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• John Lobos Fernandez

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06/04/2010

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Número 170 - Abril 2010

DEP. LEGAL: VA - 94/1996 ISSN 1577-7480 MARCA REGISTRADA

Dirección

Avda. de Entrepinos, 12 Señorío de Entrepinos - SIMANCAS 47130 - VALLADOLID • Telf. 983 59 18 84 Página Web: http://www.trainingfutbol.com E-mail revista: [email protected] E-mail director: [email protected]

DIRECTOR JESÐS CUADRADO PINO COMITÉ TÉCNICO V¸CTOR FERN˘NDEZ BRAULIO BENITO FLORO SANZ JUAN MANUEL LILLO D¸EZ FERNANDO V˘ZQUEZ PENA JORGE D´ALESSANDRO DI NINNO MIKEL ETXARRI SASIAIN JESÐS CUADRADO PINO FERNANDO NAVARRO VALDIVIELSO ANTONIO RAYA PUGNAIRE MANUEL FERN˘NDEZ POMBO JUAN JOSÉ GARC¸A LAVERA ANTONIO GALINDO RINCŁN CIPRIANO ROMERO CEREZO MANUEL LŁPEZ LŁPEZ JOSÉ CARRASCOSA OLTRA Dr. PEDRO GUILLÉN GARC¸A Dr. RICARDO JIMÉNEZ MANGAS JESÐS OREJUELA RODR¸GUEZ ALFONSO M. VARAS GARC¸A TRADUCTOR-INTÉRPRETE FRANCISCO JAVIER YEPES GONZ˘LEZ

EDITA : JECUPI MAQUETACIÓN : TRAINING FÚTBOL IMPRESIÓN : INDIPRESS PUBLICIDAD : TRAINING FÚTBOL, departamento propio

Prohibido cualquier tipo de reproducción total o parcial de los textos sin la autorización expresa y escrita del editor. 3

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PUBLICACIÓN DE EXCLUSIVO CARÁCTER TÉCNICO QUE SE EDITA CON PERIODICIDAD MENSUAL

Trata todos los temas relacionados con la metodología del entrenamiento en el Fútbol: Preparación Física Preparación Técnica Preparación Táctica Preparación Psicológica Metodología y Organización Tests de Evaluación del Entrenamiento Biomecánica Aprendizaje Motor Pedagogía Aplicada Fisiología del Esfuerzo Físico Medicina Deportiva Dietética…

En cada uno de los números presentamos artículos actualizados de prestigiosos técnicos relacionados directamente con los temas a tratar, tanto nacionales como extranjeros. Nuestra pretensión es servir de "vehículo de apoyo" en el reciclaje técnico para entrenadores, preparadores físicos, médicos del deporte, técnicos de fútbol en general, estudiantes de los diversos niveles para entrenadores, futbolistas y aquellos aficionados que sientan la belleza de este deporte y que quieran comprenderle mejor.

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SU M A R I O Número 170 Abril 2010

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Hablamos de fútbol con… José Rojo Martín “Pacheta”. Dirección deportiva y captación de jugadores.

Fútbol: la preparación física en el entrenamiento sistémico. Juan Luis Martínez García.

Entrenar en Estados Unidos. Juan Salvadores Canedo.

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Firma invitada.

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Tarea de entrenamiento: “Comodines y paredes”

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Contenido de nuestro próximo número.

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Entrenador Nacional de Fútbol (Nivel III). Máster Profesional en Fútbol. Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol (CESFÚTBOL). Especialista en Alto Rendimiento Deportivo por la Universidad Autónoma de Madrid. Máster en A. R. D. por el C. O. E. Técnico Deportivo Superior. Director y Profesor del Máster Profesional en Fútbol para Entrenadores Nacionales (CESFÚTBOL).

La demagogia no sabe competir bazas y van a tope”. En caso de que el contrario esté Es un hecho irrefutable que en el ámbito ubicado sobre la mitad clasificatoria, la parrafada del fútbol profesional crece desmesuradamente el es: “vamos a jugar un partido súper difícil, ya que el continente y disminuye, en la misma proporción, el equipo rival no tiene problemas y jugará sin tensión, contenido. La parafernalia, los análisis banales lo que hace que su juego sea muy preciso”. y la farándula lo ocupan casi todo. El juego, el Afortunadamente no todos los entrenadores utientrenamiento y la planificación deportiva parecen lizan esta verborrea insulsa, aunque sí lo hacen desaparecidos. Los partidos constituyen una mera muchos. excusa para montar el circo. Los entrenamientos son, en muchos casos, rutinas que cumplen un La demagogia de la simpleza, o sea, las papel secundario. Lo básico se convierte en intrasboberías y necedades que se dicen con una cendente. Lo intrascendente se convierte en imporabsoluta falta de inteligencia, abunda por doquier. tante. En estas estamos, cuando aparece en escena En vez de razonar situaciones sobre el entrenaotro elemento que está en boga: la demagogia. miento el juego y el rendimiento en competición, Aparte de su significado estricto como “práctica se sueltan despropósitos que nada política que puede manifestarse en tienen que ver con la realidad futun discurso con el fin de agradar o Lo básico se bolística de los equipos. Cuando un exaltar a las masas con medios poco convierte en equipo pierde partido tras partido, lícitos”, empleamos este término, muchos dicen que lo que hace falta es demagogia, para referirnos a manifesintrascendente. una victoria para coger confianza. taciones vacías de contenido. Dentro del entorno futbolero, personalmente Lo intrascendente Confunden el objetivo (la victoria) con uno de los medios para conseobservo dos tipos de este hábito: la se convierte en guirlo (la confianza). Esta imbecidemagogia de la coartada y la demaimportante lidad se puede rebatir fácilmente gogia de la simpleza. preguntando: ¿Si necesitan ganar para coger confianza, cómo van a conseguir esa La demagogia de la coartada, o sea, la anhelada victoria sin tener confianza? De igual parrafada que se esgrime como pretexto forma, estos equipos perdedores habituales suelen o disculpa, se emplea abundantemente por apelar a zarandajas como: conjurarse, ganar como entrenadores, futbolistas y directivos. Un ejemplo sea, apretar los dientes. Ignoran que se trata de claro de ello lo encontramos en muchas de las aprovechar al máximo los recursos de que se declaraciones de los técnicos ante cada partido. Si dispone para ser eficaz en el juego. Se trata, en defijuegan contra un equipo que está en lo alto de la nitiva, de jugar bien. Aunque muchos rebatirán tabla, manifiestan: “el partido es muy difícil porque esto último al seguir pensando que jugar bien es, nos enfrentamos a un magnífico equipo, sólo basta por ejemplo, hacer un bonito regate en el área con mirar la tabla para darse cuenta de su propio. extraordinario potencial”. Cuando el rival se encuentra al final de la clasificación, suelen realizarse expresiones como esta: “se trata de un encuentro muy complicado porque los contrarios se juegan mucho, ya que se están apurando sus últimas [email protected]

e d i t o r i a l

Jesús Cuadrado Pino DIRECTOR

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Conversaciones sobre fútbol

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Pacheta: Lo fundamental es interpretar rápidamente cada una de las situaciones del juego para actuar ante ellas de la mejor forma posible para mi equipo

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Hablamos de fútbol con… José Rojo Martín “Pacheta” Dirección deportiva y captación de jugadores José Rojo Martín “Pacheta”. Entrenador Nacional de Fútbol Director Deportivo del C. D. Numancia de Soria.

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Cuadrado: El director deportivo debe fichar y el entrenador debe entrenar

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Jesús Cuadrado Pino. Entrenador Nacional de Fútbol. Máster Profesional en Fútbol y Máster en Alto Rendimiento Deportivo. Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol (CESFÚTBOL). Director de TRAINING FÚTBOL. Director y Profesor del Máster Profesional en Fútbol (CESFÚTBOL).

Damos un pequeño giro a nuestras conversaciones futbolísticas mensuales, para tratar un tema que para mí es fundamental en los aspectos deportivo y económico de los clubes: la dirección deportiva. Es esencial contar con un verdadero profesional en el desarrollo de esta labor. Considero que debe ser un entrenador titulado, pero que aparte de este que requisito, que podríamos llamar formal o administrativo, debe reunir los otros dos requisitos absolutamente esenciales: el personal y el técnico. El personal para actuar con un comportamiento adecuado a cada circunstancia y el técnico para ejecutar con eficacia sus funciones profesionales en base a sus conocimientos. José Rojo Martín, más conocido dentro del fútbol como “Pacheta”, reúne sobradamente los requisitos citados: es Entrenador Nacional, siempre actúa de forma cabal y posee altos conocimientos de los jugadores y del juego. Es una garantía en su cargo y lo lleva demostrando varios años al frente de la Dirección Deportiva del Numancia, sacando el máximo rendimiento al presupuesto y a las peculiaridades del equipo de Soria. Los conceptos sobre Dirección Deportiva que ahora nos aporta este gran profesional, son muy provechosos para todos. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING FÚTBOL) 8

Cuadrado.- En los clubes de fútbol profesionales existen, por clasificarlo de alguna manera, tres formas de actuar respecto a la confección de las plantillas y a la orientación del trabajo del entrenador: entrenadores que no intervienen para nada en los fichajes, entrenadores que intervienen en parte de los fichajes y entrenadores que deciden totalmente sobre la contratación de jugadores. Debido a las variadas circunstancias en las que se mueven los clubes y la contratación de los técnicos, los entrenadores desarrollan su trabajo de una u otra forma, dentro de las que he citado. Desde tu punto de vista, pero principalmente, desde tu posición como Director Deportivo, ¿cómo crees que debe plantearse esta cuestión desde el club al entrenador que se contrata? Pacheta.- Si existe, que no en todos los clubes existe nuestro puesto de trabajo como Directores Deportivos, creo que la escala de jerarquía debe quedar clara. Lo que también quiero manifestar es que en todos los equipos, en todos los modelos, cabe cualquier cosa. En la práctica

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podemos comprobar que funcionan los tres modelos. Entrenador que decide todo, entrenador que no decide y entrenador que decide a medias. Todo cabe. Por encima de este planteamiento inicial, yo creo en el diálogo, como en todo lo que rodea mi vida. Creo en el diálogo ante todas las situaciones. En cualquier actividad, considero que la imposición es mala. Si intento negociar con mis hijos, como no voy a intentar negociar con mi presidente y con mi consejero delegado. Las imposiciones son para otras épocas. Todos tenemos nuestra responsabilidad desde nuestro puesto.

C.- En algunos clubes se da la circunstancia de que el entrenador es también el director deportivo. Dentro de las posibilidades económicas del club, esto permite al técnico fichar jugadores que se ajusten a las variantes tácticas que se van a plantear y entrenar. Pero, por otra parte, despista al entrenador de sus verdaderas funciones: dirección técnica de la plantilla y desarrollo del entrenamiento. Le quita tiempo para ello. Considero difícil desarrollar con eficacia las dos funciones cuando se ejecutan de forma simultánea. Creo que deben existir el director deportivo y el entrenador, como figuras esenciales con misiones distintas, aunque deben estar ajustadas a buscar un objetivo común. Las dos misiones han de coordinarse adecuadamente, aunque cada profesional debe ser responsable de su parcela. P.- Me alegra que este análisis lo hagas tú, siendo entrenador. Si existen estos diferentes puestos de trabajo es porque hay que desarrollar una gran actividad que no puede atender sólo una persona. Ese dibujo u organigrama es necesario. Quizás hace bastantes años podía desarrollarlo todo una persona, pero ahora es muy difícil, hay que atender a muchos aspectos y actividades. Como responsable de un club, no me gustaría que mi entrenador estuviese preocupado, antes de un partido, por fichar en los próximos días a un jugador o a varios jugadores. Tiene que estar centrado en ese partido inmediato que el equipo va a disputar. El fútbol acarrea demasiado trabajo y demasiadas preocupaciones como para que un solo profesional sea capaz de afrontar todas con éxito.

C.- Es un problema de planteamientos. Creo que el director deportivo es el que tiene que mantener la filosofía deportiva del club, tratar de que el estilo y la identidad tengan continuidad. Por ejemplo, considero que los fichajes de todos los jugadores corresponden exclusivamente al director deportivo, aunque en algunos casos

pueda consultarlos con el entrenador. La labor prioritaria del entrenador es entrenar y, partiendo de conocer bien el juego en todos sus parámetros y principios fundamentales, tiene que manejar bien todas las variantes tácticas para aplicar unas u otras en relación a los jugadores de que dispone. El director deportivo debe fichar y el entrenador debe entrenar. P.- Es muy complejo llevar un grupo de veinticinco personas. Eso conlleva un grandísimo desgaste. Hay que organizar tareas, diseñar y ejecutar toda la metodología de trabajo, tener el control de los jugadores, clasificar los ciclos de entrenamiento, preparar y ejecutar cada sesión, planificar cada partido, escoger alineaciones y sus alternativas, orientar cada partido con sus modificaciones… Demasiadas tareas las del entrenador, como para que éste tenga que sumar a ellas las diversas actividades y responsabilidades propias del director deportivo, que también son muchas. Además, el director deportivo puede estar un cierto tiempo sin que el club tenga entrenador, y las decisiones las tiene que tomar él. No obstante, si hay entrenador, hay que consultarle las cosas. Claro que sí. Como antes he comentado, creo en el diálogo. Aunque, como tú, creo en esa diferenciación de roles. Cada uno tiene sus propias responsabilidades, debidamente engarzadas en el objetivo común y con un diálogo que siempre es bueno.

C.- Para no divagar y para centrarnos en lo concreto respecto a esta cuestión, te planteo un criterio mío en el que creo firmemente: no comprendo a todos aquellos entrenadores que cuando llegan a un club dicen que necesitan una serie de jugadores, solicitan el fichaje de nombres concretos. Porque, para mí, como dice Santiago Coca, la labor fundamental del entrenador es entrenar. P.- Estoy de acuerdo en eso, no tengo duda alguna. No creo en los entrenadores que exigen nombres. Sí creo en los entrenadores que conocen bien la plantilla y te plantean los fichajes de algunos puestos concretos con unas características concretas. Si se puede acceder los jugadores con esas características que pide el entrenador y el director deportivo considera que verdaderamente son necesarios, hay que intentar incorporarlos al equipo. El director deportivo tiene que ir de la misma mano que el entrenador. Si el entrenador pide, por ejemplo, un lateral derecho de carácter ofensivo, hay que traerle un jugador de esas características y no de otras distintas. Por eso creo en el diálogo. Lo que hay que evitar son los conflictos que pueden surgir en el día a día por el fichaje de un jugador. 9

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Cuadrado: Hay que fichar al

entrenador que sabe, no al más mediático

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C.- El problema es que en la práctica, hasta ahora (ojalá cambie), cuando los clubes profesionales de fútbol se plantean contratar a un entrenador, no ponen sobre la mesa su capacidad para entrenar basada en su conocimiento del juego, en su metodología de entrenamiento y su pericia en la dirección de equipo. Sorprendentemente valoran situaciones alejadas del juego y del entrenamiento. Se valora quien es su representante, su afinidad con los medios de comunicación, si es amigo de algún directivo… Es absolutamente esencial el fichaje del entrenador, y debe hacerse con coherencia y con parámetros profesionales de verdad. Hay que fichar al entrenador que sabe, no al más mediático. P.- Así es y así debería de ser en todos los casos. Ocurre en la práctica que se suele tener información plena de una gran cantidad de jugadores de todos los puestos y nacionalidades y, sin embargo, creo que nos falta buena información sobre muchos entrenadores y sus capacidades. Debemos indagar mucho más en este tipo de información. De la misma forma que tenemos la información exhaustiva de los jugadores, debemos tenerla de los entrenadores.

C.- Respecto a la elección de sus colaboradores, a la formación de su equipo técnico de trabajo, estimo que el entrenador ha de hacerla en colaboración con el director deportivo del club. Por una parte, el entrenador ha de tener con él a técnicos de su confianza, con una manera de pensar análoga respecto a la orientación del trabajo. Por otra parte, el club ha de tener en su nómina a técnicos que lleven tiempo desarrollando una reconocida labor. La formación del cuerpo técnico debe realizarse con un buen entendimiento entre el director deportivo y el entrenador. Creo. P.- Yo hablo mucho de “la soledad del entrenador”. Hay que cuidar mucho este aspecto. El entrenador es una pieza clave y debe estar bien adaptado en el club y en el lugar en que se encuentre. El director deportivo, con el presidente y con el consejo de administración, decide la contratación 10

de un entrenador concreto. Pero nunca hemos de olvidar que este entrenador será “el director de la orquesta” y por muy buena que sea la orquesta, si su director es malo, sonará mal. Entones, tenemos que cuidar mucho al entrenador. Si el entrenador pone la condición de que tiene que venir con alguien, tenemos que valorarlo y acceder a ello. El club puede tener buenos técnicos profesionales en los diferentes cometidos, pero también debemos escuchar al entrenador y facilitarle su trabajo desde el inicio. Gran parte del éxito dependerá de esto. Si el entrenador ha insistido mucho en traer a una persona con él y no se lo permitimos, empezamos a equivocarnos. En principio, le estamos dejando solo para tratar con todos los estamentos técnicos y directivos del club. Hay que evitar, en lo imposible, que el entrenador esté solo, hay que evitar esa “soledad del entrenador”.

C.- A la hora de elegir a un jugador han de valorarse diversos aspectos que tienen que ver con lo que puede aportar al equipo. Hay que valorar su técnica, su capacidad táctica, su condición física específica, su predisposición al trabajo, su inteligencia… En tu caso, ¿qué aspecto te parece más relevante para seleccionar a un futbolista? P.- Hemos de partir de las posibilidades y características del club en el que estemos. En el caso de mi actual club, podemos estar siguiendo a un futbolista y en el momento en que se presenta la ocasión para poder incorporarlo aparece otro club que puede pagar más que tú. Porque, al final, todos queremos a los buenos. Y los buenos se van a los equipos que más les pagan. El Numancia es un club modesto en el aspecto económico, tanto en Primera como es Segunda, aunque somos grandes en

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organización e ilusión. Nuestra poca disposición económica, comparada con la que tienen nuestros rivales, nos obliga a tener información completa de todos los jugadores, absolutamente de todos. Porque al final, al jugador que fichas es más porque te aparece que porque tú puedas ir directamente a por él. No es una incongruencia, es una realidad. Por ejemplo, puedo estar siguiendo a un buen jugador del Salamanca que va a quedar libre, y cuando voy a ficharle aparece el Hércules y se le lleva porque le puede dar tres veces más que lo que podemos darle nosotros. ¿Qué es lo que se valora en un jugador? Lo primero es que tiene que ser un buen futbolista y, a partir de ahí, buscas características que sean distintas al otro que ya tienes en ese mismo puesto. Yo creo en las plantillas de 21 futbolistas, o de 22 como máximo. No creo en plantillas más amplias, porque estaría cerrando el paso a jugadores en formación dentro del propio club, y creo mucho en la formación y progresión de los jugadores que tienes en el fútbol base. No creo en las plantillas de 25 jugadores para ningún club, ni siquiera para el Madrid y el Barcelona, por ejemplo. Porque al final tengo que llevar 18 citados a cada partido y con los siete que no salen inicialmente más los otros siete que dejo en casa, tengo a más de la mitad de la plantilla con mala predisposición. Mejor plantillas cortas y bien estructuradas. En muchos casos soy capaz, y esto se ha demostrado, de sacrificar la calidad futbolística en favor de la calidad humana. Creo en los vestuarios poderosos, en el poder del grupo. Creo en muchas cosas positivas que no son las individualidades. A veces, las grandes individualidades no dan un gran grupo. Sí es cierto que, como punto de partida, cuanta más calidad individual tengas, más posibilidades tienes de éxito; pero muchas veces debe sacrificarse cierta parte de la individualidad en favor del poderío del grupo.

C.- Considero que para la incorporación de futbolistas a cualquier equipo, en general, deben tenerse en cuenta dos requisitos: jugadores de la cantera que han demostrado talento y jugadores de fuera que pueden mejorar lo que ya se tiene en plantilla. P.- Sin duda alguna, tenemos que valorar mucho el fútbol base. También debemos partir de contratar a un entrenador que sea capaz de otorgar opciones de jugar a los futbolistas que demuestren una buena progresión partiendo la base. Si yo condiciono la primera plantilla porque tengo dos jugadores de abajo que están empujando, y resulta que el entrenador del primer equipo nunca cuenta con ellos, y cuando les necesita en un determinado puesto porque tiene bajas, en vez de contar con ellos pone a otro jugador del primer equipo aunque no sea especialista en el puesto, entonces, estamos planificando mal. Porque si desde el principio sabemos

que no se va a contar con los jugadores del filial, en vez de hacer corta la primera plantilla, la tendré que reforzar con más jugadores para prever los casos de bajas que puedan producirse por diversas causas. Es absolutamente fundamental la coordinación entre lo que viene de abajo y los futbolistas profesionales que fichamos. Los jugadores que hayamos decidido incorporar tienen que ser mejores que los que tenemos empujando abajo. No tiene sentido incorporar a jugadores que no superen con claridad lo que ya tengo.

C.- Se dice mucho que los jugadores no pueden adaptarse a cualquier sistema, aunque en realidad quieren decir a cualquier formación. Considero que lo que no pueden es adaptarse a cualquier puesto, que es otra cosa muy diferente. Con algunos matices distintos, en función de cada jugador y de cada formación, cada puesto tiene unas misiones específicas. Los jugadores desarrollan el juego desde su puesto y con referencia a él. Es fácil jugar en el mismo puesto aunque en formaciones distintas, lo difícil jugar en puestos diferentes al de las características de cada uno. Aunque ya sabemos que hay jugadores polivalentes y puestos que son similares en su dinámica de juego. P.- Por encima de todo esto, yo creo firmemente en la interpretación del juego por parte del jugador. Independientemente de que juegue en la línea de atrás con cuatro, con tres o con cinco, lo fundamental es el comportamiento de estos jugadores ante cada situación que se les plantee durante el desarrollo del juego. Lo mismo podríamos decir de las demás líneas del equipo e incluso de cada jugador en particular. Lo fundamental es interpretar rápidamente cada una de las situaciones del juego 11

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demás, se lo reconocerán los propios compañeros. Se sentirán estrellas porque el propio vestuario les reconocerá como tal. Si se trata a las estrellas de forma distinta en cuanto al comportamiento diario y las prebendas, lo que resultará es un agravio comparativo que perjudicará seriamente al grupo. A los cracks debemos tratarles con la misma firmeza y la misma dulzura que a los demás. En muchos vestuarios que he estado como jugador, he tenido compañeros con cierta vitola de figura por haber jugado Campeonatos del Mundo y haber destacado en grandes competiciones internacionales, y generalmente han sido muy humildes. Es gente con un mismo trato que los demás. Si luego tienen rarezas, éstas no tienen que ver con su estatus de estrella.

para actuar ante ellas de la mejor forma posible para mi equipo. Cada jugador debe actuar en cada instante de la forma más conveniente, tomando la decisión adecuada y ejecutando bien, en la posición que esté en ese momento. También debe actuar muchas veces alejado del que es su puesto en el equipo. Si, por ejemplo, lo que más conviene en un determinado momento es temporizar, debo saberlo y hacerlo así. Se trata de la lectura, la interpretación, del juego. Aparte de las misiones básicas de cada puesto, el jugador tiene que aprender, de verdad, a jugar al fútbol. No se trata sólo de ejecutar aquello que les mandan y dominan desde su puesto, tienen que ser capaces de pensar y desarrollar más cosas que pueden aportar y que parten del pleno conocimiento del juego.

C.- En fútbol circula por ahí un tópico, aparte de otros muchos, por el que se dice que cuantos mejores jugadores tenga un equipo, cuantos más considerados “estrellas” tenga en su plantilla, más difícil resulta entrenarle. Se manifiesta que cuanto más “grande” sea un equipo, más complicado le resulta al técnico su labor. Personalmente creo que es al revés. Creo que organizándose bien, y con ideas claras, es mejor tener excelentes jugadores. Cuanto mejores sean, todo resultará mucho mejor. Me parece una evidencia que muchos no comparten. P.- Los que llevamos mucho tiempo en vestuarios sabemos que todos los jugadores, sean o no sean considerados estrellas, lo que necesitan es claridad. Claridad en todo y facilidad en todo. Aunque se trate de una estrella, hay que tratarle como uno más. Y él debe sentirse como uno más. Si sobre el campo se comporta como un magnífico jugador, capaz de aportar más cosas que los 12

C.- Yo muchas veces digo que el dueño de la táctica es el jugador y el dueño del entrenamiento de la táctica es el entrenador. El entrenador tiene que facilitar la toma de decisiones del jugador, porque la verdadera táctica es la capacidad del jugador para tomar decisiones durante el juego. En definitiva, lo que hay que hacer es enriquecer al jugador en su toma de decisiones, por medio del entrenamiento, para que juegue mejor. P.- Se puede expresar de mil maneras, pero este planteamiento me parece totalmente acertado. Yo pienso así desde hace mucho tiempo, y creo que esta debe ser la línea de trabajo. Como entrenador, tienes que enriquecer la toma de decisiones de tus futbolistas, por medio del entrenamiento debes ayudar a que los jugadores sean capaces de elegir la mejor solución de entre las muchas que se les pueden presentar en cada situación de juego. ¿Cómo soy capaz de ayudar a que la toma del jugador sea la más acertada?: exponiéndole, en el entrenamiento, a las situaciones que yo crea conveniente para que actúe ente ellas, para que elija bien.

C.- La organización del equipo ha de establecerse con el objetivo de que los jugadores puedan ofrecer sus mejores capacidades. Todas las variantes tácticas, planteadas y entrenadas, tienen el objetivo de que los futbolistas rindan al máximo en función de sus características. Teniendo siempre en cuenta que el rendimiento de cada equipo no resulta de la suma de las partes sino de su coordinación. P.- Las grandes individualidades pueden mejorar al equipo, pero siempre hay que buscar el rendimiento como conjunto. Si tengo, por ejemplo, tres grandes jugadores que son excepcionales en el uno contra y con espacios largos, lo que debo hacer

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Pacheta: Las aptitudes de cada

jugador están condicionadas por las del compañero de al lado

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es potenciar esas individualidades, con mi manera de jugar, para que esos tres jugadores saquen de verdad a flote sus grandes virtudes. Si son grandes jugadores con muchos espacios, lo que haremos es trabajar colectivamente para que tengan esos espacios y para que los aprovechen bien. Tendremos que jugar más atrás para emplear posteriormente los espacios que nos deje el equipo rival. Si con tus planteamientos y tus tareas de entrenamiento convences a todo el equipo de que eso es lo más conveniente y ven que funciona, te has ganado todo el crédito del grupo. Resulta que les has demostrado lo que vamos a hacer, y también les has demostrado cómo hacerlo y porqué tenemos que hacerlo.

C.- Circula por ahí, de forma abundante, la frase de que no se puede hablar de fútbol sin hablar de jugadores. Lo considero otro de los tópicos que resultan de lo que uno dice, muchos repiten y después todos admiten como cierto sin analizarlo. Claro que se puede hablar de fútbol, se puede hablar del juego del fútbol, sin tener en cuenta a jugadores concretos. Cada puesto tiene unas connotaciones y unas misiones que deben cumplirse, aunque cada jugador las desarrolle de distinta manera en función de sus características físico-técnico-tácticas. Existen obligaciones y aspectos básicos de cada puesto independientemente del jugador que los ocupe, y después existen variables del puesto ejecutadas por las características del jugador. Por tanto, se puede hablar del juego sin tener en cuenta al jugador, se puede hablar de características de los jugadores y también se puede hablar de las misiones generales de cada puesto.

derecho muy rápido y resistente, en principio puedo apretar con él mucho más arriba, pero si resulta que mi central derecho es lento, tendré que replantearme un poco esta situación. Aquí entraríamos casi en filosofía del fútbol. Sin duda alguna que podemos hablar de puestos sin hablar de jugadores, pero a la hora de plasmarlo en el campo, la interacción de los futbolistas es la que define el desarrollo de las acciones.

C.- Yo no creo en un “perfil” de entrenador. Si creo, sin embargo, en un “perfil” de jugador. Los jugadores tienen unas actitudes concretas para jugar en uno u otro puesto y, principalmente, para desarrollar una u otra especialidad de juego. Pero todo entrenador tiene que conocer y dominar todas las formas de jugar, todos los estilos de jugar; tiene que saber planificar, desarrollar, entrenar y orientar todas las variantes tácticas que permite este juego. Luego irá empleando las más adecuadas a las características de la plantilla que tenga y a las circunstancias que se le vayan presentando. P.- En general, estoy de acuerdo con eso. No obstante, sí creo en entrenadores que sean capaces de admitir la filosofía de los equipos a los que van. Todos los entrenadores han de saber entrenar, programar y sacar rendimiento a la plantilla que tienen. Ese es su cometido. No creo en los que apartan a jugadores de la plantilla, porque el club es el único que tiene la potestad para hacerlo. El entrenador debe sacar absolutamente todo el rendimiento que pueda de cada jugador. Si se aparta a un jugador, se está anulando un activo del club y eliminando a un futbolista que en un determinado momento puede resultar esencial. El hecho de apartar jugadores no sólo significa sacar a un jugador de un vestuario, sino también dedicarse a catorce jugadores y no prestar atención al resto de la plantilla.

P.- Se puede hablar de fútbol sin hablar de jugadores hasta un límite. Hay un momento en que hay que hablar de jugadores. Se puede hablar de las misiones de cada puesto, sólo hasta un determinado momento. Hay un momento en que las aptitudes de cada jugador están condicionadas por las del compañero de al lado. Por ejemplo, el poder arriesgar más en ataque con un defensa que sube me lo otorga las características de ese defensa, pero siempre teniendo en cuenta las características de los jugadores cercanos a él. Si tengo un lateral 13

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C.- Debemos tener en cuenta las similitudes de puestos. Considero que se parecen más las características técnico-tácticas entre los jugadores que juegan en el mismo pasillo longitudinal, que entre los que juegan en la misma línea pero en distinto pasillo longitudinal. Es decir, las similitudes de puestos están más en los pasillos longitudinales que en las líneas de juego del equipo. Por ejemplo, pueden ser similares las características de un central y un medio centro defensivo, pero son muy distintas las características de un central y un lateral. Sin embargo, en el fútbol profesional es moneda corriente poner a un central de lateral cuando falta éste último, porque a los dos se les aplica el criterio de que son defensas. Para mí es un error porque se confunden las misiones de los puestos. P.- Principalmente creo, por encima de eso, en las características de los jugadores, principalmente antes de ficharles. Veo jugadores que por sus características pueden jugar de central o de lateral, y veo otros jugadores que pueden jugar de lateral o de extremo. Pero veo las dos cosas. En general, sí es cierto que las características de los jugadores que intervienen en el mismo pasillo son más similares que las de aquellos que intervienen en la misma línea pero en pasillos distintos. Por otra parte, veo más a un lateral que pueda jugar de central, que a un central que pueda jugar de lateral. El lateral suele ser más rápido aunque no sea tan fuerte, pero sí puede ser útil para suplir un día concreto a un central. Sin embargo, al central se le ven mucho las carencias cuando juega de lateral.

C.- Es que el lateral marca “corriendo” y el central marca “posicionándose”. P.- Así es. De ahí la diferencia.

C.- Hablemos del puesto que hablemos, no se juega “en” el puesto, sino que se juega “desde” el puesto. Durante el juego, cada futbolista tiene que intervenir muchas veces alejado de su puesto de referencia en la formación. No basta con saber las misiones de cada puesto y dominar sus movimientos específicos, también hay que interpretar cada situación en cualquier zona del campo. P.- En eso reside en gran parte el talento del jugador, en saber adivinar lo que precisa el equipo en cada instante del juego. El equipo necesita del jugador, y cada jugador debe pensar en el equipo para poder rendir y triunfar. Un jugador triunfará si ele quipo cree en él. Si yo pienso en el equipo, el equipo pensará en mí. Si no pienso en el equipo, el 14

equipo no creerá en mí. El equipo necesita a cada jugador y cada jugador necesita al equipo.

C.- Cambiamos de tema para tratar otra misión que atañe al director deportivo: el trabajo en los equipos de la base de cada club. Creo que en muchos clubes, los entrenadores de categorías inferiores se preocupan más por alinear que por formar y entrenar. No se busca la formación del jugador, sino el resultado inmediato; aunque si se plantea bien, no son dos cosas incompatibles, sino complementarias, desde mi punto de vista. P.- La realidad nos dice que cuesta mucho lograr esto. Aunque considero que, en general, los entrenadores del fútbol base están cada vez más preparados. Pero sigue todavía latente la intención prioritaria de ganar cada partido, aunque en esto también los clubes somos bastante culpables, porque si el entrenador del filial no tiene al equipo en una posición concreta en la tabla, al final también le echamos. Ahí existe un conflicto y debemos plantearnos bien esta situación. Desde el club hay que enviar el claro mensaje de que el fútbol base está para formar jugadores, no para ganar partidos. El futbolista que llegue al primer equipo debe tener perfectamente trabajados todos los conceptos técnico-tácticos y debe estar muy bien preparado condicionalmente para soportar con eficacia los entrenamientos y el ritmo del equipo profesional. Ese debe ser nuestro objetivo para el fútbol base. Aparte de que, como tú dices y yo estoy totalmente de acuerdo, el trabajo de formación y los resultados no están reñidos, sino que van unidos.

C.- También creo que en la mayoría de los casos falta una organización metodológica de entrenamiento por parte de los máximos responsables del fútbol base de los clubes. No se orientan las bases para el entrenamiento y la

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norma para los partidos de competición el que debe hacerse un cambio de orientación antes de meter un gol, deben ver que esta norma es positiva porque siempre habrá más espacios para progresar en el lado puesto al que iniciamos. Si en el momento de tirar a gol pongo como norma que todo el equipo esté sobre el campo contrario, con mi defensa sobre la línea de medio campo, busco que todo el equipo se mantenga junto y esto otorga fuerza colectiva ante todas las situaciones del juego. Es fundamental convencer a los jugadores de que las normas que pongo tienen una lógica y otorgan un beneficio.

enseñanza del juego en cada una de las fases de edades. El responsable del fútbol base es más un administrativo que un técnico. Desarrolla un apoyo logístico y no el trabajo técnico que verdaderamente corresponde a su función. Al margen de las categorías federativas, habría que establecer internamente los ciclos que yo denomino de iniciación, aprendizaje, desarrollo y perfeccionamiento, antes de llegar al alto rendimiento. Y sobre ellos establecer la metodología y las guías de enseñanza adecuadas. P.- Estoy de acuerdo, y prueba de ello es que lo estamos intentando desde la dirección deportiva en la que ahora estoy. Nuestro objetivo es lograrlo plenamente y hacia ello nos estamos encaminando. Nosotros nos estamos reuniendo con los entrenadores, por categorías. Buscamos enviar los mensajes adecuados para cada una de las categorías. Lo primero que buscamos es establecer bien los objetivos en cada fase y, sobre todo, identificar muy bien los contenidos de cada una de ellas.

C.- En los equipos de base de los clubes grandes, yo propondría hándicap internos para cada partido, con normas obligatorias a realizar por los jugadores que estamos formando, aparte de las reglas de juego comunes ya establecidas. Normas para cada partido que busquen la formación del jugador, que le enriquezcan en el desarrollo de su juego y su toma de decisiones, al margen de ganar por los máximos goles posibles en ese momento. P.- Totalmente de acuerdo. Además, yo te indico uno de entrada: ¿por qué no juegan todos los chicos en todos los puestos? Porque esto también es importante. Este tipo de normas se pueden aplicar bien, siempre que los chicos vean que cada una de ellas tiene un sentido y que verdaderamente les sirven para mejorar. Si, por ejemplo, pongo como

C.- Muchos déficit de formación en la base son porque, insisto, muchos responsables del fútbol base no desarrollan un trabajo técnico, limitándose a un trabajo administrativo o de apoyo logístico. P.- Puede que, en la práctica, sea necesario dividir esas facetas porque una sola persona no pueda desempeñarlas. Muchas veces no hay tiempo material para ejecutar las dos. Puede ser necesario un técnico y también un administrativo, para que todo el trabajo se desempeñe con eficacia. De esta forma, el técnico sólo se dedicaría a aspectos técnicos, que son los que verdaderamente tiene que desarrollar. El responsable del fútbol base ha de controlar todos los detalles de planificación, organización técnica, metodología, reuniones periódicas con los entrenadores, etc. También debe ver jugadores muy jóvenes para incorporarlos al fútbol base del club. Ocurre que si también hacen un trabajo administrativo, no pueden desempeñar su verdadera función en toda su intensidad. Lo más importante en el fútbol base es tener buenos entrenadores-educadores, buenos jugadores y hacer un buen trabajo. Eso es responsabilidad de un técnico al quien se encomienda esa labor.

C.- Los clubes de fútbol, principalmente de Primera y Segunda División, deberían organizar periódicamente cursos de reciclaje para los entrenadores de sus equipos de la base. P.- Estoy de acuerdo. Pero no ha de ser necesariamente una conferencia magistral. Pueden organizarse charlas de cualquiera de los ámbitos que inciden en la educación, en la enseñanza y en la metodología de entrenamiento, impartidas por especialistas en cada uno de estos campos. El reciclaje es esencial en todos los campos de la vida, y para los entrenadores y educadores de fútbol resultaría importantísimo. Aparte de la pura formación técnica, resulta indispensable incentivar la inquietud de los técnicos del fútbol base. 15

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P R E P A R A C I Ó N

F Í S I C A

Fútbol: la preparación física en el entrenamiento sistémico Por

Juan Luis Martínez García.

Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Preparador físico y fisiólogo del primer equipo del RCD Espanyol. Director del Departamento de Planificación e Investigación del RCD Espanyol. Colaborador Adjunto del Departamento de Fisiología y Valoración Funcional del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat. Entre la gran cantidad de libros sobre fútbol, entrenamiento, metodología, planificación y sobre deporte en general que tengo en las estanterías de mi despacho, se encuentra uno que fue importante en su día: “La preparación física del fútbol basada en el atletismo”; Obra de Carlos Álvarez del Villar con un alto valor debido al gran trabajo de recopilación para clasificar y definir muchos métodos de entrenamiento. Pero creo que su valor principal reside en que supuso el inició del camino para dar importancia a la preparación física como un factor de rendimiento esencial en el fútbol. Muchos años han pasado desde la primera edición de este libro, fechada en el año 1983. Muchos son los estudios que desde entonces se han hecho sobre el fútbol y sobre su metodología de entrenamiento. Ahora se sabe, desde hace mucho lo sabemos, que la preparación física en el fútbol no debe basarse en el atletismo sino en el estudio del propio juego del fútbol. No se trata de correr, saltar o ser más fuerte que el rival, se trata de ser eficaz en el juego. La preparación física debe ser una herramienta al servicio del juego. Muchos llevamos ya tiempo estudiando y preconizando sobre ello. Uno de los que abogan por ello, porque sabe, tiene inquietudes y ha estudiado con coherencia el desarrollo del juego es Juan Luis Martínez García. En la actualidad desempeña su labor dentro de la estructura técnica del R. C. D. Espanyol. El trabajo que nos presenta a continuación es muy importante porque está en el camino exacto para rendir específicamente en fútbol respetando la dinámica del juego. Nos describa, analiza y desarrolla el entrenamiento sistémico como lo que es, una tarea esencial al servicio del jugador y del equipo, un entrenamiento coherente relacionado directamente con el rendimiento que se requiere. Un entrenamiento que no separa la preparación física del juego, sino que la engloba dentro del mismo, como ocurre en cada partido. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING FÚTBOL)

Presentación uve la grandísima suerte de asistir poco a las clases de INEF (Instituto Nacional de Educación Física), por lo que una vez terminados mis “estudios” mantenía aún un cerebro poco viciado por prejuicios y poco contaminado de paradigmas inútiles. Me encontré con un título, una orla y ligero de equipaje… bueno, seamos realistas, muy, muy ligero de equipaje. Así me vi libre para enfocar mis aprendizajes en la dirección

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de mis interrogantes, mis dudas, mis curiosidades… mis demonios, como diría el filósofo francés Edgar Morín. Estoy agradecido a los profesores que me enseñaron a reflexionar, a cuestionar, a dudar… Me hice poco amigo de los temarios con respuestas, de los conocimientos encasillados y de los profesionales fotocopiados. No me creo lo que hacen los demás y tampoco me creo lo que yo hago. Lo que escribo lo reescribo, y después lo re-reescribo y finalmente, la mayoría de las veces, termina en la papelera. He perseguido siempre la

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conexión de conocimientos, aunque el intento por relacionar conocimientos aislados me haya alejado de muchos profesionales y especialistas. Eso sí, siempre he respetado su visión parcelaria de la realidad. Pero mientras unos viven en un mundo de aceptación y de autocomplacencia, otros vivimos corroídos por las dudas. Este es un artículo diferente, difícil de catalogar, y está inacabado, como deberían permanecer todos los artículos y libros. Mis reflexiones deben ser más reflexionadas. En estas hojas no hay certezas, sólo os ofrezco una seguridad invisible y la posibilidad de que la lectura de estas líneas os conduzca a una buena idea, a una realidad más interesante.

Esclavos de nuestras creencias Te has preguntado alguna vez ¿por qué crees lo que crees?, y ¿por qué piensas lo que piensas? Un consejo: ¡Hazlo y te sorprenderás! Aunque no seamos conscientes de ello, cada uno de nosotros percibimos, entendemos e interpretamos todo cuanto nos rodea en función de nuestras creencias, de nuestro sistema de referencia adquirido a partir de las experiencias y de la educación. Las creencias son cicatrices que pueden generar conductas limitadoras. Cicatrices que nos hacen ver la realidad de manera subjetiva. Si te aferras a ellas pierdes la lucidez y te esfuerzas, el resto de tu vida, en darte la razón a ti mismo. Si quieres ser libre, debes desconstruir tu realidad, dudar de todo, entrar en guerra contigo mismo y analizar los porqués de lo que crees y de lo que no crees. Si no lo consigues, debes aprender a convivir con las creencias y ser consciente de que siempre estarán presentes a la hora de entender, interpretar y tomar decisiones. Muchas veces nuestras creencias forman parte del problema. Sé tu crítico más implacable.

“paradigma” te dirá que es: “Un conjunto de reglas que rigen una determinada disciplina y estas reglas se asumen como verdades incuestionables”. Creo que debería decir: un conjunto de reglas establecidas por una minoría en su provecho, que perduran en el tiempo y que gran parte de la población las sigue sin saber por qué. Te voy a contar el cuento de los cinco monos cautivos. Un grupo de científicos colocó cinco monos en una jaula, en cuyo centro situaron una escalera y, sobre ella, un racimo de plátanos. Cuando un mono subía la escalera para coger los plátanos, los investigadores lanzaban un chorro de agua fría sobre los que quedaban en el suelo. Después de algún tiempo, cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo sujetaban y lo golpeaban. Pasado algún tiempo, ningún mono subía la escalera, a pesar de la tentación de los plátanos. Entonces, los científicos sustituyeron uno de los monos. Lo primero que hizo fue subir la escalera, pero fue rápidamente bajado a golpes por los otros. Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo ya no subió más la escalera. Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo. El primer sustituto participó con entusiasmo de la paliza al novato. Un tercero fue cambiado, y se repitió el hecho. El cuarto y, finalmente, el último de los veteranos fueron sustituidos. Los científicos se quedaron, entonces, con un grupo de cinco monos que, aun cuando nunca recibieron un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentase llegar a las bananas. Si fuese posible preguntar a algunos de ellos por qué pegaban a quien intentase subir la escalera, con certeza la respuesta sería: "No sé, las cosas aquí siempre se han hecho así.”

Revisando los paradigmas Francis Crick, Premio Nobel de medicina y descubridor de la estructura helicoidal del ADN, decía: “Si quieres comprender la función, estudia la estructura”. He dedicado muchos años a estudiar la estructura de una realidad compleja como es el fútbol. El problema surge cuando intentamos entender su estructura a partir de paradigmas erróneos. Si buscas en el diccionario la palabra 17

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“En un sistema, las propiedades esenciales del todo no se encuentran en ninguna de sus partes consideradas aisladamente

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En nuestra sociedad, y más en concreto en el fútbol, existen muchos monos viejos que no dejan alcanzar los plátanos. Vivimos instalados en el conformismo y rodeados de hábitos y conductas estereotipadas. Tenemos una visión de la realidad en la que coexiste una constelación de conceptos, creencias, percepciones y prácticas enquistados en el tiempo que no aportan las mejores soluciones para la optimización del rendimiento de un jugador y un equipo de fútbol. Debemos revisar nuestros paradigmas.

los conflictos que surgen de las relaciones entre todos los elementos que conforman el sistema, por tanto, deben resolverse a partir de soluciones globales, integradoras y que abarquen múltiples variables. Durante gran parte de la historia del fútbol, el pensamiento analítico heredado de corrientes deterministas, cartesianas y racionalistas, que tabicaban las disciplinas y dividían para comprender y hacer ciencia, ha condicionado la manera de ver y entender el fútbol. Para reducir nuestro grado de ansiedad por comprender realidades complejas, desde pequeños nos han enseñado a aislar los elementos que conforman la realidad, intentar entenderlos por separado y finalmente sumar la comprensión de las partes en un intento por comprender el conjunto. Somos víctimas del pensamiento analítico. Si consideramos el fútbol como una suma de partes, será lógico pensar que la eficiencia total es igual a la suma de la eficiencia de las partes. Pero, ¿y las interacciones entre las partes? ¿Y sus relaciones? ¿Y las dependencias? ¿Y las influencias? ¿No podrían éstas aumentar o disminuir la eficiencia del todo? Centrarnos en las partes individualmente, por separado, ha limitado nuestra capacidad para entender y explicar estructuras complejas como el fútbol.

El fútbol: un sistema complejo

Un equipo de fútbol: un sistema de sistemas

Un sistema es un conjunto de elementos interrelacionados con un objetivo común. En un sistema, las propiedades esenciales del todo no se encuentran en ninguna de sus partes consideradas aisladamente. Las propiedades del todo emergen de las interacciones y relaciones entre las partes. Todo está conectado con todo. El fútbol es un sistema complejo y para entenderlo es necesario pensar de manera sistémica, de manera relacional. Comprender lo que significa un jugador y un equipo de fútbol de manera sistémica implica conocerlos en términos de conectividad, relaciones y contexto.

Un equipo de fútbol es, potencialmente, una organización sistémica con capacidad de aprender. Digo “potencialmente” porque percibo que tiene características de sistema, pero para que lo sea, deben desarrollarse las interacciones, las relaciones, las dependencias y las influencias. La condición de sistema no es una cualidad intrínseca. Un jugador de fútbol es un sistema que al relacionarse e interaccionar con otros jugadores se convierte en un subsistema del sistema Equipo. Si estos subsistemas se coordinan con sentido, tenemos un sistema. En cambio, si nada tiene que ver con nada, si no existe un modelo de juego, si a los jugadores les invade una ceguera relacional y no perciben un objetivo común, entonces no existe equipo, no existe entidad sistémica, sólo un mero conjunto de recursos humanos y materiales. Herrscher lo definió como una mezcla de cemento, cal, arena y agua que no llega nunca a cuajar. En la siguiente imagen podemos ver once sistemas “jugador” no conectados.

La utilización de un método reduccionista, tradicional, que subdivide el problema para resolverlo y que se aferra a soluciones únicas no sirve para comprender realidades sistémicas como el fútbol. Los problemas que se plantean en el fútbol no se deben a cuestiones simples, de un jugador o de un sólo aspecto del juego, sino a 18

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“El principal objetivo del entrenamiento sistémico en el fútbol es establecer conexiones entre los integrantes del sistema

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Sin embargo, en la imagen que viene a continuación podemos ver once subsistemas “jugador” conectados entre ellos formando un sistema al que llamaremos “equipo”.

Entrenamiento sistémico

Cuando un jugador se integra en un equipo, debe asumir una pérdida de autonomía; entendiéndose por autonomía la “acción de manejarse con independencia del sistema del que forma parte”. Pero lo que sucede en realidad es que pierde ciertos grados de autonomía; al formar parte de un sistema, algo de su independencia se sacrifica, si no, no hay sistema, no hay equipo. Se produce un conflicto entre “ser uno mismo” (defender tu identidad como jugador) y “pertenecer” a un equipo [adaptado de Herrscher]. Dos objetivos contrapuestos pero bastante lógicos, que no sólo pueden coexistir sino que es conveniente -diría incluso indispensable- que coexistan. No olvidemos que la diversidad produce riqueza en la interacción. Como técnicos debemos coordinar y organizar el equipo respetando las individualidades. Este doble objetivo se consigue a través de un proceso adaptativo llamado entrenamiento.

Para crear un modelo de juego será necesario, como punto de partida, definir un conjunto de premisas que coordinen actitudes y comportamientos técnico-tácticos. El modelo engloba una serie de principios (contenidos de trabajo ofensivos, defensivos, transiciones…) y sus conceptos, procedimientos y consignas que se utilizarán para conseguir estos propósitos. A continuación se presenta un ejemplo de modelo de juego con tres principios ofensivos:

El principal objetivo del entrenamiento sistémico en el fútbol es establecer conexiones entre los integrantes del sistema. Para establecer estas conexiones e interacciones entre jugadores, el entrenador necesita un patrón de comportamiento táctico que dirija y oriente las relaciones entre jugadores y la organización del juego. A este patrón de comportamiento táctico le llamaremos Modelo de juego. Se trata de crear un lenguaje de interacción común, un marco de referencia que permita a los jugadores organizar lo que perciben durante el juego, que les facilite, de manera conjunta, la comprensión de lo que está pasando a su alrededor y que les oriente en la ejecución. Este modelo mental de juego constituye el principal vínculo entre jugadores y les otorga la condición necesaria para establecer una comunicación significativa entre ellos.

- O1. Mantener la posesión del balón. - O2. Progresar utilizando espacios de forma bidireccional. - O3. Finalizar. Y dos principios defensivos: - D1. Recuperar la posesión del balón. - D2. Defender la portería. 19

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Resulta complicado plasmar en un papel algo tan personal, algo que nace de las experiencias individuales, de errores, de aciertos, de cicatrices, es difícil escribir sobre algo que cambia, que evoluciona… Por ello este modelo de juego es un modelo inacabado e inanimado. Cada entrenador deberá completarlo, darle su sello personal y diseñar los ejercicios que le permitan transmitirlo

01. MANTENER LA POSESIÓN DEL BALÓN

Principio

02. PROGRESAR UTILIZANDO ESPACIOS DE FORMA BIDIRECCIONAL

Principio

Concepto

a sus jugadores. Este modelo ha sido creado por Jacint Magriñá, Dani Fernández, Isaac Guerrero, David Fernández, Albert Villarroya, Andreu Peralta, Xavi Manzano, Xavi Damunt, Alex Milian y Alberto Mesa. Junto a un servidor, que tuvo el privilegio de dirigirles, y José Manuel Casanova (Coordinador del Fútbol Base del RCD Espanyol) que lo supervisó.

Procedimientos

Consignas

1. Orientar el cuerpo. 2. Establecer comunicación. 3. Crear desmarques de apoyo y Crear líneas de pase ayudas permanentes alejadas; (desmarque y apoyos), no atraer contrarios al poseedor. 1. Establecer apoyos de posicionándose a diferentes seguridad 4. Alternar pases de dentro a fuera alturas o pasillos; sin coincidir y de fuera a dentro. en paralelo y en perpendicular 5. Utilizar la conducción para fijar contrarios. 6. Circular con transición segura.

2. Adecuar la velocidad del juego a las Optimizar contactos y pases. necesidades de la situación

Concepto

1. Jugar en amplitud y profundidad

1. Potenciar el control orientado. 2. Utilizar pases tensos y con ventajas para el receptor. 3. Seleccionar el pase apropiado en función de las necesidades de la situación; pase sobre alejado para aumentar el ritmo de juego, sobre cercano para disminuirlo.

Procedimientos

1. Economizar pases. 2. Localizar y utilizar espacios libres, priorizando los alejados. 3. Dar continuidad al cambio de orientación. 4. Jugar en diagonales. 5. Superar una línea para poder Buscar zonas menos recibir de cara. densificadas 6. Alternar movimientos superando líneas de presión longitudinales y transversales. cambiando de pasillo y sector 7. Fomentar el cambio de sector después de cambio de pasillo. 8. Realizar pases en progresión priorizando aquellos en los que superemos adversarios. 9. Movilidad de líneas avanzadas. 10. Cambios de ritmo. 2. Anticipar y prever situaciones defensivas

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Consignas

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Concepto

Procedimientos

Consignas Para resolver situaciones en inferioridad: - Temporizar en situaciones de desventaja of. - Llevar el balón hacia zonas de superioridad of. - Crear zonas de superioridad.

03. FINALIZAR

1. Crear situaciones de gol.

Generar ventajas a partir de situaciones de inferioridad, igualdad y superioridad.

Para resolver situaciones en igualdad: - Llevar el balón hacia zonas de superioridad ofensiva. - Crear zonas de superioridad en situaciones de igualdad. Para resolver situaciones en superioridad: - Progresar a velocidad máxima. - Potenciar la progresión por la zona central para crear líneas de pase alejadas.

1. Orientar el control hacia zonas de tiro. 2. Priorizar la finalización rápida. 3. Priorizar la finalización rápida. 4. Percibir la posición de portero rival antes del remate. 5. Ganar la posición. 6. Anunciar una cosa para hacer otra. 2. Resolver Optimizar las 7. Moverse al revés de la jugada. situaciones de ventajas creadas con 8. Potenciar la secuencia ruptura apoyo y viceversa, gol. eficiencia y eficacia. ganando la espalda del rival. 9. Ante igualdad de opciones para definir a primer o segundo palo, priorizar aquellas acciones que den lugar a segundas jugadas. 10. Acostumbrar al jugador a buscar rechaces en acciones de tiro. 11. Ante un centro posicionarnos a diferentes alturas. 3. Anticipar y prever situaciones defensivas

D2. DEFENDER LA PORTERÍA

Principio

Concepto

Procedimientos

Consignas

1. Evitar situaciones de gol.

Generar ventajas a 1. No perder la posición por ganar balón. nivel defensivo a partir de situaciones 2. No ir al suelo (no hipotecar 2ª jugada 3. Temporizar a distancia de limitar el ángulo de tiro de inferioridad, rival. igualdad y superioridad.

2. Neutralizar situaciones de gol

1. Estrechar marcaje dentro del área. 2. Los centrales no salir a hacer ayudas a los pasillos laterales. 3. Orientar los despejes hacia zonas laterales. Proteger la portería y 4. Establecer ayudas ante posibles segundas jugadas los espacios del portero. próximos a ella, 5.Organización defensiva en un centro por banda; impidiendo el gol. un jugador tapa o dificulta el centro, marcaje al hombre en la zona central. 6. Ocupar zona de rechace frontal y lateral. 7. Ante un 1x1 con el portero, el defensa más cercano prioriza tapar portería.

3. Anticipar y prever situaciones ofensivas

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D1. RECUPERAR LA POSESIÓN DEL BALÓN

Principio

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Concepto

1. Presionar. 1.1. Sobre la pérdida. 1.2. Organizado

2. Recuperar las posiciones y agruparse.

Procedimientos

Consignas

Acosar al poseedor del balón; 1. Mantendremos zona presionante en el área de influencia directa del balón. 2. Organización defensiva.

1. Sobre la pérdida: 1.1 No entrar de golpe. 1.2 Tapar líneas de pase a diferentes alturas 2. Pressing organizado: 2.1 Orientar salida rival hacia espacios que nos interesen, hacia pierna no hábil y hacia zonas densificadas a nivel defensivo. 2.2 Forzar al rival a realizar pases que nos interesen. 2.3 Reducir distancias respecto a la zona de presión del balón; bloque corto y estrecho. 2.4 Mantener vigilancias defensivas de los jugadores en 2ª zona de influencia.

Equilibrar distancias reduciendo espacios.

1. Volver por el camino más corto con respecto al eje balón portería adversario 2. Posicionarse a diferentes alturas. 3. Abandonar zonas alejadas. 4. La referencia inicial para recuperar el balón la marcan los más cercanos al balón. 5. Establecer ayudas defensivas cercanas al poseedor del rival.

entrenamientos. Se trata de enriquecer entornos (reglas, espacios, número de jugadores, consignas…) creando las condiciones necesarias para que se generen, entre sus jugadores, prácticas reflexivas, y que estas prácticas provoquen en ellos un aprendizaje transformacional, es decir, que sean capaces de transferir estos aprendizajes a su conducta durante la competición. Enriquecer un entorno significa preparar una situación para que algo suceda o para que suceda más veces. El entrenador es el responsable del diseño del entorno y debe saber qué quiere diseñar y para qué. El entrenador ubica a sus jugadores en un entorno, más o menos cercano a la realidad del juego, donde deban resolver de manera colectiva los problemas que se les plantean. En el entrenamiento sistémico existen dos tipos de situaciones de enseñanza aprendizaje:

Un modelo cobra vida cuando se percibe en el juego, en la competición. Sino es así, sólo sería un papel lleno de frases inertes. El entrenador ha de transmitir su Modelo a través de situaciones de enseñanza-aprendizaje enriquecidas durante los 22

- Situaciones de enseñanza aprendizaje fractales. En estas situaciones la estructura de la competición se repite a diferentes escalas. Se pueden enriquecer los entornos pero los roles de los jugadores son similares a los de competición (roles por posiciones). A continuación se presenta una situación fractal.

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4 x 4 + 1 pivote Principios Ofensivos: Progresar utilizando espacios de forma bidireccional. Finalizar. Defensivos: Recuperar la posesión del balón. Defender la/las porterías. Transiciones: Cambiar rápidamente de rol.

Conceptos ofensivos

Conceptos defensivos

- Jugar en amplitud y profundidad - Crear situaciones de gol. - Resolver situaciones de gol.

- Pressing organizado. - Recuperar las posiciones y agruparse. - Evitar situaciones de gol. - Neutralizar situaciones de gol.

Procedimientos

Procedimientos

- Buscar zonas menos densificadas. - Generar ventajas a nivel ofensivo. - Optimizar las ventajas creadas.

- Organización defensiva. - Equilibrar distancias reduciendo espacios. - Generar ventajas a nivel defensivo. - Proteger la portería.

4x4+1 pivotes en medio campo.El equipo blanco compuesto por 4 defensas defienden portería grande con portero y atacan tres porterías pequeñas sin portero. El equipo negro compuesto por 4 mediocentros defiende tres porterías pequeñas y ataca la grande. El pivote juega con el poseedor del balón, con negros es un media punta y con blancos es un medio defensivo.

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- Situaciones de enseñanza aprendizaje genéricas. Los entornos se enriquecen igualmente, pero los roles de los jugadores no son específicos de competición. A continuación se presenta una situación genérica.

Pentágono: 5 x 5 + 5 pivotes Principios Ofensivos: Mantener la posesión del balón. Defensivos: Recuperar la posesión del balón. Transiciones: Cambiar rápidamente de rol.

Conceptos ofensivos

Conceptos defensivos

Establecer apoyos de seguridad Adecuar la velocidad del juego a las necesidades de la situación.

Presión sobre la pérdida.

Procedimientos

Procedimientos

Crear líneas de pase (desmarques y apoyos) posicionándose a diferentes alturas y pasillos, sin coincidir en paralelo y en perpendicular. Optimizar contactos y pases.

Acosar al poseedor del balón; Mantener zona presionante en el área de influencia del balón. Organización defensiva.

5 x 5 + cinco pivotes en un pentágono de 15 m de lado. El equipo gris mantiene la posesión del balón (dos toques), pueden ayudarse con los cinco pivotes blancos (un toque) situados en cada lado del pentágono. El equipo negro debe recuperar el balón lo antes posible. Cuando se recupera el balón se cambia el rol y se pasa a mantener el balón. Se consigue gol cuando el equipo que posee el balón consigue realizar 10 pases seguidos.

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jugadores cometan errores a la hora de resolver los problemas que se les planteen, errores controlados que activarán los mecanismos correctores (aprendizaje significativo). De esta manera se llevará al jugador a situaciones de continuo desequilibrio que le obligarán a desarrollar procesos adaptativos globales.

Los principios del modelo de juego se podrán trabajar mediante situaciones fractales (más próximos a la competición) o mediante situaciones genéricas (más alejadas de la competición). Cada entrenador tendrá sus situaciones de enseñanzaaprendizaje para trabajar su modelo. Estas situaciones de entrenamiento deben facilitar una serie de respuestas a los problemas del juego, provocando aprendizajes, estableciendo y consolidando conexiones entre los jugadores. De esta forma se aprende en equipo y el cerebro gana en eficacia, inteligencia y adaptabilidad. El objetivo es crear un mapa mental, una colección de recursos en red, procedente del conjunto de experiencias vividas durante los entrenamientos. Estas prácticas reflexivas provocarán correlaciones entre comportamientos y resultados, mejorarán y consolidarán el modelo de juego que el entrenador pretende implantar. Es entonces cuando aflora en los jugadores la capacidad de anticipar. Este es uno de los síntomas que nos permite afirmar que ya no somos once jugadores sino un equipo. A partir de ahora se toman decisiones en función de las probabilidades de evolución del juego. El jugador y el equipo ya no responderán sólo a lo que ven, sino también a lo que prevén. Estamos hablando de un sistema muy sistémico, con jugadores inteligentes, creativos, conectados.

Tratamiento de la dificultad El entrenador debe adaptar el nivel de dificultad de las situaciones de enseñanza-aprendizaje a las necesidades de sus jugadores, con el objetivo de que la progresión en el aprendizaje sea la correcta. No deben ser ni demasiado difíciles ni demasiado fáciles. Se trata de que los

Si un jugador no es capaz por sí mismo de encontrar soluciones a los problemas planteados, será necesaria la intervención del entrenador. Estas intervenciones deben estimular al jugador; serán simples y cortas y deben hacerse predominantemente durante el juego, sin interrumpir el normal desarrollo del mismo. Se interrumpirá el juego sólo cuando se desprenda del comportamiento de un jugador o equipo que no ha comprendido una tarea o regla, o que no encuentra ninguna solución, advirtiéndose una falta de fluidez.

La preparación física sistémica En el entrenamiento sistémico se busca una mejora física “a la vez” que se trabaja el modelo de juego. La función del preparador físico en el entrenamiento sistémico será cuantificar y controlar la exigencia física de las situaciones de enseñanzaaprendizaje que el entrenador utiliza para transmitir su modelo e idea de juego. El conocimiento de estas exigencias le permitirá participar con el entrenador en el diseño de las situaciones de enseñanza-aprendizaje (espacios, número de jugadores, reglas…) y en sus pautas de aplicación (tiempo de trabajo, series, repeticiones, ubicación en la sesión, microciclo…). El preparador físico en el entrenamiento sistémico se convierte en un colaborador activo del entrenador, le ayuda a enriquecer los entornos y le asesora en la carga. Trabajan juntos y su coordinación se hace necesaria para diseñar y planificar las sesiones, los microciclos, los macrociclos y la temporada. El entrenamiento sistémico necesita de una preparación física sistémica. Hasta ahora un jugador estaba bien físicamente cuando los marcadores de rendimiento copiados del atletismo eran óptimos: consumos de oxígeno de 60 mml/kg/min, correr los 30 m. en 4,10 sg., saltar 58 cm en Abalakov… Las pruebas físicas alejadas del juego han quedado obsoletas, sólo sirven para tranquilizar al preparador físico convencional y justificar un trabajo realizado, muchas veces, de manera analítica. De nada sirve tener una gran capacidad de salto si luego en competición el jugador no es 25

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capaz de interpretar el momento adecuado para saltar o de intuir la trayectoria del balón. De nada sirve ser el más rápido del equipo en una prueba lineal si durante el partido el jugador no es capaz de percibir y tener en cuenta todos los estímulos que le orientan en la toma de decisiones. Lamentablemente, muchos preparadores físicos sólo se han preocupado por conseguir los jugadores más fuertes, más rápidos y más resistentes, utilizando para ello metodologías de trabajo analíticas y parcelarias tomadas del atletismo y alejadas de la realidad del fútbol. En el nuevo paradigma, un jugador se considerará bien físicamente cuando sea capaz de cumplir con el rol encomendado por el entrenador, dentro del sistema “equipo”, durante el juego, la competición.

Cuantificación y control de la carga física en el entrenamiento sistémico El principal objetivo del entrenamiento sistémico es generar conexiones entre jugadores a partir de la resolución de situaciones de enseñanza aprendizaje genéricas o fractales que diseña el entrenador. Cuando se presenta un problema a los jugadores, éste debe resolverse de manera conjunta, por tanto, la exigencia física también es grupal. Los esfuerzos de un jugador están siempre ligados a los esfuerzos de los demás jugadores de su sistema, por ello el fútbol necesita una cuantificación sistémica de la carga física. El preparador físico ha de recopilar datos de estos ejercicios y los ha de transformar en información útil para el entrenador. Los valores obtenidos no dependerán sólo del estado físico de los jugadores que conforman el sistema, sino también del grado de desarrollo de sus conexiones, del grado de desarrollo del sistema rival y de todo cuanto suceda dentro del juego. Si los esfuerzos siempre están conectados y no dependen sólo de las acciones individuales de los jugadores, no tiene sentido parcelar los resultados obtenidos en la cuantificación del trabajo físico en el juego. Por tanto, en la cuantificación sistémica de la carga se ha de cuantificar prioritariamente la exigencia física del sistema al que se pertenece y se ha de interpretar teniendo en cuenta el sistema al que se enfrentan. Cuando un sistema consigue el objetivo técnico-táctico propuesto por el entrenador dentro de la situación de enseñanza aprendizaje, la carga 26

física empleada por el sistema se dará por buena, aunque siempre se podrá analizar el rol desempeñado por cada uno de los jugadores con el fin de optimizar su aportación al sistema. En el nuevo paradigma correr más metros, esprintar más veces, realizar más aceleraciones, trabajar a una velocidad media más alta… no significa jugar mejor ni aportar más al sistema. El sistema “equipo” crece con la calidad de los esfuerzos conectados, no con la cantidad. Los esfuerzos desconectados no aportan nada al sistema equipo, son esfuerzos basura que pueden resultar caros. Como preparadores físicos debemos reducir la entropía (grado de desorden) de los esfuerzos de los jugadores del sistema. A medida que se van consolidando las conexiones entre jugadores y se mejora la capacidad de anticipar se produce un ahorro energético, los esfuerzos se adaptan a las necesidades reales del juego y el equipo se vuelve más eficiente. El análisis de la carga de estas situaciones no resulta nada fácil, pero es algo absolutamente necesario si no queremos que los entrenamientos se vuelvan improductivos. Esta dificultad se incrementa en los ejercicios donde existen muchas posiciones específicas y muchos roles. En estas situaciones deberemos cuantificar la exigencia física global del sistema y diferenciar las exigencias físicas de cada posición.

Variables de referencia En la preparación física sistémica necesitamos conocer el trabajo que realizan los jugadores de cada uno de los sistemas que participan en el juego. Para ello es necesario controlar una serie de variables que aporten información acerca del tipo de esfuerzos que se están realizando. Desafortunadamente dependemos de los avances tecnológicos para mejorar la precisión en la cuantificación y el control de la carga en el fútbol. En la actualidad los pulsómetros y los sistemas GPS con acelerómetros pueden ofrecer la información necesaria para entender la exigencia física durante el juego. Estas herramientas proporcionan información acerca de las FC, distancias, velocidades y aceleraciones que se producen en el juego. De esta forma se conoce de manera indirecta los sistemas energéticos empleados y la solicitación muscular durante los esfuerzos. Estas herramientas se pueden complementar con los sistemas audiovisuales. Así se podrá controlar el tipo de esfuerzos realizados por los jugadores y determinar la entropía del sistema.

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La frecuencia cardiaca Cuando un jugador participa en una situación de enseñanza aprendizaje se ejercita a una determinada intensidad. Esta intensidad determina el “ritmo” de aporte de energía al músculo (ritmo de resíntesis de ATP) y por lo tanto define el sistema energético que se está utilizando. La mejor manera de conocer el sistema energético empleado será determinar el porcentaje del consumo máximo de oxígeno (VO2max) o la Velocidad Máxima Aeróbica (VMA) a la que se está ejercitando el jugador; pero resulta muy difícil, y en ningún caso resulta práctica, su determinación de manera directa durante el juego. Afortunadamente existe una relación casi lineal entre el consumo de oxígeno y la FC durante los esfuerzos. De esta forma, si se conoce la FC a la que se encuentra el jugador, se puede determinar, de manera indirecta, su equivalente al consumo de oxígeno o al porcentaje de su VMA y por consiguiente el sistema energético empleado. Si se pretende que la utilización de la FC como variable para medir la intensidad de entrenamiento tenga rigor y efectividad, las zonas, ritmos, porcentajes de VMA y frecuencias cardíacas deben individualizarse. He visto jugadores a 190 puls/min y otros a 160 puls/min y ambos estar trabajando al 80% de sus VMA. Si no se tienen individualizadas las frecuencias cardíacas de los jugadores, estos datos podrían inducir a un error de interpretación. Por tanto estos parámetros no son estándares y deben adecuarse a las características individuales de cada jugador. Muchos preparadores físicos y grandes marcas de pulsómetros y GPS (por no decir todas)

utilizan la FC máxima de cada jugador para el cálculo de porcentajes de referencia indivualizados. El principal inconveniente es que al no determinar la evolución de la FC no se tendrá en cuenta la pendiente de la curva y, por consiguiente, no ofrecerá la precisión necesaria para su individualización. A continuación se presenta una propuesta para determinar las frecuencias cardíacas individualizadas, equivalentes a cada porcentaje de la VMA, donde sí se tiene en cuenta la evolución de la FC a medida que aumenta la intensidad (como ejemplo se han utilizado los valores obtenidos por un jugador profesional): 1. Primero se calcula la VMA de los jugadores. La VMA se obtiene mediante un test de campo progresivo y máximo. En esta propuesta se ha utilizado la Course Navette (Leger y Lambert, 1982), con una velocidad de inicio de 8,5 km/h. La VMA se calcula mediante la siguiente fórmula: VMA = (Último escalón x 0,5) + Velocidad Inicio – 0,5 A este jugador que realizó 00:12:30 minutos en la Course Navette, le corresponde una VMA de 14,3 km/h. VMA = (12,5 x 0,5) + 8 = 14,3 km/h 2. Estudio de la evolución de la FC. Durante la prueba de la CN los jugadores irán provistos de pulsómetros con el fin de registrar la evolución de la FC a medida que aumenta la intensidad. En la fig.1 se puede observar la curva de la FC del jugador durante la prueba.

Figura 1. Evolución de la FC durante la CN. 27

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3. Determinar línea de tendencia y ecuación de regresión. Si se conocen las FC a medida que aumenta la intensidad, se podrá realizar un gráfico con las dos variables (FC e intensidad) y trazar una línea de tendencia con su correspondiente ecuación de regresión (fig.2).

Figura 2. Evolución de la Frecuencia Cardiaca durante la CN. Línea de tendencia, ecuación de regresión y coeficiente de determinación (R2) del "jugador ejemplo".

Esta ecuación de regresión obtenida permite conocer las FC de trabajo para cada porcentaje de la VMA de este jugador. Si por ejemplo se quiere saber a qué FC corresponde una intensidad del 80% del jugador ejemplo, que tiene una VMA de 14,3 km/h y una ecuación de regresión: y = 9,2967 x + 57,319, se seguirá el siguiente procedimiento; 1º. Se multiplica la VMA por 0,8 (14,3 x 0,8 = 11,44). 2º. Se sustituye la “x” de su ecuación de regresión por 11,44 obteniendo como resultado la FC al 80% de la VMA.

Este jugador se encontrará al 80% de su VMA cuando tenga una FC de 163 puls/min y viceversa. En este sentido y siguiendo con el mismo ejemplo, este jugador tendrá unos límites cardíacos para cada porcentaje de la VMA (fig.3): Esta propuesta se empleará para determinar la intensidad de trabajo en aquellas situaciones de enseñanza aprendizaje con una duración superior al minuto (tiempo mínimo que la FC necesita para estabilizarse) y donde la participación del jugador sea continuada. Para los trabajos de velocidad no se utilizará la FC, ya que la duración de estos esfuerzos es breve.

VMA = 14,3 km/h

y = 9,2967x + 57,319

PORCENTAJE VMA

VELOCIDAD (km/h)

FC (puls/min)

90-100 %

12,8-14,3

177-FCmax

80-90 %

11,4-12,8

163-177

70-80 %

10-11,4

150-163

< 70 %

< 10

< 150

Figura 3. Velocidades y FC de los límites de cada porcentaje para un jugador que tenga una VMA de 14,3 km/h y una ecuación de regresión de y = 9,2967x +57,319. 28

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Aspectos a tener en cuenta a la hora de individualizar las FC La propuesta presentada es sólo un método de estimación. Con el objeto de no cometer errores a la hora de predecir la intensidad mediante la FC, la relación entre ambas variables deberá ser lo más lineal posible. Por tanto se deberá tener en cuenta el coeficiente de determinación (R2) obtenido. Un coeficiente de determinación superior a 0,95 ofrece la fuerza adecuada en la correlación

para determinar la FC o el porcentaje de VMA. Un coeficiente pobre podría inducir a errores. En un estudio realizado con todas las categorías del fútbol base de un equipo profesional de 1ª división (Martínez, 2004), se obtuvieron coeficientes de determinación promedio entre 0,97 y 0,99. En la fig. 4 se puede observar la linealidad y el coeficiente de determinación (R2) promedio de 22 jugadores profesionales (1ª División temp. 2005-06) durante una prueba progresiva y máxima (Course Navette).

Figura 4. Coeficiente de determinación promedio 22 jugadores profesionales. 29

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Otro aspecto a tener en cuenta es la adaptación cardiovascular a lo largo de la temporada. El estudio longitudinal de la adaptación cardiovascular ha demostrado que la FC no permanece estable a lo largo de una temporada, sino que existe una adaptación cardíaca: descenso de la FC (alrededor de 10-15 puls/min) para una misma intensidad (Martínez, 2004). Este descenso de la FC se encuentra estrechamente relacionado con el aumento del VO2max. El distinto grado de adaptación cardiovascular en un jugador va a depender de la correcta cuantificación, planificación y control de las cargas de entrenamiento así como de sus características morfológicas.

de entrenamiento (pretemporada). Más adelante, con independencia del crecimiento del volumen de la carga, los valores de FC no crecen sustancialmente y oscilan entre los límites del nivel conseguido. La utilización de la frecuencia cardíaca como elemento de cuantificación de las cargas de entrenamiento deberá tener en cuenta las adaptaciones observadas a lo largo de la temporada. Tras un periodo de adaptación inicial, se observa un segundo periodo más estable que se mantendría hasta el final de la misma. Si se quieren determinar frecuencias cardíacas de trabajo para controlar la carga, se deberán establecer en este segundo periodo.

En la figura 5 se puede observar la evolución de la FC a lo largo de una temporada (inicio, mitad y final) de un equipo de fútbol de 18 jugadores de 13 años de edad (Infantil) del fútbol base de un equipo profesional de 1ª división (Martínez, 2004). Al igual que sucede con el VO2max, las mejoras en la adaptación cardiovascular en la Course Navette son sustanciales entre la primera y segunda prueba (inicio y mitad de temporada), manteniéndose estables hasta el final de la misma. Estas adaptaciones o mejoras a nivel cardiovascular ya son perceptibles a partir de la primera semana de entrenamiento en pretemporada, estabilizándose a partir del primer mesociclo

Figura 5. Adaptación cardiovascular en la Course Navette durante una temporada de fútbol. Equipo Infantil (Martínez, 2004). 30

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Sistema de posicionamiento global (GPS) y acelerómetro La FC no responde (o lo hace de manera muy tímida) a las continuas exigencias mecánicas de duración breve (saltos, aceleraciones…) que se producen en el juego. En la figura 6 se puede ver una curva de FC del trabajo realizado por un jugador durante 5 minutos. En este trabajo el jugador se encuentra a 150 puls/min de promedio, que equivale a un trabajo entre el 50 y 60% de su VMA. Al interpretar esta curva se podría pensar que se trata de un trabajo aeróbico de baja intensidad donde el jugador está utilizando predominantemente lípidos.

Pero, ¿qué ha sucedido realmente en este trabajo? ¿Qué exigencia física tiene? Observad la curva de FC complementada con los valores obtenidos con un GPS (fig. 7). El jugador realizó 5 esprines de 30 m. a una velocidad cercana a los 30 km/h. con recuperaciones pasivas. Esto significa que no realizó un trabajo de baja intensidad, que no utilizó lípidos… sino que utilizó en realidad el sistema ATP-PC (sistema de los fosfágenos) combinado con el sistema glucolítico. Increíble ¿No? Si hubiéramos utilizado sólo la FC podríamos haber cometido un grave error de interpretación. El análisis de esta curva de FC no proporcionaría suficiente

Figura 6. Curva de FC (rojo) de un posible trabajo realizado a baja intensidad.

Figura 7. Curva de FC (rojo) y velocidades (azul). 31

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información acerca del trabajo mecánico y de la solicitación muscular. Por tanto, es necesario utilizar otras herramientas que complementen la información que nos da la FC. En la actualidad los sistemas GPS y los acelerómetros triaxiales con intervalos de frecuencia de 5 Hz se encuentran suficientemente desarrollados para ser utilizados en el juego. Estas dos herramientas permiten conocer otras variables como: Distancia total. Es el número de metros recorridos por cada jugador, una media aproximada de 11.500 metros en competición, aunque estos valores dependen de la posición ocupada. Zonas de trabajo. Son los metros recorridos a distintas intensidades. Zona 1. De 0 a 7 km/h. Son límites estándar para todos los jugadores. Zona 2. De 7 a VMA de cada jugador (7-14 km/h aproximadamente). Zona 3. De VMA a 60% de la Velocidad Máxima (14-18 km/h aprox). Zona 4. De 60 a 70% Velocidad Máxima (1821 km/h aprox). Zona 5. De 70 a 80% Velocidad Máxima (2124 km/h aprox). Zona 6. De 80 a 100% Velocidad Máxima (2430 km/h aprox). Distancia a alta intensidad (AI). Suma de los metros recorridos en las zonas 4, 5 y 6. Velocidad máxima (Vmáx). Máxima velocidad registrada en los entrenamientos o competición (30-35 km/h. aprox). Número de velocidades submáximas (Nº Velsubmáx). Número de veces que se alcanza el 80% de la velocidad máxima individual (km/h). En competición se suele alcanzar entre 5 y 15 veces. Velocidad Media (Vmed). Es el promedio de la velocidad (km/h) de trabajo durante un determinado espacio de tiempo. La velocidad media en competición oscila entre 6 y 7,5 km/h, dependiendo de la posición ocupada. Número de aceleraciones (Nº Acel). La aceleración relaciona los cambios en la velocidad con el tiempo que tarda en producirse. Un jugador está acelerando mientras su velocidad cambia. En fútbol esto sucede continuamente. La aceleración es la variable física más determinante en el fútbol. En este apartado se cuantifican aquellos cambios de velocidad superiores a 1 m/s2. En competición se suelen realizar entre 200 y 300 aceleraciones. 32

Promedio de las aceleraciones (Prom Acel). Es el promedio en m/s2 de todas las aceleraciones realizadas. Número de aceleraciones submáximas (Nº Asubmáx). Número de veces que se alcanza el 80% de la aceleración máxima individual (3,20 m/s2 aprox.). En competición se suele alcanzar entre 5 y 15 veces. Ritmo. Es el número de aceleraciones por encima de 1 m/s2 dividido por el tiempo trabajado (sg). A mayor número de aceleraciones en un mismo tiempo el ritmo, la exigencia y la participación aumentan. El ritmo en competición oscila entre 0,050 y 0,065 dependiendo de la posición ocupada dentro del terreno de juego. Distancia promedio de las aceleraciones (Dist prom acel). Es la distancia promedio de todas las aceleraciones realizadas. Promedio de la velocidad inicial de las aceleraciones (Prom vel inic acel). En fútbol muy pocas veces se inicia una aceleración de parado. En este apartado se aporta la velocidad promedio a la que se inician las aceleraciones. Promedio de la velocidad final de las aceleraciones (Prom vel final acel). Es la velocidad promedio a la que se finalizan las aceleraciones. La velocidad a partir de la cual la aceleración es inferior a 1m/s2. Aceleración máxima (Amáx). Equivale a la máxima aceleración individual registrada en los entrenamientos o competición (3,50-4 m/s2). El conocimiento de estas variables complementadas con la FC nos permitirá conocer de una manera más precisa la carga de trabajo que realiza cada jugador del sistema evaluado y la exigencia física de las situaciones de enseñanza aprendizaje.

Cuantificación de una situación de enseñanza aprendizaje Cuantificar significa medir la exigencia física de una situación de enseñanza aprendizaje. Previamente se han de conocer los valores de referencia de cada uno de los jugadores que participan en el juego. Estos valores son necesarios para poder interpretar los datos obtenidos y transformarlos en información útil. En esta tabla se presentan los valores referencia de los 15 jugadores que han participado en el ejercicio a cuantificar.

GPS y acelerómetro

J.4

J.5

J.6

J.7

J.8

J.9

J.10

J.11

J.12

J.13

J.14

J.15

VMA

14,3

14,4

14,6

14,5

14,1

14,2

14,6

14,2

14,3

14,2

14,1

14,4

13,9

14,5

14,3

70% VMA (puls/min)

150

153

151

163

178

157

162

155

149

168

159

153

148

154

160

80% VMA (puls/min)

163

166

167

175

193

171

175

171

164

179

172

166

159

168

174

90% VMA (puls/min)

176

178

183

186

205

186

188

188

178

191

186

175

171

179

183

100% VMA (puls/min)

190

189

191

197

210

199

194

199

187

197

193

184

180

187

192

Vmáx (km/h)

30

31,5

32,3

29,8

33,2

32,3

29,6

30,7

31,5

35

30,1

34

33,2

30

Distancia Zona 1 (km/h)

0-7

0-7

0-7

0-7

0-7

0-7

0-7

0-7

0-7

0-7

0-7

0-7

0-7

0-7

0-7

Distancia Zona 2 (km/h)

7-14,3

7-14,4

7-14,6

7-14,5

7-14,1

7-14,2

7-14,6

7-14,2

7-14,3

7-14,2

7-14,1

7-14,4

7-13,9

7-14,5

7-14,3

Distancia Zona 3 (km/h)

14,3-18 14,4-18,9

31,4

14,6-19,4

14,5-17,9 14,1-19,9 14,2-18,8 14,6-19,4 14,2-17,8 14,3-18,4 14,2-18,9

14,1-21 14,4-18,1 13,9-20,4

14,1-19,9 14,3-18

Distancia Zona 4 (km/h)

18-21

18,9-22,1

19,4-22,6

17,9-20,9 19,9-23,2

18,8-22

19,4-22,6 17,8-20,7 18,4-21,5 18,9-22,1

21-24,5 18,1-21,1 20,4-23,8

19,9-23,2

18-21

Distancia Zona 5 (km/h)

21-24

22,1-25,2

22,6-25,8

20,9-23,8 23,2-26,6

22-25,1

22,6-25,8 20,7-23,7 21,5-24,6 22,1-25,2

24,5-28 21,1-24,1 23,8-27,2

23,2-26,6

21-24

Distancia Zona 6 (km/h)

24-30

25,2-31,5

25,8-32,3

23,8-29,8 26,6-33,2 25,1-31,4 25,8-32,3 23,7-29,6 24,6-30,7 25,2-31,5

3,69

3,77

3,68

Amáx (m/s2)

3,58

3,88

3,78

3,74

3,64

3,65

3,65

28-35

24,1-30,1

27,2-34

26,6-33,2

24-30

4

3,74

3,98

3,89

3,67

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J.3

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Pulsómetros

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J.1

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A continuación se presenta la cuantificación de la carga física a posteriori de la situación de enseñanza-aprendizaje genérica del ejemplo, el pentágono 5x5+5 pivotes. Se ha cuantificado una serie de 5 minutos de trabajo del sistema equipo azul y del sistema equipo naranja que tenían al sistema equipo blanco de pivote.

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Interpretar estos datos fríos y transformarlos en información útil es el trabajo más gratificante del preparador físico sistémico. En la ficha anterior se puede ver que tanto el equipo azul como el naranja se han ejercitado entre un 80 y un 90% de las VMA de sus jugadores. Esto significa que la utilización de los lípidos por vía aeróbica no aporta la potencia suficiente para mantener esta intensidad y por tanto ha incrementado el porcentaje de utilización del metabolismo del glucógeno, un sistema con menos capacidad pero más potente, que permite mantener la intensidad.

Pero el trabajo realizado por los jugadores de los dos equipos no es lineal (realizado a la misma velocidad). En la figura 9 se pueden ver los cambios de velocidad que se producen durante los 5 minutos del juego. Esto indica que existe una utilización paralela del sistema de los fosfágenos.

La resíntesis de ATP se realiza por una vía mixta (Aeróbico-Anaeróbica). Este ritmo de producción de energía se encuentra a nivel del Umbral Anaeróbico y permite al jugador resintetizar más ATP en menos tiempo. Esta nueva situación puede producir acumulación de lactato y un aumento de la deuda de oxígeno que inducirá a una nueva sensación de fatiga que se puede agravar por la continua depleción de los depósitos de glucógeno si se realizaran muchas repeticiones. En los dos equipos este trabajo se encuentra por encima del Cruce Metabólico (fig.8).

Ambos equipos han recorrido 500 metros aproximadamente. Los metros recorridos a alta intensidad son muy pocos, 9m de promedio en el equipo azul y 8m en el equipo naranja. Durante los 5 minutos de trabajo ningún jugador de los dos equipos ha superado en ninguna ocasión los 24 km/h, equivalentes al 80% promedio de sus Vmáx. Esta situación de enseñanza-aprendizaje no servirá para trabajar este tipo de esfuerzos. Si quisiéramos que se produjeran velocidades submáximas deberíamos aumentar el área de trabajo (distancias). La velocidad promedio de los dos equipos es de 6 km/h aproximadamente, esta velocidad se encuentra por debajo de la velocidad promedio de partido. El sistema azul y naranja han realizado alrededor de 20 aceleraciones de promedio y de ellas 1 sería submáxima. Normalmente en un partido se realizan alrededor de 10 aceleraciones submáximas. El ritmo de trabajo es de 0,070 nºacel/seg de promedio, este Ritmo de trabajo es alto si lo comparamos con el ritmo de competición, que para este grupo de jugadores es de 0,055 nºacel/seg. Las distancias promedio de las aceleraciones en este ejercicio son de 5-6 metros, bastante inferiores a las del partido (entre 10 y 15m). El análisis de datos puede ser interminable: correlaciones, comparaciones intrasujeto,

Figura 8. Porcentaje de trabajo de los dos equipos. Adaptado de Brooks y Mercier.

El sistema equipo blanco que se encontraba de pivote trabajó entre un 50 y un 60% de sus respectivas VMA. Esto quiere decir que han estado utilizando predominantemente lípidos. La carga es muy baja y puede servir de recuperación activa.

Figura 9. Velocidades (azul) y FC (rojo) de un jugador profesional que realizó el ejercicio ejemplo (5x5+5 pivotes e un pentágono). 35

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intersujetos, intersistemas, por posiciones, comparación de los resultados del mismo ejercicio en distintos periodos de la temporada, en distintos momentos de la sesión, en distintos momentos del microciclo… Como preparadores físicos debemos tener en cuenta que todos los datos obtenidos dependerán de las características del ejercicio, distancias, número de jugadores, reglas, tiempo de trabajo…. Si queremos cambiar la exigencia del ejercicio, deberemos modificar las características del mismo, pero siempre de manera consensuada con el entrenador, pues se modificarán también las exigencias técnico-tácticas.

Estandarización de ejercicios Los verdaderos protagonistas del proceso de enseñanza aprendizaje en el fútbol deben ser los jugadores y el entrenador. Los preparadores físicos no podemos obsesionarnos con la cuantificación compulsiva de la carga. Es por ello que os invito a estandarizar situaciones de enseñanzaaprendizaje, con el fin de utilizar lo menos posible herramientas que molesten a los jugadores. Estandarizar significa clasificar, caracterizar y tipificar las exigencias físicas. Os propongo una forma de hacerlo muy sencilla: se trata de calcular la exigencia física promedio de un minuto de trabajo de cada una de las situaciones de enseñanza aprendizaje que el entrenador utiliza para transmitir su modelo de juego. En la ficha del ejercicio cuantificado anteriormente (5x5+5pivotes) se pueden ver tres columnas en azul (1 minuto) que se refieren a los valores promedio de un minuto de trabajo del ejercicio. En las situaciones de enseñanza aprendizaje donde existan posiciones o roles muy marcados, se estandarizarán las exigencias físicas de cada uno de ellos. Conocer la exigencia física de un minuto de trabajo promedio nos permitirá anticipar la carga que soportarán los jugadores y nos facilitará la planificación y diseño de los tiempos de trabajo, número de series, repeticiones… Estandarizar ejercicios para anticipar exigencias físicas no es una ciencia exacta pero permite tener un conocimiento bastante aproximado de lo que sucederá a nivel físico. Por ejemplo, si en un minuto del ejercicio ejemplo se recorren 100 m. y se realizan 4,5 aceleraciones… si trabajamos 5 minutos podremos prever que se recorrerán 36

“Os invito a estandarizar situaciones de enseñanza-aprendizaje, con el fin de utilizar lo menos posible herramientas que molesten a los jugadores

”

alrededor de 500 m. y se realizarán 22,5 aceleraciones aproximadamente. Con la utilización de ejercicios estandarizados no será necesario el empleo continuado de pulsómetros y GPS. Una vez estandarizados los ejercicios del entrenador, estas herramientas se utilizarán sólo en momentos concretos: cuando se cambien reglas, distancias, número de jugadores, en ejercicios nuevos o con jugadores lesionados que se incorporan al equipo.

Reflexiones Te has preguntado alguna vez ¿por qué crees lo que crees? y ¿por qué piensas lo que piensas? Un consejo: ¡Hazlo y te sorprenderás! De esta manera he comenzado este artículo y de la misma manera quiero terminarlo, hablando de creencias. Estas son mis cicatrices: No creo en la preparación física analítica parcelada. No creo en los que separan lo inseparable. Creo en los profesionales que contextualizan. Creo en el fútbol como un deporte cognitivo y no como un deporte con objetivos físicos. Creo en un aprendizaje crítico, reflexivo y transformacional. No creo en el concepto «Preparador físico». Creo en el concepto de técnico encargado de ayudar y asesorar al entrenador en el diseño de las situaciones de enseñanza-aprendizaje. No creo en la preparación física como un fin en sí misma. La preparación física debe ser un medio, nunca un objetivo. Creo en el entrenamiento sistémico para crear conexiones pero también creo en la necesidad de tener buenos jugadores. Creo en los técnicos que tienen un modelo de juego y no entrenan a ciegas. Creo en los cuerpos técnicos conectados.

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Creo en los profesionales que dedican una parte del día sólo a pensar. No creo en el trabajo técnico descontextualizado. Creo en la mejora de la técnica dentro de la mejora del modelo de juego. No creo en las carreras continuas interminables de las pretemporadas. No creo en los picos de forma en el fútbol. Creo en los profesionales que entrenan con criterio. No creo en los “preparadores físicos” y entrenadores que sólo cansan a los jugadores con sesiones de entrenamiento vacías de contenidos. No creo en los “preparadores físicos” que se creen dueños de parcelas de entrenamiento. No creo en los entrenadores que otorgan excesivo protagonismo a sus “preparadores físicos”. Creo en los preparadores físicos y ayudantes que no dicen “sí a todo” al entrenador. Creo en los profesionales que una vez recogida la información del entrenamiento (pulsómetros, gps…) la tratan, la interpretan, la reflexionan y la utilizan. Tener datos no nos asegura conocimiento. No creo en los profesionales con cabezas llenas de conocimientos acumulados y apilados sin sentido. Prefiero menos conocimientos y más orden y conexión. No creo en los vendedores de humo. No creo en los profesionales que se mienten a sí mismos y ponen coartadas a la ignorancia. Creo en el mono que sube a por las bananas y lucha contra los monos viejos. En el fútbol todavía quedan muchos problemas que esperan respuesta. Os invito a reflexionar, investigar y avanzar en esta dirección. No perdamos más tiempo.

PERSONGRAFÍA En este apartado normalmente se enumeran todos los libros y artículos que han servido o se han utilizado para fundamentar un pensamiento. Si me permitís citaré personas. Doy exactamente la misma importancia a un libro que a una conversación que ayude a mejorar, a cambiar el rumbo. Vosotros sois los responsables de que crea lo que creo y que piense lo que pienso: Edgar Morin. Filósofo francés, único, admirable, siempre preocupado por mostrar un conocimiento sin divisiones ni compartimentos. Fue el verdadero culpable de mi forma de pensar, de entender el fútbol y la vida.

Enrique G. Herrscher. Excepcional sistémico argentino, en este artículo he adaptado ideas de su pensamiento sistémico de la empresa al mundo del fútbol. Karl Popper. Filósofo y sociólogo. Acuñó el término “Búsqueda sin término”. Él nunca estuvo seguro de nada. Buscó la verdad de la única manera posible: acercándose cada vez más a ella. Jamshid Gharajedaghi y Russell Ackoff. Dos de las máximas autoridades del enfoque sistémico mundial. En este artículo se respira su influencia. Dr. Frachek Drobnic y José Manuel González de Suso. Científicos, investigadores, ellos me transmitieron el gusanillo del inconformismo científico. Franchek trabaja en el CAR de Sant Cugat como responsable del Departamento de Fisiología y Piu (González de Suso) es médico de la Real Sociedad SAD. Dr. J. Escanero. Catedrático de la Facultad de Fisiología de la Universidad de Zaragoza. Ha dirigido más de 50 tesis doctorales. Fue un privilegio que aceptara dirigir la mía (Martínez 2004). José Ángel Cilleruelo. Escritor, poeta, amigo… con una visión del fútbol distinta. Su colaboración en este artículo ha sido impagable. Os recomiendo su blog; http://elvisirdeabisinia.blogspot.com/ José Manuel Casanova. Juntos diseñamos el proceso de formación de los jugadores del fútbol base del RCD Espanyol. Un ejemplo a seguir de trabajo y dedicación. Gracias por confiar en mí. Gonzalo Arconada. Entrenador sistémico de verdad. Conversar con él te tranquiliza. Es un profesional crítico, reflexivo e innovador. Chema Sanz. Juntos estudiamos INEF y lo que más nos unió fue que ninguno de los dos nos creímos nada de lo que nos obligaron a estudiar en la especialidad de fútbol. Oscar Perarnau. Sus consejos han servido para enriquecer mi trabajo. Aporta siempre el grado justo de coherencia y sentido común. Jacint Magriñà. Responsable del área táctica del fútbol base del RCD Espanyol. Trabajador incansable… Gracias por tus consejos. Manuel Lapuente, José Carlos Barbero y David Viejo. Estudiosos y expertos en la utilización de la tecnología GPS para la cuantificación de la carga en fútbol. Seirul.lo, Lillo, Jesus Cuadrado Pino. Grandes profesionales que se avanzaron a su época, se enfrentaron con la incertidumbre y abrieron caminos inexplorados. Todavía hoy siguen con su lucha. Mauricio Pochettino. Trabajar con él supone un aprendizaje continuo. Feliciano Di Blasi, Ramón Catalá, Tomy N’Kono, Toni Borrell, Juan Carrillo y Nacho Torreño. Técnicos del Primer equipo del RCD Espanyol de la temporada 2009-… A todos ellos, gracias. Mi e-mail: [email protected] 37

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Entrenar en Estados Unidos Por

Juan Salvadores Canedo.

Entrenador Nacional de Fútbol. Máster Profesional en Fútbol (Cesfútbol-Universidad de Murcia). Entrenador en Baton Rouge Soccer Club, Louisiana-EE.UU.

Es un asiduo colaborador de nuestra revista y siempre me resulta gratificante publicar, tanto trabajos técnicos como artículos de opinión, de Juan Salvadores Canedo, ya que, como he manifestado en más de una ocasión se trata de un técnico estudioso, inquieto, capacitado y amante compulsivo de nuestro deporte. Después de cursar nuestro Máster Profesional en Fútbol (en la primera promoción -ahora estamos desarrollando la tercera-) se trasladó con su familia a Estados Unidos a entrenar en la base e impartir sus conocimientos a un grupo de entrenadores norteamericanos. Regresó a España y volvió a su segundo periplo estadounidense, donde se encuentra ahora. Desde allí nos envía el trabajo que viene a continuación, en el que nos habla de diversos ámbitos del fútbol de aquel país. También esboza alguna indicación para aquellos técnicos españoles que quieran lanzarse a una aventura que puede aportarles una experiencia interesante. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING FÚTBOL)

Introducción ESCENARIO UNO s un sábado soleado. Me envuelven veintiún campos de fútbol, de diferentes dimensiones. Diseñados para fútbol a 11, pero también para equipos de 8 y hasta de 5, éstos últimos con porterías pequeñas, tipo “jockey”, para jugar sin porteros.

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El complejo más parece un enorme campo de golf, inmerso en un paisaje magnífico, rodeado de arbolado y arroyos. De hecho, empleados, árbitros y personal de vigilancia se mueven en carritos a motor. Cien equipos de chicos y chicas de todas las edades compiten, jugando varios partidos al día, que pueden convertirse en cinco o alguno más a lo largo del fin de semana si el equipo va superando rondas. Más de mil deportistas, más de dos mil familiares, puestos de bocadillos, refrescos y chucherías. Personal de la Policía y paramédicos se dejan ver entre la gente, con naturalidad. Los árbitros, de los que hay un gran número (dominando los sudamericanos, por cierto) se reúnen a descansar en una carpa al efecto y conviven con todos los participantes y sus familias. Ni una riña, 38

“ Los árbitros, de los que hay un gran número (dominando los sudamericanos, por cierto) se reúnen a descansar en una carpa al efecto y conviven con todos los participantes y sus familias

”

ni un reproche. Más bien, una fiesta deportivocampestre. Es un “tournament” (campeonato) en Burbank Park, excelente recinto público. ESCENARIO DOS Una tarde-noche cualquiera, entre semana. Estoy en una instalación pública del centro de la gran ciudad, pero rodeado de bosque y jardines. Doce canchas de tenis, cinco de béisbol y siete campos de fútbol reglamentarios, de césped, naturalmente. Magnífica iluminación. El grupo de

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chicos que entreno es uno más entre los… no sé cuántos… que nos rodean, además de los vecinos de toda edad que trotan por el lugar. Padres y abuelos nos contemplan, sentados en sillas plegables y comentando tranquilamente las incidencias del entrenamiento, o quizá de la jornada en general. Ante cualquier incidencia, personal médico y/o bomberos y Policía acude al instante, en cuestión casi de segundos más que de minutos, pese a ser sesiones de entrenamiento y, los más tardíos, futbolistas veteranos en competiciones al efecto. Estoy en Independence Park, en medio de la ciudad, pero hay muchas instalaciones similares, si bien algo más modestas. Estoy en los Estados Unidos de América, de nuevo. En Baton Rouge, Louisiana, ciudad de unos 250.000 habitantes, de los cuales 7.000 practican el fútbol bajo control federativo. No está mal para un país y una zona no especialmente futbolística. Trabajo como profesor de Español y Ciencias Sociales en High School, hasta las 3 de la tarde, y luego como entrenador “flotante” (ayudando a otros y/o cubriendo cualquier carencia) en el mejor club de la ciudad, el “Baton Rouge Soccer Club”, a partir de las 6. Yo ya había estado por aquí en la temporada 2006-07, aunque viviendo en una ciudad próxima, Lafayette. De mis andanzas y conclusiones hay información en esta entrañable y veterana publicación. Hasta se me invitó a disertar sobre ellas en 2007, durante los cursos de verano de la Universidad de Palencia-Valladolid, invitado por Nicolás Bores. Como consecuencia de esa difusión, varios compañeros entrenadores se han puesto en contacto conmigo, y dos se han animado a vivir este fútbol-soccer en directo: Xabi Gamboa e Iñaki Eraña. Con el primero, entrenador bien conocido en Navarra, conviví durante la primera edición del “Master Profesional CESFÚTBOL-Universidad de Murcia” 2005-06, y estuvo entrenando en estas tierras en el verano y otra vez en el otoño de 2008, en dos breves períodos. Al segundo no le conocía personalmente, aunque sí su trayectoria como jugador en Gijón, Murcia, Logroño, Santiago… Ahora, con motivo de su instalación en HoustonTexas, hemos tenido ocasión de estrechar lazos. Aquí anda, con toda su familia, por todo un año, en una auténtica inmersión americana.

disfrutado de su fútbol y me repitan que las descripciones del fútbol estadounidense que yo había hecho en mis artículos y exposiciones les han situado y ayudado mucho.

Fútbol profesional Sobre él escribía yo algo en esos artículos citados: de la competición femenina (extraordinario nivel), de la evolución de las Selecciones Nacionales de EE.UU. y de la lenta pero evidente mejora del primer equipo, bajo la dirección de Bob Bradley, y de que sería bueno que se les empezara a tomar en serio. Poco después, este equipo sorprendió a nuestra España, en la Copa Confederaciones. La Liga Profesional (Major League Soccer – MLS) se juega entre Abril y Noviembre, y el último campeón ha sido el “Real Salt Lake”, de Utah, club que tiene lazos con el “Real Madrid”, y de ahí su nombre. El nivel de la Liga no es realmente muy alto. Hasta hace muy poco un jugador bien conocido y lejos de sus mejores años, Cuauhtémoc Blanco, era una figura destacadísima y con los segundos ingresos como profesional, tras David Beckham. Pero el equipo nacional se ha enriquecido muchísimo con los jugadores que disputan o han disputado competiciones en Europa (Kasey Keller, Howard, Altidore, Rossi, Adu, Donovan, Bocanegra…), que son los que realmente dan relevancia al grupo. La Selección Nacional, en definitiva, está bastante por encima del nivel de la Liga, y ya no depende de jugadores asimilados originarios de otros países, como en las épocas de Fernando Clavijo o Tabaré Ramos.

Para mí ha sido una enorme satisfacción el que ellos y sus familias, no sólo se hayan encontrado magníficamente en este país, sino que hayan 39

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“ Todavía el espectador

norteamericano medio vive pendiente de las acciones de los porteros y delanteros, de los especialistas y protagonistas de los momentos “climax” del juego

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Tras los últimos buenos resultados internacionales de los estadounidenses, y tras las estancias de Beckham en California, se conoce mejor al fútbol masculino de élite, tanto en el ámbito mundial como en el nacional, y ya no depende exclusivamente de los seguidores hispanos y la asistencia a los estadios, y el seguimiento del fútbol televisado es notable. De todos modos, todavía el espectador norteamericano medio vive pendiente de las acciones de los porteros y delanteros, de los especialistas y protagonistas de los momentos “climax” del juego. Falta “cultura táctica”, que diría Juan Manuel Lillo. Aquí, por citar

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nombres y exagerando un poco, si actuaran jugadores como Casillas, Hugo Sánchez, Joaquín, Cristiano Ronaldo… serían dioses. Nada que objetar, pero el problema es que otros como Fran, Guardiola, Xabi Alonso, Casquero, Martí… serían prácticamente desconocidos salvo para los entrenadores y algunas minorías. De hecho, entre aquellas figuras que desembarcaron en Estados Unidos a partir de los 70, el más citado y recordado no es Beckenbauer, Moore, Cruyff, ni siquiera Pelé, sino… Chinaglia, un gran rematador, pero exclusivamente éso. El mismo Beckham, que no destaca precisamente en los desafíos de “uno contra uno” ni es un goleador, está siendo enormemente cuestionado. Se valora su faceta de pasador, pero es un detalle secundario en el deporte estadounidense. Nada sorprendente, por ejemplo, para aquéllos que sigan las competiciones baloncestísticas de este país. Los “bases”, tan importantes en Europa, son aquí personajes de segunda fila. Incluso un defensa, un especialista en situaciones críticas, como fue el popular Lalas, es mucho más conocido que cualquier centrocampista. Digamos que los estadounidenses gustan de los momentos de ruptura, pero no especialmente de los matices de creación y distribución del juego, sea el deporte que sea.

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En el fútbol español también oímos con frecuencia (especialmente a directivos) que teniendo un buen portero y dos delanteros efectivos el éxito está asegurado. Lo cual es muchas veces cierto en las competiciones menores, pero es un absoluto disparate cuando nos referimos al fútbol profesional.

Fútbol base Es el que más sigo aquí, y en el que estoy involucrado. Ya lo he citado en la primera parte de este artículo, y vuelvo sobre él. Dejo para otra ocasión, si cabe, el magnífico fútbol universitario y me centro en los “Tournaments”, las competiciones multitudinarias de fin de semana. Concretamente, en dos aspectos: la poca presencia de chiquillos latinos y negros, y el elevado número de partidos que cada equipo debe disputar en cuarenta y ocho horas. Esos torneos centralizados de fin de semana son realmente caros. Se viajan enormes distancias, hay que alojarse en hoteles y los entrenadores y árbitros (ya en estas categorías) tienen unos buenos ingresos, que sufragan los padres de los chicos. No es infrecuente que incluso las familias contraten entrenadores personales para los niños y niñas, cuando avizoran la posibilidad de que sus retoños consigan becas de estudios a través del deporte. Cuando pregunto por la razón de estas auténticas “palizas” (por las distancias geográficas y por la concentración de partidos en un fin de semana) que a veces acaban con la vocación de los chicos y, sobre todo, con la de los padres (además de con su cartera), se me dice que así se garantiza el seguimiento por parte de los entrenadores de High Schools y Universidades, lo cual sería casi imposible a través de competiciones locales, dada la enormidad de este país. Es una razonable explicación, pero sigo pensando que detrás hay algo más; por un lado, el hecho de que estas macroconcentraciones dejan buenos dividendos a la entidad que las aloja (artículos de propaganda, comidas, publicidad comercial) y, por otro, que el pueblo estadounidense es, literalmente, un “pueblo en marcha”, adoran el conducir, el visitar otras localidades, otros Estados, la vida al aire libre… De todos modos, según los partidos se van sucediendo a lo largo de las cuarenta y ocho horas,

cada vez se van pareciendo más a la famosa película de 1969 “Danzad, danzad, malditos”, del magnífico Sydney Pollack. Ser capaz ya no de esprintar, sino de meramente trotar, se convierte en una heroicidad a lo largo del sábado, aunque hay una especie de repunte final entre los aspirantes al título. Repunte que más hay que adjudicar al inmenso coraje y amor propio del deportista estadounidense que a las reservas físicas, que están prácticamente agotadas. Pero sí creo observar algo importante, muy importante, que muchos entrenadores pensamos, y es que, con frecuencia, cuando has de dosificar esfuerzos físicos, utilizas preponderantemente la inteligencia, reflexionas y te mueves mejor. Así, lo normal en estos campeonatos es que el primer partido sea intenso físicamente, con los chicos descansados y deseosos de descargar energía, tras el viaje, pero muy atolondrados tácticamente. En el segundo partido, que suele jugarse cuatro horas después (o incluso menos), empiezan a intentar descifrar cuándo y para qué moverse, y el juego deviene más táctico. En el tercero, muchas veces en la misma jornada, ya depende mucho de la riqueza de banquillo y de la preparación física, pero no es infrecuente que al menos la primera parte se vuelva a jugar “más con la cabeza que con las piernas”, por decirlo de forma sencilla. A partir de ahí, el desplome y, en su caso, el citado repunte en los equipos finalistas, sacando fuerzas de la flaqueza ante la perspectiva del título. Estos enormes costos no son fácilmente afrontables por las familias económicamente más desfavorecidas, que son, en general, las hispanas y las negras (afroamericanas, dicen aquí, en una 41

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falacia con tintes cursi-políticos chirriantes para un europeo). Consecuentemente, el fútbol estadounidense, pese a que hay ayudas para esas comunidades/niños, se ve privado del concurso de la chavalería más pícara, más individualista, más astuta, incluso más creativa. Y el juego se resiente. En los equipos nacionales hay presencia hispana y negra, sí, pero es porque son auténticos supervivientes, es la victoria final del más apto, pero por el camino se han quedado deportistas que con un poco más de apoyo o unos gastos organizativos menores habrían alcanzado, seguramente, un nivel aceptable y hubieran enriquecido el juego. Pero así es este gran país, para lo que nos gusta más y para lo que nos gusta menos.

Tres ejercicios Acabo con la descripción de tres ejercicios muy sencillos, pero que por diversas razones me hacen divagar ampliamente. He escrito varias veces que me parecen magníficos los trabajos sobre elaboración de ejercicios de Jorge Castelo (alguno de los cuales he tenido el honor de traducir para CESFÚTBOL), y que envidio a los compañeros que manejan una variedad interminable de tareas. Pero, por otro lado, coincido siempre con el entrenador, profesor y amigo Mikel Etxarri, en el sentido de preguntarme qué tareas elegir, porque pensamos que, más allá de la variedad y espectacularidad de una tarea, está la necesidad de que sea práctica, adaptada, sencilla y, sobre todo, que no cree vicios, “transferencias negativas” en lenguaje técnico. Aquí van tres muestras, a través de sencillísimos trabajos que hago y/o que veo hacer. EJERCICIO 1 Está destinado a la mejora de las luchas “uno contra uno”. Cada grupo forma equipo, pero no se puede abandonar la faja asignada. Sí se puede (y de hecho se debe) pasar la pelota a cualquier compañero de las otras fajas. Así hay un continuo juego que podemos llamar “amago regate…pero paso/ amago pase…pero te regateo”. Se anota pisando la pelota en la parte correspondiente de la línea de fondo; así practicamos también la pisada y el frenado, tan importantes como la arrancada y la conducción. Se producen así tanto desafíos individuales (resultado en cada faja) como colectivos (resultado global). 42

“ Más allá de la variedad y

espectacularidad de una tarea, está la necesidad de que sea práctica, adaptada, sencilla

”

Una posición correcta tácticamente la vemos en la FIGURA 1. Pero en jugadores novatos se da con frecuencia que los compañeros del poseedor se quedan en línea transversal, prácticamente sin posibilidad de apoyo, y en actitud casi pasiva. Del mismo modo, los compañeros del jugador en defensa sobre el balón tienden a quedarse alineados, sin dar coberturas. Lo expreso en la FIGURA 2. El equipo que capte mejor la naturaleza atacante del juego pasa a gozar de innumerables oportunidades de pase de ruptura y de elaboración de combinaciones 1-2 y 1-2-3. Y el equipo que mejor capte la mecánica defensiva del juego consigue bloquear los ataques rivales. A partir de un ejercicio de regate (que apasiona a los estadounidenses) y defensa “hombre a hombre”, transcendemos a conceptos de juego de conjunto. Es un ejercicio muy sencillo, que me gusta mucho proponer, que tiene mucha aceptación aquí y que, sin duda, aporta a mis grupos una mejora rápida y notable. EJERCICIO 2 Es un ejercicio muy sencillo también, y ampliamente utilizado en todas partes. Se trata de mantener la posesión del balón ayudándose de cuatro comodines situados en las esquinas de un espacio cuadrado. Esos comodines (“neutrales” es como se les llama en EE.UU.) pueden jugar a un toque o a más. Con principiantes creo que no se debe de obligar a estos apoyos a jugar a menos de dos toques. Podemos jugar con la norma de que, una vez pasado el balón a uno de los comodines, éste toca y se incorpora al juego, tomando el último pasador su puesto de apoyo en las esquinas; esta condición puede ser un poco complicada para los muy novatos pero añade el principio ofensivo de “movilidad”, específicamente el tan conocido subprincipio de “tocar-moverse”.

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El planteamiento básico se refleja en la FIGURA 3. Yo no suelo usar este ejercicio. ¿Motivo?... tengo tres, y me remito a las consideraciones y conversaciones con Mikel Etxarri sobre “transferencias negativas”. Uno: no me gustan las ejercitaciones sobre espacios que no sean claramente rectangulares, como el campo de juego. Dos: no me gustan los ejercicios “sin finalización”, por supuesto que entiendo su utilidad, pero, sinceramente, no los utilizo demasiado. Tres: no me gustan los comodines dispuestos en las esquinas, porque creo que pueden “viciar” al grupo. En el juego real hay que ampliar campo, sin duda, ello es básico. Pero se llega a un punto en que “ampliar por ampliar”, a mi entender, no tiene nada positivo, salvo que queramos alargar una posesión por un motivo muy concreto, como pudiera ser agotar los ultimísimos instantes de un partido, y aún así muestro mis recelos. La máxima “para ganar un partido hay que acertar durante noventa minutos, pero se puede perder en un instante” es una de mis favoritas. Creo que las frivolidades y el “juego de galería” sobran en la competición, tanto por conveniencia como por respeto al rival y al propio equipo. Entonces, sí me gusta más un ejercicio muy similar, pero con superficie rectangular y apoyos en las bandas y en la parte central de las líneas de fondo. Lo reflejamos en la FIGURA 4. Se trabaja sobre la idea de que hay que ampliar para empezar y para crear, pero hay que “romper y penetrar” a partir del momento de pasar la línea de medio campo, profundizando sobre el eje longitudinal. Podemos premiar el número de pases y el tiempo de posesión, pero también el hacer llegar la pelota a los comodines situados en las líneas de fondo.

Jugar indefinidamente por y con las bandas entiendo que se muestra contraproducente, a excepción de contar con buenos centradores y, sobre todo, cabeceadores de excepción. De lo contrario, sin posibilidad de amenazar con centro al área, irse a los banderines… ¿de qué sirve? Modestamente pienso que, por ejemplo, el “Barcelona” de Guardiola y el de Rijkaard se distinguen, además de por la identidad tan diferente de estos dos entrenadores, por el hecho de que el “Barcelona” de Pep es más rico tácticamente y no se autoencierra en las alas, como a veces sucedía con el de Rijkaard. Y, por otro lado, cuando llega por fuera, este “Barcelona” sí puede jugar con la sorpresa “¿voy a seguir tocando? ¿voy a driblar hacia el fondo? ¿voy a centrar?”, porque cuenta con un jugador como Ibrahimovic, tan solvente en el área chica, algo que no tenía el equipo antes de Guardiola. A un nivel muchísimo más bajo, yo viví ese problema entrenando en la Primera División Femenina. Las chicas no se distinguen precisamente por su habilidad y potencia a la hora de centrar pero, aún peor, cabeceando son limitadísimas. Por tanto, cuando cometíamos el error de abrir y abrir el campo indefinidamente, nos encontrábamos con el problema de que no teníamos salida tras llegar demasiado abiertos a la línea de fondo. EJERCICIO 3 Es tan sencillo y tan fácil que no precisamos siquiera de gráfico explicativo. Se trata de jugar al fútbol, con cualquier tipo de portería (e incluso sin ellas) y con cualesquiera dimensiones. A veces ponemos de condición, para favorecer la circulación de balón, el jugar a toques limitados, y lo hacemos incluso con niños que están comenzando. Me parece equivocado. Porque esa condición no hace sino introducir nerviosismo en los principiantes, impidiendo que el ejercicio sea placentero. Porque el fútbol “de verdad”, afortunaxdamente, no se juega con toques limitados (y volvemos a las “transferencias negativas” que tanto debatimos el maestro Etxarri y yo). Si en el fútbol no se pudiera regatear, nuestro deporte ni de lejos tendría la espectacularidad y la implantación que tiene. Y porque, finalmente, muchos de los ejercicios con limitación de toques que se dirigen a fomentar el desmarque y la movilidad del balón, se convierten en tareas en las que los poseedores se desprenden del balón de cualquier manera (“fállala tú”, para entendernos) y los desposeídos más 43

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alejados de la zona activa, más que colaborar en presionar, se dedican a contar los contactos de los jugadores rivales. Y no dejamos de ver como se obliga incluso a los niños a jugar con toques limitados. La verdad es que no estoy en absoluto de acuerdo. Prefiero jugar con un condicionante diferente, que me parece mucho más adecuado a la transferencia al juego real y mucho más gratificante para los jugadores, especialmente si son inexpertos, sin dejar de plantear una dificultad añadida dirigida al aprendizaje e interiorización del principio ofensivo de la movilidad de balón y cambio de frente de ataque. Ese condicionante es, simplemente, que el equipo en defensa se hace con el balón no sólo por robo o por salida del mismo de la superficie de juego, sino también tocando con la mano al eventual poseedor. Nada más, pero suficiente para obligar a éste a pasar la pelota sin dar opción

al rival a contactar con él. Este ejercicio, por lo demás, es demasiado exigente para chicos normales de hasta 11 ó 12 años, pero se puede usar perfectamente con jugadores de esa edad en adelante.

EJERCICIO 1

FIGURA 1

FIGURA 2

EJERCICIO 2

FIGURA 3 (Grises son comodines)

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Entrenar en EE.UU. Sobre este tema ya he escrito y/o hablado alguna otra vez, con ocasión de la publicación y actos que cité en las primeras líneas de este artículo, pero quizá no está fuera de lugar recalcar algunas consideraciones. Entrenar en Estados Unidos es un placer. Las cuestiones disciplinaria y organizativa, que tanto desgastan a un entrenador, están resueltas en esta cultura. La disciplina, que quizá es lo más arduo de llevar en el entorno latino, simplemente se da por supuesta entre deportistas estadounidenses. El entrenador es el que más sabe y es el jefe. Punto. No hay más que discutir. Si como entrenador consigues alcanzar la autoridad moral, la que da el convencer a tus jugadores de que realmente vas a aportar a su carrera detalles que les harán mejores, perfecto; estarás cerca de la felicidad. Pero, si por lo que fuera, no eres capaz de llegar a ese punto, al menos trabajarás con la seguridad de que tus jugadores y

tus directivos te van a respetar como profesional. Algo que los que venimos del deporte latino, tan dado a la desconsideración hacia el entrenador, agradecemos enormemente. Es algo que hay que vivir para darse cuenta de lo beneficioso que resulta para todos. Y la carencia de Prensa escrita especializada en deportes también es de agradecer. Este país no es tierra de lectores, desde luego. Aspecto no siempre positivo, y quizá antes al contrario, pero que también tiene su faceta favorable: la gente se dedica a preparar y a hacer su trabajo, mejor o peor, y se olvida de discusiones y debates bizantinos, cuando no mal intencionados. De la vergüenza que se siente ante el protagonismo de los grupos de gamberros que pululan por los estadios latinos en general y españoles en particular, y ante el apoyo más o menos solapado de ciertos jugadores, entrenadores, periodistas y clubes no hace falta hablar mucho. Y desde aquí, desde

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Norteamérica, más vergüenza si cabe se siente ante los penosos espectáculos que vemos partido tras partido en las gradas españolas y en los aledaños de los campos. ¿Por qué no se ha solucionado? En mi opinión, porque hay mucha gente interesada en la existencia de esos grupos de delincuentes. ¿Motivo? No lo sé. Pero sí sé que en Estados Unidos puedes ir y venir tranquilamente a los campos de juego, los partidos son recreo para toda la familia y los árbitros son personas normales que conviven con todo el mundo y se mueven con absoluta tranquilidad entre espectadores y jugadores. Con ello tengo suficiente. Paso a un tema mucho más agradable y a “la pregunta” que seguro bastantes lectores se están haciendo o incluso buscando desde que empezaron a leer estas líneas. ¿Cómo hacer para venir a entrenar en EE.UU.? Pues con lo variado que es el país, así de diversas son las opciones. FÚTBOL PROFESIONAL DE ÉLITE: pues que te contrate un club de la Liga. Simplemente. Difícil. Hay pocos equipos y los británicos, los holandeses y los alemanes nos han tomado gran delantera. La tradición angloparlante y la acertada política de difusión de las Federaciones de fútbol de esos países han sido decisivas. La poca pujanza de la Federación Española y la poca afición que tenemos los españoles al estudio de los idiomas y a la aventura en nuevos entornos ha hecho el resto. De momento, en ese ámbito los entrenadores españoles tenemos un panorama reducidísimo. FÚTBOL UNIVERSITARIO: maravilloso e interesantísimo campo. No es difícil, creo, al contrario, la incursión en la MLS. Los títulos españoles de entrenador son apreciados por las entidades estadounidenses, aunque no son directamente homologables. Pero ese asunto es muy complicado para explicarlo aquí y ahora. Valga saber que, efectivamente, y pese a que nuestra Federación no ha hecho mucho hasta el momento (aunque empieza a haber estancias de entrenadores estadounidenses en Las Rozas, excelente iniciativa), el fútbol español y sus intérpretes tiene excelente cartel aquí, como no podía ser menos. Ya no es sólo el Real Madrid. El título europeo de nuestra Selección y el juego y éxitos del Barcelona nos han puesto en primera línea. 46

Ponerse en contacto con las Universidades U.S.A. es realmente fácil. Se trata de convencerles de que eres la persona idónea y que tu titulación y experiencia es adecuada a sus necesidades. Por cierto, el “Máster Profesional CESFÚTBOL-Universidad de Murcia” se reconoce perfectamente en el sistema estadounidense, como yo he podido comprobar al homologarlo. No esperen fortunas por trabajar como entrenador universitario, pero gozarán de una experiencia inolvidable. CAMPAMENTOS DE VERANO: contratos de meses, a través de empresas europeas y americanas especializadas, bien fáciles de contactar. Ellos tramitan los visados y permisos pertinentes. El navarro Xabi Gamboa, al que cité en el arranque, ha vivido esta experiencia. Y le gustó, tanto que repitió, aprovechando los contactos que él y yo hemos ido haciendo. Problema: el salario es simplemente para sobrevivir, y el trabajo de campamento es duro, realmente duro. Y sólo unos meses. Pero como toma de contacto, me parece una gran oportunidad, especialmente para gente joven y/o sin grandes responsabilidades familiares. ACTIVIDAD PARALELA: es la que tenemos, por ejemplo, Iñaki Eraña y yo mismo. Iñaki se interesó en esta posibilidad, movimos los contactos, y aquí se vino con su familia, por un año, con toda la familia. Se han matriculado como estudiantes en diferentes instituciones, tienen sus visados correspondientes, y entrenan por las tardes, los niños como jugadores y el padre como entrenador. Excelente aventura familiar e incursión en el deporte y la vida estadounidense. Problema: puede resultar gravosa, muy gravosa, económicamente; las instituciones docentes norteamericanas no son baratas para extranjeros. Yo trabajé en 2006-07 y ahora de nuevo, 200910, como profesor. El venir en esa condición a través de programas gubernativos me habilita en términos de visados y licencias. El inconveniente es que de esa manera sólo puedo entrenar por las tardes, al acabar mi jornada docente y con una dedicación limitada, pero como sabemos, a muchos el fútbol no sólo no nos cansa, sino que nos revitaliza, aunque nos exija desdoblarnos en el tema laboral. Sea como sea, el que venga a Estados Unidos a entrenar no tendrá una experiencia vana ni banal. Os lo aseguro y os animo a vivirla.

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Firma invitada Arturo Díaz Suárez Vicedecano de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Murcia. Profesor del Máster Profesional en Fútbol.

Sobre el fútbol como deporte

E

l deporte dista mucho de tener un significado unívoco y preciso. En muchos casos no se establece una diferencia clara entre juego y deporte, queriendo identificar con estos términos las manifestaciones motrices de las diferentes culturas. En nuestro caso vamos a considerar como deporte únicamente a un determinado tipo de actividades físicas que presentan los rasgos diferenciadores contenidos en la definición siguiente: "situación motriz de carácter lúdico, competitivo, reglada e institucionalizaba". Domínguez (2001) recoge algunas de las principales razones por las que se justifica la evolución del enfoque del fútbol como deporte. Entre éstas cita las siguientes: el fútbol requiere la realización de una serie de movimientos, esfuerzos y acciones en secuencias variables e intermitentes para llevar el balón a una meta y/o evitarla, y las posibilidades de éxito dependerán de un uso inteligente de la relación de oposición-cooperación; en el fútbol se produce una interacción motriz entre los jugadores como consecuencia de la presencia de compañeros y adversarios utilizando un espacio común y una participación simultánea mediante cooperación y oposición; la acción de juego obliga al jugador a una continua percepción de la situación, a una toma de decisión adecuada y a una solución motora dotada de la precisión requerida en el momento oportuno. El fútbol se caracteriza por la necesidad de resolver situaciones de juego cambiantes en estrecha relación con el compañero, oposición del adversario y por la inestabilidad del medio en que se desarrolla (Domínguez, 1993). El fútbol como juego se manifiesta globalmente sin poder dividir las partes que lo integran. Es una actividad motriz compleja en la que el jugador debe tomar decisiones antes de actuar, y después de haber analizado la situación (Mombaerts, 1998). Desde nuestro punto de vista, el entrenamiento no deja de ser un proceso de enseñanza-aprendizaje o de formación y optimización constante. En este sentido, los autores no proponen formas analíticas de entrenamiento, sino formas que parten del propio juego. En esta misma línea, Döbler, Konzag y Herzog (1995) recogen las exigencias de los deportes de colaboración-oposición, entre los cuales está el fútbol, citando las siguientes: atención diferenciada, percepción constante de la situación de juego y anticipación de la misma, tomas de decisión constante y adecuada a la situación, realización adecuada, constante presión espacio-temporal Romero (2000) expone, a partir de la estructura y del análisis funcional del fútbol, las razones para llevar a cabo un entrenamiento de carácter más global, próximo a la realidad del propio juego y a las condiciones de la competición, que deberá partir del estudio y análisis de ésta. El citado autor define el fútbol a partir de su estructura como: “Un deporte colectivo donde se produce una interacción motriz entre los participantes, como consecuencia de la presencia de compañeros y adversarios, utilizándose un espacio común (estandarizado y sin incertidumbre) y con una participación simultánea mediante cooperación-oposición”.

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Nuestro ejercicio del mes

Revista TRAINING FÚTBOL nº 170

TAREA DE ENTRENAMIENTO

Autor:

Luis Fradua Uriondo. Entrenador Nacional de Fútbol. Doctor en Educación Física.

Título: “Comodines y paredes”.

OBJETIVOS: - Provocar la observación del juego a través de la ejecución de “la pared”.

Consideraciones: Se trata de un ejemplo claro de entrenamiento globalizado, en el que se desarrollan simultáneamente los componentes físico, técnico y táctico.

EXPLICACIÓN Y DESARROLLO Se enfrentan dos equipos, de dos jugadores cada uno, dentro de un cuadrado de 15 metros de lado. Fuera de este espacio delimitado, y en cada uno de sus cuatro lados se sitúa un jugador. De estos cuatro jugadores que están por fuera, dos pertenecen a un equipo de dentro y los otros dos a otro, de tal forma que los dos jugadores que pertenecen al mismo equipo se colocan en lados opuestos. Para mantener la posesión del balón, los dos compañeros de dentro se apoyarán en sus dos compañeros de fuera, realizando con ellos las paredes y apoyos necesarios, ante la oposición de los dos rivales que tienen dentro. Cada pared que se ejecute se contabilizará como tres pases. Ganará el equipo que llegue a realizar mayor número de pases en un tiempo determinado fijado para cada repetición de esta tarea.

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GRÁFICO

 SELLO

REVISTA TÉCNICA PROFESIONAL Avda. de Entrepinos, 12 Señorío de Entrepinos - SIMANCAS 47130 VALLADOLID

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Número 171 - Mayo 2010

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Contenido de nuestro PRÓXIMO NÚMERO Hablamos de fútbol con… Benito Floro Sanz. El fútbol que debe venir. Benito Floro Sanz. Entrenador Nacional de Fútbol. Diplomado en Magisterio. Ex-Entrenador de Albacete, Real Madrid, Sporting de Gijón, Vissel Kove, Monterrey, Villarreal, Mallorca y Barcelona de Guayaquil. Profesor del Máster Profesional en Fútbol para Entrenadores Nacionales (CESFÚTBOL). Miembro del Comité Técnico de TRAINING FÚTBOL. Jesús Cuadrado Pino. Entrenador Nacional de Fútbol. Máster Profesional en Fútbol y Máster en Alto Rendimiento Deportivo. Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol (CESFÚTBOL). Director de TRAINING FÚTBOL. Director y Profesor del Máster Profesional en Fútbol (CESFÚTBOL).

La suma de talentos no basta para competir. Por

. .

Jesús Cuadrado Pino. Entrenador Nacional de Fútbol. Máster Profesional en Fútbol. Máster en Alto Rendimiento Deportivo. Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol. Director de TRAINING FÚTBOL y de CESFÚTBOL. Expreparador físico de U. D. Salamanca y Real Valladolid.

En busca de la organización defensiva en los saques de esquina. Por

Víctor López Gómez. Entrenador Nacional de Fútbol. Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de Fútbol (CESFÚTBOL).

Tests para la valoración de la condición física en el fútbol. Por

.



Daniel Juárez Santos-García. Doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, especialista en fútbol. Miembro del Laboratorio de Entrenamiento Deportivo de la Facultad de Ciencias del Deporte de Toledo, UCLM.

Firma invitada

Tarea de entrenamiento: “Partido áreas prohibidas”

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