La Etopeya del ser humano a través de Buda Blues Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla Si
Views 101 Downloads 3 File size 105KB
La Etopeya del ser humano a través de Buda Blues
Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla Sigmund Freud (18561939)
El autor de “Buda blues”, publicada en Seix Barral, Mario Mendoza, un tipo pausado y tranquilo que, es su libro se enfoca en la naturaleza o esencia de los valores y de los juicios de valor que puede realizar un individuo , más conocido como la axiología presente en cada fragmento de su libro acompañado de la sociología, pues esta ciencia analiza las formas internas de la organización , las relaciones que los sujetos mantienen entre sí y con el sistema, y el grado de cohesión existente en el marco de la estructura social. Vicente Estévez le escribe desde Bogotá una carta a su amigo Sebastián, quien se encuentra viviendo en Kinshasa, capital del Congo. Y él, más moderno, le responde por correo electrónico, aunque de igual manera con otra larga carta. Valga aquí señalar una característica de los personajes de las novelas de Mendoza, ellos nunca hablan como les corresponde. Los pobres, los ricos, los niños, los habitantes de la calle, los profesores, los drogadictos, los ex drogadictos y los policías, todos hablan parecido, con un lenguaje incierto. Bárbara además de ser tremendamente sexy es una bárbara como su nombre lo indica. en el libro llega a ser descrita como “una mujer morena de mirada felina y con el cabello revuelto”. Esta Amazona promiscua, libertaria y con un discurso seudofeminista será la encargada de conducir a Vicente en el Proyecto Apocalipsis. Un sueño erótico de Vicente con ella será un momento culmen de la prosa de este libro: “Esa noche soñé que Bárbara cabalgaba por una pradera comandando una tropa de vagabundos, desharrapados y sucios legionarios cuyos gestos intimidaban y me producían terror. Después se bajaba de su caballo, me abrazaba, me besaba con pasión y lujuria, y en un grito de guerra les comunicaba a sus soldados a voz en cuello: ¡Este es mi hombre!”.
Sebastián, cuya historia es igualmente exorbitantemente, como dije anterior mente, vive en Kinshasa, en el mismísimo Congo, qué casualidad, adonde va a escapar Nubungo luego de la muerte del Maestro, y por eso le quedará facilísimo hacerle un seguimiento. Por la culpa, por la insoportable culpa. Cuando vivía en Bogotá y estaba viendo una película en el Teatro Patria, vio que una muchacha de 17 años se atoraba con un perro caliente. El novio de la muchacha, con buen sentido práctico, propuso llevarla a la Fundación Santa Fe, a pocas cuadras. Pero el obsecuente Sebastián, experto en medicina prepagada propuso llevarla a la clínica Reina Sofía, más lejos, lo cual le causó la muerte, el origen de su culpa, el mismo Sebastián explica cómo se siente a raíz de lo sucedido, dice en una de sus cartas “Perdí el apetito, baje quince kilos de peso, un insomnio implacable a cabo con las horas de descanso y sufri una depresion que me condujo a encerrarme durante horas en una habitación con el control de la televisión en la mano. Mis padres creyeron que me había vuelto drogadicto o algo parecido, y me propusieron salir del país y terminar mis estudios en España o en Estados Unidos, donde una hermana de mi madre estaba dispuesta a darme hospedaje es su casa. Preferí España precisamente para estar alejado de la familia y no tener testigos de mi derrumbamiento espiritual. Después, poco a poco, he ido aprendiendo a vivir con esa culpa, a tenerla dentro de mi como un tumor o un virus permanentemente. Pero no me perdono aun, Vicente, no estoy en paz, y tal vez vivo huyendo de cada ciudad y de cada país porque en el fondo lo que estoy haciendo es huir de mi y de ese pasado vergonzoso y terrible que me persigue a todas partes.” “Buda blues”, una novela global, de estilo epistolar, en la que los dos protagonistas cuentan sus respectivas y brutales caídas del caballo, camino de Damasco. Desde Colombia hasta la India, pasando por las favelas de Río de Janeiro y la congoleña Kinshasha, Y desde mi experiencia con el libro puedo decir que hay personas que no se rinden y que luchan y batallan por subvertir el orden establecido. Como el misterioso y enigmático Rafael, un personaje que nace muerto en la novela, pero cuya biografía desatará un torrente de vivencias en los dos protagonistas de la misma.