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, , Angel Alvarez Gómez La Suma contra los gentiles de Tomás de Aquino Filosofía y Pensamiento Alianza Editorial

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Angel Alvarez Gómez

La Suma

contra los gentiles de Tomás

de Aquino

Filosofía y Pensamiento Alianza Editorial

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Angel Alvarez Gómez

La Suma contra

los gentiles de T. de Aquino Versión del padre Fr. Jesús M. Pla (astellón, O.P.

Alianza Editorial

Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece penas de prisión y/o multas. además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren. plagiaren. distribuyeren o comunicaren públicamente. en todo o en parte. una obra literaria. artistica o cientiñca. o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.

Q de la edición: Ángel Álvarcz Górnez O Alianza Editorial. S. A. Madrid. 1998 Calle Juan Ignacio Luca de Tena, 15; 28007 Madrid: teléf. 393 88 88 ISBN: 84-206-5727-1 Depósito legal: M. 34.858-1998 Impreso en Femández Ciudad, S. L. Madrid Printed in Spain

Índice

Nota

7

Presentación Introducción al autor 1.1 1.2 1.3 lA 1.5 1.6

Primeros pasos de vida y estudio Primer magisterio y conflictos universitarios El problema de la filosofia escolástica La razón y la fe Obra y carácter La Suma contra los gentiles

2 Introducción a los textos 2.1 De la existencia de Dios 2.2 El fin último del hombre 2.3 La providencia divina

9 9 9 11 13 15 18 20 22 22 36 42

2 El texto: Suma contra los gentiles

49

3 Esquemas

91

Índice 4 Actividades

105

l. Actividades de carácter general

105

2. Actividades relativas al problema de la existencia de Dios... 3. Actividades acerca de la relación de Dios con el mundo y el

1II

hombre

115

5 Conceptos esenciales

121

6 Bibliografia

145

l. 2. 3. 4. 5.

Ediciones Índices y biografías Diccionarios y enciclopedias Manuales y monografias Introducciones a la filosofia tomista

145 146 146 147 147

Nota

El conocimiento de la filosofía y su enseñanza pasa necesariamente por el diálogo con los clásicos. Esta serie busca facilitar este diálogo de forma que los lectores no sólo se familiaricen con los textos que han forjado nuestra cultura sino que, al hacerlo. desarrollen el hábito de la discusión productiva. La colección se dirige al lector general, al que se proporcionan los instrumentos para acercarse más plenamente a los textos y apurarlos, pero también. y de forma muy especial, a estudiantes y profesores de filosofía de bachillerato. A estos últimos se les presenta una panoplia de opciones posibles para la docencia. de acuerdo con la pluralidad de paradigmas característica de la historia de la filosofía. Lejos del genérico reconocimiento de un amplio repertorio de autores, que sólo favorece un agudo escepticismo, el memorismo huero y el definitivo exilio del texto filosófico, los libros de esta serie buscan fomentar y estimular un tipo de conocimiento interactivo y práctico. Para ello cada texto es minuciosamente contextualizado y se acompaña de instrumentos clarificadores como glosarios. bibliografías y actividades que estimulen la relación activa del lector con la obra. El propósito último de estos libros seria hacer buenas las palabras de Gadamer de que no tuviera un significado unívoco pare! Dios y para las criaturas, sería imposible conocer nada de Dios y determinar cualquier atributo suyo remontándose por la vía causal de las criaturas. El segundo sentido indicado de la palabra analogía es particularmente interesante en la filosofía moderna y de su repercusión en la teoría del conocimiento se encuentran muestras en Locke (Ensayo, IV, 16. párrafo 12), Leibniz (Nuevos ensayos, IV, 16. 12) Y Kant (Crítica del juicio, párrafo 90). Apologética La apología es una acción de defensa o de alabanza de algo que es objeto de discusión. Todo el negocio de la teología apologética y la propia intención de la Suma contra los gentiles está. unas veces. en poder demostrar la conexión y armonía de las razones Y.en todo caso, mostrar y manifestar que. aunque las proposiciones de la fe y de la razón difieran totalmente. como proceden de la misma suma verdad. están necesariamente en conexión (véase doble verdad). Averroísmo Entre los errores que la Suma contra los gentiles se propone refutar están los que serían objeto de condena en París el 7 de marzo de 1277. Algunos de los más importantes son éstos: existe un sólo entendimiento para todos los hombres; la voluntad humana quiere lo que quiere necesariamente; el mundo es eterno; todo está gobernado por los astros; el alma se corrompe con la corrupción del cuerpo; la libertad es una potencia pasiva que se atiene necesariamente a los apetitos; Dios no conoce nada distinto de sí; los actos humanos no son gobernados por la Providencia: Dios no puede otorgar la inmortalidad a lo que es mortal; de un único primer agente no puede haber la multiplicidad de efectos del mundo. Se puede considerar al averroísmo como un abuso del aristotelismo en la Facultad de artes. Algunos maestros entendían al Estagirita como la más alta expresión de la razón filosófica y su sistema como un cuadro cerrado y completo que aceptaban sin reparar en deficiencias. A la vez, Averroes era reputado como su más fiel comentador (se le apodaba el Commentator). Exponían a uno y otro maestro prescindiendo de su relación con el dogma cristiano, lo que inevitablemente provocaba dificultades.

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Causalidad En su significado general. es la relación entre dos cosas, en virtud de la cual la segunda es univocamente previsible a partir de la primera. A lo largo de la historia la noción ha adquirido dos formas principales: 1) La forma de una relación racional. por la cual la causa es la razón de su efecto y, por lo tanto, deducible de ella. Es entender la causa como una fuerza que produce necesariamente un efecto. 2) la forma de una relación empirica o temporal, por la cual el efecto no es deducible de la causa. pero es previsible a partir de ella por la constancia y uniformidad de la relación de sucesión. He aquí algunas de las expresiones que utiliza Tomás de Aquino: «Algo es propiamente causa de otra cosa cuando ésta no puede existir sin ella»; «causa es aquello a lo que necesariamente sigue algo»; «el nombre de causa importa cierto influjo en el ser de lo causado»; «toda causa o es materia, o forma, o agente, o fin»; «aumentando la causa. aumenta el efecto, faltando la causa, es necesario que falte el efecto»; «puesta la causa suficiente se pone el efecto»; «todo efecto es posterior a su causa», «de todo efecto preexiste una semejanza en su causa»; «cuanto más elevada sea una causa a tantos más efectos se extiende su causalidad»; «libre es aquello que es causa de sí mismo». Aristóteles fue el primero en afirmar que conocimiento y ciencia consisten en darse cuenta de las causas y que fuera de esto no son nada. Cuatro son los teoremas fundamentales que aclaran la estructura de la causalidad: 1) la contemporaneidad de la causa actual con el efecto: 2) la jerarquía de las causas, por lo que se hace necesario buscar siempre la causa primera o superior: 3) la homogeneidad de la causa y del efecto, por lo que las cosas particulares son causa de las cosas particulares. las cosas actuales de cosas actuales y las cosas potenciales de cosas potenciales; 4) las cuatro causas no están en el mismo plano, sino que hay una que es la primera, que es el plano dado por la esencia racional de la cosa, de la sustancia. La necesidad causal es, por lo tanto, la del ser sustancial, por la cual lo que es no puede ser diferente a como es. Uno de los problemas más graves, especialmente en el contexto de Tomás de Aquino. es cómo se conoce la causa a partir de los efectos. dado que se identifica la primera causa con Dios. Pues bien, ese conocimiento ocurre de múltiple modo: uno, tomando al efecto como medio para el conocimiento de que existe la causa y

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Conceptos esendales de que es de tal naturaleza; así funciona en las ciencias. que demuestran la causa por los efectos. Otro modo, en cuanto que en el mismo efecto se vea la causa. por la semejanza que resulta de la causa en el efecto. Otro modo, porque el efecto conoce su causa por la misma semejanza de la causa que está presente en él. De ninguno de estos modos se puede llegar a conocer qué es la causa, su esencia, a no ser que el efecto fuera adecuado a la causa y en él se expresara toda la potencia de la causa. Yeso no ocurre así en la relación Dios creador-mundo creado. Otro de los problemas que resultan de la afirmación de que Dios es causa universal del ser de las criaturas es el de cómo éstas puedan ser en algún sentido causas. «Algunos yerran pensando que ninguna criatura realiza acción alguna en la produción de los efectos naturales: así, el fuego no calienta, sino que Dios. causa el calor en presencia del fuego, y otro tanto ocurriría en los efectos naturales.» Esta opinión representa el llamado ocasionalismo (véase ocasionalismo). Por el contrario, la perfección del efecto demuestra la perfección de la causa: cuanto mayor sea ésta. induce una virtud más perfecta en el efecto. Y. puesto que Dios es el agente más perfecto, es necesario que las cosas por él creadas obtengan de él la perfección. Privar de perfección a la criatura es privar de la perfección a la divina potencia. Esta es la doctrina de Tomás de Aquino.

Comprehensión Comprehensión significa la plenitud del conocimiento de la cosa conocida. de tal modo que se llegue a conocer cuanto puede ser conocido. Es una noción importante en el pensamiento tomista. porque advierte del alcance que puede llegar a tener nuestro conocimiento de Dios y, como de esa ciencia depende el mejor conocimiento de todos los seres, encierra los limites que tiene todo saber racional del hombre. Ya que todo conocimiento se produce por el modo de semejanza, el entendimiento no puede conocer totalmente su objeto si no contiene en sí la semejanza con todo ente y con todas las diferencias de los entes. Pero tal semejanza no puede hallarse sino en una naturaleza infinita, que no se determina a alguna especie o género particular de ser, sino que es el principio universal y la potencia activa de todo ente; y ésta es sola la naturaleza divina. Cualquier otra naturaleza, por cuanto que está determinada en algún

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género y especie de ser, no puede contener la semejanza universal de todo ente. Por lo tanto, sólo Dios puede conocer por su esencia todas las cosas. El hombre, para conocer diversas cosas necesita de diversas semejanzas. Contingente Contingente es todo aquello que alguna vez es y alguna vez no es. que existe por alguna causa diferente de sí mismo: nada se lleva a sí mismo del no ser al ser, puesto que lo que todavía no es, no actúa. Corresponde a algunas cosas por el modo de su naturaleza que sean contingentes. no necesarias. La eficacia de la divina voluntad exige que no sólo exista lo que Dios quiere que exista, sino que sea del modo que Dios quiere que sea. La perfección del universo exige que existan cosas contingentes: de otro modo, no se darían en él todos los grados de realidad. Por eso quiere Dios que existan cosas contingentes. El mismo orden del universo requiere que se den causas variables. como los cuerpos, que pertenecen a ese orden y no se mueven si no son movidos por otros. Pero de las causas variables se siguen efectos contingentes. porque no puede el efecto ser más firme que la causa. De este modo. si la causa próxima es contingente. su efecto necesariamente será contingente, aunque la causa remota sea necesaria. Nada prohibe que haya cosas que en sí son contingentes de las cuales. sin embargo, Dios tiene una ciencia necesaria. El problema que con estos supuestos se abre es cómo compaginar la causa necesaria y primera con las causas próximas y contingentes. De la voluntad divina no se puede concluir en las cosas creadas una necesidad absoluta. Y es sólo esta necesidad absoluta la que excluye la contingencia. No se sigue. si Dios quiere una cosa. que ello se cumpla con carácter de necesidad; sino que la afirmación condicional y necesaria es ésta: si Dios quiere algo, eso será. Las cosas como son en si mismas no tienen una necesidad tan absoluta que las convierta en seres necesarios: por lo que Dios sabe necesariamente todo lo que sabe y, sin embargo. no quiere necesariamente todo lo que quiere. Los efectos contingentes son infaliblemente conocidos por Dios como cosas que tiene ante su mirada. a pesar de que, comparados con sus causas, son futuros contingentes.

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Conceptos esendales Contingente es lo que puede ser y no ser; y la potencia pertenece a la materia. Nada es de tal manera contingente que no tenga en sí algo necesario. La necesidad sigue a la razón de forma. Lo contingente en cuanto contingente es conocido directamente por los sentidos, e indirectamente por el intelecto. Pero las razones universales y necesarias de los seres contingentes se conocen por el intelecto (véase necesario). Creacionismo Doctrina que afirma la creación del mundo por Dios a partir de la nada. Se diferencia de otras concepciones acerca del origen del universo como: 1) La que defiende que la realidad ha surgido por emanación (véase emanación) de la realidad suprema: 2) la que dice que el mundo ha sido formado por Dios a partir de una materia preexistente (Dios se parecería más bien a un demiurgo o artista); 3) la que supone que el mundo es eterno (véase averroísmo), bien sea sustancialmente invariable. bien se imagine sometido a evolución continua o siguiendo un movimiento cíclico de eterno retomo. El creacionismo se aplica también a la producción de las almas humanas. como si estuvieran siendo creadas de modo inmediato y directo por Dios. Se opone en este caso a la preexistencia. al emanatismo, al traduccianismo y al emergentismo evolucionista. Que el mundo ha sido creado por Dios es una de las doctrinas centrales del pensamiento tomista y de todo el Medievo, porque lo es de la cristianización del pensamiento. Asi ocurre que: Primero, es la puerta de entrada al tratamiento de las criaturas; segundo, representa un orden prioritario en la consideración teológica de las criaturas (a diferencia de la consideración filosófica); tercero, se dediquen todos los capítulos necesarios para que la noción de creación quede perfilada en términos de: producción de la nada (ex

nihilo omne ens qua ens lit = de la nada se hace todo ente en cuanto en/e) y distinción de las formas del movimiento y la mutación; y cuarto. se muestre que sólo a Dios compete crear, ya que se trata de la producción del ser y esa capacidad es propia del ser pleno {Omneagens agit sibi simile = todo agente obra en semejanza consigo mismo), que cuando lo hace no obra por necesidad de la naturaleza, sino al arbitrio de su voluntad. He aquí un bello texto: «Todo lo que existe en otro existe al modo de aquél en el que es. Y puesto que Dios es por su propia

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Ángel Álvarez Gómez esencia inteligente, es necesario que la semejanza de su efecto resida en él al modo inteligible. Asi pues, actúa inteligentemente. Pero el entendimiento no produce un efecto sino mediante la voluntad, cuyo objeto es el bien entendido que mueve al agente como fin. Dios obra, pues, voluntariamente y no por necesidad de la naturaleza». Bello y denso texto que encierra en sí todos los supuestos que articulan el pensamiento creacionista. llamando la atención sobre: 1) El principio «que todo agente obra de modo semejante a sí» y los ámbitos de su aplicación. 2) La metafisica creacionista representa propiamente el orden medieval que reparte el ser en sustancia infinita (Deus creator) y sustancias finitas (creaturas). Visto desde el pensamiento moderno, es como la apelación a un principio exterior al momento de establecer la verdad de lo existente (véase naturalismo ). Demostración Se dice que la demostración es un silogismo que hace saber. Porque en toda ciencia discursiva es necesario que algo sea causado: los principios son como causas eficientes de la conclusión (véase causalidad, principio). Pero la demostración hace saber una conclusión que es necesaria, luego es preciso que proceda de principios necesarios. Esto es lo que se corresponde con la doctrina aristotélica del «lógos epistemonikós», Contra los que niegan los principios no se puede aducir demostración propiamente, sino reducción al absurdo a través de las consecuencias que se derivan de tal negación. La forma de demostración es doble: una por la causa, que se llama «própter quid» (