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Insecticidas botánicos como alternativas para el manejo de plagas en sistemas agroforestales Mayelín Montesino Valdés, Hortensia López Flores,

José Hernández Abreu. y Enrique de Zayas Izagüirre O.B. ACTAF, Estación Experimental Forestal Camagüey / [email protected]

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as plagas de insectos son responsables de grandes pérdidas anuales en la producción de los cultivos agrícolas y forestales. Como parte de su control, y a pesar del gran impacto de los insecticidas en el avance de la agricultura moderna, el uso irracional de los compuestos orgánicos sintéticos ha provocado serios problemas globales, como la contaminación del medio ambiente, la acumulación de residuos tóxicos en los alimentos con perjuicios a la salud humana y animal, efectos negativos sobre insectos benéficos y la resistencia a ellos por parte de los organismos nocivos. Por tanto, se hace imprescindible el estudio de nuevas vías para el Manejo ��������������������������������������������� Integrado de Plagas (MIP) de insectos. Las plantas son consideradas las fuentes más importantes de compuestos químicos y durante millones de años de evolución han desarrollado mecanismos defensivos para contrarrestar el ataque de los insectos. Existen más de 2000 plantas con propiedades insecticidas, incluyendo más de 30 géneros en las regiones tropicales y subtropicales. El aprovechamiento humano de las sustancias de defensa natural de las plantas es muy antiguo. Por ejemplo, algunos insecticidas botánicos como la rotenona fueron empleados primeramente por pueblos indígenas, el piretro se conoció desde 400 años A.C. con el nombre de “Polvo de Persia” y el uso de hojas del árbol de Nim (Azadirachta indica A. Juss.) se conoce desde hace más de 2000 años. Sin embargo, pocos de estos insecticidas naturales han logrado alcanzar el mercado. Por definición, un insecticida es aquella sustancia o mezcla de sustancias que provocan la muerte del insecto

debido a la naturaleza de su estructura química. Sin embargo, la mayoría de las especies de plantas que se utilizan para el manejo de plagas, provocan la inhibición del desarrollo y comportamiento de los insectos en lugar de matarlos directamente por sus propiedades tóxicas, aunque están identificadas algunas sustancias vegetales con marcado efecto insecticida. A pesar de esto, en la literatura el término “insecticida” continúa siendo el más empleado. De manera general se definen cinco tipos de sustancias de origen vegetal, según su efecto en el comportamiento de los insectos: a) repelentes, las cuales alejan a los insectos de la planta; b) supresores, que inhiben la iniciación de la alimentación o la oviposición del insecto en el hospedante; c) disuasivos, que interrumpen la continuación de la alimentación o la oviposición del insecto; d) antibióticos, que interfieren metabólicamente en el crecimiento y desarrollo normales; y e) anorexigénicos, que producen pérdida del apetito. Los metabolitos secundarios vegetales son determinantes en la resistencia de las plantas y del comportamiento general de los insectos fitófagos en su relación con las diferentes especies vegetales. Estos compuestos se definen como productos naturales que no funcionan directamente en procesos esenciales para el crecimiento, desarrollo y reproducción de la planta. En la Tabla 1 se describen algunos de los metabolitos secundarios más estudiados, con papel protagónico en la regulación de insectos plagas y cuyas fuentes es posible encontrar en nuestro país.

Tabla 1. Metabolitos secundarios que regulan a insectos plagas COMPUESTO ACTIVO

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FUENTE VEGETAL PRINCIPAL

TIPO DE EFECTO • Insecticida de contacto • Insecticida de ingestión • Repelente

Rotenona

Raíces de Derris (Derris elliptica) y Guamá (Lonchocarpus utilis); Fam. Leguminosae

Piretrinas (Piretroides)

Flores de Crisantemo o Piretro (Chrysanthemum • Insecticidas de contacto cinerariaefolium). También ����������� en C. balsamita, C. corona• Atacan Sistema Nervioso Central y periférico rium, C. vulgare, C. indicum. Fam. ��������������� Compositae

Nicotina (Neonicotinoides)

Hojas, tallos y raíces de Tabaco (Nicotiana tabacum, Nicotiana rustica; Fam. Solanaceae)

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Artemisina

Partes aéreas del Ajenjo dulce (Artemisia annua; Fam. Asteraceae)

• Insecticida de alta mortalidad y cambios en el desarrollo larval • Inhibición de la alimentación

Insecticida de contacto no persistente Insecticida respiratorio Insecticida de ingestión Ovicida

Azadiractina

Meliartenin

FUENTE VEGETAL PRINCIPAL

TIPO DE EFECTO

• Insecticida Corteza, hojas, frutos y principalmente semillas de las • Inhibición de la alimentación meliáceas, especialmente del Árbol del Nim (Azadira- • Regulación del crecimiento chta indica; Fam. Meliaceae) • Inhibición de la oviposición • Esterilizante

Hojas, tallos, semillas y principalmente frutos del Árbol del Paraíso (Melia azedarach; Fam. Meliaceae)

De acuerdo al criterio de un gran número de autores se podrían citar las ventajas y desventajas del empleo de los plaguicidas botánicos que se exponen a continuación.

Ventajas: • Compatibles con otras alternativas para el manejo de plagas (ferromonas, hongos entomopatógenos, depredadores y parasitoides, entre otros), aumentando sus posibilidades de integración a programas de MIP. Reducen el riesgo de resistencia en los insectos • Menor toxicidad a los enemigos naturales de las plagas • Reducen la aparición de plagas secundarias • Biodegradables y con menor riesgo de residuos en los alimentos • Minimizan los riesgos para la salud humana y animal, y los daños al medio ambiente • Muchos de estos compuestos no son tóxicos para las plantas • Son conocidos por el agricultor/silvicultor • Material renovable, de alta disponibilidad y bajos costos

Desventajas: • No todos son propiamente insecticidas, lo que los hace tener una acción más lenta • Su efecto residual es bajo • No todos los insecticidas vegetales son menos tóxicos que los sintéticos • Carencia de regulaciones para su uso • No todas las recomendaciones han sido validadas con rigor científico • Poca información en pruebas toxicológicas • Variabilidad en la cantidad de compuesto activo • Problemas de estabilidad en los extractos • Mayor requerimiento de mano de obra calificada

Insecticidas vegetales para la protección forestal Los insectos se incluyen dentro de las principales plagas que afectan a los ecosistemas forestales. Más de 200 especies son consideradas como agentes biológicos dañinos, cuyos brotes se han intensificado en los últimos años en todo el mundo. Por ejemplo, en América, el problema principal para la regeneración y establecimiento a gran escala de las

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Insecticida Inhibición de la alimentación Disminución del crecimiento y desarrollo Emergencia de adultos deformes Inhibición de la oviposición

especies comerciales de cedro y caoba es Hypsipyla grandella Zeller (Lepidoptera: Pyralidae) y a pesar de considerables esfuerzos de investigación para encontrar prácticas de manejo de esta plaga, ningún método de control está actualmente disponible con este fin. El patrimonio forestal tiene una gran importancia ambiental, social y económica en Cuba, ya que el 24.54% de la superficie del país está cubierta por bosques. En el año 1992 se estimaron pérdidas a nivel nacional de un 11.7% en los viveros forestales sólo a causa de las plagas, según la Dirección de Silvicultura. Veinte especies de insectos están consideradas como las de mayor interés fitosanitario para Cuba debido a su dispersión y la intensidad de los daños, destacándose los órdenes Lepidoptera y Coleoptera. El control de los daños provocados por las plagas en sitios forestales no puede realizarse mediante la aplicación exclusiva de sustancias químicas, ya que estos sitios son extensos, tienen relaciones con diferentes esferas productivas y sociales y pudieran provocar contaminación del agua, el suelo y daños irreparables para el ambiente. Por lo tanto, la lucha contra estos agentes nocivos debe realizarse mediante un manejo integral, que vincule cada vez más, la lucha biológica y la lucha bioquímica con la lucha química dentro de la que se incluyen los insecticidas vegetales, para el logro de una silvicultura sostenible. La información consultada en la literatura sobre la evaluación de compuestos botánicos para el control de insectos que constituyen plagas forestales, son relativamente escasos. En la Tabla 2 se pueden apreciar algunos de los ejemplos más exitosos en este campo, fundamentalmente estudios desarrollados con H. grandella. No obstante, el gran número de estudios publicados mostrando resultados satisfactorios en la evaluación de diferentes formulaciones de estos compuestos para el control de plagas agrícolas, de órdenes y familias comunes a las plagas de interés forestal, amplía considerablemente las perspectivas del empleo de los insecticidas vegetales como parte del Manejo Integrado de Plagas Forestales. Las potencialidades serían aún mayores si añadimos el hecho de que dentro de las fuentes vegetales con resultados más promisorios se destacan precisamente las especies forestales: Nim, que contiene la sustancia de mayor actividad biológica conocida contra insectos (más de 200 especies) y Paraíso, con un compuesto activo con efectos comparables a los del extracto de Nim.

1/2009

COMPUESTO ACTIVO

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Tabla 2. Productos botánicos evaluados para el manejo de plagas de insectos en especies forestales FUENTE VEGETAL

PRODUCTO EVALUADO

INSECTO

Azadirachta indica A. Juss.

Semillas

Hypsipyla grandella Zeller (Lepidoptera: Pyralidae)

Melia azedarach L. y Azadirachta indica A. Juss.

Extractos de frutos de M. azedarach y un producto comercial de A. indica (Bionim®).

Rhyacionia buoliana Den. et Schiff. ������������������������� (Lepidoptera:Tortricidae)

Quassia amara L. ex Blom

Extractos de madera.

Quassia amara L. ex Blom, Ruta graveoExtractos de madera, follaje, frutos y semillas lens, Sechium pittieri y Azadirachta indica (producto comercial Azatín®), respectivamente. A. Juss.

H. grandella en Cedrela odorata L. (cedro)

Quassia amara L. ex Blom

Extractos de madera y follaje.

H. grandella

Azadirachta indica A. Juss.

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H. grandella en C. odorata

Azadirachta indica A. Juss

Formulación OleoNim 80 CE

H. grandella en C. odorata

Enterolobium cyclocarpum (Jacq.) Griseb. Extracto acuoso

Por tanto, los insecticidas botànicos constituyen una “nueva” alternativa para el manejo de plagas agrìcolas, que algunos autores clasifican como la cuarta generación de insecticidas y que podría contribuir a la sostenibilidad de los

Incisitermes marginipennis Latreille (Isoptera: Kalotermitidae)

ecosistemas agroforestales. Si se tiene en cuenta además que sólo se han evaluado muy pocas plantas en relación con lo que nos ofrece el planeta, entonces las perspectivas futuras resultan incalculables.

Bibliografía López R.A., Guerra C., Duarte A., Cruz H., Fernández A., García A., Varela Y., Berrios M.C., Triguero N., Vila I. (2003). Actualización del inventario de insectos y microorganismos nocivos a las especies forestales en Cuba. ������������� Fitosanidad, 7(2):3-9. Silva G., Lagunes A., Rodríguez J.C., Rodríguez D. (2002). Insecticidas vegetales: una vieja y nueva alternativa para el manejo de plagas. Manejo Integrado de Plagas y Agroecología (Costa Rica), 66:4-12. Soto F. (2000). Efectos de extractos vegetales sobre larvas de Hypsipyla grandella (Zeller) y su sistemicidad en árboles de cedro. Tesis en opción al grado de Magister Scientiae. Disponible en: http://orton.catie.ac.cr/repdoc/A0329E Vázquez L.L., Menéndez J.M., López R. (1999). Manejo de insectos de importancia forestal en Cuba. Manejo Integrado de Plagas (Costa Rica), 54:13-19. Villalobos R. (1995). Distribución de Quassia amara L. ex Blom en Costa Rica, y su relación con los contenidos de cuasina y neocuasina (insecticidas naturales) en sus tejidos. Tesis en opción al grado de Magister Scientiae. Disponible en: http://orton.catie.ac.cr/repdoc/A0608E

Con la familia en la finca agroecológica Con los muchos poquitos

por José Antonio Casimiro

Es tan grande la realidad que no puedo hacer menos que esto, sin pensar mucho las consecuencias: expresar mis ideas a quien pueda servirse de ellas. La agroecología es algo de poco a poco, como regla, pero no deja a nadie afuera, porque no puede haber quien no quiera abundancia de todo tipo de alimentos sanos, estables, cubanos, económicos, hasta para mercadearlos. Esto lo puede hacer la familia. En esta agricultura nada es mucho de una sola cosa, hay variedad y momentos. En la otra agricultura, no. Cuando viene la cosecha, todo es arroz, o frijoles, o maíz, y solo queda venderlo al mejor postor por no tener donde guardar la cosecha so pena de hasta perderla. Las ganancias reales que de ese modo de vida pueden resultar en la finca, no ofenderían aunque fueran muchas, porque serían a costa del trabajo de la familia completa, los 365 días del año con sus domingos y todo, trabajando juntos, donde la salud es oro y ni enfermarse pueden.

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