Arte Egipcio

I . E . S . VA L L E D E L A M B R O Z - H I S T O R I A D E L A R T E - M A N U E L T O R R E S Z A PATA ARTE EGIPCIO

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I . E . S . VA L L E D E L A M B R O Z - H I S T O R I A D E L A R T E - M A N U E L T O R R E S Z A PATA

ARTE EGIPCIO 0-. Introducción 1-. Arquitectura: 1-1-. Características generales 1-2-. Tipología monumental 2-. Escultura: 2-2-. Características generales 3-. Pintura

0-. Introduccion Todo arte responde a la sociedad en la que se desarrolla, pero esto es especialmente evidente en el caso de Egipto, pues su arte se vio condicionado por una serie de factores que van desde lo religioso, hasta lo social y lo ambiental. Egipto es una país desértico atravesado por el Nilo de Norte a Sur, la existencia de Egipto está vinculada muy estrechamente a ese río. Todos los años el río se desborda de forma periódica inundando las orillas, depositando sobre ella el limo que las hace fértiles y que permite el desarrollo de la agricultura, que constituye la base económica del país. Es decir el Nilo es Egipto y Egipto es el Nilo. La importancia que tenían estas crecidas se demuestra en el hecho de que desde épocas muy antiguas se emprendieron obras de canalización y de control de esas crecidas, de forma que una de las funciones más importantes del faraón era asegurar el ritmo de inundaciones. Se trata de un fenómeno coincidente con el que ocurre en Mesopotamia, en donde la necesidad de realizar obras de canalización de agua desembocó en la aparición de un poder centralizado de carácter teocrático, ya que la organización y la dominación que implican obras de este tipo sólo podía hacerse desde un poder absoluto prácticamente divino. En esta zona se desarrolla una monarquía de carácter teocrático en donde el rey es identificado con la divinidad. El faraón es el dueño y señor de todo el país y su poder es absoluto. La estructura social es claramente piramidal, en la cúspide el faraón todopoderoso, considerado como un dios viviente, por debajo de él la familia real y los nobles junto con una numerosa y poderosa clase sacerdotal y de escribas; finalmente en la base de la pirámide nos encontramos con los campesinos al servicio del faraón o de los templos. Fuera ya propiamente de la sociedad se encuentran los esclavos, destinados al servicio doméstico o al trabajo agrícola, y que son conseguidos como botín de guerra fundamentalmente. Políticamente Egipto surge de la unión de dos reinos, el Alto Egipto y el Bajo Egipto. El Alto Egipto es la zona norte del país, cercano al nacimiento del río; y el Bajo Egipto es la zona sur, en el delta.. El faraón constituye el símbolo de la unión de los dos reinos, y como tal queda demostrado en toda la simbología que le acompaña (doble corona, la blanca del Alto Egipto y la roja del Bajo; la serpiente del Bajo y el buitre del Alto...) Además el territorio se dividía en nomos, divisiones provinciales gobernadas por un funcionario real. Esta estructura económica y política está íntimamente 1

I . E . S . VA L L E D E L A M B R O Z - H I S T O R I A D E L A R T E - M A N U E L T O R R E S Z A PATA relacionada con la religiosidad que se desarrolla en Egipto, especialmente con la concepción teocrático que tienen del poder. Se trata de una religión politeísta en la que cada Dios encarna distintas fuerzas de la naturaleza siendo además muy numerosos. Los dioses tomaban formas animales y humanas, normalmente cuerpo humano y cabeza animal. El faraón en si mismo la encarnación de un dios, el hijo de Horus, el dios del sol. La religión egipcia esta orientada hacia la vida de ultratumba, para ellos después de la muerte comenzaba otra vida muy semejante a esta. Para poder iniciar esa vida, el “ba” (alma) y el “ka” (fuerza vital) debían permanecer unidos. Este requisito se cumplía mediante la momificación del cuerpo y la elaboración de una estatua o doble del difunto, que garantizaba la otra vida en caso que deteriorarse la momia. Una vez cumplidos estos rituales el difunto podía subir a la barca del Sol-Ra que le llevaba hasta el tribunal de Osiris en donde era pesada su alma. Estos rituales estuvieron reservados en un principio sólo para los faraones, pero poco a poco fueron extendiéndose al resto de las clases altas. El origen de la arquitectura y del arte egipcio no se explicaría sin estas prácticas religiosas. Finalmente otro de los factores más importantes para que se desarrollara el arte egipcio con unas características tan definidas es el hecho de que en Egipto hay abundancia de piedras muy distintas, fácilmente transportables por el Nilo.

CRONOLOGÍA 1-.Periodo Arcaico o predinástico (4000-3500 a.C. ) Narmer, primer rey conocido del Egipto unificado Periodo Protodinástico ( 2920-2650 a.C.) Corresponde con las dos primeras dinastías (llamadas dinastías tinitas) 2-.Imperio Antiguo: (2650-2250 a.C.) dinastías III dinastía a VI 3-.Primer periodo intermedio: (2250- 2035 a. C. ) dinastías VII-X 4-.Imperio Medio: (2035-1668 a. C.) Desde las dinastía XI a la XIV 5-.Segundo periodo intermedio: (1720-1550 a. C.) dinastías XIV- XVII, Invasión de los Hicsos 6-.Imperio Nuevo: ( 1554-1070 a.C.) Dinastías XVIII a la XX 7-.Tercer Periodo Intermedio (1070 – 664 a. C.) Dinastías XXIXXV 8-.Imperio Tardío: (664--332 a.C.) Dinastías XXVI- XXXI 9-.Edad Ptolomaica (332-30 a. C)

Gloria a ti, padre de la vida, Dios secreto salido de secretas tinieblas, tú inundas los campos creados por el sol. tú calmas la sed de los rebaños, tú riegas la tierra Camino celeste, desciendes de las alturas. Amigo de los trigos, para quien crece el grano… …tú trabajas por tus millones de hijos. Si decreces, los dioses se desplomas y los hombres Cuando brillas, cuando desciendes tus dones la tierra se estremece de júbilo, todo renace, todo recibe alimento toda boca se llena de víveres …tú cólera es terrible y extiende la desdicha Y entonces desde el Tebas hasta el Delta todo es llanto y aflicción Los hombres visten de harapos Y el ciclo divino se interrumpe ¡Oh, Nilo, que dispensas la alegría a los hombres, los dioses, llenos de temor, rinden homenaje al Dios! ¡Levántate, Nilo que tu voz resuene, Oh, Nilo, levántate y deja oir tu voz

1-. Arquitectura 1-1-. Características generales de la arquitectura. En primer lugar se caracteriza por la utilización de piedra bien escuadrada, los edificios se realizan en piedra de muy buena calidad, cortada en sillares muy regulares gracias a los conocimientos matemáticos que alcanzaron los egipcios Toda la arquitectura es adintelada o arquitrabada, basada en la utilización de líneas verticales y horizontales lo que da como resultado una arquitectura angulosa que queda reforzada por el tipo de luz, fuerte y muy vertical de esa zona geográfica. Los elementos arquitectónicos son también muy sólidos, destacando las columnas de grandes dimensiones, con capiteles papiriformes (en forma de papiro ya sea abierto o cerrado), palmiformes (hojas de palmera en el capitel), lotiformes (en forma de capullo de loto) hathóricos (con la cabeza de la diosa Hathor); también podemos encontrar columnas estriadas llamadas protodóricas. En el 2

I . E . S . VA L L E D E L A M B R O Z - H I S T O R I A D E L A R T E - M A N U E L T O R R E S Z A PATA fuste se representan en hueco relieve escenas de carácter mitológico o bien textos jeroglíficos. Las columnas recrean los troncos de palmera que fueron empleados en las primeras construcciones. Sobre el capitel colocan un cubo de piedra, sobre el que descansa el arquitrabe. La decoración debió ser mucho más espectacular de lo que podemos apreciar actualmente, todos los edificios solían ir cubiertos de textos en jeroglíficos narrando las hazañas del faraón o textos religiosos, además de escenas en relieve del mismo contenido. Tanto relieves como jeroglíficos estuvieron pintados de vivos colores que bajo la fuertes luz de Egipto potenciaban el efecto decorativo. Aunque ahora veamos la piedra completamente limpia de color, hay que imaginar esta arquitectura fuertemente coloreada, incluso con unas combinaciones que a nosotros nos pueden resultar excesivas. La escala de esta arquitectura rebasa con mucho las proporciones humanas, se trata de hacer un arte eterno, hecho a escala de dioses. En los templos nos sentimos sobrecogidos por una escala que nos convierte en enanos, no son edificios en donde puedan habitar los hombres, son la residencia de los dioses y por lo tanto la sensación que deben dar es la algo sagrado, eterno, perdurable por siglos y siglos.

1-2-. Tipología arquitectónica. Son dos los tipos de edificios que van a construir, templos y tumbas. El templo es algo sagrado, la residencia del dios, y por lo tanto la entrada en él está prohibida, sólo los altos sacerdotes y el faraón, pueden penetrar en sus estancias reservadas. La construcción de los más importantes data de la XVIII dinastía en el Imperio nuevo, que coincide con la época de mayor expansión territorial. El templo esta precedido por una avenida monumental, normalmente flanqueada de estatuas de esfinges, con una función defensiva, ya que eran las encargadas de custodiar el templo y de evitar la entrada de aquellos que lo tenían prohibido. Al final de la avenida de las esfinges se encuentra el obelisco1 . La entrada al templo propiamente dicho estaba remarcada por los pilones, dos muros troncopirámidales y cuya superficie estaba cubierta de relieves, generalmente alusivos a la figura del faraón. El pilono está rematado por una moldura denominada gola y las aristas suavizadas por molduras 1

Obelisco: Pilar aislado, con remate en forma de pirámide cubierto de oro u otro metal, de sección cuadrada o rectangular, generalmente decorado con inscripciones jeroglíficas. Su simbología está relacionada con el culto al sol, sus aristas serían los rayos del sol que descienden desde el cielo a la tiera 3

I . E . S . VA L L E D E L A M B R O Z - H I S T O R I A D E L A R T E - M A N U E L T O R R E S Z A PATA curvas (baquetones). Traspasados los pilono se accede al patio columnado que da acceso a la sala hipóstila, una sala de numerosas columnas que sujetaban una techumbre de piedra; el espacio que queda entre las columnas es mínimo, unos simples pasillos estrechos. La última sala era la cella, la habitación donde se colocaba la figura del dios, era por lo tanto el sancta sanctorum, el lugar donde sólo el faraón y el sumo sacerdote podían entrar.

El templo egipcio constituye un perfecto ejemplo de adaptación al terreno. Las cubiertas son el terraza, como corresponde a una arquitectura arquitrabada. Según se adentra en el templo la altura va descendiendo para producir una sensación de misterio y una progresiva atenuación luminosa de carácter simbólico. Los templos más importantes y mejor conservados se construyen durante el Imperio Nuevo, durante la XVII y XVIII dinastías, aunque las obras se continúan con multiples añadidos. de y son los de Amón en Luxor y Karnac, ambos son de enormes dimensiones, por ejemplo el de Luxor tenía unos 1400 metros de largo. Ambos están relacionados con la importancia creciente del dios Amón-Ra, vinculado a la dinastía reinante. La importancia adquirida por Tebas en el Imperio Nuevo, como capital de Egipto, hizo que el santuario de Amón se convirtiera también en el centro religioso y cultural del país. El núcleo lo forma el templo de Karnac, cuyos restos más antiguos se remontan a la XII dinastía, aunque hay otros templos subordinados a él, como de Mut, el de Khons o el de Montu. El templo se fue enriqueciendo gracias a su vinculación con la monarquía, llegado a ser sus propiedades las dos terceras partes del total de las posesiones los templos. Las obras se prolongan a lo largo de 1500 años, siendo un conglomerado de pilonos, puertas, salas hipostilas, obeliscos, capillas auxiliares, recovecos a los sólo el faraón y los sacerdotes podían tener acceso, aunque el núcleo del templo es como el de un templo de pilono normal, al que se le fueron añadiendo más patios y pilonos, explanadas y avenidas que lo unían a traves de una vía procesional con el templo de Mut, además el conjunto se vinculaba con el rio, del que sólo le separan 600 metros, contando con su propio embarcadero Los restos visibles actualmente más antiguos son el pilono y el patio que le precede 4

I . E . S . VA L L E D E L A M B R O Z - H I S T O R I A D E L A R T E - M A N U E L T O R R E S Z A PATA datados en época de Horemheb. La mayor parte del templo se realiza en el Imperio Nuevo, con los reinados de Tutmosis II de la XVIII y Ramses II de la XIX. Las últimas fases constructivas fueron ya en época de Ramsés III (que construye el gran patio) aunque los añadidos y reformas fueron continuos llegando hasta la época de los Ptolomeos. En la XXX dinastía se realizó la gran avenida de esfinges que conectaba Karnac con el otro gran templo, el de Luxor, situado a cuatro kilómetros al sur. Las dimensiones del templo de Karnac son enormes, por ejemplo la sala hispóstila tenia unos ciento treinta y cuatro columnas de fustes colosales, con capiteles papiriformes. Todo un símbolo del poder religioso y económico de los sacerdotes de Amón, que controlaban gran parte de la producción agrícola de Egipto.

Un caso singular es el del templo excavado en la roca en el valle de los Reyes (Deir el-Bahari) construido por la reina Hat-shepsut ( 1479-1458) de la XVIII dinastía El objetivo del templo era asegurar el culto a la reina y enfatizar su predestinación al trono a través una relación de filación con Amón-Ra, algo muy importante si tenemos en cuenta que usurpó el trono a su sobrino mientras este era menor de edad y ella era la regente. Allí se celebraban las fiestas anuales en las que la barca del dios transportaba su estatua hasta las dependencias subterráneas del templo. La decoración estaba formada por relieves, que además de contar el nacimiento divino de la reina, relataban los acontecimientos más importantes de sus reinado. Se trata en realidad de un hemi speo, ya que parte del conjunto es exterior y otra parte subterránea.

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I . E . S . VA L L E D E L A M B R O Z - H I S T O R I A D E L A R T E - M A N U E L T O R R E S Z A PATA También son templos excavados en la roca (speos) los dos templos construidos por Ramses II en Abu-Simbel, más alla de las frontera sur de Egipto, en la misma orilla del Nilo. Aquí Ramses II lleva a término el proceso de glorificación del soberano que trata de devolver al soberano la dignidad divina. El Templo Mayor, dedicado al propio Ramses, difunde el dogma de la divinidad a través de la asociación de imagen y jeroglífico. Aunque excavado en la roca imita la grandiosidad y disposición de un templo normal, con la típica estructura de techo en altura descendente y una reducción de las dimensiones al acercarse a la cella. En la época del Bajo Imperio y en época Tolemaica los templos son de menor tamaño aunque mucho más numerosos, se reducen las partes anteriores, desapareciendo la avenida de esfinges o el patio, ganando importancia la sala hipóstila, ahora mucha más espaciosa y grácil; y se marca mucho más aun la separación entre la zona pública y la reservada a los sacerdotes. En general se pretende recuperar lasa formas de los momentos de mayor esplendor como los del Imperio Nuevo. La religión se hace mucho más histérica, los espacios se reducen y se oscurecen aun más. Se emplean tipos nuevos de capitel como el palmiforme, y el resto de tipos aparece mucho más decorado. Los muros se cubren de jeroglíficos de texto apretado, y la cella se hace cada vez más oculta. Como ejemplos podemos citar el templo de Isis en Filé, con múltiples ampliaciones que llegan hasta a época romana, momento en el que el culto a Isis se extiende por todo el Imperio y en la isla de Filé se construye todo un complejo de templos; el de Horús en Edfú, en donde aparece la típica estructura de unos altos pilonos que dan paso a patio de grandes dimensiones, se van atravesando dependencias cada vez más pequeñas hasta llegar a la cella que se ha convertido en un pequeño microcosmos en el que reproducen elementos de la naturaleza (capiteles más naturalistas y techo pintado con la bóveda celeste), Las tumbas, son el edifico que recibe la principal preocupación de la arquitectura egipcia y los ejemplos más antiguos que tenemos de edificación corresponde siempre a arquitectura funeraria. La tipología de tumba fue evolucionando con el paso del tiempo. El ejemplo más antiguo de enterramiento es la mastaba, es una construcción de pequeño tamaño, consta de una parte exterior con forma de tronco de pirámide, en cuyo interior se dispone una sala para las ofrendas que se realizan al muerte y una capilla en donde realizar las ceremonias religiosas que tenían como objetivo mantener la “vida” de la momia (la llamada “apertura de la boca”) La cámara sepulcral propiamente dicha estaba bajo tierra y a ella se accedía por un pozo que se cegaba una vez depositado el sarcófago, al lado de ella se solía disponer una sala más pequeña en donde se guardaban los objetos del difunto, con pinturas alusivas a su vida y al “Libro de los Muertos”. Con el paso del tiempo los faraones fueron engrandeciendo sus rituales funerarios, y comenzaron a construir grandes conjuntos funerarios en cuyo centro colocan la pirámide. Su forma deriva de la mastaba, que se va complicando por la superposición de varios módulos, generándose una pirámide escalonada. En ese momento inicial la figura más importante es la del faraón Djoser (2630-2611 a.C.) de la III dinastía y de su arquitecto Inhotep, en Saqqara, A partir de entonces no podemos entender la pirámide como un edificio único y asilado, es más bien el centro de un conjunto de edificios religiosos que tenían como función garantizar la vida de ultratumba del faraón. En la orilla del río se encuentra el embarcadero en donde llegaba la barca dorada con los restos del faraón, este embarcadero estaba unido por una calzada con el templo principal y el resto de templos menores. En muchos casos los nobles y el resto de la familia real se construían pirámides a escala menor a la sombra de la del faraón Djoser La pirámide se convierte en el símbolo de la civilización faraónica, es el monumento geométrico y ordenado,

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I . E . S . VA L L E D E L A M B R O Z - H I S T O R I A D E L A R T E - M A N U E L T O R R E S Z A PATA situado en el interior de la caótica aridez del desierto, manifiesta la existencia del faraón y su principal función, garantizar el orden del cosmos, la regularidad de las estaciones y de la crecidas del Nilo. La pirámide une al faraón con los dioses solares, de los cuales él es hijo, su forma alude a Ra, el dios sol, personificado en el mismo faraón cuyos rayos descienden a la tierra desde el cielo como las aristas de la pirámide bajan al suelo desde el vértice dorado. La propia forma de la pirámide tiene también en si misma otro contenido simbólico, es la colina primera, la primera creación de los dioses en torno a la cual comienza la vida. Según la mitología egipcia el mundo había sido creado por en dios Ptah a partir de una colina que se impone sobre el caos, es por lo tanto el símbolo del orden del cosmos, garantizado por el faraón que asegura el ritmo de las crecidas del Nilo frente al caos. Es la IV dinastía cuando la pirámide se convierte definitivamente en el símbolo del poder real y cuando nos encontramos los ejemplos más conocidos. Las primeras pirámides de esta dinastía son las construidas por el faraón Snefru en Médium (pirámide acodada –E--) y en Dahshur (escalonada-D- y romboidal –F-) El conjunto de pirámides más completo es el de Gizeh, ya famosos en la antigüedad y la única de las siete maravillas que se mantienen en pie. Las obras de Gizeh fueron iniciadas por el faraón Keops (2553-2530 a C.), eligió para su emplazamiento un lugar alejado, una meseta rocosa, de donde pudiera extraer roca par ala construcción. A la pirámide de Keops le siguieron las de Kefren y Mikerinos. La primera de ellas es la más grande de todas las realizadas hasta entonces en Egipto y de las que nunca se construirán; tiene 146 metros de altura y 230 metros en cada base. Aunque de lejos parece intacta, ha sufrido bastantes expolios, y fue empleada como cantera para otros monumentos, actualmente le faltan algunas hiladas del vértice y toda la cubierta de piedra caliza blanca. Fue construida sin modificaciones sobre el plano original y perfectamente orientada hacia los puntos cardinales, en la organización del interior sí percibimos cambios en los planes originales, en lo relacionado con la ubicación de la cámara funeraria. El acceso se realizaba por el lado norte, orientado hacia la estrella polar, del que parte un corredor en rampa que atraviesa la masa de la pirámide y penetra en la roca sobre la que se levanta hasta llegar a una cámara inacabada, el fracaso en este plan hizo que se realizará un segundo corredor, en este caso ascendente, abriendo un túnel en la cantería de la pirámide, que llega hasta el centro geométrico de la pirámide, donde se encuentra la mal llamada cámara de la reina, que quedó abandonada sin acabar. Se decidió entonces colocar la cámara a mayor altura, abriéndose una gran galería de 46 metros de longitud y 8,50 de alto, que da acceso a la cámara del sarcófago, sus dimensiones son de 10 metros por 5 de ancho, y está cubierta por nueve capas superpuestas de losas, separadas por espacios huecos, sistema que aligera el peso, y pretende evitar que se desplomará el techo sobre la cámara debido a la presión del resto de la pirámide. De la cámara parten dos conductos de 76 cm que podrían ser conductos de ventilación. Sus descomunales dimensiones, su perfecta orientación, detalles como la orientación hacia la estrella polar, indican los conocimientos astronómicos que poseía la cultura egipcia La orientación y disposición de los distintos elementos de la pirámide no es algo casual, todo el conjunto tiene que transmitir la idea de eternidad y de unión del faraón con las divinidades, por eso los accesos del lado norte están orientados hacia las estrellas del círculo polar, llamadas entre los egipcios “las imperecederas

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I . E . S . VA L L E D E L A M B R O Z - H I S T O R I A D E L A R T E - M A N U E L T O R R E S Z A PATA Junto al flanco oriental de la pirámide se han localizado los restos del complejo de templos funerarios, se articula en torno a un patio rectangular, rodeado de un pórtico de techo plano, en donde se realizarían las ofrendas al faraón, a los lados del templo, guardados en fosos cerrados se han encontrado los barcos rituales que sirvieron para el transporte de la momia real. Todo el conjunto se completaba con una extensa necrópolis para los demás miembros de la familia real, altos funcionarios... e incluso de pequeña ciudad que nace como a partir del campamento de obreros que construyen la pirámide y que acaba siendo la ciudad en la que residen los sacerdotes, artesanos, esclavos... encargados del mantenimiento del culto y de garantizar la eternidad del faraón Alrededor de la pirámides ya desde la Antigüedad se ha creado una leyenda de misterio sobre todo acerca de su construcción, tradicionalmente se ha pensado que fueron realizadas por grandes masas de esclavos, pero en realidad la mayor parte del trabajo recaía sobre los propios campesinos egipcios, que durante los meses en los que no podían trabajar en el campo debido a la inundación de las tierras por el Nilo, debían trabajar para el faraón, no sólo como un tributo sino también como una obligación religiosa. Aun es mucho lo que se desconoce de las pirámides, aunque en los últimos años la egiptología ha ido resolviendo alguna de las lagunas. Se sabe ya que la mayor parte de la piedra empleada en las pirámides de Gizeh, se extraía in situ, de la meseta rocosa sobre las que se asientan, los descubrimientos más importantes se han producido con la excavación del área cercana y de la de las obras, además de las decenas de tumbas de administradores, sacerdotes y otros miembros de la familia real que se enterraban a la sombra del faraón. Las pirámides formaron a su alrededor autenticas ciudades de los muertos, con templos, palacios, viviendas de trabajadores especializados, talleres… En épocas posteriores los enterramientos evolucionan hacia tumbas subterráneas llamadas hipogeos o speos, en el exterior se coloca una capilla que adopta la forma de un pequeño templo. Se generalizan tipos nuevos de columna y de capitel, como el capitel hathórico y las columnas protodórica. Finalmente los faraones llegaron a renunciar a construir tumbas monumentales con tal de evitar el saqueo tras su muerte, además concentraron todas las tumbas en la misma zonas de Tebas, el Valle de los Reyes, para facilitar los cultos y la protección del recinto. Algunas de ellas son simples cámaras subterráneas prácticamente invisibles desde el exterior (como la Tutankhamon), en cambio otras mantienen una estructura compleja de salas y capillas destinadas a los distintos rituales funerarios y como depósitos de las ofrendas que acompañaban al difunto, decorándose las paredes y techos con pinturas y relieves que aluden al mundo del más allá y al Libro de los Muertos, algunas de ellas extraordinariamente conservadas como las de la tumba de Nefertiti en el Valle de las Reinas

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2-. Escultura 2-2-. Características generales. El desarrollo de la escultura en Egipto está relacionado con el tipo de religiosidad, como el resto de manifestaciones artísticas. Es decir con las creencias sobre la vida de ultratumba y el concepto que tenían del poder del faraón. Las esculturas en cierta forma vienen a ser la presencia real de la divinidad o del faraón representado y de ahí que esa forma se tenga a adaptar a una serie de convencionalismo establecidos de antemano e invariables. Una escultura no es una representación del faraón o del dios sino que es el faraón o el dios mismo Todas las figuras están hechas para ser vistas de frente, aunque sean esculturas de bulto redondo, que en muchos casos tienen la parte posterior casi sin desbastar. Esa norma en la representación recibe normalmente el nombre de ley de la frontalidad. El bulto evita además todo tipo de salientes, los brazos y las piernas se pegan al cuerpo, son las llamadas estatuas cubo. Hay por lo tanto una absoluta falta de dinamismo en la figura, predomina lo estático, lo hierático. El rostro carece de expresión alguna y poco individualizado, con la mirada perdida en el infinito. Las composiciones siempre están organizadas en un eje de simetría La sensación que se quiere transmitir es el distancia entre el espectador y la figura representada, de marcar la diferencia entre los seres mortales y la divinidad, de intemporalidad. Esta sensación se ve reforzada por el tipo de materiales empleados, generalmente piedras muy duras, como la diorita, el granito, el pórfiro... muy pulidas que dan superficies muy definidas y con poca posibilidad para representar texturas diferentes. Hay que tener en cuenta también ciertas limitaciones técnicas, como el desconocimiento del hierro y del acero, por lo que las herramientas empleadas eran de bronce, o incluso de cobre, esto impide un talla vertical de la piedra, a la que hay que atacar oblicuamente, los relieves, por lo tanto, no serán muy profundos, y la escultura no puede liberarse fácilmente del bloque de piedra. El tratamiento del cuerpo humano combina las visiones de frente y de perfil, y esto provoca que las posiciones sean muy forzadas, además el cuerpo humano es concebido como una conjunción de figuras geométricas, sin llegar a integrarse muy bien unas con otras. Los convencionalismo se reflejan también en la representación diferenciada de hombres y mujeres, ya ambos aparecen con distintos tonos de color en la piel, los hombres más oscuros que las mujeres En los relieves los problemas de representación de la figura humana se complican aun más, y se llega a una normal que hace que la posición sea completamente antinatural. El torso aparece de frente, mientras que las piernas y la cabeza se colocan de perfil, el ojo y la mano aparece también de frente. Esto no constituye un fallo o la existencia de una dificultad en la representación de la figura, sino que por el contrario a lo que ocurre en otros estilos artísticos, en Egipto el objetivo no es representar la realidad desde le punto de vista de un hombre, por eso se elimina cualquier tratamiento de la perspectiva, sino que quieren representar al hombre como parte del orden inmutable creado por los dioses y mantenido por el faraón. Los relieves pueden ser de dos tipos bajo-relieves, en los que el volumen que sobresale de la figura es inferior a la mitad de sus volumen total y el resto de la superficie se ha igualado; y hueco-relieve, también llamado relieve rehundido, en el que las figuras aparecen grabadas en la superficie de la piedra que no se ha rebajado. En ambos casos el volumen que destaca es mínimo, pero se crearían interesantes efectos de sombra y luz bajo la luz tan vertical de Egipto

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I . E . S . VA L L E D E L A M B R O Z - H I S T O R I A D E L A R T E - M A N U E L T O R R E S Z A PATA 2-2-. Evolución y principales obras. Las primeras manifestaciones escultóricos son las paletas decoradas con relieves, datan de época predinástica y servían para la preparación de cosméticos, los relieves son alusivos a campañas militares del faraón o la unión del Alto y del Bajo Egipto, la más conocida de ellas es la paleta de Narmer. También de esta época es el cuchillo de Gebel al-Arak, que destaca por los pequeños relieves tallados en el marfil del mango. En el Imperio Antiguo la escultura va teniendo un mayor desarrollo encontrándonos con piezas que destacan por su naturalismo, posiblemente por ser retratos destinados a las mastabas funerarias de altos funcionarios. Al mismo tiempo se consolidan las características de la estatuaria oficial, imágenes de los faraones que distan mucho de ser retratos, se trata de representaciones religiones, destinadas al culto funerario por lo que cumplen perfectamente esas características de rigidez, hieratismo, mirada perdida en la distancia… que hemos comentado anteriormente. Una de las esculturas mas tempranas que muestran estas características es la del faraón Djoser, destinada al complejo funerario de Saqqara, ubicada originalmente en el serdab, la cámara cerrada donde se colocaba la imagen del difunto para recibir sus ofrendas, se considera la primera escultura en piedra a tamaño natural, el soberano aparece sentado en el trono, el cuerpo apenas esbozado no sobresale del bloque calizo, todo el trabajo se centra en el rostro, con todos los atributos de la realeza, el nemes, la barba, un rostro distante, que potenciaba la sensación de divinidad con los ojos de cristal que tuvo originalmente Podemos destacar las esculturas de escribas, que se difunden a lo largo de la V dinastía los representan sentados con las piernas cruzadas y sosteniendo en una mano el punzón con el que escriben y en la otra el rollo de papiro. Los dos escribas mejor conservados son los de el museo de El Louvre y el del museo de El Cairo, ambos son bastantes realistas, están realizados en piedra caliza pintada, al escriba del Museo del Louvre se le colocaron ojos de vidrio para dar mayor sensación de realismo, en cambio el del Museo del Cairo destaca por el magistral tratamiento de la cabeza, imperceptiblemente girada hacia un lado, además el vacío creado entre los brazos y el torax y los bordes ligeramente levantados de la peluca contribuyen a dar una sensación de ligereza a la escultura . De esta época es también la figura de Cheik-el-Beled, el “alcalde del pueblo”, se trata de una de las pocas esculturas que nos han llegado realizadas en madera, es el retrato de un funcionario de gran naturalismo, el material permite un trabajo mucho más libre y más cercano al retrato aunque mantenga elementos de frontalidad y hieratismo. Este naturalismo va desapareciendo en otras esculturas, como el caso del matrimonio de Nofret y Rahotep, cada figura está tallada en un bloque de caliza, del que no se separan los cuerpos, aparecen sentadas formando un todo compacto con el bloque, conservan perfectamente su policromía original, observándose la costumbre de pintar en un tono más claro a las mujeres que a los hombres Mucho más clásicas son las figuras de los faraones de las dinastías IV y V, momento en el que nos encontramos con algunos de los ejemplos mas logrados de retrato oficial, que continúan manteniendo fielmente las características que se habían iniciado con la estatua de Djoser, aunque con una gran mejoría en el acabado y en pulido de la piedra para conseguir superficies brillantes y volúmenes perfectamente definidos,

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I . E . S . VA L L E D E L A M B R O Z - H I S T O R I A D E L A R T E - M A N U E L T O R R E S Z A PATA efectos facilitados además por el empleo de piedras duras como el basalto o la diorita , como ejemplo la llamada “Triada de Mikerinos” del museo de El Cairo, uno de los ocho alto relieves realizados en honor de las provincias de Egipto, tallados en basalto, éste nos muestra al faraón como hijo de Ra (el dios Sol), coronado con la corona del Alto Egipto y vestido con el típico faldellín; aparece colocado entre la diosa Hathor y al otro lado la representación de un nomos (una de las divisiones provinciales de Egipto), por la simbología sobre sus cabeza. Muy semejante a esta es la estatua de este mismo faraón, Mikerinos, con su esposa Kharmernebety.

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Esta misma línea está el retrato sedente del faraón Kefren, protegido por Horus, el dios halcón, una de las obras maestras del periodo, esta tallada en una piedra sumamente dura como la diorita, pero con una gran habilidad que permite definir perfectamente la musculatura con una gran suavidad; el faraón aparece representado como lo que era el hijo del dios halcón; esa sensación de algo sobrenatural aumentaba en su ubicación arquitectónica, con la luz que caía sobre ella de la lámparas del techo reflejada en el pavimento de alabastro. En el Imperio Medio la actividad escultórica no presenta grandes novedades, la mayoría de la estatuaria es de carácter oficial, con abundantes retratos de los faraones, especialmente de Sesostris y Mentuhotep II. Es este último faraón destaca especialmente una escultura sedente destinada a su templo funerario en Deir el-Bahari, ubicada en un cámara al final de un largo corredor, mantiene esas formas compactas, los pies anchos y gruesos tobillos que se mantien unidos al bloque, mantiene la policromía y aparece tocado con la corona roja del Bajo Egipto Una de las pocas novedades que aparece es la estatua cubo, en la que todas las extremidades de la figura se pegan al cuerpo, que forma un auténtico bloque, del que sólo destaca la cabeza. El Imperio Nuevo es el periodo más brillante de la escultura, debido al resurgir de la figura del faraón y al reforzamiento de su autoridad política y religiosa después de la crisis del segundo periodo intermedio y del periodo de Amarna. Los faraones emprenden ambiciosos proyectos propagandísticos, que incluyen la ampliación de antiguos templos, la construcción de otros nuevos, de palacios suntuosos, llenas los pilonos, obeliscos y estelas con narraciones de sus batallas, ensalzando su poder y su vinculación con Amón-Ra, se multiplican las estatuas por todos los rincones para difundir ese mensajes de poder teocrático Dentro de esté periodo una época especialmente interesante es el llamado paréntesis de Tell-el-Amarna, comienza con la llegada la trono de Amenofis IV (1350-1333), un faraón que rompe con la hegemonía del culto a Amón-Ra y al control de los sacerdotes del templo de Karnac, impone una nueva religión basada en el culto a Atón, como único dios, simbolizado en el disco solar. Cambio su nombre oficial por el de Akhenaton y trasladó la capital a Amarna, para distanciarse del poderoso clero de Amon en Tebas. Esta auténtica revolución cultural supone un cambio radical en la evolución artística que estaba siguiendo Egipto, se eliminan las normas en la representación del cuerpo y el hieratismo da paso a un gusto creciente por las formas sinuosas basadas en las curvas y en la delicadeza de las formas.

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I . E . S . VA L L E D E L A M B R O Z - H I S T O R I A D E L A R T E - M A N U E L T O R R E S Z A PATA Aparece un creciente interés por lo temas cotidianos, introduciéndose escenas familiares de gran ternura que hasta entonces no habíamos encontrado. Además el estilo de vida cortesano, de fiestas y deleites de la corte de Tell-el-Amarna induce a la creación de un activo taller no sólo escultórico, sino también pictórico y de orfebrería. Ejemplos de este cambio los podemos ver en los retratos de Akhenaton, y sobre todo de su esposa Nefertiti. El busto policromado de la reina conservado en Berlín es uno de los grandes logros de la escultura egipcia, su éxito se basa posiblemente en la elegancia y modernidad de la representación, el cuello alargado, los pómulos marcados, los labios sensualmente dibujados y el aire distinguido que no se ve disminuido por el hecho de estar inacabada y faltarle por pintar un ojo, fue encontrada en el taller de un escultor junto con otras piezas incompletas y se especula con la posibilidad de que fuera un modelo para la realización en serie de efigies de la reina. Son varios también los retratos conservados del faraón Akhenaton, los más conocidos posiblemente los que están incorparados a los pilares osiriacos del templo de Gempaaton, los pequeños ojos almendrados, la nariz larga, la boca carnosa, el mentón abultado, son los rasgos típicos de los retratos de este periodo. Una vez pasada la crisis de Akhenaton se vuelve a los rigores y al hieratismo típico, como lo demuestran los relieves de Seti I en Karnac y se generaliza la tendencia a crear estatuas colosales del faraón, sobre todo bajo su hijo, Ramses II. Éste fue posiblemente el faraón más poderoso de todo Egipto, su poder se extendía más allá de los limites tradicionales del Nilo, conquistó grandes zonas del Próximo Oriente, y lógicamente todo su política artística se orientó a recuperar el prestigio que había tenido siglos atrás la monarquía. Se vuelve a la tradición imponiéndose el significado por encima de la forma, cada obra asume las características de un símbolo, cuya función es la de confirmar la idea de un soberano de naturaleza sobrehumana. Los relieves mantienen estas características, sobre todo aquellos que representan escenas de batallas y campañas militares del faraón, que tiene que cumplir sus funciones propangandísticas, se trata casi de relieves históricos debido a su contenido y a que se completaban con amplias narraciones jeroglíficas sobre las campañas militares del faraón, como ejemplo de estos relieves hay que mencionar los de los pilonos y obeliscos de Karnac, o los del templo de Medinet Habu sobre la batalla de Qadesh. En la estatuaría de la época de Ramses II se mantiene esa función propagandística, pero no se pierde tanto el valor artístico de la obra, encontrándonos algunas de altísima calidad. Como la conservada en el Museo Egipcio de Turín (hacia 1270 a.C.), realizada en granito negro, trata de reflejar la idea de realiza de la época ramesida, la mirada ligeramente vuelta hacia abajo, el brazo derecho y el cetro que sobresalen del bloque del cuerpo, los múltiples del vestido, los detalles de la corona khepresh, le dan una mayor expresividad; a cada lado las estatuillas de su mujer y su hijo, realzan la postura del monarca, que aparece como el restaurador de Egipto después de la crisis en la que cayó con los últimos monarcas de la XVIII dinastía. El mensaje se repite continuamente, en todo tipo de esculturas, desde las mas pequeñas, hasta las colosales, de bastante metros de altura, que mando levantar Ramses II por todo el reino, de estas estatuas colosales podemos mencionar, los colosos de so templos de Abu Simbel o los levantados en Karnac Con el final de la XX dinastía y la división de Egipto que tiene lugar en el Tercer Periodo Intermedio, aparecen dos tendencias artísticas, el Norte parece mantener la tradición ramesida, intentando continuar la idea de monarquía que había triunfado anteriormente, pero la crítica situación impide la construcción de grandes obras, por lo que se convierte en una constante el atribuirse obras de faraones precedentes y la nueva capital Tanis, se embellece prácticamente solo del saqueo de obras de la XIX y XX dinastías. En el Alto Egipto, por el contrario, la aristocracia sacerdotal tebana, comienza a desarrollarse un gusto arcaizante que culminará en el Imperio Nuevo y el renacimiento egipcio a partir de la XXV dinastía.

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I . E . S . VA L L E D E L A M B R O Z - H I S T O R I A D E L A R T E - M A N U E L T O R R E S Z A PATA 3-. PINTURA. La pintura es otra de las grandes manifestaciones del arte egipcio y que no siempre se ha valorado lo suficiente. No son demasiado los restos pictóricos que se han conservado y estos se limitan a las repertorios pictóricos de las tumbas, aunque originalmente estuvieron pintados los relieves de templos y palacios, como los tallados en los pilones de entrada a los templos. Las características de estas pinturas son muy semejantes a las de los relieves, mantienen los mismos convencionalismos a la hora de representar el cuerpo humano (rostro de perfil, torso de frente, piernas de perfil...) Son normalmente pinturas de tintas planas, sin gradación de color y sin tratamiento de luces y sombras. Emplean colores brillantes, Las figuras se recortar como siluetas sobre un fondo de tonos neutros en el que suele aparecer algún elemento elusivo al paisaje o al lugar donde se desarrolla la acción, aunque en algunas ocasiones hay unos pequeños árboles o plantas que nos indican un paisaje, pero su tratamiento es muy simple e incluso infantil . No se busca ni la perspectiva ni la profundidad. Para realizar las figuras normalmente se valían de una cuadrícula que les servía para pasar del modelo a pequeña escala al definitivo con gran exactitud. Los temas más frecuentes hablan de la vida cotidiana del difunto, las ceremonias fúnebres y todos los temas relacionados con la mitología y el mundo de ultratumba, sobre todos los contenidos en el Libro de los Muertos, aludiendo al tránsito a la otra vida, las plañideras acompañado el sarcófago del faraón, el juicio del alma. Lo normal es que aparezcan varias escenas divididas en varias registros horizontales lo que potencia el sentido narrativo. Debido al carácter intimo y privado que tenían las tumbas es normal que se incluyan algunas escenas de la vida cotidiana, como escenas de banquetes, cacerías, tareas agrícolas... Es en este tipo de escenas en donde podemos ver mejor ala capacidad del arte egipcio para representar la realidad, oculta normalmente por el carácter oficial que tenía el arte. Son representaciones llenas de realismo y con un gran sentido de la observación. Los conjuntos de pinturas más importantes los encontramos en las paredes de las tumbas, sobre todo del Imperio Nuevo, especialmente en el valle de los Reyes. Especialmente importante es la pintura tebana de la XVIII dinastía. Corresponden a un momento en el que se generaliza el enterramiento en cámaras subterráneas decoradas con frescos.Algunas de las pinturas más importantes son las de las tumbas de Ramses I, Tumtes IV, Nefertari. En este último caso las pinturas estás realizadas sobre un pequeño relieve que ayuda a destacar las formas; el repertorio esta en relación con el carácter del arte en ese periodo, sumamente oficial, aunque la figura de la reina siempre es tratada con delicadeza. Una de las tumbas más importantes por su amplio repertorio es la de Nakht, en la que hay un mayor interés por la perspectiva y por cierta representación del movimiento, sobre todo en las escenas de vida cotidiana, como la caza en el pantano, las tañedoras de arpa

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