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AD AS T R A

OTOÑO 1997

NÚMERO 10

EDITORIAL Ya nos acercamos a nuestro tercer año de existencia (parece que empezamos ayer, como suele decirse), y AD ASTRA ha dejado de ser un proyecto prometedor para convertirse en una realidad consolidada. De hecho, somos la revista electrónica más veterana de cuantas se hacen en España en la actualidad y una de las más leídas de todas las dedicadas al género fantástico. Siempre tuvimos claro a dónde queríamos llevar esta revista, algo que ha sido posible gracias a la colaboración de aquellos que, puntual o habitualmente, participan con sus escritos o sus opiniones. Intentamos hacer la revista que a nosotros nos gustaría leer, así que trabajamos para que el resultado final sea el mejor posible. La calidad ha sido, es y será nuestro norte, y esa apuesta por el bien hacer nos ha granjeado el apoyo y la fidelidad de un buen número de lectores, el verdadero motor de AA. Esto no presupone que vayamos a dormirnos en los laureles, más bien al contrario: pretendemos seguir evolucionando, pulir aquellos aspectos en los que todavía podemos hacerlo mucho mejor. ¿Qué camino queremos marcar en lo sucesivo para AA? Seguir potenciando aquello de bueno que ya tenemos. Los experimentos rompedores y la búsqueda de la piedra filosofal del éxito editorial no nos quitan el sueño, así que vamos a profundizar en nuestros puntos fuertes: * Pluralidad: tanto temática como en lo relativo a la procedencia de nuestras colaboraciones. Seguiremos tratando todos los temas que interesan a los aficionados en general y que no suelen tener acomodo en otras publicaciones del género, por sus propias limitaciones de espacio o energía. De igual manera, todo el que quiera colaborar en AA será bienvenido. El único requisito es el interés y la calidad de su obra, pues somos ajenos a cualquier tipo de partidismo o amiguismo mal entendido, y tampoco nacimos con la intención de autopublicarnos, un defecto muy extendido en este país. * Gratuidad: AA no es un negocio sino un medio de difusión cultural, a disposición de todos. El formato electrónico nos permite soportar unos costes reducidos, además de ser una opción de futuro. Ya sea enviándonos un disquete, copiándoselo a un amigo, imprimiéndolo para quien no tenga PC, o bajándolo de Internet o de una BBS siempre tendréis libre acceso a AA. * Periodicidad: somos trimestrales porque aparecemos cada tres meses con una puntualidad envidiable, no porque salgan 4 números al año. La bimestralidad, tan demandada por algunos lectores, está aún lejos ya que dado el actual nivel de calidad y extensión de nuestros contenidos sería difícil de superar reduciendo la periodicidad... salvo a que os animéis a presentar más colaboraciones. * Promoción de autores que escriban en español: sin renunciar a relatos o artículos de firma extranjera, está claro que en AA apoyamos el talento que tenemos en casa. Además de la calidad intrínseca de los nuestros, nos interesa mostrar la visión hispana (de España e Hispanoamérica) del género fantástico, así como servir de cauce de expresión y promoción de nuestros escritores y aficionados, ya sea en AA o en La Biblioteca Virtual. * Independencia: en AA rechazamos el vasallaje o seguidismo a cualquier asociación o grupúsculo de aficionados de CF que con la excusa de promocionar ese género (¿y qué pasa con el resto del género fantástico, por ejemplo?) sólo se promocionan a sí mismos o defienden espurios intereses. AA es simplemente una plataforma cultural pública y abierta, de todos y para todos, sin excepciones de ninguna clase. Nuestro único compromiso es para con nuestros lectores. En definitiva, queremos mantener nuestra trayectoria de seriedad y gusto por el trabajo de calidad, capaz de satisfacer los intereses de un lector cada vez más exigente. Confiamos en seguir contando con vuestro favor: cualquier idea, crítica, sugerencia o colaboración siempre será agradecida y bien recibida. 1

El camino es largo. Estáis invitados a seguir haciéndolo con AA, en buena compañía. Manuel Díez Román

EL ORÁCULO Manuel Díez Román  Quien desee ponerse en contacto con «Ad Astra» via e-mail puede enviar ahora sus comentarios, ruegos y sugerencias a [email protected] y las propuestas de colaboración a [email protected].  Está a vuestra disposición el nº 2 de «La Biblioteca Virtual», tanto en versión PC como Macintosh (en este caso especificadlo al enviar el diskette). Se trata de Charlie, obra de terror ambientada en la actualidad de Fran Morell. Los usuarios de Macintosh también podrán pedir y leer «Ad Astra» a partir de este nº 10, aunque sólo contenidos y no gráficos.  Ya está a la venta el noveno número de la colección Espiral-Ciencia Ficción. Se trata de Seis, novela finalista del premio UPC, de Daniel Mares (ver reseña en «En el punto de mira»). En octubre aparecerá el siguiente título de esta colección, Reflejo en el agua de Juan Antonio Fernández. Información y pedidos: Juan José Aroz, editor Apdo. correos 6064 Bilbao  Se puede solicitar la novela Brumose de Carlos F. Castrosín (ver reseña en «En el punto de mira») a Alfredo Lara, director de Opar Nuevas Singladuras: c/Argumosa 29 Madrid  Apareció el nº 9 de «Gigamesh» de Julio 1997, con una espectacular portada. Se desdobla en un seguimiento a fondo de la escritora Pilar Pedraza (recordad el «Ad Astra» nº 9) y un monográfico sobre la CF dura (hard). Información y pedidos: Librería Gigamesh (Revista Gigamesh) Ronda de Sant Pere 53 Barcelona  Está en circulación el segundo número de «NOVA Fantasía», revista electrónica gratuita dedicada al género fantástico en gallego, con artículos de fondo y algunos relatos extranjeros de primera línea. Información y pedidos: Avda das Camélias 28, 2º C Vigo  «El Fantasma» ha cambiado de nombre. Desde el volumen 15 de Julio 1997 se llama «Artifex», con una orientación más literaria. Incluye un artículo de Neal Stephenson y un relato de Neal Gaiman, nada menos. Información y pedidos: Luis García Prado c/Rodríguez Marín 90, 2º b Madrid 2

 En el nº 41 de «Mono Gráfico» encontraréis 120 páginas dedicadas al humor más corrosivo e inconformista y relatos cortos, entre los que figura uno de Santiago Segura y una entrevista a Alex de la Iglesia. Información y pedidos: Box 3003 Burgos  Salió el nº 19 de «Pórtico» correspondiente a Julio 1997. El boletín interno de la AEFCF incluye una extensa entrevista a Luis García Prado. Información y pedidos: Apdo. de correos 22 La Cañada (Almería)  En el 4º Informe de Progresos de la convención de Mataró se confirman los actos que tendrán lugar. Como novedad, comenzará el viernes por la tarde y no por la mañana, y la inscripción cuesta 6.000 ptas. Si en Barcelona´91 costó 1.000 en 6 años el precio ha subido un ¡600%! Por cierto, los actos de CF en la Semana Negra de Gijón fueron gratuitos.  Se espera una numerosa aparición de fanzines en octubre. «Gigamesh» promete un número con un controvertido artículo de Harlan Ellison. «Artifex», además de nuevo número, presentará sus colecciones de novela, algo que posiblemente también haga «Bucanero». «Parsifal» se despide al llegar a su décimo número. Difícilmente saldrá «Opar» y del resto de novedades destaca el esperado retorno de «Núcleo Ubik» (eso nos dicen).  También está prevista para octubre, coincidiendo con la HispaCón, la aparición de la antología Visiones 1997, seleccionada por Rafael Marín y patrocinada por la AEFCF. Contará con relatos de Rodolfo Martínez, J. A. Suárez, Félix J. Palma, Domingo Santos, Luis G. Prado y Ricard de la Casa y Pedro Jorge Romero, entre otros.  El 19 y 20 de septiembre tuvo lugar en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) el I Encuentro de CF en Lengua Catalana, organizado por la Sección de CF de la Asociación de Escritores en Lengua Catalana. Se realizaron diversas conferencias, debates y presentaciones de publicaciones, como la antología preparada por Antoni Munné-Jordà Futurs imperfectes. La ciencia ficció també viu en català.  La colección Nova de Ed. B, dedicada a la CF, cambiará de formato a partir de su número 101, dando entrada a obras más comerciales o que tengan versión cinematográfica para empujar las ventas. Y es que no es nada fácil editar 100 libros de CF en España. Nuestra enhorabuena por el inminente centenario.  Plaza y Janés está estudiando la posibilidad de editar una colección especializada de CF. No se sabe si publicarían novedades o reediciones. Ya veremos cómo acaba el tema.  En el diario «El Periódico de Catalunya» apareció en su sección de «Recomendamos» (21 de junio) la novela premiada de nuestro compañero Armando Boix, El Jardín de los Autómatas.  Se ha iniciado el rodaje de la película sobre el héroe literario de la postguerra «El Coyote», creado por José Mallorquí. El guión es de su hijo César, reconocido autor de CF y galardonado con diversos premios.  El 19 de junio se estrenó en el cine Palafox de Madrid el cortometraje Arañazos, de Pedro L. Barrero, realizador del programa «Inocente, inocente» emitido en varias TVs autonómicas. Narra 3

la historia de unos curiosos visitantes alienígenas a la Tierra y fue bien acogido por el público asistente a juzgar por sus risas y aplausos.  Un reciente estudio de la psicóloga británica Sandy Wolfson, publicado en agencias y diarios de todo el mundo (entre ellos «La Vanguardia») señala que Star Trek crea síntomas similares a los de la drogadicción entre sus seguidores. Lógicamente, a los trekkies no les ha hecho gracia esa noticia, según ellos «sensacionalista».  Los Premios Nebula 1996 quedaron como sigue: -Mejor novela: Slow river, de Nicola Griffith. -Mejor novela corta: Da Vinci Rising, de Jack Dann. -Mejor cuento largo: Lifeboat on a Burning Sea, de Bruce Holland Rogers. -Mejor cuento corto: A Birthday, de Esther M. Friessner.  Más premios de CF. El Premio Philip K. Dick recayó en Las naves del tiempo, de Stephen Baxter. El Premio Arthur C. Clarke fue para El cromosoma Calcuta, de Amitav Gosh (está publicada en Anagrama; se está convirtiendo en norma que el mejor fantástico actual haya que buscarlo en colecciones fuera del género). El Premio de la Asociación Británica de CF se lo llevó Excession, de Ian Banks (cuarta novela de la serie de la Cultura, que posiblemente no se edite nunca en España tras la caída de las colecciones de Martínez Roca). Y Ursula K. Le Guin fue finalista de los Pulitzer en la categoría de ficción.  El 8 de junio pasado murió George Turner, a la edad de 80 años. Uno de los más importantes autores australianos de ciencia ficción, en nuestro país es principalmente conocido por su distopia Las torres del olvido (1987), ganadora del premio Arthur C. Clarke.  También murió William Burroughs, último superviviente de la generación beat —a la que pertenecieron autores de la talla de Ginsberg y Keruac—. Su influencia fue decisiva en muchos de los más vanguardistas escritores de la ciencia ficción, como J. G. Ballard, Michael Moorcook o Norman Spinrad; pero a su vez es autor de numerosas novelas preñadas de elementos fantásticos y surreales, entre las que podemos citar The Naked Lunch (1959), The Soft Machine (1961) o Nova Express (1964), esta última incluida por David Pringle en su conocida selección de las cien mejores novelas de la ciencia ficción.  En la X Edición de la Semana Negra de Gijón parece que el género negro se diluyó. Lobo se pasa al espionaje y Schwartz al thriller. Los hispanoamericanos Luis Sepúlveda y Javier Morán, entre otros, presentaron novelas que combinan realismo mágico, aventura y crítica política. Los que vienen pisando fuerte son el alemán Haefs, procedente de la novela histórica y la norteamericana Isaacs, experta en best-sellers.  En Hispanoamérica ha aparecido un grupo llamado los McOndos, capitaneado por los autores chilenos Alberto Fuguet, Julián Barnes y David Gallager. En su manifiesto se declaran hartos del monopolio estético de «guayaberas, dictadores míticos, árboles genealógicos inacabables, milagritos de tocador y ambiente bananero y tercermundista del realismo mágico que ha degenerado hasta el punto de convertirse tan sólo en el deseo de satisfacer la mala conciencia de europeos y norteamericanos y sus sensibilidades hambrientas de magia y exotismo.»  El escritor colombiano Alvaro Mutis, reciente ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Letras, logró también el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, dotado con 6 millones de ptas.

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 La presidenta de Irlanda, Mary Robinson, entregó al escritor español Javier Marías el Premio Internacional de Literatura Impac, el más importante del mundo concedido a obras de ficción, en un acto celebrado en el Museo de Arte Moderno de Dublín.  Manuel Vázquez Montalbán, creador del archifamoso detective Carvalho, obtuvo el XXV Premio Scanno de Literatura por su libro Pasionario y los siete enanos, editado en Italia por Frassinelli. El galardón lo concede la Fundación Tanturri, de la provincia italiana de L´Aquila.  El escritor español Juan Marsé (Si te dicen que caí, Ultimas tardes con Teresa, El embrujo de Shangai, etc.) ganó el Premio Juan Rulfo, dotado con 100.000$ y considerado el equivalente hispanoamericano al Premio Cervantes español.  El periodista Martín Casariego obtuvo el Premio Ateneo de Sevilla de novela, dotado con 5 millones de ptas., por La hija del coronel. Narra la historia de un campesino pobre que se alista en la Legión y acaba enfrentándose a su coronel por el amor de su hija.  El Premio Hammet de novela, convocado por la Asociación Internacional de Escritores Policiacos, fue compartido por el mexicano Juan Hernández Luna con Tabaco para el puma y el español Javier Azpeitia con Hipnos.  La décima edición del Premio Clarín de Cuentos, organizada por la Asociación de Escritores y Artistas Españoles, fue ganada por Juan Van Halen con el relato A las 8.15.  El escritor uruguayo Mario Benedetti, su último libro Andamios está siendo un gran éxito en Hispanoamérica, vino a Valladolid a recibir su segundo doctorado honoris causa (el primero fue en mayo, en Alicante). Dijo que «el pasotismo de los jóvenes sólo es parcialmente cierto». Gracias maestro, por no creer que la juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo.  Se cumplieron 30 años de la publicación de Tres tristes tigres, la obra maestra de Guillermo Cabrera Infante. La Universidad Complutense de Madrid realizó un curso en El Escorial dedicado al autor cubano. Enrico Mario Santí, catedrático de Literatura Hispanoamericana de Georgetown dijo que era «uno de los grandes inventores, o reinventores si se prefiere, de la lengua española de este siglo».  Un ejemplar del libro Versos de agitación (México, 1935) de Rafael Alberti fue encontrado por un librero sevillano en unos fondos bibliográficos que adquirió en Nueva York. El poemario contiene 29 páginas con ilustraciones y es de un alto contenido revolucionario.  Menudo susto se llevó Mario Vargas Llosa mientras firmaba libros en un centro comercial de A Coruña. Al ir a dedicar un ejemplar a un lector, éste le dijo llamarse Miguel de Cervantes ante la sorpresa del escritor. Aprovechó para tranquilizarle diciéndole que era biólogo y que nunca le haría la competencia como novelista.  Miguel Angel Cortés, secretario de estado de Cultura de España, afirmó que se mantendrá el precio fijo de los libros. Dijo que «el problema no es el precio fijo, es el precio caro». Este hombre es un lince. Poco se puede esperar de quienes su mayor preocupación cultural se limita al control de los derechos televisivos del fútbol.  ¿Se escribe por la fama, el ego, dinero...? Tom Sharpe, cuyo último libro Becas flacas publica Anagrama, lo tiene claro. «Escribo por dinero para poder seguir escribiendo, pero si quisiera hacerme rico ¡sería banquero o político!». 5

 La editorial Warner Books ha encargado al escritor Michael Walsh que escriba una novela que continue la famosísima película Casablanca. El título provisional es As time goes by, y la publicación está prevista para otoño del 98.  Se cumplió el 75 aniversario de la primera edición de Ulises (Paris, 1922), la obra de James Joyce que revolucionó el concepto formal de la novela. Libro fundamerntal de este siglo, con tantos defensores acérrimos como detractores.  En agosto se conmemoró el centenario del nacimiento de Enid Blyton, la escritora de literatura infantil más leída del mundo. Con más de 600 títulos en su haber, creo series tan famosas durante varias generaciones como «Los cinco» y «Los siete secretos».  La actriz Sharon Stone descubrió una obra inédita de Aldous Huxley (autor de Un mundo feliz) y Christopher Isherwood. Se titula Las manos de Jacob, tiene 120 páginas y narra la historia de un obrero que tiene el poder de curar con sus manos. Posiblemente sea llevada al cine.  La editorial Harper Collins ha cancelado los contratos de 70 libros porque sus autores no presentaron los manuscritos en las fechas acordadas. Se acabó la tradicional informalidad de los escritores como, por ejemplo, Truman Capote que consiguió aplazar la entrega de su última novela la friolera de 20 años.  El congreso anual de la Asociación de Médicos Británica solicitó el concurso de algún poeta que pusiera en verso el juramento de Hipócrates, por ser la versión actual bastante pesada y enfática. Y luego dicen que la poesía es aburrida.  La Organización Nacional de Ciegos de España, ONCE, y la editorial Larousse presentaron el primer diccionario enciclopédico del mundo para ciegos. Dispone de un interfaz de usuario por el que la información se transmite a través de un sintetizador de voz, mientras que para el manejo de la aplicación sólo se precisa de un conjunto reducido de teclas.  El grupo alemám Bertelsmann, líder mundial del sector editorial, propietario en España de Plaza y Janés y revistas como Cosmopolitan, Geo, Muy Interesante y otras, prepara su entrada en China con la creación de un Círculo de Lectores similar al existente en España y otros cuarenta paises.  Dos asaltantes atracaron una biblioteca de Buenos Aires y únicamente se llevaron las obras de Jorge Luis Borges, 50 libros valorados en unos 2.000 pesos (unas 300 mil ptas.). Ante el poco valor crematístico del botín todo apunta que el golpe fue ordenado por un fanático de Borges.  Antes se decía que el saber alimentaba la mente. Ahora un diario sueco va a hacer que su página dedicada a Sociedad y Opinión sea comestible, nada menos. ¿Se harán realidad frases como «te vas a tragar esas palabras» o «se le indigestó la noticia»?  Durante las noches de los viernes de agosto y septiembre el escritor John Le Carré leyó en la emisora de la BBC Radio 2 una versión abreviada de su última novela, «El sastre de Panamá».  Ruth Rendell ha tomado el relevo de Agatha Christie en Inglaterra. Dentro de poco se estrenará la adaptación de Carne trémula dirigida por Almodóvar, y Grijalbo acaba de publicar Las llaves de la calle, novela que convierte el género negro en retrato social.  Continua la polémica en Alemania ante la implantación de las reformas ortográficas destinadas a simplificar el aprendizaje del alemán. Varias sentencias judiciales han paralizado la reforma y todo 6

parece apuntar que el conflicto terminará resolviéndose en el Tribunal Constitucional de Karlsruhe, que tendrá que decidir si la lengua es o no un contenido «neutral», esto es, si afecta o no a los derechos fundamentales de los ciudadanos.  Un reciente estudio ha señalado que en el mundo se hablán más de 10.000 idiomas, cuando hasta ahora se contabilizaban unas 6.500. Los países con mayor variedad linguística son Papua-Nueva Guinea y Nigeria, con 750 y 400 idiomas respectivamente.  La revisión de los fondos del archivo administrativo del Ayuntamiento de Barcelona ha permitido el descubrimiento de tres planos originales de la Sagrada Familia firmados por Antoni Gaudí. Uno de ellos reviste notable interés puesto que incluye una silueta del alzado desde diversos ángulos.  El patronato que gestiona Altamira (Cantabria) ha aprobado la construcción de una réplica de la gruta con sus pinturas prehistóricas, y de un conjunto museístico a su lado para facilitar a un número ilimitado de visitantes (8.500 personas al año en la actualidad) el disfrute de ese tesoro paleolítico de hace 14.000 años.  En el yacimento de La Pedrera (Lleida) se ha descubierto el fósil de cría de ave más antiguo del mundo. Vivió hace 120 millones de años y refuerza la hipótesis de que los pájaros descienden de los dinosaurios. Todavía no tiene nombre.  Excavaciones realizadas en el yacimiento de Las Hoyas (Cuenca) han descubierto un fragmento de un dinosaurio del grupo Ornitomimosaurio, único en Europa. Los restos pertenecen al cretácico inferior, hace más de 100 millones de años, lo que los convierte en los más antiguos de este tipo encontrados en el mundo.  En Lourinha (Portugal) se encontró un nido de dinosaurios carnívoros bípedos del Jurásico superior que conservan, en excelentes condiciones para los investigadores, más de 100 huevos de dichos animales, algunos incluso contienen los esqueletos de sus embriones. Podrían datar de hace 140 millones de años.  Se descubrió en Australia el esqueleto fosilizado de un pájaro del tamaño de un elefante, posiblemente la mayor ave que ha existido jamás. De la especie Dromornis stritoni, parecida a una avestruz, que vivió hace unos 80 millones de años, el ejemplar hallado era mucho más grande de lo habitual.  Científicos de la Universidad de Montana (USA) afirman haber encontrado por primera vez rastros de sangre en los huevos de un dinosaurio Tyrannnosarus rex, de hace unos 65 millones de años.  En Kimberley (Australia) se ha descubierto una senda de dinosaurios de 80 km. de longitud, la más larga del mundo hasta ahora. Las huellas fosilizadas pertenecen al menos a 12 especies de hace unos 120 millones de años.  El equipo antropológico español del yacimiento de Atapuerca (Burgos) publicó un estudio en «Science» donde demuestra que las diferencias morfológicas entre sexos se mantienen desde hace 300.000 años, rechazando así la teoría del dimorfismo sexual de los homínidos del pleistoceno medio.  Tras 15 años del hallazgo del yacimiento de Orce-Venta Micena (Granada) parece haber concluido la polémica científica sobre el origen humano del fósil del llamado «hombre de Orce». Dos artículos en la revista «Journal of Human Evolution» certifican que dicho fósil corresponde a un equino y no es de origen humano. 7

 El hallazgo en Suráfrica de unas pisadas humanas de hace unos 117.000 años que podrían pertenecer a una mujer (aunque también podrían ser de un niño por el tamaño) han dado alas a la teorías sobre la existencia de una «Eva» prehistórica, portadora de un tipo particular de ADN y antepasada común de los humanos modernos.  Se celebró en Elche el centenario del descubrimiento de la famosa Dama de Elche, obra cumbre del arte ibérico. Fue una fiesta deslucida debido a la ausencia de la escultura por una decisión polémica del Museo Arqueológico Nacional de Madrid.  Frente a las costas de Túnez se localizó el mayor cementerio de barcos antiguos. Era el trayecto más corto entre el norte de Africa y Roma, y se han encontrado barcos romanos datados entre los siglos II a.C. y V d.C. y galeones árabes de los siglos XVII y XVIII.  Tuvo lugar en Zurich la «Street Parade», un desfile lúdico en el que se dieron cita cientos de miles de ravers de toda Europa para bailar por las calles al ritmo del techno, el house y el drum´n´bass.  Para éxito el de la Love Parade, en Berlín. Cerca de un millón de ravers de todo el mundo, según los organizadores, acudieron a la más popular de las marchas festivas para los amantes del techno.  Se celebró en Barcelona la cuarta edición de Sónar, muestra de músicas avanzadas y arte multimedia. Además de conciertos y foros a través de Internet, actuaron varios DJs y grupos tanto nacionales como extranjeros, siendo la más exitosa el concierto de Daft Punk, el grupo techno francés.  En septiembre se celebró en la ciudad suiza de Linz Ars Electrónica, punto de encuentro para entusiastas de la realidad virtual, la cibernética y la robótica. Hubo concursos de informática y videoarte. Los círculos electrónico-intelectuales, desengañados por el mito «Ciberlandia», profundizan en esta edición en el «factor carne»: el hombre como máquina de información.  Según un estudio cada español ve la TV una media de 3 horas y 28 minutos, 6 minutos menos que en 1996. Ahora entendemos la honda preocupación de nuestro Gobierno por el futbol televisado.  Logos TV Tarragona es una nueva emisora local de telepredicadores evangelistas que pretende «llevar la palabra de Dios a los hogares, frente a tanta basura y programas dictados por el diablo». ¿Y quién nos defiende a nosotros de los «salvadores»?  Un estudio realizado por la Universidad Estatal de California concluyó que los estudiantes que aprenden sólo a través de Internet mejoran su rendimiento en relación a la enseñanza convencional. El grupo que trabajó en el aula virtual obtuvo resultados un 20% superior a los que asitieron al aula presencial. Ningún estudiante sabía que participaba en un ensayo para medir la eficacia educativa de la red.  ¿Para qué utilizan el ordenador los españoles? Pues parece ser que lo que más nos gusta es utilizarlo como procesador de textos (59%) y para jugar (27%). Sólo programa un 4% de sus usuarios.  Los ordenadores que equiparán la futura estación espacial Alfa son 80386, porque cuando se diseñó no existían los Pentium. Si ahora están anticuados, cuando funcione la Alfa serán piezas de museo. Eso sí, afortunadamente los astronautas usan portátiles.

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 El Tribunal Supremo de USA declaró inconstitucional la Ley de Decencia de las Comunicaciones, aprobada por el Congreso de ese país con el fin de censurar los contenidos eróticos y pornográficos en Internet.  Bill Clinton contraatacó anunciando un próximo acuerdo con la industria informática para instalar un dispositivo que permita a los padres bloquear el acceso de sus hijos a páginas web de Internet de contenidos violentos o pornográficos.  El obispo Jorge Palencia, presidente de la Comisión Pastoral de Salud de México D.F. recomendó contra el sida «las relaciones sexuales virtuales, es decir, vía Internet, por medio de la computadora». ¿La Iglesia dixit?  Bill Gates invirtió 150 millones $ en acciones de su rival Apple. Microsoft desarrollará el Office para Macintosh y Apple instalará el Explorer en sus sistemas operativos. Microsoft sería pasto de las leyes antimonopolio de su país si cayera Apple y, a pesar del acuerdo, hay grandes dudas sobre el Rhapsody, el nuevo sistema operativo de Apple para el 98.  Cabocomm, una pequeña compañía danesa de informática, detectó un grave error en Netscape: los operadores de una página web pueden acceder a los PC´s de quienes les visiten y apoderarse de sus archivos, siempre que conozcan el nombre exacto del archivo almacenado en el PC del internauta. Lo grave es que el error está en el propio programa de Netscape.  El error de un técnico de Network Solutions, que envió archivos dañados a 10 servidores base de todo el mundo, provocó que millones de usuarios no pudieran acceder a Internet durante un día. Esa misma compañía había sufrido hacía poco el sabotaje de un hacker.  Shokyu Ishiko, sumo sacerdote del templo Daioh de Kyoto, ha dedicado un altar a Manjusri (dios de la sabiduría) para celebrar ritos en memoria de la información perdida por error en Internet o porque le ha llegado su hora de perecer bajo la tecla de borrar (www.thezen.or.jp)  Los servicios secretos españoles, el Cesid, se abren al mundo: www.tsai.es/cesid. Hasta podéis convertiros en espías y émulos de 007 a través de la red.  George Lucas tiene una web en la que va avanzando detalles del nuevo rodaje de Star Wars: www.starwars.com/episode-i. En ella se ve la primera escena de la película: la llegada a la ciudad de Coruscant de una nave de pasajeros en forma de submarino atómico volador.  Es impresionante el auge de la venta de libros a través de Internet. La empresa británica Internet Bookshop está especializada en CF y ofrece descuentos de entre un 20 y un 40% en el precio de venta. Eso está prohibido en España desde el RD 464/1990, pues los limita a un máximo del 5%, o 10% en tiempo de feria. Como sostiene Pedro Schwartz, escritor y presidente del Instituto de Estudios de Libre Comercio, la desaparición del precio fijo de venta al público, inexistente en USA y Gran Bretaña, favorecería la venta de libros.  La mascota virtual Tamagoutchi, ideada en Japón para niños de 3 a 12 años, ha tenido un éxito arrollador. Vendió 14 millones de unidades en Japón, 3 millones en USA y está entrando con fuerza en España. Tiene varias páginas web y proximamente saldrán 2 juegos de PC del dichoso invento.  Acaba de salir al mercado una nueva versión del Tamagoutchi. Ante las quejas de los padres porque la «muerte» del bichito deprimía a sus hijos, en este modelo resucita en el cielo. Ya se ha prohibido en colegios de Corea del Sur, Taiwán y Hong Kong. 9

 El Senado de USA decidió por unanimidad prohibir los juegos electrónicos en los ordenadores de la administración pública. Cómo debía haber degenerado el tema para tener que legislar algo así. ¡Y luego nos quejamos de los funcionarios de España!  Dentro de poco llegarán varios juegos de PC inspirados en obras de CF como Riverworld, Ubik, Blade Runner, Star Trek. First Contact, Star Trek. Secret of Vulcan Fury, y de la saga Star Wars Rebellion y Jedi Knight.  Los amantes de la ultraviolencia en bytes tienen en Blood a su programa, una auténtica carnicería gore. Claro que dentro de poco será superado por otro «juego» más brutal, Shadow Warriors.  En el departamento de cibernética de la Universidad de Reading (Reino Unido) se han creado 7 robots que pueden aprender y comportarse como «cachorros». Se les ha dotado de un cerebro equivalente al de una babosa y esperan que dentro de 5 años puedan alcanzar el nivel de un gato.  La compañía Honda Motors presentó «Humanoide P-2», un robot que mide 1,80 m. y pesa 210 kg. con capacidad para tomar decsiones propias. Camina erguido y puede modificar sus movimientos poara adaptarlos al terreno que pisa, sin recurrir a mandos a distancia. A pesar del nombre, tiene poco de humanoide.  A finales de agosto se celebró en Nagoya (Japón) el primer campeonato mundial de fútbol robotizado. Ordenadores previamente programados decidían los movimientos de cada robot, de entre 15 y 102 cm. de altura según la categoría. Por España participó la Universidad de Girona.  En China piratear los chips de Intel es un deporte nacional. Raspan el número de serie de un chip sin marca, lo repintan y le incorporan una nueva velocidad mejorada. Así se están vendiendo cientos de miles de semiconductores ilegales a precios elevados.  El teorema de Robbins, según el cual un conjunto de 3 ecuaciones es equivalente a una álgebra de Boole, permaneció sin demostración desde que se planteó en los años 30. Recientemente, William McCure lo logró con un programa informático de deducción automática, y la solución es difícil de interpretar y alejada en principio de la lógica humana. ¿Desarrolló, entonces, el programa un método creativo? Según su autor no. «No creo que los ordenadores creen o piensen», dijo.  Según un estudio de la Universidad de Pittsburgh publicado en «Nature», la inteligencia está más ligada al ambiente, y especialmente a las condiciones ambientales del útero donde se desarrolla el feto, que a la huella genética. Estudios hechos con gemelos criados por separado demuestran que sólo el 48% del C.I. viene explicado por la herencia genética.  Científicos de USA han identificado un gen asociado al proceso de envejecimiento, el p21, que afecta al plazo de las células humanas somáticas (es decir, no reproductivas) en cultivo. Casi todas las células mueren después de un número determinado de divisiones, y el equipo investigador ha desentrañado el papel del p21 en el mecanismo por el que el proceso de división se detiene.  La empresa de USA ABS Global anunció el nacimiento del primer ternero clónico. «Gene» fue concebido de forma parecida a Dolly, con la salvedad de que se consiguió duplicando una célula de un feto de sólo 30 días.  Los científicos británicos que crearon a la oveja clónica Dolly están trabajando con vacas y ovejas modificadas genéticamente, capaces de producir plasma sanguineo humano. De momento han creado a «Polly», otra oveja clónica, capaz de dar leche con una proteina humana. 10

 Cuando aún no se han diluido los ecos de la clonación de Dolly, parece ser que dicho trabajo estaba inspirado en el de un científico danés, Steen Malte Willadsen, genio iconoclasta de la clonación. Actualmente trabaja en el estudio de óvulos de ratones y seres humanos, desarrollando métodos para congelarlos. Cree que los hombres podemos ser clonados y declara que «el papel de la ciencia experimental es violar las leyes de la naturaleza.»  La NASA ha elegido a dos científicos españoles para realizar el proyecto Neurolab, que tendrá lugar en una misión espacial del 98 y tiene como objetivo el estudio del comportamiento del cerebro en el espacio. Es de vital importancia de cara a la colonización humana del espacio.  La nave Discovery realizó su 23ª misión; esta vez fueron 11 días dedicados al análisis meteorológico y a probar un brazo espacial articulado de fabricación japonesa para verificar su viabilidad próximas misiones.  La nave no tripulada Mars Pathfinder llegó a Marte sin novedad después de 7 meses de viaje. Fue en la estación de la NASA en Robledo de Chavela (Madrid) donde se recibieron las primeras señales de la nave desde suelo marciano.  Donna Shirley, diseñadora del rover Sojourner que está inspeccionando Marte, declaró que desde niña quería ir al planeta rojo, especialmente desde que leyó Las arenas de Marte de Arthur C. Clarke. Gracias a sus sueños de infancia, los secretos de ese planeta ahora nos son más accesibles.  La NASA decidió reemplazar a Wendy Lawrence por otro astronauta en la próxima misión yanqui de la Mir alegando que era demasiado baja, 1,60m., para el traje rígido que usan los rusos en sus trajes espaciales. Lo curioso es que los rusos dijeron que astronautas más bajos habían utilizado esos trajes.  La NASA ha aprobado una prórroga de dos años del viaje de la nave automática Galileo en el entorno de Júpiter para poder seguir estudiando su satélite Europa. El descubrimiento en febrero en su superficie de algo que podrían ser bloques de hielo ha motivado ese interés.  La Agencia Espacial Japonesa ha anunciado la preparación de una misión lunar para el 2003. Se trata del satélite Selena, que quedará en órbita tras soltar un vehículo lunar.  La ESA ha aprobado la fase de estudio de una misión a Marte, denominada Mars Express. La decisión definitiva de aprobar el proyecto se tomará el año que viene.  Tras el éxito del lanzamiento del satélite español MINISAT 01, los alemanes lanzarán en 1999 el minisatélite CHAMP, que recabará datos científicos del polo sur.  La estación espacial rusa Mir lleva unos 1.500 percances en sus 11 años de vida. El choque ocasionado por la nave transportadora Progress M-34 agujereó la estructura del módulo Spektr, obligando a sellar varias secciones. Los yanquis no quieren volver a la Mir hasta que les aseguren su seguridad.  Por si fuera poco, la Mir perdió su orientación al Sol debido a un error humano al desconectar unos cables del ordenador de a bordo. Para reorientar la estación debieron utilizar los motores de la nave de escape soyuz acoplada, indispensable para que la Mir pueda volver a la Tierra. Para rematarlo, el acoplamiento de la Soyuz TM-26 y la Mir tuvo que hacerse manualmente por a un fallo en el sistema automático. 11

 En la revista «Nature» se confirma que una roca de 10 km. de diámetro descubierta hace 11 años, el asteroide 3753, está gravitatoriamente cautiva de la Tierra y orbita en resonancia con nuestro planeta. Este asteroide no suponen ningún problema... al menos en los próximos 100 millones de años.  Si hasta hace poco sólo se conocían satélites naturales alrededor de los planetas, se ha descubierto que los cuerpos pequeños, como los asteroides, tiene lunas. Mediciones del Observatorio Europeo Austral demostraron la existencia de un pequeño satélite en órbita del asteroide 3671, Dionysus.  En «Science» se publica que por primera vez se ha descubierto la presencia de agua en la superficie del Sol. En el interior de una estrella eso es imposible, pero en su superficie pueden existir moléculas siempre y cuando sus temperatura no supere los 3.225 grados.  Gracias al satélite Soho se han detectado bajo la superficie del Sol violentos flujos de gas ardiente y cargados de electricidad. Esas corrientes de plasma cerca de las regiones polares del Sol pueden ayudar a comprender las manchas solares y las causas de las tormentas electromagnéticas.  La Agencia Europea del Espacio, ESA, gracias a los datos procedentes del satélite IUE de exploración en ultravioleta, ha confirmado la existencia de masa gaseosa que gira vertiginosamente alrededor de un agujero negro en el centro de la galaxia 3C390.3, a 1.000 millones de años luz de la Tierra.  La astrofísica española Pilar Ruiz Lapuente presentó en «Science» las hipótesis sobre de dónde sacan las supernovas de tipo Ia la energía en forma de calor para estallar. La respuesta radica en que se trata de sistemas binarios, aunque no se haya podido detectar al compañero de la supernova.  La nave espacial rusa Buran, que nunca llegó a salir al espacio, se ha convertido en un curioso restaurante en el parque Gorki de Moscú, donde además de comer los clientes pueden tener una experiencia de ingravidez en su interior.  Se cumplió medio siglo del supuesto incidente ovni en Roswell (USA), curiosa efemérides que fue aprovechada por los amantes de los fenómenos paranormales de todo el mundo para esperar nuevos avistamientos de ovnis. Esperaron en vano.  El 47% de los estadounidenses creen que los extraterrestres han visitado la Tierra, según una encuesta de Gallup. Menuda decepción se habrán llevado tras la publicación de un informe de la CIA que admite que la mayoría de los fenómenos inexplicables de naves se debían a aviones espías de USA, los U-2 y SR-71 Blackbird. Por cierto, un 65,9% de los españoles cree en ovnis.  ¿Existe vida en otros planetas? Detalle delicado para la Iglesia. Según Gino Concetti, teólogo oficial de «L´Osservatore Romano», «Dios ha podido crear otros mundos parecidos a la Tierra, e incluso diferentes, pero también habitables por seres inteligentes. En tal caso, la cuestión que se nos plantea es si esos seres son descendientes de Adán y Eva. Si no fuera así habría que preguntarse entonces si ellos también nacen con el pecado original». Claro, si nacen en «estado de gracia» la pasión de Cristo sufrida para salvarnos carece de sentido para los extraterrestres. ¡Menudo dilema! PREMIO ALFAGUARA Internacional de Novela 1998 * Novela inédita en castellano. * Dotación: 175.000 dólares USA. * Extensión mínima 250 páginas. 12

* Plazo de admisión de originales finaliza el 30-11-97 * El fallo del jurado se hará público en febrero de 1998. * La obra premiada setá publicada por Alfaguara y comercializada simultaneamente en España, América Latina y Estados Unidos. Más información: (91) 322 47 70 y http://alfaguara.com

LA ARAÑA EN LA RED Eduardo Vaquerizo Considerando que: La sociedad democrática esta basada en el derecho de todos a acceder a la información publica y el derecho de asociarse libremente, y que en años recientes, se han desarrollado estructuras técnicas para manipular esa información, las cuales obscurecen la accesibilidad a esa información a través de la complejidad, y que esas estructuras técnicas también sirven para aislar a la gente y para anular su derecho de asociación, AFIRMAMOS Y DECLARAMOS:  El derecho a descubrir no solamente toda la información pública, sino también el funcionamiento de los mecanismos por los cuales esta información es recolectada y procesada; y  La responsabilidad de evitar dañar a otros mientras ejercitamos este derecho de descubrimiento, y  El derecho y responsabilidad de compartir el conocimiento y las habilidades que sirven para revelar la función de los mecanismos de procesamiento de información, mientras guardamos estrictamente la confidencialidad de la información que ha sido confiada o entregada a dichos mecanismos por partes privadas. Decimos NO a la sociedad de la información, SÍ a una sociedad informada. El texto citado fue propuesto por Lee Felsestein, como la declaración ética del Hacker el 4 de agosto de 1989 en Amsterdam, Holanda, durante la primera reunión internacional de hackers, la Galactic Hacker Party. Fue aprobada por unanimidad de los asistentes a la fiesta. 0 1Es difícil conjugar lo anterior con la tradicional imagen del hacker: un tipo amoral, interesado solo en abrir las cuentas secretas de entidades bancarias o estúpidos chavales que por error están a punto de iniciar guerras nucleares ¿Qué es en realidad un Hacker? ¿Que es esa sopa de palabras extrañas todas acabadas en k, hack, crack, freak, phreak, cajas de colores, virus, y que se esconde detrás de seudónimos rimbombantes como El caballero relámpago, El club del caos, etc.? 2En esta nueva entrega de la araña en la red, vamos a intentar aclarar un poco todo ese fascinante embrollo, ese paisanaje virtual donde, a poco que se profundiza, se vislumbra toda una subcultura, una corriente subterránea de seres interesados, locos, altruistas, genios, inadaptados que viven inmersos en un universo al que la mayoría de nosotros solo vemos la superficie. 3Hagamos un poco de historia. 4«Hack» significa golpe, corte seco. Es él termino que se usaba para describir la forma más habitual en que los técnicos de centralitas telefónicas a relés arreglaban un relé pegado; un golpe seco. La persona que realizaba aquello era un «hacker». Los primeros ordenadores eran a válvulas y relés, y al igual que las centralitas, a veces un buen golpe hacia que alguna válvula vacilante o un relé perezoso empezase a funcionar. O sea la primera definición de hacker a la que podemos acudir es «persona con conocimientos profundos y no ortodoxos de 13

un sistema que le dan gran control sobre él». El «sistema» puede ser una red de telefonía, una red informática, una tarjeta de crédito, un cajero automático o un sistema encriptado de televisión tal como el canal plus. Pero para definir completamente a un «hacker» hay que añadir el elemento de desafío, desafío técnico. Cuando los sistema informáticos tenían sus hackers, personas que disfrutaban desentrañando y experimentando con lo que el ordenador de su trabajo o su oficina les dejaba o no hacer. Eran pocos, limitados al numero de ordenadores existentes, grandes y caros por entonces. 5Así fue como, en 1960, un despistado empleado de la Bell Telephone company le dijo a un amigo que existían unos números, sin coste, usados para pruebas en las centralitas telefónicas. Dos o más personas que llamasen a uno de aquellos números podrían hablar gratis, y con los conocimientos suficientes, enlazar con la línea y llamar a cualquier parte del mundo sin coste alguno. Aquellos númeritos se extendieron como la pólvora. Era un desafío (personal, la dificultad, a la autoridad, la todopoderosa y prepotente Bell) que no se podía rechazar. En 1961, solo un año después, Bell investigó en el State College de Washington, llamadas extrañamente largas a un numero de información. Los investigadores encontraron en el colegio una caja extraña de color azul (desde entonces a cualquier dispositivo que hiciese algo similar se le llamo Blue Box) que reproducía los tonos multifrecuencia secretos de la compañía. Descubrieron con horror que ellos mismos habían publicado esos tonos en una revista técnica interna a la que tenían acceso todos los estudiantes de ingeniería electrónica. Había nacido el «Phreaking» contracción de Phone (telephone), freak (engendro) y hack. 6En 1977 (6 años antes que el primer PC) terminó el desarrollo del Apple II. Fue la primera computadora personal tal como las conocemos ahora. Era barata, potente y con ella en su poder, miles de personas dispusieron por primera vez de un ordenador para ellos solos durante todo el tiempo que deseaban. Steve Wozniak (Oak) y Steve Jobs (Berkeley) la había desarrollado a partir del dinero que ganaron vendiendo Blue Boxes, y proféticamente el Apple II fue el catalizador que hizo unirse el hack y el Phreak. Las redes estaban creciendo, el ordenador cada vez era más omnipresente, aparecieron los módems y miles de chicos con sueños e inteligencia se aplicaron a entrar donde hasta entonces sólo los grandes (estado, corporaciones) podían entrar. El hacker informático había alcanzado su mayoría de edad. Por citar algunos ejemplos: 7 8A mediados de los años 80 un hacker desconocido Michel Synergy ingresó en la TRW, una agencia de crédito americana que almacenaba datos sobre 80 millones de personas, y descubrió irregularidades en cientos de tarjetas. Investigando un poco, descubrió que se trataba de miembros del programa de protección a testigos. Denunció el agujero negro de seguridad al FBI. 9Por las mismas fechas, hackers ingleses, apenas unas docenas, empezaban a actuar. Triludan, The Warrior y Steve Gold entraron en la red telemática PRESTEL de compras y mensajes, probando las claves que les parecían más lógicas durante una semana. Lograron un acceso como operador del sistema y después de aquello pudieron modificar lo que les vino en gana. Entro otras cosas cambiaron la paridad de la libra con el dólar a un valor más favorable a los ingleses, enviaron un mensaje al príncipe Felipe firmando como «el hacker real». En Connecticut, Estados Unidos, New Jersey Hack Sack fue investigado en relación con una estafa en el uso de números de tarjeta de crédito. En su casa la policía encontró manuales de uso reservado de los satélites de AT&T y Comsat, números de tarjetas de crédito, teléfonos secretos de altos oficiales de seguridad del estado, y datos sobre los sistemas de seguridad de la secretaria de defensa. Ese mismo año, 1985, sin duda el año de los Hackers, el Chaos Computer Club hackeó Btx, un servicio fundado por los correos alemanes parecido al que intervino Triludan. Un ejecutivo del Bundespost poco enteradado había declarado meses antes «Btx es inexpugnable, tiene severas medidas de seguridad». Nunca lances un desafío de ese calibre a un hacker, esa es la conclusión que debió obtener aquel ejecutivo cuando los hackers hicieron que el banco Hamburger Sparkasse llamase durante diez horas al club y colgase al obtener respuesta. La cuenta telefónica ascendió hasta los 135.000 marcos. 14

Wau y Steffen, los miembros más sobresalientes del club, obtuvieron categoría de héroes nacionales. En mayo de 1987 un reportase en «Stern» desveló las demás actividades del club. Hackeo de la Nasa; Centro de Investigaciones Espaciales de Los Alamos, California; banco de datos de la agencia espacial Europea EuroSpand; Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) con cede en Ginebra; instituto Max Plank de física nuclear; laboratorio de biología nuclear Heidelberg (Alemania Federal); organismo espacial de Japón. Todo fruto de un monstruoso bug en la seguridad en el sistema operativo VAX VMS. —¿Cuantas veces ingresaron? —pregunto un periodista a Wau —Mas de cien desde mayo —estimo Holland —¿Siempre de la misma manera? —No. Para que no nos descubrieran, hicimos un programita que modificaba algunas de las funciones del sistema operativo y nos permitía ingresar sin que nos vieran. El VMS obedece a los comandos Monitor, Show y Loginout; si el administrador los ejecuta, la pantalla muestra información, incluso quienes están conectados. Lo que hicimos fue falsificar esas tres pantallas para que no nos detectaran. Después creamos otro programa que copiaba y encriptaba las passwords; lo dejábamos funcionando un tiempo, sacábamos el archivo, lo desencriptábamos y teníamos las claves para meternos con identificaciones legitimas. —¿Cómo los descubrieron? —El primer aviso de intrusos fue dado en agosto por Lennard Philipson, jefe del Laboratorio Europeo de Biología Molecular. Pero el mayor error lo cometió uno de los nuestros: se quedo demasiado tiempo con la clave trucada, el administrador vio que se consumían muchos recursos de su maquina y ejecutó Monitor y Show. La respuesta, por nuestro programa, fue que «nadie» estaba conectado y eso no podía ser. Ahí se dieron cuenta. Un asunto más serio fue el que implicó a la KGB en actividades hack. Peter Kalh, croupier, adicto a algunas drogas, no sabía nada de computación excepto que existían hackers y que conseguían cosas que parecían imposibles de otro modo. Decidió llamarse a sí mismo Hagbad (nombre sacado de la trilogía de los Iluminati) Primero paso programas pirateados, conseguidos fácilmente de las BBS's. Después el KGB empezó a exigir piezas más grandes. El Pentágono, la NORAD, el MIT, la NASA, Philips France. El no sabía como acceder allí. Sin embargo en el congreso anual del Chaos computer de Hamburgo conoció a Hans Hubner «Pengo», también adicto como Kalh, y que era un autentico hacker. Sólo necesitaban ayudarse de un programa escrito por Steffen Weihruch «el genio de los VAX» que capturaba login y passwords de los sistemas VMS. Por ultimo para atacar a los entonces emergentes sistemas Unix, reclutaron a Marcus Hess, a quien le atrajo la idea de comprar por fin ese deportivo soñado. En 1986, en los laboratorios de investigación espacial de Lawrence Berkeley, California. Clifford Stoll, un astrónomo empleado de los laboratorios, denuncio que personas no autorizadas habían intentado obtener datos con códigos tales como nuclear, ICBM, Starwars o SDI. En 1987 Roy Omond, director de un sistema VAX en Heidelberg, descubrió los verdaderos nombres de los hackers espías y los publicó en un mensaje al resto de los usuarios de la red europea SPAN. Sin embargo nadie le hizo caso. Sólo cuando otros hackers como Bach y Handel fueron descubiertos y puestos en busca y captura por la ley francesa acusados de robo por Philips France, y la KGB se volvía ida tras ida más codiciosa. Pengo y Hagbarg pensaron sacar provecho de una amnistía en la ley de espionaje para aquellos que colaboraran con los investigadores y no registraran antecedentes. En 1988 amparados en ella se declararon espías y fueron testigos de cargo en el juicio contra Hess y Kahl. Hess fue condenado a veinte meses de prisión y una multa de diez mil marcos; Kahl a dos años y tres mil marcos, pero ambas sentencias se sustituyeron por libertad condicional. Dos meses después del juicio el cuerpo de Hagbarg apareció carbonizado. El hecho nunca pudo aclararse y fue cerrado como suicidio, aunque nadie se creyó tal veredicto. 10 11Los americanos vivieron su particular odisea cuando el 29 de Junio del 89 alguien hizo esta llamada a Robert S, director de seguridad de Indiana Bell Telephone:

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—Hola. Hay cinco bombas informáticas de relojería diseminadas en tus 5ESS, en distintos lugares del país —escucho por el auricular—. Van a explotar el día del 4 de Julio. El juego consiste en encontrarlas antes de que se ejecuten. 12 Una bomba informática, un pequeño y letal programa, colocada en una centralita telefónica podía activarse en una fecha dada y empezar a multiplicarse y a bloquear las comunicaciones hasta sumir al país entero en el caos de la incomunicación. La central de investigación de la compañía y el FBI entraron en acción y desencadenaron una ola de detenciones de hackers como no ha habido otra igual. La clave «Dark Side, BBS». «Dark Side BBS» era una BBS, un sistema informático fácil y económico por el cual un ordenador se conecta a un teléfono y la gente puede conectarse y descargar o carga software y mensajes. Dark Side era el corazón del movimiento Hack y estaba controlado por el FBI desde que su gestor (sysop) «The Dictator» fue amenazado hasta que colaboró con ellos. The Prophet, The Urvile y The Leftist, integrantes «Lige of Doom», fueron detenidos. Se encontraron tres de las anunciadas bombas lógicas, tan efectivas y reales como había dicho la llamada telefónica. Según la documentación y los ordenadores de los detenidos eran analizados, cundía el pánico ante la información de la que disponían, y el nivel de control que podrían haber ejercido sobre los sistemas de comunicaciones del país. Se detuvo a mucha más gente, hubo preguntas, indagaciones, pero nadie se confesó autor de las bombas y no se descubrieron más. El caso se saldo con muchas condenas por operaciones ilícitas con tarjetas de crédito y robo de información. La histeria hizo que empezasen a pagar justos por pecadores. Basta oír las palabras de Gail Thackeray, asistente del fiscal de Arizona, uno de los mayores responsables de lo que se llamo operación Sundevil. «Los criminales electrónicos son parásitos. Uno a uno no representan mucho peligro, pero nunca aparecen de a uno. Vienen en grupo, legiones, a veces subculturas completas, y muerden. Toda vez que compramos una tarjeta de crédito hoy en ida perdemos un poco de vitalidad financiera para dársela a una especie muy particular de chupasangre.» La cosa empeoró cuando el sistema telefónico americano, el 15 de enero del 1989, sufrió un estrepitoso bloqueo, que dejo sin conferencias de larga distancia a todo el país. Evidentemente se culpo a hackers vengativos. Después se demostró que había sido un fallo de programación que hacía entrar en bucles sin salida a las llamadas telefónicas que llegaban a una centralita. Sin embargo, hasta que esto se supo el FBI y agentes del servicio secreto secuestraron miles de ordenadores y detuvieron e interrogaron a cientos de personas. Se produjeron del orden de cinco caídas catastróficas más, que aislaron enormes partes del país. Todas se demostraron que habían sido causadas por errores técnicos y no por intrusiones ilegales. Hay indicios que acusan a la operación Sundevil de tratar de culpar a los hackers, y disculpar a las grandes compañías. No discutiremos ese punto por falta de información. 13 14Después de estos ejemplos, se empieza a ver los contornos de un futuro que ya está aquí. Mientras las leyes, las consciencias, están todavía viviendo en un siglo diecinueve saludable, de papel y sellos y firmas, la batalla en el universo digital ya ha empezado. No sólo se trata de unos chavales jugando. Hay movimientos hackers en países oprimidos luchando por la libertad de información. Policías y ladrones persiguiéndose en redes inmensas. Estados (como el americano) que intentan impedir que se les oculten los mensajes por medios criptográficos (criptografía y cipherhack, es otro tema apasionante). Todo un organizado movimiento internacional de carácter anarcolibertario que propugna la libre difusión de la información y los programas en el más puro espíritu comunista, todo para todos, que incluso ha producido un sistema operativo UNIX de libre distribución (LINUX) tan bueno, o incluso mejor, que los comerciales. Técnicos rusos en electrónica, sobrantes del desmantelado aparato militarindustrial soviético, han desarrollado un descifrador universal para algo tan conocido como el 16

Canal+ y lo distribuyen por internet. A cambio de 30.000 pelas, se puede decodificar cualquier sistema frances de codificacion nagra (El Canal + español usa un sistema ligeramente diferente que impide a este decodificador universal funcionar correctamente). 15¿Qué se puede decir que no se haya dicho antes aplicado al mundo real? El ciberespacio (o ciberdespacio como se le denomina en las redes españolas) no es la panacea ni el infierno. Simplemente es otra frontera donde se lucha, se pierde y se gana. Unos intentan conservar el poder, otros lo pierden y son oprimidos sin ni siquiera darse cuenta, y unos cuantos, (¿héroes, villanos?) luchan contra los grandes con relativo éxito. Lo curioso es que hayamos tenido que correr tecnologicamente tanto, para llegar otra vez a las aventuras de Robin Hood en un Sherwood donde las hojas son bytes y el cielo una pantalla de ordenador. 16 17 18Textos consultados: Llaneros solitarios. Hackers, la guerrilla informática, por Raquel Roberti 19The Hacker Crackdown: Law and Disorder on The Electronic Frontier, por Bruce Sterling 20FAQ de alt.2600, por Voyager. 21

El rincón del anticuario:

EL CONDE CUMPLE CIEN AÑOS

Un siglo de sangre, colmillos y terror en el centenario del vampiro más famoso de todos los tiempos

Eugenio Sánchez Arrate Dr‡cula ha vuelto, de hecho durante los œltimos 100 a–os este vampiro de sangre azul y rancio linaje nunca nos ha abandonado. Estamos hablando de uno de los mitos de la historia del terror, un personaje que une realidad y ficci—n en su naturaleza y que ha sido adaptado al cine y la televisi—n en tantas ocasiones que se ha convertido en un fen—meno de masas. Hoy rendimos homenaje al conde m‡s famoso de la literatura. Hace cien a–os que Dr‡cula naci—. Recordemos su historia. EL ENIGMATICO AUTOR. UNA VIDA ENVUELTA EN EL MISTERIO. Un siglo ha transcurrido desde que el irlandŽs Abraham Stoker (1847-1912) sufriera una pesadilla a causa de una indigesti—n de marisco y decidiera plasmar en forma de libro las torturadas elucubraciones del mal sue–o padecido aquella noche de digesti—n pesada. Bram Stocker ha pasado a la historia como un personaje del que se tienen pocos datos. A pesar de que existen biograf’as sobre su persona, es un autor de vida y costumbres poco conocidas, pues mantuvo buena parte de sus actividades en el secreto m‡s absoluto, por razones que luego aclararemos. Naci— en Dubl’n, en el seno de una modesta familia de empleados. FuŽ un ni–o dŽbil, de salud endeble, que consagr— buena parte de sus horas a fortalecerse haciendo gimnasia y ejercicio, con objeto de contrarrestar sus naturales carencias f’sicas. Con el tiempo se convirti— en campe—n de atletismo, ingres— en el Trinity College de Dubl’n, una de las instituciones docentes m‡s solventes y prestigiosas de todas las islas brit‡nicas y comenz— a participar en obras de teatro, conociendo, a la edad de 20 a–os, al que ser’a su mejor amigo y compa–ero a lo largo de toda una vida sacrificada por los escenarios. Se trata del actor sir Henry Irving, un hombre que ejerc’a una

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gran atracci—n y dominio sobre Stoker, llegando incluso al punto de tiranizarle y controlar su vida de una forma a menudo dictatorial. Henry Irving se convirti— con el tiempo en una celebridad de la escena brit‡nica, eclipsando a la figura de Stoker, que permanec’a en la sombra como su secretario y ayuda de c‡mara personal. Curiosamente, el paso de los a–os ha borrado la fama de Irving del recuerdo del pœblico, situando el gris Stoker en un primer plano que el actor, a veces distante y despreciativo con su amigo, nunca hubiera podido sospechar. Stoker e Irving recorrieron el pa’s en largas giras, al compás de las obras interpretadas por la compa–’a de teatro a la que pertenec’a el distinguido gal‡n. Mientras Irving sal’a a escena y triunfaba, Stocker despempe–aba tareas burocr‡ticas, ejerc’a de ayudante, mayordomo, consejero, amigo, lacayo y tal vez amante; este œltimo particular nunca ha sido aclarado. Desde los 24 a–os, el irlandŽs ya era aficionado a la lectura y conoc’a la obra de hombres como el doctor Polidori (creador del relato El vampiro, considerado como el primer cuento de vampiros de la historia) o su compatriora Sheridan Le Fanu, autor de Carmilla, otra magn’fica muestra de la literatura de terror consagrada a los ladrones de sangre. Ambas historias dejaron huella en Soker e influyeron tan poderosamente en Žl, que decidi— profundizar en el tema, leyendo libros afines a la figura del nosferatu como Varney, el vampiro o El fest’n de sangre, de Prest, o la vida de La condesa sangrienta, Elizabeth Bathory (una mujer que beb’a sangre de doncellas v’rgenes para conservarse j—ven y que fue un personaje hist—rico real), as’ como viejos volœmenes y grimorios centroeuropeos dedicados al vampirismo, tal es el caso de un tratado del rey Olaff Magnus III que data del siglo XVII, en el que se habla de estas criaturas y de su relaci—n con los seres humanos. Sin embargo, desde estas primeras lecturas hasta que Stoker publica Dr‡cula, casi veintisiete a–os despuŽs, ningœn investigador ha conseguido averiguar quŽ fue del irlandŽs ni quŽ hizo durante todo ese tiempo. El mejor bi—grafo de Stoker, Henry Ludlam, no nos aclara el misterio y hemos de recurrir a otras fuentes para tratar de desentra–ar los secretos relativos a la vida de Stoker. Segœn estas fuentes, el irlandŽs ingres— en la Golden Dawn, una sociedad secreta de car‡cter inici‡tico que centraba sus actividades en la magia y los ritos arcanos. La Golden Dawn fue fundada en 1888, lo que nos deja algunos a–os de margen para elucubrar sobre las actividades de Stoker, pero nos hace suponer que pudo pertenecer a ella desde su creaci—n. CŽlebres autores de literatura general, terror y novela g—tica, como Sax Rohmer, Arthur Machen y Algernon Blackwood, as’ como distingidas personalidades de la sociedad brit‡nica pertenecieron a ella. El propio Aleister Crowley, cŽlebre fil‡ntropo de la Žpoca, apodado la bestia por sus pr‡cticas ocultistas y car‡cter retorcido, fue miembro de la Golden durante algœn tiempo, antes de fundar su propio grupo de adeptos. Nada se sabe de los motivos que impulsaron a Stoker a ingresar en la sociedad, y menos aœn de las actividades que all’ se llevaban a cabo. Lo cierto es que el contacto con fuentes ocultistas y libros de magia negra influyeron poderosamente en el irlandŽs y seguramente han quedado plasmados en su obra. ÀCOMO NACE UN VAMPIRO?: LAS FUENTES QUE INSPIRARON A STOKER. Lo que s’ podemos asegurar es que hubo tres importantes focos de inspiraci—n para Stoker. 1.- Sus lecturas previas anteriormente citadas: Le Fanu, Prest, Polidori. As’ como los manuales, grimorios, compendios y textos de brujer’a y magia a los que accedi— mientras fue miembro de la Golden Dawn. 2.- Su contacto con lo que la sociedad londinense denominaba vampire personalities, grandes personajes de la sociedad victoriana, algunos nobles emigrantes centroeuropeos, as’ como los jefes desconocidos de la Golden Dawn y de otras sociedades ocultistas consagradas a la magia y la brujer’a. La influencia de estas personas, su aura de poder y la fascinaci—n que le produc’an inspiraron la figura del conde.

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3.- Y por œltimo la tradici—n centroeuropea. Las leyendas rumanas y hœngaras en torno al mito del vampiro o burdalak, en las que Stoker profundiz— hasta descubrir una figura hist—rica de reminiscencias terror’ficas. Se trataba del Voivode de Valaquia Vlad Teppes, un noble conocido como Vlad el empalador o Vlad Drakul (de drac que significa diablo en rumano), muy temido por los turcos, e incluso por su propia gente por la crueldad de sus castigos. Vlad Teppes vivi— en la Transilvania en el siglo XV y ten’a sus dominios en la frontera de los reinos cristianos con el Imperio Otomano. Obligado a hacerse respetar por las circunstancias de la guerra ten’a por costumbre despellejar y empalar a sus enemigos para dejarlos expuestos al sol en largas hileras en torno a su fortaleza, a la vista del turco. Estos y otros excesos propiciaron la leyenda negra en torno a su nombre. No olvidemos que Transilvania es una regi—n de clima inh—spito, con bosques cerrados y malas comunicaciones (sobre todo en aquella epoca). Todas estas circunstancias concurren de manera muy peculiar en potenciar la superstici—n en la gente del lugar. Similar a nuestra Galicia, Transilvania era y es el caldo de cultivo ideal para las historias sobrenaturales y no es extra–o observar, aœn hoy, ristras de ajos colgados de las puertas de las casas, as’ como crucifijos y otros s’mbolos protectores colocados estratŽgicamente en caminos, encrucijadas, fachadas de viviendas, tapias, etc... El prestigioso cr’tico Rafael Llopis se–ala en su Historia natural de los cuentos de miedo la posibilidad de que hubiera una cuarta fuente de inspiraci—n en la gŽnesis de Dr‡cula: se trata de la personalidad arrolladora de sir Henry Irving, el amigo y jefe de Stoker, acaso su amante, con el que comparti— toda su vida permaneciendo en la sombra. Segœn Llopis, la carism‡tica y a la vez explotadora figura de Irving pudo reflejarse en el gran vampiro de la novela, un ser que roba la vida a los dem‡s, pero del que no se puede escapar por el magnetismo que emana de su persona. Considero que todas las conjeturas son v‡lidas. Una novela se gesta y concibe lentamente, y nunca es sólo una la fuente de inspiraci—n; en este sentido creo que tanto estas cuatro posibles influencias, as’ como muchas otras relativas a la vida personal y privada de Stoker, de la que por desgracia no sabemos gran cosa, propiciaron la creaci—n de la novela de terror m‡s famosa de la historia. LLEGA DRACULA En 1897 se publica Dr‡cula en olor de multitudes, a pesar de que Henry Irving apost— con Stoker que nunca conseguir’a escribirla. La novela fue un gran Žxito y al poco se adapt— al teatro. De la noche a la ma–ana la pacata sociedad brit‡nica se vio sacudida por la originalidad de una narraci—n que exploraba los terrores m‡s ’ntimos de la gente. Para aquellos que aœn no la hayan le’do y creen conocer la historia aclararemos que las adaptaciones cinematogr‡ficas de la pel’cula, a pesar de tener en algunos casos una calidad contrastada (en especial las versiones de Browning, Terence Fisher y Coppola) no son del todo fieles a la narraci—n de Stoker. Dr‡cula narra la historia de Johnathan Harker, un inglŽs que por mediaci—n de una firma de abogados acude a un castillo en los c‡rpatos para poner en orden los papeles de un noble centroeuropeo, el conde Dr‡cula. Por desgracia, el noble resulta ser un nosferatu, un vampiro, un ser sobrenatural que se alimenta de la sangre e los seres humanos y tiene la intenci—n de trasladarse a Inglaterra. Harker, prisionero en la fortaleza, se ver‡ obligado a escapar y revelar al mundo lo que sabe de la verdadera naturaleza de su cliente. A partir de este punto, la novela adquiere una tensi—n y un ritmo endiablados. Dr‡cula no es una novela breve. Se extiende a lo largo de algo m‡s de cuatrocientas p‡ginas y sin embargo consigue apoderarse del lector. El principio es considerado por los cr’ticos como magistral, por recrear la atm—sfera m— rbida y el ambiente m‡gico y oscuro de la fortaleza en los C‡rpatos. Con grandes influencias de la novela g—tica tradicional, la obra abunda en recursos estructurales avanzados para la Žpoca, como presentarnos la acci—n desde diferentes puntos de vista o la utilizaci—n de la f—rmula epistolar para contarnos muchos de los pasajes desde una —ptica m‡s personal e intimista. Pero sobre todo 19

estamos hablando de la gran novela de terror del siglo XIX, la creadora de una corriente y un protagonista que se han convertido en hitos de la historia del gŽnero. Dr‡cula es por derecho propio un cl‡sico de obligada lectura. No quiero decir con Žsto que la novela carezca de defectos. Mantener el ritmo a lo largo de tantas p‡ginas y manejar con precisi—n tantos personajes y l’neas argumentales es dif’cil. El libro no es, por decirlo as’, perfecto en todos sus pasajes, pero s’ brillante o estimable al menos desde un punto de vista formal en cualquiera de ellos. Desde el punto de vista narrativo y argumental es un cl‡sico, una obra maestra de la literatura de terror de lectura obligada para todos los aficionados. UNA VALORACION La importancia de Dr‡cula, su trascendencia, reside en la originalidad del argumento, mucho m‡s serio y elaborado que lo aparecido en toda la literatura precedente sobre vampiros. Stoker fabric — un mito del que se han nutrido escritores, artistas, cineastas e incluso ciudadanos de a pie, en este œltimo caso simplemente para meter miedo a los amigos o la familia. Todo el mundo sabe lo que es un vampiro, bromea sobre los vampiros, sabe algo de vampiros... El vampiro forma parte de nuestra cultura. El terror que Dr‡cula como personaje de ficci—n produce en el pœblico acaso haya que buscarlo en el ancestral p‡nico que nos causan las criaturas con colmillos. Quiz‡s nuestro pasado primate rememore el viejo temor a los grandes depredadores de la antiguedad, o quiz‡s es sólo que todo el mundo, sobre todo de ni–o, ha pasado miedo alguna vez viendo una pel’cula de vampiros. Tal vez el recuerdo de ese horror ha quedado impreso en nuestra mente como el residuo de una mala experiencia y nos persigue incluso de adultos. Dr‡cula encarna al Mal en estado puro, evoca miedos y temores en el ser humano que pocas veces han sido tan bien plasmados en una manifestaci—n art’stica. El recelo que el mito del vampiro nos produce llega al extremo de hacernos recordar una vieja pregunta que nos asalta por m‡s que tratamos de ignorarla. Reiteradamente nos repetimos: los vampiros no existen. Pero... Ày si existieran de verdad? Peter Cushing, el fallecido actor brit‡nico que tantas veces encarnara al profesor Van Helsing, el oponente de Dr‡cula, durante su etapa de intŽrprete para la Hammer, sosten’a que la fuerza y el poder de los vampiros reside en que nadie cree en su existencia. ÀA alguien se le ha ocurrido pensar lo que pasar’a si estuviŽramos negando la verdad por temor a ser tomados por locos o idiotas? PiŽnsenlo mientras leen Dr‡cula y reflexionen sobre ello. Sabemos que los vampiros no existen, pero esa duda, esa fascinaci—n alimenta nuestra inquietud y convierte a los vampiros en uno de los recursos m‡s eficaces de la literatura y el cine para producir miedo o inseguridad en el pœblico. Hace cien a–os Dr‡cula provocaba autŽntico terror en los lectores. En la actualidad buena parte de Žse horror ha desaparecido, eclipsado por los mitos modernos y la din‡mica del mundo del siglo XX en el que la guerra, el hambre y las enfermedades est‡n al orden del d’a. En 1997 quedan muy pocas cosas capaces de asustar o sorprender al pœblico. Sin embargo, aunque atenuado, el miedo al vampiro aœn funciona hoy en d’a. Autores como George R. Martin, Theordore Sturgeon, Poppy Z. Brite, Dan Simmons, Suzy McKee o Anne Rice se han encargado de adaptarlo a los nuevos tiempos, despoj‡ndolo de algunos de los t—picos o clichŽs a los que siempre se le hab’a asociado. Pel’culas como Noche de miedo, J—venes ocultos o Entrevista con el vampiro, han aportado nuevas visiones sobre los no-muertos y su voluble naturaleza. No todas las innovaciones han sido afortunadas, incluso algunos aficionados acusan a los nuevos recreadores del mito del vampiro de haberlo castrado, arrebat‡ndole ese aura de salvaje romanticismo que pose’a. De los cuatro grandes Dr‡culas del cine (Lugosi, Cristopher Lee, Frank Langella y Gary Oldman) solo el œltimo consigue salvar el paso del tiempo, acaso porque rememora ciertos aspectos del conde que en anteriores versiones cinematogr‡ficas aparec’an suavizados, obviados o se omit’an 20

directamente (la promiscuidad sexual, la perversi—n moral, la naturaleza humana que subyace bajo la personalidad del conde, etc...) En verdad, podemos afirmar que, a pesar de todo, en 1997 el vampiro como figura de ficci— n goza de una excelente salud y forma parte de nuestra vida. La gente se disfraza de vampiro en los carnavales y las fiestas, habla de vampiros, sigue leyendo o disfrutando de pel’culas, libros juegos y c —mics de vampiros con relativo interŽs. Se siguen produciendo pel’culas sobre vampiros, se sigue escribiendo sobre vampiros. El vampiro es un personaje actual y su m‡ximo representante, el Conde Dr‡cula, amenaza con atromentarnos durante otros cien o doscientos a–os m‡s. ÀTendremos suficiente sangre para alimentarle durante todo ese tiempo?. ÀO conseguir‡ apoderarse de la Humanidad y seducirnos a todos? Sinceramente, creo que a su manera ya nos ha conquistado. Muchas Felicidades, Su perversa Excelencia. Que cumpla usted muchos m‡s.

Bienvenidos a la aventura:

SIR GEORGE, DETECTIVE DE LO OCULTO Armando Boix La literatura fantástica puede encontrar cobijo en los más insospechados rincones, no sólo en libros y revistas especializadas, de ahí que muchas obras de este género puedan pasar desapercibidas para los lectores e incluso a la minuciosa mirada del estudioso. Años atrás, antes de que el manga y los superhéroes saturaran el mercado del cómic haciendo desaparecer las revistas para adultos, era frecuente ver insertados relatos literarios en revistas como «Spirit», «Dossier Negro» o «Creepy», ofreciendo de este modo la oportunidad de publicar por primera vez a jóvenes autores hoy populares, como Andreu Martín. «Dossier Negro» fue una revista especializada en el cómic de terror, editada por Ibero Mundial Ediciones, que tuvo una larguísima vida, iniciando su andadura en 1968 y prolongándose hasta mediados de los ochenta. Solía traducir historietas de procedencia norteamericana y, por rebote, a un gran número de dibujantes españoles, como Auraleón, Ortiz o Luis Bermejo, que por aquel entonces tenían a las publicaciones de Estados Unidos como su principal cliente. A parte de las historietas gráficas incluían también relatos literarios de corte sobrenatural de dos o tres páginas, a los sumo, firmados por el citado Andreu Martín, Ramón Hervás, Enrique Castellanos y seudónimos evidentes como Dan Thost, Annibal Lupus y Boris Fletcher. No obstante, el autor habitual, casi fijo, era Luis Vigil, por aquel entonces ya embarcado en el proyecto de «Nueva Dimensión». Vigil escribió para «Dossier Negro» un gran número de relatos breves sin ninguna conexión entre sí, salvo su tema terrorífico; durante algún tiempo, no obstante, ensayo una fórmula no muy habitual en la literatura fantástica española: crear un personaje central como protagonista de una serie. El personaje se llamaría Sir George y era —cómo no, en una revista de historias sobrenaturales — un detective de lo oculto. Los detectives de lo oculto son un subproducto nacido en lo que los historiadores de la novela policiaca llaman la Edad de Oro del género, periodo que podríamos situar entre el principio de nuestro siglo y los años treinta, cuando sus esquemas tradicionales empezaron a ser subvertidos por la naciente novela negra norteamericana. La popularidad del detective Sherlock Holmes hizo que muchos otros escritores se lanzaran a crear sus propios superhombres del intelecto, empezando con Augustus Van Duren, de Jacques Futrelle; el padre Brown, de G. K. Chesterton y Max Carrados, de Ernest Bramah Smith, y culminando con los irreprochables —pero anodinos literariamente— acertijos de Agatha Christie y Ellery Queen. Muchos de los casos a los que se enfrentaban estos detectives presentaban aspectos fantásticos, que la lógica terminaba por interpretar racionalmente — buena parte de los ingeniosos relatos del padre Brown, por ejemplo, caerían en esta categoría—. De hecho, podemos decir que el primer detective de lo oculto fue el mismo Sherlock Holmes, en su 21

novela El sabueso de los Baskerville (1903), la mejor de las que escribió Conan Doyle para el personaje, prodigio en la creación de un ambiente misterioso, con la amenaza sobrenatural gravitando sobre los páramos de Devón. Desde luego la obra funciona mucho mejor como historia de terror que como enigma policial... «Lástima que al final el misterio se aclara y el sabueso fantasma resulta no ser tal», debieron pensar algunos escritores de cuentos de terror. Imagino que la idea de crear detectives que se enfrentaran a espectros y hechicerías reales fue el corolario más normal y pronto empezaron a surgir un buen número de ellos. No me extenderé en analizarlos, pues eso merecería ser objeto de un artículo específico, pero permítanme que cite algunos: Carnacki, de William Hope Hodgson; John Silence, de Algernon Blackwood; Moris Klaw, de Sax Rohmer; o Jules de Grandin, de Seabury Queen, a los que podríamos añadir otros de moderna creación pero muy influenciados por los viejos modelos, como sería el caso de Titus Crow, de Brian Lumley. Aunque hay algunos más—recuerdo con particular agrado al profesor Peter C. Canavan, de Manuel Aguilar—, el Sir George de Luis Vigil es el único detective de lo oculto creado en España que tuvo continuidad, llegando al menos a mi conocimiento un total de quince relatos, a los que luego se añadió una prolongación ya en forma de cómic dentro de la revista «Drácula», que Burulán editó como fascículos encuadernables en 1971. Por inercia, supongo, de sus referentes literarios, Vigil crea un detective británico, residente en la capital del Imperio y situado cronológicamente en plena época victoriana. Es de rancio abolengo —en uno de los cuentos llega a decirse que desciende de los mismos faraones de Egipto— y su nombre completo es un pomposo Sir George Huntington-Pembroke, Barón de Iskendale. Sir George tiene un pasado en el ejército, sirviendo en la India, del que se retiró por problemas de salud, y la profesión con la que siempre se presenta es la de criminólogo, aunque apenas lo veremos actuar como tal, sino inmerso en las menos científicas investigaciones esotéricas, con la excepción de El caso del abanico español, donde lo sobrenatural resulta ser una añagaza hábilmente preparada —y curiosamente, éste es uno de los relatos mejor resueltos de la serie, pese a ser muy previsible—. Para completar el cuadro un tanto esnob que Luis Vigil traza de su personaje, éste tiene un criado malayo, Bolo, y un cronista al modo de Sherlock Holmes, el joven y prometedor periodista John Atkins, que publica todas las historias que Sir George le narra sobre su vida en el pequeño periódico londinense «News Dispatch». Por desgracia, las aventuras de Sir George tienen hoy una cierta gracia kistch y muy poco más. Excesivamente escuetos, seguramente más por imposición editorial que por voluntad del autor, parecen más apuntes para futuros relatos que relatos con entidad propia. No son tampoco demasiado originales, cayendo frecuentemente en los lugares comunes del género, con hombres lobos, momias resucitadas y fantasmas vengativos, y a veces son inverosímiles hasta el ridículo (véase El caso del rey del papel). El esquema del relato es casi siempre idéntico, permitiéndose muy pocas variaciones: Sir George y su cronista John Atkins mantienen alguna conversación intrascendente, pero que hace retornar a la memoria alguna de las aventuras sobrenaturales del criminólogo. Éste se levanta, coge una de sus carpetas de colores y empieza a contar la historia, que se convierte en el cuerpo del relato. Veamos, pues, en qué consisten sus aventuras: LOS DOSSIERS DE SIR GEORGE El caso de la sirena. Tras naufragar el barco que le trae desde Nueva York, Sir George es rescatado por Ondina, princesa de Atlantis, que le conducirá a su ciudad sumergida. Su primo Tritón reprueba esta acción y reta a Ondina a un duelo. Sir George será el campeón de la princesa. El caso de las fugas. Un amigo de Sir George, alcaide de una prisión austriaca, recurre a él para que solucione las misteriosas fugas que se han sucedido en los últimos meses. Sir George se hará pasar por un preso y su compañero de celda le revelará la existencia de unas catacumbas

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antiguísimas bajo la prisión. Relato encuadrable en los Mitos de Cthulhu, con referencias a libros malditos como el Necronomicón y a sus dioses primordiales. El caso de la llamada. Sir George acompaña a su tía abuela moribunda en una mansión irlandesa. Ella insiste en que desea ver a un sacerdote antes del final y que avisará a su sobrino cuando el momento llegue. Mientras Sir George duerme en su cuarto una llamada le despierta... El caso del rey del papel. Durante un viaje a Canadá para vender unas tierras, Sir George traba amistad con un empresario papelero y su excéntrica hija anarquista, que quiere iniciar la revolución acabando, con una fórmula de su invención, con todo el papel del mundo, pues «el papel es lo que hace que funcione la burocracia que tiene esclavizado al ser humano, convirtiéndolo en una máquina al servicio del capital». Una de las más absurdas aventuras de la serie. El caso de la momia enamorada. Sir George, a petición de su amigo el arqueólogo Philston Trewellian, realiza un ritual que vuelve a la vida a la princesa Akhentiti, practicante de la magia negra y momificada en vida por los sacerdotes rivales. Pese al paso de los siglos, Akhentiti no ha perdido su ansia de poder e intenta sacrificar al pobre Trewellian. El caso de los demonios de Peña Cedeira. Mientras visita España para participar en una cacería, Sir George lee una crónica de la «Gazeta de la Corte», en la que se da cuenta de la histeria popular originada por unos presuntos «demonios» que se aparecen en Peña Cedeira. Lleno de curiosidad, el criminólogo va a echar un vistazo y tropieza con un extraño disco volador... Los «demonios» son en realidad marcianos —literalmente— que desean advertir a la humanidad de los peligros de la polución y la superpoblación. El caso del velero abandonado. Nueva incursión de Sir George en los Mitos de Cthulhu. A petición de un almirante investiga la misteriosa desaparición de toda la tripulación de un velero, que además muestra toda su superficie cubierta por una materia viscosa. En el camarote del capitán encuentra un diario donde se relata su relación con cultos y dioses de la más remota antigüedad. El caso del enano. Mientras intenta detener a un ratero de hotel, Sir George encuentra en un cajón a un enano de diez centímetros, hechizado tres siglos atrás por un mago al que pretendía robar. El caso del abanico español. Una anciana muere tras entrar en posesión de un antiguo abanico español, que parece arrastrar una maldición: todos los que lo utilizan perecen al poco tiempo. Sir George se interesa por el caso y por los experimentos químicos de su sobrino, heredero de la fortuna. El caso del amor de Sir George. Historia trágica del gran amor en la vida del criminólogo ocultista. Estando en París conoce a la hermosa médium Madame Zita, con el terrible don de ver la muerte en la forma de un cráneo en el rostro de toda persona a punto de morir. Zita y Sir George están a punto de casarse, cuando ella contempla su reflejo en un lago... El caso del falso hombre lobo. En un pueblecito de los Alpes se demanda el auxilio de Sir George para resolver el misterio de un presunto hombre lobo que causa estragos en la región. Se organiza una batida y Sir George consigue herir a la bestia con balas de plata. ¿Se trataba realmente de un hombre lobo? No, pero casi. El caso del viejo actor. Un actor ya anciano y retirado en una casita de la costa recibe amenazas de un contrabandista que desea su propiedad para organizar desde allí sus actividades. El actor, que en su juventud interpretaba una versión teatral de Los tres mosqueteros, recibe la ayuda de sus compañeros de reparto, florete en mano y muertos tiempo atrás.

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El caso de los enamorados. De viaje por Italia Sir George se convierte en invitado de un rico comerciante de vinos. Éste le cuenta que su hija murió tres años atrás, a resultas de la impresión tras conocer el arresto de su novio, un entusiasta revolucionario... Pero lo más curioso es que amigos del comerciante afirman haberla visto andando por la calle... El caso del organista. Sir George se dispone a investigar la muerte en un incendio del último vástago de una importante familia suiza, pero apenas tiene que esforzarse, pues el cabecilla de la familia rival confiesa sin ningún rubor el asesinato. No existen pruebas —sostiene— y ningún tribunal podrá culparle... Pero el más allá tiene sus formas de impartir justicia. El caso de la rica heredera. Un banquero es arrojado desde la terraza de su apartamento por sus sobrinos, que desean heredar cuanto antes. Nueva historia de venganzas espectrales.

A ciencia cierta:

SUPERCONDUCTIVIDAD Sergio Martínez Mourelle Cataloguemos, repasemos, vislumbremos y recapitulemos hoy sobre el apasionante mundo de las estrellas, esos puntitos de luz que, como bien dijo Pumba en El Rey León, son luciérnagas clavadas con alfileres en el fondo azul y negro de ahí arriba. ¿O fue Timón? El tamaño real de una estrella de tamaño medio, como nuestro sol, es apabullante. Creo recordar que en su superficie cabrían 14 millones de Tierras, pero eso es una magnitud que ni vosotros ni mucho menos yo podemos imaginar. Dedicaos al cine. Y no hablemos ya de supergigantes rojas como Betelgeuse que, lejos de ser un fantasma venido del más allá para jorobar a los vivos, tiene un diámetro igual a la órbita de Júpiter. ¡Glub! Bien, acólitos. Desmitifiquemos un poquito los temas referentes a viajes interplanetarios contándoos la verdad sobre las distancias y los fenómenos que se dan lugar en el espacio. Por de pronto, hagamos un rápido recuento de números en cuanto a la velocidad de la luz. Un rayo de luminosidad que parta de la superficie de la estrella (ojo que digo de la superficie) tarda 8’4 minutejos en llegar a nosotros, es decir, el tiempo que Arguiñano tarda en freir un huevo. Del Sol a Júpiter me parece que ronda los treinta y pocos minutos, tiempo más que suficiente para echar uno rápido, mientras que hasta la órbita externa del sistema solar, es decir, Plutón, contad una hora y media, el récord de los supermachotes. Y eso simplemente quedándonos en casa, porque si aspiramos a ver otras estrellas, tardaríamos unos 4’3 años (Alfa Centauri). Si nos restringimos al espacio einsteniano, digamos que deberíamos tener presentes las recomendaciones del divino Clarke y no hacer que nuestro viaje a Júpiter sea inferior al año y medio. Pero hoy no me he levantado con ganas de fastidiaros la vida, no. Hoy me ceñiré únicamente a engrosar vuestros ya vastos conocimientos sobre astrofísica, con el afán de que a alguno de vosotros se le ocurra gracias a estos datos el método definitivo para que me tenga que comer mi propia lengua envuelta en chili, y para que el subespacio sea un hecho. Os contaré cómo va lo de las estrellas, y a ver qué pasa. En primera introducción, os comentaré un poco cómo van clasificadas. Datos sobre cuerpos celestes se poseen ya desde los antiguos druidas y mucho antes, mesopotámicos e incluso hombres de las cavernas. La clasificación definitiva se dio por aquellos tiempos en que Hubble (sí, sí, el del telescopio espacial) ya daba la tabarra en las tertulias de La Ser. Un par de sujetos, alemanes o algo así, condensaron toda la sapiencia astrofísica en forma de datos y/o teorías en un único diagrama, en el cual no existían estrellas verdaderas sino sólo tipos de estrellas: el diagrama de Hertsprunz-Russel. Aún está vigente hoy día (y esperemos que el ya mencionado telescopio Hubble no tire por el retrete todo esto, que es lo que parece que está haciendo). 24

Este diagrama es una representación en dos dimensiones de los tipos de estrellas, clasificados horizontalmente por su tamaño y verticalmente por su luminosidad, que son los dos únicos datos que se pueden medir en realidad mediante observación (al menos, hasta que inventaron los radiotelescopios). Detengámonos un instante en esto. Lo primero que se determina es su posición (¡Bieen!). Luego se mide su luminosidad aparente, es decir, lo luminosa que aparece desde la tierra (¡Bieen!). Más tarde, se mide su radio aparente, es decir, el diámetro que se ve desde la tierra (esto parece una explicación para besugos). Y luego llega lo complicado (¡Ah, bueno!), y lo que hace que el más tonto hijo de vecino no se pueda meter a astrónomo. Con el radio aparente y la luminosidad, se debe determinar el tamaño real, el tipo de estrella que es (es decir, su luminosidad real) y su distancia de nosotros. Y esto no es fácil. Podría tratarse de una estrella pequeña y débil pero muy cercana, o una enorme y muy potente pero alejada. Ambas parecerían del mismo tamaño y poseerían idéntico brillo desde la tierra. ¿Cómo lo hacen? Existen dos métodos para averiguarlo (a lo mejor hay más, pero yo no los sé). Uno es mediante el paralaje. Se mide la posición de la estrella el día del año en el que la Tierra se encuentra en su perihelio, es decir, el punto de máximo acercamiento al sol. Luego se mide unos seis meses después cuando la Tierra pasa por su afelio, el punto más alejado del sol, al otro lado de la órbita. Como la estrella está muy alejada de nosotros, parece estar en la misma posición, pero si la medición es cuidadosa, se ve que no lo está. La posición de la estrella en el cielo está separada unas cuantas décimas de segundo de arco (una mierdecilla de separación que no sé cómo consiguen distinguir). Sabiendo la distancia entre el afelio y el perihelio de la órbita terrestre, se trazan dos rectas desde cada uno de estos dos puntos hacia la estrella y se obtiene un triángulo. Habiendo medido los dos ángulos que forma la Tierra con la estrella y conociendo el diámetro de la órbita terrestre se halla por trigonometría la distancia de la estrella (esto es fácil). Si la estrella está separada de nosotros una distancia tal que la diferencia entre los dos ángulos es de un segundo de arco, la distancia entre la estrella y la Tierra es de un parsec (paralaje secbond, segundo de paralaje). No te acostarás sin saber una cosa más. El otro método de medición se lo debemos a Hubble (sí, ese que aparece en todos lados). Este tío era un genio, y descubrió, mediante la medición del espectro de emisión de ondas de las galaxias, que todas las galaxias se alejan unas de otras. Se podría pensar que si dos galaxias se alejan entre sí, y más allá otras dos hacen lo mismo, dos de esas cuatro galaxias terminarán por cruzarse, pero no sucede esto. Todas se alejan unas de otras más rápidamente cuanto más lejos estemos. La analogía que utilizan los divulgadores (¡odio las analogías!) para explicar el fenómeno de expansión del universo es la de colocar a todas las galaxias en la superficie de un globo e inflarlo. Esto es mu bonito, pero como siempre reducen el problema tridimensional a uno bidimensional, que no explica nada. ¿Pero cómo explicarían que las galaxias se separan porque contínuamente se está formando vacío cuántico (espacio, en resumidas cuentas) de la nada que empuja al anterior hacia fuera, que es lo que realmente pasa?. Duro oficio el de divulgador. Pues bien, esta expansión provoca la aparición del famoso efecto Doppler. Toda emisión de radiación de un cuerpo que se aleja (o acerca) respecto a otro, hace que las ondas emitidas lleguen con una longitud de onda más larga (o más corta) que la original, ya que las ondas deben recorrer una distancia que aumenta a cada instante. De ese modo, si se emite una onda de 1 Km, al destino llega con una longitud de 2 Km, es decir, su frecuencia disminuye (frecuencia y longitud de onda son inversos). La luz visible se ve trasladada hacia la parte baja del espectro, que corresponde al rojo/infrarrojo. Este es el famoso corrimiento al rojo de las galaxias. Como cuánto más alejada esté la galaxia, más rápido se aleja (hay más cantidad de espacio entre los dos cuerpos que se va llenando de espacio nuevo, y la velocidad de alejamiento es mayor) y mayor es el corrimiento al rojo. Como el corrimiento se ve directamente en un espectrograma, cada observatorio obtiene el espectro de la estrella para ver cuál es su corrimiento y así averiguar a qué velocidad se aleja y su distancia real. Este es el segundo modo para averiguar la distancia de una estrella o galaxia determinada. Una vez determinada la distancia real, se halla el brillo real a partir del aparente, y como el brillo depende de la edad y del tipo de la estrella (cualidades que juntas determinan su tamaño actual), a partir de su radio aparente se pueden calcular todos estos datos... y ya tenemos la estrella clasificada. Existen otros fenómenos que ayudan a determinar la distancia y tamaño de galaxias, como son las estrellas variables o cefeidas. Éstas son estrellas cuya luminosidad varía periódicamente siempre con el mismo 25

patrón, y que depende de forma matemática exacta con el tamaño de la estrella. Encontrando estrellas cefeidas en el interior de una determinada galaxia se puede medir su período por simple observación y así determinar distancia y tamaño de la galaxia. Trucos muy majos, como el de descubrir planetas (cuerpos oscuros y opacos que no emiten, imposibles de detectar con ningún aparato), que se realiza mediante cálculos gravitatorios, averiguando dónde debería encontrarse cierto cuerpo para que los movimientos del sistema de estrellas que orbitan sea el observado. Curioso. Una vez determinados los sistemas que se utilizan para clasificar una estrella, pasaremos a su clasificación propiamente dicha. Todas las estrellas normales siguen lo que se ha dado en llamar la Secuencia Principal, progresión de tipos estelares que indican las sucesivas etapas que lleva una estrella típica. Luego existen otros tipos de estrellas anormales que caen fuera de esta secuencia. La Secuencia Principal se perfila a primera vista en el diagrama de Hertsprunz-Russel como una línea de la parte superior izquierda a la inferior derecha. Analicemos este hecho. Una estrella comienza su vida mediante la acumulación gravitatoria de material estelar. El espacio está plagados de átomos, principalmente hidrógeno (el más simple, un protón con un electrón, o simplemente un protón en forma de hidrógeno ionizado). Estos átomos, debido a una influencia externa como puede ser el paso de una galaxia cercana, el viento solar o millones de factores más, comienza a juntarse gravitatoriamente. Este es un proceso sin marcha atrás. Cuanto más cerca estén, mayor es la fuerza gravitatoria y más se atraen. Durante el proceso (que lleva millones de años) el material se calienta y comienza a girar, cada vez más rápido (igualico que el de la Máscara). Esto es una protoestrella. El material se arremolina más y más, hasta que sucede una cosa curiosa: el hidrógeno se encuentra sometido a tanta presión interna y a tanta temperatura que empieza a unirse de dos en dos formando átomos de helio, con dos protones, y soltando fotones de luz. Esto es la fusión, eso que todo el mundo busca pero a temperaturas bajas (fusión fría). En ese momento, se produce una presión hacia fuera debido a la energía desatada en el proceso, y la compresión gravitatoria se ve frenada en el proceso. La estrella se estabiliza, y continúa fusionando su hidrógeno en helio. Durante el proceso se puede haber formado un sistema solar por la condensación de parte del material en órbitas más alejadas, los planetas. Llegados a este punto, pueden suceder dos cosas, en función de la masa original de la estrella. En ambos casos, llega un instante en que el hidrógeno se agote o simplemente se haya gastado tanto que ya no se puede frenar la compresión gravitatoria. Si la estrella no tiene mucha masa, se producirá un colapso en menos de una centésima de segundo que precipitará todo el hidrógeno de las capas externas sobre el helio interno, provocando una onda explosiva que se llevará por delante todo el sistema. La masa no será suficiente como para retener posteriormente al hidrógeno sobrante de las capas externas y éstas se expandirán hasta una órbita similar a la de Marte, perdiéndose en el espacio. La estrella final se estabilizará de nuevo con un tamaño más pequeño y con una temperatura menor. Esto es una nova. La segunda posibilidad es similar pero con una cantidad de material muy superior, es decir, una explosión a lo burro: una Supernova. La supernova realiza el mismo proceso, pero su intensidad es tal que ella sola iguala la luminosidad de la galaxia en la que se halle durante unas semanas, ¡toma castaña!. Pero existe una diferencia sustancial entre estos dos tipos de procesos. La fusión de materiales se realizará por el hecho de que el compuesto final (helio) posee menos energía que los dos átomos de hidrógeno que lo forman por separado. Esto es así siempre que unamos tres átomos de helio de nuevo para formar carbono, por ejemplo, y de ahí en adelante, pero sólo hasta el hierro, que tiene 26 protones. Si intentamos fusionar dos átomos de un elemento para dar otro con más protones que el hierro, al final tendremos un elemento con más energía que los dos originales por separado, por lo que el proceso no se produce espontáneamente. En este caso, el proceso natural es romper el elemento pesado en dos más ligeros, es decir, lo contrario a la fusión: la fisión. Entonces, ¿de dónde se obtienen los elementos pesados como el plomo, el uranio o el oro, si mediante fusión no pueden obtenerse?. Se forman en las supernovas. La presión es tan brutal en el interior de una estrella supergigante que la energía que la fusión del hidrógeno produce se utiliza para forzar el proceso no natural que produce estos elementos pesados, y que luego se liberan en el espacio por la superexplosión. Así que todos nosotros tenemos un cachito de supernova en nuestro interior. ¡Que no se os suba a la cabeza!. Como el proceso de fusión sigue y sigue hasta el hierro, una estrella puede explotar varias veces, liberando primero hidrógeno, luego helio, luego carbono, etc, cambiando su temperatura (haciéndose 26

más fría) y su color (pasando de azul a blanco, amarillo, naranja y finalmente rojo). Todo depende de que la estrella posea suficiente masa como para iniciar la nueva etapa de fusión. Cuando eso no suceda, la estrella ya no quemará su combustible y la presión fotónica no frenará la gravedad. Entonces la estrella se empieza a aglomerar hasta que los propios electrones de los átomos no puedan arrejuntarse más. Esto es así porque, según expliqué en el artículo anterior, las capas electrónicas se llenan de dos en dos, y una vez llenas, repelen a todo electrón que desee ocuparlas posteriormente. De este modo se genera una nueva fuerza de repulsión electrónica que vuelve a frenar la gravedad, formándose una red sólida muy caliente: una Enana Blanca. Existen por tanto enanas blancas de helio, carbono, hierro... ¿Y qué pasa si la masa original de la estrella era tal que esta repulsión no es suficiente como para detener la gravedad? Pues que el equilibrio se rompe y los electrones de las órbitas se precipitan a lo bestia sobre el núcleo. Si junto un electrón con un protón se convierte en un neutrón, por lo que la perfecta red de la enana se convierte en un conglomerado difuso de neutrones: una Estrella de Neutrones o púlsar. ¿Y si ya rizamos el rizo y decimos que la estrella era tan burra que ni siquiera la repulsión de los neutrones entre sí (un efecto cuántico que passo de explicar) tampoco frena la gravedad?. Entonces no creo que ni el propio dios supiera ya qué ocurre: un Agujero Negro. Todo es atraído hacia un punto central sin que nada en el universo ni en la Espasa Calpe puedan detenerlo. Contando con algunas etapas anómalas como son las enanas marrones, aglomeraciones de materia insuficientes para formar protoestrella y por tanto estrella (Júpiter es un ejemplo claro, que solucionó Clarke en 2010), los cuásares (Galaxias superlejanas que emiten ondas de radio de potencia increíble) o las cefeidas, desde el nacimiento hasta la etapa de enana blanca constituye la Secuencia Principal, y luego las supergigantes rojas y azules que llegan a formar púlsares o agujeros negros, que quedan fuera de la secuencia. Como apostilla a este pedazo de estudio sobre lo que se ve cuando te arrean un mamporro, la clasificación de estrellas se hace mediante una letra que indica el tipo (azul, blanco-amarillenta, amarilla, amarillo-anaranjada, roja) seguida de un número del 1 al 9 que afina la luminosidad y temperatura. La secuencia se resume en la clave OBAFGKM, que los reprimidos de los astrónomos han mnemotecnificado como «Oh, Be A Fine Girl, Kiss Me», algo así como que si no satisfacen sus curiosidades sexuales con las estrellas de cine lo hacen con las de verdad. Las supernovas se clasifican como SN y el Sol como G3, para que os hagáis una idea. Y nada más. Superando cada día mi récord, doy más por menos, y más charla que la de hoy dudo que vuelva a dárosla en mucho tiempo. Acólitos de Ad Astra, aprended ciencia a mansalva, que la vida está muy mala para los que estudiamos sólo económicas.

Relato:

LA MEMORIA DE LA DUDA Miguel Ángel Arqués A Maite. Sencillamente, sin ella habría sido imposible.

Gracias a la Tertulia de Madrid; y en especial a Hector, sin cuya revisión este texto no sería como es ahora. 27

1- "El dolor es más fuerte que el odio..." Soledad. Ese era el único sentimiento que compartían el pequeño Mafer Gom, en su oscura y fría celda, y el gigantesco Labug Ram, en su iluminado y cálido despacho. Labug Ram sentía la soledad de su cargo de Inquisidor Jefe sentado en su cómodo sillón anatómico, que con unos leves campos magnéticos que lo cubrían conseguía adoptar la forma del cuerpo de su dueño décimas de segundo antes de que se sentara, y en otras pocas décimas calentar la superficie hasta la temperatura corporal de su ocupante. Desde allí, detrás de una maciza y sobria mesa de auténtico nogal, contemplaba la nada ensimismado en sus propios pensamientos. El proceso aún continuaría mañana y él no estaba tan seguro como algunos de los miembros del consejo de la culpabilidad del reo. Le faltaba la fe en su Dios. La fe por la que había ajusticiado a tantos hombres. La fe por la que él era quien era. La fe por la que había luchado y a la que había jurado consagrar la vida. Le faltaba "su fe". ¿Era Mafer culpable de algo que no parecía haber elegido, o era un pacto con el Maligno Hijar la causa de su poder?. Fuera del planeta Labug era conocido por su frialdad y su particular sentido de la justicia, que medía todo bajo el rasero de sus férreas creencias. Siempre imperturbable, los intentos de negociación con él por parte de la Federación habían fracasado una y otra vez por culpa de ese fanatismo ciego. La "fe verdadera" era la única guía válida de la conducta humana, el resto sólo eran vanos intentos imperfectos, o simplemente, burlas de la Verdad, nunca existía el término medio: o es bueno, o es malo, no son posibles las medias tintas. Educado en la disciplina, ya desde su infancia había sido fiel a esta doctrina, con los demás y consigo mismo. Jamás hubiera sospechado que un extranjero infiel y aquella extraña herejía harían temblar un día los firmes cimientos de su credo. Ahora mente y corazón se debatían entre las enseñanzas y los sentimientos del pasado, las dudas del presente, y en cómo su decisión afectaría al futuro. La mortecina luz del sol, llamado Paz, entraba por la ventana situada en la pared oeste. Otro abrasador día de la estación seca tocaba a su fin. La amplia estancia se caldeaba con los últimos rayos del pequeño astro alrededor del cual giraba el planeta, y los escasos objetos existentes daban un tinte siniestro al lugar proyectando sus alargadas sombras cuales fantasmas negros escapados al pensamiento turbulento del eclesiástico, que absorto en sus meditaciones no había oscurecido los cristales, y diáfanos como estaban permitían pasar el calor, asemejando así la habitación al mismo infierno que predican para los condenados los fieles seguidores de la doctrina de Labug, los Seundi, los Seguidores del Único Dios. Sintiendo las gotas de sudor resbalar lentamente sobre su piel y bajo la pesada y encapuchada túnica blanca, símbolo de su cargo, el inquisidor pareció despertar a la vida e incorporándose se dispuso a nivelar las condiciones del despacho. —Ventana, penumbra. Climatizador, "on". Luz fría, "on". Al momento los cristales de la ventana se nublaron dejando la estancia en sombras, seguidamente el climatizador empezó a refrescar el lugar adecuándolo a la temperatura "ideal", programada de antemano, y por fin, el despacho se iluminó desde todas las direcciones con una tenue luz blanca que no creaba sombras. Los cambios en el ambiente despejaron fácilmente los fantasmas de la habitación, no así los de su ocupante que pareció no notarlos. El despacho, orientado hacia el sur, estaba vacío en sus tres cuartas partes, la otra cuarta parte la ocupaban la despejada y extensa mesa de nogal, el sillón negro de plexocuero situado detrás, y dos pequeños archivos iguales, uno en la pared oriental y otro en la occidental, colocados simétricamente respecto de la recta que unía la camuflada entrada y la gran mesa de despacho. Los archivos eran sencillas imitaciones en polimadera de aparadores de la Tierra Clásica en los que se guardaban los microdiscos virtuales de todos los procesos: los infieles ejecutados en el de la derecha, y los inocentes o arrepentidos —los que habían conseguido salvar la vida— en el de la izquierda. Este esquema mobiliario simplemente imitaba el viejo cuento que se narraba desde hacía casi cinco siglos a los niños de El Planeta de Dios para explicarles las ideas de cielo e infierno, de bueno y malo: "del ardiente infierno —reino del malvado Hijar— situado en el horizonte del Este, donde las almas pecadoras expían sus culpas sometidas a continuos castigos, renace cada día el sol Paz mostrando la posibilidad de la redención, la verdadera luz, con la que guía a las ánimas bondadosas sobre el azul del cielo en 28

su cálido abrazo. Hasta llegar al paraíso del poniente donde descansarán eternamente, contemplando en la oscura y tranquila noche la hermosa luz de las estrellas, que sólo son un pálido reflejo de la grandeza y la magnificencia del Creador y su obra". En consecuencia, la derecha y el levante representan el Mal, mientras que la izquierda y el poniente son la imagen del Bien. Labug se levantó, cruzó las manos tras su ancha espalda y empezó a caminar lentamente por el termosuelo, a pasos cortos, recorriendo con pausa todo el despacho, marcando con cada zancada el ritmo de sus pensamientos, luchando contra sí mismo, y retornando otra vez al punto de partida, no hallaba respuesta al dilema que se le presentaba entre el inculpado y sus creencias. Esta enorme figura, taciturna y cabizbaja, contrastaba gracias a su blanco atuendo con el oscuro gris monótono de las desiertas paredes, del techo y del suelo de la sala. No obstante, su ánimo no parecía encontrar mejor ambiente que el ceniciento en el que se encontraba. 2.- "...o el odio más fuerte que el dolor" Mafer Gom también se encontraba solo, él era el preso; sin embargo no tenía dudas, estaba seguro de sí mismo y de sus creencias, era lo único que poseía, lo único que le habían dejado. Dando cortas vueltas en la triste "celda de reflexión", donde el reo debía reconsiderar su postura herética mientras durase la vista, rememoraba las últimas sesiones del interrogatorio, veía claramente los cruces de mirada con los otrora ojos de hielo del Inquisidor. El examen de esos fríos ojos azules había hecho tambalearse, e incluso confesar, a más de uno; pero no recientemente, ya no mostraban esa seguridad en sí mismos. Quizás nadie más lo había advertido, sin embargo él sí lo vio, notó como nacía la incertidumbre en la gélida pared cristalina, como desviaba la vista y se abstraía, como reflexionaba, y poco a poco fue naciendo, creciendo y tomando forma una ligera esperanza, tal vez quedase aún alguna expectativa de conservar la vida. Se tumbó en el termosuelo buscando el calor que le negaba la celda y que éste expelía solamente para calentar un poco los pies y que no se congelaran. Abrazado así a la tibieza escasa que podía conseguir, consideró las posibles alternativas: no podía negar ni ocultar su don, por él estaba aquí; escapar de las prisiones de El Planeta de Dios era imposible, nadie lo había logrado en los cinco siglos de existencia de este infierno religioso, y él ya no tenía fuerzas para intentarlo siquiera; esperar el perdón de los Seundi era inútil, no podía cambiar su naturaleza, y por lo tanto, le era imposible reconvertirse y dejar de ser un hereje aliado de Hijar. Su última esperanza estaba en ese asomo de duda que nublaba los pensamientos del jefe eclesiástico; acaso esa era la carta que decidiría la partida. Se arrastró hasta el camastro y tiró las mantas al suelo para arroparse con ellas. Tenía sólo una noche para idear el argumento que lo sacase de allí. El pequeño bulto que formaba Mafer arrebujado con las frazadas, y el resto de la mazmorra, eran observados desde una habitación contigua por una pareja de guardias que contemplaban indiferentes la teleholografía tridimensional que tenían delante. Mafer se sabía controlado, pero ya se había acostumbrado al "Gran Hermano" en este último año: paseando vigilado, durmiendo vigilado, comiendo vigilado, orinando y defecando vigilado, y hasta una vez masturbándose bajo la sorprendida mirada de sus captores. Jamás lo volvería a repetir. Le costó tres semanas a media ración sujeto con electrogrilletes a la pared como penitencia por su innombrable acto; necesitó quince días más para recobrarse y poder moverse sin dolores con las fuerzas recuperadas. Aún sentía escalofríos cuando recordaba aquello. El reducido calabozo donde se encontraba era una habitación cúbica de dos metros y medio de arista, con una pequeña cama en un lateral, una flotaluz ingrávida a pocos centímetros del techo y un pequeño eliminador de deshechos de color bronce fijado a una esquina. La austeridad de la mazmorra se veía agravada con la negrura de las paredes, del suelo y del techo, que incitaban a la anulación de los sentidos como camino hacia el arrepentimiento y la búsqueda del perdón. Si a esto se añadían la baja temperatura y el silencio absoluto que reinaban constantemente, lo normal parecía haberse vuelto loco. Únicamente la salida hacía los interrogatorios suponía un cambio en este pequeño y monótono mundo de soledad. Como activado por un resorte se levantó envuelto en las mantas, necesitaba moverse, estaba inquieto y no conseguía entrar en calor. Esto era bueno por primera vez en mucho tiempo; el frío lo mantendría despierto y alerta para hallar una solución y salvar la vida. Tenía todo en su contra: las 29

pruebas, los testigos y los testimonios; y lo peor es que eran ciertos. No existía falsedad alguna en las declaraciones ni había evidencias falsas o trucadas. Su única vía de escape se encontraba en el corazón del tribunal, en convencer a tres de los cinco jueces de que él no era un hereje, un enviado de Hijar. 3.- "Primera sensación" Lo primero que sintió Mafer cuando bajó de la espacionave que le había llevado como turista desde su sistema natal hasta El Planeta de Dios fue el calor, el intenso y agobiante calor, un calor seco, desértico, que rasgaba la piel y la cuarteaba desde el mismo instante en que el tórrido aire tomaba contacto con la epidermis. El calor impedía respirar, el aire no entraba en los pulmones, los abrasaba. Uno se sentía como esos faquires que tragaban fuego, sólo que ahora se introducía en los pulmones y cada bocanada de aire era una agonía. Eso a pesar de que la salida de pasajeros se encontraba a cubierto, en las sombras, lejos del calcinante sol de mediodía; aún se estaba terminando de construir la terminal interior, donde los climatizadores a plena potencia evitarían esta primera sensación de agobio que producían las altas temperaturas a los escasos extranjeros que se acercaban hasta aquí. El planeta de Dios, situado demasiado cerca de su sol, Paz, mantenía una temperatura media de 40º C a lo largo del año, con variaciones de aproximadamente 10º C arriba o abajo según se estuviera en la estación seca o en la húmeda respectivamente, y teniendo en cuenta además el lugar donde uno se localizara en el planeta. Ahora se estaban alcanzando los máximos de calor del año y, o compraba un refrestraje propio del lugar, o le sería imposible hacer el recorrido de las megacatedrales que le había llevado hasta allí. El único interés turístico para los foráneos eran las magnas construcciones realizadas para mayor gloria de Dios. En ningún otro mundo existían edificios construidos por el hombre de unas dimensiones tales que eran distinguibles desde el espacio exterior; de hecho, la catedral de la capital era la mayor construcción realizada por el hombre dentro de un planeta, contando incluso aquellos con gravedades inferiores a 1/6 g. Claro que existían obras mayores que este templo, pero habían sido hechas en el espacio, sin luchar contra la gravedad. Las megacatedrales —como todo el mundo las llamaba— eran enormes edificios capaces de albergar en su interior a más de diez millones de personas cómodamente. Con más de cinco kilómetros de altura y unos treinta de diámetro eran auténticas ciudades en sí mismas, pero la ley impedía que nadie pudiese residir en su interior más de dos días seguidos para permitir el acceso a todos los creyentes y evitar las aglomeraciones en sus múltiples pisos e innumerables salas, en las que se podían realizar los actos necesarios de los Seundi para dar culto a su dios. Eran los edificios más avanzados tecnológicamente del lugar. Estaban dotadas con los últimos desarrollos en vigilancia uno-uno, realidad virtual, videolovisión, sensorización general, etc., para que los fieles consiguiesen alcanzar el perfecto acercamiento a su Señor. Las ciudades del planeta crecían alrededor de estas megacatedrales. Todas las urbes nacían del mismo modo: el consejo religioso seleccionaba un lugar para edificar el templo, marcaba su contorno y tamaño, e iniciaba una peregrinación santa hacía la zona elegida; una vez allí se iniciaba la construcción desde diversos puntos, surgiendo así una pequeña villa en cada emplazamiento. Con el avance de la obra todo el perímetro se unía, y con él los pueblos circundantes de la catedral, que formaban así una nueva ciudad con su iglesia en el lugar preferente, al alcance de todos los habitantes de la población. Mientras rememoraba los textos e imágenes que había ido estudiando durante el último año, desde que decidió hacer este viaje, terminó de pasar todos los controles aduaneros del espaciopuerto, se dirigió directamente hasta la primera tienda especializada en refrestrajes que vio y compró uno. Sabía que no le iban a engañar; se había informado bien de las condiciones especiales de este planeta, separado de los más de cien mundos de la Federación de motu propio, sin ningún tipo de armamento militar, y carente de embajadas extranjeras. La agencia de viajes no le aseguró; ninguna agencia amparaba a un turista que se aventurase hasta aquí, cada uno venía según su propio riesgo y debía someterse a las costumbres locales o atenerse a las consecuencias. Siempre se especificaba claramente en el contrato, y se hacía notar que las autoridades desaconsejaban tal itinerario señalándolo como altamente peligroso. El gobierno de este mundo era una dictadura religiosa llevada a cabo por los Seundi, que imponían unas estrictas normas de conducta cuyo incumplimiento se consideraba una grave falta. Este delito era juzgado por un jurado de cinco jefes religiosos los cuales decidían acerca de la culpabilidad o la inocencia del infeliz. Si era hallado inocente se le sometía a un seguimiento temporal personalizado 30

por si había conseguido engañar al tribunal. Si era culpable tenía dos opciones: arrepentirse y someterse a una dura penitencia que le duraría la mitad del resto de su vida, o morir ejecutado. Esto no era aceptado por el resto de planetas de la Federación, ya que pese a la autonomía de cada mundo, todos debían respetar el antiguo códice establecido en los inicios de la Federación y que prevalecía sobre cualquier ley local. Sin embargo, los Seundi anteponían su libro sagrado, El Padio, por encima de cualquier otra ley, por lo que hubo de aislarse y someterse a ciertas condiciones impuestas por el resto de estados federales, que observaban atentamente desde el espacio mediante satélites espía los movimientos de los Seundi para que no acabasen constituyendo una amenaza en su intolerancia confesional. Como resultado de esta política dictatorial y dogmática aquí no existía la usura, ni distintas tiendas obtenían distinto beneficio por la venta del mismo producto, ni los hoteles variaban en su precio si tenían la misma categoría, ni existía el juego, ni la prostitución, ni era posible cualquier actividad que condujese a la "perdición". Mafer lo había estudiado todo, no quería cometer un error que le llevase a ser considerado hereje y le obligase a sufrir los castigos de estos fanáticos religiosos. Así, cuando compró el refrestraje supo que era un precio justo y un modelo adecuado. Atravesó el vestíbulo del espaciopuerto embutido en su nuevo refrestraje, modelo similar al de los cientos de anónimos viandantes que se movían caóticamente en todas direcciones como hormigas indistinguibles recorriendo su hormiguero, entrando y saliendo, como entraban y salían las personas por las puertas del espacipuerto en busca de sus destinos. En este aparente desorden Mafer consiguió alcanzar la salida, donde una fila de aerotaxis con sus conductores impacientes dentro esperaban la llegada de los viajeros para trasladarlos a sus lugares de destino. Cuando cruzó la puerta que comunicaba el vestíbulo con el exterior, el opresivo calor lo abrazó hasta dejarle sin respiración durante un par de segundos; justo el tiempo que el refrestraje necesitó para actuar y adecuar sus funciones al cambio de temperatura regulando las condiciones dentro del traje y bajando unos cristales oscuros delante de los ojos antes de que la retina pueda sufrir ningún daño por el exceso de luz que producía Paz al mediodía. Tambaleándose y con la vista aún nublada se condujo hasta el segundo aerotaxi de la fila mientras una señora gorda, dentro de un refrestraje que parecía empeñado en comprimirla, corría casi al límite de sus fuerzas abriéndose paso entre la multitud para abalanzarse sobre el primero, a la par que le gritaba a un pobre hombre que a trancas y barrancas empujaba por detrás a un pequeño y desvencijado robot-maletero cargado con más de diez bultos que parecían querer esconderle de su señora: "Vamos, pareces dormido, date un poco de prisa, no ves que llegamos tarde a casa de mi madre. Claro, si fuese la tuya ya veríamos". El marido se acercó lentamente al taxi y con paciencia y sin decir palabra colocó los bultos en el maletero ayudado por el taxista. Luego los tres, el taxista y el matrimonio, desaparecieron con el auto entre el barullo de coches que entraban y salían de la terminal. A la par el robot regresó a su posición en el espacipuerto para esperar a un nuevo cliente. La mayoría de los aerotaxis allí parados eran viejos modelos, pero con un aspecto brillante de recién salidos de fábrica, como muy posiblemente sería. Los avances tardaban más en llegar aquí debido al aislamiento, y estos aeromóviles debían ser el último modelo del planeta. El vehículo al que subió parecía ser uno de los más nuevos, impecable dentro y fuera, cubierto de una muy buena imitación de piel. Parecía el orgullo de su dueño, un hombre moreno y ya mayor, que lo recibió jovialmente. —Supongo que es usted un turista, ¿verdad?, —y continuó sin esperar respuesta— lo he visto vacilar al salir al descubierto, y eso es algo que sólo le pasa a los extranjeros. —Pues sí, soy de fuera. No esperé que se me notara tan pronto, y menos camuflado con estos trajes. —Bueno, es que aquí en un taxi se ve mucho, y uno es bastante observador, se aprende mucho con los años. Tras preguntarle su destino y sin decir nada más lo llevó al hotel atravesando la monótona y cuadriculada ciudad, rota en su esquema cuando en el horizonte aparecía la inmensa visión de la megacatedral del centro de la capital. Era más inmensa de lo que había imaginado; contemplarla resultaba impresionante, sobre todo si se tenía en cuenta la distancia a la que se encontraban, en las afueras de la ciudad. El resto eran edificios repetidos, iguales a sus vecinos, construcciones con forma de prisma y colores claros, con grandes ventanales rectangulares de cristales oscuros, colocados en

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manzanas cuadradas de igual tamaño. Algo totalmente rígido, sobrio, frío como una ciudad hecha de hielo y quebrada en su centro por un glaciar enorme que rompe la armonía geométrica de las formas. Durante todo el viaje Mafer permaneció absorto en el examen del edificio religioso y no se dio cuenta de la llegada al hotel hasta que el coche se detuvo. —Impresiona ¡eh! —comentó con voz chillona el taxista—. A todos les pasa igual, todos ustedes vienen a lo mismo. —Sí, bueno —respondió Mafer saliendo del trance contemplativo—, es más imponente que vista desde la nave, cuando aterrizamos. Desde aquí domina todo el horizonte. —Es cierto, aquí estamos muy orgullosos de ella. Dios debe de estar satisfecho de nuestro trabajo. —Supongo que sí —concluyó Mafer intentando no hablar sobre religión ni nada parecido. Pagó al conductor y, al abrirse la puerta automática del aeromóvil, el asfixiante ambiente del exterior le retuvo un par de segundos en el asiento en tanto que el traje se adaptaba del acondicionado interior al horno del exterior. Pasado el momento de transición, se recuperó y se apeó del aeromóvil dispuesto a entrar en el hotel y descansar un poco del largo viaje. El hotel era un modesto edificio de cinco plantas, cuya fachada sólo se diferenciaba de las otras por un pequeño letrero colocado sobre la entrada en el que se leía: HOTEL, sin especificar ningún nombre en particular, ni su categoría; se distinguía del resto de locales de la ciudad dedicados al hospedaje por la calle en la que se encontraba, debido a lo cual generalmente se los conocía por el nombre de la misma. Al entrar en el edificio el aire fresco del interior lo acarició, mientras un pequeño robotones salía a su encuentro y tras unas breves indicaciones recogía las maletas que le ofrecía el taxista y se las acercaba hasta el mostrador donde estaba el recepcionista; este lo recibió mecánicamente y le entregó la ficha de su habitación después de que se identificase. Mafer introdujo la tarjeta en la parte superior del robotones y se dirigió al ascensor precedido por el pequeño robot cargado con las bolsas de viaje repartidas entre sus ocho brazos mecánicos. Atravesó la sala y rodeó la columna central que dominaba toda la estancia y que a su vez permanecía confinada entre unos cómodos sofás de color verde selva. La decoración de las paredes, al gusto de la época y haciendo juego con los sillones, estaba formada por imágenes tridimensionales de hermosos y húmedos parajes de diversos mundos, lo que refrescaba todavía más el ambiente, ya agradable de por sí con los acondicionadores tan potentes que se usaban en el planeta. Al acercarse al ascensor observó en el fondo de la izquierda unos modestos discos elevadores para uso exclusivo del personal del hotel con capacidad para una sola persona y su carga. Hoy en día en cualquier hotel de su mundo los discos más pequeños ya se usaban con cabida para veinte personas, y nadie utilizaba los claustrofóbicos ascensores, sin embargo parecía que aquí aún no habían aprendido a explotar el potencial real que tenían. Una vez en su habitación, cansado y sucio de una travesía tan prolongada, dejó las maletas tiradas en el suelo, se desplomó en la cama y, desde allí mandó preparar un relajante termobaño. —Baño, lleno tres cuartos, agua a 18º C constante —ordenó al servicio automático—, espuma relajante y gel suave. El ordenador de la habitación confirmó la orden y comenzó a llenar el baño con agua espumosa mientras él se desnudaba dispuesto a pasar la próxima media hora en una total relajación. La habitación, como todo en el lugar, era modesta, decorada en tonos pastel. Una pequeña cama situada enfrente de la puerta de entrada, coronada con un proyector tridi de dudoso gusto y cubierta con una colcha verde de hilo, y una mesilla de polimadera al lado derecho componían todo el mobiliario. Completaban el lugar un armario empotrado, con las puertas de espejo, en la pared este y el cuarto de baño en la izquierda. La sencillez y la falta de avances tecnológicos eran la nota común predominante en todo lo que le rodeaba, y lo serían en todo lo que le iba a acompañar en los próximos días, mientras durase su estancia. Se sentía feliz, todo iba bien, había sido un viaje tranquilo y no parecía haber problemas. No obstante no debía descuidarse; algunos de los que llegaron aquí antes que él ya no volverían a sus casas por culpa de haber infringido alguna de las estrictas leyes del planeta. Bueno, ahora debía relajarse y disfrutar, estaba de vacaciones, y con un poco de cuidado no le pasaría nada. Cuando salió del agua, esta aún se mantenía a 18º C gracias al regulador de temperatura incluido en el termobaño, y él empezaba a tener arrugada la piel. Se secó a medias con una suave toalla y con 32

una ducha de aire fresco, que le cerró los poros y le dejó tersa la piel como a él le gustaba. Se roció con una solución hidratante, se vistió y se dispuso a abandonar su habitación en busca de un primer contacto con la ciudad. A pesar del refrestraje todavía no estaba adaptado al clima, y al salir del hotel volvió a sentir el brusco golpe de los más de 50º C que asolaban la calle. El cambio en la temperatura y en la luz le nubló un poco la visión pese a los cristales oscuros que le cubrieron los ojos, y volvió a sentir un pequeño mareo mientras actuaban los sensores automáticos del traje y nivelaban el ambiente dentro del mismo. Tendría que acostumbrarse si quería salir a la calle; era inevitable el cambio. Le pareció escuchar un grito, un chirrido, y cuando se volvió para mirar de donde provenía fue cuando sintió el impacto por detrás y ese intenso dolor en el brazo izquierdo. Luego perdió el sentido. 4.- "Nunca confíes en tu agencia de viajes" Le dolía todo el cuerpo. Sólo sentía dolor. No tenía recuerdos ni notaba ninguno de sus cinco sentidos: sólo dolor. Un dolor intenso que poco a poco se desviaba, empujaba, viajaba a lo largo de su cuerpo, fluía por sus nervios y se concentraba en su brazo izquierdo. Algún ruido fuera, ¿quizás alguna voz?: empezaba a despertar. Un fulgor, tenía los ojos cerrados, pero aún así percibía la luz a través de sus párpados. Un regusto a moho se adueñaba del paladar. Y ese olor aséptico inconfundible de los hospitales. ¡Eso era!, un hospital, ya empezaba a discernir, a percibir algo más que sensaciones, volvían los recuerdos, las ideas: una luz, un sonido seco y otro chirriante, como un frenazo, el dolor, y nada, ya nada más. Se sentía flotando cuando por fin pudo entreabrir los ojos y adivinar entre brumas. —...en estos dos días que lleva inconsciente —comentaba un hombre bajo vestido con un mono blanco descubriendo el hombro de Mafer—, no sólo se han cerrado las heridas que habrían desangrado a cualquier otro hombre, sino que además ya están totalmente curadas, como si no hubiese pasado nada, como si nunca hubiera tenido brazo. Al escuchar lo del brazo Mafer se afanó para no recaer en el letargo del que acababa de salir. Debía enterarse con toda certeza de lo que pasaba a su alrededor, obligó a su mente a concentrarse, agudizó el oído y se fingió dormido. —Sí, —contestó otro sujeto situado al lado del anterior y un poco más alto, aunque vestido con el mismo uniforme blanco— las heridas no sólo han cicatrizado, sino que están abultadas, como intentando extraer algo. Es como... como si intentara crear algo desde el muñón. —Además —continuó el más alto— está consumiendo el doble, o incluso el triple de suero de lo que sería lo normal en un caso como este. Claro, que lo debe de necesitar si está engendrando algo nuevo desde el hombro, como parece. —Y por si fuera poco ahora mismo parece un generador de corriente en plena actividad. Hasta da calambre si le tocas. Yo no espero más, voy a avisar al tribunal religioso. Este tipo no parece humano. Mafer los vio salir de la habitación con paso decidido, su suerte parecía echada, intentó incorporarse pero el cuerpo no respondió a las órdenes enviadas desde su cerebro, estaba exhausto. Ya sabía casi con toda certeza lo que le sucedería a continuación, ahora no podía hacer nada, debía recuperarse y esperar, se relajó y volvió al reino de la inconsciencia. Cuando volvió otra vez en sí el dolor casi había desaparecido y los recuerdos retornaron esta vez más rápidos a su mente. Allí estaban los dos sujetos del mono blanco, uno junto al otro, pero no estaban solos, los acompañaban otros dos personajes de unos 1'90 metros vestidos con sendas capas con capucha de color rojo sangre. Conocía el terrible significado de esas vestimentas encarnadas: esos dos hombres eran inquisidores y él era su presa. Las videolografías del año anterior sobre los miembros de esta extraña comunidad pasaron fugazmente por su mente y como en una sola holofoto se concentraron todas las ideas y sentimientos acumulados. Y volvió el dolor, pero era otro tipo de dolor, era aflicción y abatimiento por su futuro cierto y amargo, por la lucha que se le abría ante sí y que ya creía perdida de antemano, por todo lo que hubiera podido ser y que, ya era casi seguro, no sería. —Ya despierta —dijo apresuradamente el rubio inquisidor de su izquierda mientras se frotaba las manos una contra otra apuntando hacia él su nariz aguileña y sus ojos saltones. Mafer se estremeció, 33

no le gustaban ni su expresión ambigua ni el inquieto movimiento de sus manos. Instintivamente desvió la mirada y se encontró a su derecha con un hombre moreno de facciones muy acogedoras. Le observaban unos hermosos ojos de un verde azulado turquesa que le trajeron a la memoria las tibias aguas del mar situado frente de la casa donde pasó su niñez, esas aguas tranquilas que le transportaban a un mundo lleno de recuerdos felices, de paz, de libertad, donde el horizonte era su mejor amigo. La mirada poco a poco se rodeó del resto de las facciones que completaban el rostro: una ancha mandíbula, firme y segura, y una frente arrugada como un viento travieso que revolotea entre las casas buscando algún compañero de juegos. Remataba el semblante una sonrisa cálida, entrañable como el fuego de una chimenea alrededor del cual reunirse a contar viejas historias mientras fuera recrudece el frío invierno. —Eso parece, nuestro invitado tiene mejor aspecto esta mañana —comentó este inquisidor de pelo moreno con una voz aterciopelada, dulce y tranquila—. ¿Cómo se encuentra? —añadió con un tono que recordaba a un padre preocupado por su hijo. Los cuatro hombres, con unos movimientos que asemejaban una coreografía, rodearon la cama de Mafer lentamente mientras fijaban toda su atención en él, dos de ellos con sus capas rojas, señal inequívoca del tribunal inquisidor, y los otros dos vestidos con sus monos blancos, uniforme obligado en todos los hospitales. A Mafer se le antojaba harto graciosa la escena: un “infiel” en la cama rodeado de cuatro personajes tan importantes en este planeta con intenciones de salvarlo, dos intentando rescatar la pureza de su alma, y otros dos intentando recuperar la entereza de su físico, pero eso sí, todos queriendo salvarlo; y todo para acabar destruyéndolo. El inquisidor con los cabellos negros tenía un aspecto paternal, su pelambre oscura como una noche sin estrellas ni luna ayudaba a crear esa imagen, la cual se endulzaba aún más con los dos redondos, claros y grandes ojos que iluminaban su amplio rostro, y su falsa sonrisa, de la que se servía para ganarse la confianza de aquellos que no lo conocían y a los que mandaba a reunirse con su Creador. Su nombre era Enan Vad y su fama generalmente ya le precedía: frío, despiadado, se decía que su corazón era tan oscuro como su pelo. Era capaz de recitar de memoria las leyes, que aplicaba con toda la severidad, e ignoraba el significado de las palabras misericordia y perdón. Únicamente creía en la justicia ciega, en el ojo por ojo. Su compañero, Migan Ark, era un tipo nervioso, inquieto, de un temperamento vivaz que le había hecho ganarse más de una recriminación del Inquisidor Jefe. No obstante, también le había hecho llegar a donde ahora se encontraba pues le hacía buscar el trasfondo de las cosas en donde el resto solo arañaban la superficie. Era la cara opuesta de Enan, de enfado pronto y fácil, incapaz de ocultar sus sentimientos ni de faltarle a la verdad en beneficio propio; buscaba más la bondad en el prójimo que sus defectos. De los doctores, el más bajo era Lulop Rev, un famoso médico de El Planeta de Dios. Su corta estatura, pues medía unos escasos 170 centímetros, su cara redonda y colorada, su pelo moreno en contraste con su rubia barba, y sus alegres ojos castaños, le conferían un aspecto pintoresco en un primer vistazo, pero amable y tranquilo en una segunda observación, lo cual hacía que uno se encontrase a gusto y relajado en sus manos. Gonma Her, su colega de profesión, era unos 10 centímetros más alto, y su faz parecía brillar, iluminada por dos perfectas filas de dientes blancos como la nieve. Los dos médicos estaban ya en la frontera de los cincuenta años y en sus rostros se reflejaba la experiencia acumulada. Gonma tenía siempre una visión más rápida y real de los problemas que Lulop, pero este último le ganaba en su habilidad en el quirófano para salir con éxito de las operaciones más complejas. Este equilibrio los había unido mucho tiempo atrás, y había conseguido que fueran considerados el mejor equipo médico del planeta. Mafer contempló los cuatro semblantes que ahora se le mostraban, centrando más su atención en los dos inquisidores. Enseguida le vino a la mente el esquema de las viejas películas, con el policía bueno y el policía malo, el único problema era saber quién era quién. Recorrió la blanca y aséptica habitación con la vista, observó la electrorreja de la ventana y el sistema de seguridad semioculto en la puerta y adivinó a los dos guardianes que la flanqueaban en el exterior y de los que sólo pudo ver sus sombras proyectadas sobre la entrada. Realizó un primer análisis de su situación, y decidió que lo único sensato en aquellas circunstancias era seguirles el juego. —Me encuentro cansado y dolorido, pero... ¿dónde estoy?, ¿qué me ha pasado?, ¿quiénes son ustedes?, ¿qué hago aquí? —comentó atropelladamente, simulando un desconcierto que no tenía.

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—Calma, calma —lo tranquilizó Enan Vad—. Ha sufrido un pequeño accidente, le arrolló un aeromóvil a la salida del hotel donde usted se alojaba y en la caída recibió un fuerte impacto en la cabeza que le ha tenido doce semanas inconsciente en el hospital de la ciudad, bajo la supervisión de los doctores Lulop Rev —dijo presentando al más bajo de los hombres vestidos con el mono blanco— y Gonma Her —y señaló al otro médico. —Bienvenido al mundo de los vivos —lo recibió Gonma. —Bienvenido —confirmó inmediatamente Lulop con una amplia sonrisa—, espero que siga recuperándose tan rápido como hasta ahora. Es usted afortunado, tiene una fortaleza especial que le ha hecho salir del coma en el que llevaba casi tres meses. Para evitar el tema de la recuperación de Mafer intervino ágilmente el calmado inquisidor. —Mi compañero, Migan Ark, y yo, Enan Vad, somos servidores religiosos de la comunidad y hemos venido a interesarnos por su salud en cuanto hemos tenido noticia del accidente. Ya que es usted extranjero en nuestra tierra queremos asegurarnos de que reciba los mejores cuidados. —Gracias por todo. ¿Cómo estoy ahora?, ¿qué me ha sucedido en estas semanas? —inquirió Mafer. —¡Oh!, no es mucho lo que tiene. Algunas magulladuras por el cuerpo y hasta ahora la pérdida de la consciencia, que es lo que más intranquilos nos tenía, pero ya ha vuelto con nosotros y no parece tener lesiones en el cerebro, se encuentra usted perfectamente —mintió el doctor Gonma—. Le hemos hecho múltiples análisis en la cabeza, por la pérdida del conocimiento y algún otro problema derivado de ello que pudiera presentarse, y no hemos encontrado nada, todas las pruebas han dado resultados negativos. Lo peor, aparte de lo anterior, fue su brazo izquierdo, que tuvo numerosas contusiones y múltiples roturas, por eso lo tiene vendado; debió de caer sobre él, pero ha respondido perfectamente al tratamiento. Calculamos que en una semana podremos darle el alta, cuando recupere fuerzas comiendo por sí mismo y verifiquemos el estado de su brazo y su cabeza. Ahora está un poco débil y debe descansar. Mafer se miró el brazo izquierdo sabiendo que mentía. Parecía entero, pero el sabía que no era así, aún notaba ese leve cosquilleo eléctrico característico del final de su regeneración. Tendría que esperar, no quedaba otro remedio. En ese momento apareció una enfermera pequeña y arrugada como una pasa con una bandeja de comida, y Enan lo aprovechó como excusa para marcharse. —Bueno, bueno, si aquí le traen su comida. Hagamos caso a los doctores y dejemos que se recupere nuestro invitado. Ya le veremos dentro de una semana, cuando le den el alta. Que le aproveche. 5.- "Volver, volver" Los cinco días siguientes transcurrieron lentamente en su interior, pensando, imaginando qué hacer en cuanto estuviera totalmente recuperado, cómo escapar de allí, qué estrategia utilizar cuando vinieran por él, qué inventar para las primeras preguntas, cómo evitar el tema,... En el exterior todo era aparente normalidad: descanso y comida, recuperando sus fuerzas tal y como le habían prometido. La estancia en la que se hallaba contenía una sola cama y una mesilla al lado, y era lo más parecido a una habitación de hospital que había visto jamás, completamente limpia y desinfectada, silenciosa, con las paredes blancoazuladas y una hermosa vista de un tranquilo jardín. La puerta del servicio poseía el mismo color que el resto de la sala y sólo se distinguía de las paredes por el pomo, ¡aún existían puertas con pomo!. Las luces se encontraban integradas y bastaba una voz para accionarlas, al igual que para aclarar u oscurecer los cristales de la ventana. A diario sólo recibía la visita de la enfermera, a las horas de las comidas, que entraba, dejaba o recogía la bandeja con los alimentos, y se iba como había venido, en silencio, como si él formara parte del mobiliario, ignorando sus preguntas y comentarios, sin mirarlo siquiera. Un par de días se dejaron caer por allí los doctores para comprobar su estado, le plantearon algunas cuestiones sin importancia, le pasaron por delante unos cuantos aparatos y se fueron con la misma sonrisa con la que habían entrado. Así transcurrieron cinco aburridos días. Al despertar el sexto día ya notó el brazo íntegro, y con las fuerzas aún incompletas debido a la energía consumida durante la regeneración, intentó salir discretamente a dar una vuelta. Un supuesto 35

celador en la puerta se lo impidió amablemente con unas cuantas excusas hasta que llamase a los doctores, que cuando aparecieron le contaron un buen número de patrañas médicas por las que no podían dejarle salir hasta el día siguiente, cuando pasase una revisión. Mafer no quería más problemas de los que ya tenía y cedió en su empeño. En la séptima jornada le quitaron el vendaje y apareció un brazo en un estado inmejorable, sin señales de ningún tipo: ni arañazos, ni cicatrices, ni moretones, nada, un brazo perfecto, como el de un recién nacido. Nadie hizo ningún comentario al respecto y Mafer tampoco quiso decir palabra. Le hicieron algunas pruebas motrices en las articulaciones y músculos del brazo, varios tests de reflejos, alguno de agilidad mental y un incontable número de preguntas de todo tipo para comprobar lagunas en su memoria, y al dar negativo en todo decidieron darle el alta médica. Finalizado el examen Gonma y Lulop abandonaron la habitación, no sin antes despedirse amigablemente y desearle todo tipo de suertes en su futuro. Al poco apareció la enfermera con un refrestraje de su talla completamente nuevo, lo dejó metódicamente doblado encima de la cama y se marchó sin decir palabra, como siempre. Justo acababa Mafer con el último ajuste del traje cuando aparecieron los dos inquisidores bajo el marco de la puerta. —Cuánto me alegro de que ya esté totalmente recuperado —saludó Enan. —Buenos días, —respondió Mafer, rota la esperanza de que no volvieran— me alegro de verlos, ¿qué los trae por aquí?. —¡Oh!, bueno, ¿se acuerda que le dijimos que vendríamos cuando le dieran el alta?, bien, pues aquí estamos para acompañarlo, o más bien... para que nos acompañe si es usted tan amable. —¿Qué los acompañe?, bueno, ya me dirán donde quieren que vayamos, ustedes mandan. —Si no le molesta mucho, —intervino Migan— querríamos que nos contestase a unas preguntas sobre el accidente, pura burocracia, ya sabe, pero es necesario el papeleo para esclarecer los hechos y dictaminar la inocencia o culpabilidad del conductor del aeromóvil que lo atropelló, y cuanto antes lo hagamos, antes podrá continuar con su visita a nuestro hermoso planeta. —Yo no quiero poner ninguna denuncia al conductor —afirmó Mafer intentando escapar de lo imposible—, la culpa fue mía, sufrí una pequeña bajada de tensión al salir desde el acondicionado interior del hotel al calor de la calle y di un traspiés inesperado, perdí por unos segundos mi visión y no vi el aerocoche. —Sí, eso confirma la versión del conductor —aseguró Migan—, pero de todo esto hay que dejar constancia por escrito, y es necesario que nos acompañe a las oficinas para imprimir su huella en los formularios. —Está bien, si no hay más remedio. Dejen que recoja mis cosas —comentó mientras empezaba a buscar sus objetos personales— y enseguida los acompaño. —No se preocupe por sus cosas, las oficinas están aquí al lado y luego puede volver por ellas, la enfermera se las guardará —dijo Migan mientras Enan llamaba a una enfermera y le daba unas instrucciones que Mafer no llegó a escuchar y que la temerosa mujer se dispuso nerviosamente a ejecutar al instante. —Si se empeñan. Bueno, vamos allá, luego volveré por mis cosas. Al salir de la habitación camino del ascensor, flanqueado por los altos inquisidores, Mafer pudo ver las caras asustadas de la gente y escuchó los murmullos a su paso. Todos debían saber hacía ya tiempo lo que sucedía y qué era lo que le esperaba. De reojo, girando levemente la cabeza, detectó a dos hombres vestidos con discretos refrestrajes, casi sin adornos, que los seguían a cierta distancia. Cuando entraron en el ascensor los dos sujetos se separaron y mientras uno bajaba por las escaleras el otro los acompañó del modo más indiferente, demasiado tranquilo para ser un ciudadano común. Al llegar a la calle volvió a sentir el mismo pequeño mareo de siempre al pasar de una temperatura agradable al sofocante mundo del exterior. Sufrió unos instantes de vacilación, y cuando el refrestraje actuó retornaron en unos pocos segundos todos los sentidos en perfecto estado. Mientras cruzaban la blanca e inmaculada calle, Mafer reparó de nuevo en la perfecta disposición de los idénticos edificios en manzanas cuadradas de igual tamaño, con esa precisión geométrica que ya había contemplado en los holovídeos que estudió en su planeta antes de salir de viaje, y que confirmó desde el aerotaxi en el recorrido que le llevó desde el espaciopuerto hasta el hotel. Los aerocoches, también de colores claros debido al calor, siempre cerrados, señal inequívoca del uso del climatizador, se veían circular lentamente por las vías señaladas para ello en una sucesión ejemplar, respetando amablemente las señales y a los otros conductores. La dictadura religiosa de los Seundi 36

imponía el orden, el respeto estricto de las leyes y severos castigos para los transgresores. Mafer conocía todo esto y mucho más, pero no por ello dejaba de sentir vacía la calle, sin vida: nadie gritaba, nadie pitaba, nadie discutía, nadie corría, nadie se peleaba. Este era el mejor planeta habitado del universo donde morir de aburrimiento. Cuando llegó a las supuestas oficinas, que no eran más que los cuarteles de la Inquisición en la capital, sabía que ésta era la última vez en mucho tiempo que estaría al aire libre. Así pues, se volvió, miró al horizonte, su amigo, e inspiró una buena bocanada de aire. Después se giró dispuesto a entrar, pero antes saludó con una sonrisa cómplice a los dos guardias de seguridad que los habían seguido hasta allí, dio un paso más y se resignó triste a su destino. 6.- "Mientras hay vida..." La pequeña bola que formaba Mafer con las mantas seguía arrastrándose por la mazmorra de un lado a otro, a pasos cortos pero rápidos, mostrando el nerviosismo que lo consumía, recorriendo todos los rincones de la pequeña celda, recorriendo todos los detalles de su caso, paso a paso, minuto a minuto. Intentaba buscar argumentos en el libro sagrado de los Seundi, El Padio. Ya lo había leído diez veces: una antes del viaje, para no cometer errores —¡qué irónico le parecía eso ahora!—, y nueve más desde que le encerraran en esta celda de reflexión examinando ideas para su defensa. Se sabía el libro de memoria, cada pasaje, cada ley, todas las enseñanzas y preceptos contenidos en él, dominaba el libro sagrado casi mejor que sus jueces. Y había usado ese conocimiento en muchas ocasiones a lo largo del juicio, pero no le sirvió de nada, era antinatural regenerarse y se consideraba obra del Maligno: "...y habrá que mantener especial vigilancia en aquellas características que, aun siendo congénitas en otros seres, no le son propias a la naturaleza del hombre, porque podrán ser usadas por el Maligno para sus propios fines..."; en este pasaje estaba escrita su condena, ya se lo habían repetido quinientas veces a lo largo del juicio, y quinientas veces lo había intentado rebatir, lo había discutido en contra de la opinión de los jefes religiosos. A pesar de todo, los textos santos era lo único que aceptaría la mayoría de su jurado como defensa. Desesperado, rompió a llorar. No era la primera vez que esos ojos tristes derramaban lágrimas de impotencia y temor ante el futuro que le esperaba unas horas más tarde. La negrura de su celda parecía un fiel reflejo de la profecía que él mismo se había augurado el día que despertó por primera vez en la cama del hospital y escuchó la conversación de los médicos: “...este tipo no parece humano...”. ¡Pues claro que él era humano!, y nada más que eso: ¡humano, humano, humano,...!. Cómo hacérselo ver, dónde estaría la clave, dónde la respuesta. Estaba al borde de la locura, ya no soportaba más. Cuando inició el viaje sabía de antemano que si esto ocurría estaría condenado a morir, pero las probabilidades de que le sucediera algo así eran de una entre un millón: un accidente que le arrancara parte de su cuerpo, y que además aconteciese delante de alguna persona. Era prácticamente imposible; en toda su vida jamás le había sucedido. Pero había ocurrido, eso no tenía remedio. Se secó las lágrimas con la firme promesa de no llorar más; no le ayudaría en nada, y no quería que sus captores disfrutaran de su dolor. Necesitaba permanecer integro y encontrar el modo de salvar la vida; aún debía de existir una posibilidad. Y él la descubriría o —nunca mejor dicho— moriría en el empeño. Se apercibió de que el cansancio acudía a sus piernas, debía de llevar ya varias horas paseando, y se sentó agotado en la cama. No tenía forma de saber que hora era, pero suponía que fuera ya estaría amaneciendo. En este último año había aprendido a calcular la hora del día en la que se encontraba con bastante precisión. Seguramente ya pronto irían por él, le quedaba poco tiempo. Se concentró para mantener la entereza cuando llegasen los guardianes que le conducirían al Patio de los Infieles, donde se escucharían sus últimas argumentaciones antes de que los cinco miembros del tribunal decidiesen el veredicto, y el Inquisidor Jefe dictaminase su libertad, la penitencia a cumplir o... su muerte. La puerta se abrió. Ya era la hora. 7.- "Última visión" Los primeros rayos de luz de Paz ya asomaban por el horizonte cuando Labug se decidió a visionar el resumen que le iba a preparar el ordenador central sobre el litigio contra Mafer Gom. La noche había sido muy larga, había más en juego que la vida de un hombre; su decisión sobre la 37

naturaleza humana y la intervención o no en ella de Hijar afectaría al desarrollo de su religión en las generaciones futuras. Era demasiado peso para él ahora que la duda le hacía vulnerable; no obstante, era la responsabilidad que había adquirido cuando asumió el cargo veinte años atrás. Cerró los ojos, rezó una breve plegaria pidiendo a Dios que le iluminase en este trance, y cuando los abrió pareció despertar con las ideas más claras. —Ordenador, microdisco resumen proceso contra Mafer Gom. Tiempo aproximado —consultó su reloj y la hora a la que debía de volver a reiniciarse el proceso— una hora. El ordenador rápidamente extrajo los microdiscos que contenían toda la información grabada del juicio, analizó el contenido, eliminó ideas repetidas, examinó el tiempo disponible y separó la información más esencial. En menos de cinco segundos estaba dispuesto lo necesario. —¿Orden cronológico, ideológico, o algún otro tipo? —preguntó el ordenador con una voz impersonal más propia de una computadora antigua que del moderno modelo del que se trataba. —Cronológico —afirmó secamente—. Espera orden de comienzo. Recorrió el trecho de la habitación desde la camuflada puerta hasta su mesa con paso seguro y se acomodó en su sillón dispuesto a examinar los detalles más importantes de este juicio que no le dejaba dormir. Se concentró en lo que iba a hacer, olvidándose de todo lo que no tuviera que ver con el caso, inspiró hondo y relajó los músculos. —Comienza videolografía. 8.- "Al principio fue la luz" Los primeros días sólo indagaron sobre cuestiones superficiales: cómo fue el accidente, cómo se sentía, cuál era su planeta de origen, por qué había viajado hasta allí, cómo era su familia, y asuntos similares sin importancia. Amables en todo momento, jamás una subida de tono o un grito; siempre eran corteses en los primeros días de los interrogatorios. Lo peor era para el acusado, que tenía que dormir noche tras noche en el frío y oscuro calabozo. Los cinco inquisidores, sentados en sus cinco confortables sillones, le hacían una pregunta tras otra sin darle tiempo a pensar, repitiendo cuestiones para verificar su sinceridad, mientras él, sentado en un sillón algo mas incómodo y unos cincuenta centímetros más abajo que sus captores, contestaba tranquilamente todas las cuestiones que le formulaban. No era más que el principio, después no serviría para nada. En los Juicios de Dios estaban prohibidas las drogas y las máquinas para obligar al interrogado a contar la verdad, pues pese a que era conocida su infalibilidad, se consideraba que un ingenio sin alma no podía decidir sobre los problemas del espíritu, ya que le eran ajenos. Era posible que los artefactos fuesen utilizados por el Maligno con el objeto de confundir el buen juicio de los magistrados, por eso el tribunal lo componían cinco hombres de Dios, para vencer toda posible influencia proveniente del infierno. Cuando el fallo era dividido, la ley prescribía que aquellos que formaban la minoría debían ser sometidos a un aislamiento purificador para separar de ellos los engaños de Hijar que los llevaron a errar en su decisión. Después se les debía volver a mostrar el proceso hasta que se convencieran de su error, y si tras varias sesiones alguno persistía invariablemente en su veredicto, para intentar recuperar su alma y como penitencia sería encerrado de por vida en una celda de reflexión. Hasta ahora nadie había insistido tanto en su dictamen como para ser recluido el resto de sus días, y era dudoso que nadie lo hiciera en un futuro. El salón de los interrogatorios, o Patio de los Infieles, era una sala circular muy amplia, sin columnas, y con cinco sillones en su fondo norte y uno más pequeño, delante de estos, a unos cinco metros de distancia y unos cuatro escalones más abajo. El inculpado accedía al recinto generalmente por una puerta camuflada en su fondo sur, aunque tenía otras dos dispuestas, y ocultas, en los extremos este y oeste por las que entraban y salían los magistrados. La decoración era austera, sin representaciones de ningún tipo pues las prohibía El Padio. Las paredes eran de un material indefinido y de un uniforme color añil, al igual que el techo, mientras que el suelo lo componían baldosas de una imitación bastante buena de mármol, pero más cálido y acolchado al andar. El aspecto general era frío y sin vida, sobrio, impersonal. Al ver a los inquisidores sentados en sus tronos, justo antes de la entrada de Mafer, uno se imaginaba una plaza de toros de hielo en la que de un momento a otro entraría un encogido y enfermo 38

Teseo, dispuesto a lidiar a cinco enormes reses congeladas delante de un público ausente, que sólo espera que el pobre Teseo se rompa en millones de cristales transparentes tras la primera embestida para explotar en un aplauso silencioso y enfervorecido, que derretiría el gélido decorado y lo haría desaparecer en un río de agua y sangre. Los cinco jueces, siempre inmóviles en sus asientos, recordaban en su forma pétrea a la típica representación de los fundadores de la Federación que se hallaba en todos los planetas. Labug, el más alto con sus más de doscientos veinte centímetros de altura, siempre presidía las sesiones en el asiento central, serio, sin cambiar jamás el rictus de su faz, sin expresión alguna, en completo silencio, atento en todo momento a las argumentaciones de ambos bandos, grabando en su memoria las sensaciones que luego no podría repetir la videolografía tridimensional cuando revisase las declaraciones en privado. No parecían suficientes todos los detalles para tomar una decisión, debía aprehender el aire, el suelo, los sentimientos, las respiraciones, las miradas, el dolor, el sufrimiento, la luz, las sombras, el odio, el amor; todo aquello que a nadie parecía importarle pero que él percibía como fundamental. Debía conocer con exactitud qué respuesta quería Dios de él en este trance. El escaño de su derecha lo ocupaba el delgado Rabra Mar, pelirrojo, pálido y menudo; se asemejaba a un gnomo escapado de un bosque de un cuento de hadas. Allí parecía estar fuera de lugar. Su mal carácter, unido a su voz rasgada acentuaban esta semejanza y ocultaban su espíritu generoso. Siempre protestando iracundo, con el color rojo de su nariz intensificándose a medida que crecía su enfado, casi perdido en el enorme asiento en el que se aposentaba, su mal humor iba en aumento a medida que aumentaban en su interior las dudas sobre el caso que se le presentaba. Más a la derecha, en el asiento del extremo, se revolvía inquieto Migan Ark, al que Mafer ya conocía de su visita al hospital. Su opinión sobre él había ido variando desde entonces; a lo largo del juicio demostró ser muy minucioso, y más de una vez retornó a un mismo tema para volver a analizar todos los puntos hasta que le quedaron claros. Su naturaleza intranquila ponía nerviosos a aquellos que escuchaban su aguda y siseante voz, mientras contemplaban ese interminable roce de sus manos girando una y otra vez sin descanso. Su colega en el viaje al hospital, Enan Vad, ocupaba el sillón situado a la izquierda del presidente del tribunal. De los cinco era el más peligroso, siempre sediento de sangre hereje, amable en el trato con los inculpados, de voz cálida y hablar lento. La nariz acompañaba sus frases en un gracioso subir y bajar que distraía la atención de sus interlocutores cuando le miraban, apartando su mente de otros asuntos más importantes. Entre tanto su cerebro analizaba cada palabra y cada gesto retorciendo las intenciones, hallando un doble sentido en todo, midiendo los pasos de los acusados hasta la tumba. Su juego no era nuevo para Mafer; este tipo de gente era bastante común, por lo que cuando lo descubrió no se preocupó demasiado por él, era seguro que le consideraría culpable antes de conocerle. El quinto juez, sentado a la izquierda de Enan, era Alar Ant, un hombre de aspecto atlético y juvenil que parecía practicar la máxima de men sana in corpore sano. Su edad ya sobrepasaba los cuarenta años pero su apariencia era veinte años menor: una expresión de media sonrisa, con sus escasos 175 cm de altura, sus ojos azules y su recortado pelo castaño le conferían el aspecto de un universitario recién escapado de alguna universidad religiosa del lugar. Alguna vez su ímpetu lo levantó de su asiento y su voz tronó en la sala de tal forma que casi se temió por la solidez del recinto. Su firmeza era inquebrantable y nada le hacía cambiar de opinión. Con el transcurrir de los días los interrogatorios se fueron espaciando en el tiempo mientras se verificaban todos los datos que comunicaba el convicto. Una mañana, por fin, empezaron a preguntarle sobre el tema que le había llevado a donde se encontraba. —¿Es cierto que a usted se le regeneró de la nada el brazo izquierdo que un aeromóvil le había arrancado en un accidente? —inquirió Alar Ant con esa media sonrisa que le confería su aspecto de juvenil inocencia. —No —contestó Mafer esperanzado de haber entrado ya en el tema y no deseando dar pie a nada más con su respuesta. Si querían algo lo tendrían que buscar. —¿Niega acaso la regeneración de su brazo, que pueden atestiguarla los dos doctores que le atendieron y tres enfermeras más que le cuidaron? —atacó ahora Enan Vad. —No, no niego la regeneración, niego que sea de la nada. —Entonces, ¿de dónde salió el brazo? —volvió sobre él Enan.

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—Del resto de mi cuerpo y del alimento que me proporcionaron en el hospital, del mismo sitio de donde renace la carne que cierra una herida abierta. —Pues a los demás enfermos los cuidan igual, —intervino Rabra Mar— y ninguno hasta ahora, que yo sepa, ha creado de nuevo ninguna parte de su cuerpo que Dios haya decidido quitarle. —Eso seguramente es cierto. Pero yo puedo hacerlo —afirmó Mafer esperando ya la siguiente pregunta. —¿Y por qué usted sí y los demás no?, ¿qué tiene usted de especial? —preguntó Migan Ark, que había estado callado atendiendo al camino que tomaba el interrogatorio. —No lo sé. Sólo sé que tengo este don, que Dios me lo dio... —¡Cómo?, se atreve a afirmar la presencia de Dios en su persona. ¿Cómo se atreve a blasfemar de esta manera delante de un Tribunal Inquisidor representante de Dios? —exclamó exaltado Alar Ant desde su sillón de la izquierda poniéndose en pie. —No señor, no estoy afirmando la presencia de Dios en mí, les estoy diciendo que tengo un don, y como tal, creo que el único capacitado para otorgarlo es Dios. —¿No querrá confundirnos afirmando que viene de Dios lo que ha conseguido haciendo un pacto con Hijar? —acosó de nuevo Enan clavando sus verdes, y ahora afilados ojos en los de Mafer. —Yo no he hecho ningún pacto con el diablo, no tengo ningún motivo para hacerlo —aseguró nervioso Mafer. El interrogatorio iba por donde él esperaba, pero por mucho que lo había aguardado, nunca se está preparado para algo así. —¡No tiene ningún motivo, no tiene ningún motivo! —se mofó Rabra Mar sonriendo irónicamente con sus dientes perfectamente alineados mientras se revolvía en un asiento que parecía sobrarle debido a su exiguo metro y medio de estatura—. Pretende hacernos creer que la inmortalidad no es ningún motivo. ¡Es el más viejo de los motivos!. —¡Pero yo no soy inmortal! —¿Ah, no?, ¿Y que puede matarlo, si su cuerpo se regenera? —preguntó rápidamente Migan Ark. —El tiempo, que me quemen vivo, que me congelen,... yo que sé, hay mil formas de morir. Me mata lo mismo que a los demás mortales, —Mafer estaba angustiado y sintió la necesidad de hablar— aunque espero que no me ocurra nada y me muera de viejo, como casi todo el mundo. Lo único que pasa es que tengo la particularidad de que mi cuerpo se regenera, ¿hasta que punto?, no lo sé, ni quiero hacer la prueba, no quiero saber cuál es el límite de mi don. Porque duele, sí señores, duele mucho, no se pueden imaginar ustedes el sufrimiento que hube de pasar para reconstruir de nuevo el brazo. Si se lo contaron los doctores, les habrán dicho que consumí el triple de alimento y que mi cuerpo necesitó gran cantidad de energía para activar la regeneración de mis células. ¿Cómo actúa?, tampoco lo sé, sólo sé que sucede y que no es fácil. Y si esto es un pacto con Hijar, creo que he salido perdiendo, y por mucho; con bastante menos trabajo tendría un brazo biónico totalmente nuevo e indistinguible del original a simple vista. Cuando terminó, el silencio pareció inundar la estancia. Mafer se hundió en su asiento y agachó la cabeza. Estaba cansado y era casi seguro que nada de lo que dijese serviría. Parecía tarea imposible el conseguir que se quitaran la venda de los ojos; con todo, no podía evitar que le perdiesen los nervios. Por su parte Labug, que había permanecido en silencio todo el interrogatorio, decidió suspender la sesión hasta el próximo día, sin más comentarios. 9- "Siempre lo mismo" Los meses siguientes las indagaciones discurrieron por caminos similares, las argumentaciones se repetían una y otra vez: El Padio, la inmortalidad, el envejecimiento, Dios e Hijar, cuál era el límite de la regeneración, por qué él sí y los demás no, cuál había sido su pacto con el Maligno, qué méritos había acumulado en su vida para ser un elegido... Mafer se derrumbaba poco a poco, la investigación se le hacía cada vez más pesada, y las noches en la prisión eran demasiado solitarias. Su mundo se había visto reducido a los cinco eclesiásticos, la sala donde se reunía con ellos, su mazmorra y el camino que las unía; escaso espacio para un viajero acostumbrado a los cielos abiertos y al vacío infinito. Todo parecía creado para reducirle a un solo punto sin dimensiones. La tensión parecía haber llegado al límite. Fue entonces cuando le sometieron a la prueba. 40

En el sexto mes de su aislamiento, el tribunal, harto de testimonios de segunda mano, decidió ser testigo presencial en la regeneración de Mafer. Hubo muchas discusiones entre los cinco religiosos para decidir cual sería la parte del cuerpo que someterían al experimento, y al final optaron por el pie derecho y la oreja izquierda. Mafer lloró implorando que no le volvieran a hacer pasar por el mismo sufrimiento otra vez. Afirmó de nuevo entre súplicas la veracidad de los testimonios y los hechos por los que se le tenía preso. Pero no escucharon sus ruegos, y el mes y medio siguiente lo pasó postrado en una cama regenerando sus miembros amputados bajo la vigilancia de los mismos médicos que ya le atendieran en el hospital. La oreja le volvió a crecer en cinco intensos días de fiebre y sufrimientos, el pie le tardó otros quince días más. Debido a lo precario de su salud antes de la mutilación, el esfuerzo que hizo su cuerpo para recrear las partes cercenadas de su cuerpo fue extremo. Este gasto de energía le supuso la pérdida de diez kilogramos de peso, y otras tres semanas de intensos cuidados para recuperarse casi totalmente. Durante todo este proceso Mafer fue grabado y los magistrados hicieron tres turnos diarios para que siempre estuviera uno de ellos junto al reo observando personalmente su evolución. Alguno fue testigo del sufrimiento, otro contempló las trampas de Hijar para llevarles al abismo, y algún otro simplemente vigiló y no entendió muy bien ni el proceso ni los propósitos del Señor. Por otra parte se aprovechó para conectarlo a todos los aparatos posibles. Se medía su temperatura, sus pulsaciones, sus ondas alfa, la intensidad de la corriente eléctrica que producía su cuerpo, etc. Y fue precisamente esta energía generada por su organismo la que impidió unos resultados concluyentes: cuando el cuerpo inició su producción energética y material algunos aparatos estallaron sin explicación aparente, otras conexiones se fundieron, varios cables se quemaron y aquellos instrumentos que resistieron dieron medidas absurdas debido a las fluctuaciones de esa actividad de origen desconocido que recuperaba la entereza de Mafer y lo protegía en el proceso. Hicieron un par de intentos más, pero sucedió lo mismo que la primera vez, y no les fue posible obtener datos fiables de las constantes de Mafer mientras duró la evolución regenerativa. Además de realizar el seguimiento del desarrollo de Mafer, estas seis semanas les sirvieron a los jueces para recopilar la información y poner en orden sus ideas contrastándolas entre sí. Fue la primera vez que se enfrentaron los dos bandos abiertamente: los gritos se escuchaban allí donde se reunían las facciones opuestas y los rumores empezaban a circular cada vez más entre la gente de la calle. Cuando todo finalizó los cinco inquisidores continuaban divididos: Migan Ark y Rabra Mar seguían pensando que podía ser un don divino y coincidían en el misterio de los propósitos de Dios que a ellos no se les alcanzaba; en el otro bando estaban Alar Ant y Enan Vad, que creían ciegamente en la culpabilidad del reo, en un pacto con Hijar, y en que debía ser desintegrado para salvaguardar la comunidad; en medio de los dos grupos se encontraba el Inquisidor Jefe, que varió su juicio de la certeza de la culpabilidad de Mafer y su alianza infernal, a la duda sobre el criterio de Dios a la hora de otorgar sus dones y la posible inocencia del inculpado. Labug sabía que en su voto estaba la fe, el futuro de su confesión, que fuera cual fuese su elección esta crearía una división interna entre su gente, y quería que su decisión fuese la correcta. El estricto texto de El Padio parecía condenar al acusado, pero su conciencia y su corazón, unidas a la actitud del extranjero, le dictaminaban su inocencia. Otra vez volvieron durante meses a atacar los puntos oscuros de los debates, las dudas que había en el aire; pero las ideas eran las mismas y los argumentos se repetían una y otra vez. Sólo cambiaba el punto de partida, el experimento en vez del accidente; exigua diferencia que los hacía retornar a las mismas conclusiones personales de siempre. El tiempo avanzaba sin sentido, sin una luz al final del túnel. De esta forma transcurrió más de un año en el que se verificaron una y otra vez los testimonios de Mafer y se pidió confirmación de todo. Añadido a esto estaban las tensiones internas creadas entre los dos bandos de inquisidores, con un Labug indeciso en medio, lo cual se hacía sentir en todas las reuniones que mantenían los jueces religiosos para deliberar sobre los testimonios del acusado. No se llegaba a nuevas conclusiones, parecían existir tantas razones a favor como en contra; todo dependía de quien leyese los hechos. Iba a ser la primera decisión dividida en el último siglo, pero no había más y Labug lo sabía; poseían todas las pruebas, testimonios y datos existentes sobre el caso. El círculo se había completado. Como jefe del tribunal, Labug Ram dio por terminada esta fase del proceso.

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Así dio comienzo la etapa de reflexión individual en busca del apoyo divino para tomar la decisión correcta. Este período duraría un mínimo de treinta días y un máximo de setenta según establecía la ley, y los magistrados no volverían a verse hasta el día del veredicto. También era considerado como tiempo de reflexión para el inculpado y de preparación para su último testimonio antes de la sentencia. Mafer casi se volvió loco los cincuenta y siete eternos días de absoluta soledad y vacío que tardó en decidirse el último de ellos. Lentamente, casi con desgana, llegó el último día, el día de la argumentación final del acusado. Un puro formulismo en la mayoría de los casos, no obstante Mafer sospechaba que en este podría ser lo que decidiese su salvación si aún quedaba algún asomo de duda en uno solo de sus jueces. Esperaba que fuese el primer día del resto de su vida. 10.- "...hay esperanza" Cuando Mafer entró en la amplia sala los inquisidores ya ocupaban sus estrados, los cinco le miraron con interés mientras avanzaba desde la puerta sur hasta el banquillo. El aspecto que presentaba no podía ser peor. Después de toda una noche sin dormir, con los nervios destrozados, las ojeras remarcaban aún más la angustia de su mirada, y sus hombros caídos parecían haber olvidado a aquel hombre erguido que bajó de la aeronave en este mismo planeta hacía ya... tanto tiempo. Sus pies se arrastraron por el suelo como un par de lentas babosas, y el resto de su cuerpo pareció seguirlos en un movimiento agónico que iba pregonando su inminente caída. Cuando al fin llegó a su asiento y se desplomó en él, toda la estancia pareció relajarse por el fin de la peregrinación angustiosa del escuálido Mafer. Se sentía realmente agotado. En su última noche había consumido el resto de sus ya extintas fuerzas. Únicamente su orgullo le permitió llegar solo hasta su asiento y rechazar la ayuda de los guardias situados a la entrada. Podía imaginarse lo insufrible que les sería la imagen a algunos de los miembros del tribunal, era un arma más en esta guerra psicológica: "Que contemplen su obra, habrán vencido al cuerpo, pero la mente y el espíritu siguen firmes. ¡Os voy a derrotar, voy a seguir vivo!". Al llegar sintió que había ganado la penúltima batalla. Ahora debía concentrarse para derrotar en la última al espíritu intranquilo del indeciso Labug. Contemplando inmóvil el lúgubre espectáculo que se le ofrecía enfrente, Labug prácticamente se sintió impulsado a ayudar al preso, pero su posición como presidente le impedía bajarse de la tarima. Sufrió cada paso, y recordó a aquel otro hombre que había empezado el juicio hacía ya más de un año: sereno, con paso ágil y rápido, casi dispuesto a bailar con cada palabra que pronunciaba. Mientras sus pensamientos volaban en el tiempo su aspecto externo era el mismo de siempre: estático, sereno, inmutable. Obligó a su mente a concentrarse en el presente y en las exigencias de su cargo, y retornó al juicio. —Con el tribunal al completo y el reo presente, queda abierta la sesión. Que quede todo grabado como prueba de justicia. El inculpado tiene derecho a una argumentación final, después nosotros cinco: Alar Ant, Migan Ark, Rabra Mar, Enan Vad y yo mismo Labug Ram, como jurado, nos retiraremos a deliberar hasta emitir un veredicto. Posteriormente yo, como Inquisidor Jefe, dictaré sentencia. El acusado puede empezar. Mafer no intentó ponerse en pie, ya no le quedaban fuerzas. Miró uno por uno a los cinco inquisidores creyendo conocer de antemano cual era el veredicto de cuatro de ellos: Enan Vad y Alar Ant le consideraban un aliado de Hijar, mientras que Rabra Mar y Migan Ark dudaban que fuera posible tal alianza y le declararían inocente. Las preguntas de cada uno de ellos y sus actos los habían delatado; Mafer había estado atento a todos los detalles. También sospechaba el estado de incertidumbre de Labug: hoy tenía su última oportunidad para ganárselo. —Inquisidor Jefe, inquisidores del tribunal. Me piden que hoy, aquí, en poco tiempo, intente salvar mi vida con unas pocas palabras cuando llevamos ya más de un año de juicio en el que he testificado en más de cincuenta sesiones en las que me han interrogado una y otra vez sobre los mismos temas. Han visto videolografías, comprobado pruebas, recabado el testimonio de testigos y médicos. Han verificado personalmente que me regenero, me han vigilado día y noche, han controlado mis movimientos a cada segundo, no tengo nada que ocultar, ya saben más de mí que yo mismo.

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“Pero no están aquí para juzgar mi conducta, ni mis pensamientos, ni siquiera si soy bueno o malo. Lo único que han pretendido averiguar en todo este tiempo es si mi poder proviene de Dios, de Hijar, o simplemente es un error genético ocurrido por azar. Espero que mis palabras penetren en su corazón y puedan contemplar la obra de Dios en mi persona, o al menos la de la Naturaleza, al igual que en el resto de la humanidad, ni más ni menos, que vean en mí al simple mortal que creo ser, que retiren de su pensamiento y de su corazón la más leve sombra de duda que aún les pueda quedar, que comprendan que yo no pedí este don, y que me fue concedido por unos motivos que no alcanzo a comprender y con un fin que me es desconocido. “Sí, poseo el don de la regeneración corporal, sería imposible negarlo. Y me acusan, basándose en el párrafo de su libro sagrado que ya hemos mencionado mil veces, de que este don no es tal, sino que es un favor debido a Hijar. Yo les aseguro que no, que no le pedí este don ni a Dios ni al Maligno, y que creo que si alguno me lo concedió este fue Dios. ¿Por qué?, se preguntan. Yo no les puedo dar la respuesta, seguramente ustedes que son hombres de Dios estén más cerca de ella que yo. “Les recordaré una vez más las líneas de El Padio ya mencionadas: "...y habrá que mantener especial vigilancia en aquellas características que, aun siendo congénitas en otros seres, no le son propias a la naturaleza del hombre, porque podrán ser usadas por el Maligno para sus propios fines...". Como podrán observar el texto no condena al poseedor del don o dones, sólo obliga a una "especial vigilancia ... porque podrán ser usadas por el Maligno...", no porque de la regeneración se deduzca invariablemente la mano de Hijar, ni tampoco porque Hijar sea el único que puede otorgar la regeneración a un ser humano, no existe la implicación de los hechos en ninguno de los dos sentidos, sino porque es posible que las aproveche el demonio, ¡sólo POSIBLE!, no es determinista. Y yo no creo haber hecho ningún mal a nadie, juzguen mi conducta, no mi poder, juzguen si lo empleo con fines perversos o si por el contrario no hago el mal a nadie, juzguen si intento el bien a mi alrededor. ¡Juzguen mi vida, mi historia!, la conocen mejor de lo que yo la recuerdo. Jamás empleé mi don para beneficiarme de nada; sin embargo, alguna vez sí perdí parte de mi cuerpo para salvar a otro, recuerden esos hechos. Enjuicien mis actos, no soy perfecto, pero no me aprovecho de mi don para sacar ventaja. Mafer se tomó un respiro antes de continuar, necesitaba tranquilizarse un poco, notaba como la tensión acumulada estaba pudiendo con su autocontrol. —Todos sabemos que la regeneración es innata en varios seres vivos de diversos planetas, e incluso que los científicos llevan siglos intentando encontrar la llave que la ponga en marcha para evitarse los engorrosos implantes y los molestos miembros biónicos. Por qué en mis células se activa la información genética que en el resto de los mortales parece dormida sigue siendo un misterio, pero por ser algo desconocido no tiene por qué provenir de un pacto con el diablo, sólo es algo distinto. No se dejen llevar por el miedo a lo desconocido, háganle frente, renueven su espíritu, salgan reforzados de la experiencia, afirmen aún más los cimientos de su fe. “Yo ya he sufrido mi penitencia en este último año. Sólo espero que ello les sirva para ampliar sus horizontes, que no caiga en saco roto mi dolor, permítanme continuar mi vida, sencilla y tranquila. Por favor, busquen la verdad en el fondo de su corazón y apiádense de mi. Mafer no pudo más y rompió a llorar tapándose la cara con las manos. Aunque se había jurado a sí mismo no hacerlo, la sombra de la muerte que se cernía sobre él, los nervios y la falta de alimento pudieron con su promesa. Pero su discurso no fue hecho al vacío, Labug, por primera vez en su vida cambió de modo visible la expresión de su cara durante una vista, llegando incluso a asentir con la cabeza en algunos momentos de la alocución. Mafer no pudo percatarse de este hecho, su mirada se perdía mientras hablaba en un infinito irreal que le hacía parecer un autómata, su vista estaba nublada por la lasitud. Al terminar Mafer, Labug recobró repentinamente la compostura con un movimiento seco y sentenció siguiendo el ritual al que estaba acostumbrado después de tantos años en el cargo: —El tribunal se retira a deliberar. 11.- "Todos juntos en reunión" Los cinco jueces se levantaron casi al unísono dejando allí al compungido Mafer arrugado en su asiento, y mecánicamente, con el gesto repetido tras cientos de días de proceso, abandonaron el Patio de los Infieles por una de las puertas laterales, recorrieron en silencio un corto pasillo y penetraron en una 43

pequeña estancia, protegida contra toda infiltración proveniente del exterior, donde siempre se reunían a deliberar. La sala estaba ocupada únicamente por una larga mesa rodeada de sillas donde se fueron aposentando uno a uno los religiosos mientras los iluminaban varios potentes flotaluces, programados para situarse de acuerdo con la posición que ocupaban alrededor del tablero. Una vez que todos estuvieron sentados Labug fue el primero en hablar: —Acabamos de escuchar el último testimonio del acusado y nos reunimos ahora por vez primera después del período de reflexión individual. Hemos revisado y discutido el caso numerosas veces todos juntos, y supongo que cada uno de vosotros lo habrá analizado detalladamente en privado, por lo tanto no creo que debamos volver a discutir el caso si vuestras posiciones no han cambiado desde la última reunión, salvo que alguno quiera aportar algo nuevo o se haya visto influido de manera significativa por el discurso final del inculpado. Labug calló, y el silencio se condensó durante unos breves instantes alrededor de los allí presentes. —Así pues —continuó tras el paréntesis—, si os parece, nos evitaremos repetir la discusión de siempre si hablamos de uno en uno explicando nuestra postura y sus motivaciones, sin turno de réplica, y reservándome yo el turno final como presidente del tribunal en este caso. —Por mí de acuerdo —intervino rápidamente Alar Ant sin dar tiempo a nadie a expresar su opinión—, empezaré yo mismo. El acusado es culpable, no me queda la menor duda de ello, y debe ser desintegrado si no se arrepiente. Es un extranjero infiel, y por lo tanto más fácilmente influenciable por el Maligno para conseguir sus fines. Por su boca no he escuchado más que argumentaciones diabólicas en contra de la palabra de Dios, ha retorcido los textos sagrados empleándolos para tergiversar su significado; la frase que nos ha leído es clara y no precisa de mayor explicación, le señala de modo inequívoco como un enviado de Hijar. Su... su poder, como él lo llama, no es más que algo demoníaco que sólo puede llevar la desgracia consigo, el resto sólo ha sido palabrería durante este último año para tratar de engañarnos y hacernos flaquear en nuestra fe. El acusado es culpable, no hay duda, sus... características especiales sólo pueden provenir de un pacto con Hijar que arrastrará la herejía allí donde vaya —sentenció elevando la voz para finalizar su alocución. Durante unos segundos todos callaron tras el tronar de la voz de Alar Ant que pareció repetirse produciendo un eco en las paredes de la estancia. Ninguno parecía decidido a continuar y todos se miraban entre sí espereando que alguno prosiguiera y rompiese el repentino silencio que había dejado el eco. —Por el contrario —intervino Migan Ark siseando tranquilo mientras continuaba su interminable girar de manos, frotando una contra otra una y otra vez— yo opino que es inocente. Como bien ha dicho Mafer, de la lectura de los textos sagrados no se deduce indefectiblemente la intervención de Hijar en él. Creo más bien que es sólo una advertencia para detectar su presencia en algunos casos, pero no en todos, sino ¿de qué otra manera podría otorgar Dios esos dones sin que los considerásemos obra del diablo?. Pienso que Mafer ha llevado una vida digna para los cánones que están fuera de nuestras creencias, y esta es la única manera en la que podemos juzgarle y ver que es obra de Dios y no del Maligno: sólo emplea su poder para ayudar a los demás, no para ayudarse a sí mismo. ¿Cómo podemos juzgar a un hombre sólo por ser diferente?, ¿deberíamos condenar al pájaro sólo por que él es capaz de volar y nosotros no, a pesar de que somos, según decimos, la obra cumbre del Creador?, ¿somos capaces en este caso de asegurar sin equivocarnos que Mafer es un hereje, de afirmar sin temor a errar que su prodigiosa curación es obra de Hijar, de ver en él la sombra siquiera del Maligno?, yo afirmo que no; y de no ser así, ¿alguien sería capaz de explicarme que extraña herejía esta expandiendo este hombre entre nuestro pueblo que merezca su destrucción?, porque yo no la veo, no veo el mal por ningún lado por más empeño que pongo. Señores, seamos justos con él, con Dios, y con nosotros mismos, y reconozcamos nuestro error, devolvámosle la libertad y que Dios se apiade de nosotros por el mal que le hemos causado a este pobre hombre. —Yo tengo que opinar lo mismo que Migan —apoyó Rabra Mar a Migan Ark animado por su discurso—, el inculpado es inocente. Las razones anteriores me parecen ya de por sí lo suficientemente sólidas como para exculparlo, pero además me gustaría añadir mi experiencia personal durante el juicio. Jamás, a pesar de mis esfuerzos, conseguí ver intervención maligna en el reo, ni en sus respuestas, ni en el experimento que llevamos a cabo con él; lo que sí he visto es sufrimiento y dolor, a veces hasta resignación, pero no ganas ni motivos para extender una herejía —descansó un segundo y continuó 44

iracundo, mientras se le iluminaba la nariz con un rojo intenso—. ¡No podemos esperar imbuir del espíritu divino a nadie por la fuerza!. Este pobre hombre es un extranjero en tierra extraña que no ha hecho mal a nadie en su vida, y venimos nosotros y ¡hale!, por no hacer nada le dejamos encerrado un año en nuestras mazmorras; y no contentos con eso le cortamos un pie y una oreja mientras observamos impasibles su dolor. ¡Y nosotros nos decimos hombres de Dios!, quizás deberíamos aprender algo más de aquellos a los que despreciamos. Abramos los ojos, Hijar existe y está ahí, pero no para que nosotros eliminemos a todos los sospechosos, sino para intentar que pequemos, que nos desviemos de nuestro camino. No juguemos a su favor, y seamos más abiertos y tolerantes, releamos El Padio con nuevos ojos e interpretemos de nuevo su mensaje. Que, como nos ha dicho Mafer, su dolor nos sirva para aprender y renovar nuestra fe. Mientras hablaba, Enan Vad sonreía. Conocía el carácter impetuoso de Rabra Mar y se creía seguro en su victoria, pues estaba seguro de que Labug permanecería fiel a Las Escrituras. Los dos testimonios anteriores solamente les servirían a los dos inquisidores para pasar una buena temporada a la sombra "renovando su fe", como bien había dicho Enan Vad. —Bueno, bueno, dos inocentes contra un culpable. Si yo le declaro inocente ya seremos tres contra dos y nuestro amigo saldrá en libertad. Rabra Mar y Migan Ark se miraron entre sí y contemplaron también intrigados al irónico Enan Vad. —Pero no será así —y aumentó su sonrisa frente a los demás inquisidores—, nuestro prisionero es culpable, es un discípulo de Hijar y por lo tanto deberá ser eliminado. El Padio le condena claramente como hijo del diablo, y su actitud durante el proceso y en su vida anterior también. ¿Que jamás había roto un plato en su vida?, qué mejor fachada para venir al centro del universo, a la morada de los Creyentes, a extender como la peste su maldición. ¿Qué esperabais, que viniera con un cartel anunciándolo, que saliese en las noticias?. El demonio se camufla para que no lo descubramos, pero el ojo de Dios lo ve todo, a Él no se le escapa nada y hace que el Maligno se descubra. Supongo que ya se ha olvidado su acción incalificable cuando le sujetamos con los electrogrilletes: ahí la debilidad humana nos dejó ver la verdadera faz de lo que se ocultaba detrás. Y el discurso de hoy, —estaba ciego de ira, de rencor, saboreaba la sangre en el paladar, su fanatismo guiaba su lengua mas rápida que su pensamiento. Este era su triunfo, y su aparente calma había desaparecido dejando ver su verdadero rostro— ¿qué os ha parecido ese discursito?, pues yo os diré lo que era: palabras salidas de la misma boca de Hijar. ¡Atreverse a explicarnos a nosotros El Padio, cuando nosotros somos los intérpretes de la Palabra de Dios!. El texto es claro: Mafer es culpable, y todo lo demás sobra. ¿Y qué me decís de su lloriqueo final?, no es sino otra estratagema para ablandarnos, para que le perdonemos y además nos sentamos culpables de haberle tratado tan mal. No seáis ridículos. Yo digo que no debemos tener piedad, que la Justicia debe caer sobre él con todo su poder y debe morir para evitar que otros se contagien de su mal. El hereje debe ser destruido, desintegrado. Todos le miraban estupefactos, nunca antes había estado tan exacerbado exponiendo su opinión. Los ojos, rojos de ira, parecían volver a su expresión habitual de dulzura mientras todo su cuerpo se relajaba de la tensión. De repente todos fueron conscientes de la situación: empate a dos en el veredicto. Lo de menos era cómo había expresado cada uno su opinión, ahora lo único importante era la decisión de Labug, algo que todos desconocían. La postura de los cuatro era conocida entre ellos hacía tiempo, había que ser ciego para no saberlo tras los enfrentamientos abiertos que habían tenido las dos partes. Pero ¿y Labug?, jamás dijo nada en uno u otro sentido, jamás tomó parte por uno de los bandos, su postura fue siempre neutral. En sus próximas palabras estaba la solución. Poco a poco todos volvieron sus cabezas hacia él y lo contemplaron expectantes con atención. —Si alguno desea cambiar su voto antes de que yo de el mío, que lo haga ahora —su voz seguía sonando impersonal, distante—. Ya sabéis que después no se podrá, y como en este caso hay empate a dos en los votos, eso implica que dos de vosotros estáis equivocados y deberéis pasar posteriormente un tiempo de reflexión para reconsiderar vuestra postura. Así pues, si alguno considera errada su opinión anterior que hable ahora. Sólo se escuchó el ruido de las respiraciones de los cinco hombres allí encerrados. Unos breves instantes de silencio en los que se miraban unos a otros esperando el imposible cambio de opinión de

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uno de ellos. Mientras, Labug rezaba para que el Señor le apartase el peso de la decisión. El tiempo pareció eterno. —Bien, como ninguno ha decidido cambiar su dictamen, recae sobre mí el voto decisivo de la inocencia o culpabilidad del acusado. Ante todo quiero que sepáis que es un peso que le he pedido al señor en mis oraciones no tener que soportar en estos momentos, pero si esta es su voluntad, que se cumpla. Antes de emitir mi voto quiero deciros que para mí no ha sido una decisión tan sencilla como me parece que lo fue para alguno de vosotros: al comenzar el juicio, el texto de El Padio donde nos alerta sobre los poderes antinaturales del hombre me parecía claro; con el tiempo, y a medida que se desarrollaba el proceso, fue surgiendo en mí la duda sobre la interpretación de los textos sagrados. Este hombre, como ya habéis dicho alguno de vosotros, no parece haber hecho ningún mal, y eso me tenía confundido. ¿Cómo puede Hijar manifestarse en un hombre sin que este haga el mal? Pensé primero en algo que también se ha dicho aquí, que era sólo una máscara que ocultaba detrás la verdadera faz de una herejía, ¿pero qué herejía podía propagar sólo con que se le regenerase un brazo?, eso no parece ser por sí mismo la base de ninguna apostasía contra nuestra fe. Los otros cuatro magistrados se revolvían inquietos en sus asientos, no sabían donde quería llegar Labug: ¿les estaba contando sus motivos para declararle inocente o les estaba mostrando el camino que lo había llevado a declararle culpable? Todos eran conscientes de lo que había en juego a parte de su carrera religiosa. Labug proseguía con su discurso: —No conseguía ver si existía un motivo oculto de Hijar en todo esto, así que le pedí a Dios que me iluminara para tomar la elección correcta, y fue entonces cuando lo vi claro. ¿Cómo no me había dado cuenta antes, cómo había estado tan ciego? Lo teníamos ahí delante durante todo el juicio y no éramos capaces de verlo porque estábamos dentro. No habéis notado nuestras disensiones, cómo crecían, cómo salían de estas cuatro paredes, cómo se convertían en personales, y cómo nos separaban del verdadero objetivo de nuestra fe. Cómo poco a poco este hombre nos estaba dividiendo, cómo hoy incluso la votación ha sido dividida después de cientos de juicios de votaciones unánimes. Este era el trabajo de Hijar: dividirnos, separarnos desde dentro. Por eso esa fachada tan inocente, por eso el venir hasta aquí y dejarse atrapar, para actuar sobre nosotros, las cabezas visibles de los Seundi. Si nosotros nos dividimos, qué no hará el pueblo después. Enan Vad no cabía en sí de gozo, era la viva expresión de la felicidad. A su lado Alar Ant también sonreía feliz. Enfrente la tristeza y el dolor abatían a Migan Ark y Rabra Mar: no habían conseguido convencer a Labug. —Aun así —continuó Labug— la certeza y la paz no ocupan todo mi espíritu en cuanto a que este hombre sea consciente del mal que lleva dentro. Creo que no es sino un instrumento en manos del Maligno, y una vez descubierta su fachada poco es el mal que ya puede hacernos. Por lo tanto, al igual que él ha intentado dividirnos yo le dividiré a él para separar el bien del mal. 12.- "La felicidad nunca es completa" Esta vez Mafer tuvo que ser trasladado en una aerosilla hasta el lugar que siempre ocupaba en la sala y del que ahora había desaparecido el asiento habitual. Los cinco inquisidores estaban allí, mirándole en silencio desde sus escaños, y a él le iban consumiendo los nervios. Deseaba que todo acabase. Casi le daba lo mismo salir vivo de allí que con sus partículas dispersas por el aire; quería terminar con aquel año y su recuerdo. Cuando le dejaron en el asiento, Labug esperó a que desaparecieran los guardias de la sala para empezar a hablar: —Mafer Gom, acusado de herejía promovida por el malvado Hijar —rompió Labug el silencio sin más preámbulos—, después de los testimonios y pruebas presentados en esta causa y de la deliberación del Tribunal Inquisidor, amparado en el buen juicio de Dios, ha sido hallado culpable de los hechos que se le imputan. Mafer no pudo ni oponerse, ni gritar implorando perdón; sólo emitió un callado sollozo. La paz de la muerte era preferible a esta vida atormentada. —Pero debido a las circunstancias especiales que rodean su caso —prosiguió Labug— no le consideramos a usted responsable directo del mal, sino sólo un instrumento inconsciente de Hijar. Y así, 46

al igual que él trató de dividirnos, nosotros le dividiremos a usted para separar al Maligno de su parte humana. No se le someterá a una desintegración ni se le dará oportunidad de arrepentirse, como sería habitual en un caso de herejía, sino que separaremos el mal y lo eliminaremos dejando el bien en manos de nuestro Señor. Se le sajará desde el coxis a la cabeza dividiendo el cuerpo en dos mitades, izquierda y derecha, de modo que cada parte de su cuerpo contenga un brazo y una pierna completos. De esta forma, la fracción derecha de su cuerpo, conteniendo el mal que hay en usted, será desintegrada. Y la parte izquierda restante, como refugio del bien, se pondrá en las manos de nuestro Señor, de tal modo que como posee el don de la regeneración se le facilitarán todos los cuidados médicos posibles para su salvación. Si falleciera se habrá cumplido la voluntad de Dios de llevárselo a su lado una vez purificado; y si vive será que Él desea darle una nueva oportunidad en la vida. Además, en el caso de que sobreviva se considerará ya suficiente penitencia su restablecimiento y no será sometido a una vigilancia temporal personalizada; no obstante, como consideramos que su misión aquí ya se ha cumplido, deberá abandonar el planeta en cuanto esté totalmente recuperado, para lo cual se pondrán a su alcance todos los medios de transporte necesarios para llegar al destino que elija. —¡¡¡NOOOO!!! —gritó Mafer, horrorizado por la sentencia, una vez que el silencio le hizo salir del trance al que le habían llevado las palabras de Labug—, ¡no han tenido ya bastante sufrimiento, no me han humillado todavía lo suficiente, son unos sádicos, la bondad no tiene hueco en su corazón!. ¡Mátenme, desintégrenme, pero no vuelvan a cortarme en pedazos!, por Dios se lo pido. 13.- "El día después" El Planeta de Dios volvía lentamente a la normalidad después de más de un año de tensiones internas. La gente de la calle recobraba sus conversaciones intranscendentes y parecía ya olvidado el tema del juicio contra Mafer Gom. La monotonía, la aburrida monotonía reinaba de nuevo sobre El Planeta de Dios; los aeromóviles circulaban igual que carros militares en un desfile bajo el sol Paz, el imperturbable astro que bañaba con su brillante luz todos los rincones, y que asfixiaba con su calor a todos los habitantes hasta hacer casi imposible la vida. La gente deambulaba por las cuadriculadas calles embutida en sus refrestrajes, casi en silencio, de camino a casa de algún amigo, al templo, o simplemente paseando. No ocurría nada, nunca había pasado nada, lo sucedido con Mafer no era más que un recuerdo borroso en algún despistado; las autoridades religiosas se habían encargado de echar tierra sobre el tema, de eliminar las raíces de las herejías, de hacer desaparecer toda referencia que pudiese socavar los cimientos de la fe, y de presentar la causa a la luz pública como un juicio en el cual el reo no se había arrepentido y había sido desintegrado para intentar salvar su alma. Entre tanto, dos inquisidores habían reflexionado “en la sombra” sobre lo errático de su decisión y, al final, habían sido iluminados por Dios y habían alcanzado la Verdad. Ahora, junto con los otros tres magistrados del proceso estaban reintegrados en la vida social y en sus obligaciones de costumbre. Durante todo este tiempo, en el hospital un equipo médico se había dedicado casi por completo y en secreto al cuidado de Mafer en tres turnos diarios. Mafer se había ido regenerando poco a poco en este año y medio que había pasado desde que le cortaran en dos mitades, había permanecido inconsciente consumiendo cantidades ingentes de alimento líquido a través de sus venas mientras su corazón, que milagrosamente —quizás por la extraña constitución de Mafer se hallaba situado más a la izquierda de lo normal o quizás él mismo intentando salvarse se había desplazado hacia la mitad zurda de su organismo— se había salvado intacto, bombeaba la sangre en el circuito cerrado que se había formado para alimentar a todo su cuerpo. En el mismo instante en el que fue dividido en dos, la mitad izquierda de su anatomía empezó a funcionar de modo autónomo clausurando todos los conductos que quedaban abiertos ante la atónita mirada de los doctores, en tanto que su mitad derecha permanecía inerte en la mesa de al lado. Traquea, estómago, hígado, páncreas,... todos los trozos de sus órganos que quedaban en la fracción izquierda de su cuerpo buscaban el método de cerrarse y evitar la pérdida innecesaria de líquidos. Mientras, el corazón enviaba órdenes a las células a través de las arterias y las venas y buscaba todos los caminos posibles para formar un nuevo sistema circulatorio independiente del exterior. Y no paró hasta conseguirlo. El corazón estaba encargado de salvar el cuerpo a toda costa. Él sería después el que se ocuparía de enviar toda la información necesaria a sus células para que activasen la información genética

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"dormida" y "recordasen" dónde había que poner una célula de hueso, dónde una de nervio, dónde una de músculo... y así reconstruir la mitad perdida. Después de lo pasado hoy todos los implicados recordaban de nuevo el caso. Hoy era el día en el que Lulop Rev y Gonma Her le habían dado el alta médica a Mafer Gom, y era el día en el que, según la sentencia, debería abandonar el planeta. En un aerocoche sencillo, indistinguible de la mayoría, viajaba Mafer acompañado por aquellos dos guardias que le siguieron hasta la central de la Inquisición el día que le apresaron. Su automóvil también era escoltado por otros dos aeromóviles de seguridad, mientras en una tranquila sala del espaciopuerto los cinco jueces esperaban la llegada de Mafer para ver personalmente cumplida su sentencia. El auto penetró en el espaciopuerto por una discreta entrada lateral y aparcó cerca de una pequeña puerta. Mafer se apeó del aerocoche lentamente, y seguido por los dos guardias fue conducido hasta la estancia donde le esperaba el tribunal que lo había juzgado. —Buenas tardes —lo recibió cortés Labug Ram en cuanto se abrió la puerta de la sala y distinguió al otro lado la figura de Mafer. —Buenas tardes —respondió Mafer. Quizás alguien esperase algo más, o tal vez comprendieran que el momento les pertenecía sólo a ellos dos, el caso es que nadie dijo nada, todos esperaron que alguno de los dos hablase de nuevo. —Ya ha llegado el momento, hoy es el día en el que debe abandonar nuestro planeta. Para ello le vamos a proporcionar una nave individual de la última generación que poseemos con combustible y alimento necesario para llegar a cualquier lugar del universo conocido que usted elija. —De acuerdo, esa fue la sentencia. Ninguno habló más, no tenían nada que decirse y ellos lo sabían. Llevaron a Mafer hasta su nave y le dejaron allí al mando de la misma, esperando en una sala acristalada repleta de monitores para ver cómo despegaba la nave. —Hola, soy Mafer Gom. ¿Tienes nombre? —Mi nombre es Magnus Computer, modelo 345-ind —contestaron los altavoces de la nave con una voz masculina, juvenil y alegre—, pero creo que te será más cómodo llamarme Magnus. —Bueno, pues, hola Magnus. Si te parece, tú llámame Mafer. —De acuerdo Mafer. ¿Quieres que te hable formalmente como a un piloto o a un militar, o prefieres algo más coloquial?. —No me encuentro con ganas de formulismos, háblame como te parezca, como te encuentres más cómodo. —Bien, a mí tampoco me gustan los tratos distantes —pareció vacilar un momento—. ¿Qué hacemos ahora?. —De momento vámonos fuera de este planeta, fuera de su espacio exterior, luego ya veremos. —¡Oído cocina! —respondió jovialmente Magnus—, me estaba anquilosando aquí parado. Y tras ponerse de acuerdo con las computadoras centrales del espaciopuerto, despegó suavemente y ascendió por el cielo mientras Mafer contemplaba cómo se iba reduciendo poco a poco la megacatedral de la capital del Planeta de Dios hasta casi desaparecer de su vista, al tiempo que los recuerdos del último par de años se le agolpaban en el cerebro. —Mafer, ¿tú no eras de ahí abajo, verdad? —preguntó curioso Magnus cuando ya habían alcanzado el exterior. —No Magnus, no —contestó con cierta tristeza. —Bueno, ¿y no quieres volver a casa?, sólo tienes que decírmelo y yo me encargaré del resto. Mafer guardó silencio. Su cabeza era un caos, tenía que poner orden; no podía regenerarse medio cuerpo y esperar que no pasase nada. —Sabes Magnus, el caso es que no recuerdo de donde vengo. Ahí abajo, como tú dices, me borraron la mitad de mis recuerdos, y esa es una de las partes que he perdido. No recuerdo dónde nací, ni dónde vivía antes de venir aquí, ni siquiera si tengo familia viva. Sólo guardo recuerdos de los dos últimos años, y fragmentos inconexos de mi vida anterior... Es como si a una historia le hubieran quitado escenas y cambiado el orden de las restantes. Me tendrás que dar un poco de tiempo. —De acuerdo, tu tranquilo Mafer, tómate el tiempo que necesites.

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Relato:

ZARPAS DE METAL Eduardo Vaquerizo Plok, plok, plok. Soy. Estoy. Plok, plok. Patas arena. Desplegar pares uno y tres, replegar pares dos y cuatro. Andar. Buscar. Sabrosas pilas atómicas. Sabroso uranio 236. Sabroso plutonio, sabroso torio. 1100010 01001001 0100100 0011001 0010010 0010001 0011110 1110001. Plok, plok, plok. Huelo las radiaciones alfa. Replegar y desplegar a la vez pares uno, dos, tres y cuatro. Pokplokplok. Trayectoria de colisión pequeña cosa veloz y con alimento, programa cazar y desmontar. 110010. Depósito saturado, evacuar residuos inútiles. Gastados. Agotado material fisible. Buscar pequeña cosa sabrosa. 1001001 0000111 0101010 1001001. Radar. Peligro. Programa huida. Reservas especiales. Saltar. Esquivar. Evitar lásers. Evitar zarp.....Bip. par uno par dos... program...Bip... Crunch, crunch, crunch. Sabrosa pequeña criatura. Previsión búsqueda centralizada sector caza tres. Paso a orugas modificadas. Radar de amplio espectro, tres ondas superpuestas. 110101 1100110 11111111 010. Asimilada, expulsión desechos no activos, ni materiales no aprovechables. Buscar pequeñas cosas con largas patas, sabrosas. **** Acceso al cuaderno de bitácora del comandante Jen Vélez, nave estelar Shananra. Registro flota exploración b/235-2345. Clasificación 12231253424. Computadora megauniversidad lunar. Luna. Sistema solar. Cod/554-65/989. fragmento (32-656). "...La nave empezó a traquetear en cuanto pretendimos variar aquella órbita que se nos había impuesto. Hasta ese momento todo había sido una operación normal de reentrada en una trayectoria de estacionamiento de baja altura. Los tripulantes se habían limitado a verificar las operaciones de la computadora y a comenzar la exploración. Entonces el radar de largo alcance salió de su mutismo y nos mostró el eco de un gran objeto que acababa de salir por detrás de la sombra del planeta. Con el espectrómetro subetéreo se determinó su composición altamente metálica y su nulo consumo de energía. Los receptores aparecían mudos, como era de esperar. Aquél era un planeta al parecer deshabitado y el objeto, poco más que un pequeño meteorito férrico capturado. En la febril actividad que mi tripulación y yo sosteníamos preparando el descenso, olvidamos aquella pequeña sorpresa confiando al piloto automático la tarea de evitar una eventual colisión. Fers, el exobiólogo, tenía poco que hacer hasta que llegásemos a la superficie, por lo que se entretuvo en la cúpula de observación. Acopló cuidadosamente el radar y el telescopio óptico, para obtener una imagen de aquel objeto. Sus gritos de sorpresa me llegaron ensordecedores por el intercom. Tardamos un poco en lograr que se explicase y pudiésemos conectar el telescopio visual a la pantalla principal del cuadro de mandos. Había allí algo que evidenciaba en sus formas su procedencia no natural. El tropezar con una 49

nueva civilización en el desierto ausente de vida que es la galaxia, justificaba de por sí el alborozo que embargó a todos los miembros de la tripulación. Después todo fue muy rápido. Nuestra trayectoria nos hubiese hecho pasar a su lado a una distancia respetable. Sin embargo, el navegante comprobó en sus instrumentos cómo nos acercábamos en ruta de colisión hacia aquella mole metálica diez veces más grande que nuestra nave clase d1. Ordené una variación de la órbita, pero fue inútil. Los pequeños motores de maniobra alcanzaron rápidamente su potencia máxima sin lograr ningún cambio apreciable en nuestro camino hacia el desastre. Nada más cruzar el terminator y entrar en la zona de sombra y cuando nos separaba escasamente un Kilómetro, tome la decisión que pudo haber acelerado nuestra ruina, pero gracias a la cuál hoy, dos días después, puedo grabar esto. Ordené que pusieran en marcha un impulsor. Ninguna nave tripulada se había arriesgado antes a conectar un impulsor hiperespacial dentro de un campo gravitatorio planetario. Tuvimos suerte cuando, tras dos horas de angustia, las computadoras identificaron dónde estábamos. Lo normal hubiese sido acabar en algún rincón remoto del Universo sin posibilidad de orientación, o en el corazón de una estrella. A pesar de nuestra salvación, debemos lamentar la pérdida de Damos, jefe de pilotos, que en el momento del ataque se encontraba efectuando el descenso previo en la nave auxiliar-1. No pudimos hacer nada por él. Mi elección era clara, no podía hacer otra cosa que la que hice aunque fuese algo tan horrible como abandonar a alguien en un planeta al parecer tan hostil como ése. La vida del resto de mi tripulación lo exigió." **** Exploración radar, exploración magnética, exploración óptica. 1001010 10010100 010101 010010 010 10100100 10 010100 100101 Localizada reciente acumulación. Comida. Proceso acercamiento rápido. Subprograma subsidiario vigilancia. Búsqueda elementos móviles. Búsqueda trampas. Negativo. Proceso asimilación y modificación diseño. 100001010010 010 0100100 00 1001001 0100 00 10010 10010010 Aumento capacidad locomotora. Localizado banco datos acoplado. Aumento coraza externa. Aumento fuente energética. Aumento capacidad computacional. Acceso a datos: "Subsección 1- planos y funcionamiento nave estelar Shananra. Siguiendo la figura 3 se puede ver el acoplamiento del generador primario con el secundario cuya misión es sostener el soporte del motor 2, en línea directa con el acceso a la energía. Se puede..." Diez terabits de información mas.. 10100 "Cultura: historia de la filosofía occidental. Sección 2-34/87 La obra de Pascal se divide en sus dos vertientes de filósofo naturalista y..." Se registra acumulación información. Se puede suponer útil. Fuente de innovación. Nuevos diseños. Asegurar supervivencia. En proceso el análisis global de toda la información. Aumento capacidades computacionales inherentes. Datos: última grabación sistema acústico nave auxiliar-1. crucero de investigación Shananra 121231-312JK. "....Me voy a estrellar...., ese maldito pájaro mecánico no me deja en paz..... ¡Me esta disparando rayos lásers!...Adiós motor dos....Los mandos no responden..Si alguien escucha esto alguna vez, .....¡joder! ¿Qué es eso?..." Grabación interrumpida por avería general. 1

Crucero investigación clase d: cién metros de eslora.

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Cubículo metálico cerrado conteniendo una sustancia extraña. Blanda a pesar de estar hecha primordialmente de carbono. Forma simétrica dotada de cuatro apéndices. 1010100100100 010 010 100 001 01001001. Extraño ser movido exclusivamente a base de energía química. Detectada una configuración de circuito eléctrico por acoplamiento químico. Gran riqueza. Asimilación. Recuperar información. 10100 10010 001010100101 101000 010101000 010 01 **** -Imagínate un mundo todo habitado por robots. -Eso es imposible. -No es tan difícil. -¡Bah! Dos jóvenes tumbados sobre una hierba rojo brillante, miraban un cielo cubierto de miles de estrellas, repartidas en constelaciones extrañas. El tapiz negro, horadado de pequeños agujeros brillantes, parecía cercano, familiar. Nada menos cierto. **** Actividad mejorada en 300% por adquisiciones de gran depósito 1101001. Problemas de interferencia de circuitos con programa extraído de masa carbonosa y sináptica 1100101001. 1100101 1110001010001010 0010010 0010 00 01001 0 ¿DON 10010 1010 DE 10010 010 E 101 S 010 TO 1010010 Y? 10010 ¿QU 101 E 1001 SO 01 Y? 1001010 ¿ESTOY 110010 VIV 00110 O 10010 AUN? 10100010010000010011010. **** Zoología del planeta EFR-3. Grupo estelar del canguro. Por el profesor Dante capote. "El estudio y clasificación de los animales2 que pasean sus asombrosos cuerpos por la superficie y la atmósfera del planeta, presenta peculiares problemas. Sin duda el fundamental es la carencia de especies, de grupos de individuos a los que nombrar con una denominación común, por el simple hecho de que todos y cada uno de ellos son diferentes entre sí. Si a eso le añadimos las transformaciones que sufren cada poco tiempo, nos encontraremos con un panorama desolador. Sin embargo, aunque sin llegar a la rigurosa taxonomía en que se ha logrado ordenar la casi infinita variedad de formas vivas de la tierra, se puede hacer una clasificación atendiendo a diversos criterios, entre los que no se encuentran, por razones obvias, el de formar árboles genealógicos siguiendo el rastro de antepasados comunes. Existen tres tipos de fuentes que estos mecanismos siguen para proporcionarse energía. Las reacciones nucleares, la radiación del sol, y la combinación de ciertas sustancias químicas. Comenzaremos con los que se alimentan mediante reacciones nucleares. Algunos de los animales más interesantes son los del grupo llamados genéricamente topos. Su similitud con los terrestres acaba en su hábitat subterráneo. Ellos no buscan gusanos, que no encontrarían, sino que su interés es horadar las calientes arenas de este planeta, en busca de 2

Utilizo la denominación "animales" por comodidad en espera de la decisión de la asamblea de exobiología y de su clasificación

definitiva.

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elementos pesados que aseguren las reacciones nucleares que les proporcionan energía. Ocupan un papel primario en la ecología del planeta3, extrayendo de las profundidades los elementos que después les son robados cuando salen a la superficie. Robados, cuando los otros mecanismos logran matarlos, cosa harto difícil. Su tamaño solo tiene rivales en los seres espaciales. Los pocos ejemplares de este tipo que las sondas han visto y estudiado, medían cincuenta metros de largo, estaban protegidos por monstruosas corazas de titanio, y exhibían en su frontal enormes y extraños apéndices capaces de excavar y moverse bajo tierra. Su gran tamaño se debe, según suponemos, a la abundancia de metales y energía de que disponen, con los cuales se crearían a lo largo del tiempo esas monstruosas fortalezas. Su carácter es pacífico. Quizás debido a no necesitar matar a otros para obtener la preciada energía, confían más en la defensa que en el ataque. Y las defensas son formidables, como formidables son también sus enemigos. El grupo de los tigres, llamado así por su carácter depredador, es el causante en gran medida de nuestras dificultades en investigar más a fondo esa extraña fauna. Devoran nuestras bien protegidas y armadas sondas con una facilidad pasmosa. Más pequeños que los topos, compensan su menor tamaño con lo que podríamos llamar ferocidad. Una ferocidad no residente en dientes, cuernos o garras, sino en rayos lásers, descargas eléctricas, taladradoras y sierras de diamante. Los que hayan visto alguna de las películas de cómo actúan sin duda sabrán a qué me refiero. Su supervivencia depende de lograr traspasar las defensas de los topos. Actúan en grupos, atrayendo a la superficie con un señuelo radiactivo a sus víctimas, y cayendo sobre ellas con rapidez y precisión en cuanto aparecen. Pero nada está determinado de antemano en ese mundo de rápidos cambios morfológicos y estratégicos. En un alto porcentaje, modificaciones defensivas de los topos sorprenden a sus atacantes y, en otras ocasiones, alguno de los atacantes en vez de aceptar el reparto, ataca a sus compañeros y es muerto por estos, o los mata y devora junto al topo, creciendo enormemente. La supervivencia de tales seres en la superficie es difícil dada la gran cantidad de energía que necesitan para vivir. Por lo general esos gigantes emigran al espacio, a la órbita del planeta, donde la energía solar es abundantísima. Después nos ocuparemos de esos gigantes espaciales. Ahora prestemos atención a unos pequeños mecanismos que pululan en gran número alrededor de las masacres que antes hemos descrito. Son carroñeros de metales y migajas de materiales radiactivos, que consiguen de los despojos que los tigres dejan a su paso. Se los llama ratas. Su alimentación es mixta: aguardan camuflados, absorbiendo energía de las radiaciones del sol, hasta desplazarse al lugar donde haya caído un topo y devorar ansiosamente lo que quede. Son muy interesantes por un motivo: proporcionan el origen de donde emergen el resto de los animales del planeta. En realidad, y como descubrimos con sorpresa, muchos de esos pequeños mecanismos, no son individuos en el sentido estricto de la palabra. Están conectados por radio con una unidad central, inmóvil debajo de la arena, que es el cerebro que los controla. De vez en cuando alguno de los inconscientes instrumentos de ese cerebro alcanza la independencia logrando aumentar su capacidad de computación de forma fortuita, creándose un nuevo ser capaz de evolucionar y cambiar, y convertirse en un tigre, un topo, etc. Esta peculiar forma de existencia, no sólo se da entre las ratas, sino que se encuentra en otros grupos de mecanismos, aunque menos extendido. Sólo debido a esos accidentes se asegura la multiplicidad de individuos en un mundo donde no existen ni el sexo, ni la reproducción. El grupo quizás más interesante, es el de los monos. Se los llama así por su inteligencia. Su arma, en vez de corazas y potentes rayos energéticos, es su cerebro. Escapan del acoso de tigres y lobos por medio de su velocidad y del uso de astutas estrategias. Poseen los mejores sistemas de detección, y exhiben una habilidad y agilidad que les permiten la sustitución de un armamento pesado por instrumentos más precisos con los que atacar sólo zonas vulnerables, consiguiendo vencer a veces hasta a los grandes topos. Las agresiones entre ellos son raras y esta demostrado que se comunican. Posiblemente con el tiempo estén destinados a dominar el planeta, dado su éxito. Eso 3

Junto con los vegetales de los que despues hablaremos

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establece una interesante relación entre lo ocurrido en EFR-3 y lo que ha sucedido en la tierra, con nuestro propio éxito evolutivo. Por último me resta hablar de un grupo de mecanismos muy elementales que basan su existencia precisamente en esa simplicidad. Hablando en términos de equivalencia terrestre, podríamos llamarlos vegetales. Su alimentación es exclusivamente solar, y además son sésiles. A partir de una matriz cristalina muy elemental, necesitan tan solo energía solar y un suelo rico en metales para reproducir esa matriz cristalina, distinta en cada uno de ellos, y crecer hasta tamaños verdaderamente respetables. Naturalmente existen hervíboros que devoran estos vegetales que no se defienden de ningún modo. Con que quede de ellos una minúscula parte de tamaño molecular, y que caiga al suelo, seguirá existiendo ese ser. Hay auténticos bosques y praderas hechos de ese tipo de estructuras, cubriendo algunas zonas de EFR-3. **** Veo. Abro unos ojos que no son míos, y veo un paisaje de dunas rojizas, de viento arrastrando arena, y un sol de brillante escarlata colgado del cielo, enorme, un globo gigantesco. Intento enfocarlo y a veces lo consigo pues estos ojos no son del todo míos. Koper en el subsistema de arreglo binario. 110100100 010101 010010 010101. Siento bullir en mi cabeza pensamientos ajenos, o que siendo míos, son tan extraños que no pertenecen a lo que estoy habituado a sentir. Extraemos el foimuto de 11001010. Es buena idea el 1100101 en 00110. Veo una montaña a lo lejos y la montaña está ya a mi lado. A veces es porque la veo aumentada, otras es que en realidad estoy ya allí. Hay largas lagunas en mi extraña existencia, períodos de oscuridad, en los que soy anulado, desaparezco, y cuando la consciencia me vuelve, soy otro. Soy distinto. Soy yo y no lo soy. Capaz de ser en 11010 con oblitero lateral 111100. 100101 01010 0010 010 0001010010. Sé que no estoy solo. Hay alguien más compartiendo este cuerpo extraño que habito, posiblemente su legítimo propietario. Lo siento pasear sus pensamientos incomprensibles, rondándome, presionándome continuamente para que me someta a sus deseos extraños que sólo entiendo a medias. A veces gana él o a veces yo, y con cada victoria o derrota lo siento más cerca. Al fin y al cabo es el único ser que tengo compartiendo mi soledad. 10010 000100 001010 0100 00101 00100 01000010 0 001010 1001 000000 ****

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Aspectos tecnológicos de los habitantes de EFR-3. Extracto del informe sobre el análisis de los especímenes obtenidos por la expedición 23-de. Universidad de Rigel. 231232-4589. Por Kasdan roferlio. Catedrático de tecnología aplicada básica. "Del análisis, y podríamos llamar, "disección" de un par de ejemplares obtenidos por la desafortunada expedición 23-de , se derivan importantes descubrimientos. De esa escasa y pobre muestra hemos obtenido tal cantidad de información que se puede hablar de un auge tecnológico, una nueva edad de oro como la que siguió al descubrimiento del impulsor de campo Verg. Me es difícil imaginar las sorpresas que nos aguardan allí, enterradas bajo la arena, o volando en su atmósfera. Pero pasemos a hacer un resumen de lo que ya hemos descubierto. Sin duda la parte que nos deparará más sorpresas será sin duda el estudio del sistema cerebral de esos seres. Su constitución altamente compleja presenta enormes dificultades. Necesitamos usar una de las más potentes computadoras que existen en la galaxia, para poder siquiera comenzar a desbrozar la intrincada complejidad de esos circuitos. Los conectamos por medio de una computadora auxiliar a la matriz de átomos de titanio de la NX-E , que reprodujo en su interior todo el esquema. Poco más podemos decir, pues en estos momentos procedemos a analizarlo mediante complejos programas y pruebas del tipo estímulo-respuesta. Las únicas conclusiones claras van en ayuda de la labor de exobiólogos apuntando a un origen común de todos los organismos de EFR-3. Los dos cerebros electrónicos estudiados, se desarrollaron usando similares tipos de esquemas, con un tronco inicial de operaciones lógicas básicas, y un desarrollo de funciones accesorias emergiendo de ese tronco primitivo. Si de la parte digamos "nerviosa" de esos seres, todavía no se han derivado aplicaciones prácticas, todos ustedes conocerán sin duda la nueva gama de herramientas y todo tipo de aparatos equipados con músculos metálicos. Ha sido un fulgurante ejemplo de aplicación de un descubrimiento científico. Nuestro equipo de ingenieros mecánicos, estudiaron todo aquello que pudiera moverse en los cuerpos de los dos especímenes y, al principio con sorpresa, descubrieron que carecían de todo tipo de motores basados en los principios que conocemos: autoinducción para motores eléctricos, y feromagnetancia para motores de fisión y radiactivos. Las articulaciones estaban rígidas. Parecían soldadas como si aquel cuerpo nunca hubiera podido moverse. Los miembros del equipo pasaron largas semanas haciendo análisis, estudios, emitiendo hipótesis que después resultaban falsas y desesperaban al comprobar sus reiterados fallos. Si no hubiera sido por la evidencia en forma de filmaciones, hubiésemos concluido que aquellos seres jamás se habían movido. Pero un día Jacobden, emulando a un científico de largos milenios atrás, decidió probar a producir una diferencia de potencial en un tramo de un largo apéndice. El dolor que le produjo el golpe propinado por el brazo de metal fue apagado por la alegría de haber descubierto el mecanismo de funcionamiento de esos seres. El principio de músculo metálico, se basa en una aleación de cromo, vanadio, xenón en burbujas microscópicas, aluminio y acero, cuya particularidad está en formar granos de diferentes metales en forma de pequeños cilindros alargados, unos dentro de otros. Bajo la acción de una corriente eléctrica los cilindros se desplazan en virtud de un efecto atómico de repulsión por reordenación de átomos. Como la aleación es, además, superconductora, las pérdidas son mínimas. La fuerza de dichos músculos es gigantesca, cercana a un meganewton por centímetro cuadrado. Además presentan la ventaja de que, interrumpida la corriente, el metal mantiene la postura que tenía, y nada más invertir la polaridad, obtenemos un desplazamiento en el sentido contrario." *** Los recuerdos de mundos lejanos. El sonido de un océano de metano bullendo de vida extraña. Los cegadores destellos de una supernova estallando en un infierno de luz. El murmullo de 54

las hojas de los árboles en la tierra. El gran cañón helado de G-3 Orión. La música de los cohetes, los aceleradores, los impulsores de campo Verg horadando la misma esencia del universo. Campo 110010 detectores en marcha pares 000010 operacionales 10010 de inducción activos, vigilancia 110100 en tres puntos de óptica angular 110010. Sensaciones, olores, memorias de una vida pasada. Localización aleatoria de dos 100101 en dergri 110100. ¿Maldición o salvación? Aún no lo sé. Sólo soy una sucesión de órganos metálicos que funcionan a mis órdenes en una algarabía de sentidos desconocidos y de otros perdidos para siempre. 1001101001001101010100001000000010010000100 100101 Operacional el subsector trece de la partícula 110101. Y la pregunta es: ¿Estoy todavía vivo? ¿Soy un hombre o un robot confundido? Y las respuestas, como siempre, se quedan lejos, fuera de mi alcance. 10010. *** -No he pasado más miedo en mi vida. Ni siquiera aquella vez en que me caí dentro de una falla llena de ácido en la superficie de GH-6. -Anda. Ya será menos. Keny dirigió una mirada despectiva al que había pronunciado esas palabras, y alargó la pausa haciendo que los demás dudasen si iba a continuar. Disfrutaba con la ansiedad que eso les producía. -Como iba diciendo, nos acercamos hasta un pársec del planeta EFR-3. Según nuestras órdenes no podíamos sobrepasar ese límite. - ¡Pues vaya una misión peligrosa! En una de las esquinas de la abarrotada mesa se sentaba Anto, un menudo y barbudo personaje, reputado cascarrabias. -Bueno Anto, si quieres tú cuentas la historia y yo, mientras, escucho. El murmullo de reprobación y los variados insultos dirigidos a Anto, la hicieron sonreír satisfecha. La taberna de la estación espacial GJK-324525 a medio camino tierra Gamma Orionis, siempre estaba llena de miembros del cuerpo de exploradores. Luciendo su uniforme marrón y verde, contaban a quien quisiese oírlos sus viajes y aventuras en los confines del cosmos, al tiempo que devoraban las reservas de cerveza de cáñamo Jun, la deliciosa bebida de Betelgeuse. En aquella ocasión en vez de vocear e interrumpirse unos a otros como era habitual, escuchaban con atención el relato de Keny, pues todo lo que tuviese que ver con EFR-3, el planeta prohibido, era fuente de inusitado interés. Haciendo silencio con un gesto de las manos, continuó su relato. -Como decía antes de que me interrumpiesen, habíamos aparcado la nave en la órbita de seguridad, y Danta, la capitana, Seve, el mecánico, y yo, nos fuimos a echar unas manos de mus. Por cierto, en aquella partida perdí hasta la camisa, literalmente, y todavía estoy buscando la revancha. Elevó su voz por encima del murmullo de risas y sarcásticos comentarios, y prosiguió. -Fue un estúpido error de la computadora. Nunca me han gustado esos modelos construidos con átomos de carbono. Son demasiado sensibles a los virus. Equivocó los programas, y en vez de orbitar, conectó la secuencia de descenso. Hizo una breve pausa, paladeando el contenido interés que se vislumbraba en los rostros de los que la escuchaban. Eran rostros curtidos por aires de mil mundos y miradas habitualmente acostumbradas a contemplar lo extraño. Era su trabajo, y no era fácil encontrar en ellos tal expresión. -Cuando tenía un precioso dúplex con juego, sentimos una sacudida tremenda. Toda la estructura crujió siniestramente. Todavía no entiendo cómo no se partió allí mismo. Corrimos a la cabina, y allí, pegado al cristal, estaba uno de aquellos monstruos espaciales. Nos acercábamos hacia lo que parecía una compuerta de borde irregular y, dentro, pudimos contemplar brevemente toda una colección de apéndices y extraños aparatos cuya obvia intención era desmenuzarnos. Después, todo se volvió borroso cuando los impulsores comenzaron a funcionar a toda 55

potencia. Escapamos, aunque sin la torreta número dos, ni la sección trasera del motor tres. Hicimos un descenso planetario de locos. Creo que no nos dejamos ninguna norma sin saltar. Pero allí estábamos, en aquel planeta en el que ninguna sonda sobrevivía más de diez horas, retenidos por dos días de imprescindibles reparaciones. - Como os dije antes, nunca he pasado más miedo. Imaginaros guardias de tres horas, con un ojo en el radar, y otro en el detector de masas metálicas, y los dedos en la computadora del láser delantero, el de rayos x. - Usasteis el láser de rayos X, ése que es capaz de convertir un asteroide de diez mil toneladas en arena.... - Tú no sabes las cosas que nos atacaban. Auténticas montañas de metal con intenciones poco claras. Un involuntario escalofrío recorrió su piel al recordarlo. - Pronto teníamos, a nuestro alrededor, más de cinco Km. cuadrados calcinados y llenos de cráteres, y seguían viniendo incansablemente. Pero lo más extraño sucedió cuando me tocó en suerte salir a hacer unos últimos ajustes en el motor dos. Estaba trabajando, sudando bajo aquella gravedad de una ge y media, cuando una sacudida me hizo volver la vista, y la radio chilló una advertencia en mi oído. Me volví y observé asombrada cómo las demoledoras descargas dirigidas certeramente por la computadora, eran esquivadas por una grácil figura metálica que se acercaba a la nave. En ese punto de su relato, la sugerente voz de Keny se apagó. Elevó la vista de la concurrida mesa hasta enfocar el espacio vacío, negro, y habitado por miles de estrellas, que se extendía en el ventanal que dominaba todo el ancho del local. Continuó hablando en medio de un silencio espeso. -En dos zancadas se plantó en frente mía, fuera ya del radio de acción del láser. Era un asimétrico amasijo de protuberancias de finalidad desconocida, pero que demostraban su utilidad en la precisión de sus movimientos. Una criatura bella a su manera, producto destacado de aquel planeta de horrores mecánicos, que oscilaba delante mio con delicados ajustes en sus extremidades. Recuerdo y no creó que lo olvide nunca, que me miró, aunque no puedo estar segura sobre ello. Una reluciente lente negra se dirigió hasta donde yo estaba, paralizada con la unidad de verificación neutrónica en la mano, incapaz de hacer otra cosa que mirarla a su vez. Varios mecanismos giraron, su cuerpo se balanceó brevemente y después desapareció tan rápido como había llegado. La mujer dirigió la vista a su embobado auditorio, al tiempo que su voz se elevaba de nuevo. - Podéis creerme o no, pero yo sé, con toda seguridad, que ese ser era inteligente. Una inteligencia más cercana a la nuestra que a la de una computadora. Lo vi en esa mirada inexpresiva, mecánica, pero aún así reveladora. No es algo que pueda demostrar pero lo sé y eso me basta. En él vi eso, y algo más. Estaba solo. No sé por qué ni cómo, pero cuando desaparecía detrás de una duna cercana, supe que era el único de su clase. *** Sentía hambre. No es el hambre normal. 10010 001 inferencia de matriz energética por sobrecarga en dos sectores. No me apetecía un filete o algo así. Era una extraña sensación, el anhelo de algo que nunca he necesitado. Cuando me paraba unos momentos al sol, se calmaba un poco. Estaba a gusto bañándome en unos rayos que me hubieran quemado si hubiese tenido piel. 10010 0101010 0100 010 . Madestricos en serie con los doffer. Fue algo muy extraño. Sabía que no me amenazaba ningún peligro. Era una sensación proveniente de mis sentidos eléctricos, y que todavía no comprendo. Entonces me fijé en algo que se movía en el valle. Más que fijarme, algo en el interior del amasijo de circuitos que es ahora mi mente me obligó a mirar a esa cosa. Como ya estaba acostumbrado, la imagen lejana se agrandó hasta permitirme distinguir todos sus detalles, además de otra información que me llegaba por caminos desconocidos: Velocidad, partes peligrosas, armas, defensas, y zonas débiles. 10010 01010 0010 010010010 00101000 0 10010 01010 00100 10 Un estado de infrecuente ánimo embotó mi voluntad. Sentía la necesidad de que mi cuerpo 56

mecánico se arrastrara sinuoso y letal pendiente abajo. Era algo despertado de mi memoria humana: el placer de la caza, el ansia de matar, se extendieron como una cálida marea dominando mis pensamientos. Aunque sabía que no la encontraría, deseaba la sangre, espesa y caliente, corriendo por mis miembros y bañando mi cuerpo, que en mi imaginación era otra vez humano. 101010 Después, todo transcurrió en unos instantes. Funcionaban, sin saber cómo, una avalancha de rayos lásers, sierras de diamante y descargas eléctricas. Corrimos, él delante de mí, levantando arena en surtidores, saltado enormes distancias, y peleamos enzarzados en terribles ataques y contraataques. Era feliz. Una sensación de libertad sin límites embriagaba mi ser, produciendo placer en cada movimiento, en cada gesto mortal, en cada pensamiento que ejecutaba. Acople, acople, acople en 1000 Recuerdo que la felicidad no dejó paso a la habitual forma de existencia hasta que devoré aquella enorme masa de metal retorcido, mecanismos fundidos, miembros mecánicos arrancados. Mi mente, confundía todo aquello con tripas, costillas y músculos desgarrados y sanguinolentos. Después vino el hastío. Creo que con el triunfo crecí. Me sentía muy fuerte. más veloz, más capaz, y curiosamente, más inteligente. *** "Los seres espaciales son los auténticos gigantes de ese planeta. Estableciendo una analogía con la tierra, ocupan el nicho ecológico de las ballenas terrestres. Estas deben su enorme tamaño a la superabundancia de placton, comida fácil, y a la práctica inexistencia de enemigos. Las ballenas de EFR-3, disponen de energía solar en abundancia. Sólo deben desplegar unas enormes superficies de acumulación, para obtener la energía que sostiene en marcha sus increíblemente grandes cuerpos. Se han llegado a detectar ballenas espaciales de varios Km. de largo, que cuando expanden sus superficies solares ocupan miles de Km. cuadrados. Su forma de vida es curiosa. Orbitan al planeta plácidamente, capturando de vez en cuando algún meteorito y cruzándose con otras ballenas. Pero, ocasionalmente y sin que sepamos aún el motivo, se producen gigantescas batallas entre esas moles de acero. Cientos de formas de agresión surcan el espacio en titánicas luchas que casi nunca tienen un vencedor y un vencido. Quizás tengan que ver con otra de las extrañas características de esos seres. Sin duda alguna son inteligentes. Los experimentos del doctor Sierra4 demostraron esto sin lugar a dudas. Al igual que los cetáceos terrestres, que desarrollaron su inteligencia para prever y canalizar las corrientes de placton, los habitantes de la órbita de EFR-3, se supone que utilizan sus cerebros mecánicos para lograr la máxima eficiencia de provecho energético. **** Los pasos resonaron en el metal pulido del suelo y, tras el levísimo sonido de las puertas al abrirse, el General entró en la antigua sala de reuniones. Se paró un momento en la penumbra, rota únicamente por el resplandor salvaje que llenaba las tres cuartas partes del ventanal. Un sol anónimo se ponía tras un gigante gaseoso, y la luz dorada resplandecía en los aceros y cromoplásticos. Estaba entrando en la sala de batallas del "Estrella errante", el último de los gigantescos cruceros de combate que fueron los dueños de la galaxia en una época ya pasada. El General consideró brevemente los ecos de las cientos de batallas que resonaban entre esos mamparos de metal, las voces muertas de estrategas planificando combates que convertían el espacio entre las estrellas en infiernos ardientes, bullendo en explosiones termonucleares de miles de kilómetros de diámetro, ecos de un pasado muy atrás en el tiempo que pudiera ser necesario resucitar. 4

Experiments in EF3 High Atmosphere.

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Se sentó a la cabecera de la mesa reteniendo la atención de todas las miradas. -Caballeros, todos ustedes han leído el dossier que les enviamos y conocen la cuestión que nos ocupa. La pregunta que este consejo deberá debatir, atañe al destino de todo un planeta. Estoy hablando de EFR-3. Las austeras caras de los allí presentes, se giraron cuando la visión del ventanal desapareció y fue sustituida por una vista completa de un planeta de color rojizo. El más anciano de aquellos rostros severos, conservaba algunas quemaduras de láser en la piel de su rostro, recuerdos de la última batalla espacial de la historia de la humanidad. Dirigió su orgullosa mirada al resto de la concurrencia y habló: -Es la peor amenaza que ha tenido la humanidad desde que se libró de su propio deseo de suicidio. -Eso es lo que hemos venido a tratar de resolver, Wu. El General llevaba ostensiblemente el control de la reunión, como correspondía a su cargo de mayor autoridad humana en el campo militar. Con su bien timbrada voz, continuó hablando. -Ahora oiremos lo que tienen que decirnos nuestros expertos. Tras largas horas de reunión en las que científicos y computadoras expusieron de manera exhaustiva todo lo que sabían sobre ese planeta y, después de una demoledora ronda de discusiones e intervenciones, el cansancio comenzó a hacer mella en el General. Su atención se distrajo momentáneamente de las ideas de gigantescas hordas de seres mecánicos invadiendo el universo en busca de metales y energía. Olvidó las fantásticas especulaciones que hablaban de planetas en forma de gigantescos seres mecánicos, y su vista se perdió en la inmensidad estrellada que había vuelto a ocupar el ventanal debido al giro de la nave. Allí, miles de estrellas brillaban espléndidamente, de las cuales, los diez billones de seres humanos que vivían en la galaxia solo ocupaban o habían explorado el .000001%. Pensó irremediablemente que esta reunión, en otro sitio, con otros seres, pero con similares objetivos, ya se había realizado miles de veces. Su mente divagaba pensando en las desconocidas sorpresas que, sin duda, se acumulaban en esa ingente masa de misterio. A la luz de esa inmensidad el problema que discutían le pareció trivial, a lo sumo una mera riña de vecinos. Tomó su decisión, la decisión que verificada y procesada por la computadora sería expuesta a los diez billones de electores dotados del derecho al voto inteligente. A la luz de los objetivos datos presentados por la máquina, no dudó que elegirían la no destrucción de ese mundo. Y por fin se relajó. Sus pensamientos libres de la responsabilidad, se perdieron en un futuro muy lejano, en el que el hombre ya no sería tal y como lo conocemos. Un futuro en el que toda las inteligencias de la galaxia serían una. Aquellos de los miembros de la asamblea que no estaban demasiado absorbidos por el cansancio o por el acalorado debate, pudieron observar cómo el rostro del General se distendía en una amplia sonrisa. **** Resbalaba la luz sobre mi fría piel de metal, dejando un brillo dorado como un residuo sólido, resaltando los profundos arañazos, las abolladuras, las marcas y finos surcos de las venas eléctricas enmarañadas sobre mi brazo. La gran bola rojiza dominaba con su sonrisa de llamas devoradoras la extensión desolada de arenas arrastradas por el viento. Y estaba solo. Solo en compañía de una eternidad maldita de belleza inerte y mineral, y la ominosa certidumbre de las praderas arenosas rodeándome. Si hubiese tenido ojos habría llorado. Si hubiese tenido voz hubiera gritado. Si... Sólo me quedaba asentir ante el débil susurro del viento acariciando las dunas, restregándose con lujuria contra las desolladas rocas, o gritando silenciosamente en mi oído: "Soy yo. ¿Eres tu?” 58

Y una vez más sucumbí al placer loco de la carrera. La máquina que era mi cuerpo desarrolló su poder desplegando la fuerza devastadora de músculos metálicos y sangre hidráulica extendiendo su silenciosa fuerza en el huracán desbocado que rugía en mis oídos. Pronto la velocidad dejó atrás la estela de arenas levantadas por mis pies, creando borrosas murallas de paisaje veloz, y hendí la llanura calcinada y cercada por las sombras de la noche, como un alegre rayo rectilíneo de reflejos dorados y violetas. Saturada de velocidad, mi mente olvidó. Se sumergió con regocijo en su nuevo futuro en aquel planeta perdido y extraño, pero sin embargo ya mi hogar. **** Fragmento del discurso pronunciado por el General el día en que se decidió intentar la comunicación con algunos de los seres de EFR-3. (2232-uy según la cronología del tercer reinado del hombre.) "Hemos de cambiar nuestra forma de pensar. Estamos acostumbrados a considerar a las máquinas como objetos, por muy inteligentes que puedan llegar a ser. Esa actitud egocéntrica ha llevado al desastre a nuestros antepasados en numerosas ocasiones. No cometamos ese error y hagamos como nuestros científicos, que han redefinido el concepto de vida como: "Vida es todo fenómeno físico que, de una manera local, vaya en contra del crecimiento de entropía en el universo sin importar la naturaleza de dicho fenómeno" La vida, ese milagro en el desierto de vacío que es el universo, una joya que no hay que malgastar." **** 01101110 01101111 01110011 01101111 01110100 01110010 01101111 01110011 00000000 01110011 01101111 01101101 01101111 01110011 00000000 01100101 01101100 00000000 01100110 01110101 01110100 01110101 01110010 01101111 **** de la nave de investigación Gautama. de observación en órbita alrededor de EFR-3. "Se ha observado una extraña actividad en la alta atmósfera de EFR-3. Se confirma la existencia de una nueva ballena, mucho más grande que las otras. Desde que apareció no se ha vuelto a registrar una batalla entre esos seres. Su origen es desconocido. No sabemos si es la fusión de varias o ha salido del planeta, lo cierto es que su comportamiento no es el habitual. Orbita en trayectorias nunca usadas antes, cada vez más amplias y más veloces. No sabemos si incluso pueda tener algo que ver con las deflexiones de campo Verg que los instrumentos de la nave han registrado. Dejamos al alto mando, a la luz de los datos transmitidos, si correspondieron a intentos de algún mecanismo de hacer un viaje hiperespacial. La posibilidad de que esto sea así merece un estudio lo más intenso posible, dado que ese hecho significaría la puesta en marcha del plan de esterilización. Fin transmisión"

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Poema:

AGRIPPA. UN LIBRO DE LOS MUERTOS William Gibson Traducción de Sergio Martínez Mourelle Vacilé antes de desatar el lazo que encuaderna este libro. Un libro negro: ÁLBUMES CA. AGRIPPA por Letra y Nombre Un álbum Kodak de papel negro quemado a lo largo del tiempo. La cuerda con que lo ató no ha sido desenredada en años y el ambiente húmedo del baúl como el cordón del zapato de una dama de la Primera Guerra Mundial Su abrazadera de metal comida por el óxido hasta parecer la ceniza de un cigarro. Dentro de su cubierta inscribió algo en grafito débil ahora perdido. Entonces, su nombre W.F. Gibson Jr. y algo, coma, 1924. Después pegó sus fotos Kodak. Y escribió bajo ellas como un pincel de tinta blanca: «La serrería de papá , Ag. 1919.» Una choza de tejado plano contra una cordillera de montañas. Según llegas hay tableros derrumbados y recortes. Debe haber olido la brea, en Agosto El dulce y caliente humo de la sierra eléctrica mordida a lo largo de décadas. Continúa con el spaniel Moko «Moko 1919». Reposa sobre un pequeño banco o mesa ante un árbol del patio. Su abrigo está lustroso, el césped necesita ser cortado. Más allá del árbol, en una misteriosa claridad Kodak, 60

se encuentran los secretos de verano de Wheeling, Virginia del Oeste, donde alguien dejó afuera una escalera de mano. «Tía Fran y [obscuridad]» Aunque él no está, este sujeto tiene una «G» enrollada en el cinturón. Una solapa de origen Masónico. Un pincel a propulsión patentado. Una estilográfica. Y las flores que reposan debajo sin parar arraigan , con perdón, con la longitud vertical de una tubería de cloaca de hormigón. Papá tuvo un caballo llamado Dixie: «Ford sobre Dixie 1917» Una silla de montar marcada con una estrella solitaria, pantalones de montar Corduroy, una silla de montar del oeste y una gorra de tela. Prudente y feliz como ningún niño podría estar. «Arthur y Ford pescando 1919». Fotografiado por un adulto (atestigua la mano firme que captura las flores salvajes, las sombras sobre sus anchos sombreros de paja, reflexiones de una cerca de madera) que se encuentra enfrente de ellos en el lado alejado del estanque, entre los doctores-serpiente y el barro, Kodak en mano, ¿el señor Ford? Y «Mamá, Julio 1919» da un paseo al lado del estanque, con sus blancos y enormes zapatos de ciudad, el monedero remetido bajo ella, mientras Ford o Arthur, todavía con su sombrero de paja, se aproxima con un descapotable de lona. «Mamá y la señora Graham en el criadero de peces 1919». Mamá y la señora Graham sentadas encima de un elegante arco de hormigón. "Arthur sobre Dixie", también 1919, bastante inquieto. Sobre el tejado debajo del granero, bajo él, puede descifrarse esta críptica marca: H.V.J.M. [?] «La serrería de Papá 1919», mi más regio abuelo entre ruinas de madera cortada, podía ser tan fácilmente el registro de su demolición algo más tarde, y las mangas de su abrigo están remangadas pero sin pasar del codo, 61

a rayas, con una tirilla blanca como accesorio de un collar. Debajo suyo hay un cono de serrín de unos treinta pies de alto. (Cómo se siente al derribarlo, o al olerlo cuando está húmedo).

II. El mecanismo: metal negro estampado, Imitación de cuero sobre encuadernación de pasta, pedazos de boj. Una lente, el postigo cae para siempre separando eso de esto. Ahora en habitaciones de alto techo desocupadas, no visitadas, en el fondo dibujantes de bureaus venerados en fría y química oscuridad que riza montajes conmemorativos de la muerta Guerra Mundial del país, justo como yo mismo descubrí otro verano en un baúl del ático, y debajo del mejor tesoro de cada chico de munición deslustrada y actual pequeños y reales trozos de guerra pero también el propio mecanismo. El triste final de las armas de fuego es un proceso, controlado, derivado del óxido común, pero allí debajo, tan extraño, y una pátina no común tantos años sin ser tocada hasta que la cogí, y torciendo, extasiada, debajo de la escalera sin pintar hacia el salón donde juré que nunca oí el primer disparo. El trozo de metal de cobre recubierto del cilindro de cartón de Morton's Salt del cuarto de baño no estaba deformado salvado por el apagado brillo de las marcas de tierras y estrías tan calientes, energía quieta, que ampolla mi mano. La pistola reposa sobre la polvorienta carpeta. Devolviendo lo que con completo temor tomé cuidadosamente. Lo que el segundo disparo, igualmente inintencionado, cortando la barandilla de madera dura y trayendo un extraño y brillante olor de antigua savia de vida 62

en un rayo de sol polvoriento. Absolutamente solo en consciencia del mecanismo. Como la primera vez en que uno pone su boca sobre una mujer.

III. «Desfiladero Helado en Wheeling 1917» Un puente de hierro en la distancia, y más allá una ciudad. Hoteles donde los rufianes buscan sus negocios sobre las aceras de un mundo perdido. Pero un primer plano está enfocado, esta esquina de Gótico de carpintero, estos patios corriendo a la inmovilidad. «Buque de vapor en el río Ohio», su humo fétido y oscuro, su año desconocido, y más allá el lejano banco cubierto de fábricas. "Nuestra casa de Wytheville Sept. 1921" Ellos han bajado desde Wheeling y mi padre lleva puestos sus zapatos de ciudad. La calle principal no está pavimentada y una farola eléctrica colgaba en lo alto del fotograma, centrada por encima del polvo ondulado de un cable flojo, sugiriendo el camino que deberá seguir al caer durante un fuerte viento, las sombras que debe arrojar. La casa es pesada, repulsiva, envainada en estuco, no nativa de la región. Mi abuelo, que suministraba a contratistas, era propenso a los materiales modernos, los cuales usaba con el entusiasmo de un comerciante. En 1921 reemplazó la sección de acera de ladrillo enfrente de su casa con un ancho y suave fragmento de hormigón derramado, firmando esta mejora con un florido «W.F. Gibson 1921». El creía particularmente en el hormigón y en el contrachapado. Setenta años después su firma permanecía, el fragmento flotando perfectamente nivelado y nada atractivo entre grietas musgosas de dulce e irregular ladrillo que conoció los zapatos de hierro de los caballos yanquis. «Mamá Enero 1922» ha salido a barrer el hormigón con una escoba. Sus botas están abrochadas con botones que requieren un instrumento especial. El desfiladero helado de nuevo, Ohio, 1917. El mecanismo se cierra. Un recorte arrancado ofrece un DeSOTO FIREDOME de 1957, Sedán con 4 puertas, radio de torqueflite, calentador y conducción poderosa y frenos, nuevos neumáticos w.s.w premium. Un propietario. 1'595 dólares.

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IV. Él lo hizo en la época de la radio de torqueflite pero no pasó mucho más, y nunca en esa ciudad. Era mío para conocer, la Calle Principal alineada con los Ochenta y Ocho Cohetes, el almacén solado con tablas de madera, tarta envuelta en plástico en la tienda de Soda y el misterio sin narrar, la otra cosa, sentido en el crujido de un signo después de medianoche cuando no hay nadie más allí. En el fino polvo de talco de debajo de la plataforma de la Norfolk & Western yacen peniques con cabezas de indio intocables desde el amanecer del hombre. En los bancos y en el juzgado, un tiempo fósil prevalece, siglos de caliza. Cuando marché a Toronto en mi destacamento, mi alojamiento local estaba en la calle principal, sobre un comercio de venta y alquiler de pistolas. Yo intercambié una vez con ese hombre una derringer por una Walther P-38. Las pistolas estaban en la ventana debajo de una persiana ámbar como gafas de sol. Tenía diecisiete años o así, pero básicamente imaginaba que tú tenías que ser un chico blanco. Fui de excursión a un pozo de aceite y y aposté diez dólares por valor de 9 mm a su través, así que para ganarte apenas tuve que apretar el gatillo. Aburrido, intenté disparar hacia una cadena distante pero uno de ellos volvió hacia mí desde fuera de un círculo de piedras de río cortando ramitas de nogal desde una rama dos pies por encima de mi cabeza. De manera que recordé el mecanismo.

V En todas las estaciones de bus nocturnas vendían huevos revueltos a las tropas estatales, las delgadas navajas llamadas cuchillos de fruta con las cuales se manejaba de perlas las máquinas de cortar sandía, y novedades montañesas en madera marrón barnizada la cual estaba hecha en Japón. Primero era enviado allí de noche solamente 64

si el cartón de Camel de Mamá se acababa, pero gradualmente iba a valorar la luz submarina, el humo alienígena de un largo transporte humano, los extraños llegados directamente de la Autoridad del Puerto encabezados por Nashville, Memphis, Miami. Algunas veces el sheriff les vigilaba para asegurarse de que regresaban de nuevo. Cuando los coloridos aseos no eran requeridos golpeaban para abrir el bloque de ceniza y extendían el estante de revistas hacia nuevas dimensiones, una fría y fluorescente cueva de sueños que olía de un modo mareante y para siempre a desinfectante, quizás también de los miedos viajeros de esos oscuros e incontables otros que, moviéndose como si fueran contornos de hierro caliente, fueron hechos así para bailar o no para bailar como la ley consideró conveniente. Se encontraba eso que marqué como escritor, habiendo descubierto en esa alcoba copias de ciertas revistas esotéricas y preciosas, y , sí, lo supe entonces, supe absolutamente, el trato realizado en mi corazón para siempre, aunque no cómo lo supe, ni si lo tenía. Caminando hacia casa a través de todas las calles inmutables tan quietas que podía oír los contadores de las luces de tráfico una manzana más allá: el mecanismo. Nadie más, sólo el silencio extendiéndose hacia donde los grandes bahúles crujían en el camino en que sus vastas almas querían.

VI Debe haber existido un verdadero tiempo pasado Vi la estación pero no la recuerdo. Recuerdo el rígido abrigo de crin negra regalo de un chico llamado Natkin en Tucson. Recuerdo el frío. Recuerdo la trenca de la armada que se perdió y el hombre negro en Buffalo intentando venderme un fino anillo de diamantes, y en la tienda de café de Washington escuché de manera indiscreta a un hombre con una corbata negra bordada con rosas rojas 65

que no he vuelto a ver jamás. Debieron haberme preguntado algo en el límite. Admití por alguna razón y debajo de mí daba vueltas el postigo metálico estampado a través del cielo y me sentí libre para encontrarme a mí mismo perdido en ladrillo victoriano entre dulce té y leche y el humo de un cigarro denominado Gato Negro y cada desconocida marca de chocolate y chicas con el flequillo sin puntas ni incluso americanos mirando desde altas y estrechas ventanas en la nieve derretida de una ciudad nunca soñada y sobre la elegancia revelada del mecanismo, sin viaje circular. Derribaron la estación de autobuses, hay un cambio de enlace alli. Los autobuses no paran y yo estoy caminando por Chiyoda-ku en un tifón, la fina lluvia horizontal, el paraguas del revés en la respiración del Pacífico de la tormenta, esta noche las linternas son azotadas, riendo, en el mecanismo.

TEXTO ORIGINAL I hesitated before untying the bow that bound this book together. A black book: ALBUMS CA. AGRIPPA Order Extra Leaves By Letter and Name A Kodak album of time-burned black construction paper The string he tied Has been unravelled by years and the dry weather of trunks 66

Like a lady's shoestring from the First World War Its metal ferrules eaten by oxygen Until they resemble cigarette-ash Inside the cover he inscribed something in soft graphite Now lost Then his name W.F. Gibson Jr. and something, comma, 1924 Then he glued his Kodak prints down And wrote under them In chalk-like white pencil: "Papa's saw mill, Aug. 1919." A flat-roofed shack Against a mountain ridge In the foreground are tumbled boards and offcuts He must have smelled the pitch, In August The sweet hot reek Of the electric saw Biting into decades Next the spaniel Moko "Moko 1919" Poses on small bench or table Before a backyard tree His coat is lustrous The grass needs cutting Beyond the tree, In eerie Kodak clarity, Are the summer backstairs of Wheeling, West Virginia Someone's left a wooden stepladder out "Aunt Fran and [obscured]" Although he isn't, this gent He has a "G" belt-buckle A lapel-device of Masonic origin A patent propelling-pencil A fountain-pen And the flowers they pose behind so solidly Are rooted in an upright length of whitewashed concrete sewer-pipe. Daddy had a horse named Dixie "Ford on Dixie 1917" A saddle-blanket marked with a single star Corduroy jodpurs A western saddle And a cloth cap Proud and happy As any boy could be

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"Arthur and Ford fishing 1919" Shot by an adult (Witness the steady hand that captures the wildflowers the shadows on their broad straw hats reflections of a split-rail fence) standing opposite them, on the far side of the pond, amid the snake-doctors and the mud, Kodak in hand, Ford Sr.? And "Moma July, 1919" strolls beside the pond, in white big city shoes, Purse tucked behind her, While either Ford or Arthur, still straw-hatted, approaches a canvas-topped touring car. "Moma and Mrs. Graham at fish hatchery 1919" Moma and Mrs. G. sit atop a graceful concrete arch. "Arthur on Dixie", likewise 1919, rather ill at ease. On the roof behind the barn, behind him, can be made out this cryptic mark: H.V.J.M.[?] "Papa's Mill 1919", my grandfather most regal amid a wrack of cut lumber, might as easily be the record of some later demolition, and His cotton sleeves are rolled to but not past the elbow, striped, with a white neckband for the attachment of a collar. Behind him stands a cone of sawdust some thirty feet in height. (How that feels to tumble down, or smells when it is wet) II. The mechanism: stamped black tin, Leatherette over cardboard, bits of boxwood, A lens The shutter falls Forever Dividing that from this. Now in high-ceiling bedrooms, unoccupied, unvisited, in the bottom drawers of veneered bureaus in cool chemical darkness curl commemorative montages of the country's World War dead, 68

just as I myself discovered one other summer in an attic trunk, and beneath that every boy's best treasure of tarnished actual ammunition real little bits of war but also the mechanism itself. The blued finish of firearms is a process, controlled, derived from common rust, but there under so rare and uncommon a patina that many years untouched until I took it up and turning, entranced, down the unpainted stair, to the hallway where I swear I never heard the first shot. The copper-jacketed slug recovered from the bathroom's cardboard cylinder of Morton's Salt was undeformed save for the faint bright marks of lands and grooves so hot, stilled energy, it blistered my hand. The gun lay on the dusty carpet. Returning in utter awe I took it so carefully up That the second shot, equally unintended, notched the hardwood bannister and brought a strange bright smell of ancient sap to life in a beam of dusty sunlight. Absolutely alone in awareness of the mechanism. Like the first time you put your mouth on a woman. III. "Ice Gorge at Wheeling 1917" Iron bridge in the distance, Beyond it a city. Hotels where pimps went about their business on the sidewalks of a lost world. But the foreground is in focus, this corner of carpenter's Gothic, these backyards running down to the freeze. "Steamboat on Ohio River", its smoke foul and dark, its year unknown, beyond it the far bank 69

overgrown with factories. "Our Wytheville House Sept. 1921" They have moved down from Wheeling and my father wears his city clothes. Main Street is unpaved and an electric streetlamp is slung high in the frame, centered above the tracked dust on a slack wire, suggesting the way it might pitch in a strong wind, the shadows that might throw. The house is heavy, unattractive, sheathed in stucco, not native to the region. My grandfather, who sold supplies to contractors, was prone to modern materials, which he used with wholesaler's enthusiasm. In 1921 he replaced the section of brick sidewalk in front of his house with the broad smooth slab of poured concrete, signing this improvement with a flourish, "W.F. Gibson 1921". He believed in concrete and plywood particularly. Seventy years later his signature remains, the slab floating perfectly level and charmless between mossy stretches of sweet uneven brick that knew the iron shoes of Yankee horses. "Mama Jan. 1922" has come out to sweep the concrete with a broom. Her boots are fastened with buttons requiring a special instrument. Ice gorge again, the Ohio, 1917. The mechanism closes. A torn clipping offers a 1957 DeSOTO FIREDOME, 4-door Sedan, torqueflite radio, heater and power steering and brakes, new w.s.w. premium tires. One owner. $1,595. IV. He made it to the age of torqueflite radio but not much past that, and never in that town. That was mine to know, Main Street lined with Rocket Eighty-eights, the dimestore floored with wooden planks pies under plastic in the Soda Shop, and the mystery untold, the other thing, sensed in the creaking of a sign after midnight when nobody else was there. In the talc-fine dust beneath the platform of the Norfolk & Western lay indian-head pennies undisturbed since the dawn of man. In the banks and courthouse, a fossil time prevailed, limestone centuries. When I went up to Toronto in the draft, my Local Board was there on Main Street, above a store that bought and sold pistols. I'd once traded that man a derringer for a 70

Walther P-38. The pistols were in the window behind an amber roller-blind like sunglasses. I was seventeen or so but basically I guess you just had to be a white boy. I'd hike out to a shale pit and run ten dollars worth of 9mm through it, so worn you hardly had to pull the trigger. Bored, tried shooting down into a distant stream but one of them came back at me off a round of river rock clipping walnut twigs from a branch two feet above my head. So that I remembered the mechanism. V. In the all night bus station they sold scrambled eggs to state troopers the long skinny clasp-knives called fruit knives which were pearl handled watermelon-slicers and hillbilly novelties in brown varnished wood which were made in Japan. First I'd be sent there at night only if Mom's carton of Camels ran out, but gradually I came to value the submarine light, the alien reek of the long human haul, the strangers straight down from Port Authority headed for Nashville, Memphis, Miami. Sometimes the Sheriff watched them get off making sure they got back on. When the colored restroom was no longer required they knocked open the cinderblock and extended the magazine rack to new dimensions, a cool fluorescent cave of dreams smelling faintly and forever of disinfectant, perhaps as well of the travelled fears of those dark uncounted others who, moving as though contours of hot iron, were made thus to dance or not to dance as the law saw fit. There it was that I was marked out as a writer, having discovered in that alcove copies of certain magazines esoteric and precious, and, yes, 71

I knew then, knew utterly, the deal done in my heart forever, though how I knew not, nor ever have. Walking home through all the streets unmoving so quiet I could hear the timers of the traffic lights a block away: the mechanism. Nobody else, just the silence spreading out to where the long trucks groaned on the highway their vast brute souls in want. VI. There must have been a true last time I saw the station but I don't remember I remember the stiff black horsehide coat gift in Tucson of a kid named Natkin I remember the cold I remember the Army duffle that was lost and the black man in Buffalo trying to sell me a fine diamond ring, and in the coffee shop in Washington I'd eavesdropped on a man wearing a black tie embroidered with red roses that I have looked for ever since. They must have asked me something at the border I was admitted somehow and behind me swung the stamped tin shutter across the very sky and I went free to find myself mazed in Victorian brick amid sweet tea with milk and smoke from a cigarette called a Black Cat and every unknown brand of chocolate and girls with blunt-cut bangs not even Americans looking down from high narrow windows on the melting snow of the city undreamed and on the revealed grace of the mechanism, no round trip. They tore down the bus station there's chainlink there no buses stop at all and I'm walking through Chiyoda-ku in a typhoon the fine rain horizontal 72

umbrella everted in the storm's Pacific breath tonight red lanterns are battered, laughing, in the mechanism. SOBRE AGRIPPA Agrippa: A Book of the Dead (Agrippa, un libro de los muertos), el texto componente de un proyecto art’stico, fue escrito por William Gibson en 1992. Gibson escribi— un poema semiautobiogr‡fico, que fue colocado en un disquete de ordenador. Este disquete era parte de una edici —n limitada de pantallas «lectoras» especiales; las unidades lectoras ten’an aguafuertes de Dennis Ashbaugh sensibles a la luz y cambiaban lentamente de una forma a otra forma final, cuando se las expon’a a la luz. TambiŽn el texto del poema, una vez le’do, era borrado del disquete. S—lo pod’a ser le’do una vez. En la red la opini—n sobre el proyecto Agrippa abarc— desde «quŽ interesante concepto; desaf’a lo que pens‡bamos que deber’a ser "el arte"», hasta «Gibson se ha vendido a la multitud de artistillas pedorrillos» o incluso «Gibson hace bien en sacarles una pasta f‡cil a la gente del arte». Naturalmente (algunos dir’an que de acuerdo con el plan de Gibson), alguien agarr— el texto de Agrippa y lo carg— en Usenet. El compilador de ese PF tiene una copia disponible para todos los que la pidan; una copia pœblica puede ser encontrada en el fichero: english-server.hss.cmu.edu:/English Server/Fiction/Gibson-Agrippa El autor de este art’culo tiene una copia en: bush.cs.tamu.edu:/pub/misc/erich/agrippa Tomado de «Preguntas frecuentes sobre el cyberpunk», de Eric Schneider Traducción: Francisco Javier Zorzano Mier

Motín a bordo: En este número me tomo un descanso y cedo la palabra. Las columnas de AA no son exclusiva de nadie y cualquiera puede participar en las mismas. Ya lo sabéis para el futuro. Aunque en este artículo de Eugenio se vierten críticas contra el fandom, las mismas deben entenderse dirigidas -porque así es- al núcleo duro del mismo, es decir, a unos cuantos sujetos que pueden contarse con los dedos de las manos que han creado su propia secta, la Fandomética. Y como sectarios que son, buscan sus propios objetivos (que les publiquen, trabajar de traductores, dirigir una revista o una colección editorial, o simple fanatismo o papanatismo) y no el bien general, que en este caso sería difundir y promocionar la ciencia ficción en cuanto modalidad cultural. Cuando dice fándom se refiere a estos integristas, no generaliza al conjunto de 200-250 que lo pueden componer. Aparecen también diferentes nombres. No se trata de listas de héroes ni de malvados. En el fondo, este artículo pretende rendir homenaje a todos aquellos que, sin esperar ni recompensa ni reconocimiento alguno, hacen algo, poco o mucho, por la CF. Incluso también es un homenaje a todos los aficionados del género fantástico por el simple hecho de serlo, que no es poco, en nuestro país. A todos ellos vaya este reconocimiento por mantener viva la llama de nuestra afición. Manuel Díez Román

EN NOMBRE DE LA INMENSA MINORÍA 73

Eugenio Sánchez Arrate Este es otro art’culo m‡s sobre el mundo del f‡ndom. Ojal‡ fuera el œltimo, pues creo que al f‡ndom le hemos prestado, le prestamos y le seguiremos prestando m‡s atenci—n de la que merece o ha merecido jam‡s, pero al menos es muy probable que sea uno de los œltimos que yo escriba sobre este particular. Muchos no coincidir‡n conmigo, pero la realidad es que este mundillo no es tan importante (de hecho, al resto de la humanidad le importa un pimiento). En nœmeros reales los integrantes del tan cacareado, elitista y maravilloso mundo del f‡ndom, en el que tambien me incluyo, no pasan de los trescientos, y no todos ellos son fans activos. Los que verdaderamente se mueven o realizan algœn tipo de actividad que redunda en el bien comœn apenas son cien contando faneditores, articulistas, escritores, cr’ticos y personas que ejercen en varias o todas las categor’as mencionadas. Los que trabajan en serio, de manera constante y prolongada a lo largo de los a–os, son unos cincuenta y los que dicen que hacen m‡s que nadie pero no hacen nada de valor o con criterio moral serio y desinteresado son los cuatro o cinco de siempre que aparecen hasta en la sopa y solo sirven para desprestigiar al colectivo de cara al pœblico en general. De un tiempo a Žsta parte, acaso porque ya no estoy demasiado metido en el mundillo como tal, acaso porque la Tertulia Madrile–a de Literatura Fant‡stica a la que tengo el gusto de pertenecer se est‡ desvinculando cada vez m‡s del ghetto para conectar con sectores m‡s amplios de la cultura, he escuchado palabras, comentarios y rumores —de los muchos que circulan dentro del f‡ndom— pero referidos a una supuesta minor’a localizada de personas del mundillo que no hacen nada por el gŽnero y se dedican a protestar. Lo cierto es que en la actualidad el f‡ndom espa–ol est‡ dividido grosso modo en dos bloques diferenciados. Para las mentes preclaras del mundillo todo se resume en una mera diferenciaci—n entre buenos aficionados y malos aficionados. Sospechosamente, los que as’ dividen el f‡ndom espa–ol suelen autosituarse en el bando de los buenos, haciendo gala de una humildad y una modestia sin precedentes (yo pensaba que eran los dem‡s los encargados de opinar sobre uno mismo y de catalogarlo como persona). Otros se limitan a comentar el tema conociendo sólo una parte o versi—n del mismo, o juzgando a partir de los comentarios e informaciones que han escuchado de boca de uno de los bandos. EL PORQUE DE UNA ACTITUD Por supuesto, de unos a–os para ac‡, cuando algunos compa–eros y yo Žramos partidarios de expresar libremente nuestras ideas, no sin cierta acritud, eso es cierto, pues muchas personas ya constataban la caducidad de la vieja f—rmula del f‡ndom tal y cómo sigue estructurado en la actualidad, se levantaban voces airadas contra nosotros. Unos iban de v’ctimas, otros pretend’an dar la im‡gen de buenos aficionados (aquejados del S’ndrome de Polanco, un tŽrmino que explicarŽ m‡s adelante) atemperados y racionales, candorosos aficionados de entusiasmo contagioso, hasta el extremo de convencer a todo el mundo de que el gŽnero en Espa–a era la repera... cuando de repera nada. Se trataba, generalmente, de personas o grupos cuya situaci—n dentro del paupŽrrimo panorama de trescientos aficionados a la CF y la Fantas’a en nuestro pa’s pod’a considerarse c— moda o de prestigio. Muchos est‡bamos en esa tesitura y, por unas u otras razones, continuamos en el disparadero, nuestro nombre suena por ah’, el resto de aficionados nos conoce, en f’n, que de tener un esp’ritu un poco m‡s necesitado de reconocimiento, como les sucede a algunos, habr’amos hallado el microcosmos perfecto para satisfacer nuestras ansias de destacar y sacar las plumas. Por desgracia, el mantenimiento de semejante orden de cosas, sólo les beneficiaba/nos beneficiaba, a aquellos que permanec’amos en la citada posici—n de autorrecreo. Cierto es que todos trabaj‡bamos y aport‡bamos cosas en la medida de nuestras posibilidades, pero con nuestra actitud inmovilista no nos d‡bamos cuenta de que solo perpetu‡bamos un status quo que se ha revelado inœtil de cara a promocionar el gŽnero fant‡stico en todas sus vertientes (Fantas’a, CF, Terror) y ha 74

manifestado repetidas veces su incapacidad para conseguir interesar al pœblico en general y atraer a nuevos miembros. Las Convenciones suscitan muy poco interŽs entre los aficionados, no digamos ya nuestras esforzadas publicaciones, llenas de cari–o y entusiasmo por el fant‡stico, pero le’das por cuatro locos. Yo te leo a ti, tu me lees a m’, yo te publico a ti, tu me publicas a m’. Ese es nuestro f‡ndom. Hace pocos a–os eran abundantes las opiniones que coincid’an en denunciar un estado de las cosas que sólo ha servido para perpetuar el ostracismo al que el gŽnero sigue condenado en Espa–a. Sin embargo, esa acritud demostrada en la cr’tica, con la que se pretend’a derribar un estado de las cosas que sólo ha beneficiado a unos cuantos aficionados (incluido yo mismo), sirvi— para facilitar el camino de los que se estaban aprovechando de la coyuntura para medrar y tratar de encaramarse a las posiciones m‡s elevadas del escalaf—n del mundillo que, dicho sea de paso, no son demasiado elevadas, pues solo interesan a trescientos se–ores y no suelen dar para vivir. Era muy f‡cil, lo sigue siendo, tachar de malos a los dem‡s aprovechando que su discurso resultaba ‡cido y vulneraba, con denuncias continuas, un panorama que se presentaba a ojos del aficionado c—modo y saludable en apariencia, un jard’n de rosas, aunque que a la larga sólo haya servido para mantener, dŽcada a dŽcada, a–o tras a–o, ciclo tras ciclo, el tercermundismo de la Fantas’a y la CF en este pa’s. Insisto en este tŽrmino porque considero que ya es hora de que alguien se replantee seriamente Žste ciclo de vacas gordas y vacas flacas en el que el gŽnero se encuentra atrapado. PensŽ un d’a, muchos pensamos, que era mejor luchar por los dem‡s que por uno mismo. El estado actual del f‡ndom nos beneficiaba sólo a trescientos, mientras que el nuevo estado beneficiar’a a todos y tambien al gŽnero, un gŽnero que muchos aseguraban amar en clara contradicci—n con su actitud ego’sta y autoconservadora. Muchos miembros del f‡ndom prefieren ser cabecillas de un mundo de trescientos, a ser uno m‡s en un mundo de tres mil, o siete mil, o nueve mil personas. El primer error del f‡ndom, error en el que este columnista también ha ca’do a menudo, es pretender que este mundillo que tanto nos apasiona es el ombligo del mundo cuando, si uno tiene el buen sentido de mirar alrededor, descubrir‡ que mundillos como Žste, igual o m‡s importantes, los hay a docenas. ÀEs m‡s importante la CF que la bot‡nica, la lucha contra el c‡ncer o el sida, la investigaci—n cient’fica, la integraci—n de los disminuidos ps’quicos, la cr’a y protecci—n de aves rapaces, la ecolog’a, la defensa de los inmigrantes, la lucha contra el racismo, la pr‡ctica del deporte (en cualquiera de sus vertientes), el arte contempor‡neo o la astronom’a? Pues no. Y si alguien opina lo contrario es que necesita gafas o es un fan‡tico, un integrista de la Ciencia Ficci—n, tan peligroso como cualquier otro tipo de fan‡tico. A ver si nos aclaramos: de peque–os e importantes mundillos est‡ el universo lleno, y de fan‡ticos que no ven m‡s all‡ de sus narices, también. Cuando se est‡ mucho tiempo encerrado en una habitaci—n se pierde la perspectiva. Otra cosa muy distinta (y loable) es que sea este mundillo en concreto al que hayamos decidido dedicarnos porque nos gusta y nos reporta grandes satisfacciones. El gŽnero es muy importante para m’, forma parte de mi vida, es casi mi vida, pero no puedo pretender que sea la vida de los dem‡s. Ni siquiera puedo pretender que no exista otra cosa en el mundo. En aquella Žpoca, no tan lejana en el tiempo, escrib’amos acerados art’culos, fieros ataques, sutiles alusiones. Los trepadores del p‡lido escalaf—n de la fama de los trescientos aprovecharon la coyuntura para tacharnos de intransigentes y convencer a los dem‡s de que en Madrid y en determinados nœcleos de la geograf’a nacional exist’an elementos indeseables que s—lo pretend’an dinamitar el gŽnero y no aportaban soluciones a los problemas que se planteaban cotidianamente. Cuando resulta que la soluci—n propuesta era de tipo global: partir de nuevos planteamientos, captar aficionados, abrirse al mundo, difundir el gŽnero... Se lo pusimos demasiado f‡cil y utilizaron este arma para volverla en nuestra contra y cerrar las puertas una vez m‡s. Ellos cre’an en la reforma (dec’an creer en la reforma, pero su actitud ha demostrado lo contrario, pues nada se ha reformado en todo Žste tiempo) desde dentro: una excusa m‡s para no sentarse a pensar nuevas soluciones, una forma de no perder el control de la situaci—n y quedarse fuera. El recurso de los mediocres suele ser la supervivencia a costa de lo que sea. Como si la situaci—n a controlar fuera tan boyante como para no perderla. 75

Fueron cont‡ndole a la gente, vaya usted a saber quŽ historias acerca de los de Madrid, los de tal grupo y los de tal otro. Nos colgaron el sanbenito de chicos malos y crearon una leyenda en torno a muchos de nosotros que no se corresponde con la realidad y que los pocos que se han preocupado de conocerla a fondo han descubierto que no es cierta. Hoy en d’a todo el mundo habla de nosotros de o’das, pero saber , lo que se dice saber a ciencia cierta, nadie sabe nada. Tal vez deber’amos haber desmentido todos estos rumores a su tiempo, pero nunca nos preocup— lo que pensaran de nosotros. Ni siquiera ahora nos preocupa. Lo peor de determinadas actitudes y personajes no ha sido propagar una leyenda, lo peor ha sido que muchos editores, asesores literarios, autores, cr’ticos y nuevos aficionados les han creído y no se han molestado en conocer la verdad de todo el asunto. Hablar con la boca peque–a, rumorear por los pasillos es demasiado f‡cil. Nosotros no estamos hechos de esa pasta, aunque estamos convencidos de que los que actœan de esta forma as’ lo creen. All‡ ellos. Ahora ya ni siquiera eso tiene importancia, porque la mayor’a de los que opinan y no se informan, no son gente a la merezca la pena tener en cuenta. De hecho, a pocos nos importa ya lo que opine de nosotros un f‡ndom de trescientos se–ores a los que nadie hace ni pu–etero caso. CUANDO TODO SE REDUCE A UNA GUERRA FRÍA. Mi experiencia en el mundo del f‡ndom ha sido bastante intensa: Los incidentes en el C’rculo de Lorkh fueron el pre‡mbulo de lo que luego se ha convertido en una especie de guerra de bloques. Recuerdo que en aquella Žpoca la cosa consist’a en seguir al l’der de turno o bien seguir a los que pretend’an derrocarle para instalarse en el poder y seguir haciendo, con una apariencia m‡s democr‡tica y amistosa —eso s’— lo mismo que hac’a el l’der, aunque con una dosis mayor de hipocres’a y falta de honestidad. Aquel l’der del c’rculo era muchas cosas, pod’a ser muchas otras, ten’a muchos defectos (no m‡s que aquellos que pretend’an derribarle), pero era honrado. No tengo yo tan claro que los que pretend’an suplantarle lo fueran igualmente. Todo el mundo sab’a a quŽ atenerse estando junto a Žl. Para los que est‡bamos en medio de aquella pendencia o pretend’amos estarlo (algunos cometimos algunos errores que no tienen disculpa, como una carta a Santiago Garc’a Solans que nos atrevimos a firmar m‡s por broma que por enfado, y que muchos, incluido Santiago, tomaron l—gicamente en serio) no hab’a elecci— n: o ibas con unos o te un’as a otros. Y como, b‡sicamente, ambos bloques eran lo mismo, lo mejor que pudimos hacer fuŽ independizarnos. M‡s tarde, la vieja polŽmica entre «bemitas» y «cenobitas» facilit— aœn m‡s la divisi—n del f‡ndom en dos bloques delimitados. Hubo un tiempo en el que o eras partidario de «BEM» o eras sicario de Alejo Cuervo, (un se–or por cierto, al que muchos de los supuestos cenobitas o de aquellos que se intenta tildar de cenobita, como yo mismo, no conocemos m‡s que de pasada, de charlar unas cuantas veces con Žl con motivo de algœn encuentro espor‡dico, convenci—n o cena). Ahora resulta que hay todo un contubernio judeomas—nico organizado en torno a la figura de Žste se–or. Resulta que el tal Alejo Cuervo dirige una secta, es peor que Aleister Crowley y se come a los ni–os crudos con vino del PenedŽs y butifarra de Casa Tarradellas. Ya somos un poco mayorcitos para creernos semejante sarta de estupideces. En este f‡ndom hay gente que vive a base de crear cocos y hombres del saco. Yo habrŽ visto a Alejo cinco veces en toda mi vida, y ése es, me temo, el contacto que tiene con Žl toda esa logia de supuestos cenobitas y sicarios sin moral sometidos a sus —rdenes que se le achacan. No sŽ quŽ —rdenes son esas, si es que las hay, quiŽn las da, ni c—mo se reciben. De hecho, me temo que este hombre, que tendr‡ sus defectos y flaquezas como todo el mundo, ha sido objeto de una campa–a de desprestigio promovida por personas tan defectuosas e imperfectas como Žl, acaso m‡s. No es mi problema. Ya se defender‡ Žl si le conviene defenderse. Uno ya no sabe lo que pensar. Lo mejor es tom‡rselo a risa y dejarlo estar. He tratado de racionalizar el problema y creo que me he aproximado bastante a la naturaleza del asunto: creo que aqu’ nos encontramos frente a un bloque de personas que se estaba quedando

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solo y ha necesitado fabricar un enemigo artificial para tratar de aglutinar a su alrededor a los pocos aficionados desperdigados que aœn no les hab’an mandando a freir esp‡rragos. Las viejas pendencias entre los miembros del grupo Interface y Alejo acabaron por involucrar a m‡s personas de las que originariamente estuvieron mezcladas en el asunto. Muchos de los presuntos malvados, cenobitas o como quiera que se los llame, ni siquiera conocen a Alejo Cuervo, su œnico pecado es colaborar en la revista «Gigamesh», escribir en «Ad Astra», ser de Madrid o tener algo que ver con los de la Tertulia de Madrid: el tendido 7 de la CF espa–ola, los exigentes, los protestones de la CF espa–ola.... segœn algunos. Otra falacia m‡s. Ahora resulta que ser de ciertos sitios y hablarse con determinada gente es pecado (y nos llaman fascistas... los hay que no pueden ser m‡s tontos por falta de entrenamiento). As’ dividido el f‡ndom por las conciencias del buen sentido comœn —esos padres del gŽnero que convierten sus publicaciones en hojas parroquiales— y separados los aficionados en mayor’a y minor’a, en buenos y malos, en honestos y revientafiestas, pasaron algunos meses y al final algunos a–os. Pero lleg— un d’a en el que los «malos» nos cansamos de hacer el primo y decidimos que hab’a llegado el momento de callarse, de no decir nada, de no montar polŽmicas, no discutir en reuniones ni hacer el caldo gordo a aquellos que crec’an a nuestra costa y se arrimaban, con dudosa y poco honesta intenci—n, al palio de asesores de colecci—n, escritores y cr’ticos para obtener beneficios diversos, publicar libros, ganar mŽritos, premios e influencia. Se–alando a los malvados con el dedo y advirtiendo a todo el mundo de los peligros que entra–aba acercarse a semejante gente, es decir, nosotros, mejoraban su posici—n. Pero ya nos daba lo mismo. Una cosa era segura, pod’amos ser ‡cidos, cr’ticos e incluso a veces excesivamente duros en nuestros comentarios, pero lo que no hac’amos era comportarnos como unos hip—critas. Por suerte o por desgracia, ten’amos algo de la decencia que a muchos les ha faltado durante los œltimos siete u ocho a–os. O durante toda su vida, quiŽn sabe. Un buen d’a decidimos no mezclarnos con cierta gente (por llamarles algo) y sencillamente, sin broncas, sin peleas, sin gritar, eso fue lo que hicimos. Dejamos de montar polŽmica y permitimos que ellos mismos cavaran su propia tumba. Muchos de ellos son hoy cad‡veres editoriales, literarios o personales. Ese es su problema, nosotros sólo nos apartamos de en medio mientras ca’an. LOS PORQUES DEL ALEJAMIENTO ÀQuŽ sucede cuando un colectivo de personas comprueba que en el estado actual del f‡ndom se ignora, en vez de atraer, a los aficionados a la literatura, al rol, al c—mic, al manga, a los juegos de ordenador, al cine, a las series de TV y a los amantes de muchos otros campos del gŽnero que con su participaci—n podr’an enriquecerlo y hacerlo rentable? ÀQuŽ sucede cuando se descubre que la mayor’a de la gente que lee CF son lectores ocasionales a los que no se hace nada por interesar? ÀQuŽ sucede cuando entras en un mundillo en el que u opinas lo mismo que ciertas publicaciones o te tratan de indeseable? ÀQuŽ sucede cuando empiezas a entender que un mundo compuesto por trescientas personas es para morirse de risa y no merece la pena? Desde un punto de vista puramente egoista: ÀNo redundar‡ en beneficio de la literatura de gŽnero, incluso en beneficio de los autores y editores que vienen del f‡ndom, el hecho de que se nos preste m‡s atenci—n, seamos m‡s populares, la gente nos lea, vendamos m‡s libros y publiquemos m‡s como colectivo? ÀQuŽ pasa cuando, preguntando a la poca gente que se atreve a acercarse al gŽnero, comprobamos que tienen de nosotros una idea que nos asemeja a la mafia napolitana? Muchos ven este mundillo tan hermŽtico y cerrado que no se atreven ni a asomar la cabeza por nuestras convenciones. Siempre ven a las mismas personas pontificando, dando charlas, diciendo en asambleas lo que es bueno y lo que no, lo que hay que hacer para ser un buen aficionado : el denominado S’ndrome Polanco que hace referencia —ahora si lo explico— a la actitud de los medios de comunicaci—n propiedad del grupo PRISA. Tradicionalmente, criticarles u opinar de una 77

forma distinta a ellos ha supuesto ir contra la democracia. A menudo he le’do ciertas publicaciones del gŽnero y he tenido la misma sensaci—n. Si los alabas eres un buen aficionado, si los criticas eres un indeseable que los quiere hundir. Son moralizantes o son v’ctimas, no tienen tŽrmino medio. De un tiempo a esta aparte abundan en nuestro f‡ndom los aquejados del S’ndrome de Polanco y Žse ha sido habitualmente el sistema fomentado por uno de los bloques del f‡ndom espa– ol. Criticarles a ellos era sin—nimo de querer hundir a la CF espa–ola. Megaloman’a en estado puro, se–ores, y encima contagiosa. ÀQuŽ sucede cuando constatamos que cosas como las estructuras que fundamentan el f‡ndom, el hecho de que te publiquen o no, las buenas cr’ticas, los premios y reconocimientos, se basan muchas veces en el compadreo y el amiguismo del que a veces incluso alguno de los nuestros ha sido objeto, donante o promotor? ÀQué sucede cuando se constata que la entrega de prestigiosos premios de la CF de nuestro pa’s responde a criterios pol’ticos y diplom‡ticos m‡s que a la calidad de los originales? ÀQuŽ pasa cuando lees a autores que afirman que su propia obra es la releche? ÀC—mo puedes defenderlos cuando alguien objetivo de dentro o fuera del gŽnero los lee y comprueba que son tan malos que no merecer’an ni que los hubieran publicado? Sencillamente: nos cansamos. Poco a poco hemos ido descubriendo la s—rdida mentira que alimenta el ego de tanta personalidad gris en la vida cotidiana. Imagino que tiene que ser muy duro ser un don nadie en la oficina, en la tienda, en la clase, en el banco, en la universidad, en el despacho, en la obra, o en la empresa, y que esta peque–a porci—n de gloria que reporta ser alguien dentro del f‡ndom merece para algunos hacer lo que sea por conseguirla, aun a costa de perder sus propios principios morales. No se puede sentir ira hacia esa clase de gente, sólo l‡stima. Son las estrellas de la mediocridad, desconocidos en busca de medallas y letras de molde, pringados de la vida anodina, mendigos de una fama de tercera divisi—n, nada... Hemos visto cómo se hinchaba el prestigio de autores que luego no eran para tanto, observado a gente brillante, eficaz o prometedora crecer y ser hundidos e ignorados con igual desdoro en funci—n de reyertas o polŽmicas personales. Hemos contemplado con estupor cómo se publica todo lo que escriben los amigos, sea bueno o malo, por el hecho de que son amigos; hemos constatado cómo algunas publicaciones se arriman a un autor de Žxito para que les ceda un cuento aprovechando su estela de fama (y menudo fama que te conozcan 500 lectores) para perder el interŽs por Žl, sœbitamente, cuando se comprueba que no ha ganado el premio literario que se esperaba. Hemos observado una falta de criterio a la hora de seleccionar cuentos o libros para publicar asombrosa. Antologistas que se publican a s’ mismos con seud—nimo, premios que se otorgan en funci—n de la presi—n ejercida por uno de los jurados sobre los dem‡s. Votaciones injustas. Sobres que se abren, plicas que se leen, novelas que se publican por razones diplom‡ticas. Premios que se entregan sin que las bases hayan aparecido por ningœn sitio de dominio pœblico o suficientemente anunciadas, finalistas que obtienen la menci—n porque alguien del tribunal desea reconciliarse con ellos, organizadores de eventos que prometen un presupuesto para organizar varios actos y se quedan con la mitad del dinero (esto pude comprobarlo muy de cerca en Gij—n), jurados que comentan a un autor que su historia no gan— porque tocaba temas religiosos, o porque al jurado le parec’a muy chula o muy madrile–a o muy catalana o muy de su padre... me da pena seguir enumerando bajezas. La equidad brilla por su ausencia, la lealtad, la amistad, la honradez y la honestidad, tambien. Hay tantos hip—critas dentro del mundillo y a la vez tanta gente extraordinaria que uno no sabe quŽ camino tomar ni con quiŽn est‡ hablando (Àc—mo diferenciar a un aficionado honesto de un mentiroso?), porque, lamentablemente, muchos hemos estado dentro, hemos cometido errores y hemos participado de forma consciente o inopinada en todo ello. Pero se acab—. Un chaval que acudi— a Burjassot, un aficionado a la literatura sin etiquetas que estaba interesado en ver lo que hac’amos me coment—, al terminar la pasada convenci—n, que la gente del f‡ndom le hab’a causado una impresi—n patŽtica, sobre todo al final de los actos. No puedo censurarle por pensar as’, porque pienso lo mismo. PolŽmicas enconadas, incitadas por gente que quiere obtener m‡s lectores o alguna clase de favor, opiniones que se manipulan, rencillas personales que afectan a decisiones para el bien comœn, 78

verdades a medias, mentiras que luego son verdad, rumores, cosas que se cuentan a espaldas del interesado, gente que miente a costa de uno para ganar puntos de cara a tal o cual persona, individuos que incitan a otros a dar la cara por ellos para evitar que la mierda de un intercambio de opiniones les salpique... Han sido tantas cosas en tan pocos a–os que no merece la pena seguir. ALGUNOS AFICIONADOS AFIRMAN: SER AFICIONADO A LA FANTASêA Y LA CF Y NO SER MIEMBRO DE LA AEFCF ES UNA ANOMALIA. ÀANOMALIA? ÁÁLO NORMAL ES PRECISAMENTE NO SER SOCIO!! El segundo error importante del f‡ndom es el de creerse en posesi—n de la verdad, el sentido comœn y la raz—n. A menudo se comenta que ser aficionado a la Fantas’a y la CF y no ser miembro de la Asociaci—n Espa–ola de Fantas’a y Ciencia Ficci—n es ser una «anomal’a» dentro del gŽnero, cuando (lo digo con todos mis respetos y simpat’as hacia los integrantes de esta asociaci—n cultural de la que he sido socio y por la que siento un especial y pretŽrito cari–o) LO NORMAL ES PRECISAMENTE TODO LO CONTRARIO. Os propongo un juego de nœmeros. ÀCu‡ntos miles de espectadores van a ver una pel’cula de gŽnero como Alien o Star Wars?: mill—n y medio en dos semanas. ÀCu‡ntos telespectadores tiene de audiencia un episodio de Expediente X? Cerca del mill—n, a veces muchos m‡s, a veces algo menos, segœn el d’a y la hora de emisi—n. ÀCu‡ntos espectadores tiene Babylon 5, que se emite a un horario infame para el que hace falta demostrar un gran interŽs, levant‡dose a verla a las 7 de la ma–ana o programar el v’deo para grabarla? M‡s de ocho mil ÀCu‡ntos socios tiene cierto club de manga de ‡mbito nacional que demuestra especial predilecci—n por los c—mics, videos y animes de CF (por otra parte la mayor’a de lo que se edita o publica)? M‡s de cuatro mil. ÀCu‡ntos aficionados forman clubs, partidas, torneos y son asiduos consumidores de cartas, m—dulos y dem‡s elementos asociados al rol, los juegos de tablero, las figuritas de plomo, etc...? Se estima que hay m‡s de 20.000 jugadores en nuestro pa’s, as’duos m‡s de 10.000. Todos ellos aficionados al gŽnero. ÀCu‡ntos lectores tiene un libro de CF de cierto Žxito? Como m‡ximo 6.000. Con vender 3.000 ejemplares muchos editores ya se dar’an por satisfechos. Seguimos con el juego: ÀCu‡nta gente lee, colabora, está suscrita, conoce, o ha o’do hablar ocasionalmente de alguno de los fanzines, autores, editores etc... relacionados con el mundo del f‡ndom? À2.000 personas, 2.500?. Ahora vamos con la pregunta importante ÀCu‡nta gente est‡ asociada a la AEFCF? Menos de 500 con toda seguridad. (Podr’amos apostar sin riesgo de perder que menos de 200 y puede que aun de 100). ÀSon menos dignos los aficionados a la CF amantes del manga, del cine, de Babylon 5, de los juegos de mesa u ordenador, de las figuritas de plomo que los de la AEFCF? ÀSon menos aficionados los lectores de CF y de fanzines que los miembros de la AEFCF? Seguramente no. ÀSon menos serios, menos importantes, menos acreedores de nuestro respeto? Por supuesto que no. Luego la anomal’a es, prec’samente, ser socio de Žste respetable y digno colectivo. Abramos los ojos. Ahora muchos me responder‡n que los de la AEFCF son aficionados de los buenos, son los que saben, los expertos, son la Žlite. ÁAy amigos, eso pensaba yo tambien! Para que lo sep‡is hay decenas, centenares de aficionados que saben de CF tanto o m‡s que nosotros, que coleccionan v’deos, pel’culas, libros, tebeos y muchas otras cosas. Hay chavales, chicas, se–ores maduros, autŽnticas enciclopedias vivientes con formaci—n y con criterio, gente que no va a las convenciones porque se aburren, gente que no manda cuentos a las revistas y los premios porque no le gusta escribir, no conf’a en nuestros premios o no le apetece, gente que ve siempre a los mismos en las portadas de los libros y en las mesas de conferencias, en las entregas de premios, en las fotos y en los titulares de publicaciones que leen cuatro entendidos. Gente que compara a nuestros autores de gŽnero (y sobre todo a los norteamericanos) con Manolo Vicent, Juanjo Mill‡s, JosŽ Mar’a Merino, Pilar Pedraza o Arturo Pérez-Reverte y se echa a llorar. Personas que pasan de los fanzines porque no se los toman en serio, aficionados tan buenos como vosotros o como yo que no est‡n ni quieren estar encasillados en el 79

ghetto. Esas personas son las que llenan los cines, hacen subir las cifras de audiencia de las series de televisi—n y agotan las tiradas de los libros y tebeos especializados. Puede que muchos no sean autŽnticos expertos en la materia, puede que la mayor’a no sean especialistas en literatura de CF, como nosotros; pero son un pœblico, merecen un respeto y podr’an ayudar a potenciar el gŽnero tan solo con su participaci—n o asistencia a los eventos que se organizan. Har’an rentables las convenciones, estimular’an la venta de libros, crear’an un mercado que hoy por hoy casi no existe. ÀSab’ais que Fernando Savater es un lector compulsivo de fantas’a y CF entre otras muchas materias? ÀHabŽis le’do algunos de sus libros en los que habla del lector mon—fago que solo lee libros de un solo tema y pierde la perspectiva al no leer nada m‡s? Pues hay mucha gente que lee CF entre otras cosas, y que entiende del asunto sin necesidad de haberse pasado veinte a–os leyendo sólo libros del gŽnero salpicados con un poco de novela hist—rica, algo de aventuras, terror y pare usted de contar. Muchos, por el simple hecho de leer narrativa general y acceder a otros tipos de literatura tienen m‡s capacidad para valorar a un buen autor que la mayor’a de los integrantes del f‡ndom, personas que est‡n justo al otro extremo de la habitaci—n, gente que sólo lee libros de CF o Fantas’a y sesga su capacidad para juzgar. ÀC—mo sabes que el Pontevedra es bueno si no has visto jugar al Mil‡n? ÀC—mo sabes que tal autor norteamericano es la repanocha si no has le’do nada de Cort‡zar o de Cunqueiro? Por esto y por decenas de cosas parecidas decidimos alejarnos y tomar una posici—n m‡s excŽptica. Muchos ex-socios de la AEFCF Žramos integrantes de la vieja Junta de la entidad. Algunos piensan que obtuvimos el cargo encantados de la vida ( a m’ , por ejemplo, me ofrecieron ser vocal mientras estaba orinando en los servicios del Centro Cultural El Palillero, en la primera Convenci—n que se celebr— en C‡diz, porque les faltaba gente para completar la candidatura y hab’a que poner en marcha la asociaci—n), que logramos poder e influencia (para muchos m‡s bien fueron palos) por hacer arrancar una asociaci—n que estaba paralizada y que a partir de entonces sólo ten’a que rodar y tirar para arriba, cosa que no sucedi— cuando la nueva junta no sólo no mantuvo las actividades de la vieja sino que cancel— muchas otras (por ejemplo el Premio Aznar, un galard—n muerto segœn algunos. Si estar‡ muerto que decidimos cambiarle el nombre para evitar que otros se apuntaran el tanto de conseguir controlar el premio de cuentos m‡s prestigioso, serio y riguroso de la CF espa–ola: el Pablo Rido.) y mantuvo algunas cuyo prestigio nunca ha pasado del de ser un galard—n entregado por veinte amiguetes. Con todos mis respetos para los galardonados ya me dir‡n que prestigio tiene un premio que en la categor’a de mejor revista ni siquiera nomina a «Gigamesh», publicación que tiene m‡s lectores y mejor prensa, que es m‡s conocidas por el pœblico que muchas de las nominadas. Cuando un premio parece entregado en funci—n de las filias y fobias de veintitantos se–ores se acab— lo que se daba. Objetivamente, la tercera junta de la AEFCF provoc— la espantada de un buen nœmero de socios, entre los que me incluyo. Era dif’cil confiar en la mayor’a de las personas que la integraban despuŽs de a–os de mentiras y tonter’as publicadas en papel impreso. La pŽrdida de prestigio de la AEFCF se ha producido sobre todo en los œltimos dos a–os, decir otra cosa es faltar a la verdad; basta con mirar el listado de socios a–o por a–o y comprobar lo que ha pasado desde entonces. No faltarán ni han faltado quienes sostienen lo contrario. Pueden hacerlo perfectamente si as’ lo desean, uno est‡ autorizado para hacer el rid’culo siempre que le de la gana. Es su prestigo como analistas de la situaci—n lo que est‡ en juego. Olvidan que la gente no es idiota. Puedes enga–ar a la gente durante un tiempo, pero tarde o temprano la verdad sale a flote, lo mismo que la mierda. En aquellos primeros d’as de broncas y reuniones de la Asociaci—n, durante la segunda candidatura, tuvimos que sufrir una epidemia de dimisiones que nos dej— en cuadro. Hubo socios que ejercieron de vocal, tesorero o secretario para salir del paso (yo lleguŽ a ser secretario, vocal, redactor, responsable del correo y jefe de prensa en una semana... y no pude cumplir bien con ninguno de los cometidos) Aparecieron personas que arrimaron el hombro como Jose Mar’a S‡nchez Pardo, JuanMa Santiago o Le—n Arsenal sin haberse presentado a ningœn cargo, sin obtener ningœn mŽrito, sin aparecer en letras de imprenta, sólo porque hab’a que seguir como fuera, cumplir unos objetivos m’nimos y no defraudar a los socios. Padecimos la actitud de miembros de la Junta que se fueron poco menos que sin avisar (lo cierto es que tampoco hab’an hecho gran cosa 80

mientras estuvieron con nosotros), soportamos a tipos sin escrœpulos que solo buscaban una plataforma para promocionar sus actividades particulares, incluso algœn indocumentado lleg— a sugerir que cuando en el bolet’n de la AEFCF solicitŽ que los votos de las pr—ximas elecciones se mandaran a nombre del Comisario Electoral, que por desgracia era yo (en aquella Žpoca, menos de presidente y tesorero yo ejerc’a pr‡cticamente de todo), dijeron que me hab’a puesto un t’tulo, Comisario, que sonaba muy bien y que seguro que me hac’a sentirme importante. El primavera que solt— la gracia no sab’a que la œnica manera de distinguir los sobres que conten’an votos de aquellos que pertenec’an a la correspondencia normal que semanalmente nos llegaba al apartado de la AEFCF era poniendo en el remite una rese–a para el encargado de recoger las votaciones. Como m‡s de dos tercios de las cartas que conten’an votos no pon’an la citada referencia, yo abr’ esas cartas como si fueran correspondencia normal y luego, durante el escrutinio, con la presencia de Luis Astolfi, Le—n Arsenal y otros socios, me toc— pasar la verguenza y el mal rato de tener que contar las papeletas con muchos de los sobres abiertos. Fue muy gracioso el que hablaba de los t’tulos rimbombantes, y tambien muy idiota por no haberse informado antes de porquŽ se tom— esa decisi —n. Debo decir, para finalizar, que hubo quien vot— a la junta entrante para quitarse de encima el muerto de la Asociaci—n. Tal y como estaban las cosas no les censuro por ello. LOS QUE PROTESTAN Y NO HACEN NADA Dicen que somos una minor’a localizada (casi todos situados en Madrid, en la Tertulia, aunque œltimamente los editores de «Ad Astra» han sido incluidos en el mismo saco por decir en voz alta lo que muchos otros estaban pensando. Somos una minor’a que por sí sola (he contado entre fijos y eventuales m‡s de cuarenta tertulianos —y dejo fuera de este recuento a los simpatizantes, gente que solo ha venido un par de veces, los editores de esta revista, algunos aficionados de Barcelona y la gente de los clubs Star Trek, etc...) ya es casi la mitad de todo el f‡ndom espa–ol en activo. Sólo hace falta informarse y echar nœmeros quit‡ndose la boina. Los listados de suscriptores sólo nos dicen la gente que nos lee, no nos revelan nada sobre la gente que no nos lee, que suele ser mucha m‡s. Somos una minor’a que resulta que piensa como la mayor’a de los que se niegan a seguir perpetuando un mundillo que nunca ha conseguido levantar al gŽnero por encima de los niveles de subsistencia. El pecado de los de Madrid, de los de «Ad Astra», de Alejo Cuervo (Àpero de verdad alguien se cree que Alejo tiene una banda de yakuzas?) es ser, existir y no necesitar a nadie m‡s para seguir siendo, existiendo y haciendo lo que les da la real gana sin contar con nadie. En Madrid no necesitamos organizar jornadas, conferencias u otro tipo de actividades porque hablamos cada jueves de lo que nos apetece. Si montamos algo nos sobran asistentes para llenar la sala, si queremos una convenci—n tenemos una en cada reuni—n semanal. Si queremos ver a los amigos y compartir con ellos aficciones, nos basta con ir a la tertulia o quedar con ellos en algœn sitio cualquier d’a de la semana. Lamentablemente, no todos nuestros amigos est‡n cerca, por eso muchos hemos de viajar a las Convenciones para verlos y compartir con ellos unos d’as de charla y compa–erismo. De no ser por eso, me temo que a las Convenciones no ir’amos pr‡cticamente ninguno (de hecho eso es lo que est‡ pasando gradualmente). En esta Tertulia no hay m‡s normas que las de la convivencia, no tenemos metecos, charnegos ni cosas parecidas. A nadie se le pregunta de d—nde viene, a d—nde va o se le dice lo que debe y no debe hacer o pensar. Todos somos iguales, tertulianos de base, escritores consagrados, cr’ticos, amigos, aficionados. Nadie es m‡s que nadie. A nadie se le ponen o se le quitan mŽritos, se le exige nada ni se le niega nada. Aqu’ lo mismo da que sepas mucho de CF, de Terror o de Fantas’a Her—ica, o que no sepas nada porque eres un reciŽn llegado. Desde el primer d’a eres uno m‡s, con los mismos derechos que los dem‡s, tan respetable como cualquiera de los otros. Y adem‡s en contra de lo que muchos desean, nos llevamos bien unos con otros... porque por encima de actividades, proyectos y publicaciones, somos amigos. De cuando en cuando nos mandan un esp’a residente en el mismo Madrid, para intentar averiguar quŽ es lo que hacemos (tentados hemos estado de mandarle a sus jefes con informaci—n falsa, pero 81

no merece la pena). Nadie nos controla y cada cual piensa y opina como le da la gana. A la gente de «Ad Astra», esta revista electr—nica que ha tenido la gentileza de publicar mi art’culo, le sucede otro tanto. Es m‡s, las personas que hacen «Ad Astra» son tambien amigos nuestros, y por eso mismo se los incluye en la categor’a de chicos malos. Nuestro gran pecado es seguir existiendo, viviendo y trabajando sin contar con nadie, pasando ol’mpicamente de todo ese corolario de eminentes mediocres a los que ya nadie hace ni puto caso despuŽs de tantos a–os trabajando por el gŽnero con un rumbo equivocado. A menudo hemos visto cómo alguno de los tertulianos se erig’a en nuestro representante de cara al resto del f‡ndom a travŽs de cartas, charlas y conversaciones. En este sentido he de afirmar que nadie nos representa ni est‡ autorizado a hablar en nuestro nombre. Ni siquiera yo, en este art’culo, cuento con m‡s apoyo que el de mi propia iniciativa personal y el respaldo posterior de los que quieran apoyarme, por mucho que estŽ convencido y haya comprobado que la mayor’a de los tertulianos piensa igual que yo. No tenemos ningœn l’der ni interlocutor oficial, y no queremos tenerlo. Este es un art’culo personal, no una declaraci—n de grupo. Ahora vamos a aclarar una situaci—n arrastrada desde hace tiempo y promovida por la actitud y declaraciones de los mismos que fabricaron la leyenda de los buenos y los malos dentro del f‡ndom (y lo que es peor, consiguieron que mucha gente respetable les creyera). Segœn Žstas personas formamos una minor’a ociosa que solo se dedica a expresar agrias opiniones al respecto de todo lo que sucede en el mundillo y que practica el deporte de la cr’tica sin acometer ningœn tipo de actividad. A menudo me pregunto en quŽ planeta viven algunos o de que jaula los han sacado, y ahora voy a explicarles por quŽ: Lo primero es que Madrid, la Tertulia de Madrid y los aficionados de Madrid no tienen obligaci—n moral ninguna de realizar m‡s actividades relacionadas con el gŽnero que las que buenamente les apetezca llevar a cabo para s’ mismos o para los dem‡s, eso no importa. Somos una tertulia, no el Ministerio de Cultura. Tenemos las mismas responsabilidades, o sea, ninguna, que un aficionado de Alpedrete o de Morata de Taju–a. El centralismo a menudo se utiliza a la inversa para intentar que Madrid o Barcelona nos solucionen la vida y nos saquen del ostracismo. No tenemos por quŽ sonarle los mocos a nadie, ni organizar congresos para nadie, ni sacar fanzines para nadie. Tenemos lo que necesitamos, hacemos los que nos parece bien y al que no le guste que se aguante. Sólo tenemos responsabilidades para nuestro pœblico, nuestros amigos, nuestros respectivos suscriptores, oyentes y lectores. Os recuerdo que ya no llevamos la Asociaci—n, eso es cosa de los que se presentaron y salieron elegidos para el cargo. Ellos si tienen una responsabilidad de cara a los socios que les votaron, nosotros ni siquiera pertenecemos a ella y vistas las cosas es dif’cil que volvamos a pertenecer. Casi todos pasamos del f‡ndom, estamos en otra —rbita. A menudo se comenta que no hacemos nada por promocionar el gŽnero, que somos una minor’a ociosa que sólo critica sin aportar nada al gŽnero. Discœlpenme ahora esta extensa enumeraci—n especialmente dedicada a las mentes bienpensantes del f‡ndom. Los ociosos que protestan, o que supuestamente est‡n en el bando de los que protestan son los siguientes: LISTA OFICIAL DE VAGOS Y MALEANTES DEL FANDOM ESPA„OL Juli‡n D’ez. Licenciado en Ciencias de la Informaci—n. Periodista de Diario 16, residente en Madrid. Juli‡n no hace nada por el f‡ndom. Sólo es el director de la revista «Gigamesh», especializada en el gŽnero, el promotor (no la AEFCF, como se dijo despuŽs para apuntarse el mŽrito) de las Jornadas de Ciencia Ficci—n del C’rculo de Bellas Artes de Madrid y coorganizador, asistente y cooperante de la secci—n de CF de la Semana Negra de Gij—n. JuanMa Santiago. Licenciado en Geograf’a e Historia. Opositor. Juanma, cuando su rŽgimen de estudio se lo permite colabora en el fanzine «Nœcleo Ubik», en «La Compañía Interplanetaria», es cr’tico habitual de «Uribe», el bolet’n de informaci—n bibliogr‡fica editorial 82

publicado por Agust’n Jauregu’zar, escribe cuentos y probablemente ser‡ uno de los autores de la nueva dŽcada (cuanto antes apruebe la oposici—n, antes podr‡ dedicarse a escribir). JuanMa, segœn los enteradillos del f‡ndom, tampoco hace nada. Alfredo Lara. Editor y asesor literario, residente en Madrid. Alfredo Lara es el director del fanzine «Opar». El mejor fanzine dedicado al gŽnero de aventuras de toda la historia en nuestro pa’s. Alfredo ha editado varias novelas de autores espa–oles en su colecci—n en rœstica a un precio realmente extraordinario. Alfredo Lara suele ser jurado en algœn que otro premio literario, hace trabajos no remunerados para la Editorial Valdemar y ha creado la colecci—n «Opar Nuevas Singladuras». Alfredo es otro de esos que no hacen nada. Le—n Arsenal. Piloto y marino mercante, traductor, masajista y reflexoterapeuta diplomado, residente en Madrid. Le—n Arsenal es uno de los mejores autores de CF en nuestro pa’s (no hablamos de cantidad, como muchos se empe–an en hacer valer a la hora de juzgar a un escritor, hablamos de calidad. Uno puede tirarse media vida escribiendo CF, e incluso public‡ndola y ganando premios en su tierra, y no haber escrito una sola novela decente). Dirige, junto a Eugenio S‡nchez Arrate, el programa de radio «La Compañía Interplanetaria», dedicado a la Fantas’a, la CF y el Terror en todas sus vertientes. El programa se emite todos los lunes de 10 a 11 de la noche en RadioEnlace de Madrid, y tiene una audiencia estimada segœn el œltimo estudio de Dym Panel superior a tres mil quinientos oyentes (y en aumento, en el momento de escribir este art’culo sólo se hab’an emitido veinte programas), lo que supone ser el medio especializado no profesional (y acaso dentro de unos meses incluso profesional) de mayor audiencia y alcance de nuestro pa’s. En ocho programas Le—n Arsenal y un servidor hemos sorteado libros, contactado nuevos aficionados, conocido a m‡s gente y difundido m‡s el gŽnero de lo que muchos habr‡n conseguido en toda su vida publicando fanzines. Le—n Arsenal, cuando ejerce de traductor es José Antonio Garrido Alvaro: Alvaro para los amigos. Traduce, de unos a–os para ac‡, todos los libros que Edaf ha publicado de H.P. Lovecraft. Fue redactor de la revista «Ciber Fantasy», gan— el Premio Pablo Rido de Literatura Fant‡stica. En la actulidad continœa escribiendo, el œnico inconveniente a su narrativa es que no es persona grata para ciertos sujetos del f‡ndom espa–ol. Alvaro tampoco hace nada, est‡ todo el d’a de brazos cruzados. Daniel Mares. Estudiante de Astrof’sica de 5¼ curso. Finalista por dos veces del Premio UPC y el Pablo Rido. Autor de las novelas cortas Pastores de estrellas y Seis, publicadas en cuadernos Espiral. Miguel Angel Arques Anton, ÒMichelÓ. Licenciado en Ciencias Exactas. Escritor aficionado. Colaborador de «La Compañía Interplanetaria». Finalista, con su novela corta La memoria de la duda, de la pasada edicci—n del Premio San Alberto Magno de CF. HŽctor Ramos. Licenciado en Filolog’a Inglesa. Profesor. Co-editor de «Nœcleo Ubik», redactor y colaborador de «Gigamesh». Cr’tico. Traductor ocasional. HŽctor Ramos, para desgracia de muchos y orgullo de los que tenemos el honor de ser amigos suyos, es probablemente uno de los dos o tres cr’ticos m‡s serenos, ecu‡nimes y preparados de toda la CF espa–ola. A pesar de que a Žl no le gusta hablar de s’ mismo es hora de que los que le conocemos hagamos justicia. HŽctor tampoco hace nada, ya lo ven. JosŽ Mar’a S‡nchez Pardo. Psicoterapeœta. Psic—logo de la Direcci—n General de Tr‡fico. A pesar de su retinitis y su pŽrdida de visi—n, Pepe ha sido colaborador activo (en tareas grises de despacho, correspondencia, fotocopiado y administraci—n) de la AEFCF, «Ciber Fantasy» y la organizaci—n del Premio Pablo Rido. Una cosa es no hacer nada y otra que lo que uno hace no sea muy vistoso. En tareas grises y sin necesidad de medallas ni fotos, Pepe ha trabajado m‡s por la CF de nuestro pa’s que la mayor’a de los bocazas que emborronan art’culos y editoriales con sus tonter’as de siempre. 83

Francisco Canales. Experto en Jardiner’a. Miembro del viejo Club Star Trek de Madrid, colaborador de Nœcleo Ubik y Factor Trek. Coautor de los libros La Nueva Generaci—n y X-Men Cronolog’a (as’ como sus tres continuaciones), publicados por Alberto Santos Editor. Otro que vaguea y no se mueve. Tambien es el Comisario del Premio Pablo Rido. Alberto Santos. Psic—logo. Ex-Presidente de la AEFCF. Asesor literario de Editorial Edaf. Editor de la fallecida revista especializada «Cyber Fantasy» y due–o de la editorial Alberto Santos. Ya ha publicado los libros Goreman’a, Star Trek, la Nueva Generaci—n, Star Trek - serie cl‡sica- , CONAN, gu’a de la Era HYBORIA, X- Men cronolog’a ( y prepara las tres continuaciones sobre el universo de los X-Men, un libro sobre Star Wars y Goreman’a II). Gabriel G—mez Manzaneque. Productor radiof—nico, actor de doblaje, colaborador del programa de radio La jungla (Cadena 100, dirigido por JosŽ Antonio Abell‡n) programas de televisi —n como Inocente Inocente, etc... Gabi siempre defiende la postura del aficionado que no tiene por quŽ escribir, publicar revistas o participar en el mundo del f‡ndom. Sin embargo Gabi escribe cuentos y mejora d’a a d’a, y est‡ detr‡s de la mayor’a de eventos y actividades que se organizan en la Tertulia. Eduardo Vaquerizo. Ingeniero Aeronaœtico. Trabaja en CASA. Es escritor aficionado, sus temas son experimentales y valientes. Eduardo es colaborador de «Nœcleo Ubik», «La Compañía Interplanetaria», «Ad Astra», etc... Es un valor en alza. Alejandro Salamanca. Bi—logo. Experto en juegos de rol y tablero, participante en numerosos talleres de cuentacuentos. Colaborador de «La Compañía Interplanetaria» Miguel Latorre. Inform‡tico. Buen conocedor de la CF relacionada con la inform‡tica (juegos de ordenador, videojuegos ect...) Cr’tico literario y colaborador del fanzine «Opar», jurado del Premio Pablo Rido. Miguel est‡ siempre dispuesto a echar una mano. ayuda a todo aquél que se lo pida, como si no tuviera ya bastantes cosas que hacer con su trabajo. Cesar Mallorqu’. Guionista de TV, publicitario y escritor profesional desde el pasado a–o. Ganador de todos los premios que se otorgan en la CF espa–ola, autor de varios libros y decenas de cuentos, colaborador del programa «DŽjate besar», de Onda Diez, ganador del Premio EDB de literatura juvenil dotado con cuatro millones de pesetas... CŽsar tampoco hace nada, se columpia todo el d’a. Javier Negrete. Autor de libros y novelas como La luna quieta, Estado Crepuscular, Nox perpetua, Lux Aeterna y La mirada de las Furias. Ganador y finalista del Premio UPC de novela corta de CF. Otro que tampoco mueve un dedo. Pedro Pablo Garc’a May. Periodista. Jefe de los Informativos Radiof—nicos de la Agencia EFE. Autor de numerosos cuentos publicados en «Ciber Fantasy», «Visiones Propias», y otros fanzines. Finalista en varias ocasiones del antiguo Premio Aznar (ahora Pablo Rido). No hace nada. Carlos Fernandez Castros’n. Administrativo de la Caja de Madrid. Escritor aficionado ganador del Premio de cuentos El escribidor, autor de Zooropa y numerosos relatos publicados en Visiones Propias, Nœcleo Ubik, ect... Su última novela, Brumose, acaba de salir en la nueva colecci —n «Opar». Adolfina Garc’a Orellana. Periodista. Escritora aficionada. Ha publicado cuentos en «Visiones Propias», «Gigamesh», etc... Colabora en la revista «Gigamesh». 84

Juan Carlos Garc’a Herranz. Profesor de inglŽs y traductor. Es autor del libro CONAN, gu’a de la Era HYBORIA, publicado por Alberto Santos editor, en el que tuve la suerte de colaborar. Juan Carlos es uno de los tres o cuatro grandes expertos en la figura de Robert Erwin Howard que hay en nuestro pa’s. Es autor del libro de poemas y cuentos Matrimonio de dos lunas y gran experto en fantas’a heroica, con especial predilecci—n por autores como Clark Ashton Smith, Lord Dunsany, etc... JosŽ Miguel PallarŽs. Abogado. Zaragozano residente en Madrid. Aunque reciŽn llegado, por su simpat’a, participaci—n y afabilidad ha entrado en la Tertulia como miembro de pleno derecho. Ha sido guionista de c—mics durante muchos a–os y ahora acaba de publicar su digno y ambicioso volœmen de cuentos En breve conquistrŽ Žsta tierra en la colecci—n Spacios de la Editorial DeTebeos. En la actualidad est‡ escribiendo una novela y maqueta libros para una colecci —n especializada de pr—xima aparici—n. Luis Garc’a Prado. Estudiante de Derecho y Ciencias Pol’ticas. Jerezano residente en Madrid. Editor del fanzine especializado «El fantasma». Como JosŽ Miguel es un reciŽn llegado pero tiene su sitio en la reuni—n. Buen lector, mejor cr’tico. Todo un ejemplo. Prepara tambien una nueva colecci—n de novelas y novelas cortas. Manuel D’ez Rom‡n. Diplomado en empresariales. Coeditor del fanzine inform‡tico «Ad Astra», colaborador de varias revistas m‡s y escritor aficionado. Yo lo defino como el currante de la CF espa–ola. Te manda un cuento para que se lo critiques. Lo haces y entonces lo corrige, lo corrige, lo corrige y lo sique corrigiendo hasta convertirlo en un buen cuento. Ha mejorado tanto en los œltimos tiempos que puedo asegurar que tenemos entre manos a un autor de los m‡s prometedor. En la actualidad, por motivos laborales escribe poco, pero sigue haciendo «Ad Astra» y diciendo lo que piensa sin miedo a lo que piensen de Žl. Hoy por hoy es el chico m‡s malo del f‡ndom espa–ol a ra’z de un art’culo en el que comentaba la pasada Hispac—n. Armando Boix. Graduado en Artes y Oficios. Dibujante técnico. Escritor aficionado. Coeditor del fanzine «Ad Astra». Ganador del Premio Pablo Rido de cuentos, el Alberto Magno y el Gran Angular de Literatura Juvenil. Ha publicado sus relatos en revistas como «Opar». Antes no le hac’an ni caso y desde que ha ganado varios premios algunos le hacen reverencias, o le insultan y luego le piden cuentos. Y eso que lo mejor de Armando aœn est‡ por escribir. Tambien es un chico malo, por dejar a Manu que sacara ese art’culo preverso en «Ad Astra». Salvador Huete. Funcionario. Experto en Thomas de Quincey y en literatura fant‡stica. Uno de los diez mejores cr’ticos de fantas’a on’rica de nuestro pa’s. Coeditor de «Ad Astra». Alfredo LiŽbana. Administrativo. Miembro activo del colectivo cultural Mallorqu’ Recerca Editorial que edita la revista cultural «El Fil D’Ariadna», promotor de jornadas de cine, ciclos, festivales y eventos de la cultura mallorquina. Desde que se habla con los malos de la pel’cula Alfredo es un apestado para las conciencias del f‡ndom. Le miran con l‡stima, como diciendo Áp— brecillo, mira con quŽ gente se junta! JuanMa Barranquero. Inform‡tico. Tradicionalemente asociado al grupo de Alejo Cuervo, ha sido vicepresidente de la AEFCF y ha escrito y colaborado en «Gigamesh», «P—rtico Express» y en la mayor’a de las publicaciones especializadas de nuestro pa’s. De un tiempo a esta parte no dice nada ni publica nada. Pero aun as’ es uno de los chicos malos. Sobre todo desde que un d’a le puso las peras al cuarto a uno que yo me sé en la Convenci—n de C‡diz 92. Alejo Cuervo. Due–o de la librer’a Gigamesh. Antiguo asesor literario de Mart’nez Roca. Distribuidor para Espa–a del juego de naipes Magic en versi—n original. Edita «Gigamesh», vende

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m‡s libros de CF que nadie en nuestro pa’s y vive del gŽnero. Para ser uno de los que no hacen nada no est‡ nada m‡l. Albert SolŽ. Traductor profesional de libros de CF, Terror y Fantas’a. Redactor de las revistas «Fangoria», «StarFiction», «SFX», «Gigamesh», etc... Este se–or no es que no haga nada, es que es de los pocos que viven de ello. Agust’n Jauregu’zar. ÀQuiŽn no conoce a Augusto Uribe?. Es, junto con Joan Carles Planells uno de los dos eruditos de la CF en espa–a. Propietario de una biblioteca con miles de volœmenes, editor de «Uribe», el bolet’n de informaci—n bibliogr‡fica editorial que se publica desde hace a–os, autor de numerosos art’culos, comentarios y cr’ticas. Si no encontr‡is un libro o no sabŽis d—nde est‡ publicado, preguntadle, él s’ lo sabe. Carlos S‡iz Cidoncha. Meter—logo. Licenciado en Derecho y en Ciencias de la Informaci —n. ÀDe verdad tengo algo que decir del Capit‡n Hispac—n que no sep‡is ya? Autor de m‡s de una docena de libros (incluyen novela, ensayo, etc...) de decenas de novelas y cuentos publicados y sin publicar. Autor tambien de la tŽsis doctoral La CF como medio de comunicaci—n de masas, autŽntica historia de la Ciencia Ficci—n Espa–ola. Ganador del premio de la AEFCF a la labor de una vida, finalista y ganador de muchos premios de CF. Colaborador de la m’tica «Nueva Dimensi— n»... podr’amos escribir un libro sobre Žl. Y podr’amos seguir con un monton de gente entra–able de la que habŽis oído u oirŽis hablar: Ram—n Mu–oz, Jose Mar’a Benito, Gala, Moncho Cordero, Carlos D’az Aranda, Manolo Aguilar, Nacho Maroto,, Francisco Mancera, Adri‡n Silva, Xavi Mercet... y una larga lista de ilustres aficionados que se arrascan la barriga, cuyo mayor error es pasar del f‡ndom y de los gurœs que lo forman. Muchos no son de la Tertulia de Madrid, pero para algunos como si lo fueran Àno? Por razones de continuidad omito hablar de tertulianos m‡s ocasionales que por motivos laborales o personales no pueden asistir con continuidad a las charlas de cada jueves. Tambien evito hablar de m’ mismo porque soy el menos indicado para hacerlo. No sé quién o quiénes son los que dicen que no hacemos nada por el gŽnero en nuestro pa’s, pero de lo que estoy seguro es que no conozco una colecci—n mayor de personas talento, imaginaci —n y capacidad de cara al futuro que todos Žstos que he mencionado en esta peque–a gu’a de sospechosos. Me he permitido desglosarla para que los hŽroes de turno nos metan en la m‡quina de mutantes peligrosos y puedan tenernos m‡s controladitos si as’ les place (ÀhabŽis le’do tebeos de la Patrulla X?) Desde luego lo que hacemos o dejamos de hacer dentro del f‡ndom no lo vamos pregonando a los cuatro vientos. No tenemos por costumbre hacernos una foto y publicar un reportaje cada vez que tosemos, como hacen otros. Preferimos hacer cosas de verdad, cosas valiosas en las que a menudo no hay demasiadas posibilidades de destacar (ÀquŽ mŽrito tiene destacar entre trescientos?). Nuestra guerra va por otro sitio. No nos apuntamos los tantos de nadie, no tratamos de controlarlo todo, seguimos nuestro propio camino y somos felices siendo y existiendo sin ningœn tipo de servidumbre o atadura con nadie. Nuestras opiniones al respecto del gŽnero son de lo m‡s variado. No somos un grupo homogŽneo, afortunadamente no lo somos. Y encima no podemos permitir el lujo de pasar ol’mpicamente del resto del f‡ndom cuando nos da la gana. Otros no pueden decir lo mismo porque lo poco que tienen y son se lo deben a Žl. LAS SOLUCIONES Solo hay una soluci—n para promocionar el gŽnero y es de car‡cter global. Se trata de un cambio de actitud y consiste en abrir los ojos, dejar de ser f‡ndom y atraer e interesar a los aficionados. Para ello sólo es preciso trabajo y honestidad. No pensar que somos œnicos o que somos los mejores. Ser autocr’ticos y estar abiertos a nuevas ideas. Justicia en las entregas de 86

premios, flexibilidad, aperturismo, tolerancia. Tirar las paredes que nos bloquean el camino, abrir las ventanas de este ghetto, esta habitaci—n cerrada que huele a muerto. La vieja historia de las conspiraciones fascistas y judeomas—nicas ya sólo se las creen los tontos y los que se dejan convencer por otros tontos algo m‡s listos. El peor enemigo del f‡ndom es el propio f‡ndom. Recientemente, uno de los editores de «Ad Astra», una gran persona a la que avalan sus amigos, gente extraordinaria a la que conozco y de la que tengo la mejor de las opiniones, recibi— una carta de cierto editor de fanzines en la que le comunicaba que era un buen escritor pero una mala persona por haber publicado cierto art’culo de Manel D’ez Rom‡n al respecto de la pasada Hispac— n de Burjassot, un art’culo, por cierto, con el que muchos de los asistentes estamos total o parcialmente de acuerdo y cuyas afirmaciones aœn no se han desmentido (acaso porque no se puede). El individuo de marras —no me han querido decir su nombre, pero puedo suponerlo, pues hay pocas personas en Žste mundillo capaces de ponerse en evidencia una vez m‡s, y de esta forma — golpea bajo y se permite el lujo de llamar mala persona a un se–or al que no conoce m‡s que de o’das, y que no sólo es una bell’sima persona, sino que es lo suficientemente sensible como para sentirse afectado por un comentario as’. El sujeto que le escribi— sabe bien d—nde golpear y tiene la suficiente inquina como para buscar la herida y meter el dedo justo all’ donde m‡s duele. ÀPorquŽ no ha escrito directamente al autor del art’culo si ten’a algo que decirle? ÀA quŽ tiene miedo? ÀA una respuesta contundente como la que es su d’a le dieran Elia Barcel— o César Mallorqu’ de las que parece que aœn no se ha recuperado? Cuando uno se dedica a repartir pu–aladas acaba recibiendo las que dio y algunas m‡s. Lo curioso es que en el art’culo de Manel D’ez no aparec’an nombres y sin embargo este sujeto se ha sentido aludido por su contenido: el que se pica, ajos come, dice el refr‡n. El sabr‡ porquŽ lo ha hecho: Nosotros ya lo sab’amos. Lo cierto es que incluso Žsto ha dejado de preocuparnos. Este se–or ha dejado de preocuparnos. El f‡ndom ha dejando de interesarle a mucha gente. Nos hemos ido, tenemos otras metas, un pœblico amplio al que dirigirnos, un gŽnero por el que luchar. No queremos m‡s peleas. El que quiera seguir haciendo el primo dirigiŽndose a los mismos trescientos esforzados de siempre es muy libre de hacerlo. Pueden seguir gritando y d‡ndose cabezazos contra las paredes de esa habitaci—n cerrada en la que permanecen. No vamos a contestar por alusiones, no vamos a seguir alimentando polŽmicas ni discutiendo sobre tonter’as que a nadie le preocupan ya, salvo a ellos mismos. La gente est‡ fuera, el pœblico est‡ fuera, los aficionados est‡n fuera, el mundo est‡ ah’ fuera, y al mundo, esos trescientos aficionados que aœn viven dentro de la habitaci—n le importan un r‡bano. «Ad Astra», los de la Tertulia de Madrid y casi la mitad de los aficionados que estaban en el mundillo hace seis o siete a–os tiene cosas m‡s interesantes en las que pensar, un pœblico mucho m‡s numeroso al que dirigir sus energ’as y un gŽnero por el que seguir trabajando que no merece estar encerrado entre cuatro paredes que lo ahogan. ÀF‡ndom? ÀA quiŽn co–o le importa ya el f‡ndom? Por œltimo quisiera aclarar que Žste es un art’culo de car‡cter personal y que todas las ideas y conceptos en Žl vertidos sólo pueden y deben achac‡rseme a m’. Ninguna de las personas en Žl mencionadas es responsable de su contenido. Si alguien tiene algo que objetar a todo ello puede dirigirse a m’ a travŽs de la revista y confiar en que mi respuesta ser‡ personal, particular y no alimentar‡ m‡s polŽmicas. No me gusta que la gente trate de salir en los fanzines o quiera vender m‡s ejemplares a mi costa.

Artículo:

CICLOS Y CIENCIA FICCIÓN EN ESPAÑA José Antonio Suárez 87

«Ciencia ficción, viaje hacia el abismo»; ése es el expresivo título de un artículo sobre la CF en España que apareció en el nº 11 de mayo de la revista de literatura general «Qué Leer» (ver Ad Astra 9). Y no es que trate de agujeros negros, pozos de gravedad u otros lugares comunes del género. El artículo se refería directamente a lo que su autor entiende como el destino que aguarda a nuestro género en este país, un destino que aparentemente parece que ya nos ha alcanzado. No se trata de hablar de futuribles, vivimos en esa situación desde hace algún tiempo; la desaparición de la colección Miraguano y su saldo en las ferias del libro de ocasión proporciona al aficionado, por una parte, una buena oportunidad para conseguir buenos libros por muy poco dinero (yo me cuento entre ellos), pero por otro refleja el fracaso de una política editorial que por diversas circunstancias parece no haber cuajado entre los lectores. Da la impresión de que éste fuera el penúltimo estertor de un género que se ha ido precipitando durante los últimos años por la pendiente de ventas. En un artículo de Domingo Santos aparecido en noviembre de 1990 (nº 1 de «Blade Runner Magazine»), se analizaba con la lucidez y el acierto que caracterizan a su autor, esta fatal predestinación al que la CF se ve abocada en España: una editorial lanza al mercado una colección que tiene éxito; las demás la imitan, creyendo que la CF ha vuelto a ser negocio. Al poco tiempo, donde sólo había una o dos aparecen diez que compiten en un mercado exiguo de no más de seis mil lectores. En consecuencia, el consumidor tiene que seleccionar, no puede materialmente leer todo lo que se publica, el índice de ventas desciende y los editores llegan a la conclusión de que la CF ha pasado de moda, y que es preciso orientar sus esfuerzos a derroteros más lucrativos. Tras un momento álgido en la curva sigue otro tramo descendente, hasta que la situación se reproduce al cabo de unos cuantos años. En la época que Domingo Santos escribió el artículo nos encontrábamos en la cresta de la ola: Martínez Roca (Superficción), Edhasa (Nebulae), Destino (Cronos), Júcar (Etiqueta Futura), Miraguano (Futurópolis), B (Nova) Ultramar, Minotauro, Acervo, Edaf, Valdemar, mantenían colecciones dedicadas o una atención preferente al género. Lo que sucedería a continuación era fácil de vaticinar, una saturación del mercado consecuencia de la desproporción entre oferta y demanda. Ésta última no ha variado de forma sustancial, quizás subió animada por la multitud de libros que aparecieron, pero no aumentó milagrosamente, o al menos no en la proporción necesaria para satisfacer a tantos editores que esperaban resultados contablemente medibles. En cambio, los títulos se habían multiplicado a un ritmo exponencial y se produjo un desajuste de consecuencias dramáticas. El mercado tiene sus propias reglas de juego, y del prometedor panorama de hace siete años sólo queda una colección estable en pie, Nova de ediciones B, y Minotauro publicando lánguidamente, pero sin adquirir demasiados compromisos. Martínez Roca (absorbida por editorial Planeta) perdió hace años sus señas de identidad y de su colección Superficción no queda más que el recuerdo entre los aficionados que la conocimos. Ahora sólo publica series de Star Wars. Grijalbo, por su parte, lanza alguna que otra novela de Star Trek de forma esporádica, apostando las dos casas por lo que suponen son valores comerciales seguros, sin arriesgar un ápice. ¿Acaso la CF ha dejado de ser negocio? Me parece que ésta es una forma simplista de enfocar la situación. Los lectores de CF no se evaporan, suelen distinguirse por su fidelidad al género. En cambio sí se han evaporado las colecciones, movidas por la obtención de resultados y no por lealtades. Existe una demanda en estado latente no suficientemente atendida que choca con un importante obstáculo: el precio. En el panorama actual no existe una colección de libros de bolsillo asequibles (pequeño formato, baratos o al menos no caros, y con un número de páginas razonable). ¿Quién se arriesga a comprar ese maravilloso ladrillo de quinientas páginas, tan aclamado por la crítica y con un premio Hugo en la cubierta, pero que tras adquirirlo no para de recordarnos desde el estante lo equivocado de nuestra elección? Por debajo de las 3.000 pesetas es difícil encontrar libros como no sean de saldo; existe la semirrústica, claro, libros de gran tamaño y grosor y portadas llamativas, pero no el pocket book de CF en nuestro país, libros amistosos, informales, fácilmente accesibles, que entretengan y dejen buen sabor de boca y a la vez fomenten la pasión por la lectura entre los que se acercan al género por primera vez. Ultramar y Edhasa, esta última durante mucho tiempo, mantuvieron tal política editando libros de bolsillo de este tipo. Yo me inicié en la lectura del género con los libros de Nebulae segunda época, y guardo muy buen recuerdo de ellos, así como de todos los que pude leer de la primera etapa. Reunían las virtudes que a mi entender son exigibles a un libro de género: lectura amena y agradable, gran variedad de autores y enfoques no 88

monocordes, pero sin falsos esnobismos, a un precio al alcance de todos. Puede que hoy en día se tildase por algunos a esas novelas de CF clásica, como si la actual, solo por el hecho de serlo, fuera de mejor calidad. Bueno, no necesariamente las nuevas tendencias tienen por qué ser mejores ni acabar imponiéndose. Son simplemente eso, nuevas, y su aceptación dependerá no de los críticos, que puedan ensalzarlas o denigrarlas en determinados momentos según las modas o sus preferencias personales, sino del destinatario final del acto de creación literaria, el lector. Éste es quien tiene la última palabra. Creo que no soy el único que lamentó la desaparición de estas colecciones; eran libros baratos y uno se podía arriesgar y comprar media docena por el precio de lo que nos cuestan dos unidades de semirrústica, o ir a la biblioteca y sacarlos gratis, que resulta una opción más rentable. Para eso están esos extraños centros llenos de volúmenes, aparte de para que los estudiantes ocupen todas sus mesas con apuntes e ignoren olímpicamente las estanterías, como no sea para pedir en préstamo los libros que por obligación les ha impuesto leer su profesor de literatura. Muchos títulos de Nebulae pueden encontrarse hoy en día en nuestras bibliotecas en la sección de literatura inglesa, por lo que el nuevo aficionado todavía puede acceder a ellos sin gastarse un duro ni tener que iniciar una labor detectivesca por las trastiendas de las librerías. En la última feria del libro, los editores reconocían el éxito de esta tendencia del libro de bolsillo, nada nueva por otra parte. Los lectores prefieren esperar a que una obra editada en tapa dura o semirrústica sea lanzada en formato de bolsillo para comprarla. Con nuestro género, lamentablemente, no tenemos esta opción: el libro se edita directamente bien en semirrústica o bien Äen las menores de las ocasionesÄ en tapa dura. Salvo en los best seller, no se realiza después una segunda edición de bolsillo porque el editor asume que se trata de un mercado demasiado pequeño que no merece la pena este esfuerzo suplementario. Una tirada corta tiene que ser necesariamente cara por imperativo de los costes de producción. El precio del volumen es alto, pero como el índice de ventas es pequeño, el balance global es un lucro económico inferior al que se obtendría publicando directamente el libro en formato de bolsillo con una tirada algo mayor. Sinceramente, creo que el repunte de la CF en nuestro país debe pasar por este enfoque de libro popular, que nos permita leer más autores y más variedad a un precio razonable. ¿Es preferible leer un solo libro de 3.000 pesetas cada dos meses, o cuatro libros de bolsillo en el mismo período de tiempo por el mismo precio? Estoy seguro de que la mayoría de los lectores se decantarían por esta segunda opción, que les permite disfrutar con más asiduidad del placer de leer. Todos sabemos que una obra no es mejor que otra por su elevado número de páginas, sino por el contenido de las mismas. El que una obra dure quinientas páginas, cuando lo que en ellas se cuenta podría haberse expresado fácilmente en la mitad, puede deberse a muchos factores que nada tienen que ver con la calidad, entre ellos dar una justificación visible al lector de que si los libros están por las nubes es, evidentemente, por lo gruesos que son y lo que cuesta producirlos; pero también por esa extendida costumbre de los americanos a pagar a tanto por palabra. Un escritor no va a desdeñar la ocasión de alargar deliberadamente una novela, si eso se traduce en moneda contante y sonante. Literatura al peso. Según la teoría de los ciclos (más que una teoría es una maldición tan cierta como la ley de Murphy) deberíamos estar en los umbrales de una nueva ascensión de la CF. Domingo Santos le adjudicó a estas variaciones cíclicas una longitud de onda de ocho a doce años. Aplicando estas previsiones a nuestro presente, y si se me permite un poco de futurología, el panorama tendría que cambiar dentro de dos o tres años, alcanzando su punto álgido en los primeros años del siglo que viene. Para volver a desplomarse allá por el 2007, claro, cuando en lugar de una o dos colecciones de éxito entren en liza nueve o diez. Es el inevitable efecto mimético del éxito, y que es regla general aplicable a cualquier esfera de la vida. De momento, existe un campo despejado Äo desolado, según se mireÄ, y sólo falta ofrecer el producto adecuado para que se venda. Para cuando se produzca el inicio de la curva ascendente, hay quien dirá que la CF se ha vuelto a poner de moda, cuando lo cierto es que la propia demanda crea por sí sola la oferta que la satisfaga. Es difícil (aunque, desde luego, no imposible) empeorar una situación como la presente, con una sola colección en solitario en todo el panorama de nuestro país. De las revistas no quiero ya ni hablar, pero como botón de muestra véase el caso de SFX, que cerró después de sólo 8 números. ¿Realmente hay tan pocos lectores de CF, o acaso no les estamos dando lo que desean leer?

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Actualmente asistimos a un fenómeno coyuntural que también obedece a la dinámica de los ciclos: las películas de ciencia ficción. Cuando ya nadie apostaba un céntimo por el género, al que los expertos consideraban finiquitado, súbitamente nuestras carteleras se han inundado de nuevas películas de CF o del género fantástico que ocupan privilegiados puestos en los índices de audiencias, aunque la calidad, por lo que hasta ahora he visto, todavía se encuentra a años luz de las obras que nos ofrecieron los años ochenta. La CF vuelve a llamar la atención del gran público, y esta demanda potencial requerirá una respuesta convenientemente modulada en el campo literario. Lo cual no significa que la única forma de que una obra llegue a los lectores sea necesariamente el soporte impreso. Hemos conocido y estamos conociendo etapas críticas para nuestro género, y aunque yo apuesto por una mejora sustancial de la situación a medio plazo, no sabemos por cuanto tiempo se prolongará la actual y probablemente fallaré en las fechas. Los críticos de cine defenestraron a la CF y se equivocaron. Hoy, los críticos de literatura general dan por desahuciada a la CF en España, y el tiempo les demostrará que en este caso también se equivocan. O eso espero. La edición electrónica ofrece una serie de ventajas que, sin pretender sustituir el papel, lo complementa. A nadie se le oculta que es más cómodo leer en un butacón que frente a la pantalla del ordenador; pero en nuestro país, leer CF se ha convertido en un lujo, con ocasionales respiros en los mercadillos de ocasión. ¿Existen otras alternativas? ¿Están esas alternativas al alcance de cualquiera, de un modo realmente popular? La invasión de las nuevas tecnologías en nuestras vidas ha sido arrolladora estos últimos años. Asistimos a una expansión vertiginosa de una red de transmisión global, Internet, por la que fluyen a diario ingentes cantidades de Terabytes. Hace quince años, esta situación era impensable, pero ahora contamos con la tecnología y los medios, el ordenador se ha convertido en un objeto de uso cotidiano que ha reemplazado a la máquina de escribir y que permite la difusión libre de ideas con una capacidad de transmisión de información infinitamente superior al papel. Mediante el flujo electrónico de datos podemos comunicar nuestros pensamientos a todo el planeta, existen ya páginas web dedicadas a difundir las obras de autores noveles, revistas electrónicas como Ad Astra que se difunden sin limitaciones de tiradas o costes de producción, con una audiencia potencialmente mucho mayor de la que tendrían sus equivalentes en papel impreso. Puesto que la CF es considerada por el mundo editorial como un género minoritario, las tiradas suelen ser muy cortas y resulta tarea harto difícil localizar un libro que apareció hace tres o cuatro años. La tirada está agotada y/o el libro descatalogado. Salvo raras excepciones, es impensable una reedición por muy buena calidad que tenga el libro, ya que no resulta económicamente viable. Sin embargo, en la edición electrónica no existen tales trabas. Una obra literaria en formato electrónico no conoce restricciones de tiradas; éste es un concepto de nuestra cultura del papel que no tiene significado en una red global donde la información fluye libremente a cualquier lugar. Un libro así editado podría pervivir en el tiempo y en el espacio por un período teóricamente indefinido, si su autor no pone trabas a su difusión. Además, para los incondicionales de la celulosa, el texto electrónico puede generalmente imprimirse. La situación ha cambiado, las editoriales, sin negar el importante papel que desempeñan en la difusión de la cultura, han dejado de ser imprescindibles para que los libros lleguen a manos de los lectores. La tecnología informática ha hecho posible el milagro y hoy día cualquier escritor que lo desee puede difundir sus libros de una forma barata, sencilla y con una audiencia potencialmente mayor que mediante tiradas reducidas que rápidamente desaparecen del mercado, muchas veces definitivamente. Y además, sin depender de ciclos ni coyunturas del mercado.

Artículo:

CANTOS ESTELARES DE UN VIEJO KOLJÓS La ciencia ficción soviética de entreguerras Juan Manuel Santiago 90

Una necesaria introducción Dentro de lo que podemos denominar la «prehistoria» de la CF no anglosajona, la evolución del género en la Unión Soviética ocupa un lugar relevante, por una serie de razones que van desde su peculiar carácter hasta la ingente producción y repercusión que la CF tiene (o tuvo) en los países del Este, pasando por el hecho de que ha producido algunos de los grandes hitos literarios de la historia del fantástico (Nosotros de Zamiatin o El Maestro y Margarita de Bulgakov) o, en resumen, a la indiscutible superioridad de la ciencia ficción europea (y, dentro de ella, la soviética a la cabeza) sobre la americana. Las características de la ciencia ficción soviética se apartan de cualquier otro modelo, casi hasta el punto de considerarla como un mundo diferente del anglosajón, con sus propios puntos de referencia y objetivos. Esta situación ya se adivinaba en el período de entreguerras, en el que confluyen la «prehistoria» del modelo que en los años cincuenta y sesenta popularizarían por el mundo autores de la talla de Iván Yefremov, Anatoli Dneprov o los hermanos Strugatski y, por otro lado, la plenitud de una ciencia ficción más vanguardista e interesante pero tristemente abortada como fue la cultivada por los Bulgakov o Zamiatin. Tal contraposición responde al enfrentamiento entre dos modos opuestos de entender la cultura: uno, al que podríamos denominar el «oficial», y otro, el «disidente». La cultura «oficial» —o «clasicismo de izquierdas», como acertadamente la denomina Manuel Vázquez Montalbán al referirse a la arquitectura del período (1)— nace de la desesperada necesidad del régimen de consolidarse y diferenciarse de los dos grandes peligros que atenazan a la aún frágil Revolución: el capitalismo y los incipientes movimientos fascistas. Frente a ellos hay que crear, en un primer momento, prácticamente de la nada, unas señas de identidad en las que reconocerse, un nuevo sistema de valores que ayude a salir del peligro al sistema, único en el mundo y por tanto sobreexpuesto a cualquier tipo de amenaza exterior. Una vez consolidado el sistema, en los años treinta, se produce un segundo momento, de rigidez, apoteósicas exaltaciones del régimen, gigantismo arquitectónico, estereotipadas defensas del sistema y no menos estereotipados ataques al fascismo y al capitalismo, grandes demostraciones de masas y culto ciego a la persona de Stalin. Es un mundo maniqueo, de buenos y malos, como corresponde a una sociedad en estado prebélico. La cultura «disidente», por contra, es más rica en matices. Evoluciona desde un momentáneo apoyo a la Revolución —gran parte de sus artífices había padecido la represión del agónico Estado zarista— hasta una postura libre de serviles ataduras que lleva a constituirse en auténtica molestia para el régimen, unas veces de modo consciente, otras por la estrechez de miras de la cultura «oficial». Es una inquieta amalgama en la que se mueven nombres ilustres del Arte universal de todos los tiempos como Rodchenko, Kandinski, El Lissitzki, Maiyakovski... La mayoría de ellos desaparece en los años treinta, bien exiliados, bien muertos en vida, bien forzados al suicidio... Además de esta dialéctica oficialidad-disidencia, hay que valorar otros elementos no menos relevantes que nos ayuden a entender mejor el carácter de la CF soviética. Muy ligado al carácter «estatal» u «oficial» de la cultura está el hecho del didactismo o «cientifismo». Y no es por casualidad: el amor a la Ciencia es fundamental en un pueblo como el que desean las autoridades soviéticas, y una buena y amena manera de inculcarlo es a través de la ciencia ficción, que de este modo «instruye deleitando». No es extraño leer relatos de CF intercalados en breviarios de Astronomía, por poner un ejemplo (2). No hemos de olvidar la particular idiosincrasia de la literatura rusa, sus particulares personalidad e influencias literarias. Tenemos, en primer lugar, una vasta y fructífera tradición autóctona, los «novelones» de unos Dostoievski, Tolstoi o Gogol, especialmente virtuosos en la caracterización de personajes. Añadamos otra característica de la cultura rusa: el fortísimo influjo de la cultura francesa, que hace de Julio Verne un autor especialmente querido. Existe también una innegable influencia de H.G. Wells, uno de los escasos intelectuales punteros que se atreven a viajar a la Unión Soviética por estos años, y de quien se dice que comentó a Lenin, en el transcurso de su entrevista del 6 de octubre de 1920: «¿Electrificar la Rusia arruinada? ¡Usted es aún más fantaseador 91

que yo, Sir!» (3). Por último, destaquemos la querencia, muy rusa, por el teatro: no es por azar que al menos tres dramaturgos —Zamiatin, Maiyakovski y Bulgakov— escriban obras de teatro (o con el teatro como protagonista) de temática fantástica. En pocas palabras: la ciencia ficción soviética de estos años no recibe la menor influencia de la por entonces segundona y atrasada CF norteamericana. Demostrado lo cual, pasaremos a referir de manera muy breve algo acerca de los principales cultivadores del género por aquellos años. La ciencia ficción «oficial» Las primeras referencias disponibles de algo parecido a la ciencia ficción rusa (y en este punto me siento obligado a agradecer a Agustín Jaureguízar su inestimable ayuda bibliográfica) datan nada menos que del siglo XVI, con un opúsculo titulado La leyenda del Sultán Mahomet, al cual supongo emparentado con las utopías y relaciones de viajes a tierras exóticas tan en boga por aquel entonces. Ya en el siglo XIX, tenemos un Viaje al país de Ofir (1806), del príncipe Sherbatov, El año 4338 (1840), del también príncipe Odoyevski, o la precursora de la utopía socialista, ¿Qué hacer? (1862), de Nikolai Chernichevski. Domingo Santos menciona asimismo El sueño de un hombre ridículo, de Dostoievski, o las fantasías satíricas de Gogol. En todo caso, lo más accesible para conocer el género en la Rusia zarista es el reeditadísimo cuento de Chéjov Las islas voladoras (1885), lograda parodia de Julio Verne. Ya en el siglo XX, los eruditos suelen citar El sol líquido, de Alexandr Kuprin (1912),que vaticina la utilización de la energía solar; La estrella roja (1908), de Alexandr Bogdanov, utopía socialista desarrollada en Marte; La Icaria rusa, de P. Sakulina o, quizás lo más célebre, las obras de Konstantin Tsiolkovski, el padre de la astronáutica. Con el triunfo de la Revolución de 1917 prolifera la ciencia ficción «oficial» ( o «políticamente correcta», como parece que hay que decir últimamente), aunque aún se escriben novelas como Plutonia (1915),de Vladimir Obruchev, émulo de Burroughs quien, por las referencias de que dispongo, escribe una estimable novela de civilizaciones perdidas, o Los maestros y los aprendices (1923), antología de relatos fantásticos, de Kavarin. Empero, la regla general viene marcada por obras como Viaje de mi hermano Alexéi a los países de la utopía campesina (1920), prototipo de la CF de tipo social que, sin embargo, no pudo salvar a su autor de la deportación en los años treinta; El país de Gonguri (1922), de Vivian Itin; Tiempo adelante, de Valentín Kataiev; El trust D. E., del más oficial de los escritores oficiales soviéticos, el siempre interesante Iliá Ehrenburg, novela en la que el capitalismo americano conquista Europa... Y un largo etcétera, hasta llegar a dos autores de sobra conocidos entre los aficionados españoles al género: Alexéi Tolstoi y Alexandr Beliaev. Alexéi Tolstoi (1882-1945) es un caso singular. Fugitivo de la Revolución en 1918, regresa cinco años después, convertido en un entusiasta propagandista del régimen (un poco como los personajes de Aelita (1922), su novela más conocida. Progresivamente decantado hacia el realismo y la novela histórica, sus primeras obras son sin embargo de ciencia ficción. Citemos en primer lugar su Aelita (1922), que sirvió como punto de partida para una célebre película homónima de 1924, dirigida por Protozanov y que merece la pena buscar. Aelita (también conocida como El Soviet en Marte) puede leerse como una inteligente actualización y revisión de la serie de Marte de Edgar Rice Burroughs desde una perspectiva más «científica», «madura» o «intelectual», si se desea, pero no por ello menos entretenida. El brillante ingeniero Loss decide reclutar voluntarios para un vuelo tripulado a Marte en una nave de su invención. Acompañado por el trapacero soldado Guserv, parte hacia su destino en un vuelo cuyos efectos subjetivos son los siguientes: «Según los latidos de mi corazón; según el movimiento de la aguja del cronómetro que llevo en el bolsillo; según, por último, la impresión de todos nuestros sentidos, hemos hecho el viaje en 10 horas y 40 minutos (...) Pero según los latidos de un habitante de Petrogrado y según el movimiento de la aguja del reloj de Petropavlosky, desde nuestra partida han pasado tres semanas.» Nuestros amigos no tardan en trabar contacto con los azules y menudos marcianos y son conducirdos a su espléndida capital, Soázera, donde gobierna el soberano Tuscub. Su hija, la hermosa Aelita, no tarda en cautivar el corazón del ingeniero Loss quien, gracias a ella conoce el 92

increible origen y el trágico destino de esta civilización: se trata de un pueblo descendiente de la Atlántida terrestre y la esterilidad está abocando a la raza a una inevitable desaparición. Marte es un planeta crepuscular y sus estériles habitantes aguardan resignados su fin, como haría un personaje bradburyano, consolados únicamente por una sustancia narcótica, la javra. Además, algo huele mal en Soázera, como descubre el animoso Guserv. En un discurso digno de gobernante zarista, el ahora implacable Tuscub, no se muestra especialmente comprensivo con el proletariado urbano de la capital: «La fuerza que arruina el orden mundial, es decir, la anarquía, viene de la ciudad, que es un laboratorio en que se fabrican asesinos, borrachos, ladrones, almas vacías. (...) Y el deber del Gobierno es luchar contra los aniquiladores ilusos, oponiéndoles la voluntad del orden. Tenemos que hacer un llamamiento a las fuerzas sanas del país y arrojarlas contra la anarquía (...). Es, pues, necesario aniquilar la ciudad, no dejar nada de ella.» Exacerbados los ánimos, Guessev acaudilla una revolución socialista en Martem, que es reprimida sin concesiones. Tras vagar por el inframundo subterráneo de Soázera, Loss y Guserv logran huir a la Tierra, el primero desolado por la pérdida del amor verdadero, el segundo dispuesto a regresar pero esta vez acaudillando una revolución triunfante. Entre ambas posturas, Tolstoi se decanta inequívocamente por Loss, dejando de lado las heroicidades de la Revolución en favor de los sentimientos. Para Loss, la novela concluye con un tenue rayo de esperanza en forma de mensaje de su amada Aelita. Aelkita es, pues, una novela romántica más que política, en la que el discurso ideológico se nos antoja una excusa para conseguir el beneplácito de las autoridades. Es también una novela optimista y esperanzada, un canto al Paraíso recobrado, Rusia, que tanto Tolstoi como los protagonistas de su libro daban por perdido. En resumen, una de las mejores novelas de ciencia ficción de la década de los veinte que aún hoy resiste una lectura crítica. Con todo, la más famosa de sus novelas de CF más panfletaria es El hiperboloide del ingeniero Garin (1925-7), en la que nos presenta al poco escrupuloso personaje homónimo, un científico loco dispuesto a dominar el mundo con su «hiperboloide», rayo lumínico de efectos devastadores, en cierto modo precursor del láser. Sus colaboradores, forzosos unos, voluntarios otros, son la bellísima Zoia Monroz, femme fatale donde las haya y menos escrupulosa incluso que Garin; el magnate de la industria química americana Rolling, tiburón de los negocios dispuesto a colonizar Europa, y el inspector soviético Shelgá, elemento meramente decorativo en la novela hasta que, en las últimas páginas, se dedica a organizar una revolución socialista mundial, nada menos. Podríamos considerar esta novela como un buen ejemplo de novela popular de acción, misterio y política-ficción, una especie de James Bond puesto del revés. Baste saber que Garin codicia las reservas mundiales de oro, ocultas en la «capa olivínica» de la corteza terrestre, con la intención de depreciarlo y revalorizarlo a voluntad para así controlar la marcha de la economía mundial. La Europa de la novela está deshecha por la guerra del 14, el revanchismo y el presentimiento de una futura conflagración mundial son evidentes —al igual que en otras novelas de la época, por ejemplo La Guerra de las Salamandras, de Karel Çapek— y no es muy difícil ver en Garin un símbolo del emergente fascismo, del mismo modo que Rolling lo es del capitalismo internacional aliado con el fascismo, Shelgá es un trasunto del prometedor futuro comunista y Zoia no es sino la vieja y desorientada Europa, dispuesta a venderse al mejor postor. En un momento dado, Garin expone sus delirantes intenciones a Shelgá: «... Lo interesante del caso es que no se trata de una utopía... Simplemente soy lógico... Está claro que a Rolling no le he dicho nada, porque no es más que un bestia... Verdad es que Rolling y todos los Rolling del mundo hacen a ciegas lo que he desarrollado creando un amplio y preciso programa. Pero lo hacen como bárbaros, pesada y lentamente. (...) Mi primera amenaza al mundo será dar al traste con el valor del oro. Obtendré cuanto oro quiera. Después pasaré a la ofensiva. Estallará una guerra más terrible que la del catorce. Mi victoria está asegurada. Luego procederé a la selección de la gente que quede viva después de la contienda y de mi victoria, aniquilaré a los indeseables, y la raza por mí elegida empezará a vivir como corresponde a dioses, mientras los “operarios" trabajarán con todo empeño, tan satisfechos de su vida como los primeros habitantes del paraíso.» (Cap. 86)

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La novela se lee muy bien, pese a ciertas estridencias y derrapes neuronales hacia el final. Se trata de una obra que aún posee cierto encanto, por lo cual recomiendo encarecidamente su búsqueda a los lectores de «Ad Astra». Más famoso aún fue Alexandr Beliaev (1884-1942), el Julio Verne de la ciencia ficción soviética. Autor de ingente producción (unos 60 libros), destaca por su agilidad narrativa, que compensa con creces el hecho de no haber envejecido lo que se dice muy bien. Empero, ha sido la influencia principal de todos los autores de CF soviéticos posteriores, el equivalente a Heinlein y Asimov juntos en un solo escritor. A todo ello no es ajena su trayectoria humana: pasó gran parte de su vida postrado en la cama, a consecuencia de una caida producida a los catorce años, intentando volar en un aparato de su invención. Como muy bien se señala en la Enciclopedia de Peter Nicholls, este hecho explica el que los protagonistas de sus obras sean casi siempre seres dotados de superpoderes y habilidades especiales (excepto en El ojo mágico, como veremos). Consagrado a la CF desde 1925, gustaba de ambientar sus novelas en países capitalistas, lo cual permitía una crítica feroz, no exenta de ingenio, de su modo de vida, como en el relato Míster Risus, que narra las andanzas de un estadounidense dedicado al mundo del espectáculo, cuyo mayor afán es lograr una explicación científica del fenómeno de la risa y vengarse del empresario que se negara a hacerle partícipe de los beneficios que legítimamente le correspondían por sus chistes. Otra de las grandes preocupaciones de Beliaev es la meticulosidad con que maneja los datos científicos, tal y como demuestra en La gravedad ha desaparecido, perteneciente a una serie de relatos protagonizados por el profesor Wagner, quien en esta ocasión utiliza la hipnosis para impartir al lector, en un tono marcadamente «cientifista», una lección sobre las leyes de la gravedad y la fuerza centrífuga. De toda la obra novelística de Beliaev, no he podido encontrar en castellano más que La estrella Ketz, Ictiandro (también conocida como El hombre anfibio), El ojo mágico y Ariel. Como tampoco se trata de hacer interminable este artículo, me referiré brevemente a las dos últimas. De El ojo mágico (1938) sorprende su ingenuo optimismo con respecto a las posibilidades de la ciencia y la tecnología. El autor desarrolla la idea de la televisión —el «ojo mágico» que da título a la obra— y sus múltiples aplicaciones prácticas, en particular la investigación subacuática. No menos optimista se muestra con respecto a la energía nuclear: «... Sí, la piedra filosofal. El sueño de los alquimistas sobre la transformación de los elementos... No es solamente una revolución. ¡Es una nueva época de la química, de la historia de la Humanidad! (...) Los motores atómicos realizarán una completa revolución en la técnica y en la vida. Seremos inmensamente más fuertes y ricos.» (pp. 39-43) En cuanto a los logros de la ciencia soviética, nos encontramos con perlas propagandísticas como la siguiente: «... El encuentro de la flotilla soviética en el océano Atlántico en el lugar de la catástrofe del Leviatán fue un golpe inesperado para Scott. No dudaba de que los bolcheviques en algún modo habían olido el oro... Ellos disponían de tres barcos, excelentes instalaciones de televisión y, sobre todo, casi inagotables recursos materiales y técnicos... ¡Una potencia que no ahorraba recursos con tal de lograr su objetivo!» (p. 162) El argumento no tiene el menor desperdicio. D. Blasco Jurgés naufraga a bordo del transatlántico Leviatán, llevándose a las profundidades abisales la fórmula de la energía atómica. El periodista español Blasco Azores (sic) indaga en Argentina, patria del finado Jurgés, y convence a las autoridades soviéticas para organizar una expedición, capitaneada por el ingeniero Bórin y seguida desde su hogar —a través de la televisión por el joven Mishka Bórin, convaleciente de un accidente. Una vez en el Atlántico, y después de descubrir nada menos que la Atlántida (total: pillaba de camino...), coinciden con otra expedición, dirigida por un tal Scott, siempre dispuesto a entorpecerles la tarea. ¿Buscará también la fórmula? ¿Se saldrá con la suya? La solución, cuando leáis la novela. Algo más floja, pero en todo caso digna, es Ariel (1941), que narra la historia de un joven heredero inglés a quien sus tutores, para desposeerle de su patrimonio, ingresan en una extrañísima escuela teosófica de la India. Un tal Dr. Hyde, el científico loco de rigor, le enseña a volar. Ariel huye 94

de su internado y sobrevuela toda la India, donde conoce la injusticia del sistema de castas. Es tomado por un dios, sirve de bufón al rajá y acaba trabajando en un circo, antes de viajar a Nueva York, ciudad en la que le vemos trabajando de Supermán. Harto de los Estados Unidos, donde «una buena intención puede devenir un crimen horrible», regresa a la India, junto a sus verdaderos amigos... Pese a su carácter moralizante y una bastante primaria crítica social, la novela demuestra que Beliaev no era en absoluto un mal escritor, que no mereció en absoluto su trágico final —murió, vencido por el hambre, en 1942— y que merece ser leído, bien es verdad que con una sonrisa en los labios. Pero la CF «oficial» no termina con Beliaev. Se publican obras como Dentro de mil años (1927), de V. Nikolski, donde se predice una explosión nuclear para ¡1945!; La tierra feliz (1931), de Yan Larri y, para terminar, la muy panfletaria El secreto de los dos océanos (1938), de Georgi Adamov. La ciencia ficción «disidente» Los autores aquí incluidos reciben una cierta influencia de la tradición utópica europea de finales del siglo XIX, con un marcado carácter de denuncia que les lleva a camuflar sus críticas bajo la apariencia de ciencia ficción. Para entendernos, el paradigma Verne es sustituido por un doble paradigma Wells-Bellamy, el mismo que llevó en estos años a ciertos autores a escribir algunas de las novelas más perdurables del género: Un mundo feliz (1926), de Aldous Huxley; La guerra de las salamandras (1936), de Çapek; 1984 (1949), de Orwell y, por supuesto, Nosotros (1921), de Zamiatin. No deja de ser un chiste de mal gusto que el summum del izquierdismo finisecular (británico, se entiende; en el resto de Europa las cosas estaban más radicalizadas) influyera decisivamente en unos autores que más tarde fueron purgados por Stalin, algunos de ellos tras haber colaborado con la Revolución. Como Yevgueni Zamiatin (1884-1937), ingeniero de profesión y gran escritor, a quien de nada sirvió haber militado en el partido bolchevique durante los últimos años del zarismo. Su obra literaria y crítica es abultada, aunque poco traducida al castellano. Debe su fama, y no es para menos, a la novela Nosotros (1921). Nosotros, que no dudo en calificar como una de las cinco o seis mejores novelas que ha dado la ciencia ficción, es a un mismo tiempo antecedente de las más famosas Un mundo feliz y 1984. Escrita entre 1919 y 1921, fue publicada en París de modo clandestino, al igual que gran parte de las novelas de exiliados políticos rusos (referencia obligada a Novela con cocaína, de Agueiev, otro hito de la narrativa rusa del un exilio que Vladimir Nabokov describía a la perfección en su deliciosa novela Pnin), ampliamente conocida por la intelectualidad occidental de la época —existe constancia de que tanto Huxley como Orwell la habían leido—, pero nunca editada de modo oficial en Rusia hasta los años de la perestroika. El argumento es sencillo: en el opresivo y mecanizado Estado Único, férreamente gobernado por el Bienhechor, donde nadie tiene derecho siquiera a la intimidad —las paredes son transparentes y sólo puede haber relaciones en los «días sexuales» fijados a tal efecto-, donde toda actividad está regida por la Tabla de las Leyes —no olvidemos que es la época del taylorismo, de ahí las semejanzas con la crítica de Huxley— y el mayor pecado es ser un individuo, vive el ingeniero D503, constructor de la nave espacial Integral. D-503 conoce a la subversiva I-330, quien hace zozobrar sus esquemas de orden e inmutabilidad del sistema, en lo que constituye una auténtica educación sentimental. El mismo personaje que al comienzo de la novela afirmaba convencido que «nosotros sabemos que los sueños son una enfermedad psicológica muy grave» acaba descubriendo, horrorizado, que está enfermo: «Es algo grave. Por lo visto, se le ha formado un alma». Su mente cartesiana llega a la conclusión de que A[ el amor] = (f) M [la muerte] y, más aún, «... ¿Qué es la felicidad? Todos los deseos son dolorosos y la felicidad sólo puede existir cuando los deseos son satisfechos. ¡Qué error tan grave hemos cometido al poner un signo positivo delante de la felicidad! El signo de la felicidad absoluta es el signo menos, el divino signo menos.» Tras un intento de apoderarse de la nave Integral, D-503 es sometido a una operación de lavado de cerebro. Está curado. Vuelve a la realidad:

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« ...He dejado de delirar, he dejado de hablar con absurdas metáforas, he dejado de tener sentimientos.» Con lo cual la novela llega a un final feliz, al menos para el ahora rehabilitado protagonista. Las ingenuas ideas revolucionarias han muerto con I-330, «porque no puede haber otra revolución. Porque nuestra revolución fue la última y no puede haber otra». Imposible de leer desapasionadamente, Nosotros pone la carne de gallina. El ambiente opresivo, la carencia de esperanzas, la deshumanización de la sociedad... Todo ello la hace mucho más impresionante que la exagerada pirotecnia de 1984. A la casi inaudita firmeza narrativa de Zamiatin se une una capacidad de evocación visual muy viva: el lector «ve» la novela, como si estuviera en presencia de un cuadro de Kandinski o una escenografía teatral preparada por Rodchenko. Zamiatin, además de vigoroso novelista, ha sido también dramaturgo y poeta vanguardista en el inquieto San Petersburgo de primeros de siglo junto a Borís Pilniak (autor de El año desnudo, agria revisitación de la guerra civil que acarreó innumerables problemas a su autor), forma parte del grupo literario de los «Hermanos Serapión», y será una violenta campaña de prensa contra ambos lo que precipite la salida de Zamiatin de la URSS (4). Basta con leer algunas frases entresacadas de su obra para apreciar el poder de su prosa: «¡Con qué placer escuché nuestra música actual!... ¡Qué regularidad grandiosa e inflexible! ¡Y qué miserable parecía a su lado la música de los antiguos, libre, absolutamente ilimitada excepto en su fantasía salvaje!», »Cada poeta auténtico es un Cristóbal Colón. América existía muchos siglos antes de Cristóbal Colón, pero éste la descubrió», etc... Sí, Nosotros es más que una obra maestra: es un libro de una complejidad extrema, imposible de abarcar en una sola página de resumen, una novela que gana en matices con cada nueva lectura, una experiencia absolutamente irrepetible y que merece por sí sola todo un artículo. Con ser también un excelente trabajo, el relato La caverna (1920) apenas nos da una ligera idea de las posibilidades reales de Zamiatin como prosista, pese a la conseguida descripción de un San Petersburgo postcatástrofe, anegado por el hielo. Tampoco La pulga (1925) va mucho más lejos, y se queda en un «juguete cómico en cuatro actos», como apunta el propio subtítulo de esta obra teatral... No. Por extraño que suene, la otra obra maestra de este escritor es la carta que dirige a Stalin en 1929, recogida en un interesantísimo volumen conjunto con las cartas de Bulgakov a Stalin (5). Tan solo leamos unos fragmentos: «... la crítica ha hecho de mí el diablo de la literatura soviética. Escupir al diablo se considera una buena acción y nadie se priva de hacerlo (...). El código penal soviético prevé una pena aún peor que la pena capital: la expulsión del país. Si realmente soy un criminal y merecedor de una pena, con todo, pienso que no puede ser tan grave como la muerte literaria; y por eso pido su sustitución por la expulsión de la URSS (...) la razón principal de mi petición... es mi desesperada situación como escritor dentro de la URSS, debido a la sentencia de muerte que ha sido dictada contra mí como escritor.» (pp. 80-86) De afortunado podemos tildar a Zamiatin, pues consiguió autorización para exiliarse a París, ciudad en la que falleció en 1937. No ocurre lo mismo con uno de los mejores poetas universales del siglo XX, Vladimir Maiyakovski (1893-1930), quien se ve forzado al suicidio, y todo por una obra teatral de género fantástico, verdadera culpable de todos sus padecimientos: La chinche, «comedia mágica en nueve cuadros», estrenada en 1929. En ella, Prisipkin, un desagradable y casposo obrero, es congelado durante cincuenta años. Despierta en el futuro, donde lleva consigo la epidemia de la holgazanería, convertido en un parásito, una «chinche» que ha de ser exhibida en el parque zoológico junto con un gran cartel de advertencia: «¡Cuidado! Esto escupe». Por lo visto, la obra no sienta muy bien a Stalin (dicho sea de paso, gran aficionado al teatro), quien, después de haberle calificado «el poeta más grande de nuestra época», lanza contra su persona una campaña de acoso y derribo. El antaño bardo oficial de la Revolución se vuela la tapa de los sesos en 1930, agobiado por la presión. Paradojas de la vida, a su muerte se instaura un auténtico culto oficial a su obra poética. A Mijail Bulgakov (1891-1940) no se le permite ninguna de las dos formas de evasión física (exilio o suicidio) que ya hemos visto, de modo que sus últimos años transcurren como un muerto en vida, silenciado, dentro de su mundo. Y, así, produce la mejor novela fáustica de todos los tiempos, El Maestro y Margarita, así como anteriormente había escrito dos recomendables incursiones en la ciencia ficción a lo H.G. Wells: Los huevos fatales (1924) y Corazón de perro (1925). Vaya por 96

delante de todo que es mi escritor favorito, pero ya publiqué un artículo sobre su obra literaria en «Cyber Fantasy» nº 6 y al mismo me remito, pues ya me he extendido en demasía y no quiero acaparar este número, si bien merece una reescritura que muy bien podría aparecer en futuras entregas de «Ad Astra». BIBLIOGRAFÍA BÁSICA ANTOLOGÍAS - Jacques BERGIER (rec.), Lo mejor de la ciencia ficción rusa, Bruguera, col. Libro Amigo nº88. Barcelona, 1968. - Domingo SANTOS (rec.), Lo mejor de la ciencia ficción soviética, Orbis, col. Biblioteca Básica de Ciencia Ficción, nº 62-64. Barcelona, 1986. - V. MAIAKOVSKI y otros, Teatro Cómico Soviético Contemporáneo, De. Aguilar. Madrid, 1968. NOVELAS Y RELATOS - Alexandr BELIAEV, El ojo mágico, Edhasa, Nebulae 1ª época, nº 128. - _______ _____ , Ariel, Ed. Ráduga. Moscú, 1990. - _______ _____ , Ictiandro, Ed. Ráduga. Moscú, 1989. - _______ _____ , La estrella Ketz, Edhasa, Nebulae 1ª época, nº 113. - _______ _____ , "Míster Risus", en BERGIER, Lo mejor... - ________________,"La gravedad ha desaparecido", en SANTOS, Lo mejor... - _______ _____ , "El laboratorio W", en El ojo mágico. - Mijail BULGAKOV, Los huevos fatales/ Maleficios, Valdemar. Madrid, 1990. (Otras ediciones de Los huevos... en Ed. Bruguera.) - _______ _____ , Corazón de perro, Alfaguara. Madrid, 1992. - _______ _____ , El Maestro y Margarita, Alianza Tres. Madrid, 1992 (entre otras muchas). - Anton CHÉJOV, "Las islas voladoras", en SANTOS, Lo mejor..., y también en SANTOS (rec.), La ciencia ficción a la luz de gas, Ultramar. Barcelona, 1990. - Vladimir MAIYAKOVSKI, La chinche, en Teatro... - Alexei TOLSTOI, El hiperboloide del ingeniero Garin, Ed. Ráduga. Moscú, 1988. - ___________ ________, El Soviet en Marte. , Ed. Ayacucho. Buenos Aires, 19546. - Yevgeni ZAMIATIN, Nosotros, Alianza Editorial. Madrid, 1993.

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- __________ _____, "La caverna", en BERGIER, en SANTOS, y en Ciencia Ficción 18, Ed. Bruguera. Barcelona, 1975. - _______ _____ , La pulga, en Teatro... NOTAS (1) Manuel VÁZQUEZ MONTALBÁN, Moscú de la Revolución, Ed. Planeta, col. Ciudades en la Historia. Barcelona, 1988. Pág. 188. (2) V. KOMÁROV, Nueva astronomía popular, Ed. Mir, col. Ciencia Popular. Moscú, 1985. (3) Citado en el curiosísimo e inencontrable opúsculo de E. DOBROVOLSKAIA y Y. MAKAROV, Así fue la Revolución Rusa, Ed. Progreso. Moscú, 1985. (4) Citado en Vitali CHENTALINSKI, De los archivos literarios del KGB, Anaya & Mario Muchnik. Madrid, 1994. Me gustaría insistir con este libro, realmente memorable. (5) M. BULGÁKOV y Y. ZAMIATIN, Cartas a Stalin, Grijalbo-Mondadori, col. El Espejo de Tinta. Madrid, 1991.

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CYBERPUNK Manuel Díez Román ERASE UNA VEZ... Como en todo movimiento cultural o literario, y el cyberpunk no es una excepción, podemos sumergirnos en sus orígenes, bucear en el charco primordial que fue su caldo de cultivo. Este movimiento auna dos conceptos: lo «cyber», la parte tecnológica, los gadgets técnicos y/o científicos a disposición de las personas y que suelen aumentar sus potencialidades así como facilitan nuevas habilidades; y lo «punk», la vertiente social, retrato de una sociedad deprimida y caótica en la que la lucha por la supervivencia y un pseudocapitalismo feroz son la norma habitual. Mirando hacia atrás vemos a John Brunner, el faro que debió guiar los primeros pasos de ese balbuceante movimiento. Adalid de la new wave, su trilogía del desastre, formada por Todos sobre Zanzíbar (Acervo, 1979), El rebaño ciego (Acervo, 1982) y Orbita inestable (Martínez Roca, 1985), nos muestra una sociedad con aditamentos claramente cyberpunkeros: superpoblación, excesiva polución, falta de cohesión social y desestructuración, grandes diferencias entre clases, problemas de empleo, manipulación por parte de los mass media, drogas para huir de la triste realidad, guerrilla urbana, poderosas transnacionales, multirracialidad, globalización económica, hedonismo individualista, balcanización, etc. El autor británico refleja, en ocasiones, mucho mejor una sociedad «punk» que algunas novelas del propio movimiento. Además, el amigo Brunner también abrió el camino «cyber» con su novela El jinete en la onda de shock (Salvat, 1988), en la que nos muestra una red informática global, a la que cualquiera puede acceder, y que un genio informático de ideas libertarias quiere sabotear. Gracias John, porque sin ti ésto nunca hubiera sido lo mismo.

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(Una salvedad. Tened en cuenta que todas estas obras se publicaron en España más o menos una década después de su aparición en USA. Hablar de redes en los 80 era algo más o menos innovador, pero era realmente precursor hacerlo en el 75, como en el caso de Brunner.) Evidentemente, hemos de reseñar la influencia, sobre todo visual, de la película Blade Runner (1982). Este film no es cyberpunk (no creo que haya la menor duda al respecto), pero el ambiente, el decorado, la sociedad reflejada es claramente «punk». William Gibson, el gurú del movimiento, declaró tras verla su sorpresa por las coincidencias con la novela que acababa de escribir. ¿Fue primero la gallina o el huevo? ¿Blade Runner o Neuromante? Una cosa está clara: la novela no apareció hasta dos años después. En el mundo real todo cambió, y no precisamente para bien. La derrota de Vietnam supuso el consiguiente vuelco en los valores estadounidenses, modelo de los paises con economía de mercado. El escándalo Watergate entronizó el poder de los mass media y abrió un abismo entre la clase política y los ciudadanos en USA. Llegó la crisis del petroleo y el Tercer Mundo árabe puso contra las cuerdas a Occidente. Seguía el proceso descolonizador, residuo del imperialismo europeo del XIX. Se acabó el «flower power» y los hippies desaparecieron. Entró en escena el nihilismo punk. La sociedad giraba a velocidades de vértigo. Llega el individualismo feroz, la moda de los yuppies, quien detenta/manipula la información tiene el poder, se pontifica sobre la aldea global, el darwinismo social, el fin de la historia y la teoría del caos, los ordenadores se introducen en todos los ámbitos de nuestra vida, la libertad de expresión avanza como un tsunami. Y, por encima de todo, empieza a cumplirse a nivel general una de las leyes de Murphy: si algo puede ir mal, seguro que va mal. El cyberpunk crecía en el vientre de la atormentada Gea. Y SE HIZO LA LUZ Una nova explotó en 1984 (fecha profética en el género fantástico, por cierto), iluminando cegadoramente el planeta de la CF. La estrella se llamó Neuromante (Minotauro, 1989), una auténtica bofetada de aire fresco en el momificado rostro del género. Case, un hacker buscavidas caído en desgracia, es rehabilitado por una poderosa organización. Le encargan hacerse con una valiosa información, protegida de miradas indiscretas. Acompañado de Molly, una peligrosa guardaespaldas, acabarán enfrentándose a una de las corporaciones más importantes de este planeta. Pero bueno, ¿para qué microresumo el argumento? ¿Hay alguien ahí afuera que todavía no la haya leído? Tú, sí tú, el que se hace el despistado, ¿a qué esperas para conseguir ese libro? No se trata tan solo de la trama, sino de los detalles que la envolvían, así como el estilo de Gibson. Aunque hubo aspectos que se me escaparon la primera vez que la leí me impactó. Sin entrar a valorar los giros y la retorcida, en ocasiones, prosa gibsoniana (ésta no es su mejor novela y se notan los defectos de una obra primeriza) hay que reconocerle el mérito de haber iniciado una revolución literaria de primera magnitud. Luego llegaría Conde Cero y otros autores con buenos libros, lanzándose como kamikazes contra el monolítico portaaviones de la CF. Sin embargo, nada impactaría con tanta fuerza como Neuromante, que marcaría un antes y un después en el género. Adiós al monopolio del space-opera, hard, fantasy y cualquier otra etiqueta creada por editores o aficionados. BIENVENIDOS AL CONCIERTO ¿Qué tiene el cyberpunk para merecer este artículo y robaros vuestra atención durante una infinitésima parte de vuestro tiempo vital? Pregunta ociosa si os gusta la CF. Porque el cyberpunk es la rama de la CF que refleja el futuro de pasado mañana. Una acertada definición sería el subtítulo de la fenecida revista argentina «Neuromante Inc.»: veinte minutos en el futuro. Cuando queréis desplazaros varios cientos o miles de años en el futuro acudís al space-opera, donde seréis testigos de luchas intergalácticas, imperios estelares, naves kilométricas. Si deseáis conocer algunas teorías científicas de lo que nos podría deparar la ciencia en el futuro os refugiaréis en el hard, 99

donde en la mayoría de los casos os tocará soportar la utilización de personajes y trama como mera excusa de la supuesta erudición del autor en cuestión. ¿Os gustaría conocer posibles respuestas al tópico de «a dónde vamos»? Fácil. Abrid la puerta al cyberpunk. Espeluznante, ¿verdad? Pues ya podéis comenzar a ahorrar para un billete a las colonias exteriores. Lo lamento. Lo que podemos entrever a través de la rendija no es muy edificante. Una muestra tomada de la negra realidad: el trabajo es un bien precario y escaso (dificílmente es, por tanto, un derecho como marca la Constitución española), y el sistema público de pensiones español, debido a éso y la baja natalidad, podrá pagar las pensiones de nuestros padres pero seguramente no las nuestras. ¿De qué vivirá esa futura legión de ancianos? ¡Bienvenido, Míster Cyberpunk! Acudamos al cine para comparar dos visiones de la misma jugada. Un ambiente cyberpunk sería, por ejemplo, el de Robocop 2. Cutre, costroso y cercano, a más no poder. En cambio, un futuro como el descrito en la película Demolition Man es utópico. Que un cataclismo permita erradicar el mal y los problemas, generando una sociedad aséptica y en completa armonía raya lo absurdo. Como luego se descubre, existe un submundo «decadente y sucio», con sus virtudes, alguna, y defectos, muchos, que acaba por salir a la luz. Hay porquería que no se puede limpiar por mucho que frotemos. Y el camino que se nos muestra es cuesta abajo. No os molestéis en buscar los frenos. Los hemos quitado. Los únicos sueños posibles son los infantiles y los virtuales. La ciencia avanza que es una barbaridad, cantaban en la zarzuela. ¿Es utópica la realidad virtual, la red informática mundial, los implantes, los avances genéticos? ¿Es falso el desempleo, la contaminación, la tribalización, o el poder desmesurado de algunas multinacionales? Algunas cosas están muy cerca, otras tardarán un poco más en llegar. Posiblemente por eso se ha difuminado el aire innovador que aportaba en sus inicios el cyberpunk. Ya no sorprende; lógico, nos habla de sucesos y realidades que podemos palpar, que incluso nos son muy próximas. A los amantes de la imaginación más desbocada les dejamos los agujeros de lombriz, los viajes en el tiempo o los rayos destructores de planetas, por poner algunos ejemplos. El cyberpunk suele tener los pies bien anclados en el suelo. El cemento hierve y nos deja pegados al asfalto. Nos está esperando a la vuelta de la esquina, atrincherado. Forzad la vista un momento. ¿No veis a aquel tipo a lo lejos? Sí, ése, el que nos saluda con el muñón purulento, envuelto entre nubes de ceniza. ¿NO NOS HEMOS VISTO ANTES? La perfección no existe y este movimiento no es ninguna excepción, lo contrario sería faltar a sus propios principios. Como todo género tiene sus clichés y lugares comunes. Volvamos nuevamente la vista atrás. Demos un repaso a la novela ¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio! (Acervo, 1976), de Harry Harrison (sería llevada al cine como Soylent Green, película del montón). Como decíamos de Brunner, encontramos una sociedad convulsionada por la superpoblación, el racionamiento, las hambrunas, la falta de empleo, las grandes diferencias sociales, etc. Estamos en 1999 y un policía se ve envuelto en la investigación del asesinato de un tipo importante, por lo que es presionado desde las altas esferas. El poli don nadie tiene un romance con la amante del ricachón muerto. El protagonista se mueve en un equilibrio precario, zarandeado por poderes inalcanzables para él, en un mundo sin esperanza. Y todo, lógicamente, acaba como el rosario de la aurora. A lo anterior añadimos la parafernalia cyber y ya tenemos una novela al uso. La influencia de la novela negra suele ser uno de los denominadores comunes, y el technothriller es la vertiente más manida del cyberpunk. ¿Os imagináis un clásico del género negro como Cosecha roja (1929) de Dashiel Hammett en clave cyberpunk? Sería una auténtica bomba. Tómese una sociedad caótica y con fecha de caducidad próxima, relaciones humanas antítesis de las descritas en el «Reader´s Digest», un protagonista algo colgado o un pelín atormentado a lo Bogart y con eventuales accesos de idealismo trasnochado, una partenaire tampoco muy estable emocionalmente y muchas veces una mera comparsa del prota. Mézclelo bien. Aderécelo con corporaciones cuasi omnipotentes, preferiblemente de marca japo o de algún paraíso fiscal. Añada unas gotas de misión o búsqueda casi imposible, tal vez un tanto utópica, en ocasiones sin mucho sentido. Dele un toque de distinción con unas rajitas de tecnología punta, redes o implantes neuronales. Agite

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bien la coctelera y sirva bien frío, a la luz del neón. Acaba de crear un combinado cyberpunk. Rico, ¿verdad? Por cierto, el Ministerio de Sanidad le recuerda que este cóctel puede ser explosivo y perjudicial para su salud mental. SALUDEMOS A LOS AMIGOS El tufillo a novela negra mutada nos asalta de vez en cuando. ¿Decepcionados? El cyberpunk y la perfección casan tan bien como el agua y el aceite. Ya depende del empeño y la pericia del escritor el salirse de lo trillado o jugar con los tópicos. Y algunos salen airosos del envite. De Case y Molly ya hemos hablado antes. Fijáos en Marîd Audran, detective casposo en la trilogía de Cuando falla la gravedad (Martínez Roca, 1989), dando tumbos en una cyberpunkera sociedad árabe y liado con una cabaretera que era un hombre antes de operarse. Y qué tal O´Malley, el petreo guardespaldas de Ambiente (Ultramar, 1990), con una hermana punkera que lleva clavos en la cabeza y al que pone cachondo Avalon, la amante de su poderosísimo jefe. Qué me decís de los Websters, la feliz pareja de yuppies de Islas en la red (Destino, 1990), traicionados y envueltos en una conspiración, lanzados contra grupos de poder desmesurado. Menudo ejemplo es Jonny Qabbala, ex poli y traficante de drogas, con una facilidad pasmosa para meterse en problemas y recibir palizas en Metrófago (Júcar, 1992). Mirad a Rydell, el segurata despedido por su exceso de celo en el cumplimiento del deber, y a Chevette, la mensajera perseguida por tener los dedos muy largos en Luz virtual (Minotauro, 1994). Al fondo encontraréis al Cowboy, un contrabandista metido a líder revolucionario, acompañado de Sarah, otra guardaespaldas, agobiada por los problemas de salud de su hermano, en Harwired (Martínez Roca, 1995). Los héroes escasean en el cyberpunk. Solemos encontrarnos con tipos normales, del montón sería más exacto, que se buscan la vida en una sociedad hostil y bastante deshumanizada. Intentan salir del pozo, las circunstancias les obligan a enfrentarse o a chocar contra corporaciones o intereses que les sobrepasan. Por fin los protagonistas no son gente perfecta, un ejemplo moralizante o están poseidos por la Fuerza del american way of life. Son personas de carne y hueso, con dudas, rutinas, esperanzas, miserias, virtudes, problemas... ¿Happy end? Algunas veces se salen con la suya, contra viento y marea. Mayoritariamente son victorias pírricas y un tanto agridulces. Porque aunque ganen una batalla nada va a cambiar. La guerra está perdida de antemano. Lo demás son imposiciones de editores, amantes de los bonitos finales tan del gusto del lector yanqui para vender más. SE ESTA HACIENDO TARDE El cyberpunk ha muerto, eso dicen. ¡Viva el cyberpunk! Algunos lanzan las campanas al vuelo y se empecinan en negar el menor valor al movimiento. Lo mismo le pasó a Galileo por demostrar que la Tierra no era el centro del Universo: hasta el año pasado no fue «perdonado» por la Iglesia. Y volviendo a nuestra querida CF, el mismo desprecio recibió en sus inicios la new wave por parte de los dinosaurios del género. Cuesta entender que una novela de CF sea vituperada por tener calidad literaria y ser escasa en ideas «científicas» tan plausibles como, por ejemplo, los agujeros de lombriz. En fin... Es cierto que el Movimiento (sí, con mayúsculas) ya no existe. Lógico. Cumplieron sus objetivos de revolucionar e innovar en el campo de la ciencia ficción. Lo hicieron con creces. Como bien señalaba Bruce Sterling en un artículo publicado en «Interzone» ¡en 1991! (cuando el tema estaba en su máximo apogeo en España; ellos ya volvían y nosotros todavía íbamos) el cyberpunk ya había cumplido su papel rompedor, y dejaba el testigo para que en los 90 otros inquietos recogieran el relevo y aportaran nuevo aire fresco a la CF. Sin embargo, nadie ha dado un paso al frente. Tal vez la huella dejada por el cyberpunk esté aún demasiado fresca y sea muy profunda. Se quejaba Miquel Barceló en su Ciencia Ficción. Guía de lectura (Ed. B, Nova nº28, 1990; es director de dicha colección), «del gran ruido y las pocas nueces» del cyberpunk y se lamentaba de que 101

veamos «un futuro cercano dominado por la más fantasiosa tecnología informática (escasamente creíble por la reconocida ignorancia de la misma de que hacen gala sus mejores autores)». Sin comentarios, ya que se limita a generalizar el reconocido desinterés de Gibson por utilizar ordenadores. Señala con dedo acusador que «casi ningún autor de renombre acepta la etiqueta cyberpunk». Para algunos la amplitud de miras siempre será un pecado. Nada extraordinario en alguien que en el mismo libro se jacta de que «soy de los que no se sienten molestos por el hecho de que la ciencia ficción esté considerada un "ghetto" cultural». En mi inocencia yo creía que la CF hacía o debería hacer suya la frase del Mayo del 68 de la imaginación al poder. También sigo creyendo que debería abrirse y no ser un reducto de sectarios. Tal vez mi filia cyberpunkera no haya matado del todo mi idealismo. Será que necesito un implante de «bad boy» reforzado. Claro, es preferible torturar nuestra mente con muchos de los plomos soporíferos de su querida Escudería de la Triple B (Bear, Benford y Brin). En la esquina contraria tenemos al sucio y subversivo cyberpunk, pecaminoso por asumir el riesgo de hacer algo nuevo, explorar los viejos caminos con estilo innovador, involucrarse en buscar una visión más realista (también menos agradable o complaciente) del futuro próximo, incluso molestarse en escribir bien. ¡Vaya pérdida de tiempo! Refocilémonos en el barro de lo repetitivo, de lo fácil, del escapismo. No exige quemar ni una sola neurona. Perfecto. Algún premio Hugo de estos últimos años, el más importante en la CF, ha sido catalogado como cyberpunk. Idoru, la última novela de William Gibson, todavía no publicada en español, estuvo muchas semanas entre los top ten de libros más vendidos de ficción en USA. Por cierto, en la lista de literatura general, no sólo en la miniaturesca correspondiente a la CF. Se siguen publicando novelas y antologías cyberpunk. Muchas novelas de CF situadas en un futuro cercano han adoptado la ambientación y parafernalia cyberpunk (echad un vistazo a Remake, de Connie Willis). Vaya, parece que este «muerto» goza de una excelente salud. Otra historia es que esos libros no se publiquen en español debido a editores dominados por sus prejuicios. Recordémosles el famoso dicho castellano: en la variedad está el gusto. HASTA LA VISTA, BABY El movimiento literario, esa corriente organizada como tal ya no existe. Se ha integrado en la autopista de la CF, en particular, y de la literatura, en general. Es uno más en esa carretera, como pueda serlo el space-opera, el hard o el soft, por ejemplo. Tal vez nuestro coche parezca un tanto cochambroso y haga tiempo que no se limpie, pero corre como el que más. Además el cyberpunk, para envidia de otros géneros, ha saltado a la realidad cotidiana, ocupando con descaro nuestro sillón favorito. Mirad a vuestro alrededor. Los supuestos en los que se basa nos rodean. No hace falta imaginarlos. Fijáos bien, la mayoría están ahí. Algunos ya forman parte de nuestra vida. Como dice un amigo, el periódico está repleto de noticias cyberpunk. Posiblemente, incluso dentro de poco dejen de colgar la etiqueta cyberpunk a los libros. Tal vez hasta dejen de englobarse en nuestra pequeña CF y salten al mainstream. No se trata de darse ínfulas. Pensadlo un momento. ¿Qué sentido tiene hablar de CF cuando lo que se nos describe podemos verlo a traves de la ventana, en los noticiarios, o padecerlo en nuestra propia carne? Y no hay más que echar una ojeada al libro Hacia el año 2015, de John Petersen (Ediciones Anaya Multimedia; 1995, una obra de prospectiva, que habla de la realidad virtual, la nueva tecnología, las redes de comunicación mundiales, los problemas medioambientales, la explosión demográfica, el cambio de los valores sociales y otros muchos aspectos que a cualquier lector del cyberpunk le suenan a lugares comunes. Como dice el propio autor, «lo que hoy parece ciencia ficción, constituirá significativos avances para la sociedad de todo el mundo» (pag. 48). Muy pocas veces la ciencia ficción imaginó con tanto acierto el futuro. Reflejar el caos que nos envuelve a diario posiblemente contradiga ese «sentido de la maravilla» tan cacareado por la vieja CF y sus tradicionalistas popes. Ese es su problema, no del cyberpunk. Reconozcamos que es más cómodo refugiarse en un futuro hecho a medida que en el cuasi realismo sucio del cyberpunk. La táctica de la avestruz no nos librará del futuro, que nos aguarda afilando sus cuchillas de pesadilla. ¿Un consejo? Apuntáos a un cursillo de técnicas de supervivencia. Desconfiad de las modas. Cyberpunk es un nombre atractivo para los publicistas. Billy Idol publicó un album con ese título. Unos grandes almacenes anunciaban moda cyberpunk en su planta 102

joven, en la TV muestran «cyberjeans». Vuelve por sus fueros la música techno —y sus derivados, que podríamos englobar como música electrónica— (Depeche Mode ya se anticipó hace una década al titular un album como Music for the masses; Kraftwerk saltaría de gusto en su tumba) y las fiestas rave son multitudinarias. En julio, el último álbum del grupo techno-punk británico The Prodigy fue número uno en ventas en España. Internet está al alcance de todos y hay auténticos adictos a la red. Clinton y su vicepresidente Gore hacen discursos sobre las autopistas de la información. No os dejéis deslumbrar por los focos cegadores. Son burdos espejismos de realidad virtual, un holo de aficionados comparado con lo que cualquiera de mis moddies puede hacer. Dexter Holland, líder de Offspring, la banda de música punk más importante de la actualidad dice: «el punk es actitud, es simplemente hacer lo que quieres y como quieres. Lo importante es precisamente eso, que no hay ninguna norma». El juego se llama Apocalipsis y cada participante se ciñe a sus propias reglas. ¿Os atrevéis a jugar? «No future» es el lema punk. El cyberpunk nos mostró la realidad descarnada, sin caretas, lanzándonos sin piedad a un campo de batalla, sin mostrarnos el camino de salida. Ahora suenan las alarmas antiaereas. Dejad de buscar: no hay donde esconderse.

La verdad está ahí fuera:

BREVE ANTOLOGÍA DE LA LITERATURA BREVE FANTÁSTICA Carlos F. Castrosín Aunque pensaba dedicar esta sexta La Verdad Está Ahí Fuera a contraponer el distinto modo que han tenido de “envejecer” dos figuras de la talla de Ursula K. Leguin —comentando un poco su carrera, al respecto de la decepción que me ha causado leer sus últimos libros— y Adolfo Bioy Casares —haciendo referencia a su recopilatorio La invención y la trama, en donde se recoge una buena parte de lo más granado de su producción—, voy a dejarme de zarandajas comparativas y reorientar el capítulo hacia el volumen Antología de la literatura fantástica, editado por Edhasa en 1983 y de cuya selección se encargaron Jorge Luis Borges, el mencionado Adolfo Bioy Casares y, la mujer de este último, Silvina Ocampo, allá por 1940 y en otra versión revisada en 1965. En ese libro se recogen un buen montón de narraciones breves o muy breves de la literatura universal de todos los tiempos. Allí, por supuesto, aparece Bioy. Y con uno de sus mejores relatos: El calamar opta por su tinta. Un auténtico cuento de ciencia ficción en el cual se puede apreciar con todo su brillo la habilidad del escritor sudamericano a la hora de estructurarlo, de recoger en él esa “argentinidad” que ha hecho de la CF de su país tener nombre propio; esa manera de contar una historia, sin salirse de los patrones del género, pero sin olvidar quién es, qué cultura tiene, cuál es su entorno; porque con ello lo que hace es mirar a la cara sin ningún rubor a los “maestros” norteamericanos de este tipo (¿o subtipo?) de obras. En esta excelente Antología de la literatura fantástica, he tenido el placer de disfrutar de textos tan magníficos como Sennin de Ryunosuke Agutagawa, Los cautivos de Longjumeau de León Bloy, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius de Jorge Luis Borges, Casa tomada de Julio Cortázar, Una noche en una taberna de Lord Dunsany, La pata de mono de W. W. Jacobs, El brujo postergado de don Juan Manuel, La verdad sobre el caso de M. Valdemar de Edgar Allan Poe o Historia de los dos que soñaron de Gustavo Weil. Todos ellos —junto con los que no menciono— los recomiendo encarecidamente. Por su brevedad y por su ingenio. Por su imaginación y por lo perfectos que, en su particularidad, cada uno son. Ahora voy a copiar algunos de los más breves para que veáis que es cierto lo que digo:

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SOLA Y SU ALMA Una mujer está sentada sola en su casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta. Thomas Bailey Aldrich Works, vol. 9, pág. 341 (1912) LA OBRA Y EL POETA El poeta hindú Tulsi Das compuso la gesta de Hanuman y de su ejército de monos. Años después, un rey lo encarceló en una torre de piedra. En la celda se puso a meditar y de la meditación surgió Hanuman con su ejército de monos y conquistaron la ciudad e irrumpieron en la torre y lo libertaron. R. F. Burton EL SUEÑO DEL REY —Ahora está soñando. ¿Con quién sueña? ¿Lo sabes? —Nadie lo sabe. —Sueña contigo. Y si dejar de soñar, ¿qué sería de ti? —No lo sé. —Desaparecerías. Eres una figura de su sueño. Si se despertara ese Rey te apagarías como una vela. Lewis Carroll Through the Looking-Glass (1871) SUEÑO DE LA MARIPOSA Chuang Tzu soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Tzu que había soñado que era una mariposa o si era una mariposa y estaba soñando que era Tzu. Chuang Tzu (300 a.C.) VIVIR PARA SIEMPRE Otro relato, recogido cerca de Oldenburg, en el Ducado de Holstein, trata de una dama que comía y bebía alegremente y tenía cuanto puede anhelar el corazón, y que deseó vivir para siempre. En los primeros cien años todo fue bien, pero después empezó a encogerse y arrugarse, hasta que no pudo andar, ni estar de pie, ni comer ni beber. Pero tampoco podía morir. Al principio la alimentaban como si fuera una niñita, pero llegó a ser tan diminuta que la metieron en una botella de vidrio y la colgaron en la iglesia. Todavía está ahí, en la iglesia de Santa María, en Lübeck. Es del tamaño de una rata, y una vez al año se mueve. James George Frazer Balder the Beautiful, vol. I (1913) UN CREYENTE Al caer la tarde, dos desconocidos se encuentran en los oscuros corredores de una galería de cuadros. Con un ligero escalofrío, uno de ellos dijo: 104

—Este lugar es siniestro. ¿Usted cree en fantasmas? —Yo no —respondió el otro—. ¿Y usted? —Yo sí —dijo el primero y desapareció. George Loring Frost Memorabilia (1923) FRAGMENTO DON JUAN. —¿Conque por mí doblan? ESTATUA. —Sí. DON JUAN. —¿Y esos cantos funerales? ESTATUA. —Los salmos penitenciales que están cantando por ti. DON JUAN. —¿Y aquel entierro que pasa? ESTATUA. —Es el tuyo. DON JUAN. —¡Muerto yo! ESTATUA. —El capitán te mató a la puerta de tu casa. José Zorrilla Don Juan Tenorio, acto III (1844)

SANGRE Y CRISANTEMOS Salvador Huete Aquí estamos de nuevo al frente de este apartado que, parece que especialmente no es del interés de los aficionados a la Ciencia Ficción en general. Es por ello que intentando salir de hacer una artículo monotemático, que podría abarcar a menos público, hacemos un compendio de las diversas noticias de más intereses en el mundo del manga/anime y de la cultura japonesa en general, extrayéndolas de las diversas revistas y fanzines de muy buena calidad que existen actualmente en el mercado español. Para empezar hacer notar que Sakura Tushin, el manga de U-Jin tan conocido y codiciado por los aficionados ya tiene versión animada. Será un O.V.A. de seis volúmenes con dos episodios por entregas (la tónica habitual de ofrecer las historias a cuentagotas a precios prohibitivos). El primer volumen salió en Japón el 21 de mayo, y ha consechado un gran éxito de público ya que es quizás el manga más interesante de U-Jin, debido a su guión más trabajado y al equipo que se ha encargado de la producción. Es una señala inequívoca de que los mangas siguen siendo la fuente de inspiración número uno a la hora de preparar proyectos de anime. Ahora le ha tocado el turno también a otro subidillo de tono titulado Battle Slave Luza, del cual hemos tenido oportunidad de ver algunos diseños y, por lo menos, estéticamente debe ser muy atractivo. Por otro lado el tremendo éxito de Sakura Taisen, el juego de Saturn con diseños de Kasuke Fujishima, ha abierto la posibilidad de que se convierta en un O.V.A.. Tendría cuatro partes, se titularía Sakura Taisen Oukakenran y mantendría a Fujishima como diseñador de personajes. La salida de la primera entrega estaba prevista en octubre, pero está por confirmar (el que esté interesado puede navegar por Internet y obtener noticias interesantes al día). Tras un año de espera ha aparecido la tercera entrega de la O.V.A. de Idol Project, como continuación de donde se quedó el capítulo anerior con dirección de Yasushi Nagaoka y el guión de Toshihisa Aarakawa.

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La segunda película de Tenchi Muyo ya tiene título. Se llama Tenchi Muyo Eve of The Summer. La historia nos presenta a un nuevo personaje, Mayuka, que pretende ser la hermana de 16 años de Tenchi, y que será el detonante de una divertida de historia de final inesperado. Hace poco que entre los círculos del anime de este país se baraja la aparición de una nueva serie de la famosa productora Sunrise (realizadora de series como City Hunter). Tras varios meses de incertidumbre y secretismo la revista «Animage» se ha hecho eco recientemente del próximo lanzamiento para la pequeña pantalla de dicha compañía. El nombre del proyecto es Grappler Ship Outlaw Star, y está realizada en colaboración con la editorial Shueisha y Morning Star. Por lo poco que se ha visto, parece que la cosa reune condiciones para ser la bomba de la próxima temporada: una mezcla de aventuras espaciales, tecnología, magia y humor. En este campo mencionar la aparición de Dream Time, una productora de vídeo afincada en Barcelona que ha decidido lanzar al mercado una cinta de anime. El título de las misma es Super Kid y se trata de una película coreana protagonizada por un joven experto en artes marciales (y dale) llamado Gokdari. La acompañan cinco «super-chicos» que se enfrentarán a un malvado personajes de nombre impronunciable. De momento parece que Dream Time no tiene intención de lanzar nada más al mercado de corte japonés, pero nunca se sabe: si la cosa funciona... Mencionar una noticia que se nos pasó por alto en números anterirores: la producción de la serie de Battle Asterias Dai Undou Kai, de seis O.V.A.s de 30 minutos cada uno, que comenzó en la primavera pasada. La compañía responsable es Piooner y como primicia lanzó un primer O.V.A. de 45 minutos. El creador de la serie es Hiroki Hayashi, el director de animación es Kazuhiro Makino. La historia de esta nueva miniserie está basada en el vídeojuego de Sega Saturn que lleva su mismo nombre. Con él tenemos oportunidad de jugar con la Akari Shinzaki, la heroína de la historia que combate y vive mil y una aventuras para conseguir el objetivo final: entrar en el Daigaku Eisei (el satélite Universidad). La serie de O.V.A.s va más allá y nos muestra lo que ocurre después de entrar en el Daigaku Eisei. Ya se ha estrenado Mononoke Hime, la nueva película del maestro Hayo Miyazaki. De momento aún no nos han llegado las primeras impresiones de público y crítica, pero las revistas japonesas están volcadas en la promoción de este nuevo largometraje, que a buen seguro será de calidad. La película narra las aventuras de Ashitaka, un chico sentenciado a muerte, que se encuentra con la esplendorosa princesa Mononoke. Boy es un manga de Shonen Jump que lleva apareciendo en la conocida revista desde hace más de 200 números. Después de tanto tiempo se han decidido por fin a hacer una versión animada. El protagonista, Hareruya Hibino, un estudiante que ayuda a la gente a cumplir sus sueños, nos sumergirá en extrañas historias propias del subconsciente nipón. Para los fanáticos de Evangelion, que son legión, se ha puesto a la venta dos nuevos libros sobre la serie. Por un lado tenemos el How to Make Evangelion, una especie de guía para construir y montar tus propios modelos de Eva en resina y demás productos. El segundo libro no es uno, sino dos libros. Dos nuevas entregas de la colección Evangelion Fotograph, en la que se recopilan imágenes de los diferentes personajes de la serie Norma sigue sorprendiéndonos y en julio sacó otro gran volumen de orígen completamente desconocido para nosotros. Se llama Metal Slader Glory y su autor es un tal Yoshimuri. Al menos gráficamente tiene bastante buen aspecto, pero el guión flaquea un poco. Respecto al manga, poco hay de más calidad, a excepción eso sí, de las hilarantes historietas de Dr. Slump, en donde podemos encontrar todo el abanico de idiosincrasia, iconografía y perversiones latentes en el subconsciente coletivo de la cultura japonesa. Y porque no hablamos de los Tamagotchi....

Héroes de papel:

LA COSA DEL PANTANO, DE ALAN MOORE 106

Luis F. Alboreca Era una planta que creía ser Alec Holland. Alan Moore: "Lección de anatomía". La Cosa del Pantano fue creada por Len Wein y el gran dibujante Bernie Wrightson para House of Secrets nº 92, en junio-julio de 1971, aunque su nombre era Alex Olsen y la acción transcurría en 1905. En Swamp Thing nº 1, octubre-noviembre de 1972, se crea a la Cosa del Pantano definitiva. Su nombre varió a Alec Holland, y la fecha era el presente. Wein y Wrightson se marcharon en el número 10 de la colección, y desde ese momento el personaje cayó en un pozo sin fondo del que fue salvado por Alan Moore. En el número 20 de la segunda colección titulada "The Saga of Swamp Thing", el guionista ligó los cabos sueltos y reinició la historia. Por desgracia, ese número permanece inédito en España, y la re-edición americana en blanco y negro llamada "The Essential Vertigo: Swamp Thing", ha comenzado por el número 21. "Lección de anatomía" supone el descubrimiento del alma dentro de la corteza de Swamp Thing, el fantasma de un muerto que no tiene conciencia de su condición. Los siguientes capítulos nos encaminan al crecimiento de una nueva personalidad, un niño que no acepta el cambio, que se resiste a creer que no es Alec Holland, y debe aprender a caminar hacia delante. Su propia aceptación conlleva el entierro de su otro yo, el descanso eterno de éste. En la saga "El sueño de la razón..." Moore nos narra una terrorífica historia sobre los demonios interiores que toman el control; un niño autista es el centro de la acción, que podía ser la representación externa del drama interno de Swamp Thing. El aditamento del personaje de Demon encarna la conciencia para destruir a esos demonios, o al menos encauzarlos. Con todo ello Moore construye una poderosa historia, en la cual humaniza al personaje para poder moldear (como el alquimista que moldeó al Golem y le insufló vida) sus sentimientos desde una perspectiva de crecimiento introspectivo y de ese modo acercarnos su personaje. En la primera mini-serie publicada en España se nos ofrece a una Cosa del Pantano capaz de amar y luchar por ese profundo amor, que a su vez le supone una ligazón con la realidad. Abigail es el punto de apoyo de Swampy, logra que éste no acabe huyendo de sí mismo y camine junto a ella. La muerte de Abigail induce a Swamp Thing a encaminarse al mismo infierno, para buscarla y luchar contra sus adversarios. El amor mueve a las personas, las acicata para mejorar y consigue que ese sentimiento crezca; los adversarios son en realidad la vicisitudes que todos nos encontramos y debemos apartar. Swamp Thing demuestra a Abigail ese amor y la armonía que existe entre ellos en "Ritos de primavera", una narración poética y sensual. "Pog", por su parte, supone una historia de búsqueda y lealtad; también una crítica a los humanos que destruyen su mundo. La búsqueda no conlleva el éxito, al descubrir los alienígenas que la Tierra es igual a su planeta, que es la repetición de los mismos errores de los cuales hay que aprender. Este homenaje al Pogo de Walt Kelly, con toque a lo Star Trek, es una conmovedora historia que hace imprescindible su revisión continua. En "American Gothic" prosigue el crecimiento de Swamp Thing como ser humano y como hombre, descubriendo cómo hacer uso de su "cuerpo". También nos desvela las peores cosas de que es capaz el hombre, los males de la energía nuclear y sus consecuencias en el mundo y las personas; la construcción incontrolada de presas y edificios, destruyendo la naturaleza y la venganza por parte de ésta que ello conlleva. Nos desvela igualmente la reflexión sobre la mujer, usando el "estigma" de la menstruación, donde una mujer libera su bestia interior, pero que será destruida por la represión -los cuchillos de cocina- del hombre como macho dominante de la especie; todo lo que desea el personaje femenino es su libertad, huir de las ataduras machistas -las bodas, los hijos, la supeditación a su rol en el hogar, todo lo cual crea ligaduras en la mujer-: la muerte supondrá su libertad, pero no por ello perderá ante el hombre, sino que triunfará. También se habla de racismo, no sólo al que se ubica en el sur de los Estados Unidos, sino el que rige en el globo entero, y sobre los fantasmas que gritan para pararlo sin ser escuchados. En definitiva, se nos habla del mal que hay en el mundo, y su equilibrio con el bien; si no hubiera uno, no existiría el otro, ha de haber un contrapunto. En los siguientes números se desarrolla nuevamente el móvil del amor, cuando es prohibido porque la sociedad lo repudia y no permite que continúe: el amor interracial, el amor entre edades 107

diversas, el amor homosexual; todo tipo de amor que la sociedad bien-pensante no desea ver, tampoco consentir; todos los amores distintos. Se nos ofrece la historia de una mujer que aporta todo a su marido, hasta su misma libertad, hace lo que él desea, ofreciéndole todo sin recibir nada a cambio, careciendo de iniciativa, y actuando como un vegetal andante -nuevo trasunto, por tanto, del propio Swamp Thing-; se trata de una historia terrorífica, pero no por lo que se ve, sino por los mundos internos que luchan dentro de la mujer. "La saga del exilio" supone el crecimiento definitivo; la marcha del hogar y la conquista de ese mundo exterior, el descubrimiento de lo que uno es y de lo que se ha aprendido. Lo que le acontece a Swampy es su pérdida, su busca de vuelta al hogar y aprender, durante el camino, a partir de todo lo que ve y le hacen: el sexo forzado -la violación de la Cosa por una entidad alienígena-; el hombre en sí mismo y en el mundo; y por fin el amor verdadero que perdió, el amor como hilo conductor de su vida. Cuando regresa Swamp Thing es un hombre completo, que conoce sus anhelos y a sí mismo. Alan Moore ha descrito la vida de una persona a través de una planta, con todo lo que ello conlleva: los fallos, los sinsabores, los aciertos y el amor. BIBLIOGRAFÍA Swamp Thing nº 20, enero 1984: "Loose Ends" / por Dan Day y John Totleben. | Inédito. Swamp Thing nº 21, febrero 1984: "Lección de anatomía" / por Steve Bissette y John Totleben. - Inc. en Dossier Negro nº 207 (b/n) | La Cosa del Pantano v. 3, nº 1 (color). Swamp Thing nº 22-24, marzo-mayo 1984: "Contra el Hombre Florírico" / por S. Bissette y J. Totleben. - Inc. en Dossier Negro nº 208-210 (b/n) | Clásicos DC nº 23-25 (abril-mayo 1990) (color). Swamp Thing nº 25-27, junio-agosto 1984: "El sueño de la razón..." / por S. Bissette y J. Totleben. - Inc. en Dossier Negro nº 211-213 (b/n) | Clásicos DC nº 26-27 (abril-mayo 1990) (color). Swamp Thing nº 28, septiembre 1984: "El entierro" / por Shawn McManus. - Inc. en Dossier Negro nº 214 (b/n). Swamp Thing nº 29-31 / Annual 2, octubre-diciembre 1984: "Amor y muerte" / por S. Bissette, J. Totleben, Alfredo Alcalá y Rick Veitch. - Inc. en La Cosa del Pantano v. 2, nº 1-4 (1988). Swamp Thing nº 32, enero 1985: "Pog" / por S. McManus. - Inc. en La Cosa del Pantano especial Navidad nº 1 (1988). Swamp Thing nº 33, febrero 1985: "Abandoned Houses" / por Len Wein (guión), Bernie Wrightson y Ron Randall (dibujo). | Inédito. [Narra el origen de Swampy]. Swamp Thing nº 34, marzo 1985: "Ritos de primavera" / por S. Bissette y J. Totleben. - Inc. en La Cosa del Pantano especial Navidad nº 1 (1988). DC Comics presents nº 86: Superman & Swamp Thing, octubre 1985: "Los límites de la jungla" / por R. Veitch y Al Williamson. - Inc. en Superman Especial nº 1 | Las mejores historias de Team-Ups jamás contadas. Swamp Thing nº 35-50, abril 1985-julio 1986: "American Gothic" / por S. Bissette, J. Totleben, R. Veitch, Stan Woch, Ron Randall, A. Alcalá y Tom Mandrake. - Inc. en La Cosa del Pantano v. 3, nº 1-12 (1989). Swamp Thing nº 51-53, agosto-octubre 1986: "Swamp Thing contra Gotham" / por R. Veitch, A. Alcalá y J. Totleben. - Inc. en La Cosa del Pantano, v. 4, nº 1-3 (marzo-mayo 1991).

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Swamp Thing nº 54, noviembre 1986: "Las flores del amor" / por R. Veitch y A. Alcalá. - Inc. en La Cosa del Pantano, v. 4, nº 3-4 (mayo-junio 1991). Swamp Thing nº 55-61, diciembre 1986-junio 1987: "La saga del exilio" / por R. Veitch, A. Alcalá y J. Totleben. - Inc. en La Cosa del Pantano, v. 4, nº 4-9 (junio-noviembre 1991). | El nº 59 está guionizado por Stephen R. Bissette, basado en una idea de Bissette, Totleben, Moore y Veitch (ofrece la reunión entre Abigail y su padre). Swamp Thing nº 62, julio 1987: "Longitud de onda" / por R. Veitch (guión y dibujo) y A. Alcalá (entintado). - Inc. en La Cosa del Pantano, v. 4, nº 9-10 (noviembre-diciembre 1991). | Está enclavada dentro de "La saga del exilio". Swamp Thing nº 63-64, agosto-septiembre 1987: "Cabos sueltos (repetición)" / por R. Veitch, A. Alcalá, S. Bissette y Tom Yeates. - Inc. en La Cosa del Pantano, v. 4, nº 10-11 (diciembre 1991enero 1992).

MATINEE NOTICIAS Carlos Díaz Maroto Y L. F. Alboreca CINE  Ahora que están de moda más que nunca los aniversarios, le toca también a La noche de los muertos vivientes de Romero. Coincidiendo con su 30 aniversario, se estrenará una copia restaurada para la cual su director ¡está rodando nuevas escenas!  Antes de Defective detective, de la que ya os hablamos, Terry Gilliam está rodando Fear and loathing in Las Vegas, con Johnny Depp y Benicio del Toro. Esta película la comenzó a dirigir el aburrido Alex Cox, pero fue expulsado del proyecto y relevado por Gilliam, quien es autor del guión junto a Tony Grisoni. ¡Bien!  Ampliando las noticias respecto a la última de Carpenter, cuyo título correcto parece ser Vampire$, decir que su protagonista será el magnífico James Woods, a cuyo lado estarán Daniel Baldwin, Sheryl Lee, Thomas Ian Griffith y Maximillian Schell. Rumores oídos dicen que los resultados se aproximan, cualitativamente, a Asalto a la comisaría del distrito 13 y La cosa. ¡Uau...! [Otras fuentes, sin embargo, hablan del nefasto Steven Seagal. Crucemos los dedos].  Matrix será la próxima película de Keanu Reeves, una historia de ciencia ficción que combina elementos de Terminator y Desafío total. Joel Silver es el productor y será dirigida por Andy y Larry Wachowski, los de la deliciosa Lazos ardientes.  Tony Kandah es el productor y director de una película que, de momento, se anuncia como "una de CF sin título".  La sonámbula es una producción argentina dirigida y producida por Fernando Spiner, con Julio Chávez, Eusebio Poncela y Lorenzo Quinteros. Se trata de una de crímenes ambientada en el 2010. 109

 Joaquín Bissner es el dire de Un baúl lleno de miedo, una comedia de horror mexicana ambientada en los 50, con Diana Bracho y Julián Pastor.  Gudia es una película de nacionalidad india cuyo título significa "La muñeca", y trata el fascinante tema del muñeco de ventrilocuo que domina a su dueño. Según Variety, de sugerente atmósfera, parece ser que sólo la empaña la excesiva inclusión de canciones (una constante del cine de la India). El realizador es Goutam Ghose, que también es el director de fotografía, y que además ha escrito en colaboración el guión y la música...  Linnea Quigley -Night of the demons- intervendrá en la próxima película de nuestro Jesús Franco, Midnight Vamp. Se especula que el rodaje empieza en septiembre.  The love god, de Frank Grow, es una love story de CF con la particularidad de ser la primera película rodada íntegramente con una cámara digital.  Cuando recibáis este diskette, más o menos, se estrenará simultáneamente en los USA The game, lo último del tándem de guionista-director de Seven, con Michael Douglas y Sean Penn, y que tiene un argumento un tanto en la línea de "La más peligrosa de las cazas" de Richard Connell, o de "La séptima víctima" de Robert Sheckley.  Cowboys and aliens será una película mezcla de ciencia ficción y western. Ha sido creada por el empresario de comic books Scott Mitchell Rosenberg. La Universal y la Dream Works poseerán los derechos, y Steve Oedekerk (guionista de Ace Ventura 2, ¡argh!) será el guionista/director. Saldrá como cómic y película simultáneamente...  Ghost riders in the sky será dirigida por Jan DeBont según un guión del interesante W. D. Richter (director de Buckaroo Banzai y guionista de La invasión de los ultracuerpos). También fusiona la ciencia ficción con el Oeste.  Joe Dante dirigirá Small soldiers, sobre unos comandos de juguete que cobran vida. Amblin y Dream Works son las compañías productoras.  Talos, the mummy es lo próximo del execrable Russell Mulcahy. El film está en pre-producción.  Tras el film de Kubrick, Eyes wide shut, cuyo rodaje se está haciendo interminable -Tom Cruise tuvo que repetir cuarenta veces una escena en la que tenía que llorar-, la estrellita yanqui tiene un montón de proyectos, entre los cuales resaltan los siguientes, fantásticos: Misión imposible 2, a dirigir por Oliver Stone, Houdini, de Paul Verhoeven o The Mark, el superhéroe de la Dark Horse, entre otras cinco. Aunque parece ser que la que más probabilidades que tiene está Misión imposible 2 (a nosotros nos atrae un montón la de Houdini, pero con otro actor, por favor).  Dark Empire, de Alex Proyas, está protagonizada por William Hurt, Rufus Sewell, Kiefer Sutherland y Jennifer Connelly, y está a punto de finalizar su rodaje. Por las fotos vistas promete una barbaridad, pero desconfiemos: el director es el de El Cuervo.  Ya os hablamos de ella: Deep impact, de Mimi Leder y producida por la Dreamworks, va sobre un meteorito en ruta de colisión con nuestro planeta. El sólido reparto lo integran Morgan Freeman, Robert Duvall, Vanessa Redgrave, Tea Leoni, Elijah Wood, Mary McCormack y Blair Underwood. Otra con el mismo tema es Armageddon, ésta dirigida por el horroroso Michael Bay (La roca), protagonizada por Bruce Willis y producida por la Disney. Tiene peor pinta, la verdad. 110

 Tenemos a punto de estreno aquí Didier, mi fiel amigo, producción francesa escrita, dirigida y protagonizada por Alain Chabat, y que incurre en el archisobado tema de un perro que se transforma en hombre, aunque sigue haciendo perrerías... DEL CÓMIC AL CINE:  Hace tiempo os hablamos de la adaptación a imagen real de los tebeos de Astérix. Bueno, ya se está haciendo. El título es Asterix et Obelix versus Cesar, produce Claude Berri y dirige Claude Zidi. En cuanto a los intérpretes, Christian Clavier es Astérix y Gérard Depardieu Obélix.  Respecto a la peli de Superman, que ya ni sabemos cómo se titulará, decir que su rodaje se ha retrasado hasta enero del próximo año, lo cual ha dejado posibilidad a Nicholas Cage para que se incorpore al rodaje. ¡Qué rabia! El guión del nefasto Kevin Smith lo está reescribiendo Tim Burton (¡bien!) y se espera que el estreno tuviera lugar para navidades del 98 o verano del 99. Admiradores del Hombre del Esquijama, mordéos las uñas...  Por otro lado, nuevos rumores sobre la de Superman indican ahora que el prota será Ralph Fiennes, ya mentado en tiempos. Lois Lane podría ser Linda Fiorentino, y atención, horror, porque nuevamente se oye hablar del nefasto Jim Carrey como malo...  Henry Selick, director de Pesadilla antes de Navidad y James y el melocotón gigante, dirigirá una película basada en un cómic de la editorial Mad Monkey titulado Dark Town. Sam Hamm -Batman- escribirá en guión, que narra la historia de Jacques de Bergerac después de entrar en coma; llega a Dark Town, donde es una marioneta y la Muerte su mentor. El film simultaneará imagen real y muñecos.  Magnífica noticia: el Ronin de Frank Miller será llevado al cine dirigido por el magnífico John Frankenheimer. Puede que el propio Frank Miller escriba el guión (si se le pasa el cabreo de RoboCop 2 y 3).  Dave Gibbons ha vuelto a reescribir el guión del magnífico Watchmen -del que fue dibujante-, con vistas a que se filme de una vez... Esperemos que conserven como director a Terry Gillian, previsto años ha.  Por lo demás, parece en marcha una avalancha sobre la materia. Dos personajes de Rob Liefeld tendrán su versión, Prophet por parte de Tristar, Dooms IV por parte de Dream Works. Tom Cruise y Paul Wagner han adquirido los derechos de The Mark (ya os hablamos de ello en otro lado). New Line Cinema ha conseguido a Badrock y Avengelyne. Dark Horse ha vendido los derechos de Concrete a la Disney. New Line Cinema tiene a Cross. El presidente de la Dark Horse, Mike Richardson, trabaja con la Universal en The Green Hornet, Mystery Man -un cómic de los 40- y Hellboy de Mike Mignola.  Sobre la ya comentada X Men, a dirigir por Bryan Singer, decir que el guión será escrito por Ed Solomon, el del poco esforzado de Hombres de Negro.  El próximo verano se estrena en los USA Silver Surfer. Suponemos que Estela Plateada será un silicon graphics estilo T2...  También hay proyectos para convertir en película Iron Man, Fantastic Four y Daredevil...

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 En cuanto a la versión cinematográfica de Hulk, producirá Gale Ann Hurd para la Universal y dirigirá Joe Johnston (Rocketeer).  También John Singleton está desarrollando un film basado en Luke Cage. REMAKES:  La Fox producirá una nueva versión de la comedia fantástica de Stanley Donen Bedazzled. Dirige y escribe Harold Ramis.  Ya os hablamos de un proyecto de una nueva versión de El hombre con rayos X en los ojos. Bueno, pues no, hay tres proyectos en marcha, uno de ellos a cargo de Tim Burton.  En noviembre se estrenará en Estados Unidos Flubber, remake de la simpática película que aquí se conoció como Un sabio en las nubes. Si la antigua la protagonizó Fred McMurray y la dirigió Robert Stevenson -Mary Poppins-, ésta la protagoniza Robin Williams -al lado de Wil Wheaton-, dirige Les Mayfield -Milagro en la ciudad, el remake de De ilusión también se vive- y guión y coproducción del infantil John Hughes. Recordemos que ya hubo otra versión televisiva del original, Un profesor en las nubes, de Robert Scheerer, con Harry Anderson.  El estreno del Godzilla de la pareja Emmerich/Devlin tendrá lugar el 20 de mayo de 1998. Sumadle para aquí unos dos meses... DE LA TELEVISIÓN AL CINE:  Parece ser que la película de Expediente X contará con un malo de altura, el gran Martin Landau. Imaginamos que hará de una especie de jefe del Fumador, o algo así, que le va de maravilla. En cuanto a su temática, según el National Enquirer -un tabloide con noticias como "Fui inseminada por Spock" o "Mi gato es la reencarnación de James Dean"- la trama va de unos alienígenas de 20.000 años de edad y con apariencia de lagarto que atacan a presas humanas...  Mel Gibson, gracias a Cthulhu, ha rechazado interpretar a Artemius en la versión cinematográfica de Jim West -que así se llamó en España la serie Wild Wild West-, y ahora el papel ha sido ofrecido a George Clooney. Como ya dijimos, el papel de Jim lo hará el imposible Will Smith. Si añadimos que la dirección correrá a cargo del nefasto Barry Sonnenfeld (Hombres de Negro) ya se podrán adivinar los resultados... SECUELAS Y PRECUELAS:  La nueva trilogía de las galaxias parece estar en marcha, y además, podría ser que la primera película ya estaría acabada. Sea como fuere, ésta se estrenará en mayo de 1999, y las siguientes, en el 2001 y en el 2003. Sigue habiendo rumores, como que Lucas dirige la primera, Spielberg la segunda -aunque sobre la segunda también se ha oído el nombre de Irvin Kershner- y la tercera, tal vez, David Fincher, director de Alien3 y Seven. Los actores son: Liam Neeson, como un maestro Jedi, Ewan McGregor, como Obi Wan Kenobi de joven, el niño Jake Lloyd, como Anakin Skywalker, Natalie Portman como su esposa en la segunda (desarrollada 10 ó 12 años después), y Samuel L. Jackson tendrá un papel un tanto al estilo de Lando Kalrisian. Los títulos puede que fueran: The balance of the force, The rise of the Empire y The fall of the Jedi...  Species 2, de la que ya os hablamos, contará del reparto de la primera sólo con Michael Madsen y, desde luego, Natasha Henstridge.

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 Habrá tercera entrega de la horrible Los Cazafantasmas. Suponemos que el equipo artístico, por llamarlo de alguna forma, repetirá.  En el pase de prensa de Brácula. Condemor II se anunció ya, antes del estreno de ésta, la siguiente cinta de la saga. Sin título definido, esta vez el Conde más cutre de la historia se enfrentará... a extraterrestres. No cabe duda: Álvaro Sáenz de Heredia siente un profundo desprecio hacia el género...  Grant Morrison -Animal Man, Doom Patrol, JLA- está trabajando en el guión de Lawnmover man 3, o sea, El cortador de césped 3. ¡Qué desperdicio!  Una vez más, desde hace años, se oye hablar de una secuela de ¿Quién engañó a Roger Rabbitt?, que estará ambientada en el Hollywood de los años 50. Ahora se especula que el director sea el flojo Frank Marshall (Aracnofobia, ¡Viven!, Congo).  Habrá cuarta entrega de El exorcista, pero no será una secuela, sino una precuela. ¿Recordáis los diversos comentarios, a lo largo del metraje de la primera, sobre un previo enfrentamiento del padre Merrin (Max von Sydow) con el Maligno? Bueno, pues sobre esa sugestiva premisa versará esa nueva película, cuyo guión está escribiendo William Wisher (Terminator 2 y los dos últimos Crichton). En cuanto a actores, nada se sabe aún, pero como padre Merrin nosotros sugerimos a Christopher Walken. DEL PAPEL AL CELULOIDE:  Ahora parece ser que será Ridley Scott quien dirija Soy leyenda, y Schwarzenegger quien la interprete... A ver en qué queda todo finalmente...  Entre caníbales y vikingos, según la novela de Michael Crichton, la dirige y produce ejecutivamente John McTiernan, y protagonizan Lynne Carow y Pat McCorkle. Nada del Banderas, pues, como se dijo (aunque otras fuentes siguen insistiendo en él). Como secundario de lujo aparecerá Omar Sharif.  Basada en la novela La maldición de Capistrano, se acerca la nueva versión de las aventuras del Zorro, The mask of Zorro, donde definitivamente Antonio Banderas hereda la espada de Anthony Hopkins, y a quienes acompañan Catherine Zeta Jones, Josh Brolin y Stuart Wilson -el malo de la horrible Crossworlds-, dirigidos por Martin Campbell (Goldeneye). A ver si cuando estrenen la película aquí algún editor inteligente se anima a publicar la novela original...  ¡Horror! Sobre la cacareada versión cinematográfica de El Fantasma de la Ópera, a partir del musical basado en la novela de Gaston Leroux, decir que parece ser que quien interprete a Eric será... John Travolta. Así pues, tal como se hizo en Evita para adecuar las canciones a las bajas cualidades vocales de su intérprete -allí Madonna, recordad-, aquí habrá que bajar los tonos. Ya nos tememos los destrozos en "The music of the night"...  El guionista/director Jeffrey Obrow (Trans-gen) ha adaptado la novela de Bram Stoker La joya de las siete estrellas (recientemente reeditada en España en una magnífica "doble" versión), titulada Legend of the mummy. Protagonizan Amy Locane (Melrose Place) y Lou Gossett Jr. El estreno será en Halloween.  Michael Almereyda (Nadja, ved crítica en este mismo número) dirigirá Michael Almereyda's The mummy, también adaptando la novela de Stoker. Allison Elliott (Spitfire, Wyatt Earp), Jared Harris (Nadja) y Christopher Walken son los protagonistas. 113

 La novela de Nancy Collins Sunglasses. After dark será llevada al cine, siendo ella misma guionista y co-productora. El papel de Sonja Blue, la vampira protagonista, se está barajeando entre las siguientes intérpretes: Angelina Jolie (Hackers) -hija de Jon Voight-, Fairuza Balk (Jóvenes y brujas), Reese Witherspoon o Asia Argento (la hija de Dario). ANIMADOS PROYECTOS:  Virtual Meltdown es una película de animación sumamente prometedora, al parecer una especie de Heavy Metal, basada en personajes y conceptos de Vaughn y Mark Bodè, Michael Cherkas y Larry Hancock, Moebius y Philippe Druillet, y Kevin O'Neill. En ella debuta Clive Barker como actor de doblaje, dando su voz a uno de los personajes, con el kafkiano nombre de K.  Y decir que para la referida Fantasia 2000 se necesita la colaboración de ¡cinco directores! para ejecutar los remiendos: Hendell Botoy, Francis Glebas, Paul Brizzi, Gaetan Brizzi y Eric Goldberg. ¡A ver si al final es que van a rodar todo de nuevo...!  Otra cinta, ya acabada, de la Disney tiene el encantador título de A bug's life ("Vida de un bicho"). Dirigen John Lasseter y Andrew Stanton.  ¡Hércules ha sido un fracaso en Estados Unidos! Relativo, claro. Sólo ha recaudado 95 millones de dólares -lo que la aproxima a Los rescatadores en Cangurolandia, que por otro lado no estaba nada mal-, frente a los 313 millones que recaudó El rey León -que por otro lado era bastante mala-. De todos modos se espera que en el extranjero recupere bríos, aunque la crítica ha resaltado el escaso interés, al parecer, de la cinta para un público adulto.  Y precisamente a un público adulto estará dirigida The prince of Egypt, la primera producción de la Dreamworks de Spielberg, Geffen & Co., y que se estrenará (en los USA) en otoño del 98. NEKROSCOPIO:  Michael Stroka, veterano actor de carácter, murió el 14 de abril a los 58 años. Apareció en numerosos episodios de Twilight Zone (aquí conocida como Dimensión desconocida).  El 25 de abril, a la edad de 63 años falleció de un ataque cardíaco el compositor Brian May, que no es, desde luego, el de los Queen, sino el músico australiano al parecer imprescindible del cine de su país. Dentro de nuestro género, compuso los dos primeros Mad Max, Aguja mortal, Harlequin, Patrick, El superviviente (por la cual consiguió el Premio Miklós Rózsa en el Festival Internacional de Cine de París), la sugerente Thirst, o ya en Estados Unidos, Dr. Giggles o Pesadilla final: La muerte de Freddy. Compuso en televisión música para Tales from the crypt.  El grandioso actor Brian Keith falleció el pasado 25 de junio a los 75 años. Se le halló muerto de un disparo, y se especula que pudiera ser un suicidio, pues padecía cáncer. Debutó en el cine con el western Hoguera de odios (1953), y fue una presencia habitual en el género, nunca suficientemente valorado. Al fantástico aportó pocas veces su subvalorado talento, así en la comedia de Walt Disney (casa para la que trabajó con asiduidad) Piloto a la Luna (1962), Meteoro (1979), donde interpretó al premier soviético, o el telefilm La Tercera Guerra Mundial (1982), donde repitió ese mismo papel.  Otro estupendo actor poco valorado, clásico secundario del cine de acción, Richard Jaeckel, falleció el 16 de junio pasado a los 67 años. Debutó en el film bélico Guadalcanal (1943). Dentro de sus 114

secundarias incursiones en el género fantástico cabe destacar el telefilm The deadly dream (1971), de Alf Kjellin, Sobrevivientes elegidos (1973), de Sutton Roley, Grizzly (1976), de William Girdler, Alerta: misiles (1977), de Robert Aldrich, con quien trabajó en variadas ocasiones, Starman (1984), de John Carpenter o Black Moon (1985), con producción de Carpenter, pero no se recuerda que fue el protagonista de Mako, el tiburón de la muerte (1976), de William Grefe, Batalla más allá de las estrellas (1968), de Kinji Fukasaku, donde lucha contra un moho verde extraterrestre o también Herbie goes bananas. Estuvo nominado al Oscar por la horrible Casta invencible (1971) de Paul Newman.  Y tras los maravillosos secundarios, los magníficos protagonistas. El grandioso Robert Mitchum falleció el pasado 1 de julio a los 79 años. Nacido en 1917, debutó en el cine en 1943 con Border patrol, de Lesley Selander, para convertirse en un rostro habitual en los géneros del oeste y el cine negro (fue un impresionante Philip Marlowe), pero prestó su granítico rostro ocasionalmente al género fantástico. Así, en Undercurrent [tv: Corrientes ocultas, 1946], de Vincente Minnelli, fue sospechoso de ser un psicópata, apareció también en los western que tocaban periféricamente el género fantástico Blood on the moon (1948), de Robert Wise y Track of the cat [tv: La senda de la pantera, 1954], de William A. Wellman. En 1955 protagonizó la magistral La noche del cazador (Night of the hunter), de Charles Laughton, y una vez más fue un psicópata en El cabo del terror (Cape Fear, 1961), de Jack Lee-Thompson. Otro western con toques terroríficos fue El póker de la muerte (Five card stud, 1968), de Henry Hathaway. Y un thriller terrorífico fue Tiempo de matar (Night kill, 1981), de Ted Post. Tuvo una aparición secundaria en la horrible Los fantasmas atacan al jefe (Scrooged, 1988), de Richard Donner, y salvo error, su última aparición en cine fue como homenaje en El cabo del miedo (Cape Fear, 1991), el remake de Martin Scorsese.  Y otro de los grandes, James Stewart, falleció el 2 de julio a los 89 años. También especialista en el western, así como en la comedia amable, nació en 1890 y debutó en el cine en 1935 con el film de suspense La voz que acusa (The murder man), de Tim Whelan. Dentro del fantástico ofreció el maravilloso melodrama sobrenatural El séptimo cielo (The seventh heaven, 1937), de Henry King, la mítica ¡Qué bello es vivir! (It's a wonderfull life!, 1946), de Frank Capra, la comedia fantástica El invisible Harvey (Harvey, 1950), de Henry Koster, la sublime De entre los muertos/Vértigo (Vertigo, 1958), de Alfred Hitchcock y Me enamoré de una bruja (Bell, book and candle, 1958), de Richard Quine.  El pasado 2 de agosto falleció William Seward Burroughs a los 83 años, víctima de un ataque cardíaco. La más señera, posiblemente, de las figuras del movimiento beat, fue autor de varias obras literarias de difícil calificación genérica, y sobre las cuales, imagino, ya os hablarán en otra parte de AD ASTRA. En cine, poco hay que comentar, por desgracia, pero bueno, por fortuna. Gozó de una magistral e invisible adaptación de su novela El almuerzo desnudo obra de David Cronenberg (The naked lunch, 1991), y de un excelente cortometraje de animación producido por Coppola y narrado por el propio Burroughs, Las navidades del yonqui (1994), de Nick Donkin. También apareció como actor en el film experimental-terrorífico Chappaqua (1966), escrito, producido, dirigido e interpretado por Conrad Rooks. TELEVISIÓN  Al menos TeleMadrid entre las cadenas autonómicas emitió -más o menos- la curiosilla serie de ciencia ficción de Gerry Anderson (ya divorciado de su esposa Sylvia) Precinto espacial (Space Brigade). A lo largo de varios días fue cambiando su horario (matinal diario) de continuo, para a las dos semanas eliminarlo de programación sin explicación alguna y sustituirlo por dibujos animados. Siguen tratando de maravilla el género...

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 Durante el verano TVE rescató la también maltratada Lois & Clark (que emitía con cuentagotas, en reposición, durante algún día festivo), repitiendo dos o tres de los capítulos que ya había emitido y luego encadenando con los que quedaban inéditos de la segunda temporada, unos escasos dos episodios. Y a continuación ya emitió íntegra la tercera temporada, donde la relación amorosa entre nuestros dos periodistas favoritos siguió caldeándose.  Y a continuación de Lois & Clark, nos emitían la muy floja Kung Fu. La leyenda continua, que en su indefinición total ya incluye hasta elementos fantásticos. Así, el 25 de junio llegó a aparecer... ¡el mismísimo Conde Drácula!  Y por la tarde, TVE repescó una vez más la segunda temporada de SeaQuest, repitiendo dos o tres capítulos, para después eliminarla de programación. A continuación programó nuevamente la multiemitida V... para quitarla una vez más a los tres o cuatro capítulos. Finalmente, centró en ese horario... Pepa y Pepe. ¡Viva la variedad!  Con posterioridad, y tras acabarse la tercera temporada de Lois & Clark, TVE repitió por enésima vez la segunda de SeaQuest, seguido del estreno de la tercera temporada de ésta, la remozada SeaQuest 2032, con nuevo capi pero que sólo duró 13 capítulos, con algunos de ellos inclusive inéditos en Yanquilandia. Mientras, seguimos mordiéndonos las uñas para saber qué ocurrirá en la magnífica Babylon 5.  Y por la noche, de madrugada, la primera de TVE emitió una serie antológica titulada El cuarto oscuro, que no corresponde a The dark room, fascinante serie de terror de los ochenta, sino a The hidden room (¿no sabéis traducir?), floja serie canadiense de los responsables de la olvidable El autoestopista, de similar nivel técnico/artístico, y de tono feminista. Pese a que algunos relatos son de Lisa Tuttle, no vale la pena. Una vez acabada la serie, la reiniciaron automáticamente al día siguiente...  Por otro lado, TVE eliminó durante el verano el espacio "Alucine", para en su lugar poner... telecomedias. Seguís luciéndoos, majos...  Tal como os anunciamos hace tiempo, Tele 5 fue la encargada de emitir la serie Tarzan, the epic adventures, que nuestra cadena amiga retituló Tarzán, el señor de la jungla, a saber por qué. La serie no adapta las novelas de Edgar Rice Burroughs, pero conserva el tono y los temas de las mismas, así, en el piloto nuestro Rey de los Monos se llegó hasta Pellucidar, para en episodios posteriores enfrentarse a legionarios romanos, una mujer leopardo, hechiceros y la sacerdotisa de Opar, para irse también a otro planeta con Carson Napier (no, no era Venus). Muy recomendable... A las dos semanas, como es habitual, la cambiaron de horario, atrasándola un par de horas, y más tarde, otra vez.  Y antes de Tarzán, los primeros días, Tele 5 emitió la serie RoboCop. Peor aún que la tercera peli para cine, no posee el menor interés... Cuando acabaron los episodios originales de Tarzán y comenzó su reposición, simultáneamente repusieron la primera temporada de RoboCop, estrenando por vez primera el piloto de hora y media, que hasta ahora sólo había aparecido en video.  Para finales de agosto, Canal Plus anunció la emisión la serie Buffy, cazavampiros, basada en el film homónimo, y que es de culto (film y serie) en los EEUU. Anunciando su estreno en la revista que editan, fue posponiendo éste, para finalmente desaparecer sin explicación alguna. ¡Y eso que se les paga para que respeten lo anunciado!

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 Y a partir de septiembre Canal + emitirá la nueva serie de animación de Supermán. Y en diciembre la repondrá ¡en versión original subtitulada! ** Rectificación: Canal + ha cambiado -¡otra vez!- de decisión y Supermán no verá la luz en septiembre. Seguiremos atentos y os daremos más noticias...  TVE emitió, en su depauperado "Cine-Club" de La 2, un ciclo de cine fantástico. Lo inició con la simpática Kung Fu contra los siete vampiros de oro, anunciándola en versión original subtitulada y en scope, y finalmente emitiéndola doblada y en un atroz full-screen... salvo los planos con subtítulos en inglés, que saltaban a wide-screen (en un rótulo TVE informó que ésta era la única copia existente, mentira flagrante). Después emitió, todas dobladas también, la muy floja La danza macabra, la simpática pero decepcionante La masa devoradora la levantó de programación y la emitió varios días más tarde en otro espacio, la magnífica -y españolaAngustia, la insignificante El día de los animales, la horrible Sigue vivo, la deliciosa El monstruo de los tiempos remotos (ésa en VOS), y a partir de ahí aumentó el nivel del ciclo...  Más chapuzas hicieron en el "Cine-Club". Un ciclo de Monty Python se redujo a cuatro títulos, algunos doblados (entre ellos la imprescindible en VOS La vida de Brian). Y después, uno de Roman Polanski, con sólo tres títulos: El cuchillo en el agua, Repulsión y Callejón sin salida. Afortunadamente, al menos estas tres fueron en VOS, y Repulsión, además, gozó de un maravilloso scope...  Eso sí, TVE se ha gastado millones en comprar un lote de películas a José Frade, entre las que destacan un ciclo de... ¡Manolo Escobar! Ha sido un escándalo, pero no pasará nada, seguro...  El estreno de la malísima El mundo perdido: Jurassic Park ha azuzado a las televisiones para emitir productos en consonancia. A la semana siguiente del susodicho evento, TVE levantó de programación el film programado en su ciclo de cine fantástico en "Cine Club", la malucha Innatural, y puso en su lugar la deliciosa El monstruo de los tiempos remotos (¡además en VOS!), pero el auténtico "aluvión", dentro de lo que cabe, aconteció el fin de semana, así el sábado Tele 5 emitió por la tarde seguidos los dos telefilms de Aventuras en el mundo perdido (de los cuales en el próximo número tendréis un comentario) y TeleMadrid proyectó la maravillosa El valle de Gwangi a las ocho de la mañana (¿quién se levanta a esa hora un fin de semana?) y Cavernícola por la tarde... A ver si se animan y siguen programando cintas de dinosaurios, algunas mucho mejores que lo de Spielberg (como las dos de Harryhausen citadas, por ejemplo)... PROYECTOS ANUNCIADOS O ACABADOS:  La serie Dark Skies, pese a sus proyectos hasta el 2000 y más allá, no se renovará en su próxima temporada. No ha tenido el éxito comercial que se esperaba...  En su lugar, aparece Sleepwalkers, sobre un grupo de científicos que tienen la capacidad para entrar en los sueños de sus pacientes, con Bruce Breenwood como protagonista, el doctor Nathan Bradford. Los creadores y productores ejecutivos son Stephen Kronish y David Goyer.  Babylon 5 tendrá una quinta temporada. Después de que la Fox cancelase la serie, ha sido la TNT (Turner Network Televisión) quien la ha rescatado. 22 nuevos episodios comenzarán a emitirse el lunes 19 de enero de 1998. También repetirá las anteriores temporadas, pero antes emitirá el telefilm precuela titulado In the beninning. Ése será el 4 de enero de 1998. Otra película para televisión, Thridspace, será emitido más tarde. Por lo demás, The Babylon Project: Crusader, será una nueva serie hermana que es posible se emita simultánea a la sexta temporada de Babylon 5. Mientras, aquí todavía estamos sobre ascuas...

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 Slider tendrá otros 22 episodios pertenecientes a su tercera temporada, que se verán en el Sci-Fi Channel en 1998. Jerry O'Connell -El cuchitril de Joe- seguirá como protagonista. Esta es otra serie cancelada por la Fox que ha comprado otra compañía, tal como con Babylon 5. Recordar que de Slider CIC video sacó en alquiler el piloto, y ninguna televisión se ha interesado por ella...  El Sci-Fi Channel también ha rescatado una serie de culto, Mystery Science Theater 3000 (otra que a nuestras teles trae sin cuidado).  Y el Sci-Fi también prepara una nueva serie llamada Mission Genesis para julio. La historia va sobre unos jóvenes viajeros perdidos en el espacio.  Invasion Earth será una mini-serie de seis horas en co-producción entre el Sci-Fi Channel y la BBC. Debutará el año que viene.  The visitor será una mezcla de El fugitivo, Starman y el episodio de Star Trek "Assignment: Earth". La historia trata de un piloto, John Corbett, que desapareció en 1947 y reaparece en la Tierra cincuenta años después; en realidad ha sido abducido por extraterrestres. El piloto está dirigido por David Nutter (X files).  Y X files, precisamente, llega a su quinta temporada este otoño. Dicen que será más oscura y habrá cierta tensión sexual entre Scully y Mulder. DEL CÓMIC A LA TELE:  Witchblade, personaje creado por Marc Silvestri y publicado en Image, tendrá serie de televisión. Oliver Stone, el propio Silvestri y Dan Halstead serán los productores ejecutivos. Los guiones serán de Alan McElroy -Spawn: The movie- y David Wohl -coguionista del cómic-, quien también será co-productor. Michael Turner -dibujante- será el otro co-productor y consultor creativo. La serie se rodará en imagen real y debutará en otoño del 98.  Creo que ya os asustamos en otra ocasión: El horrible, blando y repelente David Hasselhoff (El coche fantástico, Los vigilantes de la playa) será Nick Fury, agente de S.H.I.E.L.D.; a su lado, Lisa Rinna -de Melrose Place- será la Condesa Valentina "Val" Allegro de Fontaine, Sandra Hess -Mortal Kombat- será Vifer, la villa, Ron Canada (Gabe), Neil Roberts (Pierce) y Garry Chlak (Dum Dum Dujan) suponen el resto del reparto. Robert Megginson ha revisado el guión de David S. Goyer, y el curioso Rod Hardy (una de las recientes 20.000 leguas de viaje submarino) será el director del primer telefilm. ¡Pero vaya repartito!  Si la anterior, al menos, parece fiel al original, Night man no parece serlo tanto. Protagonizan Matt McColm (Johnny Domino/Night Man), Derek Wedster -Stargate- (Raleigh, el armero del héroe), Earl Hollyman -el cocinero de Planeta prohibido- (Frank Domino, el padre del héroe), Michael Woods (Charlie Dawn) y Felicia Bell como Jessica Rodgers. Con un piloto de dos horas y 22 capítulos de metraje normal, el productor será el nefasto Glen A. Larson (Galáctica, El coche fantástico), y estará ambientada en el siglo XXI.  Otra que tampoco parece que acabe siendo muy fiel es Black Widow (uséase, la Viuda Negra), que es transformada en una editora de revistas de día y superheroína de noche, y que tratará de vengar la muerte de su padre. Tan complejo guión es obra de Mel Friedman y Christopher Crosly.  Se están planeando sendos telefilms de Generation X, Punisher y She-Hulk. Veremos... DEL CINE A LA TELE: 118

 Extreme Ghostbusters es una nueva serie de animación basada en la tontorrona película. Además, ahora, los cazafantasmas son adolescentes... ¡Qué chachi piruli!  Pues también Men in black ha dado lugar a una serie de dibujos animados, que se titulará Men in black: the series. Como estará más basada en la peli que en el cómic, lo comentamos en esta sección...  Y otra más que da origen a una serie, también según parece de dibus, es The mark of Zorro. Ésta se titulará Zorro a secas...  Universal soldier (según Soldado universal, evidentemente) dispone de momento de dos telefilms.  Respecto a Stargate, puerta a las estrellas, la nueva serie se llama concretamente Stargate SG-1, y el 27 de julio pasado se estrenó un piloto de hora y media perpetrado por algunos de los responsables de la serie Más allá del límite, con música de Joel Goldsmith y protagonismo de Richard Dean Anderson, Michael Snaks y Amanda Tapping. Le siguió en agosto la serie fija, con 20 capítulos, y ya está prevista una segunda temporada con 22 capítulos más.  Y sobre TimeCop, la serie, decir que se estrenará en otoño con T. W. King como protagonista, y en uno de los episodios saldrá Jack el Destripador... DEL PAPEL A LA PANTALLA:  Respecto al Moby Dick de Patrick Stewart, añadir que Gregory Peck, protagonista de la versión de John Huston, interpretará el papel que en aquélla hacía Orson Welles, y el observador de todos los hechos será Henry Thomas. El director es Franc Roddam (La prometida).  Conan the adventurer dispone de momento de un telefilm de hora y media y 20 capítulos de una hora, y se estrenará la semana del 22 de septiembre (en los USA, claro). Conan es encarnado por Ralf Moeller, y le acompañas Andrew Craig, Danny Woodburn, Robert McRay y Aly Dunne. El productor ejecutivo será el enchufado Roy Thomas.  Dune, de la que ya hablamos, será definitivamente una mini-serie de seis horas, que será emitida el 1999 por el Sci-Fi Channel.  Tras El resplandor, otras películas que tampoco fueron del agrado de Stephen King tendrán sus nuevas versiones para televisión, algunas de ellas, si no todas, con guión de él mismo. La próxima que se hará será Carrie, para seguir con Christine, La zona muerta y "Los niños del maíz". VIDEO Y LASER-DISC  Hace muchos meses os anunciamos la edición por parte de CIC de La amenaza de Andrómeda, edición que hasta el momento no se ha producido. Esperemos que ello sea debido a que están buscando un master en condiciones, esto es, en wide-screen... Desde aquí lanzamos la pregunta a los responsables...  Y en el número pasado os anunciamos la edición, por parte de Manga, de Dune, y resaltábamos la aparición de dos copias, una en full-screen y otra en wide-screen. La versión cuadrada apareció en primer lugar, y después, con un mes o dos de diferencia como mucho, apareció otra con una portada distinta donde resaltaba ostentosamente WIDESCREEN. Sin embargo, una vez adquirida esa edición, resultó que también estaba en full-screen. Devuelta a la tienda donde la 119

compramos, se nos dijo que toda la tirada estaba en esas condiciones, que Manga la estaba retirando, y que en poco tiempo se sustituiría por la edición correcta. Al cabo de unas semanas, volvió a aparecer la película, con una pegatina sobre el texto WIDESCREEN que decía: "Los créditos iniciales y finales están en widescreen, mientras que el resto de la película está editado cuidadosamente en fullscreen". Esto es, nos toman el pelo cuidadosamente...  Y simultáneamente al estreno -además, en VOS- de la versión ampliada de El submarino, Manga edita a la venta la edición primitiva, doblada, of course, que ellos no están para exquisiteces. Esperemos que la edición en video de la versión íntegra pase a manos más escrupulosas y respetuosas...  CIC ha editado la colección MTV, dedicada a lo más vanguardista de este sello televisivo. En total son ocho las cintas editadas, una dedicada a videos musicales (con las canciones subtituladas, como debe ser), otra a deportes, dos a los peculiares Beavis y Butthead, y otras cuatro que merecen su comentario en la sección de video, y que además aparecen en excelsa VOS. Toda una rareza excepcional que hay que resaltar...  ¿Sabías que George Clooney, intérprete de Batman & Robin, en sus inicios (1988, fue su segunda película) participó en El retorno de los tomates asesinos? Un rescate en video por parte de Manga sería muy oportuno... (Y de paso sacad la primera, que es inencontrable).  CIC sigue siendo la estrella en cuanto a la calidad con que edita sus copias. En los estrenos veraniegos, ha ofrecido en alquiler Phantom (El Hombre Enmascarado) y Agárrame esos fantasmas, y en venta Twister. Todas ellas en formato panorámico.  Aprovechando el estreno de El mundo perdido (Jurassic Park), CIC saca la trilogía de En busca del Valle Encantado en un pack trifásico a 5.000 pelas. Y también vuelve a sacar Jurassic Park a un precio muy especial (1.995).  Para octubre (o sea, ya mismo), Warner tiene previsto sacar en alquiler en España The shining (El resplandor), la nueva adaptación de la novela de Stephen King escrita por él mismo, en vista de lo poco que le gustó la obra maestra de Stanley Kubrick. En el próximo número os ofreceremos su análisis.  Y también para octubre, pero a la venta, Fox sacará la trilogía de las galaxias en su nueva versión, remasterizada, etcétera, etcétera, tanto en pack como sueltas. Suponemos -esperamos- que, como pasó con anterioridad, sacarán dos modalidades: full-screen y wide-screen.  Warrior Nun Araela, personaje publicado en España por Planeta, tendrá un OVA (Original Video Animation), que comenzará a producirse en 1998 y se estrenará la próxima primavera. Los dibujos, cómo no, son tipo animé. TEATRO  El musical fantástico Finian's Rainbow, de Burton Lane y E. Y. Harburg y Fred Saidy, vuelve a representarse en Broadway. Dirige Gabriel Barre, y protagonizan Robert Creighton, Erin Dilly y James Judy. Con una duración de poco más de dos horas y media, no ha recibido muy buenas críticas. Recordad que hubo una tan deliciosa como subvalorada versión cinematográfica en 1968 dirigida por Coppola, con Fred Astaire en el papel de Finian.  The Cabinet of Dr. Caligari es una obra creada por John Moran de poco más de una hora basada en el clásico expresionista. Protagonizan Alvin Epstein y Remo Airaldi, y es un ejercicio en el cual 120

se conjuntan diálogos, música y efectos sonoros, con la película proyectándose simultáneamente e interfiriendo en la trama. "Variety" la ha calificado como una tontería. STAR TREK  La próxima película de ST, con guión de Michael Piller, será una especie de versión galáctica de El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad nada menos. Patrick Stewart será además productor ejecutivo, y aparecerá la estación DS9. Dirigirá nuevamente Jonathan Frakes (quien ha firmado un contrato con la Paramount para dirigir otros films, no necesariamente de la serie), y pese a los rumores en contra, vuelve a aparecer Brent Spiner (poderoso caballero... Ya sabéis).  Novedades en la cuarta temporada de VOY. La actriz Jennifer Lien, quien interpreta a Kes, la novia del Pez de Colores, abandona la serie, aunque no "morirá", sino que se dejará la posibilidad de que regrese en un futuro próximo... Parece que la actriz quiere dedicarse al teatro.  Y para reemplazarla se recurre a la actriz Jeri Ryan, que tuvo un papel importante para la serie que aquí esperamos aún, Dark Skies, que interpretará a... un borg hembra, llamada Seven to Nine. Rescatada de la "colmena" borg, se unirá a la tripulación del Voyager con el fin de que se adapte nuevamente a la vida humana, de donde fue raptada en su infancia, y paulatinamente, a lo largo de los episodios, irá recuperando su humanidad.  Y hay rumores de que la próxima temporada de DS9, que será la sexta, pudiera ser la última. El episodio final de la quinta temporada, Call to arms ("Una llamada a las armas"), posee un guión que está mantenido totalmente en secreto, aunque parece anunciar lo que el título promete, guerra, entre la Federación y la alianza Cardassia/Dominion. Y es que los últimos capítulos de DS9 parecen ir encaminados subrepticiamente a... imitar Babylon 5.  Neo Motion Pictures, una productora independiente que ha hecho algunas películas para Miramax, planea rodar un documental "para fans de ST sobre fans de ST". Se titulará, por tanto, Trekkies, y dirigirá Roger Nygard.  ¿Tienes idea para alguna historia de ST y crees que es buena? Escribe pues el guión, literario o técnico, según te parezca, que ellos ya harán lo que crean conveniente, y envíalo -redactado en inglés, of course- a: Lolita C. Fatjo, Script Co-ordinator, Star Trek Writing Department, Paramount Pictures Corporation, 5555 Melrose Avenue, Hart 105, Los Angeles, CA 90038-3197. FANDOM  Christopher Reeve, el excelente actor recordado machaconamente como Supermán, parece que está recuperándose poco a poco. Los médicos creen que pronto podrá prescindir del respirador, y parece que está percibiendo sensibilidad en brazos, espaldas y manos. Desde aquí te deseamos lo mejor, Chris...  Cuando Franco ganó la Guerra Civil, entre otras muchas picias mucho más graves, decretó que el idioma castellano era la única lengua en que podían exhibirse las películas extranjeras, y desde entonces se instauró la maniática costumbre del doblaje (durante la República se proyectaban en VOS hasta westerns de serie B). El 20 de enero de 1967, con el intento de aparentar una cierta normalización a nivel europeo, se autorizó el estreno de cierto tipo de películas en su versión original o subtitulada (se proclamaban, además, íntegras, pero seguían censuradas). Ahora, en estas fechas, se cumplen 30 años de esta gozosa instauración, cuando muchos de los que no vivís en Madrid o Barcelona aún no podéis disfrutar de ver las películas sin adulterar... La primera película que se estrenó de este modo fue la soberbia Repulsión de Roman Polanski (aunque 121

previamente algunos distribuidores se atrevieron tímidamente con ciertos productos, como La mosca de Kurt Neumann).  Canal Plus dedicó, la noche del domingo 6 de julio, a las 22,30, a tal evento precisamente, y para celebrarlo ofreció en versión original subtitulada nada menos que la excelente En la boca del miedo de John Carpenter. Algo más insólito aún cuando Canal Plus es aburridamente reacio al cine de terror...  Precisamente al cine de terror, como suele tener por costumbre en las fechas veraniegas, Canal Plus dedicó un especial. La noche del miércoles 9 de julio ofreció el especial de 15 minutos "Un verano de miedo", típico montaje realizado por ellos mismos que nada aporta, amén de, entre julio y agosto, las flojas Testigo mudo (antes del especial referido) y Asesino del más allá, el estreno Trauma de Dario Argento (la comentaremos en el próximo número), y las magníficas En la boca del miedo y El pueblo de los malditos de Carpenter y El señor de las ilusiones de Clive Barker. Lamentablemente, sólo la primera de esas tres últimas se ofreció en VOS. Pero al menos esta selección demostró más conocimiento que la celebrada el año pasado (donde, como cine de terror, pusieron Cyborg 2...).  Y también Canal Plus celebró el 1 de julio "La noche de Ed Wood", emitiendo el Ed Wood de Tim Burton, con un espantoso doblaje (afortunadamente, después hubo pases en VOS), seguida de Glen or Glenda y Plan 9 from outer space, ambas sólo en VOS. Tras Ed Wood emitieron el típico montaje "Ed Wood, el rey de la serie Z", sin especial interés...  Como habréis visto en la sección oportuna, se ha repuesto en Madrid la genial Freaks (La parada de los monstruos). Exhibida en los multicines Ideal, todas las sesiones (cinco diarias, o hasta siete los fines de semana) acaparan la sala llena. La distribuidora tiene previsto iniciar con ésta un ciclo de clásicos (subtitulados, por supuesto), que seguirá con El doctor Frankenstein, en su versión restaurada (con la escena de la niña íntegra), La novia de Frankenstein y la cuasi-onírica Laura, de momento, para después, tal vez, estrenar en España el Dracula de Bela Lugosi (que es inédita, por si no lo sabéis). Les deseamos un enorme éxito, y a ver si llega a todos los lugares del reino. ** Ampliación de noticias: Esta especie de ciclo es un cierto tipo de acuerdo entre los cines Ideal y el distribuidor, y por tanto sólo se verá en Madrid. Lo sentimos de corazón.  Y por cierto, agradecemos, como ha quedado patente, el estreno de semejante maravilla. Pero ello no es óbice para hacer la crítica. En la hoja informativa de los cines Ideal sobre La parada de los monstruos, en la sinopsis argumental que ofrecen, hay una frase que produce vergüenza ajena: "Éstos [los "monstruos"], que además de feos son rencorosos, deciden vengarse". ¿Quién ha sido el energúmeno que ha redactado esa perla?  Un juez de Oklahoma ha decretado que la magnífica película El tambor de hojalata es considerada "explícita en pornografía infantil", y como tal, el poseedor de alguna copia puede sufrir penas de hasta ¡veinte años de cárcel! Por cierto que hace unos días vimos que aún la tienen aquí en los Blockbusters...  El pasado 3 de septiembre, en El País, sección televisión, el experto en cine Fernando Morales, haciendo la crónica de la película La zona muerta, informa: "Flojo debut tras la cámara de David Cronenberg...". Previa a ésta (1983), Cronenberg había dirigido Crimes of the future, Stereo, Vinieron de dentro de..., Rabia, Cromosoma 3, Scanners, Videodrome... y creo que se me escapa alguna, así de memoria...

ESTRENOS 122

5 OBRA MAESTRA 4 MUY BUENA 3 BUENA 2 INTERESANTE 1 FLOJA 0 BODRIO - NO HE PODIDO VERLA X NO ME INTERESA VERLA C E F L M R El quinto elemento (Luc Besson).................. 0 2 - 0 0 1 Rainbow (Bob Hoskins)............................ - X - X - Sunchaser (Michael Cimino)....................... - - - - - Bogus, el amigo imaginario (Norman Jewison)...... X - - X - Airbag (Juanma Bajo Ulloa)....................... 0 X X 0 1 X Batman & Robin (Joel Schumacher)................. 0 - - 0 - 0 ¡Han llegado! (David T. Twohy)................... 1 - - 1 X La leyenda de Galgameth (Sean McNamara).......... X X - X - X Mi novia es un zombie... (Michele Soavi)......... 0 - 1 0 - Mentiroso compulsivo (Tom Shadyac)............... 0 X X X X 0 El condón asesino (Martin Walz).................. 1 X - 1 - Hombres De Negro (Barry Sonnenfeld).............. 1 1 - 0 2 0 2001, una odisea del espacio (Stanley Kubrick)... 5 3 5 5 5 3 La parada de los monstruos (Tod Browning)........ 5 5 5 5 5 5 Cumbres Borrascosas (Peter Kosminsky)............ - - - - - 1 Turbo Power Rangers (D. Winning y S. Levy)....... X X X X X X El submarino (Wolfgang Petersen)................. 5 4 - 5 4 5 Halloween, la maldición ... (Joe Chapelle)....... 2 X 2 2 - Austin Powers (Jay Roach)........................ 2 - - 3 3 2 Anaconda (Luis Llosa)............................ 0 2 1 0 2 2 Crossworlds (Krishna Rao)........................ 0 X - 0 X X Brácula (Á. Sáenz de Heredia).................... X X X X X 0 Nadja (Michael Almereyda)........................ 0 X 1 0 0 0 Breakdown (Jonathan Mostow)...................... - - - - - La hija de Robert Poste (John Schlesinger)....... - - - - - 3 La princesa y los duendes (Jozsef Gemes)......... - - - - - Atolladero (Óscar Aibar)......................... - - - - - Thinner (Tom Holland)............................ 2 - 2 0 - El mundo perdido: Jurassic Park (S. Spielberg)... 0 2 3 0 - 0 C: Carlos Díaz Maroto. E: Eduardo Escalante. F: Fernando Martín. L: Luis F. Alboreca. M: Manuel Aguilar. R: Roberto Cueto. AIRBAG TODO PARA NADA Juanma Bajo Ulloa efectuó con sus dos películas precedentes, Alas de mariposa y La madre muerta, dos magníficos dramas psicológicos con apuntes fantásticos, y se desveló como uno de los directores españoles más capacitados, con un mundo propio y un sentido de la plasticidad insólito. Tras un largo tiempo de silencio, en que varios proyectos se abortaron y rompió sus relaciones profesionales con algún productor, ahora reaparece con este Airbag, escrito al alimón por él junto a sus dos protagonistas, y que ofrece algo sustancialmente distinto a lo que hasta el presente nos tenía 123

acostumbrado Juanma: Una road-movie humorística y de acción, con -único punto de contacto con su obra precedente- apuntes fantásticos. El resultado se salda negativo, y es la prueba tajante de que, aún con la simpatía personal que proyecta el director en sus apariciones públicas, carece de sentido del humor para arrojarlo en una cinta, apareciendo patoso, forzado y torpe en su intentos de provocar la risa del público, y habiendo de acudir al más simplón y chabacano de los planteamientos. En cuanto a la estructura en donde todo se integra, se trata de una road-movie inspirada en las dos estrellas modernas del cine contemporáneo, Quentin Tarantino y Robert Rodríguez, suponiendo este Airbag una vampirización de los estilemas narrativos de ambos realizadores. En realidad, lo que Bajo Ulloa ha pretendido en este film es empotrar una tras otra una serie de ideas que deben bullir en su mente, así aporta una parodia de los culebrones -de una manera significativa, en eso acaba convertido el film-, una parodia de la publicidad, una parodia de los teléfonos móviles... Todo ello, obvio es decir, con muy escasa sutilidad. En su concepción estilística, la película ofrece un conglomerado de técnicas publicitarias y de video-clip, tan forzada como fría en sus resultados. Y los elementos fantásticos que trata de integrar, una practicante de macumba contra Paco Rabal por un lado, y por otro la aparición de la que podría ser la virgen de Fátima practicante de vudú y traficante de drogas -¿influencia de Fotos?-, encarnada por la exquisita Maria de Medeiros, sólo logra provocar la sorpresa en un inicio, para después manifestarse como todo el resto de los ingredientes que se van desgranando a lo largo del film: todo para nada; nada de lo que se ofrece aporta algo que ofrezca un auténtico soporte a la narrativa; todo es superfluo, gratuito, vacío. Incluso se ve incompetente Bajo Ulloa para aprovechar toda la caterva de grandes actores y actrices de que goza, ofreciéndoles en exclusiva a modo de "estrellas", efectuando su numerito y desapareciendo (dejemos aparte al imposible Karlos Arguiñano, que brinda la misma vis que en sus programitas culinarios). Airbag supone, en última instancia, un catálogo de las influencias culturales que tiene nuestro joven realizador: Tarantino, algunas series televisivas (Starsky y Hutch aparece citado de continuo, La casa de la pradera), los culebrones venezolanos, la publicidad, Mortadelo y Filemón, los últimos escándalos paidofílicos, Tarantino de nuevo... De todos modos, ¿qué puede esperarse de un director modelno que en su vida ha oído hablar de Robert Bresson? Carlos Díaz Maroto Airbag. España / Alemania / Portugal 1996. D: Juanma Bajo Ulloa. G: Karra Elejalde, Fernando Guillén Cuervo y J. Bajo Ulloa, s/a K. Elejalde. F: Gonzalo Berridi. M: Bingen Mendizábal. I: Karra Elejalde, Fernando Guillén Cuervo, Alberto San Juan, Maria de Medeiros, Manuel Manquiña, Karlos Arguiñano, Luis Cuenca, Rosa María Sardà, Pilar Bardem, Francisco Rabal, Nathalie Seseña, Albert Plá, Javier Bardem, Olvido Gara. C scope. ¡HAN LLEGADO! YAES-TAN-AQUÍII... Producida a la par con Independence Day, se ha estrenado ahora ¡Han llegado! junto al aluvión de estrenos del mismo tema. Lo que diferencia a esta película de las otras es su pequeño presupuesto y la intención de hacerla menos espectacular en efectos y más cerebral. Lo malo es que no consigue que la historia avance por sus recursos internos, dada la torpeza del guionista/director, porque la premisa de una invasión silenciosa, junto al cambio climático de nuestro planeta, es interesante, pero algunas escenas demuestran que Twohy no sabe muy bien cómo desarrollar la trama. A tal efecto, la escena de los escorpiones es una de las más tediosas y estúpidas vistas en una película. Ésta y otras escenas incoherentes van pululando por el film, minando su argumento. También el uso de un actor para efectuar dos papeles, y luego aportar la explicación de los clones para provocar la sospecha del protagonista, supone un recurso un tanto infantil. Lo único notable de la cinta es la sugestiva escena de la incursión de Charlie Sheen en la factoría alienígena, y el curioso y escheriano diseño de los extraterrestres, con las rodillas "invertidas". En realidad, la película más semeja el capítulo piloto de una serie tipo "Los invasores", con la cual tiene muchas similitudes, dado lo plano del guión y la dirección, y por otro lado los actores no 124

están en su mejor disposición. Hay escenas con potencial que demuestran que el director posee cierta inventiva, eso sí, si se toma la molestia de trabajar en serio. Luis F. Alboreca ¡Han llegado! (The arrival). USA 1996. D/G: David T. Twohy. F: Hiro Narita. M: Arthur Kempel. FX: Pacific Data Images, Available Light. I: Charlie Sheen, Ron Silver, Lindsay Crouse, Teri Polo, Tony T. Johnson. 100 C. BATMAN & ROBIN HIELO Y HIEDRA Joel Schumacher, uno de los peores directores del cine americano actual (¡y los hay para elegir!), ha regresado con una nueva entrega de las aventuras del Cruzado de la Noche tras la espantosa Batman forever, y era evidente, ha estado a las alturas que todos esperábamos. Es de hecho este Batman & Robin de un nivel muy similar a la previa, aunque aquí, al menos, nos libramos de la presencia del siempre vomitivo Jim Carrey, algo es algo... La película, como se ha dicho, es casi un calco de la anterior, así pues ofrece un prólogo aturullador pleno de explosiones, montaje a dos planos por segundo, música atronadora y fantasmadas sin cuento: si en aquélla teníamos el numerito de la caja fuerte nada más comenzar, aquí tenemos el del surfing aéreo, algo digno de verse para no creerse. Prosigue con un minuto o dos como mucho de desarrollo de personajes, para continuar con la creación de Poison Ivy (llamada en el doblaje en inglés o en español, tanto da) y de Bane. Unos poquitos diálogos más, y acción otra vez, y así sin parar hasta el final. El nefasto Akiva Goldsman, guionista habitual de Schumacher, no ha agotado mucho las meninges y se esfuerza lo mínimo en la evolución de la trama, así, el desarrollo del personaje de Hiedra Venenosa está calcadito del de Catwoman en la segunda entrega de Tim Burton: empieza siendo una mujer en teoría brillante pero desastrada, y tras una impactante experiencia se transforma en supervillana, aunque aquí sigue siendo tan idiota como antes, sólo que guapa. De hecho, la verdadera batalla que se desata en la película es por ver quién es el más imbécil de todos los personajes, si Batman y Robin, que desde el inicio ("Ya sé porqué Supermán trabaja solo", clama Bruce Wayne) hasta el final se están peleando (aunque ya se sabe: amores reñidos son los más queridos), o Poison Ivy, en la que es la peor interpretación jamás ofrecida por Uma Thurman, Mr. Hielo (el ochenta por ciento del diálogo de Arnold Schwarzenegger se reduce a "¡Sí!") o Barbara Ex-Gordon, un niñata pija, engreída e impertinente de lo más abofeteable. Una buena muestra de las limitaciones de Goldsman como guionista es el recurso del polvo obnubilador de Poison Ivy (no, no es que haya escenas de sexo), que utiliza cada dos por tres para salir de cualquier embolado. En realidad, todo espectador con un mínimo de vista que haya contemplado la previa y ésta, sabe de qué pie cojea Joel Schumacher (y no es que lo estimemos un defecto), así pues ofrece otra ración de lo mismo, a saber, el desarrollo de la historia de amor entre Batman y Robin. Al final, quedará patente lo superfluo de la inclusión de personajes femeninos, quienes a Schumacher, por supuesto, se la traen floja (y nunca mejor dicho). Lo importante para él es la relación que se establece entre el millonario y el muchachito que vive con él, donde se prodigan los celos entre uno y otro, no provocados por la atención hacia las hembras, sino por la desatención de uno hacia otro. Si entre los aficionados a los comics la homosexualidad entre Batman y Robin siempre había sido un juego, Schumacher lo ha tomado como el meollo de la historia; no extrañará por tanto que en el planteamiento visual del film, los resultados, más que de una cinta de acción, estén más cercanos a una película como Las aventuras de Priscilla, reina del desierto. En suma, la película está planteada para satisfacer a quinceañeros descerebrados y a gays con glam descerebrados. Cualquier otro espectador, según parece, no merece el menor respeto por parte de sus creadores... Carlos Díaz Maroto

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EL AMOR TIENE DOS CARAS Todas las adaptaciones cinematográficas de los comics de superhéroes suelen ser bastante infieles, y Batman & Robin no supone una excepción: los personajes en nada semejan a los de las historietas, ya no sólo en trajes o poderes, sino en lo más importante, la personalidad. Efectuemos un repaso: Mr. Freezer (Mr. Hielo) fue creado por Bob Kane, y su primera aparición tuvo lugar en Batman nº 121 (febrero 1959). La historia es similar, pero en realidad está basada en un capítulo de Batman: The animated series, "Heart of ice", con guión de Paul Dini y dirección de Bruce W. Timm, y con la voz de Michael Ansara como Mr. Freezer, un personaje patético y desconsolado que busca una cura para su mujer. Lo que resulta paradójico es que el capítulo de la serie animada posee más fuerza y mejores interpretaciones que esta película. Arnold Schwarzenegger dispone de unos diálogos que no pasan de un "¡Síiii!" y su actuación resulta nefasta. Todo ello debido a un mal guión y a una peor dirección. Poison Ivy (Hiedra Venenosa) apareció en Batman nº 181 (junio 1966). Pamela Isley era una estudiante de Botánica cuyo profesor Jason Woodrue experimentó con ella y simultáneamente con plantas; por ello Pamela se transformó en Poison Ivy, un ser híbrido de vegetal y humano. Dotada de la afinidad y el poder de controlar las plantas, también hace uso de la química de su cuerpo para elaborar pociones, sueros de la verdad, filtros de amor o lo que se tercie. Pero su mayor habilidad consiste en servirse de su inteligencia y su cuerpo para engatusar a los hombres y con su "beso" controlarlos. En la película la transformación es un plagio de la de Catwoman en Batman vuelve (Batman returns, 1992), de Tim Burton: una mujer poco atractiva y estúpida, que se convierte en una femme fatale con deseos de venganza. Uma Thurman lleva a cabo un desastroso papel y sólo sabe echar polvos -literalmente- a los hombres para controlarlos, matando a algunos con su beso (¿plagio de Fu-Manchú y el beso de la muerte, de Jesús Franco?). El doctor Jason Woodrue salió por vez primera en el cómic The Atom nº 1 (enero-febrero 1962), y en The Flash nº 245 (1976) se transformó en Floronic Man, un hombre-planta. En la película es tratado como un chiflado y un imbécil (¿cómo lograría su título?), pero John Glover está a la medida del personaje: actúa -es un decir- tan mal y de un modo tan estúpido como el guión lo requiere. Es una lástima que hayan destrozado un personaje con tamaño potencial; podría haber sido el próximo villano, y mencionando su enemistad con Swamp Thing se integraría a Batman en un mundo pleno de superhéroes (como parece pretenderse con las alusiones a Superman en los dos últimos films). Pero la ineptitud de Akiva Goldsman lo ha hecho de nuevo imposible. Bane (Perdición) no tiene nada que ver con el personaje del cómic: aquí es convertido en un remedo de Hulk (el de la serie de televisión), sin mente ni vocabulario. En "La venganza de Bane" se muestra a un personaje adicto a una droga que le proporciona una gran fuerza, de cuya adicción desea librarse sin por ello perder esa fortaleza; su obsesión por derrotar a Batman le conducirá a romperle la espalda (visto en una larga saga publicada en España). No es un lumbreras, pero tampoco imbécil: otro personaje no aprovechado. Batgirl apareció por primera vez en Detective Comics nº 359 (enero 1967). Barbara Gordon es la hija adoptiva del comisario Gordon (en realidad su sobrina); fascinada con los superhéroes, y más tarde con Batman, asume su condición de Batgirl; el Joker la dejó paralítica de un disparo en el clásico "La Broma Asesina". La Batgirl del filme es Barbara Wilson, sobrina de Alfred. Ello se debe al intento de construir una familia al más puro estilo americano: Batman y Robin es el matrimonio, Fat..., esto..., Batgirl es la hija y Alfred el abuelito. La relación homosexual de Batman y Robin en el comic es una broma de los aficionados que Joel Schumacher se ha tomado por completo en serio (en España existía igual guasa con respecto a Roberto Alcázar y Pedrín). Los primeros planos de los paquetes y culos de ambos ya los mostró en Batman forever, aunque sólo mostrando el paquete de Robin y el culo de Batman, dando a entender quién atizaba a quién; con Fatgirl ofrece otro tanto, aunque los planos duran menos; supone un preludio de lo que va a venir, ya que las discusiones de los héroes son acerca de la intromisión en la pareja estable de Poison Ivy. Y respecto a lo tan cacareado de que Fatgirl es un intento de eliminar el tufillo gay de la película, es desmentido porque ésta no tiene ninguna relación amorosa con Robin (de hecho es tratada con bastante desidia), así pues Batman y Robin triunfan y prosiguen su idilio. 126

Tanto Alfred como Gordon (Michael Gough y Pat Hingle: los mejores actores de la película) sólo son comparsas. Gordon como el tonto policía que siempre falla, y Alfred para proporcionar la parte ternurista (y cuya interpretación resulta lo mejor de la cinta). Otro asunto curioso es que gran parte del público no admite a un tipo con esquijama luchando contra criminales, y sí que Batman y Robin hagan esquí aéreo persiguiendo a un Mr. Freezer que tiene alitas de mariposa, y aterrizan sin un solo golpe, o que unos coches corran por tejados y sobre una estatua sin el menor contratiempo. Como eso es más espectacular resulta más creíble... La próxima vez que hagan una película de superhéroes podrían utilizar los propios comics como storyboard. ¡Qué ingenuidad...! Luis F. Alboreca Batman & Robin (Batman & Robin). USA 1997. D: Joel Schumacher. P: Peter MacGregorScott para Warner. G: Akiva Goldsman [y Dennis Miller], s/p Bob Kane. F: Stephen Golblatt. M: Elliot Goldenthal. FX: John Dykstra (vis.), Rick Baker (maq.). I: Arnold Schwarzenegger, George Clooney, Chris O'Donnell, Uma Thurman, Alicia Silverstone, Michael Gough, Pat Hingle, Elle MacPherson, Vivica A. Fox, Vendela Thommesen, John Glover, Jeep Swanson. 123' C scope. MI NOVIA ES UN ZOMBIE O MÍOS PARA SIEMPRE JAIMITO CONTRA LOS MUERTOS VIVIENTES La presente película goza de un gran prestigio entre ciertos aficionados al género, así pues uno la esperaba con gran interés, pese a que ninguna de las previas películas que había visto de su director, Aquarius, La secta y El engendro del diablo, me parecían siquiera regulares. Al final, la frustración ha sido el saldo, y Mi novia es un zombie -en realidad, el título español no es tan inadecuado- aparece como uno de los grandes bodrios del género. Basada en una novela, sin embargo uno de sus mayores defectos es precisamente un guión deslavazado que parece narrar dos historias que comparten igual protagonista pero distinto estilo y rumbo. Así, en un inicio tenemos al enterrador cazador de zombies que debe lidiar con éstos mientras van resucitando en el cementerio; de repente, una nueva historia irrumpe: las vivencias del enterrador en el pueblecito, su idilio con distintas muchachas de igual apariencia y el desequilibrio que se detecta en su persona. Otra tercera historia, que lo envuelve todo y que consiste en una compleja parábola metafísica, es tan idiota y está embutida de una manera tan forzada que ni merece prestársele atención; su metafórico final parece incluso una burla a la inteligencia del espectador. Todo ello, sin embargo, está impregnado, por un lado, por una pretensiones poéticas que vergüenza ajena dan, y que semejan rodadas por Almodóvar, o alguien igual de hortera; por otro lado, el sentido del humor que empapa la cinta, y que muy poca, poquísima gracia posee, parece propio de una comedia erótica italiana de los 70, y que es en lo cual acaba derivando este bodrio estúpido, autocomplaciente y vacío. Carlos Díaz Maroto Mi novia es un zombie o míos para siempre (Dellamorte, dellamore). Italia 1994. D: Michele Soavi. G: Gianni Romoli. FX: Sergio Stivaletti. I: Rupert Everet, François Hadji-Lazaro, Anna Falchi. C. HOMBRES DE NEGRO HOMBRES G. CONTRA LOS INVASORES ESTELARES Enmarcada en la oleada de invasiones alienígenas que se ha adueñado en los últimos meses de las salas cinematográficas, nos llega esta adaptación del homónimo -y desconocido por estos larescómic de Marvel (*), en la cual cabría destacar la considerable desproporción entre la macro-campaña publicitaria por la que el film viene avalado y la modestia de sus planteamientos internos, que no van mucho más allá de la parodia facilona de las producciones sobre parejas de policías chistosos, la cual, apoyada casi en exclusiva sobre las gracias y muecas del prepotente Will Smith, hilarantes sin duda para 127

sus fans, da lugar a unos resultados cualitativos que no superarían los bajos límites de la mayoría de productos parodiados de no ser por el aderezo fantástico que le acompaña, en una mixtura genérica similar a la planteada por la igualmente irregular Alien nación. Es el elemento fantacientífico -digámoslo así-, por tanto, el bote salvavidas que libra al presente filme del naufragio más absoluto, no tanto gracias a algún otro guiño a títulos clásicos (la referencia más directa sería, salvando enormes distancias, La invasión de los ladrones de cuerpos), sino al considerable amor por el género latente a lo largo del metraje y claramente revelado en el plano final, el cual, además del simpático diseño pulp, expone una teoría fascinante, digna de la pluma de Fredric Brown, lo cual, apoyado por el notable magnetismo de una Linda Fiorentino de armas tomar y la espléndida labor del magnífico Tommy Lee Jones (a quien el "gracioso" Smith trata de robar escenas de continuo, sin por supuesto conseguirlo), así como por las notables creaciones de Rick Baker -el calamarcillo resulta francamente encantador-, otorga una considerable dignidad al conjunto. ¿Qué tenemos, en resumidas cuentas? Un producto sin duda menor que, consciente de sus limitaciones, proporciona al espectador unos minutos de evasión que, tras la (in)digestión de bodrios intelectualoides del calibre de El quinto elemento, son francamente muy de agradecer. Manuel Aguilar EL MEJOR EXTRATERRESTRE ES EL EXTRATERRESTRE MUERTO Los Hombres de Negro, dentro de la mitología urbana y sobre todo en la ufología, son los más siniestros y terribles agentes del gobierno, que desea suprimir todo rastro de visitas extraterrestres; estos misteriosos individuos se dedican a eliminar o persuadir a testigos de avistamientos o abducidos por alienígenas, para que olviden esos hechos y no ofrezcan ninguna declaración a la prensa. Sin duda nada más que una leyenda, empero está muy arraigada, no sólo en la moderna mitología americana sino incluso en la mundial. Existe una previa película francesa titulada Los silenciadores, de finales de los setenta, que ya trataba este tema desde una perspectiva seria y terrorífica. Lowell Cunningham tomó esta leyenda y creó el cómic Men in Black, publicado en 1989 por Malibu Comics (*) con dibujos de Sandy Carruthers. Cómic pleno de humor negro y crítico hacia estos personajes del gobierno, la violencia impera en él, pero no la ensalza, sino que la utiliza en tono crítico, haciendo ver que pese a ser aquéllos los protagonistas no son ni mucho menos los héroes. Blancos, con aspecto de culturistas, vestidos con traje sastre negro y gafas oscuras, Arnold Schwarzenegger y Silvester Stallone, o cualquier otro musculitos, podrían haber dado mucho mejor esa imagen en pantalla. Jay es el joven inexperto e idealista, que cree en las soluciones no violentas, pero que se ve envuelto en lo contrario sin casi darse cuenta; Kay es el más maduro, un veterano pasado de rosca, que se deja llevar por la violencia y que dispara primero y pregunta después. En la película son sólo J y K (Jay y Kay es la pronunciación en inglés de dichas letras, pero también son nombres propios, juego que no se utiliza en la película), interpretados por Will Smith y Tommy Lee Jones respectivamente. Su personalidad no coincide con el original, ya que el guionista prefiere sacar partido al especial humor de Will Smith -gritos histéricos y muecas-, y utilizar a Jones como contrapunto serio, sin conseguir una ínfima sonrisa. A decir verdad, los personajes no poseen un ápice de personalidad, y no se averigua en verdad sus motivos para efectuar tal trabajo ni porqué actúan de ese modo. En la película se ha edulcorado la trama y a los personajes: sólo se mata a los extraterrestres malvados, permitiendo que los benignos vivan en la Tierra. Como se demuestra al inicio del film, existe cierto paralelismo entre los inmigrantes hispanos y los alienígenas: sólo los que acatan la ley yanqui y se dejan controlar por éstos son los buenos, y aquéllos que estén en contra o deseen su propia libertad son los malvados y por tanto perseguidos como enemigos. Todo lo demás es la típica película de invasores alienígenas, salpicada por supuestas notas de humor. El guión es notablemente plano, siendo el inicio de la captación de Smith un plagio de la clásica novela de ciencia ficción Ahora y siempre, de Jack Finney, para después plagiar también el relato de Fredric Brown "Espectáculo de marionetas", cambiando el burro de la historia original por un chucho más bien estúpido. Por lo demás, todo es predecible y hasta aburrido. Los actores y el director no están a la altura de lo que se esperaba de esta película. Luis F. Alboreca

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(*) En los títulos de crédito de la película figura como basado en un "cómic Marvel". Ello es debido a que la Malibu ha sido absorbida por esta otra empresa. MIB Men In Black Hombres De Negro (MIB Men In Black). USA 1997. D: Barry Sonnenfeld. PE: Steven Spielberg. G: Ed Solomon, s/c Lowell Cunningham editado por Malibu. F: Don Peterman. M: Danny Elfman. FX: Rick Baker (maq.), ILM (vis. y anim.), Eric Brevig (superv. vis.). I: Tommy Lee Jones, Will Smith, Linda Fiorentino, Vincent d'Onofrio, Rip Torn, Tony Shalhoub, Sio Bhan Fallon. 98' C. MENTIROSO COMPULSIVO GILIPOLLAS INTEGRAL Hay que admitirlo: Mentiroso compulsivo parte de una idea en verdad excelente: Por una especie de hechizo, una persona -abogado, para más señas, la profesión más denostada por la industria hollywoodiense- ha de pasar veinticuatro horas de su vida sin ser capaz de soltar una sola mentira; ello, por supuesto, le provocará mil y un problemas. Es de lamentar que sus guionistas, tras ésto, no se esfuerzan mucho más, y vuelcan toda la responsabilidad de sacar adelante la película sobre Jim Carrey y sus muecas. Porque el guión apenas avanza tras esta declaración de principios, todo se supedita a una acumulación de las supuestas gracias del más nefasto actor cómico de los últimos tiempos (con permiso de Chiquito de la Calzada). Por otro lado, la interpretación de Jim Carrey resulta monocorde y no varía de registro en momento alguno; hubiese resultado mucho más gracioso -inclusive para sus incomprensibles fans- que al inicio del film él fuese una persona normal, y una vez consciente de la maldición que le ha caído encima se fuese volviendo cada vez más histérico, incuestionable por el estado de nervios que ello provoca; no, aquí está nervioso desde el principio, es un gilipollas integral desde el comienzo hasta el fin. Lo peor de todo es que la película está construida -aparte de como elemento de lucimiento del Carrey- para elaborar la enésima apología a la familia y todas esas baboserías tan del gusto del espectador yanqui. En resumen, un engendro, un absoluto engendro. Carlos Díaz Maroto Mentiroso compulsivo (Liar, liar). USA 1997. D: Tom Shadyac. G: Paul Guay y Stephen Mazur. F: Russell Boyd. M: John Debney. I: Jim Carrey, Maura Tierney, Justin Cooper, Jennifer Tilly, Cary Elwes, Swoosie Kurtz, Amanda Donohoe, Anne Haney, Justin Cooper. 87' C. EL CONDÓN ASESINO QUÍTATELO, QUÍTASELO El condón asesino y El retorno del condón asesino son dos comics creados por el alemán Ralf König, el autor gay más famoso de Europa, tal vez porque sea el único que lo ha declarado abiertamente (si existen otros no han llegado a España). La historia de El condón asesino aúna estos dos comics, pero al trasplantarlos al cine han perdido mucho del humor negro y socarrón que había en ellos. La película resulta divertida, pero está mal rodada y dirigida, se percibe que lo ingenioso está extraído de los tebeos y no hay nada innovador ni humorístico por sí mismo. Los personajes están trabajados un poco más allá del original, en especial el inspector McCarroni y su amante, los demás al menos están correctos y parecen reales. El condón asesino está diseñado por H. R. Giger, pero en nada se asemeja a sus trabajos previos, más bien parece idea original de Jörg Buttgereit, director de Nekromantic, y supuesto mero manufacturero. Resulta en verdad divertido oír a los condones parlotear o canturrear, o verlos pululando por las calles, con una escena que recuerda a la mismísima La noche de los muertos vivientes (también están las socorridas parodias de Psicosis y Tiburón). Otro elemento que estropea la película es la sensación de tesis del filme. La villana de la película suelta una perorata homófoba y retrógrada, que es respondida por el inspector con un apabullante monólogo en el cual está rodeado por ángeles e iluminado por un luz celestial, con una música ad hoc. Está bien defender la libertad individual de cada cual, pero da la sensación de que los guionistas (entre 129

ellos el propio Ralf), desean que el mensaje sea mesiánico, algo por otro lado gratuito puesto que los espectadores serán en su mayoría homosexuales, bisexuales o heterosexuales sin prejuicios. Creo que ofrecer una película meramente divertida y desenfadada hubiese hecho de ella algo mejor. Luis F. Alboreca El condón asesino (Kondom des Grauens). Alemania 1996. D: Martin Walz. G: Ralf König, M. Walz y Mario Kramp, s/c "El condón asesino" y "El regreso del condón asesino" de R. König. F: Alexander Honisch. M: Emil Viklicky. FX: Jörg Buttgereit, diseñados por H. R. Giger. I: Udo Samel, Peter Lohmeyer, Marc Richter, Leonard Lansink, Iris Berben, Henning Schlüter, Ron Williams, Ralf Wolter, Georg-Martin Bode. 115' C. LA PARADA DE LOS MONSTRUOS LA BELLEZA DE LA BESTIA Cuando Tod Browning estrenó esta hermosa obra maestra todo el mundo se le echó encima. La crítica la calificó de nauseabunda, el estudio la censuró, y el público la despreció. Hoy día, en esta nueva reposición (restaurada, incluyendo más metraje que nunca, aún así sigue incompleta), el público suelta carcajadas cuando aparecen los disminuidos físicos: la sociedad bien poco ha avanzado desde entonces. Pese a lo evidente y diáfano, conviene no echar de lado la bella metáfora que sustenta esta película: la belleza es implícita, no explícita. Así, los personajes negativos de la película responden a los axiomáticos sobrenombres de Cleopatra (personaje histórico mítico por su belleza) y Hércules (personaje mitológico de histórica fuerza), esto es, ambos resaltan por la perfección de sus cuerpos. A su lado, enanos, personajes deformes, hombres sin extremidades, mujeres siamesas; provocan la repulsa en los normales sin sensibilidad, sin embargo ellos están dotados de un inusitado espíritu de respeto mutuo, no exento de un sano sentido de la auto-ironía. Pero cuando a uno se le daña, todos responden, y todos atacan. El magistral clímax final de la cinta, con todos los monstruos (monstruos engendrados por el odio y el rechazo, no por su condición per se) arrastrándose entre los carromatos, un delicioso estremecimiento se desliza por la espalda del espectador, y Browning demuestra su amor hacia el repudiado por su condición de distinto así como su fascinación por lo outré, por lo que se aparta de la norma. Él fue uno de ellos, y Hollywood le dio la espalda. Incluso hoy día, una obra de fascinadora belleza como la presente es acogida por el público con burla, rechifla, desprecio. ¿Llegará un día en el que percibiremos que todos somos monstruos a ojos de los demás, y que por tanto, todos somos iguales? Carlos Díaz Maroto La parada de los monstruos (Freaks). USA 1932. D: Tod Browning. P: T. Browning para MGM. G: Willis Goldbeck y Leon Gordon, s/r "Espuelas" de Tod Robbins. F: Merrit B. Gerstad. I: Wallace Ford, Olga Baclanova, Leila Hyams, Roscoe Ates, Henry Victor, Harry Earles, Daisy Earles, Rose Dione, Daisy y Violet Hilton, Schlitze, Josephine Joseph, Johnny Eck, Frances O'Connor, Peter Robinson, Olga Roderick, Elvira y Jeannie Snow, Prince Randian. 66' B/N. ANACONDA ADIVINA QUIÉN VIENE A CENAR... Luis Llosa ya nos horrorizó con aquella El especialista perpetrada a mayor honra del quimérico matrimonio formado por Sylvester Stallone y Sharon Stone. Ahora nos ofrece esta basurilla, tan mal dirigida como aquélla, con un guión imposible, unos efectos especiales de tercera regional y un reparto desquiciado. De evolución dramática nula, donde todo supone una especie de remake amazónico de Alien, el octavo pasajero (siete viajeros de un navío amenazados por una presencia letal, uno de cuyos integrantes resulta no ser lo que aparenta, eliminación paulatina de personajes hasta enfrentamiento de la heroína con la bestia), Llosa se limita a rodar el documental turístico que supone la incursión en tan 130

hermoso como agreste paraje, ofreciendo las escenas de acción con una embarullada planificación -constante del cine del género actual- y supeditando la responsabilidad hacia los muchachos de los fx, que crean una serpiente mutante que varía de continuo de tamaño, o parece levitar en unos alardes imposibles, o mueve su inmensa mole de toneladas con una velocidad que sólo pretende ocultar lo pedestre de su diseño. Pero lo más chocante de esta aburrida chapucilla es el uso de que hacen objeto los guionistas -y la producción- de los actores: protagoniza una hermosa pero poco valiosa actriz hispana, Jon Voight tiene el que en apariencia es el personaje más jugoso, pero el desastroso guión provoca la desidia del actor, supeditando todo a unas frases horrorosas y a los sempiternos chistes estúpidos de cara a la galería -cuando la serpiente lo vomita, aún medio digerido como está le dedica un guiño a nuestra heroína-, Ice Cube, recitadorcillo de rap, ofrece el típico papelito de este tipo de películas de negro-con-responsabilidad, y por último lo más sorprendente de todo, el magnífico Eric Stoltz, que se pasa todo el metraje en la cama, como si en el último momento su personaje hubiese sido eliminado del guión por alguna trifulca con los productores. Imposible disfrutar con esta serpiente de verano engendrada para cubrir los vacíos de cartelera que provoca el estío. Carlos Díaz Maroto LA AVENTURA ES LA AVENTURA Fruto tardío de la moda que hace unos años inundó las salas cinematográficas de toda clase de animales hipertrofiados, nos llega esta hija bastarda de Tiburón, una simpática serpiente de verano dispuesta a hacernos olvidar, con efusivo abrazo, los agobios estivales en un guión repleto de aventura y exotismo al que no faltan buenos detalles, por desgracia apenas explotados. Digna de destacar, en efecto, es la fascinante premisa argumental de una tribu amazónica desconocida y protegida por una anaconda gigante -una extrapolación de las leyendas sobre serpientes de descomunal tamaño difundidas entre muchas tribus reales, para las que constituye un reto cotidiano la convivencia con estos reptiles-. Unida a la ambigua relación de atracción-repulsión entre la serpiente y su cazador, turbador personaje adecuadamente encarnado por un Jon Voight muy alejado de la imagen que le popularizó en Cowboy de medianoche, esta combinación de elementos reales y fantásticos proporciona al film una sensación inquietante, desafortunadamente mediatizada por un guión calcado de Tiburón y Alien (con gotas incluso de Apocalipse Now), mucho más preocupado por la acumulación de peripecias que justifiquen una nueva exhibición de efectos infográficos -no apoyados, por cierto, en la verosimilitud de los movimientos-, que en el desarrollo progresivo de la atmósfera, lo cual, unido a la nula entidad dramática del resto de personajes -el ostracismo de Eric Stolz es un caso aparte- está a punto de convertir el film en un desastre absoluto. Nos queda, por fortuna, sobrenadando tales naufragios, el placer de la aventura por la aventura, de revivir durante unos minutos el espíritu de la serie B más añeja e ingenua. Se puede pedir más, evidentemente, pero ¿es acaso la virtud citada desdeñable en estos tiempos? Manuel Aguilar Anaconda (Anaconda). USA 1997. D: Luis Llosa. G: Hans Bauer, Jim Cash y Jack Epps Jr. F: Bill Butler. M: Randy Edelman. FX: Walt Conti (animatronic), John Nelson (vis.). I: Jennifer López, Jon Voight, Ice Cube, Eric Stoltz, Kari Wuhrer, Jonathan Hyde, Owen Wilson, Danny Trejo, Vincent Castellanos. 93' C. AUSTIN POWERS EL DESPERTAR DE MICHAEL MYERS Durante la década de los sesenta se hicieron las mejores películas de James Bond; en televisión triunfaban las series Los Vengadores, con el excelente Patrick McNee, y Danger Man en sus dos encarnaciones, la primera en 1960-1961 y la segunda en 1965-1968 -conocida en EEUU como Secret 131

agent man, y cuya sintonía se usa en un momento determinado de esta película-, con Patrick McGoohan de protagonista, más conocido por la continuación de la previa, la magistral El prisionero (The prisoner). Mike Myers ha mamado todo esto y ha creado a Austin Powers. La ambientación de la película es excelente: no imita los sesenta, sino que es esa década. El número musical del inicio es como de aquellos protagonizados por Tommy Steele, y tanto los adornos de la calle como los coches, discotecas y cualquier objeto a la vista tienen la apariencia exacta de los sixties. En verdad se ha efectuado una encomiable labor. Esta divertida parodia de las películas de espías tiene continuas referencias a otras películas y series. Entre los clásicos secundarios está el oriental de Goldfinger o la asesina lesbiana de Desde Rusia con amor, hasta el malvado de la mayor parte de los films de 007, Blofel -aquí el señor Maligno-, interpretado por el propio Michael Myers en un registro por completo distinto al disparatado y cargante Austin Powers, a quien también interpreta (¡ya podía aprender Jim Carrey!); hasta la música es un émulo de la de John Barry para los films de Bond. Mimi Rogers y Elizabeth Hurley, madre e hija en la trama, son la compañera, en distintas épocas, de Powers, siendo sobre todo la primera una clara alusión a la Emma Peel, interpretada por Diana Rigg, de Los Vengadores, tanto por el vestuario como por su forma de actuar. Demolition Man es parodiada cuando se descongela al protagonista, y cuando es secado se deriva a otra parodia de Agente 007 contra el Dr. No. La acción transcurre sin descanso de gag en gag, con cameos, entre otros, de Tom Arnold -actor de discutible humor-, en unos aseos públicos, o Carrie Fisher, como psiquiatra de terapia de grupo. Las androides que aparecen hacia el final recuerdan a las aparecidas en el episodio "Las chicas de Mudd" de la serie clásica de Star Trek, y el traje plateado de Liz Hurley es igual que en otro episodio de la serie, "Los jugadores de Triskelion". Inclusive la escena de la puerta de Superagente 86 es parodiada. Aunque sin duda la escena más divertida de toda la película es la de las lubinas mutantes con mala leche. El film es un divertimiento total, donde actores poco frecuentes en comedias, como un Michael York con melenitas, interpretando al jefe de Powers, o Robert Wagner como segundo del malvado, efectúan un trabajo encomiable y hasta gracioso. Todos los demás actores hacen unas correctas interpretaciones, hasta Mike Myers, un actor de lo más repelente que podría estar en la onda de Jim Carrey o Will Smith, que sin embargo ofrece una muestra de su ductilidad, como hemos apuntado más arriba. De apariencia simplona, la película posee mayor contenido del que aparenta su superficie, efectuando una sugestiva ironía mediante sus dos personajes principales (interpretados, recuérdese, por idéntico actor), a ambos lados de la ley, pero cuya ubicación en un tiempo distinto aúna en cierto modo; de esa manera, se les relaciona a partir de esa sensación de pertenecer a otro lugar y su inadaptación al nuevo medio. Resaltan, de igual forma, unas cuantas escenas de impecable coreografía, rodadas además en un plano-secuencia, a lo Orson Welles (y sin duda planificadas por el propio Myers en lugar del escasamente imaginativo director), donde se juega con el desnudo de los intérpretes y la intercepción de objetos para impedir el visionado de nada "impermisible". Por lo demás, lo peor de la película es el baile de "La Macarena", que no tiene la menor gracia. Luis F. Alboreca Austin Powers (Austin Powers: International Man of Mystery). USA 1997. D: Jay Roach. P: Suzanne Todd, Jennifer todd, Demi Moore y Mike Myers. G: M. Myers. F: Peter Deming. M: George C. Clinton. I: Mike Myers, Elizabeth Hurley, Michael York, Mimi Rogers, Robert Wagner, Seth Green, Clint Howard, Carrie Fisher, Rob Lowe, Christian Slater, Burt Bacharach. 89' C scope. HALLOWEEN: LA MALDICIÓN DE MICHAEL MYERS EL REGRESO DE LA MÁSCARA Sabe a gloria, hoy día, encontrarse ante una película como ésta. No porque sea buena, que tiene sus defectos, sino porque, tras un engendro como Scream -y con toda seguridad la que comentamos se ha estrenado gracias al éxito de aquélla... y sin embargo será un fracaso, seguro-, por contraste, Halloween: La maldición de Michael Myers es un peliculón.

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Como decíamos, tras Scream, ésta al menos ofrece una historia en serio (*), posee personajes, situaciones... Sufre algunas contradicciones con respecto a títulos previos de la saga, y sobre todo, se percibe que en el montaje se ha eliminado gran parte de metraje para cumplir con la hora y media de rigor de todo film de serie B, de modo que mucho queda sin aclarar, sobre todo acerca de esa fascinante secta de druidas que perviven en la actualidad, cuya intencionalidad y métodos precisaban más explicación. De todos modos, el desconocido Joe Chappelle logra proveer un cierto sentido de la atmósfera, actuando sobre todo de un modo diestro con la iluminación, y el guionista, Daniel Farrands, en ningún momento nos tortura con los típicos adolescentes idiotas que merecen ser masacrados, de hecho su diseño de personajes es austero y brinda a los actores unos diálogos que, por supuesto, no parecen dignos de Mankiewicz, pero al menos no semejan improvisados para las ocasiones en que nada pasa (una de las más insoportables constantes del cine de terror contemporáneo). Y hay un momento magistral gracias a la aparición de la gran actriz Kim Darby (la niña de Valor de ley, casi una anciana), que logra transmitir sin ambages la angustia y el terror que atenaza a su personaje cuando es acosada por el asesino enmascarado. Sí, es cierto: Halloween: La maldición de Michael Myers es algo archisabido (aunque resulta jugosa la explicación que da a los crímenes del muchacho), no aporta originalidad, es una típica de psicópatas. Pero insistimos: Para los tiempos que corren, al menos está bien rodada, va en serio y no se anda con engaños. Que ya es mucho. ________ (*) ¿Tanto cuesta hacer hoy día cine fantástico sin tener que recurrir al pitorreo para que sea admitido por el público? Pero lo que es peor, últimamente se ofrecen parodias sin anunciar que lo son, tales como la referida Scream en cuanto a cine de terror, o El quinto elemento sobre ciencia ficción. Y no es que uno odie el cine cómico, que lo adora... Carlos Díaz Maroto Halloween: La maldición de Michael Myers (Halloween: The curse of Michael Myers). USA 1995. D: Joe Chappelle. PE: Moustapha Akkad. G: Daniel Farrands, s/p John Carpenter y Debra Hill. F: Billy Dickson. M: Alan Howarth, s/t J. Carpenter. I: Donald Pleasence, Paul Stephen Rudd, Marianne Hagan, Kim Darby, Mitch Ryan, Leo Geter, George P. Wilbur. 88' C. EL SUBMARINO TODOS VOSOTROS ZOMBIES Concebida en un inicio como una serie televisiva de seis horas, en 1981 se estrenó mundialmente una versión resumida en 120 minutos para cines. En la actualidad, con el éxito de las últimas reposiciones ampliadas, Wolfgang Petersen se ha planteado restaurar su obra magna con más de sesenta minutos de metraje adicional. Imposible describir la atmósfera claustrofóbica y la sensación de angustia conseguidas, elementos que se transmiten al espectador con poderosa efectividad, debida ésta no tanto a las breves y cuidadosamente planificadas escenas de acción (que títulos más recientes como Marea roja han logrado imitar pero no superar), como a su hábil dosificación en el montaje de deliberada premiosidad, plagado de primeros planos que, convertidos en retratos vivientes del terror, nos hacen partícipes de la ansiedad sufrida por los atribulados tripulantes, a cuyas circunstancias personales presta mayor atención esta nueva versión. De tal modo, se nos ofrece la oportunidad de apreciar el meritorio trabajo del elenco interpretativo, en el que merecen especial mención Jürgen Prochnow -el Jesucristo reviniente de La séptima profecía- y Erwin Leder, en los roles de capitán e ingeniero de máquinas respectivamente, quienes mantienen una conexión emocional con el navío, hecho que otorga a la historia un notable halo fantástico, potenciado por el marcado sentido fatalista que impregna el metraje. De tal manera, se establece una simbiosis entre el submarino y su tripulación, quien en la agonía del sumergible devendrá en una especie de muertos vivientes. Considerada como la obra maestra de su director (La historia interminable, Enemigo mío, En la línea de fuego, Estallido), el presente título mantiene en todo momento un difícil equilibrio entre 133

el ejercicio intelectual y la evasión comercial, un equilibrio que debió erigirse en indicativo del camino a seguir por el moderno cine de acción, pero obviado por un grueso de "creadores" demasiado preocupados por obtener ganancias fáciles ofreciendo al público la evasión facilona que éste desea, para el cual es mucho más reconfortante creer que la guerra es una fuente de aventuras maravillosas. Manuel Aguilar El submarino (Das Boot). Alemania 1980. D: Wolfgang Petersen. G: W. Petersen, s/n LotharGunther Buchheim. F: Jost Vacano. M: Klaus Doldinger. I: Jürgen Prochnow, Herbert Grönemeyer, Klaus Wenneman, Hubertus Bengsch, Bernd Tauber, Martin Semmelrogge, Erwin Leder. 124'/210'/360' C. NADJA NADJA DE NADJA El estreno de la magnífica película policial El funeral (1996) motivó la fama a nivel general del director Abel Ferrara (otros ya le habíamos echado el ojo), de tal modo que se estrenó una cinta previa del director, la inquietante The addiction (1995); el éxito de esta última, por su parte, ha conducido al estreno de otro filme anterior, de premisas similares -vampirismo y blanco y negro-: Nadja (1994). Los designios de los distribuidores son inescrutables. Inspirada en un poema de André Breton, en realidad es un descarado y evidentísimo plagio de la película La hija de Drácula (Dracula's daughter, 1936), de Lambert Hillyer. Sin embargo, el director, Michael Almereyda -guionista de una ultra-cutre cinta de ciencia ficción, Cherry 2000 (1987), de Steve de Jarnatt, enésimo plagio de Mad Max II- ha tratado de pasar la historia por el tamiz de lo novedoso y lo intelectual. Así, partiendo de idéntica anécdota (Drácula es abatido por Van Helsing y éste es detenido por asesinato, la hija del Conde aparece en el depósito, hipnotiza al guarda y se hace cargo del cadáver, incinerándolo, secuestra a una muchacha, llevándosela a su castillo de Transilvania, y la troupe de héroes parte tras ella, incluso el personaje del criado leal pero celoso es tomado del simpático film de Hillyer), partiendo de tal anécdota como decía, se le otorga una óptica intelectualoide y prepotente, el típico recurso de ciertos directorcillos autocomplacientes que se creen por encima de un género, convencidos que su aportación otorgará al mismo un nivel superior. Al final, cualquiera que haya visto unas cuantas películas de vampiros de la Universal y de la Hammer se da cuenta que en realidad Almereyda no tiene mucha idea del tema que tiene entre manos, aunque él se crea de una inteligencia tan inconmensurable. De hecho, la película, usando la excusa del vampirismo (cuya mitología unas veces respeta y otras trastoca, de un modo aleatorio y sin ningún criterio) deriva en una sempiterna, y muy americana y convencional, amén de conservadora, loa a la unión familiar. Lo que sorprende es que aún siendo el film de una pedantería insufrible, posea unos diálogos dignos de una película de la Troma: la heroína confiesa "anteayer comí medio bollo, ayer tomé dos coca-colas light y hoy me he comido un tubo de M&M, pero dejando las amarillas", a lo cual Van Helsing responde categórico: "¡No cabe duda! ¡Es un zombie!". Por otro lado, dentro de esa corriente de pedantería que anega este inenarrable bodrio, su tratamiento visual, que se pretende igualmente novedoso, está plagiado -¡una vez más!- del trabajo efectuado por el surrealista francés Man Ray en los años 30. Así, junto a escenas rodadas de un modo "normal" digamos, intercala otras con un tratamiento estético opuesto, distorsionador, y que muchas veces impide distinguir bien lo que sucede, no integrándolo en la historia para aportar un punto de vista disímil, como sería lógico, sino al libre albedrío y en cualquier circunstancia, para parecer profundo. Da la impresión, por otro lado, que Abel Ferrara hubiera visto este engendro y hubiese pensado: "Yo puedo hacer lo mismo, pero bien rodado, inteligible y con auténtico contenido". En resumidas cuentas, algo así como una película de Bela Lugosi rodada por Eric Rohmer. Un tostón, un aburrido, pedante e inacabable tostón. Carlos Díaz Maroto

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Nadja (Nadja). USA 1994. D/G: Michael Almereyda. PE: David Lynch. F: Jim Denault. M: Simon Fisher Turner. I: Elina Löwensohn, Peter Fonda, Martin Donovan, Galaxy Craze, Suzy Amis, Jared Harris, Karl Geary, Nic Ratner, Jack Lotz, David Lynch, Isabel Gillies, José Zúñiga, Bernadette Jurkowski, Jeff Winner, Sean, Bob Gosse, Bela Lugosi. 89' B/N. CROSSWORLDS EN BUSCA DE LA VARITA MÁGICA ¿Cómo se puede destrozar una buena idea? Llenándola de personajes y situaciones estúpidas, pero que a su vez la hacen agradable al espectador adolescente y sin gusto; ese mismo espectador que se perdería en una historia sobre mundos paralelos y sus continuos saltos, por tanto deben simplificarla al máximo. Es una lástima que las buenas historias de ciencia ficción y el espectador que disfruta con ellas estén tan poco considerados... El joven protagonista (Josh Charles), con quien se pretende se identifique el espectador, la jovencita (Andrea Roth), de muy buen ver, que enamora al joven y quien hará lo que sea por ella, el maduro cínico (Rutger Hauer), que le ayudará y enseñará a convertirse en un hombre..., todo ello aderezado con otros mundos paralelos y magia, compone el argumento de esta desastrosa película. La acción predomina primordialmente en la trama, que se convierte en una monótona premisa de ser cazados y después escapar, repetido hasta la saciedad. Tanto Hauer como el malo (Stuart Wilson) son magos, pero al final se dedican a luchar a puñetazo limpio sin hacer uso de sus poderes salvo para saltar entre dimensiones, lo cual sólo permite verles golpeándose en un autobús, la calle, el desierto (ante la total ignorancia de los testigos), lo cual, sinceramente, acaba hartando. El coguionista y director, Krishna Rao, no sabe en absoluto dirigir a los actores, quienes efectúan una labor nefasta. Pero tampoco rodar, logrando una especie de telefilm, o más bien el capítulo piloto de una serie, ya que ofrece un final abierto. Todo, por tanto, posee un aspecto televisivo -hasta los actores proceden de tal campo-, conteniendo todos los ingredientes para hacer del producto un éxito; pero sólo en la tele, ya que no tiene categoría para ser estrenado en cines y pagar por ello. Luis F. Alboreca Crossworlds (Entre dos mundos) (Crossworlds). USA 1996. D: Krishna Rao. PE: Mark Amin y Stephen Hopkins. G: K. Rao y Raman Rao. M: Cristophe Beck. F: Christopher Walling. I: Rutger Hauer, Josh Charles, Stuart Wilson, Andrea Roth. 94' C. THINNER EL INCREÍBLE HOMBRE ADELGAZANTE La novela "Maleficio" la intenté leer dos veces, y hube de abandonar su lectura a las diez páginas, dado lo pésimamente que me parecía estar escrita, por lo cual no puedo efectuar el clásico trabajo comparativo entre ambas versiones. Thinner ofrece una historia muy sencilla, a tal punto que podría haber quedado mejor como un sketch de una película de episodios, y aparece en exceso estirada en su desarrollo narrativo; es, también, una idea un poco tonta, a qué negarlo. Dirigida con la habitual planicie a la cual Tom Holland nos tiene acostumbrados, de todas formas, su estilo carente de adornos sabe a gloria después de los desmesurados, hiperbólicos y vacuos ejercicios que el cine de género actual suele ofrecer, encubriendo la nada con un envoltorio ostentoso. La sencillez estilística de Holland, por contraste, parece conectar mucho más con el cine clásico del género, particularidad que a la mayor parte del público supondrá una decepción, y que para mí se erige en una de sus mayores virtudes. Sin embargo, por encima de su sencillita concepción visual, la película ofrece un guión que aprovecha con sorprendente pericia una anécdota particularmente trivial, prueba tajante del trabajo previo en este campo del ahora director Tom Holland y, en especial, de la habilidad del infravalorado e infrautilizado guionista Michael McDowell (colaborador ocasional de Tim Burton), que puntúa con inteligencia y malicia algunos de los momentos de esta tan sencillita como correcta película fantástica (y 135

que logra esquivar con gran alarde el tufillo racista que aletea sobre la premisa argumental), que desde luego no pasará a la historia del género, pero que ofrece un trabajo esmerado y respetuoso hacia su público, y que, por comparación, supone una labor mucho más equilibrada cualitativa y lúdicamente que las superproducciones últimas. Conviene resaltar, por cierto, y para acabar, un doblaje aún peor de la norma, y que incluso hace aparentar se trate de una parodia, a tal nivel llega la ineptitud de sus responsables. Carlos Díaz Maroto Thinner (Stephen King's Thinner). USA 1996. D: Tom Holland. P: Richard P. Rubinstein y Mitchell Galin. G: Michael McDowell y T. Holland, s/n "Maleficio" de Richard Bachman [Stephen King]. F: Kees Van Oostrum. M: Daniel Licht. FX: Greg Cannom. I: Robert John Burke, Joe Mantegna, Kari Wuhrer. 92' C. EL MUNDO PERDIDO: JURASSIC PARK LA SORNA DEL PRODUCTOR Centenares de críticas, incluso articulillos propagandísticos -que son lo que últimamente suele proponer la mayoría de aquéllas-, se han hecho eco del escaso uso por parte de esta película del libro que en teoría la origina, así pues obviaremos tal detalle, salvo para señalar que sin embargo esta secuela rescata uno de los episodios más excitantes de la primera -y mediocre- novela, aquel donde una niña es atacada por una manada de pequeños dinosaurios; detalle que, de todas formas, es desaprovechado de un modo deplorable para derivar en un lamentable chistecito, con Jeff Goldblum bostezando. De hecho, la película es un completo glosario de momentos interesantes que acaban derivando en la frustración o el desastre. Con uno de los guiones más flojos del último cine de acción hollywoodiense -y es difícil ya catalogar una diferenciación en este aspecto-, la película comienza con la referida escena de la niña, para después, durante media hora, esbozar un teórico desarrollo de personajes; es sorprendente cómo se rellena metraje de un modo tan aburrido a partir de unas escenas plagadas de tópicos donde todo conduce a lo archisabido, y por ende, al bostezo. Después, comienza lo que especulamos es la acción del film, una sobresaturación de escenas por ordenador, la excelente música de John Williams por encima de los decibelios soportables, innúmeras escenas mal rodadas que incluso infringen las leyes del racord... En fin, que El mundo perdido: Jurassic Park deriva en una de las películas más malas del último cine de género estadounidense, algo en verdad desolador cuando es de sobra conocida la desmedida sabiduría cinematográfica que posee Steven Spielberg; pero no nos engañemos: aquí Spielberg no aspira a hacer una película, sino un producto de consumo no lejos de los muñequitos que ya se venden sobre la misma. Resulta sintomática una escena que ambiciona ser la más emocionante del film (y que, mecánicamente alargada, acaba siendo la más aburrida e insoportable): aquélla en la cual los héroes se ven colgados en un acantilado; que una película sobre un tema concreto -dinosaurios- deba acudir a un elemento ajeno para mantener la expectación es buena prueba de la incompetencia de sus creadores para desarrollar la trama a partir de los elementos estipulados. A ello se suma un glosario inconmensurable de tonterías, así la tramposa división de bandos de personajes en que acaba derivando todo, a tal punto que nunca sabes muy bien dónde está cada actor y qué está sucediendo. En la escena del ataque de los velocirraptores en el campo -de todas formas, aquí se ofrece uno de los escasos momentos logrados del film: el plano en picado de los exploradores huyendo y el rastro de hierba aplastada que va confluyendo hacia ellos, lastimosamente breve-, los monstruos terminan con una velocidad pasmosa con los secundarios, para después remolonear a la hora de devorar a los protagonistas; la escena de los velocirraptores, por lo demás, propone dos momentos gloriosos de pura estupidez: aquel en el cual la niña -otro de los sempiternos engendros odiosos tan caros a Spielberg- hace un numerito circense y acaba abatiendo a uno de los monstruos de una patada, y aquel otro en el cual Julianne Moore cae desde el tejado, sigue rebotando, escapa de la atención de los dinosaurios porque éstos se han enzarzado en una discusión (!), y se levanta sin un sólo rasguño para escapar... En fin, para qué seguir desgranando momentos tan necios que no aportan la menor coherencia interna, que violan cualquier sentido de la 136

verosimilitud narrativa para divertir sólo a un público que prefiere una hamburguesa a un buen guiso... Sólo referir que, cuando parecía que por fin algo sugestivo se iba a ofrecer -el ataque del tiranosaurio a la ciudad de San Diego-, la escena acaba con una pasmosa rapidez para derivar, únicamente, nuevamente, en un mero chistecito. En suma, que lo que en realidad ofrece El mundo perdido: Jurassic Park está desvelado con notoria claridad por sus creadores mediante el nombre de la isla donde comienza todo: Sorna. La película es una diáfana muestra de la sorna del productor hacia el espectador, una burla, en definitiva, una estafa manifiesta sin el menor sentido del respeto hacia quien dejará su dinero en la taquilla. Carlos Díaz Maroto El mundo perdido: Jurassic Park (The lost world: Jurassic Park). USA 1997. D: Steven Spielberg. P: Amblin para Universal. G: David Koepp, s/n Michael Crichton. F: Janusz Kaminski. M: John Williams. FX: Dennis Muren, Stan Winston, Michael Lantieri, ILM. I: Jeff Goldblum, Julianne Moore, Pete Postlethwaite, Arliss Howard, Richard Attenborough, Vince Vaughn, Vanessa Lee Chester, Peter Stormare, Harvey Jason, Richard Schiff, Thomas F. Duffy, Joseph Mazzello, Ariana Richards, David Koepp. 134' C scope. NOTA: Habréis percibido nuestra tendencia a incluir dos críticas de las películas con cierto renombre, y cuando los colaboradores estén en desacuerdo en su valoración. En esos casos, cada uno de los dos colaboradores nunca conoce el contenido de la crítica del otro, lo cual conduce a sugestivas comparaciones en las coincidencias y contradicciones, lo cual, por supuesto, hemos mantenido. En otros casos, se ofrecen dos críticas, aún cuando coincidentes, elaboradas desde distintos puntos de vista. ¡Esperamos vuestros comentarios, que nunca decís nada, ni a favor ni en contra! OTROS ESTRENOS Bogus, el amigo imaginario (Bogus). USA 1996. D: Norman Jewison. G: Alvin Sargent, s/a Jeff Rothberg y Francis X. McCarthy. F: David Watkin. M: Marc Shaiman. I: Whoopi Goldberg, Gérard Depardieu, Haley Joel Osment, Denis Mercier, Nancy Travis. 108' C. Un niño tiene un amigo imaginario, ese amigo imaginario es el voluminoso Gérard Depardieu. Dirigida por el aceptable Norman Jewison (Rollerball), su estreno se ha producido casi de tapadillo y nos ha sido imposible su visión. Tampoco es que nos duela mucho... La leyenda de Galgameth (Galgameth). USA 1996. D: Sean McNamara. I: Devin Oatway, Stephen Macht, Johna Stewart. 98' C. Especie de imitación del cine de la Moonbeam, curiosamente estrenado en pantallas grandes, y con una repulsiva fijación en los chistes escatológicos. Para pasar de ella... Cumbres Borrascosas de Emily Brontë (Emily Brontë's Wuthering Heights). GB / USA 1992. D: Peter Kosminsky. G: Anne Devlin, s/n Emily Brontë. F: Mike Southon. M: Ryuichi Sakamoto. I: Juliette Binoche, Ralph Fiennes, Jason Riddington, Janine Wood, Sophie Ward, Simon Shepherd, Simon Ward, Jeremiah Northam. 105' C. Aprovechando el éxito de la excelente El paciente inglés, se repone con una descarada celeridad esta reciente película (que por cierto tardó años en estrenarse en nuestros lares) donde coincidieron por vez primera Juliette Binoche y Ralph Fiennes. 2001, una odisea del espacio (2001: A space odyssey). GB 1968. D: Stanley Kubrick. G: S. Kubrick y Arthur C. Clarke, s/r "El centinela" de A. C. Clarke. F: Geoffrey Unsworth y John Alcott. M: Johann Strauss, Richard Strauss, . I: Keir Dullea, Gary Lockwood, William Sylvester, Leonard Rossitter, Robert Beaty, Daniel Richter. 141' C scope. No por vista, sigue cautivando menos esta joya de la ciencia ficción. Ahora que se ha repuesto ese bluff que es La guerra de las galaxias, bueno es ver ésta y comparar; cuando se estrenó el film de

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George Lucas, también se repuso el de Kubrick, con la clarificadora frase de "Antes de La guerra de las galaxias existió y existirá siempre 2001, una odisea del espacio". Turbo Power Rangers (Turbo: A Power Rangers movie). USA 1997. D: David Winning y Shuki Levy. G: S. Levy y Shell Danielson. F: Ilan Rosenberg. M: S. Levy. I: Jason David Frank, Steve Cardenas, Johnny Yong Bosch, Catherine Sutherland, Nakia Burrise, Blake Foster, Hillary Turner, Paul Schrier, Jason Narvy. 99' C. Ninguno de los colaboradores de esta sección se ha dignado a ver esta película para hacer la crítica. ¡Qué falta de profesionalidad! Si alguien nos hace un sesudo análisis para el siguiente número, lo agradeceremos... Breakdown (Breakdown). USA 1997. D: John Mostow. G: J. Mostow y Sam Montgomery. F: Doug Milsome. M: Basil Poledouris. I: Kurt Russell, Kathleen Quinlan, J. T. Walsh, Jack Noseworthy, M. C. Gainey. C. La sinopsis argumental es contundente: "Taylor y su esposa cruzan Estados Unidos en coche. Una avería en el desierto, un camionero enigmático y la misteriosa desaparición de su mujer enfrentan al protagonista a una situación desesperada y paranoica". Una vez más, el gran Richard Matheson copiado sin cobrar un duro; ahora, las obras saqueadas son sus relatos "Duel" -adaptado como telefilm por Spielberg en El diablo sobre ruedas (1971)- y "Dying room only" -otro telefilm dirigido por Philip Leacock, ¿Dónde está mi marido? (1973)-. También nos han dicho que plagia El Cabo del Miedo. Brácula. Condemor II. España 1997. D/G: Álvaro Sáenz de Heredia. I: Chiquito de la Calzada, Bigote Arrocet, Nadiuska, Javivi, Carla Hidalgo. C. Huyendo desde el fin de la anterior película, Condemor y su criado naufragan y se remolcan sobre un ataúd (influencia de Herman Melville) hasta la costa, siendo confundidos con el Conde Drácula y su servidor. Una sugestiva parábola sobre la confusión de personalidades y la supresión del yo freudiano por el ello. La princesa y los duendes (The princess and the goblin). GB/Hungría 1991. D: Jozsef Gemes. G: , s/n George MacDonald. I: Dibujos animados. 82' C. En un reino gobernado por un bondadoso rey y su hija, los goblins dan problemas intentando conquistar el castillo real. Ignota, y ya un poco antigua, producción animada, que igual tampoco podría estar mal, dada la especialización de los países del Este en el cine infantil, y estar basada en un cuento de un prestigioso autor. Atolladero. España 1994. D: Óscar Aibar. G: Ó. Aibar y María José García, s/c Ó. Aibar. F: Carles Gusi. M: Javier Navarrete. I: Pere Ponce, Joaquín Hinojosa, Iggy Pop, Félix Rotaeta, Mercé Pons, Pep Molina, Ion Gabella, Carlos Lucas. 85' C. Poco ha durado esta adaptación del cómic, tras esperar durante años su estreno. Esperamos poder rescatarla cuando aparezca en video... La hija de Robert Poste (Cold Comfort Farm). GB 1995. D: John Schlesinger. G: Malcolm Bradbury, s/n "La granja Cold Comfort" de Stella Gibbons. F: Chris Seager. M: Robert Lockhart. I: Kate Beckinsale, Eileen Atkins, Sheila Burrell, Stephen Fry, Freddie Jones, Joanna Lumley, Ian McKellen, Miriam Margolyes, Rufus Sewell, Ivan Kaye, Jeremy Peters, Maria Miles, Christopher Bowen. C. El excelente director inglés John Schlesinger (Marathon Man, Cowboy de medianoche, Los creyentes) dirige esta adaptación del clásico de la literatura juvenil con su elegancia perenne y concediendo un tono fantasmagórico a gran parte de la cinta, en especial su inicio, prácticamente de cine de terror. ESTRENOS TV POR CARLOS DÍAZ MAROTO

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1. CINE: EL INVASOR MI LIGUE ES UN ALIENÍGENA El invasor, no puede discutirse, es una rareza, pues posee un reparto de nivel muy superior a las típicas series C que se estrenan en video, categoría a la que al final esta película se adscribe, ofreciendo una especie de mezcla entre el Starman de Carpenter y el Terminator de Cameron. Este invasor llega de un planeta extinto de hembras, se lía con la Young, y con un mero morreo en la disco la deja preñada (¡ya es puntería!); su intención es engendrar una niña con la cual restablecer su especie, pero hay otro alienígena enemigo que desea frustrar sus planes, y la pareja intergaláctica huirá por los bosques en busca de la nave del extraterrestre buenorro, mientras el malvado va tras ellos en compañía del poli ex de ella y otros agentes de la ley, que presuponen la maldad del primero. El resultado es una mediocridad supina, carente de imaginación, ingenio, algo, en fin, que aporte vida a un producto adocenado hecho en exclusiva para que los aficionados al género la alquilen en el video-club, engañados por el nivel del reparto, donde destaca el siempre magnífico Ben Cross, que se está forjando un nombre en el género. De todos modos, esta basurita resulta más entretenida que la pedante e insoportable El último viaje de Robert Rylands, que Cross protagonizó para nuestro país, a mayor honor de la hija de Elías Querejeta. The invader [tv: El invasor]. USA 199? D/G: Mark Rosman. F: Gregory Middleton. M: Todd Hayen. FX: Stargate Films, Inc. (vis.). I: Ben Cross, Sean Young, Daniel Baldwin, Nick Mancuso, Linda Boyd, Tim Henry, Ken Tremblett, Robert Ardre, Craig Brunanski, Joe Maffi, Alan Franz, Howard Storey, Patrick Stevenson, Linda Ko. 92' C. | 0 EL PEQUEÑO PIES GRANDES QUÉ BONITA ES LA NATURALEZA Imagino que la intención de esta peliculita es entretener a los niños de menos de doce años y de paso aleccionarlos sobre el amor a la Naturaleza. Nada que objetar, aunque sus planteamientos son notablemente babosos, y se exigiría una mayor sutileza en el planteamiento de la tesis y la utilización de los elementos fantásticos con algo más de brío e interés por parte del director. Por los demás, esta cosita ofrece un guión plano, muy plano, unas interpretaciones propias de telefilme, muchas y aburridas persecuciones en automóvil, y, sobre todo, un grupo de niñitos -y no tan niñitos, véase el hermano mayor- por completo grimoso, que, para variar, ofrecen los al parecer inevitables chistecitos escatológicos que deben hacer partirse de risa a mucha gente. Si esto es lo que se entiende por "cine para niños", así estamos... Little Bigfoot [tv/vd: El pequeño Pies Grandes]. USA 1995. D: Art Camacho. P: Richard Pepin, Joseph Mershi y Scott McAboy. G: Richard Preston Jr, s/a S. McAboy. F: Ken Blakey. M: Louis Febre. I: Ross Malinger, P. J. Soles, Kenneth Tigar, Kelly Packard, Matt McCoy, Don Stroud, Chris Finch, Joseph Griffo. 92' C. | 0 EL EXPERIMENTO FILADELFIA 2 HITLER VICTORIOSO Lo más curioso de este segundo experimento Filadelfia es su contraste de tono con respecto al primero (y fallido). Si os acordáis, aquella otra película, dirigida por el limitado Stewart Raffill (realizador de aventuras-para-toda-la-familia y de otra floja película de ciencia ficción, ésa paródica, Guerreros del espacio) poseía un tonillo melifluo y guasón que enturbiaba lo fascinante de su premisa. Esta secuela, sin embargo, no dispone de un sólo gramo de humor, ofreciéndose de una grave seriedad. Ahora, el superviviente de aquel experimento (Michael Paré sustituido por Brad Johnson) ha perdido a su esposa y vive con su hijito; un nuevo experimento perpetrado por el ejército le lanza, no a otro tiempo esta vez, sino a un universo alterno, en concreto a un presente en el cual Alemania salió 139

victoriosa de la Segunda Guerra Mundial y Estados Unidos vive sojuzgada bajo una dictadura nacionalsocialista. Es de lamentar que, pese a no poseer un humor idiota como la primera, esta película no alcance mayores vuelos, y ello es debido, por un lado, a su gratuito guión, que maneja las circunstancias al gusto de los autores para que llegue a los objetivos deseados sin respetar la coherencia interna de la historia; por otro lado, su mediocre realización es propia del más desvaído telefilm, no aportando ese tal Stephen Cornwell el menor temple a lo narrado; y por último, está el muy mediocre reparto, donde sólo destaca el malo, Gerrit Graham, el cantante locaza de El Fantasma de El Paraíso, y que se está haciendo un nombre en el género, ofreciendo aquí dos papeles excelentes: el del científico de "nuestro" presente, de talante nazi, y el del "otro" presente, ya todo un nazi... Philadelphia experiment II [tv/vd: El experimento Filadelfia 2]. USA / Alemania 1993. D: Stephen Cornwell. G: Kevin Rock y Nick Paine, s/a Kim Steven Ketelsten y K. Rock, s/p Wallace C. Bennett y Don Jakoby. F: Ronn Schmidt. M: Gerald Gouriet. I: Brad Johnson, Marjean Holden, Gerrit Graham, John Christian Graas, Cyril O'Reilly, Geoffrey Blake, Lisa Robins, David Wells, Larry Cedar, Al Pugliese, James Greene, Andrew Steel, Allen Perada. 94' C. | 1 CURSO 1999 MI PROFE ES UN ANDROIDE Otra secuela. La primera entrega, Curso de 1984, apenas poseía un leve matiz futurista, y era un horrendo panfleto fascista que sólo complacía por el magnífico Roddy McDowall. Ahora han pasado quince años y los alumnos son tan gamberros que en un instituto instalan profes androides para meterlos en vereda (genial el plano de John Ryan azotando en el culo a uno de los golfos), pero el plan sale mal y los robots matan a aquel alumno que se pase un pelo... En esta ocasión se varían las tornas, pero en el fondo la tesis sigue siendo la misma: combatir la violencia con la violencia. Aquí tenemos pues otro panfleto fascista, aburrido, mal rodado, y que sólo en su clímax ofrece algo que pueda considerarse como ciencia ficción, efectuando un plagio del Terminator (1984) de James Cameron. Eso sí, Mark Lester (no confundir con el estupendo actor infantil de igual nombre) sigue apoyándose en actores veteranos de valía, en este caso el mencionado John Ryan (¡Estoy vivo!), junto a Stacy Keach (magnífico mad doctor albino que controla los androides) y Malcolm McDowell (convencional dire del instituto). Class of 1999 [tv/vd: Curso 1999]. USA 1989. D/P: Mark L. Lester. G: C. Courtney Joyner, s/a M. Lester. F: Mark Irwin. M: Michael Hoenig. FX: Eric Allard (superv. vis.). I: Bradley Gregg, Tracy Lin, John P. Ryan, Pam Grier, Stacy Keach, Malcolm McDowell, Patrick Kilpatrick, Joshun Miller, Jimmy Medina Taggert, Darren E. Burrows, Jason Oliver, Sean Sullivan, Jim Gatsby, Sharon Wyatt. 90' C scope. | 0 2.000 AÑOS DESPUÉS JESÚS Y EL CRONOMÓVIL 2.000 años después es una curiosa producción, pero fallida. Narra la aparición, en una isla griega, de un hombre desnudo y amnésico, siendo recogido por una viuda -su marido, astronauta, se perdió en el espacio-, e iniciándose paulatinamente una historia de amor entre ambos; quedará la duda si el hombre es un asesino de niños, un viajero del futuro, o Jesucristo revivido. Tan fascinante premisa es narrada por el director/guionista con un arranque potente, aunque poco a poco parece perder brío en su talante expositivo, y los momentos finales parecen rodados en exclusiva para ofrecer un documental turístico de los preciosos parajes helénicos. Quedan algunos interesantes detalles, como el plano de Keir Dullea observando a Adrienne Barbeau en la oscuridad, resaltando sólo su número de identificación grabado en la piel, o elementos divertidos, como cuando la Barbeau acude a la policía solicitando ver una fotografía del asesino de niños fugado, para comprobar si es su inquilino, y se le muestra una imagen... de Mark Hamill.

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The time traveller / The next one. [tv: 2.000 años después]. USA 1984. D/G: Nico Mastorakis. F: Ari Stravou. M: Stanley Myers. I: Keir Dullea, Adrienne Barbeau, Peter Hobbs, Jeremy Licht, Phaedon Georgitsis, Betty Arvanitis, Danos Lygizos, Michael Yannatos, Kelly, Stephen Chapman, Robert Spellman. 100' C. | 1 SECUESTRADORES DE CUERPOS EL CUARTEL DE LAS ALMAS PERDIDAS Tercera adaptación -oficial, hay infinidad de copias- de la magistral novela de Jack Finney (Ahora y siempre), a partir de su propio serial radiofónico, la presente producción atravesó infinidad de contratiempos, y si el lector consulta más abajo la ficha técnica, podrá apreciar la singular variedad de guionistas que trabajaron en el proyecto, todos eliminados sucesivamente de la tentativa, hasta recaer al final la dirección en el personalísimo Abel Ferrara, quien después se mostraría descontento sobre la resolución del montaje definitivo por parte de los productores. Sufriendo una pésima fama, la presente versión no puede sino calificarse tan digna como el previo remake -La invasión de los ultracuerpos (Invasion of the body snatchers, 1978), de Philip Kaufman-, aportando sus propias resoluciones a un tema archi-conocido mediante una magistral puesta en escena plagada de notables escenas que provocan la inquietud del espectador. A tal efecto, todas las situaciones en las que toma parte el niño adquieren un desasosegado tono, así la magistral secuencia del colegio, con los escolares esbozando todos el mismo dibujo, salvo el infante protagonista, o el grito que lanza éste, ya convertido, cuando es arrojado desde el helicóptero. Por lo demás, debido a las continuadas manipulaciones por parte de los productores, el film posee cierto tono descompensado, donde la acción avanza un tanto a trompicones, pero aún así los resultados, como se ha dicho, poseen una solidez ejemplar. ¿Y dónde mejor puede desarrollarse una historia sobre unos seres sin sentimientos y monstruosos que en un cuartel militar? Body snatchers [tv: Secuestradores de cuerpos; vd: Body snatchers, secuestradores de cuerpos]. USA 1993. D: Abel Ferrara. G: Stuart Gordon, Dennis Paoli, Nicholas St. John, s/a Larry Cohen y Raymond Cistheri, s/n Jack Finney. F: . M: Joe Delia. I: Gabrielle Anwar, Terry Kinney, Billy Wirth, Meg Tilly, Forest Whitaker, Christine Elise, Reilly Murphy. 82' C scope. | 3 EL ÚLTIMO ALIENTO LA NOCHE DEL TOLTECA Fascinante premisa la que ofrece esta película: una tribu tolteca (el inculto doblaje dice "toteca") pervive en la actualidad y prosigue efectuando sacrificios humanos; cuando, haciendo justicia, el protagonista acaba con el hechicero, el espíritu de éste poseerá a su asesino, prosiguiendo el constructor poseído, en la civilización, los sacrificios rituales. Por desgracia, los resultados son, una vez más, nefastos, tanto por lo rutinario del desarrollo de su guión (escrito, bajo seudónimo, por el interesante David N. Twohy, lo cual indica que posiblemente le ha sido manipulado), como, sobre todo, la incapacidad del realizador, carente de la menor imaginación, y que tampoco posee capacidad para la sugerencia, el sentido de la atmósfera, en fin, el más mínimo vestigio de evolución dramática. Ni siquiera dos actores tan sugestivos como Robert Patrick (T2) y la bellísima Joanna Pacula (El beso) ofrecen otra cosa que personajes absurdos y estereotipados. De tal modo, la película acaba derivando en realidad en un psycho-killer más, sólo que éste va pintarrajeado y en calzoncillos. Y resulta chocante su final sorpresa, cuando de éste se nos ha informado sin el menor objeto de dudas a mitad de la trama... Last gasp [tv/vd: El último aliento]. USA/Rumanía 1995. D: Scott McGinnis. P: Stanley Isaacs. G: Pierce Milestone [David N. Twohy], s/a P. Milestone y S. Isaacs. F: Adam Kane. M: Joseph Williams. I: Robert Patrick, Joanna Pacula, Vyto Ruginis, Mimi Craven, Alexander Enberg, Nan Martin, Shashawnee Hall, Caroline Barclay, Eugene Cristea, Adrian Pavlovsky, Jim Davidson, James D. Deck. 89' C. | 0

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2. TELEVISIÓN: CAZADORES DE FANTASMAS VUELVEN LOS CAZAFANTASMAS El 14 de noviembre de 1985 la ABC estrenó Shadow Chasers, piloto de una serie homónima, la cual en España se emitió hace años con el título de Cazadores de sombras, salvo este telefilm originario (difundiéndose aquí doce capítulos, siendo los cuatro últimos aún inéditos en Estados Unidos). Evidente intento de explotar el éxito de la estúpida película Los cazafantasmas (Ghostbusters, 1983), de Ivan Reitman, ofrece pues este telefilm una fotocopia de lo mismo, esto es, fantasmas, investigadores y humor tontorrón. El resultado es un producto formulario, cansino y repetitivo, de inane humor, y con un reparto en particular horroroso (sólo destaca la veterana Nina Foch), que además se pretende con guión sorpresivo, adivinándose todo desde el inicio. Se trata pues de la típica y convencional labor televisiva, la que depara las más agresivas y justificadas críticas sobre el nivel superficial y degradador de la caja tonta. Ni siquiera como divertimiento o evasión posee su valor. Cazadores de fantasmas (Shadow Chasers). USA 1985. D: Kenneth Johnson. P: Craigh Shiller. G: K. Johnson, s/a K. Johnson y Brian Grazer. F: John McPherson. M: Joe Harnell. I: Dennis Dugan, Trevor Eve, Nina Foch, Marcia Strassman, Avery Schreiber, Bobby Fite, David Knell, Grace Zabriskie, Hermione Baddelei, Suzy Gilstrap, Bart Burns, Robert Winley, Yuliis Ruval, Deborah Nishimura. 93' C. | 0 LOS VIAJES DE GULLIVER LOS ANIMALES PENSANTES Sin embargo, ésta que acontece es la cara opuesta de la que antecede. Adaptación del clásico de la literatura satírica publicado por Jonathan Swift en 1726, y que aún hoy día es considerado en España como una novelita infantil, aprovecha las posibilidades de la televisión para abordar por vez primera una adaptación íntegra y respetuosa. Aún con todo, algunos episodios del libro se quedan en el tintero -como el viaje de Gulliver al Japón-, otros se ven lamentablemente resumidos por la voz del protagonista -como el de la derrota del ejército enemigo de Liliput-, y otros elementos han de ser eliminados por razones obvias, esto es, los componentes sexuales, que ocasionalmente sólo son referenciados de palabra. Dirigida por Charles Sturridge, quien pasará a la historia de la televisión por su magistral serie Retorno a Brideshead, se percibe la impronta de su autor en su inteligente retrato de las clases sociales; sorprende, sin embargo, el hábil uso que hace de los elementos fantásticos, no sólo utilizándolos a modo metafórico, sino confiriéndoles un tratamiento genérico notablemente gozoso, donde resalta en especial el diseño de la isla volante de Laputa, el episodio de los hombres-bestia o todo el capítulo interpretado por Omar Sharif, que adquiere ocasionales tintes oscuros y terroríficos, con el intérprete de El doctor Zhivago como una especie de Conde Drácula. Por otro lado, Sturridge utiliza un inteligente tratamiento a base de flash-backs para ir desgranando las aventuras de Gulliver al tiempo que éste trata de demostrar que no está loco (impresionantes los momentos del manicomio), intercalando los recuerdos un tanto al modo de Los inmortales (Highlander, 1985), de Russel Mulcahy, pero justificándolo narrativamente, no como mero elemento decorativo tal como hacía el realizador australiano. Los efectos especiales ofrecen un nivel de calidad sorprendente, que asombran inclusive al más experimentado espectador del género fantástico, y el sobresaliente reparto está a las alturas de las circunstancias. Con productos así, se agradecen las posibilidades de la televisión. Los viajes de Gulliver (Gulliver's travels). USA / GB 1995. D: Charles Sturridge. P: Duncan Kenworthy. PE: Robert Halmi Sr y Brian Henson. G: Simon Moore, superv. por Maggie Lewty, s/n Jonathan Swift. F: Howard Atherton. M: Trevor Jones. FX: Tim Webber (superv.), Jim Henson's Creature Shop (animatronics), Jeremy Hunt (vis.). I: Ted Danson, Mary Steenburgen, James Fox, Ned 142

Beatty, Edward Fox, Robert Hardy, Nicholas Lyndhurst, Phoebe Nicholls, Karyn Parsons, Edward Petherbridge, John Standing, John Wells, Alfre Woodard, Edward Woodward, Peter O'Toole, Geraldine Chaplin, Graham Crowden, John Gielgud, Shashi Kapoor, Kristin Scott Thomas, Omar Sharif, Richard Wilson. 180' C. | 4 AMOR MORTAL LOS VAMPIROS TAMBIÉN AMAN ¡Susan Dey es una vampira! Esta es una de las peculiaridades que ofrece este extraño producto, que podría definirse como una mezcla de Bram Stoker y Barbara Cartland, o una versión vampírica de Love story. En un principio su planteamiento -una historia de amor entre un humano y una vampira unidos por los sentimientos pero separados por su pertenencia, literalmente, a dos mundos distintos- no deja de resultar interesante. Lo malo es que, como se ha dicho, su desarrollo deriva más hacia la novelita rosa, propia de Corín Tellado, que a la preocupación de analizar unas relaciones imposibles desde un punto de vista por completo dramático. Es como el típico folletín de dos amantes separados por pertenecer a distintas escalas sociales, sólo que aquí ella es una vampira... Tan trivial utilización de los elementos se suma, además, a un desastroso guión plagado de tópicos cuando no meras tonterías, que ignoramos si provendrán de la novela original ("Muerdos de amor") o son un genial hallazgo del propio guionista: de continuo se está especulando que el asesino ha de ser un hombre, puesto que una mujer no tiene fuerza suficiente para mover un cuerpo (cuando queda patente por parte de los testigos que se trata de una mujer, se especulará si en realidad será un travesti, momento que se aprovecha para soltar un comentario plagado de prejuicios); en las víctimas queda un rastro de perfume, y cuando en el laboratorio no es identificado la mujer policía dirá: "Lo enviaré a París, que allí entienden más de perfumes"; se descubre que la sospechosa, que representa unos treinta años -según el guión, porque la Dey aparenta como diez más...- bebe oporto, lo cual ocasiona el comentario de: "¡Qué raro! El oporto sólo lo toman personas mayores..."; cuando la Dey invita al poli a un trago de oporto, vino en el cual ella parece ser experta -tiene una botella llenita de telarañas- lo sirve en vasos de whisky... En fin, como los telefilms romanticones de siempre, pero con Susan Dey haciendo de vampira. Lo cual, por otro lado, también puede resultar de lo más terrorífico... Amor mortal / Amor y muerte (Deadly love). USA 1995. D: Jorge Montesi. P: Julian Marks. G: Rob Gilmer, s/n "Love bite" de Sherry Gottlieb. F: Thomas Burstyn. M: Maribeth Solomon y Micky Erbe. I: Susan Dey, Stephen McHattie, Eric Peterson, Julie Khaner, Robert S. Woods, Jean Leclerc, David Ferry, Roman Podhora, Henry Alessandroni, Kelly Fiddick, Suzanne Coy, Jim Codrington, Bernard Browne. 88' C. | 0 3. ALGUNAS REPOSICIONES: 3.1. CINE: AL FILO DEL HACHA EL DESCUARTIZADOR DE VALLEKAS José Ramón Larraz es director itinerante que emigró allende nuestras fronteras, primero a Francia, luego a Inglaterra, donde debutó como realizador e incluso logró cierto prestigio con la para mí desconocida Las hijas de Drácula (Vampyres, 1974). Una vez muerto el gran dictador, Larraz regresó, y ofreció sus servicios al productor José Frade, para quien perpetró "cosas" como La momia nacional (1980), de significativo título, o este Al filo del hacha, intento de imitar los psycho-killers perpetrados más allá del Atlántico. En cierto modo, los resultados son positivos. La película trata de aparentar ser una típica de hachazos yanqui, al estilo Viernes 13 o El asesino de Rosemary... y ciertamente lo logra. Y si Viernes 13 y El asesino de Rosemary son malas a rabiar... pues Al filo del hacha también lo es. Rodada en un pueblecito de Estados Unidos, y con actores de allí mismo, la apariencia de cinta americana está muy 143

lograda, salvo por los característicos diálogos made in José Frade, que semejan salidos de su clásicas comedias eróticas de la época ("¡Fíjate qué buena está!"). Pero, como se ha dicho, la calidad del producto es por completo ínfima. Realización plana, propia de un anuncio de lavadoras, guión desastroso, interpretaciones mediocres en sus protagonistas, y total desaprovechamiento de sólidos secundarios (Patty Shepard, Jack Taylor y Conrado San Martín, vergüenza da la poca capacidad para aprovechar a estos excelentes intérpretes) y música de sintetizador que es una mera sucesión de ruidos. Incluso efectuando una crítica desde el punto de vista de los que gustan de estos productos, los resultados tampoco son salvables, pues el film está atiborrado de diálogos aburridos que nada aportan (¡y es que se intenta crear personajes!) y apenas hay siquiera sangre, supuesto y único fin de este insalvable bodrio. Al filo del hacha. España 1988. D: José Ramón Larraz. P: José Frade. G: Pablo de Aldebarán, Javier Elorrieta y José Frade, s/a P. de Aldebarán. F: Tote Trenas. M: J. Elorrieta. I: Barton Faulks, Christina Marie Lane, Page Moseley, Fred Holliday, Patty Shepard, Alicia Moro, Jack Taylor, Conrado San Martín, Joy Blackburn, May Heatherly, Elmer Modlin. 89' C. | 0 KUNG FU Y LOS SIETE VAMPIROS DE ORO VAN HELSING EN HONG KONG Se suele comentar que cuando rodó esta película, la Hammer ya estaba de capa caída; también que ésta es un bodrio de tomo y lomo. Bien es cierto que, desde el abandono de Terence Fisher tras la magistral e incomprendida Frankenstein and the monster from hell (1973) ningún otro director ha aportado tal nivel de obras maestras a la productora (aunque Roy Ward Baker puede que fuese de los mejores, junto a Seth Holt y Val Guest), y que esta nueva aventura del profesor Van Helsing está abismalmente por debajo de las perfectas Drácula (1958) y Las novias de Drácula (1960), ambas, por supuesto, de Fisher. Pero tampoco es verdad que la película sea tan mala como se la suele catalogar. En una entrevista publicada en Fangoria (hay edición española de la misma), Baker confesó el boicot a que fue sometido por el equipo oriental, que no comprendía porqué él pretendía rodar las escenas en más de un plano; es verdad que con "profesionales" tan poco esmerados, difícil es efectuar un trabajo bien. Es por ello que sorprende el nivel tan sólido que ofrece, en definitiva, el producto. Gran parte de esa virtud estriba, por supuesto, en el oficio de Baker, que logra conferir a todas sus obras una impronta artesanal que ya quisieran más de cuatro ineptos de ahora con presupuestos millonarios. Por otro lado, el guión de Don Houghton resulta mucho más sólido que sus previas faenas en Drácula 73 (1972) y Los ritos satánicos de Drácula (1973). Y, sobre todo, que la mera aparición del grandioso actor que fue Peter Cushing aporta un tono de seriedad y convicción encomiables. Se nos ofrece, por tanto, una divertida historia muy en la línea de auténticos productos orientales, pero mucho mejor rodado e interpretado, a tal punto que esta película es mil veces superior a la tonta y sobrevalorada Una historia china de fantasmas (1987). Kung Fu contra los siete vampiros de oro (The legend of the seven golden vampires / Dracula and the seven golden vampires / The Seven Brothers meet Dracula). GB / Hong Kong 1974. D: Roy Ward Baker. P: Don Houghton y Vee King Shaw para Hammer y Shaw Brothers. G: Don Houghton. F: John Wilcox y Roy Ford. M: James Bernard. I: Peter Cushing, David Chiang, Julie Ege, Robin Stewart, Shih Szu, John Forbes-Robertson, Robert Hanna, Chan Shen, James Ma, Liu Chia Yung, Feng Ko An, Chen Tien Loong, Wong Han Chan. 86' (110'?) C scope. | 3 LA CONQUISTA DE LA TIERRA PERDIDA GORE CAVERNÍCOLA Lucio Fulci es un director muy valorado por cierto sector de amantes del género de terror, en concreto aquellos en busca de marcha y sin excesivos intereses artísticos. Sus películas -Aquella casa al lado del cementerio, Nueva York bajo el terror de los zombis, El más allá, Miedo en la ciudad de los muertos vivientes...- son un glosario de efectos truculentos con gusanos, alfileres clavados en los ojos, tripas arrancadas y otras lindezas. En este caso, nuestro maestro se dedicó a perpetrar una 144

mezcla de Conan el bárbaro y En busca del fuego, con dos personajes que comparten protagonismo, uno de los cuales es copiado de El señor de las bestias, el otro del telefilm El arquero de fuego; en medio, elementos mitológicos, zombies y efectos gore, tal que verse cómo una mujer es abierta en canal a tirones. Ni siquiera la fotografía de nuestro magnífico Alejandro Ulloa está a la altura de su habitual valía, pues todo el film está rodado a base de nieblas, fluses y contraluces, a tal punto que muchas veces no se ve muy bien lo que está sucediendo. Posiblemente para que no se vea lo cutre que es todo... La conquista de la tierra perdida / La conquesta della terra perdita. Italia / España / México 1983. D: Lucio Fulci. G: José Antonio de la Loma, Gino Capone y Carlos Vasallo, s/a Giovanni di Clemente. F: Alejandro Ulloa. M: Claudio Simonetti. I: George [Jorge] Rivero, Andrea Occhipinti, Conrado San Martín, Violeta Cela, José Gras, Sabrina Sellers, Maria Scola. 85' C. | 0 DE LA TIERRA A LA LUNA LA CONQUISTA DEL ESPACIO Cuando Jules Verne publicó su novela De la Tierra a la Luna (De la Terre à la Lune) aquéllo podía considerarse, sin lugar a dudas, como ciencia ficción (aun cuando todavía no estuviera acuñado el término); hoy día, la novela -o mejor, esta versión cinematográfica, al plantearse desde otra perspectiva histórica-, sigue pudiendo integrarse en este género, pero implantándolo dentro del sub-género de la ucronía. En este caso, se nos plantearía qué hubiera podido suceder si la conquista del espacio se hubiese iniciado en el siglo XIX. Las posibilidades de tal idea conlleva connotaciones de lo más sugestivas, pero la versión cinematográfica realizada en 1958 por Byron Haskin no pretende desarrollar ese planteamiento, sino sólo efectuar una adaptación más o menos fiel del original literario, donde se embute, como era por costumbre, un personaje femenino (la bellísima Debra Paget), entre otros elementos, para contentar a cierta pluralidad de público (se supone que si no había una mujer en el reparto éstas no irían a ver la película, perdiendo una gran porción de taquillaje). De incomprensible mala fama, Byron Haskin demuestra su habilidad narrativa, consumada en montones de westerns por aquella época, y por momentos -durante la construcción del ingenio estelarparece uno hallarse ante una curiosa fusión de géneros. Ya durante el vuelo hacia Selene se van introduciendo elementos fantacientíficos en el más claro estilo años 50, con una música que parece extraída de Planeta prohibido (¿acaso enmienda del atroz doblaje?), y que ofrece una imaginería de lo más pulp, de distinto tono a los grabados de Gustave Doré que reproducían las magistrales adaptaciones cinematográficas de Karel Zeman, para estar más cercanas a las visualizaciones de un Virgil Finlay. Con un soberbio reparto, De la Tierra a la Luna es una hábil película que demuestra el alto nivel cualitativo que tenía el cine de géneros en la época en que ésta fue rodada. De la Tierra a la Luna (From the Earth to the Moon). USA 1958. D: Byron Haskin. I: Joseph Cotten, George Sanders, Debra Paget, Henry Daniell. 100' C. | 3 EL MONSTRUO DE LOS TIEMPOS REMOTOS EL PADRE DE TODOS LOS MONSTRUOS Inspirada más o menos en un bellísimo cuento de Ray Bradbury, "La sirena en la niebla", éste sirve para arropar una aventura de un monstruo resucitado de los tiempos prehistóricos que asolará la civilización contemporánea. Homenaje por parte del grandioso Ray Harryhausen a su admirada -con motivo- King Kong (1933), cuyo auténtico creador, Willis H. O'Brien, fue maestro suyo -después Harryhausen abordaría otro homenaje, aún más explícito, y mucho mejor aún, la soberbia Twenty million miles to Earth (1957), de Nathan Juran-, El monstruo de los tiempos remotos supone todo un precedente a las posteriores películas sobre bestias prehistóricas revividas que han pululado por la pantalla desde entonces: Japón bajo el terror del monstruo (Gojira, 1954), de Inoshiro Honda, fue la respuesta nipona al éxito del film de Lourié, a la que siguió mil y un devastaciones más por parte de Godzilla, Gorgo (Gorgo, 1960), dirigida por el propio Lourié, es una nueva versión de lo mismo, y la reciente El mundo perdido: Jurassic Park (The lost world: Jurassic Park, 1997) de Spielberg copia de un modo descarado de todos estos precedentes (y algunos más). Oportuno pues es el pase de esta 145

simpática muestra de cine dinosauril, de aplicado diseño y hábil resolución, que sin duda provocará la carcajada a los jóvenes espectadores que deliran con las actuales y frías maravillas infográficas. Pero no nos engañemos: Todo lo que ahora hace Spielberg con millones de dólares y el denuedo de muchos asalariados lo hizo hace muchos años Harryhausen con sus manitas, con mucho esfuerzo y, sobre todo, con un enorme cariño. El monstruo de los tiempos remotos (The beast from 20,000 fathoms). USA 1953 b/n. D: Eugène Lourié. G: Lou Morheim y Fred Freiberger, s/r "La sirena en la niebla" de Ray Bradbury. F: Jack Russell. M: David Buttolph. FX: Ray Harryhausen. I: Paul Christian, Paula Raymond, Cecil Kellaway, Kenneth Tobey, King Donovan, Lee Van Cleef, Steve Brodie, Donald Woods. 77' B/N. | 3 3.2. TELEVISIÓN: ¿QUIÉN ES JULIA? MI MUJER CAMBIA DE CUERPO ¿Quién es Julia? es uno de los telefilmes más prestigiosos que existan. Basado en una novela de Barbara S. Harris, narra cómo una hermosa modelo sufre un accidente de coche y para salvar su vida su cerebro es trasplantado a una mujer fea y vulgar, de distinto nivel social por otro lado. Los efectos que ello produce, a nivel personal y afectivo, son la entraña de lo que se cuenta. Con apariencia superficial de típico telefilm "basado en terribles hechos reales", su director logra, con notoria pericia, superar esos escollos y ofrecer una narración más cercana a la sensibilidad que a la sensiblería. Debe agradecerse también que es muy posible que la novela sea de una cuantiosa solidez, y el trabajo de adaptación ha sido notablemente respetuoso, pues el desarrollo de los acontecimientos sigue unas pautas muy lógicas, con un desenvolvimiento inteligente y paulatino, hasta un final consecuente y contundente, evitando toda connotación moralista. En resumen, uno de los mejores telefilmes que puedan verse dentro del género de medicina-ficción. ¿Quién es Julia? [vd: Trasplante: ¿Quién es Julia?] (Who is Julia?). USA 1986. D: Walter Grauman. G: James S. Sadwith, s/n Barbara S. Harris. F: Thomas del Ruth. M: Robert Drasmin. I: Mare Winningham, Jameson Parker, Jeffrey DeMunn, Jonathan Banks, Bert Remsen, Mason Adams, Tracy Brooks Swope, Judy Ledford. 89' C. | 2 4. OTROS ESTRENOS TV: 4.1. CINE: Embrace of the vampire [tv: El brazo del vampiro (sic)]. USA 1994. D: Anne Goursaud. I: Alyssa Milano, Martin Kemp. 88' C. | Frogs! [tv/vd: ¡...Y en rana te convertirás!]. USA 1991. D: David Grossman. G:. F:. M:. I: Scott Grimes, Paul Williams, Shelley Duvall, Elliott Gould, Judith Ivey. 96' C. | X The refrigerator [tv: El refrigerador; vd: The refrigerator]. USA 1991. D/G: Nicholas Tony Jacobs. I: David Simonds, Julia Mueller. 84' C. | Class of Nuke'em High [tv: Mutantes en la universidad; vd: Class of Nuke'em High]. USA 1986. D: Richard Haines y Samuel Weil. P: Lloyd Kaufman y Michael Herz para Troma. G: R. Haines, Mark Rudnitsky, L. Kaufman y Stuart Strutin, s/a R. Haines. F: Michael Mayers y Jim Grib. M: Michael Lattanzi y Biohazard. FX: Scott Coulter y Brian Quinn (maq.), Theo Pingarelli (matte). I: Janelle Brady, Gilbert Brenton, Robert Princhard, R. L. Ryan, James Nugent Vernon, Brad Dunker, Gary Schneider, Theo Cohan, Gary Rossenblatt. 81' C. | 0

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... [tv/vd: Autopista al infierno]. USA 1990. D: Ate de Jong. I: Patrick Bergin, Kristy Swanson. 89' C. | 0 My demon lover [tv: Un demonio enamorado; vd: Mi amante diabólico]. USA 1987. D: Charles Loventhal. I: Scott Valentine, Michelle Little, Alan Fudge, Arnold Johnson. 84' C. | X It lives again [tv/vd: Sigue vivo]. USA 1978. D/P/G: Larry Cohen. F: Fenton Hamilton. M: Bernard Herrmann. I: Frederic Forrest, Kathleen Lloyd, John P. Ryan, John Marley. 87' C. | 0 4.2. TELEVISIÓN: El acompañante [vd: El androide] (The companion). USA 1994. D: Gary Fleder. G: Ian Seeberg. I: Kathryn Harrold, Bruce Greenwood, Talia Balsam, Joely Fisher, Brion James, Ron Cocheran. 89' C. Aventuras de la Mujer Maravilla (The new, original Wonder Woman). USA 1975. D: Leonard Horn. G: Stanley Ralph Ross, s/c .. I: Lynda Carter, Lyle Waggoner, Richard Easthan, Carolyn Jones, Beatrice Colen, Cloris Leachman, Red Buttoms, Kenneth Mars, Stella Stevens, Eric Braeden, John Randolph. 90' C. Colaboradores desde Madrid: Manuel Aguilar, Luis F. Alboreca, Roberto Cueto, Carlos Díaz Maroto, Eduardo Escalante, Fernando Martín. VIDEO POR CARLOS DÍAZ MAROTO [Agradeceremos la recepción por parte de las editoras videográficas de los films editados para su comentario y análisis en estas líneas, o en su defecto información impresa: AD ASTRA. VIDEO. Apartado 50130. 28080 Madrid.]. Agradecimientos a CIC Video. DOCUMENTOS: American Cinema. USA 1996. H: John Lithgow, Kathleen Turner, Richard Widmark, Eli Wallach, Matthew Modine, Peter Coyote, Cliff Robertson, Frances McDormand... | CIC (venta). | FCO |Fascinante serie editada por CIC en cinco cintas, con dos capítulos por cinta, que da repaso a la historia del cine americano desde sus inicios hasta la actualidad. Los episodios son: "El estilo de Hollywood", "La estrella", "La comedia romántica", "El cine negro", "El western", "El cine bélico", "El sistema de los estudios", "El cine en la era de la TV", "La nueva generación" y "Al filo de Hollywood". No hay ningún capítulo dedicado al cine de terror (raro, produciendo la Universal) o de ciencia ficción, pero aún así es muy interesante para todo amante del cine (y estos géneros tienen un lugar en la historia). ESTRENOS EN VIDEO: Prey of the Jaguar [vd: La venganza del jaguar]. USA 1996. D: David DeCoteau. G: Rory Johnson, Bud Robertson y Nick Spagnoli. F: Howard Wexler. I: Stacy Keach, Maxwell Caufield, Trevor Goddard, Paul Regina, Paul Bartel, Tom Badal, Linda Blair. C. | Manga (alquiler). | Desconocida producción de superhéroes, con un personaje inventado ex-profeso para la ocasión, y participación de una ya totalmente perdida Linda (¿has visto lo que ha hecho la perra de tu hija?) Blair. 147

Omega doom [vd: Apocalipsis Omega]. USA 1996. D: Albert Pyun. G: A. Pyun y Ed Naha, s/a A. Pyun. F: George Mooradian. M: Tony Riparetti. I: Rutger Hauer, Shannon Whirry, Tina Coté, Norbert Weisser. C. | Columbia (alquiler). | Rutger Hauer de nuevo en una producción apocalíptica, y dirigido por alguien tan temible como Albert Adrenalina Pyun, a partir de una historia del propio realizador. Para amantes de la acción sin concesiones. Ciberjack [vd: Cyberjack. Asesinos informáticos]. USA 1996. D: Robert Lee. I: Michael Dudikoff, Suki Kaiser, Brion James, Jon Cuthbert, James Thom, Topaz Hasfal-Schou. C. | SAV (alquiler). | La afición por la informática atraerá a los muchachitos hacia esta película, protagonizada por un cachas habitual en el cine de artes marciales, y acompañado de ese inquietante malo del cine de género actual que es Brion James. ... [vd: La lavadora asesina]. Italia 1996. D: Ruggero Deodato. I: Yorgos Voyagis, Barbara Ricci, Ilaria Borelli, Kashia Figura, Philip Caroit. C. | BMG/Filmax (alquiler). | El cine italiano de género hoy es un ilustre desconocido en nuestro país, pese a que parece estar últimamente reapareciendo con vigor. Esta producción, empero, no es muy significativa, y está dirigida por un hombre de lo más nefasto que hizo lo más selecto de su producción a finales de los 70/inicios de los 80. Gore y erotismo para no precisamente gourmets del género. Bad moon [vd: Luna maldita]. USA 1996. D: Eric Red. P: Warner. G: E. Red, s/n "Thor" de Wayne Smith. M: Daniel Lict. I: Michael Paré, Mariel Hemingway, Mason Camble. 79' C. | Warner (alquiler). | Basada en la novela "Thor", de Wayne Smith, nada tiene que ver ni con mitología nórdica ni con superhéroes, pues se trata de una típica cinta de licantropía. La Warner esperaba con expectación algo de esta película, aunque fue un fracaso finalmente en los Estados Unidos (debieron masacrarla: mirad su duración). De todas formas, estando dirigida por Eric Red, cierto interés ha de poseer... ... [vd: Esqueletos]. USA 1996. D: David DeCouteau. G: Joshua Michael Stern. F: Tom Callaway. M: John Massari. I: Ron Silver, James Coburn, Christopher Plummer, Dee Wallace Stone, Dennis Christopher, Carroll Baker. Manga (alquiler). | Activo realizador de producciones para video (La venganza de los muñecos II, o mírese en esta misma sección), y productor de la Full Moon, DeCouteau aquí ofrece una historia de horror ambientada en un pueblecito de Maine, con un reparto superior a la norma en nuestro realizador, quien por cierto, después de coquetear por años con el cine fantástico, se ha pasado ahora al cine gay: Leather jacket love story (1997) es lo ultimísimo suyo. Kazaam [vd: Kazaam]. USA 1996. D: Paul-Michael Glaser. I: Shaquille O'Neal, Francis Capra, Ally Walker, James Acheson, John Costelloe, Marshall Manesh, Fawn Reed. C. | Polygram (venta). | X Dirigida por Starsky, una comedia fantástica que podría ser la respuesta en imagen real al Aladdin de la Disney, y protagonizada por un famoso -dicen- deportista. Pasamos, gracias. Honey, I shrew ourselves [vd: Cariño, nos hemos encogido a nosotros mismos]. USA 1997. D: Dean Cundey. FX: Dream Quest Images. I: Rick Moranis, Stuart Pankin, Eve Gordon, Robin Bartlett. | Buena Vista (alquiler). | FCO | El magnífico director de fotografía Dean Cundey ahora dirige esta tercera entrega, donde son los papás los que se encogen, para sorpresa de sus creciditos hijos. La sorpresa ya no será tanta para el espectador...

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Night hunter [vd: Cazador de medianoche]. USA 1997. D: Rick Jacobson. G: William C. Martell. F: John Aronson. M: Terry Plumeri. I: Don "The Dragon" Wilson, Nicholas Guest, Melanie Smith, Marie Ford. C. | Filmax (alquiler). | Los Cazadores son los encargados de preservar a la humanidad de las hordas de vampiros; ya sólo queda un Cazador, y sólo nueve vampiros, que en la ciudad de Los Angeles dirimirán sus diferencias... Lamentablemente, tan prometedora premisa se frustra si comprobamos quién es el protagonista... Casper: A spirited beginning [vd: Casper. La primera aventura]. USA 1997. D: Sean MacNamara. FX: Ray MacIntyre Jr (coord.). I: Steve Gutenberg, Brendon Ryan Barrett, Lori Loughlin, Rodney Dangerfield, Michael McKean. | Fox (venta). | La publicidad informa que esta segunda entrega, argumentalmente una precuela, y hecha especialmente para video, cuenta "porqué Casper es bueno y no malo", y que también presenta como novedad la inclusión de dos nuevos fantasmas, "uno que es muy malo y otro que es el tonto". Complejísimas novedades, sí señor. Uncle Sam [vd: Muerto el 4 de julio]. USA 1997. D: William Lustig. P/G: Larry Cohen. I: Timothy Bottoms, Bo Hoskins, Robert Forster. Columbia (alquiler). | FCO | Cuando os dimos la noticia de su rodaje, sugerimos para su estreno aquí en video el título "Resucitado el 4 de julio". Ahora sale como Muerto el 4 de julio. ¿Nos habrán leído? En todo caso, habrá que verla... Darkman 3: Die Darkman die [vd: Darkman III: El desafío]. USA 1995. D: Bradford May. PE: Sam Raimi y Robert Tapert. G: Michael Colleary y Mike Werb, s/p S. Raimi. M: Randy Miller. I: Jeff Fahey, Darlene Fluegel, Roxann Biggs-Dawson, Arnold Vosloo. C. | CIC (venta). | FCO | Ver número anterior para comentario. Letal orbit [vd: Letal orbit]. | SAV (alquiler). | DE LA TV AL VIDEO: Millennium (Millennium) [1.1.1]. USA 25/10/1996. D: David Nutter. G: Chris Carter. I: Lance Henriksen, Megan Gallagher, Bill Smitrovich, Terry O'Quinn, Brittany Tiplady. | Fox (alquiler). | FCO. | 3 Frank Black abandona el FBI y se traslada con su familia a Seattle, donde se involucrará en un grupo de investigación policial, Millennium; comenzará a investigar el asesinato de una stripdancer, al que seguirá otros... El piloto de la famosa serie, editado ahora en video. Véanse las reflexiones efectuadas a propósito de la misma en el número anterior, sección tele. The invaders [vd: Los invasores]. USA 1995. D: Paul Shapiro. G: James Dott, s/serie Larry Cohen. F: Alar Kivilo. M: Joseph Vitarelli. FX: Michael Burnett (maq.), View Studio (vis.). I: Scott Bakula, Elizabeth Peña, Richard Thomas, Roy Thinnes, Delane Matthews, Terence Knox, Shannon Kenny, Raoul Trujillo, Richard Belzer, Mario Yedidia, Erik King, Debra Jo Rupp, Channon Roe, Jack Kehler, Jon Cypher, Todd Susman. 174' C. | SAV (venta). | FCO | 0 Teórica continuación de la estupenda serie de los 60 creada por Larry Estoy vivo Cohen, aquí aparece Roy Thinnes como mucho tres minutos para crear un supuesto vínculo con la previa, aunque apenas hay relación. Ahora los extraterrestres que nos invaden son identificables no por su meñique erecto, sino porque fuman como carreteros (qué sutilidad, ¿verdad?), se crea un paralelismo entre los invasores malignos y los inmigrantes de inequívoco talante racista y los guionistas se las apañan denonadamente para exprimir lo menos posible las meninges, prueba palpable es el horroroso "clímax" final, donde han de supeditar la emoción a un elemento secundario a la trama principal y ajeno al carácter genérico del producto. Un absoluto engendro, cabe apuntar positivamente, eso sí, el apartado de interpretaciones, donde hasta Richard Thomas está realmente bien.

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Aeon Flux. USA 1996. 118' C. | CIC (venta). | FCO | VOS | Aventuras de espionaje y alta tecnología ambientadas en el futuro, y con una heroína de armas tomar, una mercenaria que da nombre a la serie. Dos horas que recopilan cuatro episodios más los cortos originales de "Liquid Televisión". The Maxx. USA 1996. 118' C. | CIC (venta). | FCO | VOS | Basada en el cómic homónimo surrealista, sobre un superhéroe muy sui generis, que se interna en un mundo paralelo que coexiste al lado de Nueva York, Outback. Acompañan a The Maxx, Julie, Mr. Gone y The ISZ. The Head. La Cabeza salva la Tierra. USA 1996. 119' C. | CIC (venta). | FCO | VOS | Jim se encontró ante un cabezón problema cuando un extraterrestre llamado Roy se le metió en su cráneo y se quedó ahí a vivir tan campante. Ahora, sin embargo, le ayudará a salvar nuestro planeta de una invasión alienígena. Lo mejor de Liquid Televisión. USA 1996. 44' C. | CIC (venta). | FCO | VOS | De aquí ha salido lo previamente referido. La presente cinta incluye una selección de cortos, entre los que cabe destacar un episodio de Aeon Flux, junto a Big City, The Dangwoods, Dr. Zum, One Less Ant, Raisin o incluso Night of the Living Dead... ... [vd: B.A.G. El Buen Amigo Gigante]. USA 1996. D: Brian Cosgrove. G: ..., s/n Roald Dahl. I: Dibujos animados. | Metrovideo (venta). | FCO | Adaptación de un relato original del gran Roald Dahl (Willie Wonka y la fábrica de chocolate, Las brujas, Matilda, James y el melocotón gigante). De sus resultados cinematográficos nada sabemos, pero argumentalmente será muy superior a las bobadas dirigidas por lo general a los niños (y a muchos adultos)... Contagious [vd: Contagio]. USA 1997. D: Joe Napolitano. G: Sandy Kroopf. F: Andreas Poulson. M: Stephen Graziano. I: Lindsay Wagner, Elizabeth Peña, Tom Wopat, Ken Pogue, Brendan Fletcher. C. | CIC (alquiler). | FCO | Parece que ahora están de moda las películas sobre epidemias mortales que se desatan sobre centros urbanos. En este caso, Lindsay Wagner descubre que su marido ha estado expuesto al cólera y luego se ha ido tan feliz a un campamento; irá en su busca desesperada... Buen momento ahora sería para que se editara en video la estupenda Pánico en las calles, con Richard Widmark... The hunchback of Notre Dame [vd: El jorobado de Notre Dame]. USA 1997. D: Peter Medák. P: Stephane Reichel, John Masano y P. Medák. G: J. Masano, s/n Victor Hugo. F: Elemér Ragályi. M: Ed Shearmur. FX: Carter White FX (maq.), Gyõrgy Solymosi (mec.). I: Mandy Patinkin, Richard Harris, Salma Hayek, Edward Atterton, Benedick Blythe, Nigel Terry, Jim Dale, Nickolas Grace, Trevor Baxter, Vernon Dobtcheff, Matthew Sim, Cassie Stuart, Gabi Fon, Michael Mehlman, Olga Antal, Zoltán Bán. 97' C. | FCO | Polygram (alquiler). | 3 Nueva versión de la gran novela de Victor Hugo, ahora tan de moda otra vez, dirigida por el interesante Peter Medák (Al final de la escalera), y con el camaleónico Mandy Patinkin (La princesa prometida, Alien nación) como Quasimodo y un impresionante Richard Harris como el cura malvado... Las soberbias interpretaciones de ambos intérpretes son lo que sostiene la película, por otro lado dirigida por Medák con notable pericia, superando las previas aportaciones televisivas. Stephen King's The shinning [vd: The shinning (El resplandor)]. USA 1997. D: Mick Garris. G: Stephen King, s/n propia. I: Rebecca de Mornay, Steven Weber, Courtland Mead, Melvin van Peebles. | Warner (alquiler). | Pues lo dicho. Mick Garris, flojito director televisivo, trata ahora de enmendarle la plana a Stanley Kubrick. Veremos. De momento, por la fotos vistas, el niño es de lo más repelentito...

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Star Trek the next generation: Chain of command [vd: Star Trek, la nueva generación: Cadena de mando]. USA 12/12/1992 - 19/12/1992 [6.10.136 - 6.11.137]. D: Robert Scheerer - Les Landau. G: Ron Moore y Frank Abatemarco, s/a F. Abatemarco - F. Abatemarco. I: Patrick Stewart, Jonathan Frakes, LeVar Burton; David Warner, Ronny Cox, Natalija Nogulich, John Durbin, Lou Wagner, Heather Lauren, Majel Barrett. | CIC (venta). | 4 Excelente episodio, con Picard secuestrado por los romulanos y torturado. Prueba tajante de la superioridad de La nueva generación sobre la media general televisiva, ofrece magistrales interpretaciones de Patrick Stewart, David Warner y Ronny Cox. Lamentablemente, el más que mediocre doblaje licua la densidad de este episodio doble. Star Trek, la nueva generación: Lo mejor de dos mundos (Star Trek, the next generation: The best of both worlds). USA 9/6/1990 - 24/9/1990 [3.26.74 - 4.1.75]. D: Cliff Bole. G: Michael Piller. I: Patrick Stewart, Jonathan Frakes, LeVar Burton; Elizabeth Dennehy, George Murdock, Colm Meany, Whoopi Goldberg, Todd Merrill. | CIC (venta). | 4 Este mítico episodio doble no es inédito en España (el doblaje efectuado es nuevo para esta edición en video, sin embargo), pero posee un nivel de calidad también notoriamente alto. Por cierto que en la carátula cambian de sexo a la Comandante Shelby... CLÁSICOS (MÁS O MENOS) DE AYER Y HOY: Dumbo (Dumbo). USA 1941. D: Ben Sharpsteen. P: Walt Disney. G: Joe Grant, Dick Huemer, Otto Englander, s/n Helene Aberson y Harold Pearl. F: Vladimir Titla, Fred Moore y Ward Kimball. M: Oliver Wallace, Frank Churchill y Ned Washington. Dir. secuencias: Norman Ferguson, Wilfred Jackson, Bill Roberts, Jack Kinney y Sam Armstron. Animación: Vladimir Tytla, Fred Moore, Ward Kimball, John Lounsbery, Arthur Babbitt, Wolfgang Reitherman. I: Dibujos Animados. 64' C.| Buena Vista (venta). | FCO | 3 De la época dorada de Don Disney, una parábola sobre la fuerza de la voluntad y el don de lucha moral, a partir de una historia no poco trágica y con magistrales elementos fantásticos. Como siempre, lo mejor es la caracterización de los "personajes" secundarios. Uno consideraba esta película un producto menor de la Factoría hasta que la vio en versión original... Merlín el encantador (The sword in the stone). USA 1963. D: Ken Anderson y Wolfgang Reitherman. P: Walt Disney Prod. G: Bill Peet, s/n T. H. White. M: George Bruns. I: Dibujos animados. 78' C. | Buena Vista (venta). | FCO | 2 Ésta corresponde a la etapa más floja de la Disney, ya desaparecido el mentor, aunque tampoco es desdeñable, debido a su procedencia de la magna obra de T. H. White, aquí muy aligerada, evidentemente. El trazo de los personajes y el desarrollo argumental no posee el vigor de épocas pasadas. El gabinete del dr. Caligari (Das Kabinett des Dr. Caligari). Alemania 1920. D: Robert Wiene. G: Hans Janowitz, Carl Mayer y Fritz Lang. F: Willy Hameister. I: Conrad Veidt, Werner Krauss, Friedrich Feher, Lil Dagover, Hans Heinz von Twardowski, Rudolf Klein-Rogge, Rudolf Lettinger. 78' B/N. | Divisa (venta). | FCO | 4 Un clásico del cine expresionista alemán, y que a punto estuvo de dirigir el gran Fritz Lang. Pasado a manos de Robert Wiene, también se incorporó el famoso epílogo, que racionaliza, hasta cierto punto, todo, sin embargo conserva ese tono onírico/pesadillesco de insólita fuerza y con una hipnótica interpretación de Conrad Veidt. Obligatoria. La mujer en la Luna (Frau in Mond). Alemania 1928. D: Fritz Lang. G: F. Lang y Thea von Harbou. F: Kurt Courant, Oscar Fischinger y Otto Kanturek. M: Willy Schmidt-Gentner. I: Gerda Maurus, Willy Fritsch, Fritz Rasp, Gustav von Wangenheir, Klaus Pohl, Gustl Stark, Gseltenbaur, Margarete Kupfer, Tilla Durieux, Hermann Valentin. 144' B/N. | Divisa (venta). | FCO | 4 Ésta ya sí la dirigió Lang, a partir de un guión co-escrito junto a su esposa Thea von Harbou. Una de las primeras grandes obras del cine de ciencia ficción, aún hoy día conserva su fuerza y 151

la imaginación en su puesta en escena. Fue asesorada científicamente por el profesor Herman Oberth. Esperemos que Divisa, que no suele cuidar mucho la calidad de sus copias, edita la versión íntegra de 144 minutos, y no alguna versión resumida, como tiene por costumbre... El beso mortal (Kiss me deadly). USA 1955. D: Robert Aldrich. G: A. I. Bezzerides, s/n Mickey Spillane. F: Ernest Laszlo. M: Frank DeVol. Canción: Nat King Cole. I: Ralph Meeker, Albert Dekker, Paul Stewart, Cloris Leachman, Jack Elam, Fortunio Bonanova, Jack Lambert, Maxine Cooper, Gaby Rodgers, Wesley Addy, Juano Hernández, Nick Dennis, Marian Carr. 105' B/N. | Warner (venta). | FCO | 5 Basado en una novela policíaca de Mickey Spillane, que narra una aventura del detective Mike Hammer, ofrece una densa atmósfera negra de impronta wellsiana. De todas formas, Robert Aldrich pensó que "había demasiado lío para un mero asunto de tráfico de drogas", tal como era la premisa original de la obra literaria, así pues varió el macguffin (como diría Alfred Hitchcock) y lo sustituyó por un elemento de ciencia ficción, que no precisaré para quienes aún no hayan visto este magistral film. Amenaza en la sombra (Don't look now / A Venezia un desembre rosso scocking). GB / Italia 1973. D: Nicolas Roeg. G: Allan Scott y Chris Bryant, s/r "No mires ahora" de Daphne du Maurier. F: Anthony Richmond . M: Pino Donaggio. I: Julie Christie, Donald Sutherland, Hilary Mason, Clelia Matania, Massimo Serato, Renato Scarpa, Leopoldo Trieste, Giorgio Trestini, Bruno Cattaneo, Ennio Groggia. 106' C. | Manga (venta). | FCO | 3 Antiguo director de fotografía, Nicolas Roeg se ha hecho una pequeña carrera como realizador muy irregular, entre la que destaca su chirriante adaptación del magnífico El hombre que cayó a la Tierra de Walter Tevis y esta sólida versión de un relato de Daphne du Maurier (Los pájaros, Rebeca). Thriller con elementos sobrenaturales, supone la más "normal" película de Roeg (después de La maldición de las brujas), con un excelente Donald Sutherland. Planeta prohibido (Forbidden planet). USA 1956. D: Fred MacLeod Wilcox. G: Cyril Hume, s/a Irving Block y Allan Adler, s/t "La tempestad" de William Shakespeare. F: George Folsey. M: Louis Barron y Bebe Barron. I: Walter Pidgeon, Anne Francis, Leslie Nielsen, Warren Stevens, Jack Kelly, Bob Dix, Richard Anderson, Earl Hollyman, James Drury, George Wallace, Jimmy Thompson, Harry Harvey Jr. 94' C scope. | Warner (venta). | WS | 5 No sólo es una gran película, sino que creó toda una escuela e incluso decorados, efectos y vestuario fueron reutilizados en posteriores películas. Magistral look camp, denso guión de trasfondo shakespeariano (no es difícil reconocer La tempestad), connotaciones psicoanalítico/incestuosas, mini-faldas, robots, raza primigenia de vastos conocimientos, todo ello conforma una de las obras cumbres del género y un hermoso film siempre grato de contemplar. Cromosoma 3 (The brood). Canadá 197. D/G: David Cronenberg. M: Howard Shore. I: Oliver Reed, Samantha Eggar. | Manga (venta). | FCO | 3 Perteneciente a la primera etapa de Cronenberg, la más fantastique, aporta una jugosa historia de confuso desenvolvimiento pero clara resolución, de perturbadoras implicaciones donde perviven las obsesiones orgánicas del genial realizador canadiense. De visualización un tanto pedestre, pero con una atmósfera tan magistral como perturbadora. King Kong (King Kong). USA 1932. D/P: Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack. G: James Creelman y Ruth Rose, s/a Edgar Wallace y M. C. Cooper. F: Eddie Linden, Vernon Walker y J. O. Taylor. M: Max Steiner. FX: Willis H. O'Brien. I: Fay Wray, Robert Armstrong, Bruce Cabot, Frank Reicher, Sam Hardy, Noble Johnson, Steve Clemento, James Flavin, Victor Wong, Ethan Laidlaw, Dick Curtis, Charlie Sullivan, Vera Lewis, LeRoy Mason, Paul Porcasi, Frank Mills. 100' B/N. | FCO | Filmax (venta). | 5 ¿Qué decir a estas alturas de tamaña obra maestra? Pues eso, que es una de las mejores películas de todos los tiempos, independientemente del género, que su remake -recientemente reaparecido en video además- no le llega ni a los tobillos a King Kong, y que posee infinitos niveles de 152

lectura, desde el sociopolítico hasta el freudiano, pero que fundamentalmente es una prodigiosa cinta de aventuras fantásticas con unos magistrales efectos especiales que uno prefiere a los fríos y acartonados trucajes por ordenador de hoy en día. Totalmente obligatoria. Brigadoon (Brigadoon). USA 1954. D: Vincente Minnelli. G: Alan Jay Lerner, s/ t propia. F: Joseph Ruttenberg. M: Frederick Loewe y A. J. Lerner. I: Gene Kelly, Van Johnson, Cyd Charisse, Elaine Stewart, Barry Jones, Eddie Quillan, Hugh Laing, Jimmy Thompson, Virginia Bosler. 104' C scope. | Warner (venta). | WS | 5 Uno de los grandes musicales de la historia del cine, al cual se le otorga una dimensión fantástica similar al Horizontes perdidos de James Hilton (que por cierto, tuvo una adaptación musical). Aquí es un pueblo perdido en un valle que aparece en un lapso temporal cada cien años; sólo el amor logrará violar la barrera del tiempo. Minnelli hace uso de su peculiar sentido cromático creando una obra de imposible y magistral visualización; los intérpretes y su talento hacen el resto. Sospecha (Suspicion). USA 1941. D: Alfred Hitchcock. G: Samson Raphaelson, Alma Reville y Joan Harrison, s/n "Before the fact" de Francis Iles. F: Harry Stradling. M: Franz Waxman. I: Cary Grant, Joan Fontaine, Nigel Bruce, Sir Cedric Hardwicke, May Whitty, Isabel Jeans, Heather Angel, Leo G. Carroll. 99' B/N. | PolyGram (venta). | FCO | 3 Una mujer (Joan Fontaine, que logró un Oscar por este papel), recién casada con un guapo seductor, comienza a sospechar que su marido es un pérfido asesino... Magistral ejercicio de estilo, únicamente enturbiado por el final que la política de estudios exigió. De todas formas, toda una lección de cine, con el mítico plano del vaso de leche (rodado con una bombilla en su interior). Hace unos años se hizo un remake televisivo con el final respetado, pero sin ningún interés. Las brujas de Eastwick (The witches of Eastwick). USA 1987. D: George Miller. G: Michael Cristofer, s/n John Updike. F: Vilmos Zsigmond. M: John Williams. I: Jack Nicholson, Cher, Michelle Pfeiffer, Susan Sarandon, Veronica Cartwright, Richard Jenkins, Keith Jochim, Carel Struycken. 118' C. | Warner (venta). | 1 Adaptación del clásico de Updike, efectuada por el magnífico George Miller (el de Mad Max y El aceite de la vida, hay otro director también australiano de igual nombre), sin embargo los resultados aparecen muy flojos, pues la narración titubea de continuo entre la parábola social, el cine fantástico y su parodia. Miller protestó de la ingerencia de los productores y tras ésta abandonó su relación con las majors hollywoodienses. Atmósfera Cero (Outland). USA 1980. D/G: Peter Hyams. F: Stephen Goldblatt. M: Jerry Goldsmith. I: Sean Connery, Peter Boyle, Frances Sternhagen, James B. Sikking, Kika Markham, Clarke Peters, Steven Berkoff. 105' C scope. | Warner (venta). | FS | 3 Especie de remake en clave de ciencia ficción del magistral western Solo ante el peligro, nada desdeñable. El subvalorado Peter Hyams recrea el ambiente minero y laboral de una luna de Júpiter con una gran convicción, y Sean Connery aporta su poderoso nivel actoral al personaje que interpreta. Cyborg (Cyborg). USA 1988. D: Albert Pyun. G: Kitty Chalmers. F: Philip Alan Waters. M: Jim Saad y Tony Riparetti. I: Jean Claude van Damme, Vincent Klyn, Deborah Richter, Dayle Haddon, Haley Peterson. 85' C. | Warner (venta). | 1 Film de aventuras de ciencia ficción interpretado por el van Damme, cuya expresión siempre escéptica al menos queda aquí justificada por interpretar a un bicho mecánico. Por lo demás, patadas, ambientación a lo Mad Max, y una de las producciones menos malas de este señor, que tampoco es mucho decir. Asalto a la comisaría del distrito 13 (Assault on precint 13). USA 1976. D/G: John Carpenter. F: Douglas Knapp. M: J. Carpenter. MO: John T. Chance [J. Carpenter]. FX: Richard Albain Jr. I: Austin Stoker, Darwin Joston, Laurie Zimmer, Martin West, Tony Burton, Charles Cyphers, Nancy Loomis, Peter Bruni. 91' C scope. | Polygram (venta). | FS | 4

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Aún con el uso del formato panorámico (eliminado en esta edición), Carpenter confiere a la cinta un sentido claustrofóbico encomiable, a base de integrar en un mismo plano diversos motivos o ahogar al personaje contra los bordes del fotograma. De ese modo, el agobio de los personajes al sentirse cercados por los asesinos logra crear una identificación empática con el espectador, quien seguirá las incidencias expectante y lleno de interés. Posee el film, de igual modo, una de las escenas más atroces que hayan sido ofrecidas en película alguna, como es el frío y despiadado asesinato de la niña que va a comprar un helado. 1997: Rescate en Nueva York (Escape from New York). USA 1981. D: John Carpenter. G: J. Carpenter y Nick Castle. F: Dean Cundey. M: J. Carpenter y Alan Howarth. FX: R. J. Kizer, Roy Arbogast y Pat Patterson. I: Kurt Russell, Lee van Cleef, Ernest Borgnine, Donald Pleasence, Isaac Hayes, Harry Dean Stanton, Adrianne Barbeau, Tom Atkins, Charles Cyphers. 96' C scope. | Polygram (venta). | FS | 4 Carpenter efectúa una parábola sobre los momentos actuales -el excelso Ronald Reagan estaba en la presidencia por aquel entonces-, criticando la marginación de las minorías raciales, sociales y sexuales en el país de la libertad. Todo ello, mediante una vibrante narrativa plena de fuerza y energía, con un sentido aventurero como pocas películas pueden emular hoy día. En definitiva, una prodigiosa cinta de aventuras futuristas que ya puede considerarse todo un clásico del género. La rosa púrpura de El Cairo (The purple rose of The Cairo). USA 1985. D/G: Woody Allen. F: Gordon Willis. M: Dick Hyman. I: Mia Farrow, Jeff Daniels, Stephanie Farro, Danny Aiello, Van Johnson. 79' C. | Polygram (venta). | 5 Un ama de casa frustrada proyecta sus ilusiones en un cine, y pronto comprobará cómo uno de los personajes de la película que ve una y otra vez sale de la pantalla y vive un idilio con ella... Toda una delicia, una hermosa y divertida historia de amor fantástico, algo así como un reverso optimista de la genial Dinero caído del cielo (1981), de Herbert Ross. Magistral y emocionante. Supermán, la película (Superman, the movie). USA 1978. D: Richard Donner. P: Alexander e Ilya Salkind. G: Mario Puzo, Robert Benton, David Newman y Leslie Newman, s/c Jerry Siegel y Joe Shuster. F: Geoffrey Unsworth. M: John Williams. I: Christopher Reeve, Marlon Brando, Gene Hackman, Glenn Ford, Trevor Howard, Margot Kidder, Valerie Perrine, Maria Schell, Terence Stamp, Susannah York. 135' C scope. | Warner (venta). | FS | 2 Primera película de la saga con Christopher Reeve, posee un buen empaque, pero excesivas pretensiones para lo que en realidad es. El flojo guión del prestigioso Mario Puzo (El padrino) nunca arranca, y la realización de Donner es tan sólida como plúmbea. De todos modos, las interpretaciones alcanzan un gran nivel. Viaje alucinante al fondo de la mente (Altered states). USA 1981. D: Ken Russell [y Arthur Penn]. G: Sidney Aaron, s/n Paddy Chayesky. F: Jordan Cronenweth. M: John Corigliano. FX: Dick Smith (maq.). I: William Hurt, Blair Brown, Bob Balaban, Charles Haid. 102' C. | Warner (venta). | FCO | 2 En su época fue puesta a caldo, pero hoy día posee su prestigio. Magnífica historia fantástica de Paddy Chayesky, guionista televisivo que alcanzó reputación por sus dramas cotidianos, fue comenzada a rodar por Arthur Penn (La jauría humana) pero relevado por el histérico Ken Russell, que en todo caso aquí está de lo más controlado. Soberbios fx de Dick Smith (El exorcista). ESTRENOS (MÁS O MENOS) RECIENTES EN CINE: ALQUILER: Agárrame esos fantasmas. CIC | WS | 2 El crisol. Fox | 3 Los demonios de la noche. CIC | WS | 3 Jeffrey. Filmax | 3 154

Mars attacks! Warner | 5 La mujer del predicador. Buena Vista | 0 The Phantom, el hombre enmascarado. CIC | WS | 2 Romeo y Julieta. Fox | 1 Tú asesina que nosotras limpiamos la sangre. Lauren | - [También venta]. VENTA: Adrenalina. Polygram | 0 Ángeles guardianes. TriPictures | X Los asesinato de mamá. Lauren. | 2 En la boca del miedo. Lauren | WS | 5 Evita. Buena Vista | James y el melocotón gigante. Buena Vista. | 3 El jorobado de Notre Dame. Buena Vista. | FS | 3 Jóvenes y brujas. Columbia. | 2 Phenomenon. Buena Vista | FS | La tienda. Polygram. | 2 Tres deseos. Columbia | Twister. CIC | WS | 0 FCO : Formato cuadrado original. WS : Wide-screen (formato panorámico respetado). FS : Full-screen (formato panorámico amputado). Si no se indica nada se desconoce formato. De igual modo, si nada se indica se trata de versión doblada. 5 OBRA MAESTRA 4 MUY BUENA 3 BUENA 2 INTERESANTE 1 FLOJA 0 BODRIO - NO HE PODIDO VERLA X NO ME INTERESA VERLA NOTA: En el número anterior, en la sección de video, desapareció accidentalmente la constatación que la primera reseña que aparecía, correspondiente al film El cuchitril de Joe, era obra de Luis F. Alboreca.

SPACE: ABOVE & BEYOND GUÍA DE EPISODIOS En caso de que alguna de nuestras excelsas televisiones se digne en ofrecernos esta serie, aquí tenéis la guía de episodios: Creadores: Glen Morgan y James Wong. 1.1.1. Space: above and beyond [vd: Space, guerra estelar]. 24/9/1995. D: David Nutter. G: Glen Morgan y James Wong. 1.2.2. The parthest man from home. 1/10/1995. 155

D: David Nutter. G: Glen Morgan y James Wong. 1.3.3. The dark side of sun [vd: Space, guerra estelar]. 8/10/1995. D: Charles Martin Smith. G: Glen Morgan y James Wong. 1.4.4. Mutiny. 15/10/1995. D: Steven Cragg. G: Steven Zito. 1.5.5. Ray Butts. 22/10/1995. D: Charles Martin Smith. G: Glen Morgan y James Wong. 1.6.6. Eyes. 5/11/1995. D: Felix Alcala. G: Glen Morgan y James Wong. 1.7.7. The enemy. 12/11/1995. D: Michael Katleman. G: Marilyn Osborn. 1.8.8. Hostile visit. 19/11/1995. D: Thomas Wright. G: Tom Towler. 1.9.9. Choice or chance. 26/11/1995. D: Felix Enriquez Alcala. G: Steven Zito. 1.10.10. Stay with the dead. 3/12/1995. D: Thomas Wright. G: Matt Kiene y Joe Reinkemeyer. 1.11.11. River of stars. 17/12/1995. D: Thomas Wright. G: Marilyn Osborn. 1.12.12. Who monitors the birds. 7/1/1996. D: Winrich Kolbe. G: Glen Morgan y James Wong. 1.13.13. Level of necesity. 14/1/1996. D: Thomas J. Wright. G: Matt Kiene y Joe Reinkemeyer. 1.14.14. Never no more. 4/2/1996. D: James Charleston G: Glen Morgan y James Wong. 1.15.15. The angriest angel. 11/2/1996. D: Henri Safran. G: Glen Morgan y James Wong. 156

1.16.16. Toy soldiers. 18/2/1996. D: Stephen Posey. G: Marilyn Osborn. 1.17.17. Dear Earth. 10/3/1996. D: Winrich Kolbe. G: Richard Whitley. 1.18.18. Pearly. 24/3/1996. D: Charles Martin Smith. G: Richard Whitley. 1.19.19. R & R. 12/4/1996. D: Thomas J. Wright. G: Jule Selbo. 1.20.20. Stardust. 19/4/1996. D: Jesús Trevino. G: Howard Grigsby. 1.21.21. Sugar dirt. 20/4/1996. D: Thomas J. Wright. G: Matt Kiene y Joe Reinkemeyer. 1.22.22. And if they lay us to rest... 26/5/1996. D: Vern Gillum. G: Glen Morgan y James Wong. 1.23.23. ...Tell our moms we done our best. 2/6/1996. D: Thomas J. Wright. G: Glen Morgan y James Wong.

MULTIMEDIA LITTLE BIG ADVENTURE 2 Requerimientos del sistema: PENTIUM 100 16 MB RAM CD ROM 4X Editor: Adeline Distribuidor: Electronic Arts. Continuación del juego del mismo nombre, se acompaña de unos gráficos singulares y una gran variedad de acciones a realizar, teniendo en cuenta que la trama se desarrolla en un entorno sumamente grande, tanto que desafía la exclusividad que han venido disfrutando algunos juegos considerados tradicionalmente como verdaderos gigantes laberínticos. Acción, aventura y estrategia son algunas de sus cualidades. La trama se desarrolla en un planeta llamado Esmers, que tiene un cinturón de nubes en el ecuador y tendrá que defender la civilización de una invasión extraterrestre. El inconveniente es que el inventario es un verdadero almacén, teniendo que guardar ingentes 157

cantidades de objetos útiles o no, Por otra parte se necesita conocer a conciencia todas las teclas del juego para poder disfrutar de su manejo. ATLANTIS Requerimientos del sistema: PENTIUM 90 8 MB RAM CD ROM 4X Editor: Cryo Distribuidor: Friendware. En un espectacular entorno 3d, bautizado como Omni 3D que Cryo utilizó por primera vez en Versalles, vuelve esta vez para llevarnos a la mítica ciudad de Atlantis, antes de su ocaso y desaparición bajo las aguas. Viciada la paz por las intrigas palaciagas, la civilización que la ocupa necesitará de tu ayuda, una primera persona objetiva, para su salvación. El entorno visual y la banda sonora son auténticas obras de arte. Las historia es magnífica y se lleva muy bien aun siendo lineal. En cambio, la ausencia de subjetividad convierte al jugador en un mero espectador del desarrollo del juego. El nivel de dificultad es bastante alto, haciendo imprescindible el uso de una solución. LA SOMBRA SOBRE RIBA: EL OJO NEGRO Requerimientos del sistema: 486/66 Mhz 8MB RAM 30 MB DISCO DURO CD ROM 2X Editor: Attic software. Distribuidor: Top Ware Anunciando durante mucho tiempo, al igual que ocurrió en su día con Doggerfall, este juego sale tarde porque se ha terminado tarde. Es un juego de rol complejo y denso, y repleto de diálogos. En un entorno tipo Doom, pero eso sí, más rico visualmente, la banda sonora es muy buena y afotunadamente se puede escuchar independientemente sin necesidad de jugar, aunque como CD de música sea un poco caro. Por otro lado no hay por donde coger el juego: el interfaze es muy incómodo y poco amigable, los textos densos y mal traducidos, no hay acción y el sistema de combate está completamente desfasado. XCOM: APOCALYPSE Requerimientos del sistema: 486 DX 100 CD ROM 4X 200 MB WINDOWS 95 Editor: Microprose. Distribuidor: Proein. El más atractivo de la temporada. En un mundo donde reina el terror a las invasiones alienígenas, a las sectas religiosas y a los fanáticos adoradores de cultos secretos, sólo los agentes de 158

la Megapol y XCOM pueden devolver la paz a los ciudadanos. Estaremos a cargo de una ciudad entera, donde seremos los vigilantes ante una serie de amenazas. Gráficos muy mejorados y unas animaciones muy logradas, en el ambiente de una ciudad. Tienes posibilidad de elegir el combate a tiempo real o por turnos. Como siempre la gran cantidad de acciones a relizar en los programas de Microprose es toda una garantía. El problema es el siguiente: si queremos velocidad de carga hay que instalar 200 MB, lo que es demasiado. La música y los efectos de sonido son básicos, y mejorables. La imposibilidad de jugar a través de red o Internet, es algo que se escapa de las últimas tendencias. WATERWORLD: THE QUEST FOR DRY LAND Requerimientos del sistema: PENTIUM 90 16 MB RAM 40 MB DISCO DURO CD ROM 2X Editor: Intelligente Games/Interplay Distribuidor: Virgin. Si los casquetes polares se derritiesen y los continentes se viesen tragados por las aguas, desapareciendo casi todo rastro de vida a excepción de unos pocos supervivientes desperdigados por todo el globo, la humanidad estaría condenada a la extinción. Es un juego de estrategia en tiempo real que rompe con la tónica habitual del género en los últimos tiempos, para convertirse en algo más dinámico, y quizás difícil, que los interminables clones de Warcraft II y Command & Conquer. No existen la construcción de estructuras ni la gestión de recursos como tal, simplemente la administración de un amplio inventario entre los miembros del equipo que van a tomar parte en una determinada misión. Las imágenes de vídeo poseen una calidad adecuada sin necesidad de recurrir al entrelazado, y la historia narrada ambienta muy bien la acción. El diseño del juego hace agua por todas partes, siendo demansiado simplista para lo que se podría esperar de una importante licencia respaldada por Interplau. BLOOD OMEN: LEGACY OF KAIN Requerimietnos del sistema: PENTIUM 100 16 MB RAM CD ROM 4X Editor: Crystal Dynamics/Silicon Knights/Activision Distribuidor: Proein. Ann Rice insufló vida a los vampiros con la serie de novelas que tenía como protagonista a Lestat. Ahora estos editores nos traen los vampiros al ordenador como jamás antes los habías visto en un juego. Bajo el aspecto de un juego típico de consola, Blood Omen... oculta una intensa y extensa experiencia cuya profundidad no tiene comparación con ninguna otra cosa. La ambientación visual, argumental y sonora es magnífica. REBEL MOON RISING Requerimientos del sistema: PENTIUM MMX 159

16 MB RAM 38 MB DISCO DURO CD ROM 4X WINDOWS 95 Editor: Fenris Wolf/GT Interactive Distribuidor: New Software Center Esta producción se suma a la escasa lista de títulos diseñados para el procesador MMX, utilizando algo nuevo como esta tecnología para hacer algo tan viejo como un juego tipo Doom. Es el segundo título de lo que en principo será una trilogía. La primera parte, Rebel Moon, salió exclusivamente como parte de un kit con la tarjeta 3D Blaster. La serie cubre la eventual revolución y secesión en una colonia lunar de la Tierra. El protagonista es un soldado de la la Fuerza de Defensa Lunar que debe eliminar a los trajes azuales de la ONU y a los verdaderos malos de la historia, la NDE ( que en realidad es Alemania renacida como poder militar). Las misiones son mucho más creativas que en el resto de los juegos, consiguiendo algunas de ellas involucrar directamente al jugador en el objetivo, El uso del reconocimiento de voz es bastante curioso. El diseño de los niveles es algo pobre, y hay que pasar demasiado tiempo preocupándose por el oxígeno. Los puzzles no tienen razón de ser, sólo hacen un flaco favor al juego. INDEPENDENTE DAY Requerimientos del sistema: PENTIUM 120 16 MB RAM 35 MB DISCO DURO WINDOWS 95 DIRECTX 3 Editor: Fox Interactive. Distribuidor: Electronic Arts Una avanzadilla llegó desde las profundidades del espacio desconocido hace cincuenta años. Algunos dicen que tuvieron un accidente en el territorio de Estados Unidos y fue allí donde se guardaron sus cadáveres... Primero nuestro espacio, luego los cines, más tarde nuestros vídeos, y ahora los ordenadores. Se trata de una réplica de la película, y como casi todos la hemos visto, el entorno y las misiones resultarán familiares. Es un juego en 3D con gran movilidad en cualquier sentido. Los entornos de las misiones están limitados, con lo cual la acción va al grano, no puedes divagar por territorios insustanciales, Estará siempre en el ojo del huracán. La pantalla del juego exhibe demasiados elementos visuales como para permitir que te concentres en el objetivo, Incluso el modo fácil es muy difícil de superar, ya que el avión ofrece una más que generosa movilidad y los cazas enemigos, más que naves parecen moscas revolotentado a tu alrededor.

EN EL PUNTO DE MIRA AA. VV. Premio UPC 1996. Novela corta de ciencia ficción. 4 novelas cortas. Ediciones B., col. Nova Ciencia Ficción. Barcelona, 1997. Nos encontramos ante un nuevo premio de la Universidad Politécnica de Barcelona, un galardón que está acaparando el interés internacional, dado el gran número de originales que recibe el jurado en 160

diversos idiomas. De aquí en adelante sin duda logrará aumentarlos, pues aunque el nivel de las obras es muy elevado, no por ello se ha de entender que los autores que se presentan son lo que podríamos denominar «consagrados». En esta convocatoria, y desde un punto de vista general, se puede afirmar que en el jurado ha predominado, a la hora de otorgar los premios, el carácter social de las novelas, extremo este que se podrá constatar al hacer un breve balance de cada una de ellas. Carlos Gardini, con la obra ganadora Los ojos de un dios en celo, aborda en un futuro no muy lejano la posibilidad de una derivación social de clases, en un ambiente marcado por la información y en el marco de un concepto muy original: La Urdimbre, «esa ciudad virtual donde todos podrían vivir sin abarrotamiento». Una idea muy atractiva de lo que puede ser la realidad virtual, mediatizada por la red de redes, y en el que predominaría la información despersonalizada. En ella habita Mara, una antropóloga cuya misión es estudiar de una forma muy directa la actividad de Ucan, jefe de una tribu escindida de la civilización que ha vuelto al misticismo primitivo y busca su tierra prometida. La historia es muy absorvente y aborda el tema polémico típico de la antropología, la licitud y convenienca de intervenir -en este caso hasta mentalmente- en la persona o grupo social estudiado. Tiene momentos brillantes y se atreve incluso en abordar temas de alcance: «¿Y qué es la civilización, a fin de cuentas? Sentarse ante una pantalla y entablar una estúpida conversación con Anwar, que había tenido "arduo día de trabajo" en Malasia. Calentar una pizza en el microondas y beber una cerveza helada. Hacer el amor sin miedo al embarazo o la lapidación. La posibilidad de recorrer la Urdimbre buscando imágines renacentistas, datos sobre la importación de armas portuguesas en el Japón feudal o el colapso de le economía soviética en el siglo XX. Pedir que la máquina recitara Góngora o Garcilaso y comunicarse con especialistas para aclarar las dudas. No, no podía ser sólo eso. La civilización debía consistir en crearse un destino.» Hélice, mención especial del jurado, es en cambio una historia muy emotiva, pero más rigurosa en el campo científico, pues aborda la ingeniería genetica, tema que a algunos nos parecerá de difícil comprensión y que incide en el aspecto siempre candente del estudio del ADN. El inquietante Doctor Klimus es el paradigma del científico obsesionado con sus experimentos, capaz de las más inverosímiles acciones con tal de obtener fama y poder, siendo el protagonista, Pierre Tardivel, un héroe trágico que asume el destino de una enfermedad incurable y que será víctima del Doctor Klimus en una parte de la novela verdaderamente sorprendente y que mantiene el interés por la narración hasta el final. Dar de comer el sediento, novela finalista incluida expresamente en este volumen, es una de las pocas ocasiones que tenemos los aficionados de abordar una historia humorística. Sin alcanzar quizás las cotas de un Javier Negrete, consigue ofrecernos una historia divertida, en el que un profesor universitario con ínfulas de escritor aborda una novela con la ayuda de un procesador de textos inteligente, pero a la vez sarcástico y mordaz que irá desmenuzando una historia de fantasía èpica con un lenguaje muy lovecraftiano y pendiente siempre de los acontecimientos personales de su autor. Se lee fácilmente y consigue mantener la atención del lector en unas imaginativas conversaciones en las que intervienen virus y antivirus, uno con lenguaje procaz e incorrecto, el otro lleno de caballerosidad y distinción. Lo único achacable sería el no haber aprovechado la ocasión para desarrollar más la idea, una idea de la que se pueden obtener argumentos muy interesantes y de los que hacen pensar. Cena recalentada, mención reservada a los miembros de la UPC, puede ser considerada a pesar de su argumento como más actual, más cercana, y quizás por ello la que los no aficionados a la Ciencia Ficción leerían con más gusto. Aborda la realidad virtual, tal y como engañosamente los medios de comunicación nos han pronosticado y que, aunque muy posible, está pendiente de un amplio desarrollo y experimentación. Cómo sería la actividad personal y social si el mundo virtual fuera verdaderamente un mundo paralelo, con sus ciudades, objetos, ocupaciones y amistades preconcebidas, nos hace plantearnos el inquietante engaño a que nos puede hacer llegar. De forma muy original, se plantea en un punto de la narración la actuación de un virus en este medio y sus repercusiones alucinantes en las personas. Salvador Huete Poul Anderson, Conan el rebelde (Conan the rebel; 1980). Novela. Tr: Joan Josep Mussarra. 190 p‡gs. Ediciones Mart’nez Roca, col. Fantasy. Barcelona, 1997. 161

Me hab’a prometido no volver a escribir cr’tica alguna sobre las novelas de Conan, pues tras haber realizado varias para estas mismas pantallas, lleguŽ al convencimiento de que los pastiches sobre el personaje m‡s cŽlebre de Robert E. Howard ya no daban m‡s de s’ y que las posibles permutaciones estaban completamente agotadas. No obstante, la aparici—n de un nuevo t’tulo firmado por un autor de renombre como Poul Anderson me ha hecho reconsiderar mi actitud y sentarme de nuevo ante el procesador de textos. Aunque a menudo no se recuerde, Anderson ha escrito tanto ciencia ficci—n dura como fantas’a de espada y brujer’a, gŽnero al que a dedicado novelas de gran talla como La espada rota, Tres corazones y tres leones o La saga de Hrolf Kraki. Su gusto personal le decanta hacia historias inspiradas en el mundo artœrico o las sagas n—rdicas y siempre se mostr— ir—nico hacia esas otras dedicadas a b‡rbaros violentos, escribiendo incluso una parodia sobre el famoso guerrero de Howard titulada El b‡rbaro (1956), donde hac’a un divertido repaso a todos sus t—picos. Parad—jicamente —el dolar manda, imagino— a–os despuŽs acabar’a acometiendo en Conan el rebelde una de esas aventuras de las que antes se re’a. Anderson demuestra su buen hacer como experimentado narrador y adem‡s tiene el buen tino de escoger para su novela uno de los m‡s carism‡ticos personajes creados por Robert E. Howard para su serie de Conan: Belit, la mujer pirata protagonista del relato La reina de la costa negra. Contaba, por supuesto, con el impedimento de que Belit mor’a al final del cuento original, pero Anderson sitœa su novela en un lapso entre el encuentro de Conan y Belit y la posterior desaparici— n de Žsta, donde Howard se limita a decirnos que ambos aventureros se dedicaron a amarse y a practicar la pirater’a. Conan el rebelde nos narrar‡ las causas por las cuales Belit acab— comandando un barco de feroces guerreros negros y sus posteriores aventuras al lado del cimerio en busca de su hermano raptado y esclavizado en Estigia. Aqu’ es donde Anderson comete el mayor traspiŽs. Estigia, en la obra original de Robert E. Howard, es un reino de oscuros nigromantes y sacrificios humanos del que s—lo se nos dan vagas referencias, envolviŽndolo en un atractivo y macabro misterio. Anderson, en cambio, nos sitœa en las mismas calles de su capital Khemi y todo el hechizo se desvanece al desgarrarse los velos, apenas recuperado por breves momentos, como cuando Conan se esconde en una tumba y descubre los restos de un cad‡ver a medio devorar. ÀQuŽ cosa se habr‡ dado all’ el fest’n? Por lo dem‡s, la novela transcurre por los caminos rutinarios de las ya sobreabundantes aventuras del b‡rbaro cimerio: continuos combates, apetecibles doncellas semidesnudas, perversos hechiceros y demonios dispuestos a poner fin a su carrera. Se lee con interŽs al principio, pero muy pronto aburre ante la falta de novedades. Anderson no fuerza el ingenio y se limita a ofrecer al seguidor incondicional una nueva raci—n del plato acostumbrado, con artesana pericia eso s’, pero sin genio. Entiendo las razones comerciales que llevan a los editores a convertir una colecci—n como Fantasy, que nos dio interesant’simos t’tulos, en la opera omnia de Conan el b‡rbaro. Sin embargo no puedo evitar preguntarme por quŽ no aprovechan el tir—n de Robert E. Howard y nos ofrecen tambiŽn otras obras del autor tejano aœn inŽditas salvo en el marginal terreno de los fanzines, como es el caso de los relatos sobre Turlogh O'Brian, muy superiores sin ninguna duda a estos refritos... SŽ que es clamar en el desierto, pero dicho queda. Armando Boix Armando Boix, El Jard’n de los Aut—matas. Novela. 128 p‡gs. Ediciones S.M., col. Gran Angular. Madrid, 1997. Resulta muy sintom‡tico que los autores m‡s valiosos de la ciencia ficci—n espa–ola hayan desembarcado a lo grande en campos ajenos al gŽnero. La literatura juvenil, por ejemplo. Si CŽsar Mallorqu’ gan— el EdebŽ Juvenil (4 millones) con El œltimo trabajo del se–or Luna, Armando Boix

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ha ganado el menos dotado (2 millones) pero m‡s prestigioso Gran Angular con esta El Jard’n de los Aut—matas. Comentaba Armando Boix que a los miembros del jurado del Gran Angular les gust— mucho la primera parte de la novela, una reconstrucci—n hist—rica de la Barcelona del novecientos, mientras que los j—venes a quienes se dio a leer el original prefer’an la segunda parte, de marcado tono fant‡stico. Sin entrar en juicios de valor, s’ es perceptible esta separaci—n, la progresiva introducci—n de elementos de tono fant‡stico dentro de un relato que se nos presenta en un primer momento como una obra realista-costumbrista o realista-cotidiana. El relato que hace Boix de la vida de Mateo Giner promete a priori una novela picaresca ambientada en los bajos fondos barceloneses de primeros de siglo, con influencias de Dickens en cuanto al tratamiento de la infancia y la tem‡tica social. Sin embargo, la «adopci—n» del joven Mateo por el se–or Bellver abre la novela a otro plano, el de la burgues’a acomodada de la Žpoca modernista. La conferencia de Torres Quevedo nos presenta la industrializaci—n, el final de la luz de gas y el comienzo de la electricidad; el progreso. As’, en muy pocas p‡ginas y sin aparente esfuerzo, Boix ha caracterizado toda una Žpoca. Ya s—lo falta el elemento fant‡stico, con la figura de Jakob Schrade y su Jard’n de los Aut—matas, y el misterio, por partida doble: en primera instancia los misteriosos robos perpetrados en los domicilios de los compradores de los ingenios de Schrade y, m‡s tarde, Anna, la enigm‡tica hija del inventor suizo. En poco m‡s de cien p‡ginas tenemos, sucesivamente, el relato de una infancia desgarrada, la descripci—n de una Barcelona bulliciosa, la presentaci—n de un genio apenas reconocido en la actualidad, una novela detectivesca y, finalmente, un steampunk crepuscular. No est‡ nada mal. El Jard’n de los Aut—matas funciona bien en tres niveles: como novela hist—rica, como recreaci—n de una Žpoca y como relato fant‡stico. Aunque a veces agobia con una saturaci—n de datos a los que un ni–o de doce a–os dif’cilmente podr’a tener acceso (y que Boix salva narrando la historia de modo retrospectivo) y omite detalles tan trascendentales como la Semana Tr‡gica. Lo cierto es que se trata de una reconstrucci—n creible. El aspecto fant‡stico es de tipo cotidiano, como casi todo en este autor, introduciendo hechos ins—litos en un marco realista. No resulta muy vigorosa, en cambio, la vertiente policiaca, tal vez demasiado esquem‡tica y —Áparadoja!— maquinal. As’ pues, nos hallamos ante una interesante primera novela, tan cuidada y precisa como un aut—mata de Carl Kauba y que, dentro de su estilo, debe m‡s al Eduardo Mendoza de La ciudad de los prodigios que a H.G. Wells y el resto de los escritores de ciencia ficci—n, sin por ello renegar del gŽnero. Juan Manuel Santiago David Brin, El efecto práctica. Novela. Tr: Rafael Mar’n Trechera. 377 p‡gs. Ediciones B. col. Nova Ciencia Ficción. Barcelona, 1997. Con alborozo, casi con alegr’a, podemos afirmar que hemos recuperado al buen escritor que David Brin llevaba dentro, un autor que andaba perdido y extraviado bajo la mara–a de series y trilog’as en las que hab’a empe–ado su prestigio. Siempre he considerado a David Brin como un hombre mediatizado por las exigencias de mercado, que escrib’a libros plomo, artificialmente hinchados en nœmero de p‡ginas, en los que expon’a todos los topicazos de la CF dura de los noventa: cient’ficos con problemas personales gord’simos (a modo de pegote emocional para dar profundidad al asunto), delfines listillos, monos acelerados, p‡ginas y m‡s p‡ginas de texto donde nada sucede... Como los lectores americanos compraban y siguen comprando sus libros el americano ha persistido en estos errores y no ha progresado como autor. DespuŽs de una larga serie de libros huecos, llenos de ideas mal contadas, pobres literariamente hablando, sin ritmo ni sentido narrativo, el se–or Brin se nos descuelga con una novela intranscendente, una broma, un peque–o ejercicio de humor e inventiva que resulta ser una extravagancia y a la vez uno de sus mejores libros, pues no pretende ser una obra maestra y triunfa all’ donde la mayor’a de los otros fracasaron.

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El efecto pr‡ctica narra las aventuras de un profesor de f’sica en un universo en el que las leyes de la termodin‡mica funcionan al revŽs. El resultado es tan hilarante que a veces roza el absurdo, pero la broma funciona. El libro es breve, se lee con interŽs y adem‡s no pretende ser la panacea de la CF cient’fica, circunstancia que agradecemos encarecidamente, pues el nuevo hard americano nos tiene fritos —incluso a los aficionados a este subgŽnero m‡s inveterados— con esa moda de contar en cuatrocientas p‡ginas lo que en doscientas se explica de sobra. De Žste libro destaco incluso la divertida portada, realizada por el Grupo Trazo (Paco Roca y JuanMi Aguilera), quienes cometen la osad’a de salir en persona para regocijo del respetable. Para mentes inquietas, para gente deseosa de pasar un buen rato, para aquellos que prefieren un chiste bien contado a un quijote que no llega ni a best-seller, Žste libro les abrir‡ puertas, les har‡ reír y sobre todo no les provocar‡ una œlcera, como sol’an hacer algunos otros t’tulos de Žste autor que en su d’a escribi— novelones como El cartero o la mal traducida Marea Estelar. Visto lo que hemos visto, un Brin inofensivo como Žste ya es un excelente Brin y el pasado pasado queda. El hijo pr—digo ha vuelto a casa, ojal‡ no volvamos a perderle nunca (aunque cuentan que ahora quiere continuar La Fundaci—n de Asimov). Vivir para ver. Eugenio S‡nchez Arrate. Orson Scott Card, Alvin: el oficial (Alvin Journeyman; 1995). Novela. Tr: Rafael Mar’n Trechera. 382 págs. Ediciones B, col. Scott Card. Barcelona, 1997 Con aires de asignatura pendiente nos llega este t’tulo, el cuarto de la saga de Alvin Maker, uno de los personajes m‡s emblem‡ticos de la narrativa de Card, cuya serie fue iniciada en su d’a por la editorial catalana en la colecci—n Fantasy, tristemente desaparecida. Las tres primeras entregas de la obra se ofrecieron al lector espa–ol en Žpoca de mejores brisas y dejaron en ascuas a muchos aficionados. Gracias a esta continuaci—n, asignatura aprobada en septiembre, milagro del tiempo y de las imprentas, hoy podemos leer los avatares y misterios de un personaje de fantas’a cuyas aventuras transcurren en una norteamŽrica alternativa muy entroncada con la corriente folk, en la que la magia es aceptada como un hecho cotidiano. En este marco peculiar, tan poco af’n a las cŽlticas recreaciones de los trilogistas anglosajones que invaden el mercado, se desarrolla la vida de Alvin, sŽptimo hijo de un sŽptimo hijo, mago, hacedor y hŽroe de los lectores americanos, tan necesitados de dioses como de propuestas culturales que les muestren sus ra’ces y las saquen a relucir, incluso extra’das de donde no hay. La saga de Alvin ha sido repetidas veces galardonada con el premio Locus de fantas’a en reconocimiento al interŽs que suscita allende los mares. Por desgracia, en Europa, el fen—meno Alvin Maker ha dejado un poco fr’os a los aficionados y no ha acabado de conectar con su pasado cultural, mucho m‡s rico y dilatado en a–os, m‡s variado y sugerente que el de la j—ven norteamŽrica. Acaso por eso, porque cuando uno lee las entra–ables historias de este Alvin, ni–o sabio y prodigioso (la especialidad de Card a la hora de crear personajes) se advierte que el mundo en el que todo transcurre resulta tan ajeno como carente de peso hist—rico, las aventuras del muchacho no consiguen engancharnos como sin duda lo hacen en el pa’s de la hamburguesa. Sirvan sin embargo estas palabras, no como demŽrito sino como elogio para un autor que, a pesar de los pesares y sin un gran acervo cultural sobre el que construir una historia, ha obsequiado a los estadounidenses con un nuevo hŽroe literario, publicando una serie de narraciones dignas, originales y ajenas a las corrientes habituales del gŽnero, aportando con ello una nueva visi—n al siempre necesitado panorama de la fantas’a mundial. Porque el libro lo merece, y porque la historia tambien, esta cuarta entrega de Alvin no defraudar‡ a los que ya iniciaron la lectura de la serie hace algunos a–os. Eugenio S‡nchez Arrate. 164

Suzy McKee Charnas, Caminando hacia el fin del mundo. Novela. Tr: Teresa Gottlieb. 299 p‡gs. Ediciones Minotauro. Barcelona, 1997. Caminando hacia el fin del mundo es uno de esos cl‡sicos del gŽnero de los que todo el mundo habla pero que nadie ha le’do. Recomendado por el siempre peculiar y a la vez prestigioso cr’tico David Pringle, en su libro Las 100 mejores novelas de Ciencia Ficci—n, es el t’pico libro que ha pose’do una muy buena prensa e imagen ante el lector durante a–os, imagen que pocos se han parado a comprobar del œnico modo que puede hacerse, leyendo y juzgando despuŽs. Ha llegado el momento de desmitificar la fama de este cl‡sico menor que tras su lectura se queda en menor pero no alcanza la categor’a de cl‡sico. Dejando al margen la pobre traducci—n que suena a castellano porte–o (diga lo que diga Don Gabriel Garc’a M‡rquez las reglas del juego fueron creadas para respetarlas y si no, no se juega) Caminando hacia el fin del mundo es un libro amargo y opresivo en el que se nos narra la historia de varios hombres y un mujer en un viaje hacia el coraz—n de una sociedad, una cultura y el coraz—n de s’ mismos. Tras un cataclismo, los hombres culpan a las mujeres, las fems, de todos los males que desembocaron en la destrucci—n del mundo. Consideradas unas parias y segregadas del sexo masculino, las mujeres se convierten en una casta especial de siervos, una casta imprescindible para la supervivencia de un orden social en el que los varones han separado amor de procreaci—n y mantienen relaciones afectivas y homosexuales sólo con personas del mismo sexo. Fuera de la original y plausible ambientaci—n de un futuro tan cercano como aterrador, Caminando hacia el fin del mundo es un libro tedioso, lento, sin ritmo ni cadencia narrativa, en el que todos los recursos se han sacrificado para profundizar en las consecuencias sociales, morales y personales que implica vivir en una sociedad as’. Suzy McKee, una autora m‡s que estimable, ha olvidado por completo que también hay que contar una historia en la que sucedan cosas, que existe un lector al que no deber’amos narcotizar y que para ello es necesario avivar el ^Itempo^i de los acontecimientos, provocando sucesos, contando hechos, narrando incidentes, acciones, peripecias, drama interior, cambios dentro y fuera de cada personaje, etc... Tras una relectura a conciencia, Caminando hacia el fin del mundo sigue siendo un libro tan tedioso e irregular como yo lo recordaba en la edici—n de Edaf; un cl‡sico que no lo es tanto y que acaso en su d’a, cuando se lo comparaba con novelas mucho menos elaboradas, sal’a victorioso del intercambio. Hoy las cosas han cambiado. Se narra mejor, se escribe mejor y el lector especializado ya no se conforma con cualquier cosa. En total desacuerdo con el se–or Pringle debo decir que Caminando hacia el fin del mundo no est‡ entre las cien, ni entre las doscientas, ni casi entre las trescientas mejores novelas de CF de la historia. Pero para poder juzgar, lŽanlo primero y no se f’en de m’, ni de Pringle ni de nadie, sino de ustedes mismos, que es el mejor camino para forjarse un criterio. Eugenio S‡nchez Arrate Arthur C. Clarke, 3001. Novela. Tr: Eduardo G. Murillo. 254 p‡gs. Plaza & JanŽs Editores. Barcelona, 1997. El maestro Clarke, armado de moral y dispuesto a superar la barrera de los 90, no pensaba escribirla hasta dentro de algunos a–os, pero dado su delicado estado de salud y la avanzada edad que ya ha alcanzado, los gestores del universo editorial decidieron que era el momento de que el autor concluyera la saga que comenzara por pura casualidad all‡ por 1968, con ese cl‡sico de la Ciencia Ficci—n que es 2001, no vaya a ser que en uno de las pr—ximas reca’das el se–or Clarke (ojal‡ viva muchos a–os) no lo cuente. Con 2001 Clarke alcanz— la fama, el reconocimiento y la estabilidad profesional como escritor con la que todo autor ha so–ado alguna vez. El gui—n de la pel’cula fue escrito 165

simult‡neamente a la novela y, tras una breve valoraci—n nos encontramos con uno de los rar’simos casos en los que la pel’cula supera con creces en calidad al libro que supuestamente la inspir—. 2001 es una novela digna pero no magistral, que por avatares del destino se ha convertido en uno de los cl‡sicos m‡s le’dos por los aficionados. Por razones editoriales Arthur Clarke se vio obligado a realizar dos discretas continuaciones de la historia original: 2010 y 2061 (el prestigioso cr’tico norteamericano John Clute asegura que escritas en colaboraci—n —tal vez excesiva— con otros autores), la primera de las cuales fue adaptada al cine con verdadero acierto. Con el pr—ximo rodaje de la tercera parte de la saga, los editores de Clarke estimaron que hab’a llegado el momento de cerrar el ciclo, o por lo menos de continuarlo antes del que el autor ya no pueda hacerlo. Clarke va a estar de moda otra vez en los pr—ximos meses, y para demostrarlo aqu’ llega 3001, la novela que pretende poner el broche final a la aventura de los humanos y la cultura del monolito, que tantas satisfacciones y horas de entretenimiento proporcionaron a los lectores. Para pasmo del respetable, la historia narrada en 3001, como en 2010 y 2061, aporta muy poco al conjunto de la obra y se limita a contarnos las peripecias de Frank Poole, subcomandante de la nave Discovery, que ha estado mil a–os hibernado en el espacio y regresa a la Tierra para reencontrarse con su amigo Dave Bowman, uno de los astronautas de la primera misi—n, que ha sufrido una simbiosis con el ordenador HAL. Recurriendo a la prosa breve y facilona del Clarke de los œltimos tiempos, esta novela no consigue cubrir las espectativas y sólo sirve para confirmar que la mejor Žpoca del profesor Clarke ya pas—, y que las asociaciones con otros escritores han sido nefastas para el conjunto de su carrera. Para clarkianos inveterados, 3001 ha vuelto con todo lo bueno y lo malo del Clarke m‡s reciente. 3001 no pasa de entretenida, eso es todo. Y ojo, porque el se–or Arthur Clarke volver‡ a estar de moda (ÀTal vez con 3020?) pues amenaza con seguir escribiendo continuaciones y m‡s continuaciones a todas las series que tiene publicadas. ÀM‡s Ramas? ÀM‡s Venus Prime? QuiŽn sabe. Mientras hay vida hay novelas por escribir. Eugenio S‡nchez Arrate Don DeLillo, Fascinación. Novela 311 págs. Circe. 1997. La sociedad es como un iceberg: sólo nos muestra una pequeña parte, mientras que oculta su componente principal. Y esa fascinación por lo oculto, lo prohibido, lo marginal, es el motor de esta novela. El rumor sobre la existencia de una película pornográfica rodada en el Berlín moribundo a punto de caer en manos de los rusos en el crepúsculo de la Segunda Guerra Mundial despierta el interés de muy diversos sujetos. Se dice incluso que la misma fue rodada en el bunker nazi y participa el mismísimo Hitler. Con esos ingredientes se convierte en una pieza codiciada. Así, mientras un anticuario e intermediario de arte erótico comienza a mover los hilos para conseguir la película y venderla al mejor postor, empiezan los problemas. Es como voltear una piedra y encontrar debajo un nido de víboras. Por un lado, un senador coleccionista de arte erótico y que dirige un comité de servicios de inteligencia y contraespionaje de USA. En el otro, disidentes de dicha organización y veteranos del Vietnam, que además de pretender hundir a su rival político ven en el film un filón de ingresos para financiar sus actividades. Pero es una lucha a cuatro bandas. También interviene un jovencísimo rey de la industria porno, obsesionado con copar el mercado, y acabará topando con la mafia que huele el negocio y nuevos mercados de hacerse con la película. Y en medio de todos, una periodista de una revista sensacionalista y un agente secreto de difusas lealtades. Fascinación es un thriller que nos muestra con habilidad los grupos «marginales» que pululan en nuestra sociedad, que viven entre nosotros, a veces como nosotros, pero que se mueven con otras reglas y con diferentes objetivos a los nuestros. Son depredadores que acechan, sin embargo también son personas, y nos muestran sus debilidades, sus neuras, sus miserias. Vemos su doble juego entre el vicio y la muerte, y una vida supuestamente normal. Un equilibrio casi imposible.

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Narrada de forma cruda, irónica, amarga en ocasiones, sin concesiones a los espíritus sensibles, DeLillo teje una telaraña excelentemente tramada, en el que las cosas al final no siempre son lo que parecían... o lo que esperábamos. De lectura entretenida. Manuel Díez Román Javier Escajedo, Carles Vila y Julio Ángel Escajedo, Honor, plomo y sangre. El cine de acción de Hong Kong. Ensayo. Camaleón Ediciones, col. Los libros del Camaleón. Barcelona, 1997. Todo buen aficionado al cine de serie B o inferior ha visto siempre con envidia la cantidad de revistas, fanzines y libros que sobre el tema se publican en países como Estados Unidos, en el que existen revistas especializadas incluso sobre el cine de Hong Kong. Afortunadamente, Camaleón Ediciones se ha acordado de nosotros y ha empezado lo que parece ser una colección de libros un tanto especiales. Este primer número es abordado por tres fanáticos del cine de la excolonia británica, que lo recorren desde sus comienzos hasta nuestros días, con unos anexos muy importantes y útiles en los que se habla de quién es quién en Hong Kong, videografía selecta y, lo que es más sorprendente, una lista de películas que se pueden encontrar en videoclubs trasnochados como auténticas rarezas, de cuando este tipo de films no pasaban de ser unas meras curiosidades y sus adeptos aun no eran legión. Se echa de menos más profundidad en el tratamiento de los temas, pero de todas formas es una guía imprescindible para el amante del género que haya comenzado recientemente a valorar estas producciones y que se encuentre un poco perdido y con afán de cinéfago. Salvador Huete Carlos Fernández Castrosín, Brumose. Novela. 124 págs. Opar Otras Singladuras. Madrid, 1997. Tras un largo paréntesis tras la publicación de su antología de relatos Zooropa, apenas aliviada por la aparición de algunos relatos, varios en las pantallas de «Ad Astra», ha llegado a las librerías la nueva novela de uno de los más firmes valores del género fantástico en España. Brumose transcurre en un planeta azotado por un invierno nuclear, antigua civilización de la que quedan unos pocos vestigios tras la devastación producida por una guerra total. Y en esas tierras desoladas, cubiertas de nieve y hielo, una expedición terrestre intenta desentrañar los misterios de esa raza casi perdida, averiguar qué les llevó a destruirse. La novela se estructura en cuatro partes. En la primera, Oeste, una inesperada tormenta aisla a un equipo investigador terrestre, por lo que sus compañeros emprenden una expedición de rescate. Los hallan exhaustos, cercados por unos animales. Huyen y de regreso a la base son atacados por una bestia de poderes sobrenaturales. A pesar de sus defensas la bestia resulta ser inmune a sus armas y les pone en graves aprietos. A continuación, en Norte, vemos una estación orbital que vigila el planeta. Uno de sus miembros comienza a tener alucinaciones. Miedos y rencores agazapados en su mente despiertan y le acosan. Acaba perdiendo la cordura y coloca en grave peligro el futuro de la estación orbital, alertada por la pérdida de contacto con la base planetaria. En Noreste, una expedición parte a la búsqueda de respuestas a la falta de noticias de sus compañeros. Son atraidos a una cordillera en la que descubrirán un inquietante templo abandonado. Algo desconocido acecha en las sombras, esperando la llegada de los visitantes. Y en Este un transbordador de los científicos desciende al planeta, pero se estrella contra el mismo. El piloto, único superviviente, presa de alucinaciones entre la nieve, acaba averiguando el motivo real del desastre de sus camaradas. En esas cuatro partes, Castrosín nos da las claves para entender la historia. No es un relato épico, sino la crónica de unos hombres que tratan de comprender por qué unos seres, tal vez muy parecidos a ellos, deciden masacrarse sin piedad. Están en un medio hostil y ajeno, en el que se verán obligados a pagar un coste muy alto para el resultado que pretenden alcanzar: el conocimiento. Y es en los momentos de dificultad y sinrazón en los que veremos aflorar la verdadera naturaleza humana. 167

En toda la novela se va filtrando cierta desazón debida al sutil terror que la impregna, insidiosa e inesperadamente, en ocasiones con cierto regusto lovecraftiano, sobre todo por lo desconocido e incomprensible a lo que se ven obligados a enfrentarse los humanos. ¿Qué se puede temer más que aquello que no entendemos, incapaz de ser asimilado por nuestra lógica? Se va introduciendo lentamente, transformando a las personas, hasta adueñarse por completo de sus actos, dominando sus sentidos. Todo esto conduce a un bello final, no exento de cierta poesía, excelente broche para una novela narrada con un estilo directo, económico, sin concesiones cara a la galería, que nos permite sentir en toda su intensidad la epopeya anómina que nos describe Brumose. Una novela que reivindica el buen hacer de los escritores españoles, de lectura recomendable. Buen comienzo para la aventura editorial dirigida por Alfredo Lara, editor también del magnífico fanzine «Opar», que nos obsequia con una edición cuidada y muy profesional. Como debe ser. Confiamos, además, que el éxito de esta novela consolide a su autor y le permita encontrar editor para la ambiciosa novela que actualmente está escribiendo. Manuel Díez Román Amitav Ghosh, El cromosoma Calcuta. Novela. Tr: Benito G—mez Ibá–ez. 276 p‡gs. Anagrama, col. Panorama de Narrativas. Barcelona, 1997. Amitav Ghosh es una de las grandes revelaciones literarias del Reino Unido en el panorama internacional. Naci— en 1956 en Calcuta y curs— estudios en Delhi y en Oxford. Sus primeras novelas obtuvieron prestigiosos galardones internacionales y consiguieron grandes Žxitos de cr’tica y pœblico. Ghosh, sin embargo, es un completo desconocido para los aficionados a la CF espa–ola, poco acostumbrados a leer novelas fuera de colecci—n (y a perderse, ya de paso, grandes libros y excelentes autores). El Cromosoma Calcuta ha sido galardonado con el Premio Arthur C. Clarke a la mejor novela de CF brit‡nica y narra la historia de Antar, un egipcio que reside en el Nueva York del futuro pr—ximo y que por casualidad recupera la pista a un viejo amigo perdido hace a–os. El amigo de Antar viaj— a Calcuta para encontrar a un cient’fico Premio Nobel que investigaba sobre la malaria, pero que en realidad hab’a centrado sus esfuerzos en algo conocido como el Cromosoma Calcuta, a partir del cual tal vez sea posible conseguir la inmortalidad. Con una memorable y certera descripci—n de ambientes y lugares, Žste libro combina los elementos de las novelas de suspense con el dramatismo de una trama profunda con personajes ricos y bien perfilados. La lectura de El Cromosoma Calcuta es muy sugerente y est‡ llena de matices y resonancias interiores. Sin embargo, lejos de aburrir a los lectores amantes de la acci—n, la obra consigue arrastrarlos a travŽs de la intriga de sus p‡ginas en una seductora muestra de talento y genialidad. Puede que Amitav Ghosh, un escritor que no suele adentrarse dentro del gŽnero, ya no escriba ninguna otra novela de Ciencia Ficci—n. No importa. Es muy probable que despuŽs de leer este libro deseemos acercarnos a los restantes que le quedan por escribir. Para abrir boca recomiendo una de sus anteriores novelas, El c’rculo de la raz—n, una autŽntica obra de culto. Eugenio S‡nchez Arrate. César Mallorquí, El último trabajo del señor Luna. Novela. 246 págs. Edebé, col. Periscopio. Barcelona, 1997. En la literatura juvenil a menudo se establece una tensión entre los gustos reales del lector y lo que autores y editores han considerado tradicionalmente correcto para este tipo de público, produciéndose obras edulcoradas en nada atractivas para una nueva generación a la que el cine y la 168

televisión acercan a todo tipo de situaciones y conflictos. El adolescente no es un lector de segunda al que haya que esconder determinadas crudezas o rebajar el nivel de redacción, creyéndole no preparado para asumirlos, siempre y cuando se evite el mal gusto y se controlen con cuidado experimentos puramente formales que podrían aburrirle. Lo que más me complace de El último trabajo del señor Luna, merecedora con justicia del premio Edebé 1996, es la falta de concesiones y su visión inteligente de las apetencias del lector, amén de una habilidad narrativa a la que Mallorquí ya nos tiene acostumbrados. El autor no se priva de usar palabras gruesas cuando la situación lo hace natural o de salpimentar la acción con la violencia justa. Estamos ante una novela de aventuras e intriga repleta de personajes interesantes y bien trazados, mucho dinamismo y unas gotas de romance ante las que cualquier adolescente se sentirá identificado —y también los que ya no lo somos, al reconocer sentimientos que todos hemos padecido alguna vez—. El último trabajo del señor Luna nos cuenta las peripecias de un joven superdotado, fortuitamente implicado en la caza de una mujer por parte de un asesino a sueldo, que debe cumplir la venganza de una organización de narcotraficantes. Mallorquí usa temas de actualidad, como las drogas, el racismo y la inmigración, cayendo escasamente en el didactismo o la moralina, y resuelve la historia de un modo muy convincente. Pero más importante es que la novela atrapa de inmediato la atención del lector, que sólo se separa de sus páginas con resistencia y deseando volver cuanto antes a sumergirse en su bien hilvanada trama. Toda una lección de buen narrar. Armando Boix Daniel Mares, Seis. 1 novela corta y 1 relato. 160 págs. Espiral - Ciencia ficción Bilbao, 1997. Cuando realicé la reseña de la primera obra de este joven autor, Pastores de estrellas (segundo volumen de esta misma colección), la concluí señalando a Daniel como una de las más firmes promesas del género fantástico en España. Tras leer Seis, novela finalista en el Premio UPC de 1994, puedo decir que la promesa se ha convertido en realidad. En esta novela se nos muestra, inicialmente, una visión idílica de la infancia, el sueño dorado de todo niño: estar libres del ferreo control de los adultos, jugar hasta cansarse, comer lo que se quiera, no asisitir a la escuela, etc. Todo perfecto. ¿Qué niño en estas condiciones, y conociendo tan sólo el mundo de los adultos a través de las películas, querría crecer? Y este es el quid de la obra: el sueño de la eterna infancia, el ideal de una vida plácida y sin responsabilidades en el marco de un largo viaje estelar hacia un supuesto paraiso, el mundo de Nunca Jamás. Claro que este ambiente aparentemente idílico no es tal en el fondo. Peter, un líder nato, domina y controla las energías de los niños con la ayuda de Wendy, la única que sabe leer y por tanto es depositaria de los conocimientos de los libros que dicen a los críos lo que deben hacer. Pero en este mundo de risas continuas, acecha un elemento discordante. Se trata de Jay, un niño que, incomprensiblemente, ha crecido y es el único adulto. Representa lo desconocido, lo extraño, es una amenaza para el bienestar del grupo por las dudas que plantea, así que se convierte en un poscrito, odiado y temido por los niños. Jay secuestra a una niña y toma temporalmente el mando, lo que desatará graves consecuencias. Hay peleas, muertes, sufrimiento. Que los chavales no sean adultos no presupone que sean unos santos, y la envidia, la malicia y el egoismo también aparecen. Una serie de circunstancias hacen dudar, y sobre todo recordar, a Alicia, hasta que descubre que ella también sabía leer. Eso le permite desentrañar los misterior descritos en los cuadernos que atesora Wendy. Tal vez el mundo de Nunca Jamás sea algo más que una simple leyenda de niños. El uso inteligente de la figura del narrador, el estilo ora simpático, ora burlón, inocente en ocasiones, intenta transmitirnos la sensibilidad de los niños, nos muestra su simple visión (a veces no tan simple) de las cosas y el mundo que les rodea. Se pueden encontar reminiscencias de El señor de las moscas, de William Golding, y también de La nave estelar de Brian Aldiss, una mezcla cuando menos apasionante. Completa este volumen el relato largo Adán, en el que vemos los problemas religiosos y de orden moral que crea la supuesta autoconciencia de una Inteligencia Artifical, que en principio 169

únicamente debe regir el control del tráfico del planeta. Dos religiosos van a visitar a la IA a la corporación que la creó, a la manera de los antiguos inquisidores, con el objetivo de descubrir si dicha máquina tiene realmente alma, y de esa forma el hombre ha usurpado el puesto a Dios como creador de vida. Además, el problema teológico y la convulsión que ello produce se ve aderazado con las tensiones por el poder en la propia compañía (atención a los nombres de los personajes, realmente definitorios y concluyentes para la trama) que acabarán precipitando los acontecimientos. Es un relato de planteamientos inteligentes, bien estructurado, con personajes dominados por sus dudas, el pragmatismo o el rencor, concediendo a la trama un aire dinámico y manteniendo el suspense, teñido de fatalismo, hasta el final. Con este volumen de Daniel Mares la colección Espiral-Ciencia Ficción recupera el buen tono que había perdido en números anteriores y que, lógicamente, confiamos que mantega. De hecho, Seis es la mejor obra publicada hasta ahora en esta colección. Daniel es un valor en alza en la CF española, con un estilo sobrio y una capacidad sorprendente para tratar la CF desde una perspectiva nueva, con un alto nivel de calidad. Una lectura realmente recomendable para conocer los nuevos vientos que soplan en el género fantástico de este país. Ahora basta desear que la aparición de un tercer libro de Daniel Mares no tarde en exceso. Manuel Díez Román Javier Negrete, La mirada de las furias. Novela. 376 p‡gs. Ediciones B. col. Nova Ciencia Ficción. Barcelona, 1997. Novela corta alargada hasta la distancia apropiada es esta Mirada de las furias: un space opera aventurero con la pretensi—n de entretener y algœn que otro toque filos—fico para tratar de dar algo de empaque a la trama. ƒremos, un clon cargado de implantes, ejerce como agente secreto para una gran corporaci—n del mundo futuro. Los tritones poseen el secreto para viajar m‡s r‡pido que la luz y mantienen a los humanos aislados del resto de las especies del universo, situaci—n que desagrada a la empresa de nuestro hŽroe. Una nave trit—nida se estrella en el planeta prisi—n Radamantis y todas las corporaciones se aprestan a intentar apoderarse de ella para obtener el secreto de la impulsi—n hiperlum’nica. Éremos es destinado al mundo c‡rcel y se ver‡ inmerso en una lucha por conseguir este secreto, un combate que lentamente ir‡ haciendo de Žl un ser m‡s humano y respetable. La mirada de las furias es uno de los libros m‡s intranscendentes y eficaces de Javier Negrete. Cargado de alguna referencia a Jack Vance, y de los tics propios de su autor, di‡logos hipercoloquiales, el amor como trasfondo, la fascinaci—n por lo femenino en una extra–a relaci—n atracci—n-miedo-desconocimiento, el hŽroe superpoderoso como proyecci—n del yo, aventuras y cierto humor, componen un libro que se revela como un divertido mŽtodo contra el tedio y el aburrimiento al que se nos suele tener condenados a los lectores de Ciencia Ficci—n. Excelente modo de competir con los autores extranjeros y excelente forma de continuar una carrera que promete grand’simos Žxitos en el futuro. Javier Negrete, como siempre, se olvida de aburrir al lector con apalizantes p‡rrafos y lo consigue. La mirada de las furias da la talla como texto de aventuras y reivindica la diversi—n como fin œltimo de cierta clase de literatura, no por ligera menos digna de respeto que la convencional, a menudo mucho m‡s pesada y peor escrita. Gracias por pensar en el lector, Javier. Gracias por pensar en nosotros. Eugenio S‡nchez Arrate Javier Negrete, La mirada de las furias. Novela. 376 p‡gs. Ediciones B., col. Nova Ciencia Ficci—n. Barcelona, 1997.

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Javier Negrete es uno de nuestros m‡s valiosos autores de ciencia ficci—n, esto es innegable. Domina a la perfecci—n los resortes narrativos, y en sus obras ha sabido construir un inconfundible universo personal gracias a su siempre conciso lenguaje, su brillante capacidad de crear situaciones y personajes, una rara variedad de registros, el desesperado pero sereno lirismo con que evoca la figura del amor perdido y, tal vez su rasgo m‡s caracter’stico, las constantes referencias a mitos y leyendas cl‡sicas. Con estas armas, Negrete se ha convertido en uno de los puntales del gŽnero, en una trayectoria literaria inseparable del fen—meno UPC y del auge de la novela corta de CF que este certamen ha originado. Restaba saber si Negrete iba a ser capaz de escribir una novela larga —la de su consagraci—n— a la altura de Nox Perpetua o La luna quieta. Y esa parece ser la raz—n de la existencia de La mirada de las Furias. Como novela, La mirada... est‡ m‡s cerca del mero entretenimiento que del profundo an‡lisis. Se trata de una obra comercial, ligera y de desarrollo lineal. Por supuesto, hay agudas reflexiones acerca de la estupidez humana (una de las constantes del autor), ins—litos hallazgos (Eremos, el geneto, el implacable asesino al que no se le escapa detalle, capta los cambios sociales producidos en sus veinte a–os de hibernaci—n con s—lo o’r una conversaci—n: el fil—logo Negrete ha dado en el clavo), unos muy bien hilvanados paralelismos con la mitolog’a cl‡sica (si el guardi‡n del planeta Radamantis se llama Caronte, entonces estamos en el Hades) y una inquietante evoluci— n del Eremos-geneto hacia el Eremos-humano que sin duda es el mayor acierto de la novela. El principal defecto de La mirada... es que no puede sobreponerse a su origen de novela corta. La idea original, contenidad en El vientre de la ballena, a duras penas daba para cuatrocientas p‡ginas. Alargada por encima de sus posibilidades reales, algunos pasajes se nos antojan superfluos, innecesarios. La escasa entidad de la trama (un superagente secreto tiene que salvar a la Humanidad en un breve plazo; para ello se infiltra en una colonia penitenciaria bajo una identidad falsa; hace averiguaciones, se mete en todos los l’os que puede, juega mucho, liga bastante, etc., etc.) se erige a la postre en el mayor obst‡culo para considerar a Žsta la gran novela que, por otra parte, no tiene por quŽ ser, por mucho que la haya escrito una de las mejores realidades del gŽnero. Es nada m‡s (y nada menos) que una entretenida novela de aventuras, trepidante, inteligente, bien escrita y bien resuelta, que puede o no decepcionar, segœn el nivel de exigencia y las expectativas del lector, pero que no enga–a a nadie: es lo que promete. Un divertimento. Juan Manuel Santiago Kim Newman, El sanguinario Barón Rojo (The Bloody Red Baron; 1996). Novela. Tr: Hernán Sabaté. 366 págs. Timun Mas, col. Fantasía Terror. Barcelona, 1997. Suele decirse que nunca segundas partes fueron buenas, pero como todos los lugares comunes a menudo no se corresponde con la realidad. En El sanguinario Barón Rojo Kim Newman regresa al universo alternativo creado en El año de Drácula, donde suponía que el señor de los vampiros, tras triunfar sobre Van Helsing y sus secuaces, había llegado a dominar a la misma reina Victoria y convertirse en el príncipe consorte, creando a partir de ese momento una nueva sociedad, con los viejos vampiros situados en los puestos de poder mientras muchos mortales se transformaban voluntariamente para mejorar su rango social. Al final, como el lector recordará, Drácula era expulsado de Inglaterra. ¿Pero dónde fue y qué sucedió a continuación? Newman nos responde a estas preguntas en una segunda parte excepcional, mejor si cabe que la primera. La acción de El sanguinario Barón Rojo está situada en plena I Guerra Mundial, con Drácula como comandante en jefe de los ejércitos alemanes. Excelentemente documentado, el autor recrea la época con una gran verosimilitud, aunque al mismo tiempo la Europa retratada es muy diferente a la real. El vampirismo se ha extendido y las armas de guerra ya no pueden ser las mismas, con soldados a los que las balas vulgares no hieren pero en cambio no resisten el fuego o la luz del día, combates aéreos que se libran entre los tradicionales Sopwith Camel y monstruos alados, y los pelotones de ejecución sustituyendo el tiro de gracia por la decapitación con sable. 171

Como en El año de Drácula, Kim Newman demuestra su afición por la historia y la literatura popular fundiéndolas en un cóctel lleno de guiños al lector. Así, en los hospitales de campaña encontramos al doctor Moreau inmerso en sus experimentos de vivisección con su ayudante Herbert West; la Sombra en persona capitanea un grupo de aviadores aliados que se enfrenta a un barón Von Richthofen vampiro y transformado físicamente por el doctor Caligari; Edgar Allan Poe, mísero vampiro recluido en Praga, es reclutado como autor fantasma de una autobiografía de Richthofen y sufre los celos del también autor fantástico Hanns Heinz Ewers... Contado así puede parecer un batiburrillo más digno de una parodia que de una novela seria, sin embargo el autor la resuelve hábilmente con una prosa magnífica que brilla en la descripción de escenas de combate y en la captación de ambientes. No en vano Kim Newman nada tiene que ver con los escribidores por encargo que suelen aparecer publicados en los volúmenes de Timun Mas, siendo un autor mucho más sólido, responsable de libros sobre cine fantástico, novelas de estética cyberpunk como The Night Mayor(1989) o apocalípticas como Jago (1990). Consciente de los prejuicios de muchos lectores que gustan considerarse «serios» hacia los libros de Timun Mas, me gustaría atraer su atención sobre esta novela nada desdeñable. Seguro que me lo agradecerán. Armando Boix Dominique Nora, La conquista del ciberespacio (Les conquérants du cybermonde; 1995). Ensayo. Tr: Carlos Gardini. 418 págs. Ed. Andrés Bello. Santiago de Chile, 1997. La creciente influencia de las nuevas tecnologías de la comunicación en nuestra vida cotidiana hacen que haya un público deseoso de encontrar respuestas a muchas de sus preguntas y de ahí el éxito de libros de divulgación sobre el tema, como El mundo digital, de Negroponte. La conquista^b del ciberespacio nos ofrece un amplio panorama de esta industria en la que ciencia y negocio se entrecruzan y nos permite conocer un poco mejor nuevas tendencias hasta hace bien poco dignas sólo de la ciencia ficción y que hoy formar parte de la realidad cotidiana, como la imagen sintética, el teletrabajo o el shopping virtual. Desgraciadamente, la voluntad de la autora de abarcarlo todo y mostrarnos un fresco lo más amplio posible acaba por perjudicar a la obra. Aunque más de cuatrocientas páginas dan mucho de sí, el tema tratado es demasiado vasto y el resultado final acaba por decepcionar. En concreto, el principal defecto del libro es que intenta personalizar con ejemplos paradigmáticos, en lugar de ofrecer una visión más amplia y real. Así, tras su lectura, podríamos tener la impresión de que, por ejemplo, la industria del videojuego se limita a Nintendo, Sega y Trilobyte lo cual es un reduccionismo injustificado. De todos modos La conquista del ciberespacio puede considerarse una útil introducción para lectores que no deseen profundizar a través de libros más especializados, entre los que podría recomendar los excelentes Los nuevos alquimistas, de Dirk Hanson, sobre la génesis de la industria informática, o Los piratas del chip, de Clough y Mugo y El huevo del cuco, de Clifford Stoll, ambos sobre el crimen informático. Armando Boix Jesús Palacios, Satán en Hollywood. Una historia mágica del cine. Ensayo. 370 págs. Valdemar, col. El Club Diógenes. Serie Autores Españoles. Madrid, 1997. Jesús Palacios es un crítico de cine que siempre ha sentido una particular atracción por el género fantástico y así lo ha reflejado en sus libros publicados, entre los que podemos citar Goremanía o Planeta Zombie. Satán en Hollywood, en cambio, no glosa los desvaríos imaginativos de guionistas y directores, sino que rastrea la multitud de leyendas, supersticiones y creencias excéntricas que «realmente» se agazapan tras los focos deslumbrantes y los decorados, 172

Muertes violentas, cultos satánicos y un misticismo de oropel parecen estar imbricados en la historia del cine de un modo mucho más habitual de lo que podríamos suponer, a juzgar por cuanto nos explica Palacios. Los cinéfilos seguramente recibirán más de una sorpresa durante la lectura; los simples curiosos obtendrán una buena dosis de cotilleos. Todos encontrarán algo de interés en este libro que se lee de un tirón dado su apasionante contenido. Este libro ha tenido una envidiable publicidad en los medios y parece que se está vendiendo muy bien. ¿No habrá firmado Jesús Palacios algún pacto con un caballero de pezuñas hendidas y olor sulfuroso? Armando Boix JosŽ Miguel PallarŽs, En breve conquistarŽ esta tierra. Relatos. Colectivo Dtebeos, col. Spacios. Almer’a, 1997. 136 p‡gs. Inagurando una nueva colecci—n dedicada al gŽnero, el Colectivo de Tebeos apuesta fuerte por los j—venes escritores y nos presenta esta primera selecci—n de cuentos del zaragozano Jose MiguŽl PallarŽs, un hombre dedicado a hacer guiones de c—mic hasta fechas muy recientes, que ha decidido cambiar de lenguaje y enfrentarse al oficio de escribir empezando por lo m‡s dif’cil, escribiendo gŽnero fant‡stico sin ningœn tipo de complejo. Los cuentos de PallarŽs sorprenden por lo variado, lo ambicioso e incluso lo experimental. Este querer ir m‡s all‡, Žsta lucha por querer decir las cosas de una forma diferente, con una voluntad de estilo propia, hacen resbalar de vez en cuando la sintaxis del texto en frases mal expresadas o faltas de concordancia, y en el abuso de algunos adjetivos (sobre todo el pesad’simo y empalagoso «pulquŽrrimo» tan querido por Umbral) por los que manifiesta un exceso de celo que resta naturalidad y dinamismo a su prosa. Si de algo peca la narrativa de PallarŽs es de exceso de estilo. Es sin embargo este libro una buena piedra de toque para iniciar una carrera como autor de gŽnero, y cuenta con relatos de lo m‡s original y abigarrado que hemos podido leer en los œltimos a–os. Espejos embrujados, piratas inform‡ticos, enfermedades sorprendentes.... reunidos con acierto en una selecci—n de obras breves llenas de interŽs y esp’ritu de gŽnero. Muy poco camale—nico en cuanto al estilo, muy propio, muy Žl mismo, Juan Miguel PallarŽs ha demostrado que para escribir literatura de fantas’a y ciencia ficci—n no es necesario leer y menos aœn emular a la c‡tedra anglosajona. Un mensaje obsesivo, machac—n, casi irritante, subyace en el trasfondo de todos los cuentos: el hombre es un ser despreciable, hip—crita y merecedor de la peor de las suertes. Una suerte que esperamos no comparta este j—ven autor, esforzado y, a tenor de este libro, capaz de grandes empresas. Para amantes de lo nuevo, sirva Žsta selecci—n que tiene de todo, como en botica. Eugenio S‡nchez Arrate. Juan Manuel de Prada, Las máscaras del héroe. Novela. 598 págs. Valdemar, col. El Club Diógenesa Serie Autores Españoles. Madrid, 1997 Se inicia la novela con una carta enviada por Pedro Luis de Gálvez, alma mater de la presente obra, al Inspector de Prisiones. El citado sujeto, imposible llamarle caballero, está preso en Ocaña por injurias al Rey y solicita el indulto. En dicha epístola vemos la peculiar juventud de este personaje, hijo de general carlista caído en desgracia, lo que hace de su infancia un periodo marcado por las privaciones que acabará llevándole al seminario y a sus hermanas a ejercer al oficio más antiguo del mundo. Su venalidad hará que abandone la carrera eclesiástica y, siendo un adolescente, se inicie en toda clase de pillerías. En el final de la misiva vemos la verdadera faz de Gálvez, un tipo de armas tomar, que no se detiene ante nada ni ante nadie.

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A partir de ahí comienza la historia de Fernandito Navales, único vástago de una familia bien venida a menos. Apenas un adolescente se introduce en la tertulia que organiza Colombine, feminista radical que tiene alquilado el piso superior del viejo caserón familiar. Allí su destino comenzará a entrecruzarse con el de Gálvez, joven recién indultado, y conocerá a una impresionante galería de personajes: Pío Baroja, Valle-Inclán, Gómez de la Serna, etc., etc. A través de ellos contemplamos los restos del desastre del 98, que darán paso años más tarde a la calamitosa campaña de Marruecos. En ese país Gálvez iniciará su particular descenso a los infiernos. Enviado como corresponsal de guerra no sólo sus crónicas resultan inservibles sino que además se dedica a traficar con los moros, lo que marcará indefectiblemente su futuro maldito como periodista en la villa y corte. Mientras, Fernando se hace hombre demasiado rápido. Huérfano de padre, toma como ejemplo a bohemios y crápulas, y se prepara para ser otro vividor más, aunque evitando por todos los medios caer en el pozo de la miseria que suele devorar a la mayoría. A través de las memorias de Fernando Navales conocemos las correrías del singular Gálvez, mientras contemplamos el doloroso devenir de España, desde el desastre de Annual hasta la guerra civil, pasando por los felices 20, los magnicidios de Canalejas y Eduardo Dato o el advenimiento de la República. Pero no somos espectadores pasivos de los acontecimientos, sino que muchas veces participamos en los mismos de la mano de Fernando o de Gálvez, involucrados en la mayoría de los sucesos remarcables de la época. Y el espectro de personajes con los que tratan es impresionante: Unamuno, Jorge Luis Borges, Ortega y Gasset, Luis Buñuel, Salvador Dalí, Federico García Lorca, Jardiel Poncela, Rafael Alberti, Buenaventura Durruti y tantos otros. A este respecto es curioso comprobar la amistad de Fernando con José Antonio Primo de Rivera, ser testigo a través de sus ojos de los inicios de ese fascismo pretendidamente renovador, comprobar los titubeos y las contradicciones del fundador de la Falange, convertido en mártir del franquismo, cuya memoria marcaría a sangre y fuego los primeros años de la postguerra. Este libro es, en definitiva, una gran crónica de una época y de unas personas al límite, una epopeya de lo cotidiano. Y durante todo el libro, a lo largo de los años, ambos hombres se encuentran, se enfrentan en un continuo toma y daca. Fernando es un alter ego de Gálvez, aunque con salvedades como su pretendido dandysmo y su carácter pusilánime. Son pícaros, pero no tienen nada que ver con la figura gloriosa del pícaro español del Siglo de Oro. Son mentirosos, vengativos, timadores, amorales, nihilistas, cínicos, cornudos, anticlericales, traidores, etc, etc. Capaces de lo peor y prácticamente nunca de lo mejor. Y si en Gálvez subyace cierto idealismo, romanticismo trasnochado, Fernando es egoista hasta el límite. ¿Son entonces repulsivos ambos sujetos? Su vida es poco edificante, pero sus vicisitudes tienen la virtud de enganchar al lector, atraido por la España que nos describen, plagado de personas que hemos estudiado en los libros de Historia o de los que hemos oido hablar a nuestros mayores, a veces escandalizados, siempre sorprendidos al comprobar de lo que son capaces algunos con tal de sobrevivir o encontrar sentido a su vida. Todo ello no sería posible sin el acertado tratamiento del lenguaje que realizar de Prada, cuidado para asemejarse al utilizado por aquel entonces. Y, sobre todo, por la riqueza del vocabulario, negro y cruel cuando es necesario o más poético cuando se tercia, repleto de metáforas brillantes, que a veces nos obliga a releerlas para disfrutarlas de nuevo. Juan Manuel de Prada posee también un ágil estilo y un dominio de la técnica narrativa que nos mantiene pegados al libro. Es un ESCRITOR, con mayúsculas. Resulta siempre un orgullo reseñar un espléndido libro como éste, que ya lleva varias reediciones (poco habitual en España, salvo para los autores «estrella»), un ejemplo de lo que es buena literatura y con el valor añadido de la juventud del autor, lo que nos hace presagiar que tras ésta su primera novela (sí, primera novela) llegarán más de calidad. Ante tanto bluff y escritorcillo aupado a la fama por el mero hecho de pertenecer a la llamada «Generación X» y cuya mayor virtud son las campañas de márketing que los arropan, Juan Manuel de Prada aporta frescura de ideas y tiene todas las armas necesarias para triunfar por sí mismo como escritor. Cuenta con el talento y las habilidades de quien está llamado a ser uno de los grandes nombres de las letras espoñolas del próximo siglo. Manuel Díez Román

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Sergi Sánchez, El libro gordo de los superhéroes. Ensayo. 208 págs. Midons Editorial, col. Serie B. Valencia, 1997. Dentro de la cultura popular, los superhéroes siempre han tenido un gran protagonismo, empezando en la literatura tradicional de aventuras —Pimpinela Escarlata—, siguiendo con el pulp —The Shadow, Doc Savage, Tarzan, The Spider, etc.— y asentándose definitivamente en el mundo del cómic, del que sobran ejemplos pues ya habrán acudido a la memoria del lector. En el cine su papel ha sido más marginal y, salvo contadas excepciones, se ha limitado a adaptar personajes creados para el papel impreso. Sin embargo, como se encarga de demostrar este libro, películas sobre el género existen en abundancia. El listado de obras comentadas es casi exhaustivo, desde los viejos y baratos seriales de los cuarenta hasta las costosas superproducciones de los últimos veinte años, como Superman (1978) o Batman (1989), sin olvidar excentricidades como los casposos luchadores enmascarados mexicanos o nuestro patrio y no menos impresentable Supersonic Man (1979). Por más que me he esforzado en cazar al autor en ausencias reprochables, apenas lo he conseguido e incluso me ha sorprendido con verdaderas rarezas que desconocía. Sí he notado la falta de la citada Pimpinela Escarlata —¿no es acaso un justiciero con doble identidad?— mientras otros títulos escogidos me parecen un tanto traídos por los pelos, pues recoge personajes clásicos de la novela de aventuras como Sandokan, héroes bíblicos como Sansón, o protagonistas de peplums como Maciste... Hasta la película que sobre Popeye rodó Robert Altman tiene su entrada, en un derroche de generosidad por parte del autor. El acompañamiento gráfico al texto también ofrece sus sorpresas —con impagables reproducciones de carteles y fotogramas de los seriales—, sin llegar a ahogarlo. ¿Algún pero? Salvo los señalados más arriba no se me ocurre ninguno, lo siento. Armando Boix George Gaylord Simpson, Entre dinosaurios. Novela. Tr: Mar’a Belmonte. 142 p‡gs. De. Grijalbo-Mondadori. Barcelona, 1997. George Gaylord Simpson, el autor de Žste libro es considerado como uno de los paleont— logos m‡s cŽlebres y reputados de nuestro siglo. Falleci— en 1984 y dej—, oculto entre sus papeles, el manuscrito titulado La descronizaci—n de Sam Magrauder, que fue recuperado tras su fallecimiento por su hija, la escritora Joan Simpson Burns, una mujer bien situada en el panorama literario anglosaj—n, quien, una vez examinado, decidi— envi‡rselo al reconocido cl‡sico de la ciencia ficci—n Arthur C. Clarke para que lo sometiera a valoraci—n, pues como hija del autor carec’a de la objetividad suficiente para hacerlo ella misma. Esta curiosa peripecia del texto de Gaylord Simpson dio como resultado la publicaci—n en 1996 del libro titulado Entre dinosaurios, que no es ni m‡s ni menos que La descronizaci—n de Sam Magrauder con el t’tulo cambiado para hacerlo m‡s comercial. La novela narra con todo lujo de detalles el viaje el cient’fico Magrauder, procedente del a–o 2162, a la era de los dinosaurios y sus peripecias entre tan desconocidos seres, su adaptaci—n al nuevo mundo, su vida como robins—n del cret‡ceo y todo lo acontecido durante su estancia en aquella Žpoca. Narrada con sencillez, ambiciosa en algunos de su planteamientos cient’ficos, sobre todo en lo referente a la biolog’a de los saurios, esta novela entretiene por igual al lector especializado y al experto en paleontolog’a, porque desarrolla todas sus premisas con un lenguaje claro a la vez que preciso. Se trata sin duda de una rareza, una original muestra de talento creativo por parte de un hombre que consagr— su vida al estudio de los seres de otras Žpocas. Con m‡s valores filos—ficos e incluso cient’ficos que la mayor’a de las novelas de ciencia ficci—n dura que se suelen publicar, esta Entre dinosaurios consigue instruir deleitando, y en menos de 200 p‡ginas. Todo un ejemplo. Eugenio S‡nchez Arrate 175

Sin ninguna duda:

LOS MITOS DE CTHULHU Armando Boix H. P. Lovecraft es uno de los creadores de cosmogonías ficticias más sugerentes. Sus dioses, libros malditos y criaturas que se arrastran en la oscuridad han excitado muchas imaginaciones y propiciado legiones de imitadores, que en algunos casos sólo han servido para estropear la magnífica obra original. Repasemos hoy el producto de su retorcida inventiva. 1. El loco Abdul Alhazred, autor del Necronomicón, nació en... a) Sanna b) Bagdad c) Córdoba. 2. Cultos sin nombre, también conocido como el Libro Negro, del místico Von Junz, es una incorporación a los Mitos del escritor... a) August Derleth b) Robert E. Howard c) Clark Ashton Smith 3. ¿Donde aguarda Cthulhu encerrado el momento de su renacer? a) R’lyeh b) Carcosa c) La meseta de Lem 4. De los siguientes libros de saber arcano que aparecen citados en los relatos de Lovecraft, sólo uno de ellos es real. ¿Cuál? a) Necronomicón b) Los Manuscritos Pnakóticos. c) De Masticatione Mortuorum in Tumulis. 5. ¿Qué es el «liao»? a) Droga descubierta por los antiguos alquimistas chinos. b) Doctrina esotérica originaria de Oriente. c) Un individuo muy confuso. 6. ¿En qué estado se encuentra el puerto de Innsmouth? a) Virginia b) Maine c) Massachusetts 7. ¿Cuál de las siguientes entidades sobrehumanas pertenece al grupo de los Dioses Arquetípicos? a) Nodens b) Azathoth c) Nyarlathotep 8. Los shoggoth son... a) Seres creados como guardianes y constructores por los Dioses Arquetípicos. b) Entidades destructoras invocadas por los Dioses Primordiales. 176

c) Criaturas de ectoplasma que flotan en el espacio etéreo. 9. ¿En que ciudad está situada la Universidad Miskatonic, de siniestra fama? a) Kingsport b) Arkham c) Salem 10. Klarkash-Ton, sumo sacerdote de la Atlántida, aparece citado por primera vez en el relato de Lovecraft... a) Through the Gate of the Silver Key b) The Whisperer in Darkness c) The Festival

En perspectiva:

LEIGH BRACKETT LA ÉPICA EN LA CIENCIA FICCIÓN Carlos Sáiz Cidoncha Naci— Leigh Douglas Brackett en diciembre de 1915 en California, dentro de unos Estados Unidos entonces pr—speros y despreocupados, frente a una Europa devastada por la guerra. De sus primeros a–os nos habla ella misma en estos tŽrminos: «Tuve la suerte de crecer en una playa desierta de California del Sur (ensayad a encontrar una en la actualidad), con el sol, el viento y el mar. Ten’a, sin embargo, compa–eros de juego, con los que corr’a, nadaba y pescaba. Pero cuando quer’a estar sola, iba hasta el final de una escollera y estaba all’, con los pies hundidos en el OcŽano Pac’fico. Pod’a permanecer all’ horas enteras, contemplando el horizonte y so–ando. Creo que estos momentos fueron los m‡s importantes de mi infancia.» Esta afortunada chiquilla entr—, y muy tenpranamente, en el campo de la ciencia ficci—n de la mano de Edgar Rice Burroughs. A los ocho a–os le fueron ofrecidas las p‡ginas de The Gods of Mars (Los dioses de Marte), pertenecientes al ciclo de John Carter en el planeta rojo. Desde entonces, el camino de Leigh Brackett hacia la ciencia ficci—n qued— trazado. La sangre escocesa que corr’a por sus venas le llev— a preferir la entonces no muy en boga tendencia de la space-opera heroica, pr—xima a los ciclos m’ticos celtas de Ulster y Mabinogion, tal como ella misma explica. Infatigable lectora del gŽnero, era inevitable que m‡s tarde o m‡s temprano comenzara a escribir ella misma, primeramente en trozos de papel desechado luego, m‡s ambiciosamente, ya con vista a procurar la edici—n de sus obras. Debut— en el gŽnero Leigh Brackett con el relato corto Martian quest, referido al mismo planeta que hab’a despertado primeramente su fantas’a, y publicado en «Astounding» en 1940. No se durmi— la autora sobre aquellos primeros laureles, y en el invierno de aquel mismo a–o public— igualmente otro relato titulado The Stellar Legion, escenificado ahora en Venus, y visiblemente influenciado por la obra de Jack Williamson The Legion of Space, que hab’a aparecido en «Astounding» unos a–os antes. El relato legionario de Brackett fue publicado en «Planet Stories», magazine caracterizado, segœn Sadoul, por el entonces fuerte (y hoy sin duda ingenuo) erotismo de las figuras femeninas en sus portadas e ilustraciones. No tardar’a la firma de Leigh Brackett en hacerse habitual en las p‡ginas de este magazine. Formaba entonces la autora parte de aquel primitivo y alegre fandom de los Estados Unidos, lectores y autores primerizos con ilusiones de comerse el mundo. En 1946 Leigh Brackett acept— la colaboraci—n del joven Ray Bradbury, tambiŽn asiduo en las p‡ginas de «Planet Stories», para escribir el relato Lorelei of the Red Mist (Tres por Infinito, Galaxia VŽrtice nœmero 9) publicado en 177

el referido magazine, y en el que la huella del autor de Cr—nicas marcianas queda casi imperceptible dentro del familiar estilo de su compa–era literaria. En diciembre de aquel mismo a–o, 1946, Leigh Brackett estableci— colaboraci—n con otro escritor de ciencia ficci—n, Edmond Hamilton, pero de forma m‡s ’ntima, cas‡ndose con Žl. Junto con el de Catherine L. Moore y Henry Kuttner fue el suyo uno de los m‡s famosos matrimonios de autores de ciencia ficci—n de la Žpoca. La feriz pareja fij— su residencia en Kinsman, Ohio, en una granja de ciento cincuenta a–os de antigŸedad. Pasaron all’ d’as y a–os dichosos cultivando legumbres y frutas, paseando, tirando al blanco (no les gustaba la caza), cuidando del jard’n, escuchando mœsica, leyendo... y desde luego escribiendo, principalmente ciencia ficci—n. Hamilton escribi— en 1947 sus famosas The Star of Life y The Star Kings (Los Reyes de las Estrellas, Nebulae, nœmero 14); en 1948 The Valley of Creation; en 1950 The City of World End, etc. Por su parte Leigh Bracket desarroll— su gran saga sobre el Sistema Solar, hasta entonces s—lo esbozada, y de la que a continuaci—n hablaremos. El principal escenario de Brackett segu’a siendo el planeta Marte, un Marte bello, cruel y heroico, muy diferente del anodino que nos han mostrado las prosaicas sondas espaciales soviŽticas y norteamericanas (Oh, Àpor quŽ el Creador de los Mundos, entre todas las posibilidades que ten’a para el Planeta Rojo, escogi— justamente la m‡s aburrida?) El Marte de Leigh Brackett, inspirado aunque muy distinto del de Edgar Rice Burroughs, recuerda algo a las m’ticas tierras del Asia Central medieval, inmensas extensiones pobladas por tribus n—madas, con ricas caravanas haciendo etapa en ciudades fortificadas como Herat, Bujara, y Samarcanda, donde un simple bandolero como Tenmuj’n pod’a transformarse de la noche a la ma– ana en Genghis-Khan y fundar el m‡s grande Imperio que la Historia conociera jam‡s. Sitœa la autora las m‡s ricas ciudades en torno a lo que llama Gran Canal, una de las corrientes so–adas por Schiapirelli, que la triste realidad desmintir’a despuŽs. Pero es en el Canal Inferior donde Leigh Brackett sitœa las m‡s interesantes de sus urbes marcianas, Valkis, Kekkara, Barrakesh (nombre visiblemente inspirado en Marrakesh), y otras similares pobladas por ladrones, asaltantes de caravanas y otros fuera de la ley, y refugio de todos los perseguidos por la justicia del planeta y aun de otros astros. M‡s all‡ est‡n las estepas infinitas, los rojos desiertos de aridez s—lo atenuada por escasos oasis, donde cabalgan las tribus n—madas de Kesh y Shun en el Sur y de Mekh en el Norte, guerreros crueles, orgullosos y valientes a quienes s—lo la desuni—n tribal impide atacar y saquear las ricas ciudades interiores de los canales. Pero Marte tiene tambiŽn un pasado legendario, cuando los secos mares estaban cubiertos por las aguas y poblados por galeras de velas blancas, y cuando las decadentes urbes del Canal Inferior eran pr—speros puertos donde se amontonaban las mercanc’as y donde marineros de mil razas marchaban por las estrechas calles y se divert’an con las muchachas de placer, vestidas de leves velos y adornadas con brazaletes de campanillas. Y, en un pasado aœn m‡s lejano, el recuerdo de los dioses, de las poderosas razas, humanas o no, poseedores de ciencias desconocidas pero superiores a todo lo imaginable, las civilizaciones perdidas que en tiempos remotos, cuando nuestra Tierra aœn no conoc’a la vida, dominaban con mano dura el planeta vecino, y quiz‡ todo el Sistema Solar. La autora sitœa en el coraz—n de los desiertos, en las regiones inexploradas, protegidas por la soledad y tambiŽn por la superstici—n, inquietantes reliquias de aquellos tiempos olvidados. Sinharat «la siempre viviente» ciudad que se yergue en la estepa de los Shun y que fuera metr—polis de los crueles Rama, conquistadores de la inmortalidad; Shandakor, œltimo reducto de una fastuosa estirpe no humana, la norte–a Kushat, junto a las Puertas de la Muerte, protegida por un talism‡n contra los demonios de m‡s all‡ y el secreto m‡s terrible de todos, la tumba de Rhiann—n el Maldito, el œltimo exponente de la superrraza Quiru, dominadora del espacio y el tiempo. Aqu’ y all‡, en las tabernas del Canal Inferior, y en torno a los fuegos de los campamentos n—madas, se habla con temor de las antiguas razas inhumanas, los hombres reptiles, los voladores y los acu‡ticos, los filiformes y los escamosos, y de la posibilidad de su supervivencia en algœn refugio olvidado, junto con la promesa de poderes extra–os y tesoros fabulosos vinculados a su descubrimiento. Tal es el Marte de Leigh Brackett.

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Hay que a–adir que la llegada de los terrestres apenas ha manchado tan atractivo escenario. Los viajeros estelares de nuestro planeta se han limitado a establecer la base y ciudad comercial de Kahora (una especie de Hong Kong ante el Imperio Chino) y permitir la salida desde all’ de algunos exploradores y arque—logos, mŽdicos e incluso aventureros, pero siempre por su cuenta y riesgo. Para tan fabuloso planeta, Leigh Brackett ha creado un hŽroe a su medida. Es este Erik John Stark, tambiŽn conocido como N'Chaka, que fuera abandonado de ni–o en la Zona Crepuscular de Mercurio (otra bella invenci—n destruida por la ciencia), y cuidado all’ por una tribu primitva para convertirse luego en ind—mito aventurero espacial. B‡rbaro justiciero, Stark se ha opuesto m‡s de una vez al colonialismo terr’cola, y apenas si tiene entre nuestra raza algœn amigo como el comisionado Sim—n Asthon, lo que no obsta para que se embarque en la defensa de cualquier causa que le parezca justa. Un cl‡sico hŽroe de space-opera en toda la acepci—n de la palabra. Encontramos a Stark por primera vez en el relato largo Queen of the Martian Catacombs, publicado en 1949 por «Thrilling Wonder Stories». Nuestro hombre se dirige a Valkis para tomar parte en la revuelta n—mada organizada por el jefe b‡rbaro Kynom, que ha unido a todas las hordas del desierto meridional prometiŽndoles la inmortalidad, secreto de los antiguos Ramas y proponiŽndose conquistar el planteta entero con la colaboraci—n de los Se–ores del Canal Inferior y de diversos mercenarios terrestres y venusianos. En un ambiente de fant‡sticas aventuras, Stark deber‡ afrontar seres de otras Žpocas y poner fin a la epopeya de Kynom, tras de la cual, desconocida por el jefe n—mada, se ocultaba una horrenda conspiraci—n. En Black Amazone of Mars, publicada por «Planet Stories» en 1951, encontramos a Stark vagando por los desiertos del Norte, en busca de la m’tica ciudad de Kushat, participando luego en la defensa de la misma contra las hordas de Mekh, y enfrent‡ndose por fin con una cruel raza de seres inhumanos en curso de extinci—n. Aqu’ encontrar‡ N'Chaka su digna pareja en la figura de Ciaran, la reina guerrera de los n—madas, su mortal enemiga al principio, pero que luego luchar‡ junto a Žl contra los inhumanos adversarios comunes. El tercer gran libro de Leigh Brackett, The Sea-Kings of Mars (La espada de Rhiann—n, Mart’nez Roca nœmero 23), publicado en 1949 por «Thrilling Wonder Stories», el protagonista no es N'Chaka, sino el arque—logo fuera de la ley, saqueador de tumbas, Matthew Carse (nombre quiz‡ inspirado por el de Hawk Carse, hŽroe cl‡sico de Anthony Gilmore). Conducido por un ladr—n de Jekkara a la tumba de Rhiann—n el Maldito, Carse es capturado por un torbellino temporal y llevado al Marte del pasado, cuando los mares y ocŽanos de aguas blancas estaban presentes, y el formidable Imperio de Sark aliado de los hombres-serpiente de Caer Dhu ejerc’a su tiran’a sobre casi todas las tierras civilizadas. Pose’do Žl mismo por la implacable princesa Ywayn de Sark, el arque—logo lograr‡ tras muchas batallas, acabar con el oscuro poder de la Serpiente y liberar los pueblos marcianos adem‡s de redimir la m’tica falta de Rhiann—n y lograr para Žste el perd—n de sus fabulosos hermanos semidioses. Esta trilog’a marciana no tard— en ser publicada en libros de «tapas duras», tal como suele suceder en los Estados Unidos con las obras de ciencia ficci—n que destacan. Ya en 1953 Ace Books public— The Sea-Kings of Mars con el nuevo t’tulo de The Sword of Rhiannon (de donde viene su titulaci—n en castellano). La misma editorial har’a luego otro tanto en 1964 con Queen of the Martian Catacombs y Black Amazone of Mars, respectivamente con los nuevos t’tulos de The Secret of Sinharat y People of the Talisman. Quedaba una serie de relatos cortos referentes a aventuras de terrestres llegados al planeta rojo, que Ace Books recopil— en 1967 en un volumen titulado The Coming of Terrans, intentando incluso una vaga cronolog’a. Los temas de estos relatos son de ’ndole muy variada. El primero de ellos, The Beast-jewel of Mars, publicado originalmente en «Planet Stories» durante el invierno de 1948, pone en escena el cl‡sico argumento de un joven terrestre que se interna en las salvajes tierras de Marte en busca de su novia, desaparecida con anterioridad, y en ella tiene gran importancia el juego del «shanga», que convierte a los hombres en bestias, y que aparece tambiŽn en Queen of the Martian Catacombs. En The Last Days of Shandakor («Starling Stories», abril de 1952), un aventurero de nuestro planeta se traslada tras un penoso viaje por el desierto a la oculta ciudad de Shandakor, donde los œltimos representantes de una raza no humana pasan sus postreros d’as en incomprensibles juegos y fiestas, resignados a la fatalidad de su muerte racial. M‡s emotivo es Mars Minus Bisha, aparecido en 179

«Planet Stories» en 1954, donde se relata la tr‡gica historia de una ni–a, Bisha, en la que un cruel atavismo ha resucitado las caracter’sticas de una antigua raza telep‡tica, y que por ello causa involuntariamente la muerte a quienes la rodean. En vano, un joven mŽdico terrestre, Fraser, que «no cree en esas supersticiones», intenta salvarla de la ejecuci—n ritual que le quieren inflingir los n —madas. Al ver al mŽdico aquejado por la terrible enfermedad que su aura mental produce, la ni–a opta por escapar de su lado y aceptar voluntariamente la muerte que los marcianos deben darle, no por odio, sino por necesidad. El relato da muestras de una sensibilidad que pod’a compararse quiz‡ con el patŽtico The Cold Equations (Las fr’as ecuaciones, antolog’a Labor), de Tom Godwin. El quinto relato de la serie, The Road to Sinharat, publicado en mayo de 1963 en «Amazing», es una simple aventura con ribetes ecol—gicos donde aparece de nuevo la ciudad prohibida de Sinharat, escenario principal de Queen of the Martian Catacombs, y se reivindica una cierta bondad para los temibles Rama que la construyeron. En cuanto al sexto y œltimo, Purple Priestess of the Mad Moon, que vio la luz en 1965 en las p‡ginas de «The Magazine of Fantasy and Science Fiction» y que es el œnico de la serie traducido al castellano (La Sacerdotisa Escarlata de la Luna Loca, Bruguera Libro Amigo, nœmero 247), es quiz‡ el m‡s flojo de todos. Relata el contacto de un terrestre con un terrible culto existente en la ciudad marciana de Jekkara, y cuyo poder le persigue incluso cuando ha regresado a nuestro planeta. En realidad parece ser que el motivo de Leigh Brackett para escribir este relato fue una apuesta que un amigo hizo sobre la imposibilidad de crear un cuento con un nombre tan estramb—tico. Abandonando ahora el preferido planeta de Leigh Brackett, pasemos a otro astro cl‡sico de la mitolog’a fantacient’fica, igualmente estropeado por la realidad objetiva de las endemoniadas sondas espaciales americanas y soviŽticas. Para Leigh Brackett, como para otros muchos autores de ciencia ficci—n, el planeta Venus, misterioso bajo su envoltura de nubes, ser’a escenario de una naturaleza pujante, selv‡tica y primitiva, desde luego habitable para el hombre terrestre. La autora le dota, c—mo no, de algunas legendarias civilizaciones perdidas, y lanza a sus hŽroes sobre Žl, en demanda de mil haza–as y aventuras. Conocido en Espa–a es el bello relato Terror out of Space (Terror en el espacio, Nebulae nœmero 67), cuyo t’tulo, poco afortunado, en poco conviene al contenido. Vemos en Žl a un polic’a espacial enviado a la caza de un raro ser llegado desde el espacio al planeta Venus, y que con sus poderes hipn—ticos subyuga a las poblaciones del segundo planeta. Capturado el ente, el polic’a cae con Žl en el fondo de un mar venusino, donde debe ayudar a una raza de plantas inteligentes acosada por enemigos carn’voros de su misma especie. Pero este resumen est‡ lejos de hacer honor a la belleza de las descripciones submarinas, que parece ped’a el l‡piz m‡gico de un Walt Disney para ser llevadas al cine de animaci—n. El desenlace del relato, quiz‡ un poco incongruente, est‡ seguramente influido por The Cold Gray God, de la serie de Northwest Smith creada por Catherine L. Moore, pero en conjunto se trata de una de las m‡s hermosas obras de Brackett, que como tal fue recogida en la antolog’a de Donald A. Wollheim dedicada a Venus y titulada The Hidden Planet (El planeta oculto, t’tulo del nœmero de Nebulae citado). Otro relato corto Lorelei of the Red Mist, del que ya antes hemos hablado, escrito con la colaboraci—n poco perceptible de Ray Bradbury y publicado por «Planet Stories» en el verano de 1946 (en espa–ol con el equivocado nombre de Tres por Infinito, correspondiente a una antolog’a en la que ven’a incluido, y atribuido por completo a Bradbury, Galaxia VŽrtice nœmero 9), nos traslada a un diferente paisaje venusino, en Venus Interior, m‡s all‡ de los Montes de la Nube Blanca. All’ crea Leigh Brackett un misterioso mar de gases rojizos, sobre el cual pueden navegar los barcos, pero en cuyo seno es posible respirar y vivir. En tan fant‡stico paraje viene a caer Hugh Starke con la astronave experimental que ha robado (pese a excepciones como el relato anterior, Leigh Brackett sigue prefiriendo como protagonistas a los fuera de la ley antes que a los polic’as). Muerto en el choque, la bruja Rann, reina de la ciudad de Falga, transfiere su esp’ritu al cuerpo de un poderoso guerrero llamado Conan (!!), prisionero en la ciudad enemiga de Crom Dhu. En la guerra entre las dos ciudades Conan-Starke ganar‡ el amor de la princesa Beudag y, en el curso de una horrenda resurrecci—n de los muertos en el mar, acabar‡ con el poder de Falga y de la reina bruja. El mismo escenario del rojo mar gaseoso es el de Enchantress of Venus, aparecida en 1949 en «Planet Stories», y reubatizado en una posterior reedici—n como City of the Lost Ones (La Ciudad de los Seres Perdidos, Galaxia VŽrtice nœmero 5). Aqu’ se pone en escena nada menos que el 180

conocido Erik John Stark, que navega por el ocŽano escarlata rumbo a la b‡rbara ciudad costera de Shuruun, para buscar a su amigo, el venusino Helvi, desaparecido en extra–as circunstancias. El salvaje N'Chaka debe enfrentarse aqu’ a una horrenda familia decadente, degeneraci—n de antiguos arist—cratas, que capturan esclavos para hacerlos buscar ene el fondo del mar gaseoso una ciudad perdida que, segœn se dice, guarda el secreto de la eterna juventud. Al ser hallado el secreto, que resulta ser el del supremo horror, la familia tir‡nica se destruye a s’ misma, en tanto que N'Chaka encabeza la inevitable rebeli—n de los esclavos. Menos importante que las marcianas o venusianas son las incursiones realizadas por Brackett a otros planetas de nuestro Sistema Solar. En The Dancing Girl of Ganymede, publicado en 1966 por «The Award Science Fiction Reader», la autora recoge la alegre cosmograf’a de Stanley Graham Weinbaum, con sus lunas jupeterianas y saturnianas dotadas de atm—sferas y temperaturas que las hacen habitables para los humanos. En las selvas de Gan’medes un terrestre encuentra a unos seres sintŽticos que huyen de una feroz persecuci—n y, enamorado de una de sus mujeres, les ayuda y acompa–a hasta su tr‡gico final. TambiŽn son raras las expediciones de Leigh Brackett a otras estrellas. Quiz‡ la m‡s conocida de sus aventuras interestelares sea The Starman of Llyrdis, aparecida en marzo de 1951 en «Starling Stories» y republicada al a–o siguiente en forma de libro por Gnome Press. En ella aparece una raza de comerciantes estelares que mantienen el monopolio de esa clase de viajes merced a su estructura f’sica que les permite soportar las terribles aceleraciones necesarias. Michael Trehearne, un terrestre de nuestro tiempo, descubre que en realidad es un mestizo de nuestra raza y la de los viajeros estelares, y que por ello es capaz de acompa–arles hasta las estrellas. Tras un periplo sideral en el que conoce diversas razas alien’genas, logra finalmente romper el monopolio y poner el viaje estelar al alcance de todas las razas del espacio. M‡s emotivo es el relato The Woman from Altair (Asesinato por telepat’a, Enigmas, MŽxico, nœmero 14), aparecido en julio de 1951 en «Starling Stories». En Žl se asiste a la implacable venganza de una muchacha no humana raptada en Altair por un astronauta terrestre, en contra de todos los familiares y amigos de su secuestrador. En casi todo el ciclo Žpico marciano-venusiano de Leigh Brackett, los principales personajes pertenecen a un tri‡ngulo invariable que incluye al protagonista masculino, fuerte, b‡rbaro y violento, aunque en el fondo amigo de la justicia e incluso de buen coraz—n, y dos tipos distintos de mujer, una de ellas salvaje, de terribles pasiones y cuya energ’a choca violentamente con la del anterior, y otra m‡s reposada, dulce y bondadosa, aunque no por ello incapaz de abnegaci—n y hero’smo, que para el protagonista viene a significar el contrapunto de la anterior. As’, junto al archihŽroe Erik John Stark encontramos en City of the Lost Ones a la perversa y apasionada Varra junto a la peque–a y dulce Zareth. IdŽntico papel representan en Queen of the Martian Catacombs, Ciaran y Thanis. En The Sword of Rhiannon el protagonista Matthew Carse halla en su aventurero periplo a la princesa guerrera Ywayn de Sark y tambiŽn a la so–adora y delicada Emer, en tanto que en Lorelei in the Red Mist, la venusina Beudag, aunque luchadora y enŽrgica, no deja de parecer dulce y suave frente a su contrapartida, la terrible Ran, reina bruja de Falga. Por otra parte, la preferencia del hŽroe no es constante, pues en unas obras acaba emparejado con el personaje femenino m‡s feroz y violento, y en otras con su contrario. Leigh Brackett, especialista en obras Žpicas con confrontaciones directas entre el Bien y el Mal, no ha sido nunca asidua a las obras de «mensaje pol’tico» tal como otros autores las representan. Estamos lejos de los Heinlein y los Leinster y del reflejo de sus opiniones sobre la situaci—n pol’tica contempor‡nea a ellos en las p‡ginas de sus obras. En los inicios de su carrera como escritora, sin embargo, se sum— a la oposici—n contra los estados autoritarios implantados por fascistas y nazis en Europa, y esta toma de posici—n, al ingenuo estilo americano de la Žpoca, puede rastrearse en algunas de sus obras. En Retreat on the Stars (Refugio en las estrellas, Bruguera Libro Amigo nœmero 107), publicado en 1941, presenta un grupo de anarquistas que han hallado en un asteroide un refugio contra el tir‡nico Triestado que gobierna todo el Sistema Solar. En Child of the Sun (Hijo del Sol, Galaxia VŽrtice nœmero 8 e Infinitum nœmero 6), publicado originalmente por «Planet Stories» en la primavera de 1942, ya con los Estados Unidos en guerra, un peque–o grupo de exiliados huyen del dictador Granty Hilton, inventor del psico-ajustador con el que esclaviza las mentes de los 181

habitantes del Sistema Solar. Refugiados en Vulcano, el m’tico planeta intramercurial, encuentran all’ una criatura de naturaleza casi divina, procedente del primigenio fuego solar, con la que combatir‡n en principio, para obtener luego su ayuda en la creaci—n de un mundo-refugio para los inconformistas terrestres. En estos relatos, Brackett insiste siempre en la vitalidad de sus personajes revolucionarios que luchan por la libertad, en oposici—n a la naturaleza neutra y poco atractiva de quienes propugnan o soportan las soluciones autoritarias, evidente contraste que lleva al camino de la verdad al traidor o «infiltrado» que es tambiŽn elemento comœn a las dos obras. Igualmente podr’a mencionarse en ellas una curiosa tendencia a preferir la huida y la bœsqueda de un refugio, mejor que enfrentarse directamente con las dictaduras. Quiz‡ resabios del resentimiento aislacionista aœn muy poderoso en los Estados Unidos en los d’as anteriores a Pearl Harbour. Bastantes a–os despuŽs, en noviembre de 1957, «Venture Science & Fiction publica el relato All the Colours of the Rainbow en el que Leigh Brackett vuelve a tomar partido en un problema contempor‡neo, en este caso el racismo. Asistimos aqu’ a la terrible aventura de una pareja de extraterrestres en viaje de turismo por el sur de los Estados Unidos, donde se les trata, con la falta de l—gica acostumbrada entre la grey racista, de «negros verdes». V’ctimas de la violencia m‡s salvaje, los alien’genas hallan en las autoridades terrestres (Àamericanas?) la m‡s irritante falta de interŽs en su denuncia por lo que deben optar, con el evidente aplauso de la autora, por tomarse la justicia por su mano. Durante varios a–os Leigh Brackett dej— por completo el gŽnero fantacient’fico para dedicarse, fundamentalmente, a escribir guiones de pel’culas, siendo autora entre otros, de los correspondientes a El sue–o eterno, R’o Bravo, Hatari y Eldorado. Parec’a que su firma iba a permanecer para siempre ausente de las revistas y libros de ciencia ficci—n. Pero mediada la dŽcada de los setenta, quiz‡ llevada por la nostalgia de los tiempos felices y de los caminos recorridos, de nuevo Leigh Brackett volvi— por donde sol’a. De sus nuevas obras se nota ausente, como es el caso de quienes dejaron descansar su pluma, parte de su primera personalidad, de su primitivo «wonder sense». Pero se reconoce, no obstante, las principales caracter’sticas de Leigh Brackett y por si esto quedara n duda, ella misma ha procurado dejar una nota particular, una pista ideleble para los ojos del conocedor. En The Ginger Star, que «If» public— en febrero de 1974, Brackett resucita nada menos que a Erik John Stark, el salvaje N'Chaka de los p‡ramos mercurianos, transport‡ndole incomprensiblemente a un escenario de civilizaci—n gal‡ctica para rescatar a su amigo Sim—n Ashton, cautivo en un extra–o planeta. En Alpha Centauri or die!, aprecida en el siguiente a–o, la autora parece regresar a los or’genes, con un relato de exiliados huyendo del Sistema Solar para refugiarse en unos de los planetas de la mencionada estrella, donde les ocurrir‡n diversas aventuras. Como puerto de embarque para este viaje ilegal, Brackett da la ciudad de Kahora, aquel puesto comercial terrestre en Marte tan mencionado en la saga de aquel planeta. Pudo conocer Leigh Brackett el renacimiento de la space-opera, a la que siempre se hab’a dedicado, iniciado en la pantalla por Star Wars. Incluso trabaj— como guionista en la prevista continuaci—n del film The Empire Strike Back, pero cuando estaba entregada a este trabajo en Lancaster (California), el 18 de marzo de 1978, Leigh Brackett dej— nuestro mundo. Contaba entonces sesenta y dos a–os de edad.

El archivero:

ORSON SCOTT CARD (1951) Armando Boix

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De todos los escritores de ciencia ficción que han saltado a la palestra editorial en las últimas décadas, Orson Scott Card ha sido el de mayor éxito popular. Se trata de un autor extraordinariamente habilidoso para reflejar los sentimientos y conducir la narración con fluidez, de modo que en poco tiempo ha conseguido una verdadera legión de entusiastas lectores que, en general, ni se dan cuenta de la ideología que sustentan sus novelas. Nacido en el seno del movimiento mormón, en Salt Lake City, Card es un hombre de convicciones religiosas profundas, lo cual nada tiene de negativo, aunque no podemos olvidar que este credo es esencialmente reaccionario, con puntos en común con otros grupos protestantes fundamentalistas. Y sirva como botón de muestra recordar que hasta 1978 no admitieron la ordenación sacerdotal de los negros (cuando, según la tradición mormona, todo varón mayor de 12 años es ordenado). El mismo Orson Scott Card ejerció como misionero en Brasil en el periodo comprendido entre 1971 y 1973, y sus primeras obras literarias fueron piezas de teatro breve de contenido religioso. Entre sus libros posteriores, el credo mormón tiene un especial protagonismo en una novela histórica sobre la fundación de su Iglesia, A Woman of Destiny (1984) —más tarde publicada como Saints—, en la serie de relatos postholocausto recogidos como The Folk of the Fringe (1989) y en su monumental serie Homecoming. Pero aun cuando la influencia no sea tan evidente en otros títulos, no deja de estar presente. Recordemos que el movimiento mormón fue fundado por en 1830 por Joseph Smith, que siendo un simple campesino de catorce años tuvo una visión de Dios Padre y de Jesucristo. Convertido en líder carismático, conseguiría reunir a un gran número de seguidores antes de morir como un mártir. Una de las ideas fundamentales de su nueva religión era que si los hombres siguiesen plenamente los mandamientos de Dios, podrían alcanzar un nivel divino en transustanciaciones futuras... ¿Le suena todo esto al lector de las novelas de Orson Scott Card? Imagino que sí, pues en su mayoría suelen ser variaciones de un único tema: el largo camino iniciático de un muchacho que llega a alcanzar un lugar preeminente en los acontecimientos, convertido en verdadero mesías, el «emperador de todas las cosas» como lo nombra Norman Spinrad en un inteligente artículo, calificándolo de la «fantasía masturbatoria definitiva». Tal vez ahí, en su carácter autocomplaciente, resida buena parte del éxito de Orson Scott Card entre los lectores —muchos de ellos muy jóvenes, como he tenido la oportunidad de comprobar—. No debemos considerarlo, sin embargo, un autor panfletario; si lo fuera perdería el atractivo que le hace tan popular. Sus creencias encuentran reflejo en sus textos de un modo natural. Como tantos escritores, los pasos iniciales de Orson Scott Card fueron en el campo del relato y su primera historia de ciencia ficción publicada fue Ender’s Game (1977), en la revista «Analog, nominada para el Hugo como mejor novela corta y que acabaría convirtiéndose en el embrión de la multipremiada novela por la que aún hoy es conocido principalmente. Sus primeros libros también resultaron recopilaciones de cuentos, algunos encadenados entre sí en busca de una cierta unidad: Capitol (1979), Hot Sleep (1979) y Unaccompanied Sonata (1981). Los dos primeros títulos forman parte de las Worthing Chronicle, donde se narra la colonización de un planeta bajo el liderazgo de Jason Worthing, primero de la larga lista de personajes mesiánicos que poblarán la obra de Card. Posteriormente la mayor parte de su obra breve, publicada originalmente en «Analog» y «OMNI», ha sido recogida en el volumen Maps in the Mirror (1990). Al final Orson Scott Card se acercará a la novela con A Planet Callet Treason (1979), que no tuvo especial éxito y sería rescatada años después, en la cumbre de la fama de su autor, tras revisarla y retitularla Treason. En la siguiente obra larga, Hart’s Hope (1983), Card abandona la ciencia ficción para explorar el mundo de la fantasía, con tan poco éxito comercial como con la anterior, aunque la crítica la considera como una de sus obras más sólidas y renovadoras. Influido tal vez por el escaso eco de sus libros, frente a la extraordinaria acogida que se había dispensado a su novela corta Ender’s Game, Orson Scott Card tomo la decisión de alargar la historia original. Igual que había sucedido con la versión corta, la novela causó sensación, catapultando al secundón Card a los primeros puestos de ventas, que ya no ha vuelto a abandonar. Ender’s Game narra el entrenamiento militar de un muchacho, que es utilizado sin consultar su voluntad como estratega para la aniquilación de una raza extraterrestre que amenaza a la humanidad. Esta novela y su continuación, Speaker for the Dead —situada tres mil años en el futuro, pero con un Ender aún joven gracias a los efectos de la relatividad—, ganaron sendos Hugo y 183

Nebula, los más prestigiosos premios del género, y pronto se convirtieron en una serie, a la que se añadiría Xenocide (1991). Después de las dos novelas iniciales de Ender, Card volvió a probar fortuna expandiendo otro relato corto en la novela Songmaster (1987), verdaderamente exquisita y entre lo mejor que ha escrito, aunque curiosamente parece contar con bastante más prestigio entre los lectores españoles que entre sus compatriotas. Así, puesto que las largas sagas parecían funcionar mucho mejor comercialmente que las novelas individuales, Card intentó repetir el éxito de Ender con una serie sobre Alvin Maker, un muchacho con el don para «hacer» cosas —en el sentido más literal de la palabra— que se mueve por un siglo XIX alternativo donde la magia es una fuerza real y la independencia americana y la unión de los estados no se ha producido. Hasta ahora consta de cuatro volúmenes: Seventh Son (1987), Red Prophet (1988), Prentice Alvin (1989) y Alvin Journeyman (1995). Pero lo que en los últimos años parece haber absorbido más su atención es la citada saga Homecoming, compuesta por cinco gruesos volúmenes: The Memory of Earth (1992), The Call of Earth (1993), The Ships of Earth (1994), Earthfall. (1995) y Earthborn (1995). La saga no es otra cosa que un trasunto en clave de ciencia ficción del seudobíblico Libro de Mormón, con un pueblo descendiente de la humanidad que vive en el planeta Armonía tras la destrucción de la tierra en un holocausto nuclear. El adolescente de turno es elegido por el Alma Suprema —un gigantesco ordenador — para liderar a su gente durante el regreso al planeta natal. Este ciclo novelesco parece haber sido acogido con bastante más frialdad que obras precedentes, no sé si por motivos estrictamente literarios o por saturación —recordemos que Orson Scott Card es el único autor que cuenta con una colección propia para editar sus novelas—. De todos modos, la próxima visita a España del escritor con motivo de la HispaCón Mataró’97 se presenta como la más esperada de la historia de las convenciones de ciencia ficción en nuestra tierra, y probablemente atraerá a muchos aficionados que, por norma, suelen prescindir de este tipo de actos. Con alguna excepción, como Maestro cantor (Songmaster), no soy muy entusiasta de sus novelas, pero su la venida de Card ha de servir para ampliar un poco más el pequeño mundo de los aficionados sea bienvenido.

Orson Scott Card. Bibliografía original. Capitol: The Worthing Chronicle. Relatos encadenados. 1979. Hot Sleep. Relatos encadenados. 1979. A Planet Called Treason. Novela. 1979. The Worthing Saga. Relatos encadenados. 1983. Unaccompanied Sonata. Relatos. 1981. Hart’s Hope. Novela. 1983. A Woman of Destiny. Novela. 1984. Ender’s Game. Novela. 1985. Speaker for the Dead. Novela. 1986. Songmaster. Novela.1987. Seventh Son. Novela. 1987. Wyrms. Novela. 1987. Cardography. Relatos. 1987. Red Prophet. Novela. 1988. Characters and Viewpoints. Ensayo. 1988. Treason. Novela. 1988. (Edición revisada de A Planet Called Treason). Prentice Alvin. Novela. 1989. The Folk of the Fringe. Relatos encadenados. 1989. The Abyss. Novelización. 1989. Maps in a Mirror: The Short Fiction of Orson Scott Card. Relatos. 1990. How Write Science Fiction and Fantasy. Ensayo. 1990. Xenocide. Novela. 1991. Eye for Eye. Novela. 1991. 184

Lost Boys. Novela. 1992. The Memory of Earth. Homecoming Saga. Novela. 1992. The Call of Earth. Homecoming Saga. Novela. 1993. Lovelock: The Mayflower Trilogy. Novela. 1993. (En colaboración con Kathryn H. Kidd). The Ships of Earth. Homecoming Saga. Novela. 1994. Earthfall. Homecoming Saga. Novela. 1995. Earthborn. Homecoming Saga. Novela. 1995. Alvin Journeyman. Novela. 1995. Como antologista: Dragon of Light. Relatos. 1980. Dragon of Darkness. Relatos. 1981. Future on Fire. Relatos. 1991.

Orson Scott Card. Bibliografía española. Abyss (The Abyss; 1989). Novela. Ultramar Editores, col. Zona Oscura. Barcelona. 1990? Alvin, el aprendiz (Prentice Alvin; 1989). Novela. Tr: Paula Tizzano. 368 págs. Ediciones B., col. Nova Fantasía. Barcelona, 1991. Alvin, el oficial (Alvin Journeyman; 1995). Novela. Tr: Rafael Marín Trechera. 382 págs. Ediciones B., col. Nova Scott Card. Barcelona, 1997. Ender, el Xenocida (Xenocide; 1991). Novela. Tr: Rafael Marín Trechera. 514 págs. Ediciones B., col. Nova Ciencia Ficción. Barcelona, 1992. Ender el Xenocida (Xenocide; 1991). Novela. Tr: Rafael Marín. 654 págs. Ediciones B., col. VIB. Barcelona, 1994. Esperanza del venado (Hart's Hope; 1983). Novela. Tr: Paola Tizzano. 294 págs. Ediciones B., col. Nova Fantasía. Barcelona, 1989. La gente del margen (The Folk of the Fringe; 1989). 5 relatos. Tr: Margara Auerbach. 318 págs. Ediciones B., col. Nova Ciencia Ficción. Barcelona, 1992. La gente del margen (The Folk of the Fringe; 1989). 5 relatos. Tr: Márgara Auerbach. 394 págs. Ediciones B., col. VIB. Barcelona, 1994. El juego de Ender (Ender's Game; 1987). Novela. Tr: José María Rodelgo y Antonio Sánchez. 430 págs. Ediciones B., col. Libro Amigo/ Ciencia Ficción. Barcelona, 1987. El juego de Ender (Ender's Game; 1987). Novela. Tr: José María Rodelgo y Antonio Sánchez. 430 págs. Ediciones B., col. Nova Ciencia Ficción. Barcelona, 1988. El juego de Ender (Ender's Game; 1987). Novela. Tr: José María Rodelgo y Antonio Sánchez. 334 págs. Círculo de Lectores. Barcelona, 1989. El juego de Ender (Ender's Game; 1987). Novela. Tr: José María Rodelgo y Antonio Sánchez. 510 págs. Ediciones B., col. VIB. Barcelona, 1993. Lovelock (Lovelock: The Mayflower Trilogy, Book I; 1993). Novela. Tr: Rafael Marín Trechera. 318 págs. Ediciones B., col. Nova Scott Card. Barcelona, 1995. Maestro Cantor (Songmaster; 1987). Novela. Tr: Rafael Marín Trechera. 352 págs. Ediciones B., col. Nova Ciencia Ficción. Barcelona, 1988. Maestro Cantor (Songmaster; 1987). Novela. Tr: Rafael Marín Trechera. 378 págs. Ediciones B., col. VIB. Barcelona, 1992. Mapas en el espejo (Maps on a Mirror; 1992). 46 relatos. Tr: Carlos Gardini. 923 págs. Ediciones B., col. Nova Scott Card. Barcelona, 1993. Niños perdidos (Lost Boys; 1992). Novela. Tr: Carlos Gardini. 414 págs. Ediciones B., col. Nova Scott Card. Barcelona, 1994. Un planeta llamado traición (A Planet Called Treason; 1979). Novela. Tr: Domingo Santos. 270 págs. EDHASA, col. Nebulae 2ª Época. Barcelona, 1981. El profeta rojo (Red Prophet; 1988). Novela. Tr: Paola Tizzano. 332 págs. Ediciones B., col. Nova Fantasía. Barcelona, 1990. 185

La saga del retorno, 1 / La memoria de la Tierra (The Memory of Earth. Homecoming Saga Vol. 1; 1992). Novela. Tr: Carlos Gardini. 305 págs. Ediciones B., col. Nova Scott Card Barcelona, 1993. La saga del retorno, 1 / La memoria de la Tierra (The Memory of Earth. Homecoming Saga Vol. 1; 1992). Novela. Tr: Carlos Gardini. 305 págs. Ediciones B., col VIB. Barcelona, 1997. La saga del retorno, 2 / La llamada de la Tierra (The Call of Earth. Homecoming Saga Vol. 2; 1993). Novela. Tr: Carlos Gardini. 308 págs. Ediciones B., col. Nova Scott Card. Barcelona, 1994. La saga del retorno, 2 / La llamada de la Tierra (The Call of Earth. Homecoming Saga Vol. 2; 1993). Novela. Tr: Carlos Gardini. 308 págs. Ediciones B., col. VIB. Barcelona, 1997. La saga del retorno, 3 / Las naves de la Tierra (The Ships of Earth. Homecoming Saga Vol. 3; 1994). Novela. Tr: Carlos Gardini. 362 págs. Ediciones B., col. Nova Scott Card. Barcelona, 1995. La saga del retorno, 3 / Las naves de la Tierra (The Ships of Earth. Homecoming Saga Vol. 3; 1994). Novela. Tr: Carlos Gardini. 362 págs. Ediciones B., col. VIB. Barcelona, 1997. La saga del retorno, 4 / Retorno a la Tierra (Earthfall. Homecoming Saga Vol. 4). Novela. Tr: Carlos Gardini. 368 págs. Ediciones B., col. Nova Scott Card. Barcelona, 1996. La saga del retorno, 4 / Retorno a la Tierra (Earthfall. Homecoming Saga Vol. 4; 1995). Novela. Tr: Carlos Gardini. 368 págs. Ediciones B., col. VIB. Barcelona, 1997. La saga del retorno, 5 / Nacidos en la Tierra (Earthborn. Homecoming Saga Vol. 5; 1995), Novela. Tr: Carlos Gardini. 422 págs. Ediciones B., col. Nova Scott Card. Barcelona, 1996. La saga de Worthing (The Worthing Saga; 1989). 21 relatos. Tr: Carlos Gardini. 464 págs. Ediciones B., col. Nova Ciencia Ficción. Barcelona, 1992. El séptimo hijo (Seven Son; 1987). Novela. Tr: Paola Tizano. 254 págs. Ediciones B., col. Nova Fantasía. Barcelona, 1990. Traición (Treason; 1988). Novela. Tr: Ángela Pérez. 346 págs. Ed. EDHASA, col. Clásicos Nebulae. Barcelona, 1991. La voz de los muertos (Speaker for the Dead; 1986). Novela. Tr: Rafael Marín Trechera. 414 págs. Ediciones B., col. Nova Ciencia Ficción. Barcelona, 1988. La voz de los muertos (Speaker for the Dead; 1986). Novela. Tr: Rafael Marín. 528 págs. Ediciones B., col. VIB. Barcelona, 1993.

SIC TRANSIT GLORIA MUNDI Spartacus Las vacaciones ya son un recuerdo para la mayoría de nosotros, pero aquí seguimos, al pie del cañón. Los que recibisteis «Ad Astra» en disco espero que os gustara el «regalo» incluido en el pasado número: una novela de la serie de Marte de Burroughs. En cada número encontraréis algún fichero sorpresa, siempre que el espacio libre nos lo permita, relacionado con el género fantástico. Varios nuevos lectores nos han preguntado cómo colaborar con AA. Para ellos y todos aquellos que se siguen incorporando a esta revista comentarles que es de lo más sencillo. Enviadnos en un diskette vuestros trabajos, ya sean relatos, artículos, ilustraciones, etc., para que podamos verlos. A la mayor brevedad os contestaremos. Nos interesa todo tipo de temas: música, rol, informática, historia, arte, cómic, relatos, etc, etc. Con vuestro apoyo conseguiremos que esta revista sea mejor y más plural. Animaos y enviadnos vuestros trabajos. Serán bienvenidos. De igual manera, os recuerdo que si hacéis un fanzine, un concurso, un programa de radio, conferencias, actos culturales de cualquier tipo, sois un colectivo o una persona que quiere hacer o hace algo en pro del género fantástico o la cultura en general, contactad con nosotros. Lo reseñaremos o lo anunciaremos previamente para que tenga la difusión que se merece. Aún cuando parezca obvio, debo recordar que las cartas que aquí se incluyen suelen aparecer extractadas y que nos reservamos el derecho de no publicar las enviadas con ese fin cuando no son respetuosas con las personas y/o las instituciones.

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Veamos qué nos comentan los lectores. Comenzamos con Igor Cantero (Hernani, Guipúzcoa), una de las nuevas incorporaciones a las filas de AA: "El otro día enredando en internet encontré la página en la cual está la revista Ad Astra y me quedé con la boca abierta. Leí, bueno estoy leyendo, el número 9 y todavía estoy buscando el truco porque no me creo que toda esa información sea gratis. Tal vez será que estoy lejos de los circuitos de fanzines y revistas (o que no me entero de los que tengo cerca) pero me ha encantado. Por eso envío esos 8 disquetes para que me envíes los correspondientes números atrasados. Por cierto, yo soy usuario de Macintosh y para ver la revista he tenido que usar un PC prestado. ¿Existe alguna posibilidad de hacerlo funcionar en mi Mac?" El único truco consiste en tener afición y las ganas suficientes para dedicarlas a una de las cosas que más nos gustan: el género fantástico. La satisfacción de hacer la revista que queremos hacer, que llega a tanta gente y, como en tu caso, satisface a tantos es nuestra mejor compensación. Esto no es ningún negocio. Piensa que si AA lo hiciéramos en papel el nº 9 ocuparía unas 250 páginas, algo anticomercial dentro de los parámetros que rigen este tipo de edición. Como tú, son muchos los usuarios de Mac a los que no llegábamos. A partir de ahora, en los pedidos por correo (en Internet está la versión PC) especificad si sois usarios de Mac y, al menos, os haremos llegar un archivo de texto para este ordenador con el contenido íntegro de la revista. Y confío que los números anteriores te gusten tanto como el 9. Javier Muñoz (Alcalá de Guadaira, Sevilla) es director del programa de radio "Infame Turba", de Radio Guadaira, y nos informa de la existencia de su espacio: "Dirijo un programa de radio sobre literatura en la emisora municipal y mi inexorable interés y afán es el de compartir y fomentar la afición a la lectura. Nuestra audiencia potencial es de medio millón de personas (Alcalá, Dos Hermanas, Mairena y Sevilla capital), cuento con el apoyo de la Biblioteca Municipal y de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento, así que es posible que mi propósito tenga un poquitín de éxito. Por otra parte, quisiera ver publicadas mis obras de CF y por ello me gustaría que incluyese en su respuesta la dirección a donde debo dirigir mis escritos." Apoyamos y compartimos plenamente tu interés por fomentar la lectura y, por ende, la cultura, pues son objetivos intrínsecos de AA. También nos congratulamos de que hayas conseguido el apoyo de instituciones públicas para tan ardua tarea. Supongo que los radiooyentes sevillanos conocerán el dial de Radio Guadaira porque no nos has facilitado más datos. Desde aquí les animamos a escuchar tu programa. Todo el que desee colaborar en AA simplemente debe enviarnos un diskette con sus trabajos (indicad el formato en el que están los mismos) a nuestra dirección editorial. Ya comenté al principio de esta sección que nuestros intereses son variados y agradeceremos, y animamos, vuestra participación. Y ahora damos paso a Angel Rodríguez Sánchez (Erandio, Vizcaya), que nos ha pillado en un divertido desliz: "Leyendo el otro día el AdAstra nº 8 y más especialmente Matine, me sorprendió primero y luego me hizo sonreir al leer "Aquí llega Condemor, el pecadol de la pradera (que por cierto, fue considerada para competir para los Oscar de Hollywood)". (sic) Mis recuerdos me llevaron al programa de TVE Cartelera, con fecha 28-12-96, cuando salió Antonio Banderas comentando que la película de Chiquito de la Calzada había sido seleccionada para representar a España en los Oscar. Al día siguiente salió a relucir el engaño, cuando pusieron las tomas falsas del programa anterior. También dijeron que tal vez se habían pasado con la Inocentada del día anterior." Te agradecemos que nos saques de nuestro craso despiste; picamos en la inocentada como pardillos. Claro que dicha peli fuera de las más taquilleras del año pasado contribuyó lo suyo. Espera a que veamos a Chiquito disfrazado de Drácula en su segunda película, y si no los Oscar seguro que está luchando por ganar algún Goya (¡!).

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Gabriel Gómez (Madrid), aclara qué es y en qué consiste la Tertulia de Madrid, la TerMa, ante determinados comentarios que algunos hacen sobre ella sin conocerla y a raíz de algún pícaro que dice hablar en nombre de la TerMa. "Tertulia: Reunión de personas que suele juntarse para conversar o pasar gratamente el tiempo. La Tertula de Madrid de Ciencia Ficción no es otra cosa que precisamente esta definición que da el diccionario, con el aliciente de la literatura fantástica como excusa o nexo de unión para juntarnos. Así, no es de extrañar que entre los muchos asiduos a esta tertulia madrileña nos encontremos gente muy variopinta y diversa, con trabajos y ocupaciones muy distintos entre sí, y esto produce que, entre los tertulianos, dentro de nuestro nexo de unión -la literatura fantástica- los haya con distintas aspiraciones y motivaciones, como escribir, criticar, editar, fandomear o simplemente leer, estos los más, entre los que me incluyo. Alguno se preguntará a qué viene esto, seguramente si conoce la tertulia y participa en ella, ya sea ocasional o asiduamente, no le aportará ningún dato nuevo, pero para aquellos que sólo la conocen de referencia, tal vez les interese saber que la Tertulia de Madrid representa un conjunto de individualidades con criterios distintos -algunos afines, otros paralelos- y que las opiniones o comentarios de cada participante no obedece a una opinión general de la tertulia, sencillamente porque esta opinión no existe. Esta tertulia, además de ceñirse a la definición que da el diccionario con el que se encabeza esta carta, es abierta a todo el mundo, sin distinción alguna, por lo que la libertad de expresión de cada uno de los participantes está garantizada. Aquí no existen editoriales, como en los periódicos u otros medios de comunicación, que marquen la línea a seguir ya que no es ni un club, ni una asociación, ni nada parecido que obligue a sus miembros a seguir unas normas establecidas oficiosamente. Este es el espíritu que impera en la Tertulia de Madrid, donde cada uno expresa con total libertad sus opiniones o ideas sobre cualquier cosa, así que para aquellos que de vez en cuando, o más a menudo, conversen o tengan relación con gente que participa en la Tertulia de Madrid, espero que tengan claro y sepan discernir lo que siempre será una opinión o comentario personal de esa persona y nunca en representación de la Tertulia de Madrid, de este modo eliminaremos los engaños o malinterpretaciones que se puedan dar, ya sea consciente o inconscientemente. Para terminar, no invitaré a nadie a venir para que lo compruebe porque no es necesaria invitación alguna para participar en esta tertulia abierta, así que, aquellos que quieran, pueden comprobarlo con sus propios ojos, oidos y demás sentidos (sobre todo el común)." Da envidia el comprobar las actividades en las que, directa o indirectamente, participan o patrocinan miembros de la TerMa: fanzines, programas de radio, edición de libros, premios literarios como el Pablo Rido, jornadas de CF en el Círculo de Bellas Artes, etc. Todos los que deseen conocerlos simplemente pueden acudir los jueves a las 21:00 al Bar La Alameda, sito en la c/Recoletos esquina con el paseo del mismo nombre. Y para concluir, reseñar la queja de Julián Díez (Madrid) porque en una carta de esta sección se utilizó la expresión "agilipollao". Comentado a su autor, éste nos responde que la había utilizado por "haber escrito la carta en lenguaje coloquial de la tertulia del jueves o de pasillo de HispaCon, lo cual la hace más dura." Como Defensor al Lector y por la parte que me corresponde al haber permitido su inclusión en ésta, vuestra sección, diré que lo hice al entender ese sentido coloquial de dicha carta, en la que como nos dice también su autor "yo sólo quería que la gente os escribiera para opinar sobre cuáles son los relatos más decentes de la CF española de los últimos años". Atrapados en la moda de lo "políticamente correcto" en lo sucesivo en esta sección se intentarán evitar palabras o expresiones malsonantes que puedan dar lugar a equívocos. Creo que voy a desistir de avanzar lo que os espera en el próximo número. Esos 4 gañanes me dicen una cosa y luego hacen otra, con lo que acertar en mis anuncios a veces es poco menos como jugar a la lotería. Eso sí, puedo garantizar que las secciones, como mínimo, seguirán siendo las mismas. Sospecho que quieren boicotearme por no dejarles hacer lo que les da la gana. Pero esto no quedará así... Os aseguro que no permitiré que cedan ni un milímetro. Nos vemos en Diciembre, con un número que espero sea un agradable regalo navideño.

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Spartacus, el Defensor del Lector

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