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Perfecto Luna, una perfección en el personaje Ma. Elisa Torres García Sergio Montelongo

Un personaje, un espacio forman parte fundamental de una trama que se compaginan para formar un entramado complejo. Dentro de cualquier texto narrativo el personaje, el tiempo, el espació, así como como el narrador forman parte fundamental de la historia, claro sin olvidar las acciones, que si éstas el relato sería llano, sin emoción. Al hablar de todos los elementos que conforman un cuento o novela sería en sumo agotador. Sí se pretende enumerar las características principales abre la posibilidad de comprender o tal vez tratar de hacerlo, por lo que, se buscan las aristas más próximas entre categorías. En algunas ocasiones los textos narrativos se prestan para su análisis desde cierto enfoque, pero muchos de éstos, sólo permiten una determinada combinación de acciones para tratar de entender qué es lo que, en el supuesto, la historia quiere decir, o qué elementos brindan al texto una uniformidad que lleva de lo inverosímil a lo verosímil. El nombre de un personaje, que a la vez funciona como título de un texto llega a tener impacto dentro de un mundo ficcional. El nombre puede referir casi en totalidad el contexto de lo escrito. Éste se vincula en lo que es narrado y descrito, en ocasiones funciona como un hilo conductor de las acciones, las cuales sirven de referente al espacio, o muestran la relación entre un nombre propio con su entorno. “El acto de la narración establece una relación de comunicación entre el narrador, el universo diegético construido y el lector, y entronca directamente con la situación de enunciación del modo narrativo como tal.”1 Dentro del cuento “Perfecto Luna” de Elena Garro, se haya una relación simbiótica entre el título, el personaje principal y su entorno ficcional (espacio). Por un lado Perfecto Luna, puede tener dos connotaciones. La primera, puede remontar al nombre, por ejemplo, Perfecto puede funcionar como una adjetivación en función de un sustantivo, es decir, Perfecto significaría perfección y/o totalidad de un todo “Desde chico así lo nombraban y él había sido siempre Perfecto Luna, el albañil, el peón, el muchacho que servía para todo 1 Idem, p. 18

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porque así le había enseñado su patrón.”2 También aparece como el mejor, el más travieso y bromista, “Lo malo, señor, es que cuando yo fui Perfecto Luna me gustaba ser maldoso. ¡Perfecto!, me gritó la señora de Don Celso, ven a comer. Puse mi cobija en el hoyo del difunto y me fui a comer. Me acuerdo que mientras echaban las tortillas, yo en mis adentros me andaba riendo.”3 Aquí, encontramos a un personaje que es bueno en lo que hace, siendo bueno, travieso, maldoso, trabajador, por lo tanto cumple su adjetivación. La historia, o contenido narrativo, está constituida por una serie de acontecimientos inscritos en un universo espaciotemporal dado. Ese universo diegético, independientemente de los grados de referencialidad extratextual, se propone como el nivel de realidad en el que actúan los personajes; un mundo en el que lugares, objetos y actores entran en relaciones especiales que sólo en ese mundo son posibles. Cabe notar que la historia como tal es una construcción, una abstracción tras la lectura o audición del relato. Tras la lectura, la serie de acontecimientos se recombina en la memoria del lector para quedar ordenada como una secuencia que tiene consecuencia. 4

Mientras que Luna, su significación recae en la simbología de la noche, ya que, luna en su campo semántico ofrece una categoría

que brinda un horizonte de interpretación del

segundo nombre propio, que también al ser sustantivo lleva una carga de adjetivación, es decir: luna= noche “Tal vez serían las once y media de la noche cuando Perfecto Luna pasó las últimas casas del pueblo.”5; noche= oscuridad, “[…]el silencio crecía de tal manera que era inútil tratar de decir cualquier palabra; allí nunca, a través de todos los siglos, había caído un ruido. Estaba muy inclinado sobre el suelo, tratando de ver en la oscuridad.” 6; oscuridad= muerte, “¡Si apenas amanecía, ahí estaba ya la noche! No tenía tiempo de comer y se fue quedando en los puros huesos. Recorrió la fila de cuartos hasta que los acabó y en todos halló la presencia del difunto, que lo quería sacar de su pellejo.” 7; u oscuridad= miedo, “Los labios se le quedaron tiesos, y el cuarto se volvió tan oscuro que perdió la vista a la ventana. “¿Quién oscureció la noche?” Abrió mucho los ojos tratando de ver algo, pero

2 Garro, Elena, “Perfecto Luna”, en Alas para la equidad, CONAFE, febrero 2010, p. 34 3 Ibidem 4 Cfr. Pimentel, Luz Aurora, Relato en perspectiva, p. 26 5 Garro, Elena, op. cit., p. 34 6 Idem, p. 33 7 Idem, p. 35

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la sombra se hacía cada vez más y más densa. Se quedó quieto.” 8; y miedo= muerte, “Los silbidos se multiplicaron. Todos los costales se vaciaban a gran velocidad. La trastienda se iba llenando de maíz, estaba seguro de eso. Con precaución miró hacia allí: la puerta colmada de granos se desbordaba y el maíz avanzaba por la tienda. — ¡Se endemonió! — Dijo Don Celso al día siguiente.”9; o muerte= miedo, “Ya los días apenas eran una raya de luz entre dos inmensas noches. No tenía tiempo ni de ponerse ni de quitarse los huaraches. La ropa se le empezó a hacer vieja en el cuerpo, […] Me soltó todo el maíz y murió en medio de la huizachera. ¡Caray! ¡Y parecía tan buen muchacho el tal Perfecto Luna!” 10 Pareciese entonces que el nombre del personaje principal, forma una cadena de acontecimientos que se entrelazan con los espacios ficcionados hasta evolucionar a la metaficción, es ahí donde: la segunda, está relacionada al espacio ficcional, en donde se describe un entorno común, que se polariza en lo sobrenatural, es ahí, donde los espacios descritos cambian, por así decirlo, toman la esencia de un personaje más. “descripción viva y detallada de un objeto mediante la enumeración de sus particularidades sensibles.” 11 Aquí un cuarto, un prado, una bodega, llegan a tomar vida. La voz (Perfecto Luna) es la incidencia de la enunciación en un enunciado narrativo, que destaca la importancia del sujeto en la instancia narrativa, y es posible acercarse para entender esto en base a una serie de pistas, como si siguiesen huellas de un animal peligroso (discurso). Dentro del texto, el espacio pareciese que se mezcla, el entorno gira en rededor del personaje. La enunciación de personaje principal, convierte lo ordinario, extraordinario, y de éste, a sobrenatural. La causalidad directa: en los acontecimientos de la metadiégesis y la diégesis por lo que un relato de segundo grado asume una función explicativa. Estos relatos responden al tipo de pregunta siguiente ¿qué acontecimientos han conducido a la situación presente… La relación de encadenamiento es directa, no pasa a través del relato y podría prescindir de él. 12

8 Ibidem 9 Idem, p. 36 10 Ibidem 11 Pimentel, Luz Aurora, Relato en la ficción, p. 17. 12

Gennete, Gérard, “Fronteras del relato”, Análisis estructural del relato, p. 193.

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Perfecto Luna, juega con su entorno, a su vez el espacio (metaficción) se transforma en un ente, por lo que el personaje y el espacio van encaminados como la antítesis del otro. El destino le juega una mala pasada y todo gracias al singular apelativo del mismo protagonista. “El enunciado narrativo elemental constituye una relación-función entre por lo menos dos actantes.”13 La relación del personaje dentro del contexto de la historia es una marca o rasgo distintivo de las acciones que, dentro de la historia.

13 Pimentel, Luz Aurora, op. cit., p. 6.

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