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ARCANGEL AZRAEL

El arcángel Azrael, mejor conocido como “el ángel de la muerte”

Para los practicantes de la cultura musulmana, Azrael es el ángel que representa a la muerte. Tiene por misión recibir las almas de los muertos y conducirlas para ser juzgadas.

Dependiendo del punto de vista de las diversas religiones en las que aparece Azrael, este reside en diferentes lugares, pero el más habitual es el tercer cielo.

A pesar de que tiene muchos nombres, en líneas generales, proviene de una derivación de la palabra árabe ‘Izrail’ que significa “aquel a quien Dios ayuda”.

En los ideales de la religión cristiana, se cree que Azrael ascendió al paraíso sin haber pasado por el proceso de la muerte; es decir, que este hombre llegó al cielo sin haber estado muerto.



Para algunos, este fue un arcángel que siempre estuvo bajo el mandato de Dios, siendo aquél que defendió los conceptos de la muerte; pero que con el tiempo tomó la decisión de abandonar el paraíso en compañía de un coro de ángeles que debían seguir sus órdenes. Esto se hizo con la finalidad de rescatar a algunas almas enviadas al infierno. Se dice que se convirtió en un habitante del último círculo del infierno y que dentro de este, tenía ciertas funciones importantes tales como mantener a los demonios dentro de sus respectivos lugares.

La historia de Azrael que se da a conocer con más frecuencia es aquella que se desarrolla un poco después del momento de su creación. En un principio, se le asignó la tarea de estudiar todos aquellos fenómenos que no eran muy bien comprendidos en el Cielo, entre ellos, “la disposición de las almas humanas”. Así que fue el primer ángel encargado de saber qué ocurría con las almas que no acababan en el cielo, descubriendo un lugar llamado Sheol, un miserable reino inferior al que llegarían los ángeles caídos, convirtiéndose en el infierno.

Estas almas eran condenadas allí a causa del egoísmo y la envidia. A su vez, se encontraban aisladas, solas y en un estado miserable. Tras muchos disturbios en los cielos, Dios expulsó a varios de los ángeles hacia esta zona que estaba desolada y, a partir de ese momento, tomó el nombre de ‘Infierno’. Las almas que fueron condenadas a estar por siempre en este lugar eran cruelmente torturadas por los ángeles caídos, mejor conocidos como demonios, llegando al punto en el que se daba su destrucción.

Cuando en el cielo se enteraron de esta situación, enviaron a Azrael con un rango mayor. Fue convertido en arcángel para cumplir con un objetivo específico: asegurarse de que las almas que fueran enviadas al infierno realmente lo merecieran; y las que no, fueran enviadas al cielo y no a otro lugar.

Su nobleza lo hacía preguntarse por qué debían estar condenadas al sufrimiento aquellas almas hasta el final de los tiempos, si solo cometieron errores durante su vida como mortales. Cuando se dio cuenta de que podía hacer algo más de lo que ya hacía, planeó muchas salidas hacia el infierno para poder confirmar que ‘almas’ podían convertirse en almas buenas. Le dijo a sus servidores que debían enseñarle a los seres humanos a aceptar la muerte porque esta era necesaria para pasar hacia otros estados. Si cada persona había sido buena en su vida como mortal, la muerte no debía significar algún tipo de temor.

Sus constantes salidas lo llevaron a pensar que dejando el Cielo tendría más oportunidades para trabajar en su maravilloso plan con mayor libertad y así fue que se alejó del paraíso en compañía de su coro. Su coro y él se plantearon nuevos objetivos:

1. Separar a los fantasmas de los demonios.

2. Destruir a todas aquellas almas que están totalmente ligadas al mal y, que por esta razón, pertenecen a los demonios.

3. Guiar a aquellos que están cerca de la muerte hacia su destino nuevamente para que así puedan tener una segunda oportunidad de vida. Es por ello que se conocen como los enemigos más fuertes de los demonios que desean provocar la muerte de cualquier manera.

4. Transformar a aquellas almas que tengan la posibilidad de ser buenas para que formen parte del Cielo.

Se dice que ha sido el único de los ángeles en cumplir con uno de los mandatos más importantes hechos por Dios: llevar al Cielo un puñado de tierra para emprender la creación de Adán y así es como se ganó el título que lleva hoy en día.

De igual forma, se cree que Azrael tiene en su poder los rollos de pergaminos, en los cuales se escribieron todos los nombres de la humanidad y en los que también se especifica quiénes estarán condenados a la miseria del infierno y quiénes serán las personas afortunadas e iluminadas con la virtud de la bondad. Incluso, si el día de muerte de algunos humanos está por acercarse, desde un árbol ubicado bajo el trono de Dios caen pequeñas hojas que llevan sus nombres. Cuando Dios lee el nombre de alguien que pronto morirá, Azrael tiene exactamente 40 días para realizar su función. Pasado este tiempo, el ángel de la muerte separará el alma del cuerpo en los recién fallecidos para guiarla al lugar que le corresponde.

Según la tradición, su presencia es percibida de acuerdo a la conciencia del fallecido, llegando a mostrarse acompañado de una serie de demonios encargados de atormentar al alma impura en el proceso del tránsito. La visión del difunto será en función de cómo haya sido su vida: una mala persona lo verá como un ser horrible, mientras que será un perfecto arcángel para alguien bueno.

Azrael como un ángel

En su carácter de ángel, tiene la misión de conseguir que muchas almas que se encuentran en el proceso de transición sientan una gran paz para que tengan la capacidad de poder afrontar este lado que les resulta nuevo y bastante perturbador.

Es entonces como este ángel ayuda en la aceptación de la muerte, tanto de aquellos seres cercanos a la persona que murió, como para el alma que se encuentra en el extraño proceso de transición. Este arcángel silencioso reconforta y brinda su compañía hasta que los afectados se recuperen emocionalmente, haciéndoles entender que la muerte solo es un proceso de cambio que es necesario al igual que todos aquellos por los que pasamos a lo largo de la vida física.

Azrael como demonio

Su apariencia aterradora se le ha atribuido a la de un demonio, pues lleva colores muy oscuros y una espada que puede simbolizar una imagen similar a uno de estos. Sin embargo, en la mayoría de las creencias es reconocido como un ángel fantástico que ha logrado salvar a muchas almas del infierno. Pero no siempre ha sido visto de esta forma, dentro del Talmud se le ha dado otro sentido; de hecho, su nombre es el demonio de la muerte, todo lo contrario a lo que en otros textos religiosos se cree de él. Hasta se le menciona como un demonio a la altura de Satanás.

Azrael en la Biblia

Su presencia no ha sido muy nombrada a lo largo del tiempo, pero el ángel de la muerte se encuentra presente en las Sagradas Escrituras de la Biblia; y hace referencia a un ser que fue el ocasionante de una gran masacre. En ningún momento, se hace mención del ángel de la muerte, sino que se nombra como ángel de Jehová o ángel del Señor. Las citas en la Biblia referentes a Azrael son las siguientes:

2 Reyes 19:35: “Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos”.

Isaías 37:36: “Y salió el ángel de Jehová y mató a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios; y cuando se levantaron por la mañana, todo era cadáveres”.

Se dice que no se sabe específicamente quién era este ángel, pero se conoce que fue enviado por Dios a las tierras de Israel para protegerla, y en este lugar asesinó a 185.000 soldados solo en una noche.



Azrael es el principal combatiente de los demonios de la muerte y ha renunciado al cielo por voluntad propia junto a su ejército de ángeles. Tiene cuatro rostros y cuatro mil alas. Todo su cuerpo tiene ojos y lenguas, el número que corresponde a todos los habitantes de este mundo. Con esto, se encuentra al tanto de todas las situaciones dentro del mundo y cuando llega un nacimiento o una muerte debe verificar si está dentro de los pergaminos que lleva con él.

Su rostro humano es amable, sus ojos pueden cambiar de un azul cielo a un rojo muy intenso (dependiendo de su humor); y en su forma humana tiene grandes dientes caninos casi vampirescos. Es el único ángel que puede viajar entre el cielo y el infierno, entre la luz y la oscuridad. Tiene su lugar arriba de los arcángeles Miguel y Gabriel (sus enemigos a muerte) y al lado izquierdo de Luzbel. Provoca con sus alas el desmayo de ángeles, y todos los arcángeles le temen. Se dice que puede igualar en batalla hasta a dos de los más fuertes.

Azrael es considerado como residente en este mundo (una vez cada 13 mil años es asignado como ángel guardián a una persona muy especial, se dice que esta será afortunada más allá de los demás).

Él será el último en morir, grabando y borrando constantemente en un gran libro los nombres de los humanos cuando nacen y cuando mueren, respectivamente.

“Yo soy Azrael, el Ángel de la Muerte… Yo no soy hermoso de la manera que lo es Miguel, ni tengo una corona de luz. Mis alas no son tan ligeras como el aire, ni son translúcidas como las de Rafael. Yo soy el ángel más oscuro. Yo eclipso todo aquello que sea luz. Mis ojos son un mar negro profundo chispeado de vez en cuando como una amatista, ¿todavía hay alguno que puede mirarme? … Mi capa es tan negra como el cielo nocturno sin estrellas. El contorno de mi forma es como un gigante, alas del cuervo con las que, cuando las despliego, hago desmayar a otros ángeles. … Cuando mis alas se extienden totalmente, toda la luz se extingue excepto para la corona pálida azul que es mi vida y sirve para idear mi forma contra las sombras. Yo soy el eclipse de toda la vida… ¡Yo soy el que la mayoría temió entre todas las eras, todavía no el más temeroso! … Yo soy el proveedor y recolector de almas, recogiendo mi cosecha a lo largo del universo y sembrando las semillas de cada uno que se marchitó como una flor hacia otras tierras. Yo soy el Otoño de la Creación, y el Crepúsculo del Tiempo. Yo uno dos extremos en el desempeño de mi propósito, haciendo que cada espíritu llegue al extremo correcto, y que aquéllos que están perdidos entre los mundos, encuentren la manera de reunirse con sus familiares”. El libro de Azrael, grimorio medieval.

Fuentes: Hablemosdemitologias.com / Wikipedia / Misterica.net / Un-lugar-en-micabeza.blogspot.com