Analisis Peliculas

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En nuestra anterior entrada (http://eldedoeneldato.blogspot.com.es/2013/09/defensa-de-laracionalidad-creativa.html), hablamos del concepto de “racionalidad creativa” y lo consideramos como un factor clave para salir de la actual situación de crisis que estamos viviendo. Lejos de ser un término vacío, hoy quisiera demostrarles que hay ejemplos muy significativos que nos enseñan que el éxito, en muchas ocasiones, está asociado a la conexión de ideas que, en principio, pueden parecer antitéticas. Como el pasado viernes 20 de septiembre se estrenó en España Jobs, película que narra la vida del fundador de Apple, hoy vamos a detenernos en analizar algunos de los puntos más relevantes del film.

La Imagen que se ha impuesto de Steve Jobs es la de que se trataba de un visionario que supo introducir innovaciones que han cambiado el panorama tecnológico para siempre: el ordenador personal (a través de sus modelos Apple I, Apple II, Lisa o Mcintosh), el iPod, la tienda online  iTunes, el iPhone, el iPad… Siendo ello cierto, no es menos verdad que no es tan conocido que en la trayectoria de Jobs existe un corte radical a partir del conflicto surgido en 1985 en el seno de la propia empresa que él fundó.

Tras la fuerte expansión de la empresa en el período 1976-1981, el proceso se coronó con su salida a Bolsa y la entrada de accionistas externos. La trayectoria llena de éxitos de Apple llevó, posiblemente, a que Jobs no fuera consciente de que la compañía ya no operaba con los mismos condicionantes y parámetros que cuando él la creó en el garaje de su casa. Ahora, había socios

que pedían resultados, ejecutivos que controlaban cada partida contable y una compleja estructura que no podía ser gestionada a golpe de genialidad. Para aplacar los ánimos, Jobs fichó a John Sculley quien era, en ese momento, director ejecutivo de Pepsi-Cola. Posiblemente, la intención de Jobs no era regirse por los criterios de gestión que Sculley podía aportar sino, más bien, utilizarlo como fachada para calmar los ánimos de quienes no compartían sus formas de dirigir la compañía. Así, los gastos de desarrollo de nuevos modelos continuaron disparados sin que el afán perfeccionista de Jobs se viera moderado de alguna forma. La historia acabó con la retirada de cualquier función ejecutiva a Jobs y su salida final de Apple, la empresa que él mismo había fundado.

Lo verdaderamente peculiar de esta historia viene después. Tras la salida de Jobs, Apple entró en una dinámica de lenta decadencia que acabó provocando la salida de Sculley y su sustitución por Michael Spindler, primero, y por Gil Amelio, después, hasta que en 1997 se vio en la reincorporación de Jobs como única salida a la casi segura bancarrota. Y su retorno a la cúpula de la empresa no tuvo nada que ver con su primera etapa. Esta vez, todo fue distinto. Siendo capaz, como en los años 80, de continuar encadenando innovaciones que proporcionaron a la marca toda una legión de fieles incondicionales, al mismo tiempo supo dirigir la empresa con sólidos criterios de gestión que llevaron a que Apple haya llegado a ser la firma con mayor capitalización bursátil de la historia (http://vozpopuli.com/empresas/13511-la-capitalizacion-bursatil-de-apple-sigueimparable-y-supera-ya-el-pib-de-170-paises).

Para entender qué había cambiado de una época a otra, sería conveniente describir la marcha de una empresa como el resultado de la interacción de tres fuerzas muy distintas que no siempre operan coordinadamente:

1.- LA CREATIVIDAD. 2.- LA BUROCRACIA. 3.- EL LIDERAZGO.

La creatividad permite innovar, crear nuevos productos, descubrir nuevas formas de fabricar, vender y comercializar los productos ya existentes, encontrar mercados que no habían sido identificados con anterioridad, hallar nuevos modos de organizarse y actuar… La creatividad es la fuerza esencial para que una empresa se mantenga viva y logre irse adaptando a las cambiantes circunstancias del entorno. Sin embargo, la creatividad, por sí misma, no es capaz de llevar a una empresa a buen puerto. Por su propia condición, la creatividad nace del caos, de la improvisación, del azar y, por tanto, le resulta difícil poner orden en todo aquello que genera.

Para que la creatividad quede encauzada adecuadamente, se necesita de la burocracia. Se necesita de procedimientos, de métodos, de organización, de criterios de gestión… El gran problema de la burocracia es su enorme capacidad para anquilosar cualquier organización, para volverla rígida y poco permeable a los cambios, para generar una cultura en que prima el estrecho cumplimiento de la norma (interpretada siempre en sentido restrictivo) antes que la atención a sus objetivos últimos…

Para conciliar estas dos fuerzas que tienden a estar en contradicción es fundamental el liderazgo. El liderazgo ha de aportar la visión, la estrategia y la dirección para dar a cada una de las restantes fuerzas el lugar que tiene que ocupar en el seno de la empresa. No puede dar un peso excesivo a una de ellas ni, lo cual es el mayor peligro a evitar, provocar que el propio liderazgo acabe devorando a la empresa de modo que cualquier paso, trámite o decisión deba pasar previamente por la dirección o que la misma se acabe aislando de la realidad y acabe imponiendo criterios caprichosos, arbitrarios o puramente personales.

El inicio de Apple ejemplifica a la perfección la importancia de la creatividad para que una empresa consiga el éxito. Con escasos recursos, la idea central que propició que la marca fuera adquiriendo renombre y prestigio en el mercado fue la de convertir el ordenador en una herramienta accesible al usuario doméstico. Este concepto puede parecer simple hoy en día pero a principios de los ochenta se pensaba que el ámbito de la informática quedaba reducido al de las grandes empresas y los grandes usuarios sin que fuera a ser una pieza de importancia en el consumo de los hogares. Todo ello cambió y fue contra la opinión generalizada del sector por lo que no cabe pensar que la estrategia de Jobs fuera obvia sino, más bien, todo lo contrario. Sin embargo, ese torrente de creatividad que se convirtió en rasgo identificativo de Apple no fue canalizado de forma sensata y racional cuando la empresa adquirió mayor volumen y complejidad. El gasto excesivo de recursos para desarrollar nuevos modelos y (algo que no aparece en la película pero que tiene gran importancia) la incompatibilidad entre los distintos modelos que Apple fue introduciendo en el mercado lastraron la posición de la empresa y forzaron la salida de Jobs.

Pero cuando Jobs se fue, la capacidad de innovación de Apple quedó fulminada y entró en un proceso de decadencia del que, obviamente, los burócratas que ocuparon su lugar no fueron

capaces de corregir. Resulta ilustrativo, a este respecto, que, en las dos ocasiones en que se destituye a un director general en la película, los miembros del Consejo de Administración dicen exactamente lo mismo: “Y, ahora, ¿qué hacemos?”. La burocracia puede saber cómo hay que hacer las cosas pero no suele tener tan claro qué cosas son las que hay que hacer. 

Cuando Jobs volvió a Apple en 1997 y aprovechando, en gran medida, su experiencia acumulada en la compañía de animación Pixar y en la de informática Next, supo rectificar los errores de su primera etapa y, a la vez, sin perder los rasgos de creatividad permanente e innovación continua, hacer de la empresa un ejemplo de buen gestión. Y, lo que era aún más difícil, creo que su liderazgo se ejerció dando suficiente aire a la empresa para que el mismo no la acabara ahogando. Que, tras su retirada como primer ejecutivo de Apple y su posterior fallecimiento el año 2011, la empresa haya continuado en primera línea del sector es muestra de que la misma está impregnada de una cultura corporativa que ya tiene su propia dinámica y que no depende exclusivamente de la persona que esté al mando.

Hay un segundo aspecto que me interesaría destacar de la película. Tal como hemos descrito la conjunción de fuerzas que operan en una empresa, es fácil deducir que es sumamente complejo el mantener una senda continua de éxito. Igual se consigue el equilibrio entre las fuerzas en contradicción, incluso por un largo período de tiempo, que se pierde el mismo por cualquier hecho o circunstancia. De ahí que, para que la iniciativa empresarial repercuta de modo relevante en el desarrollo económico y social, es fundamental la existencia de un ENTORNO idóneo para sacar el máximo partido a todas las ideas y proyectos que se ponen en marcha. Aunque a fuerza de repetirlo pueda parecer un puro tópico, Silicon Valley es un buen ejemplo de cómo toda una serie de elementos se conjugan en una especie de círculo virtuoso para permitir que la tecnología se convierta en un motor económico esencial. En otros lugares (por ejemplo en España) es impensable que, cuando la actividad de la empresa se desarrollaba en un garaje, aparezca un Paul Terrell dispuesto a vender en su tienda un ordenador del que sólo existía un precario diseño o un Mike Markkula decidido a invertir en la incipiente compañía. Es ese entorno el que permite que, aunque muchas empresas puedan caer en el camino, otras muchas puedan tomar su relevo y mantener a California, en general, y a Silicon Valley, en particular, como un lugar de referencia tecnológica mundial.

Por esta brillante plasmación de las fuerzas que operan en cualquier empresa y por la descripción de cómo es un entorno que favorece la iniciativa empresarial, merece ser vista esta película por todos aquellos interesados en estos temas y en su análisis para realizar recomendaciones realizadas con la política económica o la consultoría empresarial. obs clausuró el Sundance Film Festival, donde generó algunas reacciones adversas. El film de Joshua Michael Stern se apoya en el guion de Matt Whiteley y está interpretado por Ashton Kutcher, quien sostuvo haberse sentido intimidado por la estatura creativa del personaje.

“Jobs”, como apellido y como significado, tiene esa doble carga semántica de identificar a uno de los visionarios más revolucionarios de la informática, así como la incontinencia laboral que lo caracterizaba y que lo ha llevado al hall de la fama de la tecnología. Jobs no se conformó solo con eso. Pretendió ser un pionero y un artista. Ese es el plus con que ha conseguido reclutar a sus seguidores, a sus fans más fieles. “Crear” también tiene una doble significación en el universo de Jobs: innovar desde lo técnico y alcanzar la perfección de una obra de arte. La historia de Jobs  se limita a cubrir veinte años en la vida de este personaje que le cambió las virtudes al ordenador personal e innovó la tecnología de tal manera que permitió el fácil acceso a un mundo que parecía infranqueable para cualquier ser humano que no se considerara “nerd”. En 1976, Steve deja la Universidad y  no sabe qué hacer de su vida… Un viaje lisérgico junto a sus compañeros, retratado con una cámara que lo va cercando en círculos, será la bisagra que le permitirá pasar a un nivel superior, que se concretará luego de una visita a Xerox en Palo Alto, donde ve la oportunidad de iniciar su propio proyecto de vida. Con la creación de un taller en el garaje de su casa y un equipo humano integrado por sus amigos, iniciará una empresa que aún hoy está a la vanguardia de la informática. Cierra la historia su retorno triunfal a Apple en 1996, luego de haber sido despedido de su propia empresa por el directorio de la compañía. Un flashforward que pronto se olvida da inicio al film, donde vemos reflejado en la pantalla de un ipod el rostro maduro de Jobs durante la presentación del nuevo producto.

No voy a ocultar mi admiración por el personaje. Si algo tuvo Steve Jobs, fue la chispa creativa, el don de la oportunidad y la capitalización de las fuerzas productivas de sus amigos, lo cual le ha disparado más de una crítica sobre el trato ingrato que sus colaboradores han recibido o  el descarte de las relaciones cuando éstas no significaban algo provechoso para el objetivo que estaba en marcha. Algo de “el fin justifica los medios” había en Jobs. Porque el fin era un ideal, una utopía, un punto que revolucionaría su vida y la vida de la gente. La capacidad de Jobs de aprovechar las ideas de otros, de sobredimensionarlas en un sueño posible y llevarlas a cabo no le dejaba tiempo para sostener una familia, para mantener algunas horas de ocio junto a sus amigos. La obsesión se centraba en el próximo paso que lo llevaría a diferenciarse y a superarse frente a la competencia. Tanto, que no quería estar unos pasos más adelante, quería superarla desde una esencia innata. Algo diferente y superior, a lo cual le añadía un touch creativo que era el buen gusto.

Ashton Kutcher ha logrado una fisonomía parecida a la del dueño de Apple. Ha estudiado sus gestos y su forma de caminar, que por momentos luce exagerada, sus expresiones, su mirada inquisitiva y dueña del brillo típico del  descubridor y del inventor. Jobs está compuesta con planos muy cercanos, planos conjuntos, atmósferas llenas de luz en las instalaciones de la compañía, de ambientes oscuros allí donde comienzan a experimentar y de planos conjuntos alternados con primeros planos de Kutcher cuando recluta a los personajes variopintos con que formará su staff. Se ha criticado duramente el film. Por su falta de fidelidad, porque se han escamoteado aspectos personales de Jobs, porque no se le ha dado crédito a otros inventores que participaron de la grandeza de la compañía. Creo que el guionista ha optado por contar su vínculo con Apple. Su descubrimiento, su desarrollo, el impasse con el directorio y su retorno glorioso. Es verdad que la relación con los padres está lograda a través de escasas pinceladas que la describen casi ideal. En cambio, los lazos con su pareja y su hija no reconocida en un principio, aparecen como un aspecto brutal del personaje. Pero no profundiza. Siguen siendo trazos torpes para rellenar de humanidad a este caimán de los negocios, cuando en realidad a él sólo le interesaba cumplir aquel sueño que lo desvelaba y por el que tanto trabajó. Las escenas donde se lo muestra cómodamente instalado en un hogar idílico, junto a su mujer y su hija, aparecen desvinculados de la línea argumental que veníamos siguiendo. Con relación a sus compañeros, es muy posible que hubieran surgido celos y deslealtades a causa de haber sido eclipsados por la estrella que fue Jobs. Quizá, sin ellos hubiera habido otros que cumplieran sus funciones, pero el que seguramente era irremplazable era el que tenía la chispa creativa y le abría las puertas a los demás.

Hay en el film cierta apología a la figura de Jobs, pálidas críticas a sus relaciones humanas, gran preocupación por la fidelidad de los entornos, de los personajes, de la vestimenta y del clima que se vivía en cada época. Hay una intención documentalista que pretende emular al personaje y sus acciones. Si algo puede reprochársele, quizá sea eso… que en el cuidado por lograr el símil se han dejado de lado líneas fundamentales del guion que permitan enlazar la actividad creativa y laboral de Jobs con su vida personal. Existe una especie de panegírico del creador, una admiración que no es velada, sino explícita, dada a través de la defensa de los argumentos de Steve, de su preocupación por detalles aparentemente banales, como las fuentes del sistema operativo o el empaque de un ordenador… Para los fans de los productos Apple, la cinta se disfruta. Los que no estén interesados en dirimir las diferencias sutiles entre Microsoft y Apple, quizá no le encuentren sabor al film. Se agradece, eso sí, haber dejado los últimos años de Jobs fuera del guion. Ese aspecto trágico podría haber desembocado en un melodrama que hubiera tirado por la borda tanta preocupación por alcanzar la recreación de una era y del personaje central.

Queda esperar la versión que se rodará sobre el guion en tres actos que está escribiendo Aaron Sorkin, basándose en la biografía autorizada de Jobs, de Walter Isaacson. Quizá allí podremos confrontar este Jobs con aquel otro, teniendo en cuenta la dificultad que ofrece retratar a un personaje real escaso tiempo después de su muerte. Hoy se ha estrenado Jobs en todos los cines, y después de que mis compañeros de Atlas Cultural y Xombit ya la hayan podido criticar, ahora viene nuestro punto de vista, desde un admirador de Steve Jobs y fan de la historia de Apple. Lo primero que llama la atención y que está presente durante toda la película es la caracterización soberbia que hace Ashton Kutcher en todo momento de Steve Jobs. Desde su manera de andar, sus gestos o manera de hablar, hasta el parecido físico. Realmente olvidamos que es Ashton Kutcher y nos creemos que estamos viendo a Steve Jobs actuar. La caracterización del resto de personajes es bastante aceptable sin llegar al nivel de sublime de Ashton Kutcher. Y el peor representado con mucha diferencia, el patito feo de Jobs es Jonathan Ive, que no se parece absolutamente nada al Jony Ive real. Parece que lo hayan cogido de los restos del casting. Los que han visto la película en versión original sí dicen que en la manera de hablar son clavados, pero físicamente son como el día y la noche.

John Sculley o Mike Makkula están bastante bien representados, y cumplen con su papel, al igual que Bill Atkinson o Andy Hertzfeld. Steve Wozniak o el padre de Steve Jobs cumplen con su cometido, pero no son los mejores actores que hayamos visto.

Lo que más me ha sorprendido es lo bien que lo hace Kutcher, a pesar de las criticas previas y el escepticismo ante su calidad como actor, para mi esta película le ha dado la caché que necesitaba, y que actores como Tom Hanks adquirieron con películas como Forrest Gump. El único fallo que achacaría es que al inicio de la película vemos a un Jobs en sus últimos años, delgado, decaído y débil; cuando en realidad, cuando presentó el iPod en 2001 aún estaba gordo y jóven. Además, los andares que arrastra durante toda la película no son los andares de Steve Jobs de toda su vida, sino los de los últimos años.

La película es de dos horas de duración, pero a pesar de todo se hace corta. A mi se me ha pasado el tiempo volando y realmente falta tiempo para contar tantas cosas de la historia de Apple, y eso que no se hace referencia a Microsoft nada más que en el momento de la copia de Windows, que no lleva más de un minuto. Se centran demasiado en el Apple Lisa y en el Macintosh, y también vemos demasiadas escenas en los despachos en discusiones con los accionistas. Falta más hincapié en la etapa de la vuelta de Jobs, donde se ven algunas pinceladas sobre el nuevo iMac y poco más. Lo que sí está muy bien contado es la vuelta a Apple de Jobs y la transición de GIl Amelio. Como crítica sí que es verdad que hay momentos en los que te desorientas porque no sabes muy bien donde estás. La era de la salida de Apple, NeXT y la vuelta ocurren en poco más de un minuto mientras se ven escenas de Jobs recogiendo zanahorias de su huerto, lo que desconcierta bastante.

Por último no me gustaría dejar de mencionar la ambientación. Realmente está todo muy bien documentado, los ordenadores son fieles a la realidad, las oficinas y los recintos también. Los coches de Jobs también están calcados, tanto su Mercedes SL como el Porsche 944 son fieles a la realidad. El gazapo lo he encontrado en las tomas aéreas de Infinite Loop, que teóricamente son en 1996, pero son actuales, pues se ve aparcada una furgoneta Mercedes Sprinter de la actual generación. Conclusión

80 Si me preguntaras si te recomiendo ir a ver la película, mi respuesta es un Sí, sin dudarlo. Aunque en realidad si no conoces muy bien la historia de Apple o no te gusta la tecnología no la vas a disfrutar, no vas a entender muchas cosas y vas a estar perdido todo el rato. Es una película que necesita de unos conocimientos previos, que no es atractiva a primera vista, y que puede que por eso sólo hubiéramos 5 personas en la sala del cine en el pase de las 16 horas. Pero a pesar de las críticas y lo mal que la pone la gente, a mi me ha gustado bastante. No olvidemos que estamos ante una película, no es un documental.

Hambre de Poder (Título original: The Founder), narra el origen y expansión de una de las franquicias más grandes e influyentes de la historia, McDonald’s, la cual revolucionó el mercado de restaurantes gracias a la innovación propuesta por los hermanos McDonald’s a fines de los años 40’s (sistema de comida rápida) y a la visión empresarial de Ray Kroc, quien expandió el concepto a nivel mundial. En este artículo comentaré algunas lecciones que podemos destacar de la película Hambre de Poder para emprendedores. En esta cinta biográfica se muestran diversos conceptos y acciones que nos permiten analizar el funcionamiento de un negocio; como es el caso de los diferentes perfiles empresariales, innovación, las relaciones entre socios, etc. Este análisis está basado en la historia tal como se narra en la película, pudiendo diferir en algunos detalles con los acontecimientos reales. Empecemos con los perfiles de los protagonistas y cómo estos influyen en la creación y expansión de McDonald’s.

Todo empieza con una llamada de Dick McDonald’s a la empresa de Ray Kroc, pidiendo 6 de sus mezcladoras de batidos, lo que genera que un incrédulo Ray llame para confirmar dicho pedido. Nadie suele querer más de una máquina ya que se considera mucha inversión para el promedio de ventas que tienen. Ray, sorprendido, antes de entregarle las batidoras al dueño, prueba el servicio y consume el producto; conoce a su cliente. RAY KROC: PERSISTENCIA Y DETERMINACIÓN

Nuestro ambicioso empresario Ray Kroc no revolucionó el mercado de los autoservicios por sus grandes y creativas ideas, sino por su visión empresarial que le permitió ver el panorama completo y detectar oportunidades. Para emprender y tener éxito no hay edad, y Ray es un claro ejemplo de ello. Podría tomarse como un golpe de suerte, pero la suerte pasa desapercibida cuando no se está preparado para aprovechar la oportunidad, y Ray estaba más que listo gracias a su experiencia en el rubro y a su capacidad de observación. Llevaba años vendiendo batidoras a restaurantes, por lo que conocía bien este negocio. Además, consumía en esto locales, lo que le permitió observar de primera mano los problemas que existían en la atención al vehículo.  Por estas razones era más propenso a detectar una oportunidad en el rubro cuando se le presentara. A pesar de los fracasos que tuvo en su vida, buscando inversiones en productos y empresas que no fueron rentables, siguió firme en su propósito hasta que llegó a McDonald’s, donde se comprometió íntegramente a convertirla en un símbolo americano. Hambre de poder para emprendedores

“Persistencia, nada en el mundo puede reemplazar a la persistencia. (…) Persistencia y determinación juntas son poderosas (…) Si intentas día tras día alcanzar tus metas, los resultados se verán obvios en ti. (…), el ser humano puede cambiar su vida cambiando su actitud mental.» – Clarence Floyd Nelson

Preparación, conocimiento, observación, determinación y persistencia. No fue un simple golpe de suerte, sin darse cuenta estuvo formando el camino durante toda su vida para poder detectar esta oportunidad y por tal motivo la pudo aprovechar. Recuerden que la suerte sonríe al audaz. MAC Y DICK MCDONALD’S: CREATIVIDAD E INNOVACIÓN La perseverancia también fue una de sus virtudes, ya que previo a McDonald’s tuvieron un negocio de cine que no prosperó. Si bien lo consideraban un buen negocio, el contexto económico (el crack del 29′) lo llevó a fracasar. En este punto, los hermanos no tomaron en cuenta todas las variables del negocio, solo se centraron en la propuesta de valor, pero no en los agentes externos. Por ello, en el siguiente negocio observaron el entorno y se percataron de que, a pesar de la coyuntura difícil para los empresarios, la venta de salchichas y cervezas era rentable. Fue así como empezaron a vender salchichas, pero con jugos en vez de cerveza (para brindar un ambiente familiar) en un restaurante que llamaron Arcadia.

Negocios previos: Un cine que fracasó debido al contexto económico y un restaurante llamado Arcadia en el que servían salchichas y bebidas. Luego de un tiempo decidieron mudarse a San Bernardino ya que la consideraban una zona más comercial. Fue allí donde decidieron darle vuelta al negocio y transformarlo en el actual sistema de comida rápida que conocemos.

La observación y su capacidad creativo los llevaron a innovar de forma disruptiva en el negocio de los restaurantes de atención al auto. Si bien este negocio era rentable, existía un problema: habían ingresado al rubro cuando el ciclo de vida del negocio estaba en su etapa de madurez, siendo un mercado altamente competitivo. Pero el genio creativo de Dick, con su gran visión y entendimiento del concepto de valor de su negocio y de la dinámica competitiva, decidió cambiar por completo los procesos que utilizaban en el rubro, generando una nueva curva de valor. Revolucionaron el sistema de preparación y entrega del producto, lo cual se considera una innovación en procesos. Para ello utilizaron un método que se adapta, en la actualidad, perfectamente al esquema de las 4 acciones, el cual consiste en eliminar y reducir variables que signifiquen para la empresa costos innecesarios y que pueden llegar a destruir el valor de nuestro producto, y en incrementar y crear valor para los clientes, aunque esto signifique dirigirte a otro público y tener que crear una nueva curva de valor. En la película vemos como los hermanos buscaban cambiar el público que se dirgía a su local, muchos de ellos jóvenes delincuentes. Si quieren conocer y profundizar sobre el proceso de innovación disruptivo creado por los hermanos McDonald’s y descargar su esquema de las 4 acciones, los invito a leer el siguiente artículo: Cómo elaborar un Esquema de las Cuatro Acciones para innovar.

El primer restaurante con el sistema de comida rápida de McDonald’s estuvo ubicado en San Bernardino, California.

Enfoque al cliente: Los hermanos McDonald’s tenían claro que su negocio debía estar orientado al cliente, por lo que cualquier tipo de innovación, ya sea incremental o disruptiva, sería en beneficio de este, sin alterar el producto final. Cualquier tipo de innovación en servicios debe ir acompañado de un buen producto; esto es abalado por Ray cuando reconoce que es la mejor hamburguesa que ha probado en su vida. Hambre de poder para emprendedores Mejora constante: Dick busca la perfección en su producto, y ese es un rasgo característico de los emprendedores, considerar que un buen producto siempre puede ser mejor. Los hermanos inventan aparatos in house que aumentan la productividad en la preparación de las hamburguesas; además, van midiendo los tiempo y observando el proceso para mejorar la rapidez y el servicio en general.

Una de las principales reducciones que hizo McDonald’s, fue respecto a la cantidad de productos que ofrecía. Se percataron que el 87% de sus ventas venían de las hamburguesas, papas y bebidas. SOCIEDAD: PERFILES COMPLEMENTARIOS A pesar de los problemas que surgieron entre los socios de McDonald’s, debido a ambiciones desmedidas y contratos aparentemente injustos, hay un punto muy valioso a rescatar, me refiero a los perfiles complementarios.

Ray Kroc, Mac y Dick McDonald’s y Harry Sonneborn, cada quien a su manera, contribuyeron en la creación y crecimiento de esta mega empresa. Los hermanos McDonald’s eran unos genios y eso los llevó a innovar de manera magistral. Son como los directores del departamento de I+D de una empresa; sin embargo, carecían de visión empresarial, fueron vacilantes al momento de pasar al siguiente nivel, el de la expansión. Ray, por el contrario, no generaba ideas innovadoras, pero tenía el olfato del típico lobo de los negocios que busca el crecimiento exponencial de la empresa, ambicioso y detector de oportunidades. Sin embargo, no tenía un buen manejo financiero. Fue así como el asesor financiero, Harry Sonneborn, toma relevancia, ordenando la situación económica de la empresa y dando un giro al negocio, llevándolo del negocio de las hamburguesas al de los bienes raíces, generando muchas más ganancias de las que tenían hasta ese momento y convirtiéndose hasta la actualidad en una de las inmobiliarias más grandes del mundo. En una sociedad es importante rodearte de las personas correctas, aquellas que poseen cualidades de las cuáles tú careces. LA IMPORTANCIA DEL EQUIPO DE TRABAJO Los hermanos ya habían probado con las franquicias sin éxito, precisamente debido a su bajo conocimiento en temas de negocios, como es la contratación de personal. Tus socios y trabajadores se convierten en una familia y necesitas elegirlos bien para poder confiar en ellos y así delegarles funciones sabiendo que podrán hacerlo bien. Si confías en ellos puedes diversificar

con mayor tranquilidad y en consecuencia mejorar la productividad. Hambre de poder para emprendedores Ray sabía eso, podía tomar mejores decisiones a la hora de contratar personal, de analizar perfiles que se acoplen a los requerimientos de este negocio. Gente que se involucre y trabaje bien. Esto ocurre con Fred Turner, el cual empezó como cocinero de hamburguesas y llegó a ser Presidente Junior de McDonald’s, logrando expandir las operaciones de la empresa a más de 100 países.

Fred Turner logró expandir las operaciones de McDonald´s a más de 100 países. A TOMAR EN CUENTA La falta de experiencia en negocios les pasó factura a los hermanos McDonald’s en cada una de las decisiones empresariales que tomaron. Se enfocaron más en la ideas de negocio que en el Plan, cuando se necesita de ambos para sobrevivir. Los hermanos eran meticulosos al tomar decisiones, revisaban y median minuciosamente los riesgos, mientras que Ray tomaba decisiones rápidas en pro de lograr resultados lo antes posible y cumplir calendario. Los hermanos eran las mentes creativas, innovadores, enfocados al beneficio del cliente. Ray basaba el progreso en la productividad y rentabilidad; identifica al personal que trabaja bien, es observador en muchos aspectos, trata que no se le escapen detalles, se asocia sabiamente y busca generar más beneficios de forma rápida.

Dick McDonald’s y Ray Kroc: innovación y visión empresarial. Ambas partes tenían en común una característica que los motivaba a mejorar cada día y luchar por sus objetivos, la pasión por su negocio. Vemos algunos empresarios que tratan de no involucrarse con algunas funciones, derivando tareas y desentendiéndose de cómo se están realizando. Pues Mac, Dick y Ray, literalmente se ensuciaban las manos llegando hasta a barrer sus locales, buscando la perfección en cualquier aspecto del negocio. Con esto no insinúo que si tienes tu empresa te pongas a barrer, ya que saber delegar funciones es una parte necesaria para la productividad; pero nunca pierdas la pasión por lo que haces. No dejes de involucrarte en tu negocio, en cada parte de él, no siempre haciendo, sino supervisando y motivando a tu equipo. No tiene que ser a diario ya que a la larga tendrás muchas otras responsabilidades y el tiempo no te permitirá hacerlo, pero sí involúcrate cuanto puedas, conoce a tu equipo, que te vean de vez en cuando y muéstrales tu compromiso para que se contagien y se sientan parte del negocio. Hambre de poder para emprendedores

La pasión es un gran condimento para el éxito, pues se transmite a los demás con tu sola presencia, y te convierte en un líder. Con este comentario final, y si ya viste la película, (puedes encontrarla en Netflix) les propongo debatamos sobre las acciones que llevaron a la desintegración de la sociedad entre los hermanos Mac Donald’s y Ray. Si bien Ray fue el que expandió el negocio, los hermanos crearon el concepto innovador. ¿Cuál crees que pesa más? ¿Por qué? Los invito a opinar en la caja de comentarios.  s particularmente irritante sentarse a ver Hambre de poder (“The Founder”) en el clima político y económico que nos toca vivir. Mientras que en los Estados Unidos la nación corporativa de Trump avanza en todos los frentes, en nuestro país tenemos que sufrir otro gobierno de CEOs coreado además por un grupo de fieles que hacen flamear la bandera de la tan infame “meritocracia” – que busca convencernos de que cada uno cosecha el fruto de su trabajo y que el  pobre o poco exitoso lo es porque no se esforzó lo suficiente dentro de la voraz estructura del sistema capitalista. Hay algo de esa falsa meritocracia (que se desentiende de un sinfín de indicadores económicos y sociales) en la última película de John Lee Hancock (“Saving Mr. Banks”) cuyo gran mantra es “nada es más común que hombres sin éxito pero con talento”, la frase del ex-presidente de los Estados Unidos Calvin Coolidge que Ray Kroc (Michael Keaton) se repite a sí mismo una y otra vez. 

Coolidge asegura también que “nada en el mundo puede ocupar el lugar de la persistencia”. Ni el talento. Ni una idea. Ni siquiera la educación. Lo único necesario para triunfar y ser exitoso es seguir intentando. E intentando. E intentando. Persevera y triunfarás como respuesta a todo. Y si existe alguien perseverante es el protagonista de la historia, un vendedor de batidoras de malteadas que es, cuando lo conocemos, pura labia y pocas ventas. Su discurso, que gira alrededor del concepto de que la oferta genera demanda a partir de la estimulación del mercado es sagaz, picante y prometedor, pero no parece convencer a los desinteresados dueños de restaurantes. La frustración, sin embargo, se convierte en curiosidad cuando en medio de la sequía de negocio recibe una llamativa orden desde California. Casi instintivamente, Ray se embarca en un viaje a través del país para ver con sus propios ojos este pequeño local que está salvando su empresa. Por supuesto, al llegar al lugar de los hechos se encuentra con el McDonald's original, fundado por los hermanos Richard y Maurice McDonald (Nick Offerman y John Carroll Lynch) y queda maravillado de inmediato. Cosas que damos por sentado hoy son, a comienzos de la década del cincuenta, revolucionarias: los hermanos han desarrollado un sistema propio que les permite entregar los pedidos de inmediato (“¿Por qué esperar 30 minutos cuando podés tenerlo en 30 segundos?” explica Maurice), tienen un menú reducido que se consume directo de la bolsa en la que se entrega (reduciendo el costo fijo), y ofrecen un espacio ideal para toda la familia (que a diferencia de los desagradables adolescentes, no pasan horas haciendo quilombo sin consumir nada). Los hermanos McDonald son la representación misma de lo que alguien alguna vez definió como “el sueño americano”. Richard es el cerebro de la operación, un perfeccionista desconfiado e introvertido sin demasiado tacto para las relaciones públicas, y Maurice es el corazón y la cara visible de la empresa. Bonachones y confiados, los hermanos invitan a Ray a conocer el funcionamiento del local (una cadena de montaje aceitada hasta el último eslabón) y le revelan no solo su historia, sino los detalles y secreto de su éxito – moderado pero suficiente según su propia visión del mundo. Los McDonald son el talento.  Los McDonald son la idea.  Ray es la perseverancia. Luego de convencerlos de convertir el restaurant en una franquicia, Kroc tarda muy poco en mostrar su verdadera cara y la película muta a una historia de ambición, avaricia y deslealtad empresarial que por momentos es dura pero a la vez atrapante. Como una película anti-guerra que resulta fascinante por su naturaleza cinematográfica y cuyo mensaje por momentos queda disuelto en medio de la acción, Hambre de poder podría girar alrededor del negocio de la comida rápida o de la industria textil y el atractivo de la historia sería el mismo. Ray Kroc es una sanguijuela. El mejor y peor producto de la maquinaria capitalista, dispuesto a sacrificar valores morales y éticos en la búsqueda del éxito empresarial. Mientras que los hermanos intentan proteger la pureza de su producto, Ray prioriza las ganancias y la expansión que terminaron convirtiendo aquel pequeño restaurant, en el que cada detalle estaba controlado,

en un imperio de comida tan rápida como industrializada. Como grita Richard en medio de una discusión con su hermano, dejaron entrar “un zorro en el gallinero”. Sin embargo, como suele ser el caso de estos personajes, Ray no se identifica a sí mismo como el villano de la historia, sino simplemente como un idealista. Como alguien que consigue resultados. Y seguramente la película de Hancock (con guión de Robert Siegel) genere una cierta división en los espectadores: algunos lo verán como una figura inspiradora que confirma esta falsa idea de que solo es necesario un espíritu emprendedor para llegar a la cima, mientras que otros se sentirán asqueados por su maquinaciones y personalidad (que enmascara una clara inseguridad en una energía que parece no tener límites). Más de uno culpará a las víctimas de esas maquinaciones, como es tan común en una sociedad bastante enfermiza, por ser demasiado inocentes, por dejarlo entrar, por confiar. Por la temática y el tono, se ha comparado mucho a Hambre de poder con Red Social (“The Social Network”). Pero por desgracia, John Lee Hancock no es David Fincher y Robert Siegel no es Aaron Sorkin.  El director pasa de construir planos chatos y faltos de dinámica a sentirse inseguro de sus propias decisiones y hacer cinco cortes en una toma de Ray mirando un mapa. El guionista, por su parte, pasea entre un intento de imparcialidad y la subjetividad extrema que subraya oprimidos y opresores en cada escena, sean esposas, colegas o el mismo Ray – y para colmo el guión hace un descarado intento de redención del personaje con un guiño que queda atrapado entre un monólogo espantoso y un epílogo aún más desesperanzador. Michael Keaton como el inescrupuloso empresario está realmente impecable y confirma el excelente momento profesional que le toca vivir. El actor consigue combinar el nerviosismo, la charlatanería y la energía de Kroc con momentos de introspección acompañados de un sutil sentimiento de duda, producto de su clara inseguridad. Todo gira alrededor del "fundador", por supuesto, por lo que el resto del elenco se siente por momentos apenas incidental, pero aún así Offerman y Lynch tienen una excelente química como los hermanos McDonald, y las simpre confiables Laura Dern como Linda Cardellini (aunque poco aprovechadas) desarrollan al protagonista y casi que crean su propio paralelismo de la historia principal a través de sus personalidades. 

Hambre de poder es una buena película, atrapante y disfrutable aunque cada tanto genere un disgusto genuino, ya que es imposible no empatizar con los hermanos McDonald y rechazar las sádicas prácticas del protagonista. Sin embargo, habrá espectadores que construyan su propia narrativa y le den a este caníbal empresarial el mote de emprendedor y justifiquen el título local. El guión por momentos se enrosca en cuestiones legales sin salir del todo bien parado y la dirección es apenas correcta, pero el buen elenco y la interesante premisa le alcanzan para mantener el ritmo y la calidad. posibilitaron que un hombre construyera el mayor imperio alimenticio del mundo.  La película Hambre de Poder (The Founder), me hizo reflexionar durante un tiempo sobre como alugnos procesos, mindset y actitudes pueden ser grandes diferenciales para una empresa

exitosa. Principalmente, cuando se trata de conquistar un diferencial y hacer que una empresa gane espacio ante la competencia.  Las lecciones que esta película ofrece son valiosas tanto para dueños de restaurantes como para CEOs de startups, o mismo para quien tuvo una gran idea, pero tiene miedo de ponerla en práctica. En este artículo veremos cómo empezó la historia del gran imperio del Mc Donald’s y como todo comenzó. Cómo empezó mi reflexión Al inicio de mi larga y conflictiva reflexión (confieso que no conseguía parar de pensar en la película), tengo que admitir que me quedé enojada con Ray Kroc (el creador de la red de franquicias de Mc Donald’s). Eso porque él tuvo algunas actitudes un poco sospechosas. Pero vamos a olvidar el tema cuestionable y pongamos atención en la parte buena, en como él consiguió transformar el Mc Donald’s en la mayor cadena mundial de restaurantes fast food del mundo. También es interesante prestar atención en cómo podemos sacar lecciones de valor tomando como base la historia de la cadena de alimentos. ¡Tengo seguro que como mínimo, saldrás con hambre después de terminar de leer este texto! Una de las cosas que puedo adelantar es que no fue con el mejor sandwich, el mejor milk shake o las mejores papas fritas del mundo que ellos consiguieron abrir más de 35 mil puntos de venta en 119 países. El comienzo del imperio Cuando Kroc visitó por primera vez el restaurant de los hermanos Mc Donald’s en San Bernardino, California, tuvo una gran y buena sorpresa. El restaurante no tenía nada a ver con lo que él había visto hasta aquel entonces. Y eso que bastante había viajado por los EUA como vendedor. Lo común, en la mayor parte de los drive-ins, era la existencia de muchas opciones de platos en el menú, meseras patinando por todo lado y entregando los alimentos para los clientes en sus propios vehículos. Pero lo que más caracterizaba los restaurantes tradicionales era la demora para entregar el pedido e inclusive, proporcionar el plato equivocado a los clientes. Nada más estresante que estar hambriento, esperar mucho tiempo para recibir el pedido y cuando llega que este sea cambiado, ¿verdad? Los grandes diferenciales del Ms Donald’s hasta aquel momento Lo que ofrecían era bien diferente de lo común. Realmente, el modelo de negocio era novedad para casi todo el mundo que no vivía en la ciudad de San Bernardino. El menú era restricto, con pocas opciones, la atención funcionaba en el modelo self-service y, lo que más llamó la atención de Kroc, un sistema de producción llamado Speede. Actualmente, este

modelo sigue vigente en una buena cantidad de restaurantes fast-food. Uno de los diferenciales de este tipo de operación es que los procesos son bien definidos. Cada uno de los funcionarios sabía perfectamente lo que hacer y cuándo hacer para entregar los platos de forma rápida y exacta. A pesar de primar por la agilidad, también consideraban fundamental conservar el sabor y la calidad, características esenciales para el éxito del negocio y para los hermanos Dick y Mac. Era como una máquina. Todos en sus puestos colocando dos trozos de pepinillos en cada hamburguesa, cantidad determinada de salsa de tomare y de mostaza, las papas siendo freídas con tiempo cronometrado.

La piedra en el camino de Kroc Inmediatamente Kroc imaginó decenas, centenas, millares de pequeños restaurantes en todo el país, en un modelo de franquías. Pero, los hermanos Mc Donald’s no tenían la misma visión de negocio que Kroc, que necesitó utilizar algunas actitudes agresivas para conseguir lo que quería y generar un imperio billonario. Pero, ¿cómo toda esta historia puede ayudar en el crecimiento de tu empresa? ¿Cómo puede aumentar las oportunidades de obtener una ventaja competitiva que diferencie tu negocio del realizado por la competencia? Bueno, sobre esto vamos a hablar ahora. Suscríbete a la newsletter ¡Deja tu email!

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11 lecciones valiosas de la película Hambre de Poder 1. Soluciona los problemas de los clientes No es porque algo fue hecho de forma repetitiva y fructífera en el pasado, que no puede ser mejorado o cambiado. Los hermanos Mc Donald’s cambiaron la forma de servir hamburguesas en el mundo e inventaron un concepto totalmente diferente con algo que ya existía ha muchos años. Personas innovadoras no acostumbran a pensar siempre de la misma forma. Por eso, es bueno quedar atento en las novedades del mercado que puedan beneficiar tanto a la empresa como a tus clientes. ¡Y di no al status quo! 2. Tenga consciencia del diferencial de tu negocio Existían muchos restaurantes en los EUA, y un punto en común entre todos ellos era lo que más molestaba a los clientes: la demora para la entrega de los pedidos. Fue exactamente en este punto que el Mc Donald’s creó su principal diferencial en aquella época y solucionó un problema que sus clientes tenían. Así, se convirtieron en una referencia. Encuentra tu diferencial y prioriza que este tenga como foco mejorar la relación cotidiana con tu cliente. 3. Procesos, procesos y más procesos Los hermanos Mc Donalds, Dick y Mac, crearon un proceso que revolucionó el segmento siguiendo el concepto de Henry Ford para la producción de vehículos. Fue de esta manera que consiguieron entregar sus platos a los clientes con rapidez y calidad. Sin procesos no hay como entregar servicios de calidad diferenciada para todos los clientes. Esto puede ocasionar insatisfacción y contratos cancelados. 4. Sé competitivo Hay que estar pendiente de lo que la competencia hace. Es importante gastar tiempo y esfuerzos pensando en la próxima innovación, en cómo puedes ofrecer resultados más efectivos para los clientes y cómo puedes asumir una postura diferenciada Kroc invirtió en novedades y estas potencializaron aún más el éxito que la empresa ya había logrado. 5. ¡Si no fue efectivo, sigue adelante! Antes de que Kroc consiguiera administrar toda la red Mc Donald’s, padeció muchas frustraciones cuando no conseguía aprobar sus ideas con los hermanos. Pero encontró una solución mayor para conseguir lo que deseaba. No dejes que una frustración cambie tus perspectivas y planes. No permitas que una situación negativa te lleve a desistir de tu sueño. Las personas exitosas que conozco ya pasaron por diversos fracasos. ¡Así que levántate y vuelve a empezar porque nuevas y mejores ideas aparecerán! 6. Cuenta con un equipo comprometido con la empresa

Dick y Mac tuvieron muchos problemas, pues no conseguían hacer que sus recomendaciones fueran puestas en práctica las personas, cambiaban los procesos definidos. Hay que resaltar que estos procedimientos eran el gran diferencial y ventaja competitiva del negocio. Por eso es tan importante tener un equipo de personas en el cuál puedas confiar. Es imprescindible proporcionar cursos y fuentes de capacitación para que todos logren entender el objetivo final de los trabajos. Es importante que tu equipo también comparta los mismos valores que la empresa. Así, es posible generar sintonía entre los objetivos personales y los de la organización. ¡Un equipo unido siempre aumenta la posibilidad de alcanzar las metas empresariales! 7. Sé persistente… Kroc empezó su jornada en Mc Donald’s con 52 años. En los primeros 8 años de negocio no sacó ni un centavo de su trabajo con las franquicias. Al contrario, todo lo que ganaba y recursos que conseguía seguía invirtiendo en la red. De esta forma, es posible decir que el apostó en su sueño. Sé persistente. Nadie dijo que sería fácil. Los buenos resultados exigen tiempo, persistencia y disciplina. 8. … Y curioso Kroc conoció a los hermanos Mc Donald’s gracias a una encomienda que hicieron de seis máquinas de milk shake de la empresa donde trabajaba como vendedor. El quedó curioso con la encomienda grande, ya que eso no era normal en su clientela. Por esta razón fue a conocer el restaurante que estaba ubicado a centenas de kilómetros de donde vivía. El podría haber festejado el pedido y seguir su vida, pero no. Demostró que la curiosidad le cambió su destino. Acá tenemos que reconocer que la curiosidad es fundamental. Por eso es tan importante ser curioso sobre los desafíos y objetivos de tus clientes. Muestra que estas realmente preocupado/a con sus problemas y que deseas mejorar continuamente tu oferta.

9. Experimenta siempre Kroc hizo varias experiencias durante la película para alcanzar su decisión final. Esto es, planea, ejecuta y mide los resultados. Haz alteraciones en tu estrategia, ejecuta nuevamente y mide. Este es un ciclo que no debe tener fin en las empresas que desean obtener mejores resultados. 10. Deja la pereza de lado Al contrario de los hermanos Mac y Dick, que estaban siempre sentados en su silla en la oficina, Kroc estaba siempre en la calle visitando socios, distribuidores y franqueados. Así, él podía entender mejor los conflictos que aparecían en su negocio. Fue a partir de esa postura que las buenas ideas aparecieron. Incluso, fue así que logró su mayor insight: entender que el no estaba únicamente vendiendo hamburguesas y que estaba en el mundo de los negocios inmobiliarios. Sin dudas, la inversión en el sector inmobiliario fue la mejor alternativa y que le permitió crear una nueva empresa que compraba todos los terrenos donde los restaurantes de Mc Donald’s estaban localizados. 11. Nunca es tarde para comenzar

La edad no es una limitante para que empieces un negocio desde cero y que tengas mucho éxito. Como dije antes, Kroc inició su jornada con las franquicias cuando tenía 52 años. Existen muchos otros ejemplos de emprendedores como él. Kroc era un vendedor frustrado que podría haber preferido jubilarse con un sueldo mediano. Pero, cuando percibió que se trataba de una oportunidad única, no pensó que era muy viejo para empezar todo de cero. Levantó cabeza y fue atrás de sus objetivos. No existe una fecha correcta para tener una idea y ejecutarla con hambre de poder. Ahora que sabes algunas de las más importantes lecciones que la película Hambre de Poder ofrece para tu negocio, es importante que las pongas en práctica. Algunas de ellas pueden llevar tiempo, pero seguramente valen la pena. Si te gusta el Marketing y quieres conocer las estrategias que impulsarán la fuerza de tu marca, ¡descarga nuestra guía completa y gratuita del tema abajo!



a pelicula influye para mi vida, muchas cosas positivas es decir, que las experiencias de la vida son fundamentales para ser creativo, es cultura arte e historia fue uno de los defensores de las ideas y la libre expresion,No dudó en tomar riesgos. En una ocasión dijo que las personas deben estar dispuestas a fracasar, pues quienes tienen miedo chocar contra la pared deben tener por seguro que no llegarán muy lejos. Precisamente, esto es lo que separa a la gente exitosa de la gente que se dedica a soñar.



 jobs creia que la pasion era un componente crítico del éxito. Parte del discurso que ofreció Steve Jobs, en 2005, en la Universidad de Stanford, decía lo siguiente: "Tienes que encontrar lo que amas. Tu trabajo va a llenar gran parte de tu vida, y la única forma de estar realmente satisfecho es hacer aquello que, crees, es un gran trabajo. Y la única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces. Si no lo has encontrado todavía, sigue buscando. (No te conformes) 



la pelicula ae mucha relacion a diferentes contextos que pasan a nivel mundial ya sea en los estudios o en la familia ya que en la epoca de ahora dse ve mucho, por ejemplo que aveces para ser grande solo necesitas ganas y voluntad de hacer las cosas no importa que tan duro puedan llegar hacer, lo que no se puede perder es la perseverancia, y respecto ala familia no importa si no te sientes apoyado por tus padres el querer es poder y tu tienes que salir adelante por ti para ser mejor cada dia, jobs vivio por mucho tiempo solo y eso no fue inpedimento para nada e incluso no tuvo su apoyo.



todo el equipo de steven jobs fue muy importante ala hora en el que el plasma su idea ya que lo apoyan y lo ayudan para que su proyecto se lleve a cabo.



SEMBLANZA

Jobs es un empresario cuya historia debería servir de referencia para todos aquellos emprendedores    que deseen lanzarse a una nueva aventura empresarial y, de manera especial, para aquellos que carecen de recursos. Se trata de una historia de superación que puede servir de motivación a cualquiera. El gran éxito de Steve Jobs se debe, principalmente, a una buena combinación de sus habilidades naturales para el marketing y sus conocimientos tecnológicos. El primer ordenador Apple nació gracias a la persistencia del empresario, que consiguió convencer al encargado de una pequeña tienda de electrónica para encargar 100 unidades, que consiguió transformar junto con alguno colegas y nada menos que en el garaje de la casa de sus padres, en lo que sería el primer ordenador de la marca de la historia. Recientemente se cumplieron 5 años de la muerte de Steve Jobs, cofundador de Apple. A propósito de este aniversario, conozca algunas de las características y cualidades que convirtieron a Jobs en una leyenda del mundo empresarial. 1. Visionario Visionario es una palabra que está gastada en los medios de tanto usarla, pero en el caso de Steve Jobs es la mejor para definirlo. Él sabía antes que los otros hacia dónde iba la tecnología y tenía una gran intuición para predecir qué desearía el mercado.

Fue Jobs quien entendió que el Apple I, el computador creado por Steve Wozniak en 1976, podía llegar a ser un éxito en el naciente mercado de los PC. Wozniak admite que solo lo había creado por diversión y para ‘descrestar’ a sus pares. Ese mismo año fundaron Apple, que funcionó en el garaje de los padres de Jobs. Tenían solo 1.300 dólares, pero luego Jobs consiguió un inversionista que inyectó 250 mil dólares (Mike Markkula). Las ventas se dispararon a dos millones de dólares en 1977 y a 600 millones en 1981 tras el éxito del Apple II. Pero Jobs también comprendió que debían dejar atrás el exitoso Apple II para embarcarse en la creación de PC basados en interfaces gráficas (con íconos y ventanas), y así nació el Mac. En el 2001, aunque Apple era en esencia una compañía de computadores, Jobs decidió entrar al negocio de los reproductores de música digital. Ya había varios en el mercado, pero él sintió que se podía crear uno que combinara facilidad de uso y un gran diseño: así nació el iPod, que ha vendido 315 millones de unidades. Además, convenció a las disqueras de que la gente sí compraría música legal por Internet, pese a la piratería reinante, y eso le dio vida a iTunes Store, que ha vendido 16.000 millones de canciones. Algo similar sucedió con el teléfono iPhone, que llegó a un mercado ya establecido, ajeno a Apple, pero se impuso por su facilidad de manejo y ya completó 130 millones de unidades. Igualmente, no muchos creían en los tablets, pero Jobs supo cuándo era el momento adecuado para lanzar el iPad, que hoy domina 70 por ciento del mercado. 2. Apasionado Jobs sentía tal pasión por lo que hacía que no se detenía ante nada para hacer realidad sus ideas. Y estaba dispuesto a sacrificar su vida personal, sus relaciones con los demás y hasta su imagen. Pero esto, que podría llegar a ser un defecto, funcionó bien gracias a su talento. Jobs sentía una verdadera pasión por los productos, y la transmitía y la exigía a la gente que trabajaba con él. Pensaba que los grandes productos solo pueden salir de gente y equipos apasionados. Sentía que uno debía hacer su trabajo lo mejor posible porque, como dijo en una famosa conferencia, “solo puedes hacer un número limitado de cosas en la vida”. Pero esto lo conjugaba con una gran confianza en sí mismo y en su intuición. Él ni siquiera se tomaba la molestia de realizar focus groups para averiguar si a la gente le gustarían sus productos en desarrollo: él confiaba en su intuición. “No es el trabajo de los consumidores saber lo que quieren“, dijo en una ocasión. También afirmó: “La gente no sabe lo que quiere hasta que uno se lo muestra“. 3. Sin miedo a los riesgos “La clave no es la genialidad o el carisma de Jobs, sino su tendencia extraordinaria a tomar riesgos. Apple ha sido así de innovadora porque Jobs toma grandes riesgos, algo raro en las corporaciones estadounidenses“. Así le resumió Alan Deutschman, quien escribió una biografía sobre Jobs, el secreto del éxito de Apple al diario The New York Times. Jobs asumía riesgos constantemente. Lo hizo desde muy joven, como el día en que abandonó la universidad en primer semestre porque sentía que su carrera estaba acabando con los ahorros de

sus padres adoptivos. Era una gran decisión: los padres biológicos pusieron como condición para la adopción que sus nuevos padres le garantizaran una carrera a su hijo. Jobs decidió quedarse en el campus tomando cursos libres, y en esa época se vio obligado a dormir en el piso de los dormitorios de sus amigos, a recoger y vender botellas de Coca Cola para conseguir dinero y a caminar 10 kilómetros todos los domingos para obtener una buena comida gratuita a la semana en un templo Hare Krishna. Pero le fue bien pese a no tener carrera; al poco tiempo entró a trabajar a Atari y cuatro años después de retirarse de la universidad fundó Apple. Cuando el Apple II era un hit a finales de los años 70, él decidió arriesgarse y apostó por un nuevo concepto, el de las interfaces gráficas, con Lisa y el Mac. Con el primer computador fracasó, pero el Mac cambió la historia. También corrió grandes riesgos al empeñarse en mantener viva la empresa que fundó tras salir de Apple por la puerta de atrás en 1985. Su compañía, NeXT, nunca despegó. Solo vendió 50 mil de las sofisticadas estaciones de trabajo que producía. Todos la daban por muerta, pero él se negó a abandonar su idea. Finalmente tuvo que dejar de producir hardware, pero el software, el sistema operativo NextStep, fue lo que le permitió volver a Apple en 1997, cuando esta última compró NeXT para basar en su software la siguiente generación del sistema Mac OS. 4. Perfeccionista Steve Jobs buscaba la perfección en sus productos. Para él, el bienestar no se logra al acumular cosas, sino a partir de la creatividad y la innovación, y en la búsqueda implacable de la perfección. Y en esto el diseño jugaba un papel preponderante. Jobs veía los productos como una parte personal e íntima en la vida de la gente. Cuando él diseñaba un dispositivo para sí mismo sentía que lo estaba creando para todo el mundo. Y para cada producto exigía ciertas condiciones: que fuera fácil de usar, elegante en su diseño y que generara una experiencia tan satisfactoria en el usuario que este creara un vínculo emocional con el equipo. Por ello se involucraba en todos los detalles de la creación del producto: el diseño, el empaque, la campaña de mercadeo, la distribución. Él confesó que incluso tomaba decisiones sobre el color de los pisos y las paredes en las tiendas de Apple, o sobre las fuentes del portal iTunes, porque lo que él creaba era una experiencia completa. En una ocasión dijo sobre los íconos del Mac que había buscado que lucieran tan bien que la gente quisiera lamerlos. STEVE JOBS PENSABA QUE EL BIENESTAR NO SE LOGRA AL ACUMULAR COSAS, SINO A PARTIR DE LA CREATIVIDAD Y LA INNOVACIÓN, Y EN LA BÚSQUEDA IMPLACABLE DE LA PERFECCIÓN. 5. Persistente Jobs no se detenía hasta alcanzar lo que buscaba. Y opinaba que la persistencia es lo que separa a los empresarios exitosos de los que no lo son. Un ejemplo es Pixar. Cuando Jobs compró esta unidad de animación de una empresa de George Lucas, existía poco interés en el mercado por los largometrajes animados. Él se embarcó con Pixar

en la creación del primer filme animado, Toy Story, que tomó cuatro años, tiempo durante el cual Pixar luchaba por sobrevivir. Jobs no dio marcha atrás pese a los problemas, y cuando la película apareció en 1995 partió en dos la historia del cine animado, produjo 362 millones de dólares en ventas y recibió cuatro nominaciones al premio Oscar. Gracias a esa jugada a largo plazo, en el 2006 Jobs vendió la empresa que había comprado por 10 millones de dólares en 7.400 millones a Disney, y se convirtió de paso en el mayor accionista individual de esta última. Hoy, las acciones que tenía Jobs en Disney valen el doble (4.400 millones de dólares) que las que poseía en Apple (2.100 millones de dólares). 6. Gran vendedor y negociante Jobs era un excelente vendedor de sus ideas y sus productos. Tanto que en su propia empresa acuñaron la frase “campo de distorsión de la realidad” para referirse a su capacidad para vender sus ideas, incluso al punto de crear sus propias verdades y convencer de ellas a los demás a fuerza de su convicción y carisma. Esta habilidad le permitió cerrar negociaciones muy duras, como las que logró con las disqueras y los estudios de cine y televisión para que distribuyeran su contenido a través de la tienda iTunes Store. Igualmente, le permitió convencer a su rival Bill Gates de invertir en Apple y continuar desarrollando programas para el Mac a finales de los años 90, cuando todos pensaban que Apple se iría a pique. Sin embargo, su dureza para negociar también lo hizo perder grandes tratos, como uno que estuvo a punto de cerrar con IBM para que el ‘Gigante Azul’ empacara el sistema operativo NextStep en sus computadores; Jobs insistió tanto en imponer sus condiciones que IBM se alejó y dejó a la empresa NeXT al borde de la desaparición. Su habilidad también la usaba para contratar a quienes quería en su empresa. En 1983, él quería al presidente de Pepsi, John Sculley, como líder de Apple, pero este se negó, hasta que un día Jobs le dijo la famosa frase que lo convenció: “Quieres seguir produciendo agua azucarada toda la vida, o quieres cambiar el mundo“. A un ingeniero brillante –Bob Belleville– que trabajaba en Xerox lo convenció con esta frase: “He oído que eres muy bueno, pero todo lo que has hecho hasta ahora es pura basura. Ven a trabajar conmigo“. 7. Inspirador y carismático “Las democracias no generan grandes productos; necesitas a un tirano competente“. Así resumió Jean-Louis Gassé, un ejecutivo de Apple, el estilo gerencial de Jobs. Él era un tirano, pero uno con ideas tan claras y con una pasión tan grande que la gente lo seguía, pese a lo duro que podía ser trabajar con él. Jobs tenía fama de ser implacable, de ofender en público a las personas cuando algo no le gustaba, de exigir jornadas de trabajo abrumadoras y de ser intolerante cuando algo le parecía estúpido o poco informado, pero con todo y eso Apple siempre ha exhibido una de las tasas de rotación de personal más bajas de la industria.

La razón: los empleados de Apple sienten que todo lo que hacen es de un nivel superior, que es arte. Él los había convencido de que lo que estaban haciendo era histórico y “haría una marca en el universo“, como solía decir, y por eso todas sus exigencias eran simplemente pasos hacia un gran resultado. “Sé que se quejan de mí, pero más adelante van a ver esto como la mejor época de sus vidas. Ellos no lo saben, pero yo sí“, le dijo alguna vez a Jay Elliot, ejecutivo de Apple. Su teoría era que si uno realmente creía que estaba cambiando el curso de la historia, trabajaría las horas que fuera necesario y renunciaría incluso a su vida personal, ya que se consideraría uno de los elegidos, un privilegiado. 1. “La creatividad se trata de conectar cosas. Cuando le preguntas a personas creativas cómo hicieron algo, se sienten un poco culpables porque realmente no lo hicieron, sólo lo vieron. Pareció obvio para ellos después de un tiempo.” 2. “Recordar que vas a morir, es la mejor manera que conozco para no pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay ninguna razón para no seguir a tu corazón.” 3. “Sé un punto de referencia de calidad. Algunas personas no están acostumbradas a un ambiente donde la excelencia es aceptada.” 4. “No puedes conectar los puntos viendo hacia adelante, sólo puedes conectarlos viendo hacia atrás. Así que tienes que confiar que de alguna manera se conectarán en un futuro. Debes confiar en algo, tu instinto, destino, vida, karma, lo que sea.” 5. “Tu trabajo va a llenar gran parte de tu vida, la única manera de estar realmente satisfecho es hacer lo que creas es un gran trabajo y la única manera de hacerlo es amar lo que haces. Si no lo has encontrado aún, sigue buscando. Como con todo lo que tiene que ver con el corazón, sabrás cuando lo hayas encontrado.” 6. “Ser el hombre más rico del cementerio no significa nada para mí. Irme a la cama por las noches sabiendo que hice algo extraordinario es lo que más me importa.” 7. “Estoy tan orgulloso por las cosas que no hemos hecho como por las que sí hicimos. La innovación es decir que no a miles de cosas.” 8. “Pienso que si haces algo y resulta ser una buena idea, entonces debes hacer otras cosas increíbles, no lo pienses mucho tiempo. Sólo descubre qué es lo que sigue.” 9. “Ser despedido por Apple fue la mejor cosa que me pudo haber pasado. La pesadez de ser exitoso fue reemplazada por la ligereza de empezar nuevamente. Me liberó para entrar en uno de los periodos más creativos de mi vida.” 10. “La calidad es más importante que la cantidad. Un “home run” es mejor que dos dobles.” 11. “Cuando tenía 17 años, leí una frase que decía algo así: “Si vives cada día como si fuera el último, algún día sucederá.” Hizo una gran impresión en mí y desde entonces, por los pasados 33 años, me he mirado en el espejo cada mañana y me pregunto: “Si hoy fuera mi último día, ¿me gustaría estar haciendo lo que estoy a punto de hacer?”

12. “Estoy convencido de que por lo menos la mitad de lo que separa a los emprendedores exitosos de los que no lo son es mera perseverancia.” 13. “Quiero dejar mi marca en el universo.” A Ray Kroc a menudo se le confunde como el fundador de McDonald’s pero en realidad fue su Director Ejecutivo y quien ayudó a convertir la compañía en lo que es hoy.

Nacido en los Estados Unidos en 1902, Ray Kroc pasó la mayor parte de las primeras décadas de su carrera profesional vendiendo vasos de papel y máquinas batidoras. Después de descubrir un popular restaurante de California propiedad de Dick y Mac McDonald, inició sus negocios con los hermanos y lanzó la primera franquicia de McDonald’s en 1955. Kroc compró la compañía en 1961 y sus estrictas directrices operacionales ayudaron a transformar McDonald’s en la franquicia de restaurantes más grande del mundo.

Aparte de su trabajo en McDonald’s, Kroc se convirtió en el propietario de un equipo de las Grandes Ligas del Béisbol cuando compró “Los Padres de San Diego” en 1974. Tres años más tarde publicó un libro con su autobiografía “Grinding It Out: The Making of McDonald’s.” También destacó por su filantropismo donando dinero a la investigación de enfermedades y en 1974 impulsando la creación de la Fundación Infantil Ronald McDonald.

Cuando murió de insuficiencia cardíaca el 14 de enero de 1984, McDonald’s tenía 7.500 restaurantes en casi 3 docenas de países y valía 8 mil millones de dólares. Su fortuna personal se estimó en 500 millones de dolares.

A continuación encontraras una colección de las mejores citas de Ray Kroc. ¡Disfrútalas!

25 frases de Ray Kroc sobre el éxito, la riqueza y el logro 1. “Siempre he creído que cada hombre construye su propia felicidad y es responsable de sus propios problemas.”

2. “Hay cosas que el dinero no puede comprar y que el trabajo duro no puede ganar. Una de ellas es la felicidad.”

3. “Cuida de los clientes y el negocio se cuidará de si mismo.”

4. “Toma riesgos calculados. Actúa con valentía y reflexivamente. Se una empresa ágil.”

5. “La perfección es muy difícil de conseguir y la perfección era lo que quería en McDonald’s. Todo lo demás era secundario para mí.”

6. “Si bien la educación formal es una ventaja importante, no es una garantía de éxito ni su ausencia es una desventaja fatal.”

7. “Todo lo que el dinero significa para mí es el orgullo del logro.”

8. “Ninguno de nosotros es tan bueno como todos nosotros.”

9. “No es ningún logro caminar sobre una cuerda floja tendida en el suelo.”

10. “Creo en Dios, la familia y McDonald’s. Y en la oficina, el orden se invierte.”

Otras frases interesantes: “Frases de Eli Broad que deberías recordar”

11. “No hay casi nada que no puedas lograr si te lo propones.”

12. “Solo eres tan bueno como la gente que contratas.”

13. “La felicidad no es algo tangible, es un subproducto, un subproducto del logro.”

14. “Nunca fui un gran lector cuando era niño. Los libros me aburrían. Me gustaba la acción. Pero pasaba mucho tiempo pensando sobre cosas. Pensaba todo tipo de situaciones y cómo las manejaría.”

15. “Todo es una cuestión de tener principios. Es fácil tener principios cuando eres rico. Lo importante es tener principios cuando eres pobre.”

16. “La calidad de un líder se refleja en los estándares que se establece a sí mismo.”

17. “Proveemos comida que los clientes aman, día tras día. La gente simplemente quiere más.”

18. “Mientras estas verde, estas creciendo. Tan pronto como estés maduro, comienzas a pudrirte.”

19. “Si solo trabajas por dinero, nunca lo conseguirás, pero si amas lo que haces y siempre pones primero al cliente, el éxito será tuyo.”

20. “Cuanto más ayudo a otros a tener éxito, más éxito tengo.”

Otras frases interesantes: “Frases de Warren Buffett sobre el éxito” 21. “Si no tomas riesgos, deberías salir de los negocios.”

22. “Tomamos el negocio de las hamburguesas más en serio que cualquier otra persona.”

23. “Yo tenía 52 años. Tenía diabetes y una incipiente artritis. Había perdido mi vesícula biliar y la mayor parte de mi glándula tiroides, pero estaba convencido que lo mejor estaba por delante mía.”

24. “La suerte es un dividendo del sudor. Cuanto más sudas, más afortunado te vuelves.”

25. “Los dos requisitos más importantes para el éxito son: primero, estar en el lugar correcto en el momento adecuado, y segundo, hacer algo al respecto.”

El primer ordenador Apple nació gracias a la persistencia del empresario, que consiguió convencer al encargado de una pequeña tienda de electrónica para encargar 100 unidades, que consiguió transformar junto con alguno colegas y nada menos que en el garaje de la casa de sus padres, en lo que sería el primer ordenador de la marca de la historia.