Angeles de Sirio 2012

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El Libro Esta es una historia del origen de la humanidad, cuando la tierra se hallaba informe y vacía, cuando El cielo y la tierra fueron creados. Era una noche como cualquier otra, el cielo se encontraba despejado, la luna iluminaba la ciudad. Miré hacia el cielo como solía hacerlo, pero esa noche fue especial. Repentinamente aparece frente a mi un cúmulo de estrellas, nunca antes las había visto, estaban dispuestas de un modo singular, capte esa imagen en mi mente, preguntándome que constelación seria aquella. Tiempo después comprendí que esa constelación es llamada Sirio, La Constelación de la Canícula. Quede fascinada por su brillo…. Permití que su luz impregnara mi ser, aquella noche, fue única, inolvidable. Al cabo de un momento, cerré mis ojos recordando esa imagen y me dispuse a descansar. Y sucedió que esa noche tuve un sueño, en él aparecía frente a mi un ser resplandeciente, un ser que no era de este mundo, y él dijo: “Ven” Y yo lo seguí. Y dijo:

“Mira” Y cuando me acerqué pude ver que tenía en sus manos un libro abierto, las páginas se sucedían unas a otras con rapidez, y del mismo emanaba una gran luz. Perpleja quede mirándolo y mi cuerpo se impregnó de aquella luz que irradiaba. Al día siguiente me desperté recordando ese momento del sueño, intentando deducir cual era su significado sucedió que en mi mente aparecía la imagen de ese libro único como si el mismo fuera varios libros en uno. En ese momento comprendí que se trataba de los libros sagrados. Recordé un momento anterior, un sueño de hacia tiempo atrás. En aquel entonces, en sueños escuché una voz que expresó un decreto que estaba próximo a cumplirse. El Espíritu dijo: “He aquí la prueba” “Escribirás un libro, y éste será el inicio de la enseñanza que recibirás en forma directa para beneficio de muchos, que la seguirán”. Desperté. Pasó el tiempo, y finalmente, aquello que parecía imposible, se hizo realidad. Desde ese entonces comencé a tomar los mensajes de los sueños con mayor credulidad. Sin embargo en mi interior siempre había una duda, la parte incrédula de mí que preguntaba:

¿Cómo es posible? Preguntas, preguntas, y más preguntas. Pronto llegarían las respuestas. Finalmente, mi conclusión fue, que sea lo que fuere que estuviese intentando expresarse a través de mí, le daría un espacio, y así fue como me dispuse al servicio de esta enseñanza. La primera acción que tomé fue acercarme a los libros sagrados, tal y como me había indicado el ser que había abierto el libro del cual emanaba una gran luz… Comencé por el antiguo testamento, también llamado el Pentateuco, o los cinco libros recibidos por Moisés. Noche tras noche me interné en sus relatos, viéndolos desde una perspectiva diferente, como nunca antes los había visto, una forma según la cual, cada pequeño detalle de la historia era un hecho real, un acontecimiento que había sucedido en aquel tiempo tal como lo detallaba el libro.

La Visión Fue entonces cuando vi, cual si fuera una visión, una versión distinta del relato. Y cuando imaginaba al planeta como un caos informe y vacío, vi la inmensidad del cosmos, y en ese cielo oscuro lleno de luminarias, apareció la constelación que me había mostrado el Espíritu en sueños. Comencé entonces mi investigación respecto a Sirio.

Sirio, la constelación del can Sirio es llamada la constelación del Can, Canis Mayor, o Canícula. Tiene ese nombre porque los días de las canículas (o de la canícula) son la temporada del año en que es más fuerte el calor, tanto en el hemisferio Sur como en el Norte. El nombre se origina en el Hemisferio Norte, en donde el 20 de julio y el 25 de agosto de cada año, fechas entre las cuales la canícula está vigente, el Sol sale alineado o en conjunción con la estrella Sirio de la constelación del Canis Major. El Can Mayor (Canis Major) es una constelación que parece seguir, en su recorrido en el cielo debido al movimiento diurno, al «Gran Cazador», Orión. El origen del nombre proviene del Antiguo Egipcio, los egipcios rendían culto a las constelaciones del Can Mayor y de Orión. Las tres principales pirámides de Egipto, vistas desde el aire, presentaban las mismas posiciones y ángulos que el llamado "cinturón de Orión".

Las tres pirámides de Giza desde el aire

El cinturón de Orión

Los antiguos egipcios creían que los templos y las casas debían estar orientados hacia Sirio para tener los mejores augurios de éxito, por tanto ellos esperaban la llegada de la canícula para iniciar su construcción. El nombre de canícula proviene de la vinculación entre el nombre de algunas constelaciones con los fenómenos coincidentes con cierta posición de la constelación Del Perro o Can Mayor, al que debe su nombre. La estrella Sirio, cuyo nombre significa «abrasador» es también conocida como «la estrella perro», la cual es la más brillante del cielo nocturno, sólo es superada en brillo aparente por la Luna y los planetas Venus, Júpiter y Marte. Durante el verano boreal es invisible, y por esta razón se pensaba antiguamente que su energía se suma a la del Sol para producir los días más calurosos o «días perro», también llamados «días caniculares». Sirio (α Canis Majoris) es la estrella más brillante en el cielo nocturno y también una de las más próximas (8,7 años luz. Esta estrella está compuesta por Sirio A, la estrella visible a simple vista y Sirio B, una enana blanca. Canis Majoris es una de las principales representantes de las variables Beta Cephei. Es una gigante roja, la estrella de mayor tamaño que se conoce, y una de las más masivas. Se llegó al descubrimiento de que Sirio es un Sistema Estelar Triple compuesto por Sirio A, Sirio B, y Sirio C.

Sin embargo este descubrimiento ha sido anticipado por las antiguas civilizaciones de los Indios Hopi, y Los Dogones.

Sirio y los Indios Hopi Los Hopi, un pueblo amerindio que vive en un pequeño grupo de poblados autónomos ubicados en el noreste de Arizona. Los viejos sabios de la tribu Hopi habían transmitido una serie de advertencias y profecías de generación en generación a través de la tradición oral, pero también lo hicieron por medio de pictografías en rocas y tablas. Pero ¿de que querían advertirnos?, ¿Cuál es el mensaje que transmitieron de generación en generación hasta nuestros días?

Profecía Kachina "Cuando la Estrella Azul Kachina haga su aparición en los cielos, el Quinto Mundo emergerá. Ese será el día de la Purificación. Eso sucederá cuando Saquasohuh, (La Estrella Azul Kachina) baile en la plaza y remueva su máscara" Los Hopi laman Estrella Azul Kachina a la estrella que nosotros conocemos como Sirio. Y afirman: "La Tercera Guerra Mundial será iniciada por aquellas personas que primero revelaron la luz (la divina sabiduría) en el viejo mundo conocido (India, China, Naciones Islámicas, y África). Gran parte de Los Estados Unidos sucumbirán, tanto la tierra y

la gente que habita en ellos, por medio de "bolas de cenizas" que caerán en la tierra haciendo hervir los ríos e incendiarán la tierra, donde no crecerán plantas por muchos años y causarán enfermedades que ninguna medicina podrá curar." ...

"Solo la gente materialista es la que busca construir refugios. Aquellos que tengan paz en sus corazones ya están en el gran refugio de la vida. No existe el refugio para la maldad. Aquellos que no tomen parte en el intento por dividir al mundo ya sea por cualquier motivo, raza o religión, están preparados para la vida en el nuevo mundo que se avecina, ya sean ellos negros, blancos, rojos, o amarillos. Todos son uno, todos somos hermanos."

Sirio y la tradición Dogón Los Nommos Los dogones aseguran que todos sus conocimientos proceden de unos seres que llegaron a la Tierra procedentes de “Nyan Tolo”, satélite de “Emme Ya”, del sistema de Sirio, aproximadamente hacia el año 3000 A.C., a los que denominan “Nommos”. Los “Nommos” descendieron a la Tierra en un “arca roja como el fuego” pero la misma se volvió blanca cuando aterrizó. Al aterrizar parecía como si cuatro enormes rocas chocaran entre sí, levantando una gigantesca nube de polvo.

Sirio y la tradición Egipcia Los pobladores del antiguo Egipto representan a las deidades con cuerpo humano y cabeza de animal.

El perro egipcio, chacal del desierto, o guardián de las necrópolis es el dios protector. A la constelación Sirio se la conoce con el mismo nombre, el Perro Negro. Uno de los significados de Horus, en su forma de Horus Sept, es precisamente Sirio. Existe una divinidad de dos cabezas, una de Seth y otra de Horus, reconciliados. Se los obliga a combatir en un espacio cerrado "orbitando" el uno hacia el otro, con sucesivos acercamientos y alejamientos. Sirio B, una estrella casi oscura, envuelta en fuertes turbulencias magnéticas, hace gravitar pesadamente a Sirio A, le arrebata materia y "la ciega". Tyfon -nombre griego de Seth- significa "cometa", es decir, una estrella en movimiento; Tyfos quiere decir "humo, vapor", y también orgullo y vanidad; Tyflos es "ciego", en el sentido de "brumoso y oscurecido", y Tyfloo significa "cegar, confundir", y también "envolver en humo". La función de la pirámide era la de contener la esencia del rey por toda la eternidad. Según los mismos textos, el rey resucita, y asciende al cielo para vivir eternamente entre los dioses, transfigurado en una estrella. En las Tabillas Sumerias de Niniveh (hacia el 2550 a J. C.); se descifró que ellas hablan de las pirámides como construcciones 6.000 años más antiguas que los Egipcios. Los Dogones, la tribu situada al nacimiento del Nilo, contaban que en ese sistema estelar, había una estrella de gran magnitud llamada Digitaria (Sirio A) y que Potoolo rotaba al

rededor de Digitaria en un tiempo de 50 años. También decían que una simple cucharada de la estrella Potoolo, pesaba más que todo nuestro planeta. Los antiguos egipcios, mostraban una gran veneración hacia la estrella del Perro o Sirio, que se encuentra en la constelación del Can Mayor, Constelación de la Canícula Se comprobó, cómo muchos de los templos egipcios, orientados hacia el sol naciente estaban flanqueados por dos obeliscos servían a los sacerdotes para ver sobre la línea del horizonte por donde salía el sol a lo largo del año, pudiendo marcar así el inicio de los solsticios de verano e invierno. Aquel control del Sol sirvió a los egipcios para comprobar que había un día en el que Sirio y el Sol salían por el mismo punto. Comprobaron igualmente que cada cuatro años Sirio se retrasaba un día en acudir a su cita, lo que originó el ciclo de Sirio o sóthico en honor de la diosa Isis o Sothis que se cumplía cada 1460 años. Pasado ese periodo de tiempo el calendario sóthico y el vulgar volvían a coincidir al inicio del año nuevo (1460 años X 0,25 días de error = 365 días). En la iconografía egipcia Isis esta a menudo acompañada de las diosas Anukis y Satis, la representación de Sirio B y Sirio C. Otra clave simbólica relacionada con Osiris, hermano y compañero de Isis y encarnación de la Tierra, es su nombre en jeroglífico que frecuentemente es representado como un ojo sobre o bajo un trono, lo que se relaciona con la rotación de nuestro planeta y, por ende, de todo el sistema solar, en torno a Sirio. Las tres pequeñas pirámides satélite que hay junto a la de Keops representan tres planetas junto a Sirio A, al igual que las otras tres pirámides menores que flanquean a Micerinos (Sirio C).

Su particular descubrimiento les llevó a formular que las pirámides de Giza son una réplica exacta del cinturón de Orión y que el Nilo así como el resto de pirámides egipcias ocupan los lugares correlativos a la Vía Láctea y otras estrellas importantes. La vinculación de Sirio y Orión, es innegable, los egipcios sabían que Orión se perdía tras el horizonte una hora antes que Sirio, lo que sirvió de referencia también para el establecimiento del calendario sóthico.

El Mapa de la Antigua Sumeria

Es espejo de la Constelación de Orión

Sirio en Can Mayor, Can Mayor es uno de los 2 perros de Orión, el otro es Can Menor, que es la estrella más brillante en el cielo, se considera a Orión como la constelación en el centro del Universo. La Gran Pirámide de Giza, un monumento que originalmente superó los 146 metros de altura -el equivalente a un edificio moderno de 40 plantas, está orientada en sus canales internos hacia la posición que ocupaban estrellas de Sirio, Zeta Orión o Alfa del Dragón, muy importantes dentro del contexto religioso egipcio. La Pirámide de Kheops, la Gran Pirámide, ubicada a casi 460 metros de la segunda Pirámide, es la más grande del mundo entero. Tiene una altura de 147 metros y un peso de 6 millones de toneladas. A esta le falta el piramidión, supuestamente de oro y en su vértice superior. Su construcción perfecta y alineada a los 4 puntos cardinales. Su interior está armado con un complejo sistema de cámaras, túneles, pasillos y galerías. Existen en ésta 3 Cámaras, una subterránea y dos en la superestructura, la Cámara del Rey y la Cámara de la Reina.

La Pirámide de Kefrén es la única que conserva parte del revestimiento original en su vértice. Está ubicada en el extremo occidental de la calzada y tiene una altura de 143 metros. La Esfinge, tallada en roca viva mide unos 20 metros de altura por 14 metros de ancho y unos 70 metros de largo. Se sienta con sus patas delanteras extendidas en una cubeta en forma de U. Desde su parte de atrás hasta sus patas delanteras se pueden juntar cuatro canchas de tenis de tamaño normal. Cabeza humana y cuerpo de león, mira al este por donde sale el Sol, es Centinela de los Misterios Antiguos es testigo del paso de varias civilizaciones. Al Sur de la Esfinge se encuentra el Templo del Valle, una gran estructura rectangular construida con columnas y dinteles. Justo enfrente de la Esfinge existe otro Templo mucho más antiguo que el anterior, es el denominado Templo de la Esfinge. Hay allí 24 columnas y el hecho de que el eje esteoeste esté alineado con la Esfinge, indica una función astronómica relacionada con la salida y puesta del Sol en los equinoccios.

Egipto, Sirio y el Perro Negro Anubis no es sólo el guardián y guía de los que han partido y el patrón del templo de los sueños; es el perro guardián de Sirio, la Estrella del Perro. La Puerta de Anubis es también una puerta a las estrellas. El perro negro es una de las formas del psicopompo que se repite una vez y otra vez en mitos y en sueños, a través del tiempo y las culturas. Él vino a mí, y me mostró un paso al otro mundo, en la forma de un perro querido que había muerto en 1987 (un pastor-

labrador enorme y negro) que se parecía muchísimo a Anubis cuando sus orejas se levantaban hacia arriba. El culto al perro se diseminó desde Egipto hacia otras tierras. En la mitología griega Hades, la morada de la muerte, era resguardada por un perro gigante similar a los mastines actuales pero con tres cabezas. Los romanos también ofrecían culto a Anubis y a Procyon, la estrella menor de la constelación Canis menor. Procyon o Proción (Alfa Canis Minoris / α CMi / Antecanis) es la estrella más brillante en la constelación del Can Menor y la octava estrella más brillante en el cielo nocturno. Su nombre viene del griego προκύον (Prokyōn), que significa «antes del perro», ya que precede a la «estrella del perro», Sirio (α Canis Majoris) en su aparición aunque, estrictamente hablando, esto sólo ocurre en las latitudes septentrionales de la Tierra. Estas dos «estrellas del perro» aparecen en la más antigua literatura de los Babilonios y los Egipcios, quienes las veneraron. Procyon es uno de los vértices del «triángulo invernal». Además es una de las estrellas más cercanas a nuestro Sistema Solar, a sólo 3,5 pársecs o 11,41 años luz. Es una estrella binaria: la estrella principal (Procyon A), tiene una débil enana blanca de compañera (Procyon B). Su vecina más cercana es la Estrella de Luyten, en Monoceros (o «Unicornio»), a 0,34 pársecs o 1,11 años luz.

Sirio y la tradición Griega El perro Procris

La historia más antigua de la tradición Griega es la de el perro de Procris, la mejor amiga de la diosa Diana, que estaba casada con Céfalo, el gran cazador. Tal era la amistad que unía a la diosa con Procris, que le obsequió a ésta un perro que nunca dejaba escapar un botín y como si fuera poco una lanza que jamás fallaba el tiro, con lo cual obtenía un apreciable handicap sobre sus pobres presas. Ambas cosas fueron regaladas a Céfalo por su amante esposa, cosa que por supuesto llenó de satisfacción al cazador.

El perro Ortros El perro Ortros, es uno de los nombres de Sirio en la mitología, Ortro u Ortos (en griego antiguo ‘matinal’, u ‘recto’) era un perro de dos cabezas, hijo de Equidna y Tifón, y hermano de Cerbero el perro de 3 ó 50 cabezas, el 50 es un número que aparece contínuamente asociado a Sirio , por la relación de éste con el 5 y por los 50 años de la órbita conjunta y acercamiento y alejamiento de Sirio B y Sirio A. El primer dueño de Ortro fue el titán Atlas, quien posteriormente lo entregó al gigante Gerión. Éste lo destinó a guardar, junto con el pastor Euritión, su cabaña de bueyes rojos en la isla Eritia. Euristeo encargó a Heracles como décimo trabajo el que le llevase el ganado de Gerión sin pedirlo ni comprarlo. Cuando llegó a la isla Eritia, Heracles acampó en un monte. Ortro le olió y fue a perseguirlo, pero Heracles lo mató con su clava. Cuando Euritión acudió a ayudar al perro, Heracles lo mató también.

Fue padre con la Quimera o quizás con Equidna de la Esfinge y del León de Nemea. Según Quinto de Esmirna, Ortro aparecía representado junto con Euritión y Gerión en el escudo de Eurípilo, hijo de Heracles. Otra de las formas simbólicas de Sirio en Grecia es Hécate -que también significa la Luna-, la diosa de la Magia y de los Juramentos Terribles, de tres o cincuenta cabezas.

Sirio y la tradición China En la antigua China, los perros del palacio Imperial eran considerados sagrados. Estos perros fueron los antecesores de los pekineses. Los perros pekineses fueron para los chinos símbolos de los grandes protectores de su fe, los leones de Buda. La alta consideración que se le tenía a los perros en China, se ilustra en la historia de cierto perro persa a quien el Emperador, en el año 565, le dio el nombre de Ch’ih Hu o “Tigre rojo”. No contento con haberle dado nombre, cosa poco frecuente por entonces, y que nombre, le dio el rango y los privilegios de Chun Chun. Lo alimentó con la mejor comida y le otorgó una renta, y cuando el Emperador andaba a caballo, lo llevaba en una esterilla, en su silla de montar. Los chinos, fundamentalmente los del sur, tienen más de una historia en la que le atribuyen al perro (Sirio) ser el antepasado de los hombres. La mitología del perro (La Estrella del Perro, Sirio) como antepasado del hombre no solo se encuentra en tierras chinas, ya que similares se hallan entre los kalangs de Java, los nias de Sumatra y los indios Dogrib de Alaska, la “gente negra” de Madagascar y también entre algunas tribus de las islas del pacífico Sur.

Sirio y la tradición Hindú Los Vedas, las Sagradas Escrituras del Hinduismo. Entre los textos más importantes de la mitología hindú se encuentran los Puranas. Otros trabajos importantes de la mitología hindú son las dos grandes epopeyas hindúes, el Ramaiana y el Majábharata (que incluye el texto Bhagavad Gita, India). El hinduismo acepta como textos sagrados la literatura védica (shastras), que abarca gran cantidad de antiguos textos sánscritos, que pueden clasificarse básicamente en dos: shruti y smriti. Según los Vedas, Mrgavyadha es la Estrella Sirio. En los Vedas Sirio se identifica como “cazador del antílope”, la figura de Rudra, y la identificación de Tisya y Rudra a la luz de Avesta.

Los Vimanas Este tipo de relatos donde se detalla la intervención de nubes y guías para protección del pueblo se encuentra en todas las Sagradas Escrituras de la Humanidad. En los antiguos textos sagrados de la India estas nubes guía eran llamadas vimanas.

El Mahabharata En el libro “Mahabharata” de la India se puede leer que Maia, uno de los dioses hindúes, construyó un gran habitáculo de metal, que fue trasladado al cielo.

Cada una de las divinidades hindúes, como Indra, Yama, Varuna, Kuvera y Brama, disponía de uno de estos aparatos metálicos y voladores llamados vimanas. Los vimanas tenían la forma de una esfera y navegaban por los aires por el efecto del mercurio que provocaba un gran viento propulsor. Los hombres alojados en los vimanas podían recorrer grandes distancias en un tiempo maravillosamente corto. El gran sabio de la antigua tradición, Narada, cuenta que la "ciudad volante" de Indra se hallaba interrumpidamente en el cielo y estaba rodeada de una pared blanca, que producía destellos de luz cuando el vehículo se desplazaba por el firmamento. El Mahabharata, cuenta que: “Por orden de Rama, el soberbio carruaje ascendió con poderoso estruendo hacia una montaña de nubes…”. En otro pasaje del Mahabharata dice: “Brima voló con su vimana sobre un monstruoso rayo que brillaba como el Sol y cuyo fragor recordaba el tronar de una tormenta” El héroe del Mahabharata, Arjuna, producto de la unión de una mujer terrestre y el “dios del Sol”, decide emprender un largo viaje para buscar a los dioses y solicitar armas de ellos. Cuando los encuentra, le recibe Inda, señor del cielo, al lado de su esposa Sachi. Le hacen subir a un carruaje celeste de guerra, e incluso le dan un paseo a través de los cielos.

Ramayana

En el Ramayana cuenta que las vimanas eran maquinas voladoras que navegaban a gran altura con ayuda de mercurio y un gran viento impulsor. Las vimanas podían cubrir enormes distancias y desplazarse de abajo arriba, de arriba abajo y de atrás adelante. Allí detalla estos objetos metálicos que brillaban en el cielo. Las personas que se montaban en estos vehiculos voladores podían dirigirse a las estrellas y a mundos lejanos, para luego retornar a la Tierra. Tambien dice que sus tripulantes eran expertos constructores.

Samarangana Subtrahara En el Samarangana Subtrahara se dedican 250 versículos a los vimanas. “El secreto de la fabricación de los vimanas no puede ser revelado, y esto no es por ignorancia, sino porque los detalles de la construcción deben mantenerse en mayor secreto para impedir que alguien pueda fabricar un vimana con fines perversos. El cuerpo del vimana debe ser fuerte y duradero pero de material liviano como un pájaro volador. Por medio de la potencia graduada del mercurio se pone en movimiento el torbellino que impulsa el carro aéreo.....”

Zend Avesta En el Avesta aparece una Estrella Brillante que se denomina Send Avesta o Tristrya que es el nombre que también se le da a la Estrella Sirio, la palabra Tisya se forma a partir de Tuis que significa brillar con resplandor. El Mrgavyadha védico (Sirio) es Rudra, y de esta estrella se dan coordenadas en los Suryasiddhanta (textos astronómicos Indios)

Otras estrellas que representan sus correspondientes papeles en el desarrollo del texto de Rudra son la Osa Mayor (Rksa) que corresponde a los 7 sabios o videntes (Rsayah) y las Pléyades (Krttikas) que debían criar a Karttiketa, surgido de la semilla de Rudra.

El Cazador del Antílope En el texto referente a Rudra, el es el cazador del antílope Prajapati, es el antílope, Rohini, su hija Mrgavyadha es Sirio Mrgasiras o Mrga es Orión Los Dioses observaron el drama de Rudra, Prajapati y su hija según se representaba en el cielo por el sol y las estrellas. El año Vedico comenzaba en primavera en el equinoccio vernal. Ese día la salida del sol era anunciada por una estrella que aparecía al alba justo antes de la salida del sol, e inmediatamente se hacia invisible entre los rayos del sol naciente. Esa era la estrella auspiciosa. Esta estrella era Orión, hasta que se observó que otra estrella salía en el equinoccio vernal y sostenia al sol al principio del año, esta estrella era llamada Aldebarán. El año tenía su figura mitica en Prajapat, y ésta se había movido hacia su hija, Rohini.

Rudra, el cazador del antílope, dispara su flecha al antílope, prajapati y su hija.

El Lebel Brillante del Cielo Sirio no sólo es la forma estelar de Rudra, sino también de otra imagen mítica, el lebel o perro del cielo. El Lebel Brillante del Cielo es Sirio, y su nombre es Mrgauyadha, el cazador del antílope.

Himno a Rudra El Jabalí del Cielo es invocado en un Himno a Rudra Rsi Vasistha

Tras sus reproches al lebel del cielo realiza un sortilegio: “La madre dormirá, el padre dormirá, el perro dormirá, el señor de la casa dormirá, todos los parientes dormirán, todas las personas de todas partes dormirán. A quien se sienta y a quien anda y a todo el que nos ve, les cerramos los ojos, como cerramos esta firme morada”. Rig Veda 7.55.5-6 Sirio la estrella perro, “ vuela a través de la atmósfera dominando todas las existencias, su nacimiento tiene lugar en las aguas del mundo inferior. Es el lebel del Cielo”. Avesta 6.80.1,3

Sirio es el brillante hijo estrella de Sarama. Este “hijo de plata y oro de Sarama” es un perro guardián feroz a las puertas del mundo inferior, con dientes que resplandecen como dardos. Rig Veda 7.55.2

Los Upanishads Raudra Brahman En el Raudra Brahman se dice que Rudra envía su luz desde Sirio..... La escuela Vedanta se refiere a la identidad en el Ser Individual como Atman y el Universal Brahman, reconociendo el mismo y único principio en todos los fenómenos y en todas las manifestaciones. Sirio, el lebel y el jabalí del cielo, es la misma estrella que Mrgavyadha, Rudra, el Arquero que custodia la mansión de Varuna para que todo se mantenga en orden, el orden del tiempo en el mundo, nuestra morada. Rudra, el arquero, provoca el principio de la vida, el principio de la humanidad en la tierra, y Mergavyadha (la estrella Sirio) aparece en la bobeda del cielo en el momento fijado en este Universo ordenado.

Aquello que me había sido revelado en sueños era sorprendente. En todas partes del mundo estaba escrito que los seres que vinieron del cielo a la tierra fueron quienes transmitieron el legado cultural de la humanidad. Ellos enseñaron las artes y ciencias a nuestros antepasados, ellos fueron los formadores del mundo primitivo. La verdadera historia de la humanidad tiene sus origenes en estos seres, pero la historia no termina aquí, la historia recién comienza…

Génesis – La Creación del Mundo Sucedió que el Ángel me había revelado todas esas cosas, él me guió, y así fue que siendo obediente a su palabra, tomé en mis manos el primer libro sagrado dado a la humanidad y comencé a leerlo teniendo en cuenta la información que me había sido revelada en sueños. Fue entonces cuando el relato cobró vida, en él se describe el verdadero origen de la humanidad, el cual es bien conocido pero incomprensible para muchos, incluso para aquellos que se consideran a sí mismos eruditos en la materia. La Biblia, (también llamada los 5 libros dados a Moisés, Pentateuco, o Tora escrita) comienza detallando los hechos que dieron lugar a la creación del mundo, del primer hombre, y la relación del mismo con su creador, el padre de la humanidad.Allí se describen los siguientes hechos:

Día 1 Cuando Dios creó el mundo dijo: Hágase la Luz Y la Luz existió Vio Dios que la luz estaba bien, y apartó la luz de la oscuridad; Y llamó Dios a la luz «día», y a la oscuridad la llamó «noche». Y atardeció y amaneció: día primero.

Día 2 Dijo Dios: «Haya un firmamento por en medio de las aguas, que las aparte unas de otras.» E hizo Dios el firmamento; y apartó las aguas de por debajo del firmamento de las aguas de por encima del firmamento. Y así fue. Y llamó Dios al firmamento «cielo». Y atardeció y amaneció: día segundo.

Día 3 Dijo Dios: «Acumúlense las aguas de por debajo del firmamento en un solo conjunto, y déjese ver lo seco»; y así fue. Y llamó Dios a lo seco «tierra», y al conjunto de las aguas lo llamó «mar»; y vio El Eterno que estaba bien. Dijo Dios: «Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semillas y árboles frutales que den fruto según su especie, con su semilla dentro, sobre la tierra.» Y así fue. La tierra produjo vegetación: hiervas que dan semilla según sus especies, y árboles que dan fruto con la semilla dentro según sus especies; y vio Elohim que estaban bien. Y atardeció y amaneció: día tercero.

Día 4 Dijo Dios: «Haya luceros en el firmamento celeste, para apartar el día de la noche, y sirvan de señales para solemnidades, días y años; y sirvan de luceros en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra.» Y así fue.

Hizo Dios los dos luceros mayores; el lucero grande para regir el día, y el lucero pequeño para regir la noche, y las estrellas; y los puso en el firmamento celeste para alumbrar la tierra, y para regir el día y la noche, y para apartar la luz de la oscuridad; y vio que estaba bien. Y atardeció y amaneció: día cuarto.

Día 5 Dijo Dios: «Bullan las aguas de animales vivientes, y aves revoloteen sobre la tierra frente al firmamento celeste.» Y creó Dios los grandes monstruos marinos y todo animal viviente que repta y que hacen bullir las aguas según sus especies, y todas las aves según sus especies; y vio que estaba bien; y los bendijo diciendo: «Sed fecundos y multiplicaos, y henchid las aguas de los mares, y las aves crezcan en la tierra.» Y atardeció y amaneció: día quinto.

Día 6 Dijo Dios: «Produzca la tierra animales vivientes según su especie: bestias, reptiles y alimañas terrestres según su especie.» Y así fue. Hizo Dios las alimañas terrestres según especie, y las bestias según especie, y los reptiles del suelo según su especie: y vio que estaba bien.

Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y en las aves del cielo, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todos los reptiles que reptan por la tierra.

Creó, pues, Elohim al ser humano a imagen suya, a imagen de Elohim lo creó, macho y hembra los creó.

Y los bendijo con estas palabras: «Sed fecundos y multiplicaos, y henchid la tierra y sometedla; mandad en los peces del mar y en las aves del cielo y en todo animal que repta sobre la tierra.»

Dijo Dios:

«Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la faz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; os servirá de alimento. «Y a todo animal terrestre, y a toda ave del cielo y a todos los reptiles de la tierra, a todo ser animado de vida, les doy la hierba verde como alimento.» Y así fue. Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien. Y atardeció y amaneció: día sexto.

Día 7 En el séptimo día, Dios dio por concluida la labor que había hecho, y cesó de toda la labor que hiciera. Y bendijo el día séptimo y lo santificó; porque en él cesó de toda la obra creadora que había hecho. Ésos fueron los orígenes del cielo y la tierra, cuando fueron creados…”

Textos tomados de la versión de la Biblia del Peregrino

El Jardín del Edén: paraíso y pecado

Dice la Biblia que cuando Dios (Elohim) creó al primer hombre y a la mujer, los colocó en el Jardín del Edén, un lugar físico ubicado en algún lugar de Oriente, tal y como se detalla en Génesis: Cuando Dios (Elohim) hizo la tierra y el cielo, no había aún matorrales en la tierra, no brotaba hierba en el campo, porque Dios (Elohim) no había enviado lluvia a la tierra, ni había hombre que cultivase el campo y sacase un manantial de la tierra para regar la superficie del campo. Entonces Dios (Elohim) modeló al hombre de arcilla del cuelo, sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo. Dios (Elohim) plantó un parque en Edén, hacia Oriente, y colocó en él al hombre que había modelado. Dios (Elohim) hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos de ver y buenos de comer, además, el árbol de la vida en mitad del parque y el árbol del conocimiento del bien y del mal. Textos bíblicos de la Biblia del Peregrino La localización del Edén se detalla por un río que se dividía en 4 brazos, cuenta el texto bíblico que Adán y Eva al desobedecer la orden de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, y cubrirse sus partes intimas tomando conciencia de su desnudez, El Eterno los expulsa del Jardín del Edén, y coloca querubines para cerrar el camino al Ser Humano al Árbol de la vida.

Localización del Edén En Edén nacía un río que regaba el parque y después se dividía en cuatro brazos: El primero se llama Pisón y rodea todo el territorio de Javilá, donde se da el oro, el oro del país es de calidad, y también allí se dan ámbar y ónice. El segundo río se llama Guijón, y rodea toda Nubia. El tercero se llama Tigris, y corre al este de Asiria. El cuarto es el Eúfrates.

La desobediencia Dios tomó al hombre y lo colocó en el parque de Edén, para que lo guardara y lo cultivara.

Dios (Elohim) mandó al hombre: Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol de conocer el bien y el mal no comas, porque el día en que comas de él, tendrás que morir.

Dios (Elohim) dijo:

“No está bien que el hombre esté solo, voy a hacerle el auxiliar que le corresponde” Entonces, el Señor Dios modeló de arcilla todas las fieras salvajes, y todos los pájaros del cielo, y se los presentó al hombre, para ver que nombre les ponía. Y cada ser vivo llevaría el nombre que el hombre les pusiera. Así el hombre puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las fieras salvajes. Pero no se encontró el auxiliar que le correspondía. Entonces Elohim echó sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una costilla y creció carne desde dentro. De la costilla que le había sacado al hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. El hombre exclamó: ¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Su nombre será Hembra, porque la han sacado del Hombre. Por eso un hombre abandona padre y madre, se junta con su mujer y se hacen una sola carne.

Los dos estaban desnudos, el hombre y su mujer, pero no sentían vergüenza.

Pero fue entonces cuando la serpiente, que era el más astuto de todos los animales del campo que Elohim había hecho se acercó a la mujer y le dijo: « ¿Cómo es que El Eterno os ha dicho: No comáis de ninguno de los árboles del jardín?» Respondió la mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín. Mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho El Señor: No comáis de él, ni lo toquéis, so pena de muerte.» Replicó la serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis. Es que El Señor sabe muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal.» Y como viese la mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que igualmente comió. Entonces se les abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y, cosiendo hojas de higuera, se hicieron unos ceñidores. Oyeron luego el ruido de los pasos del Eterno que se paseaba por el jardín a la hora de la brisa, y el hombre y su mujer se ocultaron de la vista dl Eterno por entre los árboles del jardín. El Eterno llamó al hombre y le dijo: « ¿Dónde estás?» Éste contestó:

«Te he oído andar por el jardín y he tenido miedo, porque estoy desnudo; por eso me he escondido.» Él replicó: « ¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?» Dijo el hombre: «La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí.» Dijo El Eterno a la mujer: « ¿Por qué lo has hecho?» Contestó la mujer: «La serpiente me sedujo, y comí.» El hombre llamó a su mujer «Eva», por ser ella la madre de todos los vivientes. El Eterno hizo para el hombre y su mujer túnicas de piel y los vistió.

Y dijo El Eterno: « ¡Resulta que el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, en cuanto a conocer el bien y el mal!

Ahora, pues, cuidado, no alargue su mano

y tome también del árbol de la vida y comiendo de él viva para siempre.» Textos de la Biblia del Peregrino ¿Pero a quienes se refiere cuando habla en plural? Cuando Elohim dice, “el hombre ha venido a ser como uno de nosotros”, plantea la existencia de otros seres con él. La presencia de los Ángeles. Cuando estaban en el jardín del Edén Adán y Eva eran seres puros e inmortales, ellos fueron creados a imagen de Elohim, del barro de la tierra, él insufló su aliento de vida. Pero sucedió que cuando el hombre y la mujer fueron tentados por la serpiente, comieron del árbol del conocimiento del Bien y del Mal, y por tanto se convirtieron en seres mortales. Hasta ese momento el único mandamiento que Elohim pedía al hombre era que no comiera del árbol del conocimiento del bien y del mal, de todos los árboles del jardín le estaba permitido comer, más del árbol del conocimiento le estaba prohibido, porque ciertamente el día que de el comiere, el hombre conocería la muerte. “Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol de conocer el bien y el mal no comas, porque el día en que comas de él, tendrás que morir”. A partir del momento de la desobediencia, y la caída del hombre, queda custodiado el camino al Árbol de la vida, es decir, el camino de la inmortalidad… Y Dios (Elohim) dijo: “Si el hombre es ya como uno de nosotros,

versado en el bien y el mal, ahora sólo le falta echar mano del árbol de la vida, tomar, comer y vivir para siempre”. El Ser Humano es ya a imagen de Elohim, y de sus ángeles, porque a imagen de Elohim lo creó, como dice en Génesis: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, que ellos dominen los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos y todos los reptiles”. Con la diferencia que ahora que el ser humano es versado en el conocimiento del bien y del mal, y expulsado del Edén, se ha convertido en mortal. Y Dios (Elohim) lo expulsó del paraíso, para que labrase la tierra de donde lo había sacado. Echó al hombre, y a oriente del parque de Edén colocó a los querubines y la espada llameante que oscilaba para cerrar el camino del árbol de la vida. Pero Él mismo dice que existe un camino de regreso, el camino del árbol de la vida, el camino de la inmortalidad… Dios (Elohim) dijo: “…Ahora sólo le falta echar mano del árbol de la vida, tomar, comer y vivir para siempre”. Y así de la procreación de la pareja primordial Humana, Adán y Eva, nació la descendencia que poblaría el planeta tierra. El día en que hizo Elohim la tierra y el cielo, no había aún en la tierra arbusto alguno del campo, y ninguna hierba del campo había germinado todavía, pues El Eterno no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre que labrara el suelo. Pero un manantial brotaba de la tierra y regaba toda la superficie del suelo.

Entonces Elohim, tu Dios, formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente…

Los primeros descendientes: Caín y Abel Y Adán se unió a Eva, su mujer, ella concibió y dio a luz a Caín y dijo: He procreado un hombre con el Señor. De nuevo dio a luz a su hermano Abel. Abel era pastor de ovejas, Caín era labrador. Pasado un tiempo, Caín presentó de los frutos del campo una ofrenda al Señor. También Abel presentó ofrendas de los primogénitos del rebaño y de la grasa. El Señor se fijó en Abel y en su ofrenda y se fijó menos en Caín y su ofrenda. Caín se irritó sobremanera y andaba cabizbajo. Dios (Elohim) dijo a Caín: ¿Por qué te irritas, porque andas cabizbajo? Si procedes bien, ¿no levantarías la cabeza? Pero si no procedes bien, a la puerta acecha el pecado. Y aunque tiene ansia de ti, tú puedes dominarlo.

Caín mata a su hermano Caín dijo a su hermano Abel: Vamos al campo. Y cuando estaban en el campo se echó Caín sobre su hermano Abel y lo mató. Dios (Elohim) dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Contestó: No sé, ¿soy yo el guardián de mi hermano?

Replicó: ¿Que has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Por eso te maldice esta tierra que ha abierto las fauces para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando cultives el campo, no te entregará su fertilidad. Andarás errante y vagando por el mundo. Caín respondió al Señor: Mi culpa es demasiado grave para soportarla.

Si hoy me expulsas de la superficie de la tierra y tengo que ocultarme de tu presencia, andaré errante y vagando por el mundo, y cualquiera que me encuentre me matará. Le respondió el Señor: No es así. El que mate a Caín lo pagará multiplicado por siete. Y el Señor marcó a Caín, para que no lo matara quien lo encontrara. Caín se alejó de la presencia del Señor y habitó en Eres Nod, al este del Edén.

Textos de la Biblia del Peregrino

En la historia de Caín y Abel se detalla el origen del mal, la primer falta contra la ley, el primer asesino y el primer asesinato. De allí se deriva la maldición dada a Caín “....vagabundo y errante serás en la tierra....” Sin embargo cuando Caín le dice al Señor que cualquiera que lo encuentre lo matará, éste le responde que quienquiera que

matare a Caín, tendrá un castigo aún mucho mayor, un pago de 7 veces”, por tanto quienquiera que matare, aunque fuera a un asesino, faltaría a la ley primera, el primer mandamiento ”no matarás” y debería pagar esta falta, en el caso de Caín, siete veces.

Cainitas: los hijos de Caín Caín se unió a su mujer, que concibió y dio a luz a Henoc. Caín edificó una ciudad y le puso el nombre de su hijo: Henoc

Seitas: los hijos de Set Adán se unió otra vez a su mujer, que concibió, dio a luz a un hijo y lo llamó Set, pues dijo: Dios me ha dado otro descendiente a cambio de Abel, asesinado por Caín. También Set tuvo un hijo, que se llamó Enos, el primero que invocó el nombre del Señor.

El verdadero origen de la humanidad procede del Primer Hombre Creado por Dios: Adán.

En el inicio de la raza humana, los descendientes de Adán (varón y mujer) vivían muchos años. Set por ejemplo vivió 930 años y murió a esa edad. Set engendró a Enos que vivió 807 años y así sucesivamente....

Genealogía de los Hijos de Adán Adán Set Enos Quenan Mahlalel Yered Henoc Matusalem Lamec

Noe Sem – Cam – Jafet

Los humanos provenimos de Adán, el primer Ser Humano

Somos Todos Uno Todos Somos Hermanos

Pero sucedió que cuando los seres humanos comenzaron a multiplicarse sobre la tierra engendraron hijas y estas eran tan bellas, los Ángeles vieron que las mujeres que habían sido creadas eran agradables y las desearon.

Y de la unión entre los Ángeles y las mujeres humanas nacieron los gigantes.

Los Gigantes

En aquel tiempo, comenzaron a habitar en la tierra los gigantes, junto con los humanos, y los Ángeles, generando una así una descendencia mixta, o híbrida. Ángeles Humanos: la descendencia mixta La unión entre los Ángeles y las hijas de los hombres… Cuando la humanidad comenzó a multiplicarse sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas, vieron los hijos de Elohim que las hijas de los hombres eran deseables, y tomaron por mujeres a las que preferían de entre todas ellas. Entonces dijo El Eterno: «No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre, porque no es más que carne; que sus días sean ciento veinte años.» Los gigantes existían en la tierra por aquel entonces, cuando los hijos de Elohim se unían a las hijas de los hombres y ellas les daban hijos: éstos fueron los héroes de la antigüedad, hombres famosos. Fue entonces, cuando El Eterno vio que la maldad de los hombres era mucha en la tierra y que todo designio de los pensamientos del corazón era de continuo solamente el mal y se arrepintió de haber hecho al hombre en la tierra y le dolió su corazón. Y El Eterno viendo el mundo lleno de maldad, se afligió en su corazón y dijo: «Me arrepiento de haberlos creado. » Viendo que la maldad del hombre cundía en la tierra y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal

de continuo, le pesó al Señor de haber hecho al hombre en la tierra, y se indignó en su corazón. Y dijo El Eterno: «Voy a exterminar de sobre la faz del suelo al hombre que he creado -desde el hombre hasta los ganados, los reptiles, y hasta las aves del cielo-, porque me pesa haberlos hecho.» Textos de la Biblia del Peregrino

La descendencia Elohim (Ángeles) + Hijas de Adán (Humanas) Descendencia: La 3era raza hibrída o mixta En otras palabras, Elohim (Mensajeros) + Hijas de los Hombres (Terrestres) ADN 1 + ADN 2

Raza Mixta: Ángeles Humanos

Estos seres fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre. Fue entonces, cuando Dios vio que la maldad de los hombres era mucha en la tierra y que todo designio de los pensamientos del corazón era de continuo solamente el mal y se arrepintió de haber hecho al hombre en la tierra y le dolió su corazón.

David y Goliat La Biblia, se refiere a los gigantes específicamente en la historia de David y Goliat. Goliat, fue un guerrero filisteo que, según la Biblia, combatió contra el rey David en el siglo XI a. C. Era un gigante oriundo de la ciudad de Gath y miembro del ejército de los filisteos. Goliat era descendiente de Anak, el cual provenía la raza conocida como Anakim o Nephilim, los gigantes. Según cuenta el relato bíblico, este hombre tenía una estatura de 3 metros, 9 pies y 6 pulgadas aprox. (seis codos y un palmo de altura), llevaba en la cabeza un casco de bronce, e iba revestido de una coraza de escamas que pesaba 55 kilos.

Unas polainas de bronce le protegían las piernas y una jabalina reposaba en su hombro. La punta de hierro de su lanza pesaba 7 kilos, Muchas personas afirmaban que Goliat padecía de gigantismo. Según nos cuenta el Primer libro de Samuel en el capítulo 17, este guerrero imponente estaba tan confiado de su fuerza descomunal que cuando estuvo frente al ejército de Israel, encabezados por el Rey Saúl, Goliat se detuvo ante los soldados enemigos y desafió a Israel para que presentara a un hombre que luchase con él en un combate. El perdedor haría de su nación esclava de la otra. Y así, durante cuarenta días, Goliat desafió al aterrorizado ejército de Israel cada mañana y cada atardecer. No obstante, ningún soldado israelita tuvo suficiente valor como para aceptar el reto. El relato nos describe las circunstancias en que el pequeño David llega al campo de batalla: Los 3 hermanos de David habían marchado a la guerra junto a Saúl. Un día, Jesé, el padre de los muchachos, le pide al niño que se dirija al campamento de los soldados para llevarles alimentos y enterarse de su condición, por lo que a la mañana siguiente, David se pone en marcha. Cuando Goliat salió de entre las filas para repetir su desafío David lo oyó. "Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo." 1 Samuel 17:32

Pero como David era un niño, Saúl estaba incrédulo. Entonces David le dijo: "A mí me toca cuidar el rebaño de mi padre. Cuando un león o un oso viene y se lleva una oveja del rebaño, yo lo persigo y lo golpeo hasta que suelta la presa. Y si el animal me ataca, lo sigo golpeando hasta matarlo. Si este siervo de Su Majestad ha matado leones y osos, lo mismo puede hacer con ese filisteo pagano, porque está desafiando al ejército del Dios viviente. El Señor, que me libró de las garras del león y del oso, también me librará del poder de ese filisteo." 1 Samuel 17:34-37 Y entonces el rey Saúl le permitió luchar. Vistieron al muchacho con el uniforme de campaña, un casco de bronce, una armadura y una espada. Luego, como no podía moverse, se quitó todo, tomó su honda y recogió 5 piedras. Cuando Goliat se dio cuenta del espectáculo se enfureció porque era sólo un niño y lo amenazó de muerte. Entonces dijo David al filisteo: "Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina; mas, yo vengo a ti en el nombre de El Señor de los ejércitos... a quien tú has provocado. El Señor te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza... y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que El Señor no salva con espada y con lanza; porque de El Señor es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.". 1 Samuel 17:45-47 Textos de la Biblia del Peregrino

En cuanto terminó de hablar, Goliat avanzó para atacar a David, pero el niño rápidamente corrió para hacerle frente: sacó una de sus piedras y con la honda se la lanzó hiriéndolo de muerte en la frente. Con la piedra incrustada, Goliat cayó muerto al suelo, y entonces David corrió a él, le quitó la espada y le cortó la cabeza. Y a esto le siguió una gran derrota de los filisteos

Noé La corrupción de la humanidad Viendo Dios que la maldad del hombre cundía en la tierra y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro mal de continuo, le pesó de haber hecho al hombre en la tierra, y se indignó en su corazón. Y dijo: «Voy a exterminar de sobre la faz del suelo al hombre que he creado – desde el hombre hasta los ganados, los reptiles, y hasta las aves del cielo-, porque me pesa haberlos hecho.» Pero Noé halló gracia a los ojos de Dios. Los gigantes colmaban la tierra y la fuerza del mal se multiplicaba, por esta razón Elohim escoge a Noe y su familia quien provenía de un linaje puro, descendiente de la creación original de Adan y Eva. La referencia Bíblica acerca de Noé : "perfecto en sus generaciones" hace referencia al no contenido Nefilim en su linaje (o sea 100% Humano descendiente de Adan) ; de lo cual se infiere que según el texto Genesis, que no habría "hibridacion " Nefilim en Noé y este seria 100% Humano. Y he aquí que se aproximaba un gran diluvio, y todo aquel que habitara la tierra habría de perecer en el. El Eterno tuvo compasión en su corazón y envió a sus Ángeles para que alertaran a Noé.

Noé fue el varón más justo y cabal de su tiempo. Noé andaba con El Señor. Noé engendró tres hijos: Sem, Cam y Jafet. La tierra estaba corrompida en la presencia del Señor: la tierra se llenó de violencia. El Eterno miró a la tierra y vio que estaba viciada, porque toda carne tenía una conducta viciosa sobre la tierra. Noé fue el elegido para sobrevivir al Diluvio universal. Según el relato, Noé fue el único varón hallado justo de toda la generación contemporánea a él, los demás estaban influenciados por los hijos de los ángeles caídos, y estaban sumidos en el pecado, y la tierra se hallaba llena de violencia. Noé hijo de Lamec, hijo de Matusalén, conocido por ser el ser humano que muere con más edad de los citados en el Tanáj (969 años); el cual es hijo a su vez de Enoc, quien, según una tradición posterior, profetizó sobre la llegada del Mesías y escribió sus visiones. Pero no solo en el libro de Génesis se hace referencia a este hecho, sino que en las cartas de los apóstoles de Pedro y Judas se menciona a estos seres con algunos detalles adicionales. El apóstol Pedro menciona que "El Señor no se contuvo en castigar a los ángeles que pecaron" 2 Pedro 2:4,5 Al encerrarlos en el Tártaro en espera de ser enjuiciados y a la civilización de aquella época la condenó a ser destruida en el Diluvio.

En su carta, el discípulo Judas menciona que tales ángeles (con cargos de alta jerarquía en el mundo espiritual) "abandonaron su propio y debido lugar de habitación" por lo que el Señor los encerró con "cadenas" para "el juicio del gran día". Judas 6 Tanto las citas de 2 Pedro, como Judas corresponden al apócrifo Libro de Enoc. El término además del Génesis, vuelve a utilizarse para designar a una raza de gigantes en: Números: "Cuando Moisés envió a los espías a la tierra de Canaán, regresaron con la noticia de que allí habitaban gigantes" Num. 13:33 Eclesiástico: "¿Acaso, siendo joven (David), no mató a un gigante y extirpó el oprobio del pueblo, cuando lanzó una piedra con la honda y abatió la arrogancia de Goliat?" Eclesiástico. 47:4 Baruc: "Allí nacieron los famosos gigantes de los primeros tiempos, de gran estatura y expertos en la guerra. Pero no fue a ellos a quienes el Señor eligió y les dio el camino de la ciencia; ellos perecieron por su falta de discernimiento, perecieron por su insensatez". Baruc 3:26, 3:27 ,3:28 Deuteronomio:" Los emitas habitaron en ella antes, pueblo grande y numeroso, y alto como los hijos de Anac. Por gigantes eran ellos tenidos también, como los hijos de Anac; y los moabitas los llaman emitas. Porque únicamente Og rey de Basán había quedado del resto de los gigantes. Su cama, una cama de hierro, ¿no está en Rabá de los hijos de Amón? La longitud de ella es de nueve codos, y su anchura de

cuatro codos, según el codo de un hombre". Deuteronomio 2:10, 2:11, 3:11

Libro de la Sabiduría: "Así también, al comienzo, cuando murieron los orgullosos gigantes, la esperanza del mundo se refugió en una balsa (Arca de Noé) que, conducida por tu mano, dejó al mundo la semilla de una nueva humanidad". Sabiduría 4:6 Según las Homilías clementinas (opúsculo cristiano de principios del siglo III, Siria): Ciertos ángeles acusadores pidieron permiso a Yahvéh Elohím para reunir pruebas fidedignas de la iniquidad perlas, tinte purpúreo, oro y otros tesoros, que fueron robados inmediatamente por los codiciosos hombres. Entonces los ángeles-joyas adoptaron forma humana con la esperanza de enseñar rectitud a la humanidad. Pero esa asunción de carne humana les hizo someterse a los apetitos humanos: seducidos por las hijas de los hombres, se encontraron encadenados a la Tierra y fueron incapaces de recuperar sus formas espirituales. Los Caídos tenían unos apetitos tan grandes que Elohím hizo llover sobre ellos maná de muchos sabores diferentes para que no sintieran la tentación de comer carne, alimento prohibido, y excusaran su flaqueza alegando escasez de cereal y hortalizas. No obstante, los Caídos rechazaron el maná de Elohím, mataron animales para comerlos y hasta probaron carne humana, contaminando así el aire con vapores nauseabundos. Fue entonces cuando Elohím empezó a pergeñar la destrucción de Su mundo por medio del Diluvio.

En el Libro de Enoc al hacer referencia a los Grigori (los padres de los Nefilim según la visión judía tradicional), los describe como ángeles, y no como descendientes del linaje de Set. En los Capítulos 1 al 5, trata las palabras de bendición de Enoc a los justos, que vivirán cuando los impíos sean condenados. Libro de los Vigilantes o Caída de los ángeles Capítulos 6 a 36, se centra en el tema de los Vigilantes (ángeles) tuvieron relaciones sexuales con mujeres y engendraron gigantes (nephilim); quienes desataron la violencia sobre la tierra y pervirtieron a la humanidad. Además, el Libro de los Vigilantes se caracteriza por unir y complementar las historias de los Vigilantes con la historia del Diluvio universal presentes en el génesis; y hace una descripción detallada del infierno, el purgatorio y el paraíso. “Ellos devoraron todo el trabajo de los hombres hasta que estos ya no alcanzaron alimentarlos más. Entonces los gigantes se volvieron contra los hombres y empezaron a devorarlos y empezaron a pecar contra los pájaros, y contra las bestias y los peces y a devorar unos la carne de los otros y se bebieron la sangre. Entonces la tierra acusó a los violentos por todo lo que se había hecho en ella”. Se acusa a los ángeles guardianes por haber desviado su misión y encarnado la explotación, la opresión, la destrucción de los ecosistemas, la guerra, el oro, la vanidad, la brujería, la fornicación y el engaño (8:1-3). «Y como parte de la humanidad era aniquilada, su clamor subió al cielo» (8: 4). Los arcángeles Miguel, Sariel (Uriel), Rafael y Gabriel, al ver la sangre derramada y la injusticia se dijeron que «la tierra

desolada grita hasta las puertas del cielo por la destrucción de sus hijos». Elohim los envía entonces a encadenar a los Vigilantes y a destruir a los gigantes «pues han oprimido a los humanos». Los ángeles caídos rogaron a Enoc que intercediese por ellos ante él.

Luego el libro describe la visita de Enoc al cielo en forma de una visión, y sus revelaciones. Una parte significativa del texto se dedica a describir los movimientos de los cuerpos celestes, en relación con el viaje de Enoc al cielo, con el objetivo de detallar el calendario base de las fiestas de la Ley.

Dijo, pues, El Eterno a Noé: «He decidido acabar con todo viviente, porque la tierra está llena de violencia por culpa de ellos. Por eso, he decidido exterminarlos de la tierra. Hazte un arca de maderas resinosas. Haces el arca de cañizo y la calafateas por dentro y por fuera con betún. Así es como la harás: longitud del arca, trescientos codos; su anchura, cincuenta codos; y su altura, treinta codos. Haces al arca una cubierta y a un codo la rematarás por encima, pones la puerta del arca en su costado, y haces un primer piso, un segundo y un tercero”. «Por mi parte, voy a traer el diluvio, las aguas sobre la tierra, para exterminar todo viviente que tiene hálito de vida bajo el cielo: todo cuanto existe en la tierra perecerá…

Pero contigo estableceré mi alianza

Entrarás en el arca tú y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo.

Y de todo ser viviente meterás en el arca una pareja para que sobrevivan contigo. Serán macho y hembra. De cada especie de aves, de cada especie de ganados, de cada especie de reptiles entrarán contigo sendas parejas para sobrevivir. Tú mismo procúrate toda suerte de víveres y hazte acopio para que os sirvan de comida a ti y a ellos.» Textos de la Biblia del Peregrino

Así lo hizo Noé y ejecutó todo lo que le había mandado Elohim. Y así fue como Noe guiado por El Espíritu de Elohim, comenzó a construir un Arca. La misma fue hecha con las proporciones indicadas por El, y fue construida en tiempo y forma. El Antiguo Testamento dice que era un arca de madera resinosa con compartimentos, calafateada por dentro y por fuera. Los planos dados a Noé para la construcción del arca tenía dimensiones moderadas: 135 m de largo, por 22,5 m de ancho y 13,5 m de alto, que podrían resultar suficientes para la fauna conocida en la época pero que no bastarían para albergar a toda la auténtica biodiversidad del planeta, salvo que fuese conservada por medio de su ADN. En el texto se detalla escrupulosamente que hiciera un tragaluz a medio metro del remate, una puerta al costado y tres cubiertas superpuestas. Las medidas del arca figuran en el capítulo 6, versículo 15, del libro del Génesis: 300 codos de eslora, cincuenta codos de

manga y treinta codos de puntal. Respetando las medidas mencionadas más arriba da el equivalente a un buque de carga de 14.450 toneladas de arqueo bruto, unos 41 mil metros cúbicos de espacio interior. Las tres cubiertas suministrarían una superficie total de 9.100 m². Casi todo el espacio disponible sería para la carga útil, pues era simplemente una caja destinada a flotar y no debían llevar más que el alimento y el agua necesarios. Las proporciones coinciden con la arquitectura naval moderna: 1 : 1/6 : 1/10. Esta caja no podría volcarse en ninguna condición de mar imaginable. Según el texto cuando Noé completó el arca, entraron él, su familia y también los animales.

El Arca de Noé La historia del Arca de Noé, cuenta que Elohim encontró a un buen hombre que halló gracia ante sus ojos, Noé. Un hombre justo y cabal entre la gente de su tiempo, y decidió que a él le correspondería mantener el linaje de los hombres. Elohim dijo a Noé que construyera un arca, y que llevara con él a su esposa, a sus hijos Sem, Cam y Jafet, y a las esposas de éstos. Cuando Noé completó el arca, entraron él, su familia y todos los animales. «Aquel día fueron rotas todas las fuentes, y las cataratas del cielo se abrieron, y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches»… El diluvio cubrió hasta las montañas más altas. y todas las criaturas de la Tierra murieron; pero Noé y los que estaban con él en el arca sobrevivieron.

Finalmente, después de muchos días, el arca se asentó en el monte Ararat, y las aguas retrocedieron por algunos días hasta que emergieron las cimas de las montañas. Entonces Noé envió a un cuervo que salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra. Luego Noé envió una paloma, que regresó porque no tuvo donde posarse. Noé envió de nuevo a la paloma y regresó con una hoja de olivo en su pico, y entonces supo que las aguas se habían retirado. Noé esperó siete días más y envió a la paloma una vez más, y esta vez el ave no regresó.

Pero tuvo que esperar unos días mas, entonces él y su familia y los animales salieron del Arca, y Noé ofreció un sacrificio a Elohim y éste le prometió que nunca volvería a maldecir a la Tierra debido al hombre, y que no volvería a destruir la vida en ella. Para recordar esta promesa, Elohim puso un arcoiris en las nubes y dijo: “Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, de todo tipo sobre la Tierra"

Según una interpretación posterior Noé pasó 120 años advirtiendo a sus contemporáneos del peligro que los amenazaba, pero no le hicieron caso. Este añadido a la historia se debe a una lectura del texto de Génesis 6:3, el cual dice: Dijo El Eterno al ver estas cosas:

“con el hombre mi soplo para siempre no habitará, siendo éste solo carne. Así que sus días vendrán a ser 120 años". Y preservando la simiente de cada ser viviente por especies se dispuso a estar listo junto con su familia para ser los primeros habitantes de la nueva tierra. Y el diluvio se presentó tal como lo había predicho Elohim. Y habitaron el Arca Noe junto con su familia, y la simiente de cada una de las especies durante el tiempo que duró el diluvio. El diluvio comenzó el año 600 de la vida de Noé, y tuvo una duración de cuarenta días con sus noches respectivas, durante los cuales toda la Tierra llegó a estar bajo las aguas, destruyendo todo rastro de vida animal, exceptuando a los animales que junto a Noé, pero Noé no se daba por vencido, así que envió una paloma, "a la hora de la tarde", con lo que Noé entendió que el proceso de retiro de aguas de la tierra estaba avanzando. Siete días después el patriarca volvió a enviar la paloma, la cual no regreso, dando a entender, que la inundación cesó. En el año 601 de la vida de Noé la Tierra se secó, y no obstante su deseo por abandonar el arca, Noé y su familia esperaron un mes más, hasta que el Señor les ordenó salir.. Y una vez que el diluvio cesó y la tierra se secó, llegaron a tierra firme, y fueron los primeros habitantes de la nueva tierra. Entonces El Señor cumplió el pacto que hizo Elohim con Noé y su familia.

Se dispersaron, y tuvieron hijos. Y los hijos de sus hijos tuvieron hijos, y una nueva tierra fue habitada por ellos. Los hijos de Sem, Cam y Jafet repoblaron el mundo…

La Tierra después del Diluvio Según el relato del Génesis, Noé fue el único varón hallado justo de toda la generación contemporánea a él, puesto que los demás, influenciados por los hijos de los ángeles caídos, los gigantes estaban sumidos en el pecado y por su ellos la tierra se hallaba llena de violencia. Noé fue hijo de Lamec, descendiente del tercer hijo de Adán, Set, fue hijo de Matusalén, conocido por ser el ser humano que muere con más edad de los citados en toda la Tanáj (969 años); el cual es hijo a su vez de Enoc, quien profetizó sobre la llegada del Mesías y escribió sus visiones en un libro : El Libro de Enoc. A partir de los descendientes de Noé fueron pobladas las costas de las naciones, según sus territorios, cada una según su idioma, conforme a sus familias en sus naciones. El área que habitaron abarcó desde Mesa hasta las inmediaciones de Sefar, en la región montañosa al oriente.

Estos fueron los hijos de Jafet, Cam y Sem según sus familias, según sus idiomas, en sus territorios y en sus naciones. Estas fueron las familias de los hijos de Noé, según sus descendientes y sus naciones. De éstos proceden las naciones de la tierra, después del diluvio.

El pacto perpetuo Dios bendijo a Noé y a sus hijos diciéndoles: Creced, multiplicaos y llenad la tierra. Todos los animales de la tierra os temerán y respetarán: Aves del cielo, reptiles del suelo, peces del mar están en vuestro poder. Todo lo que vive y se mueve os servirá de alimento: os lo entrego lo mismo que los vegetales. Pero no comáis carne con sangre que es su vida. Pediré cuentas de vuestra sangre y vida, se las pediré a cualquier animal, Y al hombre le pediré cuentas de la vida de su hermano. Si uno derrama la sangre de un hombre, otro hombre su sangre derramará.

Porque Dios hizo al hombre a su imagen. Vosotros creced y multiplicaos, rebullid por la tierra y dominadla. Dios dijo a Noé y a sus hijos: Yo hago un pacto con todos vosotros y con vuestros descendientes, con todos los animales que os acompañaron: aves, ganado y fieras, con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra.

Hago un pacto con vosotros: El diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste la tierra.

Y añadió: Esta es la señal del pacto que hago con vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las edades. Pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra. Cuando yo envíe nubes sobre la tierra, aparecerá en las nubes el arco, y recordaré mi pacto con vosotros y con todos los animales, y el diluvio no volverá a destruir a los vivientes.

Saldrá el arco en las nubes, y al verlo recordaré mi pacto perpetuo: Pacto de Dios con todos los seres vivos, con todo lo que vive en la tierra. Dijo a Noé: Esta es la señal del pacto que hago con todo lo que vive en la tierra. Textos de la Biblia del Peregrino

Los Descendientes de Noé Isaac - Hijo de Abrán

En el Libro del Génesis, Isaac (en hebreo ‫חק‬ ָ ְ‫יִצ‬Yitzhak o Yiāq en árabe Ish'aq) es uno de los patriarcas del pueblo de Israel; hijo de Abraham y Sara, su nombre significa "hara reír", y se debe a la hilaridad que causó a su madre el anuncio de un viajero al que había hospedado de que daría luz a un hijo, pues dada su edad, no podía creer estar embarazada (Génesis 17:16-17). Según el relato bíblico, Sara contaba 90 años en ese momento. Génesis 17:16-17 Yo la bendeciré, y también te daré un hijo de ella. Sí, la bendeciré y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos nacerán de ella. Entonces Abrán se postró sobre su rostro, y se rió y dijo en su corazón: « ¿A un hombre de cien años habrá de nacerle un hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, habrá de concebir?» Textos de la Biblia del Peregrino

Abrán - Hijo de Sem – Hijo de Noé Abraham (en hebreo ‫הם‬ ָ ָ‫אבְר‬, Avraham; en árabe, Ibrāhīm), es uno de los patriarcas del pueblo de Israel. Abraham significa «padre/dirigente de muchos/errantes», nombre que se le da en la tradición porque se cree que fue él

el que inició la colonización progresiva de tribus hebreas en Canaán. Según la Biblia este nombre se lo puso El Señor. La historia de Abraham está relatada en el libro del Génesis (11,26 a 25,18). Hijo de Taré (que en hebreo se escribe ‫תרח‬, Téraj). Era descendiente de Sem, uno de los tres hijos de Noé. Relata el Génesis que fue el mismo Señor quien le ordenó salir de su tierra para establecerse en Canaán. Emigró desde Jarán (actualmente Harrán, en la Siria mesopotámica) hacia Canaán. Salió con su mujer y su sobrino Lot. Abraham tuvo dos hijos: Ismael e Isaac Ismael, de su esclava Agar. Considerado el padre de los ismaelitas, (beduinos nómadas). Isaac, de su esposa Sara, estéril hasta avanzada edad, el cual es considerado el único heredero (Cf. Gén. 17,19; 21,10-12), el cual fue padre de Esaú y Jacob (Israel). Jacob tuvo 12 hijos que fundaron las Doce Tribus de Israel, uno de los cuales fue Judá. Los israelitas consideraban descendientes de Judá al Rey David y el Rey Salomón. Aparte de estos 2 famosos hijos, la Biblia dice que Abraham tuvo otros 6 hijos de su concubina Qturá ( ‫רה‬ ָ ‫קטו‬ ְ = Cétura): Zimrán, Yocshán, Mdan, Midyán, Yishbac y Shúaj (Cf. Génesis 25:2).

El encuentro con Abrán Dios (Elohim) dijo a Abrán: Sal de tu tierra nativa y de la casa de tu padre, A la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, Y servirá de bendición. Bendeciré a los que te bendigan, Maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo.

Alianza de Abrán Abrán recibió en una visión la palabra del Señor:

No temas Abrán, yo soy tu escudo y tu pago será abundante… Abrán contestó: Señor, ¿de que me sirven tus dones si soy estéril y Eliécer de Damasco será amo de mi casa? Y añadió: No me has dado hijos, y un criado de casa me heredará. Pero el Señor le dijo lo siguiente: No te heredará ése, uno salido de tus entrañas te heredará. El Señor lo sacó afuera y le dijo: Mira el cielo, cuenta las estrellas si puedes…. Y añadió: Así será tu descendencia Abrán creyó al Señor y se le apuntó en su haber. Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo invadió a Abrán y un terror intenso oscuro cayó sobre él. El Señor dijo a Abrán: Has de saber que tu descendencia vivirá como forastera en tierra ajena, tendrá que servir y sufrir opresión durante cuatrocientos años, pero yo juzgaré al pueblo a quien han de servir, y al final saldrán cargados de riquezas….

Aquel día Elohim hizo alianza con Abrán en estos términos:

A tus descendientes les daré esta tierra desde el río de Egipto al Gran río Éufrates.

Textos de la Biblia del Peregrino

Ismael – Hijo de Abrán Saray la mujer de Abrán no le daba hijos: pero tenía una sierva egipcia llamada Agar. Y Saray dijo a Abrán: El Señor no me deja tener hijos, llégate a mi sierva a ver si ella me da hijos. Abrán aceptó la propuesta. Él se llegó a Agar, y ella concibió. Y al verse encinta perdió el respeto a su señora. Saray la maltrató y ella se escapó.

El Ángel se presenta a Agar

El Ángel del Señor la encontró junto a una fuente de la estepa, la fuente del camino del Sur y le dijo: Agar, esclava de Saray, ¿de dónde vienes y adónde vas? Ella respondió: Vengo huyendo de mi señora. El Ángel del Señor le dijo: Vuelve a tu señora y sométete a ella. Y el Ángel de Señor añadió: Haré tan numerosa tu descendencia, que no se podrá contar. Y el Ángel del Señor concluyó: Mira, estás encinta y darás a luz un hijo y lo llamarás Ismael, porque el Señor te ha escuchado en tu aflicción. Será un potro salvaje: él contra todos y todos contra él, vivirá separado de sus hermanos. Textos de la Biblia del Peregrino Agar dió un hijo a Abrán a la edad de 86 años, y él lo llamó Ismael.

El Pacto con Abrán Cuando Abrán tenía noventa y nueve años, se le apareció El Señor y le dijo:

Yo soy Dios Todopoderoso. Procede de acuerdo conmigo y sé honrado, y haré una alianza contigo: Haré que te multipliques sin medida….

Abrán cayó rostro en tierra y Elohim le habló así: Mira, este es mi pacto contigo: Serás padre de una multitud de pueblos. Y no te llamarás Abrán sino Abrahán, porque te hago padre de una multitud de pueblos. Te haré fecundo sin medida, sacando pueblos de ti, y reyes nacerán de ti. Mantendré mi pacto contigo y con tu descendencia en futuras generaciones, como pacto perpetuo. Seré tu Dios y el de tus descendientes futuros… Saray tu mujer, ya no se llamará Saray, sino Sara. La bendeciré y te dará un hijo y lo bendeciré, de ella nacerán pueblos, reyes y naciones.

Textos de la Biblia del Peregrino Abrahán cayó rostro en tierra y se dijo sonriendo: ¿Un centenario va a tener un hijo, y Sara va a dar a luz a los noventa? Y Abrahán dijo a Dios: Me contento con que te guardes vivo a Ismael.

Elohim replicó: No, es Sara quien te va a dar un hijo, a quien llamarás Isaac, con él estableceré mi pacto y con sus descendientes, un pacto perpetuo. En cuanto a Ismae, escucho tu petición: Lo bendeciré, lo heré fecundo, lo haré multiplicarse sin medida, engendrará doce príncipes y haré de él un pueblo numeroso. Pero mi pacto lo establezco con Isaac, el hijo que te dará Sara el año que viene por estas fechas. Textos de la Biblia del Peregrino Cuando El Señor terminó de hablar con Abrahán se retiró.-

Promesa del nacimiento de Isaac Elohim se le apareció a Abrahán en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda, a la hora de más calor.

Alzó los ojos y vio a tres varones que estaban junto a él. Al verlos salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, se postró en tierra y dijo: --Señor, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de largo junto a tu siervo. Haré traer ahora un poco de agua para que lavéis vuestros pies, y luego os recostaréis debajo de un árbol. Traeré también un bocado de pan para que repongáis vuestras fuerzas antes de seguir, pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Ellos dijeron: --Haz como has dicho. Entonces Abrahán fue de prisa a la tienda donde estaba Sara, y le dijo: --Toma enseguida tres medidas de flor de harina, amásala y haz panes cocidos debajo del rescoldo. Corrió luego Abrahán a donde estaban las vacas, tomó un becerro tierno y bueno, lo dio al criado y este se dio prisa a prepararlo. Después tomó mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos. Él se quedó con ellos debajo del árbol, y comieron. Después le preguntaron: --¿Dónde está Sara, tu mujer? Él respondió:

--Aquí, en la tienda. Entonces dijo: De cierto volveré a ti el próximo año, y para entonces Sara, tu mujer, tendrá un hijo.

Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él. Abrahán y Sara eran viejos, de edad avanzada, y a Sara ya le había cesado el período de las mujeres.

Y se rió Sara para sus adentros, pensando: « ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?» Entonces El Eterno dijo a Abrahán: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: "Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja"? ¿Acaso hay alguna cosa difícil para El Señor? Al tiempo señalado volveré a ti, y para entonces Sara tendrá un hijo. Entonces Sara tuvo miedo y negó, diciendo: --No me reí. Y él dijo: --No es así, sino que te has reído.

....Y El Señor se le apareció a Isaac y en atención a Abraham lo bendijo y multiplicó su descendencia.

Jacob y Esaú Jacob o Ya'akov, en hebreo ‫קב‬ ֹ ֲ‫" יַע‬sostenido por el talón" o en árabe Yaqūb, conocido después como Israel hebreo ‫אל‬ ֵ ָ‫" יִשְר‬El que Pelea con Dios", árabe Isrāīl) es uno de los patriarcas en la Biblia. Su historia es contada en el libro del Génesis Cuenta el relato que Jacob compró la primogenitura de su hermano Esaú por un plato de lentejas, y a su esposa, Raquel, la compró de su tío Labán a cambio de catorce años de trabajo. Después de los siete primeros Labán lo engañó, entregándole a su hija Lea. Siete años más tarde le entregaría recién a Raquel. El Señor renombró a Jacob como Israel después que este luchó contra un ángel (Génesis 32:23-30), y llegaría a ser el padre de los israelitas. Al igual que su padre, Jacob era de disposición tranquila, porque, según el relato, el era un ish tam, traducido como sencillo o puro, en el sentido de la perfecta sencillez. También dice que yacía en la tienda lo cual, interpretado por muchos eruditos bíblicos, es una señal de ser alguien muy estudioso. Era el segundo nacido de los hijos mellizos de Isaac y Rebeca. Durante el embarazo, los niños "luchaban" dentro de ella (Génesis 25:22). Cuando Rebeca le consultó a Dios el porqué de la lucha, recibió el mensaje de parte de Él, que dos naciones, muy distintas entre ellas, estaban formándose en su vientre, y que el mayor serviría al menor. Rebeca siempre recordó estas palabras. De hecho, ella siempre favoreció a Jacob. Entretanto, su padre, Isaac, siempre favoreció a Esaú, el otro hijo mellizo, quien era un hombre de campo, y un gran cazador.

La Biblia dice que cuando los muchachos estaban creciendo, Esaú, el cazador, un día vino hambriento, y le pidió a su hermano Jacob el plato de lentejas que estaba comiendo. Jacob, por consejo de su madre, le pidió que le vendiera la primogenitura como hijo mayor, a cambio del alimento. Esaú, viendo que este derecho era inservible para él si llegaba a morir, accedió, y así, en palabras bíblicas "despreció su primogenitura". Este derecho no sólo incluía el tradicional rito bíblico de los primogénitos, el cual garantizaba un rango superior en la familia (Génesis 49:3), sino también, una doble porción de la herencia paternal (Deuteronomio 21:17). Cuando Isaac envejeció, y había perdido bastante su vista al punto de quedar casi ciego, envió a Esaú a los campos, diciéndole que cazara algo para una última comida antes de recibir su bendición. Rebeca escuchó, y le dijo a Jacob que degollara dos cabritos, y se los trajera a su padre, para que recibiera de él la bendición de su hermano. Jacob objetó que su padre, aunque estaba casi ciego, podría notar la sustitución sólo con tocarlo, ya que Esaú era bastante velludo, y él era lampiño. Rebeca le dijo que no se preocupara, y le colocó a modo de fundas las pieles de los cabritos sobre cuello y manos. Jacob, así vestido, fue a la presencia de su padre clamando ser su hermano, entonces Isaac, sospechando de su voz, pidió que se acercara para palparlo. Una vez que se "aseguró" que era "Esaú", le dio la bendición. Tan pronto como Jacob recibió dicha bendición y se marchó, Esaú llegó, cayendo en gran cólera por lo que había ocurrido. Isaac, quien ya se había dado cuenta del error, le dijo que lo único que podía darle era una bendición menor. Esaú, en cambio, juró que iba a matar a su hermano, una vez que su padre muriese Rebeca, su madre, dándose cuenta de antemano de las intenciones asesinas de Esaú, le llamó y lo hizo huir, enviándolo donde su hermano, Labán, hasta que la furia de

Esaú disminuyera. También, le aconsejó que buscara una esposa mientras viviera allí. En el camino a Harán, experimentó una extraña visión, en la que sostenía una escalera que llegaba hasta el cielo, una visión que es comúnmente referida en las Escrituras como La Escalera de Jacob. Desde la cima de la escalera, escuchó la voz de Dios, que repetía muchas bendiciones hacia Jacob. Continuando su camino, llegó a Harán. Paró allí, y encontró a la hija más joven de su tío Laban, su prima Raquel. Después de que Jacob había vivido un mes con sus familiares, Laban le ofreció paga por la ayuda que le había dado. Jacob indicó que le serviría por siete años a cambio de la mano de Raquel en matrimonio, a lo cual Laban accedió. Estos siete años le parecieron a Jacob "unos pocos días, por el amor que le tenía a ella". Pero una vez que se completó el tiempo establecido, Laban le dio a su hija mayor, Lea, en su lugar. En la mañana, cuando Jacob descubrió el cambio, se quejó, a lo que Laban dijo que en su país era inaceptable dar en matrimonio a la hija menor antes que la hija mayor. Entonces ofreció a Jacob darle a Raquel también, aunque sólo si permanecía con Lea. Él cumplió con la luna de miel y trabajó otros siete años. Una vez que se casó con ambas, "Jacob amó a Raquel y despreció a Lea". Dios, viendo esto, hizo que Lea procreara muchos hijos. Ella le dio a luz a Rubén, Simeón, Leví, y a Judá antes de partir al desierto. Raquel, viendo que era incapaz de procrear un hijo, se puso celosa de su hermana, entonces pidió a Jacob que tuviera hijos con su criada, Bilha, para que ella pudiera tener un hijo a través de ella. Jacob hizo así, y Bilha le dio a luz a Dan y Neftalí. Así, Lea también entró en celos, y le pidió a Jacob que tuviera hijos también con su criada, Zilpa. Ella a su vez, le dio a Gad y Aser. Entonces, Lea volvió a ser fértil nuevamente, y le dio a luz a Isacar y Zabulón. También tuvo a la única hija de Jacob, Dina. Entonces Dios se acordó de Raquel y al fin, le dio un hijo, al que llamó José.

Para el tiempo en que nació José, Jacob deseaba volver a casa, pero Laban notó que Dios le había bendecido en gran manera mientras Jacob estuvo allí, por lo que le rogó que se quedara. Laban ofreció pagarle, entonces Jacob mencionó, como posible pago, parte del hato de ganado de Laban, el cual había aumentado grandemente. Laban accedió, e inmediatamente le dio todas las reses que Jacob había solicitado. Conforme el tiempo pasaba, los hijos de Laban se dieron cuenta de que Jacob tomaba la mejor parte de sus rebaños, además de que la actitud amistosa de Laban hacia Jacob había cambiado. Entonces, Dios le advirtió a Jacob salir del pueblo, y después de una rápida consulta a sus esposas, el partió sin dar aviso a Laban. Antes de partir, Raquel robó los íconos de la casa de su padre. Laban en gran ira, persiguió a Jacob durante siete días, pero la noche antes de que lo lograra alcanzar, El Señor le habló en sueños y le dijo: "Debes tener cuidado de no hablar mal a Jacob" (Génesis 31:24). El día que se encontraron, en el monte Gilead, Laban acusó a Jacob de escabullirse con sus hijas, como si fueran cautivos, y le cuestionó por qué no le había avisado de su partida con anticipación. Le menciono a Jacob que pudo herirlo, pero el mensaje de Dios la noche anterior lo detuvo de hacer esto. Finalmente preguntó por qué los íconos habían sido robados. Jacob no sabía que Raquel había robado los iconos. Por tanto, le dijo a Laban que quienquiera que los haya robado debe ser muerto, a lo cual le solicitó permitirle buscar. Laban lo hizo así, mas cuando buscó en la tienda de Raquel, ella los escondió sentándose sobre ellos. Una vez que terminó su búsqueda, y vino sin nada, Jacob, molesto, lo reprendió por haberlos

perseguido e insistir en revisar sus cosas, recordándole todo el tiempo que habían perdido mientras revisaban las tiendas. Ambos hicieron la paz, y Laban regresó a casa, y Jacob siguió su camino.

"Y Jacob siguió su camino, y los Ángeles del Señor lo encontraron"

El encuentro con Jacob

Según el texto bíblico Jacob seguía su camino cuando se encontró con unos mensajeros del Señor, y ellos fueron con la noticia de que se acercaron a su hermano Esau y que iba a su encuentro con 400 hombres. El Señor se le apareció a Jacob y le dijo que hiciera un altar al Dios que se había aparecido a su hermano Esaú. El Señor se le apareció de nuevo, lo bendijo y le dijo que su nombre no sería más Jacob, sino Israel y le dijo:

“Yo Soy el Dios Todopoderoso”, crece y multiplícate. ...Un grupo de pueblos nacerá de ti, reyes saldrán de tus entrañas...... El Señor le dijo que la tierra que le había dado a Abraham y a Isaac se la daría a él, y a su descendencia. Después de esto, se marchó del lugar donde había hablado con el, el cual lo llamo Betel. Tan pronto se acercó a la Tierra Prometida, Jacob envió un mensaje a su hermano, Esaú. Sus sirvientes volvieron con la noticia de que Esaú estaba aproximándose, a encontrarse con Jacob con un ejército de 400 hombres. En gran agonía, Jacob se preparó para lo peor. Sintió que ahora debía encomendarse a Dios, a quien oró. Entonces, Jacob envió un magnífico presente a Esaú, "un regalo a mi señor Esaú, de tu sirviente Jacob". Jacob entonces llevó a su familia y sus rebaños a través de la montaña, y cruzó en dirección a Esaú, pasando la noche a solas con El Señor. Así, mientras estaba en oración, un hombre

misterioso se le apareció a Jacob y luchó con él hasta el amanecer, cuando el hombre pidió ser liberado. Jacob se negó, hasta tanto el hombre no lo bendijera. El hombre, después de preguntar por su nombre, lo bendijo, y le cambió su nombre por el de Israel (‫ישראל‬, del hebreo "uno que ha luchado con Dios"). Entonces, Jacob le preguntó al hombre por su nombre, pero él se negó a contestar. Después de esto, Jacob llamó al lugar Penei-Él (‫אל‬-‫פני‬, en hebreo "la cara de Dios", diciendo: "He visto al Señor cara a cara, y he sobrevivido" Génesis 32:30 Después de la noche de lucha con el ángel, Jacob ve que Esaú se aproxima. Entonces sienta a sus esposas e hijos en orden, con su amada Raquel y su hijo José detrás de él (Génesis 33:3). Esaú vino y lo encontró, pero su espíritu de venganza había sido apaciguado por el gran poder y riqueza que él había alcanzado. Aun así, Jacob se negó a viajar con Esaú o permitir que cualquier hombre de Esaú le acompañase. Entonces, Esaú siguió con toda su familia y pertenencias lejos hacia el sur de la Tierra Prometida. Jacob se estableció en Sucot por un tiempo. Mientras viajaba posteriormente a Efrata, camino de Belén, Raquel murió dando a luz a su segundo hijo, Benjamín, seis años después del nacimiento de José (Génesis 35:16-20). Isaac murió a la edad de 180 años, 44 después de que bendijera a Jacob y lo enviara a Harán a buscar esposa. En este tiempo también, José, quien contaba con 30 años, había sido liberado de prisión en Egipto y había sido nombrado Gobernador de esas tierras, sólo por debajo del Faraón. Tiempo antes de esto, Jacob había sido profundamente "herido en su alma" con la desaparición de su hijo amado, José, quien había sido vendido a unos mercaderes por sus hermanos a causa de los celos que le guardaban (Génesis 37:33). El resto

del Génesis sigue la historia del hambre y de las idas sucesivas hacia Egipto para comprar grano (Génesis 42), que llevó al descubrimiento del José perdido. El patriarca fue a Egipto con toda su casa a pedido de su hijo José. Las escrituras dicen que Jacob llegó a residir en la tierra de Gosen, con su familia que sumaban “setenta almas” (Éxodo 1:5); (Deuteronomio 10:22). Llegando al fin de su vida, convocó a sus hijos al lado de su lecho y los bendijo. Junto con sus últimas palabras repitió la historia de la muerte de Raquel, aunque habían pasado ya 51 años desde su deceso, "como si hubiera sucedido ayer". Entonces, "él hizo un último pedido a sus hijos, recogió sus pies en el lecho, y expiró su alma" (Génesis 49:33), a la edad de 147 años (Génesis 47:28). El cuerpo de Jacob fue embalsamado y llevado a la tierra de Canaán, donde fue enterrado con su esposa Lea, en la Cueva de Macpelá, de acuerdo a su solicitud antes de morir.

Losa 12 hijos de Jacob y las 12 tribus de Israel Jacob tuvo doce hijos, de ellos nacen las 12 tribus de Israel. De su primera esposa Lea tuvo a Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón. También tuvo a su única hija Dina. De Bilha, sierva de Raquel, tuvo a Dan y Neftalí. De Zilpa, sierva de Lea, tuvo a Gad y Aser. Por último, de su esposa favorita, Raquel, tuvo a José y Benjamín. Estos comprendían las doce Tribus de Israel.

Sin embargo, con Leví y José el asunto fue más complicado. Los descendientes de Leví, llamados levitas, fueron sacerdotes, y por lo tanto, no tenían tierras. Con el fin de hacer que el número de tribus fueran doce, ya que no se mencionaba a Leví, y no existía Tribu de José, se nombraron a los hijos de este último, que tuvo en Egipto con Asenat, como sustitutos: Efraím y Manasés

Ciclo Patriarcal: José Según el relato del libro del Génesis, José fue uno de los doce hijos de Jacob. Su madre fue Raquel. José es el undécimo hijo de los doce hijos de Jacob (y, por ende, ancestro de una de las doce tribus de Israel). Su madre Raquel era la mujer amada por Jacob, por esta razón era el más querido por su padre lo que produjo la envidia de sus hermanos. Además, tenía sueños en los que aparecía alzado por encima de éstos, prediciendo lo que iba a suceder en el futuro. Por ser el favorito y quien quería Jacob que fuese su sucesor, le elaboró una túnica de colores que lo distinguía, lo que enfureció aun más a sus hermanos, que buscaban la ocasión para vengarse. Un día sus hermanos llevaron a sus animales a pastar en un lugar lejano a sus tiendas, al pasar los días y ver que no regresaban, Jacob envió a José a buscarlos y ver que se encontrasen bien. Sus hermanos al ver desde lejos que venía José planearon matarlo, cuando llegó lo tiraron a un pozo de agua vacío y lo tuvieron hasta decidir qué hacer con él, al otro día pasó por esos lugares una caravana de mercenarios que se dirigían a Egipto y sus hermanos lo vendieron como esclavo y de regreso con Jacob le mintieron diciendo que habían encontrado su túnica la cual habían mojado con sangre de cordero para hacer creer a Jacob que fue atacado por una bestia del bosque que lo mató. Jacob lloró la muerte de su hijo querido sin consuelo. De esta manera José sale de Canaán (Israel) y llega a Egipto.

Allí fue vendido y llevado a la casa de Potifar. Éste, al ver que José sabía leer y manejaba los números (enseñado por su padre), le confió la administración de su casa y se convirtió en la mano derecha de Potifar. En sus tiempos como esclavo trabajaba mucho y siempre confiando en Dios que algún día iba a regresarlo a sus tierras con sus padres y sus hermanos. Con el trabajo de esclavo José se convirtió en un joven fornido, y la esposa de Potifar, que se quedaba en la casa cuando este salía, se fijó en él e intentó seducirle. Un día llamó a José a su habitación y trató de tener relaciones con él, pero él se resistió recordando las enseñanzas de rectitud que su padre siempre le enseñó, además de estar conciente que sería una falta ante Dios y salió de la habitación dejando en las manos de la señora su manto. Al no lograr su objetivo, y sabiendo que José podría denunciar su adulterio, la esposa de Potifar lo acusó de intentar aprovecharse de ella, mostrando su manto como prueba. Potifar dudó de esto, pues conocía a José y sabía que era incapaz de ello, pero por otro lado su esposa insistía en que lo matase, así que Potifar decide enviar a José a la cárcel. En la cárcel José se encontró con el copero y el panadero del Faraón, quienes fueron a parar allí acusados de robar una copa de oro perteneciente al Faraón. Ambos habían tenido sueños muy misteriosos, y José les pidió que se los contasen porque él podía descifrar qué significaban. El copero le contó: "Soñé que tenía ante mí una vid con tres sarmientos, que estaban como echando brotes, subían y florecían y maduraban sus racimos. Tenía en mis manos la copa del faraón, y tomando

los racimos, los exprimía en la copa del Faraón y la puse en sus manos". José le respondió que los tres sarmientos representaban tres días, y que al cabo de ese tiempo el copero sería declarado inocente y volvería a servir al Faraón. José le pidió además al copero que le hablase de él al Faraón para que fuese liberado y pudiese volver a su patria. Viendo el panadero que José había dado una respuesta favorable al copero, le pidió que también le interpretara su sueño y le dijo: "En mi sueño voy caminando con tres canastillas llenas de pan blanco. En el canastillo de encima había toda clase de pastas de las que hacen para el Faraón los reposteros, y las aves se las comían del canastillo que llevaba sobre mi cabeza". José contestó que las tres canastillas simbolizaban tres días, al cabo de los cuales el Faraón decapitaría al panadero, lo colgaría de un árbol y los pájaros picotearían su cuerpo. Todo se cumplió según lo predicho por José, al tercer día, que era el del cumpleaños del Faraón, dio éste un banquete a todos sus servidores; se acordó entonces del copero y del panadero, y decidió restablecer al primero en su puesto y condenar a muerte al segundo. Sin embargo, al verse libre, el copero se olvidó de José. Después de dos años completos el Faraón tuvo un sueño:

José interpreta el sueño del faraón He aquí que él estaba de pie y del Nilo subían siete vacas de hermoso aspecto y gordas de carne, y pacían entre los juncos

Pero he aquí que otras siete vacas salían del Nilo, detrás de ellas, de mal aspecto y flacas de carne. Estas se pusieron junto a las otras vacas a la orilla del Nilo. Se durmió de nuevo y soñó por segunda vez; y he aquí que siete espigas subieron de un solo tallo, gruesas y hermosas. Pero he aquí que detrás de ellas brotaron otras siete espigas delgadas y quemadas por el viento del oriente. Entonces las espigas delgadas devoraron a las siete espigas gruesas y llenas. El faraón se despertó, y he aquí que había sido un sueño. Sucedió que por la mañana su espíritu estaba perturbado, por lo que mandó llamar a todos los magos de Egipto y a todos sus sabios. El faraón les contó sus sueños, pero no había quien se los interpretase al faraón. El copero se acordó entonces de José y le contó al Faraón lo ocurrido en la cárcel. Entonces el faraón mandó llamar a José, y le hicieron salir apresuradamente de la cárcel, alguien le había dicho que José interpretaba los sueños.

Entonces el faraón dijo a José: —He tenido un sueño, y no hay quien me lo interprete. Pero he oído hablar de ti, que escuchas sueños y los interpretas. José respondió al faraón diciendo: —No está en mí. El Señor responderá para el bienestar del faraón. Entonces el faraón dijo a José: —En mi sueño yo estaba de pie a la orilla del Nilo. Y he aquí que del Nilo salían siete vacas gordas de carne y de hermoso aspecto, y pacían entre los juncos.

Pero he aquí que otras siete vacas subían detrás de ellas, delgadas, de muy feo aspecto y flacas de carne. Jamás he visto otras tan feas como aquéllas en toda la tierra de Egipto. Entonces las vacas flacas y feas devoraron a las siete primeras vacas gordas. Estas entraron en su interior, pero no parecía que hubiesen entrado en ellas, porque su apariencia seguía siendo tan mala como al comienzo. Y me desperté. Vi también en mi sueño siete espigas que subieron de un solo tallo, llenas y hermosas. Pero he aquí que detrás de ellas brotaron otras siete espigas, secas, delgadas y quemadas por el viento del oriente. Entonces las espigas delgadas devoraron a las siete espigas hermosas. Se lo he contado a los magos, pero no hay quien me lo interprete. Entonces José respondió al faraón: —El sueño del faraón es uno solo. El Señor ha mostrado al faraón lo que va a hacer: Las siete vacas hermosas son siete años; y las siete espigas hermosas también son siete años. Se trata de un mismo sueño. Las siete vacas flacas y feas que salían detrás de las primeras son siete años, y las siete espigas delgadas y quemadas por el viento del oriente son siete años de hambre. Como dije al faraón, El Señor ha mostrado al faraón lo que va a hacer. He aquí que vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto,

pero después de ellos vendrán siete años de hambre. Toda la abundancia anterior será olvidada en la tierra de Egipto. El hambre consumirá la tierra,y aquella abundancia pasará desapercibida en la tierra, debido al hambre que vendrá después, porque será muy grave. El hecho de que el sueño del faraón haya sucedido dos veces significa que la cosa está firmemente decidida de parte dl Señor, y que se apresura a ejecutarla. Por tanto, provéase el faraón de un hombre entendido y sabio y póngalo a cargo de la tierra de Egipto. Haga esto el faraón: Ponga funcionarios a cargo del país que recauden la quinta parte del producto de la tierra de Egipto durante los siete años de abundancia. Que ellos acumulen todos los alimentos de estos años buenos que vienen, que almacenen el trigo bajo la supervisión del faraón, y que los guarden en las ciudades para sustento. Sean guardados los alimentos como reserva para el país, para los siete años de hambre que vendrán sobre la tierra de Egipto. Así el país no será arruinado por el hambre. El plan le pareció bien al faraón y a todos sus servidores. Entonces el faraón dijo a sus servidores: — ¿Podremos hallar otro hombre como éste, en quien esté el espíritu del Señor? El faraón dijo a José: —Puesto que El Señor te ha hecho saber todo esto, no hay nadie tan entendido ni sabio como tú.

Tú estarás a cargo de mi casa, y todo mi pueblo será gobernado bajo tus órdenes. Solamente en el trono seré yo superior a ti.

El faraón dijo además a José — He aquí, yo te pongo a cargo de toda la tierra de Egipto. Entonces el faraón se quitó el anillo de su mano y lo puso en la mano de José. Le vistió con vestiduras de lino fino y puso un collar de oro en su cuello, y ordenó que, cuando José montase sobre el segundo de los carros del Faraón, se gritase ante él la expresión de reverencia Abrek y que se le llamase Zafnat Paneaj, que significa aproximadamente "Dios habló y él vino a la vida". Finalmente, el Faraón le entregó por esposa a Asenat, hija de Potifar. Así lo puso a cargo de toda la tierra de Egipto, y el faraón dijo a José: —Yo soy el faraón, y sin tu autorización ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto. José tenía 30 años cuando empezó a servir al faraón, rey de Egipto. Saliendo José de la presencia del faraón, recorrió toda la tierra de Egipto. La tierra produjo a montones en aquellos siete años de abundancia. Pasó el tiempo, y antes de que llegasen los años de escasez José tuvo dos hijos varones con su esposa Asenet. Llamó al mayor Manasés, pues se dijo "Dios me ha hecho olvidar todas mis penas y toda la casa de mi padre", y al menor Efraín, pues decía: "Dios me ha dado fruto en la tierra de mi aflicción", pero jamás olvidó a su padre y hermanos, y nunca perdió la esperanza de volver a verlos.

El juntó todas las provisiones de aquellos siete años en la tierra de Egipto y almacenó los alimentos en las ciudades, llevando a cada ciudad las provisiones de los campos cercanos. Se terminaron los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, Comenzaron a llegar los siete años de hambre, tal como José había anunciado. Había hambre en todos los países, pero en toda la tierra de Egipto había qué comer. Pero cuando el hambre se sentía en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamaba al faraón por alimentos. Entonces el faraón dijo a todos los egipcios: “Id a José y haced lo que él os diga.” El hambre se extendió a todos los rincones del país. Entonces José abrió todos los depósitos de grano y vendía provisiones a los egipcios, porque el hambre se había intensificado en la tierra de Egipto. También de todos los países venían a Egipto para comprar provisiones a José, porque el hambre se había intensificado en toda la tierra. Y José era el gobernador de la tierra, el que vendía provisiones a todos los pueblos de la tierra. Entonces llegaron los hermanos de José y se postraron ante él con el rostro a tierra. El hambre también golpeó las tierras de Canaán, donde estaba Jacob con su gente. Enterados de que en Egipto había trigo, envió a sus diez hijos mayores a Egipto dejando a Benjamín, el menor de todos, a su lado. Los diez hermanos llegaron hasta la corte del Faraón para pedir ayuda, y se presentaron ante José, al que no reconocieron porque estaba muy cambiado y además vestía a la moda egipcia.

Y al ver José a sus hermanos los reconoció, pero simuló serles extraño y les habló con dureza. Luego les preguntó: — ¿De dónde habéis venido? Ellos le respondieron: —De la tierra de Canaán, para comprar alimentos. José reconoció a sus hermanos, pero ellos no le reconocieron a él. Entonces José se acordó de los sueños que había tenido acerca de ellos y les dijo: — ¡Sois espías! Para ver los lugares desprotegidos del país habéis venido. Consternados le contestaron que son todos hermanos, hijos de Jacob. José le dijo: “como un hombre puede ser tan ricos en hijos” Y ellos le dijeron que en realidad eran 11 y no 10, pero su hijo menor quedó junto a su padre, José le dijo que se llevarían alimento pero para probar lo que ellos decían tenían que volver y traer al hijo menor, Benjamín, con ellos y mientras tanto hizo quedar a uno de ellos Cuando regresaron con Jacob, este se puso muy triste por el hijo que quedó en Egipto pero les dijo que no iban a volver con Benjamín porque ya había perdido a José y no soportaría perder a Benjamín, el único hijo de Raquel que le quedaba

(Raquel murió al tener a Benjamín por eso eran los dos únicos hijos de ella). Pero la sequía y escasez continuó y tuvieron que volver a Egipto pero esta vez con Benjamín, caso contrario iban a morir todos, pero de hambre. Al llegar, José se alegró porque iba a ver a su hermano menor después de mucho tiempo, entonces ordenó que los hicieran pasar a un comedor y los acomodó de mayor a menor. Cuando ellos observaron que estaban ordenados se sorprendieron y José sin darse a conocer aun, les dijo que pudo adivinar gracias a su copa que tenía poderes. Ellos comieron y bebieron todos contentos y cuando llego la hora de irse saludaron y ya tenían sus animales cargados de comida, entonces saludaron y se fueron, pero José había colocado la copa en la bolsa que pertenecía a Benjamín para probarlos si habían cambiado, cuando estaban saliendo de la ciudad los soldados alcanzaron a estos y le dijeron según había ordenado José: “¿Así devuelven los favores del gobernador? Robando su copa”, Ellos sorprendidos le dijeron: “Si alguno de nosotros tiene la copa, puede apresarlo y quedarse con él, pues ninguno de nosotros es un ladrón” Y al revisar las bolsas encontraron la copa en la que pertenecía a Benjamín, entonces los soldados le dijeron: "pueden los demás irse, solo se quedará el ladrón de la copa” Ninguno de sus hermanos quiso aceptar esto y tuvieron que llevarlos a todos frente a José, estando él al frente de ellos les dijo:

“Porque defienden a su hermano ladrón, déjenlo aquí en la cárcel y vuelvan con su padre” Inmediatamente los hermanos forzaron con los soldados que estaban a su lado y les quitaron las lanzas y apuntando contra ellos y contra José le dijeron: “Preferimos morir que ver sufrir nuevamente a nuestro padre, ya le ocasionamos el dolor de la pérdida de su hijo querido como para soportar otra vez ese dolor y culpa”. Entonces José viendo que ya habían cambiado y que estaban dispuestos a dar la vida por su hermano les dijo rompiendo en llanto: “¡¡Hermanos!! ¿Acaso no me reconocen? Soy su hermano José, a quien vendieron como esclavo” Sus hermanos se alegraron pero a la vez se entristecieron porque pensaban que no los iba a perdonar, entonces José le dijo: “No se preocupen que todo fue obra del Señor, era necesario que yo venga a Egipto para que nuestro pueblo Israel sobreviva en este tiempo de escasez y hambruna”. Al enterarse el Faraón de lo sucedido mandó a decir a José: “has de traer a tu padre y su pueblo que yo les daré tierras para que vivan en Egipto en agradecimiento por lo que has hecho por nosotros”. Volvieron sus hermanos y contaron todo a Jacob y colmado de alegría partieron a Egipto. Al encontrase Jacob le dijo: “agradezco infinitamente al Señor porque me ha dado por segunda vez a mi hijo querido, Él obra de manera misteriosa”.

José le dijo que se quedara a vivir sus últimos años con ellos y también todo su pueblo. Él aceptó con la condición de que sus restos fuesen llevados nuevamente cuando el pueblo regrese a “Canaán, La tierra prometida”. Y así fue, muchos años después cuando salió de Egipto el pueblo de Israel guiados por Moisés, llevaron sus restos y los de José.

Muerte de Jacob Cuando se acercaba para Israel la hora de morir, llamó a su hijo José y le dijo: Si he alcanzado tu favor, coloca tu mano bajo mi muslo y prométeme tratarme con amor y lealtad, no me entierres en Egipto. Cuando me duerma con mis padres, sácame de Egipto y entiérrame en sepultura con ellos. Contestó José: Haré lo que pides. Insistió él. Júramelo. Y se lo juró.

Entonces, Israel hizo una inclinación hacia la cabecera de la cama.

Testamento profético de Jacob Jacob llamó a sus hijos y les dijo que les contaría lo que iba a suceder en el futuro, y dio una bendición especial a cada uno de las hijos, las 12 tribus de Israel. Cuando Jacob terminó de dar las instrucciones a sus hijos, recogió los pies en la cama, expiró y se reunió con los suyos. José subió a enterrar a su padre en Canaán, tal y como se lo había jurado a su padre.

Muerte de José José vivió en Egipto con la familia de su padre y cumplió ciento diez años, llegó a conocer a los hijos de Efraín hasta la tercera generación, y también a los hijos de Maquir, hijo de Manasés, y se los puso en el regazo. José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir. Dios se ocupará de vosotros y os llevará de esta tierra a la tierra que prometió a Abrahán, Isaac, y Jacob. Y los hizo jurar: Cuando Dios se ocupe de vosotros, os llevareís mis huesos de aquí. José murió a los ciento diez años de edad. Lo embalsamaron y lo metieron en un sarcófago en Egipto.

El Creador se presenta a Moisés Así es como se presenta a la humanidad el Dios creador del mundo, el mismo nos dice su nombre, él se presenta como Yahvé Elohim. Yahvé (en hebreo ‫יהוה‬, YHWH) y sus variantes Yahweh, Yahvé, Yavé, Jehovah y Jehová, es según la Biblia, uno de los nombres que El Dios Creador utiliza para referirse a sí mismo, tras la petición de Moisés en la visión de la zarza ardiente y en respuesta a su pregunta de qué les dirá a los israelitas sobre el que le ha enviado, dice: "Yo soy el que soy"

La visión de la zarza ardiente Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián, llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a Orbe, el monte de Elohim. El Ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre zarzas. Moisés se fijó, la zarza ardía sin consumirse. Moisés dijo:

Voy a acercarme a mirar este espectáculo tan admirable, como es que no se quema la zarza. Viendo Dios que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza: Moisés, Moisés… Respondió el: Aquí estoy. Dijo Dios: No te acerques. Quítate las sandalias de los pies, pues donde pisas es tierra santa. Y añadió: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob. Moisés se tapó la cara temeroso de mirar a Dios. Dios dijo: He visto la opresión de mi pueblo en Egipto, he oído sus quejas contra sus opresores, me he fijado en sus sufrimientos. Y he bajado a liberarlos de los egipcios, a sacarlos de esta tierra para llevarlos a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel, el país de los cananeos, hititas, amorreos, fereceos, heveos y jebuceos. La queja de los israelitas ha llegado a mí, y he visto cómo los tiranizan los egipcios.

Y ahora anda, que te envío al Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas.

Moisés replicó a Dios, y le dijo: ¿Quién soy yo para acudir al Faraón o para sacar a los israelitas de Egipto?

Respondió Dios: Yo estoy contigo, y ésta es la señal de que yo te envío: que cuando saques al pueblo de Egipto, daréis culto a Dios en esta montaña.

Moisés replicó a Dios: Mira, yo iré a los israelitas y les diré: “El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros”. Si ellos me preguntan cómo se llama, ¿qué les respondo? Dijo Dios a Moisés: “Soy el que soy”. Esto dirás a los israelitas: “Yo soy” me envía a vosotros…

Y Moisés insistió al Señor y le dijo que el era torpe de palabra Y El Señor le respondió:

“Yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que tienes que decir” Esta frase, "yo soy el que soy", es en hebreo "EHIEH", se refiere a las letras del alfabeto hebreo "Y-H-W-H". El sentido de los nombres Yahveh (Y H V H) o "Jehová" ha sido interpretado de formas muy diversas, al ser un nombre formado por cuatro consonantes hebreas –YUD, HEI, VAV, HEI– se denomina tetragrámaton, es decir, palabra compuesta de cuatro letras. Yahveh (YHVH) o Jehová, son las formas que la Biblia emplea como nombre propio en español; también aparece en la forma abreviada YAH, o JAH del español antiguo. En las sagradas escrituras se aplican distintos títulos y atributos, como ser: Adón, Señor El Señor, Mi señor Y las distintas formas

El Elyón

Eloah Elohim También se nombra a sí mismo por sus atributos: Yhvh-Tzva'ot Yahveh de los ejércitos Yhvh-Shalom Yahveh es mi paz Yhvh-RofaEl Yahveh mi sanador Según se detalla en Éxodo 20:2 ‫א‬

"Yo soy ‫ יהוה‬IaHVéH tu Elohim quien los sacó de la tierra de Mitzrayim, fuera de la casa de esclavitud."

Según la tradición hebrea: De Ia H-véH se desprende Ia H-Shua Que significa Ia H Salva- Salvador. El significado del nombre de

Jehová Elohim o “Yo Soy el que Yo Soy” Sería:

El que será, el que es y el que ha sido. En los antiguos textos hebreos sólo se escribían las consonantes, es decir, las vocales no figuraban. Cuando el lector llegaba a la palabra formada por el tetragrama "yhwh", no podía pronunciar "yahveh", porque según la tradición el nombre es impronunciable. Entonces, cuando el lector llegaba a "yhwh", se pronunciaba "El Señor ". Debido a que se ha utilizado predominantemente de manera escrita, por su grafía se lo denomina también tetragrámaton (del griego τετρα-γράμματον, tetra-grámmaton ‘cuatro letras’). En hebreo es usual también la expresión ‫השם‬ HaShem, ‘el nombre’ En el texto bíblico aparece también la forma abreviada Yah especialmente en el Libro de los Salmos. Esta forma parte de la conocida expresión hebrea aleluya, que significa ‘¡alaben a Yah!’. Elohim es una palabra hebrea ( ‫הים‬ ִ ׂ‫ )אֱל‬de la cual los eruditos indican que sería el plural de Dios (en hebreo El, ‫אל‬ ֵ , o Eloha, ַ‫)אֱלׂה‬. O simplemente como el plural de El, o de Eloah, significando "dioses". En el temprano hebreo, el singular de la palabra era El, y su forma plural Elohim.

Moisés y la liberación de los israelitas El Señor recordó su pacto con Noe y su progenie, e intervino para liberar a los esclavos. El se presentó a Moisés, como lo había hecho con sus antepasados… Fue así que cuando Moisés pastoreaba el rebaño por el desierto hasta llegar al Monte del Señor, el monte Horeb, El Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas y viendo que Moisés se acercaba le dijo: No te acerques, quítate las sandalias de los pies, porque la tierra que pisas es tierra santa, Y añadió: “Yo Soy El Dios de tu padre, de Abraham, Isaac, Jacob”, Lo envió al faraón para sacar de Egipto a su pueblo, los israelitas, y le dijo: “Yo estoy contigo, esta es la señal de que Yo te envío y cuando saques al pueblo de Egipto dareis culto a Dios en esta montaña”. Cuando Moisés le pregunta por su nombre, le responde: “Yo Soy el que Yo Soy”

Y Moisés insistió al Señor y le dijo que el era torpe de palabra. Y le respondió: “Yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que tienes que decir” Moisés obedeció y regresó a Egipto, donde fue recibido por Aarón, su hermano mayor, y organizó una reunión para avisar a su pueblo de lo que debían hacer. Al principio, Moisés no fue muy bien recibido; pero la opresión era grande y Moisés realizó señales para que su pueblo lo siguiera como un enviado del Señor. Sin embargo lo más difícil fue persuadir al faraón para que dejase marchar a los hebreos. De hecho, estos no obtuvieron el permiso para partir hasta que El Señor envió diez plagas sobre los egipcios. Estas plagas (en el hebreo bíblico se llaman «señales»), culminaron con la matanza de los primogénitos egipcios, lo cual causó tal terror entre los egipcios que ordenaron a los hebreos que se fueran. Éste es el relato de cómo Moisés fiel siervo del Señor, hizo lo que le había mandado y liberó al pueblo de la esclavitud de Egipto.

Las plagas de Egipto Las 10 plagas de Egipto, o Makot Mitzrayim, son una serie de calamidades que, según el Antiguo Testamento, Elohim infligió a los egipcios para que el faraón dejara partir a los hebreos de Egipto. La narración aparece en el segundo libro del Antiguo Testamento y el Éxodo (Shemot).

Este libro describe como Moisés y Aarón le dicen al faraón que, de no liberar a su pueblo de la esclavitud, El Señor les castigaría, de manera sucesiva, con diez grandes males que caerían sobre Egipto. Conforme al relato, sólo después de los enormes padecimientos, el faraón autorizó que los israelitas abandonaran Egipto. El comienzo de las maldiciones Moisés y Aarón se acercaron al Faraón, y le entregaron la demanda del Señor que exigía que los esclavos israelitas pudieran salir de Egipto a fin de que puedan adorar al Señor libremente. Tras una primera negativa del Faraón, El Señor envió a Moisés y a Aarón de nuevo a mostrarle un milagroso signo de advertencia, la vara de Aarón se convirtió en una serpiente. Los Brujos del Faraón también pudieron convertir una vara en serpiente, Aarón decidió irse pero antes irse, su serpiente trago a la de los brujos. Y Moisés se presento una y otra vez ante el Faraón tal y como le había dicho el Señor, más este en su testarudez, se arrepentía, para caer nuevamente en su orgullo, dejando al pueblo en la esclavitud. Y los Israelitas siguieron a Moisés, tal y como fue predicho, y el fue su guía y líder durante los años que deambularon en el desierto. 1 - La primera plaga fue la de la sangre. El Señor dio instrucciones a Moisés para que le diga a Aarón que levante su báculo sobre el río Nilo, toda el agua se convirtió en sangre. Como resultado de la sangre, los peces del Nilo murieron, Egipto se lleno de un olor nauseabundo. Otros recursos de agua utilizados por los egipcios se convirtieron así como el agua en sangre. Los hechiceros de Faraón demostraron que

ellos también podían convertir el agua en sangre, y el faraón, por lo tanto, no cedió ante las demandas de Moisés. 2 - La segunda plaga de Egipto ranas. El Señor dio instrucciones a Moisés para que le diga a Aarón que estire vara sobre el agua, y hordas de ranas invadieron Egipto. Los hechiceros de Faraón fueron capaces de duplicar esta plaga con su magia. Sin embargo, dado que no pudieron eliminar la Plaga de las ranas, el Faraón se vio obligado a conceder el permiso de salir a los israelitas a Moisés, pero que el estaría de acuerdo para eliminar las ranas. Para demostrar que la plaga fue en realidad un castigo divino, Moisés dejo que el Faraón elija el tiempo en que terminaría esta plaga. El Faraón eligió el día siguiente, y todas las ranas murieron al día siguiente. Sin embargo, el Faraón revocó su autorización, y los Israelitas permanecieron en Egipto. 3 - La tercera plaga de Egipto fueron los insectos (mosquitos, Piojos o Pulgas que son las traducciones posibles de la palabra del idioma hebreo que se refiere a esta plaga Kinim). El Señor le dio instrucciones a Moisés de que le diga a Aarón que tome su vara y golpee el polvo, el cual se convirtió en una masa de insectos de la cual los Egipcios no podían deshacerse. Los Hechiceros Egipcios declararon que este acto fue el "Dedo del Señor " y fueron incapaces de reproducir sus efectos con su magia. 4 - La cuarta plaga de Egipto fueron los animales salvajes, capaces de dañar personas y ganado. La Tora subraya que el enjambre de animales (arov) sólo vinieron contra los Egipcios, y que no afecto a la Tierra donde

los Israelitas vivían (Gosén). El Faraón le pidió a Moisés que eliminase esa plaga y prometió permitir a los israelitas la libertad. Sin embargo, después de que la plaga desapareciera, el Faraón "endureció su corazón" y se negó nuevamente a mantener su promesa. 5 - La quinta plaga de Egipto fueron unas enfermedades epidémicas que exterminaron a los ganados Egipcios (caballos, burros, camellos, vacas, ovejas, cabras.) El ganado israelita resulto ileso. Una vez más, el Faraón no hizo concesiones. 6 - La sexta plaga de Egipto fue una enfermedad de la piel, que suele traducirse como "Ulcera" o "Sarpullido" traducciones de la palabra del hebreo original, shkhin. El Señor les dijo a Moisés y Aarón que cada uno tomase dos puñados de hollín de un horno, que Moisés dispersó en el cielo en presencia del Faraón. El hollín provocó un sarpullido en el pueblo y ganado Egipcio. Los hechiceros Egipcios fueron afectados junto con todos los demás y fueron incapaces de sanarse, mucho menos el resto de Egipto. 7 - La séptima plaga de Egipto fue una destructiva tormenta. El Señor le dijo a Moisés que estirase su vara hacia el cielo, punto en el cual la tormenta comenzó. Era incluso más sobrenatural que la plaga anterior, una poderosa ducha de granizo mezclada con fuego. La tormenta dañó gravemente a los huertos y cultivos egipcios, así como personas y ganado. La tormenta azotó todo Egipto excepto por la Tierra de los israelitas, Gosén.

El Faraón le pidió a Moisés eliminar esta plaga y prometió permitir a los Israelitas adorar al Señor en el desierto, diciendo que "este tiempo he pecado; El Señor es justo, yo y mi pueblo somos malvados.". Como una demostración de dominio del Señor sobre el mundo, la lluvia se detuvo tan pronto como Moisés comenzó a orar al Señor. Sin embargo, después de la tormenta cesó, el Faraón de nuevo "endureció su corazón" y se negó a mantener su promesa. 8 - La octava plaga de Egipto fueron las langostas. Antes de la plaga, Moisés llegó al faraón y le advirtió de la inminente plaga de langostas y los funcionarios del Faraón le suplicaron que permitiera que los Israelitas fueran libres, ya que iban a sufrir los efectos devastadores de una plaga de langostas, pero aún era renuente a ceder. El orador del Faraón propone un compromiso, que los hombres Israelitas serían autorizados a marchar, mientras que las mujeres, niños y ganado se quedarían en Egipto. Moisés demandó que cada persona y animal debía irse, pero el Faraón se negó. El Señor entonces le dijo a Moisés que estirase su vara sobre Egipto y recogió un viento del este. El viento se mantuvo hasta el día siguiente, cuando se trajo un enjambre de langostas. La nube cubrió el cielo, arrojó sombras sobre Egipto, y consumió el resto de los cultivos egipcios, dejando ningún árbol o planta. El Faraón volvió a pedirle a Moisés que eliminase esta plaga y se comprometió a permitir que todos los israelitas a adorar al

Señor en el desierto. La plaga desapareció pero el Faraón no permitió a los israelitas salir. 9 - La novena plaga de Egipto fue la oscuridad En la novena plaga, El Señor le dijo a Moisés que estirase sus manos al cielo, para que la oscuridad caiga sobre Egipto. Esta oscuridad era tan pesada que un egipcio podía físicamente sentirlo. Duró tres días, tiempo durante el cual no hubo luz, solo en las casas de los israelitas. El Faraón entonces llamó a Moisés y dijo que dejaría salir a todos los Israelitas, si las tinieblas eran retiradas de su tierra. Sin embargo, exigió que las ovejas y vacas se quedasen; Moisés lo negó y dijo que en poco tiempo el Faraón ofrecería a proporcionar animales para el sacrificio. El Faraón, indignado, amenazó con ejecutarlo si volvía a aparecer. Moisés contestó que no visitaría al Faraón nuevamente. Esta plaga era un ataque directamente al Faraón, ya que Ra, era el dios Egipcio del Sol. La introducción de la plaga de oscuridad hizo a Moisés demostrar que El Eterno era más poderoso. 10 - La décima y última plaga fue la muerte de todos los primogénitos de Egipto Nadie escapaba, desde el más bajo funcionario hasta el primer hijo del Faraón incluyendo los primogénitos del ganado. Antes de dicha plaga, El Señor mandó a Moisés a informar a todos los israelitas de la marca del cordero que deberían poner en sus puertas, en cuyo caso El Señor pasará sobre ellos, por lo tanto, evitar que todos los primeros nacidos israelitas

murieran. Este fue el más duro golpe a Egipto y la plaga que finalmente convenció al Faraón de liberar a los israelitas. Después de esto, el Faraón, ordenó a los israelitas desaparecer, tomando lo que querían. Todos estos hechos habían sido profetizados antes de que sucedieran, en el texto bíblico cuando El Señor le ordena a Moisés en Madián que vuelva a Egipto, le dice también que el ha puesto a su disposición prodigios que deberá hacer delante del Faraón, y que éste se pondría terco, que no dejaría salir al pueblo, pero que cuando todo esto suceda, Moisés debería decirle al Faraón que El Señor dice que Israel es su hijo primigenio y que le ordena salir para que lo sirva y que si se negara a soltarlo, él mismo daría muerte a su hijo primigenio. Entonces, Moisés como fiel servidor del Señor hace lo que le ordena y es así como El Señor hizo que los Israelitas se ganaran el favor de los egipcios, que les dieron lo que pedían.

El Ángel guía al pueblo Y Elohim dijo: Voy a enviarte un Ángel por delante para que te cuide el camino y te lleve al lugar que he preparado. Respétalo y obedece. No te rebeles porque lleva mi nombre y no perdonará tus rebeliones. Si le obedeces fielmente y haces lo que yo digo, “tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios serán mis adversarios”.

Mi Ángel irá por delante y te llevará a las tierras de los amoreos, heteos, fereceos, cananeos, heveos, y jebuceos, y yo acabaré con ellos.

Los Escuadrones y la apertura del Mar Rojo Cuenta el relato bíblico que el día que los israelitas salieron de Egipto, con ellos salieron también los escuadrones del Señor. Cuando los Israelitas salen de Egipto, El Señor en vez de guiarlos por el camino corto, hace que el pueblo de un rodeo por el desierto hacia el Mar Rojo. El Señor caminaba delante de ellos de día en una columna de nubes para guiarlos, y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos, de este modo los israelitas podían caminar de día y de noche. Y los ejércitos de los Egipcios que los perseguían con caballos, carros y jinetes, les dieron alcance....... Y fue entonces cuando El Eterno le dijo a Moisés que se cubriría de gloria derrotando al Faraón y a su ejército para que los Egipcios supiesen que El es el Señor y así lo hizo. El Señor le dio instrucciones a Moisés de que tomara el bastón y que extendiera la mano sobre el mar, le dijo que el mar se abriría en dos, de modo que los Israelitas pudieran atravesarlo a pie y Moisés así lo hizo.....

Con un fuerte viento que sopló toda la noche, el mar quedó seco, y las aguas se dividieron en dos. En el relato se detalla cómo un Ángel del Señor, que caminaba delante del campamento de los israelitas, se levantó y pasó a la retaguardia. La columna de nubes que estaba delante de ellos, se puso detrás de ellos, metiéndose entre el campamento Egipcio y el campamento Israelita, la nube se oscureció y la noche también, de modo que no pudieron acercarse unos a otros en toda la noche.

En la madrugada bajó El Señor desde la columna de fuego y nubes y desbarató al ejército egipcio. Trabó las ruedas de los carros, haciéndolos arrancar pesadamente. Los egipcios huyeron de los israelitas porque entendieron que el Señor combatía por los Israelitas contra Egipto. Moisés tendió su mano sobre el Mar Rojo y el mar recobró su estado ordinario, y las aguas al reunirse cubrieron los carros, jinetes y todo el ejército del Faraón. Aquel día libro El Señor a los Israelitas de los Egipcios, y ellos respetaron al Señor y a Moisés, su siervo. Cuando la comunidad de israelitas estaba en el desierto sintió hambre y protestaron contra Moisés y entonces, El Señor le dijo que el mismo haría llover pan del cielo para que el pueblo pudiera recoger su ración cada día, de este modo sería puesto a prueba para ver si el pueblo guardaba su ley o no.

Entonces los israelitas vieron la gloria del Señor que aparecía en una nube. Así fue como El Eterno guió al pueblo de Israel para que habitare la nueva tierra, tal y como lo había hecho con sus antepasados frente al diluvio. Los Ángeles se presentaban al pueblo de modo que los guiaban de día, y los protegían mientras descansaban por las noches. Sin ellos no hubiese sido posible el traslado de los Israelitas de una tierra a otra. Su alimento principal durante los años en el desierto, fue el alimento emanado del cielo llamado Maná. Más sólo los consumidores de éste alimento estaban preparados para recibir la instrucción, que habría de transmitirse de generación en generación, hasta nuestros días. Y fue en el momento culmine de su recorrido cuando fueron entregadas de la mano directa del Señor las Tablas que contenían la ley, la instrucción de los cielos y la tierra. Según el texto bíblico Moisés recibió directamente de manos del Señor las tablas de la Ley, "escritas con su dedo", una lista de mandamientos que los israelitas debían respetar. Según se detalla en el texto, Moisés estuvo en el monte cuarenta días y cuarenta noches y en ellos le dio El Señor escritos en dos tablas de piedra los diez Mandamientos. En el rito de la Alianza se describe cómo El Eterno le dice a Moisés “sube a mí”.

El Monte y la Nube

Cuando Moisés subió al monte la nube lo cubría y la gloria del Señor descansaba sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió durante seis días. Al séptimo día llamó a Moisés desde la nube. El Señor desde la nube le dice a Moisés: Sube a Mi

La gloria del Señor apareció a los israelitas como fuego voraz sobre la cumbre del monte, y allí estuvo cuarenta días con sus noches. Cuando bajaba, vio al pueblo que estaba adorando un becerro de oro y fue entonces cuando Moisés se enfadó y rompió las tablas que había recibido. Posteriormente, volvió a subir al monte y le pidió al Señor que perdonase al pueblo y sellase con él la alianza. Se detalla en el texto bíblico que cuando Moisés subió al monte, una nube lo cubría mientras la “gloria del Señor” descansaba allí. La nube lo cubrió durante 6 días, y al 7mo día El Señor llamó a Moisés desde la nube. El Señor le ordenó que hiciese un área donde debería guardar el documento de la Alianza.

Entonces, Moisés le pidió que le enseñara su Gloria, pero El Señor le respondió que el se compadece de quien quiere y favorece a quien quiere. El Señor le dijo a Moisés que su rostro no lo podría ver, porque nadie puede verlo y quedar con vida. Le dijo que junto a la roca había un sitio donde ubicarse y que cuando pasara su gloria lo metería en una hendidura de la roca y lo cubriría con su palma hasta que haya pasado, y que cuando retirara su mano, podría ver su espalda, pero no su rostro. Le dio instrucciones de que subiera al monte Sinai al amanecer y que lo esperase allí en la cima del monte, que nadie subiese con el, ni se asomara, que labrara dos losas de piedra como las primeras y que allí escribiría los mandamientos que había en las primeras, los que el había roto. Y habló El Señor todas estas palabras, diciendo:

Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que he visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.

No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano. Y Dijo: Acuérdate del día del sábado para santificarlo Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó. Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. El Señor habló a Moisés: Di a los israelitas: Guardareis mis sábados, porque el sábado es la señal convenida entre mí y vosotros, por todas vuestras generaciones, por la que conoceréis que yo soy el Señor que os santifica. Guardaréis el sábado porque es día santo para vosotros…. Será la señal perpetua entre los israelitas y yo, porque el Señor hizo el cielo y la tierra en seis días y el séptimo descansó. Cuando acabó de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las losas de la alianza: losas de piedra escritas con el dedo del señor.

Y le entregó a Moisés los diez mandamientos. Pero es en el segundo encuentro en el Monte Sinai, donde el Señor le ordena escribir una alianza que contiene algunas otras cláusulas que se agregan a las anteriores (Éxodo 34:10-28): Y él contestó:

“He aquí, yo hago pacto delante de todo tu pueblo; haré maravillas que no han sido hechas en toda la tierra, ni en nación alguna, y verá todo el pueblo en medio del cual estás tú, la obra de Jehová; porque será cosa tremenda la que yo haré contigo”.

Guarda lo que yo te mando hoy; he aquí que yo echo de delante de tu presencia al amorreo, al cananeo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo. Guárdate de hacer alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no sean tropezadero en medio de ti. Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Acera. Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es. Por tanto, no harás alianza con los moradores de aquella tierra; porque fornicarán en pos de sus dioses, y ofrecerán sacrificios a sus dioses, y te invitarán, y comerás de sus sacrificios; o

tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses, harán fornicar también a tus hijos en pos de los dioses de ellas. No te harás dioses de fundición…. Y El Eterno dijo a Moisés:

Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel.

Y él estuvo allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos. Cuando Moisés bajó del Monte Sinai llevaba las 2 losas de la Alianza en la mano y no sabía que tenía radiante la cara de haber hablado con el Señor. Cuando se acercaron todos los israelitas, Moisés les comunicó las órdenes que el Señor le había dado en el Sinai y cuando terminó de hablar con ellos se echó un velo en la cara. Los israelitas veían la cara radiante y Moisés se volvía a echar el velo en la cara hasta que volvía a hablar con El Señor.

Y El Señor habló a Moisés y le dio instrucciones con respecto a la construcción y consagración del santuario en su nombre. Mandato del Señor: “El día uno del mes primero instalarás el santuario de la tienda del encuentro, pondrás en el arca de la alianza y la taparás con la cortina...” Ejecución de las órdenes: Moisés hizo todo ajustándose a lo que El Señor le había mandado. Entonces la “nube” cubrió la tienda del encuentro y la gloria del Señor llenó el santuario. Moisés no pudo entrar en la tienda del encuentro porque la nube se había apostado sobre ella y la gloria del Señor llenaba el santuario.

Cuando la “nube” se alzaba del santuario, los israelitas levantaban el campamento en todas las etapas. Cuando la “nube” se posaba sobre el santuario, y de noche el fuego, a la vista de toda la casa de Israel….. Moisés hizo partir a los israelitas del Mar Rojo y los llevó hacia el desierto del Sur, caminando tres días por el desierto sin encontrar agua, llegaron por fin a Mará, pero no pudieron beber el agua porque era amarga. El pueblo protestó contra Moisés diciendo: ¿Qué beberemos?

Él clamó al Señor, y el Señor le indicó una planta, Moisés la echó en el agua, que se convirtió en agua dulce. Allí les dio leyes y mandatos y los puso a prueba, diciéndoles: Si obedecéis al Señor, vuestro Dios, haciendo lo que el aprueba, escuchando sus mandatos y cumpliendo sus leyes, no os enviaré las enfermedades que he enviado a los egipcios, porque yo soy el Señor que te cura. Llegaron a elim., donde había doce manantiales y setenta palmeras y acamparon allí a la orilla del mar.

De Sinaí a Cadés El segundo año, el veinte del segundo mes, se levantó la nube sobre el santuario de la alianza, y los israelitas emprendieron la marcha desde el desierto de Sinaí. La nube se detuvo en el desierto de Farán. A la orden del Señor dada por Moisés emprendieron marcha. Desde que se pusieron en marcha la nube iba sobre ellos.

El Maná cae del cielo Cuando la comunidad de los Israelitas había protestado contra Moisés que preferían haber muerto a manos del Señor en

Egipto, se quejaban que él los había sacado al desierto para matar de hambre a toda la comunidad. Pero el Señor dijo a Moisés:

Yo os haré llover pan del cielo. Que el pueblo salga a recoger la ración cada día, lo pondré a prueba, a ver si guarda mi ley o no. El día sexto prepararán lo que hayan recogido, y será el doble de lo que recogen a diario.

Y los israelitas se quejaban al Señor de sus desgracias y de que no veían más que maná. Y Moisés oyó al pueblo, familia por familia, lloraba, cada uno a la entrada de su tienda y dijo al Señor: ¿Porque maltratas a tu siervo y no le concedes tu favor, sino que le haces cargar con todo este pueblo? ¿He concebido yo a todo este pueblo o lo he dado a luz para que me digas: Toma en brazos a este pueblo, como una nodriza a la criatura, y llévalo a la tierra que prometí a sus padres? ¿De dónde sacaré la carne para repartirla a todo el pueblo? Vienen a mi llorando: danos de comer carne. Yo sólo no puedo cargar con todo este pueblo, pues supera mis fuerzas.

Si me vas a tratar así, más vale que me hagas morir, concédeme este favor, y no tendré que pasar tales penas. El Señor respondió a Moisés Tráeme setenta dirigentes que te conste que dirigen y gobiernan al pueblo, llévalos a la tienda del encuentro y que esperen allí contigo. Yo bajaré y hablaré allí contigo. Apartaré el espíritu que posees y se lo pasaré a ellos.

Y bajó en una nube y habló con él, y apartando parte del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta dirigentes del pueblo. Al posarse sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar, una sola vez. Cuando Moisés Aarón y María salieron a la tienda del encuentro el Señor bajó en la columna de nube y se colocó a la entrada de la tienda, llamó a Aarón y María y les dijo: Escuchad mis palabras: Cuando hay entre vosotros un profeta del Señor, me doy a conocer a él en visión y le hablo en sueños. No así a mi siervo Moisés, el más fiel de todos mis siervos.

A él le hablo cara a cara, en presencia, y no adivinando contempla la figura del Señor. ¿Cómo os habeís atrevido a hablar contra mi siervo Moisés?

Y el Señor se marchó. Al apartarse la nube de la tienda, María tenía toda la piel descolorida como la nieve.. Aarón se volvió y la vio con toda la piel descolorida. Entonces Aarón le dijo a Moisés: Perdón, no nos exijas cuentas del pecado que hemos cometido insensatamente. No dejéis a María como un aborto que sale del vientre, con la mitad de la carne comida. Moisés suplicó al Señor: Por favor, Dios cúrala. El Señor respondió: Si su padre le hubiera escupido en la cara habría quedado infamada siete días. Confinadla siete días fuera del campamento y el séptimo se incorporará de nuevo.

La confinaron siete días fuera del campamento, y el pueblo no se puso en marcha hasta que María se incorporó a ellos. Después marcharon a Haserot y acamparon en el desierto de Farán.

Los exploradores El Señor dijo a Moisés: Envía gente a explorar el país de Canaán, que yo voy a entregar a los israelitas, envía uno de cada tribu, y que todos sean jefes. Moisés los envió desde el desierto de Farán, según la orden del Señor, todos eran jefes de los israelitas. Moisés los envió a explorar el país de Canaán diciéndoles: Subid por este desierto hasta llegar a la montaña. Observad cómo es el país y sus habitantes, si son fuertes o débiles, escasos o numerosos, cómo es la tierra, buena o mala, cómo son las ciudades que habitan, de tiendas o amuralladas, cómo es la tierra, fértil o estéril, con vegetación o sin ella. Sed valientes y traednos frutos del país. Subieron y exploraron el país. Al cabo de cuarenta días volvieron y se presentaron a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad Israelita y les enseñaron los frutos del país. Y les contaron: Hemos entrado en el país donde nos enviaste, es una tierra que mana leche y miel,

aquí tenéis sus frutos. Pero el pueblo que habita el país es poderoso, tiene grandes ciudades fortificadas. Caleb hizo callar al pueblo ante Moisés y dijo: Tenemos que subir y apoderarnos de ella porque podremos con ella. Pero los que habían subido con él replicaron: No podemos atacar al pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y desacreditaban la tierra que habían explorado delante de los israelitas. La tierra que hemos cruzado y explorado es una tierra que devora a sus habitantes,el pueblo que hemos visto en ella es de gran estatura. Hemos visto allí nefileos, hijos de Anac, parecíamos saltamontes a su lado, y así nos veían ellos. Entonces toda la comunidad empezó a dar gritos, y el pueblo lloró toda la noche. Los israelitas protestaban contra Moisés y Aarón, y les decía: ¡Ojalá muriéramos en Egipto o en este desierto, ojalá muriéramos! ¿Por qué nos ha traído el Señor a esta tierra, para que caigamos a espada y nuestras mujeres e hijos caigan cautivos? ¿No es mejor volvernos a Egipto? Y se decían unos a otros: Nombraremos un jefe y volveremos a Egipto.

Moisés y Aarón se echaron rostro en tierra ante toda la comunidad israelita. Josué y Caleb, dos exploradores, se rasgaron los vestidos, y dijeron a la comunidad israelita: La tierra que hemos recorrido en exploración es una tierra excelente. Si el Señor nos aprecia, nos hará entrar en ella y nos la dará: es una tierra que mana leche y miel. Pero no os rebeléis contra el Señor ni temáis al pueblo del país, pues nos los comeremos. Su sombra protectora se ha apartado de ellos, mientras que el Señor está con nosotros. ¡No los temáis!

Pero la comunidad entera hablaba de apedrearlos, cuando la gloria del Señor apareció en la tienda del encuentro ante todos los israelitas.

El Señor dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo me despreciará este pueblo? ¿Hasta cuando no me creerán con todos los signos que he hecho? Voy a herirlo de peste y a desheredarlo. De ti sacaré un pueblo grande, más numeroso que ellos.

Moisés replicó al Señor: Se enterarán los egipcios, pues de en medio de ellos sacaste tú a este pueblo con tu fuerza, y se lo dirán a los habitantes de esta tierra. Han oído que tú, Señor, estás en medio de este pueblo, que tú Señor, te dejas ver cara a cara, que tu nube está sobre ellos, y tú caminas delante en la columna de nube de día y en la columna de fuego de noche.

Si ahora das muerte a este pueblo como a un solo hombre, oirán la noticia las naciones y dirán: “El Señor no ha podido llevar a este pueblo a la tierra que les había prometido, por eso los ha matado en el desierto” Por tanto, muestra tu gran fuerza, como lo has prometido.

“Señor, paciente y misericordioso, que perdonas la culpa y el delito, pero no dejas impune, que castigas la culpa de los padres en los hijos, nietos y bisnietos, perdona la culpa de este pueblo por tu gran misericordia, ya que lo has traído desde Egipto hasta aquí.

El Señor respondió: Perdono, como me lo pides. ¡Pero por mi vida y por la gloria del Señor que llena la tierra!, ninguno de los hombres que vieron mi gloria y los signos que hice en Egipto y en el desierto, y me han puesto a prueba, ya van diez veces, y no me han obedecido, verá la tierra que prometí a sus padres, ninguno de los que me han despreciado la verá. Pero a mi siervo Caleb, que tiene otro espíritu y me fue enteramente fiel, lo haré entrar en la tierra que ha visitado, y sus descendientes la poseerán. Mañana os dirigiréis al desierto, camino del Mar Rojo.

El Señor añadió a Moisés y a Aarón: ¿Hasta cuando esta comunidad malvada seguirá protestando contra mi? He oído a los israelitas protestar contra mi.

Pues diles: ¡Por mi vida! Oráculo del Señor: Que os haré lo que me habéis dicho en la cara, en este desierto caerán vuestros cadáveres, y de todo vuestro censo, contando de veinte años para arriba, los que protestaisteis contra mi, no entraréis en la tierra donde juré que os establecería. Sólo exceptúo a Josué, hijo de Nun, y a Caleb, hijo de Jefoné. “A vuestros niños, de quienes dijisteis que caerían cautivos, los haré entrar para que conozcan la tierra que vosotros habéis despreciado. Mientras que vuestros cadáveres caerán en este desierto. Vuestros hijos serán pastores en el desierto durante cuarenta años Y cargarán con vuestra infidelidad, Hasta que se consuman vuestros cadáveres en el desierto. Contando los días que explorasteis la tierra, cuarenta días, cargaréis con vuestra culpa, un año por cada día, durante cuarenta años.

Para que sepáis lo que es desobedecerme. Yo, el Señor, juro que trataré así a esa comunidad perversa que se ha

amotinado contra mí: en este desierto se consumirán y en él morirán. Moisés comunicó estas palabras a todos los israelitas, y el pueblo hizo gran duelo.

Últimas disposiciones y muerte de Moisés He cumplido ya ciento veinte años, y me encuentro impedido, además el Señor me ha dicho: “No pasarás el Jordán” El Señor tu Dios pasará delante de ti. El destruirá delante de ti esos pueblos, para que te apoderes de ellos. Josué pasará delante de ti, como ha dicho el Señor. El Señor los tratará como a los reyes amorreos Sjón y Og y como a sus tierras, que arrasó. Cuando el Señor os lo entregue, haréis con ellos lo que yo os he ordenado. ¡Sed fuertes y valientes, no temáis, no os acobardéis ante ellos! Que el Señor tu Dios avanza a tu lado, no te dejará ni te abandonará

Después Moisés llamó a Josué y le dijo en presencia de todo Israel:

Se fuerte y valiente, porque tú has de introducir a este pueblo en la tierra que el Señor, tu Dios, prometió dar a tus padres, y tú les repartirás heredad. El Señor avanzará ante ti. Él estará contigo, no te dejará ni te abandonará. No temas, ni te acobardes. Moisés escribió esta ley y la consignó a los sacerdotes Levitas que llevan el arca de la alianza del Señor y a todos los consejales de Israel. Y pronunció una bendición a los israelitas antes de morir. Y Moisés subió a la estepa de Moab al Monte Nebo, a la cima de Fasga, que mira a Jericó, y el Señor le mostró toda la tierra, Galaad hasta Dan, el territorio de Neptalí, de Efraín y de Manasés, el de Judá hasta el mar occidental, el Negueb y la comarca del valle de Jericó, la ciudad de las palmeras, hasta Soar y le dijo: Esta es la tierra que prometí a Abrahán, a Isaac, a Jacob, diciéndoles: Se la daré a tu descendencia. Te la he hecho ver con tus propios ojos, pero no entrarás en ella.

Y allí murió Moisés, siervo del Señor, en Moab, como había dicho el Señor. Lo enterraron en el valle de Moab, frente a Bet Fegor, y hasta el día de hoy nadie ha conocido el lugar de su tumba.

Moisés murió a la edad de 120 años, no había perdido la vista ni decaído en su vigor. Y ya no surgió en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Señor trataba cara a cara, ni semejante a él en los signos y prodigios que el Señor le envió a hacer en Egipto contra el Faraón, su corte y su país, ni en la mano poderosa, en los terribles portentos que obró Moisés en presencia de todo Israel.

Gabriel El arcángel Gabriel (en hebreo: ‫אל‬ ֵ ִ‫גַבְרי‬, Gavriel; en árabe Yibrīl o Yibrāīl; en latín Gabrielus; en griego Γαβριήλ Gavril) significa:

(en hebreo) la fuerza de Dios de gabar (fuerza) y El (Dios), es uno de los tres arcángeles principales citados en los textos sagrados judíos, cristianos e islámicos. Las Iglesias Católica, Ortodoxa y algunas protestantes, junto con el Islam, lo consideran arcángel por ser junto con Miguel y Rafael, los únicos ángeles con nombre, encargados de llevar misiones importantes. En la tradición Bíblica, Gabriel es considerado como uno de los mensajeros del Señor. En el Islam, a Gabriel se le considera también como uno de los principales mensajeros del Señor, puesto que es él quien reveló a Mahoma el Corán. Su representación más común es la de la Anunciación; o en el caso musulmán, la de la revelación a Mahoma, aunque también ha sido retratado llevando un mensaje escrito en la mano. El nombre de Gabriel aparece por primera vez en el Libro de Daniel. La historia se sitúa en la cautividad de Babilonia: el líder de los Judíos, Daniel, reflexiona sobre el significado de varias visiones que ha experimentado en el exilio, cuando Gabriel se le aparece con un mensaje sobre el "Fin de los Días". En el Talmud, una obra que recoge las discusiones rabínicas sobre leyes judías, tradiciones, costumbres, leyendas e historias, Gabriel aparece como el destructor de las huestes de Senaquerib en Sanhedrín, "armado con una afilada guadaña que existe desde la Creación". El arcángel Gabriel además fue quien le mostró a José el camino, el que previno a la reina Vasti de aparecer desnuda frente al Rey Ahasuerus y sus invitados, y fue uno de lo ángeles que enterró a Moisés.

Gabriel es también, la voz que le dijo a Noé que salvase a dos animales de cada especie en su arca antes de la gran inundación. La voz invisible que dijo a Abraham que no era necesario que sacrificase a su hijo Isaac. La fuerza invisible que luchó con Jacob. En el Evangelio de Lucas, Gabriel revela a los judíos, fariseos y al sacerdote Zacarías que Juan el Bautista nacerá de la esposa de Zacarías, Santa Isabel (Lucas 1:5-20) y visita a la prima de Isabel, María, anunciándole que ella dará a luz a un niño al que pondrá de nombre Yeshua. Esta visita de Gabriel a María es llamada "La Anunciación" (Lucas 1:26-38). Él es además el ángel de la unificación que revela a Juan el libro del Apocalipsis. Gabriel sopla el cuerno que anuncia el Día del Juicio. En la Iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días, se enseña que Gabriel es el ángel enviado al profeta Daniel (véase en «Daniel 8:16».; «9:21».), al sacerdote Zacarías, padre de Juan el Bautista (véase en «Lucas 1:11–19».; y en «D y C 27:7».), a María, madre de Yeshua (véase en «Lucas 1:26– 38».) y a otras personas en estos últimos días para ser parte de la restauración del Evangelio de Jesucristo (véase en «D y C 1 28:21».). La tarea principal de Gabriel fue la de llevar los mensajes del Señor a Sus mensajeros. También se relata que fue Gabriel quien acompañó a Mahoma en su ascensión al cielo, donde se dice que Mahoma

previamente estuvo con los mensajeros del Señor, y fue informado sobre la oración Islámica (Bukhari 1:8:345). Los musulmanes dicen que Gabriel desciende a la Tierra en la noche del Laylat al-Qadr ("La Noche del Destino"), una noche en los últimos diez días del sagrado mes del Ramadán en el calendario islámico Gabriel es asociado al color Azul, a la dirección Oeste, o al elemento Agua; se dice que su “caballo” se llama Haizum. Gabriel es definido de muchas formas, entre ellas como el ángel de la anunciación, resurrección, misericordia, muerte y revelación. Además, el arcángel ha sido identificado por distintas fuentes como uno de "los Siete Arcángeles que se encuentran en la presencia del Señor"; también es llamado príncipe jefe de los ángeles, virtuoso, poderoso, arcángel y se le atribuyen órdenes celestiales. Se le considera el gobernante del Shamayim, el Primer Cielo.

La visiones Gabriel se presenta a Daniel Las cuatro fieras El año primero de Baltasar, rey de Babilonia, Daniel tuvo un sueño, estando en la cama. Al punto que escribió lo que había soñado: Tuve una visión nocturna, los cuatro vientos agitaban el océano. Cuatro fieras gigantescas salían del mar, las cuatro distintas. La primera era como un león con alas de águila, mientras yo miraba, le arrancaron las alas, la alzaron del cuelo, la pusieron en pie como un hombre, y le dieron mente humana. La segunda era como un oso medio erguido, con tres costillas en la boca, entre los dientes. Le dijeron: ¡Arriba! Come carne en abundancia. Después vi otras fieras como un leopardo, con cuatro alas de ave en el lomo y cuatro cabezas. Y le dieron poder. Después tuve otra visión nocturna: Una cuarta fiera, terrible, espantosa, fortísima, tenía grandes dientes de hierro, con los que comía y descuartizaba, y las sobras las pateaba con las pezuñas. Era diversa de las fieras anteriores, porque tenía diez cuernos. Miré atentamente los cuernos y vi que de ellos salía otro cuerno pequeño, para hacerle sitio, arrancaron tres de los cuernos precedentes. Aquel cuerno tenía ojos humanos y una boca que profería insolencias. Durante la visión vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó.

Su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima, su trono, llamas de fuego, sus ruedas llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros. Yo seguía mirando, atraído por las insolencias que profería aquel cuerno, hasta que mataron a la fiera, la descuartizaron y la echaron al fuego. A las otras les quitaron el poder, dejándolas vivas una temporada. Seguí mirando, y en la visión nocturna ví venir en las nubes del cielo una figura humana, que se acercó al anciano y fue presentada ante él. Le dieron poder real y dominio, todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin. Yo Daniel, me sentía agitado por dentro y me turbaban las visiones de mi fantasía. Me acerque a uno de los servidores y le pedí que me explicase todo aquello. Él me contestó explicándome el sentido de la visión: Esas cuatro fieras gigantescas representan cuatro reinos que surgirán en el mundo. Pero los santos del Altísimo recibirán el reino y lo poseerán por los siglos de los siglos.

Yo quise saber lo que significaba la cuarta fiera, diversa de las demás, la fiera terrible, con dientes de hierro y garras de bronce, que devoraba y trituraba y pateaba las sobras de sus pezuñas, lo que significaban los diez cuernos de su cabeza y el otro cuerno que salía y eliminaba los tres, que tenía ojos y una boca que profería insolencias, y era más grande que los otros. Mientras yo seguía mirando, aquel cuerno luchó contra los santos y los derrotó. Hasta que llegó el anciano para hacer justicia a los santos del Altísimo, y empezó el imperio de los santos. Después me dijo: La cuarta bestia es un cuarto reino que habrá en la tierra, diverso de todos los demás, devorará toda la tierra, la trillará y triturará.

Sus diez cuernos son diez reyes que habrá en aquel reino.

Después vendrá otro, diverso de los precedentes, que destronará a tres reyes, blasfemará contra el Excelso, perseguirá a los santos del Altísimo e intentará cambiar el calendario y la ley.

Dejarán en su poder a los santos durante un año y otro año, y otro año y medio. Pero cuando se siente el tribunal para juzgar, le quitará el poder y será destruido y aniquilado totalmente. El poder real y el dominio sobre todos los reinos bajo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del Altísimo.

Será un reino eterno, al que temerán y se someterán todos los soberanos.

Fin del relato, Yo Daniel, turbado con mis pensamientos, palidecí, pero me lo guardé todo dentro.

El carnero y el macho cabrío El año tercero del rey Baltasar, yo, Daniel tuve una visión, después de la que ya había tenido. Contemplaba en la visión que me encontraba en Susa, capital de la provincia de Elam, y contemplaba en visión que me encontraba junto al río Ulay. Alcé la vista y vi junto al río, en pie, un carnero de altos cuernos, uno más alto, y detrás del otro. Vi que el carnero embestía a poniente, a norte y a sur, y no había fiera que le resistiera, ni quien se librase de su poder, hacía lo que quería, alardeando. Mientras yo reflexionaba, apareció un macho cabrío que venía de poniente, atravesando toda la tierra sin tocar el suelo, tenía un cuerno entre los ojos.

Se acercó al carnero de los dos cuernos, que había visto en pie juntao al río, y se lanzó contra él furiosamente. Lo vi llegar junto al carnero, revolverse contra él y herirlo, le rompió los dos cuernos, y el carnero quedó sin fuerza para resistir. Lo derribó en tierra y lo pateó sin que nadie librase al carnero de su poder. Entonces, el macho cabrío hizo alarde de su poder. Pero, al crecer su poderío, se le rompió el cuerno grande y le salieron en su lugar otros cuatro orientados hacia los cuatro puntos cardinales. De uno de ellos salió otro cuerno pequeño que creió mucho, apuntando hacia el sur, hacia el este, hacia La Perla. Creció hasta alcanzar el ejército del cielo, derribó al suelo algunas estrellas de ese ejército y las pisoteó. Creció hasta alcanzar al general del ejército, le arrebató el sacrificio cotidiano y socabó los cimientos del templo. Le entregaron el ejército y el sacrificio expiatorio, la lealtad cayó por los suelos, mientras él actuaba con gran éxito. Entonces oí a dos santos que hablaban entre sí. Uno preguntaba: ¿Cuánto tiempo abarca la visión de los sacrificios cotidiano y expiatorio, de la desolación del santuario y el ejército pisoteado?

El otro contestaba: “Dos mil trescientas tardes y mañanas, después el santuario será reivindicado”. Yo, Daniel, seguía mirando y procurando entender la visión cuando apareció frente a mí, en pie una figura humana. Oí una voz humana junto al río Ulay que gritaba: “Gabriel, explícale a éste la visión” Se acercó adonde yo estaba, y al acercarse caí espantado de bruces, pero él me dijo: “Hombre, has de comprender que la visión se refiere al final” Mientras él hablaba, seguí de bruces, aletargado, él me tocó y me puso en pie. Después me dijo: “Yo te explicaré lo que sucederá en el tiempo final de la cólera, porque se trata del plazo final”

El carnero de los dos cuernos que viste representa los Reyes de Media y Persia. El macho cabrío es el rey de Grecia, el cuerno grande entre sus ojos es el jefe de la dinastía. Los cuatro cuernos que salieron al quebrarse el primero son cuatro reyes de su estirpe, pero no de su fuerza.

Al final de sus reinados, en el colmo de sus crímenes, se alzará un rey osado, experto en enigmas, de fuerza indomable, prodigiosamente destructivo, que actuará con gran éxito.

Destruirá a los poderosos, a un pueblo de santos.

Con su astucia hará triunfar el fraude en sus acciones.

Se creerá grande y destruirá con toda calma a muchos.

Se atreverá con el Príncipe de príncipes, pero sin intervención humana fracasará.

La visión en que hablaban de tardes y mañanas es auténtica.

Pero tú sella la visión, porque se refiere a un futuro remoto. Yo, Daniel, estuve enfermo unos días, cuando me levanté, me puse a despachar los asuntos del rey, pero seguía perplejo, sin comprender la visión.

Las setenta semanas “El año primero de Darío, hijo de Jerjes, medo de linaje y rey de los caldeos, el año primero de su reinado, yo, Daniel, leía atentamente en el libro de las profecías de Jeremías el número de años que Jerusalén había de quedar en ruinas, eran setenta años. Después me dirigí al Señor implorándole con oraciones y súplicas, con ayuno, sayal y ceniza. Oré y me confesé al Señor, mi Dios…” “Aún estaba hablando y suplicando y confesando mi pecado y el de mi pueblo, Israel, y presentando mis súplicas al Señor, mi Dios, a favor del monte santo, aún estaba pronunciando mi

súplica, cuando aquel Gabriel que había visto en la visión, llegó volando hasta mí, a la hora de la ofrenda vespertina. Al llegar me hablo así: Daniel, acabo de salir para explicarte el sentido. Al principio de tus súplicas se pronunció una sentencia, y yo he venido para comunicártela, porque eres un predilecto. ¡Entiende la palabra, comprende la visión!

Setenta semanas están decretadas para tu pueblo y tu cuidad santa: para cerrar el delito, sellar el pecado, expiar el crimen, para traer una justicia perenne, para sellar la visón y al profeta y ungir el lugar santísimo.

Has de saberlo y comprenderlo: Desde que se decretó la vuelta Y la reconstrucción de Jerusalén Hasta un príncipe ungido Pasarán siete semanas

Durante sesenta y dos semanas estará reconstruída con calles y fosos, en tiempos difíciles.

Pasadas las sesenta y dos semanas Matarán al ungido inocente, Vendrá un príncipe con su tropa Y arrasará la ciudad y el templo.

El final será un cataclismo, Y hasta el final están decretadas Guerra y destrucción.

Firmará una alianza con muchos durante una semana, durante media semana hará cesar ofrendas y sacrificos y pondrá sobre el ala el ídolo abominable hasta que el fin decretado le llegue al destructor.

La visión terrible El año tercero de Ciro, rey de Persia, le revelaron a Daniel una cosa: la cosa era cierta, pero era una tarea enorme. Comprendió la cosa, gracias a la visión logró comprender. Por entonces, yo, Daniel, estaba cumpliendo un luto de tres semanas: no comía manjares exquisitos, no probaba vino ni carne, ni me ungía durante las tres semanas.

El día veinticuatro del mes primero estaba yo junto al Río Grande. Alcé la vista y vi aparecer un hombre vestido de lino, con un cinturón de oro, su cuerpo era como crisólido, su rostro como un relámpago, sus ojos como antorchas, sus brazos y piernas como destellos de bronce bruñido, sus palabras resonaban como una multitud. Yo sólo veía la visión, la gente que estaba conmigo, aunque no veía la visión, quedó sobrecogida de terror y corrió a esconderse. Así quedé solo, al ver aquella magnífica visión me sentí desfallecer, mi semblante quedó desfigurado y no hallaba fuerzas. Entonces, oí ruido de palabras, y al oírlas caí en un letargo con el rostro en tierra. Una mano me tocó, me sacurdió poniéndome a cuatro pies. Luego me habló:

Daniel, predilecto: fíjate en las palabras que voy a decirte y ponte en pie porque me han enviado a ti.

Mientras me hablaba así, me puse en pie temblando.

Me dijo: No temas, Daniel. Desde el día aquel en que te dedicaste a estudiar y a humillarte ante Dios, tus palabras han sido escuchadas y yo he venido a causa de ellas.

El príncipe del reino de Persia me opuso resistencia durante veintiún días: Miguel, uno de los príncipes supremos, vino en mi auxilio, por eso me detuve allí junto a los reyes de Persia.

Pero ahora he venido a explicarte lo que ha de suceder a tu pueblo en los últimos días.… Mientras me hablaba así, caí de bruces y enmudecí. Una figura humana me tocó los labios Abrí la boca y hablé al que estaba frente e mi: La visión me ha hecho retorcerme de dolor, y no hallo fuerzas. ¿Cómo hablará este esclavo a tal señor? ¡Si ahora las fuerzas me abandonan y he quedado sin aliento!

De nuevo una figura humana me tocó y me fortaleció. Después me dijo: No temas, predilecto, ten calma, sé fuerte. Mientras me hablaba, recobré las fuerzas y dije: Me has dado fuerzas, señor, puedes hablar. Me dijo: ¿Sabes para que he venido? Ahora tengo que volver a luchar con el príncipe de Persia, cuando termine, vendrá el príncipe de Grecia.

Pero te comunicaré lo que está escrito en el libro de la verdad. Nadie me ayuda en mis luchas si no es vuestro príncipe Miguel.

Yo por mi parte, durante el año primero de Darío el medo,

le ayudé y reforcé a él. Ahora te comunicaré la verdad:

Persia todavía tendrá tres reyes. El cuarto los superará en riquezas, pero cuando por las riquezas crezca su poderío, provocará a todo el reino griego….

…Después los dos harán una alianza…

… unos años dejará en paz al rey del norte…

…..Este último (el rey del norte) invadirá el reino del rey del sur, pero se volverá a su territorio…

Sus hijos declararán guerra, reunirán ejércitos enormes: invadirá y pasará como una inundación, y volverá a luchar hasta la fortaleza.

El rey del sur, despechado, saldrá a luchar contra él, pondrá en pie de guerra un gran ejército, el cual caerá en sus manos.

Se engreirá con la victoria sobre el ejército y hará morir a millares, pero no prevalecerá.

El rey del norte pondrá en pie de guerra otro ejército mayor que el primero, pasados unos años volverá con un gran ejército bien avituallado.

Entonces muchos se levantarán contra el rey del sur… Pero fracasarán… Las tropas del sur no resistirán…

Un sucesor suyo despachará a un exactor de su majestad a requisar el tesoro del templo, en pocos días será liquidado sin enfados ni peleas.

Le sucederá un plebeyo, sin títulos reales… Barrerá ejércitos enemigos desbaratándolos, y también al príncipe de la alianza.

Envalentonado, se dispondrá a atacar al rey del sur con gran ejército, el rey del sur le hará frente con un ejército inmenso, pero caerá víctima de conspiraciones,

los que compartían su pan serán su ruina, su ejército será barrido y tendrá muchísimas bajas.

Los dos reyes, llenos de malas intenciones, se sentarán a una mesa para decirse mentiras, pero no les valdrá porque el plazo ya está fijado.

El volverá al pais con muchas riquezas y con planes contra la santa alianza, después de ejecutarlos volverá a su país.

En el plazo fijado volverá al país del sur, pero no le irá como las otras veces.

Naves de Chipre lo atacarán, se volverá asustado a desahogar su cólera contra la santa alianza.

Al volver hará caso a los que abandonan la santa alianza.

Algunos destacamentos suyos se presentarán a profanar el santuario y la ciudadela, abolirán el sacrificio cotidiano e instalarán un ídolo abominable.

Pervertirá con halagos a los que quebrantan la alianza, pero los que conocen a su Dios se decidirán a actuar.

…El rey actuará a su arbitrio, se engreirá desafiando a todos los dioses, y hablará con arrogancia contra el Dios de los dioses, prosperará hasta el momento del castigo, que está decretado y se ejecutará.

No respetará al Dios de sus padres, ni al favorito de las mujeres, no respetará a ningún Dios, porque se creerá superior a todos.

…Al final, el rey del sur embestirá contra él, el rey del norte se lanzará en torbellino con carros, jinetes, y muchas naves. Invadirá y cruzará países como una inundación…

….Penetrará en la Perla de la Tierra…. ….Caerán a millares…. …..Echará mano a diversos países y ni siquiera Egipto se librará….

….marchará con toda furia a destruir y aniquilar muchedumbres…..

Plantará su pabellón entre el mar y la Perla de la Santa Montaña. Se aproxima a su fin y nadie lo defenderá.

Resurrección y salvación Entonces se levantará Miguel, El arcángel que se ocupa de tu pueblo.

…serán tiempos difíciles, como no ha habido desde que hubo naciones hasta ahora.

Entonces se salvará tu pueblo:

todos los inscritos en el libro.

Muchos que duermen en el polvo despertarán: Unos para vida eterna, Otros para ignomia perpetua.

Los maestros brillarán como brilla el firmamento, y los que convierten a los demás como estrellas perpetuamente.

Tu , Daniel, guarda estas palabras y sella el libro hasta el momento final. Muchos lo repasarán y aumentarán su saber. Yo, Daniel, vi a otros hombres en pie a ambos lados del río. Y pregunté al hombre vestido de lino que se cernía sobre el agua del río: ¿Cuándo acabarán estos prodigios? El hombre vestido de lino, que se cernía sobre el agua del río, alzó ambas manos al cielo y le oí jurar por el que vive eternamente: Un año y dos años y medio. Cuando acabe la dispersión del pueblo santo, se cumplirá todo esto.

Yo oí sin entender y pregunté: Señor, ¿Cuál será el desenlace? Me respondió: Ve, Daniel. Las palabras están guardadas y selladas hasta el momento final.

Muchos se purificarán y ascenderán y blanquearán, los malvados seguirán en su maldad sin entender, los maestros comprenderán.

Desde que supriman el sacrificio cotidiano y coloquen al ídolo abominable pasarán mil doscientos noventa días. Dichoso el que aguarde hasta que pasen mil trescientos treinta y cinco días. Tú, vete y descansa. Te alzarás a recibir tu destino al final de los días.

Gabriel se presenta a Zacarías El Evangelio según Lucas

Capítulo 1 Prólogo Muchos han intentado hacer un relato de las cosas que se han cumplido entre nosotros, tal y como nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos presénciales y servidores de la palabra. Por lo tanto, yo también, excelentísimo Teófilo, habiendo investigado todo esto con esmero desde su origen, he decidido escribírtelo ordenadamente, para que llegues a tener plena seguridad de lo que te enseñaron.

Anuncio del nacimiento de Juan el bautista En tiempos de Herodes, rey de Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, miembro del grupo de Abías. Su esposa Elisabet también era descendiente de Aarón. Ambos eran rectos e intachables delante de Dios, obedecían todos los mandamientos y preceptos del Señor. Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y los dos eran de edad avanzada. Un día en que Zacarías, por haber llegado el turno de su grupo, oficiaba como sacerdote delante de Dios, le tocó en suerte, según la costumbre del sacerdocio, entrar en el santuario del Señor para quemar incienso. Cuando llegó la hora de ofrecer incienso, la multitud reunida afuera estaba orando.

En esto un ángel del Señor se le apareció a Zacarías a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se asustó, y el temor se apoderó de él.

El ángel le dijo:

“No tengas miedo, Zacarías, pues ha sido escuchada tu oración. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan.

Tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán por su nacimiento, porque él será un gran hombre delante del Señor.

Jamás tomará vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde su nacimiento.

Hará que muchos israelitas se vuelvan al Señor su Dios.

El irá primero, delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con los hijos y guiar a los desobedientes a la sabiduría de los justos. De este modo preparará un pueblo bien dispuesto para recibir al Señor.

¿Cómo podré estar seguro? – preguntó Zacarías al ángel. Ya soy anciano y mi esposa también es de edad avanzada. Yo soy Gabriel y estoy a las órdenes de Dios – le contestó el ángel-

He sido enviado para hablar contigo y darte estas buenas noticias.

Pero como no creíste en mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo, te vas a quedar mudo. No podrás hablar hasta el día en que todo suceda. Mientras tanto, el pueblo estaba esperando a Zacarías y les extrañaba que se demorara tanto en el santuario. Cuando por fin salió, no podía hablarles, asi que se dieron cuenta que allí había tenido una visión. Se podía comunicar sólo por señas, pues seguía mudo. Cuando terminaron los días de su servicio, regresó a su casa. Poco después, su esposa Elisabet quedó encinta y se mantuvo recluída por cinco meses. “Esto- decía ella – es obra del Señor, que ahora me ha mostrado su bondad al quitarme la vergüenza que yo tenía ante los demás”

Gabriel se presenta a María A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. María (en arameo ‫ מרים‬Mariam ) es el nombre que se usa en los evangelios para referirse a la madre de Jesús. En el Islam se usa el nombre árabe Maryam. María es un nombre conocido en el Tanaj o Antiguo Testamento por haber sido nombre de la hermana de Moisés y Aarón, originalmente escrito como Miryām, o Mariám (Mαριαμ), el cambio en la primera vocal señala tal vez la pronunciación corriente, la del arameo, que se hablaba en Palestina antes del nacimiento de Cristo. En el texto griego del Nuevo Testamento, el nombre usado era Mariám. María sería la forma helenizada de la palabra. Aunque en la Edad Media se le buscó significados más piadosos que exactos, bajo los actuales descubrimientos arqueológicos, "Alteza" o "Ensalzada" son los significados más cercanos al nombre de origen hebreo. María es asimismo conocida como "Estrella de los Mares" o "Estrella del Mar" (Stella Maris). Dicho nombre procede de la interpretación de un pasaje del Antiguo Testamento, primer libro de los Reyes, 18:41-45. María es mencionada por su nombre por primera vez al escribirse el evangelio más antiguo, el evangelio según Marcos.

En el evangelio según Mateo se la menciona con motivo de la narración de la concepción milagrosa de Jesús y de su nacimiento y huida a Egipto. Aquí el evangelista menciona que es María aquella de quien habló el profeta Isaías al decir: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros".

Joaquín el padre de María se encuentra con un Ángel En el libro de la Natividad de María se describe cómo Joaquín, el padre de Maria, tiene un encuentro en las montañas con un Ángel que emite luminosidad. “…el ángel del Señor se presento a Joaquín rodeado de un inmenso resplandor”

Protoevangelio de Santiago El texto consta de dos partes distintas: 1) Vida de María hasta el nacimiento de Yeshua. Narra la historia de la concepción de María (caps. I-V). Sus padres, Ana y Joaquín ya eran ancianos cuando Dios les concedió tener descendencia.

María es puesta bajo el cuidado del templo desde los tres años de edad. María se casa con José, quien se compromete a protegerla y a respetar su virginidad. De él se afirma que es viudo y tiene varios hijos. En los evangelios canónicos no hay prueba de que José se case antes del nacimiento con María. 2) Nacimiento de Yeshua Se describe luego el episodio de la Anunciación, con algunas variaciones con respecto al Evangelio de Lucas, la Visitación, las dudas de José y la aparición en sueños del ángel. En los capítulos XV y XVI José es acusado por el escriba Anás de haber violado a María, y tanto José como María deben someterse a una prueba para demostrar su inocencia, un pasaje que no figura en los evangelios canónicos. A partir del capítulo XVII se narra el nacimiento de Yeshua, y los episodios de la llegada y adoración de los Magos. Sigue la matanza de los inocentes y el martirio de Zacarías, padre de Juan el Bautista. El relato se cierra con un epílogo (capítulo XXV), en el que Santiago se presenta como autor e indica que compuso la obra cuando se retiró al desierto para huir de un motín que se produjo en Jerusalén tras la muerte de Herodes. Salomé, quien aparece también en Marcos, es citada entre los asistentes a la crucifixión, comprueba empíricamente tras el parto la virginidad de María (capítulo 20).

Aprócrifo de Mateo Según el Evangelio apócrifo de Mateo, apócrifo de la Natividad e infancia de Yeshua. Se considera que es una reelaboración en latín del Protoevangelio de Santiago. Este evangelio suele datarse hacia el siglo VII. “…apareció un joven entre las montañas donde Joaquín apacentaba sus rebaños y dijo a éste: ¿Cómo es que no vuelves al lado de tu esposa? Joaquín replico: “Veinte años hace ya que tengo a ésta por mujer, y, puesto que el Señor, ha tenido a bien no darme hijos de ella…” Joaquín luego de vivir 20 años con Ana (la madre de Maria) no tuvo hijos con ella, por ello se marcho a la montaña, y allí se le aparece un ángel que le dice luego que baje y que encontraría a su esposa encinta…

“baja ya de estas montañas y corre al lado de tu mujer. La encontraras embarazada, pues el Señor se ha dignado suscitar en ella un germen de vida; y ese germen será bendito y ella misma será también bendita…”

… y el ángel se elevo hacia el cielo…

Anduvieron treinta días consecutivos y cuando estaban ya cerca, un ángel del Señor se apareció a Ana mientras estaba en oración y le dijo: “Vete a la puerta que llaman dorada y sal al encuentro de tu marido, porque hoy mismo llegará”. Mas adelante luego del encuentro señalado Ana dice: “no hace mucho era estéril y he aquí que he concebido en mis entrañas…” En este párrafo se le presenta a Ana un Ángel, que anteriormente se le había presentado a Joaquín y le precisa exactamente el momento en que llegara su esposo. Ana concibió a Maria por intervención del Señor, ya que ella misma declara haber sido estéril, y es el Ángel enviado por el Señor quien le trasmitió el mensaje de la concepción milagrosa. Según los textos apócrifos, la niña Maria había sido atendida cuidadosamente por Ángeles

“Maria tenia diariamente trato con los ángeles. Así mismo gozaba todos los días de la visión divina, la cual la inmunizaba contra toda clase de males…” Maria a partir de los 3 años fue enviada por sus padres a vivir al Templo del Señor, por orden de los ángeles. La niña Maria recibía diariamente su visita, lo cual la inmunizada de toda clase de males. “Fue enviado por Dios el ángel Gabriel, para que le anunciase la concepción del Señor… así entro hasta ella, inundo la estancia donde se encontraba de un fulgor extraordinario… le dijo: Dios te salve, Maria, virgen gratísima al Señor, virgen llena de gracia; El Señor esta contigo; tu eres mas bendita que todas las mujeres y que todos los hombres que han nacido hasta ahora. La virgen se vio sorprendida por la manera de hablar de aquel ángel. Y así se puso a pensar a que vendría saludo tan insólito, que pronostico podría traerle y que desenlace tendría finalmente. El ángel, por inspiración divina, vino al encuentro de tales pensamientos…”

La presencia de María en los relatos de la bíblia comienza con la narración de la aparición del Ángel Gabriel a María, según se relata en Lucas 1: 16- 70

Anuncio del nacimiento de Yeshúa A los seis meses, Dios envió al Ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se lamaba María.

El ángel se acercó a ella y le dijo: ¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo. Ante estas palabras, María se perturbó, y se preguntaba que podría significar este saludo. No tengas miedo Maria, Dios te ha concedido su favor – le dijo el ángel-

Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Yeshua.

El será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. ´ Dios el Señor le dará el trono de su padre David, y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin.

¿Cómo podrá suceder esto – le preguntó María al ángel – puesto que soy virgen?

El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios.

También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez, de hecho, la que decían que era estéril ya está en el

sexto mes de embarazo.

Porque para Dios no hay nada imposible.

Aquí tienes a la sierva del Señor – contestó María – Que él haga conmigo como has dicho. Con esto el ángel la dejó.

María visita a Elisabet A los pocos días María emprendió el viaje y se fue de prisa a un pueblo en la región montañosa de Judea. Al llegar entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. Tan pronto como Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre. Entonces, Elisabet llena del Espíritu Santo exclamó: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el hijo que darás a luz! Pero, ¿como es esto que la madre de mi Señor venga a verme? Te digo que tan pronto como llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de alegría la criatura que llevo en mi vientre. ¡Dichosa tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá!

El Cántico de María Entonces dijo María:

Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí. ¡Santo es su nombre! De generación en generación se extiende su misericordia a los que le temen. Hizo proezas con su brazo, desbarató las intrigas de los soberbios. De sus trinos derrocó a los poderosos, mientras que ha exaltado a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes, y a los ricos los despidió con las manos vacías. Acudió en ayuda de su siervo Israel y cumpliendo su promesa a nuestros padres, mostró su misericordia a Abraham y a su descendencia para siempre. María se quedó con Elisabet unos tres meses y luego regresó a su casa.

Nacimiento de Juan el Bautista Cuando se le cumplió el tiempo, Elisabet dio a luz un hijo. Sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había mostrado gran misericordia, y compartieron su alegría. A los ocho días llevaron a circuncidar al niño. Como querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, su madre se opuso. ¡No! Dijo ella. Tiene que llamarse Juan.

Pero si nadie de tu familia tiene ese nombre – le dijeron. Entonces le hicieron señas a su padre, para saber qué nombre quería ponerle al niño. El pidió una tablilla, en la que escribió: “Su nombre es Juan” Y todos quedaron asombrados. Al instante se le desató la lengua, recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. Todos los vecinos se llenaron de temor, y por toda la región montañosa de Judea se comentaba lo sucedido. Quienes lo oían preguntaban: ¿Qué llegará a ser este niño? Porque la mano del Señor lo protegía.

El Cántico de Zacarías Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido a redimir a su pueblo. Nos envió un poderoso salvador en la casa de David su siervo, (como lo prometió en el pasado por medio de sus santos profetas), para librarnos de nuestros enemigos y del poder de todos los que nos aborrecen, para mostrar misericordia a nuestros padres al acordarse de su santo pacto. Así lo juró a Abraham nuestro padre: nos concedió que fuéramos libres del temor al rescatarnos del poder de nuestros enemigos, para que le sirviéramos con santidad y con justicia, viviendo en su presencia todos nuestros días.

Y tú, hijito mío, serás llamado profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor para prepararle el camino. Darás a conocer a su pueblo la salvación mediante el perdón de los pecados, gracias a la entrañable misericordia de nuestro Dios. Así nos visitará desde el cielo el sol naciente, para dar luz a los que viven en tinieblas, en la más terrible oscuridad, para guiar nuestros pasos por la senda de la paz”. El niño crecía y se fortalecía en el espíritu, y vivió en el desierto hasta el día en que se presentó públicamente al pueblo de Israel. Texto Bíblico tomado de la Santa Biblia Nueva Versión Internacional c 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional

El éxtasis de María “Cuando hube entrado para examinar a la doncella, la encontré con la faz vuelta hacia arriba, mirando al cielo y hablando consigo. Yo creo que estaba en oración y bendecía al Altísimo… le dije: dime, hija ¿no sientes por ventura alguna molestia o tienes algún miembro dolorido? Mas ella continuaba inmóvil mirando al cielo, cual una sólida roca y como si nada oyese”. “Yo por mi parte, quede llena de estupor y de admiración y el miedo se apodero de mi, pues tenia fija mi vista en el intenso resplandor que despedía la luz que había nacido. Y esta luz fuese poco a poco condensando y tomando la forma de un niño, hasta que apareció un referente, como suelen ser los hombres al nacer”. “Salomé pues, introdujo su dedo en la naturaleza, mas de repente lanzó un grito diciendo: ¡ay de mi! ¡Mi maldad y mi

incredulidad tienen la culpa! por tentar al Dios vivo se desprende de mi cuerpo mi mano carbonizada”.

Protoevangelio de Santiago El protoevangelio de Santiago es un evangelio apócrifo aunque nunca fue incluido entre los evangelios canónicos, recoge leyendas que han sido admitidas como ortodoxas por las iglesias cristianas, tales como la natividad milagrosa de María, la localización del nacimiento de Yeshua en una cueva o el martirio de Zacarías, padre de Juan el Bautista. Se denomina protoevangelio porque narra hechos anteriores al nacimiento de Yeshua El texto tiene un epílogo en que se declara su autoría: "Y yo, Santiago, que he escrito esta historia [...]" El personaje mencionado aquí es, según la tradición, Santiago, pariente de Yeshua, identificado por algunos con Santiago el Justo.

“Y Maria permaneció en el Templo como una paloma, recibiendo alimento de manos de un ángel”

“Y yo, José, me eché a andar pero no podía avanzar, y al elevar mis ojos al espacio, me pareció ver como si el aire estuviera estremecido de asombro; y cuando fijé mi vista en el firmamento, lo encontré estático y los pájaros del cielo inmóviles; y al dirigir mi mirada hacia atrás, vi un recipiente en el suelo y unos trabajadores echados en actitud de comer, con sus manos en la vasija. Pero los que simulaban

masticar, en realidad no masticaban, y los que parecían estar en actitud de tomar la comida, tampoco la sacaban del plato, y, finalmente, los que parecían introducir los manjares en la boca, no lo hacían, sino que todos tenían sus rostros mirando hacia arriba…” “Entonces la partera se puso en camino con él (José). Al llegar al lugar de la gruta, se pararon, y he aquí que esta estaba sombreada por una nube luminosa…de repente la nube empezó a retirarse de la gruta y brillo dentro (de la gruta) una luz tan grande que nuestros ojos no podían resistirla. Esta por un momento comenzó a disminuir hasta tanto que apareció el niño y vino a tomar el pecho de su madre Maria”.

El Nacimiento de Yeshúa Por aquellos días Augusto César decretó que se levantara un censo en todo el imperio romano. Así que iban todos a inscribirse, cada cual a su propio pueblo. También José que era descendiente del rey David, subió a Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea. Fue a Belén, la ciudad de David, para inscribirse junto con María su esposa. Ella se encontraba encinta y, mientras estaban allí, se le cumplió el tiempo. Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.

Los Pastores y los ángeles En esa misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo, turnándose para cuidar sus rebaños. Sucedió que un ángel del Señor se les apareció.

La gloria del Señor los envolvió con su luz, y se llenaron de temor. Pero el ángel les dijo: No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.

Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Mesías el Señor.

Esto les servirá de señal: Encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad”. Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: “Vamos a Belén, a ver esto que ha pasado y que el Señor nos ha dado a conocer”. Así que fueron de prisa y encontraron a María y a José, y al nio acostado en el pesebre.

Cuando vieron al niño, contaron lo que les habían dicho acerca de él, y cuantos lo oyeron se asombraron de lo que los pastores decían. María, por su parte, guardaba todas estas cosas en su corazón y meditaba acerca de ellas. Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído, pues todo sucedió tal y como se les había dicho. Texto Bíblico tomado de la Santa Biblia Nueva Versión Internacional c 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional

Circuncisión y presentación Al octavo día, al tiempo de circuncidarlo, le pusieron por nombre Yeshua, como lo había llamado el ángel antes de que fuera concebido. Y cuando llegó el día de la purificación, de acuerdo con la Ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para presentárselo al Señor: “Todo primogénito varón será consagrado al Señor…” Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, un hombre honrado y piadoso, que esperaba consuelo de Israel y se guiaba por el Espíritu Santo. Le había comunicado el Espíritu Santo que no moriría sin antes haber visto al Mesías del Señor. Movido, pues, por el Espíritu, se dirigió al templo.

Cuando los padres introducían al niño Yeshua para cumplir con él lo mandado en la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: “Ahora, dueño mío, según tu palabra, dejas libre y en paz a tu siervo, porque han visto mis ojos tu Salvador, que has dispuesto ante todos los pueblos como luz revelada a los paganos y como gloria de tu pueblo Israel”.

Gabriel se presenta a Juan

La Visión del Apocalipsis de Juan fue revelada a él por el Ángel mensajero enviado del Señor, para que anunciase la revelación que él confió a Jesucristo de lo que va a suceder pronto, tal y como está escrito. 1-

Revelación que el Señor confió a Jesucristo para que mostrase a sus siervos lo que va a suceder pronto, y él la manifestó enviando su ángel a Juan, el cual atestigua que cuanto vio es palabra del Señor y testimonio de Jesucristo.

Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta profecía y observen lo escrito en ella. Pues su plazo está próximo.

Mensaje a las siete Iglesias De Juan a las siete Iglesias de Asia: Os deseo el favor y la paz de parte del que es, y era y será, de parte de los siete Espíritus que están ante su trono y de parte de Jesucristo, el testigo fidedigno, el primogénito de los muertos, el Señor de los reyes del mundo. Al que nos amó y nos libró con su sangre de nuestros pecados, e hizo de nosotros un reino, sacerdotes de su padre el Señor, a él la gloria y el poder por los siglos de los siglos amén.

Mira que llega entre nubes:

Todos los ojos lo verán, también los que lo atravesaron, y todas las razas del mundo se darán golpes de pecho por él. Así es, amén

Yo soy el alfa y el omega, dice el Señor, el que es y era y será, el Todopoderoso.

La Visión de Jesucristo Yo Juan, hermano vuestro, compañero vuestro en la pena y el reinado y la paciencia por Yeshua, me encontraba en la isla de Patmos a causa de la palabra del Señor y el testimonio de Jesús. Un domingo, se apoderó de mi una voz potente, como de trompeta, que decía: Lo que ves escríbelo en un libro y envíalo a las siete Iglesias: Efeso Esmirna Pérgamo Tiatira Sardes Filadelfia Laodicea Me volví para ver de quién era la voz que me hablaba y al volverme ví siete lámparas de oro y en medio de las lámparas una figura humana, vestida de túnica talar, el pecho ceñido de un cinturón de oro, cabeza y cabello blancos como la lana blanca o como nieve, los ojos como llama de fuego, los pies como de bronce bruñido y acrisolado, la voz como el estruendo de las aguas torrenciales.

En la diestra sujetaba siete estrellas, de su boca salía una espada afilada de doble filo, su aspecto como el sol brillando con toda su fuerza. Nada más verlo, caí a sus pies como muerto, pero él, poniéndome encima la mano diestra me dijo: No temas. Yo soy el primero y el último, el que vive, estuve muerto y ahora ves que estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del Abismo. Escribe lo que viste: lo de ahora, y lo que sucederá después. Éste es el símbolo de las siete estrellas que viste a mi diestra y de las siete lámparas de oro: Las siete estrellas son los ángeles de las siete Iglesias. Las siete lámparas son las siete Iglesias.

Me dijo: Estas palabras son verdaderas y fidedignas. El Señor, Dios de los espíritus proféticos, envió a su Ángel para mostrar a sus siervos lo que ha de suceder en breve. Mira que llego pronto

Dichoso el que guarde las palabras proféticas de este libro. Yo Soy Juan, el que ha oído y visto esto. Al escuchar y mirar, me postré a los pies del Ángel que me lo enseñaba para adorarlo. Pero él me dijo: ¡No lo hagas! Que soy siervo como tú y tus hermanos los profetas y los que guardan las palabras de este libro. Al Señor has de adorar. Me añadió: No selles las palabras proféticas de este libro, pues su plazo está próximo. El malvado que siga en su maldad y el impuro en su impureza, el honrado en su honradez y el santo en su santidad. Yo llegaré pronto llevando la paga para dar a cada uno lo que merecen sus obras. Yo soy el alfa y el omega, el primero y el último, el principio y el fin. Dichosos los que lavan sus vestidos, pues tendrán a su disposición el árbol de la vida y entrarán por las puertas de la ciudad. Fuera quedarán los invertidos, hechiceros, fornicarios, asesinos, idólatras, los que aman y practican la mentira.

Yo, Yeshua, envié a mi Ángel con este testimonio para vosotros acerca de las Iglesias.

Yo soy el retoño del linaje de David, el astro brillante de la mañana. El espíritu y la novia dicen: Ven El que escucha diga: Ven Quien tenga sed venga, quien quiera recibirá de balde agua de vida. Yo amonesto a los que escuchan las palabras proféticas de este libro. Si alguien añade algo, el Señor le añadirá plagas escritas en este libro. Si alguien quita algo de las palabras proféticas de este libro, el Señor le quitará su participación en el árbol de la vida y en la ciudad santa, que se describen en el libro.

Gabriel se presenta a Mahoma Mahoma fue el profeta (nabi) fundador del Islam. Su nombre completo en lengua árabe es Abu l-Qasim Muhammad ibn ‘Abd

Allāh al-Hashimi al-Qurashi del que, castellanizando su nombre coloquial Muhammad, se obtiene Mahoma. De acuerdo a la religión musulmana, Mahoma es considerado el "sello de los profetas" (jātim al-anbiyā'), por ser el último de una larga cadena de mensajeros, enviados por El Señor para actualizar su mensaje, que según el Islam, sería en esencia el mismo que habrían transmitido sus predecesores, entre los que se contarían Ibrahim (Abraham), Isa (Jesús) y Musa (Moisés).

Las primeras revelaciones Mahoma era de carácter reflexivo y rutinariamente pasaba noches meditando en una cueva (Hira) cerca de La Meca. A los cuarenta años de edad, mientras meditaba, Mahoma tuvo una visión del ángel Gabriel. Describió esta visita como un mandato para memorizar y recitar los versos enviados por El Señor. Durante su vida, Mahoma confió la conservación de la palabra del Señor (Allah), trasmitida por Gabriel (Yibril), a la retentiva de los memoriones, quienes la memorizaban recitándola incansablemente, que después de su muerte serían recopilados por escrito en el Corán debido a la primordial importancia de conservar el mensaje original en toda su pureza, sin el menor cambio ni de fondo ni de forma. Para ello emplearon materiales como las escápulas de camello, sobre las que grababan los versículos del Corán.

El arcángel Gabriel le indicó a Mahoma que

había sido elegido como el último de los profetas y como tal predicó la palabra del Señor prediciendo el Día del Juicio Final. De acuerdo con el Corán y las narraciones, Mahoma era analfabeto (ummi), hecho que la tradición musulmana considera una prueba que autentifica al Corán (Al-Qur'ān,), libro sagrado de los musulmanes, como portador de la verdad revelada. Esta visión perturbó a Mahoma, pero su esposa Jadiya le aseguró que se trataba de una visión real y se convirtió en su primera discípula. Transformado en un rico y respetado mercader, recibió la revelación del ángel Gabriel, que le invitó a predicar una nueva religión. A medida que los seguidores de Mahoma comenzaban a aumentar en número, se convirtió en una amenaza para los jefes de las tribus locales. La riqueza de estas tribus se basaba en la Kaaba, el recinto sagrado de los ídolos de los árabes y el punto principal religioso de La Meca. Si rechazaban a dichos ídolos, tal como Mahoma predicaba, no habría peregrinos hacia La Meca, ni comercio, ni riqueza. El repudio al politeísmo que denunciaba Mahoma era particularmente ofensivo a su propia tribu, la qurayshí, por cuanto ellos eran los guardianes de la Kaaba. Es por esto que Mahoma y sus seguidores se vieron perseguidos. En el año 619 fallecieron Jadiya, la esposa de Mahoma, y su tío Abu Talib. Este año se conoce como el "año de la tristeza". El clan al que pertenecía Mahoma lo repudió y sus seguidores sufrieron hambre y persecución.

Ascensión de Mahoma al Cielo Isra y Miraj En 620, Mahoma hizo un viaje en una noche que es conocido como Isra y Miraj. Isra es la palabra en árabe que se refiere a un viaje milagroso desde La Meca a Jerusalén, específicamente al lugar conocido como Masjid al-Aqsa. Isra fue seguida por el Mi'rāŷ, su ascensión al cielo, donde se dice que recorrió los siete cielos y se comunicó con profetas que le precedieron, como Abraham, Moisés, y con Jesucristo. Los musulmanes saben que el Corán es la palabra "eterna e increada" del Señor (que en su idioma lo llaman Alá); por ello su transmisión debería realizarse sin el menor cambio en la lengua originaria, el árabe clásico, lengua en consecuencia considerada sagrada a todos los efectos. Mahoma simplemente, recitó lo que le era revelado del Ángel Gabriel para que sus compañeros lo escribieran y memorizaran. El primer Sura se llama Fatihat al kitab, y significa, capítulo que abre el libro, otras formas de llamarlo son: El sura el vafiye: capitulo que completa todos los demás Omm ul kur an: madre del Corán Um al kitab: madre del libro En árabe:

Bismillahi rrahmani rrahim Rahman se aplica a Dios que abraza su misericordia a todos los seres. Rahim se aplica hacia los buenos, los fieles, los que merecen su gracia. Alahim se aplica como ora por el Universo, ora por todos, todo el mundo, los hermanos. En el se detalla el 1er Gran Mandamiento del Corán que es: Sura I Loado sea Al – Ah (Dios Único) Dueño del Universo El clemente El misericordioso Soberano en el día de la retribución En el sura II se explica que cuando El Señor ordena a los Ángeles adorar a Adán todos lo hicieron, salvo Eblís quien se negó y se llenó de orgullo. Satán (Eblís) hizo desterrar a los humanos del lugar donde se hallaban (jardín del Edén) y que fueron ellos, los que vinieron del cielo a la tierra, quienes dijeron a los humanos que salieran del paraíso y que recibirían un libro destinado a dirigirlos. En el Sura II dice que se este libro es para que los musulmanes, los fieles a la voluntad del Señor, para que recuerden aquel día que habían sido librados del Faraón y para que recuerden el día en que El Señor, y sus Ángeles ayudaron a los Israelitas a conducirlos hacia la libertad, y separaron las aguas del Mar.

Este libro, es para recordatorio a TODOS los Hijos de las 12 Tribus de los beneficios con que El Señor los ha colmado, y que sean fieles a la Alianza establecida.

El Corán es la continuación de los anteriores, (El Pentateuco, entregado a Moisés, y la continuación de las enseñanzas de los Profetas enviados) como recordatorio para que reverencien al DIOS UNICO, que crean en este libro que ha sido enviado de lo alto para corroborar las escrituras, y en el último día, el día del Señor, el día de la retribución, en que los reunirá a TODOS, los creyentes de las 12 tribus, los que obran el bien, quienes serán resucitados en el Reino del Señor, donde los gobiernos humanos y la iniquidad serán destruidos y la tierra será convertida en un paraíso.

Para que recuerden el día en que se formó la alianza con Moisés al cual le entregaron el libro (Pentateuco) y la distinción (lo lícito y lo ilícito) para que sean dirigidos por al senda recta.

Recuerden cuando el Señor y sus Ángeles hicieron que se cerniese una nube sobre las cabezas y enviaron el maná y las codornices.

Sura II 40)¡Oh Hijos de Israel! Acordaos de los beneficios con que os he colmado, acordaos de que os he levantado por encima de todos los humanos. 48) Acordaos del día en que os libramos de la familia del Faraón la cual os aplicaba crueles suplicios, se inmolaba a vuestros hijos, y sólo se perdonaba a vuestras hijas. Esta era una ruda prueba de parte de vuestro Señor. 49) Acordaos del día en que hendimos la mar por vosotros, en que os salvamos y se ahogó el Faraón en presencia vuestra. 50) Del día en que formábamos nuestra alianza con Moisés durante cuarenta noches, durante su ausencia, tomasteis un becerro como objeto de vuestra adoración y obrasteis inicuamente. 51) Os perdonamos en seguida, a fin de que nos estéis agradecidos. 52) Dimos a Moisés el libro y la distinción, a fin de que seáis dirigidos por la senda recta. 53) Moisés dijo a su pueblo: Habéis obrado inicuamente para con vosotros mismos adorando el becerro.

Volved a nuestro Creador! O bien daos la muerte: esto os servirá mejor cerca de él. Él volverá a vosotros (os perdonará), pues gusta de volver al lado del que se ARREPIENTE, es misericordioso. 54) Acordaos del día en que dijisteis a Moisés: ¡Oh Moisés! No te prestaremos crédito alguno mientras no hayamos visto claramente al Señor. El fuego del cielo os llenó de espanto cuando fijabais en el vuestras miradas!. 55) Nosotros os resucitamos después de vuestra muerte, a fin de que seáis agradecidos! 56) Hicimos que se cerniese una nube sobre vuestras cabezas y os enviamos maná y las codornices, diciéndoles: Comed manjares deliciosos que nosotros os hemos concedido. No es a nosotros a quien habían hecho daño, sino a sí mismos. 57) Acordaos del día en que dijimos a los israelitas: Entrad en esta ciudad, gozad de los bienes que hallareis en ella, a gusto de vuestros antojos, pero, al entrar en la ciudad, prosternaos y decid: ¡Indulgencia, oh Señor! Y os perdonará vuestros pecados. Ciertamente que colmaremos a los buenos con nuestros favores. 58) Pero de entre ellos los injustos sustituyeron la palabra que les había sido indicada por otra palabra, e hicimos descender del cielo un castigo como retribución de su perfidia.

59) Moisés pidió al Señor agua para apagar la sed de su pueblo, y nosotros le dijimos: Golpea la roca con tu varita. De pronto brotaron 12 fuentes y cada tribu conoció al punto el lugar en que debía apagar su sed. Dijimos a los hijos de Israel: Comed y bebed de los bienes que el Señor os dispensa y no obréis con violencia entregándoos a toda serie de desórdenes en este país. 60) Entonces fue cuando vosotros dijisteis: ¡Oh Moisés! No podemos soportar por mas tiempo un mismo y único alimento, ruega a tu Señor que haga brotar para nosotros de esos productos de la tierra, legumbres, cohombros, lentejas, ajos y cebollas. Moisés os respondió: ¿Queréis cambiar lo bueno por lo malo? Pues bien, volved a Egipto y allí hallaréis lo que pedís. Y el envilecimiento y la pobreza se extendieron sobre ellos y se ajetrearon la cólera del Señor, porque no creían en sus signos y condenaban injustamente a muerte a sus profetas. He aquí cual fue la retribución de su sublevación y de sus violencias. 61) Ciertamente, los que creen, los que siguen la religión judía, y los cristianos, y los sabios, en una palabra TODO el que cree en el Señor y en el día final y que haya obrado el bien, todos estos recibirán una recompensa de su Señor, el temor no les

alcanzará y no estarán afligidos.

LA VACA SURA II – La Vaca dado en Medina 285 versículos 66) Acordaos del día en que Moisés dijo al pueblo: El Señor os ordena inmolar una vaca. Los Israelitas exclamaron: ¿Acaso te burlas de nosotros? ¡Presérveme el Señor de ser del número de los insensatos!, dijo Moisés. 67) Suplica a tu Señor que nos explique claramente qué vaca ha de ser ésta, respondieron los israelitas. El Señor quiere que no sea una vaca vieja ni una ternera, dijo, sino que sea de edad media. Haced, pues, lo que se os ordena. 68) Los israelitas añadieron: Ruega a tu Señor que nos explique claramente cuál debe ser su color.

El Señor quiere, dijo Moisés, que sea de un color amarillo muy pronunciado, de un color que alegre la mirada de todo el que la vea. 69) Suplica a tu Señor que nos explique claramente cuál debe ser esa vaca, pues nosotros vemos muchas vacas que se asemejan, y nosotros no seremos bien dirigidos en nuestra elección, a no ser que el Señor quiera. 70) El Señor os dice, repuso Moisés, que no sea una vaca cansada por la labranza o el riego de los campos, sino una vaca a la que ni se haya acercado macho, que sea sin ninguna tacha. Ahora, dijo el pueblo, tu nos has dicho la verdad. Inmolaron la vaca y sin embargo, faltó poco para que no lo hubiesen hecho. 71) Acordaos de aquel asesinato que fue cometido en un hombre de los vuestros, este asesinato era objeto de vuestras disputas. El Señor hizo ver a la luz del día lo que vosotros ocultabais. 72) Ordenamos que se golpease al muerto con uno de los miembros de la vaca, así es como el Señor resucita a los muertos y hace brillar a vuestros ojos sus milagros, tal vez, acabéis por comprender. Moisés había establecido el sacrificio de una vaca y el empleo de cenizas como expoliación y purificación de un hombre que hubiese tocado un cadáver. Un hombre piadoso entre los israelitas tenía una ternera y un hijo varón, condujo la ternera al desierto y la abandonó a la salvaguardia del Señor, hasta la época que su hijo fuese mayor de edad. Poco tiempo después, murió el hombre piadoso, dejando al hijo con la madre. Hallándose algunos años después

la madre del joven en situación precaria, le envió a buscar la vaca, único bien que les quedaba. La vaca, montaraz hasta entonces y sin dejarse agarrar por nadie, siguió sin resistencia al joven. Conformándose a los deseos de su madre, éste condujo la vaca hasta el mercado para venderla y sacar de ella algún dinero…. Un desconocido, que era Ángel del Señor, ofreció primero seis y luego doce dineros al joven, a condición de que no consultase a su madre sobre el precio de venta. Versículos 66 – 72 Sin embargo, el joven se lo contó a su madre, la cual, creyendo ver en la insistencia del desconocido una intervención del cielo, recomendó a su hijo que volviese al mercado y consultase al desconocido, que no dejaría de presentarse otra vez para hacer el mejor empleo posible de la vaca. Entonces, el Ángel le reveló al joven que debía conservar la vaca, porque no tardaría mucho en acaecer entre los judíos un acontecimiento que le daría ocasión de venderla por una cantidad de oro tal como la que podría contener su piel. En efecto, algún tiempo después, un israelita rico llamado Hamiel fue muerto por uno de sus parientes, que codiciaba su mujer y riquezas. El autor del crimen era desconocido, y hombres inocentes eran inquietados por acusaciones injustas. Para resolver la duda y sacar a los judíos de la incertidumbre en que se hallaban, el Señor ordenó a Moisés que buscase una vaca que tuviese todos los signos indicados por la revelación, que la degollase y que golpease el cadáver de Hamiel con uno de sus miembros. Al ser golpeado el cadáver, se levantó, reveló el nombre de quien lo había asesinado y volvió a morir.

Para obtener la vaca en cuestión, los judíos tuvieron que dar al joven la suma que pedía. 76) ¿Ignoran acaso que el Altísimo sabe lo mismo lo que ocultan que lo que exponen a la luz del día? 77) Entre ellos la generalidad de los hombres no conocen el libro “El Pentateuco”, sino solamente los cuentos engañosos, y no tienen más que ideas vagas. 78) ¡Desgraciados de los que, al escribir el libro con sus manos corruptoras, dicen: He aquí lo que proviene del Señor, para sacar de ello un beneficio ínfimo! ¡Desgraciados de ellos, a causa de lo que han escrito sus manos y a causa de la ganancia que de ello sacan! En estos pasajes se estaría advirtiendo de que ciertos hombres alterasen las copias de las Sagradas Escrituras, en este caso específicamente que alterasen “El Pentateuco”, con el objeto de sustraer del libro todos los pasajes en los cuales habría sido predicha la misión del profeta Árabe, Mahoma. 79) Dicen: si el fuego nos alcanza, no será más que por un corto número de días. Diles: ¿Habéis recibido del Señor un compromiso que él no revocará jamás, o bien decís sencillamente respecto del Señor lo que no sabéis? 80) Bien lejos de esto: Los que no tienen por toda ganancia mas que sus malas acciones, aquellos a quienes sus pecados envuelven por todas partes, ésos serán entregados al fuego y permanecerán en él eternamente.

81) Pero los que han creído y practicado el bien, ésos estarán en posesión del paraíso y permanecerán en él eternamente. 82) Cuando nosotros recibimos la alianza de los hijos de Israel, les dijimos: No adoréis más que a un solo Dios, observad buena conducta, respecto de vuestros padres y madres, respecto de vuestros allegados, respecto de los huérfanos y los pobres, no tengáis más que palabras de bondad para TODOS los hombres, haced puntualmente las oraciones, dad limosna. Excepto un pequeño número, os habéis mostrado recalcitrantes y os habéis apartado de estos mandatos. 83) Cuando estipulamos con vosotros que no derramaríais la sangre de vuestros hermanos y que no os desterraríais recíprocamente de vuestro país, disteis vuestro asentimiento, y vosotros mismos fuisteis testigos de él. 84) A pesar de esto, cometíais asesinatos entre vosotros, expulsabais de vuestro país a algunos de vosotros y os prestabais asistencia mutua para agobiaros de injurias y de opresión, pero si os llegan cautivos 8vuestros compatriotas), los rescatáis. Ahora bien, en un principio os estaba prohibido expulsarlos de su país. ¿Creíais acaso en una parte de vuestro libro y rechazaréis otra? Y ¿Cuál será la recompensa de los que obran de este modo? La ignominia de este mundo y en el día de la resurrección, serán empujados hacia el más cruel castigo. Ciertamente el Señor no desatiende vuestras acciones.

85) Los que compran la vida de este mundo a costa de la vida futura, no sentirán ningún alivio en el castigo que les espera y no serán socorridos.

El Pacto con las 12 Tribus de Israel Sura II 27) ¿Cómo podéis ser ingratos para con el Señor, vosotros que estabais muertos y que recibisteis de el la vida, para con el Señor que os hará morir, que luego os hará revivir de nuevo y junto al cual volveréis algún día? 28) El es el que ha creado para vosotros todo lo que existe en la tierra, terminada la obra, se dirigió con firmeza hacia el cielo y formó con toda perfección siete cielos, él que entiende de estas cosas. 29) Cuando el Señor dijo a los ángeles: Voy a establecer un vicario en la tierra Los ángeles respondieron: ¿Vas a colocar en la tierra un ser que cometerá desórdenes y derramará la sangre, mientras que nosotros celebramos tus alabanzas, te glorificamos y proclamamos sin cesar tu santidad? Yo sé – Respondió el Señor Lo que vosotros no sabéis. 30) El señor enseño a Adán los nombres de todos los seres, y luego, llevándolos a la presencia de los Ángeles, les dijo: Nombrádmelos, si sois sinceros.

31) ¡Alabado sea tu nombre!, respondieron los Ángeles, nosotros no poseemos más que ciencia que la que tú nos has enseñado, tú eres el sabio, el prudente. 32) Yo dije a Adán: Enséñales los nombres de todos los seres. Y cuando él (Adán) lo hubo hecho, el Señor dijo: ¿No os he dicho que conozco el secreto de los cielos y de la tierra, lo que hacéis a la luz del día y lo que ocultáis? 33) Cuando el Señor ordena a los ángeles adorar a Adán, todos lo adoraron, excepto Eblís, éste se negó y se hinchó de orgullo, y fue del número de los ingratos. 34) El Señor dijo a Adán: Habita el jardín con tu esposa, alimentaos abundantemente con sus frutos, sea cual fuere el fruto del jardín en que se hallen, pero no os acerquéis a este árbol, por temor a que os convirtáis en culpables. Dice también que recordemos aquel día en que aceptamos la alianza y que se elevaron por encima de nuestras cabezas en el monte Sinai. Cuando recibieron la Alianza de los hijos de Israel dijeron: “No adorareis mas que a un solo Dios Observad buena conducta, No tengáis más que palabras de bondad para todos los hombres Haced puntualmente las oraciones y dad limosna”.

Estipularon que no derramaríamos sangre de nuestros hermanos - No matarás Primer mandamiento Y que no nos desterraríamos recíprocamente del país, y dimos nuestro consentimiento y fuimos testigos de El. Fuimos testigos de la ley dada Moisés. El Corán relata como Jesús, hijo de María, mostró los signos manifiestos de su misión y ha sido fortificado con el Espíritu de Santidad.

Sura II 86) Hemos dado el libro de la Ley a Moisés y le hemos hecho seguir otros enviados, hemos concedido a Jesús, hijo de María, signos manifiestos (de su misión) y le hemos fortificado con el espíritu de santidad. Siempre que un enviado del Señor os ha traído una revelación que no halagaba vuestras pasiones, os habéis hinchado de orgullo, habéis tratado a los unos de embusteros y habéis asesinado a los otros. Por tanto, en El Corán Sura II, 96 se plantea la siguiente pregunta….. ¿Quien se declarara enemigo de Gabriel? 96) Di: ¿Quien se declarara enemigo de Gabriel?

El es quien con el permiso del Señor, deposito en tu corazón el libro destinado a confirmar los libros sagrados antes de El, para servir de dirección y anunciar felices nuevas a los creyentes…. Cuando se refiere al libro que confirma, se refiere al Corán. Y cuando se refiere a libros sagrados antes de El, se esta refiriendo a los 5 libros Sagrados del Pentateuco. Y continúa diciendo

96) …El que sea enemigo del Señor, de sus Ángeles, de sus enviados, de Gabriel y de Miguel, tendrá al Señor por enemigo…. Sura II

Los Judíos y los Cristianos 110) Dicen: Sólo los judíos o los cristianos entrarán en el paraíso. Pero no es otra cosa que sus deseos. Decidles: ¿Dónde están las pruebas? Mostrarlas si sois sinceros. 111) NO. El que se entregue por completo a Dios

(el texto dice: el que se haga “muslim” que quiere decir, “resignado a la voluntad de Dios, que se ha entregado enteramente a la voluntad de Dios”) y el que haya practicado el Bien, ése será el que hallará su recompensa cerca del Señor, el temor no le alcanzara y no será afligido. 114) Pertenecen a Dios el Levante y el Poniente, hacia cualquier lado que os volváis, hallaréis su faz. Dios es inmenso y lo sabe todo 115) Dicen: Dios tiene un hijo. Por su gloria, no! Decid más bien que: TODO lo que está en los cielos y en la tierra le pertenece y TODO le obedece. 116) Único en los cielos y en la tierra, cuando ha resuelto alguna cosa, dice: Sea, y es. 134) Se os dice: Sed judíos o cristianos y estaréis en el buen camino…. Cuando se nos diga se judío o se cristiano y estaréis en el buen camino, respóndeles: Somos de la religión de Abraham, el verdadero creyente, creemos en el Señor y en los libros que

han sido dados a Moisés, y a Jesús, en los libros concedidos a los profetas del Señor, nosotros no establecemos diferencia entre ellos y nos abandonamos al Señor.

Porque de oriente y occidente pertenecen al Señor que conduce a los que quiere por el camino recto. Nuestro Señor es el Dios Único No hay otros El es el clemente el misericordioso Entrad todos en la verdadera religión Dios es el Dios Único No hay mas Dios que El El Vivo El Inmutable

El profeta cree en lo que el Señor le ha enviado, los fieles creen en el Señor, en los Ángeles, en sus Libros, y en sus enviados. Sura II 139) ¿Diréis de Abrahén, Ismael, Isaac, Jacob y las doce tribus eran judíos o cristianos? Diles: ¿Quién es más sabio, El Señor o vosotros?

¿Quién es más culpable que el que oculta testimonio de que el Señor le hizo depositario? Pero el Señor no desatiende lo que vosotros hacéis. Dicen: No establecemos diferencia entre los enviados del Señor Hemos oído y obedeceremos Perdónanos nuestros pecados, Oh señor! Todos volveremos a ti! Dí: El Oriente y el Occidente pertenecen al Señor, que conduce a los que quiere por el camino recto 146) La Verdad proviene de tu Señor. No seas, pues, de los que dudan. 147) Cada uno tiene una dirección del cielo hacia la cual se vuelve a orar. Vosotros, obrad el bien a porfía dondequiera que estéis. Dios os reunirá a TODOS algún día, pues es omnipresente. 150) Así es como hemos enviado hacia vosotros un apóstol tomado de entre vosotros, que os leerá nuestras enseñanzas, que os hará puros y os enseñará el Libro (El Corán) y la sabiduría, que os enseñará lo que ignoráis. 151) Acordaos de mi y yo me acordaré de vosotros, dadme acciones de gracias y no seáis infieles.

La Unidad de Dios Sura VI “Tales son los argumentos de la Unidad de Dios que procuraron a Abraham, Dirigieron a: ISAAC JACOB NOE DAVID SALOMON JOB JOSE MOISES AARON ZACARIAS JUAN JESUS Y ELIAS Todos eran justos.

ISMAEL, ELISEO, JONAS Y LOTH, ellos han elegido un gran numero y los han conducido por el camino recto”.

Eblís Sura VII Cuando se les dijo a Ángeles que se inclinaran ante Adán, el primer hombre, todos ellos se inclinaron, excepto Eblís que no fue de los que se inclinaron.

Eblís dijo: “Yo valgo más que él, Tu me has creado de fuego, y a el lo has creado de lino….” El Señor le respondió: “Sal de aquí” Porque se hincho de orgullo y así fue del número de los despreciables, pero eblís le propuso que le de una tregua hasta el día en que los hombres hayan resucitado, y el Señor se la concedió.

Entonces Eblís dijo: “Porque tu me has extraviado yo los acechare en tu sendero recto, los asaltare por delante y por detrás me presentare a su diestra y a su izquierda, y en verdad hallarás muy pocos que te esten agradecidos”…. “Sal de aquí” Le dijo el Señor. El Señor le dijo a Adán que habite con su esposa en el jardín del Edén, y les prohibió acercarse al árbol de la vida. Pero Satán les hizo sugestiones para mostrarles su desnudez que hasta entonces les estaba oculta.

Les dijo: “Dios no os prohíbe este árbol mas que con objeto de que no os convirtáis en Ángeles y que seáis inmortales, y les juro que era su consejero fiel, así los sedujo cegándolos y cuando probaron del árbol, apareció su desnudez y la cubrieron con hojas del jardín. Entonces, el señor les dijo: “No os he prohibido ese árbol No os he dicho que Satán es vuestro enemigo declarado Descended dijo El Señor. Vosotros seréis enemigos uno del otro”.

Así es como los hombres y Satán están en enemistad declarada Hallareis en la tierra una mansión y goce temporales, viviréis y moriréis en ella y saldréis de ella algún día. Por tanto, Bendito sea Dios Dueño del Universo Invocad a Dios con humildad en secreto El Señor es quien envía los vientos precursores de su gracia, sus Ángeles llevan las nubes cargadas de lluvia y las empujan hacia un país muerto de sequía, hacen descender de ellas agua y con ayuda de esta hacen surgir todos los frutos. Así es como hará salir a los muertos de sus tumbas.

La Salvación de Loth Los Ángeles salvaron a Loth y a su familia, excepto su mujer que quedo atrás. Ellos hicieron ver a los profetas que hicieron milagros, y detrás de estos profetas enviaron a Moisés armado con sus signos hacia el faraón y los grandes del pueblo. Moisés le dijo al Faraón: “Soy el enviado del Señor, Dueño del Universo, deja venir conmigo a los Hijos de Israel”. Y el faraón le contesto:

“Puesto que tu has venido para operar un prodigio, háznoslo ver, si eres verídico”. Y así fue como Moisés lanzo su varilla y de pronto se convirtió visiblemente en serpiente y los grandes del pueblo del Faraón creyeron que Moisés era una hábil mago y se reunieron los magos en la casa de Faraón y entonces, El Señor, hizo esta revelación a Moisés. “Echa tu varilla, y he aquí que al instante devora a las otras varillas convertidas en serpientes”. Y entonces lo que era verdad apareció en todo su brillo y las operaciones de los Magos se desvanecieron, fueron vencidos y se retiraron humillados. Y los magos se prosternaron adorando al Señor diciendo: “Creemos en Dios, Señor del Universo”. Entonces, hubo inundación y plagas, langosta, miseria, ranas, sangre, signos evidentes, pero ellos se hincharon de orgullo, porque eran criminales, y cada vez que pasaba una plaga sobre ellos, le pedían a Moisés que invoque a su Dios, según la alianza que contrajo con el, y que si los libraba de esa plaga le prestarían fe y dejarían partir con el a los hijos de Israel. Pero tan pronto como ellos, los libraban de la plaga y expiro el termino fijado de antemano, faltaron a sus promesas. Y porque los hijos de Israel habían sido constantes, destruyeron las obras y los edificios del faraón y de su pueblo… Y dieron una cita a Moisés por 30 noches que la completaron con otras 10 noches, de modo que el tiempo de conversación con el Señor fue de 40 noches.

Moisés le pidió que se mostrara ante el y le respondió,” tu no me veras, mira mas bien a la montaña, si permanece inmóvil en su lugar”, y cuando El Señor se manifestó en la montaña la redujo a polvo. Moisés cayo desmayado contra el suelo y vuelto en si exclamo: “Gloria a Ti” “Vuelvo a ti penetrado de arrepentimiento, y soy el primero de los creyentes”. Y dijo el Señor: Sura VII 146)

“Apartare de mis enseñanzas a los que se enorgullezcan injustamente en la tierra, a los que vean todos nuestros signos y no crean, a los que vean el sendero recto y no lo tomen por ruta, pero que viendo el camino del extravío, lo tomen por ruta. Será así porque han tratado nuestros signos de mentiras y no les prestan ninguna atención”. Y el pueblo de Moisés tomo durante su ausencia un becerro hecho de ornamentos de oro, un becerro en cuerpo que mugía / según cuenta la historia se dice que quien lo fundió echo en la boca del becerro un puñado de polvo que había

recogido del cabello del ángel Gabriel y que por la virtud de este polvo el becerro recibió vida y empezó a mugir, o bien que el que lo fundió lo hizo de tal modo que al pasar el viento por la garganta del becerro le hacia producir un sonido que era semejante al de un becerro vivo. Y fue así que el pueblo de Moisés tomo este becerro para adorarlo y obraron con iniquidad. Moisés cuando vio que hacia su pueblo exclamo Espantoso lo que habéis hecho en mi ausencia Y tiro las tablas de la ley y asió a su hermano Aarón por la cabeza atrayéndolo hacia si. Y Exclamo: “Señor perdóname a mí y a mi hermano danos un lugar en tu misericordia pues tú eres el más misericordioso”. Y cuando se calmo la ira de Moisés, recogió las tablas de la ley y escogió en el pueblo 70 hombres para hacerlos comparecer ante ellos y le pidió a Dios que les asigne una hermosa porción en este mundo y en el otro, volvemos a ti llenos de arrepentimiento….. Sura VII 157) “Para los que siguen al enviado, el profeta iletrado que hallaran señalado en sus libros en el Pentateuco y en el Evangelio, el Profeta, que les ordena el bien y les prohíbe el mal, que les permite el uso de alimentos excelentes y les prohíbe los alimentos impuros, que aligera sus fardos, y quita las cadenas que les agobian”. “Los que creen en el, los que se fortifican, los que asisten, y siguen la ley descendida con el, esos hombres serán bienaventurados”.

Así es como los israelitas se dividieron en 12 pueblos separados, y pidieron a Moisés implorando la lluvia a su pueblo con estas palabras: “Hiere la roca con tu varilla y la roca se fundió en 12 fuentes “. Sura VII - 160 Y Cada tribu sabia de cual tenia que beber Luego los Ángeles – Elohim hicieron que se cerniera sobre los israelitas une nube y enviaron el maná y las codornices. Y les dijeron que se alimenten de las cosas que les concedían porque no era a ellos a quienes hacían daño, sino a si mismos. Se les decía: “Habitad en esta ciudad y alimentaos con sus productos cuanto queráis. Pedid la absolución de vuestros pecados y cuando entréis por la puerta de la villa, prosternaos en señal de adoración. Entonces, os perdonaremos vuestros pecados y aumentaremos las riquezas de los que obran el bien”.

Sura VII 161 Pero, los malvados han sustituido otras palabras por los que habían sido recomendados. Entonces, le han enviado un castigo del cielo como premio a su maldad. Y cuando los malvados habían olvidados estas exhortaciones, los Ángeles salvaron a los que prohibían hacer el mal, y sorprendieron a los malvados con un castigo como premio a su maldad. Sura VII 165

Entonces, el Señor declaro que en el día de la resurrección, enviara contra ellos una nación que les hará terribles males. Así fue como fuimos desparramados por la tierra y divididos en pueblos, los hay virtuosos y otros que no lo son, y nos han probado con el bien y con el mal a fin de que volvamos a ellos.

La Entrega de las tablas de la ley Cuando los Ángeles levantaron la montaña de Sinai como una sombra por encima de las cabezas creían que iba a caer sobre ellos, y entonces, les dijeron: “Recibid estas tablas que os damos, con la firme resolución de observarlas y acordaos de lo que contienen a fin de que temais al Señor”. Sura VII 171 199) Se indulgente Ordena el bien Evita los ignorantes Si te vienen sugestiones de Satanás, busca un refugio cerca del Señor, pues lo oye y lo sabe todo. Aquellos que temen al Señor, cuando los sorprende algún fantasma de Satanás, se acuerdan del Señor y pasan en el acto a ser clarividentes. Sura VIII 205) PIENSA EN DIOS EN TU INTERIOR CON HUMILDAD Y TEMOR O PRONUNCIA SU NOMBRE EN ALTA VOZ

PIENSA EN EL TARDE Y MANANA Los que permanecen en el Señor no desdeñan dirigirle la plegaria, celebran sus alabanzas y se prosternan ante El.

El Corán describe exactamente cada uno de los hechos que fueron detallados en los cinco libros de Moisés, como así también en el nacimiento y vida de Yeshua, y si bien los musulmanes lo incluyen como uno más de los profetas, el libro lo llama “el Mesías”.. Más allá de las tradiciones que se le asocian al pueblo musulmán, hay en el Corán un pequeño detalle que hace a la comprensión de este libro en su totalidad, el cual no ha sido tomado en cuenta en su interpretación, pero que es la clave, la piedra angular que da origen al contenido aquí expuesto. El mismo se encuentra en el Sura titulado: “La Estrella”.

La estrella El corazón de Mahoma no miente, el lo ha visto, ya lo había visto en otro descenso, allí donde esta el jardín, la mansión eterna, ha visto la mayor maravilla de su señor.

Las opiniones no pueden en modo alguno sustituir a la verdad Aléjate del que vuelve la espalda cuando se habla de Ellos, y solo desea la vida de este mundo. Todo lo que hay en los cielos y en la tierra pertenece al Señor, EL retribuirá a los que proceden mal según sus obras, el

recompensara con una hermosa recompensa a los que han practicado el bien. Sura LIII 37) Al alma que lleva su propia carga no llevara la de otra. 38) El hombre no tendrá más de lo que haya ganado. 39) Sus esfuerzos serán apreciados en justo valor. 40) Será recompensado mediante retribución escrupulosa. 41) No es tu Señor el término de todo? 42) Hace reír, hace llorar. 43) Hace morir, hace revivir. 44) Ha creado la pareja, el macho y la hembra. 45) De una gota de esperma cuando es extendida en la matriz.

46) Una segunda creación corre por su cuenta. 47) Enriquece y hace adquirir.

48) El Es el Señor de la Canícula *

56) La hora que debe venir se acerca. 57) Y no hay remedio contra ella, excepto en El.. 61) Prosternaos mas bien ante Él y Adoradle.

Isaías Isaías era natural de Jerusalén, por propia confesión predicó desde el año de la muerte del Rey Ozías hasta la expedición de Senaquerib contra Jerusalén (739 – 701 A.C) Sus discípulos recopilaron sus oráculos en diversas colecciones.

Visión del fin de los tiempos. Visión de Isaías hijo de Amós, acerca de Judá y de Jerusalem Al final de los tiempos, estará firme el monte de la casa del Señor, descolando entre los montes, encumbrado sobre las montañas. Hacia él confluirán todas las naciones, caminarán pueblos numerosos. Dirán: venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, él nos instruirá en sus caminos y marcharemos por sus sendas, porque de Sión saldrá la ley y de Jerusalen la palabra del Señor. Será el árbitro de naciones, el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados, de las lanzas podaderas. No alzará la espada pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán para la guerra. Casa de Jacob venid, caminemos a la luz del Señor.

El Signo de Emanuel El Señor por su cuenta os dará una señal: Mirad la joven está en cinta y dará a luz a un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel (Dios con nosotros). Comerá requesón con miel, hasta que aprenda a rechazar el mal y a escoger el bien. Porque antes que aprenda el niño a rechazar el mal y escoger el bien, quedará abandonada la tierra de los reyes que te hacen temer. El Señor hará venir sobre ti, sobre tu pueblo, sobre tu dinastía días como no se conocieron desde que Efraín se separó de Judá. Ensañaos pueblos que saldréis derrotados, escuchadlo países lejanos armaros, que saldréis derrotados, armaos que saldréis derrotados, haced planes que fracasarán, pronunciad amenazas que no se cumplirán, porque tenemos a Emmanuel. Isaías I y II

Jeremías Jeremías nació en Anatot, cerca de Jerusalén, en el seno de una familia sacerdotal. Comenzó su ministerio en el año 13 del rey Josías (627 – 626 A.C) Tuvo a su lado a Baruc, un escriba respetado de la corte. Su predicación se enmarca por cuatro períodos, cada uno con un mensaje propio. “Palabras de Jeremías, hijo de Jelcías, de los sacerdotes residentes en Anatot, territorio de Benjamín. Recibió palabras del Señor durante el reinado de Josías, hijo de Amón, en Judá, el año trece de su reinado, y de Joaquín, hijo de Josías, hasta el fin del año once del reinado en Judá de Sedecías, hijo de Josías, hasta la deportación a Jerusalén en el mes quinto”. El Señor me dirigido la palabra: Antes de formarte en el vientre te escogí, antes de salir del seno materno te consagré y te nombré profeta de los paganos….” Oráculo “Vienen días – afirma el Señor – en que haré un nuevo pacto con el pueblo de Israel y con la tribu de Judá. No será un pacto como el que hice con sus antepasados el día en que los tomé de la mano y los saqué de Egipto, ya que ellos lo quebrantaron a pesar de que yo era su esposo – afirma el Señor“Este pacto después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel – afirma el Señor –“ “Pondré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá nadie a su hermano: ¡Conoce al Señor!, porque todos desde el más pequeño hasta el más

grande, me conocerán – afirma el Señor – Yo les perdonaré su iniquidad, y nunca más me acordaré de sus pecados” Jeremías Capítulo 31, versículos 31-34 Jeremías había escrito en un rollo todas las desgracias que iban a suceder a Babilonia, todas las palabras citadas acerca de Babilonia. Jeremías dijo a Serayas: Cuando llegues a Babilonia, busca un sitio y proclama todas estas palabras. Dirás: Señor, tú haz amenazado destruir este lugar hasta dejarlo deshabitado, sin hombres ni animales, convertido en perpetua desolación. Y cuando termines de leer el rollo, le atarás una piedra y lo arrojarás al Éufrates, y dirás: Así se hundirá Babilonia y no se levantará, por las desgracias que yo envío contra ella. Aquí terminan las palabras de Jeremías.Jeremías Capítulo 51, versículos 60 a 64

Ezequiel Ezequiel fue un sacerdote y profeta mayor hebreo exiliado a Babilonia. Sus profecías avisaron de la destrucción inminente de Jerusalén. También fue uno de los oráculos sobre la condenación de las naciones extranjeras y de la restauración de Israel. Su nombre Ezequiel (hebreo: Yejez·qé'l) significa Dios Fortalece. Ezequiel, hijo de Buzí, de linaje sacerdotal, fue llevado cautivo a Babilonia junto con el rey Jeconías de Judá (597 a. C.) e internado en Tel-Abib a orillas del río Cobar. Cinco años después, a los treinta de su edad (cf. 1, 1), el Señor lo llamó como profeta, que ejerció entre los desterrados durante 22 años. Divídese el libro en un Prólogo, que relata el llamamiento del profeta (caps. 1-3), y tres partes principales. La primera (caps. 4-24) comprende las profecías acerca de la ruina de Jerusalén; la segunda (caps. 25-32), el castigo de los pueblos enemigos de Judá; la tercera (caps. 33-48), la restauración. “En el año treinta de la deportación del rey Jeconías, día cinco del mes cuarto, hallándose entre los deportados, a orillas del río Quebar, se abrieron los cielos y contemplé una visión divina….” Entonces se apoyó en mi la mano del Señor, y ví que venía del norte un viento huracanado, una gran nube y un zigzagueo de relámpagos.

Nube nimbada de resplandor, y entre el relampagueo como el brillo del electro.

En medio de éstos aparecía la figura de cuatro seres vivientes, tenían forma humana, cuatro rostros y cuatro alas cada uno. Sus piernas eran rectas y sus pies como pezuñas de novillo, rebrillaban como brilla el bronce bruñido. Debajo de las alas tenían brazos humanos por los cuatro costados, tenían rostros y alas los cuatro. Sus alas se juntaban de dos en dos. No se volvían al caminar, caminaban de frente. Su rostro tenía esta figura: rostro de hombre y rostro de león por el lado derecho de los cuatro, rostro de loro por el lado izquierdo de los cuatro, rostro de toro por el lado izquierdo de los cuatro, rostro de águila los cuatro. Sus alas estaban extendidas hacia arriba, un par de alas se juntaban, otro par de alas les cubria el cuerpo. Los cuatro caminaban de frente, avanzando a favor del viento, sin volverse al caminar. Entre esos seres vivientes había como ascuas escendidas, parecían antorchas agitándose entre los vivientes: el fuego brillaba y lanzaba relámpagos. Iban y venían como chispas. Miré y vi en el suelo una rueda al lado de cada uno de los cuatro seres vivientes. El aspecto de las ruedas era como el brillo crisólido, las cuatro tenían la misma apariencia. Su

hechura era como si una rueda estuviera encajada dentro de la otra, para poder rodar en las cuatro direcciones sin tener que girar al rodar. Tenían pinas y llantas, y vi que la circunferencia de las cuatro llantas estaba llena de ojos.

Al caminar los seres vivientes, avanzaban a su lado las ruedas, cuando los seres vivientes se elevaban del suelo, se elevaban también las ruedas. Avanzaban hacia donde soplaba el viento, las ruedas se elevaban a la vez, porque llevaban el espíritu de los seres vivientes. Y así avanzaban cuando avanzaban ellos, se detenían cuando se detenían ellos y cuando ellos se elevaban del suelo las ruedas se elevaban a la vez, porque llevaban el espíritu de los seres vivientes. Sobre la cabeza de los seres vivientes había una especie de plataforma, brillante como el cristal, extendida por encima de sus cabezas. Bajo la plataforma sus alas estaban horizontalmente emparejadas, cada uno se cubría el cuerpo con un par. Y oí el rumor de sus alas como estruendo de aguas caudalosas, como la voz del Todopoderoso, cuando caminaban, griterío de multitudes como estruendo de tropas, cuando se detenían, abatían las alas. También se oyó un estruendo sobre la plataforma que estaba encima de sus cabezas, cuando se detenían abrían las alas. Y por encima de la plataforma, que estaba sobre sus cabezas, había una especie de zafiro en forma de trono,

sobre una especie de trono sobresalía una figura que parecía un hombre. Y vi un brillo como de electro, algo así como fuego lo enmarcaba de lo que parecía su cintura para arriba, y de lo que parecía su cintura para abajoví algo así como fuego. Estaba nimbado de resplandor. El resplandor que lo nimbaba era como el arco que aparece en las nubes cuando llueve. Era la apariencia visible de la gloria del Señor. Al contemplarla, caí rostro en tierra, y oí la voz de uno que me hablaba. Me decía: “Hijo de Adán, ponte en pie que voy a hablarte”.... Penetró en mí el espíritu mientras me estaba hablando y me levantó en pie, y al oír que me hablaba. Me decía: “Hijo de Adán, yo te envío a Israel, pueblo rebelde: se rebelaron contra mí ellos y sus padres, se sublevaron contra mí hasta el día de hoy. A hijos duros de rostro y de corazón empedernido te envío. Les dirás: “esto dice el Señor”, te escuchen o no te escuchen, pues son casa rebelde, y sabrán que hay un profeta en medio de ellos. Y tú, hijo de Adán, no les tengas miedo, no tengas miedo a lo que digan, aún cuando te rodeen espinas y te sientes encima de alacranes. No tengas miedo a lo que digas ni te acobardes ante ellos, pues son casa rebelde. Les dirás mis palabras, te ecuchen o no te escuchen, pues son casa rebelde. Y tú hijo de Adán, oye lo que digo: ¡No seas rebelde, como la casa rebelde!

Abre la boca y come lo que te doy.” Vi entonces una mano extendida hacia mi con un rollo. Lo desenrolló ante mí: estaba escrito en el anverso y en el reverso, tenía escritas elegías, lamentos, y ayes. Y me dijo: Hijo de Adán, come lo que tienes ahí, cómete este rollo y vete a hablar a la casa de Israel.

Abrí la boca y me dio de comer el rollo, diciéndome: Hijo de Adán, alimenta tu vientre y sacia tus entrañas con este rollo que te doy. Lo comí y me supo en la boca dulce como la miel. Y me dijo: Hijo de Adán, anda, vete a la casa de Israel y diles mis palabras, pues no se te envía a un pueblo de idioma extraño y de lenguas extranjeras que no comprendes. Por cierto, que si a éstos te enviara te harían caso, en cambio, la cada de Israel no querrá hacerte caso, porque no quieren hacerme caso a mí. Pues toda la casa de Israel son tercos de cabeza y duros de corazón. Mira, hago tu rostro tan duro como el de ellos y tu cabeza terca como la de ellos, como el diamante, más dura que el pedernal hago tu cabeza. Y me dijo:

Hijo de Adán, todas las palabras que yo te diga escúchalas atentamente y apréndelas de memoria. Anda, vete a los deportados, a tus compatriotas, y diles: “esto dice el Señor”, te escuchen o no te escuchen. Entonces, me arrebató el espíritu y oí a mis espaldas el estruendo de un gran terremoto al elevarse de su sitio la gloria del Señor. Era el revuelo de las alas de los seres vivientes al rozar una con otra, junto con el fragor de las ruedas: el estruendo de un gran terremoto. Espíritu me tomó y me arrebató y marché decidido y enardecido, mientras la mano del Señor me empujaba.

Llegué a los deportados de TelAbib, que vivían a orillas del río Quebar, que es donde ellos vivían, y me quedé allí siete días abatido en medio de ellos…” Ezequiel capitulo 1, 2, y 3

Oseas Oseas predicó en el reino del norte poco después que Amós, entre 757 – 722 A.C. Y dijo: Palabra del Señor que recibió Oseas, hijo de Beerí, durante los reinados de Ozías, Yotán, Acaz, y Exequias en Judá, y de Jerobotán, hijo de Joás, en Israel. Comienzan las palabras del Señor a Oseas, Dijo el Señor a Oseas: Anda, toma una mujer prostituta y ten hijos bastardos, porque el país está prostituído, alejado del Señor.

Fue y tomó a Gomer, hija de Diblain, que concibió y dio a luz un hijo. El Señor le dijo: Llámalo Yezrael, porque muy pronto tomaré cuentas de la sangre de Yezrael a la dinastía de Jehú y pondré fin al reino de Israel. Aquel día romperé el arco de Israel en el valle de Yezrael. Ella volvió a concebir y dio a luz a una hija. El Señor le dijo: Llámala “Incomparecida” porque ya no me compadeceré de Israel no lo perdonaré. Pero de Judá me compadeceré y lo salvaré, porque soy el Señor, su Dios. No lo salvaré con arcos, ni espada, ni batallas, ni caballos, ni jinetes. Cuando destetó a Incomparecida, concibió dio a luz un hijo.

El Señor le dijo: Llámalo “No pueblo mío”, porque vosotros no sois mi pueblo y no estoy con vosotros. Salvación El número de los israelitas llegará a ser como la arena de la playa, que ni se mide ni se cuenta, y en lugar de llamarlos “no pueblo mío”, los llamarán Hijos de Dios vivo. Se reunirán israelitas con judíos y se nombrarán un caudillo y resurgirán de la tierra, porque es el día grande de Yezrael. Llamad a vuestro hermano Pueblo mío y a vuestra hermana Compadecida..”

Oseas capitulo 1 y 2

Amós El profeta era natural de Tecua, un pueblo veinte kilómetros al sur de Jerusalén. Predicó por los años 760 A.C. en el Reino del Norte, siendo rey Jeroboán II. Palabras de Amós, uno de los mayorales de Tecua. Visión acerca de Israel durante los reinados de Ozías en Judá y de Jeroboán, hijo de Joás, en Israel. Dos años antes del terremoto dijo: El Señor ruge desde Sión, alza la voz desde Jerusalén, y aridecen las majadas de los pastores, se seca la cumbre del Carmelo…

Abdías Abdias significa siervo de Yahvé, se trata de un oráculo contra Edom, que se amplía a todos los pueblos, convocados para el día del Señor, se fecha en los años posteriores a 589 – 587 A.C. El mensaje comienza con el anuncio de la llegada del Señor. El Día del Señor Se acerca el día del Señor, para todas las naciones, lo que hiciste te lo harán, te pagarán tu merecido. Como bebisteis en mi monte santo, beberán todas las naciones por turno, beberán, apurarán y desaparecerán sin dejar rastro. Pero el monte Sión quedará un resto que será santo y la casa de Jacob recobrará sus posesiones.

Jacob será el fuego, José será la llama, Esaú será la estopa: arderá hasta consumirse, no quedará superviviente al pueblo de Esaú.- lo ha dicho el Señor.Ocuparán el Negueb, el monte de Esaú, ocuparán la Sefela y Filistea, Benjamín y Galaas, los campos de Efraín, los campos de Samaría, los desterrados israelitas, esos desgraciados, ocuparán Canáan hasta Sarepta, los desterrados de Jerusalén que viven en Separad ocuparán los poblados del Negueb, después subirán victoriosos al monte Sión para gobernar el monte de Esaú, y el reino será del Señor.

Jonás El Señor le dirigió la palabra aJonás, hijo de Amitay: “Levántate y vete a Ninive, la gran metrópoli, y proclama en ella que su maldad ha llegado hasta mí. Se levantó Jonás para huir a Tarsis, lejos del Señor, bajó a Jafa y encontró un barco que zarpaba para Tarsis, pagó el precio y embarcó para navegar con ellos a Tarsis, lejos del Señor. Pero el Señor envió un viento impetuoso sobre el mar, se alzó una furiosa tormenta en el mar, y la nave estaba a punto de naufragar. Temieron los marineros y cada cual gritaba a su Dios” Pero el mar siguió embraveciéndose, entonces invocaron al Señor:

¡Ah Señor no perezcamos por culpa de este hombre, no nos hagas responsables de una sangre inocente! Tú Señor, puedes hacer lo que quieres. Alzaron a Jonás y lo arrojaron al mar, y el mar calmó su furia. El Señor envió un pez gigantesco para que se tragara a Jonás y estuvo Jonás en el vientre del pez, tres días y tres noches. Desde el vientre del pez, Jonás rezó al Señor, su Dios. Y dijo: “…cumpliré tus votos, mi sacrificio será un grito de acción de gracias: “la salvación viene del Señor” El Señor dio orden al pez de vomitar a Jonás en tierra firme. El Señor dirigió otra vez la palabra a Jonás. Levántate y vete a Ninive, la gran metrópoli, y anuncia lo que yo te digo. Se levantó Jonás y fue a Ninive, como le mandó el Señor.

Miqueas Su nombre en hebreo significa ¿quién como Yahvé?. Era natural de Moreset Gat, al sudoeste de Jerusalén. Contemporáneo de Isaías, conoció y sufrió la desaparición en Samaria 722 A.C. Palabra del Señor que recibió Miqueas, el moralista, durante los reinados de Yotán, Acaz y Exequias de Judá. Visión sobre Samaría y Jerusalén. “Escuchad pueblos todos, atended, tierra y los que la pueblan, sea el Señor testigo entre vosotros, el Señor en su santo templo.

Mirad al Señor que sale de su morada y desciende y camina sobre el dorso de la tierra. Bajo el se derriten los montes, y los valles se resquebrajan, como cera junto al fuego, como agua precipitada por la torrentera. Todo por el delito de Jacob, por los pecados de Israel. ¿Cuál es el delito de Jacob? ¿no es Samaría? ¿Cuál es el altozano de Judá? ¿no es Jerusalén? Pues reduciré a Samaría a una ruina, su campo a viñedos, arrastraré al valle sus piedras y desnudaré sus cimientos.

Todos sus ídolos serán triturados y sus ofrendas quemadas, arrasaré todas sus imágenes, las reunió como precio de prostitución, otra vez serán precio de prostitución”.-

Elías Fue un profeta que vivió en el siglo IX a. C. De él hablan los capítulos 17 a 21 de 1 Reyes y los capítulos 1 y 2 de 2 Reyes. Según 1Reyes 17:1 y 2 Reyes 1:8 era oriundo de Tishbé en la región de Galaad, al oriente del río Jordán. El significado del nombre Elías es: "Mi Dios es Yahvé". (El = Dios. IA = Yahvé) El ministerio profético de Elías comienza en la época del reinado Acab, hijo de Omrí, quien gobernó en Israel entre el 874 a. C. y el 853 a. C. Los autores de los Libros de Reyes, citan como fuente de sus relatos otro libro ahora desconocido, los Anales de los Reyes de Israel (1Reyes 22:39). Posiblemente de tal fuente o de otra directamente referida al profeta, se extrae la narración sobre el enfrentamiento entre Elías y el rey Acab, quien hizo el mal a los ojos del Señor, más que todos los que le habían precedido y tomó por mujer a Jezabel hija de Itobaal, rey de Sidón y se fue tras Baal, le sirvió y se prosternó ante él. Elías aparece sorpresivamente en el relato anunciando a Acab la sequía, en medio de la cual el profeta multiplica el alimento para una viuda y su hijo y luego resucita al niño cuando fallece por una enfermedad. Elías se enfrenta a Jezabel que había mandado matar a los profetas del Señor y en el monte Carmelo derrota a los profetas de Baal, luego de lo cual termina la sequía. Elías estaba sujeto a pasiones similares a las nuestras (Santiago 5:17): tras su victoria, huye por temor a la venganza de Jezabel y se adentra en el desierto, deseándose la muerte. Sin embargo, tras encontrar comida y bebida se sintió reconfortado y anduvo hasta el monte Horeb, donde se

esconde en una cueva. El Señor se le manifiesta como el susurro de una brisa suave y le da nuevas misiones, señalando a Eliseo como su sucesor. La maldad de Acab y Jezabel enfrentada por Elías no se limitaba al culto de Baal, sino que se proyectaba en el despojo de sus súbditos. El episodio de la viña de Nabot (1Reyes 21) es representativo de la repetida historia del despojo de las tierras de los campesinos por los gobernantes y grandes propietarios. Otros profetas se referirían a estas situaciones: Isaías 5:8; Miqueas 2:2. Elías expresa la sentencia divina contra Jezabel y contra la descendencia de Acab. Derrotado y muerto éste en combate con las tropas del rey de Aram, a pesar de los buenos augurios de los falsos profetas, le sucedió su hijo Ocozías, que anduvo por el camino de su padre y de su madre e hizo pecar a Israel y murió pronto. Según Reyes 2:1-13 tras la muerte de Ocozías, (852 a. C.)

Elías arrebatado al cielo Cuando el Señor iba a arrebatar a Elías al cielo en el torbellino, Elías y Eliseo se marcharon de Guilgal. Elías le pidió a Eliseo que se quedara allí porque Elohim sólo lo enviaría hasta Betel, pero Eliseo se negaba. Y los dos siguieron caminando, marchaban con ellos cincuenta hombres de la comunidad de profetas, y se pararon frente a ellos a cierta distancia. Elías y Eliseo se detuvieron junto al Jordán. Elías tomó su manto, lo enrolló, golpeó el agua y el agua se dividió por medio y pasaron ambos a pie. Mientras pasaban el río, dijo Elías a Eliseo:

Pídeme lo que quieras antes de que me aparten de tu lado.

Eliseo pidió: Déjame en herencia dos tercios de tu espíritu. Elías comentó: ¡No pides nada! Si logras verme cuando me aparten de tu lado, lo tendrás, si no me ves, no lo tendrás.

El carro de fuego Mientras ellos seguían conversando por el camino, los separó un “carro de fuego con caballos de fuego”, y Elías subió al cielo en un torbellino. “Eliseo lo miraba y gritaba: ¡Padre mío, padre mío, carro y auriga de Israel! Y ya no lo vio más. Entonces agarró su túnica y la rasgó en dos, luego recogió el manto que se había caído a Elías, se volvió y se detuvo a la orilla del Jordán, y agarrando el mando de Elías, golpeó el agua diciendo: ¿Dónde está el Dios de Elías, dónde? Golpeó el agua, el agua se dividió por medio y Eliseo cruzó. Al verlo los hermanos profetas que estaban enfrente comentaron:

¡Se ha posado sobre Eliseo el espíritu de Elías!

Entonces, fueron a su encuentro, se postraron ante él y le dijeron: Aquí entre tus siervos tienes cincuenta valientes, déjales ir a buscar a tu maestro. A lo mejor el espíritu del Señor lo ha arrebatado y lo ha arrojado por algún monte o valle. Eliseo les dijo: No mandéis a nadie. Pero como le insistieron hasta hartarlo dijo: Que vayan. Ellos mandaron cincuenta hombres que lo buscaron durante tres días y no dieron con él. Cuando volvieron a Eliseo, que se había quedado en Jericó, les dijo: ¿No os decía que no fuerais?”.Reyes 2:1-18 Muchos creyeron que Juan el Bautista fue Elías que vino a preparar el camino de Yeshua. Mateo 11:7-15 Malaquias 3:23 El propio Juan vestía como Elías. 2Reyes 1:8, 2Reyes 2:1-13.

Los Evangelios sinópticos, en un pasaje que se conoce como la transfiguración, muestran a Elías y Moisés hablando con Yeshua. La Transfiguración “Yeshúa tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó a una montaña alta, donde estaban solos. Allí se transfiguró en presencia de ellos. Su ropa se volvió de un blanco resplandeciente como nadie en el mundo podría blanquearla. Y se les aparecieron Elías y Moisés, los cuales conversaban con Yeshúa”. Marcos 9:4 El apócrifo “Apocalipsis de Elías” lo muestra al lado de Henoc combatiendo contra el hijo de la iniquidad que los mata, luego de lo cual ellos resucitan, en forma similar a como ocurre con los dos testigos de Apocalipsis en su enfrentamiento con la bestia.

Historia de Elías Reinaba en Israel Acab, un hombre de débil voluntad que se dejaba dominar por su esposa Jezabel, que era pagana y extranjera y deseaba imponer entre el pueblo la religión de los falsos dioses. Esta mujer perversa hizo asesinar a los profetas y sacerdotes del Señor, de los cuales solamente se salvaron de la muerte unos cien a quienes escondió en cavernas Abdias, el

mayordomo del rey, y los alimentó durante la época de máximo peligro. Elías se libró de la muerte huyendo a su tierra natal, al otro lado del Jordán, y yéndose después a una ciudad fenicia, llamada Sarepta. Pero cuando parecía que ya Jezabel iba a lograr destruir por completo la verdadera religión de Israel, entra en escena Elías, y empieza el combate entre las fuerzas del bien y del mal. Elías aparece de repente en pleno reinado de Acab, para anunciar, que como un castigo por haber abandonado la verdadera religión, vendrá sobre la nación un verano de tres años seguidos. Y en efecto deja de llover durante 36 meses y el hambre y la sed hacen estragos. Por orden del Señor, Elías se retira a vivir a una cueva junto a una fuente de agua. Allá los cuervos le llevan pan por la mañana y carne por la tarde, El profeta viste pobremente: una tosca piel de camello y una correa (como vestiría más tarde Juan Bautista). Cuando la fuente de agua se secó, el Señor le ordenó que se fuera a vivir a una ciudad extranjera, llamada Sarepta. Al llegar a Sarepta se encuentra con una viuda que está recogiendo leña para cocinar. Él le dice: "por favor: tráigame un poco de agua y un pan". Ella le respondió: No tengo sino un poquito de harina y una migaja de aceite. Voy a hacer un pan para mi hijo y yo, y después nos moriremos de hambre". Elías le dijo:

"Haga un pan para mí, y ya verá que la harina no se le acabará en su artesa, ni el aceite en su vasija, hasta el día en que vuelva a llover sobre la tierra". La mujer hizo lo que el profeta le mandaba, y sucedió como le había anunciado: ni la harina se acabó en su artesa, ni el aceite se disminuyó en su vasija, durante todos esos meses de escasez. Y así pudo alimentar a su hijo y al profeta. El primer caso de un resucitado, que se narra en la Biblia, sucedió en tiempos del profeta Elías. El hijo de la viuda que lo hospedaba se enfermó gravemente y se murió. La pobre mujer desconsolada le reclamó al profeta el por qué le tenía que suceder a ella tan grande desgracia. Elías se dedicó a rezar con toda fe junto al cadáver del niño y el Señor resucitó al muerto. La madre del jovencito, al ver a su hijo vivo otra vez, exclamó: "Ahora sé que eres un hombre de Dios y que en verdad el Señor habla por tus labios". Elías hizo que el rey Acab reuniera a todo el pueblo de Israel, junto al Monte Carmelo y también a los 450 profetas del falso dios Baal. Y estando todos allí reunidos les hizo este desafío: "Vamos a poner dos altares. En el uno estarán los sacerdotes de Baal. Y en el otro estaré yo en nombre de Yahvé. Y ellos invocarán a Baal para que envíe fuego del cielo y queme sus ofrendas. Y yo invocaré a Yahvé. Y el que responda, ese es el verdadero Dios”. Y descendió fuego del cielo y consumió todo el sacrificio que él había colocado en el altar (y eso que el profeta había hecho inundar con mucha agua todos los alrededores de su altar, para que no fuera fácil allí quemar nada).

El pueblo emocionado ante este milagro, acabó con todos los sacerdotes del falso dios Baal. Cuando la malvada reina Jezabel supo que habían acabado con los sacerdotes de su falso dios Baal, dio orden a la policía de que asesinara a Elías. Y este tuvo que salir huyendo por el desierto, para salvar la vida. Y le sucedió que entonces tuvo una gran depresión de ánimo y deseó morirse.

Pero el Señor le envió un ángel que le trajo un pan y una jarra de agua, y con este alimento tuvo fuerzas para andar 40 días por el desierto hasta llegar al Monte Horeb o Sinaí y esconderse allí. Y estando allí en el Monte Santo sintió que el Señor se le iba a aparecer. Y llegó un violento huracán, pero allí no iba el Señor. Y sucedió un espantoso terremoto, pero ahí no estaba el Señor. Y vino un fuego devorador, y allí tampoco llegaba el Señor. En seguida sintió una suave brisa, y ahí sí venía el Señor. Y el Señor mandó a Elías que volviera otra vez a Israel y que consagrara a Eliseo como su sucesor, y a Jehú como nuevo rey. Y desde aquella aparición, aprendió el gran profeta a no ser violento (como el huracán) ni duro (como el terremoto) ni asustador (como el fuego) sino suave y amable (como la brisa). El rey Acab deseaba conseguir una finca que le agradaba, pero Nabot, su dueño, no se la quería vender porque era la herencia muy amada de sus padres. Entonces la reina Jezabel hizo asesinar a Nabot y el rey se apoderó de la finca. Elías se presentó y le anunció que por haber cometido semejante crimen, todos los hijos varones del rey Acab serían asesinados, y que a Jezabel se la comerían los perros. Ajab se asustó mucho y empezó a hacer penitencia. Entonces el Señor le avisó a Elías que por esas demostraciones de arrepentimiento, los castigos no llegarían sino cuando el rey ya

se hubiera muerto. Y así sucedió. Muerto Ajab, fue nombrado rey un general llamado Jehú el cual hizo asesinar a todos los hijos del difunto rey, y mandó echar desde un balcón hasta el piso de la calle a Jezabel, y allí la devoraron los perros. El profeta nombró como su sucesor a Eliseo y fue avisado por el Señor de que iba a ser llevado al cielo. En compañía de Eliseo llegó al río Jordán y lo tocó con su manto, y el río se abrió en dos y pasaron al otro lado sin mojarse los pies. Eliseo le pidió como último favor, que le pase a él lo más importante de su espíritu, poderes y cualidades.

Elías le dijo: "Si me ves cuando suba al cielo se te concederá lo que has pedido". Y llegó un carro de fuego y se llevó a Elías al cielo. Eliseo lo vio mientras subía por las nubes, y se le transmitieron a él las cualidades y los poderes de Elías, y empezó a hacer milagros.

El Apocalipsis de Elías La palabra del Señor vino a mí, diciendo: "Hijo de hombre, di a este pueblo, ¿por qué apiláis pecado sobre pecado y provocáis la cólera del Señor, que es vuestro Creador? No améis al mundo ni a las cosas del mundo, porque el orgullo del mundo es propio del diablo con su corrupción." 1 Juan 2.15-16; 3.8

Recordad que El Señor de la gloria, que ha creado todo, tuvo compasión de vosotros, para salvarnos de la esclavitud de esta época. Frecuentemente, el diablo ha deseado hacer que el sol deje de brillar sobre la tierra y que la tierra deje de producir frutos. Desea consumir a los humanos, como el fuego que corre por el rastrojo, quiere tragarlos como agua. Esto es porque el Señor de la gloria tuvo misericordia de nosotros y Él envió a su Hijo al mundo para que nos salvara del cautiverio.

El no le advirtió esto a ningún ángel, arcángel ni potestad, sino se transformó en hombre cuando Él vino a nosotros para salvarnos. Flp 2.6-7; Rm 8.3; Hb 2.17-

Por ello sois sus hijos así como Él es es vuestro Padre. Ga 4.6-7Recordad que Él os ha preparado tronos y coronas en los cielos:

"TODOS AQUELLOS QUE ME ESCUCHEN,

llegarán a recibir los tronos y las coronas", dijo el Señor

1Co 2.9; Is 64.3; Jr 3.16; To 17 Ap 2.10,26,27; 3.11,21; 4.4; 12.1; 14.14; 20.4

"además, a los míos Yo les escribiré mi nombre sobre la frente y les sellaré la mano derecha y nunca tendrán hambre ni sed; "ni los hijos de la desobediencia tendrán poder sobre ellos. Los tronos no les retendrán, sino que marcharán con los ángeles hacia mi ciudad." Ver Sb 5.23; Mt 7.23; 13.41; 25.45-46-2 Co 6.14; Tt 2.14; Hb 1.9; Rm 6.19 Los pecadores serán avergonzados: no traspasarán los tronos, sino que los tronos de la muerte los retendrán y dominarán sobre ellos, porque los ángeles del Señor no los reconocen y son extraños a la morada del Señor. Escuchad, sabios de la tierra, estad en guardia contra los impostores que abundarán en los tiempos del fin. Porque tendrán doctrinas que no son las del Señor, rechazarán la Ley del Señor

– hombres que han hecho de su estómago su Dios-, diciendo: "el ayuno no tiene sentido y el Señor no lo estableció". 1Tm 4.1,2; 6.3-5,10; Flp 3.19; 2Co 2.17; Judas 4 Se hacen a sí mismos extraños a la Alianza del Señor y se roban a sí mismos las promesas gloriosas. Tales hombres nunca se establecen firmemente en la fe, luego ¡No dejes que te extravíen! Recordad que el Señor estableció el ayuno cuando hizo los cielos para ganancia del hombre, por las pasiones y deseos que están en guerra con ustedes, de manera que el malvado no los queme. Pero, "Yo he creado un ayuno puro", dijo el Señor, "el hombre que ayuna continuamente no pecará jamás por envidias o discordias. Dejad que el hombre que es puro ayune. Pero el hombre que ayuna y no es puro, provoca a Señor y también a los ángeles; somete al mal su propia alma, acumulando para sí mismo la ira para el día de la cólera." "He creado un ayuno puro, con corazón puro y manos puras; perdona los pecados, cura las enfermedades, saca los demonios, es eficaz ante el trono del Señor, como un dulcificante, como una fragancia, para el perdón de los pecados mediante una oración pura.

¿Qué trabajador respetable entre vosotros irá a los campos sin sus herramientas en las manos? ¿O quién partirá para la guerra sin vestir en el pecho una coraza? ¿No será asesinado, si es encontrado, por haber despreciado el servicio del rey? Igualmente, es imposible para cualquiera venir al lugar santo con un corazón doble. Al hombre que ora con corazón doble está en tinieblas en su interior y los ángeles no lo reconocen. Tened siempre el mismo corazón en el Señor, para que todo lo suyo reconozcáis.

"Porque he aquí que los reyes de Asiria y la disolución de los cielos y la tierra y lo que está bajo la tierra, desde ahora no prevalecerán sobre aquellos que me pertenecen", dijo el Señor

"y ellos no temerán en la batalla".

Cuando ellos vean a un rey apareciendo por el Norte, lo designarán rey asirio y el rey de la injusticia; hará guerras sin fin sobre Egipto y causará muchas perturbaciones:

habrá gemidos por la tierra, porque se llevarán vuestros hijos. Muchos buscarán la muerte en esos días pero la muerte los eludirá.

Y un rey se levantará en las tierras del occidente a quien llamarán "el rey de paz" correrá sobre le mar como un león rugiente; matará al rey de injusticia y se vengará sobre Egipto con guerra y derramamiento de sangre.

Pasará en esos días que ordenará paz y un regalo inútil, desde Egipto .

Dará la paz a los santos diciendo: "El nombre de Dios es Uno".

Honrará a los santos y exaltará la ciudad santa;

dará regalos inútiles a la casa de Dios; desde las ciudades de Egipto merodeará, astutamente, sin que lo sepan;

Contará los santos lugares, pesará los ídolos de las gentes, contará sus riquezas y designará los sacerdotes. Ordenará que los sabios de la tierra y los grandes de los pueblos sean apresados y llevados a la metrópoli por mar, diciendo: "¡No hay sino una lengua!" Y cuando escuchéis: "¡Hay Paz y Alegría!": 1Ts 5.3

¡He aquí! Voy a deciros cuáles son las señales para que podáis reconocerlo:

Tiene dos hijos, uno a su derecha y otro a su izquierda. Aquel que está a su derecha tendrá una apariencia de un demonio y desafiará el nombre del Señor. Ahora cuatro reyes viene de ese rey.

En su año treinta bajará a Menfis y construirá allí un templo; su propio hijo se levantará contra él y lo matará; toda la tierra se agitará. En ese día él promulgará un decreto por toda la tierra, para que sean encarcelados los sacerdotes de la tierra y todos los santos, diciendo: "¡Todos los regalos y todas las cosas buenas os las ha dado mi padre, ahora devolveréis el doble"! Cerrará los lugares santos, les quitará sus casas y hará prisioneros a sus hijos. Ordenarán que se ofrezcan sacrificios abominables y traerá la miseria sobre la tierra. Aparecerá debajo del sol y de la luna; los sacerdotes de la tierra rasgarán sus vestiduras. ¡Ay de vosotros jefes de Egipto en tales días porque vuestro día ha pasado!

La violencia hecha a los pobres se devolverá contra vosotros y vuestros hijos serán llevados como botín. En esos días las ciudades de Egipto se lamentarán porque no escucharán la voz del comprador ni la voz del vendedor.

Los mercados de Egipto se cubrirán de polvo. Los habitantes de Egipto llorarán al tiempo; anhelarán la muerte, pero la muerte huirá y los abandonará; correrán sobre las rocas y saltarán hacia abajo, diciendo: "¡Caigan sobre nosotros!", pero no morirán. Doble tribulación vendrán sobre toda la tierra aquel día: En esos días el rey ordenará que todas las mujeres con hijos en el vientre sean arrestadas y traídas ante él atadas y que le den de mamar a serpientes y que su sangre sea exprimida de sus senos para usarla como veneno para flechas. Debido a la necesidad de soldados para las guerras, ordenará que todos los niños menores de doce años sean reclutados y tengan que aprender a disparar con arco y flecha. Todas las parteras de la tierra se lamentarán en esos tiempos y la mujer que tenga hijos elevará sus ojos al cielo diciendo: ¿Por qué me senté en la silla de parir para traer niños al mundo?". Las estériles y las vírgenes se regocijarán diciendo: "Ahora es el momento para regocijarnos por no tener hijos sobre la tierra, nuestros hijos están en los cielos". En esos días tres reyes se levantarán entre los persas, tomarán a los judíos que estén en Egipto y los transportarán hasta Jerusalén y habitarán y permanecerán allí.

Si escucháis que "la seguridad está en Jerusalén", entonces ¡rasgad las vestiduras! vosotros sacerdotes de la tierra, porque la llegada del Hijo de la Perdición no demorará.

-1Ts 5.3; 2Ts 2.3,8; Jn 17.12 En esos días el Impío se manifestará en los lugares santos; 2 Ts 2,4; Dn 9:27; 1M 3.6; 9.23, 58, 69; 11.25; 14.14; 2Cr 15.3; Sb 17.2los reyes de los persas huirán hacia Hrearit con los reyes de los asirios Cuatro reyes pelearán contra tres. Durarán tres años en ese lugar hasta que allí puedan poner sus manos sobre el tesoro del templo. En esos días la sangre correrá desde Kôs hasta Menfis. El río de Egipto se convertirá en sangre y nadie podrá beber de él por tres días. ¡Ay de Egipto y sus habitantes! En esos días un rey aparecerá en la ciudad llamada "La Ciudad del Sol" Toda la tierra se consternará y él se apresurará hacia Menfis. En el sexto año de los reyes persas, él planeará una emboscada en Menfis; él matará a los reyes asirios.

Los persas se vengaran de la tierra. Ordenará la ejecución de todos los gentiles y ateos y mandará que los templos de los gentiles sean saqueados y aniquilados sus sacerdotes y mandará reconstruir los templos santos. Dt 7.25; Ro 2.22,24 –

El dará dobles regalos al templo del Señor y dirá: "¡El Nombre de Dios es Uno!".

Toda la tierra adorará a los persas. Por eso, el resto, los que han sobrevivido la arremetida, dirán: "Este es un rey justo que el Señor nos envió para que la tierra no sea convertida en desierto." Ordenará no dar nada al rey durante tres años y seis meses. La tierra se llenará de abundantes riquezas. Los vivos irán al encuentro de los muertos y les dirán: "Levantaos y compartid con nosotros esta vida de paz."

En el cuarto año de este rey el Hijo de la Iniquidad aparecerá diciendo: "Yo soy el Ungido", pero él no lo es. ¡No creáis en él! Mt 24.23; Mc 13.6; Lc 21.8-

Cuando el Ungido llegue, vendrá como un palomar, con una corona de palomas rodeándole y marchará sobre las nubes del cielo con el signo de la cruz precediéndole

El universo entero le verá como al sol que resplandece, desde las regiones del Oriente hasta las regiones del Poniente. Así vendrá con todos sus ángeles rodeándolo El hijo de la Iniquidad de nuevo comenzará a pararse sobre el lugar santo. Dirá al Sol: "¡Cae!" y él caerá; le dirá : "¡Brilla!" y él lo hará; le dirá: "¡Obscurécete!" y él lo hará. Dirá a la luna: "¡Conviértete en sangre!" y ella lo hará. Recorrerá el cielo con ellos; caminará sobre el mar y sobre los ríos como sobre la tierra seca. Hará caminar a los paralíticos, oír a los sordos, hablar a los mudos y ver a los ciegos. Limpiará a los leprosos, curará a los enfermos y sacará demonios. Multiplicará las señales y prodigios en presencia de todos. Mt 24.24; 2Ts 2.,9; Ap 13.13-

Hará las mismas obras que el Ungido, excepto resucitar los muertos.

Por esto sabrás que él es el Hijo de la Iniquidad, porque no tiene poder para dar vida.

Sí, os diré cuáles son las señales que lo distinguen, para que podáis ser capaces de reconocerlo.

Es un hombre escuálido hombre herboso, con las piernas débiles, alto, con un mechón gris por delante de su cabeza clava, las cejas le llegan hasta las orejas y por delante de la mano tiene una mancha de lepra.

Se transformará delante, de vosotros y de quienes los miren, unas veces como un anciano otras veces como un niño; se transformará en todas sus características, pero las señales de su cabeza no las podrá cambiar.

En esto conoceréis que él es el Hijo de la Iniquidad.

La virgen cuyo nombre es Tabitha escuchará que el Sinvergüenza se ha aparecido en el lugar santo. Ella vestirá con su ropa de lino y lo perseguirá por Judea. Elle lo reprochará por todo el camino a Jerusalén gritando : "¡Oh Sinvergüenza! ¡Oh Hijo de la Iniquidad! ¡Enemigo de todos los santos!" Entonces el Sinvergüenza volverá su ira contra la virgen; la perseguirá hacia el occidente y en la tarde beberá su sangre, la verterá sobre el templo, y ella se convertirá en curación para el pueblo. Ella resucitará por la mañana y lo reprochará diciendo: "¡Ah Sinvergüenza, tú no tienes ningún poder sobre mi alma ni sobre mi cuerpo, porque yo vivo siempre en el Señor." Y ella le dirá después, también : "Tú has derramado mi sangre sobre el templo y se convirtió en salvación para el pueblo."

Entonces, cuando Elías y Henoc escucharon que el Sinvergüenza se había aparecido en el lugar santo, descendieron para combatirlo, y le dijeron: "¿No te da vergüenza cuando te adhieres a los santos aunque siempre has sido un extraño? "Tú has sido un enemigo de lo que está en los cielos y de lo que está sobre la tierra. "Has sido un enemigo de los tronos y de los ángeles, has sido siempre un extraño.

"Has caído del cielo como el lucero del alba. Te has alejado de tu casa, has enajenado tu tribu y te has convertido en tinieblas para todos. Is 14.12; Ez 28.17,18; Ap 12.9,10"Pero tú no te avergüenzas cuando te acercas a Dios, porque tú eres un diablo." El Sinvergüenza escuchará esto y se pondrá furioso y luchará contra ellos en el mercado de la Gran Ciudad. estarán tres horas en el combate, pero él los matará. Ellos estarán tendidos, muertos, en el mercado, durante tres días y medio, y toda la gente los verá. Ap 11.4-11 pero al cuarto día ellos resucitarán y lo reprocharán, diciendo: "¡Oh Sinvergüenza Oh Hijo de la Iniquidad!

¿No te avergüenzas por descarriar al pueblo de Dios por el que tú no has sufrido? No sabes tú que nosotros vivimos en el Señor, tanto que nosotros podemos reprocharte cada vez que tu digas: '¡Yo dominé sobre ellos!' Nosotros separamos la carne del espíritu y te matamos, sin que te sea posible hablar en este día, porque nosotros estamos fuertes en el Señor, siempre, mas tú eres siempre hostil a Dios". El Sinvergüenza escuchará, se enfurecerá y combatirá contra ellos.

Y toda la Ciudad se reunirá alrededor de ellos.

En ese día SE VERÁN ARRIBA EN EL CIELO BRILLANDO COMO LAS ESTRELLAS y el pueblo y el universo entero LOS VERÁN.

El Hijo de la Iniquidad no dominará sobre ellos. Volcará su furia sobre la tierra cometerá él mismo una falta contra el pueblo. Perseguirá a todos los santos y junto con los sacerdotes de la tierra ellos serán llevados prisioneros ante él; los matará, los destruirá y ordenará que les sean sacados sus ojos con clavos de hierro; les quitará la piel de la cabeza; les arrancará sus uñas, de una en una y ordenará que les coloquen vinagre y lejía en sus narices. Entonces quienes no puedan soportar las torturas de ese rey, tomarán su oro y huirán por los vados de los ríos hacia el desiertos. Cuando mueran estarán como quienes duermen; el Señor mismo recibirá sus espíritus y sus almas. Sus carne se harán duraderas como una roca y ninguna bestia la comerá hasta el último día, del gran juicio. Entonces ellos se levantarán y encontrarán un lugar de descanso, pero no compartirán el reino del Ungido como los que resistieron, porque el Señor dice: "A quienes resistieron les concederé un sitio a mi mano derecha. Ellos obtendrán gracia para los demás.

"Ellos vencerán sobre el Hijo de la Iniquidad; verán la disolución del cielo y de la tierra; y recibirán los tronos de gloria y la coronas." Sesenta justos serán escogidos en esos días, serán preparados. Ellos se armarán con las corazas de Dios, correrán hasta Jerusalén, combatirán contra el Sinvergüenza, diciendo: "Todas las obras prodigiosas que los profetas hicieron desde el comienzo, tú las has hecho. Pero tú no puedes resucitar los muertos porque no tienes el poder de dar vida por eso hemos conocido que eres el Hijo de la Iniquidad." El Sinvergüenza escuchará y se enfurecerá; ordenará colocar fuego en los altares y amarrar a los justos, para colocarlos sobre ellos y quemarlos. En ese día, aterrados muchos cambiarán sus mentes y se separarán de él, diciendo: "¡Este no es el Ungido! El Ungido no asesina a los justos ni persigue a los hombres honestos sino que busca persuadirlos con señales y prodigios."

En esos días EL UNGIDO TENDRA MISERICORDIA DE ELLOS Y ENVIARÁ A SUS ANGELES DE LOS CIELOS, un total de cuatro mil seiscientos, cada uno con seis alas.

Is 6.2; Ap 4.8; 2Hen 16.7; ApoMo 37.3-

Su voz hará temblar el cielo y la tierra cuando ellos bendigan y glorifiquen a su Señor.

A quienes tienen el nombre del ungido sobre la frente y el sello en sus mano derecha, del más pequeño al más grande, ellos los colocarán sobre sus alas y los protegerán de su cólera. Entonces, Gabriel y Uriel formarán una COLUMNA DE LUCES PARA CONDUCIRLOS DENTRO DE LA TIERRA SANTA.

Ex 13.21,22; 14.19; 33.9,10; Nm 12.5; 14.14; Dt 31.15; Sal 99.7; Ne 9.12,19; Si 24.4Y les darán de comer del fruto del árbol de la vida y les vestirán de blanco; los ángeles vigilarán para protegerlos; no tendrán hambre ni sed y el Hijo de la Iniquidad no dominará sobre ellos. Gn 3.22,24;Isa 49. 10; Pr 3.18; 11.30; 13.12; 15.4; Ap 2.7; 7.9,13,16 22.2En esos días la tierra entera será sacudida; el sol se obscurecerá y la paz y el espíritu serán desterrados de la tierra; los árboles serán desarraigados y derribados; las bestias salvajes y el ganado morirán en la confusión y las aves caerán muertas al suelo; habrá sequía en la tierra y las aguas del mar se secarán. Los pecadores se lamentarán sobre la tierra, diciendo: "Por qué nos has hecho esto a nosotros, por decir 'yo soy el Ungido', cuando en realidad eres el diablo? "No tienes poder para salvarte, ¿cómo puedes salvarnos? Tú has realizado milagros inútiles delante de nosotros para apartarnos del Ungido del creador. ¡Desgraciados nosotros que te escuchamos!

"¡Mirad que ahora moriremos de hambre! ¿Dónde habrá algún vestigio de un justo para que los reverenciemos? O bien ¿Donde hay un maestro que pueda apelar a ellos? "Ahora pereceremos en el día de la cólera porque hemos desobedecido a Dios . "Fuimos a las profundidades del océano, pero no hemos encontrado agua; hemos cavado seis codos en los ríos y tampoco hemos encontrado agua." Entonces el Sinvergüenza llorará en ese día diciendo: "Desgraciado de mí, porque mi época ha pasado aunque dije que no pasaría jamás: "Mis años han sido meses, mis días se han desvanecido como polvo llevado por el viento. Mirad que voy a perecer con vosotros". Ahora ejecútalo en el desierto, pon las manos sobre los bandidos y mátalos. Lleva a los santos porque por ellos dará fruto la tierra; por ellos el sol brillará; sí, a causa de ellos el rocío caerá sobre la tierra. Los pecadores llorarán, diciendo: "Tú nos has hecho enemigos de Dios, si puedes ¡elévate y persíguelos!" Entonces el tomará sus alas de fuego, volará en persecución de los santos y los combatirá nuevamente. Los ángeles escucharán esto y descenderán y lucharán contra él en una batalla con muchas espadas. En ese día escuchará y ordenará con una gran cólera al cielo y a la tierra producir fuego.

El fuego abrumará la tierra en una extensión de setenta y dos codos. El fuego consumirá a los pecadores y a los diablos, como a la paja. Habrá un juicio justo: En ese día las montañas y la tierra harán oír su voz. Los caminos se dirán entre ellos: "¿habéis escuchado hoy algún ruido de un humano caminando que no venga al juicio del hijo de Dios?" Los pecados de cada uno se levantarán contra ellos in el lugar donde fueron cometidos, tanto los cometidos de día como los cometidos en la noche. Los que pertenecen a los justos y los que pertenecen a los santos, verán a los pecadores en sus castigos, tanto a quienes los persiguieron, como a quienes los asesinaron. Entonces los pecadores verán el lugar de los justos. Y así habrá gracia: en esos días lo que los justos pidan les será dado muchas veces. En ese día el Señor juzgará al cielo y a la tierra; a quienes han transgredido en el cielo y a quienes los han hecho en la tierra. Juzgará a los pastores del pueblo; los interrogará acerca de las ovejas y ellos serán entregados sin obstáculos de maldades y mentiras. Ez 34.4,5; Os 4.4; Za 11.4,5; 1Henoc 89.70; 90.22-

Entonces Elías y Henoc DESCENDERÁN y dejarán aun lado su carne mundana y tomarán un cuerpo espiritual.

1 Co 15.44Ellos perseguirán al Hijo de la Iniquidad y lo matarán sin que el pueda hablar. En ese día él se derretirá ante ellos como hielo derretido por el fuego. Morirá como una serpiente sin aliento.

Le dirá: "Tu tiempo ha terminado ahora vas a perecer con aquellos que te apoyaron." Ellos serán arrojados en el fondo del abismo y quedará cerrado sobre ellos. Ap 20.2,3-

En ese día vendrá desde el cielo el Ungido, el Rey, con todos los santos;

quemará la tierra y se consumirá por mil años, porque los pecadores habían tomado posesión de ella;

Entonces el creará un cielo nuevo y una tierra nueva y no habrá en ellos ni diablo ni muerte.

Isa 25.8; Apo 20.14; 21.1, 4; 4Esdras 8.53-

EL REINARÁ CON SUS SANTOS, SUBIRÁN Y DESCENDERÁN Y ESTARÁN CON LOS ANGELES SIEMPRE, Y CON EL UNGIDO DURANTE MIL AÑOS. Apo 20.4-

El Día de la Resurrección según el Corán Sura LVIII 18) El día en que el Señor resucite a todos, jurarán, como juran ante vosotros, que creían, y se imaginarán que eso les servirá de apoyo. ¡Oh que embusteros son! 19) Satán se ha apoderado de ellos y les ha hecho perder el recuerdo del Señor. Forman el partido de Satán: El partido de Satán es el perdido. 20) Los que luchan contra el Señor y el profeta, serán entregados al desprecio. El Señor ha escrito de antemano la sentencia: Yo tendré la victoria y mis enviados también.

El Señor es fuerte y poderoso. 21) No vereís a ninguno de los que creen en el Señor y en el día último amar al infiel que es rebelde al Señor y al profeta, aunque fuese su padre, un hijo, un hermano, un aliado.

El Señor ha grabado la FE en sus corazones, los inspira.

Los introducirá en jardines de delicias, regados por corrientes de agua. Permanecerán allí eternamente.

El Señor está satisfecho de ellos y ellos del Señor. Forman el partido del Señor. El partido del Señor es el que tiene que prosperar.

Sura LIX 22) El es ese Dios fuera del cual no hay Dios.

Conoce lo visible y lo invisible. El es el clemente, el Misericordioso.

23) El es ese Dios fuera del cual no hay Dios. El Rey El Santo El Salvador El Fiel El Guardián El Fuerte El Poderoso El Elevadísimo Gloria a Dios! Lejos de el lo que los hombres le asocian.

El es el Dios Unico. El Productor El Creador El Formador Le pertenecen los nombres más hermosos. Todo en los cielos y en la tierra celebra su gloria. El es el Fuerte. El Sabio.

El Mesías

La palabra Mesías es un derivado de una palabra hebrea y Cristo es un derivado de una palabra griega, las cuales significan “Ungido”. De este modo el enviado prometido por el Señor sería un Ungido, nombrado por Él para ocupar una posición especial. Los profetas del Señor que estuvieron en la tierra mucho antes del nacimiento de Yeshua predijeron muchos detalles que ayudarían a identificar quién sería el enviado prometido. El profeta Miqueas predijo que el enviado prometido nacería en Belén, un pequeño pueblo de la tierra de Judá. “Pero tú Belén de Efrata, pequeña entre las aldeas de Judá, de ti sacaré El que ha de ser jefe de Israel: Su origen es antiguo, de tiempo inmemorial. Pues los entrega sólo hasta que la madre de a luz, y el resto de los hermanos vuelva a los israelitas. En pie pastoreará con la autoridad del Señor, en nombre de la majestad del Señor, su dios, y habitarán tranquilos, cuando su autoridad se extienda hasta los confines de la tierra…” Miqueas 5:2 Y ¿dónde está escrito que nació Yeshua?. Justamente en ese mismo lugar.

“Yeshua nació en Belén de Judá, reinando Herodes. Sucedió que unos magos de oriente se presentaron en Jerusalen preguntando: ¿Dónde esta el rey de los judíos recien nacido? Vimos surgir su astro y venimos a rendirle homenaje. Al oírlo, el Rey Herodes se echó a temblar y lo mismo que él Jerusalen entera. Entonces, reuniendo a todos los sumos sacerdotes y doctores del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el mesías. Le contestaron: En Belén de Judá, como está escrito por el profeta: Tú Belén , en territorio de Judá, en nada eres la menor de las poblaciones de Judá, pues de ti saldrá un jefe, el pastor de mi pueblo Israel…..” Mateo 2:1, 3-9 Cuando Yeshua vino al mundo, había en Israel dos ciudades llamadas Belén. Una estaba al norte del país, y la otra, en Judá, cerca de Jerusalén. La que estaba cerca de Jerusalén se había llamado anteriormente Efrata. Y fue justo en esa localidad donde nació Yeshua. En la profecía de Daniel se detalla el año exacto en que se presentaría el Mesías, el año 29 de nuestra era.

“…..Aquel Gabriel que había visto en la visión llegó volando hasta mí, a la hora de la ofrenda vespertina. Al llegar me habló así:

…Has de saberlo y comprenderlo: Desde que se decretó la vuelta y la reconstrucción de Jerusalen hasta un príncipe ungido pasarán siete semanas, durante sesenta y dos semanas estará reconstruída con calles y fosos en tiempos difíciles. Pasadas las sesenta y dos semanas matarán al ungido inocente, vendrá un príncipe con su tropa, y arrasará la ciudad y el templo. El final será un cataclismo, y hasta el fin están decretadas guerra y destrucción….” Daniel 9:25 El profeta Daniel vivió más de quinientos años antes del nacimiento de Yeshua. El Señor le reveló información por medio de Gabriel para que pudiese determinar cuando iba a ungir, o nombrar al Mesías como Cristo. “Debes saber y tener la perspicacia de que desde la salida de la palabra de restaurar y reedificar Jerusalén hasta Mesías el Caudillo, habrá siete semanas, también sesenta y dos semanas…”

La profecía muestra que el momento en que comienza a contarse el tiempo es el de la salida de la palabra de restaurar y reedificar Jerusalén. Según el profeta Nehemias, relata que esta palabra, la orden de reconstruir las murallas de Jerusalén, salió el año veinte de Artajerjes el rey. “Era el mes de marzo del año veinte del rey Artajes….” Nehemías 2:1, 5-8 “Llegué a Jerusalen y descancé allí tres días….” “Entonces les dije: Ya veis la situación en que nos encontramos: Jerusalén está en ruinas y sus puertas incendiadas. Vamos a reconstruir la muralla de Jerusalén y cese nuestra ignomia. Les conté como el Señor me había favorecido y lo que me había dicho el rey. Ellos dijeron: Venga, a trabajar. Y puiseron manos a la obra con todo entusiasmo. Cuando se enteraron el joronita Sanbalat, Tobías, el siervo amonita, y el árabe Guesen, empezaron a burlarse de nosotros y a zaherirnos, comentando: ¿Que estáis haciendo?

¿Rebelaros contra el rey?

Les replique: El Dios del cielo hará que tengamos éxito. Nosotros, sus siervos, seguiremos construyendo. Y vosotros no tendreís terrenos, ni derechos, ni un nombre en Jerusalén”. El primer año completo del reinado de Artajerjes fue el año 474 antes de la era común. Por tanto, el año veinte de su reinado fue el 455, así es como la profecía mesiánica de Daniel comienza a cumplirse ese mismo año: 455 antes de la era común. La profecía dice que el tiempo que pasaría desde ese momento hasta la llegada del Mesías serían “…..siete semanas, también sesenta y dos semanas”, lo cual da un total de 69 semanas. Pero según el tiempo de la Biblia, no serían semanas de siete días, sino semanas de siete años. Es decir, que cada semana correspondería a un período de siete años. De este modo, las 69 semanas de la profecía equivalen a 69 grupos de siete años, es decir, a un total de 483 años. Si contamos 483 años a partir del 455 a.c, llegamos al año 29 de la era común. Y éste fue el año en que Juan bautizó a Yeshua. Lucas 3:1, 2, 21, 22

“El año quince del reinado del emperador Tiberio…..” “La palabra del Señor se dirigió a Juan hijo de Zacarías en el desierto. Recorrió toda la cuenca del Jordán predicando un bautismo de arrepentimiento para perdón de los pecados, como está escrito en el libro del profeta Isaías: Una voz grita en el desierto: Preparad el camino al Señor, allanad sus sendas. Todo barranco se rellenará, montes y colinas se abajarán, lo torcido se enderezará, y lo escabroso se igualará, verá todo mortal la salvación de Dios….” “Mientras todo el pueblo se bautizaba, también Yeshua se bautizó, y mientras oraba, se abrió el cielo, bajó sobre él el Espíritu Santo en figura corpórea de paloma y se oyó una voz del cielo: Tú eres mi hijo querido, mi predilecto.” Mateo 3:3, 16, 17 “Es lo que había anunciado el profeta Isaías: Una voz clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad su calzada.”

“Yeshua se bautizó, salió del agua y al punto se abrió el cielo y vió al espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba sobre él” “Se oyó una voz del cielo que decía: Este es mi Hijo querido, mi predilecto”. Fue entonces cuando Él le pidió a Juan el bautista que lo bautizara en el río Jordán. El Señor le había prometido a Juan que le daría una señal para que pudiera reconocer al Mesías, y se la dio en el bautismo de Yeshua. Cuando Juan el Bautista vió y escuchó aquello, confió en que Yeshua era el enviado del Señor. “Juan dio el testimonio: Contemplé al espíritu, que bajaba del cielo como una paloma y se posaba sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar me había dicho: Aquel sobre el que veas bajar y posarse el Espíritu es el que ha de bautizar con Espíritu Santo.Yo lo he visto y atestiguo que él es el Hijo de Dios”. Juan 1:32 – 34 Aquel día, el espíritu santo se derramó sobre él y Yeshua es bautizado como Cristo. “…Sellaré con vosotros alianza perpetua, la promesa que aseguré a david: A él hice mi testigo para los pueblos, caudillo y soberano de naciones, tú llamarás a un pueblo desconocido, un pueblo que no te conocía, correrá hacia t: Por el Señor, tu Dios, por el Santo de Israel, que te honra”.

Isaías 55:4 Así fue revelado a los profetas la información acerca del Mesías para que pudiésemos identificarlo, anunciando cuando sería su nacimiento, ministerio, y muerte.

El profeta Isaías predijo que el Mesías sería de la familia de David. “..Porque un niño nos ha nacido, nos han traído un hijo: Lleva el cetro del principado y se llama: Milagro de consejero, guerrero divino, jefe perpetuo, principe de la paz. Su glorioso principado y la paz no tendrán fin, en el trono de David y en su reino, se mantendrá y consolidará con la justicia y el derecho, desde ahora y por siempre.El celo del Señor de los ejércitos lo realizará”. Isaías 9:7 Otra profecía de la Biblia anuncia que el Señor llamaría a su hijo para que saliera de Egipto. El niño fue llevado a Egipto, y mas tarde cuando murió el rey Herodes, regresó. “Cuando Israel era niño, lo amé, y desde Egipto llamé a mi hijo”. Oseas 11:1

“Se levantó, tomó al niño y a la madre todavía de noche y se refugió en Egipto, donde residió hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que anunció el Señor por el profeta: Llamé a mi hijo que estaba en Egipto”. Mateo 2:15

Las profecías fueron escritas siglos antes de que naciera Yeshua. Por ello, él mismo dijo: “Todas las cosas escritas en la ley de Moisés y en los profetas y en los Salmos acerca de mí tenían que cumplirse” Lucas 24:44

Listado de profecías acerca del Mesías Circunstancias y el lugar de nacimiento de Yeshua Isaías 7, 14 Miqueas 5, 2 Su relación con Galilea

Isaías 9, 1 Condición mesiánica Isaías 9, 6-7 Isaías 11, 1-9 Isaías 15, 5 El papel de precursor de Juan el Bautista Isaías 40, 3 Deutero Isaías, o "Segundo Isaías" “El Siervo de Yahvé" 1) Es de la tribu de Juda Profecía: Génesis 49:10 Cumplimiento: Lucas 3:23 – 33 2) Nace de una virgen Profecía: Isaías 7:14 Cumplimiento: Mateo 1:18 – 25 3) Desciende del Rey David Profecía: Isaías 9:7 Cumplimiento: Mateo 1:1, 6-17 4) El Señor lo declara hijo suyo

Profecía: Salmo 2:7 Cumplimiento: Mateo 3:17 5) No creen en el Profecía: Isaías 53:1 Cumplimiento: Juan 12:37, 38 5) Entra en Jerusalén montado en un asno Profecía: Zacarías 9:9 Cumplimiento: Mateo 21: 1-9 6) Lo traiciona un compañero muy cercano Profecía: Salmo 41:9 Cumplimiento: Juan 13: 18, 21-30 7) Lo traicionan por 30 piezas de plata Profecía: Zacarías 11:12 Cumplimiento: Mateo 26:14 - 16 8) Calla ante sus acusadores Profecía: Isaías 53:7 Cumplimiento: Mateo 27: 11- 14 9) Sortean su ropa Profecía: Salmo 22: 18

Cumplimiento: Mateo 27:35 10)

Sufre burlas mientras está en el madero Profecía: Salmo 22:7, 8 Cumplimiento: Mateo 27: 39 – 43 11)

No le quiebran ni un hueso Profecía: Salmo 34:20

Cumplimiento: Juan 19:33, 36 12)

Lo entierran con los ricos Profecía: Isaías 53:9

Cumplimiento: Mateo 27: 57 – 60 13)

Resucita antes de corromperse Profecía: Salmo 16: 10

Cumplimiento: Hechos 2: 24, 27 14)

El Señor lo eleva a su diestra Profecía: Salmo 110: 1

Cumplimiento: Hechos 7:56

El Mesías debía nacer en Belén “Pero de ti, Belén de Errata, pequeña entre los clanes de Judá, saldrá el que gobernará a Israel, sus orígenes se remontan hasta la antigüedad, hasta tiempos inmemoriales” Miqueas 5:2 Cumplimiento Mateo 2:1 – 6 y Lucas 2:1 – 20

El Mesías nacería de una Virgen “Por eso, el Señor mismo les dará una señal: La joven concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emmanuel” Isaías 7:14 Cumplimiento Mateo 1: 18 – 25 y Lucas 1:26 – 38

El Mesías sería un profeta como Moisés “El Señor tu Dios levantará de entre tus hermanos un profeta como yo. A él si lo escucharás. Por eso levantaré entre tus hermanos un profeta como tú, pondré mis palabras en su boca, y él les dirá todo lo que yo le mande. Si alguien no presta oído a las palabras que el profeta proclame en mi nombre, yo mismo le pediré cuentas”. Deuteronomio 18:15, 18, 19 Cumplimento Juan 7:14 – 17, 40 – 46 y Hechos 3:22 - 26

El Mesías entraría triunfalmente a Jerusalén ¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, Justo, salvador y humilde. Viene montado en un asno, En un pollino, cría de asna. Zacarías 9:9 Cumplimiento Mateo 21:1 – 9 y Juan 12:12 - 16

El Mesías sería rechazado ¿Quién ha creído a nuestro mensaje y a quién se le ha revelado el poder del Señor? Despreciado y rechazado por los hombres, Varón de dolores, hecho para el sufrimiento. Todos evitaban mirarlo, fue despreciado y no lo estimamos. Isaías 53:1, 3 “La piedra que desecharon los constructores ha llegado a ser la piedra angular. Salmo 118: 22 Cumplimiento Juan 11:11, 12 y 12: 37 – 43 Mateo 26: 3, 4 y Hechos 4:1 – 12

El Mesías sería traicionado por uno de sus seguidores Hasta mi mejor amigo, en quien yo confiaba y que compartía el pan conmigo, me ha puesto la zancadilla. Salmo 41:9

Cumplimiento

Mateo 26:14 – 16, 47 – 50 Marcos 14: 17 – 21 Lucas 22: 19 y Juan 13: 18, 19

El Mesías sería juzgado y condenado a muerte Después de aprehenderlo y juzgarlo, le dieron muerte, nadie se preocupó de su descendencia. Fue arrancado de la tierra de los vivientes, y golpeado por la transgresión de mi pueblo Isaías 53:8 Cumplimiento Mateo 27:1, 2 y Lucas 23:1 – 25

El Mesías no se defendería ante sus acusadores Maltratado y humillado, ni siquiera abrió su boca, como cordero, fue llevado al matadero, como oveja, enmudeció ante su trasquilador, y ni siquiera abrió su boca. Isaías 53: 7 Cumplimiento Mateo 27: 12 – 14 Marcos 15: 3 y Lucas 23: 8 – 10

El Mesías sería golpeado y escupido por sus enemigos Reagrupa tus tropas, ciudad guerrera, porque nos asedian. Con vara golpearán en la mejilla al gobernante de Israel.

Miqueas 5:1 Ofrecí mi espalda a los que me golpeaban, mis mejillas a los que me arrancaban la barba, ante las burlas y los escupitajos no escondí mi rostro. Isaías 50:6 Cumplimiento Mateo 26: 67 27:30 Marcos 14:65 y 15:19 Lucas 22: 63, 64 y Juan 19: 1 - 3

El Mesías sufriría burlas y escarnios Cuantos me ven, se ríen de mi, lanzan insultos, meneando la cabeza: “Éste confía en el Señor, ¡pues que el Señor lo ponga a salvo! Ya que en él se deleita, ¡que sea él quien lo libre!” Salmo 22: 7, 8

Cumplimiento Veánse Mateo 27: 39 – 4 y Lucas 23: 11, 35

El Mesías moriría crucificado “Como agua he sido derramado, dislocados están todos mis huesos. Mi corazón se ha vuelto cera, y se derrite en mis entrañas.

Como perros de presa, me han rodeado, me han cercado una banda de malvados, me han traspasado las manos y los pies. Puedo contar todos mis huesos, con satisfacción perversa la gente se detiene a mirarme. Salmo 22:14, 16, 17. Cumplimiento Mateo 27:31, Marcos 15:20, 25 y Juan 19: 15 - 18

El Mesías sufriría con transgresores y oraría por sus enemigos Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes, y repartirá el botín con los fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte y fue contado con los transgresores. Cargó con el pecado de muchos, e intercedió por los pecadores. Isaías 53:12 Cumplimiento Mateo 27:38, Marcos 15: 27, 28 y Lucas 23:32 – 34

Al Mesías le darían de beber vinagre y hiel En mi comida pusieron hiel, para calmar mi sed me dieron vinagre. Salmo 69:21

Cumplimiento: Mateo 27: 34 y Juan 19: 28 – 30

Se echarían suertes por la ropa del Mesías Se reparten entre ellos mis vestidos y sobre mi ropa echan suertes. Salmo 22: 18 Cumplimiento Mateo 27: 35, Marcos 15: 24 y Juan 19: 23, 24

Los Huesos del Mesias no serán quebrados Y no dejará nada del cordero para el día siguiente ni le quebrará un solo hueso. Cuando celebre la pascua, lo hará según las disposiciones al respecto. Números 9: 12

La pascua deberá comerse en casa, y de allí no se sacará ni un solo pedazo de carne. Tampoco se le quebrará ningún hueso al animal sacrificado. Éxodo 12: 46 Cumplimiento Juan 19: 31 – 36

El Mesías moriría como una ofrenda por el pecado Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades, sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. Todos andábamos perdidos, como ovejas, cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros. Después de aprehenderlo y juzgarlo, le dieron muerte, nadie se preocupó de su descendencia. Fue arrancado de la tierra de los vivientes, y golpeado por la transgresión de mi pueblo. Pero el Señor quiso quebrantarlo y hacerlo sufrir, y como él ofreció su vida en expiación, verá su descendencia y prolongará sus días, y llevará a cabo la voluntad del Señor. Después de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho, por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos. Por lo tanto le daré un puesto entre los grandes, y repartirá el botín con los fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte, y fue contado entre los transgresores. Cargó con el pecado de muchos, e intercedió por los pecadores. Isaías 53: 5, 6, 8, 10, 11 – 12 Cumplimiento Juan 1: 29 y 11: 49 – 52 Hechos 13:38, 39, 1 Corintios 15:3, Efesios 1: 7, 1 Pedro 2:24, 25

y 1 Juan 1:7, 9

El Mesías resucitaría entre los muertos No dejarás que mi vida termine en el sepulcro, no permitirás que sufra corrupción tu siervo fiel. Salmo 16:10 Cumplimiento Hechos 2: 22 – 32, Mateo 28:1 – 10, Marcos 16:1 – 8, Lucas 24:1 – 9, 44 – 48 y Juan 20:1 – 31 Y 1 Corintios 15:4 – 8

El Mesías esta ahora a la diestra de Dios Así dijo el Señor a mi Señor: “Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies”. Salmo 110: 1

Cumplimiento Marcos 16:19, Lucas 24:50, 51, Hechos 2: 33 – 36 y Hebreos 10: 12, 13

Profecías del fin de los tiempos El Mesías vendrá con las nubes del cielo En esa visión nocturna ví que alguien con aspecto humano venía entre las nubes del cielo. Se acercó al venerable Anciano

y fue llevado a su presencia, y se le dio autoridad, poder y majestad. ¡Todos los pueblos, naciones y lenguas lo adoraron! ¡Su dominio es un dominio eterno, que no pasará, y su reino jamás será destruido” Daniel 7: 13, 14 Mateo 24:30, 25: 31 Y 26: 64 Marcos 14:61, 62 , Hechos 1:9 – 11 y Apocalipsis 1: 7

El Mesías se sentará en el trono de David Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo, la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Se extenderán su soberanía y su paz, y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David y su reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora y para siempre. Esto lo llevará acabo el celo del Señor Todopoderoso. Isaías 9: 6, 7 Lucas 1: 32, 33

El Mesías reinará sobre toda la tierra

Que domine el rey de mar a mar, desde el río Éufrates hasta los confines de la tierra. Que ante él se inclinen todos los reyes, ¡que le sirvan todas las naciones! Salmo 72.8, 11 Filipenses 2: 9 – 11, Hebreos 1: 8, Apocalipsis 11: 15 y Apocalipsis 19: 11 – 16

Los Evangelios

*En aquel tiempo, respondiendo Yeshua, dijo: TE ALABO, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ESCONDISTE estas cosas de LOS SABIOS Y ENTENDIDOS, y LAS REVELASTE A LOS NIÑOS. Sí, Padre, porque así te agradó. Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

Llevad mi yugo sobre vosotros, y APRENDED DE MI, que SOY MANSO Y HUMILDE DE CORAZÓN; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque MI YUGO ES FÁCIL, Y LIGERA MI CARGA.

Iba Yeshua por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer.

Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo. Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? ¿O no habéis leído en LA LEY, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa? Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. Y si supieseis qué significa: MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIO No condenaríais a los inocentes; porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo. Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos. Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Yeshua, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?

Él les dijo:

¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante? Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, ES LICITO HACER EL BIEN EN LOS DIAS DE REPOSO. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra. Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra Yeshua para destruirle. Sabiendo esto Yeshua se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos, y les encargaba rigurosamente que no le descubriesen; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: He aquí mi siervo, a quien he escogido; Mi Amado, en quien se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él, Y a los gentiles anunciará juicio.

No contenderá, ni voceará, Ni nadie oirá en las calles su voz. La caña cascada no quebrará, Y el pábilo que humea no apagará, Hasta que saque a victoria el juicio. Y en su nombre ESPERARÁN los gentiles.

Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David? Mas los fariseos, al oírlo, decían: Éste no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. Sabiendo Yeshua los pensamientos de ellos, les dijo: TODO REINO DIVIDIDO CONTRA SI MISMO, ES ASOLADO, Y TODA CIUDAD O CASA DIVIDIDA CONTRA SI MISMA, NO PERMANECERÁ Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. Pero si yo por el ESPIRITU DE DIOS echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el REINO DE DIOS. Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.

EL QUE NO ES CONMIGO CONTRA MI ES Y EL QUE CONMIGO NO RECOGE DESPARRAMA

Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero. O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol. ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis HABLAR LO BUENO, SIENDO MALOS? PORQUE DE LA ABUNDANCIA DEL CORAZON HABLA LA BOCA El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Mas yo os digo que de toda PALABRA OCIOSA QUE HABLEN los hombres, de ella darán cuenta en el DIA DEL JUICIO PORQUE POR TUS PALABRAS

SERÁS JUSTIFICADO Y POR TUS PALABRAS SERÁS CONDENADO

El Reino de los Cielos EL REINO DE LOS CIELOS ES SEMEJANTE A LA LEVADURA QUE TOMO UNA MUJER, Y ESCONDIO EN TRES MEDIDAS DE HARINA, HASTA QUE TODO FUE LEUDADO. Todo esto habló Yeshua por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba; para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: Abriré en parábolas mi boca; Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.

Entonces, despedida la gente, entró Yeshua en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.

Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.

EL CAMPO ES EL MUNDO LA BUENA SEMILLA SON LOS HIJOS DE REINO Y LA CIZAÑA SON LOS HIJOS DEL MALO EL ENEMIGO QUE LA SEMBRÓ ES EL DIABLO LA SIESGA ES EL FIN DEL SIGLO Y LOS SESGADORES SON LOS ANGELES De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, ASI SERA EN EL FIN DE ESTE SIGLO Enviará el HIJO DEL HOMBRE A SUS ANGELES y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo y a los que hacen iniquidad y los echarán en el horno de FUEGO allí será el lloro y el crujir de dientes Entonces

LOS JUSTOS RESPLANDECERÁN COMO EL SOL EN EL REINO DE SU PADRE El que tiene oídos para oír, oiga. Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró. Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de toda clase de peces; y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo malo echan fuera. ASI SERA AL FIN DEL SIGLO Saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Yeshua les dijo: ¿Habéis entendido todas estas cosas?

Ellos respondieron: Sí, Señor.

Él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas”. Aconteció que cuando terminó Yeshua estas parábolas, se fue de allí. El que atestigua todo esto dice: Si, vengo pronto.

Ven. Señor Jesús. La gracia del Señor Jesús esté con todos vosotros. Amén.

“Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor

Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies. Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. Y a los doce apóstoles envió Yeshua, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Y yendo, predicad, diciendo:

“El reino de los cielos se ha acercado”.

Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. No os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento. Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis. Y al entrar en la casa, saludadla. Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros. Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. Y dijo:

EL QUE A VOSOTROS RECIBE A MI ME RECIBE Y EL QUE ME RECIBE A MI, RECIBE AL QUE ME ENVIO.

El Sermón del Monte “Bienaventurados los POBRES EN ESPIRITU, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que LLORAN, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los MANSOS, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de JUSTICIA, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los MISERICORDIOSOS, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de LIMPIO CORAZON, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los PACIFICADORES, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por CAUSA DE JUSTICIA, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por MI CAUSA os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. GOZAOS Y ALEGRAOS, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. Vosotros sois LA SAL DE LA TIERRA; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

Vosotros sois LA LUZ DEL MUNDO; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. No penséis que he venido para abrogar LA LEY o los profetas; no he venido para abrogar, sino para CUMPLIR. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de LA LEY, hasta que todo se haya cumplido. De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra JUSTICIA no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que CUALQUIERA QUE SE ENOJE CONTRA SU HERMANO, será culpable de juicio; y CUALQUIERA QUE DIGA: NECIO A SU HERMANO, SERA CULPABLE ANTE EL CONCILIO; Y CUALQUIERA QUE DIGA FATUO, quedará expuesto al infierno de FUEGO. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del

altar, y anda, RECONCILIATE PRIMERO CON TU HERMANO, y entonces ven y presenta tu ofrenda. PONTE DE ACUERDO CON TU ADVERSARIO PRONTO, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.

Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que CUALQUIERA QUE MIRA A UNA MUJER PARA CODICIARLA, YA ADULTERO CON ELLA EN SU CORAZON. Por tanto, si tu OJO derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu MANO derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. Pero yo os digo que EL QUE REPUDIA A SU MUJER, a no ser por causa de fornicación, HACE QUE ELLA ADULTERE; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio. Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os digo: NO JUREIS EN NINGUNA MANERA; ni por el cielo,

porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero SEA VUESTRO HABLAR: SI, SI, NO, NO, porque lo que es más de esto, de mal procede. Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: NO RESISTAIS AL QUE ES MALO; antes,

A CUALQUIERA QUE TE HIERA en la mejilla derecha, VUÉLVELE TAMBIÉN LA OTRA; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. AL QUE TE PIDA DALE; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo:

AMAD A VUESTROS ENEMIGOS, BENDECID A LOS QUE OS MALDICEN, HACED BIEN A LOS QUE OS ABORRECEN, Y ORAD POR LOS QUE OS ULTRAJAN Y OS PERSIGUEN; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque SI AMAIS A LOS QUE OS AMAN, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? SED, pues, VOSOTROS PERFECTOS, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto. Guardaos de hacer vuestra JUSTICIA DELANTE DE LOS HOMBRES, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos. Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen LOS HIPOCRITAS en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que YA TIENEN SU RECOMPENSA. Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y TU PADRE QUE VE EN LO SECRETO TE RECOMPENSARÁ EN PÚBLICO.

Y cuando ORES, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Mas tú, cuando ORES, ENTRA EN TU APOSENTO, y cerrada la puerta, ORA A TU PADRE QUE ESTA EN SECRETO; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque VUESTRO PADRE SABE QUE COSAS TENEIS NECESIDAD, ANTES DE QUE VOSOTROS LE PIDAIS.

Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque TUYO ES EL REINO, EL PODER Y LA GLORIA, por todos los siglos. Amén. Porque SI PERDONAÍS A LOS HOMBRES SUS OFENSAS OS PERDONARÁ TAMBIÉN A VOSOTROS VUESTRO PADRE CELESTIAL; Mas SI NO PERDONAÍS A LOS HOMBRES SUS OFENSAS, TAMPOCO VUESTRO PADRE OS PERDONARÁ VUESTRAS OFENSAS.

Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. NO OS HAGAÍS TESOROS EN LA TIERRA, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino HACEOS TESOROS EN EL CIELO, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque DONDE ESTE VUESTRO TESORO, ALLI ESTARA TAMBIEN VUESTRO CORAZÓN. LA LAMPARA DEL CUERPO ES EL OJO; así que, SI TU OJO ES BUENO, TODO TU CUERPO ESTARÁ LLENO DE LUZ; PERO SI TU OJO ES MALIGNO, TODO TU CUERPO ESTARA EN TINIEBLAS. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; Ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es LA VIDA más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA, Y TODAS ESTAS COSAS OS SERÁN AÑADIDAS. Así que, NO OS AFANEÍS POR EL DIA DE MAÑANA, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. NO JUZGUEÍS PARA QUE NO SEAÍS JUZGADOS. Porque CON EL JUICIO CON QUE JUZGAÍS, SEREÍS JUZGADOS, Y CON LA MEDIDA CON QUE MEDIS, OS SERÁ MEDIDO. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?

¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! SACA PRIMERO LA VIGA DE TU PROPIO OJO, Y ENTONCES VERÁS BIEN PARA SACAR LA PAJA DEL OJO DE TU HERMANO No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen. PEDID Y SE OS DARÁ BUSCAD Y HALLAREÍS LLAMAD Y SE OS ABRIRA PORQUE TODO AQUEL QUE PIDE RECIBE Y EL QUE BUSCA, HALLA Y AL QUE LLAMA SE LE ABRIRA ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Así que, TODAS LAS COSAS QUE QUERAÍS QUE LOS HOMBRES HAGAN CON VOSOTROS, ASI TAMBIÉN HACED VOSOTROS CON ELLOS. PORQUE ESTO ES LA LEY Y LOS PROFETAS. ENTRAD POR LA PUERTA ESTRECHA;

porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición y muchos son los que entran por ella, porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la VIDA, y pocos son los que la hallan. Guardaos de los FALSOS PROFETAS, que vienen a vosotros con VESTIDOS DE OVEJAS, pero POR DENTRO SON LOBOS RAPACES. POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el FUEGO Así que, por sus frutos los conoceréis. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace LA VOLUNTAD DE MI PADRE que está en los cielos. Muchos me dirán EN AQUEL DIA: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

Cualquiera, pues, que me OYE ESTAS PALABRAS, Y LAS HACE, le compararé a un hombre prudente, que EDIFICO SU CASA SOBRE LA ROCA. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina. Y cuando terminó Yeshua estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Cuando descendió del monte, le seguía mucha gente. Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; SÉ LIMPIO. Y al instante su lepra desapareció. Entonces le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.

Entrando Yeshua en Capernaúm, vino a él un centurión, rogándole, y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, gravemente atormentado. Y le dijo: Yo iré y le sanaré.

Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírlo Yeshua, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta FE.

Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Entonces dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.

Vino Yeshua a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. Viéndose Yeshua rodeado de mucha gente, mandó pasar al otro lado. Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas. Le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.

Otro de sus discípulos le dijo: Señor, permíteme que vaya primero y entierre a mi padre. Yeshua le dijo: Sígueme; deja que los muertos entierren a sus muertos.

Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! Él les dijo:

¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen? Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino. Y clamaron diciendo: ¿Qué tienes con nosotros, Yeshua,Hijo de Dios? ¿Has venido acá para atormentarnos antes de tiempo? Estaba lejos de ellos un hato de muchos cerdos. Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera, permítenos ir a aquel hato de cerdos. Él les dijo: Id.

Y ellos salieron y se fueron a aquel hato de cerdos; y he aquí, todo el hato de cerdos se precipitó en el mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas. Y los que los apacentaban huyeron, y viniendo a la ciudad, contaron todas las cosas, y lo que había pasado con los endemoniados. Y toda la ciudad salió al encuentro de Yeshua; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos. Entonces, entrando Yeshua en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. Entonces algunos de los escribas decían dentro de sí: Éste blasfema. Y conociendo los pensamientos de ellos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?

Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados

dice entonces al paralítico: Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. Entonces él se levantó y se fue a su casa. Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres. Pasando de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió. Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Yeshua y sus discípulos. Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? Al oír esto, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que significa: MISERICORDIA QUIERO NO SACRIFICIO. Porque NO HE VENIDO A LLAMAR A JUSTOS, SINO A PECADORES AL ARREPENTIMIENTO”

Un Nuevo Cielo y una Nueva Tierra Vi un cielo nuevo y una tierra nueva. El primer cielo y la primera tierra han desaparecido, el mar ya no existe. Vi una ciudad santa, la nueva Jerusalén, bajando del cielo, del Señor, preparada como novia que se arregla para el novio. Oí una voz potente que salía del trono: Mira la morada del Señor entre los hombres: Morará con ellos, ellos serán sus pueblos y el Señor mismo estará con ellos. Les enjuagará las lágrimas de los ojos. Ya no habrá muerte, ni pena, ni llanto, ni dolor. Todo lo antiguo ha pasado. El que estaba sentado en el trono dijo: Mira, renuevo el universo.

Y añadió: Escribe, que estas palabras mías son verdaderas y fidedignas. Y me dijo:

Se acabó.

Yo soy el alfa y el omega, el principio y el fin.

Al sediento le daré a beber el balde del manantial de la vida. El vencedor heredará todo esto. Yo seré su Señor y él será mi hijo.

En cambio, los cobardes, los desconfiados, los depravados y asesinos, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y embusteros de toda clase tendrán su lote en el foso de fuego y azufre ardiente, que es la muerte segunda. Apocalipsis 21 – 1

La Boda del Cordero Del trono salió una voz que decía: Alabad a nuestro Señor, todos sus siervos y fieles y pequeños y grandes.

Y escuché un rumor como una gran multitud, como ruido de aguas torrenciales, como fragor de truenos muy fuertes:

Aleluya ya reina el Señor! Dios nuestro Todopoderoso Hagámosle fiesta alegre dándole gloria, porque ha llegado la boda del Cordero, y la novia está preparada. La han vestido de lino puro resplandeciente. Me dijo: Escribe: Dichosos los convidados a las bodas del Cordero. Y Añadió: Son palabras auténticas del Señor. Caí a sus pies en adoración, pero me dijo: ¡No lo hagas! Soy siervo como tú y como tus hermanos que mantienen el testimonio de Yeshua. Al Señor has de adorar.

El testimonio de Yeshua es el espíritu profético.

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