20 EMPRENDEDORES PERUANOS

20 EMPRENDEDORES PERUANOS. Según Diario El Comercio: 1. ALBERTO BENAVIDES DE LA QUINTANA Pese a que contó innumerab

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20 EMPRENDEDORES PERUANOS. Según Diario El Comercio: 1. ALBERTO

BENAVIDES

DE

LA

QUINTANA

Pese a que contó innumerables veces cada detalle acerca de cómo acumuló su fortuna –valuada por Forbes en US$2 mil millones- Alberto Benavides de la Quintana solía decir que la minería, el motor que lo hizo rico, era una cuestión de suerte. Por eso bautizó a su empresa como Buenaventura, una palabra muy usada por las gitanas que leían las manos en la plaza San Martín. Pero si algún peruano quisiera disgregar la biografía de este geólogo, encontrará que la suerte se hace, o mejor dicho, la hace uno mismo: Benavides, hijo de un abogado de clase media, estudió ingeniería de minas en la UNI y luego una maestría en la Universidad de Harvard (EEUU), gracias a una beca que obtuvo con sus propios méritos. 2. ISAAC

LINDLEY

Era el más chico entre los cinco hombres de una familia de ocho hermanos y no estaba destinado a convertirse en la cabeza de Inca Kola. Isaac Lindley, a quien con el tiempo todos en su empresa llamaron míster, llegó a liderar a la única gaseosa que superó a Coca Cola en el mundo tras una serie de eventos desafortunados. Lo hizo porque fallecieron sus cuatro hermanos mayores y su primera misión fue salvar al pequeño emprendimiento familiar de la quiebra. Entonces, entre los años 40 y 50, Inca Kola era una gaseosa hecha en base a hierbaluisa que los Lindley habían creado tras varios intentos fallidos para dar con “la bebida de sabor nacional”.

La historia de Inca Kola comenzó en aquella época pero, para ser precisos, la primera vez que un Lindley fabricó una gaseosa en el Perú ocurrió en 1880, cuando el padre de Isaac, José Lindley, arribó a Lima en busca de un futuro mejor que el que proyectaba en su Londres natal. Detrás del éxito de Inca Kola no solo está el sabor, sirve aclararlo. El despegue que consiguió Isaac tuvo que ver con una serie de convenios vía franquicias para que la gaseosa pudiera venderse a escala nacional, además de numerosas innovaciones tecnológicas en años en que ello no importaba gran cosa al empresariado peruano. 3. ERASMO

WONG

Es muy probable que en 1942, cuando Erasmo Wong abrió su pequeña bodega en Miraflores, nadie se imaginaba que con ella nacería la cadena de supermercados más grande del país. Es muy probable que ni siquiera él lo imaginara. ¿Cuál es la fórmula para pasar de una bodega a una compañía que vale más de US$500 millones? Las crónicas que repasan la historia de Erasmo destacan una costumbre que comercialmente resultó ser exitosa: innovar, ir contra la corriente, contra lo que la mayoría creyó que era la estrategia correcta para crecer. Así, cuando todos se concentraron en los reducir los costos, Wong se concentró en el cliente y personalizó la atención cuando la tendencia apuntaba al autoservicio. Y cuando la recomendación fue reducir el tamaño de las tiendas, él las amplió. Su éxito tuvo la suficiente resonancia internacional como para que el grupo chileno Cencosud comprara la compañía, pero esa ya es otra historia. 4. MÁXIMO

SAN

ROMÁN

En un país en el que tener origen andino y ser pobre se convierte en una combinación fatal que complota contra salir adelante, Máximo San Román – cusqueño de Quispicanchis- optó por el único camino que le quedaba libre para surgir: estudiar. Primero, ingeniería mecánica en la UNI.

Y después una serie de pasantías y especializaciones en Norteamérica, Europa y Asia. Uno tras otro, todos fueron pasos cuesta arriba.Cuando era un estudiante de ingeniería tuvo que doblar fierros en la puerta de un taller de mecánica en Piñonate, barrio bravo frente a su universidad. Poco después fabricó su primera máquina, el molino picador, y desde entonces otras para la industria metal mecánica, agroindustrial, minera y para la panificación. A los 34 años, en plena carrera ascendente en el sector privado, decidió arriesgarse y fundar Nova, su fábrica insignia que hoy exporta equipos de panificación a Sudamérica y Norteamérica, y que emplea a cerca de 400 personas. Ingresó a la política y fue vicepresidente de Alberto Fujimori hasta 1992, año del famoso autogolpe, cuando se retiró. Su discurso suele tener un fuerte contenido social: “Tenemos que cambiar nosotros al país no esperar que el gobierno lo haga”. 5. JULIO

IKEDA

El patriarca de los Ikeda no nació en el Perú, pero sí demostró durante toda su vida que quería a este país mucho más que el promedio. Julio Ikeda (padre) llegó desde Japón a los 15 años, en 1927, y como la mayoría de los nipones que arribaron al Callao en aquella época, su primer trabajo fue de agricultor en el ‘Norte chico’. Comenzaba a tener relativo éxito como pequeño empresario cuando en 1944, producto de la II Guerra Mundial, el gobierno peruano lo deportó a Estados Unidos, junto a buena parte de la colonia japonesa en nuestro país. Pese a esa experiencia, decidió volver y fundar aquí San Fernando, el que hoy es el grupo más importante de la industria de alimentos a escala nacional.

Pasó de vender menos de 50 patos por mes a inicios de la década del 50 a más de un millón cuando comenzaba el 2000. Hoy el grupo San Fernando está a cargo de su hijo e inicia un ambicioso plan para consolidarse en la industria alimentaria del país. 6. La familia Añanos : kola Real 7. Astrid y Gaston Acurio dos emprendedores peruanos de la cocina como empresa son dos de los emprendedores peruanos que marcan una ruta para iniciar empresa con la variada cocina peruana. Gastón había abandonado sus estudios de derecho y Astrid los de medicina, cuando de pronto su pasión por la cocina y el destino se encargó de encontrarlos en Paris, mientras seguían ambos su formación como cocineros. Él, peruano, finalmente convence a la rubia alemana a ir al Perú a construir un restaurante, una familia, una vida, una historia de amor. Así, fundan Astrid & Gastón en 1994, apareciendo en escena como un restaurante de clara vocación francesa debido a la influencia marcada de su formación académica. Con el tiempo se van dando cuenta de que la rica variedad culinaria del Perú puede conducir

a emprendimientos empresariales muy lucrativos y como una manera de reivindicar y poner en valor una gastronomía que se les revelaba y sorprendía día a día.

El Orgullo de Gamarra Hablamos de Jorge Luis Salinas, quien creció en medio del emporio comercial de venta y confección de ropa más grande del país. Hizo sus primeros diseños con excedentes de telas e hilos de los talleres de su padre, Leonardo Salinas, quien llegó de Trujillo a Gamarra en 1959.

Creó su propia marca, Emporium, con la que ganó el Concurso Internacional de la Semana de la Moda Masculina Inter Jeans de la ciudad de Colonia (Alemania) en 1998, el más importante de Europa, frente a 1,600 participantes de 57 países. Con esta distinción inició una meteórica carrera como diseñador y empresario. Para ganar el concurso, Jorge Luis Salinas aplicó lo que estudió en el Philadelphia College of Textiles & Science, en los Estados Unidos, con los materiales que había en Gamarra. Probó diversas marcas de cierres, telas, y botones para saber con cuáles podía fabricar un producto que pudiera venderse en los mejores mercados.

La historia de Anypsa (web) Hermanos Torvisco.- con la visión de hacer crecer el mercado de las pinturas en Perú, los Torvisco fundaron una empresa denominada Anypsa. En sus inicios se estableció en una pequeña e improvisada oficina, espacio que más tarde albergaría a una compañía con un imparable desarrollo y que actualmente posee una plantilla laboral superior a los 280 trabajadores.

Es a través de estas historias como Perú se ha convertido en una nación que tiene la apertura para crear nuevos proyectos, desarrollar historias de éxito y posicionarse en el mapa de los emprendedores. La existencia de la fábrica de pinturas Anypsa fue producto de la tenacidad de Nemecio Torvisco, quien edificó junto a sus hermanos una compañía exitosa.

En la década de 1980 cuando Nemecio Torvisco comenzó vendiendo golosinas muy joven en la puerta del cine Riva Agüero, en El Agustino. A los catorce años empezó a trabajar en una carpintería y a ahorrar lo que ganaba. Uno de sus hermanos laboraba en una pequeña fábrica de pinturas y de pronto perdió el empleo. Poco después, este se inició en la venta de pinturas. Don Nemecio se unió a él en la tarea. Un día se reunió con sus hermanos y acordaron comprar un motor eléctrico con los ahorros que tenían, para poner una fábrica de pinturas. El motor lo adquirieron en la calle Pachitea, en el centro de Lima, y luego fueron al jirón de La Unión para que les hicieran el logo de su empresa. Así nació Anypsa, una empresa que se consolidó pese a que sus inicios fueron difíciles. Las operaciones y ventas de los hermanos Torvisco crecieron con los años y ahora tienen una moderna planta de pinturas de 45,000 metros cuadrados, en la que operan 280 trabajadores. También cuentan con una flota propia de 34 camiones de reparto. Ya habría planes de aumentar su producción y de exportar a Ecuador, Bolivia y Chile.

La Ibérica (web). Es una empresa fundada el 14 de agosto del 1909 por Juan Vidaurrazaga (padre). Se inició produciendo chocolate de taza. Actualmente fabrican muchas variedades de chocolates y hasta toffees. De acuerdo con el gerente general e hijo del creador, Juan Vidaurrazaga Zimmermann, la compañía ha sabido mantenerse debido a la calidad de sus productos. La historia de la empresa se inicia hace más de un siglo, cuando Juan Vidaurrázaga Menchaca, joven empresario español, es recibido por Arequipa y asociando la calidad del cacao peruano con las recetas europeas, decide fundar la Fábrica de Chocolates "La Ibérica", deleitando desde sus inicios el gusto de los exigentes consumidores locales

Tai Loy (web)

Es una empresa dedicada a la venta y distribución de artículos de oficina. Surgió de la mano de la familia Koc hace más de 40 años. Desde entonces ha crecido sostenidamente hasta diversificarse en nuevos formatos de venta y modernos canales para llegar a sus clientes. Esta compañía, que inició sus operaciones en el centro de Lima (cerca del Mercado Central), posee ahora más de 20 tiendas en la capital y se está expandiendo hacia las ciudades de provincias. El fundador, Jorge Koc, llegó de China al Perú. En 1965 la primera tienda vendía artículos muy diversos como peines, cuadernos y sorpresas para cumpleaños.

Renzo Costa. (web)

Esta es la historia de Marina Bustamante, dueña y gerente general de Renzo Costa, empresa especializada en artículos de cuero. Proveniente de una familia de escasos recursos de Barrios Altos, luchó muy duro para alcanzar el reconocimiento empresarial. Apenas acabó el colegio tuvo la idea de tener una empresa que le permitiera realizar sus creaciones. Ya casada, y a pesar de que Marina no contaba con una gran presupuesto, se aventuró a alquilar una tienda en una conocida galería del Jirón de la Unión y le puso el nombre de su hijo: Renzo Costa. Debido a la gran acogida que tuvo, contrató a personal y al poco tiempo compró un local en la cuadra 5 del mismo Jirón de la Unión. En la actualidad tiene más locales en diversos lugares del país.