01 Los Tres Valles o Desiertos

Los Tres Valles Propósito: Aprendan a reconocer los momentos que están pasando en sus vidas. Texto: Salmo 84:4-6, Ezequi

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Los Tres Valles Propósito: Aprendan a reconocer los momentos que están pasando en sus vidas. Texto: Salmo 84:4-6, Ezequiel 37:1, 2 Samuel 5:17-19 Introducción: A. Las situaciones de crisis suelen sorprendernos porque llegan sin previo aviso y nos despedazan el plan. Tienes la vida más o menos programada y una enfermedad, un diagnóstico, un problema financiero, te desenfoca por completo. B. En muchas oportunidades se relaciona a la crisis con un valle que debemos atravesar hasta llegar a la otra orilla, señal de haber sobrevivido a la situación. C. He tenido que cruzar estos valles muchas más veces de las deseadas por mí. Es por ello que puedo contártelo refiriéndome con autoridad al respecto, porque de allí vengo, de atravesar desiertos. D. Todos los creyentes pasan o deben pasar por estos desiertos o valles, ninguna persona dentro del cuerpo de Cristo está excento de esto. E. Cada valle nos hace madurar y crecer espiritualmente, cada uno de ellos viene acompañado de bendiciones, por haber aguantado cada uno de esos desiertos. F. Muchas veces vemos los problemas como eso, como problemas, pero no como una oportunidad para crecer, madurar y alcanzar nuestras bendiciones. G. Quiero que puedas identificarlos y descubrir que cada crisis tiene un propósito. Eso te ayudará a transitar más rápido el camino.

H. El secreto es saber diferenciarlos y no confundirlos.

1. El Valle De Lagrimas “Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, Cuando la lluvia llena los estanques” Salmo 84: 4-6 A. Muchos hemos tenido que cruzar este primer valle. B. Surge en el caminar de la vida, este desierto no es provocado por nuestras acciones, si no la vida misma, nos introduce en el. 1. Un accidente en auto. 2. Una enfermedad mortal. 3. La muerte de un ser amado. C. Ese tipo de circunstancias nos desvían nuestras prioridades. D. Así, de pronto, de la noche a la mañana, uno encuentra un episodio como este donde el Señor dice: «Feliz aquel que puede atravesar un valle de lágrimas, y del dolor, cuando surgen tantas preguntas y hay tan pocas respuestas, puede transformar esa tristeza en bendición, y aun así aprender algo» E. Entonces surge la pregunta: «¿Me protege Dios?». Sí, Dios te protege, pero valora la vida eterna, independientemente de que en su soberanía toma decisiones que nosotros no podemos o nos cuesta comprender. F. El Señor nos dice que tendremos que atravesar valles de lágrimas y transformarlos en manantiales de bendición.

G. Atravesar el valle es lógico, uno tiene que pasar por el desierto. H. El problema es que hay personas que se quedan a vivir allí, en el valle de lágrimas, y en lugar de aprender algo y transformar esas lágrimas en risa, creen que es una maldición y que no sirvió para nada. I. Pero Dios no es solo el Dios de las montañas, sino también el de los valles. El Dios de los momentos más tristes.

2. El Valle De Muerte “La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos” Ezequiel 37:1 A. Hay otro valle donde Dios mismo te lleva. No es un desierto donde te llevó la vida cotidiana. No es un valle ocasionado por una enfermedad, por una muerte. B. Es un valle, un desierto, al que Dios te lleva por un propósito definido. C. Cuando Dios quiere te coloca en medio de un valle de muerte, como lo hizo con Ezequiel. D. Pero había un propósito. Allí no vas porque te equivocaste, porque hiciste algo malo, sino porque Dios quiere contaminar de vida donde hay muerte. E. Nunca maldigas el lugar donde estas. Dios te puso en medio de huesos secos, que no tienen vida, con un propósito. F. En determinado momento Ezequiel dijo: «Me hizo pasearme entre ellos, y pude observar que había muchísimos huesos en

el valle, huesos que estaban completamente secos. Y me dijo: “Hijo de hombre, ¿podrán revivir estos huesos?”. Y yo le contesté: “SEÑOR omnipotente, tú lo sabes” Ezequiel 37:2– 3) G. No eran cadáveres, eran huesos, y Dios le preguntó si él creía que esos huesos podían vivir. La respuesta del profeta determinaría qué iba a ocurrir después. H. Es por eso que creo necesario hacerte la misma pregunta. Cuando miras tu matrimonio deshecho, cuando dices que ya no hay más solución, el Espíritu Santo me anima a que te pregunte: «¿Crees que tu matrimonio puede revivir?» I. Cuando declaras: «Estoy totalmente endeudado, no tengo más salida, nunca podré salir de mi deuda» tengo que preguntarte: «¿Crees que tus finanzas muertas pueden vivir?». Es la pregunta que Dios te hace siempre: «¿Crees que puedes ser sano? Entonces, sé sano» J. Dios le dijo a Ezequiel: «Profetiza sobre estos huesos, y diles: “¡Huesos secos, escuchen la palabra del SEÑOR! Así dice el SEÑOR omnipotente a estos huesos: Yo les daré aliento de vida, y ustedes volverán a vivir. Les pondré tendones, haré que les salga carne, y los cubriré de piel; les daré aliento de vida, y así revivirán. Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR ´”» Ezequiel 37:4–6 K. Dios podía haberlo hecho él mismo, pero le dijo a su siervo que profetizara. L. Anímate a profetizar sobre los huesos secos que rodean tu vida. Mientras Ezequiel hacía lo que Dios le dijo, se escuchó un ruido que sacudió la tierra, y los huesos comenzaron a unirse entre sí. Aparecieron tendones, y les salía carne y se recubrían de piel, ¡pero no tenían vida! M.Entonces el Señor dijo:

«“Profetiza, hijo de hombre; conjura al aliento de vida y dile: ‘Esto ordena el SEÑOR omnipotente: Ven de los cuatro vientos, y dales vida a estos huesos muertos para que revivan’”. Yo profeticé, tal como el SEÑOR me lo había ordenado, y el aliento de vida entró en ellos; entonces los huesos revivieron y se pusieron de pie. ¡Era un ejército numeroso!» Ezequiel 37:9–10 N.

3. El Valle a Causa de la unción A. B. C. D. 4. A. B. C. D. 5. A. B.

C. D.

Conclusión: A. B. C. D.