Analisis Tarantino

GENEALOGIA DE LA IMAGEN Quentin Tarantino “Kill Bill I / II” Contexto Autor Quentin Tarantino Nacido en Knoxville, Tenn

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GENEALOGIA DE LA IMAGEN Quentin Tarantino “Kill Bill I / II”

Contexto Autor Quentin Tarantino Nacido en Knoxville, Tennessee. Su padre, Tony Tarantino es un americano con descendencia italiana actor, músico que residia en New York , Connie era una enfermera en Tennessee. Su primera aparición fue en el festival de cine de Sundance como escritor y director de la película Reservoir Dogs, donde obtuvo buenas criticas y donde gano popularidad de inmediato. En 1994 estreno Pulp Fiction en el festival de Cannes, donde gano la palma de oro y fue nominada en 1995 como mejor película, director y guion original. Despues de esto Tarantino ha dirigido diversas películas que han sido criticadas y financieramente exitosas.

Filmografia Filmografía Junto a su faceta como director, Quentin Tarantino ha aparecido como actor, al margen de sus propias películas, en títulos como Duerme conmigo (1994), Alguien a quien amar (1994), Johnny Destiny (1995), Desperado (1995), Abierto hasta el amanecer (1996), Girl 6 (1996), Little Nicky (2000) Sukiyaki western Django (2007) y Planet Terror (2007).

Películas

2007 - Death Proof

Director

2009 - Inglourious Basterds

1992 - Reservoir Dogs

2012 - Django Unchained

1994 - Pulp Fiction

2015 - The Hateful Eight

1995 - Four Rooms - (Director del cuarto capítulo)

Cortometrajes

1997 - Jackie Brown

1987 - My Best Friend's Birthday

2003 - Kill Bill. Volumen 1 2004 - Kill Bill. Volumen 2 2005 - Sin City - (Director invitado)

Hitos, Referencias e Inspiraciones. A lo largo de su carrera Tarantino ha mostrado diversas referencias o inspiraciones. Algunas de estas son ideas propias que ha mantenido en diversos largometrajes pero que ha logrado mostrar de maneras diversas haciendo referencias sutiles pero notorias.



Él siempre tiene un elemento holandés en sus películas: La canción de apertura, "Little Green Bag", en Reservoir Dogs (1992) fue realizada por George Baker Selection y escrita por Ene Gerbrand Visser y Benjamino Bouwens que son todos holandeses. El personaje de Freddy Newandyke, interpretado por Tim Roth es una traducción directa de un típico apellido holandés, Nieuwendijk. El nombre en clave de Tim Roth es el Sr. naranja, el color real de Holanda y el apellido de la familia real. La conversación Amsterdam en Pulp Fiction (1994), Vincent Vega fuma de un polvo de tabaco holandés (tambor), la mención de Rutger Hauer en Jackie Brown: La estafa (1997), el nombre de la novia es Beatriz, el nombre de Reina de Holanda.



Todas sus películas (incluyendo Amor a quemarropa (1993), que él sólo escribió y no dirigió) cuentan con una escena en la que tres o más caracteres están apuntando sus armas el uno al otro al mismo tiempo.



Utiliza alias en casi todas sus películas: Honey Bunny y calabaza de Pulp Fiction (1994), el Sr. Blanco, Rubio, naranja, etc. de Reservoir Dogs (1992). El equipo de proyecto de ley en Kill Bill: Volumen 1 (2003) (Negro Mamba, Copperhead, mocasín, y la montaña de la serpiente de California), Los bastardos y otros personajes importantes en Bastardos Malditos (2009)



A menudo desempeña un pequeño papel en todas sus películas (El Sr. Brown en Reservoir Dogs (1992), Jimmie Dimmick en Pulp Fiction (1994), la voz del contestador automático en Jackie Brown: La estafa (1997) , el violador en Grindhouse (2007) y Warren en Death Proof (2007)



Tiene con frecuencia un personaje femenino que lleva un traje pantalón blanco y negro ( Uma Thurman en Pulp Fiction (1994), Pam Grier en Jackie Brown: La estafa (1997), Daryl Hannah en Kill Bill: Volumen 2 (2004)).



Imita ampliamente cortes rápidos de las manos de los personajes que realizan acciones en primer plano extremo, una técnica que recuerda a Brian De Palma.



Recurre con frecuencia a la guitarra clásica española de las bandas sonoras.



Las tomas con los pies descalzos sólo de la mujer ( Uma Thurman esta descalza en la introducción de Mia en Pulp Fiction (1994) y mientras que la novia está sentada en la parte trasera de la camioneta de Buck tratando de mover su dedo gordo del pie en _Kill Bill Vol. 1 (2003). En Death Proof (2007) Sydney Tamiia Poitier (Jungle Julia) es descalza casi constantemente y Rosario Dawson (Abernathy) tiene sus pies colgando por la ventana de un coche mientras duerme) o personajes que discuten los pies descalzos (Jules ( Samuel L. Jackson ) discute la ética de masajes en los pies con Vincent ( John Travolta ) en Pulp Fiction (1994), en Death Proof (2007) Abernathy ( Rosario Dawson ) habla de Stuntman Mike (Kurt Russell) chocando sus pies mientras pasa.



A menudo muestra una relación entre un personaje con experiencia mayor y un carácter más joven de una manera similar a un padre o maestro, como la relación de Bill con La mamba negra, asi mismo del esntrenamiento de esta con Pai Mei.

Analisis “Kill Bill” VOLUMEN I Después de “Jackie Brown”, vino el silencio. Tarantino, que había triunfado estrepitosamente con “Pulp fiction”, vio como su última película, y su cambio de estilo, no contentaron demasiado a su público, que pedía la vuelta del maestro a sus antiguos fueros. Tarantino captó el mensaje, pero decidió tomárselo con calma, como ha hecho siempre desde el estreno de “Reservoir dogs”, no se dejo atosigar, no se precipitó, se dedico a vivir la vida, a ver películas y a participar en las de los demás. Sabía que iba a volver, y que cuando lo hiciera, lo haría con fuerza, dispuesto a revalidar su titulo como uno de los mejores directores del panorama mundial. El argumento de “Kill Bill” nació durante el rodaje de Pulp fiction. Entre toma y toma, Uma Thurman y él empezaron a barajar la idea de un posible proyecto cuya protagonista sería una letal asesina, que tras intentar dejar el negocio para poder llevar una vida normal, es atacada por la banda de su jefe.

Tarantino tardó tanto tiempo en ponerse manos a la obra por dos razones; La primera, que tras el éxito de “Pulp fiction”, se le abrieron las puertas para poder rodar una superproducción, que en principio iba a ser “Inglourious Basterds”, un proyecto que los productores le obligaron a rescribir repetidas veces, y que terminó dejando aparcado para centrarse en “Jackie Brown”. Ya en el año 2000, Uma y Quentin se encontraron en los globos de oro, y volvió a surgir la mecha de “Kill Bill”. Quentin tardó dieciocho meses

en escribir el guión, cuyo rodaje se vería retrasado durante un año debido a la maternidad de Uma Thurman, y la decisión del todo comprensible, de esperarla.

Nada más empezar la película, Tarantino nos enseña sus cartas con la aparición del logo de “Shaw Brothers”, éste va a ser su homenaje a las cintas de artes marciales y yakuzas de los años 70, y también al “spaghetti westerm” y las películas de Leone. Aparece un letrero en el que se puede leer: “La venganza es un plato que se sirve mejor frío.” Antiguo proverbio Klingon. Oímos las respiraciones entrecortadas de “La novia”, de la que por capricho de Tarantino, no conoceremos su verdadero nombre, Bernita Cox, hasta el volumen dos, y que es interpretada por Uma Thurman. Vemos un primer plano de la novia, con la cara llena de sangre y un velo. La imagen está en blanco y negro. Escuchamos la voz de Bill, David Carradine. Sabemos que es Bill, porque en una inteligente decisión, la mano de Bill entra en plano y limpia con su pañuelo, que tiene bordado su nombre, la cara de Uma. Por supuesto, Tarantino evita mostrarnos el rostro de Bill, y ésta vez lo hará durante toda la película, haciéndonos esperar hasta el volumen dos para saber que aspecto tiene. Bill dice, “No estoy siendo sádico, estoy siendo masoquista”. La novia, viendo lo que se dispone a hacer Bill, dice, “Bill, es tu bebé.” Se oye un disparo y un salpicón de sangre irrumpe en plano. Pasamos a negro. Un titulo nos recuerda de que va la cosa, es la cuarta película de Quentin Tarantino. Las películas de los grandes directores se numeran, y Tarantino entrará definitivamente en ése grupo con “Kill Bill”. Como ya es habitual, Tarantino, guionista de costumbres, divide la película en un prólogo y cinco capítulos, desarrollando una estructura en cinco actos en la que se siente muy cómodo. Comienza el capitulo 1, que lleva por título, “dos”.

Vemos a Vernita aparcar la “Pussywagon” frente a una casa de aspecto apacible y residencial, con juguetes y un tobogán en el jardín. Vernita llama al timbre. Por la voz que sale de la casa, sabemos que la mujer que va hacia la puerta piensa que es su hija quien llama, implantación de lo que efectivamente pasará después. Nada más abrir la puerta, vemos en la reacción de Uma Thurman un recurso, llamado “Horror horn” o “Fear Flasher”, un truco desarrollado durante los años 60, que nos acompañará durante toda la película, y que anuncia el inicio de una escena violenta. A mi me recuerda a un efecto muy similar utilizado por Brian de Palma en “Scarface”, justo antes de que Tony se vuelva loco de celos y mate a su amigo y socio. Nada más verse, sin mediar palabra, la novia y Vernita, interpretada por Vivica A. fox, comienzan una pelea a muerte. La espectacularidad de la pelea contrasta sobremanera con el entorno, una casa residencial. Sorprendentemente, la pelea se detiene con la llegada a la casa de la hija de Vernita, anunciada previamente al detenerse un autobús escolar frente a la puerta. Las dos mujeres, madres, deciden parar la pelea. El humor de Tarantino se apoya muchas veces en la introducción de elementos muy cotidianos en situaciones del todo extraordinarias, como ya pasaba en “Pulp fiction” con “La situación con Bonnie”. Vernita le ofrece a la novia tomar un café. Vernita acepta. Al pasar a la cocina, contemplamos todo el “decorado” desde arriba, como si Tarantino quisiera recordarnos más que nunca que todo es un artificio y que no le importa que no se parezca en nada a la realidad. Este plano, que le gusta mucho a Tarantino, será usado más adelante, y remite al plano final de “Taxi driver”, en el que Travis, herido, descansa en el suelo, mientras la cámara, haciendo un subjetivo del techo, baja las escaleras muy despacio mostrándonos la envergadura de la tragedia.

Suena la voz en off de Vernita, que nos explica quien es la mujer a la que acaba de intentar matar, y con la que ahora se está tomando un café. Gesto que nos recuerda, en ésta historia más que nunca, la enorme presencia que tiene en el cine de Tarantino la idea del honor entre guerreros. Aspecto que Vernita no tiene demasiado claro, ya que intenta matar a traición a Bernita a la más mínima oportunidad. La novia, reaccionando rápido, mata a su oponente clavándole un cuchillo en el pecho. Es interesante la manera de manejar los ritmos dramáticos y de montaje de Tarantino. Comienza la escena muy fuerte, y luego baja el ritmo para que nos confiemos, para que pensemos que el duelo definitivo entre estas dos mujeres será por la noche, y justo entonces, sube de nuevo el nivel de la acción. Tarantino sabe que el éxito de una película de acción reside en saber manejar los tiempos, en hacer una buena montaña rusa; con subidas y bajadas, con lupings y tirabuzones, pero todo dispuesto en su justo orden. Tras matar a Vernita, Uma comprueba que la hija de su victima ha visto lo sucedido, y le anima a que dentro de unos años, si sigue sintiendo odio, vaya a buscarla, que ella la estará esperando. La novia sale de la casa y sube a la camioneta. Se oye la voz en off de su maestro instruyéndonos sobre cómo debe comportarse un guerrero en el combate. La novia tacha el nombre de Vernita Green en una lista escrita a mano e integrada por cinco nombres. El primero, el de O Ren Ishii, ya está tachado. De nuevo, Tarantino opta por no contarnos la historia en orden cronológico. Con tan poco tiempo de visionado ya queda clara una cosa a nivel estético, tanto la dirección de fotografía, a cargo de Robert Richardson, preciosista y llena de destellos, como la dirección de arte, exprimen al máximo el uso de los colores, sobre todo del rojo y el amarillo, y le confieren al film la estética propia de un cómic. Pasamos al capitulo dos, “ La novia ensangrentada”.

Un intertitulo nos avisa, hemos dado un salto atrás en el tiempo de cuatro años y seis meses. Un sheriff, usado en varias películas tanto de Robert Rodríguez, como de Tarantino, llega en coche a la escena del crimen. Viene escuchando la radio, la música llena la escena. El humor absurdo de Tarantino sigue dejándose notar en ésta secuencia, ya sea en el coche lleno de gafas de solo, o en el “Dame los datos morbosos, hijo número uno”, que le suelta el sheriff a su ayudante. También abundan los planos detalle de los píes, apunte de lo que será el volumen dos, todo un festín visual para todo podólogo entusiasta.

La realización de la película está llena de pequeños detalles, que denotan la clara intención de Tarantino de pasárselo bien, y de lucirse como director en un terreno al que le tiene tanto respeto como son las películas de acción. Por poner un pequeño ejemplo; Cuando pasamos al subjetivo del sheriff contemplando el cuerpo inerte de la novia, lo vemos todo de color verde debido a las gafas que lleva puestas, cuando se las quita volvemos a ver la escena con su gama de colores habitual. Tras escupir al sheriff en un gesto involuntario, se dan cuenta de que la novia no esta muerta y se la llevan al hospital. A continuación presenciamos un homenaje de Tarantino a Alfred Hitchcock y a Brian de Palma, y su “vestida para matar”. Cuando Elle Driver, Daryl Hannah, se dispone a matar definitivamente a Uma Thurman, recibe la llamada de Bill, que prefiere darle la oportunidad de vengarse, si algún día logra despertar de su largo sueño. El ambiente hostil y de violencia de toda la película, se resume en la frase que Elle le suelta a la novia comatosa; “Un consejo gilipollas, no te despiertes jamás.” Por corte a negro; Cuatro años después…

La novia es despertada por la picadura de un mosquito. Al despertar, viene a su cabeza las últimas imágenes de la matanza. Tarantino se recrea hasta el extremo en el momento en el que la bala de Bill sale de la pistola.

Uma solloza y se toca la cabeza. Palpa metal, suena a metal. Inmediatamente después, Uma se toca la tripa, buscando a su bebé. En ése momento, al pensar que su bebé ha muerto, Uma rompe a llorar. Posiblemente, el personaje de “La novia” sea uno de los más recordados en la carrera de Uma Thurman, debido entre otras cosas, a la entrega absoluta de la actriz a su personaje, al que dota de verdad y carisma en cada plano. Teniendo durante los dos volúmenes de la saga, momentos de gran actriz como éste. La novia comprueba por las líneas de su mano, que han pasado cuatro años. Ha perdido cuatro años de su vida por culpa de Bill y su banda. La novia oye un ruido y se hace la dormida. A partir de aquí asistimos a una parte de la película ciertamente grotesca, en la que Tarantino vuelve a sacar a paseo a ésos personajes de la América profunda, como el armero de “Pulp fiction”. El fantasma de Russ Meyer sobrevuela la habitación del hospital. Tras despachar a los dos indeseables, la novia le roba las llaves del coche y el uniforme al enfermero que la ha estado prostituyendo y abusado de ella durante cuatro años. La novia baja en silla de ruedas al parking y busca la furgoneta, no tarda mucho en encontrarla, no es muy difícil hacerlo. Uma entra en el coche y se dispone a recuperar la movilidad de las piernas mediante una técnica mental secreta. Aquí, otra vez, el fetichismo por los píes llena la pantalla.

Mientras intenta recuperar la movilidad de sus dedos, la novia, mediante una voz en off, recuerda a los culpables de la matanza. Capitulo tres; “El origen de O-Ren” En este capitulo, Tarantino no duda en trasladar la imagen real de la película al anime más adulto y violento, y hacer un cortometraje de animación para narrar la vida de O-Ren, y de cómo y por qué, se convirtió en la mejor asesina de Tokio. Especialmente espectaculares son algunos de los momentos del anime; Cuando O-Ren se vuelve a meter en la boca una onomatopeya, cuando mata al asesino de sus padres, o cuando seguimos la trayectoria de una bala hasta que atraviesa el cerebro y la luna del coche de la victima. Realmente, las motivaciones de O- Ren no difieren mucho de las de la novia, la venganza. En esto, tanto a nivel argumental, como no digamos ya, visual, la película recuerda a “La trilogía del dólar”, de Sergio Leone, o “Cometieron dos errores”. De hecho, cuando la narración llega al momento del asesinato en la capilla, la novia dice; “Ése día mató a nueve personas, incluida mi bebé neonato. Pero cometió un gran error, debió matar a diez.” Trece horas después, y gracias a los ejercicios mentales, la novia puede caminar, y conducir hasta el aeropuerto para coger el avión a Okinawa… Capitulo cuatro; “El hombre de Okinawa”. La novia llega al bar que regenta Hattori Hanzo, Sony Chiba, y le convence para que le fabrique una catana. Por primera vez desde que empezó la película, la vemos siendo amable con una persona, que salta a la vista, le infunde un tremendo respeto, y por la que siente admiración. Hay que detenerse en la escena en la que Uma Thurman sube al piso de arriba y contempla la colección de armas fabricadas por Hattori Hanzo. Tarantino rueda la

secuencia de tal forma, hace que la novia se comporte con tal respeto, que la escena se llena de un misticismo, de un halo sagrado, que remarca la importancia de poseer una catana Hanzo. En un momento dado, Uma duda en tocar una de las espadas debido al tremendo respeto que le impone el arma.

Hattori le dice a la novia que ya no fabrica instrumentos de matar. Ella le da a entender que la espada sería para vengarse de uno de los alumnos de Hattori. Éste, en vez de preguntar de quién se trata, escribe el nombre de Bill en el vaho de la ventana. Esta acción, me resulta tan forzada como poética, y puede que muchos la vean innecesaria, pero yo creo que es tremendamente efectiva, y cuenta mucho de la relación entre Hattori y Bill, y del daño que le ha hecho éste, cuyo nombre ni siquiera puede pronunciar. Hattori acepta fabricar el arma. Para redondear la secuencia, la novia se apresura a borrar el nombre de la ventana hasta no dejar nada. Un mes después… Asistimos a otro momento de gran espiritualidad cuando Hanzo le entrega la catana a Uma. Pasamos al Capitulo cinco; “Enfrentamiento en la casa de las hojas azules.” De nuevo, la voz en off de la novia, nos pone al corriente de lo que pasa. Nos cuenta que O-Ren, gracias al apoyo financiero y filosófico de Bill, se ha hecho con el control de los clanes yakuza. En ésta escena, en la que presenciamos una reunión en la que O-Ren termina cortándole la cabeza a uno de los miembros del clan, se nos presenta a otros tres personajes; Kato, Gogo, que parece sacada directamente de “Battle Royale” y Sofi, la traductora.

En el momento en el que O-Ren le corta la cabeza al displicente miembro del clan, vemos salir de su cuerpo seccionado un imposible chorro de sangre, a todas luces artificial. En eso radica su encanto, en la sabia decisión de Tarantino de ser fiel al concepto de la película, y recrear en carne y hueso los “efectos especiales del anime”. Uma llega a Tokio y se dirige a la guarida de O-Ren sobre una moto amarilla, a juego con el traje, y el casco. O-Ren llega con su séquito de secuaces a la casa de las hojas azules. La forma de rodar al grupo nos lleva directamente, en una auto referencia clara, al plano de “Reservoir dogs”, con todos los perros caminando a cámara lenta por la calle. Antes de retar abiertamente a O-Ren, la novia pasa al baño para cambiarse el traje de la moto y ponerse algo más cómodo; un chándal amarillo, homenaje a Bruce Lee, en juego con la muerte. La llegada al cuarto de baño es rodada en un plano cenital con grúa, al que, como ya he dicho, y como se verá más adelante en “Malditos Bastardos”, Tarantino le ha cogido mucho cariño. Finalmente, la novia le hace saber a O-Ren que ha llegado su hora. O-Ren, por su parte, le manda a algunos de sus escoltas, integrantes de “Los ochenta y ocho maníacos”, que lucen una máscaras idénticas a las que, de nuevo Bruce Lee, llevaba en la serie televisiva, Green Hornet.

Tras matar a la primera remesa de enemigos, la novia se enfrenta a Gogo, que lleva un arma diferente a la de los demás, y que domina a la perfección. Una vez se ha desecho de ella también, dejando para la posteridad ésa imagen tan hermosa y perversa de la chica llorando sangre, entran en acción el resto de los ochenta y ocho maniacos.

La batalla campal que se desarrolla a continuación es rodada por Tarantino haciendo uso de todos los recursos a su alcance. Lo primero que hace es autocensurarse, y pasar al blanco y negro tras un parpadeo de Uma. A partir de aquí, todo tiene cabida; zooms, cámaras lentas, encuadres a destiempo, tomas torcidas, sonidos diversos, saltos acrobáticos al más puro estilo “Tigre y Dragón”, y planos a contraluz, que siguen con destreza y cierta sensación de video clip la lucha de la novia, que no duda en practicar break dance para desmembrar a sus enemigos.

VOLUMEN II El volumen dos es otro tipo de historia, más cercana al cine negro y al westerm, y menos vinculada a las artes marciales que la primera. Aparte de tener otro tempo y ser más reflexiva, y con muchos más diálogos que su predecesora. La película empieza en blanco y negro, con Uma hablando a cámara mientras conduce un descapotable sobre un plano fotografiado. Cuando dice el monólogo, la novia ya ha matado a toda la banda, menos a Bill. No, esta tampoco va a seguir un orden cronológico. Éste monólogo es el prólogo de rigor.

Como ésta película es una continuación del volumen uno, en vez de aparecer el lógico y familiar “Capitulo uno”, se sigue la cuenta empezada en el anterior film, con lo que el rotulo anuncia el “Capitulo seis; Masacre en Two Pines”. En un flashback con una preciosa fotografía en blanco y negro, se nos narran los acontecimientos previos a la matanza. Y de entrada, nos enteramos que no era el día de su boda, sino que se trataba de un ensayo. Tarantino, como siempre, se obstina en dar un revolcón a las ideas que nos hayamos hecho, aunque para ello tenga que “hacer trampa”. Otra de las ideas que podemos acarrear del primer volumen, es que Bill es un personaje malísimo, esto es cierto, y que su relación con la novia es terrible, y la odia, prejuicio éste, que de alguna forma Tarantino intentará rebatir, aunque sea un poco. Así, al principio del segundo volumen, cuando por fin conocemos a Bill, Tarantino lo muestra como un hombre amable, enamorado de Uma, pero dispuesto a dejarla seguir su camino.

Otra cosa, por supuesto, es lo que se lee entre líneas, y más conociendo el desenlace del ensayo de boda. Toda ésta primera parte ésta rodada como un western, y en concreto, cuando Uma oye la melodía de la flauta de Bill y mira hacia la calle, se puede reconocer sin mucho esfuerzo el mítico plano de “Centauros del desierto”, de John Ford. Una de las películas favoritas de Tarantino. Otra cosa a destacar muy especialmente de ésta secuencia, son los diálogos, muy en el tono de los de “Jackie Brown”, tan concisos como evocadores, y en los que cada frase es un arma de doble filo, que por un lado les recuerda los buenos tiempos, y por otro, aventura lo que vendrá.

Todo parece ir bien, parece que Bill no se haya tomado demasiado mal la noticia, incluso acepta conocer al novio haciéndose pasar por el padre de la novia…Pero Tarantino sabe

que nosotros sabemos, y eso es lo que hace que la escena tenga un regusto a tragedia griega, y que nos sintamos impotentes al saber el desenlace. Esto lleva a la reflexión sobre el tan traído y comentado tema de las estructuras temporales en los guiones de Tarantino. Para mi, en éste caso, es evidente que acierta. No creo que ésta secuencia tuviera tanta fuerza y dramatismo si fuera colocada al principio del volumen uno. Por ejemplo. La secuencia termina de manera elegante y definitiva; La cámara retrocede desde la capilla, nos descubre a los cuatro miembros de la banda de Bill, y sube cuando los matones entran en el edificio. Oímos a la novia suplicar, oímos disparos, vemos luz de bala, pero no vemos más. No hace falta. Como tampoco hacia falta ver el atraco en “Reservoir dogs”.

Pasamos a ver un plano del desierto a color. Bill habla con Budd, James Madsen, su hermano, y le pone al día de lo que ha pasado. Budd le dice a su hermano que ha empeñado la espada de Hattori Hanzo que le regaló. Miente. Se ve claramente que los dos hermanos están regañados. Parece que Bill no para de cosechar enemistades. Bill le ofrece a su hermano ayuda y cobijo. Madsen no acepta la ayuda, “Ésa mujer se merece una venganza. Yo no eludo mi responsabilidad. De nuevo, el honor. Siempre. Siempre está presente en sus películas. Capitulo siete; “La solitaria tumba de Paula Schultz” Budd llega tarde al trabajo y es despedido, hasta nuevo aviso, por su jefe. En el volumen dos, al igual que en el uno, hacen acto de presencia los personajes especialmente decadentes; Como el enfermero, en la uno, o el dueño del local de striptese, el que ayuda a Budd a enterrar a la novia, o el terrible proxeneta del final, en ésta. Otra cosa a tener en cuenta en Kill Bill II, es que todos los personajes hablan entre susurros, apenas levantan la voz, solo cuando es evidente que deben hacerlo. Aquí Tarantino se acerca más al Coppola de “El Padrino”.

Vemos que Budd, aparte de ejercer de gorila del bar, es el encargado de limpiar la mierda cuando se atascan los retretes. Debe ser muy orgulloso, o estar realmente enfadado con su hermano, para no dejarse ayudar por Bill. Al volver a casa, Budd percibe que le están observando. Por la forma de estar rodada la secuencia, parece que en efecto le están espiando, pero desde lo alto de la colina. Tarantino, encargado de engañarnos por medio de su dirección, es también el encargado de desvelarnos su engaño, al descubrirnos a la novia debajo de la caravana con un pasamontañas que evoca la figura de un ninja. La novia intenta pillar a Budd desprevenido, pero es éste el que la sorprende a ella disparándole con una escopeta un perdigonazo con sal de arena del desierto. Budd le inyecta a la novia un tranquilizante que le deja inconsciente. Es el primer revés realmente serio que sufre la protagonista en un duelo. Budd ha conseguido derrotarla con insultante facilidad. Budd llama a Elle para notificarla que ha logrado vencer a la novia, y que gracias a ello a conseguido una espada de Hattori Hanzo que esta dispuesto a vender por un millón de dólares en efectivo. Más tarde, la novia es enterrada viva. Tarantino se sirve de planos detalles, de la oscuridad y sobre todo, del sonido y la oscuridad propia de la sala de cine, para que sintamos exactamente lo que siente la protagonista. La novia está realmente asustada. Insisto, Budd es el que más cerca está de vencer a la novia a lo largo de la saga. Cuando es el que menos pinta tenía para ello. Capitulo ocho; La cruel tutela de Pai Mei. En un flashback vemos un apacible momento entre Uma y Carradine, con una hoguera de por medio. Mientras Bill toca estrofas sueltas en su flauta, va tejiendo la historia del maestro Pai Mei. Un ser legendario, que según cuentan, conoce el golpe más mortal del mundo. El golpe de los cinco puntos de contacto de Pai Mei. Tras darte ése golpe, estas condenado, en cuanto das cinco pasos, te explota el corazón. Ya queremos conocer a Pai Mei. Tarantino lo ha vuelto a conseguir.

Cuando Bill deja a la novia bajo las ordenes de Pai Mei, antes de marcharse, tiene una conversación de despedida con ella, de la que cabe destacar los bonitos juegos de espejos de Tarantino con el retrovisor. Como en el plano en el que Bill nos está dando la espalda, tenemos a la novia de frente, favoreciendo a cámara, pero también, gracias al retrovisor, tenemos la cara de Bill. El entrenamiento con Pai Mei es durísimo. Pai Mei encarna ésa figura tan conocida, la del duro maestro que saca lo mejor de sus alumnos pese a lo poco ortodoxo de sus métodos. Al parecer, según escribe Juan M. Corral en su libro “Tarantino, excesos y cinefilia”, Pai Mei es un malvado habitual en las producciones de la Shaw Brothers, y también recuerda a un viejo maestro mandarín que aparecía en “Master of the Flyin Guillotine”.

Gracias al entrenamiento, la novia aprende a romper maderos a una distancia muy corta, y consigue escapar del feretro donde permanecía encerrada. El momento en el que logra salir de la tumba, remite a la obra de George A. Romero o Sam Raini.

Capitulo nueve; “Elle y yo” Tarantino sigue autoreferenciandose; En la escena de la caravana, Elle Driver lleva el mismo vestido que ya le vimo puesto a Mía Wallace y a Jackie Brown. Elle se la juega a Budd y lo mata haciendo que le pique una serpiente. Después, Elle llama a Bill y le dice que la novia ha matado a su hermano, pero que puede estar tranquilo, que ella ha vengado su muerte y ha enterrado a la novia. Justo aquí, por fin, Tarantino nos deja conocer el nombre de la protagonista, Beatrix Kiddo, ya que hasta ahora siempre que se pronunciaba su nombre sonaba un pitido, como si dijeran una palabrota. Este juego que se trae Tarantino con el nombre de la protagonista me desconcierta un poco, porque

realmente no sé que gana escondiendo su identidad, ni que gana luego desvelándola. Me parece un capricho absurdo. Puede que se trate de un chiste personal que deja al público fuera, no lo sé. Desde luego no le veo mucho sentido. La verdad. Para sorpresa de Elle, Beatriz no esta muerta y le tiene ganas. Las dos mujeres se enzarzan en una pelea muy propia del género de las artes marciales; Las peleas en un palmo de terreno. Durante la pelea nos enteramos de algunas cosas; Que Budd no empeño la catana, que Elle perdió el ojo por insultar a Pai Mei, y que ella, en venganza, le mató envenenándole la comida. Esta noticia enfurece especialmente a Beatriz, que acaba por arrancarle el ojo a Elle y se marcha dejándola tirada en la caravana y con la serpiente suelta…

Pasamos al último capitulo; Cara a cara. Haciendo gala de su sentido del humor, Tarantino acompaña el plano de Uma Thurman conduciendo con “Tu mirá”, de Lole y Manuel, cuya estrofa dice; “ Y tu mirá, tu mirá se me clava en los ojos como una espá…”

Un proxeneta es el que le da a la novia la dirección de Bill. Esta escena, como ya he comentado, hurga en los bajos fondos, entre los seres más marginales y peligrosos. Y por mostrarse más realista que el resto de la película, incomoda más. Beatriz se dirige a casa de Bill. Conectamos con el principio de la película. En las escenas que siguen, dominadas casi en exclusiva por diálogos y extensos monólogos al más puro estilo Tarantino, cabe destacar la escena del reencuentro con su hija B.B, que esta jugando con una pistola, recreando de alguna manera, con sus juegos, la escena que ha llevado a su madre a emprender tamaña venganza. También es

interesante la conversación sobre “el pez emilio”, recientemente fallecido de B.B, la imagen de Beatrix viendo con su hija “El asesino del Shogun”, o el monologo sobre Superman que Bill utiliza para explicarle a Beatriz como la ve él, desde fuera.

Después de la larga conversación que mantienen, Bill le pregunta a la novia, por qué le dejo; El flashback es tan esclarecedor como ingenuo, pero el mensaje que encierra es defendible y bonito. La idea de que dos asesinas sin escrúpulos, pacten no agredirse porque una de ellas esta embarazada, es casi un manifiesto feminista en sí mismo. Tras matar a Bill con el golpe de “los cinco puntos de contacto”, y regalarle a Bill una muerte digna y con encanto, como el personaje merece, Beatriz, por fin, puede llevarse a su hija y empezar una nueva vida juntas. Y aquí, justo antes de los títulos de crédito, es cuando Tarantino demuestra su sensibilidad; El plano empieza con B.B viendo sola la televisión, perfecta alter ego de Tarantino de pequeño, como ya lo fue el otro niño en Pulp fiction, la cámara se mueve, pasa por encima de la puerta y nos descubre a Uma Thurman tumbada en el suelo, llorando y abrazada a un osito de peluche. Uma no para de dar las gracias. Está llorando de pura felicidad, la primera vez que lo hace en toda la saga. Y da gracias por tener otra oportunidad y poder disfrutar de su hija. Como ya he dicho antes, para mi Kill Bill, aparte de ser un homenaje al cine, como lo son todas las películas de Tarantino, especialmente “Malditos Bastardos”, es el homenaje de un hijo a su madre.

Así, llegamos al combate final entre O-Ren y la novia. Un combate a muerte bajo la luz de la luna en un paisaje nevado, y en el que el ritmo lo marca una fuente. La escena, contrasta con el ritmo frenético de la secuencia anterior. El duelo se llena de solemnidad, y silencios. Como ya sabemos, el combate lo gana la novia, que le corta la cabellera y parte del cráneo a O-Ren de un preciso espadazo. Desde aquí, aprovecho para apuntar que el hecho de que la cabellera de O-Ren salga volando, y que en Malditos Bastardos, Aldo, Brad Pitt, coleccione cabelleras, puede dar paso a un nuevo elemento recurrente en la filmografía del cineasta en futuros proyectos. Tarantino ha ido incorporando auto referencias con cada película, y parece que se esfuerza por satisfacer a los fans que buscan elementos ya conocidos o familiares en todo lo que hace el director, y quizá en este aspecto, Tarantino debería aprender de la experiencia de Hitchcock y sus cameos, broma que llegó a distraer a los espectadores más de la cuenta y le obligó a aparecer cada vez más pronto, para que la gente dejará de buscarle y pudiera concentrarse en la película. Lo digo porque si empezamos a sumar, la suma de elementos es cada vez mayor; El que salga el traje negro que usa Uma en Pulp Fiction, que salga un cuarto de baño, y a ser posible, que después pase una catástrofe, planos de pies, que salga alguna de las marcas inventadas, ya sea Big Kahuna, Red aple o cualquier otra…En fin, son elementos que los aficionados disfrutamos, pero que tenga cuidado de no convertirse en esclavo de sí mismo.

Tras eliminar a O-Ren, la novia le manda un mensaje a Bill a través de Sofi. Quiere que todos sepan que piensa vengarse con saña. Lo que la novia no sabe, es que como dice Bill justo, justo al final de la película, es que su hija esta viva.

Música Como las anteriores películas de Tarantino, Kill Bill incluye una banda sonora ecléctica comprendida por varios géneros musicales. En las dos bandas sonora, los rangos musicales desde música country fueron elegidas a partir de las bandas sonoras de spaghetti westerns de Ennio Morricone. El tema de Bernard Herrman de la película Twisted Nerve es silbada por la amenazadora Elle Driver en la escena del hospital. Un breve extracto de 15 segundos de la introducción del tema musical de Ironside de Quincy Jones es usado como el motivo de venganza de La Novia, que estalla con un flashback teñido de rojo en cualquier momento que ella está cerca de su próximo objetivo. Las pistas instrumentales del guitarrista japonés Tomoyasu Hotei figuran prominentemente y, después del éxito de Kill Bill, fueron usadas frecuentemente en comerciales televisivos estadounidenses y en eventos deportivos. Cuando La Novia entra a «La Casa de las Hojas Azules», el grupo go-go The 5.6.7.8's interpreta «I Walk Like Jayne Mansfield»,

«I'm Blue» y «Woo Hoo». La conexión con Lady Snowblood es establecida por el uso de «The Flower of Carnage», el cual es tema musical de cierre de esa película. «The Lonely Shepherd» del flautista Gheorghe Zamfir suena en los créditos finales.

Conclusiones Finalmente puedo de manera muy personal concluir en que Kill Bill es un referente en el cine, tanto por todas esas referencias a las diversas culturas sobre todo la japonesa y la mexicana. Tarantino personalmente puedo considerarlo un genio de su ramo, que ha logrado captar de manera magistral varios elementos que hacen que sus películas sean un referente para la historia del cine.