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EL CONOCIMIENTO DEL HOMBRE PUBLICACIONES “LUZ EN EL SENDERO” DE LA ORDEN ROSA CRUZ KABALISTA DE COLOMBIA

ISSN 0123—2185

No. 21 Santiago de Cali, abril del 2007

IVAN DARIO QUINTERO DE LA PAVA Zerión KR+

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INTRODUCCIÓN La humanidad a lo largo de centenares de años, ha vivido a través de los dogmas que han anquilosado su consciencia y su sensibilidad. Se ha acostumbrado a que le digan: “has esto o has lo otro”. Pero, ¿por qué no aprendemos a pensar por nosotros mismos, por qué no utilizamos el discernimiento, la comprensión, la meditación, la introspección, por que no trabajamos internamente a través de las ingentes fuerzas que subyacen por génesis en nuestra interioridad, para despertar las divinas potencialidades subyacentes en la naturaleza de cada uno? Dice el texto bíblico: “¿Olvidáis que sois dioses y que en vosotros mora la Divinidad?”. ¿Nos hemos olvidado que cada uno de nosotros somos parte de la Esencia Cósmica y que tenemos las mismas potencialidades del Creador? ¿Por qué seguimos diciendo que los demás hacen cosas que nosotros no podemos hacer? La vida se rige por leyes específicas: La ley de Evolución, la ley de Causalidad, la ley de Renacimiento y la Epigénesis, las que bien comprendidas y aplicadas, nos habrán de llevar al perfeccionamiento progresivo y a la supresión del sufrimiento. Es el destino magno que nos han trazado los Instructores de todos los tiempos al indicarnos el trabajo interno que debemos realizar día tras día.

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EL CONOCIMIENTO DEL HOMBRE El ser humano se debate constantemente entre el egotismo y el altruismo. El egotismo es sendero de dolor, el altruismo es sendero de felicidad. Nuestros más grandes maestros son el amor y el dolor. Quien no quiere transitar el sendero del amor que es el sendero de la consciencia, de la actividad permanente, pleno de amor, de altruismo, de voluntad, tendrá que transitar el sendero del dolor, porque si nos dejamos llevar por el egotismo, por la emotividad, por el instinto, por las pasiones, por la negatividad y por la mente racional que nos impide ser mejores personas, obtendremos dolor. El Señor Jesús con sabiduría extraordinaria dijo: “los prefiero calientes o fríos mas no tibios, porque a éstos los vomitaré de mi boca”. Significa que evoluciona más rápidamente tanto quien se esté esforzando por perfeccionarse, como quien está transitando el sendero de la destrucción y de los abusos, pues la Ley de Causa y Efecto, la Ley mas justa y perfecta que la Divinidad pudo habernos prodigado, hará que a través de los sufrimientos, de las enfermedades, de la pobreza, de la miseria, al no poder satisfacer ni seguir el camino de los vicios y continuar ese sendero negativo, enderece su vida y siga el sendero del ennoblecimiento y del perfeccionamiento, mientras que los tibios, quienes

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solo viven la vida, tardarán millones de años en entrar en el camino de la realización interna. Se cometen muchos yerros por inconsciencia, por falta de evolución, por eso la Ley de Causa y Efecto proporciona dolor y sufrimiento como justa retribución, lo que nos coloca de nuevo en el sendero de la superación. Un axioma dice que “todo santo tuvo su pasado, todo pecador tendrá su futuro”. Se habla que algunos santos y santas tuvieron un pasado tormentoso, pero que el sufrimiento los llevó a introvertirse y a seguir la vida religiosa llegando a convertirse en seres pacíficos y místicos. El sendero del amor es el que todos los Grandes Seres nos han mostrado: “en que os améis los unos a los otros probaréis que sois mis discípulos”, discípulos del Cristo, discípulos del sentido espiritual que nos debe unificar con la Consciencia Cósmica, ese es el sentido de las enseñanzas Rosacruces. ¿Por qué no caminar por el sendero del amor que es bondad, esa cualidad especial que tienen algunos muy pocos seres porque la han cultivado, pero que nosotros también lo podemos hacer, compartiendo, sirviendo, entregándonos a los demás. Actualmente, por secuencias de evolución nos encontramos bajo la presión de la mente y de la emoción que nos llevan constantemente a cometer errores, a ser egotistas en grado sumo, lo que nos conduce al sendero del dolor, porque cuando

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tratamos mal a los demás, ¿qué podemos esperar de ellos? Cuando la mente racional nos hace sentir que estamos separados de otros, los otros también por una ley simpática se sentirán separados de nosotros. El ser humano se queja enormemente porque los demás no les quieren, porque los demás les hacen algún daño, porque la vida es tremendamente difícil para la mayoría en muchas ocasiones, bien sea en la salud física, en la salud emocional o en lo moral, lo que es debido a que hemos manejado mal la mente y la emoción. Debemos elevarnos sobre ese estado egoísta de mente racional y emotividad, cultivando la imaginación y la sensibilidad; así educiremos la consciencia y empezaremos a encontrar la luz que habrá de iluminar nuestra existencia. Los Instructores en todas las épocas han dejado enseñanzas muy valiosas con respecto de cómo adelantar en el sendero de la realización espiritual: cada vez que vayamos a hacer alguna cosa, que estemos pensando, imaginemos o vayamos a decir algo, en ese momento debemos introvertirnos y decirnos a nosotros mismos: “¿esto que voy a decir, esto que estoy pensando, esto que estoy haciendo, lo haría, lo pensaría, lo diría alguien como el Señor Jesús?” (por ejemplo). Si en algún momento nos damos cuenta que nuestras imágenes, pensamientos, palabras, actos, no están de acuerdo con lo mejor para nuestra vida y que un Ser de evolución no se

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atrevería a decir, pensar o hacer, estaremos transitando un mal camino, por lo que debemos enderezar el sendero si no queremos generar karma negativo que siempre trae tristeza y dolor. ¿Queremos seguir transitando el sendero del egotismo que es un sendero de dolor? o ¿queremos transitar el sendero del altruismo que es amor, que es el sendero de la felicidad? No estamos en este mundo ni para sufrir ni para gozar; encarnamos exclusivamente para adquirir experiencia sin importar los miles de millones de años que demore este tránsito, que al fin de cuentas es un instante en la Vida Universal, importantísimo, porque es en el cuerpo físico, este Taller del Altísimo, en donde logramos adquirir la experiencia, la sensibilidad y la consciencia necesarias para trascender, elevarnos y conquistar los mas elevados estados. El Señor Jesús, como una promesa para nosotros, expresó: “cosas que yo hago las haréis vosotros y cosas mas grandes haréis”, estaba enseñando que todo lo que Ellos, los Grandes Seres han hecho, nosotros lo podemos hacer, y si alguna persona se atreve a decir lo contrario, probablemente es alguien cobarde, hipócrita, que no está transitando el sendero de lo espiritual, de lo cósmico y de lo divino. ¿Que objeto tendría la existencia si no existieran las Leyes de Evolución, de Causalidad y de

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Renacimiento, para trascender nuestras limitaciones y perfeccionarnos? La Ley de Evolución como perfeccionamiento progresivo, manifestada a través de reencarnaciones sucesivas bajo la férula de la Ley de Renacimiento (reencarnación), siendo guiados por la Ley de Causa y Efecto (karma), cada uno cosechando lo que ha sembrado, aprovechando la Epigénesis que es mejorar si nos lo proponemos. Es así como debemos aprovechar las enseñanzas de las escuelas Iniciáticas, tener la confianza en el trabajo interno, pues quien medita, discierne, se concentra, actualiza consciencia, educe el amor, es responsable, honesto y veraz, mejora en todos los aspectos de su vida. La voluntad es absolutamente indispensable en cualquier progreso. Quien no cultive la voluntad será un mequetrefe en la evolución, no logrará absolutamente nada, solo se dejará llevar por la fuerza del karma, generalmente negativo, acarreándole tristeza y dolor, lo que le hará aprender las lecciones y buscará el cambio. Nuestra constitución psico-física y espiritual, está conformada por siete cuerpos o vehículos emanados de la Mónada, del Espíritu Virginal o la Chispa Divina, la que es idéntica a su Padre, la Divinidad. Estos siete vehículos son conocidos en la filosofía Rosa-Cruz, como Espíritu Divino, Espíritu

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de Vida, Espíritu Humano, mente concreta, emoción, vitalidad y materia física. En la terminología de tipo oriental traída al occidente por las enseñanzas teosóficas, esa misma correlación mirándola desde lo sutil hacia lo denso, comienza en Âtma, después el divino Buddhi, progresivamente se densifica hacia el Manas Superior, después el Manas Inferior, pasando por Kâma, luego Linga-sharira, siendo el más denso el Sthûla-zarîra, el cuerpo denso. Es la diferenciación progresiva o acortezamiento sucesivo de las energías cósmicas hacia lo material para la adquisición de experiencia. El Espíritu Divino o Âtma se corresponde con la consciencia; el Espíritu de Vida o Buddhi con la sensibilidad; el Espíritu Humano o Manas Superior, con la imaginación como poder creador. El Manas Superior es un poder extraordinario emanado del tercer aspecto de la Mónada y ésta a su vez del Tercer Aspecto del Logos, que se manifiesta en todos y en cada uno de los seres vivientes como poder generacional radicado en la sustancia germinal. La sustancia germinal tiene dos polaridades: una netamente substancial, que permite que de la impregnación de la semilla femenina por la masculina surja la vida manifestada, mientras que la otra energía subyacente en esa misma semilla es la

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que faculta al ser humano a través de la imaginación y de la sensibilidad para convertirse progresivamente en un super-hombre y algún día en un ser divinizado. Además de la imaginación como poder creador en nuestra propia naturaleza -y todavía no trabajado por la humanidad porque no estamos acostumbrados a imaginar sino a pensar-, surge por densificación la mente racional, el Manas inferior. Ésta, en su lógica es limitante y generalmente nos hace egoístas. ¿Quiénes actúan en el estrato de la imaginación? Los arquitectos, los ingenieros, los genios, los inventores, que más que inventores son descubridores, porque no es que estén inventando algo nuevo, sino que están estudiando la naturaleza humana y la naturaleza terrestre, por lo que los descubrimientos que hacen es por analogía con aquello que observan que se cumple en la naturaleza. De allí podemos decir que todo lo que se cumpla en la naturaleza humana y en la naturaleza terrestre es algo perfectamente natural; lo que no se cumpla, es antinatural. El ser humano también está compenetrado por la fuerza del deseo o de la emoción, llamado Kâma por los orientales, siendo otro de los vehículos que componen nuestra naturaleza interna, el que constantemente nos impulsa a desear, a ambicionar, a emocionarnos y a entusiasmarnos con todo aquello que deseamos.

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Cuando a la mente racional en su aspecto egotista se le une la emoción, tenemos las grandes tragedias de la humanidad, porque cuando el ser humano se deja llevar libremente por sus emociones, por la fuerza del instinto vinculada con la mente racional, separatista, lógica, pensando que cada uno de nosotros es lo mas grande que existe en la creación -siendo una verdad relativa mas no absoluta- surge la separatividad, lo que implica que no aceptemos a los demás con altruismo, con la bondad, con el cariño, con la altura espiritual con la que debemos tratarlos, porque, aunque aparentemente diferentes, somos iguales en esencia, pues fuimos emanados por Dios, la Esencia Cósmica. Somos diferentes en grado de evolución, pues unas personas saben más en el campo intelectual, otras quizás en el artístico, otras de pronto en el campo de la ciencia y así sucesivamente; eso lo va logrando la evolución, el trabajo de cada uno si nos esforzamos. Si no lo hacemos, seguimos con ese maremagnum de humanidad que pasa de encarnación en encarnación sin aprender, profundizar ni saber, y lo que es peor, sin realizar, sin trascender. Nos pasamos la vida llenando nuestra boca diciendo: “es que el Maestro tal dice esto, aquello o lo otro”; sí, pero, ¿qué decimos nosotros? ¿Estamos luchando por perfeccionarnos realmente?

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¿Estamos llegando a esas conclusiones matemáticas a las cuales ellos llegaron por su trabajo interno? ¿Podemos adueñarnos de ese conocimiento y decir: “esto es así porque yo lo he realizado en mi propia interioridad”? o simplemente seguir repitiendo: “esto es así porque fulano lo dijo”. Eso lleva a un estado de inconsciencia lamentable, porque seguimos siendo los dogmáticos de siempre. Nuestra naturaleza interna va desarrollando todas sus complejidades, sus capacidades, despertando sus aptitudes y elevándose progresivamente en la escala infinita de la evolución y del progreso. Por eso debemos diferenciar muy bien la individualidad constituida por la consciencia, la sensibilidad y la imaginación, de la personalidad, constituida por el cuerpo denso, la vitalidad, la emoción y la mente racional que son los aspectos básicos de la evolución. La personalidad es la máscara con la cual nos presentamos ante el mundo tratando de aparentar que somos importantes, que somos sabios, que somos poderosos, que somos ricos; aún es así nuestra naturaleza en la actual etapa de la evolución, pero estamos llamados a llegar mas allá, a vivir en el mundo de la imaginación creadora, de la sensibilidad estética y de la conciencia-voluntad. Vivir la individualidad es vivir en la realidad del sentido de Ser, sendero que inicialmente están

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transitando los artistas, quienes están comulgando en su propia naturaleza con la imaginación y con la sensibilidad. Imaginan la belleza que aún no existe en su aspecto artístico, las amalgaman con el sentido espiritual de belleza interior que sienten y la entregan al mundo como una gran obra musical, como una esplendorosa pintura o como una escultura. Quien está trabajando en el campo del amor es un artista natural; quien está trabajando en el sendero del dolor jamás podrá transitar el sendero del arte, pues éste tiene que ver con el cultivo del Alma, palabra del latín ánimus, que es la energía que nos anima, que nos impulsa constantemente en un sentido o en otro. Decía el Maestro Krumm-Héller: “Ego somos, cuerpo tenemos, pero tenemos que cultivar el mediador, el Alma”. El Alma es el resultado de la interrelación que existe entre la sensibilidad, la imaginación, la mente, la emoción y la vitalidad. Son cinco grandes estratos, apoyándose el inferior (la vitalidad) en el cuerpo denso y teniendo como cima el Espíritu o centro de consciencia. ¡Que importante trabajar el Alma, pues el cultivo del Alma unida a la conciencia que es Ego, es la finalidad de la existencia! Lo que más nos ayuda a crecer en Alma es el altruismo y el cultivo de la bondad. Como ejemplo

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para el mundo, encontramos en la historia reciente tres personajes trascendentes por su bondad: la madre Teresa de Calcuta, Mahatma Gandhi y Albert Schweitzer. En 1.948, en la India, la madre Teresa de Calcuta al observar los padecimientos, el hambre, las enfermedades y la miseria de la gente más humilde, pidió permiso para retirarse de la congregación religiosa a la que pertenecía para dedicarse a servir a los mas necesitados. Fundó, años después, una casa de sanación para aquellas personas humildes, enfermas, a quienes, con cariño recogía, las llevaba a esa casa, les bañaba, les limpiaba sus llagas, los curaba y les daba alimento para llevarlos de nuevo a que pudieran valerse a sí mismos. Eso es bondad, por eso el gran magnetismo que tenía; al lugar del mundo a donde llegaba, los presidentes y los reyes salían a saludarla y a rendirle el merecido honor a quien se había entregado al servicio desinteresado de los demás. También en la India, Mohandas Gandhi viendo la miseria y el sufrimiento de su país bajo la opresión que sobre ellos ejercía el Imperio Británico, decidió que ya era hora de ser libres -por lo menos del yugo de los hombres- lo que le llevó, vestido solamente con un taparrabos, como el mas humilde de los humildes o intocables (así llamados en la India los de la clase social más baja), a decir: “mis queridos

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hermanos y hermanas, no es con armas como vamos a pedirle al opresor que nos deje libres para que podamos vivir nuestro destino, es a través de la no violencia”. Así fue como logró darle dignidad y libertad a su país. Le dieron el nombre de Mahatma, que significa “gran Alma”, que solamente se le confiere en la India a los más elevados seres. Albert Sweitzer, médico Europeo, músico, matemático, físico y filósofo, había escrito una gran cantidad de obras de importancia, ofrecía conciertos en los sitios más elegantes de Europa. Algún día sintió el llamado espiritual, sintió dolor moral por el sufrimiento de sus congéneres, se fue al África, en donde años después otros nobles europeos lo encontraron viviendo con los indígenas, enseñándoles a leer y a escribir, curándoles sus enfermedades, atendiéndoles sus miserias. Pasa el tiempo y estas personas permanecen en la memoria colectiva; en cambio, no importa qué mentalidades científicas, intelectuales, literarias, etc., hayan surgido en el último siglo, de ellos no se acuerda nadie, porque no han dejado un rastro de bondad. ¿Por qué el Señor Jesús, después de dos mil años y a pesar de todas las barbaridades que se han hecho -desafortunadamente en su nombre- se siga recordando con cariño? Porque era un Alma grande, había bondad en su vida; siguió el sendero de la

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bondad, de la belleza y del bien y nos dejó trazado el camino. Debemos meditar un poco en estas situaciones, sabiendo que también nosotros tenemos la posibilidad de lograr lo que los Grandes seres han logrado, pero que tenemos que liberarnos definitivamente de las cadenas de los dogmas que nos impiden ser libres en el campo de la conciencia; tenemos que estar seguros que podemos y debemos trascender nuestras humanas limitaciones. Debemos trasmutar lo mundano en lo divino; cambiar lo que nos está afectando, transformándolo en esencia de amor, de sensibilidad, y trasmutando el instinto, la emotividad y la mente racional en sensibilidad y en consciencia. Cuando el pueblo de Israel estaba sufriendo pestes, hambre y dificultades de toda índole, Moisés, nombre que significa “salvado de las aguas”, es decir, salvado de las turbulencia de sus propias pasiones, elevándose hacia la cima de su consciencia para tomar contacto con su Ser Interior, su “Padre que está en los Cielos”, es decir su Mónada, escucha que la Divinidad le dice: “Levanta la serpiente de bronce sobre los brazos de la Cruz, ponla en un asta, muéstrala al pueblo y así se curarán de todas las enfermedades, de todas las miserias, de todos sus dolores, de todas sus tristezas”.

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Así somos nosotros, estamos carcomidos por las enfermedades y los problemas que kármicamente nos hemos merecido. Las enfermedades surgen no solamente por infecciones o una mala alimentación; lo más importante es lo que no vemos, lo más grave para nosotros son nuestras emociones, pensamientos, imágenes y sentimientos -de tipo negativo la mayoría de las veces-. Cuando dejamos que surjan la envidia, los celos, la incertidumbre y el temor que inficionan nuestra naturaleza interna, las energías de la vida no pueden circular adecuadamente en nuestra propia interioridad por lo que la energía vital que es la que conserva la cohesión molecular, la armonía y la salud de nuestro cuerpo físico, no puede mantener la salud. Decía el Señor Jesús: “lo malo no es lo que entra por la boca, porque lo que entra por la boca va a la letrina, lo malo es lo que sale de ella”; eso es lo que daña al ser humano: las palabras soeces, hirientes; nuestra ordinariez al tratar mal a los demás, los gritos, el trato agrio a los seres queridos y el sentirnos ajenos a cada uno de los seres que nos rodean que son parte de nosotros mismos. Estamos separados únicamente en el espacio, quizás en el tiempo, pero estamos inmersos en la Consciencia del Logos (Dios). Somos como gotas del Gran Océano Cósmico que es la Vida Divina; somos chispas de la Gran

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Llama, de la ingente Flama Cósmica, y podemos convertirnos en una Gran Llama, análoga, aunque nunca igual a la Divinidad. He allí la maravilla, he allí el poder, he allí la trascendencia interna que se manifiesta en nosotros. Para logarlo tenemos siete grandes resonadores de energía, más el Poder entregado por el Logos encarnado en nosotros en la base de la espina dorsal. De allí viene la tradición bíblica de la visión de Jacob. Él se entrega al sueño, coloca su cabeza en una piedra y observa en sus sueños una escalera por la que suben y bajan los Ángeles hasta llegar a la Divinidad. Cuando despierta dice: “verdaderamente ésta es la casa de Dios y yo no lo sabía”. Todos tenemos esa piedra durmiendo; tenemos la casa de Dios con nosotros permanentemente. Somos, como kabalísticamente se enseña, como el loco del Tarot: llevamos colgando de una vara una bolsa; se supone que en ella están los mas extraordinarios tesoros, las mas sorprendentes riquezas, poderes y logros, pero el pobre hombre no lo conoce, ignora qué es lo que lleva, un paso más y caerá en el abismo en donde lo esperan animales para devorarlo, mientras que un perro muerde sus talones. Así somos, inconscientes cual el loco del tarot, acicateados por las pasiones (el perro y los animales), siempre a punto de caer al abismo (los

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errores que cometemos sin cesar), sin saber que cargamos con nosotros el poder, el mas grande tesoro, la energía de la Vida, con la que podemos lograr todo lo que queramos, si sabemos con ella poner en actividad los siete prodigiosos resonadores de energía llamados chakras por los orientales o rosas por los Rosacruces. Los chakras son vórtices de energía en forma de conos, estando la parte ancha hacia la periferia y la estrecha hacia el cuerpo, por el que penetran energías hacia el organismo. Tienen diferente nivel de actividad relacionados con nuestros distintos vehículos de expresión (los cuerpos físico, vital, emocional y mental). Los chakras etéricos (correspondientes al cuerpo vital), se encuentran a 5 centímetros de la superficie del cuerpo; los chakras astrales (correspondientes al cuerpo emocional), a 30 cm. Todos los chakras están parcialmente despiertos en el ser humano, permitiendo la entrada y salida de energías, las cuales a la vez activan las hormonas para el perfecto funcionamiento físico, emocional, mental, anímico. Una emoción súbita de terror, angustia, tristeza, ira, envidia, celos, temor o el cultivo de mentiras, chismes, desarmonía, etc., que son estados anómalos de nuestro ser psíquico y moral, provocan la oclusión parcial y temporal de esos

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centros de energía, penetrando solamente la suficiente cantidad para que la persona no fallezca; pero el daño es tal, que se sufre una alteración en la glándula endógena, órgano u órganos que dependen de ese chakra y la persona se enferma, que es lo que sucede en el caso del llamado “mal de ojo”. El médico intenta mejorar al paciente con distintos tratamientos, pero hasta tanto éste no se equilibre internamente y por ende el centro de energía, no podrá recuperarse del todo. De los chakras, el básico está en relación con la esfera sacro-coccígea que actúa en la zona del periné; otro más en la zona supra-púbica, relacionado con las gónadas (testículos y ovarios); otro en la región umbilical con el páncreas y las suprarrenales; otro a nivel del corazón y de la glándula timo; otro en la base del cuello, en relación con tiroides, paratiroides y laringe; otro en el entrecejo relacionado con la hipófisis, y otro en la cima del cráneo entre las dos fontanelas, relacionado con la glándula pineal (epífisis). Desarrollar esos focos de energía como centros de extensión psíquica, es un proceso lento y laborioso. En analogía, es lo que hace el deportista en su entrenamiento físico, que le dedica tres o más horas diarias a desarrollar lo que quiere obtener, lograr la excelencia en su campo; así mismo es el que quiere desarrollar esos “músculos psico-

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espirituales”, tiene que dedicarle tiempo diario durante meses y años. Por evolución, en la actualidad los chakras giran de izquierda a derecha en las damas y de derecha a izquierda en los varones, pero pueden involucionar girando en sentido opuesto al que debieran hacerlo. Los chakras en plena actividad, girando a gran velocidad tanto en el sentido correcto como en el incorrecto, despiertan facultades psíquicas, pero el hecho de que uno sea dueño o no de ellas, depende de la dirección del giro que deben dar los chakras en cada persona. Si en otras encarnaciones se ha cultivado la mediuminidad (siendo médium espírita) o si se ha dejado hipnotizar muchas veces, eso hace que los chakras en vez de girar en el sentido adecuado, giren en el sentido opuesto y a gran velocidad. Esto desarrolla un cierto psiquismo (inclusive clarividencia), pero esa persona no es dueña de su facultad; solamente puede ver clarividentemente en momentos ocasionales cuando le lleguen los reflejos de las imágenes que existen en la Luz Astral, que están constantemente desplazándose por doquier. Esa persona se vuelve esclava de esas visiones, no podrá cerrar ni abrir ese campo de visión cuando quiera. Este es el desarrollo psíquico involuntario, lo que rezaga en la evolución alejando de la Iniciación. Esa

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persona tendrá que hacer tremendos esfuerzos de voluntad y hacer prácticas internas para detener el giro de los chakras en el sentido inverso y hacerlos girar correctamente. Para que haya armonía y salud, en cada persona los chakras deben girar en el mismo sentido (según el género). Si alguno de los chakras girara en otro sentido crearía un caos. Todos los planetas giran alrededor del Sol en el mismo sentido. Si no fuera así se destruiría el Sistema. En el pasado (hace millones de años) en toda la humanidad los chakras giraban en sentido opuesto al que tienen en la actualidad, por lo que se tenían facultades psíquicas y clarividencia. Con el paso del tiempo, por evolución, poco a poco se fue deteniendo ese veloz movimiento y empezaron a girar lentamente en el otro sentido, que es lo que pasa ahora en el común de la humanidad. Se mueven lo suficiente para que entre la energía que debe llegar al centro hormonal endocrino y al organismo para darnos la salud adecuada. Hacia el futuro, haciendo uso de nuestra voluntad, utilizando la meditación y prácticas adecuadas, centrando la consciencia en cada chakra, se hará que giren a mayor velocidad sirviendo como una extensión de los sentidos físicos.

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Los Principales Chakras

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Centro Coronario (Sahasrâra Chakra) Aunque todas nuestras actividades conscientes y subconscientes son coordinadas por el cerebro y dirigidas por el Espíritu, es la epífisis el centro de la conciencia de vigilia que nos permite comprender, tomar decisiones, dirigir la voluntad y todas nuestras actividades en cada momento. La glándula pineal está en conexión con el llamado chakra coronario o “mil pétalos” en la cima de la cabeza. Cuando este centro entra en completa actividad, la contraparte sutil de la epífisis permite que se desarrollen facultades entre las que está una fase superior de clarividencia; también amplifica todas las facultades psíquicas que el ser humano puede desarrollar, como clariaudiencia, intuición, telepatía, telequinesia, psicometría.

Centro Frontal (Ajñâ Chakra) El siguiente centro está en relación con la glándula hipófisis; es el punto de contacto con el chakra frontal en el entrecejo. Es el chakra de la inteligencia, de la comprensión; da la capacidad de entregar la respuesta precisa e inmediata a cada una de las situaciones a las que se enfrente el ser humano, permite desarrollar clarividencia, aunque no

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tan elevada como la que corresponde al chakra coronario. Primero se desarrolla la clarividencia astral relacionada con los chakras astrales del cuerpo de Deseos, por lo que se puede ver relativamente la luminosidad de colores del aura y de los chakras del cuerpo astral. Aunque el cuerpo vital es inferior en vibración al astral, por su tenuidad, por la sutilidad de su color y la simplicidad del mismo en relación con el astral que es multicolor, se suele desarrollar la clarividencia vital posteriormente a la clarividencia astral, lo que permite observar los mecanismos biológicos y fisiológicos de vegetales, animales y humanos. Después se desarrolla la clarividencia mental; es mucho más sutil y permite observar los arquetipos de todo lo que existe físicamente. Sigue la clarividencia causal que permite vislumbrar los progresos que el Espíritu ha hecho durante su evolución; la tienen únicamente los seres más evolucionados del planeta. Todos son grados de sutilización de las energías emanadas por la Divinidad. El chakra frontal, permite desarrollar dos actividades, una macro y otra micro. Es como si la persona tuviera un telescopio y un microscopio. Eso es lo que representaban las pequeñas serpientes que salían de los tocados de los jefes y sacerdotes de las antiguas tribus y culturas, especialmente de los faraones. Una permite ver a lo lejos sin importar la

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distancia, y otra dentro de la materia a nivel atómico y molecular.

Centro Laríngeo (Vishuddi Chakra) Este chakra en relación con la garganta, toma contacto con las glándulas tiroides y paratiroides, centros hormonales de intensa actividad. La tiroides permite que entre otras, las funciones metabólica e intelectiva se puedan mantener adecuadamente. A quien le funciona bien la tiroides ni se engorda, ni se adelgaza. Si hay mayor actividad fisiológica (o aún psíquica) de la tiroides, la persona tiende a ser más delgada, más activa y a dormir menos. Si funciona más lentamente, la persona tiende a engordarse, a dormir más de la cuenta y a tener menos actividad. Es el centro que impulsa la inteligencia. Por este centro pasan las energías del Fuego Creativo que deben llegar al cerebro para los procesos de inteligencia, de comprensión, de consciencia; además permite el desarrollo del oído astral o clariaudiencia.

Centro Cardíaco (Anâhata Chakra) El centro correspondiente al chakra cardíaco, como le podríamos llamar, tiene que ver con la intuición. La persona que desarrolla ese centro, es

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bondadosa, fraternal, sensible, cultiva la estética, es armoniosa. Permite desarrollar la intuición; en este caso la persona percibe instantáneamente lo que está sintiendo cualquier otro ser; siente sus pensamientos, sus emociones, su estado anímico, aunque esté o no en presencia del sintonizado. Es el centro Crístico por excelencia; pero el orgullo, la soberbia, la vanidad y la tristeza inhiben la actividad de este centro. Si la persona sigue triste y depresiva, con el tiempo se traducirá en una patología cardiaca, que le llevará seguramente a fallecer de una manera prematura por infarto.

Centro energético del Plexo solar El plexo solar es un centro nervioso situado debajo del estómago, es el punto de entrada y salida de energías que llegan especialmente a las glándulas suprarrenales y secundariamente al estómago y a los riñones. Los Rosacruces lo llaman “cerebro de emociones”, porque todo impacto emocional ejerce allí su influencia. Todos lo sentimos frecuentemente. Cuando el joven o la joven se acercan a la persona que le gusta, sienten un vacío en la zona de la “boca del estómago”. Cuando uno sube en un ascensor muy veloz, éste centro de energía que se mantiene equilibrado, se desplaza a diferente velocidad que el ascensor, por lo que se percibe en ese sitio un ligero malestar.

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Es un centro delicadísimo, en dónde especialmente el temor y la ira lo bloquean, sintiéndose como si ese centro fuera comprimido, perdiéndose una gran cantidad de la energía que allí se encuentra acumulada. Es lo que sucede por ejemplo cuando se está atravesando una calle y súbitamente un carro le pita; se siente en el plexo solar un vacío intenso, uno salta, porque las suprarrenales liberan adrenalina que contrae los músculos y nos previene contra los peligros. Después, la persona queda agotada, no solo porque la adrenalina quemó el glucógeno de los músculos, si nó también por la pérdida de la reserva vital en el plexo solar. Muchas veces se cultivan imágenes destructivas de la armonía y no sabemos en qué momento nos van a afectar, y más, si se tiene un temperamento nervioso. Hay personas a las que fácilmente se les desequilibra el centro de energía del plexo solar, debido a que no han aprendido a controlar su ser psíquico y moral. Hay gran cantidad de problemas del ser psíquico que no solamente están en relación con problemas traídos de otras encarnaciones o con las imágenes que se han incrustado en nuestro ser anímico cuando éramos niños: miedos, fobias e ideas preconcebidas que nos afectan toda la vida. Pero el discernimiento y ser más consciente de la vida, ayudan a superar esas situaciones.

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Centro Umbilical (Manipûra Chakra) Este centro de energía actúa en la zona umbilical. Gobierna las funciones del páncreas y de los intestinos delgado y grueso. Aunque es un centro de actividad física, también es el centro de los celos, del odio y de las energías más bajas de la humanidad. Cuando se le da cabida a los celos se altera este centro, inhibiendo la posibilidad de discernir en un momento dado. Es así como una persona asesina a otra y cuando reacciona ya es muy tarde. Hay también en la zona abdominal otros centros muy importantes. Entre los dos lóbulos del hígado se encuentra un vórtice de energía, y en el bazo otro. El que está en relación con el hígado es un centro de emociones; por allí entra la energía emocional del cuerpo de deseos. Si la persona se mantiene furiosa, ya sea que explote gritando, peleando, discutiendo o que no diga nada, en ambos casos se altera ese centro y se inhibe la actividad metabólica del hígado, por lo que la persona se va enfermando de este órgano; así va produciendo su propio veneno. Alrededor de ese centro de energía en la vesícula biliar se va cristalizando la bilis, desarrollando los cálculos biliares tan dolorosos, por lo que cada vez que la persona se pone furiosa y grita, el cálculo se atranca y

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se produce el cólico. Así va a aprendiendo que la manera de que no duela, es no enojarse. El centro energético que llega al bazo recibe la vitalidad emanada del Sol. Por las preocupaciones, este centro de energía se bloquea, y siendo necesaria la vitalidad que por allí penetra, especialmente en la producción de hemoglobina, puede producirse anemia. Si continúa el trauma psíquico-emocional, se puede desarrollar leucemia o cáncer linfático. Es por desconocimiento como nos ganamos problemas fácilmente; si tenemos el conocimiento tenemos que esforzarnos por cambiar, cosa que es muy difícil. Pero el dolor purifica y nos enseña. Si uno sabe que cambiando el estado anímico se va superar el sufrimiento, vale la pena intentarlo. Pero que triste para aquellas personas que no saben la causa de su dolor y que siguen cultivando su negativismo, lo que los enferma cada vez más, después vienen las cirugías y la persona está tranquila un tiempo, pero su forma negativa de ser inhibe la actividad de otros órganos, hasta cuando ya no hay nada más que hacer.

Centro Sexual (Swadistâna Chakra) En relación con la zona sexual está otro centro de energía, centro hormonal y energético que hace

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sentir bellas a las mujeres, y a los hombres viriles, llenos de fuerza y de poder, con carácter para luchar y obtener lo que busquen. Los que gastan excesivamente las secreciones sexuales, se van tornando a lo largo de los años seres sin carácter. Si son adolescentes, serán apocados, tímidos, irresolutos, la piel se torna seca, pálida y pierden rápidamente ese algo misterioso y agradable que es la juventud. Los jóvenes que no tienen magnetismo, que no son agradables a los ojos de los demás, es porque han derrochado la sustancia que se encuentra en esa esfera, seguramente en otras vidas; por eso se nace con enfermedades como el asma, epilepsia y otros problemas que tienen que ver con espasmos en diferentes partes del cuerpo, lo que indica que hay desgaste. Las enseñanzas Rosacruces explican que es la energía que duerme en la sustancia, la que produce el orgasmo, pero también es la que alimenta los centros cerebrales, los centros de la inteligencia, de la comprensión, de la consciencia de la sabiduría, del arte, de la genialidad. Dentro de la Naturaleza misma, dentro del Cosmos infinito, existe una sustancia imponderable, mágica, única; es el Logos o Cristo Cósmico que a todo anima y da vida con sublime dinamismo. Es la Vida Espiritual del Universo que tiene su contraparte

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en el corazón del ser humano, como amor, bondad, altruismo, estética, mística, sensibilidad, siendo el sexo el polo más material de esa energía que hace posible la perpetuación de todos los seres. Es la semilla, la sustancia que todo lo anima, la que permite que ninguna especie desaparezca; pero es la energía que duerme en la sustancia la que da el imperativo para que vegetales, animales y humanos se reproduzcan, para que las aves, insectos, animales y humanos transitemos muchas veces centenares de kilómetros, buscando con quien cohabitar. La persona enamorada podría darle la vuelta al mundo las veces que sea necesario con tal de encontrar a su amor. Los insectos después de percibir químicamente la sustancia hormonal de tipo sexual que su pareja ha liberado, sin importar la cantidad de kilómetros que tenga que recorrer, habrán de cumplir su cometido para finalmente fallecer. Los peces hembra van a desovar kilómetros adentro de los ríos, tienen que subir rápidos, pasar por sitios de poca profundidad con el fin de dejar sus huevos; posteriormente el macho libera los zoospermos, viene la fecundación cumpliendo su cometido. Centro Coccígeo (Mûladhâra Chakra) Se encuentra localizado en la zona del periné, es decir entre los órganos generadores y la zona anal;

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tiene la capacidad de fijar la energía electromagnética del planeta, la que se acumula en la base de la espina dorsal en las vértebras sacrococcígeas y desde allí se dirige por todo nuestro esqueleto como energía electromagnética; por eso está en relación con el esqueleto, es decir, se encarga de mantener la cohesión molecular del organismo. La mayor o menor capacidad que una persona tenga para soportar las diferentes enfermedades, para mantener la robustez, la salud de su cuerpo, depende de la mayor o menor actividad de este chakra. Primero tenemos que trabajar en los chakras del corazón hacia arriba, despertar los divinos capullos de rosa, las divinas lámparas simbólicas del Apocalipsis. Se dirige ese Poder a través del alentar místico, de la imaginación y de la palabra espiritualizada, dejando de hablar tonterías y bajezas, dejando la crítica destructiva que no le hace bien a nadie y abandonando los chismes perversos que destruyen tanto a quien los profiere como a quien están referidos. En la obra “A los pies del Maestro”, una obra pequeñísima en tamaño pero gigantesca en trascendencia, el Adepto K. H. a través del discípulo Krishnamurti, dice: “Hay tres estados morales que causan en el mundo mayores males que todos los demás: maledicencia, crueldad y superstición porque son pecados contra el amor. Si el ser humano quiere

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henchir su corazón de amor divino, ha de vigilarlos y combatirlos constantemente”. “La maledicencia principia con el mal pensamiento, y esto en sí mismo es ya un crimen, porque en todas las personas y en todas las cosas existe el bien y el mal. A cualquiera de éstos podemos prestarle fuerza, pensando en él, y por este medio ayudar o estorbar la evolución; podemos hacer la voluntad del Logos o trabajar en contra de ella. Si pensáis mal de otro, cometéis tres iniquidades a un tiempo: 1a Llenáis el ambiente que os rodea de malos pensamientos en vez de buenos y así aumentáis las tristezas del mundo. 2a Si en el ser en quien pensáis existe el mal que le atribuís, lo vigorizáis y alimentáis, hacéis peor a vuestro hermano en vez de hacerlo mejor. Pero, si generalmente el mal no existe en él y tan sólo lo habéis imaginado, vuestro maligno pensamiento tienta a vuestro hermano y lo induce a obrar mal, porque si no es todavía perfecto, podéis convertirlo en aquello que de él habéis pensado. 3a Nutrís vuestra propia mente de malos en vez de buenos pensamientos y así impedís vuestro propio desarrollo y os hacéis, a los ojos de quienes pueden

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ver, un objeto feo y repulsivo, en vez de bello y amable”. “No contento con hacerse todo este daño y hacerlo a su víctima, el maldiciente procura con todas sus fuerzas que los demás participen de su crimen. Les expone con vehemencia su chisme, con la esperanza de que lo crean, entonces los convencidos cooperan con él, enviando malos pensamientos a esa persona. Esto continúa día tras día y no lo hace sólo una persona, sino miles. ¿Veis ahora cuán bajo, cuán terrible es esto? Procurad evitarlo en absoluto. No habléis jamás mal de nadie; negaos a escuchar a quien os hable mal de otro y decidle, afectuosamente: ”. Esos siete grandes modos de manifestación de la energía de la vida procedentes de la Divinidad, hacen posible la encarnación y la adquisición relativa de consciencia; es la energía que de lo cósmico se ancló en el microcosmos-cuerpo y que se oculta misteriosamente en la zona sacro-coccígea, según dicen los orientales, “enrollada en tres espiras y media en un triángulo de fuego”. Ese ingente poder los orientales lo llaman Kundalinî, que significa “serpiente enroscada”; también la llaman Shâkty, que significa “la Divina Madre”. Los Rosacruces le llaman el “Fuego Secreto Viviente y Filosofal”.

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Si para llegar a la iluminación tuviéramos que pararnos de cabeza, si tuviéramos que comer exclusivamente verduras y vegetales o hacer extrañas formas de respiración, la Divinidad sería caprichosa; el sendero de lo espiritual es el sendero de lo natural; la vida espiritual es sencilla. El sabio Vivekananda, instructor oriental que tuvo como misión venir a occidente a entregar estos conocimientos, fue inquirido por un discípulo que le preguntó: —“¿Maestro, para llegar a la Iniciación se requiere ser vegetariano?” Le respondió: —“hermano, he viajado por todo el planeta y no he visto la primera vaca que sea iniciada”. El discípulo nuevamente le preguntó: —“Maestro, ¿para la Iniciación se requieren ejercicios de respiración?” Le dijo: —“Los caballos respiran con fuerza y tampoco ninguno es un Iniciado”. Debemos ser naturales; a la persona que le nace y puede ser estrictamente vegetariana, perfecto; es su naturaleza interna traída de otras encarnaciones. Existen en occidente vegetarianos por salud, otros por filosofía, pero hay algunos que dicen no comer

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carne “para que no maten a los animalitos, nuestros hermanos menores, en donde está la vida”. Pero, entre las personas que dicen eso, las damas usan carteras de cuero y calzado elegantísimos, los señores con zapatos, correas y billeteras finas. Eso es fanatismo o hipocresía. Entre menos carne se consuma, mejor, pero aquel que sienta la necesidad o el deseo de consumirla, está bien. Un axioma expresa que “lo que es alimento para unos, es veneno para otros”. No existe la dieta perfecta para dos seres humanos, porque todos somos diferentes en nuestra evolución interna. A un bebé se le da su tetero de leche y se pone gordito, hermoso; pero, ¿cuántos adultos no se toman un sorbo de leche y se tienen que pasar el resto del día con diarrea, con gases, enfermos? Es un ejemplo sencillo; lo que es alimento para unos es veneno para otros. ¿Cómo buscar esa Luz que a todos nos alumbra? Decía también el Maestro Vivekananda de una manera muy velada: “la energía sexual es para engendrar y el resto de esa energía debe ser dirigida al cerebro para conquistar fuerza espiritual y lograr la anhelada Iniciación”. El Señor Jesús haciendo referencia a esa portentosa energía dijo: “creced y multiplicaos”, multiplicarnos, cuando a través del connubio, con amor, en un abrazo espiritual, engendramos a

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nuestros hijos. Mientras que la energía no usada para procrear ni malgastada en desvaríos eróticos, hay que elevarla estéticamente al corazón para despertar el sentido del Cristo que es el Amor universal, a la laringe, para despertar el poder la imaginación creadora, exteriorizando en palabras el conocimiento que la evolución nos ha entregado para compartirlo con la humanidad, mostrando el camino y la posibilidad de regeneración y espiritualización, y, finalmente, hacia los centros cerebrales, algo lejos de nuestro alcance y desarrollo. Dirigir esa energía al centro umbilical nos hace egoístas y emotivos en grado sumo; quien así lo hace, desarrolla un poder tremendo para hacer que las muchedumbres le sigan, cometiendo muchas veces todas las barbaridades posibles como se vio en algunos casos en la historia, porque algo del poder radicado en la base de la espina dorsal fue dirigido conciente o inconscientemente hacia ese centro. Las personas muy magnéticas que atraen a las del otro sexo, es porque un rayito de la energía de la vida activó el centro generador a través del chakra correspondiente. Cuando en nosotros surge el ritmo de la vida espiritual, cuando nos llenamos de dulce ambrosia en nuestro corazón y sentimos fuerza para iluminar de amor a todos nuestros congéneres, es porque parte de esa fuerza se elevó por el canal

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medular de la espina dorsal hacia la esfera del corazón. Cada vez que un momento de comprensión llega a nuestra existencia, es porque la prodigiosa energía de la vida se elevó por el bastón de Brahma -espina dorsal- hasta el cerebro para darnos la comprensión. Cuando no comprendemos fácilmente y solemos repetir pasivamente lo que otros han dicho, “para no tomarnos el trabajo de pensar” es porque hemos hecho muy poco en nuestra evolución de la consciencia. Cuando en nuestra vida no surgen la bondad, el altruismo, el cariño, el sentido espiritual, es porque no hemos trabajado en el sendero de sensibilización; cuando no somos capaces de exteriorizar una palabra para instruir a nuestros hermanos en la humanidad en el sendero del amor, de la belleza y del bien, es porque no hemos sabido utilizar adecuadamente nuestras energías internas. ¡Cuán diferentes se ven los niños con su tremenda energía, en su actividad intrínseca, en su alegría espontánea y espiritual! En la sonrisa de un niño observamos el sentir sublime de la sensibilidad. ¡Qué admirable mirar a los niños y a los adolescentes con su mirada inteligente, con su rostro radiante de alegría! Sonríen frecuentemente, para ellos no existen problemas, porque en ellos la energía de la vida está intacta; pero llega el momento en el que esa

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energía en su manifestación sexual -la simbólica serpiente del Paraíso- se despierta y se activa en ellos la pasión, el instinto y la emotividad. Los jóvenes que hasta ese momento se veían brillantes, inteligentes, se le ve decaer, mustios, perezosos; ya no quieren levantarse temprano en la mañana, sino que se quedan hasta medio día acostados. Lo más probable es que ese jovencito se está masturbando o los sueños lúbricos lo tienen impactado y agotado. Y la adolescente que hasta ese momento había sido magnética, adorable, feliz, espontánea, de un momento a otro sus padres ya no le pueden hablar, se porta agria, no hay manera de acercársele; se ha enfrentado con el poder de la Serpiente Genesíaca, la energía de la vida en su aspecto instintivo; tiene intimidad con alguien por lo que se le acabó el paraíso. Esto les ayuda a los adolescentes a ser más conscientes, comprender el porqué de sus problemas, de sus tristezas, como tienen que comportarse, como deben dirigir esa fuerza tremenda, poderosa que es la energía de la Vida. Hay que enseñarle a los adolescentes: “ustedes viven en el paraíso, por eso la felicidad, la plenitud con la que viven, no la pierdan aún, miren como los

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adultos estamos mustios, envejeciendo, agresivos; traten de no llegar prematuramente a la intimidad”. ¡Qué diferencia entre ellos y nosotros, debido a que hemos perdido la sensibilidad que ellos tienen! La hemos perdido por el mal uso y el abuso de la energía generadora dándole libre satisfacción al instinto, hemos perdido el “paraíso terrenal”. Magnífico que los adolescentes vayan a bailar, a pasear, a jugar, que salgan con los amigos y amigas, que disfruten sanamente su juventud, que sonrían y compartan entre ellos momentos de solaz pero eviten hasta donde sea posible el desaforo sexual. El despertar prematuro de esa energía enloquece, solo se la quiere satisfacer y esto puede terminar en un embarazo no deseado, por lo que la niña que hasta ese momento estudiaba y era feliz, se tiene que retirar de sus estudios y dedicarse a cuidar a su bebé; ¡ya dejó de ser niña, no importa que tenga 13, 14 o 19 años! Debemos enseñarles la realidad: “¿por qué no esperar a tener 21, 23, 25 años para iniciarse en la vida sexual, dejando la seriedad de esa energía para cuando sean adultos?”. En la tradición Rosa–Cruz, siempre se debe hablar acerca de esa portentosa energía de la vida, pues así como la gota orada la roca, así mismo, aunque la humanidad no quiera saber de estas cosas, hay que enseñar la verdad duélale a quien le duela,

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hay que abrirle los ojos a la juventud de ambos sexos, hay que alertarlos. En la obra “El crimen del silencio”, su autor W. W. Átkinson escribió: “es un crimen moral el quedarse callado si se tiene éste conocimiento que los adolescentes deben conocer a tiempo; enseñarles el misterio, así, algunos de ellos lo agradecerán y éstos conocimientos los harán grandes seres”. Al muchacho que se le enseña a ser casto y a elevar esa portentosa energía, se vuelve inteligente, magnético, siempre es agradable, exitoso, se le ve fulgurar por encima del promedio. Hay una gran diferencia entre aquel que eleva esa energía y el que no lo hace. En el primero, sus movimientos son gráciles, su mirada es brillante, su actividad cerebral es ingente; en el que no sublima esa energía y la pierde con la masturbación o en desvaríos eróticos, su pensar es lento, su carácter es egotista e irritable. No nos dé vergüenza mostrarle este sendero de Luz a la juventud. ¡Ojalá los educadores hicieran hincapié en estos conocimientos una vez los hayan practicado, discernido, analizado y sopesado en su propia interioridad para ver si son realidad o no! Vemos cada día con más frecuencia a las adolescentes enloquecidas con su sexualidad, a los jóvenes desesperados porque esa energía los tiene delirantes sin saber qué camino tomar; entonces, los padres los llevan donde el psicólogo o donde el

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médico a ver qué es lo que le pasa y muchas veces la receta es: “mastúrbese”. En la antigüedad en los templos iniciáticos, los jovencitos y las jovencitas eran instruidos en rendirle culto a la otra polaridad de la existencia. Es rendirle culto a la Vida, el varón a través de la dama y ella a través del varón. Si no existieran el día y la noche no podríamos comprender lo que es la alternancia de los días y de las noches; si no existieran los polos positivo y negativo de la electricidad no podríamos ver su manifestación como luz, calor, movimiento; si no existiera la bipolaridad en los vegetales, en los animales y en el ser humano, no podríamos conocer, auto-conocernos y evolucionar. Por eso, el varón y la mujer conscientes deben rendirle culto estético a la otra polaridad, observando la belleza, la perfección, la ternura, la Vida Cósmica encarnada en el hombre y en la mujer, interiorizándose y solazándose en el poder de la divinidad manifestado en la energía generadora que sólo se activa por la imagen y la presencia del otro polo de la existencia. ¡Momentos maravillosos en los cuales sentimos el amor! Cuando surge el amor no existen las dificultades, no existen los problemas, no existen las distancias, no importa que la amada viva a 40 cuadras de distancia, porque se está viviendo el prodigio. Que magno observar los (las) jóvenes enamorados; sus rostros son luminosos, su sonrisa es

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magnífica, y si se tiene la posibilidad de observarlos clarividentemente, se observa una portentosa irradiación lumínica que les rodea, formando una sola aura de luz. Quien no encarne en su existencia el culto místico hacia la otra polaridad de la vida no avanzará mucho en la evolución. Cuando se vive ese culto místico, se van despertando poderes inusitados: intuición, telepatía, clariaudiencia, clarividencia. Todos hemos sentido parcialmente esa posibilidad al estar enamorados; se sabe qué le sucede a la persona amada, qué siente, qué piensa, qué hace. La madre, por el amor que le tiene a su hijo, conoce instantáneamente qué le pasa sin importar si está al otro lado del planeta. Es la intuición que se manifiesta porque hay amor y éste eleva esa portentosa energía que es la única que puede despertar las divinas facultades latentes en nuestra interioridad. Los tres poderes más grandes que el ser humano tiene, que lo hacen análogo a la Divinidad, actúan en tres puntos focales de nuestra naturaleza: cerebro, corazón y centro generador. El primer aspecto como consciencia–voluntad, el Padre, en el cerebro. El segundo aspecto como amor, sensibilidad, bondad, altruismo, fuerza crística y moral, el Hijo, en el corazón. El tercer aspecto, como poder creador

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físico al engendrar, y como poder creador suprafísico al imaginar. Se habla del poder de los mantram y de la elevación del poder genesíaco, que es el que da la iluminación. Son técnicas místicas que forman parte de las enseñanzas más elevadas de las escuelas Iniciáticas tanto de oriente como de occidente. Somos hijos de Dios, del Aliento Cósmico, de la Vida Infinita del Universo; por eso, no solo respiramos sino que alentamos. El oxígeno que va a los pulmones, es el cuerpo físico del Aliento de la Vida Universal que tiene su punto focal de recepción en el entrecejo, raíz del alegórico Árbol de la Vida, siendo fijado en la médula oblonga, para que esas energías actúen en toda nuestra naturaleza física y fisiológica a través del sistema nervioso gran simpático, dando como resultado una perfecta armonía en la actividad hormonal de las glándulas endógenas. El esoterista, durante largos períodos de tiempo, retorna esa energía con su místico alentar hacia el cerebro, a través del sistema nervioso cerebro-espinal, lo que le proporciona la iluminación. Sin darnos cuenta realizamos ese proceso permanentemente en nuestras vidas momento a momento, pero como este proceso es inconsciente, el resultado se da a lo largo de millones de años de evolución (según la ciencia, llevamos evolucionando

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como humanos unos siete millones de años). Es un proceso natural que nos permite alentar en armonía con el Universo. Ese alentar que lo hacemos inconscientemente, fijando las energías Cósmicas en nuestra propia naturaleza, permite que desarrollemos una relativa capacidad de comprensión y de amor, además de una adecuada salud; pero cuando a través de la imaginación y de la sensibilidad, se logra con ese alentar místico dirigir conscientemente esas energías, la iluminación se acelera y la evolución que a la humanidad le ha de demorar miles de encarnaciones, se podrá hacer en pocas vidas. ¡Que triste es pasar 10, 30 u 80 años en un movimiento filosófico, científico, religioso o místico y seguir siendo siempre la misma persona (más vieja y enferma por supuesto), pasándose la vida leyendo libros (que son importantes como información pero no como realización), pues se acaba la encarnación y después de un tiempo largo en los Mundos espirituales volvemos al mundo físico con un cerebro nuevo, por lo que tenemos que volver a leer para aprender y saber, pero sin realización! La práctica lleva a la Iniciación. Un Iniciado es un sabio, es una persona en quien el átomo maestro de la Energía de la Vida ha tomado contacto con la esfera de la sensibilidad en su corazón y con la esfera de la consciencia en el cerebro. Recuerda sus

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encarnaciones y lo que ha aprendido en ellas como si las hubiera aprendido ayer. La Iniciación no se puede dar de la noche a la mañana, es un trabajo constante, permanente, en el sentido místico del alentar. No pensemos que la Iniciación se va a lograr en 10 años, ni siquiera en una encarnación. Son varias encarnaciones de trabajo místico, de trabajo interno, en donde progresivamente los divinos capullos de rosa (los chakras), van floreciendo en la cruz de nuestro cuerpo. La Iniciación no es comenzar estudios secretos en un movimiento espiritualista de alguna índole. Es un despertamiento progresivo de la consciencia, hasta cuando se es recibido primero por el Maestro interno, el Espíritu, llamado por los kabalistas “la visión del Santo Ángel Guardián” y posteriormente, en los Mundos suprafísicos por el Maestro Iniciador, en donde uno o dos Adeptos llevan el candidato en presencia del Gran Iniciador, para responder por él como una persona sincera e idónea en el sendero de la Iniciación. El candidato a la Iniciación está fuera de su cuerpo en sus vehículos sutiles (cuerpo astral y mental) en el Mundo del Deseo, siendo enseñado por su Maestro en como dejar su cuerpo emocional en profundo estatismo en el Mundo del Deseo, tal como físicamente le han enseñado a hacerlo en la meditación con su cuerpo físico. Pasa entonces su

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consciencia al Mundo del Pensamiento en el cuerpo mental. Allí observa su pasado, pleno tanto de errores como de aciertos, pero de intenso y decisivo trabajo interno hasta este momento cumbre cuando logra la iluminación espiritual. Vuelve a su cuerpo siendo un Iniciado; ha entrado en el sendero espiritual, sendero que no abandonará jamás. Aún cometerá yerros que le retrasarán las siguientes Iniciaciones, pero ya no volverá a dar marcha atrás; es uno de los hijos del Logos, ya es un Instructor que debe reemplazar a su Maestro quien pasa a los Mundos superiores a continuar su trabajo evolutivo. ACTIVIDADES DE LA ORDEN ROSA-CRUZ Escuela para niños y adolescentes Sábados 10 – 11 AM CONFERENCIAS PÚBLICAS Miércoles 7 PM – Sábados 10 AM BIBLIOTECA ESOTÉRICA PÚBLICA Lunes a viernes de 4 a 7 PM Sábados de 10 a 12 M. DIRECCIÓN Calle 24A Norte No. 8N-22 Santiago de Cali

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MARAVILLOSAS OBRAS PARA SU ENNOBLECIMIENTO Y SUPERACION LOS CHAKRAS C.W. Leadbether. EL SECRETO DE LA SALUD Y LA CLAVE DE LA JUVENTUD. Israel Rojas R. LOGOSOPHÍA Israel Rojas R. CONCEPTO ROSACRUZ DEL COSMOS Max Heindel. LA MASONERIA Y EL CATOLICISMO. Max.Heindel MEDICINA OCULTA. Franz Hartmann. LA ZARZA DE HOREB. Jorge Adoum. EN ARMONIA CON EL INFINITO. R. W. Trine. PLANTAS MÁGICAS A. Krumm Heller. ROSA CRUZ NOVELA. A. Krumm Heller. FILOSOFIA OCULTA DEL AMOR. Dion Fortune. EL PROBLEMA DE LA PUREZA. Violeth M.Firth. EL PODER REGENERADOR. W.W.Atkinson TRATADO DE CIENCIA ROSACRUZ I Iván Quintero. VERBO GÉNESIS Iván Quintero. LA SABIDURÍA KABALÍSTICA Iván Quintero. CRISTIANISMO MÍSTICO-ESOTÉRICO Iván Quintero. EL TALÓN DE AQUILES Iván Quintero. LA MUERTE Y EL MÁS ALLÁ Iván Quintero.

ADQUIERA EL HABITO DE LEER, ILUSTRARSE ES PROGRESAR