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BACTERIAS DE AGUAS CONTINENTALES Entre la flora bacteriana de las aguas continentales y del suelo hay ciertas relaciones. Éstas son particularmente íntimas si se tratan de aguas corrientes, por estar expuestas constantemente a la contaminación procedente del suelo. La mayoría de las bacterias de las aguas subterráneas, los manantiales y los arroyos están presentes en el suelo. En realidad no existe ninguna diferencia fundamental entre los del suelo bien irrigados y las aguas. AGUAS SUBTERRÁNEAS Son pobres en gérmenes y sustancias nutritivas a consecuencia de la filtración que sufre a través de las distintas capas del suelo. Según WOLTERS, en las aguas subterráneas predominan los bacilos no esporulados, abundando los géneros Achromobacter y Flavobacterium, los cuales representan el 79,1%. En menor cuantía se encontraron bacilos grampositivos, así como los géneros Micrococcus, Nocardia y Cytophaga. No se encontraron los vibriones, espirilos, corinebacterias y micobacterias. Se identificaron representantes de los géneros Microcyclus, Hyphomicrobium, Prosthecomicrobium,

Planctomyces,

Gallionella,

Caulobacter, Agrobacterium

y

Clostridium. En el agua subterránea de los campos petrolíferos en frecuente encontrar gran número de bacterias con capacidad para desdoblar los hidrocarburos. Ejemplo: Desulfovibrio desulfuricans (raramente). MANANTIALES En el agua de las fuentes siderobacterias

como:

termales que contienen hierro es frecuente encontrar

Gallionella

ferruginea,

Leptothrix

ochracea,

Crenothrix

polyspora; si en su composición entra el azufre, se encuentra allí diversas bacterias incoloras y, si la luz es suficiente, también hay bacterias púrpura (Chromatiaceae). La flora bacteriana de las fuentes termales consta de especies termotolerantes y termófilas. Ejemplo: Sulfolobus acidocaldarius y Leptothrix thermalis (BROCK) ARROYOS En los arroyos se encuentran bacterias pediculadas, ejemplo: Hyphomicrobium, Caulobacter y Gallionella. En los arroyos relativamente limpios abundan los géneros Pseudomonas, Flavobacterium, Acinetobacter y Moraxella.

LAGOS En los lagos predominan las bacterias gramnegativas, así mismo están muy difundidas las bacterias de los géneros Achromobacter, Flavobacterium, Brevibacterium, Vibrio, Spirillum, Micrococcus, Sarcina, Bacillus, Pseudomonas, Nocardia, Streptomyces, Micromonospora y Cytophaga. En el hipolimnion de los lagos eutróficos hay gran cantidad de sulfobacterias incoloras, ejemplo: Thiospira, Thiothrix y Thioploca; y oxidantes del metano, como Pseudomonas methanica. Las bacterias quimioautótrofas desempeñan un papel importante como es el caso de azobacterias Nitrosomonas europea y Nitrobacter winogradskyi, de los tiobacilos y de las siderobacterias. En los lagos salados hay algunas bacterias moderadamente halófilas. La concentración óptima para ellos oscila entre el 5 y 20%. A este grupo pertenecen Chromobacterium marismortui, cuya proporción salina es de 12%. En los lagos salados que contienen ácido sulhídrico pueden desarrollarse las clorobacterias y bacterias púrpuras; ejemplo: Chlorobium, Pelodictyon, Prosthecocholris, Chromatium, Ectothiorhodospira, Thiocapsa y Thiodictyon.

BACTERIAS DEL MAR La mayoría de las bacterias marinas son organismos halófilos, es decir que necesitan que el medio en que viven tenga una proporción óptima de sodio cloruro, la concentración salina más adecuada oscila entre el 25 y 40% para que estas bacterias se desarrollen óptimamente. LARSEN incluye las bacterias marinas entre los microorganismos débilmente halófilos, cuya proporción salina óptima fluctúa entre el 20 y 50%, en oposición a los halófilos moderados y extremos que necesitan concentraciones del 50 al 200% y del 200 al 300% para desarrollarse. Aparte de las bacterias halófilas en el agua del mar hay otras que son únicamente halotolerantes, que pueden crecer así mismo en el agua dulce. Se encuentran preferentemente en las proximidades de la costa, sobretodo en bahías y estuarios. Las bacterias marinas crecen en general mucho más despacio que las terrestres. La mayor parte de las bacterias marinas son capaces de utilizar concentraciones muy bajas de sustancias nutritivas. Esta capacidad les permite desarrollarse en el agua del mar, aunque ésta sea muy pobre en tales sustancias, las adaptaciones a estas bajas concentraciones de sustancias nutritivas del agua de mar podrían ser la causa del pleomorfismo que muestran estas bacterias en los cultivos, hasta el punto de que en los medios sólidos como en los medios líquidos es frecuente observar las más diversas formas de células. Bacterias que normalmente tienen aspecto de bacilo pueden ofrecer la forma de cocos, vibriones o filamentosos y espirales más o menos largos. En los cultivos viejos se pueden encontrar ramificaciones. El pleomorfismo se encuentra en las bacterias de otros biótopos. La temperatura de las bacterias marinas comprende entre 0 a 4ºC, la temperatura óptima se encuentra entre 18 a 22ºC. Se trata de bacterias psicrófilas facultativas, es decir, que crecen bien a 0ºC. Como una gran parte del mar es abisal, las bacterias barófilas y barotolerantes tienen una importancia considerable. En las zonas próximas a la superficie las hay también barófobas en gran número. Las presiones de más de 100 atmósferas inhiben su desarrollo. La proporción de las bacterias proteolíticas parece ser mayor en el medio marino que en la mayoría de los biótopos terrestres y de agua dulce. Casi todas las bacterias

marinas pueden liberar amoniaco de la peptona, y casi tres cuartas partes de ellas licuan la gelatina. En cambio, las sacarolíticas desempeñan un papel menos significativo que en otros biótopos. A pesar del predominio de las bacterias proteolíticas, apenas hay compuestos orgánicos naturales que no sean atacados y utilizados como alimento por algún microorganismo del mar. Así, junto a las bacterias que desdoblan los azúcares y las grasas, las hay también capaces de escindir compuestos de peso molecular elevado, como la celulosa, el agar, los alginatos, la quitina, así como hidrocarburos, fenoles, etc. En el mar hay bacterias con capacidad para llevar a cabo la desnitrificación y otras para realizar la desulfuración. Ambos grupos se enriquecen en los medios acuosos y sedimentos anaerobios. El número de las desnitrificantes es relativamente alto, pero hay pocas especies reductoras de los sulfatos, ejemplo: Desulfovibrio, que es el más significativo. Se ha observado también la presencia de las llamadas ultramicrobacterias, que son capaces de atravesar los poros de 0,2 micras de los filtros de membrana. Se tratan casi siempre de bacilos muy cortos. La mayoría de las especies bacterianas del mar pertenecen a las eubacterias, como:

    

Bacterias vaginadas: Bacterias pediculadas: Espiroquetas: Actinomicetos: Bacterias reptantes:

Phragmidiothrix Hyphomicrobium Spirochaeta Nocardia, Streptomyces, Actinoplanes Cytophaga, Flexithrix, , Thioploca, Thiothrix, Leucothrix

Es importante la presencia de bacterias fotógenas, que tienen su medio principal de difusión en el mar. Son capaces de transformar la energía química en energía luminosa y producen una luz verdaderamente intensa de color verdoso o azulado. Alguna

de

estas

bacterias

comprende

el

género

Photobacterium

(Pseudomonadaceae). Hay bacterias fotógenas que se desarrollan libremente y otras que viven como simbiontes en los órganos luminosos de cefalópodos (calamares) y teleósteos. Casi todas ellas son halófilas por lo que crecen óptimamente cuando la concentración salina del medio oscila entre el 20 y 40%. En el agua de mar y en algunos sedimentos marinos abundan las bacterias pigmentadas. La proporción de las bacterias pigmentadas oscila entre el 10 y 95% en las placas de agar peptona, extracto de levadura. Las formas más frecuentes ostentan un color amarillo, anaranjado, marrón y rojo; son mucho más raras las coloraciones

violeta, azul, negra y verdosa. También se ven bacterias fluorescentes verdosas, azuladas y amarillentas. Las bacterias fotoautótrofas se encuentran donde haya ácido sulfhídrico y luz suficiente para la asimilación. Las bacterias quimioautótrofas viven tanto en las aguas costeras como en el mar abierto; ejemplo: género Thiobacillus, que oxidan el azufre, se han comprobado sobretodo en las zonas donde se produce en ácido sulfhídrico (aguas costeras contaminadas).