[1988] SMITH, M. - Jesus, El Mago

COLECCIÓN ENIGMAS DEL CRISTIANISMO Jesús el mago Títulos publicados Jesús o el secreto mortal de los Templarios — R. A

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COLECCIÓN ENIGMAS DEL CRISTIANISMO

Jesús el mago

Títulos publicados Jesús o el secreto mortal de los Templarios — R. Ambelain El hombre que creó a Jesucristo — R. Ambelain El enigma sagrado — Baigent, Leigh y Lincoln La profecía de los papas — Fontbrune Los secretos del Gólgota — R. Ambelain Auge y caída de los Templarios — Alain Demurger A la sombra de los Templarios — R. Alarcón El secreto masónico — R. Ambelain El legado mesiánico — Baigent, Leigh y Lincoln El complot de Pascua — Hugh J. Schonfield Las Vírgenes negras — Ean Begg Jesús: ¿Mesías o Dios? — Hugh J. Schonfield El asesinato de los magos — Peter Partner El enigma de los milagros — D. Scott Rogo .

Si usted desea estar informado de nuestras publicaciones, sírvase remitirnos su nombre y dirección, o simplemente su tarjeta de visita, indicándonos los temas que sean de su interés. Ediciones Martínez Roca, S. A. Dep. Información Bibliográfica Gran Via, 774 08013 Barcelona

Morton Smith

Jesús el mago

Colección Enigmas del Cristianismo Ediciones Martínez Roca, S. A.

Traducción de Joseph M. Apfelbäume

Índice

Prefacio ............................................................................................ 9 1. Pruebas suprimidas y problemas perennes ........................... 13 2. El marco histórico ...................................................................... 20 3. Lo que dijeron los demás: pruebas en los evangelios ............... 35 4. Lo que dijeron los demás: pruebas fuera de los evangelios 63 5. Lo que los demás querían decir ............................................ 91 6. Las señales de un mago ....................................................... 106 7. Las pruebas de sus prácticas mágicas ....................................... 120 8. Lo que demuestran las pruebas ............................................. 173 Apéndice A. Los fariseos en los evangelios .................................... 189 Apéndice B. Jesús contra los profetas ....................................... 197 N o t as . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni la recopilación en un sistema informático, ni la transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, por registro o por otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de Ediciones Martínez Roca, S. A.

Capítulo 1 ....................................................................................... Capítulo 2 .......................................................................... Capítulo 3 ................................................................................... Capítulo 4 ...................................................................... Capítulo 5 .......................................................................... Capítulo 6 .......................................................................... Capítulo 7 ...................................................................... Capítulo 8 ...................................................................... Apéndice A ....................................................................... Apéndice B ..........................................................................

Título original: Jesus the magician, publicado por Victor Gollancz, Ltd., Gran Bretaña © 1978, 1985 by Morton Smith © 1988, Ediciones Martínez Roca, S. A. Gran Via, 774, 7.0, 08013 Barcelona ISBN 84-270-1193-8 Depósito legal B. 5.861-1988 Impreso por Diagrfic, S. A., Constitució, 19, 08014 Barcelona Impreso en España — Printed in Spain

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Catálogo de obras eruditas y ediciones citadas ............................ 253 Abreviaturas ............................................................................. 265

Prefacio

«Jesús el mago» fue la figura que vieron los más antiguos adversarios de Jesús; «Jesús, el Hijo de Dios» fue la figura que vieron aquella parte de sus seguidores que terminó por triunfar; el Jesús real fue el hombre cuyas palabras y acciones dieron origen a estas interpretaciones contradictorias. «Jesús, el Hijo de Dios» está reflejado en los evangelios; las obras que presentaban a «Jesús el mago» fueron destruidas en la antigüedad, después de que los cristianos se hicieran con el dominio del imperio romano. Conocemos las obras perdidas sólo por fragmentos y referencias, la mayor parte de las mismas en obras de autores cristianos. De ahí que los eruditos modernos, cuando se han propuesto descubrir al Jesús histórico existente detrás de las leyendas evangélicas, no hayan prestado atención, por lo general, a las pruebas sobre Jesús, el mago, y sólo hayan considerado como fuentes válidas los evangelios. Así pues, es comprensible que su trabajo haya resultado tendencioso. Este libro es un intento de corregir tal prejuicio reconstruyendo la imagen perdida a partir de los fragmentos que se han conservado y otro material relacionado con ellos, principalmente los papiros mágicos, que han sido generalmente ignorados por la erudición neotestamentaria. Comienza con un informe de la destrucción de las pruebas y los problemas que eso produjo (capítulo 1); se esboza el marco histórico de la vida de Jesús —los hechos que pueden demostrarse, incluso por los evangelios, con relativa credibilidad (capítulo 2)— y después se recogen las informaciones acerca de Jesús, el mago, de los mismos evangelios (capítulo 3) y de fuentes judías y paganas (capítulo 4). Los capítulos 5 y 6 exploran las implicaciones de estos informes —lo que significaba el término «mago» en el mundo antiguo— y se vuelven a examinar los evangelios en el capítulo 7 para poner de manifiesto que están de acuerdo con la imagen que se les opone. Estas evidencias indican el núcleo común del cual proceden ambos retratos legendarios: «Jesús el mago» y «Jesús, el Hijo de Dios». El capítulo 8 investiga las fuentes y las implicaciones del material de dicho núcleo. Este libro ha sido escrito con la confianza en que la investigación 9

avanzada sobre la vida y las enseñanzas de Jesús es una materia que concierne legítimamente, y es muy posible que interese, tanto a hombres y mujeres de toda condición, como a los profesionales de los estudios neotestamentarios. Mi intención de producir un texto capaz de interesar a ambos grupos de lectores ha hecho necesarias algunas concesiones a uno y otro grupo. La mayor parte de tales concesiones serán obvias y se justificarán por sí mismas, pero hay unas pocas que requieren un comentario aparte: se pueden encontrar referencias a las pruebas y a la discusión de los detalles en las «Notas», al final del texto de la obra, numeradas dentro de cada capítulo. Las obras se citan por su autor y por su título abreviado; los títulos completos se encontrarán en la «Bibliografía». Razones de economía nos han impedido la discusión de cuestiones colaterales, las revisiones del trabajo previo, etc. Al citar los evangelios sinópticos, la «p» tras el número del versículo se refiere a los paralelismos que tiene el texto único que se cita; éstos se podrán encontrar en cualquier «sinopsis» o «armonística» de los evangelios. Todo el material procedente de obras en idiomas extranjeros ha sido traducido, y yo mismo he hecho todas estas traducciones (excepto las del amárico y el egipcio antiguo, que incluye el demótico y el copto). Al hacerlo así no he abrigado la intención de ofrecer una traducción palabra por palabra del original, sino la de transmitir cuidadosamente el sentido de cada uno de los pasajes. En estas traducciones, los textos que figuran entre corchetes puntiagudos < >, corresponden a palabras añadidas para aclarar el texto, los encerrados entre corchetes [ ] a palabras que considero interpolaciones, y los paréntesis ( ), como de costumbre, se usan como signos de puntuación. No creo necesario mencionar las traducciones descuidadas de los eruditos primitivos, con mayor frecuencia Conybeare y Preisendanz. El uso de las mayúsculas en una obra como ésta presenta problemas peculiares. Por ejemplo, comparemos «un hijo de un dios (pagano)» con «el Hijo de Dios», el calificativo de Cristo. Se trata de convenciones, pero, antes de que este calificativo quedara fijado, algunos de los seguidores de Jesús creían que él era un hijo del Dios (judío), y él pudo pensar de sí mismo, o bien que era «un hijo de dios» (una frase aramea que significa «un dios») o bien «el Hijo» (una deidad que aparece en los papiros mágicos y que, desde ahora en adelante, pondremos con mayúscula para subrayar este concepto). Otras complicaciones aparecerán en el transcurso de la obra. En general, el uso de las mayúsculas se ha restringido al mínimo; sin embargo, de vez en cuando, las uso sin necesidad, para dar mayor énfasis; por ejemplo, «Nombre» lo escribo con mayúscula en la discusión acerca del Nombre de Dios en la magia. Cuando escribo «Ley» con mayúscula, suelo referirme a la Ley mosaica. Las citas, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, traducen los versículos según los textos hebreo y griego; a veces difieren un poco de los que nos son conocidos en nuestro propio idioma. Finalmente, una observación acerca de algunas fuentes: los evangelios fueron escritos durante el último cuarto del siglo I d. de C., pero los 10

conocemos principalmente por medio de manuscritos del siglo III d. de C y, posteriores. De un modo parecido, la mayor parte de los papiros mágicos son manuscritos que datan del siglo III d. de C. y posteriores, pero algunas de las obras que contienen se escribieron en la misma época que los evangelios, si no antes. Las referencias a Jesús que aparecen de vez en cuando en estos papiros no demuestran en absoluto un origen o una inspiración cristianos, del mismo modo que las citas de Aratus y el pseudo Epiménides de los Hechos (17, 28) y Tito (1, 12) tampoco demuestran nada.de estas obras, básicamente paganas. La idea de que la Vida de Apolonio de Filóstrato (otro texto del siglo III d. de C.) tomó Como modelo los evangelios, ha sido refutada por el estudio de Petzke, Traditionen, pp. 129-137. Debo dar las gracias a Harper & Row por su consentimiento en publicar un libro que intenta llenar el vacío entre la erudición y la literatura no especializada. En particular, los señores John Shopp y John Loudon han tenido una paciencia y una comprensión extraordinarias ante los retrasos y ampliaciones de detalles a los que ha dado lugar la investigación. El señor Levon Advoyan compuso y corrigió las pruebas del original; le debo mucho a su amabilidad y a su eficiencia. La mayor parte del primer borrador fue leída por los profesores H. D. Betz, James Robinson y un número de sus colegas y estudiantes del Instituto para la Antigüedad y el Cristianismo de la Escuela Universitaria de Claremont. El texto actual se ha beneficiado tanto de la amabilidad con que lo han considerado como de la franqueza de sus críticas; les doy mis más sinceras gracias, tanto por una como por la otra. Finalmente, ha sido un placer para mí el concluir la revisión de esta obra en el mismo lugar en que se escribió la Vida de Jesús, de Strauss, en el Convento Evangélico de la Universidad de Tübingen. Le doy las gracias a las autoridades de la Universidad y a las del Convento, y, especialmente, al profesor doctor Martin Hengel, decano de la Facultad de Teología, por SU generosa hospitalidad. MORTON SMITH

Tübingen Agosto, 1977