9788495353054

Francisco Jiménez Hernández es agente de policía local, licenciado en Psicopedagogía, diplomado maestro en Educación Fís

Views 717 Downloads 223 File size 10MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Citation preview

Francisco Jiménez Hernández es agente de policía local, licenciado en Psicopedagogía, diplomado maestro en Educación Física e instructor titulado en diversas especialidades marciales. Ha colaborado como profesor en la Academia de Policía de la Comunidad de Madrid y participado como docente en cursos y conferencias de carácter técnico-profesional dirigidos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

“Este libro va a ser una referencia que servirá de guía a muchas personas” FCO. RAFAEL RUBIO GÓMEZ Monitor en taekwon-do, grappling, boxeo francés savate y defensa operativa táctico-policial. Dos veces medalla de bronce en el campeonato de España de taekwon-do ITF.

“Esta obra está escrita con conciencia educativa, pedagógica e informativa” CLAUDIO HERNÁNDEZ GARCÍA Monitor en jiu-jitsu y defensa personal policial. “Francisco Jiménez es la persona idónea para escribir sobre estas temáticas” MARIO HERRERA MADRIGALI Profesor (shidoshi ho) en ninjutsu-budotaijutsu y monitor en sambo-defensa personal bujinkan.

“Francisco Jiménez ha llevado estas enseñanzas a un nivel distinto” ROSA SOLA EYARALAR Directora técnica del departamento de defensa personal femenina de la Federación Madrileña de Lucha Maestra en defensa personal policial y entrenadora nacional en defensa personal femenina y kobudo policial.

CIENCIAS DE LA AUTODEFENSA

Seguir los consejos expuestos en esta obra puede ayudarte a mejorar en tu aprendizaje diario, tanto si se trata de un entrenamiento compartido con más personas, como si pretendes evolucionar en solitario, así como si tienes alumnado a tu cargo y deseas orientarles pedagógicamente en la búsqueda de su propia manera de hacer las cosas. Aquí se ofrece una sólida propuesta para confeccionar programas pedagógicos personalizados de progresión autorregulada en defensa personal. Más aún, estas páginas pretenden capacitar para la adquisición de una conciencia global acerca de las realidades multidisciplinares que configuran la idea de autodefensa. Este ensayo aporta una amplia relación de estilos, sus principales características y orígenes, explica los conceptos que sirven de base para todo lo relacionado con la actividad física y el ejercicio, incide especialmente en las teorías actuales de la Psicología (desde diversos procesos emocionales hasta la introducción a la neurociencia mediante un acercamiento básico a la estructuración y comportamiento del sistema nervioso) y desarrolla algunos aspectos normativos, como la legítima defensa o las particularidades de una defensa personal profesional, diseñada para garantizar la seguridad ciudadana de acuerdo a los principios y valores de una sociedad moderna.

Acercamiento a las Ciencias de la

AUTO

DEFENSA FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

Francisco Jiménez Hernández

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

por Francisco Jiménez Hernández

Director editorial: Marco Pila Diseño y Maquetación: Claudia Romero

Dícenme. Miguel de Cervantes Saavedra y en 1605 di a la imprenta cierto librillo que granjeóme larga fama y escasa fortuna. El primer año víose el fruto de mi ingenio aventado en cinco ediciones más ladronas que caco, las cuales causaron no pocos disgustos a mi honra y no menos quebrantos a mi diezmada hacienda. No se usaban entonces, como agora se usan derechos de propiedad intelectual.

© Pila Teleña; 2014 C/ Pozo Nuevo, 12 28430 Alpedrete (Madrid) Telf: 609 25 20 82 e-mail [email protected] www.pilatelena.com Madrid - España Impreso en España por ISBN: 978-84-95353-05-4 Depósito legal: M-10528-2014 Impreso en España Reservados todos los derechos.

NOTA DE DESCARGO

El presente texto únicamente tiene como objetivo divulgar información que se considera potencialmente útil para el ser humano, así como motivar para la reflexión y la búsqueda de mayor conocimiento; en ningún caso debe ser utilizado para sustituir a profesionales en activo que se dediquen a la psicología, la pedagogía, el derecho, las ciencias de la salud, las artes marciales o cualquiera de las disciplinas que puedan verse reflejadas en sus páginas. El autor y la editorial declinan toda responsabilidad acerca de potenciales resultados lesivos producidos por intentar aplicar lo que en esta obra se muestra. Igualmente, las personas que han participado de algún modo en este libro no necesariamente comparten el contenido expuesto, ya sea en parte o en su totalidad; del mismo modo, las palabras recogidas en los diferentes prólogos únicamente reflejan las opiniones personales de quienes firman los mismos. Francisco Jiménez Hernández

Este libro está dedicado a: Lee Jun Fan, pues fue la chispa que me empujó a buscar la causa de mi propia ignorancia. Sonia, quien siempre me prestó su coraje para levantarme tras cada caída al vacío y me enseñó a aprender a perdonarme a mí mismo mis muchos defectos. Óscar, quien llega para formar parte de esta gran aventura y, sin aún saberlo él, ya nos regala multitud de nuevas ilusiones; esperamos ser capaces de ayudarle a perseguir sus propios sueños.

Ningún ser humano puede revelarte nada, tan solo aquello que se encuentra a medio dormir en el alba de tu conocimiento. El profesor que anda en las sombras del templo, entre sus seguidores, no da su sabiduría, sino su fe y su cariño. Si es verdaderamente sabio, no te pide que entres en la casa de su sabiduría, sino que más bien te lleva al umbral de tu mente [...] porque la visión de un hombre no presta sus alas a otro[78].

Kahlil Gibran

ÍNDICE DE CONTENIDOS

Agradecimietos........................................................................................ 016 Colaboraciones........................................................................................ 019 El autor...................................................................................................... 021 Prefacio 1 (por Fco. Rafael Rubio Gómez).............................................. 024 Prefacio 2 (por Claudio Hernández García)............................................ 029 Prefacio 3 (por Mario Herrera Madrigali)................................................ 033 Prefacio 4 (por Rosa Sola Eyaralar)........................................................ 035 Introducción............................................................................................. 039 Capítulo 1 Acercamiento a la definición de autodefensa.................. 043 1.1 Acotaciones terminológicas .......................................................... 044 1.2 Defensa personal............................................................................ 049 1.2.1 Autoprotección. La antesala de la autodefensa............... 058 1.3 Artes marciales ..............................................................................

065

1.3.1 Arte y marcialidad............................................................... 065 1.3.2 Grados en las artes marciales ........................................... 072 1.3.3 Entrenamiento a través de formas..................................... 076 1.4 Defensa personal en los deportes de combate............................. 084 Capítulo 2 Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal.................. 091 2.1 Historia y desarrollo de las artes marciales.................................. 092 2.2 Kung fu............................................................................................ 100 2.2.1 Shuai jiao kung fu............................................................... 100 2.2.2 Wing chun kung fu.............................................................. 101 2.2.3 Hung gar kung fu................................................................ 102

2.2.4 Choy li fut kung fu............................................................... 102 2.3 Artes bushi ..................................................................................... 103 2.3.1 Ju-jutsu............................................................................... 105 2.3.2 Aikido................................................................................... 106 2.3.3 Judo kodokan...................................................................... 107 2.3.4 Karate.................................................................................. 108 2.3.5 Goshindo............................................................................. 111 2.4 Kyusho............................................................................................. 113 2.5 Taekwon-do..................................................................................... 115 2.6 Hapkido............................................................................................ 116 2.7 Kenpo............................................................................................... 117 2.8 Arnis/kali/eskrima.......................................................................... 119 2.9 Jeet kune do.................................................................................... 121 2.10 Deportes de combate................................................................... 123 2.10.1 Deportes luctatorios......................................................... 125 2.10.1.1 Sumo.................................................................. 126 2.10.1.2 Judo................................................................... 127 2.10.1.3 Sambo................................................................ 128 2.10.1.4 Luchas olímpicas.............................................. 129 2.10.2 Deportes pugilísticos........................................................ 129 2.10.2.1 Boxeo inglés...................................................... 131 2.10.2.2 Muay thai/thai boxing....................................... 132 2.10.2.3 Boxeo francés savate........................................ 132 2.10.2.4 Kickboxing oriental........................................... 134 2.10.2.5 Kickboxing americano...................................... 134 2.10.3 Deportes pancráticos ...................................................... 135 2.11 Estilos. Puntos de vista versus confinamiento de lo infinito............... 137 Capítulo 3 Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa.................. 143 3.1 Aparato locomotor en el cuerpo humano...................................... 146 3.1.1 Sistema óseo...................................................................... 146 3.1.2 Sistema muscular............................................................... 151 3.1.3 Organismo humano y nutrición......................................... 153

10

3.2 Cualidades físicas básicas............................................................. 170 3.2.1 Resistencia.......................................................................... 171 3.2.2 Fuerza.................................................................................. 178 3.2.3 Velocidad............................................................................. 181 3.2.4 Flexibilidad.......................................................................... 192 3.3 Habilidades y otras competencias psicomotrices........................ 196 3.4 Conceptos fundamentales implícitos en la defensa personal.............. 202 3.4.1 Ejes y planos corporales.................................................... 202 3.4.2 División por alturas de las secciones corporales............. 205 3.4.3 Distancias de combate....................................................... 206 3.4.4 Ritmo y sentido de la oportunidad..................................... 210 Capítulo 4 Implicaciones psicológicas de la autodefensa................ 215 4.1 Acercamiento a la neurociencia. El sistema nervioso.................. 216 4.1.1 Encéfalo............................................................................... 219 4.1.2 Médula espinal.................................................................... 222 4.2 Teorías de la Psicología aplicadas a la autodefensa.................... 223 4.2.1 Fluir dentro de la acción..................................................... 224 4.2.2 Locus de control................................................................. 228 4.2.3 Profecía autocumplida....................................................... 230 4.2.4 Indefensión aprendida........................................................ 234 4.3 Implicaciones psicoemocionales de la defensa personal............ 236 4.3.1 Ansiedad: el desgaste emocional...................................... 236 4.3.2 Miedo: la emergencia emocional....................................... 239 4.3.3 Ira: la explosión emocional................................................ 251 4.4 Psicosociología de la agresión...................................................... 251 Capítulo 5 Implicaciones legislativas de la defensa personal................ 271 5.1 Actos ilícitos de violencia............................................................... 273 5.1.1 Amenazas (violencia verbal).............................................. 273 5.1.2 Violencia física.................................................................... 273 5.1.3 Omisión del deber legal de ofrecer socorro....................... 278 5.2 Legítima defensa............................................................................. 281 5.3 Autodefensa y violencia de género. Defensa personal femenina......... 288

11

Capítulo 6 Defensa personal y seguridad......................................... 297 6.1. Evolución y señas de identidad de las fuerzas y cuerpos de seguridad....

297

6.2 Usos legales de la fuerza coercitiva.............................................. 310 6.2.1 Técnicas de autoprotección policial.................................. 318 6.2.1.1 Autoprotección en las identificaciones.............. 322 6.2.1.2 Autoprotección en los cacheos.......................... 323 6.2.1.3 Autoprotección en los controles........................ 325 6.2.2 Técnicas de resolución no violenta de conflictos............. 327 6.2.3 Técnicas de reducción y contención ................................ 331 6.2.4 Herramientas policiales...................................................... 333 6.2.4.1 Grilletes................................................................ 335 6.2.4.2 Bastón policial..................................................... 336 6.2.4.3 Arma de fuego..................................................... 337 6.3 Conclusiones................................................................................... 341 Capítulo 7 Aprendizaje y defensa personal...................................... 345 7.1 Implicaciones del autoaprendizaje en la autodefensa................. 346 7.2 Confección de un programa pedagógico....................................... 351 7.2.1 Diseño de una programación............................................. 354 7.2.1.1 Evaluación inicial................................................. 355 7.2.1.2 Aprendizaje significativo..................................... 356 7.2.1.3 Periodización....................................................... 358 7.2.1.3.1 Macrociclos....................................... 359 7.2.1.3.2 Mesociclos ........................................ 360 7.2.1.3.3 Microciclos........................................ 361 7.2.1.4 Sesiones (unidades didácticas)......................... 362 7.2.1.4.1 Modelos teóricos para conceptualizar una sesión.... 369

7.2.1.4.1.1 Alternativa tradicional.................... 371 7.2.1.4.1.2 Alternativa constructivista............ 373 7.2.1.4.1.3 Alternativa cibernética................... 378 7.2.1.5 Evaluación........................................................... 384 7.2.1.5.1 Evaluación del alumnado.................. 385 7.2.1.5.2 Evaluación de la labor docente......... 392

12

7.2.1.5.3 Evaluación de la programación........ 396 7.2.1.5.4 Evaluación de la evaluación ............. 398 7.2.2 Aprendizaje autogestionado.............................................. 401 7.2.2.1 Autoevaluación.................................................... 407 7.2.2.2 Creatividad........................................................... 413 Epílogo...................................................................................................... 418 Referencias bibliográficas....................................................................... 431 Anexo de fichas........................................................................................ 448

13

AGRADECIMIENTOS

Gracias a Fco. Rafael Rubio Gómez, quien conserva intacta la ilusión por aprender como si cada día fuese de nuevo el primero en el mundo de las artes. Su coherente visión multidisciplinar y su firme orientación didáctica le convierten en un artista y docente marcial muy completo; por ello consigue hacer mejorar exponencialmente, a quien tiene la suerte de entrenar con él, en todas las distancias de combate y en la comprensión profunda del arte (cortesía, integridad, perseverancia, autocontrol y espíritu indomable). Gracias a Claudio Hernández García, siempre volcado en ayudarme con mis proyectos y locuras marciales. Es mi referente más temprano en las artes de corte japonés, mi hermano mayor en el jiu-jitsu, pues nuestros respectivos caminos marciales se cruzaron en los tardíos albores de un mutuo interés por las artes. Por derecho propio acabó convirtiéndose en experto y sé que terminará siendo guardián de una herencia difícil de proteger, ya que implica permanecer alerta cada instante de la vida hasta el fin de los días. Gracias a Mario Herrera Madrigali, cuyo amor por la esencia inherente al espíritu marcial parece no tener fin. En su gran corazón reside un ronin errante, experimentado, habilidoso y sabio que cultiva de forma cuidadosamente minimalista su apasionada inclinación hacia el kendo, el iaido, el kyudo (el budo, en definitiva) y la lengua y cultura japonesas. Su búsqueda íntegra y sincera de la autenticidad en las artes le convierte en una especie en peligro de extinción. Gracias a Rosa Sola Eyaralar, por lo muchísimo que de ella he aprendido y espero seguir aprendiendo, por la humildad con la que se desenvuelve en la vida a pesar de que su nombre puede escribirse con letras de oro en la historia de las artes marciales, por su capacidad pedagógica que la convierte en el espejo donde el futuro se mira y por la cercanía y afecto que transmite a quien está cerca de ella. Gracias a Juan Ignacio Lázaro Fernández, por su calidad humana en la enseñanza y su habilidad y destreza en la ejecución técnica. Su carisma siempre despertó muchas carreras marciales entre su alumnado; en mí inspiró un hondo respeto hacia él como modelo de perfeccionamiento continuo, así como un elevado sentido del compromiso por realizar mi trabajo de forma profesional. Gracias a Alberto Callejo Moreno. Con él he compartido en los últimos años esa hermosa parte del camino marcial que baña de hermanamiento a sus practicantes; su elevado sentido del pragmatismo a la hora de mostrar su personal concepción de las artes aporta grandes dosis de doloroso y efectivo realismo a sus técnicas y baña en un aura de confianza a quienes están a su lado en situaciones comprometidas de peligro. Gracias a Iván Miguel Méndez Esteban,­quien otorga una nueva y más profunda dimensión a la palabra valor. Su importante poder físico va acompañado de una evolución

14

técnica inteligentemente cuidada; está destinado a llegar lejos, porque posee la firmeza de espíritu necesaria para permanecer permanentemente abierto a aprender y nunca le asusta aportar ideas, ni dedicar a esas su esfuerzo y tiempo. Gracias a Víctor Manuel Brea González, cuya habilidad para leer las situaciones y ser capaz de percibir en ellas lo esencial (aunque esto se encuentre oculto o disfrazado en forma de simple detalle) siempre me fascinó. Pocas personas se atreven a enfrentarse a sus miedos, menos aún lo hacen a miles de metros de altura. La roca forja sus propios guerreros; nunca he dudado de que en su alma reside uno del que quiero aprender. Gracias a Óscar del Codo Aparicio, quien colaboró conmigo en otros proyectos marciales, contagiándome su ilusión por aprender, sentido del respeto, espíritu de trabajo y afán de superación; su capacidad de aprendizaje es sorprendente, pues refleja al instante y de forma natural sutiles aspectos poco evidentes para la mayoría. Gracias a José Gabriel Campos Parrilla, mi infatigable compañero de entrenamiento marcial a lo largo de una etapa muy especial, inmejorable uke y magnífico tori. Es un guerrero (de eso no hay duda) y, sin embargo, es también una mente brillante; ello configura en su interior la esencia del yin y el yang, haciéndole poseedor de una gran fuerza tanto exterior como interior. Gracias a David del Amo Tris, quien aceptó ilusionado compartir con el mundo su gran talento a través de las ilustraciones que confeccionó para este libro. Con él formando parte de esta sana locura, estas páginas se nutren de su creatividad, instinto, espontaneidad y sentido estético... en definitiva, de calidad. Supo conectar con el alma que encierran las palabras como solamente puede hacerlo un virtuoso en su campo artístico. Gracias a Inmaculada Carretero Sanjuán, con quien forjé amistad cuando ambos estudiábamos Psicopedagogía en la facultad; su carácter cercano y generoso me reveló enseguida la magnífica persona que es. Por aquel entonces una versión primitiva de este libro ya tenía una extensión considerable e Inma pudo leer algunos pasajes sueltos, animándome y llegando a convencerme de que estas páginas algún día llegarían a ver la luz. Gracias a Roberto García Robles, junto a quien caminé a lo largo de un bellísimo período caracterizado por el idealismo, el compañerismo y la cultura del conocimiento. Él leyó fragmentos de esta obra cuando apenas era una concatenación de reflexiones inconexas, pero siempre tenía una palabra de aliento que ofrecerme y así empujar mi sueño de escribir, haciendo que mi mirada se dirigiera al horizonte. En estas páginas hemos dado alcance al futuro. Gracias a David Arredondas Rivas, quien siempre se volcó en la planificación de mis proyectos con una confianza y visión optimista que me impedían rendirme hasta haberlos llevado a cabo. Teniendo gente como él cerca, muchos sueños y propósitos reciben un ilusionante impulso hacia delante. Gracias a Javier Rodríguez Prados, que en su especialidad deportiva posee un don que solo desarrolla una de cada diez mil personas; su talento y constancia le harán ser un gigante en lo suyo y yo me alegraré de sus éxitos esperando haber puesto mi granito de arena a la hora de orientarle en la búsqueda de su propio camino interior.

15

Gracias a Roberto Ruiz Barquín, una de las mentes más cualificadas del panorama contemporáneo de la Psicología, un excelente profesor y un hombre que lleva el judo en la sangre; ojalá pronto podamos hacer coincidir de nuevo nuestras respectivas carreras para beber de sus brillantes ideas en alguna investigación conjunta que fusione las artes marciales con los recovecos más recónditos del sistema nervioso humano. Gracias a Francisco Javier Guri Adrados, quien depositó su plena confianza en mi formación, experiencia e idiosincrasia para transmitir el difícil arte de la Psicología a un colectivo tan importante como es el encargado de la protección de los derechos y libertades de todas las personas. Gracias a todas aquellas personas que configuraron mi alumnado en la Academia de Policía. Espero que hayan logrado aprender conmigo al menos la mitad de lo mucho que yo aprendí de ellas. Gracias a quienes decidieron sumergirse en las artes y depositaron su confianza en mí, caminando a mi lado como quien camina con cariño junto a un veterano compañero de viaje que comparte ideas, teorías, batallitas e historias: gracias especiales a Ángel Emiliano García Cortés, Dulce M.ª Ramos Alcalde, M.ª Elena Torres Jaramillo, M.ª Luz Martínez Sánchez, M.ª Sonia García García, Mateo García Manjón, Mercedes Llorente Castro, Nuria Morales Mazón y Víctor Fernández Manosalvas, con quienes compartí por un tiempo la maravillosa e indescriptible experiencia de viajar hacia un horizonte inalcanzable que siempre está en movimiento, cada vez más lejos. Espero haber encendido o renovado la llama de las artes dentro de sus corazones. Mantenerla viva es solo decisión suya. Gracias al European Bruce Lee Club (y en especial a Marcos Ocaña Rizo y Jaime Elías Castro) por abrir tan honestamente las puertas de su revista a mis palabras. Gracias a Marco Pila, quien siempre confió en esta obra, en este sueño, a pesar de los tiempos oscuros que corren; él me abrió una vía hacia la inmortalidad. Formar parte de la historia de Pila Teleña es un honor inmenso. Gracias a Violeta Rivera García, quien pronto será una de las figuras de referencia que lideren a toda una nueva generación docente. Gracias a Carmen y Javi y a mis abuelas (Ángela y Teresa, dos mujeres con el corazón gigante); junto a mis padres, colaboraron en hacer que ya de niño observase siempre en mis mayores que el esfuerzo y el compromiso personal por hacer bien las cosas son el camino más sólido para alcanzar un objetivo. Gracias a Ángel, quien a través de sus investigaciones sobre la velocidad gestual descubrió la presencia implícita de las artes marciales en otras disciplinas (las balompedísticas) que ocuparon más profundamente su atención y afinaron su mucho talento; siempre le invito a trazar un plan para desafiar a la bestia creativa que lleva dentro, pues sabe bien que esta es todavía joven y fuerte y combatir con ella constituye aún un reto épico. Gracias a papá y mamá, quienes –ajenos por completo a las artes marciales y la filosofía oriental– quizá en un principio pensaron que esto sería un pasatiempo

16

pasajero mientras padecían sufridora y pacientemente el desmedido crecimiento de mi biblioteca y videoteca personal, las roturas accidentales de mobiliario y mis interminables magulladuras, volcándose incondicionalmente en las pesadas sesiones de hielo o en la búsqueda por toda la ciudad de libros aparentemente imposibles de encontrar. Ahora, veinte años después de mi primer contacto con las artes, espero que el camino marcial que elegí les llene de satisfacción, pues su cariño es el timón con el que han culminado exitosamente la más difícil de las misiones... saber guiar y acompañar acertadamente al bebé, al niño, al adolescente e incluso al adulto hacia lo que quiere ser y siempre quiso: él mismo. Gracias a Sonia, sin quien jamás hubiera alcanzado el objetivo de convertirme en aquello que soy integralmente como ser humano; afrontar juntos grandes y pequeñas dificultades al cincuenta por ciento es el más satisfactorio entrenamiento marcial que he podido experimentar, pues –como decía Bruce Lee– «dominar las artes marciales es dominar el arte de vivir»[87], y yo no entiendo la palabra vivir sin ella. Supe dónde habita el arte en el mismo instante en que la conocí, y cada día que pasa me deslumbra más, pues continuamente descubro en ella algo nuevo y valioso; siempre de la mano en la abundancia y en la escasez, en el éxito y en la frustración, en la calma y en el dolor. Gracias, amor.

COLABORACIONES Fco. Rafael Rubio Gómez: prefacio 1 ••Representante de la Asociación Española de Savate de la Comunidad Valenciana (2008-2010) ••Director regional en la Región de Murcia para la disciplina de taekwon-do tradicional de la Asociación Murciana de Taekwon-do Tradicional ITF Artes Marciales Tradicionales y Disciplinas Afines (2007) ••Monitor en taekwon-do, grappling, boxeo francés savate y defensa operativa tácticopolicial Claudio Hernández García: prefacio 2 ••Monitor en jiu-jitsu y defensa personal policial ••Monitor especialista en defensa personal de seguridad privada y formación de escoltas privados ••Acreditación docente del MIR en las áreas Técnico-Profesional, Preparación Física y Defensa Personal ••Ayudante técnico deportivo en judo Mario Herrera Madrigali: prefacio 3 y caligrafía kanji japonesa ••Cofundador de la Asociación Madrileña de Kyudo ••Profesor (Shidoshi Ho) en ninjutsu-budotaijutsu ••Monitor en sambo-defensa personal bujinkan Rosa Sola Eyaralar: prefacio 4 ••Directora técnica del departamento de Defensa Personal Femenina de la Federación Madrileña de Lucha (2008-) ••Maestra en defensa personal policial

17

••Maestra especialista en defensa personal de seguridad privada ••Entrenadora nacional en sambo-defensa personal, defensa personal femenina y kobudo policial M.ª Sonia García García: fotografías y traducciones del francés y del inglés ••Doctora universitaria cum laude en Ingeniería Química ••Máster en Prevención de Riesgos, especialidad Ergonomía y Psicosociología aplicada ••CAP (Curso de Aptitud Pedagógica, profesora especialista en Física y Química) ••Certificada EOI en idiomas francés e inglés Inmaculada Carretero Sanjuán: traducciones del portugués ••Licenciada universitaria en Psicopedagogía ••Diplomada universitaria, maestra (especialidad Educación Infantil) ••Certificada EOI en idioma portugués David del Amo Tris: ilustraciones gráficas ••Dibujante e ilustrador Además de los prologuistas, también han colaborado participando en las fotografías: Alberto Callejo Moreno Licenciado universitario en Criminología Monitor en defensa personal policial y defensa personal femenina Cinto negro 2.º dan en defensa personal policial Cinto negro 1.º dan en defensa personal femenina y bastón policial extensible Especialista en protección de personalidades Iván Miguel Méndez Esteban Especialista en bastón policial extensible, nivel III Especialista en defensa personal policial, nivel II Especialista en técnicas de defensa personal policial en intervención policial Especialista en trabajo táctico de defensa personal policial por parejas y equipos José Gabriel Campos Parrilla Especialista en defensa personal policial, nivel II Especialista en bastón policial extensible Experto en defensa personal Óscar del Codo Aparicio Cinto negro 1.º dan en defensa personal policial Especialista en bastón policial extensible, nivel II Especialista en intervención policial y técnicas operativas de entrada en inmuebles Víctor Manuel Brea González Especialista en defensa personal policial, nivel II Violeta Rivera García Entrenadora nacional en defensa personal policial y defensa personal femenina Cinto negro 3.º dan en defensa personal policial y defensa personal femenina Cinto negro 1.º dan y monitora en judo Experta en defensa personal, nivel superior

18

EL AUTOR

••Agente de policía local ••Licenciado universitario en Psicopedagogía ••Diplomado universitario, maestro (especialidad Educación Física) ••Experto en defensa personal ••Monitor en boxeo francés savate ••Monitor en defensa personal femenina ••Monitor en defensa personal policial ••Monitor en sambo-defensa personal ••Monitor en sambo-defensa personal goshindo ••Cinto negro 2.º dan en defensa personal femenina ••Cinto negro 2.º dan en defensa personal policial ••Cinto negro 2.º dan en sambo-defensa personal ••Cinto negro 1.º dan en sambo-defensa personal goshindo ••Especialista en kobudo policial ••Especialista en bastón policial, nivel III ••Especialista en bastón policial extensible, nivel II ••Especialista en tonfa policial ••Técnico en primeros auxilios ••Técnico en salvamento acuático ••Socorrista acuático y subacuático ••Árbitro territorial de salvamento y socorrismo ••Especialista en negociación y mediación en situaciones de crisis ••Instructor en acondicionamiento físico y sistemas de musculación ••Técnico experto en dietética y nutrición ••Entrenador Personal

En el ámbito de la práctica marcial, a lo largo de su vida ha tomado contacto con otras artes, tales como ninjutsu-budotaijutsu, 19

taekwon-do, karate, grappling, jeet kune do, arnis/kali/eskrima, kenpo y jiu-jitsu. En el aspecto pedagógico, tiene experiencia como monitor en diferentes actividades deportivas y marciales, como profesor en la Academia de Policía de la Comunidad de Madrid (en la rama de las habilidades sociales y profesionales), como ponente en conferencias y jornadas técnicas (sobre los aspectos psicosociales de la violencia doméstica, la adolescencia y las drogodependencias) y como docente en cursos de especialización policial relacionados con la adquisición y práctica de habilidades técnicas en las áreas de Psicología, Primeros Auxilios y Defensa Personal.

Artículos publicados: ••“Bruce Lee y la Psicología” Revista Bruce Lee Manía, 7. European Bruce Lee Club (2011). ••“La defensa personal femenina alcanza gran éxito de aceptación en Navarrés” Publicado por la Federación Madrileña de Lucha en www.fmlucha.es (23 de julio de 2010). «Solamente soy un pequeño estudiante de artes marciales, torpe, poco dotado y no muy inteligente; trato de suplir esas pesadas carencias aprendiendo en todo momento de cualquier persona y fuente que se encuentre a mi alcance y manteniendo vivo en mi corazón el compromiso de no parar nunca de caminar, por pequeños y lentos que sean mis pasos. Los grados y títulos son solo un conjunto de papeles donde alguien responde por tu conocimiento al reconocer que una vez tuviste la capacidad y el valor de enfrentarte a ti mismo y te superaste, pero esos papeles no son tu conocimiento (sino una especie de salvoconducto, una metafórica carta de recomendación o una mera autorización legal en forma de llave con la que abrir puertas 20

profesionales). Tu conocimiento no es ese currículum vítae visible y tangible, sino ese otro currículum oculto que va forjándose en tu interior (ese es el único currículo real)». Francisco Jiménez Hernández NOTA. Si bien cada uno de los ideogramas correspondientes a los estilos japoneses han sido dibujados por Mario Herrera Madrigali, todos aquellos que corresponden a los estilos chinos y coreanos han sido realizados por el propio autor.

21

PREFACIO 1 por Fco. Rafael Rubio Gómez

Muy a menudo me encuentro con alumnos o personas que me preguntan cuál es el mejor método de lucha (englobando tanto arte marcial como defensa personal y deporte de contacto) para defenderse ante una situación real en la calle; es muy difícil explicar a alguien que quienes quieren venderte un producto te dirán que lo mejor es lo que ellos pueden ofrecerte. Yo particularmente prefiero decirle siempre a la gente que prueben, porque a cada uno se le pueden dar mejor unas cosas o simplemente nos acaba gustando aquello que entrenamos. Si hacemos las cosas únicamente por el hecho de creerlas más efectivas, el «mejor método de lucha del mundo», al final llegaremos a dejarlo porque seguramente algún día nos encontremos con alguien que utilizando un método diferente nos supere. La idea es simple: cualquier método de lucha nos tiene que llenar y gustar, lejos de hacernos buscar exclusivamente la efectividad en la calle, puesto que solamente si entrenamos y hacemos lo que realmente nos gusta podremos llegar a entender que cualquier confrontación es mala, y llegado el momento de tener que hacer uso de nuestro entrenamiento, solo habiendo dedicado esa entrega es cuando quizá lo entrenado sirva más de lo que pensamos. Si algo tienen en común todos los métodos de lucha es esa autosuperación que nos lleva cada día de entrenamiento a querer mejorar (ser mejores), sin mirar quién tenemos enfrente. Es aquí donde toma importancia la lectura de este libro, para mí magnífico, porque va a ser una referencia, herramienta y guía importantísima para cualquier persona interesada en cualquier arte (lo que 22

yo llamo método de lucha), ya sea referente a la defensa personal, arte marcial en sí mismo o deporte de contacto; porque, aunque los diferenciemos, estos tres aspectos tienen muchísimo en común (como los lectores podrán comprobar cuando se adentren en la obra) y también grandes diferencias. Esta obra describe y fundamenta multitud de métodos de lucha y multitud de teorías muy complejas, las cuales simplifica al máximo de sencillez y las documenta, exponiendo junto a ellas citas de grandes maestros que nos revelan que la dificultad de leer determinadas frases se esfuma con la aclaración adecuada y profundamente fundamentada, en este caso desde una persona humilde sin alardes de gran maestro. Lo que quiero decir con esto es que este libro va a servir de guía a muchas personas, desde el maestro o instructor que de verdad ame y sienta el arte que enseña, hasta el principiante que está buscando y quiere tomar una decisión acerca de qué método de lucha escoger. Llevo entrenando artes marciales desde hace ya unos veintisiete años; empecé, como mucha gente, en las clases de taekwon-do que se impartían en mi pueblo y desde entonces he compaginado esas con otras muchas cosas. Nunca lo he dejado. Estoy acostumbrado a ir a cursos, leer libros y artículos de aquellos que se hacen llamar a sí mismos grandes maestros y me sorprende la cantidad de veces que no explican nada, siendo lo único que pretenden que se practique y promocione su método de lucha como «el mejor del mundo» o simplemente venderse ellos mismos; he asistido a cursos de esos grandes maestros donde su mayor preocupación era cobrar primero y después poner en una mesa sus productos de merchandising para seguir ganando dinero. En este libro comprobaréis que los consejos que su autor da son difíciles de conseguir en artículos y libros de esos grandes maestros, así como que –a pesar de su humildad– el autor es un estudioso y sufridor de todos los métodos de lucha que pueden llegar a su alcance; digo sufridor (y lo sé de buena tinta), porque es de los que no solo escriben, sino que entrena y sufre, que es como se llega a las conclusiones y se fundamentan las cosas, como ocurre en este libro. 23

Paco es un estupendo alumno y una magnífica persona y, sobre todo, tiene, como he dicho, una humildad fuera de lo normal (valor para mí fundamental y que define lo que es ser un artista marcial, que es para lo que yo entreno y aprendo); es una persona que siempre está buscando, indagando y escogiendo de cada cosa lo que le sirve, sin desechar nada y respetándolo todo, pero cogiendo lo que él cree que puede funcionar. Un buen día me llamó para empezar clases particulares conmigo dentro de lo poco que yo podía transmitirle o enseñarle; él rápidamente se interesó por el taekwon-do ITF, el boxeo francés savate y el grappling, disciplinas que yo estudio y en las que cada día me siento como un mero aprendiz. Todos los días que podíamos quedábamos y entrenábamos un mínimo de tres a cuatro horas diarias. Pronto, nada más verlo y entrar a su casa (presidida por un muk yang chong e infinidad de libros y vídeos didácticos de artes marciales) vi que no era un principiante que quería aprender, sino que tenía mucha experiencia en otros métodos de lucha y que quería indagar sobre aquello que yo podía ofrecerle; eso me hizo tener que esforzarme yo también para intentar superarme cada día y que cada clase fuese mejor que la anterior. Creo que con cada sesión de entrenamiento yo aprendía más de él que él de mí. Observé que aquello que hacíamos, Paco lo entrenaba después de esas tres o cuatro horas, puesto que mejoraba, llegando a hacer cosas en pocos días a un gran nivel técnico; se notaba muchísimo que entrenaba y entrenaba y volvía a entrenar a solas después de acabar cada clase. Tal fue mi sorpresa con respecto a Paco que, sabiendo que era instructor de defensa personal femenina, como premio a sus esfuerzos tuve la oportunidad de llevarle como profesor al I Campus/Entrenamiento de Artes Marciales Ciudad de Navarrés, para que diera dos horas de clase y luego fuese mi ayudante en mi clase de boxeo francés savate. Enorme volvió a ser mi sorpresa porque dejó a todo el mundo alucinado (boquiabierto) con la sencillez y la gran metodología de enseñanza que demostró. Recuerdo que ese día algo aún me sorprendió más y fue un maestro de los que impartieron clases en el 24

campus, que me apartó un momento y me dijo: «Paco me ha dicho que es tu alumno... Me ha sorprendido porque se le ve en el trato tan sencillo y tan buena gente que hace que todo el mundo lo siga y muestre gran interés en su clase, porque realmente a la gente le gustaría ser como Paco, sencillos pero a la vez unos guerreros capaces de ganar al más grande y de hablar de todo con cualquier persona». Y continuó: «Es un gran ejemplo a seguir; ojalá toda la gente que entrena fuese así y siguiese la parte del do que llevan las artes marciales, como lo hace Paco». Eso me hizo entender que la gente veía a Paco del mismo modo que yo lo hacía y que había sido un acierto compartir con él lo más importante que tengo dentro de las artes. Allí empezamos un largo camino marcial en el cual le enseñé mis orígenes y a los que se lo debo todo: mi pueblo (Alumbres, donde aprendí los valores tan importantes intrínsecos a las artes marciales y que un pueblo como ese lleva por bandera) y mi familia (sin la cual yo nunca podría haber hecho lo que he hecho). Poco más queda por decir. Solo que deseo que este libro le guste a quien lo lea tanto como a mí; espero haber contribuido a que Paco retomase la idea que tuvo un día de escribir esta obra hasta lograr aquí su consecución, en lo que yo llamaría un libro fundamental.

Fco. Rafael Rubio Gómez ••Representante de la Asociación Española de Savate de la Comunidad Valenciana (2008-2010) ••Director regional en la Región de Murcia para la disciplina de taekwon-do tradicional de la Asociación Murciana de Taekwon-do Tradicional ITF Artes Marciales Tradicionales y Disciplinas Afines (2007) ••Dos veces medalla de bronce en el Campeonato de España de Taekwon-do ITF ••Monitor en grappling ••Monitor en taekwon-do ••Monitor en boxeo francés savate 25

••Monitor en defensa operativa táctico-policial ••Árbitro nacional, juez-árbitro y juez-crono en taekwon-do ••Cinto negro 2.º dan en defensa operativa táctico-policial ••Guante de plata (grado 1) en boxeo francés savate ••Cinto negro 1.º dan en taekwon-do ••Cinto negro 1.º dan en grappling

26

PREFACIO 2 por Claudio Hernández García

Mi amigo y afamado profesor, autor de este singular libro, me ha pedido que escribiera unas líneas. Agradeciéndole la oportunidad que me brinda, tengo la obligación de comenzar diciendo que Paco –el autor de este su primer libro– es un autodidacta vocacional y un constante buscador de buenas ideas, que hace por y para conseguir que lo bueno sea siempre... mejor todavía. Me ha sorprendido gratamente la cantidad de conocimientos que aporta este libro, que se hace ameno y entretenido, pues se ofrece como una lectura fresca, con suficientes contenidos de peso como para además obligar al lector a que piense, se sorprenda o descubra las diferentes variantes que expone su lectura. El concepto de la defensa personal es tan amplio y tan complejo que el autor, consciente de ello, lo analiza, lo simplifica, pero sobre todo lo razona, para que todo tipo de lectores puedan comprenderlo. La lectura de este libro es el resultado de un gran puzle de las artes marciales en general y de la defensa personal en particular, conceptos que deben complementarse, pues no podrían comprenderse en su totalidad si faltara uno de ellos. El autor nos propone, nos sugiere, nos expone, nos explica, nos desglosa, pero no trata de inventar nada. ¡Ya está todo inventado! Lo que sí hace es recordar, reinventar y explicar para que el lector disfrute de una lectura sugerente, alejada de mentiras, verdades a medias, prejuicios, ideas preconcebidas, convencionalismos, elementos o corrientes superfluas, etc. La visión personal del autor, resultado de muchos años de trabajo y esfuerzo, es una carrera de fondo donde se sabe cuándo se sale, pero no cuándo se termina. La idea de desmitificar conceptos de defensa personal y artes marciales es una forma honrada y esclarecedora de explicar ideas personales, que no son establecidas e im27

puestas por nadie; el lector puede estar de acuerdo o en desacuerdo con las teorías propias del autor, pero las ideas aquí reflejadas están alejadas de maniqueísmos o intereses personales de ninguna clase. Es interesante reseñar que esta obra tiene además un valor añadido, y es que está escrita con conciencia educativa, pedagógica e informativa, pues el autor no ha tratado de escribir por escribir (entre otras cosas porque esta obra ha tardado en madurar y gestarse varios años), sino que este libro muestra una visión de la defensa personal desde la realidad, concepto que ayuda a poder profundizar en aspectos concretos y generales que se describen a veces de forma muy minuciosa y altamente especializada, como antes pocos se habían tomado la molestia de exponerlo con tanta vocación. Como he dicho antes, el autor llevaba muchos años sopesando que su idea prosperara y madurara. Finalmente lo ha conseguido, de forma coherente y rigurosa. Sin entrar en dogmatismos de ningún tipo, el autor conoce muy bien de lo que escribe, pues –repito– esta lectura amena está llena de conocimientos e ideas atesoradas durante años y años de entrenamientos, sacrificios, estudios, etc. El tiempo, la paciencia, el sacrificio, el trabajo de consultas, los estudios del autor, la experiencia son el resultado de un ejercicio de transparencia y sensatez, pues no hay que olvidar y siempre valorar que Paco –el autor de este laborioso libro– conoce muy bien las artes marciales y la defensa personal desde dentro, pues lleva años practicándolas y analizándolas, e igualmente le sobra experiencia como profesional de la psicología, la educación, la preparación física o la seguridad. Personalmente creo que el autor también ha conseguido abrir un camino o una puerta que puede ser el principio a nuevas obras sobre la defensa personal que con el tiempo ayuden a engrandecer lo escrito o sirvan de referencia a otras obras e incluso mejoren las ideas de lo escrito por Paco. Lo cierto es que a día de hoy era muy necesaria una obra escrita como esta, pues la actualidad de nuestra sociedad demanda este tipo de temáticas, que además de servir como obra de lectura sirve también como obra de consulta, de información, de reflexión, etc. Y puede que hasta con el tiempo esta obra y lo escrito 28

en ella –lo digo sin miedo a equivocarme– sirvan de referencia para comprender en mayor medida la defensa personal como algo mucho más imperfecto, complejo e inacabable. Existe otra característica que bien puede ser una virtud, pues –además de ser una obra escrita con sinceridad– es un libro para mentes abiertas, ya que no trata acerca de ideas cerradas o enclaustradas, sino de ideas amplias y variadas, con multitud de verdades diferentes para ayudar a comprender y razonar una defensa personal en toda su amplitud. Igual que el autor ha tardado mucho tiempo en escribir esta obra, el lector debe disfrutarla sin prisas, captando y comprendiendo todos los recovecos de lo que lee. Esta obra puede abordarse desde la complejidad o la sencillez. Si el lector comprende realmente y es consciente de lo que quiere transmitir el autor, valorará la obra en todo su conjunto, pues la superficialidad, la frivolidad y el no decir nada sin mojarse no encajan en este tipo de lectura, que está escrita con cordura y sapiencia. Recordando al genial escritor español don Miguel de Unamuno que decía: «Lo que yo escribo es, después que lo he escrito, de quien quiera aprovecharse de ello, y si acierta a valorarlo mejor que yo, es mas suyo que mío». Demos, pues, entonces la enhorabuena, que no la suerte, pues los valientes como Paco ya la tienen, para disfrutar de este formal y transparente estudio, como ejemplo de ejercicio de trabajo innegable, ejemplar y sobre todo de buenas intenciones. Finalmente terminaré parafraseando al mítico maestro de judo don José Luis de Frutos, que me decía: «El maestro debe tener siempre dos cualidades fundamentales: calidad y cantidad». Y dirigiendo sus palabras hacia este libro, las reafirmo, porque sin ninguna duda el que escribe esto aquí las ha encontrado, en la modestia, honradez y sencillez de su autor: don Francisco Jiménez. 29

Claudio Hernández García ••Monitor-instructor en jiu-jitsu ••Monitor en defensa personal policial ••Monitor especialista en formación de escoltas privados ••Monitor especialista en defensa personal de seguridad privada ••Ayudante técnico deportivo en judo ••Cinto negro 1.º dan en judo ••Cinto negro 1.º dan en jiu-jitsu ••Cinto negro 1.º dan en sambo-defensa personal ••Cinto negro 1.º dan en defensa personal policial ••Vigilante de seguridad y escolta privado ••Acreditación docente del MIR en las áreas Técnico-Profesional, Preparación Física y Defensa Personal

30

PREFACIO 3 por Mario Herrera Madrigali

Al conocer a Francisco Jiménez Hernández me sorprendieron sus elevados conocimientos técnicos y culturales sobre las materias de las que trata el presente libro. Tras pasar innumerables atardeceres charlando con él acerca de la evolución de las artes marciales y sus nuevas aplicaciones más actualizadas en el mundo de la defensa personal, comprendí que Paco era la persona idónea para escribir sobre estas temáticas, no solamente de una manera técnica, sino también desde un enfoque más intelectual, pues es capaz de transformar, convertir y optimizar lo que en un principio mucha gente puede interpretar como una simple consecución de movimientos, hasta elevarlo a una categoría de contenidos más propios de una investigación científica. He participado en este proyecto no solo por la amistad que me une al autor, sino también por la riqueza de conocimientos que se pueden apreciar en las páginas de esta obra. Se podría decir que el contenido de este ensayo es de casi obligada lectura para todas aquellas personas que quieren iniciarse en el mundo de la defensa personal y las artes marciales, así como indispensable para quienes ya las practican, por su alto contenido técnico y moral. Para mí es un orgullo que Paco quisiese contar con mi colaboración haciéndome partícipe de esta iniciativa tan singular, la cual aporta una visión más profunda de lo que otros libros acostumbran a mostrar. Esa profundidad alcanzada me resultó especialmente enriquecedora gracias a su enfoque docente y rigor científico-histórico.

31

Mario Herrera Madrigali ••Cofundador de la Asociación Madrileña de Kyudo ••Profesor (Shidoshi Ho) en ninjutsu-budotaijutsu ••Monitor en sambo-defensa personal bujinkan ••Cinto negro 2.º dan en sambo-defensa personal bujinkan ••Cinto negro 2.º dan en ninjutsu-budotaijutsu ••Cinto negro 1.º dan en sambo-defensa personal ••Cinto negro 1.º dan en defensa personal policial ••Buceador profesional de 2.ª clase, especializado en rescate y primeros auxilios ••Técnico en emergencias, nivel avanzado

32

PREFACIO 4 por Rosa Sola Eyaralar

Cuando leí este libro, me llenó de satisfacción poder ver cómo un alumno que había empezado conmigo tanto en kobudo policial como en defensa personal femenina –así como profundizado en defensa personal policial desde el nivel de alumno intermedio– había llegado a ser tan buen profesor de estas complicadas especialidades, descubriendo caminos iniciados hace años con multitud de dificultades en los tres estilos en los que yo he podido influirle: defensa personal policial, kobudo policial y defensa personal femenina. Respecto a la defensa personal policial, dos momentos fueron fundamentales para su sistematización: por un lado, desde 1924 Japón constituyó una serie de comités integrados por relevantes maestros, lo que culminaría tras la II Guerra Mundial en la creación del estilo taiho-jitsu por parte de un comité encabezado por un maestro de judo, otro de karate y otro de kendo. Por otro lado, alrededor de 1930 se creó en la extinta Unión Soviética el estilo llamado sambo, el cual se extendió entre la policía y el ejército soviéticos, así como por numerosos países de la zona. La corriente japonesa resultó muy influyente en el ámbito anglosajón. Sin embargo, en Europa ambas líneas (japonesa y soviética) acabaron por complementarse y enriquecerse con artes de otras partes del mundo como, por ejemplo, las procedentes de China o Filipinas (esta última con el kali, tan influyente en el uso del bastón policial). En España hay que remontarse a mediados de la década de los sesenta para encontrar los primeros programas para la policía, gracias al inspector Fidel Julián Núñez; a finales de los años setenta, tras los aportes del comandante Enrique Gallego Gredillo, el capitán Félix de San Antonio Hernández y los inspectores Fidel Julián Núñez y José Antonio Fernández Prada, el Cuerpo Superior de Policía y el Cuerpo de Policía Nacional adoptaron 33

para la capacitación de sus agentes disciplinas como el judo, el jiujitsu, el karate y el sambo. Durante los años ochenta, la formación se enriqueció con el aporte del aikido, el kendo y el tai-jitsu a los estilos ya mencionados, destacándose la labor de los inspectores José Antonio Fernández Prada, José María Benito García y Juan Manuel Soler Navarro. A primeros de los años noventa, concretamente en 1991, la defensa personal policial fue reconocida por la Federación Madrileña de Lucha y posteriormente integrada en el Consejo Superior de Deportes por medio de la Federación Española de Lucha, llegando a ser reconocida e integrada en la Federación Internacional Amateur de Sambo. Principalmente a través de José María Benito y Santiago Morales Alonso, los programas formativos de esta disciplina alcanzaron al Cuerpo Nacional de Policía, la Policía Autónoma Vasca, la Policía Foral de Navarra, los cuerpos de policía local de la Comunidad de Madrid, Pamplona, Santander, Sevilla, Tenerife, etc. Actualmente son tomados como referencia a la hora de asesorar a diferentes países de Europa, América y Asia, así como a todo el ámbito de influencia de la Organización de Naciones Unidas. Respecto al kobudo policial, esta disciplina nació procurando la adaptación de las técnicas con armas propias del kobudo tradicional (desarrolladas por los samuráis) aplicadas a las herramientas policiales actuales de acuerdo a la legislación vigente (tonfa, bastón policial extensible, defensa policial semirrígida, etc.). Respecto a la defensa personal femenina, esta disciplina se creó ante el aumento percibido del número de mujeres víctimas de violencia. Remonta sus orígenes al año 1990 (dentro de la Federación Madrileña de Lucha) y tiene el objetivo de ofrecer un sistema funcional y efectivo de defensa para dichas víctimas. Llevo muchos años formando a profesionales de la defensa personal policial, el kobudo policial y la defensa personal femenina, habiendo pasado por mis clases numerosos alumnos, pero has sido tú (Francisco Jiménez), el que ha llevado estas enseñanzas a un nivel distinto. Tu esfuerzo al final ha visto la luz con este libro, que resultará una guía para quienes quieran empezar este duro trayecto. 34

Rosa Sola Erayalar ••Directora técnica del departamento de Defensa Personal Femenina de la Federación Madrileña de Lucha (2008-) ••Maestra en defensa personal policial ••Maestra-especialista en defensa personal de seguridad privada ••Entrenadora nacional en kobudo policial ••Entrenadora nacional en sambo-defensa personal ••Entrenadora nacional en defensa personal femenina ••Cinto negro 5.º dan en defensa personal policial ••Cinto negro 5.º dan en sambo-defensa Personal ••Cinto negro 4.º dan en kobudo policial ••Cinto negro 3.º dan en defensa personal femenina ••Técnico en defensa personal de protección de autoridades ••Especialista en mediación ante situaciones de violencia de género ••Técnico en primeros auxilios y salvamento acuático

35

INTRODUCCIÓN por Francisco Jiménez Hernández

El presente ensayo fue concebido inicialmente como un intento para diseñar respuestas a mis propias dudas y arrojar una pequeña luz en el horizonte de un mundo que a menudo se ha vestido de sombras, contradicciones e intereses creados: el cautivador universo que son las artes marciales. Aparece esta criatura sin la intención de convencer a nadie de nada, sin pretensiones comerciales, doctrinales o moralizadoras. No nace del deseo impositivo de mostrar una nueva verdad, ni del espíritu ególatra de erigirse como paradigma. Más bien yo diría que simplemente nace. Y lo hace libre, sin condicionamientos externos, fruto de un sentimiento de ansia de libertad personal, hacia el encuentro de la propia obra con lo inesperado e infinito y –por supuesto– hacia el encuentro contigo, que te encuentras leyendo estas palabras, porque algún tipo de atracción has tenido que sentir hacia este libro... ¿O tal vez ha sido él quien se ha sentido atraído hacia ti? No quisiera que este contingente de folios se quedara obsoleto en tu estantería, ni que el paso del tiempo lo volviera caduco y anticuado. Su sustancia puede amarillearse con los años, pero no así su esencia... De esa forma lo proyecté: con un principio necesario en el tiempo pero sin un final posible, porque aunque contiene interesantes conocimientos, el objetivo es que quien llegue a bucear en sus páginas sienta el deseo de permanecer para siempre en la acción de seguir conociendo. «El conocimiento está fijado en el tiempo, mientras que conocer es algo continuo. El conocimiento procede de una fuente, de un acopio, de una conclusión, mientras que conocer es un movimiento»[87]. Bruce Lee 37

Cuando, tiempo atrás, dejé entrar en mi mente la idea de escribir acerca de este apasionante tema, ya intuía que eso supondría emprender un largo viaje a través de inhóspitos caminos; de hecho, los brutales retrasos que ha sufrido este libro han sido definitivamente útiles para perfeccionar detalles, ampliar contenidos y dar solidez a muchos de los pasajes ya escritos, que fueron creciendo y reconfigurándose al amparo de la progresiva experiencia y nueva formación que iba adquiriendo. Más allá de las primeras reflexiones –las cuales culminaban simplemente en la descripción superficial de técnicas concretas de defensa personal–, finalmente logré estructurar los contenidos que quería desarrollar y dieron lugar a un ambicioso proyecto que espero llegue a extenderse varios volúmenes más (el tiempo para ello es toda una vida entera). De todos esos volúmenes planeados, este es el más elemental y básico... y, posiblemente, uno de los más importantes. Por eso he pretendido que esta obra no sea un partir desde cero, sino un partir hacia cero desde bajo cero, para que cualquiera que la tuviese en sus manos pudiera disfrutarla independientemente de su nivel de implicación en las artes marciales o en la defensa personal, y con independencia absoluta del estilo que conozca, entrene o al que pertenezca. Sinceramente, espero que no hayas abierto este libro con la idea de encontrar en él infalibles tácticas de combate cuerpo a cuerpo o los secretos orientales mejor guardados para alcanzar el poder de derribar a diez oponentes de un solo golpe. Si así ha sido, te pido que vacíes tu taza, para que esta pueda ser llenada. A través de estas páginas no aprenderás a ejecutar secuencias motrices de exquisita pureza técnica; probablemente este libro no pueda enseñarte ni a lanzar un jab medio decente. Espero que esto no te produzca desánimo. Es simplemente que el horizonte de esta obra es mucho más preciado e inevitable que todo eso. En realidad, el objetivo pretendido aquí es más intelectual que físico. En estas páginas se habla básicamente de lo que son las artes marciales. Ciertamente, su amplísimo significado –que abarca in38

cluso la profundización filosófica– no es el objetivo principal de este libro (más centrado en la reflexión multidisciplinar acerca de todo lo que rodea la autoprotección y la autodefensa), si bien existen realidades ineludibles que deben ser reflejadas antes de abordar contenidos técnicos más explícitos. Quizás algunos detalles sean polémicos para determinadas personas; de cualquier modo, pretender reflexionar partiendo de una conclusión hace que perdamos la necesaria dosis de distancia que otorga la capacidad de relativizar. Por eso he tratado simplemente de transformar las opiniones que vierto en la mera consecuencia del compromiso individual de no caer en reduccionismos simplistas. Aun así, yo no he inventado nada e incluso en lo que respecta a la abundante cantidad de definiciones y variados conceptos que recojo y comento en este libro, prefiero entenderlos desde un punto de vista profundamente marcado por la ley de la eponimia enunciada por Stephen Stigler, que viene a sostener que no existe descubrimiento al que le haya sido asignado el nombre de la persona que realmente lo hallase primero. Es importante para mí ofrecer una visión conceptualmente sencilla pero multidisciplinarmente amplia de las realidades implícitas en el concepto de la autodefensa; las técnicas son la punta del iceberg, la acción final observable y relativamente medible, pero no existirían sin la presencia de sustentos mucho más profundos. Para llegar a ejecutar una técnica, previamente ponemos en juego multitud de sistemas (neurológicos, mecánicos, etc.), y sucede lo mismo cuando se trata de avanzar un paso más hasta llegar a aplicar lo entrenado en una situación real (control de procesos emocionales complejos). Nuestra evolución como especie ha alcanzado también la capacidad de reflexionar acerca de lo adecuado o no de utilizar determinadas formas de autodefensa (factores éticos, filosóficos), hasta el punto de que todas las culturas y sociedades han acabado por considerar necesario desarrollar normas al respecto (factores morales, legislativos) que abordan el mundo de la autoprotección y la legítima defensa. 39

«La inteligencia es la comprensión de todo el proceso, del proceso íntegro de la vida, no el conocimiento de un fragmento de la existencia»[82]. Jiddhu Krishnamurti Seguir los consejos expuestos en este libro puede ayudarte a mejorar en tu aprendizaje diario, tanto si se trata de un entrenamiento compartido con más personas como si pretendes evolucionar en solitario, así como si tienes alumnado a tu cargo y deseas orientarlos pedagógicamente en la búsqueda de su propia manera de hacer las cosas. Además, en estas páginas se recorre de manera rápida parte la historia más reciente de una concepción moderna de las artes marciales, incluyendo una relación de estilos, sus principales características y sus orígenes. Especial hincapié reciben los conceptos que sirven de base para todo lo relacionado con la actividad física y el ejercicio, sin olvidar la profundización en las teorías actuales de la Psicología desde el punto de vista tanto de la neurociencia como de los procesos relacionados con el mundo emocional. Era inevitable también arañar algunos aspectos normativos, como la legítima defensa o las particularidades de una defensa personal profesional, diseñada para garantizar la seguridad ciudadana en el día a día, de acuerdo a los principios y valores de una sociedad moderna y humana. Me gustaría pensar que la lectura de este libro contribuye a que aflore un compromiso personal que te conduzca a seguir aprendiendo y a dejar que tu mente llegue a ser tan grande como quieras. Ábrela, percátate de que hay algo más ahí afuera y no te limites a observarlo: debes vivirlo. No permitas que otras gentes encerradas voluntariamente en sus propias mentes te encierren a ti también. Protege tu criterio siendo prudente con las informaciones que a partir de ahora recibas, así como con las ideas y conocimientos que poseías previamente (ya que pueden estancarse creando prejuicios, vicios). Mantén viva la autocrítica y reflexiona sobre aquello que te rodea, pues todo en el universo está interconectado (tal vez también 40

intraconectado), pon en tela de juicio lo que pueda llegarte y somételo a un filtro de coherencia, lógica, justicia... Hazlo con todo, incluso con este libro, pues las cosas a menudo son mucho más de lo que parecen, indican mucho más de lo que muestran y se fundamentan en mucho más de lo que cabría esperar. Las palabras rara vez son independientes, las mentes rara vez están libres de intentos de manipulación; las artes marciales y, por extensión, su más famosa y demandada aplicación práctica (la defensa personal) no son una excepción. Su evolución se desarrolló acompañada de un inevitable y extenso manto de intereses particulares (económicos, políticos, ideológicos, sociales, de identidad...) que, a menudo, configuraron la diversidad en antagonismo y la formación en maestría. Abre este libro, léelo, huélelo, estúdialo... critica, piensa, recapacita, pero sobre todo... siente. En definitiva, esta es una obra acerca de un tema que a mucha gente le interesa oscurecer; espero que arroje luz y sirva, al menos, para que quien la lea encuentre la motivación necesaria para hacerse preguntas y la dosis de fuerza de voluntad requerida para dedicarse a buscar las respuestas. Francisco Jiménez Hernández

41

42

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

CAPÍTULO 1.

Mucha gente afirma practicar autodefensa (defensa personal), pero ¿están en lo cierto? No es una cuestión tan sencilla y elemental como pudiera parecer en un primer momento. A menudo, quizá por inercia o simplemente por simplificar, artes marciales y defensa personal se utilizan como términos sinónimos; también podemos encontrarnos con personas que afirman practicar alguna de aquellas, pero en realidad están haciendo un deporte de combate. La verdad es que las diferencias entre estos conceptos son notorias si tenemos en cuenta las múltiples dimensiones que pueden verse implicadas en sus respectivas definiciones. Más allá de la faceta puramente psicomotriz podríamos hablar de otra área mental-emocional, e incluso de un aspecto filosófico (ético y moral, hay quien incluso percibe un alcance espiritual). Los deportes de combate (con su habituación explícita a dinámicas de antagonismo controladas por una reglamentación), el arte marcial (con sus orígenes guerreros y su profundo trasfondo cultural, sentido de progresión y búsqueda de perfeccionamiento) y la defensa personal propiamente dicha (con su pragmatismo funcional amparado en los fundamentos legales que la sustentan) personifican tres formas de entender la protección de la integridad física. 43

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

ACERCAMIENTO A LA DEFINICIÓN DE AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Otra de las concepciones más extendidas en los últimos tiempos es la de una defensa personal profesional, destinada a aquellos colectivos que deben protegerse a sí mismos y tienen la obligación especial de defender a terceras personas, como es el caso de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Al ser este un concepto específico de determinadas profesiones relacionadas con la seguridad, no ha quedado incluido en el presente capítulo, puesto que se pretende dar una visión elemental de los enfoques más comunes adoptados por el público en general. La relación entre la autodefensa y las fuerzas y cuerpos de seguridad es tratada más ampliamente en el capítulo 6, dedicado a la defensa personal policial.

1.1. Acotaciones terminológicas Para intentar diferenciar las posibles formas de concebir la idea de autodefensa, a continuación se recogen algunas de las principales y más genéricas maneras de entenderlo o practicarlo: deporte de combate: esta categoría la constituyen aquellos deportes de contacto cuyo objetivo es derrotar al rival deportivo en un combate físico. Su meta es la competición deportiva reglamentada del deporte en cuestión. Incluye entrenamiento tanto físico como mental o emocional de cara a preparar la competición y optimizar los resultados dentro del ring o tatami, pero no entrenamiento ético, salvo el tópico fair play –juego limpio–, presente en teoría en cualquier deporte (concepto que vendría a representar una especie de aspecto moral, en el sentido de que existen unas normas escritas y no escritas que deben cumplirse con honor). Son ejemplos de deportes de combate: el boxeo, el kickboxing o la lucha; también el karate, el taekwondo y, en general, cualquier estilo de artes marciales o línea de defensa personal, si se enfoca únicamente hacia la competición 44

defensa personal: es un concepto que expresa la búsqueda de la efectividad a la hora de repeler una agresión. Su objetivo es prepararse para, en una situación extrema, proteger la integridad propia o la de terceras personas, generalmente con el objetivo de intentar encontrar rápidamente algunos huecos en la defensa de la persona agresora y poder así aprovecharlos y huir –si eso es lo que procede– para poner en conocimiento de algún cuerpo policial lo ocurrido. Pretender quedarse a ganar la pelea es una acción narcisista que puede resultar altamente imprudente. Evidentemente, visto así este es un concepto civil, puesto que las fuerzas y cuerpos (FFCC) de seguridad generalmente no pueden permitirse abandonar el lugar de los hechos y su respuesta profesional ante un conflicto violento no recurre a las técnicas de autodefensa con el objetivo de huir, sino de proteger a las víctimas potenciales y reducir a los elementos peligrosos de la forma menos lesiva posible para ponerlos a disposición judicial. En realidad la defensa personal es un concepto que formaría parte de las tres concepciones (deporte, arte y disciplina), pero en cada una se le otorgaría una dimensión diferente e incluso pudiera ser que contrapuesta. El entrenamiento en ella es tanto físico como mental o emocional (enfocado a afrontar –evitar si es posible– una situación extrema que pudiera surgir), así como ético-moral (quien ha profundizado 45

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

deportiva, se convierte en un deporte de combate. La competición en los deportes de combate tiene su máxima expresión en los campeonatos conocidos como artes marciales mixtas, a los que asisten para competir gentes de muchos y variados estilos y donde los enfrentamientos son particularmente violentos debido a las relativamente pocas reglas por las que se rigen. Se indica relativamente porque a primera vista podría parecer que son combates sin reglas (de hecho en alguna ocasión eventos de este tipo se han llegado a promocionar como tales), pero en realidad tienen una serie de normas reglamentarias para proteger en la medida de lo posible la seguridad de las personas que compiten;

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

en la defensa personal usa sus conocimientos solamente cuando se encuentra en una situación en la que su integridad física o la de quienes le rodean se ve amenazada directamente, y equipara el grado de su respuesta al grado de la agresión conforme al concepto de legítima defensa); artes marciales: se refieren a una filosofía de vida, a una forma de sentir y vivir. Si nos dejamos llevar por el romanticismo podrían traducirse como el arte de vivir. Suponen un férreo compromiso interno en la búsqueda del perfeccionamiento integral (de la justicia, de la verdad, del honor). El entrenamiento es tanto físico, como mental-emocional, como moral-ético y filosóficoespiritual. El objetivo es mejorar cada día como ser humano, crecer integralmente como persona. En cuanto al estudio de las técnicas de combate, esas han de estar ineludiblemente incluidas en las artes marciales, ya que no se puede proteger nada ni a nadie frente a la violencia si no hemos perfeccionado antes nuestra capacidad de defendernos de ella; aun así, esos contenidos de mayor acción deben estar encabezados por la siguiente máxima: para quien se considera artista marcial, la mayor victoria es que no se produzca la pelea. Por tanto, no existe el ridículo a la hora de eludir una confrontación; una mente cabal demostrará su fuerza y personalidad haciendo precisamente eso: no pelear, siempre que sea posible... que lo es en la práctica totalidad de las ocasiones, a no ser que la violencia ya esté desatada, lo que obliga a actuar intentando que el grado de la respuesta sea consecuente con el grado de la agresión.

46

OBJETIVO

ENTRENAMIENTO

DEFINICIÓN

DEPORTE DE COMBATE

competición deportiva reglamentada

físico mental-emocional moral (juego limpio)

deporte

DEFENSA PERSONAL

capacitación para responder a una agresión dentro de las leyes

físico mental-emocional moral-ético

seguro de vida, salud

ARTE MARCIAL

perfeccionamiento integral

físico mental-emocional moral-ético espiritual

modo de crecer en todos los sentidos y niveles

Por desgracia, y debido –sobre todo– al imperante carácter comercial que cobran hoy en día las artes marciales, esas pueden llegar a encontrarse despojadas de su parte más profunda hasta quedar reducidas a entrenamientos donde prima exclusivamente el aprendizaje técnico y el acondicionamiento físico, no preservándose ni desarrollándose de la misma forma la faceta artística, de crecimiento en valores ni de evolución integral que pueden ofrecer al desarrollo global de la persona practicante. Ser artista marcial es algo que acompaña cada minuto de la vida, independientemente del momento y lugar. «Cuando miro a la sociedad veo que la gente convierte las artes marciales en ganancias comerciales; se considera a sí misma mercancía e incluso lleva a cabo mejoras como si fuera un objeto de comercio. Distinguiendo lo superficial y lo sustancial, encuentro que esta actitud tiene menos realidad que la decoración»[119]. Miyamoto Musashi

47

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

TÉRMINO

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Si perdemos la perspectiva de otorgar identidad y sentido a lo que hacemos (ya lo vivamos como un deporte, un arte o un seguro de vida o salud), si desligamos todo fundamento ético o moral de nuestra práctica, lo que estaremos haciendo no será deportivo, artístico ni lícito. Acudir a entrenar y aprender a optimizar nuestras potencialidades físicas y recursos marciales susceptibles de causar daños no puede tener cabida sin el sustento de adultez que le otorga la formación en valores. Si se perdiese de vista ese horizonte, estas materias acabarían atrayendo a personas (futuros docentes) 48

cuyo ego y sentido de dominio se convertirían en un ideal a perseguir por la fría práctica carente de base educacional. «Quien acuda a los aprendizajes de la defensa personal con espíritu agresivo, buscando desafío y camorra, equivoca radicalmente su espíritu»[172]. José María Cagigal

La defensa personal es la más pragmática y directa forma de prepararse para hacer uso del derecho a la legítima defensa en aquellos casos en que sea necesario. Sin lugar a dudas hay una defensa personal inherente a las artes marciales e inseparable de esas; también los deportes de combate conllevan implícito un potencial práctico de autodefensa. Sin embargo, la defensa personal como concepto aislado no posee los trascendentes y profundos aspectos de las artes, así como tampoco comparte el sentido competitivo del deporte ni asume sus limitaciones reglamentarias. Si un arte marcial es finalmente sostenida en su práctica, es por el espíritu de crecimiento interior de sus practicantes; si la práctica de un deporte de combate es mantenida en el tiempo, es por el espartano carácter que forja dentro de sí la persona deportista. La defensa personal es, sin embargo, un elemento que cualquiera podría necesitar sin tener que ahondar en las teorías filosóficas del arte, ni en la brutal dedicación y cualidades que exigen deportes tan duros. Ello hace referencia a que su potencial de utilización y aprendizaje debe ser accesible a cualquiera, sin necesidad de reunir cualidades ascéticas, atléticas o de cualquier otro tipo. La autodefensa puede ser necesitada por personas ancianas, de mediana edad o adolescentes; por personas seguras de sí mismas o con baja au49

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

1.2. Defensa personal

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

toestima; por personas sanas, enfermas o con diferentes grados de discapacidad, etc. Todas las personas tienen derecho a usar la defensa personal para protegerse a sí mismas o a sus seres queridos; es más, las personas especialmente vulnerables tienen incluso mayor necesidad que el resto. Por eso este concepto es independiente del carácter excluyente que poseen arte y deporte, porque defenderse en la vida real es algo que atañe a todo el mundo, es algo de interés general. Como idea directamente enfocada a la conservación de la integridad física propia o de terceras personas, su entrenamiento se nutre de aquellas técnicas que, procedentes de diferentes artes marciales o deportes de combate, poseen una supuesta aplicabilidad en situaciones reales donde nuestra seguridad pueda verse amenazada. No hay prohibiciones ni tampoco penalizaciones como en la práctica deportiva, ni enfoques alejados de lo simple y cotidiano como puede permitirse un arte marcial. Se hace muy necesario practicar las técnicas con ropa de calle, de vez en cuando, para relacionar los movimientos con el realismo aprisionador de los ropajes que usamos habitualmente y darnos cuenta de que no todos los movimientos sirven para todas las prendas (una persona adiestrada en un estilo centrado esencialmente en las técnicas de golpeo con las piernas, a quien guste vestir faldas ajustadas hasta los tobillos y zapatos de tacón, estará castrando en gran medida su efectividad técnica con dicha indumentaria) o, por ejemplo, practicar situaciones en escenarios reales (domicilios, habitaciones, baños, etc.) donde haya elementos disruptores que lleguen a incomodar la amplitud de movimientos y la técnica académicamente estereotipada, y donde tanto la persona agresora como la agredida puedan encontrar utensilios simples y comunes susceptibles de ser utilizados como arma (es necesario aprender técnicas de golpeo, luxación, estrangulación o proyección, pero también el uso defensivo de cualquier objeto cotidiano). En palabras de Joaquín Almería Querol, «para resultar realmente eficaz (...) las sesiones de entrenamiento tienen que ser además lo más realistas posible 50

51

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

y estar enfocadas a crear un estado de ánimo y una psicología de combate adecuadas para el enfrentamiento callejero»[2]. Aunque el eje central lo suelen configurar los aprendizajes técnicos enfocados a las amenazas que acechan en el día a día, en la defensa personal se trabajan técnicas de control de la ansiedad, el miedo y la ira desde postulados que intentan representar lo más fielmente posible la realidad habitual. Es inherente a todo manejo exitoso de un conflicto explícito el desenvolverse en la situación de acuerdo a una estrategia respecto al mismo. Es aquí donde aflora el espíritu más pragmático de la autodefensa y la mayor diferencia de su versión realista con su versión deportiva; la estrategia no se centra en vencer, sino en permanecer el menor tiempo posible en una posición de riesgo potencial. Ángel García Soldado define y comenta lo que él llama espacio personal como «el campo de la consciencia y que abarca todo aquello de lo que normalmente somos conscientes (...), no hay que llevar a cabo ninguna acción, ni física ni mental, contra los posibles agresores que se hallen dentro de este espacio. De hecho, si uno no pretende provocar ataques es muy importante que mantenga este espíritu de armonía»[63]. Por tanto, el primer paso de la defensa personal es, sin duda, la prevención: evitar el conflicto; aunque este parezca inminente se debe conservar la calma (alimentar la seguridad y autoconfianza) y hacer todo lo posible para no estar donde pueda estallar el enfrentamiento físico. No obstante, no siempre se tiene la oportunidad de evitar el conflicto: a veces este se desata (o parece poder estar a punto de desatarse) súbitamente y lo único que podemos hacer es intentar salir de él y sacar del mismo a nuestros seres queridos, es decir, escapar del conflicto. Si no se ha conseguido evitar el conflicto ni escapar antes de que estalle, nos encontraremos en peligro, habremos de gestionar el conflicto. Cualquier situación de este tipo exige que se confíe en las posibilidades propias para salir de ella; si nos centramos en nuestras dificultades de defensa o

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

en la necesidad de que alguien externo nos saque de una vez de tan peliaguda vivencia, nuestra mente perderá contacto con la idea de autocontrol elevando los niveles de ansiedad y nerviosismo. Debemos intentar acercarnos a zonas con abundante gente y procurar que nuestra incómoda situación sea detectada por quienes allí se encuentran; a menudo, cuando la persona asaltante se siente observada y fácilmente reconocible e identificable suele desistir de su acción, pero todo eso debe hacerse desde el control contextual global, teniendo claro que no necesariamente la presencia de gente supone que tengamos o vayamos a tener apoyo alguno. Básicamente nuestra actitud puede llevarse a cabo desde diferentes estrategias, dependiendo de la situación (no es lo mismo gestionar un altercado en un bar por un malentendido o una disparidad de caracteres inmaduramente tratada, que resolver circunstancias directa e inminentemente peligrosas o especialmente comprometidas, como una agresión a mano armada o un intento de violación). De esta manera, los grandes macrogrupos en los que podríamos encuadrar la gestión del conflicto bien pudieran verse reflejados en los dos siguientes: estrategia de enfrentamiento: podemos actuar elevando con fuerza y seguridad el volumen de nuestra voz para exhortar a la persona a que ceje en su actitud, con tono sobrio, utilizando frases cortas y concretas, mostrando firmeza interior, sin histerismos, dejando ver que la situación no nos desborda y que estamos muy lejos de ser presa del pánico; «Utilizar el orden para enfrentarse al desorden, utilizar la calma para enfrentarse a los que se agitan, esto es dominar el corazón»[170]. Sun Tzu

52

«Una operación militar implica engaño. Aunque seas competente, aparenta ser incompetente. Aunque seas efectivo, muéstrate ineficaz»[170]. Sun Tzu Debemos ser conscientes de que una gestión exitosa del conflicto es la que nos mantiene en una situación en la que se optimice en la medida de lo posible nuestra seguridad personal, nuestra integridad física; nuestro objetivo final es claro: resultar indemnes. A tenor de ello, adoptaremos las estrategias que consideremos oportunas; por ejemplo, si se trata de una situación de atraco mediante intimidación con arma blanca, ¿no será quizá más sencillo entregar la cartera que cualquier otra cosa? Eso sí, si entregamos la cartera, igualmente las medidas de seguridad personal (generalmente indetectables exteriormente) que podamos activar estarán en funcionamiento (posición de manos, colocación del cuerpo, atención máxima, etc.), por si la agresión surge 53

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

estrategia de subordinación aparente: quizá sea conveniente mostrar espíritu de colaboración e incluso, si procede, empatía; dependiendo de la naturaleza de la situación y de la estrategia que queramos explotar, quizá quepa también mostrarse aparentemente servil y frágil. En esta estrategia es especialmente importante que la persona agresora no pueda detectar en nuestro lenguaje (verbal, no verbal o paralingüístico) ninguna pista que pueda levantar sospechas de nuestra capacidad o disposición para defendernos; nuestra intención interna ha de consistir en estar indetectablemente preparados para actuar en cualquier momento, decidamos finalmente hacerlo o no. Por eso debemos mantener despiertos todos los sentidos, no perder detalle de movimientos o posiciones y colocar nuestro cuerpo y extremidades de forma que podamos actuar llegado el momento en el que surja la oportunidad (si fuera necesario y lo estimásemos oportuno) o controlar la agresión si esta se produce.

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

repentinamente (para el Derecho, los conceptos de intimidación y agresión son distintos). «Si solo quieren mi cartera, yo se la doy directamente. La situación, desde luego, cambia si mi vida o la de cualquier otro está en juego; en ese caso iría a por todas. Lo que de todas formas tengo muy claro es que no me voy a jugar la vida por unos cuantos dólares o por un orgullo mal entendido; la vida vale mucho más que eso»[28]. Chuck Norris «Yo practico karate como medio de vida, por lo que lo último que querría es utilizarlo para hacer daño a alguien. (...) Por unos billetes ni me juego la vida ni soy capaz de hacer daño a nadie»[28]. Jean Frenette «Si el atacante tiene un arma, has de intentar determinar si la va a usar o si solo intenta amenazarte con ella; (...) la mejor elección si se trata de un robo es darle el dinero: unos cuantos billetes no son suficientes para perder la salud o la vida»[62]. Ángel García Soldado Si no pudimos evitar el conflicto ni escapar y la gestión del mismo no ha resultado exitosa, el huracán habrá estallado; pero no se tratará de un combate con un determinado número prefijado de asaltos con reglas preestablecidas, sino de una situación elegida (en forma y contexto) por la persona agresora. Seguramente desconozcamos todo sobre esa agresión, no sabemos con certeza los recursos materiales de que puede disponer quien nos acomete, tampoco podemos asegurar que actúe en solitario; por eso, si la gestión del conflicto ha fallado, pasamos al punto de recurrir a la respuesta contundente con objetivo de huida. Manejaremos la violencia de la persona agresora hasta que consigamos (lo antes posible) aprovechar la oportunidad para conectar con 54

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

máxima rotundidad algunos golpes certeros (generalmente a puntos de especial vulnerabilidad: ojos, garganta, genitales, tibias, etc.) que resulten en un momentáneo fuera de combate de la persona agresora lo suficientemente duradero como para emprender la huida. Sin dejar de correr, cuando huyamos –al menos en los primeros momentos– debemos echar un vistazo a nuestra espalda cada cinco o seis pasos para tener información acerca de si la persona agresora se ha recuperado y viene en nuestra persecución, ya que si no detectamos algo así podría sorprendernos por la espalda en plena carrera.

55

EVITAR EL CONFLICTO ¿se consigue?



No

ESCAPAR DEL CONFLICTO ¿se consigue?

AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

DIAGRAMA DE FLUJO. Actuación ante conflicto físico



No

GESTIONAR EL CONFLICTO ¿se consigue?

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA



No

RESPUESTA CONTUNDENTE Y HUIDA

¿se consigue?



No

DETERMINACIÓN PARA PREVALECER

56

«Obtener cien victorias en cien batallas no es realmente la habilidad más destacada. Vencer al enemigo sin luchar, esa sí es la más grande habilidad»[52]. Funakoshi Gichin 57

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

Sin embargo, no siempre es posible huir o, una vez en medio del conflicto, huir acaba por no ser una opción viable, ya que puede exponernos a mayores riesgos (podríamos estar rodeados por varias personas hostiles, quizá la diferencia física a favor de la persona agresora es grande y apenas unos primeros golpes no la detendrían lo suficiente como para poder escapar o tal vez vayamos en compañía de personas vulnerables cuya huida no sería tan eficiente). En tal caso, la resolución del problema pasa irremediablemente por nuestra capacidad real de actuar con determinación para prevalecer. Haber alcanzado este punto en el conflicto significa que nos encontramos dentro de la indeseable situación de tener que hacer uso de nuestras capacidades globales (físicas, psíquicas, adaptativas, etc.) en su expresión más amplia, porque ya no habrá marcha atrás para ciertas circunstancias. Algunas de las estructuras humanas son particularmente frágiles y no podemos asumir el riesgo de apostar a que la persona agresora no será lo bastante desmedida como para evitar dañarnos demasiado (nada nos asegura que, si perdemos, la otra persona no seguirá ensañándose hasta provocarnos lesiones graves que, tal vez, puedan ser irreversibles). Además, las enfermedades infectocontagiosas son una posibilidad (nunca sabemos a quién tenemos delante) si se produce un intercambio de ataques, ya no solo golpeos con (o en) las zonas desnudas del cuerpo, sino mordiscos con vasto arrancamiento de epidermis y otro tipo de lesiones relativamente intensas que pudieran a lo largo del desarrollo de la pelea facilitar un intercambio de sangre. La conclusión que podemos extraer es que es imprescindible procurar por todos los medios que no se desate un enfrentamiento físico.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Todo aprendizaje explícito de recursos autodefensivos alcanza su verdadero potencial de eficacia si hemos evitado previamente que una situación nos coloque en desventaja o vulnerabilidad, es decir, que nos convierta en un objetivo con un balance cómodo de riesgos asumibles para la persona asaltante. Por ello es beneficioso observar sencillas recomendaciones de autoprotección, cuyo cumplimiento nos ayudará a no resultar tan vulnerables.

1.2.1. Autoprotección. La antesala de la autodefensa La defensa personal es a menudo reducida en su práctica al aprendizaje técnico; hay escuelas comprometidas que van más allá y se esfuerzan en analizar el aspecto psicológico de víctima y asaltante en pleno conflicto (por ejemplo, a través de prácticas con estrés que simulan la realidad). Pero si la defensa personal es una especie de seguro de vida, para que ese seguro optimice su eficacia debemos controlar todas aquellas variables previas que pueden llegar a comprometer su valía. Es probable que tras mucho tiempo de práctica podamos llegar a sentirnos muy capaces de solventar cualquier tipo de ataque, pero esa percepción subjetiva es totalmente irreal: quien pelea, tarde o temprano acaba perdiendo, y en la calle cualquier derrota puede ser fatalmente la última. Por eso, antes de que pueda llegar a producirse una situación donde sea necesario hacer uso de técnicas de autodefensa propiamente dichas, es imprescindible prestar cuidadosa atención permanente al contexto, para evitar aquellas circunstancias que favorecen que estemos en desventaja o parezcamos especialmente vulnerables o accesibles ante quien busque una víctima. Dependiendo del lugar en el que nos encontremos, las normas básicas de autoprotección pueden encontrarse entre las siguientes:

58

••nunca lleves todo el dinero junto y mucho menos todos los billetes plegados en un mismo bloque, de forma que para coger cualquier cantidad se acabe mostrando todo lo que se lleva. Plantéate la posibilidad de llevar dos carteras, una de ellas con cosas prescindibles y, en caso de atraco, entregar esta; ••no entres en calles oscuras, estrechas ni desconocidas. Si no puedes evitarlo, considera si es posible caminar por el medio de la calzada. Así evitarás que alguien pueda sorprenderte surgiendo de repente de algún portal o recoveco y también tendrás más espacio para actuar; ••al caminar por la calle –especialmente si es de noche–, procura que las fuentes de luz vengan de tu espalda. Así, quien se acerque de frente encontrará incómodo fijar su vista en tu dirección, pero tú podrás ver en mejores condiciones y –por otro lado–

59

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

la calle: es un escenario en el que somos vulnerables. No obstante, observando ciertas recomendaciones podemos reducir las posibilidades de ser víctimas de una agresión o aumentar nuestras posibilidades de éxito en caso de serlo: ••si te aproximas al portal de tu vivienda, lleva las llaves ya preparadas en la mano. Así evitarás pararte a la puerta a buscarlas, quedando vulnerable hasta que las encuentres. Además, si alguien se te acerca con ánimo hostil puedes usar las llaves como arma para atacar a las partes blandas (ojos, garganta, etc.); ••si cargas con un objeto pesado, como por ejemplo la bolsa de la compra o cualquier bulto que pueda llevarse con una mano, cárgalo en tu lado malo para que tu mano buena esté libre; ••en caso de llevar bolso, no lo lleves cruzado, porque si tiran con fuerza de él pueden desequilibrarte y hacerte caer con facilidad. Mejor llévalo colgado de un solo hombro, preferiblemente del que quede del lado de la pared. De todos modos, esa es una prenda de complemento muy llamativa por lo que, en la medida de lo posible, no debe contener nada cuya pérdida o robo tenga gran importancia;

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

también podrías detectar la sombra de quien se acerque por tu espalda; ••cuando dobles una esquina, evita hacerlo cerca de la pared. Procura apartarte lateralmente unos metros, y así podrás comprobar con cierta antelación si hay alguien esperando en el otro lado; ••evita en la medida de lo posible estéticas que te pueden hacer vulnerable, como largas trenzas o coletas (podrían agarrarlas y derribarte), así como amplios pendientes (pueden tirarte de ellos y arrancarte una oreja o provocarte mucho dolor) o prendas que podrían dificultar tus labores defensivas de respuesta ante una agresión o tu capacidad de huida (chanclas, etc.); ••ten siempre a la vista o bien ubicados aquellos locales públicos (restaurantes, bares, comercios, etc.) a los que pudieras entrar en caso de tener que refugiarte si alguien intenta hacerte daño. A ningún local le interesa tener problemas, por lo que llamarán enseguida a la policía (esa es la diferencia que puede existir con las zonas públicas concurridas, donde podemos encontrar que nadie intenta ayudarnos aunque se agolpe una nube de personas rebosantes de curiosidad y morbo; aun así, ante la detección de cualquier amenaza siempre es mejor ir hacia zonas con gente). En caso necesario, cabe valorar si el cajero de un banco puede ofrecerte suficiente protección momentánea mientras alertas a los servicios de seguridad o si podrían ayudarte acciones desesperadas como activar alguna alarma sonora que encuentres a tu paso (dañando un escaparate o la luna de un vehículo); ••evita utilizar auriculares para hablar por teléfono cuando camines por la calle o salgas a correr, porque te aíslan del contexto y te impiden percibir datos (sonidos) del entorno que pueden ser importantes para tu seguridad; ••nunca subas a un vehículo con alguien que no inspire confianza.

60

el interior de los edificios: sobre todo dependiendo de la forma en la que estén diseñados sus espacios comunes, puede albergar muchos puntos comprometidos. Independientemente del tipo de construcción, el ascensor se constituye en un lugar especialmente peligroso. Podemos reducir posibilidades de riesgo si seguimos determinadas pautas:

61

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

El coche: puede constituirse en un adecuado caparazón de seguridad en primera instancia, pero para explotar sus posibilidades, cuando circulamos con nuestro vehículo o pretendemos acceder a este, no debemos olvidar cumplir unas elementales normas de precaución: ••cuando entres con el vehículo en el garaje, fíjate bien en que no haya nadie desconocido o sospechoso dentro, y no quites los seguros de las puertas hasta que te hayas cerciorado de que no hay personas alrededor y pretendas abandonar el vehículo (mira por los espejos retrovisores y gira la cabeza para comprobar los ángulos muertos que los espejos no llegan a cubrir). Lleva siempre las ventanillas cerradas en el interior del aparcamiento; ••cuando accedas al garaje para coger tu vehículo, asegúrate de que no hay nadie o personas desconocidas dentro de la instalación. Lleva las llaves ya en la mano y antes de entrar al coche comprueba con un simple vistazo que no hay nadie en su interior. Una vez dentro del vehículo, activa inmediatamente los seguros de las puertas; ••en zona urbana (así como en carretera en caso de retenciones y atascos), circula siempre con los seguros puestos y las ventanillas subidas y deja siempre un espacio con el vehículo precedente por si necesitaras realizar alguna rápida maniobra de huida ante una emergencia; ••no recojas a gente que esté haciendo autoestop.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

••cuando esperes el ascensor, cerciórate de que no hay cerca ninguna persona desconocida o que pueda levantarte sospechas. Eleva la atención cuando las puertas se abran porque si hubiese alguien dentro podría intentar sorprenderte saliendo de golpe con una embestida. No subas al ascensor con alguien que no conozcas o de quien no te fíes; ••cuando vayas a entrar en el ascensor, asegúrate primero de que no hay nadie dentro con un rápido vistazo. Una vez hecho esto entra en el ascensor de espaldas (es decir, mirando al exterior), porque este es un momento especialmente vulnerable. Así podrás comprobar que la puerta se cierra y que nadie intenta entrar contigo. Una vez dentro, colócate de cara a la puerta en el lado en el que se encuentren los mandos del aparato y no dejes que la puerta esté abierta más de lo necesario (en los ascensores modernos suele haber un botón de cierre de puertas); ••cuando salgas del ascensor, asegúrate primero de que no hay nadie esperando fuera, pues podría intentar entrar de golpe empujando para arrinconarte dentro. el domicilio: es el lugar donde más seguridad sentimos, pero debemos cuidar pequeños detalles objetivos que pueden ayudarnos a no ser víctimas de un episodio desagradable. Por ejemplo: ••no te vayas de casa dejando ventanas abiertas, incluso aunque te parezca que esas constituyen físicamente un difícil acceso a tu vivienda. Esta medida es especialmente recomendable en viviendas unifamiliares (tipo chalet) o en ventanas que dan a patios interiores a los que se puede acceder a través del tejado del edificio. Cierra siempre la puerta con llave, aunque apenas te ausentes unos instantes (e incluso cuando estés dentro), y cuando regreses comprueba con un rápido vistazo que la integridad tanto de puerta como de cerradura son las correctas; ••ten siempre un teléfono cerca de ti. Si detectas que alguien está entrando ilícitamente en tu casa, refúgiate en una habitación que puedas cerrar con llave y desde allí avisa telefónicamente a la policía. 62

paso 1.º, evitar el conflicto: aplicando las medidas de autoprotección y la intuición para anticiparnos a situaciones o lugares conflictivos, utilizando el sentido común y siendo consciente de nuestras vulnerabilidades; paso 2.º, escapar del conflicto: evaluando y seleccionando nuestras potenciales formas, rutas y posibilidades de evasión (si la mejor ruta de escape se halla teóricamente en una ventana muy alta y nos encontramos postrados en una silla de ruedas, esa vía es posiblemente inalcanzable y –por tanto– no válida); paso 3.º, gestionar el conflicto: tratando de calmar la situación haciéndola bajar a niveles de menor intensidad y vehemencia, abriendo vías de comunicación y diálogo, avanzando hacia pequeñas metas progresivas de entendimiento; paso 4.º, respuesta contundente y huida: desde la sorpresa y siempre que se den dos condiciones. En primer lugar, que la gestión del conflicto resulte improductiva y, en segundo lugar, que la huida sea una opción viable; 63

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

Dentro del diagrama de flujo antes expuesto, donde se exponían y explicaban los pasos correspondientes a una correcta actuación en caso de potencial conflicto, las medidas de autoprotección se encuadran dentro del primer paso (evitar el conflicto). Si todas las medidas de autoprotección resultan ineficientes para evitar un asalto, se seguirán por orden los cinco pasos del mencionado diagrama. Cada uno de ellos precisa de diferentes cualidades porque se enfrentan a realidades distintas dentro de la permanentemente cambiante idea de conflicto. Es muy importante comprender que cuando uno de los pasos ha dado su fruto (ha resultado satisfactorio y exitoso, es decir, tenemos la situación felizmente finalizada) ya no es necesario seguir con los pasos siguientes. Algunos de los aspectos que podrían ser considerados principales respecto a cada uno de los pasos se encuentran entre los siguientes:

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

paso 5.º, determinación para prevalecer: finalmente, si todo lo demás ha fallado y la huida no es una posibilidad, estaremos en pleno conflicto físico y deberemos aplicarnos con el vigor y rigor que la situación exija, con la intensidad que sea necesaria.

5 PASOS - ACTUACIÓN EN CONFLICTO

ASPECTOS PRINCIPALES

1.º EVITAR EL CONFLICTO

medidas de autoprotección y conciencia global

2.º ESCAPAR DEL CONFLICTO

inteligencia espacial para localizar formas de huida

3.º GESTIONAR EL CONFLICTO

habilidades psicológicas de persuasión y negociación

4.º RESPUESTA CONTUNDENTE Y HUIDA

habilidad técnica sorpresiva y de precisión más velocidad

5.º DETERMINACIÓN PARA PREVALECER

aplicación física, técnica y mental de máxima expresión

Podemos hablar de tres niveles de seguridad personal: nivel de riesgo (potencial o real), nivel de amenaza (indirecta o directa) y nivel de peligro. Si estamos en el paso 1.º, podemos decir que nuestra situación es de riesgo potencial, y no haber previsto una situación conflictiva futura o inminente en la que pudiéramos llegar a encontrarnos nos coloca en situación de riesgo real. Si estamos en los pasos 2.º o 3.º, podemos afirmar que nuestra situación es de amenaza porque algún tipo de conflicto ya ha estallado, si bien aún podemos manejarlo (en el paso 2.º simplemente huyendo –hablamos casi siempre de amenaza indirecta–, en el paso 3.º degradando la intensidad del conflicto –en este último caso, hablaríamos de amenaza directa). Si estamos en los pasos 4.º y 5.º nuestra situación puede considerarse de peligro.

64

1.3. Artes marciales 1.3.1. Arte y marcialidad

El término marcial se define como «perteneciente o relativo a la guerra, la milicia o los militares»[186]. En Occidente se usa la palabra marcial para aquello que tenga que ver con el combate o lo bélico. Ello se debe a nuestra herencia cultural romana, ya que el término deriva del nombre escogido para representar a un hipotético dios de la guerra: Marte. Esta figura de la tradición romana está inspirada en otra figura similar perteneciente a la tradición mitológica griega: Ares. Pero la mitología helena poseía también una figura femenina como deidad de la guerra, que resultó ser mucho más importante, influyente, completa y admirable que Ares para el pueblo griego: Atenea, la cual era presentada no solo como diosa de la guerra y el valor, sino también de la sabiduría y la inteligencia (el imperio romano también copió esta figura dándole el nombre de Minerva, resaltando principal y especialmente sus virtudes y destreza en las artes estéticas). En Atenea, lo que popularmente entendemos por marcial alcanza cotas de intelectualidad que otorgan mayor altura de vuelo y profundidad enriquecedora al concepto, más aún porque en la figura de esta representación mitológica en forma de mujer se fusionan el sentido estratégico y el coraje propios del ardor guerrero con la sensibilidad estética característica de un frondoso y comprometido mundo interior. 65

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

El término arte se define genéricamente como «virtud, disposición y habilidad para hacer algo (...), conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer bien algo»[186], pero más en profundidad es entendido como «cualquier actividad o producto realizado por el ser humano (...) a través del cual se expresan ideas, emociones o (...) una visión del mundo (...). El arte es un componente de la cultura, reflejando en su concepción (...) la transmisión de ideas y valores»[187].

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

En Oriente, las artes marciales tal y como las conocemos hoy en día se vieron fuertemente influenciadas por multitud de corrientes filosóficas de pensamiento, algunas de ellas tan relevantes como las siguientes: escuela de los letrados: con su alta valoración del sentido del orden, la rectitud, la disciplina y el cultivo de aquellas cualidades que considera virtuosas: piedad filial, moderación, respeto a la jerarquía y a la tradición, etc. Esta corriente de origen chino (fundada por Confucio y Mencio) es popularmente conocida como filosofía confuciana o simplemente confucionismo; filosofía taoísta: esta línea, también de origen chino y cuyo inspirador fundamental se cree que es Lao Tzé (también conocido como Lao Zi), recomienda una adaptación natural y fluida al curso de las cosas, preconizando una comunión armoniosa con aquello que nos rodea y enfatizando la relatividad que 66

baña toda percepción de la realidad que nuestros sentidos nos permiten percibir e interpretar de un hecho. Impulsó el concepto del yin y el yang como la dualidad de fuerzas complementarias e interdependientes que regulan el universo;

el culto religioso animista conocido como shinto: de origen japonés, aunque la palabra shinto es la adaptación de un término chino que fue utilizado para representar gráficamente estas creencias, debido a que Japón carecía de lengua escrita hasta que adoptó la china. Contempla la creencia en deidades a las que denomina kami (si son identificadas con figuras masculinas) o megami (si son identificadas con figuras femeninas) y se cree que influyó profundamente en la leyenda que afirma que el ninjutsu, el arte guerrero de las sombras, fue revelado a los yamabushi (unos monjes ermitaños, habitantes de las montañas y adeptos a prácticas esotéricas) por unos seres místicos referenciados como duendes alados y denominados tengu. «O ninja era de origem mítico, dotado de poderes que hoje denominaríamos psicológicos. A sua capacidade para sintonizar com um esquema da totalidade e, por tanto, a sua receptividade a sensaçôes que estavam para além dos cinco sentidos, resultavam extranhas e aterradoras para soldados comuns»[72] . 67

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

pensamiento budista: de origen hindú y fundado por Siddharta Gautama, una de las ramas de esta línea filosófica es la que en idioma sánscrito se denomina dhayana, que en China se conoce como chan (sin embargo en Occidente es más habitual referirse a ella con su acepción japonesa, a saber: zen), siendo esta la forma de budismo que practicaba Bodhidharma, a quien se le atribuye extrema importancia en el origen del kung fu;

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

«El ninja era de origen mítico, dotado de poderes que hoy denominaríamos psicológicos. Su capacidad para entender un esquema de totalidad es, por tanto, su receptividad a sensaciones que estaban más allá de los cinco sentidos, resultaban extrañas y aterradoras para los soldados comunes». Stephen Hayes [traducción de Inmaculada Carretero Sanjuán] En Japón, los samuráis se constituyeron durante varios siglos en una clase social privilegiada y una élite militar clasista al frente de la nación nipona. Como acertadamente indica Axel Mazuer, «arrogándose para sí el derecho de vida y muerte del pueblo, los bushis solían ser envidiados, pero no necesariamente apreciados»[106]. Sin embargo, las artes marciales de este país protagonizarían en el siglo xix una transformación esencial en su manera de ser entendidas y practicadas, hasta configurarse definitivamente en disciplinas fundamentadas en sostener valiosos contenidos de acción física sobre robustos pilares de férrea moral. El bujutsu (técnica para el combate) japonés, muy centrado en las pragmáticas ideas de efectividad y aplicabilidad, lógico concepto integrado en la vida del samurái, evolucionó hacia metas más próximas al autoconocimiento profundo y al desarrollo interior, por lo cual pasó a sustituir el término jutsu (que significa técnica) por el término do (traducido como camino, vía, senda, a menudo en sentido existencial, vital, filosófico) para denominarse budo (camino espiritual para el combate). Este cambio de bujutsu a budo hizo que las ramas y especializaciones previas cambiaran su nombre adoptando también el sufijo do en aquellos casos de práctica más interna, más centrada en sí misma, en éticas, resultando así enfoques como el kendo, el kyudo, el iaido, etc. Aun así, todavía siguen existiendo practicantes de las artes guerreras jutsu. 68

«En Oriente, el vocablo bu significa descartar el peligro presentado por una espada amenazante. Desde los inicios de la civilización, el concepto de bu ha supuesto un avance progresivo hacia la construcción de una sociedad pacífica»[160]. Mitsugi Saotome

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

«Comprendido originalmente como el arte de detener la lanza, el arte marcial toma así su significación esencial. Más aún si se comprende que esta fórmula puede interpretarse a la vez como el arte de detener la lanza del adversario y el arte de detener la propia lanza. Es decir, el Gran Arte de la pacificación exterior y de la armonía interior»[40]. Taisen Deshimaru «¿Qué significa la palabra budo? Esta expresión traduce en su sentido más justo la idea de un arreglo, de un acuerdo con el adversario, de una paz hecha de poder aliada a buenos sentimientos»[70]. André Noquet «La palabra bu, de budo (artes marciales), se escribe con el ideograma chino que significa detener, metido dentro de

69

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

otro formado por dos alabardas cruzadas y su significado real viene a ser detener el conflicto»[70]. Gichin Funakoshi «Detener la violencia y crear la armonía, he aquí el sentido de la palabra budo»[70]. Gozo Shioda «El verdadero budo consiste en aceptar el espíritu del Universo, salvaguardar la paz en el mundo, proteger y favorecer el crecimiento de todos los seres»[160]. Morihei Ueshiba Existe una corriente aún más comprometidamente inclinada a entender las artes marciales como un camino de paz y protección, afirmando que su objetivo superior consiste en conseguir enlazar con la hostilidad de la persona agresora, de modo que se logre que esta llegue a deponer su actitud (desista de su acción violenta) sin que nadie resulte objeto de graves daños. A menudo la línea marcial que se conoce como aikido ha servido de canalización de esta idea en el pensamiento colectivo, personificando lo que en esta arte marcial se denomina evitar resultar lastimado sin tener que llegar a lastimar o, tal como lo expresan en sus propias palabras Moriehi Ueshiba, al decir que «herir a un oponente es herirte a ti mismo. El arte de la paz es controlar la agresión sin producir daños»[171], y Mitsuji Saotome, al afirmar que «poco importa quién se equivoca o acierta. El enemigo es vuestra sombra. Vosotros y él no formáis sino una sola vida (...). Vuestro deber es defenderos defendiendo a vuestro enemigo»[70]. Tras todo lo expuesto, es fácil deducir que la defensa personal es solo la expresión física externa de uno de los aspectos funcionales más fácilmente observables de las artes marciales, pero no es el único. Aun siendo un tema no exento de diversas interpretaciones y puntos de vista diferentes, no es menos cierto que (lejos de 70

constituir una especie de vacía apología de la violencia) quienes se adentran en estas artes tratan de educar su fuerza de voluntad en cada pequeña acción cotidiana que llevan a cabo, luchando por obtener el control sobre su propia vida y ganar su libertad personal, liberándose de sus propias mezquindades y frivolidades.

«Querer sacar el sable es la técnica del principiante. Poder sacar el sable es la técnica del experto. Ser el sable mismo es la técnica del maestro»[70]. Ritsuke Otake El objetivo es el crecimiento del poder personal bajo la regencia del autocontrol y el equilibrio emocional, lograr un desarrollo integral (físico, intelectual, ético, etc.). Yin y yang son dos realidades inseparables de la misma idea y arrancar una de ellas sería rendirse en la misión de búsqueda de holismo, una clara muestra de negligencia vital para cualquier artista marcial. «Armonía es la palabra clave en nuestra filosofía. Yo no creo en las artes de lucha como violencia, pues la lucha es un arte a través del cual intercambiamos una comunicación usando nuestro cuerpo. El cuerpo es el aspecto duro y la mente el aspecto blando del yin y del yang»[52]. Gogen Yamaguchi «Lo importante de las artes marciales es que te capacitan para crecer física, mental y emocionalmente. (...) No importa el estilo que uses si realmente creces como ser humano»[52]. Dan Inosanto 71

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

«La vía de la perfección es una lucha sin tregua y no puede realizarse sino gracias a la adaptabilidad de nuestro espíritu»[70]. Morihei Ueshiba

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

«El último propósito del artista marcial es usar su actividad para llegar a ser un maestro consumado de la vida y así dominar el arte de vivir»[87]. Bruce Lee «Toda práctica que no posea el espíritu de la vía [DO] puede contener la violencia»[70]. Anzawa Heigiro

1.3.2. Grados en las artes marciales En las artes marciales generalmente encontramos diferentes formas de reflejar la progresión en la adquisición de conocimientos y habilidades. Existen muchas maneras de reflejar esto. Hay escuelas que emplean pañuelos de distinto color para cubrir la cabeza (como algunas escuelas filipinas de arnis/eskrima/kali). Otras líneas utilizan la diferenciación de colores en distintivos y escudos (como el boxeo francés savate). E incluso hay corrientes que usan distinciones de color en la uniformidad. Pero la más famosa de ellas es la que se manifiesta con la diferenciación de colores en el cinturón. Pedro Rodríguez Dabauza afirma que ya la escuela «Ryu Shinnoshindo del siglo xviii utilizaba la escala de colores»[152] indicando que fue «Jigoro Kano quien lo introdujo en el kodokan judo haciéndolo popular»[152], si bien Roland Habersetzer afirma que la diferenciación de colores en los cinturones fue introducida por Mikonosuke Kawaishi –experto en ju-jutsu y judo– y lo hace con rotundidad, diciendo que «según el principio introducido antaño en el judo por el maestro Kawaishi, los cinturones son de diferentes colores según el grado»[71]. Lo que sí parece claro es que la multiplicidad actual de colores en el cinturón viene a ampliar un concepto que se usaba en algunas escuelas marciales japonesas más antiguas, las cuales 72

Secuenciar el aprendizaje en pasos o escalones, dividirlo en esas pequeñas metas progresivas puede resultar positivo pedagógicamente hablando porque ayuda a mantener la motivación, aunque también puede contener aspectos negativos, tales como pretender ascender de grado para mostrar al resto del mundo a simple vista el nivel que se posee. Ese alimento para el ego choca frontalmente con la idea de disfrutar del esfuerzo que supone seguir adelante con constancia en la evolución personal, sustituyendo este ideal de ser más grande interiormente por la 73

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

solo reconocían dos colores para diferenciar al alumnado (color blanco) de quien poseía grados expertos (color negro). Algunas corrientes marciales llegaron a utilizar dos colores para el alumnado: el blanco para principiantes y el marrón para estudiantes avanzados.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

fantasía del reconocimiento exterior. Quizá por eso es tan habitual estimar el grado de cinturón negro como una meta, como el fin máximo, tras cuya obtención muchas personas pierden la ilusión por superarse un poco más cada día y se detienen en su caminar a través de las artes, creyendo que su camino ya está completo. Sin embargo, es entonces cuando el verdadero camino comienza y cuando debería ser ya muy firme la convicción de que esa senda no tiene final, no termina nunca. «No hay fin, solo existe camino, la propia evolución no termina nunca, sino que se transforma a la imagen del ser que la vive»[33]. Yoshinao Nanbu El fundador del judo, Jigoro Kano, la persona que pasó a la historia como el maestro que popularizó y extendió el uso de la escala de progresión por diferenciación de colores en el cinto, no poseía grado, aunque sí los otorgaba a su alumnado (incluso grados de cinturón negro, denominados dan en japonés). Funakoshi Gichin, la persona que introdujo el término karate-do, ostentaba un cinto negro 5.º dan y no otorgó nunca un grado por encima de este. Con el tiempo, las artes marciales empezaron a hacerse más mayoritarias y el humano afán de reconocimiento llevó al diseño de nuevas diferenciaciones de color para los grados de maestría. En determinadas escuelas tradicionales se usan colores como –por ejemplo– la combinación del rojo y el blanco (a partir de 6.º dan), aunque muchas personas con estos grados siguen vistiendo el cinto negro. También se utiliza en algunos otros estilos la representación de cada uno de los danes conseguidos reflejada mediante el cosido o estampado en números romanos, en pictogramas asiáticos o simplemente con tiras bordadas (una por cada grado dan) en uno de los extremos del cinturón (o en los dos), empleándose en algunas líneas marciales una franja notoriamente más ancha para representar los danes en grupos de cinco. 74

Muchas instituciones (federaciones, asociaciones, etc.) usan la distribución de colores que consideran más oportuna y, aun cuando nos refiramos al mismo estilo, debemos saber que puede haber diferencias –sobre todo si comparamos países–. Para que sirva como simple referencia, a continuación se reflejan algunas de las escalas de progreso fundamentadas en el color del cinturón más comúnmente utilizadas por algunas escuelas: en judo, jiujitsu y karate: blanco, amarillo, naranja, verde, azul, marrón, negro (de 1.º a 5.º dan), rojo-blanco (de 6.º a 8.º dan) y rojo (9.º y 10.º dan); en hapkido: blanco, amarillo, verde, azul, marrón, rojo, negro (de 1.º a 10.º dan); en taekwondo: blanco, amarillo, verde, azul, rojo, negro (de 1.º a 10.º dan); en kenpo: blanco, amarillo, naranja, púrpura, azul, verde, marrón, negro (de 1.º a 10.º dan). 75

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

Por otra parte, para aumentar de grado dan (término japonés que se ha hecho extensivo a ramas marciales no necesariamente japonesas) suele exigirse normalmente –además de los requisitos que cada línea o institución marcial estime oportunos– que trascurra un tiempo desde la consecución del grado anterior, habitualmente tantos años como danes se pretendan conseguir. Por ejemplo, para obtener el segundo dan es habitual que deba pasar un período de dos años desde la obtención del primero, para obtener el tercer dan es común que hayan de trascurrir tres años desde la obtención del segundo, y así sucesivamente. Sin embargo, esta es una idea general, porque en realidad depende solo de los criterios de exigencia que cada corriente marcial quiera utilizar.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

No solamente es habitual utilizar la escala de graduación por cinturones de color en artes tradicionales. Sus ventajas para motivar en la persecución de un nuevo nivel fueron heredadas por líneas más modernas que no representan corrientes clásicas en su práctica. Así lo reflejan estilos como por ejemplo: kickboxing: que en su versión amateur adopta sucesivamente los colores: blanco, amarillo, naranja, verde, azul, marrón, negro (recogiendo dentro de este último la evolución en grados dan); defensa personal policial, kobudo policial, defensa personal femenina y sambo-defensa personal: blanco, verde, azul, marrón, negro (de 1.º a 5.º dan), rojo-blanco (de 6.º a 8.º dan) y rojo (9.º y 10.º dan).

1.3.3. Entrenamiento a través de formas En multitud de artes marciales se recogen ejercicios de entrenamiento técnico, generalmente en solitario, que consisten en secuencias prefijadas donde se ejecutan cadenas de movimientos. En la antigüedad, según quién impartiera la materia, algunos estilos basaban casi la totalidad de su entrenamiento en la ejecución de estas secuencias, que hacían las veces de esquemas prestablecidos, convirtiéndose en los mapas conceptuales de los contenidos propios de cada estilo. Según el arte marcial de que se trate, estos grupos de ejercicios responden a diferentes nombres: kata (en las artes marciales japonesas), pumse o tul (en las artes marciales coreanas), tao (en las artes marciales chinas), etc., aunque también suelen ser denominadas formas, patrones o esquemas. «Los movimientos técnicos de las formas son los que constituyen la técnica básica de los estilos contenidos dentro de las diferentes artes marciales»[73]. Francisco Javier Hernández Pérez 76

«Par mouvement corporel, on entendait partie externe du kata. On étudiait donc cette partie extérieure mais l’on cherchait à en 77

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

Muchos de estos esquemas están formados por secuencias de combates imaginarios que fueron codificados a modo de hipótesis marcial. Algunas definiciones muy sencillas y claras para explicar en qué consisten estas formas o patrones podrían ser las siguientes: «Ejecución de un combate imaginario ante diferentes ataques provenientes de lados distintos»[33] o «forma estilizada de un combate contra varios adversarios imaginarios»[137], en palabras de Albrecht Pflüger. Sin embargo, no todas las formas o esquemas fueron concebidos como compendio técnico o representación combativa. Hay esquemas que están destinados a recopilar formas de ataque o maneras de alcanzar puntos vulnerables en otra persona, pero también los hay destinados a la búsqueda interior, a la meditación en movimiento, al desarrollo explícito de la respiración o la salud articular, etc.

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

identifier son principe interne. Alors pouvait-on passer à son application... C’est cela, le véritable sens du kata»[99]. «Por movimiento corporal, se entiende la parte externa del kata. Se estudiaba entonces esta parte exterior pero se buscaba identificar su principio interno. Entonces se podía pasar a su aplicación... Esto es, el verdadero sentido del kata». Hidetaka Nishiyama [Traducción de M.ª Sonia García García] «(...) los katas (...) nos aportan un conjunto de movimientos que comprometen el equilibrio y fuerzan al estudiante (...) a perfeccionar su técnica, su coordinación, fluidez y autocontrol»[104]. José María Martín Nieto «La actitud en el kata debe reflejar intrepidez y confianza. Esta combinación, aparentemente paradójica, de atrevimiento y mansedumbre, conduce finalmente a la armonía»[70]. Sigeru Egami Estos esquemas alcanzan importantes niveles estéticos y de elegancia técnica, siendo imprescindible su análisis si queremos realizar un estudio histórico y etiológico exhaustivo del origen de las técnicas de cada estilo que contenga este tipo de prácticas, así como especialmente si deseamos respetar y seguir la tradición.

78

«Les Kata, dans lesquels se trouvent toutes les techniques (...). Un Kata ne doit pas évoluer et doit rester identique à travers les générations»[107]. «Los kata, en los que se encuentran todas las técnicas (...). Un Kata no debe evolucionar y debe permanecer idéntico a través de las generaciones». Higa Minoru [Traducción de M.ª Sonia García García]

Ciertamente los esquemas pueden ser muy válidos para trabajar aspectos aplicados tales como la velocidad, la potencia, el control o la respiración, así como son una interesantísima manera de trabajar algo tan difícilmente trabajable como es el entrenamiento mental (la tensión psicológica y la visualización). En ese sentido pudieran ser el complemento ideal del entrenamiento. «Los katas son un encadenamiento de movimientos predeterminados. A primera vista sirven para asimilar las técnicas (...). También se les atribuyen, numerosos efectos benéficos para la coordinación física y respiratoria, para el sentido del ritmo, para la concentración así como para la salud. (...) Transmisión de técnicas, de tácticas de combate (...), pero también son un simbolismo espiritual. Los katas son portadores de un mensaje codificado de varios niveles que solo revela un secreto después de años, o más bien después de toda una vida de práctica intensiva»[40]. Taisen Deshimaru

79

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

«Los kata sirvieron para transmitir estas artes de generación en generación. Eran y siguen siendo los libros de texto»[137]. Albrecht Pflüger

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

«(...) en la ejecución de una forma no se trata de vencer a nadie más que a uno mismo. Y normalmente no hay adversario más difícil»[29]. Pedro Conde Sin embargo, si las secuencias que se desarrollan en estos esquemas se toman siempre exhaustivamente como la representación fidedigna de un combate imaginario, podrían

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

«En las katas (...) se entrenan múltiples aspectos (...) como son, entre otros, las líneas de movimiento, la concentración, la mirada previa a todo cambio de dirección, los encadenamientos defensaataque, la combinación entre solidez de la postura y velocidad de ejecución, los cambios de ritmo, el sentido del movimiento de conjunto del cuerpo o la percepción en todas direcciones»[139]. Mónica Pinillos Ribalda

80

«Algunos consideran que deben aprender a actuar como animales y eligen a uno en especial, pero eso no es correcto (...). Lo que dicen los textos clásicos es que debemos adoptar los modos de pensar de los animales más que copiar sus gestos en combate. Es muy difícil de explicar puesto que probablemente el animal no piense cuando lucha por la vida... actúa por medio de reacciones tan automáticas como la de respirar»[140]. Palabras de un maestro anónimo recibidas y reproducidas por Henry Plée Desde luego que es lógica la percepción de estos esquemas como algo no todo lo pragmáticamente contemporáneo que desearía quien persigue contenidos de defensa personal pura, no solo porque algunos movimientos pueden encerrar acciones que imitan explícitamente reacciones animales, sino también porque pueden representar la conservación de movimientos que tenían más sentido en otros tiempos, lugares y contextos. Por ejemplo, muchas veces la codificación técnica de una rama marcial depende de si el estilo pertenece a determinados pueblos de zonas muy lluviosas donde los suelos tal vez fueran blandos –por lo que probablemente se desarrollasen posicionamientos firmes con relativamente pocos desplazamientos amplios– o por el contrario áreas de secano donde el suelo es duro –lo que facilita utilizar desplazamientos rápidos en los que el firme sirve de apoyo para impulsarse– o bien lugares más selváticos y de abundante follaje –donde la maleza era un arma muy aprovechable para muchas cosas–, por lo que es bastante 81

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

equivocar el objetivo para el que fueron diseñadas; podría serle otorgado el estatus de representación fiel de la realidad a movimientos y posicionamientos que en determinados momentos pueden resultar antinaturales o demasiado dogmáticos (por ejemplo, aquellos consistentes en adoptar posiciones retorcidas y extrañas basadas en posicionamientos defensivos de animales cuya morfología no tiene nada que ver con la morfología humana).

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

lógico que los desplazamientos y las técnicas sean diferentes de la realidad cotidiana en la que podemos hacer uso actualmente de la defensa personal. Por eso, las personas con mayor interés por la autodefensa que por los contenidos que estas disciplinas encierran en forma de arte, legado cultural o trasfondo holístico se muestran más orientadas a aprender y entender exclusivamente cómo funcionan la fisiología y la biomecánica humanas (y en concreto nuestro propio cuerpo) para establecer una forma propia y realista de trabajar la defensa personal. Para acercarnos a una simulación del combate lo más parecida posible a la realidad, lo mejor que se puede hacer es utilizar los elementos de protección más adecuados y practicar combate libre con otras personas, preferiblemente en escenarios realistas y no solo en el tatami. Ese tipo de práctica es la que más explícitamente puede ofrecernos con suficiente realismo esa noción de distancias que cambian de pronto en un mismo ataque, ese virtuosismo de las fintas, los amagos, los desplazamientos intencionadamente falsos, las fragmentaciones provocadas en el ritmo de las acciones, etc. En ese momento, las técnicas que habitualmente parecen funcionar se desvanecen y su realidad se transfigura completamente en una reacción instintiva globalizada donde la ejecución técnica teóricamente perfecta (como mantener el puño atrasado en la cadera o retorcer nuestro cuerpo en posicionamientos complicadísimos) se convierte en una actitud comprometida. En definitiva, pelear para proteger la vida o integridad física propias o de otra persona en una situación extrema significa pelear para sobrevivir, y eso probablemente no entiende de estética ni de elegancia técnica, solo de efectividad contundente e inmediata. «El nivel más alto de la práctica lleva a la simplicidad. Una práctica a medio camino lleva a lo ornamental»[87]. Bruce Lee

82

83

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

La práctica de esquemas precisa de un exigente entrenamiento de la memoria para recordar qué movimientos preceden y continúan al resto, así como la manera en que se enlazan los unos con los otros; pero la memoria debe ser comprensiva, nuestra mente no es un simple contenedor y no debe limitarse a realizar una mera retención de datos con fines en una posterior reproducción literal. Debemos preguntarnos si cuando realizamos el entrenamiento en este aspecto memorizamos los patrones o comprendemos los patrones. Henry Plée reproducía las palabras que un maestro anónimo le dijo una vez al respecto de las competiciones de kata; decía que son «un nuevo invento. Consisten en comparar la perfección técnica sin aplicación. Es como intentar ver quién es el mejor pintor haciendo un campeonato para saber cuál coge mejor el pincel. La gente quiere algo preestablecido para practicar, para no tener que pensar»[140]. Es evidente que aquellas corrientes marciales menos tradicionales entienden que no es necesario, o al menos no imprescindible, la práctica de esquemas (formas, patrones, katas) para entender el combate; sin embargo, existen quienes se han planteado la cuestión contraria, es decir, si la práctica de combate puede ayudar a comprender los patrones. A este respecto, los karatekas Kenwa Mabuni y Genwa Nakasone se pronunciaron interrelacionando ambos conceptos: kata y combate (al que denominan con su acepción japonesa, kumité), expresando que «para llegar a entender correctamente los katas es necesario practicar kumité. En los katas existen un sinnúmero de técnicas y muchas maneras de aplicar cada una de ellas. Merced a la práctica del kumité podremos llegar a comprender el sentido adecuado de cada una de ellas y ejecutarlas correctamente. No basta con repetir indefinidamente los katas. Para llegar a comprenderlos deberemos desarrollarlos a través del kumité. (...) La conclusión es que la práctica del kumité es imprescindible para investigar las posibilidades de las artes marciales. Kata y kumité guardan entre sí una relación tan estrecha como puedan hacerlo los dientes con los labios»[98].

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Los deportes de combate (savate, kickboxing, fullcontact, etc.) también tienen su peculiar forma de trabajar la técnica en solitario. Le dan el nombre de trabajo de sombra y son sus esquemas no prefijados particulares. La realidad es que las personas que compiten en deportes de combate están más acondicionadas en entrenamientos de oposición y contacto que aquellas que no lo hacen y prefieren destinar el grueso de su entrenamiento a la mera técnica o al exclusivo trabajo de los esquemas.

1.4. Defensa personal dentro de los deportes de combate Como ya se ha indicado, arte marcial es diferente de deporte, ya que el segundo implica competición y el primero no concibe el enfrentamiento sino dentro de un curso natural e inevitable de circunstancias. En las artes marciales, el factor ético y filosófico es inherente a la práctica, siendo el desarrollo integral lo perseguido como el ideal más alto. En ellas el conflicto se entiende desde un punto de vista de la supervivencia en el más amplio sentido de esta expresión, hasta elevar la práctica a la categoría de arte. En el deporte, en cambio, el objetivo es la victoria ajustada a unos límites impuestos por la modalidad concreta, es decir, la adaptación a una parcialidad extraída y separada de la totalidad. Debido a su necesidad de eficacia inmediata adaptada a contextos muy concretos, las personas que se dedican a un deporte de combate adoptarán y entrenarán (a veces inconscientemente) unos límites de combate propios del reglamento por el que se van a regir en la competición, amoldándose a una forma de pelear muy específica; incluso es fácil que se especialicen en apenas tres o cuatro técnicas concretas que en su deporte se puntúen muy alto y finalmente no utilicen mucho más arsenal técnico en los torneos. De todos modos, incluso fuera de la competición –cuanto más

84

85

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

dentro de la misma– suele ocurrir (al igual que con la práctica de una línea marcial no deportiva) que las personas que practican un estilo concreto adquieren patrones de costumbre porque entrenan siempre con practicantes de su mismo estilo (es decir, karatekas con karatekas, judokas con judokas, kickboxers con kickboxers, etc.) y las reglas les impiden realizar movimientos técnicos que no formen parte de su estilo. Por ejemplo, en las competiciones de deportes de golpeo en semicontacto está prohibido realizar luxaciones e inmovilizaciones y el impacto en los golpes no es pleno, sino controlado; en las competiciones relativas a deportes de agarre, está prohibido golpear al contrario; en deportes de pleno contacto, la propia obligación de usar guantes de protección tan pesados y voluminosos (sin dedos libres) impide realizar agarres (como los utilizados en judo o jiu-jitsu) y golpes especiales con las diferentes superficies de la mano y los dedos, como los que se enseñan en karate o taekwondo, estando además prohibida la lucha en el suelo. De hecho, algunas personas que han alcanzado importantes éxitos (incluso a nivel internacional) en la competición de deportes de combate han llegado a afirmar que es únicamente en los esquemas (katas, formas, pumses, tuls, etc.) donde practican aquellas técnicas más peligrosas que están prohibidas en la versión deportiva. Es fácil deducir que lo que suele derivarse del acatamiento de un reglamento deportivo es una percepción limitada del combate, es decir, se comprimen las posibilidades de acción en favor de la seguridad y se evita, como es lógico, determinado arsenal técnico peligroso. Por otro lado, la competición en deportes de combate viene a puntuar positivamente aquellas técnicas ofensivas que alcanzan a la persona a la que nos enfrentamos, pero no lo hace con aquellas otras que desbaratan sus ofensivas, es decir, premia las técnicas de ataque pero no las de defensa, se premia a la persona ofensiva por su iniciativa en la agresión (salvo ciertas excepciones, como

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

es el caso de alguna modalidad deportiva en la que además de las acciones ofensivas puntúan también otras defensivas como zafarse de una situación y conseguir mantener una posición neutra durante varios segundos). Esa es otra gran diferencia entre la forma de entender la defensa personal por parte de las artes marciales y la manera en que lo hacen los deportes de combate.

Con la idea de superar las limitaciones que padecían los diferentes deportes de combate (o la adaptación de las artes marciales a esos) surgió un nuevo concepto, el de lucha extrema, donde todas las distancias de combate y todos los estilos pudieran verse potencialmente enfrentados. Aunque no existe nada más auténtico que la propia realidad, esto en principio parecía una fórmula que prometía erigirse como una evaluación práctica de la efectividad de las diferentes ramas marciales y sus practicantes, 86

87

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

pero con el paso de los años algunos cambios en este tipo de torneos (como la división por asaltos de duración determinada, etc.) vinieron a poner más límites en la búsqueda del realismo, aunque eso no desbanca a estas competiciones de la cúspide de lo explícito en lo que a combate se refiere. La pega que se le puede poner a estos eventos (popularmente conocidos como sin reglas) es que, si bien no hay duda de su carácter ultrarrealista, la realidad que muestran es el reflejo de un universo más bien pequeño comparado con el verdadero mundo real. En la vida, los combates no se planifican y preparan específicamente a varios meses vista, sino que suceden de repente –cuando la persona agresora lo decide, probablemente cuando la persona agredida menos lo espera–. Tampoco se suele conocer a quien nos agrede hasta el punto de haber estudiado sus vulnerabilidades –no hay tiempo para ello, ni se sabe quién va a ser quien nos ataque–. Además, en el ring, tatami, octógono o cualquiera que sea la superficie de combate se sabe fehacientemente que será una lucha individual y desarmada, pero en la realidad no eliges el contexto ni la situación, puede que existan armas o elementos que faciliten la victoria para uno u otro lado –el uso de cualquier objeto cotidiano como arma es aprendizaje obligado para cualquier artista marcial que desee prepararse ante un posible conflicto violento inesperado–, puede que la agresión proceda de un grupo y se desarrolle en condiciones de desigualdad numérica y también podría ser que los escenarios favorecieran poco o nada el despliegue de según qué estrategias de combate (puede que todo se desarrolle junto a un precipicio, sobre un suelo lleno de cristales rotos, dentro de una piscina o en el estrecho asiento de un avión). Eso por no hablar de que ni siquiera estos eventos pueden superar totalmente la barrera de la peligrosidad que poseen ciertas técnicas (como, por ejemplo, los golpeos a la garganta), las cuáles acaban por estar prohibidas, cerrándose el círculo que abrió el nacimiento de esta modalidad más extrema. La realidad es siempre más amplia que cualquier deporte de combate. El maestro Gichin Funakoshi (sin duda uno

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

de los nombres más importantes de la historia del karate) tenía el pleno convencimiento de que los contenidos autodefensivos de las artes eran utilizables solamente en caso de necesaria defensa, explicando con sus propias palabras que «la fuerza debe usarse como último recurso, únicamente cuando el sentido de humanidad y justicia no puede prevalecer»[54]. Además, estaba en contra de dejar que las artes marciales se convirtiesen en un deporte, ya que el enfoque deportivo no es capaz de albergar todos los niveles de profundidad que exige el cultivo de la práctica marcial. La competición es solo una faceta dentro de las artes marciales y puede ser útil y positiva en determinadas etapas dentro del desarrollo marcial, ya que ayuda muchísimo a crecer el hecho de realizar encuentros con escuelas diferentes y gentes diferentes (incluso con estilos diferentes), pero el problema llega a la hora de necesitar tener de por medio un trofeo en etapas iniciales (profesionalizando, cuando todavía hay que educar la base). Si eso se orienta mal, la competición puede convertirse en un flaco favor para el desarrollo emocional de quien aprende. Bien orientada, en cambio, podría ser una herramienta muy útil para educar aspectos tales como la tolerancia a la frustración (ante la derrota) y la gestión madura del éxito (en la victoria), siendo positivo potenciar intercambios y encuentros no explícitamente competitivos entre escuelas que entrenen diferentes estilos, para que el alumnado tenga una visión más amplia acerca de otras formas de abordar el aprendizaje marcial y se potencie el hermanamiento entre practicantes de distintos enfoques marciales.

88

89

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

90

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

CAPÍTULO 2.

La pelea (el combate) es algo que siempre ha acompañado al ser humano. Desde su ancestro más primitivo y animal, donde la selección natural y coexistencia conflictiva con otras especies, incluso con ejemplares de la misma, constituía una criba constante en la que sucumbían quienes no lograban explotar suficientemente sus cualidades, hasta nuestros días. La forma que asume el conflicto físico ha evolucionado considerablemente a medida que avanzaban los tiempos. Progresivamente se ha refinado, perfeccionado y vuelto más sutil, más científica, más letal. Pueblos y culturas enteras han sido testigos de la creación y el uso de técnicas y estrategias de combate. Al respecto de una defensa personal diseñada como tal, es imposible establecer un foco (entre otras cosas porque no existe solo un foco) y ninguna referencia es absolutamente fiable para explicar el surgimiento y la codificación de los sistemas de combate tal y como los conocemos ahora. De hecho, existen restos arqueológicos muy antiguos, como por ejemplo diversas pinturas encontradas en Grecia y datadas en el siglo xvii antes de nuestra era que representan seres humanos en posturas pugilísticas, incluso con los puños enfundados. 91

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

ESTILOS Y LÍNEAS DE ENFOQUE DE LA DEFENSA PERSONAL

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

2.1. Historia y desarrollo de las artes marciales Una de las hipótesis más extendidas para concebir unas artes marciales modernas expone la aparición en India –alrededor del siglo iv de nuestra era– de peculiares formas de pelear, las cuales tal vez podrían haber bebido de las formas de lucha desarrolladas en Grecia y practicadas desde varios cientos de años antes de nuestra era (se baraja que esas pudiesen haber llegado al país griego provenientes de Egipto). A comienzos del siglo vi de nuestra era, un religioso hindú llamado Bodhidharma (también conocido como Da Mo o como Daruma) viajó a China y se retiró a meditar durante nueve años en una cueva cercana al templo Shaolin del norte, en la actual provincia de Henán; él fue quien llevó el budismo zen a China, junto con un conjunto de ejercicios físicos, quizá relacionados de forma directa con las formas de lucha de India. Estos conocimientos se mezclaron con la filosofía, forma de vida, necesidades y criterios de actuación y conducta de los monjes del templo y evolucionaron hacia una desarrollada forma de autorrealización personal y autodefensa (imprescindible ante el bandidaje que existía en los caminos por aquel entonces) que con el tiempo se conocería como kung fu. La ilustración muestra una estatua blanca de diez metros de altura que representa a Bodhidharma; está ubicada en lo alto del monte Songshan, a cuyos pies se encuentra el templo Shaolin. Algunas decenas de metros por debajo de la estatua se halla la cueva a la que el monje hindú supuestamente se retiró para meditar durante años. La imagen fue tomada in situ en el año 2011. Al respecto de la mencionada teoría, otras versiones extendidas niegan una relación directa entre la herencia marcial hindú y las secuencias de ejercicios que Bodhidharma llevó al templo, y afirma que dicha codificación de actitudes gimnásticas y respiratorias las ideó posteriormente a su llegada a Shaolin, más concretamente cuando se percató de la debilidad y fatiga que padecían los monjes 92

93

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

debido al ayuno y a su actividad ascética. Los monjes asimilarían las enseñanzas de Bodhidharma y fusionarían estos conocimientos con el estudio de las pautas de movimiento de muchos y muy diferentes animales (especialmente cuando esos peleaban), llegando a crear una efectiva forma de combatir que les dio fama en todo el continente asiático.. Otra de las versiones más barajadas asegura que las codificaciones originarias del kung fu las realizaban los monjes mucho antes de que Bodhidharma llegara al templo, incluso pudiera ser que hubieran empezado a codificarse antes del desarrollo de las artes hindúes, de modo que el kung fu pudiera remontarse dos mil quinientos años atrás (existen gráficos que datan de mucho antes de nuestra era y que muestran no solo ejercicios explícitos de lo que podría ser chi kung –trabajo del chi, la energía interna– sino representaciones explícitas de técnicas de combate). En relación a la codificación sistemática de movimientos marciales que se asocian a Shaolin, Oscar Ratti y Adele Westbrook afirman que ciertos libros de lucha fueron «compilados por Pan-Kun entre los años 32 y 92, siglos antes de cuando se cree que Bodhidharma llegara a China»[142]. De cualquier modo, según lo expuesto anteriormente, la mayoría de los cientos de estilos de combate chinos provienen o derivan de lo practicado en lugares como Shaolin (tanto en el templo del norte, ubicado en la provincia de Henán, como en el templo del sur sito en la provincia de Fujian). Siglos después de la fundación de los templos de Henán y Fujian se abrió otro templo en Wutang, del que se considera proceden muchos de los estilos internos (se denomina así a aquellos más dirigidos al trabajo de la energía interior, el concepto de chi, conocido también por su acepción japonesa,

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

ki) de origen taoísta (por ejemplo, el pa kua). El nombre genérico para denominar a todos los estilos de origen chino es kung fu (gōng fu en el sistema pinyin de transcripción del idioma chino), si bien este término significa genéricamente cosas como destreza, dominio, maestría, esfuerzo o trabajo duro, siendo aplicable a cualquier habilidad y no solo a las artes marciales. Muchas personas consideran más correcto usar el término wu-shu (que significa método o arte [shu] marcial [wu]), así como kuo shu (que viene a ser traducido como método o arte nacional [kuo significa nación]), o incluso quán fă (que quiere decir literalmente ley del puño [quán es puño, fă es ley]), si bien el devenir histórico ha llevado a que finalmente la expresión kung fu se asocie directamente con las artes marciales chinas. «El gung fu (...) es una de las formas conocidas más antiguas de defensa personal y se puede considerar como la esencia concentrada de sabiduría y pensamientos profundos sobre el arte del combate»[86]. Bruce Lee Por lo tanto, kung fu no es un estilo, sino el término global que encierra a todos los estilos chinos, de modo que decir que alguien tiene conocimientos en kung fu es incorrecto desde un punto de vista purista. Es necesario especificar el estilo de kung fu, por ejemplo: wing chun kung fu, choy li fut kung fu, hung gar kung fu, pak mei kung fu, etc. «(...) la edad de oro en las artes marciales chinas llegó con la dinastía Ming (siglos xiv al xvii), cuyos emperadores potenciaron y auspiciaron el estudio de las artes en todas sus facetas. (...). En esta época los templos Shaolin (...) prosperaron enormemente y se convirtieron en privilegiados centros de filosofía, meditación y artes marciales»[162]. Arancha Serrano

94

95

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

Por desgracia, la comunidad de monjes guerreros siempre despertó los temores, recelos y miedos de la clase gobernante china, que llegó a ordenar la destrucción de los templos y el exterminio de sus ocupantes varias veces a lo largo de la historia. De ello resultaron severos ataques que produjeron numerosos asesinatos de residentes, finalizándose en grandes masacres, tanto en los templos Shaolin como en aquellos centros que pudieran guardar relación alguna con esos. Quienes lograban escapar de las matanzas eran objeto de persecución por las altas esferas gubernamentales chinas y debían esconderse, de modo que se refugiaron mezclándose entre el pueblo y, en muchos casos, siguieron practicando y enseñando el kung fu en secreto. Con el tiempo, finalmente las persecuciones sobre estas personas fueron paulatinamente perdiendo intensidad, quizá debido a que se llegó a pensar que el legado que podían transmitir en la sombra era apenas un mero tradicionalismo folclórico, un rescoldo no amenazador del pasado. Las técnicas de Shaolin (que incluían en su arsenal numerosos tipos de acciones de combate, así como el manejo de muchas clases de armas, equitación y combate a caballo, aprendizaje de medicina tradicional china, meditación, etc.) irían llegando a Japón y, sobre todo a partir del siglo xii, enriquecerían las tradiciones guerreras del país nipón. Como consecuencia, poco a poco empezarían a proliferar numerosas escuelas y sistemas de combate con cierto grado de inspiración en el kung fu o definitivamente influenciados por este, hasta la aparición y establecimiento de estilos que Japón proclamaría como propios (con mayor o menor polémica), como es el caso de disciplinas tales como el karate y el ju-jutsu (del que nacerían el judo y el aikido). Hasta este punto han quedado reflejadas diferentes versiones de la teoría más popular y más habitualmente conocida y manejada acerca de una historia reciente de las artes marciales. El hecho de ser la teoría más extendida no la hace más verdadera, ni estar tan llena de lagunas y vacíos sin explicación no la convierte

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

en más falsa. Lo cierto es que a lo largo de la historia también en otros puntos del globo surgirían diversos estilos, como –por ejemplo– el muay thai, aparecido en Tailandia; el tae kkyon, originario de Corea, que fundamentó en gran parte la posterior aparición del taekwon-do; el kalaripayat, que tiene sus orígenes en India; la capoeira, que nació en África y se camufló bajo una forma de danza tribal para después viajar y consolidarse en América del Sur, más en concreto en Brasil; el arnis/kali/eskrima, que procede de Filipinas; el penckat silat, oriundo de Indonesia; el bando, que surgió en Birmania, etc. «Distintos pueblos crearon particulares formas de combate (...), todos, exactamente todos los pueblos del mundo (...) fueron creando una serie de artes del combate o de la guerra, conocidas en la actualidad como artes marciales»[80]. Jesús Juní Cadenet Con el paso del tiempo, la búsqueda de realismo en el entrenamiento llevó a diseñar variados tipos de protecciones, destacando a este respecto en la década de los sesenta el genio creativo de gente como John Rhee o Bruce Lee, si bien existen documentos gráficos de maestros que anteriormente ya buscaban fórmulas para aumentar el realismo en sus entrenamientos de combate. Por ejemplo, existe una fotografía tomada en los años treinta donde se puede observar a Kenwa Mabuni y Ryzaemon Matsuwara[98] ataviados con gruesas protecciones tales como peto acolchado, espinilleras, rodilleras, guantes y casco. El diseño de elementos de protección acabaría sirviendo de excusa para la creación de nuevos deportes de combate. Así, inspirándose en el boxeo inglés y las artes tradicionales de golpeo como el karate aparecieron modalidades de competición como el kickboxing (en un principio llamado karate/full contact) o el thai-boxing (que no es sino el muay thai con protecciones y reglamentación). 96

97

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

A finales del siglo xix (más concretamente en 1898), Edgard William Barton-Wright propuso en Inglaterra el estilo conocido como bartisu. Esa acción acabaría convirtiéndose en un hecho muy representativo de lo que el futuro deparaba al concepto de estilo dentro de las artes marciales y la autodefensa. Desde principios del siglo xx, pero muy especialmente en los años que se encuentran a caballo entre mediados y finales del siglo xx y principios del siglo xxi se viviría un fenómeno de afloramiento (a veces masificado) de sistemas que con mayor o menor acierto fusionarían, mezclarían o compatibilizarían metodologías de combate o formas de entrenamiento diferentes o complementarias entre sí y les darían una personalidad e identidad propia. Tal es el caso del jukaikido creado por Santiago Sanchís Ojeda, el kaisen-do desarrollado por Juan José Díaz Martínez, el kansen-ryu diseñado por José Fernando Cuspinera Navarro o el juaikado jitsu planteado por Mauricio Rey Carrasco. Esta eclosión de eclecticismo no es algo negativo, sino más bien un proceso natural de la creatividad humana, una forma más diversa de leer y entender la realidad y una reivindicación de la libertad de expresión. De manera análoga sucedió a lo largo del pasado, siendo este el caso de estilos tan desarrollados y extendidos como el karate o el ju-jutsu, que cuentan con numerosísimas ryu (escuelas, ramas) creadas por grandes nombres de las artes marciales. Estas personas, sin dejar de venerar la herencia de sus principales líneas marciales, supieron enriquecer su forma personal de entender las artes incluyendo en su temario lo aprendido también con diferentes

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

personas expertas, así como las conclusiones personales que llegaron a alcanzar, atreviéndose en algunos casos a romper férreas tradiciones de linajes familiares o estilos solo difundidos hasta entonces en un clan determinado. Ahora definimos sin pudor como tradicionales determinadas concepciones marciales, pero en su momento muchas de ellas constituyeron propuestas marcadamente revolucionarias que han sobrevivido sin contar con los medios de comunicación ni las facilidades de infraestructura actuales, siendo mucho más complicado enfrentarse a todo lo que implica crear, difundir y sostener un estilo o una rama marcial. En definitiva, en lo que a evolución histórica se refiere, muchos estudios encuentran fiable fundamentar en el kung fu (wu-shu, kuo shu, quán fă...) originario de China el desarrollo de cierta parte de los estilos marciales tal y como se conciben hoy en día, aunque como aquí se expone existen diferentes y más antiguas formas de utilizar el cuerpo en combate que aparecieron en otros puntos del planeta. Todas ellas son también fundamentales para entender la realidad de las artes marciales y el abanico de disciplinas actuales (civiles, policiales o incluso militares). Actualmente hay un grupo de expertos en wu-shu que se dedican a realizar exhibiciones relacionadas con el kung fu Shaolin y que se denominan monjes guerreros de Shaolin. De hecho se forman y entrenan bajo supervisión gubernamental en las instalaciones actuales sitas a los pies del monte Songshan. Estos monjes consiguieron que su fama creciera gracias a las meritorias condiciones físicas, técnicas y mentales mostradas en espectáculos tales como la gala anual de artes marciales de Bercy (Francia). No obstante, a pesar de que su nivel en diversos sentidos sea magistral y de superélite, existen muchas reticencias en determinados sectores marciales a la hora de considerarles literalmente monjes budistas guerreros, pues muchas personas afirman que realmente esa figura ya no existe como tal. Según palabras de César León, «los (...) monjes guerreros ya no existen, pues eran fruto de una exigencia histórica: para poder sobrevivir, debía haber un grupo de jóvenes novicios y monjes que 98

defendieran al resto de los ataques de bandoleros y forajidos que pululaban por las montañas chinas. En aquellas épocas la mejor defensa eran las artes marciales (...), hoy día, de necesitar defender el templo, se entrenaría en el mejor uso de las armas de fuego, pero no hace falta, pues el gobierno chino ya les protegería de un hipotético ataque»[89]. Con el devenir de los siglos, las artes han ido cambiando y adaptándose a la evolución de las diferentes realidades sociales. Antaño practicadas exclusivamente por y para la guerra o el conflicto (samuráis, castas guerreras, ejércitos, etc.), deportiva, lúdica, socializadora, salubre o para cubrir la necesidad romántica de saber moverse como sus personajes de infancia, cine o cómic (aunque a veces pueda no resultar efectivo, sino meramente estético). Actualmente las escuelas pueden ser más o menos exigentes en lo físico, lo técnico o lo mental. Lo que sí es cierto es que los gimnasios proliferan, pero escasean los verdaderos rincones a los que llamar dojo, dojang o kwon (escuela marcial, dicho respectivamente en japonés, coreano y chino). Algunos de los estilos más practicados en la actualidad aún hunden sus raíces más profundas en los orígenes que quedaban apuntados en la introducción de este capítulo. Otros han sabido conjugar tradición y modernidad. A continuación se ofrece una pequeña reseña de varios de ellos. «En orden de conocer y dominar un estilo cualquiera, primeramente deberemos conocer su historia y sobre todo deberemos conocer sus raíces»[109]. Bruce Lee

99

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

actualmente mucha gente se acerca a las mismas como actividad

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

2.2. Kung fu 2.2.1. Shuai jiao kung fu Shuai jiao (shuāi jiăo en pinyin) significa luchar derribando, donde shuai quiere decir derribar, proyectar, arrojar, hacer caer y jiao significa luchar. A menudo se suele encontrar traducido como derribar cornamentas o incluso hacer caer ciervos. Eso depende del carácter con el que se escriba la segunda palabra del nombre del estilo, dado que el término jiăo escrito con el ideograma cuyo significado es cuerno (utilizado en la ilustración de este subcapítulo) se empleaba con la intención de hacer referencia a una prenda de cabeza constituida por una cornamenta de ciervo que se utilizaba antiguamente en los combates, de ahí que el estilo marcial tradicional propiamente dicho se denomine así. No obstante, en los últimos tiempos se puede encontrar escrito con el término jiāo (representado con el símbolo cuyo significado es lucha y cuya lectura corresponde al primer tono de los que configuran el mencionado sistema pinyin), de ahí que podamos encontrar el shuai jiao (luchar derribando) definido directamente como lucha tradicional china o incluso simple y genéricamente como lucha. Se estima que deriva de otra arte de combate más antigua (de cerca de tres mil años de antigüedad) denominado jiao ti. Aunque alcanzó un gran desarrollo y reconocimiento en China a lo largo del siglo xvii porque era la disciplina entrenada oficialmente por la guardia de seguridad del emperador Kangxi, el reconocimiento oficial del nombre del estilo no llegó hasta bien entrado el siglo xx (más concretamente hasta el año 1928, llegando a ser muy reconocido y valorado como deporte). 100

Su arsenal se centra básicamente en las técnicas de cuerpo a cuerpo, tales como proyecciones, derribos, zancadillas y agarres.

Wing chun (yŏng chūn en pinyin) es un término que significa literalmente cántico a la primavera, donde wing significa cántico y chun es primavera. Dependiendo de la transcripción que se realice del nombre del estilo, este puede ser definido también como ving chun, ving tsun, wing tsun, etc. Algunas ramas sustituyen el término wing (yŏng) por weng (que significa eterna), por lo que denominan al estilo eterna primavera. La versión más extendida acerca del origen de esta línea marcial apunta a que fue desarrollado por una monja budista de Shaolin llamada Ng Mui, acerca de la cual se cree que vivió entre los siglos xvi y xvii. El estilo supuestamente recibe su nombre en honor a la primera persona a la que le fue mostrado por Ng Mui: la joven Yim Wing Chun. Es un sistema de combate que entrena ejercicios de sensibilidad que desarrollan respuestas inconscientes a las acciones del oponente (destaca entre ellos el chisao, manos pegajosas). Además, incluye en su currículo el dominio de armas tales como los cuchillos llamados cuchillos mariposa y el bastón largo. También contempla ejercicios para practicar en niveles avanzados con un muñeco de madera que hace las veces de pareja de entrenamiento. Este muñeco de madera es diferente del utilizado en choy li fut kung fu, no solo por la disposición de sus extremidades salientes sino también porque el tronco suele ser cilíndrico. 101

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

2.2.2. Wing chun kung fu

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Aunque existen diversas ramas, unas más mayoritarias que otras, el maestro más representativo de la historia de este estilo es Yip Man. De él surgen la inmensa mayoría de las numerosas líneas marciales que constituyen el wing chun actual.

2.2.3. Hung gar kung fu Hung gar (hóng jiā en pinyin, si bien también puede encontrarse como hóng quán, literalmente puño de Hong, que es el conjunto de ideogramas finalmente elegido en la ilustración de este subcapítulo) es habitualmente traducido como boxeo de la familia Hung. Es un estilo que deriva de lo practicado en Shaolin. Fue fundado por Hung Hei (1745-1825), quien aprendió kung fu del monje «Gee Shim Sien See, quien era un experto en el sistema de Fu Jao (puño de tigre)», según palabras de José María Fraguas[51]. El nombre de este monje puede encontrarse también como Chi Zin, Chi Zan o Chi Shin. Este estilo se caracteriza por sus posicionamientos bajos, firmes, estables y muy sólidos y sus movimientos inspirados en animales tales como el tigre, el leopardo, la grulla, la serpiente o el dragón, teniendo como punto fuerte la técnica de golpeo con las extremidades superiores. También se trabajan en este estilo multitud de armas tales como la alabarda, la lanza, el tridente o la espada.

2.2.4. Choy li fut kung fu Fundado por Heung Chan (1806-1875) a partir de las enseñanzas que inicialmen102

2.3. Artes bushi La tradición guerrera del Japón es legendaria por sí misma, pero muy especialmente por la figura de los bushi (guerreros), servidores de un shogun (señor de la guerra) o de un daimyo (gobernador de un feudo local). 103

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

te le impartieron tanto su tío Chan Yuen Woo, como Li Yau San, así como posteriormente el monje Choy Fook. Basándose en los nombres de estos dos últimos maestros, quedó definitivamente configurado el nombre del estilo (choy, por Choy Fook; li, por Li Yau San; y fut, término que viene a significar Buda y fue definitivamente incluido en el nombre del estilo supuestamente porque Heung Chan quería reflejar que aprendió budismo bajo las enseñanzas del monje Choy Fook). El choy li fut (cài lĭ fó en pinyin) es un estilo inspirado en las enseñanzas del kung fu shaolin, caracterizado por aunar en su repertorio técnico la forma de combatir con las extremidades superiores propia del sur de China junto con la manera de utilizar en combate las extremidades inferiores propias del norte de dicho país. De ese modo su arsenal técnico se compone principalmente de golpeos con puños y piernas, barridos y atrapes. También se caracteriza por el entrenamiento con armas tradicionales (tales como diferentes tipos de espadas y lanzas, bastón largo, tridente, etc., dependiendo del énfasis que quiera darle cada escuela) y por utilizar como elemento de entrenamiento un muñeco de madera consistente en un tronco cuadrangular del que sobresalen unas extremidades y al que generalmente se recubre frontal y lateralmente con pequeños sacos acolchados sobre los que poder ejecutar las técnicas de golpeo.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

De ahí que a los bushi acabara designándoseles samurái (literalmente traducido como servidor), configurando estos una casta de guerreros entre los siglos xi al xix. Estos samuráis eran profundos conocedores del bujutsu (métodos, técnicas de combate), que estaba configurado por centenares de escuelas y especializaciones transmitidas principalmente por linaje de sangre o practicadas exclusivamente por un clan. Algunas de ellas estaban especializadas en determinadas armas, entre las cuales destacan el bojutsu/jojutsu (método técnico de palo), kenjutsu (método técnico de espada), kyujutsu (método técnico de tiro con arco), iaijutsu (método técnico de desenvaine de espada), tantojutsu (método técnico de cuchillo), etc. También existían formas de lucha sin armas, tales como aikijutsu, jujutsu, etc. Muchas de las ramificaciones de estas últimas se vieron influenciadas en parte por las artes chinas de combate en algún momento de su larga historia. «El espíritu del samurái se alimentaba en el sacrificio personal y sus virtudes respondían a las de un buen guerrero. (...) estaba dispuesto a ofrecer su sangre y rendía obediencia y lealtad absolutas a su superior»[160]. Mitsugui Saotome «La palabra samurái deriva del verbo japonés saburau, o sea, servir como ayudante (...). El término bushi es una palabra chinojaponesa que significa pequeña aristocracia armada, empleada para definir únicamente a los guerreros»[14]. Marc E. Boillat de Corgemont Sartorio Hay quien afirma que la lucha no armada dentro del bujutsu es exclusivamente el ju-jutsu (el cual solía denominarse también con otros términos como taijutsu, yawara, etc.) y dentro de este se alojarían las diferentes ramas que lo configuran; aquí se utiliza simplemente el concepto de artes bushi. 104

«Ju-jutsu has been known from feudal times under various names, such as yawara, tai-jutsu, kogusoku, kempo and hakuda. The names ju-jutsu and yawara were most widely known and used»[182].

2.3.1. Ju-jutsu Ju-jutsu significa técnica suave, donde ju significa suave y jutsu quiere decir técnica. Actualmente también conocido como jiu-jitsu, era una forma de lucha sin armas que practicaban los samuráis, regidos por su código de honor: el bushido (camino del bushi). Está dentro de lo que aquí se ha denominado como artes bushi, siendo la parte de combate con las manos desnudas (o pequeñas armas, como por ejemplo armas ocultas) que integraba el bujutsu. Determinar con fidedigna precisión de dónde procede es muy complejo y confuso. Parece que su origen se inspira en acciones practicadas por maestros procedentes de China, pero sus técnicas se desarrollan en su forma definitiva en Japón, perfeccionadas por castas guerreras que transmitían sus conocimientos generalmente a su propia descendencia o a integrantes de su propio clan. Aunque es imposible determinar las personas que fueron las verdaderas fuentes del ju-jutsu, se estima que como 105

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

«El ju-jutsu ha sido conocido desde tiempos feudales bajo varios nombres, tales como yawara, tai-jutsu, kogusoku, kempo y hakuda. Los nombres ju-jutsu y yawara fueron más ampliamente conocidos y usados». Jigoro Kano [Traducción de M.ª Sonia García García]

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

tal pudo surgir en el siglo xv, siendo estudiado por gente bushi e incorporándose a las destrezas militares del Japón de la época. Es efectivo en cualquier distancia de combate debido a que entrena golpes con las extremidades, luxaciones, controles, proyecciones, estrangulaciones y lucha en el suelo. «Todos los estilos de artes marciales japoneses modernos, de una u otra forma, deben su existencia al ju-jutsu»[22]. Bryan Cheek

2.3.2. Aikido Aikido significa camino [espiritual] para la armonía con la energía del universo, donde ai significa armonía, ki quiere decir energía universal y do, senda, camino [espiritual]. Desarrollado por Moriehi Ueshiba (1883-1969), alumno del mítico Sokaku Takeda (leyenda moderna de las artes bushi y maestro de la rama marcial de nombre daito-ryu aikijutsu). Ueshiba estudió también otras escuelas y líneas marciales tales como tenjin shinyo ryu ju-jutsu bajo la instrucción de Tozawa Tokushaburo y yagyu ryu ju-jutsu bajo las enseñanzas de Nakai Masakatsu. Su principal peculiaridad técnica es el uso circular de los desplazamientos y movimientos, acompañados de luxaciones y proyecciones cuyo objetivo primordial es, precisamente, no oponer fuerza contra fuerza, sino que el derroche de energía de la persona oponente no encuentre su objetivo y esta acabe desequilibrada. En este estilo, aquellas personas cuyo nivel de práctica se considera avanzado visten un faldón largo denominado hakama. 106

«(...) el aikido por su práctica y su trayectoria es el budo del siglo xxi, ya que propone la reconciliación del estudio físico y el espiritual concediendo a los dos la misma importancia»[159]. Christian Tissier

«En el aikido es necesario tener una mentalidad de servicio a la paz entre todos los seres humanos»[171]. Morihei Ueshiba

2.3.3. Judo kodokan Judo significa camino suave, donde ju significa suave y do quiere decir camino. Por lo que se conoce hasta la fecha, la palabra judo para designar un arte marcial pudo ser utilizada por vez primera por el mítico jujutsoka llamado Kanemon Terada, fundador de la escuela jikishin-ryu, hijo de Hachizaemon Terada, maestro de kito ryu ju-jutsu). Sin embargo, el judo que llega a nuestros días fue fundado a finales del siglo xix por Sinnosuke Kano (1860-1938), más conocido por el nombre que adoptaría después: Jigoro Kano. A partir de sus estudios de diversas escuelas de ju-jutsu (tales como la kito ryu ju-jutsu, bajo las enseñanzas de Ikudo Tsunetoshi y la tenjin shinyo ryu ju-jutsu, bajo la instrucción de Fukuda Hachinosuke), Kano fundó una línea marcial que en un primer momento denominó judo kodokan y se

107

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

«La filosofía del aikido quiere que dos personas creen una técnica: la armonización remplaza al combate»[70]. Gozo Shioda

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

configuró como una nueva rama dentro del ju-jutsu, pero hoy en día se practica como deporte con un reglamento concreto. Eso le llevó a perder una parte de lo que tenía de arte guerrero, aunque le hizo ganar el reconocimiento y la expansión mundial que ahora posee. Aunque incluye en su estudio tradicional las formas de golpeo, está especializado en actuar en una distancia especialmente cercana en contacto por medio de un agarre con el adversario. Incluye principalmente en su arsenal presas, proyecciones, controles, estrangulaciones y luxaciones. Destaca especialmente por sus técnicas de combate en el suelo. «La actividad del judo tiende inicialmente a un autocontrol; (...) el buen judoca (...) es (...) una persona que construye su ética personal y social en la autoconfianza»[173]. José María Cagigal «Judo es el camino para el uso más elevado y eficiente de la energía física y mental»[19]. Jigoro Kano

2.3.4. Karate Karate significa mano vacía, donde kara quiere decir vacía y te se traduce como mano. Este estilo hunde sus raíces en el arte denominado tode y, posteriormente, okinawa-te (mano de Okinawa). Dependiendo del lugar concreto en que se practicaba o del que procedía, recibía el nombre que lo identificaba más específicamente. Por 108

109

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

ejemplo el naha-te (mano de Naha) era practicado en la provincia de Naha, el shuri-te (mano de Shuri) en Shuri, el tomari-te (mano de Tomari) en la zona conocida como Tomari. Dos grandes líneas se perfilaron en la forma de hacer karate: la línea shorei-ryu (correspondiente al naha-te, encabezada por Kanryo Higaonna) y la línea shorin-ryu (correspondiente al shuri-te, encabezada por Anko Yasutsune Itosu, y al tomari-te, encabezada por Kosaku Matsumora), líneas que con el paso de los años llegaron a relacionarse debido a que estudiantes avezados practicarían bajo la guía de maestros de ambas vías, como por ejemplo en el caso de Kenwa Mabuni (fundador del shito-ryu karate), alumno de gigantes como Anko Yasutsune Itosu y Kanryo Higaonna. Aunque surge aproximadamente hacia finales del siglo xv (fecha en la que se prohibió el uso de armas) en la isla de Okinawa, no fue hasta el siglo xx que se introdujo profundamente en Japón, por lo que se ultimó su desarrollo y aspectos técnicos definitivos en el país nipón y, como casi la totalidad de formas de combate orientales bebió originariamente del boxeo chino (más conocido bajo el término kung fu, kempo en japonés), concretamente en algunas líneas se llega a ver muy influenciado especialmente por el estilo chino conocido como grulla blanca. El término karate fue traducido en un primer momento como mano china, pues el concepto kara puede significar ambas cosas –china y vacía– según el pictograma que se utilice en su escritura. Hay quienes incluso quieren ver al karate como una ryu (escuela, rama) de ju-jutsu. De hecho existen personas relevantes para la historia del karate cuya formación se entrecruza con el ju-jutsu, como por ejemplo el caso de Hironori Otsuka, quien no solo practicó karate con maestros tan prestigiosos como Gichin Funakoshi o Choki Motobu, sino también shindo yoshin-ryu jujutsu (del que llegó a ser cabeza de estilo en la 4.ª generación) bajo la guía del maestro Tatsusaburo Nakayama y de ese enriquecimiento de estilos en su formación nació el karate wadoryu (escuela del camino pacífico), al que hay quien identifica

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

propiamente como una escuela más de ju-jutsu. Por su parte, el maestro Kenwa Mabuni llegó incluso a estudiar bajo Seiko Fujita, famoso maestro de koga-ryu ninjutsu. Funakoshi Gichin fue el primero en difundir el término karatedo (camino espiritual de la mano vacía); tras su muerte, lo que él practicaba fue denominado shotokan (literalmente casa de Shoto) y probablemente fue denominado así porque ese era el nombre de la escuela que Funakoshi poseía en Tokio (José Mª Fraguas asegura que el término Shoto era «el seudónimo con el que el maestro Funakoshi firmaba sus poemas y escritos»[52]); Funakoshi pensaba que «no hay lugar en el karate contemporáneo para escuelas diferentes»[55]. Otras vertientes alejadas de este maestro también alcanzaron paralelamente un elevado desarrollo de esta arte marcial. Quizá salvando las excepciones de aquellas muy directamente entroncadas con el kung fu chino (como por ejemplo la liderada por Kanbun Uechi, el fundador del uechi-ryu karate), casi todas las líneas modernas del karate tienen un nexo de unión con el pasado: Shokon Matsumura, el maestro de los maestros de aquellas personas que luego formarían muchas de las ramas actuales de este estilo. Hace años que ciertos sectores del mundo del karate persiguen que este sea reconocido como deporte olímpico. De hecho, ya en 1985 obtuvo el reconocimiento del Comité Olímpico Internacional (requisito indispensable para poder pasar a disfrutar de ese estatus), reconocimiento que le fue retirado en 1992 para volver a otorgárselo en 1999 no sin mucha polémica y división entre el colectivo de karatekas: en primer lugar, están quienes defienden un karate deportivo; en segundo lugar, quienes prefieren conservar un karate más fiel al concepto de arte marcial; en tercer lugar, quienes aseguran que el karate en ambos casos es la misma cosa. La mayoría de los estilos de karate tienen como especialidad las técnicas de atemi (golpeo) con brazos y piernas en zonas vulnerables del organismo, caracterizándose por el concepto de 110

«La cosa más importante es el ser humano y la estabilidad de la humanidad. Nosotros pensamos que a través de la filosofía del karate podemos ayudar a esta estabilidad de la humanidad y a mejorarla»[52]. Gogen Yamaguchi

2.3.5. Goshindo Goshindo significa camino para la protección propia, donde go se traduce como propio, uno mismo, shin quiere decir protección y do se refiere a camino, senda [espiritual]. Goshin es un término muy utilizado en las artes marciales japonesas para hacer referencia a contenidos o enfoques prácticos orientados expresamente a la autoprotección. Muchas y diferentes líneas han usado como referencia este término. Por ejemplo, podemos encontrarnos tempranamente con la denominación goshin-do para definir la línea marcial establecida entre los siglos xvi y xvii 111

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

kime (focalización del golpe) y porque cada golpe pretende ser definitivo. «Hacer uso del karate como método de lucha únicamente es un planteamiento lamentable (...). Debe reconocerse el aspecto espiritual de esta arte de autodefensa, el cual tiene una función predominante (...). El fin real del karate-do no es luchar con toda la fuerza y conocimiento, sino hacer esto respetando la justicia y equidad (...). Llegar a ser seguidor y amante verdadero del karatedo es posible solamente cuando se alcanza la perfección en estos dos aspectos, el espiritual y el físico»[115]. Masatoshi Nakayama

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

por Miura Yoshitatsu (también conocida como miura ryu goshin jutsu), de quien se cree que fue alumno de un monje Shaolin llamado Chin Gempin. Esta línea fue rescatada e impulsada por Raymond Thomas Matan. Aunque existen versiones muy modernas, como el goshindo taikijutsu ryu desarrollado en los años noventa por Manuel Montero Kiesow y José Ángel Rial Irondo (a raíz de sus estudios en karate, bujutsu, sambo, hapkido y defensa personal policial), en las últimas décadas multitud de visiones de la autodefensa se han visto apoyadas en el término goshin: como el denominado goshin-jutsu diseñado por Tatsu Tanaka en los años cincuenta a raíz de sus estudios en ju-jutsu; el goshindo proyectado por Hiroshi Shirai en los años sesenta amparado en sus conocimientos de karate; o el goshindo (también denominado goshin budo) diseñado por Yukitaka Kuniba (también conocido como Kosho Kokuba o también como Shogo Kuniba, quien posee relevantes antecedentes samuráis en su familia) en los años setenta a raíz de su formación en judo (a través de las enseñanzas de Ito Asakichi), aikido (al amparo de Gozo Shioda), iaido (como alumno de Ishii Gogetsu), kobudo (formado por Shinken Taira) y karate (bajo la tutela de Kenwa Mabuni y de Yukinori Kosei Kuniba, también llamado Kosei Kokuba, quien fue alumno directo de Choki Motobu). También en los años setenta nació una nueva concepción marcial que se alzó en Occidente con la hegemonía en la utilización del término goshindo, a menudo nombrada como goshindo alain sailly system en reconocimiento a Alain Sailly (la persona responsable de su desarrollo). Asentada originariamente en las artes bushi, el goshindo (alain sailly system) se sustentó inicialmente en los estudios que poseía su creador en las disciplinas de jujutsu, judo, lucha libre, lucha grecorromana y sambo, además de su formación superior en Educación Física. Evolucionó como arte abierta (eminentemente ecléctica), en su arsenal trabaja contenidos de golpeo, proyección, control articular y técnica de combate en suelo. Esta línea marcial también contempla el uso de ciertas 112

«El fundamento del goshindo es (...) el dominio de nuestro propio cuerpo para ser capaces de controlar o dominar el cuerpo del adversario. Uno de los fundamentos del goshindo es la fluidez, no parar las técnicas (...), equilibrio y continuidad»[84]. Alejandro Lázaro Fernández «El goshindo (...) tiene facetas estéticas, artísticas, pedagógicas... Trabajando de esa manera he observado que la gente aprende mucho más deprisa y se convierte en un artista marcial muy adaptable (...) sin necesidad de especializarse o enquistarse en un solo sistema de movimiento. Es una pedagogía muy amplia que hace que la gente sea muy plástica»[84]. Juan Ignacio Lázaro Fernández

2.4. Kyusho Kyusho-jutsu significa técnica de localizaciones de emergencia, donde kyu es urgencia, emergencia; sho es localización y jutsu es técnica. La localización y efectos que produce la manipulación de los puntos vulnerables 113

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

armas (como el bastón largo, de aproximadamente 1,8 metros de longitud y denominado bo en las artes marciales japonesas, o como los bastones cortos, palos de unos setenta centímetros de largo similares a los que se emplean en el estilo filipino denominado arnis/kali/eskrima) a modo de herramientas para trabajar aspectos como la lateralidad (entendida como la capacidad para utilizar eficazmente ambos lados del cuerpo), la coordinación, el equilibrio, etc.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

del cuerpo humano ha sido algo estudiado en infinidad de culturas desde tiempos remotos (por ejemplo, podemos encontrar el estudio de puntos vulnerables en las artes marciales japonesas bajo este nombre –kyusho–, en las artes coreanas bajo el nombre de hyoldo o en las artes chinas bajo el nombre de tien hsueh). El kyusho-jutsu actual es el rescate moderno de dichos conocimientos secretos antaño considerados pseudoesotéricos y supone un estudio sistemático adaptado a los conocimientos de esta época. No hay una persona concreta a la que pueda considerarse fundadora de esta corriente. El kyusho-jutsu que conocemos actualmente fue rescatado del pasado por George Dillman a través –principalmente– de las informaciones que le transmitió el maestro de karate Hohan Soken, así como gracias a su investigación personal y estudio bajo la guía de otros muchos maestros. La práctica de esta línea marcial es el tendón de Aquiles de la mayoría de los estilos que tienden cada vez más a una faceta deportiva, por lo que actualmente se convierte en el complemento ideal a la rama marcial que se practique (sea karate, jiu-jitsu, kenpo, etc.). Además, sus principios son magníficamente aplicables al trabajo cotidiano de las fuerzas y cuerpos de seguridad, pues con el uso del kyusho-jitsu complementando a una defensa personal profesional, las intervenciones de seguridad pueden minimizar al máximo el riesgo de daños en las personas en el momento de la reducción, así como en el propio personal de seguridad, al otorgar a estos colectivos profesionales unos valiosos recursos anatómico-fisiológicos orientados a finalizar más rápida y eficazmente un conflicto físico. Estos conocimientos se centran principalmente en atacar puntos específicos de la anatomía, buscando objetivos muy concretos según la necesidad (por ejemplo, paralizar un miembro, desorientar, provocar la inconsciencia, etc.). Para ello se estudian las vulnerabilidades orgánicas (incluyendo aquellas zonas donde se entrecruzan dos o tres nervios) y cómo estas zonas del cuerpo humano responden de forma diferente si son golpeadas, frotadas o presionadas. 114

«El kyusho te enseñará dónde y cómo golpear, interpretando tus movimientos, enfocándolos a los puntos de presión del cuerpo»[39]. Sebastián Deibe

Taekwon-do significa camino del pie y el puño, donde tae quiere decir pie, kwon es puño y do, camino (en un sentido existencial, similar al concepto que el término do alcanza en las artes budo japonesas). De origen coreano, fue desarrollado por Choi Hong Hi (1918-2002) a partir del antiquísimo sistema de entrenamiento y combate llamado tae kkyon (hay referencias gráficas del mismo que datan de hace cerca de dos milenios) e influenciado por el karate. En estas dos disciplinas, Choi fue alumno de Han Il Dong y Gichin Funakoshi, respectivamente. El taekwondo fue proclamada arte marcial coreana en 1965 y, al igual que en el caso del karate, existe división interna entre sus practicantes más puristas del sentido marcial (lo que el fundador denominó taekwon-do) y quienes se inclinan más hacia la vía deportiva de competición (versión del estilo que se conoce directamente como taekwondo). Muchas personas consideran que un deporte no debería incluir en su nombre el sufijo do debido a las elevadas connotaciones de este término. La rama deportiva ha conseguido ser disciplina olímpica oficial desde el año 2000; en anteriores olimpíadas había participado como deporte de exhibición. Su arsenal se centra casi exclusivamente en técnicas de chigui (golpeo) y destaca su vasto repertorio de técnicas de pierna, todo 115

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

2.5. Taekwon-do

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

tipo de patadas (en giro, en salto, etc.). Es uno de los estilos más ricos en cantidad y calidad técnica del tren inferior. «Personalmente entreno a diario para buscar la perfección. Busco a través de mi perseverancia, aguante, paciencia y entrenamiento cómo encontrar un significado y un entendimiento de mi arte. Yo no puedo separar al tae-kwon-do de la esencia de mi vida»[52]. Hee Il Cho

2.6. Hapkido Hapkido significa camino para la unión con la energía, donde hap es unión, ki es energía universal y do es camino o senda. Es un arte marcial de origen coreano, fundada por Choi Yong Sul (1904-1986), quien fue alumno del bushi Sokaku Takeda al igual que Morihei Ueshiba, el fundador del aikido. De hecho los términos aikido y hapkido significan lo mismo (el primero en japonés y el segundo en coreano), aunque estos estilos son muy diferentes entre sí. Desde siempre ha existido la polémica de si el término hapkido fue diseñado originalmente por Choi, o si más bien este enseñaba inicialmente su visión de las artes bushi de la escuela daito-ryu aikijutsu, que aprendió con Takeda hasta que posteriormente el diferente enfoque que cobró su estilo necesitó un nombre propio. Aquí cobran voz quienes defienden la teoría que otorga a Ji Han Jae (alumno de Choi) el mérito de haber bautizado a esta forma de arte marcial como hapkido. Es un estilo conocido por su riqueza técnica en cuanto a las luxaciones y técnicas de control articular, pero también contem116

pla profundamente otros aspectos de la defensa personal, como proyecciones, golpeos con pies y manos, etc. También –según la escuela– puede enseñar la utilización de diversos tipos de arma (por ejemplo diferentes tipos de bastón, i chol bong, más conocido bajo el término nunchaku, etc.).

2.7. Kenpo Kenpo significa ley (método) del puño, donde ken se traduce como puño y po quiere decir ley, método. Puede encontrarse también escrito como kempo, aunque esto a menudo se presta a confusión porque también se conoce como kempo a determinadas ramas de las artes marciales japonesas tales como el shorinji kempo fundado por So Doshin (el concepto chino quán fă significa literalmente kempo en japonés y el término shorinji quiere decir Shaolin). En algunos lugares, el kenpo –al igual que le ha ocurrido a otros muchos estilos– se conoce simplemente como karate, debido a la gran difusión que dicho término alcanzó en Estados Unidos. Es posible aún encontrar determinadas zonas del globo donde el término karate se usa para definir genéricamente muchas artes marciales y eso –aunque puede llevar a la confusión terminológica– facilitó en cierto modo el crecimiento general de esas. 117

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

«El hapkido es una disciplina de coordinación, una manera de fortalecer la mente y el cuerpo, de fusionar las energías física y mental de las personas para que se transformen en seres humanos más plenamente integrados»[24]. Hui Son Choe

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Los conocimientos marciales que la familia Mitose aprendió, configuró y transmitió fueron canalizados en la vigésima primera generación sobre la figura de James Masayoshi Mitose en el estilo conocido como kosho-ryu o también kosho shorei-ryu kempo. A la muerte de este, la sucesión en el linaje fue asumida por Thomas Mitose. La aparición del kenpo supuso una revolución total en la forma de hacer artes marciales, pues personificaba la unificación de la fluidez técnica característica de muchos estilos de kung fu con la contundencia propia del karate, todo ello sustentado por unos principios y fundamentos que le conferían una identidad nueva y propia. Ello puede deberse a que James Mitose, aunque nació en Hawái (Estados Unidos), se formó marcialmente en Japón, donde puede que recibiese instrucción bajo la guía del karateka Choki Motobu. Al volver a Hawái, enseñó su estilo a diversos alumnos, entre los que se encontraba William Kwai Sun Chow quien enriqueció y modernizó el estilo, convirtiéndolo en más flexible y dinámico, gracias a su formación en kung fu. Además de eso, Chow marcó un hito histórico al formar como alumnos a tantos gigantes del kenpo, tales como Ralph Castro (fundador de la rama shaolin kempo), Edmund Kealoha Parker (fundador del kenpo karate, también conocido como kenpo americano) o Adriano Emperado (fundador del kajukenbo, quien para la configuración de su estilo supo conjugar sus propias ideas y calidad marcial con el talento y el trabajo de otros cuatro hombres: Joseph Holek [aportó los conceptos de jiujitsu], Frank Ordóñez [contribuyó añadiendo los conceptos de judo], Clarence Chang [colaboró incluyendo los conceptos de kung fu] y Peter Y. Cho [añadió los conceptos del estilo originario de Corea denominado tang soo do]). El kenpo es conocido como uno de los estilos con patrones de trabajo y entrenamiento más duros y agresivos. Desarrolla conceptos en las distancias larga, media, corta, cuerpo a cuerpo y, en menor medida, dependiendo de la escuela, incluso en suelo. Su arsenal técnico contiene pateos, golpes de puño, codos y rodillas, agarres, proyecciones, luxaciones, controles y es118

«Vengo hacia ti con las manos vacías, no tengo armas, pero si soy obligado a defenderme, a defender mis principios o mi honor, si es cuestión de vida o muerte, por el derecho o la injusticia, entonces aquí están mis armas... mis manos vacías»[37]. Juramento Kenpo (ley de las Manos Vacías)

2.8. Arnis/kali/eskrima Arnis se puede traducir directamente del idioma filipino como esgrima, término al que también hace referencia la palabra eskrima. Se cree que kali puede hacer alusión a una diosa guerrera cuyos orígenes aparecen en el hinduismo y se remontan a principios de nuestra era, aunque una versión más lógica la aporta Joaquín Almería Querol al aclarar que el término kali es «derivado de las palabras kamot y lihok. Kamot significa mano o, por extensión, cuerpo y lihok quiere decir movimiento. Por tanto, la traducción literal de kali es el arte del cuerpo en movimiento»[1]. Es un conjunto de estilos originario de Filipinas. Existen muchísimas corrientes y líneas dentro del arnis/kali/eskrima y, aunque entrena plenamente el combate con las manos desnudas, es conocido principalmente porque muchos otros estilos lo utilizan para complementar sus respectivos currículos (programas técnicos) con las teorías y fundamentos de lucha armada que esta rama marcial ofrece. Su fama se debe a que estudia cómo pelear con muchos y diversos tipos de arma blanca. Es119

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

trangulaciones. No basa su efectividad en un solo golpe, sino en la concatenación de varios (no en vano, de las personas expertas en kenpo se dice que hacen magia con el movimiento de sus manos). Muchas de sus escuelas complementan su arsenal técnico con el manejo de palos y cuchillos en la forma en la que esos se trabajan dentro del estilo conocido como arnis/kali/eskrima.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

pecialmente se conoce su faceta de combate con bastón corto (65-70 cm) y cuchillo de cualquier forma posible en la que esos puedan combinarse.

Las escuelas de arnis/kali/eskrima han tenido gran repercusión en Occidente y el estilo se ha desarrollado bastante dentro de la comunidad marcial mundial, evolucionando en diferentes direcciones. Si bien el apellido ilustrísimo representa el linaje familiar que sienta los cimientos actuales de esta forma de combate, el verdadero canalizador moderno del kali en Occidente es Daniel Arca Inosanto (Dan Inosanto) en virtud de su indudable calidad marcial y pedagógica, así como debido a su impresionante currículo tras haber estudiado bajo la guía de monstruos de las artes marciales filipinas como John Lacoste, Ben Largusa, Max Sarmiento, Leo Girón, Ángel Cabales, Floro Villabrille, etc.

120

«Escrima, arnis, sirakán, silat, kuntanu, kaliradman, kalirongan y pagkalikali son todas ellas fases del kali. El kali es la madre o el arte ancestral. Las otras son solo fases de nuestro entrenamiento»[108]. Ben Largusa

Jeet kune do (jié quán dào en pinyin) significa camino del puño interceptor, donde jeet quiere decir interceptor, kune es puño y do es camino o senda. Concebido por Bruce Lee (Lee Jun Fan, 1940-1973), en realidad no como un estilo más de lucha, ni tan siquiera –aunque exteriormente y en líneas muy generales pudiera dar esa impresión– como un estilo ecléctico igual que tantos otros, sino como una forma exquisitamente cuidada de entender las artes marciales y un camino hacia la liberación personal. Da muchísima importancia al desarrollo de lo que denomina atributos (cualidades físicas y mentales), si bien se sostiene sobre unos cimientos filosóficos que podrían sintetizarse (muy resumidamente) en la sugerencia textual de Bruce: «Aprender jeet kune do no es cuestión de buscar conocimiento o acumular modelos estilizados, sino es descubrir la causa de la ignorancia»[87]. Hasta el día de su repentina muerte, Bruce Lee desarrolló una serie de bases filosóficas, investigó cada sistema de combate que pudo encontrar y analizó sus métodos de entrenamiento, técnicas y teorías. Aun así nunca pretendió diseñar un estilo concreto en el sentido clásico, tal y como reflejan sus propias palabras, cuando dice que «yo NO he inventado un estilo nuevo, ni un estilo modificado; es decir, un estilo establecido con formas y leyes determi121

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

2.9. Jeet kune do

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

nadas que lo distingan de tal o cual otro estilo. Antes bien, aspiro a liberar a mis seguidores del aferrarse a estilos, pautas o moldes. Jeet kune do no es más que un nombre que utilizamos y, metafóricamente, un espejo en el que nos vemos a nosotros mismos»[85]. Aunque nacido en San Francisco (Estados Unidos), Bruce Lee vivió en Hong Kong hasta su mayoría de edad, antes de volver a su país natal. En su juventud, entrenó en el estilo wing chun kung fu bajo la tutela de Yip Man y también adquirió cierta formación en esgrima occidental y boxeo inglés. Posteriormente, desde su llegada a América, su personalidad investigadora y ávida de conocimiento le llevó a tomar contacto con importantes profesores de artes marciales de la época, tales como Joohn Rhee (taekwondo), Ivan Gene LeBell (judo), Wally Jay (jiu-jitsu), Ralph Castro (shaolin kempo), Edmund Kealoha Parker (kenpo karate), etc. La biblioteca personal de Bruce Lee superaba los dos mil volúmenes relacionados con la defensa personal y temas afines a esta. De su estudio y de la interacción con diferentes maestros surgió una concepción marcial revolucionaria y liberadora, a la que finalmente denominó jeet kune do (también conocido simplemente como JKD), algo que todavía se encontraba en progresiva evolución (quizá más bien destinado a encontrarse siempre en ese estado) cuando Lee murió a los 32 años de edad. Dejó un sinfín de ideas, conceptos, esbozos manuscritos, esquemas gráficos y fotografías, material que fue recopilado y organizado por parte de su alumnado, amistades y por su propia esposa en diferentes obras. Si bien a lo largo de su desbordante proceso evolutivo marcial Bruce Lee entrenó –en mayor o menor medida– a muchísimas personas, las grandes líneas maestras que nacen directamente de él son las personificadas en sus alumnos Taky Kimura, Ted Wong (la persona que más clases privadas recibió de Bruce Lee) y Daniel Arca Inosanto (Dan Inosanto). Este último, además de ser uno de los más importantes expertos de la historia en arnis/kali/ 122

eskrima, tiene también amplia formación al amparo de leyendas como Edmund Kealoha Parker (kenpo karate), Surachai Sirisute (muay thai) o John Machado (jiu jitsu).

«JKD es expresión en combate (...) es evolución constante, modificar, mejorar, adaptar lo que nos es útil (...). En resumen, JKD es ser uno mismo»[53]. Ted Wong

2.10. Deportes de combate Existen multitud de modalidades deportivas. Para que una actividad se incluya en la definición de deporte hay que recalcar que deben existir una serie de requisitos tales como una reglamentación y una competitividad (como en el caso del ajedrez, cuya estructura organizativa es evidentemente deportiva, llegando a ser reconocido por el Comité Olímpico Internacional en 1999). Cuando hablamos de deportes clasificados como de contacto nos estamos refiriendo a aquellas modalidades en las que existen una o varias personas adversarias que están (o pueden entrar) en contacto físico dentro de los límites que el reglamento les permita, como es el caso de deportes de equipo tales como el fútbol, el baloncesto, el hockey o el rugby (no siendo así en deportes sin contacto como el tenis). Dentro de los deportes clasificados como de contacto se encuentran los deportes de combate. Existen muchas modalidades diferentes dentro de este apartado y multitud de clasificaciones válidas para ellas, pero resulta bastante clari123

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

«Bruce Lee nunca dejó una escuela o un método de jeet kune do al que sus seguidores deberían adherirse. Contrariamente, instó a que fuera el estudiante quien desarrollara su propio camino»[87]. José María Fraguas

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

ficador inspirarnos en las modalidades combativas practicadas en los antiguos juegos olímpicos originales (aproximadamente setecientos años antes de nuestra era): deportes luctatorios: son los herederos de la modalidad de lucha (lucta en idioma griego) practicada en la antigua Grecia, en la cual el objetivo era vencer mediante técnicas de cuerpo a cuerpo tales como derribos o presas. En la actualidad existen muchas disciplinas con esta filosofía de reglamentación, como son el judo, el sambo deportivo o la lucha grecorromana; deportes pugilísticos: se considera que el antiguo pugilato consistía en combates donde se utilizaban exclusivamente los puños como arma de golpeo (al igual que en el boxeo actual, de ahí que a las personas que practican estas disciplinas se les denomine púgiles). Para no complicar mucho los conceptos, puede resultar útil incluir aquí todas las modalidades actuales que tienen como objetivo vencer mediante técnicas de golpeo tanto con los miembros superiores como con los inferiores (independientemente de si se trata de modalidades de contacto pleno o no). En esta línea se incluyen disciplinas tales como el boxeo inglés, el thai boxing o el boxeo francés savate; deportes pancráticos: son los herederos del antiguo pancracio (denominado pancratio en griego) practicado en la Grecia clásica. La reglamentación de esta modalidad era muy limitada, permitiéndose la utilización tanto de técnicas de golpeo como de agarre, resultando combates altamente brutales. Esta forma de entender los deportes de combate tiene su equivalencia actual en formatos de confrontación tales como los observados en los combates de artes marciales mixtas (conocidos también por sus siglas en inglés MMA, Mixed Martial Arts). 124

2.10.1. Deportes luctatorios

A lo largo de los tiempos muchos pueblos han desarrollado en sus tradiciones formas locales de lucha que suponen un tesoro cultural (existen multitud de referencias arqueológicas datadas en miles de años, las cuáles reflejan actividades de lucha). Estas manifestaciones autóctonas existen en múltiples 125

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

«(...) si el luchador entrena sus características psíquicas y físicas puede alcanzar en el combate la misma potencia y peligrosidad del movimiento lento e inexorable de una anaconda, serpiente que te envuelve y que ajusta lentamente su agarre sobre el cuerpo de la presa aplastándola en un abrazo letal»[41]. Rosa M.ª Distefano

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

lugares dentro de infinidad de culturas (en España encontramos la lucha canaria, la lucha leonesa, la lucha baltu asturiana, el aluche cántabro, la loita gallega, etc.; pero en otros muchos puntos del globo existen tradiciones que recogen prácticas de lucha, como por ejemplo la lucha de Cornualles en Inglaterra, la lucha rarámuri mejicana, el laamb senegalés, el nuba sudanés, etc.). Muchas de estas modalidades han alcanzado en algunos casos elevadas cotas de reconocimiento (al menos territorial), pero aunque en otros casos puedan ser menos conocidas, todas ellas suponen un legado inmenso de cultura y riqueza histórica. A continuación se explican algunas de las más relevantes formas de confrontación por medio de lucha con agarres.

2.10.1.1. Sumo Muy poco se sabe de la historia inicial del sumo. Parece que hunde sus orígenes en muy antiguas tradiciones de Japón (podría remontarse cerca de dos mil años), hasta el punto de ser probablemente la más ancestral de sus manifestaciones marciales que se conservan actualmente, si bien para llegar a la forma en la que se conoce hoy en día ha sufrido numerosas modificaciones y adaptaciones con el paso de los siglos. En la actualidad el sumo es un deporte muy arraigado y de gran relevancia social en el país nipón. Se practica en un círculo (al que denominan dohyo) de unos cuatro metros y medio de diámetro. El objetivo es sacar del círculo a la persona rival o derribarla haciendo que toque el suelo con alguna parte del cuerpo diferente de los pies.

126

«Le tournoi de Sumô était dédié aux Dieux et il était l’occasion de présages sur les récoltes de l’année et la santé de l’Empereur. Le Sumô comportait donc un aspect de chamanisme»[166].

«(...) el sumo (...) es un compendio de tradiciones milenarias conservadas con mimo»[135]. Eduardo de Paz Gútiez

2.10.1.2. Judo El arte marcial denominado judo kodokan y fundado por Jigoro Kano (a partir de los conocimientos que poseía de diversas escuelas de ju-jutsu) ha llegado a nuestros días en forma de deporte de combate. Goza del estatus de disciplina olímpica desde el año 1964 (Kano fue la primera persona de nacionalidad japonesa que alcanzó la condición de miembro del COI, Comité Olímpico Internacional). Se compite con la vestimenta tradicional de práctica (denominada judogi, traje de judo), incluido el cinturón típico (llamado obi en idioma japonés). El objetivo del combate de competición es derribar a la persona rival de modo que esta caiga sobre su espalda, así como intentar inmovilizarla durante unos instantes colocando su espalda contra el suelo o logrando que abandone.

127

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

«El torneo de sumo estaba dedicado a los dioses y era la ocasión de presagios sobre las cosechas del año y la salud del emperador. El sumo conllevaba pues un aspecto de chamanismo». Kenji Tokitsu [Traducción de M.ª Sonia García García]

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

2.10.1.3. Sambo Es una disciplina de origen soviético que surge en la tercera década del siglo xx, cuyos puntos fuertes a nivel técnico son las proyecciones y la lucha en el suelo. Aunque la faceta deportiva del sambo ha alcanzado un nivel de popularidad mucho mayor que sus otras formas de práctica, podemos clasificar en este estilo tres grandes líneas diferentes e independientes entre sí, cada una con entidad propia: sambo deportivo: también conocido como lucha sambo, su objetivo consiste en proyectar a la persona rival para que caiga impactando sobre su espalda o costado, mantener fijada en el suelo la espalda de la persona antagonista o lograr su sumisión (abandono). Es presentado públicamente por Anatoli Jarlampiev y reconocido oficialmente como deporte nacional en la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1938, alcanzando el reconocimiento del Comité Olímpico Internacional en 1981; sambo-defensa personal: aunque posee un enfoque civil orientado a la autoprotección efectiva y práctica, también es uno de los pilares que sostienen la técnica básica de la defensa personal a mano vacía utilizada por el personal responsable de velar profesionalmente por el cumplimiento de la ley (la defensa personal policial). Tiene una gran influencia del ju-jutsu y el judo, puesto que uno de sus precursores –Vasili Sergeyevich Oschepkov– fue alumno de Jigoro Kano; sambo de combate: enfocado a las peculiares necesidades que caracterizan la defensa personal utilizada por grupos de asalto, equipos militares y fuerzas especiales. En realidad, esta era la faceta original que inicialmente pretendían conseguir los esfuerzos del gobierno soviético: la búsqueda de un sistema propio que además de mostrarse letalmente eficaz sirviera también de vehículo hacia el ensalzamiento del espíritu patriótico y la identidad nacional. 128

Bajo este término se engloban la lucha libre (a menudo nombrada en su competición femenina directamente como lucha femenina) y la lucha grecorromana. La vestimenta está conformada por un maillot y botas de lucha, así como se permite utilizar un protector de orejas. La diferencia entre ambas radica en que en la lucha grecorromana las acciones por debajo de la cintura están prohibidas, es decir, no está permitido el uso de las piernas propias para realizar técnicas ni tampoco agarrar las piernas de la persona rival. Se combate sobre un tapiz, dentro de un área circular de nueve metros de diámetro (incluida una zona concéntrica de seguridad de un metro, la cual está marcada en diferente color). La lucha grecorromana fue inscrita en los Juegos Olímpicos de Atenas (Grecia) de 1896 y la lucha libre en los Juegos Olímpicos de San Luis (Estados Unidos) de 1904. El objetivo consiste en levantar del suelo a la persona adversaria realizando sobre esta una proyección de gran amplitud y posterior presa de agarre en lo que se denomina posición de peligro (cuando el ángulo que forman sus hombros con el tapiz es menor de 90º) o posición de tocado (cuando sus dos hombros son depositados sobre el tapiz).

2.10.2. Deportes pugilísticos «Como una cobra, el golpeador asalta a su presa con acciones (...) casi imperceptibles. (...) precisamente como la cobra, delante de su presa alterna fases de peligrosa inmovilidad, con acciones repentinas y rápidas que –como un bisturí– inciden en el espacio que le separa del adversario, entrando en su guardia como una flecha»[41]. Rosa M.ª Distefano 129

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

2.10.1.4. Luchas olímpicas

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

2.10.2.1. Boxeo inglés El foco de origen del boxeo se encuentra en la antigua Grecia. Sin embargo, a esta disciplina se la acabó conociendo bajo el nombre de boxeo inglés porque en realidad es Inglaterra la verdadera cuna del boxeo moderno. A partir del siglo xvii, alcanzó en este país sus mayores cotas de modernización y desarrollo hasta configurarse tal y como es hoy en día, gracias a los esfuerzos de gente como Jack Broughton –campeón de boxeo que rediseñó la estructura competitiva con un renovado reglamento–, John Graham Chambers –que ideó la modernización definitiva de este deporte confeccionando un conjunto de reglas boxísticas– o John Sholto Douglas –quien publicó las normas que serían conocidas 130

2.10.2.2. Muay thai/thai boxing Las formas de combate propias de Siam y Laos fueron sistematizadas y recodificadas a mediados del siglo xiv, constituyéndose el muay thai como la parte de combate desarmado reflejada en un manual que se llamó Chupasart, el cual constituía un registro y recopilación de técnicas de combate. Es deporte nacional en Tailandia, existiendo en este país un día nacional del muay thai (el 17 de marzo). De hecho llegó a ser incluido en el currículo educativo de las escuelas. Respecto a las competiciones de élite, el gobierno tailandés decidió regular más exhaustivamente este deporte desde principios de los años treinta. Diversas normas tales como considerar obligatorio el uso de guantes de boxeo (antes se peleaba con los puños envueltos en cuerda e incluso ocasionalmente en la historia llegó a hacerse con trozos de vidrio machacado adherido al cordado) 131

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

como Reglas de Queensberry–. Alcanzó el estatus de olímpico en los juegos de San Luis (Estados Unidos) de 1904. El boxeo es un deporte cuyo arsenal se reduce exclusivamente a los brazos, más en concreto al uso de los puños, con lo que cubre las distancias media y corta (solamente con los miembros superiores y solamente con técnicas de golpeo con la mano cerrada), debiendo golpear siempre por encima de la cintura. Su técnica actual es utilizada en otras disciplinas y deportes de contacto, como el kickboxing o el savate (boxeo francés), aunque estos últimos poseen un arsenal mayor, ya que contemplan el uso de las piernas como elemento de golpeo. Se pelea calzando unos guantes acolchados especiales. Se combate sobre un cuadrilátero –denominado ring– donde cada uno de los lados mide entre cinco y seis metros y configura un límite gracias a una serie de cuerdas flexibles colocadas paralelamente entre sí.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

o que la competición fuese dividida en categorías de pesos acabaron por dar lugar a lo que hoy conocemos como thai boxing (la cara deportiva del arte marcial). En la actualidad, guarda grandes similitudes técnicas con el kickboxing, y, por ende, un gran repertorio técnico de golpes de puño en la línea del boxeo inglés. A eso añade como características propias de su forma de pelear el devastador uso de los codos y las rodillas y la peculiar manera de dar la patada circular, golpeando con la tibia en sentido descendente. «(...) el modo extremadamente realista de práctica, la costumbre de encajar golpes violentos, la gran preparación física requerida (ósea, muscular, nerviosa) y las técnicas de ataque y defensa científicas y muy prácticas, convierten al arte del muay thai en uno de los métodos más eficaces de lucha sin armas conocido hasta hoy»[36]. Marco de Cesaris

2.10.2.3. Boxeo francés savate Literalmente en francés la palabra savate es definida como bota o zapatilla usada o simplemente zapato. Este estilo surgió como una amalgama de técnicas empleadas en las peleas callejeras de los barrios bajos de Francia en los primeros años del siglo xix, con el calzado de calle de aquella época, de ahí su nombre. Actualmente se sigue practicando con un calzado especial muy parecido al que se utiliza en boxeo inglés y vistiendo un maillot conocido como integral. La técnica evolucionó paulatinamente hasta la actual gracias al esfuerzo de gente como Michel Casseux, Charles Lecourt o Joseph Charlemont. A día de hoy, el boxeo francés savate se caracteriza por una técnica de brazos que hereda la forma de trabajar del boxeo inglés, así como una técnica de piernas más cercana a otros deportes de combate, si 132

savate (deporte de combate): contempla diferentes modalidades, tales como asalto (donde la puntuación se ganará en función de la superioridad técnica demostrada y, en analogía con el semicontact, no se permite exceso de contacto), precombate (combate a pleno contacto con protecciones especiales, como es el caso del casco acolchado) y combate (combate a pleno contacto solamente con las protecciones mínimas habituales, tales como protector dental y guantes de boxeo); savate defense: concepto explícitamente dirigido a la autoprotección. Popularmente es interpretado como la defensa personal que deriva del savate (ya que defense significa defensa en idioma francés); savate forme: forma de entrenamiento físico y técnico (del término francés forme traducido como forma). Está en la línea de disciplinas como el cardio-box. En esta modalidad cobra importancia el seguimiento de una estructura rítmica secuenciada, en función de la cual habrá que desarrollar una secuencia coreográfica; manejo de bastón como elemento de defensa: ya sea el bastón corto de calle como el bastón largo (denominados canné y bâton respectivamente en lengua francesa). «Le mot savate (...) fut forgé expressément par le parisien Michel Casseux pour mieux décrire ce qui (...) allait devenir un sport connu et pratiqué jusque dans la noblesse de la capitale française»[100]. 133

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

bien caracterizan al boxeo francés algunas peculiaridades técnicas como ciertos desplazamientos y el hecho de patear con la puntera (motivos como este hacen comprensible que el savate se practique calzado). Fue incluido como deporte de exhibición en los Juegos Olímpicos de 1924 y alcanzó el reconocimiento de deporte olímpico universitario. Aunque se conoce principalmente por su faceta como deporte de combate, integra otros enfoques perfectamente desarrollados:

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

«La palabra savate (...) fue acuñada expresamente por el parisino Michel Casseux para describir mejor lo que (...) iba a convertirse en un deporte conocido y practicado incluso en la nobleza de la capital francesa». Umberto Manoni [Traducción de M.ª Sonia García García]

2.10.2.4. Kicboxing oriental Ideado en la década de los sesenta por Osamu Noguchi y Kenji Kurosaki –expertos en karate de la rama kyokushinkai– e inspirado en el karate, el boxeo inglés y el boxeo tailandés. Actualmente es muy similar al thai boxing, configurándose como una disciplina fundamentada en el golpeo con puños y piernas, si bien entre ambas encontramos ciertas diferencias de reglamentación. Se pelea en un cuadrilátero de las mismas características que el de boxeo inglés y se utilizan unos guantes similares a los de esta disciplina, si bien se combate descalzo. Actualmente el kickboxing oriental ha asimilado una nueva evolución hacia la forma de competición diseñada por Kazuyoshi Ishii y denominada kickboxing K-1 (conocida en algunos círculos como kickboxing japonés).

2.10.2.5. Kickboxing americano Surgió en los Estados Unidos a finales de los años sesenta, materializándose a principios de los años setenta, y supuso una revolución en el concepto de funcionalidad y aplicabilidad efectiva de las técnicas marciales, abriendo una brecha con los estilos más tradicionalistas que no contemplaban el combate a pleno contacto. En sus primitivos orígenes, comenzó denominándose karate/ fullcontact, karate al KO o simplemente full-contact. También ha sido llamado boxeo americano. Se desarrolló gracias al esfuerzo de gente como Mike Anderson, George Bruckner o Howard Han134

2.10.3. Deportes pancráticos A caballo entre el último tramo del siglo xx y los primeros años del siglo xxi, se empezó a contemplar una aparición desmedida de competiciones llamadas sin reglas que se convirtieron en una forma de probar en la práctica la eficacia de los diferentes estilos marciales. Alcanzaron pronto un gran auge internacional, impulsado con la exitosa creación por parte de Rorion Gracie de la brutal competición conocida como UFC (Ultimate Fighting Championship), en cuyas primeras ediciones su hermano Royce arrasó convirtiéndose él mismo en mito y llevando a su padre y profesor (Helio Gracie) hacia la leyenda. Sin embargo, estos eventos siempre han despertado agrias polémicas incluso dentro de la propia comunidad marcial, puesto que muchas personas entienden que son una forma irracional de rendir culto a la violencia y de idolatrar un único aspecto aislado y deformado de las artes marciales sacado de contexto. Si estudiamos con detenimiento estos campeonatos, podemos comprobar que en realidad hay numerosas reglas restrictivas. Sin embargo, es cierto que los contendientes suben al terreno de juego con muy pocas protecciones y que –por encima de las casuísticas teóricas y controladas que suelen entrenarse generalmente en 135

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

son. Fundamentado a nivel técnico en el boxeo inglés, el karate y el taekwon-do, resulta bastante similar al kickboxing oriental, salvo por ciertas diferencias reglamentarias (en full contact solo se permite golpear por encima de la cintura, salvo la ejecución de barridos, por lo que técnicas como la patada circular al muslo tan característica del kickboxing, conocida como low kick, están prohibidas). Engloba otras modalidades de competición, como el light contact o el semi contact. Se pelea en un ring similar al de boxeo inglés, con los pies descalzos pero cubiertos por unas protecciones acolchadas denominadas popularmente botines.

«Hoy día cualquier luchador de MMA posee una gran calidad en todos los terrenos de lucha, distancia larga, media y corta, en pie y en el suelo»[136]. Iván Perujo

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

los gimnasios de todo el mundo– en estos eventos el nivel de agresividad y violencia explícita es extremo. Quienes se prestan a pelear aquí no tienen otra alternativa que poner en práctica todo su arsenal, constatando en sus propias carnes cuáles de aquellos contenidos entrenados carecen de la cantidad suficiente de realismo o aplicabilidad en combate, sin otros objetivos que no sean acabar el combate con victoria y lo más indemne posible. Los dogmas rígidos de los diferentes estilos se ven entonces obligados a amoldarse y aquellas personas especializadas en estilos de golpeo acuden a aprender estilos de agarre, como del mismo modo sucede en el sentido contrario. Estas modalidades han servido para despertar, para entender la necesidad de prepararse y ser competente en todas las distancias y grupos técnicos, de ahí que se las conozca como artes marciales mixtas.

136

2.11. Estilos. Puntos de vista versus confinamiento de lo infinito

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

No existe el estilo más inteligente ni el más completo. Nadie que haya caminado a suficiente nivel de profundidad en esta senda despotricará fácilmente sobre ramas ajenas a la suya, más bien hablará de forma constructiva, global y holística acerca de los patrones universales inherentes a las artes; y lo hará desde el conocimiento sobrio y maduro que atesore gracias a los miles de pequeños y sacrificados pasos que ha dado hacia la sabiduría.

137

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Es muy común el hecho de que las personas que ya son expertas en un estilo concreto de defensa personal estudien profundamente muchos otros estilos a lo largo de su vida, no necesariamente con el objetivo de recopilar técnicas para ampliar su repertorio (tal vez el arsenal presente en su estilo ya los satisface plenamente), sino con el objetivo de conocer cómo se actúa en otros estilos para saber así cómo le pueden atacar y prepararse para responder de una forma adaptativa a ello. De todos modos, aunque los contenidos de defensa personal de cada estilo pretendan ser la respuesta perfecta a cualquier tipo de ataque, todos ellos por separado estructuran un modo concreto de hacer las cosas, y eso supone ya de por sí poner austeros límites a algo que es prácticamente ilimitado, de proporciones casi inimaginables. Como Bruce Lee decía, el ser humano «siempre está en proceso de aprendizaje, mientras que el estilo es algo finalizado, establecido, solidificado»[88]. Todo estilo tiene sus puntos fuertes y sus vulnerabilidades y ninguno de ellos puede identificarse como la respuesta total definitiva y completa. «Para el guerrero no existe mejor ni peor; cada uno tiene los dones necesarios para su camino individual (...), para tener fe en su propio camino no necesita probar que el camino de otro está equivocado»[26]. Paulo Coelho A menudo se perpetúa en la enseñanza una metodología fundamentada en la instrucción directa unidireccional y eso, en ocasiones, corre el riesgo de traducirse en la reproducción de un modelo establecido. Toda la gente que practica algún estilo de esta manera en concreto acaba moviéndose igual, la forma de combatir es similar para todas las personas que se aferran a una de esas metodologías, ya sean altos, medianos o bajos, gordos, medios o flacos, fuertes o débiles. Es la propia persona la que se ve obligada a adaptarse al estilo, en lugar de ser el estilo el que se adapte a la persona. Quizá es por esto por lo que, como si de 138

«Si observa las artes marciales que usted practique desde la misma perspectiva año tras año, es probable que acabe padeciendo estrechez de miras»[25]. Richard Clark Ya en los años sesenta, Bruce Lee intentó reflejar estas ideas (y a fe que preparó muy bien el camino para las generaciones marciales que vinieron después), pero el tradicionalismo imperante en la época era voluntariamente opaco y hermético. No nos autocondenemos a colocarnos las orejeras o nos perderemos la oportunidad de disfrutar de la belleza del paisaje. Jiddu Krishnamurti decía que «la verdad es una carretera sin sendero»[123]. «Espero que los artistas marciales estén más interesados en la raíz de las artes marciales que en sus diferentes y ornamentales ramas, flores u hojas. Es inútil argumentar qué hoja aislada, qué modelo de rama o qué flor atractiva te gusta. Si entiendes la raíz comprenderás todos sus brotes»[87]. Bruce Lee Lo importante es identificar si la vía marcial que hemos escogido obliga a sus practicantes a asumir la verdad de dicho estilo como la verdad absoluta (o la mejor) del combate. La clave está en el equilibrio. Si algo debe caracterizar la formación es que esta debe tener una amplitud de visión lo más completa posible. «Quien entrena con un sable solo puede defenderse con un sable; (...) Si uno se siente estrechamente unido a un arte, la mente se convierte en su esclava. Una comprensión completa exige una visión amplia, que abarque todas las perspectivas»[160]. Mitsugui Saotome 139

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

una especie de revolución se tratase, han adquirido tanta fuerza y protagonismo los sistemas eclécticos que intentan conjugar lo mejor de diferentes estilos.

«(...) no os enamoréis de la práctica del primer maestro que FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

halléis, seguid practicando también con los demás, aprended de

AUTODEFENSA

veáis. Investigad y buscad al que más os convenga y, cuando lo

constituyen básicamente una forma de entender la Educación Fí-

su visión y acudid al maestro que habéis elegido para que os dé su toque final. (...) Si dicho maestro no os lo permite, seguid buscando: es un mal maestro»[96]. Alfonso Longueira Los estilos son formas de entender cómo nos relacionamos con el combate a través de nuestro cuerpo. Cada uno de ellos adopta peculiaridades que lo diferencian del resto, pero todos sica porque su materia prima es la misma: el cuerpo humano y

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

sus posibilidades.

140

141

Capítulo 2. Estilos y líneas de enfoque de la defensa personal

142

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

CAPÍTULO 3.

Toda persona en algún momento ha escuchado que el cuerpo humano es la máquina más perfecta que existe. Tal vez esa idea se acerque bastante a la verdad, puesto que ciertamente es un virtuoso ejemplo de sincronización y eficacia. Tiene capacidad para desplazarse gracias al aparato locomotor, posee un potente músculo que constantemente filtra y bombea sangre y que se adapta automáticamente al esfuerzo, dos pulmones que consiguen extraer el oxígeno del aire y expulsar el dióxido de carbono, etc. Cada estructura está especializada en su labor y la cumple con precisión, de modo que si alguna de ellas falla, eso repercute en el resto del conjunto y este se ve afectado de una u otra forma. El cuerpo es inteligente por sí mismo. Salvo que se den circunstancias especiales, para cumplir con sus funciones básicas solo necesita un aporte adecuado de alimento y oxígeno. Para acometer empresas superiores es susceptible de desarrollar la habilidad de mejorar y aprender. Una práctica correctamente guiada puede optimizar cualidades, habilidades y destrezas, gracias a sutiles procesos internos (como la mejora en la coordinación intramuscular o la adaptación al esfuerzo del sistema cardiorrespiratorio). En 1983 Howard Gardner presentó su teoría de las inteligencias múltiples identificando inicialmente un total de siete tipos (que 143

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

CUERPO HUMANO: MATERIA PRIMA DE LA AUTODEFENSA

«As pessoas expressam o seu estado emocional e mental através dos seus movimientos físicos»[178].

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

luego ampliaría a ocho). Entre ellas se encontraba una a la que denominó inteligencia corporal-cinestésica. Esto sacudió los cimientos de la Psicología, pues otorgaba la cualidad de inteligencia a un aspecto humano que se concebía como separado de esta: la percepción y el dominio del propio cuerpo. ¿Puede desarrollar con coordinación acciones físicas especializadas alguien cuyo cerebro y sistema nervioso no sean hábiles en su comunicación mutua?, ¿puede mantener el equilibrio en situaciones comprometidas si su cerebro no logra interpretar hasta qué punto algunos de sus músculos están tensos o relajados?, ¿pueden acaso expresarse eficazmente con el cuerpo propio sentimientos, ideas o conceptos de manera consciente?, ¿pueden ocultarse también de manera consciente? Tal y como lo expresan las autoras Pilar Ballester Martínez, Juana Antonia García López y María Rosario Bermejo García, «la inteligencia corporal-cinestésica incluye la habilidad de unir el cuerpo y la mente para la ejecución física perfecta. Todas las ejecuciones talentosas requieren un agudo sentido de la medida del tiempo y la transformación de la intención en acción. La inteligencia corporal-cinestésica es el fundamento del conocimiento humano, ya que a través de nuestras experiencias sensoriomotoras experimentamos la vida»[9].

«Las personas expresan su estado emocional y mental a través de sus movimientos físicos». Paul Vunak [Traducción de Inmaculada Carretero Sanjuán] «(...) el cuerpo es el punto de encuentro y comunicación con toda la comunidad humana y con todo el mundo de la vida»[59]. Joaquín García Carrasco

144

145

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

Nos movemos. Y nos relacionamos con el mundo a través de ese movimiento. Podemos gatear, reptar, caminar, saltar, correr, rodar, empujar, tirar, apretar, soltar, lanzar, golpear, etc. La manifestación física de todas esas acciones recae en última instancia en el aparato locomotor. Poco a poco, desde muy temprana edad, vamos experimentando las posibilidades de nuestro cuerpo. Con los años, el desarrollo de ciertas cualidades nos hará más capaces (correrá más quien alcance mayor velocidad, podrá apretar más fuerte quien tenga más fuerza, rodará más cómodamente quien posea mayor flexibilidad y aguantará más tiempo un esfuerzo quien tenga más resistencia). Pero todas las cualidades orgánicas deben estar convenientemente afinadas para su utilización. Habilidades psicomotrices como la coordinación, el equilibrio o la agilidad marcan el éxito de toda acción motriz.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

«El ser humano es la única criatura que necesita ser enseñada a moverse de forma natural»[50]. Masaaki Hatsumi Sin la sinergia que representan el conjunto de cualidades y habilidades humanas, sería impensable pretender dominar conceptos inseparables de la autodefensa, como el manejo práctico de las distancias y ritmos de un combate, así como de los planos, ejes y secciones corporales.

3.1. Aparato locomotor en el cuerpo humano En el cuerpo humano, el aparato locomotor lo configuran el esqueleto (sistema óseo) y la parte de la musculatura (sistema muscular) encargada del movimiento. «Los huesos, músculos y articulaciones dan al cuerpo una estructura de soporte capaz de innumerables movimientos»[134]. Steve Parker

3.1.1. Sistema óseo Como seres vertebrados, poseemos en nuestro organismo una estructura interna sólida constituida por más de doscientos huesos a la que denominamos sistema óseo. Este sistema tiene un elevado porcentaje mineral en su composición –en él se depositan nuestras reservas de calcio– y actúa como soporte estabilizador y motor, además de ejercer de coraza protectora para diferentes órganos. Como ejemplos, se puede destacar que los órganos de 146

Aunque firmes y resistentes, los huesos también poseen cierto umbral de adaptabilidad elástica frente a un traumatismo. Sin embargo, algunos hechos como recibir impactos demasiado contundentes o, en su caso, producidos contra superficies muy resistentes (tales como una barra de hierro o una piedra) pueden derivar con relativa facilidad en la fisura o incluso rotura de 147

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

la cabeza se encuentran protegidos por el cráneo, que nuestra médula espinal (una de las partes del sistema nervioso central) está rodeada y protegida por la columna vertebral (la cual está compuesta por treinta y tres vértebras) o que otros importantes órganos internos, como el corazón o los pulmones, se alojan en el tronco dentro de un área ósea cuya parte frontal –denominada esternón– tiene forma aplanada y está ubicada en el pecho, quedando rodeados por los doce pares de costillas, de las cuáles cuatro de ellas se denominan flotantes porque su parte final no se une a ninguna otra estructura.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

alguna de nuestras estructuras óseas. Esto puede implicar dolor intenso localizado, deformidad y alteraciones en la funcionalidad del miembro afectado, así como potencial amoratamiento (hematoma por hemorragia). Es posible que se perciba un sonido seco similar al crujido de una rama de árbol cuando esta se parte. Si ocurre esta lesión, inmovilizaremos la parte afectada y, si es posible, esperaremos en el lugar a los servicios sanitarios para no mover a la persona lesionada. En el caso de una fractura ósea, podríamos encontrarnos con ciertas complicaciones: por un lado, puede tratarse de una fractura abierta, siempre que el hueso haya atravesado todas las capas dérmicas y asome al exterior; en tal situación será necesario además detener la hemorragia y taponar la herida. Podemos considerar esta lesión como grave porque pueden verse afectados tejidos importantes (como nervios o vasos sanguíneos relevantes).

Los huesos se relacionan entre sí gracias a las articulaciones. Esas son el punto de comunicación de diferentes huesos que se 148

Si durante el entrenamiento se llega a dar esta circunstancia, es importante no intentar colocar de nuevo en su sitio las estruc149

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

ubican uno a continuación del otro. Poseen diferentes grados de movilidad, pudiendo encontrarse articulaciones muy móviles, denominadas diartrosis (como el codo, la rodilla, la muñeca o el hombro, siendo esta última la más móvil de todas), hasta articulaciones sin movimiento, denominadas sinartrosis (como es el caso de las uniones óseas craneanas). Cuando los huesos comunicados entre sí gracias a una articulación pierden contacto, es porque su relación articular ya no es efectiva ni funcional, es decir, las partes óseas correspondientes han perdido su correcta colocación y ya no se encuentran conectadas. En ese caso nos encontraríamos ante lo que se denomina luxación, lesión caracterizada principalmente por cierta deformidad localizada (evidente colocación inusual de las estructuras que configuran la articulación), dolor muy intenso y falta de capacidad funcional del miembro afectado.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

turas que se han visto afectadas, sino limitarse a inmovilizar la zona lastimada y proceder a trasladar a la persona herida al centro sanitario más cercano para que reciba las adecuadas atenciones por parte de personal facultativo (solo si el traslado fuese una opción viable; en caso contrario, habría que solicitar una ambulancia a los servicios de emergencia). Por suerte, en las articulaciones residen estructuras ligamentosas altamente deformables y que sujetan la articulación evitando en muchos casos una luxación. No obstante, su capacidad de elongación no es ilimitada (menos aún cuando se trata de hacer frente a un movimiento muy intenso o violento), por lo que son susceptibles de inflamarse e incluso de llegar a sufrir desgarros. Una lesión en estos tejidos presenta inflamación, relativa pérdida de funcionalidad –dependiendo del grado de relevancia– y dolor localizado al intentar utilizar la articulación. El ejemplo más típico de este tipo de lesión es el esguince de tobillo. Si se da esta circunstancia se debe inmovilizar la zona, aplicar sobre el área dañada compresas frías o hielo (envuelto en un paño para evitar que se queme la piel) y acudir al centro médico-sanitario más cercano. Los extremos de determinados huesos largos, como, por ejemplo, los de las extremidades (fémur, húmero, cúbito, radio, etc.), reciben la denominación de epífisis. El sellado definitivo de estas áreas determinará la longitud final de los huesos y aunque algunas estructuras epifisarias pueden cerrarse relativamente pronto, otras no alcanzan ese punto hasta algún momento entre la adolescencia y la adultez temprana, si bien una severa lesión traumática o la exposición constante a esfuerzos excesivamente grandes puede hacer que sellen antes de lo que naturalmente debieran. Es por ello que los entrenamientos muy explícitos de fuerza (tales como trabajar con pesas o resistencias importantes) no deben ser incluidos alegremente en el trabajo con infantes o gente demasiado joven. Asimismo, tomar ciertas sustancias puede llevar a un final similar, como bien recuerdan Phil Embleton y 150

Gerard Thorne al decir que «los esteroides aumentan el ritmo al que la placa epifisaria se funde (...). Cuando se fusionan, es imposible seguir creciendo. Un joven de catorce o quince años que use esteroides puede cortar su crecimiento prematuramente»[42]. En la misma línea se manifiesta Vladimir Nikolaievich Platonov, quien asegura que «entre otras consecuencias de los tratamientos de esteroides anabolizantes, cabe señalar la interrupción prematura en el crecimiento de los deportistas jóvenes»[118].

Nuestro sistema óseo se encuentra unido a la musculatura esquelética a través de los tendones. Los músculos esqueléticos son aquellos que podemos contraer o extender voluntariamente (tales como los músculos braquiales que denominamos bíceps y tríceps, entre otros), al contrario que otros tipos de musculatura sobre los que no recae el control de nuestra voluntad (como por ejemplo la musculatura cardíaca). En total, el cuerpo humano está configurado por casi setecientos músculos. Aunque en ellos encontramos evidentemente nervios, vasos sanguíneos y otras estructuras, fundamentalmente están compuestos por fibras musculares. Estas células que componen el tejido muscular son de dos tipos: por un lado tenemos fibras denominadas rojas o de contracción lenta (especializadas en hacerse cargo de los esfuerzos musculares de duración prolongada), y por otro lado tenemos fibras denominadas blancas o de contracción rápida (especializadas en esfuerzos musculares de elevada intensidad y duración breve, pues aunque consiguen alcanzar elevados grados de tensión se fatigan mucho más precozmente que las otras). Es evidente que una persona que se dedica a correr maratones tendrá una prevalencia en la proporción de fibras musculares decantada hacia las fibras de contracción lenta, mientras que la proporción de fibras musculares en una persona practicante de 151

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

3.1.2. Sistema muscular

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

halterofilia estará claramente inclinada a favor de las fibras de contracción rápida.

Cuando llevamos a cabo una acción muscular, el músculo principal que dicha acción necesita reclutar (contraer) se denomina agonista, existiendo generalmente otro que lleva a cabo la acción contraria y que recibe el nombre de antagonista. Por ejemplo, si queremos darle un mordisco a una manzana necesitaremos que el bíceps braquial se contraiga para acercar el fruto a nuestra boca; ello hará que automáticamente el tríceps braquial se estire para facilitar el movimiento. A través de la práctica conseguimos no solo que el músculo agonista llegue a ser capaz de realizar de forma adecuada y precisa la contracción necesaria, sino también que el músculo antagonista aprenda a obtener el grado de relajación necesario para no interrumpir (de hecho para facilitar) la acción. En las células, una parte de la energía química que aportan los nutrientes contenidos en los alimentos que ingerimos es sometida a complejos procesos susceptibles de convertirla finalmente 152

3.1.3. Organismo humano y nutrición El aparato locomotor es el vehículo que nos traslada de un sitio a otro y nos permite realizar acciones mecánicas, a menudo intensas. Al igual que el resto del organismo, necesita nutrientes que le permitan acometer las tareas que le encomendamos y permanecer preparado para cualquier imprevisto, así como para aprovechar al máximo los descansos para recuperarse debidamente. Del mismo modo que el sedentarismo resulta nocivo, el acondicionamiento físico necesita ir imperativamente acompañado de los adecuados hábitos de alimentación. De otro modo, podrían resultar perjuicios en el organismo. El cuerpo humano es una máquina que necesita combustible para funcionar en condiciones óptimas, especialmente si los niveles de exigencia sobre ella son elevados. No obstante, un aporte de combustible innecesariamente alto o inadecuadamente repartido a lo largo del día puede conducir a una excesiva acumulación de reservas energéticas en forma de grasa, de ahí lo necesario de una alimentación equilibrada. Las necesidades calóricas pueden ser muy diferentes de una persona a otra, pues influyen muchos factores tales como la edad, el género, y especialmente el nivel de gasto calórico diario (grado de actividad o entrenamiento, etc.). 153

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

en energía mecánica para que nuestra musculatura pueda aprovecharla y sea capaz de realizar los movimientos que necesitamos en cada momento. De no contar con los nutrientes adecuados cuando la situación lo requiera, el organismo recurriría a sus reservas energéticas, las cuales, casi con total seguridad, no lograrán afrontar según qué necesidades de esfuerzo sean demandadas. Prolongar en el tiempo una situación de elevada exigencia física (o incluso intelectual) en estado deficitario de sustratos energéticos es peligroso para la salud. Por eso la nutrición previa, simultánea y posterior al entrenamiento es tan importante.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

Es lógico pensar que los requerimientos calóricos del organismo de una persona adulta que realiza habitualmente ejercicio físico moderado cada dos, tres o cuatro días, serán mucho menores que los que precisa cualquier deportista profesional de primera línea en plena competición.

«Durante una etapa del Tour, un ciclista puede gastar hasta 6000 u 8000 calorías»[8]. Alejandro Lucía Por eso, la cantidad calórica que una persona debe consumir no puede expresarse en términos absolutos, ya que depende de cada individuo. Sin embargo, sí es importante percatarse de la necesidad de mantener alimentado el organismo en todo momento, puesto que este nunca deja de funcionar. Supongamos que la ingesta cuantitativamente calórica que debe realizar diariamente determinada persona debe rondar las dos mil calorías, de acuerdo 154

«Los deportistas deben ingerir una comida ligera entre tres y seis horas antes del ejercicio vigoroso (...). La comida precompetitiva necesita estar planificada de forma que el estómago esté vacío en el momento de comenzar el ejercicio a fin de no sufrir náuseas ni molestias gastrointestinales»[76]. Carmen Iglesias El ser humano necesita el aporte diario de determinados nutrientes. En algunos casos ese aporte debe ser relativamente alto (por eso hablamos de macronutrientes; es el caso de los carbohidratos, las proteínas y las grasas). En otros casos es suficiente una cantidad pequeña (por eso se les denomina micronutrientes; es el caso de las vitaminas o los minerales: potasio, magnesio, fósforo, etc.). Ciertas reacciones bioquímicas producidas en nuestro organismo consiguen extraer energía de determinados nutrientes y transformarla en potencialmente utilizable para alimentar las células y constituir también en las mismas pequeños almacenes tanto de reserva como de utilización inmediata. Lo consiguen, por ejemplo, formando moléculas que llegado el momento liberarán la energía necesaria para hacer frente a un esfuerzo. 155

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

a sus características idiosincrásicas y su grado de actividad. Es recomendable que toda esa cantidad de calorías la distribuya a lo largo de las veinticuatro horas del día de manera inteligente según sus necesidades, de ese modo mantendrá un equilibrio energético permanente y los niveles de glucosa en sangre no se verán sometidos a bruscas oscilaciones. Eso puede conseguirse ingiriendo cada tres o cuatro horas pequeñas cantidades de alimentos sanos y equilibrados en nutrientes. Además, de ese modo se llega a las comidas principales con menos hambre y el riesgo de excederse en las cantidades a ingerir es menor. En el caso de personas practicantes de actividad física, este reparto de comidas debe adaptarse a los horarios en los que se practica ejercicio físico y a los requerimientos de la actividad a realizar.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Los carbohidratos, también denominados glúcidos, son la base principal del aporte energético al organismo (son esencialmente el alimento del cerebro y mediante un proceso de transformación bioquímica pueden almacenarse de manera muy limitada en forma de glucógeno, una reserva energética que utilizan los músculos). Han de suponer aproximadamente el 50-60 % del aporte dietético total en una persona sana que realice habitualmente actividad física moderada. Son alimentos muy ricos a este respecto la pasta, los arroces, los cereales o la miel. Sin embargo, algunos productos poseen elevadas tasas de índice glucémico, es decir, al pasar directamente a la sangre, sus elevadas concentraciones de azúcares pueden incrementar de manera brusca e intensa los niveles de glucosa, lo cual puede disparar la producción de insulina y –entre otras cosas– alterar negativamente los mecanismos de gestión de las reservas de grasa. Por ello es preferible incluir en nuestra dieta habitual un aporte de carbohidratos provenientes de variedades integrales y no abusar en la medida de lo posible de productos con alto índice glucémico como el azúcar refinado, pasteles o productos de bollería industrial, sobre todo antes de situaciones de gran sedentarismo (como, por ejemplo, acostarse). Al ser una fuente energética tan importante, es recomendable consumir con anterioridad al entrenamiento cierta cantidad de carbohidratos (o algún suplemento nutricional previo al esfuerzo, diseñado a tal efecto), así como incluir en la comida de recuperación (ingerida minutos después de finalizar la sesión de entrenamiento) un porcentaje de este nutriente combinado con un alto aporte proteínico. De ese modo, los carbohidratos pasarán directamente a reponer las reservas energéticas que puedan encontrarse en estado de carencia debido a la exigencia de la sesión, mientras que las proteínas podrán enfocarse en su función reparadora y constructora. Las proteínas, como acaba de indicarse, son las principales encargadas de la construcción y reparación de tejidos. Habitualmente suelen suponer cerca de un 15-30 % del aporte nutricio156

157

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

nal total diario, incluso más en el caso de personas deportistas con intensas y frecuentes sesiones de entrenamiento muscular. Se encuentran muy presentes en productos tales como la carne (por ejemplo, la de pollo), el pescado (como el atún y el salmón), la clara del huevo, la leche o la soja. Es recomendable repartir el consumo de proteína a lo largo del día (una pequeña toma cada tres o cuatro horas), y tras el entrenamiento es fundamental un aporte extra para que el organismo pueda reparar los tejidos que han sufrido microdaños (como es lógico que ocurra tras todo entrenamiento intenso) y la masa muscular pueda nutrirse. Suele recomendarse que esta comida posentrenamiento se ingiera en forma líquida para que la absorción por parte del organismo sea lo más inmediata posible. Jürgen Weineck asegura que «para que se consolide la masa muscular, el deportista de fuerza necesita una oferta suficiente de proteína»[179]. Aun así, un consumo exagerado de este macronutriente puede dejar en el organismo residuos tóxicos fruto de su particular y complejo procesado metabólico, haciendo trabajar en exceso a riñones e hígado. Las proteínas están constituidas por moléculas denominadas aminoácidos, de ahí que los suplementos nutricionales ricos en proteínas para deportistas suelan expresar su aminograma en el etiquetado que refleja su composición. Algunas de estas moléculas son denominadas esenciales ya que el organismo humano no puede producirlas o sintetizarlas, por lo que precisa necesariamente de su ingesta. Esas son fenilalanina, histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, treonina, triptófano y valina. El resto de aminoácidos, aunque importantes, pueden ser sintetizados por el organismo de diferentes formas, de ahí que se los haya sacado de la lista de los denominados esenciales. Algunos de los más relevantes se encuentran entre los siguientes: ácido aspártico, ácido glutamínico, alanina, asparagina, arginina, cisteína, cistina, citrulina, glicina, glutamina, hidroxiprolina, prolina, serina, taurina, tirosina... Las grasas, también denominadas lípidos, son fuente y reserva energética del organismo, hasta el punto de que

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

cualquier excedente de los otros grupos de macronutrientes – carbohidratos y proteínas– tiende a acumularse en forma de grasa. Su exceso puede tener efectos adversos, pero en realidad son muy importantes porque algunas vitaminas son liposolubles, es decir, se disuelven en grasa (sin la presencia de esta no serían asimiladas por el organismo). Además, parte del tejido adiposo estabiliza la sujeción de determinados órganos y constituye una capa de aislamiento térmico. Asimismo, determinados tipos de grasas (como las denominadas esfingolípidos) son fundamentales para el correcto funcionamiento del sistema nervioso central. Se estima que un aporte adecuado de grasa en una persona sana con un nivel de actividad física moderado ronda el 15-25 %, si bien existen diferencias en cuanto al género (el cuerpo femenino posee un porcentaje de grasa algo mayor que el masculino) y, sobre todo, en cuanto al grado de actividad física y modalidad deportiva escogida (por ejemplo, el porcentaje de grasa de una persona culturista en plena competición puede llegar a ser realmente bajo, tan pobre que si se mantuviera demasiado tiempo podría llegar a ser peligroso para la salud. Sin embargo, en otros deportes el porcentaje graso no es tan extremo. Hay que tener en cuenta que no cualquier tipo de grasa es beneficioso: aquellas comúnmente denominadas saturadas (presentes en productos como el tocino de cerdo, la yema de huevo, la mantequilla, etc.) provocan la acumulación de grasa en las arterias (vasos a través de los cuáles se desplaza la sangre desde el corazón a los diferentes órganos), taponando progresivamente esos conductos y dificultando la circulación sanguínea. Sin embargo, existe un tipo de grasas cuyo consumo en su justa medida puede ser muy saludable. Son los denominados ácidos grasos esenciales, que el organismo humano necesita obtener a través de la alimentación, puesto que es incapaz de producirlos. Se trata del Omega-3 (conocido también como ácido linolénico y presente en productos como las nueces, la lechuga y principalmente en los pescados denominados popularmente azules, como el atún o el salmón) y 158

«Los atletas bien entrenados en resistencia aeróbica son capaces de movilizar y usar las grasas en mayor medida que los menos entrenados ante esfuerzos de intensidades similares»[64]. Mariano García-Verdugo Delmas

Macronutriente

Carbohidratos

Proteínas

Grasas

PORCENTAJE

50-60 %

15-30 %

15-25 %

Alimentos que lo contienen en abundancia

pasta, cereales, patata, miel

carnes, pescados, leche, clara de huevo

Omega-3: nueces, pescado Omega-6: aceite de soja, zanahoria

El aporte de agua es primordial para los seres vivos. Cerca del 60 % del cuerpo humano adulto está compuesto de agua, siendo este porcentaje el adecuado para mantener a pleno rendimiento multitud de sistemas internos. Por ejemplo, de nuestra ingesta suficientemente abundante de agua depende la solvencia con la que el plasma sanguíneo (el contenido líquido de la sangre, compuesto por agua en un 90 %) transporta elementos tan importantes como los glóbulos rojos (que desplazan el oxígeno) o los glóbulos blancos (que se encargan de la labor defensiva fabricando anticuerpos para protegernos de agentes perniciosos). Un aporte 159

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

el Omega-6 (denominado también ácido linoleico y presente en alimentos como el aceite de soja, la zanahoria o el aguacate). Esos ácidos grasos (Omega 3 y Omega 6) se clasifican dentro de un tipo de grasas denominadas insaturadas, que son el tipo de grasa más saludable, en contraposición a las dañinas grasas saturadas y a las grasas trans (que son grasas saturadas obtenidas a partir de grasas originariamente insaturadas que han sido sometidas a procesamientos y tratamientos químicos de hidrogenización), siendo esas últimas las más peligrosas para la salud.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

insuficiente de agua hace que la sangre aumente su grado de viscosidad y eso es negativo para la óptima distribución y desplazamiento de esos y otros componentes. Por eso, cuidar el aporte hídrico es de importancia capital para el correcto funcionamiento de nuestra máquina. Aunque es necesario que bebamos a diario suficiente agua (aproximadamente dos litros por persona y día), la cantidad a tomar dependerá de factores como el grado de actividad que se realice o la temperatura ambiental (a mayor intensidad de la actividad y mayor temperatura ambiente, será preciso mayor aporte). No solo hidratamos nuestro organismo consumiendo agua: parte del aporte hídrico procede de muy diversas fuentes (como frutas, verduras y especialmente zumos u otros líquidos). Una dieta correcta nos aporta además sales minerales, que son compuestos fundamentales para que se produzcan correctamente las reacciones bioquímicas que nuestro organismo necesita. Además, son la fuente de elementos tan conocidos como el calcio (presente en los alimentos lácteos), el potasio (abundante en el aguacate, el plátano o la berenjena), el magnesio (presente en el cacao, las nueces o las almendras) o el hierro (presente en las lentejas, los garbanzos, el hígado o las carnes rojas). Las vitaminas son también un elemento imprescindible de la dieta, pues facilitan y optimizan los procesos metabólicos (el conjunto de reacciones bioquímicas que suceden continuamente en nuestro organismo). Su aporte debe necesariamente ser diario, siempre de acuerdo a las dosis adecuadas a cada persona, ya que si bien una carencia vitamínica (avitaminosis o hipovitaminosis, dependiendo de la situación concreta) puede provocar alteraciones graves, también puede hacerlo un excesivo aporte (hipervitaminosis, por ejemplo en casos como la ingesta excesiva del compuesto popular y erróneamente conocido como vitamina B17, que puede provocar toxicidad alta ya que en su composición está presente el cianuro), aunque esto último, la hipervitaminosis, 160

las vitaminas liposolubles son: la vitamina A (conocida como retinol, presente en la zanahoria, las espinacas o el hígado), la vitamina D (llamada calciferol, presente en el salmón, la sardina o el atún, y para cuya formación es importante que los rayos del sol incidan en la piel), la vitamina E (nombrada tocoferol, presente en el coco, las espinacas o frutos secos como las nueces, las almendras, los cacahuetes o las avellanas) y la vitamina K (denominada menadiona, presente en el tomate, el brócoli o la manzana); las vitaminas hidrosolubles son: la vitamina C (también llamada ácido ascórbico, presente en altas cantidades en el brócoli, el pimiento rojo o frutas como la guayaba, la naranja, el limón, la fresa o el kiwi) y todas las del grupo B. A continuación, junto con las vitaminas B, se han incluido en este grupo algunos de los compuestos que a día de hoy ya no se consideran propiamente vitamínicos, pero siguen asociados al mismo (aquí se ha optado por mostrarlos también dentro de la relación genérica, por pura facilitación pedagógica). Principalmente podemos hablar de: B1 o tiamina, B2 o riboflavina (también conocida como vitamina G), B3 o niacina (también conocida como vitamina PP), B4 o adenina, B5 o ácido pantoténico, B6 o piridoxina, B7 o colina, B8 o biotina (también conocida como vitamina H), B9 o ácido fólico (también conocida como vitamina M), B10 o ácido aminobenzoico (también conocida como PABA), B11 o carnitina (también denominada vita161

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

es mucho más difícil que se produzca con una dieta natural y sí, en cambio, con una inadecuadamente abusiva suplementación nutricional. En la actualidad, la clasificación mayoritariamente establecida separa a las vitaminas en dos grandes grupos en función de su solubilidad: las conocidas como liposolubles se disuelven en presencia de grasa y las denominadas hidrosolubles se disuelven en presencia de agua:

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

mina S), B12 o cobalamina, B13 o ácido orótico, B14 o xantopterina y B15 o ácido pangámico. Por otro lado, también se incluye como aspecto nutricional el consumo de sustancias tóxicas o drogas. Hábitos de este tipo pueden llegar a perjudicar la salud e interferir negativamente en multitud de procesos internos. Independientemente de la situación legal o del grado de alarma, permisividad o pasividad social que las acompañen, podemos introducir en nuestro organismo elementos de elevado potencial dañino, a pesar de que la cotidianidad en el uso de algunas de ellas pueda hacer que sean percibidas con mayor aceptación que otras drogas que el ideario colectivo ha dado en clasificar como más duras. En el apartado de las más cotidianas se encuentran algunas tales como: el tabaco: con sus varios miles de sustancias nocivas, entre las que se incluyen el alquitrán, el arsénico y la nicotina (especialmente a esta última se le atribuye una fortísima capacidad de adicción, muy superior incluso a otras drogas como la heroína o la cocaína), es altamente corrosivo para sistemas orgánicos como el respiratorio (es muy dañino el humo, pues supone la combustión de sustancias de elevado poder cancerígeno; esta circunstancia atañe también a aquellas personas que sin ser fumadoras inhalan el humo que desprenden aquellas que sí lo son, con las que comparten espacios), así como también aumenta el riesgo de padecer accidentes cerebrovasculares (el organismo de una persona fumadora vive con cierto grado de anoxia, carencia de oxígeno) y entorpece el adecuado desempeño de determinadas vitaminas, haciendo que la persona fumadora necesite un aporte mucho mayor de algunas de ellas;

162

B1 B2 B3 B4

B5 ácido pantoténico cereales, huevo B6 piridoxina sardina, nuez, lenteja B7 colina huevo, uva, carne roja B8 biotina seta, soja, yema de huevo B9 ácido fólico lenteja, espinaca, guisante B10 ácido aminoben- cereales, hígado zoico B11 carnitina leche, carnes B12 cobalamina B13 B14 B15 C D

E K

hígado, pescado, huevo ácido orótico zanahoria, rábano, nabo xantopterina ala de mariposa ácido pangámico levadura de cerveza, trigo ácido ascórbico kiwi, pimiento rojo, fresa calciferol sardina, atún, queso tocoferol avellanas, coco, nuez filoquinona tomate, brócoli, manzana

Funciones Principales protege piel, cabello, córnea y huesos regula el metabolismo de la glucosa cuidado de terminaciones nerviosas regula el sistema nervioso colabora en la formación de leucocitos protege el cabello forma glóbulos rojos y blancos cuidado del sistema nervioso protege piel y cabello, regula glucosa ayuda a formar glóbulos rojos y ADN cuida piel, cabello y sistema nervioso interviene en el metabolismo digestivo forma glóbulos rojos y regenera tejido cuida la flora intestinal no se han reportado potencia el sistema inmunitario ayuda a desintoxicar y es antioxidante facilita la absorción de calcio y fósforo forma glóbulos rojos y es antioxidante posibilita la coagulación sanguínea

Solubilidad LIPO HIDRO HIDRO HIDRO HIDRO HIDRO HIDRO

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

A

Nombre Científico Alimentos Ricos retinol zanahoria, espinaca tiamina levadura de cerveza, huevo riboflavina coco, queso, almendra niacina cacahuete, almendra adenina cereales, hígado

HIDRO HIDRO HIDRO HIDRO HIDRO HIDRO HIDRO HIDRO HIDRO HIDRO LIPO LIPO LIPO

163

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

el alcohol: al igual que el tabaco, es una de las drogas de muy fácil acceso legal para la población y tiene un elevado potencial de crear dependencia. Fundamentalmente deprime el sistema nervioso central, volviéndolo menos eficaz, así como afecta degenerativamente a los procesos cerebrales implicados en la memoria, la atención y la capacidad de concentración, además de alterar muy negativamente la coordinación general y especialmente la coordinación motriz fina, deteriorar los reflejos y ralentizar los movimientos. A otros niveles orgánicos, el hígado se ve fuertemente afectado y castigado por su consumo continuado en el tiempo. Sorprendentemente, la irrefutable realidad de algunos de los aspectos negativos derivados del consumo de alcohol aún no ha adquirido socialmente el grado de percepción y alarma que su intensidad merece. Con sus propias palabras, José Ignacio Calderón Balanzategui expresa esta idea desde su experiencia como director general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, indicando que «como la sociedad ha obtenido la idea esperpéntica de lo que son las drogas a través de la heroína, no es capaz de entender que el alcohol es igual, que es también una droga»[116]; los derivados de la planta denominada cannabis sativa: la hoja de marihuana y el hachís (tanto en su presentación resinosa como aceitosa) han protagonizado un ascenso muy importante en su uso y aceptación social, a pesar de que su consumo público, tenencia y cultivo están perseguidos por la ley en la mayoría de los países (en referencia a aquellos casos que estén fuera de la legislación aplicable a la industria médico-farmacológica, ya que las autoridades sanitarias de algunos países aprueban determinados medicamentos cuya composición incluye derivados de esta planta, los cuales sirven para tratar sintomatologías tales como náuseas, espasmos o intensos dolores). Al igual que ocurre con el alcohol, sus efectos pueden manifestarse externamente varios minutos después de su ingesta y mantenerse durante horas. El consumo de sustancias derivadas del cannabis es 164

165

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

responsable de procesos tales como descoordinación psicomotriz, ralentización en los tiempos de respuesta a los estímulos, estados somnolientos o dificultad para concentrarse (incluyendo vacíos en la memoria a corto plazo) y se relaciona con la aparición de procesos psicóticos (alteraciones en la percepción de la realidad, como delirios y alucinaciones), habiéndose llegado a conocer casos de crisis convulsivas. Lejos de identificarse con la imagen de sustancia inocua que ciertos sectores interesados pretenden promover, esta sustancia es una de las mayores responsables de ingresos en clínicas de tratamiento de adicciones. Estos tres elementos (tabaco, alcohol y derivados del cannabis), habituales en nuestro día a día social, son permanente fuente de toxicomanías. En una entrevista realizada por Rosa Bertino, la investigadora Marilyn Huestis indica que las sustancias adictivas «no actúan de la misma forma, pero tienen un resorte común: son usurpadoras del circuito neural del placer y recompensa. (...) cuando un individuo ingiere drogas (...) se intoxica con una cantidad enorme de moléculas que producen experiencias hedónicas artificiales. No puede prescindir de ellas y se transforma en el adicto que hace cualquier cosa por la droga. En esa fase ocurren las desgracias. Hay que intervenir antes de que llegue a esa instancia»[12], destacando que la ciencia tiene activas «varias líneas de investigación médica, dentro de la neurobiología, la química, la psiquiatría... Pero no es simple, porque drogadicción no es una sola, ni cada adicto es igual al resto. El cerebro usa distintos receptores para la cocaína, la marihuana, la heroína o el tabaco»[12]. Las autoridades sanitarias consideran que otro de los mayores y más conocidos enemigos nutricionales para la salud de las personas deportistas son los esteroides. Habitualmente hacemos referencia al término esteroides cuando queremos referirnos a determinadas sustancias sintéticas que las personas deportistas pueden ingerir o inyectarse con el objetivo de mejorar sus resultados deportivos o potenciar los efectos de sus sesiones de entrenamiento, pues la utilización de estas sustancias es susceptible

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

de favorecer diferentes aspectos como los tiempos de recuperación, el aumento del tamaño de la musculatura esquelética o la consecución de un mayor alcance de los niveles de fuerza. Las investigaciones a este respecto se remontan muchas décadas atrás y hoy en día podemos encontrar el uso de sustancias de este tipo no solo entre profesionales, sino también entre personas que meramente disfrutan con la práctica del ejercicio físico (deportistas que desarrollan su afición dentro de lo que se denomina uso recreativo del deporte, cuyos objetivos no necesariamente siempre priorizan la pretensión de potenciar su rendimiento físico, sino que, en muchas ocasiones, pueden ser principalmente estéticos [conseguir un cuerpo que responda a unos determinados cánones de belleza o admirabilidad]). Normalmente se utilizan por períodos, alternando esos con temporadas de descanso en su consumo (eso es lo que popularmente se denomina hacer ciclos), pero para aquellas personas que hacen uso de estas sustancias es imprescindible un exhaustivo control médico, puesto que su introducción en el organismo es susceptible de implicar riesgos que podrían derivar en consecuencias muy graves para la salud. Para agravar esta situación, buena parte de los esteroides consumidos proviene del mercado negro (Internet facilitó mucho el acceso a ellos, pues abrió infinitas puertas que los ponían al alcance de casi cualquiera), lo cual multiplica los riesgos, puesto que a la peligrosidad propia de la sustancia se une la falta absoluta de control sobre el producto, que de hecho podría tratarse de cualquier cosa diferente a la ofertada, de una vulgar imitación o de un simple placebo (en definitiva, fácilmente un timo). La literatura médica habitualmente asocia los esteroides con diversos potenciales problemas de salud, tales como desórdenes hormonales, aparición de acné juvenil a edades no esperadas, alopecia repentina y acelerada, aparición o acentuación de procesos alérgicos, trastornos del sueño, hipertensión, disfunción eréctil (en el caso de los hombres), alteraciones menstruales (en las mujeres), etc. Phil Embleton y Gerard Thorne sostienen que «los esteroides 166

«(...) aún no he conocido a un consumidor de esteroides que no haya sufrido algún efecto secundario doloroso o deformador»[42]. Ron Harris En algunas ocasiones, los abundantes efectos secundarios que pueden provocar los esteroides, fármacos o elementos químicos consumidos se tratan de contrarrestar con la administración de otros medicamentos u otras drogas, lo que expone al organismo a riesgos aún mayores ante la combinación de sustancias. Es habitual que entre el público neófito se produzca confusión al respecto de los esteroides y llegue a utilizarse este concepto como sinónimo de suplemento nutricional. Nada más lejos de la realidad: cuando hablamos de esteroides nos referimos a sustancias como el etilestrenol, el estanozolol, la metandrosterona, la oxandrolona, la oximetolona, la nandrolona, etc. Sin embargo, los suplementos nutricionales (ya se encuentren en forma de polvo, líquido, tabletas, cápsulas, etc.) no son más que nutrientes u otros elementos alimenticios que han sido aislados o combinados para que sirvan meramente como complemento a nuestra dieta. Puede tratarse de concentrados de proteínas-aminoácidos, de carbohidratos, de 167

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

anabólicos agotan rápidamente la vitamina B6»[42], tan relevante en el desarrollo de los anticuerpos y los glóbulos rojos. Por su parte, Precilla Choi afirma que «debido a que la literatura clínica establece que las dosis terapéuticas de esteroides (dosis que son dadas como terapia médica) reducen la fatiga y provocan un aumento de la agresividad, (...) es razonable asumir que las dosis masivas de esteroides (...) producen efectos psicológicos»[189]. También Vladimir Nikolaievich Platonov indica que «casi todos los esteroides consumidos por vía oral provocan una alteración de las funciones hepáticas (...), el abuso de esteroides anabolizantes aumenta la probabilidad de una grave enfermedad cardíaca (...). Bajo la influencia de los esteroides anabolizantes se producen transformaciones degenerativas en el tejido muscular»[118].

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

vitaminas o de cualquier otro compuesto potencialmente útil para nuestro organismo, dependiendo de las necesidades específicas que pretendamos cubrir. Es lógico que, si se va a hacer uso de dichos artículos de suplementación, se consulte antes con una persona que posea suficientes conocimientos acreditados en Dietética y Nutrición. Multitud de complementos nutricionales pueden encontrarse comercializados abiertamente en muchísimos puntos de venta (desde tiendas especializadas en nutrición deportiva hasta grandes cadenas de supermercados y centros comerciales), al contrario que los esteroides, muy difícilmente accesibles al público general puesto que solo pueden conseguirse aquellos que se encuentran en el mercado en sus respectivas formas comerciales y siempre bajo prescripción médica. Algunos compuestos farmacológicos esteroideos se recetan para hacer frente a patologías como la osteoporosis (pérdida de los niveles de densidad y consistencia ósea) o la sarcopenia (disminución de masa muscular y consecuente descenso de los niveles de fuerza), etc. De lo contrario, para obtenerlos habría que acudir al mercado negro, puesto que su tráfico está prohibido y también su uso en el deporte se persigue por la mayoría de legislaciones internacionales, así como por la inmensa mayoría de autoridades deportivas. Una ingesta adecuadamente distribuida a lo largo del día y caracterizada por una dieta variada en cuanto al tipo de alimentos y equilibrada en cuanto a la distribución y variedad de nutrientes supone un apartado irrenunciable, no solo para que todas las células de nuestro organismo estén perfectamente abastecidas, sino para hacer frente con garantías de éxito al desgaste físico e intelectual que implica nuestro desarrollo marcial. No en vano, la alimentación es uno de los tres elementos primordiales a este respecto, conjuntamente con el descanso y el entrenamiento propiamente dichos. El entrenamiento es físico-técnico (cualidades físicas, habilidades y destrezas, etc.) y psicológico (motivación, concentración, autocontrol, etc.). El descanso ha de ser también físico (dormir adecuadamente, cumplir tiempos de recuperación, etc.) y mental (es fun168

«Pessoalmente creio que existem leis básicas para manter-se em boa saúde: o correcto exercício diário, uma correcta dieta e um correcto descanso»[151]. «Personalmente creo que existen leyes básicas para mantenerse en buena salud: el correcto ejercicio diario, una buena dieta y un buen descanso». Joohn Rhee [Traducción de Inmaculada Carretero Sanjuán]

169

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

damental realizar actividades puramente lúdicas que no contemplen objetivos necesarios a cumplir [ausencia de estrés], desconectar de la actividad dedicándose a uno mismo [potenciando nuestro propio mundo interior, lo intrapersonal] y enriquecer la vida social [potenciando las relaciones interpersonales]). La alimentación es el elemento perfecto que nos ayuda a optimizar nuestro entrenamiento (aportando los nutrientes adecuados en cada caso) y nuestro descanso (equilibrando las sustancias neurotransmisoras responsables de los estados de bienestar emocional). Si una de estas variables falla, se descompensa el conjunto y se debilita el poder sinérgico que posee el trabajo cooperativo de estos conceptos.

AUTODEFENSA

Cuando se habla de cualidades o capacidades físicas básicas (también conocidas como capacidades condicionales), se está haciendo referencia a cuatro grandes áreas con diferentes grados de interrelación: la resistencia, la fuerza, la velocidad y la flexibilidad. El grado de desarrollo alcanzado en estas cuatro capacidades nos indicará el nivel de condición física en cada momento. Todas las capacidades físicas básicas pueden ser entrenadas y mejoradas, aunque los factores genéticos pueden llegar a marcar intensamente su potencial de evolución, es decir, sus umbrales de desarrollo: la resistencia: puede desarrollarse con el entrenamiento de esfuerzos prolongados y ejercicios realizados con cambios de ritmo e intensidad, si bien depende de las características del músculo cardíaco (grosor de sus paredes y tamaño de sus cavidades), la cantidad de glóbulos rojos presentes en sangre, así como la eficiencia del organismo para gestionar las reservas energéticas, el grado de perfección técnico (ahorro de gasto energético, economía de movimientos), además de factores mentales como la autoestima, el autoconcepto o la fuerza de voluntad;

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

3.2. Cualidades físicas básicas

la fuerza: puede entrenarse a través de ejercicios específicos con pesos y resistencias (incluyendo la resistencia que puede ofrecer el propio cuerpo), pero es altamente dependiente de la composición y calidad de las fibras musculares; la velocidad: puede optimizarse gracias al trabajo de la atención y al perfeccionamiento del correspondiente gesto técnico y la consecuente mejora de la coordinación inter e intramuscular, así como del adecuado trabajo de fuerza, pero, al igual que esta, depende en gran medida del porcentaje de fibras musculares que se posea y de la calidad de las inervaciones nerviosas y conexiones neuronales; la flexibilidad: puede mejorarse por medio de ejercicios de 170

Las teorías más geneticistas estiman que las cualidades físicas básicas vienen determinadas por la herencia biológica aproximadamente en un 60 % en el caso de la resistencia, en un 75 % en lo relativo a la fuerza, en un 85 % en lo que respecta a la velocidad y en un 80 % en lo referido a la flexibilidad. Esto significa que la herencia juega un papel importante, si bien es posible mejorar estas cuatro capacidades y, por extensión, optimizar todas aquellas otras cualidades que dependan de cualquiera de ellas o de la combinación de más de una. Sería iluso pensar que someternos durante años a un entrenamiento espartano puede hacernos capaces de correr los cien metros lisos tan rápido como lo ha llegado a lograr Carl Lewis o de forzar nuestras articulaciones hasta el extremo en que lo consigue Almudena Cid. A esas personas no solamente las caracterizan décadas de un entrenamiento y dedicación brutal a su disciplina (parte de ese tiempo dentro de un ambiente de élite y bajo la guía de un elenco multidisciplinar de profesionales de primer nivel), sino que la naturaleza tuvo la generosidad de otorgarles un conjunto de virtudes que colocaban muy alto el umbral de sus potencialidades.

3.2.1. Resistencia Probablemente una de las definiciones más acertadas del término resistencia es la propuesta por Jürgen Weineck como «la capacidad (...) para soportar la fatiga psicofísica»[179]. Esta definición nos ilustra en diferentes aspectos: en primer lugar se indica que la resistencia es una capacidad, concepto definido como «cualidad que dispone a alguien para el buen ejercicio de algo»[186]. En segundo, lugar aclara que consiste en afrontar la fa171

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

elongación y ampliación del rango de movilidad articular, pero es muy dependiente de las características oseoarticulares propias de cada persona.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

tiga, que se entiende como «molestia ocasionada por un esfuerzo más o menos prolongado»[186]. En tercer y último lugar, aclara que esa molestia tiene claramente dos líneas diferenciadas: una psicológica y otra física. Respecto al factor mental, la resistencia psicológica al esfuerzo es muy importante y a menudo se omite su toma en consideración o incluso su déficit se atribuye a otros tipos de resistencia física o fisiológica que, de hecho, podrían estar muy desarrollados y adecuadamente trabajados. Factores como la motivación, el autoconcepto y la autoestima son cruciales en todas las modalidades de acción motriz, pero más aún en aquéllas cuya duración puede ser muy dilatada y hay tiempo durante el ejercicio para crear multitud de obstáculos en nuestra mente. Potenciar esos factores positivos es clave para superar las barreras que durante el ejercicio se levantarán ante nosotros con la intención de interceptarnos el paso y hacernos desear no continuar. Por otro lado, e independientemente de la capacidad para soportar carga psíquica, en cuanto a los aspectos físicos y fisiológicos, simplificando al máximo podemos clasificar la resistencia principalmente en dos tipos: aeróbica y anaeróbica. La resistencia aeróbica se manifiesta en aquellas actividades donde el oxígeno es la principal fuente energética utilizada, por lo que adquieren gran importancia factores tales como la capacidad pulmonar, así como también el tamaño de las cavidades cardíacas (entrenar adecuadamente la resistencia aumenta su tamaño) y de los vasos sanguíneos, ya que son los glóbulos rojos los responsables del transporte de oxígeno a los diferentes tejidos. Niveles elevados de este tipo de resistencia son muy relevantes en actividades de media y larga duración e intensidad media o moderada. En estos ejercicios de duración prolongada (siempre que superen al menos los veinte o veinticinco minutos aproximadamente), las grasas pasan a utilizarse como el sustrato energético esencial, al principio en combinación con el glucógeno 172

«El VO2 max. [Volumen de Oxígeno Máximo] aumenta entre un 15 y un 25 % con un entrenamiento aeróbico. (...) los estudios más recientes indican que el porcentaje de incremento de VO2 max. es independiente del sexo, edad y raza»[57]. Nuria Garatechea Vallejo La resistencia anaeróbica se manifiesta en actividades de corta duración y elevada intensidad. En ellas, el oxígeno transportado por la sangre es insuficiente para hacer frente al esfuerzo requerido por la actividad. En ejercicios cuya exigencia es alta y su duración breve, el organismo humano no alcanza a utilizar el oxígeno adecuadamente y a tiempo, de modo que necesita otras fuentes de suministro energético más rápidas y aprovechables en un plazo más corto. De ese modo, nuestras reservas de glucógeno se convierten en el sustrato más solicitado en esfuerzos de corta duración. Esas reservas son francamente limitadas y pueden agotarse plenamente en cuestión de minutos, de ahí la importancia crucial de una correcta alimentación previa al entrenamiento. En esfuerzos de duración especialmente cortos (como, por ejemplo, 173

Capítulo 1. Acercamiento a la definición de autodefensa

(una reserva energética presente en los músculos), pero si las sesiones de entrenamiento de resistencia se alargan, los lípidos cobran una importancia capital y ese es un dato importantísimo si lo que se necesita es perder peso. El corazón necesita que dediquemos atención al trabajo aeróbico por su propio bienestar y salud. Como refiere Alejandro Lucía, «no hay duda de los beneficios para la salud que suponen una vida activa: niveles de forma cardiorrespiratoria de moderados a altos producen un pronóstico muy favorable sobre el riesgo general de enfermedad y muerte»[8]. Respecto a las actividades aeróbicas, no siempre que hablamos de ellas nos estamos refiriendo a exigentes pruebas deportivas concretas de larga duración, sino que también son actividades aeróbicas las largas caminatas sin descansos, por ejemplo.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

un sprint de sesenta metros o cualquier otra actividad explosiva cuya duración no exceda de un puñado de segundos) destaca como sustrato energético la fosfocreatina (un compuesto natural presente en la musculatura esquelética). En relación al entrenamiento enfocado a la defensa personal, es necesario entender que el objetivo no es en absoluto especializarnos en un entrenamiento exhaustivo de la resistencia como cualidad aislada, sino que el trabajo de esta debe estar presente en la medida adecuada siempre y cuando ejerza de vehículo que nos sirva de ayuda para dirigirnos hacia la optimización de las peculiares características de nuestra disciplina o modalidad marcial. Aun así, desarrollar unos adecuados niveles de resistencia general es necesario, tal y como apunta Félix Sáenz Fernández al afirmar que «es impensable conseguir realizar una cantidad de repeticiones técnicas suficientes para adquirir los conocimientos básicos si la condición orgánica no permite su seguimiento en total estado de lucidez»[157]. Jürgen Weineck también otorga al desarrollo de la resistencia de base una importancia fundamental, llegando a indicar que configura «en todas las modalidades un requisito previo básico para incrementar la capacidad de rendimiento deportivo»[179], hasta el punto de asociarla con efectos tan beneficiosos como «optimización de la capacidad de recuperación (...), minimización de las lesiones (...), aumento de la capacidad de carga psíquica (...), velocidad de reacción y de acción elevada en todo momento (...), reducción de errores técnicos (...), salud más estable»[179]. Por otro lado, este mismo autor también asume los peligros de concentrarse en el entrenamiento en esta capacidad sin entenderla como un medio adaptado y orientado a otros objetivos más funcionales y específicos que necesitan también de otras cualidades diferentes, como es el ejemplo de la defensa personal. Por ello asegura que «un exceso de entrenamiento de la resistencia implica el descuido de otros factores determinantes para el rendimiento. (...) el exceso de resistencia restringe las 174

«El entrenamiento de la resistencia desarrolla un corazón capaz de mayor rendimiento»[179]. Jürgen Weineck La literatura relativa a las Ciencias de la Actividad Física y Deportiva coincide en que la mejor forma de entrenar la cualidad de resistencia general es mediante entrenamientos periódicos en los que mantengamos una intensidad moderada durante sesiones relativamente largas (por ejemplo, recurriendo a la práctica de la carrera continua). Para saber cuáles son nuestros límites de intensidades debemos atender a uno de los indicadores más sencillos pero más útiles: los latidos del corazón. Resulta útil aprender a medir nuestras propias pulsaciones en reposo, pero también durante la práctica de ejercicio (si no somos capaces 175

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

potencialidades de velocidad y de fuerza rápida del deportista. El que se entrena demasiado en resistencia se vuelve más lento, pues se producen alteraciones bioquímicas en el músculo»[179]. Mientras realizamos una sesión de entrenamiento específico de la resistencia, nuestro ciclo respiratorio se acelerará y nuestra frecuencia cardíaca se verá intensificada. Ello es debido al mayor volumen de oxígeno que necesitamos mover a través del sistema respiratorio y a la mayor cantidad de sangre que el corazón necesita bombear para adaptarse a las exigencias del esfuerzo. A medida que nuestro entrenamiento de resistencia vaya haciéndose habitual, nuestro ritmo respiratorio y nuestras pulsaciones por minuto en reposo mostrarán un visible descenso, así como a la hora de realizar ejercicio observaremos que ambos aspectos (respiración y latidos) se aclimatan cada vez mejor a la exigencia del ejercicio. Los cambios que experimentemos surgirán porque nuestro organismo habrá vivenciado un proceso de adaptación al esfuerzo: pulmones y corazón se habrán vuelto más eficaces en su labor y les costará menos trabajo ser eficientes.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

de hacer esto último, siempre podemos recurrir a un pulsómetro). Es importante conocer a qué ritmo late nuestro corazón porque el ser humano tiene un número máximo de pulsaciones que nunca debería superar y que, como referente aproximado, responde a la fórmula 220 menos la edad en años (en el mundo del ejercicio físico, algunas personas establecen esa cifra para los hombres y determinan cuatro o cinco pulsaciones más –225 de máxima– para las mujeres). Por lo tanto, podemos decir como ejemplo que para una persona de veinte años el número máximo de pulsaciones (su 100 %) será de 200-205. Sin embargo, para otra persona de treinta y cinco años su máximo será de 185-190, mientras que para alguien de cincuenta años el máximo se ubicaría en torno a las 170-175. Jonathan Esteve Lanao[45] se hace eco de otra forma de calcular la frecuencia cardíaca máxima teniendo en cuenta las variables de edad, género y masa corporal –popularmente llamada peso–, resultando una sencilla fórmula (hay que recordar que una libra equivale a poco más de 450 gramos para obtener la equivalencia de nuestros kilogramos en libras): ••frecuencia cardíaca máxima en hombres: 210 – (½ edad en años) – 1 % del peso en libras ••frecuencia cardíaca máxima en mujeres: [210 – (½ edad en años) – 1 % del peso en libras] +4 Si pretendemos trabajar la resistencia aeróbica, teniendo en cuenta que la intensidad moderada podemos ubicarla orientativamente dentro de la franja que va desde el 60 % hasta el 80 % de nuestra capacidad, para conocer 176

los límites de dicho umbral de esfuerzo solo tenemos que hacer una sencilla regla de tres. En relación a los tres ejemplos de edad puestos anteriormente, podríamos decir que para trabajar a intensidades moderadas la persona de veinte años deberá colocar sus pulsaciones entre 120-123 (marcan su 60 %) y 160-164 (marcan su 80 %), sin embargo, la persona de treinta y cinco años habrá de estar entre 111-114 y 148-152 pulsaciones aproximadamente, mientras que la persona de cincuenta años tendrá que establecer sus pulsaciones entre 102-105 y 136-140. debemos buscar umbrales de intensidad submáxima, normalmente encuadrados entre el 80 % y el 90 % de la capacidad cardíaca máxima. Por lo tanto, en el caso de una persona de veinte años, el rango de pulsaciones debería encontrase aproximadamente entre 160-164 y 180-185; si se trata de una persona de 35 años, la franja estaría orientativamente entre 148-152 y 167-171 latidos; y en el caso de una persona de cincuenta años, los límites aproximados estarían entre 136-140 y 153-158.

FRECUENCIA EDAD (en años) CARDÍACA 20 35

50

65

80

100 %

200-205

185-190

170-175

155-160

140-145

90 %

180-185

167-171

153-158

140-144

126-131

80 %

160-164

148-152

136-140

124-128

112-116

70 %

140-144

130-133

119-123

109-112

98-102

60 %

120-123

111-114

102-105

93-96

84-87

177

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

Si lo que deseamos es trabajar la resistencia anaeróbica,

La fuerza puede definirse como acertadamente apunta Marta Carranza Gil-Dolz de Castellar al entenderla como la «capacidad de los músculos para desarrollar una tensión para vencer una resistencia externa»[20]. Es una cualidad profundamente dependiente de las características del sistema muscular. La propia Marta Carranza Gil-Dolz de Castellar afirma que «cada cm² de músculo corresponde a una fuerza en potencia de 5 a 8 kg»[20]. Los tipos de fuerza más significativamente reseñables son:

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

3.2.2. Fuerza

fuerza máxima: representa la capacidad de alcanzar el umbral máximo de fuerza muscular que se puede desarrollar. Cuando hablamos de entrenamientos específicos de fuerza, nuestro pensamiento se dirige automáticamente al sistema muscular. Eso es lógico, pero no menos importante que el aumento de la fuerza de nuestros músculos es el desarrollo de unos tendones y ligamentos más fuertes. En las personas que practican con pesos y resistencias es más probable que aparezca una lesión ligamentosa que muscular, pues aunque los ligamentos necesitan 178

fuerza resistente: representa la capacidad del músculo para soportar el esfuerzo de mantener en el tiempo repetidas contracciones (o sostener determinado tiempo una misma contracción isométrica, es decir, sin que el músculo se acorte y alargue, sino que permanezca en su posición de tensión, como a menudo puede verse en disciplinas como el pilates). Practicar remo es una excelente forma de desarrollar la fuerza resistente, pues nos expone a un trabajo muscular cíclico y repetitivo en el que determinados grupos musculares deben ser capaces de soportar durante cierto tiempo el empuje de cada palada. También otras modalidades, como la práctica de carreras con patines sobre hielo, necesitan elevados niveles de fuerza resistente para soportar la sobrecarga que el intenso esfuerzo mantenido produce en la musculatura de las piernas; 179

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

mayor plazo de tiempo para reforzarse, suelen ser grandes olvidados en las rutinas de acondicionamiento físico. A menudo mucha gente interpreta como disciplinas de entrenamiento de la fuerza máxima modalidades como el culturismo, pero el culturismo no es un deporte cuyo propósito principal sea el desarrollo de la fuerza. Es cierto que potencia muy ampliamente esta cualidad y la utiliza para sus fines de modo que la persona culturista, a medida que va progresando, logra desarrollar niveles verdaderamente más altos de fuerza, puede levantar mayores pesos, hacer más exigentes sus rutinas y su volumen muscular evoluciona significativamente (se hipertrofia). Sin embargo, su objetivo no es el entrenamiento de fuerza máxima, sino que en primera instancia lo que pretende es conseguir volumen para finalmente, en etapas posteriores, buscar la definición (recortarse). Desde el culturismo se pretenden fines estéticos para los cuales el desarrollo muscular extremo responde a un ideal de perfección y belleza. Por eso cada músculo es llevado al límite de su aspecto (tamaño, definición, tensión, etc.), lo cual hace esta disciplina diferente de cualquier otra modalidad deportiva que trabaje muy específicamente los niveles de distintos tipos de fuerza con algún objetivo funcional;

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

fuerza explosiva: representa la capacidad inmediata y repentina para llevar a cabo una contracción muscular, generalmente venciendo un elemento que ofrece cierta resistencia. Es, por ejemplo, la cualidad que necesita una persona experta en karate para romper de un solo golpe varios bloques de hielo. Para poder golpear de forma potente, es necesario ser capaz de generar rapidez en el movimiento y también aprovechar toda la masa que podamos. No en vano la fuerza es el resultado de la masa por la aceleración (segunda ley de Newton). Imaginemos a una persona de amplio tamaño lanzando un puñetazo con su gran brazo. Si lo hace demasiado despacio el resultado puede ser muy pobre a tenor del potencial que su enorme masa prometía. Incluso una persona con menor masa pero capaz de generar más aceleración podría alcanzar mayor contundencia. Puede conseguirse concentrar y aprovechar toda la masa corporal si se tiene suficiente habilidad técnica como para descargar en el golpe la inercia de toda la masa del cuerpo al completo y no solo la del miembro que golpea. Podemos desarrollar mayor explosividad planificando sesiones de entrenamiento que incluyan ejercicios en los que nos ayudemos de elementos como tobilleras y muñequeras lastradas de manera ligera, siempre de forma muy controlada y cuidadosa, pues un movimiento demasiado rápido llevando cargas puede derivar con facilidad en una lesión muscular, tendinosa o articular. Cuando hablamos de aplicar este tipo de fuerza a la defensa personal, entendemos la producción de movimientos diversos no repetitivos (comúnmente llamados acíclicos). Si la acción consistiese en vencer una resistencia a base de repetir veloz y constantemente un grupo limitado de movimientos técnicos (habitualmente denominados cíclicos), podría utilizarse el término fuerza rápida. Por ejemplo, las personas practicantes de piragüismo o carreras de patinaje sobre hielo necesitan fuerza resistente (como se comentó más atrás), pero también fuerza explosiva rápida (cíclica en sus movimientos técnicos prefijados). Las 180

fuerzas explosiva y rápida están muy relacionadas con otra cualidad básica: la velocidad. «La fuerza rápida tiene que ver con la capacidad del sistema neuromuscular para mover el cuerpo, partes del cuerpo (...) u objetos (...) con velocidad máxima»[179]. Jürgen Weineck

Mireille Frey Kerouedan definió la rapidez como «la capacidad de los procesos neuromusculares y de la propia musculatura para realizar una acción motora en un mínimo tiempo»[60]. También ha sido definida por Marta Carranza Gil-Dolz de Castellar como la «capacidad de efectuar una acción determinada en el mínimo tiempo posible»[20]. Otras fuentes ofrecen definiciones mucho más sencillas, como por ejemplo la recogida por la Real Academia Española (RAE), que define la velocidad como «ligereza o prontitud en el movimiento»[186]. Dentro de las cualidades físicas básicas, aun teniendo en cuenta que cada persona posee unos parámetros físicos, fisiológicos y contextuales propios que hacen diferente en cada individuo la posibilidad de progresar o ralentizar el deterioro orgánico, Jürgen Weineck llega a afirmar que «la velocidad es el factor de rendimiento físico que con el paso de los años disminuye de forma más precoz y más pronunciada»[179]. En no pocas ocasiones, la comprensión popular de esta capacidad se ha visto injustamente reducida al concepto de velocidad de desplazamiento (entendido como la capacidad de una persona para desplazarse de manera efectiva en el espacio, cubriendo una distancia determinada en el menor tiempo que sea capaz). Efectivamente, esa es una de las formas en que resulta posible que la velocidad sea expresada. Sin embargo, puede manifestarse de otras múltiples maneras y no necesariamente todos esos 181

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

3.2.3. Velocidad

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

diferentes enfoques guardan proporción directa entre sí. Es decir, es probable que encontremos una persona con gran capacidad para ejecutar una elevada cantidad de golpes con sus puños en muy pocos segundos (incluso en uno solo) permaneciendo en un mismo punto en el espacio. Podríamos decir que tiene gran velocidad gestual, pues es veloz ejecutando gestos en el sitio. No obstante, esa persona no necesariamente tiene por qué ser veloz también a la hora de desplazar su cuerpo de un lugar a otro en el espacio (corriendo una carrera de sesenta metros, por ejemplo). Algunos de los principales tipos de velocidad que han llegado a clasificarse son:

velocidad de percepción: definida por Jürgen Weineck como la capacidad para «captar, elaborar y evaluar con velocidad informaciones sensoriales (sobre todo visuales y auditivas)»[179]. Representa la capacidad del organismo para percibir un estímulo del entorno y que las informaciones recogidas del mismo lleguen a nuestros centros cerebrales, viajando a través del sistema nervioso. Una vez alcanzan su destino, adquieren un sentido. Velocidad de percepción es la que muestra la persona velocista que reacciona al pistoletazo de salida desde su posición estática de espera, apoyada en los tacos de impulso; 182

183

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

velocidad de decisión: definida por Jürgen Weineck como la capacidad de «decidirse en el menor tiempo posible por una acción eficaz del abanico de acciones disponibles»[179]. Bruce Lee popularizó a este respecto el concepto de velocidad mental, definiéndolo como la «rapidez de la mente para seleccionar el movimiento exacto»[87]. Una vez que el estímulo ha sido captado por nuestras estructuras sensoriales y recibido por nuestro órgano cerebral (encargado de la gestión y control integral de nuestro organismo), este escudriña toda la información que posee sobre el estímulo y nuestras experiencias pasadas que tengan que ver con el mismo, relacionando los datos de que dispone con las nuevas informaciones circunstanciales que se dan en la situación actual. Por ejemplo, si alguien me lanza una piedra y lo detecto, mi cerebro procesará de forma vertiginosa todos aquellos datos que en el pasado interpretó como relevantes respecto a la piedra (su grado de dureza comparado con el grado de resistencia de mi piel y estructuras óseas, etc.) y añadirá a su análisis aquello que pertenece exclusivamente al hecho percibido actual (ángulo

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

desde el cual la piedra me ha sido arrojada, trayectoria y velocidad estimadas, punto previsto de impacto, en su caso, etc.). velocidad de ejecución: definida por Bruce Lee como «rapidez (...) al llevar a efecto el movimiento escogido»[87]. Una vez que nuestro procesador central ha decidido qué movimiento realizar, debe mandar la orden hacia las estructuras corporales encargadas de la acción y esas llevarán a cabo lo encomendado. La ejecución termina cuando el movimiento escogido finaliza completamente. Podemos encontrar dos velocidades de ejecución diferentes: una de ellas marca la velocidad con la que nuestro sistema nervioso envía la orden de ejecutar el movimiento que nuestro cerebro ha elegido; la otra determina la rapidez con la que nuestras estructuras de ejecución del movimiento realizan la acción ordenada una vez reciben la orden. Pedro Pablo Fernández Ruiz afirma que «los movimientos en el plano horizontal son más rápidos que en el vertical; el movimiento del brazo hacia adelante es más rápido que hacia atrás en un 10 %. El brazo es un 30 % más rápido que la pierna»[49]. Muy relacionado con la parte física (acción motriz) del concepto de velocidad de ejecución se encuentra otro tipo de velocidad: la velocidad de iniciación, definida por Bruce Lee como «el comienzo económico a partir de la posición correcta y con la actitud mental adecuada»[87]. Si estamos en una posición favorable para llevar a cabo el movimiento necesario, conseguiremos completar este más rápidamente, ya que ahorraremos gestos y adaptaciones posturales innecesarias. Eso es lo que significa que nuestra acción es más económica: lo es porque ahorramos movimientos superfluos y, por lo tanto, algo de energía. Joaquín Almería Querol explica la economía de movimientos indicando que «significa que podemos realizar lo que queremos de la forma más rápida, fluida y que requiere el menor esfuerzo o uso de energía»[4]. Cuando asistimos a una competición atlética de velocidad observamos en la salida que la posición de quienes participan 184

es muy concreta: apoyo de la base de los dedos de los pies en unos tacos especiales, talones levantados y manos colocadas en el suelo. Se trata de un proceso evolutivo: es simplemente una conclusión actualmente vigente, alcanzada tras muchos años tratando de encontrar cuál es la posición que favorece más el comienzo efectivo de dicha prueba atlética.

Un ejemplo de un proceso completo altamente dependiente de nuestra velocidad podría ser la situación siguiente: ante un puñetazo directo que hemos percibido a través del sentido de la vista (la celeridad a la hora de percibirlo depende de nuestro grado de velocidad de percepción), a nuestro cerebro llegan los datos recibidos y se funden con las informaciones que ya poseemos relativas a todo lo relacionado con ese ataque hasta que seleccionamos cómo responder (la rapidez con la que se procese todo ese material está en función de nuestro grado de velocidad de decisión); elegida la respuesta, esta es enviada a las diferentes zonas del cuerpo y cada una de ellas realizará lo que haya sido ordenado por el cerebro para llevar a cabo una contestación globalizada ante el estímulo (la premura conseguida en toda esta última parte dependerá de nuestro grado de velocidad de ejecución). Quizá el brazo se eleve protegiendo el rostro, la cabeza se ladee tratando de alejarse del ataque, la columna vertebral se arquee para reducir silueta y puntos de impacto... Todo ello surgirá de forma simultánea. Si somos hábiles en todos estos tipos de velocidad, nuestro tiempo de respuesta será relativamente bajo, lo que significará que actuamos con rapidez. El tiempo de respuesta (también llamado tiempo total) es el lapso transcurrido desde que percibimos un estímulo hasta que hemos completado 185

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

«El atleta puede acelerar su velocidad aprendiendo la consciencia adecuada (foco de atención) y las posturas preparatorias adecuadas»[87]. Bruce Lee

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

una respuesta a él. Por ejemplo, cuando vamos conduciendo y aparece súbitamente un animal en la calzada (estímulo) nuestro cerebro procesa tal hecho y busca una solución entre nuestro repertorio de acciones posibles a realizar, eligiendo una o más de ellas (frenar, desviar nuestra trayectoria, etc.). El tiempo que pasa desde el inicio de la aparición del estímulo hasta que finalizamos completamente la acción elegida es lo que se denomina tiempo de respuesta. El tiempo de respuesta o tiempo total comprende una doble subdivisión en otros dos lapsos temporales: el tiempo de reacción y el tiempo de movimiento. El tiempo de reacción (a menudo denominado con otros términos tales como período de latencia, tiempo de latencia, tiempo premotor o tiempo fisiológico) es el lapso de tiempo que va desde que un estímulo inicia su aparición hasta que quien lo percibe se dispone a iniciar el correspondiente movimiento de respuesta al mismo. Por lo tanto, incluye la percepción del estímulo, la transmisión de lo percibido al cerebro, la selección por parte del órgano cerebral de la acción adecuada y el envío de la orden de acción de respuesta a las partes del cuerpo responsables de ejecutar el movimiento. «Debido a la elevada concentración y a la elevada carga cerebral a ella asociada, un entrenamiento intensivo origina a corto plazo un descenso del rendimiento, pero a largo plazo permite una mejora del tiempo de reacción»[179]. Jürgen Weineck El tiempo de movimiento es definido por Óscar Martínez de Quel Pérez como «período de tiempo, comienza en el inicio de la respuesta y termina al final de esta respuesta»[105]. Por tanto, comprende la parte motriz de la respuesta, desde que el movimiento físico se inicia hasta que finaliza del todo. V. M. 186

Zatziorskij[49] secuenció en cinco pasos la respuesta ante un estímulo: ••1º.- percepción del estímulo; ••2º.- traslado de la información a la corteza cerebral; Estos dos primeros pasos quedarían englobados en la velocidad de percepción; ••3º.- análisis, formación y liberación de una orden de respuesta; Muy relacionado con la velocidad de decisión; Por vía eferente se entiende el camino que recorre la información desde los centros cerebrales de control hacia las áreas motoras que serán puestas en marcha; es contraria a la vía aferente, por la cual la información se desplaza desde las estructuras receptoras (sentidos) hacia el cerebro (esto es lo que ocurre, por ejemplo, en el paso 2.º); ••5º.- acción motriz de respuesta, reacción; Los pasos 4.º y 5.º quedarían englobados en la velocidad de ejecución.

187

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

••4º.- transmisión de la orden, vía eferente, a las placas motrices;

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Percepción Información Elección de del estímulo hacia Respuesta cerebro (Vía aferente) Velocidad de percepción Velocidad de decisión Tiempo de reacción Tiempo de respuesta

Información Acción Hacia centros Física motores (Vía eferente) Velocidad de ejecución Tiempo de movimiento

En el caso de responder a un ataque ya lanzado, cuando hemos percibido este, identificado su naturaleza, seleccionado en nuestra mente una forma de responder y comenzado a ejecutar la respuesta, antes de que esta acabe (mientras se está ejecutando) podemos detectar estímulos nuevos que hagan necesario un cambio repentino de estrategia. Por ejemplo, podemos detectar que el ataque lanzado se trata en realidad de una finta o engaño. Entonces tenemos que detener nuestra respuesta incompleta y adaptarnos sobre la marcha a un nuevo recorrido de todo el ciclo desde el principio: el nuevo estímulo es percibido sensorialmente y trasladado para su interpretación hacia nuestro cerebro. Allí se decide la nueva respuesta a ofrecer y la forma en la que la llevaremos a cabo teniendo en cuenta que nos encontramos en una situación a medio camino de otra respuesta. En este sentido, la velocidad de iniciación se verá con toda seguridad afectada, puesto que debemos corregir el movimiento (o realizar otro nuevo) partiendo de la posición que teníamos en el momento de percibir el nuevo estímulo, ya que nos encontrábamos ejecutando otra acción previa. A este respecto, Bruce Lee se hizo eco de otro concepto denominado velocidad de alteración y lo definió como «habilidad para cambiar de dirección a mitad de camino»[87]. El tiempo de respuesta refleja lo que ocurre cuando percibimos un estímulo y seguidamente respondemos a su aparición. Sin embargo, Óscar Martínez de Quel Pérez reconoce que «una técnica 188

189

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

de ataque simple y directo ejecutada perfectamente es más rápida que la reacción, compuesta por el tiempo de reacción y el tiempo movimiento. No es posible reaccionar correctamente con una parada, una esquiva u otra respuesta si se espera a percibir el comienzo de un ataque. De este modo es muy importante la capacidad de anticipación»[105]. A priori, y desde un punto de vista puramente teórico, eso sucede así, ya que al haber esperado el ataque, la ventaja es para quien tomó la iniciativa porque para culminar su acción solo le resta hacer uso directamente de la cualidad denominada velocidad de ejecución en su última fase (la propiamente motriz). Al haber decidido ya el ataque que quiere realizar, únicamente le queda enviar la orden a las estructuras corporales encargadas de ejecutarla y llevar a cabo la acción física. Sin embargo, a quien defiende le queda todo el proceso completo por recorrer y, en el mejor de los casos, la ofensiva (estímulo) será detectada durante el tiempo de movimiento de quien ataca. La desventaja es amplia. En defensa personal, la idea de conseguir frustrar con éxito un ataque no necesariamente supone realizar un movimiento correctamente ejecutado desde el punto de vista de la perfección técnica (como a veces la respuesta a un ataque suele ser practicada en los entrenamientos, a través de ejercicios estereotipados por parejas, donde se realizan movimientos defensivos de reacción y respuesta a un ataque, es decir, posteriores al mismo). Teniendo en cuenta esto, aun cuando la diferencia de velocidad entre dos personas fuese muy amplia en favor de quien defiende, y se consiguiese bloquear, detener, desviar o esquivar el ataque lanzado, no estaríamos hablando de anticipación pura porque nuestra reacción es posterior a la agresión y se da en función de esta. Eso supondría básicamente haber llevado a cabo una reacción y un movimiento (tiempo de respuesta total) más rápidos que el movimiento (tiempo de movimiento) de la persona agresora, pero a posteriori de su ataque, por tanto no en función de la capacidad de anticipación. Anticipar es definido como «hacer que

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

algo suceda antes del tiempo señalado o esperable, o antes que otra cosa»[186]. Pedro Pablo Fernández Ruiz indica que «se entiende (...) por anticipación del movimiento la capacidad de adelantar mentalmente situaciones, acciones y reacciones»[49]. A priori, la persona que toma la iniciativa de la agresión es detectada cuando ya ha lanzado el ataque. La cuestión que se plantea entonces es cómo poder anticiparse al comienzo de la acción ofensiva para interceptarla antes de que esta se produzca. Antes de que un ataque sea lanzado, ciertos indicadores procedentes de la persona adversaria pueden revelar datos acerca de la acción que está a punto de ejecutar. Esos indicios pueden ser muy sutiles: tal vez por un instante recoloque mínimamente las caderas, encoja los hombros, repliegue el brazo o fije la vista en el lugar al que quiere dirigir el ataque. Mónica Pinillos Ribalda afirma que «mediante la observación de detalles concomitantes, es posible anticiparse al momento del ataque, saber cuando alguien está a punto de atacar»[139]. Debemos ser capaces de detectar esos pequeños detalles reveladores de la acción inminente de ataque para adelantarnos al mismo, lanzando previamente un ataque simple y directo que intercepte la posibilidad de que la acometida rival sea llevada a cabo. Es como leer el pensamiento de la persona adversaria a través de su cuerpo, percibiendo (adivinando) su intención. Tal y como lo expresaba Bruce Lee, «el contrario que ataca necesita alguna clase de preparación. Por consiguiente, atácale en su preparación del ataque»[87]. Se entiende así la idea de defensa no como algo pasivo, caracterizado por esperar para responder a una acción, sino como un concepto activo de observación e intuición que nos brinda la posibilidad de aventajarnos e interrumpir el ritmo de la persona rival, desprogramando así su inminente movimiento e incluso momentáneamente su predisposición emocional a agredirnos. «Simplemente lo haces y no piensas. Pensar es más lento; no pensar es instantáneo y rápido y es difícil de detener. Pensar es 190

«El momento perfecto puede aprovecharse instintivamente o provocarse conscientemente. Un buen luchador debe sentir, más que percibir, su oportunidad de golpear»[87]. Bruce Lee A tenor de lo expuesto hasta ahora sobre la velocidad, podemos extraer otra forma de manifestación de esta cualidad; se trata de la velocidad de anticipación. Francisco González Calleja y Víctor José Cerro Rodríguez se refieren a ella como la «capacidad de un sujeto para percibir velocidades y trayectorias, y su capacidad de autocontrol, por medio de un ejercicio de anticipación dinámica»[139]. Parafraseando en parte a estos autores y ampliando y perfeccionando estas ideas, Mónica Pinillos Ribalda define la velocidad de anticipación como la «capacidad de un sujeto para percibir e intuir velocidades y trayectorias, así como los cambios que puedan producirse en éstas y la capacidad de autocontrol de este mismo sujeto para anticiparse dinámicamente a las mismas»[139]. La dificultad estriba en dónde fijar la vista. Si tratamos de focalizar sobre algún punto fijo de la anatomía de la persona adversaria, será complicado detectar detalles que aparezcan en otras zonas. Muchas líneas marciales clásicas preconizan la idea de mirar constantemente a los ojos, pero eso impide detectar movimientos de brazos o piernas. Otras corrientes recomiendan permanecer atento a la línea de hombros o caderas, de modo que puedan ser intuidas las acciones inminentes de miembros superiores o inferiores respectivamente. Pero no 191

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

fácil de detener porque puedes ver el pensamiento, abandonar la mente e ir a las fibras musculares para ponerlas en funcionamiento antes de disparar el arma. Cuando logras dominarlo y eres bueno en ver esto, entonces puedes atacar durante la preparación del oponente leyendo su intención a través de su pensamiento y su lenguaje corporal»[21]. Tommy Carruthers

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

es posible atender a ambas líneas simultáneamente durante el combate. También hay enfoques que prefieren ubicar la mirada en un área central amplia como la zona pectoral sin que la vista quede focalizada, sino expandida. Esto permite intuir sutiles cambios tanto en la parte superior como en la inferior del cuerpo de la persona rival. «Cuanto más específico sea el enfoque de nuestra visión, menos información recibimos (...). Fijar la vista en la zona pectoral, sin enfocar en exceso la vista, nos permite apreciar el campo de visión de una manera más amplia, dándonos mayores oportunidades para distinguir en qué ángulo nos ataca el oponente»[177]. Paul Vunak Por todo lo expuesto, es fácil deducir que si bien la velocidad es una cualidad altamente dependiente de las características de la musculatura, también lo es del nivel de habilidad cognitiva que poseamos para identificar e interpretar señales, así como del grado de refinamiento que alcance nuestro sistema nervioso, que es el encargado de trasladar al cerebro las informaciones recibidas y transmitir los impulsos a las fibras para su inervación efectiva y adecuada.

3.2.4. Flexibilidad Cuando hablamos de flexibilidad habitualmente nos referimos a cualquiera de los dos aspectos que la componen, pero cada uno de ellos es una cualidad en sí misma; se trata de la elasticidad muscular y la movilidad articular: elasticidad muscular: entendida como la capacidad de las fibras musculares para elongarse. Depende principalmente de las carac192

movilidad articular: entendida como la capacidad de alcance móvil de una articulación, es decir, el rango de recorrido que puede alcanzar. Depende mucho de la disposición oseoarticular de la persona, de la elasticidad de las partes ligamentosas que sujetan la articulación y de la cantidad de líquido sinovial que lubrica la articulación en ese momento (de ahí que sea importante realizar previamente ejercicios que movilicen la articulación, tales como rotaciones, para estimular la producción de ese fluido). Es muy habitual encontrar gente con niveles particularmente bajos de movilidad articular. Sin embargo, algunas personas muestran en determinadas articulaciones rangos de recorrido excesivo. La literatura médica denomina a estas personas hiperlaxas, lo que 193

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

terísticas del músculo, de sus posibilidades de estiramiento y de su capacidad de relajación. Una musculatura muy congestionada, fría o con un flujo sanguíneo insuficiente (ausencia de calentamiento previo) es mucho más propensa a sufrir daños, incluso aun cuando el músculo no supere su rango máximo de elongación, apareciendo lesiones como contracturas o roturas musculares;

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

para ellas constituye un permanente riesgo potencial de lesión ya que los tejidos ligamentosos que sujetan la articulación en cuestión podrían no ser capaces de sostenerla de forma óptima. No obstante, ese mayor ángulo articular puede hacer a estas personas capaces de soportar una técnica de luxación. «A flexibilidade é crucial no trino das artes marciais. Quando os nossos corpos estão demasiado rígidos somos bastante mais suscetíveis às lesões nos músculos, tendões e ligamentos»[151]. «La flexibilidad es crucial en el entrenamiento de las artes marciales. Cuando nuestros cuerpos están demasiado rígidos somos bastante más susceptibles a lesiones en los músculos, tendones y ligamentos». Joohn Rhee [Traducción de Inmaculada Carretero Sanjuán] Aunque existen múltiples y diferentes maneras de entender esta cualidad, la flexibilidad puede manifestarse básica y principalmente de dos maneras: estática y dinámica; flexibilidad estática: representa la capacidad de forzar el rango de recorrido de nuestras articulaciones, ligamentos y músculos mientras permanecemos estáticos. Una de las más extendidas formas de trabajar esta cualidad es el estiramiento pasivo, consistente en adoptar una posición en la que forcemos moderadamente un área articular o muscular y mantener dicha posición durante al menos varios segundos. También puede realizarse con ayuda de otra persona o de algún elemento (toalla, goma elástica, máquina de estiramientos, etc.). Una de las disciplinas que mejor trabaja esta cualidad es el yoga.

194

CAPACIDADES BÁSICAS

Flexibilidad

Psíquica • Motivación de logro

• Autoconcepto

Elasticidad Física

• Estática

• Aeróbica

• Dinámica

Velocidad

• Anaeróbica

Percepción

Fuerza

Movilidad

Decisión Anticipación

Ejecución

• Iniciación • Alteración

Explosiva

Resistente

Máxima

flexibilidad dinámica: supone la capacidad de llevar una articulación al máximo de su rango de recorrido en movimiento. Por ejemplo, ejecutando un gesto técnico propio de nuestra especialidad deportiva (una patada frontal, como las que se realizan en taekwondo o karate, fuerza repentina y bruscamente la articulación coxofemoral y estira violentamente la musculatura femoral trasera; también una intensa y rápida estirada de alguien que juegue como guardameta en alguna modalidad balompedística o balonmanística puede forzar severamente articulaciones como el hombro). Una de las formas más habituales de entrenar esta 195

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

Resistencia

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

3.3. Habilidades y otras competencias psicomotrices Las cuatro cualidades físicas básicas son preeminentemente orgánicas, pero incluso un desarrollo importante en todas ellas no predice por sí solo el logro de determinadas competencias psicomotrices complejas. Otras cualidades necesarias para el éxito en la búsqueda de la competencia motriz son:

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

cualidad es el estiramiento cinético o balístico, consistente en realizar movimientos cíclicos donde dejamos que articulaciones y musculatura fuercen su rango gracias a la inercia. Por ejemplo, podemos sujetarnos a una barra de equilibrio y balancear una pierna a derecha e izquierda de forma continuada (sin interrupciones), llegando un poco más alto cada vez.

196

«La coordinación es la cualidad que permite al individuo integrar todas las fuerzas y capacidades de la totalidad del organismo en la ejecución efectiva de un acto»[87]. Bruce Lee

197

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

coordinación: supone la capacidad para realizar con eficacia una acción motriz relativamente compleja, a través del adecuado sentido de ajuste armónico entre las diferentes estructuras psicofísicas implicadas. Cuanto más alto grado de coordinación tengamos, más fácilmente podremos imprimir mayor velocidad a las secuencias motrices que realicemos sin perder precisión. Podemos clasificar esta cualidad en diferentes subtipos, siendo algunos de los más relevantes: la coordinación oculomanual (relacionada con actividades donde es necesario percibir e interpretar relaciones espaciales en las que las extremidades superiores asumen la responsabilidad de la acción, como demuestra quien ejecuta ejercicios de malabarismo con varias pelotas simultáneamente), la coordinación oculopédica (similar a la anterior, pero la responsabilidad recae en las extremidades inferiores, como en el caso de disciplinas balompédicas como el fútbol o el fútbol sala) y la coordinación global (caracterizada por la necesidad de sincronizar múltiples zonas y estructuras corporales al mismo tiempo, como por ejemplo en el caso de un combate de artes marciales). La estructura orgánica que asume la mayor carga de responsabilidad neuronal en esta cualidad es el cerebelo;

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

equilibrio: como cualidad, implica ser competente a la hora de compensar el sentido hacia el que se dirigen las direcciones de las diferentes fuerzas (en el sentido que le da a este término la Física: como la fuerza debida a la gravedad, etc.) que interactúan con nuestro cuerpo. Podemos diferenciar dos formas elementales de equilibrio: estático (consistente en mantener una posición fija, como por ejemplo algunas posiciones de yoga) y dinámico (consistente en conservar en pleno movimiento la estabilidad en una situación que la compromete, como por ejemplo en el caso de las personas funambulistas que se desplazan sobre una cuerda a varios metros de altura). Aunque depende de diversos sistemas sensoriales, básicamente la responsabilidad orgánica de esta cualidad recae principalmente en un conjunto de estructuras presentes en el oído que configuran lo que se denomina sistema vestibular. En la ilustración se muestra una estructura muy utilizada en diversos estilos de kung fu para entrenar el equilibrio. Consiste simplemente en un conjunto de troncos a diferentes alturas sobre los cuales se debía combatir, desplazarse o realizar determinados ejercicios. La imagen fue tomada en uno de los pasillos exteriores secundarios ajenos al público ubicados en el templo Shaolin, en la provincia de Henán (China); 198

199

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

agilidad: aunque podemos relacionarla con motricidades finas (como tocar el piano), en lo que respecta a la autodefensa es la capacidad para realizar con gran rapidez movimientos de amplio espectro de recorrido corporal, es decir, de ejecutar una acción motriz que implica modificar de manera repentina y acusadamente intensa la posición del cuerpo. Por ello, es fácil deducir que se trata de un aspecto altamente dependiente de la velocidad y la flexibilidad. Poseen importantes niveles de agilidad, por ejemplo, aquellas personas que en deportes de balón (tal es el caso del balonmano, entre otros) ocupan el puesto de guardameta, así como es una muestra magnífica de agilidad la modalidad de salto de trampolín e incluso simplemente la salida desde lo alto del poyete en las pruebas de natación. Disciplinas como el parkour precisan de altos grados de agilidad, la cual debe combinarse con la técnica adecuada de caída, habilidad para rodar y la inteligencia espacial necesaria para calcular distancias. Uno de los mayores ejemplos de agilidad aplicada al cine de artes marciales lo encontramos personificado en Jackie Chan, quien al principio de su carrera cinematográfica comenzó trabajando como especialista

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

en escenas de acción. Podemos desarrollar esta competencia diseñando para nuestro entrenamiento diario circuitos de obstáculos de diferentes características, tales como vallas (tanto para saltarlas como para pasar por debajo), colchonetas (para realizar sobre ellas diversas formas de caídas y rodaduras), conos (para desplazarse en zigzag hacia adelante o hacia atrás), etc. Estas y otras cualidades complementan las capacidades orgánicas y nos colocan en mejores condiciones para conseguir abordar con mayores garantías el entrenamiento de la habilidad. Igual que nuestro sistema muscular no puede alcanzar su efectividad plena sin el sustento nutricional que le aporta el corazón en forma de sangre (que transporta en sus glóbulos rojos el oxígeno captado y procesado anteriormente a través de los pulmones), tampoco las habilidades psicomotrices pueden ser afinadas efectiva y adecuadamente sin un entrenamiento correcto de las funciones que recaen en nuestro sistema nervioso (como curiosidad, la imagen anterior muestra una acción realizada con el lado derecho del cuerpo, quedando reflejada la parte izquierda del cerebro; esto es porque cada uno de los lados del cuerpo está dirigido por el hemisferio cerebral contrario). Cuando hablamos de habilidades o destrezas, hacemos referencia siempre a un aprendizaje, a la manifestación de algo adquirido. El término motor hace referencia a movimiento, por lo tanto el término habilidad motriz es la forma en la que expresamos los grados de competencia alcanzados en toda tarea que implique movimiento. Dentro de la concepción de este aspecto que se maneja dentro de las Ciencias de la Actividad Física y Deportiva, comúnmente se diferencia entre aquellas habilidades genéricas más globales (denominadas básicas o fundamentales, dentro de las cuales se suelen incluir en sentido genérico saltos, lanzamientos, giros, etc.) y aquellas habilidades mucho más específicas y especializadas (pertenecientes normalmente a gestos técnicos propios de una disciplina concreta, etc.).

200

«Con la práctica, los patrones nerviosos motores y su retroalimentación propioceptiva se establecen y afinan hasta que el movimiento se torna automático. A partir de entonces lo organiza la parte inferior del encéfalo –el cerebelo– y ya no hemos de concentrarnos en él»[134]. Steve Parker

201

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

Todas estas competencias psicomotrices se apoyan en cualidades como la percepción kinestésica. Este término hace referencia a la capacidad que poseemos de interpretar el estado en que se encuentran nuestras diferentes estructuras corporales. Todas las acciones motrices que realizamos (incluso permanecer en una posición estática) nos aportan información acerca de nuestro cuerpo. Esa información alcanza una doble dimensión: por un lado, existe una percepción kinestésica en sentido introceptivo (en relación a la capacidad que tenemos de percibir el grado de relajación o tensión que tienen en un determinado momento nuestros músculos) y también se conoce una percepción kinestésica en sentido propioceptivo (en relación a la capacidad que poseemos para reconocer el posicionamiento físico de diferentes secciones de nuestro cuerpo en cada momento).

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Una de las más altas formas de destreza motriz la constituye el manejo de objetos, ya que a la gran complejidad de utilizar nuestro cuerpo se añade la dificultad implícita en las características propias del utensilio en sí. En multitud de artes marciales se emplean armas de muy diversos tipos, a menudo de forma simultánea con las dos manos y eso puede despertar avanzados niveles de consciencia espacial y sentido del tiempo (ritmo). La imagen anterior muestra uno de los movimientos integrados dentro de un ejercicio llamado cielo seis, caracterizado por el uso de dos bastones y perteneciente al área de contenidos denominada sinawali, la cual es una de las más famosas facetas en la línea marcial de origen filipino conocida como arnis/kali/eskrima.

3.4. Conceptos fundamentales implícitos en la defensa personal 3.4.1. Ejes y planos corporales El movimiento humano es habitualmente esquematizado para su análisis y comprensión. Una de las formas de análisis más utilizadas es el estudio del cuerpo por medio de los ejes y planos anatómicos. El cuerpo humano es atravesado por tres ejes básicos principalmente, que son en realidad líneas rectas imaginarias ilimitadas (se proyectan hacia el infinito) que atraviesan el punto de equilibrio gravitacional (nuestro centro de gravedad) y nos sirven para comprender mejor las acciones elementales de rotación, inclinación, etc. Fundamentalmente se habla de tres tipos puros. Todos ellos cruzan el punto de gravedad del cuerpo: eje vertical: atraviesa el cuerpo desde la cabeza hasta el suelo y viceversa. Es un eje muy implicado, por ejemplo, en movimientos que se dan en los deportes de raqueta, a la hora de golpear la pelota; 202

Si combinamos estos ejes de dos en dos, obtendremos una nueva posibilidad de análisis anatómico en forma de planos, resultando de cada combinación una lámina lisa imaginaria (como un cristal o una tabla) que dividirá nuestro cuerpo en secciones (denominadas puras cuando atraviesan el centro de gravedad): plano coronal: resulta de unir los ejes vertical y transversal. Divide nuestro cuerpo en dos mitades, una delantera (también denominada frontal o ventral) y otra trasera (también denominada dorsal); plano sagital: se obtiene con la unión de los ejes vertical y anteroposterior. Nos divide en dos mitades, una derecha (también denominada diestra) y otra izquierda (también denominada siniestra); 203

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

eje transversal: atraviesa el cuerpo de un lateral a otro. Es el eje implicado en movimientos tales como la inclinación del cuerpo que se realiza en las artes marciales tradicionales a modo de saludo; eje anteroposterior: atraviesa el cuerpo de adelante hacia atrás (o viceversa). Es el eje implicado en acciones tales como, por ejemplo, hacer piruetas laterales.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

plano transversal: resultante de combinar los ejes anteroposterior y transversal. Divide nuestro cuerpo en dos mitades, una superior (o parte de arriba) y otra inferior (o parte de abajo).

Por supuesto, esta es la forma más elemental de representar los ejes y planos anatómicos. Podría contemplarse también un significativo conjunto de casuísticas si recogemos la posibilidad de representar planos no puros, es decir, que no pasen por el centro de gravedad. En tal caso hablaríamos de infinidad de potenciales planos a los que denominaríamos paracoronales, parasagitales o paratransversales. Si nos fijamos bien, cuando obtenemos estos planos (puros o no) el cruce de los ejes que se combinan resulta siempre en ángulo recto. En el caso de que eso no ocurra, tendríamos que añadir a la clasificación multitud de posibilidades dentro de otro nuevo tipo de plano: el plano oblicuo. Todos estos tipos de planos han sido muy utilizados por la Anatomía, puesto que para su enseñanza se suele realizar la disección teórica (gráfica, es decir, a través de dibujos) de una estructura corporal (como un músculo o un órgano, por ejemplo el cerebro, etc.) para ver cómo está dispuesta por dentro, de 204

modo que se suele recurrir a la representación fundamentada en cortes (coronales, sagitales, transversales u oblicuos) para mostrar su interior.

Habitualmente, el cuerpo suele ser dividido en tres alturas (alta, para la zona de hombros y cabeza; media, para la zona del tronco; y baja, para la zona de las piernas). Ampliando esta idea, podría contemplarse una división en seis alturas, de modo que cada sección se divide en dos subsecciones respectivamente. Una clasificación teórica podría quedar así: sección alta: incluye la parte alta de los hombros, el cuello y la cabeza. La sección alta superior y la sección alta inferior establecen su frontera divisoria en los ojos, considerándose normalmente esos incluidos en la primera de ellas; sección media: desde la línea de la cadera (incluyendo el área genital) hasta la parte alta de los hombros (inicio del cuello). La sección media superior y la sección media inferior tendrían como límite divisorio el plexo solar, considerándose comúnmente este incluido en la sección inferior; sección baja: incluyendo las piernas y los pies. El límite entre la sección baja superior y la 205

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

3.4.2. División por alturas de las secciones corporales

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

sección baja inferior suele venir definido por las articulaciones denominadas rótulas o rodillas, considerándose esas habitualmente dentro de la sección inferior. Resultaría ilógico, por ejemplo, tratar de lanzar una patada frontal al rostro si nos encontramos a una distancia muy cercana, porque antes de alcanzar el objetivo chocaríamos con otras estructuras corporales de la persona adversaria. La altura (en el sentido de ubicación de un determinado segmento corporal de la persona rival) a la que podemos dirigir un ataque depende en gran medida de la distancia a la que nos encontramos respecto de la otra persona.

3.4.3. Distancias de combate Cada estilo viene a establecer unos patrones propios a la hora de clasificar las diversas distancias de actuación en defensa personal, a tenor de sus características y peculiaridades técnicas. Las distancias no son un concepto estático, sino que se encuentran en permanente estado de cambio e interacción en una situación de conflicto físico (en una pelea) y deben ser constantemente adaptadas. Es importante que no se entiendan de una forma estrictamente pura, aunque es cierto que cada distancia suele tener ataques propios y no todas las técnicas sirven en todas las distancias (no se puede ejecutar un rodillazo permaneciendo en la posición de partida si estamos en distancia larga). Aquí se muestra una de las formas más sencillas de concebir las distancias: distancia larga: su límite máximo lo marcan aquellas técnicas en las que alcanzamos a conectar una patada de sección media (que refleja el rango biomecánico más amplio que podemos conseguir en un ataque). Su límite mínimo se encuentra determinado por

206

aquellas técnicas que se ejecutan con el brazo estirado, que entrarían ya en lo que denominamos distancia media;

distancia corta: su límite máximo se ve delimitado por el límite mínimo de la distancia media. Su límite mínimo indicaría el comienzo de la distancia nula. En esta distancia no solo podemos aplicar golpeos como codazos, rodillazos o patadas bajas (por ejemplo a la espinilla), sino que también nos encontramos con la posibilidad de realizar atrapes a la persona adversaria (por ejemplo a sus extremidades o a su cuello); 207

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

distancia media: su límite máximo lo constituye el límite mínimo de la distancia larga. Su límite mínimo se ve definido por la distancia que marcan las técnicas que se ejecutan con el codo o la rodilla, que formarían parte de lo que denominamos distancia corta. Aunque en esta distancia es posible realizar atrapes a las extremidades de la persona rival, es más común ver englobadas esas alternativas de atrape dentro de la distancia corta;

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

distancia nula: su límite máximo lo marca el límite mínimo de la distancia corta. No tiene límite mínimo, puesto que incluye las acciones que puedan llevarse a cabo con nuestro cuerpo pegado al cuerpo de la persona rival. Podemos encuadrar aquí toda la lucha que implique distancia nula, como técnicas que impliquen abrazos o zafaduras de los mismos, estrangulaciones, inmovilizaciones, luxaciones, etc. En definitiva, situaciones donde los dos cuerpos se encuentren en contacto pleno. Todo este último grupo de técnicas de mínima distancia normalmente se denomina cuerpo a cuerpo. Aunque mucha gente califica los combates que tienen lugar en el suelo como combates de distancia nula, la mayoría de las personas iniciadas otorgan al suelo una categoría diferente (una especie de estatus de quinta distancia), como otra distancia especial de cuerpo a cuerpo. En el suelo no solo son aplicables las áreas técnicas mencionadas anteriormente para la distancia nula (como pueden ser: estrangulaciones, luxaciones, etc.), sino que también cabe aplicar otras acciones que a priori pudieran clasificarse dentro de otras distancias (como golpeos, etc.). Todas estas acciones han de amoldarse a la novedosa y peculiar situación que supone pelear en el firme, así como a la adaptación permanente característica de cualquier combate, lo que incluye cambiar de una distancia a otra o combinarlas de manera constante. Eso contempla la posibilidad de pasar sucesivamente de la lucha en pie a la lucha en suelo y viceversa durante la confrontación, aunque haber llegado al

208

Si nos encontramos más alejados de lo que marca el límite máximo de la distancia larga, para alcanzar a alguien con una de nuestras técnicas deberemos realizar un movimiento de aproximación que nos haga entrar en la distancia. En el sentido contrario, si es la otra persona la que quiere conectar un golpe 209

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

suelo hace prever que será en esa distancia en la que acabará la contienda. El suelo es un aspecto de la defensa personal que posee multitud de posibilidades finalizadoras, de ahí que incluso muchos de los estilos más conocidos por sus facetas de combate en pie acaben incluyendo en su arsenal recursos a utilizar en caso de que la pelea llegue al suelo. A pesar de ello, existe un handicap respecto al uso de esta distancia en la calle y es la posibilidad de que la persona adversaria esté acompañada. En tal caso, quizá acabar en el suelo pudiera ser una opción poco aconsejable, ya que deja expuesto nuestro cuerpo a la potencial lluvia de patadas que puede venirnos desde arriba procedentes de varios ángulos.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

sobre nuestra anatomía, deberá entrar primero en nuestra distancia. A este respecto, Bruce Lee definía el concepto de medida de combate[87] como la distancia a la que un individuo «no puede ser golpeado a menos que su contrario se lance totalmente sobre él»[87]. Cuando la persona rival realice su avance, será el momento de lanzar nuestro ataque porque estará en pleno movimiento y su cuerpo mal colocado y, por lo tanto, escasamente preparado para contrarrestar nuestra acción. Habremos interceptado súbitamente su desplazamiento realizando lo que se conoce como golpe interceptor o de parada. Bruce Lee definía el golpe de parada como «golpe sincronizado hecho contra el adversario al mismo tiempo que está lanzando un ataque»[87]. Es un concepto englobado dentro del complejo elenco de acciones que se integran en lo que se denomina anticipación, concepto estrechamente relacionado con la velocidad. Para dominar este tipo de aspectos hemos de tener muy desarrollada la habilidad de detectar cambios en la distancia y de actuar en consecuencia a ellos, es decir, es necesario poseer destreza en la percepción espaciotemporal y madurez de las áreas neuromotoras implicadas en la respuesta a dichas percepciones. Eso nos dará la posibilidad de actuar con sentido de la oportunidad y manejar los ritmos del combate, para lo cual es tan importante el dominio de la capacidad de desplazamiento, como acertadamente recuerda Martine Faure al decir que «las piernas en movimiento dominan todos los desplazamientos que se realizan a lo largo del combate»[46].

3.4.4. Ritmo y sentido de la oportunidad La etimología más profunda de la palabra ritmo procede del griego clásico en el sentido de fluir. Muy asociado a la velocidad y la anticipación, manejar el ritmo es la faceta clave para poder dirigir el conflicto físico a nuestro antojo. El tiempo se divide en pulsos, compases, como si de una partitura musical se tratara. 210

«La existencia del ritmo es evidente en la danza, en la música y en los instrumentos musicales (...) en todas las artes marciales (...). En ningún arte o técnica podemos ir contra el ritmo»[70]. Miyamoto Musashi Solo mediante la práctica continuada y el entrenamiento podremos llegar a dominar correctamente una respuesta en situación real. Sin embargo, una acción bien realizada es mucho más que una mera ejecución perfecta de la técnica. En realidad, para que la respuesta sea perfectamente válida se ha de actuar competentemente en tres ámbitos (en Educación Física se dice que han de ponerse en marcha correctamente tres mecanismos): percepción: es decir, que seamos capaces de percibir lo mejor y más rápido posible las informaciones que la persona rival aporta. 211

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

Para una persona no adiestrada, llenar cada compás con más de una acción resulta muy complicado (incluso de concebir). Sin embargo, una persona experta lo es precisamente –muy por encima de su mera perfección técnica– por su capacidad de adaptar sus cualidades a la partitura, así como por ser capaz de rescribir la propia partitura a su favor haciendo sobresalir sus mejores capacidades. Por eso puede lanzar varios ataques en un mismo lapso de tiempo o prefijar un ritmo predecible y repetitivo para súbitamente romperlo interrumpiendo un ataque rival (por ejemplo, utilizando un golpe de parada), haciendo que este sea incompleto y, por tanto, no termine su tiempo total de duración, o quizá modificando bruscamente la velocidad y angulación de los ataques (variando los tiempos de descanso entre cada golpe o recurriendo a fintas y movimientos engañosos). Esa acción de acostumbrar al rival a una determinada temporalización de nuestros ataques mediante una periodicidad rítmica monótona para, de repente, variar dicha periodicidad (normalmente hacerla también más rápida) y sorprender a la persona adversaria es lo que se denomina romper el ritmo.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Nuestra capacidad de percepción se verá condicionada según el número de estímulos a atender, la intensidad, velocidad y duración de los mismos, etc.; decisión: una vez percibido el estímulo, nuestra mente debe decidir si va a responder (o no) y de qué modo (una esquiva, un bloqueo, un amago, un ataque directo, etc.). Esta capacidad está condicionada –es decir, se puede ver ralentizada– por factores tales como el número de elementos que hay que procesar para tomar la decisión, etc.; ejecución: es el último de los tres ámbitos (la punta del iceberg) y, aunque básicamente es la realización de la técnica en sí, en realidad supone la manifestación externa de todo el proceso al completo. Puede verse condicionada por aspectos tales como la cantidad de estructuras corporales que hay que coordinar. Lo que generalmente se considera un fallo en la ejecución puede ser, en cambio, una ejecución perfecta precedida de un fallo en la decisión (lo que significaría que nuestra mente ha elegido un movimiento no procedente para la situación) o en la percepción (lo cual nos condenaría a llevar a cabo esa acción magistralmente ejecutada en el momento inadecuado y eso haría el movimiento inoportuno). De ahí la importancia de anticipar mentalmente las acciones de la persona adversaria e incluso provocar en esta reacciones erróneas o que entorpezcan la fluidez de sus movimientos y pensamientos. Esta capacidad para estar dentro de la acción y ser capaz de identificar las variables vivas que se dan cita, actuar conforme a ellas y llegar a producirlas consiguiendo hacer lo correcto en el momento adecuado, es lo que se denomina sentido de la oportunidad o timing, interpretado por Bruce Lee como «la habilidad de reconocer el momento exacto y aprovechar la oportunidad para una acción»[87]. «Quando se é capaz de fluir de uma postura física a outra, entâo existirâo mais possibilidades de alcançar a meta principal de muitos pensadores espirituais; a mudança contínua e adaptaçao” »[178].

212

En un combate, los ritmos cambian permanentemente, para mantener, acortar o alejar la distancia, bien para atacar de manera más imprevisible, bien para provocar errores de colocación en la otra persona, etc. Aprender a ser capaz de romper el ritmo no es una cuestión de puro perfeccionamiento físico o técnico, aunque evidentemente una gran condición física y unas perfeccionadas habilidades técnicas pueden ayudarnos mucho a aprovechar los momentos de ritmo roto. Bruce Lee sostenía que «hay que sentir el timing y dominarlo como un problema psicológico más que como un problema de lucha»[87], porque en realidad la capacidad para leer, interpretar y manejar adaptativamente los cambiantes ritmos de un combate pertenece al ámbito psicológico.

213

Capítulo 3. Cuerpo humano: materia prima de la autodefensa

«Cuando se es capaz de fluir de una postura física a otra, entonces existirán más posibilidades de alcanzar la meta principal de muchos pensadores espirituales; el cambio continuo y la adaptación» Paul Vunak [Traducción de Inmaculada Carretero Sanjuán]

214

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

CAPÍTULO 4.

Es imposible pretender reflexionar sobre el concepto de autodefensa sin efectuar una parada obligatoria en los aspectos psicológicos que la sostienen. En el presente capítulo se recoge una introducción elemental a los fundamentos anatómicos y fisiológicos del sistema nervioso, así como un recorrido por diferentes teorías y aspectos que sirven de sustento a una psicología centrada en lo emocional. «Las modalidades en las que predomina la coordinación están estrechamente vinculadas a los sistemas nerviosos centrales, que reciben, procesan y almacenan información»[179]. Jürgen Weineck «Un movimiento bien ejecutado significa que el sistema nervioso ha sido entrenado»[87]. Bruce Lee

215

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

IMPLICACIONES PSICOLÓGICAS DE LA AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

4.1. Acercamiento a la neurociencia. El sistema nervioso Nuestro sistema nervioso comienza su formación poco antes de la tercera semana de gestación. Aunque dentro de él puede apreciarse un subsistema denominado autónomo, el sistema nervioso está constituido principalmente por dos sistemas que actúan de forma coordinada: el sistema nervioso periférico y el sistema nervioso central. «Mientras que el sistema nervioso central coordina y toma las decisiones, el sistema nervioso periférico envía la información sobre las entradas sensoriales y recibe instrucciones para accionar músculos y glándulas»[134]. Steve Parker El sistema nervioso periférico está formado por nervios. Algunos se originan en el encéfalo (son los denominados nervios craneales o craneanos) y otros tienen su origen en la médula espinal (son los denominados nervios espinales). Estos nervios no solo nos permiten sentir dolor, sino que también dirigen impulsos desde nuestras estructuras receptoras hacia el sistema nervioso central, así como al contrario, es decir, desde este hacia otros órganos y aparatos (entre otros, hacia aquellos que involuntariamente regulan la frecuencia cardíaca, el proceso digestivo o la respiración no consciente, pero también hacia la musculatura de acción voluntaria). El sistema nervioso central está constituido por el encéfalo (configurado básicamente por el cerebro, el cerebelo y el tronco encefálico) y la médula espinal. Este sistema goza de varios niveles de protección:

216

El sistema nervioso central es un conjunto de estructuras fascinantemente complejas que llega a alojar cerca de un centenar de miles de millones de células nerviosas. Estas células se denominan

217

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

••por un lado, el sistema óseo lo protege ante posibles traumatismos (gracias a los huesos del cráneo en el caso del encéfalo y gracias a la columna vertebral en el caso de la médula espinal); ••paralelamente, el líquido encefalorraquídeo lo recubre sirviendo de amortiguador (por ejemplo ante posibles sacudidas violentas, que podrían hacer que la masa cerebral se golpease contra las paredes del cráneo, peligroso fenómeno conocido bajo el término concusión); ••por otro lado, unas membranas denominadas meninges envuelven el cuerpo encefálico y evitan que pueda haber contacto directo entre el sistema óseo y los órganos que conforman el sistema nervioso central. Existen tres capas meníngeas de protección denominadas respectivamente duramadre, aracnoides y piamadre, nombradas desde la más externa hacia la más interna; ••y como cuarta defensa existe una barrera hematoencefálica, la cual sirve de muro de contención bioquímica ante potenciales sustancias dañinas (como toxinas o microorganismos víricos o bacterianos) que pudieran llegar a estar presentes en la sangre y que fueran susceptibles de alcanzar el sistema nervioso, afectándolo negativamente.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

neuronas y poseen capacidad interconectiva: se conectan entre sí de forma múltiple para comunicarse por medio de impulsos electroquímicos denominados sinapsis (cada neurona puede llegar a tener más de diez mil conexiones sinápticas). La observación diferenciada de las neuronas se consiguió gracias a una técnica de coloración diseñada por Camillo Golgi, si bien el desarrollo de lo que dio en llamarse doctrina neuronal (teoría actual acerca de la estructuración del sistema nervioso, según la cual las neuronas son unidades independientes que se comunican entre sí) corresponde a Santiago Ramón y Cajal. Debido a sus logros en esta materia, ambos científicos compartieron en 1906 el Premio Nobel de Fisiología o Medicina. Hasta el último tercio del siglo xx se tenía el convencimiento de la imposibilidad de regeneración neuronal del sistema nervioso, pero actualmente se están dedicando muchos esfuerzos a investigar ciertos descubrimientos que evidencian la existencia de neurogénesis, definida como la «producción de las células del sistema nervioso central»[180]. Este es un fenómeno que se da incluso en cerebros adultos, como ya apuntaban en los años sesenta los trabajos de Joseph Altman (que gran parte de la comunidad científica ignoró y rechazó durante décadas) y actualmente revelan los hallazgos de investigaciones más recientes. Las conexiones sinápticas –es decir, las señales y activaciones nerviosas mediante las cuales se comunican las neuronas– pueden llevarse a efecto gracias a una serie de sustancias denominadas neurotransmisoras. Algunas de las más relevantes son: la norepinefrina (conocida también como noradrenalina, colabora activamente en la preparación orgánica ante una amenaza inminente, ayudando a elevar el ritmo cardíaco y la presión sanguínea, de modo que los músculos puedan obtener una rápida dosis de sangre que les permita contraerse de forma repentina para actuar defensivamente: luchar o huir), la serotonina (bajos niveles de este neurotransmisor se asocian a comportamientos de agre218

4.1.1. Encéfalo El encéfalo está formado por diversas estructuras: podemos hablar principalmente de cerebro, tronco encefálico y cerebelo. Aunque todas son fundamentales, de todas ellas la más importante es el cerebro (supone aproximadamente el 85 % de la masa encefálica total). La frenética actividad de este le lleva a utilizar casi el 25 % de nuestra energía –a pesar de que su peso apenas ronda el 2 % de nuestro peso adulto total–. Eso es porque necesita consumir mucho oxígeno y glucosa, sin tener apenas capacidad de almacenaje, por lo que el sumiJIIKnistro de estas sustancias debe ser permanente. 219

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

sividad compulsiva y trastornos obsesivos), la acetilcolina (estimula el sistema muscular, ayudando en su contracción; también se ha descubierto que las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer adolecen de una elevada pérdida en sus niveles de este neurotransmisor), la dopamina (se sabe que niveles pobres de este neurotransmisor están relacionados con la aparición de la enfermedad de Parkinson, mientras que elevados niveles se asocian a menudo con la esquizofrenia) y las endorfinas (su producción se estimula —por ejemplo— gracias a la práctica de ejercicio; provocan una ligera sedación que atenúa las sensaciones físicas de dolor y aporta sensaciones placenteras y agradables de bienestar). Por otra parte, también es importante destacar que el sistema nervioso central es muy vulnerable a los efectos de determinadas drogas, las cuales podrían llegar a dañarlo de forma irreparable si se produce un abuso de las mismas prolongado en el tiempo. Algunas de las drogas que afectan a este sistema lo sobreexcitan (como la cafeína, las anfetaminas o la cocaína). Otras, en cambio, lo ralentizan (es el caso de drogas depresoras como el alcohol, la heroína, los disolventes industriales o los fármacos ansiolíticos y antipsicóticos).

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

Además de estar dividido en dos hemisferios laterales conectados entre sí (separados por una hendidura denominada interhemisférica), en el órgano cerebral se diferencian diversas partes conocidas bajo el nombre de lóbulos: un lóbulo frontal (ubicado en la parte delantera) que es el que físicamente más área cerebral ocupa; un lóbulo parietal (situado en la parte superior de la cabeza, justo detrás del frontal y separado de este por una hendidura denominada cisura de Rolando); dos lóbulos temporales (separados de los lóbulos frontal y parietal por un surco denominado cisura de Silvio) y un lóbulo occipital (en la parte trasera, a continuación del parietal, separado de este y de los lóbulos temporales por la cisura de Wernicke).

Cada uno de estos lóbulos asume diferentes grados de responsabilidad en la gestión cerebral de numerosos aspectos que no por extremadamente complejos resultan menos cotidianos. Por ejemplo, el lóbulo frontal se erige como el responsable de la toma de decisiones relacionadas con la conducta motriz a realizar. El lóbulo parietal es el encargado de la percepción kinestésica (cómo percibimos el estado de nuestras propias estructuras corporales: 220

El tronco encefálico o tallo cerebral (en el que se encuentran estructuras como el mesencéfalo, el puente troncoencefálico –conocido también como protuberancia anular– y el bulbo raquídeo) es la vía de comunicación por excelencia entre el encéfalo y la médula espinal, además de ser responsable de controlar sistemas automáticos como el funcionamiento del corazón o la respiración automática no consciente. 221

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

tensión muscular, posicionamiento articular, etc.) y también de los sensorreceptores táctiles (a través de estos últimos obtenemos información útil, como por ejemplo el dolor o la posición del cuerpo de otra persona con la que estemos en contacto físico). El lóbulo occipital es el encargado de gestionar todo lo relacionado con la percepción visual, básicamente la manera en la que manejamos las imágenes que recogemos a través del órgano de la visión. Y los lóbulos temporales son los encargados de gestionar lo relacionado con la percepción auditiva.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

El cerebelo está colocado a continuación del tronco encefálico y, a pesar de que su masa alcanza solamente el 10 % de la masa total del encéfalo, posee aproximadamente la mitad de las neuronas presentes en el conjunto de este. De apariencia laminada debido a la multitud de surcos que posee, también en él pueden identificarse dos hemisferios lateralizados. Regula los procesos que nos permiten utilizar la musculatura esquelética para conservar el equilibrio corporal incluso en situaciones en las que este se ve comprometido (como, por ejemplo, sostenerse sobre una sola pierna) y es el responsable de la capacidad de coordinación de movimientos (incluidas nuestras habilidades motrices más finas, como tocar la guitarra o escribir a máquina) y del sentido del ritmo (la relación física que establecemos con la música).

4.1.2. Médula espinal La médula espinal se aloja en el conducto raquídeo protegida por el envoltorio que le otorgan las tres capas membranosas de las meninges, el sistema óseo (gracias a las vértebras de la columna vertebral) y el líquido raquídeo. A lo largo de la médula espinal, las neuronas se comunican entre sí mediante impulsos nerviosos, tanto en dirección al cerebro procedentes de nuestras estructuras receptoras mediante lo que se conoce como vía sensitiva o aferente, como en dirección a nuestras estructuras encargadas de la ejecución de acciones ordenadas por nuestro cerebro a través de lo que se denomina vía motora o eferente. «La médula espinal genera un impulso eléctrico que llega al sistema muscular a través de las motoneuronas. Estas, mediante los nervios y sus ramificaciones en las fibras musculares, contraen o descontraen un músculo según los umbrales de excitabilidad de ese impulso y la carga de trabajo muscular»[165]. Xavier Teixidó 222

Una lesión de la médula espinal fácilmente deriva en daños muy graves que pueden incluir alteraciones en las extremidades, tales como adormecimiento, debilidad o incluso parálisis. Estos perjuicios podrían ser permanentes y se manifiestan por debajo de la altura de la lesión. Por eso cuanto más arriba se localice esta más potencial incapacitante posee.

4.2. Teorías de la Psicología aplicadas a la autodefensa La Psicología vivió una interesante crisis (en su más amplio sentido de cambio) a finales del siglo xx. El revolucionario concepto de inteligencia que concibió Howard Gardner en 1983 otorgó a esta cualidad un sentido de multicapacidad. La inteligencia empezó a dejar de interpretarse como algo cerrado, académico y definitivo para empezar a ser apreciada como algo flexible y con potencial de desarrollo, de mejora, de perfeccionamiento. Dentro de la teoría de las inteligencias múltiples que diseñó Gardner, se establecieron ocho grandes categorías, siendo dos de ellas la inteligencia interpersonal (la capacidad para establecer y gestionar diferentes modos de relación con otras personas) y la inteligencia intrapersonal (la capacidad para percibir, interpretar y utilizar las emociones internas propias). Siete años después, en 1990, John Mayer y Peter Salovey diseñaron el término inteligencia emocional (la habilidad para manejar el difícil mundo de las emociones), aunque fue Daniel Goleman en 1995 quien impulsó este concepto para abrir la puerta a una nueva forma de conce223

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

«La pérdida completa de la médula espinal acarrea graves defectos motores, profundas pérdidas de sensación corporal y cierta amortiguación de la emoción y la sensibilidad»[35]. Antonio Damasio

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

bir cómo la ciencia psicológica debía enfrentarse al complicado y resbaladizo asunto de las emociones para poder comprenderlas e incluso gestionarlas de forma integral. «Cualquier concepción de la naturaleza humana que soslaye el poder de las emociones pecará de una lamentable miopía»[67]. Daniel Goleman

4.2.1. Fluir dentro de la acción Aunque sólidamente presente en diversas corrientes filosóficas orientales, el concepto psicológico de flujo fue recogido y desarrollado por Mihaly Csikszentmihalyi para explicar la sensación de fundirse con la tarea que se está realizando, como si hubiese una conexión íntima con esta hasta el punto de percibir a la propia tarea no como un medio para conseguir un fin, sino como el fin en sí mismo. Durante la experiencia de fluir con la acción, se alcanzan las cotas más elevadas de habilidad que nuestras cualidades personales nos permiten asumir, vivenciando una especie de sensación de ser absorbido plenamente por la tarea que se esté realizando, consiguiendo una armonía altamente eficaz entre la atención, la percepción, la motivación, la creatividad adaptativa y el conjunto de habilidades que se ven implicadas en dicha acción o tarea. Tal y como lo expresan Susan A. Jackson y el propio Mihaly Csikszentmihalyi, la acción de fluir (que denominan fluencia) «transporta las experiencias de lo ordinario a lo óptimo, y es en esos momentos cuando nos sentimos verdaderamente vivos y en sintonía con lo que estamos haciendo»[79]. Muchas personas practicantes regulares de ejercicio físico o deporte en general experimentan a menudo sensaciones de fluencia. Algunas fuentes llegan a denominar esta idea con la expresión estar en la zona. «To perform martial arts correctly, one must enter into a specific state of mind-body that is totally centered –the zone. 224

This centered zone state has several aspects that closely parallel a hypnotic trance»[75].

Cuando conscientemente se intenta focalizar la concentración en realizar bien una acción, suele ocurrir que la mente intenta dar la respuesta más óptima a cada una de las diferentes variables que integran dicha tarea. Eso lleva a aumentar la posibilidad de perderse en la maraña de datos que hay que contemplar para conseguir una correcta ejecución, en lugar de simplemente realizar la acción de forma natural (los árboles no nos dejan ver el bosque). Como ejemplo, podemos imaginar la forma en la que caminamos normalmente. Lo hacemos todos los días, a todas horas, desde hace muchos años, sobre multitud de terrenos diferentes. Podría decirse que hemos alcanzado niveles expertos en el arte de andar... sin embargo, ¿quién no se ha sentido alguna vez ligeramente más torpe al caminar cuando era consciente de que alguien lo observaba con atención? Al saber caminar no necesitamos reflexionar acerca de qué elementos del organismo precisamos mover y coordinar: simplemente caminamos. Si nos pusiéramos a reflexionar sobre ello cada vez que arrancamos a andar, el movimiento no sería tan fluido y natural, ni por supuesto tan óptimo. Caminamos de manera efectiva sin que ello suponga un conflicto porque para realizar esa tarea aflora de forma espontánea nuestro estado de no-mente, pero no intentamos provocar ese estado porque si lo intentásemos podríamos entorpecer el proceso... simplemente caminamos. Aunque por 225

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

«Para realizar artes marciales correctamente, uno debe entrar en un estado específico de mente-cuerpo que está totalmente centrado –la zona–. Este estado de zona centrado tiene varios aspectos que son cercanamente paralelos a un trance hipnótico». William D. Horton [Traducción de M.ª Sonia García García]

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

supuesto es algo que se puede entrenar y desarrollar, en realidad más allá de tratar de llegar a realizar correctamente una tarea, se trata de convertirse en la tarea misma. «(...) pensar en alcanzar un estado de no atención consciente o de no-mente requiere un esfuerzo mental que (...) evidentemente, nos impide llegar al resultado deseado. Es lo mismo que cuando intentamos relajarnos diciéndonos: “¡Debo relajarme!”»[95]. John Little «Con la preparación adecuada la mente fluirá libre y ordenará a nuestro cuerpo utilizar instintivamente la técnica más apropiada para cada situación»[121]. Marcos Ocaña Rizo «Cuando no surge la idea de conflicto en el patrón mental, cuando uno se ha olvidado de la palabra mente, entonces ocurre que el estado de no mente fluye sin más. Cuando mi adversario se dilata, yo me contraigo; cuando él se contrae, yo me dilato. Cuando surge la oportunidad, yo no golpeo, ello golpea por sí mismo»[102]. Palabras de Lee, personaje de la película Operación Dragón «La mente vacía se aplica a todas las actividades tales como el baile. Si el bailarín se plantea en lo más mínimo desplegar bien su arte, deja de ser un buen bailarín, ya que su mente se detiene con cada

226

Al igual que cuando caminamos, cuando estamos en medio de un combate no nos detenemos mentalmente para buscar la mejor respuesta a cada diferente variable que pueda aparecer; más bien buscamos conformar una unidad con la acción, ser la propia acción, fluir –nunca mejor dicho– adaptándonos como el agua cuando la hacemos pasar constantemente de un recipiente a otro con forma diferente. El conflicto debe ser abordado desde dentro de sí mismo y por sí mismo. Una vez desatada la idea de conflicto, no se trata de racionalizar cómo debemos hacer cada cosa, ni tampoco de dejar la puerta abierta a la exterminación a manos de la agresividad descontrolada. Nuestro propósito debe ser el de fusionarnos con el todo que conforma dicha idea (la idea de conflicto), no ser una parte de ella sino ser ella misma (es decir, no dividir el conflicto en partes –persona agresora, persona agredida, tensión, miedo, ira...–, sino ser el conflicto mismo) y autoderrotarnos. Para conseguir esto, no nos enfrentamos al conflicto, no nos oponemos a él, no intentamos someterlo. Lo que hacemos es abrazarlo, envolverlo, fundirnos con este hasta que somos una unidad. «La verdadera victoria, la victoria total, no consiste en destruir a vuestro adversario, sino en englobarlo»[70]. Nobuyoshi Tamura «El guerrero se afana en alcanzar el punto en que pueda actuar como un relámpago (...), sin tener que pararse a pensar o razonar sobre cuáles son los mejores movimientos defensivos u ofensivos. (...) parece apropiado pensar que las artes marciales son una forma específica de flujo»[34]. Mihaly Csikszentmihalyi 227

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

paso que da. En todas las cosas es importante olvidarte de tu mente y convertirte en uno solo con la tarea que realizas»[122]. Daisetz Teitaro Suzuki

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

4.2.2. Locus de control Concepto desarrollado por Julian B. Rotter, el locus de control es un rasgo de la personalidad que marca el grado en que percibimos que nuestro devenir puede ser influido por nuestras propias acciones. En este sentido, el locus de control se puede definir como interno o externo: una persona con una orientación interna de su locus de control tenderá a valorar sus actos, esfuerzos y sacrificios personales como algo relevante a la hora de producirse determinados resultados en la realidad que le rodea. Una persona con orientación externa de su locus de control tendrá mayor tendencia a creer que sus acciones no están relacionadas con los hechos que le suceden y que estos son fruto de la casualidad o de circunstancias que se escapan a su control. Pongamos el ejemplo de dos personas (una con locus de control de inclinación interna y la otra de inclinación externa) que están buscando empleo: la primera de ellas tenderá a revisar a diario las ofertas de empleo de todos los periódicos, diseñará su currículo en diferentes formatos para que este sea más específico de cara a cada diferente puesto de trabajo al que pretenda optar, realizará un estudio de los sectores que más se adaptan a su formación y experiencia –incluyendo un listado de las empresas, instituciones y organismos que trabajan en dichos sectores–, intentará depositar el currículo en persona en aquellos lugares que sea posible, acudirá con periodicidad a consultar en todas las empresas de trabajo temporal y en el Instituto Nacional de Empleo, etc. La segunda persona (con una inclinación más externa de su locus de control) tenderá a pensar que muchos de esos esfuerzos son inútiles porque, si aparece una oferta, el puesto será concedido en función del azar o de los gustos, preferencias y criterios personales de la persona encargada del proceso de selección  – sobre los cuales creerá no tener ninguna posibilidad de influir–. Es evidente cuál de las dos personas maneja más posibilidades de encontrar un trabajo, pero si finalmente ambos demandantes 228

229

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

de empleo recibieran una llamada telefónica para acudir al mismo proceso selectivo final (misma empresa, mismo puesto de trabajo, solo una vacante), la persona caracterizada por un locus de control más interno prepararía concienzudamente su entrevista y las posibles pruebas a que pudieran someterla, mientras que aquella persona con un locus de control más externo tal vez pensase que su elección se debió a la casualidad y quizá se limitaría a desear con esperanza que el azar volviese a sonreírla de nuevo. En las artes marciales, sin necesidad de entrenar específicamente la psicología, los progresos alcanzados en el desarrollo de otras cualidades redundan en beneficio de nuestro entrenamiento mental porque al sabernos más capaces debido al compromiso de nuestra práctica diaria, aprendemos a entender que los resultados obtenidos son fruto de un trabajo cuidado y bien planificado, inclinando la balanza de nuestro locus de control hacia lo interno, aumentando nuestra autoconfianza y autoconcepto. Por eso, aunque no siempre se ofrece de manera explícita, el entrenamiento psicológico convive inseparablemente con el desarrollo físico y técnico. Al cabo de un tiempo de práctica seria y dedicación al acondicionamiento físico, podemos comprobar visiblemente que somos más fuertes, más resistentes, más veloces, más flexibles, más ágiles y que poseemos más elasticidad, equilibrio y coordinación. Si hemos entrenado bien y mucho, los resultados –que acabarán siendo evidentes– serán fruto de nuestro esfuerzo. En la misma línea le ocurre a la perfección técnica: solo la repetición permanente y constante puede hacer que una técnica (o la concatenación de varias) alcance detallados niveles de exactitud y precisión. Verse progresar marca psicológicamente de forma positiva: un esfuerzo constante, exigente y prolongado en el tiempo da siempre sus frutos, eso lo sabe cualquier artista marcial con solo aplicar un mínimo de sensatez. Ello te hace más partícipe de tu destino, al saber que si luchas de verdad por algo tendrás muchísimas más posibilidades de conseguirlo que si dejas el futuro en manos de la inercia.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Aun así, un locus de control radical y desenfocadamente marcado hacia lo interno puede derivar en la distorsión cognitiva egocéntrica y egótica conocida, gracias a los psicólogos Aaron Temkin Beck y Albert Ellis, como falacia de control interno (la fantasiosa creencia todopoderosa que lleva a pensar que todo sucede por responsabilidad directa y exclusiva nuestra). En el extremo contrario, un locus de control con una extremadamente marcada tendencia a ser externo incapacita a la persona para comprender que sus éxitos y fracasos pueden depender en gran medida de sus actos y decisiones. Al considerar que son otros factores exteriores los que van a decidir nuestro destino, caeríamos en lo que se conoce como falacia de control externo (pensar que ninguno de los resultados que obtengamos de la vida depende de nuestra capacidad de dirigir nuestra voluntad y acciones), con lo que estaríamos haciendo una predicción negativa del futuro, es decir, profetizando algo nefasto y –a la vez– poniendo las bases para que ese algo se cumpla... habremos realizado una profecía autocumplida.

4.2.3. Profecía autocumplida La profecía autocumplida es un concepto que ha formado parte de la esencia filosófica de muy longevas culturas, si bien la acuñación del término se atribuye a Robert King Merton (quien inicialmente se llamaba Meyer R. Schkolnick, pero en su juventud tomó la decisión de cambiar su nombre). La profecía autocumplida es simplemente una predicción, con la particular característica de encerrar en su propio enunciado la causa que desembocará finalmente en el cumplimiento de la misma. Retomando el ejemplo anterior de las dos personas demandantes de empleo, el concepto de profecía autocumplida se da en el segundo demandante: al considerar que la obtención del empleo no depende de sus acciones sino de factores externos 230

Imaginemos una persona a quien se trata permanentemente de convencer de que no posee especial habilidad natural para las actividades deportivo-motrices y a quien se desanima constantemente en sus iniciativas relacionadas con la actividad física, siéndole sugeridas otras actividades que aparentemente se le podrían dar mejor. Si esta persona se convence de su supuesta falta de capacidad para las tareas deportivas, tenderá a evitarlas en favor de otras completamente distintas, por lo que el tiempo se encargará de cumplir la profecía: esa persona acabará probablemente siendo mucho menos capaz de lo que su potencial realmente es231

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

sobre los cuales no puede influir, evitará vaciarse en el esfuerzo de prepararse al máximo de sus posibilidades para alcanzar el puesto, lo cual desembocará muy probablemente en su fracaso... la profecía realizada previamente (creer que la obtención del éxito no depende de lo que se haga) se acaba cumpliendo, porque en su enunciado viene implícita la renuncia a perseguir el objetivo deseado.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

condía... Al evitar emprender tareas relacionadas con lo motriz, la profecía se habrá convertido en real, ya que a causa de huir de ese tipo de acciones esa persona se corta la posibilidad de ser más habilidosa en ellas.

Sin embargo, utilizando este mismo caso, supongamos que la persona a la que su círculo trata de redirigir hacia actividades no relacionadas con lo motórico opta por asumir que, si bien tal vez tengan parte de razón las afirmaciones desalentadoras de terceras personas, es capaz de desarrollarse en ese campo y se convence a sí misma de que su esfuerzo y tesón pueden hacer que mejore en esas habilidades. Por ello, imaginemos que destina sus más altos grados de constancia hacia ese tipo de actividades, consciente de que los resultados a obtener guardan relación con el grado de compromiso de su dedicación (locus de control interno). Toda persona mejora con el aprendizaje: en este caso concreto, tal vez las opiniones de la gente externa motiven a la persona para que se rebele contra lo que otros le muestran como 232

233

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

una verdad irrefutable, o quizás la persona asuma que sus cualidades al respecto podrían ciertamente no ser muy destacables, por lo que entiende que debe esforzarse más duramente en su progreso y así lo hace. Finalmente, su fuerza de voluntad y coraje para enfrentarse a la adversidad harán que llegue a ser mucho más capaz de lo que habría sido si hubiese cedido a la presión de la profecía inicial. El propio enunciado de la predicción encerraba la causa que motivó el deseo de cambio, de progresión, de rebelión. Pero ya no podemos hablar de profecía autocumplida, sino de profecía autofrustrada porque la persona ha conseguido truncar la negativa causa que encerraban los enunciados de partida y ha superado las expectativas que otras personas habían impuesto sobre ella. Casos de profecía autocumplida los encontramos diariamente en las cosas más cotidianas. Autofrustrar una profecía es más difícil y requiere del desarrollo de un poder personal especial. Quizá un ejemplo lo tengamos en la nadadora Mireia Belmonte: empezó en la natación siendo muy pequeña, con la esperanza de corregir cierto grado de escoliosis en su columna vertebral. El hecho de que además padeciera asma e hipersensibilidad al cloro (lo que empeora el asma) tal vez llevase a pensar a más de una persona que el agua no era el elemento más adecuado para ella. Sin embargo, pronto demostró que poseía aptitudes atléticas sobresalientes, lo que unido a la preparación mental correcta la llevó a superarse a sí misma hasta el punto de que a sus veintiún años ya había obtenido logros tales como dos melladas olímpicas (dos platas en Londres 2012), tres oros y una plata en el campeonato del mundo de Dubai 2010, siete metales en campeonatos de Europa (un oro y una plata en Debrecen 2012, cuatro oros en Szczecin 2011 y una plata en Turquía 2009) y varios campeonatos de España. Eso por no hablar de la valiosa lección que aporta cualquiera de los deportistas paralímpicos, quienes representan un modelo de superación y energía personal solo al alcance de los más grandes.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Por supuesto, la profecía autofrustrada es un concepto que debe valorarse en su justa medida. Tal vez es impensable pretender llegar a botar un balón y lanzar a canasta en suspensión como el mítico Michael Jordan, dominar el medio acuático al nivel de Gemma Mengual, devolver una pelota con la perfecta dosis de potencia y precisión de Rafael Nadal, adaptar la tabla a una ola con el equilibrio de Stephanie Gilmore, alcanzar las impactantes cotas de elasticidad y abrumadora movilidad articular que consigue Chloe Bruce o combinar ritmo, flexibilidad y fuerza con la plasticidad que caracteriza las coreografías de Carmen Valderas. Sin embargo, nadie puede negar que si se aplica intensamente en su desarrollo personal dentro de las disciplinas de estas leyendas, estará mucho más cerca de obtener el ciento por ciento de su propio potencial en las mismas, así como la comprensión profunda de esas modalidades puede alcanzar cotas muy altas, más altas incluso de lo que la percepción previa de las mismas y el autoconcepto inicial permitían asumir (jamás comprenderé los entresijos del universo como lo han llegado a hacer Stephen William Hawking o Albert Einstein, pero si la Astrofísica fuese mi pasión ¿por qué no gozar profundizando en el aprendizaje de la misma?; incluso aunque nunca tuviese suficiente talento como para poder llegar a hacer de ella mi profesión, ella podría hacer de mí alguien más grande). «Un guerrero no pasa sus días intentando representar el papel que los otros escogieron para él»[26]. Paulo Coelho

4.2.4. Indefensión aprendida Desarrollada por Martin Seligman, la teoría de la indefensión aprendida hace referencia a la resignación y el abandono en la idea de que un acontecimiento es insuperable, por lo que se asume que cualquier acción a realizar para afrontarlo es inútil. 234

235

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

La indefensión aprendida es fácilmente despertada tras un episodio en el que se ha sido víctima de agresión, pues esa es una experiencia violenta, traumática y es lógico que la rapidez e intensidad de la situación envuelvan a la persona agredida en un estado de bloqueo, desorientación e impotencia. Después de vivir algo así, es necesario recibir atención psicológica especializada, pues es muy probable que aparezca estrés postraumático. Este puede manifestarse de muchas formas y durante mucho tiempo si no se trata adecuadamente. Tal vez se produzcan incómodas sensaciones de revivir el episodio, sobre todo cuando nuestro cerebro relaciona cualquier cosa del entorno con dicha situación. Eso suele conducir a evitar todo aquello que pueda ser relacionado directa o indirectamente con esa vivencia (sucumbir a la vergüenza y no acudir al lugar donde ocurrió, no acercarse a las personas que vieron el suceso o pudieran tener conocimiento de los hechos, no hablar jamás de ello, etc.), quizá se presenten trastornos del sueño, susceptibilidad e irritabilidad, etc. El entrenamiento en artes marciales entraña una estrecha relación con el conflicto violento. Por eso, en el desarrollo de cualquier artista marcial están presentes el dolor y el sufrimiento físicos, el desgaste mental, el estrés, la victoria pero también la derrota, así como la vinculación emocional a todos estos conceptos. La reflexión habitual acerca de los mismos, así como el enfoque de realismo adecuado en nuestra práctica, concede cierto grado de comprensión y asimilación de las potenciales situaciones traumáticas antes de que estas sucedan. Por eso, cuando llegue ese momento, el afrontamiento del mismo llevará incluida la variable de la potencial capacidad de respuesta de la víctima, que contará con una serie de recursos, es decir, habrá aumentado sus posibilidades de reaccionar adecuadamente. Aunque eso no implica ni mucho menos que se pueda escapar indemne con facilidad, toda persona iniciada en el mundo de la defensa personal cuenta con herramientas suficientes como para

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

comprender que la resolución no exitosa del conflicto es fruto de muchas circunstancias. Conocerlas nos permite reflexionar sobre ellas y analizarlas, lo que nos acercará a su comprensión y ello a su afrontamiento. Trasladar esas situaciones y episodios desagradables al entrenamiento diario ayudará a optimizar su manejo y a superar las secuelas que, de otra forma, podrían cronificarse hasta el punto de llevar a la persona al convencimiento de su propia incapacidad para enfrentarse a las situaciones traumáticas similares o parecidas a episodios desagradables vividos que puedan volver a surgir, lo que derivará en elevados grados de ansiedad.

4.3. Implicaciones psicoemocionales de la defensa personal 4.3.1. Ansiedad: el desgaste emocional La ansiedad es una emoción que acompaña a la percepción de algo que consideramos amenazante. Es lógico que un hecho puntual susceptible de convertirse en peligroso cause cierta ansiedad momentánea y circunstancial. Sin embargo, es posible que esta emoción alcance a convertirse en crónica. La permanente preocupación excesiva (ante el posible fracaso, la presión del éxito potencial, los riesgos a correr, etc.) es el mayor obstáculo para poder fluir adecuadamente en una situación: provoca estados de ansiedad que podrían llegar a convertirse en crónicos (permanentes, continuos), incluso aunque el entorno no provea de elementos estresores o amenazantes suficientes. La subjetividad de la persona puede acabar creando y realimentando ininterrumpidamente un bucle cada vez más difícil de romper, porque este se va llenando de negativas circunstancias fisiológicas (nerviosismo, temblores, migrañas, etc.), psicológicas (preocupaciones, sensación de angustia, pérdidas de memoria, fobias, etc.) 236

Es necesario combatir la ansiedad en el día a día. Podemos conseguirlo con una nutrición sana, la práctica regular de actividad física moderada y la participación en actividades y aficiones puramente lúdicas, preferiblemente en grupo. De lo contrario, la tensión que se acumula cuando se mantienen elevados niveles de ansiedad prolongadamente en el tiempo es susceptible de derivar en episodios conocidos como ataques de ansiedad, fácilmente contagiables sobre quienes los observan y caracterizados por síntomas psicológicos (como la percepción de estar cerca de 237

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

e inclusive conductuales (mirar por la mirilla de la puerta cada cinco minutos, etc.). Para superar elevados y mantenidos niveles de ansiedad existen diferentes herramientas: a muchas personas les resulta muy útil practicar como terapia actividades en las que puedan alcanzar mayores grados de relajación (como el tai chi, el chi kung –qi gong–, el yoga o la meditación). Algunas personas recurren a tratamientos médicos con fármacos antidepresivos o ansiolíticos, aunque ello por sí solo no incida en el origen del problema sino solo en la sintomatología más externa, así como ninguna ingesta de medicación es inocua. También hay quien prefiere optar por terapias psicológicas explícitas (como terapias de grupo, terapias de modificación de conducta, coaching, etc.), las cuales pretenden alcanzar la raíz del problema y capacitar gradualmente para el afrontamiento de situaciones que potencian la aparición y crecimiento de la ansiedad.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

sufrir un colapso que lleve a la muerte o de estar enloqueciendo, lo que desemboca en una cruda sensación de impotencia) y por síntomas fisiológicos (como el aumento del ritmo cardíaco y la frecuencia respiratoria). Para quien padece un episodio de este tipo, la sensación de ahogo tiende a agudizarse con el paso de los minutos. Es una respuesta lógica, puesto que al aumentar la velocidad en el ciclo respiratorio, la respiración se hace cada vez más superficial y las cantidades de oxígeno introducidas en el organismo son bajas. Este detecta que la oxigenación general de tejidos puede llegar a ser insuficiente y provoca una sobreactivación del sistema circulatorio haciendo que el corazón dinamice su ritmo de trabajo con el objetivo de bombear más sangre y así poder hacer llegar más oxígeno a las células. Esto se convierte en un ciclo sin salida y puede llevar a la persona a un desmayo. Por eso, para combatir la aparición de un ataque de ansiedad, cuando este da muestras de aparecer, es necesario concentrarse en recuperar ciclos rítmicos adecuados de respiración y recurrir a autoinstrucciones positivas. La ansiedad es un proceso cuya responsabilidad recae principalmente en un área del encéfalo que recibe el nombre de amígdala cerebral, de la cual aún se está estudiando su funcionamiento y relevancia dentro del sistema nervioso central. Por el momento, recientes investigaciones apuntan a que parte de las neuronas que pueblan esta área se trasladan allí provenientes de otras zonas del cerebro, de acuerdo a los estudios realizados por personal investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) –a través del Instituto Cajal–, en colaboración con el Consiglio Nazionale delle Ricerche (CNR) –a través de su Instituto de Genética y Biofísica–, la Scuola Europea di Medicina Molecolare (SEMM) y el centro de investigación CEINGE-Biotecnologie Avanzate. En sus hallazgos, estos equipos científicos concluyen que «neurons usually migrate and differentiate in one particular encephalic vesicle. We identified a (...) population of diencephalic neurons that colonized the telencephalic amygdaloid complex, migrating along a tangential route that 238

crosses a boundary between developing brain vesicles»[61] («Las neuronas por lo general migran y se diferencian en una vesícula encefálica particular. Hemos identificado una (...) población de neuronas diencefálicas que colonizaron el complejo telencefálico amigdalino, migrando a lo largo de una ruta tangencial que cruza una frontera entre las vesículas cerebrales en desarrollo» [Traducción de M.ª Sonia García García]).

Junto al hipocampo –la parte del encéfalo donde se fijan los recuerdos– se ubica la estructura denominada amígdala cerebral de la que se habló en el anterior apartado. La amígdala cerebral es la encargada de regular una posible respuesta de lucha o huida ante una amenaza. Es decir, reconoce nuestros miedos aprendidos y emite una orden de activación inmediata, ya sea de afrontamiento o de evitación. El miedo es básicamente una respuesta adaptativa a una situación que percibimos como peligrosa. La reacción ante ello es casi automática, por eso puede no ser lo precisa que debiera e incluso podría estar lejos de la reacción que hubiese sido necesaria en una determinada situación, puesto que empuja a actuar antes de poder evaluar e interpretar adecuadamente todas las variables implicadas en ella. Es decir, gracias a la amígdala cerebral el ser humano posee un sistema de emergencia diferente a otros canales más racionales que habitualmente utilizamos para el procesamiento cerebral de la información. Este sistema es mucho más rápido, pero también mucho menos refinado que las vías comúnmente utilizadas para interpretar reflexivamente la realidad. Esta es la vía que primitivamente hemos usado en los albores de nuestra evolución: cuando la especie humana no ocupaba la cúspide en la cadena alimenticia, vivía en circunstancias de permanente alerta, ya que compartía existencia con depredadores mucho mayores en tamaño. En tales tiempos, 239

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

4.3.2. Miedo: la emergencia emocional

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

respuestas inmediatas que nos permitieran poner pies en polvorosa (evitación, huida) o disparasen nuestro torrente hormonal de activación (noradrenalina, etc.) eran cotidianas y son una de las razones por las que ahora estamos aquí, por las que nuestra especie sobrevivió y pudo evolucionar hasta lo que hoy somos. Sin embargo, la inmensa mayoría de las problemáticas amenazantes actuales no son como las de nuestros orígenes como especie. Durante miles de años nuestro cerebro se fue desarrollando, volviéndose más complejo, perfeccionándose hasta ser capaz de conseguir una destacada ca pacidad de interpretar lo que lo rodea y de emitir elaboradas respuestas no viscerales de resolución de conflictos. Gracias a eso, el ser humano logró alcanzar la madurez suficiente para gestionar su propio mundo emocional y dejar así de ser esclavo de sus arrebatos pasionales.

Cuando algo nos asusta súbitamente, el organismo se pone a trabajar y acelera el corazón para llevar más sangre a la musculatura esquelética grande (irrigando lo justo hacia otras zonas de menor relevancia, de ahí que pueda palidecer nuestro rostro) 240

manejar nuestra respiración: si sentimos que la situación nos desborda, la respiración se disparará y se volverá menos profunda, con los inconvenientes que ello conlleva (tejidos menos oxigenados y aceleración automática del corazón para transportar más oxígeno a través de los glóbulos rojos presentes en sangre); por eso es importante hacernos conscientes y dueños del pro241

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

y detiene momentáneamente el ciclo respiratorio con el objeto de percibir con más atención (probablemente tras hacernos dar una repentina y profunda inspiración, para tener una pequeña reserva de aire de emergencia), incluso tal vez las extremidades tiemblen por el exceso de adrenalina (ya que se derraman súbitamente en nuestro torrente sanguíneo las hormonas necesarias para hacer frente a una posible acción extrema e inmediata). Después de los primeros momentos, nuestro cerebro tardará un poco en revisar sus archivos y relacionarlos con la situación que nos asustó. Lo hará porque su intención es cotejar los estímulos externos con todo aquello que en el pasado haya registrado al respecto de los mismos. Así podrá darnos diversas respuestas en forma de hipótesis. Con esas respuestas posibles, podemos aplicar la lógica a nuestra sensación de miedo y tal vez esta desaparezca o, quizá, al menos, podamos saber a qué nos enfrentamos. Si finalmente consideramos la amenaza como real, es probable que seamos atacados por el estrés y este se manifestará de forma peritraumática (es decir, nos azotará un estrés agudo simultáneo a la acción en la que gestionamos la actividad estresora), apareciendo respuestas tan entorpecedoras y poco adaptativas como la visión de túnel o la exclusión auditiva (ambas son consecuencias sensoriales que deterioran circunstancial y momentáneamente nuestra capacidad de percibir estímulos visuales y sonoros respectivamente, ya que nuestro cerebro filtra y deja de atender a aquello que considera menos importante para nuestra seguridad inmediata). Sin embargo, es posible controlar esta sensación si somos capaces de realizar correctamente un par de pautas:

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

ceso respiratorio, haciendo hincapié en ralentizarlo –alargando especialmente la espiración– y evitando así caer en la hiperventilación; bloquear los pensamientos negativos: cuando nos encontramos en una situación peliaguda, en nuestra mente empiezan a crearse mensajes desalentadores, catastrofistas. Aparecen de forma espontánea y tienen su origen en miedos aprendidos, por lo que nuestra subjetividad les otorga apariencia de verosimilitud. Hemos de ser capaces de detectarlos y crear inmediatamente una barrera de mensajes cargados de positivismo lógico, darnos autoinstrucciones que nos animen a enfrentarnos a lo desagradable, que nos recuerden qué debemos hacer en cada momento, como si una parte de nuestra mente (libre de temor) nos estuviera guiando cual docente, paso a paso, indicándonos todo aquello que ya sabemos pero nos cuesta extraer de nuestro interior debido a la tensión. Si no hubiera posibilidades de controlar esas sensaciones en medio de un conflicto, ni tendría sentido el entrenamiento mental dentro de la defensa personal ni ninguna persona que forme parte del mundo de las emergencias podría resolver su trabajo de forma efectiva (en lugar de socorrer, ayudar o proteger a la gente, ante determinadas amenazas sufrirían irremediablemente ataques de pánico, los cuales los llevarían o bien a huir descontrolada y desordenadamente presa del pavor, o bien a sufrir una especie de parálisis bloqueadora llamada shock emocional). Por suerte, en las fuerzas armadas, los cuerpos policiales, los servicios de extinción de incendios, los servicios de emergencias sanitarias, los equipos de protección civil, etc., encontramos diariamente ejemplos que demuestran que es posible enfrentarse al miedo. «Otra estructura encefálica, el cerebelo, pugna también por modular la expresión del miedo. Por esta razón, quienes se han formado en los cuerpos especiales de la Armada o como marines 242

En el aprendizaje de la defensa personal, al igual que en la formación de los diferentes servicios de emergencias, el entrenamiento debe estar orientado a la situación conflictiva potencialmente encontrable. Una de las prácticas más utilizadas para afinar las cualidades que son más necesarias es la simulación de escenarios cercanos a la realidad (es lo que se conoce como role playing, [juego de roles]), donde las personas participantes asumen y representan diferentes papeles (como si se tratase de una obra de teatro con guión abierto). Este es el laboratorio donde puede ponerse en práctica lo que hemos aprendido y no tiene más límites que la imaginación. Podemos utilizar los contextos que queramos (una cocina, un salón, un pasillo, un jardín, un vehículo...) y los elementos desestabilizadores que se nos ocurran (maquillaje para imitar heridas, agresión grupal, desventajas de diferente tipo como, por ejemplo, llevar un brazo en cabestrillo simulando una lesión incapacitante, etc.). El miedo es necesario: tan relacionada está la estructura denominada amígdala cerebral con la percepción y experimentación del miedo, que se han referido casos de personas cuya amígdala ha resultado dañada derivando ese hecho en la pérdida de la capacidad de sentir dicha emoción, así como de reconocer e interpretar expresiones de temor. No saber identificar el temor en los demás nos coloca en una clara desventaja emocional en nuestras relaciones interpersonales, pero la lacra intrapersonal que supone no ser capaz de sentir el miedo nos puede conducir a situaciones extremadamente temerarias y a gestionar estas de modo inadecuado. Tal y como lo expresa Alain Sailly, «el miedo es natural y bueno para aprender a sentir. Con el tiempo debes saber qué cosas son las que te hacen sentir miedo y debes aprender a controlar las situaciones tanto para defenderte como para defender a los demás»[163]. 243

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

reaccionan al miedo de una manera diferente que alguien que ha crecido en un ambiente resguardado como una planta crece en una maceta»[35]. Antonio Damasio

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

«El guerrero de la luz lo sabe: todo el mundo tiene miedo de todo el mundo. Este miedo generalmente se manifiesta de dos maneras: a través de la agresividad o a través de la sumisión. Son aspectos del mismo problema»[26]. Paulo Coelho Al igual que el dolor es algo imprescindible (si toco una olla hirviendo, mis terminaciones nerviosas me dirán de inmediato que está quemando y mi mano se apartará casi automáticamente), el miedo nos recuerda que no somos invulnerables. No se trata de no sentir miedo, sino de aprender a gestionarlo. Cuando hablamos de un dominio profundo de aquello que subyace en el alma de las artes marciales, ser capaz de derrotar a otras personas será siempre consecuencia de haber alcanzado previamente la capacidad de vencernos internamente (nuestros propios temores, inseguridades, debilidades y bajezas) y no al revés.

4.3.3. Ira: la explosión emocional También la amígdala cerebral es la principal protagonista en los aspectos relacionados con conceptos como la impulsividad y el enfado, la ira o la agresividad, conceptos intrínsecos a las especies animales, no siendo el ser humano una excepción. De hecho, desde el punto de vista socioantropológico, la agresividad se encuentra presente en todas las sociedades, épocas y culturas, siendo el umbral de aceptación y permisividad hacia la misma muy relativo y cambiante a lo largo de la historia. En muchas ocasiones, la agresividad es algo que puede relacionarse más con el coraje, pundonor y constancia que con aspectos cercanos a la violencia: manifiesta agresividad cualquier tenista que trata de devolver una pelota difícil o realizar un saque con el máximo de potencia y precisión para conseguir un ace (punto directo de saque). También la persona que corre una maratón y lucha al 244

La agresividad bien entendida es una cualidad muy necesaria y aprovechable. Sin suficiente agresividad correctamente enfocada no podemos defendernos, y mucho menos proteger a otra persona. La defensa personal bebe irremediablemente de la agresividad. Cuando no ha sido posible una resolución no violenta del conflicto físico, la contundencia fundamentada en la sorpresa es el objetivo. A este respecto, cuando tratamos de reducir a una persona o protegernos de su agresión violenta, es posible la idea de derrotarla sin causarle daños permanentes o irreparables (al menos graves), pero es casi imposible hacerlo sin hacerle daño (eso es prácticamente utópico). A menudo usamos el término agresividad como sinónimo del de ira, aunque eso es incorrecto. 245

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

máximo por continuar aunque siente que le fallan las fuerzas a falta de varios kilómetros para el final. Igualmente, quien simultanea un empleo a jornada partida durante el día con cursos de formación por la tarde-noche y tiene el coraje de trabajar y estudiar a diario. Del mismo modo, quien prepara una oposición y madruga cada mañana para estudiar hasta el anochecer día tras día, etc.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

La ira es una conducta agresiva, pero en el sentido de enfado muy violento[188], definida más en detalle como una «pasión del alma que causa indignación y enojo (...) repetición de actos de saña, encono o venganza»[186]. En el momento en el que se produce, otorga a corto plazo sensaciones muy adictivas de placer, satisfacción inmediata, ilusión de poder y dominio. Eso es debido al rápido e intenso derroche de hormonación. La amígdala interpreta de forma pasional la realidad y nos dirige desde la ceguera hacia lo irracional, interceptando vías cerebrales más maduras. Normalmente a largo plazo suelen aparecer sentimientos de culpa en aquellas personas suficientemente empáticas que han sufrido una falta de autocontrol puntual. Eso sucede cuando las estructuras cerebrales han podido digerir más lentamente la situación y han logrado reinterpretar lo ocurrido a partir de una escala más responsable de lectura contextual. Morihei Ueshiba insistía en que «ganar significa vencer a la mente en discordia que hay dentro de ti»[171]. «Un guerrero debe saber que su única posibilidad (...) es estar del lado de la luz; el precio a pagar en el lado oscuro es inaceptable, pues supone la abdicación y pérdida de toda opción de libertad y crecimiento, a cambio de poder inmediato o satisfacción inminente»[169]. Alfredo Tucci «Un buen guerrero no se deja llevar de la ira, quien sabe vencer a su enemigo no entabla con él combate»[190]. Lao Zi Esta emoción puede manifestarse de muy variadas formas: si analizamos el aspecto fisiológico: la ira puede caracterizarse por cambios internos tales como la elevación de la tasa cardíaca, el aumento de la frecuencia respiratoria, una mayor vasculariza246

ción para irrigar más abundantemente la musculatura esquelética, la elevación repentina de determinadas tasas hormonales y neurotransmisoras (que pueden, por ejemplo, llegar a atenuar los receptores sensitivos de dolor físico);

si observamos el aspecto conductual: la ira puede dar lugar a acciones y reacciones bruscas o amenazantes, con mayor o menor carga de violencia física (empujones, etc.; incluso intentos de autolisis) o psicológica (amenazas verbales o gestuales, etc.). Algunos delatores de una conducta agresiva potencialmente peligrosa de convertirse en violenta pueden ser visualmente detectados: apretar fuertemente los puños o la mandíbula, soplar acelerada y airadamente con la boca semicerrada, fruncir el entrecejo, arrugar la nariz, inclinar la cabeza hacia adelante fijando la vista en algo o alguien, etc. Ser capaz de percibir estos estímulos (mensajes) en otras personas y en nosotros mismos es una habilidad que quien se inicie en las artes marciales y la defensa personal debe desarrollar. Detectar esas señales no verbales en alguien es una manera de leer la mente de quien tenemos enfrente, de percibir sus emociones, de predecir una posible acción airada por su parte y ganar la posibilidad de anticiparnos, de ir un movimiento por delante. Detectar esos cambios en nuestro propio ser es una forma de comunicarnos con nuestro interior y el primer paso hacia la posibilidad de autocontrol. «El impulso es el vehículo de la emoción, y (...) la semilla de todo impulso es un sentimiento expansivo que busca expresarse 247

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

si tomamos en cuenta el aspecto cognitivo: la ira podría convertirse en un torbellino de pensamientos negativos en torno a algo o alguien, provocando ideas destructivas o autodestructivas (como deseos de causar daños a otras personas o a sí mismo, elucubraciones mentales paranoides, susceptibilidades emocionales desenfocadas y explosivas, etc.);

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

en la acción. Podríamos decir que quienes se hallan a merced de sus impulsos –quienes carecen de autocontrol– adolecen de una deficiencia moral porque la capacidad de controlar los impulsos constituye el fundamento mismo de la voluntad y del carácter»[67]. Daniel Goleman La ira despierta nuestra parte animal más oscura y salvaje, llevándonos a dos caminos posibles: que nos precipitemos hacia acciones violentas por motivos ridículos o que en un altercado perdamos el control de la situación. Si en una situación comprometida –en la que debemos protegernos o proteger a quienes nos rodean– dejamos que la ira nos envuelva, no podremos fluir adecuadamente, no tendremos el dominio de la situación, sino que será nuestra carga hormonal la que nos controlará y nos llenará de fallos de precisión en nuestras percepciones sensoriales, decisiones mentales y ejecuciones técnicas. Benny Urquídez decía que «el secreto de un artista marcial está en controlar su furia»[52]. El dominio de este concepto es el indicio definitivo que prueba pertenecer a un plano superior dentro del tema que nos compete, que prueba el autodominio. En condiciones normales, el resultado de una pelea puede ser definido en mayor medida por el estado mental que por las condiciones físicas o las habilidades técnicas. Es necesario ser lo bastante competente y hábil físicamente, pero solo si lo somos también emocionalmente podremos usar como y cuando sea preciso la capacidad adaptativa y de supervivencia al máximo de nuestras posibilidades personales. En la reacción ante una circunstancia inevitable, inmediata y eventual de peligro (por ejemplo, una agresión), una respuesta rápida es necesaria. Nos la otorga la amígdala, que descarta una vía cerebral más lenta de interpretación que –si bien seguro sería una lectura más certera– nos robaría la posibilidad de responder tan rápido como fuera preciso. Pero esta es un arma de doble filo, ya que la amígdala también sería responsable de la 248

249

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

sobrecarga emocional que, en lugar de hacernos reaccionar rápidamente, podría paralizarnos de terror impidiéndonos actuar. Quien se adentra con seriedad y sentido de la profundidad en los aprendizajes de la defensa personal suele ser una persona pacífica. Es más, cuanto mayor sea su nivel de compromiso probablemente más pacífico sea su carácter cotidiano. Quien se ha iniciado sabe que sobre sus hombros recae una gran responsabilidad: ••si en una situación extrema de alto riesgo no hemos conseguido evitar el enfrentamiento físico, pero una vez que este llega nos mostramos salvajes, sin control, sin medida, mostrando una cruel y exagerada desproporción respecto al ataque, nos habremos denigrado como artistas marciales y como personas. Eso significaría que mantenemos una relación de esclavitud respecto de nuestras pasiones, de nuestra ira; ••si por otro lado, y en el mismo caso, conseguimos que no se produzca un altercado físico, habremos conseguido una gran victoria como artistas marciales, como personas. Pero... ¿y si no lo conseguimos?, ¿y si todo va tan rápido que nos encontramos en medio de un torbellino de repente?, ¿acaso no tendremos la determinación y el valor necesarios para buscar huecos, aprovecharlos contundentemente y huir o ganar tiempo y así cubrir las espaldas de quienes nos acompañan? Pretender rehusar la aplicación de una respuesta intensamente abrasiva, cuando la situación lo requiere de forma irremediable, significaría tenerle miedo a nuestros propios niveles de agresividad necesaria. Para llegar a ser capaz de sujetar espontáneamente la respuesta físico-emocional a una agresión, hay que haber entrenado duramente antes dicho proceso de calibración. Esa espontaneidad aparece gracias a un largo trabajo y aprendizaje. Nuestra labor es aprender entrenando o entrenar aprendiendo. Hemos de conseguir canalizar y usar la agresividad cuando y como sea necesario. Un primer objetivo es emprender un viaje en busca de nuestra agresividad y una vez encontrada hemos de

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

educarla para que deje de ser un fin en sí misma (ira) y sea un mero medio orientado hacia el objetivo de repeler una agresión. «Vigila tus pensamientos; se convierten en palabras. Vigila tus palabras; se convierten en acciones. Vigila tus acciones; se convierten en hábitos. Vigila tus hábitos; se convierten en carácter. Vigila tu carácter; se convierte en tu destino»[14]. Frank Outlaw

Hay quien considera que todo condicionamiento u orientación externos coartan la libertad personal de acción. Pero pensemos un momento en el aprendizaje y desarrollo motor: imaginemos con un balón de fútbol a alguien que desconoce totalmente la técnica balompédica. ¿Qué puede hacer esa persona con el balón futbolísticamente hablando? Nada realmente efectivo. Pero supongamos que tiene suficientes cualidades y que, durante un tiempo, se le orienta básicamente para que descubra algunos aspectos técnicos y tácticos elementales (conducción del balón, pase corto, pase largo, protección del esférico, etc.). Lo que habremos hecho será haberle dotado de herramientas para su propio crecimiento balompédico personal. Entonces, ¿cuándo era más libre? ¿Antes, que solo sabía realizar movimientos descoordinados y faltos de sentido y efectividad, o por el contrario ahora, que puede elegir entre diversas y diferentes posibilidades y evolucionar creando maneras propias de conducir, proteger, pasar, etc.? La respuesta es obvia. No se trata de acumular una elevada serie de respuestas adquiridas que anulen nuestra respuesta natural. Se trata de encon250

trar y conocer cómo es nuestra respuesta natural y educarla para que, en el momento preciso, los movimientos fluyan libres y flexibles para adaptarse a cada situación particular. «Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo»[67]. Aristóteles

4.4. Psicosociología de la agresión La jurisprudencia recoge definiciones del concepto de agresión tales como «toda creación de un riesgo inminente para los bienes jurídicos legítimamente defendibles», aportada por la STS 8327/2007[185] y ampliada en la STS 7703/2011[185], que añade que «la agresión ha de ser un ataque, conducta o acción actual, inminente, real, directo, inmotivado e injusto». Esta misma sentencia también refleja definiciones del concepto de agresión ilegítima, entendiendo esta como «toda actitud de la que pueda racionalmente deducirse que pueda crear un riesgo inminente para los bienes jurídicos defendibles y que haga precisa una reacción adecuada que mantenga la integridad de dichos bienes».

251

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

to oportuno, con el propósi-

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

En todas las sociedades y comunidades de la historia ha existido la violencia. Las diferencias culturales y el momento histórico en que esta ocurra (así como la forma e intensidad en que se manifieste) harán que se interprete y juzgue de diferente forma. Aunque existen muchos tipos de violencia según su expresión (verbal, psicológica, etc.), la más visible y fácilmente reconocible como tal es la manifestada por medio de la agresión física, siendo las siguientes algunas de las más habituales caras con las que puede ser clasificada:

agresión física violenta de carácter funcional: como en el caso de la utilizada –por ejemplo– en los robos con violencia o intimidación sobre las personas, regulados en el Código Penal español (Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre), en su título XIII («Delitos contra el patrimonio y contra el orden socioeconómico»), capítulo II («De los robos»), donde se recoge que «son reos del delito de robo los que, con ánimo de lucro, se apoderaren de las cosas muebles ajenas empleando (...) violencia o intimidación en las personas»[93] (artículo 237), además de reflejarse que «el culpable de robo con violencia o intimidación en las personas será castigado (...), sin perjuicio de la [pena] que pudiera corresponder a los actos de violencia física que realizase»[93] (artículo 242.1), así como califica de 252

agresión física violenta de carácter sádico-recreativo: la violencia puede ser utilizada como forma de expresión de la necesidad de experimentar dominio o poder, respondiendo esto generalmente a personas internamente inseguras o cuya personalidad no se encuentra firmemente forjada y precisan mostrar su capacidad de ejercer fuerza, de protagonizar roles que generen temor (o cierta idea de respeto) o simplemente necesitan la aprobación de su círculo (o haciendo cosas de este tipo evitan convertirse en el objetivo de quienes también lo hacen). Uno de los ejemplos lo encontramos en el fenómeno denominado acoso escolar (popularizado por la expresión en inglés bullying), que más allá de 253

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

hecho agravado cuando «el delincuente hiciere uso de armas u otros medios igualmente peligrosos, sea al cometer el delito o para proteger la huida, y cuando atacare a los que acudiesen en auxilio de la víctima o a los que le persiguieren»[93] (artículo 242.3). Dentro de las agresiones físicas de carácter funcional podríamos incluir como subtipo las agresiones físicas con carácter de autoconservación. Estas configuran una respuesta ante una situación de ataque, en el sentido en que la defensa frente a la agresión dirigida hacia nuestra integridad es interpretada por nuestro cerebro como necesaria. Todas las especies animales manifiestan ese espíritu de conservación (básicamente expresable en la dualidad lucha o huida), esa inclinación intensa a la supervivencia y autodefensa en situaciones de amenazante peligro que nos provoca un grado suficiente de miedo como para reaccionar con virulencia. Francisco Javier Hernández Pérez afirma que ese miedo «es en realidad un milagro de la evolución que está plenamente enfocado hacia la supervivencia del individuo más débil»[74] y es que el miedo puede paralizarnos, pero también hacernos más prudentes e incluso otorgarnos un alto grado de determinación puntual de cara a una huida o un afrontamiento de según qué situación;

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

estar constituido por amenazas, aislamiento forzado y diversos tipos de violencia psicológica, también incluye en sus manifestaciones habituales la violencia física. En otra línea, también se han encontrado comportamientos de depredación en grupos de personas que en su tiempo de ocio disfrutan buscando otros grupos o pandillas diferentes con el fin de provocar un conflicto que justifique el hecho de dirigir conductas físicas de ataque sobre individuos rivales. Este tipo de actividad cobra vigencia y relevancia si viene acompañada de ciertos aspectos favorecedores de comportamientos más acelerados e intensos, como es el caso del consumo de determinadas sustancias psicoactivas estimulantes (tales como la cocaína o las anfetaminas, drogas que disparan la irritabilidad y el ritmo cardíaco, así como pueden potenciar capacidades físicas como la fuerza o la velocidad), por no hablar de los psicoactivos perturbadores como las drogas de síntesis (tales como la MDMA –mayormente conocida como éxtasis–, la MDEA, la MBDB, la DOM, la DOB, etc.) o el LSD (que puede desatar sensaciones extremas de pánico e impredecibles respuestas conductuales a este). El consumo de sustancias estupefacientes está asociado a potenciales crisis psicóticas temporales, pero también puede provocar un trastorno psicótico crónico (las alteraciones psicóticas se caracterizan por una percepción distorsionada de la realidad –se cree percibir cosas que realmente no existen–, incluso de forma delirante, con desvaríos que modifican fantasiosamente una situación que se esté viviendo);

254

255

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

agresión física violenta de carácter catártico: entendida la catarsis como la «eliminación de recuerdos que perturban la conciencia o el equilibrio nervioso»[186], la agresión física aparece a menudo como elemento espontáneo de explosión liberadora de angustia. El frenético ritmo de la sociedad de consumo, donde las personas son valoradas por lo que tienen o pueden conseguir y no por lo que son interiormente, nos conduce a una transformación de las escalas de valores más centrada en un locus de control externo, a la espera de que el mundo exterior nos regale algo que creemos merecer. Ese descorazonador horizonte, el cual implica sucumbir a la infelicidad si no somos capaces de comprar ese supuesto bienestar, es susceptible de producir estados de frustración permanentes (crónicos, es decir, en forma de ansiedad) que

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

pueden expresarse por medio de algún tipo de agresión física sobre otras personas no necesariamente causantes del núcleo de ideas frustrantes (incluso pueden aparecer también conductas autoagresivas). Determinadas empresas de ocio empiezan a fijarse en la sensación de liberación que para algunas personas produce desatar bruscamente su tensión en forma de conducta agresiva y planifican actividades donde quien asiste puede destrozar a golpes (con utensilios tales como un bate o un martillo) objetos viejos y de desguace (como coches, lavadoras, televisores, etc.).

En el pasado no muy lejano, a menudo se estudiaba el fenómeno de la agresión física desde una perspectiva que básicamente lo 256

257

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

asociaba a determinados trastornos mentales. Este es un término del que muchas personas se autoexcluyen temiendo verse clasificadas fuera de su concepto de normalidad (concepto difícilmente definible). No obstante, todas las personas estamos expuestas a padecer en algún momento un trastorno mental. La depresión es quizás el más común, pero también lo son la bulimia, la anorexia nerviosa, las fobias, las obsesiones, etc. Las justificaciones que antaño se daban de determinados comportamientos agresivos solían referirse a personas con trastornos de tipo psicótico (trastornos en los que la realidad puede percibirse modificada incluso de forma delirante). En estos casos, aunque por supuesto pueden acontecer episodios agresivos, es preferible revisar posibles prejuicios y preguntarnos si acaso no sería mejor en muchas ocasiones utilizar el concepto hostilidad en lugar del término violencia. Cualquier persona entiende que cuando la realidad nos resulta difícil de comprender, asimilar o aceptar, no es descabellado acabar sintiendo incomodidad y mostrando suspicacia, irascibilidad e impotencia. Y si el dominio de nuestras habilidades sociales no está al nivel del desbordamiento que sufrimos puede que aparezcan conductas mucho más vehementes e intensas que las esperadas, incluso a nivel de acciones físicamente conflictivas y peligrosamente dañinas. ¿Acaso pretender justificar eso desde un potencial trastorno mental implica que quienes no estamos encasillados dentro de un cuadro psicoclínico prestablecido no somos potencialmente generadores de violencia en forma de agresión física? Luis Rojas Marcos nos refresca en la lógica idea que indica que «una realidad es que los enfermos mentales son con más frecuencia objeto de violencia que autores de ella»[153]. Desde el punto de vista de las Ciencias de la Educación y la Psicología Social, hay que decir que a veces se ha asociado sin pudor la potencialidad de la emisión de respuestas agresivas con pasadas o presentes situaciones especiales de vulnerabilidad y marginalidad sociofamiliar, si bien este último término es engañoso ya que –al igual que sucede con la violencia de género– la

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

incapacidad de educar con modelos no violentos puede surgir potencialmente en cualquier estrato social y no necesariamente entiende de clasismos.

No hay duda de que entre los factores que podrían favorecer el desarrollo de una personalidad marcada por los estallidos violentos o los episodios de agresión, se encuentran los abusos en la infancia, la crueldad relacional percibida o padecida respecto a las personas adultas del entorno durante la niñez, etc. El hecho de haber vivenciado desde las primeras etapas estrategias de resolución de conflictos fundamentadas en 258

259

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

gritos, insultos, intimidaciones, amenazas o actos de violencia física hace más probable que se llegue a entender esa forma de enfrentarse a los problemas como válida (incluso pudiera ser que como deseable, tanto en el sentido de considerar una virtud utilizar de ese modo el temperamento o creer que es un signo de debilidad no hacerlo) o, al menos, implica que la persona pierda posibilidades de entrenamiento en patrones más adecuados. Carecer de práctica en recursos eficaces y sanos derivados del ejercicio de las habilidades sociales incide en la posibilidad de repetir patrones violentos de conducta, y esto cobra fuerza si en los primeros años de vida o adolescencia se premian o exigen desde los referentes (personas adultas, integrantes del grupo de iguales, modelos televisivos o sacados de la Red) innecesarias conductas desenfocadamente agresivas que salvaguarden ideas delirantes como un honor dudosamente entendido o cosas por el estilo. El refuerzo positivo de acciones de ese tipo (es decir, alentar esas conductas), aunque no es algo definitivo –por suerte entran en juego muchas más variables– es la forma más directa de contribuir a una sociedad integrada por individuos violentos. Nelson Mandela expresaba que «a nuestros hijos, los ciudadanos más vulnerables de cualquier sociedad, les debemos una vida sin violencia ni temor»[124]. La familia es la institución microgrupal básica de la que obtenemos nuestros primeros referentes relacionales y dentro de la cual surgirán las primeras oportunidades de aprender a afrontar y solucionar conflictos. Tras ella, las personas vamos formando parte de otros muchos microgrupos y macrogrupos a lo largo de nuestra vida, los cuales ejercerán mayor o menor influencia. Todo ese proceso nos ofrece un enriquecimiento social imprescindible para gestionar las relaciones, pero determinados modelos pueden ser muy inadecuados para según qué edades. Por eso es necesario que infantes y adolescentes no sean indiscriminadamente el objetivo de estímulos caracterizados por imágenes violentas, cruentas, morbosas o simplemente por modelos de heroicidad

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

fundamentados en el uso de la agresión gratuita (desviaciones en los referentes culturales y sociales). No solo se trata de aquellas programaciones y películas ideadas para consumo adulto que son emitidas en horario infantil y en las que se pueden ver imágenes desorientadoras (gente insultándose, amenazándose o gritándose, imágenes explícitamente violentas o sádicas, etc.). También los videojuegos poseen una catalogación por edad y temática que no se suele respetar en su venta y no siempre se vigila en su uso. Existen recientes estudios científicos, como el realizado conjuntamente por personal investigador de la Iowa State University (Center for the Study of Violence, Department of Psychology), la Ochanomizu University (Graduate School of the Humanities and Sciences), el National Institute on Media and the Family de Minneapolis, la Keio University (Institute for Media and Communications Research), la University of Tsukuba (Graduate School of Comprehensive Human Sciences) y la Takasaki City University of Economics (Faculty of Economics). Estas instituciones concluyen que «playing violent video games is a significant risk factor for later physically aggressive (...) this violent video game effect on youth generalizes across very different cultures. As a whole, the research strongly suggests reducing the exposure of youth to this risk factor»[6] [«Jugar videojuegos violentos es un factor de riesgo significativo para posteriormente ser agresivo físicamente (...) este efecto de los videojuegos violentos en la juventud está generalizado a lo largo de culturas muy diferentes. En su totalidad, la investigación sugiere sólidamente reducir la exposición de la juventud a este factor de riesgo». Traducción de M.ª Sonia García García]. Al respecto de esta temática, el 27 de junio de 2011, Yolanda Monge se hacía eco de una noticia en la que se reflejaba que el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazaba una ley cuya idea era prohibir que las personas menores de edad pudiesen comprar o alquilar videojuegos explícitamente violentos diseñados para personas adultas. Según comenta 260

Internet es la evolución de la televisión, pues multiplica expo261

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

la propia periodista respecto al contenido de dicha legislación frustrada, «la normativa estaba destinada a limitar a las personas mayores de 18 años la venta de vídeos que dieran al jugador la opción de “matar, mutilar, descuartizar o asaltar sexualmente la imagen de un ser humano” de una forma ofensiva»[113]. Tampoco todos los dibujos animados han sido necesariamente diseñados para cualquier edad y no es signo de tranquilidad que la emisión de los mismos sea a horas típicas de emisiones infantiles. Las multinacionales televisivas no necesariamente se caracterizan por proteger los horarios infantiles de consumo de televisión, menos aún si el merchandising derivado de ciertos programas es más suculento que una hipotética y relativa falta de exactitud en las edades de consumo de programación. Por eso, las personas adultas deben supervisar y compartir las horas de televisión de quienes tienen a su cargo.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

nencialmente los efectos de esta. Nos ha lanzado hacia el futuro. La Red puede ser infinitamente más beneficiosa bien utilizada, pero también entraña riesgos de muchos tipos. Su uso por parte de personas de corta edad debe ser escrupulosamente cuidado por quienes ejercen las labores de tutorización.

El modelo educativo conocido como dejar hacer, expresión traducida literalmente de su concepto original en francés, laisser faire, también conocido como laisser faire, laisser passer (dejar hacer, dejar pasar, heredado del área de las teorías macroeconómicas), consiste en una excesiva flexibilidad a la hora de aplicar normas educativas, una laxitud emocional (en Anatomía se habla de laxitud excesiva de tejidos cuando estos no son lo bastante firmes para sujetar una articulación, con el permanente riesgo de sufrir una subluxación o una luxación; si transferimos el término a la Psicología quizá podríamos hablar metafóricamente de luxaciones emocionales). La ausencia de patrones sobrios, lógicos y 262

263

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

coherentes, especialmente en los primeros años de vida, el hecho de crecer en ausencia o escasez de responsabilidades adecuadamente exigibles por los propios actos y experimentar habitualmente la satisfacción inmediata de cualquier deseo por superfluo que este sea, sin que su obtención se vea necesariamente marcada por un camino personal de esfuerzo (de haberse ganado el derecho a algo), construye personas sin cimientos sólidos, con baja tolerancia a la frustración (la cual llega enseguida, por cualquier hecho calificado internamente como insatisfactorio). Este modelo facilita el desarrollo de algunos componentes íntimamente coincidentes con la psicopatía, como son el egocentrismo, el narcisismo, la ausencia de empatía, etc. Finalmente, la no consecución de los deseos frustra y puede acabar siendo tomado como un insulto o un intento de vejación o humillación. Pueden aparecer entonces reacciones desmedidas, inmaduras, carentes de autocontrol y que comparten características psicopáticas. Según palabras de Vicente Garrido Genovés, la persona que actúa así «no suele pensar en los pros y los contras de una decisión, ni en las posibles consecuencias: simplemente actúa (...) con violencia física o verbal (...) su respuesta es también muy violenta cuando ha de enfrentarse a los reveses y frustraciones (...) y tolera mal las críticas o los intentos de que cumpla con la disciplina de algún lugar (...) se enoja muchas veces por trivialidades, y en un contexto que es claramente inapropiado»[65]. Las personas con características psicopáticas no mostrarán ningún tipo de arrepentimiento o malestar emocional posterior a sus accesos de ira o explosiones violentas, muy difícilmente reconocerán que su respuesta fue desmedida porque carecen de la capacidad de sentir remordimientos ni empatía. Son capaces de provocar sufrimiento, pero no alcanzan a comprender en toda su dimensión cómo se sienten aquellas personas a las que dañan. Sin necesidad de llegar a caer en la psicopatía, es decir, aun siendo plenamente capaces de vivenciar sentimientos normales de culpa y arrepentimiento empático tras comportamientos fuera

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

de lugar, muchas personas con baja tolerancia a la frustración y escaso autocontrol pueden reaccionar con impulsividad y de manera emocionalmente explosiva, incluyendo comportamientos explícitamente agresivos. «Una sociedad que fomentara las técnicas educativas que generaran sujetos psicopáticos podría ser llamada, en justicia, una sociedad psicopática»[65]. Vicente Garrido Genovés Cada vez es más habitual ver cómo personas del mundo de la pedagogía recomiendan a padres y madres que sus hijos e hijas tomen parte en clases regulares de artes marciales. Estas empiezan a ser valoradas en su vertiente educativa como un medio para crecer en el autoconocimiento y el autodominio (subir el listón de la tolerancia a la frustración), así como constituyen una positiva forma de socialización, al compartirse en un grupo de iguales. Miguel Piédrola Nadal asegura que una buena edad para iniciarse en la práctica de las artes marciales son los cinco años y que «a esta edad son recomendables todas aquellas artes marciales que no exijan combate en su entrenamiento y que potencien el desarrollo de los planos físico, afectivo-social, actitudinal y cognoscitivo»[138]. Por ello, lo correcto sería que se encargaran de estas clases personas debida y oficialmente certificadas tras haber superado los correspondientes cursos de especialización en metodología docente a través de los organismos correspondientes y –puestos a pedir– que poseyeran conocimientos superiores de aprendizaje motor y psicología del desarrollo, por lo que lo ideal sería que estuvieran en posesión, además, de la titulación correspondiente a la especialidad de Educación Física. «Antes de que el mundo pueda llegar a entender que las artes marciales están en todas partes, es necesario que los 264

«Sensei es un término que significa maestro o instructor, y que se usa en todas las artes de Japón y Okinawa. En japonés se escribe con dos símbolos, sen (antes) y sei (vida)»[167]. Robert Toth Asimismo, igual que nuestra manera de pensar se refleja en cómo nos expresamos, también nuestro modo de expresarnos moldea y condiciona nuestra forma de pensar. Por eso, fomentar modelos excluyentes de expresión lingüística o prolongar en el tiempo una constante recreación mental o verbal de modelos radicalmente rígidos de crítica social extrema fundamentados en pensamientos inmovilistas respecto a conceptos como la diversidad, así como redundar permanentemente en ideas victimistas de autoderrotismo respecto a subjetivas comparaciones con colectivos determinados, puede acabar derivando en la autojustificación de localizados comportamientos sociofóbicos (tales como la misoginia, la homofobia, la xenofobia, etc.) que –si son acompañados de una personalidad marcadamente violenta– son susceptibles de alcanzar la forma de agresión física focalizada. Para evitar eso, Javier Urra indica que «hay que educar en la multiculturalidad de verdad, en respetar la diferencia y entender al otro, en erradicar la ruptura, en no saber manejarse en la duda o en la incertidumbre»[5]. 265

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

propios practicantes entiendan que las artes marciales están a su alrededor. Las artes marciales son el más efectivo, práctico y profundo sistema de educación y desarrollo personal (...). Deberíamos concretarnos menos en lo intrascendente y superficial. Deberíamos ir más allá de la violencia, entendiendo su naturaleza y haciendo un mundo en el que la gente se desarrolle a través de sus propios esfuerzos (...). Esta es la verdadera expresión de las artes marciales, su mundo y todo lo que las rodea»[58]. Kensho Furuya

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Desde el punto de vista de la Neurociencia, una de las explicaciones de los comportamientos violentos se busca en aspectos relacionados con alteraciones hormonales o anomalías –por exceso o defecto– de neurotransmisores. Por ejemplo, se ha observado que niveles insuficientes de serotonina influyen negativamente en el control de impulsos agresivos. Pero quien recibe más miradas cuando se trata de justificar una razón para la impulsividad violenta es la testosterona (una hormona en cuya molécula se fundamentan multitud de compuestos químicos clasificados como esteroides anabólicos). A menudo se define erróneamente como la hormona masculina, pero las mujeres también la producen, aunque en una cantidad proporcionalmente menor (del mismo modo que a la progesterona se la conoce popularmente como la hormona femenina pero también es producida por el hombre, si bien en cantidades menores y con funciones diferentes). Las investigaciones hasta la fecha parecen apuntar que niveles demasiado elevados de testosterona podrían estar directamente relacionados con comportamientos agresivos, es decir, este elemento podría ser una variable bioquímica crucial a considerar al respecto. Quienes defienden estas teorías, encuentran en la estadística una gran aliada para la defensa de sus tesis. Por poner un ejemplo concreto, según datos del Instituto Nacional de Estadística[181] la población reclusa en España por delitos con violencia es con diferencia mayoritariamente masculina (por ejemplo, respecto a los delitos de lesiones y a los delitos de homicidio y sus formas podemos observar que en ambos casos se trata de hombres en torno al 95 %). La propia OMS, respecto a sus estudios sobre la violencia interpersonal indica en su Informe Mundial sobre la Violencia y la Salud: resumen que «en todos los países, los varones jóvenes son tanto los principales perpetradores como las principales víctimas de los homicidios»[124]. Por otro lado, Elvira Fernández aclara que «aunque es conocida la relación entre testosterona y agresión, y ello condiciona, 266

267

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

en parte, que los individuos masculinos sean físicamente más agresivos que las mujeres, aún quedan puntos a aclarar de su funcionamiento. En animales, la reducción de la testosterona elimina su estatus social de dominio, que se recupera con el restablecimiento, por inyección, de la hormona. Sin embargo, esta reacción solo se produce en individuos que ya tuvieran una posición previa dominante. Es decir, la administración de testosterona a individuos con menos estatus no los coloca en una jerarquía superior»[47]. También existen quienes para explicar la existencia de comportamientos de agresión se acogen a determinadas corrientes legalistas, sosteniendo que debe interpretarse como un error legislativo el hecho de que, en determinados casos, las sanciones y penas no parezcan resultar lo suficientemente contundentes como para servir de temor y desaliento a quienes planean cometer un ilícito. Quienes defienden esta línea de pensamiento realizan una férrea defensa del endurecimiento intenso del Código Penal y entienden las penas únicamente en su dimensión punitiva, olvidándose de múltiples factores psicosociales que pudieran explicar determinadas causas que han derivado en algún hecho lamentable (conociendo las causas atajaremos las raíces de los problemas; de lo contrario derivaremos en el permanente enmascaramiento de los síntomas mientras la enfermedad pervive eternamente). La sustancia del sentido que la sociedad otorga a las penas es de castigo y reparación del daño en la medida de lo posible, pero la esencia se encuentra contenida en el artículo 25 de la Constitución española de 1978, marcando el objetivo final de toda pena o castigo: «Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social»[32]. Muy probablemente, no hacer bien esto en etapas tempranas puede abocar hacia un futuro enquistado en lo delincuencial a quien podría haber llegado a ser alguien provechoso y productivo para sí y para la sociedad.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

La percepción subjetiva de determinados hechos quizá alarmantes pero concretos (y en ocasiones aislados o circunstanciales), que despiertan fácilmente emociones fuertes de desasosiego, puede llevar a la necesidad de caer en ciertas generalizaciones reivindicativas que redundan en una hipotéticamente delgada línea que separa la justicia de la venganza y que a menudo son incompatibles con los principios fundamentales inherentes a un Estado de Derecho. El uso de la fría estadística suele tirar por tierra muchas de las percepciones subjetivas a las que a veces nos apegamos a las primeras de cambio por comodidad, miedo, prejuicio o inercia. Sin embargo, la estadística también es un elemento interpretable y no constituye un reflejo exacto de la realidad, sino un intento de aproximarse a su representación gráfica o numérica, de traducirla a otro lenguaje. Ninguno de los anteriores puntos de vista puede aisladamente aportar soluciones autosuficientes al problema. La violencia interindividuos es algo que se produce todos los días en muy diferentes contextos y es el fruto de multitud de variables de influencia, a menudo difícilmente controlables e incluso no siempre perceptibles fácilmente. Las leyes castigan acciones de este tipo, pero también existe una fórmula que nuestra sociedad ha dispuesto para proteger el derecho a la integridad física y a la vida (recogido en el artículo 15 de la Constitución española[32]) ya que la legislación no puede impedir físicamente que seamos objeto de una agresión, ni es posible contar con una escolta policial personalizada para cada integrante de la ciudadanía. Por eso, toda persona tiene derecho a protegerse a sí misma o a terceras personas dentro de unos presupuestos legalmente establecidos. «Conviene conocer un principio general del Derecho (...): el Derecho no debe ceder ante lo injusto; en otras palabras, que en una situación de necesaria defensa personal, la Ley no pue268

Capítulo 4. Implicaciones psicológicas de la autodefensa

de obligar al agredido a huir necesariamente ante la agresión como único medio de evitarla»[101]. Luis Alberto Marco Alcalá

269

270

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

CAPÍTULO 5.

La Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre –que constituye nuestro Código Penal–, señala en su artículo 10 que «son delitos o faltas las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la Ley»[93]. Eso significa básicamente tres cosas: ••que cometer un ilícito (delito o falta) puede consistir en hacer (acción) o dejar de hacer (omisión); ••que esa acción u omisión puede revestir dolo (intencionalidad

271

Capítulo 5. Implicaciones legislativas de la defensa personal

IMPLICACIONES LEGISLATIVAS DE LA DEFENSA PERSONAL

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

manifiesta) o simple imprudencia, en concordancia a lo dispuesto en la propia Ley Orgánica 10/1995 en su artículo 5, donde dice que «no hay pena sin dolo o imprudencia»[93]; ••que para que alguien pueda recibir castigo por algo, debe recogerse en la normativa legal una pena concreta para ello, en concordancia a lo dispuesto en el artículo 25.1 de la Constitución española de 1978, que indica que «nadie puede ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que en el momento de producirse no constituyan delito, falta o infracción administrativa, según la legislación vigente en aquel momento»[32], y el artículo 2.1 del Código Penal, que indica que «no será castigado ningún delito ni falta con pena que no se halle prevista por ley anterior a su perpetración»[93] (es lo que jurídicamente se denomina tipicidad, es decir, algo es ilícito porque se ajusta a alguno de los tipos definidos como tal en las leyes vigentes). Esta idea recibe la denominación de principio de legalidad y entronca con lo dispuesto en el artículo 7.1 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales adoptado por el Consejo de Europa el 4 de noviembre de 1950[31]. La Organización Mundial de la Salud contempla como definición de violencia «el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones»[124]. Nuestro ordenamiento jurídico considera ilícitas las acciones que generalmente pueden ser interpretadas como violencia ejercida de manera injustificada, innecesaria o desproporcionada.

272

5.1. Actos ilícitos de violencia Se define el término amenaza como el hecho de «intimidar a alguien con el anuncio de la provocación de un mal grave para él o su familia»[186]. La violencia verbal, especialmente en su forma de amenazas relativas a futuribles lesiones, es la antesala más habitual de la violencia física, constituyendo a menudo el paso previo a una agresión. Una discusión verbal que no ha sido resuelta con habilidades psicológicas en la gestión del conflicto puede convertirse repentinamente en una agresión física. Aun así, antes de que esta estalle, el Código Penal ya recoge lo ilícito de aquellas conductas previas indicando en su libro II («Delitos y sus penas»), título VI («Delitos contra la libertad»), capítulo II («De las amenazas»), artículo 169, donde señala que quien «amenazare a otro con causarle a él, a su familia o a otras personas con las que esté íntimamente vinculado un mal que constituya delitos de homicidio, lesiones (...), torturas y contra la integridad moral, la libertad sexual (...) será castigado»[93], y en su artículo 171.1, que «las amenazas de un mal que no constituya delito serán castigadas»[93]; asimismo, en su libro III («Faltas y sus penas»), título I («Faltas contra las personas»), artículo 620, recoge que «serán castigados (...) los que (...) amenacen a otros con armas o instrumentos peligrosos, o los saquen en riña, como no sea en justa defensa»[93], así como «los que causen a otro una amenaza, coacción (...) o vejación injusta»[93].

5.1.2. Violencia física Cuando alguien sucumbe a sus impulsos iracundos con el fin de dañar a otra persona y se lanza sobre esta con la intención de provocar daños físicos, ya está incurriendo en un ilícito. Aunque la violencia física tiene a menudo consecuencias negativas 273

Capítulo 5. Implicaciones legislativas de la defensa personal

5.1.1. Amenazas (violencia verbal)

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

que derivan en daños de mayor o menor grado, en términos de Derecho no es necesario que un episodio de agresión violenta finalice con lesiones para que las leyes lo condenen y persigan. El Código Penal, en su libro II («Delitos y sus penas»), título III («De las lesiones»), artículo 153, recoge que quien «por cualquier medio o procedimiento (...) golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesión (...) será castigado»[93], y en el artículo 154 afirma que «quienes riñeren entre sí acometiéndose tumultuariamente y utilizando medios o instrumentos que pongan en peligro la vida o integridad de las personas, serán castigados por su participación en la riña»[93].

Sin embargo, es perfectamente factible (de hecho resulta muy habitual) que un episodio violento finalice con resultado de lesiones. Ello tiene mayores consecuencias, tal y como se recoge 274

También en el libro II del Código Penal, concretamente en su título xxi («Delitos contra el orden público»), capítulo III («De los desórdenes públicos»), artículo 557, se indica que «serán castigados (...) los que, actuando en grupo y con el fin de atentar contra la paz pública, alteren el orden público causando lesiones a las personas»[93]. Penalmente hablando, existe en el Código Penal un tipo especialmente agravado en lo que respecta a las lesiones. Puede encontrarse tanto en el artículo 149, que en su apartado primero indica que será castigada aquella persona que cause a otra «la pérdida o inutilidad de un órgano o miembro principal o 275

Capítulo 5. Implicaciones legislativas de la defensa personal

en el libro II («Delitos y sus penas»), título III («De las lesiones»), artículo 147 del Código Penal, donde se indica que quien «por cualquier medio o procedimiento, causare a otro una lesión que menoscabe su integridad corporal o su salud física o mental será castigado como reo del delito de lesiones»[93]. Las penas pueden verse agravadas si se da alguna de las siguientes circunstancias agravantes, todas ellas recogidas en el artículo 148, perteneciente al mismo título III del Código Penal[93]: ••si en la agresión se hubiesen utilizado «armas, instrumentos, objetos, medios, métodos o formas concretamente peligrosas para la vida o salud, física o psíquica, del lesionado»; ••si existió «ensañamiento», que en el artículo 139.3 el mismo texto legal aclara que consiste en aumentar «deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido», recordando de nuevo en su artículo 22.5 que se considera agravante «aumentar deliberada e inhumanamente el sufrimiento de la víctima, causando a esta padecimientos innecesarios para la ejecución del delito»; ••si la víctima es «menor de doce años o incapaz»; ••si la víctima «fuere o hubiese sido esposa o mujer que estuviere o hubiere estado ligada al autor por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia» o si la víctima fuera «persona especialmente vulnerable que conviva con el autor».

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

de un sentido, la impotencia, la esterilidad, una grave deformidad o una grave enfermedad somática o psíquica»[93], como en el artículo 150, que señala que quien cause a otra persona «la pérdida o inutilidad de un órgano o miembro no principal, o la deformidad, será castigado»[93]. Incluso aunque las lesiones no alcancen la calificación jurídica de delito, sino que se queden en la categoría de falta, el Código Penal refiere en su libro III («Faltas y sus penas»), título I («Faltas contra las personas»), artículo 617.1, que «el que por cualquier medio o procedimiento, causare a otro una lesión no definida como delito en este Código, será castigado»[93], y 617.2, «el que golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesión, será castigado»[93].

No es descartable que de una agresión violenta pueda derivarse un resultado de muerte. Según el Derecho vigente, quien le quita la vida a otra persona tiene la calificación de homicida (de acuerdo al artículo 138 del Código Penal[93]), si bien el hecho alcanzará la calificación de asesinato si concurre alguna de las tres circunstancias recogidas en el artículo 139 del Código Penal[93], a saber: 276

Respecto a este último concepto, la STS 2039/2011[185] explica que «esta Sala (...) viene aplicando el concepto de alevosía a todos aquellos supuestos en que por el modo de practicarse la agresión queda de manifiesto la intención del agresor o agresores de cometer el delito eliminando el riesgo que pudiera proceder de la defensa que pudiera hacer el agredido, es decir, la esencia de la alevosía (...) radica en la inexistencia de posibilidades de defensa por parte de la persona atacada». La misma sentencia recoge una triple clasificación del término alevosía: ••una «alevosía proditoria, equivalente a la traición y que incluye (...) situaciones en que el sujeto agresor se oculta y cae sobre la víctima en momento y lugar que aquella no espera»; ••una «alevosía súbita u inopinada, llamada también sorpresiva, en la que el sujeto activo, aun a la vista o en presencia de la víctima, no descubre sus intenciones y aprovechando la confianza de aquella actúa de forma imprevista, fulgurante y repentina»; ••una «alevosía de desvalimiento, que consiste en el aprovechamiento de una especial situación de desamparo de la víctima (...) o por hallarse accidentalmente privada de aptitud para defenderse (dormida, drogada o ebria en la fase letárgica o comatosa)». El Código Penal (en sus artículos 141 y 151) también recoge los preceptivos castigos para «la provocación, la conspiración y la 277

Capítulo 5. Implicaciones legislativas de la defensa personal

••precio, promesa, recompensa, es decir, que medie algún tipo de pago o compensación; ••ensañamiento (definido por el propio artículo 139 como la acción de aumentar «deliberada e inhumanamente el dolor del ofendido»); ••alevosía, concepto explicado en el artículo 22.1 del mencionado código, donde se afirma que consiste en emplear «en la ejecución medios, modos o formas que tiendan (...) a asegurarla, sin el riesgo que para su persona pudiera proceder de la defensa por parte del ofendido».

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

proposición»[93] realizadas con el objeto de que se cometan tales ilícitos, definiendo previamente en su articulado tales conceptos de la siguiente forma[93]: •• conspiración (según el artículo 17.1): «Cuando dos o más personas se conciertan para la ejecución de un delito y resuelven ejecutarlo». El artículo 27 resalta además que «son responsables criminalmente de los delitos y faltas los autores y los cómplices»; ••proposición (según el artículo 17.2): «Cuando el que ha resuelto cometer un delito invita a otra u otras personas a ejecutarlo»; ••provocación (según el artículo 18.1): «Cuando directamente se incita por (...) cualquier (...) medio (...) que facilite la publicidad (...), o ante una concurrencia de personas, a la perpetración de un delito», añadiendo en el artículo 18.2 que «si a la provocación hubiese seguido la perpetración, se castigará como inducción». Es importante a este respecto resaltar también que el artículo 28.a menciona que «también serán considerados autores los que inducen directamente a otro o a otros» a ejecutar un hecho.

5.1.3. Omisión del deber legal de ofrecer socorro El título IX del Código Penal regula la figura de omisión del deber de socorro en su artículo 195, dentro del cual el apartado 1 afirma que «el que no socorriere a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de terceros, será castigado»[93], y el apartado 2 aclara que igualmente recibirá castigo quien «impedido de prestar socorro, no demande con urgencia auxilio ajeno»[93]. Aunque en primera instancia, este concepto podría interpretarse como la protección de un principio de solidaridad (prestar socorro), muchas personas del mundo del Derecho entienden que de tratarse verdaderamente de realizar una acción meramente solidaria, el sistema no tendría la necesidad moralista 278

279

Capítulo 5. Implicaciones legislativas de la defensa personal

de exigirla a expensas de la aplicación de una pena en caso de no llevar a cabo el auxilio legalmente obligado. Se tiene la obligación de socorrer a aquella persona que se halle «desamparada y en peligro manifiesto y grave»[93]. Es decir, si puede valerse, si no existe más riesgo y si ya está siendo socorrida, no se produce la omisión de socorro. Incluso aunque no pudiera valerse, si existiera peligro y nadie estuviera prestando ayuda, no existe obligación legal de intervenir directamente si ello conllevara riesgos para nuestra persona o para otra gente. Como ejemplo, supongamos que caminando una noche por la calle encontramos a una persona que yace en el suelo herida aparentemente tras haber recibido una paliza: la ley nos obliga a socorrerla siempre que no exista peligro para nuestra integridad. Aun así, podríamos encontrar impedimentos para prestar el auxilio necesario (porque quizá está dentro de un socavón de imposible acceso o quizá para acercarnos a la víctima tendríamos que entrar en un callejón completamente oscuro en el que pudieran permanecer aún las personas asaltantes, etc.). En tal caso tenemos imperativo legal de solicitar ayuda (por ejemplo, llamar al 112 para que activen una respuesta multidisciplinar coordinada entre los servicios de emergencias: personal sanitario, policía, etc.). Este caso de omisión del deber de socorro, regulado en el artículo 195 del Código Penal[93], pretende referirse directamente a la protección de un bien jurídico personal (la vida, la integridad física, etc.). Pero existe otro concepto denominado omisión del deber de impedir delitos o promover su persecución. La jurisprudencia define acertadamente este deber. Por ejemplo, la STS 3588/2011[185] indica que se trata del «deber de los ciudadanos de evitar los delitos o facilitar su persecución, bien actuando para impedir su realización, bien denunciando el hecho ante la autoridad o sus agentes, para que impidan este delito. (...) Conmina a la ciudadanía a un comportamiento activo de defensa de los bienes en peligro por la acción de terceros». La omisión del deber de impedir

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

delitos viene regulada en el artículo 450 del Código Penal, que en su primer apartado indica que «el que, pudiendo hacerlo con su intervención inmediata y sin riesgo propio o ajeno, no impidiere la comisión de un delito que afecte a las personas en su vida, integridad o salud, libertad o libertad sexual, será castigado»[93]. En el caso hipotético anteriormente expuesto, se hablaba de encontrar yaciendo a una persona a la que acaban de propinar una paliza. En este caso se trata de haber encontrado a esa persona justo antes de producirse sobre ella el ilícito o simultáneamente a la comisión de este o, mejor aún, que se escuche a un grupo de personas hablar acerca de cómo se proponen agredir a alguien en unos instantes. Es fácil pensar que en este caso sí que cabe acogerse al fragmento concreto del artículo que indica «sin riesgo propio o ajeno»[93], ya que la integridad de quienes intervengan físicamente se encontraría seriamente comprometida. Por ello, es menester acogerse al segundo apartado del citado artículo 450, que también prescribe castigo para quien «pudiendo hacerlo, no acuda a la autoridad o a sus agentes para que impidan un delito de los previstos en el apartado anterior y de cuya próxima o actual comisión tenga noticia»[93]. Sobre todos estos conceptos es de aplicación el artículo 22 del Código Penal, integrado en el libro I («Disposiciones generales sobre los delitos y las faltas, las personas responsables, las penas, medidas de seguridad y demás consecuencias de la infracción penal»), capítulo IV, que compendia el conjunto de circunstancias susceptibles de considerarse agravantes de cara a la responsabilidad criminal, incluyendo (además de las mencionadas alevosía, ensañamiento y precio, promesa, recompensa) las siguientes[93]: - «disfraz, abuso de superioridad o aprovechando las circunstancias de lugar, tiempo o auxilio de otras personas que debiliten la defensa del ofendido o faciliten la impunidad del delincuente»; - «motivos racistas, antisemitas u otra clase de discriminación referente a la ideología, religión o creencias de la víctima, la etnia, 280

raza o nación a la que pertenezca, su sexo, orientación o identidad sexual, la enfermedad que padezca o su discapacidad»; - «abuso de confianza»; - «carácter público [de la persona] culpable»;

5.2. Legítima defensa El ordenamiento jurídico castiga a quienes perpetran actos violentos como los mencionados en el presente capítulo. El problema reside en la necesidad de protección inmediata cuando alguien pretende hacernos daño (o a una tercera persona) ejecutando actos de agresión potencialmente causantes de lesiones o incluso muerte. El Derecho no puede protegernos in situ. Sí pueden hacerlo los colectivos a los que la sociedad encarga nuestra protección (las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad), pero sus agentes no pueden poseer el don de la ubicuidad y la situación podría hacer imposible alertar a tiempo a la policía o que esta llegue al lugar antes de que se produzcan los hechos. Por esos motivos, nuestra normativa legal recoge y ajusta a derecho la posibilidad de protegernos por nuestros propios medios ante una agresión ilegítima, aportando cimientos potencialmente justificativos que nos capacitan para repeler un ataque. Es lo que se denomina legítima defensa. Este concepto se encuentra abundantemente definido en la jurisprudencia. Por ejemplo, la STS 921/2010[185] indica que la legítima defensa consiste en «la reacción ante el temor fundado de ser objeto del mal del que el sujeto pretende defenderse. De modo que la legítima defensa ha de absorber esa situación psicológica de temor que, siendo 281

Capítulo 5. Implicaciones legislativas de la defensa personal

- «ser reincidente».

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

evidentemente fundado y serio, se erige en móvil de la respuesta defensiva y, por ende, justificativa de esta».

El fundamento se encuentra reflejado en el artículo 20.4 del Código Penal, donde se indica que carecerá de responsabilidad criminal «el que obre en defensa de la persona o derechos propios o ajenos, siempre que concurran los requisitos siguientes: 1º, agresión ilegítima (...), 2º, necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla, 3º, falta de provocación suficiente por parte del defensor»[93]. En definitiva: agresión ilegítima: una agresión es una acción dañina tipificada como antijurídica en la normativa legal (lo cual la viste de ilegitimidad, ya que el concepto de tipificación indica que está recogida en las leyes y el de antijuridicidad que se encuentra dentro de una forma de ilícito) y que pone en riesgo un bien jurídico personal (por 282

necesidad racional del medio empleado: la STS 6474/2009[185] recoge una acertada explicación de este término cuando dice literalmente que la jurisprudencia «ha señalado que la necesidad racional del medio empleado para impedir o repeler la agresión, constituye un juicio de valor sobre la proporcionalidad entre las condiciones, instrumentos y riesgos de la agresión y las propias de los medios y comportamientos defensivos» haciendo especial hincapié en que no necesariamente los medios utilizados para la defensa deban tener una apariencia o entidad similar que los medios utilizados en la agresión, sino que cobra particular relevancia «el comportamiento adoptado con el empleo de tales medios (...), por lo que más que la semejanza material de los instrumentos o armas empleados debe ponderarse la efectiva situación en que se encuentran el agresor y el agredido». Multitud de sentencias (la propia STS 6474/2009[185], la STS 6555/2010[185], la STS 1471/2011[185], etc.) se hacen eco de esas palabras y recalcan que «no solo debe tenerse en cuenta la naturaleza del medio, en sí, sino también el uso que de él se 283

Capítulo 5. Implicaciones legislativas de la defensa personal

ejemplo, nuestra propia integridad física o la de terceras personas). El propio texto del Código Penal señala literalmente en su artículo 20.1.4 que «en caso de defensa de los bienes se reputará agresión ilegítima el ataque a los mismos que constituya delito o falta y los ponga en grave peligro de deterioro o pérdida inminentes. En caso de defensa de la morada o sus dependencias, se reputará agresión ilegítima la entrada indebida en aquella o estas»[93]. A este respecto, la STS 2049/2011[185] señala que «la vivienda constituye el espacio de privacidad más íntimo de la persona (...) por lo que nadie puede invadir ese escenario sin el permiso del morador». La jurisprudencia aclara los requisitos necesarios para que podamos hablar de reacción defensiva legítima frente una agresión. Por ejemplo, la STS 277/2010[185] sostiene que «no existirá (...) una auténtica agresión ilegítima que pueda dar paso a una defensa legítima cuando la agresión ya haya finalizado, ni tampoco cuando ni siquiera se haya anunciado su inmediato comienzo»;

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

hace y la existencia o no de otras alternativas de defensa menos gravosas en función de las circunstancias concretas del hecho». Es decir, quien defiende debe valorar cuál de los recursos que tiene a su alcance le va a permitir repeler con garantías la agresión, de modo que los resultados finales producidos sean los menos graves posible. Tal y como lo expresa Carmen Requejo Conde con sus propias palabras «cuando diversos medios alternativos de defensa se presentan al agredido al ejercer su reacción defensiva (...) si existen algunos de mayor virtualidad lesiva o de más capacidad nociva para el agresor, el relativamente menos nocivo será el racionalmente idóneo o necesario»[150]. También otra jurisprudencia, como la STS 6555/2010[185], manifiesta al respecto que «contra el injusto e ilícito proceder agresivo, la defensa ha de situarse en un plano de adecuación, buscando aquella proporcionalidad que, conjurando el peligro o riesgo inminentes, se mantenga dentro de los límites del imprescindible rechazamiento de la arbitraria acometida, sin repudiables excesos que sobrepasen la necesaria contrarrestación». Sin embargo, dependiendo de la gravedad de cada caso concreto (podría peligrar gravemente la integridad física e incluso la vida), no es la cuestión tener que renunciar a una defensa legítimamente ejercida si la equiparación en los modos o materiales de ataque no puede ser milimétrica y exactamente equilibrada, tal y como se extrae de lo indicado por la STS 6839/2010[185], que expresa que «no puede juzgarse necesaria ni exigible una absoluta igualación de medios, ante la inminencia de la defensa, por el valor superior de la vida que se encuentra en juego». La STS 3922/2009[185] explica esta idea sosteniendo que la necesidad o proporcionalidad del medio empleado para defenderse ante una agresión ilegítima tiene que ver con «la actuación concreta de la víctima (...) y la efectiva disponibilidad de los medios defensivos que estuviera en condiciones de usar». Es decir, si alguien tiene la imperativa necesidad de defenderse de un ataque y solo cuenta con determinados medios a su alcance, no es cuestión de evitar la utilización defensiva de dichos elementos solo porque 284

La STS 8088/2009[185] resume este concepto de necesidad racional del medio empleado diciendo que «la necesidad constituye premisa básica para cualquier consideración sobre la legítima defensa (...), la proporcionalidad viene referida a la relación entre la entidad del ataque y la defensa»; falta de provocación suficiente por parte de quien defiende: la situación violenta no puede haber sido provocada ni propuesta por la persona que después pretenda alegar legítima defensa, ni tampoco haber sido aceptada por esta una resolución de la disputa que entrañe violencia o agresiones físicas. La jurisprudencia dictada por el Tribunal Supremo recuerda que «la reiterada doctrina (...) tiene declarada la imposibilidad de apreciar la agresión ilegítima (la piedra angular de la legítima defensa) en supuestos (...) donde los contendientes se sitúan al margen de la protección penal al ser actores provocadores cada uno de ellos, del enfrenta285

Capítulo 5. Implicaciones legislativas de la defensa personal

no resulten escrupulosamente semejantes al medio empleado por quien acomete. Más bien se trata de hacer un uso de dichos medios acorde a la situación concreta que se esté produciendo.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

miento, de suerte que cuando el resultado lesivo se produce como efecto de una pelea originada por un reto lanzado o aceptado que da lugar a las vías de hecho, no cabe apelar a la legítima defensa» (STS 3763/2011[185]). Aunque es posible que la legítima defensa se reconozca como eximente (si judicialmente se llega a estimar que las circunstancias en que se produce pueden reconocerla como liberadora de toda responsabilidad), en caso de ser concedida suele serlo de forma incompleta, configurándose en tal caso como atenuante (es decir, las acciones llevadas a cabo para defenderse ven su gravedad disminuida). Es difícil que sea otorgada la eximente completa, porque tendrían que cumplirse plenamente los tres requisitos anteriormente citados.

En definitiva, la legítima defensa es un concepto del Derecho que nos permite recurrir a acciones que de ser realizadas en 286

287

Capítulo 5. Implicaciones legislativas de la defensa personal

otros contextos o fuera de los preceptos legales aquí explicados, podrían suponer nuestra incursión en un ilícito sin posibilidad de alegar circunstancias de atenuación o eximencia. La STS 1471/2011[185] recuerda que «nuestra jurisprudencia señala que la finalidad de la legítima defensa reside, en definitiva, en evitar el ataque actual e inminente, ilegítimo, que sufre quien se defiende justificadamente y protege con él su vida. Igualmente, la jurisprudencia, asumiendo la predominante corriente de la doctrina científica, entiende que la legítima defensa es una causa de justificación, fundada en la necesidad de autoprotección». Paralelamente al concepto de legítima defensa en el Código Penal se encuentran eximentes como, entre otros conceptos, el de estado de necesidad, regulado en el artículo 20.5 (dirigido a quien «para evitar un mal propio o ajeno, lesione un bien jurídico de otra persona o infrinja un deber»[93]) y el de obrar de acuerdo a lo regulado en el artículo 20.6, es decir, bajo el impulso de un «miedo insuperable»[93] a sucumbir a una amenaza determinada. Respecto al miedo insuperable, la STS 1471/2011[185] recoge que «el sujeto (...) se halla sometido a una situación derivada de una amenaza de un mal tenido como insuperable (...) ha de tratarse de una amenaza real, seria e inminente. (...) Esta influencia psicológica (...) debe tener una cierta intensidad y tratarse de un mal efectivo, real y acreditado, lo que la aproxima a la legítima defensa, pero se diferencia de esta en que el que se encuentra inmerso en tal situación no puede combatirla directamente. (...) La valoración de la capacidad e intensidad de la afectación del miedo hay que referirla a parámetros valorativos, tomando como base de referencia el comportamiento que ante una situación concreta se puede y se debe exigir a cualquier persona, en parámetros medios (...) la aplicación de la eximente exige examinar, en cada caso concreto, si el sujeto podía haber actuado de otra forma y se le podría exigir otra conducta distinta de la llevada a cabo ante la presión del miedo».

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

Tal y como recuerda la STS 996/2010[185], la eximente de miedo insuperable «requiere la existencia de una amenaza de un mal (...) que coloque al sujeto (...) en una situación en la que no le pueda ser exigida otra conducta diferente de la que ejecutó», es decir, que la teórica víctima se encuentre en una situación que le coloque como objeto de un daño potencial aparentemente inevitable y no existan otras formas de eludir ese daño potencial.

5.3. Autodefensa y violencia de género. Defensa personal femenina El 18 de diciembre de 1979, la Asamblea General de Naciones Unidas recogía en su Resolución 34/180 («Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación sobre la mujer», ratificada por España en 1983) que la discriminación de la mujer 288

289

Capítulo 5. Implicaciones legislativas de la defensa personal

por motivos de género consiste en «toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera»[131]. De esta manera, la ONU se hacía eco de una situación de desigualdad e injusticia social mundialmente extendida, que era caldo de cultivo para un tipo de violencia focalizada en la condición de pertenencia al género femenino. Sin duda parece que este tema posee una trascendencia fundamental para la Organización de Naciones Unidas, que desde 1975 organiza periódicamente la Conferencia Mundial sobre la Mujer (celebrada en dicho año en Ciudad de México –México–, en 1980 en Copenhague –Dinamarca–, en 1990 en Nairobi –Kenia–, en 1995 en Pekín –China–, así como posteriores encuentros de reafirmación de compromisos). Fue finalmente el 20 de diciembre de 1993, en virtud de lo dispuesto en el artículo 1 de su Resolución 48/104 («Declaración sobre la eliminación de la violencia sobre la mujer»), que la ONU definía la violencia sobre la mujer como «todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada»[133]. En relación a este concepto de padecimiento psíquico, la STS 1982/2011[185] da cuerpo al concepto de violencia psíquica, aclarando que «una cosa es que no se manifieste la existencia de un daño corporal, materializado y perceptible por los sentidos y otra que la coacción, la agresión física o la injuria no acarreen un daño moral». En prácticamente todas las sociedades, por muy adelantadas que estas se autodefinan, la mujer se encuentra potencialmente expuesta a tipos específicos de violencia por el mero hecho

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

de pertenecer al género femenino. Ello es principalmente consecuencia de un proceso de eclipsamiento que consiste en crear fundamentos sociológicos que normalizan la identificación de las personas con desiguales modelos sexistas a la hora de construir identidades de género. El resultado que se produce por endoculturación es una marcada asimetría en la interpretación de las relaciones sociales de poder, las cuales concluyen derivando en infravaloración y discriminación sobre la mujer. Solo en España, según datos del Consejo General del Poder Judicial[185], del extinto Ministerio de Igualdad y del actual Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad[183], teniendo en cuenta que la Administración Pública no maneja dato oficial alguno anterior a 2003 relativo a esta lacra, en el período de diez años que comprende desde 2003 hasta 2012 (ambos incluidos), el número total de víctimas mortales de violencia de género ascendió a seiscientas cincuenta y cinco (655) mujeres. Eso da una media anual de más de sesenta y cinco mujeres al año (65,5) que perdieron la vida a manos de sus parejas o exparejas, resultando ser el arma blanca el instrumento más utilizado con diferencia para cometer esos crímenes. «Abogo por (...) educar en empatía, en sensibilidad. Si no, mi pronóstico sobre la violencia de género es muy negativo»[176]. Javier Urra Las instituciones públicas se enfrentan a esta terrible realidad desde múltiples ángulos (observatorios de violencia de género, fiscalías especializadas, etc.), pero la cifra de fallecidas sigue siendo el dato visible más desestabilizador e impactante socialmente. De acuerdo a los datos oficiales de que se disponen ministerialmente[183], de las trescientas ochenta y seis (386) muertes por violencia de género ocurridas en España en el período hexanual 2007-2012, en más del 74 % de los casos 290

291

Capítulo 5. Implicaciones legislativas de la defensa personal

no se había interpuesto denuncia. Aunque este tipo de violencia ha pasado recientemente a considerarse delito público (es decir, no es necesario que exista denuncia explícita de la víctima para que los mecanismos destinados a su protección se pongan en marcha), el hecho de denunciar sigue siendo fundamental a niveles prácticos para poder detectar que algo está sucediendo. El número de denuncias en este período de seis años (2007-2012) alcanzó un total de ochocientas tres mil doscientas noventa y dos (803.292). Eso supone una media de más de ciento treinta y tres mil ochocientas ochenta (133.882) denuncias anuales, más de once mil ciento cincuenta (11.157) mensuales y más de trescientas sesenta (367) diarias, lo que da una idea del volumen de trabajo necesario para combatir a este monstruo, pero también de la importancia que debería darse a los casos acerca de los cuales las administraciones tienen conocimiento. A pesar de los mensajes desestabilizadores de algunas voces subjetivas más reaccionarias, un estudio del Consejo General del Poder Judicial sobre quinientas treinta sentencias dictadas por violencia de género desveló en su momento que en quinientas veintinueve (más del 99,8 %) no existía ningún indicio de falsedad en la denuncia, encontrando un único caso de sentencia donde podría estimarse que pudiera haber sido falsa. En realidad, «denunciar es un paso muy, muy difícil para una mujer. Una mujer antes de denunciar lleva noches sin dormir, pensando qué será de ella, qué será de sus hijos, porque en definitiva toda la vida que ella pensaba que iba a estar al lado de quien creía que era su pareja se ha roto. Ya no es lo que ella pensaba y es un cambio radical»[117], tal y como expresó con sus propias palabras Inmaculada Montalbán Huertas desde su experiencia como magistrada del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, vocal del Consejo General del Poder Judicial, integrante del Comité de Expertos en Violencia Doméstica, presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género y presidenta de la Comisión de Igualdad del Consejo General del Poder Judicial.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Para ayudar a enfrentarse a esta terrible realidad, en España surgió la mencionada Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género (aprobada por unanimidad por todos los grupos parlamentarios), y en cuyo texto se incluye el objetivo de «actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre estas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia»[94], incluyendo dentro de sus principios rectores «fortalecer el marco penal y procesal vigente para asegurar una protección integral (...) a las víctimas de violencia de género»[94]. Respecto a las amenazas, de acuerdo a la modificación establecida por la Ley Orgánica 1/2004 en su artículo 38, el Código Penal recoge en su artículo 171.4 que quien «amenace a quien sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, será castigado»[93, 94]. 292

293

Capítulo 5. Implicaciones legislativas de la defensa personal

Respecto a las lesiones, la propia Ley Orgánica 1/2004, en su artículo 36, modifica el Código Penal para configurar su artículo 148.4, agravando la pena en el caso de que la víctima «fuere o hubiese sido esposa, o mujer que estuviere o hubiere estado ligada al autor por una análoga relación de afectividad, aun sin convivencia»[93, 94]; asimismo, la mencionada Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, en virtud de lo dispuesto en su artículo 37, modifica el artículo 153.1 del Código Penal, que finalmente termina por señalar que «el que por cualquier medio o procedimiento causare a otro menoscabo psíquico o una lesión no definidos como delito en este Código, o golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesión, cuando la ofendida sea o haya sido esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, o persona especialmente vulnerable que conviva con el autor, será castigado»[93, 94]. También se contempla en el artículo 468.1 del Código Penal, de acuerdo a la redacción dada por lo dispuesto en el artículo 40.1 de la Ley Orgánica 1/2004, que quienes «quebrantaren su condena, medida de seguridad, prisión, medida cautelar, conducción o custodia serán castigados»[93, 94], reprendiendo también el Código Penal en su artículo 468.2 de manera agravada a quienes «quebrantaren una pena de las contempladas en el artículo 48 de este Código»[93] (a saber: prohibición de aproximarse a la víctima y a familiares de esta, de comunicarse con ella o sus familiares, de residir o acudir al lugar donde reside la víctima o su familia, esto último en virtud de lo dispuesto en el apartado décimo del artículo 1 de la Ley 5/2010 de 22 de junio por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995 de 23 de noviembre). Más allá de las mujeres que han vivido o viven una situación de violencia de género, existe un tipo de violencia sufrida por personas que integran colectivos especialmente vulnerables de nuestra sociedad (como, por ejemplo, la infancia) e históricamente enfo-

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

cada principalmente sobre la mujer: la agresión sexual-violación. De todas las agresiones físicas, la más deleznable lacra social la configuran las agresiones sexuales. Los delitos contra la libertad sexual están regulados en el Código Penal, libro II («Delitos y sus penas»), Título VIII («Delitos contra la libertad e indemnidad sexuales»). Dentro de su capítulo I («De las agresiones sexuales»), el artículo 178 afirma que quien «atentare contra la libertad sexual de otra persona, utilizando violencia o intimidación, será castigado como culpable de agresión sexual»[93]. El artículo 179 agrava el hecho indicando que, en el caso de haberse producido algún tipo de «acceso carnal»[93] se agravará el hecho asegurando que «el responsable será castigado como reo de violación»[93]. Para el Derecho, el concepto de agresión sexual es diferente del de abuso sexual, ya que este último hace referencia a aquellas acciones de carácter sexual realizadas sobre otras personas sin su consentimiento pero sin que se utilice violencia o intimidación porque se hallan «privadas de sentido o (...) anulando la voluntad de la víctima mediante el uso de fármacos, drogas o cualquier otra sustancia (...) idónea a tal efecto»[93], estando este hecho también severamente castigado, de acuerdo a su regulación en el artículo 181.2 del Código Penal, igualmente integrado dentro del libro II, título VIII y, en este caso, capítulo II («De los abusos sexuales»). Aunque muchos son los recursos que se han puesto en marcha para la protección efectiva de las víctimas de violencia de género (servicios de teleasistencia móvil, dispositivos electrónicos de seguimiento en forma de pulseras electrónicas para los maltratadores, escoltas policiales, etc.), no existe medida que sea infalible. Hasta no hace muchos años, los intentos de proteger a las potenciales víctimas provenían de fuera de ellas (medidas legislativas, jurídicas, policiales, asistenciales...), pero a pesar de que la respuesta institucional y social ante la violencia de género ha ido mejorando progresivamente, nada

294

295

Capítulo 5. Implicaciones legislativas de la defensa personal

puede garantizar su protección absoluta. Llegado este punto, se fragua la posibilidad de que los recursos de protección no solo vengan de fuera de la víctima, sino también de dentro de ella, una idea que tomó cuerpo con el desarrollo de la defensa personal femenina como disciplina de autodefensa para la mujer. Lejos de buscar una perfección técnica propia de artistas marciales consumadas, las mujeres víctimas de violencia precisan de una aplicación práctica y pragmática de principios muy sencillos y directos de defensa personal que les permitan ganar el tiempo necesario para huir y pedir ayuda. Deben recibir formación acerca de los recursos institucionales que pueden activar, conocer y aplicar escrupulosamente las técnicas de autoprotección, entrenar la defensa personal y, sobre todo, trabajar la psicología, puesto que las víctimas de violencia de género suelen encontrarse en situaciones carenciales (ansiedad, desorientación, aislamiento, culpabilidad, baja autoestima, bloqueos que impiden fluir, locus de control externo, recreación en la teoría de la indefensión aprendida, etc.), acabando por aprender a vivir sometidas y ser dependientes. La defensa personal femenina tiene un enfoque amplio de las realidades violentas que pueden amenazar específicamente a la mujer por el hecho de serlo y da respuesta también a situaciones repentinas que pueden surgir inesperadamente, ya que incide con insistencia en el enfoque psicológico de los conflictos y en la utilización de cualquier utensilio cotidiano como arma. Aunque es una disciplina muy adaptable a situaciones de violencia de género, la formación en defensa personal femenina puede servir a cualquier víctima potencial de agresión para tener más oportunidades de salir indemne de una agresión, así como para ganar autoconfianza y seguridad.

296

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

CAPÍTULO 6.

DEFENSA PERSONAL Y SEGURIDAD

Las Fuerzas y Cuerpos (FFCC) de Seguridad españolas han protagonizado una enorme evolución en las últimas tres décadas. Podría decirse que se han desarrollado y mejorado exponencialmente. La formación de sus agentes es cada vez más profesional, más perfeccionista, más cuidada, más funcional y poco a poco alcanza más campos con mayor profundidad. En España, con la caída del último régimen dictatorial comienzan a producirse grandes cambios y logros sociales cuyo espíritu se plasma en una Carta Magna en el año 1978. El mundo de la seguridad no es ajeno a todo esto. Es más, se configura como uno de los elementos de cambio fundamentales, cruciales, básicos para garantizar una realidad social donde la ciudadanía pueda ejercer libremente sus derechos. No en vano, la Constitución de 1978 recoge en su artículo 104 que «las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (...) tendrán como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana»[32].

297

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

6.1. Evolución y señas de identidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

«La dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social»[32]. Artículo 10. 1 de la Constitución española de 1978. Respecto a la seguridad pública, el Estado español estableció una Ley Orgánica muy interesante en su día, si bien es necesario actualizar y ampliar ciertos detalles, ya que ha dado de sí más de dos décadas y la sociedad y realidad españolas han evolucionado sustancialmente, alejándose de lo que eran entonces. Esta normativa que aún regula la labor policial es la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la cual reconoce como sus protagonistas principales a los diferentes cuerpos policiales que se encuentran geográficamente diseminados, a saber (según se extrae de la propia ley Orgánica)[91]. •• Artículo 1.4. El mantenimiento de la Seguridad Pública se ejercerá por las distintas Administraciones Públicas a través de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. ••Artículo 2. Son Fuerzas y Cuerpos de Seguridad: «Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado dependientes del Gobierno de la Nación» (aquí el texto legal se refiere al 298

299

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

Cuerpo Nacional de Policía, de naturaleza civil, dependiente directamente del Ministerio de Interior, y a la Guardia Civil, de naturaleza militar, dependiente del Ministerio de Interior en sus labores policiales de seguridad, si bien puede depender del Ministerio de Defensa en el caso de llevar a cabo determinadas funciones militares); «Los Cuerpos de Policía dependientes de las Comunidades Autónomas» (aquí se hace referencia a aquellos cuerpos policiales, todos ellos de naturaleza civil, que ejercen sus competencias en una determinada comunidad bajo la dependencia directa de un gobierno autonómico, tales como la Ertzaintza en el País Vasco, los Mossos d’Esquadra en Cataluña o la Policía Foral en Navarra); «Los Cuerpos de Policía dependientes de las Corporaciones Locales» (aquí la Ley Orgánica se está refiriendo a los diferentes cuerpos de policía local o municipal, todos ellos de naturaleza civil, los cuales son dependientes directamente de sus respectivos ayuntamientos). ••Artículo 3º. Los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ajustarán su actuación al principio de cooperación recíproca. Independientemente de la jurisdicción territorial reconocida en sus respectivas competencias según la Administración para la que trabajen, el artículo 5.4 de la mencionada Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, exige a las personas integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad «intervenir siempre, en cualquier tiempo y lugar, se hallaren o no de servicio, en defensa de la ley y de la seguridad ciudadana»[91]. La propia Ley Orgánica 2/1986 obliga en su artículo 4.1 a todas las personas a prestar «a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad el auxilio necesario en la investigación y persecución de los delitos»[91] y expresa en su artículo 4.2 que «las personas y entidades que ejerzan funciones de vigilancia, seguridad o custodia referidas a personal y bienes o servicios de titularidad pública o privada tienen especial obligación de

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

auxiliar o colaborar en todo momento con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad»[91]. Por ello cabe mencionar lo dispuesto en la Ley 23/1992, de 30 de julio, de Seguridad Privada, puesto que hace explícita referencia a la relación entre las dos ramas de seguridad (la privada y la pública) de la siguiente forma[90]: ••Artículo 1.1. «Esta Ley tiene por objeto regular la prestación de servicios de vigilancia y seguridad de personas o bienes, que tendrán la consideración de actividades complementarias y subordinadas respecto a las de seguridad pública»; ••Artículo 1.4. «Las empresas y el personal de seguridad privada tendrán la obligación especial de auxiliar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el ejercicio de sus funciones, de prestarles su colaboración y de seguir sus instrucciones en relación con las personas, los bienes, establecimientos o vehículos de cuya protección, vigilancia o custodia estuvieren encargados». Esto entronca con el artículo 71.2 del Real Decreto 2364/1994, de 9 de diciembre –en virtud del cual se aprueba el Reglamento de Seguridad Privada–, que indica que quienes ejerzan de vigilantes de seguridad «deberán seguir las instrucciones que, en el ejercicio de sus competencias, impartan los responsables de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, siempre que se refieran a las personas y bienes de cuya protección y vigilancia estuviesen encargados»[147]. Complementando esto, la Secretaría General Técnica del Ministerio de Interior expone que «si el peligro o riesgo procede del exterior y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad requieren a los vigilantes de seguridad para ejercer funciones en el exterior de los inmuebles, deben seguir sus instrucciones»[184]; ello apunta directamente en la misma línea que la redacción otorgada por el R.D. 1123/2001, de 19 de octubre, de modificación parcial del Reglamento de Seguridad Privada, cuyo artículo 79.g faculta para la posible actuación en los exteriores de inmuebles por parte de las personas que integran los servicios 300

Resolución 217 A (III), de 10 de diciembre de 1948[128], Declaración Universal de Derechos Humanos: ••Artículo 3. «Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona»; ••Artículo 9. «Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado»; Resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966, Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos[129]: 301

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

de seguridad privada, quedando desarrollado dicho artículo de manera definitiva de la siguiente forma: «Los desplazamientos excepcionales al exterior de los inmuebles objeto de protección para la realización de actividades directamente relacionadas con las funciones de vigilancia y seguridad, teniendo en cuenta, en su caso, las instrucciones de los órganos competentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad»[147, 148]. Las personas que integran las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tienen el carácter de agentes de la autoridad en el desempeño de sus funciones (artículo 7.1 de la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo[91]). En el caso del personal de seguridad privada, si bien su figura profesional carece de la consideración de agente de la autoridad, la Secretaría Técnica del Ministerio de Interior, en la web del mismo, resalta aun así que «goza de especial protección cuando desempeña funciones de auxilio y colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad»[184]. A este respecto, la Organización de Naciones Unidas (ONU) pronto percibió como fundamental considerar la labor de los cuerpos policiales encargados de hacer cumplir la ley, dada su necesaria existencia y el particular papel que ocupan como protectores de la ciudadanía, ya que están dotados de capacidad para hacer un uso adecuado de determinado grado de fuerza coactiva. A continuación se recogen algunos de los fragmentos de sus diversos articulados que resultan más significativos a este respecto y que se constituyen como las normas y recomendaciones más elementales a contemplar y seguir:

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

••Artículo 6.1. «El derecho a la vida es inherente a la persona humana»; ••Artículo 7. «Nadie será nunca sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes»; ••Artículo 9.1. «Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales. Nadie podrá ser sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su libertad, salvo por las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en esta»; ••Artículo 10.1. «Toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano». Resolución 34/169, de 17 de diciembre de 1979, Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley[130]: ••Artículo 1. «Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley cumplirán en todo momento los deberes que les impone la ley, sirviendo a su comunidad y protegiendo a todas las personas contra actos ilegales, en consonancia con el alto grado de responsabilidad exigido por su profesión»; ••Artículo 2. «En el desempeño de sus tareas, los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley respetarán y protegerán la dignidad humana y mantendrán y defenderán los derechos humanos de todas las personas»; ••Artículo 5. «Ningún funcionario encargado de hacer cumplir la ley podrá infligir, instigar o tolerar ningún acto de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, ni invocar la orden de un superior o circunstancias especiales, como estado de guerra o amenaza de guerra, amenaza a la seguridad nacional, inestabilidad política interna, o cualquier otra emergencia pública, como justificación de la tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes».

302

303

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

Resolución 39/46, de 10 de diciembre de 1984, Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes[132]: ••Artículo 1.1. «Se entenderá por el término tortura todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán torturas los dolores o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones legítimas, o que sean inherentes o incidentales a estas»; ••Artículo 2.2. «En ningún caso podrán invocarse circunstancias excepcionales tales como estado de guerra o amenaza de guerra, inestabilidad política interna o cualquier otra emergencia pública como justificación de la tortura»; ••Artículo 2.3. «No podrá invocarse una orden de un funcionario superior o de una autoridad pública como justificación de la tortura»; ••Artículo 10.1. «Todo Estado Parte velará porque se incluyan una educación y una información completas sobre la prohibición de la tortura en la formación profesional del personal encargado de la aplicación de la ley, sea este civil o militar, del personal médico, de los funcionarios públicos y otras personas que puedan participar en la custodia, el interrogatorio o el tratamiento de cualquier persona sometida a cualquier forma de arresto, detención o prisión»; ••Artículo 10.2. «Todo Estado Parte incluirá esta prohibición en las normas o instrucciones que se publiquen en relación con los deberes y funciones de esas personas».

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, 8.º Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado el 7 de septiembre de 1990[126]. ••Artículo 15. «Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en sus relaciones con las personas bajo custodia o detenidas, no emplearán la fuerza, salvo cuando sea estrictamente necesario para mantener la seguridad y el orden en los establecimientos o cuando corra peligro la integridad física de las personas». Reglas de justicia penal de las Naciones Unidas para la policía de mantenimiento de la paz, las cuales datan de febrero de 1994[127]: ••Principios esenciales: «La fuerza se utilizará solo cuando sea estrictamente necesario y nunca de forma excesiva (...). Las personas detenidas serán tratadas humanamente». ••Artículo 2.3. «Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley no utilizarán la fuerza ni la violencia, salvo cuando otros medios resulten ineficaces, ni utilizarán más fuerza que la absolutamente necesaria para alcanzar el objetivo legítimo de hacer cumplir la ley»; ••Artículo 6.5. «Los funcionarios públicos tienen la obligación de impedir las torturas u otros actos o penas crueles, inhumanos o degradantes»; ••Artículo 6.6. «No se podrán invocar circunstancias excepcionales como justificación de la tortura o de otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes»; ••Artículo 9.2. «Quedarán prohibidos en todo tiempo y lugar, inclusive durante un conflicto armado, y tanto si se cometen por civiles como por militares»; ••9.2.1. «los atentados contra la vida, la salud o la integridad física o mental (...)»; 304

Normativa y práctica de los Derechos Humanos para la Policía, manual editado en el año 2004[125]: ••Apartado «Aplicación de los principios generales de derechos humanos»: en cuanto a lo que se refiere a las normas, indica literalmente que «las normas internacionales de derechos humanos obligan a todos los Estados y a sus agentes, incluidos los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley», así como que «los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley están obligados a conocer y aplicar las normas internacionales de derechos humanos». En cuanto a la práctica, invita a las corporaciones a incorporar «las normas de derechos humanos al reglamento interior de la policía» y a organizar acciones de «capacitación de derechos humanos para toda la policía, tras la entrada en funciones y periódicamente»; ••Apartado «Conducta ética y lícita»: al respecto de las normas, indica que «los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley respetarán y protegerán la dignidad humana y defenderán y harán respetar los derechos humanos de todas las personas» (concepto que vuelve a incluir en su apartado «La no discriminación en la aplicación de la ley»), así como que «en todas las actividades de la policía se observarán los principios de legalidad, necesidad, no discriminación, proporcionalidad y humanidad». En cuanto a la práctica, invita a quienes integran la base de los diferentes cuerpos policiales a inscribirse en «programas de capacitación en el servicio para comprender mejor sus atribuciones legales y sus limitaciones» y recuerda que «la obediencia a las órdenes de un superior no puede invocarse para justificar violaciones graves de los derechos humanos, como asesinatos y torturas». Es más, se atreve a profundizar en su alcance y se dirige a las personas que gestionan los diferentes estamentos policiales, con el fin de que organicen acciones formativas para que cada 305

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

••9.2.2. «los atentados contra la dignidad personal, (...) tratos humillantes y degradantes».

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

agente comprenda firmemente «sus atribuciones legales y los derechos jurídicos de los ciudadanos» y velen porque las personas bajo su mando «mantengan el respeto a la dignidad de todas las personas»; ••Apartado «Detención»: en lo que atañe a las normas que deben sustentar la figura legal de la detención, se indica que «nadie podrá ser sometido a detención o prisión arbitraria». Ello entronca directamente con la Resolución 217 A (III), de 10 de diciembre de 1948 (Declaración Universal de Derechos Humanos)[128], en su artículo 9, y con la Resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966 (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos)[129], en su artículo 9.1; ••Apartado «Uso de la fuerza y de las armas de fuego»: en lo que respecta a las normas dentro del uso de la fuerza, incide en que «en primer lugar debe recurrirse a medios no violentos. Se utilizará la fuerza solo cuando sea estrictamente necesario. Se utilizará la fuerza solo para fines lícitos de aplicación de la ley. No se admitirán excepciones ni excusas para el uso ilegítimo de la fuerza. El uso de la fuerza será siempre proporcional a los objetivos lícitos. La fuerza se utilizará siempre con moderación. Se reducirán al mínimo los daños y las lesiones», y al igual que en el artículo 2.3 de la Resolución 39/46, de 10 de diciembre de 1984, en lo relativo a la responsabilidad por el uso de la fuerza, recuerda que «no podrá alegarse el acatamiento de órdenes superiores para eludir responsabilidades en caso de abuso de estas normas»[132]; ••Apartado «Violaciones de los derechos humanos cometidas por la policía»: en cuanto a las normas, reseña que «los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley respetarán y protegerán la dignidad humana y mantendrán y salvaguardarán los derechos humanos de todas las personas» y tiene a bien recalcar de nuevo, como a lo largo de toda su normativa relacionada con este tema, que «el acatamiento de órdenes de los superiores no podrá alegarse como defensa en los casos de violaciones de los derechos humanos cometidas por la policía»; 306

Además de la ONU, también el Consejo de Europa se pronuncia al respecto de la filosofía inherente a la labor policial en sus múltiples publicaciones: Código Europeo de Ética de la Policía, redactado en 2001[30]: ••Artículo 35. «La policía y todas las intervenciones de la policía deben respetar el derecho de cualquier persona a la vida»; ••Artículo 36. «La policía no debe infligir, fomentar o tolerar ningún acto de tortura, ningún trato o pena inhumana o degradante, cualquiera que sea la circunstancia»; ••Artículo 37. «La policía solo puede recurrir a la fuerza en caso de absoluta necesidad y únicamente para conseguir un objetivo legítimo». 307

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

••Apartado «Disturbios civiles, estados de emergencia y conflictos armados»: en lo concerniente a disturbios civiles, señala que «todas las medidas de restablecimiento del orden serán compatibles con los derechos humanos (...) no se admitirán excepciones en relación con el derecho a la vida; el derecho a no ser torturado (...) se aplicarán medios no violentos antes de recurrir a la fuerza, la fuerza se utilizará solo cuando sea estrictamente necesario, la fuerza se utilizará solo para fines lícitos de aplicación de la ley, la fuerza utilizada será proporcional a los objetivos lícitos de aplicación de la ley, se hará todo lo posible para limitar los daños y las lesiones». Incluso en el apartado que contempla el terrible caso de un conflicto armado, incluye explícitamente como norma que «entre los actos prohibidos en toda circunstancia figuran los siguientes: el homicidio, la tortura, los castigos corporales (...), los tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes»; ••Apartado «Las investigaciones policiales»: en relación a las normas, se señala que «no se ejercerá presión alguna, física o mental, sobre los acusados, los testigos o las víctimas con el propósito de obtener información», y que «la tortura y otros tratos inhumanos o degradantes están absolutamente prohibidos».

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, adoptado en Roma el 4 de noviembre de 1950[31]: ••Artículo 3. «Nadie podrá ser sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes»; ••Artículo 5. «Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad». Como Estado de Derecho, España recoge el espíritu de las normas y recomendaciones de Naciones Unidas y el Consejo de Europa, haciéndose eco de lo dispuesto explícitamente por estos organismos. Por ello puede encontrarse la esencia de este organismo internacional en la legislación española más relacionada directa o indirectamente con la seguridad, ya sea esta pública (función de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad) o privada, como por ejemplo: Constitución española de 1978[32], dentro de su título I («De los derechos y deberes fundamentales») se puede encontrar: ••Artículo 10.2. Explicita que todas las normativas de nuestra legislación vigente que hagan referencia «a los derechos fundamentales y a las libertades que la constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las materias ratificados por España; ••Artículo 15. «Todos tienen derecho a la vida, la integridad física y moral, sin que en ningún caso puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes»; ••Artículo 17. «Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad sino con la observancia de lo establecido en este artículo y en los casos y en la forma previstos en la ley».

308

Ley 23/1992, de 30 de julio, de Seguridad Privada[90]: ••Artículo 1.3. «Las actividades y servicios de seguridad privada se prestarán con absoluto respeto a la Constitución y con sujeción a lo dispuesto en esta ley y en el resto del ordenamiento jurídico. El personal de seguridad privada se atendrá en sus actuaciones a los principios de integridad y dignidad, protección y trato correcto a las personas, evitando abusos, arbitrariedades y violencias y actuando con congruencia y proporcionalidad en la utilización de sus facultades y de los medios disponibles». Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal[93]: ••Artículo 174.1. «Comete tortura la autoridad o funcionario público que, abusando de su cargo, y con el fin de obtener una confesión o información de cualquier persona o de castigarla por cualquier hecho que haya cometido o se sospeche que ha cometido, o por cualquier razón basada en algún tipo de discri309

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, dentro de lo dispuesto en su título I («De los cuerpos y fuerzas de seguridad»), capítulo II («Principios Básicos de Actuación») establece una serie de pautas de obligado cumplimiento para los agentes de policía, cuya obligación es hacer cumplir la ley, entre las que se destacan a este respecto[91]: ••Artículo 5.2.a. «Impedir, en el ejercicio de su actuación profesional, cualquier práctica abusiva, arbitraria o discriminatoria que entrañe violencia física o moral»; ••Artículo 5.3.b. «Velarán por la vida e integridad física de las personas a quienes detuvieren o que se encuentren bajo su custodia»; ••Artículo 5.4. «Deberán llevar a cabo sus funciones con total dedicación, debiendo intervenir siempre, en cualquier tiempo y lugar, se hallaren o no de servicio, en defensa de la ley y de la seguridad ciudadana».

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

minación, la sometiere a condiciones o procedimientos que por su naturaleza, duración u otras circunstancias, le supongan sufrimientos físicos o mentales, la supresión o disminución de sus facultades de conocimiento, discernimiento o decisión o que, de cualquier otro modo, atenten contra su integridad moral». De todo ello se puede extraer que la evolución que se produce en las funciones de seguridad de cara a conseguir intervenciones plenamente profesionales está dirigida hacia horizontes mucho más humanistas que antaño y tiene como objetivo la resolución de conflictos, usando la fuerza coactiva solo como último recurso y en el grado mínimo imprescindible.

6.2. Usos legales de la fuerza coercitiva La Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, en su artículo 5.2.c, indica que las personas que integran las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad «en el ejercicio de sus funciones deberán actuar con la decisión necesaria, sin demora cuando de ello dependa evitar un daño grave, inmediato e irreparable; rigiéndose al hacerlo por los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad en la utilización de los medios a su alcance»[91]. Estos tres principios vienen explicados en la Instrucción 12/2007 del Ministerio de Interior de la siguiente forma[110]:

310

oportunidad: «Necesidad o no de recurrir a la coacción física (...), de acuerdo con los datos conocidos sobre la situación y el sujeto en cuestión». proporcionalidad: «Una vez decidido el empleo de la fuerza y el 311

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

congruencia: «Supone que el agente, una vez haya decidido el empleo de la fuerza y para que este sea legítimo, habrá de elegir, de entre los medios legales previstos y disponibles, el que sea más idóneo y que mejor se adapte a la concreta situación, valorando, para ello, las prestaciones del medio agresivo, sus características, grados y demás efectos que respondan a la situación y finalidad legal pretendida».

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

medio idóneo, el agente deberá adecuar la intensidad de su empleo, de forma que no sobrepase la estrictamente necesaria para conseguir el control de la persona». Como garante de la seguridad y la protección pública, la policía es el colectivo profesional al que la sociedad recurre en los casos en los que la seguridad se ve comprometida. Es una tarea complicada la que atañe a la capacidad de ejercer –en su caso– la función coercitiva que la Administración necesita aplicar en determinados momentos. Las intervenciones de seguridad ciudadana que realiza cotidianamente cada agente que desempeña su labor de patrullaje son en muchas ocasiones dificultosas, habitualmente se desarrollan muy rápido y en circunstancias estresantes y poco claras, además de adolecer a menudo de falta de información suficiente a pesar de los esfuerzos que realice la persona encargada de recepcionar la solicitud de auxilio en el servicio de emergencias. Esta falta de información acrecienta el grado de incertidumbre (llamadas que se cortan en medio de la comunicación, posible desorientación o alteraciones emocionales de la persona llamante que vive una experiencia emocionalmente traumática, etc.). Eso, entre otros muchos factores, obliga a cada policía en activo a tener afinadas permanentemente sus habilidades, así como a conocer, interpretar y aplicar las leyes (que, por otro lado, se encuentran siempre en constante proceso de modificación), debiendo tomar decisiones importantes y comprometidas en lapsos de tiempo muy reducidos, con la dificultad que conlleva manejar una vasta cantidad normativa, a menudo francamente compleja. Es evidente que, siendo la policía el gremio encargado por nuestra estructura social para intervenir en situaciones comprometidas (tales como controlar, resolver o sofocar reyertas, altercados, conflictos y situaciones violentas), su relación con las técnicas de defensa personal es ineludible y muy estrecha, por lo que precisa una formación amplia y correctamente enfocada 312

que permita la utilización eficaz de un grado de fuerza coercitiva adecuado –en aquellas situaciones que lo precisen–, respetando simultáneamente la insalvable barrera de la observancia escrupulosa de los derechos humanos y demás legislación. Según la propia Ley Orgánica 2/1986, cada agente de policía es responsable «personal y directamente por los actos que en su actuación profesional llevaren a cabo, infringiendo o vulnerando las normas legales, así como las reglamentarias que rijan su profesión (...) sin perjuicio de la responsabilidad patrimonial que pueda corresponder a las Administraciones Públicas»[91]. Por ello, la profesionalidad y eficacia que debe caracterizar a los organismos e instituciones policiales y a su personal funcionarial ha de ser exquisita.

No es extraño, por tanto, que publicaciones de la ONU tales como su manual Normativa y práctica de los Derechos Humanos para la Policía, dentro del apartado «Detención» y en lo relativo a la práctica, ofrezca al colectivo de agentes recomendaciones muy explícitas al respecto, tales como «aprenda y practique técnicas y tácticas necesarias para llevar a cabo las detenciones con eficacia, discreción y el debido respeto a la dignidad humana (...) aprenda y practique el uso de esposas y otros medios coercitivos (...) aumente la confianza en sí mismo, por ejemplo aprendiendo técnicas de defensa personal (...) estudie cuidadosamente el capítulo sobre el uso de la fuerza en las detenciones»[125]. A las personas responsables de la gestión de los cuerpos de seguridad también se les solicita, desde el mismo texto, que planifiquen una formación permanente para que sus agentes alcancen elevados niveles de profesionalidad que garanticen un adecuado manejo de «los procedimientos de detención, los derechos del detenido 313

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

«Los comportamientos violentos están más difundidos y generalizados en las sociedades en las que las autoridades respaldan el uso de la violencia con sus propias actuaciones»[124]. Nelson Mandela

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

y las técnicas para llevar a cabo las detenciones de forma segura y humana»[125], explicitando después que esta capacitación ha de incluir el estudio y práctica de aspectos como la «defensa personal y uso de medios de coerción»[125]. Por su parte, el Consejo de Europa, en el artículo 29, de su Código Europeo de Ética para la Policía manifiesta que «una formación práctica relativa al empleo de la fuerza y sus límites con respecto a los principios establecidos en materia de derechos humanos, principalmente del Convenio Europeo de Derechos Humanos y de la jurisprudencia correspondiente, debe integrarse en la formación de los policías a todos los niveles»[30]. Por ello, en una sociedad moderna es necesario dotar a los cuerpos policiales de protocolos en el uso de la fuerza y de habilidades técnicas que incluyan el dominio de una rama de la autodefensa especialmente diseñada para hacer frente a la especificidad del trabajo en seguridad. José María Benito García establece un origen sistemático de los sistemas policiales modernos de defensa personal casi simultáneo en el siglo xx, por un lado en Japón con el estilo conocido como taiho-jitsu –que el propio José María Benito indica que «data de 1924, cuando se forman varios Comités de Grandes Maestros Japoneses, para crear un método especial (...) para la policía de ese país»[11]– y por otro lado en Rusia (con la posteriormente exitosa expansión del estilo denominado sambo). En el caso de España, el mismo autor establece como fecha de los primeros documentos escritos al respecto el año 1966 (resaltando de estos su fundamentación «principalmente en el Judo y Jiu Jitsu»[11]), desarrollándose desde entonces la idea de una defensa personal específica para el mundo de la seguridad y evolucionando paso a paso, culminándose en 1991 con la configuración definitiva de la disciplina denominada defensa personal policial, la cual probablemente sigue siendo a día de hoy el referente más sólido e influyente para los colectivos profesionales encargados de hacer cumplir la ley que participan en acciones operativas de formación 314

315

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

permanente, así como para muchos de los cuerpos de policía en sus respectivos períodos de formación básica (por ejemplo, es la rama que practican oficialmente todos los cuerpos de policía local de la Comunidad de Madrid). Posteriormente a la defensa personal policial irían inevitablemente surgiendo nuevas líneas y enfoques, tales como la defensa operativa policial, la defensa policial operativa, la defensa operativa táctico-policial, etc. Todas ellas son formas de entender el entrenamiento de las habilidades marciales que debe atesorar cada agente policial que patrulla las calles, en concordancia con las peculiaridades que las leyes otorgan a su profesión dentro de un Estado de Derecho. También se pueden encontrar líneas hermanas que pretenden orientar su enfoque hacia las peculiaridades propias de la seguridad privada, como es el caso de la defensa personal operativa. Si bien algunas de las corrientes aparecidas aportan nuevos enfoques al respecto de esta materia, la mayoría de ellas ha bebido, en algunos casos aún bebe y muchas seguramente seguirán bebiendo de la fuente original y principal: la defensa personal policial. El concepto que hoy en día conocemos bajo el término defensa personal policial, ya fue acertadamente definido por José Antonio Valcárcel Asúa como la «utilización de un conjunto de técnicas defensivas procedentes de las artes marciales o artes de combate cuerpo a cuerpo, que nos ayudan en el desempeño de nuestras funciones en seguridad, y al mismo tiempo tratan de mantener intacta nuestra integridad física, y la de las personas a las cuales debemos proteger de cualquier agresión»[174], y yo añadiría que ello ha de ser en estricto cumplimiento de la legislación vigente. El personal de seguridad privada es también susceptible de optimizar el grado de eficacia de sus intervenciones con la defensa personal policial, puesto que la Ley 23/1992, de 30 de julio, recoge en su artículo 5.1 que «las empresas de seguridad (...) podrán prestar o desarrollar los siguientes servicios y actividades: (...) vigilancia y protección de bienes, establecimientos, espectáculos, certámenes o convenciones (...), protección de personas determinadas (...),

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

depósito, custodia, recuento y clasificación de monedas y billetes, títulos-valores que, por su valor económico y expectativas que generen o por su peligrosidad, puedan requerir protección especial»[90], por lo que quienes ejercen su labor profesional como vigilantes de seguridad también pueden llegar a encontrarse con situaciones en las que corra peligro su integridad física o la de las personas que se encuentren bajo su protección, cuando actúan en defensa de la seguridad en el ejercicio de sus funciones, entre las que directamente se incluyen –de acuerdo a la propia Ley 23/1992 y al artículo 71 de Real Decreto 2364/1994, de 9 de diciembre– «ejercer la vigilancia y protección de bienes muebles e inmuebles, así como la protección de las personas que puedan encontrarse en los mismos (...), evitar la comisión de actos delictivos o infracciones en relación con el objeto de su protección (...), poner inmediatamente a disposición de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a los delincuentes en relación con el objeto de su protección (...) efectuar la protección del almacenamiento, recuento, clasificación y transporte de dinero, valores y objetos valiosos»[90, 147]. Cualquier profesional de la seguridad (pública o privada) puede necesitar hacer uso de la defensa personal por diferentes causas: en primer lugar como medida de protección ante personas alteradas o situaciones comprometidas que puedan poner en riesgo su integridad física o la de otras personas, pero también en el caso de tener que detener a una determinada persona para ponerla a disposición de la justicia (en el caso del personal de seguridad privada, para dejar a esta persona a disposición de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que serán quienes la pongan a disposición judicial). A este respecto, la Instrucción 12/2007 de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio de Interior recuerda en el artículo 1 de su instrucción séptima que «el agente policial está legitimado para emplear la fuerza durante la detención cuando se produzca una resistencia a esta, cuando la detención se practique en circunstancias que puedan suponer un grave riesgo para la seguridad ciudadana, así como 316

técnicas de autoprotección: donde se incluye todo lo relacionado con los posicionamientos previos, las formas de situarse espacialmente, las aproximaciones a personas sospechosas o lugares que puedan contener algún peligro, etc.; técnicas de contención, reducción y detención a mano vacía: donde se engloban las técnicas seleccionadas de defensa personal de relativamente bajo potencial lesivo (búsqueda del uso de la mínima fuerza imprescindible en cumplimiento del principio de minimizar al máximo la lesividad potencial) realizadas sin ayuda de ningún material auxiliar, incluyendo las acciones de traslado a pie de personas detenidas (denominadas comúnmente técnicas de conducción), etc.; 317

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

en los supuestos en que exista un riesgo racionalmente grave para la vida del agente, su integridad física o la de terceras personas»[110]. Cuando se procede a la detención de una persona, el personal profesional del sector puede recurrir a un abanico técnico adaptado a las peculiaridades de su profesión. Las leyes exigen que la reducción física se realice utilizando la mínima fuerza imprescindible, fundamentando todo ello en los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad anteriormente explicados. En el aprendizaje de una defensa personal propia de las labores de seguridad se profundiza en el estudio de conceptos tales como:

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

técnicas de contención, reducción y detención utilizando herramientas: esto hace referencia a la utilización de útiles profesionales legalmente autorizados (como pueden ser los bastones y grilletes de dotación reglamentaria, etc.), incluyendo el traslado a pie de personas detenidas, en este caso ayudándose del material correspondiente.

6.2.1. Técnicas de autoprotección policial Podemos entender el término técnicas de autoprotección policial como el conjunto de comportamientos y conductas que cada agente realiza en sus intervenciones con el objeto de tener controladas aquellas variables de la situación que podrían verse alteradas, así como aquellas nuevas que podrían surgir, configurándose en una amenaza o peligro. Esto incluye aspectos como la colocación espacial que cada policía adopta respecto a una persona sospechosa, incluyendo una correcta orientación corporal y un adecuado posicionamiento de manos, etc. Estas medidas de autoprotección serán más o menos acentuadas dependiendo de si la situación puede considerarse de normalidad, de alerta o de peligro. Como ejemplo, la ilustración anterior muestra la más básica de las formas de autoprotección –a saber, la ubicación o distribución espacial– en el hipotético caso de un binomio de agentes que tuviera que ejercer una vigilancia estática a pie que cubriese los 360º. En tal caso, siempre es preferible que cada agente abarque un rango de visión que le permita tres cosas: en primer lugar, poder ver fácilmente a su compañero; en segundo lugar, poder comunicarse directa y discretamente (con sutiles gestos o voz baja) con la otra mitad del binomio; y, en tercer lugar, manejar un espectro de visión de unos 180º que cubra tanto aquello que tiene delante como lo que ocurre a la espalda del otro componente. Lo 318

Personalmente, cuando en el desempeño de mi profesión he de realizar este tipo de cometidos, complemento la línea imaginaria con un yin-yang hipotéticamente dibujado en el suelo, de ahí que haya decidido referirme a esto como la teoría yin-yang de vigilancia estática 360º. Cada agente debe colocarse en su lado de la línea, pero también dentro de uno de los dos peces o lá319

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

que aparece reflejado en la imagen posterior es una comparativa entre la forma espacial ideal de cumplir este cometido (imagen de la izquierda) y otro posicionamiento que –según las circunstancias– podría no lograr cubrir estas condiciones porque sus componentes se colocan mirando hacia la misma orientación y no pueden detectar lo que tienen a la espalda. Para disponerse correctamente, se traza una línea recta imaginaria de modo que cada agente queda a un lado diferente de aquella. En el binomio de la derecha, esta máxima no se cumple porque una de las zonas queda desocupada y la espalda de la pareja queda sin vigilancia efectiva.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

grimas del símbolo. Esa área se convertirá en su zona personal durante la vigilancia estática. Así se consigue espontáneamente evitar ciertos errores, tales como que el binomio pueda llegar a estar frente a frente (eso impide a cada agente ver bien la espalda de su compañero). En este sentido, cada uno de los efectivos se coloca en su lado de la línea y dentro del semicírculo que conforma la cabeza del pez o lágrima que le corresponda. La orientación corporal debe ser hacia la cola de dicho pez, ya que si ambos mirasen hacia la cabeza, se perderían de vista mutuamente. Por otro lado, si ambos se orientasen en el mismo sentido –es decir, uno mirando hacia la cola y otro hacia proyección de la cabeza de sus zonas respectivas– no podrían atender los sucesos a su espalda.

Aunque la opinión pública no siempre se hace eco de ello, las personas que integran los diferentes cuerpos policiales son 320

321

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

frecuentemente objeto de intento de agresión, siendo las medidas de autoprotección policial las verdaderas responsables de garantizar en primera instancia que muchas de esas intentonas no culminen en daños y lesiones. A este respecto, debido a lo expuesta que se encuentra esta profesión, la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad pasa de reconocer a quienes son policías – en su artículo 7.1– como «agentes de la autoridad»[91] en el ejercicio de sus funciones, a otorgarles –en su artículo 7.2– «al efecto de su protección penal la consideración de autoridad»[91] en aquellos casos en los que se atente contra su persona empleando cualquier medio que pueda hacer peligrar gravemente su integridad física. Es decir, la policía no goza de la condición de autoridad, sino de agente de la misma –en definitiva, que es la figura encargada de aplicar las decisiones legales de quien sí posee el estatus de autoridad, actuando en su nombre–. Autoridad son, por ejemplo, quienes integran el Congreso de los Diputados, el Senado, etc. En estos casos, se atenderá a lo dispuesto en la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre (Ley Orgánica del Código Penal), que en su artículo 550 –integrado en su título XXII («Delitos contra el orden público»), capítulo II («De los atentados contra la autoridad, sus agentes y los funcionarios públicos, y de la resistencia y desobediencia»)– indica que «son reos de atentado los que acometan a la autoridad, a sus agentes o funcionarios públicos, o empleen fuerza contra ellos, los intimiden gravemente o les hagan resistencia activa también grave, cuando se hallen ejecutando las funciones de sus cargos o con ocasión de ellas»[93]. La policía, como colectivo especialmente destinado a garantizar la seguridad, lleva a cabo cotidianamente multitud de acciones de carácter preventivo. Muchas de ellas a simple vista pueden parecer simples o rutinarias (incluso tal vez algo agobiantes para la ciudadanía más susceptible), pero es necesario que cada agente cumpla siempre unas condiciones mínimas para desempeñar su labor garantizando su propia seguridad, ya que su exposición al

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

peligro es permanente y los riesgos para su integridad personal pueden proceder de la persona más insospechada, en el momento más inesperado y de la forma más infrecuente. La formación continua y el compromiso con la profesionalidad son las primeras y más básicas medidas de autoprotección para el colectivo policial. Algunas de las actuaciones más habituales que suelen realizar las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en el ejercicio de sus funciones son: las identificaciones, los cacheos y los controles. Estas acciones se explican a continuación.

6.2.1.1. Autoprotección en las identificaciones La identificación es la acción mediante la cual se solicita a una determinada persona que acredite su identidad (por ejemplo, facilitando un documento identificativo válido y en vigor). La policía actúa a este respecto en virtud de lo dispuesto en el artículo 20.1 de la Ley Orgánica 1/1992, de 21 de febrero, de Protección de la Seguridad Ciudadana, que indica que «los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad podrán requerir, en el ejercicio de sus funciones de indagación o prevención, la identificación de las personas»[92]. Si bien hay que decir que la figura de la identificación es también potencialmente observable en las labores del personal de seguridad privada, en virtud de lo dispuesto en el artículo 11.1.b de la Ley 23/1992, de 30 de julio, de Seguridad Privada, donde se puede leer que «los vigilantes de seguridad (...) podrán (...) efectuar controles de identidad en el acceso o en el interior de inmuebles determinados»[90]. Incluso la Secretaría General Técnica del Ministerio de Interior, en la página web de este, ofrece determinadas aclaraciones («previo informe de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana»[184]) en las que recuerda que una de las funciones del personal de seguridad privada es «el control, si fuere preciso, de la identidad de clientes»[184] en los accesos correspondientes (apartado 322

6.2.1.2. Autoprotección en los cacheos El cacheo es la acción mediante la cual se somete a una persona a una comprobación superficial con el objeto de determinar si en su ropa o enseres porta efectos, objetos o instrumentos que pudieran servir como prueba de un posible delito o puedan ser susceptibles de ser utilizados para un ilícito. La Instrucción 323

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

B.1 del informe), pero incide también en la posibilidad de ejercer «en el interior de los establecimientos»[184] su función de «identificación de personas»[184] (apartado B.2 del informe), ambas circunstancias encuadradas dentro del artículo 77 del Real Decreto 2364/1994, de 9 de diciembre, en virtud del cual se aprueba el Reglamento de Seguridad Privada, el cual expone que «en los controles de accesos o en el interior de los inmuebles de cuya vigilancia y seguridad estuvieran encargados, los vigilantes de seguridad podrán realizar controles de identidad de las personas y, si procede, impedir su entrada»[147].

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

12/2007 del Ministerio de Interior recoge que este concepto se realizará «salvo urgencia, por personal del mismo sexo que la persona cacheada»[110], siendo el criterio fundamental a seguir el «máximo respeto a la identidad sexual de la persona cacheada, lo que deberá tenerse en cuenta muy especialmente en el caso de personas transexuales»[110]. En la práctica, el concepto de cacheo viene acompañado de una serie de riesgos añadidos, por lo que el personal policial adoptará medidas de autoprotección concretas, tales como las conducentes a evitar cortes o pinchazos que pudieran producir ciertos útiles que porte la persona cacheada, adoptar posicionamientos que faciliten la anulación de acciones violentas repentinas por parte de la persona sometida al cacheo, así como evitar que –mientras se está realizando el cacheo– la persona que está siendo objeto de tal registro tenga a su alcance elementos que pueda usar como arma, etc. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad encuentran la fundamentación legal básica de la figura del cacheo en la Ley Orgánica 1/1992, de Protección de la Seguridad Ciudadana, que en su artículo 18 (reflejado también en el artículo 148.1 del Reglamento de Armas, aprobado en virtud del Real Decreto 137/1993, de 29 de enero) dice que «los agentes de la autoridad podrán realizar, en todo caso, las comprobaciones necesarias para impedir que en las vías, lugares y establecimientos públicos se porten o utilicen ilegalmente armas, procediendo a su ocupación»[92, 146], y en su artículo 19.1 indica que «los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (...) podrán ocupar preventivamente los efectos o instrumentos susceptibles de ser utilizados para acciones ilegales»[92, 146], en concordancia con lo recogido de la misma manera en el artículo 148.2 del Reglamento de Armas. En cuanto al registro de enseres por parte de personal de seguridad privada, la Secretaría General Técnica del Ministerio de Interior indica que «dentro de la función de los vigilantes, se encuentra la facultad de solicitar la comprobación y registro de los efectos personales de aquellas personas sobre las que 324

6.2.1.3. Autoprotección en los controles Complementando lo dispuesto en sus artículos 18 y 19.1, la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana (LO 1/1992, de 21 de febrero), en su artículo 19.2 indica que «se podrán establecer controles en las vías, lugares o establecimientos públicos (...) al objeto de proceder a la identificación de las personas que transiten o se encuentren en ellos, al registro de los vehículos y al control superficial de los efectos personales con el fin de comprobar que no se portan sustancias o instrumentos prohibidos o peligrosos»[92].

325

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

exista certeza o, al menos, motivos concretos para sospechar que han participado en la comisión de un acto delictivo»[184]. Ello lo afirma en virtud del artículo 76.1 del Reglamento de Seguridad Privada (RD 2364/1994), donde se dice que «en el ejercicio de su función de protección de bienes inmuebles así como de las personas que se encuentren en ellos, los vigilantes de seguridad deberán realizar las comprobaciones, registros y prevenciones necesarias para el cumplimiento de su misión»[147]. Aun así, la Secretaría General Técnica del citado ministerio también señala que «en caso de negativa»[184], el personal de seguridad privada deberá «limitarse a las actuaciones previstas en el apartado 2 del citado artículo 76»[184] del Reglamento de Seguridad Privada, que señala firmemente que «cuando observaren la comisión de delitos en relación con la seguridad de las personas o bienes objeto de protección, o cuando concurran indicios racionales de tal comisión, deberán poner inmediatamente a disposición de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a los presuntos delincuentes, así como los instrumentos, efectos y pruebas de los supuestos delitos»[147].

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

Normalmente los controles policiales se realizan respecto de los vehículos y de sus ocupantes, por lo que las normas de autoprotección a adoptar por quienes ejercen de agentes de la autoridad están relacionadas en primera instancia con la canalización efectiva de vehículos, las acciones tendentes a evitar que pueda darse el atropello de agentes, los posicionamientos espaciales que faciliten disponer de un parapeto en el caso de ser objeto de disparos o de lanzamiento de objetos procedentes de un vehículo, etc. Cuando el vehículo en cuestión se encuentre ya detenido en el control, la más inmediata medida de autoprotección es que la persona que lo conduce apague el motor y retire las llaves del contacto. A partir de entonces es cuando –dependiendo de si la situación es normal, de alerta o de peligro– se procederá a la identificación de sus ocupantes, a su cacheo y al registro del vehículo en aquellos casos en que fuese preceptivo. Para la mera comprobación de la documentación del vehículo, así como para la simple identificación de las personas que ocupan el mismo, puede 326

6.2.2. Técnicas de resolución no violenta de conflictos La policía es el primero y más inmediato brazo de aplicación de la ley. Sus integrantes son quienes están en contacto con la calle, con la realidad cotidiana, quienes mejor conocen los entresijos del día a día. A menudo quien infringe la ley es también una víctima y entender sus cómos y sus porqués puede ayudar a 327

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

no ser necesario que aquellas salgan de este, por lo que la principal medida de autoprotección es la de tener controlado por parte de los agentes en todo momento el movimiento de las manos de las personas ocupantes. Sin embargo, para realizar los cacheos oportunos es necesario que las personas que van a ser objeto de dicha acción desciendan del vehículo, por lo que las medidas de autoprotección irán encaminadas a conductas tales como solicitar a los ocupantes que lo abandonen de uno en uno (señalándose concretamente a quien deba descender del vehículo en cada momento), proceder al cacheo de la persona descendida con las medidas de protección correspondientes, establecer una ubicación donde las personas cacheadas se sitúen hasta el final de las operaciones de control (punto que habrá que vigilar por parte de al menos un par de agentes, que deberán colocarse de acuerdo a la distribución espacial que mejor facilite dicha acción), mantener la vigilancia de cada ocupante que aún quede en el interior de vehículo (esta vigilancia se ejercerá por agentes diferentes de quienes realizan los cacheos y de quienes realizan la vigilancia de las personas ya cacheadas), etc. Cuando las personas ocupantes del vehículo hayan sido identificadas y cacheadas (si la situación demandaba tales medidas), puede procederse al registro del vehículo. Esta acción también tiene sus propias medidas de autoprotección, algunas de ellas tan básicas como ordenar a la persona conductora que abra ella misma el maletero o el capó.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

desempeñar más profesionalmente una intervención, además de evitar complicaciones que seguramente no tengan sentido y que podrían derivar en la necesidad de aplicar acciones más coactivas –como el uso legal de la fuerza– que conllevan implícitos nuevos riesgos. Por ello se hace imprescindible una formación holística que englobe el entorno del delito, las realidades ocultas de su aparición y las teorías acerca de su prevención (aunque en ocasiones puedan parecer alejadas del mundo policial, en realidad son inseparables de este). El Código Europeo de Ética de la Policía, confeccionado por el Consejo de Europa en 2001, incluye como uno de los principales objetivos de los colectivos policiales «proteger y respetar las libertades y derechos fundamentales del individuo (...) facilitar asistencia y servicios a la población»[30]. En su artículo 23 señala que «el personal de policía debe ser capaz de demostrar discernimiento, apertura de mente, madurez, un sentido de la justicia, capacidad para comunicar y (...) comprensión de los problemas sociales, culturales y comunitarios»[30]. Desde este código, el Consejo de Europa indica que «la mayor parte de los servicios de policía europeos (...) desempeñan un papel social y prestan un cierto número de servicios en la sociedad; (...) la confianza de la población en la policía está estrechamente vinculada a la actitud y al comportamiento de esta última con respecto a esta misma población y, en particular, al respeto de la dignidad humana y de las libertades y derechos fundamentales de la persona»[30]. La Organización de Naciones Unidas siempre ha hecho hincapié a este respecto en muchos de sus diversos articulados, por ejemplo: Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley[126]: en cuyo interior se expresa que «los gobiernos y los organismos encargados de hacer cumplir la ley procurarán que 328

Normativa y práctica de los Derechos Humanos para la Policía[125]: donde se hace hincapié en que todas las personas candidatas a ingresar en la policía «deberán tener las cualidades mentales y físicas idóneas» e incide en que cada agente potencialmente actuante en una intervención de seguridad planifique «el uso gradual y progresivo de la fuerza, empezando por medios no violentos» y forme parte de «programas de capacitación para adquirir y mantener sus aptitudes de relación interpersonal, y en particular de comunicación», así como estudie y aplique «técnicas de persuasión, mediación y negociación». Resalta la importancia de estudiar «técnicas de resolución de conflictos» e invita a las personas con responsabilidades de mando y organización en los cuerpos de policía a que organicen para sus agentes ac329

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

todos los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley sean seleccionados mediante procedimientos adecuados, posean aptitudes éticas, psicológicas (...) apropiadas para el ejercicio eficaz de sus funciones y reciban capacitación profesional continua y completa. Tales aptitudes para el ejercicio de esas funciones serán objeto de examen periódico» (artículo 18). Además, amplía estas indicaciones con la idea de que «en la capacitación de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, los gobiernos y los organismos correspondientes prestarán especial atención a las cuestiones de ética policial y derechos humanos (...), a los medios que puedan sustituir el empleo de la fuerza y de armas de fuego, por ejemplo, la solución pacífica de los conflictos, el estudio del comportamiento de las multitudes y las técnicas de persuasión, negociación y mediación» (artículo 20). También añade que «los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en el desempeño de sus funciones, utilizarán en la medida de lo posible medios no violentos antes de recurrir al empleo de la fuerza (...). Podrán utilizar la fuerza (...) solamente cuando otros medios resulten ineficaces o no garanticen de ninguna manera el logro del resultado previsto» (artículo 4).

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

tividades de formación en temáticas relativas a «relaciones interpersonales, técnicas de resolución de conflictos (...), técnicas de persuasión, mediación y negociación». Lo anteriormente expuesto deja clara la necesidad de utilizar habilidades no coercitivas antes de recurrir a vías más abrasivas, siempre que esto sea posible. En esa línea se pronuncia la Instrucción 12/2007 del Ministerio de Interior, que en el segundo punto de su Instrucción séptima indica que en primera instancia «el agente policial debe identificarse y dar a conocer la legitimidad de su presencia. Puede añadir otras palabras conminatorias para que el sujeto deponga cualquier posible actitud violenta»[110]. Y en el punto tercero también de su instrucción séptima recuerda que «el agente deberá sopesar las circunstancias propias del lugar, el conocimiento de la persona sospechosa, su peligrosidad o reacciones previsibles y su experiencia previa para determinar si la detención puede realizarse mediante la utilización de otros medios no violentos que la técnica profesional pone a su alcance»[110]. Para evitar sucumbir a la cadena de ansiógenos que precipitaría innecesariamente acciones desenfocadas, resalta la necesidad del «mantenimiento, por parte del agente policial, de la serenidad emocional y el autocontrol, aun en situaciones de riesgo»[110]. Al ser el colectivo de agentes policiales la parte de la Administración en contacto más inmediato y permanente con la ciudadanía, las relaciones con esta a menudo se dan en lo concerniente a situaciones de emergencia cargadas de elevados niveles de estrés y emocionalidad intensa. Es por ello que la policía debe recibir constante formación y reciclaje en temas relativos a la psicología (autocontrol, gestión de situaciones de crisis, resolución de conflictos, etc.). Esas cualidades correctamente aplicadas pueden garantizar una mayor profesionalidad y conseguir que las personas se sientan más seguras, respetadas y tratadas justa y correctamente, lo que –en muchas ocasiones– puede solucionar determinadas situaciones conflictivas, evitando que deriven hacia magnitudes mayores y más incontrolables que 330

hagan surgir nuevas complicaciones innecesarias y mucho más difíciles de manejar (o que coloquen a los agentes en la necesidad de asumir nuevos y mayores riesgos evitables). «La persuasión apoyada por la lógica es en último caso más efectiva que la coerción»[81]. Jigoro Kano

La Organización de Naciones Unidas, en su Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley expone que «los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley podrán usar la fuerza solo cuando sea estrictamente necesario y en la medida que lo requiera el desempeño de sus tareas»[130]. También es necesario volver a recordar que el artículo 4 de sus Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley remarca que «los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, en el desempeño de sus funciones (...) podrán utilizar la fuerza (...) solamente cuando otros medios resulten ineficaces o no garanticen de ninguna manera el logro del resultado previsto»[126]. Es decir, que para recurrir a las técnicas explícitas de defensa personal policial antes han de haber quedado agotadas el resto de vías de resolución de conflictos menos abrasivas, vías que la policía debe conocer y dominar al mismo nivel que sus habilidades más operativas. Sin embargo, las situaciones a las que se enfrentan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad pueden no reunir los requisitos necesarios para considerar adecuado el uso de las técnicas de persuasión, mediación o negociación, o no siempre estas resultan efectivas. En tales casos se puede hacer necesario el empleo del grado adecuado de fuerza coactiva y, por tanto, aquí cobra vital importancia la defensa personal policial, área en la que todas las 331

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

6.2.3. Técnicas de reducción y contención

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

personas integrantes de los diferentes cuerpos policiales deben estar formadas y actualizadas, tal y como señala Naciones Unidas en el artículo 19 de los Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley: «los organismos encargados de hacer cumplir la ley procurarán que todos los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley reciban capacitación en el empleo de la fuerza»[126]. Esta capacitación los posibilitará para realizar acciones de uso legal de la fuerza acordes con la Instrucción 12/2007 del Ministerio de Interior, que en el apartado tercero de su instrucción séptima señala que «siempre que para efectuar la detención se requiera ineludiblemente del empleo de la fuerza, el agente debe asegurase de que la intensidad y el medio utilizado son los más idóneos y acertados»[110], así como que se tendrá «obligación de causar la menor lesividad posible»[110]. La formación en las habilidades marciales específicas del colectivo de agentes de policía (la defensa personal policial) tiene unos usos prácticos diferentes de la formación marcial o autodefensiva que la ciudadanía puede aprender para hacer uso de su derecho a la legítima defensa. La intervención policial en la que ha sido necesario el uso de la fuerza coactiva por parte de la Administración generalmente acabará en detención y puesta a disposición judicial de las personas detenidas, salvo circunstancias excepcionales (como, por ejemplo, una contención mecánica puntual que no implique más contenidos potencialmente penales). La policía es el colectivo encargado por el sistema social para reducir, detener y poner a disposición judicial a una persona (cuando esto sea necesario), pero debe realizar esa labor de forma escrupulosamente respetuosa con todos los principios irrenunciables recogidos en la legislación. Eso hace que el diseño de la defensa personal policial deba ser muy detallista para adecuarse a lo legalmente establecido. Todo ello exige a cada policía (y, muy especialmente, a sus responsables de formación) un esfuerzo para lograr un mantenimiento constante de las aptitudes que 332

6.2.4. Herramientas policiales La Organización de Naciones Unidas establece en el artículo 3 de sus Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley que «se hará una cuidadosa evaluación de la fabricación y distribución de armas no letales incapacitantes a fin de reducir 333

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

van a permitir que las reducciones y detenciones se lleven a cabo de la forma más profesional posible por complicadas que sean.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

al mínimo el riesgo de causar lesiones a personas ajenas a los hechos y se controlará con todo cuidado el uso de tales armas»[126]. También en su manual Normativa y práctica de los Derechos Humanos para la Policía, en su apartado «Mando y gestión de la policía», en lo referente a las normas indica que «los organismos policiales dispondrán de una serie de medios para un uso diferenciado de la fuerza y capacitarán a los funcionarios en su empleo»[125], y en su apartado «Uso de la fuerza y de las armas de fuego» señala que «se dispondrá de una serie de medios que permita un uso diferenciado de la fuerza. Todos los policías recibirán adiestramiento en el uso de los distintos medios para el uso diferenciado de la fuerza. Todos los policías recibirán adiestramiento en el uso de medios no violentos»[125]. La ONU invita a quienes forman parte de los diferentes cuerpos policiales a inscribirse en «programas de capacitación para mejorar sus conocimientos en materia de (...) defensa propia, uso de equipo protector, uso de instrumentos no letales (...) control de multitudes, solución de conflictos»[125], y a aprender a «usar escudos (...) cascos e instrumentos no letales»[125], así como «medios para el uso diferenciado de la fuerza»[125] y «armas incapacitantes no letales»[125]. De hecho, interpela a las personas con responsabilidades de gestión de los cuerpos policiales para que organicen «cursos de capacitación periódicos sobre (...) defensa personal, uso de equipo protector, uso de armas no letales, control de multitudes»[125], así como para que distribuyan entre sus agentes «instrumentos no letales (...), medios para el uso diferenciado de la fuerza»[125], del mismo modo que recomienda revisar periódicamente a cada agente para poder «evaluar constantemente su estado físico y mental y su capacidad para juzgar la necesidad y el uso de la fuerza y las armas de fuego»[125]. Por su parte, la Instrucción 12/2007 del Ministerio de Interior recuerda al personal integrante de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que «está terminantemente prohibida la utilización, durante la detención o en cualquier otro servicio policial, de armas que no estén incluidas 334

en los equipamientos oficiales (...) o cuya utilización no haya sido autorizada expresamente»[110]. Las herramientas policiales más elementales y comunes a los diferentes cuerpos de policía son los grilletes y la defensa reglamentaria (también portadas a su vez por el personal de vigilancia de seguridad privada), así como el arma de fuego (llevada en algunos casos también por escoltas privados y personal de seguridad privada que posea la correspondiente autorización y habilitación para ello). Por otro lado, los servicios auxiliares de seguridad (controladores de accesos, etc.) sin titulación de vigilante de seguridad, no portan estos elementos.

Los grilletes (elemento también conocido popularmente como esposas) son un artilugio diseñado para mantener unidas las muñecas de una persona, impidiéndole así conservar la plena libertad de movimientos de modo que no pueda llevar a cabo con facilidad determinadas actitudes violentas e incluso autolesivas. Tal como indican en su artículo 5.13 las Reglas de justicia penal de las Naciones Unidas para la policía de mantenimiento de la paz, «los instrumentos de coerción, como esposas y camisas de fuerza, no deberán utilizarse por más tiempo del necesario, y nunca como sanciones»[127]. Los grilletes son un elemento diseñado para garantizar la seguridad personal de quienes intervienen como agentes, de la

335

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

6.2.4.1. Grilletes

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

propia persona engrilletada o de terceras personas que pudieran ver su integridad física afectada. El Ministerio de Interior se encarga de recordar que «ha de descartarse (...) la consideración de las esposas, grilletes y lazos de seguridad como armas, por cuanto, aun tratándose de objetos peligrosos para la integridad física (...) de las personas (...) no son instrumentos agresivos en el sentido de ser susceptibles de producir daños físicos o de ser destinados para la defensa personal activa»[184].

6.2.4.2. Bastón policial El bastón policial (también conocido como defensa policial) básicamente consiste en un elemento de cuerpo alargado con un mango para su sujeción. Al igual que en el caso de los grilletes, existen muy diversos tipos de bastón policial que pueden resultar más o menos óptimos dependiendo de las necesidades operativas de cada circunstancia y situación. El Reglamento de Armas (RD 137/1993), en su artículo 5.1 expone que «queda prohibida la publicidad, compraventa, tenencia y uso, salvo por funcionarios especialmente habilitados, y de acuerdo con lo que dispongan las respectivas normas reglamentarias de: (...) las defensas eléctricas, de goma, tonfas o similares»[146]. El bastón policial más funcional y operativo es el que se denomina telescópico o extensible. Básicamente es una herramienta metálica longitudinal que puede portarse recogida de modo que ocupe poco espacio y está diseñada para ser rápida y fácilmente desplegada (mediante accionamiento mecánico o neumático) en caso de que fuera preciso hacer uso de ella en su posición más extendida. Presenta muchas y diversas ventajas respecto a las defensas convencionales de goma: por ejemplo, al llevarse plegada no entorpece la libertad de movimientos de quien la porta y –dado su reducido tamaño al estar cerrada– es idónea para unidades policiales de incógnito. Al ser metálica (y no blanda o semirrígida) no se deforma (es decir, 336

6.2.4.3. Arma de fuego El Reglamento de Armas (RD 137/1993), en su artículo 1.4, deja fuera de su ámbito de aplicación a las fuerzas armadas y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, indicando que «quedan excluidos del ámbito de aplicación de este reglamento y se regirán por la normativa especial dictada al efecto la adquisición, tenencia y uso de armas por las fuerzas armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad»[146], entendiéndose que el texto legal hace referencia a lo relativo al uso profesional, no al particular.

337

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

conserva su integridad en cualquier momento y situación, siendo capaz de soportar presiones de gran magnitud), lo que ofrece a quien la porta la posibilidad de llevar a cabo acciones adecuadas de control minimizando la abrasividad potencial en el momento de una reducción o detención.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

En el caso de los cuerpos estatales (Cuerpo Nacional de Policía [CNP] y Guardia Civil [GC]), cada unidad (ya sean unidades de patrullaje, servicios de escolta o integrantes de algún equipo especial como el Grupo Especial de Operaciones [GEO], etc.) recibirá de dotación las armas que las autoridades ministeriales competentes estimen oportuno, atendiendo a lo dispuesto en la normativa diseñada al efecto, como por ejemplo el RD 1484/1987, de 4 de diciembre[145]. Por otro lado, en el caso de los diferentes cuerpos de policía autonómica y policía local, se atenderá a lo dispuesto por las respectivas comunidades autónomas, en virtud de lo ya recogido en la Constitución española, concretamente en el artículo 148.1.22, donde se indica que «las comunidades autónomas podrán asumir competencias en la coordinación y demás facultades en relación con las policías locales»[32], y en el artículo 149.1.29, donde se menciona la posibilidad de «creación de policías por las comunidades autónomas en la forma que se establezca en los respectivos estatutos»[32], ambos casos siempre dentro de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que refuerza estas ideas en su artículo 39.b al indicar que «corresponde a las comunidades autónomas (...) establecer o propiciar la homologación de los distintos cuerpos de policías 338

339

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

locales, en materia de medios técnicos»[91], por lo que habrá que atenerse a lo dispuesto en los diferentes estatutos de autonomía, las legislaciones autonómicas de coordinación policial y –en su caso– los reglamentos marco relativos a la organización de cuerpos policiales. En relación al armamento de las policías autonómicas y policías locales, de acuerdo a todo lo aquí expuesto, tanto el nuevo modelo policial establecido en la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad[91] de 1986 como el posterior Reglamento de Armas[146] aprobado en 1993 conllevan implícita la superación de lo que disponía a este respecto el Real Decreto 740/1983, de 30 de marzo[144], que acabó por resultar anacrónico y quedar obsoleto a tenor de los desarrollos normativos y legislativos posteriores, aunque hasta la fecha no se haya recogido una derogación explícita del mismo. Ante la consulta realizada al respecto por una Subdelegación del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Andalucía, el propio Ministerio de Interior se pronunció a este respecto en su web señalando que «de acuerdo con lo dispuesto en la legislación estatal, el personal de la policía local, siempre que se encuentre en situación de servicio o disponible, estará autorizado como tal para poseer las armas que reciba como dotación reglamentaria»[184], así como que «será la legislación autonómica (...) la que fije el tipo de armas –dentro de las previamente homologadas por el Estado– (...) que pueden recibir como dotación reglamentaria para el ejercicio de sus funciones»[184]. Sería injusto no hacer referencia en este apartado, relativo al arma de fuego como herramienta policial, al Servicio de Vigilancia Aduanera, especializado en la persecución de delitos de contrabando en territorio español, incluyendo el espacio aéreo y las aguas de jurisdicción nacional. En virtud de lo que ya se dispuso en el Decreto 1002/1961, de 22 de junio (cuando aún se denominaba Servicio Especial de Vigilancia Fiscal), este colectivo posee la «condición legal de Resguardo Fiscal del Estado»[38] (de hecho, tiene adhesión al Ministerio de Hacienda), y sus agentes

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

poseen capacidad para «detener, registrar y aprehender»[38] naves sospechosas, haciendo uso legal de armamento, el cual dependerá de lo «aprobado por el Estado Mayor de la Armada»[38]. No en vano, de acuerdo a lo dispuesto en el RD 319/1982, de 12 de febrero, quienes integran este servicio «en el desempeño de su misión (...) tendrán el carácter de agentes de la autoridad»[143]. En lo que se refiere a la seguridad privada, el artículo 4 de la Ley 23/1992, de 30 de julio, indica en su apartado primero que «solamente se podrán utilizar las medidas reglamentadas y los medios materiales y técnicos homologados»[90], y en su apartado segundo que «el Ministerio del Interior determinará las características y finalidades de dichos medios materiales y técnicos»[90]. A este respecto, las empresas de seguridad privada deben acogerse a lo dispuesto en la Orden del Ministerio de Interior INT/318/2011, de 1 de febrero, sobre personal de seguridad privada[112]. Además, el RD 1628/2009, de 30 de octubre, modificó la Ley de Seguridad Privada para incluir como trabajos a realizar con arma de fuego, por parte de los servicios privados de seguridad, la prestación de labores de protección en «buques mercantes y buques pesqueros que naveguen bajo bandera española en aguas en las que exista grave riesgo para la seguridad de las personas o de los bienes, o para ambos»[149], para los cuales «los vigilantes de seguridad podrán portar y usar armas de guerra (...) previniendo y repeliendo ataques»[149], según queda la redacción respectiva de los artículos 81.1.c.9 y 86.4 de la Ley 23/1992, de 30 de julio. Para dar una completa cobertura legal a este hecho, el RD 1628/2009, de 30 de octubre, modifica a su vez el Reglamento de Armas (RD 137/1993, de 29 de enero), que en el artículo 6.3 de la sección V («Armas de guerra») dentro de su capítulo preliminar («Disposiciones generales») recoge que «el Gobierno (...) a propuesta conjunta de los Ministerios de Defensa e Interior, fijará por Orden Ministerial los términos y condiciones para la tenencia, control, utilización y, en su caso, adquisición, por parte de las empresas de seguridad privada, de armas de guerra»[146]. Esta Orden 340

Ministerial es la Orden PRE/2914/2009, de 30 de octubre, en cuyo apartado 6.3 recuerda que «los vigilantes de seguridad harán un uso limitado de este tipo de armas, que tendrá como único objeto la prevención y disuasión eficaz de posibles ataques, pudiendo ser utilizadas, en caso de necesidad, como medio de defensa para repeler agresiones armadas de forma adecuada y proporcional»[111]. El fundamento que sustenta la dotación de armas de fuego por parte de profesionales de la seguridad se refleja en el artículo 5.2.d de la Ley 2/1986, de 13 de marzo, que recuerda que quienes formen parte integrante de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad «solamente deberán utilizar las armas en situaciones en que exista un riesgo racionalmente grave para su vida, su integridad física o la de terceras personas, o en aquellas circunstancias que puedan suponer un grave riesgo para la seguridad ciudadana»[91].

Todas las personas que desempeñan su labor dentro del mundo de la seguridad deben contar con una formación y reciclaje permanente en materias relativas a los numerosos conocimientos relacionados con su profesión, una actualización que les permita estar siempre al día de las modificaciones que sufren permanentemente las leyes, así como adaptarse a la evolución natural de la sociedad en general y de su puesto de trabajo en particular (nuevos horizontes, evolución de competencias profesionales, cada día más campos a abarcar, etc.). Además, es imprescindible que realicen una revisión periódica de sus habilidades en el uso de la resolución no violenta de conflictos (mediación, negociación, etc.) y –por si ello no diera resultado o no fuera posible su aplicación– también en el empleo de la fuerza coercitiva. Esto se debe llevar a cabo mediante una formación continua y permanente 341

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

6.3. Conclusiones

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

que les permita adquirir y mantener las capacidades técnicas, tácticas, físicas y mentales necesarias para un uso profesional de la fuerza coactiva si fuera necesario. Aparte de esta formación, la totalidad de agentes debe contar en su dotación con una gama de medios modernos que permita un uso diferenciado de la fuerza, entendiendo por medios modernos los grilletes rígidos (renovación de los ejemplares de cadena), bastones rígidos extensibles y semirrígidos (renovación de aquellos bastones flexibles que aún queden), armas de fuego ligeras y semiautomáticas (renovación de aquellos modelos que aún pervivan y resulten pesados, poco operativos o menos funcionales), chalecos de protección balística con factor antitrauma, guantes anticorte y antipinchazo, etc. Evidentemente, se debe recibir detallado adiestramiento en el uso de dichos medios para poder alcanzar un óptimo grado de efectividad en el uso diferenciado de la fuerza, en fiel cumplimiento de lo dispuesto en la legislación vigente en relación al uso de las herramientas exclusivamente del modo para el cual fueron diseñadas y cuando se dé una situación de riesgo o necesidad que haga necesaria su utilización. La defensa personal policial, basándose en los conocimientos aportados por diferentes artes marciales, cubre de forma profesional las necesidades operativas de quienes se encargan de velar por el cumplimiento de las leyes. Las técnicas de reducción se configuran en la actualidad como un elemento imprescindible en el currículo marcial de todas las personas que integran las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (y, por extensión, los servicios de seguridad privada). El estudio sistemático y permanente de temáticas específicamente relacionadas con la defensa personal (tales como las técnicas de reducción no lesivas, incluyendo diferentes controles e inmovilizaciones, conducciones, engrilletamientos, etc.) les confiere una mayor capacidad para realizar más profesionalmente su labor, dota de un mayor grado de sutileza a sus habilidades y les otorga 342

Capítulo 6. Defensa personal y seguridad

un creciente nivel de autoestima y autoconfianza. La defensa personal policial ubica a quienes integran los diferentes cuerpos encargados de hacer cumplir la ley en la vanguardia de la seguridad ciudadana, modernizando al colectivo de agentes de policía de acuerdo a las nuevas y diferentes problemáticas que encuentran en el siglo xxi.

343

344

ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

AUTODEFENSA FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

CAPÍTULO 7.

Tras haber meditado en los capítulos anteriores acerca de los elementos multidisciplinares más relevantes que sirven de sustento a la defensa personal, se hace ahora posible el acercamiento a esta temática desde una perspectiva más amplia y sólida, que permite apreciar nuevas formas de entender principios y conceptos de gran importancia a la hora de abordar nuevos aprendizajes. Se han delimitado contenidos que pueden servir para inspirar reflexiones, obtener información (o provocar la búsqueda de esta) o configurar la teoría de programas formativos. Sin embargo, ser capaz de aprender está más allá del mero conocimiento y debe fundamentarse en realidades algo más complejas. A través de la práctica es posible llegar a desenvolverse eficazmente en una tarea motriz y adquirir competencia en aquellas habilidades relacionadas con la actividad física. Esto puede conllevar un complejo proceso de adaptación en el que no solo es importante recibir y asimilar contenidos procedentes del exterior, sino que resulta imprescindible detectar, observar, interpretar y utilizar las percepciones y sensaciones internas propias de cada aprendiz. Es decir, es necesario aclarar nuestras ideas acerca de cómo somos capaces de aprender. Por eso el presente capítulo ofrece alternativas válidas para el diseño de programas de forma345

Capítulo 7. Aprendizaje y defensa personal

APRENDIZAJE Y DEFENSA PERSONAL

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

ción, incidiendo especialmente en acciones de autorregistro que recojan detalles útiles acerca de nuestro proceso de aprendizaje y de la evaluación integral del mismo. Ello es algo que puede ser aprovechado tanto por docentes como por personas que deseen perfeccionar en solitario sus habilidades psicomotrices (más en concreto la defensa personal).

«(...) los comportamientos de inteligencia y los comportamientos de entendimiento se presentan como indisociables en la experiencia (...). La mente inicia su construcción a través de experiencias en carne viva»[59]. Joaquín García Carrasco

7.1. Implicaciones del autoaprendizaje en la autodefensa En primer lugar, es inevitable afirmar que ningún libro –por muy bueno que sea– podrá jamás superar a ningún equipo docente con la debida preparación y grado de compromiso. Esto se agrava cuando hablamos de defensa personal o cualquier aprendizaje motor: ¿podría Nadia Elena Comaneci haber llegado a alcanzar su legendario nivel en gimnasia artística si solamente hubiese tenido a su alcance libros o vídeos especializados?: desde luego que no.

346

Por eso, si hablamos de autoaprendizaje, a nivel de imagen bastante más capaces que los libros pueden ser los vídeos gracias a su potencial, ya que en muchos aspectos alcanzan a ser técnicamente más exhaustivos: planos en perfecta cámara lenta, pausa en movimientos donde sería naturalmente imposible detenerse, ángulos de visión inverosímiles que no dejen un rincón sin explorar, recreaciones con vistas de 360º o simulaciones digitales 347

Capítulo 7. Aprendizaje y defensa personal

La imagen anterior muestra un pequeño ejemplo de la dificultad que existe para interpretar acciones motrices desde las dos dimensiones que ofrece el papel, incluso a pesar de las flechas direccionales aclaratorias. Ante un ataque similar (mismo agarrón de hombro), a la izquierda se muestra un codazo frontal directo y a la derecha un codazo circular hacia el interior. Ambos son válidos, pero muy diferentes entre sí en su dinámica respectiva de ejecución. El primero va directamente al objetivo siguiendo una trayectoria recta (el camino más corto); el segundo describe una trayectoria circular desde fuera hacia dentro. Sin más imágenes que muestren una visión secuenciada de cada golpe (incluso aun disponiendo de dicha secuencia fotográfica desde diversos y diferentes planos y ángulos), aprender correctamente estas técnicas sin conocimientos previos resulta francamente complicado.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

en tres dimensiones que muestren de forma pedagógica el comportamiento de estructuras internas (como la musculatura o los posicionamientos oseoarticulares), entre otras ventajas. Burrhus Frederic Skinner afirmaba que «el maestro que pueda ser reemplazado por una máquina merece ser remplazado por ella»[15]. No obstante las nuevas tecnologías aplicadas a la enseñanza en general existen inicialmente para complementar la labor humana del profesorado, por lo que sería un error imperdonable no apoyarse en ellas, no aprovechar lo que se ha dado en conocer como didáctica tecnológica. Incluso cuando se aprende bajo la tutela de alguien, el estudio de materiales pedagógicos ha de ser nuestra compañía ineludible y permanente. Estos diferentes materiales pedagógicos cobran una relevancia cada vez mayor en todos los campos del aprendizaje, no siendo la defensa personal una excepción. Los recursos existentes hoy día ya son utilizados por el profesorado más visionario para complementar las explicaciones ofrecidas en sus clases, pero también para programar períodos en los que su alumnado no puede participar con asiduidad en sesiones presenciales (como, por ejemplo, la vía de aprendizaje a través de cursos periódicos, que desemboca en la necesidad de seguir entrenando entre cada evento sin la permanente presencia física de una figura docente). Asimismo, la explosión imparable de Internet pone a nuestro alcance contenidos explícitos de defensa personal con marcadas inclinaciones didácticas, por lo que cada día alrededor del mundo multitud de personas (incluso aquellas totalmente profanas en el tema) se acercan a estos contenidos con la intención de conocer nuevas técnicas o simplemente captar pequeños detalles que puedan enriquecer el repertorio que ya poseen. Seguir los consejos expuestos en este capítulo puede ayudarte a mejorar en tu aprendizaje diario, tanto si se trata de un entrenamiento compartido con más personas, como si pretendes evolucionar en solitario, así como si tienes alumnado a tu cargo y deseas orientarlos pedagógicamente en la búsqueda de su propia manera de hacer las cosas. 348

349

Capítulo 7. Aprendizaje y defensa personal

Estoy convencido de que acceder al aprendizaje únicamente a través de material didáctico pierde gran parte de efectividad en el momento en que es unidireccional y totalmente indiferente a las características individuales de cada aprendiz (aspecto al que solo puede responderse desde la interacción, aunque la barrera de la unidireccionalidad empieza a ser primitivamente sorteada gracias a las posibilidades que brinda la comunicación web). Aun así, está claro que dependiendo de la persona que pretenda acceder a los conocimientos, el aprendizaje será más viable o menos. Es evidente que no puede ser comparable la capacidad de asimilación de una persona que jamás practicó defensa personal y se acerca a estos contenidos teniendo como primeras referencias exclusivamente materiales didácticos, que la capacidad de asimilación que posee alguien con un nivel experto en determinadas áreas de la autodefensa y que se acerca a materiales pedagógicos de disciplinas afines a la suya. Por ejemplo, alguien con un elevado nivel de experiencia y conocimientos en alguna rama del ju-jutsu (por citar un estilo cualquiera) seguramente encontrará relativamente accesibles los contenidos audiovisuales que versen sobre líneas de ju-jutsu distintas a la suya, pero probablemente le resulte algo más complicado intentar asimilar a través de la misma vía conceptos técnicos de artes o estilos muy diferentes al suyo (como por ejemplo podrían ser wing chun kung fu, boxeo francés savate, etc.), e igualmente sucederá a la inversa. En el caso de los libros, es cierto que a la hora de reflejar secuencias motrices las restricciones son enormes, pues deben limitarse a dos dimensiones y al total estatismo de las fotografías. Pero, por otro lado, discrepo de quienes afirman que los libros son totalmente inútiles a la hora de abordar estos temas, ya que un libro es siempre una guía, una referencia y un punto de apoyo. Sin embargo, no basta comprarlo, pasarle la vista por encima y dejar después que se apolille en la estantería junto a nuestra colección de textos de artes marciales, porque entonces seguramente habremos perdido tiempo y dinero.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

«(...) porque no ha habido ni habrá viaje que tenga otro denominador común, un libro. Y no es leer, sino estudiar. Subrayar frases, ideas, palabras. Anotaciones en los márgenes que seguro algún día, cuando corresponda, serán revisadas. ¿Qué tendrá esto que ver con las artes marciales? —No lo sé. Ellas me lo dieron. ¿Cuántos libros habré podido leer por culpa de las Artes marciales?»[23]. Jorge Francisco Chillón Un libro (y cualquier material didáctico, en el formato en que se encuentre) se tiene que estudiar con detenimiento, profundizando, haciéndose preguntas, comparándolo con otros textos y materiales paralelos, con nuestra propia experiencia, contrastándolo, evaluándolo, debatiendo sobre él con otras personas aficionadas o entendidas... y, por supuesto, entrenando con alguien aquello que muestran sus contenidos (preferiblemente bajo la guía o asesoramiento de personas cuya formación esté contrastada y acreditada convenientemente). En definitiva, trabajándolo de forma exhaustiva y seria. Además, un libro no solo debería enseñarnos unas posturas y acciones físicas, puesto que la defensa personal va mucho más allá de lo físico, de lo meramente motriz. «Un guerrero aprovecha toda y cualquier oportunidad para enseñarse a sí mismo»[26]. Paulo Coelho Por todo lo expuesto, considero que el aprendizaje motor es relativamente posible a partir de material didáctico en general, especialmente a partir de vídeos o materiales interactivos –CD, DVD–, los cuales mejoran notoriamente a un libro en lo referente a la percepción motriz, ya que tienen la capacidad de reflejar movimiento; pero eso siempre dependerá de los conocimientos previos con los que llegue quien ejerce de aprendiz, de sus estructuras cognitivas y de la calidad de sus procesos de captación, 350

7.2. Confección de un programa pedagógico Cuando pretendemos llevar a cabo un aprendizaje totalmente autogestionado, debemos primero planificarlo de alguna forma, pero también hemos de hacer esto si –por ejemplo– tenemos responsabilidades docentes y pretendemos orientar a nuestro alumnado para que este entrene a solas cuando no pueda hacerlo bajo nuestra tutela. Esto cobra especial sentido en las acciones formativas sustentadas en cursos periódicos (separados en el tiempo) que aglutinan gran cantidad de horas lectivas cada edición. Es preferible plantear el aprendizaje desde el punto de vista de la constancia y la habitualidad –especialmente en etapas básicas–, de ahí lo positivo de estructurar una programación de entrenamiento permanente para el alumnado (por ejemplo, de dos 351

Capítulo 7. Aprendizaje y defensa personal

así como del talento y cuidado destinados a la confección de las obras por parte de quienes las idearon y diseñaron. De todos modos, cualquier logro motriz que se consiga a partir de los datos contenidos en un material didáctico, siempre debe ser testado mediante la práctica física continuada conjuntamente con otro ser humano (es difícil iniciarse en la natación permaneciendo siempre fuera del agua). Lo cual no es obstáculo para afirmar rotundamente que, una vez empezado el camino, buscar respuestas en las palabras y consejos de muchas y diferentes firmas marciales (y no marciales) es indispensable si queremos progresar en nuestro aprendizaje y crecimiento integral. Actualmente se pueden encontrar en el mercado magníficos textos (y obras audiovisuales) sobre defensa personal realizados en castellano, materiales cuyos contenidos están correctamente estructurados, cuyas explicaciones son precisas y cuyas páginas están debida y abundantemente ilustradas, ya sea con fotografías o con dibujos.

FUNDAMENTOS MULTIDISCIPLINARES Y AUTOGESTIÓN EN EL APRENDIZAJE

AUTODEFENSA ACERCAMIENTO A LAS CIENCIAS DE LA

horas al día), porque la asimilación y comprensión son más fáciles que si solamente se practica en conjuntos de sesiones intensas muy cargadas de trabajo puntual. Miguel Ángel Delgado Noguera participa en la defensa de esta idea asegurando que «en un principiante debemos pensar que una práctica distribuida produce unos efectos más positivos que una práctica masiva. Aquella se materializa en períodos cortos de trabajo y muchos descansos»[66]. Aunque es muy beneficioso llevar a cabo los aprendizajes de manera social (dentro de un grupo), es necesario desarrollar también la capacidad de trabajar en solitario y percatarse de que todas las personas aprendemos y evolucionamos de forma diferente. Lo ideal es confeccionar programas con la intención de que sean lo más personalizados posible, incluso aunque estén destinados a trabajarse conjuntamente por varios individuos. El hecho de que nadie aprenda igual que otra persona no implica que todos los aprendizajes o prácticas deban realizarse a solas (aunque habrá algunas ocasiones en que solo así deban llevarse a cabo). Esa individualización puede ser vivenciada a través de un trabajo no estrictamente individual que responda a una interacción. De hecho, es beneficioso ese aprendizaje socialmente compartido, aunque los objetivos de cada cual sean distintos. Lev Semiónovich Vygostky sostenía que en todo momento somos capaces de aprender ciertas cosas individualmente, pero que también tenemos la capacidad de aprender cooperando con otras personas, lo cual nos permite llegar a cotas más elevadas que a solas –sin ayuda de alguien– no podríamos alcanzar. Así estableció lo que bautizó como zona de desarrollo próximo. Este concepto básicamente representa teóricamente la diferencia de alcance que puede conseguir un aprendizaje compartido y basado en la interacción, respecto de un aprendizaje en solitario y fundamentado en la progresión desde el aislamiento. Diferenció dos umbrales teóricos de potencialidad de mejora, uno de los cuales indicaba lo que denominó nivel de desarrollo real de una persona (capacidad que tenemos de resolver individualmente un problema) y el otro señalaba lo que llamó nivel 352

tiempo=dificultad

A

dificultad

dificultad

de desarrollo potencial (capacidad total que tenemos de resolver un problema en compañía de otra persona o bajo la guía de alguien con más preparación), teniendo –lógicamente– el nivel de desarrollo potencial mayor alcance virtual que el nivel de desarrollo real.

tiempo>dificultad

B

l ve

ni ró ial llo p nc ro te esar al to po a de d l re ien n ve rim zo

ur ab

mo xi

dificultad

45º

135º

tiempo45º