Bases Psicologicas de La Motivacion

Bases Psicológicas de la Motivación Los Traumas del Niño Interior ¿Sabías que dentro de ti vive un niño o niña? No impor

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Bases Psicológicas de la Motivación Los Traumas del Niño Interior ¿Sabías que dentro de ti vive un niño o niña? No importa la edad que tengas ahora, porque en zonas profundas de tu ser, habita un niño y su estado psicológico determina emociones o sentimientos predominantes, formas de reaccionar, importantes rasgos de tu personalidad y muchas experiencias que estás viviendo o atrayendo, a tu vida de adulto. Desde que estamos en el vientre de nuestra madre, en una profunda conexión vital con ella, nuestro cerebro está almacenando impresiones emocionales y afectivas que se guardan en un cerebro emocional o límbico. En el momento del parto se produce nuestro primer shock emocional, por la salida a un mundo extraño y amenazante, muy diferente a aquel tibio acuático y protegido, donde habitamos por nueve meses. Hasta los seis años de vida, que es cuando comienza nuestro proceso de escolarización y el desarrollo del hemisferio izquierdo del cerebro, correspondiente a la parte lógica, hemos estado usando predominantemente nuestra captación intuitiva de los estados emocionales y afectivos de los padres, hermanos y las personas más cercanas. En la primera parte de nuestra vida, el cerebro madura velozmente, almacenamos millones de impresiones sensoriales en la memoria cerebral y corporal, aprendemos dos cosas fundamentales como hablar y caminar, adquirimos hábitos, definimos nuestro yo personal e identidad, sabemos lo que nos gusta o desagrada, nuestra presencia produce un efecto en nuestra familia o kínder, viajamos, nos relacionamos con gente de diferentes edades, sin embargo somos profundamente inocentes y vulnerables, frente a cualquier experiencia marcadora y negativa. Cualquier situación que afecte fuertemente a un niño, de aparición brusca, que no se está capacitado para comprender, y que provoque un impacto emocional intenso, es considerada un trauma. Estas experiencias no se recuerdan conscientemente, porque quedan reprimidas en la memoria del inconsciente, como una forma de evitar dolor y sufrimiento, sin embargo el bloqueo energético que producen, persiste en nosotros para siempre, afectando nuestra vida adulta. Situaciones de trauma pueden ser: violencia contra nosotros o contra seres que amamos, abuso sexual, muerte de alguien cercano, abandono de alguno de los padres, un accidente, hospitalización, etc. Sin embargo no siempre un trauma es provocado por una situación grave, sino por eventos que afectan directamente la sensibilidad de ese niño pequeño, y son permanentes en el tiempo, como el maltrato verbal de los padres, un profesor, burlas de los compañeros de escuela, viaje de alguno de los padres, ciertos castigos, que sin ser hechos realmente graves, afectan la sensibilidad infantil, cuando no se tiene la capacidad cognitiva para entenderlos o defenderse adecuadamente. Nuestro Niño Interior está conformado y definido por el ser esencial, la personalidad o construcción social, todos los aspectos positivos y gratificantes que nos ha tocado vivir, pero también por nuestros traumas, que pueden ocurrir desde el periodo de gestación. Como terapeuta, he realizado la experiencia de pedir a pacientes fuertemente depresivos, que pregunten a sus madres cómo fue su período de embarazo o el parto, y casi todos recibieron confesiones en cuanto a no ser deseados, por diferentes motivos como: embarazarse soltera, desaveniencias con la pareja, problemas de salud, económicos, estados de angustia, ansiedad o depresión, llegando en algunos pocos casos, incluso a contarles que intentaron abortarlos, sin conseguirlo. Asimismo, he visto que partos largos con anoxia y sufrimiento fetal, especialmente porque el bebé viene con circular al cuello, provocan posteriormente dificultades respiratorias, asma e incluso el rechazo a usar cuellos altos en la ropa. El Niño Interior tiene un parte sana y una parte herida, la parte sana aparece cuando estamos despreocupados, alegres, actuamos en forma espontánea, decimos lo que pensamos, damos y recibimos cariño físico, nos damos gustos, estamos presentes en el ahora, conscientes de lo que somos. El Niño Interior herido es quien aparece cuando actuamos de manera infantil, inmadura, irracional, cuando nos sentimos superados por el miedo, la rabia, la pena o el dolor y actuamos en forma desproporcionada al estímulo, cuando el maltrato, el desamor o el abandono de otros, nos hace sentir muy

dañados y en general ante cualquier situación adversa, en que somos incapaces de ver lo que ocurre en forma objetiva y/o decidir con racionalidad adulta.

El Niño Interior y el Ego ¿Estás frustrado porque no puedes manifestar tus deseos no importa cuántas afirmaciones, intenciones verbales y técnicas de visualización creativa uses? ¿Estás comenzando a sentir que todas esas horas en cursos aprendiendo cómo manifestar, fueron de poco valor? Bueno, aquí está una respuesta y esa respuesta es el Niño Interior y tu relación con él o ella. Ahora puedes preguntar, ¿por qué podría mi Niño Interior ser la respuesta a los asuntos de manifestación y comunicación? ¿Cómo puede mi relación con el Niño Interior, o mi falta de ella, estar por detrás de mi habilidad para escuchar y ver manifestar mis sueños? Bueno, veamos esto. Para explicar este concepto, hay alguna información de base que necesitamos. El Niño Interior, desde mi entendimiento, es la parte de ti, la consciente parte de ti que está leyendo este capítulo, la cual existe en tu mente. Él es esa inocente parte de ti que es como un niño, de hecho por eso lo llamamos Niño Interior. El Niño Interior es confiado, amoroso, pacífico y libre. Pero hay otro lado del Niño Interior; ese lado es lo que he llamado el ego. El ego, para mí, es el lado oscuro del Niño Interior, y debo agregar que tiene un gran valor. El ¿por qué? lo explico a continuación: Como he explicado muchas veces, he llegado a entender que el Niño Interior se ve a sí mismo como el vehículo físico y simplemente como cualquier niño hace todo lo que puede para protegerse de ser dañado. Para explicar el concepto de que el Niño Interior y el ego como lo mismo, a menudo uso la analogía de un niño de 5 años lanzado a las calles de Nueva York a sobrevivir por su cuenta. No tomará mucho tiempo antes de que ese pacífico, inocente y amoroso niño, aprenda a robar, estafar y pelear para protegerse. Aprende a usar el miedo para protegerse. Para mí, el ego es la suma de todos los instintos de supervivencia del Niño Interior. Y creo que sin estos instintos y habilidades de supervivencia, ese niño de 5 años moriría rápidamente en las calles, de allí el valor del ego. En nuestras vidas es el ego la parte del Niño Interior que nos mantiene a salvo del daño, y en su esfuerzo por protegernos, puede bloquearnos si siente que algo que estamos tratando de hacer puede causarnos un daño. Hay una cosa que el Niño Interior teme más que a nada, tu rechazo. Verás, el Niño Interior te ve a ti, como su padre/madre. Como resultado, tu rechazo puede tener un fuerte efecto en él. Sólo piensa ¿cómo te sientes cuando eres rechazado por tu madre o padre? Por eso las gentes con baja autoestima generan un rechazo a su ser y a su Niño Interior con las consecuencia de incrementar el ego y bloquearlos para protegerlos. ¿Cuántas veces te has encontrado viviendo tu vida para complacer a tus padres o para obtener su aprobación de alguna manera? ¿Cuántos de ustedes que leen este material han descubierto a través de su trabajo de limpieza emocional que subconscientemente han tomado las mayores decisiones de sus vidas, como la carrera o la pareja, o a cuál universidad asistir, para complacer a sus padres? ¿Asombroso, no? Bueno, el Niño Interior hace lo mismo. El Niño Interior vive para obtener tu aceptación y su lado oscuro, el ego, hará cualquier cosa que tenga que hacer para ser amado y aceptado por ti. ¿Cómo rechazamos al Niño Interior? Lo hacemos a través de: Una conversación negativa con nosotros mismos. Defendiéndote cuando no necesitas hacerlo. En primer lugar: La conversación negativa con uno mismo daña al Niño Interior. Cuando nosotros decimos cosas como “soy un estúpido” ó “¿cómo pude haber sido tan tonto?” Nosotros estamos en realidad diciéndole eso al Niño Interior. Él escucha esto como "tú eres estúpido" ó "¿cómo puedes ser tan tonto?" Cuando tú eras un niño, ¿cómo te sentías cuando tus padres te decían esas cosas? ¿No era como una cuchillada en tu espalda y te hacía sentir poco valioso? ¿Podías sentirte amado por tus padres en esos momentos? ¿Podías sentir que eras aceptado y valioso? Como te sentías entonces es exactamente la forma

en que tu Niño Interior se siente cuando usas una conversación negativa contigo mismo. Esto es por lo cual es tan destructivo. ¿Qué hace el Niño Interior cuando usamos una conversación negativa con nosotros mismos? Él buscará invalidar, bloquear o eliminar la cosa que está causando el dolor y que crea la conversación negativa. Por ejemplo, si tú estás tratando de cambiar de carrera y en el pasado esa selección fue un error y te decías "¿cómo pude haber sido tan estúpido de pensar que podía cambiar de carrera?", el Niño Interior bloqueará cualquier intento de cambio de carrera. ¿Tiene esto sentido? En segundo lugar, nosotros herimos a nuestro Niño Interior cuando innecesariamente nos defendemos a nosotros mismos al enfrentar un conflicto. Muchas personas se enredan defendiéndose a sí mismas, por ejemplo, enfrentándose a defender un derecho. Aquí hay un ejemplo. La madre dijo, “¿cómo puedes ser tan egoísta?”, cuando le informó que no iría a casa para Navidad porque había decidido pasar el tiempo con sus amigos. Cuando se defendió le dijo “mamá, tú tienes derecho a tener tu opinión”. Si se defendiera innecesariamente, diría “¡yo no soy egoísta, no hay una ley que establezca que tengo que pasar cada cena de Navidad contigo!” ¿Ves la diferencia? Cada vez que nos defendemos innecesariamente, estamos tratando de obtener la aprobación de la otra persona y por lo tanto perdemos nuestro poder. También enviamos el mensaje de que ellos están en lo cierto y nosotros equivocados, por lo cual es necesario defender nuestra posición. Si nosotros estamos realmente parados en nuestra verdad, no tenemos necesidad de defender esa verdad de nadie, ¿cierto? Cuando nos defendemos innecesariamente, dejamos a nuestro Niño Interior vulnerable para ser atacado. Hay una analogía de un guardia que cuida a un pequeño Príncipe/Princesa en la torre de un castillo. Hay ventanas en todos los lados excepto en una pequeña área donde está la cuna. Cada vez que reaccionamos a las acusaciones de alguien, nosotros (el guardián) dejamos al Niño Interior y corremos a la ventana por donde el intruso/acusador está tratando de entrar, dejando al niño vulnerable a un ataque. Si permitimos que los otros sientan lo que sea que estén sintiendo, estamos manteniendo nuestra posición/elección y nunca dejamos el lado del niño y lo mantenemos a salvo y seguro. ¿Cómo podemos resolver este problema con el Niño Interior? Ahora que hemos visto cómo el Niño Interior puede bloquearnos y qué hacemos para crear la necesidad del bloqueo, demos una mirada a qué podemos hacer para que el Niño Interior sea nuestro socio en la vida de todos los días y resolver esto de tal manera que el Niño Interior deje de bloquear nuestros intentos de manifestar nuestros deseos. 1) Restablezcamos la relación con nuestro Niño Interior. Cada sociedad es una relación. Para la mayoría de las personas la relación con el Niño Interior permanece intacta hasta que alcanzan la edad de ir a la escuela. Desde ese momento en adelante, les fue dicho que no fueran tan imaginativos y se reforzó el lado izquierdo del cerebro por sobre el lado derecho del cerebro. Las recompensas estaban basadas en las habilidades del lado izquierdo del cerebro más que en las habilidades del lado derecho. 2) Como en cualquier sociedad, haz y mantén acuerdos con el Niño Interior así como la forma de trabajar juntos. Hacer y mantener los acuerdos da la posibilidad de construir la confianza y el entendimiento con el Niño Interior. Ten en mente que para la mayoría de nosotros, esta relación ha sido fragmentada o es inexistente desde hace un tiempo, por lo tanto para reconstruirla debes ser paciente. Una vez que ha sido herido, el Niño Interior no confía fácilmente aunque quiera hacerlo. 3) Pasa por lo menos 5 minutos al día hablando con tu Niño Interior. Esto es una de las cosas más poderosas que puedes hacer para construir la confianza y la seguridad. El Niño Interior sabe que puede contar por lo menos con 5 minutos de tu atención cada día y encontrarás que él estará más dispuesto a liberar los bloqueos cuando se lo pidas. Si, por otro lado, tú no pasas tiempo con tu Niño Interior por largos períodos de tiempo, puedes estar seguro que usará todas las herramientas disponibles para evitar que eso continúe. El Niño Interior quiere hablar contigo y tener tu atención, igual que tu propio hijo. 4) Habla sobre tus deseos y aspiraciones con el Niño Interior antes de tomar los pasos para que se manifiesten. Muchos bloqueos ocurren porque tú tomas las decisiones sin comunicar estas decisiones con tu Niño Interior. Parte del amor a uno mismo es amar a tu Niño Interior. Si

tomamos decisiones que lo afectan sin consultarle, ¿qué amor es ese? Y ten en mente que tu Niño Interior es el responsable de mantenerte a salvo. 5) Cuando aparezca un bloqueo, ve directo hacia tu Niño Interior y pregúntale por qué siente que necesita el bloqueo. Permítele expresar su respuesta a través de sensaciones físicas como dolor en el cuerpo o con escenas y memorias pasadas. El responderá siempre. El Niño Interior tiene la memoria de cada experiencia que has vivido. Si él cree que estás haciendo un intento por moverte hacia algo que te ha creado dolor en el pasado o quizás la muerte, buscará bloquearte. Él no quiere que te hieran de nuevo. El Niño Interior no es tu enemigo, él es tu guardaespaldas, así que trabaja con él y no en su contra. Cuando lo haces tu vida fluirá. Trabajar con el Niño Interior produce siempre resultados maravillosos. Una vez que comiences, te emocionarás mucho al ver que será mucho más fácil manifestar y lograr tus sueños. Después de algunos meses tendrás una gran sensación de plenitud y satisfacción. Tu abundancia está en donde está tu corazón. El Universo, ese gran proveedor de todas las cosas, es como el servicio postal, pero más eficiente. Únicamente va a entregar la correspondencia a tu buzón. El buzón es donde está tu corazón, y tu corazón es donde está tu pasión. Si tu corazón está en situaciones del pasado, o en tus pensamientos del futuro, cómo es que el Universo va a hacer llegar tu abundancia en el aquí y el ahora… Tus técnicas de manifestación que trabajes como visualización, afirmaciones positiva, la Ley de Atracción, etc. están trabajando, pero tu abundancia no está siendo entregada a tu buzón en el presente para que puedas hacer uso de ella. Esto significa que la nueva casa, el auto nuevo y ese cheque de la lotería por un millón de dólares han sido entregados a tu buzón en la dimensión en donde tu corazón está situado. Por lo tanto, si tú quieres que tu abundancia te sea entregada en el reino en donde resides actualmente coloca tu buzón y tu corazón ahí mismo. No reconocemos las oportunidades financieras porque nuestro Niño Interior nos ciega a ellas como una manera de evitar que nos enfoquemos en las cosas que la abundancia crea. Nuestros esfuerzos para manifestar se nulifican porque nuestro Niño Interior ha colocado un muro a nuestro derredor, bloqueando que llegue el dinero a nosotros. El Niño Interior no hace ninguna diferencia entre el dinero, la meditación o las personas. Para el Niño Interior cualquier cosa o persona que le roba energía y evita que lo veamos representa una amenaza para su supervivencia. Una vez que comprendamos este concepto multidimensional, totalmente básico, podemos tomar acciones para evitar que nuestro Niño Interior tenga que recurrir a esas medidas.

Cinco Cosas Importantes Necesitamos que cada uno aflore, desde lo más interno de su ser, a esa semilla que quedó sembrada desde el momento de su nacimiento, a esa semilla a la que hemos llamado el Niño Interior y que, a medida que vamos creciendo y adaptándonos a las circunstancias de la vida, va quedando encerrada, ahogada, bajo el peso de una personalidad que se engruesa, se endurece y se vuelve inflexible; esa libertad de soñar y de actuar, sin normas, sin reglas, siguiendo únicamente el impulso del espíritu que alberga, y que a medida que maduramos va quedando limitada, encerrada, canalizada y sujeta a los permanentes juicios de una conciencia que ha sido impuesta por la sociedad. Tu Niño Interior necesita que sepas de cinco cosas importantes: Soy real; realmente existo y quiero tener una relación contigo Durante algún tiempo hemos escuchado hablar del Niño Interior y algunos de nosotros hemos pasado tiempo trabajando con problemas para poder sanar las heridas de nuestro pasado. Una vez que hemos completado esto nos alejamos sintiéndonos un poco mejor, sin embargo, somos incapaces de sentir ese profundo sentido del autoamor, esa emoción que está allí cada día como pensaríamos que debería estar. Tristemente, nos damos cuenta que debemos recibir más sanación, que debemos hacer más trabajo y por ello continuamos nuestra búsqueda. No basta con sentirse mejor, trabajar con el Niño Interior se trata de una relación diaria, continua. Tú eres el padre de tu Niño Interior y, por lo tanto, necesitas ser paternal con él de la misma manera que lo serías con un pequeño de carne y hueso. Por lo tanto, te recomiendo pasar por lo menos 5 minutos al día hablándole a tu Niño Interior. Tan sólo 5 minutos al día van a brindarte el autoamor que siempre has deseado. Cinco minutos al día van a llenar las necesidades de conexión de tu Niño Interior. Al Niño Interior no le importa si tú estás enfocado en otras cosas o en otras personas siempre y cuando esté él emocionalmente satisfecho.

Yo soy tu cuerpo físico Esto sí que puede ser una verdadera sorpresa. No tenías idea de que tu Niño Interior creyera que él es tu cuerpo físico. Tener este conocimiento te puede llevar en un viaje de años luz hacia adelante en tu sanación emocional, porque ahora entiendes la conexión entre tu Niño Interior y tus dolores y molestias físicas. El libro de Louise Hay “Tú Puedes Sanar Tú Vida” tuvo mucho más sentido para mí que antes. Cuando tomé las probables interpretaciones de causa que ella había desarrollado para los síntomas físicos y los apliqué a mi Niño Interior, descubrí su lenguaje interno. En otras palabras, nuestro Niño Interior nos habla a través del lenguaje de las sensaciones físicas y emocionales. Tener esta herramienta me permitió comprender finalmente lo que mi Niño Interior estaba tratando de transmitir. Ahora bien, ¿cómo se relaciona esto con que la abundancia esté bloqueada? Si tú estás simultáneamente bloqueado en lo económico y, al mismo tiempo estás experimentando enfermedades o dolores físicos, mira esta enfermedad o esta situación de dolor en el libro de Louise; descubre la causa probable y léela como si tu Niño Interior te estuviera hablando. Ejemplo: problemas en las rodillas. Louise dice que esto representa un ego necio, la inhabilidad de doblarse, miedo e inflexibilidad. Si utilizas el lenguaje del Niño Interior vemos que éste dice: “tengo miedo y estoy tomando la opción de ser inflexible y no doblegarme en mi resistencia al cambio que tú quieres hacer. Y no me voy a sentir seguro cambiando direcciones y voy a continuar resistiéndome hasta que me hagas sentir que esto es seguro para mí." Soy tu socio; así que por favor discute todos los cambios conmigo antes de hacerlos, y haz que me sienta seguro En virtud de que tu Niño Interior se ve a él mismo como tu cuerpo físico y, por lo tanto, como un socio en esta encarnación, él merece ser consultado antes de que se realicen grandes cambios. Una de las cosas que se nos olvida al estarnos moviendo hacia el sendero de la vida, ya sea espiritual o no, es que aunque estemos listos para hacer un cambio en nuestra vida, nuestro Niño Interior posiblemente no lo esté. Si él no está listo es porque no hemos discutido con él ni hemos hecho algo similar a hacer acuerdos para cuidar el dolor físico o emocional que puede surgir como resultado de este cambio. Por ejemplo, si decidimos liberar un viejo enojo, sin hablar de ello con nuestro Niño Interior, y sin hacer acuerdos acerca de cómo vamos a manejar ese enojo una vez que surja a la superficie, él va a bloquear la liberación de esos sentimientos. Así que lo que estoy diciendo en relación a la abundancia y al Niño Interior es asegurarnos de que vamos a hacer acuerdos con él acerca de cómo vamos a cuidarlo y a nosotros mismos mientras (y después) que el cambio que se requiere se esté haciendo. Es mi responsabilidad protegerte y mantenerte feliz El Niño Interior cree que su propósito de existencia es mantenerte a ti seguro y feliz. Seguro significa estar libre de cualquier dolor físico o emocional y feliz en todo momento. Todos tenemos un límite de dolor físico y emocional que estamos dispuestos a sentir conscientemente. Inconscientemente le enseñamos ese límite a nuestro Niño Interior. Como resultado, él sabe que cualquier cosa que vaya más allá de ese límite, debe hacerse a un lado para que no lo sintamos. Cuando las cosas van bien, eso es muy fácil de hacer, pero cuando el miedo entra en la escena las cosas toman un camino diferente. Cuando estás amenazado de cualquier forma, ya sea física, emocional o mentalmente, el Niño Interior entra en la modalidad de Superman para poder protegerte. A veces esto significa que él va a utilizar el miedo como herramienta para mantenerte protegido. En esos momentos él da un giro hacia su lado oscuro y utiliza las habilidades de protección. Este lado oscuro está aparejado al ego. La protección, en el lenguaje del Niño Interior, puede tomar muchas formas. Puede ser una sensación visceral de “cuidado” o de “algo no anda bien” con el objeto de cegarte acerca de una oportunidad o, en el otro extremo, desarrollar una enfermedad fatal física, emocional o mental. En el interin se encuentran las adicciones: la depresión (la gran vía emocional de medicación), drogas, alcohol, exceso de trabajo, comida, excesos con el sexo opuesto, etc. Herramientas que el Niño Interior utiliza para mantenerte preocupado de manera que no vas a hacer aquello que va a causar, en la mente de él, tu fallecimiento. Lo que piensas acerca de ti, es lo mismo que piensas de mí Nuestro Niño Interior escucha todos los pensamientos, siente todas las emociones y cualquier palabra que hablamos acerca de nosotros mismos. Él, siendo un niño narcisista por naturaleza, como cualquier otro niño, cree, por lo tanto, que cualquier pensamiento, sentimiento o palabra hablada tiene que ver con él. Es por esto que la llave para cambiar nuestra autoimagen reside en el lugar donde está el Niño Interior.

Hablar con este Niño Interior, a la vez que utilizamos una auto conversación positiva apoyada por acuerdos, y un seguimiento, va a cambiar el auto odio, la baja autoestima y el desmerecimiento del auto amor. Si tu Niño Interior siente que una oportunidad para la abundancia económica va a causarle de alguna manera el que se le culpe, la va a bloquear. Por ejemplo: si tu misión es convertirte en un facilitador, tu Niño Interior va a bloquear cualquier esfuerzo que hagas para establecer talleres, seminarios u obtener un empleo para trabajarle a otra persona. ¿Por qué? Porque él sabe que tú obtienes tu amor y toda la aceptación hacia ti de manera desproporcionada al dar demasiada energía a los demás (en un intento por realizar tus necesidades) y no dejas la reserva necesaria para ti mismo, ni tampoco le das a tu Niño Interior el amor y la aceptación. De la misma manera, como tienes miedo de ser rechazado si no tienes todas las respuestas o miedo de fallar para llenar las necesidades de alguien más, el Niño Interior sabe que el miedo va a dar como resultado el que tú te sientas culpable. Cuando te sientes culpable, el Niño Interior experimenta esa culpa como si se la estuvieras echando en cara; experimenta ese reproche como un rechazo y un abandono y te bloquea a que consigas lo que tus pensamientos desean. Como vemos ahora, existen varias cosas que hacemos (de las cuales no hemos estado conscientes) que van a causar que nuestro Niño Interior bloquee nuestra abundancia. Nuestro Niño Interior, aunque parece complejo, realmente es muy simple, solamente quiere ser amado y sentirse seguro dentro de ese amor; y el amor en el que tiene más interés es el amor que le vas a dar como su padre/madre. Para este fin, el Niño Interior va a mover cielo y tierra para obtenerlo y para conservarlo. Para terminar, si quieres experimentar una gran abundancia, haz que tu corazón esté conectado con el aquí y el ahora, sintiéndote pleno, feliz y agradecido por todo lo que sí tienes en ti y alrededor de ti.

Liberarte del Pasado Cuando fuiste un niño, ¡eras tan feliz! Los niños no tienen que hacer nada para ser perfectos, ya lo son y se comportan como si lo supieran; se saben en el centro del mundo. No tienen miedo de pedir lo que quieren y expresan sus emociones libremente. Se sabe cuando un niño está enojado; de hecho, todos se enteran, hasta los vecinos; también se sabe cuando está contento, ya que su sonrisa ilumina la casa. Están llenos de amor, y mueren si no lo reciben. Los niños no soportan la indiferencia ni la soledad, pues los niños aman su entorno y cada parte de su cuerpo, pero cuando crecen aprenden a vivir sin dar ni recibir amor y eso es lo que causa la pérdida de la felicidad en el adulto. El niño es optimista, ingenuo, dependiente, emotivo, elástico, flexible, jugador incansable, íntegro, espiritual y amoroso. Tú fuiste así. Todos fuimos así. Luego empezamos a escuchar a los adultos que nos rodeaban y les creímos, ahora negamos nuestra magnificencia, nuestra condición de niños y nos llenamos de creencias que lo único que hacen es limitar nuestro desarrollo, alejarnos de la felicidad al no poder administrar y disfrutar de los recursos que nos rodean. Ahora usas una máscara para interactuar en la vida, ocultas tu propia identidad por el miedo de ser avergonzado, de ser lastimado nuevamente. Proteges al niño herido que vive dentro de ti, porque no deseas que siga sufriendo; pero aunque tú no lo desees, el niño herido se manifiesta a cada momento y bloquea tu desarrollo y sigues sufriendo.

Esa es la razón por la que te recomiendo tomes la decisión de analizar tu infancia y sanar las heridas que ocasionan que actúes de esta manera y que tengas los resultados que ahora tienes en tu vida. Alguna vez oí “dime qué infancia tuviste y te diré quién eres”, y creo que tiene sentido afirmar esto, porque las bases más importantes de tu conducta de adulto se encuentran en la infancia, (aunque posteriormente fuiste añadiendo elementos que te ayudaron a construir tu propia personalidad) y si esta etapa fue tormentosa, tus resultados en la vida adulta lo serán en igual manera. Allí se reflejará la base que tuviste, y eso solamente tú lo puedes remediar. Es necesario e importante entender que la necesidad de hallar al niño en tu interior es parte de un antiguo anhelo humano: indagar nuestro pasado y entender a través de él al presente. Detrás de nuestro pasado personal yace nuestro pasado cultural, conteniendo mitos y en estos mitos, el niño es a menudo producto de la unión de lo humano y lo divino. Es el niño místico el que buscamos. Así como el niño de nuestra historia personal. Se inicia el proceso de cambio rindiéndote a lo que ahora eres y después toma acción en tu vida. Detente un rato y piensa lo necesario que es el recuperar la frescura de la niñez, es necesario empezar a soñar de nuevo en lo que fuimos y en lo que queremos ser. Recuerda aquellos momentos felices de la infancia, el rincón preferido, los juegos, el patio, los animales, las travesuras, las golosinas, las fiestas, los besos de mamá, los paseos con papá; recuerda también los olores de la niñez, los colores de la niñez, el viento cuando aporreaba los árboles antes de la lluvia. Recuerda los charcos de los patios llenos de mariposas. Trae a tu mente también las oraciones que hacías antes de dormir... ¿no te dan ganas de recuperar esos momentos de tu niñez? Escuché decir que esto es imposible, pero yo te afirmo lo contrario. Es posible sanar a tu niño herido y vivir con él siempre, reconciliados. En el rescate del dolor original se pretende experimentar esos sentimientos reprimidos. Es lo que producirá un cambio profundo, que verdaderamente resuelva los conflictos. En otro tipo de cambio, solamente canjeas una compulsión por otra. En cambio, en el que te propongo, dejas de ser compulsivo. Es necesario abrazar el dolor no expresado del triste y acongojado pequeño. Este es el sufrimiento legítimo del que hablaba Carl Jung. Solamente sintiendo el sufrimiento puedes dejar de sufrir. La buena noticia es que el rescate del dolor original involucra el propio proceso de curación de la naturaleza. La aflicción es la sensación restauradora. Nos curaremos naturalmente si sólo se nos permite sentir aflicción. La aflicción comprende toda la gama de emociones humanas. El dolor original es una acumulación de conflictos no resueltos cuya energía ha aumentado con el tiempo. El Niño Interior está congelado porque no hubo manera en que pudiera expresar su aflicción. Muchas de las acciones que realizaron tus padres o las personas que te rodearon, y que en realidad crees que fueron justas y necesarias, en realidad fueron abusos. Si todavía te sientes inclinado a minimizar y a racionalizar las maneras en que fuiste avergonzado, ignorado o usado para que tus padres u otras personas se desahogaran, necesitas ahora aceptar el hecho que verdaderamente fuiste herido por ellos. Parece ser que mientras más se abusó de ti, más creíste que eras malo y más idealizaste a tus padres y a otras personas. Todos los niños idealizan a sus padres, así es como aseguran su supervivencia. Esta idealización debe ser derribada. Perdónalos, tus padres no fueron malos, sólo eran niños heridos. Quizá te sientas confundido por lo que has leído, eso es bueno, porque ya estás trabajando tu vida. Al decirte que tus padres tuvieron que ver con lo que eres ahora, no es para que te enfrentes a ellos sino para que los comprendas, pero ante todo, ésta es una gran oportunidad que tú tienes, de comprenderte a ti también. Por favor créeme, la situación en tu vida fue negativa. Tú fuiste herido demasiado, tanto que no te permites hoy en día ser lo que verdaderamente eres. Recuerda cuando te decían “no levantes la voz”, “me he sacrificado tanto por ti”, “¡cállate la boca!” por mencionar algunas frases que te lastimaron. Poco a poco te fueron cubriendo con creencias que a la larga se transformaron en una gran carga que llevas a cuestas que no te deja vivir adecuadamente. Date la oportunidad de sanar a tu Niño Interior y recuperarás la frescura de la infancia, la felicidad que se te ha ido perdiendo con el tiempo y verás la vida como un caleidoscopio. Date la oportunidad de ser libre y amar nuevamente y te sentirás a salvo de este mundo de temores, aflicciones.