 10) La salvación anunciada por los profetas está actualmente en las comunidades cristianas; los evangelizadores del Mensaje de Jesús son los continuadores de los profetas (l 3-12). Esta salvación

introducción a las epístolas católicas se trasluce en la vida de los cristianos en esta coyuntura que es tiempo de peregrinación. La salvación ha operado un nuevo estilo de vida, un nuevo nacimiento que brota de la semilla del Evangelio; así se forma el nuevo pueblo de Dios (l 13-2 3). El fundamento de este nuevo pueblo es Cristo; los creyentes son «las piedras vivas» de la nueva realidad (2 4-10). 3. Las comunidades cristianas son el signo de la salvación (2 11-5 5) El nuevo estilo de vida es el signo de la salvación. Pedro marca unas directrices para que la vida de la comunidad sea signo claro en la sociedad: deben ser buenos ciudadanos, con una conducta ejemplar tanto en la vida social como en la familiar (2 11-3 7). El principio general que marca la conducta cristiana es hacer bien a todos (3 8-22). Y sobre todo viviendo en la comunidad como auténticos seguidores de Cristo: en el amor, en la comunión, libres de pasiones, de la liviandad, del desenfreno; siendo hospitalarios y serviciales, como corresponde a una comunidad «en espera escatológica» (4 1-19). Los que tienen la responsabilidad sobre estas comunidades, deben cumplir su servicio con honestidad y sencillez, como buenos pastores, para potenciar así la comunión (5 1-5). Todas estas directrices brotan del talante de Cristo. Y para describirlo Pedro intercala unos textos que, por su estructura, parecen fórmulas de confesiones públicas de la fe (2 22-24 y 3 18-22). Jesús pasó por todas las situaciones humanas, llevando a término el proyecto salvador de Dios, «dejándoles un modelo para que ustedes sigan sus huellas» (2 21). 4. Despedida (5 12-14) Noticia sobre el secretario redactor de la carta, Silvano. Saludos de parte de «su hijo» Marcos. Saludos para todos, que se transmiten con el beso litúrgico y el deseo de paz. Escribe desde Roma, en la época de Nerón, dato que subraya el valor de algunas instrucciones sobre el comportamiento ciudadano, el amor a todos y principalmente el de su ejemplaridad.

344

SEGUNDA EPÍSTOLA DE SAN PEDRO Esta epístola se presenta también, en el saludo, bajo el nombre de Pedro; más adelante alude al anuncio de Jesús sobre su muerte (l 14) y dice haber sido testigo de la Transfiguración (l 16-18). Remite, finalmente, a una primera carta (3 1), que parece ser 1 P. Estos datos avalarían la autenticidad de este escrito si no hubiera otros, suficientemente válidos, para ponerla en duda y sugerir una fecha de composición de mediados del siglo II. El lenguaje es bastante distinto del de 1 P. El cap. 2 es una repetición, libre pero manifiesta, de la epístola de Judas. Parece ya formada la colección de las epístolas de Pablo (3 15s). El grupo apostólico es puesto al nivel del grupo profético y el autor habla como si no formara parte de él (3 2). El escrito previene contra unos falsos doctores que siembran inquietud en la comunidad; aunque estos falsos doctores se podían situar hacia el fin de la vida de San Pedro, históricamente se encuadran mejor en el siglo II. Estas dificultades justifican las dudas que aparecieron ya en la antigüedad y el que muchos críticos modernos se nieguen a atribuirla a San Pedro; y es difícil decir que no tienen razón. La epístola va dirigida a cristianos de cultura mixta, a la vez bíblica y grecorromana, y por tanto pertenecientes a una iglesia urbana. El autor reconoce la propia cadena de autoridad, afirma el carácter sagrado de sus propias tradiciones, evangélicas, paulinas y apostólicas (Judas) y manifiesta el afán por establecer una armonía coherente y una interpretación normativa de las tradiciones recibidas fl 12-15). Todas estas razones internas confirman que es un escrito de mediados del siglo II. 1. Saludo (l 1-2) Dentro del formulario normal de los saludos epistolares, el autor introduce el tema de la carta: el conocimiento de nuestro Señor, por medio del cuál se logra la gracia y la paz, que se traduce en la práctica de las virtudes, de que hablará a continuación (1 5-8).

i n t r o d u c c i ó n a l a s e p í s t o l a s c a t ó l i c a s 345 2. Fundamentos de la comunidad cristiana (1 3-21)

un día» (3 8). La actitud fundamental es la de la vigilancia, con una santa conducta y con la piedad. La vida de la coSeñala la epístola tres fundamentos munidad en espera escatológica se apoya sobre los que se asienta la comunidad en la Escritura y en las enseñanzas recicristiana: bidas. El autor alude a una colección de a) El llamamiento de Dios a participar cartas de Pablo y que pone al mismo nivel de las promesas y de la naturaleza divina: que el resto de las Escrituras, tanto del ser hijos de Dios (1 3-11). Esta vocación y NT como del AT. elección hay que afianzarla mediante una vida honrada, que se traduce en unas ac5. Despedida (3 17-18) titudes: virtud, conocimiento, templanza, paciencia activa, piedad; y todas culminan Exhortación final a la vigilancia y a en el amor fraterno. crecer en la gracia y en el conocimiento b) La enseñanza recibida de los após- o profundización de las enseñanzas retoles, testigos oculares de la vida del Se- cibidas sobre el Señor y Salvador. ñor Jesucristo (\ 12-18). c) La Escritura (\ 19-21), que se leía en las comunidades, centraba la enseñan- EPÍSTOLAS DE SAN JUAN za catequética y colaboraba en la profunAdemás del Cuarto Evangelio y el dización y afianzamiento de las instrucApocalipsis, se atribuyen a San Juan ciones recibidas. La Escritura es Palabra tres cartas. Se las llama Epístolas o Carinspirada, comunicada por él Espíritu a tas por su forma literaria, que es más través de unas personas que hablan de clara en el segundo y tercer escrito, pero parte de Dios. que también está presente en el primero 3. Peligros que tiene la comunidad cristiana (2 1-22) La epístola previene contra los peligros que tiene la comunidad por la presencia de los falsos profetas, que trafican con los creyentes por codicia y ponen en peligro la enseñanza recibida. Toda esta sección es eco de la carta de Judas.

(1 Jn 2 14). PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN JUAN

Está estrechamente ligada al TV Evangelio. Su fecha de composición se data según la que se haya adoptado para la redacción del IV Evangelio, pues se considera por muchos autores como una presentación del mismo texto evangéli4. La comunidad en espera co. Otros piensan que la carta es anteescatológica (3 1-16) rior al Evangelio. De todos modos se acepta comúnmente que la 1 Jn se esComo hemos podido apreciaren otros cribió a finales del siglo I. escritos del NT, en las comunidades priEl escrito no dice quién la escribió; meras había una gran preocupación para estar preparados para recibir al Señor en unas veces habla en plural, como si fuera una comunidad la autora de la epístola, su segunda venida. Los escritores del NT, además de corregir algunas malas inter- otras en singular, como si el autor fuera pretaciones de esta segunda venida del Se-el responsable de la comunidad. La atriñor, orientan la preocupación de los cre- bución a Juan Evangelista se basa en la yentes hacia un talante peculiar, el de la afinidad que tiene con el IV Evangelio. Si «espera escatológica». El autor de esta la epístola no fue escrita directamente por epístola tiene en cuenta algunas directri- Juan, ciertamente lo fue por alguno del ces dadas por Pablo: en primer lugar el círculo de la comunidad joánica. tiempo de la venida del Señor es incierto; la inminencia de la venida no debe preo- 1. Introducción (1 1-4) cupar como si fuera algo que va a suceder Presenta, con estilo solemne, el tema de hoy para mañana, pues «ante el Señor de Jesús como Palabra de vida, que ha un día es como mil años y mil años como convivido con unos hombres que la

introducción a las epístolas católicas

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c) El refrendo de esta familia es el Espíritu (4 1-6). La presencia del Espíritu está muy subrayada en la comuni2. La comunidad es camino de luz dad de Juan que tiene una manifesta(\ 5-2 17) ción concreta; el Espíritu garantiza la Dios es luz. Los que han ingresado autenticidad de esta familia de Dios. La en la comunidad cristiana han conocido comunidad debe discernir entre los que tienen este Espíritu y los que no. Los cria Dios, han entrado en comunión con terios para este discernimiento son: reél, por medio de Jesucristo. Participan, conocer que Jesucristo es Dios y hombre por tanto, de la Luz, que es Dios (1 5-2 6), y, en consecuencia, adoptan un nue- y atender a la enseñanza de los responvo estilo de vida. Los creyentes tienen ex- sables de la comunidad. periencia de esta vida o camino de luz. 4. La familia de los hijos de Dios Experiencia que se traduce en la vivenes comunidad de amor y de fe cia del perdón, en el conocimiento de (4 7-5 13) Dios Padre y en la fidelidad a la enseñanza recibida (2 7-17). Ser familia de Dios y caminar en la Luz tiene unas manifestaciones concre3. La comunidad es la familia de los tas: La primera es el amor fraterno, ya hijos de Dios (2 18-4 6) que el núcleo de la familia es el mismo Empieza el autor el desarrollo de este amor de Dios que hace que todos sean hitema constatando una realidad triste que jos suyos, y dentro de esta familia se vive se ha dado en la comunidad: La familia la experiencia del amor de Dios (4 7-21). se ha resquebrajado (2 18-25). Unos La segunda es la fe, pues la comunidad se miembros se han separado de la comu- basa en la aceptación de Jesucristo como nidad, porque no reconocen que Jesús sea Hijo. Aceptar esta realidad es nacer de el Hijo y niegan así a Dios como Padre. Dios. Tal es la fe de la comunidad cristiaEsta negativa atenta directamente contra na. La epístola insiste en la firmeza del el hecho de la familia de los hijos de Dios. testimonio que el Apóstol ha dado sobre Estas personas separadas de la comuniónJesús, Hijo de Dios y verdadero hombre, son calificadas luego como pertenecientes frente a las falsas enseñanzas sobre la pera la familia de Caín, porque odian a los sona de Jesús (5 1-13). hermanos (3 12-15). A continuación describe las notas de 5. Apéndices (5 14-21) esta familia: Como ocurre con el Evangelio (cap. a) El núcleo familiar es el amor del 21), este escrito sufrió unas adiciones Padre (3 1-10), que ha convertido a los creyentes en hijos, suyos. Esta filiación complementarias sobre la oración por se ha hecho patente con la presencia del los pecadores, las certezas de la fe y una Hijo, de Jesús, que ha liberado al creyen- exhortación a guardarse de los ídolos, te de la influencia del diablo y del peca- designación de las ideas y costumbres do. Los hijos de Dios han roto con el pe- paganas que apartan al creyente de la cado: «Todo el que ha nacido de Dios no verdadera fe y del verdadero amor. peca» (3 9). b) El distintivo de esta familia es el amor (3 11-24). Esta es la enseñanza bá- SEGUNDA EPÍSTOLA DE SAN JUAN sica que han recibido desde el principio. Escñto breve (13 versículos), que tieEste amor es el que genera la comunión de vidas, que lleva a compartir los bienes ne gran semejanza con la 1 Jn, tanto que e incluso a dar la vida por los hermanos. hay quienes opinan que en un principio Otros comportamientos pueden romper fue un sencillo billete de remisión de la el estilo de vida de familia y llevar al Primera de Juan. El autor se llama a sí odio de Jesús. La comunión en el amor mismo «El Presbítero», que tradicionales, para los componentes de esta familia, mente ha sido identificado con San Juan; señal de buena conciencia. pero bien pudiera ser un cristiano responanuncian públicamente, como testigos directos de este hecho maravilloso.

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sable de alguna comunidad del entorno de una comunidad, llamado (¡ayo, para de Juan que escribe a otra comunidad en confirmar el modo de actuar que tiene al virtud de la autoridad que le da ser discí- acoger a los enviados, misioneros itinepulo del apóstol La comunidad destina- rantes, que vienen de parte del Presbítero. tana es calificada como «Señora Elegida», El vocabulario de esta carta es el típico de epíteto que se aplicaba a las comunidades los escritos de Juan. Al mismo tiempo recristianas de esta provincia, como se de- prende la conducta de otro miembro resduce de que se designe con el mismo ca- ponsable de la comunidad, llamado Diólificativo a la comunidad desde donde es- trefes, porque no sigue las instrucciones cribe el Presbítero, y que es Éfeso. del Presbítero en la acogida de los misioneros. En cuanto a las fechas de las tres TERCERA EPÍSTOLA DE SAN JUAN cartas de Juan, la opinión común es considerarla tercera como la primera en Escrito de 15 versículos, dirigido tam- el tiempo, seguida de la segunda y final bién por «El Presbítero» a un responsable mente de la primera.

EPÍSTOLA DE SANTIAGO Saludo.

I

Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, saluda a las doce tribus de la Dispersión*. 1

Provecho de las tribulaciones. 2 Consideren como un gran gozo, hermanos míos, cuando estén rodeados por toda clase de pruebas,3 sabiendo que la calidad probada de su fe produce paciencia; 4 pero la paciencia ha de culminar en una obra perfecta para que sean perfectos e íntegros, sin que dejen nada que desear.

Petición confiada. Si alguno de ustedes carece de sabiduría, que la pida a Dios, que da a todos generosamente y sin echarlo en cara, y se la dará. 6 Pero que la pida con fe, sin vacilar; porque el que vacila es semejante al oleaje del mar, agitado por el viento y zarandeado de una a otra parte.7 Que no piense recibir cosa alguna del Señor un hombre como éste, 8 un hombre irresoluto e inconstante en todos sus caminos. 5

Destino del rico. 9 Que el hermano de condición humilde se gloríe en su exaltación; ,0 y el rico, en su humillación*, porque pasará como flor de hierba: 11 sale el sol con fuerza y seca la hierba y su flor cae* y se pierde su hermosa apariencia; así también el rico se marchitará en sus proyectos.

La prueba. 12 ¡Feliz el hombre que soporta la prue ba! Porque, superada la prueba, rccibiiíi la corona de la vida que ha pronielido el Señor a los que le aman*. 13 Ninguno, cuando sea probado, di ga: «Es Dios quien me prueba»; porque Dios ni es probado por el mal ni prueba a nadie*. 14 Sino que cada uno es pío bado, arrastrado y seducido por su pro pia concupiscencia. 15 Después la ron cupiscencia, cuando ha concebido, da ¡i luz al pecado; y el pecado, una vez con sumado, engendra muerte.

Aceptar la palabra y ponerla por obra. 16 No se engañen, hermanos míos que ridos: 17 toda dádiva buena y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces*, en quien no hav cambio ni fase de sombra.18 Nos engen dró por su propia voluntad, con palabra de verdad, para qu§ fuésemos como las primicias de sus criaturas*. 19 Ténganlo presente, hermanos míos queridos: Que cada uno sea diligente para escuchar y tardo para hablar*, tardo para la ira.20 Porque la ira del hombre no realiza la justicia de Dios.21 Por eso, desechen toda inmundicia y abundancia de mal y reciban con docilidad la palabra sembrada en ustedes, que es capaz de salvar sus vidas. Pongan por obra la palabra y no se contenten sólo con oírla, engañándose a ustedes mismos. 23 Porque si alguno se contenta con oír la palabra sin ponerla por obra, ése se parece al que contemplaba su rostro natural en un espejo: efectivamente, se contempló,

1 1 La Dispersión designa a los cristianos Gn 3 3+; Ex 16 4; etc., pero no le induce ;il de origen judío en el mundo grecorromano, o mal. Ver Si 15 11-20; 1 Co 10 13; 2 P 2 9. líl también a los cristianos en medio de los genpecador, pues, es responsable de su Jalla, v. tiles, 1 P 1 1; ver Hch 26 7; Ap 7 4 + . 15; Rm 7 7-12+; 6 23. 1 1 0 El rico será admitido a la exaltación de 117 El Padre de las luces, es decir, de la lu/ los pequeños, 1 12; 2 5; 4 13-14; si se humilla, y de los astros, Gn 1, y de toda luz espiritual, 1 S 2 7-8; So 2 3 + ; Le 1 52; Mt 5 3 + ; Ap 14 Jn 1 4+; 1 Jn 1 5 + . -La imagen siguienle si13; etc. inspira en el movimiento de los astros. 1 18 La palabra divina, ver v. 25; 2 8, ori1 11 Cita de Is 40 6-7; ver 1 P 1 24-25. gina un nuevo nacimiento, Jn 1 12 + ; 3 3-5; 1 12 Ver Dn 12 12-13; Ex 20 6; Rm 8 28 + ; 1 P 1 23. Ver 2 Co 5 17 + . Ap 2 10. 1 19 Ver Si 5 11; Pr 10 19; 14 17. 1 13 Dios pone al hombre en la prueba, ver

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epístola de santiago

se dio media vuelta y al punto se olvidó de cómo era. 25 En cambio el que considera atentamente la Ley perfecta de la libertad* y se mantiene firme, no como oyente olvidadizo sino como cumplidor de ella, ése, practicándola, será feliz. 26 Si alguno se cree religioso, pero no pone freno a su lengua, sino que engaña a su propio corazón, su religión es vana.27 La religión pura e intachable ante Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo. Respeto debido a los pobres.

5 .'0 9 pero

como a ti mismo*, obran bien; si tienen acepción de personas, cometen pecado y quedan condenados por la Ley como transgresores. Porque quien observa toda la Ley, pero falta en un solo precepto, se hace reo de todos. 11 Pues el que dijo: No adulteres, dijo también: No mates*. Si no adulteras, pero matas, eres transgresor de la Ley.,2 Hablen y obren tal como corresponde a los que han de ser juzgados por la ley de la libertad. 13 Porque tendrá un juicio sin misericordia el que no tuvo misericordia; la misericordia se siente superior al juicio.

2

La fe y las obras*.

1 25 Esta Ley es la divina Revelación, v. 18, implantada, v. 11, recibida, 1 Ts 2 13+, y puesta en práctica, Mt 7 24-27p; Rm 2 13; 1 Jn 3 18, que libera al hombre, 2 12, por la fidelidad a los mandamientos. Ver Rm 3 27; 6 15 + ; 7+. 2 5 Los pobres, 1 9-10+, poseen ya la verdadera riqueza, So 2 3 + . 2 8 Cita de Lv 19 18; ver Mt 22 34-39p+; Rm 13 8-10+. 2 11 Ver Ex 20 13-14; Dt 5 17.

2 14 Para Pablo, las obras no tienen valor alguno sin la fe en Cristo, que es quien justifica al pecador, Rm 1 16+; 3 27s; Ga 2 17; 3 22, pero la fe después obra por la caridad, 1 Ts \ 3; Ga 5 6, y cada uno será juzgado según sus obras, Rm 2 6+; etc. Santiago invoca también el ejemplo de Abrahán, v. 23; Gn 15 6, fiel a la amistad de Dios, Is 41 8, y cumplidor de las obras de la fe, de la Ley perfecta, 1 25; ver Si 44 20-21. 2 21 Ver Gn 22 9; Hb 11 17-19.

1 Hermanos míos, no mezclen con la acepción de personas la fe que tienen en nuestro Señor Jesucristo glorificado. 2 Supongamos que entra en su asamblea un hombre con un anillo de oro y un vestido espléndido; y entra también un pobre con un vestido andrajoso; 3 y que dirigen su mirada al que lleva el vestido espléndido y le dicen: «Tú, siéntate aquí, en un buen sitio»; y en cambio al pobre le dicen: «Tú, quédate ahí de pie», o «Siéntate a mis pies».4 ¿No sería esto hacer distinciones entre ustedes y ser jueces con criterios malos? 5 Escuchen, hermanos míos queridos: ¿Acaso no ha escogido Dios a los pobres según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que le aman*? 6 ¡En cambio ustedes han menospreciado al pobre! ¿No son acaso los ricos los que los oprimen y los arrastran a los tribunales? 7 ¿No son ellos los que blasfeman el hermoso Nombre que ha sido invocado sobre ustedes? 8 Ciertamente si cumplen plenamente la Ley regia según la Escritura: Amarás a tu prójimo

14 ¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: «Tengo fe», si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe? 15 Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, 16 y alguno de ustedes les dice: «Vayan en paz, caliéntense y hártense», pero no les dan lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? 17 Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta. 18 Y al contrario, alguno podrá decir: «¿Tú tienes fe? Pues yo' tengo obras. Muéstrame tu fe sin obras y yo te mostraré por las obras mi fe». 19 ¿Tú crees que hay un solo Dios? Haces bien. También los demonios creen y tiemblan. 20 ¿Quieres saber tú, insensato, que la fe sin obras es estéril? 21 Abrahán nuestro padre ¿no alcanzó la justificación por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar*? 22 ¿Ves cómo la fe cooperaba con sus obras y, por las obras, la fe alcanzó su perfección? 23 Y alcanzó pleno cumplimiento la Escritura que dice: Creyó Abrahán en Dios y se le consideró como justicia y se le llamó amigo de Dios.

351

e p í s t o l a d e s a n t i a g o5.'0

Ya ven cómo el hombre es justificado por las obras y no por la fe solamente. 25 Del mismo modo Rajab, la prostituta, ¿no quedó justificada por las obras al dar hospedaje a los mensajeros y hacerles marchar por otro camino*? 26 Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta. 24

Contra la intemperancia en el hablar.

3

' No quieran ser maestros* muchos de ustedes, hermanos míos, sabiendo que tendremos un juicio más severo, 2 pues todos caemos muchas veces. Si alguno no cae al hablar, ése es un hombre perfecto, capaz de refrenar todo su cuerpo*.3 Si ponemos a los caballos frenos en la boca para que nos obedezcan, dirigimos así todo su cuerpo. 4 Miren también las naves: aunque sean grandes y vientos impetuosos las empujen, son dirigidas por un pequeño timón adonde la voluntad del piloto quiere. 5 Así también la lengua es un miembro pequeño y puede gloriarse de grandes cosas. Miren qué pequeño fuego y qué bosque tan grande incendia. 6 La lengua es también fuego, es un mundo de iniquidad; la lengua, que es uno de nuestros miembros, contamina todo el cuerpo y, encendida por la gehenna, prende fuego a la rueda de la vida desde sus comienzos.7 Toda clase de fieras, aves, reptiles y animales marinos pueden ser domados y de hecho han sido domados por el género humano; 8 en cambio ningún hombre ha podido domar la lengua; es un mal turbulento; está llena de veneno mortífero. 9 Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, hechos a imagen de Dios; 10 de una misma boca proceden la bendición y la maldición. Esto, hermanos 2 25 Ver Jos 2 6; Hb 11 31. 3 1 No buscar por ambición las funciones de la enseñanza, ver Mt 23 8; 1 Co 12 28-29. 3 2 Los que enseñan deben más que los demás dominar este pequeño órgano, la lengua, capaz de tantos excesos. Ver Pr 10 19; 15 1-4; 18 21; Si 5 11-18, etc. 3 12 Ver Mt 7 16-19; 12 34-35. 3 13 Ver 1 5; 1 Co 1 17 + . El pasaje parece

míos, no debe ser así. 11 ¿Acaso la luen te mana por el mismo caño agua dulce y amarga? 12 ¿Acaso, hermanos míos, puede la higuera producir aceitunas y la vid higos? Tampoco el agua salada puede producir agua dulce*. La verdadera y la falsa sabiduría*. 13 ¿Quién hay entre ustedes sabio o con experiencia? Que muestre por sti buena conducta las obras hechas con la mansedumbre de la sabiduría. 14 Pero si tienen en su corazón amarga envidia y ambición, no se jacten ni mientan contra la verdad. 15 Tal sabiduría no desciende de lo alto, sino que es terrena, natural, demoníaca. 16 Pues donde hay envidia y ambición, allí hay desconcierto y toda clase de maldad. 17 En cambio la sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar, pura, además pacífica, indulgente, dócil, llena de misericordia y buenos frutos, imparcial, sin hipocresía. 18 Fruto de justicia siembran en paz los que procuran la pa2>

Contra las discordias.

4

' ¿De dónde proceden guerras y contiendas entre ustedes? ¿No es de sus deseos de placeres que luchan en sus miembros? 2 ¿Codician y no poseen? Matan. ¿Envidian y no pueden conseguir? Combaten y hacen la guerra*. No tienen porque no piden. 3 Piden y no reciben porque piden mal, con la intención de malgastarlo en sus deseos de placeres. 4 ¡Adúlteros*!, ¿no saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que desee ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios. 5 ¿Piensan que la Escritura dice en vano: Tiene deseos ardientes el espíritu que él ha hecho habitar en nosotros*?6 Más aún, da una gracia madirigirse aún a los doctores, 3 1. 4 2 Disensiones entre los cristianos, u otros conflictos en que andaban mezclados. 4 4 Adúlteros, en el texto el término griego está en femenino, adúlteras. Evoca la imagen bíblica del AT: Israel, esposa infiel, Os 1 2 l ; 2 Co 11 2 + . Ver Mt 12 39; Me 8 38. 4 5 Cita difícil de identificar. Ver 2 7; 6 3; Dt4 24 + ; Ex 36 27.

352 e p í s t o l a d e s a n t i a g o vor; por eso dice: Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes*. 7 Sométanse, pues, a Dios; resistan al diablo y él huirá de ustedes. 8 Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. Limpien, pecadores, las manos; purifiquen los corazones, hombres irresolutos.9 Lamenten su miseria, entristézcanse y lloren. Que su risa se cambie en llanto y su alegría en tristeza. 10 Humíllense ante el Señor y él los ensalzará. 11 No hablen mal unos de otros, hermanos. El que habla mal de un hermano o juzga a su hermano, habla mal dé la Ley y juzga a la Ley; y si juzgas a la Ley, ya no eres un cumplidor de la Ley, sino un juez. 12 Uno solo es legislador y juez, el que puede salvar o perder. En cambio tú, ¿quién eres para juzgar al prójimo*? Advertencias a los ricos*. 13 Ahora bien, ustedes los que dicen: «Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad, pasaremos allí el año, negociaremos y ganaremos»; ,4 ustedes que no saben qué será de su vida el día de mañana... ¡Son vapor de agua que aparece un momento y después desaparece! 13 En lugar de decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello». 16 Pero ahora se jactan en su fanfarronería. Toda jactancia de este tipo es mala. 17 Aquel, pues, que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado.

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quezas en estos días que son los últimos*. 4 Miren; el salario de los obreros que segaron sus campos y que no han pagado está gritando; y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. 5 Har. vivido sobre la tierra lujosamente y se han entregado a los placeres; han hartado sus corazones para el día de la matanza. 6 Condenaron y mataron al justo; no les resiste. La Venida del Señor. 7 Tengan, pues, paciencia, hermanos, hasta la Venida del Señor*. Miren: el labrador espera el fruto precioso de la tierra aguardándolo con paciencia hasta recibir las lluvias tempranas y tardías.8 Tengan también ustedes paciencia; fortalezcan sus corazones porque la Venida del Señor está cerca. 9 No se quejen, hermanos, unos de otros para no ser juzgados; miren que el Juez está ya a las puertas. 10 Tomen, hermanos, como modelo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor. 11 Miren cómo proclamamos felices a los que sufrieron con paciencia. Han oído la paciencia de Job y saben el final que el Señor le dio; porque el Señor es compasivo y misericordioso*.

Exhortaciones finales.

1 Ahora bien, ustedes, ricos, lloren y den alaridos por las desgracias que están para caer sobre ustedes. 2 Su riqueza está podrida y sus vestidos están apolillados; 3 su oro y su plata se han enmohecido y su moho será testimonio contra ustedes y devorará sus carnes como fuego. Han acumulado ri-

12 Ante todo, hermanos, no juren ni por el cielo ni por la tierra, ni por ninguna otra cosa. Que su sí sea sí, y el no, no; para no incurrir en juicio*. 13 ¿Sufre alguno entre ustedes? Que ore. ¿Está alguno alegre? Que cante salmos. 14 ¿Está enfermo alguno entre ustedes? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor*. 15 Y la

4 6 Cita de Pr 3 34; ver 1 P 5 5. 4 12 Dios es el único que juzga al hombre, 2 4; 5 7-9.12; Mt 7 1 + . Juzgar a otros es violar la ley regia del amor, v. 11; 2 8. 4 13 Esta apóstrofe se hace eco de las de los profetas, Is 5 8-10; Am 2 6-7; etc. Las riquezas acusarán a los ricos en el momento del juicio. 5 3 Los últimos tiempos, en los que nos encontramos, son los tiempos de la Iglesia, 2 Co 6 2+, contemplados aquí bajo la perspectiva

del juicio o dictamen definitivo del Señor, w . 7-9; 4 12; ver Mt 6 19; Is 5 8-10; Am 2 6-7; 8 4-8; Sb 2 10-20; etc. 5 7 La espera de la Venida, Mt 24+ 1 Co 1 8+, es el motivo profundo de la paciencia, 1 2-4.12; 1 P 4 7. Ver Jb 1 21-22; 42 10-17; Me 4 26-29. 5 11 Ver Ex 34 6; Sal 103 8; etc. 5 12 Ver Mt 5 34-37. 5 14 En esta unción acompañada de oracio-

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epístola de santiago

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oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados. 16 Confiésense, pues, mutuamente sus pecados y oren los unos por los otros, para que sean curados. La oración ferviente del justo tiene mucho poder. 17 Elias* era un hombre de igual condición que nosotros; oró insistentemente para que no lloviese, y no

llovió sobre la tierra durante tres ai tos y seis meses. 18 Después oró de nuevo v el cielo dio lluvia y la tierra produ jo su fruto. 19 Hermanos míos, si alguno de us tedes se desvía de la verdad y olro le convierte, 20 sepa que el que convierte a un pecador de su camino desviado, salvará su alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados*.

nes, que hacen los ancianos, Hch 11 30+, en nombre del Señor, para el alivio de la enfermedad y el perdón de los pecados, la Iglesia ha visto el sacramento de la Unción de Enfermos. 5 17 La plegaria de Elias, 1 R 17 1.7; 18 1,

es el modelo de la oración eficaz, Si 48 2 -3. 5 20 Cita de Pr 10 12+. La caridad fraterna hace volver a los extraviados, Mt 18 15; 1 Ts 5 14, y aprovecha a su vez al que la pone en práctica, ver Le 7 47; 1 P 4 8; 1 Jn 3 20.

PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN PEDRO Saludo.

I

Pedro, apóstol de Jesucristo, a los elegidos que viven como extranjeros en la Dispersión*: en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,2 según el previo conocimiento de Dios Padre, con la acción santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre*. A ustedes gracia y paz abundantes. 1

La herencia concedida por el Padre. 3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo quien, por su gran misericordia, mediante la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha reengendrado a una esperanza viva, 4 a una herencia incorruptible, inmaculada e inmarcesible, reservada en los cielos para ustedes,5 a quienes el poder de Dios, por medio de la fe, protege para la salvación, dispuesta ya a ser revelada en el último momento*.

gría inefable y gloriosa;9 y alcancen la meta de su fe, la salvación de las almas*. La revelación profética del Espíritu. 10 Sobre esta salvación investigaron e indagaron los profetas, que profetizaron sobre la gracia destinada a ustedes*, 11 procurando descubrir a qué tiempo y a qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando les predecía los sufrimientos destinados a Cristo y las glorias que les seguirían. 12 Les fue revelado que no administraban en beneficio propio sino en favor de ustedes este mensaje que ahora les anuncian quienes les predican el Evangelio*, en el Espíritu Santo enviado desde el cielo; mensaje que los ángeles ansian contemplar.

Exigencias de la nueva vida: Ser santos.

6 Por lo cual rebosan de alegría, aunque sea preciso que todavía por algún tiempo sean afligidos con diversas pruebas, 7 a fin de que la calidad probada de su fe, más preciosa que el oro perecedero que es probado por el fuego, se convierta en motivo de alabanza, de gloria y de honor, en la Revelación de Jesucristo. 8 A quien aman sin haberlo visto; en quien creen, aunque de momento rp lo vean, rebosando de ale-

13 Por lo tanto, cíñanse los lomos de su espíritu, sean sobrios, pongan toda su esperanza en la gracia que se les procurará mediante la Revelación de Jesucristo. 14 Como hijos obedientes, no se amolden a las apetencias de antes, del tiempo de su ignorancia, ,3 más bien, así como el que los ha llamado es santo, así también ustedes sean santos en toda su conducta, 16 como está escrito: Serán santos, porque santo soy yo*. 17 Y si llaman Padre a quien, sin acepción de personas, juzga a cada cual se-

1 1 Ver St 1 1. Los cristianos viven como extranjeros en este mundo, 2 11; Rm 12 2+; Flp 3 20: Hb 13 14, cuyos vicios deben evitar, 4 2-4. 1 2 Este versículo menciona al Padre, al Hijo, al Espíritu, cuya obra va a ser descrita en los w . 3-12; ver 2 Co 13 13+. Las expresiones del v. aluden a la ceremonia de la ratificación de la alianza, Ex 24 6-8. 15 El último momento, último período de la historia inaugurado por Jesús, 1 20, y que concluirá con la Revelación, w . 7.13; 4 13; 5 1; 1 Co 1 7-8+, o Parusía, St 5 7+; ver Rm 8 17-18+; Col 3 4. 1 9 Las almas, es decir las personas, 1 22;

2 11; 1 Co 15 44+. 1 10 El Espíritu Santo ha hecho conocer a los profetas la amplitud de la obra saludable de Cristo, ver 1 Co 10 4 + ; Le 24 44. 1 12 La predicación de los apóstoles anuncia el misterio ya presente, Rm 16 25+, aunque todavía en esperanza, w . 3-5. El empalme de la función de los profetas con la predicación de los apóstoles, obra del mismo Espíritu, demuestra la unidad de toda la Historia de la salvación. 1 16 Cita de Lv 17 1+; ver Ex 19 3-6. Los w . siguientes contienen diversas alusiones relativas al Éxodo y deben emparentarse con una catequesis bautismal muy antigua.

Amor y fidelidad hacia Cristo.

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p r i m e r a e p í s t o l a d e san p e d r o

gún su conducta, condúzcanse con temor durante el tiempo de su destierro, 18 sabiendo que han sido rescatados* de la conducta necia heredada de sus padres, no con algo caduco, oro o plata, 19 sino con una sangre preciosa, como de cordero sin defecto y sin mancilla, Cristo, 20 predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos a causa de ustedes;21 los que por medio de él creen en Dios, que le ha resucitado de entre los muertos y le ha dado la gloria, de modo que su fe y su esperanza estén en Dios. La regeneración por la palabra. 22 Han purificado sus almas, obedeciendo a la verdad, para amarse los unos a los otros sinceramente como hermanos. Ámense intensamente unos a otros con corazón puro, 23 pues han sido reengendrados de un germen no corruptible, sino incorruptible, por medio de la palabra de Dios viva y permanente*. 2 Pues toda carne es como hierba y todo su esplendor como flor de hierba; se seca la hierba y cae la flor; 25 pero la palabra del Señor permanece eternamente*. Y esta es la palabra: la Buena Nueva anunciada a ustedes.

2

1 Rechacen, por tanto, toda malicia y todo engaño, hipocresías, envidias y toda clase de maledicencias. 2 Como niños recién nacidos, deseen la leche espiritual pura, a fin de que, por ella, crezcan para la salvación, 3 si es que han gustado que el Señor es bueno*.

El sacerdocio del Pueblo de Dios. 4 Acérquense a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios; 5 también ustedes, cual piedras vivas, entren en la construcción de un edificio espiritual, para

1 18 Veris 52 3. 1 23 La regeneración, 1 3, como el crecimiento del cristiano, 2 2, es obra de la Palabra de Dios, St 1 18+. 1 25 Cita de Is 40 6-8; ver St 1 10-11. 2 3 Cita de Sal 34 9. 2 8 Cita deis 28 16+; Sal 118 22+; Is 8 1415. La incredulidad de Israel entra en los planes de Dios, ver Jn 12 40+; Hch 4 11+.

2 lo

un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de Jesucristo. 6 Pues está en la Escritura: He aquí que coloco en Sión una piedra elegida, angular, preciosa y el que crea en ella no será confundido. 7 Para ustedes, pues, creyentes, el honor; pero para los incrédulos, la piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido, 8 en piedra de tropiezo y roca de escándalo. Tropiezan en ella porque no creen en la palabra; para esto han sido destinados*. 9 Pero ustedes* son linaje elegido, sa cerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que los ha llamado de las tinieblas a su admirable luz, 10 ustedes que en un tiempo no eran pueblo y que ahora son Pueblo de Dios, de los que antes no se tuvo compasión, pero ahora son compadecidos. Obligaciones de los cristianos: Entre los gentiles. 11 Queridos, los exhorto a que, como extranjeros y forasteros*, se abstengan de las apetencias carnales que combaten contra el alma. 12 Tengan en medio de los gentiles una conducta ejemplar a fin de que, en lo mismo que los calumnian como malhechores, a la vista de sus bellas obras den gloria a Dios en el día de la Visita.

Con las autoridades*. 13 Sean sumisos, a causa del Señor, a toda institución humana: sea al rey, como soberano, 14 sea a los gobernantes, como enviados por él para castigo de los que obran el mal y alabanza de los que obran el bien. 15 Pues esta es la voluntad de Dios: que obrando el bien, cierren la boca a los ignorantes insensatos. 16 Obren como hombres libres, y

2 9 Las cualidades del pueblo de Dios, F,x 19 3-6; Is 43 20-21; Os 1 2-3; 2 25, son Irnusferidas a la Iglesia, nueva mansión espiritual de Dios, v. 5; ver Rm 9 25-26; Ap 1 6. 2 11 Ver Sal 39 13, Hb 11 13, y 1 I» I I l . Los w . 11-25 describen la conducta de los cristianos en medio del mundo. 2 13 Ver Rm 13 ls+; Tt 3 1.

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p r i m e r a e p í s t o l a d e san p e d r o

no como quienes hacen de la libertad un pretexto para la maldad, sino como siervos de Dios. 17 Honren a todos, amen a los hermanos, teman a Dios, honren al rey. Con los amos. 18 Criados, sean sumisos, con todo respeto, a sus dueños, no sólo a los buenos e indulgentes, sino también a los severos. 19 Porque es meritorio tolerar penas, por consideración a Dios, cuando se sufre injustamente. 20 ¿Pues qué gloria hay en soportar los golpes cuando han faltado? Pero si obrando el bien soportan el sufrimiento, esto es meritorio ante Dios. 21 Pues para esto han sido llamados, ya que también Cristo sufrió por ustedes, dejándoles un modelo para que sigan sus huellas*. 22 El que no cometió pecado, y en cuya boca no se halló engaño; 23 el que, al ser insultado, no respondía con insultos; al padecer, no amenazaba, sino que se ponía en manos de Aquel que juzga con justicia;24 el mismo que, sobre el madero, llevó nuestros pecados en su cuerpo, a fin de que, muertos a nuestros pecados, viviéramos para la justicia; con cuyas heridas han sido curados. 23 Eran como ovejas descarriadas*, pero ahora han vuelto al pastor y guardián de sus almas.

En el matrimonio.

3

' Igualmente, ustedes, mujeres, sean sumisas a sus maridos para que, si incluso algunos no creen en la palabra, sean ganados no por las palabras sino por la conducta de sus mujeres, 2 al considerar su conducta casta y respetuosa. 3 Que su adorno no esté en él exterior, en peinados, joyas y modas, 4 sino en lo oculto del corazón, en la incorruptibilidad de un espíritu dulce y 2 21 En las pruebas, el modelo es Jesús, Jn 13 15; 1 Co 11 1+; Flp 2 5, crucificado por nuestros pecados, 3 18; Is 53 4-12; ver Hch 2 23; etc. 2 25 Las ovejas descarriadas, Is 53 6, han entrado por la fe en el rebaño, Jn 10 11-16+, del cual Jesús es el pastor y el inspector o vigilante. Ver 5 2-4+. 3 6 Ver Gn 18 12 (LXX).

2 lo Dios.5

sereno: esto es precioso ante Así se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sumisas a sus maridos; 6 así obedeció Sara a Abrahán, llamándole Señor*. De ella se hacen hijas cuando obran bien, sin tener ningún temor. 7 De igual manera ustedes, maridos, en la vida común sean comprensivos con la mujer que es un ser más frágil, tributándoles honor como coherederas que son también de la gracia de Vida, para que sus oraciones no encuentren obstáculo. Entre los hermanos. 8 En conclusión, tengan todos unos mismos sentimientos, sean compasivos, ámense como hermanos, sean misericordiosos y humildes. 9 No devuelvan mal por mal, ni insulto por insulto; por el contrario, bendigan, pues han sido llamados a heredar la bendición*.

Pues quien quiera amar la vida y ver días felices, guarde su lengua del mal, y sus labios de palabras engañosas, 11 apártese del mal y haga el bien, busque la paz y corra tras ella. 12 Pues los ojos del Señor miran a los justos y sus oídos escuchan su oración, pero el rostro del Señor contra los que obran el mal.

10

En la persecución. 13 Y ¿quién les hará mal si se afanan por el bien? 14 Mas, aunque sufrieran a causa de la justicia, dichosos ustedes. No les tengan ningún miedo ni se turben. 15 Al contrario, den culto al Señor, Cristo, en sus corazones, siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que les pida razón de su esperanza*. 16 Pero

3 9 El amor incluye el amor de los enemigos, Mt 5 38-39+; 1 Ts 5 5. El Sal 34 13-17 describe la bendición prometida a los misericordiosos. 3 15 Ver Is 8 12-13 (LXX). -Testimonio de los cristianos ante el rmíndo, 2 12, especialmente ante los tribunales. Los gentiles no tienen esperanza, Ef 2 12; 1 Ts 4 13.

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primera e p í s t o l a d e san p e d r o

háganlo con dulzura y respeto. Mantengan una buena conciencia, para que aquello mismo que les echen en cara, sirva de confusión a quienes critiquen su buena conducta en Cristo. 17 Pues más vale padecer por obrar el bien, si esa es la voluntad de Dios, que por obrar el mal. La Resurrección y el Descenso a los infiernos. 18 Pues también Cristo, para llevarnos a Dios, murió una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, muerto en la carne, vivificado en el espíritu. 19 En el espíritu fue también a predicar a los espíritus encarcelados*, 20 en otro tiempo incrédulos, cuando les esperaba la paciencia de Dios, en los días en que Noé construía el arca, en la que unos pocos, es decir ocho personas, fueron salvados a través del agua; 21 a ésta corresponde* ahora el bautismo que los salva y que no consiste en quitar la suciedad del cuerpo, sino en pedir a Dios una buena conciencia por medio de la Resurrección de Jesucristo, 22 que, habiendo ido al cielo, está a la diestra de Dios, y le están sometidos los ángeles, las dominaciones y las potestades*.

Romper con el pecado.

2 lo

obrando conforme al querer de los gentiles, viviendo en desenfrenos, liviandades, desórdenes, orgías, embriagueces y en cultos ilícitos a los ídolos. 4 A este propósito, se extrañan de que no corran con ellos hacia ese libertinaje desbordado, y prorrumpen en injurias. 5 Darán cuenta a quien está pronto para juzgar a vivos y muertos. 6 Por eso hasta a los muertos se ha anunciado la Buena Nueva, para que, condenados en carne según los hombres, vivan en espíritu según Dios. A la espera de los últimos tiempos. 7 El fin de todas las cosas está cercano*. Sean, pues, sensatos y sobrios para darse a la oración. 8 Ante todo, tengan entre ustedes intenso amor, pues el amor cubre multitud de pecados*. 9 Sean hospitalarios unos con otros sin murmurar. ,0 Que cada cual ponga al servicio de los demás la gracia que ha recibido, como buenos administradores de las diversas gracias de Dios*. 11 Si alguno habla, sean palabras de Dios; si alguno presta un servicio, hágalo en virtud del poder recibido de Dios, para que Dios sea glorificado en todo por Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

4

Dichosos los que sufren en Cristo.

3 19 Entre su muerte y su resurrección, Mt 12 40; Hch 2 24.31; Rm 10 7, Jesús descendió en espíritu al Hades, Mt 16 18 + . Predicó la salvación, 4 6, a los espíritus encarcelados, bien sea a los demonios encadenados, v. 22, o más bien a los espíritus de los justos difuntos que esperaban entrar con él en la Ciudad, ver Mt 27 52. 3 21 Corresponde, lit.: el antitipo, realidad prefigurada por el tipo, 1 Co 10 6 + ; aquí el agua del bautismo que permitió la salvación de algunas personas, Gn 7 7; 2 P 2 5, mientras que la eficacia del bautismo, ver Rm 6 4+, es

ilimitada. 3 22 Ver Hch 2 32-33; Ef 1 20-22+; Flp 2 9-11 +. 4 1 Unido al Cristo doliente, 3 18, el cristiano triunfa de las consecuencias del pecado, Rm 1 28.32; 6 2-3.7; 1 Jn 2 16-17. 4 7 Ver 1 5; 4 17; Flp 4 5+; St 5 3-8+. 4 8 Cita de Pr 10 12; ver St 5 20+. 4 10 Todo carisma se ejercita en servicio de la comunidad, 1 Co 12+; ver Rm 12 6-8. 4 12 El fuego designa una prueba violenta, 1 7.

' Ya que Cristo padeció en la carne, ármense también ustedes de este mismo pensamiento: quien padece en la carne, ha roto con el pecado*,2 para vivir ya el tiempo que le quede en la carne, no según las pasiones humanas, sino según la voluntad de Dios. 3 Ya es bastante el tiempo que han pasado

12 Queridos, no se extrañen del fuego* que ha prendido en medio de ustedes para probarlos, como si les sucediera algo extraño, 13 sino alégrense en la medida en que participan en los sufrimientos de Cristo, para que también se alegren jubilosos en la revela-

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p r i m e r a e p í s t o l a d e san p e d r o

ción de su gloria. Dichosos ustedes, si son injuriados por el nombre de Cristo, pues el Espíritu de gloria, que es el Espíritu de Dios, reposa sobre ustedes. 15 Que ninguno de ustedes tenga que sufrir ni por criminal ni por ladrón ni por malhechor ni por entrometido: 16 pero si es por cristiano, que no se avergüence, que glorifique a Dios por llevar este nombre. 17 Porque ha llegado el tiempo de comenzar el juicio por la casa de Dios. Pues si comienza por nosotros, ¿qué fin tendrán los que no creen en el Evangelio de Dios? 18 Si el justo se salva a duras penas ¿en qué pararán el impío y el pecador*? 19 De modo que, aun los que sufren según la voluntad de Dios, confíen sus almas al Creador fiel, haciendo el bien*. 14

Consejos: A los presbíteros.

5

1 A los ancianos* que están entre ustedes los exhorto yo, anciano como ellos, testigo de los sufrimientos de Cristo y partícipe de la gloria que está para manifestarse.2 Apacienten la grey de Dios que les está encomendada, vigilando, no forzados, sino voluntariamente, según Dios*; no por mezquino afán de ganancia, sino de corazón; 3 no tiranizando a los que les ha tocado cuidar, sino siendo modelos de la grey. 4 Y cuando aparezca el Mayoral, recibirán la corona de gloria que no se marchita.

4 18 Ver Pr 11 21 (LXX). 4 19 Que Dios sea Creador fiel quiere decir que domina los acontecimientos de la historia, Gn 1 1+; 1 Co 1 9. Sobre este reconocimiento de Dios, Señor de la historia, basan los cristianos perseguidos su esperanza, ver Sal 31 6; Le 23 46. 5 1 Los ancianos son los presbíteros, aquí contrapuestos a los jóvenes, 5 5; ver Tt 1 5+. Sobre la Parusía, ver 1 5 + .

2 lo

A los fieles. 5 De igual manera, jóvenes*, sean sumisos a los ancianos; revístanse todos de humildad en sus mutuas relaciones, pues Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes. 6 Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios para que, llegada la ocasión, los ensalce; 7 confíenle todas sus preocupaciones, pues él cuida de ustedes*.8 Sean sobrios y velen. Su adversario, el diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. 9 Resístanle firmes en la fe, sabiendo que sus hermanos que están en el mundo soportan los mismos sufrimientos. 10 El Dios de toda gracia, el que los ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después de breves sufrimientos, los restablecerá, afianzará, robustecerá y los consolidará. " A él el poder por los siglos de los siglos. Amén.

Saludos finales. 12 Por medio de Silvano, a quien tengo por hermano fiel, les he escrito brevemente, exhortándoles y atestiguándoles que esta es la verdadera gracia de Dios; perseveren en ella. 13 Los saluda la que está en Babilonia*, elegida como ustedes, así como mi hijo Marcos. 14 Salúdense unos a otros con el beso de amor. Paz a todos los que están en Cristo.

5 2 A ejemplo de Jesús, 2 25+, los pastores deben ser también desinteresados y entregados, ver Jn 21 15 + ; Hch 20 28+; 1 Co 9 14; 2 Co 1 24; Flp 4 5+; 1 Ts 2 5. 5 5 Los jóvenes designan quizás a los fieles, contrapuestos a los ancianos, 5 1. 5 7 Ver Pr 3 34 (LXX); Sal 55 23; 22 13-14. 5 13 La que está en Babilonia es la Iglesia de Roma, Ap 14 8; 16 19; 17 5; -elegida, 2 Jn 1.13, porque es la Iglesia de los elegidos, 1 1-2; 2 9.

SEGUNDA EPÍSTOLA DE SAN PEDRO Saludo.

I

Simeón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo les ha cabido en suerte una fe tan preciosa como la nuestra.2 A ustedes, gracia y paz abundantes por el conocimiento de nuestro Señor. 1

La generosidad de Dios. 3 Pues su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la vida y a la piedad, mediante el conocimiento perfecto del que nos ha llamado por su propia gloria y virtud, 4 por medio de las cuales nos han sido concedidas* las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas se hicieran partícipes de la naturaleza divina, huyendo de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia. 5 Por esta misma razón, pongan el mayor empeño en añadir a su fe la virtud, a la virtud el conocimiento,6 al conocimiento la templanza, a la templanza la paciencia activa, a la paciencia activa, la piedad, 7 a la piedad el amor fraterno, al amor fraterno la caridad. 8 Pues estas cosas, si las tienen en abundancia, no los dejarán inactivos ni estériles para el conocimiento perfecto de nuestro Señor Jesucristo. 9 Quien no las tenga es ciego y corto de vista; ha echado al olvido la purificación de sus pecados pasados. 10 Por tanto, hermanos, pongan el mayor empeño en afianzar su vocación y su elección. Obrando así nunca caerán. 11 Pues así se les dará amplia entrada en el Reino

1 4 Las promesas referentes al Día, 3 4; 1 P 1 5 + ; ver 2 P 3 9-13, implican que Dios nos ha dado de su propia vida, ver Jn 1 12+; 14 20+; Rm 6 4-5+; 8 14-18 + ; 1 Co 1 9; Ef 1 9-10+; 1 Jn 1 2-3+, lo que nos separa del mundo, Jn 1 9 + ; Col 1 13; Jn 2 14+. 1 1 3 La tienda designa aquí la vida terrestre, móvil y temporal, ver 1 P 1 1; 2 11; 2 Co 5 15; Flp 1 23+; 2 Tm 4 6; Is 38 12; Jb 4 19; Sb 9 15. 1 16 En lugar de ¿lucubraciones aventuradas, 3 4-5; ver 1 Tm 1 4; 6 20, los apóstoles

eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. El testimonio apostólico. 12 Por esto, estaré siempre recordándoles estas cosas, aunque ya las sepan y estén firmes en la verdad que poseen. 13 Me parece justo, mientras me encuentro en esta tienda*, estimularlos con la exhortación, 14 sabiendo que pronto tendré que dejar mi tienda, según me lo ha manifestado nuestro Señor Jesucristo. 13 Pero pondré empeño en que, en todo momento, después de mi partida, puedan ustedes recordar estas cosas. 16 Les hemos dado a conocer el poder y la Venida de nuestro Señor Jesucristo, no siguiendo fábulas ingeniosas, sino después de haber visto con nuestros propios ojos su majestad*. 17 Porque recibió de Dios Padre honor y gloria, cuando la sublime Gloria le dirigió esta voz: «Este es mi Hijo muy amado en quien me complazco/» 18 Nosotros mismos escuchamos esta voz, venida del cielo, estando con él en el monte santo.

La palabra de los profetas. 19 Y tenemos también la firmísima palabra de los profetas*, a la cual hacen bien en prestar atención, como a lámpara que luce en lugar oscuro, hasta que despunte el día y se levante en sus corazones el lucero de la mañana. 20 Pero, ante todo, tengan presente que ninguna profecía de la Escritura puede interpretarse por cuenta propia; porque nunca profecía alguna ha venido por voluntad humana, sino que hombres, movidos por el Espíritu Santo, han hablado de parte de Dios*.

invocan su propio testimonio, Le 1 2; Hch 1 8 + ; 1 Jn 1 1-3, y el que el Padre ha dado del Hijo, Mt 17 l-9p. 1 19 La escena precedente ha realizado ya en parte las Escrituras venidas de Dios, v. 21; 1 P 1 10-12; Hch 3 21; 2 Tm 3 16; ver 2 P 3 16. 1 21 La lectura de las Escrituras cae también bajo la dirección del Espíritu y la tradición apostólica; ver 2 Tm 3 15-16+. Pero esto no se opone a la lectura privada, personal, devota de la Biblia.

segunda e p í s t o l a d e san p e d r o Los falsos doctores*.

360

Atrevidos y arrogantes, no temen insultar a las Glorias*, 11 cuando los ángeles, que son superiores en fuerza y en

poder, no pronuncian juicio injurioso contra ellas en presencia del Señor. 12 Pero éstos, como animales irracionales, destinados por naturaleza a ser cazados y muertos, que injurian lo que ignoran, con muerte de animales morirán, 13 sufriendo daño en pago del daño que hicieron. Tienen por felicidad el placer de un día; hombres manchados e infames, que se entregan de lleno a los placeres mientras banquetean con ustedes. 14 Tienen los ojos llenos de adulterio, que no se sacian de pecado, seducen a las almas débiles, tienen el corazón ejercitado en la codicia, ¡hijos de maldición! 15 Abandonando el camino recto, se desviaron y siguieron el camino de Balaán, hijo de Bosor, que amó un salario de iniquidad, 16 pero fue reprendido por su mala acción. Un mudo burro, hablando con voz humana, impidió la insensatez del profeta. 17 Estos son fuentes secas y nubes llevadas por el huracán, a quienes está reservada la oscuridad de las tinieblas. 18 Hablando palabras altisonantes, pero vacías, seducen con las pasiones de la carne y el libertinaje a los que acaban de alejarse de los que viven en el error*. 19 Les prometen libertad, mientras que ellos son esclavos de la corrupción, pues uno queda esclavo de aquel que lo vence. 20 Porque si, después de haberse alejado de la impureza del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, se enredan nuevamente en ella y son vencidos, su postrera situación resulta peor que la primera*. 21 Pues más les hubiera valido no haber conocido el camino de la justicia que, una vez conocido, volverse atrás del santo precepto que les fue transmitido. 22 Les ha sucedido lo de aquel proverbio tan cierto: «elperro vuelve a su vómito*» y «la puerca lavada, a revolcarse en el fango».

2 Todo este pasaje, hasta 3 3, es el eco de Judas, 4-16. 2 4 Tártaro, uno de los nombres que designa el infierno en la mitología grecolatina. 2 5 El mundo antiguo es el mundo anterior al diluvio, ver 1 P 3 20. 2 10 Las Glorias son potencias angélicas hostiles. 2 18 Se trata de los convertidos débiles, 2

14, que habían vuelto de sus extravíos, 2 20, y que en gran número seguían a los falsos doctores, 2 2. 2 20 Ver Mt 12 45. Más vale seguir ignorando la fe, Judas 3, que abandonarla. La fe es considerada aquí con todas sus consecuencias morales, ver Rm 6 15+; Col 3 5 + ; St 1 25 + . 2 22 Cita de Pr 26 11. El otro refrán no es bíblico.

2

1 Hubo también en el pueblo falsos profetas, como habrá entre ustedes falsos maestros que introducirán herejías perniciosas y que, negando al Dueño que los adquirió, atraerán sobre sí una rápida destrucción.2 Muchos seguirán su Jibertinaje y, por causa de ellos, el camino de la verdad será difamado. 3 Traficarán con ustedes por codicia, con palabras artificiosas; desde hace tiempo su condenación no está ociosa, ni su perdición dormida.

Las lecciones del pasado. 4 Pues si Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que, precipitándolos en los abismos tenebrosos del Tártaro*, los entregó para ser custodiados hasta el Juicio; 1 si no perdonó al antiguo mundo*, aunque preservó a Noé, heraldo de la justicia, y a otros siete, cuando hizo venir el diluvio sobre un mundo de impíos;6 si condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas como ejemplo para los que en el futuro vivirían impíamente;7 y si libró a Lot, el justo, oprimido por la conducta licenciosa de aquellos hombres disolutos 8 —pues este justo, que vivía en medio de ellos, torturaba día tras día su alma justa por las obras inicuas que veía y oía— 9 es porque el Señor sabe librar de la prueba a los piadosos y guardar a los impíos para castigarlos en el día del Juicio,10 sobre todo a los que andan tras la carne con apetencias impuras y desprecian al Señorío.

El castigo venidero.

361

s e g u n d a e p í s t o l a d e san p e d r o

El día del Señor: Los Profetas y los Apóstoles.

3

' Esta es ya, queridos, la segunda carta que les escribo; en ambas, con mi exhortación, quiero despertar en ustedes el recto criterio.2 Acuérdense de las predicciones de los santos profetas y del mandamiento de sus apóstoles que es el mismo del Señor y Salvador*. Los falsos profetas. 3 Sepan ante todo que en los últimos días* vendrán hombres llenos de sarcasmo, guiados por sus propias pasiones, 4 que dirán en son de burla: «¿Dónde queda la promesa de su Venida? Pues desde que murieron los Padres*, todo sigue como al principio de la creación.» 5 Porque ignoran intencionadamente que hace tiempo existieron unos cielos y también una tierra surgida del agua y establecida entre las aguas por la palabra de Dios*, 6 y que, por esto, el mundo de entonces pereció inundado por las aguas del diluvio, 7 y que los cielos y la tierra presentes, por esa misma palabra, están reservados para el fuego y guardados hasta el día del Juicio y de la destrucción de los impíos. 8 Mas una cosa no pueden ignorar, queridos: que ante el Señor un día es como mil años y, mil años, como un día*. 9 No se retrasa el Señor en el cumplimiento de la promesa, como algunos lo suponen, sino que usa de paciencia con ustedes, no queriendo que algunos perezcan, sino que todos lleguen a la conversión. 10 El Día del Señor llegará como un ladrón; en aquel

3 2 Dios habla por el AT, 1 18-20, y por los apóstoles, 1 P 1 10-12 + . 3 3 Esta predicción se refiere lógicamente a la enseñanza apostólica, Mt 24 24; Hch 20 29; 2 Ts 2 3-9; 1 Tm 4 1 +; 2 Tm 3 1-5. 3 4 Los Padres designan a los cristianos de la primera generación. 3 5 El papel de la Palabra es semejante en la creación y en la catástrofe final, Gn 7 1121; 1 P 3 20. No se puede, pues, negar ésta a causa de la inmutabilidad del universo.

1

\H

día, los cielos, con ruido ensoidrirdm, desaparecerán; los elemenlos, abrasa dos, se disolverán, y la lien-a y eiianlo ella encierra se consumirá*. Nueva llamada a la santidad. Doxología. " Puesto que todas estas cosas han de disolverse así, ¿cómo conviene que usle des sean en su santa conducía y en la piedad, 12 esperando y acelerando la ve nida del Día de Dios, en el que l< >s riel» en llamas, se disolverán, y los ciernen tos, abrasados, se fundirán? 11 Pero es peramos, según nos lo tiene promelitln, nuevos cielos y nueva tierra, en los que habite la justicia. 14 Por lo tanto, queridos, en esprín de estos acontecimientos, esfúmense por ser hallados en paz anle él, sin mancilla y sin mancha. 15 La pacieiu la de nuestro Señor considérenla C O I I H » salvación, como se lo escribió (amblen Pablo, nuestro querido hermano, se gún la sabiduría que le fue o loriada 16 Lo escribe tarrjjbién en todas las caí tas en las que habla de esto. Aunque hay en ellas cosas difíciles de entendei, que los ignorantes y los débiles iulei pretan torcidamente —como también las demás Escrituras*— para su propia perdición. 17 Ustedes, pues, queridos, estando ya advertidos, vivan alerta, no sea t|ue, arrastrados por el error de esos disolu tos, se vean derribados de su lirme pos tura. 18 Crezcan, pues, en la gracia v en el conocimiento de nuestro Señor v Sal vador, Jesucristo. A él la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

3 8 Ver Sal 90 4; Ha 2 2-3; Si 18 H. 3 10 Ver Mt 24 29.43; Ap 3 3; 20 I I; I T-. 2. La destrucción del mundo por el IIU tema corriente entre los filósofos dr ln rpm n y en los apocalipsis judíos, ver 1 ('o 3 I N, T». 1 7s; Dn 7 9s. 3 16 Las epístolas de Pablo, que en si i mu yor parte ya están reunidas, son coiisiilruidiis aquí como Escrituras canónicas, ver I Tm 1 18-19; 1 M 12 9+.

PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN JUAN Introducción La Palabra encarnada, medio de comunión con el Padre y el Hijo.

I

Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos acerca de la Palabra de vida*, 2 —pues la Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto y damos testimonio 1

I.

y les anunciamos la Vida eterna, que estaba junto al Padre y que se nos manifestó— 3 lo que hemos visto y oído, se lo anunciamos, para que también ustedes estén en comunión* con nosotros. Y nosotros estamos en comunión con el Padre v con su Hijo Jesucristo. Les escribimos esto para que nuestro gozo sea completo.

Caminar en la luz

Y este es el mensaje que hemos oído de él y que les anunciamos: Dios es Luz*, en él no hay tiniebla alguna. 6 Si decimos que estamos en comunión con él, y caminamos en tinieblas, mentimos y no obramos la verdad. 7 Pero si caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con otros*, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado. 5

Primera condición: romper con el pecado. Si decimos: «No tenemos pecado», nos engañamos y la verdad no está en nosotros*. Si reconocemos nuestros pecados, fiel y justo es él

8

1 1 La Palabra de Dios era fuente de vida, Dt 4 1 + ; 32 47; etc.; Mt 4 4; Flp 2 16. Aquí el nombre Palabra se da al Hijo, con el que los apóstoles han vivido y su complemento evoca el deseo de 1 3; 5 11-13; ver Jn 1 1.14+. 1 3 La comunión cristiana abarca a todos los creyentes, Jn 3 12+, en Dios y en Cristo, Jn 1 12 + ; 14 20 + ; 17 20-24+; ver 1 Co 1 9; 2 P 1 4+. El testimonio apostólico es el instrumento de esta comunión, 2 24-25; 4 6; Jn 4 38 + ; Hch 1 21-22+; etc. 1 5 Dios es la fuente de toda verdad y san-

10

para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda injusticia. Si decimos: «No hemos pecado», le hacemos mentiroso y su palabra no está en nosotros.

2

' Hijos míos,

les escribo esto para que no pequen. Pero si alguno peca, tenemos un abogado ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. 2 Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. Segunda condición: guardar los mandamientos, sobre todo el de la caridad. 3 En esto sabemos que le conocemos*:

tidad, Jn 1 4+; 8 12+; ver 1 Tm 6 16; St 1 17+; Sb 7 26+; Dn 2 22 + . 17 La unión con Dios, Luz, 1 5, y Amor, 4 8, se reconoce en la fe y en el amor fraterno, 3 23; Jn 13 34 + . 18 La vida santa del cristiano, 3 3-9; 5 18; ver Hch 9 13+, se renueva sin cesar por el perdón de las faltas ocasionales, ver Rm 3 9.19.23-25+; 6 12-14+. 2 3 El conocimiento, Os 2 22+, es la fe que compromete toda la conducta, 3 23; 5 1; Jn 3 12+. La práctica de los mandamientos es el

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primera e p í s t o l a d e san juan

en que guardamos sus mandamientos. 4 Quien dice: «Yo le conozco» y no guarda sus mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él. 5 Pero quien guarda su palabra, ciertamente en él el amor de Dios ha llegado a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él. 6 Quien dice que permanece en él*, debe vivir como vivió él. 7 Queridos, no les escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo, que tenían desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que han escuchado. 8 Y sin embargo, les escribo un mandamiento nuevo* —que es verdadero en él y en ustedes— pues las tinieblas pasan y la luz verdadera brilla ya. 9 Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano, está aún en las tinieblas. 10 Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. 11 Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos. Tercera condición: guardarse del mundo. 12 Les

escribo a ustedes, hijos míos, porque se les han perdonado los pecados por su nombre. criterio concreto de la vida en Cristo, ver 1 67; 3 10; 4 21; 5 2; ver Jn 15 14-15; etc. 2 6 Él, manera de designar a Jesús, 3 3.5.7, etc. 2 8 Jesús ha marcado con su propio amor, Jn 3 16-17; 13 34+, este mandamiento preparado por la antigua Ley, Lv 19 11+, y enseñado a los cristianos desde su iniciación, 3

11.

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La comunión con el Hijo 1 3.7, preser-

5 l